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Jarabe casero para sacar flemas de los pulmones

Existen diferentes tipos de tos. En el caso de la popularmente llamada


“tos con flema” (productiva en términos médicos), existen síntomas
específicos y por ende, remedios naturales puntuales. Puedes
aprender en el siguiente artículo más de un jarabe casero para sacar
flemas de los pulmones, así como también ciertas recetas naturales
muy eficaces.

Tos productiva: qué saber


Si sientes opresión en el pecho y al respirar percibes un silbido; si al
toser expectoras flemas o si sientes mucosidad adherida en las vías
aéreas o pecho, entonces, tienes este tipo de tos. La tos productiva
o húmeda es la consecuencia de acumular flemas espesas, que
pueden ser de tres colores: blanca, amarilla y verde, aunque todas
se expulsan al toser.
La respuesta normal y orgánica del cuerpo será siempre toser para
eliminar aquello que le moleste o no sea natural de los pulmones. Los
síntomas de la tos productiva son:
 Tos persistente.
 Flema pegajosa que se expulsa al toser.
 Sonido silbante al toser o respirar.
 Sensación de opresión.
 Congestión o pesadez en el pecho.
 Elevada de tos por las mañanas.
Como se dijo antes, las flemas pueden ser de diferentes colores,
por ello es necesario prestar atención para saber a qué se deben:
 Si es clara o transparente, es una flema normal.
 Si es amarilla, se debe a una respuesta inmunitaria a una inflamación
en las vías área.
 Si es verde, hay una infección bacteriana seria como la bronquitis.
 Si es marrón, es por smog o aire contaminado.
 Si es gris, se debe al humo del cigarrillo.
 Si es rosa, se da en el caso de personas asmáticas.

Jarabe casero para eliminar las flemas de los pulmones


Se trata de una receta más que eficaz para quitar la mucosidad de los
pulmones, no está contraindicado en los niños pequeños. Los
ingredientes necesarios son:
 Una cucharada de raíz de malvavisco.
 Una cucharada de semillas de lino.
 Una cucharada de salvia.
 Un limón cortado en rebanadas.
 Una taza de agua.
 Una taza de azúcar mascabado.
Coloca en una cacerola el agua con el azúcar y lleva a hervir hasta
que se derrita. Añade los demás ingredientes, mezcla bien y retira del
fuego. Deja pasar quince minutos y cuela, pasando a un frasco de
vidrio con tapa hermética. Bebe una cucharada de este jarabe para la
tos tres veces al día hasta que el cuadro mejore. Debes guardarlo en
la nevera para que no se eche a perder.
Remedios caseros para la tos con flema
Como complemento al jarabe explicado antes, puedes aprovechar las
recetas naturales para eliminar las flemas (cuando son de color
blanco, las más leves) al toser.
Vapores de agua
Es uno de los remedios caseros más antiguos y a la vez eficaces para
decirle adiós a las flemas. Pueden hacerse los vapores con agua
únicamente o algunos también optan por añadir un puñado de sal
gruesa o ciertas hierbas medicinales que ayuden en los problemas
respiratorios, como por ejemplo la menta, el eucalipto, el sauco, el
tomillo y la salvia. Coloca una olla con agua a hervir. Cuando entre en
ebullición, acercar la cabeza y taparse con una toalla como si fuera
una tienda.
Remedio con miel y pimienta
Ambos elementos tienen un gran poder expectorante, lo que ayuda a
expulsar la flema a través de la tos. Mezcla una cucharada
de miel con una pizca de pimienta negra molida, dos veces al día.

Remedio con cebolla


Este vegetal tiene más de un beneficios para nuestra salud. Por
ejemplo, la cebolla es desinfectante y desinflamatoria, sobre todo para
las vías respiratorias. Para tratar la tos con flema puedes aprovechar
sus bondades de diferentes maneras. Una es muy simple: cortar por
la mitad y oler su aroma directamente. Otra alternativa es realizar
un té con una cebolla y un litro de agua hervidos (beber tres tazas al
día del líquido resultante filtrado y endulzado con miel, limón y
jengibre).
Remedio para eliminar las flemas con ajo
Otro de los aliados para las personas con enfermedades respiratorias.
Esto se debe a que el ajo tiene muchos compuestos valiosos que lo
convierten en un antibiótico natural. Puedes cortar un diente y comerlo
crudo, ya sea solo o en ensaladas. Algunos optan por hacer una
infusión con agua hirviendo, igual que la receta de cebolla.
Remedio con leche y jengibre
Necesitarás una rebanada pequeña de raíz de jengibre y un vaso de
leche bien caliente. El primero de los dos ingredientes tiene
propiedades expectorantes y si a eso le sumamos la temperatura de la
leche, podrás eliminar la flema que tanto te molesta. Es un remedio
maravilloso para la hora de dormir. Mezcla ambos y bebe antes de que
se enfríe. Te servirá también para conciliar el sueño y respirar mejor.

Expulsar la flema – 7 Remedios caseros para la tos con


flemas

 Categoría: Salud /
 Enviado por: Cathy L.

> Descripción del truco casero:

Tengo bastante flema pero no puedo expulsarla fácilmente,


¿qué remedio natural puedo tomar para expulsar la flema?
¿Qué hierbas o productos medicinales existen para la tos con
flema? y ¿cómo desinflamo mis amígdalas?

¿Qué remedios caseros pueden tomar los niños para expulsar


la flema? Ayuda por favor.

Descubre 7 tips caseros para expulsar la flema fácilmente.

1. Miel y pimienta blanca. Un tratamiento casero para


expectorar la flema es la miel con la pimienta blanca. Sirve
una cucharadita de miel y agrega una pizca de pimienta.
También puedes preparar una infusión de manzanilla y
agregar la miel con la pimienta blanca. Realiza este tip casero
dos veces al día.
2. La cebolla. La tos con flema amarilla se cura con la cebolla por ser un buen desinflamante y
desinfectante en las vías respiratorias. Corta una cebolla en cuadros, agrega un poco de jengibre y
prepara una infusión. Endulza con miel de abejas. Tomar este jarabe casero para la tos con flema
dos veces al día. Para tratar la flema en niños, no agregues jengibre.
3. El ajo. El ajo es otro buen antibiótico natural contra la tos,
efectivo para expulsar fácilmente la flema y excelente
descongestionante. Puedes comerlo directamente (en
ensaladas o con el pan) o en infusión.

4. El limón. Este fruto tiene una alto contenido de vitamina


C, aumenta las defensas del cuerpo, alivia la inflamación de
las amígdalas y es un buen expectorante. En media taza de
agua tibia, agrega dos jugos de limones y endulza con una
cucharada de miel. Tomar esta receta casera para desinflamar
las amígdalas y botar la flema tres veces al día.

5. El rábano y el nabo. Las propiedades del rábano y el


nabo facilitan la eliminación de la mucosidad por ser
antibiótica y mucolítica. Corta un nabo en finas rodajas y
agrega un poco de azúcar sobre ella. Deja reposar unos
minutos y cuando veas que el nabo o el rábano ha soltado
todo su líquido, toma todo eso. Este remedio casero para la
tos con flema verde es muy efectivo para adultos y niños con
flemas. Puedes repetirlo 2 veces al día. También, puedes
consumirla en ensaladas.

6. El propóleo. Los beneficios y propiedades del propóleo


son muchísimas, actúa como cicatrizante, antiinflamatorio,
antibacteriano, antioxidante, entre otros. El propóleo sirve
para curar la tos en adultos y niños ya que contribuye a
aflojar la flema de los bronquios. Si es el propóleo en gotas,
tomar 10 gotas mezclado con agua para adultos y en niños 5
gotas dos veces al día.

7. El agua. Otro remedio para expulsar naturalmente la


flema es el agua. Toma 2 litros de agua tibia al día para
hidratarte y facilitar la expulsión de las flemas.

Daiian
08/11/12
hola sere breve mi bebe tiene la misma edad que el tuyo y acaba de
pasar por una bronquiolitis grabe y pues creemelo nada les quita la
flema si ya esta abanzada te recomendare 2 cosas
1, NUNCA te auto mediques puedes hacerle mucho daño a tu bebe ok
2, te recomiendo que le compres un nevulizador es mas varato que
hospitalizarlo ok el doctor si lo encuentra con mucha flema te dira que
hay que nevulizarlo ok mi pediatra me dijo que lo nevulizara con 2cc
de solucion salina y 3 gotas de sambutamol y gracias a Dios mi bebe
esta bien, el que te aya dicho esto no quiere decir que lo hagas ok
porque el sambutamol es muy peligroso si le das mas de la dosis
recomendada mejor preguntale a tu medico
espero haberte ayudado besos y abrazos al baby y que se recupere ok

Responder  3
  

Daiian
08/11/12
a por cierto los bebes son como uno no esperes que la flema se le
quite en 3 dias tendras que esperar ok porque la flema tarda en quitarc
lo importante es que no se le tape la via respiratoria al bebe y mas si
tiene mucosidad en la nariz 

Responder  1

  

beeaattriizz
08/11/12
 MIRA MI NIÑA ESTABA ENFERMA TENIA FLEMAS Y MOQUILLO Y
LA LLEVE CON EL DR Y LE PUSO UNA NEUBOLIZACION Y LE DIO
UNA MEDICINA LLAMADA MUCOLIN Y EN 3 DIAS SE ALIVIO YO
TE ACONSEJARIA QUE LA LLEVARAS CON EL PEDIATRA;)

Responder  0

  

MaryB3
10/11/12
Lleva a tu bebe con el pediatra, pero puedes empezar aun sin llevarlo
con nebulizaciones con pura solucion salina, unos 3ml, cuando
termine la nebulizacion, le das golpesitos en la espalda para soltar las
flemas. Lo que hace la solucion salina es ablandar el moquito y con los
golpecitos haces que estos se muevan y despejen las vias
respiratorias. El salbutamol, como te dice la chica, es peligroso, por
eso debe recomendarlo el pediatra, decirte la cantidad y tiempos en
que los utilizaras y respetarlos, (este medicamento es para dilatar los
bronquios, y asi dejar pasar mas aire, el cual es dificil que pase por las
flemas e hinchazon que estas probocaron) por eso es tan importante
que sea una dosis adecuada para tu bebe, no dejes de llevarlo al
pediatra lo mas pronto posible para que sea el quien vea que tiene y
como aliviar a tu bebe.

Responder  0

  

Caamy16
10/11/12
ES NECESARIO QUE LO LLEVES CN EL PEDIATRA LAS FLEMAS
LES OBSTRUYEN LOS BRONQUIOS Y NO RESPIRAN BIEN MI
BEBE AL MES DE VIDA TUVO UNA BRONQUILITIS ESTUVO
HOSPITALIZADO Y CON OXIGENO PORQUE NO PODIA
RESPIRAR BIEN DE VERDAD TE ACONSEJO QUE LA LLEVES
ESTAN MUY PEQUEÑITOS TODAVIA Y PUEDEN EMPEORAR MUY
RAPIDO !

Responder  0

  

nanameli2000
10/11/12
mira como todas lo han dicho llevalo al medico pero como remedio
ponlo voca abajo y dale palmaditas en la espalda en la altura de los
pulmones eso ayudara a que arroje las flemas  cada hora ,dale te
caliente de manzanilla, evita darle leche de polvo por que no la vomite
sdale agua de arroz en lugar de leche, si le das pecho continua. el
agua de arroz es 3 tazas de agua por una de arroz dejas hervir hasta
que el arroz se esponje cuelas y eso agua le das tibia, evita corrientes
de aire en donde este, si tiene o duerme solo evita que la cuna este
pegada a la ventana o pared y si tienes piso pon un tapete debajo de
la cuna para que no le toque frio no lo banes por hoy, solo limpialo con
aceite, hasta que lo revise el medico.. es cuestion de Alerta si tu bebe
respira agitado y se ve que sume su pansita al respirar,, podrias poner
a hervir agua en una olla grande eso dara humedad a tu casa, si
utilizas toallitas humedas calientalas en microondas o agua calientita
para limpiarlo trata de que no se moje el pechito y no destaparlo ,
revisa cada hora si no le da temperatura, y utiliza la bombilla de flemas
para ayudarlas a sacar ..y te recomiendo solo por hoy desvelarte a
cuidar que tu bebe no se ahogue con las flemas,,Suerte y bendiciones
para tu bebe

Responder  1

  

ali8301 
Mensaje original
12/11/12
Gracias a todas por sus comentarios, me han ayudado mucho :D

Responder  0

  

HanN1
12/11/12
pues habla con tu pediatra para ver si pueden nebulizarla ese es para
expulsar la flemas pero comentale para que te recete lo que vayas a
adquirir osea el medicamento que se necesita para hacerlo

Mi bebé tiene mucha tos y fiebre. ¿Podría tratarse de una neumonía?


Es posible, ya que la tos y la fiebre constituyen dos de los síntomas
principales de la neumonía (también conocida como pulmonía). Otros
síntomas pueden incluir los siguientes:

 Debilidad.
 Vómitos.
 Diarrea.
 Pérdida del apetito.
 Dificultad para respirar.

La neumonía puede aparecer en cualquier momento, pero por lo


general se manifiesta en invierno y primavera, a menudo después de
un resfriado u otra infección de las vías respiratorias superiores. 

Si piensas que tu bebé puede tener neumonía, debes llevarlo de


inmediato al médico. Algunos casos son leves, pero la neumonía
también puede ser grave. 

¿Hay diferentes clases de neumonía?


Sí. La neumonía es un término general que hace referencia a una
infección de los pulmones, y la pueden producir muchos organismos
diferentes. 

En los bebés y niños pequeños, la neumonía puede ser ocasionada


por el virus sincitial respiratorio ("RSV" por sus siglas en inglés) y el
estreptococo del grupo B (EGB o "GBS" por sus siglas en inglés). Los
bebés más grandecitos o los niños pequeños podrían contraer
neumonía como resultado de otras infecciones bacterianas o virales. 

Los médicos agrupan la neumonía en dos categorías: viral y


bacteriana. 

Si tu hijo tiene neumonía bacteriana, probablemente presentará


síntomas repentinos tales como los que se incluyen a continuación:

 Fiebre alta.
 Respiración acelerada.
 Tos.
 No tendrá deseos de comer y parecerá muy enfermo.
 Dificultades para respirar (observa si hay aleteo nasal o hundimiento
del pecho cuando respira).
 Pulso acelerado.
 Labios o uñas azulados.
 Un aspecto débil.
 Vómitos.
 Diarrea.
Otros síntomas poco comunes incluyen el dolor de estómago y la
tortícolis. 

La causa habitual es el Streptococcus pneumoniae, pero hay otras


bacterias estreptocócicas (como por ejemplo el Staphylococcus
aureus o la Chlamydia pneumoniae) que también pueden producir
neumonía. 

La neumonía viral empieza por lo general como un resfriado, pero los


síntomas empeoran lenta e ininterrumpidamente. Posiblemente tu hijo
presente fiebre de 101,5 grados Fahrenheit (38,6 grados centígrados)
o más, con tos cada vez más fuerte, silbidos en el pecho y respiración
acelerada. También puede presentar otros síntomas como debilidad,
vómitos o diarrea. 

La neumonía viral suele ser menos grave que la neumonía bacteriana


y, aunque no puede derivar en bacteriana, sí puede generar en tu hijo
una mayor propensión a la forma bacteriana de la enfermedad. 

Entre los virus que originan la neumonía se encuentran el virus sincitial


respiratorio, el virus paragripal, el adenovirus y el virus de la gripe. 

¿Cómo se diagnostica la neumonía?


Durante la consulta, el médico observa cómo respira el bebé y
ausculta (escucha) sus pulmones con un estetoscopio. Esto le permite
detectar cualquier disminución de los sonidos respiratorios o cualquier
otro ruido anormal que haya. Tu bebé estará respirando muy rápido
para ingresar más oxígeno porque algunos de los alvéolos pulmonares
estarán llenos de líquido. 

Si el médico piensa que tu pequeño tiene neumonía, seguramente


querrá hacer una radiografía de su tórax, un análisis de sangre o un
análisis del líquido de su nariz. Para asegurarse que tu bebé obtiene el
oxígeno necesario, es posible que el médico utilice un oxímetro de
pulso, un aparato sencillo (en forma de clip o pinza) que se coloca en
el dedo para medir la saturación de oxígeno. 

¿Cuál es el tratamiento?
Para la neumonía bacteriana, los médicos recetan antibióticos. La
neumonía viral no responde a antibióticos, por lo cual el tratamiento
seguramente se limitará a hacer reposo e ingerir líquidos. De hecho,
incorporar suficiente cantidad de líquido es fundamental para combatir
la deshidratación derivada de la respiración acelerada y la fiebre que a
menudo se presenta como efecto secundario de la neumonía. 

Quizás puedes usar un humidificador o vaporizador de aire frío para


humedecer el aire de la habitación de tu hijo, y consulta con tu médico
si le puedes dar acetaminofén para la fiebre o (si es mayor de 6
meses) ibuprofeno. 

Si tu bebé necesita que le traten la neumonía bacteriana en el hospital,


es posible que le administren líquidos y antibióticos por vía
intravenosa. Seguramente el personal de enfermería le aspirará la
nariz con regularidad y controlará los niveles de oxígeno en sangre
con un sensor de oximetría de pulso. También puede ser que le
coloquen un tubo o máscara de oxígeno de nariz para facilitarle la
respiración. 

La mayor parte de las neumonías que no traen complicaciones


experimentan mejoría en una semana, aunque la tos puede persistir
durante varias semanas. 

¿Qué puedo hacer para evitar que mi bebé se enferme de neumonía?


Aquí tienes algunos consejos para aumentar las posibilidades de que
tu hijo padezca neumonía en el futuro: 

Mantén su programa de vacunación al día. La vacuna contra la


Haemophilus influenzae tipo B o Hib, la vacuna contra la difteria, el
tétanos y la tos ferina o DTaP, la vacuna contra el sarampión, las
paperas y la rubéola o MMR, la vacuna contra la gripe (una vez que tu
bebé tenga 6 meses), la vacuna contra la varicela y la vacuna
antineumocócica, pueden todas ellas ayudar a prevenir la neumonía. 

Consulta con el médico en caso de que tu bebé no haya recibido


alguna de las vacunas arriba mencionadas. Lee nuestro artículo sobre
las vacunas que necesita tu bebé. 
Practica una buena higiene. Lava tus manos y las manitas de tu
bebé con frecuencia para evitar la propagación de los gérmenes. No
permitas que comparta tazas o utensilios con otras personas. Lava
con regularidad todos los lugares (como el teléfono, los juguetes, las
perillas de las puertas y la manija de la puerta del refrigerador) que
puedan estar en contacto con partes del cuerpo que tengan
gérmenes. 

Haz de tu casa un hogar libre de humo. Si tú o tu pareja fuman,


háganlo afuera, y pide a las visitas que hagan lo mismo. Mejor aún,
consulta con tu médico y encuentra un programa que te ayude a dejar
el tabaco. Hay estudios que demuestran que los niños que conviven
con el humo del cigarrillo, incluso por periodos cortos de tiempo, se
enferman con mayor frecuencia y son más propensos a la neumonía,
a las infecciones de las vías respiratorias superiores, al asma y a
las infecciones de los oídos.

Revisado en mayo 2013


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bebés
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Un miembro de BabyCenter
31/01/15
hola yo les digo a las mamas que cuando sientan que sus bbes no
andan bien mejor llevarlos con el doctor mi bebe de un año un mes
tenia mocos solamente al otro dia tenia fiebre pero no la vi tan mal aun
asi la lleve al medico y me dijo que la llevara a urgencias que tenia
neumonia gracias a dios viral le dieron nebulizaciones estuvimos dos
dias en el hospital pro ya esta mejor con cuidados en la casa

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yerajadi
26/01/15
Para las mamis q sus bebes ya tuvieron neumonía tengo un susto
grande xq mi bebe tiene 6 mss y a tenido tos y desde el sábado le a
dado fiebre el domingo paso bien sin fiebre pero anoche le subió o
través y ahorita esta bien melé dieron un inalador y lo estoy usando ...
Y aveces tiene estornudos esto es síntoma de neumonía????

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Un miembro de BabyCenter
22/01/15
ola mi bebe tiene ya 15 dias kon gripe podria ser neu

HTTP :// ESPANOL.BABYCENTER .COM/A7300017/ NEUMON %C3%AD A-EN-


BEB%C3%A9 S#IXZZ3WDQW 8MVZNeumonía en bebés

Escrito para BabyCenter en Español


Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en
Español.
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En este artículo
 Mi bebé tiene mucha tos y fiebre. ¿Podría tratarse de una
neumonía?
 ¿Hay diferentes clases de neumonía?
 ¿Cómo se diagnostica la neumonía?
 ¿Cuál es el tratamiento?
 ¿Qué puedo hacer para evitar que mi bebé se enferme de
neumonía?
Mi bebé tiene mucha tos y fiebre. ¿Podría tratarse de una neumonía?
Es posible, ya que la tos y la fiebre constituyen dos de los síntomas
principales de la neumonía (también conocida como pulmonía). Otros
síntomas pueden incluir los siguientes:

 Debilidad.
 Vómitos.
 Diarrea.
 Pérdida del apetito.
 Dificultad para respirar.

La neumonía puede aparecer en cualquier momento, pero por lo


general se manifiesta en invierno y primavera, a menudo después de
un resfriado u otra infección de las vías respiratorias superiores. 

Si piensas que tu bebé puede tener neumonía, debes llevarlo de


inmediato al médico. Algunos casos son leves, pero la neumonía
también puede ser grave. 

¿Hay diferentes clases de neumonía?


Sí. La neumonía es un término general que hace referencia a una
infección de los pulmones, y la pueden producir muchos organismos
diferentes. 

En los bebés y niños pequeños, la neumonía puede ser ocasionada


por el virus sincitial respiratorio ("RSV" por sus siglas en inglés) y el
estreptococo del grupo B (EGB o "GBS" por sus siglas en inglés). Los
bebés más grandecitos o los niños pequeños podrían contraer
neumonía como resultado de otras infecciones bacterianas o virales. 
Los médicos agrupan la neumonía en dos categorías: viral y
bacteriana. 

Si tu hijo tiene neumonía bacteriana, probablemente presentará


síntomas repentinos tales como los que se incluyen a continuación:

 Fiebre alta.
 Respiración acelerada.
 Tos.
 No tendrá deseos de comer y parecerá muy enfermo.
 Dificultades para respirar (observa si hay aleteo nasal o hundimiento
del pecho cuando respira).
 Pulso acelerado.
 Labios o uñas azulados.
 Un aspecto débil.
 Vómitos.
 Diarrea.

Otros síntomas poco comunes incluyen el dolor de estómago y la


tortícolis. 

La causa habitual es el Streptococcus pneumoniae, pero hay otras


bacterias estreptocócicas (como por ejemplo el Staphylococcus
aureus o la Chlamydia pneumoniae) que también pueden producir
neumonía. 

La neumonía viral empieza por lo general como un resfriado, pero los


síntomas empeoran lenta e ininterrumpidamente. Posiblemente tu hijo
presente fiebre de 101,5 grados Fahrenheit (38,6 grados centígrados)
o más, con tos cada vez más fuerte, silbidos en el pecho y respiración
acelerada. También puede presentar otros síntomas como debilidad,
vómitos o diarrea. 

La neumonía viral suele ser menos grave que la neumonía bacteriana


y, aunque no puede derivar en bacteriana, sí puede generar en tu hijo
una mayor propensión a la forma bacteriana de la enfermedad. 

Entre los virus que originan la neumonía se encuentran el virus sincitial


respiratorio, el virus paragripal, el adenovirus y el virus de la gripe. 

¿Cómo se diagnostica la neumonía?


Durante la consulta, el médico observa cómo respira el bebé y
ausculta (escucha) sus pulmones con un estetoscopio. Esto le permite
detectar cualquier disminución de los sonidos respiratorios o cualquier
otro ruido anormal que haya. Tu bebé estará respirando muy rápido
para ingresar más oxígeno porque algunos de los alvéolos pulmonares
estarán llenos de líquido. 

Si el médico piensa que tu pequeño tiene neumonía, seguramente


querrá hacer una radiografía de su tórax, un análisis de sangre o un
análisis del líquido de su nariz. Para asegurarse que tu bebé obtiene el
oxígeno necesario, es posible que el médico utilice un oxímetro de
pulso, un aparato sencillo (en forma de clip o pinza) que se coloca en
el dedo para medir la saturación de oxígeno. 

¿Cuál es el tratamiento?
Para la neumonía bacteriana, los médicos recetan antibióticos. La
neumonía viral no responde a antibióticos, por lo cual el tratamiento
seguramente se limitará a hacer reposo e ingerir líquidos. De hecho,
incorporar suficiente cantidad de líquido es fundamental para combatir
la deshidratación derivada de la respiración acelerada y la fiebre que a
menudo se presenta como efecto secundario de la neumonía. 

Quizás puedes usar un humidificador o vaporizador de aire frío para


humedecer el aire de la habitación de tu hijo, y consulta con tu médico
si le puedes dar acetaminofén para la fiebre o (si es mayor de 6
meses) ibuprofeno. 

Si tu bebé necesita que le traten la neumonía bacteriana en el hospital,


es posible que le administren líquidos y antibióticos por vía
intravenosa. Seguramente el personal de enfermería le aspirará la
nariz con regularidad y controlará los niveles de oxígeno en sangre
con un sensor de oximetría de pulso. También puede ser que le
coloquen un tubo o máscara de oxígeno de nariz para facilitarle la
respiración. 

La mayor parte de las neumonías que no traen complicaciones


experimentan mejoría en una semana, aunque la tos puede persistir
durante varias semanas. 

¿Qué puedo hacer para evitar que mi bebé se enferme de neumonía?


Aquí tienes algunos consejos para aumentar las posibilidades de que
tu hijo padezca neumonía en el futuro: 

Mantén su programa de vacunación al día. La vacuna contra la


Haemophilus influenzae tipo B o Hib, la vacuna contra la difteria, el
tétanos y la tos ferina o DTaP, la vacuna contra el sarampión, las
paperas y la rubéola o MMR, la vacuna contra la gripe (una vez que tu
bebé tenga 6 meses), la vacuna contra la varicela y la vacuna
antineumocócica, pueden todas ellas ayudar a prevenir la neumonía. 

Consulta con el médico en caso de que tu bebé no haya recibido


alguna de las vacunas arriba mencionadas. Lee nuestro artículo sobre
las vacunas que necesita tu bebé. 

Practica una buena higiene. Lava tus manos y las manitas de tu


bebé con frecuencia para evitar la propagación de los gérmenes. No
permitas que comparta tazas o utensilios con otras personas. Lava
con regularidad todos los lugares (como el teléfono, los juguetes, las
perillas de las puertas y la manija de la puerta del refrigerador) que
puedan estar en contacto con partes del cuerpo que tengan
gérmenes. 

Haz de tu casa un hogar libre de humo. Si tú o tu pareja fuman,


háganlo afuera, y pide a las visitas que hagan lo mismo. Mejor aún,
consulta con tu médico y encuentra un programa que te ayude a dejar
el tabaco. Hay estudios que demuestran que los niños que conviven
con el humo del cigarrillo, incluso por periodos cortos de tiempo, se
enferman con mayor frecuencia y son más propensos a la neumonía,
a las infecciones de las vías respiratorias superiores, al asma y a
las infecciones de los oídos.

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Un miembro de BabyCenter
31/01/15
hola yo les digo a las mamas que cuando sientan que sus bbes no
andan bien mejor llevarlos con el doctor mi bebe de un año un mes
tenia mocos solamente al otro dia tenia fiebre pero no la vi tan mal aun
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yerajadi
26/01/15
Para las mamis q sus bebes ya tuvieron neumonía tengo un susto
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22/01/15
ola mi bebe tiene ya 15 dias kon gripe podria ser neu

http://espanol.babycenter.com/a7300017/neumon%C3%ADa-en-beb
%C3%A9s#ixzz3WDqw8MvZ

¿Puedo ayudar a mi hijo a expulsar la flema?

Consulta:

Tiene bastante flema y no sé que hacer hacer para quitarle


toda la flema. El dr. le ha recetado MUCOSOLVAN
COMPOSITUM ped. y CLORO ALERGAN pero no le pasa la
flema, de noche tose bastante y no puede respirar¿ Cómo
hago para que expulse la flema o qué remedio casero le doy?

Respuesta:

Las flemas en el lactante son un caballo de batalla para los


pediatras y los padres. Resulta angustioso ver que el niño
tiene dificultad para expulsar sus mocos. Tosen, tienen
arcadas, vomitan, parece que se ahoguen. Ojala supieran
escupir, como los adultos. Ya hemos dicho otras veces que los
niños no echan los mocos por la boca, a no ser que vomiten.
La mucosidad de la nariz sale por los orificios nasales, o bien
se desliza hacia atrás, resbala por la rinofaringe y, cuando
llega a la garganta, produce tos. La mucosidad de la laringe,
tráquea y bronquiolos es expulsada con la tos hacia fuera y
llega hasta la garganta. Así tenemos a todas las flemas
reunidas en la garganta. ¿Qué hace el niño con ellas? Se las
traga o, si le ahogan o tose mucho, las vomita. Esa es la
manera que tienen de liberarse de las flemas. La mayoría de
las veces no les vemos expulsar las flemas por mucho que
queramos, por muchas medidas que adoptemos.
Por esa misma razón, la mayoría de medicamentos que
damos suelen ser un poco inútiles. A veces damos
medicamentos descongestivos y antihistamínicos, que,
secundariamente, espesan la mucosidad, junto con
mucolíticos que la aclaran. Ese es el caso de su hijo. Debe de
tener también broncoespasmo porque uno de los
medicamentos lleva un broncodilatador. En nuestra
experiencia, los lavados nasales periódicos, que llegan
hasta la rinofaringe, descongestionan y ayudan a
desembarazarse de los mocos. Otro remedio es el agua:
ayuda a fluidificar el moco sin aumentarlo. Algunas
infusiones con miel también son buen remedio. Las medidas
posturales también pueden ser útiles. Para disminuir la
sensación de ahogo, póngalo semiincorporado y con cojines
laterales para que está cómodo. A veces, simplemente
elevando el colchón, basta. Si ve que la mucosidad le
atraganta, lo puede poner boca  abajo, dándole palmaditas en
la espalda. Cuando hay bronquitis, se le puede ayudar a
expulsar el moco con palmaditas breves y rápidas, casi
vibratorias, desde la periferia hasta el centro del tórax,
cambiándole de posición para facilitar el drenaje. Se
llama clapping. Otra medida que se puede probar
es humidificar la habitación con vahos o vapores de
hierbas medicinales. Muchos niños se encuentran más
confortables así, aunque a otros les puede molestar. Hay
jarabes de hierbas aunque no se deben utilizar balsámicos en
niños pequeños porque pueden atontarlos demasiado, o bien
inhibir la tos, necesaria por otro lado. Los productos
homeopáticos pueden llevar alcohol.

Un recordatorio final: los niños no suelen expulsar los


mocos por la boca. La tos es imprescindible para
liberarse de ellos. Un niño refriado, suele tener tos. No hay
que obsesionarse por calmarla si es blanda y no le impide el
sueño. Si el niño tiene mal estado general o sufre un
empeoramiento en el curso del resfriado; si tiene fiebre de
más de 38,5, y si presenta dificultad respiratoria, deberá
visitarlo el pediatra.
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Tags: tos

Sobre Herminia Villena, médico. Especialista en


Pediatría

Esta entrada fue actualizada el 21 de Octubre del 2014 y esta


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NEUMONÍA EN BEBÉS
Escrito para BabyCenter en Español
Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en
Español.
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EN ESTE ARTÍCULO
 Mi bebé tiene mucha tos y fiebre. ¿Podría tratarse de una
neumonía?
 ¿Hay diferentes clases de neumonía?
 ¿Cómo se diagnostica la neumonía?
 ¿Cuál es el tratamiento?
 ¿Qué puedo hacer para evitar que mi bebé se enferme de
neumonía?
MI BEBÉ TIENE MUCHA TOS Y FIEBRE. ¿PODRÍA TRATARSE DE UNA
NEUMONÍA?

Es posible, ya que la tos y la fiebre constituyen dos de los síntomas


principales de la neumonía (también conocida como pulmonía). Otros
síntomas pueden incluir los siguientes:

 Debilidad.
 Vómitos.
 Diarrea.
 Pérdida del apetito.
 Dificultad para respirar.

La neumonía puede aparecer en cualquier momento, pero por lo


general se manifiesta en invierno y primavera, a menudo después de
un resfriado u otra infección de las vías respiratorias superiores. 

Si piensas que tu bebé puede tener neumonía, debes llevarlo de


inmediato al médico. Algunos casos son leves, pero la neumonía
también puede ser grave. 

¿HAY DIFERENTES CLASES DE NEUMONÍA?

Sí. La neumonía es un término general que hace referencia a una


infección de los pulmones, y la pueden producir muchos organismos
diferentes. 

En los bebés y niños pequeños, la neumonía puede ser ocasionada


por el virus sincitial respiratorio ("RSV" por sus siglas en inglés) y el
estreptococo del grupo B (EGB o "GBS" por sus siglas en inglés). Los
bebés más grandecitos o los niños pequeños podrían contraer
neumonía como resultado de otras infecciones bacterianas o virales. 

Los médicos agrupan la neumonía en dos categorías: viral y


bacteriana. 

Si tu hijo tiene neumonía bacteriana, probablemente presentará


síntomas repentinos tales como los que se incluyen a continuación:

 Fiebre alta.
 Respiración acelerada.
 Tos.
 No tendrá deseos de comer y parecerá muy enfermo.
 Dificultades para respirar (observa si hay aleteo nasal o hundimiento
del pecho cuando respira).
 Pulso acelerado.
 Labios o uñas azulados.
 Un aspecto débil.
 Vómitos.
 Diarrea.

Otros síntomas poco comunes incluyen el dolor de estómago y la


tortícolis. 

La causa habitual es el Streptococcus pneumoniae, pero hay otras


bacterias estreptocócicas (como por ejemplo el Staphylococcus
aureus o la Chlamydia pneumoniae) que también pueden producir
neumonía. 

La neumonía viral empieza por lo general como un resfriado, pero los


síntomas empeoran lenta e ininterrumpidamente. Posiblemente tu hijo
presente fiebre de 101,5 grados Fahrenheit (38,6 grados centígrados)
o más, con tos cada vez más fuerte, silbidos en el pecho y respiración
acelerada. También puede presentar otros síntomas como debilidad,
vómitos o diarrea. 

La neumonía viral suele ser menos grave que la neumonía bacteriana


y, aunque no puede derivar en bacteriana, sí puede generar en tu hijo
una mayor propensión a la forma bacteriana de la enfermedad. 

Entre los virus que originan la neumonía se encuentran el virus sincitial


respiratorio, el virus paragripal, el adenovirus y el virus de la gripe. 

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA NEUMONÍA?

Durante la consulta, el médico observa cómo respira el bebé y


ausculta (escucha) sus pulmones con un estetoscopio. Esto le permite
detectar cualquier disminución de los sonidos respiratorios o cualquier
otro ruido anormal que haya. Tu bebé estará respirando muy rápido
para ingresar más oxígeno porque algunos de los alvéolos pulmonares
estarán llenos de líquido. 

Si el médico piensa que tu pequeño tiene neumonía, seguramente


querrá hacer una radiografía de su tórax, un análisis de sangre o un
análisis del líquido de su nariz. Para asegurarse que tu bebé obtiene el
oxígeno necesario, es posible que el médico utilice un oxímetro de
pulso, un aparato sencillo (en forma de clip o pinza) que se coloca en
el dedo para medir la saturación de oxígeno. 

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?

Para la neumonía bacteriana, los médicos recetan antibióticos. La


neumonía viral no responde a antibióticos, por lo cual el tratamiento
seguramente se limitará a hacer reposo e ingerir líquidos. De hecho,
incorporar suficiente cantidad de líquido es fundamental para combatir
la deshidratación derivada de la respiración acelerada y la fiebre que a
menudo se presenta como efecto secundario de la neumonía. 

Quizás puedes usar un humidificador o vaporizador de aire frío para


humedecer el aire de la habitación de tu hijo, y consulta con tu médico
si le puedes dar acetaminofén para la fiebre o (si es mayor de 6
meses) ibuprofeno. 

Si tu bebé necesita que le traten la neumonía bacteriana en el hospital,


es posible que le administren líquidos y antibióticos por vía
intravenosa. Seguramente el personal de enfermería le aspirará la
nariz con regularidad y controlará los niveles de oxígeno en sangre
con un sensor de oximetría de pulso. También puede ser que le
coloquen un tubo o máscara de oxígeno de nariz para facilitarle la
respiración. 

La mayor parte de las neumonías que no traen complicaciones


experimentan mejoría en una semana, aunque la tos puede persistir
durante varias semanas. 

¿QUÉ PUEDO HACER PARA EVITAR QUE MI BEBÉ SE ENFERME DE


NEUMONÍA?

Aquí tienes algunos consejos para aumentar las posibilidades de que


tu hijo padezca neumonía en el futuro: 

Mantén su programa de vacunación al día. La vacuna contra la


Haemophilus influenzae tipo B o Hib, la vacuna contra la difteria, el
tétanos y la tos ferina o DTaP, la vacuna contra el sarampión, las
paperas y la rubéola o MMR, la vacuna contra la gripe (una vez que tu
bebé tenga 6 meses), la vacuna contra la varicela y la vacuna
antineumocócica, pueden todas ellas ayudar a prevenir la neumonía. 

Consulta con el médico en caso de que tu bebé no haya recibido


alguna de las vacunas arriba mencionadas. Lee nuestro artículo sobre
las vacunas que necesita tu bebé. 

Practica una buena higiene. Lava tus manos y las manitas de tu


bebé con frecuencia para evitar la propagación de los gérmenes. No
permitas que comparta tazas o utensilios con otras personas. Lava
con regularidad todos los lugares (como el teléfono, los juguetes, las
perillas de las puertas y la manija de la puerta del refrigerador) que
puedan estar en contacto con partes del cuerpo que tengan
gérmenes. 

Haz de tu casa un hogar libre de humo. Si tú o tu pareja fuman,


háganlo afuera, y pide a las visitas que hagan lo mismo. Mejor aún,
consulta con tu médico y encuentra un programa que te ayude a dejar
el tabaco. Hay estudios que demuestran que los niños que conviven
con el humo del cigarrillo, incluso por periodos cortos de tiempo, se
enferman con mayor frecuencia y son más propensos a la neumonía,
a las infecciones de las vías respiratorias superiores, al asma y a
las infecciones de los oídos.

Revisado en mayo 2013


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bebés
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Un miembro de BabyCenter
31/01/15
hola yo les digo a las mamas que cuando sientan que sus bbes no
andan bien mejor llevarlos con el doctor mi bebe de un año un mes
tenia mocos solamente al otro dia tenia fiebre pero no la vi tan mal aun
asi la lleve al medico y me dijo que la llevara a urgencias que tenia
neumonia gracias a dios viral le dieron nebulizaciones estuvimos dos
dias en el hospital pro ya esta mejor con cuidados en la casa

Reporta esto
yerajadi
26/01/15
Para las mamis q sus bebes ya tuvieron neumonía tengo un susto
grande xq mi bebe tiene 6 mss y a tenido tos y desde el sábado le a
dado fiebre el domingo paso bien sin fiebre pero anoche le subió o
través y ahorita esta bien melé dieron un inalador y lo estoy usando ...
Y aveces tiene estornudos esto es síntoma de neumonía????

Reporta esto

Un miembro de BabyCenter
22/01/15
ola mi bebe tiene ya 15 dias kon gripe podria ser neu

http://espanol.babycenter.com/a7300017/neumon%C3%ADa-en-beb
%C3%A9s#ixzz3WDqw8MvZ

 La fiebre no es una enfermedad. Sirve para defendernos contra


las infecciones causadas tanto por virus como por bacterias.
 La fiebre por sí misma no causa daño cerebral, ni ceguera, ni
sordera, ni muerte.
 Algunos niños predispuestos (4%) pueden tener convulsiones por
fiebre. Tratar la fiebre no previene estas convulsiones. Nunca se
debería dar medicamentos para bajar la fiebre con este fin.
 Solamente hay que usar medicamentos para la fiebre si hay
malestar o dolor. El ibuprofeno y el paracetamol tienen la misma
eficacia para tratar el dolor. Sus dosis se calculan según el peso
del niño, no según la edad. No es aconsejable alternar o combinar
ambos medicamentos. No se debe dar Aspirina®.
 Se desaconseja el uso de paños húmedos, friegasde alcohol,
duchas o baños para bajar la fiebre.
 No cubrir ni desabrigar demasiado al niño con fiebre.
 El niño con fiebre debe estar bien hidratado. Hay que ofrecer
líquidos a menudo, a ser posible con hidratos de carbono (zumos
de fruta, batidos, papillas, etc.).
 Está desaconsejado el uso de paracetamol o ibuprofeno tras la
vacunación para prevenir las reacciones febriles o las reacciones
en la zona de inyección.
 Ni el grado de la fiebre ni la respuesta al antitérmico nos orientan
sobre la gravedad de la infección ni si está causada por virus o por
bacterias.
 Debe vigilar signos de empeoramiento y consultar de forma
urgente si su hijo tiene:

• Manchitas en la piel, de color rojo oscuro o morado, que no


desaparecen al estirar la piel de alrededor. 
• Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo difícil de calmar.
• Rigidez de cuello.
• Convulsión o pérdida de conocimiento.
• Dificultad para respirar (marca las costillas y hunde el esternón, se
oyen como silbidos cuando respira, respiración muy rápida, agitada,
etc.).
• Vómitos y/o diarrea persistentes o muy abundantes que causen
deshidratación (lengua seca, ausencia de saliva, ojos hundidos, etc.).
• Si no orina o la orina es escasa.
• Siempre hay que consultar urgentemente si tiene fiebre un niño
menor de tres meses de edad.
DECÁLOGO DE LA TOS
 La tos es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio. Está
destinada a eliminar secreciones y cuerpos extraños para
mantener la vía aérea limpia y abierta.
 La causa más frecuente de tos aguda son las infecciones de las
vías respiratorias superiores (catarros). Los catarros son
producidos por centenares de virus diferentes. Se resuelven sin
medicación en una o dos semanas.
 La tos aguda no debe tratarse con calmantes de la tos,
mucolíticos, expectorantes, antihistamínicos o descongestivos
nasales, especialmente en menores de seis años. En niños no
está demostrado que estos medicamentos sean eficaces para el
tratamiento de la tos y los riesgos superan a los posibles
beneficios. Si se usan, siempre deben estar bajo control médico.
 Si se quitara la tos habría más retención de mocos, menos
oxigenación y más obstrucción de la vía aérea. También habría
más riesgo de otitis y neumonía.
 Los antibióticos no son eficaces en el tratamiento de los catarros y
están contraindicados.
 Es muy importante que el niño con catarro esté bien hidratado.
Hay que darle líquidos con frecuencia.
 Se recomienda hacer lavados nasales y humidificar el ambiente.
 Hay que evitar la exposición al humo del tabaco. No se debe fumar
en casa.
 Medidas sencillas como el lavado de manos disminuyen el riesgo
de contagio.
 Conviene vigilar y consultar con el pediatra si aparece:
• Dificultad para respirar (se marcan las costillas y se hunde el
esternón, se oyen pitos cuando respira, respiración muy rápida,
agitada, etc.).
• Fiebre que dura más de tres días. 
• Dolor de oídos o supuración.
• Tos y mocos durante más de 10-15 días.

Esperamos no tener que hacer demasiado uso de estos decálogos


sobre la fiebre y la tos de laAEPap, pero la experiencia nos dice que
con el frío que se avecina los pequeños las van a sufrir en más de una
ocasión. Y los mayores también, así que tendremos los consejos a
mano.

Vía | AEPap
Fotos | SCA Svenska Cellulosa Aktiebolaget y olga.palma en Flickr
En Bebés y más | Calmar la fiebre antes de tratarla, Bebés con fiebre:
antes de los antitérmicos…,Remedios naturales contra la tos
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OCHO REMEDIOS CASEROS PARA LA FIEBRE DE LOS BEBÉS Y NIÑOS


 Quitarle ropa para que el calor pueda dispersarse: la ropa tiene la
facultad de “coger” el calor corporal y mantenerlo, evitando
también que el aire del exterior toque nuestra piel y nos enfríe.
Cuando un niño tiene fiebre lo ideal es que no haya ropa para
evitar todo ello. Cuanto más fresquitos estén mejor, así que cuanta
menos ropa lleven mejor.
 Que no haga calor allí donde esté el niño: si es invierno y estamos
en casa con la calefacción puesta puede ser interesante bajar la
temperatura de la casa. En verano debemos tener en cuenta lo
mismo, que estén en una habitación ventilada, pero sin que estén
en corrientes de aire ni debajo del “chorro” del aire acondicionado.
 Bañar al bebé o niño, dejándole un buen rato en remojo: la otra
solución para robar calor al cuerpo es ponerlo en contacto con
agua que esté a menor temperatura. El cambio debe ser gradual,
evitando baños fríos (hay gente que hace eso, meterlos en agua
fría), porque pueden sentarles fatal. Lo ideal es calentar el agua
como siempre (34-36ºC) y dejar que pase el tiempo para que el
agua vaya bajando de temperatura (jugando con él, explicándole
cosas, etc.).
 Utilizar compresas frías: esto es muy típico y muy de las
películas. Podemos coger un paño o toalla pequeña y mojarla con
agua fría. Se aplican en la frente, en la nuca y las muñecas y se
van cambiando a medida que dejan de hacer efecto (se vuelve a
mojar). Un efecto parecido, si el niño es un poco más mayor,
es poner un barreño con agua fría para que meta las manos y
parte de los brazos. A medida que la circulación sanguínea va
pasando por sus manos y brazos el cuerpo va bajando un poco la
temperatura (que sería un recurso para no pasarse todo el día
completamente metido en agua).
 Hacer una dieta líquida para que vaya rehidratándose: si el niño
está sudando a causa de la fiebre es aconsejable que le vayamos
hidratando. Algunos niños tampoco quieren comer mucho si tienen
fiebre y pueden aceptar mejor una dieta líquida, que nos ayudará a
rehidratarles. Se aconsejan zumos, agua o caldos y, en caso de
los bebés, suero oral o leche materna (artificial si no toma
materna).
 Intentar que el niño esté tranquilo: si el niño tiene fiebre elevada
lo más probable es que no tenga ganas ni de pestañear. Si en
cambio no tiene mucha fiebre sí puede ser que aún tenga fuerzas
para moverse (y moverse mucho) y son muchos los niños que, aún
con fiebre, no paran. No es que haya que atarles a la silla para que
no se muevan, pero se aconseja tratar de hacer con los niños
actividades más tranquilas que no les haga aumentar la
temperatura corporal ni sudar.
 Darle infusión de girasol: una de las propiedades del girasol es la
de ayudar a bajar la fiebre. Se utilizan pétalos secos de la flor de
girasol y se hace una infusión con ellos. Para ello se hierve agua,
se ponen los pétalos dentro y se deja reposar 10 minutos. Se filtra
la mezcla y se le añade azúcar o miel, algo que le dé un poco de
sabor dulce. Al niño se le dan un par o tres de cucharadas cada 8
horas.
 Enfriar al niño desde los pies: esto se haría robando el calor del
niño desde abajo, desde las plantas de los pies. Mucha gente
aprovecha el verano para caminar descalza y, en contacto con el
suelo frío (depende del suelo que tengas), el calor parece que
disminuye un poco. Además de hacerle caminar descalzo o de
meterle los pies un rato en un barreño con agua templada tirando a
fría, podemos ponerle rodajas de patata cruda en la planta de los
pies. Cuando se calienten las cambiamos por otras que deberán
seguir robando calor de sus pies.

Y SI LE BAJA LA FIEBRE, ¿NO LO LLEVAMOS A URGENCIAS?

La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. La fiebre por sí sola dice


que hay algún tipo de infección contra la que el niño está
defendiéndose y esa infección suele acabar dejando más síntomas
(dolor de oído, de garganta, escozor al orinar, etc.). Si la fiebre acaba
de aparecer hace unas horas lo más probable es que sea
prácticamente imposible ver el foco de la infección y lo recomendable
suele ser esperar al menos 24 horas para ver si el niño sigue estando
malito y si se queja de algo en concreto.

Digo esperar porque muchas virasis son tan pasajeras que un niño


tiene fiebre un día y al día siguiente ya no, y digo esperar porque
muchas veces vas al pediatra con fiebre de hace unas horas y te
vuelves sin saber qué tiene porque el foco no se ve todavía.

Ahora bien, si la fiebre es muy alta y el niño no se encuentra bien, yo


no esperaría. Prefiero pecar de prudente que de imprudente. Y si
tiene menos de 3 meses, por poca fiebre que tenga, hay que iral
hospital (ya no digo al pediatra del centro de atención primaria),
porque son bebés tan pequeños que es necesario y recomendable
saber por qué tiene décimas o fiebre.

Más información | Guía infantil

OCHO REMEDIOS CASEROS PARA LA FIEBRE DE LOS BEBÉS Y NIÑOS


 Quitarle ropa para que el calor pueda dispersarse: la ropa tiene la
facultad de “coger” el calor corporal y mantenerlo, evitando
también que el aire del exterior toque nuestra piel y nos enfríe.
Cuando un niño tiene fiebre lo ideal es que no haya ropa para
evitar todo ello. Cuanto más fresquitos estén mejor, así que cuanta
menos ropa lleven mejor.
 Que no haga calor allí donde esté el niño: si es invierno y estamos
en casa con la calefacción puesta puede ser interesante bajar la
temperatura de la casa. En verano debemos tener en cuenta lo
mismo, que estén en una habitación ventilada, pero sin que estén
en corrientes de aire ni debajo del “chorro” del aire acondicionado.
 Bañar al bebé o niño, dejándole un buen rato en remojo: la otra
solución para robar calor al cuerpo es ponerlo en contacto con
agua que esté a menor temperatura. El cambio debe ser gradual,
evitando baños fríos (hay gente que hace eso, meterlos en agua
fría), porque pueden sentarles fatal. Lo ideal es calentar el agua
como siempre (34-36ºC) y dejar que pase el tiempo para que el
agua vaya bajando de temperatura (jugando con él, explicándole
cosas, etc.).
 Utilizar compresas frías: esto es muy típico y muy de las
películas. Podemos coger un paño o toalla pequeña y mojarla con
agua fría. Se aplican en la frente, en la nuca y las muñecas y se
van cambiando a medida que dejan de hacer efecto (se vuelve a
mojar). Un efecto parecido, si el niño es un poco más mayor,
es poner un barreño con agua fría para que meta las manos y
parte de los brazos. A medida que la circulación sanguínea va
pasando por sus manos y brazos el cuerpo va bajando un poco la
temperatura (que sería un recurso para no pasarse todo el día
completamente metido en agua).
 Hacer una dieta líquida para que vaya rehidratándose: si el niño
está sudando a causa de la fiebre es aconsejable que le vayamos
hidratando. Algunos niños tampoco quieren comer mucho si tienen
fiebre y pueden aceptar mejor una dieta líquida, que nos ayudará a
rehidratarles. Se aconsejan zumos, agua o caldos y, en caso de
los bebés, suero oral o leche materna (artificial si no toma
materna).
 Intentar que el niño esté tranquilo: si el niño tiene fiebre elevada
lo más probable es que no tenga ganas ni de pestañear. Si en
cambio no tiene mucha fiebre sí puede ser que aún tenga fuerzas
para moverse (y moverse mucho) y son muchos los niños que, aún
con fiebre, no paran. No es que haya que atarles a la silla para que
no se muevan, pero se aconseja tratar de hacer con los niños
actividades más tranquilas que no les haga aumentar la
temperatura corporal ni sudar.
 Darle infusión de girasol: una de las propiedades del girasol es la
de ayudar a bajar la fiebre. Se utilizan pétalos secos de la flor de
girasol y se hace una infusión con ellos. Para ello se hierve agua,
se ponen los pétalos dentro y se deja reposar 10 minutos. Se filtra
la mezcla y se le añade azúcar o miel, algo que le dé un poco de
sabor dulce. Al niño se le dan un par o tres de cucharadas cada 8
horas.
 Enfriar al niño desde los pies: esto se haría robando el calor del
niño desde abajo, desde las plantas de los pies. Mucha gente
aprovecha el verano para caminar descalza y, en contacto con el
suelo frío (depende del suelo que tengas), el calor parece que
disminuye un poco. Además de hacerle caminar descalzo o de
meterle los pies un rato en un barreño con agua templada tirando a
fría, podemos ponerle rodajas de patata cruda en la planta de los
pies. Cuando se calienten las cambiamos por otras que deberán
seguir robando calor de sus pies.

Y SI LE BAJA LA FIEBRE, ¿NO LO LLEVAMOS A URGENCIAS?

La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. La fiebre por sí sola dice


que hay algún tipo de infección contra la que el niño está
defendiéndose y esa infección suele acabar dejando más síntomas
(dolor de oído, de garganta, escozor al orinar, etc.). Si la fiebre acaba
de aparecer hace unas horas lo más probable es que sea
prácticamente imposible ver el foco de la infección y lo recomendable
suele ser esperar al menos 24 horas para ver si el niño sigue estando
malito y si se queja de algo en concreto.

Digo esperar porque muchas virasis son tan pasajeras que un niño


tiene fiebre un día y al día siguiente ya no, y digo esperar porque
muchas veces vas al pediatra con fiebre de hace unas horas y te
vuelves sin saber qué tiene porque el foco no se ve todavía.

Ahora bien, si la fiebre es muy alta y el niño no se encuentra bien, yo


no esperaría. Prefiero pecar de prudente que de imprudente. Y si
tiene menos de 3 meses, por poca fiebre que tenga, hay que iral
hospital (ya no digo al pediatra del centro de atención primaria),
porque son bebés tan pequeños que es necesario y recomendable
saber por qué tiene décimas o fiebre.

Más información | Guía infantil

1. ¿CÓMO PUEDO SABER SI MI BEBÉ TIENE FIEBRE?

Besa o toca su frente. Si la notas más caliente de lo normal,


probablemente tiene fiebre. 

Por lo general, la fiebre es un síntoma de que el cuerpo está


combatiendo una infección. Para confirmar tu sospecha, toma su
temperatura. El pediatra querrá saber su temperatura exacta para
poder tratarlo. 

La mayoría de los médicos y la Academia Estadounidense de


Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), coinciden en que la
temperatura corporal normal de un bebé sano está entre 97 y 100,3
grados Fahrenheit (F) o entre 36 y 38 grados Celsius (C). Si la
temperatura rectal de tu bebé supera los 100,4 grados F (38 grados
C), tiene fiebre. 

2. ¿CÓMO PUEDO SABER SI LA FIEBRE DE MI BEBÉ ES GRAVE?


La temperatura no es el único factor que indica que una fiebre es
grave. La edad es un factor importante (la fiebre es más preocupante
en bebés menores de 3 meses), y también lo es su comportamiento (si
tu bebé sigue jugando y comiendo con normalidad, una fiebre alta
quizás no sea motivo de alarma). 

Recuerda que la temperatura de todas las personas sube hacia el final


de la tarde y comienzo de la noche y baja entre la medianoche y las
primeras horas de la mañana. Esa es la razón por la cual, la mayoría
de los doctores y pediatras reciben las llamadas relacionadas a la
fiebre hacia el final de la tarde y comienzo de la noche. 

3. ¿CUÁNDO DEBO LLAMAR AL DOCTOR?

Nadie conoce a tu bebé mejor que tú. Si crees que está enfermo y
estás preocupada, llama al doctor, sea cual sea su temperatura. 

Indicaciones generales: 
Si tu bebé tiene menos de 3 meses de edad y tiene una temperatura
de 100,4 grados F (38 grados C) o más alta, llama al doctor
inmediatamente. A un bebé tan pequeño hay que examinarlo para
descartar una infección o una enfermedad graves. 

Si tu bebé tiene más de 3 meses, lo más importante es fijarse en su


aspecto y comportamiento. 

Si tu pequeñito se comporta normalmente y está ingiriendo líquidos, no


es necesario llamar al médico a menos que su fiebre persista por más
de 24 horas o si es muy alta. Pídele al doctor que te oriente un poco
más sobre cuándo llamarlo. Por ejemplo, es posible que te recomiende
llamarlo de inmediato si su temperatura supera los 104 grados F (40
grados C), sin importar los síntomas que presente. 

Indicaciones adicionales: 
La AAP recomienda llamar al doctor si tu niño tiene entre 3 y 6 meses
de edad y presenta una temperatura de 101 grados F (38,3 grados C)
o bien, si tiene más de 6 meses y una temperatura de 103 grados F
(39,4 grados C) o más. 
También comunícate con el médico si presenta los siguientes
síntomas:
 Pérdida de apetito.
 Tos.
 Señales de una infección de oído.
 Irritabilidad.
 Somnolencia.
 Vómitos.
 Diarrea.

También llama al doctor si:


 Tu pequeño está muy pálido o muy sonrojado o si ha mojado menos
pañales de lo normal.
 Notas que tu niño presenta un sarpullido y no sabes su causa. Un
sarpullido puede indicar un problema más grave, si va acompañado de
fiebre. Las pequeñas manchas rojo-púrpura en la piel, que no se
ponen blancas o más pálidas cuando se las presiona, o las grandes
manchas color púrpura, pueden ser una señal de una infección
bacteriana muy grave.
 Tiene dificultad para respirar (hace mucho esfuerzo para respirar o
respira más rápido de lo habitual) aun después de limpiarle la nariz
con una perilla de goma. Esto podría indicar que
tiene neumonía o virus sincitial respiratorio.
 Si tu bebé parece enfermo y su temperatura es más baja de lo normal
(menos de 97 grados F o 36 grados C). Algunas veces los bebés muy
pequeñitos se ponen fríos en lugar de calientes cuando se enferman.
4. ¿QUÉ HARÁ EL DOCTOR?
Si tu bebé tiene menos de 3 meses, el doctor querrá que lo lleves al
consultorio para examinarlo. Es posible que te pida que no le des
ningún medicamento para bajar la fiebre hasta que le haya tomado
personalmente la temperatura. 

Si tu bebé tiene más de 3 meses, se comporta normalmente, está


ingiriendo líquidos y no presenta ningún otro síntoma de una
enfermedad grave, es posible que el doctor te recomiende esperar 24
horas antes de llevarlo a la consulta. Como la fiebre muchas veces es
el primer síntoma de una enfermedad, a veces los médicos no pueden
encontrar otros síntomas significativos cuando examinan a un niño
demasiado pronto. 
Dependiendo de qué tan incómodo se sienta tu bebé, el doctor te
podría recomendar darle acetaminofén infantil (o ibuprofeno si el niño
es mayor de 6 meses), para bajar su temperatura. 

Si presenta síntomas que indican la existencia de una enfermedad o


una infección graves, el doctor te pedirá que lo lleves a la consulta,
sea cual sea su edad, o a una sala de emergencias si llamas después
de horas laborables. 

5. SI LA FIEBRE ES UNA DEFENSA CONTRA UNA INFECCIÓN, ¿POR


QUÉ HAY QUE TRATAR DE BAJARLA?

Dado que la fiebre forma parte de la defensa corporal contra bacterias


y virus, algunos investigadores han sugerido que el cuerpo podría
atacar las infecciones con mayor eficacia si la temperatura fuera
elevada. Las bacterias y los virus prefieren una temperatura corporal
de 98.6 grados F o 37 grados C. La fiebre también le dice al cuerpo
que produzca más células blancas y anticuerpos para luchar contra la
infección. 

Por otro lado, si la temperatura de tu niño es demasiado alta, estará


demasiado incómodo como para comer, beber, o dormir, lo cual hará
más difícil su recuperación. 

Si la fiebre de tu pequeño no está afectando su comportamiento, no


necesitas darle nada para bajar la temperatura. Ofrécele mucha leche
materna o fórmula para evitar la deshidratación, y no lo abrigues en
exceso cuando duerma. 

Si su temperatura corporal es superior a la normal debido al exceso de


ropa o a que el día es caluroso, ayúdalo a refrescarse quitándole
algunas prendas, y alentándolo a descansar o jugar tranquilo en un
lugar fresco. 

6. ¿QUÉ MEDICAMENTOS PARA BAJAR LA FIEBRE SON SEGUROS PARA


MI BEBÉ?

Si el doctor lo aprueba, puedes usar acetaminofén o


<ibuprofeno infantil para bajarle la fiebre (ten en cuenta que el
ibuprofeno no está recomendado para niños menores de 6 meses o
para que los sufren de deshidratación o han estado vomitando de
manera constante). 

Ten mucho cuidado al darle la medicina a tu bebé. Su peso


determinará la dosis correcta. Usa siempre la herramienta (una
cuchara, cuentagotas o jeringa oral) que viene con la medicación para
darle la cantidad exacta. 

No le des medicamento para reducir la fiebre, más a menudo de lo que


está recomendado. Las instrucciones probablemente indican que le
des acetaminofén cada cuatro horas (hasta un máximo de cinco veces
por día) e ibuprofeno cada seis horas (hasta un máximo de cuatro
veces al día). 

Nunca le des a tu bebé aspirina, ya que lo hace más susceptible


al Síndrome de Reye, un trastorno poco común pero potencialmente
mortal. 

Unas palabras de precaución: la mayoría de los doctores no


recomiendan medicaciones combinadas para el resfrío y la tos, que se
venden sin receta médica. Pero si tu pequeño está tomando un
medicamento prescrito, habla con el médico antes de darle cualquier
otro tipo de medicina, como acetaminofén o ibuprofeno. Muchas
medicaciones combinadas para el resfrío y la tos ya contienen
ibuprofeno o acetaminofén, así que corres el riesgo de darle a tu niño
demasiado medicamento. 

Averigua cuándo podrás darle un calmante para el dolor a tu bebé sin


llamar al doctor. 

7. ¿EXISTEN OTRAS MANERAS DE BAJAR LA FIEBRE DE MI PEQUEÑO?

Puedes intentar bajarle la fiebre pasándole una esponja con agua tibia
(no fría) o dándole un baño tibio. 

Nunca intentes reducir la fiebre pasándole una esponja con alcohol. El


alcohol puede ser absorbido por la corriente sanguínea a través de la
piel. Además también lo puede enfriar demasiado rápido, lo cual a la
larga puede hacerle subir la fiebre. 
8. ¿QUÉ DEBO HACER SI MI BEBÉ TIENE UNA CONVULSIÓN DEBIDO A
LA FIEBRE ELEVADA?

Si el bebé está sufriendo una convulsión colócalo rápidamente de


lado, alejado de objetos duros. Voltea delicadamente su cabeza hacia
un lado para evitar que se ahogue si vomita. Asegúrate de que no
tenga nada en la boca, y no pongas nada en ella mientras dure la
convulsión. 

Durante la convulsión no le des a tu bebé ningún medicamento para


bajarle la temperatura. Tampoco lo pongas en agua fría ni le pases
una esponja mojada por el cuerpo. 

Trata de registrar cuánto duró la convulsión. Si dura más de tres


minutos, llama al servicio de emergencia de tu localidad (911 si vives
en Estados Unidos). Incluso si la convulsión no duró mucho, es
importante que tomes el tiempo para que se lo digas al doctor.
También llama al servicio de emergencia si tu niño respira con
dificultad, se está atragantando o se pone azul. 

Si no presenta esos graves síntomas, lo que se recomienda hacer es


limpiar con cuidado el vómito y llamar al doctor una vez que acabe la
convulsión, si es la primera vez que le sucede a tu niño, sin importar
cuánto tiempo haya durado. Lo más probable es que el doctor quiera
examinarlo para asegurarse de que no tiene una grave infección u otro
problema que causó la fiebre. 

Si tu bebé es mayor de 6 meses y ha tenido convulsiones antes, el


doctor te ofrecerá más indicaciones sobre cuándo llamarlo si la
convulsión dura menos de tres minutos. 

9. ¿POR QUÉ LE VUELVE A SUBIR LA FIEBRE A MI BEBÉ DESPUÉS QUE


SE LE BAJÓ?

Las medicinas que bajan la fiebre tienen un efecto temporal. No


afectan al germen que causa la infección, así que puede que el bebé
siga con fiebre hasta que se le cure la infección. Este proceso puede
durar dos o tres días. 

Algunas infecciones, como la gripe, pueden durar entre cinco y siete


días. Si se le han administrado antibióticos para protegerlo de una
infección bacteriana, la fiebre puede tardar 48 horas en ceder. 

10. MI BEBÉ TIENE FIEBRE, PERO NO PRESENTA NINGÚN OTRO


SÍNTOMA. ¿QUÉ PASA?

Cuando un bebé tiene una fiebre alta, pero no tiene mucosidad, tos,
vómitos, o diarrea, puede ser difícil saber qué pasa. 

Hay muchas infecciones virales que provocan solo fiebre y ningún otro
síntoma. Algunas de ellas, como la roséola, pueden causar tres días
de fiebre muy alta seguidos de una erupción cutánea de color rosado
suave en el tronco. 

Otras infecciones más graves, tales como la meningitis, las infecciones


del tracto urinario, o la bacteremia (bacterias en la corriente
sanguínea), también pueden causar fiebre alta sin presentar ningún
otro síntoma específico. Si la temperatura de tu hijo es de 102,2
grados F (39 grados C) y esta persiste por más de 24 horas, llama al
doctor, aunque no presente ningún otro síntoma. 

Lee más: 

 Averigua otras formas de reducir la fiebre de tu bebé sin usar


medicamentos
 Cómo tomar la temperatura de tu niño
 Nueve medicamentos que no debes darle a tu bebé

Revisado en marzo 2013

http://espanol.babycenter.com/a900220/la-fiebre-del-beb%C3%A9-10-
cosas-que-debes-saber#ixzz3WDuKV2sr

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