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Desarrollo económico en la

región mesopotámica
santiagueña

Integrantes
PROF: IVANA  Blazquez Lorenzo
CRUZ  Arp Ezequiel
 Gerez tobias
 Pereyra Luis
 Rodriguez valentin
CURSO:5TO 3RA

Col. Sec. San isidro


labrador
Planteo del problema: ¿Es posible un mayor desarrollo económico en la región
de la Mesopotamia santiagueña?

Hipótesis: Posiblemente sea probable un mayor desarrollo económico en la


región Mesopotamia santiagueña porque posee una grande diversidad de
actividad agrícola, ganadera y producción.

Objetivo general: Determinar la posibilidades que tiene la región Mesopotamia


santiagueña de un importante crecimiento económico

Objetivos específicos: • La zona de mayor actividad económica en la región


mesopotámica santiagueña

• Indicar que la evolución del desarrollo económico en la región


mesopotámica santiagueña

• Determinar los potencialidades que tiene la región mesopotámica


santiagueña para un importante crecimiento económico

Sobre la base de su libro “Los pueblos antes de las vías”, el docente jubilado
Raúl Jorge Castillo analizó aquella época de esplendor que tuvo Santiago
durante la época prehispánica y luego colonial. Dicho trabajo fue presentado en
el marco de la Tercera Jornada de Historia de Santiago del Estero y el NOA, en
el año del Bicentenario de la Independencia.

En diálogo EL LIBERAL, el autor hizo un pormenorizado análisis que incluyó


excursiones por distintos pueblos y ciudades del interior, al que denominó
como corredor productivo de la mesopotamia santiagueña e involucró la vida y
desarrollo de los pueblos que surgieron a la vera de los dos ríos, el Salado y el
Dulce.

Así, el investigador aborda una rica documentación sobre este corredor


productivo, hoy desaparecido. Y fue su historia dolorosa, sensible, que inspiró
esa expresión triste, abarcativa de muchos pueblos santiagueños que llego
hasta nuestros días, como “la agonía de los pueblos”.

El corredor de las dos villas o corredor productivo de la mesopotamia


santiagueña, definición que involucra a las localidades de Villa Matará y Villa
Robles, no es una simple propuesta que busca solamente conocer parte del
pasado, sino que forma parte de un anhelo que apunta a reivindicar a aquellos
pueblos que fueron olvidados antes de la llegada del ferrocarril.

Entiendo que entre ambas poblaciones se desarrolló un espacio productivo que


abarcó buena parte de los siglos XVIII y XIX. Pero seguramente no solo en lo
que hace a la producción y comercialización de pueblos con cultura española,
sino también entre los pueblos de aborígenes, muchos antes de los siglos
precitados.

El contexto geográfico al que se hace referencia es de unas 20 leguas, que


cubrían la región más rica de la mesopotamia santiagueña, uniendo los ríos
Salado y Dulce. Los pueblos cercanos al Salado (Cachi Mayu) se dedicaban
mayoritariamente a la ganadería, la cercanía de los montes seculares y
pasturas naturales, ayudaban a ese propósito. En cuanto al Dulce (Mishqui
Mayu) con sus cíclicas inundaciones facilitaban el riego de amplias superficies
que posibilitaban las siembras.

“La ruralización de la vida”, etapa de la época colonial, hacen pensar que todas
las familias santiagueñas de la región estaban dedicada al trabajo en las
grandes estancias. Los apellidos ilustres de la historia lugareña tenían sus
posesiones, mayoritariamente en esta zona de la mesopotamia.

No es casualidad entonces que los dos gobernadores, Juan Felipe Ibarra y


Manuel Taboada, hayan nacido en Villa Matará, epicentro del trabajo y de la
lucha, en aquel entonces, contra los naturales de la tierra.

Teniendo en cuenta que la región había tantas estancias, con sus respectivas
peonadas, surgió allí el basamento de la soldadesca de ejércitos que nutrieron
primero las luchas contra el aborigen, luego de la Independencia y luego la
época de los caudillos. En esos seres anónimos de peones- soldados, estaba
asentada, en los primeros tiempos de la historia, la fortaleza de Santiago. No
por nada, Santiago del Estero fue una referencia política por más de 50 años
en la historia del país, primero a través de Ibarra y luego con Taboada.

Desarrollo milenario
En el corredor de las dos villas, uniendo los dos ríos, estaba afianzado un
desarrollo milenario, de “la historia humana provincial”, al decir de José Togo,
dado las condiciones naturales favorables para la vida que se dieron en la
conversión de los pueblos nómades en sedentarios. El agua, la pesca, la caza,
la riqueza de los bosques, el clima, fueron los argumentos más contundentes
que encontraron los españoles para afincarse primeramente en estas tierras y
ser la base que impulso al nacimiento de otros pueblos.

Seguramente en la época de los primeros habitantes aborígenes de la región,


el conocimiento mutuo era esencial para sobrevivir. Había que mostrar su
capacidad de fuerza, su habilidad negociadora, de intercambios, en la
necesidad de integraciones sociales a través de casamientos, acuerdos, la
búsqueda de la paz, donde por supuesto no se escribía nada, era lo natural por
lo menos en la mayoría de los casos, cualquier decisión basado en el sentido
común, a no ser la guerra, que era una acción extrema de probar las
respectivas fuerzas.

Cuando llegaron los españoles, encontraron una forma de vida, una cultura en
muchos aspectos, donde se dejaron llevar, hasta por conveniencia
estratégicas. Aquel corredor de las dos villas, encerraba también sin quererlo,
sin haberse propuesto un “desarrollo transversal de la región”, de río a río, de
ribera a ribera, del este al oeste y viceversa.

Es importante tener en cuenta este aspecto, porque después con la llegada del
tren, el paradigma cambió. Todos comenzaron a mirar al sud, al puerto. El riel
fue el centro de las acciones y cortó de cuajo el impulso natural de la
convivencia de la mesopotamia santiagueña. De la “unidad de trabajo”, “de
intereses comunes”, pasamos a la sobrevivencia de los pueblos, algunos
murieron, como la vieja Villa Matará, otros sobrevivieron como Villa Robles.

Hacia el rescate del interior profundo

De aquellos tiempos de vivir mirando los ríos y trabajar con ellos, se comenzó a
darle la espalda, mirando los rieles. Estamos en una etapa de acomodamiento
cultural, señalando un paso necesario para las generaciones que vienen, para
mirarnos nuevamente, reconocernos como un pueblo con objetivos distintos,
desde la ruralidad, desde el interior de la provincia. El inconformismo a veces
tan negativo, debe llevarnos a una reflexión profunda, mirando lo antiguo, de
dónde venimos, analizar el presente y plantear, discutir y consensuar hacia
dónde vamos. Tenemos una gran tendencia para los festejos los santiagueños
y está muy bien, somos un pueblo de mucha alegría, pero eso no significa dejar
de pensar. Debemos revalorizarnos como pueblos del interior. No todo está en
las grandes ciudades, el interior debe rescatarse culturalmente.

En estos nuevos objetivos, debemos buscar la pluralidad de los actores, desde


el político, desde el social, desde lo económico. Todo debe estar presente,
representado. Es necesario el trazado de nuevos objetivos, de un nuevo
proyecto de integralidad total, eso nos dará un sentido de pertenencia amplio y
será mucha más fácil la marcha hacia cualquier objetivo, porque los intereses
son comunes.

En definitiva, esta hipótesis del corredor de las dos villas o el corredor


productivo de la Mesopotamia, debería ser uno de los sellos distintivos y de
desafío, para el futuro de la Provincia.

Partimos del hecho que en la zona cercana al Río Salado, había grandes
estancias, con muy buena producción ganadera y de mulares aprovechando
las pasturas naturales. El monte contiguo también daba sus riquezas. Los
algodonales y la siembra de trigo, maíz, eran complementos para esas
economías regionales. En esa amplia región mesopotámica, también era lo
natural encontrar gente dedicada al telar, al hilado, a la fabricación de ponchos,
cobija y otras prendas. En este aspecto quiero mencionar una circunstancia
histórica que marcan de alguna manera la característica de la zona. Cuando
Juan Felipe Ibarra va a estudiar al Colegio Monserrat en Córdoba, pagó su
primer año de estudio con cera (extraído del Archivo del Monserrat, que
contiene “las condiciones patrias de los colegiales 1772 -1810”).

Como se ve los frutos de la tierra en aquel entonces, era una importante


moneda de cambio en la economía. La Dra. Tenti de Laitán, nos regala un
hermoso informe de agosto de 1816, donde se detalla la existencia de 11
atahonas en la zona, que si bien es cierto son respuestas a necesidades de
grupos familiares, también indica la presencia de cultivos de trigo y maíz y
sobre todo de una cultura de auto sustento. La caña de azúcar también daba
buenos rindes, tal es así, que en las costas del Salado había un trapiche de
hierro propiedad del Sr. Zacarías Herrera.
Hay que pensar que toda esta producción tenía como mercado seguro a
Potosí, que con sus minas había logrado crecer poblacionalmente,
calculándose que para fines del siglo XVII y XVIII tenía 160.000 habitantes.
Todo este panorama de trabajo, de producción, comenzó a tener altibajos a
partir de 1810.

La Revolución, las luchas de la Independencia, la Anarquía, la decisión política


de suprimir el monopolio comercial, termino dañando estas economías del
interior. En la zona del Río Dulce, la riqueza era la variedad de los cultivos, hay
que acordarse de que los españoles tenían la cultura del mediterráneo, les era
imprescindibles el vino y el aceite, por eso proliferaron en la zona los viñedos y
los olivares, los alfalfares que servían de alimento a la cría de animales.

También la caña de azúcar produjo la instalación de ingenios azucareros en la


región, el más conocido por su envergadura era el de Colonia Pinto, con 450
hectáreas de cultivos de caña, superior al de Saint Germain.

Tenía unos 2.000 empleados, otro emprendimiento reconocido fue el de Santo


Domingo. Este contexto económico en el corredor productivo de las dos villas,
trajo en su momento, por “la ruralización de la vida”, la instalación de
numerosas familias, hasta que llegó el declive. La desaparición de Villa Matará
fue la consecuencia más dolorosa

Desarrollo
La región de la Mesopotamia de Santiago del estero se encuentra ubicada
entre el rio dulce, rio salado y el rio utis. Abarca ciudades como Forres,
Fernández, Taboada, Garza, Lugones, Herrera, Colonia Dora, Icaño entre
otros. Posee clima semi tropical continental con estación seca, que se
caracteriza por tener temperaturas bastantes extremas y precipitaciones de
abundantes a suficientes concentrados en verano
GENERO

FEMENINO

49% MASCULINO
51%

OTRO

GENERO

La mayoría de personas a las cuales les realizamos esta encuesta son de


género masculino con un 51%

GRUPO DE EDAD

12%
18-30 Años

31-50 Años
51%
37%
Más 50 Años

GRUPO DE EDAD

Con la mayoría del 51% del grupo de edad 18-30 años es lo que más
realizaron las encuestas.
TIEMPO QUE SE ENCUENTRA VIVIENDO EN
LA ZONA

10%
1 a 10 Años

11 a 20 Años
56% 34%
Más 20 Años

TIEMPO QUE SE ENCUENTRAN VIVIENDO EN LA ZONA

Según las encuestas realizadas el 56% fueron de personas que están viviendo
en la zona hace más de 20 años.

ZONAS CON MAYOR ACTIVIDAD ECONÓ-


MICA

5%
Fernández Forres

37%
Beltrán
59%

Zonas con mayor actividad económica

El 58% de las zonas con mayor actividad económica fueron para la ciudad de
Fernández
.

TIPO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA QUE SE


REALIZA

Agrícola
11%

16% Ganadera

Industrial

73%

Actividad económica que se realiza

Mediante este grafico podemos determinar que la actividad económica que


más se realiza en la zona es la actividad agrícola con un 73%

ACTIVIDAD ECONÓMICA CON MAYOR


POTENCIALIDAD

17% Agrícola

Ganadera

24% 59%
Industrial

Actividad económica con mayor potencialidad

Como podemos comprobar la actividad agrícola también es la que tiene mayor


potencialidad en la zona con un 59%
ACTIVIDAD ECONÓMICA MÁS FUERTE EN LA
REGIÓN

4% Tomate

38% Trigo

Algodón
52%
Frutas
7%

Actividad económica más fuerte en la región

La actividad más fuerte en la región con un 52% es el algodón con su gran


desarrollo en la zona

ACTIVIDAD ECONÓMICA ANTIGUA QUE SE


REALIZABAN CON MAYOR FRECUENCIA

Tomate

Trigo

40% Frutas
51%
Alfalfa

9%

Actividad económica antigua mas frecuente

En la antigüedad reconocemos al tomate como una actividad frecuente con un


51%
ACTIVIDAD ECONÓMICA QUE LE FALTARÍA A
LA REGIÓN PARA UN MEJOR DESARROLLO
ECONÓMICO

Inversiones

39% Políticas de Promoción


48%
Ayudas económicas a pequeños
agricultores
14%

Actividad económica que ayudara a un mejor desarrollo económico en la


región

Por ultimo podemos observar en el grafico que para un mejor desarrollo


económico se debería realizar más inversiones (48%)

Conclusión:

Para terminar podemos concluir que en la zona de la región de la Mesopotamia


santiagueña se puede encontrar abundante actividad agrícola gracias a sus
suelos fértiles y clima favorable para esas diversas acciones.

Encontramos también buena potencia en sus desarrollos con buen trabajo


tanto agrícola como ganadero en esta zona. Damos por confirmada la hipótesis
planteada al principio mediante una encuesta realizada por el grupo a diversas
personas.

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