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Cognitivismo clínico (2008) 5, 2, 145-155

TERAPIA DE GRUPO PARA EL TRASTORNO DE PÁNICO

Teresa Cosentino *, Antonella Bove y Giuseppe Nicolò * °

* Asociación de Psicología Cognitiva, Escuela de Especialización en Psicoterapia Cognitiva de


Roma (APC, SPC)
° III Centro de Psicoterapia Cognitiva de Roma

Resumen
Este artículo propone un protocolo cognitivo-conductual (TCC) para la terapia grupal del
Trastorno de Pánico (DAP) con Agorafobia, experimentada en un Centro de Salud Mental en Roma.
El proyecto nació de la necesidad de dar respuesta rápida al mayor número posiblede los usuarios
del servicio, con un tratamiento capaz de reducir las recaídas que a menudo se observan con la
farmacoterapia sola. Los pacientes, incluidos en lista de espera del CSM, fueron sometidos a
una batería de pruebas, administradas al inicio del tratamiento (t0), al final (t1) y a los 6 meses
(t2) y 1 año (t3) desde la conclusión.
Al final del tratamiento, se logró una reducción sustancial de los síntomas de ansiedad-
depresión y los resultados se mantuvieron estables incluso después de un año.

Palabra clave:Trastorno de pánico, terapia grupal cognitivo-conductual, técnicasintervención.

TERAPIA DE GRUPO PARA EL TRASTORNO DE PÁNICO

Resumen
En este artículo se ilustra un protocolo cognitivo-conductual de terapia grupal para el
trastorno de pánico (EP) con agorafobia, utilizado en un Centro de Salud Mental en Roma. Este
proyecto nace de la necesidad de satisfacer rápidamente la mayor cantidad de demandas de
los usuarios, con un tratamiento capaz de reducir las recaídas que ocurren fácilmente cuando
se administra únicamente medicación.
A los pacientes, reclutados siguiendo la lista de espera del Centro de Salud Mental, se les ha
administrado una batería de pruebas, pretratamiento (t0), postratamiento (t1) y con seguimientos a
los seis meses y un año.
Después de haber completado el tratamiento, los síntomas de ansiedad y depresión han disminuido
y los resultados también se han mantenido a un año de seguimiento.

Palabras clave: Trastorno de pánico, terapia grupal cognitivo-conductual, técnicas de


intervención.
Teresa Cosentino y col.

Introducción
La El trastorno de pánico se encuentra entre los más frecuentes en el espectro de la
ansiedad: el DSM-IV-TR informa una prevalencia de entre el 1,5% y el 3,5% de la población
general.
SemejanteEl trastorno tiene una remisión espontánea deficiente y, si no se trata
adecuadamente, el pronóstico a largo plazo parece ser peor que el de la depresión (APA 2000).
Además, las repercusiones en la calidad de vida son frecuentes y graves, como el abuso de
alcohol, drogas o medicamentos, problemas económicos, familiares y relacionales (Schmidt y
Telch 1997; Graus et al.2002; Eguchi 2005; Heldt et al.2006)
Con este trabajollevado a cabo dentro de un Centro de Salud Mental en Roma,se propuso
verificar la eficacia del tratamiento cognitivo corto degrupo para el DAP y el mantenimiento de
los resultados obtenidos a lo largo del tiempo.

Varios estudios y experiencias clínicas demuestran la eficacia de la terapia cognitivo-


conductual en el tratamiento de la DAP, tanto en entornos individuales como grupales (Leveni
et al. 1999; Sanderson y Rego 2000; Carter et al. 2003; Sharp et al. 2004; Galassi et al.2007;
Hofmann et al.2007).
En particular, el protocolo de intervención más eficaz parece ser el que prevé el uso de
técnicas expositivas (Craske 1997; Murphy et al. 1998; Goldberg 1998; Arntz 2002; Lars-
Goran Oste et al. 2004), in vivo, además de los de la terapia cognitiva estándar
(psicoeducación, reestructuración cognitiva, relajación muscular, control de la respiración).
Como se sabe, la exposición enteroceptiva actúa directamente sobre las creencias
relacionadas con las sensaciones vividas durante un ataque de pánico, mientras que la in vivo es
eficaz contra las evitaciones agorafóbicas, ya que tiene como objetivo cambiar las creencias
negativas sobre los síntomas vividos en situaciones y entornos específicos.
A continuación se presentará una breve experiencia de terapia grupal, con la aplicación de
un protocolo cognitivo-conductual estándar y la adición de las técnicas de exposición
mencionadas anteriormente.

Terapia de grupo: fundamento de la elección


En la práctica clínica no Siempre es posible realizar tratamientos individuales tanto en el
sistema público de salud, por la escasez de profesionales disponibles, como en el sector
privado, por los costes de tratamiento que en ocasiones son insostenibles para los pacientes. El
entorno grupal permite dar respuesta a ambas necesidades, optimizando el uso del personal
sanitario y reduciendo costes para el paciente; además, algunos estudios (Pomini 2004) indican
que puede ser preferible al tratamiento individual para los beneficios que se enumeran a
continuación:
• En el grupo el paciente es capaz de captar el carácter universal del sufrimiento,
contrarrestando el sentimiento de ser el único afecto; como consecuencia de este proceso
de normalización adquiere una mayor aceptación de su trastorno, reduciendo el juicio
negativo sobre sí mismo, muchas veces presente como un problema secundario;
• Observar los éxitos de los demás y su manejo efectivo de situaciones problemáticas
motiva al paciente a tratarlo, haciendo que parezca posible que logre los mismos
resultados (modelado) y favorece la voluntad de asumir mayores riesgos "si lo ha logrado
puedo hacer también "yo".
• La cooperación entre los participantes en la búsqueda de estrategias efectivas ofrece al
paciente

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Terapia de grupo para el trastorno de pánico

la oportunidad de beneficiarse de los conocimientos de todos los miembros del grupo, lo


que les permite ampliar sus estrategias de resolución de problemas y su repertorio
conductual, cognitivo y emocional;
• La ayuda de los compañeros permite al paciente también aprenderá de las explicaciones,
ejemplos y sugerencias de otros participantes, así como de los terapeutas, nuevas técnicas
para manejar los síntomas y nuevas formas de pensar;
• Una ventaja final deriva de hacer exposiciones a situaciones temidas junto con el grupo;
esto motiva al paciente a tratar de contrarrestar la ansiedad y la actitud de evitación que
podría llevarlo a detener la terapia ante la perspectiva de exposición individual.
Sin embargo, al planificar la terapia de grupo, es fundamental tener en cuenta algunos
problemas que pueden surgir durante el curso del tratamiento.
El miedo al juicio de los demás que se encuentra a menudo en los pacientes que padecen
un trastorno de pánico podría ser un obstáculo si les impide compartir sus dificultades, miedos
y experiencias; en los momentos de enfrentamiento, además, alel paciente podría devaluarse a
sí mismo, juzgándose menos competente que los demás. Para prevenir tales inconvenientes, el
terapeuta debe actuar, en todo momento, con el fin de crear y fomentar un clima de total
aceptación y cooperación entre los participantes del grupo.
Dentro del grupo, Además, es importante que todos tengan la oportunidad de expresar y
comprender lo que les sucede. Sin embargo, la gestión del tiempo no siempre te permite
dedicar el espacio deseado a todos y esto podría generar un fuerte sentimiento de frustración en
algunos. En tales casos, el terapeuta evaluará la posible necesidad de combinar el tratamiento
grupal con un entorno individual.
Por tanto, se debe prestar especial atención a la definición del programa expositivo,
seleccionando solo aquellos que resulten ser inquietantes para todos los miembros del grupo.

Objetivos
La experiencia reportada tuvo los siguientes objetivos:
1. ofrecer una respuesta terapéutica eficaz, en poco tiempo, al mayor número de usuarios
posible;
2. verificar la efectividad del protocolo adoptado.

Metodología
Características del grupo
7 pacientes con Trastorno de Ataques de Pánico Agorafóbico (con / sin tratamiento
farmacológico), de los cuales 6 mujeres y 1 hombre, con edades entre 26 y 60 años, fueron
sometidos al tratamiento.
Los pacientes fueron incluidos siguiendo la lista de espera del servicio.
La asistencia fue de una sesión por semana, con una duración de 2 horas, para un total de
14 reuniones; el manejo del grupo fue confiado a dos coterapeutas con entrenamiento
cognitivo-conductual.

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Teresa Cosentino y col.

Herramientas diagnosticas
Abajo están
est administrado al inicio (t0), al final del tratamiento (t1) y después de 6 meses (t2) y 1 año
(t3) desde la conclusión.
• PAAAS(Escala de ansiedad anticipada y ataque de pánico; Sheehan 1984) para la
evaluación cuantitativa de los ataques de pánico.
• HRSA (Hamilton Rating Scale for Anxiety; Hamilton 1959) para la evaluación clínica
del grado de ansiedad.
• HAM-D (Hamilton Rating Scale for Depression; Hamilton 1960) con 21 ítems para la
evaluación clínica del grado de depresión.
• VQV (Istituto Superiore della Sanità 1994), para una evaluación de la Calidad de
Vida, en escala Likert.

Técnicas de intervención
Durante el tratamiento se utilizaron las siguientes técnicas cognitivo-conductuales:

– Psicoeducación
Consiste en brindar a los pacientes información sobre la naturaleza de la ansiedad y sus
funciones, sus manifestaciones fisiológicas y psicológicas, para favorecer la normalización y
aceptación de este estado y contrarrestar la tendencia del paciente a interpretarlo de manera
catastrófica (Ansiedad Fensitividad). Posteriormente, se ilustra el modelo descriptivo
cognitivo-conductual del ataque de pánico, subrayando el peso de las conductas de protección y
evitación en el mantenimiento del trastorno.

– Diario diario de pánico


El uso de esta técnica permite monitorear la ansiedad anticipatoria y el número de ataques
de pánico (esperados e inesperados), diferenciándolos de las crisis de ansiedad aguda, con el fin
de ayudar a los pacientes a:
1. distinguir entre estas diferentes manifestaciones;
2. contrarrestar la tendencia a sobreestimar su percepción de ansiedad continua;
3. mejorar el sentido de eficacia personal, teniendo en cuenta que, a medida que avanza la
terapia, se reduce el número de ataques de pánico, crisis de ansiedad y ansiedad
anticipatoria.

- Técnica ABC
El modelo ABC de Albert Ellis (1958) expresa el concepto fundamental de la perspectiva
cognitivo-conductual, según el cual los eventos, externos o internos al organismo (A,
Activating Event), no provocan directamente las emociones y conductas de la persona (C,
Consecuencias), una expresión, en cambio, de su sistema de creencias, valores y pensamientos
(B, Belief Fystem). En concreto, esta técnica tiene como objetivo concienciar al paciente de dos
hechos: no son las sensaciones y situaciones (A) las que desencadenan el ataque de pánico (C),
sino sus interpretaciones de lo que sucede (B); la modificación de estas interpretaciones
produce una disminución de la ansiedad y una reducción de las evoluciones.

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Terapia de grupo para el trastorno de pánico

– Exposición enteroceptiva
Exposición enteroceptivalas sensaciones físicas, cognitivas y / o emocionales asociadas al
pánico tiene como objetivo permitir al paciente reconocer estas sensaciones, aprender a
tolerarlas, ver que no son peligrosas y que se extinguen a los pocos segundos, sin necesidad de
implementar conductas de protección o evitación. La justificación de la intervención es
modificar la interpretación catastrófica de los síntomas de ansiedad, rompiendo el vínculo entre
los síntomas somáticos / cognitivos, la explicación errónea de los mismos y el ataque de pánico.
Para ello, comenzamos por establecer una jerarquía de sensaciones internas temidas por los
pacientes (por ejemplo, mareos o taquicardias) y luego ideamos ejercicios físicos que pueden
inducirlos, como correr en el lugar, subir y bajar escaleras, hiperventilación, etc.
Inmediatamente después del ejercicio, se pide a los pacientes que informen, en una tarjeta de
registro, los síntomas experimentados, evalúan su intensidad (en una escala Likert de 0 a 10) e
indican el grado de miedo / ansiedad que despierta cada uno de ellos. sí
finalmente, espera a que desaparezcan los síntomas inducidos, junto con la ansiedad asociada a ellos.

– Exposición in vivo
SemejanteLa técnica, similar a la desensibilización sistemática, consiste en hacer que los
pacientes se enfrenten in vivo a situaciones de ansiedad para que puedan comprobar, de vez en
cuando, que la ansiedad experimentada es tolerable. Para ello, en colaboración con los
pacientes, se elabora una lista de situaciones temidas con el nivel relativo de intensidad de la
ansiedad (en una escala Likert de 0 a 10), para ordenarlos en orden ascendente. Durante la
exposición a la primera situación, los pacientes son acompañados por el terapeuta e invitados a
permanecer allí hasta que se obtenga una disminución sustancial del nivel de ansiedad (<2).
Una vez alcanzado este objetivo, será posible pasar a las siguientes situaciones de la lista.

– Técnica de relajación muscular progresiva.

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