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LICENCIATURA EN ENFERMERÍA
UNIDAD DE APRENDIZAJE:
Residencia: Cuidado al Adulto Mayor
Evidencia Teórica 2
Síntesis del Encuentro Alzheimer 2020
8 “A”
#10
25/09/2020
Este tema nos habla de los principales factores de riesgo en relación con la demencia y las
intervenciones que debemos de realizar para tratarlos o disminuirlos. Entre estos factores se
encuentran las enfermedades metabólicas y cardiacas, exposición a toxinas, metales,
pesticidas, estilo de vida sedentario, mala alimentación, adicciones a sustancias, fármacos o
alcoholes; factores genéticos y psicológicos como depresión y ansiedad. Para disminuir
hasta un 56% estos factores de riesgo, se implementan intervenciones multidominio como
lo son el ejercicio físico, nutrición balanceada, entrenamiento cognitivo, control de factores
vasculares, entre otros; esto no solo ayuda a combatir la demencia si no a otras
enfermedades. También nos brinda información sobre los tratamientos no farmacológicos y
farmacológicos. La opción no farmacológica siempre va a ser la mejor opción para
sobrellevar este tipo de enfermedad, en ella nos invitar a educar sobre la misma, crear
formas de abordaje para modificar comportamientos errantes, buscar redes de apoyo,
monitorear la salud en general y factores de riesgo, planear de forma anticipada tanto lo
médico, legal y financiero, y brindar apoyo al cuidador primario. Opción farmacológica:
inhibidores de colinesterasa (Donepecilo, Galantamina y Rivastigmina) y Memantina. Aun
se sigue en la espera de tratamiento modulares y/o preventivos, la mejor opción terapéutica
debe ser centrada en el paciente y su entorno.
El ser humano se divide en tres dimensiones biológica, psicológica y espiritual, debe ser
tomado como un todo para que estas cualidades nos brinden libertad y responsabilidad, las
cuales son la esencia de la existencia. Debemos seguir una filosofía que este destinada a
fomentar la toma de conciencia y la responsabilidad de la persona
La demencia es una enfermedad progresiva que afecta la salud mental y el cerebro, lo cual
contribuye a la discapacidad y dependencia entre los adultos mayores, generando dilemas;
las cuales son situaciones difíciles o comprometidas en donde debemos tomar una postura;
entre los familiares ante la toma de decisiones que afecten la vida del paciente.
Tomar decisiones sobre el cuidado del adulto mayor puede llegar a ser muy difícil para los
familiares, en la mayoría de los casos el rol del cuidador recae en la hija que es ama de casa
o soltera, o en todo caso en el hijo mayor. Aquí es cuando inicia el conflicto familiar debido
a que el rol del cuidador recae en una sola persona, cuando es responsabilidad de todos los
involucrados. Este tipo de hechos puede generar gran estrés en la familia, sin embargo,
debemos de crear mecanismos para combatirlo como la comunicación, trabajo en equipo.
El rol del cuidador primerio debe de recaer en todos los familiares y no en uno solo para
evitar la sobrecarga del mismo o en efecto contratar a alguien que los ayude brindando los
cuidados, esto con la finalidad de poder brindar una atención de calidad al adulto mayor. Es
muy importante respetar la autonomía del paciente con supervisión al momento de brindar
los cuidados sin limitar su independencia, entre los más importantes son la higiene del
paciente: baño diario (cuidado la temperatura del agua, uso de silla o tapete antiderrapante),
uñas limpias y cortas, higiene bucal (uso de pasta dental o bicarbonato en caso de pacientes
postrados), alimentación (nutrición balanceada, evitando niveles altos de azúcar, uso de
cubiertos con mangos gruesos, platos y vasos irrompibles y ligeros), vestimenta (uso de
velcro, evitar cinturones, prendas fáciles de poner y quitar).
El 60 al 80% de las personas con Alzheimer presentan incontinencia funcional lo que puede
ocasionar infecciones, heridas, dermatitis y alteraciones emocionales; en estos casos se
recomienda llevarlo frecuentemente al baño, después y antes de dormir, limitar el consumo
de líquidos en la noche, uso de ropa fácil de quitar, uso de pañal y es muy importante
mantener la piel seca, sobre todo en pacientes postrados para evitar las ulceraciones. Hay
que valorar el movimiento y el entorno del paciente para evitar caídas y lesiones.
Espiritualidad y demencia
Las personas que padecen demencia poseen sentimientos, sufren de heridas y dolor
emocional que pueden afectar a la totalidad de la persona y tiene una importante
repercusión en el entorno en el cual vive. Mencionan que todo ser humano debe ser parte de
un sistema interpersonal, en este caso formar parte del núcleo familiar, debe ser tomado en
cuenta y no ignorado solo por tener demencia debido a que puede causar angustia,
sufrimiento, depresión o ansiedad en la persona lo que pudiera generar un trastorno mental
grave. El padre mencionaba que todos los seres humanos somos seres bio-psico-sociales y
espirituales, con una manera de pensar, sentir y actuar que es única, influenciada por la
condición comunitaria. La espiritualidad es un sentimiento profundo de compasión, de
unidad, de relación y conexión con todo lo que existe, esta afecta todos los planos del ser
humano, esta se mueve más en la dimensión de las vivencias y las emociones que en las
creencias religiosas, razón por la cual una espiritualidad basada en experiencias solidas es
considerada como un elemento de salud.
Signos de alarma: 1) demencia leve: dificultades de compra y para cocinar, deja gas
encendido. 2) Demencia moderada: come poco, irritado, pérdida de peso, no mastica, falta
higiene dental. 3) sin apetito, se distrae, dificultad para masticar, disfagia, perdida del
gusto, constipación.
Conclusión
Cuidar del adulto mayor con demencia no es una tarea nada fácil muchas veces incluso
puede llegar a ser agotador, sin embargo, si mantenemos una actitud positiva, realizamos
los cuidados con amor, paciencia y tratamos con respeto y dignidad a esa persona que
alguna vez fue alguien muy fuerte, independiente y autosuficiente; nos brindara una grata
gratificación y satisfacción ver que esos cuidados que hemos estado sembrando con tanto
esmero y cuidado nos está dando frutos al ver como esa persona que es importante para
nosotros está mejorando su estilo de vida, es imposible detener o revertir esta enfermedad,
sin embargo podemos brindarle una mejor calidad de vida. Tomar este curso me ha traído a
la mente tantos recuerdos vividos con mi abuela que padeció de esta enfermedad en etapas
muy avanzadas y de mi abuelo que aun la padece, momentos en los cuales me sentí
identificada y que tal vez si mi familia y yo hubiéramos recibo este tipo de asesoría antes,
hubiéramos estado más conscientes de las necesidades que estos pudieran presentar, como
satisfacerlas y sobre todo de qué manera tratarlos en cada una de sus etapas.