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TEMA II

El proceso de crear

Estamos de acuerdo en que a escribir se aprende escribiendo. ¿Pero qué hay antes
del texto? Hay un mundo interno, exclusivo de cada individuo, conformado como
consecuencia de su historia personal; y un mundo externo que rodea al individuo.
El mundo interno y el mundo externo confluyen en el texto. Sin embargo, no hay texto
sin fluidez y sin flexibilidad. Los factores que obstaculizan o facilitan la creatividad
pasan por nuestro mundo interno. Se trata de romper las resistencias y los miedos, y
aprender a convertirlos en material literario. Saber cómo escribimos es una etapa
indispensable para conocer las herramientas con las cuales podemos hacerlo.

Escribir es crear.

Al escribir se pone en movimiento toda la experiencia personal. Hay que conectar con
uno mismo sin interferencias para que la mente active la mano y la mano active el
utensilio elegido conformando el texto. Evidentemente, no nos referimos a una
sucesión mecánica, sino a un acto productivo.
Toda persona es naturalmente imaginativa y potencialmente creativa. La diferencia
entre los que no se consideran creativos y los que lo son es que estos últimos son
capaces de expresar una respuesta nueva ante un problema o numerosas ideas en un
breve lapso de tiempo. El ser creativo encuentra soluciones novedosas diferentes a las
habituales. Hay que saber movilizar los recursos en el momento justo.

Diferir los juicios críticos.

Lo contrario a crear es bloquearse que es tanto no poder crear como producir


maquinalmente.
La censura es el peor enemigo de la creatividad. Por tanto es muy importante que de
entrada escribamos sin corregir nada y corregir luego, más tarde. Porque si apelamos
a la crítica negativa, seguro que nos bloqueamos. Tenemos que empezar a escribir
con un espíritu positivo, como eso de estar ante la botella por la mitad, ver la botella
medio llena y no medio vacía.
Así pues, algunas expresiones que frenan el proceso creativo podrían ser las
siguientes:

 No es prudente.
 Otros lo haría mejor.
 No vale nada. Resultará aburrido.
 Es absurdo.
 Es peor que lo de los demás.
 No sirve.
 No tengo nada que decir.
 No podré.
 A quién le puede interesar.

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Tenemos que atacar con la rebeldía a esa vocecita interior que nos quiere imponer
una visión negativa.

Cambiar la partitura de los rituales.

En la vida cotidiana nos manejamos con múltiples clisés y no cuestionamos la lectura


de los hechos de cada día porque tenemos ideas previas que hemos ido incorporando
de tanto repetirlas, tanto que ni reparamos en su formulación. Los estereotipos nos
maniatan ojos y oídos y nos aferramos a la partitura conocida, lo cual nos da
seguridad. Sin embargo, aunque sospechemos que desechar la partitura es más
arriesgado, vale la pena intentarlo especialmente a la hora de escribir. Para ello las
armas del humor y el juego son muy efectivas para romper el estereotipo; con ellas
podremos responder con la sorpresa, con lo inesperado y sorprendernos nosotros
mismos con nuestras reacciones.
Dejar de sorprenderse es dejar morir tanto el amor como la creación. Se aprende
durante el acto de hacer algo o no hacer lo otro. No hay que estar pendiente del
resultado, sino vivenciar el proceso.

Etapas del proceso creativo.

El proceso creativo pasa por cuatro etapas principales y conectar con nuestro mundo
interno implica respetarlas:

1. Preparación:
 Juntar datos. Liberar imágenes. Visualizar.

2. Incubación:
 Tener en la cabeza varios temas y, llegados a ese punto, dejar reposar
la mente.
 Esperar a que aflore el tema más fuerte.
 Otra opción es ir apuntando a medida que van surgiendo.

3. Descubrimiento:
 Surge la chispa, la iluminación.
 Se relacionan aspectos hasta ese momento aislados.
 Aparece la punta del hilo y tirando de él tendremos el texto literario.

4. Escritura:
 Se organiza y se desarrolla el material existente.

La etapa de corrección o reescritura es posterior y corresponde a cómo se escribe.


Saber cómo escribimos nos conduce a detenernos antes de iniciar un texto para
encontrar la mirada singular. Saber cómo se escribe nos conduce a detenernos para
elegir entre diferentes variantes.
Todos podemos escribir sin experiencia previa y sin límites de edad. El lenguaje es un
hecho social, propiedad común de todos los hablantes y con esta convicción hay que
enfrentarse a la escritura. La única condición es hacerlo a menudo, sin que interfiera la
idea de que un escritor es un elegido del destino, porque como dijo Ray Bradbury, la
esencia de la creatividad es la esencia del hombre.

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Acumulando poco a poco fragmentos llega un momento en que asoma una punta del
puzle. Y a ese momento es lo que se llama inspiración. Henry Miller decía que la
mayor parte de la creación literaria se hace mientras uno pasea, conversa con alguien,
juega. La mente trabaja sin parar y el escritor tiene antenas especiales, entonces, la
“iluminación” es una consecuencia normal y no una excepción.
Al contrario, el mismo acto de escribir puede contribuir a la inspiración que tenemos
que ir en su búsqueda cargados de energía y con las herramientas necesarias. Es
importante provocar las ideas observando lo que ocurre a nuestro alrededor, estemos
donde estemos, para provocar la chispa de la inspiración.

Trabajar el campo ficticio personal.

Desarrollar la fantasía es reencontrarse con las primeras matrices imaginarias de los


primeros juegos. Juego es salud.

1. La palabra es uno de los primeros juguetes del bebé y recuperar el placer de la


palabra a través del contacto lúdico con la sustancia de la expresión es lo que
nos conviene. Sonidos, letras, sílabas, rimas, todo es parte del juego. Incluso
se puede crear a partir de los crucigramas o sopas de letras inventando
caminos de casillero a casillero; elegir palabras determinadas; escribir algo
relacionado con una de las definiciones, etcétera.
2. Por otra parte, si crear es la capacidad del individuo de organizar de otro modo
la realidad y atreverse a “ser el otro”, para trabajar el campo ficticio personal
podemos ejercitarnos durante unos minutos cada día, cada semana o cada
mes, imaginando que somos alguien totalmente diferente a como creemos que
somos. Los resultados se verán en el texto.

Hablar antes de escribir.

 Pedir que nos cuenten anécdotas vividas en un periodo determinado de


la vida con preguntas específicas a nuestro interlocutor. Los resultados
pueden ser:
o Utilizar la anécdota tal como nos la contaron y convertirla en un
cuento breve.
o Utilizar algunos datos sólo de la anécdota recibida.
o Recoger palabras de distintas anécdotas que nos resulten
motivadoras y usarlas.

Recapitulando.

1. Asociar libremente.
2. Afrontar el proceso creador con espíritu positivo.
3. Romper estereotipos a la hora de escribir.
4. Convencerse de que cualquiera puede escribir.
5. No censurar durante el proceso de escritura.
6. Sorprenderse frente a todo lo que nos rodea a la busca de material.
7. Mirar una misma cosa de diferentes maneras.
8. Convertirnos en quienes no somos ni seremos nunca.
9. Aprovechar todos los juegos conocidos para crear.
10. Hablar antes de escribir.
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TALLER DE TEXTOS

Experimentar con ejercicios que apelan a nuestro mundo interno, como los
siguientes, es un entrenamiento de la creatividad.

Propuesta 1: Asociaciones.
Establecer asociaciones entre un paraguas y una escopeta. Explicar la relación paso a
paso hasta fundir ambos objetos en el texto.

Propuesta 2: Visión interior.

Cerrar los ojos y concentrarse durante unos minutos en la visión de una página. Abrir
los ojos y ponerse a escribir inmediatamente acerca de dicha página: sus
características, y qué veíamos o no veíamos en ella mientras estábamos con los ojos
cerrados.

Propuesta 3: Rellenar un texto.

Escribir uniendo entre sí las siguientes palabras. Es decir, rellenar los espacios en
blanco de cada renglón y conseguir un texto.

_________________________________________________________________había

____izquierda______________________________________________________pero

_____________________________________________________________________

_______________la estación_____________________________________________

_________________________todavía con sol________________________________

___________________________________________________________una tortuga.

Como a las once y cuarto_________________________________________________

_____________________________________________________y preguntó________

_____________________________________________________________________

___________________la salida equivocada__________________________________

________________________________________________________________las___

puertas_______________________________________________________________

_________________________________________________________por la escalera

eléctrica______________________________________________________________

______________________________________en el número 8___________________

_____________________en bata__________________________________________

_____________________________________________________________________

____________________________________inventó___________________________

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Propuesta 4: El motor de un texto.

El motor de un texto puede ser un sentimiento concentrado en una palabra. Observar


la siguiente lista de palabras:

Entusiasmo Miedo Estremecimiento Angustia

Alegría Pena Fascinación Rabia

Dolor Tentación Impotencia Vergüenza

Hay sentimientos parecidos en cuanto a su significado en la lista anterior, por ejemplo


“Dolo – Angustia – Pena”. Sin embargo, cada uno tiene matices que los diferencian; la
palabra como tal, con su número de letras, su fonética, etc., ya indica las diferencias.
Escribir es también estar atento a los matices.

1. Cerrar los ojos durante 30 segundos, controlados por reloj, y pensar en la


palabra “pena”.
2. Escribir lo que has imaginado.
3. Repetir el ejercicio con la palabra “angustia” y después con la palabra “dolor”.
4. Comparar las diferencias entre los tres resultados e incluirlos total o
parcialmente en un relato.

Propuesta 5: Captar lo cotidiano.

Salir temprano, preferentemente un sábado por la mañana en que las mañanas


adquieren un movimiento particular. Observar a las pocas personas que se encuentren
en la calle. Fantasear acerca de lo que ocurriría tras las puertas cerradas de diferentes
sitios. Seleccionar una de las observaciones y profundizar en ella escribiéndola
momentos más tarde.

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