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TRABAJO DE PARTICIÓN. NO PROCEDE SU MODIFICACIÓN CUANDO


FUNDAMENTO ES INCONFORMIDAD CON
INVENTARIOS Y AVALUOS. VARIACIÓN DE
INVENTARIOS. PROCEDE CON AUTORIZACIÓN
JUDICIAL. PASIVO SUCESORAL. DEUDAS DE
LA SOCIEDAD CONYUGAL.

LIQPON. 2649

REPUBLICA DE COLOMBIA

TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA D.C.


SALA DE FAMILIA

Bogotá, D.C., tres (3) de diciembre del año dos


mil uno (2.001).

REF: PROCESO DE LIQUIDACIÓN DE SOCIEDAD


CONYUGAL DE ALICIA PONCE DE LEON EN CONTRA
DE ALVARO ERZA TURGEMAN ARENAS (APELACIÓN
SENTENCIA).

Discutido y aprobado en Sala del día treinta


(30) de octubre del año dos mil uno (2.001), según consta
en el acta No. 54.

Magistrado Ponente: JESAEL ANTONIO GIRALDO


CASTAÑO.

Procede el Tribunal a decidir el recurso de


apelación interpuesto contra la sentencia del dieciséis
(16) de mayo del año dos mil uno (2.001), proferida por
el Juzgado Diecinueve (19) de Familia de esta ciudad,
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mediante la cual se aprobó el trabajo de partición,


dentro del proceso de la referencia.

A N T E C E D E N T E S

1.- En el Juzgado Diecinueve (19) de Familia de


esta ciudad, cursa el proceso de liquidación de sociedad
conyugal de ALICIA PONCE DE LEON en contra de ALVARO ERZA
TURGEMAN ARENAS dentro del cual se decretó la partición
con auto del trece (13) de octubre de mil novecientos
noventa y nueve (1.999) se dispuso que las partes
designaran el partidor, lo cual no hicieron, por lo que
el a-quo designó partidor de la lista de auxiliares de la
justicia.

2.- Realizado el trabajo de partición se corrió


traslado de él a los interesados por el término de cinco
(5) días, dentro del cual el apoderado de la demandante
objetó la partición con base en que el partidor no pidió
instrucciones a las partes para realizar las
adjudicaciones, las cuales hizo de manera caprichosa, en
especial en relación con la partida tercera del
inventario, porque el valor por el cual la adjudicó no
corresponde a su valor real, habida cuenta de que la
acción del Club Los Lagartos se desvalorizó entre la
fecha de la presentación del inventario y la de la
adjudicación; igualmente, como tal partida no admite
cómoda división debió pedir autorización al Juez para
licitar su valor y en cuanto a las acciones de la
Sociedad Ortopedista Santa Fe Ltda. que estaban en cabeza
del demandado y de las cuales dispuso luego de disuelta
la sociedad conyugal y que le fueron adjudicadas al
mismo, debió el partidor, como se señala en la
providencia dictada por esta Corporación, hacer la
operación matemática, tendiente a hacer efectiva la
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sanción prevista en el artículo 1.824 del C. C. por


ocultación o distracción dolosa de los bienes de la masa
partible, situación que debió reflejarse en el trabajo de
partición y, por último, aduce que no encuentra equidad
en la distribución de la partida 5ª. del inventario, en
torno a bienes muebles y enseres de los esposos porque
los mismos no se identificaron e individualizaron en
forma clara y precisa, ni se efectuó avalúo alguno por
parte de peritos, en la forma prevista en el artículo
1.392 del C. C..

3.- La objeción a la partición se declaró


impróspera mediante sentencia del dieciséis (16) de mayo
del año dos mil uno (2.001), aprobando el trabajo de
partición y adjudicación realizado por el partidor.

LA IMPUGNACION

El apoderado judicial de la demandante


interpuso recurso de apelación contra la sentencia, el
cual sustentó en esta instancia reiterando los argumentos
invocados en la formulación de la objeción. Alega así
mismo que el incidente de objeción no se sujetó a las
normas procesales correspondientes porque no se
decretaron las pruebas por él solicitadas y agregó como
punto nuevo, no formulado en la objeción, que el partidor
no hizo hijuela de deudas pues adjudicó a los cónyuges
bienes que no son suficientes para el pago del pasivo a
cargo de la sociedad conyugal.

ALEGACIONES EN AUDIENCIA PUBLICA

Dentro de la oportunidad legal el apoderado de


la parte actora solicitó la realización de una audiencia
de alegaciones con fundamento en el artículo 360 del C.
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de P. C., a lo cual se accedió, llevándose a cabo la


misma el día 23 de octubre el año 2.001 en la que los
apoderados de ambas partes presentaron sus argumentos.
Sólo el apoderado del demandado entregó resumen escrito
de sus alegaciones.

Rituado el trámite propio de la segunda


instancia, procede la Sala a decidir el recurso de
apelación presentado a estudio, conforme con las
siguientes:

C O N S I D E R A C I O N E S

Consagra el artículo 180 del C. C., modificado


por el artículo 13 del Decreto 2820 de 1.974, que : "Por
el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes
entre los cónyuges, según las reglas del título 22, Libro
IV del Código Civil".

Y de acuerdo con el artículo 4o. de la ley 28 de


1.932: "En el caso de liquidación de que trata el artículo
1o. de esta ley, se deducirá de la masa social o de lo que
cada cónyuge administre separadamente, el pasivo
respectivo. Los activos líquidos restantes se sumarán y
dividirán conforme al Código Civil, previas las
compensaciones y deducciones de que habla el mismo
Código".

Por su parte el artículo 626 del C. de P. C.,


aplicable a la liquidación de sociedades conyugales
disueltas por sentencia civil, en sus numerales 5o. y 6o,
dispone: "5o.- Para la confección del inventario se tendrá
en cuenta lo dispuesto en el artículo 600 y en el 4o. de
la Ley 28 de 1.932."
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"6o. La actuación posterior se regirá por lo


dispuesto en los artículos 601, 602, 608 a 614 y 620".

Disuelta la sociedad conyugal, surge una


comunidad universal, que debe ser liquidada a solicitud de
cualquiera de los comuneros, ya que según el artículo 1374
del C.C., nadie está obligado a permanecer en la
indivisión.

Así mismo, el artículo 1832 del C.C., preceptúa:


"La división de los bienes sociales se sujetará a las
reglas dadas para la partición de los bienes
hereditarios".

Entonces, para realizar la partición de los


bienes sociales debe acudirse a las reglas previstas para
la liquidación de la herencia.

Dentro del conjunto de normas que regulan la


liquidación de la herencia se hallan los artículos 600,
601 y 602 del C. de P.C., y 1393 del C.C., conforme con
las cuales, debe procederse dentro del trámite de la
liquidación a hacer un inventario, el cual es la base
objetiva para la realización del trabajo de partición.

La partición por su lado, como se sabe, es la


liquidación y adjudicación de los efectos partibles a cada
uno de los comuneros.

Por consiguiente la partición se encuentra


limitada por los inventarios, de manera que no puede el
partidor adjudicar a los comuneros bienes distintos de
aquellos que fueron oportuna y legalmente inventariados.

Así lo expresó la Sala Civil de la Honorable


Corte Suprema de Justicia en sentencia No. 167 del 10 de
mayo de 1989, en la que dijo: "La partición hereditaria
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judicial, como negocio jurídico complejo sustancial y


procesalmente debe descansar (artículos 1392, 1394 y 1399
C.C. y 610 y 611 del C. de P.C.) sobre tres bases: la
real, integrada por el inventario y avalúo principal y los
adicionales, con sus modificaciones reconocidas
judicialmente (exclusiones de bienes, remates, etc.); la
personal, compuesta por los interesados reconocidos
judicialmente, con la modificación pertinente hecha por el
juez (vgr. exclusiones de sujetos y alteraciones
judiciales personales); y la causal traducida en la fuente
sucesoral reconocida por el juez (vgr. sucesión
testamentaria, intestada etc.).

"De allí que sea extraño a la partición, y, por


consiguiente, a las objeciones, apelaciones y casación,
cualquier hecho o circunstancia que se encuentre fuera de
dichas bases, sea porque son ajenos a la realidad procesal
o porque estándolo no se hayan incluido en ella, ora
porque no fueron alegados o porque siéndolos fueron
despachados desfavorablemente. Esto último acontece cuando
se dejan precluir las oportunidades para controvertir u
objetar el inventario y avalúo, sin hacerlo, o cuando
habiéndose hecho las objeciones han sido rechazadas o
acogidas. En uno y otro caso, el inventario debidamente
aprobado es la base real que debe tenerse presente en la
elaboración de la partición, en cuya sujeción puede
incurrirse en acierto o desacierto y puede dar origen a
las objeciones y recursos del caso. Pero en cambio, son
ajenas a la partición, las objeciones y los recursos, las
cuestiones que debieran ser debatidas en la etapa del
inventario y avalúo, o que siéndolas fueron decididas en
esta oportunidad, sin el reparo exigido por la ley".

De manera que si el inventario y los avalúos de


los bienes de la sociedad conyugal debidamente aprobados
son la base para efectuar la partición, no puede el
partidor variarlos cambiando el valor de aquellos, ni
puede el juez decretar pruebas tendientes a establecer el
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verdadero valor de los mismos, toda vez que éste tiene que
ser definido antes de la aprobación del inventario de
acuerdo con lo establecido en el artículo 600 numeral 1o.
del C. de P.C.. Y aprobados los inventarios precluye la
oportunidad para realizar cualquier debate en torno al
valor de los bienes. De ahí que los reparos hechos a la
partición con fundamento en el avalúo de la partida
tercera y quinta de dicha relación, esto es, en torno al
de la acción número 988 del Club Los Lagartos de Bogotá y
los bienes muebles y enseres de la que fuera la casa de
habitación de la familia TURGEMAN-PONCE DE LEON,
consistentes en muebles, enseres, electrodomésticos, obras
de arte, vajillas, etc. y la censura formulada en torno al
trámite incidental en cuanto no se ordenó el avalúo de
bienes que solicitó, carece de asidero alguno, por lo cual
deben ser desestimadas.

En efecto, tal como puede observarse en el sub


lite, el apoderado del extremo pasivo presentó la relación
de inventario y avalúos de los bienes de la sociedad
conyugal, y corrido el traslado respectivo no fue
objetado, por lo que quedó en firme y no se puede en este
momento pretender, como lo hace la apelante, que se
retrotraiga la actuación para entrar a modificar los
inventarios, porque se reitera, las etapas procesales son
preclusivas. Además, el hecho de que se haya dado a los
bienes unos valores irreales ya sea por ser inferiores o
superiores al valor de los mismos en el comercio, ningún
perjuicio en sí conlleva para los adjudicatarios en la
elaboración de las hijuelas porque lo que interesa es que
en las mismas haya equidad respecto del valor inventariado
de los bienes, atendida la forma en que sean adjudicados.
Pues, es indudable que una inadecuada valoración puede
conducir a particiones inequitativas, y por ello, la
importancia de los reparos oportunos a la tasación que se
realice. Pero tal oportunidad fue desechada por la
demandante.
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Ahora bien, es posible que entre el inventario y


la partición surjan alteraciones económicas graves, cuando
media un tiempo considerable, entre esos dos extremos,
afectándose la valoración de los bienes, ya definida, caso
en el cual, con aprobación judicial podría variarse el
inventario. Pero lo que no es posible es que quien ningún
reparo le formuló al inventario trate de modificarlo por
la vía de la objeción a la partición, sin que previamente
se hubiesen planteado y demostrado las circunstancias que
acaban de mencionarse. Debe recordarse que el artículo 600
del C. de P. C., establece claramente cuál es la
oportunidad para oponerse a los valores asignados a los
bienes, el trámite procesal que debe surtirse para
determinar el valor que debe quedar en el inventario.

Con todo, como el inventario fue elaborado por


el demandado, lo equitativo es que la acción le sea
adjudicada a ambos cónyuges en común y proindiviso si como
lo afirma la objetante el valor inventariado no concuerda
con el valor real de la misma. Resáltase que fue
precisamente el demandado quien le dio esa valoración en
el inventario y que en momento alguno se ha dolido de la
misma, a parte de que de conformidad con lo previsto en el
artículo 1.624 del C. C., las cláusulas ambiguas de los
negocios jurídicos deben ser interpretadas en contra de
quien las elaboró.

En consecuencia, la acción debe adjudicarse a


ambos cónyuges aunque para ello sea menester crear
comunidades singulares sobre bienes respecto de los cuales
no existe discusión sobre su valoración, y recomponer las
hijuelas habida cuenta de que el valor de la mencionada
acción es bastante considerable, atendido el monto de la
masa partible.
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En cuanto a la objeción en relación con el hecho


de que el partidor no le hubiese solicitado instrucciones
a los interesados para hacer la partición, debe decirse
que está llamada al fracaso, toda vez que si bien el
artículo 610 del C. de P. C., establece que el partidor
"podrá pedir....las instrucciones que juzgue necesarias a
fin de hacer las adjudicaciones de conformidad con ellos,
en todo lo que estuvieren de acuerdo, o de conciliar en lo
posible sus pretensiones", se trata de una mera facultad
que el legislador le confiere al partidor, pero no de un
imperativo deber, luego no está obligado a solicitar tales
instrucciones, y menos si considera que no hay necesidad
de pedirlas en razón de que los bienes no admiten cómoda
división, o son indivisibles, etc..

En este caso los excónyuges ni siquiera


insinuaron que pretendían llegar a un acuerdo. Tampoco
nombraron partidor de consuno, lo cual en principio
denota desacuerdo entre ellos.

Ahora bien, el artículo 1394, en la regla


octava, contempla que el partidor "tendrá cuidado de no
dividir o separar los objetos que no admiten cómoda
división o de cuya separación resulte perjuicio; salvo que
convengan en ello unánime y legítimamente los
interesados". Quiere decir lo anterior que eventualmente,
cuando el objeto lo permita, si los excónyuges de común
acuerdo manifiestan su intención de hacer la división,
puede hacerse. Pero primero debe establecerse si la cosa
por su naturaleza admite división y luego proceder a
pedirla o a hacerla de consuno, pero ninguna de las dos
circunstancias se presentaron en el caso materia de
debate, por lo cual, se reitera, la objeción estaba
llamada al fracaso.
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En torno a que el partidor no solicitó que se


licitara el valor de la acción del Club Los Lagartos, debe
señalarse que al partidor para la realización de su
trabajo, le corresponde un margen de libertad en la
apreciación de los factores que han de tenerse en cuenta
al realizarlo, tal como se desprende del contenido del
artículo 1.394 del C. C. y del 610 del C. de P. C., y que
es en su criterio que debe establecer si es o no necesario
proceder a licitar el valor del bien para solicitarle al
Juez que convoque a los herederos y al cónyuge a una
audiencia con el fin de oír sus ofertas y resolver lo que
corresponda, de tal manera que si no lo estimó
indispensable y si no hubo acuerdo de los interesados
sobre el particular, tampoco puede censurarse por
defectuosa la partición por este aspecto.

De otra parte, si el excónyuge, como lo afirmó


la objetante, dispuso de las acciones de la Sociedad
Ortopedista Santa Fe Ltda. que estaban en cabeza del
mismo, en forma fraudulenta o si hubo ocultamiento en
perjuicio de la apelante, la ley civil establece los
mecanismos idóneos para recuperar el equilibrio
patrimonial de los cónyuges, pero no le es dable al juez
que tramita el proceso de liquidación hacer
pronunciamiento sobre tales aspectos, por la naturaleza
misma de este proceso, y porque tales pronunciamientos son
propios del declarativo, y menos le correspondía al
partidor efectuar las operaciones matemáticas que dieran
lugar a hacer efectiva semejante sanción civil, pues no
existe pronunciamiento judicial alguno que impusiera tal
obligación a éste, para que tuviera que estimarla al
realizar su trabajo, razón por la cual la objeción
formulada en cuanto a este aspecto carece de fundamento
legal alguno.
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Respecto de la inconformidad manifestada por la


cónyuge, en cuanto no se designaron bienes suficientes
para el pago del pasivo sucesoral, lo cual no fue materia
de objeción pero sí fue alegado al sustentar el recurso de
apelación en esta instancia, debe decirse que tiene razón
la inconforme, pues de acuerdo con el artículo 1.393 del
C. C., es obligación imperativa del partidor formar la
hijuela para el pago de deudas con bienes suficientes para
la cancelación de las acreencias conocidas (en este caso
de la sociedad conyugal), sin necesidad de que haya
requerimiento sobre el particular por los interesados.
Para el efecto, el partidor debe formar la hijuela,
adjudicándola a los responsables de las deudas, en la
misma proporción de su responsabilidad, designando los
bienes con los cuales se pagarán las mismas, pues, los
acreedores o los interesados tienen derecho a solicitar al
Juez, dentro del término de cinco (5) días siguientes a la
conclusión del proceso “que se rematen los bienes
adjudicados para el pago de deudas” (artículo 613 del C.
de P.C.), lo cual aunque no constituye un gravamen o
limitación al dominio, sí constituye una obligación de
destinar la cuota o el bien correspondiente al pago de la
deuda, ya sea con el producto de la venta o por dación en
pago (artículo 610 del C. de P. C.).

Sobre el particular, ha sostenido la doctrina:


“...Se trata en el fondo, de una adjudicación en propiedad
modal, en donde el modo consiste en la obligación de
destinar esa cuota o bien al pago de la deuda
correspondiente, mediante su venta o dación en pago. Por
ese asignatario también podrá cancelar con sus propios
bienes la deuda que le correspondió, caso en el cual la
propiedad quedaría liberada del modo y, tratándose de
inmuebles, el adjudicatario con la prueba correspondiente
o con la autorización del beneficio del modo, puede
proceder a la cancelación de este modo mediante el
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otorgamiento y registro de la escritura pública


correspondiente”1.

Como puede observarse en el trabajo de


partición, fácil es concluir que el encargado de
realizarlo no conformó en debida forma la hijuela de
deudas de la sociedad conyugal, pues omitió adjudicarla en
común a los adjudicatarios y señalar en ella,
concretamente, los bienes que destinó y que adjudica a los
citados y con los cuales habrán de cancelarse las
acreencias sociales, de tal manera que es necesario
ordenar la rehechura del trabajo partitivo, para elaborar
nuevamente la hijuela de deudas, bajo las directrices
señaladas.

En torno a que en la partida quinta que se


adjudicó a la excónyuge sin especificar a qué bienes
muebles y enseres, vajillas, obras de arte se refería,
debe relievarse que para darle orden y claridad al
trabajo, es indispensable que se consignen los datos de
cuya falta adolece el presentado en este proceso, pues
debe concretarse el respectivo derecho de cada
adjudicatario, lo cual se da en la adjudicación de la
hijuela respectiva, así como la identificación de los
bienes adjudicados.

Revisado el trabajo de partición, se observa


que, efectivamente, el auxiliar de la justicia encargado
de su confección, omitió consignar las especificaciones
tendientes a la individualización y singularización de la
partida quinta, esto es, la descripción de los bienes
muebles que en concreto le asignaba a la cónyuge, lo
cual, se explica porque el apoderado del extremo pasivo
no los consignó en el acta de inventario, tal como puede
constatarse en el expediente, quebrantando la previsión
1
PEDRO LAFONT PIANETTA, “Derecho de Sucesiones”, T. II., 4ª. ed., Ed. Librería del Profesional,
Pág.. 670.
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legal consagrada en el artículo 472 del C. C. en


concordancia con el 1.310 de la misma obra, situación
que, inexplicablemente, no fue advertida por el juez del
conocimiento y de la que era su deber percatarse, lo
mismo que el hacer cumplir las disposiciones aludidas,
haciendo uso aún de los poderes de ordenación e
instrucción (artículo 38 del C. de P. C.) de las que se
halla investido. Pues el inventario en el que se omita la
identificación de los bienes, resulta ineficaz habida
cuenta de que el partidor no adjudica bienes
determinados, y tampoco el Juez podrá posteriormente
materializar la entrega.

De acuerdo con lo anterior, lo conveniente para


el orden y claridad del proceso y para salvaguardar los
derechos de los interesados, es la particularización de
los bienes de que se compone la partida quinta del
inventario, de tal manera que no puedan confundirse con
otros, evitando cualquier posibilidad de fraude y las
dificultades que pueden presentarse para la transferencia
de lo que se adjudica, esto es, indicando no sólo su
equivalente en dinero, sino el número, calidad y cantidad
de los que se le adjudican y los demás datos que se
tengan y que permitan concretar el derecho que
corresponde por ese rubro, para lo cual, previamente a la
rehechura de la partición deberá procederse a ello,
debiendo el Juez, si es del caso, hacer uso de las
facultades a las que se aludió, pues en cuanto a esta
partida se refiere, resulta ineficaz el inventario para
servir de base a la partición y adjudicación que deba
hacerse con base en la misma. De manera que si no se
logra la plena identidad de los bienes, el propio Juez
debe ordenar que el partidor omita la correspondiente
partida, alterándose, en esa forma, por disposición
judicial, el inventario y sin perjuicio de que con
posterioridad, se realice un inventario y partición
adicionales.
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Al margen, se observa que se adjudicó un mayor


pasivo a la apelante, pero nada podrá decirse sobre el
punto, pues ese aspecto no fue motivo de censura por la
parte apelante, de tal manera que impide el examen de ese
tópico en esta instancia, por haber quedado
definitivamente clausurado ese aspecto.

Las anteriores consideraciones son suficientes


para revocar parcialmente la providencia recurrida, para,
en su lugar, disponer que se rehaga la partición,
teniendo como base las directrices señaladas para la
adjudicación de los bienes y la confección de la hijuela
de deudas, para lo cual se le concederá el término de diez
días al auxiliar de la justicia encargado de ello y no se
condenará en costas a la apelante, por haber prosperado
parcialmente el recurso.

En mérito de lo expuesto, esta Sala de Familia


de Decisión, del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Bogotá, D.C.,

R E S U E L V E

PRIMERO: PRIMERO: Revocar la sentencia apelada,


proferida por el Juzgado Diecinueve (19) de Familia de
esta ciudad, el día dieciséis (16) de mayo del año dos mil
uno (2.001) y en su lugar se dispone que el partidor en el
término de diez (10) días, contados a partir del retiro
del expediente en el Juzgado de primera instancia, rehaga
la partición conforme con lo dicho en la parte motiva de
esta providencia.

Igualmente, el Juez a quo deberá recomponer la


partida quinta del inventario, a fin de individualizar en
debida forma los bienes muebles que la componen, haciendo
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uso de las facultades de ordenación e instrucción


previstas en el artículo 38 del C. de P.C., lo cual deberá
hacer, previamente a la rehechura de la partición ordenada
en esta providencia.

SEGUNDO: Sin costas por haber prosperado el


recurso.

COPIESE, NOTIFIQUESE Y CUMPLASE.

Los magistrados,

JESAEL ANTONIO GIRALDO CASTAÑO

OSCAR MAESTRE PALMERA MARTHA LUCIA NUÑEZ DE SALAMANCA

LIQPON. 2649

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