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Vamos a iniciar con esta gran historia, primero debes tener claro que está no es

la típica historia que relata las aventuras de una linda princesa, ejemplar, mejor
dicho un maravilloso ser, llena de virtudes, que conoce a su príncipe azul, claro
debe de ser físicamente bello, que rescata a la princesa, luego se casan, viven
en un hermoso castillo y tienen unos lindos hijos y fin, no….
Está es una historia llena de magia, imaginación, aventuras, algunos casos
extraños que le van a suceder a nuestra protagonista, en fin, sin más espera
vamos a iniciar.
Es una villa muy lejana de Transilvania existía un tétrico castillo, donde vivía el
conde Juan I y su esposa la condesa María, ellos gobernaban una villa algo
extraña ya que sus habitantes no eran físicamente normales, algunos tienen
forma de animales, cosas materiales entre otros, hablando un poco más de sus
gobernantes, siempre soñaban en tener un hijo que tuviera el bagaje para
gobernar su villa, puesto que sus habitantes tenían que ser gobernados con
firmeza. ¡Ah! Se me olvidaba mencionar algo y es que todos los personajes de
este cuento tienen poderes mágicos, pero no cualquier poder, eran los mejores
poderes del mundo, sin distraerlos más continuemos.
Al pasar los años la condesa María no podía quedar embarazada, en medio de
su desespero decidió ir a visitar al habitante más inteligente de la villa que es el
señor Cuervo, era un cuervo que tiene problemas de la visión, porque utiliza unas
gafas gigantes, que las sostenía con su pico algo viejo y desgastado por su larga
vida. la condesa buscó la casa del señor cuervo para tratar de hablar con este y
la pudiera ayudar con su problema, tan distraído como siempre él cuervo
escucho el rechinar de las puertas de su casa y alzando su mirada se sorprendió
al ver una persona tan importante en su humilde hogar, donde sin dar espera le
brindo agua, café, vino o té, pero la condesa en medio de su desespero, rechazo
las ofertas que amablemente el cuervo le brindaba, sin tanto protocolo la
condesa pregunto al ser mas inteligente de su villa que si le ayudaba a concebir
un hijo o heredero al trono de su castillo, le prometía todas las riquezas del
mundo o lo que él más deseara desde el fondo de su alma. El cuervo la mira y
retirando sus gafas de su enorme pico, le dice “Lo siento Madame, yo un cuervo
solitario, viejo y algo cansado, no puedo darle una solución de algo que ha
soñado por muchos años, si ni siquiera la formula a su deseo la conozco yo”.
La condesa sin perder la esperanza de concebir un hijo, acude al lugar más
recóndito de la villa y era la casa de las tres hermanas brujas, su aspecto físico
no era tan deseable de ver, una de ellas tenía un solo ojo, la segunda se
diferenciaba por su cabello lleno de serpientes y la tercera no menos importante
era hermosa pero su único defecto era que no tenía voz, la condesa pidió con
desespero a ellas, poder tener un hijo, un heredero a su trono o alguien con quien
pasar su tiempo cuando el conde no se encontraba, prometió darles riquezas o
lo que su alma en el fondo deseara, las brujas aprovechando la condición débil
de la condesa, solicitaron muchas cosas para poder realizar el hechizo y así darle
el hijo que tanto deseaba.
Todo se realizó como las brujas lo solicitaron, tan solo que para poder completar
el deseo de ella, le hacían prometer que iba a renunciar a todo poder que poseía,
que renunciaría a todos los privilegios como dueña y única propietaria de la villa,
y sus habitantes ya no la iban a recordar, eran los requisitos que solicitaban para
poder ayudarla. Aceptando la propuesta de las hermanas brujas, la condesa
decide sumirse en un profundo sueño dejando su vida y la de su futuro bebé en
manos de aquellos seres que le prometían un futuro brillante.
De golpe se levantó la condesa al tener aquel sueño, mirando a su lado al bebé
de cabello castaño y un a su mano derecha al conde quien dormía plácidamente
en aquella cama enorme. Una sonrisa salió de sus labios y volvió a la cama para
tener su siguiente sueño.

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