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PRIMER ACTO
ESCENA 1
En un día normal de clases en la escuela de Martín, un niño de cabello castaño y tez blanca,
llega un alumno nuevo a lo cual Martín se da cuenta de que el nuevo compañero suyo es de
distinto color de piel.
JUANITO: Buenos días me presento, me llamo Juanito, tengo 15 años, y espero llevarme bien
con todos y hacer muchos amigos.
Entonces se sienta delante de Martín. Después toca el timbre del receso, y María dice:
Los alumnos Martín y María se ponen a jugar, entonces se acercan Mariana con Emilio y dicen:
MARIANA: Chicos tengo cartas, mejor juguemos eso, ¿Qué les parece?
Los chicos se pusieron a jugar, y Martín estaba ganando todas las partidas. Juanito ve a sus
compañeros jugando cartas se acerca y les dice:
Entonces se ponen a jugar, Martín con María y Emilio, y Mariana con Juanito.
JUANITO: ¡Gane!
Entonces Martín y Juanito se pusieron a jugar, los demás observaban el juego muy ansiosos,
luego Juanito dice:
Las chicas aplaudían a Juanito, y lo felicitaban porque jugaba muy bien a las cartas.
EMILIO: Bien Juanito, se nota que sabes jugar muy bien, ya me caes super bien.
MARTÍN: (algo molesto al escuchar eso) Oye Juanito revancha, juguemos otra vez.
JUANITO: Ya
Los chicos volvieron a jugar, y Martín se da cuenta de que Juanito le iba volver a ganar,
entonces dice:
Los demás miraron sorprendidos por la reacción que tuvo Martín, pero lo dejaron pasar,
mientras tanto ellos felicitaban a Juanito por las veces que gano las partidas. Martín al ver a
sus amigos que aceptaron tan rápido a Juanito, pensaba en voz alta:
MARTÍN: ¿Por qué juega mejor que yo?, ¿Por qué lo felicitaban a él, y cuando yo ganaba no
decían nada?, ¿Por qué tuvo que venir a este colegio alguien como él?...
SEGUNDO ACTO
ESCENA 2
MAESTRA: Chicos, tienen que formar un grupo de 4 integrantes para que hagan un trabajo.
MARIANA: (mirando a Martín y Emilio) Chicos, hay que hacer grupo los 3.
(Los alumnos discuten por quien van a elegir ya que solo quedaban María y Juanito)
EMILIO: (le dice a Juanito, quien se estaba acercando) Perdón Juanito, pero ya integraron a
María.
ESCENA 3
(DIA 2)
Al siguiente día, antes de que comiencen las clases Martín le comienza a tirar papeles a
Juanito, mientras María lo veía riendo, Juanito voltea y dice:
María en lugar de interponerse solo ríe, Juanito se pone triste por lo que le acababa de decir
Martín, y en eso llega la maestra.
Durante la clase, Martín le sigue tirando papelitos a Juanito, y Mariana lo ve, entonces Martín
se da cuenta de que Mariana lo quiere acusar, y le dice:
MARTÍN: Mariana me caes bien, pero si no te quedas callada te va ir igual o peor que a Juanito.
*Suena el timbre del receso y todos los alumnos salen, excepto Mariana, quien se queda a
conversar con la maestra*
MARIANA: Maestra es que, durante la clase Martin le estuvo tirando papelitos y le dijo cosas
feas a Juanito.
MAESTRA: (queda sorprendida al escuchar lo que Mariana le dijo) Umm, esta bien Mariana,
gracias por contarme, hablare con Martín luego.
MARTÍN: (nervioso) No maestra, ya le dije, no se de que me esta hablando, mas bien ya tengo
que irme o llegare tarde a mi casa.
MAESTRA: (lo detiene) Martín, quiero decirte que el hecho de que Juanito sea de otro tono de
piel, no lo hace menos, y tampoco es para que lo traten mal, todos somos iguales no lo olvides.
ESCENA 4
(Por la noche)
Martín se pone a pensar sobre lo que le dijo la maestra, y a reflexionar de como trato a
Juanito, perdido en sus pensamientos se queda dormido.
Martín se despierta, se dirige al baño y se ve así mismo frente un espejo, pero nota algo
diferente en él, su piel era el mismo tono de piel que el de Juanito. Se quedo muy sorprendido
y fue en busca de su mamá
De pronto su mamá aparece en su campo de visión. Martín esta vez se asusto mucho, porque
su mamá también era de piel oscura.
MAMÁ: Hijo ¿No lo recuerdas?, tu padre está en prisión culpado por un crimen que el no
cometió, solo vieron su tono de piel, y no oyeron su verdad.
Martín queda estupefacto ante tal declaración.
MAMÁ: ¡Hijo! Tus amigos te están esperando, para que vallas a la escuela con ellos, date prisa.
Martín se apresura en salir de casa y se encuentra con sus amigos, Mariana y Emilio, los cuales
también estaban con un distinto tono de piel.
Durante el camino a la escuela, sus amigos se adelantan y Martín se da cuenta que hay 2
escuelas, una para niños blancos y otra para niños de color. El queda sorprendido por las
normas de esas escuelas, y se dice asi mimo:
MARTÍN: ¿Qué está pasando?,¿Por qué las escuelas son asi?,¿Por qué nos discriminan?
Pasando por delante de la escuela para niños blancos, se da cuenta que hay un niño, idéntico a
Juanito, pero con la tez blanca, este se le acerca y dice:
JUANITO 2: Oye tu!, negrito pasa por la sombra cuidado te vayas a quemar más.
Al terminar sus clases, Martín regresa a su casa y encuentra a su madre llorando, se acerca a
ella y le dice:
MAMÁ: (con lágrimas en los ojos) Hijo, me llamaron de la prisión en donde estaba tu padre,
me dijeron que unos presos lo apuñalaron, en una pelea.
Entonces sueña una alarma y Martín se despierta asustado, y se da cuenta de que todo había
sido un sueño.
MARTÍN: (en un estado muy confundido) Este sueño se ha sentido tan real.
MARTÍN: No debí tratar así a Juanito, se debió sentir muy mal por la actitud que tuve con él,
tengo que disculparme con el y con Mariana por mi comportamiento.
Martín se alista para ir al colegio, una vez allí busca a Juanito y a Mariana, cuando los
encuentra les dice:
MARTÍN: Mariana, Juanito, discúlpenme por como los trate, en especial a ti Juanito, te trate
muy mal, porque me sentí celoso de ti.
JUANITO: Te perdono Martín, pero debes saber que todos somos iguales, nadie es mejor que
nadie, y nadie es menos que alguien por su tono de piel.
MARIANA: Juanito tiene razón Martín, solo tratábamos de integrar a Juanito, para conocerlo y
ser amigos, pero los queremos a ambos por igual.
MARTÍN: Gracias por disculparme, tienen razón, de ahora en adelante tratare a todos con
respeto y amabilidad, porque todos somos iguales.
FIN
MENSAJE
“En nuestra vida, al menos una vez hemos sido Martín. Porque no solo ocurre en el colegio,
sino también en la familia. No solo ocurre por la distinción en el color de piel, sino también por
la religión, la forma de vestirse o hablar… Debemos aprender a que todos somos iguales nadie
es mejor que nadie y por ello debemos tratarnos como nos gustaría que nos traten, con
respeto, amabilidad, solidaridad y empatía.”