Está en la página 1de 4

FILOSOFIA

GRADO NOVENO
N° 4
1. Desde la lectura que aparece a continuación, construya un esquema o grafico en el
cual expongas de forma clara la idea de los dos mundos platónicos y la alegoría de la
caverna.

2. Por otra parte elabora un escrito donde expongas: cómo es el gobierno que
plantea el autor, cómo es el gobierno que maneja nuestra nación y cuál sería el ideal
de gobierno si yo fuera el presidente de la república. El escrito debe empezar con el
lema que le aplicarías a su campaña política.

Son muchas y diversas las teorías del conocimiento que han


generado, luego de postuladas, una revolución en el mundo
del pensamiento. Una de ellas ha sido la Teoría de las ideas o
Teoría de las formas del famoso filósofo griego Platón, que
postula una dualidad en la realidad separada entre el Mundo
sensible y Mundo inteligible.

¿Quién fue Platón?

Platón fue uno de los más grandes filósofos de la historia,


considerado por muchos como un pensador revolucionario por animarse a ir en contra
del sistema establecido y generar pautas y teorías para ordenar las cuestiones más
esenciales del ser humano. Gran parte de la obra de Platón fue dedicada a la
divulgación del pensamiento de Sócrates, quien no vivió lo suficiente para desarrollar
la totalidad de sus ideas. Sin embargo, conforme pasaban los años, Platón se
independizó de su maestro creando su propio sistema de ideas y teorías respecto al
mundo. La mayoría de las obras de Platón fueron elaboradas en forma de diálogos.

La filosofía platónica es reconocida por ser una de las primeras que divide la materia
del espíritu, además de que comienza a reflexionar sobre cuestiones humanas tan
complejas como la pureza del conocimiento, la inmortalidad y la importancia del
aprendizaje y el desarrollo integral en los seres humanos.

La teoría: dos mundos de una sola realidad.

La Teoría de las ideas es el núcleo de toda la filosofía platónica. En esta teoría se


divide la realidad en dos mundos, por un lado el Mundo sensible o Mundo visible, que
contiene formas y entidades que se captan a través de los sentidos y están sometidas
al cambio constante y por otro lado el Mundo Inteligible o Mundo de las ideas, donde
conviven las cosas universales, eternas y que están más allá del tiempo y el espacio.

A través del Mundo sensible percibimos las cosas, pero en realidad esas cosas no
son más que una copia del original. El original reside en el Mundo de las ideas, donde
todo es perfecto e inmutable.
FILOSOFIA
GRADO NOVENO
N° 4
El Mundo de las ideas aloja “las esencias”  que existen aunque no sean percibidas por
las personas. Las esencias son parte del conocimiento abstracto y no pueden ser
objeto del conocimiento sensible, no pueden materializarse, solo se puede acceder a
ellas a través de la razón. Por su naturaleza, son entidades independientes y puras.
En cambio el Mundo sensible se caracteriza por ser cambiante e inestable. Es el
mundo material y tangible al que los hombres pueden acceder y percibir a simple
vista, aunque en realidad este mundo no sea más que una ilusión, una “copia del
mundo real”, que es el de las ideas.

A través de esta dualidad, la Teoría de las ideas intenta explicar que la única forma de
acceder a la realidad y a la verdad es a través de la razón. No podemos dejarnos
llevar por las apariencias, debemos percibir el mundo y desconfiar de nuestros propios
sentidos si queremos interpretarlo correctamente.

En ese sentido, la filosofía se debe encargar de hacer pensar a los hombres para que
tengan la capacidad de transitar desde un mundo al otro, para contemplar finalmente
la “Idea de Bien” que habita en el mundo de las ideas.

La alegoría de la caverna

Esta metáfora es considerada una de las más relevantes de la filosofía, dada sus


implicaciones pedagógicas y culturales. Esta alegoría fue incluida por Platón en su
texto “La República”, en referencia a la situación en la que los hombres se hallan en
relación con el conocimiento.

La alegoría de la caverna es una situación ficticia que intenta explicar la relación entre
las percepciones y la realidad. En ella podemos ver un claro ejemplo de la aplicación
de la Teoría de las ideas. Este mito plantea la situación de ciertos hombres
encadenados en una caverna. Están allí desde que nacieron, no conocen otra
realidad más que esa. Estos hombres dedican sus días a mirar las paredes de las
cavernas y las sombras que en ellas se proyectan gracias a una hoguera que los
ilumina, pero los hombres no ven la hoguera, ni sus cadenas y mucho menos lo que
está fuera de la caverna. Los hombres pasan sus días en esa caverna, jurando que la
única realidad posible es la que ven. Sin embargo, si uno de los hombres se liberara y
pudiera ver el fuego, se negaría a verlo, o incluso si pudiera salir de la caverna,
seguramente sentiría miedo y preferiría quedarse.

Este ejemplo es una clara muestra de que la realidad que conocemos es muy acotada
y lleva tiempo y esfuerzo poder captarla sin sentirse aturdido. Estos hombres
encadenados pueden ser cualquiera de nosotros, limitados a entender el mundo de
determinada manera, por nuestros propios contextos y prejuicios. La clave para
alcanzar el verdadero conocimiento está en poder soltarse las cadenas y animarse a
salir de la caverna, para poder ver más allá.
FILOSOFIA
GRADO NOVENO
N° 4
El alma juega un papel fundamental en este proceso de salida de la “caverna” hasta
ser capaz de contemplar las ideas puras. El Nous o semilla, es decir esa alma, o arje,
es a veces confundido con el Logos como razón por diversos estudiosos, constituye
aquella parte que se relaciona con el Nous como espíritu. Es la única parte inmortal
del alma, y está situada en la cabeza. Su principio es la razón, y su virtud la
prudencia. El Thymós es la pasión o fogosidad, de naturaleza mortal, que se identifica
con el corazón pero que subyace en el diafragma. Su principio es la ira, y su virtud el
valor o coraje. Finalmente, la Epithymia es la concupiscencia, igualmente mortal, sede
de los apetitos inferiores. Se ubica en el bajo vientre, su principio es la irracionalidad y
el deseo, y su virtud la templanza. Platón relaciona estas partes del alma según un
orden natural, regidas por la justicia, su cuarta virtud cardinal.

En el Fedro Platón ilustra la naturaleza del alma al compararla con la fuerza unida de
un tiro de corceles alados conducidos por un auriga. Los caballos y el conductor de
las almas de los dioses son buenos, robustos, dóciles y de raza pura; en cambio, en el
caso de los hombres. El carro se ve arrastrado por un caballo dócil y otro díscolo,
dificultando al conductor su manejo. Cuando la montura es perfecta y alada (divina),
surca las alturas y gobierna todo el cosmos, pero la que pierde sus alas se precipita
hacia la tierra y se aferra a un cuerpo.

Las almas de los hombres intentan seguir a las de los dioses, pero dada la naturaleza
compuesta y discordante que poseen, son atraídas por un inmenso remolino que las
precipita en los cuerpos materiales. En esta etapa las alas originales se convierten en
“muñones implumes” que se agitan en el recuerdo de lo Bello captado en los objetos
físicos. La primera encarnación del alma es como hombre, que puede ser de nueve
tipos, dependiendo de la cantidad de verdad que haya contemplado: Amante de la
sabiduría, la belleza, la cultura de las musas y el amor- Monarca, legislador o jefe en
la guerra-Político, administrador u hombre de negocios-Atleta, entrenador o médico-
Profeta o autoridad en los rituales-Poeta o artista imitativo-Artesano o campesino-
Sofista o demagogo.

Quien haya llevado una vida justa tendrá un destino mejor al morir, y el que haya
vivido injustamente, uno peor. Platón dice que de la región supra celeste nadie
regresa antes de cumplir 10.000 años, excepto el filósofo, que recobra sus alas si ha
elegido el mismo tipo de existencia tres veces. Las demás almas, cuando terminan su
primera vida, unas son llamadas a juicio y juzgadas, yendo a parar a prisiones bajo
tierra, donde expían sus injusticias con castigos; y otras, por haber abrazado la
justicia, ocupan un lugar en el interior de los cielos, y después de 1.000 años eligen
libremente su segunda vida, que puede ser como animal o como hombre. El alma que
nunca ha visto la verdad no puede adquirir una forma humana, pues el hombre tiene
como naturaleza comprender las ideas universales, avanzando desde las sensaciones
hasta la unidad que abarca el pensamiento puro. En la vida mortal es posible
FILOSOFIA
GRADO NOVENO
N° 4
recuperar la visión de la Realidad mediante la reminiscencia. De manera que sólo la
razón del filósofo recupera sus alas, al utilizar el recuerdo de lo divino e inmutable,
para perfeccionarse en los Misterios.

El sistema político ideal para Platón

Platón pertenecía a una familia relacionada con la política, contrastaban en él


actividades democráticas y antidemocráticas. Él se oponía a ambos planteamientos
porque ambos engendraban injusticias (muerte de Sócrates). De ahí que en su
clasificación de los sistemas políticos tiranía y democracia ocuparan las últimas
posiciones. Platón orientó su pensamiento a encontrar un sistema político que
instaurara un orden justo.

Un estado justo para Platón es aquel en el que existe armonía y felicidad entre todos
sus ciudadanos. En función de la naturaleza humana, que Platón define
como alma distingue tres clases sociales, pues si bien el alma es única tiene tres
partes:

Así los artesanos o demiurgos, en los que predomina la parte concupiscible,


tenían propiedad, familia y la función de abastecer al resto de los ciudadanos.

Los guerreros, con predominio de la parte irascible, tenían la función de velar por el
orden y la seguridad. Y por último los gobernantes, con predominio de la parte
racional, son los filósofos sabedores de en qué consiste la Justicia y el Bien, por eso
son justos y buenos (intelectualismo socrático). Carecían de propiedades.

El criterio para ubicar cada ciudadano en una clase social es la educación lo que


supone que Platón hace una crítica a la educación recibida a los políticos de
su tiempo por los sofistas, más interesados en bienes materiales y egoístas que en el
bien común.

En su estado ideal, la República, la educación es el criterio que permitirá ubicar en su


posición social natural a cada uno de los ciudadanos y correrá a cargo del Estado,
será gratuita y para todos. Los que no presenten disposición hacia el estudio irán a la
clase de los demiurgos, los que sí serán educados en la dialéctica, es decir, en el
aprendizaje gradual en los distintos niveles, iniciándose en el estudio de
las matemáticas y la astronomía (de la influencia pitagórica), estos serán los futuros
guerreros y la pequeña élite que siga sus estudios hasta alcanzar la Idea del Bien
serán los gobernantes pues según la máxima socrática quien conoce el Bien es bueno
y está por tanto más capacitado para gobernar con Justicia. Los gobernantes
educados en la República no querrán gobernar pero lo harán porque se sentirán en
deuda con el Estado por la formación recibida.

También podría gustarte