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Todas las formas farmacéuticas, al igual que los alimentos recorren una ruta para

llegar al sitio de acción, y cumplir su efecto, luego deben ser eliminadas del
organismo mediante otros procesos fisiológicos; esto está relacionado
farmacológicamente con la farmacocinética y la farmacodinamia, con lo cual se
involucran una serie de factores que van a incidir favorable o desfavorablemente
para que cumplan su función principal.

Para producir sus efectos, un fármaco debe tener la concentración apropiada en


los sitios de acción. Dicha concentración está en función de la dosis administrada
del fármaco activo (libre). La fracción libre (no unida a proteínas) también depende
del grado de absorción, distribución que refleja la unión relativa a proteínas
plasmáticas y tisulares, metabolismo (biotransformación) y excreción.

FARMACOLOGÍA es la ciencia que estudia los productos farmacológicos o


sustancias químicas abarcando los efectos biológicos, su composición, sus fuentes
y sus propiedades químicas.

La palabra farmacología proviene del griego pharmacon que se refiere a los


fármacos y una variante del sufijo -logos que significa ciencia.

Dentro de la farmacología existen otras especialidades como lo son:

Farmacología terapéutica: estudia los productos químicos en relación a los


estados inmunológicos, biológicos, microbiológicos, biológicos y conductuales que
influyen sobre la enfermedad.

Neurofarmacología: estudia las sustancias químicas que afectan el sistema


nervioso central.

Farmacología molecular: estudia las características bioquímicas y biofísicas entre


la relación entre el fármaco y el organismo.

Sin embargo para nuestra carrera vamos a considerar dos ramas fundamentales
como:

FARMACODINAMIA. Se refiere a las acciones de un fármaco en el cuerpo e incluye


interacciones con el receptor, fenómenos de dosis-respuesta, así como los
mecanismos del efecto terapéutico y tóxico. Un receptor es el componente del
sistema biológico con el cual interactúa el fármaco para obtener un cambio en la
función del sistema.

FARMACOCINÉTICA. Es la rama de la farmacología que estudia los procesos a


los que un fármaco es sometido a través de su paso por el organismo. Trata de
dilucidar qué sucede con un fármaco desde el momento en el que es administrado
hasta su total eliminación del cuerpo. Éste proceso se puede explicar mediante el
modelo LADME, abreviación de Liberación, Absorción, Distribución, Metabolismo y
Excreción.

LIBERACIÓN: Constituye la “salida” del fármaco de la forma farmacéutica que lo


transporta. Por lo general, implica la disolución del fármaco en algún medio corporal.
La liberación ocurre durante el tránsito del fármaco por el estómago y el principio
del intestino delgado.

Esta etapa es una de las más importantes para medir lo rápido que un fármaco va
a ejercer su efecto. Por ejemplo si nuestro fármaco se disuelve muy rápido,
continuará con la absorción antes y por tanto hará un efecto más rápido. Se puede
concluir que administrando formas farmacéuticas ya disueltas (como los jarabes o
las soluciones) se obtiene un efecto más rápido normalmente. Por otro lado, existen
comprimidos de liberación prolongada que lo que hacen es disolverse
intencionadamente muy lentamente para que ejerzan el efecto durante más tiempo.

Factores que influyen en la velocidad de liberación:

 Tamaño de partícula del fármaco


 Solubilidad del fármaco
 Tipo de forma farmacéutica utilizada

ABSORCIÓN: Se refiere al paso de las moléculas del medicamento desde su punto


de administración, a la sangre. La vía parenteral es la única que garantiza que la
dosis de medicamento llegue en su totalidad al sitio de acción. Los factores que
influyen sobre la absorción del medicamento son: Vía de administración, capacidad
del medicamento para disolverse, riego sanguíneo del punto de administración, área
de superficie corporal y solubilidad lipídica del medicamento.

La absorción puede ser alterada por factores relacionados al estado nutricional del
sujeto especialmente cuando se administran medicamentos por vías intramuscular
y subcutánea. Lo mismo ocurre en los adultos mayores en quienes las alteraciones
vasculares, la redistribución de grasas pueden también afectar la absorción.
Biodisponibilidad. Es la fracción o porcentaje del fármaco administrado que
alcanza la circulación general. La biodisponibilidad se define como la unidad (100%)
en el caso de administración intravenosa. Después de la administración por otras
vías, generalmente la biodisponibilidad se reduce por absorción incompleta,
metabolismo de primer paso y distribución en otros tejidos lo cual sucede antes de
que el fármaco entre a la circulación general.

Metabolismo de primer paso: Inactivación que puede sufrir un fármaco antes de


alcanzar la circulación sistémica. Algunos fármacos (ejemplo, ácido acetilsalicílico,
propranolol) son metabolizados en proporción importante debido a este primer paso
por el hígado, lo que determina disminución de su biodisponibilidad. Por extensión,
en ocasiones también se refiere como metabolización de primer paso, la que pueda
tener lugar en la luz intestinal (a cargo de bacterias intestinales) o en la pared
intestinal (generalmente a cargo del citocromo P450).

Bioequivalencia. Es la relación de las concentraciones sanguíneas de dos


formulaciones del mismo fármaco. Dos fármacos son farmacéuticamente
equivalentes cuando la velocidad y grado de absorción del componente activo en
los dos productos no presenta diferencias significativas.

DISTRIBUCIÓN. Una vez que el fármaco ingresa al torrente sanguíneo, queda en


el mejor vehículo para que lo distribuya a lo largo y ancho del organismo, la Aspirina
se distribuye por igual en todo el organismo, aunque la persona tenga el dolor en la
cabeza o en el hombro.

Los factores que afectan la distribución son los mismos que ya se han descrito:
liposolubilidad; grado de ionización; irrigación sanguínea, es decir, si un órgano
tiene una alta irrigación sanguínea el fármaco se va a distribuir en él, de preferencia.
Otros factores que afectan la distribución son, la unión a las proteínas plasmáticas
y la afinidad por los tejidos. En el plasma y los tejidos los fármacos van
acompañados de las proteínas en mayor o menor proporción y se establece una
competencia entre las proteínas del plasma y las proteínas tisulares; la distribución
del fármaco va a depender de quién gane en esa competencia: si las proteínas
tisulares atraen con mayor facilidad o avidez al fármaco, éste no va a permanecer
en la sangre, sino que va a pasar a los tejidos; si, por el contrario, la afinidad del
fármaco por las proteínas de la sangre es mayor, se quedará allí.

El fármaco que está unido a las proteínas plasmáticas y tisulares es


farmacológicamente inerte, a menos que las proteínas tisulares sean los receptores;
pero si está atrapado por otra proteína indiferente, no funciona. Un ejemplo es la
digoxina, que tiene una gran afinidad por las proteínas tisulares y se acumula en el
músculo esquelético, que es mucho más grande que el corazón; sólo una pequeña
porción de la digoxina va a llegar a las proteínas receptoras que existen en el
corazón y determinan su efecto terapéutico, el resto se distribuye en el músculo
esquelético, en forma homogénea, ya que la digoxina no es inteligente, y no ejerce
función alguna. La afinidad por los tejidos determina el fenómeno de acumulación y
permite explicar el parámetro de volumen aparente de distribución.

La distribución no siempre es uniforme debido a que hay barreras, de las cuales la


principal es la barrera hematoencefálica. Se habla de la barrera placentaria, pero
en realidad ésta no existe; si así fuera, las mujeres embarazadas podría tomar
cualquier medicamento, en cambio sólo pueden tomar penicilina y paracetamol,
porque todo lo demás pasa al niño. Lo que sí es cierto es que la placenta tiene
actividad metabólica, por lo que puede metabolizar en cierta medida algunos
fármacos, pero no lo suficiente como para constituir una verdadera barrera, como la
barrera hematoencefálica.
La distribución tiene distintos tiempos y sigue un modelo multicopartimental. La
absorción va a llevar el fármaco al compartimiento general, central, que es la sangre
y eso incluye también a los órganos de alta perfusión: corazón, pulmón, cerebro e
hígado, donde se va a establecer un equilibrio dinámico entre lo que hay en la
sangre y lo que hay en esos órganos; pero también hay un equilibrio dinámico entre
lo que hay unido a las proteínas y lo que está libre, porque el fármaco no está unido
100% a las proteínas, algo tiene que estar libre en la sangre y pasar a los tejidos; lo
que se mueve es el fármaco libre, no el unido a las proteínas. El fármaco que sale
a los tejidos ingresa al tejido intersticial, donde establece interacciones con las
proteínas correspondientes y algunas de esas proteínas pueden ser las encargadas
de mediar su mecanismo de acción; también puede pasar a depósitos hísticos, por
ejemplo, el músculo es depósito hístico de la digoxina.

METABOLISMO

El sitio principal del metabolismo de los fármacos es el hígado. Aunque los fármacos
suelen inactivarse al ser metabolizados, los metabolitos de algunos de ellos
presentan actividad farmacológica, a veces incluso mayor que la de su precursor.
Inhibición enzimática. Disminución de la actividad enzimática al administrar 2
fármacos de manera conjunta. ... El medicamento inhibidor prohíbe el metabolismo
farmacológico, reduce la eliminación de los fármacos sustrato e incrementa la
concentración de estos en la sangre.

Inducción enzimática. ... Un fármaco puede inducir su propio metabolismo o


influenciar el de otro fármaco metabolizado por las mismas enzimas. Un
medicamento inductor es un fármaco que incrementa el metabolismo farmacológico,
reduce así la concentración de los fármacos sustrato en la sangre

Una sustancia inactiva o débilmente activa que da lugar a un metabolito activo se


denomina profármaco, en especial cuando ha sido diseñada para dirigir más
eficazmente la forma activa a su destino.

Los fármacos pueden ser metabolizados por oxidación, reducción, hidrólisis,


hidratación, conjugación, condensación o isomerización; sea cual fuere la vía
elegida, el objetivo es facilitar su excreción. Existen enzimas metabólicas en muchos
tejidos, pero son especialmente abundantes en el hígado. La velocidad del
metabolismo de los fármacos no es igual en todos los individuos. En algunos, el
metabolismo puede ser tan rápido como para impedir que se alcancen
concentraciones sanguíneas y tisulares terapéuticamente eficaces; en otros puede
ser muy lento, con lo cual dosis normales pueden provocar efectos tóxicos. La
velocidad del metabolismo de los fármacos en los distintos individuos depende de
factores genéticos, enfermedades concomitantes (especialmente las enfermedades
hepáticas crónicas y la insuficiencia cardíaca avanzada) e interacciones
farmacológicas (sobre todo las que implican inducción o inhibición del metabolismo).

En muchos casos, el metabolismo de los fármacos comprende dos fases. En las


reacciones de fase I se forma, modifica o elimina (oxidación, reducción o hidrólisis)
un grupo funcional; estas reacciones no son de carácter sintético. Las reacciones
de fase II consisten en la conjugación con sustancias endógenas (p. ej., ácido
glucurónico, sulfato, glicina); estas reacciones son de carácter sintético. Los
metabolitos que se forman en las reacciones sintéticas son más polares y por lo
tanto más fáciles de excretar por vía renal (en la orina) o hepática (en la bilis) que
los que lo hacen en las reacciones no sintéticas. Algunos fármacos sólo
experimentan reacciones de fase I o de fase II; por lo tanto, la numeración de las
fases es una clasificación funcional, no secuencial.

Citocromo P-450: El sistema enzimático de fase I más importante es el del


citocromo P-450 (CYP450), una superfamilia de isoenzimas microsomales que
cataliza la oxidación de muchos fármacos. La NADPH-citocromo P-450 reductasa
es la flavoproteína que transfiere estos electrones desde el NADPH (forma reducida
de fosfato de dinucleótido de nicotinamida y adenina) al citocromo P-450.

Las enzimas del citocromo P-450 pueden ser inducidas o inhibidas por muchos
fármacos y otras sustancias, y esto conduce a interacciones farmacológicas en las
que un fármaco potencia la toxicidad o reduce el efecto terapéutico de otro fármaco.
Para ejemplos de fármacos que interactúan con enzimas específicas, Algunas
sustancias que interactúan con las enzimas del citocromo P-450 y Algunos fármacos
con interacciones fármaco-fármaco potencialmente graves*.

Con el envejecimiento, la capacidad metabólica del hígado a través del citocromo


P-450 se reduce en ≥ 30% debido a la disminución del tamaño y del flujo sanguíneo
de este órgano. Por ello, en las personas de edad avanzada los fármacos que se
metabolizan a través de esta vía alcanzan mayores concentraciones y presentan
semividas más largas. Los neonatos también tienen problemas para metabolizar
muchos fármacos, ya que sus sistemas enzimáticos microsomales hepáticos no
están plenamente desarrollados.

ELIMINACION

Los riñones son los órganos principales para la excreción de sustancias


hidrosolubles. El sistema biliar colabora también en la excreción siempre y cuando
el fármaco no sea reabsorbido a partir del tubo digestivo. En general, la contribución
del intestino, la saliva, el sudor, la leche materna y los pulmones a la excreción es
pequeña, excepto en el caso de la exhalación de los anestésicos volátiles. La
excreción a través de la leche materna puede afectar al lactante que es
amamantado.

El metabolismo hepático a menudo incrementa la polaridad de los fármacos y su


hidrosolubilidad. De esta forma, los metabolitos resultantes suelen excretarse más
fácilmente.

Excreción renal

La mayor parte de la excreción de los fármacos se lleva a cabo mediante excreción


renal. Aproximadamente un quinto del plasma que llega a los glomérulos es filtrado
a través de los poros del endotelio glomerular, casi toda el agua y gran parte de los
electrolitos son reabsorbidos de forma pasiva y activa hacia el torrente circulatorio
en los túbulos renales. Sin embargo, los compuestos polares, entre los que se
encuentran la mayoría de los metabolitos de los fármacos, no pueden difundir de
nuevo hacia la sangre y son excretados, a no ser que existan mecanismos
específicos de transporte para su absorción (p. ej., como en el caso de la glucosa,
el ácido ascórbico o las vitaminas B). La excreción renal de fármacos disminuye con
el envejecimiento a los 80 años, la depuración suele encontrarse reducida a la mitad
del valor a los 30 años.

El manejo renal de los fármacos se rige por los principios del paso transmembrana.
Los que se encuentran unidos a proteínas plasmáticas permanecen en el torrente
circulatorio; el filtrado glomerular sólo contiene fármaco libre. Las formas no
ionizadas de los fármacos y de sus metabolitos tienden a ser reabsorbidas con
facilidad a partir de los líquidos tubulares.

El pH de la orina oscila entre 4,5 y 8,0, y puede afectar de manera importante la


reabsorción y la excreción de los fármacos porque el pH de la orina determina el
estado de ionización de un ácido o base débil (ver Difusión pasiva). La acidificación
de la orina aumenta la reabsorción y disminuye la excreción de los ácidos débiles,
y por el contrario, reduce la reabsorción de las bases débiles. La alcalinización de
la orina produce el efecto inverso. En algunos casos de sobredosis, se pueden
aprovechar estas propiedades para promover la excreción de ácidos o bases
débiles; p. ej., se puede alcalinizar la orina para promover la excreción de ácido
acetilsalicílico. El grado en el que afectan los cambios en el pH urinario a la
velocidad de eliminación de un fármaco depende de la contribución de la vía renal
a su eliminación total, de la polaridad de la forma no ionizada y del grado de
ionización de la molécula.

La secreción tubular activa en el túbulo proximal interviene de manera importante


en la eliminación de muchos fármacos. Este proceso requiere aporte de energía y
puede ser bloqueado mediante inhibidores metabólicos. Cuando la concentración
del fármaco es alta, la secreción mediante este tipo de transporte tiene una
capacidad limitada (transporte máximo); cada sustancia tiene un valor de transporte
máximo característico.

Los aniones y los cationes son transportados mediante diferentes mecanismos.


Normalmente, el sistema secretor de aniones elimina metabolitos conjugados con
glicina, sulfato o ácido glucurónico. Los diferentes aniones compiten entre sí por
este mecanismo de secreción. Este fenómeno competitivo puede ser explotado
terapéuticamente; p. ej., el probenecid bloquea la secreción tubular de penicilina,
que normalmente es rápida, lo que causa concentraciones de penicilina más
elevadas y persistentes. El sistema de transporte de cationes permite la secreción
por parte de los túbulos renales de cationes o bases orgánicas.

Excreción biliar

Algunos fármacos y sus metabolitos son excretados en gran medida en la bilis. Para
ellos es necesario un sistema de transporte activo, ya que son transportados a
través del epitelio biliar en contra de un gradiente de concentración. Cuando la
concentración plasmática del fármaco es alta, este sistema de transporte puede
alcanzar una velocidad máxima (transporte máximo). La excreción de sustancias
con propiedades fisicoquímicas parecidas puede dar lugar a fenómenos de
competitividad.

Los fármacos que suelen excretarse por vía biliar son aquellos con un peso
molecular > 300 g/mol y que contienen grupos polares y lipofílicos; la excreción de
moléculas más pequeñas suele ser despreciable. La conjugación facilita la
excreción biliar, en especial si se produce con ácido glucurónico.

Ciclo enterohepático: Fenómeno de reabsorción, donde los fármacos liberados


como glucoconjungados, que van hacia el intestino a través de la bilis, son
reabsorbidos a la sangre tras haber sufrido hidrólisis enzimática a nivel del intestino
delgado, liberando el fármaco activo que puede incorporarse a la circulación y ser
excretado luego por la orina. Provoca una prolongación de las concentraciones
plasmáticas.
Durante los procesos de administración de los fármacos ocurren unos efectos que
están relacionados intrínsecamente con el principio activo como son:

 Reacciones adversas
 Interacciones farmacológicas

La reacción adversa a medicamentos, cuyo acrónimo es RAM, es «cualquier


respuesta a un medicamento que sea nociva y no intencionada, y que tenga lugar
a dosis que se apliquen normalmente en el ser humano para la profilaxis, el
diagnóstico o el tratamiento de enfermedades, o para la restauración, corrección o
modificación de funciones fisiológicas». Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS) una RAM es «cualquier reacción nociva no intencionada que aparece a dosis
normalmente usadas en el ser humano para profilaxis, diagnóstico o tratamiento o
para modificar funciones fisiológicas».

La Farmacovigilancia es la rama de la Farmacología que permite el seguimiento


de los posibles efectos adversos de los medicamentos, teniendo como objetivo la
identificación, cuantificación, evaluación y prevención de los riegos asociados al uso
de los medicamentos una vez comercializados.

Ningún medicamento está completamente libre de producir reacciones


adversas, pero el beneficio que se obtiene con el medicamento supera sus riesgos
potenciales. Muchas reacciones adversas son poco comunes.

Clasificación de las reacciones adversas a los medicamentos

Las reacciones adversas se clasifican según Rawlins y Thompson en reacciones


tipo A y tipo B, y recientemente las tipo C.

Reacciones tipo A:

 Son exageraciones del efecto terapéutico, como la hipoglucemia por


hipoglucemiantes orales.
 Obedecen a la acción farmacológica que da lugar al efecto terapéutico en un
sitio diferente del sitio de acción, como la carcinogénesis por estrógenos.
 Pueden ocurrir debido a la naturaleza no selectiva de algunos medicamentos,
como sucede con los analgésicos antiinflamatorios no esteroidales, que
producen irritación del tracto gastrointestinal debido a la inhibición de la
biosíntesis de la prostaglandina E1
 Por el espectro de su acción farmacológica, como los antidepresivos que
producen efectos anticolinérgicos.

Se caracterizan por:

o Ser generalmente dependientes de la dosis.


o Ser predecibles con base en las acciones farmacológicas del medicamento.
o Tener tasas elevadas de morbilidad y tasas de mortalidad bajas.

Reacciones tipo B

Son efectos aberrantes que se presentan a las dosis terapéuticas usualmente


empleadas en el hombre, las cuales se caracterizan por:

 No ser predecibles a partir de las acciones farmacológicas del medicamento.


 Generalmente no ser dependientes de la dosis.
 Tener una morbilidad baja y una tasa de mortalidad elevada.

Estas reacciones adversas a menudo son referidas en los textos como reacciones
de idiosincrasia o de hipersensibilidad.

En farmacología, la idiosincrasia es una reacción determinada genéticamente y


aparentemente anormal que algunos pacientes presentan frente a un fármaco, y
que para la cual no hay una explicación determinada.

La hipersensibilidad a los medicamentos es una reacción adversa provocada por


una respuesta inmunológica desencadenada por el consumo de un medicamento o,
bien, por la reacción a uno de sus metabolitos.
Reacciones tipo C

Estas reacciones fueron definidas recientemente como resultado de la controversia


que surgió cuando el grupo universitario del programa de diabetes reportó haber
observado incrementos en la mortalidad cardiovascular en los pacientes con
diabetes mellitus que emplearon hipoglucemiantes orales, lo que posteriormente dio
lugar a que se hayan relacionado numerosas exposiciones a los medicamentos con
la frecuencia de algunos padecimientos, de aquí que estas reacciones se definan
como:

...incrementos en la frecuencia de un determinado padecimiento en los


pacientes que utilizan un fármaco en particular comparativamente con la
frecuencia del mismo en los pacientes no expuestos a dicho medicamento.

Estas reacciones son a menudo efectos tardíos y generalmente no muestran una


relación de temporalidad y su detección se lleva a cabo en sistemas de monitoreo
que incluyen tamaños muéstrales grandes con seguimiento de la población durante
tiempo prolongado. Otro ejemplo de este tipo de reacciones adversas es el
incremento observado en la tasa de enfermedades malignas en pacientes que
utilizaron clofibrato en el estudio de prevención de enfermedades isquémicas
cardíacas, en el cual participaron varios países.

Atendiendo a las causas implicadas en la génesis de las reacciones adversas a los


medicamentos de tipo A y B, éstas pueden ser:

 Farmacéuticas. En este caso guardan relación con la formulación


farmacéutica, ya sea por el potencial antigénico de alguno de los
componentes del excipiente o del vehículo, o bien, consecuente con el
incremento en la biodisponibilidad, lo que implica que la concentración del
medicamento que alcanza el sitio de acción sea mayor.
 Farmacocinéticas. Son alteraciones en los procesos de absorción, las cuales
también se manifiestan como aumento en la biodisponibilidad (concentración
en la circulación sistémica) cuando la absorción se ve alterada por causas
diferentes del tipo de formulación farmacéutica, la distribución, el
metabolismo o la eliminación de los medicamentos.
 Farmacodinámicas. Obedecen a factores genéticos, formación de haptenos
o padecimientos que alteran la respuesta a los medicamentos de los órganos
blancos.

En las reacciones tipo C aún se desconocen los mecanismos implicados en su


génesis.

Anteriormente estas reacciones se designaron con los términos:


hipersusceptibilidad (efectos exagerados), efectos secundarios (consecuencia del
efecto primario), efecto colateral (derivado de su espectro de actividad) y
acumulación (resultado de una eliminación ineficiente). Cabe mencionar que estos
términos continúan siendo vigentes y no son incorrectos.

Interacción farmacológica se produce cuando la actividad o el efecto de un


fármaco se ven alterado por la presencia o por la acción de otro. En todas las
interacciones hay por lo menos un fármaco objeto, cuya acción es modificada por la
acción de otro, el fármaco precipitante, y en algunas ocasiones ambos fármaco
pueden ser precipitantes y objetos a la vez

Las interacciones farmacológicas son las alteraciones de los efectos de un fármaco


debidas a la utilización reciente o simultánea de otro u otros fármacos (interacciones
fármaco-fármaco), a la ingestión de alimentos (interacciones nutriente-fármaco) o a
la ingestión de suplementos dietéticos (interacciones suplemento dietético-
fármaco).

Una interacción fármaco-fármaco puede incrementar o reducir los efectos de uno


o de ambos fármacos. Las interacciones con importancia clínica suelen ser
predecibles o indeseables. Pueden producirse efectos adversos o fracaso
terapéutico. Pocas veces los médicos pueden utilizar interacciones fármaco-
fármaco predecible para producir un efecto terapéutico deseado. Por ejemplo, la
administración simultánea de lopinavir y ritonavir en pacientes con infección por HIV
produce una alteración del metabolismo del lopinavir y aumenta sus
concentraciones séricas y su eficacia.

La duplicación terapéutica consiste en la administración simultánea de dos


fármacos con propiedades parecidas, lo que da lugar a la adición de sus efectos.
Por ejemplo, la administración de una benzodiacepina para la ansiedad y de otra
benzodiacepina para el insomnio puede generar un efecto acumulativo y provocar
toxicidad.

Las interacciones farmacológicas pueden ser de naturaleza

o Farmacodinámica
o farmacocinética

En las interacciones farmacodinámicas, un fármaco modifica la sensibilidad o la


respuesta tisular a otro fármaco debido a su efecto parecido (agonista) o bloqueante
(antagonista). Estos efectos suelen ejercerse a nivel del receptor, pero también
pueden producirse intracelularmente.

En las interacciones farmacocinéticas, un fármaco modifica la absorción, la


distribución, la unión a proteínas, el metabolismo o la excreción de otro. Debido a
ello, se altera la cantidad de fármaco disponible para unirse a los sitios receptores
y su tiempo de persistencia en estos. Las interacciones farmacocinéticas modifican
la magnitud y la duración de los efectos, pero no su naturaleza. Suelen ser
predecibles mediante el conocimiento de cada fármaco, o pueden detectarse
mediante la monitorización de las concentraciones del fármaco o por la aparición de
signos clínicos.

Los médicos deben estar al tanto de todos los fármacos que están tomando sus
pacientes, incluidos los prescritos por otros profesionales, los de libre dispensación,
las hierbas medicinales y los complementos nutritivos. También puede ser
importante indagar sobre los hábitos dietéticos y de consumo de alcohol del
paciente. Siempre que sea posible, se debe prescribir el menor número de fármacos
a las dosis más bajas y durante el período más corto. Debe considerarse el conjunto
de efectos de todos los fármacos prescritos, tanto los deseables como los
indeseables, ya que dichos efectos son los que dan lugar a todo el espectro de
interacciones farmacológicas. Siempre que sea posible, deben emplearse fármacos
con un margen de error amplio, de modo que ninguna interacción no prevista
produzca toxicidad.

Se debe vigilar y monitorizar a los pacientes para detectar efectos adversos,


especialmente tras una modificación del tratamiento; algunas interacciones (p. ej.,
los efectos que se ven afectados por la inducción enzimática) pueden tardar ≥ 1
semana en manifestarse. Si aparecen problemas inesperados, debe considerarse
la posibilidad de que sean debidos a una interacción farmacológica. Cuando se
producen respuestas clínicas inesperadas, el médico debe determinar las
concentraciones séricas de algunos de los fármacos administrados, consultar la
bibliografía científica o solicitar información a un experto en interacciones y ajustar
las dosis hasta conseguir el efecto deseado. Si el ajuste de dosis no resulta
suficiente, el fármaco debe ser sustituido por otro que no interactúe con el resto de
los prescritos.

Algunos fármacos con interacciones fármaco-fármaco potencialmente


graves*

MECANISMO EJEMPLOS
Fármacos antiarritmicos (quinidina),
Margen de seguridad estrecho† fármacos antineoplásicos
(metotrexato), digoxina, litio,
warfarina, teofilina
Ciprofloxacina, claritromicina,
Inhibición de ciertas enzimas fluconazol, ketoconazol,
hepáticas‡ voriconazol, verapamilo
Metabolismo considerable por parte de Warfarina, midazolam, sildenafilo,
ciertas enzimas hepáticas simvastatina, tadalafilo
Inducción de ciertas enzimas hepáticas Barbitúricos, carbamazepina,
rifampicina, fenitoina

Para evitar las posibles interacciones, se debe evaluar exhaustivamente cualquier


fármaco que se administre conjuntamente con cualquiera de estos otros.

†Estos fármacos pueden presentar graves efectos adversos, incluso cuando se


administran como monoterapia. La administración conjunta con otros fármacos que
potencien sus efectos aumenta aún más el riesgo de efectos adversos. Para
investigaciones adicionales sobre posibles interacciones entre medicamentos,
consúltese una fuente fiable, como Drug.com's Drugs Interaction Checker.

‡La inhibición también puede ocurrir después de la ingestión de productos de


pomelo (cítricos)

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