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Existen dos razones fundamentales para que se haga precisiones sobre este aspecto, a
saber:
1. El primero, es que toda ciencia o toda especialidad se caracteriza por tener una
terminología apropiada.
2. En segundo lugar, porque las discusiones que se han suscitado alrededor de
estos documentos, llevan envuelta aspectos o matices sobre la concepción o el
concepto que se tiene sobre estos documentos.
¿Qué se quiso dar a entender con estas denominaciones?: que existían unos papeles con
características y privilegios muy especiales, que los comerciantes transferían por
procedimientos distintos a la cesión ordinaria pero que eran propios de los comerciantes; por
eso se habla de Efectos o Papeles de Comercio, de documentos propios del Tráfico Mercantil.
1. En primer lugar, porque era demasiado amplia y podría dar a entender que dentro del
concepto Efectos o Papeles de Comercio, estaban incluidos todos los papeles
ordinariamente que utiliza el tráfico mercantil, y la verdad, que esta es una
connotación mentada o exclusiva de ciertos papeles o de ciertos documentos
empleados por los comerciantes.
2. En segundo lugar, con el correr del tiempo se advirtió que personas no comerciantes
también podían emplear o recurrir a estos mismos documentos, luego no era exacto se
tratara de papeles exclusivos o propios de los comerciantes, porque personas que no
se dedicaban profesionalmente al tráfico mercantil también podían recurrir al uso de
estos documentos.
- El papel.
- El derecho en él incorporado.
AÑO 1923:
- Allí después de decir que se presumen auténticas las firmas de unas series de
documentos, menciona entre ellos a los Efectos Negociables, o sea que recurre a
tomar una parte de la denominación española o francesa y otra parte, como es la de
efectos, y otra parte de la denominación anglosajona como es la negociables, haciendo
una mezcla de nomenclaturas y denominándolos de una manera en que no se han
conocido en la doctrina, pero es importante hacer esta referencia porque cuando el
Código alude a los Efectos Negociables se está refiriendo en mi concepto, a los
Títulos Valores, a que se presumen auténticas las firmas de los Títulos Valores en
general.
¿CÓMO SE HA RESUELTO EL PROBLEMA POR LAS LEGISLACIONES Y LOS
DOCTRINANTES?:
1. Para los que defienden la ubicación del tema de los títulos valores en los Códigos de
Comercio, pues está claro que los títulos valores, su estudio y el régimen jurídico
aplicable debe ser propio del estatuto Mercantil.
2. Para otros el sitio adecuado para los títulos valores es la parte en que el Código de
Comercio, se ocupa de los contratos.
3. Para otros este tema debe ser objeto de estudio, no dentro del tema de los contratos ni
dentro del tema de las obligaciones en general sino que debe estudiarse dentro de las
cosas en la parte que el Código de Comercio se ocupa de los bienes mercantiles y
concretamente de los bienes muebles mercantiles.
4. Para los que defienden la ubicación dentro del Código Civil, pues alguno de ellos
debe ser estudiado dentro del tema de los contratos o de las obligaciones; y para otros
en el libro en que se ocupa de los bienes, partiendo de la consideración de que como
en los Títulos Valores pueden intervenir personas no comerciantes, no se justifica su
inclusión en el Estatuto Mercantil.
Hay legislaciones que han superado esta discusión porque han elaborado Códigos Unificados
de derecho mercantil y comercial, como sucede con la legislación Suiza o Alemana.
PREGUNTA: ¿Cómo ha sido manejado el tema de la ubicación del estudio de los títulos
valores en nuestra legislación?
- En el Código de Comercio de 1887, el tema de los títulos valores fue ubicado dentro
de la parte que el Código se ocupaba de los contratos mercantiles, entonces allí dentro
de las normas que regulaban el contrato de cambio se entraba a hacer una serie de
precisiones sobre los Efectos de Comercio.
- Obviamente al ubicarse en el tema de los títulos valores dentro del estudio de los
contratos se está advirtiendo desde ya, que se trata de unos documentos
eminentemente vinculados al negocio causal, y además se está poniendo de presente
que se trata de unos papeles, de títulos que no sirven para nada distinto de ejecutar
una de las prestaciones del contrato de cambio.
- En otras palabras, se advierte que dentro de esta ubicación los títulos valores no son
autónomos, no son independientes del negocio causal.
- Después al adoptarse la ley 46 de 1923 se Centra a ubicar el tema de los títulos
valores en un Estatuto completamente diferente, extraído o por fuera del capítulo de
los contratos.
- Al adoptarse el nuevo Código de Comercio de 1971 que empezó a regir
integralmente el l de enero de 1972, cambia la ubicación del tema de los títulos
valores, porque en este nuevo Código los títulos valores no son regulados dentro de
los contratos sino que están situados en el Libro III en la parte en que el Código se
ocupa de los bienes mercantiles. Así que están ubicados en el Código dentro del libro
donde se estudian los bienes, lo cual conduce inexorablemente a concluir que en el
nuevo Código de Comercio los títulos valores son tratados como cosas, como bienes
muebles y no como simples pruebas de obligaciones o como simples medios para
cumplir un contrato de cambio.
- En el Código de Comercio anterior era un acto de comercio y en el nuevo Código de
Comercio Art. 20 Num. 6 se reafirma que la emisión, el otorgamiento, la aceptación,
la garantía, la compra para su reventa, la permuta, etc., es decir, cualquier acto que se
realice con títulos valores es un acto de comercio cualquiera que sea el carácter de las
personas que intervienen, no importa que uno de los intervinientes sea o no
comerciante, el acto objetivamente por sí mismo se tiene como mercantil y como
consecuencia de ello le serán aplicables integralmente a esos actos, las disposiciones
que el Código de Comercio trae sobre títulos valores máxime si se agrega que en el
nuevo Código de Comercio se advierte que cuando el acto es mercantil para una de
las partes se regirá integralmente por las disposiciones mercantiles.
IMPORTANCIA:
- EFICACIA: ART. 793- las obligaciones que en ellos se hacen constar, en el evento
de que sean incumplidas, el beneficiario o el acreedor no tienen necesidad de recurrir
a un proceso declarativo en donde se tenga que definir el vínculo de su deudor sino
que por el contrario, puede de una vez adelantar un proceso de ejecución.
- CELERIDAD: la transferencia de los derechos incorporados en los títulos valores
NO se sujeta a las disposiciones propias de un contrato de cesión de créditos (que
como se sabe impone la entrega del título y además la notificación o aceptación de la
transferencia a los obligados, y seguramente por razones probatorias imponga que las
firmas de los intervinientes: cedente y cesionario, se autentiquen.
- TRANSFERENCIA: se hace sin el consentimiento o sin la intervención de los
obligados, debido a que de acuerdo con su ley de circulación, su negociación es
mucho más simple;
OJO:
a. si son al portador, la negociación queda perfeccionada con la sola entrega
física o material del respectivo documento;
b. si son a la orden, su negociación queda perfecta con el endoso y la entrega;
c. si los títulos son nominativos, además del endoso y la entrega física del
documento, se hace necesaria la inscripción del adquirente en los libros del
emisor; esta inscripción es necesaria para que el adquirente pueda legitimarse
plenamente ante terceros o frente a terceros y frente al propio emisor, y no
requiere la transferencia de los títulos que exigen que esa transferencia lleve la
firma de el tradente como sucede en los títulos nominativos y en los títulos a la
orden, que sea autenticada para fines probatorios, porque las firmas que
ostentan los títulos valores cualquiera que sea el carácter que se haya
colocado, se presumen o se tienen por auténticas, tal como lo advierte el
inciso final del Artículo 252 del Código de Procedimiento Civil, y además
aparece reafirmado por el Artículo 793 del Código de Comercio, al decir que
los títulos valores ameritan ejecución sin necesidad de reconocimiento previo
de firma; y si no requieren reconocimiento previo de firmas es sencillamente
porque la ley las presume auténticas.
d. SEGURIDAD: se desprende del hecho de que su cobro mismo esté
garantizado a través de un proceso de ejecución, seguridad nacida del hecho
de que la ley tenga por auténticas las firmas de los intervinientes, de que los
títulos están rodeados de características tales como la literalidad que conduce a
que todo interviniente sepa con certeza el contenido de la obligación que
asume, y todo adquirente con el simple examen del título pueda saber o
determinar el alcance del derecho que ha adquirido y seguridad nacida
también de la característica de la autonomía que se sintetiza en parte en el
hecho de que el adquirente se le considere un adquirente originario, no un
cesionario. La autonomía traduce a que no hay tránsito de vicios, no puede
haber excepciones nacidas en vicios o en defectos que no concurren en la
relación jurídica que se pretende objetar o atacar.
También en el hecho de su incorporación debido a que no se discute
problemas de titularidad, además seguridad también ratificada por la
legitimación ya que sienta la regla de que al poseedor de un título valor se le
presume dueño, se le tiene por dueño.
e. PROBATORIO: las obligaciones que constan en títulos valores figuran en
unos documentos en los cuales la ley les confiere un especial valor probatorio.
Prueban plenamente las obligaciones que en ellos constan y de ahí que la ley
permita que el cobro se haga a través de un proceso ejecutivo.
f. ECONÓMICA: los títulos valores tienen una marcada importancia
económica por el volumen de riqueza que a través de ellos se mueve-
importante para las bolsas de valores, bolsas agropecuarias, carteras,
operaciones de crédito, importación, exportación de mercancías de cualquier
país.
La importancia de los títulos valores se refleja también en el hecho mismo del volumen de
operaciones que día a día y masivamente se realizan a través de cheques; ya constituye una
excepción el pago que no se hace a través de cheques.
Frase de Vivante: la vida económica actual no se podría conseguir, sin los títulos valores.
Ascadelli: determina que el aporte más importante del derecho comercial al mundo
económico es la regulación o estructuración de los títulos valores.
HISTORIA LEGISLATIVA:
¿Qué traían las Ordenanzas de Bilbao?: traían una serie de normas que se
ocupaban de las letras de cambio, de los avales y de las cartas u órdenes de pago-
éstas rigen en nuestro país, incluso después del Grito de la Independencia en 1810 que
fue un grito de independencia político más no jurídico.
DATO: Aunque se reunió en la Villa del Rosario, lo que se conoce con el nombre de
Congreso Admirable en 1821, ese Congreso Admirable lejos de derogar las
disposiciones que nos venían rigiendo en materia mercantil, ratificó que continuaba
vigente la legislación española anterior en la medida en que no hubiera sido
modificada por la Constitución o no fueran contrarias a las Constitución o las leyes
expedidas o que se llegaren a expedir con posterioridad.
4. La situación del DATO se perpetúa hasta 1853 cuando el Gobierno de Marino Ospina
Rodríguez, expide el primer Código de Comercio, conocido con el nombre de
CÓDIGO DE COMERCIO DE 1853, que no era más que una copia del Código de
Comercio que España había expedido en 1829- la vida de éste código fue efímera ya
que el Gobierno de Marino Ospina fue sustituido por un Gobierno Federal,
ampliamente instrumentado en la CONVENCIÓN DE RIONEGRO.
DATO: Debido a la adopción del sistema federal se dijo que los asuntos relacionados
con el derecho marítimo quedaban reservados al Congreso de la Federación, pero que
en cambio los asuntos relativos al derecho terrestre eran de competencia de las
asambleas. No obstante, debido a las presiones y conflictos políticos producidos por
las guerras interiores y exteriores que esos Estados tuvieron que afrontar muy pocos
Estados lo adoptaron así que se dedicaron más a solucionar esos conflictos que a
institucionalizar asuntos tan importantes como el derecho comercial- la
EXCEPCIÓN fue:
5. Al producirse en 1887 el retorno del Gobierno Central, uno de los esfuerzos que hizo
la regeneración fue el de institucionalizar, si se puede hablar así, al país, como lo
refleja el hecho de haberse expedido una nueva Constitución, al haber también
adoptado ese gobierno un Código Civil, el haber adoptado en materia mercantil un
Código de carácter nacional como lo era el Código de 1887. Esa adopción se produjo
por la LEY 57 DE 1887, que se limita a adoptar con carácter nacional un Código de
Comercio del antiguo Estado de Panamá. Ese Código de 1887 rigió con innumerables
reformas hasta el año de 1971, año en el cual se adopta el actual Código de Comercio.
Por el contrario en un Artículo final imponía la obligación al Gobierno de hacer una edición
de esa Ley, concordada con la legislación anterior, con el fin de que hubiera certeza de cuál
era el régimen jurídico vigente en materia de Instrumentos Negociables.
Desafortunadamente eso nunca se hizo y se vino a crear una serie de problemas porque el
sistema anglosajón tenía sus propias reglas, tenia unas instituciones no conocidas en nuestro
medio como por ejemplo la firma por acomodamiento, el pago por honor, y además porque
seguía una orientación que difería en materia conceptual de la que constaba en nuestro C.CO.
del 87, de raigambre eminentemente latina.
1. El libro 40, de los Títulos de Crédito, y después de dar unas reglas de tipo general,
entraba como una especie, a regular los instrumentos negociables.
2. El Código o proyecto de 1958, dura largo tiempo sin que el Congreso tome una
decisión sobre el mismo.
Que ese proyecto de 1958 dejaba por fuera Le censuraban también al proyecto del 58
en la parte que se ocupaba específicamente que no era armónico y además perpetuaba la
de los títulos valores, de los nuevos títulos vigencia en el país del sistema anglosajón
valores reconocidos por la doctrina y que contrariaba nuestra tradición latina en
regulados por muchas legislaciones, como estas materias.
eran los títulos valores de mercancías, de
tradición y los títulos valores corporativos.
ESE ESTUDIO LLEGÓ A LA COMISIÓN Y COMO CONSECUENCIA DE ESAS
OBSERVACIONES HECHAS POR LA ASOCIACIÓN BANCARIA, LA COMISIÓN SE
DIVIDIÓ ENTRE DEFENSORES DEL PROYECTO DEL 58 (DEFENSORES DEL
SISTEMA ANGLOSAJÓN INTRODUCIDO AL PAÍS POR LA LEY 46 DE 1923) Y POR
EL OTRO LADO LOS DEFENSORES DEL PROYECTO INTAL (RECOMENDADO POR
LA ASOCIACIÓN BANCARIA).
Esta circunstancia nos lleva a que tengamos que explicar los antecedentes del Proyecto Intal y
las fuentes en que se inspira el Proyecto Intal, porque el Proyecto Intal fue acogido con
pequeñas variaciones como legislación por nuestro Código de Comercio.
Ese proyecto Intal recibe su nombre, porque fue elaborado a solicitud del Instituto para la
Integración de América Latina.
El profesor Cervantes Ahumada, elaboró o pudo elaborar con esa rapidez, el Proyecto Intal,
debido a que él ya había elaborado uno para Centroamérica. Así que ese Proyecto Intal es el
que vino, con algunas reformas, a ser acogido como legislación a través de los artículos 619 a
821 del Código de Comercio.
Es bueno también decirles que en una revista de Felaban de 1970, está hecha una reseña de
todas las vicisitudes del Proyecto Intal y su adopción en Colombia, lo mismo que el texto
completo de las dos corrientes que se enfrentaron, o sea, las de los defensores del Proyecto
del 58 y la de los defensores del Proyecto Intal, a que igualmente he hecho alusión antes.
¿CUÁLES SON LAS FUENTES DE NUESTRAS ACTUALES DISPOSICIONES EN
MATERIA DE TÍTULOS VALORES?: