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El Arte Babilónico

Cerramos el capítulo de arte mesopotámico con la zona babilónica.

Como en el resto de culturas que hemos visto en el área mesopotámica, encontramos


que cronológicamente pueden dividirse en varios periodos (D.2):

En el caso de la cultura babilónica, iniciaría, tras la caída de la Tercera Dinastía de Ur


(periodo neosumerio), el inicio del linaje del denominado “Periodo
Paleobabilónico” (2000-1535 a.C.).
En este momento, las principales ciudades, gobernadas cada una por distintas
dinastías, serían: Isín, Larsa y Babilonia. En este periodo cobrará gran importancia la
ciudad de Mari (donde encontramos a los amorritas o amorreos): desarrolla un gran
comercio de textiles, además de contar con un sistema de irrigación que favoreció el
excedente de la agricultura, lo que se tradujo en mayores riquezas.
Esta gran ciudad sería destruída por Hammurabi (entre 1760-1755). Con Hammurabi
vemos la unificación el área Mesopotámica, siendo Babilonia el eje articulador del
desarrollo artístico.

Este primer periodo Babilónico se vería interrumpido por la toma del poder de la
Dinastía Cassita (“Periodo Mesobabilónico”), si bien las manifestaciones artísticas
tuvieron cierta continuidad. Esto es debido a la importancia de la tradición artística de
la zona, además de que en algunos casos, los pueblos conquistadores no contaban con
un acervo cultural distintivo.

En el primer milenio a.C estará marcado por el esplendor artístico. En este momento
vemos la dominación Caldea frente a los Asirios. Cuando Babilonia se independiza,
estará dominada por la dinastía Caldea (“Periodo Neobabilónico”)

Entre las principales manifestaciones artísticas, encontramos:

Dentro del periodo paleobabilónico, debe destacarse la continuidad en la tradición


sumerio-acadia.

Entre los templos, vemos la réplica de los denominados “templos bajos”.


Ejemplo de ello lo tenemos en el templo de Ishtar-Kititum de Neribtum (principio del
II Milenio ane). (D.3) El templo se ubicaba en el centro de la ciudad.
Asentado sobre una plataforma, era de considerables dimensiones (101 x 67 m) y
seguía en su disposición las plantas del anterior período neosumerio. El conjunto
contaba con tres grandes puertas de acceso, flanqueadas cada una por dos torres, lo
que contribuía, junto a sus muros con contrafuertes, a dar a toda la masa volumétrica
el aspecto de una verdadera fortaleza. En su interior se hallaba el templo de Ishtar-
Kititum y otros dos santuarios menores. La diosa Ishtar (innana entre sumerios) es la
diosa (principalmente) de la fertilidad, del amor y del poder político.
Pero, al igual que venía sucediendo con los acadios o los asirios, será el palacio la
arquitectura que cobre más importancia.
El máximo exponente del periodo será El Palacio de Zimri-Lim, en la ciudad de Mari
(actual Tell Hariri).
Destaca la ciudad como punto estratégico comercial.
Aquí se ubicaba el palacio concebido como una auténtica ciudad (su desarrollo se
inicia en la etapa final del periodo neosumerio). Debe de tenerse en consideración ya
que supone una influencia clave en la arquitectura asiria y babilónica.

El conjunto tenía una extensión de 2,5 hectáreas. A través de las excavaciones


arqueológicas ellas se ha podido conocer con detalle la estructura del palacio, muy
diversificada en varios sectores organizados en torno a patios, que presentaban
diversos usos. El palacio estaba fortificado con gruesos muros que variaban su
espesor según los sectores, y tenía una sola puerta de acceso al recinto, presentando
así una estructura acastillada. En su interior existía un elevado número de patios que
adoptaban disposiciones diversas, habiéndose contabilizado hasta doce sistemas
diferentes. Su función era distribuir el espacio.

De todo este conjunto de patios, dos desempeñaban un papel fundamental, ya que


eran los que daban lugar a la organización del palacio en dos áreas diferentes:
El primero de ellos (B) era muy amplio y de configuración rectangular. A él se
accedía por una entrada monumental y su función era esencialmente distribuidora,
pues desde él se daba acceso a una zona administrativa al noreste; una sagrada, al
sureste; y una de almacenes al sur. El segundo patio (M), ubicado prácticamente en el
centro del palacio, era de planta cuadrada y desempeñaba el papel de distribuidor de
la zona oficial de representación, cuya estancia fundamental era el salón del trono,
una espaciosa sala de recepción y audiencia destinada también al culto y a la
celebración de banquetes. Sabemos que este palacio constaba de dos plantas
encontrándose aquí la residencia del monarca y del personal del palacio, existiendo
también estancias de administración. La zona norte de este sector la ocupaba la
llamada "segunda casa", que comprendía un área administrativa, almacenes,
alojamiento del personal y una unidad de habitación que podría haber servido como
zona residencial de las mujeres

Sin duda, del conjunto arquitectónico, lo más destacable son las pinturas murales.
Existían programas dedicados a la esfera religiosa y exhaltación del poder, de
carácter narrativo, valiéndose de los registros para diferenciar los distintos momentos.

Encontramos el friso de la investidura de Zimri-Lin (D.5)


Vemos como el monarca ocupa un papel protagonista dentro del conjunto decorativo.
En este caso, vemos como la diosa Ishtar (acompañada de un león sobre el que se
posa, iconografía habitual), le otorga una cuerda enrollada y la vara de medir como
atributos propios del poder real. Los motivos representados en estas escenas aludían a
la ya recurrente relación entre el mundo sagrado y el profano, entre la religión y la
política, dando paso a escenas rituales de gran contenido simbólico.
Entre los elementos iconográficos recurrentes, tenemos el de los vasos ceremoniales,
en clara alusión a la fertilidad. Así, el tema de la Diosa del Vaso Manante lo
encontraremos también en escultura (D.7)
No es un tema nuevo, debiendo recordar la figura de Gudea con vaso.
En el caso de la diosa, La diosa de las aguas que brotan era una fuente real provista
de un dispositivo hidráulico.

Esta no sería la única escultura encontrada en el conjunto. Aunque mal conservadas,


se conservan 3 esculturas de gobernantes de la ciudad de Mari (D.8): Ishtup-Ilum.
Vemos que guardan similitud con las esculturas neosumerias, incluyendo además una
inscripción identificativa en el hombro; Puzur-Ishtar; e Idi-Ilum.

Sin duda alguna, de este primer periodo paleobabilónico debe destacarse la figura de
Hammurabi. (D.9)
Sería el 6º monarca de los amorreos, y como habíamos mencionado, consiguió
imponer su dominio frente al resto de dinastías.
Bajo su mando, se impuso una organización del Estado imperialista de grandes
repercusiones:
A nivel político, asume el poder ejecutivo, militar y judicial; La lengua oficial sería
el acadio; Separa el poder civil y el religioso; establece una religión basada en el
culto al dios Marduk (deidad patrona de Babilonia)

De este periodo, debe destacarse la obra escultórica.


Vemos que se trata de obras que han asimilado (nuevamente) los sistemas plásticos
neosumerios.

El código de Hammurabi (D.10)


Se trata de un código civil desarrollado en una estela de diorita negra (recordemos
que con Gudea este material tenía un carácter sagrado).
Mide cerca de 2,5 metros, y su parte inferior se presenta un código judicial.En la
parte superior, presentaba una escena en la que aparecía Haburabi (Con el brazo
elevado, en actitud de adoración) ante el dios Shamash (Dios solar, padre de Marduk)
que le ofrecía la vara de medir y una cuerda enrollada (símbolos del gobernador) Este
elemento serviría como difusión de estas leyes, además de cobrar un sentido
propagandístico.

Con esta misma fórmula de representación, el British Museum conserva parte de una
estela (D.11) que formaría parte de una ofrenda votiva.

Con este carácter votivo, se dieron en el imperio babilónico pequeñas figuras de


metal, para depositarse en el templo como exvotos.
El museo del Louvre conserva una figura en bronce y oro llamada el devoto de Larsa
(D.12). Se presenta arrodillado, debiendo entenderse como una escena de introito (de
presentación ante la divinidad). Lleva la mano a la boca.
En la base, vemos una doble escena: por un lado, el personaje se encuentra frente a
una divinidad sentada; en el otro aparece un carnero recostado.
La inscripción indica que la estatuilla fue dedicada al dios Amurru o Martu, dios
patrón de los amorreos, por Lu-Nanna, alto dignatario de la ciudad de Larsa, "por la
vida de Hammurabi, rey de Babilonia ".

En el. S.XIV a.C se asiste a la caída de la Babilonia de los Amorritas de manos de los
Casita.
Entre su producción escultórica, encontramos los denominados Kudurru: literalmente
en acadio, significa “límite”, por lo que se pensó que se trataba de mojones de
delimitación de la propiedad (aunque no se tiene claro su verdadera función). En
muchos las piezas incluyen maleficios y conjuros para maldecir a los que rebasen
estos demarcadores.
Son de gran interés por su aportación documental, ya que dan información sobre
pleitos, economía, religión..etc, pero además, debe destacarse su valor artístico, ya
que todos estas piezas contaban en su parte superior con relieves de distintos
significado (en muchas ocasiones, la divinidad, animales sagrados, gobernantes..)

Entre los signos iconográficos que encontraremos, destacamos:


El disco solar: shamash
La estrella: Ishtar
La luna: Sin/Nannar
Lanza: Marduc
Perro: Gulla, divinidad protectora
Capricornio: Enki (sus símbolos habituales eran la cabra y el pez, que al tiempo
acaban fusionándose, dando lugar a la figura de capricornio)
Ningishida: serpiente (divinidad protectora del árbol de la vida)
serpiente con cuernos: Marduk
Lámpara: Nusku (divinidad del fuego y la luz)

En la denominada piedra Michaux (D.14), encontramos la representación de seres


fantásticos en el registro inferior, y en el superior elementos alusivos a la divinidad
(como el tocado de cuernos)
En la inscripción, se hace referencia a la pertenencia del terreno de sembrado de
trigo.

Por su parte, el Kudurru de Gula-eresh (D.15), cuenta con una rica iconografía, con
algunos elementos similares a la de Michaux:
El registro superior, encontramos la alusión a la divinidad: el disco solar; la luna; el
tocado de cuernos; una tortuga; un escorpión…

Destaca también el kudurrú de Melishipak (D.16-18), con 5 registros con relieve de


distintas divinidades y criaturas mágicas, teniendo en el reverso las inscripciones
Se conserva un Kudurru con el rey Melishipak presentando a la divinidad Nanaya
(divinidad del amor y la sexualidad) a su hija(D.19) En la zona superior, vemos a
alusión a Ishtar, Nannar y shamash.

Por último, destacamos el denominad “kudurru inacabado” del Louvre. (D.20-21)


Destaca la figura de la serpiente (la serpiente cornuda es el símbolo de Marduk) que
se enrosca en la pieza.
En la parte superior, vemos una procesión de divinidades y animales.

Finalizando el II milenio a.C., se asiste a una fragmentación en pequeños estados


semi-dependientes (ya que tenían cierta dependencia de las dinastías babilónicas),
existiendo continuas disputas con los asirios, entrando el imperio babilónico en
decadencia, que duraría hasta la llegada de los Caldeos, ya en el I milenio a.C. (con la
muerte de Asurbanipal).
Entre los monarcas caldeos, destacarebos a Nabopolasar (iniciador de este último
gran periodo de Babilonia) y su hijo Nabucodonosor II

Con Nabucodonosor ( 604-562 a.C), Babilonia destacará como una de las ciudades
más esplendidas del mundo antiguo.
Si bien la ciudad ya existía desde el III Milenio a.C, será en este momento cuando
alcance un mayor desarrollo, con construcciones realizadas en materiales costosos,
que ayudaban a visibilizar el poder de Nabucodonosor.

La ciudad (D.23)(de perímetro rectangular y con un trazado urbano tendente a la


regularidad y simetría) estaba dividida en 2 sectores por el río Éufrates. Estaba
fortificada por una doble línea de muralla. Esta muralla contaba con 8 puertas, cada
una dedicada a una divinidad. Cada puerta además daba acceso a una “via
procesional”, dedicada a la divinidad. La más importantes es la vía procesional del
norte, que iniciaba en la famosa puerta de Ishtar, que acababa en el santuario de
Marduk, en el centro de la urbe

La puerta de Ishtar (D.24-32) se componía de una estructura rematada por dos


torreones almenados ( perfil dentado), que daba acceso a varios vestíbulos.
La Puerta de Ishtar (hoy en el Museo del Pérgamo en Berlín) estaba cubierta de
ladrillos vidriados de lapislázuliToda la estructura estaba cubierta por ladrillos
vidriados y policromados, que, además, estaban trabajados en relieve.
Este conjunto cumplía con un triple cometido:
práctica, ya que el ladrillo vidriado es más duradero y aporta solidez a la
construcción; estético, per también religioso, ya que presentaba figuras alusivas a la
divinidad.

Cabe citar el trabajo de reconstrucción de las puertas: se conservan fotografías que


documentan el arduo proceso.
Dentro de la ciudad también encontrábamos el gran zigurat Etemenanki (de unos 100
m de altura), en cuya cúspide se encontraba un santuario a Marduk. (D.33-34)

Por otro lado , tenemos el templo Esagila, dedicado a Marduk (D.35), donde
finalizaba la procesión “del año nuevo”. Seguía la tradición de los templos bajos.
Por las fuentes, se sabe que el templo custodiaba una estatua de oro del dios.

Nabucodonosor también construyó un suntuoso palacio.(D.36)


El salón del trono, contaba igualmente con decoración cerámica, conservándose
también en el Museo de Pérgamo parte de la decoración de palmeras.

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