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TITULOS
VALORESDECIMAPRIMERA EDICIÓN
PARTES
GENERAL, ESPECIAL, PROCEDIMENTAL y PRÁCTICA
1
CAPíTULO I
TERMINOLOGíA, FUNCiÓN, IMPORTANCIA,
NATURALEZA Y UBICACiÓN DE lOS TíTULOS VALORES
B. TRATAMIENTO EN COLOMBIA
En Colombia es interesante precisar acerca de la terminología en
materia de títulos valores debido a los cambios que al respecto ha teni-
do la legislación en este campo. Pero antes examinemos el proceso
evolutivo de tal terminología.
2. Instrumentos negociables
De otro lado, el sistema anglosajón empleó la denominación de "ins-
trumentos negociables". Este término concentra dos ideas. Una es que
cuando se menciona dicha clase de bienes mercantiles, se hace referencia
al papel, al documento escrito, expresión del derecho que se incorpora.
Sin embargo, la expresión "instrumento negociable", no solo debe
hacer referencia al documento escrito sino igualmente al concepto
mismo de negociabilidad, en virtud de que se trata es de ciertos pape-
les que dada su naturaleza presentan una característica especial de cir-
culación, de transferencia, de negociación.
3. Títulos de crédito
Fundamentada especialmente por los italianos aparece con posterio-
ridad la expresión "títulos de crédito", término que fue igualmente
acogido por los franceses y acatado en alguna legislación latina, como
fue el caso de México y Argentina. Dicha denominación se empleaba
bajo la concepción de documentos confeccionados especialmente para
incorporar en los mismos determinadas operaciones de crédito de lo
cual se puede decir que si todo título valor implica un crédito, no todos
los títulos valores conllevan crédito, razón por la que se afirma que la
terminología utilizada es restringida, en la medida que sólo abarca a
los títulos valores de contenido crediticio.
4. Títulos valores
Fue Alemania, con gran impulso de sus doctrinantescomercialistas,
quien empleó la denominación de "títulos valores", término este ex-
r :
B. INSTRUMENTO DE PRUEBA
Así las cosas, debemos concluir que el desarrollo de los títulos valo-
res se encuentra esencialmente ligado a la función económica, al desen-
volvimiento comercial.
Ello no significa que los antecedentes carezcan de importancia; 10
que sucede es fácilmente explicable, dadas las transformaciones eco-
nómicas acaecidas en la época mencionada. Antes el criterio del ius in
re predominaba en el derecho de propiedad. Para entonces, la propie-
dad inmueble representaba la reina de los valores y elemento básico
del patrimonio. Sabido es que a la propiedad inmueble se llegaba por
medio del contrato, quedando el título como un instrumento meramen-
te accesorio, es decir, el contrato era el medio para adquirir la propie-
dad y el título se convertía en un mero medio probatorio del contrato.
La concepción varía desde la segunda mitad del siglo XIX, debido al
mismo desarrollo industrial, expresado en el ordenamiento jurídico. El
derecho privado, caracterizado por el predominio del régimen de pose-
siones, es sustituido por un régimen de valores. Con el surgimiento de
la gran industria los capitales se desconcentran, se desarrollan las socie-
dades comerciales modernas y los comerciantes adquieren un papel pre-
ponderante en el mundo mercantil. Con las transformaciones económicas
de la época, paralelamente cambian las concepciones jurídicas. En ade-
lante el contrato no es un fenómeno accidental o accesorio sino un ver-
dadero estado normal de las transacciones a través del cual se tornan
rápidas y seguras las negociaciones. Los títulos y los documentos credi-
ticios en general conllevan una total transformación en la conformación
de los patrimonios, títulos que van a ser parte integrante de los valores
mobiliarios, como nueva forma de manifestación de riqueza, diferente de
la propiedad inmueble. De ahí que el título, simple hoja de papel, simple
instrumento de prueba, es considerado como una cosa que representa un
valor pecuniario. Es decir, se plantea el problema de la propiedad de un
crédito, que constituye, en la concepción clásica civilista, una especie de
TEORIA GENERAL DELOS TITULOS VALORES 15
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30 TITULOS VALORES
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32 TITULOS VALORES
A. TITULOS NACIONALES
Son aquellos títulos valores creados en Colombia para que produz-
can efectos exclusivamente en Colombia. Obviamente se trata de la
gran mayoría de títulos valores que circulan en nuestro país.
B. TITULO S EXTRANJEROS
En contraposición al anterior, estamos en presencia de un título va-
lor creado en el extranjero llamado a producir efectos en Colombia. Es
en esta clase de títulos donde caben los mayores comentarios de la
presente clasificación. Surge respecto de ellos un interrogante, consis-
tente en saber si al otorgarse el correspondiente título los intervinientes
tienen que sujetarse a los requisitos legales del país donde ha sido
creado el título, o, por el contrario, se someten a los requisitos de ley
del país donde surtirá los efectos del caso, es decir, a las exigencias
legales de los títulos valores en Colombia. El artículo 646 del Código
de Comercio despeja el interrogante al señalar que los títulos creados
en el extranjero tienen la consideración de títulos valores si llenan los
requisitos mínimos establecidos en la ley que rigió su creación. En
otras palabras, esta modalidad de títulos son reconocidos o tenidos
como títulos valores en Colombia siempre que al crearlos se hayan
sujetado a los requisitos mínimos de la ley del país de origen, valga
decir, a los requisitos señalados por la ley del país donde fue otorgado.
Cabe anotar que la norma en comento se divorció en gran medida
del proyecto INT AL, pues este instrumento indicaba que un título va-
lor creado en el exterior debía sujetarse a las disposiciones del código
para que tuviera plenos efectos en Colombia, o sea, para que pudiera
predicar se la calidad de título valor en Colombia obligatorio era que
debía sujetarse a la ley cambiaria y no a la ley del país extranjero en
donde se había emitido o creado. Aunque la norma citada ha sido obje-
to de constante crítica por parte de la doctrina nacional, nosotros com-
partimos el sentido de la norma, pues en últimas, dicho artículo plas-
mó un principio del derecho internacional privado, de aceptación uni-
versal, conforme al cual la forma de los actos se rige por la ley del
. lugar de su celebración.
En consecuencia, el contenido del artículo 646 del Código de Comer-
cio lo único que hace es darle vigencia en materia de títulos valores a
dicho principio internacional, principio, entre otras cosas, impuesto para
TEORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 33
A. TíTULOS SINGULARES
Los títulos valores singulares son aquellos que se crean o emiten uno
a uno, de tal forma que cada título o documento incorpora un solo
derecho. Son ejemplos de títulos valores singulares el cheque, el paga-
ré o la letra de cambio.
B. TíTULOS SERIALES
Títulos valores seriales o en masa son aquellos que se crean en for-
ma continua, en donde en un solo documento se incorporan varios
derechos. Tal es el caso de las acciones, en donde un solo título de
acción puede emitirse por una o varias acciones. Requisito indispensa-
ble para poder predicar que un documento es título serial necesario es
que esos varios derechos guarden homogeneidad. Así, para que un
título de acciones pueda incorporar varias acciones se requiere, por
ejemplo, que sean de la misma sociedad, que contengan un mismo
valor nominal, pues de manera contraria la incorporación en un solo
título de varios derechos no podría efectuarse.
Los títulos seriales se llaman en masa porque hacen referencia a do-
cumentos creados en gran número o cantidad, emitidos de manera con-
tinua, seguida, en conjunto, siendo ésta la característica formal por
excelencia.
34 TlTUWS VALORES
A. TITULOS COMPLETOS
Se predica que un título valor es completo en aquellos eventos en
que el documento contiene o reúne los requisitos esenciales, tanto ge-
nerales como particulares, inclusive los accesorios o los que la ley se
encarga de suplir. Así por ejemplo, la letra de cambio debe reunir los
requisitos generales del artículo 621 del Código de Comercio y los
especiales o particulares del artículo 671 del mismo Código, para que
pueda derivarse de dicha letra un título completo. De la misma mane-
ra, además de los requisitos generales del artículo 621 del Código de
Comercio, aplicable a todos los títulos valores, el cheque debe reunir
los requisitos del artículo 713 del mismo ordenamiento; los bonos el
del 754; el certificado de depósito y el bono de prenda los menciona-
dos en los artículos 759 y 760; la carta de porte y el conocimiento de
embarque los estipulados en el artículo 768; las facturas cambiarias los
consagrados en los artículos 774 (factura cambiaria de compraventa) y
776 (factura cambiaria de transporte); y, el pagaré los requisitos del
artículo 709 del Código de Comercio.
B. TITULO S INCOMPLETOS
Al contrario de los anteriores, son títulos valores incompletos o in-
coados, aquellos que no reúnen todos los requisitos generales o espe-
ciales señalados en la ley para cada título valor.
Siendo que la ley prescribe los requisitos que todo título valor debe
contener, cabe preguntarse si es permisible la existencia de estos títulos.
Obviamente que se permiten pero restringidamente, con limitaciones,
siempre y cuando se amolden a los criterios que la misma ley impone.
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 35
de títulos, los cuales, como todos los títulos valores que conozca nues-
tra legislación, nacieron de las prácticas mercantiles recogidas por el
legislador y plasmados en normas jurídicas posteriormente.
En nuestro país se ha planteado una discusión doctrinal consistente
en determinar si además de los títulos regulados en la ley, valga decir,
los típicos y nominado s, pueden existir los atípicos e innominados, o
lo que equivale a decir si es posible en el derecho nacional crear con-
suetudinariamente títulos valores diferentes de los expresamente re-
glamentados en el Código de Comercio, leyes o decretos complemen-
tarios. En la anterior legislación mercantil así se consagraba expresa-
mente, indicándose que en la medida que el instrumento negociable
reuniera los requisitos mínimos señalados en la ley, dichos documentos
se consideraban instrumentos negociables. El artículo 30 del Proyecto
Intal, en gran parte la conformación del actual artículo 621 del Código
de Comercio, señalaba que "además de lo dispuesto para cada título
valor en particular, tanto los tipificado s por la ley como los consagra-
dos por los usos, deberán llenar los requisitos siguientes: ... ".
Al elaborar el actual Código de Comercio la Comisión Revisora de-
cidió eliminar el carácter consuetudinario o de costumbre mercantil en
el nacimiento de nuevos títulos valores, consagrando como tales sola-
mente los tipificados en la ley comercial.
Nosotros defendemos la creación de los títulos valores, siempre y
cuando se cumplan siguientes requisitos:
1- En primer lugar, que el -naciente título contenga los requisitos
mínimos generales plasmados enel artículo 621 del Código de Comer-
cio, valga decir, la mención del derecho que se incorpora y la firma de
quien lo crea.
2- En segundo término, que el título tenga su fuente en la costumbre,
lo cual se traduce en el uso o empleo uniforme, reiterado y público.
3- De producirse el basamento anterior, el título valor contendrá los
requisitos de legitimación, literalidad, autonomía e incorporación, ade-
más de pertenecer a una de las modalidades de títulos de contenido cre-
diticio, corporativo, de participación o representativos de mercancías.
4- Por otro lado, el título naciente no puede contrariar ninguna
prohibición legal.
De poseer estas características, el legislador no tendrá otra salida
que regularlo.
Explicamos de esta manera nuestra posición para que no se preste a
confusión, en la medida que nunca hemos afirmado que la única fuen-
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 39
40 TITULOS VALORES
l. NECESIDAD DE UN DOCUMENTO
La disposición hace referencia a que el título valor es un documento,
pero agrega los conceptos de 1iteralidad, autonomía, legitimación e
incorporación que son las notas distintivas o características esenciales
de los títulos valores. El primer aspecto que debemos precisar es que
el título valor es un documento, pero no cualquier clase de documento,
porque se trata de un documento a su vez poseído de toda una serie de
características muy particulares.
A.DoCUMffiNTOFORMAL
En primer lugar, se trata de un documento formal, lo cual nos quie-
re decir que está sujeto a una serie de requisitos que debe cumplir ne-
cesariamente dicho documento. Ese formalismo de los títulos valores :
reviste un carácter muy especial, en razón de que como se sabe, las
formalidades pueden ser voluntarias, pueden utilizarse con fines me-
- --- -
44 TITULOS VALORES
que para tales documentos señala el Código en los artículos 619 a 821,
se requiere que llenen los requisitos y contengan las menciones que la
ley señala. Contrariamente, de no reunir esos requisitos o no contener
las menciones de ley, no producirán efectos de títulos valores, dedu-
ciéndose la existencia de otra clase de documentos, pero no títulos
valores. A renglón seguido, el artículo 621 habla de los requisitos ge-
nerales esenciales, cuando advierte que todo título valor deberá conte-
ner la mención del derecho que se incorpora y la firma del creador;
estos dos, son los requisitos comunes a todo título valor. Ningún título
valor podrá carecer de estas dos formalidades: la mención del derecho
que el título incorpora y la firma de creador. Y luego, a medida que
regula cada título valor en particular, establece claramente que además
de los requisitos generales, debe contener los requisitos particulares
que el Código señala para cada título valor.
Consecuentemente con la característica de la formalidad o del formalis-
mo esencial, el Código menciona las excepciones que se pueden formular
contra la acción cambiaria. En el artículo 784 entra a advertir que una de
las excepciones que se puede invocar es precisamente la omisión de los
requisitos que el título deba contener, salvo que la ley los presuma. Allí se
dice que en la medida en que se adelante una acción de cobro de un título
valor, sin que ese documento reúna los requisitos esenciales, generales y
particulares, se puede enervar el éxito de ese proceso de cobro, invocando
la excepción, por omisión de requisitos que el título deba contener, y ésta
es una excepción que de prosperar es de inmensa gravedad, porque como
ataca la eficacia misma del título, por la omisión de los requisitos, impide
el nacimiento del título valor; dejarán, en consecuencia, de estar vincula-
dos cambiariamente no solo el que ha invocado la excepción sino todos los
intervinientes del mismo título.
B. DOCUMENTO ESPECIAL
Además de documento formal, el título valor es un documento espe-
cial. El artículo 251 del Código de Procedimiento Civil da una idea
bastante amplia de documento para en síntesis indicar que es documen-
to toda cosa mueble de carácter declarativo o representativo, dándole
el carácter de documento a los planos, fotografías, dibujos, inscripcio-
nes, cintas, monumentos, etc.
El título valor es un documento especial, porque se trata de un escri-
to y ya sabemos que cuando el documento consiste en un escrito recibe
la denominación de instrumento. Todo ello pone de presente que siem-
pre que estemos hablando de un título valor, estamos haciendo refe-
rencia a un papel escrito, o sea a un instrumento. Este aspecto es de tal
46 TITULO S VALORES
A. CARACTERíSTICAS
Pero además de ser un documento formal y escrito, se trata de un
documento que contiene declaraciones de voluntad o sea manifestacio-
nes hechas por cada uno de los intervinientes en el título, es decir, se
trata de actos jurídicos.
Dichas declaraciones de voluntad pueden revestir dos modalidades:
promesas y órdenes: Una declaración de voluntad bajo la forma de
promesa indica que quien la exterioriza, como la ley cambiaria lo esta-
blece, se compromete él mismo a cumplir esa prestación; como sucede
con un pagaré, con un bono de prenda, en que quien otorga el pagaré,
él mismo se compromete a pagarlo; quien emite un bono, él mismo se
compromete a pagar. Por oposición a la promesa están las órdenes, en
donde el emisor del título da la orden, pero pide a otro que cumpla con
la obligación y sólo en la medida que el destinatario de la orden no
cumpla, entra a tener que responder el emisor de la misma; como su-
cede en la letra de cambio, en que el librador le manda al librado que
pague.
No hay ningún título valor que no se pueda subsumirse dentro de
cualquiera de estas modalidades: O es orden o es promesa. ¿Orden o
promesa, dirigida a qué? A pagar o a cumplir con la prestación que
incorpore el título valor, de acuerdo con su naturaleza: Pagar dinero si
es de contenido crediticio; entregar unas mercancías si estamos en pre-
sencia de un título valor representativo de mercancías; derechos políti-
cos o económicos si estamos en presencia de un título valor corporati-
vo; pero siempre es una declaración de voluntad dirigida a vincularse
al pago del título, a satisfacer la prestación que el título incorpora.
Esta declaración de voluntad tiene ciertas características particula-
res: Es unilateral, impersonal e irrevocable.
B. UNILATERALIDAD DE LA DECLARACIÓN
Con lo cual se quiere decir que es suficiente la sola manifestación de
voluntad de cada interviniente, expresada con los requisitos que la ley
establece, para que quede vinculado al pago del título, por oposición a
los contratos, en que la declaración de voluntad de una parte debe estar
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 47
c. IRREVOCABILIDAD DE LA DECLARACIÓN
La declaración de voluntad es irrevocable, en el sentido o con el al-
cance de que una vez expresada se vuelve definitiva; cada interviniente
queda vinculado, no puede arrepentirse. Pretender dejar sin efecto su
declaración de voluntad la ley no lo permite, no le tolera el pretender
modificar su situación; una vez expresada esa declaración de voluntad,
permanece en cabeza del respectivo interviniente la obligación de pa-
gar, la que no se extinguirá sino en la medida en que a su vez su res-
ponsabilidad se extinga por alguna de las causas que la ley establece,
por pago y además por cualquiera de los modos extintivos de las obli-
gaciones, y concretamente en este tema, por prescripción o caducidad;
pero mientras no ocurra cualquier fenómeno de estos, el suscriptor
permanecerá vinculado al pago del título.
Podría decirse que esta característica de la declaración de voluntad
no es absoluta, porque existe, por ejemplo, la institución de la revoca-
ción de los cheques, consagrada en el artículo 725, conforme al cual el
librador de un cheque puede revocarlo y si esa revocación la recibe el
banco oportunamente, el banco no puede pagar y si paga se hace res-
ponsable ante el librador. Empero, esta disposición no constituye una
excepción a la irrevocabilidad porque la revocación no deja sin efecto
el cheque, el cheque continúa teniendo plena eficacia como título va-
lor; los intervinientes del título valor no se desvinculan porque el li-
brador de orden de no pagar. Continúan vinculados hasta el punto de
que el tenedor, en vista de que el banco no paga el título por la revo-
TEORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 49
D. IMPERSONALIDAD DE LA DECLARACIÓN
La declaración de voluntad es impersonal. No quiere decir con ello
que en los títulos valores no importa la persona en cuyo favor se otor-
ga un título o se emite un título. Obviamente si una persona suscribe
un título no se declara deudora de otra caprichosamente; es porque le
debe algo, porque le debe satisfacer un préstamo, unos honorarios, una
comisión, pagar el precio de una compraventa, etc.
Lo que se quiere decir con el carácter impersonal de la declaración
de voluntad contenida en un título valor es que a cada interviniente lo
que le preocupa, o lo que le debe interesar es la circunstancia en que
se ha obligado y el contenido o extensión de la prestación que ha asu-
mido, porque él no sabe en últimas quien le va a hacer exigible esa
prestación, se le va a cobrar en favor de quien la va a tener que satis-
facer, es decir, tiene una obligación cuyo beneficiario, en principio, es
indeterminado, no sabe en últimas quien le va a cobrar, porque se trata
de un título hecho para circular, que tiene vocación para transferirse y
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50 TITULOS VAWRES
l. LA INCORPORACIÓN
A. DEFINICIÓN
El artículo 619 del Código de Comercio enseña que los títulos valo-
res son documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho
literal y autónomo que en ellos se "incorpora".
C. CONSAGRACIÓN LEGAL
Ahora bien, ¿de qué manera se consagra la incorporación en nuestra
legislación comercial? como inicialmente lo señalamos, la primera
norma que consagra la incorporación como característica de los títulos
valores es el artículo 619. La segunda disposición es el artículo 621, al
señalar que todo título valor debe llevar la mención del derecho que en
el título se "incorpora". Otra norma que consagra esta característica es
el artículo 622, al estatuir que los espacios en blanco pueden ser llena-
dos por el tenedor legítimo del mismo antes de presentarlo para ejercer
el derecho que en él se "incorpora". También de la incorporación hace
mención el artículo 624, en la medida que expresa que cuando se quiera
ejercer el derecho consignado en el título valor, se requiere de la exhibi-
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 55
ción del mismo, por lo que si el título es pagado deberá ser entregado a
quien lo paga, pues allí donde está el documento allí estará el derecho y
si éste es cancelado, el derecho será satisfecho. De la incorporación
también tiene ingerencia el artículo 628, cuando indica que la transferen-
cia de un título implica no solo la del derecho principal "incorporado"
sino también de la de los derechos accesorios.
El artículo 629 del Código de Comercio se refiere a la característica
en estudio. En efecto, conforme esta norma la reivindicación, el secues-
tro, o cualesquiera otras afectaciones o gravámenes sobre los derechos
consignados en un título valor o sobre las mercancías por él representa-
das, no surtirán efectos si no comprenden el título mismo materialmente.
Fíjese bien como se coloca la aprehensión física o material del documen-
to como un requisito esencial para que tenga validez cualquiera de las
acciones allí tipificadas. Coloquemos algunos ejemplos para explicar
mejor la norma: si se pretende reivindicar un título valor, la reivindica-
ción no producirá efecto alguno si no se logra, si no es posible aprehen-
der materialmente el documento. Si se inicia un proceso ejecutivo y dentro
de él se pretenden embargar derechos incorporados en un título valor, la
forma como se secuestran los derechos incorporados en él es la aprehen-
sión física del documento que lo contiene. ¿Cómo se explican las ante-
riores consideraciones? Naturalmente que todo tiene relación o explica-
ción con la incorporación, porque, como se dijo precedentemente, allí
donde está el documento ahí mismo se encuentra el derecho y en tanto
no se haya aprehendido el título, quien lo posea, conforme a su ley de
circulación, allí estará el derecho. Por ello el interés al exponer la rela-
ción entre la posesión y la titularidad, en la medida que sólo aprehen-
diendo el título se sabrá quien es su titular. Un ejemplo lo constituyen
las mercancías representadas en un certificado de depósito: una persona
es dueña de determinada mercancía y la lleva a un almacén general de
depósito; esta entidad le expide un certificado de depósito que represen-
ta, precisamente, las mercancías depositadas. Si un tercero pretende
embargar tales mercancías el procedimiento es lograr el secuestro de ese
certificado de depósito y no el de practicar una diligencia de embargo y
secuestro sobre las mercancías depositadas porque donde está el docu-
mento están las mercancías, así se hubiere practicado alguna medida
cautelar respecto de las mercancías en el almacén general de depósito, ya
que hasta tanto no se logre la aprehensión material del certificado de
depósito la diligencia de embargo efectuada en las bodegas del almacén
no producirá efecto alguno, pues, recuérdese bien que el documento es
el portador de las mercancías o, mejor dicho, las mercancías residen
jurídicamente dentro del documento.
56 TITULO S VALORES
11. LA LITERALIDAD
A. DEFINICIÓN y NATURALEZA
Se parte del ya citado artículo 619 del Código de Comercio, norma
que al definir los títulos valores hace referencia al ejercicio del derecho
"literal", para dar a entender el derecho escrito, el contenido impreso
en el título valor.
La literalidad implica seguridad o certeza en materia de títulos valo-
res, porque tanto los aspectos principales o fundamentales como los
accesorios o conexos se definen, se determinan por su tenor literal, por
lo que en el documento se dice o reza, de tal forma que de su observa-
ción, de su lectura, de su examen, cualquier persona pueda conocer la
magnitud, o la extensión, o el contenido del derecho que en el título se
expresa para que, si se quiere transferir el documento, el adquirente
sepa a ciencia cierta la clase de derecho que adquiere. Así, es dable
afirma que la literalidad es la mayor expresión del límite de un dere-
cho, la medida del mismo, porque únicamente se tienen los derechos
que en el título se expresan, ni más ni menos.
La literalidad debe ser examinada desde dos puntos de vista.
C.EFECTOSDELOSCONVENIOSEXTRACARTULARES
Este aspecto plantea una discusión: Saber qué efectos tiene en la vi-
da de un título valor los acuerdos, convenios, pactos o estipulaciones
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 57
D. CONSAGRACIÓN LEGAL
El Código de Comercio consagra la literalidad en distintas disposi-
ciones:
En primer lugar hacemos mención al artículo 619 como norma bási-
ca en el estudio de las características generales, como norma aplicable
a la incorporación, literalidad, legitimación y autonomía. En verdad el
60 TITULO S VALORES
artículo 619 señala que los títulos valores son documentos necesarios
para legitimar el ejercicio del derecho "literal" que en ellos se incorpo-
ra. Igual mención se hace en el artículo 621 cuando se señalan los re-
quisitos generales que deben contener los títulos valores, porque si
bien se ha establecido que tanto los aspectos fundamentales como los
accesorios dé! título valor se definen o determinan por su tenor literal,
consecuencia lógica es que la ley está interesada en que la mención del
derecho que en el título se incorpora, la firma de quien 10 crea, el lu-
gar de cumplimiento o ejercicio del derecho, la fecha y el lugar de
creación, etc., no puedan ser omitidos dentro del texto del documento,
a menos que sucede la ley supla algunos vacíos, destacando como re-
quisito básico, no sustituible la mención del derecho que en el título se
incorpora. Lo afirmado tiene confirmación en 10 preceptuado por el
artículo 620 del Código de Comercio en el sentido de que el título sólo
producirá los efectos en él previstos cuando contenga las menciones y
llene los requisitos que la ley señale, salvo que ella misma lo presuma.
Con la literalidad hace relación el artículo 622, norma que posibilita
la entrega de títulos valores con espacios en blanco o de hojas firmadas
en blanco en la medida que advierte que el tenedor legítimo del mismo
debe llenar tales espacios antes de presentar el título para exigir el pa-
go o el derecho en él incorporado, porque de no hacerlo no habría
manera de determinar su contenido, sus aspectos fundamentales, o
accesorios; en otras palabras, no podría ser pagado.
También el artículo 624 se refiere a la literalidad, particularmente en
10 que tiene relación con el pago total o parcial, porque si ha existido
pago parcial el tenedor tendrá que efectuar la debida anotación en el
mismo título y si ha sido total 10 ha debido entregar al obligado, inclu-
so, en ambos casos deberá extender el recibo correspondiente, conser-
vando la eficacia legal en eventos de pago parcial, por la parte no can-
celada.
Dos aspectos relativos al tema merecen ser atendidos por separado:
En primer lugar, entratándose de pago parcial, la ley impone la obliga-
ción que se haga constar en el título, pues de no hacerse podría poste-
riormente formularse la excepción de pago parcial. Si se trata de pago
total el título será entregado a quien lo pague, pero si no se entrega,
cabe la misma observación hecha para el pago parcial, es decir, obliga
a la anotación en el título respectivo, por la misma razón establecida,
por la posibilidad de formular excepciones de pago, porque como la
establece el artículo 784, numeral 70, del Código de Comercio, contra
la acción cambiaria podrán oponerse las excepciones que se funde en
pago parcial o total, pero siempre que conste en el título.
rrORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 61
62 TITULOS VALORES
111.LA LEGITIMACIÓN
A. CONCEPTO y CARACTERIZACIÓN
La legitimación es la calidad que tiene el tenedor de un título valor
para ejercitar el derecho incorporado en éste, por obtener judicial o
extrajudicialmente el cumplimiento de la obligación que lo contiene.
La legitimación se caracteriza por la identificación del titular del dere-
cho incorporado en un título valor. La consecuencia lógica para poder
exigir la prestación que incorpora el título es la exhibición misma del
documento.
derecho literal y autónomo que en ellos se incorpora ... ", concepto que
pone de presente, entre otras características, su fuerza o función, legi-
timadora, en virtud de la cual invisten o facultan al tenedor legítimo,
es decir, a quien los "posea conforme a su ley de circulación" (artículo
647 ejusdem), para que ejercite el derecho en ellos incorporado, inclu-
sive, cuando de acuerdo con las reglas del Derecho común, éste no sea
el titular de los mismos, particularidad que apareja, por consiguiente,
la renuncia de cualquier intento de indagación respecto de la propiedad
del derecho.
De modo, pues, que "el significado pleno del concepto de legitima-
ción -ha dicho la Corte con apoyo en la doctrina-, lo da, precisamente,
el hecho de abstraerse totalmente de la investigación sobre pertenencia
del derecho de crédito que pueda corresponder al que ha sido admitido
para ejercitarlo ... Así las cosas, el poseedor del título, amparado por
la apariencia de la titularidad que le proporciona la circunstancia de ser
su tenedor en debida forma, está facultado, frente a la persona que se
obligó a través de la suscripción para exigir el cumplimiento de lo de-
bido" (Casación del 23 de octubre de 1979). En síntesis, la función
legitimadora de los títulos valores, usualmente justifica en la teoría de
la apariencia, prescinde de la demostración de la titularidad del dere-
cho, para, en su lugar, habilitar al tenedor para que ejerza el derecho
en ellos incorporado mediante la exhibición de los mismos, siempre y
cuando, claro está, los posea conforme a su ley de circulación.
Entendida en esos términos la función legitimadora de esa especie de
instrumentos, débese acotar seguidamente, que la misma adquiere una
doble connotación toda vez que, en un lado, inviste o faculta a quien
posee el título conforme a su ley de circulación, para ejercitar el dere-
cho en él incorporado (legitimación activa) y, de otro, la de, por regla
general, habilitar al deudor para pagarle a quien en las anotadas condi-
ciones le exhíba dicho documento.
La legitimación activa, como acaba de puntualizarse, presupone la te-
nencia del título conforme a su ley de circulación; en consecuencia, en
tratándose de títulos al portador, en tenedor se legitima con la mera ex-
hibición del mismo (artículo 668 del Código de Comercio); si de títulos a
la orden se habla, además de la exhibición, deberá el tenedor acr.editarla
serie ininterrumpida de endosos (art. 661 ídem), estándole vedado al deu-
dor, hay que destacarlo de una vez, exigir la comprobación de la autentici-
dad de los mismos, aunque sí deberá identificar al último tenedor y verifi-
car la continuidad de los endosos (art. 662 'in fine). Finalmente, en el su-
puesto de que se trate de un título nominativo, se exige el endoso acompa-
66 TITULOS VAWRES
ñado de la inscripción en los libros del obligado. Por tanto, quien, depen-
diendo de la naturaleza del título, lo posea en cualquiera de las señaladas
condiciones y lo exhiba al obligado, se legitima para ejercer el derecho en
él mencionado, sin necesidad de establecer su titularidad sobre el mismo,
pues de tal prueba se encuentra aliviado. Recae, así mismo, en su favor, la
presunción de ser poseedor de buena fe exenta de culpa, condición que
despunta en que contra él no pueden oponerse las excepciones de los nu-
merales 11 y 12 del artículo 784 ídem, o sea las relativas a su posesión, a
la emisión del título, ni a las relaciones jurídicas que le antecedieron; o lo
que es lo mismo, no le son oponibles los vicios concernientes a la emisión
del instrumento valor ni los relacionados con los actos de transmisión del
mismo que la anteceden.
Desde el punto de vista del deudor (legitimación pasiva) la función
legitimadora trasciende en que para honrar su obligación, suele serle
suficiente exigir la exhibición del documento y verificar que el posee-
dor del mismo lo detente conforme a su ley de circulación.
Despréndese de lo dicho "en el campo relativo a las normas que re-
gulan los títulos valores, deba distinguirse entre la persona que lo po-
see materialmente, pudiendo hacer uso frente al deudor o suscriptor,
de su derecho cambiario, y el sujeto que, en realidad de verdad, es el
propietario del documento y por ende del derecho en él contenido o
incorporado. En ocasiones, claro está, existe plena identificación entre
uno y otro sujetos, pero en otras no dejará de presentarse la falta de
coincidencia" (casación del 23 de octubre de 1979).
Significa lo anterior, que puede darse la ruptura o separación entre
el titular del derecho cartular (el propietario del instrumento), despoja-
do del mismo e impedido, subsecuentemente, para ejercitarlo, y la
persona legitimada para hacerlo, esto es, quien lo posee conforme a su
ley de circulación. En esa hipótesis, en caso de conflicto, valga la pena
anticiparlo, si ese poseedor legitimado es de buena fe, exenta de culpa,
la ley lo protege con excepcional preeminencia y tan paladinamente,
por cierto, que llega a negar la acción reivindicatoria de su contra (ar-
tículo 820 del Código de Comercio) e, inclusive, habiendo iniciado el
propietario el proceso de cancelación y reposición del título extravia-
do, su pretensión naufraga si a ellas se opone dicho tercero, poseedor
de buena fe exenta de culpa.
La escisión anotada puede ocurrir por un acto voluntario del titular
(como cuando lo entrega en usufructo, depósito, prenda, etc.), o puede
originarse en un acto ajeno o contrario a su voluntad, como ocurre en
los eventos de pérdida o hurto del título, hipótesis en la cual, conviene
TEORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 67
E. CONSAGRACIÓN LEGAL
Ahora, ¿dónde está consagrada la legitimación? Tiene diversas nor-
mas que la recogen como característica esencial de los títulos valores.
En primer lugar, nos encontramos con el artículo 619, norma que de-
fine el título valor como documento necesario para "legitimar" el ejer-
cicio del derecho. Pero el artículo 624 nos pone de presente cómo para
ejercitar el derecho se requiere la exhibición misma del título, porque
la legitimación en concordancia con la incorporación exige que por
activa, para que pueda exigir el derecho, debe exhibirse el documento,
y la misma norma agrega que si el título es pagado hay que devolverlo
a quien paga.
También se ocupa de la legitimación el artículo 648, norma que des-
pués de definir el título valor noIninativo, señala que tratándose de
estos títulos, para que se otorgue la legitimación, además de la exhibi-
ción del título, debe de existir cadena de los endosos, ser ininterrum-
pidos y que haya coincidencia entre el titular que aparece en los libros
del emisor y el título mismo. En los artículos 661 y 662 se precisa
cómo se puede legitimar el poseedor de un título valor a la orden, por-
que, en primer lugar, advierte que la cadena de los endosos debe apa-
recer ininterrumpida, formalmente completa, sin solución de continui-
dad, pero además agréga que el tenedor debe exhibir el título, debe
identificarse plenamente, con la aclaración de que el artículo 662 le
prohíbe al obligado exigir la autenticidad de los endosos. A él le basta
que el tenedor, aparentemente, externamente se legitime, exigiéndole
el título de acuerdo con la ley de circulación.
El artículo 668 del Código de Comercio también hace una consagra-
ción expresa de la legitimación cuando dice que tratándose de títulos
valores al portador el tenedor se legítima con la mera exhibición, con la
sola presentación física del documento. El artículo 810 advierte que si se
adelanta un proceso de cancelación de un título valor y un tercero se
quiere oponer, su oposición no será adInitida si no exhíbe el título.
El artículo 647 es también norma de inmensa importancia porque ca-
tegóricamente nos dice que se considera tenedor legítimo a quien posee
el título de acuerdo con la ley de circulación.
68 TITULOS VALORES
Tal vez hay tres normas que constituyen una excepción a la legiti-
mación, excepción en el sentido de lo aquí afirmado, respecto a que
nadie puede exigir el pago sin exhibir el título. El artículo 696 del
Código de Comercio establece que si vencida la letra, norma aplicable
para los demás títulos valores, no es presentada para el pago dentro de
los plazos previstos en el artículo 691, cualquier obligado puede entrar
a depositar el importe de la letra en un establecimiento bancario facul-
tado para recibir depósitos judiciales y el pago que haga descarga el
título. Entonces, es una norma que expresamente autoriza pagar un
título valor, a pesar de que el documento no es presentado, norma de
excepción que busca evitar que la situación del obligado se agrave se-
guramente ante la negligencia del tenedor en presentarse a exigir el
pago incorporado en el título. Y también se presenta como excepción
el artículo 812, en la medida que prevé que en el evento de un proceso
de reposición y cancelación de un título valor, durante el transcurso
del proceso el título vence o ya estaba vencido, el actor debe pedirle al
juez que requiera a los obligados para que depositen el importe del
título, y si los obligados se niegan a hacer el depósito el actor puede
legitimar se, puede entrar a exigir el depósito del importe del mismo
con la sentencia, es decir, la decisión judicial viene a sustituir el do-
cumento mismo. Un tercer caso de excepción se presentaría cuando se
cancela un título (cheque) y el demandado se niega a librar un nuevo
cheque. Frente a esta circunstancia no cabría solución distinta que
quien adelante el proceso de reposición y cancelación de un cheque,
tenga que legitimarse exclusivamente con la sentencia si a esto se
agrega el hecho que a medida que el título entra en circulación pueden
surgir circunstancias personales, vicios que podrían afectar una determi-
nada relación jurídica y el título seguía circulando, a medida que se pro-
dujera su negociación, lejos de depurarse no estaría haciendo cosa distin-
tas que recogiendo o acumulando defectos o vicios como sería el caso de
que el creador fuera incapaz por edad, el aceptante incapaz por demen-
cia, un endosante pudiera endosarlo a nombre de una persona jurídica
sin existir personería, o teniéndola sin poderes suficientes para hacerlo,
y así sucesivamente, pues podría pensarse que el título al circular estaba
acumulando toda esa serie de defectos, de vicios, y a medida que circu-
lara más tenía la posibilidad de acumular, de traer nuevos efectos. En
otras palabras, se planteó la necesidad de idear unos principios que im-
pidieran que todo adquirente de un título valor fuera un simple continua-
dor de los derechos de su anterior titular o de su tradente, y además se
trató de idear que todo el que interviniera en un título valor para deter-
minar si se había obligado o no validamente, pues se miraran exclusiva-
mente las circunstancias en que esa persona intervino en el título.
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 69
IV. LA AUTONOMÍA
A. DEFINICIÓN y NATURALEZA
La autonomía de los títulos valores consiste en el ejercicio indepen-
iente que ejerce un tenedor legítimo del título sobre el derecho en él
corporado.
Los títulos valores contienen dentro de su razón ser el principio de
circulación, es decir, la facultad de transmitirse a muchas personas
ediante el endoso respectivo, donde el endosatario adquiere un dere-
o totalmente autónomo de las circunstancias que dieron origen a su
emisión. .
Con esta figura cada tenedor adquiere un derecho que empieza en él.
La autonomía se caracteriza por la incomunicabilidad de vicios, en
o que al tenedor legítimo no se transmiten los defectos que pudie-
_ n haberse creado con las relaciones anteriores, por ejemplo, en lo
hace referencia al negocio causal que dio origen al documento y
mo esos vicios no se comunican, tampoco podrán proponerse excep-
iones al tenedor legítimo del título derivado de dicha creación, porque
e: título se desvinculó de las partes que le dieron nacimiento, del nego-
cio que lo originó.
e IMPROCEDENCIA DE LA CESIÓN
:=:..... otras palabras, se pretende a través de este mecanismo no aplicar
- títulos valores ni a su circulación las normas, las reglas o princi-
= L opios de la cesión, conforme a la cual todo el que transfiere
t2:.s::::ri·te el derecho que tiene, ni tampoco las normas de la tradición,
e advierten que nadie puede transferir más derechos de los que
" En consecuencia, todos estos propósitos de separar los títulos
e las reglas de la cesión y de la tradición se sintetizaron" en la ,
erística de la autonomía, principio que trae a la mente la idea de
.......•..
~,.."--'U!encia, de separación, lo cual, cambiariamente, se traduce en
-- ------
70 TITULO S VALORES
D. DETERMINACIÓN DE RESPONSABILIDADES E
INCOMUNICABILIDAD DE VICIOS Y EXCEPCIONES
Pero desde el punto de vista pasivo, la autonomía se explica indicando
que cada interviniente en un título valor contrae su propia obligación,
contrae una obligación independiente de los demás intervinientes y, en
consecuencia, a él no lo beneficia ni está llamado a afectarlo seguramen-
te por el hecho de que la obligación o la relación jurídica de otro intervi-
niente no sea eficaz, porque la eficacia de su propia obligación no se va
a medir sino por las circunstancias en que intervino en el título y no bajo
la circunstancia de los demás intervinientes o de la persona que intervino
concurriendo algún vicio o defecto. De tal suerte que para determinar la
responsabilidad, el interviniente tuvo que obligarse.
Obviamente, si cada relación jurídica se mide por la circunstancia en
que sea asumida cada relación jurídica es independiente y los vicios de
esa relación jurídica no pueden transmitirse a una relación jurídica dife-
rente. Por ello se ha dicho que la autonomía se sintetiza en la incomuni-
cabilidad de vicios, de enfermedades, no hay contagio de defectos, cada
vicio de tipo personal circunscribe sus efectos, está llamado a repercutir
exclusivamente en la relación jurídica en que concurre y no en otra.
Así, si no hay comunicabilidad de vicios, de defectos, de enferme-
dades de tipo personal, si no hay contagio, la conclusión es que tam-
poco hay comunicabilidad de excepción. Si un interviniente no puede
servirse de los vicios que afectan la relación jurídica de otro intervi-
niente, sencillamente no se podrá invocar ese vicio o defecto como
excepción, sino concurriendo en su relación jurídica el vicio que afecta
la relación jurídica de esa persona. Así por ejemplo, si se crea una
letra y el aceptante acepta siendo incapaz y luego la letra entre en cir-
culación, el creador de la letra, o sea el librador o girador, el día que
sea demandado no puede invocar el vicio de la incapacidad, ni un en-
dosante puede invocar el vicio de la incapacidad que concurre en el
aceptante, de tal suerte que el librador o los endosantes, a pesar de la
incapacidad del aceptante, serán obligados a pagar y no podrán exone-
rarse de responsabilidad alegando la incapacidad mencionada.
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 71
E. CONSAGRACIÓN LEGAL
En lo relativo a la aplicación normativa de la autonomía, el Código
e Comercio hace numerosas referencias. En el artículo 619 advierte
· --~-
72 TITULO S VALORES
~------
- ~-- - --""
74 TITULO S VALORES
~---~~- -~-
- ~ - ..::......._--_.
76 TITULO S VALORES
82 TITULO S VALORES
Así, tales requisitos son examinados en los artículos 671, para la letra
de cambio; 709, para el pagaré; 713, para el cheque; 754, para los bo-
nos, 759, para el certificado de depósito y el bono de prenda; 768, para
la carta de porte y el conocimiento de embarque; y 774 para las facturas
cambiarias de compraventa. ¿El Código de Comercio regula en algún
lugar este aspecto? En efecto, el artículo 620 consagra el tema cuando
afirma que los documentos y los actos referidos a los títulos valores sólo
producirán los efectos previstos cuando contengan las menciones y lle-
nen los requisitos que les señala la Ley. La omisión de tales menciones y
requisitos, sinembargo, no afecta el negocio jurídico que dio origen al
documento y al acto. Lo anterior no significa otra cosa que para que
tales documentos nazcan a la vida jurídica como títulos valores y pro-
duzcan los efectos señalados en el Código de Comercio a través de su
articulado 619 a 821, es requisito indispensable que contengan las men-
ciones indicadas en la ley, tanto en sus aspectos generales como especia-
les, ya que de no contener dichos requisitos, nunca podrá predicarse de
ellos la calidad de títulos valores.
nes es que puede dar origen a denuncias de tipo penal por falsedad o
abuso, con lo cual se agrava la situación de la persona encargada de
llenar los espacios o la hoja firmada en blanco, aspectos estos encami-
nados a restarle eficacia al respectivo proceso ejecutivo, pues muy
seguramente la parte interesada irá a obtener la prejudicialidad mien-
tras se produce la definición del hecho punible cometido. Ahora, en-
tiéndase bien que lo dicho últimamente son circunstancias o situaciones
que pueden predicarse única y exclusivamente entre el suscriptor del
título y la persona que lo llenó, pero nunca podrá involucrarse a terce-
ros tenedores de buena fe que hubieren adquirido el título valor una
vez llenado o completado, porque esa situación ya fue analizada al
tenor del último inciso del artículo 622 del Código de Comercio, sal-
vo, repetimos que exista mala fe de su parte.
CAPíTULO VI
El ENDOSO DE lOS TíTULOS VALORES
A. FuNCIÓN DE TRADICIÓN
En primer lugar el endoso es un requisito para la tradición, para la
negociación o la transferencia del título, porque se requiere para po-
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 91
B. FuNCIÓN DE GARANTíA
Pero además de ser medio de negociación de un título valor, cumplir
con esa función, el endoso cumple otra función, la de garantía, porque
todo endosante por el hecho de endosar se compromete al pago del
título frente a los tenedores posteriores. Esa es la regla general, el en-
dosante por el hecho de endosar se responsabiliza del pago del título,
lo cual conduce a afirmar que entre más circulación exista, más patri-
monios obligados al pago existirán, se mejora la calidad del título, su
pago está cada vez más garantizado, porque hay nuevos intervinientes
respondiendo por la solución de la prestación incorporada. Para librar-
se de esa responsabilidad se necesitaría que al endosar se hiciera la
salvedad de que no compromete su responsabilidad, como sucede
cuando se endosa sin responsabilidad o empleando otra expresión
equivalente, como se utiliza en muchos países, tales como "sin recur-
sos ", "sin compromiso", o "sin riesgos", o cualquiera otra donde indi-
que que el endosante actúa como un simple transmisor, pero sin asumir
las consecuencias del endoso.
C. FuNCIÓN DE LEGITIMACIÓN
Además de las dos funciones indicadas, el endoso cumple una fun-
ción legitimadora, porque el adquirente de un título valor a la orden,
para que pueda ser tenido como dueño, como titular, debe exhibir el
título precedido de una cadena de endosos, de endosos que no tengan
solución de continuidad, que esa cadena sea ininterrumpida. Por ello,
el artículo 661 del Código de Comercio indica cómo para que el tene-
dor de un título valor a la orden pueda legitimarse, la cadena de endo-
sos debe ser ininterrumpida.
Pero ¿cómo se verifica en la práctica que esa cadena de endosos sea
ininterrumpida? Este interrogante, aunque parece simple, en la práctica
no es tan fácil de responder. Una primera aclaración será la firma o el
endoso del beneficiario original, pues será muy fácil o relativamente
fácil verificar si ha sido colocado en el título. Una segunda observa-
ción sería que si el título valor a la orden se negocia mediante endosos
completos, que como veremos son aquellos en donde el endosante no'
92 TITULO S VALORES
solo se limita a endosar sino que precisa el nombre del nuevo endosa-
tario, pues será fácil de nuevo verificar si ese endosatario endosó o no
y en consecuencia hacer constar la cadena de los endosos.
Pero corno el endoso puede ser también en blanco o al portador (aque-
llos en que no se indica el nombre del endosatario, limitándose el endosan-
te a firmar), esa cadena de endosos cuando median negociaciones de este
tipo no será fácil de establecer porque simplemente aparecerán unas firmas
mudas, y corno tal no pueden tenerse por endosos, porque la ley no pre-
sume el endoso, en tanto que cualquier firma aparecida en un título valor,
que no se pueda precisar claramente el carácter con que se ha colocado, se
tiene corno firma de avalista y no corno firma de endoso.
Así, la cadena de endosos se podrá controlar cuando se haga refe-
rencia al endoso del beneficiario original y cuando estemos en presen-
cia de endosos completos. Esa es la función de legitimación del endo-
so, sólo que el artículo 662 del Código de Comercio advierte que el
obligado no puede exigir para pagar que le acrediten la autenticidad o
que le demuestren la autenticidad de esa cadena de endosos. Basta
formalmente que aparezca en el título, con independencia de si son o
no auténticas, y la ley no deja en libertad al obligado de exigir o no
exigir, por el contrario, le prohíbe que entre en dichas indagaciones,
en dichas investigaciones, y en consecuencia, que le autentiquen el
endoso corno condición previa para pagar, lo cual explica el por qué
no era correcta la conducta de muchos bancos cuando alguien presen-
taba un cheque a la orden de cierta cuantía le pretendieran exigir al
cobrador las cédulas de los anteriores endosantes, o que le autenticaran
las firmas de tales endosantes, porque la ley prohíbe eso y si la ley lo
prohibe el banco no debe exigirlo. Si el banco paga mediando endosos
falsos, pues no por eso deja de hacer un pago válido, el pago es válido
si la cadena de los endosos aparece formalmente completa, siempre y
cuando que el banco cumpla con el deber final que le impone el artícu-
lo 662 de identificar plenamente al último tenedor o cobrador.
cimiento no se puede realizar por el simple endoso sino que tiene que
recurrirse a los procedimientos de la cesión. Lo que el Código dice es
que produce efectos de cesión.
y ¿qué es producir efectos de cesión? Ya se ha mencionado, es per-
der la autonomía, y en consecuencia el endosante no se hace responsa-
ble del pago; lo único que garantiza es la titularidad del derecho o la
existencia del derecho en el momento de transferir y por lo tanto el
endosatario no lo puede demandar a él, en la medida que no asume
responsabilidad autónoma. De otro lado, el endosatario es un cesiona-
rio y, como cesionario que es, recibe los mismos derechos que tenía el
endosante y, finalmente, como cesionario que es, queda expuesto a que
le formulen las excepciones que le podrían formular al cedente. Éste es
el alcance del artículo 660 cuando advierte que la negociación de un
título a la orden después del vencimiento produce efectos de cesión.
Se presenta un problema: El de saber cuándo la negociación es un tí-
tulo valor a la vista produce efectos cambiarios y cuándo efectos de ce-
sión. El criterio es muy claro. Los títulos valores a la vista tiene unos
plazos de presentación para el pago y en la medida que la negociación se
realice antes de precluir los plazos de presentación para el pago, esa
negociación produce efectos de endoso cambiario, y cuando se realiza
precluidos los plazos de presentación, producirá efectos de cesión.
v. CLASES DE ENDOSOS
A. ENDOSO PLENO O EN PROPIEDAD
Anteriormente señalamos que mediante el endoso el endosante colo-
ca a otra persona, llamadas endosatario, en su lugar, con poderes ple-
nos o limitados. El endosante coloca con poderes plenos al endosatario
cuando le transfiere la totalidad de los derechos. Esa posibilidad o
modalidad ocurre cuando el endoso se realiza en propiedad.
El endoso en propiedad convierte al endosatario en dueño del título
y como dueño del título tendrá la totalidad de los poderes y facultades
incorporados en él. Será el dueño y como dueño podrá disponer libre-
mente del título, transfiriéndolo en propiedad, gravándolo, endosándo-
lo en procuración, o él mismo adelantando las gestiones de presenta-
ción para la aceptación, si el título es con aceptación, de cobrarlo judi-
cial o extrajudicialmente, de protestarlo, si no fuere aceptado o no
fuere pagado y si el título requiere de protesto.
El endoso en propiedad no requiere de cláusulas especiales, basta
simplemente colocar la firma del endosante con los requisitos que
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 95
B. ENDOSO LIMITADO
Por oposición al endoso pleno está el endoso limitado, que como su
nombre lo indica, se caracteriza porque el endosante al colocar otra
persona en su lugar, no le transfiere la totalidad de los derechos sino
algunos de los derechos o de las facultades que tiene. Ese endoso limi-
tado puede revestir dos modalidades: El endoso en procuración y el
endoso en prenda.
2. Endoso en prenda
Otro endoso limitado es el endoso en prenda, regulado por el artícu-
lo 659 del Código de Comercio. El endoso en prenda se formaliza
firmando el endosante e indicando que la transferencia se hace en
prenda o en garantía, o utilizando otra expresión equivalente en donde
se indique claramente que su intención o propósito es el de gravar el
título con prenda, el de constituir un gravamen sobre los derechos in-
corporados.
Debemos recordar que la prenda sobre los títulos valores está ple-
namente consagrada en el artículo 1200 del Código de Comercio cuan-
do dice que se pueden gravar con prenda todo clase de bienes muebles.
La prenda sobre títulos valores, para que produzca efectos cambiarios,
debe implicar la entrega física de los documentos por parte del tenedor
al acreedor; en este caso, del endosante al endosatario; pues de lo con-
trario no producirá ningún efecto, sería ineficaz, tal como lo indica el
artículo 629 del Código de Comercio.
El endosatario en prenda tiene en primer lugar, los poderes y facul-
tades de un endosatario en procuración, o sea, tiene la posibilidad de
presentar el título para la aceptación, si requiere de aceptación, presen-
tarlo para el pago judicial o extrajudicialmente; sólo que la cobranza
no la realiza para su endosante sino que puede actuar a nombre propio.
Tendrá incluso los poderes y facultades que exige una cláusula especial
y además en el evento de que el título no sea aceptado o no sea paga-
do, y requiera de protesto, tiene también los poderes necesarios para
adelantarlo, pero además de todos los poderes y facultades del endosa-
tario en procuración, el endosatario en prenda tiene un derecho adicio-
nal cual es el de ser titular del derecho real de prenda sobre los títulos
que le han sido transferidos. Ese derecho sobre los títulos lo faculta, o
mejor, le confiere el privilegio de que pueda cobrar a su nombre, le
permite que del producto de la cobranza se destine la parte necesaria
para atender las obligaciones cuyo amparo se ha garantizado, y, ade-
98 TITULOS VALORES
le podrían embargar los títulos valores que tiene del endosante, porque
este no le ha transferido la propiedad, sino apenas el derecho real de
prenda, por lo tanto son bienes que continúan perteneciendo al endo-
sante.
Entonces, si se encubre el endoso y en lugar de calificarlo como endo-
so en prenda simplemente el endosante se limita a endosar, el endoso
aparecerá ante terceros como un endoso en propiedad y como conse-
cuencia de ello el endosatario podrá argüir, cuando se pretenda embar-
gar, que esos bienes ya no pertenecen al endosante porque fueron trans-
feridos en propiedad con anterioridad a las medidas de embargo. Igual
cosa acontecerá en un proceso de quiebra, donde el endosatario podrá
alegar que tales bienes ya no pertenecen a la masa del quebrado y, en
consecuencia, no podrá ser privado de los documentos; e igual desarro-
llo tendrá cuando el endosante sea admitido en concordato, porque el
endosatario en prenda podrá invocar ante terceros que los bienes no le
pertenecen al concordato sino al endosatario en prenda.
Eso explica el por qué ordinariamente existe una tendencia muy ge-
neralizada a encubrir el endoso, a no calificarlo, a limitarse el endo-
sante a endosar sin indicar que la real situación es la de un endoso en
prenda o la de un endoso en procuración. Es importante advertir que
en materia bancaria existen algunas reglas para recibir títulos valores
en prenda, pues aquí los títulos no deben tener un vencimiento muy
tardío, y, además, los títulos valores que se reciban en prenda deben
tener un vencimiento anterior a la obligación que se pretende garanti-
zar, o como mínimo coincidir esos vencimiento, de tal suerte que los
títulos recibidos en prenda realmente cumplan una función de garantía
y de una fuente de pago, ya que si el deudor directo no paga, existe el
recurso para el acreedor de aplicar al pago de las obligaciones lo que
ha obtenido a través de los títulos valores recibidos en garantía, cosa
que fracasaría en el evento de que la garantía tuviera un vencimiento
posterior al crédito cuyo pago se está amparando.
personas que responder por el pago del título valor. El endosante por
el hecho de endosar se responsabiliza del pago del título, pero no fren-
te a todas las partes sino única y exclusivamente frente a las partes
posteriores a aquéllas en que él ha intervenido como endosante; frente
a las partes anteriores él no contrae ese compromiso, por el contrario,
as partes anteriores serán deudoras de él. En síntesis, todo endosante
ocupa una posición de acreedor frente a las partes anteriores y de deu-
or frente a las partes posteriores. Esa es la situación ordinaria o nor-
mal. Éste es el endoso con responsabilidad.
E. ENDOSO COMPLETO
El endoso completo se caracteriza porque el endosante al endosar no
solo se limita a colocar su nombre sino que además coloca o indica el
nombre del endosatario. La consecuencia de que al transferir el título
se indique el nombre del endosatario será la de que para volverlo a
transferir tendrá que mediar el endoso de ese endosatario. Esta moda-
lidad de transferencia tiene la ventaja de permitir verificar fácilmente
la cadena de los endosos, la continuidad de las transferencias.
F. ENDOSO INCOMPLETO
Pero frente a esta modalidad de endoso completo emerge el endoso
incompleto, que puede revestir dos formas: el endoso en blanco y el
endoso al portador.
1. Endoso en blanco
El endoso en blanco se caracteriza porque el endosante se limita a
firmar, solamente firma sin colocar el nombre del nuevo endosatario;
simplemente aparecerá en el documento la firma del endosante.
Esta modalidad impone al endosatario la obligación que en el mo-
mento de presentarse a cobrar el título firme o complete el endoso con
su nombre o el del tercero que lo va a hacer efectivo. El título no se
convierte pues al portador ni pierdesu naturaleza de título a la orden;
sigue siendo título a la orden. Esta modalidad de endoso tienen un
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 103
2. Endoso al portador
Otra de las modalidades que puede revestir el endoso incompleto es
el endoso al portador. Se caracteriza porque el título una vez firmado
en blanco por el endosante y recibido por un presunto adquirente, al
transferirlo, en lugar de colocar su firma en el título, en señal de endo-
so, puede entrar a transferirlo por simple entrega, y ese nuevo adqui-
rente actúa de la misma manera cuando lo quiera transferir a un tercero
y así sucesivamente. Esta forma de circulación del título a la orden ha
recibido la denominación de endoso al portador; una denominación
impropia, porque realmente no hay endoso. El endoso se caracteriza
por la firma colocada en el título y aquí no hay endoso, hay negocia-
ción a través de la mera tradición o entrega del título. No obstante esa
circunstancia, la ley equipara tal modalidad de transferencia al endoso
incompleto y advierte que el adquirente o quien vaya hacer efectivo el
título en el momento de presentarlo para el pago debe completar la
cadena de los endosos con su nombre. Así, el título continúa siendo a
la orden, no se transforma al portador, dado que la ley le impone al
adquirente y cobrador final la obligación de completar la cadena de los
endosos con la firma de quien lo va a hacer efectivo.
Esta modalidad de endoso merece algunos comentarios.
Primero. Realmente en el título no aparece la firma de las personas
que lo han transferido bajo la modalidad al portador, toda vez que esa
negociación se ha verificado bajo la modalidad de la tradición o entre-
ga física del documento y como consecuencia de no aparecer la firma
del tradente, si se puede denominar así, no se le podrá exigir la res-
ponsabilidad de endosante porque no aparece su firma y toda obliga-
ción cambiaria deriva su eficacia de la firma puesta en el título. Así
que el endoso al portador es un mecanismo al que se recurre muchas
veces para eludir la responsabilidad propia del endosante.
Segundo. Si los transmisores del título no aparecen en él, no queda
rastro de su intervención en el documento, entonces la verificación de
la cadena de los endosos se hace un poco más complicada para quien
va a realizar el pago, y obviamente por no figurar dichos endosos en el
104 TITULO S VALORES
G. ENDOSO BANCARIO
Otra modalidad de endoso es el endoso bancario. Como su nombre lo
indica, es una figura que recibe esta denominación cuando se verifica entre
bancos y tiene de particular que se puede realizar mediante un simple sello
colocado en el documento por el banco que transfiere el título, constitu-
yendo una excepción al precepto según el cual la falta de firma hace el
endoso inexistente; y es una excepción porque aquí no hay fmna, pues lo
que se coloca es un sello, nada más.
Es una modalidad de endoso que vino a recoger una práctica muy
antigua vigente en el sistema cambiario, toda vez que como conse-
cuencia del volumen de las operaciones y el número de documentos
que ordinariamente se tramitan entre sí por estas instituciones pues
resulta imposible operativamente aspirar a que el banco endosante en-
tre a firmar el documento, en este caso el título valor.
l. ENDOSO EN RETORNO
Otra modalidad es el endoso en retorno, denominado por algunos
también de regreso, caracterizado porque el título valor, en lugar de
transferir se hacia adelante o en favor de personas que no han interve-
nido en el título, se opta por negociarlo hacia atrás o en reverso, es
decir, transfiriéndolo en favor de personas que han intervenido en el
documento.
Esa adquisición la puede realizar una persona que ha intervenido en
el título y adoptar cualquiera de estas dos actitudes: conservarlo, valga
decir, adquirirlo para conservarlo, evento en el cual puede tachar los
endosas posteriores a aquél en que él ha intervenido; o adquirirlo para
volver a ponerlo en circulación, caso en el cual debe transferirlo sin
tachar los endosos. Es lo que prevé el artículo 667 del Código de Co-
mercio.
Cuando lo adquiere para conservarlo tiene la facultad de tachar los
endosos posteriores y es obvio que exista esta facultad porque sabemos
que todo endosante por el hecho de endosar es un garante en el pago
del título frente a los tenedores posteriores, pero frente a los tenedores
anteriores él es un acreedor y en la medida que adquiera el título puede
repetir lo pagado contra las partes anteriores. Naturalmente si frente a
los endosantes posteriores era un deudor, al retrotraer se la negociación
esos endosantes posteriores dejan de estar vinculados al pago del título
frente al endosante anterior y por ello la ley autoriza al endosatario
106 TITULOS VALORES
para que tache tales endosos, sin que se destruya la cadena de los en-
dosos. Por el contrario, cuando adquiere el título para ponerlo nueva-
mente en circulación no puede tachar los endosos porque no se lo auto-
riza el artículo 667 y de hacerlo destruiría la cadena de los mismos.
K. ENDOSO AL COBRO
También trae el Código de Comercio una presunción de endoso al
cobro. Esa presunción aparece en dos normas. En primer lugar, en el
artículo 1383 del Código de Comercio donde se dice que todo cheque
consignado en cuenta corriente se entiende sujeto a la cláusula de salvo
buen cobro, o sea, la ley entiende que cuando un cuentacorrentista
deposita en su cuenta cheques, esos cheques están sujetos a que efecti-
vamente le sean pagados al banco encargado de la gestión del cobro.
Concordante con esta disposición está el artículo 664, el cual advierte
que cuando un cuentacorrentista deposite títulos para ser abonados en
su cuenta, el banco puede cobrarlos a pesar de no estar endosados,
evento en el cual el banco, al presentarlos para el pago, debe indicar la
calidad con que actúa.
Constituye una excepción a la regla general conforme a la cual para
que el girado verifique un pago, la cadena de los endosos debe ser
ininterrumpida y constituye también una excepción a la exigencia de
quien recibe el pago está obligado no solo a entregar el título sino
también a extender un recibo, y es una excepción porque aquí, a pesar
TEORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 107
de los títulos ser a la orden, se pueden consignar sin el endoso del con-
signante y el banco tiene personería para tramitar su cobro, a pesar de
no obrar en el título un endoso para el cobro.
l. DEFINICIÓN DE CIRCULACIÓN
La circulación constituye un elemento característico especial dentro
de los títulos valores y de esa manera lo concebimos. Elementalmente
la circulación tiene relación con el desplazamiento, con la movilidad,
con el traslado del título valor entre las personas. De circulación podrá
hacerse referencia cuando el documento, cuando el título es entregado
entre emisores o tomadores y cuando por cualquier motivo el título
llega a manos diferentes de las anteriores. Basta que haya simple des-
plazamiento del título para que se predique la circulación del mismo,
sin importar los beneficiarios.
quier título valor, toda vez que se debe mover dentro de los paráme-
tros que en cada caso la propia ley le señala, y entonces habrá ocasio-
nes en que la ley permite que un título valor pueda ser indistintamente
creado bajo la norma nominativa, a la orden o al portador, evento en
el cual el creador o emisor podrá elegir una cualquiera de esas modali-
dades, como sucedería con el bono de prenda y el certificado de depó-
sito, en donde la ley dice que pueden ser nominativos, a la orden o al
portador; o como sucedería con el conocimiento de embarque, y con la
carta de porte, en donde la ley tolera que puedan ser nominativos, a la
orden o al portador. Pero en otros casos la ley solamente admite dos
modalidades, como sucede con la letra, con el cheque y con el pagaré,
los cuales sólo pueden tener la forma a la orden o al portador, y en
consecuencia, solamente dentro de esa opción podrá elegir el librador
u otorgante del respectivo título valor.
Consecuencia de la persona que fija la ley de circulación es que la
modificación de esa ley de circulación no pueda hacerse sin el consen-
timiento del creador; por eso el Código de Comercio dice que el tene-
dor de un título valor no podrá cambiar la ley de circulación del mis-
mo, sin el consentimiento del emisor.
También en materia de ley de circulación, desde ahora es importante
advertir que para que los títulos valores se transfieran o se negocien, con
efectos carnbiarios, tal negociación debe realizarse por los procedimien-
tos que la ley establece para cada uno de ellos. Es lo que en la doctrina
se llama circulación cambiaria o circulación normal o circulación propia,
por oposición a la circulación anómala, a la circulación impropia o a la
circulación sin efectos cambiarios. Entonces, aunque la ley establece
unas especiales reglas o procedimientos para negociar un título valor,
ello no descarta la posibilidad de que el tenedor o titular del mismo y un
adquirente, en lugar de sujetarse a dichas reglas, opte por aplicar otras
reglas, por ejemplo, de la cesión, evento en el cual están transfiriendo
los títulos en forma impropia, en forma anómala, pero es una transferen-
cia que produce efectos jurídicos, no los mismos de la circulación nor-
mal sino los efectos propios de la cesión, dado que por recurrir a la cir-
culación anómáIa o impropia del título valor, conlleve a que se pierda la
autonomía y, obviamente, que esa negociación simplemente subrogue al
adquirente en los derechos que tenía su tradente o su transmisor.
A.l1TULOSVALORESALPORTADOR
1. Regulación y requisitos
Esta modalidad es regulada por el Código de Comercio en tres artí-
culos: 668, 669 Y 670.
Son títulos valores al portador, al tenor de la primera norma, los que
no se expiden a favor de determinada persona, así no contenga la cláu-
sula "al portador", y los que contengan dicha cláusula.
En otras palabras, un título valor es al portador en los siguientes ca-
sos:
10) Cuando contiene la cláusula "al portador" (páguese al portador,
por ejemplo).
20) Cuando no está expedido a favor de determinada persona, aun-
que no incluya la cláusula "al portador" .
30) Cuando es emitido en favor de determinada persona pero agre-
gándole la cláusula "al portador".
2. Limitaciones en su creación
No existe libertad para crear títulos valores al portador. Por el contra-
rio, el legislador los ha limitado. Sobre el particular bueno es recordar
que antes de expedirse el Código de Comercio existía una legislación
que daba absoluta libertad en la expedición de títulos valores al portador.
Nuestro Código de Comercio, en el artículo 669, expresamente determi-
na que los títulos valores al portador sólo podrán expedirse en los casos
taxativamente autorizados por la ley, es decir, que en esta materia se
produjo un cambio profundo en su concepción, razón por la cual de no
existir norma que lo autorice, no se puede crear título valor al portador,
so pena de incurrir en ineficacia del mismo.
¿Pero por qué este criterio cerrado en la expedición de títulos valo-
res al portador? Razones de índole económica, tributaria y cambiaria
se han seguido. En primer lugar, se considera, desde un punto de vista
económico, que al permitirse una libertad absoluta en la emisión de
títulos valores al portador, dichos documentos perfectamente podrían
circular en el mercado como si fuera dinero, lo que implicaría un des-
control monetario que ocasionaría una situación inflacionaria en donde
el Estado no podría intervenir. Otros explican tal situación desde un
ángulo tributario, en tanto que si por medio de los títulos valores se
moviliza una determinada riqueza, para el fisco sería difícil en un mo-
mento dado identificar al titular de los mismos, dada la facilidad como
se negocian estos documentos. Hasta explicaciones de tipo cambiario
~~~~~~- -- -- -
1. Regulación y requisitos
Entre los artículos 648 y 650 se normatizan los títulos valores nomi-
nativos.
Según el artículo 648 del estatuto mercantil un título valor es nomi-
nativo cuando en él o en la norma que rige su creación se exige la ins-
cripción del tenedor en el registro que lleva el creador del título. Se
predican básicamente dos requisitos:
10) Que el título valor sea emitido a una persona determinada, sin
que esta determinación implique por sí sola limitación en la transac-
ción o negociación del mismo.
20) Que además el tenedor del título sea inscrito en el libro de regis-
tro que lleva el creador del documento. Ahora, la ley expresamente no
exige el primer requisito, es decir, que el artículo 648 en cita no re-
quiere, para que un título valor sea nominativo, que esté expedido en
favor de determinada persona, pero si concatenamos esta norma con lo
preceptuado en el artículo 651 del mismo estatuto, precepto que define
el título valor a la orden y agregando que ello es sin perjuicio a lo dis-
puesto en el artículo 648, tendremos que deducir que si el título reúne
los requisitos de un título a la orden y exige además la inscripción del
titular en los libros de registro del emisor, pues sencillamente se estará
en presencia de un título valor nominativo. Además que cuando se
exige la inscripción del tenedor es porque ese tenedor debe ser una
persona determinada, sin que por ello, repetimos, se predique limita-
ción alguna en la negociación del documento.
enseña que sólo será reconocido como tenedor legítimo quien figure, a
la vez, en el texto del documento y en el libro de registro del creador
del título. Anteriormente señalamos que la determinación del benefi-
ciario de un título valor nominativo es plena, exigida por la ley, en la
medida que el beneficiario debe aparecer mencionado en el documen-
to, de tal manera que de la observación del título valor, de su examen
o lectura se desprenderá el nombre de la persona beneficiaria. Así, el
primer requisito para lograr la legitimación es la figuración o la men-
ción en el documento que lo contenga, es decir, estará legitimado
aquél cuyo nombre aparezca en el título valor. Pero no basta la simple
mención del beneficiario, obligatorio es además que el tenedor o bene-
ficiario figure inscrito en el libro de registro que lleva el creador del
título. Unicamente reuniendo estas dos exigencias es dable afirmar la
legitimidad del beneficiario o tenedor.
3. Negociación o circulación
En cuanto a la negociación de los títulos valores nominativos, varios
aspectos deben ser atendidos:
10) Su negociación se hace mediante la entrega del título correspon-
diente, aspecto este predicable de todos los títulos valores, porque no
existe transferencia del derecho incorporado en el título si no hay en-
trega del documento.
20) Además de la entrega, necesario se hace el endoso. En el inciso
20 del artículo 648 del Código de Comercio se preceptúa, precisamen-
te, que la transferencia de un título nominativo se hace por endoso, es
decir, la firma del anterior beneficiario con su correspondiente docu-
mento de identificación, o sea, de quien se desprende del título valor
para entregárselo al nuevo tenedor o beneficiario.
30) ¿Se entiende con estos dos requisitos perfeccionada la negocia-
ción? Estrictamente hablando creemos que no, pues para que pueda pre-
dicarse una negociación con plenos efectos cambiarios indispensable es
que se cumpla un tercer requisito que tiene relación directa con la legi-
timación del nuevo beneficiario. Efectivamente, expresamos que la legi-
timación implica que el tenedor figure, a la vez, en el texto del docu-
mento y en el registro del emisor; pues bien, con el endoso y la entrega
se configura la primera exigencia, la cual da pie a la segunda, valga de-
cir, que la transferencia por endoso y entrega de derecho al adquirente
para obtener la inscripción en el libro de registro del emisor del título.
40) ¿Cuál es el procedimiento de inscripción del nuevo tenedor? Se
trata, simplemente, de inscribir el nombre del tenedor, del nuevo bene-
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 119
1. Regulación y requisitos
Entre los artículos 651 a 667 el Código de Comercio regula los títu-
los a la orden, constituyéndose en la modalidad que mayor articulado
le dedicó el legislador, pues se decidió introducir en esta materia todo
lo relativo al endoso.
Son títulos valores a la orden los expedidos a favor de determinada
persona, en los cuales se agrega la cláusula "a la orden" o se expresa
que son transferibles por endoso, o se dice que son negociables o se
indica su denominación específica de título valor. En otros términos, el
título valor es a la orden cuando está expedido a favor de una determi-
nada persona y además se le agrega uno de los siguientes calificativos:
10) La cláusula "a la orden".
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS VALORES 121
2. Negociación
En cuanto a la manera como se negocian los títulos valores a la orden,
expresa la segunda parte del artículo 651 del Código de Comercio que su
transferencia se hace por endoso y entrega del título. En otros términos a
través de la firma y documento de identificación del tenedor o tradente y
su correspondiente entrega o transferencia del título al adquirente, aspec-
tos estos que se predicaron también en los títulos nominativos, pero que
en este evento no se requiere de inscripción.
Ahora bien, ¿qué sucede si un título valor a la orden se transfiere
por medio diverso del endoso? Dos aspectos merecen ser tratados al
respecto: En primer lugar, el artículo 653 del Código de Comercio
prescribe que quien justifique que se le ha transferido un título a la
orden por medio distinto del endoso, puede acudir a la vía jurisdiccio-
nal para solicitarle al juez que mediante el trámite correspondiente
haga constar la transferencia en el título o en una hoja adherida a él,
teniéndose como endoso la constancia que ponga el juez en el título.
En segundo lugar, al tenor del artículo 652 del Estatuto Mercantil, la
transferencia de un título a la orden por medio diverso del endoso su-
broga al adquirente en todos los derechos que el título confiere o in-
corpora, con la salvedad de que en caso de tenerse que ejecutar el títu-
lo, a ese adquirente se le pueden proponer todas las excepciones que se
le hubieran podido oponer al enajenante del título valor.
LANTECEDENTES
Para algunos el aval es una institución que surgió al lado de la letra,
como un mecanismo para garantizar su pago. Otros sitúan el origen de
.a institución en Francia e Italia y no falta quienes atribuyan el origen
los españoles. En realidad, en lo que hace al derecho francés, nece-
sario es indicar que la figura no se reglamentaba en el Recueil d' Isam-
rt, así como tampoco nada dicen Le Grand Coutumier de France y la
Somme Rural, aun cuando estas últimas contienen algunas disposicio-
nes referentes a la letra de cambio.
La doctrina anterior a la ordenanza de 1673 no lo trata y así guardan
silencio MARESCHAL en 1625 y CLElRACen 1659. Sin embargo, estaba
en uso en Francia y en Italia antes de la Ordenanza del Canciller d'A-
euessau como lo atestiguan SAVARYy TOUBEAUcuando manifiestan
ue con anterioridad a esta ordenanza se discutía acerca del carácter
solidario o no de la responsabilidad.
En Alemania y en Flandes, se refieren a él HEINECCIUSen 1748 y
Phoosen en 1715. Sin embargo, ni la Costumbre de Amberes de 1570,
ni el Estatuto de Hamburgo de 1605, ni el Landrecht de Gueldre de
~619 lo menciona y sólo se refieren a la fianza a otorgar en caso de
falta de aceptación del girado, la que nada tiene que ver con el aval.
En Italia la institución aparece descrita por DE TURRI en 1651 y
CACCIAen 1664. Este último, refiriéndose a los Estatutos de Génova,
nsideraba el aval como una fianza solidaria con características de
eta autonomía.
Por su parte, en Bologna, el Estatuto Mercantil de 1550, artículo 22
;" la Ordenanza de Cambio de 1569, artículo 69; como en Génova, el
Estatuto de 1589, II, artículo 40, legislan sobre el aval. Para DE SEMO
o Estatutos de Bologna se refieren a los fiadores firmantes de la letra
...a los coobligados para el pago.
Para GEISENBERGER, el origen del aval se remontaría al siglo XVI,
por cuanto la Recopilación de la Rota de Bologna contiene el resumen
1 comentario de una sentencia, bajo el No. 135, del año 1553, pero
ignando al garante como fidejussor o expromissor cambii, ya que el
mbre de aval corresponde al derecho francés.
• J"
n. EXPRESIÓN ETIMOLÓGICA
Existe discrepancia doctrinaria acerca de la etimología de la expre-
sión aval.
En efecto, la mayoría de la doctrina francesa antigua sostiene que la
palabra aval tiene origen en la expresión a valoir o faire valoir. Tal
origen, ha sido criticado por no corresponder a la evolución histórica
del instituto, como por tratarse de una aproximación verbal sin ningu-
na justificación semántica.
LITTREy los autores alemanes, sostienen que el aval vendría del ita-
liano avallo, que significa firmare avallo, o sea, firmar debajo de otra
firma.
Esta etimología puede ser más defendible que la primera, ya que se
concilia con el sentido habitual de la palabra aval, empleada en la len-
gua corriente como preposición o adverbio y actualmente como sustan-
tivo. Así mismo, se puede justificar por la costumbre de los avalistas
de cOlócar:scnflma"vbJ.Y'.l::t...deLdeudor
.que_garantizaban.
Sin embargo, hay que renunciar a tal etimología por cuanto la inser-
ción del aval debajo de la firma del deudor avalado no ha sido nunca
una obligación ni una costumbre constante. SAVARYafirma que el aval
puede ser inserto al dorso del documento, a lo que cabe agregar la
posibilidad -aceptada en Francia y en España- del aval por documento
separado.
GRASSHOFF,seguido por HUVELINy GEISENBERGER, consideran que
la palabra aval viene del árabe HAW ALA.
A esta opinión se oponen quienes ponen en duda una supuesta in-
fluencia árabe en la formación del derecho cambiario italiano en los
últimos siglos de la Edad Media. Notemos que DE TURRIno utilizaba
la palabra avallo o avallium sino la expresión avalla que evidentemen-
te se aproxima a la expresión árabe.
La demostración que efectúan GRASSHOFFy HUVELINparece con-
cluyente:
10) La palabra "avería" , "almacén" ,,':1'"tara" "tarita" , "aduana" ,
son de origen árabe, con lo cual demuestran que esta civilización ha
tenido una influencia considerable en el vocabulario del comercio oc-
cidental, y
20) Que el derecho musulmán conocía una especie de novación por
cambio de deudor que se llamaba hawala. Este acto se efectuaba cuan-
do Primus se constituía en deudor de Secundus en lugar de una deuda
anterior de Tertuis. Esta institución fue muy usada y su maleabilidad le
126 TITULO S VALORES
111.REGULACIÓN Y DEFINICIÓN
El aval, dice el artículo 633 del Código de Comercio, es el medio
para garantizar en todo o en parte el pago de un título valor. Es una
institución regulada en el Código en la parte general, con lo cual se
está advirtiendo que la garantía de pago de un título valor bajo el me-
canismo del aval no es exclusivo de la letra, sino que puede darse en
relación con cualquier clase de título valor. Con esto se ha superado
alguna discusión doctrinaria que reservaba la institución del aval para
las letras. Entonces, mediante el aval se garantiza en todo o en parte el
pago de un título valor, es una manera de caucionar, de amparar, de
respaldar el pago de un título valor. Quien de esa garantía, quien se
compromete a pagar mediante aval se llama avalista y la persona por
cuenta de quien se otorga esa garantía se llama avalado. Entonces,
podemos definir el aval como el acto unilateral no recepticio de garan-
tía, otorgado por escrito, bien en el título o fuera de él, nacido como
consecuencia de una obligación cartular formalmente válida, a través de
la cual se constituye el otorgante en responsable cambiario del pago.
título, por cuenta de todos los intervinientes, lo haga sólo por uno o por
algunos de los intervinientes. Es lo que se conoce con el nombre de limi-
tación de la responsabilidad del avalista en cuanto a la persona. Corno
consecuencia de no estipularse esa limitación en forma expresa, la ley
entiende que el avalista se ha convertido en garante de la responsabilidad
~c?mbiaria de todos los intervinientes.
} En síntesis, las limitaciones, ya sean por cuantía o por personas, tie-
nen que pactarse expresamente, porque de no hacerlo la ley tiene al
avalista por garante del valor total y por cuenta de todas las partes que
han intervenido en el título. -~
serva- as las limitaciones a la responsabilidad del avalista, exami-
nemos cómo es ésta. El avalista, hemos dicho, es un garante, es una
persona que se responsabiliza del pago del título; su función es de ga-
rantía, de caución.
C\ Pero además de esta situación el avalista puede caucionar o garanti-
zar el pago del título únicamente por cuenta del directo obligado, y
entonces la responsabilidad que asume será la de directo obligado.
\..' Pero también lo puede hacer por cuenta de un indirecto obligado,
!) evento en el cual el avalista contrae la responsabilidad propia de un
indirectamente obligado. En otras palabras, el avalista puede ser obli-
gado directo y obligado de regreso según el puesto que ocupe en el
título la persona o personas por cuenta de quien o quienes ha otorgado
el aval.
Aunque la ley dice que el avalista contrae formalmente la obligación
de su avalado, la verdad es que contrae la responsabilidad del avalado
o de la persona por cuenta de quien otorga el aval. ¿Qué quiere decir
esto?, pues sencillamente que el avalista contrae su propia responsabi-
lidad y que ésta no es exactamente la misma del avalado, toda vez que
la ley advierte que el avalista contrae obligación autónoma, o sea, in-
dependiente, distinta de la de su avalista. ~omo consecuencia de ello,
la obligación del avalista será válida -aun ue la de asalado.ac IQ sea
por cualquier causa, lo cual significa, 9"ueel avalista es un garante, no
es un ganmte accesorio sinoun responsable principal, o mejo autO-
nomo, al pago del título; Qosición que se traduce en que.el avalista
qlJ$fQ..a
obliga o aunque la persóna por cuenta de quien ha otorgado el
~..valno lo esté. .
Corno efecto de que el avalista es un garante, cualquier tenedor pos-
terior al documento puede dirigirse a él para que pague el título, pero
además puede dirigirse directamente a él sin haber requerido previa-
.
-mente al avalado o a las partes anteriores al avalado, porque al contraer -
TEORIA GENERAL DE LOS TITULO S VALORES 133
x. AVAL Y FIANZA
Entre el aval y la fianza existe alguna semejanza, pues la fianza es
un modo de caucionar una obligación y el aval es un modo de caucio-
nar o de garantizar el pago de una obligación. Pero tal vez ésta es su
única semejanza, pues en todo lo demás son fundamentalmente dife-
rentes. Enunciemos las principales diferencias .
./' 10) En primer lugar, la fianza está regulada en el Código Civil co-
mo un contrato; en cambio el aval no es un contrato., es un acto cam-
biario, es una declaración de voluntad.
/'20) La fianza es un contrato a través del cual se puede caucionar o
garantizar cualquier clase de obligaciones, en principio, presentes,
futuras, condiciones, a plazo, puras y simples, etc. En cambio, el aval
es una figura cambiaria a través de la cual se busca simple y únicamen-
te caucionar o garantizar el pago total o parcial de la obligación de un
títul~or.
~) La fianza puede sujetarse a condición; el aval no admite la con-
dición o el plazo como ya lo explicamos al advertir que la ley no tolera
134 TITULOS VALORES