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¿Qué es la misoginia?
La palabra misoginia proviene de dos voces griegas miso y gyne que significan
detestar a la mujer. Se usa para referirse a creencias o expresiones emocionales,
psicológicas e ideológicas de odio hacia las mujeres y a lo femenino.
La misoginia prevalece en culturas o sociedades que consideran a las mujeres
inferiores a los hombres y les atribuyen un rol centrado en la reproducción de la
especie humana, en el cuidado de hijos/as y en el hogar. Por ello, redunda en
práctica de subordinación, sometimiento, violencia e incluso crímenes contra las
mujeres.
Algunos estudios que hacen referencia o profundizan en torno a la misoginia se
pueden consultar en las obras de teóricas o filósofas feministas como Celia Amorós,
Amelia Valcárcel, Alda Facio o Marcela Lagarde.
La misoginia se define como el odio, aversión y prejuicio hacia las mujeres y niñas.
Detrás de un comportamiento misógino se esconden multitud de creencias e ideas
irracionales que van transmitiéndose generación tras generación dentro del entorno
familiar y/o social, provocando discriminación y desigualdad entre las personas que
la padecen.
Ideas misóginas
La principal creencia irracional que constituye la misoginia es considerar a las
mujeres como seres inferiores frente a los hombres, lo que provoca la idea de que
estas deben desempeñar un “rol o papel” determinado dentro de la sociedad como,
por ejemplo, quedarse en casa atendiendo los cuidados y las responsabilidades de
la familia.
Otra idea misógina es considerar que la mujer debe de estar al servicio del hombre,
tratándolas como un objeto, valorándolas por su aspecto físico y utilizándolas
con fines reproductivos.
Las personas misóginas muestran una gran cantidad de ideas distorsionadas sobre
las personas por el simple hecho de nacer con un sexo determinado. La misoginia
se manifiesta en situaciones muy diversas como, por ejemplo, cuando se motiva
más a un chico que una chica a la hora de estudiar y realizarse laboralmente, o
cuando se adoptan actitudes de maltrato y agresión física y/o verbal hacia una
mujer.
Normalmente las personas con actitudes misóginas niegan serlo y se definen como
sensatas y cabales, sin embargo, en sus actos diarios muestran esta animadversión
hacia las mujeres.
Actitudes que definen la misoginia
Algunas de las características o actos que comparten las personas misóginas en su
vida cotidiana y que pueden servir de ayuda para identificarlas son las siguientes:
• Utilizar dos categorías básicas para clasificar a las mujeres: Recatada
frente a provocadora, fría frente a emocional, etc.
• Se suele tratar de hombres que necesitan ejercer el control sobre las
mujeres en diferentes ámbitos de la vida, bien en el terreno económico,
laboral, sentimental, etc. Suelen llevar las riendas a la hora de tomar
decisiones e incluso ridiculizan a sus parejas por ello.
• Culpabilizan a las mujeres por todo lo malo que les ocurre en la vida.
• Humillan a las mujeres de manera habitual en diferentes contextos.
2. ¿Has juzgado a otra mujer por «no ¡He aquí el caso contrario! Como si fuesen
cuidar» su apariencia? dos bandos… Nadie debe meterse con
cuánto te «arreglas» (¡Qué expresión tan
terrible! ¡Como si estuviésemos rotas!) o
dejas de hacerlo. Es una decisión personal
que en nada afecta a tus capacidades.
Hakuna Matata, vive y deja vivir.
3. ¿Te han dicho «no eres como las otras Sí, en esta hemos caído todas… ¡Qué bonito
chicas» y estabas orgullosa de ello? sonaba y qué desfachatez! ¿Acaso hay algo
malo en las otras chicas? ¿Algún
componente negativo con el que naces solo
al ser mujer? No, animosa, tú eres increíble,
pero las «otras chicas» son igual de
maravillosas. Debemos parar este tipo de
expresiones pensadas para hacernos seguir
compitiendo entre nosotras.
4. ¿Has sentido rechazo al ver vello en el Eres consciente de que tú también lo tienes,
cuerpo de otras mujeres? aunque te empeñes en ocultarlo. Consciente
de que es algo normal y, aun así, no puedes
evitarlo. Se trata, nada menos, que de un
reflejo de la presión a la que durante
décadas (¡qué décadas, siglos!) se ha
sometido el cuerpo de las mujeres. Decidas
depilarte, o no, intenta luchar contra estas
reacciones infundadas.