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BANCA DE INVERSIÓN y FINANZAS

CORPORATIVAS
(parte 1)

Prof. Nancy Guerra H.


Finanzas Internacionales II
(Teoría del riesgo y banca de inversión)
https://myfinanzas24.com/wp-content/uploads/2021/02/Finanzas-Corporativas.jpg
“En las últimas tres décadas el aumento
en la volatilidad de los capitales y la LA GESTIÓN DE
especulación han contribuido a
incrementar el riesgo y la RIESGOS
incertidumbre en el sistema financiero FINANCIEROS EN EL
internacional y la vulnerabilidad externa SISTEMA
de las economías de menor desarrollo”.
FINANCIERO
(Riesgo y regulación en el mercado financiero
internacional, Sevares, 2002)
Recordemos estos conceptos clave…
Riesgo Financiero:“Hace referencia a la incertidumbre
producida en el rendimiento de una inversión, debida a los
cambios producidos en el sector en el que se opera, a la
imposibilidad de devolución del capital por una de las partes y
a la inestabilidad de los mercados financieros” (BBVA, 2023).

Volatilidad: Rapidez con la cual los precios


cambian y la magnitud de estos cambios
Recordemos estos conceptos clave…

Especulación: Operación donde se adquieren


activos financieros con el fin de venderlos a
precios mas altos, en menos de un día.

Vulnerabilidad: Incapacidad
de afrontar factores de riesgo
EL SISTEMA FINANCIERO ACTUARÁ ASÍ ANTE LOS
RIESGOS FINANCIEROS
• IDENTIFICARÁ LAS FUENTES DEL RIESGO
Proceso de Gestión de Riesgos Financieros

• DEFINIRÁ VARIABLES PRINCIPALES Y SUS POSIBLES RELACIONES


• MEDIRÁ Y MODELIZARÁ EL RIESGO (USO DE SOFTWARE ESPECIALIZADO)
• ELABORARÁ EL MODELO QUE EXPRESE LA DINÁMICA INTERNA DE LO QUE OCURRE CON EL
RIESGO
• DISEÑARÁ UNA COBERTURA QUE PERMITA CONTROLAR EL RIESGO
• USARÁ INSTRUMENTOS FINANCIEROS
¿QUÉ SUCEDE CON EL RIESGO EN LA BANCA DE INVERSIÓN, AL SER UN
INTERMEDIARIO FINANCIERO INDIRECTO?
1°, conozcamos qué es la
BANCA DE INVERSIÓN como
intermediario indirecto del
sistema financiero

https://www.freepik.es/vector-gratis/ilustracion-concepto-consultoria_9233776.htm#page=1&query=asesoria%20financiera&position=6
LA BANCA DE INVERSIÓN PUEDE SER…
• Empresa de consultoría o asesoría financiera o
acompañamiento a empresas o proyectos con procesos
especializados en finanzas.

• Unidad de negocio: área de las grandes empresas


que se enfoca en las finanzas corporativas.

*PROFUNDIZACIÓN: Campo de estudio de alta


especialización financiera (posgrado).
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Marulanda, 2020
Banca comercial Vs. Banca de inversión
Concepto Banca comercial Banca de inversión
Objetivo Lograr un rendimiento financiero a través del Estructurar un producto financiero y buscar el
principal margen de intermediación (diferencia entre las fondeo del mismo, recompensándose por
tasas de colocación y captación). comisiones.

¿A qué se La actividad de captar dinero del público y En Colombia, estas empresas no capta recursos
dedican? prestarlo, solo puede ser llevada a cabo por una del público, se dedican únicamente a la asesoría
institución financiera debidamente autorizada financiera, mientras que en otros países sí capta
por la Superintendencia Financiera en Colombia o recursos del público e invierte en proyectos.
ente regulador en otros paises.
En otros países funcionan como empresas
especializadas y reguladoras con actividades que
incluyen operaciones en los mercados del dinero y
de capitales.
Marulanda, 2020
¿QUÉ HACE LA BANCA DE INVERSIÓN?

Asesora en operaciones
Se enfoca en empresas de ampliación de capital
y sectores estratégicos o relacionadas con deuda
Se especializa en con el fin de encontrar corporativa y acciones
obtener fondos una buena rentabilidad
para invertir en el para sus clientes.
mediano y largo
plazo.
…¿QUÉ HACE LA BANCA DE INVERSIÓN?

Crean productos de
inversión para ofrecer
en los mercados
Adquiere deudas o
financieros o fuera de
participaciones de otras
Asesora y/o dirige estos.
empresas que son
la distribución de estratégicas y/o atractivas
participaciones en financieramente
grandes empresas
ESTRUCTURA DE LA BANCA DE INVERSIÓN COMO EMPRESA

Marulanda, 2020
ESTRUCTURA DE LA BANCA DE INVERSIÓN COMO UNIDAD DE
NEGOCIO
Fusiones y Adquisiciones que
afecten a la empresa conocidas
Financiación de proyectos,
como M&A (Mergers &
(Project Finance) /
Acquisitions). /
Consecución recursos
Generación de valor

- Estructura de capital, modelos Coste de capital, nivel de


financieros y modelos de inversión. Finanzas endeudamiento y
- Reestructuraciones empresariales. Corporativas apalancamiento financiero.

- Política de dividendos y
Capital riesgo (Private Equity), modelos de descuento de dividendos.
creación de valor y de capital de inversión - Política de emisión de acciones.
privado.

Fuente: Principios de Finanzas Corporativas (Brealey, Myers & Allen)


Ej., de BI como empresa

https://www.silkbancadeinversion.com/
Ej., de BI como unidad de negocio

https://www.rsm.global/colombia/es/servicio/banca-de-inversion-y-finanzas-corporativas
BANCA DE INVERSIÓN Y
RIESGOS FINANCIEROS

• A continuación se presenta una


situación actual sobre Banca de
Inversión y la relación con los Riesgos
financieros.
• Leaala comprensivamente e
identifique los riesgos financieros asi
como características propias de la
banca de inversión.

https://okdiario.com/img/2023/03/19/ubs-compra-credit-suisse-interior.jpg
Profesora: Nancy Guerra Herrera
Asignatura: Finanzas Internacionales II – Teoría del Riesgo y Banca de Inversión

TEMA: INTRODUCCIÓN A LA BANCA DE INVERSIÓN


Análisis de Situación Actual

¿Por qué es importante Credit Suisse?1

Credit Suisse es una de las mayores instituciones financieras del mundo.Está clasificado por el Consejo de Estabilidad Financiera, un
organismo internacional que supervisa el sistema financiero, como "banco de importancia sistémica mundial", junto con otros 30, entre ellos
JPMorgan Chase, Bank of America y el Banco de China. "Credit Suisse es, en principio, una preocupación mucho mayor para la economía
mundial que los bancos regionales de EE.UU. que estuvieron en la línea de fuego la semana pasada", dijo Andrew Kenningham de Capital
Economics en una nota a clientes este miércoles. "Credit Suisse está mucho más interconectado a nivel mundial... no es solo un problema
suizo, sino mundial".

¿Por qué tiene problemas el Credit Suisse?

Los bancos centrales de todo el mundo han subido las tasas de interés para tratar de frenar la inflación y enfriar la economía mundial. Pero
ese proceso ha dejado vulnerables a algunos bancos, los temores sobre los prestamistas más débiles estallaron la semana pasada cuando
Silicon Valley Bank se derrumbó en el mayor colapso bancario de EE.UU. desde la crisis financiera de 2008. Eso involucró a otros bancos
que se enfrentaban a grandes problemas, incluido Credit Suisse, que ha sido un percance esperando a suceder durante décadas.

"Los problemas de Credit Suisse son muy diferentes de los que hundieron a SVB hace unos días", señalaron los economistas de Capital
Economics en un correo electrónico enviado a sus clientes este jueves. "Pero sirven para recordar que, a medida que suben las tasas de
interés, las vulnerabilidades acechan al sistema financiero". El detonante de la caída de este miércoles de las acciones de Credit Suisse no
fue la subida de las tasas, sino los comentarios de su principal inversor, el Banco Nacional Saudita, de que no estaba dispuesto a aportar más
dinero tras haber comprado una participación cercana al 10% por US$ 1.500 millones el año pasado.

¿Qué le pasaba al Credit Suisse antes de esta crisis?

Credit Suisse lleva años atravesando dificultades. Se le consideraba el eslabón más débil de los grandes bancos europeos, según
Kenningham. En los últimos años, la empresa se ha visto afectada por una serie de errores y fallos de cumplimiento que le han costado miles
de millones y han llevado a varias revisiones de la cúpula directiva. Y en la última década, el banco suizo se ha visto afectado por multas y
sanciones relacionadas con la evasión de impuestos, apuestas equivocadas y otros asuntos.

En 2014, Credit Suisse se declaró culpable de cargos federales por permitir ilegalmente que algunos clientes estadounidenses evadieran sus
impuestos. El banco pagó un total de US$ 2.600 millones al gobierno federal y a los reguladores financieros de Nueva York como parte del
acuerdo. La reputación del banco se vio perjudicada por un escándalo contable en Luckin Coffee. Credit Suisse actuó como suscriptor cuando
la empresa salió a bolsa en el Nasdaq en 2019. La firma china fue retirada de la bolsa estadounidense después de que inflara fraudulentamente
sus ventas.

En 2020, el CEO de Credit Suisse, Tidjane Thiam, dimitió tras dos sonados escándalos de espionaje en los que estaban implicados altos
cargos del banco. Un año después, la quiebra del fondo de cobertura estadounidense Archegos Capital costó a Credit Suisse US$ 5.500
millones y dejó mal parado al banco. Una investigación externa independiente descubrió más tarde que Credit Suisse permitió a Archegos
Capital asumir riesgos "voraces" y "potencialmente catastróficos" que culminaron en el espectacular colapso del fondo de cobertura
estadounidense.

En 2022, el banco se vio afectado por la especulación en las redes sociales de que estaba al borde del colapso, lo que llevó a los clientes a
retirar miles de millones de dólares. Esto ha hecho que la rentabilidad sea casi imposible para el banco, que ha perdido dinero durante años.
Y el mes pasado, las acciones de Credit Suisse se desplomaron hasta mínimos históricos después de que registrara su mayor pérdida anual
desde la crisis financiera de 2008 y de que saliera a la luz un informe según el cual los reguladores estaban revisando los comentarios del
presidente del banco sobre la salud de sus finanzas.

1Por qué está en dificultades Credit Suisse y cómo podría impactar (cnn.com)
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¿Cómo ha llegado Credit Suisse al borde del colapso?2
Malas decisiones, pérdida de confianza, escándalos internos... Esta entidad busca evitar la quiebra y un efecto dominó en el sistema bancario
europeo. Las palabras del presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar al Khudairy, rechazando nuevas inyecciones de capital en el Credit
Suisse provocaron este miércoles que las acciones de la entidad se desplomaran un 30 %, desatando el pánico en toda Europa. Aunque a lo
largo de la jornada consiguió frenar su caída, el segundo mayor banco de Suiza por valor de mercado pidió apoyo al Banco Central Suizo para
evitar un colapso que se prevé inevitable.

Tras el colapso del Silicon Valley Bank y del Signature Bank, el pánico ha cundido entre los inversores internacionales, que temen que
reproduzca la caída de Lehman Brothers que provocó la crisis financiera de 2008. Y es que el historial de esta entidad ha dejado su
credibilidad por los suelos, especialmente por una política empresarial que provocó el recorte de 9.000 empleos y la pérdida de 9.200
millones suizos tras las inversiones en la firma financiera británica Greensill Capital y el fondo estadounidense Archegos Capital
Management, que quebraron en 2021.

De hecho, la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (FINMA) advirtió al banco de haber ignorando deliberadamente las señales
de alarma a pesar de ser obvias. En 2007, el entonces director general Oswald Grübel fue reemplazado por el estadounidense Brady Dougan,
que se centró en el fortalecimiento del negocio de la banca de inversión en busca de mayor rentabilidad, dejando de lado la banca privada y
los negocios centrados en Suiza, como denunció el propio Grübel. Tras la salida de Dougan, sus sucesores aseguraron que la entidad
apostaría por una mayor responsabilidad en cuestión de riesgos, pero las promesas quedaron en papel mojado. El resultado fue un aumento
de pérdidas financieras, el desplome de las acciones –de los 84 francos suizos de 2007 ha pasado a los tres de la actualidad–, la salida de
depósitos y la erosión de la credibilidad.

Escándalos: A los problemas financieros se unen los escándalos de imagen que han protagonizado sus responsables en los últimos años.
En 2019, un caso de espionaje corporativo provocó la salida del entonces director ejecutivo del banco, Tidjane Thiam; en 2021, los reguladores
estadounidenses y británicos multaron a la entidad por casi 500 millones de dólares por un asunto de «deuda secreta» en Mozambique. Un
año después, la Justicia helvética les declaró culpables por no prevenir el lavado de dinero de los traficantes de cocaína búlgaros. Sin embargo,
la FINMA considera que la importancia de Credit Suisse le incluye en la categoría «demasiado grande para quebrar». Aunque esto puede ser
un arma de doble filo.

Oro saudí: Tras reconocer problemas en los controles internos de información financiera, el banco ha llevado a cabo una importante
reestructuración para deshacerse de sus activos con más riesgos y encontrar nuevas aportaciones de capital. Precisamente, el principal
inversor lo encontró en la familia real saudí, que pretende lavar su imagen a base de talonario.

El príncipe heredero, Mohammed bin Salman –o MBS, como le gusta presentarse–, lleva implantando desde hace años la Visión 2030, el
plan estratégico para reducir la dependencia de Arabia Saudí del petróleo y diversificar su economía. Credit Suisse representaba, en palabras
de al Khudairy, la «manifestación de la nueva Arabia Saudí».
Sin embargo, la legislación suiza complica las inyecciones de capital. De acuerdo con el Código Suizo de Obligaciones, las empresas deben
divulgar en la memoria la identidad de cualquier accionista extranjero que posea más del 5 % de sus acciones.

Además, la Ley de Infraestructura del Mercado Financiero de Suiza, cualquiera que posea acciones en una empresa que figure en el mercado
de valores helvético deberá notificar si su participación alcanza, cae por debajo o supera de distintos umbrales (3 %, 5 %, 10 %, 15%, 20%,
25%, 33 1/3%, 50% o 66 2/3%) de derecho a voto inscritos en el registro mercantil. En caso de superar esas cantidades, la empresa tiene la
obligación de informar al público.

Actualmente, entre sus principales accionistas se encuentra el fondo de inversión estadounidense Blackrock (4,07 % de las acciones); el
grupo saudí Olayan (4,93 %); la subsidiaria de la familia real catarí, Qatar Holding LLC (5,03 %); y el Banco Nacional Saudí (9,88 %). Credit
Suisse se ha encomendado al Banco Central Suizo y a la FINMA –que no se han pronunciado– para evitar la quiebra, mientras que el BCE
ha pedido a las entidades del continente que expliquen hasta qué punto se puede producir un efecto contagio. De momento, todos guardan
silencio mientras aumenta la tensión en los mercados.

2¿Cómo ha llegado Credit Suisse al borde del colapso? (eldebate.com)


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Credit Suisse sería comprado por su rival UBS3

La adquisición se anunciaría en los próximos días, en aras de evitar un nuevo desplome en la jornada bursátil del lunes 20 de marzo. El
miércoles ocurrió la tragedia: las acciones de Credit Suisse cayeron en un 24 % en la bolsa de Suiza; el jueves, las aguas parecían calmarse:
el banco se aseguró un crédito, cortesía de los reguladores suizos, por US$54.000 millones para sacarlo del embrollo, y el viernes la tensión
volvió por cuenta de las dudas de los accionistas y sus participaciones cayeron nuevamente un 8 %.

Las acciones de Credit Suisse abrieron con fuerte alza y parecían recuperar el terreno perdido el miércoles. Esto debido al préstamo que las
autoridades suizas le harán al banco por orden de US$54.000 millones.El título de Credit Suisse abrió el 17 de marzo en la Bolsa de Valores
de Zúrich con una espectacular subida, del 30,82 %, tras el anuncio horas antes de que el Banco Nacional de Suiza (BNS) le hará un préstamo
de US$54.000 millones.

La acción había perdido un cuarto de su valor en la víspera, arrastrada por la crisis bancaria en Estados Unidos y la desconfianza generalizada
de los inversores hacia el sector financiero, agudizada en su caso por los pésimos resultados de sus cuentas en los dos últimos años y una
sucesión de escándalos. Con esta alza en el precio de sus acciones, Credit Suisse recupera el terreno perdido el miércoles, cuando cerró la
sesión con una caída del 24 %, tras haber bajado hasta un 30 % a media tarde, el peor descenso entre los bancos europeos, todos castigados
por la ola de pánico que se apoderó de los mercados.

Tras recibir insistentes solicitudes por parte del banco, el BNS y la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) decidieron
emitir una declaración conjunta de apoyo a la entidad, pero a todas luces este paso fue juzgado insuficiente para calmar la tormenta, por lo
que en medio de la noche se anunció el préstamo de la entidad emisora. Sobre el anuncio del préstamo, el banco aseguró que “esta liquidez
adicional respaldará los negocios principales de Credit Suisse y sus clientes, mientras Credit Suisse toma las medidas necesarias para crear
un banco más simple y enfocado en las necesidades de sus clientes”.

Al mismo tiempo, el banco anunció una serie de operaciones de recompra de deuda por alrededor de US$3.200 millones. “Estas medidas son
un movimiento decisivo para fortalecer Credit Suisse a medida que continuamos nuestra transformación estratégica para brindar valor a
nuestros clientes y otras partes interesadas”, dijo el director ejecutivo del banco, Ulrich Koerner, citado en el comunicado. Esto apunta a una
estrategia que va más allá de simplemente prevenir cualquier amenaza de quiebra, una posibilidad que era considerada muy improbable entre
los analistas ya que Credit Suisse cumple ampliamente con las estrictas regulaciones bancarias vigentes en Suiza y el resto de Europa en
materia de liquidez y de capital, dirigidas a garantizar la estabilidad del sistema.

El Credit Suisse -duramente golpeado por la desconfianza en su gestión y en el sistema bancario en general tras la quiebra de tres bancos en
Estados Unidos en una semana- solicitó la víspera al BNS y a la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA) que hicieran
una declaración firme de apoyo para calmar los mercados. Ambas instituciones emitieron un comunicado conjunto señalando que a pesar de
los problemas del sector financiero en Estados Unidos “no hay indicios que apunten a un riesgo de contagio para las entidades suizas”.

En el contexto de la crisis financiera de 2008, el banco fue clasificado “de importancia sistémica” (“too big to fail”) para la economía suiza y
europea, lo que explica la rápida reacción de la autoridades helvéticas. Desde marzo de 2021, las acciones de Credit Suisse perdieron más
de 83% de su valor.

Han pasado 8 días de vértigo para la banca desde Silicon Valley Bank a Credit Suisse 4

Ambas entidades han generado caos en el sistema financiero mundial, alertando a las autoridades y a los bancos para evitar desplomes. Las
millonarias fugas de depósitos vividas por dos entidades regionales de EE.UU. y por la suiza Credit Suisse han zarandeado las cotizaciones
de todo el sector. A diferencia de lo sucedido con Lehman Brothers hace quince años, en esta ocasión las autoridades no han dejado caer a
ninguna entidad. Un banco californiano que trabajaba para multitud de 'start up' de Silicon Valley, otro neoyorquino que financiaba a grandes
promotores inmobiliarios (como Donald Trump) y el suizo Credit Suisse han puesto en jaque estos días al sistema financiero mundial. Lo han
hecho apenas quince años después del colapso de Lehman Brothers.

El pegamento que les une ha sido una enorme fuga de depósitos que puso en peligro su liquidez y forzó a los estadounidenses a malvender
sus carteras de bonos, comprometiendo finalmente su solvencia. La consecuencia ha sido un terremoto bursátil que ha abortado una
racha alcista que ha venido espoleada por las subidas de tipos de interés, que engordan la rentabilidad de buena parte de los

3 Credit Suisse sería comprado por su rival UBS | EL ESPECTADOR

4Han pasado 8 días de vértigo para la banca desde Silicon Valley Bank a Credit Suisse (larepublica.co)
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negocios bancarios. Precisamente el motivo de la declaración de insolvencia y de la liquidación de Silicon Valley Bank, de un tamaño
parecido a Sabadell, ha sido la mala gestión del riesgo de tipos de interés.

Un fuerte aumento de depósitos durante la pandemia le llevó a cargarse con una montaña de titulizaciones hipotecarias y bonos soberanos
de más de US$90.000 millones. La subida en vertical del precio del dinero provocó una abrupta caída de la valoración de esos títulos. Y eso
coincidió con las primeras retiradas de depósitos de empresas tecnológicas clientes del banco, que necesitaban liquidez para afrontar recortes
de plantilla y pagar facturas.

Venta de bonos:
Todo se torció hasta el punto de que tuvo que vender con altísimas pérdidas toda su cartera de bonos para cubrir el agujero de depósitos. En
un solo día llegó a perder casi una cuarta parte de su pasivo, que estaba en su inmensa mayoría concentrado en empresas de Silicon Valley.
Con otra particularidad adicional: 89% de los saldos de las cuentas eran superiores a los US$250.000. Por tanto, ese dinero no estaba
garantizado por el fondo de garantía estadounidense, se trataba de la segunda mayor quiebra de una entidad financiera en el país.

El efecto contagio se extendió a otro banco con alta concentración de clientes en un mismo sector, que cayó dos días después, el Signature
Bank, una entidad de Nueva York muy expuesta al sector inmobiliario que también prestaba servicio a prestigiosos bufetes de abogados. Este
banco ayudó a financiar el campo de golf de Donald Trump en Florida. Signature Bank vivía en buena parte de prestar dinero a firmas
inmobiliarias para la compra de edificios de viviendas de alquiler controlado, destinadas a inquilinos de bajos ingresos, a los que luego
presionaba para que abandonaran sus casas y poder subir los alquileres abruptamente.

En su nómina de clientes también había muchas firmas de criptodivisas. Cuando llego el colapso, el propio banco tenía en balance activos
digitales por US$16.520 millones , cuyo valor se había depreciado mucho en los últimos tiempos. También forzado por una súbita caída de
liquidez. El jueves, un consorcio de bancos de Wall Street decidió inyectar US$30.000 millones para salvar un tercer banco, First Republic,
con sede en San Francisco y con el 70% de depósitos de más de US$250.000. A consecuencia de todo este vendaval de insolvencias, Bank
of America ha captado en una semana más de US$15.000 millones en depósitos.

En solo ocho días, la Reserva Federal ha concedido créditos de emergencia por US$300.000 millones.

Casi la mitad, US$140.000 millones, fueron a Silicon Valley Bank y Signature Bank. Se desconoce la identidad del resto. A diferencia del error
cometido con Lehman Brothers, esta vez las autoridades no han dejado caer a nadie, aunque los accionistas y bonistas han perdido toda su
inversión. Joe Biden acordó el domingo pasado dos medidas excepcionales como cortafuegos. La primera, una barra libre de liquidez para
evitar ventas forzosas de carteras de bonos ante una sobrevenida fuga de depósitos. Y la segunda, salvaguardar el dinero de los clientes de
entidades intervenidas con saldos superiores a US$250.000.

Esta segunda ola no ha gustado nada a los supervisores europeos, porque les parece que crea un precedente peligroso. Los episodios vividos
en Estados Unidos tienen mucho que ver con la relajación regulatoria acordada durante el mandato de Donald Trump, que levantó mucho la
mano con los bancos regionales. Los bancos americanos no sistémicos y con balances inferiores a US$250.000 millones están exentos de
cumplir requerimientos mínimos de liquidez y capital gracias a la derogación de la Ley Dodd-Frank acordada en 2018. Esa desregulación es
la que ha impedido que saltaran muchas alarmas preventivas.

La normativa europea (también en Reino Unido) es mucho más estricta. Y los bancos europeos han multiplicado por tres su capital
desde la crisis de 2008. Eso significa que tienen dinero de sobra para cubrir una necesidad sobrevenida de vender sus carteras de bonos
soberanos. Los bancos europeos han reaccionado a las quiebras en Estados Unidos con fuertes caídas de las cotizaciones. Pero no por
miedo a salidas reales de dinero, sino a un cambio de expectativas. Según los analistas, ha cundido el sentimiento de que puede haber una
pausa en el ritmo de subida de tipos y, por tanto, beneficios menores para todo el sector.

Credit Suisse

Lo de Credit Suisse es harina de otro costal. Se trata de un banco zombie desde hace más de un año, azotado por continuas dudas sobre su
solvencia, por una imprudente gestión del riesgo en banca de inversión y que arrastra pérdidas millonarias y problemas de gobernanza.
También es una entidad muy acuciada por una creciente fuga de depósitos. La entidad suiza vio salir el año pasado de su balance US$173.472
millones, el 40% de todo su pasivo. Esta misma semana, Credit Suisse ha superado esta hemorragia gracias a un préstamo de emergencia
concedido esta por el Banco Nacional de Suiza (BNS) por un importe de US$54.060 millones. El BCE asegura que la exposición de la banca
europea a Credit Suisse es mínima.

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Sin embargo, la situación de Credit Suisse todavía no está bajo control. Los clientes de banca privada y grandes patrimonios, su principal
segmento de negocio, tienen la piel muy fina y la sensación es que con esta actuación solo se ha evitado el desastre. Fuentes del mercado
sostienen que es necesario una reestructuración fuerte del grupo, más allá de la anunciada escisión de CSFB, su banco de inversión
estadounidense. Se especula con la venta de su división de banca minorista. De momento, su principal competidor, UBS, se ha puesto de
perfil.

Credit Suisse afronta un fin de semana crucial para su futuro en medio de la turbulencia5

Credit Suisse Group AG se dirige a un fin de semana decisivo después de que algunos rivales se mostraran cautelosos en sus tratos con la
atribulada entidad helvética y de que sus reguladores le instaran a buscar un acuerdo con UBS AG. El director financiero de Credit Suisse,
Dixit Joshi, y sus equipos mantendrán reuniones durante el fin de semana para evaluar escenarios estratégicos para el banco, dijeron
el viernes personas con conocimiento del asunto. Los reguladores suizos están animando a UBS UBSG.S y Credit Suisse CSGN.S a
fusionarse, dijo una fuente conocedora del asunto, pero añadió que ambas instituciones eran reacias a dar el paso. Los reguladores no
tienen poder para forzar la fusión, dijo la persona. También se espera que los consejos de administración de UBS y Credit Suisse se reúnan
por separado durante el fin de semana, según el Financial Times.

Las acciones de Credit Suisse subieron 9% en las operaciones posteriores a la publicación del informe del FT. Credit Suisse y UBS
declinaron comentar la noticia. Credit Suisse, un banco de 167 años de antigüedad, es la entidad más grande atrapada por la turbulencia del
mercado desatada por el colapso de los prestamistas estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank durante la semana
pasada, lo que le obligó a recurrir a US$54.000 millones en financiación del banco central. En la última señal de sus crecientes problemas, al
menos cuatro grandes bancos, entre ellos Société Générale SA SOGN.PA y Deutsche Bank AG DBKGn.DE, impusieron restricciones a sus
operaciones con el prestamista suizo o sus valores, según cinco fuentes con conocimiento directo del asunto.

"Credit Suisse es un caso muy especial", afirma Frédérique Carrier, de RBC Wealth Management". "La intervención del banco central
suizo fue un paso necesario para calmar las llamas, pero podría no ser suficiente para restaurar la confianza en Credit Suisse, por lo que se
habla de más medidas". Los frenéticos esfuerzos por apuntalar a Credit Suisse se producen en un momento en que autoridades como el
Banco Central Europeo y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han tratado de tranquilizar a los inversores y depositantes en el
sentido de que el sistema bancario mundial es seguro. Pero persisten los temores de problemas más amplios en el sector.

Ya esta semana, los grandes bancos estadounidenses tuvieron que intervenir con un salvavidas de US$30.000 millones para el pequeño
prestamista First Republic FRC.N, mientras que los bancos estadounidenses en conjunto solicitaron en los últimos días a la Reserva Federal
una cifra récord de US$153.000 millones en liquidez de emergencia. Esta cifra superó el máximo establecido durante la fase más aguda de la
crisis financiera, hace unos 15 años. Esto refleja "las tensiones de financiación y liquidez de los bancos, impulsadas por el debilitamiento
de la confianza de los depositantes", señaló la agencia de calificación Moody's, que esta semana rebajó a negativa su perspectiva sobre el
sistema bancario estadounidense. En Washington, la atención se centró en una mayor supervisión para garantizar que los bancos -y sus
ejecutivos- rindan cuentas.

Biden, que a principios de esta semana prometió a los estadounidenses que sus depósitos están seguros, pidió el viernes al
Congreso que otorgue a los reguladores un mayor poder sobre el sector bancario, lo que incluye la imposición de multas más elevadas,
recuperación de fondos y exclusión de funcionarios de los bancos en quiebra, según un comunicado de la Casa Blanca. Un grupo de
legisladores demócratas estadounidenses también pidió a los reguladores y al Departamento de Justicia una investigación sobre el
papel de Goldman Sachs GS.N en el colapso de SVB, dijo el viernes la oficina del representante estadounidense Adam Schiff.

Persisten los problemas: Desde la quiebra del SVB, los valores bancarios se han visto afectados en todo el mundo, lo que ha suscitado
dudas sobre otras debilidades del sistema financiero en general. Las acciones de Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza,
cerraron con una caída de 8% el viernes, y Morningstar Direct dijo que la entidad había visto más de US$450 millones en salidas netas de
sus fondos gestionados en Estados Unidos y Europa del 13 al 15 de marzo.

Analistas, inversores y banqueros creen que la línea de crédito del banco central suizo -que le convirtió en el primer gran banco mundial en
acogerse a un salvavidas de emergencia desde la crisis financiera de 2008- sólo le dio tiempo para decidir qué hacer a continuación. El
aumento de la volatilidad financiera y la incertidumbre sobre el futuro de Credit Suisse pueden enturbiar las perspectivas
económicas helvéticas, pero es poco probable que el apoyo de liquidez afecte a las finanzas públicas del país, escribió DBRS Morningstar

5Credit Suisse afronta un fin de semana crucial para su futuro en medio de la turbulencia (larepublica.co)
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en una nota a los inversores. Las acciones de los bancos regionales estadounidenses cayeron con fuerza el viernes y el índice bancario del
S&P .SPXBK se desplomó 4,6%, lo que eleva su descenso en las dos últimas semanas a 21,5%, su peor pérdida en dos semanas calendario
desde que la pandemia del COVID-19 sacudió los mercados en marzo de 2020.

El First Republic Bank terminó el viernes con una caída de 32,8%, lo que eleva su pérdida en las últimas 10 sesiones a más de 80%.
Aunque el apoyo de algunos de los nombres más importantes de la banca estadounidense evitó su desplome esta semana, los inversores se
sobresaltaron por las tardías revelaciones de First Republic sobre su posición de efectivo y cuánta liquidez de emergencia necesitaba. A
primera hora del viernes, SVB Financial Group dijo que había solicitado una reorganización supervisada por un tribunal, días después de que
su antigua unidad bancaria SVB fuera intervenida por los reguladores estadounidenses.

Los reguladores han pedido a los bancos interesados en comprar SVB y Signature Bank que presenten ofertas antes del viernes, según
personas familiarizadas con el asunto. Los reguladores estadounidenses están dispuestos a considerar la posibilidad de que el
Gobierno respalde las pérdidas de SVB y Signature Bank si ayuda a impulsar una venta, informó el viernes el FT, citando a personas
informadas del asunto. Las autoridades han insistido una y otra vez en que la situación actual es diferente de la crisis financiera mundial
de hace 15 años, ya que los bancos están mejor capitalizados y los fondos son más fáciles de conseguir, pero sus garantías han caído a
menudo en saco roto. En una medida poco habitual, el BCE celebró una reunión ad hoc del Consejo de Supervisión, la segunda de esta
semana, para analizar las tensiones y la volatilidad del sector bancario.

Suiza fuerza a UBS a comprar Credit Suisse para evitar el colapso6

Este lunes 20 de marzo, el mundo financiero ha amanecido con un nuevo coloso europeo que agrupa los dos principales bancos suizos. Es el
resultado de la adquisición por parte de UBS, el mayor y más saneado, de la segunda entidad, un Credit Suisse en situación desesperada, que
amenazaba con desencadenar una tormenta financiera de primer orden. Así lo comunicó este domingo el presidente de UBS, Colm Kelleher,
durante la rueda de prensa en la que se dio a conocer la adquisición por 3.250 millones de dólares. El anuncio se hacía a última hora de este
domingo, con la esperanza de que, a la apertura del mercado de Tokio, el más madrugador de los financieros, se recuperase la estabilidad perdida
durante la semana pasada y así frenar el riesgo de contagio sistémico que había desencadenado la fuga de capitales del Credit Suisse la semana
pasada.

Riesgo sistémico:
UBS ha recibido autorización para aprobar la compra sin la consulta a sus accionistas “La situación es conocida, Credit Suisse es uno de los 30
bancos sistémicos a nivel mundial. Es uno de los dos principales bancos del país. Por lo tanto, no solo es decisivo para Suiza, para nuestras
empresas, para los clientes privados, para sus propios empleados, sino también para la estabilidad de todo el sistema financiero. El viernes
constatamos que la salida de fondos era incontenible”. Con estas palabras justificó el presidente de la Confederación Helvética, Alain Berset, la
operación que su Gobierno puso en marcha la semana pasada para salvar a la banca suiza, a la europea y a la mundial. Credit Suisse estaba ya
sentenciado. Los esfuerzos durante todo el fin de semana se han centrado en evitar que fuera un rescate público. “No es un rescate”, insistían
una y otra vez las autoridades suizas y los directivos de ambos bancos que comparecieron ante la prensa.

La visión de las autoridades: "No es un rescate, es una solución comercial"


“Esta es una solución comercial”. La diferencia es muy importante ya que supone que no se desatan las reglas de las liquidaciones que se aplican
a los bancos demasiados grandes para caer y, por lo tanto, no se liquidan los bonos de capital de primera categoría del Credit Suisse que pueden
estar diseminados por todo el sistema financiero mundial.

A cambio, el Gobierno suizo le otorga garantías por valor de 9.000 millones de francos suizos para compensar futuras pérdidas. Esta garantía se
activará en caso de que se produzcan pérdidas en la cartera de Credit Suisse. En ese caso UBS asumiría los primeros 5.000 millones de francos
en pérdidas y el Gobierno federal los siguientes 9.000 millones. Además, el acuerdo contempla que el Banco Nacional de Suiza ponga a
disposición de UBS una línea de liquidez de 100.000 millones de francos (moneda de valor prácticamente idéntico al euro).

Por otro lado, UBS esquiva las reglas habituales del sistema financiero, por las que la fusión de dos entidades debe ser aprobada por la junta
directiva. “Teníamos que cerrar la operación lo más pronto posible. No había más margen”, se justificaba anoche la directiva del banco. Vincent
Kaufmann, director ejecutivo de la Fundación Ethos, que representa a los fondos de pensiones suizos que poseen entre el 3% y el 5% de Credit
Suisse y UBS, declaró al Financial Times que la medida de eludir la votación de los accionistas sobre la operación constituía un mal gobierno
corporativo: “No puedo creer que nuestros miembros y los accionistas de UBS estén contentos con esto. Nunca había visto que se tomaran
medidas así; demuestra lo mala que es la situación”.

6Suiza fuerza a UBS a comprar Credit Suisse para evitar el colapso (lavanguardia.com)
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Para calmar los ánimos, las autoridades aseguraron que el actual consejero delegado de UBS, Ralph Hamers, y su presidente, Colm Kelleher,
seguirán al frente del banco combinado. “Vamos a seguir gestionando todos los activos de Credit Suisse tal y como lo hacemos con nuestros
clientes”, aseguraba con cara circunspecta Colm Kelleher. No era para menos. Según fue relatando el Financial Times durante todo el fin de
semana, la última intención de UBS era tener que comprar un banco de las características de su histórico rival. No solo porque los planes de UBS
pasaban por crecer en Estados Unidos y Asia, sino porque uno de los puntos fuertes de Credit Suisse es la banca de inversión, en la que UBS no
tiene tanto recorrido.

Entidades: El riesgo está en la banca de inversión


De hecho, la adquisición de esa división ha sido uno de los principales escollos de las conversaciones contra reloj que se han mantenido todo el
fin de semana entre los consejos de dirección de ambos bancos, el regulador financiero y el Gobierno suizo. Según se supo este domingo, también
estuvieron involucradas las autoridades financieras estadounidenses y británicas “ante el temor de que la quiebra de Credit Suisse desatase una
debacle financiera mundial”.

Las reticencias de UBS se centraban desde el primer momento en las dudas que genera el balance de Credit Suisse, por sus problemas financieros
y de gestión durante los últimos años, y las posibles pérdidas que puedan aflorar sobre todo en su extenso negocio de banca de inversión. De
hecho, el propio Kelleher explicó que UBS mantendrá el negocio nacional de Credit Suisse, pero que la intención es acabar con la gestión del
banco de inversión, aunque “todavía es demasiado pronto para concretar”.

El domingo por la mañana, UBS presentó una oferta por su rival por 1.000 millones de dólares, que no fue aceptada por el consejo de
administración de Credit Suisse. Pero el reloj corría en contra del comprador. Conseguir una solución antes de la apertura de la bolsa de Tokio
era clave para el sistema financiero. UBS era la única opción. El fondo de inversión BlackRock y el banco alemán Deutsche Bank habían estado
valorando sus posibilidades, pero ya no había tiempo. Solo una entidad suiza podría contar con todas las autorizaciones pertinentes para cerrar
la operación a tiempo.

Rivales y vecinos: La compra de Credit Suisse por parte de USB marca un antes y un después en la historia financiera de Suiza, al unir a dos
bancos rivales desde su nacimiento a mediados del siglo XIX pero también vecinos, ya que desde el siglo XX sus sedes centrales están en la
plaza Paradeplatz de Zurich.

Credit Suisse nació en 1856 para financiar el desarrollo de la red ferroviaria de Suiza, mientras que UBS es resultado de más de siglo y medio de
fusiones de 370 entidades bancarias, aunque el germen se puede considerar la Sociedad Bancaria de Suiza (SBS), una unión de seis bancos de
Basilea establecida en 1854. El nombre de Unión de la Banca Suiza, del que procede UBS, no se utilizó sin embargo hasta 1912, al unirse dos
bancos del país, y la fusión definitiva que dio lugar al actual gigante bancario, el mayor de Suiza, llegó en 1998, cuando SBS se integró en él.

Pese al similar prestigio de las dos instituciones durante las últimas décadas, UBS se ha convertido en una entidad de mucho mayor tamaño, con
una capitalización en bolsa actual de 77.600 millones de dólares. Ello sitúa a UBS como uno de los cinco mayores bancos de Europa, con una
capitalización similar a las del español Banco de Santander o el francés BNP Paribas. / Efe

La dificultad de rescatar a bancos sistémicos, gigantes con pies de barro7

La adquisición de Credit Suisse por parte del grupo USB ha vuelto a poner de manifiesto la dificultad de rescatar a entidades financieras
consideradas "sistémicas" cuando entran en crisis. El anuncio de la compra durante el fin de semana no tranquilizó completamente a los
mercados, evidenciando la gran vulnerabilidad del sistema financiero ante cualquier sacudida. Credit Suisse formaba parte de los 30 grandes
bancos sistémicos, también llamados "too big to fail" ("demasiado grandes para quebrar") según el Consejo de estabilidad financiera,
organismo creado para supervisar las reformas internacionales del sistema financiero tras la bancarrota del banco estadounidense Lehman
Brothers.

El francés BNP Paribas, el español Banco Santander, el británico Barclays, el alemán Deutsche Bank y el estadounidense JPMorgan también
forman parte de esa lista. Se trata de entidades con un tamaño y una anidación tales que su brusca desaparición tendría consecuencias
devastadoras para el sistema financiero en su conjunto y, eventualmente, sobre la economía real, tanto para los hogares como para las
empresas. El problema, según Thierry Philipponnat, economista jefe de la ONG Finance Watch, es que "actualmente, todos los bancos se
han convertido en sistémicos", lo que hace que las autoridades se vean obligadas a intervenir a la mínima sacudida. Prueba de ello son las

7La Dificultad De Rescatar A Bancos Sistémicos, Gigantes Con Pies De Barro | Barron's (barrons.com)
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quiebras de bancos regionales las últimas semanas en Estados Unidos, que requirieron la actuación de los poderes públicos para evitar que
el pánico se propagara.

Desde hace dos años, el segundo banco suizo ha vivido de sonoros escándalos a reveses financieros y de forma repentina enfrentó
dificultades para acceder a liquidez a precios razonables. La quiebra de Silicon Valley Bank en Estados Unidos por razones diferentes y
específicas, reavivó los temores por el sector bancario en general. Las declaraciones el miércoles del Saudi National Bank, primer accionista
de Credit Suisse, de que no tenía ninguna intención de apoyar a la entidad suiza aumentando su capital provocaron el pánico. Aunque las
reservas de la entidad no eran malas, la adquisición por parte de UBS tiene por objetivo "garantizar la confianza", según el presidente de la
Confederación Helvética, Alain Berset, antes de que el descalabro financiero no se convierta en una crisis de liquidez. Según los diarios
Financial Times y Blick, los clientes del banco sacaron 10.000 millones de francos suizos en un solo día el pasado fin de semana.

Aunque la adquisición de Credit Suisse por parte del segundo banco suizo, fuertemente alentada por las autoridades, era "probablemente,
la solución más evidente" en el corto plazo, en el largo plantea dudas. "Crear bancos aún más grandes solo multiplica este fenómeno de
riesgo", ya dirigentes e inversores saben que los rescatarán en todos los casos, según Philipponnaat, que evoca una "huida hacia adelante".
"No está claro que sea el modelo más eficaz en el medio y largo plazo", coincide Véronique Riches-Flores, economista del gabinete Riches-
Flores. A pesar de que el Credit Suisse cumplía con el criterio de solvencia, al contrario que los bancos estadounidenses que quedaron
fuera del radar regulador por su tamaño más modesto, Riches-Flores se muestra escéptica sobre el mensaje tranquilizador del Banco Central
Europeo. Ella cree que cualquier "chispa puede crear rápidamente una sucesión de reacciones en cadena que nadie sabe cómo medir o
anticipar". La experta recuerda que la crisis de Crédit Suisse ocurrió en un contexto de fragilidad de ciertos actores estadounidenses con
los que la entidad suiza no tenía ninguna relación.

Qué es el "riesgo moral" y por qué se usa para cuestionar rescates bancarios como los de Credit Suisse y Silicon Valley Bank8

Las extraordinarias medidas tomadas por la Reserva Federal de EE.UU. con el apoyo del gobierno de Joe Biden para rescatar a los
depositantes de los bancos Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, abren un nuevo capítulo en la historia bancaria del país. El inédito
paso que dieron las autoridades estadounidenses la semana pasada fue rescatar a todos los clientes de estos bancos sin importar el monto
de sus depósitos, algo que no estaba contemplado en la regulación vigente, que asegura los depósitos hasta US$250.000. En el caso del
SVB, que representó la mayor caída de una entidad bancaria desde la Gran Recesión de 2008, casi el 90% de sus clientes eran empresas
tecnológicas que tenían depósitos superiores a los US$$250.000.

Pero ante la posibilidad de una corrida bancaria que tenía el potencial de contagiar al resto del sistema, las autoridades decidieron ampliar
la protección a todos los depositantes, así tuvieran en su cuenta un solo dólar o un millón. Además, los reguladores estadounidenses crearon
un nuevo programa de préstamos para que los bancos en problemas puedan usar algunos de sus activos financieros como medio para obtener
un préstamo de la Reserva Federal. A todas estas medidas en EE.UU. le siguió este fin de semana el rescate del banco suizo Credit Suisse,
que fue adquirido por su rival USB por US$3.240 millones ante el peligro de que la entidad colapsara.

"Un punto de inflexión"


"Por ahora necesitas a la brigada de bomberos", le dice a BBC Mundo Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía en la escuela de negocios
IESE Business School, en España, sobre las medidas adoptadas por las autoridades estadounidenses. Lo que no está muy claro, agrega, es
qué pasará mañana cuando otro banco tenga el mismo problema. "Este episodio lo va a cambiar todo. Esto es un punto de inflexión, un
momento crucial para las regulaciones bancarias y la supervisión de los bancos pequeños y de tamaño mediano". "Aquí ha habido un fallo de
supervisión que me parece grave", apunta Díaz-Giménez.

Esas dudas sobre qué va a pasar la comparten muchos economistas. Entre ellos Nicolas Véron, investigador principal del Instituto Peterson
de Economía Internacional y del centro de estudios Bruegel."(Con estas intervenciones) estamos frente a un nuevo sistema y, por ahora, es
muy difícil saber qué consecuencias tendrá".

El riesgo moral
A partir del rescate de todos los clientes de los dos bancos en EE.UU., ha surgido el debate sobre el "riesgo moral" que supone esa medida.
En economía, el riesgo moral ocurre cuando las personas se atreven a tomar decisiones más osadas porque saben que alguien los protegerá.

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Y en este caso, el riesgo moral entra en escena cuando las autoridades deciden rescatar a todos los depositantes de los dos bancos en
problemas. La señal que recibe el mercado es que no es tan grave que caminen por la cuerda floja.
Un poco como si el médico te dijera que no te preocupes porque siempre estará ahí para sanarte y eso te da más confianza para exponerte
al peligro.

El debate es hasta qué punto ese riesgo moral es realmente importante dadas las circunstancias actuales. Porque visto desde otra
perspectiva, también estaba la alternativa de que los reguladores dejaran caer a los bancos sin garantizar los depósitos a sus clientes. Pero
eso podría haber tenido un costo gigantesco si el pánico se hubiese extendido. "El nuevo sistema podría generar un poco de riesgo moral,
pero realmente no se sabe, porque dependerá mucho de la supervisión que se haga de los bancos a futuro", señala Véron en diálogo con
BBC Mundo. De todos modos, agrega, "que exista cierto riesgo moral no significa que el mundo se vaya a acabar mañana. Tenemos
que ver qué pasa".

Para algunos, mantener la estabilidad del sistema bancario sea como sea es lo fundamental en una situación de emergencia como la que se
vivió Estados Unidos en los últimos días. Más aún cuando al SVB y al banco Signature, se sumó un tercer rescate, aunque esta vez el
mecanismo fue diferente. Los grandes bancos estadounidenses rescataron el jueves a otra entidad que estaba en peligro de quiebra, el First
Republic Bank, inyectándole US$30.000 millones. Lo cierto es que las preocupaciones por el sector financiero se han esparcido globalmente,
despertando temores sobre una posible crisis bancaria mundial, especialmente después de que este fin de semana el banco Credit
Suisse tuviera que ser adquirido tras intensas negociaciones por otra entidad bancaria suiza, el UBS, por US$3.240 millones.

"Un costo para todos los ciudadanos"

Hung Tran, investigador senior del Centro de Geoeconomía del Atlantic Council, en Estados Unidos, argumenta que en el corto plazo, la
protección a los grandes depositantes de SVB "fue un rescate necesario y justificado para evitar una posible crisis bancaria, imponiendo
enormes costos a toda la sociedad". Sin embargo, a largo plazo, "el rescate refuerza el problema del riesgo moral, debilitando la disciplina
del mercado y preparando el escenario para futuras crisis", le dice a BBC Mundo el especialista en mercados monetarios y de capital.

"Esto representa un costo para todos los ciudadanos", agrega, aunque el rescate no fuera financiado con dinero de los contribuyentes. El
punto es que, al asegurar todos los depósitos para dar una mayor estabilidad al sistema, explica Tran, "todos los bancos y sus clientes tendrán
que pagar primas de seguro de depósitos más altas". Sobre este punto, dice Díaz-Giménez en diálogo con BBC Mundo, "la estabilidad del
sistema bancario no sale gratis". A fin de cuentas, sostiene, si la banca está mejor regulada y supervisada, y se le exige que cuente con
colchones de capital más exigentes para afrontar las crisis, eso tiene un precio.

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