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Tratamientos para el trastorno de la personalidad por evitación

El Trastorno de la personalidad por evitación, es un trastorno tratable, pero puede ser difícil de
tratar debido a que el individuo evita las situaciones sociales y es reacio a buscar ayuda. El
tratamiento suele consistir en psicoterapia, medicación o una combinación de ambas.

La psicoterapia, puede ayudar a las personas con TPE a comprender las causas profundas de su
ansiedad y a desarrollar estrategias de afrontamiento para controlar sus síntomas. La terapia
cognitivo-conductual (TCC) es una forma común de psicoterapia utilizada para tratar este
trastorno de la personalidad. La TCC ayuda a las personas a identificar y cuestionar los
pensamientos y creencias negativas que contribuyen a su ansiedad y comportamiento evitativo.
También les enseña habilidades de afrontamiento para controlar la ansiedad y mejorar las
interacciones sociales.

También pueden recetarse medicamentos, como antidepresivos y ansiolíticos, para ayudar a


controlar los síntomas del TPE. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la ansiedad y
mejorar el estado de ánimo, facilitando la participación de las personas en situaciones sociales.

Las estrategias de autoayuda, como la meditación, el ejercicio y el autocuidado, también pueden


ser eficaces para controlar los síntomas del Trastorno de personalidad por evitación. Estas
estrategias pueden ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y promover la relajación.
Es importante señalar que las estrategias de autoayuda deben utilizarse junto con psicoterapia y/o
medicación para obtener resultados óptimos.

Los grupos de apoyo también pueden ser útiles para las personas con TPE, proporcionan un
entorno seguro y de apoyo para que las personas compartan sus experiencias, reciban ánimos y
aprendan de otras personas con problemas similares.

Además de estos tratamientos, los cambios en el estilo de vida, como mejorar los hábitos de
sueño, reducir la ingesta de alcohol y cafeína y evitar las situaciones estresantes, también pueden
ayudar a controlar los síntomas del TPE.

Como se ha comentado, el tratamiento para el trastorno de la personalidad por evitación se


podría resumir en los siguientes puntos:
 Entrenamiento en relajación con o sin desensibilización sistemática, utilizadas para la
reducción de la ansiedad asociada con los encuentros sociales problemáticos.
 Entrenamiento en habilidades sociales, con los elementos de ensayo de conducta, role
playing, el modelado, las instrucciones, la retroalimentación/refuerzo y las tareas para
casa.
 Terapia cognitivo conductual (TCC) dirigidas a eliminar las suposiciones, atribuciones y
auto verbalizaciones asociadas frecuentemente con la ansiedad social.

Tratamiento del trastorno de la personalidad por dependencia

Como muchos otros trastornos de la personalidad, el TPD puede ser difícil de tratar. Sin embargo,
con el tratamiento adecuado, las personas con este trastorno pueden llevar una vida satisfactoria
y gratificante. Los tratamientos más eficaces para el Trastorno de la personalidad por dependencia
suelen incluir una combinación de psicoterapia, medicación y cambios en el estilo de vida.

Psicoterapia

La psicoterapia, también conocida como terapia de conversación, suele ser la primera línea de
tratamiento para el TPD. El objetivo de la psicoterapia es ayudar a la persona a comprender mejor
sus pensamientos y comportamientos y a desarrollar estrategias de afrontamiento más sanas.
Varios tipos de terapia pueden ser eficaces para tratar el TPD, entre ellos:

 Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este tipo de terapia se centra en la modificación de los


pensamientos y comportamientos negativos y en desarrollar mecanismos de
afrontamiento más sanos.
 Terapia psicodinámica: Este tipo de terapia se centra en explorar y resolver conflictos
inconscientes que pueden estar contribuyendo a los síntomas de la persona.
 Terapia interpersonal: Este tipo de terapia se centra en mejorar las relaciones
interpersonales de la persona, habilidades y relaciones interpersonales, ayudándoles a
comunicarse eficazmente, a establecer límites saludables y a mejorar su autoestima.

Medicación

También puede utilizarse medicación para tratar el Trastorno de la personalidad por dependencia,
sobre todo si la persona padece otras afectaciones, como ansiedad o depresión. Pueden recetarse
antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para ayudar
a controlar los síntomas de la depresión y la ansiedad. En algunos casos también pueden recetarse
otros medicamentos, como ansiolíticos o antipsicóticos.

Cambios en el estilo de vida

Además de la terapia y la medicación, los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a
controlar los síntomas de la TPD. Estos cambios pueden incluir:

 Crear una red de apoyo de amigos y familiares de confianza que puedan ofrecer apoyo
emocional y orientación.
 Desarrollar una rutina de autocuidado que incluya actividades como ejercicio, meditación
consciente y técnicas de relajación.
 Establecer objetivos realistas y aprender a asumir la responsabilidad de los propios actos.
 Aprender a comunicarse de forma eficaz y asertiva, expresando las propias necesidades y
opiniones y respetando los límites de los demás.

Tratamiento del trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva


Lo más importante del TOC no es el tratamiento, es el diagnóstico. En muchos casos, como
hemos visto al principio, el diagnóstico se retrasa muchos años. Por lo tanto, lo más
importante es acudir a un buen profesional, experimentado en los distintos trastornos
psiquiátricos, que nos dedique suficiente tiempo a escuchar nuestro relato y que intente
comprender nuestro problema. Sin un diagnóstico, no puede haber un buen tratamiento.
El trastorno obsesivo compulsivo puede tratarse con psicoterapia, con medicación o con
una combinación simultánea de los dos tratamientos. Existe cierto consenso en que la
psicoterapia es capaz de ofrecer un mayor beneficio a corto plazo y tiene resultados
positivos más duraderos que la medicación. Por lo tanto, como norma general, en los
casos leves-moderados, se recomienda iniciar una psicoterapia y, en función de la
respuesta al tratamiento, se combinaría o no con una medicación. Esto es debido a que
algunos estudios han concluido que en el TOC la eficacia de la psicoterapia es similar a la
eficacia de la combinación entre psicoterapia y medicación, aunque otros estudios
encuentran mayor eficacia en el tratamiento combinado.
Tanto si se administra un tratamiento psicofarmacológico como un tratamiento
psicoterapéutico, el elemento más importante del tratamiento es la psicoeducación. La
psicoeducación consiste en explicar al paciente la enfermedad que padece. Es una tarea
básica que cualquier profesional debe hacer. Conocer la enfermedad y los síntomas es el
primer paso para poder mejorar y recuperarse. Además, saber que hay otras personas con
síntomas similares y que existen profesionales que saben cómo tratarlo, es tranquilizador.
Por tanto, los tratamientos para el Trastorno obsesivo compulsivo son:

 Psicoeducación

 Psicoterapia

 Psicofarmacología

¿Cuál es el mejor tratamiento para el trastorno obsesivo compulsivo?

La mayoría de los estudios coinciden en que el tratamiento psicoterapéutico es más


efectivo que el farmacológico en los casos más leves, y debe ofrecerse en primer lugar. En
los casos de gravedad moderada, se recomienda ofrecer al paciente que elija entre uno de
los dos tratamientos, mientras que, en los casos con una repercusión funcional severa, se
deben combinar ambos tratamientos. En cualquier caso, la decisión y la preferencia del
paciente es fundamental a la hora de elegir el tipo de tratamiento; para ello, deberá estar
debidamente informado de las opciones terapéuticas, de sus beneficios, de sus riesgos y
de su coste (tanto económico como personal).

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