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El Emprendimiento en el Ecuador

Introducción

Durante los últimos años, se ha apreciado una notable preocupación por el


emprendimiento como proyecto empresarial novedoso, especialmente en los países de
Latinoamérica, por lo que constituye una nueva vía de movilidad de ingresos, crecimiento
de la clase media, reducción de la pobreza y la informalidad, aumento del bienestar y de
la calidad de vida de aquellos que se convierten en emprendedores.

El emprendimiento es, pues, un mecanismo clave para el crecimiento económico


y el desarrollo de la innovación de una región. La fundación de nuevas empresas va
asociada a la generación de empleo, la creación de riqueza, el incremento de la
competitividad y el desarrollo tecnológico.

Desarrollo

En Ecuador uno de los países más afectados, ocupando en junio de 2020 el


séptimo lugar en casos confirmados de coronavirus en Latinoamérica y el Caribe (Statista,
2021
). Por tanto, es imposible en 2021 desvincularse del virus en Ecuador, pues todavía
existen altos niveles de contagios en la población a pesar del inicio del proceso de
vacunación, que inciden en el devenir de los emprendimientos en el país

Desde esta perspectiva, el panorama parece desventajoso e incluso nada propicio


para el emprendimiento; sin embargo, el estudio en 43 economías realizado por el Global
Entrepreneurship Monitor (2021), reveló que en nueve de ellas más de la mitad de quienes
inician o dirigen un nuevo negocio están de acuerdo en que la pandemia generó nuevas
oportunidades que podrían aprovechar.

En el Ecuador la tasa de tea fue del 36,2% de la población adulta surgiendo un


aumento significativo esto se debe a la proporción de emprendedores en incubación según
las encuestas de población adulta (APS), el emprendimiento se ha desarrollado de tal
manera que según varios reportes internacionales (GEM Y GEDI), la propensión a
emprender y la percepción del emprendedor esta entre las más altas del mundo.

Por otro lado, la innovación se ha convertido en un eje fundamental, gracias a la


propuesta del Gobierno actual por transformar la matriz productiva.
En este contexto, emerge el emprendedor-innovador ecuatoriano como agente del
cambio que busca mejorar las condiciones de vida de sus colaboradores, comunidad,
familia, amigos, consumidores.

Como se ha puesto de manifiesto, algunos trabajos reflejan la existencia de


distintos tipos de relaciones entre las variables que miden el nivel de emprendimiento con
el crecimiento económico (Wennekers et al., 2010). Estas relaciones dependen, en buena
medida, de las condiciones específicas del entorno a nivel nacional, las cuales, a su vez,
están relacionadas con muchos aspectos que incluyen factores económicos,
institucionales y socio-culturales (Valliere y Peterson, 2009; Wennekers et al., 2010;
Amorós et al., 2012).

Para que se inicie un nuevo emprendimiento o negocio es fundamental que el


entorno macroeconómico y empresarial aporte con un adecuado ecosistema que genere
una cultura de apoyo, adecuadas redes de contacto e instituciones eficientes. Si bien en
Ecuador las métricas respecto de la actividad emprendedora temprana, del Monitor de
Emprendimiento Global, muestran que el ecuatoriano tiene un alto espíritu emprendedor,
los índices globales en temas macroeconómicos, de competitividad y de innovación
evidencian que el entorno está generando obstáculos permanentes al desarrollo de la
actividad emprendedor.

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