Érase una vez, en un lejano país, 4 princesas que vivían un tanto retiradas unas de otras, pero igual tenían

una hermosa relación de amistad.

Cierto día decidieron salir juntas de paseo. Algunas personas del reino opinaban que salían demasiado (como el príncipe Tulis) pero ellas hacían
oídos sordos a las críticas y a los maleficios de mal tiempo.
Fue así como el 18 de febrero de 2023 partieron hacia un muy apartado y lejano lugar del reino llamado Malargue. La burbuja de Tunuyán salió
a las 7,40 del castillo de la princesa Sandrina rumbo al castillo de la princesa Monina donde esperaba con su carruaje, la burbuja de La Consulta
y siendo las 8,20 partieron hacia Malargue. El lacayo que conducía el carruaje se encontraba enfermo por lo cual la princesa Moni fue la
conductora asignada. Durante el viaje se produce la primera tontera. La princesa Rutina le comenta a la princesa Sandrina que habrá una misa
en su honor por su jubilación pero hete aquí que la princesa sandrina no lo sabía y era una sorpresa que de esta forma dejó de serlo Así rápido
rápido rápido y parando donde no habían semáforos,a las 10,20 llegaron a su destino.
GAIA, la cabaña que habían alquilado, era hermosa, muy tranquila y con pileta , lástima que no era climatizada porque hacía un frío terrible.
Salieron a dar una vuelta por el reino de Malargue pero ya comenzaron a desilusionarse ya que aparentemente había sido devastado por un
ataque real y no había absolutamente NADA
Como siempre almorzamos la comidita de la princesa Monina, quien tiene el poder de cocinar otorgado por su hada madrina, y había
preparado unas ricas milanesas. Luego decidieron jugar al nunca y bien ponderado Burako. Entre charla, burako y mate comenzaron las
agresiones. La princesa Rutina dijo que la princesa Sandrina era “bajita pero agradable” por no decir “petisa pero pasable”. La princesa Cecilina
preguntó “¿el matrimonio de la cabaña de enfrente se fue” a lo cual las otras princesas le respondieron “No se, ya pregunto “.

Antes de que el hechizo de las agresiones continuara y con sus barrigas vacías, se fueron a cenar a Risco Plateado donde tuvieron un pequeño
inconveniente: habían 580.000.000 de personas por lo que tuvieron que esperar una hora y media. Pero la espera no fue en vano ya que se
comieron dos paneras de pan con roquefort y salsa criolla hasta que llegaron las empanadas (que no cobraron por la demora). Luego de comer
sorrentinos, fideos orientales y matambre al limón y dialogar sobre el pelo platinado de las mujeres la princesa Sandrina tuvo que manejar ya
que las otras tres princesitas estaban borrachitas
Al llegar jugaron al burako para terminar el partido iniciado y después de tomar unas pócimas mágicas la princesa Cecilina ¡¡¡¡ganó el partido!!!
Al día siguiente se cumpliría el sueño de la princesa Rutina: visitar el Volcán Malacara, don que le había otorgado su hada madrina al nacer.
Al llegar el lacayo de CHOIQUE TURISMO en la trafic, la princesa Rutina, encandilada por su belleza, lo besó dulcemente quedando pegada con
un lindo moco que el lacayo tenía en su nariz. La princesa Cecilina subió adelante queriendo conquistar al lacayo con su vómito. Por muyyyyyyy
escarpados caminos llegaron al volcán donde disfrutaron una maravillosa aventura. Allí, luego de haber sido primereada por la princesa
Cecilina con el lacayo de la trafic, la princesa Rutina intercambió su número telefónico con un hombre de la excursión con la excusa de
mandarnos unas fotos pero este estaba con su mujer por lo cual las princesas recibirían un castigo de la bruja del reino.
PIEDRAS
A las 15 hs aproximadamente estaban de regreso. Debido a que el reino estaba en quiebra por culpa de la Maléfica Cristina, las princesas
almorzaron con las sobras de las milanesas de Monina y los restos de Risco Plateado. Luego de almorzar, Cecilina y Monina habían sido
hechizadas con un profundo sueño (en realidad un hechizo de por vida) y se fueron a dormir la siesta mientras Rutina y Sandrina tomaban mate
en la pileta como si hicieran 40 grados.
A la tardecita salieron a comprar lo necesario para el asado del día siguiente (traído del reino de Mailin ) . Antes de salir Cecilina tenía sus
anteojos muyyyy sucios pero no quería lavarlos por miedo a que se les fuera el aumento (Tooonnntaaaa). Al salir Sandrina acotó: “por suerte se
paró el viento” y fue levantada por el aire por una ráfaga gigante (mas toooontaaaa).
Luego de las compras fueron a cenar a Bairoletto pero hete aquí que la quiebra del reino no les permitió quedarse ya que la comida era muy
cara por lo cual, después de ver la carta, las 4 princesitas se pararon poco disimuladamente y se retiraron del lugar para intentar cenar en Risco
Plateado. Pero el maleficio continuaba y allí nos recibió una hermosa araña peluda que horrorizó a Cecilina y además no había lugar para cenar
por lo que terminaron comiendo pizza de delivery en la cabaña.----------------
Y llegó el momento tan ansiado: jugar al Burako. Las princesitas Rutina y Cecilina no habían sido demasiado agraciadas por las hadas madrinas
de las matemáticas por lo que en un momento en lugar de restar puntos en contra los sumaban a su favor. Y continuaban las agresiones,
Cecilina hizo callar a Rutina diciéndole “¡vos cállate con esa camisa de señora grande! “, Monina no dejaba hablar a Cecilina, y Sandrina se
enojaba porque no podía ganar.
Ante esta situación y cansadas del paseo se fueron a dormir luego de tomar la pócima de la curandera del reino: “Clona”
Al día siguiente los ánimos ya se habían calmado por lo que las 4 desayunaron juntas y continuaron con el burako interrumpido mientras la
princesa rutina hacía el asado, ya que junto a ser muy buena cebadora de mate, eran los dones que le había regalado su hada madrina en su
bautismo. Luego comenzó la infaltable sesión de fotos.-----------------------
Y como la belleza produce hambre la princesa Rutina mostró una vez más el don recibido por su hada madrina:hacer asados riquísimos
Luego del excelente asado fueron a conocer los Laberintos de Malargüe, pero allí no se manifestó ningún don en ninguna princesa por lo cual
tuvieron que pedirla ayuda a una niña para salir.
Volvieron a la cabaña y Monina tuvo un gran problema: había perdido el don de la orientación por lo cual se tuvo que dejar guiar.
Ya en la cabaña y con unos ricos mates seguimos con el Burako ¿y quién creen que ganó? CECILINA nuevamente! Y fue ahí cuando entendieron
que ella había recibido el don de jugar al burako porque era la única forma de que siguiera ganando.
Muy chinchudas y prometiendo buscar el reglamento del Burako se fueron a dormir.
Al día siguiente la magia terminaba y había que volver a la realidad. Luego de desayunar y charlar con unos mates las 4 princesas emprendieron
el regreso muy contentas de haber compartido nuevamente un hermoso paseo y queriéndose un poquito más.
Y colorín colorado este cuento del viaje a Malargue ha terminado.apatito lindo, zapatito roto, con el próximo viaje te cuento otro.
Érase una vez, en un lejano país, 4 princesas que vivían un tanto retiradas
unas de otras, pero igual tenían una hermosa relación de amistad. Cierto
día decidieron salir juntas de paseo. Algunas personas del reino opinaban
que salían demasiado (como el príncipe Tulis) pero ellas hacían oídos
sordos a las críticas y a los maleficios de mal tiempo.
Fue así como el 18 de febrero de 2023 partieron hacia un muy apartado y
lejano lugar del reino llamado Malargüe. La burbuja de Tunuyán salió a las
7,40 del castillo de la princesa Sandrina rumbo al castillo de la princesa
Monina donde esperaba con su carruaje, la burbuja de La Consulta y
siendo las 8,20 partieron hacia Malargüe.
El lacayo que conducía el carruaje se encontraba enfermo por lo cual la
princesa Monina fue la conductora asignada. Durante el viaje se produce la
primera tontera. La princesa Rutina le comenta a la princesa Sandrina que
habrá una misa en su honor por su jubilación pero hete aquí que la princesa
Sandrina no lo sabía y era una sorpresa que de esta forma dejó de serlo Así
rápido, rápido, rápido y parando donde no habían semáforos, a las 10,20
llegaron a su destino.
GAIA, la cabaña que habían alquilado, era hermosa, muy tranquila y con
pileta, lástima que no era climatizada porque hacía un frío terrible.
Salieron a dar una vuelta por el reino de Malargüe pero ya comenzaron a
desilusionarse ya que aparentemente había sido devastado por un ataque
real y no había absolutamente NADA
Como siempre almorzamos la comidita de la princesa Monina, quien tiene el
poder de cocinar otorgado por su hada madrina, y había preparado unas
ricas milanesas. Luego decidieron jugar al nunca y bien ponderado Burako.
Entre charla, burako y mate comenzaron las agresiones: Al llegar jugaron al Burako para terminar el partido iniciado y después de
tomar unas pócimas mágicas la princesa Cecilina ¡¡¡¡ganó el partido!!!
. La princesa Rutina dijo que la princesa Sandrina era “bajita pero
agradable” por no decir “petisa pero pasable”. La princesa Cecilina
preguntó “¿ el matrimonio de la cabaña de enfrente se fue?” a lo cual las
otras princesas le respondieron “No sé, ya pregunto “.
Antes de que el hechizo de las agresiones continuara y con sus barrigas
vacías, se fueron a cenar a Risco Plateado donde tuvieron un pequeño
inconveniente: habían 580.000.000 de personas por lo que tuvieron que
esperar una hora y media. Pero la espera no fue en vano ya que se
comieron dos paneras de pan con roquefort y salsa criolla hasta que
llegaron las empanadas (que no cobraron por la demora). Luego de comer
sorrentinos, fideos orientales y matambre al limón y dialogar sobre el pelo
platinado de las mujeres la princesa Sandrina tuvo que manejar ya que las
otras tres princesitas estaban borrachitas
Al día siguiente se cumpliría el sueño de la princesa Rutina: visitar el
Volcán Malacara, don que le había otorgado su hada madrina al nacer.
Al llegar el lacayo de CHOIQUE TURISMO en la trafic, la princesa Rutina,
encandilada por su belleza, lo besó dulcemente quedando pegada con un
lindo moco que el lacayo tenía en su nariz.
La princesa Cecilina subió adelante queriendo conquistar al lacayo con su
vómito. Por muyyyyyyy escarpados caminos llegaron al volcán donde
disfrutaron una maravillosa aventura. Allí, luego de haber sido primereada
por la princesa Cecilina con el lacayo de la trafic, la princesa Rutina
intercambió su número telefónico con un hombre de la excursión con la
excusa de mandarnos unas fotos pero este estaba con su mujer por lo cual
las princesas recibirían un castigo de la bruja del reino.
A las 15 hs aproximadamente estaban de regreso. Debido a que el reino
estaba en quiebra por culpa de la Maléfica Cristina, las princesas
almorzaron con las sobras de las milanesas de Monina y los restos de Risco
Plateado.
Luego de almorzar, Cecilina y Monina habían sido hechizadas con un
profundo sueño (en realidad un hechizo de por vida) y se fueron a dormir
la siesta mientras Rutina y Sandrina tomaban mate en la pileta como si
hicieran 40 grados.
A la tardecita salieron a comprar lo necesario para el asado del día
siguiente (traído del reino de Mailin ) .
Al salir Sandrina acotó: “por suerte se paró el viento” y fue levantada por
el aire por una ráfaga gigante (mas toooontaaaa).
Luego de las compras fueron a cenar a Bairoletto pero hete aquí que la
quiebra del reino no les permitió quedarse ya que la comida era muy cara
por lo cual, después de ver la carta, las 4 princesitas se pararon poco
disimuladamente y se retiraron del lugar para intentar cenar en Risco
Plateado. Pero el maleficio continuaba y allí nos recibió una hermosa araña
peluda que horrorizó a Cecilina y además no había lugar para cenar por lo
que terminaron comiendo pizza de delivery en la cabaña.
Y llegó el momento tan ansiado: jugar al Burako. Las princesitas Rutina y Y como la belleza produce hambre la princesa Rutina mostró una vez más
Cecilina no habían sido demasiado agraciadas por las hadas madrinas de el don recibido por su hada madrina: hacer asados riquísimos
las matemáticas, por lo que en un momento en lugar de restar puntos en
contra los sumaban a su favor. Y continuaban las agresiones, Cecilina hizo
callar a Rutina diciéndole “¡vos cállate con esa camisa de señora grande! “,
Monina no dejaba hablar a Cecilina, y Sandrina se enojaba porque no
podía ganar.
Ante esta situación y cansadas del paseo se fueron a dormir luego de
tomar la pócima de la curandera del reino: “Clona”

Luego del excelente asado fueron a conocer los Laberintos de Malargüe,

pero allí no se manifestó ningún don en ninguna princesa por lo cual
tuvieron que pedirla ayuda a una niña para salir.

Al día siguiente los ánimos ya se habían calmado por lo que las 4

desayunaron juntas y continuaron con el burako interrumpido mientras la
princesa rutina hacía el asado, ya que junto a ser muy buena cebadora de
mate, eran los dones que le había regalado su hada madrina en su
bautismo. Luego comenzó la infaltable sesión de fotos.
Volvieron a la cabaña y Monina tuvo un gran problema: había perdido el
don de la orientación por lo cual se tuvo que dejar guiar.
Ya en la cabaña y con unos ricos mates seguimos con el Burako ¿y quién
creen que ganó? CECILINA nuevamente! Y fue ahí cuando entendieron que
ella había recibido el don de jugar al burako porque era la única forma de
que siguiera ganando. Pero junto a la victoria había un embrujo: ella debía
lavar los platos
Muy chinchudas y prometiendo buscar el reglamento del Burako se fueron
a dormir.
Al día siguiente la magia terminaba y había que volver a la realidad. Luego
de desayunar y charlar con unos mates las 4 princesas emprendieron el
regreso muy contentas de haber compartido nuevamente un hermoso
paseo y queriéndose un poquito más.
Y colorín colorado este cuento del viaje a Malargüe ha terminado. Zapatito
lindo, zapatito roto, con el próximo viaje te cuento otro.