MARTA

Mal. El médico dice que hay que esperar

y ver cómo evoluciona…

FERMINA
Pobrecito. Nunca le he agradecido bas-
tante lo que hizo por mi Camilo. Si mi
hijo hubiera tenido que ir a la guerra…
No sé lo que habría sido de él.

MARTA
(Pensando en lo que su marido hizo por
Rafael) Sí… Antonio siempre ha ayudado
a todo el que lo necesitaba y ahora soy
yo…quien no he estado a la altura.

FERMINA
¿Pero qué dices? ¡Vaya tontería! Ya
quisieran muchos tenerte a su lado como
te tiene él.

MARTA
No sé… A veces pienso que he fallado en
algo.

FERMINA
Todos fallamos. Además, ninguna familia
es perfecta, todos ocultamos algo deba-
jo de la alfombra…

MARTA
(Sonríe) Unos más que otros… Buenas no-
ches, doña Fermina.

FERMINA
Descansa, hija.
Las dos se despiden y Marta sigue su camino al último
piso.
23. INT/NOCHE. CASA DE LOS MONTEJANO. COCINA

Por corte, vemos como madre e hija se abrazan.

ELENA
(Separándose) ¿Cuándo podré verle?

MARTA
Ya nos dirán.

ELENA
¿Se va a recuperar verdad?

MARTA
(Le toca la cara) No lo sé hija, no lo
sé.

29
 ELENA
¿Y qué vamos a hacer?

MARTA
Para empezar voy a aceptar el trabajo
del Palace. Necesitamos el dinero, no
podemos permitirnos dejar pasar esta
oportunidad. Don Próculo se está encar-
gando de todo.

ELENA
¿Papá no lo sabe?

MARTA
No, no sabe nada… (Toma la iniciativa)
Anda, vamos a sentarnos un momento,
hija.

Se sientan.

MARTA (CONT.)
Mira, tu padre no está aquí y no sabe-
mos cuándo despertará ni en que condi-
ciones. Aún tenemos muchas deudas que
pagar, tenemos que comer, ni si quiera
sé lo que van a costar sus cuidados y
sin el seguro…

ELENA
(Amarga) ¿Por eso me casáis con Mauri-
cio? Eso solucionaría todos los proble-
mas de un plumazo, ¿verdad?

Marta no esperaba esa salida de Elena.

MARTA
¿Cómo lo sabes?

ELENA
Me lo dijo el mismo. Justo antes de que
a papá le diera el ataque.

Marta mira al suelo. No sabe qué decir.

ELENA (CONT.)
¿A qué esperabais para decírmelo?

MARTA
Tu padre piensa que al menos así tú po-
drás salir de esta vida de miseria en
la que estamos.

ELENA
(Corta a su madre) Mi padre no se va a
casar con Mauricio.

30
 MARTA
Es un buen hombre, ayudó a sacar a tu
padre de la cárcel. Fue a la zapatería
a defenderte…

ELENA
¡Y se lo agradezco! Pero no quiero ca-
sarme con un hombre quince años mayor.
Me da igual su dinero o su poder.

MARTA
Sé que no es justo, hija…

ELENA
No, no lo es. Mi vida es mía.

Hay un silencio.

ELENA (CONT.)
¿Por qué no dejáis que os ayude Rafael?
Siempre se está ofreciendo y vosotros
lo rechazáis. No lo entiendo, se supone
que sois amigos.

MARTA
No remuevas eso hija. Hay favores que
pueden salir muy caros.

ELENA
(Indignada) O sea, que yo seré la que
pague por vuestros problemas. A mí sí
que me va a salir caro casarme con al-
guien al que no quiero ni querré nunca.

Elena sale de la cocina, rompiendo en su camino la úl-

tima taza de loza buena que les quedaba.

ELENA (O.S.)
(Aguantando el llanto) Gracias por pen-
sar en lo mejor para mi, soy muy afor-
tunada.

Marta se agacha a recoger los trozos. Y rompe a llorar…

DÍA 3

24. EXT/TARDE. CALLE

Dionisio camina acelerado y con gesto serio, mientras

que por detrás agarradas del brazo camina una sonriente
Julita, de una Elena que está para poca cosa.

ELENA
No sé qué hago aquí, con vosotros… De
verdad.

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