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Evaluación Psicológica

Proceso,
, Técnicas y Aplicaciones
en Areas y Contextos
CARMEN MORENO ROSSET
ISABEL M. RAMÍREZ UCLÉS
(EDITORAS)

INCLUYE ACCESO A
CONTENIDOS ON LIN

11 sanz y torres
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos
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© Carmen Moreno Rosset e Isabel M aría Ramírez Ucl és (editoras)

© EDITORIAL SANZ Y TORRES, S. L.


Vereda de los Barros, 1 7
Poi. lnd. Ventorro del Cano - 2892S Alcorcón (M adrid)
~ 902 400 416 - 91 323 71 10
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editoria l@sanzytorres.com

ISBN: 978-84-17765-00-2
Depósito legal: M-29630-2019

Portada:
Javier Rojo Abuín
Compos ición:
lván Pérez López
Impresión :
M edian il Gráfi co, S. L., el Ed ison, 23, Poi. lnd. San Marcos, 28906 Getafe (Madrid)
Encuadernación:
Felipe M éndez, S. A., e/ D el Carbón, 6 y 8, Poi. lnd . San José de Valderas 2, 28918 Lega nés (Madrid)
Índice

Prólogo XVII
Presentación y Agradecimientos XXIII

BLOQUE TEMÁTICO 1

HISTORIA, PROCESO E INFORME EN EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Capítulo l. Historia de la Evaluación Psicológica en España


en el siglo XX 3
Isabel Ca longe Romano y Ana María Ca lles D011ate

1. INTRODUCCIÓN ....... .... ... .... .... ... ........ ... ..... .. .... .... ... ........................ ..................... .......... ..... ..... ... .. .. .... 5
1.1. Objetivos y propósitos..... ....... ................... ... ... ........ ...... ......... ........... ............ .......... .. ... .. ..... .... ..... .. 5
1.2. Antecedentes históricos........ ....... ... ..... ....... ............ ......... ........ ... ... ..... .. ....... .. ...... ... .... ... ... .... ... ....... 5
1.3. La Eva luación Psicológi ca en España en el S. XX: Etapas.... .... .... ... .. ........ ........ ...... ....... ......... .. ... .... 7
2. PR IMERA ETAPA: IN ICIOS DE LA EVALUAC IÓN PSICOLÓG ICA... .... .... .... .. ......... .. ...... .......... ... ... ... ... .. . 8
2. 1. Psicología apli cada en el ámbito labora l ....................... .... .. ... .... ..... ... .... .... .... ..... .. ..... .......... ...... .... 9
2. 1.1. Escuela de Barce lona . Instituciones. .. ........... .... ...... .... .. .. ... ... .... .......... ........... ........... .. .... .... . 11
2. 1.2. Escuela de Madrid . Instituciones. ................ ..... ............. .... ... ...... ... ......... .. ..... ..... ........ ... ..... . 13
2. 1.3. El impul so de la Orientación Profesional .. ...... .. .. .. ........ ............ .... ...... .......... ......... .... ..... .... 17
2.2. La Eva luación Psi cológica en el ámbito educativo. ........................... ... .. ....... .... ..... ... .... ....... ... .... ... . 18
2.2. 1. La Escala de Binet-Simon y el com ienzo de la Eva luación Psicológi ca. ....... .. ......... ........ .. ... 18
2.2.2. El Terma n: la adaptación de Germain y Rodrigo..... ... .......... .. ..... .... ..... ......... ....... .... ....... .... . 21
2.2.3. El Registro paido lógico ..... .. ..... ..... ..... ... ..... ...... ............. .... ........ .. ...... ........ .... .. ... .. ... ...... .. ... . 22
2.2.4. Otros tests utili zados en el ámbito educa tivo. .. .... ........... ................ .. ........ ................. .. ... .... 23
2.2.5. Las pautas de ap licac ión de los tests..... .. .... .................................................................... ... . 24
2.3 . La Eva luación Psi co lógica en el ámbito clínico.. .. ....... ......... ......... ..... .. .... .............. ..... ............ ....... 26
2.3. 1. Instituciones relevantes en el ámbito educativo y clínico.... .. .. .. .... ..... ............ ...... ..... .... ...... 27
2.4. Resum en de esta etapa. ... ..... .. ...... ...... ... ..... ... .... ............ .. ...... ... ........ ..... ... ............. .. ...... ... .. ............ 29
3. SEGUNDA ETAPA: RECONSTRUCCIÓN Y REFUNDACIÓN (1939-1970) ... ...... ..... .... .... .... .. ...... ......... ... 30
3 .1. El Departamento de Psicología Experimenta l del CSIC ... ...... ... ........ ......... . ...... .... .. ..... .. .......... ...... .. 30
3 .2 . La Sociedad Española de Psi co logía..... ... .. ....... .... .. ....... .......... ........ ... .......... .... ..................... ... ...... 32
3.3. La Escuela de Psicología y Psicotecn ia....... .. ...... .. ... ...... ....... ... ... ... ... ..... .... ... .... ... .... ..... ....... .... .. ..... 33
3.4. El Instituto Nacional de Psicología Apli ca da y Psicotecnia de Madrid (I NPAP) y la Evaluación
Psicológica en el ámbito laboral. ......................... .... ...... ........... ..... .......... ................ .. ........ .... ...... ... 33
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

3. 5. D ifusión de los tests.... ... ... .... .................... ........... .......... ................................................................ 34
3. 6. La Eva luación Psicológica en el ámbito educativo.. ......... ..... ..... ........... .... .... ......... .... .. .... .. .... .. ..... .. 36
3.7. La Eva luación Psicológica en el ámbito clín ico.... ... ........................................ ........ ........ .. ...... ....... 37
3. 8. Res umen de esta etapa................................................ ... ... ... .. .............. ...... ...... ....... ... ........... .. ...... . 39
3. TERCERA ETAPA: CRECIMIENTO Y DESARRO LLO DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓG ICA .. ..................... 39
RESUMEN ........................................................................................................... .................. .. .. ... ... ... ... ....... 43
BIBLI OGRAFÍA .. .......... ............................................................................. ......... .. ......................................... 44
GLOSAR IO ... ....... ..... .... .. .... ...... ..... ...... .. ... ..... .... .. .. ... ........ ... .. ..... ....... ... ...... ... ...... ... .............. .... ....... .... ......... 46

Capítulo 2. El Proceso de Evaluación Psicológica.


Un método científico 51
Carmen Moreno Rosset

1. INTRODUCCIÓ N .......................................................... ........................................................................ 51


2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN PS ICOLÓG ICA: UNA NUEVA ESTRUCTURA Y FORMA DE
APREND IZAJE...... .................. ..... .. ........ .................... ............ ........................................ ....... .. .... ..... .... .. . 56
3. FASES DEL PROCESO DE EVALUAC IÓN PSICOLÓG ICA............................ .. .. ...... .. ............................... 60
ia Fase: Espec ificac ión de la dema nda y de los objetivos................. ...... ........ ...................................... .. . 60
1 .1 . Especificar el motivo de la demanda ................................................. ......................... .. ....... ... .. ..... . 61
1.2. Estab lecer las condiciones hi stóricas y actuales potencialmente releva ntes.... .. .. ......... ........ ... .... ... . 63
1.3 . Fij ar los objetivos para atender la demanda......... ... ............. .... ........... .... .......... ... ..... ... ................... 70
2ª Fase: Formu lación de hipótesis de eva luación veri fi cables.................................................................... 72
2 .1. Formu lar hi pótesis de eva luación, defi nir problemas y se leccionar téc nicas o estrategias
eva luativas... ... .. ....... ...... ......... ... .... ........ .. ... ...... ... ... ..... ..... .... .... ... ... ... .... .......... .. .... ... .... ... .. .. ...... .... 73
3ª Fase: Comprobación de las hi pótesis de eva luación, formulación de caso y comun icac ión
de los resu ltados ... .. .. ......... ........ ...... .... ........... ..... .. ...... ........ .. ... ......... ...... ... ........ ... ........................ ........... 77
3 .1 . Plani fica r la ap licac ión de las técn icas eva luativas....................... ...... ..................... ....... .... ....... ..... 77
3 .2. Ap li car las pruebas ........................................................... ~..................................... ....................... 77
3.3. Corregir, interpreta r e integrar los resul tados.................................. ... .... .......... ... .... .... ................... . 79
3 .4. Comprobar las hipótesis de eva luación.. ....... .................. .. ............................................................. 83
3 .5. Estab lecer la formul ación de caso........ .. ... ....... .. ........ .. ...... .......... ....... .. .. .. ...................... .... .. ... .. .... 86
3 .6. Comun icar los resul tados del proceso eva luativo. Informe de evaluación......... ..... ........ .... .. .... ... ... . 88
4ª Fase: Plani ficación del programa y fo rmul ación de hi pótesis de intervenc ión .. .... ................................. 89
4.1 . Defin ir sobre qué problemas, cómo y con qué estrategias, técn icas o programa se va a
in terveni r, y fo rmul ar hi pótes is de intervención ....... ....... .. ..... .. ... .. .. ................. ..... ..... ... .............. .. .. 90
4. 2. Estructurar la intervención psicológica/terapéutica.................. ......... ................. .... .... ... ....... ...... ..... 91
4.3 . Comunicar de los resul tados del proceso eva luativo y propuesta de intervención ... ......... ... ... ........ 92
5ª Fase: Ap licac ión y va loración de la in tervención psico lógica.................................. .. .... .. ...................... 96
5.1 . Selecciona r los instrumentos de eva luación necesarios para va lorar la eficacia de la intervención. 96
5. 2. Ap lica r las estrategias, técnicas o progra ma de in tervención ........ ... ..... ...... ........ .... ........... .. ... .. ...... 96
5.3. Va lorar los resu ltados y comp roba r las hi pótes is de intervención .................. .. ......... .. .................... 98
5.4. Comu nicar los resu ltados del proceso va lorativo. Informe de in tervenc ión.. .................. ..... ..... ...... . 99
5.5 . Preparar para el alta o cierre provisional del caso, si se ha/n previsto segui miento/s......... ..... .... .. .. . 99
RESUMEN ... ................................... ............................ ..... ........................... ... ......... ....... .. ... .......................... 100
BIBLIOGRAFÍA ... .. .. ...... ... ......... .. ... ...... .. ... .... ........ ......... ..... ........... ........ ........ ... ..... ... ....... ... ..... ... .............. .. .. 101
GLOSARIO ... ....... ...... ..... ... ......... ...... ... ..... .. .... ..... ....... .. ........ .............. ... ............ .... .... ... .. ..... .... ......... ...... ...... 102
ANEXO 1: GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓ N (G AP) ....................................................... .. .. ...... .. 104
ANEXO 11 : ÁMB ITO LABORAL: PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓG ICA EN SE LECCIÓN DE
PERSONAL .... ... .. .... .... ... ................ ... ...... ... ...... ........ ................ ....... .. .. .......... ........ ...... ........... .. ..... ...... ...... .... 109

VIII
ÍNDICE

ANEXO 111: PROCESO DE EVALUACIÓ N PSI COLÓGICA EN EL ÁMB ITO EDU CAT IVO ........................ ...... . 11 2

Capítulo 3. El Informe Psicológico 115


Cristóbal M. Ca lvo Piern agorda y José Ma nuel Rodríguez Conzá lez

1. INTRODUCC IÓN ...................... .................. ....... ... ....... ......... ..... ........................ ..... ............. ....... ..... ... .. 11 7
2. CRIT ER IOS GENERALES PARA ELABORA R EL IN FORME .............................. ......... .......... .... .... ..... .... ..... 118
2. 1. Aspectos de conteni do ......................... ...... ......... ........ .. .. ..... ....... .. ..... .. ... ........... ..... .... .. ..... ............ 11 8
2.2. Aspecto de fo rm a ..... .. .. .. ... .... .... .... .. .... .... .. ...... .. ........ ......... ...... .. ............ ............ ...... .... .. ..... ... ........ 11 9
3. ESTR UCTURA BÁS ICA DE UN INFORM E....... .. ...... .. .... ... ...... ............ .... .. ... .... .. ............ ..... .................... 120
3. 1. Identificac ión de la persona y del eva lu ador .. .... ... .... .. ..... ... .. .. ....................................................... 12 1
3.2 . Motivos de la eva luación ......... .... ........ .... ..... ...... .. .... ......... .... .. .... .. ... ......... .... ..... .. ....... .. ......... ....... 122
3 .3. Observac io nes sob re la co nducta........................... ........... ........ .... ... .... ... .... ... .. .......... ................. ... 122
3.4. Instrumentos, resu ltados y su interpretación ... .. ....... .. .......... ..... ...... .. ... .... .... ..... ... ...... .... .. ...... .... .. ... 123
3.5. Impres ión de diagnósti co y recomendaciones ................ ...... ..... .................... ..... .. ... .. ............. .. ... ... 124
3.6. Orientac ión y objetivos de camb io e inte rvención .. ...... ...... ... .... ... .... .... ...... .. .. .... ............. ........... ... 125
3.7. Va loración de la intervención.... ...... .. .... ... ... ..... .. ... ........ ..... .... .. ................ .... ........... .. .. ...... .. .. ... ...... 126
4. TIPOS DE IN FORME ...... .... .. ...... .... ....... ............ .......... ... .. .. ..... ........... .... ....... .. ... .. ....... ........ ......... ..... .. ... 126
4.1. Según el med io de transmi sión ..... .. ................ ... .. ..... ... .. ..... .. .. ...... ... .... ..... ... .... .. ..... ...................... .. 126
4.1.1 . In forme oral ......................... ... .. ... ..... ... ..... .. .. .. ...... .. .. ..................................................... .. ... 127
4. 1.2 . Informe escrito ............................................... ..... ............ .. ... .... ... ............ ............... ............ . 127
4.2. Según el objetivo y propós ito de la eva lu ac ión... .. ....... ...................................... ... ....... ..... ...... ....... . 127
4.2.1. Informe de eva lu ación ........ .. ........................................................ ..... .. .......... .............. ... .. .. 128
4.2.2. Inform e de ori entac ión o se lección ..... .. .... ....... .......... ... .. .... .. ......... .... .. .. ................ ............. 128
4 .2.3. In forme de in tervención .. .... ... ............ .... ........................... ............ .......................... .. ..... ... .. 128
4.3 . Segú n el contexto de ap li cac ión .. .... ................... .................... ...... ...... ... ...... .. ...... .. .. ... ... ...... ....... .. .. 128
4.3.1 . Info rme clíni co ....... .. ................... .. ......... ... ...... ...... .. .. .... ....... .. ...... ... .. .. .... .... .... ............ .. ... .. 128
4.3 .2 . Info rme educativo.............. ............... ..... ............. ... .. ........ .. .............................. ............... .. .. 130
4.3.3 . Inform e de se lección ...... .. ....... .......... .. ........ ...... ... .... .... ........ .......... ... .... .. .. .. ... .... ... ....... .. ..... 132
4.3.4 . In fo rmes en tráfico y seguri dad .... ... ....... ... .......... ... .... ... .. .. .................. ................................ 133
4.3.5. Info rme pericial .... ...... .... .. ... .. ......... .......... ............... ..... .... ........ ....... ..... .... ........... .. ........ ..... 137
5. ASPECTOS ÉTICOS Y DEONTO LÓG ICOS D EL INFO RM E ..... .... ........... ... ... ..... .... ........ .............. ............ 138
6. EL VALO R Y LAS REPERCU SIO N ES DE L INFORM E PS ICO LÓG ICO..... ... .... ..... .. ..... .... ................... .... .. .. 143
RESUM EN .. .. ... ...... .. .......... ..... ... .. ...... ... ..... ................................................. ......... ....... .. ...... ... .. .. ....... ..... ..... .. 143
BIBLI OG RAF ÍA .......... ....... .... ............ ... ... .. ..... ... .... ... ... ..... ... ..... .. .. ... ..... ....... ......... .. ................ .. ....... ...... ..... ... 144
G LOSA RIO .. .... .......... .................... ........ ........ ... ....... .......... .. ..... .... .............. ............................................. .... . 146

BLOQUE TEMÁTICO 2

LAS TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Capítulo 4. Los Instrumentos de Evaluación Psicológica y


garantías de calidad 149
Ca rm en Moreno Rosset e Isabel M . Ramírez Uclés

1. 1NTROD UCCIÓ N . . .. ....................... ... ... .. ........ .. .. .. ... ..... .... .. .. .. ............... .. .......... ........ ..... .. .. . ..... ... .......... 151
2. LAS TÉCN ICAS DE EVA LU ACI Ó N PS ICOLÓG ICA.......................................... .................. ...................... 152
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

3. ¡QUÉ ASPECTOS GENERALES DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA ELEG IR LOS INSTRUMENTOS
DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA? .... .. ...... ..... .......... ......... .. ...................................... ................ .. ....... .. .. 153
4. ¡CÓMO APLICAR CORRECTAMENTE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓG ICA? .. .. ..... 154
4.1. Fuentes de error de los instrumentos de eva luació n. ... .. .... ... .... ... .... .. .. .. .. ..... ......... ........... ... ...... ... ... 155
5. ¡QUÉ CONOCIMIENTOS DEBEMOS TENER PARA CORREG IR E INTERPRETAR UN INSTRUMENTO
DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA? .... .. ...... .... .............. ......... .. ........ .... ............. .......... ...... ... .. .. .. .. ..... .. ... .. 155
5.1. Conocer las variables que eva lúa un instrumento y su interrelación con otros constructos .. ... ... ..... 156
5.2. Conocer los modelos que han guiado la construcción de los instrumentos ....... ............................. 156
5.3 . Conocer lo que mide un test, la poblac ión y contexto de apl icac ión .................... ....... ..... ... .... ....... 158
5.4. Conocer la forma de puntuación, co rrección e interpretación de un test.. ...................................... 159
5. 5. Conocer los criterios de ca li dad de los instrumentos de eva luación ... .. .. .... .. ... .. ... .......................... 161
6. LAS PUNTUACIONES EN LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA .......................... ... 161
6.1 . Interpretación de las puntuaciones en los test psicológicos. .... ..... .... ... .... .. .. ....... .. ... ... .. ...... ...... ... .. . 161
6.1. 1. Criterios de rendimiento .. ... .. ..... ... .... ...... .. ... ........ ....... .. ..... .... .... .... ... ....... .. ............ ....... ...... 162
6.1 .2. Interpretación en función de baremos .... ....................................... ....... ...... ................ ... ..... . 162
7. CRITERIOS DE CALIDAD PSICOMÉTR ICOS DE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA. .. ....................... ....... ..... .... .... ........ .. ........... .... ..... ..... .......... ................ ......... ........ ....... .... 166
7.1. Fiabilidad ............. .... ... .. .... ......... .... ........ .. ... ....... ................ .......... ........... .......... .... ... ...... .... .. ..... ..... 167
7.1.1. Fiabilidad desde la Teoría Clásica de Test ........... .. ... ..... ... ... ..... ............. ....... ... .. ..... ... ........... 167
7.1.2. Fiabilidad desde la Teoría de la Respuesta al Ítem ... ..... ...... ........... ..... .. .. ......... .......... .......... 169
7.2. Validez ........ .... ..... .. .... ... ... ... ...... ... ...... ............ ... ......... ... ...... ........ ... .. .............. ... .. ....... .... ...... .... ... .. . 169
7.2 .1. M étodos clásicos para el cá lculo de la validez .... .... ............ .. ................... ........ ... ........ .. ...... 170
7.2.2. Otras perspectivas del concepto validez ................... .............. ... .... ... ... ...... ....... ......... ... .... .. . 172
7.2.3. La validez en los test referidos al criterio: sensibilidad y espec ificidad .. .... .......... ...... ....... ... 175
7.2.4. La validez desde la Teoría de la Generali za bi lidad ....... ....... .. ... .... .... ... ...... ....... ........ ...... ... .. 175
7.3. Exactitud ..................... .. .... .. ...... .. .. ..... ... ...... ..... .. ....... .... .............. .... ........... .... ............. .. ... .... ... ..... .. 176
8. GARANTIAS ÉTICAS EN EL USO DE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓG ICA ... ..... ... .. 176
8.1. Consideraciones sobre la eva luación en grupos diversos o multiculturales ....... .............. ...... .. ...... .. 178
RESUMEN .... ... .... ..... ............ ...... ......... ...... .... .. .... .. ... ..... .. .... .... ..... ... .......... ... ....... ............. .. ... .... .. .. ..... ......... . 178
BIBLIOG RAFÍA .... .................... ... ....... ... ..... ...... .... ..... ....... .... .... .... .. .. .. .... ... .... ...... ... ..... .. .... .. ... ... ........ ............ 179
GLOSARIO ............ .. ... ..... .... ....... .............. ..... ... ............ ... ........ ........ .... ...... ... .. .. .... ...... ... ........... .. .. .. ............. . 181

Capítulo S. La Entrevista en el Proceso de Evaluación


Psicológica 185
Félix Cuillén Robles y Carm en Moreno Rosset

1 . INTRODUCCIÓN ... ...... .. ..... ......... ........... ..... ... ... ... ..... ....... ... ...... .... .... ....... ... ... .. .... .. .... .. ... ..... .. .... ..... .... .. 187
2. ENTREVISTAS INICIALES. PRIMERA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA ........ ........ 189
2.1. Entrevista ini cial ... ... .......... ........ .. ..................... ........ .............. ...... .... ... ... ........ .. ..... ..... ...... .. ............ 189
2.1.1. Actitudes y habilidades básicas. La empatía y la escucha activa ...... .... .. ................ ... ........... 192
2.1.2. La comunicación no verbal del entrevistador y del entrevistado .. .... .. .... ........... ..... ... .. ......... 197
2 .2. Entrevista biográfica.......... ....... ... ...... ........ ..... ... .................. ... ... ..... .... ....... ... ... ...... ...... ... ... ... ... ....... 201
2.2.1 . Áreas más importantes en la recogida del historial adulto ......... .... ... ... ..... .... .... ..... ... .. .. .. ... .. 202
2.2.2. Áreas más importantes en la recogida del historial infanta-juvenil ..... .. ........ ... ... ...... ..... ...... 201
2. 2.3. Áreas más importantes en la recogida del historial para orientación profesional y
recu rsos humanos.. .................... ... ... .. ... ........ .......... ... .. ....... ..... ...... ......... ..... .......... ........ .. .. . 208
3. POST-ENTREVISTAS INICIALES. SEGUNDA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA .. .. 209
4. ENTREVISTA DE COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN. TERCERA FASE DEL
PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA ... ....... .......... .. ..... ......................... ..... ...... ........... ............... 209
ÍNDICE

5. ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN . TERCERA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA ..... 211
6. GARANTÍAS CIENTÍFI CAS DE LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA ... .. ........... .......... ... .. .. .. ... .. ....... ...... ...... .. 213
RESUMEN ... .. .......... .... .. .... ... ........... .... .. ... .... ....... ...... ... ........... ..... .. ... ...... ... .... .. .... ...... ..... ... ....... .............. ..... 213
BIBLIOGRAFÍA ... .. ... ............. .. ................. ...... .............. ... .. .... ... ....... .... .... .. ...... ............... ...... ... ..... ..... .. .. ........ 214
GLOSARIO .. ...... .... .. ... ..... ....... .... ... .. .. ...... .. .. .. .... ....... ...... .. .... .. ........ ... ..... .. .. .......... ....................................... . 215

Capítulo 6. Técnicas Psicométricas 217


Isabel M. Ramírez Uclés

1. INTRODUCCIÓN : DEFINI CIÓN DE TEST PS ICOMÉTR ICO .. .............. ........ ............ ... ................... ........ . 219
2. CLASIFICACIÓN DE LOS TEST .. .... .. .... ...... .. .... .. .... ..... ......... .. .. ........ .. .. ..... ....... ...... .. ... .. .. .. .... ... .. ... ... .... .. . 221
3. DIFERENTES USOS DE LOS TEST PSICOMÉTRICOS .. ...... ... ....... ...... ... ..... .. .. ... ....... ... ... .... .......... ............ 222
4. FASES EN LA ELABORACIÓN DE UN TEST ....... .. ... .... .. .... .. .... ...... ... ...... ... .... ...... ........ ..... .. ... .. .... ....... .. ... 223
5. ALGUNOS CR ITERIOS PARA LA VALORACIÓN DE UN TEST .... .... .... ....... .. ... ...................... .... ... .. ..... ... 225
6. DEFINICIÓN Y CLAS IFI CACIÓN DE LOS ÍTEMS ... .. ... .. .... .. ...... ...... ..... .. ... .. .. ... ..... ... .... ... ... ... ........ ....... ... 226
6. 1. Ítems de respu esta cerrada. ... ...... ... .......... .. .... .... ... .. .. ...... ...... .. ....... .. ..... .......... ... ... ... ..... ..... .. .. ... .... . 226
6.2. Ítems de respuesta abierta ....... ........... .. .. ..... ... ....... ....... .... .... ... ... .......... ... .... ..... ............. .... ... .... ... .. . 228
7. PR INCIPALES TEORÍAS DE LOS TEST ............. .. .... ... ....... ... .......... ... ...... .. ................. .... ... ... .. ....... ..... .. .. ... 229
7. 1. Teoría Clásica de los Test (TCT) .. .... ....... .. ....... ........ .. ....... .... ... ..... ... ........ .......... ... .............. .... ........ . 229
7. 1.1. Otros modelos basados en las teorías clás icas .... ... ... ............. .... .. .......... ... ... ... ........... .... ... ... 230
7.2. Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) .... .. ...... .. .. .. ... ... .. ...... .... ...... ... .. .... ... .... ... ..... ...... .. ... ... ... .... ... ..... .... . 23 1
7.2. 1. Procedimientos de co nstrucc ión y apli cac ión de los test desde la TRI ......... ..... ... .... ..... ..... .. 233
7.3. Prin cipales diferencias entre la TCT y la TRI ... ... ..... ... .. ..... .... ........... ...... ... .......... ... ... ... ... ............. ... 234
8. CO NSIDERACIONES EN EL USO DE LOS TEST .. .... ......... ... .......... ............ .... ... ... ... ....... ... ...... .... ... ....... .. 234
9. TEST Y OTRAS TÉCNICAS INFORMATIZADAS DE EVALUACIÓN PSI COLÓG ICA. ...... ... ....... .... .. .. .. ..... .. 235
10. DIRECCIONES Y GUÍAS QUE AFECTAN AL USO DE LOS TEST PSICOMÉTRICOS ... ... .. ............. .......... . 238
10.1. Cri terios sobre la rev isión de los test ............ ......... ...... ....... ... ..... .. .... ....... ... ..... .. ... .. .. ... ...... ........ .... 238
10.2. D irectri ces para el uso de los test ....... ...... .... ...... ...... ... ... ...................................................... ........ . 238
10.3 . Directrices para la traducción y adaptación de los test ... ........ .... .... .. .. ... ... ..... ....... .. ... .. .. ....... .... ..... 240
10.4. Directrices para la eva luación informati zada y test aplicados por Intern et.. ............. .. .. ... ..... .. .... .... 240
10.5. Directrices para los Test Adaptativos Info rmati zados (TAi).. ..... ..... ..... ...... .. ........... ...... ...... .... ..... .... . 241
10.6. Revisiones de los test ed itados en España ..... .... ... .... ... ... ... ... ....... ... .... ... .... .... ..... .... ... ...... .... .... ...... . 242
RESUMEN ... ...... .. .. ............... .. ...... ... ..... ... ... ....... .. .. ... .. ... ...... .. ..... ....... ..... .......... ..... ....... .. .......... ... ..... .. ... .... ... 244
BIBLIOGRAFÍA ..... ... ............. .... .. .. ..... ...... ........... ....... ... .... .. ....... .... ... .. ...... .. .. .... .... ... ...... .... ......... ... .... ... ...... .. 245
GLOSAR IO .. .. .. ... ...... .... ... ............ ...... .... .... ... .... .... ..... ..... .... .... .. .. ......... ..... .... ........ ... .... ... ..... ........... ... .. ......... 247

Capítulo 7. Observación Sistemática 249


Maríagiovanna Caprara y M. Teresa A nguera

1 . INTRODUCC IÓN .... ...... .... ... ... .... .. ... ... .. ..... .. .. .. .. ... ....... ........ ...... .. ... .... .... ... .. .. ... .... ....... .... ...... ....... .. ... ... 251
2. RELACIÓN ENTRE EL OBSERVADOR Y EL OBSERVADO ..... ....... .. ...... ......... ...................... .... .. .. .... ...... .. 252
3. OBSERVACIÓN: M ÉTODO Y TÉCNICA ........ .... ..... ... ... ... .. .. ... ... ..... .... ... ... ........ ... .. ........ ... .................. ... .. 252
4. METODOLOGÍA OBSERVACIO NAL .... ..... .. ...... .. .. .. ........ ..... ..... ... .... ..... ....... ....... ... .... .. ...... ...... ...... .. ...... 254
4. 1. Planteamiento de la observación .... ....... .... ..... .... .... ... ................... ......... ... .. ...... .. ..... .... ......... .. .. ...... 254
4.2 . Selección del proced imiento de observación .. ..... .. .. ... .... .. .......... ..... ....... ... .... ..... .... .... .... .. ..... .. ...... 258
4.2.1. Tipos de muestreo ..... .. ..... ... ... ... ... .. ... .... .. ........ .... ...... .. ..... ........... ..... ... .... ..... ... ..... .. .... .. ..... .. 258
4.2 .2. Contexto o lugar de la observación . Dónde observar .. .. .. ...... .. ... .... ... ... .. ..... .... ..... ... .......... .. 259
5. REGISTROS OBSERVACIONALES E INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN ..... ...... .. .. ..... .. ... .. .. .. .. ........ .... 260
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5.1. Prototipos de reg istro .......................... ..... .... ... ............. ... ........ .. ............ .......... ..... ... ... ... ..... ........ .. .. 260
5.2. Instrumentos de observac ión ................... ..... ......... .. .............. ............. ... ... ... .......... .......... ... .... ........ 266
5.3. Nuevas tecno logías y softwa re para observar. .................. ........ .... .... ......... ... ..... ..... .......... ...... .. .. .. ... 268
6. GARAN TÍAS CIENTÍFICAS DE LA OBSERVACIÓ N ............. ..... ...... ..... .......... ...... ................. ........ ............ 269
7. ANÁLI SIS DE DATOS, INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS Y CO NCLUSIONES ... ......... .... .. .......... 272
8. CONS ID ERACIONES ÉTICAS EN LA OBSERVACIÓN DE LAS PERSONAS .......................... ...... .. ......... .... 273
RESUMEN .. ......... ... ........... ....... .... ............ ... ... ... ..... .. .. ...... .. .. ....... ......... .. ............... ..... .... ... .......... .. ... .... ...... .. 273
BIBLIOGRAFÍA ............... ........ .... .... .............. .................... .. ................ ... ........ .. ... ..... .. .. ..... ... ... .... ........ .... ...... 273
GLOSAR IO ............ ... .. ..... .... ...... ............. ...... ........ .. .... ... .......... .......... ........ .. .. ... ... ... ...... ..... ......... ........ ........ .. 276

Capítulo 8. Técnicas Objetivas. Evaluación psicofisiológica 279


Isabel M. Ramírez Uclés, Inm aculada Fuentes Durá, José María Martínez Selva y
Juan Pedro Sá nchez Nava rro

1. INTRODU CCIÓN .. ..... ........ .............. ...... .. ... .... .... .. ... ...... .... ..... .... .......... ... .......... ........ ....... ........... ......... 281
2. CLAS IFI CAC IÓ N DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE ACTIVIDAD PS ICOFISIO LÓG ICA .. ........... ........... ... . 282
2 .1. Actividad regul ada por Sistema Nervioso Vegetativo o Autónomo....... .. ........... ..... ................ ......... 282
2 .2. Actividad regul ada por el Sistema Nervio so Somático........ ... ...... ...... ............. ....... ... .. .......... .... ...... 286
2.3. Actividad regul ada por el Sistema Nervioso Centra l ....... ... ...... ............ .. ..... ..... .. .. ... ...... .................. 288
3. IN STRUMENTACIÓN Y PROCESO DE OBTENCIÓN DE LA ACTIVIDAD PSI COFISIOLÓG ICA ....... ... ... . 29 0
3.1. Fases en el proceso de obtención de los índi ces fisio lógicos .. .... .. ...... .... .... .... .... .... .. .. .. .... .............. 29 0
3.2. Secuencia temporal en la eva luación ....... .. ... .. .. .. .. ............. .......... .. ............. .. ............. .. ......... ... ...... 29 1
3.3 . Instrumentos computari zados de eva luación psicofis iológica ............. .... ..... .. .. .. ..... ....... ... .. ........... . 292
4. CONCEPTOS BÁS ICOS EN LA EVALUACIÓ N PSICOFISIOLÓGICA ...... ...... ... .... .... .. ... .... ..... .............. ... 293
4.1. Modulac ión emocional del refl ejo de sobresa lto .... ............. .................. ... ..... ... .. ... ... .. ..... ... ..... .... ... 294
5. AP LI CACIONES DE LA EVALUACIÓN PS ICO FISIOLÓGI CA ...... ..... .... ......... ... ....... ..... ............... ............. 296
5.1. M arcadores biológicos e indicadores psi cofisiológicos ...... ............. ... ..... ..... .... .... ... ... ... ...... .... ........ 296
5.2. Ans iedad y trasto rnos de ansieda d ......................... ........... ................ ........................ ......... ............. 298
5.2.1. Evaluación ps icofisio lógica en los trastornos de ansi edad .... ............................................... 298
5.2.2. La respuesta de relajación ....... ............... ......... ....... ......... .... .. ........ ............... .... .. .... .. ...... ... .. 301
5.3. Trastornos depresivos ................ .... ... ....... ......... ............... .... ......... .. .. .... ......... ....... ... ........... ... .... ..... 302
5.4 . Esqui zofrenia .. ....... ... ...... .... .... ..... ..... ...... ... .... .... .. .... .... ... .. ......... ..... .. ....... ................ .. .... .... .. ......... . 303
5. 5. Ps icopatía ............ .... .... ....... ... ......... ............... ... .... ... ... .. ... ..... .... .... ....... .... ... ............ ........... ..... .. ... .. 304
5.6. Adicciones ...... .. .. ... ..... ... .... ... ..... ...... .... .. ............... .. ..... .......... .......... ............................. ........ ......... 304
5.7. Detección del engaño ............ ........... .... ............. .. ......... ........ ............ ..... .... ............ ........ .... ..... .. ... .. 305
6. GARANTÍAS DE CALIDAD EN LA EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA. ... ... ... ..... .. .... ... ......... ..... .. .... .... .. 306
RESUMEN ................ ..... .... ......... .... .. .. ... .. .... .. .... ..... ........ ..... ... ............................................................... ...... . 307
BIBLI OGRAFÍA .... .. ..... ..... ..... ... .. .... .... ..... ..... ...... ........ .. .. ... ....... ............. .. ...................... .... ... ... .. ......... .. ......... 308
GLOSARIO ........ ........ .... .. ........ ........ .... ....... .... ... ......... ............. .......... ........ .... ........ .. ............... ...... ..... ........... 312

Capítulo 9. Técnicas Subjetivas l.


Procedimientos estructurados 315
Isabel M. Ramírez Uclés y Cuillem Feixas Vi/aplana

1. INTRODU CCIÓN .. .... ..... ....... .. .. .... ..... .. .............. ............ ..... ... ..... ............ ..... ... .......... ...... ...... ... .. .... ..... .. 317
2 . LASLISTASDEADJETIVOS ........ ..... .. .... .. ......... ............ .. .. ... ...... .... ...... ..... ....... ... ........ ........ .. ... ... ... .. .... ... 317
2 .1. La Li sta de Adjetivos ACL ( The Adjective Checklist) . .. ..... .... ....... ..... ... ... . ........ .... .. ........ .. . ... .... .. .. ... .. 319
2.2 . La Lista de Adjetivos de Depresión DACL (Depression Adjective Checklist) .. .... ..... ... ... .... ... .... .. ... ... 320
ÍNDICE

2 .3. El Perfil de los Estado de Ánimos POMS (Profile of Mood States) .................................................... 320
2.4. La Escala de Satisfacción por Adjetivos ESFA .................................................................................. 320
2 .5. El Inventario de Adjetivos para la Evaluación de los Trastornos de la Personalidad IA-TP ................ 321
2.6. El Listado de Adjetivos para la Evaluación del Autoconcepto LAEA ........ .. ............ ... ....................... 322
3. LA CLAS IFICACIÓN-Q (Q-SORT) .................. ........ ........................................... .. ........ ...... .. .................... 323
4. EL DIFERENCIAL SEMÁNTICO ....................................................................... ...... .. ........ ......... ... .... ........ 32 4
5. LA TÉCNICA DE REJILLA ......... ............................................................................. .. .. ........... .. ................. 326
5.1. Fundamentación teórica ...... .. .................... ... ....... .......... .... ............. ........... ..................................... 326
5.2. Definición de la Técnica de Rejilla (TR).. .. ........... .. ................... .. ............ .. ....................... .. ....... ...... 327
5.3. Procedimiento de admi nistración de la TR ...................................... .. .... ........ .. .......... .. .................. . 327
5.3.1. Obtención de los elementos .... ... ... .. ........ .. .. .......................... ................ ......... .. .. ................ 328
5.3.2. Elicitación de co nstructos ................................................................................................... 329
5.3 .3. Puntuación ... ... ............... ..... .... .. ................ .... ... .......... ..... ..... .. .... ..... ...... .... .. ... ... .... .......... ... 33 0
5.4. Aná li sis cua litativo y cua ntitativo de la Rejill a .............................. ... ..................... .... .... .. ............ .. .. 331
6. OTRAS TÉCNICAS DERIVADAS DE LA TEORÍA DE LOS CO NSTRU CTOS PERSONALES DE KELLY ....... 33 4
RESUMEN ...... .... ...... ... ....... ...... ... ... ... ...... ... ........ ... .. .. ................. ..... .... ............... ........ .. ...... ..... .. .. ...... .... .. .. ... .. 337
BIBLI OGRAFÍA ...... .................... ... ........................... .... ......... .. ................. .. .......... .. ... ... ... ..... .... ... .... .. ........ ..... . 338
GLOSARIO ........... .. .. ... .... ....... .... ....... ..... ............................................ ..... .... ... ............................ .................... 340

Capítulo 10. Técnicas Subjetivas 11.


Estrategias narrativas 343
Jesús Carcía -Martíne z

1. INTRODUCCIÓN ..... ................ ... .... .. .. .................... .. ............ ....... ...... .... ........ .. .................... ...... ..... .. ... .. 345
1.1. ¿Qué son las Narrativas? ................ ..... .. .. .. .. ..... .. .... .. ............. .. .... ........ ......... ......... .... .. . ...... .... ......... 345
2. FORMAS DE EVALUAR LAS NARRATIVAS .............................................................................................. 347
3. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES AL TEXTO: LAS HISTORIAS DE VIDA.. ......... ..... ....... .... ...... ...... ... 349
3. 1. Entrevistas en profundidad e historias de vida ............................ ....... .......... ...... ...... .. .. ........ .. ....... .. . 349
3.2. Estructura y aplicac ión de una historia de vida .......................................................... ... .... .. ........ .. .. . 35 1
3.3. Utilidad de las historias de vida y aspectos a considerar en su ap li cación ....................................... 357
4. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES AL TEXTO: SISTEMAS DE CATEGORIZACIÓN A TRAVÉS DEL
ANÁLISIS DE CONTENIDO .......... ........ .. ... .... ... ................ ... ...... .... .. ...... ... ... .. .. .............. ........... .. .... ........ 360
5. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES AL TEXTO PERO SIN CR ITERIOS HERMENÉUTICOS:
EL ANÁLISIS DEL PROYECTO VITAL.. .... .. ...... .. .. ........ ...... ....... .. ............................. ....... .. ....... .. .. ....... ...... 363
5.1. Utilidades de las técnicas de evocación de recuerdos .................................................. ............ .. ..... 364
6. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES AL TEXTO CON CR ITERIOS HERMENÉUTICOS:
EL ANÁLISIS TEXTUAL.................. ........... .. ...... .. ......... .. ........................................ ......... .. ..... ... ............... 364
6.1. Moda lidades discursivas ................... .... .................... .. ....... .... .. ... ... .. .. ... .. ..... .. .................................. 364
6.2. Las fases del análisis contextual .................................................. ................ .. .......... .. ................... .. . 366
6.3 . Ejemplo de un análisis textual .. .................. ......... .. ........ ... .................. ... ................ ........ ............... .. . 368
RESUMEN ........................................ .......................... ............... ..... ......... .... ....... ... ....... ................ ......... .. ... .. 370
BIBLI OGRAFÍA ........... ..... .... .... .......... ...... .. ... ................. ....... ... .. ....... ....... ... .. .. ..... .. .... ........ .... .. .. .. ... ...... ...... .. 37 1
GLOSARIO .... .. .... ........ .... ..... ..... .. .......... ..... ..... .... .. ......... ...... ... ..... .... ... ... .. ... ... .. ........ ....... ... ..... .. ... ...... .......... 373

Capítulo 11. Técnicas Proyectivas 377


Montserrat Cómez de Terreros y María Valdés Díaz

1. INTRODUCCIÓN .. ... ........ .............. ..... ...... ... ....... .. .... ......... .... ..... ... ...... ..... ..... .. .. .... ..................... .......... 379

XIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2. DEFINICIÓN DE TÉCNICAS PROYECTIVAS ...... ..... .. ....................... ...... .... .. .... ..... .... ... .... .... .... ..... .... ..... .. 380
3. UTILIDAD Y FUNCIONES DE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS .. .. .... .. .. ....... .... .... .. .... .... ... .. ... .. ................. 380
4. CARACTERÍSTI CAS Y CLASIFICACIÓN DE LAS TÉCNICAS PROY ECTIVAS ... ........... .... .... ...... .... ........... .. 382
5. TÉCNI CAS ESTRUCTURALES: EL TEST DE RORSCHACH ... ........... ................ ....... ........... .. ...... .... ....... .. .. 384
5. 1. Áreas de apl icac ión del test de Rorschach ...... ...... ... .... .. .... .... .... .. ..... .... ...... ........... ....... ......... .... ... .. 388
5.2. Indicado res del Rorschach más frecuentes en trastornos mentales y del co mportami ento ............... 389
6. TÉCNI CAS TEMÁTI CAS .... .... .. .. ...... .. ...... .. ......... ........... ...... .... ........ .... .. .. .. ... .. .. ... .... ........ ........................ 392
6.1. Test de Apercepción Temática .. ............... .... .. .... .... ....... .. .... ...... .. .... ..... .. ............. .. .. ....... .. .... ... ........ 392
6. 1.1. Áreas deApli cac ióndelTAT .......... .................... ........................................... ...... .......... .. ..... 395
6 .2. Test de relatos para niños ...... ... ............. .... ............ .. .... .... .... .. ... .............. ....... ......... ....... ................. 395
6.2. 1. Test de Apercepc ión Temáti ca para niños (CAT) .. ..................... .... .... .. ..... .. .... .. ...... .. ............. 395
6.2.2. Test de Pata Negra ...... .. ....... ... ..................... ....... .. ... .. ........... ... ......... .. .......... .. ...... ...... ....... .. 396
7. TÉCNI CAS EXPRESIVAS .... .. .. .................................... ... ..... ....... .... ...... ... .... ... ......... ............ .. .... ................ 398
7 .1 . Los test gráficos. Normas y co ndi cion es de apli cac ión .... .... .. .... .. ......... .. ...... ..... .. .... ..... .. .... .... .... ... . 398
7.2. T2F. Test del dibujo de dos figuras humanas ............ ..... .. .... .......... .. ........................... .... ................. 402
7.3. Test del dibujo de la persona baj o la lluvia ....... .. ......... .. ........... .. ............................. .. ....... .. ............ 405
7.4. Test de la casa y el pueb lo ....... .... ... ... ..... ... ...... ...... ... .... ... ...... ... .... .................................................. 407
7.5. Test del árbol .. ........ .. ..... ... ........ ... .. ................ .. ...... .. .. ................ .. ...... .. .... .... ..... .. .. ...... ....... ............. 410
8. PROPIEDADES PS ICOMÉTRICAS DE LAS TÉCNI CAS PROYECTIVAS .................................... ....... .. ... .. .... 415
RESUMEN ... ........ .. ..... .. ... ... .... ........... ....... ... ... ......... ..... ... ... ... .. .... ... ... ... .. .... .... ...... .......... .... ......... ... .... .... .. .... 415
BIBLIOGRAFÍA ..... ... ...... .. ... ....... ... ... ...... ... ....... ... ........ .... .......... ..... .... ... ....... ... ....... ... ... ............ ... ... ... .. ......... . 416
G LO SAR IO .. ... ...... ... ....... ....... .... .................. .. ...... ..... ......... .... .... ... .... ..... ... .... .... .. ..... ........... .... ..... ... .. .... ... ..... 421

BLOQUE TEMÁTICO 3

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN ÁREAS Y CONTEXTOS

Capítulo 12. Evaluación Psicológica aplicada en las áreas del


Desarrollo y de la Inteligencia 423
Carmen Moreno Rosset

1. 1NTRODUCCIÓN ...... .. .. ... .... ..... . ... ...... ..... ...... .. .. .......... ... ... .... ... ... ... ..... .... .... ... .. . .. .... .. .. .. ... ... .. . ..... ...... .. . 42 7
2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE INTELIGENCIA ......... ...... ... .............. ........................ .... .... ...... .. .... .... 427
2 .1. La teoría CHC de la inteli gencia o modelo de Cattel l-H orn-Carrol l ........................................ ...... .. 428
2 .2. Los avances en aspectos psi co métricos. La Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) .................................. 429
2 .3 . El modelo CH C de la inteli genc ia y el desa rrollo psicométri co de la TRI en la eva luac ión del
desa rrollo y de la inteli gencia ...... .. .... .......... .... ... ............... ...................... .. .................. .. .............. .. 430
3. TEST DE EVALUACIÓN DEL DESARROLLO DE APLICACIÓN INDIVIDUAL (c) ... ...... ......... .... ............... 430
3 .1. Esca las de desa rrollo M errill-Palm er-Rev isadas (MP-R) ......... .. .... .. ... ..... ... ... .. .... .. .............. .... ....... ... 430
3 .2. Las Escalas Bay ley de desa rroll o lnfantil-111 ........ .... .... .... .... .. .... .. ...... ...... .. .. ... .. .......... ........ .... ..... ..... 432
4 . TEST DE EVALUACION DE LA INTELIGENCIA DE APLICACIÓN INDIVIDUAL BASADOS
EN LA TEORÍA CHC (c) ......... ... .... .. ....... .... .. ... .... .. ......... ..... .......................... ..... .................... ... ... ..... ..... . 432
4 .1. Las Esca las de Aptitudes Intelectuales (BAS-11) ............. .. ................ ... .. ........ .. .......... .................. .... .. 432
4 .2. Las Esca las de Wechsl er .... .... ......... ... .. .. ....... ... .... ................ .... ..... .... .... ..... ... ........................ ..... .... . 436
4 .2.1. Obtención de los elementos ... ...... ... ...... .................... ... .... .... ..... ...... .. .... ... ...... .. ........... .... ... 436
4.2 .2 . La Esca la de inteligencia de Wechsler para niños-V (WISC-V) .. .. .......................... ......... .. .... 438
4 .2.3 . Esca la de inteli gencia de Wechsl er para adu ltos-IV (WAIS-IV) .................. ....... ................. ... 438
ÍNDICE

5. TEST DE EVALU ACI O N DE LA INTELI GENCIA DE APLI CACIÓN CO LECTIVA E INDIVIDUAL


BASADOS EN LA TEO RÍA CHC (b).. .. ..... ....... .. .. ..... ..... ........ ........... ......... .... ....... .... ......... ... ... .. ... .. ..... .. .. . 440
5.1. Test de Inteligencia General M atri ces ..... .. ........ ... .... ... ......... ... .... .... ...... ... .. ..... ...... ........ .. ........ .... ... . 440
5.2. Batería de aptitu des de TEA BAT7 ............ .. ..... ... .... ........ .. .... ................... ............. ... ..... .. ... .. .. ......... . 443
5.3. Esca las de inte ligencia de Reynolds (RI AS) y Test de inteligencia breve de Reyno lds (RIST) ...... ..... . 444
6. OTROS TEST DE EVALU ACIÓ N DEL DESARRO LLO Y DE LA INTELI GENCIA .... .. ... ....... ............ ....... ..... 445
RESUMEN ..... .. .. .... .. . .. ... .. .......... .... ... ... ... ....... ....... ... ......... ..... .. ..... .. ... ................. ... .... ..... ....... ...... ..... ....... .. ... 446
BIBLIOGRAFÍA .......... .. .... .. ...... .... ... ......... .. .... .... ... ... ..... ... ....... ... .................. ..... ... .................. ... ... ................. 447
GLOSARIO ..... ... ... ..... ......... ... ........... .................... ............. ......... ......... .. ... .... ... ... .. .. .... .. .... .... .. .. ... .. .... .... ..... .. 448

Capítulo 13. Evaluación Psicológica aplicada en el área de


la Personalidad 449
Cristóbal M. Ca lvo Piernagorda

1. INTRO DU CC IÓ N ... .... .. ...... ..... .... ....... ..... ...... ... ... ....... .. ... ... ... ........ ...... ..... ......... ....... ... .... .. .... .... ..... .. .... . 45 1
2. TEST PARA LA EVALU ACIÓN DE LA PERSONA LIDAD .......... .... ......... ... ..... ... ...... .. ...... .... ............. ... .. .... 455
2 .1. CE P. Cuesti onari o de Personalidad ........ ....... ....... ............... .. .. ...... ...... .. .................. ... . .. ........ ....... ... 455
2. 2. PPG- IPG. Perfi l e Inventari o de Personalidad .. .. ... .. ........ ... .... .... ..... ....... .. ..... ..... ...... ....... .... ...... ....... 456
2.3 . EPQ- R. Cuestionari o de Personalidad de Eysenck-Rev isado ..... .......... .. ......... .. ...................... .... ...... 457
2.4. NEO PI-R. Inventari o de Personalidad NEO-Revisado ...................................... .. ..... ....... ....... ... .... .. 458
2.5. BFQ. Cuesti onari o « Big Five> >.... ..... ...... .. ...... .. ..... ... .. ...... .. .... ...... ... ..... ..... ....... ....... .. ........ ....... ..... .. 460
2.6. BFQ-NA. Cues ti onari o «B ig Five» de Personali dad para Niños y Adolescentes .. ..... ... ............ ....... 46 1
2.7 . 16PF-5 . Cuestionari o Factori al de Personalidad ............. ... ............. ........ .. .. ...... .. ... .. .. .. .. .. ....... .. ...... 462
2.8. 16 PF-A PQ. Cuesti onari o de Personalidad para Ado lescentes 16 PF ..... ....... .... .... ... ... ...... ... .... .. ...... 464
2.9. TPT. Test de Personalidad de TEA ........ ... .. ......... ....... ... .. ................. ............. ......... ...................... .... . 466
2.10.CPS. Cuestionari o de Personalidad Situacional. ........ .... ..... .. .. .... ... ...... ....... .................. ... ........ ..... ... 467
3. TEST PA RA LA EVALU ACIÓN DE LA PERSO NA LIDAD EN CO NTE XTOS CLÍN ICOS ..... .... .... .. .. .. ..... ... .. 469
3.1. M CM I-IV. Inventa rio Clín ico Multiax ial de Mil Ion ....... ... ... .... ... ..... ... ... ..... ....... ...... .... .... .. ...... ......... 469
3.2. MACI . Inventari o Clínico para Adolescentes de Mi llon ...... .................. ... ............ ...... ...... ...... .. .. ..... . 472
3.3. MMPl -2 -RF. Inventari o Multi fás ico de Personalidad de Mi nnesota-2 Reestru cturado ...... ... ... .... .. .... 473
3.4. MMPI -A. Inventa ri o Multifási co de Personalidad de M innesota para Adolescentes ... ... ... ............ .... 476
3.5. PAi. Inventari o de Eva luación de la Personali dad .. .... ... ..... ...... ... ........ ..... ....... .. ......... .... ....... .. ........ 477
3.6. PAi-A. Inventario de Evaluac ión de la Personalidad pa ra Adolescentes ..... ... .. .... ....... .. ....... ..... ...... .. 480
RESUMEN ......... ... .......... ......... ....... ... ........ ... ...... ...... .. ...... .. .. .... .. .. ... ... .... ..... ... ....... ....... ......... .... ....... ...... ...... 485
BIBLIOGRAFÍA .... ......... ...... ..... ... ... .. .... .. ... ....... ... .. .. .... ...... ... .... ... .... .. .. ... ..... ... .... ..... ...... .... .. ... .. .. .. ... .. ........ ... . 486
GLOSARIO... .. .. ... ... ... .. ........... .......... .. ........ ..... ... .... ....... .... ... ..... .... ............... ......... ............ ........ ... ....... .. ..... .. 487

Capítulo 14. El ~roceso de Evaluación Psicológica aplicado


a diferentes contextos 491
Coordin adora: Rosa rio Anteque ra Jurado

1. INTRODUCCIÓ N ... ........................... ..... ... ..... .. ... ..... ... .............. .. .... ..... ................ .. ...... ..... ........... .. .... .. . 493
1.1. Los co ntextos de aplicación de la Psicología... ...... ....... ... ... .. ...... .... .... ........ .... .... ... ... ....... ........ ...... . 493
1. 1.1. Psico logía Clíni ca y de la Salud .. .. ................. .... ................ .. ........ .. ... ... ... ... ........ .... ....... ...... 494
1.1 .2. Psi co logía de la Actividad Físi ca y del Deporte ..... ....... .. ....... .. ............. .. ...... .... .... ... ..... ..... .. 495
1.1 .3. Psico logía de las Drogodependencias ... ... .. .... ..... .. ... ....... .... ..... .... .. ...... .. .............. .......... ..... 495
1.1.4. Psi co logía de la Educación ..... .. ... .... .... .. .......... .... ... ... ... ... .. ....... .. .... ... .. .. ... ... ...... .......... ....... 496
1.1.5. Psico logía de la Interacción Social .... ...... ... .. ..... .... ... ... ....... ... .. ....... .. ........ .. ............ .. .. ......... 497
1.1 .6. Psico logía Juríd ica.................... ........ .... ... .. .... ... .. ............. ... ..... ..... ................. .. ... ........... .... .. 498
1.1.7. Psi co logía del Trabajo y de las O rga ni zaciones ..... ... ....... ... .. ... .............. .. ............. ..... .. .. ..... . 500
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

1.1.8. Psicología del Tráfico y de la Seguridad .. ... .. ... ... .... .. ....... ......... ..... ... ...... .. .... .. ...... ... ..... .. . ... . 501
2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN D ISTINTOS CONTEXTOS.
ANÁLI SIS DE CASOS...... ....... ....... .... ............. ......... ... .... ...... ............ ....... ...... .... ... ......... ... .... .... .. .. ........ ... 501
2.1. Caso 1. El proceso de eva luación psicológica aplicado a un adolescente co n probl emas
de conducta (Isabel Avilés Carvaj al y M ª Dolores Lanzarote Fernández) .... ... .... ...... ........ .......... ..... . 502
2. 1.1. Introducción ...... ........ .... .. .... ....... ... ... ..... .... ......... .. .... .............. ..... ... ............ ... ... .... .... ... .. ... .. 502
2 .1 .2. Desarro llo del caso. lvan . 15 años ... .. .. ..... .......... ..... ...... ... ... .... ... ...... ........ ..... ........ .. . .. ... ... .. 503
2.2. Caso 2. El proceso de eva luación psicológica apli cado a un caso psicoonco lógico
(Rosario A ntequera Jurado). ........ ..... ... ...... ... ..... .. ... .. ...... .. ... ........ .... ....... .... .... .. .... ....... .. .. .... .. ... ..... .. 51 O
2.2. 1. Introd ucc ión .... ... ... .. ....... .. ...... ...... .... .... ... ..... ... .... ... ......... .... .......... ........ ....... .......... .. .. ... ... .. 51 O
2 .2 .2. Desa rro llo del caso. Rosa. 45 años ....... .... ...... .. ...... . .. .... ... ... . ... ... .... ........ ... ... . .. ...... ... ..... ... .. 511
2.3. Caso 3. El proceso de eva luación psico lógica apli cado a un caso psicoge rontológico
(María Ciovanna Caprara y julio lñiguez Martínez) ...... .. .. . .. ... . ... .. ...... .... . ..... .... .. .. ..... ..... . .. ... .. ... . .. .. 530
2.3. 1. Introducción .... ........... .............. ..... .......... ..... ... .. ...... .... ... ...... ...... .. ..... .... ....... .. .... .. .. ............ 530
2 .3 .2. Desarrollo del caso. Marisa. 72 años ......... ...... .... ..... ...... ........ ......... ....... ..... .... ...... ... ...... .. .. 53 3
2.4. Caso 4. El proceso de eva luación psico lógica apli cado a un caso de riesgo de ad icc ión
y erotismo (Montserrat Peris H ernández y Carmen Maga nto Mateo)............ .. .... .. ...... .... .... .... .... ..... 543
2.4.1. Introd ucción .... ... ... .. ..... .. ... ....... .. ......... .... .... .. ... ... ...... ..... .. ...... .................................... ........ 543
2 .4.2. Desarroll o del caso. Miguel. 13 años y 8 meses.. ............ .... ........ ... ..... .. ... ...... ........... ......... . 545
2.5 . Caso 5. El proceso de eva luación psicológica ap licado a un caso de uti li zación excesiva
e inadecuada del te léfono móvil (Cristina ) enaro Ria) .... ........ .... .... ....... ..... ..... ..... .... ...... .... ....... .... .. 570
2.5. 1. Introducc ión .... .......... ... .......... .. ..... ... .... ........ .... ... ........ .. .... ......... .... ........ .. .. ... .... ..... ... .. .. .... . 570
2.5 .1.1. Usoexces ivode l teléfonomóvil ..... .... .. ... .. ..... ...... .. ... ... ..... ... ... .. .... ... .... ..... ...... ..... 570
2.5. 1.2. Uso inadecuado del teléfono móvil .. .... ... ..... ..................... .. .......... .. ........ ........ .. .. . 57 1
2.5.2 . Desarroll o del caso. Paula. 14 años y 3 meses ... .... ...... ... ........ .. ......... .... ....... .......... ........ .... 572
2.6. Caso 6. El proceso de eva luación psi co lógica aplicado al ámbito de la terapia de fa milia y
de parejas Uavier López-Cepero Borrego) ... .. ..... ...... ....... .. ... ........ .... .. ........ .............. ... ... ...... ..... .... .. 584
2.6. 1. Introd ucción ......... .. .... .. ..... .... ... ... .. .... ... .... ......... .. ...... .... .. .......... .. .............. .. ....... ... ..... .... .... 584
2.6.2. Desarrollo del caso. Lu cía, 36 años. Juan, 37 años. Pau la, 17 años ........ ...... ... ..... ... .. ...... .... 585
2.7 . Caso 7. El proceso de eva luac ión psicológica aplicado en el ámbito forense (Eugenio Carlos
Fernández -Ballesteros Conzález) . ..... ... .... ... ..... .. .. ... ... .... ... ....... .... .... .. . ... .. .. ........ .. .. ... ... .. ...... ... ... .. .. 594
2.7. 1. Introd ucc ión ... ........ .. ..... ... ...... ... ...... ..... ..... ......... .. ..... .... .. ... ...... ..... ...... ................... ... ... .. .. .. 594
2.7.2. Desa rro llo del caso. Divorcio Contencioso .. .... ....... ... ... .... .. .... .................... ..... ..... ... .. .. .. .... . 596

RESUMEN .... .. .. ... ... ........... ....... ... ...... ... ... ... ... ......... .... ... .... ... ... .. ....... ........ ..... .. .. ..... ..... ... ... .. ...... .... .... .. ... ... ... 609
BIBLIOGRA FÍA ..... ...... ..... ... ..... .... .. ................ .... .... ... .... .. .. .. ... ... .. .............. .. ................... ...... .. .. ..... ..... ... .... .. .. 61O

Epílogo 619
Prólogo

Alejandro Ávila Espada 1

En la frontera de mi ju bilación académica, y tras cología, resul ta inevitable que haga una reseña de mi
46 años dedicados, en diversos ro les profesionales, propia evo lución personal al prologa r esta magnífica
a la enseñanza, in vesti gación y apli cación de la psi- obra Eva luación Psicológica: Proceso, técn icas y apli-
caciones en áreas y contextos que será de gran utili dad
' Al ejand ro Ávi la Espada es Doctor en Filosofía y Letras (Psico- para los profesionales actuales y futuros.
logía) . Psicó logo Especiali sta en Psicología Clínica. Ca tedráti co de Mis primeros contactos co n el ámb ito de la Evalua-
Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psico lógicos (Psicoterapia) ción Ps ico lógica y el Psicodiagnóstico 2 tu vieron lugar
de la Universidad Compl utense, anteriormente de la U niversidad de
a mediados de 1970, cuando estaba cu rsando m is es-
Sa lamanca. Psicoterapeu ta de ori entación psicoa nalíti co- relacional
(individual, pareja y grupo). Fundador y primer Presidente de IAR- tud ios de li cenciatura. En esa época (y así venía siendo
pp Españ a (Sección Española de la Asociación Internacional p ara en la primera mi tad del siglo xx) el profesional de la psi-
la Psicoterapia y el Psicoanálisis Relacional) entre 2005 y 20 15. Ha co logía era esencialmente un ap licador de test ps icoló-
sido miembro del Board of Directors de la lntem ational Association
gicos, bien psicométri cos o proyectivos. Los psicó logos
of Relalional Psychoanalysis and Psychotherapy (IA RPP) en el perio-
do 20 11 -2 018. Asesora en ca li dad de D irector Clíni co a la entidad aplicaba n las pruebas, las corregían e in terpretaban los
Ágora Relacional, ded ica da a la atención clínica y la formación con- resul tados. El ámbito de aplicación determinaba el uso
tinua en sa lud mental. Fund ador y Presidente de Honor del Instituto posteri or y quien era el profesional compete nte para
de Psicoterapia Relacional (IPR, M adrid), fue elegido M iembro de
tomar decisiones en base a ta les pru ebas; en la el ínica
H onor de la Federación Esp añola de Asociaciones de Psicoterapeu-
tas (FEAP). Editor Asociado de la e-revista Clínica e In vestigación Re- los psicó logos aportaban sus datos a los médico-ps i-
lacional, y Di rector de la co lección de publ icac iones " Pensamiento qui atras, quienes tomaba n las decisio nes diagnósticas
Relacional " que se edita en M adrid desde 2009. Ha publ icado diver- y de intervención / trata miento. En los ámbitos edu-
sos I ibros, entre los que destacan sus recientes: La tradición interper-
cativo u orga ni zac ional, los psicó logos podía n lleva r
sonal. Perspectiva social y cultural en psicoanálisis (M adrid: Ágora
Relacional, 2013) y Relational Horizons (Astoria, IPB ooks, 20 18) a cabo la toma de decisiones y la intervención, si así
junto a sus prin c ipales obras anteriores: M anual Op erativo p ara el se les pedía por las in stituciones o empresas a las que
Test de Apercep ción Temática (M adrid : Pi rámi de, 1986); Psicodiag- prestaban sus servicios. El énfas is y centro de atención
nóstico Clínico. Fundamentos concep tuales y p ersp ectivas (M adri d:
estaba entonces puesto en las «técnicas de evalua-
Eudema, 1992, con C. Rodríguez Suti l); Evaluación en Psicológica
Clínica . 2 Vals. (Sa lamanca : Amaru , 1992, 199 6); Eva luación, psico- ción» dotadas de estructura y procedimiento, lo que
pa tología y tratamiento en Psicología Forense. (M adri d: Fundación se completaba con la entrevista como «contexto » bien
Universidad-Empresa, 1993, con C. Rodríguez Sutil); Manual de para la apli cac ión de las pru ebas, bien para ampli ar e
Técn icas de Psicoterap ia. Un enfoque psicoanalítico (M adrid: Siglo
XX I, 1994); Inves tigación en Psicoterap ia. La contribución psicoana-
lítica (Barce lon a: Pa idos, 1998), ambos con J. Poch; e Introducción 2
A lgunos de los principales hitos e influencias que marca ron m i
a los tratamientos psicodinámicos (con B. Rojí y L.A . Saul; M adrid: devenir personal por el ámb ito del psicodiagnósti co y la eva luación
UNED, 2004); autor también de numerosos artículos y capítulos de psico lógica (1973 -2003) fueron recogidos en el «Epílogo» q ue es-
libros sobre temas de psicoterapi a psicoanalítica, investigación del cribí para la pri mera y segunda edic ión de la obra: M oreno Rosset,
proceso terapéutico, trastornos de personalidad, eva luación psico ló- C. (Ed). (2003, 2005) . Evaluación Psicológica . Concepto; proceso y
gica clín ica y psicodiagnóstico, entre otros. Contacto: avi laespada@ aplicación en las áreas del desa rrollo y de la inteligencia. M adrid :
psicoterapi arel aciana l .es Sanz y Torres.

XVII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

integrar las informaciones que se recababa n de las per- cu atro décadas de experi encia mantengo esa propues-
sonas. El profesional debía formarse en la apli cac ión ta, y la releva ncia de la comprensión psicodinámi ca
e interpretación de los test, lo que una década más del obj eto (la subjetividad como totalidad en su con-
tarde vendría culminado co n el énfas is en la estru ctu- texto social) abordada co n métodos prin cipalmente
ra interna y significac ión del «proceso diagnóstico » y idiográfi cos, y al servicio de la intervención social-sub-
la elaboración del inform e psico lógico. Aunqu e cada jetiva si gnificativa, como ya expu simos en un trabajo
profesional usase referentes teóri cos diferentes, había anterior (M aganto M ateo y Ávil a Espada, 1999).
un especial interés por la objetivac ión de los datos que ¿Qué es, pu es, la Eva luación Psico lógica? La Eva-
se extraían de las respuestas que las personas daban luación Psico lógica es un co njunto de ta reas con fin a-
a los test. Los conocidos como «Tests psicométri cos » lidad descriptiva y narrati va de las facetas y singulari-
giraban en torno a la eva luación de rasgos o aptitudes, dad del ser hum ano. En última in stancia la evaluación
con un pl antea mi ento di ferencial, identifica r los «ren- psicológica intenta co nocer acerca de la subjetividad
dimientos » in dividu ales del suj eto comparados co n los humana, a través de sus manifestaciones, observa ndo
promed ios de su grupo normativo de referencia. Lo el comportami ento hum ano en todos sus ámbitos de
que se pod ía deducir sob re las ca racterísti cas de una manifestac ión, e infiri endo características de los pro-
persona era en cuanto a la comparac ión con el grupo cesos que intervi enen en su determin ac ió n.
idea l al que perte neciese (edad, sexo, nivel cultural o Al ini cio del último cuarto del siglo xx sostenía-
socio-económi co, indicadores geo-demográfi cos, etc) . mos entre académ icos y profesionales una polémi ca
Aunque se estudi aban las ca racterísticas del in divid uo, sobre la termino logía apropiada a nu estro ámbito: (Psi-
se dejaba a un lado a la persona. Un error esencial co) Di agnósti co, Eva luación, Valoración, que más all á
en el pos icionami ento conceptual, técn ico y éti co del de los debates académi cos venía a recoger posicio-
profesional de la psico logía. nami entos sobre dos cuestiones esenciales: la posibi-
Di scurría 1979 cuando propuse que «la co ncep- lidad de «med ida» de las va ri abl es ps ico lógicas, los
tu ali zac ión psicod iagnóstica se ría siempre una hi pó- métodos apropi ados pa ra ell o (cualitativos y cuanti -
tesis expli cat iva de lo psicogenéti co, descripti va de lo tativos), y si los procesos de in ferencia e in te rpreta-
fenoménico-presente y pred icti va de lo patogenéti co 3 ción de los datos y apreciaciones categori ales pod ían
de los sujetos y grupos » (Ávil a Espada, 1979), es de- pl asmarse en catego rías di agnósticas. Las diferencias
cir, un posicionami ento integral sobre el devenir de la de co ncepto, método y apli cab ili dad entre estim ar el
subjetividad, derivado de la ap licac ión del método cl í- rendimiento de las aptitudes y capac idades inte lectu a-
nico, entendido este co mo «obse rvación insp irada por les, ca tegori za r y va lorar las actitudes, los rasgos y pa-
el prin cipio de unidad del orga ni smo y ori entada hacia trones de la personali dad, o la intensidad, frecuencia
la totalidad de relac iones de un SER HUMANO TOTAL e interfe rencia de los síntomas de relevancia clíni ca
Y CON CRETO en una situación» (Lagache, 1966) y en las personas. Integrar da tos e inferir la pertin encia
cuyo objeto de estudio (de la psico logía clínica) es el de la asignación de categorías di agnósti cas, según las
indi viduo en situación y en evolución «El ser huma- noso logías vigentes en cada momento, era tarea y res-
no en tanto que existe y siente su existencia como ser ponsabilidad del clíni co en la medida en que fuera útil
único, teniendo su historia personal, viviendo en una en la intervención o admini stra tivamente necesa ri o
situación que no puede ser totalmente comparable a por los requerimi entos institu cionales. Un di agnósti-
ninguna otra» (Lagache, 1966; Los subrayados y ve r- co nunca podía sustituir el conocimiento de y sobre
sa les son míos, citados en Áv il a, 1979) . Como co nse- la persona. «Eva luar» era inferir analógica mente, me-
cuencia de este pl antea mi ento, proponía un Proceso diante un procedimiento de medida, ca racterísti cas de
Psicodiagnóstico Vin cular, ente ndido como «un proce- la persona; «Valorar» impli ca ba una apreciac ión cua-
so de conocimiento diferencial de un nivel concreto de litativa sobre ca racterísticas de la persona; «Di agnos-
in tegración psíquica (vincular) cuya totalidad dinámi- ticar » era -o debía ser- una apreciac ión «de trabajo »
ca actual querem os m odificar» (Ávil a Espada, 1979) . en la medida en que fu era útil para la interve nción con
M e posicioné entonces en favor de un modelo con- cada persona, debi damente contextu ado .
ceptu al de Proceso Di agnósti co, cuya fin alidad no era Por supuesto, el ámbito de la evaluación iba más
categori al sino hermenéutica al servi cio del ca mbi o allá de la persona o sus grupos naturales, y se ampli a-
(del sujeto como personi ficac ión de lo social), efectua- ba a los programas de intervención o los procesos ps i-
do a través de tareas de eva luación psico lógica. Tras cosociales, pues, aunque siempre atañía a personas,
se trataba en rea li dad de di sponer y usa r métodos de
evalu ación de la intervención (social, clíni ca, educa-
3
Es decir, que inclu ye inferencias sobre la etiopatogenia de los
tiva, orga ni za cional) que se llevaba a cabo co n y para
trastornos del comportam iento, entendido este en un sen ti do am-
plio. las personas.

XVIII
PRÓLOGO

Para el profesional de la psicología el núcleo de su persona, trascendiendo la observación que convi erte
acción es la persona (y sus grupos naturales), aunque en experiencia compartida diferentes niveles que van
pueda y deba proceder más all á, pues la persona es re- desde las dimensiones temperamenta les más in varian-
sultante y agente de un co ntex to, y el sentido de la per- tes, a las expres iones co ncretas del co mportami ento
sona está en la soc iedad en la que discurre su devenir. en los vínculos y contextos. Pues nadie es, sino que
Para llevar a cabo la «Evaluación Psi co lógi ca», que se expresa e volutiva y contextua/mente. Ese es nuestro
es el objeto de atención en esta obra, ¿qué hemos de ámbito de observación y acc ión profesional.
conocer, describir, eva luar, categori za r? Si nuestro co n- Los procedimientos di agnósticos que consideran al
texto de comprensión y el fin de nuestra va loración es sujeto un objeto de observación al que hay que acce-
la person a singular, nuestra estrategia esencial ha de ser der lo más objetivamente posible constituyen un pl an-
narrativa y por tanto, autobiográfi ca, pues toda ca rac- teamiento engañoso, pero no exento de cierta utilidad.
terística, faceta, rendimiento o conducta adquiere sen- Observar es esencial, si suspendemos ha sta lo posibl e
tido en la hi stori cidad evolutiva y contexto situacional el sesgo del observador, pero sin olvidar que siempre
en el que se manifiesta la persona. No estamos limita- es una observación participante implica da. Observa-
dos en el uso li bre de múltipl es técni cas de recogida de mos recogiendo todos los contenidos de observación,
datos sobre las manifestaciones de la persona, ni en el del objeto de la observación, del sujeto agente de la
sofisticado tratamiento de los datos o en el anál isis infe- misma, y del vín cul o que une a ambos. Se trata de una
rencia! que de ell os pueda hacerse, siempre que la per- indagación deta llada co mo estrategia para alcan za r un
sona en situación sea nuestra unidad fin al de análi sis. conocimiento más compl ejo y profundo de la rea lidad
Ningún comportamiento o faceta del mi smo es acon- interpersonal que da significado a todas las experi en-
textua l, sino inscrito en la compleja multidimensiona- cias, y que es crítica en cualquier aproximación que
lidad persona-situación en la articu lación de niveles ha de posi cionarse en el continuo normal-anormal,
intra, ínter y transubjetivo, una interminabl e e interde- sano-patológico. Por ello reconocemos la prim acía
terminada secuencia donde se cru za n todos los pl anos indiscutible de la entrevi sta clínica, que ti ene luga r
de la intersubjetividad, desde la figura ción intra-subj e- precisamente en el plano interpersonal medi ante la in-
tiva (e l sujeto interpretando su mundo de experi encia), dagación detall ada que permite apreciar las suti lezas
la intersubjetividad que venimos describi endo en las de la co nex ión interpersonal que se desli za n a través
relaciones interperson ales y las fa ntasías sobre ell as, la de los diferentes lenguajes, verbal y no verbal.
persona observada por su entorno interpersonal, y la Se trata de diá logos tanto explícitos co mo im plíci-
trans-subjetividad (donde lo subjetivo se trasciende y tos que fac ilitan la recogida de narrativas. Narrativas,
manifiesta en fenómenos que se transmiten de gene- interpersona les en esencia, que nos llevan a lo auto-
ración en generación, en el ámbito fami liar y social). biográfico, a lo co ntextual, a lo históri co-subj etivo y a
Si nuestra fin alidad es co nectar con, entender, re- la compleja matri z de significados presentes en cual-
co nocer al otro en su singul aridad, dejando abierta la quier encuentro. El suj eto -s upuesto observado- nos
oportunidad de transformación en el encuentro co n el relata historias, que nosotros multiplica mos y repli ca-
otro, en nuestro acerca miento clínico hemos de buscar mos en las tramas de interacc ión posibles, y por ello
un equilibrio, siempre inestabl e, entre la necesidad de -s in exclu ir otros métodos de observación- la técni ca
reconocerse y reconocer al otro en lo co nocido, y la exp loratoria esencial es la entrevista li bre en la que
apertura a la experi encia que en todo momento pu e- faci litamos que el sujeto-supuesto-observado narre sus
da sorprendernos en di cho encuentro. En esta tarea, experi encias y recuerdos, aportando su narrativa de
en cuanto clínicos conocedores de la complejidad del participante observador impli cado de lo vivido. Y el
mundo relacional aceptamos la incomodidad de no observador que recoge este relato del que es partícipe
cos ificar al otro tras etiquetas diagnósti cas, y relajamos -se lo relatan a él o ell a- resuena en la experi enc ia in-
lo más posibl e nuestra tendencia a comprender desde tentando a la vez mantener el equi librio del que obser-
nuestros esquemas internali za dos o teorías. Una vez va hechos, sin que le sea posible quedarse fuera de los
superadas las ex igencias de la clíni ca cotidiana, donde mismos. En torno a la entrevista, cua lqui er tácti ca que
hemos de actuar según nuestra ética de la ayuda usan- sirva a la produ cc ión de la narrativa será de gran utili -
do nuestros recursos teóri co-técnicos, se abre un espa- dad: p. e. induciendo la producción de narrativas inter-
cio donde sucesivamente habremos de ir de-constru- persona les4; indagando sobre los numerosos recursos
yendo los filtros de nuestra comprensión teórica, hasta
que el encuentro intersubj etiva emerja e inicie su pro-
4
pio recorrido. Una tensión entre el evaluador que cate- Un ejemplo de estas estrategias es el RAP: Paradigma ele anéc-
dotas de relación (Luborsky, 1990). Adaptado por Y. López del H oyo
goriza y valora a la persona, y el clínico que integra su
y A. Áv il a: Cuestionario de Relatos de Anécdotas de Relaciones,
experi encia y acción en la acción intersubjetiva con la USAL, 2004.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

para apreciar los niveles y cal idades de mentalización, o del confli cto. Despertando su agencia, y val idando
y los patrones vincu lares. También los recursos ex- su capacidad de descubrimiento, ofrecemos a la per-
pres ivos generados por el propio sujeto (documentos sona nuevas oportunidades de continuar su desarrollo
personales y autobiográficos), o el dibujo, el garabato personal. No somos entomólogos que identificamos
o el juego, en cuanto soportes de una rica narrativa de forma precisa la especie que observamos, sino
potencial, puede que todavía no trasladada al lenguaje agentes al servicio de l cambio personal.
verbal, pero presente en sus contenidos. Para acometer las tareas que son el objeto de este
Toda aproximación nomotética, toda objetivación magnífico libro resulta esencial exam inar nuestros
cuantitativa o psicométrica ha intentado reducir la am- principios, aquell os que dan sentido a lo que hacemos.
bigüedad de los datos, y sobre todo la inconsistencia Principalmente hemos de sostener y usar las teo-
del criterio del observador, lo cual ha sido necesario rías débilmente. Las teorías (psicológicas, clínicas) nos
para despejar interpretaciones ideológicas; pero la ri- ayudan a conocer y articu lar los conceptos que repre-
queza de los datos está en su carácter idiográfico, y sentan a los fenómenos que observamos. Pero no pre-
por ello las ll amadas técnicas cua litativas nos abren tendemos reconocer sino conocer, y en ese dom ini o el
la puerta del diá logo con la subjetividad. Nuestro pro- lenguaje es un instrumento, no un fin . No buscamos
pósito no es categorizar sino conocer, abrir la puerta observar lo ya observado, sino vivir la experiencia de
al autoconocimi ento y al conoc imiento compartido. conocer, donde lo ya sab ido es un soporte, pero no la
En este sentido quiero llamar la atención a la rique- meta.
za de la obra que estoy prologando, en cuanto a que Podemos usar todas las técnicas que nos permiten
describe el amplio aban ico de técnicas de eva luac ión diferentes niveles de observac ión de la persona, pero
ps ico lógica, tanto cuantitativas como cua litativas, en- no sustitu imos a la persona por sus puntuaciones o
tre las que incluye las estrategias narrativas pues, hasta perfiles, aspecto que esta obra apoya . Toda eva luación
ahora, ningún manual anterior lo había hecho. es dinám ica y situacional a las propias condiciones de
En la clínica no será pos ible obtener precisión níti- la evaluación.
da sobre categorías de organización estructural, patro- Nuestra principa l fuente de información es la per-
nes de apego, sistemas motivacionales intervinientes, sona en acción y contexto, y por tanto toda aprecia-
niveles de defensas o cualesquiera otras categorías ción estática debe relativizarse. No son las acciones
de procesos aunque será muy conveniente contar de la persona, sino su esencia, describir a cada ser
con inferencias fundamentadas sobre ellos. Tampoco humano particular, lo cual no será posible solo desde
obviamente sobre criterios de síntomas, sínd romes o el observador, sino que requiere la participación de lo
patrones de personal idad, ese rico bagaje conceptua l, observado, que toma la palabra.
aunque limitado, que al clínico le permite equi librar Aunque la ana logía entre el proceso de evaluación
el conocimiento sistemático formu lado en las teorías, y el proceso de formu lación de hipótesis sea fructí-
con lo observab le en la clínica. Pero el clínico ha de fera para crear un marco de pensamiento y acción
renunciar a reducir lo observado a las categorías de rigurosos, y cada técnica de eva luación sea revisada
la observación. A cambio construirá la urdimbre de desde múltiples criterios, no podemos olvidar que la
una experiencia compartida donde el sujeto-supues- eva luación psicológica que nos ocupa es la resultante
to-observado deviene agente del conocimiento de sí de la persona en acción, observada y observándose,
mismo a través de la función reflexiva que desarrolla la partícipe y agente, donde se borran los límites entre el
persona en el encuentro con el clínico, donde ambos eva luador y sus técnicas con lo eva luado, sin sacrificar
se conocen, y cambian, aunque el clínico asume su la exigencia de verdad que se concreta y debe exigirse
especial responsabilidad que se plasma en la ética de en cada experiencia . Eva luador y eva luado construyen
la ayuda a la persona. así, juntos, en el proceso y tareas de eva luación, un
Nuestra principa l estrategia diagnóstico-evaluativa nuevo conoc imi ento compa rtido. Esa es la comp leja
co nsiste en recrear la capacidad del sujeto de obser- tarea a la que esta obra introduce y, al ser concebida
var(se) en el escenario interpersonal, dejándose acom- para formar a profesionales de la psicología, lo hace
pañar en dicha observación. La técnica es el diálogo desde una inéd ita propuesta del «proceso de evalua-
en todos los planos del lenguaje. Las tácticas del clíni- ción psicológica» en cinco fases divididas en dos par-
co le ayudan a no ceder en su indagación intersubjeti- tes (fase eva luativa y fase valorativa), realizando una
va. El propósito es despertar de nuevo la agencia que ana logía entre el proceso y la form ul ación de dos tipos
el sujeto-supuesto-observado ha alienado para mitigar de hipótesis (de eva luación y de intervención). Mues-
la ansiedad que le suscita el encuentro interpersonal, tra la correcta forma de elegir y aplicar las diferentes
produciendo acomodaciones patológicas que le per- técnicas de eva luación, dejando claro que la calidad
miten reducir el sufrimiento de la ca rencia, del trauma y correcta eva luación psicológica no depende de la
PRÓLOGO

ca ntidad de técn icas apli ca das, sin o de la fo rm ac ió n y Rodríguez Suti 1 (Coo rds.) Psicodiagnóstico Clínico.
prácti ca profes io nal. Sin embargo, al utili za rl as en «el Fundamentos conceptuales y perspectivas (62-82).
proceso» co n fin es meramente didácti cos, demuestra Madrid. Eudema.
la va li dez co ncurrente entre la info rm ac ió n recogida Ávi la Espada, A. (Coo rd .). (1997). Evaluación en Psico-
a través de la entrev ista con las demás técnicas ap li- logía Clínica 11. Estrategias cua litativas. Sa lamanca:
ca das (psicométri cas, subj etivas, proyectivas, observa- Amarú .
c ión). Resa lta que, «en la práctica con tan solo utili- Ávi la Espada, A. (2 005). Epílogo. En C. Moreno Rosset
zar un procedimiento puede ser suficiente, siempre y (Ed). Evaluación Psicológica. Concepto, proceso y
cuando el evaluador sepa aplicarlo rigurosam ente, ha- aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteli-
biendo adquirido experiencia a través de supervisiones gencia (7 19-72 3). M adrid: Sanz y Torres7
profesionales adecuadas ... (ca racterísti ca un ta nto o l- Ávi la Espada, A. y Co ls. (1994). El diagnóstico y la eva-
vidada que se rescata en esta obra). Se trata de apren- lu ac ió n ps ico lógica en España: revis ió n y perspec-
der bien, para saber luego hacerlo m ejor» (p .6 7). Un tivas. Clínica y Salud, 5, (1), 83-120.
ampli o rango de conoc imi entos co nceptuales, técni- Áv il a Espada, A. y Rodríguez Sutil, C. (Co mps.) (1992).
cos y ap li cados, pero que está n al serv ic io del auto Psicodiagnóstico Clínico. Fundamentos conceptua-
y hetero-conoc imi ento persona l, no son meras herra- les y perspectivas. (2 ª ed . Revisada) M ad rid: Eude-
mi entas tecno lógicas. No es c ientífica la ap rox im ac ió n ma [Origin al de 1987, Bi lbao: DDB Bib li o teca de
al co noc imi ento hum ano po r su método, sino por su Ps ico logía]
ex igenc ia de verd ad . Ávi la Espada, A., Jiménez Gómez, F., Ortíz Qu intana,
P. y Rodríguez Sutil, C. (1992). Evaluación en Psico-
logía Clínica l. Proceso, m étodo y estrategias psico-
Referencias métricas. Sa lamanca: Amarú Ediciones.
Lagache, D. (1966). L'unité de la Psychologie. Paris:
Ávi la Espada, A. (1979). Ps icod iagnósti co Vinc ul ar. PUF. 2eme. Edition [Origin al de 1949]
Parte genera l. Clín ica y Análi sis Grupa l. 4, (16), Lubors ky, L. (1990) . The Relatio nship Anecdotes Para-
pp. 254-269. Rev isado e incluido co mo capítu lo digm (RAP) interv iew as a versati le so urce of na-
en la ob ra: Áv il a Espada, A. y Rodríguez Suti l, C. rratives. En L. Luborsky & P. Cri ts-Chri stop h (Eds).
(Coo rds.) (1992). Psicodiagnóstico Clínico. Funda- Understanding Transference: The Core Conflictual
mentos conceptuales y perspectivas Madrid: Eude- Relationship Theme Method. 2nd ed. Washi ngton
ma [ISBN 84-7754-115-9]. DC: America n Psycho logica l Assoc iatio n.
Áv il a Espada, A. (1985). El uso de los documentos per- M aga nto M ateo, C. y Áv il a Espada, A. (1999). El d iag-
sonales en la investigac ión e intervenció n psico ló- nóstico psicodinám ico. Aspectos conceptuales. Clí-
gica . Autob iografía y ca mbio en el ni vel psicol ógi- nica y Salud, Año IX, 1O, (3), 287-330.
co . Clínica y Aná li sis Grupal, 9, (37) pp. 409-433. Moreno Rosset, C. (Ed). (2003, 2005) . Eva luación Psi-
Ávi la Espada, A. (1992). Aprox im ació n a perspecti- cológica. Concepto, proceso y aplicación en las
vas y modelos de la Eva lu ac ió n Psicológica en la áreas del desarrollo y de la inteligencia. M ad rid :
Clíni ca Co ntemporánea. En A. Ávi la-Espada y C. Sa nz y Torres.
Presentación y
Agradecimientos

La Eva luación Psi co lógica es una materi a básica e nuevo li bro, siendo una verd adera co ntinuación y am-
imprescindible para ser un buen profesional. No im- pliación del anterior, ya que muchos de los materi ales
porta en qué contexto se vaya a desa rrollar la profe- anteri ores siguen vigentes. En co nsecuencia, el texto
sión, ni desde qué modelo de la Psicología, ya que cob ra mayor vida al acompañarl o de materiales vi-
saber evaluar bi en es preciso para poder describir, suales. En la parte «on-line» co rrespondiente a cada
diagnosticar, orientar, seleccionar o intervenir mejor. ca pítu lo se encuentran videos, imágenes, u otros ma-
Este nuevo manual es la continuación del anterior teriales complementari os para qu ienes deseen ampliar
(Moreno-Rosset, 2003, 2005 ) 1• Se podría decir que es información y formación. Tambi én se han inco rporado
su actuali zac ión, su ampliación, su renovación ... Estar Ejercicios Prácti cos de cada tema co n su correspon-
en consta nte aprendizaje es el ca mino que todo profe- diente autocorrección, para que el aprend izaje de la
sional de la Psicología debe recorrer, a la vez que debe Evaluación Psicológica sea teóri co-práctico.
compartir los avances, los conocimi entos, las actitudes En cuanto a la estru ctura temática, se ha dividido
y aptitudes como un com promi so inherente a la propia en tres módulos. El prim ero es sobre la «Historia, Pro-
profesión. Ser profesional de la Psicología es dedicarse ceso e Info rme en Evaluación Psi co lógica». El segundo
a los demás, a sus neces idades y demandas, y en gene- sobre las «Técn icas de Evaluación Psicológica » y el
ral a promover felicidad y bi enestar social. Y para el lo, tercero es sobre la «Evaluación Psicológica ap li cada
saber rea li za r una correcta Evaluación Psi co lógica es en áreas y co ntextos». Las novedades de cada grupo
impresc indible junto a otros muchos conocimi entos temáti co son las siguientes:
en Psi co logía.
El propósito de esta obra es poder enseñar a los ■ En el primer módulo se describe por primera vez
futuros profesionales có mo rea li za r una Eva luac ión la «Historia de la Evaluación Psicológica en Es-
Psico lógica de ca lidad, y ta mbién ampliar el co no- paña en el siglo xx». Le sigue la descripción del
cimiento de los que ya son profesionales. Este nuevo «Proceso de Evaluación Psicológica. Un método
manual contiene novedades importantes. En cuanto científico» y cierra este bloque el «Informe Psico-
a su composición, los ca pítulos pueden leerse en sus lógico». De esta forma, el lector empieza intro-
páginas en papel, pero a su vez co ntiene otra parte duciéndose en la materi a desde sus orígenes, a
«on-line» desde la que, quienes lo deseen, pueden ac- continuación, se le explica cómo debe rea li za r el
cede r a sus co ntenidos en soportes digitales. En esa Proceso de Evaluación Psico lógica con una nue-
parte «on-line», se ha inco rporado el anterior manual va estru ctura y una nueva forma de aprenderlo,
y de esta forma no se han repetido co ntenidos en este que se presenta en primicia en este manual. Final-
mente, termina conociendo la forma de redactar
los diferentes tipos de Informes Psicológicos.
' Moreno-Rosset, C. (Ed.) . (2003, 2005). Eva luación Psicológica.
Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la ■ En el segundo bl oque se describen cada una de
inteligencia. M ad rid: Sanz y Torres. las técnicas o proced imientos eva luativos, em-

XXIII
EVALUACIÓ N PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

pezando por describir los instrumentos de Eva- ravi llosa experi encia de trabajo en equi po que nos ha
luac ión Ps ico lógica y sus garantías de ca lidad, mejorado y digni ficado como personas y aumentado
y continuando con la entrevi sta, las técni cas nuestro conocimiento sobre esta materi a que nos apa-
psicométri cas, la observación sistemáti ca, las siona a todos: la Eva luación Psico lógica.
técnicas obj etivas, subjetivas y las proyectivas. A su vez, hemos invita do en este nuevo libro a pa r-
Cada técni ca ha sido descrita co n sumo deta lle ti cipar a otras maestras de larga trayectori a profesional
por autores expertos en las mi smas, dando in- y académica: Las Oras. Ana María Ca ll es e Isabel Ca-
formación apli cada de có mo utili za r de fo rm a longe que nos han aportado co nteni dos inéd itos sobre
co rrecta estas herramientas de las que dispone el la «Historia de la Eva luación Psico lógica en España
psicó logo para rea lizar una evaluación efi ciente. en el siglo xx», mostrando generosamente su va liosa
■ En el ultimo módul o se describe la «Eva luación recop ilación de materi ales históri cos en cua tro videos
Psico lógica ap licada en las áreas del Desa rro- grabados en la expos ición que co mi sionaron en la
llo y de la Inte ligencia» y la «Evaluación Ps ico- UN ED sobre «Tests p sicológicos en Esp ai'ía» y que, in-
lógica aplicada en el área de la Persona lidad», corporados en la parte «on-line» del li bro, ponen imá-
así como «El Proceso de Eva luación Psico lógica genes a las pa labras escri tas en su magnífico capítul o.
apli cado en di ferentes contextos ». Este módul o También ha habido otras invitac iones cuyas aporta-
temático inclu ye info rm ación sobre las dos prin- ciones son as imi smo mu y valiosas. El Dr. Jesús Ga rcía
cipa les áreas de Eva luac ión Psico lógica (Desa- de la Uni versidad de Sevilla ha redactado un ca pítul o
rrollo, Inteligencia y Personali dad) y cierra este sobre las Técni cas Narrativas, como proced imientos
bl oque un capítulo eminentemente práctico de de evaluación subjeti va, siendo la primera vez que un
cómo se rea li za la Evaluación Psico lógica en manual de eva luac ión las inco rpora. Tambi én, ha par-
diferentes co ntextos, por lo que se ha incl uido ti cipado en el capítul o sobre Técn icas Objetivas el Dr.
la descripción de cómo se rea li za el Proceso de Juan Pedro Sá nchez que, como responsabl e del Labo-
Eva luación Ps ico lógica en siete casos rea les dis- ratori o de Psicofi siología de la Universidad de M ur-
tintos. cia ha fac ilitado las imágenes al capítul o. Finalmente
quiero resa ltar la va liosa aportac ión de la Dra. Rosa ri o
En relac ión al profesorado que parti cipa en este Anteq uera de la Universidad de Sevilla que ha siclo ca-
nuevo manual, quiero resa lta r que para enseñar esta paz ele reunir en el capítul o sob re «El Proceso de Eva-
materi a hemos co ntado con la sabidu ría de maestras y luación Psico lógica ap li cado en diferentes co ntextos »
maestros que ya parti ciparon en el anteri or libro (cito a di stintos académicos y profes ionales expertos que
por orden alfa béti co): Dra. M . Teresa Anguera (Univer- han rea li zado la descripción de casos rea les evaluados
sitat de Ba rce lona), Dr. Guill em Feixas (Universitat de en sus ámbitos profesionales o de investi gación. Mi
Barce lona), Dra. Inmacul ada Fu entes (Universitat de agradecimiento a (cito por orden alfabético: l. Av ilés,
Valencia), Dra. M ontserrat Gómez de Terreros (Univer- M . Caprara, E.C. Fernández-Ba llesteros, J. lñiguez, C.
sidad de Sev illa), Dra . Carmen Maga nto (Universidad Jenaro, M.D. Lanza rote, J. López-Cepero, C. M aganto
del País Vasco), Dr. José M aría M artínez (Universidad y M . Peris) y a la Dra. Anteq uera que as imi smo aporta
de Murcia), Dr. José Manuel Rodríguez (Universidad un caso, sus co ntribuciones al capítul o que cierra es-
de Sevill a), y Dra. M aría Valdés (Universidad de Sevi- pl éndi damente esta obra.
ll a), que han aceptado acompañar en esta nueva obra Todo un lujo de co nte nidos, de grandes profesiona-
al Equipo Doce nte de Evaluación Psico lógica de la les y académi cos, de enseñanza prácti ca, de amplitud
UNED. de miras de la Evaluación Psi co lógica en España y, de
De esta forma, a la sabi duría de los primeros se ha tantas otras cualidades, que sería imposibl e enumerar
añadido nuevas miradas, frescura intelectual y acadé- en la presentac ión del este manual y que espero que
mica de quienes me acompañan en la asignatura de los lectores sepan encontrar, disfrutar e inco rporar en
Eva luación Psico lógica en la UNED : Dr. Cristóbal Ca l- su bagaje profesional, promoviendo ca lidad y humani-
vo, Dra. Mari agiovanna Caprara y, en especial, la Dra. dad a la Eva luación Psicol ógica española.
Isabel M . Ramírez, con la que co n gran dedi cac ión, en- También es importante resa ltar los consejos, suge-
tusiasmo y ca riño compartimos la edición de este nue- rencias y comentarios que cada parti cipante en este
vo manual. También ha participado en este libro, en manual ha aportado. Qui ero agradecer el ofrecimiento
reconocimiento a su larga y excelente labor rea li zada y generosidad que han tenido en entregar sus co noci-
como Profesor-Tutor del aula virtual de la asignatura, el mientos para promover una mejor Evaluación Psicoló-
Dr. Féli x Guillén. Han sido muchas horas de trabajo, de gica. Esa es la mej or joya ofrec ida a esta obra.
inte rcambio, de consensuar, de acordar, de co ntactar Qui ero dar las gracias al Catedráti co Dr. Alejandro
con los autores, de revisiones. En definitiva, una ma- Ávil a de la Universidad Complutense de Madrid y a

XXIV
PRESENTACIÓN Y AGRADECIMIENTOS

la Catedráti ca Dra. Cristin a Jenaro de la Universidad Psi cóloga Edu cativa ha desa rroll ado un esquema so-
de Salamanca por haber aceptado pon er los broches bre el Proceso de Evaluación Psico lógica en el ámbito
de entrada y cierre a este manual. El Prólogo va de la Edu cati vo que, junto al esquema sobre el Proceso de
mano de un gra n maestro, el Dr. Áv il a que posee una Evaluación Psico lógica en Selección de Personal, se
ex traordin ari a trayectori a, con importa ntes aportac io- han incluido como anexos en el capítul o sobre el Pro-
nes a la Evaluación Psicol ógica españo la. Un referente ceso de Evaluac ión Psico lógica. Tambi én, ha co labo-
en esta y otras materi as que también imparte. Al guien rado en asesorar aspectos importantes sobre el Informe
a quien seguir sus pasos por su manera de enseñar, de Ps ico lógico, ya que ha sido responsabl e y mi embro de
saber, pu es contiene un gran poso de conocimiento di stintas secc iones del Colegio O ficial de Psicó logos
y sabiduría. El Epíl ogo lo ha redactado la Dra. Jenaro de M adrid .
cuyos trabajos en el ca mpo de la Evaluación Psico ló- A Eva Gómez, directora del Centro «Psico log ía y
gica son de una indudabl e relevancia y co n la que he Sa lud » de M adrid, que co n su larga trayectori a como
podido compartir intereses académi cos e investi ga do- psicó loga cl íni ca nos ha dedica do largas horas de
res, que han dado sus frutos en nues tro ca min ar junto tra bajo revisa ndo y readaptando la redacción de los
a otras co mpañeras. Es difícil describir sentimientos, aspectos apli ca dos en la descripción del caso que se
afectos y gratitud a todos y por todo lo recibido aca dé- expone en el ca pítul o del Proceso de Eva luación Psi-
mi ca y personalmente. co lógica . Compartir co n ell a su experi encia y prácti ca
Tambi én mi agradecimiento a las profesionales y profesional diari a nos ha permitido dar una perspec-
profesoras que nos han asesorado y ofrecido su ti empo tiva más rea l y apli cada a los co nceptos teó ri cos de
en aspectos co ncretos y específi cos de este manual, y dicho ca pítul o.
cito por orden alfa béti co. Nuestro sincero agradecimiento a la Dra. Ca rmen
A la Dra. Isabel Ca longe de la Universidad Com- M aga nto de la Universidad del País Vasco que ha re-
plutense de M adrid que, aparte de su pa rti cipac ión en visado ca pítul os del manual, ofreciendo sugerencias
el ca pítul o sobre «Hi stori a ele la Eva luación Psico lógi- de mejora. Su enorme baga je c ientífico ha sido fund a-
ca en España en el siglo xx» , ha redactado una reseña mental en las ses iones de discusión profesional junto
sobre los resultados de investi gación rea li za da acerca co n la Dra. Rosa ri o Antequera de la Universidad ele
de los significa dos del dibujo in fa ntil. Como hij a de la Sevill a, a qui en asimi smo le agradezco todo el esfu er-
Dra. M . E. Romano quien mejor que ell a para que nos zo rea li zado. Entre las tres, hemos ido discutiendo
expli case que la manera en que los niñ os representan las fases del Proceso ele Eva luación Psico lógica, co n-
sus emociones en los di bujos ti ene un respaldo empí- virti éndolo a un lenguaje cl aro y comprensible, pero
ri co apoya do en datos publi cados científica mente. Su mante ni endo toci a la ri gurosidad con la que cada fase
aportación se ha incluido, por supuesto, al final del debe rea li za rse. Ca da tarea del Proceso ele Evaluac ión
ca pítulo sobre Técni cas Proyecti vas. Psicol ógica ha sido debatida, desarm ada para vo lverl a
Un esquema sobre el Proceso de Eva luac ión Psi- a rearmar desde nuestra experi encia profes ional hasta
co lógica en Se lecc ión de Personal lo ha elaborado la co nseguir una descripción totalmente nueva del Pro-
Dra. An a M aría Ca lles que imparte Evaluació n Psico- ceso y, sobre todo, más rea l y acorde a nuestros ti em-
lógica en Contextos 11 (Laboral y Social), Selección y pos.
Eva luación de Personas, entre otras, en la Universidad Tambi én quiero agradecer a los Ores. M anuel Mu-
Complutense de M adrid . Además coordina el M áster ñoz y M anuel Rodríguez, ambos ele la Universidad
Universitari o en Psico logía del Trabaj o y de las Orga- Complutense ele M ad rid, sus comentari os sobre la fo r-
ni zac iones y Gesti ón de Recursos Humanos. Como mul ación de caso y, sobre las pruebas de evaluación
Con sultora con más de 30 años de experi encia en el de la Person alidad, respectivamente.
área de Recursos Humanos, en especial en las fun cio- Al equipo de TEA Edi ciones, a su Directora Mila-
nes de Selección, Eva luación, Form ación y Desa rrollo, gros Antón, a Pablo Santamaría, Cri stin a de Hita y Es-
co nsideramos que es una de las mejores expertas en ti ba li z Benito mi agradec imiento por sus comentari os
estos temas. Nuestro agradecimiento por esa aporta- y aportaciones para poder incluir en este manual imá-
ción, aparte de haber compartido co n la Dra. Isabel genes de Hojas de in stru cc iones y de perfil es de test
Ca longe el ca pítulo sobre «Histori a de la Evaluación actu aIizadas.
Psico lógica en España en el siglo xx ». Al director de la Editori al Sanz y Torres, Alberto
A M ª Francisca Col odrón que ha sido Profesora Torres, que nuevamente nos ha vuelto a acompañar
Tutora de Evaluación Psico lógica en Centro Asociado para hacer rea lidad nuestro proyecto académico, pro-
de M adrid y ha desarroll ado su labor profes ional en poniendo, sugiriendo y resolvi endo todos los dilemas
la Con sejería de Edu cac ión de la Comunid ad de M a- que iban apareciendo. Tambi én queremos agradecer
drid . Dul ce, como le gusta que la nombremos, como a lvá n Pérez, del Opto. de Producc ión de la Editori al
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Sanz y Torres que, con gran profes iona lidad ha rea li za- acompañado durante esta larga aventura que ha repre-
do la maquetación del li bro. sentado este li bro.
Y, finalmente a nuestras fam ilias. A Jav ier y javi, Probablemente, y por las prisas de última hora, se
marido e hijo de Isabel. A mi s padres Angel y María. nos haya pasado por alto algú n agradecimi ento más. A
A Paco, mi compañero de vida. A Angela y María y todos ell os muchas gracias.
sus parejas y, a mi s nietos Álex y Andrés . A todos ell os
nuestro agradecimiento, por su amor y por habernos CA RM EN MORENO ROSSET

XXVI
BLOQUE TEMÁTICO 1

HISTORIA, PROCESO E INFORME


EN EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
1
Historia de la Evaluación
Psicológica en España
en el siglo XX
Isabel Calonge Romano
Ana María Calles Doñate

l. INTRODUCCIÓN
1.1. Objetivos y propósitos
1.2. Antecedentes históricos
1.3. La Evaluación Psicológica en España en el S. XX: Etapas
2. PRIMERA ETAPA: INICIOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
2.1. Psicología aplicada en el ámbito laboral
2.1.1. Escuela de Barcelona . Instituciones
2.1.2. Escuela de Madrid. Instituciones
2.1.3. El impulso de la Orientación Profesional
2.2. La Evaluación Psicológica en el ámbito educativo
2.2.1. La Escala de Binet-Simon y el comienzo de la Evaluación Psicológica
2.2 .2. El Terman: la adaptación de Germain y Rodrigo
2.2.3. El Registro paidológico
2.2.4. Otros tests utilizados en el ámbito educativo
2.2.5 . Las pautas de aplicación de los tests
2.3. La Evaluación Psicológica en el ámbito clínico
2.3.1. Instituciones relevantes en el ámbito educativo y clínico
2.4. Resumen de esta etapa
3. SEGUNDA ETAPA: RECONSTRUCCIÓN Y REFUNDACIÓN (1939-1970>
3.1. El Departamento de Psicología Experimental del CSIC
3.2 . La Sociedad Española de Psicología
3.3. La Escuela de Psicología y Psicotecnia
3.4 . El Instituto Nacional de Psicología Aplicada y Psicotecnia de Madrid (INPAP) y la
Evaluación Psicológica en el ámbito laboral
3.5 . Difusión de los tests
3.6 . La Evaluación Psicológica en el ámbito educativo
3.7. La Evaluación Psicológica en el ámbito clínico
3.8 . Resumen de esta etapa
4 . TERCERA ETAPA: CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Co nocer el desa rro ll o históri co de la Eva lu ación Psi col ógica en España.

■ Di stinguir las ca racterísti cas que determinan cada un a de las etapas del desa rroll o históri co de la Eva lu ación
Psico lógica en España.

■ Comparar los diferentes instrumentos de Eva luación Psi col ógica utili zados en cada ámbito apli cado.

■ Reconocer la v igencia actual de un co njunto de tests por su utilidad práctica.

Este cap ítulo se compl ementa con cuatro vídeos (d isponi bles en los contenidos on fin e del manual) grabados
en la Exposición «Tests psico lógicos en España : 1920-1 97 0» exhi bida en la Facultad de Ps ico logía de la U NED,
patroci nada por su, entonces, Decano Miguel Á ngel Sa nted, Comi sa ri ada por A na M aría Ca ll es Doñate e Isabe l
Ca longe Romano.
El co nteni do de los vídeos es el siguiente:
■ Video 1. Esca la de Binet-Simon y los primeros Tests de Inte li gencia.

■ Video 2. Tests «sencill os » utili zados antes de 1936.


■ Vi deo 3. Técn icas Proyectivas
■ Video 4 . Psicotecnia: Evalu ación Psico lógica en el ámb ito laboral

A lo largo del texto se hacen ll amadas a los videos en los momentos en qu e su consul ta es perti nente.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

En este capítulo vamos a diferenciar tres grandes


l. INTRODUCCIÓN etapas: La Primera Etapa: Inicios de la Evaluación
Psicológica que llega hasta 7939. Una Segunda Eta-
1.1. Objetivos y propósitos p a: Reconstrucción y Refundación, que comprende
el periodo entre 1940 y 19 70, y una Tercera Etapa:
En este primer ca pítulo nuestro objetivo es hace r Crecimiento y D esarrollo, que ll ega hasta fin ales del
un recorrido rápido, por la hi storia de la Evaluación siglo xx . Esperamos que las nuevas generaciones de
Psico lógica en España ce ntrándonos en el Siglo xx. El psicólogos sigan engrandec iendo la Evaluación Psi co-
Siglo xx ha estado salpicado de hechos históricos tras- lógica .
ce ndentes, que marcaro n e impulsa ron el desa rrollo En cada una de las etapas mencionadas se tendrá
de la Psicología Ap li cada. Los confli ctos bélicos, 1 y en cuenta los ámbitos ap li cados: educativo, laboral y
11 Guerra Mundi al, la Guerra Civil de España, co n la clíni co. Las referencias bibliográfi cas al fin al del ca-
destru cción y caos que generaron, ob ligaron a buscar pítulo y el visionado de los videos citados en el texto
soluciones a los problemas de carácter social, educa- permitirán ampliar la información ofrecida.
tivo, laboral y clínicos que la sociedad demandaba. La
Psicología Ap lica da contó con fi guras brill antes que
desarroll aron modelos diferentes de intervención con 1.2. Antecedentes históricos
el niño o el adulto, generaron nuevos instrumentos de
evaluación y formas distintas de afrontar los procesos Antes de adentrarnos en el Siglo xx, co nviene co-
educa tivos, de orientación profesional y de interven- nocer «de dónde venimos » y qu ienes son los precur-
ció n en los entornos laborales. Conociendo el devenir sores de la Evaluación Psi co lógica en España. Se ha
de la Eva luac ión Psico lógica en el Siglo xx, se puede considerado que 1492 es el ini cio del Renacimiento
co nstata r como muchas de «las grandes ideas del Siglo español, impulsado por distintos acontecimi entos hi s-
xx1», alimentadas e impulsadas por las nuevas tecnolo- tóricos: la unificac ión del reino cri stiano, la expul sión
gías digitales, como las redes sociales, el networking, de los judíos y algo más tarde, la conversión obligada
el trabajo en eq uipo, la diversidad y los equipos mul- de los musu lmanes, el descubrimiento de América y la
tiprofesionales y «ser c iudadanos del mundo » pluri- pub licac ión de la primera gramática en lengua vulga r,
lingües eran las señas de identidad de muchos de los la Gramática de Antonio de Nebrij a. Fue un periodo
personajes que han ido creando la Psicología Aplicada de grandes ca mbios y de ruptura co n los modelos me-
en España . La Psicología Aplicada española alca nzó dievales. El Renacimiento puso al hombre como centro
cotas mu y altas en las décadas de los 20 y 30, co noció del mundo. En 1492 nació una de las fi guras esenciales
la destrucción de lo construido co n la Guerra Civi l y de nuestra disciplina: Juan Lui s Vives, de familia judía,
renació de sus ceni zas, en ti empos difíciles, años 40- que marchó a Fl andes para protegerse de la Inquisi-
50, para levantar el vuelo buscando nuevos hori zo ntes ción. Otra figura esencial, Juan Huarte de San Juan, na-
hasta el día de hoy. cerá unos años más tarde (ver Cuadros 1 .1 y 1.2).

Juan Luis Vives


Juan Luis Vives (Va lencia 1492 - Brujas ro, 1993) por su concepción del hombre y por cómo deberá ser
1540). Humanista, fi lósofo, psi có logo y su educac ión, teniendo en cuenta sus ca paci dades y habilidades,
pedagogo español. Estud io en la Uni- como años después insistirá tambi én Huarte de Sa n Juan.
vers idad de Valencia y en la Sorbona Según Vives,
de París, en la que alcanzó el grado de
doctor. «El conocimiento primero y más sencillo viene de los sentidos;
Fue profesor en la Universidad de Lo- de éste nacen todos los demás, unos de otros, y así crecen y
vai na y en la Uni versidad de Oxford . se aumentan según vemos no sólo en las artes y enseñanzas,
Escribió muchos tratados como Educa- sino en el curso mismo de toda la vida. De los diversos objetos,
ción (o Instrucción) de una mujer cris- unos caen bajo nuestros sentidos, y son aquellos que están al
tiana (1523), Del socorro de los pobres exterior, obvios; otros se hallan ocultos. A su vez los obvios
y las necesidades humanas (1526) en el está n presentes unos, otros ausentes. Conocen las cosas pre-
que expuso, de forma sistemati zada, la organizac ión de la ayuda sentes los sentidos; las que no Jo están, la imaginación; luego
a los pobres, diferenciando entre los que necesitan ser asistidos y viene la re flexión que in vestiga el interior de la mente y re fleja
aquellos que podían trabajar por estar ca pacitados. Propuso una á ésta como en sí propia para que reconozca su conte nido,
reform a del sistema sa ni ta ri o y de acogida, co n una vis ión seculari - apreciando su cualidad y cuantidad. Por último, la razón saca
zada, por lo que se le considera precursor de los servicios sociales de los objetos concretos y obvios los recónditos y carentes de
en Europa. Su tratado De anima et vitae (B ruj as, 1538), «ha tenido cuerpo, de lo particular lo general; todo ello lo comunica á su
una peculiar repercusión en el ámbito de la psicología » (Carpinte- entendimiento, y después á la contemplación, si está libre. Y así ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

como los ojos corpóreos necesitan una luz exterior para ver, el profesor y eso que su obra De cl isciplinis, fue escri ta en 1531. Vives
ojo mental también necesita una interior para conocer y en- recomendaba, como más ta rde hará Binet, a principios del Siglo
tender. » (Vives, Tratado del Alma, 1920, Libro 11, capítulo IX) xx, que los niños

Como indica Ontañón (1920), Vives es un prec ursor del método «deben ser clasificados desde un principio en la escuela para
empírico psicológico, observac ión e in trospecc ión. Ap lica sus averiguar para qué clase de estudios son aptos e incapaces .. ..
principios psicológicos a la práctica profes ional, a la conducta Difícilmente se encontrará alguno que no pueda ser instruido
pri vada y a la func ión como docente. Sorprende lo actuales que si se le da una enseiianza adecuada ». (O ntañón, Introducció n.
son sus recomendaciones acerca ele cómo debe ser el papel de un En Vives, Tratado del Alma, 1920)

Juan Huarte de San Juan


Juan Huarte de San Juan (San Juan ele determinado y particular, y que saca do de allí no valía nada
Pi e de Puerto, Navarra, hacia 1529 - para las demás letras»
Baeza, 1588). Humani sta y médico. Su
obra, el Examen ele Ingen ios para las Propon e selecc ionar la instrucción ele acuerdo a las aptitudes fí-
Ciencias, se pub licó en Baeza el 23 de sicas e intelectuales ele cada persona, teniendo en cuenta los di-
febrero de 1575. La Inquisición incluyó ferentes temperamentos, según la teoría de los cuatro humores ele
esta obra en el Índice ele libros prohi- Hipócrates y Ga leno,
bidos, por afirmar «la organ icidad del
entend imiento y defender la indepen- «... considerando cuán corto y limitado es el ingenio del hom-
dencia ele la filosofía y la cien cia de la bre para una cosa y no más, tuve siempre entencliclo que nin-
religión y la teo logía ». Su obra se difun- guno podía saber dos artes con perfección sin que en la una
dió por tocia Europa y se tradujo al fran- faltase y, porque no errase en elegir la que es natural estaba me-
cés, holandés, inglés, alemán. Se la considera una obra precursora jor, que en la tierna edad descubriesen a cada uno su ingenio,
ele la cien cia modern a por su actitud científica y la bC1squeda ele haciéndole estudiar por fu erza la ciencia que le convenía y no
un método para el examen descriptivo ele los fenómenos psíquicos, dejarlo a su elección, ele lo cual resultaría en vuestros estados y
especialmen te ele la Psicología Diferencial y de la Psicología Apli- señoríos haber los mayores artífices del mundo, no más de por
cada como base de la Orientación Profesional, pues en su Examen juntar el arte con la naturaleza... » (Huarte ele San Juan, 1989)
de Ingenios para las Ciencias, nos dice
En 1983, los Decanos de las Facultades de Psicología espa1io las
" ... y hallé por mi cuenta que cada ciencia pedía su ingenio nombraron a Juan Huarte de Sa n Juan patrón de la Psi cología .

Pero Luis Vives y Juan Huarte de San Juan son ante- otras a las clases más pobres, co mo las Escuelas Pías
cedentes mu y remotos y desde entonces hasta el Siglo de San José de Ca lasanz o los Herma nos de las Escue-
XIX, se hi zo un vacío, pues como seña ló Mariano Yela las Cri sti anas de La Salle.
en la Conferencia inaugural del V Congreso Nacional En la segunda mitad del Siglo XIX, el krausismo en-
de Psico logía en 1976, «en el origen y el desarrollo de tra en España oficia lmente de la mano de Sanz del Río
esta ciencia (Psi co logía) en España hay dos caracte- como Rector, en el discurso inaugural del curso aca-
rísticas esenciales : la presencia de grandes hitos a lo démi co de 1857-58 de la Universidad de M adrid . Este
largo de su historia (i mportancia) y la falta de continui- sistema fi losófico con su ética humanística, universa l
dad (intermitencia)» (Yela, 1976). y aperturista sirvió de impul so a un amplio desarro-
Durante el siglo xv1 las luchas políticas, social es, llo cultural. Se crea ron círculos de estudio, conferen-
económi cas y re li giosas aso lan Europa. Los movimien- cias para mujeres, seminari os y nuevas instituciones
tos de Reforma y Contrarreform a afectan a la cultura y ed ucativas. Entre los intelectuales que secundaron el
a las Universidades frenando el Humani smo. krausismo destacaron Nicolás Sa lmerón (1838-1 908)
La Reform a protestante impul só una educac ión re- y Giner de los Ríos (1839-1915), polifacéticos y sen-
alista y religiosa, gratuita y co n ca rácter obligatorio, sibili zados con los probl emas sociales y la educación.
sostenida por fondos públi cos. Todos pu eden acceder Sanz del Río, como introductor del krausismo fa-
a los estudios superiores pero diferenciando el tipo de cilitó que su discípulo, Giner de los Ríos, conociera
estudios útil es para las cl ases trabajadoras y para los el laboratorio de Wundt fundado en 1879 en Leipzig.
nobl es y ri cos. La expulsión de Sanz del Río de su cátedra en 1867
La Contrarreforma tambi én impul só la instrucción generó un movimiento ideológico intelectual a favo r
y educación popular gratuita y universa l bajo el ampa- de una reforma ed ucativa. El Decreto Orovio de 1875,
ro de la Iglesia Católica. Adquirieron gra n importa ncia expulsó de sus cátedras a muchos profeso res, entre
las órdenes religiosas, unas ded icadas a la educac ión ellos a Giner de los Ríos. Como respuesta, surge la
de las clases acomodadas, Ob latos, Ursulinas, etc. y Institución Libre de Enseñanza (!LE).
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SICiLO XX

Luis Simarro
luis Simarro lacabra (1851-1 921) Ini- D iscípul os suyos fueron los doctores Achúcarro, Lafora, Calandre
ció los estudios de Med icina en Va len- y Vique ira. Retomó de nuevo el co ntacto con la ILE, que le llevó a
cia en 1868 y los finalizó en la Uni- preocuparse por la aplicac ión ele la psicología experimental a los
versidad Central de Madrid en 1873, prob lemas de la pedagogía.
doctorándose en 1875. Se especializó Fue Ca tedráti co de Psicología Experimenta l de la Universidad
en Neuropsiquiatría y Psico logía Expe- Central de Madrid en el año 1902, que fue la primera Cátedra ele
rimenta l. Dio clases en la Institución Psicología en España, adscrita a la Facu ltad de Ciencias. Por ello
Libre de Enseñanza y en la Escuela se le co nsidera el fundador de la Psico logía . Simarro tamb ién se
Libre de Medicina y Ci rugía. Trabajó interesó por las relaciones entre la Psiqu iatría y el Derecho Penal,
como médico en el Hosp ital de la Prin- reali zó peritajes forenses importantes y fue profesor de temas psi-
cesa, en el de la Beneficencia y como copato lógicos del Instituto de Criminología de Madrid en el año
director del Manicom io de Santa Isabel 1903. Ejerció una gra n influencia en la vida política e intelectual.
de Leganés. Colaboró con el Ateneo de En 1913 fundó la Li ga para la Defensa de los Derechos del Hombre
Madrid . A fin ales de 1879 se fue a París para ampliar estudios con y del Ciuda dano. Compagi nó su labor académica con la práctica
histólogos, neurólogos y psiqu iatras como Duva l, Magnan y Char- profesional clínica . Legó parte ele su fortuna y su patrimon io artís-
cot en el hospital de La Salpetriere, y a su regreso en 1885, como tico para la creació n de una Fundación con el objetivo ele crear un
histólogo y psiqu iatra, se reincorporó al Hospital de la Princesa y laboratorio de Psico logía Experimenta l para promover la psicología
montó un labora torio privado, en el que nace la «escuela histo- teór ica y aplicada. Fue un hombre de ciencia, li bera l, co n una gran
lógica ele Madrid», en el que trabajó Ramón y Caj al y donde le curiosidad intelectu al. Su legado se conserva en la Facu ltad de Psi-
trasmitió el método de Golgi pa ra revelar la morfol ogía neuronal. co logía ele la Un ivers idad Complu tense de Madri d.

La Institución Libre de Enseñanza (!LE) fue fundada en 1.3. La Evaluación Psicológica en España
1876 por un grupo de catedráticos (entre los que se en el S. XX: Etapas
encontraban Francisco C iner de los Ríos, Cumersindo
de Azcárate y N icolás Sa lmerón), separados de la Uni- Como se ha di cho en la Introducc ión, la historia
versidad por defender la libertad de cá tedra y negarse de la Eva luación Psico lógica en España se puede or-
a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en ma- ga ni za r fác ilmente en tres etapas . La prim era etapa,
teria religiosa, política o mora l. «los Inicios», com ienza lentamente en los prim eros
{http://www.fundacionginer.org/hi storia .htm) años del siglo xx, y alca nza un ni ve l sorprendente en
los años 20 y 30. La Eva luac ión Psico lógica en sus
ini cios está dirigida tanto a la ori entación, destacando
La Ps ico logía, co mo en el resto de Europa, es taba los Institutos de O ri entació n Profes io nal ele Barcelo-
unida a la Fi losofía, pero el empiri smo inglés y el krau- na y M ad rid di ri gidos por Mira y Germa in respectiva-
simo, corri entes filosóficas imperantes en Eu ropa, lle- mente, como a la eva luació n en el ámbito ed ucativo,
garon a España aportando nuevas ideas psico lógicas. basada fu ndamenta lmente en la esca la ele Binet-Si -
En la segunda mitad del Siglo XIX, M artí de Eixa- mon. La Guerra Civi l supuso una ruptura traumática
la y Llorens y Barba, profesores de la Universidad de t ras la cual muchos psi có logos reconoc idos se vieron
Barcelona in trod uj eron la fi loso fía escocesa del «sen- fo rzados a ex ili arse o fu eron apa rtados de ca rgos pú-
tido común » muy ligada al empirismo inglés y a la bli cos o actividades re leva ntes. La segunda etap a de
psicología asociacion ista. Esta corri ente fil osófica in- reconstrucc ión y refundac ión, se ini c ió después de la
fluyó en la actividad de ciertos méd icos para expli ca r guerra y terminó hac ia 1970. Está pres idida por la fi-
el comportamiento humano. Cabe mencionar al Dr. gura ele Germain, junto a Yela y Pinillos, dos jóvenes
Pedro M ata, ca ted rático ele Med icina Lega l en la Uni- co laboradores al prin cipio de la etapa, y catedráticos
vers idad ele Madrid, al Dr. Turró en Barcelona, que co n de Ps ico logía al final de ella. El trabajo del Depa r-
med ios mu y escasos rea li zó trabajos de investigación tamento de Psico logía Experimental del Consejo Su-
sobre el hambre, la sed y las percepciones táctiles y al perior de Investigac iones Científicas, la creac ió n de
Dr. Simarro, figura clave de la Psico logía M oderna en la Sociedad Española de Psico logía, y los estudios de
España, que ocupó la primera Cátedra Universitari a de Postgrado en la Escuela de Psico logía son hi tos im-
Psi co logía Experimental en 1902 (ver Cuadro 1.3). La portantes no so lo para la Psi co logía General, sino
influencia ele Simarro fue muy grande y sus discípu- tamb ién para la Eva luación Psicológica. El final de la
los destacaron en campos muy diversos: Caja l por sus etapa ve ndría marcado por el ini cio de los estudios
estudios de anatomía del sistema nervioso, Rodríguez un ivers itarios de Psico logía. La tercera etapa, de cre-
Lafora y Achúca rro en neurología y psiqui atría. cim iento y desarro ll o, se ini ciaría así co n los primeros
li ce nciados (licenciados en Fi losofía y Letras, sección
de Psicología).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Características de la «Escuela Activa». Elaboración propia


ESCUELA ACTIVA: es la escuela de la acció n, del trabajo de los Aprendizaje: Com prensivo, crít ico y m ultidiscip linar.
alumn os guiados po r el maestro. Los alumn os investiga n, procesa n Enseñanza basada en:
la información y se responsabil izan conj un ta mente en el proceso • Respeto al alumn o .
de enseña nza-a prendi zaj e. Comprende: in stru cció n académ ica, y • Reco nocer y aceptar las d iferencias ind iv iduales.
formac ió n de hábitos y acti tudes co n base en un a esca la de va lo res. • Centrada en las necesidades e intereses del niño .
Objetivo: • Desarro ll ar la capac idad creadora, fomentando la creativi dad
• Desarro ll ar un espíritu críti co y de cooperación. y la libre expresión que dará al niñ o sati sfacció n y seguridad.
• Prop icia r en cada niño un desarro llo armó ni co e integral de Maestro: Proporciona el medio que estimul e el interés po r apren-
sus capac idades persona les al máxi mo, pa ra integrarse en la der. Es un acompa ñante participativo y constructo r de conocim ien-
soc iedad y aportar lo va li oso de su in d ivid ua li dad para trans- to.
formarl a.
• Educa r para la v ida.
Evaluación: Se eval úa el progreso de manera g loba l.
• Ed ucación para lo soc ial: Crea r concienc ia de co nv ivencia en Espacio: Se aprovecha todo el entorno y espac io esco lar.
la esc uela, en el hogar, en la co muni dad y en la gran comuni - Disciplina: Libertad y respo nsab il idad co nsens uada.
dad universal.

ciones en los Congresos Internac ionales de Psico logía


2. PRIMERA ETAPA: INICIOS DE LA y de Psicotecni a.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Con la aprobación de La Ley de Instrucc ión Públi ca
de 9 de septi embre de 1857, llamada Ley M oyano, se
Entre 187 6 y 1936 España atraviesa un peri odo lle- consolida el si stema educativo que establ ece un pri -
no de ca mbi os sociales, po líti cos, indu stri ales, c ientí- mer nivel de enseñanza primari a obligatori a y gratuita
fi cos y pedagógicos. Hay grandes necesidades educa- y estudi os apli cados a profesiones y oficios industri ales.
tivas y laborales que atender y la Psico logía, con un La Institución Libre de Enseñanza (!LE) co laboró
ca rácter de Psico logía Apli cada o Psicotecni a trata de a través de las institu ciones que creó y de los profe-
dar una respuesta. Al adentrarse en esta época, sor- sionales y po líticos que co mpartían sus idea les, a una
prende comprobar cómo los primeros «psicó logos», a reforma científica y educati va españo la, al nacimiento
pesar de las condi ciones por la que atrav iesa el país, de la Psicotecni a en España y a configurar la ll amada
mantienen una fluid a correspondencia con los científi- Escuela de Madrid (ver Cuadro 1 .5).
cos más significativos de las prin cipales Universidades Se llevaron a cabo ini ciativas pi oneras como: dota r
inte rnacionales, la rapidez en inco rporar los nuevos co n pensiones o becas la ampliac ión de estu dios en el
in strumentos de medida para un servicio más efi caz a extranjero, lo que fac ilitará estab lecer co ntactos y co-
la sociedad, su formación co ntinua y especiali zac ión laboraciones co n científi cos de numerosas universida-
en Laboratorios experimenta les y psicotécni cos de Eu- des, centros de O rientac ión Profesional y Laboratorios
ropa y Estados Unidos, así como su presencia y aporta- Psicotécni cos, las co lonias esco lares de vacac iones

JAE. Distribución de pensionados según el sexo y la profesión. {Tomado de Marín Eced, 1990)
, PENSIONADOS
HOMBRES MUJERES TOTAL
M aestros 1° Enseñanza 55 30 85
D irectores de Grupos Esco lares 11 3 14
Profesores de Escuelas Normales 23 29 52
1nspectores de 1ªE nseña nza 42 17 59
Profesores de Instituto 13 3 16
Profesores de U nivers idad 9 10
Prof. Escuela Sup. Magisterio 8 2 10
Prof. Sordomudos, Ciegos y A no rmales 9 5 14
O tras Profes io nes 13 7 20
TOTA L 183 97 280
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

para los niños de las escuelas públi cas y las misiones Resumen de la ILE
pedagógicas que recorri eron las zo nas más pobres y
ILE. INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA
abandonadas de España .
Objetivo: Contribuir a la reforma c ientífica y educativa españo la
Una de las primeras instituciones fue el Museo de
Instituciones:
Instrucción Pública (1882) instalado en M adrid y que
■ Museo de Instrucc ión Pública (1882) más tarde Museo
a partir de 1894 se le conocerá como Museo Pedagó- Pedagógico (1894)
gico. M anuel Bartolomé Cossío fue su Director desde • Junta para la Ampliación de Estudios 0AE) (1907)
1883 hasta 1929 en que se jubiló, a partir de esta fecha • Instituto- Escuela (1918)
• Universidad Internacional de Verano (1932)
asumió la dirección Domingo Barnés. El Museo tenía
• Misiones Pedagógicas (1932)
como objetivo formar educadores para una escuela
activa, según los métodos de Pestalozzi, Claparede,
Montessori y Decrol y, lo que supuso una ruptura con M arín Eced (1990), «el colectivo más favorecido fue
el modelo trad icional de educac ión. Centros como el el de maestros de Primera Enseñanza, que procedían
co legio Cerva ntes en M adrid y las Escuelas del Bosque mayoritariamente de ambiente rural ». Para que los co-
de Ba rce lona implantaron el modelo de «escuela acti- nocimientos adquiridos no se perdieran y pudieran in-
va» (ver Cuadro 1 .4). corpora rse a la investigación y enseñanza superi or, se
Este Museo fu e uno de los focos más importantes acometió la creación de Centros de Investigación aso-
para el nacimiento de la Psicotecnia en el ámbito edu- ciados a la JAE como el Instituto Nacional de Ciencias
cativo. Físicas y Natura les, dirigido por Ramón y Caja! y el Cen-
La Junta para la Ampliación de Estudios (JAE) se creó tro de Estudios Históricos, dirigido por M enéndez Pida l.
por R.D del 7 7/ 7/ 7907. Su objetivo era la renovación
de la enseñanza universitaria principalmente, promo- El inicio de la Psicotecnia en España
viendo la investigación y la educac ión científi ca en
España. Santiago Ramón y Cajal preside la JAE desde El término Psicotecnia, lo utili zó por primera vez
su fundación hasta su muerte en 1934. La función de Stern en 1903, pero Hugo Münsterberg, al vincular la
la JAE fue doble: impul sar el intercambio de alumnos Psicotecn ia al ámb ito labora l fortaleció el término y lo
y profesores con universidades europeas y de Estados definió como «la disciplina que tiene por obj eto la apli-
Un idos y América Latina y proporcionar pensiones o cación de los principios de la Psicología a las distintas
becas para la ampli ación de estudios en el extranjero. actividades humanas, principalmente a las que se refie-
Muchas fueron las soli citudes recibidas durante los 30 ren a la industria y a las profesiones, para lograr un me-
años que estuvo vigente la JAE, aunque no todas pudie- j or rendimiento» (!barra, 2015) (Video 4. Psicotecn ia:
ron ser conced idas (ver Tab la 1.1 y Figura 1.1). Según Muestra el recorrido de la Evaluación Psi co lógica en
el ámbito labora l). El término Psicotecnia se utili zó con
preferencia en Europa mientras que en Estados Unidos
se usó el término de Psicología Aplicada . Claparede (ver
Cuadro 1.6) contribuyó a la expansión de la Psicotecn ia
en Europa y co n el fin de compartir con los especialis-
tas psicotécnicos, los problemas de la aplicac ión prácti-
ca de la Psico logía tanto en la ori entación laboral como
en el contexto escolar, promovió, en 192 0, la I Con-
ferencia In ternaciona l de Psicotecnia, que se ce lebró
en Ginebra. Castellá y Mira, como representantes del
Instituto de Orientación Profesional de Barcelona asis-
tieron y consiguieron que la 11 Conferencia se celebrara
en Barcelona al año siguiente. En suces ivas ediciones
participaron psicotécnicos o psicólogos prácticos y psi-
cólogos científicos (ver Video 4. Primer minuto).

■ HOMBRES ■ MUJERES ■ TOTAL


2.1. Psicología aplicada en el ámbito
laboral
Con los datos de la Tabla 1 .1. JAE. D istribuci ó n de pensionados
En España, el libro de Münsterberg (1914) «Psy-
(Tomado de Marín Eced, 1990).
chology. General and Applied» se conoció y difundió
EVALUACIÓN P I OLÓCilCA. Pro o, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Édouard Claparede
Édouard Claparede (1873 -1940). Neu- En 1912 fundó en Gi nebra, el Instituto Jean-Jacques Rousseau, co n
ró logo, pedagogo y psicó logo infantil los obj etivos de: Formación psicopedagógica de maestros; Contri-
sui zo. Rea li zó cursos de Ciencia, Me- buir al progreso y desarroll o de la pedagogía científica y Logra r un
dicina y Psico logía en distintos países. mayo r conocim iento del ni ño.
Doctor en Medicina en 1897. Profesor Su Insti tu to se convirtió en el centro de la Pedagogía M oderna Eu -
de Psicología en la Universidad de Gine- ropea. Después de la 11 Guerra Mundial, el Institu to se estableció
bra. Fundó en 1901 , Archives de Psycho- en la Univers idad de G inebra como Facultad de Psico logía y Cien-
logie, una de las primeras revistas de Psi- cia de la Educac ión.
cología francesa, de la que fue director
Publi có mucho y entre sus prin cipales obras podemos mencionar:
hasta su muerte. Su libro Psicología del
Psicología del niño y Psicología experimen ta l (1905); La Escuela a la
niño y Psicología experimental, publica-
med ida (1921 ); La Educación Funciona l (1931).
do en 1905 y la repercusión que tuvo, le
llevó a organi za r un semi nari o de Psicología Educacional en 1906.

mu y pronto impul sando el desa rro ll o de la Psicotecnia


Alfa Arm y Test: Para una pob lación con estudios y do-
como Psicología Aplica da y establ eciendo un dobl e
minio del inglés. Tests: órdenes verba les, prob le-
enfoque, la Psicología Exp erim ental o General intere-
mas aritméticos, sinónimos, comp letar seri es de
sada en investi gaciones sobre memori a, atención, in-
números, analogías, etc
te ligencia, etc y la Psicología Aplica da o Psicotecnia
Beta A rm y Test: Para una pob lac ión analfa beta y ex-
fo ca li zada en dar respuesta a necesidades co ncretas
tranj eros que no dominaban el inglés. Tests: Prue-
en distintos ámbitos, laboral, educativo y clíni co. Los
bas sin contenido verba l, que in cluía laberintos,
estudi os científicos para medir las capac idades psico-
cl aves de números, compl etar dibujos, construc-
físicas, visión, audi c ión, reacción, coo rdin ación, etc.,
ción geométri ca, etc.
interesa ron a muchos profesionales, médi cos, oftalmó-
logos, maestros e ingeni eros.
Se crearon Institutos y Departamentos para atender Fin ali zada la I Guerra Mundial, la O rientación
las demandas de grandes empresas, pues las co ndicio- Profesional tomó una gran importancia, se promul ga-
nes de trabajo y la actividad profesional requerían per- ron leyes y decretos en muchos países europeos para
sonal cualificado y cada vez más espec iali zado, por impul sa rl a, pues se reconocía que facilitaba la transi-
lo que fu e necesari o crear laboratorios u oficin as para ción de la escuela al mundo laboral. La Ori entac ión
poder cl asifica r y seleccionar. El Voca tional Burea u de Laboral se centraba en tres puntos cl aves: la p ersona
Boston de Frank Parson empezó a funcionar en 1909. a orientar, anali za ndo sus capac idades y entorno; la
En Bélgica, en 1914 se creó el O ffice lntercommunal profesión u oficio, sus ca racterísti cas y ex igencias, las
d 'O rientation et Sélection Professionelle, y en Barce lo- aptitudes y la preparación que requi era y por último,
na se creó el Museo Social en 1908. el merca do de trabaj o, su oferta y demanda.
Estos laboratorios u oficinas prestaron una gran A prin cipi os del Si glo xx, España no era un país
ayuda a los ej érc itos, al estall ar la Prim era Guerra industri ali za do si no abastecedor de materi as primas
Mundial. En Al emania, M oede y Pi orkowski desa rro- para otros países, y esto trajo co mo consecuencia el
ll aron pru ebas y simul aciones para la evaluación de reducido número de ce ntros para form arse co mo in-
conductores de vehículos pesados, de pilotos aéreos y genieros: Barce lona, Bilbao (1899) y M adrid (1901 ),
radiotelegrafi stas, etc. En el Reino Unido, Myers co la- situación que se prolongó hasta la década de 1960. La
boró co n la Armada Británica en la se lecc ión de espe- indu stri a existente se loca li zaba en zo nas muy co ncre-
cialistas en detecc ión de submarinos y en el síndrome tas, el ej e ca ntábri co: Asturi as y Vi zcaya y el eje medi-
de «neurosis de guerra». En Estados Unidos, la A me- terráneo focal izado en Barce lona, además de M adrid.
rica n Psychologica l Associa tion (A PA) presidida por La «O rganización Científica del Trabaj o » se cono-
R.M . Yerkes ofreció su ayuda al ejército ameri ca no, y ció muy pronto en España pues la obra de Tay lor, Prin-
con un equipo de psicó logos y psi cotécnicos, co n ex- cipies of Scientific Management, publi cada en 19 11 ,
peri encia en la eva luación de la inteligencia, Term an, se tradujo rápidamente al español, pero se tardó en
Thorndike, Wechsler, Bingham, Oti s, entre otros, revi- adoptar sus propu estas, debido al escaso número de
sa ron los tests disponibl es y elaboraro n los primeros ingenieros ex istente en el país, a los monopolios y el
tests co lectivos, denominados Arm y Tests: A lfa A rm y predominio de pequeñas empresas co n estru cturas
Test y Beta Arm y Test, para poder cl asifica r a más de orga ni za tivas atrasa das y, sobre todo, a la oposición
un mill ón de reclutas, y tomar decisiones sobre la asig- y rechazo de los trabajadores por co nsiderar que la
nación de servi cios y la form ación de ofi ciales. propu esta de reducc ión del ti empo en los procesos in-
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

du stri ales para una m ayor efi ciencia y la mejora con-


t inu a en los procesos indu stri ales, des humani za ban el
trabajo y trataban al obrero co mo una máquina.
Este sentimi ento tan arra igado, sirvió de base a una
co media de Charl es Chaplin, Tiempos M odern os, que
alca nzó un gran éx ito . La propu esta del matrimonio
G ilbreth, (Frank Gilbreth y Lili an Moller) se centró en
cómo reducir los m ovimientos inn ecesa rios e in eficien-
tes para evitar la fa tiga de los trabaj adores.
Muchas in stituciones como la M ancomunitat Ca-
ta lana, el Ministerio de Trabaj o y entidades priva das
co mo las Cámaras de Comercio, Navegación e Indus-
tria, apoya ron el Taylo rism o y las editori ales (Editorial
Labor y Editorial Cultura), publi ca ron textos de Cesa r
M adariaga, José M allar/ y Ruiz A /m ansa, reconocidos
defensores del Tay lori smo. tores; esto di o luga r a las ll amadas Escuela Psicotéc-
Al gunas empresas español as, entre 19 15 y 192 0 nica de Barcelona y Escuela Psicotécnica de M adrid.
in corporaron una organización científica del trabaj o, En estos Institutos se desa rroll ó una ex traordin ari a
como la fábri ca de muebl es Casa Pere Reig i Fil/, la fá- labor de O rientación Laboral de aprendices y alumnos
bri ca de ca rtón, Viuda M oya, la fá bri ca de automóvil es para ingresa r en las Escuelas-Taller y de Selección Pro-
A. E/iza /de; los tall eres de la empresa de tranvías de fesional para cubrir puestos de co nductores de vehícu-
Ciudad Lineal en M adrid, Talleres 1-lamsa de Barce lona, los motori zados tanto de transporte públi co, tranvías,
Talleres de la Maquinista Terrestre y M arítima de Barce- coches o trenes, como de vehícul os de combate, avi o-
lona, Talleres de loza de la Cartuja de los Pickman en nes, tanqu es, barcos . Estas prim eras tareas de selección
Sevill a y los Talleres de Puentes de M ZA, Ferroca rril es las so lic itaron orga ni smos ofi ciales, como la Sociedad
y Trenes de M adrid, Za ragoza y Ali ca nte, en Atocha. M adrileña de Tranvías en consorc io con el Ayunta-
Se co nsideró que co n la creación de institucion es mi ento de M adrid y empresas parti cul ares. Estas i nsti-
que pu sieran en prácti ca los prin cipi os de la organi- tu ciones proporcionaron un gran impul so a la Psico-
zación científica del trabaj o, se podría hace r frente a tecni a y a la Psico logía Industri al en España, en ell as
la opos ición de empl ea dores y sindi ca tos. Para ell o se se rea l iza ron estudi os sobre fa ti ga, atenc ión y fu erza
crea ron los Institutos de O ri entac ión, primero en Bar- mu scular, y siguiendo las indi cac iones de G ilbreth so-
celona, el lnstitu t d ' O rientació Professional (1918) con bre los «movimientos eficientes», tambi én se oc uparon
Emili o Mira y López y Lui s Trías de Bes y más tarde en del redi seño de herrami entas y de cómo debía ser su
M adrid (1925), el Institu to de O rientación Profesional, co locac ión en los tall eres, que pu sieron en prácti ca en
co n Cesa r de M adari aga y José Germain, como direc- las Escuelas-Tall eres de form ación de aprendices .
Al f in ali za r la I Gu erra Mundi al, la destru cció n de
la industri a, la escasez de mano de obra y la situ ación
A B soc ial y eco nómica en la que se encontraba Europa,
hi zo qu e la O rga nización Científica del Trabaj o (OCT)
cobrara un gran impul so. Se ce lebra en Roma, el I
Congreso Intern acional de O rga niza ción Científica del
Trabaj o (1923), se crea en Ginebra el Instituto Interna-
cional de O rga nización del Trabaj o (1927) y en M adrid
se crea, en 1928, el Comité Nacional de O rga nización
Científica del Trabaj o co n el obj etivo de estimul ar estu -
dios y divul ga r los métodos de la O CT y promover su
apli cac ión en empresas. Su órga no de comuni cac ión
fu e la Revista de O rganización Científica (192 8-1 936).

2.1.1. Escuela de Barcelona. Instituciones


A. M odelo antiguo de as iento de trabajo. B. M odelo de asiento
de trabajo pa ra oficinas, construído desde el pun to de vista er-
El M useo Social (1908), se creó con el objetivo
gonómico.
de mejorar moral y materi almente a la cl ase obrera .
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

lnstitut d'Orientació Proffessional: Proyección del lnstitut d'Orientació


Investigaciones de sus laboratorios Proffessional
• Organización científica del trabajo en la industri a Uosé Mª Organizó en Barcelona:
Tarrada) • 11 Conferenc ia Internacional de Psicotecnia (1921)
• Estudios sobre fatiga con métodos ergográficos entre otros. • VI Conferenc ia Internacional de Psicotecnia (1930): interés
• Selección y Orientación: Conductores de autobús con el en los tests y sus usos y en la Ps. de la personalidad
perceptotaquímetro de Mira .
• Profesiografías y elaborac ión de ficha profesiográfica
Publicaciones
• Ana ls de l' lnstitut d'Orientació Proffessiona l (1920-1923)
• Ana les de la Sección de Orientación y Selección
las aptitudes físi cas, los índi ces pulmonar y vita l, la
Profesional de la Escuela del Trabajo (1928-1930) fuerza muscular y la fatiga y el doctor Em ili o Mira y
• Revista de Psico logía i Pedagogía (1933-1937) López como enca rgado de la Sección de Psicometría,
en la que se rea li za ban investigaciones cualitativas y
cuantitativas acerca de los aspectos (aptitudes) clave
Contaba con una biblioteca especiali zada y con una para cada trabajo y de la cl asificación de las profesio-
Bo lsa de Trabajo para atender necesidades sociales. En nes según estas aptitudes; tambi én se eva luaba n las
1921 , el Museo organizó la «Exposició General d 'Eco- aptitudes psíqui cas, psicomotri ces, tempera mento y
nomia Socia l i Higiene i Seguretat en el Treba /1 » co n la personalidad de los so li citantes. A prin cipi os de 1927,
presencia de entidades barce lonesas filantróp icas, de el Instituto se tras ladó a la Universidad Industrial y se
educación profesional, higiene indu stri al, previsión de convirtió en una sección de la Escuela del Trabajo:
accidentes, etc. En 1914 creó un «Secretariat d 'a pre- Sección de O rientación y Selección Profesional de la
nentatge» co n el fin de «orientar inteligentem ente al Escuela del Trabajo de la Diputación de Barcelona, di-
joven trabajador en la elección de profesión » (Kirch- rigida por Mira y López. Con la procl amación de la
ner, 1975) con una Sección Antropométrica y una Sec- Repúbli ca, en 193 1, el Instituto dejó de depender de la
ción Psicom étrica. Escuela del Trabajo y pasó a ser lnstitut Psicotecnic de
El Instituto de Orientación Profesional, institución la Ceneralitat de Ca talun ya. Emilio Mira y López, será
muni cipa l y provin cial, surgió como ampliación del su director hasta 1939. Durante su larga y compli cada
«Secretariat d 'a prenentatge». En 19 19, entraron por ex istencia, desde 19 19 hasta 1936, el Instituto fue un
oposición los doctores Luis Trías co mo enca rgado referente en Europa (ver Cuadro 1.7 y 1.8 y la Tabla 1.2
de la Sección de Antropometría, donde se eva luaba y Cuadro 1.9).

• Definiciones
• Pa labras con una condición
Inteligenc ia Verba l
• Complementación
• Reconstrucc ión de frases

• Prueba de palanca
• Prueba del ferroca rril
• Prueba ele Inversión ele figuras
Inteli genc ia Mecá nica
• Reconstru cc ión de un pu zz le
• Reconstrucc ión ele figuras
• Compren sión ele series espaciales

• Diferenciación
• Situaciones complejas
Inteligencia Abstracta • Crear una histori a
• Relaciones grá fi cas ca usa-efecto
• Comparación ele conceptos

• Coordinación oculo-manual
Aptitudes psicomotrices • Inhibición ele movimientos invo luntari os de las extremi dades superi ores
• Precisión en pequeños movimientos

•hui•éd::fü:fodééj:fü@@._•_Te_s_t M
_ io_k_in_é_ti_co
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Emilio Mira y López


Emilio Mira y López (1896-1 964). Se Catedráti co de Psico logía Experimenta l en la Universidad de Bar-
licenció co n Premio Extraordinari o en celona enl 93 1 y más ta rde, en 1933 ocupó la primera Cátedra de
Medicina en 1917 en la Universidad de Psiquiatría en España en esa misma Universidad. Durante la Guerra
Barce lona y en 1923 se doctoró, tam- Civil fue Director del Institu to de Adaptación Profesional de la Mu-
bién con Premio Extraordin ari o, en la jer, dependiente de la Generalitat de Cataluña. En 1938 fu e nom-
Universidad de Madrid. brado por el M inisterio de Defensa Nacional, Jefe de los Servicios
Fu e un destaca do científico, reconoci- Psiquiátri cos del Ej ército de la República Española. Posteriorm ente,
do internacionalmente, en el ámbito de marchó al ex ilio y se trasladó a Londres beca do por el Maudsley
la psiquiatría, la psico logía y la psico- Hospital. A finales de 1939, presentó ante la Royal Academy of
tecni a hispanoameri ca na del siglo xx. Medicine de Londres su test «Psicodiagnóstico Miokinético».
Introdujo en España la psico logía ex- En 1940 se instal ó en Argentina, y fue designado Director de los
perimental, la psico logía jurídica, el Servicios Psiquiátri cos y de Higiene Mental de la Provincia de San-
pensamiento de los grandes psiquiatras alemanes, las teorías psi- ta Fe en 1943 donde fundó y dirigió el Hospital Psiquiátri co. En
coa nalíticas y la O ri entación Profes ional. Fue uno de los primeros 1945 se instaló en Brasil, asumiendo, en 1946, la dirección del Ins-
en publi ca r sobre la Técnica de Rorschach. tituto de Selección y Orientación Profesional de Río de Janeiro . En
Desde 1919 fu e nombrado Director del lnsti tut d'Orientació Pro- España, su figura y obra fu e silenciada durante décadas. Desde el
fess ional de Barcelona, donde creó el primer Laboratori o de Ori en- homenaje orga ni zado por el Dr. Obi ols en 1972, en la Universidad
tación Profes ional en España. de Ba rcelona, se empezó a reconocer en España sus aportaciones.

Z.1.2. Escuela de Madrid. Instituciones

Instituto de Reeducación de Inválidos del Trabajo

La medi cina españo la de principios del Si glo xx se


preocupó por prevenir y paliar las secuelas de los ac-
cidentes laborales. Aunqu e la actividad industri al era
escasa, en comparación con otros países, fue necesa-
ri a la intervención del Estado para mejorar las condi -
ciones de los obreros. En 1883 se creó una Comi sió n
de Reform as Sociales, punto de partida de medidas
dirigidas a solventar el probl ema, cada vez mayor, de
di scapacitados laborales. En 1889 se inauguró el Asilo
p ara In vá lidos del Trabaj o, co n la fin alidad tan só lo
de acoger y sin co ntemplar ningún pl an de inserción
social posteri or. En 1900 se aprobó la Ley de Acciden-
tes de Trabajo, que incorporó el prin cipio de «ri esgo
profesion al» apli cado a la industria y al comercio y
excluyendo la actividad agríco la. Esta ley propi ció el
desarroll o de institu cion es que control aran el probl e-
ma de los accidentes de trabajo.
En 1900 se creó el Instituto de Reformas Sociales
con la fin alidad de

«preparar la legislación del trabajo, cuida r de su ejecu-


ción, orga nizar los servicios de inspección y estadística, y
favorecer la acción social y gubernativa en bene ficio de
la mejora o bienestar de las clases obreras». (Art. 1 d el
RD ele 23 d e abril d e 190 3) .
Museo de Seguridad de Ámsterdam.

Como consecuencia del reconocimiento, en esta Ley,


del derecho a una compensación económica y a la asi s- accidentados y el peritaje forense de sus lesiones. El 1O
tencia médica, en caso de accidente de trabajo, se creó de enero de 1922 se aprobó la Ley de Accidentes de
una nueva especialidad médica, medicina del trabaj o, Trabaj o que recomendaba la creación de un centro para
para proporcionar la intervención terapéutica sobre los la reeducación profesional de los inválidos del trabajo.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Por Rea l Decreto de 4 de marzo de 1922 se creó el


Instituto de Reeducación de In válidos del Trabaj o de-
pendi ente del Ministeri o del Trabajo. Las funciones del
Instituto fueron: la readaptación funcional de los ac-
□ :::!""
=•qtr»...... p¡,._ ~
_
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nao 1NíOIN4l lY"4

Instituto de Re«tucación Proftstonal de lnv6lidos del Trnbaio :: Carabanchel Bajo;: Mndrid


cidentados; su reeducac ió n profesional, precedida de
una evalu ación de sus ca pac idades, que mejorase sus
co ndiciones de vida y asegurarl es un tutelaje social. El
Instituto se in auguró en juni o de 192 4.
Para lograr estos obj etivos, el Instituto co ntaba co n:

■ una Sección M édica enca rgada de la rea dapta -


ción fun cional: co nsultas clíni cas, apli cac ión de
prótes is, sa las de operaciones, laboratori os, en-
fermería e intern ado. La direcció n se encomen-
dó al Dr. Oll er.
■ una Sección Técnica enca rgada de la reeduca-
ción profesional y responsabl e de la ori entación
profesional, de la escuela de reed ucación y de los
ta ll eres y expl o taciones agríco las. De su direc- Ficha informativa.
ción se enca rgó Cesa r de M adari aga, ingeniero.

■ un a Sección Administrativa bajo la dirección


de M anuel García de los Ríos, enca rgada de las
cuestiones buroc ráticas, contabili dad y relacio-
nes co n el Mini steri o. Tambi én ejercía la tute la
con los obreros reeducados para procurar su re-
in serción soc ial y laboral.

Para ll eva r a ca bo la O rientación Profesional, se


contaba con un laboratori o de Psicotecni a en el que

- - .
se compl etaba un exa men médico (ficha fisiológica),
se rea li za ba un exa men vocac ional y otro de aptitu-
des (ficha psicológica) (ficha psicotécnica) y se recogía
¡1-ledta 1,on, d,•ida y IJl('(_lia hqrn de, Yuelln ! información de los datos perso nales del invá lido (ver
l lEUPO PEl<f)JDO Y fllF:RGIA 1-w..o.tSTADA Fi guras 1 .5 y 1.6).
Se utili za ron numerosos tests y aparatos para evaluar
las fun ciones mentales y las aptitudes: inteligencia gene-
ral, mediante una versión del Binet-Sim on; comprensión
verbal con una prueba basada en el test de In teligencia
de O tis; espíritu crítico con el test de frases absurdas de
Binet; atención concentrada con el tesl de tachado de
letras y atención dividida con el test de doble tarea entre
otros. También se utili za ron aparatos para evaluar aptitu-
des físicas y motri ces: fuerza muscular con Oinamógrafos
como el de Henry; rapidez y precisión de movimientos;
habilidad manual, fatigabilidad y resistencia, tocias ell as
ele impo,tante relevancia para su orientación laboral y
posterior inserción laboral (ver Video 4, primer minuto).
En la Escuela ele Reeducación se trataba de subsa-
nar sus defi ciencias culturales y se les proporcio naba
conoc imi entos útiles y prácticos para un futuro des-
empeño laboral. En los Tall eres, se trabajaba ele form a
simil ar a un tall er industri al de mecáni ca, electri cida d,
Ca rte les de Prevenció n de Riesgos labora les. España.
ca rpintería, de o rtopedi a, etc. En esta Secc ión Técn ica
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Ergógrafo de Mosso Juego de diapasones Arnbiclex trógrafo (Rupp)

Dex terímetro de Ani llos ele Moecle Aparato de Destreza manual ele Schultz Pru eba de Seguridad en el pu lso

A lgunos Instrumentos utili zados en el Instituto.

se dedicó al d iseño y fa bricación de prótesis ortopédi -


cas. Se rea li za ron trabajos de investigación sob re los
distintos aspectos, médicos y psico lógicos evaluados
durante el aprend izaje y sobre el seguimiento del éx i-
to de la orientación profesiona l según el rendimi ento
alcanzado una vez incorporados en la industria.

Los psicotécn icos del Instituto de M adrid en 193 1 (de izquierda


a derecha: M allart, M ercedes Rodrigo, Germain, Vázquez Ve-
lasco, Suil s) .

trabajaron Cesar M adariaga, José Germain, M erced es


Rod ri go y José M al lart (ver Cuadros 1.1O, 1.11, 1.12).
Test M adrid. Germ ain. 1932 . Test de Aptitud Espacial m ani pu-
Se desarro lló una in te nsa labor médica, educativa
lati va.
y asisten cial sobre los ingresados. Uno de los talleres
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnl , y aplicaciones en áreas y contextos

Mercedes Rodrigo Bellido


Mercedes RodrigQ Bellido (189 '1-1982) . en el que también trabajaba Germain . El Instituto se dedica ba a la
Terminó sus estudios de M agisterio en atención de niños co n discapacidad intelectual.
1911 . Rea lizó a continuación cu rsos de Después de la Guerra se exilió en Colombi a, donde permaneció
especializac ión en niños con diversas d iez años, creó el Instituto de Psicología Apli cada e impul só los
discapacidades («anormales», sordos y estudi os uni versita rios de Psico logía. En 195 0 se tras ladó a Puerto
ciegos) y visitó varias institu ciones eu- Ri co donde siguió trabajando hasta su jubilación.
ropeas.
En sus trabajos relacionados con la Eva luación Psico lógica, des-
En 192 1 obtu vo una beca de la Junta de tacan: el artículo publi cado a su vuelta a España en 1923, junto a
Ampliación ele Estudi os UAE) para estu- Roselló, en el que adapta los tests de Claparede a niños españo les,
diar en la Escuela de Ciencias de la Edu- o la creac ión de un test para superdotados (Germain y Rodrigo,
cación ele la Universidad ele Ginebra, 1933). Sin embargo su obra más conocida es la adaptación rea-
en el Instituto Roussea u con Claparecle. lizada con Germain del Terman Merrill a la pobl ación española
Rea li zó cursos de especiali zac ión en «anormales» . En 1923 obtuvo publi cada en 193 0.
su diploma en Psico logía y volvió a España.
En resumen, se la considera la primera psicó loga española. Trabaj ó
En 1923 fue nombrada enca rgada de la Sección de Orientación Pro- en España entre los años 20 y 1939 en que se exilió. Se dedicó fun-
fesional del Instituto de Reeducac ión de Invá lidos del Trabajo. En damentalmente a la ori entación profes ional, y a niños con disca-
1929 el organismo cambió su nombre por el de Insti tuto Psicotécnico paci dad intelectual y con altas ca pacidades. Destaca su labor en la
de M adrid dirigido ahora por Germain, pero M ercedes Rodrigo con- creación y adaptación ele tests. Una gran parte de su trabajo la de-
tinuó al cargo de la mi sma sección. En el periodo de la Guerra Civil sa rro lló junto a Germain . Fue mu y activa, publi ca ndo, imparti endo
(1936-1939), en ausencia de Germain fue la directora del Instituto. cursos y asisti endo y parti cipando en Congresos en el extranjero.
Desde 1925 a 1929 fue directora pedagógica del Instituto M édico
Pedagógico ele Carabanchel fundado y dirigido por el Dr. Lafora y

José Germain Cebrián


José Germain Cebrián (1897- 1986). Después de la Guerra Civil es la figura central sobre la que se ar-
Estudi ó M edicina en la Un iversidad de ti cul a el renacer y crecimiento de la Psico logía: director del De-
M adrid (actu almente UCM), en la que partamento de Psicología Experim enta l del Consej o Superior de
fue alumno de Ramón y Caj a l. Terminó In vestigaciones Científicas (CSIC) desde 1948, impu lsor de la crea-
el Doctorado en 1923 e inmediatamen- ción de la Revista de Psico logía General y Apli cada (1946), de la
te emprendió co n los mejores espe- Sociedad Española de Psicología (1952) y de la Escuela de Psicolo-
cialistas extranjeros una formación en gía y Psicotecnia (1953). Desde 1956 hasta su jubilación en 1972,
Psicología y Psiquiatría. Estu vo en Gi- director del Instituto Na cional de Psicología Aplicada y Psicotecnia
nebra, en el Instituto Jean Jacques Rous- de Madrid (INPAP).
sea u, con Claparede. En Berlín trabaj ó Figura mu y relevante no só lo para la Psico logía española, sino par-
en el Laboratorio de Psicol ogía Apli ca- ti cularmente para la Eva luac ión Psicológica, por su gran interés en
da con Rupp y Ki:ih ler. En Pari s estudió la medic ión y en los tests.
Neuro logía y Psiquiatrí a co n Janet, el primero en definir el incons-
Tra baj ó en todas las áreas, es mu y conocida su actividad en la
ciente, y con Tou louse, que ya trabaj aba co n tests psicológicos.
ori entación laboral, pero tambi én en eva luación c lín ica y en el ám-
Al vo lver a M adrid, gracias al contacto con Lafora entra en el Labo- bito educativo: creó tests y adaptó otros muchos, como el Bal lard,
ratori o de Ramón y Cajal y en el Sanatori o Neuropáti co, creado por tests para superdotados, las diferentes versiones del Terman, etc.
el mi smo Lafora. Se hace ca rgo de la consulta de Neurología del Hay que destaca r su capacidad para formar equipos: el trabaj o
Instituto de Reeducación de In vá lidos del Trabaj o, donde contacta
reali zado con Rodrigo y con M allart antes de la Guerra Civil , o,
co n el Servicio de O rientación Profesional dirigido por M adari aga
posteriormente, en los años 50 y 60, los grupos de trabaj o forma-
y en el que ya trabaj aban Rodri go y M allart. Con ellos formará un dos a su alrededor en el CSI C, en los que destacan Yela y Pinill os
equipo con una gran actividad, tanto en la psico logía apl ica da, entre otros muchos. Su relación con Mira y López, director del
co mo en la creación y adaptación de tests. Con Rodrigo trabajará Instituto de Barce lona antes de la Guerra Civil y exiliado despu és
también en el Instituto M édico Pedagógico de Carabanchel del Dr. de ella, fue modélica, donde pudo haber riva lidad o enemistad
Lafora, él como director médico y ella como directora pedagógica. hubo colaboración y amistad que se prol ongó hasta la muerte de
A partir de 193 0 será director del Instituto Psicotécnico de Madrid. Mira . Su relación cordial con las grandes figuras de la Psicología
De 1932 a 1936 fue profesor de Psico logía y Psiqui atría de la Es- en toda Europa, perm iti ó abrir ca nales para el crecimiento de la
cuela Nacional de Sanidad. Psico logía española.

Los resu ltados de esta labor investigadora y de sus Psicotecnia (Utrech, 1928). En 192 7, Cesar de M adaria-
principales actividades se difundieron dentro y fu era de ga visitó el Bureau lnternational du Travail en Ginebra.
España, en comuni caciones y conferen cias en Congre- Mercedes Rodrigo y José M allart reali za ron, no so lo
sos y Conferencias Internacionales: IV Congreso Inter- pub licac iones científicas, sino tambi én, de carácter di-
nacional sobre Accidentes y Enfermedades del Trabajo vulgativo en la Revista Oro de Barce lona y en la revista
(Ámsterdam, 1925), 11 Congreso Internaciona l de Muti- Industria de M adrid . El Instituto se abrió a la sociedad
lados (Bruselas, 1928), V Conferencia Internacional de a través de conferencias y visitas a sus dependencias.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SICiLO XX

El Instituto amplió el perfil de admisión contem-


pl ando dos condi ciones: «ser españo l y estar incapa-
citado para trabajar», de esta form a, los mutilados de
guerra también pudi eron benefi ciarse del Instituto. La
Ley de Acc identes de 1932 y la situación social y eco-
nómi ca que atravesaba España afectó al Instituto. En
1933 pasó a denominarse, Instituto de Reeducación
HIUIIIIUlna
Profesional y sus obj etivos se transform aron para dar .~ - - - - - - - y - - - - - -
acogida a todas las person as con al guna disca pacidad,
transform ándose en una clíni ca, res idencia y escuela
la !nseftama Profeslonal
-l>RóLOOO POR-===
de recuperación de li siados. ~l>Ot.l"O A. BUYLLA

Z.1.3. El impulso de la Orientación


Profesional

La gran demanda por parte de las empresas públi cas


y privadas de mano de obra cualificada, propi ció que los
Institutos de Ori entación Profesional de M adrid y Barce-
lona orga ni za ran ofi cialmente Oficinas de Orientación
en las prin cipales ciudades de España. Como ejemplo,
comentamos dos Ofi cinas de Ori entación y Selección
Profesional, la Oficina de Bilbao y la de Valladolid .
La O ficina-Laboratorio de O rientación y Selección Rodo lfo Tomás y Sa mper (1924). La O rien tación Pro fesional .
Profesional de Bilbao, bajo el control del Instituto de
M adrid . Pionera e innovadora en la evaluación de con-
ductores de vehículos a motor y tranvías, con aparatos 193 1, rea li zó se lección de conductores con un exa men
de coordinación viso-manual, con registro de la poten- psicotécni co mucho más serio y válido que los actu a-
cia vi sual y del control de «fa ltas cometidas por los con- les. Tambi én se reali zaban reconocimientos médicos,
ductores de vehículos» y de la fati ga muscular. Desde sensoriales y se prestaba atención al factor constitu cio-

José Mallart y Cutó


José Mallart y Cutó (1897-1989). Fue Fue el artífice de la reconstrucc ión de la Psico logía Apli cada espa-
una figura clave en el ámbito de la ñola tras la Guerra Civil. En 1946 publi có O rientación Funcional
O ri entación Profesional. Ampli ó sus es- y Formación Profesional. Jefe del Departa mento de Economía So-
tudi os de Magisteri o en el Labora tori o cial del Instituto Nacional de Psico logía Apli cada y Psicotecnia.
de Claparede (1919) qui én despertó su Secretari o de la Revista de Psico logía General y Apli cada, desde su
interés por la O ri entación Profesional. creación en 1949 y de la Sociedad Española de Psico logía (1952).
En 1923, vi sitó los laboratori os psico- Colaboró con la Editori al Labor traduciendo muchos libros como
técni cos de Psicología Industri al de la Orientación Profesional de W.J . Ruttman, Psicología del Trabaj o
Escuela Superior de Ingeniería de Char- Profesional de Th . Eri smann y M . Moers. Esta Editori al también
lottenburg, donde co laboró con Moede editó el libro de M allart, La Educación Activa en 1925, que tuvo
en exámenes de Psico logía Profesional, un gran éx ito, con cinco ediciones en dos años y reseñada por
co noció los aparatos que se utilizaban Claparede en Archives de Psychologie en Ginebra y por Mira en
para medir las aptitudes profesionales y más tarde importó algunos la Revista de Pedagogía de Barcelona. El objetivo de este libro es
para el Instituto de Ori entación de M adrid y otros se fabri ca ron en intentar renovar la escuela española para que pueda responder a
sus talleres. Vi sitó talleres y Escuelas de Aprendi zaj e de fábri cas las necesidades sociales,
como Siemens, las centrales de servicios de correos postales, trans-
portes urbanos y ferrocarril es, que le hicieron ver cómo la Psico lo- «la educación debe tener en cuenta los problemas de forma-
gía Apli cada proporcionaba soluciones. ción humana que se plantean en la industria y en los negocios,
A Mallart, por su interés por la selección y ori entación profes ional, en las agrupaciones de las ciudades y en el campo, en las es-
la formación del trabajador y la psico logía de las organi zaciones, feras de la ciencia y del arte. Debe iniciar a la vida práctica,
se le considera un iniciador de la Psicología Industri al en España. dando hábitos para obrar y sacar partido de las cosas que nos
Con Cesar de Madari aga constituyó el Comité Nacional de O rga- rodean, con la acometividad de un espíritu fin amente prepara-
nización Científica del Trabaj o y en 1928 fundan la Revista de O r- do para defender lo bueno y lo justo, y para perseguir eleva dos
ganización Científica, co mo órgano de expresión del Comi té. En ideales». (Mallart, 193 1, pp. 53 -54).
1932 fue nombrado Inspector de Escuelas de Trabaj o.
N s1coLOGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

nal para ca lifica r a los conductores en: prudentes, teme- la mi sma edad y el mi smo nivel. También se recogían
rari os, indecisos, inciertos, según la caracteri zac ión de las influencias de la Instituc ión Libre de Enseña nza y
Dolgolova. Se exploraba la inteligencia con «medios no del psicólogo suizo Claparede, en la línea de potenciar
verba les, porque muchos de los aspira ntes están muy y valorar la individualidad de cada niño haciendo una
poco cultivados », se averi guaba la percepción de ve- «escuela a la med ida ». Se planteaba el objetivo de pro-
locidades y distancias con el Percepto-taquímetro de porcionar a cada niño una educac ión más individua-
Mira, y la capac idad reactiva con «un aparato nuestro li zada segú n sus ca racterísticas personales: nivel inte-
de selección en forma global, semejante a la tarea de lectu al, aptitudes, personalidad, motivación, atención,
conducción, que nos permite in vestigar sobre curvas fatiga, ¿pero cómo med irl o? La clasificación de los ni-
de aprendizaj e» (Figuerido, 1948). Sus laboratorios fi- ños podía resu ltar sencilla en cuanto a edad y nivel de
siológico y psicotécnico, estaban perfectamente coor- co noci mientos, pero no así en cuanto a nivel mental.
dinados para fac ilitar consejo y orientación a obreros Por otra parte, un problema de especia l relevancia
y estudiantes de Escuelas de Trabajo, que lo solicitara n. era el de los niños con discapacidad intelectua l, a los
Estas experiencias se extendieron a otros centros que en aquell a época se denominaba niños anormales
y profesiones, como la Escuela de Aprendices de la o más específica mente ni ños mentalmente anormales.
Sociedad de Altos Hornos de Vizcaya, con exámenes Hasta finales del siglo x1x, estos niños habían sido apa r-
al inicio y final del curso, permiti endo realizar compa- tados de la educación, y en los casos más graves inter-
rac iones con otros centros, y además validar la predic- nados de por vida en centros o asilos, pero ahora surgió
ción de todos estos exá menes. co n fuerza un camb io de perspectiva: había que aten-
La Oficina-Laboratorio de O rientación Profesional de derlos y proporcionarles una educación, una educac ión
Valladolid, trabajó con los alumnos de las Escuelas de especial, acorde con su nivel mental y sus característi-
Formación Profesional y Escuelas Elementales de Tra- cas personales. Como estos niños no podían beneficiar-
bajo y con los estudiantes de las Escuelas Normales de
M aestros. Aplicó pruebas psicológicas en Institutos de
F,-..·lw tl,·l r-1.·(wu·u .
Segunda Enseñanza y gestionó Becas de estudio. Realizó Hd,,d •t¡ l ,ft.'r"l !lll l ·
Orientación y Selección Profesional para Artes Gráficas,
Colegios de Huérfanos de la Guardia Civil, el Ejército y
empresas particulares como Electra Popular Vallisoletana.
En Madrid, las Escuelas-Talleres de la Virgen de la
Paloma, segú n su Reglamento de 191 1, disponían de
una sección de enseñanza primaria organi zada por
grados, va ri os talleres profesionales (e lectromecá nica,
ca rpintería, sastrería, zapatería, cerrajería, peluque-
ría y panadería) y academi as especiales (de mú sica,
de esgrima, de enseña nzas admini strativas y comer-
ciales). Rodolfo Tomás y Samper, ga nó por oposición, ........ ....... ..
en 1918, la plaza de Director Pedagógico del Colegio ::";"'••i;,_~•r.,;;f.!;;¡¡J~¡¡¡.j"l!'J"i!W!"'""·'""'•· ----tj•--,
""' 1":ll!I:..·.í"-......
Asi lo de la Paloma, donde permaneció hasta 1933.
En su obra La Orientación Profesional, publicada en J n,n,
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1924, recopil ó y actua li zó todo lo que hasta ese mo- l~)Ul


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mento se sabía sobre el tema. 10 l>rl,.11
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2.2. La evaluación en el ámbito <,
"
1
educativo

2.2.1. La escala de Binet-Simon y el comienzo


de la Evaluación Psicológica

En los últimos años del siglo x1x y principios del si-


glo xx el sistema educativo español sufre una gran trans-
formación, entre otras cuestiones se instau ró la escola-
ri zac ión obligatoria. Se impuso el modelo de escuela
Hoja de respuesta de la Esca la de Binet Sirnon.
graduada en la que en cada clase estuvieran niños de
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

se de la educac ión general que se impartía en las es- unos pocos tests que medían alguna aptitud específi-
cuelas, se crearon escuelas para ellos y se implementó ca, pero se usaban cas i exclu siva mente en los labora-
la formación de maestros especializados (pedagogía te- torios de Psico logía Experimenta l.
rapéutica). Así se puso en marcha en muchos países de En un contexto muy similar al descrito en nuestro
Europa y Améri ca este tipo de educac ión especial para país, en Francia, desde el Mini steri o de Instru cc ió n Pú-
los niños con discapacidad intelectu al. Lo que desde la bli ca (1904) se le enca rgó a Alfred Binet, la creación
perspectiva de hoy nos puede parecer una enseñanza de un instrumento fi abl e que permiti era conocer el ni-
segregada, fu e sin embargo un gran avance, el primer vel mental de los esco lares. Así, Bin et publi có en 1905
paso hacia la integración, los niños no se abandona- junto con Theodore Simon el embri ó n de la primera es-
ban a su suerte, sino que se trabajaba con ellos y se ca la de inteligencia: la Esca la m étrica de la inteligencia.
les daba una educación. Era importante en este ámbito En 1908 publi ca ron una revisión en la que mejora-
co nta r con algún tipo de instrumento fi abl e más allá de ba n muchos puntos y fin almente en 1911 , ya fa llec ido
la observac ión de los maestros, que permitiera va lorar Binet, se publi có la versión defini tiva. Así nacía uno
la capacidad mental de los niños retrasados. de los primeros tests psico lógicos y sin duda el que
Al go posteri or fu e el gran interés en los niños su- más trascendencia ha tenido. La esca la que daba so-
perdotados, los niños con grandes capacidades que lución a una necesidad social, se difundió de manera
aprendían ele manera más rápida y requerían una edu- extraordin ari amente rápida por Europa y Améri ca (ver
cac ión personali zada. Se pl anteaba tambi én la impor- Cuadro l .13 y Fi gura 1.1O).
ta ncia de una detecció n precoz que permiti era apoya r La Esca la era en su ori gen una esca la ordin al más
a estos niños con becas o ayudas económicas cuando diri gida a la cl asificac ión que a la medida. Con su apli -
lo precisa ra una mala situación económica fa mili ar. cación se obtenía la Edad M ental (EM), es decir la edad
En estas circunstancias se hacía cada vez más ne- equi va lente del fun cionamiento cogniti vo del niñ o. En
cesa ri o un instrumento de med ida que permiti era de la hoj a de registro se pu ede apreciar la orga ni zac ión
una manera sencill a cl asifica r a los niños en cuanto por nive les de edad. En cada uno de ellos hay cinco
a su ni ve l mental. Ya ex istían desde fin ales del S. x1x pru ebas. Para hall ar la Edad M ental, se partía de aquel

Alfred Binet
Alfred Binet (1857- 1911 ). Después de recogía numerosos datos, en esta mi sma escuela creó en 1906 un
terminar los estudios de Derecho, su laboratorio de Pedagogía experimental
interés por disti ntos aspectos relaciona- En 1892 Th éodore Simo n, psiquiatra, que trabaj aba en aquel mo-
dos co n la Psico logía le ll evó a rea lizar mento en la educac ión de niños anorma les buscó su co labora-
estudios en Ciencias natura les y Med i- ció n.
cina , fue especialmente importante su
El M inisteri o de Instrucción Públi ca (1904) encargó a A lfred Binet,
formac ión autodidacta en la Biblioteca
como investigador ya consagrado en Psico logía experimental, en
Nacional de París.
«niños anormales» y en el trabajo apli cado en el contexto esco lar,
Durante un tiempo fue discípul o de la creación de un instrumento fi abl e, para poder clasifica r a los ni-
Charcot, en La 5alpetriere e investi gó ños en cuanto a su nive l mental. Al año siguiente publicó junto con
sobre magneti smo animal e hipnosis, Simon la Esca la Mé trica de la Inteligencia (1905) y posteri orm ente
línea que después abandonó por com- sucesivas versiones revisadas (1908, 1911 ).
pleto. Entró en 189 1en el laboratori o de Psico logía fis iológica de La
Intelectual con sólida preparación, tocó muchas ramas de la psi-
Sorbona como co laborador de Beaunis, fue di rector del laboratorio
co logía, autor de numerosas publi cac iones sobre psico logía expe-
desde 1894 hasta su muerte en 1911 .
rimental, psico logía patológica, psico logía d ife rencial , psicología
Con Feré escri bió El magnetismo animal y Las alteraciones de la fo rense* y gran ca ntidad de estud ios sobre psicología infa ntil: desa-
personalidad. rrollo, sugestibil idad, inteligencia, atención, fa tiga menta l ...
Rea li zó una observac ión continuada a lo largo de 15 años con ano- Sus libros más conocidos son: Estudios de Psicología Experimen tal,
tac iones pormenori zadas del desarrollo de sus hijas, M arguerite y El estudio experimental de la in teligencia, Las ideas m odernas sobre
Armande - nombres fictic ios, llamadas en la rea lidad M adeleine los niños, etc.
(1885- 196 1) y Al ice (1887-1 938)-, lo que constitu yó la base de su
Fue uno de los padres de la Psico logía experimental en Francia,
obra Percepción en los niños (1890) y en c ierto modo también del
pero fundamentalmente es conocido por su Escala, considerada
Estudio experimental de la in teligencia (1903). Estas observac io nes
como el primer test psi co lógico que va loraba una función superi or
están en la mi sma línea de las que algunas décadas después rea-
y que tenía una verti ente aplicada relevante.
li za ría Piaget.
En 1894 junto co n Beaunis fundó una de las pri meras revistas del
mundo exclusivamente dedicada a la psicología científica: L'Année *Su interesante artículo La ciencia del testimonio (1904), puede encontrarse
Psychologiq ue, que sigue publicá ndose. en una buena traducción española en el boletín de la SEHP en el centenario
de su muerte:
A parti r de 1900 se interesó más por el trabajo de campo en el ám-
bito escolar, acudía a la escuela de la ca lle la Grange-aux-Belles y http://sehp.org/Bo leti nes/Boleti n47 .pdf
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

nivel en el que el niño hubiera rea li zado co rrectamen- va n bastantes testimoni os de la di fusión de la Escala de
te todas las pruebas, y se sumaba un año más por cada Binet-Simon en los años inmedi atamente posteriores a
cinco pruebas respond idas de edades superi ores. 1911 , tanto artícul os publi cados como cursos imparti -
El materi al de la Escala de Binet-Simon era sencillo: dos, muy especialmente en las escuelas de M agisteri o
los dibujos, grabados y pru ebas verbales estaban im- de Barce lona y M adrid. Tenemos constancia de que ya
presos en lo que hoy ll amaríamos M anu al; el materi al en 1911 el conoc ido filósofo Eugeni o d 'Ors escribi ó
mani pulativo se co nstruía con indi cac iones precisas sobre la escala de Binet-Simon (D 'Ors, 1911 ). Anse lmo
(dobl ado de papel, pequeñas ca rtulin as), etc. Gon zá lez (1914) (Catedráti co de Psiqui atría del niño en
La Escala de Binet-Simon permitía la cl asificac ión la Escuela de Estudi os Superiores de M agisteri o y Di-
de las personas co n di sca pacidad intelectu al: rector del Instituto Nacional de Sordomudos, Ciegos y
Anormales) publicó ta mbi én muy pronto, en 1914, un
■ Se denomin aba idio ta si su nivel (EM) no supe- librito, Diagnóstico de niños anormales, con un res u-
raba el nivel de 2 años, imbécil si su EM no su- men de la Esca la. En 1915 Barbens imparti ó un curso de
peraba el nivel de 7 años y débil m ental si no Psico logía escol ar para maestros en el que presentó esta
superaba el nivel de 12 años. Los débiles m enta- Escala deta ll ando su contenido y la manera de usa rl a;
les podían edu ca rse co n ciertas restri cc iones, los este curso se publi có al año siguiente (Barbens, 1916) .
imbéciles necesitaban una pedagogía terapéuti- También Viqueira (1915), prestigioso psicólogo fo rma-
ca específi ca, y co n los idiotas no se pl anteaban do en Parí s y Al emani a, publi có dos ampli os artícul os
posibilidades educativas. titul ados «Los métodos del examen de la inteligencia
■ Por otra parte, tambi én había que tener en cuen- 1 y 11 » en los que se refería a los tests ps icólogicos y a
ta la edad crono lógica del niño, es dec ir que los requi sitos que debía n cumplir, incluía tambi én un a
só lo se podía considerar algún t ipo de retraso ampli a descripción de la esca la de Binet-Simon.
si la edad mental estaba más de dos años por Pero el paso definitivo, que supuso un hito en los
debajo de la crono lógica. comi enzos de la Evalu ación Psico lógica en España, se
debe al Dr. Lafora. Gonza lo Rodríguez Lafora, popul ar-
En España la Escala de Binet-Simon se conoc ió cas i mente co noc ido como el Dr. Lafora, neurops iqui atra,
de form a inmediata. Muchos inte lectu ales y maestros tenía un gran interés en la Psicol ogía y era un gran co-
tenían contactos directos con Francia y Bélgica, rea li- nocedor de sus ava nces en Europa y Améri ca. En 19 17
zaban vi ajes y estancias, algun as facilitadas por las cita- publi có Los niños m entalmente anormales, se trataba
das becas JAE. Además el francés era entonces la lengua de un libro di rigido fundamentalmente a los maestros,
extranj era más conoc ida por los español es. Se conser- proponía la perspectiva integradora que se estaba im-

Gonzalo Rodríguez Lafora


Gonzalo Rodríguez Lafora (1886-1971 ). cutiva fi guraba n Ach úcarro como Secretario General y Rodríguez
Se licenció en Medic ina en la Univer- Lafora como Vi cesec retario.
sidad de M adrid (1907), trabajó como En 1917 publicó Los niños mentalmente anormales. O bra amplí-
asistente en el Instituto Cajal de Neu- si ma, en la que se aborda al niño con discapaci dad intelectual
robio logía. Fue discípulo de Ramón y desde tres perspecti vas: médica, psico lógica y pedagógica. Espe-
Caj al y muy especialmente de Simarro, cialmente interesantes resultan hoy la pedagogía terapéutica y la
que le orientó en su s estudi os. En 1908, parte ded icada a la Eva luación Psico lógica que es muy amplia,
gracias a una beca de la Junta para Am- con una descripción minuciosa de los tests psicológicos y muy
pli ación de Estudios viajó a Alemania especialmente de la esca la de Binet-S imon publicada en Francia
para especia li zarse en Neurología con en 1911. Su interés en la Evaluación Psico lógica se hace patente
Ziehen, Kraepelin y Alzheimer. Cuando ta mbién en la segunda edic ión del libro (1933) en la que incluye el
regresó a España, empezó a trabajar en Terman y el Rorschach
el Laboratorio de Fisio logía Experimental del Sistema Nervioso con En 1920 fundó la revista Archivos de Neurobiología con un pres-
Santiago Ramón y Caj al, y en 1909 marchó a Estados Unidos para tigioso Comité Editori al en el que figuran Ramon y Caj al, O rtega y
sustituir al Dr. Achúcarro, que regresaba a M adrid, en el Government Gasset y Sacri stán. Germain era el redactor jefe. En esta revi sta se
Hospi ta l for the lnsane de Washington D.C como director del depar- va n a publicar muchos trabajos de Eva luación Psico lógica.
tamento de Neuropato logía.
En 1925 crea el Sanatori o neuropáti co y el Insti tuto M édico Peda-
Describ ió un tipo de epil epsia que lleva su nombre: enfermedad de gógico de Carabanchel, en este últi mo empiezan a trabajar José
Lafora (Lafora Di sease) siendo uno de los pocos españoles que han Germain y M ercedes Rodrigo.
tenido el privil egio de dar su nombre a una enfermedad El Dr. Rodríguez Lafora es una figura clave, en las primeras décadas
A finales de 1912 regresó a España. En 191 4, se creó el Patronato del siglo xx, para el conocimiento y la expansión de la Eva luación
Nacional de Anormales (físicos y psíquicos), en su Comi sión Eje- Psico lógica en España.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX -

Un año después, en 1918, Orellana tradujo la es-


ca la de Binet-Simon en su última versión de 1911 , que
editó en forma de libro la librería Hernando.
Es decir, que sólo 7 años después de la publicación
de la Escala de Binet-Simon, se encontraba disponible
en España a través de diferentes publicaciones y era
perfectamente conocida en muchos círcu los. A partir
de estas fechas fue considerada como la primera op-
ción para la clasificación de los niños en lo que se
refiere a su capacidad mental.
La publicación de la Escala de Binet-Simon supu-
so un detonante para la Evaluación Psicopedagógica e
incluso para la Evaluación Psicológica en genera l. No
sólo vino a dar respuesta a una necesidad socia l: la cla-
sificación de los niños en las escuelas y el diagnóstico
de la discapacidad intelectual, sino que fue un punto
de partida y un modelo para las esca las de inteligencia
posteriores. Muchas de las pruebas utilizadas por Binet
y Simon se utilizaron en los tests posteriores y siguen
siendo reconocibles en los tests de inteligencia actua-
les, cuando ya han transcurrido más de 100 años.
La utili zac ión de los primeros tests psicológicos de-
fine de alguna manera los comi enzos de la Evaluación
Psicológi ca que da sus primeros pasos apoyándose en
FJg. 9.•
el los. En España, aunque se utilizaba la denominación
tests o tests psicológicos, como hemos visto en Lafora
(19 17), muchas veces se prefería ll amarl os reactivos,
experimentos o experi enc ias.
La Esca la de Binet-Simon se utilizó enormemente
Binet Simon: Figuras Incompletas .
en muchas de las instituciones públi cas y privadas
para niños con discapacidad intelectua l: en el Insti-
poniendo en la época: el niño con discapacidad inte- tuto Nacional de Anormales o en la Escuela Centra l
lectual debía ser abordado conjuntamente desde tres de Anormales. En Reformatorios, en centros privados,
perspectivas: médica, psicológica y pedagógica. Los como el Instituto Médi co-Pedagógico de Carabanchel
profesionales de cada contexto debían trabajar conjun- dirigido por el Dr. Lafora: etc. Desde la Escuela Supe-
tamente. Pocas veces se había dado antes tanta impor- rior de Magisterio se extendió la enseñanza y la prác-
tanc ia a una perspectiva psicológica y a los métodos de tica con la Escala. En Cata luña encontró un terreno
Evaluación Psicológica . Casi una cuarta parte del libro abonado en el movimiento de renovación pedagógica,
se dedica a la Evaluación Psicológica (de la página 175 muchos pedagogos e intelectuales cata lanes utili zaron
a la página 338). Describía con detalle y con nume- la Escala, sin renunciar en algunas ocasiones a críticas
rosas figuras los tests psicológicos de la época y muy bien fundamentadas (d' Ors, Comenge, Cabás i Badia,
especialmente la recientemente publicada Escala m é- Gali, y por supuesto Mira).
trica de la inteligencia de Binet y Simon. En el inicio del No hay duda de que se utilizó en la escue la pú-
capítu lo se realiza una afirmación contu ndente, que blica, aunque no podemos saber exactamente en qué
debió resultar en aquella época un tanto novedosa: extensión. Sí que se puede afirmar que la Escala sigu ió
en uso mucho tiempo, incluso después de la aparición
«Son los tests los métodos psicológicos más apropiados del Terman.
para la determinación del nivel intelectual de un niño"
(pág. 175).
2.2.2. El Terman, la adaptación de Germain y
Incluye no sólo la traducción completa de la Esca- Rodrigo
la de Binet-Simon, sino co mentarios y valoraciones so-
bre ella. También aporta la hoj a de respuestas utilizada La Escala de Binet-Simon se extendió fuera de Fran-
en el Instituto Centra l de Anormales (ver Cuadro 1.14). cia, como se ha dicho, con enorme rápidez, se utilizó
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

los actuales y teniendo un trato directo co n Term an,


rea li za ron una gran aportac ión personal a la obra de
Pl\ L E HAS D E Terman. No se trató de una traducción literal, dado
I N TELI GENC I A que no se trad ucen los cap ítul os correspondientes a
la parte técnica, sino únicamente la ap li cac ión y co-
rrección de las pruebas. Ellos mi smos lo denominan
SF.G UmA OF. T.\lll.,\~ 1)1{ r..:tX n sn.;,,, . ,.,.u.f.(- «resumen-adaptación». También incluyen comenta-
TU ,\LE:,, !,;'1'.-\h LM.:.mo~ l'AR,\ TOU:\"- LA:,
ri os, exp licac iones e incluso criterios diferentes a los
OOCTOR JOSlc GERM A IN de la ob ra original, todo ello se exp lica y se discute.
SRT .\ . ,I ERCEDES RO DRICO Germain y Rodri go aportan su ampli a experi encia con
"'·'· ,,.•.,n >c,t• ,,. ,,,.,,,. , ,i:t•'" , Su.=.,;,., r~I'• ,1~-=1 , '"
:\hc,,,.u, , ·,.r 1'""' ,.. ,-1, ,.,_, ..1•,,,~,.;~,1,.. 1111 ,,..._,N• ¡ _.,,,,., el test, y proporcionan numerosos ejemplos españo les
para la correcc ión. Añadieron también a la ob ra ori gi-
nal unas tablas que permitían obtener los CI, sin nece-
sidad de rea li za r manualmente la división entre Edad
l' h'.•l l t)1;,) 1)1,1. l >OCJ'OR c. 1~. L.-\FORA
M ental y Edad Cronológica. El libro viene a constituir
lo que hoy llamaríamos un manual de aplicación y co-
rrección, mu y práctico, claro y plagado de ejempl os
1 1':11
MAf•fll l •
\l, 1'1. , !.,\ 111 T' !'! \o
(ver Vídeo 1).
H ay que destacar la forma de presentación del ma-
terial gráfi co, senc ill a y efectiva: en una página del li-
bro apa rece impresa la imagen correspondiente a un
ítem ori entada hacia el niño que se encontrará sentado
frente al examin ador, en la misma página, en senti-
El Terma n en la adaptación de Germ ain y Rodrigo. do inverso aparece impreso el texto que debe leer el
examin ador, así como las instrucc iones para el exa-
minador. Esta presentac ión es muy similar a lo que se
en mu chos países de Europa y América, y en los años puede enco ntrar en algunos manu ales modernos de
inmed iatos se publicaron numerosísim as adaptaciones tests (véase vídeo 1).
y rev1s1ones. El material del test se vendía por sepa rado en la
Entre estas revisiones hubo una especialmente im- misma ed itori al que publicó el libro.
portante, la que rea li zó Lewis Terman en la Universi- No se hi zo tipificación española.
dad de Stanford, publicada en 19 16 (Terman, 1916).
Esta revisión es conocida universalmente co n el nom-
bre de Sta nford Binet, sin embargo, en España se utili- 2.2.3. El Registro paidológico
zó el nombre de Terman, que es el que vamos a utili za r
aquí. En muchas escuelas públicas y también en gran-
El Terman eliminó alguna de las pruebas del Bi- des Co legios reli giosos, se utili zó un registro o ficha
net-Simon, incorporó pruebas nu evas, mu chas de ellas ampli a en el que se anotaba n «med idas» relevantes
manipulativas, y utili zó sistemática mente seis prueba de los alumnos, se denominó generalmente Registro
por cada nivel de edad. Pero qui zá los ca mbi os mas paidológico. La Paidología se desarrolló a principios
importantes fueron la tipificación del test, rea li zada del siglo xx co mo una nueva ciencia que incorporaba
cuidadosa mente sobre 1000 niñ os y la sustitución de e integraba co nocimientos de Pedagogía, Psicología y
la Edad M ental por el Cociente intelectual (CI). Este Pediatría.
CI se hallaba dividiendo la Edad Mental por la Edad Ya había habido antecedentes de fichas antropomé-
Cronol ógica. tricas en otros contextos, co mo las Hojas del Museo
En Espa ña José Germain y M ercedes Rodrigo tra- Pedagógico Nacional. La novedad fue co mbin ar me-
dujeron y adapta ron el test. Este libro, que co nstituye didas psicológicas, pedagógicas, antropométri cas y
el M anual del test, se publicó en 1930 y supone uno médicas en una mi sma ficha.
de los hitos en la historia de la Evaluación Psicológica El modelo idea l de Registro o ficha paidológica re-
espa ñol a. El libro lleva un prólogo del Dr. Lafora, con cogía pues, tanto resultados de una eva luación médica
el que ambos trabajaban en el Instituto M éd ico-Peda- o fisiológica (visió n, audición, antecedentes fa mili a-
gógico de Carabanchel (ver Fi gura 1.12). res, etc) incluyendo medidas antropométri cas, (peso,
La obra de Germain y Rodrigo es mucho más que altura, perímetro torác ico ... ), una eva luación psico ló-
una simple traducción. Eran tiempos muy distintos a gica, fundamentalm ente res ultados de la eva luac ión
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

rea li zada con tests, en la que no so lía fa ltar una me- conociendo sus puntos fu ertes y sus pun tos débil es y,
dida intelectu al global: habitualmente el Binet-Simon en segundo lugar, facilitaban al fin ali za r sus estudi os,
y posteri orm ente el Terman, y algunas aptitudes y ca- una información vali osísima para la ori entac ión labo-
racterísti cas de personalidad y fin almente la evalua- ral. De esta manera se planteaba un co ntinuo entre la
ción pedagógica que inclu ía ca lificac iones, nivel de evaluación psicopedagógica y la ori entación laboral.
lectura, ortografía, escritura y cá lculo, observaciones Es importante destacar la modernidad de este enfo-
del maestro, etc. Hay que destacar aquí los avances que interdi sciplinar bi opsicopedagógico, así como la
que se hicieron también en este peri odo en la eva lua- intención de hacerlo extensivo a todos los niños y dar-
ción pedagógica, de la que co nstitu ye un magnífico le continuidad co n la ori entac ión laboral. Sin embargo
ejemplo, la obra de Al ej andro Ga lí La m edida objetiva se presentaron una se ri e de probl emas que en la escu e-
del trabajo escolar (1933) la públi ca hi cieron difícil la culminación prácti ca del
Los modelos de Registro paidol ógico fu eron muy proyecto. El médico era el responsabl e de la medida
diversos . Hay que destaca r especialmente dos: el pro- fi siológica que se rea li za ba en suces ivas revi siones pe-
puesto por M ercedes Rodri go y Pedro Roselló en el ri ódicas, el maestro rea li zaba la evaluación pedagógi-
curso que impartieron en 1923 para la formación de ca que acompañaba de sus observaciones, ¡ pero quién
los maestros en estos cometidos (Técnica psicopeda- debía rea li za r la eva luación psico lógica? . Pensemos
gógica para m aestros) y el Registro paidológico diseña- que en esa época no ex istía form ación universitari a en
do por Mira, que fu e el más usado en Ca taluña. Psicol ogía, algunos pedagogos, maestros, médicos o
Tomás y Samper utili zó en el Colegio Asil o de La ingenieros, habían recibido fo rm ac ión en Psico logía o
Pa loma un modelo creado por él que denominaba Ex- Psicotecni a en el extranjero y a veces co mo Mira o Ro-
pediente paido técnico. drigo impartían cursos de formación aquí. También es
Aunqu e se ha com entado ampliamente en párrafos cierto que en las Escuelas Superi ores de Magisterio ha-
anteriores, el espíritu de la Institución Libre de Ense- bía a prin cipios de siglo muchas materi as relacionadas
ña nza y las corri entes de ca mbio pedagógico estaba n con Psico logía y Psicotecn ia, y que los alumnos hacía n
transformando la escuela públi ca, pero también ex is- prácticas con los tests psico lógicos, pero todo ello no
tían grandes co legios religiosos, más anclados en la tra- era suficiente para cubrir las necesidades del modelo.
dición. Sin embargo, algunos de estos co legios religio- No siempre se podía recurrir a un «psicotécni co» que
sos se apuntaron co n entusiasmo a la introducc ión de se ocupara de la evaluación psico lógica, esto só lo era
esta incipiente Evaluación Psico lógica en sus centros. posibl e en aquellas ciudades en las que había un La-
El Padre Palmés, jesui ta, fund ó en 1927 en el Co- boratori o de Psico logía, habitu almente enfoca do a la
legio S. Ignacio de Sarri á un Gabin ete Paidométri co, ori entación laboral, y se pod ía contar co n su co labora-
que fun cionó sólo hasta 1932 (fecha en que fu eron ción. La rea lidad es que había muchas escuelas, sobre
expul sados los jesuitas de España) y que se refund ó todo en pobl aciones pequeñas, en las que no ex istían
después de la guerra en 1939. Utili za ban el Term an y ofi cinas de ori entación, y en las que el maestro ni te-
con los alumnos más mayores también se utili zaba n nía co nocimientos de psicotecni a, ni ti empo sobrante
una seri e de tests propi os y cuesti onari os respondidos como para acometer una eva luación psicopedagógica
por el maestro, lo que permitía obtener un perfil deta- amplia y peri ódica de todos sus alumnos como lo ex i-
llado de 24 rasgos. gía el Registro paidológico .
Los Terciari os Capu chinos o Amigonianos apli caron
una Evaluación Psico lógica detallada en su Reformato-
rio de menores delincuentes en Amurri o. En 1926 dise- 2.2.4. Otros tests utilizados en el ámbito
ñaron y comenza ron a utilizar su propi a fi cha. La capa- educativo
cidad menta l se exploraba con la Escala de Binet-Simon,
pero deseaban una evaluación más detallada por lo que Es indudabl e la difusión que tuvo en España la es-
recurrieron al test de Vermeylen del que fueron gran- ca la de Binet-Simon y la de Term an, sin embargo, es-
des defensores y propagadores en España. M antuvieron tas esca las solamente permitían obtener una medida
contactos frecuentes con Vermeylen y su escuela en global y en algunos casos se deseaba un perfil detall a-
Bélgica y también con el laboratorio de Mira. do de aptitudes. Estos perfil es los proporcionaban dos
El obj etivo del Registro pa idológico era doble, por tests de la época, mu y utili zados desde los años 20:
un lado tener un co nocimiento compl eto de los estu - el Rosso limo y el ya citado Vermey len. Eran tests de
diantes en el que se integraran los aspectos médi cos, apli cac ión individual y mu y largos.
los pedagógicos y los psicol ógicos. Estas eva luaciones, Tambi én hay que destacar el comi enzo de los tests
repetidas en ca da curso, permitían en primer lugar: co lectivos, tanto por la importancia prácti ca que tuvi e-
adaptar mejor a cada niño la metodología docente, ron, en cuanto a que su apli cac ión en grupo permitía
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

namiento cognitivo (psicohigiene infa ntil), que supon-


PRUEBAS DE INTELIGENCIA drían tareas senci llas de entrenamiento y a la vez per-
SELECCIÓN E.SP~OLA PARA SUPERDOTADOS mitirían la eva luación co ntinua.
M ercedes Rodrigo y Pedro Roselló (1923) publica-
1 N.• ron uno de los primeros trabajos con datos empíricos
~I Poblci6n: sobre evaluación: la revisión española de los tests de
td•d: - - 1 E. M. - 1C L Claparede (ver Fi gura 1 .14).
Gat.dodc ~: _

VA USTF.D A R.t:ALIZAR UNA SER.rt. D& PR.UUAS CON Dffl.llA Ll!!.R.TAD. PJlOCURE. SDj
E.M&ARGO. EM:PLl!.AR EN .a.to U. ME.Nt>R. Til.MPO POSIBLE. Z.Z.5. Las pautas de aplicación de los tests
Dl:.Jt El UPIZ SOIIR LA Mr..SA. Y LE.A ATENTAMEN'l".t LAS SIC.1.IIEN'ff.S INSTRW:OON?:5.
Enfftl' cua<k nion tUUd a •Otot1.l ra:r ~KIWd.i, pn1hkaa•q.,. Ü licd .-..OWU"9o i.-,,erpncWiSD..•um&o'-
• Lu ,.... ,,.,.tcion.a ,:¡ ,.. c:a cad. - le dce. UIMH Li 11u« ma f4dl.. IMr'Ot MciJ.; .. .,,, ~
4c•nuu. iod o 1,- kjo implica olta pn ,.. iuto pcir dm,o .-1 do: -
,_. ,,u. al•
Lo..,.,..,... .. ..- "°°" ...... La enorme relevancia de Binet y Simon no se debe
•~CU11..dwcl1r.LaJo.y4u.c no • . U . ~ - ~ - ·
C.. .. rwd...l d.d trabeJo y n ---.eoa.dmcia t . ~ Colla irt1adde, d. co,ia._ M.,.... so lo a haber creado una esca la que permitiera clasi-
s~ 1. ~ ..slo unaloff.0 Mrio, ftll.unycoadaoado1Jlf'f4l ~. - . , - - - ~
ficar a los niños y valorar su retraso intelectu al, sino
D0 11.t..J:01Pll J:L Ctl.l DDl>IODJ:....i.~Qa:EfflfC.A.fe)l,OAW.'TU'TA.U•lc.uumtl,-U.QIICUTJ.~
un.u. u cuiat ~ ~ 1.& aaa que además dejaron sentadas las premisas para una
RESULTADOS correcta aplicación de tests a la pobl ación infa ntil.
En el Cuadro 1.15 aparecen algunas de las Instruc-
, 1u r.aA
op,J,ffl,OI
1
A.rimo,
70QMA D& t' U
, ,OJL..AR

.. ciones Generales tomadas literalmente del Binet-Si-


1.,1.,....- ,_o,u Adfflo, a, mon: Se instru ye al aplicador para que prepare pre-
,. viamente todo el material, rea lice la apli cac ión en un
....
a,
lugar silencioso y sin riesgo de interrupciones; se reco-

...
mienda que esté sólo con el niño, y en el caso de que
deba haber otra persona (padres, maestros) que ésta
no interfiera en la aplicac ión. Se exp lica cómo crea r
TOD,La:wD.U, • • ... con el niño un buen clima que le anime a trabaj ar. Se

--- insiste de manera muy especial en leer las preguntas


y dar las exp licac iones del test exactamente como fi-
guran en el Manual, sin ca mbiar ni una palabra, ni
dar exp li caciones suplementarias. También dan pautas
Test de inteligencia general para la eva luación de superdotados
para la ca lifi cac ión de las respuestas, insistiendo en
Rodrigo y Germa in . la importancia de registrar literalmente lo que dice el
niño, lo que nos permitirá después valorar con mayor
detalle o cualitativa mente sus errores o aciertos.
ganar mucho ti empo, co mo en cuanto a la labor que Germain y Rod ri go (1930) no solo insisten en esos
desarrolló Mercedes Rodri go en la adaptación de estos aspectos sino en otras muchas cuestiones que siguen
tests: como el test de Ball ard o la batería de Claparede. siendo relevantes para el psicólogo actual: có mo crear
Tambi én Mercedes Rodrigo y José Germain crearon un el rapport con el niño, cómo mantener su interés,
test de inteligencia general para la evaluación de su-
perdotados (ver Fi gura 1.1 3) .
Mira realizó en Barcelona una importante labor de REVISTA DE PEDAGOGfA
adaptación y creación de tests. Aunque es más cono-
A,,o II N ú11. 15
cido por su trabajo de ori entación, en el Instituto de M adr id , m ar zo 19~3

Orientación Profesional que dirigía; también hay que


destacar la labor importantísima que rea li zó en la forma- REVISIÓN ESPAÑOLA DE LOS «TESTS>
ción de maestros en la Psi cotecni a, y en la difusión de CLAPAREDE (PRIMERA SERIE)
la incipiente Evaluación Psicopedagógica. Mira adaptó Escala popular de Madrid
muchos tests para su uso en niños catalanes, entre ellos PO R

tests co lectivos como el Ballard o el de Thurston e. MERCEDES R OD RIG O v PEDRO ROSSELLÓ


DJpJ om.1rt o1 de J J ntt U ut o J. l. R o u JJ•ouu
Precisamente Mira (1923) fue uno de los primeros
en obtener datos empíricos del rendimiento de los
(Premiado e11 el primer co11t11r1~ de In REVJST A DE PEDAGOD)A)
niños cata lanes en determinados tests y compararlos
con los niños ameri ca nos. Propon e también, que co-
nociendo los puntos débiles de los niños, los maestros
Revisión españo la de los test de Clapa rede.
deberían realizar con ellos unos ejercicios de entre-
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Las pautas de aplicación de los tests (antes de Binet y Simón, 1918)


• En cuanto a las condiciones para la aplicación: se cambiará ningún térm ino; no se sustituirán por otros los
- «debe ser preparada de antemano, disponiéndose del material grabados de nuestro texto, etc. No se ayudará al niño con
preciso; papel, etc.» ninguna explicació n suplementari a .. . »

- «se trabajará en una habitación aislada y si lenciosa, en el des- • En cuanto a la anotación de las respuestas, recomiendan una
pacho del director, por ejemplo, si se trata de una escuela» anotación literal:
- el aplicador «debe estar solo con el niño. Si esto no es posi-
- «Estas notas permiten además da rse cuenta de la naturaleza y
bl e... deberá preveni r (a esas personas) anticipadamente de
del grado del error. En fin, están ta n documentadas que pu e-
que han de perm anecer en silenc io, aparentando indi ferenc ia,
den proporcionar a otro experimentador el medio de ju zga r
sin ayudar, emi tir jui cios, etc.»
por su propia cuenta»
- «se acogerá al niño con amabilidad; se le hará entrar en co n-
fi anza, animándo le ... Sin estas precauc iones el examen, aun- • Y el último consejo:
que se haga bien, podrá dar resultados dudosos o negativos» - «es absolu ta mente necesa ri o que quien se sirva de él (del
test) haya hecho el aprend izaje en un laboratori o de Pedago-
• En cuanto a un grave error que puede cometerse en la gía o posea a fondo la prácti ca de la experimentac ión ps ico-
aplicación: lógica»
- «Recomendación esencial: no debe modifica rse la forma en
que están propuestas las cuestiones . No se simplifica rá, no

Tests sencillos utilizados antes de 1936 (ver Vídeo 2)


En los primeros años del S. xx se utili za ron numerosos tests sen-
cillos no verbales, que hoy llamaría mos tests de screening. Entre
ellos destacan algunos, que pu eden resultar fa miliares incluso a un
joven psicólogo, dado que, co n pequeños cambios, han formado
parte de muchas baterías posteri ores. Se trata de tests sin ninguna
ca rga verbal por lo que podían utili za rse con analfa betos (recorde-
mos que una gran parte de la población españo la de la época era
analfa beta o cas i analfabeta) o con personas que no conocieran
bien el idioma; por otra parte eran también mucho más fác iles de
adaptar.

• El tablero de encajamiento de Seguin


Se trata de un ta bl ero, en su ori gen de madera, con huecos exca-

~~
vados de distintas formas en los que se debe introd ucir la pi eza
adecuada. Lo creó Seguin en 1866, en su trabajo co n discapaci-
tados intelectuales. Ha sido utilizado, co n ligeras modificac io-
nes en muchos tests posteri ores, como el Pintner-Pa terson. En el
Terman-M errill es más pequeño y sólo tiene tres fo rmas básicas:
círcul o, cuadrado y tri ángulo. Se encuentra también en cas i to- 9dñC~

■ 11■
das las escalas de desarrollo posteri ores: Bayley, Brunet-Lezine
etc. En los tests más recientes, el plásti co de colores sustitu ye a
la madera. En muchos juguetes educa tivos para bebés se puede
encontrar esta mi sma tarea. Es uno de los tests más antiguos y el
que ha tenido una vida más larga.
lldños !2c,ños !J dños

• Los laberintos de Porteus


Pru eba de los laberintos de Po rteus
Esta pru eba la publicó Porteus en los primeros años del siglo xx. (Rod ríguez Lafora, 19 17)
Aparece descrito por Lafora (1917) como un test en uso. Ha sido
un test mu y utili zado. Formó parte de la escala de Arthur, del • Los cubos de Knox
Beta, del WI SC y de otros muchos tests.
Creada por Knox (1914). Eva lúa memoria. El materi al consiste
en unos cubos de madera alineados que el examinador golpea
• Los cubos de Kohs
en una determin ada secuencia; el examinado debe a continua-
Son cubos pintados de distintos co lores: azul, amarill o, bl anco y ción golpearl os en la misma secuenc ia, que en cada nuevo in-
rojo, cada ca ra pu ede ser de un so lo co lor, o partida en dos tri án- tento es más compleja. Este test co n pequeñas modificacio nes
gulos de co lores distintos. Con ellos se reproducen los modelos ha formado parte de muchas baterías y se sigue utili za ndo en la
que rea li za el exam inador o se presentan en un cuadernill o. actualidad.
La prueba fue creada por Kohs en 1923 y utili zada posteri ormen-
te en muchas escalas. Fue utilizada en las prim eras esca las de A estos tests descritos hay que añad ir algunos rompecabezas sim-
W echsler y aunque ha sufrido numerosas modificac iones, de ell a pl es, tanto fi gurativos como geométri cos. En general se puntuaban
deriva la prueba de Cubos (única mente con co lores roj o y blan- con un punto de corte muy básico, como el ti empo empleado en
co) en las actuales escalas de Wechsler. resolverl o o el número de errores.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

cómo fijar en qué punto comenzar la exp lorac ión para difundió con sorprendente rapidez . Autoridades muy
que no le resulte excesivamente fáci l o difícil. .. etc. conoc idas publicaron sobre el nuevo test, como Mira
(1925) y Lafora (1930). Sorprende que Mira, que pu-
blicó el primer artícu lo en español sobre el Rorschach,
2.3. La evaluación en el ámbito clínico no sólo dominaba por comp leto en tan poco tiempo la
comp leja teoría del test, sino que además incluía los
Las Técnicas Proyectivas que tuvieron un enorme resultados de su aplicación a sujetos españoles: 175
desarrollo tanto en Europa como en América a partir sujetos normales y 64 pacientes psiquiátricos, a mu-
fundamenta lmente de la década de los 30 tuvieron en chos de los cua les se les había realizado dos ap lica-
España una enorme aceptación y se difundieron con ciones en distintos momentos.
rapidez. En nuestro país estaba iniciándose la Psico- Muchos profesionales de prestigio fueron utilizan-
logía Clínica en un contexto de médicos (fisiólogos y do el test en sus centros. A comienzos de los años trein-
psiquiatras), y muchos de ellos estaba n tan interesados ta destacaban Prados y Linares Maza en el Frenocomio
en el diagnóstico psicológico como en el diagnóstico Provincial de Málaga, Juarros y Soriano en la Escuela
psiquiátrico. Además tenían conoc imiento del Psicoa- Centra l de Anormales y Sacristán y su brillante grupo
nálisis, las Obras Completas de Freud se habían tradu- de co laboradores en el Hospital Psiquiátrico de Ciem-
cido en 1922, y algunos habían podido psicoanalizarse pozuelos. Entre los co laboradores de Sacristán hay
o profundizar en sus conocim ientos en Alemania, Aus- que citar a Salas y a Pascual del Roncal, que iniciaron
tria, Francia o Suiza. Todo ello, co ntribuía a aumentar en estos años sus publicaciones sobre el Rorschach y
su interés en estas novedosas técnicas de eva luación. muy especia lmente a Angel Garma una de las figuras
Entre todas las Técn icas Proyectivas, la más impor- más representativa del Psicoanálisis de la época.
tante fue el Psicodiagnóstico de Rorschach. Fu e publi- No olvidemos que los tests de inteligencia también
cado por Herrmann Rorschach (ver Figura 1 .15), psi- suponían una aportación para el diagnóstico clínico.
quiatra su izo, en 1921 en Berna, y de la misma manera En palabras del Dr. Lafora (1930), los métodos de eva-
que suced ió co n la esca la de Binet-Simon, a pesar del luación de la inteligencia,
distinto idioma y de la distancia (en una época en la
que se viajaba fundamentalmente en lentos trenes y no «tienen dos campos de utilización: el de la psiquiatría y
existía ni la fotocopia ni internet) ll egó a España y se el de la pediatría. Las pruebas de ap li cación psiquiátri-
cas sirven para el conoc imiento de la inferioridad mental
(demencia, idiocia), sobre todo en los adultos ... »

Mira (1931 ), en un artícu lo titulado Exploración de


la afectividad, nos presenta su visión sobre este tema y
traza con maestría un documentadísimo análisis de los
distintos métodos de eva luación en un co ntexto clíni-
co, su intención es responder a la pregunta

«¿De qué medios puede valerse el psiqu iatra para exp lo-
rar la afectiv idad de sus enfermos mentales? »

Todas las posibilidades que se van a desarrollar


en el futuro están presentes en esta visión cas i profé-
tica; desde la entrevista, poco citada en trabajos de la
época, aunque era de uso habitual, las Técnicas Pro-
yectivas, con sus ventajas y sus defectos, los prime-
ros cuestionarios, entre los que cita la Personal Data
Sheet de Allport y uno de los primeros de Thurston e, y
también resalta las posibilidades de la medida psico-
fisiológica en la eva luación de las emociones, como
la pletismografía. No hay que olvidar el gran conoci-
miento e interés de Mira en la psicología fisiológica y
Figura 1.15 la relación que tiene la medida psicofisiológica con
el test Miokinético, que publicará ya en el exilio, en
Hermann Rorschach.
Londres en 1939.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Test Miokinético. Mira y López to dependía el Instituto Central para la Educac ión de
(1939) los niños anormales
Es «un test mental de expresión gráfica». Se nombró para dirigir el Instituto un Secretario
«Su fundamentación teórica se encuentra en la denominada teoría
general y un Vi cesecretario : Achúcarro y Lafora res-
motriz de la conciencia, de acuerdo con la cual toda intención o pectivamente, que por motivos políticos fueron cesa-
p ropósito de reacción se acompaña de una modificación del tono dos sólo dos años después, sin embargo en este breve
p ostura/ que propende a favorecer los movimientos destinados a ti empo pusi eron en marcha cursos gratuitos abiertos a
la obtención del obj etivo y a inhibir los movimientos contrarios»
cualquier persona, cursos de espec iali zac ión profesio-
Objetivo: Obtener «un esquema caracterológico de las actitudes nal para maestros de dos años de duración, clases para
de reacción» del exa minado, la «fórmula del equilibrio tensional» niños anormales, una Biblioteca, etc,
en tres coordenadas de comportamiento: Probablemente la experiencia de Lafora en este
a) introversión-extraversión; Instituto le llevó a la publicación de su libro Los niños
b) autoagresión-h eteroagresión; mentalm ente anormales (1917)
c) depresión-altivez. En 1922 se creó la Escuela Central de Anormales
(ECA) , ini cialmente anexa a los Colegios de Sordomu-
Tarea: Ej ecutar 28 trazados, bajo distintas co ndiciones, con las
dos manos suces iva o simultáneamente, sin apoyo, ajustándose a dos y Ciegos. Y posteriormente como centro indepen-
ciertos modelos geométri cos simples. diente. La Escuela tenía dos directores, un director mé-
dico, Césa r Juarros y una directora pedagógica, M aría
Soriano, espec iali zada en pedagogía de anormales. La
co laboración entre ambos funcionó de manera fructí-
fera, tanto en lo asistencial co mo en la investigación.
La Escuela ocupó distintos empl aza mientos, debi-
do al aumento de niños a atender y una pl antill a ma-
yor de profesores. En 193 1 la Escuela se tras ladó al
antiguo Sanatorio Vill a de la Lu z, del doctor Tapi a, en
la ca lle General Oraá 49.

Z.3.1. Instituciones relevantes en el ámbito


educativo y clínico

Diversas instituciones e incluso centros privados


tuvieron un papel destacado en la introducc ión de la
Psicotecni a en las primeras décadas del siglo pasado.
La preocupación por los llamados niños anormales,
llevó a crear en 1910 el Patronato Nacional de Sordo-
mudos, Ciegos y Anormales. El Patronato pl anteaba un
moderno modelo méd ico-pedagógico. Se propusieron
muchos objetivos, pero en la prácti ca, por las dificul-
tades de gestión, las ca rencias en los presupuestos, las
ma las relaciones personales y los cambios políti cos,
no se pudi eron rea l iza r.
Figura 1.16
En 1914, la Sección de Anormales se escindió y
pasó a llamarse Patronato Nacional de A normales, in- Escuela Central de Anormales (M ad rid). Detalle de una clase.
Gaceta M édi ca Espa ño la, 111 , Diciembre 1935.
cl uyendo «anormales físicos y mentales». Del Patron a-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En la Escuela cuando un niño solicitaba una plaza, Casas editoriales de test


se le hacía un exhaustivo examen, rellenando una serie En esta época, aunque los tests disponibles van aumentando, no
de fichas, que incluían datos del niño y de los padres, aparecen las casas editoras como tales. En algu nos casos se dan
condiciones económicas, sociales e higiénicas de la instru cc iones para que el exa minador construya el dispositivo con
fa mili a, un examen médico en profundidad y un exa- materiales senc ill os, otras veces son cuestionarios que se pueden
encontrar fácilmente en un artículo o pidiéndolo al autor; cuando
men psicológico ap lica ndo la esca la de Binet-Simon o se trata de un test más complejo, como el Terman, el material lo
posteriormente el Terman La decisión de adm isión se d istri buía la misma ed itorial que publicaba el libro.
tomaba si el niño era «susceptible de mejoría» y si era Al final de este periodo, Rodo lfo Tomás y Samper, que llevaba el
«anormal » y no un mero retrasado escolar. Los niños Gabinete del Colegio-Asilo de La Pa loma, creó el Instituto Samper
admitidos se clasificaban en tres secciones: «anorma- como una ed itorial de libros, pero también como una distribuido-
ra de tests, fue así la primera casa ed itora de tests.
les de anormalidad preferentemente física», «anormales
de anormalidad preferentemente in telectual » y «anor-
males de anormalidad preferentemente moral» (lo que Pedido• a la , prfnclpole1 llbrerfas de toda E1pofta , y a la

en términos de hoy correspondería a discapacidad físi- EDITORIAL INSTITUTO ·sAMPER


ca, discapacidad intelectual y trastornos de conducta). Avda. Eduardo Dato, 21. !Teléfono 20022. · MADRID
Una vez clasificados los niños, el médi co y la
Material para Psicología experimental
maestra de la sección, co njuntamente, rea li za ban una
eva luación individual en profundidad a cada niño MEDIDA. l)P. l,A ll&N$ 1111LTOAJ)
en la que aplicaba n el test de Vermeylen, un examen
psicológico analítico, co n el material del Laboratorio ~:a. ~~:.~~;,~:~~tl~ol ~~!:n:~~'.:'.1~. "'. . ":. ···. :. . :·•. :•· ..'." .::• .::· .: · ::: ,'.','
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Psicología Experim ental y un examen neurológico que n. (M, 7) l~loha cii&eolar de o~lln fon1 0 11ora nlno• o 111na., 1"1Ur N
Jtrur~r S nm 1>(lr. 100 llohnt.,, .. , ,. .... ., . ............ ,,. ... ,., e.-
se completaba con las observaciones complementa-
JI
rias que aportaba n las maestras. Con todos estos datos MROIOA nR 1.AS FlJNCIONP.S }.t t;N'rALKS

recogidos, el méd ico y la maestra elaboraba n un Plan 'fllfl:f.Vl.uJncoil

AJ .VJJ(lllla 1t11 lu utttn.cf.)11-.


terapéutico y pedagógico para cada niño. ti. ( M, l) TOfL do 11cncl611 II CI T(lll\OU.O, 100 IJOJlll... ... ... ... ... ... .•
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Las maestras seguían una metodología educativa m ,\l r11l l•l1J m,
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individuali zada y centrada en el niño, segú n los prin- l-1 M,di<lu rlll f ¡¡ flrt,ftj)'J11/1ddt1,
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cipios de Montessori, Decroly, y de los centros euro- 11. r,.-1 110 b l1torh1Ulfl dltl (\QólOt Oooroly. Tnia 11111.0rloUta:
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peos punteros co nocidos por los viajes de ampli ación Moncado tin mndorn tic ll.-.y " ......... ..................... ,., ... ...
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de estudi os que habían rea li zado. Los objetivos prin- 1i, T,1~1 do C(liJ'i lm r•i;ift,n OIIH)ilM tlo l\ hlut (ltl !t(h•ra da hll)'tll..,
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cipales de la Escuela eran la alegría, la igualdad, la 111


comodidad y el arte. Mfü)IDA DR l.A INTt:Llfü:NCI A Gl.0BA T.

La institución sobrevivió muchos años. En 1960 ldT'OIIOIIJl,nincoa


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h't. ()1, Gl F.ical11 1111'ílr\ct1 cllj Ulp(!i y Sl'1tu)n, 100 ftoh a,... ... ... ... 8,-
pasó a denominarse Institu to Nacional de Pedagogía rn. 'f,1rtnlr"li ~· 1111111:rlnl jtr l\nr.O lllf,f' D ID OtUla dO Bino,... ... ... ...
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Terapéutica. M aría Soriano continuó en la dirección
1$, ( M. 0 r.,.,
lo\-OIIIC111 corro,pou.llente.. ......................................... l!J.-
tOll'O IIVO ¡J t, ll11lhs rd, 100 h 0J n11 lllU'fl hit N))IJIUCtlut. 4,-
hasta su jubil ación en 1970.

Quienes eran los «psicólogos» El lnstítuto Médíco-Pedagógíco de Carabanchel


cuando no había psicólogos
H emos visto que muchas personas contribuyeron al avance de la A los pocos años de haber sido cesado Lafora en el
Psicología Experimental y de la Psicotecnia en España, sin embar-
Patronato Nacional de Anormales, emprendió la fun-
go no ex istía una formación universitaria en Psico logía. ¿Qué for-
mación ten ían estas personas antes de que se crearan los estudios dación de un ce ntro para la educac ión de niños anor-
de Psicología en España? males: el Instituto M éd ico-Pedagógico de Carabanchel
• Médicos. Muchos eran méd icos, como Simarro, Turró, Lafora, (1925). Era un centro de atención a niñ os «a normales»
Mira, Germain, Sacristán ... en el que se utili zaba n las técnicas pedagógicas y de
• Pedagogos.Muchos pedagogos e incluso maestros empezaron a eva luación más actuales. Tambi én se hacía investiga-
trabajar en Psicotecnia y en muchos casos recibieron formación ció n. En palabras de Valenciano (1977), méd ico y dis-
en cursos y estancias en el extranjero patrocinados por las becas
JAE: Mercedes Rodrigo, Anselmo Gonzá lez, José Mallart, María
cípul o de Lafora:
Sori ano.
• Ingenieros. Algun os ingen ieros estuvieron muy interesados en «En el Instituto se emplearon las más modernas técnicas
los inicios de la Psicotecnia, los aparatos y la ori entación profe- médico-pedagógicas. Al frente estuvo al principio un pe-
sional. Un ejempl o fue Madariaga, primer Director del Instituto dagogo admirable: Ore/lana, y más tarde Mercedes Ro-
de O rientac ión y Selección Profesional.
drigo, formada en Suiza junto a Claparede. La utilización
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

sistemática de tests, la enseñanza en grupos de cuatro


alumnos por profesor o profesora, la gimnasia rítmica, los
coros de ca nciones folklóricas españolas, eran conteni-
dos diarios del método de enseñanza o rehabilitación. Y
allí fue- ellos trabajaban en un despacho contiguo al mío-
donde Cermain y Mercedes Rodrigo hicieron la revisión
del test de Terman, que se publicaría enseguida.»

La Escuela de Estudios Superiores de Magisterio


(1 909-1932)

Las Escuelas de Estudios Superiores de Magisterio


auspiciaron el desarro ll o ini c ial de lo que hoy ll ama-
mos Evaluación Ps icopedagógica.
De manera resumida se puede seña lar que se die-
ron va ri as co ndic iones:

■ Nuevas as ignatura s relacionadas con las nuevas Visita de Piaget a Espa ña e n los años 30 .
orientacion es: Asi gnaturas de Psiquiatría o Psi-
copato logía Infantil, Paidología, Pedagogía de
A norm ales. se inco rporaron y adaptaron también con rapidez
■ La ex iste ncia en estas esc uelas de laborato ri os los princ ipales tests psicológicos.
de Psicología . ■ El interés por lo psico lóg ico era co mpartido por
■ Un profesorado bien preparado e interesado en los méd icos, neuró logos y psiquiatras, interesa-
la nu eva psi cotecn ia, como Domingo Barnés y dos en la Psi co logía Experimental y en la Psico-
Anse lmo Gonzá lez que impulsaban prácticas de tecni a, por ingeni eros y empresa rios que descu-
los alumn os hac iéndol es aprender la utilización bren como mu chas situac iones laborales pueden
de los tests en la escuela y adquirir una forma- ser «leídas» bajo un enfoque que la Organiza-
c ión psicotécnica básica. ción Científica del Trabajo y la inc ipi ente Psicolo-
gía Industrial ofrecen, y desde el entorno esco lar,
también son muchos los maestros que buscan
2.4. Resumen de esta etapa una nueva forma de acercarse al niño para des-
pertarle el ansia de ap render.
En esta Primera Etapa de la Evaluación Psicológica ■ El carácter ap li cado de la Psicología en Españ a,
en Espa ña se pueden destaca r las siguientes caracte- con claro servi cio a las neces idades soc iales del
ríst icas: momento, bien del ámbito escolar (e l nuevo mo-
delo de escuela supuso una renovación pedagó-
■ Co ntactos frecuentes con autores extranjeros. gica para poder clasifi ca r a los niños detectando
Autores extranjeros visitaban Españ a y autores la discapacidad intelectual), bi en del ámbito la-
español es asistían habitualmente a los Congre- bora l que demanda una orientación profesional
sos de su especialidad en el extranj ero. eficaz para una posterior inserción en el mer-
■ Una gran «curiosidad » y deseo de «ampliar estu- cado de trabaj o. Las tareas de Evaluación Psi-
dios», una formación extensa en idiomas y un gran co lógica, entre 1915 y 1920, son el motor que
va lor para salir de espacios reducidos al descubri- impulsa el desarrollo de la Psi co logía en España.
mi ento de Europa y Estados Unidos de América; ■ El nivel que alcanzó España en Evaluac ión Psi-
de visitar laboratorios de Psicología Experimenta l co lógica Aplicada o Psicotecnia, fue muy alto.
y de Psicotecnia, gracias a las ayudas de la JAE Los institutos de orientación de Barcelona y Ma-
o del Gobierno, que apuestan por facilitar «una drid eran conocidos y valorados internacional-
formación continua y especializada». Aunque no mente, así como sus prin c ipal es figuras, Mira y
existía una formación en Psicología, eran muchas Germain . Prueba de ello son las Conferencias
las personas que participaban en estos programas Internacion ales de Psicotécnia ce lebradas en
internacionales que a su regreso daban a conocer Barcelo na, la 11 en 192 1 y la VI en 1930 y el XI
los conocimientos adquiridos, por eso se trad uje- Co ngreso Internac ional de Psicología, que iba a
ron rápidamente las principales publi caciones y realizarse en Madrid en 1936.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de 24 de abril de 1939, que incorporó los bi enes de la


3. SEGUNDA ETAPA: JAE, sus estructuras y laboratori os. Se crearon nuevos
RECONSTRUCCIÓN V institutos de investigación, según pa utas de M enéndez
REFUNDACIÓN (1939-1970) Pelayo, entre el los el Seminario «juan Luis Vives» para
estudios pedagógicos y el Seminario «Huarte de San
La guerra supuso una fractura absoluta, las institu- Juan » de Psico logía Apli cada (26 de abril de 1939) .
ciones fueron desmanteladas, muchos de los autores En 194 1 se desmantela el Museo Pedagógico y su bi-
se fueron al exilio. A l final de la guerra en un país des- blioteca y materi al se traslada al Instituto San José de
trozado y co n los dos grandes centros de la Psico logía Ca lasa nz. La Ley de O rdenación Académi ca de la Uni-
Apli cada y Psicotecnia, M adrid y Barce lona desa rticu- versidad española de 1943 y vigente hasta 1970, dotó
lados, se reinic ia la Psico logía desde una perspectiva a la Universidad de una estru ctura centrali sta, con
filosófi ca, ari stotéli ca tomista. Ya no ex isten laborato- presencia de la Iglesia, el Ej ército y la Falange en los
rios de Psico logía Experim ental ni O fi cinas de O ri en- planes de estudio de todas las fac ultades.
tación Profesional. Todo por lo que se reconocía la Psi-
co logía Apli ca da española a nivel internacional, sus
líneas de trabajo, los orga nismos y las personas que 3.1. El Departamento de Psicología
fu eron capaces de despertar a la Psico logía en España, Experimental del CSIC
en una gran proporción estaban en el ex ilio o hab ían
sido enca rce lados y depurados. La Universidad Cen- El padre M anuel Ba rbado (1884-1945), era profe-
tral de M adrid perdi ó cerca del 40% de su profesorado sor de Ps ico logía Experimental en el Colegio Angeli-
por las mi smas ca usas: ex ilio o depuración. cum de Roma, contaba con numerosas publi cac iones
A prin cipios de 1938, la Junta Técn ica de Estado, en Psico logía Experim ental y en Psico logía Racional,
creada para dirigir la administrac ión, publi có el 19 de algunas mu y reconocidas como su libro In troducción
mayo de 1938 un « Decreto co nfiri endo al Institu to de a la Psicología Exp erim enta l, publi cada en 1928, tra-
España la mi sión de ori entar y dirigir la alta cu ltura y la ducida al inglés, francés e italiano y con una 2ª ed i-
investigación superi or en España», con medidas para ción en 1943. En 1940, se le pide que regrese a Espa ña
devolver a la Universidad las competencias en materi a para hacerse ca rgo, como director, del Instituto de Fi-
investigadora y form ación profesional. Una vez aca- losofía Luis Vives y del Instituto de Pedagogía San José
bada la Guerra Civil, se creó el Consejo Superi or de de Ca lasanz del CSIC y de la Cátedra de Psico logía
Investigaciones Científicas (CSIC) por Ley fundac ional Experimenta l de la Uni versidad de M ad rid . José Ger-

Mariano Vela Granizo


Mariano Vela Granizo (192 1-1994). Tesis Doctora l, con Premio Extraordinari o, sobre «Psico logía de las
Nace en Mad ri d en 1921 . En 1941, aptitudes: el análi sis factor ial y las funciones del alma» en 195 1.
fi naliza sus estudios de Secundari a y Mari ano Ye la a su regreso definitivo a España aporta el estil o ri-
obtiene el Premio Extraordinario del guroso para trabajar en Psico logía aprendido junto a Th urstone
Exa men de Estado, se matri cul a en la y Michotte, basado en el uso sistemático de las matemáticas y
Facul tad de Filosofía y Letras de la Uni-
de la estadística. Es el primer secretario de la Sociedad Espa1iola
versidad Central (luego Complutense),
de Psicología (1952). Secretario de la Escuela de Psicología de la
licenciá ndose en 1945 co n Prem io Ex-
UCM (1953). Catedráti co de Psicología Genera l de la U niversi-
traordi nario lo que le perm ite co nseguir
dad Complutense de Madrid, en 1957, cáted ra que al crearse la
una Beca del Ministerio de Educació n
Facul tad de Psico logía en 1980 pasa a denom inarse de Psicología
para ampliar estudios en Estados Uni-
Experimental.
dos, primero en la Universidad Católica
de Washington (1946) co n Th omas V. Moore (Análisis Factorial) y M ari ano Yela impulsó el desarro llo de la Psicología del Trabajo,
posteri ormente en la Universidad de Chicago en el Laboratori o de organi za ndo Departamentos de Psico logía en empresas como
Psicometría de Thurstone (1946- 1948), en donde conoce a Gu ll i- Stándard Eléctrica de Madri d (1948), en el Ejército del Aire, en co-
ksen, Cronbach, R.B.Cattell, Rimoldi entre otros. laboración con Germain, Pi ni llos y Pascual y con la Sociedad de
Estudios y Asesora mientos (1955) que más tarde bajo la dirección
A su vuelta co labo,ra co n Germain para crear el Departamento de
del Dr Cuñat se convierte en T.E.A. Técn icos Especialistas Asocia-
Psico logía Experimenta l del Consej o Superi or de Investigaciones
dos (1957), primera Editori al de Tests en Españ a, con el fin de «fa-
Científi cas (CSIC) al que se incorporan Úbeda, Pinillos, Siguan y
Secadas. Después de una breve estancia en Mad rid va a Edimbur- cil itar herramientas de gestión eficaces a las que se enfrentaba la
go para ampliar estudios en Psico logía Matemáti ca co n Thomson naciente industria española, y, la ne esidad imperiosa que tenían
(1949). Entre 195 0 y 1952 trabaja en el Laboratorio de Psico logía en aquel momento las emp resas españolas de utilizar instrumentos
Experim enta l de la Percepción que dirigía Michotte en la Universi- de evaluación psicológica más riguroso ,, (TEA, 2017).
dad de Lova ina, U niversidad con la que mantuvo una estrecha re- Su s numerosas publi caciones apar n ordenadas cronológica-
lación como profesor visitante durante muchos años. Defiende su mente en Yela (1996).
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

José Luis Pinillos Díaz


José Luis Pinillos Díaz (1919-2013). Es- tra l de Ca racas. En 1962 obtiene la Cátedra de Psicología ele la
tud ió Filosofía y Letras en la Universidad Universidad de Valencia (1962-1967). En 1967 se incorpora como
de Zaragoza, viene a Madrid para es- Catedrático en la Universidad de Madrid donde permanece hasta
pecial izarse en Filosofía, licenciándose 1986.
en 1946 con premio extraordinario. Se Colaboró con Germ ain en la creación de la Sociedad Española de
doctora en 1949. Becado por el CSIC, Psicología . Elaboró pruebas y tests diagnósticos, como la prueba
amplía estudios en Bonn en el Instituto de persona li dad CEP, los análisis del test de Kent y Rosanoff, el Di-
de Psicología que dirige Hans Gruhle. ferenc ial Semántico de Osgood y co laboradores, un método para
El British Council le concede una beca la medida de las actitudes a través del significado connotativo del
(195 1-1953) para participar en los cur- lenguaje. Trabajó en diferentes ca mpos aplicados ele la Psi co logía.
sos impartidos por Hans Eysenck en el En Psico logía del Trabajo parti cipa en investigac iones de psicología
Hospital Maudsley de Londres. Participa mi li tar, en selección de persona l, en formac ión de mandos, etc.
en seminarios de Anna Freucl, Raymond B. Cattell, Nikolaas Tinber- Su trabajo científico se refl eja en obras como Introducción a la
gen, Francine Shapiro, entre otros. psicología contemporánea (1962), La mente humana (1965), Prin ci-
En 1954 fue nombrado colaborador del Departamento de Psico- pios de Psicología (1975), La psicología y el hombre de hoy (1975),
logía Experimental de la Universidad de Madrid. Durante 1961 Psicopatología de la vida urbana (1977) y El cora zón del laberin to
se trasladó a Venezue la para ser profesor de la Universidad Cen- (1997). .

ma in acababa de regresa r a España y se inco rporó con Entre 195 1 y 1956, Pedro Laín Entra lgo como Rector
el padre Barbado como profesor agregado a esta Cáte- de la Universidad de M adrid y Joaquín Ruiz-Giménez
dra. En 1948 se creó, en el CS IC, el Departamento de como Ministro de Educación perm itieron introducir
Psicología Experimental, del que se hi zo ca rgo Germain ca mbi os no sólo en la situación académica universitaria
como di rector. Reunió a un grupo de recién li cencia- sino también indirectamente en la Psico logía Ap licada
dos entusiastas, Mariano Vela, José Luis Pini llos, Ma- en el ámbito industrial. España empezó a sa li r del ais-
nuel Úbeda, Francisco Secadas, M iguel Siguan, Juan lamiento, en parte, por el ca mbi o en las relaciones con
García Vagüe, Jesusa Pertejo, Alfonso Álvarez Vi llar... a Estados Unidos, para qu ienes España ocupaba un lugar
quienes animó a ampliar estudios en el extranjero. Vela estratégico en el M editerráneo (Pa cto de Madrid, 1953),
fue a Wash ington con Moore para conocer la técni- y se firmaron conve nios de co laboración entre los dos
ca de Aná lisis Factoria l y a Chicago donde trabajó co n países. Esto permitió que un grupo de psicólogos ameri-
Thursto ne y su equipo, en el desarrollo de tests psico- ca nos, que conocían a Germa in y con el que mantenían
métri cos; Pini ll os fue a Aleman ia y más tarde a Gran com unicac ión ep istolar junto con el Jefe de las Fuerzas
Bretaña, donde trabajó co n Eysenck; Pertejo fue a Sui- Aéreas de los EEUU, acudieran al Departamento de Psi-
za, estos y otros muchos, a su regreso, compa rti eron lo cología Experimental para establecer una co laboración
aprendido fuera, y se fue revitali za ndo la Psicotecn ia con la Sección de Psicología del Pentágono.
(ver Cuadros 1.20 y 1.2 1). El objetivo de esta co laboración era la traducc ión
En el equipo de Germain, compag inaron sus tareas y adaptación de las pruebas utili zadas en los proce-
académicas, pues muchos se hab ían inco rporado a la sos ele se lección de las Fuerzas Aéreas nortea merica-
Universidad, con las tareas de investigación en la adap- nas para su utili zación en el Ejército del Aire españo l.
tación y creación de tests en el CS IC y con la co labora- Eran pruebas ele papel y lápiz y tests-aparatos para la
ción en empresas que iban emergiendo y demandaban se lección de aviadores. José Lui s Pini llos y M arce lo
un servi cio psicotécn ico, fundamenta lmente, para pro- Pascua l fueron los responsables ele los trabajos de tra-
cesos de se lección de puestos de trabajo mu y diversos, ducción y adaptación de los manuales de los tests y ele
operarios, dependientes, comerciales y técnicos. los aparatos. Marcelo Pascual era psicólogo y Oficial
Se adaptaron tests de «papel y lápiz» que podían del Ejército del Aire, lo que permitió que se creara en
ap li ca rse de fo rm a co lectiva, el test Ballard, que ya se el Ministeri o del Aire un equ ipo mi xto de psicó logos
había utili zado en la Etapa anterior, se aplicó en las del Departamento de Psico logía Experimental y de
escuelas públi cas de M adrid, y llama la atención, que Oficiales del Ejército, entre estos, M arcelo Pascual y
siendo un test de inteli gencia, tipo «ómnibus », ya que M auri cio Ramo, que ap lica ron y tipifica ron las prue-
aprecia distintos aspectos de la inteligencia como ana- bas mencionadas y publicaron los resu ltados en la Re-
logías, seri es de números, etc. tuviera una forma para vista de Psicología Cenera/ y Aplicada. Los aparatos se
muchachos y otra para niñas. El test Otis, que había rega laron al Depa rtamento de Psico logía Experimenta l
sido adaptado en 1936 se revisó de nuevo en 1954 y y más tarde pasaron al Instituto de Psico logía Ap li cada
se aplicó mucho tanto en el ámbito educativo como en y Psicotecnia. A lgunos de ellos están hoy en día en la
psicología industri al. Fa ultad de Psicología de la UCM .
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Co ■ ulo Supulot
1
d, l 11vnt111u·1 onu Cl, 11 1lfltn
Ballard. - Test colectivo para muchachos.
Forma A (
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,,,..,11c a tn,·C't J.- mu ,.an,, y.,,. i.1 mli1i!n .ds ""'"ju. !C..:ui1111t1 .,.-,.ju hA) m ,.1 e.ampo? (Seill.) )
IJ..-tQi.ti pab.bn , ,i::m6ca lo m' dunnidti~ (Oesplffto.)
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irx,io y nmte:a f..i, ,..l'K'On1railt~ ~ Si ""cd cu,, ljU" n10 l"'cdc K r " ud.od • .-.crib;a . "cnbdcro: 11 m), acriM : fa lso.
(fabo.)
J~..- D•~ a 11<Lltot"'" ,·,13n a I! k,lóm ,:trus ofr .l,bllrul, tC11into~ kilomcmH es prca..u qu.- rn:on:a cada uno de- ,..,~ j,..ra )
11.-~r :a M.a,lrid ? ( 12.)
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1;.-,¡C..,)ul e:, lo cot11r.1n<'I ,h.• ,,,.,.,.,.,~ (Caro.) )
UL-;: \,>né n lo \'Umr.tnu ,t., 11rrih;ar (Abajo.)
IQ.-¡: \_lni e,. k, ,:,,n1r;irio ,lc .-,.n;:,..ho? (Ancho. )
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'20.--f.V• ,:,....... ~illw, "" '"' ............. ,...;. """""").-1s,.·11 .... d.,,.
; ror q~ a v.:.:ff los hr,nrh,., llcnn rdoj .., d,· 1~11.kr:a? 1-:tcrib:I b r:.i011 ,Ir b $ .,..., :m,.,no, ... que, k i,w, rc, a flll"JUf,
(Es fflU t'OfflOdo.) )
21....-(S to'"'• 50 1<1101, - ~ ftJ•w, JJ)(J(} / •JJ/u).-15 , ry• • J,u.
tl."uinl<.\S" v;a60:f p,1nk h:ic.,r 1111 homhr.- imd:omlo 1h1r.om c d1u minut°"? ( 1.000 palOI.)
U.-(Ouirl• fiJ/.,6,.. J/mo•rl lrlrir...,•da). &cnM iu1c-d lu dos k1ra1 dt cu mcdMI dt la pa.b,hra )hmud. (N. U.) )
'ZJ.-(Pi,o."w,.;•, riyo r ro, , bru.:ultu). -I J ug,...dw.
Si ~ucs1ro 1~111,,.. nn "'m;u., ) IU1'i~C'ts •1uc f"K"Alarlc 11110 Je, ~ ol1j.-tn,s anttrior"• 11 ,:ui1 ~.-ri:ois? (BueOlt..)
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Test de Ba ll ard. Plantilla de correcció n. Test de Otis. Cuaderni llo de apli cac ió n.

La utilidad de este procedimiento de se lecc ió n 1939, lbarrol a había creado la Revista Psicotecnia, de
hi zo que la Compañía Iberi a implantara este mismo la cual Mallart era también el Redacto r Jefe. Esta Rev is-
procedimiento para la se lecc ió n de sus pilotos (Ge r- ta estaba más dirigida a la Selección y Orientación Pro-
m ai n, 1980). fesional , Hi giene en el Trabajo, Seguridad Vial, etc . En
Las décadas de los 50 y 60 fueron el renacer de la la nueva Rev ista de Psicología General y Apli cada, se
Psicotecnia y de la Psicología ap li cada en los ámbitos recogía n los estudi os e investigaciones que se estaba n
esco lar e industri al, sob re todo en este último, debido ll evando a cabo en nu estro país en todos los ámbitos
a la recuperac ió n de la industri a y de las empresas, de la Psicología. Se incluían co labo rac ion es de presti-
propi c iado por la puesta en marcha del / y II Plan de giosos autores extra nj eros de Psicología Experimental
Desarrollo Económico y Social (1964 y 1967) . y de Psi cotecni a. La Revista informaba también de las
eva lu acion es psicológicas que se realizaban en el Ins-
tituto N ac ion al de Psico logía Aplicada y Psicotecnia.
3.2. Revista de Psicología General y H ay que destacar en el co ntexto de la Rev ista el
Aplicad~ y Sociedad Española de interés de Germain en la Evaluación y los Tests Psico-
Psicología lógicos: «Uno de nuestros deseos al crea r la Rev ista
de Psicología ha sido el fac ilitar a los psicólogos, así
En 1946, bajo el impul so de Germain se in1 c 1a la como a los médi cos, pedagogos, e ingeni eros que cul-
publi cac ión de una revista espec iali zada en Psico logía, tivan la Psicología, informac ió n práctica sobre nu evos
la Revista de Psicología General y Aplicada. En su Con- tests y m étodos de explorac ió n psicológica, así co mo
sejo de Redacc ió n estaba Juli án M arías, M ariano Yela y sobre las mod ifi cac ion es que de los tests ya clásicos se
José M all art com o Redactor-Jefe. Pocos años antes, en va n hacie ndo» (Germ ain, 1950, pág. 601 ).
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

En 1952, Germa in creó la Sociedad Española de dagógica. En la especia lidad de Psi cología Clínica se
!'sicología. Parti c ipan en ell a mu chos médi cos e inte- impartía una as ignatura de Psi codiagnósti co Clíni co,
le tua les que ya habían destacado en los ini cios de la siendo la primera vez que este término se utili zaba en
Psicología en la etapa anterior a la Guerra Civil, como la Psi cología español a. Esta asignatura estaba a ca rgo
Lafora, Sacristán y Gil Fagoaga, psicotécnicos como de la Doctora M ª Eugenia Romano.
Ma ll art y jóvenes investigadores como Yela y Pinillos. Cuando se implantó la formación en Psicología en
La Sociedad organ izaba Congresos Nacionales cada la Universidad, se reformó el Plan de Estudio de la Es-
tres años y Reuniones Anuales, en los que se invita- cue la, redu ciéndolo a un sólo año de especia lid ad.
ba a ps icó logos de gra n renombre internacional como La Escuela dejó de ex istir en 1989, al co nso lid arse
M ichotte, Pi eron, Gemelli, Pichot, Reuchlin, Eysenck, las especia lidades en la Facultad de Psicología.
Piaget y otros muchos más que constituyeron una li sta Según el modelo de la Escuela de la Universidad
de miembros de Honor. Las comunicac iones relacio- de M adrid, se crea ron otras Escuelas de Psicología y
nadas co n Evaluación Psicológi ca fueron abunda ntes Psi cotecni a:
tanto en Psi co logía Pedagógi ca como en Selecc ió n
Profes ional y Psicología Clíni ca. ■ En la Universidad de Barce lona en 1964, en la
Facultad de Filosofía se creó una Escuela con
dos especialidades: Escolar e Industrial y en el
3.3. La Escuela de Psicología mismo año en la Fac ultad de Medicina se creó
una Escuela de Psicología Clínica.
En 1953, se fundó la Escuela de Psicología y Psico- ■ En la Universidad Pontifici a de Salaman ca, se
tecnia, como centro de estudios de postgrado, depen- creó la Escuela de Psicología y Psi cotecni a en
diente de la Universidad Central de Madrid. Su direc- 1966.
tor fue Juan Zaragüeta y el secretario: Mari ano Yela.
Ser licenciado universitario de cualquier Facultad o Co mo indica n Bandrés y Ll avon a (2 004),
títu lo equivalente era el requisito para poder matri cu-
larse en la Escuela. Durante casi veinte años supuso la La Psicología en España, añade (Cermain), completa en
única vía de formación en Psicología en España. ese momento un proceso de desa rrollo, pues se dispone
Desde 1953 a 1974, el Pl an de Estudio era de dos de: un centro de aplicación, el ya mencionado Instituto
años, el prim ero de Formación Bás ica y en segundo Nacional de Psicotecn ia; un órgano de expresión, la Revis-
curso se ofrecía la posibilidad de espec iali za rse en Psi- ta de Psicología General y Aplicada (1944); un centro de
co logía Clínica, Psicología Industrial o Psi co logía Pe- investigación, el Departamento de Psicología Experimen-
tal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(1948); una instancia de coordinación y representación,
la Sociedad Española de Psicología (1952); una fundación
privada para el fomento de la Psicología experimenta l, la
Fundación Simarro (192 1/ 1927) rec ientemente reactiva-
da; y finalmente, un centro de enseñanza, la Escuela, con
la que se incorporan los estudios de la Psicología a la Uni-
versidad y se acepta la importa ncia de la teoría y la experi -
mentación como bases de la práctica ap li ca da. (pág. 174)

3.4. El Instituto Nacional de Psicología


Aplicada y Psicotecnia de Madrid
(INPAP) y la Evaluación Psicológica
en el ámbito laboral

El Instituto N acion al de Psicología Aplicada y Psi-


cotecnia de Madrid (INPAP), se inaugura tras su re-
construcción, en 1956. Germain es nombrado director
del mismo y se estru ctura en distintos servi cios, en-
111 Congreso Nacional de Psicología. Mesa de la Presidencia. De tre ell os, un Servicio de O rientación Escolar, otro de
izquierda a derecha: Dr. Za ragüeta, Dr. Germ ain (Presidente de
Orientación Profesional, de Psicología Industrial cen-
la S. E. Ps.), Dr. Llavero, Dr. Pinillos, Dr. Mall art.
trado en temas de organización científica y racion ali-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t é cnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Relación de algunas empresas españolas atendidas por el Servicio de Selección del INPAP
(tomado de la Revista de Ps. General y Aplicada)
■ AEG Ibérica de Electrici dad ■ Carámi ca Pu ig
■ Aeropuerto Transoceán ico ■ Cía.Gen era l Ferroca rriles Cata lanes
■ Agroman ■ Club In ternacional del Disco
■ Agroman, Empresa Constru ctora ■ Comercial anó nima Blanch
■ Almacenes Progreso ■ Comisa ría de Abastec imientos y Tranasportes
■ Almacenes Quiros ■ Compañía Auxi li ar de Industrias Varias
• ATESA ■ Compañía Auxiliar de Transportes
■ Atesa ■ Compañía Española de Penicilina y Antibi óticos
■ ATSA ■ Construcc io nes aeronáuticas
■ Autobuses ■ Constru cc io nes Aeronáuticas SA
■ Autocares Juliá ■ Construcciones de Aeropuertos y Pistas
■ Banco Popular españo l ■ Construcciones Trueba
■ Banco Vizcaya ■ Constructura Huarte y Compañía
■ Boeticher y Navarro ■ Dispensario Escolar
■ Bosch Basti nos ■ Editorial Cató li ca
■ Casa de la moneda ■ El ectrónica Ibérica S.A. Elibe
■ CEMESA ■ Electróni ca Ibérica S.A.
■ Centrales Eléctri cas Navarro ■ Elibe Eléctrica Ibérica
■ Centro de instrucción comercial • EMASA

zac ión del trabajo y en higiene y seguridad en el es- americano de Thurstone, se construye el test I.N. PA.
pacio laboral y de Selección de Persona l para puestos no verbal, co n tres subtests: vocabu lario en imágenes,
de trabajo en empresas tanto públi cas como privadas. ana logías gráficas y una tercera prueba de dominós
Se ini cian muchas líneas de investi gación sobre inteli- muy parecida al test D-48, que más tarde se suprime
gencia y aptitudes siguiendo el modelo multifactori al pues resultaba muy difícil para la pobl ación a la que
iba dirigida, de bajo nivel cultural y analfabetos (ver
vídeo 4, 1:00 a 2:18).
Las empresas e industrias muestran un interés cre-
ciente por las aportaciones de la Psico logía. M ari ano
Yela dedi có mucho esfu erzo a la Psi co logía Laboral,
organ izó departamentos de psicología en empresas
públi cas y privadas, rea li zó el análi sis ele muchos
pu estos de trabajo y sus correspondientes profesiogra-
fías, diseñó propuestas de clasificac ión, se lección y
form ación de personal.

3.5. Difusión de los tests

Estando como asesores Mariano Yela y Miguel Si-


guan en Standard El éctri ca, conocen al ingeni ero Ro-
berto Cuñat, empresa rio co n inquietudes humanistas
y muy interesado por una mejor gestión empresarial.
En 1957 un grupo de empresarios, entre ellos Cuñat,
fundó Ediciones TEA, S.A. para editar libros de ca rácter
técn ico empresari al.
Esta «colección» de manual es técnicos proporcio-
nó conocimientos bási cos necesarios en los ofic ios
más relevantes y significativos que ayudaron a formar
M anu al Técn ico . Edi cio nes TEA.
en poco tiempo a miles de nuevos obreros industri a-
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SICiLO XX

les, en gran parte procedentes del ca mpo y con muy de sus propi etarios, ponerlos a disposi ción del área de
escasa formac ión bás ica. Consultoría de TEA.
En 1958, se creó el departam ento de Ps ico logía También se buscaron nuevos tests fuera de España y
de TE.A. (Técn icos Especiali stas Asociados, S.A.) con el objetivo de adaptarl os a la pob lació n española,
para prestar servi cios como asesores en materi as de se firmaron acuerdos comerciales co n dos de las prin-
se lección de personal y de gestión de recursos hu- cipa les Editoras Intern acionales de Tests, en 1960 co n
ma nos a muchas grandes empresas del momento Th e Psychologica l Corporation (USA) y en 196 1 con
como, Standard Eléctri ca, SEAT, M arconi, Telefóni- el Centre de Psychologie Appliquée (Francia). El fondo
ca, Ga lerías Preciados ... que ca recía n de servicios psicotécn ico de una tercera Editora, también francesa,
de asesorami ento. En este departamento un grupo (EAP) «Établissem ents d'Applica tio ns Psychotechn i-
de in geni eros-consultores y psicó logos académi cos ques » llegó a España co n la empresa MEPSA , dirigida
dieron un gran impul so a la Psicotecnia en España. por Aurora Murga y estab lecida en M adrid en 1964, se
Ma ri ano Yela, como asesor técn ico, y Roberto Cuñat, trad ujeron y adaptaron a la pob lación españo la gran
compa rtían la necesidad de co ntar con in strum entos parte de l fondo psicotécnico de EAP, co mo las Baterías
de eva luac ión ps ico lógica más ri gu rosos, por lo que Standard o Exá m enes del profesor Bonnardel. Cada
se propusieron loca li za r los tests psicológicos que se Examen está formado por di sti ntos tests, que pueden
estaban utiliza ndo en España y co n el co nsentimi ento

EXAM EN STANDARD (11)


EXAMEN STANDARD (1)
Este examen perm ite exp lo rar un amp li o aba ni co de ca pac idades
- Nivel operacional - úti les para rea liza r la orienta ión, se lecc ión o pro moción profes io-
nal de los suj etos exa minados.

INTELIGENCIA PRÁCTICA
(1 PO) POTENCIA INTELECTUAL
(P 1)

Test
1
Test
*BO D 1
* 1353
* B. 31
* B. 32
* BLS. IV

* B. 22 B.V.9

* B. 43
* B. 101 ~ ~

-------- r-----_ Rap idez Conocí- lnte li- Orto- Cá lcul o


Percep- miento genc ia grafía
tiva y del prácti ca
Destreza y Precisió n en Rapidez y mental idioma
rap idez manua l el manejo de exactitud en y com-
mecanismos y las reaccio nes. prensión
minucios idad en Vigil ancia verba l
el trabajo 1 (CPM ) (V) (I.P.C.) (OR) (CA)
(D) (P) (R)

Test Test Test Test Test


Test Test Test 1 1 1 1 1
* B.G.10 B.V.8 * 8.22 8.O.R.18 * 8.Add 15
1 1 1
Tu ercas 0MB RCB * B.G.9 B.V.50 * 8.43 8.O.R.19 * 8.Mu lt 16
Barras LMB 8.19 * B.G.3 * 8.101 * 8.Pb 17
Torni ll os * SNB B.V.4 8.20 b
Clav ijas DL 8.2.C
GQB B.C.V

Bonnardel. Examen Standa rd l. Bonnarcle l. Exa men Standard 11.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Algunos Tests Psicométricos adaptados a población española y utilizados en el ámbito laboral


INTELIGENCIA
Tests de Papel y Lápiz. Test Manipulativos
Permiten aplicación colectiva. Escolar y Laboral Aplicación Individual. Ámbito laboral
• Inte li gencia General: • B.1 01 de Bonn ardel.
-----
- Otis-Yela. Test Beta • RP A randelas de Piorkowski
• Inte li gencia Factor G:
- Tests Dominós: D-48. D-70. Matrices Progresivas de Raven.
BLSIV de Bonnardel. Factor G de Cattell, ...

APTITUDES
Tests de Papel y Lápiz. Test Manipulativos

---
• Batería s:
-----
Permiten aplicación colectiva. Escolar y Laboral Aplicación Individual. Ámbito laboral
• Destreza manual: Test ele Stromberg,
- PMA. Apt itudes Primarias de Thurstone, L.L. y Thurstone, T. G. • Destreza digital: Test ele Crawforcl, Test de O 'Con nor, Tablero ele
- DAT, Test de Aptitudes Diferenciales Purdue ....

- AMPE de Secadas • Rap idez Motora: Test ele Rapidez Motora ele Yela

■ Tets: • Coordinación Vi somotora: Test de Coordinación Vi so motora de


Ye la, Test de Coordinación Bima nual de Yela
- Aptitud Perceptiva-Atención : Cuadrados de Letras, Caras,
Formas Idénticas • M ecánica: Test de Destreza en el manejo ele herramientas ele
Bennett
- Apt itud M ecán ica: Pa lancas, M ecánica, Tests de Mac Quarrie
• Precisión: Tests ele Bon nardel: Sinusoide. Greca. Omega
- Aptitud Espac ial: Desa rroll o de Superficies, Rompecabezas
Impresos .. .
- Aptitudes Ad mini stra ti vas: SET. Tests de Aptitudes
Admin istrativas (1). GCT. Tests de Aptitudes Adm ini strativas (11)

utili za rse independi entemente. Estos Exámenes se ba remados con mu estras nacionales representativas
aplica ron en Orientación Profesiona l, Promoción y y con manu ales y baremos tipifi cados. Es interesante
Selección de Personal y en Procesos de Evaluación del leer los artículos de Yela (1954) (1964) .
Potencia l (ver Tab la 1 .3). Entre 1950 y 1970, se publi ca ron y adaptaron mu-
MEPSA también adaptó y tipificó en población es- chos tests de inteli gencia y aptitudes, es el periodo do-
pañol a las M atrices Progresivas de Raven, en sus dife- rado de las Técn icas Psicométri cas (ver vídeo 4 desde
rentes niveles: 2: 18 hasta el final , 6:30).
■ Esca la Cenera/, (PM56) durante los años 1967 y
1968, co n muestras de alumn os de 9 a 13 años
y niveles esco lares de Ingreso y Bachillerato El e- 3.6. La Evaluación Psicológica en el
mental. Tambi én con muestras de secreta ri as y ámbito educativo
taq uimecanógrafas y ad ultos con Bachill erato
Superi or. La eva lu ación en el ámbito educa tivo retoma lenta-
■ Esca la Superior, (PMS) (Series I y 11) a partir de mente el estado de cosas donde había n quedado antes
la ed ició n revisada y abreviada de 1962, durante de la guerra.
los años 1968 y 1969, en muestras de alumnos El Registro paidológi co se recuperó en mu y poco
de Bachillerato Superior, 6° curso y Preu niver- ti empo en los co legios reli giosos que volvieron a su
sitario y muestras de alumn os de Universid ad y actividad rápidamente bajo el manto protector del Ré-
Escuelas de Ingeni eros. gimen del General Franco. La ficha de observación de
■ Esca la en , Colo r (PMC). Tambi én se hi zo una los Terciarios Capu chinos (Ami goni anos) volvi ó a utili -
versión manipul ativa. La trad ucc ión de esta za rse en la Casa Reform atorio del Salvador de Amurrio
prueba se ini ció en 197 1 pero no se ll egó a ti- a partir de 1939. Es una ficha renovada respecto a la
pificar. anterior: ap li ca n una versión reducida del Vermey len
(9 tests en vez de los 15 anteri ores), y sustitu yen el
El rigor metodológico de Yela y la profesionalidad Bin et-Simon por el Terman (y posteriormente por la
de los técnicos de TEA y MEPSA, muchos de ell os for- siguiente edición del Term an: el Terman-Merrill ). Esta
mados con Yela, di eron lu ga r a adaptaciones de tests fi cha se sigu ió utili za ndo hasta 1964.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

Tambíen volvieron los jesuitas y el Padre Palmés nillos y los ava nces en metodología, impulsa dos fun -
continuó co n su Gabinete Paidométri co en el que se damentalmente por Yela, quien introdujo en España el
rea li za ba, como en el periodo anteri or, una amplia fi- análisis factori al, importó, como se ha dicho, el mode-
cha paidométri ca. lo de Thurston e y publi có en este peri odo tests col ec-
La Evaluación Psicopedagógica en las escu elas pú- tivos de aptitudes. Pero de todos los col aboradores de
bl icas, que va tomando este nombre, supu so un lar- Germain, fu e Secadas el que más ori entó su actividad
go proceso en que los obj etivos eran muchos y mu y a la Psi copedagogía. Podemos encontrar numerosas
cla ros, pero sin embargo, de manera contradi ctori a, publi cac iones de Secadas desde los años 50, pero fun-
los medios y las dotaciones económicas eran absolu- damentalmente en los 60 y 70 sobre la adaptac ión y
ta mente insuficientes. creac ión de tests dirigidos al ámbi to escolar como el
Psicopedagogos y psicó logos escolares trabajaron AMPE. También fu e importa nte su trabajo apli cado,
con el obj etivo de lograr los medios suficientes para sobre todo en su prol ongada dirección del Gabin ete
poder rea li za r tanto una evaluación peri ódica del Psicotécnico del Col egio de la Paloma (1948-1 97 0).
alu mnado, como una labor de ori entación. Aunque es Al mi smo ti empo desde el Instituto de Pedagogía
al fin al de la etapa, en 1970, cuando se promulgó la del CS IC, San José de Ca lasa nz, se trabaj aba también
Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educac ión en el desa rrollo de la evaluación psicopedagógica,
y Fin anciamiento de la Reforma Edu cativa (BOE del destacando la fi gura de Ga rcía Yagüe, presente en este
06/08/197 0). ca mpo durante más de 40 años.

«La orientación educa tiva y profesional deberá constituir


un servicio continuado a lo largo de todo el sistema edu- 3.7. La Evaluación Psicológica en el
cativo, atenderá a la capacidad, aptitud y vocación de ámbito clínico
los alumnos y facilita rá su elección consciente y respon-
sable» (apa rtado 4 del artículo 9). Curiosamente aunque la apari ción de la Eva lua-
ción Clínica fu e la más tardía en la etapa anterior, fue
Esta etapa se ca racteri zó, fund amentalmente, por la primera en resurgir del impacto de la guerra. Vimos
una enorme actividad en la creación y adaptación de cómo en los años treinta el test de Rorschach se había
tests co lectivos, fund amentalmente de aptitudes gene- convertido, también en España, en la bandera y el sím -
ra les, de aptitudes profesi onales espec ífi cas y también bo lo de la Evaluación Psico lógica Clínica, generando
tests pedagógicos y de rendimiento. numerosas publi cac iones, pero es ahora, despu és de la
La creación del Departamento de Psico logía Expe- guerra, cuando surgen los grandes manuales publi ca-
rimenta l en el CSIC en 1948 supuso un pun to de in- dos por autores españoles, que co n toda probabilidad
flex ión para la recuperac ión de la Psico logía Apli ca da hubi eran visto la lu z unos años antes sin la destru c-
en España. Germ ain era el director y tra bajaba n con ción de la guerra. Dos de los antiguos co laboradores
él una seri e de co laboradores, entre los que vamos a de Sacri stán publi ca n sendos manuales: Salas (1944)
destacar en este contexto educa tivo a Yela, Pinillos y que pasó un tiempo en la cá rce l y se había establ ecido
Secadas. en Gij ón, y Pascual del Ronca l (1949), éste desde su
Germain tradujo y adaptó en 1944 la nueva edi- ex ilio meji ca no; a los que se añade por estas mismas
ción del Term an, publi cada en EEUU en 193 7 por fechas el trabajo de Tranque (1942) .
Lewis Term an junto con su co laboradora M aud Merri - Tanto en la Psi cología Clínica ameri ca na, como
11 . Esta edición, se ll amó Stanford Bin et, 2ª ed, pero en en la europea, y por supuesto en España, las Técni cas
España, del mismo modo que la anteri or, fue conocida Proyectivas se impusieron durante vari as décadas, has-
como Terman-M erri/1 o Terman de 1944. Presentaba ta avanzados los años 70, como el procedimiento de
muchos ca mbios respecto a la edición de 1916, tenía elección para una evaluación clíni ca. Se publi ca ron
muchas más pru ebas manipul ati vas, dos formas para- numerosos tests que fu eron acogidos con entusiasmo
lelas: L y M y estaba mucho mejor tipifi cada. Se utili- por los psi có logos españoles. Muchos de los tests más
zó en España durante muchísimos años (Ver vídeo 1). co nocidos, y que hoy se siguen utili za ndo, se acaba-
Incluso se siguió utili za ndo después de la apari ción ban de publi ca r y llegaban a España precedidos de su
de la terce ra edi ción en EEUU en 1960, que también fam a: el Tes t de Apercep ción Temática (TAT), el M a-
adaptó Germain en 197 0. En EEUU se hicieron revi- chover y otras técni cas gráfi cas.
siones posteriores, la última el Sta nford Binet, 5ª ed Desde el CSIC se rea li za ron numerosas investi ga-
(Raid, 1983), pero ya no se adaptaron en España. ciones sobre las Técni cas Proyectivas. En el grupo de
La investi gación, se impulsó desde el CSIC, co n las Germain estaba Jesusa Pertejo, médi co formado en
aportaciones en Psico logía Experimental de Yela y Pi- Sui za, con fo rmación en psicoa náli sis y especialista
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

en Rorschach. Tambi én muchos de los jóvenes y pres- Con todo, la Técni ca Proyectiva más im portante
ti giosos psi có logos del grupo de Germain, y que luego fu e siempre el Ro rschach, y durante toda la etapa fu e
serían los primeros catedráti cos de Psi co logía, estuvi e- creciendo el interés en el tes t, su co noc imi ento y su
ron hasta los años 70 muy interesados en las Técni cas uso. Poco a poco se fu e impl antando el di agnósti co
Proyectivas, aunque posteri ormente abandonaron por psico lógico clíni co en muchos hospi ta les psiqui átri-
compl eto esta línea de trabajo. Sigu án publi có en el cos ba sado fund amentalmente en el Rorschach. M ª
CSIC, en 1952, un librito de 11 6 páginas titul ado: Las Eu geni a Romano en el Hosp ital Provin cial primero,
pruebas proyectivas y el conocimiento de la persona- co mo Jefe de Departamento de Psi co logía Clíni ca de
lidad individual, seguido de numerosas publi cac iones Neuropsiqui atri a y despu és en el Hospital Clíni co
sobre el TAT, entre ellas un compl etísimo repertorio de como jefe del Departa mento de Psi co logía Clíni ca,
temas frecuentes en cada lámina (1953), que ayudaba co ntribu yó notabl emente a esta difusión, y al mi smo
enormemente a la interpretación de la prueba. Pinill os ti empo, y de la mano del Rorschach, a la entrada y
publicó sobre el test de Wartegg y la Pirámide de Co- expansión del Psicodiagnósti co Clíni co en los Hos-
lor de M ax Pfi ster, aportando eso sí, una críti ca bien pita les.
fund amentada sobre la escasa va lidez de estas técni- La formación en Técni cas Proyectivas y Psicodiag-
cas. También en el CSIC se rea li za ron investi gaciones nósti co se rea li zó en este peri odo por dos vías parale-
sobre el test Casa -A rbol-Persona. las. Una de ellas fu e la Escuela de Psico logía de M a-
Se utili za ron también en este peri odo Técni cas Pro- drid. La Escuela se fun dó en 1953. Vela lo recordaba
yectivas que hoy nos resultan poco co nocidas o que así treinta años despu és
hace ya años que no se utili za n, entre ellas hay que citar
los numerosos tests de manchas de tinta (inkblot tests) Éramos un pequeño grupo -Úbeda, Pinillos, Siguán, Se-
basados en el Rorschach: Behn-Rorschach, (Be-Ro), ca das, Álva rez Vil/ar- y contábamos con la colaboración
Fuchs-Rorschach (Fu -Ro), Z-test, Holtzm an, y muchas de López Iba,; Va llej o Náj era (hijo), Poveda y Mª Eugenia
técni cas de diferentes tipos: el test del Mundo, el test Romano en Psicología clínica, y de Ga rcía Hoz y Ga rcía
del Pueblo, la Pirámide de Color de M ax Pfister o Farb- Yagüe en Psicología pedagógica» (Yela, 1983, p. 8).
p yramidtest, el MA PS, el Scenotest, etc. (Ver vídeo 3) .
Destaca el enorme interés que despertó el test de En la Escuela de Psico logía, en la especialidad Clí-
Szondi (Ver vídeo 3), que ocupa el segundo luga r des- nica, hubo una asignatura titul ada Psicodi agnóstico
pués del Rorschach en los artículos sobre Técni cas a ca rgo de M aría Eugeni a Romano durante todos los
Proyectivas publi cados en la Revi sta de Psico logía Ge- años de duración de la Escuela. Se dedicaba una espe-
neral y Apli cada entre los años 195 0 y 1970. cial atención al test de Rorschach (ver Cuadro 1.23).

María Eugenia Romano Pérez


Maria Eugenia Romano Pérez (19 17- Colabora también desde 1955 en el Departamento de Medicina
1987). Terminó en 1935, con 18 años, Psicoso mática del CSIC
en la Universidad de Za ragoza, la Li- Pa ralelamente, en 1953, contacta con el gru po de Germain que la
cenciatu ra en Fil osofía y Letras, Sec- acogió sin reservas. Se inco rporó desde su fundación a la Escuela
ción de Histori a y los estudios de Archi- de Psico logía en la que imparti ó Psicodiagnóstico Clínico hasta
vero y Bibl iotecari o. 1985. En la Sociedad Española de Psico logía llevó junto con Jesusa
Despu és de la Guerra Civil completó, Pertejo la Sección de Psico logía Clínica.
en la Universidad Central de Madrid, la Desde 195 4 hasta 1973 se ocupó de la docencia de Psico logía
Li cenciatura en Fil osofía y Letras, Sec- Médica en la Facultad de Medicina de la Un iversi dad Complutense
ció n de Fil osofía (1943) y obtuvo ta m- en la cáted ra de López lbor.
bi én (1949) el títul o de M aestra.
Profesora también de Psicod iagnóstico desde que se inician los
Catedráti co de Instituto de Fil osofía en estudios uni versitarios de Psico logía (Fil osofía y Letras Sección de
Jaen (1945-47) y en Osuna (1947- 1952) . Psico logía) en la Un iversi dad Complutense. En 1978 se co nvirtió
En 195 4 terminó en la Universi dad Central de M adrid la Li cencia- en la primera mujer Catedráti co de Psico logía.
tura en Medicina iniciada en Sevill a. La Ora Romano fue una figura central n el desa rro llo ele la Psico-
En los años 50, ya en Madrid, fu e co laboradora del Insti tuto de logía Clínica y el Psicodiagnóstico en España. Contribu yó a la di-
Patología Méd ica del Dr. Marañón. (Departamento de Patología fusión y al buen uso de los tests psico lógicos en la práctica cl íni ca,
Psicosomáti ca). Después de la muerte de Marañón continuó la co- muy especialmente las técni cas proye tivas (Rorsc hach y Macho-
laboración co n Rof Carbal lo. También por esta época fu e Jefe del ver) y las baterías de Wechsler.
Departamento de Psico logía Clínica de la sa la de Neuropsiquiatría
del Hospital Provincial de Madrid, lo que posteri ormente evolu- Romano, M. E. (1975). El dibujo de la figura humana como técnica
cionará a Dirección del Departamento de Psico logía Médica del proyectiva. Madrid . Editori al Gredo
Hospital Clínico de San Carlos en el que perm anecerá hasta 1973 .
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

La otra vía de formación estaba mucho más ligada co n criteri os de bondad (fi abilidad, validez, tipifi ca-
a las facul tades de M edicina. (No obsta nte no olvide- ción) ex igentes. Surgieron grandes Edi tori ales de Tests
mos que no había estudi os de grado de Psico logía, la dirigidas por psicó logos que adaptaron numerosos
Escuela de Psicología era una form ación de posgrado tests co lectivos de Inteligencia y Aptitudes así como
a la que accedían alumnos con una form ación muy otras pruebas de Coordin ación y Destreza de apli ca -
diversa y una gran parte de los que cursaban la espe- ción individual específicas para puestos de la indus-
cialidad de Psico logía Clín ica eran médi cos) . tri a. En el ámbito clíni co, se impusieron las Técn icas
En la Facultad de M edicina de M adrid, la Ora Ro- Proyectivas, fund amentalmente, la prueba de Rors-
ma no imparti ó Psico logía M édica durante 21 años con chach. El Psicodiagnósti co Clínico se impulsó desde
un especial énfas is en el Psicodiagnósti co Clíni co. En la Escuela de Psicol ogía, que proporcionaba estudi os
Ba rce lona, cuando se creó la Escuela de Ps ico logía en de postgrado; la asignatura así denominada la impartía
1964, sólo tenía las especialidades Pedagógica e In- M aría Eugenia Romano.
dustri al, porqu e la Psico logía Clínica se ofrecía desde Esta Segunda Etapa termina con la pu esta en mar-
la Cáted ra de Psiquiatría en la Facultad de M edicina. cha de los estudios universitari os de Psico logía en la
Pero además de las Técn icas Proyectivas, se inició Universidad Complutense de Madrid. ¡El gran anhe-
en estos años el desarroll o de muchos cuestionari os lo de Germain y su equipo, de poder ofrecer estudios
cl íni cos. Son numerosos los trabajos de Cerdá en Bar- universitari os de Psi co logía se había sa tisfecho !
ce lona en los años 50 y 60: adaptación del cuestio-
nario de Bel/ (196 1), Corn elf lndex (1957) etc. Pinill os
introdujo el M audsley (1957) y aportó un ri gor poco
habitual en la época del que da testim oni o la revisión 4. TERCERA ETAPA: CRECIMIENTO V
de cuestionari os de personalidad publi cada en la Re- DESARROLLO DE LA EVALUACIÓN
vista de Psicología General y Aplicada (1954, 1955), PSICOLÓGICA
con nada menos que 204 referencias bibliográficas.
El comienzo de la década de los 70 marca el inicio
de una nueva etapa en la Evaluación Psico lógica. El
El obj eti vo del Psicodi agnóstico Clíni co era rea li za r
punto de co rte es el ini cio de los estudi os universi-
o confirmar un diagnósti co psiquiátri co. Los métodos
tari os de Psico logía. En 197 1 se licenc iaba la prime-
habitualmente utili zados las Técn icas Proyectivas, fun-
ra promoc ión de psicó logos. Durante muchos años
da mentalmente el test de Rorschach.
Gerrnain había inte ntado sin éx ito promover una ti-
tul ación universita ri a en Psico logía, como ex istía en
la mayoría de los países. Paradójica mente, co mo se
3.8. Resumen de esta etapa ha visto, la Psico logía Apli cada se desa rrolló mu y pre-
cozmente en España, desde las prim eras décadas del
La Segunda Etapa de la Evaluac ión Psico lógica S. XX, sin embargo no ex istía una form ación reg lada
en España surge, cual Ave Féni x, el e las ceni zas y la en Psico logía. Posteri ormente, la Escuela de Psico lo-
destru cc ión en que la Guerra Civil había co nvertido gía proporcionaba una formación de Postgrado, pero
a España. La industri a, las instituciones académi ca s y no ex istía formación de Grado. Como dij o Yela (1983),
todo lo que hi zo brill ar la Psico logía Aplicada y Psico- se hab ía comenzado la casa por el tej ado, primero el
tecnia en la etapa anteri or estaba desmantelado, pero trabajo profes ional, despu és la formación de Postgrado
como dice Viktor Frankl, «el hombre que se levanta es y en último lugar la formación uni ve rsitari a.
aún más fuerte que el que no ha ca ído », as í, José Ger- Finalmente en 197 1 obtenía su titul ación en la UCM
main junto con Mari ano Yela, José Lui s Pinill os y otros, de M adrid la primera promoción de «psicó logos» . Su
hicieron posibl e el resurgir ele la Ps ico logía Apli cada titul ación era: Li cenciado en Filosofía y Letras, sección
desde el Departamento de Psico logía Experim ental del de Psico logía. La Psico logía era una sección dentro de
CS IC primero y más tarde desde el Instituto Nacional la Facultad de Fil osofía y Letras, y se compartían dos
de Psico logía Apli ca da y Psicotecnia de M adrid . Ger- años comun es con las mi smas asignaturas co n otras
main y Yela pu sieron en marcha la Escuela de Psico- secciones: Geografía, Literatura, Lenguas Clásicas etc.
logía y Psicotecnia, la Revista de Psico logía General y En suces ivos pl anes de estudi os se fu e avanza ndo ha-
Apli cada y la Sociedad Española de Psico logía. cia una Li cenciatura en Psico logía en la que los alum-
En esta etapa, el ámbito de la Psico logía del Tra- nos úni ca mente estudi aran materi as relacionadas co n
bajo adquirió un gran protagonism o, las funciones de Psico logía, prescindi endo de las asignaturas comunes
O ri entación Profes ional y de Selección de Personal a otras titul aciones (Latín, Hi stori a del Arte, Geografí a,
demandaban instrumentos de Eva luación Psico lógica Hi stori a etc). En 1975 en la UCM se iniciaba la pri-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

mera Facultad de Psicología. Al mismo tiempo, otras psicométricos y proyectivos, hace patente la enorme
Universidades, en toda la geografía española y con importancia que tenían los tests en la eva luación.
notable éxito de alumnado, fueron incorporando a su La enseñanza y formación en Psicodiagnóstico se
oferta los estud ios de Psicología. v ió reforzada por la creación de cátedras y la apari -
¿Cómo era la Evaluación Psicológica en la que se ció n de las primeras Catedráticas de la disciplina: M ª
formaron los primeros psicólogos?. Eugenia Romano y muy poco después Rocío Fernán-
En 1967 se publicó el li bro Psicodiagnóstico Clíni- dez Ba llesteros, ya a comienzos de los 80.
co de Álvarez Vi llar (1967), muy representativo de la En lo que se refiere a los tests, que constituían el
situación de esta disciplina en el comienzo de esta eta- núcleo de la eva luación, hay que destacar el papel que
pa. Fue el primer libro de un autor español que llevó la desempeñaron en estos momentos las casas editoras
pal abra Psicodiagnóstico en el título. Álvarez Vi llar fue de tests creadas unos pocos años antes, TEA y MEPSA.
un psiquiatra con gran formación e interés en la Psi co- Eran grandes casas editoria les que podían acometer la
logía, próximo al grupo de Germain, que parti cipó en tarea de traducir y adaptar tests mucho más complejos
la Escuela de Psi co logía, en los Congresos Nacionales que algunos de los tests más senci ll os de los años an-
de Psicología y posteriormente también en la docen- teriores. Inicialmente estuvieron muy rel acionadas co n
cia universitaria en la UCM. Este libro supone hoy un la Universidad en cuanto que algunas de las personas
va lioso documento histórico que proporciona también que formaban parte de su persona l técnico, daban
información sobre los profesionales españoles que también clase en la Li cenciatura, como es el caso de
trabajaban entonces con un determinado test o esta- Nicolás Seisdedos, Agustín Cordero y Aurora Murga.
ban realizando alguna investigación sobre el origen o La situación que se presentaba a co mienzos de los
adaptación de los tests en España. Es el testimonio de 70, muestra un considerabl e retraso de la Psicología
un autor contemporáneo. española en cuanto a la adaptación de los tests más
El planteamiento del li bro y sus contenidos, ponen importantes del momento. Las adaptaciones de los
de manifiesto lo que se entendía por Psicodi agnóstico tests, especialmente de aplicac ión individual, reque-
a finales de los 60 y principios de los 70, y es muy ría n de esfuerzos añad idos pu es las adaptaciones del
diferente del planteamiento actua l. El li bro tiene 27 Terman, (Germain y Rodrigo, 1930, Germain, 1944)
capítu los, de los que el primero expone los prob lemas no se habían tipificado con muestras de la población
generales del Psicodiagnóstico Clíni co, otro se dedica español a y esa co ndición, en la década de los setenta,
a la entrevista y todos los demás a la descripción mi- era imprescindible
nuciosa de una enorme cantidad de tests. Las técni cas Alvarez Vi llar (1967) escribía:
Proyectivas ocupan nada menos que ocho capítulos,
lo que hace ver la enorme importancia que tenían en «El psicólogo español padece, efectivamente, un hambre
el Psicodiagnóstico Clínico. Nada se escribía en esta crónica de buenas adaptaciones de tests extranjeros, y
época sobre el proceso o el inform e psicológico. cuando éstas, por una rara casualidad existen, ocurre que
Por esta época, la década de los 70, llegaron a Espa- carecen de baremos adecuados».
ña muchos libros sobre tests y muchos también sobre
Técnicas Proyectivas. Gran importancia tuvo la obra de Es ahora, a princ ipios de este periodo cuando se
Bela Székely (1946), Los Tests de tres vo lúmenes con ponen a disposición de la psicología española los
capítulos monográficos sobre tests, técni cas y metodo- grandes tests, que aún ahora, usamos en versiones más
logía, era como una gran enciclopedia y hoy nos per- actuales: el WAIS, 16PF, MMPI, Raven, etc.
mite apreciar el panorama de tests que tenía ante sí el El enorme retraso con el que se hacen las adap-
psicólogo de los 70. En estos vo lúmenes, solo aparecen tac iones españolas en esta tercera etapa fue deb ido,
dos autores españoles como autores de sendos capítu- prin cipalmente, a la dificu ltad para la obtención in-
los: Los Tests y el Análisis Fa ctorial, pp. 753 y ss. (Yela) dividualizada de muestras representativas de secto-
y El Psicodiagnóstico Miokinético, pp 742 7 y ss.(Mira). res pobl acionales muy específicos, exigidas por las
El énfasis en asignaturas de evaluación fue impor- condiciones psicométricas de estos tests, por ejemplo
tante ya desde los primeros Planes de Estudio. Destaca el WAIS se había publicado en EEUU en 1955 y la
sobre todo el Plan de Estudio de 1975 de la UCM con adaptación española no llegó hasta 1970, el WISC de
el que se iniciaron los estudios de Psicología en una 1949 se adaptó en España en 1974 . El MMPI se había
Facultad propia: la Facultad de Psicología. En este Plan publi cado en 1943, pero el psicó logo español no pudo
había 3 asignaturas de Psicología Matemática, una tener una adaptación hasta 1974, eso sí, hecha sobre
asignatura de Tests Proyectivos, otra de Tests Psi comé- una revisión americana más reciente, (1969) . Respec-
tricos y en el último curso una asignatura de Psico- to al 16PF, pub licado en 1949, se adaptó en 1975 la
diagnóstico. La presencia de dos asignatu ras de tests, revisión americana de 1972.
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

ni za r la puesta en marcha de la Sociedad Español a de


Rorschach y M étodos Proyectivos que se co nstituyó en
1972.
Muchos psicólogos que continúan utili za ndo Téc-
nicas Proyectivas en estas décadas se interesan en do-
tarl as de datos normativos y mejorar sus propiedades
psi cométri cas (Ávi la, 1986) .
Sin embargo, a lo largo de esta década de los 70
fuero n apa reciendo nuevos enfoques, que iban a ir
ca mbi ando el Psi codiagnóstico.
Pelechano, profesor inicialmente en la UCM y des-
pués, Ca ted ráti co en Valencia y La Laguna, supone ya
en el inicio de los años 70 un revulsivo entre tanto
lnformacidn Técnico•bibliográflca test, una «vue lta» a la psicología experimental y una
mirada a las ori entaciones más actuales. Las visitas a
España de Eysenck y Brengelmann (del Instituto M ax
Pl anck de Munich), ausp iciadas por él y por Pinillos,
se hacen frecuentes. Pelechano escribi ó el libro Psi-
codiagnóstico en 1976. Fu e uno de los primeros en
in trod ucir la Terapia de Conducta y la Evaluación Con-
ductual, fundó la rev ista A nálisis y Modificación de
Conducta en 1975, en la que se fu eron publi ca ndo
Libro Tests emplea dos en Espalia.
muchos trabajos de eva luación, fundamentalmente de
Evaluación Conductu al.
La Eva luación Conductual suponía una orientación
El caso es que los tests van llegando y las esca las de radi ca lmente distinta de la eva luación tradi cional, y
Wechsler sustituirán para siempre al Term an. se in trodu jo con fu erza a fin ales de los 70 y prin ci-
Desde la Soc iedad Españo la de Psico logía con el pi os de los 80. Se tradujeron al español los grandes
objetivo de proporcionar una informa ción técn ico-bi- manuales ameri ca nos de Eva luación Conductual que
bliográfica sobre los tests para «faci li tar al psicólogo
profes ional la elección de las pruebas más adecua-
das para sus trabajos de aplicac ión», Germ ain sugi-
rió, como una mu estra más de «espíritu de eq ui po »,
la preparación y ed ición de una obra co njun ta de las
Ed itoriales MEPSA y TEA y de García Yagüe responsa-
ble de las ed iciones pedagógicas del Instituto San José
de Ca lasa nz del CSIC, a la que se invitó a todos los
ps icó logos que qui sieran parti cipar. El libro titul ado
Tests Empleados en España fu e publicado por el Ins-
tituto Nac ional de Psicología Ap li cada y Orientación
Profesional. Hoy constituye un documento de indu-
dab le va lor porque perm ite co nocer los tests que se
utili zaba n en aquel momento y la información que se
tenía de ellos.
A lo largo de toda la década de los 70 continuó el
interés por las Técni cas Proyectivas, que seguían co ns-
tituyendo uno de los pil ares del Psi codiagnóstico Clí-
nico. El Dr. Agustín Serrate, especialista en Rorschach
Primera Reunión de profesores ele Psicodiagnóstico (1981) en
organi zó en Zaragoza en 1971 el VIII Congreso Inter- la UAM. En la que aparecen, en ·¡ ª fi la sentados, An a Vera, Pi lar
nacional de Rorschach y M étodos Proyectivos, era el O rtiz, Rocío Fern ández- Ball esteros y Jesús A lonso Tapia. En la 1ª
primero de estos co ngresos que tenía lugar en España . fi la de píe, (?), Ade lfo Tapia, Mª Eugeni a Rom ano, (?), M ª Teresa
Allí se organizó una com isión, en la que participaban An guera , A na Ca ll es, M aría Forns, Alejandro Ávila y Mª Do lores
Gonzá lez Portal. A l fondo, (?), Fern ando Sil va, (?), Mª Jesús Be-
M aría Eu geni a Romano, Jes usa Pertejo, Rocío Fern án-
nedet, (?), Mª O liva M árqu ez, Isabel Ca longe y A lfonso Blanco.
dez Ba ll esteros y Agu stín Serrate para estudiar y orga-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Rocío Fernández Ballesteros


Rocío Fernández Ballesteros. Catedráti- • Introductora en España de la Evaluación Conductua l.
ca de Psicod iagnóstico, es la figura más • Impul sora y fundadora de la Sociedad Española de Evaluación
representativa de la Evaluación Psicoló-
Psicológica (posteri orm en te Europea).
gica en la segunda mitad del S.xx.
• Impu lsora de los primeros Congresos de Evaluación Psicológica
• Discípula de José Luis Pinillos y Mª
en España.
Eugenia Romano.
• Impulsora de reuniones periódicas de profesores de Evaluación
• Larguísima docencia uni versitari a de
Psicológica.
la Evaluación Psico lógica (en la Uni-
vers idad Autónoma de M adrid) • Responsable de la introducción y desarrollo de la Psicogerontología
• Autora de grandes manuales de Eva- en España con un énfasis además en la vertiente evaluadora. En 1992
luación Psicológica que han formado publi có el libro Evaluación e intervención psicológica en la vejez.
a numerosos psicólogos. • Gran proyección internacional.

fueron abriéndose ca mino en la Universidad y en la haciendo en todas las Universidades progresivamente.


práctica clínica. Muchos profesores difundieron la Por ejemplo en el pl an de estudios de la UCM de 1984
nueva orientación: Pelechano, Silva y muy especial- desaparecen las asignaturas Tests Psicométricos y Tests
mente Fern ández Ballesteros (ver Cuadro 1.24), que Proyectivos y aparecen dos asignaturas denominadas
publi có ya en 1979 un librito: Los m étodos en Evalua- Evaluación Psicológica I y 11, sin embargo en la espe-
ción Conductual y posteriormente, en 1981 , junto co n cialidad de Clínica se mantiene la denominación Psi-
Carrobles, un amplio manual: Evaluación Conductual: codiagnóstico Clínico
Metodología y Aplicaciones. El ca mbio de denominación se refl ej a claramen-
La irrupción de la orientación conductual supuso te en las publicaciones. Los grandes manuales de
un nuevo modelo, el A nálisis Fun cional iba ganando esta disciplina que se publica n en los años 80 y 90,
adeptos, mientras que los excesos cometidos con el ori entados fundamentalmente co mo libros de tex-
uso abusivo y a veces inadecuado de los tests iba pa- to universitario, tienen mayoritari amente la palabra
sando factura. En cuanto a las Técni cas Proyectivas, re- Psicodiagnóstico en su título hasta fin ales de los 80:
flej aron en España lo que sucedió en el resto del mun- Pelechano (1976), Fernández Ballesteros (1983) Sil va
do, se pasó del entusiasmo a la prudencia en su uso. (1985), mientras que en los años 90 cas i todos utili za n
En el año 1981 , por ini ciativa de Fernández Ba- el términ o Evaluación Psicológica: Fernández Balleste-
llesteros se celebra en la Universidad Autónoma de ros (1992), Ávila (1992), Buela-Casal, Caba ll o y Sierra
Madrid una Reunión Nacional de Profesores de Psi co- (1996), Buela-Casal y Sierra (1997) .
diagnóstico. El objetivo era recoger opiniones y tomar Pero en estos manuales no sólo ha hab ido un ca m-
decisiones conjuntas sobre programas, metodol ogía bio superficial de sustituir un término por otro, si no
docente y denominación de la asignatura. Esta reunión que se refleja un ca mbio mucho más profundo, la eva-
fue extraordinariamente relevante, por las decisiones luación es entendida como un proceso, se habla de
que allí se tomaron y porque a partir de ese encuen- formulación de hipótesis, se ded ica un amplio aparta-
tro se organizaron, sin periodicidad fija y en distintas do a la entrevista y otro al info rme. Los tests son uno
Univers idades, reuniones que han proporcionado una
unidad a nuestra disciplina más allá de las fronteras
autonómicas, permiti endo también un mayor acerca-
miento personal. Las reuniones se han mantenido a lo
largo de los años transcurridos.
Uno de los temas tratados en esa primera reu-
nión fue la denominación de la disciplina, que en
aquel momento seguía siendo Psicodi agnósti co. En
los países anglosajones se había impuesto el término
Psychological Assessment al de Psychodiagnostic y
los asistentes decidieron realizar el mismo ca mbio, a
partir de aquí se iba a imponer el término Evaluación
Psicol ógica, relega ndo Psicodiagnóstico a determin a- 1 Congreso de Evaluación Ps ico lógica. M adrid, 1984. D e iz-
das orientaciones en el co ntexto clíni co. El ca mbio no quierda a derecha: l. Ca longe, W . Mischel, M . Yela, L. Cronbach,
R. Fernández-Ba llesteros, F. Sil va, H . Eysenck, J.L. Pinillos y L.
fue posible rea li za rlo de forma inmedi ata en las as ig-
Manning.
naturas de los pl anes de estudio activos, pero se fue
HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

de los in strumentos ut ili zados pa ra contrastar hipóte-


sis, pero no hay que o lvidar las técni cas subjetivas, la RESUMEN
observac ión, la med ida psicofi sio lóg ica, las pru ebas
situac ionales, los info rm es de otras perso nas etc. El En este cap ítul o se expone la hi storia de la Evalua-
énfa sis que se real ice en unos u otros en cada M anu al, ción Psico lógica en España en el siglo xx. Se ini c ia re-
dependerá tanto del objetivo de la evaluación, de la co rdando los antecedentes remotos: en el siglo XV I, las
edad y ca pacidades del evaluado, como de la ori enta- fi guras de Vives y Ju an Huarte de San Ju an, este último
ción teó ri ca del eva luador. es considerado como el padre de la Psico logía Diferen-
En la década de los 90 se pu b li ca ron tamb ién los cia l y de la O rientación profes ional. Se hace mención
primeros manu ales diri gidos a la eva luación de la po- también a los antecedentes próx imos en la fi gura del
blació n infa ntil: Forn s (1993), Sil va (1995) o de ancia- Dr. Simarro, que fue el primer cated ráti co de Psico lo-
nos: Fernández Ball esteros (1992) gía Experimental en la Universidad española (1902).
Los tres ámbitos o áreas cl ás icas de apli cac ión de En el siglo xx se señalan tres etapas cl aras en el
la Eva luación Psico lógica : Clíni ca, Laboral y Edu ca- desa rro ll o de la Evaluac ión Psico lóg ica . En la prime-
tiva, se verán pro nto acompa ñadas de otras. En una ra etapa, que se co rresponde con los primeros años
lectura de las mesas redondas presentadas a Congre- del siglo y con los ini cios de la Psico logía en España,
sos Nacionales se pueden ap rec iar las nu evas áreas: surgen neces idades soc iales que van a impul sa r la Eva-
evaluación ambi ental, evaluación de programas, eva- luac ión Psico lóg ica co n el conoc imi ento y la impl an-
lu ación neuropsico lóg ica, forense, psicol ogía de la tac ión de los primeros tests psico lógicos . Por un a pa rte
sa lud, seguridad vi al, deporte etc, etc (véase el último aparece la necesidad de ori entar a las personas y a
capítul o de este libro para ver las áreas emergentes). los niños desde los últimos años de la escuela, hacia
En 1984 se celebró en M adrid el I Congreso de Eva- aquell os pu estos de trabajo para los que están mej or
1uación Psico lógica, organi za do por Fernández Ba ll es- dotados, surge así la Orientac ión Profes ional que a lo
teros y Sil va, fue un acontec imi ento importa nte, por el largo de los años 20 y 30 ti ene un enorme crecimi ento
alto número de parti c ipantes in sc ri tos y por el nivel de en España. Existían dos grandes Institutos de O rien ta -
los po nentes . Además de los ponentes españoles, entre ción Profesional, un o en Barce lona, cuya fi gura mas
los que parti c iparon Yela y Pinill os, acudieron grandes representativa era Emili o Mira, y otro en M adrid, c uyas
fi guras extranj eras: Mischel, Eysenck y Cro nbach. f iguras más co noc idas eran José Germ ain, M ercedes
En 1985 se creó, p romov id a por Fernández Ba- Rodri go y José M all art. En este ámbi to, el trabajo que
ll esteros y Silva, la Socieda d Esp añola de Evaluación se rea li zaba en España era reconoc ido a nivel europeo,
Psicológica (SEEP) y se puso en marcha la revi sta Eva - como muestra la as istenc ia y parti cipac ión de los auto-
luación Psicológica/Psychologica l Assessment, órga no res citados a los Congresos de Psicotecni a y al hecho
de ex pres ión de la Sociedad y revi sta dedicada exclu - de que se ce leb raran en Barce lona las Conferenc ias
siva mente a pu b li ca r traba jos de Eva luació n Psico ló- Internacionales de Psicotecni a de 192 1 y 193 0. Tam-
gica. bi én estaba proyectado que se ce lebrara en M adrid el
La Sociedad Españo la de Eva luació n Psico lógica se XI Congreso Intern acional de Ps ico logía en 1936, pe ro
tra nsformó en 1990 en soc iedad europea: Europ ea n el estall ido de la Guerra Civ il lo hi zo impos ibl e.
Association of Psychologica l Assessment (EA PA). Fu e Por otra parte tambi én habían surgido nu evas ne-
la soc iedad espa ño la la que lideró este ca mb io y ocu- ces idades soc iales en el ámb ito educa tivo, la escuela
pó así ca rgos directivos en la nu eva Asoc iación, que- obli gatori a y gradu ada pu so en evidencia que algunos
da ndo Fern ández Ba ll es teros como Pres idente. niños no ava nza ban con el ritmo esperado, uno de los
La revista tambi én debió transform arse co nsecuen- primeros tests psico lógicos, la Esca la de Bin et-Sim on
temente y pasó a ser pub li cada en in glés. Los auto res permi tía cl as ifica r a los niñ os en cuanto a su «edad
españo les han sido siempre mu y producti vos, ocupan- mental », lo que era muy úti I pa ra el maest ro. La Esca la
do un espacio importa nte en cada número. de Bin et-Sim on, cuya última vers ión fu e publica da en
Se han rea li zado, o rga ni zados por la EAPA, vari os Francia en 1908, se utili zó en España ele manera cas i
Co ngresos y reuni ones científicas. inmedi ata y tuvo una gran difusión. Mira, Germ ain y
De la vitalidad de la Eva luac ión Psico lógica en Rodri go adaptaron y crea ron tests pa ra su uso en las
España a fin ales del S.xx dan cuenta las numerosas escuelas. Hubo un interés espec ial en la eva luac ión
co ntribuc iones a los Congresos Intern acionales, mu- de niñ os tanto co n di sca pacidad intelectual (ll amados
chos de ell os ce lebrados en España, así como el alto niños anorm ales) como co n altas ca pac idades.
porcentaje de artícul os dedicados a la eva luac ión que En esta primera etapa que termin a co n la Guerra
se han pu blicado en Revi stas españo las (B uela-Casa l y Civil en 1939, no ex istían estudi os uni versitarios en
Sierra, 2002) y extranj eras. Psi co logía. Los maestros, pedagogos, médi cos o in-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

genieros que querían fo rm arse como psicó logos, rea- El final de la etapa viene marca do por la aparición
li zaban una form ación de postgrado más o menos de los estudios un iversita ri os; se creó en la Facultad
compl eta en el extranj ero. Muchos estudi aron en el de Fil osofía y Letras de la Universid ad Complutense de
Instituto Jean Jacques Roussea u de Ginebra, dirigido M ad rid una Sección de Psico logía. En 197 1 obtenían
por Claparede, en el que había tambi én otras fi guras su títul o universitari o los primeros psicó logos españo-
conocidas como Pi aget. La existencia de las reputadas les.
becas de la Junta de Ampli ación de Estudios UAE), fa- La tercera etapa, desde 197 1 hasta el fin al del siglo,
cilita ba estas estancias. es una etapa de crecimiento y desarro llo. Se multi pli -
La segunda etapa, se inicia en la postguerra y se ca n co n gran rapidez los lice nciados en Psico logía,
exti ende hasta 1970. Supone una reconstru cc ión y que se co nvierte en una de las titul aciones universita-
refund ación de toda la Psico logía españo la y mas es- ri as más demandadas.
pecífi ca mente de la Evaluación Ps ico lógica que nos El Psicod iagnósti co, que es la denomin ación habi -
oc upa. Muchas de las fi guras relevantes de la época tu al de esta materi a al prin cipio de la etapa, va ca m-
anteri or tuvi eron que marchar al ex ili o, como Emili o biando su nombre por el de Eva luación Psico lógica.
Mira y M ercedes Rodri go. El papel protagoni sta de las Técni cas Proyectivas va
La reconstrucción se ini ció co n la creac ión del De- disminuyendo, aunque mu chos autores co mo Ávil a o
partamento de Psi co logía Experimental del CS IC (Con- M aga nto las utili za n y apu estan po r incluir en ellas
sejo Superi or de Investi gaciones Científicas) dirigido datos empíri cos. A comi enzos de los 80 se va impo-
por Germain . Su s co laboradores eran Yela, Pinill os, Se- niendo la Eva luación Conductu al, y el Análi sis Fun -
cadas, Siguán etc, que pocos años despu és ocuparían cional va ocupando parte del espacio que antes tenía n
las primeras cá tedras de Psico logía en distintas Uni ver- los tests. Se pone un mayor énfas is en el análi sis del
sidades españolas. Con el impul so de Germain se pu so proceso, en la entrevista y en el info rme. Las áreas de
en marcha la Sociedad Española de Psicología y la Re- apli cac ión de la Evaluación Psico lógica ta mbi én se
vista de Psicología General y Aplica da, donde se publi - multiplica n: Psico logía Forense, Psico logía de la Sa-
caban numerosos trabajos de Evaluación Psico lógica . lud, Neuropsico logía, Psicogeronto logia, Evaluac ión
D esde el CSI C se adaptaron y publica ron numerosos Ambi ental, Evaluac ión de Programas etc.
tes ts, en todos los ámbitos: tests psicopedagógicos, En 1985 se creó promovida por Fernández Ba-
cuestionari os de personalidad, tests proyecti vos... .; en ll esteros y Silva la Sociedad Espa íi ola de Eva luación
lo que se refi ere al ámbito laboral, se adaptaro n y crea- Psicológica y se pu so en marcha una revi sta específi -
ron tambi én numerosos tests de apli cac ión individual ca mente enfoca da a la Eva luación: Eva luación Psico-
y co lectiva, lo que fac ili tó el ini cio de una Selección lógica!Psychologica l Assessment. Pocos años después
de Personal más científica en las prin cipa les empresas se transform ó en sociedad europea: Europea n Asso-
del país. Se pu so en marcha el Instituto de Psico logía ciation of Psychologica l Assessment (EAPA) . En esta
Apli cada y Psicotecni a, dirigido por Germ ain, que rea- Sociedad europea, que convoca peri ód ica mente co n-
li za ba numerosísimas ori entac iones laborales y proce- gresos y reuniones, los psicó logos españoles ti enen un
sos de se lecció n de personal. En el ámbito clín ico se papel destaca do así como en las publicaciones de la
fu e impl antando un Psicodiagnósti co clíni co, que en Revi sta europea y en los numerosos artículos relac io-
España se había ini ciado tímidamente en los años 30; nados con la Evaluación psico lógica que se publica n
las Técnicas Proyectivas, y muy especialmente el test en revi stas de presti gio españo las y extranjeras.
de Rorschach, tenían un cl aro protagoni smo.
La importancia que iba n adquiriendo los tests im -
pul só fin almente la apari ción de empresas que adapta-
ban y publi ca ban tests, como MEPSA o TEA. BIBLIOGRAFÍA
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HISTORIA DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XX

individuo para co ntestar una seri e de pruebas gra- Prueba Profesional: pruebas de Capacidad o Muestras
duadas. de Trabajo Uob Test) .
Escala: sistema progresivo de valores, cada uno de los Psicología Aplicada : aplicación de teorías, principios y
cuales constituye un valor estándar usado para me- técni cas de la psicología a los problemas prácticos.
dir datos de alguna clase. Psicología Experimental : investigación de los fenóme-
Higiene Industrial: conjunto de normas destinadas nos psíquicos y de la co nducta de los organismos
a contro lar los factores ambientales que pueden por métodos experim entales.
afectar la sa lud en el ámbito de trabajo. Psicometría: parte de la ciencia psicológica que se
Laboratorio (Oficina) Psicotécnico: gab inete donde se ocupa de la med ición y eva luación de la co nducta
evaluaban procesos psicológicos mediante tests y humana.
otros instrumentos psicológicos. Psicotecnia: apli cac ión de la Psi co logía al ámb ito in-
Movimientos eficientes: movimi entos fundam entales dustria l y de los negocios
que in te rvienen en una operación produ ctiva . Por Selección de Personal: proceso sistemático de evalua-
ejemplo: Alcanzar, M over, Suj etar, Soltar, Coloca r, ción psicotécni ca para elegir profesional es adecua-
etc. dos a pu estos de trabajo o actividades, basándose
Organización Científica del Trabajo: conceb ida por F. en las aptitudes y las competencias de los indivi -
W. Tay lor y desarrollada por sus seguidores. Dispo- duos y según las co ndi ciones especiales de ca da
sición racional de los medios y recursos produc- tipo de trabajo y orga ni zac ión.
tivos en una fábrica, ta ller u oficin a, de tal forma Teoría de los Tests: pautas para la co nfecc ión de tests,
que la produ ctividad o rendimiento sea el mayor para que sea n efi caces, pu edan compararse y de-
posibl e. tecta r los límites de error.
Orientación Escolar: proceso de ayuda a una persona, Test (Psico lógico): término introducido por James M c-
med iante procedimientos estandari zados y hechos Keen Cattell en 1890. Instrumento prácti co de diag-
co mprobados para planifi ca r y seguir su educac ión nóstico, eva luac ión o medida. M edida objetiva y
basá ndose en sus progresos pasados, sus intereses tipifi cada de una muestra de conducta. (Anastasi,
y ca pacidades. 1973). Es un reactivo esta ndari zado o co njunto ele
Orientación espacial: capacidad para determinar las elementos estímul os, que permiten hacer una esti-
relaciones espaciales de objetos o datos entre sí. mación o evalua ción de una dimensión psi co lógica
Orientación Profesional : proceso de ayuda a una per- (Ye la).
sona, med iante procedimi entos sistematizados: Test Omnibus: un test con elementos heterogéneos
medidas estandarizadas de ca pac idades generales correspondientes a distintas dimensiones psicoló-
o específicas, intereses y rasgos de personalidad, gicas. Ej . Test Otis.
para elegir una profesión, prepararse para ella, en- Tipificación: procedimientos para la normali zac ión
trar en ell a y progresar en la dirección elegida. nomotética ele variables co ncluctual es referidas a
Paidología: disciplina que integraba conoc imientos de muestras representativas de una determinada po-
Pedagogía, Psicología y Pediatría. Activa durante blación.
las prim eras décadas del siglo xx, especialmente
entre 191O y 1930.
'
El Proceso de Evaluación
Psicológica.
Un método científico
Carmen Moreno Rosset

l. INTRODUCCIÓN
2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA: UNA NUEVA ESTRUCTURA Y
FORMA DE APRENDIZAJE
3. FASES DEL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
1ª Fase: Especificación de la demanda y de los objetivos
1.1. Especificar el motivo de la demanda
1.2. Establecer las condiciones históricas y actuales potencialmente relevantes
1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda
2ª Fase: Formulación de hipótesis de evaluación verificables
2.1. Formular hipótesis de evaluación, definir problemas y seleccionar técnicas o
estrategias evaluativas
3ª Fase: Comprobación de las hipótesis de evaluación, formulación de caso y
comunicación de los resultados
3.1. Planificar la aplicación de las técnicas evaluativas
3.2 . Aplicar las pruebas
3.3. Corregir, interpretar e integrar los resultados
3.4. Comprobar las hipótesis de evaluación
3.5. Establecer la formulación de caso
3.6. Comunicar los resultados del proceso evaluativo. Informe de evaluación
4ª Fase: Planificación del programa y formulación de hipótesis de intervención
4 .1. Definir sobre qué problemas, cómo y con qué estrategias, técnicas o programa
se va a intervenir, y formular las hipótesis de intervención
4 .2. Estructurar la intervención psicológica/terapéutica
4 .3. Comunicar de los resultados del proceso evaluativo y propuesta de
intervención
5ª Fase: Aplicación y valoración de la intervención psicológica
5.1. Seleccionar los instrumentos de evaluación necesarios para valorar la eficacia
de la intervención
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5.2. Aplicar las estrategias, técnicas o programa de intervención


5.3. Valorar los resultados y comprobar las hipótesis de intervención
5.4. Comunicar los resultados del proceso valorativo. Informe de intervención
5.5 . Preparar para el alta o cierre provisional del caso, si se ha/n previsto
seguimiento/s
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
ANEXO 1: GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN CGAPl
ANEXO 11 : ÁMBITO LABORAL: PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN
SELECCIÓN DE PERSONAL
ANEXO 111: PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

OBJETIVOS
■ Apli ca r las tareas que se rea li za n en las cinco fases del «Proceso de Evaluac ión Psi co lógica».

■ Di scrimin ar las diferencias que existen entre el «proceso eva luativo» y «el proceso va lorativo».

■ Formul ar hipótesis de eva luación y de intervención y cómo co mprobarl as.

■ Rea li za r la formul ación de caso y los diagramas pi ctóri cos pa ra su representación.

■ Valorar la ri gurosidad y a la vez fl exibilidad con la que debe apli ca rse el «Proceso de Evaluación
Psicol ógica».

■ Ap li ca r el «Proceso de Eva luación Psico lógica» pormenori zada mente y reconocer la manera en que se
podría optimi za r siendo un eva luador experto co n extensa práctica profesional.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

El aprendizaje del «Proceso de Evaluación Psicoló-


l. INTRODUCCIÓN gica », junto a la práctica y la experiencia profesional
son impresci ndibl es. Se trata de aprender el proceso
En cualquier ciencia el método es fundamental y, paso a paso, para luego co n experi encia y un buen
en el caso de la eva luación psicológica, el método co n- entrenam iento, olvidar los nombres de las fases y rea-
siste en un «proceso» de estudio y análisis sobre una li za r la eva luación psi co lógica de forma fluida, fi able
persona o grupo con el fin de establecer un diagnósti- y metód ica en la que, a med ida que aumente la expe-
co, orientación, selección o intervención psicológicos. riencia profesional, se pueda ir simplificando el proce-
El concepto de evaluación psico lógica ha sido definido so. Por ejemplo, los psicólogos noveles suelen selec-
por muchos autores (consultar Moreno-Rosset, 2005 en cionar mayor número de instrumentos para comprobar
los co ntenidos on-line de este manual y Tabla 2. 1 en sus hipótesis, pero a med ida que adquieren práctica,
este capítul o). Desde nuestro punto de vista se podría co n menos instrumentos, consiguen formular, incluso,
describir como: mayor número de hipótesis.
Dependiendo de las diferentes etapas del ciclo vital
«El proceso de recopilación sistemática de información (infa ncia, ad ultez, vejez), de los modelos de eva lua-
sobre una demanda, a través de técnicas y estrategias psi- ción (cognitivo o cognitivo-conductual, co nductual,
cológicas evaluativas, cuyo correcto análisis e interpreta- co nstructivi sta, psicodinámico, etc.), de los objetivos
ción profesional permite verificar hipó tesis para describir que se persiga n (d iagnóstico, selección, orientación,
el problema y/o intervenir sobre él. Por tanto, la evalua- tratamiento) y de los diferentes contextos profesionales
ción psicológica incluye la valoración del tratamiento». en los que se ap lique (clíni co, sa lud, ed ucativo, recur-
sos humanos, forense, etc.), el «Proceso de Evaluación
En este capítulo se describirá el «Proceso de Evalua- Psicológica» ad quiere distintas ca racterísti cas, co mo
ción Psicológica » exp li cado en cinco fases que, aun- podrá observarse en los casos prácticos que se des-
que se presentarán co rrelativamente, deberán enten- criben en el capítulo sobre «El Proceso de Evaluación
derse como etapas interdependientes, es decir, como Psicológica ap licado en diferentes contextos»).
un continuo donde cada labor evaluativa llevará a la Pensemos por un momento co mo se rea li za el
rea li zac ión de otra . Incluso, a veces, se pueden solapar «Proceso de Evaluación Psicológica » en un hospital o
debido a que ninguna de las tareas descritas en cada en atención primaria. En estos contextos las etapas a
etapa, empeza rá o terminará necesariamente en la que segu ir son las mismas que las que aquí se va n a des-
se describa, ni tampoco las etapas poseerán siempre cr ibir, pero deben realizarse de forma ágil co n el fin
un avance unidireccional, sino que a veces puede ser de atender la aflu encia de personas y rentabi li za r los
necesario retroceder para avanza r. ti empos de que se disponen. Algo parecido ocurre en
Se podría decir que el «Proceso de Eva luación Psi- otros ámbitos como, por ejemplo, el educativo, en el
cológica » es como un baile en el que hay que apren- que un mismo profesional atiende a diversos estudia n-
der unos pasos, pero las músicas pueden alargar el tes. Con ell o no pretendemos decir que no se deba
ritmo, el compás, el baile en sí mismo. Con este símil dedicar los tiempos necesa rios para describir, diagnos-
pretendemos decir que para saber hacer una correcta ticar, ori entar, seleccionar, tratar, etc. a las personas,
evaluación psicológica se debe aprender las fases o sino que es importante adquirir práctica y experi encia
pasos necesa ri os, sab iendo que cada movimiento va para, en el menor ti empo posible, rea li za r una eva lua-
a llevar al siguiente y, como en el baile, se realizará ción psico lógica vá lida y fiable.
en un co nsta nte movimiento que progresa rá a medida Para ello, es necesari o que el psicólogo adq uiera
que ava nce la música y, a veces, será necesa rio retro- amplios co noc imientos de la especialidad en la que
ceder o adelantar el paso. vaya a ori entar su profesión. Entender la interconex ión
El «Proceso de Eva luación Psicológica » se basa en el entre las distintas materias que se estudian en Psico-
método hipotético-deductivo que permite llegar a con- logía es fundamental, pues todas ellas se utiliza n a la
clusiones verifi cab les, como resultado de la compro- hora de eva luar. Para una co rrecta eva luación psico-
bación de un modelo explicativo pre-establecido. Sin lógica, además de conocer esta disciplina, será ne-
embargo, este «proceso», como decimos, puede no ser cesario tener conoci mientos de psicología evolutiva
siempre unidireccional. En función de la comprobación y educativa, psicopatología, personalidad, psicotera-
o refutac ión de las hipótesis, puede ser necesario rea- pias, programas de intervención psicológica, etc. El
li zar bucles, para volver a repensar algunos de los su- psicólogo que trabaje en el área «clínica » y de la «sa-
puestos o establecer nuevas hipótesis, cuando éstas no lud » deberá co nocer sobre las patologías mentales y
se comprueben, o en el caso de que aparezca durante físicas que padezca el paciente, su curso, evolu ción,
el proceso nueva información que antes se desconocía. pronóstico y, en esas áreas, en muchas ocasiones co la-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

borar con médicos y familiares será imprescindibl e. El nales para realizar una correcta evaluación psicológi-
orientador en el ámbito educativo deberá conocer los ca. El objetivo principal del presente tema es describir
procesos evolutivos y madurativos, las psicopatologías cómo debe ll evarse a cabo una co rrecta eva lu ación
que se relacionan con dificultades de aprendizaje, y psicológica, es decir, su método científico. Se trata de
otras probl emáticas que se suelen manifestar en ese enseñar el «Proceso de Evaluación Psicológica», que
contexto, y, deberá establ ecer una buena co laboración sirva de base sólida del mecanismo o din ámi ca que
con los profesores y familias. El psicólogo que rea li- debe establecerse para pod er ll egar a ofrecer un diag-
ce una selección de person al para cubrir un puesto nósti co, orientación selección o intervención. A partir
de trabajo deberá conocer los criterios relevantes del de ese aprendizaje, y con la práctica, un buen profe-
puesto, cómo rea lizar el recl utamiento de ca ndidatos, sion al sabrá adaptarlo a los distintos co ntextos o gru-
co nocer las diferentes técn icas e instrumentos de eva- pos con los que vaya a trabajar.
lu ac ión psicológica para establecer un adecuado exa- Para elaborar una nueva estru ctura lo más didáctica
men psicotécnico, etc., y además, tener en cuenta la posible del proceso de eva lu ación, hemos empezado
cultura de la empresa y el convenio colectivo vigente. por realizar una revisión de las fases y tareas que diver-
Sin embargo, el motivo de este capítulo no es in- sos profesores españoles han estab lecido previamente.
dicar los conocimientos profesional es y las relacion es En la Tab la 2. 1. se expone un res umen de las diferentes
que debe mantener el psicólogo con otros profesio- propuestas que a co ntinuación co mentaremos.

Estructura del proceso de evaluación descrita por diversos autores españoles


AUTORES Nº DE FASES CONTENIDOS
Alonso-Tapia (2004, 2011) 5 Proceso de evaluación para el tratamiento: Organización básica:
Plantea distintos procesos 1) Identificación y delimitación ini cia l del problema;
en diferentes ámb itos: 2) Formulación de hipótes is y deducción de pred icc io nes fa lsab les;
clínica y de la sa lud, de las
3) Selecc ió n de las variab les dependientes e independi entes sobre las
organizaciones, orientación
qu e intervenir;
ed ucativa y valorac ió n de
programas 4) Planificación del tratamiento y su va lo ración;
5) Valoración de los efectos de la intervenció n, reconducc ión del
proceso si procede y segu imiento

Ávi la (1992) 5 Proceso Psicodiagnóstico Vincular :


Aplicable a nive l indiv idual, 1) Fase ini cia l o de contacto;
de parejas y grupos fa mili ares, 2) Fase exp lo ratori a o de movilización;
grupos terapéuticos y a ni ve l
3) Fase de sistematización;
in st ituc io nal
4) Fase devolutiva;
5) Fase de co ntr.o l y seguimi ento

Buela-Casal, Verdugo y Sierra 6 Proceso tradicional:


(1997) 1) Recogida de información preliminar;
2) Desarrollo de hipótesis exp lica tivas;
3) Pl anificac ión de la eva luació n;
4) Exploración e interpretación;
5) Juicio diagnóstico;
6) Informe de resultados
Proceso conductual: ídem Godoy (199 1)

Fernández-Ba ll esteros (1980, 6 1) Formulación y eva lu ació n del problema;


1983)y 2) Formulación de hipótes is;
Fernández-B all esteros y 3) Selecc ió n de conductas-cl ave y va ri ab les relevantes;
Ca rrob les (1989)
4) Tratamiento : recogida de datos pertinentes a las hipótesis;
5) Valoración de resu ltados;
6) Seguimiento

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

,1, AUTORES Nº DE FASES CONTENIDOS


Ferná ndez-Ba l !esteros (1992, 9 Proceso correlaciona!: 1) Recogida de in formación; 2) Formul ac ió n
1993, 1998, 1999) En estas publi caciones de hipótes is y deducc ión de enun ciados verifi cabl es; 3) Contrastación
di sti ngue dos procesos: ini c ial; 4) Res ultados
correlac iona! y experimental, Proceso experimental: 1) Primera recog ida de in formac ión:
y amplía el proceso de 6 a 9 especificac ión de la demanda y del probl ema; 2) Primera
fases formul ación de hipótes is y deducc ión de enunciados verifi cabl es;
3) Contrastación inic ial de hipótes is; 4) Resultados; 5) Formulació n
de hipótes is funcionales; 6) Recogida de da tos pertinentes a las
hipótesis funcionales; 7) Valoración de resultados; 8) Resul tados; 9)
Seguimiento .

Ferná ndez-Ba ll esteros (1994) 9 1) Primera recog ida de info rmación: espec ificac ión de la demanda y
En esta pub licac ión, la auto ra del prob lema;
presentó las fases en un único 2) Pri mera formul ación de hipótesis y deducc ión de enun c iados
proceso veri ficab les;
3) Contrastación ini cial de hipótesis
4) Resultados;
5) Formul ación de hipótes is funcionales;
6) Recogida de da tos pertinentes a las hi pótesis func ionales;
7) Va loración de resultados;
8) Resultados;
9) Segu imiento

Fernández-Ba l les teros (2004, 7 Proceso correlaciona!: 1) Recogida de in fo rmación; 2) Formul ació n
20 11 ) En estas pu b licacio nes se de hipótes is y deducc ió n de enunc iados verifi cab les; 3) Contrastación
di stinguen, nuevamente, inicial; 4) Resultados
los dos p rocesos, pero el Proceso experimental: 1) Primera recogida de informac ión:
experimental se reduce a 7, especificac ión de la demanda y del probl ema; 2) Primera fo rmul ación
modifica ndo los nombres de de hipótes is y deducc ió n de enunc iados verifi ca bl es; 3) Contrastac ión
las fases 5,6,7. ini cia l de hipótesis func ionales; 4) Resultados; 5) Pl an de tratami ento
y su va lorac ión; 6) Tratamiento: di seño y admini stración y, en su caso,
eva luac ión continua; 7) Va loración (en esta última fase integra las
tareas correspondientes a las fases 7, 8 y 9 de 1992, 1993, 1998, 1999)

Forns (1993) 5 1) Obtención de datos con un doble nivel de análisis uno amp lio y
Se descri be el proceso de otro foca l izado;
eva lu ación in fa ntil 2) M ode li zac ión (d iseño de un mode lo de co nduc ta que expl iqu e
cómo se ma ntiene la conducta probl ema, establecim iento de
hipótes is de ca mbio y pronósti co)
3) Selección de estrategias
4) Trata mi ento o programa
5) Control de análi sis del ca mbi o

Forns (2001 ) 9 1) Responder a una peti ción de exploración ps icológica y obtener


En esta pub licac ión al proceso informac ión significa tiva;
de eva luación psico lógica se 2) Reformul ar la petició n en términ os ps ico lógicos y formul ar hipó tesis
le añad ió el epígrafe de «una sob re la naturaleza de la consulta;
v isión in tegrada » 3) Recoger información específi ca para veri fica r las hipótes is de
pres unción diagnóstica: el examen o expl oración psico lógica;
4) Establ ecer el diagnósti co ps icológico;
5) Transmitir la información debidamente conceptual izada
se leccionada y organi zada al destinatari o pertinente;
6) Seleccionar y pl anifica r las estrategias de tratami ento;
7) Apli cación del tratami ento;
8) Valoración del ca mbio producido como fruto del tratamiento;
9) Seguimiento o co ntro l su cesivo del establecimiento del cambi o

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

AUTORES Nº DE FASES CONTENIDOS


García-Riaño (1993, 1999) 5 1) Expl o rac ión;
2) Organ izació n y va lo rac ión de la in form ació n;
3) Interpretac ión de los datos;
4) In terven c ión;
5) Valorac ión de la intervención y seguimi ento

Gavina (1997) 7 1) Primeros contactos con el pac iente;


D escribe los pasos del 2) Recogida de datos
«Proceso terapéuti co» 2. 1. Instrumentos de eva lu ac ión
3) Organización de los datos
4) Aná li sis de la in formación
4.1. Análisis topográfi co
4.2 . Hipótes is de eva lu ació n o análisi s funcional
4.2 .1 . Va ri abl es a intervenir
4 .2 .2 . Objetivos terapéuticos
5) Tratami ento
5.1. Técn icas a utili zar
5.1. 1. Método de se lecc ió n de técn icas;
6) Ap li cac ión del tratam iento
7) Seguim iento

Godoy (1991) 6 1) A nálisis del motivo de la co nsulta;


2) Estab lecimi ento de las m etas últimas del tratami ento;
3) Aná li sis de las co nduc tas prob lema;
4) El estudio de los obj etivos terapéuticos;
5) Estab lec imi ento de los criterios d irectri ces para la elecc ión del
tratam iento adecuado
6) Eva luac ión de los resu ltados del tratamiento

Godoy y Si lva (1992) 5 1) Reco lecc ión de informaciones del cli ente;
2) Conceptua li zac ión del caso;
3) Operac iona li zación;
4) Fase de va lidac ión de la co nceptuali zación y operac iona li zac ión;
5) Fase de va lorac ión de los res ultados

Maganto (1995) 6 1) Recogida de in formació n preliminar;


D escribe los pasos como 2) Formulac ión de hipótes is
«Proceso diagnóstico de la 3) Verifi cación y va lo rac ió n de las mi smas
fun c ión terapéuti ca»
4) Juicio di agnóstico
5) Toma de decisio nes
6) Eva luac ión de las decisio nes y/o del tratam iento a fin de reformu lar
el diagnóstico y/o las dec isiones tomadas

Moreno-Rosset (2003, 2005) 9 1) Primera recog ida de informació n: especificac ión de la demanda y
Se enunc ia al proceso de del probl em a;
eva luac ión «desde una 2) Primera formu lac ión de hipótesis y deducción de enunc iados
perspectiva integradora » y se verificab les;
describe a nivel general y su 3) Contrastac ió n in icial de hipótes is;
ap licación en el área in fa ntil
4) Resultados;
5) Formul ac ió n de hi pótes is funciona les;
6) Recogida de datos pertinentes a las hipótes is fu nc iona les;
7) Valoración de resu ltados;
8) Resultados;
9) Seguimiento

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO •

r AUTORES Nº DE FASES , CONTENIDOS


Muñoz (2 003) 6 Proceso de Evaluación Psicológica Clínica (EPC):
Describe el proceso desde el 1) Aná li sis descriptivo;
ámbito clínico y de la sa lud 2) Aná li sis funciona l y fo rmu lac ión clíni ca;
3) Diagnóstico;
4) Di seño del tratami ento;
5) Eva lu ación continu ada del ca mbio durante el tratamiento;
6) Eva luación de la efectividad de la intervenc ión

Pelechano (1988) 3 1) Del imitac ión del problema;


2) Recogida de in formación;
3) Integrac ión-s istemati zació n de la in formación

Al anali za r la Tabla 2. 1, se puede observar que los senta la ventaja de ser aplicado tanto en la práctica
diferentes autores han dividido el «Proceso de Eva lua- profesiona l, co mo muy especialmente en la investiga-
ción Psicológica» entre 3 y 9 fases. En cuanto a sus con- ción, debido a todos los aspectos de co ntrol que, si
tenidos cabe decir que todos los autores han aportado bien en la práctica clínica han de tenerse en cuenta,
su «grano de arena » a la sistematizac ión del «Proceso en investi gación son absolutamente imprescindibles.
de Eva luación Psicológica ». Alonso-Tapia (2004, 2011 ), La auto ra destaca la necesidad de tener amplios co-
plantea distintos procesos para ap lica r en diferentes noc imientos de intervenció n psicológica y no sólo de
ámbitos. Ávila (1992) describe el proceso psicodiag- eva luación. A lo que añadimos, en el caso de apli car
nóstico vincular basado en la existencia de un conti- el proceso de eva luación en investi gación, la nece-
nuo desde los aspectos evolutivos del desarrol lo de la sidad de conocimientos en diseños de investigación,
personalidad hasta las formaciones psicopatológicas. análisis de datos, etc.
Buela-Casal, Verdugo y Sierra (1997) proponen, Forn s (1993, 200 1), experta en el área infa nta-ju-
por un lado, un proceso tradicional y otro conduc- venil , se ha centrado en la descripción del proceso de
tua l, al igua l que Fernández-Bal lesteros ha propuesto eva luación psicológica infantil, así como presenta una
el correlacional y experimental en 1992, 1993, 1998, v isión integrada de los dos procesos correlacional y
1999, 2004 y 2011 . Sin embargo, Fernández Ba lleste- experimental. Forns (1993, 2001) y M aganto (1995)
ros (1980) y Fernández Bal lesteros y Ca rrob les (1989) se han dedicado muy especialmente a la eva luación
describen un proceso único, como lo hacen Godoy infa nta-juvenil y proponen reali zar el proceso desde
(1991) y Godoy y Silva (1992), en el que no inclu - una perspectiva más dinámica y procesua l, que estáti-
yen la intervención psicológica, su va loración y segu i- ca. Resaltan que en la infanc ia se precisa eva luaciones
miento, como tampoco lo incluye Pelechano (1988) al periódicas para reajustar la toma de decisiones.
describir el proceso en tan solo tres fases o en cinco Algunas autoras como Gavino (1997) y M aga n-
fases García-Riaño (1993, 1999). to (1995) han denominado al proceso de eva luación
En función de los objetivos, se han propuesto en como «proceso terapéutico» o «proceso diagnóstico
enfoque corre lacional o descriptivo-pred ictivo para de la función terapéutica», respectivamente. Pensamos
diagnostica r, ori entar o seleccionar y, cuando se ha de que esas denominaciones se deben a que ambas au-
intervenir, el enfoq ue experimenta l o interventivo-va- toras describen en base a la aplicación de tratam ien-
lorativo en el que incluye la eva luación ini cial descrip- tos psicológicos, la eva luación necesaria que se debe
tiva-predi ctiva. En el proceso experimental descrito rea li za r antes, durante y después de la in tervenc ión.
por Fernández-Ba llesteros (1992, 1993, 1998, 1999), Gavino (1997) en su «Guía de ayuda al terapeuta cog-
además de la descripción del problema, el ca mbio o nitivo-conductual» resa lta que la práctica de la tera-
mod ificac ión del mi smo, describe muy pormenoriza- pia requiere el conocimiento no sólo de las técnicas
da mente cómo seleccionar correctamente las varia- a utilizar, sino también de los pasos secuenciales del
bles dependientes, independi entes y sus med idas, las proceso eva luador.
técn icas de intervención de las variables independien- Moreno-Rosset (2003, 2005) en su descripción del
tes y la eva luación y co ntrol de las variab les co ntami - « Proceso de Eva luación Psicológica desde una pers-
nadoras en el tratamiento, así como la elección del pectiva integradora », ha desarrollado el proceso de
diseño de va loración. Consideramos que la propuesta eva luación a nivel genera l y, especia lmente apli cado
del proceso de evaluación descrito por esta autora pre- en el área infantil. Detalla en cada fase del proceso
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

las ca racterísti cas de la evaluación psicológica en la Conocer el «Proceso de Evaluación Psicológica» de


infancia, y lo acompaña de una Guía Didáctica teórica forma genera l será imprescindible para luego adaptar-
y otra aplicada a un ejemplo práctico donde describe lo a cada contexto profesional (centro privado, ce ntro
paso a paso las tareas realizadas sobre un caso de un de sa lud púb lico, centro educativo, empresarial, ám-
niño con Trastorno por Déficit de Atención con Hipe- bito com uni tar io, discapacidad, fo rense, etc.) y, por
ractividad (TDAH ), (este materi al puede co nsultarse en supuesto debe tenerse en cuenta las ca racterísti cas so-
el apa rtado on-line de este Manual). ciodemográficas de las personas a eva luar (edad, nive l
Muñoz describe el proceso de eva luación aplicado cultural, etc.).
en el ámbito clínico y de la salud, haciendo hincapié Este capítu lo en sí mi smo ha representado un pro-
en el análi sis funciona l y formulación clínica de los ceso de estudio y análi sis sobre «el proceso de eva lua-
casos, aspecto que desde el 2000 ha ve nido resa ltán- ción » a partir de diferentes fuentes. En primer luga r, se
dose por la Asociación Americana de Psicología (APA). ha rea li zado una revisión de los distintos esquemas
En resumen, todos los autores co inciden en una del proceso de eva luación que anteriormente han rea-
fase inicia l de recogida de información para identifica r li zado diversos profesores de Eva lu ación Psicológica,
el problema, demanda o motivo de consulta; la ma- incluida la propia autora del presente capítul o (ver Ta-
yoría destaca la fase de formu lac ión de hipótesis; en bla 2.1). También se han examinado las Guías para el
tercer lugar, para la confirmación o refutación de las Proceso de Evaluación (GAP; Fernández-Ba llesteros,
hipótesis exp li cativas, se añade otra recogida de datos, De Bruyn, Godoy, Hornke, Ter Laak, Vizcarro, Wes-
análi sis de resultados e interpretación de los mismos. thoff, Westmeyer y Zacagnini , 2003) desarrolladas
Al final del proceso, todos los autores vuelven a co in- bajo los auspic ios de la Sociedad Europea de Evalua-
cidir en que despu és del diseño y ap licac ión del pro- ción Ps ico lógica (Europea n Association of Psycho-
grama de intervención, se debe repeti r la eva luac ión logica l Assessment, EAPA) en las que se consultó un
psico lógica para va lorar la eficac ia del mismo, y final- ampli o grupo de eva luadores y ll egó a establecer el
mente se vue lve a eva luar para realizar el segu imiento. proceso de eva luación dividido en cuatro etapas, sub-
Pero ¿se rea liza el mismo proceso si los objetivos o divididas en otras que inco rporan un listado de hasta
contextos de eva luación son diferentes? Esta pregunta 96 ta reas o acciones que debe rea li za r el eva luador
se la hemos pl anteado a diversos especiali stas en eva- para cump li r co n las ga rantías de ca lidad de l proceso
luación clínica, psicopedagógica, y de recursos huma- (ver en Anexo 1) . Estas guías, como su nombre indica,
nos, y las conclusiones han sido dos. La primera es sirve n para que el eva luador durante el proceso de
que en todos los contextos se parte del método hipo- evaluación pueda co nsultar cualquier duda que se le
tético-ded uctivo y, por tanto, se recoge información, presente o co mprobar si ha rea li zado las tareas que
se rea li za n hipótes is y posteriormente se comprueban revertirán en la ca li dad del proceso.
con la ap licac ión de los instrumentos de evaluación Además, se han estab lecido reu niones entre los
pertinentes. Segundo, que cada contexto posee unas distintos profesores de eva luación psicológica que
peculiaridades distintas y el proceso debe adaptarse a participamos en este manual y psicólogos expertos en
las mi smas, manteniendo las garantías de ca lidad (ver el ej ercicio profesional en el ámbito clínico para de-
capítul o sobre «El Proceso de Evaluación Psico lógica batir las fases y tareas que se rea li za n en el proceso
apli cado en diferentes contextos »). de eva luación . En este sentido, debemos agradecer la
aportación tan útil de los autores de los casos que se
describen en el capítu lo sobre «El Proceso de Evalua-
ción Psicológica ap licado en diferentes co ntextos». To-
2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN dos trabajan de forma apli cada y el describir los casos
PSICOLÓGICA: UNA NUEVA en función de las fases del proceso de eva luación ha
ESTRUCTURA V FORMA DE permitido refl exionar sobre aquellas tareas necesarias
APRENDIZAJE e imprescindibles en todos los casos, que son sobre
las que mayor atención se ha prestado en la nueva es-
Como hemos resa ltado, la eva luación psi co lógica tructura del «Proceso de Eva luación Psicológica» que
constituye la base para atender cualquier demanda presentamos en este capítulo en primicia .
de nuestros clientes. Para establecer un diagnóstico o En base a toda la información recabada, y el tra-
un tratamiento psicológicos, debe llevarse a cabo una bajo en equipo rea li zado, se ha decidido dividir en
buena eva luación. Lo que significa aprender las etapas ci nco fases el proceso de evaluación psicológica para
y tareas que deben llevarse a cabo y tener un amplio poderlo explica r de forma didáctica (ver Tabl a 2.2),
conocimiento de los problemas a eva luar y las perti- por lo que, como ya hemos indi cado, sus contenidos
nentes técnicas eva luativas. deben entenderse co mo un continuo ininterrump ido
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

y sin divisiones. La nueva estructura del proceso que respectivamente), y por tanto, defin e el probl ema, for-
aquí se presenta pu ede dividirse en dos bloques. El pri- mula hipótesis, selecc iona los instrumentos de evalua-
mero (fa ses 1 a 3) corresponde al proceso e valuativo ción, redacta informes, o rea li za la pl anificac ión de
en el que se evalúa el probl ema, se establ ecen hipóte- la intervención, etc. Por tanto, en las fa ses primera,
sis de evaluación, se rea li za la formul ación de ca so, y tercera y quinta el profesion al recoge o devu elve in-
la descripción, diagnósti co, ori entación y la propuesta formación, y en otras (segunda y cuarta) la procesa y
de intervenció n, cuando ese haya sido el obj etivo. El refl ex iona sobre los datos obtenidos.
segu ndo bl oque (fases 4 y 5) corresponde al proceso El proceso que aquí se expon e (ver Tabl a 2. 2) pu e-
va lorativo, centradas en la evaluación del tratami ento, de apli ca rse cuando los obj etivos son descripció n o
en las que las hipótesis que se establ ecen serán de in- di agnóstico, ori entación, se lecció n y tratami ento .
tervención. No ob stante, debido a que en los ámbitos edu ca ti -
Además, en esta nueva estru ctura del proceso se vo y laboral los procesos de evaluac ión psi co lógica
han diferenciado las fa ses o momentos en los que poseen ca racterísticas más específi ca s y distintos ob-
se está más en contacto con el cli ente (fa ses prime- j etivos, en An exos 11 y 111 se incluyen dos esqu emas
ra, tercera y quinta), de las que son fa ses de estudi o y sobre có mo ll evar a ca bo el proceso en di chos ámbi-
reflex ión en las que el profes ional rea li za tareas eva- tos, rea li za dos por profesi onales co n gran experi en-
luativas o valorativas a sol as (fa ses segunda y cuarta cia en ca da área.

U11Ntltl Estructura del Proceso de Evaluación Psicológica (Moreno-Rosset, 2019)


f FASES DEL PROCESO TAREAS A REALIZAR INSTRUMENTOS A APLICAR
1ª FASE: ESPECIFICACIÓN DE LA PRIMERA RECOGIDA DE DATOS
DEMANDA Y DE LOS OBJETIVOS

1.1. Especifica r el moti vo de la demanda a. Determinar la fin alidad de la consulta


(diagnósti co, ori entación, asesoramiento,
mediación, selección, intervención, etc.)
Aplica r instrumentos que permitan obtener
y sobre qué probl emas/so situaciones se
una información amplia y genéri ca, y
deberá eva luar
consultar otras fu entes de in form ación:
1.2. Establ ecer las co ndic iones hi stóri cas y b. Reconstruir la historia de la persona:
■ Entrevista
actuales potencialmente relevantes • Recoger in formación sobre las
■ Registros de observac ión
condiciones socioambientales
• Li stados o Inventari os de conductas
actuales y pasadas que puedan
■ Escalas de apreciación
estar provocando, manteniendo o
■ Instrumentos de «screening» o cribado de
contro lando el probl ema
probl emas
■ Rea li za r una primera aproximación a
■ Datos de archi vo
las va ri abl es personales, bi ológicas,
■ Informes de otros profesionales
sociales, ambientales, etc. relacionadas
■ etc.
con el probl ema

1.3 . Fij ar los obj etivos para atender la c. Establecer los obj etivos derivados de la
demanda demanda: con cretar sobre qué aspectos
se va a evaluar y las metas que guiarán la
eva luación

2ª FASE: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS FASE DE ESTUDIO Y REFLEXIÓN


DE EVALUACIÓN VERIFICABLES

2. 1. Formular las hipótesis de evaluació n a. En func ión de los probl emas


sobre los problemas y obj etivos de la relacionados co n la demanda, pl antea r
demanda hipótesis de evaluación verifi ca bl es

2.2. Definir los probl emas a eva luar para b. Seleccionar para cada hipótesis las Elegir instrumentos específi cos de
comprobar las hipótesis va ri abl es a eva luar eva luación de ca da una de las va ri abl es
seleccionadas. Pa ra ello, es necesari o
2.3. Seleccionar las técnicas o estrategias c. El egir los instrumentos de eva luación poseer amplia form ación sobre los moti vos
eva luativas más adecuados para cada una de las de la demanda, las técn icas de evaluación
va ri abl es y, los criteri os diagnósti cos ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

FASES DEL PROCESO TAREAS A REALIZAR INSTRUMENTOS A APLICAR


3ª FASE: COMPROBACIÓN DE SEGUNDA RECOGIDA DE DATOS
LAS HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN,
FORMULACIÓN DE CASO Y
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS

3. 1. Planificar la aplicac ión de las técnicas a. En función de las características de


evaluativas la persona a evaluar, los tiempos de
apl icación y complejidad de cada
instrumento, planificar número de
sesiones y orden de administración de las
pruebas

3.2. Aplicar las pruebas b. La aplicac ión de las pruebas debe incluir Se aplican las pruebas seleccionadas en
informar y/o formar al c liente para la fase anteri or para comprobar las hipótesis
obtener su consentimi ento y promover de evaluación y establecer la formul ación
una actitud acti va y participativa de caso

3.3. Corregir, interpretar e integrar los c. La corrección e interpretación de cada


resu ltados una de las pruebas e in tegrac ión de todos
los datos permitirá la realizac ión de las
restantes tareas de esta fase

3.4. Comprobar las hipótesis de eva luación d. Determinar la aceptación o rechazo de


cada una de las hipótesis. En caso de
no verificarse, se deberá repetir la fase
anteri or, planteando nuevas hipótesis de
eva luación verificables

3.5 . Establecer la form ulación de caso e. A través de un diagrama de tipo pictórico


describir la formulación o teoría de caso

3.6. Comunicar los resultados del proceso f. Si el objetivo es realizar un diagnóstico,


eva luativo. Informe de eval uación se ofrecen los resu ltados del proceso
eval uativo de forma oral y, conviene
redactar el Informe de eva luación, por si
se solicitase en ese mismo momento o
pasado un tiempo tenerlo disponible

g. Si el objetivo es realizar una


intervención, se añad irá la planifi cac ión
del programa, por lo que la fase cuatro
deberá antic iparse a la comun icac ión de
resultados

4ª FASE: PLANIFICACIÓN DEL FASE DE ESTUDIO Y REFLEXIÓN


PROGRAMA Y FORMULACIÓN DE
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN A partir de la form ulación de caso:

4. 1. Definir sobre qué problemas intervenir a. Concretar los problemas, síntomas o


conductas sobre las que se pretende
interveni r

4.2. Establ ecer cómo se va a intervenir b. El egir la manera co n la que se reali za rá


la intervención y en qué dirección :
aumentar, disminu ir, implementar, etc.

4.3. Elegir con qué estrategias, técn icas o c. Decidir las estrategias, técnicas o
programa se va a intervenir programa de intervención

4.4. Formul ar las hipótesis de intervención d. Las hi pótesis que se establ ecen son sobre
los ca mbios que se esperan obtener con
la ap li cación de la intervención

4.5 . Estructurar la intervenc ión psi co lógica/ e. Decidir el número de sesiones, sus
terapéutica contenidos y duración.

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

FASES DEL PROCESO TAREAS A REALIZAR INSTRUMENTOS A APLICAR


5ª FASE: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE TERCERA RECOGIDA DE DATOS Y
LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA APLICACIÓN DEL TRATAMIENTO

5.1 . Seleccionar los instrumentos de a. Comprobar que todos los contenidos


eva luación necesari os para va lorar la de la intervención puedan ser va lorados
efi cacia de la intervención con las pru ebas aplicadas en el proceso
eva luativo
b. En caso de que algu nos no hayan sido Ap li ca r los nuevos instrumentos de
eva luados, aplicar los instrumentos de evaluación necesari os para completar la
evaluación correspondientes va loración pre-tratamiento

5. 2. Ap lica r las estrategias, técnicas o c. Rea lizar el tratamiento


progra ma de intervención

5.3. Va lorar los resultados y comprobar las d. Rea li za r una eva luación pos-tratamiento Apli ca r todos los instrumentos para la
hipótesis de intervenc ión para comprobar el logro de los objetivos va loración pos-tratamiento, que permitan
establecidos y confirmar las hipótesis de comparar los resultados con los obtenidos
intervención en el pre-tratamiento

5.4. Comunica r los resultados del proceso e. Informar de fo rma oral y/o escrita ele los
va lorativo. Informe de intervenc ión resultados obtenidos

S.S. Preparar para el alta o cierre f. Prepara r para el alta


provisiona I del caso, si se ha/n previsto g. En caso de seguimiento/s establ ecer
segui miento/s nuevas fechas

5.6. Seguimiento/s : va loración del h. En caso de ser necesario, vo lver a Ap lica r los instrumentos o las técn icas de
mantenimiento de los objetivos evaluar, para confirmar el mantenimiento eva luación que sean necesarios
alcanzados ele la mej oría alca nzada

Cuando el objetivo de la eva luación incluya el tra- ri o usa rl as todas cuando se rea lice una eva luación psi-
ta miento psico lógico se ll eva rán a cabo todas las fases co lógica. Se ha optado por hacerlo así para mostrar el
descritas en la Tab la 2.2, mientras que cuando los ob- aban ico de posibilidades y utilidades que cada técnica
jetivos sean describir, di agnostica r, ori entar o se leccio- posee. Como se verá, la información obtenida con unas
na r el proceso se terminará en la te rcera fase. Segui- u otras técnicas, en la mayoría de los casos correlacio-
da mente describiremos el proceso de eva luación, con na totalmente, por lo que, en la prácti ca con tan solo
los objetivos de diagnóstico e intervención psicológi- utili za r un procedimiento puede ser suficiente, siempre
cos, lo que permitirá explicar la ap li cac ión completa y cuando el evaluador sepa ap lica rl a rigurosamente,
de las cinco fases del proceso, así como se describirán habiendo adquirido experi encia a través de supervi-
las ca racterísticas específicas cuando se aplica en la siones profesionales adecuadas. La diferencia entre el
etapa infa nta-juvenil, donde se requiere obtener infor- evaluador inexperto y el experto reside en que el prime-
mación de más fuentes de inform ación que cuando se ro eva lúa esperando encontrar algo sobre el problema,
trata de una eva luación sobre adultos. mientras que el segundo tiene un objetivo específico y
A continuación, presentamos en qué consiste cada aju sta la estrategia eva luativa a ese objetivo.
fase del proceso y las tareas que se deben reali za r para la En definitiva, describiremos el «Proceso de Evalua-
correcta recogida de información, elaboración de hipó- ción Psicológica» muy detalladamente para enseñar la
tesis, comprobac ión de estas, etc. Con fines didácticos, utilidad de todas las técnicas que en este manual se
además se detallará la forma en que se ha reali zado so- describen. Nuestro objetivo es que los futuros psi có lo-
bre un caso y se irá comentando la utilidad que las diver- gos o los nóveles aprendan la laboriosa rutin a a seguir,
sas técnicas de eva luación (entrevista, observación siste- y con la adquisi ción de ese aprendi zaje y experi enc ia
mática, subjetivas, proyectivas, psicométricas), poseen a sabrán rea li za r el proceso con menos ca ntidad de da-
lo largo del mismo, y el uso del informe oral y escrito. tos y en menor tiempo. Por ello, al final de cada fase,
De esta manera se ofrecerá una visión amplia y práctica expondremos cómo optimizaría un eva luador experto
de la aplicación de todos los contenidos de este manual. las labores descritas. Se trata de aprender bien, para
El hecho de mostrar en un caso la aplicación de to- saber luego hacerlo mejor.
das las técnicas eva luativas no significa que sea necesa-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

La prim era toma de contacto con el cli ente se rea li-


3. FASES DEL PROCESO DE za, habitualmente, a través de la entrevi sta psico lógica
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA con el fin de averi guar el motivo de la con sulta, las
co nductas-probl ema principa les y cuáles son los ob-
jetivos o expectativas del soli citante acerca de nuestra
1 ª FASE: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA labor. Los instrumentos de evaluación que se apli ca n
Y DE LOS OBJETIVOS en esta prim era fase permiten obtener una info rm ación
amplia y genéri ca. Por tanto, se pueden apli ca r, ade-
Todo Proceso de Eva luación Psico lógica empieza más de la entrevi sta, registros de observación, listados
por averi guar el motivo de la soli citud y, establ ecer los de conducta, esca las de apreciación, instrumentos
obj etivos sobre la mi sma. En este aspecto ini cial co in- de «screening» o cribado de probl emas, así como, se
ciden todos los autores (ver Tabl a 2 .1). Se trata de: 7) pueden co nsultar otras fu entes de información, como
esp ecificar el m otivo de la demanda, 2) establecer las datos de archivo, in formes de otros profesionales, etc.
condiciones históricas y actuales potencialmente rele- Según sea el caso, también se puede precisar co n-
va ntes (personales, soc iales, ambi entales, biol ógicas, tactar co n profesionales de la medicina; por ejemplo,
etc.), es decir elaborar el hi stori al, y 3) fijar los objeti- en casos en los que haya habido una evaluación neu-
vos para atender la demanda. Al ca nza r las tres metas rol ógica, etc. En los Principios Generales del Código
de esta primera fase resulta imprescindibl e para que Deontológico del Psicó logo, Artículo 5°, se recoge que
el resto del proceso se rea li ce co n éx ito, debido a que «El ejercicio de la Psicología se ordena a una fin alida d
la in formación recabada al inicio del proceso permi te humana y social, que puede expresarse en objetivos ta-
establ ecer hipótesis de evaluación y formul ac ión de les como: el bienesta,; la salud, la ca lidad de vida, la
caso, como se verá más adelante. plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos,
En la recogida de in formación sobre casos adultos, en los distintos ámbitos de la vida individual y social.
quien informará será el propi o so li citante, mientras Puesto que el/la Psicólogo/a no es el único profesional
que en las demandas infa nta-juveniles, suelen ser los que persigue estos objetivos humanita rios y sociales, es
padres quienes rea li za n la consulta y ofrecen los pri - conveniente y en algunos casos es precisa la colabora-
meros datos sobre el hijo, así como también se recoge ción interdisciplinar con otros pro fesionales, sin perjui-
in form ación del propi o niño y, si es preciso, de otros cio de las competencias y saber de cada uno de ellos".
informantes. Por supuesto, según sea cada caso se ele- La forma de contactar éti ca y adecuadamente con
girán las fuentes de info rm ación pertin entes . otros profes ionales de la sa lud queda recogida en el
Cuando se rea li za el proceso de evaluación sobre Artícul o 20° del Apartado 11 de la Competencia pro-
personas mayores, si el soli citante es el hijo, se recabará fesion al y de la relación con otros profesionales, que
información de éste y también de la persona mayor, así indica «Cuando una de terminada evaluación o in ter-
como de otros informantes como pueden ser profesio- vención psicológica envuelva estrechas relaciones con
nales de la sa lud, cuidadores, familiares, trabajadores otras áreas disciplinares y competencias profesionales,
sociales, etc. Quienes estén interesados en conocer el el/ la Psicólogo/a tratará de asegurar las correspondien-
Proceso de Evaluación Psico lógica apli cado en la vejez, tes conexiones, bien por sí mismo, bien indicándoselo
pueden consultar a Fernández-Ballesteros, Oliva, Vi zca- y orientando en ese sentido al cliente".
rro y Zamarrón (2 011 ). En todos los casos, lo importante Para expli ca r la relevancia que ti ene rea li za r esta
será recoger la máx ima información sobre la persona o prim era fase del «Proceso de Eva luación Psicológica »,
personas sobre quien se rea li za la demanda o con sulta. así como la manera correcta de ll evarl a a ca bo, a con-
Tanto si la evaluación psicológica se reali za sobre tinuación, expli ca remos cómo se ha reali zado sobre
un adulto, una pareja, un niño, un anciano, una famili a, un caso infa nta-juvenil.
etc. se trata de conocer su probl ema actual, su histori a
pasada y los distintos contextos o esferas en los que Jesús, niño de 13 a ños de edad, que repite 1° de la ESO
afecte. Sin embargo, como decimos, mientras que en con unos resultados académi cos negativos, abse ntismo es-
los casos adultos dicha información se obtiene directa- col a r, agresividad ve rba l y física, falta de respecto a l profe-
mente de ellos, en la evaluación apli cada al contexto sorado y a sus compa ñe ros, por lo que ha sido expulsado
infa nta-juvenil o en casos en que los sujetos no pue- del Instituto repetida me nte. La madre, Toñi, es quié n rea-
dan por si mismos ofrecernos la información necesari a liza la de ma nda . Pide ay uda para mejo rar sus estudi os y
(personas decl aradas inca paces, por ejemplo), pu eden compo rta mi e nto.
intervenir distintos informantes, por lo que el «Proceso
de Evaluación Psicológica» puede convertirse en más
ampli o al recoger información multi-inform ante.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

1.1. Especificar el motivo de la demanda estab lecimiento de la alianza terapéutica. Como po-
drá observarse (Cuadro 2 .1 ), se trata de una entrevista
El motivo de la demanda puede empezar a reco- inicial abierta y centrada en el entrevistado en la que
gerse cuando se toman los datos para la primera cita. se utilizan, principalmente, «técnicas de respuesta de
En el caso que vamos a presentar, los motivos se con- escucha no directivas ». Las características de las pri-
creta ron en la primera entrevista a Toñi, al término de meras entrevistas pueden consu ltarse en el capítulo
la cual se pudo determinar la finalidad de la consu lta sobre «La entrevista en el Proceso de Eva luación Psico-
(diagnóstico y tratamiento sobre los problemas de su lógica», por lo que se pueden identificar las respuestas
hijo), sobre quien se reali zaba Uesús, su hijo) y sobre de escucha de reflejo, clarifica ción, paráfrasis, resu-
qué problemas (bajo rendimiento académico y eleva- men, etc. que ha utilizado la terapeuta en la primera
do comportamiento agresivo). recogida de datos.
La entrevista inicial se aplicó tras la presentación Para ampliar información sobre Jesús, al terminar
oportuna de la psicóloga, la solicitud de la firma del la entrevista (ver Cuadro 2.1 ), la psicóloga le entregó a
consentimiento de protección de datos y el correcto Toñi el cuestionario «Sistema de Evaluación de Niños

Primera sesión: entrevista inicial con Toñi, madre de Jesús


ENTREVISTA INICIAL
Fecha: 10 octubre Nº historia:
Nombre y apell ido del niño por el que se rea li za la consulta: Jesús
Fecha de Nacimiento: Edad cronológica: 13 años 6 meses
Nombre del padre, edad y profesión: Pedro, 42 años, Mecánico
Nombre de la madre, edad y profesión: Toñi, 38 años, Limpiadora
Nombre de los hermanos y edades: José Luís (20 años) y Amelia (12 años)
Dirección, tel éfono de contacto, correo-e:
Cen tro escolar, curso: IES público de su zona, 1° ESO (repite)
Nombre del tutor/a :
Nombre del o de los entrevistados: Toñi
Nombre del entrevistador: Terapeuta
Constitu ción del núcleo fam iliar: P- M-V (José Luís 20 a.) -V (Jesús 13 a.) - M (Amelia 12 a.)

• Terapeuta: «Toñi, cuéntame ¿qué motivos te han traído aquí?" • Toñi : «Pues que los resultados académicos aún son peores.
• Toñi: «Pues verás, estoy aquí por mi hijo Jesús que tiene Desde que ha empezado el curso (hace algo más de un mes) no
problemas en el colegio" quiere ir y cuando acude falta el respeto a los profesores, les da
malas contestaciones. Se ha vuelto más agresivo, insulta y pega a
• Terapeuta: «Umm " (moviendo la cabeza de arriba hacia abajo) sus compañeros de clase, en cambio en casa todo es diferente»
• Toñi: «Es que no sé por dónde empeza r, pues me siento fatal" • Terapeuta: «Estás diciendo que mientras que en el colegio se
• Terapeuta: «Pareces angustiada ¿es por tu hijo ?" porta mal con profes y compaíieros, ¿en casa no ocurre lo
• Toñi: «Si, por él y por mí que me siento responsable de todo mismo?»
cuanto está ocurriendo" • Toñi: «Sí, en casa todo va como siempre »
• Terapeuta: «¿Podrías decirme a qué te refieres con "todo cuanto • Terapeuta: «¿Y cómo es como siempre?"
está ocurriendo ?» • Toñi : «En casa suele esta r callado, es poco hablador, nunca ha
• Toñi: «Me refiero a que me siento culpable de que no estudie y sido muy cariñoso ni ha dado problemas"
se porte mal en el colegio" • Terapeuta: «Recuerdas alguna vez que haya sido más cariñoso y
• Terapeuta: «Si he entendido bien, te sientes responsable de los hablador"
problemas que tiene tu hijo en el colegio" • Toñi : «Ahora que lo dices, sí que últimamente observo que
• Terapeuta: «Podrías decirme exactamente qué tipo de problemas habla más conmigo en la cocina y, se muestra cariñoso y me
tiene Jesús en el colegio» suele obedecer si le pido que ponga la mesa o me ayude en ... "
• Toñi : «Si claro. Resulta que todo iba bien en el colegio hasta el • Terapeuta: «Eso que cuentas es muy positivo.¿ Te agrada que se
año pasado que Jesús pasó de Primaria a Secundaria. Entonces comunique contigo y te obedezca "
las cosas cambiaron y empezó a suspender y portarse mal. Con • Toñi: «Si, claro, pero yo trabajo todo el día y apenas paso
los compañeros, se peleaba, se saltaba clases, y suspendió todo tiempo en casa. Cuando Jesús llega del colegio no estoy y
a final de curso, por lo que este año repite y la situación ha cuando llego estoy muy cansada y debo ocuparme de la casa,
empeorado, por esto estoy pidiendo ayuda » la cena, etc. Pienso que le dedico poco tiempo y quizá esto
• Terapeuta: «Podrías explicarme qué quieres decir con que la está afectándole en la escuela desde el año pasado. Por eso me
situación ha empeorado» siento culpable" ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

• Terapeuta: «O sea que relacionas tu sentimiento de culpa con • Toñi : «Pues que tiene parte de razón, ¿Por qué se m eten con mi
que no pasas suficiente tiempo con Jesús» hijo, si los dem ás también lo hacen ?»
• Toñi: «Así es, eso es justo lo que siento» • Terapeuta: «¿ Estás diciendo que los demás niños de clase
• Terapeuta: «Adem ás del poco tiempo que pasas con él, ¿qué también hacen lo mismo?»
más factores crees que pueden influir en su comportamiento?» • Toñi : «Bueno, lo supongo»
• Toñi : «La verdad es que no lo he pensado. Quizá sí haya más • Terapeuta: «En de finiti va, resumiendo parece que los problem as
cosas. Seguram ente sí. Pero tiendo a sentirme responsable de lo académicos ele Jesús se arrastran desde el curso pasado que
que les ocurre a mis hijos, ¿Tú tienes tam bién hijos, alguna vez suspendió, y en éste que repite se han aiiadiclo m ás problem as
te has sentido com o yo?» escolares, irritabilidad, fa lta de respeto al pro fesorado y
• Terapeuta: «No importa si yo me he sentido así, lo importante agresivida d hacía sus compañeros y pides ayuda para mejorar
es cóm o te sientas tú. Y es normal que las m adres, los padres sus estudios y su comportamiento»
nos sintamos responsables de lo que les ocurre a nuestros hijos. • Toñi : «Efectivam ente. Así es. Me gustaría saber qué le pasa
También hay padres que les pasa lo contrario, que culpan o y cóm o ayudarle a superar sus estudios y que vuelva a
responsabiliza n a los demás » ser respetuoso con los dem ás, que no se convierta en un
• Terapeuta: «Me gustaría que m e explicases si con los otros delin cuente. Esto m e da mucho miedo»
hermanos ha habido los mism os o parecidos problem as» • Terapeuta: «Si te parece Toñi, vam os a dejarlo aquí pues como
• Toñi : «Pues, no. No los ha habido. El mayor es tá en la te he explica do al principio, para sa ber qué le está pasa ndo
Universidad y estudia Químicas, y la pequeña va mu y bien en el a tu hijo y cóm o ayudarle, hemos de recoger información, no
colegio» sólo a través de ti, sino también de tu marido y ele Jesús. Sería
conveniente tener información, también, de su tutor o de la
• Terapeuta: «Y ¿cóm o es la relación de Jesús con el resto de la psicóloga del Instituto. Te agradecería les com entases que has
fa milia?»
venido a verme y que les llamaré para hablar con ellos. Pídele
• To ñi : «Con su hermano mayor se lleva bien, con su padre se su telé fono, pues estoy segura podrem os encontrar entre todos
grita n mutuam ente y no se soportan, y con su hermana pequeña una solución que bene ficie a Jesús y a todos, claro. Y, otra cosa,
la ignora y a veces la desprecia diciéndole "tonta'; "estúpida"» si tienes algún informe psicopedagógico, por favor, tráelo el
• Terapeuta: «Con tu marido, ¿habéis intentado hacer algo para próximo día»
resolver el problem a?» • To ñi: «Estupendo . Hablaré con todos. El tutor es m ajo y creo
• To ñi : «Pues difícil pregun ta m e haces » (mordi éndose el labi o que colaborará porque él también está muy preocupado y fue
inferi o r y suspirando) . quien me dijo que buscara ayuda externa. Me voy más tranquila
de lo que he entrado. Siento que estoy en camino de encontrar
• Terapeuta: «¿ Podrías decirme que quieres decir con que se trata
soluciones y eso m e anima»
de una pregunta difícil?»
• Terapeuta: «Si, das la sensación de estar más relajada. Me alegro
• Toñi : «Pues que no nos ponem os de acuerdo. Pedro quiere
mucho»
arreglarlo todo a gritos y con am enazas que suele cumplir, com o
quitarle las pagas. En cambio yo creo que es m ejor dejárselas • Terapeuta: «Te doy una segunda cita para dentro de una
para que no haya más problem as » sem ana, pero el próximo día ven con tu m arido, pues lo
que harem os será recomponer la historia ele Jesús desde
• Terapeuta: «¿Si he comprendido bien, habéis probado desde
su nacimiento hasta la actualidad, por lo que así, si uno no
gritarle y quitarle la paga a dársela?»
recuerda algo, el otro quizá sí. Explícaselo a Pedro para que
• To ñi: «Sí y con enfados entre mi marido y yo, cla ro» comprenda la importancia de su colaboración y asistencia »
• Terapeuta : «¿ Os ha fun cionado alguna de las dos formas? ¿Cuál • Terapeuta: «Tam bién te doy un cuestionario para que lo rellenéis
estáis utilizando ahora?» juntos Pedro y tú en casa, y lo traigáis en la próxima visita. Se
• Toñi: «Pues yo creo que ninguna fun ciona, pues si le quitamos la trata de preguntas fáciles. Es importante que lo respondáis con
paga se pone rabioso y si se la dam os se la gasta enseguida» sinceridad, sin miedo, sin dudar, pues vosotros conocéis bien
• Terapeuta: «Comprendo Toñi. De esto volveremos a hablar en
a vuestro hijo y podréis rellenarlo sin dificultades. Pero, si en
la próxima visita cuando vengas con tu m arido. Ahora podrías alguna pregun ta vuestras respuestas fu esen distintas, las anotáis
explicarme que te han dicho en la escuela, pues si he entendido aparte y seguís resp ondiendo sin pararos, y el próximo día lo
bien, dijiste que tiene problem as con los estudios, y también vem os juntos ¿tienes alguna duda?» (les entrega Cuestionario
falta el respeto a sus pro fesores, agrede, insulta y se pelea con SENA)
los compañeros » • Toñi: «No, ninguna. A ver si mi marido quiere rellenarlo
• Toñi : «Efectivam ente. Su tutor dice que no presta atención en conmigo»
clase, es impulsivo y se enfa da. Busca excusas y justificaciones • Terapeuta: «Sería conveniente que lo rellenaseis juntos, pero si
para no estudiar, ni hacer las tareas. Nos han llam ado para no quisiera, no le insistas y lo respondes tú sola»
decirnos que hace "pellas" y que, adem ás de pelearse con sus • To ñi : «Me tranquiliza esa posibilidad que m e das»
compañeros, ahora les insulta y, también a los profesores, por lo
• Terapeuta: «Y a mí, sentirte tranquila, pues no se trata de que te
que le han expulsado »
marches con preocupaciones añadidas»
• Terapeuta: «Comprendo, ¿qué dice Jesús sobre esas expulsiones?»
Al fin al de la entrevi sta Terapeuta se levanta y abri éndol e la pu erta
• Toñi : «Dice que le tienen manía, que no es para tanto y que del despacho a Toñi la acompaña hasta la sa lida con amabil idad
exageran» y ca lidez.
• Terapeuta: «Y tú, ¿qué opinas de eso?»
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Anotaciones de la psicóloga después de la entrevista inicial


El motivo de demanda es sobre Jesús (13 años), esco larizado en peleaba y se saltaba clases . H acía «pell as». Tuvo expu lsiones y
1° ESO en un IES que repite curso y presenta conductas agres ivas. suspendió el cu rso.
■ Este año que repite, los resultados académicos han
la solicitud se centra en: diagnóstico «saber lo que le pasa» e empeorado. Está más agres ivo con sus compañeros (les pega
intervenc ió n sob re el rendimi ento académico y comportam iento e in sulta) y se ha añad ido la fa lta de respeto a los profesores
agres ivo «que pueda superar 1° de la ESO y que vuelva a ser (ma las contestac iones) y también ha tenido expul siones.
respetuoso »
En casa:
Actualmente está rep iti endo el c urso con res ul tados académ icos ■ Es ca ll ado, poco hablador.
negativos, a los que se añade absent ismo, agresividad física y ■ Con la madre y hermano mayor m antiene buena relación.
verbal; fa lta de respeto al profesorado y compañeros; expu lsiones. ■ Con su padre y su hermana peque1ia no se ll eva bien.
■ Con el padre se gri tan y a su hermana pequeña la desprecia .
En la escuela: ■ La madre se siente culpable, le justifica y le sigue prem iando
■ Hasta antes de camb iar de Primaria a Sec undaria Jesús ll evab a con la paga.
bien sus estudi os. ■ El padre le grita y le casti ga quitándole la paga.
■ El año pasado al ca mbiar de nivel esco lar empieza a tener ■ Los padres están en desac uerdo ante las pos ibl es so luciones
prob lemas de rendimiento y en c lase con los compañeros se adoptadas.

y Ado lescentes» (SENA; Fernández-Pinto, Santamaría, y Pedro, con el fin de reconstruir la hi storia de Jesús
Sánchez-Sánchez, Ca rrasco y del Barrio, 20 15), Nivel 3 y recoger informac ión sobre su desarrollo, mad urez,
Secundari a que se ap lica a niños entre 12-1 8 años, en aspectos soc iofam ili ares y esco lares pasados y actua-
su formato para cu mplimentar por la fa mili a. Se trata ele les. También cump limentaron la Escala de Satisfacción
un instrumento que permite la eva luación de un amp li o Familiar por Adjetivos (ESFA; Barraca y López-Yarto,
espectro de problemas emociona les y de conducta, así 2017). A co ntinuación, transcribimos una síntesis de
como problemas contextua les con la fa mili a, escuela, los resultados de la entrevista biográfi ca (ver Cuad ro
compañeros, y también, áreas de vulnerabilidad y re- 2.3). Al aju sta rse a un gu ion preestablecido, se rea li-
cursos psicológicos. Posee la ventaja de disponer de zó un tipo de entrevista más cerrada y estructurada y
va rios formatos heteroapl icados en co ntextos famili ar y centrada en el entrev istado, por lo que se utili zaron las
esco lar y de autoap li cación. De esta forma, a través del técnicas de respuesta de escucha no directivas que se
SENA se puede realizar una eva luación multi-informan- describen en el capítu lo de «La entrev ista en el Proce-
te, motivo por el que la terapeuta lo eli gió, así como, so de Evaluación Psicológica ».
empezó a plantearse, en base a su formación, determi- La decisión de la terapeuta de adm ini strarles a Toñi y
nadas hipótes is de eva luación sobre posibles manifes- Pedro «La Escala de Satisfacción Familiar por Adjetivos »
taciones de conductas externa!izadas en Jesús (ver se- (ESFA; Barraca y López-Ya rto, 2017) se debió a que, a
gunda fase) que con este instrumento podría verificar. través de los datos obten idos en las dos entrevistas ini-
Recuérdese que las fases está n establecidas con el fin ciales, observó que existía un problema de relaciones
didáctico de exp li ca r el proceso. No significa n que una fa mili ares que pudiera esta r afectando a los motivos de
tarea se deba rea li zar estrictamente detrás de la otra, la demanda y sobre el que se plantearía hipótesis de
sino que se trata de un continuo en el que cuando se eva luación (ver segunda fase). Teni endo en cuenta la
ha obtenido experiencia en eva lu ar, se rea li za n las ta- experi enc ia y conoc imi entos de la terapeuta sob re los
reas de forma interconectada y los profesionales llega n problemas detectados y sobre los in strumentos de eva-
a olvidar los nombres de las fases, au nque no las ta reas. luación, al fin ali zar la entrevista biográfica les solic itó
Después de la primera entrevista, como se resa lta a los padres que cumplimentasen el ESFA. Se trata de
en el cap ítulo sob re «La entrevista en el Proceso de un instrumento fácil y rápido de ap licar (entre 5 y 10
Eva luación Psicológica», resu lta sumamente útil rea li- minutos) para co nocer su grado de satisfacción fa mili ar
zar un res umen de los principales datos obtenidos (ver y puede admini strarse en ad ultos y ado lescentes, por lo
Cuadro 2.2). que podría admi ni strarlo posteriormente a Jesús.
Como se describe en el cap ítul o sobre «Los ins-
trumentos de eva lu ación psicológica y ga rantías de
1.2. Establecer las condiciones históricas y ca lidad», para su correcta adm ini stración y siguiendo
actuales potencialmente relevantes las indi cac iones del Manual, primero les hi zo leer la
primera ca ra del Ej emp lar donde se especifica n las ins-
Con el fin de estab lecer las condiciones pasadas trucc iones que deben seguir a la hora de comp leta r
históricas y actua les potencialmente releva ntes, se rea - la esca la. Les recalcó la importanc ia de respo nder a
li zó en la segunda cita la entrev ista biográfica a Toñ i todos los adjetivos pensando en su propia familia y
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Segunda sesión: entrevista biográfica con padres de Jesús


ENTREVISTA BIOGRÁFICA CON LOS PADRES DE JESÚS: TOÑI 3. Maduración inicial: También fu e bi en. De pequeño comía y
Y PEDRO dormía b ien. Le dio el pecho los prim eros tres meses. Empe-
zó la lactanc ia artificial bi en, y andar y hablar a su ti empo,
Al recibir a Toñi y Pedro, la psicóloga vu elve a expli ca r determi- según su ped iatra. Dejó de hacerse pi s en la ca ma a los cua-
nados aspectos básicos, ya que Pedro es la primera vez que asiste. tro años.
Comenta acerca de la confidencialidad, la colaboración, honesti- 4. Lenguaje: Todo bi en.
dad, lo importante de decir la verdad y ser sinceros, y co mo se está
llevando a ca bo el proceso de evaluación psicológ ica. 5. Sueño: En la actualidad duerme unas 7.5 horas. No presenta
alteraciones en el sueño, salvo que habl a en voz alta algunas
Les pide el Info rm e psicopedagógico que Toñi indicó en la primera veces. Duerme solo en su habitación que la tiene hecha un
vi sita que tenía, así como el Cuesti onario SENA y les pregunta si «desastre». Tiene en su cuarto TV y ordenador.
han estado de acuerdo en todas las respu estas. Lo revisa n jun tos
y les agradece y va lora positivamente el esfu erzo rea li zado. Toñi 6. Alimentación: Todo ocurri ó a su ti empo. Come bi en.
co menta que ha habl ado con el Tutor y que estará enca ntado de 7. Área motora: Aparenta tranquilidad porque es poco habla-
que le ll ame la terapeuta. Le da el teléfono y también el correo-e dor, pero ambos padres consideran que es ansioso, intran-
que le ha facilitado. quil o, que está irri ta bl e.
A co ntinuación, se expone un resumen de los da tos más significa- 8. Socialización-Ocio: De pequeño todo bi en. Ahora ti ene po-
tivos recogidos a los padres en la entrevista de anamnesis de Jesús. cos amigos. Hace muchas cosas so lo, porque con su her-
Motivo de la demanda: M ej orar el rendimiento escolar y eliminar mana hace como que la ignora. Creemos que tiene celos
comportamientos agresivos de Jesús. de ell a. Pues ella va bi en en el co legio. Ti ene un año menos
que él y ambos están este año en Primero de la ESO, al haber
1. Problemas observados actualmente. Desde cuando sucede: suspendido Jesús el año pasado. Y le decimos que estudi en
juntos y ella le ayude, pero él se niega a estudi ar con ella.
En Primari a, la adaptación y rendimiento eran adecuados. El pro-
Di ce que es una «sabi onda» y que no la necesita para nada.
blema se inició el año pasa do que no aprobó el curso. Este año
repi te 1° de la ESO . 9. Sexualidad: Bueno, no hemos habl ado de eso en casa. Supo-
nemos que se masturba por lo que a veces hemos enco ntra-
Actu almente no presta atención, busca excusas y justifi cac iones
do en su cuarto o porque, a veces, se encierra y no nos deja
para no estudi ar, hace «pellas» y presenta probl emas de comporta-
entrar.
miento en la escuela. Insul tos a los profesores, a sus compañeros.
10. Enfermedades: No ha tenido enfermedades. Ll eva gafas para
2. Antecedentes familiares: hermanos u otros familiares con los leer. Desde hace un mes pues se quej aba que no veía la
mismos u otros problemas pi za rra. Pero se las o lvida muchos días en casa.
N i el hermano mayor ni la hermana pequeña han tenido problemas 11. Aspectos emocionales, afectivos y conductuales: No es muy
pareci dos. Jesús ti ene dos herm anos, uno de 20 años y su hermana habl ador, cuando habla, lo hace chill ando. Es poco ca riño-
de 12 que presentan un buen rendimiento universitari o y escolar, so, solo lo es con la madre. Ll ora co n frecuenc ia sin motivos
respectivamente. Tanto Jesús como Amelia llevaban bi en sus estu- aparentes y le gri ta a su pa dre y a sus hermanos. Da co ntes-
dios en Primari a y les premiaban por sus ca lificaciones. Al ca mbia r taciones inadecuadas, desprecios como «fea» a su hermana,
de nive l, a Jesús el año pasado le presionaban, d iciéndole que tenía «tonto» a su herm ano mayor, «gordo» a su padre, a qu ien
que estudiar más y empezaron las discusiones en casa y los pro- cuando se enzarza n, le llega a decir «te voy a matar». Solo
blemas en el co legio. obedece a su madre cuando le pide que haga algún recado.
Le gusta la coc ina y a veces se pone a coc inar con ella. En
3. ¿Está actualmente o ha estado en tratamiento? No la escuela le han expul sado por mal comportamiento co n
compañeros y profeso res. No presta atención en clase, bu s-
4. ¿Cómo han intentado solucionarlo hasta ahora? ca excusas para no estudi ar, hace «pellas» .
Riñéndole, casti gándole, dice el padre. 12. Escolarización e historial académico: (anotamos algunos
La madre le vuelve a justifi car en esta entrevista diciendo: «Por qué deta lles)
se meten con mi hijo, si ahora todos hacen lo mismo» 1. Inicio y adaptación a la escolari zac ión: Bi en
El padre explica: «Yo le riño y le grito más que el año pasa do, p ero 2. Colegios a los que ha asistido: Ha pasado por va ri os co-
parece que por un oído le entra y por el otro le sale» legios
A co ntinuación, se in icia la anamnesis del niño desde el naci- 3. Adaptac ión escolar: En todos ha sido buena
miento hasta la actualidad. Se presenta un resumen de los apar- 4. En la actualidad ¿presenta probl emas para ir al co legio?
tados de desa rro llo desde embarazo, maduración inic ial, sueño, Si. Absentismo escolar
lenguaje, alimentac ión, sociali zac ión. Y se amplía más inform a-
ción en los aspectos emocionales, afectivos y co nductu ales, la S. ¿Está moti vado o interesado por el trabajo esco lar? NO
esco lari zac ión y aspectos sociofa miliares po r ser los más impor- 6. ¿Hace deberes escolares en casa? Generalmente no.
tantes en este caso. 7. ¿El trabajo que rea li za el niño en casa está en concordan-
1. Embarazo: Fue deseado, pues Toñi tuvo mu y joven a José cia con los resultados académicos que obti ene? Ahora si,
Luís y quería tener más hijos. Durante el embarazo se en- pues no hace deberes y no ati ende en cl ase y va mal en
contró bi en y no hubo disgustos ni malas noti c ias. todo
2. Parto: En palabras de la madre, el parto representó una 8. ¿Quién supervisa la rea li zac ión de los deberes escolares?
«propin a» o «premio» del Universo, pu es todo fue bien y el Su hermano mayor José Lui s, pero le engaña. ¿Cuánto
reconocimiento médico al nacer fue de total normalidad en ti empo pasa co n él? Depende de si José Lui s tiene que
todos los aspectos eva luados. hacer trabaj os o estudio de la Universidad . ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

9. ¿D esde cuándo presenta prob lemas de rendimien to u 5. ¡ Existe coherencia en el cumplimiento de las normas a
otros? Desde el año pasado que empezó 1° de la ESO. seguir? No.
1 O. ¿Ha repetido algún curso? Sí. Repite este curso 6. ¡Cómo se actúa ante las conductas negativas? Castigos
11 .- ¡ Están los padres en contacto periód ico con la escuela? variados y se los dejamos, diciéndole «quedas castigado
Nos ll aman para decir que no va al co le, nos piden para hasta que te portes bien »
hablar con nosotros, pero con el trabajo que tenemos los 7. ¡Con cuánta frecuencia se le castiga? Casi cada semana,
dos, a la hora que nos citan no podemos acudir. pero a los 3-4 días le levanta el casti go la madre.
12.- ¿Cómo son las relaciones de su hijo con su tutor y con 8. ¡Qué tipo de castigos recibe? Sin sa lir a la ca lle, mandar-
el profesorado? Lo desconocemos, pero Jesús dice que le a su habitación, sin darle la paga, dejarle sin ordena-
tanto el d irector, como el profesor «le tienen manía » dor o consola.
13.- Problemas de co mportam iento en la escuela: Nos avisan 9.- ¡Cómo se actú a ante las conductas positivas? No tiene
cuando le expu lsa n, pues ha tenido varias expu lsiones. ninguna, nunca hace lo que le decimos, parece que es-
14.- ¿Ha observado usted si su hijo ha sufrido alguna altera- pera que pidamos algo para hacer lo contrari o
ción emocional relacionada con la escuela o con cual- 1 O. ¡Con cuánta frecuencia se le alaba o premia? Pues nunca
qu ier otro asunto de casa, fami liar, etc.? Cada vez está 11 . ¿Qué tipo de premi os recibe? Siempre le decimos que
más vio lento e irritable y le decimos que ti ene que tomar vea los premios que les damos a sus hermanos, pero él
ejemplo de su hermana Amelia que lo lleva todo bien, en luga r de entenderl o, parece que aumenta sus enfados
que estudia y por ello la prem iamos a ella co nstantemen- y malas conductas.
te y que se fij e en su hermano mayor que con 20 años ya
está en la Universidad.
12. Tiempo que le dedican o que está n con el niño: Padre:
domingos por la mañana van a ver juga r al futbo l. M adre:
15.- Absentismo escolar. Ind ica r los motivos: D ice que no le sába dos por la tarde, le gusta hacer cosas de coc i na y
apetece ir al co le, que le tienen manía .. . coci na con su madre.
13. Aspectos sociofamiliares: 13 . Actividades de tiempo libre o ex traescolares que rea liza
1. Descripción del ambiente fa miliar: relaciones padre-ma- el niño: Iba a Kárate y a natació n, pero se lo han qu itado.
dre, relaciones hermanos... Le gustan juegos de mesa: M onopol y, aj edrez, dom inó,
Con su madre: buena relación, ella le protege, le j ustifi ca pero como se porta tan mal, hemos decidido dejar de
jugar con él para que aprenda.
Con su padre: mal a relación, le grita, pero no le hace
caso, y los casti gos que le impone su padre, los cumple ·14. Acontecim ientos vita les estresa ntes: No ha habido.
a rajatab la. A l fin aliza r la entrevista, con el fin de recoger información sobre el
2. Acontec imientos fam il iares destacables: separación, grado de sa ti sfacción fami liar de los padres, la terapeuta les propo-
muerte, hospita lización, ca mbio de viv ienda, adopción, ne cumpli mentar «La Escala de Sa tisfacción Familiar por Adjetivos»
nacimiento de un hermano: Pensamos que ti ene celos de (ESFA; Barraca y López-Yarto, 2017) . También les propone que rea-
su hermana Ame lia licen un registro de observación sobre determinadas conductas de
Jesús. Les agradece toda la información fac i litada, despidiéndoles
3. ¡Están los padres de acuerdo en la manera de educa r?
y dándoles siguiente c ita.
No.
4. ¡H ay unas normas establ ec idas y claras? No.

poniendo una sola X por ca da par de adjetivos que se nadas con el problem a», la terapeuta creó exprofeso
presentan en la hoja de respuestas. un registro en co ntexto natural que pidió rellenasen
A continuación, les ind icó que la terce ra cita sería durante las siguientes semanas (ver Hoja de Registro
con Jesús. Añad ió que tocias las premisas de co nfiden- 1), y que tamb ién podría uti li za rse para posib les hipó-
cialidad, honestidad, sinceridad, etc. se mantienen tes is de eva luación .
con cada una de las personas a las que se entrevista, Les explicó desde la importancia de anotar hasta la
por lo que era muy importante que así se lo transmi- forma correcta de hacerlo. Les dijo que como a ella (l a
tiesen a Jesús y que ellos lo supieran. Les ind icó que psi có loga) no le era posible ir a su casa a observar si
se trataba de que le explicasen a Jesús que, al estar Jesús hacía o no los deberes, cuántos días los hacía, si
preocupados por sus estud ios y demás prob lemas, ha- hacía otras cosas, etc., sus anotaciones diarias aporta-
bía n consu ltado con una psicó loga externa al Instituto rían información muy valiosa y sería una fo rma co mo
y que ella quería hab lar a solas co n él. Que toda la de acompañarlos en su casa. Les indicó que era impor-
informac ión faci li tada por unos no se transm itiría a los tante que lo re ll enasen antes de acabar el día, sin dejar-
otros, sa lvo en el caso de que se detectase algú n peli- lo de un día pa ra otro. Q ue no se trataba de decirle ni
gro pa ra la vida de alguno de ellos. Y les dio nueva cita pedi rl e que hiciese nada diferente a Jesús, ni que ellos
en una semana. ca mbiaran nada de lo que habitu almente hacían, sino,
Además, y dado que en la primera fase del «Proce- sencil lamente observar y anotar si ocurrían o no deter-
so de Evaluación Psicológica» (ver Tabl a 2.2) se debe minados comportamientos de forma natura l en casa.
real iza r una «primera aproxim ación a las variables per- Les expuso que esa tarea servía de «línea base» que
sonales, biológicas, sociales, ambientales, etc. relacio- significaba observar la rea lidad desde donde se partía
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

A cumplimentar por la madre de Jesús


'
Ha ido al Instituto Ha hecho deberes
Otras actividades diarias (p. ej. Qué se le ha dicho y quién, cuando
SI/NO SI/ NO
jugar, deporte, recados) ha hecho deberes u otras cosas
Quién le ha ayudado

fecha:

y luego, más adelante, serviría para co mprobar si se se despidió amabl emente acompañándolos hasta la
producían cambi os, por lo que no debían modifica r sa lida e indi cá ndoles que se pondría en co ntacto con
la rutin a de siempre, ni fo rza r que ocurriese o dejase el Tutor.
de ocurrir nada, sin amenazas ni reproches a Jesús. Con la Hoj a de Registro 1, la terapeuta además de
Para más información sobre los registros en co ntexto ped ir que los padres anotasen datos sobre la asistencia
natural puede consultarse el ca pítulo sobre «La obser- al IES y la rea li zación de deberes en casa, pretendió
vación sistemáti ca» . saber si Jesús rea li zaba otras activid ades en casa y los
Toñi y Pedro indica ron que les gustaba irse co n refuerzos que recibía por las mi smas.
algo en marcha, y acordaron entre ell os que sería Toñi Nuevamente, al térm ino de la entrevi sta biográfica,
la que anotaría di ari amente en el registro. La psi có- la terapeuta resumió la in form ación obtenida a través
loga les dio cita para que acudieran con Jesús, indi- de la misma y del Informe Psicopedagógico. Así mi s-
cá ndol es que no era necesario que le acompañasen mo, rea li zó la ll amada telefóni ca al Tutor del IES (ver
ambos. Comprobó que lo hu biera n entend ido todo y Cuadro 2.4) .

Información obtenida tras la Entrevista Biográfica e Informe Psicopedagógico


ANOTACIONES DESPUÉS DE LA ENTREVISTA BIOGRÁFICA
Sobre el historial evolutivo y de rendimiento escolar: Su madre le ju stifi ca, le protege.
No se detectan retrasos madurativos ni de rendimiento escolar has- Su hermano mayor es el enca rgado ele revisar que haga los deberes
ta final de Primari a. Se co nfirma que Jesús llevaba bien sus estudi os en casa, pero le engaña.
hasta antes de pasar a Secundari a. H asta entonces, los dos herma- Para soluc ionar este empeoram iento, el padre utili za un estilo
nos Oes ús y Amelía} seguían ni ve les de rendimientos adecuados y amenazador-agres ivo y la madre permi sivo-protectora. José Luís, el
ambos eran co mpensados por igual por sus padres que les alaba- hermano mayor no parece implica rse demasiado y los ce los hacia
ban y premi aban por sus buenas ca lificaciones esco lares. su herm ana se han incrementado, probablemente, por la situac ión
que está viviendo ele comparaciones con el la.
En la actualidad:
Las soluciones apli cadas en la escuela parecen ser las expul siones.
Jesús este curso ha empeorado su rendimiento y conducta en casa
Jes ús, según sus padres, es un niño ca llado, soli tari o con pocos
y en la escuela. En lugar de estudiar más, reacciona de forma más
ami gos, agresivo, aunque llora sin motivos, ce loso ele sus herm a-
agres iva en el ambiente fam iliar y escolar, ampliándose su mala
nos, especialmente de Amelía. Se co munica con su padre y herma-
co nducta a fa ltas ele respeto inc lu so a los profesores.
nos gritándoles y con la madre es con la ún ica que muestra ca riño,
Al haber suspendido 1° de la ESO, su padre ha empezado a ejer- aunque también es de qu ien parece recibir mayor afecto.
cer una mayor presión, gritándole y riñéndo le para que es tud ie
más, agravándose co n discusiones que no permiten resolver los
prob lemas.

ANOTACIONES EXTRAÍDAS DEL INFORME PSICOPEDAGÓGICO


Evaluación rea lizada, pruebas y resultados obtenidos a finales del • En el in fo rme psicopeclagógico se resa ltan los siguientes aspectos:
curso pasado: Los resultados académicos han sido nega tivos. Ha suspendido to-
• WISC-IV: Presen_ta un nivel intelectu al medi o, el CIT es de 106. das las áreas. No prestaba atención en clase, alteraba la clase co n
Los cuatro Índi ces: Comprensión Verbal (CV), Ra zonamiento per- co nductas fís icas y verbales ele fa lta de respeto a sus co mpañeros.
ceptivo (RP), M emoria de trabaj o (MT) y Ve locidad de Procesa - Se sa lta ba cl ases, inic iaba peleas. Absentismo escolar. En la va-
miento (VP) se sitúan en la zo na media sin diferenc ias signi ficati- loración rea li z;i cl a por el servicio psicopedagógico se propuso el
vas entre el los. diagnósti co según DSM-5 de:
• Batería de Socialización (BAS-1 -profesores- BAS-2 -padres): cri- F91.3 Trastorno negativista desafiante (313.81 ). Gravedad: leve
teri o global ele inadaptación (DSM-5)
• Cuestionario A-D conductas antisociales-delictivas: Pu ntúa alto
en la escala antisocial, y bajo en la delicti va

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

[ LAMADA TELÉFONICA Y ENVÍO DE E-MAIL Al TUTOR Y PSICÓLOGA DEL IES

La conversación co n el Tutor fue cordial y mostró buena predispo- Apartado II de la Competencia profesional y de la relación con
sición en co laborar en todo y la terapeuta aprovechó la llamada otros profesionales, del Código Deonto lógico del Psicó logo, que
para hablar asim ismo co n la Psicó loga del IES. Por lo que acordó se indica «Cuando una determinada evaluación o intervención psi-
enviarl e por co rreo-e el SE NA (S istema de Eva luación de N iños y cológica envuelva estrechas relaciones con otras áreas disciplinares
Ado lescentes) N ive l 3 SECUNDARIA 12-18 años a cumplimentar y competencias pro fesionales, el/la Psicólogo/a tratará de asegurar
por la Escuela, co n las indicac iones oportu nas para su correcta rea- las correspondientes conexiones, bien por sí mismo, bien indicá n-
li zación y devolución de este. doselo y orienta ndo en ese sentido al cliente".
Como se observa, la terapeuta obtendrá información de otro infor-
mante y, además, ha cumplido co rrectamente el Artículo 20º del

Con el fin de comp leta r la información recibida de comprobarse, al tratarse de una entrevista inicial co n
los padres, tutor y psicó loga del IES, en una tercera Jesús, las técn icas de entrevi sta verbales uti lizadas por
cita se obti ene inform ación di recta de Jesús a través de la terapeuta son respu estas de escucha que se pu eden
entrevista, cuyos prin cipales co ntenidos transcribimos identifi ca r co nsultando el ca pítu lo sobre «La entrevista
a co ntin uación (ver Cuadros 2.5 y 2 .6) . Como pod rá en el Proceso de Evaluación Psico lógica» .

Tercera sesión: entrevista realizada con Jesús. Aspectos preliminares


Jesús acude a la entrev ista acompañado de su madre y entra n los invita a sa li r del despacho a Toñ i y pasa r a la sa la de espera, que-
dos al despacho de la terapeuta. dándose a solas con Jesús.
La terapeuta se presenta a Jesús y rea l iza un brevísimo comentari o A partir de ahí, le pregunta si ha entendido bien que todo cuanto
sobre la preocupación de sus padres por sus estudios y comporta- él expli que no sa ldrá de esas pa redes y servirá sólo para poder
mientos, y que, para poder ayuda rle, es necesari o que sea él quien ayudarl e a él, por lo que es importantísimo su co laboración y sin-
explique qué le está pasando y decida partic ipar. ceridad.
Aña de, que, al venir con su madre, se entiende que él tamb ién Jesús, le ind ica que no se queda del todo convencido, a lo que la
quiere ser ayudado, pero que es importa nte que él decida por sí terapeuta, le d ice que podrá comprobar por él mi smo que es ver-
mismo y dé su co nsentimiento para rea liza r la eva luación psico- dad y que él puede decid ir libremente su partic ipación, así co mo
lógica necesaria (*) pu ede dej arl o en cualquier momento, si lo decidiese más adelante.
La terapeuta, contin úa comenta ndo lo que significa la confidencia- Jesús verba li za su decisión de part icipar, aunque se muestra al
lidad y que nada de lo que se habla en ese despacho se transmite princ ipio poco comun ica tivo y responde con frases cortas o mo-
a otras personas ni de la fa mi lia ni ajenas, sa lvo que ella observase nosílabos, aunque a medida que ava nza la entrevi sta amplía sus
que llegue a correr peligro su vida (suic id io, drogas, conductas de respuestas, como podrá observa rse en la transcripción que a con-
riesgo ... ). Y que, por tanto, la sinceridad es fun damental para poder tinuación se expone.
conocer qué le está pasa ndo y poder resolverlo. A continuación,

(*) Este aspecto es muy importante, pues La Ley del Menor ind ica que los menores sea n «oídos » a pa rtir de 12 años y conforme a su mad urez.
Ese req uisito de «o ír al menor» se debe tener en cuenta, asi mi smo, al ped ir su parti c ipación en proyectos ele investigación, a pesar de que los
padres quiera n y lo autori cen.
Esta ap licac ión ele la Ley del Menor se aplica en sentencias jurídicas en las que el niño haya precisado eva luación psico lógica, ind ica ndo el
juez la necesidad ele oír a ambos progenitores con patri a potesta d compa rti da y al hij o menor si fu era mayor de doce años y tuviese sufic iente
juicio (COP, 2011 ).
O tros aspectos éticos pa ra la práctica profesional en el ámbito ele la sa lud menta l pueden consulta rse en Pastor y del Río (20 18).

Tercera sesión: transcripción de la entrevsita realizada con Jesús


• Terapeuta: «Jesús, cuéntame qué te pasa" • Terapeuta : «¿Ha habido alguna vez alguien que te haya
■ Jesús: «Que no voy bien en el colegio y me meto en líos" entendido?"
• Terapeuta: «Podrías explicarme qué quieres decir con que no vas • Jesús: «Bueno mi madre a veces y tam bién la p rofesora de
bien» matemáticas que dice que cree que puedo superar 7° de la ESO.
Ella sí confía en mí, pero yo me siento en un ca llejón sin salida"
• Jesús: « Pues eso"
• Terapeuta: "¿ Y tú, confías en que puedes aprobar?"
■ Terapeuta: «Me gustaría saber los motivos por los que crees que
no vas bien en el colegio" • Jesús: " La verdad es que, al repetir este año, todo me suena un
poco y quizá podría aprobar alguna, pero me siento pesimista
• Jesús: «Pues me pa recen las clases difíciles y me siento fa ta/,, ante el futuro y me meto en tantos líos que lo doy por perdido"
■ Terapeuta: «Si he entendido bien, el hecho de no ir bien en el ■ Terapeuta: "Si he entendido bien, a pesar de que crees que
colegio, no te hace sentir bien» quizá serías capaz de aprobar algo, no te sientes tranquilo ni
• Jesús: «Claro, veo que me entiendes. Pues nadie me entiende" esperanzado"

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Jesús: «Así es» • Jesús: «En poder salir de los suspensos, las peleas, las expulsiones
• Terape uta: «¿ Me gustaría saber exactamente qué te hace meterte y los arrebatos de mi padre que me sacan de mis casillas,,
en líos?» ■ Terape uta: «Si he entendido bien, en la escuela quieres aprobar,
• Jesús: «Pues, que así la gente me mira, todo el mundo sabe que dejar de pelea rte y que no te expulsen »
existo .. . » ■ Jesús: «Exacto»
• Tera pe uta: «Lo que pretendes decirme es que, si no destacas por ■ Terapeuta: «Y si no me equivoco, ¿en casa pretendes que tu
Lus notas, destacas por tus líos ¿Cómo lo haces?» padre se comporte de otra form a contigo y que puedas sentirte
• Jesús: «Insultando y chillándoles a los profes, a los compañeros tranquilo?»
de e/ase, pegándoles, todo lo que se me ocurre hacer» • Jesús: «Eso es»
• Tera pe uta: «¿ Y eso cóm o te hace sentir?» • Terapeuta: «Vam os a ir paso por paso pues yo, al igual que
• Jesús: «Pues no muy bien. Sé que es un defecto que tengo, pero tu pro fe de mates, tam bién confío en ti, por lo que vam os a
como me expulsan así no tengo que ir a clase» em pezar por cosas q ue tú sin ayuda de nadie p uedes poner en
marcha, como por ejemplo llegar puntual al Instituto y al llegar
• Terapeuta: «O sea, a ver si lo entiendo, los líos te hacen
a casa, sentarte a hacer los deberes. Por cierto ¿en casa puedes
destacar y los reconoces como un de fecto tu yo, pero ni tu
contar con alguien que te ayude?»
comportamiento, ni cóm o vas en los estudios te hacen sentir
bien» • Jesús: «Con mi hermano m ayor, p ues mi hermana pequeña,
aunque vam os al mism o curso, va a la suya»
• Jesús: «Visto así, tienes razón. Como te digo, me siento en un
callejón sin salida » • Terapeuta: «Perfecto, de m omento te voy a dar una tarea para
que me la traigas e/ próximo día. Se trata de un registro donde
• Terapeuta: «Y, ¿en casa como van las cosas?»
anotarás ca da día lo que hayas rea liza do como llegar puntual
• Jesús: «Bu ff, en casa va todo fatal. A veces, muchas veces me al instituto o realiza r las tareas escolares u otras que te puedan
encierro en la habitación porque se me hace insoportable y pedir en casa. También anotarás eso que tú llam as "meterte en
ataco para que me dejen en paz» líos''. Así sabrem os cóm o son las situaciones q ue te preocupan »
• Terapeuta: «Puedes explicarme qué quieres decir con que atacas • Jesús: «Y sobre mi padre no quieres que anote nada»
para que te dejen en paz»
• Terapeuta: «De acuerdo, mira, añadirem os dos columnas m ás en
• Jesús: «Mi padre me grita, me rilie, me castiga con cosas que las q ue anotarás cosas que hayas hecho en el cole y/o en casa y
sabe que me ha cen mucho daño. Ni te lo imaginas hasta qué los comentarios qué te han hec{lo pro fes o fa miliares»
nivel llega»
• Terapeuta: «Por cierto, ¿qué tal se te da dibujar?»
• Terape uta: «No, ¿puedes explicármelo?»
• Jesús: «El dibujo me gusta, ojalá en el cole todo me /o enseñaran
• Jesús: «¿ Ves m i ca beza?» con dibujos» (lo di ce sonriendo y manteniendo e l contacto
• Terape uta : «Si, la veo rapada¿ te gusta llevarla así?» visual)
• JesC1s: «¡Q ue va! Tenía un pelo muy chulo. Es lo que m ás me • Terape uta saca un fo li o, lápi z y goma y le di ce: «Dibuja una
gusta de mi cuerpo. Lo llevaba largo y muy bien arreglado. Y mi familia"
padre me dijo que si me volvían a expulsar del colegio me /o ■ Jesús: «A la mía»
cortaría al cero. Me expulsa ron y así lo hizo. No te imaginas la
• Terapeuta: «Dibuja la familia que tú quieras»
rabia que me entró. Le dije que "/e iba a matar''. pero a veces,
pienso que quién debiera matarse soy yo» • Jes ús: «Va/e»
Jes ús con las manos tembl o rosas, empezó a llorar • Terapeuta: tras terminar la aplicació n del Test del Dibujo de la
desconsoladamente, sin parar, con un dol o r de l a lma. La Fam il ia, le pide que ded ique cinco minutos más a cump li menta r
tera peuta se levantó a llevarl e unos pañu elos y sentarse a su "La Esca la de Sati sfa cción Fami liar po r Adj etivos" (ESFA),
lado . Se los dio cogiéndol e de las manos en silencio. Cuando expli cándol e qu e se trata de marca r cómo se siente cuando está
Jesús se ca lmó, la terape uta le di jo: en casa con su famil ia .
• Terapeuta: «Comprendo que te sientes muy dolido de cómo te • Jesús: Mira la hoja, lee las instrucciones y di ce «Parece muy
ha tratado tu padre, son varias las cosas que me has explicado fácil. Me gusta»
que te hacen sufrir, por lo que vamos a intentar solucionarlas • Tera peuta: «Y a mí, me alegra que te guste. Nos volverem os a ver
¿por cuál te gustaría que empezásemos?» en una semana y harem os más tareas parecidas a estas»
• Jesús: «Por mi padre, aunque no vas a poder cambiarle, por lo • Jesús: «Genial»
que ojalá puedas ayudarme a mí»
• Terape uta: «Me gustaría saber más concretamente en qué
quieres que te ayude»

A lo largo eje la entrevista con Jesús, la ps icó loga pótesis de eva luación que se deta ll arán en la sigu iente
fu e amp li ando la in formación obteni da a través de los fase:
padres, constatando que, efectivamente además de
los problemas de rendimi ento académico y condu ctas ■ «Escala de Satisfa cción Familiar por Adjetivos
agresivas de Jesús, ex istían probl emas de relaciones (ESFA; Barraca y López-Yarto, 201 7)» que les
fam ili ares, motivo por lo que decidió aplicar a Jesús adm inistró a los padres, y que es aplicable en
dos pruebas al término de la entrevista con el fin de adol escentes y adu ltos. Así podría saber a través
ampl iar información y que se utili zarían para las hi- el grado de satisfacción de padres e hijo.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

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Dibujo de la fa mili a rea li zado por j esús.

■ «El Test del dibujo de la familia» para co nocer Hoja de Registro 2, expli cá ndol e la forma co rrecta de
cómo represe nta y experimenta Jesús a su fami- rell enarl a y su utilidad. Recordemos qu e, en la primera
li a que, como indi ca su autor Co rman (1967), fase del proceso, las técn icas de observación son una
es más importante que saber cómo es rea lmente herrami enta de ampli o espectro que aportan informa-
(ver Imagen 2.1 y Cuad ro 2.7). ción relevante y que pueden servir para rea li zar una
«primera aproximación a las variables personales, bio-
Una vez fin ali zada la ap licac ión del «Test del Di - lógicas, sociales, ambientales, etc. relacionadas con el
bujo de la Famili a», la psicóloga le entregó a Jes ús la problem a», tarea que se especifica en la primera fase

Aplicación del «Test del Dibujo de la Familia»


La psicóloga observa cómo dibuja Jesús. Realiza presión en los ¿Cuál es el menos bueno? ¿Por qué? El hijo pequeño porque no
trazos, líneas fuertes y rectas con las que delinea a los miembros estudia y pega
de la fa milia. ¿Cuál es el más feliz? ¿Por qué? El hijo mayor porque ya va a la
Empieza dibujando en primer lugar a un niño sin pelo, después a Universi dad y le dejan hacer lo que quiere
la madre sonriente que dibuja co n más detalles, a co ntinuación, un Tú, en esta familia ¿A quién prefieres? ¿Por qué? A la hija porque
hermano mayor y, en una posición más elevada y distanciada, al va bi en en la escuela, tiene rega los y los padres la quieren mucho
padre. El primer niño dibujado dice que se llama Jesús y tiene 12
años (edad que ti ene su hermana Amelía , uno menos que él ti ene
El papá propone un paseo en coche, pero no hay lugar para todos,
en la rea lidad), luego la madre que tiene 30, un hermano mayor 20
¿quién se va a quedar en casa? ¿Por qué? La hija porque es «la
sabionda»
y el padre 40. Terminado el dibujo dice «no tengo sitio para poner
a mi hermana Amelía» (ver Imagen 2. 1). Uno de los chicos se portó mal ¿Quién es? ¿Qué castigo tendrá?
El hijo pequeño. Le rapa rán la cabeza
En las preguntas co rrespondi entes al «Test del Dibujo de la Fami-
lia», Jesús respondió: Suponiendo que tú formases parte de esta familia ¿Quién serías?
¿Por qué? Sería la niña porque es como me gustaría ser a mí
¿Dónde están? ¿Qué hacen allí? Están en casa, juegan al Monopoly
¿Cuál es el más bueno de todos? ¿Por qué? La madre porqu e traba -
ja y trabaja y quiere mucho a sus hijos
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Hoja de regis A cumplimentar por Jesús


He llegado Me he metido He hecho Otras actividades Qué te han dicho y
puntual al IES en líos los deberes diarias en el cole y/o quién (profes, padre,
SI / NO SI / NO SI/ NO en casa madre, hermanos)
Cuáles Quién me ha ayudado
fecha:

del proceso (ver Tab la 2.2). Para más inform ación sobre padres han soli citado por una parte saber qué le pasa
los autorregistros, puede co nsultarse el ca pítulo sobre a Jesús y, por otra, cómo ayudarl e para mejorar su ren-
«La observac ión si stemáti ca». Para termin ar, la tera- dimiento esco lar y superar 1° de la ESO y, a su vez eli-
peuta se despidió de JesC1s, y fu eron juntos a recoger minar los comporta mientos agresivos para que vuelva
a su madre en la Sala de Espera, les dio la cuarta cita a ser respetuoso . Con estas palabras han descrito am-
para dentro de una semana y los acompañó a la pu erta. bos padres el motivo de la demanda que, la terapeuta
Después de la rea li zac ión de la entrevi sta a Jesú s, ha especificado de la siguiente manera: di agnóstico e
la terapeuta rea li zó a solas un resumen de los prin ci- intervención psico lógica sobre el rendimiento aca dé-
pales datos obtenidos, así como revi só las anotaciones mico y el comportamiento agresivo.
sobre cómo había rea li zado el dibujo de la famili a, las Además, la entrevi sta bi ográfica ha permitido es-
respuestas al «Test del Dibuj o de la Familia» y anotó tabl ecer las condi ciones históri cas y actuales poten-
algunas impresiones para su posterior análisis, pu es cialmente relevantes para el caso. Se han rea li zado las
la inmedi atez de acabar de rea li za r el dibujo le per- tareas de recon struir la histori a de Jesús, recoger infor-
miti ó record ar bi en muchos de los detalles gráfi cos y mación de las condi ciones socioa mbientales actu ales y
comentarios rea li zados durante su administración (ver pasadas que pu eden estar provoca ndo, manteniendo o
Cuadro 2.8) controlando los probl emas, as í como una primera apro-
ximación a vari abl es relacionadas con los probl emas.
Esta primera fase termin a co n la tarea de «fijar los
1.3. Fijar los objetivos para atender la objeti vos p ara atender la demanda» (ver Tabl a 2.2) . En
demanda este caso la terapeuta ha establ ecido tres obj etivos, ya
que además de los probl emas de rendimiento aca dé-
A lo largo de esta primera recogida de información mico y comportamiento agresivo de JesC1s, ha detec-
ha sido posibl e especifica r en términos operativos el tado un tercer probl ema que puede estar relacionado
motivo o motivos de la demanda, y rea li za r la prime- con los dos anteriores. Por tanto, los tres obj etivos que
ra tarea de determinar la fin alidad de la consulta. Los establ ece para atender la con sulta se ce ntrarán sobre

Anotaciones de la psicóloga después de la entrevista con Jesús


Jesús es consciente de sus problemas, ta nto de sus difi cultades de Jesús manifiesta su deseo de ser ayudado en la escuela y en casa.
rendimiento escolar como de sus conductas agresivas en el insti tu- Por lo que co inciden los objetivos de la demanda rea liza da por
to que parece utiliza r para destacar en el insti tuto. Sin embargo, no sus padres.
se siente bi en ni con los estudios ni co n su comportamiento. Pero En el Test del Dibuj o de la Familia ca be resa ltar que rea li za trazos
parece no saber salir de ese círculo «ca llejón sin sa lida» . o líneas fuertes y rectas para dibujar a los miembros de la fa milia.
Experimenta un ambiente famili ar negativo. Ti ene conflictos, es- No dibuja a su hermana. Al niño dibujado le pone un año menos
pecialmente con su padre, y los soluciona aislándose en su habi - de la edad que ti ene él, que es la edad de su hermana. Lo co loca
tación. Presenta rabi a contenida, labilidad emocional y verbali za al lado de su madre que es la que dibuja con más detalles. A su
que «quien qui zá debería matarse es él». padre lo coloca más arriba y apartado del resto de la famili a. Hace
En la entrevista con los padres, Pedro informó que los casti gos eran borraduras cuando dibuja el brazo de su padre. Primero le pinta el
dej arl e sin salir a la ca lle, sin ordenador, sin con sol a, quitarl e la brazo recto, luego se lo dobla. Al preguntarl e por ese ca mbio rea li-
paga ... , y que los cumplía, pero no contó el casti go de raparl e la zado en el dibujo, di ce que lo ha dibujado con el brazo levantado
cabeza a Jesús. porqu e es el que más manda y está enfadado, por eso tiene los
dientes apretados .
Con sus hermanos, cuenta con el mayor, no con su hermana ya
que, aunque va n al mismo curso, va a otra clase y di ce que ella
va a la suya.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

IEMttl : Evaluación multi-informante en la primera fase del proceso de evaluación psicológica

1 '
INSTRUMENTOS o
DATOS RECOGIDOS

Entrevista inicial
APLICADOS A
LOS PADRES

X
APLICADOS AL
NIÑO

X
APLICADOS EN
ENTORNO ESCOLAR

Entrevista biográfica X

Escala de Satisfacción Familiar


X X
por Adjetivos (ESFA)

Registros de observación X (helero-apli cado) X (auto-apli cado)

El Test del Dibujo de la Familia X

SE NA X X

Informes psicopedagógico y de
X
ca lificacion es esco lares

la eva luación del rendimiento académico, el co mpor-


ta miento agresivo y los problemas fa mili ares. OPTIMIZANDO LA PRIMERA FASE DEL
La formación del psicólogo sobre los motivos de de- PROCESO
ma nda es fundamenta l, pues en este caso, la terapeuta
ha sabido recoger información tanto de los motivos Queremos resaltar que, en el transcurso de las
de consu lta co mo de otros problemas de relaciones tres entrevistas la psicóloga en base a su formación
fa miliares que han manifestado los padres y el niño y y experiencia fue rea li za ndo al mismo ti empo un
que pueden estar entrelazados. Por ello, además de las aná lisis de las respuestas y reacciones de los en-
entrev istas apli cadas a todos ellos, les ha administrado trevistados, lo que le permitió plantearse algunas
a los tres el ESFA que eva lúa de forma rápida la satis- hipótes is de eva luación ini ciales. Por ello, decidió,
facc ión fa mili ar a través de un li stado de adjetivos, así sobre la marcha, apli car algunas pruebas que, por
como ha apli cado «El Test del Dibujo de la Familia» a un lado, ampliarían información y, por otro, le ser-
Jesús para co nocer cómo percibe y experimenta Jesús virían para co mprobar hipótes is de eva luación.
a su fami lia. Como se ve, el «Proceso de Evaluación Psico-
También les ha solic itado a los padres y a Jesús lógica » se expli ca a través de fases para que sea
unos registros observacionales y, los padres y tutor fácil su aprendi zaje. Las tareas que se describen
del IES han cump limentado el cuestionario SENA que en cada etapa siguen un orden, pero a veces se
informa sobre los probl emas exteriorizados e interi o- pueden rea liza r de forma conjunta o integrada, es
rizados que Jesús puede manifestar en los distintos decir, no tienen por qué rea li za rse unas detrás de
co ntextos. las otras. Acabamos de ver que, en la primera fase
Esta eva luación multi-info rmante ha sido realizada la psicó loga se ha planteado hipótesis (que se ex-
en tres sesiones y se han ap li cado distintas técnicas de plican en la segunda fase), pero cuando el eva lua-
evaluación: entrevistas, registros de observación, téc- dor es un experto profesional, puede interconectar
nicas subjetivas (listados de adjetivos), proyectivas y la recogida de información con la formulación de
ps icométricas. Así co mo se ha obtenido info rm ación hipótes is. Sin embargo, el estudi ante o psi có logo
del Informe Psicopedagógico del IES y se ha contac- novel co nviene que siga ri gurosamente el orden,
tado con el tutor y psicóloga del IES. En la Tab la 2.3, ya que todavía no dispone del conocimi ento ni la
se presenta un resumen de los instrumentos y otros experiencia necesa ri os.
datos de interés obtenidos, así como las fuentes de in- En consecuencia, el aprendi zaje de cada uno
fo rmación utili zadas. Estas pruebas se utili za rán para de los pasos o fases permitirá luego realiza r la eva-
plantear hipótesis de eva luación en la segunda fase del luación psicológica de forma fl ex ible, y entrela-
proceso, así como para su comprobación en la tercera za r las tareas eva luativas, plantear hipótesis, elegir
fase . Recuérdese que las labores que se describen en va riabl es, seleccionar instrumentos para compro-
cada fase no significa n que deban rea li za rse co rrela- barlas, etc. Pero llevar a cabo el proceso de esta
tivamente, sino que en la prácti ca, se suelen reali zar manera integrada solo se podrá hacer cuando se
muchas de ellas de fo rma sincroni zada. tenga dominio del proceso de evaluación, sus fa-
ses, conocimientos profundos sobre los problemas
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de las demandas, sobre los procedimientos evalua- En definitiva, en la primera visita se habría po-
tivos, y mucha práctica y supervisión profesional. dido entrevistar a los padres, en la segunda a Jesús,
En cuanto al número óptimo de sesiones desti- luego se realizarían las tareas de formulación de
nadas a la evaluación de casos, según una encues- hipótesis de evaluación correspondientes a la se-
ta realizada por el Colegio Oficial de Psicólogos gunda fase y, se dispondría de una tercera sesión
(Labrador y Berdullas, 2017), el número promedio evaluativa para la ap li cación de otras pruebas para
de sesiones de evaluación que realizan los psicó- la comprobación de las hipótesis (fase tercera del
logos en España es de tres. Además, en las GAP, Proceso de Evaluación).
las guías 13, 14 y 15 indican que se debe «limi-
tar la exploración a lo que sea pertinente para el Y,ADEMÁS:
caso», «comprobar la suficiencia y precisión de la
información básica » y " comprobar si la informa- 1. Conforme se van anali za ndo los motivos de la
ción recogida resulta suficiente para responder a demanda y se van estableciendo los objetivos
las demandas planteadas ''. en realidad, como simple esbozos, empiezan
Cabe seña lar que el número promedio de se- a estab lecerse hipótes is de eva luación. De ahí
siones de evaluación que alude el Colegio Oficial que se pueda empezar a ap li car pruebas eva-
de Psicólogos incluiría la eva luación comp leta luativas para su comprobación .
que permite dar respuesta a la demanda y, por tan- 2. Los motivos de la demanda y los objetivos no
to, se refiere a la primera y segunda recogida de tienen por qué coincidir pero generalmente
información (fases 1 y 3 del proceso). Entonces, suele ser así, ya que los objetivos formu lados
¿se podría afirmar que con las técnicas de evalua- por el eva luador, acostumbran a recoger en
ción aplicadas en las tres primeras sesiones (ver mayor o menor grado los motivos de la de-
Tab la 2.3) sería suficiente para responder a las de- manda.
mandas sobre el caso de Jesús? 3. A pesar de que el psicólogo co nsidere que los
Nuestra respuesta es que sí, debido a que a lo objetivos pudieran ser más amplios, en oca-
largo de las tres entrevistas la psicóloga ha sido siones, por circunstancias del propio ámbito
capaz de recabar información suficiente, antici- laboral o de las neces idades y urgencias de
pando muchas de las hipótesis de evaluación veri- los pacientes, se pueden om itir algunos de
ficables que describiremos en la segunda fase del ellos y centrarse en los más urgentes. Todo
proceso (recuérdese que, porque se expliquen las ello con el consenso del paciente.
hipótesis en la segunda fase, no significa que todas 4. Si hay alguna conducta o problema que pu-
se deban plantear después de la primera recogida diera conllevar situación de riesgo para el
de información) . Pero ¿Se podría haber simplifica- paciente se pu ede empezar a plantear y/o co-
do y optimizado la evaluación en el caso de Jesús? menzar la intervención sobre la misma.
Nuestra respuesta es que sí. Se podría haber
citado en la primera entrevista a ambos padres
para conocer el motivo de la demanda y elaborar
el historial biográfico sobre Jesús, pudiendo abre-
viar tiempos en recoger determinada información 2ª FASE: FORMULACION DE HIPÓTESIS DE
como, por ejemplo, datos sobre el embarazo que EVALUACIÓN VERIFICABLES
podrían haberse resumido preguntándoles de for-
ma general si hubo algún problema y, solo ahon- Esta fase del proceso de eva luación se reali za a so-
dando en aquellos aspectos en los que los padres las, generalmente sin el cliente, debido a que es una
hubiesen resaltado dificultades. También se podría fase de reflexión sobre la demanda y los objetivos
recoger determinada información entregándoles de eva luación establecidos. Las hipótesis siempre se
un cuestionario para que los padres lo rellenasen plantean sobre la información que se ha recabado, por
en casa, revisándolo y preguntándoles a los padres lo que haber sab ido aplica r bien las entrevistas y haber
cua lquier información o anotación dudosa en una elegido adecuadamente otras técnicas o estrategias de
visita posterior. eva luación es condición indispensabl e.
¿Quiere decir esto que no se ha realizado bien En esta segunda fase, la mayoría de autores (ver
la primera recogida de información? La respuesta Tabla 2.1) coinciden en la formu lación de hipótesis,
es que, sí se ha realizado correctamente, pero que sin embargo, en nuestra nueva propu esta hemos esta-
con la experiencia se podría llegar a realizar de una blec ido el título de «Formulación de hipótesis de eva -
forma más óptima, siendo igualmente correcta. luación verificables » en el que hemos añadido que se
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

trata de «hipótes is de evaluación», debido a que las Principales características de los


hipótesi s que se formul an en este momento son sobre adolescentes agresores
los probl emas y obj etivos de la demanda y la compro- Características de los adolescentes agresores
bación de las mi smas permitirán ofrecer el di agnósti co
l. Bajo rend imiento académ ico
o expli cac ión del probl ema o probl emas a los clientes.
Por tanto, estas hipótesis form an parte del «proceso 2. Rechazo a la escuela
eva luativo » cuya comuni cac ión de resultados se pl as- 3. Conductas antisociales
ma en el «informe de evaluación » que se redacta una
4. D ificul tad en cumpli miento normas
vez integrados e interpretados los resultados y donde
el profes ional debe posi cionarse y hacer afirm aciones 5. Baja ca pacidad de empatía
sobre las que se encuentre seguro, como se indica en 6. Impulsividad, senti mientos de ira, hosti lidad, depresión
el ca pítulo sobre «El In forme Psicol ógico». Además,
7. Trastornos de conducta extern alizados
de esta form a, di stinguiremos estas hipótesis con obj e-
tivo evaluati vo de las «hipótesis de intervención » que 8. Fa lta de sentimientos ele cu lpabili dad
se rea li za n para la comprobación del tratami ento y se 9. Nula capacidad de autocríti ca
describirán en la cuarta fa se del proceso.
1O. Consumo de alcoho l y drogas
Por otro lado, hemos añadido en la rúbri ca de esta
segunda fase que las hipótesi s de evaluación deben ser 11 . Prácticas de cri anza inadecuadas, bien autoritarias o
«verificables». Para el método científico, las hipótesis negligentes

so n predicc iones provi sion ales que se establ ecen so- 12. Poco tiempo comparti do en familia
bre la información obtenida en la primera fase del pro- 13 . Suicidios en casos extremos
ceso. Su formul ación se rea li za sobre los probl emas de
14 . Resultados contrad ictori os relati vos a si presentan autoestima
la demanda y para su veri ficación, se eligen y se apli-
baja o alta
ca n los instrumentos de evalu ac ión específi cos, siendo
res ultados de las pru ebas aplicadas, los que rea lmente
permiten la verifi cac ión de las hipótes is. tumbrados a conseguir beneficios m ediante su con-
Las hipótesis de evaluación deberán establ ecerse ducta agresiva, aprenden e interiorizan que el uso de
con so lidez y en base a los conocimientos y estudi os la violencia es un m odo bueno y práctico de conseguir
previos sobre la probl emáti ca que se evalúe. Pero, ade- cosas; de esta forma, están constru yendo el camino
más, deberán basa rse muy especialmente en la in for- para convertirse en delincuentes» . Las prin cipales ca -
mación recabada hasta el momento de establ ecerl as, racterísti cas de los ado lescentes agresores desc ritas
ya que por un lado se prec isa sa ber las generalidades por Garaigordóbil y O ñederra (2 01 O) se detall an en
que suelen repetirse en casos parecidos, pero hemos la Tabl a 2.4.
de recordar que cada caso es úni co y pu ede tener co n-
notaciones úni cas sobre las que rea li za r las hipótesis
de eva lu ación y que so n las que permitirán o frecer una 2.1. Formular hipótesis de evaluación,
descripción vá lida para cada caso concreto. definir problemas y seleccionar
Con el fin de que resulte didácti co entender esta técnicas o estrategias evaluativas
fase, hemos anotado los pasos que se deben dar (ver
Tabl a 2.2) si bien, en el caso de Jesús, algun os de ellos Las tres tareas de esta segunda fa se del Proceso
ya los ha anti cipado la psicól oga durante la primera de Evalu ac ión Psicol ógica se presentan de form a
fase de recogida de in formac ión. Se trata de: 7) fo r- conjunta en la Tabl a 2.5. En fun c ión de co nocer el
mular las hipótesis de eva luación sobre los problemas cu erpo teóri co sobre los niñ os agreso res, se pl antea-
y objetivos de la demanda, 2) de finir los problem as a ron las hipó tes is de evaluación sobre los probl emas y
eva luar para comprobar las hipótesis, y 3) seleccionar obj etivos de la demanda, se defini eron las va ri abl es
las técnicas o estrategias eva luativas. Todas estas tareas a evaluar para poder comprobarl as y se se leccio na-
se ti enen que basa r en estudi os empíricos, es decir, ron los in strum entos o procedimi entos evaluativos.
sobre una base teóri ca científica que respalden las hi- Como se indi ca en la guía 22 de las GAP «ca da una
pótesis que se establ ecerán. de las hipótesis debe formularse con solidez lógica
Por ejempl o, en este caso, los conocimientos sobre y teórica, y con re ferencias empíricas claras» . En la
las ca racterísti cas de los niños agresores son impres- Tabl a 2. 5, se describen en la co lumna de la izqui er-
cindibl es para formul ar hipótesis y decidir vari abl es e da las hipótes is de evaluación establ ecidas sobre los
in strumentos. Como indican Garaigordóbil y Oñ ede- probl emas de «bajo rendimiento aca démico, eleva do
rra (2 01 O) «los niños o adolescentes agresores, acos- com portamiento agresivo y problem as de relaciones
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Hipótesis de evaluación, variables y estrategias evaluativas


PROBLEMAS:
Bajo rend imiento académico, elevado comportam ien to agresivo, prob lemas de relaciones fa mili ares

Informantes y tiempo de
HIPOTESIS DE EVALUACIÓN Variables Técnicas o estrategias evaluativas
aplicación
1. El nivel in te lectual de Jesús será Cogniti va BAS-II Escolar (Escalas de Aptitudes N iño (entre 25-45 minu tos
«medio » Intelectua les BAS- II; El liott, Sm ith y test princ ipa les y 15 los de
M cCull ogh, 2011) (*) rend im iento)
Informes de ni vel esco lar, expediente IES
académico.

2. Presentará un absenti smo esco lar Comportamenta l Registros observacionales y contactos co n Padres, n iño e IES
elevado (as istencia semanal el tutor y psicó loga del IES.
inferi or al 50%)

3. Presenta rá mayor número de Comportamenta les SENA (S istema de Evaluac ió n de Ni ños y Padres y Profesores (entre
cond uctas externali zadas que y emocion ales Adolescentes, N ive l 3 SECUNDARIA 12- 35- 70 mi.)
internali zadas, prin cipalmente en 18 años; Fern ández-Pinto, y co ls, 20 15)
la escuela

4. Presentará prob lemas emoc ionales Comportamentales Q -PAD (C uestionari o para la Eva luación N iño, 20 m i.
y conductuales ca racterísti cos en y emoc ionales de prob lemas en adolescentes; Sica,
los ni ños con co mportami ento Rocco Chiri, Fav ili, M archetti, 20 16)
agres ivo (ver Tab la 2.4)

5. Existi rá una elevada in adaptación Adaptación IAC (Inventario de Adaptación de N iño


en d ist intos contextos (fami liar, cond ucta; ele la Cru z y Cordero, 2015 , 7ª Entre 20 y 30 m i.
escolar) ed., revisada y amp li ada)

6. Las mani festaciones agresivas Agres ividad CAPI-A (C uesti onari o de Agresividad N iño, 30 mi .
serán más proactivas que reactivas Premed itada e Impul siva en Ado lescentes;
Andreu 201 O)

7. Existirán d iferencias entre los Estil os educativos ESPA-2 9 (Esca la de estilos de soc iali zac ión N iño, 20 m i.
estil os educativos del padre y parental en la adolescenc ia, M usitu y
madre García, 2004, 2ª ed.)

8. El sistema de refuerzos-castigos Contingenc ias Entrevistas, Registros de observac ión, Padres, N iño, IES
fa miliares y escolares promu even de refu erzos Info rme psicopedagógico
el comportami ento agres ivo y fa mi li ares
problemas fa mili ares (celos hacia
su hermana)

9. Existirá elevada insatisfacción Satisfacc ión Escala de Sati sfacc ión Famili ar por Padres y niño
fa mil iar en los padres y en el niño fa mi li ar Adj etivos (ESFA; Barraca y López-Yarto, (5-10 mi .)
20 17) y El Test del D ibujo ele la Fa mil ia
(Corman, 1967)

10. Los co nfli ctos fa m il iares reunirán Di agnósti ca D SM-5


cr iteri os diagnósti cos del apartado
«Prob lemas relacionados con la
educac ión fa mi liar»

(*) Debido a que en el Instituto le apli caron a Jes ús el WI SC-IV y no se recomienda su ap licación re-test hasta pasado al menos un año, para
comprobar la primera hipótesis la terapeuta ha elegido el BAS-II que, como se indica en el capítulo «Eva lu ación psicológ ica apl icada en las
áreas del desarro llo y de la inteli gencia», perm ite med ir co n precisión tanto a sujetos co n altas capacidades como a sujetos con algún tipo ele
retraso. Además, inc luye 2 test de rend imiento educa tivo que proporcionan una medida tip ificada de las hab ili dades numéri cas y de escritura.

fam iliares », seguido de las va ri ab les a eva luar y las Como puede observarse, las hi pótesis estab lec idas
correspondientes técni cas o estrategias eva luativas. se han basado en la recogida de info rmación previa,
Fin almente, en la columna de la derecha se indican y en los conocimientos que la psicó loga ti ene sobre
los inform antes y tiempos previstos de eva luac ión. De eva luación de la inteligencia y rendimiento académi-
esta fo rm a en una mi sma tabla se incluyen las tres ta- co, prob lemas fa miliares y agres ividad en adolescen-
reas especificadas en esta segunda fase del «Proceso tes. Por ello, la pri mera hipótesis se ha fo rmu lado pa ra
de Evaluación Psicológica» . co mprobar y co nfirmar (ya que en el Info rme Psicope-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

dagógico ya se indicaba que su nivel intelectual era sobre si ex istirán diferencias entre los estil os educa-
med io) que su bajo rendimiento académi co no se deba tivos del padre y madre, para lo que se la elegido el
a un bajo nivel intelectu al. Por tanto, se ha hipoteti za- ESPA-29, y tambi én se ha hipoteti za do que los sistema
do que el nivel intelectual de Jesús será «medio ». Para de refu erzos-ca sti gos fa miliares (comparaciones con
su eva luación se ha elegido la BAS-11 Escolar, así co mo su hermana ...) y escol ares (expul sio nes) promueven el
los Informes de nivel esco lar y expediente académi co. comportamiento agresivo y probl emas fa mili ares (ce-
Por otro lado, una baja asistencia al Instituto podría re- los hacia su hermana). Para la comprobación de esta
lacionarse co n su disminución de rendimiento, por lo hipótesis se utili za rán entrevi stas, registros observac io-
que se ha hipoteti zado que presentará un absentismo nales, informe psicopedagógico y El Test del Dibuj o de
esco lar elevado (asistencia semanal inferi or al 50%) la Familia.
que se eva luará a través de registros observacionales y O tra de las hipótesis establ ecidas ha siclo sobre la
contactos co n el tutor y psicó loga del IES. sa ti sfacción fa miliar, al suponer una elevada in sa ti sfac-
Ta mbi én se han establ ecido otras hipótesis basadas ción fa mili ar en los padres y en el niño, por lo que se
en ca racterísti cas li stadas en la Tabl a 2.4. Por ej empl o, comprobará a través del ESFA. El úl timo supuesto es-
que Jesús presentará más co nductas extern ali zadas tab lecido se ha basado en hipoteti za r si los confli ctos
que intern ali za das principalmente en la escuela, eva- fa mili ares reunirán criteri os di agnósti cos del apartado
luadas a través del SENA, y que presentará probl emas «Probl emas relacionados con la educación fa mili ar».
emocionales y condu ctu ales ca racterísti cos en los ni - Insistimos en que se necesita tener conocimientos
ños con comportamiento agresivo, para lo que se ha teóri cos sobre los motivos de la demanda y un profun-
se leccionado el Q-PAD que ofrece información sobre do bagaje sobre los in strumentos de eva luación para
problemas en ado lescentes a través de nueve esca las: saber lo que miden ca da uno de ellos y elegirl os co-
ansiedad, depresió n, abuso de sustancias, probl emas rrectamente, aspectos que se han descrito en el ca pítu -
interpersonales, fa miliares, ince rtidumbre hac ia el fu- lo sobre «Los in strumentos de evaluación psicol ógica
tu ro, ri esgo psicosoc ial, autoestim a y bi enestar. Debi - y ga rantías de ca lidad ». La correcta medición de cada
do a que Jesús no se siente bi en ni con los estudi os ni vari abl e permitirá comprobar cada hipótesis establ e-
con su comportami ento, tambi én se ha hipoteti za do cida. Por supuesto, si en los resultados obtenidos en
que presentará una elevada inadaptac ión en di stin - los instrumentos apli cados se detectasen probl emas o
tos contex tos, para lo que se ha se leccionado el IAC ri esgos graves, éstos deberán ser evaluados a través de
pa ra su comprobació n debido a que evalúa niveles pru ebas específi cas que evalúen las d imensiones co-
de adaptación fa miliar, escolar, social y global. Como rrespondientes.
puede observarse, los co nocimi entos sobre la probl e- Como vemos la fo rmul ación de hi pótesis y la elec-
mática del caso y el domini o sobre los instrumentos de ción de los in strum entos de evaluación no se rea li za al
eva luación son imprescindibl es. aza r, sino que se precisa ampli a formación. Esta prepa-
En base a la info rm ación obtenida en las entrevi s- ración se va adquiri endo co n la prácti ca y estudiando
tas se ha visto que la agresivi dad que manifiesta Jesús los modelos teóri cos, los manuales de los test, apli ca n-
puede ser premeditada ya que Jesús parece utili za r do las pruebas, y algo importante, que pocas veces se
las agresiones como un medio para co nseguir un fin : cita, la consulta co n supervi sores en las que se apren-
«destacar y que le expulsen para no asistir a clase>,, por de a refl ex ionar sobre los casos y las alternativas para
lo que se ha seleccionado el CAPI -A para co mprobar obtener informac ión fid edigna, etc.
si las manifes taciones agresivas serán más proactivas
que reactivas, debido a que esta prueba las diferencia.
Además, conocer la di ferencia que ex iste entre OPTIMIZANDO LA SEGUNDA FASE DEL
agres ión y vio lencia resulta imprescindi ble. En el caso PROCESO
que estamos evaluando, padre e hijo utili za n agres io-
nes deb ido a que ambos pretenden co nseguir un fin, Es imprescindible compaginar la informació n
pero ninguno de ellos lo co nsigue. La vi o lencia, a di- obtenida durante la primera fase del «Proceso de
ferencia de la agresió n, ti ene por obj eti vo ca usar daño. Evaluación Psicológica» co n la form ación, búsque-
Las agres iones que rea li za el padre se manifiestan por da, actuali zac ión, indagación, prácti ca profesional
pega rl e, gritarl e y apli ca r casti gos desproporcionados y supervisiones de otros profesionales cualifica dos.
a Jesús. Como se observa en la Tabl a 2.4, otra de las De esta form a se sabrá sobre qué aspectos formul ar
ca racterísti cas de los ado lescentes agresivos puede ser hi pótesi s y qué va ri abl es e instrumentos seleccio-
las prácticas de cri anza inadecuadas, autoritari as o nar para comprobar los supuestos establ ecidos.
negligentes que parece que el padre ejerce sobre Je- En las GAP, las guías 25 y 26 sobre la Formu -
sús, moti vo por el que se ha formul ado la hi pótes is lación de hipótesis de evaluación, indica n que se
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

debe «revisar los instrum entos de evaluación ade- Como se puede ver, plantear hipótesis es una
cuados para ca da constructo y elegir el más apro- labor que requiere experi encia y muchos co noci-
piado » y «vigilar que la in formación a busca r sea mientos. Como se indica en las GAP, cada hipó-
p ertin ente, discrimin ativa y suficiente con resp ecto tes is debe operativiza rse mediante instrumentos
a las hipó tesis formuladas ». y proced imientos de evaluación. Por ello, en la
Entonces, ¿se podría asegurar que se han elegi- Tabl a 2.2 se presenta como una fase de estudi o y
do las pruebas más apropi adas en el caso de Jesús? reflex ión que se rea li za en función de la demanda
¿que la in formación será pertin ente, discrimin ativa y los obj etivos establ ecidos, y que requiere para
y suficiente, en relación a las hipótesis de eva lua- cada hipótesis selecc ionar las vari ab les a eva luar
ción fo rmul adas en la Tabl a 2.5? y elegir los instrumentos y procedim ientos de eva-
Nuevamente aquí desde una amplia experiencia luación más adecuados.
profesional y con el fin de rentabiliza r tiempos, con- En defi niti va, si para la co mprobación de hipó-
sideramos que se podría prescindir de algunos de tes is prescindiéramos de la apli cac ión del BAS- 11
los instrumentos de evaluación seleccionados, por Esco lar y el IAC (Inventari o de Adaptac ión de co n-
haber obtenido información discriminativa y sufi- ducta), y utili zá ramos en su lugar la información
ciente a través del Informe Psicopedagógico del IES. sumini strada por el IES, solo necesitaríamos en la
En concreto, se podría prescindir de la apl ica- tercera fase del proceso una ses ión evaluativa más
ción de la BAS-11 elegida para comprobar la hi- (en lugar de dos) para co mprobar todas las hipóte-
pótesis de que «el nive l intelectu al de Jesús será sis, ya que algunos de los instrumentos ya fueron
med io» pu esto que ya se dispone de la eva luación apli cados en la prim era fase. De esta forma, opti-
realizada en el Instituto a fin ales de curso con el mi za ríamos el proceso llega ndo a utili za r un total
WI SC-IV, y del histori al de ca lificac iones. de tres sesiones para toda la eva luación psico lógi-
También se podría haber prescindido de la ca: dos en la primera fase y una en la tercera.
ap li cac ión del IAC (Inventa ri o de Adaptación de
conducta), ya que en el Instituto se apli có la Bate- Y,ADEMÁS:
ría de Sociali zac ión (BAS- 1 para profesores y BAS-
2 para padres) y se obtuvo un criteri o global de 1. Las hipótes is se ajustarán a los obj etivos de la
inadaptación de Jesús. Sin embargo, la terapeuta evalu ación
establ ece la hipótesis de que «ex istirá una elevada 2. No siempre será necesari o apli ca r un instru-
inadaptación en distintos co ntextos », pa ra lo que mento eva luativo para cada hi pótes is o va -
ha elegido el IAC que ofrece info rmac ión sobre la ri ab le de eva luación. A veces será suficiente
adaptac ión en co ntextos personal, fa miliar y esco- con el inform e del propi o paciente o de otros
lar y se trata de una pru eba autoa pli cada. Estos info rmantes, por ejemp lo, el Info rm e Psicope-
aspectos son importantes tenerl os en cuenta a la dagógico.
hora de decidir un u otro instrumento para com- 3. En selecc ión de las técni cas o estrategias
probar una determinada hi pótesis. evaluati vas se debe te ner en cuenta, además
En relación a la hipótesis sobre el tipo de ma- de las cualidades psicométricas y que estén
nifestac iones agresivas de Jesús, se podría utili za r adaptadas a pob lación española, que el psi-
la info rmación ofrec ida por el IES del Cuesti ona- có logo tenga experi encia en la administra-
ri o A-D de conductas antisociales-deli ctivas, en el ción del instrum ento seleccionado y lo sepa
que puntuó alto en la esca la antisoc ial y bajo en aplicar de fo rma correcta y fiable.
la delictiva, pero se ha co nsiderado más adecua- 4. Ca da eva luador podrá elegir pru ebas dife ren-
do administrar el CAPI -A porque mide específica- tes en fun ción de si le son más cómodas o
mente agresividad premeditada e impul siva. De fác iles de ap li ca r, lo que proporcionará aún
esta form a se podrá verifi ca r co n mayor precisión mayores ga rantías eva luativas.
la hipótesis de que «las mani festaciones agresivas 5. A la hora de elegir los instrumentos de eva lua-
de Jesús serán más proactivas que reactivas». ción se deberá, aparte de los aspectos comen-
Respecto ' a la hipótesis sobre los diferentes tados en el punto anteri or sobre el evaluador,
estil os educativos de los padres, a través de las tener mu y presente las ca racterísti cas de las
entrevistas ya se podría comproba r la misma, sin personas a las que se le apliquen. Por ejem-
embargo, al apli ca r el ESPA-29 a Jesús, se ti ene in- pl o, se deberá contempl ar que el nivel cultu-
fo rm ación prec isa para poder co mprobar la hipó- ral de la persona evaluada sea sufic iente para
tesis de que «ex istirán di ferencias entre los estilos co ntestar a un cuesti onario o si se detecta
educativos del padre y mad re». ca nsancio o fa lta de atención, elegir pruebas
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

cortas o dividir la administración de la prueba formulación de caso, 6) comunica r los resultados del
en di stintos momentos, etc. proceso evaluativo . Informe de evaluación.
Seguidamente se describen cómo se han reali zado
Por tanto, pa ra eva luar cada constru cto cada estas tareas sobre el caso que venimos ofreciendo de
eva luador puede elegir d istintos instrumentos y Jesús.
para ello debe tener una buena base de conoci-
miento de los mismos y saber lo que miden cada
uno y no confundirlos. A veces, diferentes tipos de 3.1. Planificar la aplicación de las técnicas
test tienen parecidos nombres, pero cada uno eva- evaluativas
lúa dimensiones diferentes. Como ejemplo pode-
mos citar el BAS-II que es para med ir las aptitudes La preparación de los materi ales y el procedimiento
intelectuales, y no ti ene nada que ver con el BAS-1 de admini stración de las pruebas que se aplica ron a Je-
y BAS-2 que es una Batería de socialización o el sús se organizaron en función de sus ca racterísticas per-
BASC. Sistema de evaluación de la co nducta sonales, los tiempos de aplicac ión y complejidad de los
de niñ os y adolescentes (Reynolds y Kamphaus, instrumentos, aspectos que ya se tuvieron en considera-
2005), que evalúa dimensiones pato lógicas y ción a la hora de elegirlos en la fase anteri or. Además de
adaptativas desde los 3 a los 18 años y dispone de los test seleccionados, en esta fase las entrevistas que se
diferentes formas de aplicac ión para el profesor, realicen deberán tener como objetivo la comprobación
padres y para el propio eva luado. Por lo que este de hipótesis de eva luación, utiliza ndo para ello las «téc-
último podría haberse elegido en lugar del SENA. nicas de entrevista directivas» recomendadas en el tema
Por tanto, dominar el proceso, las diferentes tipos «La entrevista en el proceso de evaluación psico lógica ».
de técnicas de evaluación y co nocer a fondo los En la Tabl a 2.6. se recoge la pl anificac ión de técn i-
test, es imprescindible. cas eva luativas para comp robar hipótesis, en las que se
han incluido todas las pruebas propuestas en la Tabla
2.5. Se puede observar que se estab lecieron dos sesio-
nes de eva luación para comprobació n de hipótesis y
formu lación de caso. En la primera se decid ió admi-
3ª FASE: COMPROBACIÓN DE nistrar el BAS-II Escolar y el CAPI -A que es muy corto,
LAS HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN, dejando para la siguiente sesión la administración del
FORMULACIÓN DE CASO Y COMUNICACIÓN resto de test que requieren unos 60 minutos en total.
DE LOS RESULTADOS

Con el fin de comprobar las hipótesis y rea li za r la 3.2. Aplicar las pruebas
formul ación de caso se deberá: 7) planifica r la apli-
ca ción de las técnicas eva luativas, 2) aplica r las prue- La cuarta cita con Jesús transcurrió de la sigui ente
bas, 3) corregir, interpretar e in tegrar los resultados, 4) manera. Jesús vino acompañado por su madre y pasa-
comprobar las hipótesis de evaluación, 5) establecer la ron juntos al despacho. La terapeuta co nsensuó co n

Planificación de las técnicas evaluativas


M@Mi,lfi,iM Instrumento Tiempo de administración
BAS-II Escolar (Esca las de Aptitudes Intelectuales BAS- II; Elliott, Smith y Entre 25 y 45 mi . test
M cCullogh, 201 1) principales y 15 mi. los dos
de rend imiento
4ª c ita N iño
CAPI-A (Cuestionario de Agresividad Premeditada e Impul siva en 10-15 minutos
Adolescentes; And reu, 201 O)

IAC (Inventario de Adaptación de conducta; de la Cruz y Cordero, 20 minutos


2015, 7ª ed., revisada y ampliada)

ESPA-29 (Esca la de esti los de socia li zac ión parenta l en la adolescenc ia, 20 minutos
5ª cita N iño
Musitu y García, 2004, 2° ed.)

Q-PAD (Cuestionari o para la Evaluac ión de problemas en adolescentes; 20 minutos


Sica, Rocco Chiri , Favil i, Marchetti, 2016)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ambos las pruebas de evaluación que le aplicaría a poder conocer lo que hacen, piensan y sienten, ya que
Jesús en dos sesiones, obteniendo el consentimiento no existen análi sis o radiografías que pueda n dar esa
para su aplicac ión. Este aspecto está recogido en las inform ación. Por eso era impresci ndibl e su co labora-
GAP en las guías 28 y 29 que indican que se debe «ob- ción activa, ya que sus respuestas iban a compl etar
tener consentimiento del sujeto para el plan de evalua- la informac ión necesa ri a para ay udarl e. Que, si se le
ción y para los procedimientos de evaluación implica- presentaran dudas o preguntas, debía hacerlas, ya que
dos » y «preparar la situación de evaluación, así como no se trataba de una situación de examen, sino de otra
dar las instrucciones a los sujetos y demás participantes forma de informar, distinta de la entrevista mantenida
de acuerdo con estándares técnicos y profesionales». en la visita anteri or.
La madre le entregó un sob re a la psicóloga con Seguidamente, se aplica ron las técnicas de recogi-
dos Hoj as de registro 1. Y la terapeuta le pidió a Jesús da de información para comprobar las hipótesis. Un
su H oja de registro 2. que debía haber cumplimentado aspecto importa nte es que, si se observa ca nsa ncio o
durante la semana previa. Y le dio otro registro idén- aburrimi ento en algún momento de la ad mini stración
tico para que sigui ese anotando lo mi smo durante la de un test, por ejempl o, el BAS-11 Escolar, convendría
siguiente semana. ca mbi ar de tarea y, ap lica rl e otro de los test previstos.
A co ntinuación, y como se especifica en la Tab la La fl ex ibilidad en la apli cac ión de instrumentos de eva-
2.2, se pasó a form ar al niño para que la apli cac ión luación debe estar muy presente para obtener resu lta-
de pruebas fuese correcta y eficaz. La terapeuta le ex- dos válidos y fi ables. Otros aspectos a tener en cuenta
pi icó que los méd icos suelen utili za r analíti cas u otras sobre la se lección y correcta ap licación de las pruebas
pruebas para conocer lo que les pasa a las personas, pueden consultarse en el capítulo «Los in strumentos de
pero los psicólogos utili za n test y cuestionari os para eva lu ación psicológica y garantías de ca lidad ».

Hoja de regist Resumen de Hojas de registro l. Cumplimentadas por Toñi


Ha ido al Instituto Ha hecho deberes
Otras actividades diarias (p. ej. Qué se le ha dicho y quién, cuando
SI/NO SI/NO
jugar, deporte, recados) ha hecho deberes u otras cosas
Quién le ha ayudado
Semana 1 2 días. 2 días. Nadie Coc inar con la madre en el fin de Su padre: " Ya es hora que estudies,
Los otros tres dijo semana más te vale portarte bien, si no ya
sentirse enfermo sabes ... »
Semana 2 4 días. 3 días (uno en Ir a busca r el pan Su madre: "Así me gusta hijo, que
Uno se durmi ó y sábado y le ayudó Ayudar a poner la mesa estudies como tu hermana"
ya no fu e hermano mayor)

Hoja de regist Resumen de Hojas de registro 2. Cumplimentadas por Jesús


He llegado Me he metido He hecho Otras actividades Qué te han dicho y
puntual al IES en líos los deberes diarias en el cole y/o quién (profes, padre,
SI/NO SI/NO SI/NO en casa madre, hermanos)
Cuáles Quién me ha ayudado
Semana 2 SI: 4 Tres días ha insultado SI: 3 En el co le ha hab lado La profe de Mates
a sus compañeros José Lui s, el sábado con profe de Mates se alegra que vaya al
y en recreo les ha psicó logo.
NO: empujado y pegado NO: Co n la madre ha Su madre: «Así
cocinado me gusta hijo, que
estudies como tu
hermana »

Semana 3 SI: 4 Dos días ha insu ltado SI: 2 H a hab lado con el Tutor le ha dicho
a compañeros Nad ie tutor que se ha fijado en
que ha mejorado
NO: NO: Ha ido a por el pa n y compo rtam iento.
puesto la mesa Su padre: «Sigues
sin ir todos los días
al Instituto y, no
estudias, eres un
vago »
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Trascurridas las dos sesiones (c uarta y quinta citas, Jesús y el segundo de autoobservac ión rea li zado por
en la que Jesús trajo el Registro 2 rea l izado en esa se- Jesús.
mana), nu evamente la psi có loga se encuentra co n ta- La interpretación de los resultados obtenidos a tra-
reas a rea li za r en ausencia del sujeto evaluado, ya que vés de ambos registros se ofrece en el siguiente Cuadro
debe proceder a co rregir las pru ebas e interpretar e in- 2.9.
tegrar los datos para verifi ca r las hipótesis y estab lecer Se puede profundizar en la interpreta ción de los
el modelo expli ca tivo del caso. registros de observación ap licados, utili za ndo, además
del porcentaje de frecuencias, el cá lculo estadístico
entre la observación rea li zada por la madre y el hij o.
3.3. Corregir, interpretar e integrar los En el Cuadro 2.1 O, se comprueba mediante la prueba
resultados estad ísti ca de comparación de proporciones que se ha
producido un incremento de as istencia a clase, aun-
Pasamos primero co rregir e interpreta r los registros que no sea estadísti ca mente significativo. De forma
de observación. El primer res ultado es sobre el registro compl ementari a, la tendencia producida a lo largo de
de heteroobservac ión rea li za do por Toñ i, la madre de las tres semanas muestra un incremento en la asisten-

Resultados cualitativos de la heterobservación y autoobservación realizadas por la madre y


Jesús, respectivamente
• En tota l han sido tres semanas de registro. La primera registró • Respuestas recibidas: de la madre, aunque le alaba «Así me g usta
so lamente la madre. La segunda semana registraron madre e hijo hijo que estudies .. . " le compara co n hermana « .. . como tu her-
por separado. La tercera solamente rea li zó el registro Jesús. Se mana ». D el padre comentarios de reproches «Ya es hora de que
observa que en la segunda semana co inc ide la información apor- estudies ... " y amenazas «más te va le por/arte bien, si no ya sa-
tada independientemente por cada observador. bes . .. "
• Acudió al Instituto: 2/5 días la primera semana y las dos siguien-
tes fue 4/5 días. Lo que representa un tota l del 67% de asistencia EN EL INSTITUTO:
sobre 15 días escolares. • Conductas positivas: Ha hablado co n profe de M ates y el Tutor
• Hizo los deberes: 2 días la primera semana, 3 la segunda y 2 la • Conductas negativas:
tercera. La frecuenc ia sobre 21 días (incl uidos los fines de sema- - Semana 2, ha in sultado a sus compañeros y en recreo les ha
na) ha sido del 33%. empuj ado y pegado 3/5 días
• No le ayudan en los deberes, sa lvo la segunda semana que en - Semana 3, ha in sultado a compañeros 2/5 días.
sábado le ayudó herm ano mayor
• Respuestas recibidas:
• Se ha metido en líos en el Instituto: sobre 1O días (dos semanas),
- Semana 2, su profe de M ates le ha dicho que se alegra que
En una frecuencia del 50%.
vaya al psicólogo
EN CASA: - Semana 3, su Tutor le ha dicho que se ha fij ado en que ha me-
j orado el comportamiento
• Conductas positivas: ha coc inado e ido a por el pan, ha puesto la
mesa

-
Resultados estadísticos de comparación entre la observación realizada por la madre y Jesús
Observación en Autorregistros
contextos naturales coincidentes
Dos formas complementarias de resolución
¿Quién
Madre Madre e hijo H ijo
observa?

Sucesivos
Comparación de Tendencia correspondiente a las tres
períodos de Semana 1 Semana 2 Semana 3
proporciones semanas suces ivas
tiempo

Hay diferencia,
As istencia a
2 días: 4 dias: 4 días: pero no llega a
clase (5 días
2/5 4/5 4/5 ser significativa
lectivos)
(p< .19)

1,4 1.8 2.2 2.4


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Resultados obtenidos en «El Test del Dibujo de la Familia»


Los trazos, líneas fuertes y rectas para dibujar a los miembros de y que quiere mucho a sus hijos. Él se considera el menos bueno de
la fam ili a, pueden estar están plasmando las tendencias agresivas la famili a y el que se porta mal, por lo que como casti go le rapan la
e impul sivas de Jesús. cabeza, lo que muestra el impacto que esa sanción le ha causado.
Aunque se dibujó en primer luga r, lo hi zo poniéndose un año me- A su hermano mayor le considera el más feli z porqu e va a la Uni-
nos (edad que ti ene su hermana). Dijo que deseaba ser ella en esa vers idad y le dejan hacer lo que qu iere.
fa milia y es a quién prefiere porqu e va bien en la escuela, tiene La incomun icac ión con su padre queda pl asmada al dibujarle en
rega los y los padres la quieren mucho. Sin embargo, deja a la vista otro estrato de la hoja y apartado, con un brazo recto que luego
sus celos hacia ella al no haberl a dibujado y dejándo la en casa borra y se lo dibuja leva ntado en símbolo de mando y con la boca
porque no cabe en el coche y porque es «la sabionda». en zigzag como símbolo de estar enfadado .
Su madre la dibuja a su lado y con más detalles, por lo que la va lo-
ri za y siente cerca nía hacia ella; la describe como mu y trabajadora

Resultados obtenidos en el resto de los test aplicados


1nstrumentos Resultados
BAS-II Escolar (Esca las de Apt itudes Su nivel intelectual se sitúa en el nivel medio (entre 90-11 O). El Índi ce Genera l es de 102,
Intelec tu ales BAS-II) los Índi ces de Razonamiento no Verba l (RNV) y Espacial (IE), son ligeramente su peri ores al
Índi ce Verbal (IV), aunque la diferencia no es significativa.

Informes y expediente académico El in form e muestra un nive l aca démico medio en Primari a, si bi en destacaba más en los
contenidos espaciales y numéri cos frente a los verbales .
En 1º ESO su rendimiento descendió. Es repetidor y lleva tocias las áreas suspendidas.

SENA (S istema de Eva luación de Niñ os y Evaluación esco lar:


Ado lescentes, N ivel 3 SECUNDARIA 12-18 • Índ ices globales de problemas: Puntuaciones altas. La más eleva das en probl emas
años) conductua les y de las funciones ej ecutivas. En probl emas emoc ionales medio-a lto y en
recursos personales baj o.
■ Esca las ele problemas: En la esca la de problemas exteri ori zados puntúa alto en
problemas de contro l de la ira, agresión, co nducta desa fi ante y antisocia l. En
otros problemas, en problemas de aprendi zaj e. Tamb ién en vulnerabi lidad. En los
interi ori za dos se sitúa en la media y destaca su baja puntuación en esca las de recursos
personales.

Evaluación familiar:
• Índi ces globa les de problemas: Puntu aciones altas en problemas co nductuales y
emocionales y bajas en las funciones ejecutivas y en recu rsos personales
• Esca las ele probl emas: En problemas exteri ori zados e in teri ori zados y en vulnerabilidad
puntúa elevado. Med io en problemas de aprendi zaje y obti ene bajas puntuac iones en
esca las ele recursos personales

CAPI-A (Cuestionario de Agresividad Las puntu aciones obtenidas por Jesús son:
Premeditada e Impulsiva en Ado lescentes) ■ Esca la de agres ividad premeditada: Pe 75
■ Esca la de agresividad impulsiva: Pe 15
■ Esca la para el contro l de la fa lta de sinceridad: Pe 60

IAC (Inventario de Adaptación de co nducta) Las puntu aciones de adaptación obtenidas por Jesús en distintos contextos son:
• Personal: Pe 25 (nivel med io entre 25-75)
• Familiar: Pe 1O (nivel bajo entre 5-24)
■ Escol ar: Pe 4 (nivel mu y bajo entre 1-4)
■ Soci al: Pe 15 (nivel bajo entre 5-24)
■ Globa l: Pe 10 (nive l bajo entre 5-24)

ESPA-29 (Esca la de esti los de socia li zac ión Las puntuaciones que Jesús ha otorgado a las dos dimensiones para cada progenitor han
parental en la adolescencia) sido:
■ Aceptación/Implicac ión: Madre Pe 80 y Padre Pe 1O
■ Coerció n/ Imposición: Madre Pe 20 y Padre Pe 85

ESFA (Esca la de Sa ti sfacc ión fa miliar por Las puntuaciones obtenidas han sido:
adjetivos) • Satisfacción fa miliar: Jesús Pe 1O y M adre Pe 1O Padre Pe 20

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

\'
~ Instrumentos Resultados
Q-PA D (C uesti onari o para la eva luac ión de Las puntu aciones obtenidas por Jes ús en las distintas escalas son:
problemas en adolescentes) • Probl emas familiares: Pe 97
• Probl emas interpersonales: Pe 94
• Incertidumbre sobre el futuro: Pe 92
• Ri esgo psicosocial: Pe 9 1
• Ansiedad: Pe 93
• Depresión: Pe 87
• Autoestima: Pe 15
• Abuso de sustancias: Pun tuaciones no c línicas
• Insa ti sfacción co rporal: Pun tuaciones no c línicas

DSM-5 • Cu mple los cr iterios de:


V61.20 (Z62.820) Prob lema de relación entre padres e hijos

c ia a cl ase. Para ampli ar informac ión co nsultar el ca - esco lar (ex pul sion es), y ele co ndu ctas agresivas y ex-
pítulo sobre «Observación Si stemáti ca» . ternali zaclas (probl emas ele co ntrol ele la ira, agres ión,
Los resultados e interpretac ión sobre «El Test del condu cta desa fi ante y anti soc ial) que pu eden estar in-
D ibujo de la Familia » se expon en en el Cuadro 2.11. flu yendo en su bajo rendimi ento escolar. En definitiva,
En el Cuadro 2.1 2 se ex ponen los res ultados obte- en su baj o rendimi ento académi co, además de aspec-
nidos en el resto de test apli ca dos. tos escolares, se debe tener en co nsideración para su
tratami ento los síntomas emoc ionales, las conductas
Integración de los resultados ex tern ali za das ele Jes ús y los probl emas fa mili ares. Por
otra parte, de ca ra a la intervenc ión será importante
En relación al nivel intelectu al, se observa que en el promover aspectos pos itivos que ha anotado Jesús en
BAS-II Esco lar ha obtenido puntuaciones medias, aun- las Hojas ele Registro, como por ejemplo que en las
que no hay diferencias significativas, el índi ce con una dos últimas semanas ha rec ibido refu erzos positivos de
puntuación más baja, el Índi ce verbal (IV) puede enten- su profeso ra ele M atemáti cas y su Tutor (la profesora ele
derse como un punto débil dentro de su perfil. Este Índi - M atemáti cas se ha alegrado de que esté yendo a vi sitar
ce representa la inteli gencia cri stali zada, la adquisición una psicó loga y el Tutor le ha di cho que se ha fij ado en
de conceptos y conocimi entos verbales y el razona- que ha mejorado su comportami ento). Estos aspectos
miento verbal. La puntuación más alta la ha obtenido en deben tenerse en cuenta para la intervención psicol ó-
el Índi ce Espac ial (IE), que constituiría su punto fu erte. gica, junto a la tendenc ia constatada hacía el aumento
Estos resultados están en co nso nancia co n el In- de as istencia a cl ase, lo que podrían significa r si gnos
forme psicopedagógico qu e indica ba que Jes ús des- de bu en pron ósti co terapéutico.
tacaba más en los contenidos espaciales y numéri cos En relación a los probl emas famili ares, se han
frente a los verbales. Además, en las dos pruebas de detectado diferentes estilos educa tivos entre padre y
rendimi ento del BAS-II Esco lar, que proporcionan una madre (estil o autoritario del padre frente al indul gente
medida tipifi ca da de las habilidades numéri cas y de de la madre) . Las dos form as di stintas de relacionarse
escritura bás icas, se observa puntuac iones más eleva- con Jesús han sido observadas, as imi smo, a través de
das en las numéri cas (Aritméti ca) . las di stintas entrevi stas rea li za das. Anotamos seguida-
Tambi én parecen estar en la mi sma dirección que mente algunos datos ex traídos de los resúmenes d e la
los datos ofrecidos por el Insti tuto sobre la apli cac ión psicó loga que correlacionan co n los resultados obte-
del WISC-IV a fin ales del curso anteri or, donde se in- nidos del ESPA-29:
d ica ba que su nivel intelectu al era «medi o», y qu e el
Índi ce de Comprensi ón Verbal (CV) era li geramente in- En la entrevista ini cial con Toñi, la terapeuta anotó:
feri or al Índi ce de Ra zonami ento perceptivo (RP) . ■ La madre se si ente culpabl e, le ju stifi ca y le si-
A pesa r de que no son comparabl es las categorías gue premiando con la paga .
establ ec idas para los índi ces del BAS-II y del WISC-IV, ■ El padre le grita y le casti ga quitándol e la paga .
pues se ca lcul an en base a los res ultados obtenidos en ■ Los padres están en desacuerdo ante las posibl es
cada una de ell as, consideramos muy coh erentes los so luc iones adoptadas .
datos ofrecidos por ambas pruebas.
Por otro lado, existen otros fa ctores relacionados Además, como ha indi ca do Toñi en la entrevista
co n los contextos famili ar (los probl emas fa mili ares), ini cial:
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ « Pues que no nos ponemos de acuerdo. Pedro Las siguientes respu estas otorgadas por los padres
quiere arreglarlo todo a gritos y con am enazas en la entrevista mu estran que no le refu erza n las co n-
que suele cumplir, como quitarle las pagas. En ductas positivas:
cambio, yo creo que es mejor dejárselas para
que no haya más problem as» ¿Cómo se actúa ante las conductas positivas? «No
tiene ninguna, nunca hace lo que le decimos, pa-
Lo que fue co nfirmado por Jes ús: rece que espera que pidamos algo para hacer lo
■ «Mi padre m e grita, m e riñe, m e castiga con co- contrario»
sas que sabe que m e hacen mucho daño. Ni te ¿Con cuanta frecuencia se le alaba o premi a? «Pues
lo imaginas hasta qué nivel llega » nun ca»
Su padre só lo le resa lta cuando no va al Instituto:
En la entrev ista biográfica con ambos padres, se «Sigues sin ir todos los días al Instituto y, no estu-
obtuvieron los siguientes datos: dias, eres un vago »
■ A l haber suspendido 1º de la ESO, su padre ha
empeza do a ejercer un a mayor presión, gritán- Según inform an los pad res de Jesús, los castigos
dol e y ri ñéndo le para que estudi e más, agraván- que le imponen so n variados, y sin normas cl aras,
dose co n discusiones que no permiten resolver pues no queda n estab lecidos cua ndo termin an o los
los probl emas. motivos por los que se los leva ntan:
■ Su madre le justifica, le protege.
■ Para so luc ionar este empeorami ento, el padre ¿Cómo se actú a ante las conductas negati vas? «Cas-
utili za un estil o amenazado r-agresivo y la madre tigos variados y se los dejamos, diciéndole "quedas
perm isi vo-p rotecto ra. castigado hasta que te portes bien "»
¿Con cuanta frecuencia se le casti ga? «Casi ca da
En el res umen de la entrevista co n Jesús, la psicó- sem ana, pero a los 3-4 días le leva nta el castigo la
loga anotó: m adre»
■ Experimenta un ambi ente fam ili ar negativo . Ti e- ¿Qué tipo de castigos recibe? «Sin sa lir a la ca lle,
ne confli ctos, especialmente con su padre, y los mandarle a su habitación, sin da rle la paga, dejarle
so luciona aisl ándose en su habitación. Prese nta sin ordenador o consola»
rabia co nten ida, lab ili dad emociona l y posibl e Actividades de ti empo li bre o extraescolares que
ideación su icida al verba lizar que «qui en qui zá rea li za el niño: «Iba a Karate y a natación, pero se lo
debería matarse es él». han quitado. Le gustan juegos de mesa: Monopoly,
ajedrez, dom inó, pero como se porta tan mal, hem os
Además, se constata a través de las entrev istas que decidido dejar de juga r con él para que aprenda»
los comentarios que recibe so n, generalmente, de
comparación con sus hermanos : En El Test del Dibujo de la Famili a se ha observado
■ Ante la pregunta a los padres sob re qué tipo de que desva lor iza a su hermana al no dibuja rl a. Además,
prem ios recibe, respondieron : «siempre le deci- en las preguntas del test responde que prefiere a la hij a:
mos que vea los premios que les damos a sus
hermanos, pero él en luga r de entenderlo, pare- Tú, en esta fam ili a ¿A qui én prefieres? ¿Por qu é? «A
ce que aumenta sus enfados y m alas conductas» la hija porque va bien en la escuela, tiene regalos y
los padres la quieren mucho »
Este aspecto tambi én ha quedado pl as mado en los
registros observac ionales rea li zados por Jes ús, en los Y decide dejarl a en casa porque no cabe en el co-
que cuando ha hecho deberes u otras cosas positivas, che y porque es «la sab ionda »
su madre le ha dicho: «Así me gusta hijo, que estudies
como tu hermana». El papá propone un paseo en coc he, pero no hay
Asimi smo, ~e han observado sistemas de refu er- luga r para todos, ¿quién se va a quedar en casa?
zo-castigos in adecuados, aspectos que han quedado ¿Por qué? «La hija porque es la sabionda »
pl asmados no so lo a través de los registros de observa-
ción sin o, tambi én, a través de los resultados del Test Pero, le gustaría ser como ell a:
del Dibujo de la Famili a, en el que se mu estra la inco-
municación con su pad re y las dificultades con el resto Suponiendo que tú formases parte de esta fami li a
de los fam ili ares, a excepción de su madre que es co n ¿Qui én serías? ¿Por qué? «Sería la niña porque es
quien se siente más cerca. como m e gusta ría ser a mí»
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Por un lado, quisiera ser ella y por otro la desvalori- En cuanto a la dimensión posi tiva de autoestima y
za al no dibujarla, lo que muestra una rea cc ión agresi - bienestar, la puntuación obtenida se sitúa en un rango
va indirecta. Según Corman (1967) «La censura del yo, de percentiles bajo indicativo de «M alestar». As imi s-
que impide cualquier expresión de agresividad decla- mo, en las «esca las de recursos personal es» del SENA
rada, obliga a esta tendencia a manifestarse en form a presenta baja autoestima.
indirecta, con frecuencia por desva lorización del rival». Finalmente se ha comprobado que en las esca-
Ade más, a través de las entrevistas se corroboran las de abuso de sustancias e insatisfacc ión co rporal
dichos celos. Toñi indi ca en la entrevista in icial: no obtiene puntuaciones significati va mente clíni cas.
Cabe señalar que los ítems en esta última esca la se re-
« ... con su hermana pequeña la ignora y a veces la lac ionan co n el peso, aspecto físico, etc., y Jes ús no ha
desprecia diciéndole "tonta '; "estúpida» manifestado en ningú n momento estar en desacuerdo,
sino al co ntrario, le gustaba su aspecto y va loraba su
Y, en la entrevista biográfica Toñi y Ped ro han re- largo cabe llo.
sa ltado: Respecto al tipo de manifestaciones agresivas, Jesús
muestra una agresividad premeditada, es decir, utili za
« . . . Hace muchas cosas solo, porque con su her- las agresiones como un medio para conseguir un obje-
mana hace como que la ignora. Creemos que tiene tivo, diferente al de dañar a las víctimas. Por lo que su
celos de ella. Pues ella va bien en el colegio. Tiene meta es lograr otros objetivos, como ha expresado a tra-
un año menos que él y ambos están en Primero de vés de la entrevista. En el Instituto quiere «destacar, que
la ESO, al haber suspendido Jesús el año pasado. Y le expul sen y no ir a clase» . En casa: «atacar para que le
le decimos que estudien juntos y ella le ayude, pero dejen en paz». Además, estos datos correlacionan co n
él se niega a estudiar con ella. Dice que es una "sa- los del Informe psi copedagógico en el que en el Cues-
bionda y que no la necesita para nada »
II
tionario A-D de Conductas Antisociales-De lictivas, pun-
« ... Da contestaciones inadecuadas, desprecios tuaba alto en la esca la antisocial y bajo en la delictiva.
com o "fea " a su herma na» También se han encontrado resultados de inadaptación
«Pensamos que tiene celos de su hermana Amelía» en di stintos co ntextos (personal, fami liar, escolar, social
y global) eva luado a través del IAC, que parecen estar
A través de los resultados obtenidos con el Q-PAD, en consonancia con los del Informe Psi copedagógico,
ta mbién se han co nfirmado los problemas fam ili ares, en el que mostraba un cri terio globa l de inadaptación
con alto nivel de malestar y prob lemas clíni cos desta- eva luado por profesores y padres con el BAS-1 y BAS-2.
cados, como se ha ven ido co nstatando a través de las En relación al di agnós ti co de «Problemas de rela-
entrevistas y otras técnicas ap li cadas, a lo que ca be ción entre padres e hijos », el DSM-5 expli ca que habi-
añad ir una elevada in sati sfacción fa miliar eva luada tualmente estos prob lemas va n asociados a un deterio-
con el ESFA. ro funcional en los dominios co nductual es, cognitivos
En probl emas interperson ales, incertidumbre sobre o afectivos. Añade, que son ejemplos de prob lemas
el futuro, riesgo psicosocial y ansi edad las puntuacio- co nductuales el inadecuado control , supervi sión e
nes obtenidas se han situado en nivel alto ca li ficado impli cac ión de los padres con el niño, la sobrepro-
de «malestar y probl emas ». Estos prob lemas in terper- tección de los padres, la presión patern a exces iva, las
sona les se han evidenciado, repetidamente, a través de discusiones que se agravan hasta llega r a la amenaza
las distintas entrevistas e Informe Psicoed ucativo. La de violencia física y la evitación sin la resolució n de
incertidumbre sobre el futuro, Jes ús la manifestó en la probl emas. Todas estas ca ra cterísticas se han constata-
entrevista « La verdad es que, al repetir este año, todo do en el caso de Jes ús.
me suena un poco y quizá podría aprobar alguna, pero Por consiguiente, consideramos que al criterio diag-
me siento pesimista ante el futuro y m e meto en tantos nóstico de «Trastorno negativista desafiante» propues-
líos que lo do y por perdido ». El eleva do ri esgo psi - to por el servicio psicopedagógico a finales del c urso
cosocial y ansiedad se relacionan con el co njunto de pasado, se debe añadi r el de «Problema de relación
prob lemas que presenta. Cabe seña lar que en las «es- entre padres e hijos».
ca las de probl emas interiorizados» del SENA se corro-
boran elevadas puntu aciones en depresión y ansi edad.
En depresión los resultados obtenidos se sitúan en el 3.4. Comprobar las hipótesis de evaluación
rango medio-alto, por lo que consideramos es necesa rio
hacer un seguimiento, ya que durante la entrevista Jesús Las hipótesis son supuestos generales, cuya com-
verba l izó ideación suicida «Le dije que "le iba a matar'; probación precisa de una operativizació n, por eso se
pero a veces, pienso que quién debiera matarse soy yo». hacen enunciados verificab les a través de las técnicas
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

o estrategias de evaluación. Estos aspectos se generan por ejemp lo, contro lar y dirigir su atención, impulsiv i-
de forma prácticamente instantánea por parte del eva- dad y de adaptación y regu lación emocional en dicho
luador ya que al seleccionar los instrumentos con los contexto. Sin embargo, en casa, puntúa elevado en
que se van a comp robar las hipótesis, a su vez el eva- ambos tipos de probl emas (exteriori zados e interio ri-
lu ador predice los resultados que espera encontrar. A zados) . Tanto padres como profesores detectan bajos
co ntinuación, presentamos la comprobac ión de cada recursos personales y alta vu lnerabilidad, aspectos a
hipótesis junto a las predicciones o enunciados verifi- tener en cuenta para el programa de intervención.
cab les estab lecidos por la psicóloga.
HIPOTESIS 4. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
HIPÓTESIS 1. PREDICCIÓN / ENUNCIADO Aceptada VERIFICABLE
Aceptada VERIFICABLE
Presentará probl emas En el Q-PAD puntuará en probl emas
El nivel intelectual de En el BAS-1 1 Escolar obtendrá un IG en la emocionales y fami liares por enc ima del percentil 96.
Jes ús será «medio» categoría media (90- 11 O) conductua les En interpersonales, incertidumbre sobre
ca ra cterísticos el futuro, ri esgo psicosocial, ansiedad
en los niños co n y depresión entre 9 1-95 . En autoestima
En el BAS-11 ha obtenido una puntuación de 102 en comportamiento y bienestar entre 11 -20. En abuso de
agresivo sustancias e insatisfacción corporal no
el Índi ce General (IG) que representa, según el manual,
obtendrá puntuac iones significativas.
un rendimiento genera l categorizado como «medio »,
por lo que se acepta esta hipótesis. Estos resultados
están en consona ncia con la información faci litada en Se confirma esta hipótesis a través de la apl icac ión
el Informe psicopedagógico. del Q-PAD, en el que ha obten ido un Pe de 97 en
prob lemas fami li ares. En probl emas interpersona les,
incertidumbre sobre el futuro, ri esgo psicosocial y an-
HIPÓTESIS 2. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
siedad las puntu aciones obtenidas se han situado entre
Rechazada VERIFICABLE
91-95, nivel alto ca li ficado en el manual de «mal esta r
Presentará un Los registros de observación mostrarán y problemas ».
absentismo escolar una frecuencia inferior al 50% de En depresión los resultados obtenidos se sitúan en
elevado asistencia semanal al IES
el rango medio-alto entre 85-90 que en el manual se
indica como «Precaución».
Tomando en cuenta los resultados tota les obteni- En cuanto a la dimensión positiva de autoestima y
dos a través de los registros de observación se recha za bienestar, la puntuación obtenida se sitúa en un rango
esta hipótesis ya que la frecuen cia de asistencia en tres de perce ntiles bajo entre 11 -20, indicativo de «Males-
semanas ha sido del 67%. (s uperior al 50%). Ahora tar ». As imismo, en las «esca las de recursos persona-
bien, si calcu lamos sólo la frecuencia en la primera se- les» del SENA presenta baja autoestima.
mana en la que solamente registró información la ma- Finalmente se ha comprobado que en las esca las
dre, fue del 40%. Este resultado podría deberse al azar, de abuso de sustancias e insatisfacción corpora l no
pero también podría suponer que cuando el registro lo obtiene puntuacion es signi ficativamente clíni cas.
ha realizado Jesús en las dos siguientes semanas, haya
aumentado, por deseabilidad socia l, la frecuencia de HIPOTESIS 5. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
asistencia al Instituto. Este dato, podría ser un buen in- Aceptada VERIFICABLE
dicativo a la hora de poner la intervención en marcha.
Existirá una elevada En el IAC el nivel de adaptación, en los
inadaptación en co ntextos fa mili ar y escolar, será baja.
HIPOTESIS 3. PREDICCIÓN/ ENUNCIADO distintos contextos
(fam iliar, escolar)
Aceptada VERIFICABLE

Presentará mayor En el SENA obtendrá puntuaciones Esta hipótesis se acepta debido a que, en el contex-
número de cond uctas superi ores en conductas externa li zadas
externali zadas que en el contexto escolar. to escolar su adaptación es «muy baja », y en el resto
interna li zadas, de los contextos fami li ar, social y globa l, su nivel de
principalmente en la adaptación es bajo. Úni ca mente en el plano personal
escuela mu estra una adaptación media, si bi en, la puntua ción
obtenida de 25 se sitúa justo en el extremo inferior
Se acepta esta hipótesis debido a que se ha com- del rango medio (25 -75), y aparecen sentimientos de
probado que en la escuela destacan más los proble- inferi oridad en sus respuestas co rrespondientes a este
mas exteriori zados y de las funciones ejecutivas como, ámbito.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO -

~ del Dibuj o de la Familia, Info rme Psicopedagógico y


¡HIPOTESIS 6. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
VERIFICABLE
comunicación establ ecida con la psi có loga con el Ins-
~Aceptada
tituto.
Las mani festac iones En el CAPI -A obtendrá una puntuación En casa, en general recibe solo castigos, lo que pro-
agresivas serán más superior en agresividad premed itada.
babl emente promueve en Jesú s aislamiento, rabia, y
proactivas, que
reactivas co mportamiento agres ivo que muestra, principa lmen-
te, en la escuela como rebeldía a la situación fa mili ar
negativa que experimenta, y que ha verba l izado Jesús
Esta hi pótesis se co nfirma. Jesús ha obteni do una en la entrevista mantenida.
puntuación superior en agresividad premeditada, lo En el Instituto le han rea li zado expulsiones por sus
que significa que utili za las agresiones como un medio comportamientos agresivos, lo que probabl emente ha
para co nseguir un objetivo, diferente al de dañar a las promovido el aumento de estos, si no han sido acom-
vícti mas. Además, ha obtenido una puntu ación baja en pañadas de otras acc iones que promuevan co mporta-
la escala de agresividad impulsiva. Su sinceridad en el mientos prosoc iales.
CAPI-A ha quedado plasmada a través de la puntuación
obtenida en la esca la para el control de la fa lta de sin- HIPOTESIS 9. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
ceridad, en la que ha obtenido un percentil de 60 que, Aceptada VERIFICABLE
según el M anual, indica que fu e «bastante sincero».
Existirá elevada En la Esca la de Satisfacción Fami liar por
insati sfacción Adjetivos (ESFA) se constatará un bajo
r.~IIPOTESIS 7. PREDICCIÓN / ENUNCIADO fam il iar en los padres nivel de satisfacción fam iliar en todos
[tceptada VERIFICABLE y en el niño

Existirá n diferencias En el ESPA-29 las puntuaciones de cada


progeni tor serán opuestas entre estil os
Los resul tados obtenidos por los tres info rmantes
entre los esti los
educa tivos del padre educativos «autori ta ri o » e «indu lgente» co nfirman una baja sati sfacción fa mili ar (l as puntua-
y madre c iones de padres y de Jesús se sitúan por debajo del
centil 30), lo que confirma esta hipótesis. Al rea li za r
Esta hipótes is se acepta debi do a que, el ESPA-29 un análi sis cualitativo de los adjetivos señalados por
diferencia co n cla ri dad las puntuaciones otorgadas cada uno se observa que:
por Jesús en las dos dimensiones que eva lúa sobre Los padres son «basta nte » infe li ces, y Jesús «total-
cada uno de los progenitores. Se observa n puntuacio- mente» infeliz. Y todos se sienten "totalmente" mal.
nes totalmente distintas en los estil os de sociali zac ión Jesús se siente bastante aislado, criti cado, descon-
parenta l. La madre puntú a elevado en Aceptac ión/ Im- tento, insati sfecho, incómodo, atos igado, tenso, in-
plicación y bajo en Coerción/ Imposic ión. El padre, ob- vadido, agitado, nervi oso, incomprendido, distante y
tiene las puntu acio nes totalmente opuestas a la madre. mal. La madre, se siente malhumora da, desconso lada,
Lo que confirma el estil o autor ita ri o del pad re frente al poco apoyada, insatisfecha, co hibida, desa nimada,
indulgente de la madre. En el ESPA-29 Jesús tu vo que tensa, nervi osa, desdi chada, agobi ada, reprimi da. El
eva luar cómo responden sus padres en situac iones que padre, se siente descontento, a disgusto, malinterpre-
se dan en la fa mili a, va lorando para cada situación si tado, incómodo, a veces marginado y di stante.
el padre y la mad re mu estra n ca riño, indi ferencia, le
hab lan, le riñen, le pegan o le pri va n de algo.
HIPOTESIS 1 O. PREDICCIÓN / ENUNCIADO
Ace ptada VERIFICABLE
; HIPOTESIS 8. PREDICCIÓN / ENUNCIADO Los co nflictos Cumplirá los cri terios de:
Aceptada VERIFICABLE fa mil iares reun irán V6 1.20 (Z62.820) Problema de relación
los criteri os de entre padres e hijos
El sistema de A través de las Entrevistas, los
algu no de los
refuerzos-castigos Registros de observació n, así como a
«Problemas
fam iliares y escolares través del Informe Psicopedagóg ico
re lacionados con
promueven su y la comunicac ión con la escuela se
la educac ión
co mportamiento co nstatará esta hi pótesis. Además, en las
fami liar», inc lu idos
agresivo y problemas entrev istas y en El Test del Dibujo de la
en el capítul o del
fam il iares (celos Familia se constatará los celos riva lidad
DSM-5 titulado
hacia su hermana) y agresividad hacia su hermana.
Otros probl emas que
pueden ser objeto de
atención clínica
Se ha comprobado esta hipótesis a través de las
técni cas de entrevista, registros de observac ión, El Test
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Se acepta esta hipótesis ya que cumple los criterios procesos para que puedan ser activos ante los cambios
según el DSM-5. En relación a la valoración diagnós- que precisan realizar para conseguir los objetivos esta-
tica, la terapeuta ha de conocer los criterios diagnósti- blecidos, pues si bien los objetivos los ha establecido
cos y saber que cuando una persona recibe más de un la terapeuta, éstos deberán consensuarse y ser conse-
diagnóstico, como es el caso de Jesús, es difícil deter- guidos por los clientes.
minar cuál es el diagnóstico principal, ya que ambos Por consiguiente, la formulación de caso debe in-
pueden contribuir por igual a la necesidad de trata- corporar las vari ables identificadas en la evaluación
miento. Como indica el DSM-5 los diagnósticos que realizada, así como las posibles rel aciones entre los
se establecen en los pacientes deben citarse por orden problemas, lo que permitirá tanto al psicólogo como
de necesidad de atención y tratamiento o en función al cliente entender los factores que mantienen los pro-
del motivo de demanda. blemas y la importancia de cambiar esas dinámicas.
En el caso de Jesús, consideramos que junto al Por supuesto, la elaboración del modelo explicativo
«Trastorno negativista desafiante» sugerido en el Ins- de caso, además, facilitará al terapeuta una estructura-
tituto y perteneciente a la categoría de los Trastornos ción y organización de la información que, sin duda,
destructivos del control de los impulsos en el DSM-5, llevará, posteriormente, a una mayor efectividad te-
debe tratarse de forma prioritaria el «Problema de re- rapéutica al poder vincular el proceso de evaluación
lación entre padres e hijos », incluido en el DSM-5 en al de intervención y seleccionar aquellas estrategias
los Problemas relacionados con la educación familiar, terapéuticas más adecuadas para lograr los objetivos
debido a que, desde nuestro punto de vista, ambos de cambio.
trastornos interactúan entre sí, si bien este aspecto de- Para plasmar el modelo explicativo del caso nos
berá consensuarse con los padres en la comunicación hemos servido de la propuesta que realizan Godoy
de resultados a través de la entrevista de devolución . y Gavina (2011) para las «formulaciones clínicas de
casos », que estos autores definen en su forma sen-
cilla como «la visión que nos hemos formado sobre
3.5. Establecer la formulación de caso qué está ocurriendo y por qué está ocurriendo eso».
Su propuesta se basa en aplicar los «Diagramas Ana-
La comprobación de hipótesis de evaluación y for- lítico-Funcionales de Casos Clínicos» (FACCD; Func-
mulación de caso se realizan casi a la par, pues ambas tional Analytical Clinical Case Diagrams), como una
tareas están sumamente interconectadas, aunque aquí manera efectiva y eficiente de relacionar los datos de
las presentemos una a continuación de la otra. Una la evaluación de un caso y que representa visualmente
descripción o dibujo amplio de un problema en la que los componentes del análisis funcional, o de las rela-
se incluyan las variables explicativas puede ser más ciones causales más importantes, por lo que son útiles
útil y exitoso que el establecimiento de etiquetas ya para describir un fenómeno y los factores que lo afec-
que, en lugar de identificar una categoría diagnóstica, tan, y se usan en muchos campos científicos, incluidos
se identificarán las variables particulares relacionadas la psicología.
directamente con el problema. Estamos de acuerdo Generalmente, las formulaciones clínicas de los
con Quant (2013), que indica que la investigación en casos se elaboran una vez se han confirmado las hi-
psicología clínica ha evidenciado que identificar sola- pótesis y comprobado las variables sobre las que re-
mente categorías diagnósticas en un caso, no siempre sultará más beneficioso intervenir para solucionar los
permite el abordaje de este, debido a que no necesa- problemas del paciente. Se debe incluir: a) los proble-
riamente los evaluados cumplen con los criterios de mas que es necesario modificar y que se representan
una etiqueta diagnóstica, y también porque, aunque mediante cuadrados o rectángulos en cuyo interior se
distintas personas las cumplan, las situaciones especí- escribe el nombre del problema. Con el grosor de las
ficas de cada una de ellas pueden ser distintas y reque- líneas se indica la importancia de cada uno de ellos.
rirá abordajes distintos. Desde líneas más gruesas para problemas muy impor-
Por ello, en esta nueva estructura del «Proceso de tantes, a medianas para importantes y más finas para
Evaluación Psicológica », proponemos elaborar un mo- indicar los poco importantes, b) como afecta un pro-
delo explicativo de caso como una forma de estructu- blema a otro mediante flechas entre los que pueden
rar la información obtenida hasta este momento y que, tener relaciones causales unidireccionales (represen-
además, pueda servir en la entrega de resultados para tadas por una flecha) o bidireccionales (representa-
explicarle al cliente los problemas y sus interrelacio- das por una flecha con dos puntas) y c) las relaciones
nes, y proponerle las soluciones pertinentes facilitan- causales pueden variar en su fuerza desde más fuerte
do la adherencia al tratamiento. Desde nuestro punto (representada mediante el mayor grosor de la flecha),
de vista es importante que los clientes comprendan sus medio (representada por una flecha de grosor interme-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO -

dio) y débil (una flecha fina). Por último, las variables Como puede observarse en la figura 2 .1, el bajo ren-
ca usa les se representan mediante círculos u óvalos y dimiento académico, elevado comportamiento agresi-
cada problema suele tener asociado distintas variables vo y problemas relacionados con la educac ión familiar
ca usa les que, una vez comprobadas las hipótesis, se- están en cuadrados con líneas gruesas y unidos por
rá n sobre las que se intervendrá a través del programa flechas gruesas bidireccionales debido a que son los
de intervención. Las variables ca usales no modifica- problemas prin cipales que consideramos están interre-
bles se dibujan dentro de rombos. lacionados.
Como indi ca n Godoy y Gavina (2011 ), representar Respecto al problema de bajo rendimiento acadé-
la información med iante un diagrama de tipo pictóri co mico, hemos anotado en un rombo una variable que
no asegura que la formulación del caso sea correcta hemos considerado ca usal no modificab le: «haber
ni comp leta, sin embargo, al especifi ca r cada varia- suspendido el curso anterior». Las posibles variables
ble y sus rel ac iones se observa qué variables son las ca usa les modificab les incluidas en círculos son: bajo
que más están afectando a los problemas del cliente y índice verbal, as í co mo también puede influir los di-
favorecerá el tratamiento. Convenimos con estos auto- ferentes estilos educativos del padre y la mad re y los
res en que las representaciones pi ctóri cas de los casos sistemas de refuerzos-castigos familiares y esco lares
rep resentan un buen resumen de jui cio clínico, si bien inadecuados. Estos últimos aparecen en el diagrama
ese juicio se realiza en un determinado momento y conectados entre sí y unidos a los probl emas de ed u-
puede cambiar con el tiempo. cac ión familiar, que a su vez influyen en el elevado
El modelo expli cativo sobre el caso de Jesús se comportamiento agresivo y el bajo rendimiento aca-
muestra en la siguiente imagen (ver Figura 2.1). démico.

El evado
comportamiento
académico agresivo

Problemas
relacionados con la

inadaptación en
distintos contextos

Elevada
insatisfacción
fam il iar

Formu lación de caso de Jesús.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En relación al elevado comportamiento agresivo, objetivos, se halle la intervención psicológica, antes


hemos considerado como variables causales modifi- de comunicar los resultados se deberán reali zar todas
cables, el que Jesús presente mayores manifestaciones las tareas que se describirán en la siguiente fase, con el
agresivas premeditadas o proactivas y más conductas fin de incorporar la propuesta de intervención junto a
externalizadas en la escuela, así como también los di- la exposición de los resultados del proceso evaluativo.
ferentes estilos educativos de padre y madre y el sis- Solo falta añadir que si el objetivo de la deman-
tema de refuerzos-castigos inadecuados familiares y da es de diagnósti co, orientación, selección o solo de
escolares. propuesta de intervención, el «Proceso de Eva lua ción
Como causa y/o consecuencia de los tres principa- Psicológica» terminará en esta fase, si por el contra-
les problemas recuadrados en líneas gruesas hemos in- rio o, además, la solicitud incluye llevar a cabo la
cluido en el círculo superior, la presencia de elevados intervención psicológi ca, se continúa hasta la última
síntomas de ansiedad y depresión y baja autoestima, fase convirtiéndose las tareas de evaluación, a partir
que aparecen con flechas bidireccionales para indicar de aquí, en valoración de la eficacia del tratamiento
que probablemente puedan estar retroal imentándose. psi cológico que se aplique. Este aspecto es muy im-
En cuanto a los problemas relacionados con la portante pues en las siguientes fases del proceso, a las
educación familiar, las variables causales modifica- tareas evaluativas, se añaden las terapéuticas.
bles establecidas en círculos son : el sistema de refuer-
zos-castigos inadecuados familiares y los diferentes
estilos educativos de padre y madre. OPTIMIZANDO LA TERCERA FASE DEL
Además, se han incluido otros problemas que se PROCESO
han colocado en cuadrados con líneas finas: elevada
insatisfacción familiar e inadaptación en distintos con- En primer lugar, cabe resaltar que, para opti-
textos, por considerar que son problemas derivados de mizar esta fase, en la integración de los resultados
los problemas principales. del proceso evaluativo se podría incluir informa-
ción sobre la comprobación de las hipótesis. Esta
interconexión en la interpretación de los resulta-
3.6. Comunicar los resultados del proceso dos obtenidos facilita una mejor integración de los
evaluativo. Informe de evaluación mismos, como podrá observarse en alguno de los
casos que se describen en el último capítulo de
Como se indica en la Tabla 2.2, si el objetivo de la este manual.
evaluación psicológica es el diagnóstico, se realizará La formulación de caso asimismo está interre-
al final del proceso evaluativo un informe oral, y con- lacionada con la verificación de las hipótesis de
viene redactar el Informe de evaluación escrito, por evaluación y se ha de entender como una tarea
si se solicitase en ese mismo momento o pasado un importante a realizar durante el «Proceso de Eva-
tiempo tenerlo disponible (ver capítulo sobre el «In- luación Psicológica », y jamás como una alternati-
forme Psicológico »). Si, por el contrario, el objetivo es va al mismo como postulan determinados autores
el de intervención psicológica, en la comunicación de como Johnstone y Dallos (2017) . La formulación
resultados se deberá incluir la planificación del pro- de caso requiere conocimientos y una buena base
grama de intervención psicológica . Debido a que el teórica y práctica para ofrecer una buena descrip-
objetivo final del caso que estamos exponiendo es la ción de los problemas y, a su vez, de los aspectos
intervención psicológica, a continuación pasamos a sobre los que intervenir. El grupo de trabajo de la
describir la cuarta fase del proceso: «Planificación del APA (Asociación Americana de Psicología), sobre
programa y formulación de hipótesis de intervención» , práctica basada en la evidencia en psicología, ha
y al final de la misma presentaremos la «Comunica- destacado que para una práctica psicológica efi-
ción de los resultados del proceso evaluativo» en el caz es necesaria la aplicación de principios em-
que, como se verá, se explicarán las estrategias, téc- píricos apoyados en la evaluación psicológica,
nicas o programa de intervención que se elaborará en la formulación de caso, la relación terapéutica y
la siguiente fasé. la intervención. Por consiguiente, consideramos
Volvemos a recordar que el «Proceso de Evaluación que la incorporación de la formulación de caso
Psicológica » es un continuo y que las fases donde se en esta fase del «Proceso de Evaluación Psicoló-
van describiendo las tareas a realizar, si bien siguen un gica» resulta imprescindible. Además, es de gran
orden para su exposi ción didáctica, no siempre se rea- utilidad en la entrevista de devolución para ex-
lizan correlativamente, como es el caso que estamos plicar las interrelaciones entre los problemas, sus
ejemplificando. En consecuencia, cuando entre los causas y consecuencias y los cambios necesarios
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

pa ra reso lver los probl emas. De esta forma el evaluaciones que se consideren oportunas para
progra ma de intervención quedará justifi ca do y comprobar hi pótesis de evaluación estab lecidas o
cob rará mayor relevancia y se co nseguirá mayor incluso sobre nuevas hipótes is que pu edan ir sur-
ad herencia. giendo.
En relación a la comprobación de las hipótesis
de eva luac ión, podríamos pregunta rnos si los ins- Y,ADEMÁS:
trumentos seleccionados han sido los necesarios,
pues co mo hemos apuntado en la segunda fase, 1. Todos los instrumentos apli cados deben ser
algunas de las pruebas elegidas podrían eliminar- interpreta dos y sobre todo integrados en su
se por disponer de resultados de otros instrumen- interpretación
tos que miden los mi smos co nstru ctos y que han 2. No siempre es necesari o exp licita r las pred ic-
sido ap licados en el Instituto. De esta forma, si se ciones, pero si tener una idea cla ra de cuándo
hubiesen eliminado la BAS-II Escolar y el IAC, se vamos a co nsiderar que las hipótes is se cum-
habría eliminado una sesión eva luativa de las dos plen o no.
sesiones planificadas pa ra comprobar las hipótes is 3. Importa nte la formul ac ión de caso de la for-
de eva luación correspondientes. ma más integral y completa posible, aunque
Además, si observamos con detenimiento la co m- como decíamos no siempre sea necesa ri o o
probación de cada una de las hipótesis fo rmul adas, posible eva luar o inte rvenir sobre todos los
pod remos da rnos cuenta de que la veri ficación de prob lemas.
cada una de ell as se ha rea li zado a través de diferen- 4. Aunqu e por motivos didácticos se exponen
tes técn icas evaluativas. Se puede apreciar que con de form a linea l, en la prácti ca profesional
la entrevi sta se ha ll egado a obtener la mayor parte confo rme se in terpretan las pruebas evaluati -
de información que, posteriormente, se ha co nfirma- vas, se van comprobando las hipótesis
do a través de técn icas psico métri cas, registros de 5. De fo rma si mil ar, cuando se emi ten las hipó-
observación, etc. tes is el eva luador ya tiene práctica mente fo r-
Entonces ¿son necesa ri as ta ntas técni cas y ses io- mado un esquema menta l de la formul ación
nes pa ra comprobar las hipótes is de evaluación? La de caso.
respuesta a esta pregunta ya la hemos respondido
anteri ormente cuando hemos indicado que:

■ Se hubi era pod ido rea li za r solo dos entrevistas


(una con los padres y otra co n Jesús) y utili za r 4ª FASE: PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA
dos sesiones en lugar de tres en la prim era fase
Y FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE
del proceso de evaluación. INTERVENCIÓN
■ Se hubi era pod ido eliminar algunas pruebas
de las sesiones cuarta y quinta, de forma que En base a los resul tados obtenidos en las fases an-
se hubiera utili zado solo una tercera sesión teri ores, y cuando el obj etivo es la intervención ps ico-
para apli ca r los test absolutamente necesari os lógica, como es el caso que estamos ejemplifica ndo,
pa ra co mprobar las hipótes is en esta te rcera se continúa en la cuarta fase con la pl ani ficac ión del
fase del proceso de evaluación. programa y fo rmul ación de hipótesis de intervenc ión
■ Por tanto, en la cuarta sesión se podría haber y pa ra ello se deberá: 7) definir sobre qué problemas
co muni cado los resultados del proceso eva- se va a inter venir, es decir defi nir las va ri ab les depen-
luativo, junto a presentar la propuesta de in- dientes, 2) establecer cómo se va a inter venir, es dec ir
terven ción. determinar las vari abl es independi entes, 3) elegir con
qué estrategias, técnicas o programa se va a in tervenir:
Por supuesto, los test que se han añadido han elaborar el programa de intervención, 4) fo rmular las
permitido corroborar los supuestos establ ecidos hipótesis de inter vención, 5) estructurar la inter ven-
y, como se indica en la guía 35 de las GAP, han ción psicológica / terap éutica.
permi tido «va lorar la ca lida d de los datos en rela-
ción con las hipó tesis plantea das» . Sin embargo,
es importa nte empezar cuanto antes a tratar, ya
que estar eva luando más de un mes, si gnifica apl a-
zar el ini cio del proceso interventivo y, durante la
interve nción, siempre se puede seguir rea li za ndo
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

4.1. Definir sobre qué problemas, cómo la segunda, de formul ación de hipótesis de evalu ación
y con qué estrategias, técnicas o verifi ca bles, son momentos de estudio y refl ex ión en
programa se va a intervenir, y formular las que el psicó logo rea li za tareas en sol itario.
las hipótesis de intervención En la primera co lumna de la Tabla 2.7 se especifi-
ca n las condu ctas-prob lema sobre la demanda y obj e-
A continuación (ver Tabla 2.7), se describen de for- tivos del caso, y que significa n los «problemas sobre
ma integrada, las cuatro prim eras tareas de esta eta- los que intervenir>) o vari ables dependientes. Tam-
pa del «Proceso de Evaluación Psicológica», ya que el bién se anotan los procedimientos de evalu ación co-
proceso, como hemos d icho repetidamente, represen- rrespond ientes. En la segunda co lumna se espec ifica
ta un continuo que se divide para poder enseñar la «cómo se va a interveni r>) o vari abl es independientes
mej or manera de aprender a rea li zarlo co rrectamente. junto co n los correspondientes instrumentos de eva-
Como podrá observarse, esta cuarta fa se, al igual que luación. En la última column a se incluyen las estrate-

Problemas sobre los que intervenir, cómo, con qué estrategias, e hipótesis de intervención
PROBLEMAS SOBRE LOS QUE ESTRATEGIAS/TÉCNICAS/
CÓMO SE VA A INTERVEN IR
INTERVEN IR PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
Baj o rendimiento académico Aumentar la as istenc ia y puntualidad al ■ Contingenc ias de refuerzos escolares
(Notas y expediente académi co) IES y la rea li zac ión de los deberes en casa . y fa mil iares incluidos en un Contra to
Crear el hábito de estud io y fomentar la fam ili ar
motivac ión intrínseca (Reg istros)

Si se aumenta la asistencia al IES y la rea lizac ión de los deberes en casa y se promueve el
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN hábi to de estud io y la moti vació n intrínseca, a través de refuerzos fa mili ares y escolares, se
prod uc irá un aumento del rendi mi ento académi co

Bajo Índice verbal Incrementar habilidades verbales ■ As istir al aula de refu erzo de contenidos
(BAS-II Escol ar) verbales en el IES
■ Programa de habi li dades verbales

A l incl uir a Jesús en el aula ele refuerzo de contenidos verba les con grupo reducido
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN (máx imo seis alumnos) e incrementa r las hab ilidades verba les se aumentará el Índi ce
Verba l del BAS-II Escolar

Elevada agresividad premed itada Ca mbi ar estilos educa tivos en los padres ■ Programa para incrementar la
(CAPI-A) (ESPA-29) y modelos inadecuados agresivos congruencia en estilos educativos
de su padre parentales y Contrato fa mili ar

Implementar habilidades sociales en el ■ Programa de entrenami ento en


niño (Esca la de habi lidades sociales; EHS, habi Iidades sociales, asertiv idad, y
G ismero 201 O) • manejo de ira.

Ca mbi ar los esti los ed ucativos en los padres y modelos in adecuados agresivos del
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN padre, así como imp lementar habi lidades sociales en Jesús promoverá un descenso en la
agresiv idad premeditada

Problem a de relación entre padres e hijos Establ ecer pautas de comunicación ■ Programa para incrementar la
(Q-PAD y Registros observacionales) entre padres e hijo y estilos edu cativos comuni cac ión y co ngruencia en los
congruentes entre padres (ESPA-29) y estil os educa tivos parentales
prom over satisfacción fa miliar (ESFA)
A l establecer pa utas de comuni cación entre padres e hijo y estil os educativos congruen tes
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN entre los padres, disminuirá los probl emas de relación entre los tres y aumentará la
sa ti sfacción fa mili ar.

Alteraciones emocionales Establ ecer control de la activación ■ Ap licac ión de Técn icas de relajación
(SENA y Q-PAD) fisiológica (Registro de relajación)

Aumentar la autoestima (Q-PAD) ■ Ej erc icios para modificar la percepción y


Disminu ir síntomas ansiosos y depresivos autoconcepto se sí mismo
■ Reestru cturación cognitiva

Si se establece contro l de la acti vac ión fis io lóg ica y se aumenta la autoestima, y se
HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN
di sminu ye ansiedad y depres ión, disminuirá las alterac iones emoc ionales

* Este es el único instrum ento que no se ha adm inistrado previamente y que se aplicará antes del inicio de la intervención, con el fi n de va lorar
este aspecto terapéutico.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

gias, técnicas o programa de inte rvención que se van gruencia en los esti los educativos parenta les y pa ra su
a utiliza r y, fina lmente, las hipótes is de intervención va loración servirá, tambié n, el ESPA-29. Se hipoteti-
fo rmuladas (d istintas de las hipótesis de eva luación za sobre la intervención que «al establecer pautas de
realizadas en la fase dos) en las que se puede observar comunicac ión entre padres e hijo y estil os educativos
cómo se relac ionan las var iab les dependientes co n las congruentes entre los pad res, dism inui rán los prob le-
independi entes . mas de relación entre los tres».
Como vemos en la Tabl a 2.7, para mej orar el ren- En cuanto a los síntomas emocionales de Jesús, se
dimi ento académi co se propone aumentar la asisten- estab lecerá co ntro l de la activación fisiológica y se
cia y pu ntua li dad al IES y rea li za r deberes en casa, promoverá un aumento de la autoestima co n la ap li-
así como crear un háb ito de estud io y fomentar la cac ión de técnicas de re lajación y ejercicios para mo-
motivac ión intrínseca. Para ello en el Programa de dificar la percepción y autoconcepto de sí mismo, así
intervenció n se uti li za rán co ntingencias de refuerzos como reestru cturación cognitiva sobre sus pensamien-
escolares (se mantendrá co ntacto co n Tutor y Psicólo- tos negativos. La última hipótesis de intervención esta-
ga del IES) y, también, familiares a través del Contrato blecida es que «si se estab lece control de la actividad
fa mi li ar. La correspondiente hipótes is de interve nción fisiológica y se aumenta la autoestima, dism inuirán las
postul a que «si se aumenta la as istencia y puntualidad alteraciones emociona les».
al IES y la rea li zac ión de los deberes en casa, inclu- Como acabamos de exponer, en esta fase asimi s-
yendo refuerzos fam iliares y esco lares adecuados, ese mo se rea li za n predicciones verificab les, pero esta vez
prod ucirá un aumento del rendimiento académico ». sobre los ca mbios que se espera que ocurran en las
Este aspecto se podrá va lorar a través de sus notas par- variab les dependientes, una vez se ap lique todos los
cia les y exped iente académi co. contenidos del programa de intervención. Por tanto,
Para mejora r el índi ce verba l se propone incremen- además de los instrumentos utilizados con anteriori-
ta r las hab il idades ve rba les y para ello se inclu irá a dad, y debido a que no se había med ido las hab ili-
Jesús en un au la de refuerzo en el IES y se le enseñará dades soc iales en Jesús, se ha seleccionado un instru -
habi lidades verba les. Para su valorac ión se aplica rá la mento específico que perm itirá va lorar la efi cac ia de
repetición del BAS-II Escolar. La hi pótesis de interven- la intervención sobre dicho aspecto.
ción formul ada es que «al inclu ir a Jesús en el aula de Para la rea li zac ión de todas estas labores, nu eva-
refuerzo de co ntenidos verba les co n grupo reducido e mente, ll amamos la atención a la importancia de po-
incrementar las hab ilidades verba les, se au mentará el seer información, formación, actu ali zac ión, práctica,
Índice Verba l del BAS-II Esco lar». supervi sión, etc., para que el ps icó logo sepa defini r las
Para mod ifica r la elevada agresividad premed itada variab les, seleccionar las med idas y rea li za r las corres-
de Jesús, se promoverá el ca mbio de los estilos ed u- pond ientes hipótesis de in tervención .
cativos en los padres a través de un programa para
incremen tar la co ngruencia en estil os ed uca tivos pa-
renta les y se inclu irá en el Contrato fa miliar. Para va- 4.2. Estructurar la intervención
lorar esta parte del programa servirá el ESPA-29 que psicológica/terapéutica
se aplicó ini cialmente en la tercera fase del proceso
y se vo lverá a administrar al fin al de la intervenc ión Para la intervención psicológica se ha previsto al-
para comprobar los ca mbios esperab les. También se rededor de 18 sesiones, de las cuales las tres primeras
imp lementarán habilidades sociales en el niño a través seri an co n periodicidad semanal y las 15 siguientes,
de entrenam iento en las mismas, en asertividad y en quincenal. De esta forma debido a que la primera en-
ma nejo de la ira, cuya va loración se reali za rá a través trevista con Toñi se rea li zó a med iados de octubre y la
de la Escala de Hab ilidades Sociales (E HS; Gismero, de devolución a mitad de noviembre, la intervención
201 O) que se ap li ca rá antes de iniciar dicho entrena- se iniciará en noviembre, y con 18 sesiones se prevé
miento. La hipótesis de intervención ha co nsistido en terminar la en junio, o sea, a fina les de curso. Como
que «ca mbiar los estil os educativos en los padres y toda programac ión, estará sujeta a posibl es ca mbios o
modelos inadecuados agresivos del padre, así como a las neces idades que pu edan surgir.
imp lementar hab ilidades sociales en Jesús, promoverá Como puede observarse en la Tabl a 2.8, el progra-
un descenso en la agresividad premed itada». ma de intervención se ha dividido en bloqu es terapéu-
Para tratar los prob lemas de relación entre padres ticos en función de a quiénes irán dirigidas las estra-
e hijos se estab lecerán pautas de co muni cación entre tegias o técn icas. Los contenidos terapéuticos están
padres e hijo y pautas sobre esti los educativos co n- en estrecha relación unos con otros y, por tanto, en
gruentes entre los padres. Para ello se uti I izará un la ap li cac ión del programa de intervención se progra-
Programa para incrementar la comuni cac ión y con - marán conjuntamente y sigu iendo un orden y criterios
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Estructura de la intervención psicológica/terapéutica


Inc luir a Jesús en au la de refuerzo en contenidos verba les
Escuela Establ ecer co ntingenc ias de refuerzo escolares adecuados (para ello se mantendrá contacto peri ódico con tutor y
psico lógica del IES)

Programa para incrementar la comun icación y congruencia en los estilos educati vos de los padres
Padres Aprender contingencias de refuerzos fa miliares positivos y eli minar los negativos (por ej . las comparaciones con la
herm ana)

Programa para mejorar


• autoconcepto y autoestima
• habilidades verbales

Jesús Entrenamiento en
• habilidades sociales y asertiv idad
• manejo emocional de la ira
• relaj ación
• reestru cturación cogniti va

Padres y Jesús Estab lecimiento de un contrato famili ar

establ ecidos en base al co nocimi ento y prácti ca que la probl emas y sus interrelaciones, y que serán sobre los
terapeuta dispone (ver apartado 5 .2). que se centrará el programa de intervención.
A este respecto queremos resa ltar el Artícul o 42°
sobre la Obtención y uso de la información del Códi-
4.3. Comunicar los resultados del proceso go Deonto lógico del Psicó logo que expone «Cuando
evaluativo y propuesta de dicha eva luación o intervención ha sido solicitada por
intervención otra persona - jueces, pro fesionales de la enseñanza,
padres, empleadores, o cualquier otro solicitante di-
Como se indi ca en la Tabl a 2.2, cuando el obj eti- ferente del sujeto evaluado-, éste último o sus padres
vo es intervenir, en la comunicac ión de los resultados o tutores tendrán derecho a ser informados del hecho
del proceso eva luativo se debe incluir no sólo la des- de la eva luación o intervención y del des tinatario del
cripción de los probl emas, sin o tambi én las solu ciones Informe Psicológico consiguiente. El sujeto de un Infor-
que se proponen. Por este motivo, describimos a con- m e Psicológico tiene derecho a conocer el contenido
tinu ación los contenidos de la «entrevista de devolu- del mism o, siempre que de ello no se derive un grave
ción» rea li zada en el caso de Jesús. perjuicio para el sujeto o para el/ la Psicólogo/a, y aun-
Se trata de que el profesional transmita con cl arid ad que la solicitud de su realización haya sido hecha por
las conclusiones a las que ha llegado sobre los probl e- otras personas»
mas y obj etivos pl anteados, por lo que recomendamos O tro aspecto a tener en cuenta en la exposición
revi sa r en el capítulo sobre «La entrevista en el Pro- oral de los resultados es que la psi có loga deberá ser
ceso de Eva luación Psi co lógica» las prin cipales téc- ca uta y prudente en cuanto a ofrecerl os sin etiqu etas
ni cas verbales directivas (información, instru cc iones y devaluadoras, al igual que se propone para los Infor-
encuadre) que fac ilitan la exposi ción de los resultados mes escritos en el Artículo 12° incluido en los Prin ci-
de evaluación. Para la elaboración del Info rme de eva- pi os generales del Código Deontológico del Psicó logo
luación escrito, se puede consultar el ca pítulo sobre el que especifica «Especialmente en sus informes escri-
«Informe psicológico» en este mi smo M anual. tos, el/la Psicóloga será sumam ente ca uto, prudente y
Aquí nos vamos a centrar en descri bir los aspectos crítico, frente a nociones que fácilmente degeneran en
centrales que la terapeuta ha comuni cado en la entre- etiquetas de valuadoras y discriminatorias, del género
vi sta de devolución a Toñi, Pedro y Jesús, a los que ha de normal/anormal, adaptado/ inadaptado, o in teligen-
citado conjuntamente para expli ca rl es las co nclusio- te/ de ficiente ».
nes di agnósti cas a las que ha llega do, así como ofre-
cerl es una propu esta de intervención, aspectos funda- Sexta Sesión: Entrevista de Devolución
mentales en la entrega de resultados. De esta form a les
expondrá, ayudada por el gráfi co sobre la formul ación La terapeuta empezó agradeciendo la co laboración
de caso los aspectos que provoca n y mantienen los que los tres habían prestado. Les expli có que en base a
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

los datos que le habían aportado se podía predecir un Tras esta exposi ción, les preguntó si lo habían en-
buen pronósti co, ya que los tres deseaban solucionar tendido todos bi en, si tenían dudas, preguntas .. . Toñi,
los mismos prob lemas y aumenta r la satisfacc ión fa mi- la madre dijo que desconocía n que ex istiesen esas cla-
liar que en ese momento no sentían. Ese acuerdo entre ses de apoyo dentro del propio IES, si bien no habían
todos significa ba el primer paso para conseguir otros asisti do a la mayoría de las reuniones de pad res. A lo
acuerdos que les iba a proponer durante la sesión. que la te rapeuta, les dijo, que el pasado no importaba,
Les reco rd ó cuáles habían sido las demandas so li- que de nada sirve lamentarse de lo que no ha ocurri-
citadas por los pad res sobre el re ndimi ento académico do, sino alegrarse de lo que estaba ocurriendo que era,
y comporta miento agresivo de Jesús, que coi nci dían que los tres deseaban lo mi smo, pero que con desearlo
co n las solicitudes rea li zadas por Jesús. Les dijo que no se supera un curso, sino con trabajo personal junto
un ido a sus demandas habían expresado dif icultades con las ayudas y apoyos necesari os.
de re lación fa miliar que la terapeuta consideraba se A parti r de ese momento, la terapeuta siguió comu-
entrelazaban co n los moti vos de la demanda, por lo nica ndo los resultados obtenidos. En relación a la de-
que hab ía estab lecido tres objetivos a trata r. Les mos- manda de los padres y, ta mbién de Jesús, de dejar de
tró el diagrama pi ctó ri co de fo rmul ación de caso (ver pelearse y que no le expu lsen del IES, les explicó que a
imagen 2), expli cá ndoles la interacción de los tres través de la eva luación reali zada se constató que el ti po
pri ncipa les probl emas y las ca usas y co nsecuencias de agresividad que ejercía Jesús a sus compa ñeros y pro-
que los mantenían, y que sería sobre los que rea li za ría fesores no tenía como fin alidad dañarles, si no que era
la prop uesta de intervención para solucionarl os. premeditada con el fin de conseguir unos objetivos. Por
En cuanto a la peti ción que había rea li zado Jesús tanto, se había creado una situación circular parecida al
de aprobar el curso, la terapeuta les expli có que, en la «el pez que se muerde la cola», pues Jesús, en la medida
eva luación de sus capacidades intelectu ales, Jesús ha- que iba aumentando las riñas y peleas y fa ltas de respec-
bía sobresa lido en contenidos espaciales y numéri cos. to a profesores y compañeros conseguía más expul sio-
Q ue este resultado era muy positivo y, a veces, el que nes y, como él mi smo había comentado en la entrevista,
más les cuesta a otros jóvenes de su edad. Sin embargo, de esa forma al expul sarl e del IES, se j ustificaba n los
su punto débil se centraba en el área verbal, por lo que suspensos, pero, sin embargo, por otra parte, deseaba
pa ra poder superar 1° de la ESO, hab ía que promover aprobar el curso. Por lo que era evi dente que la forma
en Jesús el conoci miento y adquisición de co nceptos para consegui rlo debía modificarse. Por tanto, se tenía
verba les, vocab ulari o, comprensión lectora, etc. que romper el círculo vicioso, ya que, de mantenerse,
Les exp licó que saber leer y poseer una buena com- solo se consegui ría más pérdidas y ningu na ganancia. La
prensión lectora, es indispensable para poder solucio- terapeuta les indicó que, para conseguir ese objetivo, les
nar incluso probl emas de matemáti cas, ya que, si no se iba a proponer un Contrato fa miliar en el que se inclui-
comprende bi en lo que se pide en un problema, aun te- ría n pautas, normas y acuerdos concretos entre los tres.
niendo buenos conocimientos de matemáti cas, difíc il- Pedro, entonces hab ló para decir que no ente ndía
mente se sabrá solucionar. Por ta nto, para aumentar su por qué los tres tenía n que implica rse en ese ca mbio,
rend imiento esco lar sería necesari o un apoyo o refuer- que era Jesús que tenía que ca mbi ar. A lo que la tera-
zo en las áreas verba les, y para ello sería co nveniente peuta, le dijo que a continuación le iba a expli ca r los
solicitar la incl usión de Jesús en las cl ases de refu erzo motivos por los que todos tenía n que ca mbiar algu-
en lengua que en el IES reali za n con grupos reducidos nas actitu des que fac ili ta ría n, a su vez, esos ca mbios
pa ra apoyar a estudi antes con estas dificultades. que se le estaban pi diendo a Jesús. Les exp licó qu e en
La psicóloga añadió que el paso de Prim aria a la evaluac ión rea li zada se había co nstatado que Pe-
Secundaria es una «ca rrera de obstáculos » que, en dro con su comporta miento agresivo hacia Jesús no
muchas ocasiones, si no se rea li za con el equipamien- pretendía dañarl e sino conseguir el objeti vo de que
to adecuado (apoyos, refuerzos, ayudas extra), muchos estudi e, se porte bi en en la escuela, etc. Pero co mo
niños no consiguen sa lta r todas las va llas. Pero que, les ocurría a ambos, ninguno de los dos conseguía
en el caso de Jesús, sólo habría que buscar la ayuda sus objetivos y, por el co ntrari o, los probl emas iban
necesa ri a para los obstáculos ve rbales. Y que cono- en aumento. Por ello, este aspecto sería incluido en el
cer las dificultades permite superarl as. Pero, como en Contrato fa miliar. También añadió que soli citaría otros
todos los deportes, se necesita esfu erzo, constancia, ca mbios en el IES pa ra promover conductas pos it ivas
tesón, vo luntad, persistencia, y eso se refería a no sólo y disminuir negativas ya que el Tutor y profesores, al
so licitar apoyo extra en el IES, sino añadir asistencia igual que Jesús y ellos, deseaban que se reso lviese esta
y puntualidad di ari a en el Instituto y llevar a cabo en situación de peleas, riñas e insul tos.
casa las ta reas o deberes que le encomendasen en las La psicó loga les añadió que durante la eva luación
clases habi tuales y en las de apoyo. psicológica se había detectado en Jesús otras preocu-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

paciones o síntom as emocionales (ans iedad, enfados, forma . Toñi se sintió reconocida en las pal abras de la
desánimo, etc.) derivados de la situación que estaban terapeuta y agradeció que, a pesar de pedir ayuda para
sufriendo todos y que, por supuesto también serían Jesús, tambi én se le ayudara a ella. Pregu ntó qué otras
incluidos en el tratamiento, ya que sus sentimi entos cosas se había n observado en la eva luación, a lo que
de angusti a, tristeza e ira eran elevados . Al igual que, la terapeuta les exp li có que, generalmente los niños
también había detectado preocupaciones y sentimien- con dificultades académi cas y conductas agresivas
tos de culpab ilidad de ella (Toñi ) que, asimismo las suelen sufrir desajustes psicosocia les y emocionales,
tendría en cuenta. como por ejemplo síntomas de ansiedad, tristeza, apa-
Les comentó que los dos padres tienen formas de tía, o a veces rab ia, ira, có lera, etc. y baja autoestima.
proceder opuestas que no favorecen ninguna de las Y que estos aspectos no fac ilitaban la adaptación per-
dos que los hijos cumpl an con sus ob ligaciones. Al sonal, fami li ar y esco lar de los jóvenes, ni tampoco su
actuar de forma totalmente contraria, no es posibl e rendimiento académico. Por eso, entre las estrategias
consensuar normas, establ ecer límites o acuerdos que de intervención incluiría entrenamiento en hab ilida-
son tan necesari os para la educac ión de los hijos. Y des sociales, asertividad y manejo de la ira.
que estos aspectos también se tratarían. Pedro, dijo que había quedado todo mu y claro y
Además, les exp li có que los hijos aprenden por bi en exp licado y se veía la interacción de todos los
imi tac ión co nductas de sus padres, y suelen adoptar probl emas que por sí mismo no había sido ca paz de
las mismas estrategias para resolver sus propios pro- observar, pero que ¿Cuál era el diagnóstico exacto?, ya
bl emas. Por tanto, los modelos agresivos que presen- que en el Informe del IES hab ían indicado un trastor-
tan los progenitores suelen provocar a los niños una no ... , ¿no recordaba el nombre?
rabi a y frustrac ión que puede llevarlos a despl azar su A esta pregunta, la psicóloga le dijo que, según su
agres ividad hacia otras personas que co nsideren más criterio, a veces las etiquetas co nfunden más que acla-
débil es, co mo pueden ser determinados compañeros ran, y que cualquier diagnóstico siempre se rea li za en
de clase, hermanos. base a si se dan unas determinadas conductas obser-
Añad ió que este aspecto era otro círculo que ha- vables y durante un tiempo determinado de duración.
bría que salir de él establ eciendo formas educativas Así como puede clasificarse desde más leve a severo
consensuadas entre Toñ i y Pedro, junto con el acuer- depend iendo de en cuantos ámbitos esté afectando.
do de normas a cumplir por todos en el seno fa miliar. Añadió que los nombres con que se definen los tras-
Y que los cambios en el ámbito fa mili ar repercutirían tornos psicopatológicos suelen asustar más que ca lmar
co n seguridad en el contexto esco lar, y por eso antes a los pacientes. Y que, ella personalmente, prefería ex-
les había dicho que se trataba de soluciones a cuatro pli ca rl es las ca racterísti cas que determ inan un diag-
bandas, pues incluiría ca mbios a rea liza r en el /ES. Pre- nóstico en las personas, con el fin de solucionar poner
guntó a Pedro si ahora lo había comprendido. Pedro, en marcha estrategias para solucionar los prob lemas
asintió con la cabeza . que agrupados forman las etiq uetas.
Para resolver la prob lemática fa mili ar, la terapeuta Sin embargo, respondiendo a la pregunta de Pe-
les propuso a los padres dedicar unas sesiones a en- dro, la terapeuta les aclaró que en la escuela habían
señarles nuevos esti los de educac ión parental, y que establec ido el diagnóstico de «Trastorno negativista
en el Contrato entre los tres (Toñi, Pedro y Jesús) se desafi ante» debido a que Jesús cump lía los criteri os
añadiría co nductas que los tres quisieran soli citar a suficientes: 1) perdía a menudo la ca lma, 2) estaba en-
cada uno de los otros, pensando en los beneficios que fadado y resentido, 3) discutía co n la autoridad, 4) re-
dichas solic itudes les iban a aportar a cada uno y en chazaba cumplir las normas y 5) molestaba a los com-
su co njunto. Les adel antó que, como todo co ntrato, pañeros. Y, además, estas co nductas habían durado en
llevaría una cláusula de revisión periódica para intro- la escuela por lo menos seis meses, que es otro de los
ducir las modificaciones que se fueran precisando tal criterios para establ ecer ese diagnóstico.
y como avanzasen las semanas. Y por supuesto esta- Añadió que la gravedad era leve, debido a que es-
ría firm ado por Toñi, Pedro, Jesús y como mediadora, tas manifestaciones se limitaban principalmente a un
la psicó loga, que se encargaría de comp robar que se solo entorno: la escuela (en el SENA sólo ha puntuado
cump liesen los compromisos estab lecidos por todos. elevado en el Índi ce de problemas de las func iones
Se trataría, en definitiva, de que cada uno se respon- ejecutivas evaluadas por el profesor -no por la ma-
sabil izase de su parte del contrato, lo que promovería, dre-, lo que significa que en el co ntexto escolar es
sin dudas, ir solucionando todas las demandas estab le- donde presenta mayores dificultades para control ar su
cidas por ellos mismos. comporta miento e inhibir respuestas inadecuadas y
Tras su exposición ora l, les preguntó si tenían du- dificultades para regul ar sus estados y respuestas emo-
das o preguntas que fueron respondidas de la siguiente ciona les) .
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Sin emba rgo, ella co nsideraba que se debía esta- grama de intervención. Como en la segunda fa se,
blece r otro di agnósti co perteneciente a la categoría de en este momento se vuelven a establ ecer hipóte-
«Prob lemas relacionados co n la ed ucac ión fa miliar». si s, pero serán «de intervención» y, por tanto, se
Lo que signi fica ba que se deberían tener en cuenta harán supuestos sobre los benefic ios que se espe-
ambos diagnósti cos en el tratamiento. ran obtener de la intervención psico lógica . Para su
Añadi ó que esta información la iba a incluir en el valorac ión se utili za rán las estrategias evaluativas
Informe de evaluación escrito que les da ría, en el que apli cadas en la primera y segunda recogida de in-
co nstarían los resultados obteni dos en ca da una de las form ación.
pruebas apli cadas, su interrelación, y la interpretación La optimi zación de esta fase vendrá dada por
general y propuesta de intervención. la correcta selección de las estrategias evaluativas
Fi nalmente, les expu so los co nteni dos del Progra- apli cadas en las dos primeras fases del proceso.
ma de Intervenc ión (ver Tabl a 2.8) y pa ra el cierre de Así como la habilidad y peri cia del psicó logo en
la sesión, la terapeuta les dijo que les fe licitaba por entrevista r, elaborar registros de observac ión y
la va lentía que habían mostrado, pues quedaba cla ro apli ca r las diferentes estrategias evaluativas (ver
que todos querían solucionar los prob lemas. Diri gién- ca pítul os sobre las distintas Técni cas de evalua-
dose a Jesús le comentó que para mejorar la dinámi ca ción y el de «Instrum entos de evaluación psico ló-
fa miliar iba a preparar un co ntrato y para ello les pedía gica y garantías científicas») .
traer anotado cada uno por escrito conductas que fu e- Otro aspecto sobre la rentabilidad de rea li za r
ra n observa bl es y en positi vo que quisieran ca mbi ar correctamente esta fase es la de poder exponer
cada uno y que les gustaría que ca mbiasen los otros junto a la comunicac ión de los resultados del pro-
dos. Les añad ió que no valía decir que «no sea vago », ceso evaluativo el programa de intervenc ión. Por
si no ped ir que haga los deberes, o que mi padre «deje tanto, co mo se habrá observado, en lugar de des-
ele gri ta rm e», sino pedir que mi padre me habl e en cribir la entrevista de devo lución al fin al de tercera
to no normal. Debía n anota r dos aspectos: «lo que yo fase, se ha expuesto en esta quinta, con el fin de
quiero ca mbiar» y «lo que yo qui ero que ca mbi en los que se pueda ver la inco rporación de la propu esta
otros ». de intervención. Nuevamente, podemos observar
Q ueremos resa ltar que en la fo rma de exponer la que el proceso debe ser fl ex ible y adaptarse a los
información la terapeuta ha tenido en cuenta resa ltar obj etivos y ca racterísti cas co ncretas de cada caso,
aspectos positi vos y ofrecer soluciones junto a cada aspecto que asimismo se puede examinar en los
uno de los probl emas expuestos. Ha utili zado pala- procesos de eva luación expuestos en el último ca-
bras en positivo para definir aspectos negativos, por pítul o de este manual.
ejemp lo, no ha hab lado de insa ti sfacción fa mili ar, sino
de aumentar la sati sfacción fa mili ar; no ha aludido al Y,ADEMÁS:
bajo rendimiento escolar, sino có mo aumentar su ren-
dimiento; exp licó la bidireccionalidad ele los co mpor- 1. Cuando el obj etivo es de intervención, la co-
ta mientos agresivos entre padre e hijo, sin culpabili za r muni cación de resultados debe inco rporarse
a ninguno ele ellos . Les expli có que ambos utili za ban tras haber pl anificado el programa y su co-
conductas agresivas premed itadas para co nseguir unas rrespondi ente formul ación de hipótes is.
metas concretas, pero no eran las de querer dañar, 2. En la fo rmul ación de hipótesis de in terven-
aunque por supuesto sa lían ambos dañados o perju- ción se debe comprobar si los instrum entos
dicados. Y que las formas de proceder opuestas del ele eva luación previamente apli cados serán
padre y la madre no favorecía n que los hij os cumplan suficientes para su verifi cac ión, y en caso
con sus obli gaciones. Fin almente, termin o ofreciéndo- co ntrari o, decidir si fa ltaría alguno para valo-
les una tarea grati fica nte para hacer durante la sema- rar todos los contenidos del tratamiento.
na, mientras ell a iba a prepa rar todo el Programa de 3. Aunqu e a nivel teóri co la formul ación de hi-
Intervención psico lógica . pótesis de intervención constituya un paso
independiente, en la prácti ca están implícitas
cuando determin amos sobre qué probl emas
OPTIMIZANDO LA CUARTA FASE DEL intervenir, cómo se va a rea li za r y co n qué
PROCESO estrategias o programa de intervención.

Esta fase de estudio y refl ex ión es mu y impor-


tante ya que en base a los resultados del proceso
eva luativo se establ ecerá la pl anificac ión del pro-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5ª FASE: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE 5.1. Seleccionar los instrumentos de


LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA evaluación necesarios para valorar la
eficacia de la intervención

En esta fase se rea liza un a tercera recogida de datos En el caso de Jesús, la terapeuta consideró que
y la ap licac ió n del tratamiento . Se trata en primer lugar convendría ap licar una prueba más para eva luar las
de comprobar que todos los co ntenidos de la inter- habilidades soc iales que no había n sido eva luadas
vención que se va a aplicar puedan ser va lorados . En previamente, y cuyo contenido iba a inclu ir en el pro-
caso de no serlo se debe empezar por: 7) seleccionar y grama de intervención. Para ell o, en base a su amp lio
aplicar los instrumentos de evaluación necesarios para conocimi ento de eva lu ación e in strumentos, seleccio-
valorar la eficacia de la intervención. A continuación, nó la Esca la de H ab ilidades Socia les (E HS; Gismero,
se procede a 2) aplica r las estrategias, técnicas o pro- 20 1O) cuya admin istración so lo requiere unos 10/ 15
grama de intervención, 3) valorar los resultados y com- minutos y que serv iría para comp letar la valoración
probar las hipótesis de intervención y 4) comunica r los pre-tratami ento.
resultados del proceso valorativo. Informe de interven-
ción. Finalmente, se rea liza 5) la preparación para el
alta o el cierre provisional del caso, si se haln previsto 5.2. Aplicar las estrategias, técnicas o
seguimiento/s . Y en el caso de estab lecer seguim iento, programa de intervención
se rea liza ría posteriormente 6) va loración del manteni-
miento de los objetivos alcanzados. En la Tab la 2.9 se deta ll a cómo se rea li zó la in-
tervención psico lógica ses ión a ses ión, inclu yendo la
programación de las ses iones que se destinaron a la

Esquema de las sesiones y estrategias terapéuticas


Nº de las sesiones Dirigida a Estrategias y técnicas de intervención Técnica
1a Los tres Revisar las petic iones de cada uno para el Contrato (recuérdese Contrato fam iliar
noviembre que en la entrevista de devolución se les solicitó anotasen: «lo que
yo quiero camb iar» y «lo que yo quiero que cambien los otros»)
Establecim iento del Contrato fa mi liar entre todos

Padres Introd ucción al Programa para incrementar la com unicac ión y 1ª Comu ni cac ión y
congruencia en los esti los educativos de padre y madre co ngruenc ia estilos
educativos

Jesús Mientras tanto, en un despacho aparte, Jesús cumpl imentará la Ap licación EHS
Esca la de habi lidades sociales (EHS, Gismero 20 1O) *
2ª Padres Programa para incrementar la comunicac ión y congruencia en los 2ª Comuni cac ión y
noviembre estilos educativos de padre y madre co ngruenc ia esti los
ed ucativos

Jesús Inicio del entrenamiento en habilidades sociales y asertividad 1ª Habi lidades sociales/
aserti vidad

3ª Los tres Primera revisión del cu mpl imiento del contrato 1ª Revisión contrato
diciembre
Padres En señar a los padres a real iza r co ntingencias de refuerzos 1ª Contingencias de
familiares (eliminación de compa raciones co n hermanos... ) refuerzos fa mili ares

Jesús Entrenam iento en habilidades sociales y asertiv idad 2ª Habil idades sociales/
asertividad

4ª Jesús Ej erc icios de relajación 1ª Relaj ación


diciembre
Entrenamiento en manejo de ira 1ª Manejo de la ira

5ª Los tres Segunda revisión del cump lim iento del contrato y nuevas tareas 2ª Revis ión contrato
diciembre para las vacaciones de Navidad

Jesús Ej ercicios para modificar autoconcepto y autoestima 1ª autoconcepto y


autoestima

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO -

ft,i• de las sesiones Dirigida a Estrategias y técnicas de intervención Técnica


Navidad

6ª Los tres Tercera revisión del cumplimiento del contrato y las tareas 3ª Revisión contrato
enero navideñas

Padres Revisión de las contingenc ias de refuerzos fami liares 2ª Contingencias de


refu erzos fa mili ares

Jesús Generali zac ión de la técnica de relajación 2ª Relajación

7" Jesús Ejercic ios para modi fica r autoconcepto y autoestima 2ª autoconcepto y
enero autoestima

Pri mera ses ión ele reestru cturación cognitiva 1ª Reestru cturación
cogniti va

8ª Padres Programa para incrementar la co municac ió n y congruencia en los 3" Comuni cación y
enero estilos educati vos ele padre y madre co ngru encia estil os
educa tivos

Jesús Segunda sesión de reestru cturación cognitiva 2ª Reestru cturación


cognitiva

Los tres Cuarta revisión del cumplimi ento del co ntrato 4ª Revisión co ntrato


Jesús Progra ma para la mejora de habili dades verbales P Habi lidades verba les
febrero

1Oª Jesús
Entrenamiento en manej o de ira 2ª M anejo de la ira
febrero

"11·' Jesús Tercera ses ión de reestructuración cogniti va 3" Reestru cturación
ma rzo cogniti va

Ejercicios para mod ifica r autoco ncepto y autoestima 3ª autoconcepto y


autoestima

12ª Jesús Entrenami ento en habi lidades sociales y aserti vidacl 3·' Habi lidades soc iales/
marzo asertividad

13ª Jesús Entrenamiento en manejo de ira 3" Ma nej o ele la ira


abril

14ª Jesús Programa para la mej ora de habilidades verbales 2ª Habi Iidades verba les
abril
Los tres Quinta revis ión del cumplimiento del contrato 4ª o 5ª Revisión contrato

15ª Jesús Entrenamiento en habili dades sociales y aserti viclad 4"' H abili dades socia les/
mayo aserti viclad

16ª Valoración de En esta ses ión junto a elatos recogidos en entrevista, se apli có a Eva luación pos-tratam iento
mayo los resultados Jes ús el Q -PAD (2 0 mi) y el CAP I (3 0 mi)

17"' Va loración ele En esta sesión junto a datos recogidos en entrevista, se apli có a Eva luación pos-tratami ento
junio los resultados Jes ús el EH S (1O mi) y el ESPA-29 (2 0 mi) y los tres respondieron al
ESFA (5- 1O mi)

Debido a que Jesús fu e superando los exá menes parc iales y


aprobó 1º de la ESO, no se apli có en BAS-II escolar en ese
momento, dej ándol o pendiente para una va loración futura ele
seguimiento.

18ª Los tres Comuni cación de los resultados de intervenció n y planteamiento Entrevista de devolució n
junio de tareas para el ve rano.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

va loración de la intervención y la comunicac1on de 5.3. Valorar los resultados y comprobar las


resultados. Como podrá observarse, a veces en una hipótesis de intervención
mism a sesión participaron los padres e hijo juntos y/o
por separado, dependi endo del objetivo y contenidos En la Tab la 2 .1 O se expone la va lorac ión de los re-
que se estab leció en cada ses ión. Aparte, la psicó loga sultados obteni dos entre la eva lu ación pre y pos-trata-
estuvo en co ntacto con el IES para conocer los avances miento junto a la verificación de las hi pótesis de inter-
en el aula de refu erzo de co ntenidos verbales y los vención. Además, entre los distintos procedim ientos
cambios que se fueron dando en su conducta hacia los de va loración de la intervención, en la entrevista ps i-
compañeros y profesorado . Asimismo, en la escue la se co lógica los tres confirmaron su satisfacción y logros
estableció un sistema de refuerzos positivos ante los co nseguidos en la dirección sol icitada en su demanda
logros de Jesús y se informó de su co ntinua asistencia ini cial.
a clase.

Valoración de los resultados pre-postratamiento y comprobación de las hipótesis de


intervención
Procedimientos
Problemas sobre los que Resultados Resultados Comprobación de las
de valoración de la
se intervino pre-tratamiento pos-tratamiento hipótesis de intervención
intervención
Bajo rendimiento Notas y expediente La as istencia a clase y Aumento de la as istenc ia Se comprueba la
académ ico académ ico los deberes en casa no se a clase y de los deberes hipótesis de que se
Registros ele observac ión reali zaban a diario. en casa. ha aumentado el
Jesús repetía 1º de la Jesúshasuperaclolºde rend im iento académ ico.
ESO la ESO.

Bajo Índice Verba l BAS-II Escolar En el BAS-11 el índi ce La apl icac ión del BAS-11 A través ele las
verbal se situó en la no corresponde repetirse ca lificac iones obtenidas
ca tegoría baja en tan breve período se co nstata la mejoría en
ele ti empo. Se deja el área verbal.
pendiente su posible
ap licac ión en una fase
ele seguimi ento posterior.

Elevada agresividad ESPA-29 Aceptación/implicac ión Aceptación/imp licación Se comprueba que los
premeditada Madre Pe 80 y padre 1O Madre Pe 50 y padre 40 ca mbios en los estilos
Coerción/impos ición Coerción/ imposic ión educativos ele padres y el
Madre Pe 20 y padre 85 Madre Pe 55 y padre 60 aumento de habili dades
socia les en Jesús y
EHS Hab il idades sociales Habilidades socia les manejo de la ira se ha
Pc l S Pe 97 promovido un descenso
ele la agresividad
CAPI-A, informe En agresividad En agresiv id ad premeditada
Psicopeclagóg ico y premed itada Pe 75 premeditada Pe 15
entrevistas con padres impu lsiva Pe 15 impulsiva Pe 15
y Jesús control fa lta de co ntrol fa lta de
sinceridad Pe 60 sinceridad Pe 70

Problemas ele relación ESPA-29 (ver datos anteriores) (ve r datos an teri ores) Se veri fica que con
entre padres e h ij o pautas ele comuni cación
Registros ele observac ión Contingencias de Contingencias de y estil os educa tivos
refuerzos fami li ares refuerzos fami li ares ha di sminuido
deficientes adecuadas los problemas de
relación con Jesús
ESFA Satisfacc ión familiar Satisfacción fam ili ar y ha aumentado la
Madre Pe 10 Madre Pe 60 sa ti sfacción fa mili ar
Padre Pe 20 Padre Pe 55
Jes ús Pe 1O Jesús Pe 60

Q-PAD Probl emas fam ili ares Problemas fam ili ares
Pe 97 Pe 70
Probl emas Problemas
interperson ales Pe 94 interpersona les Pe 50

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

~ Procedimientos
Í[roblem~s sob~e los que Resultados Resultados Comprobación de las
de valoración de la
■ se mtervmo pre-tratamiento pos-tratamiento hipótesis de intervención
intervención
A lteracio nes Q-PAD Ansiedad Pe 93 Ansiedad Pe 1 O Se constata que
emocio nales D epres ió n Pe 87 Depres ió n Pe 20 co n relajac ió n,
A utoestima Pe 15 Autoestima Pe 75 reestructu ración
Riesgo Psicosocia l Pe 91 Riesgo Psicosocia l Pe 50 cogniti va y ej erc ic ios
Incertidum b re sobre el Incertidumbre sob re el sob re autoconcepto
futuro Pe 92 futuro Pe 80 han disminuido las
alterac io nes em oc io nales

5.4. Comunicar los resultados del proceso Las siguientes gráficas muestran los ca mbi os que se han
valorativo. Informe de intervención produc ido y sirvieron para exp licá rse los a Jes ús y sus
padres en la entrevista de devolución y fueron incluidas
Como puede observase en la tab la 2 .1O, todas las en el Informe de intervenc ión. La gráfica 2. 1. represen-
hipótesis de intervenc ión se han confirmado, hab ien- ta las puntuaciones pre y postratam iento de obten idas
do obten ido resu ltados pre-postratamiento en la direc- en Jesús y la gráfica 2.2, las de sus progenitores.
c ión esperada y co mprobados a través de las distintas
técn icas de eva luación ap licadas.
En juni o (ver Tab la 2.9) se rea lizó la comuni cac ión S.S. Preparar para el alta o cierre
de los resu ltados junto a un planteamiento de tareas provisional del caso, si se ha/n previsto
de cara al verano co n el fin de mantener los logros ob- seguimiento/s
tenidos y rev isa r posteriormente cualqu ier dificultad
nueva que pudiera surgir. Por tanto, en este momento Después del verano, se c itó a Jesús y a sus padres,
se constata que los objetivos estab lecidos por la tera- co n el fin de comproba r si a través de las tareas en-
peuta sob re rend imi ento académico y comportam iento co mendadas se mantenían los progresos conseguidos
agresivo de Jesús, así como sobre los prob lemas fami- o si hub iera n aparecido nu evos prob lemas y, en caso
liares se han alcanzado en las direcciones esperadas: contrario, preparar para el alta ya que los objetivos de
su rend imiento académi co aumentó y se eli m inaro n su la demanda había n sido alca nzados. Se les ind icó que
comporta mi ento agres ivo y los prob lemas famil iares. se programaría alguna ses ión para valorar el manteni -

- 1 1
80
ln certi. Futuro 92
1
Riesgo Psicos. 50
-t 1
91
A utoest im a
7,
1)
D epres ión
20
87
A nsiedad
i...- 15
1
93
Prob. lnterpers. 50 ■ Posttrat
9L
-t 1
Prob. Fam.
70 ■ Pretrat
7
1 1
Satisfacción Fam . 60
- r - - 10
Falta si nceridad 70
160
Agres. Impu lsiva
1
-t
1
Agres. Prem ed.
1
7
7
HHSS 1
1

o 20 40 60 80 100

Puntuac io nes Pre y Postratamiento de Jes ús.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Padre Satatisfacc ión Fam .

Padre Coerción
60
85

Padre Aceptación
■ Posttrat
■ Pretrat
60
M adre Satisfa cc ión Fam.

M adre Coerc ión

Madre Aceptación 80

o 20 40 60 80 100

Pu ntuacio nes Pre y Postratam iento ele los progen itores ele Jesús.

mi ento de los logros (lo que co rresponde al punto 5.6 t ivo, debe se leccionarse y apli ca rse antes de
de la quin ta fase del proceso) . empeza r el tratamiento.
2. La intervención psicológica siempre debe
eva luarse, por eso en el «Proceso de Evalua-
OPTIMIZANDO LA QUINTA FASE DEL ción Psicológica » se incl uye la va loración del
PROCESO mismo.
3. Para la valo ració n del trata mi ento no es ne-
Para va lorar la efi cac ia de la intervención, general- cesa ri o ap li ca r todas las pru ebas ap li cadas
mente se utili za n los mi smos instrum entos apli cados en el proceso eva luativo. Ca da psicó logo
en el proceso eva luativo, sin embargo, en fun ción de pu ede dec idir có mo co nsidera mejo r va lo-
los co ntenidos del Programa de intervención pu ede rarl o.
ser necesa ri o apli ca r alguna prueba más. En co nse- 4 . Además, algunas de las pruebas aplicadas en
cuencia, la optimi zac ión en esta quinta fase radica rá el proceso eva luativo pueden haber servido
en evitar añadir más evaluación psicológica, aunque, úni ca mente para confirmar o rechaza r algu-
como decim os, todo dependerá del tratamiento que nas de las hipótesis de evaluación solamente
se aplique. y, por ta nto, no es necesari a su repetición en
Otro aspecto importante de optimi zac ión en esta la va loración de resul tados de la intervención.
fase radica en haber incluido la preparac ión para el Por ejempl o, si se ha aplicado el BAS-11 para
alta o cierre provisional del caso, si se prevén se- comprobar que el bajo rendimiento de Jesús
guimientos, en los que se valorará el mantenimiento no se debe a un ni ve l inte lectual bajo, no co-
de los obj etivos. Estos aspectos no han sido detall a- rresponde vo lver a admini strarl o.
dos en propuestas ante riores sobre el «Proceso de
Eva luación Psicológica» y co nsideramos de interés
su incorporación ya que ta n importante es in iciar el
Proceso de Eva luación, como termin arlo y de esta
form a se optimi za el mi smo. RESUMEN

Y,ADEMÁS: El «Proceso de Eva lua ción Psicológica » es un mé-


todo científico a través del cual se recoge info rmación
1. Si alguno de los contenidos del programa pre- de forma fiab le y, se establ ecen hi pótes is verifi cab les
ci sa para su va loración de alguna pru eba que que permi te n respo nder a las demandas de los cl ientes
no haya sido util izada en el proceso eva lua- y a los objetivos estab lecidos por el eva luador.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

En este tema se describe el proceso de una manera Por último, a la novedosa estru ctura del «Proceso
distinta a todas las descripciones del proceso anterior- de Evaluación Psicológica » se añade una form a dife-
mente rea li zadas por otros autores, incluida la propi a rente de enseñarl o para aprenderl o de manera porme-
auto ra del ca pítulo que, tras un largo proceso de re- nori zada y co nociendo tocias las acciones y tareas que
fl exión, consulta, recogida de experi encias prácti cas, debe rea li za r el psi có logo en cada una ele las fases,
consultas a expertos con larga experi encia profesion al pero a su vez, se ofrece otras maneras altern ativas
y académi ca, y por supu esto, utili za ndo la propi a tra- de rea li za rl o de form a más breve y efica z, siempre y
yectori a profesional y docente, presenta de una mane- cuando el profes ional domine y te nga peri cia y prácti -
ra in novadora el «Proceso de Eva luación Psicológica ». ca sufi ciente y lo haya rea li zado baj o supervi siones de
Las novedades son vari as. Primera, las cinco fases otro profesional experto.
se establ ecen en dos partes diferenciadas: las tres pri-
meras fases co rresponden al «proceso eva luativo » que
perm iten establ ecer una descripción, un diagnósti co
u orientación sobre un caso; mi entras que las dos res- BIBLIOGRAFÍA
tantes se refi eren al «proceso va lorativo » y, por tanto,
tienen como obj etivo la evaluación de la in te rvención Alonso-Tapi a, J. (2 004). Eva luación psicológica. Coor-
psicológica . Esta di stin ción entre el proceso evaluativo denadas, procesos y garantías. Cuadern os de ap o-
y va lorativo permite entender mejor la dinámica que yo . M adrid : Edi ciones UAM .
debe llevarse a ca bo para rea li za r una eva luación psi- Al onso-Tapi a, J. (2011 ). Evaluación Psicológica. Coor-
co lógica de ca lidad. denadas, contextos, procesos y garantías. M adrid :
En segundo lugar, el «Proceso de Eva luación Psicoló- Universidad Autónoma de M adrid.
gica» establ ece otra subdivisión en fun ción de los mo- Ameri ca n Psychi atri c Associati on (2 01 8). DSM-5. M a-
mentos en los que el psicó logo está en co ntacto con el nual Di agnóstico y Estadísti co ele los Trasto rnos
cl iente o rea li za tareas eva luativas «a solas». Las fases M entales (5 ª ed.). M adrid : Editori al M édica Pana-
primera, tercera y quinta son tres momentos de recogi- meri ca na.
da de información. La primera fase para especifica r el Andreu, J.M . (2 01 O). CAPI -A. Cuestionario de Agresi-
motivo de la demanda, establ ecer la histori a y fij ar ob- vidad Premeditada e Impulsiva en Adolescentes .
jetivos. La tercera para comprobar las hipótesis de eva- M adrid : TEA Edi ciones.
luación, establ ecer la formul ación de caso y comunica r Áv ila, A. (1992). Psicocli agnóstico Vin cul ar. En A. Áv il a
los resultados del proceso evaluativo. En la quinta la y C. Rodríguez (Coorcls.), Psicodiagnóstico Clínico.
recogida de información permite valorar la intervención M adrid : Eudema.
psicológica . Por el contrari o, la segunda y cuarta fase se Barraca, J. y López-Yarto, L. (2 01 7) . ES FA. Escala de
especifica n ta reas que el profesional rea li za en solitari o. Satisfacción p or Adjetivos. M adrid : TEA Edi ciones.
En la segunda, en función de los probl emas relaciona- Buela-Casa l, G., Verdugo, M . A. y Sierra, J. C. (1997).
dos co n la demanda, se pl antean «hipótesis de evalua- El proceso de evaluación psico lógica. En G. Bue-
ción » veri ficabl es y para comprobarl as, se seleccionan la-Casa l, G. y J.C. Si erra (Dirs.), M anual de evalua-
técn icas o estrategias evaluativas. En la cuarta se defin e ción psicológica. Fundamentos, técnicas y aplica-
sobre qué probl emas in tervenir, cómo se hará y con qué ciones (pp. 163- 171). M adrid : Siglo XX I.
estrategias, técn icas o programa de intervención, y en COP (20 1O). Ética y Deontología en la p ráctica psico-
ese momento se formul an «hipótesis de inter vención » y lógica. M adrid: Colegio O fi cial de Psicó logos de
se estructuran los contenidos del tratamiento. M adrid.
Tercero, los co ntenidos del «Proceso de Evaluación Corman, L. (196 7). El Test del Dibujo de la Familia.
Psicológica » fac ilitan el aprendi zaje y su apli cac ión. Buenos Aires: Kapelusz
Las hipótesis de evaluación se establecen en el proce- de la Cru z, M.V. y Cordero, A. (2 01 5) . IAC. In ventario
so eva luativo, en el que se ha incluido la formul ación de Adaptación de conducta (7ª ed., revi sa da y am-
de caso que ayuda al profesional para establ ecer «la vi- pli ada). M adrid: TEA Edi ciones.
sión que nos hemos form ado sobre qué está ocurrien- Elliott, C. D., Smith, P. y M cCullogh, K. (2011 ). BAS-
do y p or qué es tá ocurriendo eso » (Godoy y Gavino, 11. Escalas de Aptitudes Intelectuales . M adrid: TEA
20 11 ). Los resul tados de este proceso eva luativo pue- Edi ciones.
den plasmarse en un Informe de evaluac ión. Por co n- Fern ández-Ba l !esteros, R. (198 0). Psicodiagnóstico.
tra, las hipótesis de intervención se formul an sobre los Concepto y metodología. M adrid: Cince l-Kapelusz.
cambi os que se esperan conseguir con la apli cac ión Fern ández-Ballesteros, R. (1983 ). Aproximación histó-
del tratamiento, y los resultados obtenidos se comuni - rica al Psicodiagn ósti co. En R. Fern ández Ball este-
can a través del Informe de intervención. ros (Ed.), Psicodiagnóstico. M adrid : UNED.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

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problemas de la gente. Bilbao: Desclée de Brouwer. gica incluye la valoración del tratamiento »
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Hipótesis de evaluación : son las que se fo rmulan so- Diagramas Analítico-Funcionales de Casos Clínicos:
bre los probl emas y obj etivos de la demanda y su sirven para pl as mar el modelo expli cativo del caso
co mprobación permite obtener un a ex pli cac ión o formul ació n de caso. Se representan vi sualm ente
del probl ema o di agnósti co. Se rea li za n durante a través de cu adrados, rectá ngul os, círculos, óva-
el proceso evaluativo y se pl antea n sobre la in fo r- los, rombos, líneas o fl echas uni y bidireccion ales:
mación que se ha recabado en la primera fase del ■ Cuadrados o rectángulos : representan los pro-
proceso de evaluac ión. bl emas y el grosor de sus lín eas indi ca la mayor
Hipótesis de intervención: son las que se fo rmul an so- o menor importanc ia de cada uno de los mi smos
bre los ca mbi os que se esperan obtener con la apli- ■ Círculos u óvalos: representa n las va ri abl es ca u-
cac ión del tratamiento. Se rea li za n durante el proce- sa les sobre las qu e se intervendrá y cada pro-
so va lorativo y en dichas hipótes is se relacionan las bl ema pu ede te ner asoc iado distintas va ri abl es
variabl es dependientes con las independi entes, es ca usa les
decir, se hipoteti za n los ca mbios que se esperan que ■ Rombos: indica n las va ri abl es ca usa les no m odi -
sucedan, sobre los prob lemas detectados, después fi cab les.
de la ap licac ión de la intervención psico lógica. ■ Líneas o flechas : represe nta como afecta un pro-
Formulación de caso: se trata de un modelo gráfico b lema a otro y pu eden tener relac iones ca usa les
expli cativo del caso que estructura la información unidireccionales (fl echa co n una punta) o b idi -
recogida. Incl uye los probl emas que es necesari o reccionales (fecha con dos puntas). Y pu eden te-
modifica r, como afectan un problema a otro y las ner di ferentes grosores en función de la mayor o
relaciones ca usa les. Por ta nto, se elabora cuando se menor fu erza de las relac iones ca usa les.
han confirmado las hi pótesis y comprobado las va-
riab les sobre las que resul ta rá más benefi cioso inter-
venir para so lucionar los problemas de la demanda.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Guías para el Proceso de Evaluación (GAP; Fernández-Ballesteros, De Bruyn, Godoy, Hornke,


Ter Laak, Vizcarro, Westhoff, Westmeyer y Zaccagnini, 2003)
Comienzo del proceso
El proceso comienza cuando una persona o institución (cliente) planea a un eva luador que responda a una cuestión o que dé un consejo
profesional a un sujeto o caso.

Condiciones previas
El eval uador debe exam inar si está cua lificado para satisfacer la demanda y si esta se aj usta a criteri os profesionales. El eva luador deber
observar, además, los principios éticos y los requisitos lega les que rij an el país.

O. Principios generales
1. El eva luador debe asumir la responsabilidad del proceso de eva luac ión.
2. El evaluador debe tomar en cuenta los posibles co nflictos de intereses que pu edan ex istir entre el sistema de va lores del suj eto o cli ente
el suyo propio.
3. La eva luación se lleva a cabo en una situac ión interpersonal. El eva luador debe tratar al cliente con imparcialidad y con respeto.
4. El eva luador debe identifica r y discutir los asuntos importantes sólo con las person as parti cipantes en el proceso ele eva luación.
5. Durante todo el proceso, el evaluador debe valorar las posibles consecuencias positivas y negativas, así como los efectos colaterales de la
evaluación para el sujeto o cliente en su entorno social.
6. Al solucionar las demandas plantea das, el eva luador debe segui r, en prin cipio, una aproxi mación científica.
7. El proceso de eva luación debe ser lo suficientemente explíc ito como para que pueda ser reproducido y va lorado, así como para que
pueda quedar constancia del mi smo.
8. El eva luador debe optimi za r la justifi cac ión, utilidad y ca lidad del proceso, así como vigi lar las co ndiciones que pu edan distorsionarlo.

PRIMERA FASE
1. Análisis del caso (evaluación descriptiva)

Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

1.1. Aná lisis de las 1.1.1. Investigación y evalu ac ión 9. Logra r un adecuado nivel de comprensión de las quejas, demandas y metas
demandas, quejas, ele las demandas del c liente o del c liente o sujeto
metas sujeto 1O. Considerar el alca nce y el ni vel de detalle co n los que se deben tratar las
quejas, demandas y metas del cli ente o sujeto
11. Averiguar cuál es la percepción del cliente o sujeto sobre la urgencia o
severidad del caso
12. Explorar tanto los aspectos débi les como los aspectos fuertes del sujeto
13. Limitar su exploración a lo que sea pertinente para el caso
14. Comprobar la suficiencia y prec isión de la inform ación básica

1 .1 .2. Síntesis de las demandas 15. Comprobar si la información recogida resulta suficiente para responder a
del cliente y de los aspectos de la las demandas planteadas
situación prob lemáti ca general 16. Averi guar cómo interactúan la persona y el contexto en el que vive

1 .1 .3. Acuerdo forma 1 17. Informar al cliente o suj eto de las cuestiones que se van a explorar a lo
largo de la eva luación
18. Obtener el consentimiento informado del cliente o sujeto sobre las de-
mandas metas que van a guiar la eva luación

1.2. Formul ac ión 1.2 .1. A partir de la información 19. Establecer los constru ctos psico lógicos más idóneos para formu lar las hi-
de hipótesis recogida, formul ación de las pótesis de eva luación sobre el caso
de evaluación demandas en términos técnicos 20. Asegurarse de que las hipótesis de eva luación formul adas cubren todas las
comprobables: ca racterísticas del problema
convers ión ele 21. Distinguir entre hipótesis descripti vas, clas ificatorias, expli ca ti vas y pre-
las demandas, dicti vas
quejas, y metas en 22. Cada una de las hipótesis debe formu larse con solidez lógica y teórica, y
formu laciones de co n referencias empíricas cla ras
evaluación 23. Para cada una de las hipótes is formu ladas, el eva luador debe genera r al
menos una hipótesis alternativa riva l
24. El eva luador debe jerarqui za r las hipótesis de eva luación formu ladas de
acuerdo con criteri os explíc itos y apropiados al caso

1.2 .2. Operativi zac ión de las 25. Revisar los instrumentos de evaluación adecuados para cada co nstru cto
hipótesis mediante instrumentos y y elegir el más apropiado
procedimientos de eval uac ión 26. Vigilar que la informac ión a busca r sea pertinente, discriminativa y sufi-
ciente co n respecto a las hipótesis formu ladas ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

• PRIMERA FASE
1. Análisis del caso (evaluación descriptiva)

Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

1.3 . Recogida 1.3.1 . Pl anificac ió n de 27 . Tener en cuenta los fac tores d istorsionantes, reacti vos y mo lestos ele los
de información: la admini stración de los proced imientos de eva luac ión
recopilación de procedimientos ele eva luación 28 . O btener el co nsentimiento del sujeto para el plan ele evaluación y para los
la información procedimientos de eva luación implicados
perti nente 29. Preparar la situación de eva luación así co mo ciar las instru cc iones a los
sujetos y demás participantes de acuerdo con los estándares técnicos y pro-
fes ionales

1.3.2 . Ap licac ión ele los 30. Apl ica r los procedimientos ele evaluación de acuerdo con estándares téc-
procedimientos ele evaluación nicos y profesionales
31. Tener en cuenta los fa ctores que pu eden interferir con la adecuada ap lica-
c ión de los procedim ientos de evaluación

1.3.3. Valoración de la apli cación 32. Comprobar si la recogida ele datos se ha efectuado de acuerdo con el
ele los procedim ientos de pl an establecido
eva luación 33 . Comprobar si algún fa ctor ha podido interferir con la apropiada adm inis-
tración de los proced imientos de evaluac ión

1.4. Procesa mi ento 1.4.1 . Análisis ele elatos 34 . Revisar si todos los datos son sólidos y están libres de sesgos y errores de
de la información: cod ifi cac ión
relación de los elatos 35. Valorar la calidad de los datos en relación con las hipótesis planteadas
con las hipótesis 36 . An ali za r e interpretar los datos de las prueba s y demás proced imientos de
planteadas eva luación de acuerdo con las últimas normas, estándares y conocimientos
disponibles

1.4.2. Formulación de 37. Comproba r si las concl usio nes responden a las hi pótesis plantea das
conclusiones 38 . Va lorar la in fo rmación ele acuerdo co n su importanc ia pa ra el caso
39 . Justifica r la relación ex istente entre las conclusiones y los datos
40. Espec ifica r el nive l ele co nfianza que deposita en ca da una de las con-
clusiones

•. SEGUNDA FASE
2. Organización e información de los resultados: elaboración técnica de los resultados e información al cliente o sujeto

Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

2.1. Integración 2.1.1. Combi nación ele los 41. Comprobar cada una de las hipótes is uti liza ndo datos de las fuentes de
de los resultados: resultados en una formul ación información
respuesta a global del caso 42. Rea liza r una integración ele los datos que resulte adecuada, suficiente y
las cuestion es de utilidad para responder a las demandas del cliente
planeadas por el 43. Tener en cuenta la in formac ión contradictoria
el iente o sujeto de la
2 .1.2. Formul ación de 44. Formul ar conclusiones que responda n a las demandas del cliente o sujeto
forma más completa
co nc lusiones en relación co n la
posible
demandas del c liente o sujeto

2.2. EI inform e: 2.2. 1. Requisitos para la 45. La forma ele presentar el in forme (oral, escrita o ambas) debe ser la apro-
presentac ión oral o generación del inform e piada
escrita del informe 46. El in forme debe inclu ir un resumen co n las conclusiones más importantes
47. El informe debe señalar qu ien es el autor, el cliente, el asunto, y a qu ién
se presentará o enviará
48. Los datos deben presentarse de acuerdo con las fuentes e información, ins-
trumentos, o procedimientos utilizados
49. Los datos deben estructu rarse siguiendo cri terios psico lógicos y col ocarse
en la parte de resultados que habrá en el informe
50. Los asuntos que sobrepasen la demandas inic iales no deben ignorarse
aunque sí considerarse aparte
51. El informe debe responder a las demandas del cliente con recomenda-
ciones apropi adas ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

SEGUNDA FASE
2. Organización e información de los resultados: elaboración técnica de los resultados e información al cliente o sujeto

Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

2.2.EI in forme: 2.2.2. Inclusión en el informe de 52. Las demandas del cliente nunca deben quedar si n abordarse
presentación oral o la información importante 53. Las fuentes de información, los instrumentos y test utilizados deben quedar
escri ta del informe reflejados con el suficiente deta lle
54. El informe debe detal lar los pasos y procedimientos utili zados para res-
ponder a las demandas del cliente
55 . La sección del in forme destinada a exponer los resu ltados debe refl eja r
el peso dacio a la información obtenida y la forma en que se la ha integrado
56. En la sección del informe sobre los resultados, cada afi rm ación psicoló-
gica debe estar expresamente basada en los elatos recogidos y va lorada en
función ele su importancia con respecto a las demandas del c liente
57 . Las inco nsistencias encontradas entre los elatos deben discutirse en la
sección ele resultados

2.2.3 . Generac ión de un in forme 58. Cada una de las frases empleadas debe ser clara y comprensible para el
fácil de entender c liente
59. El apoyo cie ntífico de un enunciado debe expli citarse siempre que ex ista
la posibilidad de que se malinterprete
60. La terminología técnica utili zada debe clarificarse de la form a apropi ada
61. Los elementos descriptivos, comparativos e interpretativos deben distin-
guirse entre sí
62. La interpretación de los datos nunca debe dejarse en manos del lector
63. Las co nclusiones deben exponerse co n clar idad, y las inferencias tentati -
vas seña larse como tales

2.3. D iscusión y 2.3.1. Discusión del in form e 64 . Discutir las secciones del in fo rme con el cliente o sujeto
toma de decisiones con el cliente, sujeto u otros 65. Tratar co n el cliente, sujeto u otras personas participantes las posib les
participantes recomendaciones, asegurán dose de que las entiende
66. Reflejar los datos surgidos durante la discusión de l informe y las recomen-
daciones en la versión fina l del mi smo

2.3.2. Ana li za r si las 67. Si se requiere intervención y el eva luador no está cuali fica do para llevarla
circunstancias general es a cabo, el sujeto debe ser enviado a otro profesional adecuado
aconsej an vo lver a empezar, 68 . Cuando sea pertinente, el evaluador enviará el informe a los profesionales
fina li za r o pasar a intervenir oportunos

TERCERA FASE
3. Planificación de la intervención: si el evaluador considera que es necesario intervenir, hay que llevar a cabo varios actos de evaluación
antes de la administración del tratamiento

Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

69. El eva luador debe establ ecer los criterios y las metas de una intervención
provechosa

3. 1. El ección de 3. 1.1. Elección y operativización 70. Formu lar las hipótesis de intervenc ión basándose en los resultados de las
hipótesis específicas de la intervención y de las eva luaciones previas
para la intervención variables para evaluar los 71. En la medida de lo posible el eva luador debe jerarqui za r las hipótesis de
resultados intervenc ión sigu iendo criterios explícitos y útil es para el caso
72 . Defi nir operacionalmente las va ri ab les relacionadas con las hipótesis de
intervenc ión

3 .1.2 . Rev isión y elección de los 73. Inventari ar y sopesar los tratamientos posibles y finalmente diseñar la in-
proced imientos de intervenc ión tervención
que mejor se ajustan al caso 74. Identificar y evaluar las posibles co ndiciones facilitadoras e inhibidoras
que pueda n afectar a la intervenció n
75. Tratar con el cliente o sujeto las altern ativas de interve nción y sus posibles
co nsecuencias

3 .1 .3. Elección y eva luación de 76. Siempre que sea posibl e, el eva luador debe disponer de los medios con
las variabl es apropi adas para la los que controlar la marcha de la interven ción
supervisión de la intervención 77. Siempre que sea posible, el eva luador debe vigil ar la interven ción ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

I' TERCERA FASE


3. Plan ificac ió n de la in tervención: si el eva luador considera que es necesario intervenir, hay que llevar a cabo varios actos de evaluación
antes de la adm inistración del tratamien to

a_ REALIZACIÓN DE LA INTEVENCIÓN
Dado que la intervenc ión no es una actividad espec ífi ca de la eva luación, no se analiza rá. A ún así, en algun os casos pu ede que sea nece-
sario rea l iza r una va loración formati va dura nte la intervención

Sub-fases Pasos a seguir Gu ías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador

78 . Si es necesa rio, el eva lu ador debe vigil ar la intervenc ión o tratami ento
para evitar desviaciones. Si la desviaciones son inevitab les, deben registrarse
cui dadosamente

•· CUARTA FASE
4. Valoración y segu imiento: si se ha in tervenido, deben llevarse a cabo nuevos actos de eva luación
Sub-fases Pasos a seguir Gu ías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por e l evaluador

79. El eva luador debe determ inar en qué med ida se puede va lorar la in terven-
c ión y su pu esta en prácti ca (eva luación va lorativa)
80. El eva luador debe informar a los interesados sobre la importanc ia de rea-
lizar una va lorac ión de la m isma

4.1. Recog ida 4. 1 .1. Inspección ele los clalüs ya 81 . Rev isa r los elatos prev ios ob tenidos en las fases 2 y 3, decidir cuá les son
ele ela tos sobre existentes úti les pa ra la va loración y elegir ele entre el los las mejores medidas de los
los efectos de la resultados
intervención 82. Co mproba r si la intervenc ión se ha ll evado a ca bo tal como se había
planificado
83. Planifica r la va loración con esmero, atendiendo tanto a los da tos previa-
mente recogidos ya disponib les como a los elatos adicionales que se deben
recoger

4.1.2 . Recogida ele el atos 84. Adm inistrar las medidas elegidas siguiendo lo estab lecido en el punto ·¡ .3.
posteri ores a la intervención 85. Recoger, según se estab lece en 1.3. cualquier otra in formación sobre
ca mbi os pos itivos o negativos que puedan considera rse resultados de la in-
tervención
86 . Recoger in fo rm ac ión emplea ndo distintos ind icadores de diferentes fuen-
tes

4.2. A nálisis de los 4.2. 1. Sobre los elatos recogidos y 87 . Co mpa rar los resu lta dos con las demandas del cli ente y con las metas ele
resultados de la siguiendo lo estab lecido en 1 .4., la i ntcrvenció n
intervenc ión extra ción de conclus iones acerca 88 . A ntes de in terpretar los efectos ele la intervenc ión, el eva luador debe com-
ele los efec tos ele la intervenció n probar si dichos efectos rea lmente pu eden atribu irse a la intervención
89 . Co mproba r si se han prod uc ido efectos co laterales
90. Co nsiderar las pos ibl es expli cac iones alternati vas ele los efectos ele la in -
tervención

4 .2.2. Informe ele los resu ltados 9 1. Tratar los resu ltados ele la va lorac ión co n el cl iente, sujeto y otras personas
al c liente, sujeto u otros parti c ipantes
partic ipantes 92. Ju stificar las conclu siones en relac ión co n las demandas del cl iente, las
metas de la intervención y los efectos co laterales, ele tal forma que los intere-
sados puedan va lorarl as

4.2 .3. Si es necesa rio, informe En la m edi da en que res u ltan ap l ica b les, las mi sm as g uías que en
escri to al cl iente, sujeto o a las 2.2 .
o tras personas

4.3. Segu im iento 4 .3 .1. Planificac ión del 93. Planifi ca r el seguimiento, el igiendo obj eti vos pertinentes y rea l istas
seguim iento ele acuerdo con el 94. Di scutir y llega r a un ac uerdo sobre el pl an de seguim iento con el cliente,
c liente y el sujeto el sujeto y demás interesados

4.3.2. Eva luación del suj eto de 95. Recoger los da tos sobre el sujeto y demás pa rtic ipantes el e acuerdo con
ac uerdo con el p lan estab lec ido lo p lanificado
96. Reca bar info rm ación del sujeto y demás participa ntes sob re posib les con-
secuenc ias pos iti vas o nega tivas no previstas

4.3.3. Análi sis de resultados En la medida en que resu lta n ap licab les, las mismas guías que en 4.2 .1 .

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

CUARTA FASE

4. Valoración y seguimiento: si se ha intervenido, deben llevarse a cabo nuevos actos de evaluación


Sub-fases Pasos a seguir Guías del proceso de evaluación. Tareas a realizar por el evaluador
4.3. Seguimiento 4.3.4. D iscusión de los resultados En la medida en las que resultan aplicab les, las mismas guías que en 4.2.2
co n el c liente, el sujeto y los otros
participantes

4.3.5. Si es necesario, informar En la medida en las que resultan aplicab les, las mismas guías que en 2.2. 1.
por escrito al cliente, al sujeto o al
resto de parti cipantes

FIN DEL PROCESO DE EVALUACIÓN

El proceso finaliza cuando el eva luador termi na su relación profesiona l en lo que a tareas de eva luación se refiere con la persona o insti -
tución (cliente) y con el sujeto en su caso.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Ámbito Laboral: Proceso de Evaluación psicológica en Selección de Personal


(por Ana María Calles Doñate)
La Selección de Personal es un proceso sistemáti co de El Modelo Integrador enti ende la Selecc ión de Personal
eva lu ac ión ps ico lógica para la elección del ca ndidato más como un proceso sistemático de toma de decisiones, mul-
adecuado para cubrir un puesto de trabaj o determin ado, tidimensional, prospectivo, basado en rasgos y competen-
según las condi ciones especiales del mi smo, teniendo en cias, en el que se utili za n diferentes técni ca s de evaluac ión
cuenta tanto las neces idades y ca racterísti cas de la orga ni - que cumplan con los criterios de bondad que ca da una
zación que hace la oferta de empleo como las del ca ndida- de ell as demande. Este modelo integrador ti ene en cuenta
to que se presenta para conseguir di cho empleo. tanto un enfoque nomotéti co como un enfoque idiográfico
La Selección de Personal tiene como obj etivo sati sfacer (Ca lles, 1995), (ver Tabl a 1).
una función de Ajuste o Adecuación entre las ex igencias
de un puesto de trabaj o en una Orga ni zac ión determin ada ■ La Selección de Personal como proceso sistemático de
y las dimensiones psico lógicas y competenciales de todo toma de decisiones: Es un conjunto de fases o momen-
ca nd idato al puesto. Busca constatar si las necesidades y tos, pl ani fica das y ordenadas, en las que se toman las
expectati vas de la Orga ni zac ión se corres ponden con las pertin entes decisiones en base al diseño estab lecido pre-
expectati vas y empleabilidad del ca ndidato (ver Gráfi co 1 ). vi amente en relación con la peti ción de cubri r un puesto

ADECUACIÓN 4 / ¡ \" AJUSTE


concreto, en un nivel determin ado de un orga ni zación.
Las decisiones se tom an en fun ción del criteri o ele ajuste
en la excelencia.
■ La Selección de Personal como un proceso multidimen-
INDIVIDUO GRUPO ORGANIZACIÓN sional. Un proceso de selección arranca de una neces i-
dad de cubrir un puesto de trabajo y esta peti ción va a
suponer una combinatori a de unicidades y co lectivos.
NECESIDADES Y EXPECTATIVAS Ese puesto es úni co, pero con múltipl es factores cons-
titu yentes: distintas funciones y tareas, ex igencia de de-
termin ados co nocimientos, habilidades y competenc ias,
y además está en relación con todo otro conjunto de
Selección de Personal. Función de Aju ste. (Elaboración propia)
puestos que a su vez constituyen una orga ni zación. El
compo rtami ento, el potencial ele ca da ca ndidato es pro-
En Selección de Personal hay que tener presente el as- pi o y en sí mismo una interacción de dimensiones de
pecto «di ferencial» de las personas, de los puestos de traba- muy diversa naturaleza .
jo y de las empresas para determin ar qué ca ndidato desem- ■ La Selección de Personal debe ser un proceso con carác-
peñará con éx ito un determinado puesto en una empresa ter prospectivo, es dec ir, con visión ele futuro. No puede
concreta. Generalmente se parte de un enfoqu e idiográfi- centrarse tan só lo en el talento ele un ca ndidato, sino que
co para resolver una situación nomotética. Un psi có logo, éste aporte tambi én un adecuado nivel competencia! y
como técni co de Selecc ión, debe conocer las diferentes potencial a la organi zación, y así, dotarl a de ca pital inte-
técn icas ele eva luación de personas y los contex tos ele tra- lectu al que la permita atender los retos que una soc iedad
baj o y sus puestos. en continuo ca mbio genera. D e ahí el interés de todo
En Selección de Personal se puede adopta r di stintos técni co de Selecc ión por encontrar un ca ndidato ele alto
modelos, pero si el psicó logo técni co de selección ti ene potencial, con ca pacidad de transferir aprendi zajes de
presente en su desempeño profes ional la «función de ajus- una situación a otra di stinta y de ser su propi o motor ele
te: individuo-grupo-orga nización», el modelo de Selecc ión desa rro ll o, ele generar empl eabilidad y ser una persona
más recomendado será el Modelo Integrador . de talante proacti vo en luga r ele meramente reactivo .

Modelo Integrador de Selección de Personal. (Elaboración propia)


MULTIDIMENSIONAL PROSPECTIVO

ORGANIZACIÓN ■ Dirección
■ Imagen

t
• Cultura
• Valores corporativos
PUESTO • Formación ex igida
■ Fu nciones, ta reas, responsabilidades
■ Grupo de trabajo: Dirección, Jefe, compa ñeros

t • Promoción, Desa rrollo, Remu neración


INDIVIDUO • Ca racterísti cas personales
• Dimensiones Psicológicas
• Competencias
• Experi encia: Puestos, Entornos

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En la Tabl a 2 hemos adecuado el Proceso de Selecc ión de Personal al modelo propuesto por Moreno- Rosset (2 01 9).

La Selección de Personal como proceso de evaluación psicológica. (Elaboración propia según


modelo de Moreno-Rosset, 2019)
FASES DEL PROCESO TAREAS A REALIZAR INSTRUMENTOS A APLICAR
1. Especificación de la petición y los Primera recogida de información
objetivos.
a) Recabar in fo rmación al cliente acerca
a) Especifica r la peti c ión: Cubrir un de las func iones y requisitos del
puesto de trabajo pu esto a cubrir, del equipo y dirección
con el que trabajará el ca ndidato
b) Elaborar el diseño del proceso de seleccionado. Las posibilidades de
selección para atender la petición promoción y desarroll o, la banda
sa lari al, etc.

b) Reunir información releva nte sobre el


puesto co nsultando fuentes:
DOT: Di cc ionari o de O cupaciones;
O ' NET Center ...

c) El aborar la propuesta de selección, por


Una vez aceptada la propuesta se inicia el escrito, espec ifica ndo cómo se va a
propi o proceso de selección responder a la peti ción .

2. Formulación de hipótesis de evaluación Fase de estudio y reflexión


verificables
a) Elaborar el Perfil de Exigenc ias del
a) Fijar los obj eti vos y determin ar los Puesto
cri teri os relevantes del puesto
b) Di seña r el proced imiento de
eva luac ión que se va a seguir: Modelo
de selección, logísti ca y recursos
necesa ri os, cronograma
Se selecc ionarán las técn icas e
e) Concretar la Batería de Selección que instrumentos ele evaluación específi cas
· ;I se va a utili za r. para ca da uno ele los criteri os
determinados:
el) Determin ar el orden de aplicación ele Tests de: In teligenc ia (M atri ces ele
las mi smas Raven), Flexibilidad Cogniti va (Ca mbios),
Resolución ele Problemas (RP-30)
e) Redactar la Oferta: Baterías de Aptitudes Generales:
■ Requisitos (PMA, BAT-7, EFAI,) y Específicas: (BAC,
• Se valora TABA, BC. .. )
Cuestionarios de: Personalidad (16PF-5,
b) Reclutamiento ele ca ndidatos ~ Determinar qué fuentes ele TPT, BFQ, N EO PI -R). etc.
reclu tamiento se va n a util iza r: Entrevi stas
• In tern as (Intranet ele la propi a empresa Pruebas Situacionales (Bandeja ele entrada,
c li ente) Role- Playing, Caso, Presentaciones ... )
c) Recepc ión ele so licitudes • Externas: Portales ele empleo: Pruebas Profesionales
lnfojobs; Redes Sociales: Linkeclin;
Bases ele elatos ele consultoras; web de
la propia empresa, ....

g) Clasificac ión de la Curricul a Vitae


recibida: Idóneos/ No Idóneos

h) Verifi ca r si se cumple la Ra ti o ele


Selección

continúa ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

¡ FASES DEL PROCESO TAREAS A REALIZAR INSTRUMENTOS A APLICAR

3. Comprobación de las hipótesis de Recogida de datos


evaluación. Analizar la información
recogida. Comunicación de los
resultados: Propuesta de contratación.

a) Convoca r a los ca ndidatos idóneos a) Comunica r telefónica mente a los • Es conveniente tener un esquema o
ca ndidatos idóneos sobre su admi sión pl antilla de esta entrevi sta telefónica y
al proceso de selección, verificar que disponer de un cuadrante para poder
siguen interesados en el pu esto e anotar en que momento (día y hora) ca da
informarl es de la fecha, hora y lugar ca ndidato puede as istir
para rea li za r la primera fase del proceso
de Selección.

b) Recibir a los ca ndidatos b) Aco modarl os en la sa la donde se va a • Se apli ca la Batería determinada en la


rea li za r el Exa men Psicotécnico. fase anteri or, en el orden establ ecido, que
El responsabl e del proceso de Selección permitirá eva luar los criteri os relevantes
se presenta, recuerda el por qué están del puesto.
reunidos e informa del procedimiento
de selección y les anima a mantener
una actitud acti va y parti cipativa.

c) Apli ca r las pruebas c) La apli cac ión de las pru ebas se hará de
acuerdo a sus normas de aplicación y
con los ti empos indicados.

d) Corregir, interpreta r e in tegrar los d) La corrección, interpretación e


resultados integración de los resultados permitirá
elaborar el Perfil de ca da ca ndidato.

e) Comprobar las hipótes is de eva luación e) Comparar los Perfil es de los ca ndidatos
co n el Perfil del puesto, analiza ndo las
d iferencias o gaps encontrados para
poder tomar la decisión de adecuación
al puesto .

f) Comunica r los resultados del proceso f) Se seleccionarán los ca ndidatos que


evaluativo: Elaboración de In formes y presenten una mayor adecuación
de la Propuesta de Contratación al puesto que se quiere cubrir y
se elaborará un in forme escri to
que se adjuntará a la propu esta de
contrata ción que presentará al cl iente.

NOTA: En el Proceso ele Evaluación Psico lógica en Selección ele Personal se ha utilizado la palabra "candidato" de forma genéri ca, para aludir
ta nto a posibles candidatos como a ca ndidatas.

Referencia Bibliográfica: Calles Doña te, A. M . (1995). Perspecti va Nomotéti ca o ldiográfica de la Selección de Personal. Capital 1-fumano, 83,
Sup lemento Selecc ión de Personal, pág. 54-Noviembre.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Proceso de Evaluación Psicológica en el Ámbito Educativo (por Mª Francisca Colodrón Gómez)


El proceso de eva luación en el ámbito educati vo sigue presenta a continuac ión y en los comentarios qu e le acom-
los pasos que se han desarrollado y ejemplifica do ante- pañan, se refl ejan aspectos propios de la eva luac ión en este
ri orm ente en el capítul o sobre el «Proceso de Eva luación ámbito o que se consideran importa ntes destaca r de ca ra a
Psico lógica. Un método científico». En el esquema que se la prácti ca profesional.

Origen demanda

Centro esco lar { Estructuras orga ni za ti vas del centro


Profesores/tutores
0 DEM A N DA Familia
Al umno/a
Otros

O bj etivos

Di agnósti co (Describir/expli ca r conductas)


• ANÁLISIS DEMANDA O ri entac ión académica/profesional/vocacional (Predecir conductas)
Orientación psicopedagógica (M odi fica r conductas/ intervención psicoedu cati va)
O tros

Profesorado
0 RECOGIDA INICIAL DE DATOS Familia
Otros (a lumno/a, profes ionales impli ca dos .. .)

0 FORMULACI Ó N D E HIPÓ TESIS/ DETERMINACI Ó N VARI AB LES A EVALUAR

Individual
Grupal
• DETERMINACI Ó N SUJETO S DE EVALUACIÓ N Y PROCEDIMIENTO
M omento de eva luación
Sesiones ...

• SELECCIÓ N DE TÉCNI CAS IN STRUMENTOS


Asegurar que se cuenta
con el consentimi ento
necesa ri o ¡Info rm ado
Escri to
Ambos progenitores

• APLI CACIÓN Y CORRECC IÓ N DE PRUEBAS

0 ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN RESULTADOS (Comprobación de hipótesi s)

0 ELABORACI Ó N DE INFORME (Aju stado a obj etivos)



EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. UN MÉTODO CIENTÍFICO

Comentarios al esquema Se debe tener en cuenta el punto anteri or cuando se


seleccionan las técn icas de eva luación: Elegir técnicas que
1. DEMANDAS (apartados 1, 2 y 3) permitan obtener la información necesari a sin alargar exce-
sivamente el tiempo de eval uac ión.
El origen de las demandas que le ll egan al psi có logo/a Dado que se está trabaj ando habitualmente con meno-
educativo que trabaj a en un centro esco lar es variado. res y que la demanda suele proceder de personas distintas
Muchas de ell as proceden del profesorado o de los pro- al suj eto de la eva luación, adqui ere especial importa nc ia el
genitores, especialmente las referidas a casos individua les, consentimi ento de los progenitores.
pero también pueden acudir los alumnos/as directamente El consentimi ento debe ser informado, lo que imp lica
o que sea el Equ ipo directivo u otras estructuras didácticas que se les debe comuni ca r, aunque sea en lín eas generales,
del centro las que sol iciten la intervención del profesional. qué supone el proceso de eva luac ión. Es aconsejable que
Ocasionalmente se reciben también demandas de organ is- ambos progenitores den el consentimiento por escrito.
mos o instituciones externas (Serv icio de Inspección Educa-
tiva, Fisca lía del menor, juzgados ...)
Este origen es importante ya que, aunque el proceso de 3. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS,
eva luación sea bás ica mente el mismo, va a determi nar los INFORME (apartados 7, 8 y 9)
procedimi entos a seguir, espec ialmente pa ra la recogida de
información ini cial de las diferentes fu entes . El análisis de los datos no debe li mitarse a una descri p-
Las demandas más frecuentes son las referidas a un ción de los resu ltados obteni dos en ca da prueba de forma
alumno/a que presenta prob lemas de rendimiento esco lar, aislada. Es importante rea li zar una interpretación conjun-
dificultades de adaptación personal, esco lar y/o fa miliar, ta que permita explica r la prob lemática detectada y mar-
conductas disruptivas ... Es decir, que se p lantea un objetivo que las líneas de la actuac ión que van a concretarse en las
de diagnóstico y orientación orientaciones.
Se pl antea n tambi én demandas más amp lias referid as al El informe debe adecuarse al destinatari o y a los objeti-
func ionamiento de un grupo, prevención de l fracaso esco- vos, aspecto que hay que tener en cuenta para determ inar
lar, acoso esco lar, que ex igen una eva luación de grupos o los datos que van a figurar, por ejempl o datos sobre la fa mi-
del centro enca minada al establec imiento de programas de 1ia cuando el profesorado va a ser el receptor del informe.
intervención más globa les. El profesorado y la fam ili a van a tener que ll eva r a cabo
gran parte de las med idas que se adopten para so lucionar el
problema; esto ex ige un mayor esfuerzo para que las orien-
2. HIPÓTESIS, VARIABLES, SUJETOS, taciones sea n concretas, clara s y prec isas.
PROCEDIMIENTOS (apartados 4, 5 y 6) El desti nata ri o del informe no co incide hab itua lmente
con el sujeto de la eva luac ión, lo que ex ige una ca utela
Una característica de la eva lu ación en el ámbito edu- especial para respetar el derecho a la intimi dad y cumplir
cativo es que el suj eto de la eva luación no es siempre un el deber de confidenciali dad.
ind ividuo concreto, sino que la eva luación puede ser gru - Respecto al destinatari o del informe conviene destaca r
pal, práctica habitual por ejemplo cuando el objetivo es que, aunque no sea el propio sujeto, éste tiene derecho a
la ori entac ión académica o profesional, o inc lu so va lorar conocerlo. En el caso de menores, los progeni tores o tu-
determinadas aptitudes en diferentes grupos para determi- tores lega les ostentan este derecho, lo que impli ca que la
nar si se está n trabajando de forma equ ili brada las di stintas eva luación la puede so licitar el centro esco lar y va a ser
capac idades. éste el destinatario del in fo rm e, pero los progenitores tienen
Otro aspecto importante cuando se trabaja dentro de un derecho al mi smo.
centro esco lar es la conveni encia de adecuar las sesiones
(horario y duración) a la di námi ca del centro, recreos por
ejemplo.
El Informe Psicológico

Cristóbal M. Calvo Piernagorda


José Manuel Rodríguez González

l. INTRODUCCIÓN
2. CRITERIOS GENERALES PARA ELABORAR EL INFORME
2.1. Aspectos de contenido
2.2. Aspecto de forma
3. ESTRUCTURA BÁSICA DE UN INFORME
3.1. Identificación de la persona y del evaluador
3.2. Motivos de la evaluación
3.3. Observaciones sobre la conducta
3.4. Instrumentos, resultados y su interpretación
3.5. Impresión de diagnóstico y recomendaciones
3.6. Orientación y objetivos de cambio e intervención
3.7. Valoración de la intervención
4. TIPOS DE INFORME
4.1. Según el medio de transmisión
4 .1.1. Informe oral
4 .1.2. Informe escrito
4.2. Según el objetivo y propósito de la evaluación
4 .2.1. Informe de evaluación
4 .2.2. Informe de orientación o selección
4 .2.3. Informe de intervención
4.3 . Según el contexto de aplicación
4 .3.1. Informe clínico
4 .3.2. Informe educativo
4 .3.3. Informe de selección
4.3.4. Informes en tráfico y seguridad
4 .3.5 . Informe pericial
S. ASPECTOS ÉTICOS Y DEONTOLÓGICOS DEL INFORME
6. EL VALOR Y LAS REPERCUSIONES DEL INFORME PSICOLÓGICO
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ An ali zar los criterios generales para la elaboración de un informe psico lógico.

■ Distinguir los diferentes apartados del informe psico lógico.

■ Identifica r y comparar los di ferentes tipos de inform es de uso frecuente en la prácti ca profes ional.

■ Valorar los aspectos éticos y deonto lógicos de un in fo rme psico lógico.

■ Ser co nsciente de las repercusiones jurídi cas que puede tener la emi sión del info rme psico lógico.

■ Reconocer el valor y las prin cipales imp licaciones de un informe psico lógico.
EL INFORME PSICOLÓGICO

Co legio O ficial de Psicó logos de M adrid 1 (2 011 ), entre


l. INTRODUCCIÓN las resoluciones adoptadas por su Comi sión Deonto ló-
gica, uno de los motivos más frecuentes de las sa ncio-
La palabra «inform e» prov iene del términ o «in- nes que se repiten, año tras año, está relacionado con la
fo rmar» (del lat. Informare). Si acudim os al di cciona- necesidad de inform es cl aros, precisos, ri gurosos e in-
rio de la lengua española, el info rme se defin e como teli gibl es, con el grado de certidumbre de su contenido
«descripción, oral o escrita, de las características y cir- y con la consta ncia de los datos del profesional que lo
cunstancias de un suceso o asunto». Tambi én se defi ne emite. Por este motivo, consideramos que este capítulo
como «acción y efecto de in fo rm ar ». es fundamental para el alumn ado de esta as ignatura.
En el ámb ito de nuestra di sc iplina, la Ps ico logía, Pa ra la comuni cac ión de los resultados al paciente/
cuando se habl a de informe psico lógico nos estamos cliente/usuario, algunos psicó logos exponen primero
refiri endo a la exp osición de los resultados de un pro- los resultados de forma oral y luego los plasman en un
ceso de evaluación, diagnóstico o inter vención psicoló- informe escrito; pero ta mbién hay psicó logos que ela-
gica, que ha sido rea li zada a un a persona o gru po de boran primero el informe escrito, para ser comentado y
personas. Esta presentación de resultados puede ser oral di scutido posteri ormente co n la persona. La recomenda-
o escri ta, como más adelante veremos, y ti ene como ción que se hace desde aquí es que el psicó logo elabore
f in alidad dar respuesta a la demanda rea li zada por la primero un borrador de in forme, y después sea expues-
persona que ha sido evaluada o por la que la ha deriva- to, comentado y discutido con la persona, mediante la
do, como por ejempl o: padres, autoridades escolares, denominada entrevista de devolución; fin almente, y si la
aboga dos, jueces, otros profesionales de la sa lud, etc. persona lo so licita expresa mente, el ps icólogo redactará
Así pu es, podríamos defini r el in fo rm e psicológico el in forme definiti vo para su entrega.
como la co muni cac ión, oral o escri ta, de los resul ta- Para termin ar esta introd ucc ión, hay que dec ir que el
dos del proceso de evalu ación psico lóg ica, rea li zada info rme psico lógico ha recibido escasa atención cientí-
po r un ps icó logo a su cl iente, paciente, usuari o, repre- fica e in vestigadora, en compa ración con otros aspec-
sentante lega l o autori dad lega l competente. Es una tos y temas de nu estra di sc iplin a. Co mo ya mencioná-
parte esencial del proceso, bien sea co n el obj eti vo bamos, y puede consultarse en los conteni dos on-lin e
de diagnósti co, ori entación, se lección o in tervención. que se inclu ye n en este manual (Rodríguez-Gonzá lez,
En este último caso, la fase fi nal del proceso (véase en 2005), esto qui zás sea debido a dos motivos:
el te ma 2 «Aplicación y va loración de la in ter vención
psicológica los resultados. Informe de in ter vención »), ■ Se ha considerado un aspecto fun da mentalmen-
precisa de un inform e ps ico lóg ico en el qu e se ponga n te buroc ráti co, al ser la úl tima fase del proceso
de manifi es to los ca mb ios ocurri dos en el c li ente, pa- de eva lu ació n psico lógica.
ciente o usuari o. ■ Repercusio nes de orden jurídico que, un mal
Por otro lado, hay que seña lar que la entrevista uso o un a mala elaboración, pueden te ner pa ra
es un a técni ca inexorabl emente unida a la tarea de el profes ional de la Psico logía; dado que el in -
elaboración del informe y de comuni cac ió n de res ul - forme suele fac ilitarse por escrito, se co nv ierte
tados. Entre los tipos de entrevi sta qu e utili za mos los en un documento que puede revertir en co ntra
ps icó logos está la entrevista inicia l, que se apli ca en el de su autor.
ini cio del proceso de evalu ación psico lóg ica, con el
fi n de especifica r el moti vo de la demanda, establecer En el presente ca pítulo nos va mos a centrar fund a-
el hi stori al y fij ar obj eti vos (véa nse los ca pítul os 2 y mentalmente en el informe psico lóg ico escrito, expo-
5); y, por otro lado, al fin ali za r el proceso de eva lua- ni endo y anali za ndo los criteri os generales que debe
ción, cuando la demanda es la de di agnósti co, orienta- cumplir y su estructura básica . Tambi én se anali za rán
ción, se lección o intervención psico lóg ica, utili za mos los di ferentes tipos de info rmes psico lóg icos, y los as-
la denomin ada entrevista de devolución, en la que se pectos éticos y deontológ icos a tener en cuenta en su
ofrece información elaborada sobre di cho fin (véase elaboración. Por último, se expondrán el va lor y las
cap ítul o 5). repercusiones qu e ti enen los in formes psico lóg icos
Todas las tareas rea li zadas durante el proceso de sobre los profesionales de la Psico logía, teni endo en
diagnósti co y/o intervención psicol ógi ca son importan-
tes, pero la comuni cac ión de resultados (sobre todo el
informe escrito) es quizás una de las actividades más ' La Asa mblea Genera l O rdinari a del Colegio O fi cia l de Ps icólo-
gos de Madri d, celebrada el 24 ele mayo ele 20 18, acordó el ca m-
delicadas, debido a las repercusiones jurídi cas que
bio de denominación de esta Institució n: El «Colegio Oficial de
puede tener, tanto para la person a como para el profe- Psicólogos de Madrid » pasa a denominarse «Colegio O fi cial de la
sional de la Psico logía. De hecho, y según fuentes del Psicología de Madrid ».
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

cuenta que es una de las im ágenes y evidencias públi- ción a otra característica que también es funda-
cas de su trabajo para el resto de la sociedad. mental en la ciencia y en cua lqui er informe psi-
cológico, «la objetividad ». El profesiona l de la
Psicología, como científico de la conducta, debe
exponer los resultados del informe psico lógico
2. CRITERIOS GENERALES PARA de la forma más objetiva posible, dejando a un
ELABORAR EL INFORME lado cualquier implicación personal que pu eda
provoca r sesgos en los objetivos de evaluación
Como ya se ha dicho anteriormente, uno de los y/o intervención. Por tanto, debe evitar cual-
motivos más frecuentes de las sanciones que se repi- quier implicación de tipo emocional, de presión
ten, año tras año, está relacionado con los informes. o de intereses con la person a evaluada (en el
Por este motivo, queremos exponer a continu ación apartado 4 de este tema se hablará del «Deber
una serie de criterios generales, tanto en aspectos de de autonomía profesional »).
contenido como de forma, que todo profesional de la
Psicología deberá tener en cuenta, si pretende que el ■ Contraste y replicación
informe que elabore se considere correcto. Si partimos de la base de que el informe psico-
lógico es un documento científico, como ya se
ha indicado, entonces el profesional de la Psi-
2.1. Aspectos de contenido cología también debe elaborarlo siguiendo el
método científico, de modo que cua lqui er otro
Teniendo en cuenta que todo informe psicológico es psicó logo pueda contrastar y replicar los resul -
un documento científico, el psicólogo, como responsa- tados obtenidos en el mismo, siempre que no
ble último de la emisión de dicho documento y de su haya transcurrido excesivo tiempo desde su ela-
contenido, debe considerar los siguientes criterios: boración.
De las características señaladas hasta ahora, po-
■ Rigurosidad dríamos afirmar que la replicación es la más im-
Según la Real Academia Española, hace referen- portante, porque esta cualidad engloba a las dos
c ia a la cua lidad de riguroso, es decir, exacto, anteriores. Es decir, si realmente el ps icó logo ha
preciso o minucioso. Esto es lo que pretende la elaborado el informe con claridad y precisión,
ciencia y el conocimiento científico. El informe, ha procedido con método y ha expuesto los re-
como documento científico que es, también su ltados de forma objetiva, todo el lo permitirá
debe intentar ser riguroso; es decir, el profesio- que cua lqui er otro psicólogo pueda ll egar a con-
nal de la Psicología, como cie ntífico de la con- trastar o replicar los resu ltados obten idos.
ducta, debe defin ir con claridad y precisión la
conducta y/o el problema observado, procuran- ■ Calidad de los instrumentos y correcta
do exponer los resultados de la forma más con- utilización
creta y objetiva posible. Como se verá en el capítu lo 4, uno de los as-
pectos más importantes de la evaluación psico-
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
lógica es saber elegir los instrumentos, según
General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O) determinados criterios de calidad. Recordemos
que los principales criterios psicométricos de ca-
Art. 48. Los informes psicológicos habrán de ser claros, lidad, asumidos como normas de construcción,
precisos, rigurosos e inteligib les para su destina- interpretación y utilización de los in strum entos
tario( .. .) psicológicos de medición, son la va lidez y la fia-
bilidad:
Manual de Publicación de la APA (APA, 201 O)
a) La va lidez es aquel la que asegura que un test
es válido para medir lo que dice medir. Es la
Estilo de escritura
cua lidad más importante de un instrumento
3.09 Precisión y claridad. Elección de palabras. Asegúre-
de medida.
se de que cada palabra signifique exactamente lo
b) La fiabilidad es aquel la que asegura que un
que quiere decir.
test es fiable o exacto. La American Psycholo-
gica l Association (APA) describe la fiabilidad
• Objetividad como la exactitud (consistencia y estabi li -
Al definir el término anterior, hemos hecho men- dad) de la medición de un test.
EL INFORME PSICOLÓGICO -

Pero, además de cerciorarse de la ca lidad de los ■ Cualificación y responsabilidad profesional


instrum entos de eval uación, el psicólogo debe La elaboración del informe psicológico debe lle-
garantizar también su correcta utilización; esto varse a cabo por un profesional de la Psicología,
es, debe asegurarse de que tanto él como sus que se encuentre co legiado en el Co legio Oficial
co laboradores disponen de las competencias de su Comunidad Autónoma y con la formación,
necesa ri as para la adm ini stración, correcc ión e preparación y experienc ia adecuadas.
interpretación de los test que pretende uti Iiza r. Por tanto, el informe psicológico debe contar
con los suficientes datos para identificar a su au-
CÓ DIGO ÉTICO DE LA APA (APA, 2017) tor, incluyendo la firma del profesional, su nú-
mero de co legiado y la fecha en la que se emitió
Estándar 9.02. Uso de las Evaluaciones. (b) Los psicólogos dicho informe. Toda esta información permitirá
emp leará n instrum entos cuya va lidez y fiabilidad ha sido la identificación del psicólogo responsable del
estab lec ida para su uso con miembros de la población mi smo, teniendo en cuenta sus co rrespond ientes
eva luada. Cua ndo dicha validez y fiabilidad no ha sido es- impli cac iones, tanto para la persona que ha sido
tablecida, los psicólogos describirán la forta leza y limita-
eva luada (o tratada) como para el profesional.
ciones de los resultados de los tests y de su interpretación.
En el apartado 4 de este tema se hablará de otro
CÓDI GO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
principio ético, que está relacionado con es te
General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O) criterio, el «Deber de competencia».

Artículo 17. El/la Psicólogo/a ha de estar profesionalmente CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
preparado y especiali zado en la utilización de métodos, General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O)
instrumentos, técn icas y procedimientos que adopte en su
tra bajo(. .. ) Artículo 17. La autoridad del Psicólogo se fundamenta en
su capacitac ión y cualificación para las tareas que desem-
■ Utilidad peña ... Forma parte de su trabajo el esfuerzo contin uado
de actuali zación de su competencia profesional. Debe re-
Una de las características más apreciadas de los
conocer los límites de su competencia y las limitac io nes
informes psicológicos es que sean útiles. En este
de sus técn icas.
punto conviene recordar que la persona acude
a un psicólogo buscando ayuda o solución a Artículo 48. Los informes psicológicos ... Deberán expre-
un determinado problema. Por tanto, el informe sa r su alca nce y limitaciones, el grado de certidumb re que
psicológico y los resu ltados que se exponen en acerca de sus varios contenidos posea el informante, su
él deben estar vincu lados al motivo inicial que carácter actual o temporal, las técnicas utilizadas para su
originó el proceso de eva luación psicológica. En elaboración, haciendo constar en todo caso los datos del
este sentido, es necesario plantearse siempre la profesional que lo emite.
siguiente cuestión:¿ Para qué se hace el estudio y
el correspondiente informe? Si se tiene presente
esta cuestión y se pretende que el informe sea 2.2. Aspectos de forma
rea lmente útil, debe presentar datos y recomen-
daciones en torn o a los objetivos que se hayan Por otro lado, y además de los aspectos de conteni-
planteado al principio del proceso de evaluación. do, el profesional de la Psicología también debe tener
en cuenta los siguientes aspectos forma les, que ayu-
darán a entender mejor la información que se quiere
GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN
transmitir en el informe psicológico:
PSICOLÓGICA (GAP)
(Fernández-Ballesteros et al., 2003)
■ Estilo de la información
8. El eva luador debe optimizar la justificación, utilidad y Este criterio engloba múltiples aspectos que son
ca lidad del proceso, así como vigilar las condiciones que igualmente importantes, como son los siguientes:
puedan distorsionarlo. a) El informe debe ser breve, de modo que
recoja so lo aquello que necesite ser dicho.
42. El eva luador debe realizar una integraci ón de los datos Este aspecto está estrechamente vinculado al
que resulte adecuada, suficiente y de utilidad para respon- cr iterio de utilidad (visto anteriormente), de
der a las demandas del el iente.
modo que este únicamente incluya la infor-
mación pertinente sobre la persona, es decir,
aquell a que esté vinculada al motivo ini cial
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

que originó el proceso de eva luación psico- GUÍAS PARA El PROCESO DE EVALUACIÓN
lógica y sus resultados. PSICOLÓGICA (GAP)
b) El informe debe co ntener un lenguaj e claro (Fernández-Ballesteros et al., 2003)
y comprensible para el destinatario; es decir,
debe utili za r un lenguaje adaptado al pa- 2.2. INFORME: PRESENTACIÓN ORAL O ESCRITA
ciente/el iente/usuari o, evita ndo expresiones SOBRE El INFORME
vagas o ambigüedades y cl ari fica ndo la ter-
2.2.1. REQUISITOS PARA LA GENERACIÓN DEL
minología técnica que se utili ce.
INFORME
c) El informe debe mostrar ta mbién una correc-
45. La fo rma de presentar el info rme (oral, escrito o ambas)
ta presentación y redacción; así pues, dado
debe ser la apropi ada.
que es la culminación del proceso de eva lua-
46. El in fo r111e debe incluir un resumen con las conclusio-
ción o intervención ps ico lógica, el profesio-
nes más importantes.
nal de la Psico logía debe elaborarl o co n una
buena presentac ión y redacción, que incluirá 47. El informe debe señalar qui én es el autor, el el iente y el
sujeto, así como a qui én se presentará o enviará.
ta mbién una co rrecta ortog rafía. Si un info r-
me no está bi en redactado o contiene fa ltas 48. Los datos deben presenta rse de acuerdo con las fuentes
de info rm ación, instrumentos y procedimientos utili zados.
de ortografía, el lector no so lo dudará de la
ca pac idad de escri tura del psicó logo, sino 49. Los datos deben estructurarse sigu iendo criteri os psi-
que también cuestionará su competencia co lógicos y coloca rse en la parte de resul tados que habrá
en el info rme.
profesional.
50. Los asuntos que sobrepasen a las demandas iniciales
no deben ignorarse, aun que sí considerarse aparte.
Manual de Publicación de la APA (APA, 201 O)
51. El info rme debe responder a las demandas del cl iente
con recomendaciones apropi adas.
Estilo de escritura
3.05 Continuidad en la presentación de ideas. Los lectores 2.2.2. INCLUSIÓN EN El INFORME DE INFORMACIÓN
comprenderán mejor sus ideas si busca n continuidad en IMPORTANTE
las palabras, los conceptos y el desarrollo temáti co desde
52. Las demandas del cliente nunca pueden quedar sin
la decl aración ini cial hasta la conclusión.
abordarse.

3.08 Economía de expresión. Diga so lo lo que se neces ita 53. Las fuentes de información, los instrumentos y los tests
dec ir... Las pa labras cortas y las orac iones cortas son más util izados deben quedar reflejados con el suficiente detalle.
fác iles de comprender que las largas. 54. El info rme debe deta ll ar los pasos y procedimi entos
utili zados para responder a las demandas del cl iente.
55. La sección del informe destinada a exponer los resu l-
■ Organización de la información
ta dos debe refl ejar el peso dado a la info rm ac ión obtenida
En cuanto a los co ntenidos o apartados de un y la fo rma en que se la ha integrado.
informe, numerosos autores han sugerido dife-
56. En la secc ión del info rme sobre los resultados, cada
rentes orga ni zac iones y han sido un referente
inform ación psicológica que se haga debe estar expresa-
desde hace muchos años (véanse, por ejemplo: mente basada en los datos recogi dos y valorada en fun ción
Pelechano, 1976; Áv ila et al., 1992 o Fern án- de su importancia con respecto a las demandas del cl iente.
dez-Ballesteros, 201 3a). 57. Las incons istencias encontradas entre los datos deben
Pero, no existe una norma lega l específi ca que disc uti rse en la sección sobre resultados.
ex ij a al profesional de la Psico logía incluir deter-
minados datos en el informe, ni que le obligue
a organi za r estos datos de una determinada ma-
nera. La fo rm a de estructurar los datos varía en
función del obj etivo, del tipo de informe y de la
3. ESTRUCTURA BÁSICA DE UN
ori entación del psicólogo, tal y como veremos
INFORME
en el apartádo 3.
En el apartado siguiente proponemos una estru c- Es habitual que, cuando un profesi onal comi enza a
tura básica para cualqui er informe, siguiendo lleva r a ca bo sus primeras actuaciones, entre en duda
criteri os exclusiva mente psico lógicos y teniendo constante acerca de lo que debe o no rea li za r o cómo
en cuenta los requi sitos de las Gu ías para el Pro- lleva rl o a ca bo. Es en este momento en el que recupe-
ceso de Eva luación Psico lógica (GAP) (Fern án- ra el hábi to que, por desgracia, fue desarroll ando en
dez- Ballesteros et al., 2003). sus años de estudi ante y bu sque orientac iones; aunque
EL INFORME PSICOLÓGICO

más que orientac iones pretende guías cerradas a través se encuentra n perfectamente delimitadas en la legisla-
de las que exorcizar los posib les errores. ción, es necesario huir de adoptar una titulac ión que
El paso de los años y el intento cada vez más pa- no posee, sea honesto/a consigo mismo/a y con las
tente por hacer de la Psico logía en general, y de la personas a las que se atiende. El no cump limiento de
Evaluación Psicológica en particular, una ciencia más este requisito no so lo le enfrenta a lo estab lecido en el
pa utada, sometida a estánda res de ca lidad y a futu- Cód igo Deontológico, sino que co ncul ca la ley.
ras normas ISO (a ltamente probable en un futuro no En ocasiones hallamos, especia lmente dentro del
demasiado lej ano), está fac ilitando la elaboración y ámbito de la Psicología Forense, cómo las personas
difusión de propuestas de protoco los de in fo rm es, en que intervienen evitan poner nombres y apellidos, y
los que los principios de la citada Eva luación Psico- solo aportan su número co legia l atendiendo a med idas
lógica tienen un papel, si no decisivo, sí importante. de seguridad . Se trata de una med ida muy similar a la
En el presente ca pítul o, como venimos anunciando que emp lea los miembros de Cuerpos y Fuerzas de
desde su inicio, vamos a recurrir a va ri os de ellos co n Seguridad. No obsta nte, en el caso de los psicó logos
la finalidad de que el lector los conozca y va lore; no ca rece de va lor. Los co legios profesionales disponen
obsta nte e independientemente de la secuenc ia que se (en aras de una evidente transparen cia) de listados de
siga en un caso u otro, es imprescindible que los cita- sus co legiados que son de li bre acceso.
dos informes recojan o co nsideren unas in formac iones
básicas y/o co ntemplen otras co ndic iones. Pasamos a DATOS DEL PROFESIONAL
analizarlas a co ntinuación.
• Nombre y apellidos:
• Doctor en Ps icología / Li cenciado/a / Graduado/a en
3.1. Identificación de la persona y del Psico logía.
evaluador • Ps icó logo/a Espec iali sta en Psicología Clíni ca/
Ps icó logo/a Genera l San itario/a/ Psicó logo/a Genera l
Como ya indicábamos al tratar la cua lificación, de- Sa nitario/a Habilitado/a.
bemos tener presente que nos hallamos ante un docu- • Co legiado/a nº:
mento científico y, en virtud de la prim era cualidad, • Centro:
todo documento debe co ntar con información relativa
• Dirección Postal :
a la persona que emite dicho documento.
• Número de teléfono:
Se requiere que se incluyan los datos básicos que
permitan la identificación del profesiona l: nombre y • Emai l:
apellidos, cualidad profesiona l, número de co legia-
ción, dirección del despacho profesiona l, departamen- En relac ión con la persona atendida, es preciso que
to, asociac ión, fundación, acuartelam iento, unidad de se recoja tamb ién: nombre y apellidos, sexo, edad y
intervención ... , número de teléfono de co ntacto, mail fecha de nacimiento, número de DN I y de teléfono,
y su número de co legiado/a. e-mail y dirección posta l. A través de este med io se
En cuanto a la cuali dad profesional, se trata de in- identifica perfectamente a la persona co n la que se
dica r que se posee una titu lación que habilita al ejer- trabaja y sobre quién versa dicho documento. Sin
cicio profesiona l. Hay que evitar las malas interpreta- duda que hay otros datos que pertenecen a su intimi-
ciones por parte de quien lea ese informe y huir del dad (estado civil, nivel académ ico, profesión ... ) que,
uso de términos que indu zcan a error. No se trata de si bien pu eden ser útiles en apa rtados más avanzados
exponer el propio currículum vitae in extenso. del informe, resultan innecesarios (a no ser que las c ir-
Actua lmente en España, los/as profesiona les que ejer- cunstanc ias particulares as í lo obliguen) en el ini cio.
cen o bien tienen una Li cenciatura en Psicología o un Incluso hay que considerar que esa info rmación más
Grado en Psico logía. Independientemente de que se tra- persona l nos es fac ilitada por el in teresado, de forma
te de uno u otro, los estudios de doctorado y la posterior voluntaria y sin solicitarl a, pero de ninguna forma va-
presentación y defensa de la Tesis Doctoral otorgan al mos a incluirla en el informe; se trata de una cuestión
empleo del grado de Doctor/a. Caso de que se incluya en abordada por Pastor y Del Río (2 01 8) desde el punto
la identificación, hay que aclarar que es en Psicología. de vista deontológico.
De otro lado, co n el paso de los años se han i ns-
ta urado hasta 3 acreditaciones oficiales de profesiona-
lidad: Psi có logo/a Especialista en Psi co logía Clín ica,
Ps icó logo/a General Sanitario/a y Hab ilitado/a Gene-
ra l Sanitario/a. Si n entrar en las vías de acceso, que
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

DATOS DEL PACIENTE/CLIENTE citantes podrían pasar a segundo p lano o simplemente


quedar en el olvido.
■ Apel li dos y nombre: Algo diferente sería que la persona atendida acuda
■ Sexo/Género: por in dicación expresa de otro profesion al (médico,
■ Edad: psicólogo/a, fisioterapeuta, letrado/a ... ). Es convenien-
te hacer co nstar este hecho, ya que nos permite marca r
■ Fecha y lugar de nacimiento:
así un a referencia, y fac ili tar en el informe final cuál es
■ Dirección postal:
el universo parti cu lar que envuelve el caso.
■ Número de teléfono: Puede que el estudi o que se rea li ce tenga una fin a-
■ Emai l: lidad externa. No es lo mi smo ll eva r a cabo una eva-
luación de la ca pacidad intelectua l, porque dentro del
diseño de la propia eva lu ación se estima que es una
3.2. Motivos de la evaluación información precisa para, por ej empl o, matizar el pos-
terior abordaje terapéutico, que proceder a un análi sis
En el capítulo 2 de este manual ya se hace referen- aj ustado de dicha capac idad intelectua l, cuando se so-
cia a aquell o que motiva a una persona a solicitar aten- licita con la fin alidad de proceder al estab lec imiento
ción y asociarlo a unos objetivos concretos a lograr. de un determinado grado de minusvalía. En ocasiones
Por todos es bi en conocido que, usualmente, una simil ares a esta última, es impresc ind ib le que co ns-
cuestión es la queja que anima a una persona a acud ir al ten ambos fin es: análi sis de la capac idad intelectual y
psicólogo (el/los síntoma/s y/o malestar que marca en las or ientación acerca de nivel de minusva lía.
personas un antes y un después y que orienta a la peti- En cuanto a los objetivos, de fo rm a parti cul ar, es
ción de ayuda), y otra diferente es el auténtico problema. mu cho más adecuado incluir las hipótesis que se ha-
Es imprescindible que in diquemos, de forma breve yan planteado en el Proceso de Eva luac ión (ya de-
y esquemática, la sintomato logía qu e ca racteri za a la sa rro ll ado en el capítu lo 2), independientemente de
persona . No obstante, a continuación, y de forma di- si son de cuantifi cac ión, de se mej anzas, ... de esta
ferenc iada, precisemos o enumeremos qu é es lo que forma, co nseguimos una mayor co ncrec ió n y opera-
se pretende con la pu esta en marcha de la evalu ación. tividad . En la Guías del Proceso de Eva lu ación Ps ico-
M ás arriba ya hemos recurrido a las Guías para el lóg ica (GAP) se hace referencia a:
Proceso de Evaluación Ps ico lógica (GAP) desarroll a-
das por Fern ández-B all esteros et al. (2 003). En esta lí- GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN
nea queremos destacar el siguiente punto: PSICOLÓGICA (CAP)
(Fernández-Ballesteros et al., 2003)

GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN


1.2.1. A partir de la información recogida, formulación
PSICOLÓGICA (CAP)
de las demandas en términos técnicos
(Fernández-Ballesteros et al., 2003)
19. El eva luador debe estab lecer los constructos psicológi-
1.1. ANÁLISIS DE LAS DEMANDAS, QUEJAS Y METAS cos más idóneos para formular las hipótesis de eva luac ión
sobre el caso.
1.1.1. Investigación y evaluación de las demandas del 20. El eva luador debe asegurarse de que las hipótes is de
cliente o sujeto evaluación formuladas cubren todas las característi cas del
9. El eva luador debe lograr un adecuado nivel de prob lema.
comprensión de las quejas, demandas y metas del cliente 21. El evaluador debe di sti nguir entre hipótesis descripti-
o sujeto. vas, clasificatorias, expli cativas y predictivas.
10. El eva luador debe considera r el alca nce y el nivel de 22. Cada una de las hipótesis debe formul arse con solidez
detall e con los que se deben tratar las quejas, demandas lógica y teóri ca, y con referencias empíricas claras.
y metas del cliente o sujeto.
11. El eva luador debe averiguar cuá l es la percepción del
cliente o sujeto sobre la urgencia o severidad del caso.
3.3. Observaciones sobre la conducta
En relación con la toma de decisiones, es importan- Tanto durante la entrevista ini cial (q ue se desarro-
te evitar la instrumentali zac ión por parte de los clientes ll a en el capítulo 5) co mo en las distintas ses iones en
de utili zar a los profesiona les de la Psicología para ob- las que se haya desarroll ado la eva lu ación, debemos
tener beneficios laboral es, personales, judiciales, etc. proceder a observar la conducta del evalu ado/a en dis-
Por tanto, algunos de los motivos aducidos por los so lí- tintas secuenci as:
EL INFORME PSICOLÓGICO

1. Grado de co laborac ió n que presta. 3.4. Instrumentos, resultados y su


2. Av isos previos acerca de limitaciones y/o difi- interpretación
cu ltades espec iales (prob lemas auditivos, visua-
les, moti Iidad reducida, problemas para foca- Teni endo en cuenta los capítul os 2 y 4 de este
l iza r la ate nció n ...) o enferm edades puntuales manual y de ac uerdo a las Guías para el Proceso de
(jaq uecas durante la eva lu ac ión, cata rros, dolo- Eva lu ac ió n Psicológica (GAP) (Fernández-Ba ll esteros
res diversos, in som ni o ...). et al., 2003), y en seguimi ento de la tercera fase del
3. Implicac ió n en las tareas propuestas (las co nsi- proceso descrito en el capítulo anteri or, a la ho ra de
dera atractivas y estimul antes o infantiles, mo- eva lu ar al suj eto hay que recurrir a técnicas o test que
nótonas ...). permitan recabar la info rm ac ió n necesar ia para verifi-
4. Estilo de trabaj o que rea li za: continu o y co n- car si las hipótes is planteadas en su momento se cum-
ce ntrado, orga ni zado, desorganizado y al aza r, plen o no. De nuevo recurri endo a las GAP:
in seguro cuestio nando frecuentemente los reac-
tivos ...
GUÍAS PARA EL PROCESO DE EVALUACIÓN
5. Presencia de estados emoc ionales prev ios (pos i- PSICOLÓGICA (GAP)
tivos o negativos) derivados de las dinámicas de (Fernández-Ballesteros et al., 2003)
fa mili a, pareja o laborales, y que puedan entor-
pecer su ejec uc ión. 1.3.2. Aplicación de los procedimientos de evaluación
6. Actitud ante la frustrac ión, generada po r fa ll os 30. El eva luador debe ap licar los proced im ientos de eva lua-
en la rea li zac ió n de las pruebas. ción de acuerdo con estánda res técni cos y profes ionales.
7. Verbalizac io nes que efectúe durante el trabajo. 31. El eva luador debe tener en cuenta los facto res que
8. Bloq ueos ocas io nales en determin adas activi - pueda n interferir con la adecuada ap li cac ión de los proce-
dades y fo rm a en la que los ha afrontado. dimientos de eva luac ión.
9. Muestras ele ca nsa nc io, en func ión del tiempo
de trabajo empl eado. 1.3.3. Valoración de la aplicación de los procedimientos
1 O. Reacc io nes y rendimi ento, co ndi c io nadas por de evaluación
los mo mentos del día (mañana o tarde) en los 32. El eva luador debe comprobar si la recogida de datos se
que ha ido teniendo luga r el estudi o psicológi- ha efectuado de acuerdo con el plan estab lecido.
co. 33. El eva luador debe comprobar si algú n factor ha podido
interferir con la aprop iada ad mini stración de los proced i-
Como ya indi caba n Li chtenberger, M ather, Kaufman mientos de eva luac ión.
y Ka ufman (20 15), estas co nductas poseen un va lo r
esenc ial cuando se trata de exp li ca r datos o resu ltados Es precisamente en la tarea del diseño de la eva lua-
pa rti cu lares alca nzados en los instrumentos emp leados. ción (hacer una estimación del tiempo total a emp lear en
la eva luación, ordenar cronológicamente las técnicas y/o
PRONTUARIO MARCO DE CONDUCTAS OBJETO DE test a utili za r, el momento del día a llevar a cabo la ap li -
INTERÉS cación y barajar alternativas ante posibles prob lemas que
puedan surgir durante el estudio) en la que se pone de
■ Estado físico manifiesto la formación y la competencia del eva luador/a;
■ Estado mental por supuesto que la interpretación con vistas al informe
■ Posibl es li mitaciones requ iere también unas grandes dosis para procesar datos
y establecer relacio nes de ca usa-efecto de orden multiva-
■ Conductas verba les (p rev ias, durante y posteva luación)
riado, pero, en el citado diseño, el manejo de información
■ Conductas motoras (previas, durante y posteva luación)
y la capacidad de previsión resultan destacables.
■ Emoc iones detectadas (previas, durante y posteva luación) La insi stenc ia en esta c uestió n no tiene otro sentido
que el de subraya r una premisa esenc ial: dicho diseño
A ser posibl e, cada profes ional debe elaborar su hay que tras ladarl o al informe co n los co ndi c ionantes
propia esca la de condu ctas a contemp lar, y esta de- oportunos.
bería ir adecuada a la tipo logía de personas que ha- En este apa rtado del informe debe quedar perfecta-
b itualmente t rata. Pensemos que no nos interesan las mente claro, para quien lo estudi e, cuá l ha sido la or-
mismas condu ctas en la infanc ia, la terce ra edad, per- gani zació n del estudio psico lógico que el profesional
so nas con algún tipo de d iscapacidad, etc. Todo ell o co rrespo ndi ente ha desarro ll ado.
conll eva que, dentro de un c ierto marco general, vaya- Es imprescindibl e enumerar las técnicas y test utili -
mos estab lec iendo líneas de interés. zados (su nombre compl eto, su creador y el medio de
VALUACIÓN PSICOLOGICA. Proc o, t

co rrección emp leado, caso de haber varios, así como No se trata de exponer dichos resu ltados, sino de
el baremo al que se ha recurrido), el orden en el que emplearlos para expli car cuál es el funcionamiento de
han sido ap licados, los posibles cambios (a partir de esa persona a nivel cogn itivo, su dinámica emociona l
las instru cciones originales) que se han asumido en o su con fli ctiva.
virtud de alguna ca racterística especia l del eva luado/a, Es posible lleva r a cabo esta tarea, a través de 2
así co mo una orientación acerca del tiempo empleado procedimientos:
por este último en cada prueba.
1. El primero de ell os, más elementa l y menos
PLANNING DE LA EVALUACIÓN
recomendab le, consiste en ll evar a cabo dicha
interpretació n de forma independ iente en cada
En el estud io psicológico de D. Jesús Vascuñana A lperi z prueba. El inco nveniente más destacado es que
se ha seguido el siguiente procedimiento: es probable que en las distintas interpretacio-
nes aparezca n datos dispares que indu zcan la
• M artes, 14 de mayo, de 17.00h a 18.00h. presencia de contradicciones. La imagen que
Entrevista semiestructurada centrada en la dinámica se proporciona es escasamente técnica y poco
familiar. merecedora de crédito. Cua lquier buen profe-
■ Lunes 20 de mayo de 11 .00h a 13.00h. sional de la Psicología no valoraría en exceso
Entrevista semiestructurada centrada en el ámbito la ex istencia de estas co ntradi cc iones, puesto
escolar.
que los instrumentos pueden ser elaborados
Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños (W/SC-V)
desde diferentes orientaciones, y a veces los
de D. Wechsler. Edición espa ñola de Pearson en 2015.
términos o denominaciones de dimensiones o
Baremo empl eado: niños de 6 a 7 años . rasgos son simil ares; pero, los significados sub-
yacentes no lo son. Esta información no siem-
■ Miércoles, 22 de mayo, de 18.00h a 20.00h. pre obra en poder de los neófitos que acceden
Entrevista semiestructurada centrada en con fli ctiva a los informes y de ahí la impresión que pue-
personal. den ca usa r.
Sistema de Evaluación de la Conducta de Niños 2. La segunda altern ativa radica en integra r la in-
y Adolescentes (BASC) de C. R. Reynolds y R. W. formación procedente de diversas fuentes. Esta
Kamphaus. Edición española de TEA S.A en 2014.
es la form a correcta de interpretación de los re-
Baremo empleado: V+M de 12 a 14 años.
su ltados obtenidos en el proceso de eva luación
• Lunes, 27 de mayo, de 17. 00h a 18.00h.
psicológica. De esta forma, la idea de uni cidad
Entrevista semiestructurada con los padres del menor y
centrada en el funcionamiento de este en áreas como:
y co ngru encia se mantiene. En esta ocasión hay
relación con los citados padres, hermana y herma no, que partir de la concepc ión de que disponemos
integra ción en la estru ctura familiar, frecuencia y tipo de de unidades de información que es preciso inte-
sa li das, cuantía y ca lidad de sus relaciones de amistad, grar en un todo, co mo piezas de un puzzle, de
actitud ante la situación problemática por la que pasa manera que una vez ensamb ladas sea posible
la fami lia, la percepción que tienen los fa miliares proporcionar una descripción compl eta de la
acerca de la forma en la que Jesús asume la realidad de persona objeto de estudio.
los cambios que está n ocurriendo y su percepción de
futuro.
A fin de evitar digresiones, es recomendab le adop-
tar una estructura linea l en la que integrar la informa-
En cuanto a los resu ltados, estos merecen un apar- ción, de fo rma que de manera suces iva y relacionada
tado independiente y deberían vincularse a la técnica vaya exponi éndose. En el ca pítulo 2 se proporciona
o test en el que se han obtenido. No procedería hacer una idea clara de este aspecto.
ningún tipo de interpretación más profunda; en todo
caso indica r cuál es el nivel de esos valores. La Tabla
3. 1 recoge una idea aprox imada, a partir de los datos 3.5. Impresión de diagnóstico y
que se empl ean en la hoja de respuestas (en la adap- recomendaciones
tación español a) de la Escala de Inteligencia de We-
chsler para Adultos (WAIS-IV; Wechsler, 20 12) de la Una vez integrados los resultados es preciso que se
información que puede interesa r incluir en este apa r- proceda a dar respuesta a los objetivos y a las hipótesis
tado del informe. que en su momento se plantearon.
Finalmente, y en relación con la interpretación de De la misma forma que en una investigación se
los resultados, es preciso seguir un patrón. acaban estab lec iendo unas co nclusiones breves y es-
EL INFORME PSICOLÓGICO

• 1 •

~- ESCALA PUNT. COMPUESTA PERCENTIL INTERV. (95 %) CLASIF.


Comprensión Verba l 112 82 106-120 Normal-Alto
Razonamiento Perceptivo 90 23 83-97 Norma l-Alto
Memori a de Trabajo 105 66 98-11 3 Medio
Ve locidad de
115 87 106-124 Normal-A lto
Procesamiento

Escala Total 11 5 68 100-11 3 Med io


Capa cidad General 104 55 96-108 M edio

cuetas, en el caso del informe de evaluación tambi én directri ces enca minadas a resolver aq uello que en su
es imprescindible. Podemos pl antea r que más de 3 o momento fu e la ca usa de peti ción de ayuda .
4 líneas por cada concl usión supone superar unos lí- En esta dirección Li chtenberger, M ath er, Kaufma n
mites pertin entes. y Kaufman (2015) plantea n 3 tipos de especificidad,
La persona que acceda a dicho in fo rme debe aca- en fun c ión de lo co ncretas que sea n las recomenda-
ba r teniendo unas ideas cl aras y definid as de cómo ciones: general, más específica y mu y esp ecífica. De
es la persona que ha sido exa minada, de su fun cio- esta manera, no es lo mi smo pl antea r que una persona
namiento cogn itivo, de su estado mental, de la forma precisa apoyo psicológico para superar sus problemas
en la que determinados probl emas limitan su capaci- de autoestima (general), que co nvertir di cho apoyo en
dad de proceder, de cuáles son sus habilidades y de si una intervención terapéutica reglada (más esp ecífica)
co inciden co n lo que se prec isa o busca, de las dimen- o pl antea r que debe ponerse en marcha - dadas las ca-
siones de personalidad que la ca racteri za n, etc. Todo racterísti cas de esa person a ya descritas- un abordaje
ello, insistimos, ha de pl antearse de manera má s con- basado en una Terapia Racional Emotiva (TRE), dirigi-
creta, ya que el desarro llo preciso ha debido hacerse da a controlar las ideas irraciona les insertadas a ca usa
en el apartado anterior. de una in adecuada asun ción de patron es educa tivos
Es en este punto donde el profesiona l de la Psi co- (m uy esp ecífica).
logía debe posicionarse y hacer afirmaciones sobre las A la hora de enunciar objetivos, intervenciones y
que se encuentre seguro y, caso de no esta rlo co mpl e- orientaciones, es preciso que se tenga n presentes no
ta mente, hacer las matizaciones oportunas; pero tam- so lo las ca racterísti cas del sujeto, logradas a través de
bién de forma c lara y limitada. la evalu ación, sino tambi én aquellas otras que forma n
Hay que evitar las dudas. Solo se debe co ncluir parte del entorno ambiental y sociocultural de esa per-
acerca de aquello sobre lo que no hay duda . Debemos sona.
evita r afi rm aciones del tipo, «los resultados alca nza- Si bien es importante el nivel educativo, no lo es
dos nos permiten afirmar que más o menos el señor X menos el entorno fam iliar, los recursos sociales a los
muestra una discapac idad intelectual » o «la señora Y que puede acceder, los recursos económi cos del inte-
muestra una sintomatología de orden depresivo desta- resado, los condicionantes labora les (turnos, horarios,
cab le, aunque a veces no ». . . .), así como las necesidades inmed iatas que verba l i-
za. En el último caso, por ejemplo, podemos hall arnos
ante una persona que in fo rma de un tras lado de ciu-
3.6. Orientación y objetivos de dad en breve espacio de tiempo, por lo que no solo
cambio e intervención debemos contemp lar si se asume el caso o no, sino
que, en caso de acepta rl o, habría que considerar el
La persona que mejor conoce al propio sujeto, seguimiento por parte de otro/a profesiona l en la nue-
despu és de un estudio psicológico (y solo y exclusiva- va ciudad.
mente en relac ión co n esa faceta que se ha estudiado), El informe debe co ntener, si as í lo estimamos pre-
es el profesional que ha llevado a cabo dicho estudio. ciso, orientaciones de tipo inmed iato, para que la per-
Ello quiere decir que, en base a su cualificación, es la sona vaya poniendo en marcha de forma para lela a
persona idónea para llevar a cabo orientacion es y/o las primeras sesiones terapéuticas, o en espera de su
recomendaciones. incorporación a un nuevo puesto labora l, o mientras
No se trata de divagar y de sopesar altern ativas, se se está a la espera de otros estudios comp lementarios
trata de fa cilitar de forma clara, directa y específica de ca rácter médico, social, escolar, etc.
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Si la orientac ió n tiene como fin plantear de una lu ac ión psi cológica, seguimos disponiendo de dos
forma mu cho más concreta una intervenc ió n terapéu- med ios de com uni cación básicos: esc rito y ora l, co mo
tica, es imprescindibl e enumerar y/o jerarqui za r las ya p lanteaban Fern ández-Ba ll esteros et al. (2003), en-
variab les independi entes que se consideren esenc iales tre otros/as mu chos/as auto res/as.
para proceder a su manipulac ión, con vistas a provoca r D ependiendo de si se trata de uno u otro, hay q ue
camb ios en las condu ctas obj eto de in terés. Así mismo, co ntempl ar unas ca racterísticas diferentes. En un pun-
se prec isa delimi tar cuá les serán aq uell as va ri abl es de- to anterior, ded ica do a Aspectos de Forma, ya se ha
pendientes que, en evalu ac iones suces ivas a lo largo de hecho referencia a algun as de las cuestio nes qu e resul-
la menc ionada intervenc ió n, nos van a inform ar sobre tan básicas y que aquí vo lvemos a subraya r.
si se va logrando los objetivos deseados o no.
PRINCIPIOS APLICADOS BÁSICOS

3.7. Valoración de la intervención ■ Si puede decir algo de forma breve, hága lo. Ni se com-
plique ni confunda a qu ien le escucha.
Contemp lamos si la intervenc ió n terapéutica a la ■ El uso excesivo de términ os técni cos no le hace parecer
que nos referimos en el punto anter ior ha tenido éxito más científico o profes ional. Empl ee un lenguaj e senci-
o no, y en qu é cua ntía. llo.
Fern ández-Ba ll esteros (20 13a) o rga ni za 3 secuen- ■ Su meta principal es que quien le escuche le enti enda.
cias a considerar sob re esta cuestió n en el informe: Adapte su discurso a esa persona, que es la importante.

■ Especifi ca r de forma sistemática el plan de traba- No lo o lvide, la brevedad, claridad y la ex posi c ió n


jo o de intervenc ió n. co rrecta deben ser princ ipi os que deben regir cua-
■ Indi ca r cuáles son los ca mbi os qu e se han ido lesq ui era de las modalidades de in fo rme que en este
generando como res ultado del abordaje tera- apa rtado se aborda n.
péutico, los puntos de co ntro l (de valoración
de efi cac ia) qu e se han diseñado durante di cho
abordaje y las medidas que se han tomado en 4.1.l. Informe oral
cada mo mento. De esta forma, y en base a la
progresión y a la reevaluación final , será viable Ya hemos in d icado que una de las fo rm as de hacer
estab lece r de manera fiable el nive l de ca mbio. referenc ia a este tipo de informe es a través de la de
■ Algo que no debe qu edar en el o lvido es asegu- entrevista de devolución, dado qu e nos encontramos
rarnos de detectar otros ca mbi os co laterales no devolv iend o a la persona estud iada la info rm ac ió n
deseados, así como del posicionamiento, tanto qu e hemos obtenido de una fo rma estru cturada .
del suj eto ace rca de la mejora o la superac ión de Bel loch y Carr ió (20 12) ya plantean que las metas
su prob lema, co mo de aq uell os qu e le rodean y de un informe verb al son las siguientes:
co nviven con él/e ll a.
1. Facilitar al suj eto un a exp li cac ión profesiona l
Los pacientes rara vez suelen mantener la disc ipli- del motivo por el que se ha procedido a su es-
na de ac udir a un seguim iento, aunqu e se lo puntuali- tudio (b ien a peti c ió n propia o ajena, bien por
cemos en el mo mento del alta y se co nsidere un paso acudir a se lecció n o po r envío de otros).
bás ico, ya que con dicho segu imi ento se pretende 2. Reali za r un a tarea docente, a través de la cual
comprobar que los ca mbios alca nzados se manti enen el suj eto sea capaz de comp render su probl ema
en el tiempo y no ha luga r a la aparic ió n de co mpo rta- (caso de ser ese el motivo del estudio psicoló-
mi entos mali ciosos. gico) y sus manifestac iones, cómo afectan a su
vida y cómo manejarl o/co ntrol arlo. Esta tarea
docente debe extenderse también a que se haga
una idea clara acerca de cuál va a ser la evolu -
4. TIPOS DE INFORME c ió n, tanto si se intervi ene co mo si no.
3 . Si este informe ora l ocurre en el ámbito clínico
4.1. Según el medio de transmisión o san itario, es también en este momento cua n-
do debe negoc iarse con el pac iente c uál va a
Aun c uando en la actualidad se están introducien- ser el abo rdaj e terapéuti co a poner en marcha.
do nu evas formas de eva lu ac ión, a la hora de faci li tar Siempre co ndi c ion ado por la perso na, sus ca-
información ace rca de las co nclusion es de un a eva- racterísti cas, su probl ema y sus posib ili dades.
EL INFORME PSICOLÓGICO

METAS DE LA ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN po r una manifestac ió n ansiosa puntual de esta .


La so la menció n del términ o «cri sis de ansiedad »
• Explicación profes ional va a tener un a afectac ió n distin ta pa ra cada un a
• Tarea docente de las perso nas presentes en la entrevista.
• Negociación
Lo que podemos co nsiderar como la «no rm a de
Bell och y (a rri ó (2 01 2) o ro» (tanto en esta modalidad de inform e escrito como
en cualqui er o tro) es que el recepto r enti enda perfec-
tamente lo que se le ex po ne, sus repercusio nes y las
4.1.Z. Informe escrito altern ati vas, ya nos hall emos en un ento rn o sa nitari o,
labo ral o educativo.
De la mi sma fo rm a que las afirmac io nes rea li zadas La necesa ri a senc ill ez y fác il comprensió n a la qu e
en el punto anteri or son apli cab les al informe escrito, hemos hecho refe renc ia en párrafos previos c ri stali za n
ocu rre lo mi smo en sentido inverso, es dec ir, la mayo- aquí en:
ría de las afirm ac io nes qu e haga mos en este apartado
pueden apli ca rse al inform e verb al. D e hecho, todo ¿QUÉ NO DEBE OLVIDAR EN EL INFORME ESCRITO?
inform e esc rito, a ser pos ibl e, debería compl ementarse
con uno verbal, lo q ue fac ilitará la acl arac ió n y permi - • Renuncie a la narrati va escrita española. Elimine las fra-
tirá todas las mati zac io nes que se consideren (Rod rí- ses subordin adas.
guez-Gonzá lez, 2005) . ■ Sus frases deben ser sencillas y directas.
Ha rwood (198 1), ll amaba la atenc ió n acerca del ■ Afirme so lo cuando pueda hacerl o y emplee las negac io-
prob lema qu e representa la apropi ac ió n de la cultu ra nes cuando corresponda y no haya luga r a dudas.
médica por parte del resto de la soc iedad y los prob le- • Los térm inos neutros como «a veces, en ocasiones, de
mas que ell o entraña. Si bien se trata de un a acc ió n vez en cuando ... » solo co nfunden, no proporciona n in-
perfecta mente válida, co n la impl antac ió n de Intern et form ac ión.
y las redes soc iales, nos hall amos ante un a situac ió n • Si da un dato co ncreto loca líce lo espac ial y/o temporal-
que ha permitido sobredimensio nar aún más los efec- mente.
tos de los que habl aba este autor y co n las impli cac io- • Acompañe las cuesti ones técn icas con una expli cación
nes negativas implíc itas para cualquier profes io nal de de su significa do.
la sa lud. ■ Cuando redacte, no olvide a la persona que va a leer su
Sigui endo la refl ex ió n de H arwood (198 1), es alta- informe.
mente probabl e que profes io nal y c li ente tenga n:
• Deje claro cuándo está hac iendo una interpretación y
cuándo una exposición de hechos.
■ U na concepc ió n di spar de los términ os empl ea-
• No va lore su informe «a l peso », co ntémplelo bajo el pri s-
dos. Muchos términ os empl eados en Psico logía ma de la comprensión y la transmi sión de ideas.
sufren un uso popul ar comp letamente diferente
• Cuando redacte, no olvide que hay unas normas grama-
a su signifi ca do auténti co : parano ia, depres ió n, ti ca les que están en vigor y debe conocer. Aplíquelas.
ansiedad, páni co, alu c in ac ió n, etc.
• Sí, a veces es pesado, pero relea lo que ha escrito y co-
■ Como un a derivac ió n del punto anteri or, el pro-
rríj alo. No basta so lo con el corrector del procesador de
blema no está en el concepto, pero sí en la etio- texto.
logía. El pac iente pu ede co nsiderar que su crisis
• Recuerde que está redactando un documento y, como
de ansiedad se debe al co nsum o de un tóx ico, tal, debe ir firm ado y ru bri cado.
mi entras qu e el profes io nal lo atribute a una es-
tru ctura de perso nalidad sometida de form a in-
tensiva y dil atada a fu ertes tensio nes.
■ Finalmente, ca be la posibilidad de que ambas 4.2. Según el objetivo y propósito de
partes co in cidan tanto en el uso adec uado, como la evaluacion
en la identificac ió n u ori gen, pero el hecho de
asumir esa rea lidad representa un coste emoc io- Según el proceso de eva lu ac ió n psico lógica (véase
nal di spar. Imaginemos, po r ej empl o, un padre el capítul o 2 de este manu al), y dependi endo del obj e-
que en su mo mento ha acudido a consulta profe- tivo y pro pós ito de la evalu ac ió n, se pu eden di stinguir
sio nal, aquej ado de cri sis de ansiedad sosteni das, princ ipalmente tres tipos de info rm es: de evaluac ió n,
y qu e le han limitado un peri odo de su v ida. A ños de or ientac ió n o selecc ió n y de intervenc ió n. Se des-
más tard e acude co n su hij a, muy preocupado cri ben a co ntinu ació n de fo rm a deta ll ada.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

4.2.1. Informe de evaluación entonces habrá también un segundo momento de ex-


posición de res ultados, en la Fase 5 (véase el tema 2),
En primer lugar, si el propósito u objetivo de la co n el objetivo de comuni ca r los resu ltados obten idos
eva luación psicológica es el diagnóstico, entonces el después de dicho tratamiento.
proceso psicológico terminará en la Fase 3 (véase en el Pero, este momento de exposición de objetivos de
tema 2 «Comprobación de las hipótesis de eva luación, intervención y de va loració n de resultados tamb ién
formulación de caso y comunicación de los resulta- puede in tegrarse en un único informe psicológico, que
dos »), co n la exposición del informe ora l y/o escrito. correspondería a los apartados sexto y séptimo de la
El propósito u objetivo vendrá recogido en el apar- estructura básica de un informe, antes expuesta:
tado segundo de la estructura básica del informe (Mo-
tivos de la eva lu ación). En este caso, y dado que el ■ En el apa rtado sexto (Orientación y objetivos
propósito del sujeto es el de recibir un diagnóstico, de ca mbi o e intervención) se p las marían los
este tendrá que recogerse de forma c lara y expresa en objetivos de camb io o de in tervenc ión propues-
el apa rtado quinto de la estructura bási ca del informe tos para el sujeto, las var iab les dependientes o
(Impresión de diagnóstico y recomendaciones), de- co nductas-prob lema que han sido modifi cadas,
biéndose recoger tambi én en este punto las recomen- las variab les independi entes o exp lica tivas del
daciones específi cas que el psicólogo sugiere, sobre caso, as í como la se lecc ión de las técn icas de
las posibles estrategias o intervencio nes que puedan tratamiento que se han seleccionado como más
provocar un cambio o mejora en el sujeto. efectivas y eficaces para dicho caso.
Cuando el propósito u objet ivo de la eva lu ación ■ Y en el apartado séptimo (Va loració n de la in-
psicológica es el d iagnóstico, a este in forme se le suele tervención) se incluiría la eva lu ación o va lo ra-
denominar informe de evaluación psicológica . ción del p lan de tratamiento ll evado a cabo, es
decir, el análi sis de los camb ios prod ucidos por
la intervención y si se han alcanzado los obje-
4.2.2. Informe de orientación o selección tivos propuestos. En este punto también deberá
incluirse -o al menos so li citar al sujeto de forma
En segundo lugar, si el propósito u objetivo de la ora l- lo que p iensa sobre los ca mbios o efectos
eva lu ación psico lógica es la ori entación o selección de de la intervención, puesto que el sujeto debe ser
personas, el proceso psicológico también terminará en también parte activa y centra l del proceso.
la Fase 3 (véase el tema 2) . Esta va lorac ión de la intervención se realiza
El propósito u objetivo también vendrá recogido en tambi én en distintos y posteriores momentos,
el apartado segundo de la estructura básica del informe co rrespondi entes a la Fase 5 denomin ada «Apli-
(Motivos de la eva lu ación), dándose respuesta a este cac ión y Valoración de la in tervención psico ló-
objetivo en el apartado quinto de la estru ctura básica gica», por lo que tambi én se recogerá en este
del in forme (Impresión de diagnóstico y recomendacio- último apartado la estab ilidad o los ca mbi os de
nes); así pues, si el objetivo es la orientación o selección los resu ltados del trata mi ento.
profesional, en este apartado quinto se propondrán las
profesiones para las que el suj eto podría ser apto y ante Si el in forme se emite al fin al del tratamiento, es
las que ha presentado sus principales intereses y prefe- decir, en el segundo momento de la exposición de re-
rencias, o bien la concl usión fina l de aceptación o no sultados del proceso de eva lu ac ión psi co lóg ica (Fase
del sujeto para un determinado puesto de trabajo. 5), a este in form e se le suele denominar informe de
Cuando el propós ito u objetivo de la eva lu ación intervención psicológica.
psicológ ica es la orientac ión o se lección de personas,
a este in forme se le suele denominar inform e de orien-
tación o de selección, aunque tambi én se le suele de- 4.3. Según el contexto de aplicación
nom inar in forme de evaluación psicológica, como en
el caso anterior. 4.3.1. Informe clínico

La rea lidad nos viene a demostrar que la mayor


4.2.3. Informe de intervención parte de los/as graduados/as que sa len de las univers i-
dades muestra una clara preferencia por acaba r rea li-
Y en tercer lugar, si lo que se so licita es una eva- za ndo labores dentro de la Psico logía Clínica y la Psi -
luación psico lóg ica cuya meta fi nal es la in tervención, co logía General Sanitaria. Las personas que esperan
es decir, interveni r y producir ca mbios en la persona, co nseguir p laza dentro del Programa PIR (Psi có logo/a
EL INFORME PSICOLÓGICO

Interno Res idente) es importante, y aún lo es más en el ■ OBJETIVOS DE TRATAMIENTO ACORDADOS CON EL
caso de los aspirantes a ser admitidos en alguno de los CONS ULTANTE
Programas de M áster de Psicología General Sanitaria • PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
(MPGS) que se imparten en las universidades púb li cas
• CONSENTIMIENTO INFORMADO, EN LA ÚLTIMA
y privadas. Todo ello nos permite afirmar que la ca nti- PÁG INA
dad de profesionales que trabajan en esta área es muy
• FECHA DE EM ISIÓN, FIRMA DEL PROFESIONAL
des tacab le y que la ca ntidad de in formes que ven la Y NÚMERO DE COLEGIADO/A Y FIRMA DEI/LA
luz es signifi ca tiva. Podemos decir, sin temor a equi- CONSULTANTE
voca rn os, que es el área de la Psicología que presenta
una mayor actividad y dimensión.
Como muestra de las anteri ores afirmac iones baste Fernández-Ba llesteros (2013a) hace una propuesta
con acudir a Belloch y Ca rri ó (20 12) cua ndo, hab lan- que no se circunscri be excl usivamente al entorno clínico
do de la entrevista entendida co mo una forma de de- y que, por tanto, es asumible para cualquier otro tipo de
vo lución de informac ión, indi ca n textualmen te: «En- intervenc ión. Se trata de una de las alternativas más cita-
foca remos el capítulo en el contexto clínico, ya que das y referenciadas en el entorno español, especialmente
suele ser el más habitu al en es te tipo de entrevistas ... ». por atenerse a las pautas de su proceso de tipo evaluativo
Ante este hecho es imprescindibl e plantea rnos de y servir de base al posterior desarrollo de las GAP.
qué fo rma podemos estru cturar la información reca-
bada en las diversas fases del proceso de eva luación
INFORME PSICOLÓGICO (Ferná ndez-Ba ll esteros, 2013a)
psicológi ca.
Basta hacer una somera revisión para comprobar • DATOS EVALUADOR/A
cómo el número de propuestas es elevado aunqu e, no ■ DATOS EVALUADO/ A: nombre, sexo, edad, escolari dad
es menos cierto que la casi tota lidad redunda alrededor
• FECHAS DE LA EXPLORACIÓN
de las mi smas cuestiones. Cualquiera de esos protoco-
• REFERENCIA Y OBJETIVOS: motivo de la consulta y fin
los de in fo rmes acaba haciendo referencia a apartados
pretend ido al acudir.
comu nes, aunque denominados de formas distintas.
A continuación exponemos algun as de estas alter- • DATOS BIOG RÁFI COS ASOCIADOS
nativas y recomendamos al lector la consulta del ca pí- • COND U CTA DURANTE LA EXPLORACIÓN
tu lo 13 del presente manual. • TÉCN ICAS, TEST Y PROCED IMI ENTOS
El primero de ellos es la propuesta del Centro de Psi- • RESULTADOS CUANTITATIVOS
cología Aplicada (CPA) de la Universidad Autónoma de • CONDUCTA DURANTE LA EXPLORACIÓN
Madrid. Podemos destacar que no so lo plantea la posi- • INTEGRACIÓN DE RESULTADOS: conductas obj eto
bilidad de un informe psicológico orientado excl usiva- de estudio, repertorios intelectua les, cond iciones
mente al diagnóstico, sino que contempl a tamb ién lapo- soc ioa mbientales, condi ciones bio lógicas.
sibl e intervención terapéu tica, en caso de ser oportuna. • CONCLUS IONES Y RECOMENDAC IO NES
• FIRMA DEI/A EVALUADOR/A

ESTRUCTURA BÁSICA DE INFORME • FECHA


(CENTRO DE PSICOLOGÍA APLICADA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID) Lichtenberger, M ather, Kaufman y Kaufman (20 15)
proponen, por su parte:
• DATOS PERSONALES DEI/A CO NSULTAN TE: nombre,
sexo, edad, estudios y ocu pación.
INFORME PSICOLÓGICO (Li chtenberger, Mather,
• NOMBRE Y NÚMERO DE COLEGIADO/A DEI/A
Ka ufman y Kaufman, 2015)
TERAPEUTA
• DATOS DEL CE NTRO • DATOS EVALUADOR/A
• FECHA DE IN ICIO Y FIN DE LA EVALU ACIÓN • DATOS EVALUADO/A: nombre, edad, esco laridad
• BREVE DESCRIPCIÓN DE LA DEMANDA • MOTIVO DE LA EVALUACIÓN
• ÁREAS EVALUADAS E IN STRUMENTOS DE • INFORMACIÓN DE ANTECEDENTES
EVALUACIÓN : nombrar qué informac ión se intentó
• TESTS APLICADOS
recaba r.
• RESULTADOS DE LOS TESTS Y SU INTERPRETACIÓN
• RESULTADOS OBTEN IDOS Y CONCLUS IONES: si
es pertin ente añad ir al final del párrafo el diagnóstico • RESUMEN E IMPRESIONES DE DIAGNÓSTICO
DSM-V (en el o ri ginal DMS-IV TR). • RECOMENDACIONES
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Aunqu e en este último caso aparece co mo menos tintas alternativas para poder estru cturar la información.
pautado, cuando se contempl a la info rmac ión co nte- Lo importa nte, por ta nto, no es dicha estructura, sino el
nida en cada sec uencia, se comprueba que se manti e- marco comprensivo que cada protoco lo proporc iona y
ne en la mi sma línea que los anteri ores. que nos ayuda a aprender a organi za r la in fo rmación.
Finalmente, el Co legio O fi cial de la Psico logía de
M adrid, en los «Criteri os generales que debe cumplir
un Info rm e Psicol ógico» lleva a ca bo una propu esta 4.3.Z. Informe educativo
mu cho más abi erta, susceptibl e de ser empl eada en
co ntextos profes ionales mu y dive rsos. De ahí que el En el ámbito ed uca ti vo, que es uno de los ca m-
marco estab lec ido sea lo suficientemente amp li o. pos profes ionales co n más ampli o hi storial dentro de
la ps ico logía (desde la década de los sesenta del si-
INFORME PSICOLÓGICO (Co legio Oficial de la
glo pasado los psicó logos está n inmersos en el mundo
Psico logía de M adrid) académi co de nu estro pa ís), hab itualmente se le pide
al profesional de la Ps ico logía rea li za r lo que se deno-
■ TIPO DE INFO RME minan eva luaciones psicoeducativas.
■ INFORMAC IÓ N IDENTIFICATIVA D EL SUJETO Como ya describi ó el Ministeri o de Educac ión y
EVA LUADO, DEL EVALU ADO R Y LA FECHA DE Ciencia (1996), la evaluación psicoedu cativa tiene
EVA LUACI Ó N como obj etivo identifica r las necesidades educa tivas
■ REFE RENCI A O MOTIVO DE CONSU LTA del alumnado que presente di ficultades en su desa rro-
■ REFEREN CIA D E A NTECED ENTES, IN CL UI DA LA ll o personal o desaju stes respecto al currículo escolar, y
IN FO RMAC IÓ N CONTEXTU AL O SITUACIO NAL por diferentes ca usas, con la fin ali dad de ofrecer reco-
ACTUAL mendaciones para progresa r en el desa rroll o de sus ca-
■ OBSERVACI O NES D E LA CON DUCTA D EL SUJ ETO pacidades o concretar decisiones respecto a la prop ues-
DURA NTE LA EXPLO RACIÓ N/EVA LU AC IÓ N ta curri cular. Estas recomendaciones se ofrecen ta nto al
• ÁREAS EVALUADAS E IN STRUM ENTOS DE estudi ante como a la fa mili a y a la in stitución educa ti -
EVALUACIÓ N va, siendo este úl timo caso especialmente importante
■ RESULTADO S OBTENIDOS cuando haya que establ ecer adaptaciones curricul ares.
Normalmente, toda eva lu ación psicoeducativa debe
■ CONCLUSIÓN O DIAGN ÓSTI CO
fin ali za r con un informe profesional, para identifica r las
■ OBJETIVOS O RECOMENDACIO N ES
necesidades educativas del alumnado y establecer las
■ FECHA DE EMISIÓN, FIRMA DEL PRO FES IO NAL Y correspondientes líneas de intervención en la mejora
N ÚM ERO DE COLEGIADO
del acto educativo, para ori enta rl es profesionalmente
o prevenir pos ibl es prob lemas. As í pues, no se puede
En este caso, destacaremos algun as de las refl exio- olvidar que todo in forme psicoeducativo, como docu-
nes que pl antea el doc umento, ent re ell as la importan- mento científico, debe te ner en cuenta tambi én los cri -
cia de establ ecer un pronósti co (en el contexto clíni co teri os generales (de contenido y de fo rm a) que se expu-
y sa nitari o) de la perso na estudiada. Es una de las es- sieron ya en el apartado 1: ri guros ida d, obj etividad, etc.
casas fuentes que contempl a este indi cador y en una Una p articularidad de este tipo de in formes es que
dobl e faceta: algunos de sus elementos o apartados se deben expo-
ner co n mayor extensión y precisión, por ejempl o:
■ ¿Qué sucedería en caso de procederse a un a in-
tervención? ■ En los «D atos de identificación » hay que hacer
■ ¿Qué ocurriría de no produc irse dicha interve n- co nstar no so lo los datos del sujeto, sin o tam-
ción? b ién los de la fa mili a y el centro esco lar.
■ En el apartado «D atos b iográfi cos relevantes»,
Como hemos pl anteado en líneas precedentes, las junto a los datos habituales bi o lógicos, perso na-
respuestas siempre van a estar condicionadas por otras les y soc iales, se debe hacer hinca pi é en los tra-
vari abl es que pueden jugar un papel catali zador: apo- tami entos rea li zados con anteri oridad, así como
yo, motivac ión al cambi o, grado de conciencia del pro- en los posibl es ca mbi os de centro y los motivos
pi o probl ema, etc. que los propi ciaro n.
¿Cuál de todos los protocolos recogidos es el más
adecuado? ¿Cuál es el más completo? La respuesta en Por último, y aunque este tipo de in fo rmes debe
esta ocasión no puede ser unitari a. Diferentes interven- respetar los mismos prin cipi os éticos y deonto lóg icos
ciones eva luativas, en el ámbito clíni co, requieren di s- que cualqui er otro inform e psico lógico (los veremos
EL INFORME PSICOLÓGICO

más adelante), debemos prestar especial atención a un lógica . En todo caso, si el profes ional de la Psi-
aspecto-clave: el destinatario. Es necesari o diferenciar cología utili zase necesari amente algún términ o
entre el informe que va diri gido a los padres del niñ o o específi co en el informe, debería cl arifi cárse lo
ado lescente evaluado, de aquel otro diri gido al profe- a los padres durante la denomin ada entrevista
sor, ori entador o institución educati va . de devolución. No obstante, y aunque se utili ce
un lenguaje más comprensibl e y menos técni co,
■ Inform e dirigido a los padres. Se utili za rá un len- esto no signifi ca que el info rm e deba seguir sien-
guaje cl aro y comprensibl e para ell os, siendo el do ri guroso, preciso y útil.
lenguaje menos técnico del habitu al, pu esto que ■ Inform e dirigido al profeso,~ orientador o insti-
estos no ti enen por qué co nocer la jerga psico- tu ción educa tiva. En este caso se utili za rá un

Modelo de informe educativo (Consejería de Educación de Madrid)


1. Datos del servicio
2. Datos generales del alumno:
Apellidos: _ _ __ _ __ __ __ _ __ _ Nombre: _ _ _ __ _ __ _ _ __ _ _ __
Fecha de Nacimi ento: _ __ __ __ _ __ _ Edad: _ _ _ _ __ _ __ __ _ (años y meses)
Domi cili o: _ _ _ __ __ __ __ __ __ Teléfo no: _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ __
Nombre del padre: _ __ _ __ __ __ __ Nombre de la madre: _ _ _ _ _ _ __ _ __
Centro esco lar: _ _ __ _ __ __ _ _ __
Nivel y grupo: _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __
M odalidad educa tiva: _ _ _ __ __ __ __
3. Datos de la evaluación:
Fecha:
M otivo:
4 . Historia personal (antecedentes y datos relevantes de la evolución):
■ Aspectos bi ológicos
■ Aspectos psico lógicos
■ Aspectos soc io-famili ares
5. Historia escolar:
■ Refu erzo educativo, Adaptación curri cul ar, etc.
■ Apoyos escolares reci bidos dentro y fuera de los centros.
■ Otros apoyos (tratami entos, etc.)
6. Valoración funcional de aspectos psicopedagógicos:
■ Técni cas y pruebas utili zadas
■ Desa rroll o general
- Aspectos biológicos
- Aspectos intelectu ales
- Aspectos de l desarrollo motor
- Aspectos comuni ca tivos lingüísticos
- Aspectos de adaptac ión e inserción social
- Aspectos emocionales
■ Nivel de competencia curri cul ar en las distintas áreas, estilo de aprendi zaje y motivación para aprender
■ Estim ación de las necesidades educativas espec iales para su futura esco lari zación
7. Conclusiones
8. Modalidad educativa recomendada
9. Orientaciones (para el proceso de enseñanza/aprendi zaje, para las adaptaciones de acceso y curri cul ares, sobre recursos
materi ales y humanos necesarios y sobre modali dades de apoyo).

Nota: Tomado del Colegio O fi cial de Psicó logos de M adri d ( OP, 2008). Elaborado por M'' Francisca Colod rón.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

lenguaje más técni co, pu esto que a los profes io- de estas últim as labo res, la selecc ió n se basa en un es-
nales de la docencia sí les resultará co noc ida la tudi o de los currículum vitae apo rtados (que habi tual-
termin o logía específi ca de la psico logía edu ca- mente queda n redu c idos a un a so la pág ina co n foto
tiva. Además, estos inform es no tratan tanto de incluida y para los qu e se han extra ído aq uell os méri-
ofrecer un di agnósti co específi co, sino que más tos re lac ionados con la tarea q ue se espera desempe-
bi en están ce ntrados en los prob lemas de apren- ñar) y un a ent rev ista personal, habitu almente rea li za-
di zaje que haya n sido detectados en las pruebas da po r un integrante de la empresa (hab itu almente de
espec ífi cas apli cadas, para que as í el perso nal ti po medi ano), y en la gran mayo ría de los casos sin
docente pueda po ner en marcha las ayudas edu- form ac ió n en Psico logía. Su obj etivo es cl aro, compro-
cati vas necesa ri as. ba r qu é ca nd idatos y ca nd idatas se aprox im an más a
la cultura de la empresa y si sus habilidades capac itan
Pero, hay que indi ca r que esta di ferenciac ió n ante- pa ra el desempeño. N adi e piensa en proyecc ió n den-
ri o r hay qu e tenerl a en cuenta en el caso de qu e sea tro del o rga ni grama, ta n so lo en el cumplimi ento de
un o u otro el destin atari o del inform e. En el caso de las respo nsab ili dades co ntratadas.
q ue el in forme vaya d iri gido tanto a los padres como Va a ser fu era de este terreno do nde la labo r de
al profesor, o ri entado r o in stituc ió n ed ucativa, este in- se lecc ió n auténtica se rea li za y en la que ca da vez es
fo rm e debe se r el mi smo, ut ili za ndo ento nces un len- más habitual la entrev ista (para pu estos de respo nsab i-
guaje cl aro y co mprensibl e para todos. En todo caso, lid ad) ya sea de fo rm a presencial, te lefóni ca u on fin e.
y como ya se d ij o anteri ormente, si el profes ional de Esto último es uno de los ca mbi os más destaca bl es .
la Psico logía utili zase necesa ri amente algún términ o D e otro lado, ya nad ie acepta simpl emente que un
específi co, debería cl arifi cá rse lo a los padres durante ca ndidato ac redite un a cualificac ió n, a se r pos ibl e la
la deno min ada entrevista de devolución. ti ene qu e expo ner sobre la marcha. Po r ejemplo, un
En el cuadro 3 .1 presenta mos un modelo de in for- nivel de inglés, francés, alemán o ita li ano requeri do,
me educativo, propuesto po r la Consej ería de Educa- impli ca que di chas entrev istas se va n a hacer en esos
ció n de M ad rid. idi omas, ca mbi ando constantemente de un o a otro si
es prec iso.
El uso de los test en los procesos se lectivos se c ir-
4.3.3. Informe de selección cunscrib e a medidas mu y puntu ales en casos parti-
cul ares y co mo medi o para cribar a grandes grupos
En los ini c ios de la Psico logía Industri al en EEUU, en un a fase ini c ial qu e da entrada a o tras secuenc ias
durante los años 20, y como resultado de la ex peri en- de la se lecc ió n: exa men médi co, acc io nes apli ca das,
c ia de las prim eras se lecc io nes ll evadas a ca bo en el etc.
ejérc ito de este país, se acuñó una frase que ll egó a Tal y como se puede veri f ica r, pocos so n los ca m-
co nvertirse en ax ioma: Ca da hom bre (mujer) para bios qu e en los últimos años se han produ cido a la
el puesto que le corresp onde. Esta debería continuar ho ra de redactar los inform es res ultantes de las se lec-
siendo, aun hoy en día, la directri z qu e guíe las inter- c io nes de perso nal, co n lo qu e co ntinú an en vigor la
venciones en este secto r. prácti ca totalidad que al respecto se recogen en Rodrí-
Las cri sis eco nómi cas, la mej ora de la form ac ión guez-Gonzá lez (2 005).
de la pobl ac ió n (que a veces se co nvi erte en un a so- Las auténticas inn ovac io nes en este secto r han te-
brec ual ificac ió n), la asunc ió n de qu e vivimos en un nido lu gar, como indi ca mos, más en el método. No
mundo global que potencia los despl aza mi entos de obstante, sí es necesa rio in sistir en algun os prin cipi os:
pobl ac ión y el evidente deseo de lograr unos mej o-
res está ndares de ca lidad de vida, han ll evado espe- ■ Respeto a la int imidad del ca ndidato. Cuando
c ialmente en el actu al siglo XX I a qu e la se lecc ió n de qui en ll eva a cabo la se lecció n es un psicó logo,
ca ndidatos/as que ocupe un puesto de trabaj o sea un a debe atenerse a las normas deonto lógicas po r
tarea mu y usu al y con mu chas faceta s. todos/as co noc idas. Así, aquell os aspectos de la
Las empresas as um en la movilidad de las perso nas person alidad o de la vida de la persona evalua-
a las qu e co ntratan (de hecho ya cas i ningún profes io- da, que no ti enen ninguna vincul ac ió n co n la la-
nal se pl antea qu e aca bará su vida laboral en la mi sma bor a desarro ll ar, no deben ser abordados.
empresa en la qu e comenzó a trabaj ar) y deben ofertar ■ Las ca racterísti cas que se nos so li c iten que veri -
pu estos a oc upar de form a parcial o durante breves f iquemos o valoremos deben c ircunsc ri b irse al
periodos de ti empo; se trata de trabajos «de paso », del terreno de la lega lid ad.
tipo conseguir dinero para paga r un M áster, un as va- ■ Las conclu siones e inform ac ió n individu al de
cac io nes, un a compra con creta, etc. Cuando se trata cada person a estu d iada deben se r custod iadas,
EL INFORME PSICOLÓGICO

bien por el profesional o exigir tal compromiso a 4.3.4. Informes en tráfico y seguridad
la empresa receptora.
■ Queda fuera de lugar todo tipo de actividad se- El ámbito de la psi cología del tráfico y la segu ridad
lectiva que suponga un menoscabo de la integri- es otro de los campos profes ionales con histor ial den-
dad de los/as ca ndid atos/as. Todas esas obras de tro de nuestra disciplina, dado que por Real D ecreto
ficció n (El M étodo Gronholm ... ) que han proli- 1467/ 1982 se autoriza ba en nuestro país la creación
ferado en los últimos años no son otra cosa que de los Centros de Reconocimiento de Conductores
obras de ficción. (CRC).
■ La sencill ez, la brevedad y la aportación de En estos centros de reconocimiento, el profesional
idea s claras en relación con lo que se nos so li ci- de la Psicología debe em itir informes tanto para ob-
ta so n aún mucho más importantes en el mundo tener o renovar li cencias y permisos de condu cc ión,
empresaria l en el que se vaya a desenvolver. como para la tenencia y uso de arm as de fuego, la

INFORME DE APTITUD PSICO-FÍSICA


1 1

DATOS DEL CENTRO DE RECONOCIMIENTO DE CONDUCTORES (CRC)

NÚM . REO. CRC : 1NOMBRE DEL CRC

DIRECTOR DEL CRC:

DATOS DEL INTERESADO

ONI-NIE 1FECHA NAC IMIENTO,


~

APELLIDOS
FOTO

NOMBRE

INFORME DE LA EXPLORACIÓN PSÍCOFÍSICA

CLASE DE PERMISO O LICENCIA RESULTADO EXPLORACIÓN PARA

o AM a A1 o A2 a A
o APTO a OBTENER 11
a B o B+E o BTP
o APTO CR o PRORROGAR
a C1 □ C 1 +E aC a C+E
a NO APTO u RECUPERAR
a D1 o 01+E o 0 □ D+E

o LCM o LVA
1
ENFERMEDADES O DEFICIENCIAS CONDICIONES RESTRICTIVAS

En de
- - ·ª --

Sellado y Firmado:

NÚMERO DE REGISTRO TELEMÁTICO EN LA DIRECCIÓN GENERAL DE TRÁFICO

Info rm e de aptitud psicofísica para obtener o prorrogar la lice nc ia o permiso de co nducc ió n.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tenenci a de animales potencialm ente peligrosos o la nes administrativas para condu cir, determinando
posesión del título de embarcac ión de recreo. aquellas de ca rácter psi col ógico que se evalúan
A continuación veremos, de form a genera l y breve, en los CRC.
este tipo de informes (o certificados) y mostraremos En dicho Reglamento se establ ecen los requisitos
algunos de los modelos que se utili za n: para obtener un permi so o licencia de condu c-
ción. Entre otros requisitos, se establ ece que el su-
■ Para la obtención o renovación de permisos y j eto debe reunir las aptitudes psi cofísi cas requeri-
licencias de conducción das, en relación con la cl ase del permiso o licen-
En el Reglamento General de Conductores, cia de conducc ión que se solicite. Estas aptitudes
aprobado según el Rea l Decreto 818/2009, de psicofísicas son las siguientes: estimación del mo-
8 de mayo, se regulan la s pru ebas de aptitud vimi ento, coordinación vi somotora, tiempo de
que hay que rea li za r, para obtener autorizac io- reacciones múltipl es e inteligencia prácti ca.

FO EXPI ORACIÓN OFTALMOLÓGICA(* - sólo en caso de estar indicado)

Sin corrN·ción Con corrección


PR'!
1.1 IA 1. Agudeza visual
0D 2. Dioptrías 0D 01
3. A laquias/pseudafoquia 0D 01
01 1.2 1.5 4. Cirugía reli-activa 0D 01
5. Campo centra l 0D 01
6. T. R. deslumbramienlo
AO 1.3 1.6 7. Vi sión mcsópica 0D 01
S. Moti I idad x.I estrabismo 1 1 8.~ fori as
ocular 8.1 nistagmus 1 1 SA diplopía
9. V isión de colores• 1 11. Presión intraocular * 1 0D 1 OI
1O. Pcrimetría: otros meridi anos* 1 12.. Fondo de oj o* 1 0D 101

lll'O DIC l"AMEN PARCIAL Si


l. NOA l'TO
::!. INTEIUl UMl' IDO
3. APTO CON RESTRICC IONES
.¡_ APTO FIRMA FACULTATI VO

A P-ANAM NESIS PSICOLÓGICA si si


1. Ha tomado o toma pastil las para los 3. Inestab ilidad laboral, social o
nervios, la depresión o para dormir fam iliar
2. Ha estado en tra tamiento psiquiátri co o 4. Ha tenido algurrn baj a laboral
psicológ ico prolongada

EP-C ENERAL nlt. all. :111. :ilt.


11. Asco pcrsonaq 12. Lenguaj e l3. Ges10s 14. Conducta (signos cx1ernos)

APTITU D l'ERCEPTIVO-MOTORA
5. Aptitud percepti vo motora
5. 1 Cal idad de ej ecución, 5.2 Comprensión instru cciones, 5.3 A tención, 5.4 Concentración,
5. 5 Nerviosismo-tranquilidad
5.a Velocidad anticipación PC TM 1 1 1 pre 1 re, 1
5.b Coordin ación bin,anual PC"IT 1 l l'CNT 1 1
5.c T iempo reacc ión múlti ple PCMR 1 1re ER 1 1
5.d Inteligencia prác1ica

TRASTORNOS M ENTAL ES Y DE COND UCTA Si si


6. Psicos is 8. Deterioro cogni ti vo
7. Depresión/ansiedad 9. T ras tornos de la inteligencia

llPP DICTAM EN PARCIAL· si


1 NO APTO
2 INTERR UM PIDO
3 APTO CON RESTRICCIONES
4 APTO FI RMA FACULTATIVO

Expediente cl íni co bási co que recoge la anamnesis ps icológica.


EL INFORME PSICOLÓGICO

ANEXO I A NE X O I (dorso)

(Nombre y direc ción


del Centro)
ENFERMEDADES O DEFICIENCIAS:
Número d e in scripción en el Registro ........... ....

AUTORIZACIONES DE ARMAS

D. ..... ............. ....................................... ................... .............. .. ,


Di rector del Cen tro d e Recon o cimi ento Médico y Psi cotécni co.

INFORMA:
Qu e D ...................... ............................................. ...... ... .......... .......... .
con D.N.I. nº ..... ........ ...... ...... ............... nacido el .................... ......... . OBSERVACIONES:
se ha sometido al reconocimi ento facultativo pertin ente de ---
c omprobación d e las aptitudes físicas y psicológi cas neces a---
rias para l a (1) .......... ....... ..................... de la Licenci a o Autoriza--
c ión de t enencia y uso de armas del grupo (2) ......... .... ...........,de
conformidad con lo establecido en el Real Decreto 2487/98, de
20 d e novi embre, y visto el dictamen m édico(3) ........ ..................
.......... ,así como el dic tam en psicológico (3) ................... ..... .. s e le
considera (4) .......... ............•.. para (5) ........................ .... la Licencia
o Au t orización d e armas c orres pondiente.
A los éfecto s indicados, expido el pres ente inform e en

........ ...... ............... a......... de ........... .. ...... ...... d e 1.9 ..... .


EL DIRECTOR DEL CENTRO,
(Sello)
(Si hay enfermedades, deficienci as u observaciones, sello
(1) Obtención o renovac ión.
(2) M o L. del Centro y firma del Director).
(3) Positivo o negativo.
(4) Apto o no apto . (Enumeración de enfermedades ,
(5) Obtener o renovar. defici encias u observaciones al
Caduca a I os tres..Jllilscs. dorso l.

Certificado para la tenencia y uso ele armas (anverso y reverso) .

El resu ltado de la explorac ión se co nsigna en un las personas cuyas co ndiciones psicofísicas les
info rme, que se exti ende en el modelo oficial de impidan su utili zac ión, y especialmente aquell as
impreso que se recoge en la Fi gura 3.1 . Este in- para las que la poses ión y el uso de arm as repre-
forme es firm ado por el director del centro y se senten un ri esgo, propio o ajeno. Por otro lado,
entrega al interesado. Por otro lado, los Centros la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Segu ri dad
de Reconocimiento de Conductores deben co- Privada, y el Reglamento de Seguridad Privada,
munica r al Registro de conductores e infractores aprobado por Rea l Decreto 2364/1994, de 9 de
el resultado de dicho informe, por med ios elec- diciembre, ex igen que, para la obtención de la
trónicos y de forma inmediata. habilita ción, y en todo momento para la pres-
Los datos de la explora ción efectuada se hacen tación de serv icios, los vi gilantes de seguridad
co nstar en el exped iente clínico básico que se y los guardas particulares del ca mpo habrán de
recoge en la Fi gura 3.2. tener la aptitud fís ica y psíquica necesari as para
■ Para la tenencia y uso de armas de fuego el ejercicio de sus funciones.
El Reglamento de Armas, aprobado por Rea l De- Las pruebas y exp loraciones para determinar la
creto 137/1993, de 29 de enero, establ ece que aptitud psicofísi ca se practican en los centros de
no podrán tener ni usar armas, ni ser titulares de reconocimi ento autori zados (CRC), co ncretando
las licencias o autori zac iones co rrespondi entes, también sus resultados en el exped iente clíni co
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

básico (ya recogido anteriormente), que debe psíquica o psicológica. Estas pruebas también se
conservarse en el centro respectivo, y estar fir- ll eva n a cabo en los centros de reconocimi en-
mado por los facultativos intervinientes (médico to autori zados (CRC), concretando su resu ltado
y psicólogo), a la vista del cua l el director del en el expediente clínico básico (ya visto ante-
centro emite el correspondiente certificado (ver riormente), que es firm ado por los facultativos
Figura 3.3). intervini entes (méd ico y psi có logo), y que debe
conservarse en el centro respectivo .
■ Para la tenencia de animales potencialmente
peligrosos ■ Para la posesión del título de embarcación de
En el Rea l D ecreto 287/2002 de 22 de marzo, recreo
por el que se desarrolla la Ley 50/1999, de 23 Por último, y segú n Resolución de 11 de enero
de di ciembre, sobre el régim en jurídico de la te- de 201 O, de la Dirección Genera l de la Marina
nencia de animales potencialmente peligrosos, Mercante, se requiere la acred itación de la apti -
se establecen los requisitos de la obtención o re- tud psicofísica para el manejo de embarcaciones
novació n de la licencia administrativa para la te- de recreo.
nencia de anim ales poten cialmente peligrosos. Al igual que en los casos anteriores, esta acre-
Entre otros, se requi ere que el interesado dispon- ditación de la aptitud psicofísica se rea li za tam-
ga de capac idad físi ca y aptitud psi co lógica para bién en los centros de reconocimiento autoriza-
la tenencia de dichos anim ales. dos (CRC), de manera análoga a los conductores
Este certificado de aptitud psicológica se expide de permisos ordinarios para vehículos terrestres
una vez superadas las pruebas necesari as, para a motor, es decir, a través de los predictores ya
comproba r que no ex iste enfermedad o defi- indi cados para la obtenció n de permi sos y lice n-
ciencia alguna que pueda suponer incapacidad cias de co nducción: estim ac ión del mov imi ento,

Anexo 2
ENFERMEDADES O DEFICIENCIAS
Membrete del centro
Numciodcinsa,poóncnelReg.s!ro __ _ _ _

D
º·------- -----------------------
Director del centro de reconocimientos
Foto

Informa: OBSERVACIONES
Que O _____________________ ___ ___ _
con O.N.1. nº . nacido el , se ha sometido al reconocimiento
facultativo pertinente de las aptitudes médicas y psicológicas necesarias para la (1) ______ _
del Titulo de de conformidad con la
Re-soluaón de 11-de de
enero de-2010~ la-of,ección -Genera1-de
iá f.,.,arina Mercante sobre la
acreditación de la aptitud psicofisica para el manejo de embarcaciones de recreo, y visto el
dictamen121 ___________ seleconsidera tJ) ________ para co11_________ _
el Titulo correspondiente.

A los efectos indicados. expido el presente informe en

_ ____ ____ _ , a ___ de _ ________ de _____ _ _

(1} Obtc11ci6n - P,6uog.1


(2) Positrvo Nt,g;¡IM)
{3) Ap(o - NoAplo
(4) Oblener-Pronogar

El Director del Centro.


(Sello y firma) Firma del Director en caso de existir observaciones
Caduca a los 90 dias naturales.
(Observaciones al dorso)

Informe para la poses ión del título de embarcac ión de recreo (anverso y reverso).
EL INFORME PSICOLÓGICO

coordi nación visomotora, tiempo de reacciones Siendo consciente de esta variedad, el lector puede
múltiples e inteligencia práctica. hacerse una idea de la multiplicidad de tareas y, por
Los centros de reconocim iento deben confec- tanto, inform es, que es posible desarrollar. En nuestro
c ionar el expediente clínico básico (ya visto an- caso vamos a optar por informes tipo, considerando
teri ormente), en el que se anota n los resultados que, ante actuaciones concretas el profesional habrá
de las exp loraciones, y es firmado por los facul- de efectuar las precisiones que se requieran.
tativos intervinientes (médico y psicólogo). A la Algo que caracteriza esta modalidad de informes
vista de di chos resu ltados, el director del centro es el emp leo usual de fórmulas derivadas del propio
emite el correspondiente informe de aptitud (ver Derecho y que son asumidas por los profesionales de
Figura 3.4). la Psicología que intervienen en esta área. Ya sea como
encabeza mi ento, ya sea como cierre, debemos co n-
templ ar este tratamiento protoco lario.
4.3.5. Informe pericial Valgan algunos ejemplos como muestra:
A modo de entradilla, es necesa rio que se ubique
En un trabajo anterior (Rodríguez-Gonzá lez, 2005) tanto a la persona como el procedimiento en el que se
hacíamos una propu esta amp li a de informe peri c ial, encuentra involu crada, así:
apl ica bl e a los diversos ca mpos de actuación de este
sector. En Sevilla a dos de septiembre de dos mil dieciocho.
Cuando hab lamos de diversos ca mpos estamos
hac iendo referenc ia a un espectro muy amp li o y que, D. Na za rio Va /soro de Peláez, psicólogo con número de
de un a forma sistemát ica, podríamos circ unscribir colegiado AN-00000, en virtud ele lo acorelaelo por el
a los sigu ientes: derec ho c ivi 1, derecho penal , de- Juzga do de Instrucción nº de Sevilla según Exhorto nº
recho laboral , derecho ca nóni co y derecho militar. / sección DT procedente de las diligencias LOTJ nº
En cualquiera de ell os es v iab le qu e se recurra a di s- ele/ Juzga do ele Instancia y de Instrucción nº de Dos
tintos profes ion ales, so li citando asesoría en cuestio- Herm anas, tiene el honor de inform ar que ha procedido
nes técnicas fu era de los co noc imi entos propios del al estudio psicológico de D. y que una vez
Derecho. A su vez, hay que co ntempl ar que, dentro llevado a cabo su reconocimiento y de analiza dos los
de cada una de esta s mod alidad es del Derecho, las datos que se incluyen en autos, ha llegado los resultados
peticiones (referid as al psicó logo/a) van a ser var ia- que a continuación se exponen:
das, so li citando intervenc iones b ien en la faceta de
ps icólogo jurídi co bi en en la de psicó logo forense y, En Rodríguez-Gonzá lez (2 005) se incluye una fór-
en ambos casos, la intervención pericial es perfecta- mul a fin al (p ropu esta por el letrado penali sta Baena
mente esperab le. Bocanegra), a través de la cual el profesiona l deja pa-
M ati za ndo aún más, cuando se anali za n las inter- tente la objetividad de su quehacer y limita sus respon-
venciones de los profes ion ales de la Psico logía en el sabilidades:
terreno del derecho, enco ntramos qu e sus actu acio-
nes se inclin an predominantemente hacia el Derecho «Este es mi In form e Pericial que, sa lvo error u omisión
Penal (requerid as con mayo r frecuencia) y, de man era in voluntarios, constituye mi opinión científica sobre
particular, en casos asoc iados a deli tos (la prelac ión es cuestio nes sometidas a consideración, y que emito de
de mayor a menor frecuencia): conformidad a mi lea l sa ber y entende1; sometiéndola
a cualquier otra opinión mejor fundada en la Ciencia y
■ Contra la propiedad exp eriencia aplica da, subordinándola siempre y en todo
■ Co ntra la libertad sexua l caso a otros criterios que en el futuro el progreso de la
■ Contra las person as Ciencia pueda establecer».
■ Tráfico de drogas
En el caso de c ierre de di chos informes:
En lo referente a Derecho Civil nos referimos a:
Leída, se afirma, ratifica y firma con SS". Doy fe.
■ Secuelas de accidentes de tráfico Firmado D. Naza rio Va /soro de Peláez.
■ Incapacidades Doctor en Psicología por la Universidad de Sevilla.
■ Internami entos
■ Guarda y custodia En cuanto al contenido, en 2001 Simoes destaca
■ Cambio de sexo qu e los profes ionales de la Psi co logía no deben ol-
vidar que, cuando se trabaja en el co ntexto judicial,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

los clientes siempre están interesados en un tipo de INFORME PSICOLÓGICO FORENSE (Coordinadora
informació n diferente a la que se solicita en otras in- Estatal de Psicología Jurídica, 2007)
tervenciones. Ya se trate del juez, fiscal, letrados, los
intereses de cada uno en el caso van a condicion ar OBJETO
la calidad, cantidad y cualidad de la mencionada in- Solo aq uello que aparezca en la providencia de SSª,
formación. Por ejemp lo, jueces y fiscales precisan la o aquello que se nos ha solicitado por parte de los re-
mayor ca ntidad de información posible, mientras que presentantes lega les o el/ la propio/a interesado/a, o lo
los/as letrados/as prefieren solo aquel los datos que solicitado directamente por el cliente.
puedan empl ear en las alegaciones que van a utili zar METODOLOGIA
en el rol que en ese momento desempeñen: la defensa Se contemplan las técnicas e instrumentos.
o la acusación. ANTECEDENTES
Aluja (2006) centra el informe pericial psicológico Incluir tanto lo relacionado co n el caso judicial como
en los siguientes apartados: los antecedentes, ya fami li ares ya personales.
RESULTADOS
INFORME PERICIAL PSICOLÓGICO (Aluja, 2006) CONCLUSIONES
Deberán expresar su alcance y limitaciones, el grado
■ IDENTIFICACIÓN DEUA PROFESIONAL
de certidumbre que acerca de su contenido posea el
■ DATOS DEL JUZGADO informante y su carácter actual o temporal.
■ INDICACIÓN DE LA CONFIDENCIALIDAD DEL Lugar, fecha y firma.
DOCUMENTO
Se recomienda incluir una cláusula de sa lvaguarda
■ FILIACIÓN DEL INFORMADO que puede rezar así:
■ DATOS DE QUIÉN SOLICITA EL INFORME Y SU Las presentes conclusiones se refieren a los objetivos
FINALIDAD demandados y a la aplicación de la metodología antes
■ HECHOS DENUNCIADOS mencionada. Un cambio de las circunstancias o nue-
■ DOCUMENTACIÓN DEL SUMARIO CONSULTADA vos datos exigirían un nuevo análisis y podrían modi-
ficar los resultados.
■ LISTADO DE LAS PREGUNTAS REALIZADAS AULA
PERITO
■ ENTREVISTAS REALIZADAS A modo de co nc lusión de este apa rtado, desta-
■ BREVE ANAMNESIS ca r que se trata de un sector profesional en el que
■ EXPLORACIÓN PSICOPATOLÓGICA ACTUAL las conclusiones de los informes siempre van a tener
■ EXPLORACIÓN PSICOMÉTRICA: áreas exp loradas, serias repercusiones (tanto en sentido negativo co mo
psicometría. positivo) para la soc iedad en genera l y para la per-
■ RESULTADOS sona en particular, lo cua l supone una importante
responsab ilidad para quienes intervi enen; respon-
■ COMENTARIO DE LOS RESULTADOS
sabilidad que, en ocasiones, supone consecue nc ias
■ CONCLUSIONES E INFERENCIAS DE INTERÉS
penales.
■ ANEXOS

La Coordinadora Estatal de Psicología Jurídica (2007)


hace la propuesta de esquema de informe que se reco- S. ASPECTOS ÉTICOS Y
ge a co ntinuación e insiste en que se trata de una pro- DEONTOLÓGICOS DEL INFORME
puesta cerrada, es decir, todos los informes periciales
deberían atenerse a este esquema y adoptar (indepen- Si acud imos de nuevo a nuestro diccionario de la
dientemente de la finalidad con la que se ejecuten) la lengua españo la, la palabra «ética» se define como
denominación de Informe Psicológico Forense. Es, por «Disciplin a filosófica que estudia el bien y el mal y sus
tanto, un intento de unificac ión desde el órgano gestor relaciones con la moral y el comportamiento humano.
a nivel estata l. Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valo-
Nótese cómo el apartado de metodología continúa ran el comportamiento humano en una com unidad''.
apa rec iendo en todas las modalidades de informe, así Por otro lado, la palabra «deontología» se define como
como el mantenimiento de unas concl usiones conci- "Parte de la ética que trata de los deberes, especial-
sas y en las que deben ponerse en evidencia las limi- mente de los que rigen una actividad profesional. Con-
taciones y el mantenimiento temporal que se deben junto de deberes relacionados con el ejercicio de una
adjudicar. determinada profesión ».
EL INFORME PSICOLÓGICO

Por tanto, la deontología detall a los deberes y las especialista en psi co logía clíni ca» o «Psicólogo
normas que ti enen que cumplir los integrantes de una sa nitari o» sin poseer di cha titula ción, estaría
determin ada profesión . El Cód igo Deontológico del co nculcando el artícu lo 51 del CDP.
Psicó logo recoge la norma de conducta profesional
de todos los psi có logos, y está en sintonía co n el me- CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
tacód igo de éti ca de la Federación Europea de Asocia- General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O)
ciones de Psicólogos (EFPA), que se elaboró en 1995
y que recoge los elementos co mun es a los códigos Art. 51: Sin perjui cio de la responsabilidad penal que pue-
da suponer, constituye una grave viola ción de la deonto-
éti cos y deonto lógicos de las di stintas asociaciones
logía profesional atribuirse en cualquier med io -a nuncios,
europeas.
p lacas, tarj etas de visita, programas, etc.- una titulac ión
Como ya se dijo en la introducción, la elaboración que no se posee, así como tambi én utilizar denominacio-
del informe escrito es quizás una de las actividades nes y títulos ambiguos, que, aú n sin fa ltar de modo literal a
más delicadas, debido a las repercusiones jurídi cas la verdad, pueden fá cilmente inducir a error o a confusión,
que puede tener. Por este motivo, consideramos de e igualmente favorecer la credulidad del públi co a propó-
especia l importancia reconocer la gran resp onsabili- sito de técni cas o procedimi entos de dudosa efi cacia.
dad que ti ene el profes ional ele la Psi co logía a la hora
ele elaborar un informe; responsabilidad, que es tanto La segunda co ndi ción que debe tener claro todo
científica como social, incluyendo dentro de este últi- profes iona l de la Psicología, antes ele elaborar
mo aspecto, el fortalecimiento de la imagen de nuestra un info rme, es el prin cipi o de independencia
propia profesión. y autonomía profesional, respecto a otros pro-
A continuación, nos vamos a detener en una serie fes ionales y autoridades superiores (artícu lo 16
de principios éticos que ti enen relación co n la elabo- del CDP) . El psicó logo deberá rechaza r tocia
rac ión del in forme psi co lógico y que se menciona n, clase ele imped imentos o trabas a su indepen-
directa o indirectamente, en el Código Deontológico dencia profesional (a rt. 4 del CDP) y, cuando se
del Psicó logo 2 (en adelante CDP). Estos prin cipi os éti- halle ante intereses personales o institu cionales
cos son los siguientes: co ntrapuestos, procurará rea li za r su actividad en
términos ele máxima imparcialidad (a rt. 15 del
■ Deber de competencia y autonomía profesional CDP).
La primera condición que debe ciarse para ela- Por último, y en relación co n la autonomía pro-
borar un in form e psi co lógico es que su autor fes ional, otro aspecto importante es la recomen-
tenga la competencia adecuada, como ya se dación que hace la Comisión Deontológica del
co mentó en el prim er apartado de este tema; Colegio O ficial de la Psicología de M adrid sobre
es decir, que sea un licenciado o graduado en la emi sión de info rmes conjuntos, dado que es-
psi co logía y que se encuentre co legiado en el tos son bastante habitual es, sobre todo entre los
Co legio Oficial de su Comunidad Autónoma. La profesiona les del ámbito de la justicia. La emi -
autoridad del ps icó logo se fundam enta en su ca- sió n de in form es firm ados conjuntamente por un
pacitación y cualificac ión profesional, debi endo psi có logo y cualquier otro profesiona l (p.ej., tra -
rea li za r un esfu erzo continuado de fo rm ación, baj adores soc iales, psiqui atras u otros psi có lo-
así como reconocer los límites ele su competen- gos), sin diferenciar qué apartados ha rea li zado
cia profesional (art. 17 del CDP) . cada uno ele ell os, no se aju sta a nuestro Código
Un aspecto importa nte que queremos resa ltar Deontológico, que es mucho más ga rantista que
aquí, liga do a esta primera co ndi ción ele la com- la ley que lo permite, pudi endo co ncul ca r as í los
petencia profesional, es que el profesional ele artículos 14, 16 y 21 del CDP, entre otros.
la Psi co logía no debe atribuirse una titulación
que no posee, ni utili za r denom inac iones y tí- CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
tul os ambiguos que puedan fácilmente inducir General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O)
a error o confusión. Así, por ejemplo, si un psi-
có logo utili za, como pi e ele firma en un infor- Artículo 4: El/ la Psi cólogo/a rechaza rá toda clase de im-
me, la titul ación o denominación de «Psicólogo pedimentos o trabas a su independencia profes iona l y al
legítimo ejercicio de su profes ión, dentro del marco de de-
rechos y deberes que traza el presente Cód igo.
2
Hemos tomado como referenc ia el CDP del Consejo General Artículo 14: El/l a Psicólogo/a no prestará su nombre ni
de Colegios Oficiales de Psicólogos (hoy Consej o General de la su firm a a person as que il egítimamente, sin la titulación
Psicología de España), cuya últi ma modificac ión fue aprobada en y prepa ración necesa rias, rea li za n actos de ejercicio de
Junta General el 6 de marzo de 20 1O.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

la Psicología, y denunciará los casos de intrusismo que persona, protecc ión de los derechos humanos, sentido de
lleguen a su conocimiento. Tampoco encubrirá con su ti- responsab ilidad, honestidad, sinceri dad para con los clien-
tulación actividades vanas o engañosas. tes, prudencia en la ap licación de instrumentos y técni cas,
Artículo 15: Cuando se hall e ante intereses personales o competencia profesiona l, sol idez de la fundamentación
instituciona les contrapuestos, procurará el/la Psi cólogo/a objetiva y científica de sus intervenc iones profesionales.
rea lizar su actividad en términos de máxi ma imparciali - Artículo 12: Espec ialmente en sus informes escri tos, el psi-
dad. La prestación de servi cios en una institución no exi- cólogo será sumamente cauto, prudente y crítico, frente a
me de la consideración, respeto y atención a las personas nociones que fáci lmente degeneran en etiquetas deva lua-
que pueden entrar en confli cto con la institución misma y doras y discriminatori as, del género de norma l/a normal,
de las cuales el/ la Psi có logo/a, en aquell as ocasiones en adaptado/inadaptado, o inteligente/defic iente.
que legítimamente proceda, habrá de hacerse valedor ante Artículo 39: En el ejercicio de su profes ión, el/l a Psicó lo-
las autorid ades instituciona les. go/a mostrará un respeto escrupuloso del derecho de su
Artículo 16: Los deberes y derechos de la profesión de cl iente a la propia intimidad. Úni ca mente recabará la in-
Psi cólogo/a se constituyen a partir de un principio de in- formación estri ctamente necesa ri a pa ra el desempeño de
dependencia y autonomía profesional, cualqui era que sea las tareas para las que ha sido req uerido, y siempre con la
la pos ición jerárqui ca que en una determinada organ iza- autori zación del cliente.
ción oc upe respecto a otros profesionales y autoridades
superiores. CÓDIGO ÉTICO DE LA APA (APA, 2017)
Artículo 21: El ejercicio de la Psicología no deberá ser
mezclado, ni en la prácti ca, ni en su presentación púb lica, Estándar 4.04. Minimi zar las Intrusiones en la Privacidad.
con otros proced imi entos y prácticas ajenos al fundamen- Los psicólogos incluirán en sus info rm es escritos y ora les y
to científico de la Psico logía, cuando tal prohibición esté consultas únicamente in formación relacionada con el pro-
prevista lega lmente. pósito para el que se rea li za la comuni cación.

■ Deber de respeto a los derechos fundamentales ■ Deber de información y el consentimiento


de la persona informado
Otro prin cipi o ético qu e d ebe gui ar a todo profe- Otra ob li gació n del profes io nal d e la Psico logía
sional de la Psi co logía, a la hora de elaborar un es informar de forma adecuada sob re los prob le-
in fo rm e, es respetar los derechos fundamenta /es mas que está abord ando en las personas o gru-
de la persona, como son: la digni dad, la li bertad pos, los obj etivos que se propone y el método
y su intimidad. Tambi én d ebe respeta r una seri e a utili za r (a rt. 25 del CDP). Es decir, tanto si se
de principios que son comun es a toda deonto lo- hace de forma oral como escrita, el psicó logo
gía profesional (a rt. 6 del CDP), como por ej em - ti ene ob li gació n de dar info rm ac ió n de fo rm a
plo, el respeto a la persona y la protecc ión de los veraz, comprensiva y aju stada a sus neces ida-
derechos hum anos. Espec ialmente en la elabo- des, inclu so en caso de m eno res de edad o le-
rac ió n de los informes escritos, el psicó logo será ga lmente in capac itados (en estos casos se info r-
sum amente prudente y c ríti co en la utili zac ió n m ará a sus padres, tutores o representante lega l).
de etiq uetas q ue pueda n deva luar a la perso na, Pero, hay que tener en c uenta qu e la persona
ta les com o: no rm al/a normal, adaptado/in adap- ta mbi én ti ene derecho a que se respete su vo lun-
tado o intel igente/deficiente (art. 12 del CDP). tad de no ser in formado, ta l y co mo se recoge en
Así mi smo, el ps icó logo debe respetar escrupu- el art. 9 de la denominada Ley del Paciente (Ley
losamente la in timidad de la persona, y ún ica- 41 /2002) .
m ente recaba rá la informac ió n necesa ri a para Por otro lado, c uando la evaluac ión o el infor-
el b uen desempeño de la labo r que se le ha m e ps ico lógico es so li citado por una pe rsona
req uerido (a rt. 39 del CDP), y so lo inclu irá en d iferente al eva lu ado (p.ej. jueces, profesores,
sus informes la informació n relacio nada co n el empl eado res, etc.), este último (o b ien sus pa-
propós ito de la evalu ación o intervenc ió n de la dres o tuto res) tendrán derecho a ser info rm a-
persona, teni endo espec ial cuidado a la ho ra de dos del hecho de la evalu ac ió n, del contenido
recoge r c uesti ones de su vida privada. del inform e y del destin ata ri o del mi smo (art. 42
del CDP). Un aspecto impo rtante que queremos
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo destacar aq uí, li gado a los casos en que el profe-
General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O) sional de la Psico logía tenga que atender a hij os
de padres separados y menores de edad, es la
Artículo 6: La profes ión de Psicólogo/a se rige por princi- co nvenienc ia de tener consta ncia de qu e ambos
pios comunes a toda deontología profesiona l: respeto a la
progenitores tienen co noc imi ento de la inter-
EL INFORME PSICOLÓGICO

ven c ión que se está ll evando a cabo con el m e- Ley 4112002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la
nor; de hecho, segú n fu entes del Colegio Oficial autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en
de Psicólogos de M adrid (2 011 ), los informes sin materia de información y documentación clínica.
consentim iento de una de las partes en temas de
custod ia son la ca usa del mayor número de sa n- Artículo 4. D erecho a la informa ción asistencial.
ciones. Por tanto, aunque no sea necesa ri o ten er 1. Los pac ientes ti enen derecho a conocer, con motivo de
el consentimi ento por parte de los dos, sí es con- cualquier actuación en el ámb ito de su sa lud, toda la infor-
veni ente al m enos tener constanc ia del conoc i- mación disponible sobre la misma, sa lvando los supuestos
mi ento del otro acerca de di cha intervenc ión . exceptuados por la Ley. Además, toda la person a tiene de-
recho a que se respete su voluntad de no ser informada.
La información, que como regla general se proporciona-
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo rá verbalmente dejando consta ncia en la hi storia clínica,
General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O) comprende, como mínimo, la finalidad y la natural eza de
cada intervención sus ri esgos y sus consecuencias.
Artículo 25: Al hacerse ca rgo de una intervención so- 2. La información clíni ca form a parte de todas las actua-
bre person as, grupos, instituc iones o comunidades, el/la ciones as istenciales, será verdadera, se comuni ca rá al pa-
Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las ciente de forma comprensiva y adecuada a sus neces ida-
ca racterísti cas esenciales de la relac ión establ ecida, los des y le ayuda rá a tomar decisiones ele acuerdo con su
problemas que está abordando, los objetivos que se pro- propia y libre voluntad .
pone y el método utili zado. En caso de menores de edad 3. El méd ico responsab le del paciente le garanti za rá el
o lega lmente incapacitados, se hará saber a sus padres o cumplimi ento de su derecho a la informac ión. Los pro-
tutores. fesionales que le atiendan durante el proceso as istencial
En cualqui er caso, se evitará la man ipul ac ión de las per- o le ap liquen una técni ca o un procedimi ento concreto
sonas y se tenderá hacia el logro de su desa rrollo y auto- tamb ién serán responsab les de informarle.
nomía.
Artículo 34: En la investigación rehusará el/ la Psicó logo/a Otro prin c ipio éti co de l profes iona l de la Psico-
abso lutamente la producción en la perso na de daños per- logía es solicitar el consentimiento inform ado ele
manentes, irreversibl es o innecesa rios para la evitación de
la p ersona. A diferencia del caso anterior, cuan-
otros mayores. La parti cipación en cualqui er investigación
do la evalu ac ió n ps ico lógica se rea li za a peti -
deberá ser autori zada exp lícitamente por la/s persona/s
con la/s que ésta se rea liza, o bien por sus pad res o tutores c ió n del propi o suj eto, esta so lo puede comuni-
en el caso de menores o inca paci tados. ca rse a terceras personas con ex presa autori za-
Artículo 41: Cuando la evaluación o intervención psi co ló-
c ió n previa del interesado (art. 41 del CDP); así,
gica se produce a petición del propio sujeto de qui en el/la por ej emplo, si la persona es mayor de edad, no
Psicólogo/a obtiene información, ésta sólo puede comuni - podría comuni ca rse del co ntenido ele la eva lu a-
ca rse a terceras personas, con expresa autorización previa c ió n, intervenc ió n o del in forme ni siqui era a sus
del in teresado y dentro de los lím ites de esta autorización. propi os pad res, si no es con el co nse ntimi ento
Artículo 42: Cuando dicha eva lu ac ión o intervención ha expreso de la propi a persona.
sido so li citada por otra persona - ju eces, profesiona les Este co nsentimi ento ex plíc ito debe recabarlo
de la enseñanza, padres, empl eadores, o cualqui er otro tambi én el psi có logo, en el caso de que la per-
so li citante diferente del suj eto eva luado-, éste último o sona vaya a parti c ipar en cualquier in vestigación
sus pad res o tutores tendrán derecho a ser inform ados del (a rt. 34 del CDP); y también será necesa ri o di -
hecho de la eva luac ión o intervención y del destinatario
cho co nsentimi ento, si quisi era utili za r la iden-
del In forme Psicológico consigui ente. El sujeto de un In-
tifi cac ión de la person a en la ex posi c ión (o ral,
forme Psi co lógico tiene derecho a conocer el co ntenido
del mismo, siempre que de ell o no se derive un grave impresa, audiovisu al u otra) de su caso clíni co,
perju icio para el suj eto o para el/la Psicó logo/a, y aunqu e con fines didácticos o de comunicación o divul -
la so li citud de su real ización haya siclo hecha por otras gac ión c ientífica (a rt. 45 del CDP).
personas.
Artículo 45: La exposición ora l, impresa, audiov isual u ■ Deber de secreto y confidencialidad
otra, ele casos clínicos o ilustrativos con fines didácticos Una de las ca racterísti cas esenc iales del ejerc ic io
o de comuni cación o divulgación científica, debe hacerse de la psi co logía, en cualquiera de sus modalida-
ele modo que no sea posible la identificac ión de la perso- des, es que está sujeto a un deber y a un derecho
na, grupo o institución de que se trata. de secreto profesional, del qu e so lamente podría
En el caso de que el med io usado para tales exposiciones estar ex imido el psi có logo por el co nse ntimi en-
con ll eve la posibilidad de identificación del sujeto, será to exp reso del cli ente; y, además, el psicólogo
necesa rio su consentimi ento previo exp lícito. ve lará porque sus eventuales co laboradores se
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

atengan también a este secreto profesional (a rt. ■ Deber de protección de los informes y otros
40 del CDP). Ni el fa ll ecimi ento del cliente ni la documentos
desa pari c ión (en el caso de instituc iones públi- Por último, hay que menc ionar tambi én un de-
cas o privadas) pueden liberar al psi có logo de ber que afecta a la protección de todos los docu-
las ob li gacion es de este secreto profes ional (art. mentos y datos qu e genera el profesio nal de la
49 del CDP). Psicología, durante el proceso de evaluac ión y/o
El secreto profesiona l es un eje fundamental de la intervenc ión psico lógica, y que debe conservar
relación profesional entre el profes iona l de la Psi- durante c ierto tiempo . Entre estos documen tos
cología y el iente/paciente/usuario. Por este moti- se encuentran los informes psico lógicos.
vo, y como se ex pli ca en el tema 5 (correspon- Así pues, si se conservasen durante c ierto tiem-
diente a la entrevi sta), este es un aspecto clave po -en algunos casos es ob ligatori o como vere-
del que es recomendabl e informar al suj eto des- mos más ade lante- tocios los documentos y elatos
de el primer contacto que se tenga con él, para psico lógicos (p.ej . entrev istas, resultados de test,
así afi anzar todo lo posibl e la ali anza terapéutica informes, etc.), lo será n bajo la responsabi li dad
que debe adquirir con esa persona; esta ali anza personal del psi có logo, en condiciones de segu-
engloba, entre otros, el compromiso del psicó lo- rid ad y secreto que impidan que personas ajenas
go de guard ar el secreto profes ion al y el compro- puedan tener acceso a ell os (a rt. 46 del CDP) .
miso de la persona de co labora r todo lo pos ible En el caso de los centros sanitarios (y por exten-
en el proceso de evaluac ión y/o intervenció n. sión tamb ién los psicó logos sanitari os), está n
Aparte de lo indi cado en el artíc ul o 42 del CD P, ob li gados a conserva r la documentación clínica,
c itado anteriormente, los inform es ps ico lógicos pa ra la debida as istencia al pac iente durante el
que se haya n rea li zado a petición de institu- ti empo adecuado a cada caso y, como mínimo,
ciones u organizaciones en genera l estarán so- c in co años co ntados desde la fecha del alta, ta l
metidos al mi smo deber de confidencialidad, y y como se recoge en el art. 17 ele la denomina-
las enumera c iones o li stas de suj etos eva lu ados da Ley del Pac iente (Ley 41 /2002). Este mi smo
deberán rea li za rse o miti endo el no mbre y elatos artícul o estab lece que los profesionales sa ni -
de identificac ió n de la persona, siempre que no tari os, que desarrollen su actividad ele manera
sea n estri ctamente necesa ri os (a rt. 43 del CDP). individual, son responsab les de la gesti ón y ele
la custodi a ele la documentac ió n as istenc ial que
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo generen; y, por último, también se indi ca que a
General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O) tocia la documentación clínica se le ap li ca rán las
med idas técnicas ele seguridad, estab lec idas por
Artículo 40: Toda la información que el/la Psicólogo/a re- la legislació n regul adora de la co nservac ión ele
coge en el ejercicio de su profesión, sea en manifestac iones
los ficheros que contienen elatos de ca rácter per-
verbales expresas de sus cli entes, sea en datos psicotécn i-
sona l, y, en general, las recogidas por la Ley Or-
cos o en otras observaciones profesiona les practicadas, está
sujeta a un deber y a un derecho de secreto profes ional, del gáni ca 15/ 1999, ele Protección de Datos ele Ca-
que, sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso rácter Personal y en todo su desarroll o no rm ativo.
del cliente. El/la Psicólogo/a velará porque sus eventuales
colaboradores se atengan a este secreto profesiona l. CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL PSICÓLOGO (Consejo
Artículo 43: Los informes psico lógicos rea lizados a petición General de Colegios Oficiales de Psicólogos, 201 O)
de instituciones u organizac iones en genera l, aparte de lo
indi cado en el artículo anterior (art. 42), estarán sometidos Artículo 46: Los registros escritos y electróni cos de datos
al mismo deber y derecho general de confidenciali dad antes psicológicos, entrevistas y resultados de pruebas, si son
establecido, quedando tanto el/ la Psicólogo/a como la co- conservados durante cierto tiempo, lo serán bajo la res-
rrespondiente instancia solicitante obligados a no darles di- ponsabilidad persona l del/la Psicólogo/a en condi ciones
fusión fu era del estri cto marco para el que fueron recabados. de seguridad y secreto que impidan que personas ajenas
Las enumeraciones o listas de sujetos eva luados en los que puedan tener acceso a ellos.
deban constar los'diagnósticos o datos de la eva luación y que
se les requiera n al Psicólogo/a por otras instancias, a efectos Ley 41 /2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de
de planificación, obtención de recursos u otros, deberán la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones
realizarse omitiendo el nombre y datos de identificación del en materia de información y documentación clínica.
sujeto, siempre que no sea n estrictamente necesarios.
Artículo 17. La conservación de la documentación clínica.
Artículo 49: El fa llec imiento del cliente, o su desaparición
-en el caso de instituciones públicas o privadas- no libera 1. Los centros sanitarios ti enen la obligación de conservar
al/la Psi cólogo/a de las obligaciones del secreto profesional. la documentación clínica en condiciones que garanti cen
EL INFORME PSICOLÓGICO

su correcto mantenimiento y seguridad, aunq ue no nece- ■ A partir de los informes se toman decisiones de
sa ri amente en el soporte original, para la debida asisten- muy diversa índol e.
c ia al paciente durante el tiempo adecuado a cada caso y, ■ Dichas decisiones pueden suponer tanto limi-
como mínimo, cinco años contados desde la fecha del alta taciones como puertas de entrada a incompe-
de cada proceso asistenc ial. (... ) tencias. Tan les ivo es prohibir que una persona
2. La documentación clínica también se conservará a efec- pueda hacer algo, como adjudi ca r un rol de
tos judi c ial es de conformidad con la legislación vigente. responsabilid ad a alguien que simpl emente va a
( ...) entorpecer el funcionamiento de una unidad, un
3 (.. .) se rvi cio o un departamento.
4 (. .. ) ■ Las med idas que se tomen, a partir de las co n-
5. Los profesionales sanitari os que desarrollen su actividad clusiones que se emitan, tienen un a repercusión
de manera individual son responsab les de la gestión y de socia l. En el ámbito forense, tan negativo para la
la custod ia de la documentación asistencial que generen. soc iedad es dejar libre a una persona culpab le,
6. Son de ap licación a la documentación clínica las med i- como enca rce lar a un in ocente. En el ámbito clí-
das técnicas de seguridad estab lecidas por la legislac ión re- nico, es igual de perjudicial emitir un informe
gu ladora de la conservación de los ficheros que contienen imprec iso y que prive a alguien de un a presta-
datos de ca rácter personal y, en genera l, por la Ley Orgáni- ció n soc ial por minu sva lía, que adjudica r dicha
ca 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal. prestación a algu ien que no la precisa .
■ En la faceta sa nitaria y clínica, las conclusiones
poco aju stadas, no vinculadas directamente a la
persona y sus ca racterísticas, van a provocar la
6. EL VALOR V LAS REPERCUSIONES puesta en marcha de intervenciones terapéuticas
DEL INFORME PSICOLÓGICO co ndenadas al fracaso, que suponen una pérdi-
da de recursos, por un lado (sector profesional),
Al principio del cap ítul o afirm ába mos que los in- y el enl entecimi ento o agravamiento del estado
formes psicológicos deben incluir los datos de los/as ini cial del paciente, por otro, al no actuar co mo
profes iona les que los han rea li zado, y en ell os debe realmente precisa su problema.
consta r la firma de sus autores; es decir, se deben res-
ponsab ili za r de la forma en la que han procedido, de Trabajar con personas es gra tifi cante. Co laborar
la in formac ión aportada y de las conclus iones. Todo para que mejoren sus cond iciones, superen sus mie-
ell o no obedece más que a un hecho: nuestros info r- dos y limitaciones, alca nce n sus objetivos, sea n capa-
mes tienen co nsec uencias de mu y distinto ca ri z, tanto ces de co nseguir el máx imo rendimiento de sus capa-
pa ra los afectados directos como para quienes forma n cidades y potencialidades, etc., supone una marcada
parte de su entorno. satisfacción personal y profes ional. Pero, por enc ima
A pesar de que a veces nos parece que algu nos sec- de todo, no debemos olvidar la cé lebre afi rm ac ión,
tores profesionales son menos importa ntes que otros, « Todo gra n poder conlleva una gra n responsabilidad»
en función de las decisiones que se toman en ellos, (In memorian, Stan Lee).
se trata de una fa lacia. Por ejemp lo, un informe nega-
tivo que inhab ilita a un cazador a no poder disponer
de su arma, puede ser entend ido por esa persona tan
limitante como ser rechazado para ocupar un puesto RESUMEN
de trabajo.
En los últimos años las Com ision es Deontológi- La elaboración del info rme es quizás una de las
cas de los co legios profesionales de Psicología en las actividades más delicadas de un/a psicólogo/a. El in-
Co munidades Autónomas van tomando cartas en el forme psicológico lo podríamos definir como la comu -
asu nto y, ante denuncias de la c iudada nía -po r dudas ni cac ión, oral o escrita, de los res ultados del proceso
en cuanto a la mal a praxis o posibles co nsec uenc ias de eva lu ac ión psicológica, rea li zada por un psicólogo
derivadas de ell a-, toman medidas disciplinarias. Este a su cliente, paciente, usuari o, rep resentante lega l o
hecho no debe ser entendido como un posible riesgo, autoridad lega l competente.
sino más bien, como un a sa lvaguard a de la ca lidad En el presente cap ítul o se han exp uesto los cri-
profes iona l. terios genera les, que todo profesional de la Psi co lo-
A modo de conclusión del presente cap ítulo, el gía deberá tener en c uenta, para que los informes se
lector (em in entemente en formación) debe ser cons- cons ideren co rrectos: aspectos de co ntenido (ri gu-
ciente de los siguientes aspectos: rosidad, co ntraste y rep licac ión, ca lid ad de los ins-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

trumentos y correcta utili zac ión , utilidad, y cualifi - ■ Deber de competencia y autonomía profesion al
cac ión y responsabilidad profesi onal) y aspectos de ■ Deber de respeto a los derechos fund amenta les
fo rm a (estil o de la info rm ación y orga ni zac ión de la de la persona
inform ac ión). ■ Deber de información y el consentimiento info r-
En cuanto a los co ntenidos o apartados de un in- mado
forme psi co lógico, estos varían en fun ción del objeti - ■ Deber de secreto y co nfidenc ialidad
vo, tipo de informe y ori entación del psicó logo. Pero, ■ D eber de protección de los in formes y otros do-
en este ca pítul o se propone una estru ctura básica de cumentos
cualqui er info rme, siguiendo criteri os exclusivamente
psico lóg icos y teniendo en cuenta los requi sitos de las Por último, se expone el valor y las rep ercusiones
Guías para el Proceso de Evalu ació n Psico lógica. Estos que ti enen los informes psicol ógicos, teni endo en
apartados serían los siguientes: cuenta que estos ti enen co nsecuencias de mu y di stin-
to ca ri z (limitacion es, repercusiones clíni cas, sociales,
1. Identifi cac ión de la persona y del evaluador etc.), tanto para los afectados directos como para quie-
2. Moti vos de la evaluac ión res form an parte de su entorno .
3. Observac iones sobre la conducta
4. Instrumentos, resultados y su interpretac ión
5. Impresión de di agnóstico y recomendac iones
BIBLIOGRAFÍA
6. O rientación y obj etivos de cambi o e intervención
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b) Informe de ori entac ión o selección tion. Si xth Editi on. W ashington : APA.
c) In forme de intervención Ameri ca n Psychologica l Associati on (2 01 7). Ethica l
Prin cip ies of Psychologist and Code of Conduct
■ Según el contexto de apli cac ión: from the American Psychologica l Association. W as-
a) Informe clíni co hington: APA.
b) Info rm e educativo Belloch, A. y Ca rri ó, C. (2 01 2) . La función de devo lu -
c) Info rme de se lección ción de la entrevi sta. En C. Perpiñ á (Coord.), M a-
d) Info rmes en tráfi co y seguridad: nual de la entrevista psicológica . Saber escucha,~
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Guías para el proceso de evaluac ión (GAP): Una bada o a terceros.
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dica/ Care . Ca mbridge, M.A. : Harvard University diante el cual el cliente o paciente es info rm ado, y
Press. acepta voluntariamente, algunas de las situaciones
Ley básica reguladora de la autonomía del paciente y siguientes: la rea li zac ión de las evaluaciones psico-
derechos y obligaciones en materi a de información lógicas, la comunicac ión de dicha eva luación y su
y documentación clínica. Ley 41/2002, de 14 de contenido a terceras personas, participar en cual-
noviembre de 2002. BOE nº 274, de 15 de novi em- quier investi gación o utili za r la identificac ión del
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EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

petición de ayuda, que anima a acudir a un centro se verifi ca si los ca mbios logrados en una persona
sanitario o un despacho profes ional. medi ante un tratamiento se mantienen en el ti em-
Secreto profesional: es la obligación legal que ti enen los po. Habi tualmente se establ ecen encuentros a los
miembros de ci ertas profesiones, como son los psi có- tres meses, se is meses, un año y tres años, después
logos, de no divulgar información confidencial que de la citada alta.
se ha obtenido en el ejercicio de la profesión. Usuario: person a que usa habitu almente un servi cio,
Seguimiento: sesion es de control posteriores al alta y en nuestro caso el servi cio de psicología en cual-
en las que, bi en mediante la entrevi sta o bi en recu- qui era de sus áreas de interés.
rri endo a instrumentos específi cos de evaluación,
BLOQUE TEMÁTICO 11

LAS TÉCNICAS
DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
Los Instrumentos de
Evaluación Psicológica y
garantías de calidad
Carmen Moreno Rosset
Isabel M. Ramírez Uclés

l. INTRODUCCIÓN
2. LAS TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
3. lQUÉ ASPECTOS GENERALES SE DEBEN TENER EN CUENTA PARA ELEGIR LOS
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA?
4. lCÓMO APLICAR CORRECTAMENTE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA?
4 .1. Fuentes de error de los instrumentos de evaluación
S. lQUÉ CONOCIMIENTOS SE DEBEN TENER PARA CORREGIR E INTERPRETAR UN
INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA?
5.1. Conocer las variables que evalúa un instrumento y su interrelación con otros
constructos
5.2. Conocer los modelos que han guiado la construcción de los instrumentos
5.3. Conocer lo que mide un test, la población y contexto de aplicación
5.4 . Conocer la forma de puntuación, corrección e interpretación de un test
5.5 . Conocer los criterios de calidad de los instrumentos de evaluación
6. LAS PUNTUACIONES EN LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
6.1. Interpretación de las puntuaciones en los test psicológicos
6.1 .1. Criterios de rendimiento
6 .1.2. Interpretac ión en función de baremos
7. CRITERIOS DE CALIDAD PSICOMÉTRICOS DE LOS INSTRUMENTOS DE
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
7.1. Fiabil idad
7.1.1. Fiabilidad desde la Teoría Clásica de Test
7.1.2. Fiabilidad desde la Teoría de la Respuesta al Ítem
7.2. Validez
7.2 .1. Métodos clásicos para el cálculo de la validez
7.2.2. Otras perspectivas del concepto validez
7.2.3. La validez en los test referidos al criterio : sensibilidad y especificidad
7.2.4. La validez desde la Teoría de la Generalizabilidad
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

7.3. Exactitud
8. GARANTIAS ÉTICAS EN EL USO DE LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA
8 .1. Consideraciones sobre la evaluación en grupos diversos o multiculturales
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO

OBJETIVOS

■ Diferenciar entre técn icas de evalu ación ps ico lógica, pruebas y test.

■ Identifica r las distintas técnicas de eva lu ación psico lógica con que puede conta r el ps icó logo.

■ Reconocer los criteri os para elegi r correctamente los instrumentos de evalu ación.

■ Identifica r las normas generales de apli cac ión, corrección e interpretación de los instrumentos de
eva lu ación.

■ Interpretar las diferentes puntu aciones que se utili za n en el manejo de los instrumentos de eva luación.

■ Reconocer los prin cipa les criterios de ca lidad (fi abili dad, va li dez y exactitud) ex igib les a los in strumentos
de eva luación.

■ Valorar los p rincipa les cri teri os éticos referidos al uso y apli cac ión de los in strumentos de eva lu ación.
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

so» y no la ap li cac ión de un único instrumento y que,


l. INTRODUCCIÓN además, requiere entrenamiento y un elevado grado
de formación y experiencia sobre «el proceso» y los
Los instrumentos de eva luación psicológica son «instrumentos» de eva luación que se admini stren. El
los procedimientos y recursos que utiliza el psicólo- psicólogo puede, incluso, ser capaz de observa r, detec-
go cuando evalúa. Permiten obtener información du- tar y diagnosticar problemas de una persona a través
rante el Proceso de Evaluación Psicológica, por lo que de la ap licac ión de técnicas menos estructuradas como
constituyen las herramientas de las que el evaluador la entrevista o las proyectivas, etc., siempre y cuando
hace uso en cada una de las fases del mi smo. Podemos se haya form ado y sea un experto en su aplicac ión, co-
encontrar distintas nomencl aturas para nombrar a los rrección e interpretación . Al hilo de ell o, reproducimos
instrumentos de eva luación, siendo los más comunes: las palabras de Pawlik (1980) « .. . el diagnóstico no debe
técn ica, prueba, test, etc. Las prin cipales diferencias se agotarse con los test. La observación de una conducta,
centran en que las técnicas pueden ser procedimien- la respuesta a una pregunta planteada durante la anam-
tos cuantificados y tipifi cados o no serl o. Por ejemplo, nesia o el desarrollo de una conversación proporcionan
las técnicas psicométricas lo son porque, además de a men udo - informaciones- más releva ntes y fidedignas
normas para su admini stración, disponen de baremos que el resultado de un test en sentido estricto».
para su interpretación y permiten comparar a una per- Por supuesto, la ap licac ión de otras técnicas, como
sona co n el grupo de referencia. Por el contrario, otras psicométricas o de observación sistemática, por ejem-
técn icas como la entrevista, la observación, las pro- plo, req uiere una profunda formación en las mi smas y
yectivas y subjetivas, genera lmente, no lo son porque ofrecen info rm ación fiable y válida, pues han incorpo-
no suelen esta r cuantificadas ni tipificadas, es decir, rado gra ndes avances en consonancia con los ca mbi os
no disponen de unos baremos establ ecidos estad ísti- sociales y tecno lógicos del siglo xx 1. Se han creado test
camente a través de los cuales se compara el sujeto in formatizados, con programas de aplicac ión desde el
eva luado con su grupo normativo. ordenador u otros dispositivos y «softwares » que no
Otra forma de denominar a los instrumentos de precisan conex ión a Internet, así como, plataformas de
evaluación psico lógica, con independencia de que corrección on-line. Estas incorporaciones a la eva lua-
estén o no estandari zados, es bajo la nomencl atura ción psicológica requieren que el eva luador aprenda a
de pruebas, término que se ha venido utilizando ha- admini strar las pruebas de form a distinta a la de lápiz y
bitua lmente como sinónimo de test, si bien difiere de papel, así co mo co rregi rl as e interpretarlas, ayudándo-
los test porque las pruebas de eva luación psico lógica se de los informes con perfiles gráficos que, asimismo,
pueden ser procedimientos ta nto tipificados como no han incorporado las nuevas tecnologías en nuestra pro-
tip ificados, mientras que los test, siempre deben estar fesión . Estos aspectos fac ilitan tareas mecánicas a los
tipificados. psicólogos y evita n posibles errores de sumas o de con-
Desde los distintos modelos de eva luación psico ló- su lta correcta de los baremos correspond ientes. Obvia-
gica se han generado diferentes técnicas psicológicas. mente, j amás sustituirán la rea li zación del «proceso de
Dichas técnicas, se basan fundamentalmente en los eva luación» a través del cual el psicólogo escucha a la
planteamientos teóricos de cada modelo, los tipos y persona eva luada, refl exiona, reali za hipótesis y se lec-
niveles de inferencia de las var iab les o dimensiones ciona los instrumentos de eva luación para contrasta r-
que eva lúan, y los métodos ap li cados para su cons- las, con el fin de llegar a concl usiones que sirvan para
trucció n. Los modelos dinámico y constructiv ista, ce n- responder a los objetivos de la eva luación soli citada.
trados en eva luar el mundo inco nsciente del indivi - Con esto lo que pretendemos decir es que, si bien
duo o las construcc iones subjetivas de las personas, es evidente que unas técnicas son más cualitativas o
respectivamente, utili za n técn icas proyectivas y sub- cuantitativas que otras, resu ltarán eficaces durante el
jetivas y los instrumentos de que se sirven, no suelen proceso de eva luación, siempre y cuando el profesio-
esta r tipificados. Otros modelos, como por ejempl o nal que las aplique lo haga con profundo conocimi en-
del atributo o cogni tivo-conductual, utili za n técnicas to de la aplicación de la técnica, de su co rrección e
psicométri cas que fac ilitan la evaluación de aspectos interpretación. Además, los diferentes objetivos y con-
más cuantificab les y, por tanto, disponen de baremos textos o ámbitos de eva luación psicológica requerirán
para situar a cada persona en relación al grupo de re- la selección de unas u otras técnicas preferentemen-
ferencia al que pertenece y con el que se co mpara. te. Todo ell o, recorda ndo que con la ap licación de
Expuesto lo anterior, podríamos preguntarnos, ¿qué un único instrumento de eva luación es difícil ll egar
técnica de eva luación psicológica es la mejor?. Desde a co nclusiones, y que será a través del «proceso de
nuestro punto de vista, todas pueden serl o si se tiene eva luación» durante el que transitamos por distintas
presente que la eva luación psicológica es un «proce- fases, desde el co nocimiento mutuo con la persa-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

na eva luada, hasta ofrecerle respuesta a su consulta, suelen apli ca r durante el proceso de evaluación,
cua ndo podamos establecer un correcto diagnóstico, a continuación de las anteri ormente citadas.
una adecuada orientación, un a buena se lecció n o un a
intervención psicológica eficaces y eficientes, es de- ■ Las técnicas proyectivas
cir cumpli endo los objetivos estab lecidos y utili za ndo Se les suele añadir el término «test»: Test de
bien los recursos. Rorschach, Test del Dibuj o de la Famili a, Test
de Apercepción Temática (TAT), etc., aunque en
realidad no lo son si no están estandari zadas y
no disponen de baremos psicométricamente es-
2. LAS TÉCNICAS DE EVALUACIÓN tablecidos. No obsta nte, algu nas de ell as au n
PSICOLÓGICA siendo proyectivas, sí disponen de está ndares,
así el Test del dibujo de dos figuras humanas
Por cuanto antecede, en este manual se describen (T2F; M aga nto y Garaigordobil, 2009) ofrece
las técnicas de entrevista, observac ión, psicométricas, diferentes baremos para niños y niñas y de dife-
proyectivas, subj etivas y objetivas, que convi ene se- rentes edades, fac ilitando la transformación de
lecc ionar en función de diversos aspectos. En primer puntuaciones directas en percentiles, así como
lugar, hay que tener en cuenta los objetivos de la eva- dispone de un as normas de ap li cac ión, correc-
luación (diagnóstico, ori entación, se lección o inter- ción e interpretación muy bien definidas. En
vención psicológica), en segundo lugar, los contextos co nsecue nc ia, el T2F puede identifica rse co mo
en los que se ll eve a cabo la mi sma, y finalmente, las un «test » proyectivo al haber in corporado una
fases del Proceso de Evaluación Psicológica. metodo logía cuantitativa y psicométrica. Otro
ejempl o de prueba proyectiva es el Test de los
■ La entrevista Cuentos de H adas (FTT; Coulacoglou, 1995),
Co mo veremos en su correspondiente capítulo, que además de normas de ap li cación y correc-
es un a técn ica que se utili za a lo largo de todo ción, incluye baremos para transformar las pun-
el Proceso de Evaluación Psicológica, siendo tuaciones directas a puntuaciones T. En ambos
diferente según el co ntexto al que se apliqu e casos, dichas pruebas permiten rea li za r una in-
(clínico, educativo, recursos humanos, forense, terpretación cuantitativa y también cualitativa
etc.), o para el objetivo que se proponga (d iag- con criteri os bien establecidos .
nóstico, orientación, selección o intervención),
y también será distinta en las diferentes fases del ■ Las técnicas subjetivas
proceso de eva lu ación . Así, la entrevista ini cial Evalúan significados personales acerca de la per-
en cualqui era de los ámb itos seña lados, tendrá sona y su mundo. Para ell o, usan categorías del
un a duración y contenidos distintos de la que se lenguaje para la atribu ción y/o auto-atribu ción
utili ce en la ap licac ión de pruebas de eva lu a- subjetiva de significado. Se han desarrollado
ción, en la entrega de resultados, durante un a in- pruebas con un mayor o menor grado de estruc-
tervención o durante el seguimiento de un caso. turación de los datos, tales co mo los li stados de
adjetivos, la técnica Q, la técnica de rejilla, el di-
■ La observación ferencial semántico o los métodos hermenéuti cos
Se trata de una técnica de eva lu ación que es- y narrativos (entre otras) e inclu so se han creado
tablece diferentes tipos de registros según se programas informatizados para su correcc ión e
quiera rea li za r una auto o hetera-observac ión, interpretación, no só lo cualitativa, sino también
y suele ap lica rse de forma más as istemática en cuantitativa. Aunqu e en su mayoría no pueden
las primeras fases del proceso de eva lu ación y considerarse test al no disponer de baremos, al-
con mayor grado de sistematicidad en fases más gun as pruebas subjetivas enmarcadas dentro de
ava nzadas del mi smo. la categoría de «listados de adjetivos», sí dispo-
nen de normas de corrección y ap licac ión, ade-
■ Las técnicas psicométricas más de apropiadas cualidades psicométricas y de
Son los test que se encuentran estandari zados y baremos para la interpretación de las puntuacio-
disponen de baremos. En este sentido, los cues- nes, por lo que sí pueden considerarse test psico-
tionarios, inventarios y esca las que están estanda- métricos. Nos referimos a pruebas como la Esca-
rizadas se identifica n con los test y, en consecuen- la de Satisfacción Familiar por Adj etivos (ESFA)
cia, también son técnicas psi cométricas, como se de Barraca y López-Yarto (1997, 2017), el In ven-
explica en el capítulo sobre dichas técnicas. Se tario de Adj etivos para la Eva luación de los Tras-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

tornos de la Personalidad (IA-TP) de Taus, Pont ma las diferentes técnicas. Por supuesto, cada técnica
y Muiños (2005, 2009) o el Listado de Adjetivos no está exenta de críti cas o sesgos, por eso es tan im-
para la Evaluación del Autoconcepto (LAEA) de portante que los eva luadores se formen y adquieran las
Garaigordobil (2011 ). Las técnicas subjetivas, en competencias adecuadas para eva luar correctamente.
su conjunto, son especialmente útiles durante el En este sentido, quizá debiéramos añad ir que el
proceso de evaluación cuando el psicólogo las «instrumento» de eva luación más importa nte es «el
conoce en profundidad y su objetivo es aplica r- propio eva luador o psicólogo». Evaluar es una respon-
las, no sólo para eva luar, si no también para uti- sabilidad con uno mi smo y con los demás. Significa
li za rl as durante la intervención psicoterapéutica. que vamos a dedicar nuestra vida a ayudar a «perso-
nas » que podrán ser niños, adolescentes, adultos o an-
■ Las técnicas objetivas cianos y que podemos trabajar en distintos contextos.
Utilizan aparatos que permiten el registro y aná- La psicología ha ido introduciéndose en prácticamente
lisis de variables cognitivas, motoras y psicofi- todos los ámbitos: clínico, de la sa lud, jurídi co, educa-
siológicas sin que el sujeto pueda contro larl as, tivo, intervención socia l, seguridad vial, deportivo, so-
ni el eva luador intervenir en los resultados. Con- cia l, labora l, organi zaciones, recursos humanos, etc.,
siderando el Proceso de Evaluación Psicológica, ofreciendo apoyo y ayuda psicológica en cri sis y catás-
en caso de ser utilizadas (teniendo en cuenta su trofes, en violencia de género, en med iación de con-
compl ejidad de aplicación a todos los niveles), fli ctos en adultos y en la in fa ncia, y en tantos aspec-
se aplicarían en fases más avanzadas por ser las tos que cas i es imposible listar. Pero el denominador
más objetivas. común en todas estas áreas y co ntextos de apli cac ión
es que el psicólogo, como se ha dicho anteri ormente,
Algunas de estas técnicas como la entrevista, los trabaja siempre con «personas » y, por lo tanto, la deci-
autorregistros de observación, los test, los cuestiona- sión de ser profesional de la psico logía, debe conll eva r
rios, las esca las o los inventarios, los listados de adjeti- la firme convi cc ión de dedicarse a los demás, de hacer
vos, etc., podríamos denominarlas, asimismo, «autoin- un servi c io con profesionalidad y prepararse para ello,
formes », definidos por Fernández-Ballesteros (20 11 ) aprendiendo co nocimientos de eva luación psicológi-
como «m ensaje verbal que un sujeto emite sobre cual- ca en los distintos ámbitos. Pero, sobre todo, apren-
quier tipo de m anifestación propia, tanto interna como diendo a co nocerse a uno mismo para dar de sí mi smo
externa y tanto objetiva como subjetiva », por lo que lo mejor, comprendiendo a los otros con empatía y en
puede considerarse co mo la más amplia catego ría me- sus distintas problemáticas y situaciones. Por eso, en
tód ica en eva luación psicológica y, en consecuencia, esta profesión es tan importante no sólo conocer técn i-
los autorregistros pueden ser empleados desde todas cas, procesos, métodos, programas, estrategias .. ., sino
las corri entes psicológicas, incluidas la fenomenoló- también, trabajarse a uno mismo para poder dedicarse
gica, la co nstructivista y la psicodinámica, en las que a los otros. Pero, ahora volvamos a los instrumentos de
la eva luación de los mensajes orales de las personas eva luación psicológica en sentido estri cto.
adquieren espec ial relevancia.
Como vemos, los instrumentos de eva luación psi-
co lógica son distintos en función de los modelos de
eva luación de los que deriven. De esta forma y de 3. lQUÉ ASPECTOS GENERALES SE
forma general, los psi có logos formados en corri entes DEBEN TENER EN CUENTA PARA
más humanistas o co nstructivistas utiliza rán preferen- ELEGIR UN INSTRUMENTO DE
temente técnicas subjetivas, mientras que las técnicas EVALUACIÓN PSICOLÓGICA?
proyectivas serán más apli cadas desde la vertiente psi-
codinámica, y los conducti stas y cognitivo-conductua- Previamente a la reali zac ión de la evaluación, lo
les aplicará n, prioritariamente, técnicas psicométricas primero que debe conocer el psicólogo es el objetivo
y objetivas. No obstante, estas diferencias van siendo de la misma, es decir, qué variables, constructos o di-
cada día menos rad ica les, ya que desde una perspecti - mensiones quiere evaluar, así como, a quién, es decir,
va ecléctica, la combinación de distintos tipos de técni- elegir aquellos instrumentos adecuados a la edad y las
cas o instrumentos puede servir para ofrecer una visión característi cas de la persona a evaluar. Asimismo, la
más holísti ca y completa de la persona evaluada, al ser fase del proceso de eva luación determinará la elección
capaz de integrar no sólo lo que responda una person a de pruebas más generales o más específicas. El contex-
en un test, sino conocer el significado personal de sí to donde se rea liza la evaluación (clínico, educativo,
misma y de su entorno, o de su estructura de personali- laboral, jurídico, etc.) también determinará la selección
dad menos consciente, complementándose de esta for- de los instrumentos, así como el tiempo de aplicación
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

que req uieran, el tipo de administración individual o


colectiva y los formatos de presentación de la prueba. 4. lCÓMO APLICAR CORRECTAMENTE
Por supuesto, el mayor o menor grado de estru cturación LOS INSTRUMENTOS DE
de sus ítems o estímulos y tipo de respuestas y el grado EVALUACIÓN PSICOLÓGICA?
de enmascaramiento de determinadas pruebas, pueden
considerarse otros aspectos a tener en cuenta a la hora Los instrumentos de eva luación disponen de m a-
de seleccionarlos, así como conocer las garantías de ca- nuales que cada vez han ido incluyendo más informa-
lidad de los instrumentos. En todos los casos, siempre ción sobre las normas de ap li cación y sobre las buenas
será imprescindible que el evaluador tenga los cono- prácticas a lleva r a cabo para garanti za r la validez de
cimientos y formación necesarios para administrar las su admini stració n y la correcta obtención de los re-
pruebas, corregirlas e interpretarlas. Por lo tanto, es su- sultados. Pero otros aspectos muy importantes que se
mamente importante adquirir destrezas y entrenamien- han ido introduciendo, son los relacionados con las
to en la aplicac ión de las pruebas, y estar familiarizados personas a quienes se les aplica rán. Así, en muchos
con las mismas en el momento de utili za rl as, tanto en manuales se expli ca la importancia de:
su admini stración individual como colectiva. De hecho,
en muchos manuales se recomienda incluso, que se a) Establecer un buen clima durante la apli cación,
realicen prácticas supervisadas sobre la administración así como las mejores condic iones ambientales
de los distintos instrumentos de eva luación. de lu z, temperatura, silencio y evitar interrup-
Para ello, se han estab lecido unas normas sobre cion es.
el uso de los test, rea li za ndo una clasificación la APA b) Explicar el obj etivo de la eva luación, así co mo
(A merica n Psychological Assessment), asumida por el gara nti za r la confidencialidad de los resultados
Consej o Cenera! de la Psicología en Esp aña que, a su obtenidos, indica ndo que solamente se transmi-
vez, utili za n las edi tori ales para clasificar los instru- tirán a la prop ia persona eva luada y/o a quienes
mentos de eva luación psico lógica en tres niveles se- se otorgue permiso.
gún el nivel profesional requerido para adquirirlas y e) Motivar a las personas para que rea li ce n las
ap li ca rl as. En los ca pítulos sobre la evaluación de la pruebas co n interés y muestren veracidad en
inteligencia y la personalidad, se detalla en cada prue- sus respuestas.
ba el nivel profesional requerido y que, co mo decimos, d) En los casos de pruebas con ti empos limitados
resa ltan las ed itori ales en los manuales de las mi smas: para responder, es importante indi ca r a los su-
jetos que se esfuercen al máx imo, sin que ell o
a) Nivel a: Formación y experiencia en el ámbito repercuta en que se sientan ansiosos.
concreto de apli cac ión a través de pruebas que e) Considerar la edad de la persona. Por ejemplo,
puedan adm inistrarse, corregirse e interpretarse cuando se trate de niños, el eva luador deberá
co n sólo la ayuda del M anual. utili zar una mesa y sillas que sean cómodas para
b) Nivel b: Conocimi ento sobre la teoría de los test el eva luado, es decir, deberá disponer de sillas
y métodos estadísti cos, gara nti zado por la co- que sentados les permitan llegar con los pies al
rrespondiente titulación académi ca . Por tanto, suelo y mesas en las que puedan ver bien los ma-
requieren co nocimientos estadísticos sobre la teri ales que se le presenten, o escribir y dibujar
construcc ión y uso de los test, sobre diferencias cómodamente. Conviene siempre tener juegos
individuales, personalidad y otros aspectos psi- en caso de precisar dedicar un tiempo a jugar.
co lógicos. f) Si la persona eva luada tiene alguna defi ciencia
e) Nivel e: Titul ados superiores en Psi co logía, Psi- sensorial o discapacidad, el evaluador siempre
quiatría o Psicopedagogía y con experi encia deberá adapta rse a sus necesidades específicas.
profesional en diagnóstico clínico. En este caso g) Los materi ales deberán prepararse co n anterio-
se requiere una mayor prepa ración y amplia ridad a empezar la evaluación, disponiéndolos
práctica sobre la aplicación de los test y técni- en los lugares correctos encima de la mesa de
cas, como por ej emplo, las subjetivas, proyec- forma que el evaluado no vea el cuadernillo de
tivas o determinadas pruebas psicométricas de anotación, ni donde se indi ca n al evaluador las
alta compl ejidad . respuestas correctas de cada ítem que aplique.

Como pu ede observarse, la ap li cac ión de instru- En cualquier caso, el psicólogo siempre deberá leer
mentos de evaluación psicológica requiere formación, y estudiar el manual de la prueba que desee apli ca r
conocimientos, práctica y experiencia, por lo que la éti- y preparar bien, además del lugar de ap li cac ión, los
ca y deontología deben guiar el proceso de evaluación . materiales necesa ri os y siempre seguir las indi cac io-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

nes exactas del manual, para dar siempre las mismas e En este sentido, se pueden dedicar unos minutos
idénticas instrucc iones a todas las person as evaluadas, previos a las tareas evalu ativas en las que el psicólo-
ga ranti za ndo junto con la correcta apli cac ión, la com- go se siente, respire y permanezca en silencio unos
prensión de lo que se le pide a la person a eva luada. Se minutos. Aco nsejarnos incluso rea li zar una pequeñ a
evitarán así, fu entes de error del eva luador, por ejem- rel ajación o, incluso mejor, practicar unos minutos de
plo, utili za r otros modos de preguntas que no sea n las meditac ión o «mindfulness ». Permitir que los pensa-
que consten en los manuales y del evaluado como, la mientos discurran sin pretender atraparlos, ser mero
deseabilidad social en sus respuestas, entre otras. observador del momento, de la respiración, de forma
que respirac ión y respirador se conviertan en una úni -
ca experi encia, faci litará en tan solo cinco minutos,
4.1. Fuentes de error de los dejar la mente si lenciosa para rea li za r la evaluación
instrumentos de evaluación psico lógica con una escucha activa y prestando total
psicológica atención a la persona durante la entrevi sta o pruebas
que se le ap liquen.
Las posibles fuentes de error de los in strumentos de Recordemos que en los distintos objetivos de la eva-
eva luación pueden ser debidas a los siguientes facto- luación psico lógica (diagnóstico, orientación, selección
res: los constructo res (autores) y/o adaptadores de los o intervención) siempre estarán presentes una o varias
mismos, al evaluador, y/o al eva luado. En el primer «personas» con nosotros, por lo que nuestro cuerpo,
caso, tres son las posibles fuentes de error: 1) del pro- nuestra postura, nuestra expresión corporal facilitará la
pio contenido del test; 2) la inestab ilidad de las pun- comunicac ión con el otro u otros. Tambi én nuestra ex-
tuac iones a lo largo del tiempo; y 3) las diferencias en presión oral debe ser la correcta, la que nos indiquen
la apli cac ión o co rrección por un mismo evaluador los manuales para aplica r un test, o la utili zac ión de las
en dos momentos temporales diferentes o por distintos palabras más ecuánimes para solicitar información a la
eva luadores en un mi smo momento temporal. persona eva luada. Cuerpo, palabra y mente en ca lma,
Respecto a la persona eva luada y al propio eva lua- fac ilitarán nuestra labor profesional. Estas cualidades,
dor, es responsabilidad de éste, estar pendiente de que junto co n las competencias adquiridas en esta asigna-
no influya en los resultados de la eva luac ión el ca n- tura de evaluación psicológica, son imprescindibles.
sancio, el nerviosismo, el nivel atencional, etc. de las Para ello, es necesari o que nosotros, corno psicó logos,
personas eva luadas, ni tampoco del prop io evalu ado r. utilicemos tocias nuestras capac idades o fortalezas in-
Por eso, en el caso de la evaluación infantil y en per- telectua les, cognitivas y humanas y, además, por otro
sonas mayores es muy importante co nsiderar aspectos lado, conozcamos, aceptemos y trabaj emos con nues-
como, no rea li za r la evaluación a últimas horas del tras propi as dificultades o debilidades. Las personas
día, as í como, seleccionar bi en las pruebas que se van eva luadas, depositarán toda su confianza en nosotros
a aplica r en cada sesión de eva luación, empezando y, nosotros debemos generar autoconfianza, para poder
por las que les puedan ser más dificultosas y acabando responder a los objetivos que nos sol iciten.
por aplicar las más fácil es o divertidas, con el fin de Por tanto, junto a la adqui sición de co nocimientos,
motivar su presencia en la siguiente cita. formación y experien cia en evaluación psico lógica
En cuanto al eva luador, además de saber apli ca r co- conviene ll eva r a ca bo nuestro propio trabajo psi co ló-
rrectamente una prueba, corregirla e interpretarl a, será gico y cu ltivar nuestro equilibrio emocional. Todo jun-
importante prestar aten ción a sí mismo, a cómo se está to facilitará, sin duda, una apertura, ca lidez, lucidez y
trabajando, al estado físi co y emocional propio. En este empatía necesari as para llevar a ca bo correctamente
sentido, recomendamos dedi ca r unos minutos de des- nuestra profesión de psi có logos.
ca nso entre cada evalu ación. Más vale evaluar a menos
person as al día que a muchas, y dejar de rea li za r una
eva luación de ca lidad profesional y humana. El hecho
de que el psi có logo se muestre tranquilo, sin prisas, S. lQUÉ CONOCIMIENTOS SE
no muestre nerviosismo ante las personas que eva lúe, DEBEN TENER PARA CORREGIR E
repercutirá positivamente en las respuestas de los eva- INTERPRETAR UN INSTRUMENTO
luados y en los resultados de la evaluación realizada, DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
evitando sesgos importantes. Mostrar una actitud sere-
na, empática y ca lmada beneficiará todo el Proceso de Hemos comentado que existen distintas ca racterís-
Eva luación Psicológica. Y para ello, será necesario no ticas genera les a tener en cuenta para elegir un instru-
sólo preparar previamente la sa la y los materiales, sino mento de evaluación como, por ejemplo, qué quere-
prepararse uno mismo para estar centrado y atento. mos eva luar, a quién, en qué contexto, etc. También
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

hemos incidido sobre la importancia de saber ser bue- ción cu mpl e una función importante en el aprendi zaje
nos profesionales y ll evar a cabo buenas prácticas en escolar, también el autoconcepto o autoestima, y la
evaluación psicológica, pero cabe recordar que es ne- atención que se preste en la rea li zació n de una tarea,
cesa ri a una buena formación para aprender a corregir e entre otras variables.
interpretar las pruebas de evaluación. Para ello, prime- Anastasi y Urbina (1998) exp lica n algo que cada vez
ro deberemos tener un buen conocimiento de las varia- ha ido siendo más evidente. Indica n que no es posible
bles que se eva lúan y sus posibles interrelaciones con estudiar las aptitudes independientemente de las varia-
otros constructos. Además, será de uti Iidad conocer los bles afectivas. Recogemos textualmente: «se conocen
modelos que han guiado la co nstrucción de la prueba bien los efectos de los estados afectivos transitorios so-
seleccionada, sus contenidos, lo que mide y a la pobla- bre el desempeño actual del individuo; pero también se
ción que va dirigida, así como, su forma de aplicac ión, sabe que es aún más importante el efecto acumulado
puntuación y correcc ión y criterios de ca lidad. de los rasgos de personalidad sobre la dirección y el
alcance del desarrollo intelectual» y concluyen que «/a
relación entre personalidad e intelecto es recíproca ».
5.1. Conocer las variables que evalúa
un instrumento y su interrelación
con otros constructos 5.2. Conocer los modelos que han
9uiado la construcción de los
Todas las materias del Plan de Estudios sobre Psi- mstrumentos
co logía están interrelacionadas entre sí. En la asigna-
tura «Eva luación Psicológica» se ponen en marcha Además de conocer las variables que se eva lú an y su
prácticamente los aprendizajes de todas ell as, ya que interrelación con otros constructos, es de gra n utilidad
para evaluar cualquier constructo o variable se deben conocer las bases conceptuales que han gu iado la cons-
conocer sus principales características. Por ejemplo, trucción de los test, tanto en relación a la dimensión o
si hemos elegido un instrumento que mida depresión, constructo que mide, como en relación a los aspectos
será imprescindibl e saber los signos y síntomas que la psicométricos de su co nstrucción. Todo ello, permitirá
ca racteri za n. En el caso de la eva lu ación de la persona- interpretar correcta y más ampli amente la prueba.
lidad, será necesario conocer los aspectos descriptivos Si tomamos como ejempl o los test de eva lu ación
y clínicos de la misma y lo que significan las distintas del desarrollo y de la inteligencia, descritos en el ca-
dimensiones de la personalidad que se eva lúan desde pítulo 12 sobre «Eva lu ación del Desarrollo y de la
los distintos modelos. Por ejemplo, desde el modelo Inteli gencia», vemos que muchos de ellos han sido
de Eysenck se eva lúan dos grandes factores bipolares: creados o adaptados desde el modelo CHC de Cat-
Extraversión-Introversión y Neuroticismo-Estabilidad o tel I-Horn-Carro ll. La información sobre los modelos
desde el modelo de los 5 factores, los test eva luarán Afa- teóricos de las pruebas facilita la interpretación de las
bilidad, Tesón, Energía, Estabilidad emociona l y Apertu- mismas al conocer, en este caso concreto, la estructura
ra mental. En ambos casos, será necesario conocer qué jerárquica subyacente de dicho modelo.
significan cada una de las variables eva luadas con el fin Por otro lado, también conv iene inform arse a tra-
de poder realizar una interpretación y explicación sobre vés de los manuales, sobre las bases psicométricas que
las personas eva luadas (ver capítulo 13 sobre «Eva lu a- han guiado la creación o revisión de los test aludidos,
ción de la Personalidad» del presente man ual) . nos referimos al modelo de la Teoría de Respuesta al
Por ejemplo, en la evaluación del desarrollo o de Ítem (TRI ), que ofrece otra perspectiva sobre la crea-
la inteligencia, será necesario conocer los procesos ción de los ítems de un test y sus correspondientes
evo lutivos en las distintas fases del ciclo vital, desde la grados de dificultad o facilidad en las respuestas. Para
infa ncia a la vejez, para poder interpretar los resulta- más información se puede cons ultar el capítulo sobre
dos que se obtengan de la eva lu ación que realicemos. «Técnicas Psicométricas».
Por supuesto, será imprescindibl e estudiar pormeno- Por este motivo, en las pruebas descritas en el ca-
ri zadamente el desarrollo cognitivo, psicomotor, lin- pítulo 12 sobre «Eva luación del Desarro llo y de la In-
güístico, procesos de memoria, de velocidad de proce- teligencia» hemos explicado el modelo teórico en el
sam iento de la información, y todas las aptitudes que que se basan, así como si se han creado o adaptado
intervienen en los aprendizajes. Así como, cons iderar desde la Teoría Clásica de Test (TCT) y/o desde la TRI.
que los distintos constructos no pueden entenderse por Conocer estos aspectos, permite interpretar mejor las
separado. No se puede dividir la personalidad de las puntuaciones que se obtienen en cada instrumento, lo
aptitudes intelectuales cuando queramos interpretar que permitirá realizar una interpretación de los resu l-
un instrumento de eva lu ación. Por ejemplo, la motiva- tados correcta y fiabl e.
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

Pero en rea lidad, ¿qué nos aporta conocer el modelo razon amiento, que supone una medida de la
de CHC sobre la inteligencia en la interp retación de Inteligencia Crista li za da (Ge) y los test que in-
los test? Recordemos que desde el modelo de Cattell- tervi enen en este índi ce son Defini ciones (De)
Horn-Carroll ex isten tres nive les o estratos jerá rquicos que mide el conocim iento de palabras y Seme-
de aptitudes (consultar ca pítulo 12. «Evaluación Psico- janzas Verbales (SV) que impli ca el ra zonamien-
lógica ap lica da en las áreas del Desa rrollo y de la to inductivo a partir de conceptos verbales, el
Inteligencia»): co nocimiento del vocabul ario y la aptitud para
relacionar las palabras en categorías de orden
a) En el estrato 111 se encuentra el factor «g» superior. Ambos test presentan ítems de forma
b ) En el estrato 11, las aptitudes intelectuales gene- ora l y demandan respuestas verbales.
ral es de segu ndo orden, entre las que se inclu-
ye n la inteligencia fluid a y la cristali zada Por lo que observamos, a pesar de que el Índi ce
e) En el estrato I se sitúan los factores o aptitudes Verbal en cada nivel de edad, como es lógico, eva lúa
específi cos que co nforma n cada una de las ap- aspectos distintos debido al diferente nivel madurati-
titudes generales de segu ndo orden o estrato 11 vo, sin embargo, en ambos casos supone una medida
de la Inteligencia Cri sta li zada, por referirse a la apli -
Una vez que entendamos el modelo teórico sobre cac ión del co nocimiento y de hab ilidades adquiridas
la construcc ión ele las pruebas, comprenderemos me- para solucionar probl emas relacionados co n materi a-
jor la info rm ación que cada una ele ell as nos ofrece. les y procesos ve rbales. En co nsecuencia, el Índi ce
En la Tab la 4.1 hemos marcado los Ín dices que ofrece Verbal no está li bre de la cultura ni de los aprendizajes
el BAS-11 por niveles de edad, ta nto co rrespondi entes form ales e inform ales que el sujeto haya ido apren-
al nivel 111 de la teoría factorial CHC - Índi ce General diendo en los dos rangos de edad.
(IG) e Índi ce Genera l No verba l (IGNV)-, como los co- Todos estos aspectos son necesari os conocerlos
rrespondi entes al estrato 11 - Índi ce Verba l (IV), índi ce para interpretar un test. Por un lado, será importa nte
Razonamiento Perceptivo (RP), Índi ce Espa cia l (IE) e saber lo que mide ca da índi ce de segundo orden, por
Índ ice de Razonam iento No Verbal (R NV)-. ejemplo, el Índi ce Verbal que acaba mos de indi ca r.
Se observa que la BAS-11 Infa ntil nivel de 3:6 a 5: 11 Por otro, saber que la medida más general del BAS-11,
años y la Esco lar ti enen un Índi ce Verbal. Ahora bi en, el Índi ce IG, informa del procesamiento mental supe-
en el Manual se indi ca que: rior o las aptitudes co nceptu ales y de razonamiento.
Además, los modelos teóri cos desde donde se
a) En el nivel infa ntil de la BAS-11 de 3:6 a 5:1 1 crea n las pruebas determin an sus estru cturas y co nte-
años, lo que mide el Índi ce Verbal es el conoci- nidos que son necesa rios co nocer (consu ltar cap itulo
miento y la adquisi ción de conceptos verba les 12). Por ejemplo, en el BAS-11 nivel Esco lar (6 a 17: 11
que se relaciona co n la inteligencia cristali za- años) entre los test di agnósti cos se inclu ye el de «Ve-
da (Ge) y los test que intervienen en este índi ce loc idad de Procesam iento» mi entras que en las We-
son: Comprensión verbal (CV) y Nominación chsler se ca lcul a un «Índi ce de Velocidad de Procesa -
(N), el prim ero mide comprensión del lenguaje miento » en todos los rangos ele edad, excepto para el
sin so li citar respuesta por parte del niño y el se- rango de 2:6-3: 11 . La evaluación de la ve locidad de
gundo, expresi ón del lenguaje. Ambos usan la procesa mi ento es sensible a probl emas neurológi cos
presentación visua l de imágenes o de objetos. como, por ejemplo, el déficit de atención co n hipe-
b ) En el BAS-11 Escolar de 6:0 a 17: 11 lo que mide ra ctividad y determin ados daños cerebrales, por lo
el Ín dice Verbal es el procesa miento verbal que será útil su evaluación en determinados niños con
comp lejo, inclu yendo la adquisición de con- problem as neurológicos, pero, ¿cuál es la diferencia
ceptos verba les, el conocimiento verbal y el entre la puntu ac ión del test del BAS-11 y la del Ín dice

Nivel 111 Nivel 11

IG IGNV IV RP IE RNV
In fa ntil 2:6 a 3:5 X X
Infanti l 3:6 a 5: 11 X X X X X
Escolar 6:0 a 17:11 X X X X X
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de «Veloc idad de procesa mi ento » de las Esca las de En el capítul o 12 sobre la Evalu ación de la Inteli-
W echsler? genc ia, cuando se describen las Escal as de W echsler,
La diferenc ia res ide en qu e, las Escalas de W echsl er se obse rva que el WPPSI -IV dispone para el rango de
al tra ta r de acerca rse a la teoría CH C, utili za n para edad entre 2 :6 a 3: 11 años de la puntuación CI Total
el cá lculo del CIT, el Índi ce de Velocidad de proce- qu e equivale al Índi ce General (g) y tambi én permite el
sami ento (IVP), el de Razonami ento Perceptivo (IRP), cá lcul o de otros Índi ces : Índi ce Comprensión Verbal y
Comprensi ón Verbal (I CV) y el Índi ce de M emori a de Vi soespacial que sustituyen las Esca las Verbal y M ani-
Trabaj o (IMT) (ver Fi gura 12.4 del capítul o 12). Sin em- pul ativa de versiones anteriores de las Esca las de W e-
bargo, de acuerdo al modelo el íni co qu e subyace al chsler. Por tanto, podríamos elegir el WPSSI-IV para
pl antea mi ento ori gin al del autor, todos y cada uno de conocer el co nocimiento verbal adquirido, la form a-
los índi ces ti enen un mi smo peso sobre el CIT (25%; c ión de con ceptos verbales y el razonami ento verbal.
ya qu e so n 4 puntu aciones), es decir, ti enen el mi s- Toda esta info rmación y mu cha más es la que co n-
mo peso los cuatro índi ces . De ahí qu e, po r ejempl o, ti enen los manu ales de pruebas cl as ifica das en nivel
las person as con probl emas de memori a pu edan ver de form ación «e», en las qu e, a veces, se inclu yen dos
contamin ada su puntu ación total; o las qu e ti enen un manu ales: uno de Apli cación y Corrección y otro, el
estil o de respuesta más pausado o in seguro. M anual técnico, donde se detall an aspectos de lo que
En el caso del BAS-11, la Veloc idad de Procesa- mide cada índi ce y sobre la comparac ión de las pun -
mi ento es una pru eba di agnósti ca (por tanto, no de las tu ac iones para rea li za r una correcta interpretación.
prin c ipales) que no interfiere para obtener los Índi ces En relación a la pobl ación y co ntexto de apli cac ión
Prin cipales, por lo que, si el profes ional quiere obte- de los in strumentos de evalu ación, y enl aza ndo co n
ner inform ac ión de la Veloc idad de Procesa mi ento del las Esca las citadas anteri ormente, hemos de saber que
niño, pu ede hacerl o sin interferir en la obtención del las Esca las de W echsler aunque los contextos de apli -
Índi ce de Inteli genc ia General. cac ión pueden ser clíni co, neuropsico lóg ico y edu -
Con estas expli cac iones no pretendemos qu e nin - cativo, en el WPPSI-IV y WISC-V su apli cac ión será
gún lector tenga la capacidad de apli ca r, corregir, ni prin c ipalmente a pobl ación in fa ntil y en el contex to
interpretar estas pru ebas, pero sí que pueda tener una edu cativo porqu e evalúan a niños y ado lescentes,
información bási ca qu e, junto con un buen entrena- mi entras que el WAIS-IV que pu ede apli ca rse desde
mi ento y supervi sió n de un experto, lo co nsi ga. Tam- los 16:00 hasta los 89: 11 años de edad, está conside-
poco debe generali za rse la info rm ación sobre lo que rado como una medida de la inteli genc ia del adulto,
miden cada uno de los Índi ces del BAS-11 o de las Es- por lo que se apli ca a adultos y princ ipalmente, se ad-
ca las de W echsl er con los índi ces que se obti enen en mini stra en un co ntex to clíni co.
otras Esca las de Inteli gencia, ya que en cada prueba Otras pru ebas, como el BAT-7 que evalúa a perso-
los test que form an los índi ces pueden ser di stintos y, nas entre 12 y 60 años de edad, aunque puede apli-
por tanto, su interpretación tambi én. ca rse en el contex to educativo, tambi én res ulta mu y
adecuado en el ámbito laboral debido a que mide la
capacidad general o factor «g» co nvirti éndose en un
5.3. Conocer lo que mide un test, in strumento adecuado a utili za r en los procesos de se-
la población y el contexto de lección de perso nal, junto a otros test de personalidad
aplicación o entrevistas estru cturadas.
En el caso de tener que rea li za r una evaluac ión de
Por c uanto antecede, 1n sIstImos que es impor- la inteli genc ia a personas co n probl emas de lenguaje
tante sa ber qué mide cada pru eba, có mo lo mide, la o que no domin an el español, podríamos elegir el test
edad de apli cac ió n, los contenidos, el contexto de MATRICES que, con el mínimo contenido verbal pos i-
apli cac ión, có mo se ca lcul an las puntu acion es y se bl e, evalúa la Inteligencia General o factor «g» a través
interpretan y las fo rtalezas y debilidades de cada in s- de estímulos no verbales, por lo qu e permite evalu ar la
trum ento. ca pac idad para reso lver probl emas compl ejos y razo-
Imaginemos ahora que queremos evaluar a un niño nar co n contenido abstracto, aspectos necesa ri os para
entre 2:6 años y 3: 11 y, además de querer co nocer el aprendi zaje y rendimiento esco lar o laboral que
su Índi ce de Aptitud Intelectu al General (g), queremos están relacio nadas con el factor Gf o de Inteligenc ia
información más prec isa sobre la form ación de con- Fluida, si bi en, como venimos expli cando, conocer lo
ceptos y razon ami ento verbal del niñ o, y el BAS-11 para qu e evalú a cada prueba nos permite interpretarl a y/o
este ran go de edad sólo dispone del IG (Índi ce Gene- añadir, si es necesario, otras pruebas que midan Ge o
ral), entonces deberíamos conocer qué otras pruebas inteli gencia cristali zada, aspecto que no mide el test
se podrían apli car para obtener di cha información . MATRICES.
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

5.4. Conocer la forma de puntuación, 1. Se apli ca n los test principa les siguiendo las ins-
corrección e interpretación de un tru cc iones exactas del M anual.
test 2 . En el Cuadernillo de anotación se incluyen y
puntúan los ac iertos y fa ll os correspondientes a
Tomemos de nuevo como ej emplo las Esca las de cada ítem de cada uno de los test principales.
Aptitudes Inte lectuales (BAS-11-Esco lar). Resumiremos 3. La suma de las respuestas co rrectas en cada
el proceso que debe segu irse en la puntuación y co- test (Recuerdo de figuras, Definic iones, Cubos,
rrecc ión de los test principa les del caso ilu strativo B, M atri ces, Semejanzas verba les y Razonam iento
correspondiente a una niña de 11 años y 7 meses de Numéri co) son las Puntuac iones D irecta (PO)
edad, lo que permitirá su in terpretac ión: de los mi smos. En el mismo Cuadernill o están
incluidas unas Tab las que permiten conocer la

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enlrelosindices

Notas

Comparaciones entre los


les!sde(Odoindice

Comparaciones enlre los tesis de rendimienlo:


1--~0=bse=rvrod=:=!:="l,-c
• •=.:... ,:=:_;'i'~=·:•-J '(:j
=lim=•d,c••~,._,-.-+-"
~ .,.... 111- 11

Resultados del caso B extraído de l Manual técnico del BAS-11 y reproducidos co n el permiso de TEA Ed iciones .
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

«Puntuación de Aptitud » (PA) correspondiente Categorías pertenecientes a las


a cada «Puntuación Directa» de ca da test. Esta puntuaciones de los Índices del
co nversión de PD a PA es un a novedad re lacio- BAS-11 (adaptada de TEA Ediciones)
nada con la TRI ya que las PA representan la Puntuaciones Índices Categorías
puntuación ten iendo en cuenta la dificu ltad de
130 y más Muy alta
los ítems respo ndidos.
4. Las PA de los test principales del BAS-11 se tras- 120-129 A lta

pasan a la página de resumen (ver Figura 4 .1) y 110-119 M edia-Alta


se convi erten en puntuaciones normativas T y 90-109 M edia
percenti les consultando los baremos correspon-
80-89 Media-Baja
dientes a la edad del caso, y se anotan en las
co lumn as correspondi entes «T» y «Pe» . A partir 70-79 Baja
de las puntua ciones T ya se puede rea liza r una 69 y menos Muy baja
primera interpretación. Recordemos que las
puntu aciones normativas nos perm iten co nocer
la situación del sujeto evaluado en relación a CI de 91, dándonos una medida de factor «g»
su grupo de referencia en la aptitud específica que sign ifica el nivel de interpreta ción más ge-
eva luada . Con estas puntuaciones estamos co- neral o Estrato l.
nociendo los niveles aptitudina les específicos 7. Ademá s en el BAS- 11 se puede rea liza r una in-
del estrato 111 del modelo CH C. terpretación mu cho más profunda de la prueba,
5. A continuación (ver Fi gura 4.1 ), se vuelven analiza ndo las diferencias y comparación entre
a anotar las puntuaciones T en las co lumnas los índi ces, entre los test, entre las puntu aciones
pertenecientes a los tres Índi ces de aptitud in- T, etc., que no vamos a entrar a detall ar (ver ca-
telectu al Verba l (IV), Razonam iento no verbal pítu lo 12 de este man ual).
(RNV) y Espacia l (IE) y se suman para obtener
«puntu aciones compuestas » que se transforman Para la interpretación ini cial del Caso B, extraído
en puntuaciones CI consultando los baremos del Manua l técn ico del BAS-11, reprodu cimos con el
correspond ientes. D e esta form a, la puntuación permiso de TEA Edi ciones la clasificac ión de las Ca-
compu es ta en el IV de 91 corresponde a una tegorías correspondientes a los índi ces (ver Tabl a 4.2).
puntuación CI de 90, la de 93 de RNV a 91 y Es imposib le abordar aquí todos los sign ificados e
la de 105 de IE a 104. Estas puntuaciones CI interpretaciones qu e esta pru eba ofrece. Para ello es
representan los tres Índices o aptitudes genera- necesa rio leer y estud iar el manu al de apli cac ión y
les, por lo qu e son aptitudes de segundo orden corrección que co ntiene unas cuatrocientas páginas,
co rrespondientes al estrato 11. sin co ntar unas ciento cincuenta págin as más, co rres-
6. La suma de las tres puntua ciones T de los tres pond ientes a los baremos y apénd ices. Pero, qu eremos
índi ces de aptitudes intelectuales nos da como dejar co nstancia de la importancia de estudi ar a fondo
resultado la puntuación T del Ín d ice genera l los textos de los M anuales.
289 que asim ismo se transforma, consultando Lo qu e se pretende es demostrar que los test cl a-
los baremos correspondientes, en la puntuación sif ica dos en un nivel «c» (BAS-11) o inclu so en el «b »

INTERPRETACIÓN (ver Figura 4.1)


La niña B obtuvo un IG de 91, por lo que su rendimiento general se puede clasiíica r en la ca tegoría «med ia». Las puntuaciones en IV y en
RNV son prácticamente iguales, 90 y 91 respectivamente. Estas puntuaciones también se pueden clasifica r como «medias» aunque están
en el límite inferior de ese rango. La puntu ación de 104 en el índi ce IE también es de tipo «medio», aunque su va lor sea mayor que las
pun tuaciones de los otros dos índ ices.
El cuadern illo de anotación (ver recuadro en Fi gura 4.1 de Comparaciones con el IG) indica que una diferenc ia de 13 puntos entre el IG y
el IE es signifi cativa al nive l del 0,05, por lo que la diferencia que presenta la niña es significativa. Por tanto, se debe interpretar el IE como
una puntu ación re lativamente más alta que la combinación de sus índices IV y RNV.
A l consultar en el manual, la frecuencia de las di ferencias entre los índi ces IG e IE para la edad entre 6:00 a 17:11 años, vemos que la
diferenc ia observada de 13 puntos al nivel de confianza de 0,05 se produce en una frecuenc ia (%) entre 15-25, por lo que se produce
en más del 15% de los casos, lo que signifi ca que es relativamente común, por tanto, a pesar de que las diferencias son estadísticamente
significativas, también son frecuentes, lo que resulta un dato a tener en cuenta en el proceso de evaluación o en posibles eva luaciones
posteriores. Idéntica interpretación se puede dar en cuanto a la diferencia del test «Defini ciones» con la medi a de los test princ ipales que
es de 9 puntos, y que asim ismo se observa en más del 15% de los casos de niños de la misma edad que la niña eva luada.
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

(BAT-7) requi eren una formación específica, entrena- o se han creado test, como el ya citado Test del Dibujo
miento, ensayos y supervisión de psicólogos ex pertos de dos figuras humanas (T2F), que dispone de norm as
en la mi sma. Como indi ca el propio manual del BAT-7 esta ndarizadas de ap licac ión, corrección e in terpreta-
y reprod ucimos textua lmente (pág. 51) «... cualquier ción y ha demostrado, a través de estudios de fiab ili -
persona a ca rgo del proceso de aplicación precisa un dad y va lidez, la capacidad di agnóstica de las mism as
entrenamiento especializado en la eva luación con test (M aga nto, Gara igordób il y Etxeberria, 2007). En rela-
psicológicos, debe estar fam iliarizada con las tareas c ión con lo expuesto, ya en 1975, Rom ano en su libro
que in cluye cada test, debe m ostrar destreza en el El dibujo de la figura humana com o técnica proyecti-
ma nejo de grupos numerosos, en el caso de las apli- va, indica algo muy importante sob re el «proceso de
caciones colectivas, y, si fu era necesario, debe con- eva lu ació n psicológica» y en relac ión con la ap li ca -
tar con la supervisión de un profesional debidamente c ión de las técn icas proyectivas: «cuando las hipótesis
cua li ficado » (pág. 141 ), «la interpretación de los re- interpretativas no se confirman experimentalmente, no
sultados de un test psicológico es un acto sumam ente quiere decir que la prueba no sea vá lida, sino que ha-
delicado que requiere tener presente algunas de las brá que suponer otras hipótesis ».
cuestiones de ca rácter general aplicables a cualquier De nuevo queda claro que la formac ión en eva lu a-
e va luación». c ió n psico lóg ica es fundamenta l y en ba se a las cua-
1idades inn atas y los conocimi entos y co mpetencias
adq uiridos, cada profes iona l sabrá ap li ca r mejor unos
5.5. Conocer las puntuaciones y in strumentos u otros de eva luación. Se dice que «cada
los criterios de calidad de los maestrillo ti ene su li brill o», y eso es ap li cab le tambi én
instrumentos de evaluación a los profesiona les de la Ps ico logía, siempre y cuando,
cómo eva lú en y con qué eva lúen lo haga n «correcta-
Otro criterio para se leccionar un in strumento de mente ». Hemos de ser co nscientes de que en nues-
eva luac ión es co nocer las puntuaciones que se pue- tra profes ión, la formación no debe nunca darse por
den obtener, así como sus cri terios de ca lidad o pro- termin ada y es necesa ri o conocer todos los aspectos
piedades psicométri cas. Dedicaremos los próx imos anteri ormente comentados, los que vamos a describir,
apa rtados ele este ca pítul o a describ ir ambos aspectos, y mantener una form ac ión co ntinua.
ya que forma n parte de la creac ión de las pruebas ps i-
co lógicas y constitu yen un proceso largo que requiere
poner en marcha mu chos co noc imi entos, no só lo de
los aspectos que van a eva luar, sin o comp roba ndo que 6. LAS PUNTUACIONES EN LOS
los eva lúen de forma fiable y válida . INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
Las puntuaciones y criteri os de ca li dad que descri- PSICOLÓGICA
biremos a co ntinuac ión suelen encontrarse descritos,
princ ipalmente, en los manu ales ele los «test ps icomé- Como se ha indi cado previamente, al seleccionar
tricos », a los que se les ded ica el cap ítul o de Test Psi- un in strumento de eva luación psico lóg ica es necesa-
cométri cos. Suelen ser de d ifíci l ap li cac ión en otras ri o co nocer, entre otras cosas, las puntuaciones que
técnicas como, por ejempl o, las proyectivas ya que se obtienen al ser ap licado y sus criteri os de ca li dad o
poseen ca racterísti cas diferentes, si bien suelen ca lcu- propiedades ps icométricas (p rop iedades metodológi-
larse en estas técnicas aná li sis de consistenc ia inter- cas). A continuac ión, se describ irán estos aspectos de
na y de val idez interj ueces y/o concurrente co n otros manera deta ll ada puesto que const ituyen cua lidades
tipos de técn icas de eva luac ión, co mo, por ejemp lo, muy importantes en la creación, adaptación e inter-
con las pruebas psicométricas. Asimismo, se han es- pretación de las pruebas ps ico lógicas.
tab lecido norm as o esta ndari zació n de las formas de
ad mini strac ión y recogida de respuestas. La ap licac ión
co njunta de técn icas psicométricas y proyectivas pue- 6.1. Interpretación de las
den ofrecer una riqu eza extraordin ari a a la hora de la puntuaciones en los test
eva lu ac ión psico lógica. Pero, para ell o, es necesari o psicológicos
co nocer en profund idad aq uell as que se ap li quen.
En la infancia, el dibujo es una forma de expresión Cua nd o un suj eto rea li za un test, lo primero que el
de cómo el niñ o capta su real idad, su fam ili a, sus in- eva lu ado r obtiene es una puntuación directa o bruta
teracciones, miedos, etc. El test de la figura hum ana (X; o PO). Se trata de un valor o número que resume la
eva lúa el desarroll o madurativo y emoc ional del niño ejecuc ión de la persona en el test y se obtiene siguien-
y se ha introducido en esca las como las de McCarthy do las instrucciones que se indi ca n en el manu al. Esta
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

puntuación directa no conti ene nin gún significado por Dadas sus ca racterísticas, un a de las principales
sí mi sma. De hecho, un a puntuación directa alta en aplicac iones de la eva lu ac ión referida al criterio es
un test de aptitud puede constituir un resultado favo- in stru cc ion al y se utili za, princ ipa lm ente, en la eva lu a-
rab le, no obstante, un a puntuación directa alta en un ción ed ucativa. En este caso la puntuac ión no necesita
test que eva lú e algún rasgo psicopatológico, podría ser transformarse en otra puntuac ión debido a que ti enen
desfavorabl e. sentido en sí mism as. Si un suj eto acierta el 90% de las
Al gunos test de inteli gencia basados en los modelos preguntas de un test sign ifica que ha adquirido el 90%
de Teoría de Respuesta al Ítem, como el BAS-11, además de las competencias o domini os que eva lú a el test.
de puntuaciones directas, inclu yen las denominadas En ciertas pruebas, la investi gación proporciona
Puntuaciones de Aptitud (PA). En este caso, dado que la determinación de los puntos de co rte o de sepa ra-
las puntuaciones directas no pueden ser comparadas ción entre sujetos que dom in an o no la tarea o poseen
entre sí ni sirven para consu ltar las tab las de baremos, o no un trastorn o psicológi co. A lgunos ejempl os de
ya que cada niño responde a un bloque diferente de test referidos al criteri o son los siguientes: la prueba
ítems, las puntuaciones directas deben convertirse en de «scree nin g» del Inventario de Desarrollo Battelle,
Puntu acio nes de Aptitud que indi ca n el nivel puro de el Beck Oepression ln ventory (B Dl-11 ), el Beck Anxiety
rendimi ento en el test. Estas puntu acion es se basan en ln ventory (BAI) o la Guía de Educa ción de Preescolar
la dificu ltad de los ítems intentados y en el número de Portage . Otras pru ebas, como el Cuestionario com-
respuestas co rrectas y se obtienen a partir del modelo pe TEA, que permite la eva lu ación de determ in adas
de Rasch. No co nstituyen puntuaciones norm ativas y competencias en el ámb ito labora l, proporcionan una
las cifras que se empl ea n so n arbi tra ri as, simpl emente interpretac ión tanto normativa como criterial, apor-
representan una esca la co mún sobre la que expresa r tando un mayor nivel de precisión y más ca ntidad de
el rendimi ento del niño a partir de los ítems qu e se le inform ación al profesional.
han ap li cado .
En cualqui er caso, para poder interpreta r la pun -
tu ación directa en el test (o la puntuación de aptitud, 6.1.Z. Interpretación en función de baremos
en caso de que la tenga) debemos referirl a, o bi en a los
co ntenidos incluidos en el test, o bi en al rendimi en- Los baremos constituyen el rendimi ento o la co n-
to de las restantes personas que co mparten el grupo ducta típica de uno o más grupos de referencia en el
normativo. De esta forma, se distinguen dos fu entes test que esta mos valorando. De esta fo rma, la pun-
de información en las que los test se apoya n para dar tuación directa obtenida por un sujeto se interpreta
sign ificación a la puntu ación obtenida por el sujeto en en función de unos baremos determinados. En este
función de su fin alidad: los criterios de rendimiento caso, se rea li za un a interpretación normativa de las
(e n el caso de los Test Referidos al Criteri o) y los bare- puntua ciones. Los baremos so n tab las que recogen los
mos (en los Test Referid os a la Norm a). resultados de asigna r a ca da puntu ación directa obte-
nid a por un individu o un valor num érico, que informa
sob re la pos ición que ocupa dicha puntuación en rela-
6.1.1. Criterios de rendimiento ción co n las qu e obtienen las personas que integran el
grupo normativo a partir del cual se barema la prueba.
En ocas iones, ex iste un a relación claramente esta- Este modo de interpretar la puntuac ión ele un test per-
b lecida entre los ítems del test y los está nd ares de ren- mite compa rar individuos entre sí o co n su grupo de
dimiento en el mismo, co n lo cual se dispone de unos referencia, para eva lu ar las diferencias que hay entre
criterios de rendimiento. En estos casos, la puntuación ell os en el rasgo o ca racterística med ido por un test.
obtenida por un individu o en el test se eva lú a median- La mayor parte de los test se interpreta n a través ele la
te la interpretación referida a un criterio. Este tipo de co nsulta de norm as o baremos. Para interpretar un a
puntuaciones nos inform an acerca del dominio que puntuación referida a la norm a es necesario transfor-
tiene el sujeto en una hab ilidad particular. Las prue- mar la puntuac ión directa obtenida por el individu o
bas referid as a criterio son adecuadas cuando se desea en un tes t en otra puntu ación que indiqu e la posición
evalu ar los co nocimi entos que ti ene un sujeto en un que ocupa respecto al grupo de referencia o norm a-
ámbito específico, o si queremos sa ber la evo lución tivo.
del sujeto co n relación a sí mi smo. Dicho proced i- El proceso de baremación de un test consiste en
mi ento permite va lorar si se han alca nzado los niveles ca lcul ar un a/s esca la/s de valores que nos permite/
deseados en determinada capac id ad o rend imi ento y, permiten clasificar las puntuaciones obten idas por un
en caso afirmativo, en qué cuantía se han alca nzado sujeto de acuerdo co n alguna/s de sus ca racterísticas.
esos niveles. En la práctica, co nsi ste n en tablas de comparación que
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

posibilitan la transformación de puntu aciones directas tuación es la med ia qu e obtienen los niños de 1O
que se obtiene en el test. años en el test.
D e una u otra forma, los baremos co nsisten en También podemos ca lcular el CI dividi endo la edad
asignar a ca da pos ible puntu ació n directa un va lor nu - mental entre la edad cronológica del sujeto y multipli -
méri co en una determinada esca la que informa sobre cá ndolo por 100 para evitar decima les. En el ejempl o,
la posición que ocupa la puntuación directa (y por tan- si un niño de 1 O años obtiene una pu ntuac ión directa
to la persona que la obtiene) en re lación con las que de 34 puntos, diremos que su EM es de 12 años y que
obtienen las perso nas que integran el grupo normativo su CI es 120.
donde se bareman las pruebas. Igualmente, si la EM de un sujeto co incide exacta-
Existen diferentes formas de baremar un test. D es- mente con su EC, el CI es igu al a 100, e indica rá que
taca mos las sigui entes: este sujeto obti ene exactamente la puntu ación med ia
de su grupo de edad. Si el CI supera el valor de 100
Baremos cronológicos significará que el sujeto ti ene una Inteligencia superi or
al promed io de su edad, mi entras que si su CI es infe-
Para rasgos psicológicos que evo lucionan con la rior a 100, significa que el suj eto tiene una in teligencia
edad tiene sentido comparar la puntuación de un su- inferior a la med ia de su grupo de edad. Así, por ejem-
jeto con las que obti enen los de su mi sma eda d con pl o, un sujeto que obtiene una puntuación de 140 ma-
los de edades diferentes. Por esta razón, los baremos nifestaría un nivel intelectu al por encima de los sujetos
cronológicos se suelen utili za r, fundamenta lmente, en de su edad, mi entras que otro que obtenga una pun-
pob laciones in fa ntiles y cuando se ap li ca n test de inte- tu ación de 90 esta ría por debajo del nivel intelectu al
ligencia general. Describimos, a continuación, los que correspondiente a los sujetos de su misma edad .
se han ido usa ndo de manera usual, no obstante, algu- Los conceptos Edad M ental y Coc iente In te lectual
nos de ell os como la Edad M ental o Edad Crono lógica han sido ampli amente co nocidos y utili zados. No obs-
han ido quedando obso letos y ha sido sustituidos por tante, el propio Wechsler en el manua l del WISC-R
otros más actu ales como el CI de Desviación. (1993) considera estos co nceptos obso letos indica n-
La Edad Mental (EM ) se trata de la puntuación me- do, entre otras cosas, que no permi ten la co mparación
d ia que obtiene en una prueba el co njunto de la po- de suj etos sin tener en cuenta el fac tor edad. Así, por
blación de esa determinada edad. El problema de este ejempl o, si un niño de 5 años con una EM de 6 tiene
tipo de puntuaciones es que un año de edad mental un CI de 120 y un niñ o de 1O años con una EM de
no significa lo mi smo a lo largo del desarroll o, ya que 12 ti ene también un CI ele 120, en el primer niño su
la distancia que va de un año al siguiente dism inu ye superi oridad es de un año de EM, mi entras que en el
con la edad. segundo es de dos años de EM. Esto significa que la
El Cociente In telectual (CI) se define como el co- puntuación del CI sin la indi cac ión del suj eto que lo
ciente entre la edad mental y la edad crono lógica mul - ha obtenido no elimina el factor edad. Por lo tanto,
tip li cada por 100 y elimina el problema sobre la EM cuando se in form a del CI de un suj eto, basándose en
citado anteri ormente, al dividir la edad mental por la la EM, debe indi carse la edad cro no lógica del su jeto
edad cronológica. para que el CI resulte verdaderamente significativo.
Ejemplo: Supongamos que apli ca mos un test de Por todo ello, algu nos test actuales utili za n un
inteli gencia de dificultad progresiva a diferentes gru - nuevo co ncepto de CI que se deriva, no de la co m-
pos de niños de entre 4 y 16 años y que obtenemos paración de la EM y EC del mi smo suj eto, sino de la
las puntuaciones med ias de ca da grupo de edad en la comparación del rendimiento del suj eto con el rendi -
prueba, siendo las que siguen: mi ento promedio de un grupo de referencia (basado
en la edad), se trata del denominado C/ de Desviación.
Edad 4 5 6 7 8 9 10111213141516 El C/ de Desviación es una puntuac ión está ndar
Puntua ción 16 18 19 21 24 25 28 32 34 37 39 40 41 (p untuación Z) transform ada de modo que el prome-
med ia dio tiene valor 100 y la desviación típica va lor 15, e
indi ca la medida y dirección en que el resultado de un
A partir de los resultados anteriores podemos ob- sujeto se desvía del resultado promedio de su grupo
tener la EM de cualqui er niño entre los 4 y los 16 de comparac ión.
años, estab lec iendo un a co rresponden c ia entre las El va lor 100 para el promedio se estab leció como
edades y las puntuac iones medi as. Así, si un niño una forma de co nservar la equivalencia con el valor
obtiene en el test una puntua ción directa de 28 pun- «norm al» obtenido con la fórmu la del CI clásico . Por
tos, le as ignamos un a EM de 1O años, independ iente- esta misma razón, se ha co nservado también el térmi-
mente ele su edad cro nológica rea l, ya que esa pun - no CI pa ra expresar el resultado de la medición, aun
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

cuando es técnicamente incorrecto, el CI de desvia- dad una puntuación directa de 20 puntos. Atendiendo
ción no es un coc iente o coefic iente (producto de una úni ca mente a la puntuación directa no conoceremos
división), sino una transformación de una puntuación el grado de perfeccionismo que muestra el sujeto, no
estándar. obstante, si sabemos que a esa puntuación directa le
Pese a abandonar el concepto de EM, en ocasiones co rresponde el percenti 1 80, podremos afirm ar que
es importante conocer qué es lo que se espera que el sujeto supera en ese rasgo al 80% de los sujetos
el niño haga en las diferentes etapas de su desarrollo utili zados para baremar el test; y si suponemos que
mental. Esta información se puede obtener comparan- ese grupo normativo es representativo de la población
do sus puntuaciones directas y eva luando sus aptitu- general, podemos inferir que ese individuo supera en
des a partir de sus puntuaciones en cada prueba y es perfeccionismo al 80% de las personas y que sólo un
lo que se denomina Edad Equivalente. La Edad Equi- 20% son más perfeccionistas que él. Los percentiles
valente es la edad en la que la puntuación del niño es son unas de las puntuaciones más frecuentemente uti-
igual a la med iana (percentil 50) de la distribución de li zadas para la interpretac ión de los test y son fácil es
la mu estra normativa. de interpreta r y de ca lcular. No obstante, no permiten
En este contexto, describiremos también las deno- exp li ca r las diferencias entre percentiles puesto que se
minadas Puntuaciones de Desarrollo, proporcionadas tratan de med idas de orden única mente, ni tampoco
por algunas pruebas como son las Escalas Bayley de permiten co mparar los percentiles obtenidos por un
Desarrollo Infantil 111. En este caso, para cada prueba mismo sujeto en diferentes instrumentos de eva lua-
de la esca la, las puntuaciones directas se pueden trans- ción .
formar en sus co rrespondientes puntuaciones de desa- Los centil es son cuantiles que dividen la distribu-
rrollo siguiendo el modelo de la Teoría de Respuesta ción en 100 partes, pero hay otros cuantil es: la m edia-
al Ítem. Concreta mente, se ca lcul an las puntuaciones na que divide la distribución en dos partes (mediana=
de capacidad de acuerdo con el modelo logístico de centi l 50), deciles que dividen la distribución en diez
un parámetro. Estas puntuaciones, posteriormente, se partes (decil 1 = centil 1O, decil 1 O = ce ntil 100) y
reesca lan para co nstituir las puntuaciones de desarro- cuartiles que dividen la distribución en cuatro partes
llo, con med ia 500 y desviación típica 1OO. Di chas (cuartil 1= centil 25, cuartil 2 = centil 50, cuartil 3 =
puntuaciones proporcionan una esca la de intervalos a centil 75, cua rtil 4 = centil 100).
través de la cua l se puede medir el progreso del sujeto Ejemplo: La Figura 4.2 muestra un extracto de los
eva luado a lo largo del tiempo. Frente a las puntuacio- baremos para niños de 3° ESO (14 a 15 años) que se
nes normativas, que proporcionan información sobre incluyen en la Batería de Aptitudes de TEA, BAT-7. A
un niño en relación con los niños de su misma edad partir del baremo, podemos determinar que un sujeto
en un momento concreto, las puntuaciones de desa- que obtiene una puntuación directa de 83 puntos en
rrollo proporcionan una estimación de la capac idad la esca la de Concentrac ión (CON) se encuentra en el
independientemente de los niños de su misma edad percentil 65, de lo que se deduce que el nivel de co n-
y permiten seguir su desarrollo a lo largo del tiempo. centración del niño supera al 65% de los suj etos de
Este tipo de puntuaciones resu ltan muy útiles cuando su edad.
se evalúa a un niño de manera periódica, de manera La Figura 4.3 muestra un extracto de una de las
que se puede registrar la puntuación de desarrollo co- tablas de baremos que incluye la Batería de Aptitudes
rrespondiente a cada eval uac ión en la misma gráfica, Intelectua les BAS-I1. Como ejemplo, vemos que a una
y permiten anali za r los ca mbios en el rendimiento en puntuación directa de 93 en la esca la de Construcc ión
una misma prueba a través del ti empo. (C) obtenida por un niño de entre dos años y nueve
meses y dos años y once meses de edad, le corres-
Puntuaciones centiles o percentiles ponde una puntuación T de 58 y sitúa al suj eto en el
percentil 79.
Los centiles o percentiles representan medidas de
posición en una di stribución de frecuencias, ordenan Baremos típicos
a los sujetos, e indi ca n el porcentaje del grupo que se
deja por debajo: En los baremos ce ntiles se asigna a Una puntuación típica estándar (Z;) se define como
cada puntuación directa un valor en una esca la de 1 la diferencia entre la puntuación directa obten ida por
a 100, que se denomina centil o percentil, e indica el el sujeto en el test y la med ia del grupo de referencia,
porcentaje de sujetos del grupo normativo que obtie- dividida por la desviación típica de ese mismo grupo
nen puntuaciones iguales o inferiores a las correspon- en el test. Indica el número de desviaciones típi cas a la
dientes directas. Supongamos que un sujeto obtiene que se encuentra la puntuación de un sujeto respecto
en la esca la perfeccionismo de un test de personali- de la med ia del grupo normativo. Las puntuaciones
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

Pe V E A CON R N de las tablas de la curva normal para obtener las pun-


tu ac iones típi cas normali zadas (Z,,). Sí podrían ca lcu-
larse las puntuaciones típicas está ndares (Z ), ya que
no asumimos ningún supuesto sob re la distribu c ión
de los datos. Si los datos de una muestra se aju stan a
la norma l, entonces cada Zx de una person a es simil ar
90 24 - 25 23 44 - 46 92 -93 24 24 · 25 a su Z0 • La ventaja que presentan las puntua ciones
85 23 21 - 22 41 - 43 90 • 91 23 22 -23 típicas normali zadas es que perm iten co mparar las
80 22 20 39 - 40 88-89 22 21 puntuac iones en test que presenten distribuciones d i-
75 19 37-38 86 · 87 21 20 ferentes y expresa r la s diferencias cuantitativas entre
70 21 18 36 84 - 85 19
los sujetos.
6 17 20 18
El pr incipal prob lema que presentan las puntua-
60 20 34 81 - 82 19 17
ciones típ icas, tanto estándares co mo norm ali zadas,
para su interpretación es la posibi lidad que tienen de
asumir valores decima les y va lores nega tivos. Para

Edades: 2:9 a 2: 11
Puntuaciones T y percentiles
Ex tra cto ele la tab la el e baremos para niños de 3º ESO (14 a 15 Pe T e CV SG N
años) del BAT-7 (reproduc ida con el permi so ele TEA Ed icio nes). 1 20 10-17 10-55 10-60 10-60
1 21 18-20 56 61 61
1 22 21-22 57 62
1 23 23-24 58 62 63
1 24 25-26 59-60 63 64
típ icas tienen media O y desviación típ ica 1 y pueden 1 25 27-28 61 64 65
se r positi vas o negativas y contener va lores dec ima-
les. Una puntuación típica igual a 1.5 indica que la
pu ntuación directa del sujeto se sitúa una desviación
típ ica y med ia por encima de la med ia del grupo, en
caso de obtener una puntuación típica igual a -1.5 in-
dicaría que el sujeto se encuentra una desviación tí-
pica y med ia por debajo de la media del grupo. Esta
pu ntuación típi ca significa lo mismo en cua lquier dis-
tr ibución, también en diferentes grupos y var iab les. Se
puede co mparar un test con otro y podremos tene r una
posición exacta de la persona, o co nocer cuánto se
dispersa de su media del grupo.
Al trabajar con mu estras rea les suele ocurrir que
las puntuaciones no se aju sta n exacta mente a la distri-
buc ió n normal. En estos casos en que co nocemos que
la variable se d istribuye norma lmente en la población
puede resu lta r interesante normali za r las puntuacio-
nes. El proceso de no rmalizac ión co nsiste en adap-
tar las puntuaciones a la distribu ción normal, mante-
niendo los valores de su media y su desviación típi ca .
Una puntuación típica normaliza da (Z,,) es el va lor Z;
73 56 89-90 101 90 102
asoc iado co n el ce ntil correspondiente a una deter- 76 57 91 -92 102 103-104
minada puntu ación d irec ta en la distribución normal. 79 58---@ 103-104 91 105
82 59 94-95 105 92 106
Ind ica el número de desviacio nes típ icas que una 96-97 106-107 93 107
puntuación se encuentra por enc ima (s i es positiva) o
por debajo (s i es negativa) de la medi a en una distri-
bución norm al. Si no se puede asumir racionalmente
Extra cto de la tab la ele baremos ele las edades 2:9 a 2:1 1 del
o no se puede comprobar que las puntuaciones si-
BAS-11(reproducida co n el permi so ele TEA Ed iciones).
guen una distribución normal, no se puede hacer uso
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

sa lvar este prob lema se pueden ll evar a cabo trans-


formac iones lin ea les de las puntuaciones típicas sin
que se modifique la distribución de las puntuaciones
originales, es lo que se denominan puntuaciones típi-
cas derivadas y ti enen la ventaja de poder elegi r como
llillll. .EIIIID
99
99
99
99
98
98
99
99
98
96
93
91
10
10
10
10
10
10
9
9
9
9
9
9
76 a 80
75
74
73
72
71
---- 138 a 145
137
136
135
132
131
18a 19
17
17
17
16
16
2,50 a 3,00
2,45
2,40
2,30
2,15
2,05
media y desviación típica los valores que el eva lua- 98 89 9 9 70 129 16 1,96
dor co nsidere. Estas puntuaciones dan lugar a lo que 96 85 9 9 68 126 15 1,75
96 84 9 8 67 126 15 1,70
se denominan esca las típicas derivadas (s i el objeto 93 79 8 8 64 122 14 1,44
de la transformación linea l es una puntuación típica 87 73 8 7 62 117 13 1,15
82 69 7 7 59 114 13 0,93
está nd ar) o escalas típicas derivadas normalizadas (si 78 65 7 7 58 111 12 0,76
supo nen la transformación linea l de una puntuación 73 62 7 6 56 109 12 0,60
típica norma li zada) . Las escalas típicas derivadas de 67 59 6 6 55 107 11 0,45
63 56 6 6 53 105 11 0,32
uso más frecuente en los baremos de los test son las 58 54 6 5 52 103 11 0,19
sigui entes: 52 51 6 5 51 101 10 0,06
48 49 5 5 49 99 10 -0,06
42 46 5 5 48 97 9 -0,19
a) Puntuaciones T, representan una escala co n 37 44 5 4 47 95 9 -0,32
media 50 y deviac ión típica 1O. 33 41 5 4 46 93 9 -0,45
27 38 4 4 44 91 8 -0,60
b) Puntuaciones S, suponen una esca la con med ia 22 35 4 3 42 89 8 -0,76
50 y desviación típica 20. 18 31 4 3 41 86 7 -0,93
13 27 3 3 39 83 7 -1 ,15
c) Decatipos (DE), co nstituyen una escala co n
7 21 3 2 36 78 6 -1 ,44
media 5.5 y desviación típica 2 . 4 16 2 2 33 75 5 -1,70
d) Eneatipos (EN), representan una esca la con me- 4 14 2 1 32 73 5 -1 ,81
2 11 2 1 30 71 4 -1,96
dia 5 y desviación típica 2. 2 7 1 1 28 67 3 -2,17
e) Escalas de CI, representa n una esca la co n me- 1 2 1 1 26 64 3 -2,40
1 1 1 1 26 63 3 -2 ,45
dia 100 y desviación típica 15.
1 1 1 1 25 a 20 62 a 45 2a1 -2,50 a -3 ,00
() Puntuaciones Escalares (Pe) , suponen una esca-
la con media 1O y desviación típica 3. Pe (percent,I) escala ordinal
~

tffl
DE (decatipo) escala típica con M=5,5 D1=2
La Figura 4.4 muestra las correspondencias entre
EN (eneatipo) escala típica con M=5 y Dt=2
las diversas esca las transformadas cuando las distribu- T escala tIpIca con M=50 y Dt=10
cio nes son normales. CI escala tip1ca con M=100 y D1=15
~
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7. CRITERIOS DE CALIDAD
Correspondenc ias entre diversas esca las tran sformadas (repro-
PSICOMÉTRICOS DE LOS ducido con el permi so ele TEA Ediciones).
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA
valorar sus costes y el impacto que los resu ltados ob-
La Evaluación Basada en la Evidencia (EBA; Eviden- tenidos tienen sob re la persona eva luada (Hunsley y
ce Based Assessment) cons iste en el uso de la investi- M as h, 2007). Se trata de desarro ll ar una eva luación
gación y las teorías científicas como base para: a) la psico lóg icamente re levante, cu lturalmente sens ibl e y
se lección de los co nstructos a eva lu ar según los obje- científica mente fundada. En la práctica, se traduce en
tivos de eva luación estab lecidos; b) el uso de técn icas la ap li cac ión de la evidencia científica a la reso lución
e instrumentos validados para su contrastación; y c) la de prob lemas a partir de la experi encia del psicólogo,
impl ementación del proceso de eva lu ación (America n por una parte, y el contexto y los va lores del cliente,
Psychological Association Presid. Task Force Evid. Ba- por otra. Las principales garantías de una eva lu ac ión
sed Pract. , 2006; Hunsley y M as h, 2005). La eva lua- científica están tanto en la precisión y va lidez de las
ción es un proceso de toma de decisiones en el que med idas, como en la ri gu rosidad con la que el proceso
el eva luador reiteradamente formula y contrasta hipó- de eva lu ación es impl ementado.
tesis integra ndo información a menudo in comp leta e En este contexto, uno de los aspectos más impor-
in co nsistente. Una aprox imación de la eva lu ación ba- tantes en la eva lu ación psicológ ica es la se lección de
sada en la evidencia supon e obtener criterios de pre- los instrumentos o técnicas adecuados. Es por ell o que
cisión y utilidad de esta toma de decisiones, así como organismos internac iona les como la America n Psycho-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

logica l Association, la American Educational Research las relativas a la adm ini stración (referidas al amb iente
Association y el National Council on Mea surement in de admin istración de la pru eba y a los sesgos en la
Education (APA, AREA, NCME, 2014) han estab lecido apli cación por parte del eva luador); y las rel ativas a
los estándares científicos requeridos para cons iderar la ca lificac ión e interpretación de las pruebas (referi-
una medida psicológica adecuada. Por su parte, la das al posible error en la ca lificac ión y por tanto en la
Comisión Internacional de Test (ITC; lnternational Test interpretación del resultado). Estos errores ti enen que
Commission) proporciona los criterios exigidos para ver con la sa lud, fatiga, motivación, tensión emocio-
la traducc ión y adaptación de test creados en países nal, flu ctuaciones de la memoria, condiciones exter-
diferentes a los de la pobl ación evalu ada (ITC, 2000, nas de lu z, humedad, ventilación, ca lor, distracción
20 1O), las normas de uso de los test (ITC, 2001) y, el por circunstancias del momento, fami liaridad co n la
uso de instrumentos informati zados de evaluación prueba, ca nsancio o incomodidad del eva luado, pro-
(ITC, 2005 a, 2005b). En esencia, para que un instru- fesiona li dad inadecuada del evaluador o errores en la
mento sea psicométri ca mente só lido debe estar estan- co rrección de la prueba e interpretación de la mi sma,
darizado y tener eviden cias adecuadas de fiabilidad y entre otros.
va li dez. De lo expu esto anteriormente se deduce que el
co ncepto de error de medida es el eje central sobre
el que se basa la fiabilidad, por ell o, el cá lculo de la
7 .l. Fiabilidad fi abilidad de un test supone determin ar la ca ntidad ele
errores aleatorios co metidos al medir las variabl es de
La America n Psychologica l Associa tion (APA) des- interés (Muñiz, 1996). Desde todos los enfoques teóri-
cribe la fiabilidad co mo la «exactitud (consistencia y cos el objetivo es cuantifica r la magnitud de esos erro-
estab ilidad) de la medición de un test, es dec ir la pre- res de medida; no obstante, varían en los aspectos que
cisión con la que mide la prueba ». Indica el grado de se co nsideran importantes, así como el procedimiento
co nco rdancia entre una medida obtenida mediante un para llevar a cabo di cha cuantificación.
determin ado instrumento y la medida precisa o están-
da r, es decir, sin incurrir en el error. Así, la fi abilidad
de la medida impli ca co nsistencia y precisión y la falta 7.1.1. Fiabilidad desde la Teoría Clásica de
de fiabilid ad co nlleva inconsi stencia e imprecisión, y Test
ambas se relacionan con el error de medida. El cá lculo
de la fiabi lidad nos in forma de la cuantía del error de Como se exp li ca en el cap ítulo sobre las Técn icas
medida, por lo que a menor error, mayor fi abilidad y Psicométricas, desde la Teoría Clás ica de los Test se
más exacto y preciso será el test. co nsidera que la puntu ación que obtiene un sujeto en
Si en cualquier ciencia física las medidas pu eden un test o puntuación observada (X) se compone ele
estar sometidas a flu ctuaciones o errores, en las cien- una puntuación verdadera o real (V) más algún error
cias del comportamiento estas medidas son más procli- no sistem ático de medida (E). La ca lificac ión rea l del
ves al error debido a que aquí la medición se efectú a sujeto se definiría como el promedio de las ca lifica-
sobre constructos no directamente observabl es y pu e- ciones que se obtendrían si una person a rea li zara la
den verse afectados por factores menos accesibles. Se prueba una ca ntidad infinita de veces. No obstante,
co nsidera que el error es cualquier efecto irrelevante esta ca lificación rea l nunca puede medirse con exac-
pa ra los fin es o resultados de la med ición que influye titud, sino que debe ca lcularse a partir de la ca lifica-
sobre la falta de fi abilidad de la mi sma. El error pue- ción observada que obtuvo la person a en la pru eba.
de ser ele dos tipos: a) error sistemático (o constante), Los indicadores de fiabilid ad más frecuentes desde los
que se produce cuando las mediciones que se obtie- modelos clásicos so n: la co nsi stencia intern a, la con-
nen con un instrumento de eva luación son sistemá- sistencia temporal o estabilidad test-retest, y acuerdo
tica mente mayores o menores que lo que rea lmente entre eva luadores o fi abilid ad interju eces.
deben ser; y; b) error no sistemático (o cas ual), que
se produce cuando las medidas son alternativamente Consistencia interna
mayores o menores de lo que rea lmente deben ser. La
fiab ilidad de un instrumento se ve influenciada por los La consistencia interna se refi ere al grado en que los
errores ele medida no sistemáticos. Concretamente, las diferentes ítems de una esca la miden de manera consi s-
tres posibles fu entes de vari anza de error no sistemáti- tente el mismo constructo subyacente, y constituye el
ca son: las relativas a la construcción del instrumento método más extendido para el cálculo de la fiabi lidad.
(referentes al mu estreo de contenidos que recoge para Se anali za habitualmente por medio de coeficientes ele
eva luar un constru cto, si son más o menos adecuados); co rrelació n que refl ejan las relaciones entre las puntua-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

ciones en los ítems de un test obten idas en una única


ap licación (AERA, 20 14; Anastasi y Urbina, 1997). El
coefic iente más utilizado en las ciencias socia les para
el cálculo de la fiabilidad es el Coeficiente Alfa de
Inh ibición 0,88 0,92
Cronbach, y expresa la fiabilidad del test en función
Flexibilidad 0.77 0,84
del número de ítems y de la proporción de la varian-
Control emocional 0,84 0,88
za total del test debida a la covariación de los ítems.
Cuanto más cova ríen los ítems entre sí, mayor será la Memoria de trabajo 0,89 0,93

fiabilidad del test. Los va lores del coefic iente alfa de Planificación y organiz.ación 0,79 0,87
Cronbach pueden oscilar entre O y 1. Cuanto más cerca índices
se encuentre el valor de alfa a 1 mayor será la cons is- índice de autocontrof inh ibitorio 0,91 0,94
tencia interna de los ítems que constituyen el test. Indice de flexibilidad 0,85 0,89
La Figura 4.5 muestra los coeficientes de consisten- Índice de meta.cognición emergente 0,92 0.95
cia interna de las muestras de tipificació n de padres
Indice global de función ejecutiva 0,95 0,%
y profesores del Test para la Eva luación Conductual •n =- l.077:i. n = 902.
de la Función Ejecutiva-Versión Infantil (BRIEF-P) en su
adaptación espa ñol a. Como ejemp lo, se aprecia cómo
para la esca la de «Inhibición», el coeficiente alfa ca l-
Coeficientes de cons istencia intern a de las muestras de tipifi ca-
cu lado sobre la muestra de padres es 0.88, mientras
c ión de padres y profesores del BRIEF-P (reproducidos co n el
que ca lcu lado sobre la muestra de profesores se incre- permi so de TEA Ediciones).
menta a 0.92. Aunque en todos los casos los índices de
fiabi lidad son mu y altos, parece que las eva luaciones
rea li zadas por los profesores resultan «más fiables » A partir del ETM puede estimarse los interva los de
que las realizadas por los padres, puesto que en todos confianza donde se encontrará la verdadera puntua-
los casos son superiores. ción de una persona eva luada co n un cierto nivel de
El método de las dos mitades co nstitu ye una va ri an- probabilidad. El nivel de confianza más uti li zado en
te en el cá lcul o de la consistencia intern a, y co nsiste psicometría suele ser el 95%, no obsta nte podría ser
en el cá lcu lo de la co rrelación entre las dos mitades otro (99%, por ejemp lo) . La fórmu la genera l para el
en las que se ha dividido el test original. El principal cá lcu lo de los interva los de confia nza es la siguiente:
inconven iente que presenta esta opción es que como
resultado se obtiene el coeficiente de fiabi lidad de lo Intervalo de confianza al p % = Puntuación observada
que constitu iría la mi tad del test. Por lo ta nto, como en el test test± ZPx (ETM)
corrección se utiliza la fórm ul a de Spearma n-Brown .
Otras fórmu las que pueden utilizarse con este proce- Donde p% es el nivel de confian za (95%, 99 %) y
dimiento son las de Fl anagan, Guttman o de Rulon . Zp es el va lor de Z asociado con ese nivel de co nfianza,
El Error Típico de Medida (ETM) proporciona una que puede loca li zarse en las tab las de probabilidad de
estimación de la cantidad de error que contiene la la curva normal (Z 95 % = 1.96; Z99% = 2.56)
puntuación obtenida. El error de medida se suele ex-
presar en términos de unidades de desviac iones típi- Estabilidad temporal o coeficiente test-restest
cas; es decir el error típico de medida es igual a una
desviación típica en la distribución de los errores de Además de la consistencia interna de las pu ntua-
medida y se ca lcul a mediante la siguiente fórmu la: ciones, es importante garantizar su estabilidad en el
tiempo, es decir, que las puntuaciones del test sean
simi lares en diferentes momentos o ap licaciones de la
prueba en los que no haya habido camb ios subyacen-
Donde D 1 es la unidad de desviación típica del test tes en la variable eva luada . La consistencia tempora l
Y RXX es el coeficie nte de fiabilidad entendida como o fiabilidad test-retest indica la estab ilidad de la me-
consiste ncia interna . Como se deduce de la fórmula, dida a lo largo del tiempo en el caso de comporta-
el ETM es inversamente proporcional a la fiabilidad mientos que se supone que permanecen relativamente
de la prueba, por lo que cuanto mayor es la fiabi lidad, constantes. La eva luación de la estabilidad tempora l
menor es el error que acompaña a las puntuaciones. requiere un diseño de recogida de datos en el que la
Los test suelen incluir los ETM para las diferentes esca- misma prueba se aplique a un mismo grupo de per-
las considerando los tipos de puntuaciones en los que sonas con un intervalo temporal entre ambas (AERA,
ofrecen sus baremos. 2014; Anastas i y Urbina, 1997) . El cálculo del cae-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

fic iente consiste en correl acionar las puntuaciones A diferencia de lo propu esto por el enfoque cl ási-
que obti ene un grupo de sujetos en la apli cac ión de co, desde la TRI la fun ción de información es distinta
una prueba con las obtenidas en una segunda apli- para cada nivel del rasgo latente, lo que impli ca que
cac ión. El inconveniente prin cipal que presenta este la fi abilidad es di stinta a lo largo del co ntinuo de ha-
método es la determin ac ión del ti empo que se ha de bilidad. Por lo tanto, ha de abandonarse el concepto
dejar transcurrir entre las dos apli cac iones del test co n global de test fi ables en su co njunto para todos los
el obj etivo de evitar el recuerdo. En el mejor de los sujetos, pa ra pasa r a la idea de que «el test es preciso
casos, si el atributo evaluado no ha ca mbiado y si no según el interva lo del co ntinuo de aptitud que este-
existe recuerdo por parte de los sujetos, se obti enen mos evaluando» (Holgado, 201 O). De esta manera,
dos medidas paralelas. A esta correlación también se co nocidos los parámetros de los ítems, será posible
le denomina coeficiente de estabilidad. co nstruir test que con el menor error posibl e, van a
estimar el nivel de habilidad de los suj etos medidos
Fiabilidad interjueces (Osborne, 2007) .

Se trata de determin ar si dos o más resultados ob-


tenidos por dos o más evaluadores di stintos, o por el 7.2. Validez
m ismo evaluador en momentos diferentes, son coin ci-
dentes. Se ca lcul a a través de un índice de co ncordan- Tradi cionalmente la va lidez se ha entendido como
c ia entre eva luadores, siendo la fórmul a más utili zada el grado en que un instrumento mide aquello que se
el índi ce Kappa . pretende medir. Constitu ye la cualidad más importan-
Es importante destaca r que, utili za r un proced i- te que debe poseer cualquier instrumento de medida.
miento u otro para el cá lculo de la fi abilidad de un La validez hace referencia al grado ele adecuación de
instrumento, es respon sabilidad del eva luador en su las inferencias rea li zadas a partir de las puntu aciones
ejercicio investi gador y profesional, y ta mbién lo es de los test de manera que estas sean apropi adas, signi-
seleccionar aquell os instrumentos que muestren altos fi ca tivas y útiles. Según los Standards fa r Educa tional
o adecuados ni ve les de fi abilidad . Según Nunnall y and Psychological Testing (SEPT), se entiende el pro-
(1967), en las primeras fa ses de la investi gación un va- ceso de va lidación como la obtención ele evidencias
lor de fi abili dad de 0. 50 o 0.60 pu ede ser suficiente, en empírica s que argumenten la interpretac ión del test y
la investi gación básica se necesita al menos 0.80, y en de su uso. En este sentido, las distintas evidencias ele
investi gación apli cada deben encontrarse entre 0.90 y validez no representan di stintos tipos de va lidez, sino
0.95 . Si guiendo a Forns y co ls. (2 002), cuando se han di stintas aprox imaciones a la va lidez entendida como
de tomar decisiones que afecta n a los individuos se un con cepto unitario .
requieren niveles de fi abilidad superi ores a 0.90, los Cuando nos referimos a la fi abilidad de una pru eba
test de fiab ilidad moderada (entre 0.75 y .85) pueden estamos va lorando el instrumento en sí, en ca mbio,
utili za rse co mo pru ebas preliminares o de cribado, y la va lidez no es una prop iedad del instrumento, sino
las pruebas de fiabilidad baja (inferi or a 0. 67) han de más bi en del significado de las puntu aciones y de la
ser rechaza das porque incluyen un exceso de error. in te rpretación que se reali za de las mismas. Como se
ha vi sto en el epígrafe anteri or, la fi abili dad puede
estar influida por errores de medida no sistemáti cos
7.1.Z. Fiabilidad desde la Teoría de (ele construcc ión, de admini stración y de ca lificac ión
Respuesta al ítem e interpretación de las pru ebas). No obstante, la va-
lidez de una pru eba pu ede verse afectada tanto por
Según Hambleton y Swaminath an (1985), desde la errores no sistemáti cos como por errores sistemáti cos.
TRI el concepto de fi abili dad es equivalente a la «in- Estos últimos hacen referencia a que, a pesa r de que
ve rsa de la va ri anza muestra ! del estim ador del rasgo una prueba se desa rroll a con el obj etivo de eva luar
latente ». Ell o impli ca que cuanto mayor es el poder un constru cto determin ado, es mu y difícil valorar un
discrimin ativo y menor es la vari anza de las estimacio- rasgo aislado sin la influencia de otros (por ejemplo,
nes, mayor es la información y por tanto la precisi ón si queremos co nstruir un test para med ir razonamien-
con la que se mide. Es decir, el concepto fi abilidad to es mu y compli cado que no se vea afectado por la
se sustitu ye por el co ncepto de inform ación, propues- influencia de otros co nstru ctos como atención o me-
to por Birnbaum (1968). En este caso, la fun ción de mori a). Por lo tanto, el error sistemáti co de medi ción
inform ación de un test (o su fi abilidad), será igual a surge cuando, sin que el autor lo sepa, la pru eba mide
la suma de las fun ciones de información de todos sus de manera con sistente alguna otra vari abl e que no es
elementos. el rasgo para el que se creó. Por ell o, una prueba pue-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de ser fi able sin ser válida, pero no puede ser válida elementos a lo largo de cada una de las dimensiones
sin ser fiable . que con stituyen el con stru cto de interés. Para ello, es
Silva (1989), recoge algunas mati zaciones impor- necesario rea li za r una previ a defini ción del con stru cto
tantes sobre la validez que citamos a continu ac ión : de manera cl ara y prec isa y también especifica r la di-
mensionalidad el mismo.
a) La validez se relaciona con las inferencias que Según Cracker y Algina (1986), en un estudi o de
se hagan a partir de las puntu aciones obtenidas validación de contenido deben llevarse a cabo las si-
medi ante un instrumento y en determinadas cir- guientes fases: a) defini ción del dominio del con struc-
cunstancias. to; b) elaboración de las especificaciones del test; c)
b ) No se valida el instrumento, sino las interpreta- se lección de un panel de expertos en el dominio; d)
ciones que se haga n a partir de sus puntu acio- establ ecimiento de un marco estru cturado para el em-
nes. parejamiento entre ítems y obj etivos; y e) eva luación
c) La validez es algo estim ado que se infiere a par- del grado de co ngru encia ítems-obj eti vos. A partir de
tir de un conjunto de informaciones, y no algo aquí, ex isten diversos índi ces que permiten cuantifica r
que se reduce a un coefi ciente o coefi cientes el grado de con gru encia en las respuestas de los jueces
parti culares. sobre la asi gnación de los ítems a cada dimensión y su
d ) No debe habl arse de clases o tipos de validez, nivel de representatividad y utilidad. Uno de los índi-
sino más bi en de tipos o cl ases de evidencias. ces más utili zados es propuesto por Rovin elli y Ham-
El co ncepto de validez es esencialmente unita- bl eton (1997), en el que se le pide al juez que valore en
ri o. No ex iste límite en cuanto al tipo de pro- una esca la de tres puntos (-1 , O, 1) el grado en el que el
cedimiento o de datos utili za dos para estim ar ítem está relacionado co n la dimensión que pretende
la validez. Cualquier info rmac ión puede ser re- medir y así, evaluar el grado de validez de co ntenido
levante en un proceso de validación, el cual se de ca da ítem. Cuando un mi smo ítem ha sido valorado
identifica co n el proceso científico de co nstruc- con 1 por todos los jueces se obti ene un índi ce de con-
ción y contra stación de hipótesis. gruencia 1, que indi ca que el ítem ha sido emparejado
a la misma dimensión por todos los jueces.
De lo expuesto anteriormente, se deduce que para
7.Z.l. Métodos clásicos para el cálculo de la incrementar la validez de co ntenido de un test hay que
validez pl anifica r cuidadosamente su construcc ión, y además
se requi ere una visión cl ara y co ncreta de lo que se
Los métodos cl ás icos más frecu entes por los que pretende medir. Para ello, deben cubrirse los sigui en-
pu ede eva luarse la validez son los sigui entes: análi sis tes aspectos: recogerse un rango aju stado de tareas
del contenido (validación del contenido), establ ec i- y/o estímul os y si tuaciones, establ ecerse la cl ase más
miento de la relación de las puntuaciones obtenidas apropi ada de respu esta que el observador o el evalua-
en la prueba con un criteri o de interés u otras medidas dor registra, y darse de forma exacta las instrucc iones
(validación referida al criterio), y análisis general de las que informan al exa minado de lo que ti ene que hacer.
ca racterísti cas psico lógicas o constructos parti culares En la literatura psicométri ca, podemos encontrar
que mide cada pru eba (validación del constru cto) . A otros co nceptos relacionados con el co ncepto de
co ntinuación, se describen más deta ll adamente: validez, entre otros: a) Validez ap arente, se refi ere al
grado en que un test «da la impresi ón» a los evalua-
Validación del contenido dos de que mide lo que se pretende. En determin adas
situaciones es importante que las personas perciban
La va lidez de contenido hace referencia al grado que los íte ms del test ti enen que ver con la fi nalidad
en que los elementos que co mponen un instrumento que se persigue al apli ca r el test; no obstante, en otras
de medida constituyen una muestra relevante y repre- ocasiones es fund amental que el test no parezca que
sentativa del posibl e universo de ítems que se podrían mide lo que mide; b) Validez ecológica, hace referen-
haber utili zado para medir el con structo de interés. cia al grado en que los comportami entos observados
Se trata de uria manera de operativi za r un co ncepto y registrados en una investi gación refl ejan aquello
abstracto (constru cto) medi ante elementos con cretos y que realmente acontece en los escenari os naturales.
tangibles (ítems) (Trochim, 2002). Se asocia también al grado en que los resultados pu e-
Habitu almente, un estudi o de contenido implica el den generali za rse al mundo rea l; c) Va lidez curricular,
desarro llo de un conjunto de ítems para su posteri or pretende exa minar el grado en el que el test refl eja
análi sis por parte de un grupo de jueces expertos. Este los obj etivos, cul tura, fi losofía, etc., generalmente de
conjunto de ítems debe incluir un número elevado de la institu ción que rea li za la medición y; el) Validez ins-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD -

truccional, cuyo objetivo es eva luar el grado en el que c) Finalmente, en un estudio de validación retros-
el test refl eja la «d in ámi ca instrucciona l» seguida para pectiva el c riterio se mide antes de ap li ca r el
la enseñanza del co ntenido. test. Suele ser útil cuando se pretende dilucidar
medi ante alguna prueba algún aspecto del pa-
Validación referida al criterio sado que ya no es accesible.

Mediante la validez del criterio se pretende exam i- Validación del constructo


nar las rela ciones empíri cas entre las puntuaciones del
test y un criterio o variable externa de interés. Se esta- A diferencia de lo que ocurre en otros ca mpos,
blece el grado en el que el in strum ento está asociado muchos de los conceptos utili zados en el campo de la
a un criterio independi ente. La validez de criterio es psicología no son directamente observab les, por lo que
un tipo de ev idencia basada en la relación con otras requieren medidas indirectas. Los conceptos de peso o
va riables. volumen son sufic ientemente tangibles como para no
Un aspecto muy importante a co nsidera r en la va- resultar susceptibl es de interpretaciones subjetivas al
lidez de cr iterio, hace referencia a la selección del ob- respecto de su significado, pero no ocurre lo mi smo en
jetivo que se va a utili zar. En este sentido, para obtener el caso de variables psicológicas como, por ejemp lo, el
evidencias de validez de criterio con c iertas ga rantías, neuroticismo o la introversión. Para definir estos cons-
se recomi enda que los criterios sea n relevantes, fi a- tructos no observables se desarrollan una seri e de teo-
b les, libres de sesgo y fáciles de obtener. rías en las que ponemos de manifiesto nuestras expec-
La manera más directa y fácil de cuantifi ca r el gra- tativas sobre cómo se relacionan las variables de interés
do de validez referida al criterio es obteniendo la co- con otras variables. La validez de constructo se entiende
rre lación entre las puntuaciones del test y el criterio. como la med ida en que el test refleja la teoría psicoló-
Tamb ién es posible utilizar más de un predictor y un gica a partir de la que se ha construido y permite inter-
criterio, de esta manera habrá que hacer uso de otras pretar las puntuaciones dándoles un sign ificado teórico,
técn icas estadísticas más co mpl ejas dependiendo del por ejemp lo, la ap licac ión de la teoría jerá rqui ca de la
caso concreto. inteligencia CHC de Cattell-Horn-Ca rroll a la que ante-
Existen tres tipos de diseños que se pueden emp lear riormente hemos aludido. Por todo ello, la validez de
para la obtención de ev idenc ias de validez de criterio. constructo se presenta como una condición indi spensa-
La diferencia entre ell os se enc uentra en el modo en ble a la hora de valorar la eficacia de un instrumento de
que han sido recogidas las puntuaciones del test y del eva lu ación sobre una variable psicológica determinada.
criterio. De esta manera, podemos diferenciar entre Tal y como venimos indi ca ndo a lo largo del epí-
va lidez predictiva, conc urrente y retrospectiva. grafe, la validez se enti ende desde una perspectiva
integradora y unificada en torno a las ev idenc ias de
a) En un estud io de validación predictiva se estud ia validez de co nstru cto. Según Suen (1990), la validez
la correlac ión entre las puntuaciones obten idas de co ntenido y la de criteri o pueden ser vistas co mo
en el test con las puntuaciones de algún criterio aspectos concretos de la validez de constru cto. Es de-
que serán recogidas en un tiempo futuro, es de- cir, la relevancia y representatividad del test con res-
c ir el criteri o se ad mini stra en un momento pos- pecto al posible universo de elementos que sirven para
terior al test. El objetivo es determinar la ade- medirlo es un prerrequisito de la validez de construc-
cuación del test para predecir las puntuaciones to. Y a su vez, la validez de criterio contribuye con
futuras en el criteri o. Un ejempl o de validación ev idenc ias empíri cas sob re el significado de un test en
de cr iterio podría ser observar si las puntuacio- la medida en que se relaciona con otras variables.
nes obtenidas en un exa men de in greso (test) Los procedimientos metodológicos más utili zados
predicen las ca lificaciones universitarias (crite- para la obtención de datos referentes a la validez de
rio) . En la se lección de personal se utili za n ins- constructo son el análisis factorial (tanto desde la pers-
trumentos que pretenden predecir el rendimien- pectiva exp loratoria como co nfirmatori a), y la matriz
to futuro de los cand idatos al puesto de trabajo multirrasgo-multimétodo (MRMM). Ambos sistemas
basándose en las respuestas obtenidas. son indicadores de las denominadas validez factorial
b) En un estud io de va lidación concurrente la ad- y va lidez convergente-discriminante, respectivamente.
ministración del test y la medida del criteri o son
simultáneas. Este tipo de estudios suelen utili- ■ Validez factorial: Análisis factorial
za rse para lleva r a cabo la validación de un test exploratorio-confirmatorio
nuevo por compa ración con otro ya va lid ado El análisis factoria l constituye una técnica de
previamente. aná lisis multivariado que permite obtener evi-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

dencias sobre la dimensiona lidad subyacente de los métodos. Con las respu estas obtenidas, se
los instrumentos de med ida o validez factorial. ca lculan las corre lac iones entre todas las parejas
Conceptualmente, el análisis factorial presenta de medidas posib les. Los diferentes coefic ientes
dos tipos o moda lidades diferentes: el A nálisis de correlación pueden agruparse en una de estas
Factorial Exploratorio (A FE) y el Análisis Facto- tres catego rías:
rial Confirmatorio (AFC). Ambos son diferentes a) Coeficientes de fiabilidad : son las correla-
tanto desde un punto de vista co nceptu al como ciones entre las med idas de un sólo co ns-
metodo lógico. En genera l, podemos establecer tru cto con el mi smo método. En un buen in s-
que ambos tipos de procedimientos se corres- trumento los coefic ientes de fi abi lidad deben
ponden co n las dos grandes aprox imaciones que ser elevados.
solemos lleva r a cabo para la definición de los b) Coeficientes de validez convergente: son las
constructos: la aprox imación «inductiva» o ex- correlaciones entre las med idas de un sólo
ploratoria y la «deductiva» o co nfirmatori a. Si constru cto/rasgo co n métodos de medida di-
no tenemos certeza sobre la posible dimensio- ferentes. Si las mediciones del mismo rasgo
nal idad de la esca la constru ida se utiliza el AFE, rea li zadas con distin tos métodos correlacio-
éste se basa en los datos e intenta determinar nan entre sí decimos que ex iste va lidez con-
cuántas dimensi ones o factores se pueden dedu- vergente. El hecho de que un mi smo cons-
cir del co njunto de ítems que co mponen el test. tructo sea detectado por igual co n va ri as
En ca mbio, si tenemos determ inadas expectati- metodologías diferentes es un indi cador fia-
vas fundamentadas sobre una teoría acerca de la ble de la existencia rea l de ese rasgo. Se dice
dimensionalidad subyacente del in strumento de que en este caso las med idas convergen.
med ida, entonces se utili za ría el AFC. Siguiendo c) Coeficientes de validez discriminante: son las
a Bollen (1989), desde la perspectiva confirma- correlaciones entre las med idas de diferentes
toria se establece de antema no un número de- constru ctos/rasgos obtenidas con el mismo
terminado de dimensiones, así como su relación método (coeficientes heterorasgo-monométo-
y distribución de los ítems para comprobar pos- do) o las corre laciones entre las medidas de
teri orm ente si dicha estru ctura se reproduce en diferentes co nstru ctos co n diferentes métodos
los datos; si es así podemos afirmar que dicho (coefi cientes heterorasgo-heterométodo). Si
modelo sirve para explicar las relaciones entre las medidas de distintos rasgos obtenidas por
los datos obten idos. el mismo método muestran una baja co rre-
lación en comparac ión con la que muestran
■ Validez convergente-discriminante: Matrices las medidas del mismo rasgo con diferentes
multirrasgo-multimétodo métodos podemos confirmar que obtenemos
Las matrices multirrasgo-multimétodo (MRMM) va li dez discriminante. Indica que los rasgos
son propuestas por Campbell y Fiske (1959) co n son independientes entre sí, e independientes
el objetivo de exam inar el grado en que el test al sistema de medición empleado.
es una med ida adecuada del constru cto, y no la Las matri ces multirrasgo-multimétodo constitu-
propia entidad del constructo, como ocurre con yen una evidenc ia empírica sobre la validez de
el resto de las técnicas, por ejemp lo, en los estu- co nstructo desde una perspectiva externa . Para
dios correlaciona les tradiciona les. La matriz en sí hab lar de evidencia de va lidez externa adecua-
mi sma se compone de las co rrelaciones del test da, se debería obtener correlaciones altas del
co n otras medidas del mi smo co nstru cto obteni- mi smo constructo (rasgo) tomadas con distintos
das con distintos métodos, y de otros constructos métodos (va lidez co nvergente) y bajas correla-
obteni dos con el mismo método. Por lo tanto, la ciones entre distintos rasgos med idos con el mis-
ap li cac ión de la técnica requiere: 1) se leccionar mo método (va lidez divergente).
dos o más formas de medir el constru cto/rasgo
de interés (por ejemp lo, a través de un test, una
entrev ista y una técnica subjetiva); 2) identificar 7.2.2. Otras perspectivas del concepto
dos o más constru ctos que puedan medirse por validez
los mismos métodos que el constru cto/rasgo de
interés (por ejempl o, si el constru cto de interés Tras muchos debates al respecto, los estándares de
es la motivación, med imos también satisfacción la APA de 1999 presentan una teoría unificada de la va-
e implicac ió n); y 3) med ir en una muestra de lidez en la que la va li dez de co nstructo es el eje central
personas, todos los co nstructos a través de todos de un proceso comp lejo de va lidación . Se incorpora n
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

aspectos como el énfasis en las consecuencias del uso ñi z, 2006) . Estos autores señalan, además, una seri e de
de los test, el papel de la teoría de la genera li zabilidad dificultades de tipo prácti co, entre otras, que la mayo-
y el uso de los test para la toma de decisiones políticas. ría de los editores de test no están en una posi ción que
La defini ción de validez que se aporta es el siguiente: les permita obtener ningún tipo de evidencia sobre las
« Va lidez es un concepto unitario. Es el grado en que consecuenci as del uso de los test, entre otras razones,
todas las evidencias acumuladas apoyan la proyectada por la variedad de usos del test que rea li za n a lo largo
in terpretación de las puntuaciones del test implica das del tiempo los evaluadores, las escasas posibilidades
en el proceso propuesto [. . .]. Validez se re fiere al grado de que los editores convenza n a todos los usuarios so-
en que evidencia y teoría soportan las interpretacio- bre la descripción más adecuada del constructo, y la
nes de las puntuaciones del test implicadas en los usos ausencia de mecanismos directos para obtener eviden-
propuestos del mism o [. .. ]. El proceso de validación cias creíbl es sobre las consecuencias de los usos de los
implica acumulación de evidencias que proporcionen test de rendimientos. En definitiva, al proponer la eva-
una base científica sólida para las interpretaciones que luación de las consecuencias del uso de los test en el
se proponen. Esto es, deben ser evaluadas las interpre- proceso de validación, se introduce en la psicometría
taciones de las puntuaciones del test requeridas para uno de los mayores desafíos, tanto conceptuales como
los usos propuestos, no el test mismo » (pp. 9- 11 , to- metodol ógicos, al situar la validez en un ámbito donde
ma do de Fernández-B allesteros y Ca lero, 2011 ). Este es difíci l diferenciar entre las cuestion es de validez y
plantea miento rea firma la posi ción central de la va- los argumentos ideológicos, políti cos o sobre la justi cia
lidez, integrando tanto aspectos cuantitativos como de los test (Padilla, Gómez, Hidalgo, y Muñi z, 2007).
cualitativos. A continuación, se describen conceptos
importantes surgidos desde esta nueva perspectiva, no Validez social
só lo co nceptu al sino también práctica, de la validez.
De entre las evidenc ias referidas a las co nsecuen-
Validez consecuencia/ cias de la administrac ión de los test, se encuentra la
proporcionada por la validez social. El co ncepto apa-
M essick (1998), define la va lidez consecuencia/ rece inic ialmente vinculado a la eva luación e interven-
como «los efectos co latera les no anti cipados de los ción de sujetos co n retraso, y debería ser considerado
usos legítimos de los test, especialmente si se pueden co mo un requi sito de las técnicas psicométricas en el
re lacionar los efectos adversos imprev istos con fuentes estab lecimiento de los criterios normativos o estánda-
de invalidez del test tales como la baja representación res de comparación de los individuos, en la pertinen-
del constructo o la dificultad no relacionada co n el cia éti ca y económi ca de los procedimientos utili za-
constructo ». En definitiva, se trata de co nsiderar qué dos, y en la valoración de los tratamientos en cuanto a
efectos - positivos o negativos- puede tener el uso de la repercusión social que para el paciente y su entorno
una técn ica sobre un sujeto eva luado (Fernández-Ba- tenga n los efectos conseguidos (Fern ández-B allesteros
llesteros y Ca lero, 2011 ). y Ca lero, 2004). Kazd in (1977) y Wo lf (1978) (citados
El análi sis de las co nsecuencias del uso de los test en Fern ández-Ba llesteros y Calero, 2011 ), proponen
y los juicios de va lor inherentes a las interpretaciones dos métodos para evaluarl a: a) la valoración subjetiva
que se hacen a partir de ellos, ha generado un amplio de la aceptabilidad social y de la importanc ia de las
debate en cuanto a la pertinencia o no de incluir el metas, procedimientos y/o resul tados obten idos; y b)
análisis de las consecuencias dentro del procedimiento la valoración cuantitativa de los resultados medi ante
de va lidación, tal y co mo ha ocurrido en los Standards compara ciones normativas. Foster y M ash (1999), indi-
for Educational and Psychological Testing (AERA, APA ca n que la va lidez socia l es un co nstru cto multidimen-
y NCME, 2014), donde se ha incluido las consecuen- sional co nstituido por dos subconstructos generales:
cias sociales del uso de los test como una fu ente de aceptabi lidad y relevan cia.
evidencia más dentro del proceso de validación (Na-
va rro y Ca lero, 201 7). Los autores contrarios a esta in- Utilidad
cl usión argumentan que, hacer depender la validez de
una eva luación de las co nsecuencias potenciales de la En relación con los instrumentos de eva luación,
misma, es confundir los resultados de utili za r los datos el concepto de utilidad hace referencia a tres aspec-
en un proceso de toma de decisiones, con la precisión tos princ ipales: a) la sensibi lidad de una técnica para
de la inferencia sobre la ca ntidad del atributo medido detectar variab les de tratamiento; b) su efi cac ia para
que posee el individuo, ya que se pueden hacer in- identificar comportamientos objetivo del trata miento
ferencias generales independi entemente de cualquier y; c) el grado en que la utili zac ión de una técn ica con-
uso específico del test (Padilla, Gómez, Hidalgo, y Mu- tribuye a la mejora de los resultados del tratamiento.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Como indi ca n Fernández-B all esteros y Ca lero (2011 ), uso de diferentes fu entes, ha de ser co ntempl ado, no
la utilidad constituye más un a ca racterísti ca del proce- só lo por su coste y grado de especif icidad, sino tambi én
so de eva lu ación que de las técni cas qu e se utili za n y desde la perspectiva de la validez incremental, es decir,
hace referencia al hecho de que en el proceso de eva- del grado en el que la inclu sión de medidas e informan-
lu ación se deben tomar las decisio nes más útiles. Las tes a lo largo del proceso de evalu ación mejore consis-
últimas aportacion es rea li za das po r el grupo de traba- tentemente la toma de decisiones y el poder predi ctivo
jo de la APA demuestran que la evaluac ión psicológica (Garb, 2003; Hunsley, 2003; Hunsley y M ash, 2005,
es al menos tan útil como la médi ca en las siguientes 2008). La validez incremental de las medidas puede
áreas: 1) descripción de sintomatología clíni ca y di ag- ser anali zada sobre va ri as dimensiones: sensibilidad al
nósti co diferencial; 2) pred icc ión del comportami ento; ca mb io, efi cac ia di agnósti ca, va lidez de contenido, va-
3) predi cc ión de resulta dos médicos; 4) predicc ión del lidez criteri al, diseño de tratamiento y resultado y va li-
uso de sistemas de sa lud; 5) predicción de res ultados dez convergente (Hay nes y Lench, 2003).
de las psicoterapi as; y 6) predicc ió n de resultados en En 2003 se publi có un a secció n especial en Psy-
sa lu d mental. En este sentido, podemos citar el trabajo chological Assessm ent, 75(4) donde se incluye ron los
del grupo de M eyer en el que a partir de un meta-aná- trabaj os que hasta el momento revi sa ron la combina-
li sis en el que anali za n más de 125 trabajos sobre la ción de técni cas en relación co n la va lidez in cremen-
validez de los test y 800 muestras en las que se exa mi- tal. Entre sus apo rtaciones en relación con los instru-
na la evalu ación mult i-método, ll ega n a las siguientes mentos de evaluación destacan las siguientes (Ga rb,
cuatro conclu siones generales: 1) la validez de los test 2003; Hunsley y M eyer, 2003; John ston y Murray,
ps ico lóg icos es alta y convincente; 2) la validez de los 2003) (tomado de Ca rrasco, 20 13).
test psico lógicos es co mpa rabl e a la de los test médi-
cos; 3) distintos métodos de eva lu ación proporcionan ■ Si se considera la psicopato logía de adul tos y el
fu entes de inform ación úni ca y; 4) los clíni cos que estudi o de la perso nali dad, las técn icas proyec-
só lo se basa n en entrevi stas son propensos a obtener tivas no parecen añad ir va lidez in cremental, ni
un conoc imi ento in compl eto de los pacientes (M eyer a otras técn icas usadas ni al juic io cl ínico. Sin
et al., 2001 ). embargo, el uso del test de Rorsc harch conjun -
A partir de estos datos, los auto res sugieren que es tamente co n el MMPl-2 mu es tra, en algunos tra-
recomendabl e el uso de baterías de evalu ación psico- bajos, un aumento de la predi cc ión clíni ca en el
lógica multi-método ya que las mi smas proporcionan diagnósti co de las conductas antisoc iales y de
un conoc imi ento estru cturado al clíni co que le permi - las alteracio nes de pensa mi ento.
te max imiza r la validez de la evalu ación por encim a ■ La co mb in ación de entrevistas clíni cas estructu-
de lo que se co nsigue al utili za r un úni co instrumento radas co n in strumentos específicos, que eva lúan
de evalu ación. Todos estos datos ava lan la relevancia, una alteración, aumentan la validez in cremental.
utilidad y vi gencia de la eva luació n psico lógica en la ■ El uso de inventa ri os o cuesti o nari os estandari -
actu alidad. za dos, co mo primera aprox imación a la eva lu a-
ción de los probl emas de personali dad (p. ej .,
Validez incremental M CMl-11I), seguido de una entrevista pormeno-
ri zada sobre los probl emas identificados en el
Considerando lo que se ha descrito en el apartado cuesti onari o previ amente admini strado, a pesa r
anterior y como se ha indi cado en el apartado referido de ser un a estrategia recomendada para estos ca-
al proceso de evalu ación, son mu chos los autores que sos, tiene el ri esgo de producir un mayor número
sugieren la rea li zac ión de un a evaluación multiméto- ele fa lsos negativos (Widi ger y Samuel, 2005) .
do y multi fuente. En muy raras ocas iones, un a medi da ■ Tras la apli cac ión de entrevi stas adm ini stradas
aislada o exclu siva es suficiente para proporcionar un a só lo al cli ente, la admini stración ele entrevistas
medida adecuada (De los Reyes y Kazdin, 2004; Del a fa mili ares, añade información signifi cati va.
Barri o, 2002; Fernández-B all esteros, 1994; Garb, 2003; ■ La evalu ació n de la perso nali dad, tanto medi an-
M eyer y Archer, 2001 ; Silva, 1995). No obstante, como te in strum entos centrados en la psicopatología
indica M cFall (2 005) en relación con la evalu ación mul - (p. ej., MMPI-2) como los centrados en los ras-
timétodo, más no es siempre mejor (more is not always gos o dimensiones no patológ icas (p. ej ., NEO-
better), esto es, la simpl e combinación de medidas no PI -R), aumenta n la va li dez del juicio clíni co.
debe ser asumida por defecto, debe ser demostrada em- ■ El uso de múltipl es métodos en la evaluación in-
píri ca mente para cada obj etivo de eva lu ación. Como fa nti I queda justifi cado más por cri teri os raciona-
indi ca n Ca rrasco, Holgado, del Barri o y Barbero (2 008), les que empíricos, ciada la ausencia de trabajos
el uso añadido de diferentes instrumentos, extensibl e al que proporcionen in formación contrastada sobre
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

su validez incremental. Algo parecido ocurre en b) El índice de especificidad o especificidad de la


relación con el uso de numerosas fuentes, aunque prueba (SP): se refiere a la proporción de suj e-
los escasos trabajos existentes sobre este tópi co, tos que no ti enen trastorno y han sido identifi-
muestran que la validez incremental depende de cados correctamente por el test o lo que es lo
la medida específica, la edad del niño, el rol del mismo, la probabilidad de que un sujeto «sin
informante, y la cuestión a evaluar. En ca mbio, la trastorno» obtenga un resultado negativo en el
mayoría de los trabajos muestran que una eva lua- test. En otras pal abras, se pu ede definir la espe-
ción centrada en múltipl es constructos aumenta cificidad como la ca pacidad para detectar a los
la predicción y va lidez de la misma. En este sen- sujetos «sin trastorno». También se denominada
tido, un estudio rea li zado por lzquierdo-Sotorrio, «fra cc ión de verdaderos negativos (FVN)» .
Holgado-Tello y Ca rrasco (2 01 6), en el que se lle-
va a cabo una eva luación desde una perspectiva Cada prueba tendrá mayor o menor porcentaje
multi-informante, indica que las combinaciones tanto en especific idad (SP) como en sensibi lidad (SE)
madre-padre o niño-padre son las que mejor pre- dependiendo de su punto de corte. Lo idea l sería que
dicen probl emas conductuales en los niños deri- no se so lapasen y al hacer un test so lamente obtuv ié-
vadas de la aceptación parental percibida. semos verdaderos positivos y verdaderos nega tivos,
pero no es así. Se ha propuesto la apli cac ión de la
En la sección espec ial sobre Evaluación Basada en Curva Operativa del Receptor (CO R) para determinar
la Evidencia, pub licada en Psychological Assessment, los puntos de corte que optimice n la validez de las
2005, vol. 77 y en la guía Assessm ents that Work decisiones de clasificación (Dunn, 2000).
(Hunsley y M ash, 2008) pueden co nsultarse más in-
formación sobre el uso combinado de instrumentos
ap li cados a probl emas clínicos co ncretos. 7.2.4. La validez desde la Teoría de la
Generalizabilidad

7.2.3. La validez de los test referidos al Desde la Teoría de la Genera li zab ilidacl (TG ) tam-
criterio: sensibilidad y especificidad bi én se ha aludido al concepto de validez. Este enfo-
que hace referencia a cuatro cuestiones específi cas a
El obj etivo de los Test Referidos a Criterio es cla si- la hora de determin ar la validez de una prueba: 1) la
ficar a los sujetos a partir de las puntuaciones que se generalizabilidad de los elem entos, referida al hecho
obtienen en el test. Así, los sujetos se clasifican según de hasta qué los elementos de un test son representa-
un punto de co rte en «ap tos/ no aptos » o «trastorno/no tivos del amplio universo de elementos implicados en
trastorno ». De esta manera, el análisis de la validez de el mism o ámbito de contenido, y/o hasta qué punto
estos in strumentos debería centrarse en la adecuación uno elementos del test se pu ede generali za r a otros.
de las decisiones de la cl asificac ión (Martínez-Arias, En este caso, el evaluador deberá tener en cuenta si
1995; M artín ez-Ari as, Hern ández y Hern ández, 2006). los elementos de los cuales se derivan los datos son
Las evidencias de va lidez en este sentido, se ob- representativos del ámbito tota l sobre el que vamos a
tienen med iante índi ces de acuerdo entre las cl asifi- generali za r éstos. Se relaciona co n el concepto de va-
caciones rea li zadas por el test y las de un criterio de li dez de co ntenido en la TCT; 2) la generalizabilidad
clas ificación externo ya validado. Entre los índi ces de las situaciones, donde se pl antea la cuestión de la
más utili zados se destacan el índice de sensibilidad y validez ecológica al preguntarse hasta qué punto los
el índice de especificidad: datos recogidos en un test son genera li za bl es a otras
situaciones, y donde el eva luador deberá comprobar
a) El índice de sensibilidad o sensibilidad de la la concordanc ia entre las med idas procedentes del la-
prueba (SE): hace referencia a la proporción de boratorio y las medidas de situaciones naturales, así
sujetos que realmente ti enen el trastorno y han como, la utili zac ión prioritaria de estas últimas en la
sido correctamente identificados por el test o lo evaluación; 3) la generalizabilidad de los m étodos,
que es lo mismo, la probabilidad de un suj eto donde se plantea en qué med ida los datos proceden-
que realmente tenga un trastorno obtenga en tes de un método de eva luación son generali zabl es a
el test un resultado positivo. La sensibilidad es, otros que eva lúan el mismo co ntenido, y donde el eva-
por lo tanto, la capac idad del test para detec- luador deberá examinar las puntuaciones obtenidas
tar «trastorno » en el sujeto. La sensibilidad se en distintos métodos que eva lúan iguales o distintas
conoce también como «fracción de verdaderos dimensiones, y ll egar a conclusiones sobre la bondad
positivos (FVP)». de los datos obtenidos. Hace referencia a la validez
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en área s y context os

convergente y con currente de la TCT y; 4) la gene- ducta en cuesti ón, mientras que no es posible que ha-
ralizabilidad de las dimensiones, donde se pl antea la ya n controlado esas ca racterísti cas obj etivas y que no
cuestión de en qué medida las propi edades o estima- estén de acuerdo entre sí. Y en lo que conciern e a la
cion es de una vari abl e son generali za bl es a otras. Se va lidez, Cone indica que una medida pu ede ser vá lida
relaciona con la validez de con stru cto desde la TCT pero no exacta, ya que la exactitud hace referencia a
(Fernández- Ballesteros y Ca lero, 2004; 2011 ). una verdadera med ida independiente, mientras que la
va lidez conlleva la ausencia de tales valores, por lo
que éstos deben ser estimados mediante criteri os de
7 .3. Exactitud va lidación.

Desde una perspectiva conductual, asumir los prin -


c ipios psicométri cos de la Teoría Clásica de Test a la
hora de elaborar instrumentos de evaluación, era una 8. GARANTÍAS ÉTICAS EN EL USO
cuesti ón difícil, sobre todo porque desde la evaluación DE LOS INSTRUMENTOS DE
condu ctual no se aceptaban los prin cipios de estabili - EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
dad y continuidad del constru cto que subyacía n a los
mi smos. Es por esta razón que, dentro de la evaluación En nuestro país, el Consejo Cenera/ de la Psicología
conductual, se empeza ron a desarrollar métodos eva- en España, es el máx imo órgano de representación de
luativos al margen de los estándares oficiales, a la vez los Colegios O ficiales de Psicólogos. Di cho co nsejo ha
que se empeza ro n a proponer co nceptos altern ativos publicado los Principios Éticos de la Evaluación Psico-
como el de exactitud (Cone, 1988; 2003). Lo que le lógica, a partir de los publi ca dos por la APA en 1992 .
interesa a un evaluador conductual es obtener infor- Este «código» abord a los probl emas más importa ntes
mación sobre una o más ca ntidades de alguna dimen- co n los que se encuentra un psicó logo a lo largo del
sión de la conducta y, pa ra ello, se deben desarrollar proceso de evaluac ión, y hace espec ial hinca pi é en lo
form as de generar esta info rmació n y de evaluarl a en referente a la elección y el uso de los instrumentos de
fun ción de la exactitud con la que se presenta. Cone medida, ya que la elección inadecuada de los mi smos
(1988), señala que los aspectos que han determinarse suele ser una de las fu entes de error más habitu ales
son los siguientes: a) si la co nduc ta ocurre o no; b) si en la ps ico logía (Muñi z, 1997) . Por su interés pa ra la
ocurre de fo rma repetida; c) si ocu rre en más de una materi a que nos ocupa se muestran en la Tabl a 4. 3.
situación; d) si se puede medir de más de una forma; y; En el Código Deontológico del Psicó logo también
e) si se relaciona sistemáti camente co n la ocurrencia publi ca do por el Consejo Cenera/ de la Psicología en
de otra u otras conductas. Para que un instrumento de España, se hace referencia al uso adecuado y éti co de
evaluación conductu al, pueda co nsiderarse apto pa ra los instrumentos de eva luación psico lógica . Concre-
evaluar co nductas concretas debe demostrar previa- tamente, en el apartado «Sobre la competencia pro-
mente que refl ej a de manera prec isa dichas ca racte- fes ional y de la relación con otros profesionales» se
rísti cas . Por otro lado, para establ ecer la exacti tud de recogen los siguientes artículos:
un instrumento de evaluación conductual es necesa ri o
espec ifica r cla ramente los procedimientos o reglas de Artícu lo 17°: «La autorida d pro fesional del Psicó-
utili zación del instrumento, y disponer de un índi ce logo/a se funda m enta en su capacitación y cuali-
indi scutible con el que pu edan compararse los datos ficación para las tareas que desem peña. El/la Psi-
que obtenga mos mediante la pru eba. cólogo/a ha de estar profesionalmente preparado
El término de exactitud no es equivalente, ni al y especializa do en la utiliza ción de m étodos, ins-
de fi abilidad, ni al de va lidez desde la TCT. Exactitud trumentos, técnicas y procedimientos que adopte
hace referencia al grado en que una med ida represen- en su trabajo. Forma parte de su trabajo el esfuerzo
ta fi elmente las ca racterísti cas topográficas obj etivas continuado de actualización de su competencia
de la conducta de estudi o, mientras que el término pro fesional. Debe reconocer los límites de su com-
fi abilidad hace referencia al grado de co nsistencia co n petencia y las limitaciones de sus técnicas».
el que obse rvac iones repetidas del mi smo fenómeno
nos proporcionan una información equiva lente. De Artículo 18°: «Sin perjuicio de la legítima diversidad
esta manera, un in strum ento exacto tendrá que ser fi a- de teorías, escuelas y métodos, el/ la Psicólogo/a no
bl e, pero no al contrari o, ya que, como indica Cone utilizará m edios o procedimientos que no se hallen
(1988) co n un ejemplo, dos observadores pueden estar suficientem ente contrastados, dentro de los límites
de acu erdo entre sí, pero los dos pu eden haber pasado del conocimiento científico vigente. En el caso de
por alto ca racterísti cas topográfi ca obj etivas de la co n- investigaciones para poner a prueba técnicas o ins-
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

Principios Éticos de la Evaluación Psicológica (tomados del Código Ético de la APA, 1992)
1. Evaluación, diagnóstico e intervenciones en un contexto profesional
a. Los psicó logos única mente llevan a cabo evaluaciones, diagnósti cos, o intervenciones dentro del contexto de una relación profesio-
nal defi nida.
b. Las evaluaciones de los psicó logos, recomendaciones, informes y diagnósti cos o apreciaciones va lorativas, se basan en información
y técnicas (incl uyendo entrevistas personales cuando sea conveniente) suficientes para proporcionar una fundamentación adecuada
de sus hallazgos.
2. Competencia y uso apropiado de evaluaciones e intervenciones
a. Los psi có logos que elaboran, aplica n, puntúan, interpretan, o usan técnicas de eva luación psico lógica, entrevistas, tests, u otros
instrumentos, lo hacen de modo que tanto el proceder como los fines perseguidos sean apropiados de acuerdo con la in vestigación
y los datos existentes acerca de la utili dad y perti nencia de las técn icas.
b. Los psicólogos se abstienen del uso inapropiado de técni cas de evaluación, intervenciones, resultados e in terpretaciones, y toman
medidas razonab les pa ra evita r que otros usen inadecuadamente la in fo rmación proporcionada por estas técnicas. Esto incl uye el
abstenerse de fac ilitar las puntuaciones de los tests u otros datos a personas ajenas a los pacientes o cl ientes no cualificados para
utilizar dicha info rmación.

3. Construcción de test
Los psicólogos que co nstru yen y rea li zan investi gaciones con tests y otras técnicas de evaluación, utili za n procedimientos científicos
y conocimientos profesionales actu ali zados para el diseño de los tests, estandari zac ión, validación, reducción o eliminación del
sesgo y recomendaciones de uso.
4. Uso de la evaluación en general y con poblaciones especiales
a. Los psicó logos que llevan a ca bo intervenciones o apli ca n, puntúan, interpretan, o uti li zan técn icas de eva luación, conocen la fia-
bi lidad, va lidez, los estu dios sobre la estandari zación y los resultados, aplicaciones adecuadas y usos de las técnicas que manejan.
b. Los psicólogos son conscientes de los límites ele la cert idumbre con la que pueden hacerse los diagnósti cos, juicios y predicc iones
acerca de las personas.
c. Los psicólogos intentan identi ficar las situaciones en las cuales determinadas intervenciones, técnicas de eva luación, o normativas
pueden no ser aplicab les o pueden requerir un ajuste en la aplicación o interpretación debido a característi cas ele la persona tales
co n el sexo, la edad, raza, etni a, nacionalidad, religión, orientación sexual, discapacidad, idioma o estatu s socio-económico.
5. Interpretación de los resultados de la eva luación
Al interpretar los resultados de la eva luació n, incl uidas las interpretaciones automati zadas, los psicó logos tienen en cuenta los
distintos aspectos del test y ca racterísticas de la persona evaluada que pueden afectar los juicios del psicólogo o reducir la preci-
sión de sus interpretaciones. Han de indicar cualquier reserva significativa que tengan acerca de la precisión o limitac iones de sus
interpretaciones.
6. Personas no cualificadas
Los psicólogos no promueven el uso de técnicas de evaluación psicológica por parte ele personas no cualificadas.
7. Tests obso letos y resultados desfasados de los tests
a. Los psicó logos no basan sus evaluaciones, decisiones sobre la intervención, o recomendaciones, en datos o resultados de los tests
que están desfasados en relación con los objetivos perseguidos en la actualidad.
b. Del mismo modo, los psicólogos no basan sus decisiones o recomendaciones en medidas y tests obsoletos, inapropi ados para los
obj etivos actuales.
8. Servicios de calificación e interpretación
a. Los psicólogos que ofrecen procedimientos de calificación o eva luación a otros profesionales descri ben con precisión la finalidad,
norm as, validez, fi abi lidad, aplicac iones de los procedi mientos, así co mo cualquier cualificación especia l aplicable a su uso.
b. Los psicólogos el igen los servicios de cal ifi cac ión e interpretación (incl uidos los servicios automatizados) basándose en los elatos
sobre la va lidez del progra ma y procedim ientos, así co mo en otras consideraciones pertinentes.
c. Los psicó logos mantienen la responsabilidad de la apli cac ión adecuada, la in terpretación y el uso de los instrumentos de evaluación,
tanto si son ellos los que puntúa n e interpretan los tests, co mo si utili za n servicios automati zados u otros para hacerl o.
9. Explicación de los resultados de la evaluación
Al menos que se informe cl aramente con antelación a la persona evaluada de que la evaluación exclu ye cualquier tipo de expli-
cac ión de los resul tados (como ocurre co n algunas situaciones de consejo organi zac ional, o ciertas eva luaciones de pre-empleo,
seguridad o del ámbito jurídico), los psicó logos han de garanti zar que se proporcione una expli cación de los resultados, util izando
un lenguaje que pueda entender la persona evaluada, u otra perso na lega lmente autori zada por el cliente independientemente de
que la puntu ación e interpretación sean hechas por el propio psicó logo, por ayudantes, o por medio de servicios automati zados u
otros servicios extern os, los psicó logos toman las medidas necesarias para asegurar que se proporcionan expli caciones apropi adas
de los resultados.

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

1 O. Mantenimiento de la seguridad de los tests .

Los psicólogos se esfuerza n para mantener la integridad y seguridad de los tests y otras técni cas de eva luación, de acuerdo co n la ley
y las ob li gaciones contra ctua les, y de tal modo que le permi ta cumplir con los requerimi entos del cód igo éti co.

trumentos nuevos, todavía no contrastados, lo hará ti étnica donde se ejercerá la evaluación. Cada instru-
saber así a sus clientes antes de su utilización ». mento psicológico mide una muestra de co nducta y
la influencia de la cu ltura debes ser detectada por las
Artíc ulo 19º: « Todo tipo de material estrictam en- pruebas en la medida en que afecta al comportami en-
te psicológico, tanto de evaluación cuanto de in- to (Anastasi y Urbina, 1998) .
tervención o tratamiento, queda reservado al uso En Estados Unidos, a través de las guías que se han
de los/as Psicólogos/as, quienes por otra parte, se ido citando previamente, se proporcionan unas direc-
abstendrán de facilitarlos a otras personas no com- tri ces donde se anima a los psicólogos a ser cultural-
petentes . Los/las Psicólogos/as gestionarán o en su mente sensibl es y conozca n las técnicas de eva luación
caso garantizarán la debida custodia de los docu- cuya fiabilidad, validez y equivalenc ia de medida se
m entos psicológicos ». haya n investi gado a través ele muestras culturalmen-
te diversas, a que no utilicen in strum entos que no se
Artículo 21º: « El ejercicio de la psicología no haya n adaptado a la población obj eto de eva luación,
deberá ser m ezclado, ni en la prá ctica, ni en su a que rea licen estudi os piloto y entrevistas para de-
presentación pública, con otros procedimientos termin ar la va lidez cultural de sus instrumentos, y a
y prá cticas ajenos al fundamento científico de la que vaya n más allá de la mera equiva lencia lingüísti ca
psicología, cuando tal prohibición esté prevista de los instrumentos, es decir, no só lo que la traduc-
legalmente ». ción sea correcta, sino que busqu en la equivalencia
conceptual y funcional de los constru ctos eva luados.
O lo que es lo mi smo, que los psicólogos determinen
8.1. Consideraciones sobre la si dichos co nstru ctos eva luados por los in strumentos
evaluación en grupos diversos o tienen el mi smo significado y fun ción en distintas cul-
multiculturales turas (Rogler, 1999; Valencia y Rankin, 1985).

La rápida difusión de los co ntactos transculturales


que se observa en el mundo actual incrementa la posi-
bilidad de que las pruebas e in strum entos se apliquen RESUMEN
a sujetos de culturas diferentes.
Desde la década de los 80 han proliferado una serie Los instrumentos de eva luació n psicológica son
de manu ales, guías, revistas, artículos y otras publi ca- los procedimientos y recursos que utili za el psicólo-
ciones relacionadas con la ca pacitación y la co nducta go cuando evalúa . Permiten obtener información du-
apropiada de los evaluadores al examin ar a los mi em- rante el Proceso de Evaluación Psicológica, por lo que
bros de otras culturas. Algunas aborda n la eva luación constitu yen las herrami entas de las que el eva luador
de estudi antes, otras se centran en el exa men de los ni- hace uso en cada una de las fases del mi smo. Pode-
ños pero la mayoría se centran en el problema genera l mos enco ntrar distintas nomenclaturas para nombrar
de la eva luación mul ticultural. Entre los trabajos más a los in strumentos de eva luación, siendo los más co-
co nocidos en este terreno enco ntramos las Cuidelines mun es: técn ica, prueba, test, etc. Desde los distintos
on Multicultural Education, Training, Research, Practi- modelos de eva luación psicológica se han generado
ce and O rga nizational Change far Psychologists (APA, diferentes «técn icas psicológicas ». Di chas técnicas, se
2002), donde se recoge que entre las competencias basan fund amentalmente en los planteamientos teóri-
del psicólogo actual , deben incluirse la sensibilidad y cos de cada modelo, los tipos y niveles de inferencia
conocimiento multicultural. ele las variables o dimensiones que eva lúan, y los mé-
Hay mu chas críti cas referidas al hecho de que todos ap licados para su co nstrucción. En este manual
la mayoría de técnicas de eva luación se encuentran se describen las técni cas de entrevista, psicométricas,
fuertemente sesgadas en favo r de la cultura occiden- de observac ión, obj etivas, subjetivas (proced imientos
tal y reflejan sus valores. El grado en que los test son estructurados y técni cas narrativas) y proyectivas, in-
válidos al eva luar otras poblaciones diferentes es de cluyéndose un amp lio abani co de técni cas que nacen
suma importa ncia en una sociedad cada vez más mul - en el seno de diferentes modelos y propuestas teóricas,
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD

con el obj etivo fundamental de ofrecer al alumno una propuestos por el Consejo Oficial de la Psicología en
vis ió n globa l e integradora de la disciplina. España y tomados del Cód igo Ético de la APA (1992).
Una parte importante del capítul o se dedica a res- Tamb ién, en relac ió n con este aspecto, se c itan algu nos
po nder cuestiones como tan relevantes co mo: ¿qué artículos de Código Deontológico del Psicólogo donde
aspectos generales se deben ten er en cuenta para ele- se alude al uso adecuado y ético de los instrumentos
gir los instrumentos de evaluación psicológica?, ¿cóm o de eva luació n psicológica. Se dedica un último apar-
aplicar correctamente estos instrumentos? o ¿qué co- tado a rea li za r una serie de cons ideracio nes sobre la
nocimientos se deber tener para corregirlos e interpre- eva luac ió n en grupos diversos o multiculturales.
tados adecuada mente?
Se describe también, cómo interpretar las puntua-
ciones que se obtienen al ap li ca r los in strumentos de
eva lu ac ión, centrándose princ ipalmente en las obteni- BIBLIOGRAFÍA
das en las pruebas psicométri cas . Co ncretamente, se
distinguen dos fuentes de in formac ió n en las que los AERNAPNNCME (2014) . Sta ndards for Educational
test se apoya n para dar signifi cación a la puntuación and Psychological Testing. Washington, DC: Ame-
obte nida por el suj eto en función de su finalidad: los ri ca n Educational Resea rch Association, American
criterios de rendimiento (en el caso de los Test Refe- Psychological Association, Natio nal Co un c il o n
ridos al Criteri o) y los baremos (en los Test Referid os M easurement in Education .
a la N o rm a) . En este segun do caso se describen los A meri ca n Psychological Association -APA- (1992).
baremos cronológicos, las puntuaciones centiles o per- Ethi ca l prin c ipi es of psycho log ists and code of co n-
ce nti les y los ba remos típicos . duct. American Psychologist 47, 1597-16 11 .
En apartados posteriores se describen los principa- Anastasi , A. y Urbina, S. (1997). Psychological testing.
les criterios de ca lidad psicométricos ex igib les a los Ann Arbor, MI: Prenti ce H all.
instrum entos de evaluación, refiri éndonos a la fiabi- Anastas i, A . y Urbina, S. (1998). Test psicológicos. M é-
lidad y a la validez de los mismos. En relación con x ico: Prenti ce H all.
la fiabilidad, se describe tanto desde la Teoría Clásica Birnbaum, A. (1968). Sorne late nt trait mode ls and their
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o fiab ilidad inte ,jueces; como desde la Teoría de Res- Bollen, K.A. (1989). Structural equations with latent
p uesta al Ítem ( TRI) , donde el co ncep to fi abilidad se variables. Nueva Yo rk : John Wiley.
sustituye por el concepto de in formación (o función Campbe ll, D.T. y Fiske, D.W. (1959). Co nvergent and
de información de un test), propuesto por Birnbaum d isc rimin ant va lidation by the multitrait-multime-
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todos clásicos para el cálcul o de la mi sma, esto es, Carrasco, M.A, H o lgado, F.P., del Barrio, V. y Barbero,
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tos particul ares que mide cada pru eba (va lidación del En M.A. Carrasco-Ortiz, l. Ramírez- Uclés y M.V. del
constructo); así como la va li dez entendida desde otras Barri o-Gá ndara (Eds1 Evaluación Clínica. Diagnós-
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EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

mo co nstructo subyacente. Se anali za habitual- Matrices multirrasgo-multimétodo: matri ces de resul-


mente por medio de coefi cientes de co rrelación tados que se componen de las correlaciones del
que refl ejan las relaciones entre las puntuaciones test co n otras med idas del mi smo co nstru cto obte-
en los ítems de un test obtenidas en una única apli- nidas con distintos métodos y de otros constructos
cac ión . obtenidos con el mismo método.
Edad Equivalente: edad en la que la puntuación del Percentiles o centiles: representan med idas de posi-
niño es igual a la med iana (percentil 50) de la dis- ción en una distribu ción de frecuencias, ordenan a
tribución de la muestra normativa. los sujetos e indica n el porcentaje del grupo que se
Edad Mental: puntu ac ión med ia que obtiene en una deja por debajo.
pru eba el conjunto de la población de esa edad. Prueba: término que se ha venido utili za ndo habitual-
Error no sistemático: se produce c uando las medidas mente como sinónimo de «test», si bien difiere de
son alternativamente mayores o menores de lo que los test porque las pruebas de eva luac ión psi co ló-
rea lmente deben ser. gica pueden ser procedimientos tanto tipifi cados
Error sistemático: se produce cuando las medi ciones como no tipificados.
que se obtienen co n un instrumento de eva luación Puntuación directa o bruta: valor o número que resu-
son sistemáti ca mente mayores o menores que lo me la ejecución de la persona en el test y se obtie-
que rea lmente deben ser. ne siguiendo las instrucciones que se indi ca n en el
Especificidad: la probabilidad de que un sujeto «sin manual. Esta puntuación directa no contiene nin-
trastorno » obtenga un resultado negativo en el test. gún significado por sí misma.
Evaluación Basada en la Evidencia (EBA): uso de la Puntuación típica estándar: diferencia entre la pun-
investigac ión y las teorías científicas como base tu ac ión directa obtenida por el sujeto en el test (X)
para la selecc ión de los constructos a evaluar se- y la med ia del grupo de referencia, dividida por la
gún los objetivos de eva luación establec idos, el desviación típica de ese mismo grupo en el test.
uso de técnicas e instrumentos va lidados para su Indica el número de desviaciones típicas a la que
contrastación y la implementación del proceso de se encuentra la puntuación de un sujeto respecto
evaluación . de la med ia del grupo normativo.
Exactitud: desde un enfoque conductual, hace re- Puntuación típica normalizada: valor Z; asociado co n
ferencia al grado en que una med ida representa el centil correspondiente a una determi nada pun-
fielmente las características topográficas objetivas tuación directa en la distribución normal.
de la co nducta de estudio. Los aspectos que han Puntuaciones de aptitud : indi ca n el nivel puro de ren-
determinarse son: si la conducta ocurre o no, si dimiento en el test. Se basan en la dificultad de los
ocurre de forma repetida, si ocurre en más de una ítems intentados y el número de respu estas correc-
situación, si se puede med ir de más de una forma y tas. No co nstituyen puntuaciones norm ati vas.
si se relaciona sistemática mente con la ocurrencia Puntuaciones de desarrollo: derivadas del modelo de
de otra u otras conductas. la Teoría de Respuesta al Ítem . Se calculan las pun-
Fiabilidad interjueces: grado del acuerdo entre eva lua- tuaciones de capacidad de acuerdo co n el modelo
dores permite analizar en qué grado dos eva luado- logísti co de un parámetro y posteriormente éstas
res independientes valoran o puntúan a la misma reescalan para co nstituir las puntuaciones de de-
person a de forma similar. Se calc ula a través de un sarrollo, con media 500 y desviación típica 1OO.
índice de co ncorda ncia entre eva luadores, siendo Proporcionan una esca la de interva los a través de
la fórmula más utili zada el índice Kappa. la cual se pu ede medir el progreso del sujeto eva-
Fiabilidad test-retest o consistencia interna: estabili- luado a lo largo del tiempo.
dad de la medida a lo largo del tiempo en el caso Puntuaciones típicas derivadas: puntuaciones resul-
de comportamientos que se suponen que perma- tantes de las transformaciones linea les de las pun-
necen relativamente co nstantes. Su eva luación re- tuaciones típicas en las que se eli ge como med ia
quiere un diseño de recogida de datos en el que y desviación típi ca los valores que el eva luador
la misma prueba se ap lique a un mismo grupo de considere.
personas con un intervalo temporal entre ambas. Sensibilidad: probabilidad de un sujeto que realmente
Fiabilidad: exactitud (consistencia y estabi lidad) de la tenga un «trastorno » obtenga un resultado positivo
med ición de un test, es decir la precisión co n la en el test.
que mide la prueba. Técnica: Conju nto de procedimientos y recursos de
Instrumento: Todo aquello que el eva luador puede que se si rve una ciencia o un arte. Una técnica de
utilizar como legítima fuente de datos acerca de evaluación psi cológica supone un dispositivo de
un sujeto. recogida de in formac ión, sin que necesariamente
LOS INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y GARANTÍAS DE CALIDAD -

requiera tipificación de su material o con ell a se do, y permite interpretar las puntuaciones dándoles
permitan comparaciones intersuj etos. un significado teóri co.
Test Referidos a la Norma: test que evalúan la actua- Validez de contenido: grado en que los elementos que
ción de un sujeto co ncreto comparándola con la componen un instrumento de med ida constituyen
de otro grupo bien definido en el mi smo test que una muestra relevante y representativa del posible
actú a como grupo normativo. universo de ítems que se podrían haber util izado
Test Referidos al Criterio: test que miden la puntua- para med ir el constru cto de interés.
ción de un suj eto en relación con un determinado Validez de criterio: determina las relaciones empíri cas
nive l o criteri o de actuación defi nido de antemano. entre las puntuaciones del test y un cri teri o o va ri a-
Test: aquellos instrumentos, técn icas o pruebas que ble extern a de interés.
están estandarizados y tipificados y, por lo tanto, Validez discriminante: grado de correlación entre las
informan de la puntuación de un sujeto en relación med idas de distintos rasgos obtenidas por el mismo
a su grupo de referencia método.
Utilidad: hace referencia a la sensibilidad de una Validez ecológica: grado en que los compo rta mientos
técnica para detectar va ri ab les de tratamiento, su observados y registrados en una investigación, re-
efi cac ia para identifica r comportamientos objetivo fl ejan aquello que realmente acontece en los esce-
del tratamiento, y el grado en que la utili zac ión de narios naturales.
una técnica co ntribu ye a la mejora de los resulta- Validez factorial: dimensionalidad subyacente de los
dos del tratamiento. instrumentos de med ida. El análi sis factor ial cons-
Validez: grado de adecuación de las inferencias rea- tituye una técnica de análi sis multi va ri ado que per-
li zadas a partir de las puntuaciones de los test de mite obtener evidencias sobre la misma.
manera que estas sean aprop iadas, significativas y Validez instruccional: grado en el que el test refl eja la
útiles. «dinámica instrucc ional» seguida para la enseña n-
Validez aparente: grado en que un test «da la impre- za del co ntenido.
sión» a los eva luados de que mide lo que se pre- Validez predictiva: correlación entre las pun tuaciones
tende. obtenidas en el test con las puntuaciones de algú n
Validez concurrente: correlación entre las puntuacio- criterio que serán recogidas en un tiempo futuro,
nes obtenidas en el test y las puntuaciones de algú n es decir, el criterio se adm inistra en un momento
criteri o, en la que ambos que se administran de for- posterior al test.
ma simultánea. Validez retrospectiva: co rrelación entre las puntua-
Validez consecuencia!: efectos co laterales no anti ci- ciones obtenidas en el test y las puntuaciones de
pados de los usos legítimos de los test, especial- algún criteri o, en la que el criteri o se mide antes de
mente se pueden relacionar los efectos adversos apli car el test.
imprevistos con fuentes de invalidez del test, ta les Validez social: co ncepto que aparece inicialmente
como la baja represe ntación del constructo, o la vi nculado a la eva luac ión e intervención de sujetos
dificultad no relacionada co n el constructo. co n retraso y debería ser co nsiderado como un re-
Validez convergente: grado de correlación de las me- quisito de las técn icas psicométricas en el estable-
diciones del mi smo rasgo rea li zadas con distintos cimiento de los criteri os normativos o estándares
métodos. de comparac ión de los individuos, en la pertinen-
Validez curricular: grado en el que el test refl eja los cia ética y económ ica de los proced imientos uti-
objetivos, cultura, filosofía, etc., genera lmente de li zados, y en la va loración de los tratam ientos en
la institución que rea li za la med ición. cuanto a la repercusión social que para el paciente
Validez de constructo: grado en que el test refleja la y su entorno tengan los efectos conseguidos.
teo ría psicológica a partir de la que se ha construí-
La Entrevista en el Proceso
de Evaluación Psicológica

Félix Guillén Robles


Carmen Moreno Rosset

l. INTRODUCCIÓN
2. ENTREVISTAS INICIALES. PRIMERA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA
2.1. Entrevista inicial
2.1.1. Actitudes y habilidades básicas. La empatía y la escucha activa
2.1.2. La comunicación no verbal del entrevistador y del entrevistado
2.2. Entrevista biográfica
2.2.1. Áreas más importantes en la recogida del historial adulto
2.2.2. Áreas más importantes en la recogida del historial infanta-juvenil
2.2.3. Áreas más importantes en la recogida del historial para orientación
profesional y recursos humanos
3. POST-ENTREVISTAS INICIALES. SEGUNDA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA
4. ENTREVISTA DE COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN.
TERCERA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
S. ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN. TERCERA FASE DEL PROCESO DE EVALUACIÓN
PSICOLÓGICA
6. GARANTÍAS CIENTÍFICAS DE LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Identificar las distintas entrevistas que se realizan en las tres primeras fases del proceso de evaluación psi-
cológica pertenecientes al proceso evaluativo descrito en el capítulo 2.

■ Diferenciar los contenidos de la entrevista inicial y la biográfica.

■ Identificar las áreas más importantes en la recogida del historial adulto e infanta-juvenil.

■ Reconocer las principales actitudes y habilidades que debe mostra r un buen entrevistado r en todas las en-
trevistas .

■ Distinguir las técnicas de entrevista verbales directivas de las no directivas.

■ Deta ll ar en qué tipos de entrevista (primeras, de co mprobación de las hipótesis de eva lu ación y de devolu-
ción) son más útiles las técnicas directivas y las no directivas.

■ Descubrir los errores que el entrevistador y el entrevistado pueden cometer en las entrevistas.

■ Reconocer la co muni cac ión no verbal del entrev istador y del entrevistado.
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

to vertebrado de evaluación de conductas». Al tratarse


l . INTRODUCCIÓN de una técni ca qu e se utili za en el proceso de evalua-
ción e intervenció n psico lógicos, pu ede adoptar di fe-
La entrevista psico lóg ica es el nexo de comuni ca- rentes form atos y ca racterísti cas, según el co ntexto en
c ión que se establ ece entre el psicó logo y la persona o el que se utilice (clíni co, educativo, orga ni zac ional ... )
personas que rea li za n una demanda o consulta. Puede y el momento del proceso en el qu e se rea li ce (recogi-
ser el prin c ipi o de una relación di agnósti ca, de ori en- da de informac ión, contrastac ión de hipótes is, entrega
tac ión, de se lección y/o terapéut ica que se rea li za a de resultados o va loración del tratami ento). Es pues,
t ravés de la comuni cac ión verbal y no verbal y a tra- una técni ca versátil , que puede adaptarse a diferentes
vés de la cual el ps icó logo ll ega a conocer el motivo objetivos o propós itos.
de la demanda, qué es lo que so li c ita o le preocupa En este libro expli ca remos las ca racterísti cas de las
al cl iente o paciente, cuál es el grado de co nsc ienc ia distintas entrevistas que se rea li za n en las tres primeras
del pos ibl e probl ema por el que consul ta, y en qué fases del proceso de eva luación psico lógica (ver ca pi-
grado estará di spuesto a co laborar el so li citante para tul o «E l proceso de evaluación ps ico lógica : un méto-
conseguir el o los obj etivos que persi gue. Durante este do científi co» ). El motivo de centrarn os en éstas entre-
capítul o alu diremos de form as di stintas al entrevista- vistas es porqu e en dichas fases se rea li za el proceso
dor (psicó logo, terapeuta ... ) y entrevistado (cl iente, evaluativo. Por el contrari o las fases 4 y 5 se centran
pac iente, so lic itante, demanda nte .. .), como acabamos en el proceso valorativo del tratami ento y, el mode lo
de hacer, ya que repeti damente aparecerán a lo largo teóri co de cada terapeuta, guiará los co nteni dos de las
del tex to y de esta manera vari aremos la alu sión a los entrev istas qu e se rea li ce n, por lo que no se tratarán
dos protagoni stas de la entrevi sta ps ico lógica . en este cap ítul o.
En el ante ri or manual, M aga nto y Cru z (2 005) es- En fun ción de los obj etivos de cada fase del proce-
pecifi ca n las prin c ipales característi cas de la entrev is- so de evalu ación, se indi ca rán las prin c ipales actitudes
ta ps ico lógica: se trata de una conversac ión con una y habili dades que debe mostrar el psicó logo, así corn o
fi nalidad (petición de ayuda), co n objetivos predeter- las técn icas de entrev ista más adecuadas para alcan-
min ados y conoc idos por el entrevi stador. El espacio za rl os.
y t iempo so n limitados y se estab lece un modelo de Los co nteni dos de este cap ítul o deben entenderse
traba jo. Se produce una interacción recíproca, con de manera fl ex ibl e, en el se ntido de que se recomi en-
una vía de comuni cac ión bidireccional y dos ca nales dan las técn icas de entrevista más útiles para cada fase
de comuni cac ión: verbal y no verba l, sin embargo los del proceso, sin que su uso sea excl uyente entre fases .
ro les que se establ ecen so n as im étri cos . Las autoras Además, sugerimos la lectura del tema sobre la entre-
describen co n prec isión las etapas de la entrevi sta ini- vista psico lóg ica de M aga nto y Cru z (2 005), incluid a
c ial, desde la pre-ent revi sta a la post-entrevi sta, junto en los contenidos on-line de este manual, ya que am-
con los elementos o vari abl es que confi guran la co- bos ca pítul os se compl ementan.
muni cac ión, el análi sis y comprensió n del probl ema. En base a los objetivos a cu mp lir en cada fa se del
As imi smo destaca n las princ ipales ca racterísti cas que proceso de evaluación, indica remos las prin c ipales
debe poseer un buen entrevi stador y ofrecen ori enta- actitudes y habilid ades que debe mostrar el psicó lo-
cio nes específicas c uando se co nsulta por un niño o go, así como las técni cas de entrev ista más necesa ri as
ado lescente. para conseguir los mi smos.
En el presente manu al, se aborda el tema de fo r- Además describiremos las entrevistas cuando los
ma di stinta y novedosa al describir las ca racterísti ca s obj etivos son el di agnóstico, or ientac ión y/o interven-
de las entrevi stas en las diferentes fases del proceso c ión, ya qu e las entrevi stas en el proceso de se lección
de evaluación psico lóg ica. Hay qu e tener en cuenta de personal ti enen aspectos diferentes al centrarse en
que si la prim era entrevi sta que rea lizamos revi ste una la evaluación de las ca racterísti cas necesa ri as en los
especial atenc ión y ti ene, además, una importancia ca ndidatos para cubrir los diferentes puestos de tra-
co nsiderabl e y reconoc ida en el proceso di agnósti co bajo. Por ejempl o, mi entras que pa ra conocer el moti-
(M aga nto y Cru z, 2005), no hay que desestimar las en- vo de la demanda y obj etivos, las entrevi stas ini ciales
trevi stas que se rea li za n a lo largo de todo el proceso de di agnósti co, ori entac ión o intervención suelen ser
de evaluac ión psico lógica. abi ertas y no directivas, las de se lección suelen ser
Como recoge Ramírez-Ucl és (201 8), se trata de cerradas y directi vas, ya que el obj etivo es el pues-
una de las técni cas más usadas y más importantes en to de trabajo y, por tanto, las preguntas se centra n en
eva luac ión psico lóg ica (Silva, 2000). Ll avona (1984) las co nductas efi caces para el desempeño del mi smo
la ha considerado como «el primer método general de (M oscoso, Gorriti y Salgado, 2006) y se hacen las mi s-
recogida de in fo rmación, ... que constitu ye el elemen- mas preguntas a todos los ca ndi datos, ya que para
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

poder elegir al ca nd idato es necesari o tener la mi sma muni cac1on de resultados del proceso evaluativo o
información de todos ellos para poder compararl os y entrevista de devo lu ción. Se añaden las técni cas de
decidir cuál es el mejor (Al onso, M oscoso y Salgado, entrevista más útil es en fun ció n de los obj eti vos de
201 6). Estas y otras ca racterísticas hacen que el proce- cada fase del proceso de eva luación psico lógica . Sin
so de evaluación en se lección de personal consti tuya emba rgo, queremos recordar que las fases del proce-
una materi a específica a estudiar en la formación del so de eva luació n no son unidirecc ionales y por tanto,
psicó logo del trabajo y en recursos humanos (Osca, las d ife rentes técn icas de entrevi sta pod rán uti li za rse
2006) . co njun ta mente para recoger info rmación y, a la vez,
En la Tabl a 5. 1 presentamos las principa les ca- comproba r alguna hipótes is de eva luac ión, como se
racterísticas de las entrevistas ini c iales, para la com- expli ca en el ca pítul o sobre «El Proceso de Eva luación
probac ión de hipótes is de eva luación y pa ra la co- Psico lóg ica . Un método científico».

Entrevistas en las tres primeras fases del proceso de evaluación psicológica

ENTREVISTAS EN LAS FASES DEL PROCESO EVALUATIVO FASES DEL PROCESO EVALUATIVO

ENTREVISTAS INICIALES: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS OBJETIVOS


Aplicac ión de técn icas de entrevista verba les no di rectivas: las
respuestas de escucha

1) INICIAL • Espec ificar el motivo de la dema nda


Ab ierta o semi estru cturada.

2) BIOGRÁFICA • Establecerlas condic iones históricas y actuales potencialmente


Cerrada o estructu rada . relevantes
Entrevista que sistemati za la informac ión que se precisa para
diagnostica r, orienta r o in terven ir • Fijar los objetivos para atender la demanda

POST-ENTREVISTAS INICIALES FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN


VERIFICABLES

Tareas de estudio y reflexión sobre la demanda y los objeti vos • Formul arl as hi pótesis de evaluación sobre los probl emas y
estableci dos. objetivos de la demanda
Estas labores deben basarse en estudios empíricos, es decir,
sobre una base teóri ca científica que respalde las hipótesis de • Defi nir los problemas a eva luar para comprobar las hipótesis
eva luación que se establecerán.
• Selecc ionar las técnicas o estratégicas evaluativas

1) ENTREVISTA DE COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS DE COMPROBACIÓN DE LAS H IPÓTESIS DE EVALUACIÓN,


EVALUACIÓN FORMULACIÓN DE CASO Y COMUNICACIÓN DE LOS
RESULTADOS

Estructurada y directiva • Plani fica rl a aplicación de las técnicas evaluati vas


Apl icac ión de técnicas de entrevista verba les directivas: las
respu estas de acción • Ap licar las pruebas

• Corregir, in terpretar e integrar los resul tados

• Comprobar las hipótesis de evaluación

• Establecerl a formu lac ión de caso

2) ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN • Comunica rlos resul tados del proceso eva luativo, Informe de
Inform e ora l eva luación
Ap licació n de técn icas de entrevista verbales directivas: las
respuestas de acción
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

■ Entrevista biográfica o anamnesis


2. ENTREVISTAS INICIALES. Para consegui r el segundo propósito de la prime-
PRIMERA FASE DEL PROCESO DE ra fase del proceso de eva luación psicológica 1
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA es decir1 recomponer la historia pasada y actual
del cliente 1 el terapeuta deberá rea li za r otro tipo
Las entrevistas que se rea li za n en la primera fase del de entrevista distinto al anteriormente descrito
proceso de eva luación psicológica corresponden a la y, por tanto 1 la entrevista deberá co nvertirse en
«Especificación de la demanda y de los obj etivos)). Esta cerrada y estructurada ya que conviene reco-
primera recogida de información tiene tres momentos ger información específica de diferentes áreas
diferenciados1 a) especifica r el motivo de la demanda1 de funcionamiento del entrevistado (persona l1
b) establecer las cond iciones históricas y actuales po- emociona l1 cogn itiva1 soc io-fam ili ar1 etc.) que
tencia lmente releva ntes1 c) fijar los objetivos para aten- permitirán al psicólogo estab lecer hipótesis de
der la demanda. Para obtener estas informaciones será eva luación. La ap li cación de la entrevista bio-
necesa ri o utili za r dos tipos ini ciales de entrevistas. En gráfica debe seguir centrada en el entrevistado 1y
el capítu lo sobre «E l Proceso de Evaluación Psicológi- por tanto convie ne seguir utilizando técnicas de
ca. Un método científico» puede verse la ap licac ión de respuesta de escucha no directivas.
ambos tipos de entrevistas con las preguntas y respues-
tas del entrevistador y de los entrevistados. Para cada uno de estos dos tipos de entrevistas ini-
ciales se podría dedicar una o varias sesiones de en-
■ Entrevista inicial trevista. Los objetivos1 si se trata de un caso adulto1 de
La primera entrevista tiene la función de recoger pareja o infanto-juvenil 1y el contexto en el que se reali-
toda la ca ntidad posible de información 1 co no- ce la entrevista determinarán el número de sesiones ne-
cim iento del cliente y (a llegados en el caso de cesa ri as. A veces1 puede ocurrir que en una sola sesión
consu ltar por otras personaslt y cuá l es la deman- se realice la entrevista inicial y la biográfica. En otras
da / problema o motivo por el que se realiza la ocasiones 1 en la primera entrevista se recoge informa-
consulta psicológica. Hemos de tener presente ción sobre el motivo y objetivos de la demanda y, a su
que en la primera entrevista se inicia la relación vez 1 se inicia la historia del entrevistado que se termi-
entre entrevistador-entrevistado por lo que es el na en la sigu iente sesión . En ambos casos1 la entrevista
punto de partida de la relación a partir del cual se siempre empezaría siendo ab ierta o semiestructurada y
podrán conocer ambos1 así como el motivo de la avanzaría hacia una forma más cerrada y estructurada 1
consulta. Para ello1 la entrevista deberá ser ab ier- pero utili za ndo de principio a fin respuestas de escucha
ta o semiestructurada en la que el entrevistador no directivas centradas siempre en el entrevistado.
guíe la conversac ión, pero permita espacio para
hablar al cliente en base a sus propias necesida-
des. Las preguntas se realizarán en función del 2.1. Entrevista inicial
entrevistado (no del entrevistador) y para ello se
aplicarán 1 preferentemente1 técnicas de respuesta El primer objetivo en la primera entrevista psico-
de escucha no directivas para promover que el lógica siempre deberá cons istir en estab lecer el cono-
entrevistado hab le y mostrarle que se le escucha. cimiento mutuo entre entrevistador y entrevistado. En
Cuando la demanda o solicitud de ayuda no se este sentido1 el clima 1 la ca lidez 1 empatía 1 etc. que se
centre en la propia persona 1 sino en otras1 como establezcan desde el principio serán los promotores
pueden ser los hijos1 la pareja 1 o los padres u para establecer un buen rapport o relación terapéuti-
otros fam iliares del solicitante1será necesario rea- ca. Según Rogers (195h los componentes de la co mu-
li zar entrevistas a éstos y1 a veces 1 incluso a otros ni cación que han de ser cons iderados para el éx ito en
profesionales relacionados (profesores1 tutores 1 la entrevista son:
trabajadores sociales1 méd icos ... ). En estos ca-
sos se darían varias entrevistas iniciales con cada ■ Del entrevistador: pericia, latencia de respues-
una de las personas sobre las que se centraría el ta1 pausas 1 número de verbal izaciones, grado
motivo de consulta y que no han pedido ayuda de ca lidez 1 empatía 1 contacto ocular1 refuerzos
por sí mismas. A estas otras entrevistas Maganto y emitidos1 cercanía 1 proxemia.
Cru z (2005) las denominan «entrevistas de infor- ■ Del entrevistado: disposición a facilitar informa-
mación comp lementaria »1puesto que se realizan ció n1 motivación 1 sim ul ación1 deseabilidad.
para conocer más datos o de manera más com- ■ Del mensaje: claridad, grado de intelección 1 vo-
pleta al sujeto con el que se está trabajando. cabu lario.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Co ntextuales: espacio, lu z, ruidos, intimidad . otras personas no compe tentes. Los/la s Psicó-
■ De las interacciones entre los componentes an- logos/ as gestionaran o en su caso garantizarán
teriores. la debida custodia de los docu m entos psicoló-
gicos ».
Para co nseguir el co noc imi ento mutuo, propone-
mos que la entrev ista siga una sec uenc ia específica ■ Establecimiento de la alianza terapéutica
ya que como indi ca n M aga nto y Cruz (2005), se trata Es importante expli ca r cómo se va a establecer
de la primera vez que toman co ntacto y empi eza n la ali anza terapéutica que engloba los co mpro-
a co nocerse entrevistador y entrevistado. De ac uer- misos que a continuación se detall an:
do a nu estra experi encia, resulta eficaz que tras las a) Confidencialidad: es útil y ético exp li car al
pertinentes presentaciones, el psicólogo exp liqu e entrev istado que todo lo que se trate y se diga
al entrev istado cuá l es la función y el propósito de en las ses iones no sa ldrá de ell as. Y, por ta n-
la eva luac ión psicológica y los papeles que adop - to, la confi anza entre los dos será mutu a a
tarán ambos durante la entrev ista, as í co mo c uales través de la confidencialidad y del derecho a
deberán se r sus impli cac iones para poder resolver la su intimidad, aspecto que se cita en el Artícu-
demanda qu e se solicite. Tambi én co nvi ene que el lo 39º de la Obtención y uso de la In forma-
psicólogo comente la forma de trabaj ar durante las ción del Cód igo Deontológico del Psicólogo,
sesiones. que se inicia de este modo: rr f n el ejercicio
Se trata, en definitiva, de c umplir co n el Artículo de su profesión, el/la Psicólogo/a m ostrará un
6° sobre los Prin c ipi os Generales del Código D eon- respeto escrupuloso del derecho de su clien-
tológico del Psicólogo que postula: «La profesión del te a la propia intimidad ... ».
Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda b) Sinceridad: ésta ha de ser bidireccional y so-
deontología profesional: respeto a la persona, protec- bre todo recomendar al paciente lo impor-
ción de los derechos humanos, sentido de responsa - tante que es que siempre diga la verdad, sin
bilidad, honestidad, sin ceridad para con los clientes, vergüenzas ni tapujos, pues no somos jueces
prudencia en la aplicación de instrumentos y técn i- y por lo tanto no ju zgamos. Además, para po-
cas, competencia profesional, solidez de la funda- der ay udarl es es preciso co nocer la rea lid ad
m entación objetiva y científca de sus intervenciones desde su punto de vista. Con la fa lta de si n-
profesionales». Para ello, proponemos la siguiente ceridad, no podríamos construir una base só-
secuencia: lida y segura, y cualqui er propuesta de ayuda
se desmoronaría.
■ Presentación del profesional c) Colaboración: ha de ser interactiva y dinámi-
Una buena labor profesional co mi enza por pre- ca, y, sobre todo, te nerl a presente en la rea-
sentarse al entrevistado co n su nombre y, tam- li zac ión de tareas que se recomi enden hacer
bién diri gi rse a él por el suyo, aspecto que fa- entre las sesiones.
cilita la comuni cación. Además, de un a forma d) Honestidad : este aspecto ha de ser obser-
amable, se le explica el servicio que se le va a vado por ambas partes, tanto por parte del
ofrecer y la manera de desarro ll arl o. Primero, y psicólogo como del cliente. En el supuesto
con el fin de dar cumplimento a la normativa de que al psi có logo le llegue un caso que,
europea de protecc ión de datos, se debe soli- dada su complejidad o especificidad, no esté
c itar la firma del co nsentimiento para tratar los prepa rado para ello, ser honesto cons istiría
datos de ca rácter personal, co n el compromiso en derivarlo a otro profes ional ex perto en la
de confidencialidad y con las medidas de segu- materi a. Si, por el contrario, por parte del
ridad estab lecidas lega lmente, cuya única fin a- pac iente ex istiese una fa lta de co laborac ión,
lidad será la gestión del tratamiento psicológi co podría proponerse suspender la entrevi sta.
correspondie nte. e) Temporalidad : exp li ca r la duración de las
Este aspecto queda recog ido en el Artículo 19º sesiones y periodi c idad de las mismas. La
de la Competencia Profes ional y de la Rela- extensión será preferentemente de 50 o 60
c ión co n otros Profes io nales del Código Deon- minutos, según cada terapeuta. Al término
tológico del Psicó logo : «Todo tipo de material de algunas de las sesiones, qui zá se le pida
estrictamente psicológico, tanto de eva luación que rea li ce algunas tareas sencillas co mo
como de intervención o trata miento, queda re- anotaciones, observaciones, etc . que debe-
servado al uso de los/as Psicólogos/as, quienes rá aportarnos en la siguiente c ita. Asimis-
por otra parte, se abstendrán de facilitarlos a mo, conviene exp li car que es importante
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

respetar el ti empo de ca da cita, que debe En una encuesta rea li zada por Labrador y
ser idéntico para todos los pacientes, y de Berdullas (201 7) a través ele la web del Co-
esta form a se evitan retrasos o demoras en legio Ofi cial de Psicó logos (COP), el núme-
atenderl es, qu e no suelen ser del agrado de ro prom edio de sesiones ele evaluación que
nadi e. se obtuvo de los psicó logos encuestados fu e
La distancia entre las primeras visita s convi e- de 3, utili zá ndose 3 sesi ones o menos en el
ne sea corta, por lo que nuestra recomenda- 75% ele los encuestados. Recordemos que
ción es que sean semanales. Posteriormente, en el proceso de evaluación que propon e-
cuando se avan ce en el proceso de evalua- mos expli ca r al entrevi stado se inclu yen las
ción psico lógica, podrán ampli arse a quince- primeras entrevi stas y las de comprobac ión
nal o, inclu so mensual. ele hipótes is de eva luación, en la que se si-
f) Funcionamiento del proceso de evaluación gue evaluando co n la apli cac ión ele técni cas
psicológica: describir el proceso de evalua- o instrum entos de evaluación para su com-
ción psicol ógica es primordi al. Convi ene probación, tareas que pertenecen a las tres
expli ca r que para poder responder a la s ne- primeras fases del proceso de evaluación psi-
ces idades o demanda del cli ente, es necesa- co lógica.
rio seguir un proceso. Es útil expli ca r que la g) Honorarios: los precios de las sesiones es
form a de trabajar de un psicó logo no difiere otro aspecto importante a tratar, ya que de
de cualquier otro profesional de la salud. Por esta form a ofrecemos transparencia y hones-
ejemplo, si vamos al médi co, primero pre- tidad. Este aspecto queda refl ejado en el Ar-
gunta qué nos ocurre, recoge información y tículo 54° de los Honorari os y Remuneración
elabora la histori a clíni ca . En base a sus hipó- del Código Deonto lógico del Psicó logo que
tesis, prescribe pru ebas médi cas para com- indica : «En el ej ercicio libre de la p rofesión
probarl as y, fin almente nos da los resultados el/la Psicólogo/a in fo rm ará previamente al
obtenidos. El psicó logo hace exactamente lo cliente sobre la cuantía de los honorarios p or
mi smo: primero recoge información y esta- sus actos profesionales ».
bl ece la hi stori a del cli ente. A co ntinuación Si bi en suele cobrarse por sesión rea li za da,
rea li za también hipótesis, que co mprueba a tambi én puede establ ecerse una ca ntidad ce-
través de la apli cac ión de pru ebas psico ló- rra da que incluya las vi sitas para las tareas
gicas. Mientras que el médi co solicita ana- evaluativas y la entrega de los resultados. Es
líticas, ra diografías, resonancias magnéti - importante expli ca r que el trabajo del psicó-
cas, etc. para co mprobar sus prediccones, logo no se centra so lamente en las sesiones
el psicó logo al no disponer ele analíticas o directas co n el cli ente, sino que conlleva
radiografías sobre emoc iones, sentimientos, ti empos aparte de estudi o y refl ex ión sobre
pensa mientos, co nductas, etc., obti ene dicha el caso, así como para la elaboración del
información a través de pruebas psicol ógi- Informe escrito. En el caso de acordar una
cas co mo la s entrevi stas, los test, registros de ca ntidad total a paga r por los servi cios de
auto-obse rvación o narrativos, dibujos (espe- evaluación y elaboración de informe, inde-
cialmente en casos infa nta-juvenil es), etc. pendiente del número de sesiones rea li za-
Por tanto, para recabar la información nece- das, pu ede ofrecerse la posibilidad de abo-
sari a para ofrecer un diagnósti co, ori entación nos parciales o todo entero al fin al.
o propuesta de programa de intervención Cuando la demanda sea diagnósti co, ori en-
psico lógicos, se necesitarán vari as sesiones a tación o se leccuón nuestra labor habrá ter-
las que se dedi ca rá 3/4 partes del total a la minado. Si por el contrari o, la demanda es
evaluación psicol ógica, y 1/4 parte a la de- de intervención, entonces se establ ece el pre-
vo lución de los resultados obtenidos e infor- cio para las sesiones terapéuti cas. El Col egio
me. En este sentido el Artículo 39º de la Ob- Ofi cial de Psi có logos ofrece ori entaciones en
tención y uso ele la Información del Código cuanto a los precios a cobrar por las labores
Deonto lógico del Psicó logo, anteriormente profesionales de los co legiados.
citado, termin a diciendo que el/ la Psicolo-
go/a « .. . Única mente recabará la informa ción La secuencia que acabamos de proponer debe rea-
estrictamente necesaria para el desempleo de l izarse con mucha amabilidad, estando mu y atento
las tareas p ara las que ha sido requerido, y al entrev istado, co n cerca nía, apertura, espaciosidad,
siempre con la autorización del cliente». es tab leciendo sil encios, obse rva ndo como espectador
EVALUACIÓN P I OLOGI A. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

y a la vez co mo actor de la entrevi sta. Para ell o, es verba les y no verbales para eli c itar respu estas del en-
necesari o promover actitudes y aprender habilidades trevistado que, a su vez, fac ilitan la empatía. Es difí-
bás icas que fac iliten una vincul ación positiva, afec- cil des liga r la actitud de empatía de las habilid ades
tu osa y efectiva entre el entrevi sta dor y el entrevi stado . de escucha, ya que se entremezcl an. Por lo que, a
Las expli cac iones deben ser cortas, cl aras, precisas, pesa r de que se expli ca rán unas a continuación de
utili za ndo el tiempo necesa ri o, pero no demasiado, las otras, es evidente que se trata de un a form a de
ya que en la pri111era entrevi sta el objetivo es escuchar exponerl as, y el bu en entrevi stador sa brá empati za r
al cli ente. compagin ando las estrategias de co muni cac ión ver-
Precisamente, para conseguir el obj etivo en la pri - bal y no verbal.
mera entrevista psico lógica: de identifica r el motivo de
consulta, debe111os centrarnos en escuchar el prob lema
por el que el cli ente so licita nuestra ayuda. Como in- Z.1.1. Actitudes y habilidades básicas. La
dica n M aganto y Cru z (2 005), es la fase en la que se empatía y la escucha activa
intenta lograr una co mprensión del probl e111a y sentir
cómo percibe el entrevistado lo que le está pasando, Como he111os indicado, en la entrevi sta ini cial, con
cómo le afecta, qué necesidades ti ene, cómo lo ha in- el fin de establ ecer un co noc i111i ento mutuo y del mo-
tentado so lucionar, etc. Se trata de rea li za r una entre- ti vo de co nsulta, lo más adecuado es utili za r un tipo
vi sta abi erta en la que el entrevi stador permite habl ar de entrevi sta abi erta o poco estru cturada y un estil o no
al entrevistado haciéndole preguntas abi ertas sobre directi vo en la mi sma, dejando que las expli cac iones
el motivo de consulta o también puede apli ca rse una de los pacientes sean más extensas que las del tera-
entrevi sta semiestructurada siguiendo un guión previ o peuta e intervini endo só lo para mostrar aceptación y
con un ampli o grado de libertad. En ambos casos, el co mprensión de los sentimientos, actitudes y co nduc-
entrevi stador intervendrá verbalmente con técni cas de tas del entrevi stado . Empati za r y mostrar que se escu-
entrev ista no directivas que denotan que el psicó logo cha no es tarea fáci 1, ya que no se trata de uti I izar los
escucha atenta111ente el mensaje del cli ente y que se oídos, sino todo nuestro ser para comprender al otro
construyen en fun ción del entrevi stado (no del entrevis- en nosotros mi smos, manteniendo acerca mi ento emo-
tador), co n el fin de no intimidar y establ ecer confianza cional y a la vez la suficiente di stancia para ayudar y
para que pueda expresar el motivo de la demanda . utili za r convenientemente todos los recursos y co noci-
Las ca racterísti cas de un buen entrevi stador de mientos adquiridos en psico logía. Sería algo así como
empatía, ca lidez, competencia, fl ex ibilidad/to leran- aprender a respirar entrevistador-e ntrevi stado juntos,
cia, honestidad y éti ca profesional han sido descritas co n «empatía» y «escucha activa », actitud y habilidad
por M aga nto y Cru z (2 005), por lo que remitim os a básica, necesa ri as en todas las entrevistas que se rea-
su lectura. En este manual va mos a profundi za r sobre lice n.
la actitud de «empatía» por ser la que, desde nues-
tro punto de vi sta, engloba la mayoría de los demás Laempatía
componentes necesa ri os pa ra una entrevi sta efectiva.
El psicólogo efectivo debe ser ca paz de integrar su co- La empatía es la ca pacidad de ponerse en el lu-
noc i111i ento inte lectu al con su ca lidad humana, escu- gar del entrevi stado . Es muy importante sobre todo
chando y comprendi endo al entrev ista do, diri giendo en la primera entrevi sta (doy co nfianza para que me
la entrevi sta pero a la vez, acogiendo a la persona; den confianza). No es una técn ica, si no una actitud
siendo fl ex ible para adapta rse pero sin olvidar el obj e- más comprensiva que va lorativa; en este sentido, lbá-
tivo que persiga . En rea lidad, rea li za r una buena entre- ñez-Aguirre (2 01 O) la establ ece como un co mponente
vi sta psi co lógica significa no só lo tener conocimientos relacional. Según di cho autor, la empatía pu ede darse
intelectuales de los contenidos y técn icas a apli car en dos formas: a) empatía cogniti va: es la que se perci-
durante el transcurso de la 111isma, sino ta mbién, co- be el mundo desde el punto de vi sta del otro; b) empa-
nocerse a sí mi smo y para ello hemos de mantener tía afectiva: es sentir co n el otro conservando la propi a
un buen equilibrio e111ocional y 111antener un trabajo identidad y obj etiv idad. Según O gyen Trinl ey Dorj e
personal con nosotros mi smos que refu erce nuestra (2 01 7) la empatía proporciona comprensión acerca
autoestima, seguridad, valores positivos, ética, com- de por lo que el otro está pasa ndo, pero siempre que-
pro111i so, responsabilid ad, obj etividad, etc. co n el fin da cierta sensación de separación del otro . Este autor
de tratar a los el ientes de forma profesional y sie111pre propone dar un paso más profund o sobre la empatía,
benefi ciosa para ell os. mostrando «compasión» por el otro, que no significa
Respecto a las habilid ades bási cas, profundi za re- sentir pena, sino mayor acerca miento manteniendo la
mos en la escucha activa y las prin cipales estrategias propi a identidad, pero haciendo desaparecer la di s-
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA •

tanc ia entre ambos e imaginando que somos la otra perspectivas internas a pesar que éstas, no hayan
persona. Se trataría de sentir sus sufrimientos como si sido verbalizadas.
ocupásemos su lu ga r, por lo que, segú n este autor, la
compas ión es más comprometida y activa que la em- ■ Utilización de respuestas verbales que hagan
patía al entrar en la situación del otro co n el cuerpo, la referencia a los sentimientos del psicólogo: au-
pa lab ra, el co ra zó n y la mente. torrevelación
Como indi ca Paul Gilbert, «todas las escuelas de La autorrevelación es una técnica en la que el
psicoterapia creen que la labor terapéutica debería psicólogo le transmite al paciente sus propias
ser llevada a cabo de una forma compasiva, que sea vivencias, como, por ejemp lo, en respuesta a:
respetuosa, comprensiva y, en general, amable con la «Me siento cansado de hacer siempre la misma
gente». Ser amable se relacion a co n la «ca lidez» que rutina» decirle: «Yo también en ocasiones me he
proporc ion a señales verbales y no verbales de inte- sentido "hecho polvo ''. No todos los días salen
rés, cu idado y amabi lidad que res ultan conso ladoras. bien y es por ello que puedo apreciar su des-
Tamb ién proporciona vinculación, afecto, sentimien- án imo ». Aunque hay diversas reglas básicas que
tos de co nex ión, seguridad y co nfi anza entre entre- pueden ayudar al psicólogo a decidir qué, cuán-
vistado r-entrev istado (G ilbert, 2015). Mientras que do y cuánto reve lar, la mayoría de las ex peri en-
la empatía impli ca que otra mente (la del psicólogo) c ias nos indi ca n que un a ca ntidad de revelación
comp renda la mente del cliente, a través de la «com- moderada tiene efectos positivos en el paciente.
pas ión » ambas mentes se unifica n de forma que el Unas reg las básicas que hay que tener presentes
ps icó logo pueda reconocer el sufrimento del pacien- en las autorreve lac iones son:
te y, como indi ca Ogyen Trinl ey Dorje (20 17), es más a) La extensión: es la cant idad acumulativa
comprometida y mucho más activa que la empatía al de información revelada . El psicólogo que
convertirse en cas i una so la persona co n el otro . Para transmite autorreve laciones puede mostrar
aprender a desarrollar la actitud de co mpas ión, se ha un deseo de estrechar las relaciones con lo
de ap render a ser amab le y compas ivo co n un o mis- que puede aumentar la estima del paciente
mo. Aquellos lecto res que deseen profundizar en la hacia él por la confianza que le demuestra,
autocompas ión pueden co nsultar a (Neff, 2016). en camb io, el que reve la poco puede añadir
La empatía y co mpasi ón ayudan a estab lecer el ra- distancia entre los dos y en el ro l que se esta-
ppo rt y a obtener informac ión de los clientes al mos- blece.
trarles comp rensi ón y atenc ión y se transmite a través b) La duración de la autorrevelación: el psicó-
de mensajes verbales y no verbales. Los recursos espe- logo que revela demasiado puede ser percibi-
cíficos para transmitir empatía so n: do como indi screto, muy preocupado por sí
mismo o con necesidad de ay uda co n lo que
■ Mostrar deseo de comprender le hace poco merecedor de la confianza . Esto
Ello se demuestra cuando se observa en las afir- además, le puede hacer percibir al paciente,
maciones que rea li za el psicólogo, sus esfuerzos que neces ita la terapia tanto co mo a él.
por comprender el mundo del paciente y por la c) El uso de la autorrevelación: se refiere a la
clarificación y preguntas sobre sus experiencias profundidad o intimidad de la informació n
y sentimi entos. reve lada, por lo que se aconseja que sus afir-
maciones fueran simil ares en co ntenido y
■ Analizar lo que es importante para el cliente forma a los mensajes que nos da el paciente.
A partir de las preguntas que realiza el psicólogo La similitud se refiere a un cierto «para leli s-
se demuestra lo qué es importante para el pa- mo » entre lo que el psicólogo reve la y que
ciente, respondi éndo le del modo más adecuado esté estrechamente vincu lado a lo que el pa-
a todo aq uello que se refiera a los problemas o ciente manifiesta.
dificultades básicas del mismo.
La escucha activa
■ Utilización de respuestas verbales que hagan
referencia a los sentimientos del cliente Para García Higuera (2007), la escucha activa co n-
Lo que aquí se trata es que se den respuestas siste en la forma de com unicac ión que demuestra al
por parte del psicólogo, que transmitan sus co- entrevistado que el entrevistador le ha entendido. De-
nocimientos sob re los sentimientos del propio muestra que ha hab ido una escucha y un a atenc ión ha-
paciente aunque, en algunos casos, impl ique c ia él. Ex isten distintas técnicas de intervención verbal
también la comprensión de los pensamientos y que denota n que el terapeuta escucha con atención y,
ni y pllcaciones en áreas y contextos

por tanto, se co nstru yen en fun ció n del entrevistado (y demuestran que hemos entendido su punto de vi sta y
no del entrevistador). Se trata de técnicas no directivas sintoni za do co n sus sentimientos y emoc iones. Con la
según Rojí y Cabestrero (2 004), y son las qu e co nsi- técni ca de «c larifi cación» se mu estra que hemos com-
deramos que preferentemente se deben utili zar en las prendido los contenidos generales que expresa el en-
entrevistas ini ciales correspondi entes a la primera fase trevi stado; con la «paráfrasi s», los contenidos cogniti-
del proceso de evalu ación psi co lógica . vos de su mensaje. Con el «refl ejo» los afectivos, y con
Hemos de tener en cuenta que para esta bl ecer un a el «resumen» o «síntesis», tanto los cognitivos como
escucha activa, la actitud del psicólogo ha de ser en los afectivos. Cada un a de estas técni cas denota que el
todo momento receptiva. Se ha de co nce ntrar co n los entrevistador está prestando atención al entrevistado,
cin co sentidos en lo que el entrevi stado le di ce, se por lo que se construyen en fun ción de éste (y no del
ha de mantener en sil enc io, sin interrumpir, en so lo entrevistador). Las personas se sienten mejor compren-
tomar apuntes de lo esencial y mostrar que se le ati en- didas cuando el terapeuta es ca paz de demostrar que
de y comprende pero sin ju zga r. Es mu cho más que ha vi sto las cosa s desde el punto de vi sta de éste y ha
escuchar, todo ello es lo esencial y da sentido a toda escuchado lo que ha di cho, ca ptando sus sentimientos
comuni cac ión. H ay momentos que es conveni en- sob re su experi encia vivida y se lo demuestra a partir
te dejar pausas para animar al qu e habl a, para que de las «respuestas de escucha». Se di ferencian según
lo siga haciendo. No ll enar los sil encios. Tambi én es el obj etivo que persiguen, por lo que requi eren dife-
aconsejabl e formul ar preguntas abi ertas para seguir rentes estructuras enunciativas como se verá a conti-
anim ando al paciente para que continú e habl ando. nu ación.
Asimismo, son importantes los asentimientos no ver-
bales y ruidos guturales, por ejempl o «Umm », «Aj a» ■ Técnicas de entrevista verbales no directivas:
acompañado por mov imi ento de la ca beza de arriba respuestas de escucha
abajo, que expresen que se le está escuchando y en-
tendi endo. lbáñez Aguirre (2 01 O) indi ca que escuchar a) Clarificación: la cl arifi cac ión es un a pregunta
de forma empáti ca es hacérse lo sa ber al entrevistado que se utili za para cla ri fica r un mensaje general
especialmente en la primera entrevista. ambi guo o confu so del cli ente y comprobar y
Escuchar a los pacientes es un refu erzo poderoso demostrarl e que se le ha entendido. Sirve para
qu e puede, sin duda, potenciar el deseo para que éste confirmar la exactitud del mensaj e y establ ecer
habl e más de sí m ismo y de sus probl emas. En el caso con certeza lo que di ce y siente el entrevi stado,
co ntrario, de no escucharl es, pu ede provoca r que dej e sin fi arse de supos iciones o inferencias sin co n-
de compartir toda esa información relevante para el firm ar o comprobar.
psicó logo. Además, escuchar prim ero al paciente pue- Convi ene utili za rl a cuando no se esté seguro de
de implica r que las pos ibilidades de respu esta sea n haber comprendido lo que está expresa ndo el
mu cho más precisas y que tambi én sea n mu cho ma- entrevi stado. Por un lado esta técni ca ay uda a
yo res en las etapas posteri ores de la entrevi sta y en la identifica r el motivo de la demanda y por otra
resolución de probl emas. veri fica r el mensaj e del entrevistado co n el fin de
La escucha activa anima al cli ente a asumir la res- ll ega r a formul ar, posteri ormente, hipótesis basa-
ponsa bilidad de seleccionar el tema y centro de inte- das en supuestos certeros y no erróneos. La es-
rés de la propi a entrevista. No escucharl e puede impli - tructura enunciativa suele empeza r por «¿ Q uie-
ca r que el psicó logo tenga que intentar descubrir esa res decir que ... ?» «¿Estás diciendo que ... ?» «Si
información que si sa be escuchar, le vendrá dada de he comprendido bien has dicho que ... » «Podría
forma fác il por el entrevistado. decirm e qué quiere decir con .. . » «Q ué entiende
Ex isten di stintos signos de escucha activa del entre- p or .. . » seguido de un a parte o todo el mensaje
vi stador que se manifi estan a través de la utili zación prev iamente emit ido por el cli ente y repiti endo
de «respuestas de escucha», tambi én ll amadas «téc- si empre las mi smas palabras utili zadas por éste.
ni cas de entrevi sta verbales no directivas». Éstas son Este último aspecto se di ferencia de la paráfras is
útil es y necesari as para co nseguir el primer obj etivo de com o veremos en el apartado siguiente.
la/s entrevi sta/s ini ciales (co noc imi ento mutuo y de la A veces, conviene ut ili za r la «cl arifi cac ión »
demanda), donde sa ber escuchar, cl arifica r y observa r cuando el entrevistado se expli ca mal, insu-
res ulta n primordi ales en la primera recogida de in fo r- fi cientemente, en términos co nfusos, de una
mación correspondi ente a la prim era fase del proceso form a vaga e imprecisa ... es entonces, cuando
de evalu ación psico lógica. el entrevi stador puede sugerir preguntas tales
Se trata de técni cas o tipos de preguntas que se cómo «¿Puede volver a explicárm elo de nuevo ?»
dirigen al entrevistado al hil o de su mensaje y que o «¿ M e lo p odría explicar con otras palabras?»
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA -

«¿ Me gustaría saber exactamente qué es lo que tivos de los emocionales, ya que el «refl ejo» es
me quiere decir con .. . ?» una respuesta de escucha sobre los sentimientos
Por tanto, esta técnica ayuda a comproba r al te- expresados por el entrev istado en los que se in-
rapeuta que ha entendido bien lo que ha queri- cluye el mismo tono emocional expresado por él
do decir el cli ente, evitando sacar posteriormen- du rante su di scurso. El decirle «sé cómo te sien-
te fa lsas hipótesis o co nclusiones. De esta forma tes » o «te entiendo» puede ayuda r pero no basta,
ambos (entrevistador y entrevistado) concreta n el «refl ejo» responde a los sentimi entos expre-
lo que se ha dicho, por lo que «la clar ificación » sados por el paciente que parecen estar detrás
favo rece la precisión . de sus pa labras. El «reflejo » anima a expresar los
b) Paráfrasis: la paráfras is es una respuesta de es- sentimientos y ser más consciente de los mi smos,
cucha que se basa en la repetición, co n pa labras por ello en el enunciado se deben utili za r expre-
del terapeuta, del co nten ido cognitivo de lo que siones que aludan a los sentimientos del entre-
el cli ente ha dicho sobre una situación, aconte- vistado y con la mi sma profundidad emoc ional
cimiento, una persona o idea. Demu estra que el manifestada por él, aunque no son necesa ri as
psi có logo ha co mprendido el mensaje emi tido utili za r las mism as palabras.
reproduciendo co n pa labras propias el discurso Para lbañez Aguirre (20 1O) el refl ejo de senti-
ajeno (no se debe repetir exacta mente lo mismo mientos consiste en acentuar la co municac ión,
que ha dicho el cli ente). Resa ltarle al entrevista- manifiesta o implícita del entrevistado, devol-
do los contenidos cognitivos de su mensaje, fa- viéndosela al modo de un espejo. Funciona a
cili ta que éste ce ntre más su atención sobre co n- manera de refuerzo especul ar. El refl ejo denota
te nidos co nceptuales de su d iscu rso frente a los interés, co mprensión y competencia profes ional
emocionales. De esta fo rm a, se ayuda al cliente por parte del entrevista dor, lo cual tiene un efec-
a pensar con clar idad sobre algo en co ncreto, to estimu lador de la comun icac ión. El refl ej o de
ya que la paráfrasis favo rece la ordenación del sentim ientos ex ige prestar atención a los mi smos
pensami ento. Por ejempl o: cuando se transmiten, aunque sea n implícita y
Cliente: «Se que no salir de casa no me ayu- veladamente. Adi cionalmente es ta técn ica le
da a encontrarme bien ». puede ser de utilidad al entrevistador para en-
Psi có logo: «Lo que pretendes decirm e es ca uza r al entrevistado hacia temas preferentes
que te gusta ría salir de casa para encontrar- en aquellos que interese profundi za r o ampli ar.
te mej or» o «Desde tu punto de vista crees Ejempl os: « Te du ele .... », « Te sien tes frus tra-
que te sería positivo salir más de casa», «En do ... ", «Sientes que ... " . La técni ca del reflejo de
tu opinión piensas que salir de casa te haría sentimi entos y emociones se utili za con el fin de
encontra rte mej or». aumentar en el entrevistado la conciencia de los
Como pu ede observarse en el ej empl o, se trata mi smos y motivarle para que los exprese mejor.
de una form a de dirigir la conversación hac ia La fin alidad última, en el co ntex to terapéuti co
el objetivo deseado, dado que con es te tipo de es que se sienta ali viado y comprendido (ej: «En-
respuesta, el pac iente suele ampli ar la informa- tonces tuviste que sufrir mucho ... ", « Te sientes
ción, al ayudarle a centrarse en el contenido de do lido de cómo te ha tratado .. .. ».
su mensaje. La técni ca del refl ejo de sentimientos para Gón-
lbañez Aguirre (2 01 O) indi ca que la paráfrasis es go ra (2005), se sustenta en la empatía del en-
una retroal imentación inmediata que favorece la trevistador, la base para refl ejar certeramente lo
cl arifi cac ión y denota aceptación, así co mo tam- qu e siente el entrevistado reside en percibirlo
bi én la comp rens ión de los contenidos y de las a él co mo si uno (e l entrevistador) fuera él (el
intenciones del entrevistado. El entrevistado se entrevistado), ca ptando y viviendo de un modo
va a sentir comp rendido. Ej emp los: «Lo que me activo sus sentimientos. Los sentimientos co ns-
ha contado es que.. . », «Dice que .. . ». Parafrasear cientes, no aquellos no expresados o del incons-
es reprodu icr co n pa labras propi as el sentido ciente del entrevistador.
exacto de un discurso ajeno a fi n de volverl o Rojí y Cabestrero (2004) presentan una li sta de
más claro, inteligibl e y conciso. términ os con connotaciones emocionales de
c) Reflejo: apa rte de mostrar al cli ente que se ha uso frecuente en la entrev ista que pu eden ser
entendido los aspectos cognitivos (paráfrasis) de muy úti les para los entrevistadores noveles a la
su discurso, conviene demostrar que se está aten- ho ra de ap li ca r respuestas de «refl ejo». A con-
to a los aspectos afectivos del mi smo. Para ell o tinu ación las transcribimos añadiendo algunos
es importante diferenciar los co ntenidos cogni- ejempl os para su mayor comprensión. Ante la
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

manifestación de «alegría » del entrevistado, el puede empezar por: «En definitiva que / o sea
entrevistador puede utilizar términos como re- que / resumiendo parece que! si he entendido
lajado, contento, de buen humor, optimista, sa- bien, a pesar que crees que sería bueno salir más
tisfecho, alegre, feliz, encantado, emocionado, de casa (pa ráfrasis), te intranquiliza hacerlo (re-
excitado. Por ejemplo: «Pareces muy contento flej o)». Fin almente, como puede observa rse, el
por eso que me explicas». Ante la manifestación «resumen» en determinadas ocasiones también
de «tristeza», Rojí y Cabestrero (2004) propone permite introducir un tema encubierto por el en-
utili zar los siguientes términos: desanimado, trevistado, como podría ser el miedo a salir de
decepcionado, desesperanzado, desilusionado, casa.
pesimista, co nstern ado, deprimido, solitari o,
herido, infeliz, desgraciado, desesperado. Por ■ Errores frecuentes en la escucha activa del
ejemp lo «¿ Te sientes pesimista antes de conocer entrevistador
el diagnóstico médico?». Frente a expresiones de
«miedo », los términos propuestos son: preocu- Las técni cas de escucha activa no están exentas de
pado, intranquilo, nervi oso, tenso, a la defensiva, que se puedan cometer determinados errores que el
asustado, agarrotado, atemorizado, aterrori zado. entrev istador deberá evitar, y que se detallan a conti-
Por ejempl o «¿ Te preocupa que alguien pueda nuación (ver Figura 5 .1 .).
saber lo que me cuentas?». Frente a la incerti-
dumbre, propone utilizar escéptico, dubitativo, a) No prestar atención al tono que utiliza el pa-
confuso, vacilante, desorientado, preocupado, ciente cuando nos habla: es imprescindible que
inseguro, perplejo, indeciso, atu rdido, receloso, estemos atentos al tono que emp lea el entrevis-
desco nfiado. Por ejemplo, «Das la sensación de tado en la co nversación y a los acontec imientos
estar confuso ante sus comentarios ». Finalmente
para aludir a sentimientos de «cólera», los térmi-
nos propuestos son: mo lesto, frustrado, enfada-
do, ofend ido, enojado, irritado, peleado, furio-
so, ultrajado, resentido, rabioso, trastornado. Por
ejemplo, « Te sientes enfadado por eso».
d) Síntesis, Recapitulación o Resumen: se trata de
transmitir al paciente tanto los contenidos cog-
ni tivos como los afectivos de su mensaje, por lo
que el terapeuta utili za rá dos o más paráfrasis
y/o reflejos en sus respuestas ante verba l izacio-
nes co ncretas del entrevistado o respecto a toda
la entrevista realizada, ya que pueden sintetizar
la información verbal y no verbal aportada por
el entrevistado. Por este motivo, algunos autores
como Cormier y Cormi er (2000) a ésta respuesta
de escucha del terapeuta la llama n «Síntesis», ya
que como indica n estos autores sirve para enl a-
zar los múltipl es elementos de los mensajes del
cl iente, para identifica r un tema o modelo co-
mún, para interrumpir la excesiva ambi güedad
o para resu mir el progreso. Para lbañez Aguirre
(201O) la «recap itulación» o «resumen» es la in-
tervención en la que el entrevistador co ndensa
y suma, ordenadamente, lo manifestado por el
entrevistadó a lo largo de la entrevista. Los resú-
menes son síntesis y con su enunciado el entre-
vistador le brinda al entrevistado oportunidades
para fac ilitarl e la organi zac ión y clarificación de
la informació n manejada.
Por lo que co n el «resumen » se puede cerrar una
Errores frecuentes en la escucha activa del entrevistador.
parte de la entrevista y su estructura enunciativa
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

que nos expli ca y observar a qué pu ede deberse tas, procurando que los comentarios que haga-
el tono que utili za (ira, do lor, rabia, agresividad, mos contengan todos los elementos necesarios
etc.). Convi ene preguntarle qué es lo que le mo- para qu e el paciente pueda entender a la perfec-
tiva a habl ar en ese tono, qué es lo que le preo- c ión aqu ell o que le queremos manifestar. Se ha
cupa, le mol esta, le hace sentirse mal, etc. de ten er en cuenta, tambi én, no dar respu estas
b) Cambios bruscos de temas: hemos de evitar el cortantes qu e puedan influir en el relato poste-
ca mbio brusco de tema tanto por parte del pa- rior del paciente.
ciente como, así mismo, por parte del terapeuta.
Si el paciente lo rea li za, se le deberá preguntar ■ Errores frecuentes en la conducta verbal del
el motivo y observar si lo qu e estaba relatando entrevistado
le producía incomodidad u otra situ ación perso-
nal. El terapeuta se abstendrá, en todo momento Por otro lado, el lenguaje del paciente tambi én pu e-
de la conversac ión, de introduc ir bru sca mente de presentar errores li ngüísti cos co mo pu eden ser las
nin gún otro tema y, en todo caso, si el relato del omi siones, di storsiones y generali zac iones. En la tab la
pac iente lo requiere lo irá introduciendo lenta- 5 .2. se muestran los errores frecuentes de los mensajes
mente y preferentemente aprovechando algún de los entrevi stados, agrupados según las ca tegorías
intervalo de sil enc io. descritas por Cormi er y Cormi er (2 000) . Asimi smo, se
e) Introducirse en la conversación uniendo lo que proponen diversas respu estas del psicó logo di señada s
dice el paciente con algo que nos ha pasado en para obtener co ncreción y exactitud .
nuestra vida: el terapeuta se abstendrá de intro- Hasta aquí hemos exp li cadó actitudes y habi li da-
duc irse en la conversac ión del pac iente durante des bás icas del entrevi stador, as í co mo las pr inc ipales
el desa rro ll o de su relato y, aún menos, para unir estrategias verbales no directivas que él mi smo pu ede
lo qu e expl ica el entrevi stado co n algo person al utili za r para elic itar respu estas del entrevi stado . Como
y relatar algo de su propi a vid a, convirti éndo- hemos vi sto, se trata de respu estas verbales qu e el psi-
se el terapeuta en paciente. Este aspecto aquí có logo utili za para recoger la máx ima informac ión
no pu ede considerarse como una «a utorrevela- pos ibl e en la/s entrevista/s ini cial/es que se rea li za n
ción». Ésta, en todo caso, se rea li za rá cuando en la primera fa se del proceso de evaluación psi co ló-
el pac iente fin ali ce su relato, y si se cree que gica. Tambi én hemos descrito los frecuentes errores de
pu ede ser relevante para ay udar a fortalecer el escucha activa que el psicó logo pu ede cometer y los
contenido del mismo, teniendo en cuenta que errores frecu entes en la condu cta verbal del entrevis-
una «autorrevelac ión» siempre se trata de una tado.
vivenc ia que el entrevi stador ha tenido y, que A co ntinuac ión pasa mos a describir las conductas
pu ede tener efectos positivos en el cli ente. no verbales tanto del entrevi stador co mo del entrevis-
d) Adoptar posturas incorrectas: convi ene adop- tado que, as imi smo, transmiten y recogen información
tar una postura correcta que demu estre, en todo durante la entrevista. Las condu ctas comuni cativas no
momento, que nos interesa el relato qu e nos ex- verbales del entrevi stador pueden se r kinés icas, para-
p li ca el paciente. Una postu ra correcta podría lingüísti cas y proxémi cas. Las kin és icas so n los gestos,
ser: estar sentado delante del entrevistado co n expresiones fa ciales, de contacto oc ul ar, posturas y as-
el tronco ligeramente in clinado hacia él y co n la pecto físico. Las paralingüísti cas incl uyen el tono de
mirada diri gida a sus ojos y demostrando interés voz, sil encios, la fluidez y tempo de la palabra. Y las
por lo que nos ex p lica . proxém icas se refi eren al espacio, la di stanc ia inter-
e) Distracciones con elementos del entorno: se personal, la fo rm a de orga ni za r el despacho. Respec-
debe evitar al máx imo que haya elementos dis- to a las condu ctas del entrevi stado describiremos las
tractores en el entorno qu e nos haga n perden prin cipales kinestes ias a observar.
la atenc ión del cli ente. Por ejempl o, obj etos
de deco rac ión de co lores muy ll amativos y es-
tr identes, in terrupc ion es a ca usa del teléfono, 2.1.2. La comunicación no verbal del
llamadas y mensajes entrantes, ruidos o sonidos entrevistador y del entrevistado
proveni entes del exterior etc.
f) Realizar respuestas cortas o cortantes: al pa- Entrevistador
ciente convi ene darl e respuestas cl aras y con-
cisas que incluyan todos los elementos necesa- Es importante que el psi có logo preste una atención
rios para su total comprensión . Se han de evitar muy especial a su conducta no verbal debido a que
aquell as respuestas que sea n excesivamente cor- determin adas condu ctas no verbal es pueden favorecer
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Errores frecuentes en la conducta verbal del entrevistado (adaptado de Cormier y Cormier


(2000)
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN EJEMPLOS RESPUESTA DEL PSICÓLOGO
OMISIONES

■ Se om ite algún objeto, suceso «M e voy» «¡ Dónde se va a ir?»


■ Om isión simp le
o persona «Estoy p reocupado » «¡ De qué está preocupado?»

«Mejor ¡cuándo, (o dónde o


■ Se omiten las bases «M i compa ñera es mejor que yo» cómo)? »
■ O mi sión Comparativa utili zadas para formu lar una
compa rac ión «Él es el mejor» «¿ El mejor, co mpa rado con
qu ién?»

■ Se om ite o no se espec ifi ca el «¡Q uién, concretamente, está


■ Falta de índ ice referenc ial «Siempre están encima mío »
objeto o perso na mencionada siempre encima de ti?»

■ Se om iten pa rte de los hechos, «¿Concretamente qué te frustra? »


«M e frustra»
■ Verbo inespecífico por ejemp lo, se introd uce el «¿Concreta mente cómo estás de
verbo pero no se exp l ica «Estoy fastidiado»
fastid iado? »

«¡Qué te lo impide? »
«No puedo entender esta
situación» «¡Qué es lo que hace que no
■ O perador modal de: ■ Se asume la no elección
puedas pensar bi en?»
«tengo que», «no puedo», «Es imposi b le pensa r b ien »
- Neces idad «¡Qué te ocurriría si no lo
«imposible», «necesario», «Debería aprender a decir basta»
- Posibil idad «debería», «no debo» hicieras? »
«No debo abandonar mis
«¡Qué crees que te sucedería si
estudios »
lo haces? »

DISTORSIONES

■ La acción (verbo) convertido «Concretamente, qué quieres


en objeto (nombre) ti ende a «No tengo libertad » decir ¿qué no te sientes
■ Normali zació n
omi tir la responsa b il idad ele «Q uiero tranquilidad » haciendo lo que qu ieres?»
acción de la persona «¿Cómo deseas esta r tr .:rnqu il o7 »

«¡Conc retamente cómo


■ Se asume que un suceso causa «Tus comenta ri os me va n a
■ Causa / efecto te ca usa n locura mi s
otro vo lver loco »
comentarios? »

■ Se asume cómo pi ensa


«¿Conc retamente cómo lo
■ Lec tura de mente o siente otra persona sin «Yo sé que no le importo »
sabes? »
ningun a evidenc ia

■ Se asumen c iertas
«¡Concretamente de qué modo
■ Presupos iciones experiencias para que las «Tú sabes que lo paso mal»
lo pasas mal?»
afirmaciones tenga n sentido

GENERALIZACIONES
■ Generalizac ión a tocia la
«¿A lguna vez no se ha sa li do
■ Cuanti ficadores un iversa les clase: «siempre», «nunca», «Siempre se sa le co n la suya »
con la suya? »
«nadi e», «tocio », «todos »

«¿Hubo algun a ocas ión en la


■ Se asume que un a experiencia «Cuando me recrimina sé que
■ Equ ivalenc ia comp leja que le recriminó y sintió que se
implica o tra (ca usa/efecto) no se fía de mí»
fiaba de usted ?»

la relac ión y, en ca mbi o, otras pu eden deteriorarla. nu ir probablemente la conversac ió n, m ientras que las
Po r ejemp lo: el éo ntacto ocular d irecto, una bu ena condu ctas consideradas como efectivas serán las que
ori entac ió n del cuerpo y una pos tura relajada la pu e- favorecerán la co nversac ión al mostrar aceptac ió n y
den fac ili tar, en ca mbi o un co ntacto ocu lar desafiante respeto por el pac iente.
o ausente, o un a postura rígida, no so n efi caces para la Po r lo tanto, y en vi sta que la condu cta no verbal
relación entre el psicó logo y el paciente. del psicó logo puede afectar posit iva o negativa mente
Aq uell as condu ctas con un uso in efectivo serán las en el transcurso de la entrevista, convendrá tenerla en
que, de alguna manera, procederán a ce rrar o d ism i- cuenta para qu e ésta sea efectiva.

1111111ml
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

■ En relación a la proxemia particularmente cuando estos mensajes son co n-


a) Co nvi ene que haya c ierto espacio ni muy tradictorios o inco ngruentes.
lejos ni demasiado cerca entre entrevistador Hay que tener en cuenta que los mensajes mi x-
y entrev istado. Tal vez lo más recomendable tos pueden ser confu sos y no entendibl es para el
es que se sienten alrededor de una mesa de pac iente, por ejemplo: «Es toy mu y interesado en
despacho uno delante del otro, o bien en dos las relaciones laborales que estableces con tus
butacas una delante de la otra dejando un compañeros de trabajo» mi entras que el psicó-
espacio para que las piernas no se estorben. logo mu eve su cuerp o en una dirección opuesta
Existen unas distancias que marca n las di- de donde se hall a el paciente y además tiene los
mensiones de com uni cac ión proxém ica: b razos cruzados en su pecho. Podemos obser-
• Íntima 15-45 cm var que esta frase que se le dirige al interlocuto r
• Personal 45 - 125 cm puede tener un efecto inconsistente mu y ac usa-
• Social 1, 25 - 3,5 m do dado que por una parte le estamos dando un
• Pública > 3,5 mensaje «no verbal negativo» junto a «uno ver-
b) El mobiliario debe ser cómodo. La mesa de bal positivo» que puede inclu so tener mayores
la consulta ha de serv ir para unir y no para efectos que el contrari o («pos itivo no verbal» y
separa r, co nviene que no haya n objetos que «negativo verbal»).
interrumpan la visión del uno con el otro. Cuando se co ntradicen los mensajes verbales y
no verbales, el paciente cree más en el men-
■ En relación a la kinésia saje no verbal (Gazda, 1977; Rojí y Cabestrero,
a) La actitud y postura: el psicólogo debe mos- 2004). Por cons igu iente nos podemos enco n-
trarse relajado pero atento y esta r sentado trar que la respuesta ·del paciente a los mensa-
hacia delante, co n un co ntacto visual perma- j es in consi stentes del psicólogo haga que éste
nente hacia el paciente. se distancie en la relación interpersona l, per-
b) La respuesta: el psicólogo responderá ráp i- diendo in c lu so la co nf ianza depositada en el
damente a lo que el paciente le pregunta e psicólogo y, además el paciente puede ll ega r
intentará compartir el tiempo co n el pacien- a aprec iar que tales mensajes sean indi cado res
te. de una cierta decepción por parte del psicólogo
e) La expres ión facia l y los gestos: la exp res ión hacia él, lo cual puede disminuir la ce rca nía
facia l, los gestos, la mirada, el lenguaje del psicológica que el paciente siente hacia el psi-
cuerpo, etc., han de expresar en todo mo- có logo.
mento que se está escuchando atentamente, En ca mbio c uando ex iste una congru encia entre
acompaña ndo la conversac ión de una form a los mensajes verbales y no verbales del psicó-
suave y demostrando la convicción de lo que logo, esto hace que la relac ión terapéutica sea
se esté planteando. más fac ilitadora con el paciente. Un aspecto útil
respecto a la congruencia del psicólogo co nsis-
■ En relación a la paralingüística te en aprender a equipara r la intensidad de las
a) El tono, volumen, timbre de voz ha de ser conductas no verba les con las que muestra el
claramente audib le y las palabras han de te- paciente. Por ejemplo: si le so li c itamos que nos
ner una cadenc ia en el ritm o más bien lenta, exp lique «una etapa en la que él se sentía tran-
para que el entrevistado pueda entender lo quilo y feliz, sin problemas y sin preocupaciones
que le queremos decir. importantes», puede ser conven iente para el psi-
có logo transmitir estos sentimi entos a través de
Además de utilizar condu ctas no verbales efecti- su propia co ndu cta no verbal. Aumentando el
vas, la actitud y la correcta utilización del espacio, grado de ánimo, hab lar más alto y enfatizar las
ex isten otros tres aspectos en el comportami ento no palabras claves como «feli z», «sin problemas»
verba l del psicólogo como so n: y «sin preocupaciones». Es cierto que, a veces,
se pasa por alto una de las habili dades más im-
■ La congruencia entre mensajes verbales y no portantes para lograr la co ngru encia: la voz. Los
verbales del psicólogo ca mb ios de tono, volumen y ritmo, y el énfas is
Las conductas no verbales del psicólogo con- que podamos dar son especialmente importan-
1levan que los mensajes verba les que damos a tes para poder mostra r congruencia entre men-
nu estros pacientes tengan co nsecuenc ias sobre saj es verbales y no verbales.
las relaciones que se establecen entre ambos,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ La sincronía b ) No hay contacto vi sual con el paciente, mi en-


La sincronía se pu ede definir co mo el grado de tras el psicó logo le p lantea un tema co nfli cti-
sintonía que existe entre las co nductas no ver- vo o tabú: el paciente se siente retraído y tal
bales del pac iente y el psi có logo. Es importante vez con cierta incomodidad y vergüenza.
que en las entrevi stas ini ciales se guarde en estas c) El paciente baja la vi sta o evita mirar al psicó-
condu ctas el ritmo que si gue el paciente dado logo, cuando le expone algun as alternativa s
qu e, co incidir con el contacto ocul ar, la expre- pos ibl es que se le presentan a nivel profes io-
sión fac ial y otras co ndu ctas no verbales favo re- nal: preocupación.
ce n la empatía y la relac ión entre los dos. Ell o d) Cuando el psi có logo le di ce al paciente que
no significa que el psicó logo deba rea li za r una va lore los pos ibl es pros y contras de cierta
imitación de todas las co nductas no verbales del dec isión que él ha tomado, éste se queda mi-
pac iente, sino que implica qu e la apari enc ia glo- ra ndo fij amente a un obj eto o cosa de la con-
bal no verbal de éste sea equiparabl e a la del su Ita: preocupación; posible incom odidad.
pac iente, por ejempl o, si el paciente se muestra e) El pac iente acaba de so li c itar un co nsejo al
relaj ado tambi én se pu ede mostrar de la mi sma psicó logo y cuando éste le exp lica el ro l qu e
manera. Una as incronía podría ser por ejempl o : ha de tomar, el pac iente c ierra los oj os: de-
cuando el paciente le está ex pli ca ndo al psicó- mues tra cierta perplejida d o evita el tema.
logo algo grave o tri ste y éste so nríe. f) El pac iente ante el relato de la mu erte de un
ser querido o b ien el hecho del nacimi ento
■ La sensibilidad de un hij o o nieto ti ene los ojos humedeci-
Podríamos definir la sensibilidad co rno la ca- dos: en el primer caso lógicam ente es debi-
pac idad de intuir, comprender y as umir lo que do a la tristeza que le provoca el relato de
su cede a tu alrededo r y, si es el caso, mejorar la muerte y en el segundo caso es debido a
o revertir en lo pos ibl e la situac ión. En este as- la felicidad que le produce el nacimiento del
pecto, los psicólogos con mayor ex peri enc ia so n hijo o nieto.
los que pu eden tener mayo r sensibilidad y mejor
pu eden ll evarl a a ca bo, al estar rn ás preparados ■ Expresión Facial
para emit ir mensajes no verbales (codificados) a) El paciente habl a con fac ili dad y so nríe de
y, a su vez, ser más capaces de capta r los que vez en cuando y manti ene el co ntacto visual
los pacientes les transmiten en sus mensajes no durante toda la entrevi sta: se siente feliz y có-
verba les (decodifica r). modo.
b) Cuando el pac iente fin ali za el suceso aconte-
Entrevistado cido en la que ha habido un a situación te nsa
co n un o de sus hij os, c ierra los labi os y frun -
Respecto a la conducta no verbal del entrevistado, ce el ceño: demuestra en fado, preocupación
en primer lugar hemos de tener en cuenta sus movi - y tristeza.
mi entos corporales ya que no se suelen producir al c) Cuando el pac iente afirm a que no ti ene nada
aza r y suelen acompañar al di scurso de las perso nas y qu e dec ir; no le aparece nin guna expres ión
se produce una sin cronía entre los mov imientos cor- evidente: demuestra tener cierta preocupa-
porales y los so noros. Se ha comprobado que la fa lta ción; ansiedad o miedo .
de sin cronía en los mov imi entos pu ede ser síntoma d ) Cuando el paciente se sonroja cuando ha em-
de patol ogía. Es por ell o que va mos a enumerar al- pezado a relata r sus probl emas sexuales: de-
gun as de las co nductas no verbales que prese ntan los muestra ansiedad: vergüenza e incomodidad.
pacientes y qu e se suelen dar en las entrev istas y el
significado que se les atribuye . ■ Boca
Las princ ipales kin estes ias que según Cormi er y a) Cuando el pac iente sonríe al preguntarl e el
Co rmi er (2 000) se pu eden observa r en los entrevista- psicó logo que relate los epi sodi os pos itivos
dos y su interpretación son las siguientes: que le han ocurri do durante la semana y re-
lata algun os de ell os: demuestra un pensa-
■ Ojos miento o sentimiento positivo en el conteni-
a) H ay contacto vi sual directo y mantenido del do de la conversación.
pac iente mi entras nos manifi esta un probl e- b ) El pac iente manifi esta sus esfu erzos para aco-
ma: busca nuestra atención y el in tercambio modarse a una situac ión rea lmente difíc il para
personal. él, hace una pa usa y se muerde el labio: de-
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

muestra estrés, enfado u hostilidad hacia esa la conversación en otros aspectos hasta que
situación. se pueda observar que el sujeto cambia de
c) Si el paciente tambi én se muerde el lab io o actitud y pueda estar m ás predispuesto a la
le ti embl a el labio inferior cuando empi eza relación interpersonal.
a referirse a su reciente situ ac ión traumática: e) El psi có logo observa cierto temblor en las ma-
puede que demuestre tristeza o ansiedad. nos cuando el sujeto comenta o expresa su
d ) Está siendo un a ses ión larga y mi entras el temor ante el sui cidi o o bi en demuestra por
psicó logo habl a, la boca del pac iente se va el tono de la voz cierto resentimiento hacia
ab ri endo lentamente y evita bostezar: signifi- algun a persona o hecho acontecido, agitando
ca fatiga . además las manos: significa cierta ansiedad
o enfado. Esto mismo también suele mostrar-
■ Cabeza se cuando se observa que el sujeto que tiene
a) El paciente manifi esta preocupación por su los puíios cerrados, gesticula con los brazos
estado de sa lud y cuando el psi có logo refl e- y m anos o bien rea liza pocos gestos y tiene
j a los sentimientos que observa del paciente, tensas las extremidades superiores.
éste le responde «Eso es» acompañándo lo f) Una de las funciones más importantes de los
con un gesto afirm ativo co n la cabeza: de- movimi entos del cuerpo es la regul ación.
muestra confirmación, que hay escucha acti- Varios movimi entos corporales regul an o
va y está de acuerdo. mantienen la interacción interperso nal. Por
b) Cuando el psicólogo ll ama la atención al en- ejemplo, los movimi entos corporales impor-
trevistado por la fa lta de puntu alidad, co n- tantes qu e acompañan cuando sa ludamos
vi ene acl ararlo para ver si lo mejor sería que verba lmente incluyen la mirada, la sonrisa y
dejara de venir por fa lta de interés. Si el pa- mu chas de las veces hasta el uso ele las ma-
ciente mueve la ca beza de izquierda a dere- nos y el movimi ento lateral o verti ca l de la
cha respondi endo con un «No» : aquí el pa- ca beza. Los mov imi entos corpo rales tamb ién
ciente demuestra su desacuerdo y rechazo a son útiles para finalizar la interacción, como
lo que le dice el psicólogo. puede se r el final de la entrevista.
c) El psicó logo ini cia el tema de la fin ali zac ión
del tratami ento y el paciente agacha la cabe-
za en direcc ión a su pecho: la persona de- 2.2. Entrevista biográfica
muestra su tristeza y preocupación.
El segundo objetivo en la prim era fase del proceso
■ Hombros, brazos, manos de evaluación psico lóg ica es obtener los datos sobre
a) El paciente co menta que su parej a se ha ido las co ndicion es históri cas y actu ales relacion ada s con
de casa sin dar nin gun a expli cac ión y mi en- el motivo de co nsulta. En co nsecuencia, la entrev ista
tras lo describe se encoge de hombros: de- biográfica se centrará en co nstruir la historia del cli en-
muestra desconocimiento y ambivalencia . te y co nvi ene en este momento rea li za r un a entrevis-
b) El paciente está se ntado y reclin ado en su ta más cerrada y estru cturada con el fin de trata r de
asiento. El psicó logo revela algo si mi smo profundi za r en aspectos concretos. Al igual que en el
entonces él se acerca y le pregunta sobre la establ ecimi ento de co nocimi ento mutuo propusimos
experi encia: el paciente demuestra interés, expli ca r nuestro procedimiento, convi ene ahora expli-
atención y ganas de hablar. ca r la importancia de responder a las preguntas que
c) Cuando el paciente manifi esta sentimientos le vamos a rea li za r sobre las co ndiciones pasa das y
ele incapac idad y fracaso, pero sus hombros actuales que servirán para comprender la historia del
se encuentran en otra dirección en que está entrevistado y para establ ecer hipótes is de eva lu ación.
el psi có logo, se encoge en la sil la y tien e di- Se trata de rea li za r las preguntas manteni endo las
fi cultades para habl ar: el cliente nos está de- actitudes y habilidades de empatía y escucha activa,
mostrando una falta de receptividad de inter- descritas anteriormente. La entrevista biográfica sigue
cambio personal con el propio psicólogo. centrándose en el entrevistado (no en el entrevistador),
d) El psicólogo ini cia la conversació n y observa por lo que las «Técn icas de respuesta de escucha no
que el sujeto se reclina en el asiento co n los directivas» seguirán siendo las recomendabl es, en es-
brazos cru zados: ha de tener en cuenta que pecia l las técnicas de cl arifica ción, reflejo y res umen
«la situación le es desa gradable» al entrevis- que pu eden ser de gran utilidad durante este tipo de
tado, por lo que es conveniente reconducir recogida de información co n el fin de utili za rl as antes
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de pasar a la siguiente pregunta o grupo de preguntas genitores u otros familiares, profesores, etc. que pueden
de cada uno de los apartados biográfi cos a explorar. Es llegar a ser cl aves para su problema o consulta actual.
el co ntenido de la entrev ista biográfica lo que la co n-
vierte en un tipo de entrev ista más cerrada y estru ctu- ■ Datos personales o identificación del cliente
rada que la ini c ial, ya que aquí se reca ba información Nombre, edad, sexo, dirección, tel éfono, estado
más co ncreta (no general ) sobre las distintas áreas de civil, profesión, perso nas co n las que co nvive.
funcionamiento de la persona. ■ Aspecto general
Existen distintas pautas o esq uemas de entrevista Altura y peso aprox imado, vestimenta, aspecto
que pu eden utili za rse en este momento para aplicar en general, modales y comportami ento durante la
adultos o niños y en distintos co ntextos. Frente a cada ses ión.
caso en parti cul ar, el psicólogo añad irá o eliminará las ■ Motivo de la consulta en términos generales
preguntas que vea convenientes rea li za r. Por lo que e historial relacionado con el/los problema(s)
sólo pretendemos ofrecer una guía general desde don - presente(s)
de pueda apoya rse el psicólogo prin cipi ante para la Anotar las quejas, pensamientos, sentimi entos y
recogida de la historia pasada y actual. conductas observables relacionadas, frecuencia
La recogida del histori al puede co nlleva r más de una de apari c ión, factores que lo mejoran/empeoran,
sesión de entrevista, por lo que al término de la misma so luc iones que el cliente haya utilizado para re-
siempre se dedica rá un momento final de despedida en so lver el problema y qué conduj o al cliente a
el que se indique que se continuará en la próxima y so li citar ay uda. Algunas de las preguntas qu e se
se estab lezca la fecha siguiente. En el caso de haber pueden rea li za r son:
termin ado de recoger todo el histori al, se indi ca rá que ¿Cuándo empezó? ¿Al mi smo tiempo suce-
la próxima c ita se destinará a comprobar los supuestos/ dieron otros acontec imi entos?
hipótes is establ ecidos y que para ell o se podrán apli ca r, ¿Cuál es la frecuencia en que apa rece?
además de la entrevista, otras pruebas psicol ógicas. ¿Cuáles c ree que son las conductas asoc ia-
En el caso de solicitar alguna tarea a rea li zar entre das al conflicto o problema? ¿Qué senti -
sesiones, por ejemplo auto-registros o hetero-registros mi entos y pensamientos le producen?
(co nsultar capítulos sobre la «Observación Sistemáti- ¿Dónde y cuándo ocurren con mayor o me-
ca» y «El proceso de Evaluac ión Psico lóg ica. Un mé- nor frecuencia?
todo científico»), se expli ca rá de forma muy sencilla ¿Hay person as o hechos que los provocan?
su utilidad, diciéndole que debido a que no podemos ¿Suelen ser siempre las mismas o los mi smos
verl e o acompañarl e todos los días, cumplimentar el que lo provoca n? ¿Qué factor o facto res los
registro añad irá inform ación para poder ayudarl e a re- mejoran o los empeoran?
solver su probl ema. ¿Y ello cómo le afecta? (en qué grado interfie-
ren en el paciente sobre su quehacer di ari o) .
¿Ha intentado buscar so lucion es para resolver
Z.Z.l. Áreas más importantes en la recogida el problema? ¿Qué resultados ha obtenido?
del historial adulto ¿Cuál es el motivo que le ha inducido a so li -
c itar ay uda?
Los contenidos generales de la entrevista biográfica
pueden variar dependi endo del contexto en el que se ■ Identificar antecedentes
ap lique (cl íni co, ed ucativo, etc.). Un buen entrevistador Los antecedentes so n sucesos internos y exter-
será alguien que posea una buena base de estudios en nos que ocasionan o provocan las condu ctas
todas las materi as que se imparten en Psicología, por lo probl emáticas y determinan la mayor o menor
que, en base a los conocimi entos adquiridos, en cada probabilidad de su presentación. Algunos an-
contexto y caso sabrá añad ir o eliminar aspectos nece- tecedentes ocurren inmed iatamente antes del
sarios a evaluar. A continuac ión presentamos las áreas probl ema y otros pueden haberse presentado
más importantes en la recogida del historial adulto para mucho tiempo atrás. Las fuentes antecedentes
que sirvan de guía al entrevistador novel. Como se ob- pueden ser afectivas «¿Qué sientes norm almen-
servará, en el hi stori al ad ulto es impresc indibl e recaba r te antes de que ocu rra esto? », somáticas «¿Qué
información de las experiencias vitales de la infancia ya sucede en tu interior justo antes de que aparez-
que éstas configuran el sistem a de valores, creencias, ca esta situ ac ión?», conductuales «¿Qué sueles
hábitos, vínculos y regulación afectiva con la que so- hacer norm alm ente antes de que esto ocurra? »
lemos avanzar por la vida. De esta forma el terapeuta y cognitivas «¿Qué te dices a ti mismo/a o qué
podrá explorar los recuerdos emocional es con sus pro- sueles pensar cuando esto ocurre? ».
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Por lo ta nto, hay que describir: ■ Historial académico y/o profesional


a) Cuáles so n las co ndiciones corri entes (mani- Progreso académico, relación con profesores y
fi estas o encubiertas) que: compañeros. Empl eos, duración de los mismos,
• Preceden al probl ema y aumentan la pro- ra zón para cambia rlos o fin ali za rl os, relaciones
bab ili dad de su ocurrencia. con co legas, aspectos favorables o desfavorabl es
• Preceden al prob lema y disminuyen la del trabajo, grado de satisfacción labora l.
probabilidad de apa ri ción.
b ) Qué co ndi ciones previas o sucesos desenca- ■ Historial médico /sanitario
denantes se producen e influyen aún sob re el Enfermedades de la niñez: enferm edades impor-
probl ema. tantes qu e haya sufrido y si ha habido algun a
intervención quirúrgica.
■ Identificar consecuencias Enfermedades o mol esti as corri entes relacion a-
Las consecuencias son acontec imi entos internos das con la sa lud (do lores de ca beza, mi gra ñas
o extern os que influyen sobre la conducta proble- hipertensión, hipoglucemi a).
ma manteni éndola, fortaleciéndo la y aumentán- Tratami ento ll evado a cabo para las mo lestias
dola o debilitándola y disminuyéndola. Ocurren frecu entes: de qué tipo y prescrito por qui én.
después de la co nducta probl ema y se diferen- Fecha y res ultados del último exa men médico.
cian de los resultados o efectos porque las co nse- Probl emas importantes de sa lud que se hayan
cuenci as producen un a influencia directa sobre dado en fam ili ares próx imos al paciente.
el probl ema. Las consecuencias también pueden Patrón de sueño. Nivel de apetito .
ser afectivas «¿Cómo te sientes después de ... ?», M edi cación actual , alergias, dieta diari a, ejerc i-
somáti cas «¿ Se produ ce algun a sensación or- cio físico.
gá ni ca después ele presentarse el probl ema?», Consumo de drogas, bebidas alcohólicas y ali -
conductu al «¿Qué sueles hacer después del mentos que co ntenga n cafeín a
prob lema y cómo afecta esto sobre el mi smo?»,
cognitiva «¿Cuando pasa esto, en qué sueles pen- ■ Historial evolutivo/social
sa r?», co ntextual «¿Qué suced ió después? », re- Situ aciones en la vida cotidi ana, actividades
laciona l «¿Puedes identi fica r alguna persona en de tiempo libre/sociales, reli gión, anteceden-
particular que influya sobre el probl ema?». tes culturales, valores predominantes, priorida-
des, creencias, sucesos cronológi cos/evolutivos,
■ Identificar afectos, estados de ánimo acontecimi entos significativos en infa ncia (0-6
Los co nteni dos afectivos sobre la co nducta pro- años; 6- 13 años), adolescencia (13-2 1 años), ma-
b lema constituyen un área donde hacer pregun- du rez ini cial (2 1-30 años), madurez media (3 0-
tas sobre posibl es sentimientos d istorsionados o 65 años), madurez fin al (a partir de los 65 años).
encubi ertos como ansiedad, ira, enfado, culpa-
bi lidad, etc. El exa men del componente afectivo ■ Historial familiar, marital y sexual
es imprescindi b le. Registrar datos sobre padre y madre del cliente
y su relación; relac ión y actividades que rea li -
■ Identificar cogniciones, creencias y diálogo za ba co n sus padres, hermanos, herm ano más
interno querido por padre/madre, hermano con el qu e
El componente cognitivo es importante para se relacionaba mejor/peor el cl iente, lugar qu e
conocer posibl es creencias irracionales como ocupaba entre sus herm anos y co nductas refor-
los «debería», «s iempre», etc. Estar atento a los zadoras y castigos de los pad res.
errores verbales del entrevistado co mo posibl es Hi storia l de enfermedades psíqui cas/hospitali za-
omi siones, di storsiones o genera li zac iones, des- ciones previas entre los mi embros de su fam ili a
critas anteriormente, pu ede ser de gran utilidad. de ori gen.
Historial de compromi so/marital y sex ual, rela-
■ Historial psiquiátrico y/o terapéutico cio nes con la pareja (femenin a y/o masculina),
Exp lora r so luciones previas o posibl es tratami en- si ti ene hijos (cuántos y edad), qui énes conviven
tos terapéuti cos o psiqui átricos, tipo de trata- co n la pareja o les visitan a menudo. Relacio-
mi ento, duración, luga r y person a o profes iona l nes diarias con el/ la cónyuge (cómo se ll evan ,
que le ha tratado, resultados del tratami ento y si hay problem as, si tienen comp li cidades, ocio
motivo de fin ali zac ión, posibl es hosp itali zac io- y diversiones, satisfacción, etc.). Si ha habido
nes y fármacos tomados. separac ión y sus motivos. Descripción de la
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

experiencia sexua l previa, incluida la primera Dirección, tel éfono de contacto, correo-e
(registrar si se ha mantenido relaciones homo- Centro escolar, curso, tutor
sexua les, heterosexuales, bisexuales, etc.) . Acti- Nombre del o de los entrevi stados
vidad sexua l actual : co itos, masturbaciones, etc. Nombre del entrevistador, número de histo-
Registrar la frecuencia. ri a y fecha
En las mujeres revisar el histori al de menstrua- Constitución del núcleo fam iliar
ción, (período ini cial, regularidad, grado de es-
trés y comodidad antes y durante la menstrua- Para poder observar visu almente este último aspec-
ción). Fertilidad/infertilidad, embarazo, abortos. to y el luga r que ocupa el hijo o hija por el que se
consulta, se conviene efectuar un gráfico de la cons-
■ Evaluación de los patrones comunicativos del telación fami liar. De esta forma sabremos a golpe de
cliente y estrategias de afrontamiento vi sta cuales son todos los componentes de la compo-
Observar la co nducta verbal y no verba l, ocular, sición familiar y el luga r que ocupa cada miembro de
movimi entos co rporal es, gestos, paralingüística la fami lia. Un ejemplo del esquema genea lógico que
(tono de voz, timbre), proxemi as (espacio per- situaría el lugar que ocupa el hijo/a por el que se viene
sona l y territori alidad). Identifica r estrategias o a consultar sería el siguiente.
destrezas de manejo y recursos de afrontamiento
frente a probl emas anteriores y actu ales. Para in-
formación relacionada con las hi stori as de vida PADRE
o análisis del proyecto vita l, consultar el capítu- EDAD ...
lo sobre «Técnicas subjetivas 11 : estrategias na-
rrativas ».

A la final izació n o durante la recogida de las condi-


HIJO HIJO
ciones pasadas y actuales relacionadas con el motivo EDAD EDAD
de la consu lta, se puede entregar un Cuestionario de 1O años 9 años
Histori a de Vida en el que el entrevistado anote desde
el nacimi ento hasta la edad actual, aquell os aconte-
cimientos que recuerde por años o rangos de eda d y Como puede observarse en el caso ejemplifica do
que deberá traer en la siguiente visita. Las tareas entre se trataría de una fa milia constituida por padre y ma-
visitas son útiles, no so lamente por su co ntenido o la dre y tres hijos. El primero de ellos es un varón de 1O
información que aportan, sino porqu e establ ecen un años, al que le sigue otro de 9 años y una niña de 6
sentido de acompañami ento al entrevi stado. años) . La consulta es por la hij a de 6 años de edad, que
se resa lta en otro co lor.
Una vez rea li za do el esq uema, que también puede
Z.Z.Z. Áreas más importantes en la recogida indicarse de forma más senc ill a de la sigui ente mane-
del historial infanto-juvenil ra: P - M - V (1 O a.) - V (9 a.) - M (6 a.), que indica
que la co nstitución del núcleo fa mili ar se compone de
En la eva luación in fanta-juven il, generalmente quie- padre, mad re, un hijo varón de 1O, otro varón de 9 y
nes acuden primeramente a la consulta son los padres. una muj er de 6 años, que se subraya para indi ca r que
Por ta nto, en la entrevista biográfica anotaremos los si- es para quien se soli cita la demanda. Conviene que el
guientes datos en los que siempre se incluirá toda la hi s- entrevistado rea lice un pequeño resum en del motivo
toria evolutiva y madurativa del niño, aunque sea ado- de la demanda, aunque se haya hablado del mismo en
lescente, hasta la actualidad (un ejemplo de entrevista la entrevista ini cial, por lo que se preguntará por:
biográfi ca se encuentra en el capítulo sobre el Proceso
de Evalu ación Psicológi ca. Un método científico): ■ Motivo de la consulta
Probl emas observados actu almente, desde
■ Datos personales cuándo sucede
Nombre y apel lido del niño por el que se Antecedentes fam ili ares: herm anos u otros
rea li za la co nsulta fami li ares co n los mismos u otros probl e-
Fecha de Nac imiento. Edad cronológi ca mas
Nombre de los hermanos y edades Si está actualmente o ha estado en tratamiento
Nombre del padre y la madre, edad y profe- Cómo lo han intentado solucionar los pa-
sión dres hasta ahora

IIIIED
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

A continua ción se reali za rá la anamnesi s del niño e) Sueño


desde el nacimiento hasta la actua li dad. Dependi en- Cómo duerme
do del motivo de la demanda, se pu eden obvi ar al- Cu ántas horas duerm e actu almente
gunos de los contenidos o áreas, o por el contrario, Se levanta con fac ilidad por las mañanas
ahondar más en los que convenga . Lo que presenta- Du erme tranquilo o agitado
mos es una guía o li stado de la información básica Se despierta a menudo por las noches
de la hi stori a del niño/a que convi ene recabar, por lo Ti ene pesadi ll as
que como tal se ha de entender y ca da profes ion al Le da miedo irse a la ca ma
deberá adaptar su co ntenido y orden, según el caso Cómo dormía de pequeño
con creto a evalu ar. Du erme en su habitación, so lo, co n otro, en
la ca ma de otro
a) Embarazo
Edad de la madre f) Alimentación
Enfermedades padecid as durante el emba- A qué edad empezó la alimentación sa lada
razo Aceptó bi en el ca mbio
M ed icac ión durante el embarazo A qué edad empezó a tom ar ali mentos sóli-
Alteraciones emocion ales durante el emba- dos
razo: disgustos, malas noticias... Qu é tal comía
Salud durante el embarazo: vómitos, meses Cómo come actualmente
de embarazo Sigue algún régimen alimenticio ¿Cuál?
Ha necesitado algún tipo ele suplemento
b) Parto alimenticio
Rápido o lento
Reconocimiento del bebé al nacer. Puntu a- g) Área motora
ción Apga r Es tranquilo o intranquilo
Difi cultades durante el parto Es apáti co o activo
Probl emas espec iales durante el parto Hace movimi entos raros ¿De qué tipo ?
Color y peso del bebé al nacer Es torpe ¿Se cae o se le cae n las cosas?
Alimentación post-parto Ti ene algún defecto físico motor

e) Maduración inicial h) Socialización-Ocio


La ctancia natura l o artifi cial A qué edad empezó a ju ga r con niños
Se aga rró bi en al pecho o al biberón A qué edad empezó a juga r co n herm anos
Se cri ó bi en Cuántos ami gos tiene actu almente
Psicomotricidad: Qu é cosas hace sol o: aseo, co mpras, sa li -
• Cuando empezó a ga tear das, alimentación .. .
• A qué mes se mantuvo sentado Cómo se di stribuye el ti empo ele ocio (in te-
• A qué mes empezó a andar reses, juegos, hobb ies ...)
Primeros dientes Comportamiento habitu al co n los amigos
• Denti ción actu al Comportamiento en el juego
Cuando dijo las primeras palabras Cuáles son su s actividades y sus intereses
Control de esfínteres: Qué actividades de ti empo li bre o extraes-
• Cuando se secó de día col ares rea li za el niño
• Cuando se secó de noche
• Cuando dejo de ensu ciarse encima i) Sexualidad
Se le casti gó para enseñarl e Qu é cosas sabe el niño sobre este tema
• Diferencias hombre-muj er
d) Lenguaje • Procedencia de los niños
Cóm o habl a actu almente • Relaciones sexuales
Ti ene algún tipo de defecto especial • Muestra excesiva vergü enza
Qué id ioma habla la fami li a • Otras cosas
Ti ene problemas de tartamudeo Si es niña ¿ha tenido la menstruación?
Se han observado masturbaciones a escon-
didas
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

• Cuál es la actitud de los padres Está motivado o interesado por el trabajo es-
Ti ene compañeros de ambos sexos co lar
Está en concordancia el trabajo que reali za
j) Enfermedades el niño co n los resultados académi cos que
Ha tenido enfermedades importantes obtiene
Ha tenido algún accidente, hospitali zaciones Ha tenido expulsiones parciales o total es en
Ha ten ido prob lemas auditivos, de visión, la escuela
etc. Ha tenido ll amadas a los padres por probl e-
mas de conducta
k) Aspectos emocionales, afectivos y conductuales Están los padres en contacto periódico co n
Pedir una breve descripción del ca rácter del la escuela
niño. Si presenta inquietud, impul sividad, Cómo son las relaciones del niño con su tu-
tranquilidad, apa tía, nerviosismo, ansiedad, tor y con el profesorado
tristeza, alegría, ca riñoso, co municativo,
etc. mJ Familia
Ha sido un niño miedoso (breve hi stori a de Descripción del ambiente fam iliar: relacio-
miedos) nes padre-madre, relaciones hermanos.. .
Muestra miedo por alguna cosa Acontecimientos fami li ares destacables: se-
Al guna ca racterísti ca temperamental muy paración, muerte, hospitali zación, ca mbio
marcada de vivienda, adopción, nacimiento de un
Comportam iento habitual de niño hermano ...
• Probl ema s co mportamentales en casa: Están los padres de acuerdo en la manera
rab ietas, peleas, desobedi encia, co ntes- ele educa r
taciones inadecuadas, etc. Hay unas normas establ ecidas y claras
• Prob lemas comportamentales en la es- Existe coherencia en el cumplimiento de las
cuela: rabi etas, peleas, no obedecer, normas a segu ir
contestaciones inadecuadas, etc. Cómo se actúa ante las conductas negativas
■ Tiene autonomía en el aseo personal y en el Con cuánta frecuencia se le cas ti ga
cuidado de sus cosas Qué tipo de castigos recibe
Cómo se actú a ante las conductas positivas
/J Escolarización e historial académico Con cuánta frecuencia se le alaba o prem ia
Inicio de escolari zac ión Qué tipo de premios recibe
Se adaptó bi en a la escuela Ti empo que se le ded ica o que se está co n
Le gusta ir el niño y quien
Le due le la cabeza o la barriga por las ma-
ñanas n) Acontecimientos vitales estresantes
Vomita en el desayuno Preguntar por posibles fa llecimientos ele fa-
Se ni ega ir a la escuela miliares, mascotas, ca mbios de domici lio,
Se lleva bi en co n sus compañeros de situación económica, hospita li zaciones,
Colegios a los que ha asistido u otras situaciones familiares como divor-
Estima a su profesor/a cio, separación, adopción, etc.
Quién está en casa cuando el niño llega de
la escuela ñ) Observaciones generales
Hace los deberes escolares en casa Anotar cualqui er aspecto emoc io nal, co n-
Qui én vigila que el niño haga los deberes ductual, verbal, no verbal que se co nside-
Cuánto tiempo dedica a los deberes re importante destaca r al final de la entre-
Cómo se le premi a. Con qué frecuencia vi sta.
Cómo se le castiga. Con qué frecuencia Según se trate de un trastorno o probl ema
Se encuentra actu almente en el nivel que le que se eva lúe en el contex to escolar, será
corresponde por su edad conveniente recoger informac ión del/de la
Ha repetido cursos tutor/a de los datos que nos pueda n inte-
Ti ene problemas de aprendi zaje. Motivos resar sobre las diferentes conductas, actitu -
En la actualidad ¿Presenta probl emas para ir des y aptitudes del sujeto que dificulten un
o en el co legio? aprendi zaje o comportamiento.
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Si la consulta va más referid a a una orien- - Emplear el vocabulario del niño.


tac ió n esco lar y/o profesional, será co nve-
ni ente obtener del exped iente esco lar su ■ Escolares (6-11 años)
rendimi ento esco lar en las diferentes as ig- Establecer rapport indaga ndo sob re intere-
naturas y etapas ed ucativas y sus aptitudes ses y puntos fuertes.
frente a ell as. Todo ell o nos servirá para po- Emplear dibujos y juegos de mesa o con ma-
der realizar un a valoración más certera de yor conten ido verbal.
los intereses tanto fo rm ativos como profe- Evitar ju zga r, y mostra r aceptación inco ndi-
sio nales que le motivan al suj eto. ciona l.
Utilizar preguntas ab iertas.
Seguidamente ofrecemos algun as indi cac io nes para Evitar preguntas que empi ecen con ¿Por
aj usta r la entrev ista a distintos niveles de desarrollo, así qué? En su luga r utili za r ¿Qué? ¿Cuándo?
como un a ficha que podemos pedir que rell enen los Simplificar las frases que no se enti enda n.
padres al final de la entrev ista y traigan en la próxima Explicar los términos nuevos que se introduz-
ses ió n: ca n.

■ Preescolares (3-5 años) ■ Adolescentes (12-18 años)


Facilitar la comod idad en la situ ac ió n de en- Favorecer la ini c iativa y la expres ió n de op i-
trev ista permitiendo la presencia de los pa- niones al ini c io de la entrev ista.
dres y juguetes propios. Comentar la conf idenc ialidad.
Utili za r juegos no verbales (d ibuj os, jugue- Indaga r sobre las op ini o nes y posibles so-
tes, muñecas) . luc iones personales y mostrar respeto hac ia
Reali zar preguntas específicas sobre situ a- ell as.
c io nes fam ili ares, pero ev itar las cerradas. Utilizar, si es adecuado, fo rmatos más es-
Ofrecer ayudas si se pregunta sobre perso- tructurados y altern ativas de resp uesta (me-
nas y situ ac io nes no presentes. no r probabilidad de sugestió n).
U sa r frases cortas y términos concretos . Evitar términos técni cos y patológicos.

FICHA A RELLENAR POR LOS PADRES

INSTRUCCIONES: M arque con una X los aspectos que considere está n presentes en su hijo/a:

A. Elementos Básicos B. Actividades

Físicos: De oden individual:


1. O Vital □ Apagado 1. O Se interesa O No se interesa
2. O Tiene coordinación motriz O No la tiene 2. O Se concentra O Se dispersa
3. O Atrevido O Cobarde 3. O Es ordenado O Es desordenado
4. □ Tiene ini ciativa O No la tiene
Psíquicos: 5. □ Tiene una buena predisposición O No la tiene
1. □ Alegre □ Tímido por las actividades
2. O Espontáneo O Reservado 6. O Es rápido O Es lento
3. O Sensible O Indiferente
4. O Sincero O M entiroso C. Colaboración
5. □ Tiene confianza en sí mi smo O Es inseguro
6. O Tiene en cuenta a los demás O Es egocéntrico De oden familiar:
7. □ Ti e n e sentido de la realidad O Es fantasioso 1. O Es obed iente O Es desobed iente
2. O Convive con los demás O Le molesta n
3. O Participa en los actos colectivos O No lo hace
4. O Es confiado O Es receloso

Otras obervaciones que crean importantes


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Z.2.3. Áreas más importantes en la recogida cas y las prin cipales actitudes y hab ili dades que debe
del historial para orientación utili zar el terapeuta para recoger la info rm ación. As i-
profesional y recursos humanos mi smo hemos aportado co ntenidos ori entativos para
la recogida del hi stori al adulto e infa nta-juvenil, así
Orientación profesional co mo en ori entac ión profesional y recursos hum anos.
Como hemos in d icado, las entrevi stas ini cial y biográ-
En la ori entación profesional, la ent revista suele fica pu eden unirse en un a so la ses ión, aunque lo más
ser semi estru cturada y el obj etivo es recoger info rma- hab itu al es que se dediquen dos o más ses io nes en las
ción de form a sistematizada pa ra cl arifi ca r los objeti- que en la primera se recoja el motivo de la demanda y
vos profesionales y ay udar a la refl ex ión en la gesti ón se ini cie el hi stori al.
del proceso de toma de decisiones profes ionales. A En cualquiera de los casos, en todas las entrevistas
continuació n expo nemos algunos ejemp los-guía para es necesa ri o establ ecer un a fo rm a de fin ali zación o
cuando el objeti vo es la or ientación: cierre de la mi sma. Co nvi ene rea li zar una desped ida
recorda ndo los co mentari os rea li za dos al ini cio de la
■ Preguntas cerradas mi sma y fac ilitando al entrevistado la expres ión de
D atos personales y académi cos cualquier duda o p regunta que desee rea li za r antes
O bj etivos: ¿Cuál es la fin alidad de esta char- de irse. Co mo indi ca n M aganto y Cru z (2 005), en el
la? ¿A qué resultados quieres ll ega r? caso de que en el último momento el cl iente qui era
añad ir o decir algo impo rtante que no se haya atre-
■ Preguntas abiertas v ido durante el transc urso de la entrevista, co n suma
Relacionadas a conocer las hab ili dades y amab ilid ad se le indi ca rá que en la p róx im a cita se rá
preferencias profes ionales, co n las respues- lo prim ero que se tratará ya qu e no se dispo ne de
tas se va n rea li za ndo nu evas preguntas que más t iempo y se estab lece la sigui ente fecha de visi-
ayudan a construir la in fo rmación. Ejempl o: ta, que co nviene empeza r preguntand o por aqu ell o
¿Qué asignatura ha sido siempre tu preferid a? qu e se qu edó pendi ente de expresa r en la anteri or.
¿Qué profesi ones te ll aman más la atención? En los casos que el entrevi stado no añada ningún co-
¿Dime tres habilidades que poseas? mentari o al fin al de la entrev ista, co nviene indi ca rl e
¿Qué altern ativas ti enes? cual será el co ntenido de la siguiente. Po r ejempl o,
si en la próx ima fecha se va a empezar la entrevista
Recursos Humanos b iog ráfi ca se le in d ica rá jun to co n la exp li cac ión del
benefi cio qu e reportará su rea li zac ión. Si la recogida
■ Estructurada del hi stori al ya se ini ció y se quedó a medi as, se le
Valorac ión de ca pacitaciones y competen- indi ca rá qu e en la sigui ente cita se va a co mpl etar
cias del entrevi stado, acorde al pu esto de la hi sto ri a. De esta form a el cli ente siempre será un
trabajo. En base a su currículum vitae (CV) agente activo en la entrevista y co nocerá los pasos
se prepara un a seri e de preguntas relaciona- que se va n dando para ll egar a so luc ionar su probl e-
das con los trabajos anteri ores rea li zados, ma, lo que sin duda fac ilitará su impli cac ión en la
fun ciones, responsa bi I idades y motivo del reso lución. En este se ntido, y co mo se ha co mentado,
cese o ca mbi o. se rá el momento de da rl e cualquier tarea qu e con-
Expos ición del pu esto a cubrir necesidades venga rea li ce hasta la siguiente c ita, exp licá ndole la
y fun ciones: se rea li za n preguntas relaciona- impo rta ncia de la mi sma.
das con las funciones del pu esto a cubrir. As imi smo, una vez qu e el cl iente se ha ido, siem-
Preguntas relacionadas con las competen- pre conviene que el terapeuta ded ique unos minutos a
cias y actitudes, por ejempl o cuestiones re- rea li zar a solas algún res umen de la ses ión, e ir fij ando
lacionadas con la resolución de conflictos, los obj etivos para atender la demanda (ver el ca pítul o
toma de decisión, etc. sobre «El Proceso de Evalu ación Psico lóg ica. Un mé-
¿Qu é haría si un cli ente ll ama gritando y en- todo científico ». A medida que se adqui ere experi en-
fa dado? cia en la técni ca de la entrevi sta, el psicó logo cada
¿Cómo informaría a su superi o r de un con- vez es más capaz de detectar lo expli cito y lo implícito
trati empo importante en la entrega de un de los mensajes del entrevistado, por lo que no deben
in forme? desdeñarse determinadas impres iones que, pueden
llegar a ser cl aves para las hipótes is qu e se establecen
Hasta aquí hemos expuesto cómo deben ser las pri- en el momento de las post-entrevistas ini ciales.
meras entrevi stas ini cial y bi ográfi ca, sus ca racterísti-

IIIIIIEmJ
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

fueron las primeras en el desarrollo históri co de esta


3. POST-ENTREVISTAS INICIALES. disciplina, como puede verse en el primer cap ítulo so-
SEGUNDA FASE DEL PROCESO DE bre «Hi stori a de la eva luación psicológica en España
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA en el siglo xx».
Sin embargo, en la actualidad las áreas de eva lua-
Tras las primeras entrevistas (inicial y biográfica) en ción son abundantes y el buen profesional deberá co-
las que se ha recogido información general del motivo nocer los in strumentos ex istentes para eva luar aq ue-
de consulta y de las cond iciones actuales y pasadas llas variables que pretenda comp robar en sus hipótesis
del entrevistado, el psicólogo está en co ndi ciones de y aprender a seleccionarlas y aplica rl as tal y como se
establecer hipótesis de eva luación verificables sobre indica en el capítul o sobre «Los instrumentos de eva-
el caso. Se trata de una tarea en la que se pretende luación psicológica y ga rantías de ca lidad ».
definir los facto res y las relaciones entre antecedentes En este apa rtado vamos a ce ntrarnos en la utilidad
y consecuentes, entre el pasado y el presente, entre de la entrevista como técnica de eva luación útil, váli-
contextos pasados y el contexto actua l del entrevista- da y fiable para la com probación de hipótes is de eva-
do, ya que aunque distintas personas pueden presentar luación. A diferencia de las entrevistas ini ciales que se
síntomas parecidos, los motivos y las causas que las centraba n en el entrevistado, éstas deberán centrarse
mantienen seguramente serán distintas, así como las en el entrevistador en el sentido de que pueda reca-
habi lidades o estrategias innatas que el cliente haya ba r la informació n que precisará para comprobar sus
intentado poner en práctica. predicciones. Se trata de seguir utili za ndo una actitud
Como se indi ca en el capítu lo sobre el «E l proceso empática a través de una entrevista directiva que de-
de Evaluación Psicológica: un método científico » se note que el terapeuta escucha, pero sus respuestas se
trata de una tarea de estudio y reflex ión que se realiza basarán en las hipótesis que el entrevistador quiere
cuando el psicólogo considera que ya tiene suficiente comprobar. Para ell o se recomiendan «técn icas direc-
información para establecer hipótesis. tivas » o «respuestas de acción».
Las entrevistas directivas frente a las no directivas
req ui eren mayor habilidad por parte del entrevistado r.
Segú n Rojí y Cabestrero (2004), es necesario escoger
4. ENTREVISTA DE COMPROBACIÓN el momento adecuado para realizar una intervenció n
DE LAS HIPÓTESIS DE directiva, ya que el emp leo inadecuado puede fomen-
EVALUACIÓN. TERCERA FASE tar resistencias más intensas que las provocadas por
DEL PROCESO DE EVALUACIÓN una utilización deficiente de las técnicas no directivas
PSICOLÓGICA anteri ormente explicadas. Cormi er y Cormi er (2000)
indica n que el momento en que se introducen las
En la tercera fase del proceso de eva luac ión psi- respuestas de acción en la entrevista es la parte más
co lógica se ver ifican las predicciones estab lecidas en difíci l del uso de las mismas ya que, mientras las res-
la fase anterior y para ello se co ntinúa con tareas eva- puestas de escucha que se han propuesto en las pri-
luativas a través de la entrevista y/o la aplicac ión de meras entrev istas, reflejan la comprensión que ti enen
otras técnicas (psicométricas, proyectivas, subjetivas, de sí mi smos los clientes, las respuestas de acción o
de observación, etc.) . Por supuesto, dependiendo de técnicas directivas refl ejan la comprensión que tiene
las variables a eva luar, seleccionaremos un u otro tipo el terapeuta sobre el cliente. Por eso, no conv iene uti-
de instrumentos. li za rl as hasta que no se haya generado una fuerte base
Si una de las hipótesis de eva luación establecidas de co nfianza co n el entrevistado y no deben formular-
es sobre el nivel intelectual del entrevistado, debere- se si n un propósito concreto.
mos elegir, en base a la edad y contexto, los in stru- Como vemos, desde las primeras entrevistas hasta
mentos de eva luac ión específicos. Para ello podemos las de co ntrastació n de hipótesis, la aplicació n de la
co nsultar el bloque temático 111, el capítulo de este ma- entrevista evolucio na de una mayor a menor apertura,
nual «Eva luación psicológica ap li ca da en las áreas del estru cturación y directividad. A las actitudes y habili-
Desarrollo y de la Inteligencia». Si la hipótesis es sobre dades demostradas desde el inicio de la relación entre-
un posible trastorno de personalidad, podemos co n- v istador-entrevistado, ahora se incluirá la utili zac ión
sul ta r el tema sobre «Evaluación psi co lógica ap li cada de las «técn icas directivas» (Rojí y Cabestrero, 2004),
en el área de la Personalidad ». Es imposible incluir en ta mbién denominadas «respuestas de acción» (Cor-
un man ual todas las áreas de eva luación posibles por mier y Cormier, 2000) o segú n lbáñez-Aguirre (201O)
lo que en éste libro hemos seleccionado aquel las en «técni cas de clarificación y ahondamiento». Entre és-
las que ex isten más in strumentos de eva luación y que tas las técnicas, hemos seleccionado las de sondeo o
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

prueba, confrontación e interpretación por co nside- ■ Técnicas de entrevista verbales directivas: las
rarl as las más útiles en la entrevista de contrastac ión respuestas de acción
ini cial de hipótes is. Queremos recordar al lector que
en ningún mom ento debemos abandon ar las técnicas a) Sondeo o prueba: el so ndeo es un a pregunta so-
no directivas que, como se verá durante la expli cac ión bre el prob lema del entrevistado. Con este tipo
de las directivas, co nviene en mu chas ocas iones utili- de técni ca se pu ede empezar la entrev ista de
za rl as conjuntamente. Sin embargo, las respuestas de contrastación de hipótes is. An im a al entrevista-
acción no serían tan recomendabl es en las primeras do a elaborar su propia opinión, expresa ndo sus
entrevistas donde se está ini ciando la relac ión co n el sentimientos o ideas sob re su prob lema. De esta
entrevistado y se está recogiendo la inform ación ini- forma se le está pidi endo al cliente que elabore
cial sobre su probl ema . su propi a explicación sobre su preocupación.
Al ini cio de la entrevista de comprobación de hi - Se trata de una pregunta abi erta sobre algo que
pótes is de evalu ac ión, se rá bueno situar al cliente en ya haya expresado el cliente y no de la curio-
el momento o fase del proceso de eva luación, empe- sidad del terapeuta. Cormi er y Co rmi er (2 000),
za ndo por pedirle las tareas que probablemente he- la denominan «pru eba» y dan orientaciones
mos encomendado en la ses ión anterior y, además de para saber si será efectiva hacerl a. Estos auto-
co mentarl as y ver qué posib les dificultades ha tenido res indi ca n que antes de pl antearl e la pregunta
o si le han res ultado fácil es de rea li za r, le indi ca remos o pru eba al cli ente, primero el entrev istador se
que estamos en el momento de efectuar pru ebas para la debe p lantea r a sí mi smo y, si la puede res-
co mprobar las hipótesis y darle los resultados poste- ponder como si fuese el propio cliente, es que
riorm ente. resulta innecesa ri a y, por tanto, la utili zac ión de
En la comprobación de hipótes is, además de la en- otra prueba sería más conveni ente.
trevista se suelen apli ca r otras técnicas de evalu ación Las preguntas de so ndeo o prueba suelen ini ciar-
que se describen en los otros ca pítulos de es te manu al se con «Qué», «Cómo», «Cuándo », «Dónde» o
y cada un a de ellas tiene formatos y admini straciones «Q uién ». No debe usa rse el «Por qué» ya que
distintas. Sin embargo queremos resaltar algo común indi ca una ob li gatori edad o ju stifi cac ión que
a la apli cac ión de todos los instrumentos de eva lua- puede coacc ionar al entrevistado. Por ejempl o:
ción psicológica que es que cada un a dispone de un Cli ente: «Se que no salir de casa no me ayu-
protocolo de ap li cac ión que el psicó logo deberá se- da a encontrarm e bien »
guir a rajatabla co n el fin de que los res ultados sean Ps icó logo: «¿ Q ué motivos tienes p ara no sa-
válidos y fi abl es. Los test di sponen de manuales con lir?»
in stru cc iones co ncretas y precisas para su apli cación, Cli ente: «A veces tengo la sensación de que
co rrección e interpretación. Recomendamos la lectu- no me quiere»
ra del ca pítulo sobre «Los in strumentos de evaluación Ps icó logo: «¿En qué m om entos sientes eso?»
psicológica y ga rantías de ca lidad». «¿Cuándo tienes esa sensación ?»
En consecuencia, conviene expli ca rl e al cliente que b) Confrontación: las preguntas de confrontación,
si bien con la entrevista y los registros de observación como su nombre indi ca, ponen de manifi esto las
recogemos una in formación determinada, a través de discrepa ncias o co ntrad icc iones entre los men-
otras técnicas, como los test, conoceremos aspectos sajes o conductas del entrevi stado. Se trata de
como las ca pacidades intelectual es, ca racterísticas un a respuesta del terapeuta en la que le describe
de personalidad, emociones, sentimi entos, comporta- al cli ente co ntradicc iones o in co nsi stencias que
mi entos, etc. y que en su caso se van a aplica r tal es o aparecen entre los sentimi entos, pensami entos o
cuales pruebas psicológicas y en cuántas sesiones. Qu e acciones que expresa el cli ente y le ay uda a dar-
para cada prueba dedicaremos un tiempo determinado, se cuenta de las in congruencias ele lo que di ce
y que no hay respuestas buenas ni malas, si no que sus o siente y permite explorar otra man era de per-
respuestas siempre serán las correctas porque serán la cibirse a sí mismo. Muchas veces las personas
que nos permitirán co nocerl e mejor en aquell as dimen- no son co nscientes de sus co ntradicciones hasta
siones que estemos evaluando y que son las impli cadas que no se les hace ver. Por parte del terapeuta,
para poder cumplir con el objetivo de su consulta. acl arar las co ntrad icc ion es permitirá rea li za r hi-
Pasa mos ahora a detall ar las tres técni cas de res- pótes is sobre una base só li da. Si el cli ente no de-
puestas de acción que co nsideramos más útiles para muestra una aceptación cuando se le confronta,
aplicar en las entrevistas de comprobac ión de hipóte- se recomi enda emplea r técni cas no directivas,
sis de evaluación y qu e se citan en el ca pítulo sobre como la paráfrasis o el reflejo, con el fin de que
«Las técnicas subjetivas 11 : Estrategias narrativas ». pu eda tomar conscien cia de ell o.

IIIIEm
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

Las contradicciones que pueden observarse du- Los enunciados de una interpretación pueden
rante la entrevista pueden ser entre dos mensajes ser: «Me pregunto si .. . » «Es posible que ... »
verba les o dos no verba les. También pueden dar- «Quizá ... » «Pudiera ser que ... » « Tal vez ... » «Pa-
se entre la expresión verbal y no verba l y verba l rece como ... » . Por ejemplo, en los siguientes
y la conducta: enunc iados el psi có logo emplea la «interpreta-
• Entre la conducta verba l y no verbal: ción» para plantear una hipótesis entre la ausen-
Clien te: «Estoy muy tranquilo cuando cia de hijos y la falta de sentido de la vida que
vengo a la consulta» sufre la el iente.
Ps icó logo: «Por una parte dices que estás Cliente: «Ya lleva mos dos años in tentándolo
tranquilo, pero por otra no p aras de mo- y no me quedo embarazada. Mi vida no tie-
ver la pierna » (confrontación) ne sentido» (m ientras tanto llora desconsola-
Cliente: «No me he dado cuenta » damente)
Psicó logo: «¿Te preocupa algo?» (reflej o) Psicó logo: «Parece como qué sin hijos no
• Entre la cond ucta ve rbal y comportam iento: le encuentras sentido a tu vida» (inte rpreta-
Cliente: «Aunque no estoy de acuerdo, ción)
voy a hacerlo » Cliente: «Efectivamente, si los tuviera tendría
Psicó logo: «¿ Dices q ue vas a hacerlo, sentido » (se ca lma)
pero no lo apruebas? » (confrontación) Psicólogo: «Estas diciendo que si los tuvieras
CI iente: « Voy a hacerlo, espero ser capaz» tendría sentido (clarificació n), pero me pre-
Ps icó logo: «Parece que estás inseguro» gunto si tenía sentido tu vida antes de q uerer
(reflej o) ser madre» (interpretación)
Cliente: «Inseguro, no . Es que no me gusta
lo que voy a hacer» La finali zac ión de las entrev istas de comp robación
Psicólogo: «Lo que pretendes decirme es de las hipótesis de eva luación deberán ser como cual-
que preferirías no hacerlo » (paráfrasis) quiera de las anteri ores en las que se da la nueva c ita
En las confrontaciones es importante que el tera- y se co menta el plan de trabajo para la próx ima. Se le
peuta esté seguro de que el cl iente va a ser capaz indica que cuando se corrij an las pruebas ap li cadas y
de reaccionar de forma efectiva ante las mismas. se relacione toda la información obtenida, si co nside-
De lo contrario podría cerrarse en banda, negar- rásemos que todavía fa ltase algú n dato, se recogería
las, rechazar las. Por eso se recomienda, cuando en la próxima ses ión. Este co mentario conviene para
sea necesa rio, el uso de técnicas no directivas prevenir los casos en los que las hipótesis no se co nfir-
con el fin de reacomodar las reacc iones de los men, y se deban reformul ar o plantear nuevos supues-
entrevistados y que puedan tomar consc iencia tos, como se indi ca en la tercera fase del proceso de
de sus incongruencias. eva luación ps ico lógica.

c) Interpretación: la interpretación implica presen-


tarle al cl iente una hipótesis sobre las relaciones
o significados entre sus conductas. Se trata de una S. ENTREVISTA DE DEVOLUCIÓN.
afirmación del terapeuta en la que asocia o esta- TERCERA FASE DEL PROCESO DE
blece relaciones ca usa les entre varias conductas, EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
sucesos o ideas del entrevi stado, o presenta una
posible explicación de la conducta de éste en la Como indica n M aga nto y Cru z (2005), en esta
que inclu ye sentimientos, pensamientos y com- entrevista el psicólogo ofrece información elaborada
portam ientos. pa ra responder a los objetivos solicitados de diagnósti-
El modelo teór ico de cada terapeuta determi- co, orientación o programa de intervención. En la en-
nará las formas de interpretaciones durante la trevista de devolución el terapeuta debe saber transmi-
entrevista, si bien en todos los casos se recoge- tir con claridad las conclusiones a las que ha llegado
rán aspectos tanto implícitos como exp lícitos de sobre el probl ema o co nsulta expuestos. En el caso de
los mensajes y conductas de los entrevistados. haber tenido que rea li zar un diagnóstico, nuestra reco-
El momento de ofrecer una interpretación debe mendación es expresarl o evitando pa labras técn icas,
elegirse cuidadosamente, y co nviene co mproba r pues las etiquetas de los trastornos incluidos en los
qué piensa y siente el cl iente sobre los supuestos criterios diagnósticos pu eden promover en el entrevis-
que se le exponen y, para ello, podemos ayudar- tado angustia, miedo, vergüenza, que debemos evitar
nos de la técnica no directiva de «clarificac ión ». pues se trata de describir y/o solucionar su problema,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

pero no crea r nuevos probl emas o angu sti as. Será im- da los obj etivos del tratami ento . Rojí y Cabes-
portante expli car los resultados obtenidos en cada una trero (2 004) indica n que después de enc uadrar
de las pru ebas apli cadas y las relacion es entre ellas, la situ ac ión terapéuti ca es acon sejabl e que el
qu e son las que han permitido establ ecer la «formul a- terapeuta compru ebe que el pac iente ha co m-
ción de caso» qu e fa cilita el tratami ento específ ico de prendido su mensaje pidi éndo le que desc riba
su caso. Que el entrevi stado co mprenda su probl ema sus expectativas en fun c ión del co ntenido del
es bás ico para poder so lucionarl o. encuadre.
Nuevamente aquí hemos de mostrar gran empatía,
ca lidez, amabilidad y compas ión y ofrecer seguridad, ■ Instrucciones
confianza en que juntos (entrevi stador-entrevi stado) A través de las «in strucc iones» el terapeuta pre-
trabajarán sobre la demanda so li citada. Res ulta impor- tende diri gir al pac iente sobre cómo debe hacer
tante informar y acl arar cualqui er punto que el cli en- algo . Primero se debe indi ca r el obj etivo a al-
te necesite y estar atento a sus manifestac io nes tanto ca nza r y los pasos para llega r a co nseguirl o. Las
verbales como no verbales. Con sideramos relevante instrucc iones siempre serán más fác il es de ser
indi ca rl e que haber so li citado ayuda reve la va lentía y aceptadas por los entrevistados si proporcionan
significa el primer paso para superar su s probl emas o consecuenc ias pos itivas, para ell o co nvi ene qu e
dificultades propi os o de sus all egados, en el caso de se le refu erce pos itiva mente mi entras se le da
haber co nsultado para o tros. la instru cc ión. A la hora de ofrecer «in stru cc io-
En este tipo de entrevi sta pueden ser útiles las téc- nes», estas deben ser ofrec idas más como reco-
ni cas verbales directivas de «informac ión », «in stru c- mend aciones que como obli gaciones. Para ell o
c iones» y «encuadre» que pasa mos a describir: se pueden utili za r formul as de ini c io co mo por
ejempl o «Pienso que podría ser útil que ... » «Me
■ Información gustaría que pensarais en ... ». Además co nvi e-
Informar es un a técni ca qu e Cormi er y Cormi er ne ll amar la atención del entrevi stado antes de
(2 000) cl asifi ca entre las respuestas de acción dar una «instrucc ió n», diciéndo le por ejempl o
del terapeuta. Com o su nombre indi ca se trata de «Ahora voy a decirte algo muy importante ... »
comuni ca r verbalmente datos al entrevi stado, en «Por favor, preste atención a lo que voy a decir-
este caso, se comuni ca los resultados obtenidos le ... ».
de la evaluació n psi co lógica y las cl aves para las
correspondientes so luciones. De esta fo rm a, el Como ejempl o de la utili zac ión de las técni cas
entrevi stado pu ede ll egar a evaluar o identifica r descri tas, expondremos su apli cac ión sobre el caso de
las di stintas altern ativa s a su probl ema. Informar una pareja que acudi ó a un Centro de Reproducc ión
consi ste en dar información relevante sobre el Asistida con el fin de pedir un tratami ento médi co que
motivo de la demanda y fac ilitar las pos ibl es les permiti era revertir la vasectomía qu e él se hab ía
alternativas o solu ciones que el propi o cli ente rea li zado después de su primer hij o, que co n 14 años
pu ede ll ega r a identifica r. acababa de fa ll ecer.
Para que la «informac ión» que se ofrezca sea La pareja A. y R. en la co nsulta psico lógica ll o-
efi caz, debe ser obj etiva, sin ocultar o enmasca- raron desco nso ladamente por la pérdida de su hij o.
rar aspectos que pu edan resultar algo desagra- Tras rea li za r las primeras entrevi stas y la de contras-
dabl es al cli ente, por ello, se debe estar atento tación de hipótes is, se verifi ca ro n los supuestos de
a las reacciones emoc ionales del entrevi stado y que A. padecía un a depresi ón severa y R. un rasgo
no debe dar más in fo rmación que la necesa ri a y de ansiedad, desaju ste emocional y sentimientos de
estar compl etamente seguro sobre lo que se va culpa (Moreno-Rosset y Ávil a-Espada, 2009) . A co n-
a informar. tinu ación transcribim os un fragmento de la entrevista
de devoluc ión :
■ Encuadre
Con el «encuadre» el terapeura trata de ofrecer Cli entes: «Hoy venimos con muchas ganas
al cli ente una perspecti va di stinta ante un a si- para que nos digas com o dejar atrás esa pena
tu ac ión o su ceso y pu ede describir el valor que que nos corroe y poder empeza r cuanto antes
tendrá un tratami ento para el pac iente. Por tan- el tratamiento m édico para tener otro hijo ».
to, se debe utilizar un tono positivo y optimista Psi có logo: «Desde el principio, he comprendi-
respecto a que se pu ede lograr el obj etivo de do vuestro sufimiento y os felicito por la valen-
ca mbio o solu c ión de un probl ema. Con el «en- tía que dem ostráis al querer tener otro hijo. Sin
cuadre» se intenta que el entrevistado compren- embargo, ¿ Estáís diciendo que un nuevo hijo

lllfm
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

solucionaría realmente vuestra pena?» (clarifi- Como se puede observar en el fragmento de en-
cac ión) trevi sta A. y R. han ido recibiendo información de los
Clientes: «Posiblem ente no olvidaríam os al pri- resultados obtenidos, así como se les ha rea li zado un
mero, pero sí nos aliviaría ese dolor que senti- encuadre terapéutico ofreciéndole las primeras ins-
m os » trucciones para iniciar la resolució n de duelo. Con
Psi có logo: «Las pruebas psicológicas que ha- esa entrevista se pone fin a las prim eras tres fases del
béis realizado constata n emociones de tristeza, proceso de eva luación psicológica. Para conocer re-
culpa, angustia, ansiedad elevadas que no sólo comendaciones específicas sobre la entrevista de de-
son debidas a la pérdida de vuestro hijo, sino volución o in forme de eva luación puede co nsultarse
al duelo que no habéis realizado por su muerte Rodríguez (2005) y el capítulo de este manual sobre el
inesesperada (informac ión). Os propongo em - «Informe psicólogico».
pezar haciendo el duelo antes de intentar tener
otro hijo» (encuadre)
Cli entes: << Puedes explicárnoslo mejor, parece
que nos propones que aplacem os el intento de 6. GARANTÍAS CIENTÍFICAS DE LA
un segundo hijo » ENTREVISTA
Psicó logo: «Nadie puede aseguraros un segun-
do hijo (información), sin embargo sí podéis Las garantías científicas de la entrevista mostradas
eliminar vuestro malestar haciendo el duelo y med iante su fi abilidad, va lidez y precisión son funda-
despedida del primero. Yo puedo acompañaros mentales de cara a obtener una información de ca lidad.
en ese proceso » (encuadre) Algunas estrategias que ayudan a incrementar la fiabili -
Cli entes: «La verdad es que no lo habíamos vis- dad y la va li dez de la informac ión obtenida a través de
to desde este punto de vista ¿Cómo debería- la entrevista recogidas por Ramírez-Uclés (2018) son:
mos hacerlo ?» el entrenamiento de los entrevistadores; la selección de
Psi có logo: «Prestad atención (llamada de aten- un número representativo de descripciones del compor-
ción a los entrevistados antes de darl es instruc- tami ento a evaluar (estrategia de muestreo); y el rastreo
ciones), pienso que podría ser útil empezar por de los comportamientos a explorar a través del tiempo
escribir/e una ca rta de despedida a vuestro hijo y de distintas situac iones y contextos (estrategia de re-
(instrucción), ya que vosotros habéis sido unos co nocimiento). Como se desprende de algunos trabajos
padres muy amorosos con él» (refuezo posi tivo recogidos por Ramírez-Ucl és (2018), la fiabilidad de
para que sigan mejor las instrucc iones) una entrevista dependerá del grado de conocimiento
Clientes: «¿Esto cómo se hace si ya no está?» de los contenidos a entrevistar y del grado de estructu-
Psi có logo: «Me gustaría que pensárais en to- ración, sistematización y especificidad de la entrevista
das las cualidades positivas que tenía vuestro (Butcher, Perry y Atli s, 2000; Garb, 2007; Grove, Zald,
hijo y en todas vuestras buenas cualidades Lebow, Sni tz y Nelson, 2000). A medida que estas con-
como padres. Y como si hubiese emprendido diciones aumentan, se contribuye significativa mente a
un largo viaje mu y lejos donde no será fácil el la fiabil idad y va lidez de la información evaluada. No
reencuentro, le deseéis buen viaje expresándo- obstante, a esto es necesari o sumar las habilidades co-
le todo aquello que os sa lga del cora zón, sin municacionales del entrevistador y su manejo de las
omitir posibles anécdotas que podáis recorda1; interacciones como requisito indi spensable (Cormier y
o datos curiosos, humorísticos, llamativos o Cormier, 2000; Rogers, 195 1; 1975; Rojí, 1986).
cualquier situación que os apetezca resaltar»
(i nstrucc ión)
Clientes: «¿ Lo hacemos juntos o por separado ?»
Psicólogo: « Me gustaría que lo hicieráis por se- RESUMEN
parado, pues cada uno puede apetecerle decir-
le unas u otras cosas distintas del otro, aunque La entrevista psico lógica es la técni ca más utili zada
luego compartáis vuestras ca rtas o decidáis ha- durante el «Proceso de Evaluación Psi co lógica ». No
cer una en común » (instrucción) es una conversac ión que se mantiene en una relac ión
Clientes: «¿ Parece que puede ser triste esa tarea, interpersona l, sino que es una técn ica de eva luac ión
pero siento que quizá nos permitirá liberar esa psi co lógica a través de la cual se recoge y se ofrece
gran carga emocional que llevamos a cuestas?» información, en función de los distintos objetivos que
Psicólogo: «Efectivamente, con este objetivo os se persigan: diagnóstico, orientación, selección o in-
lo esto y proponiendo» tervención psicológica .
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En el anteri or manual que puede consultarse en los


contenidos on-line de esta obra, M aganto y Cru z (2 005) BIBLIOGRAFÍA
describen tipos de entrevi stas, las etapas de una entre-
vi sta, los elementos que configuran la comunicación, Al onso, P., M oscoso, S. y Salgado, J.F. (2 01 6) . Selec-
etc. En este manual se ofrece las habilidades y actitudes ción de Personal. M adrid: FOCAD . Formación con-
que debe mostrar el psi cólogo en las entrevi stas y, como tinu ada a Di stancia. Consejo General de la Psico-
novedad, se especifica n las técni cas de entrevista más logía de Espa ña.
adecuadas para alca nzar los objetivos de cada una de Bonet, J. V. (1994). Sé amigo de tí mism o. Bilbao: Ed .
las fases del proceso de evaluación psico lógica. Sal Terrae.
Para la primera fa se del proceso se describen los Butcher, J.N ., Perry, J.N. y Atli s, M.M . (2000). Validi-
aspectos que deben tratarse en las entrevistas iniciales ty and uti I ity of compu ter-based test i nterpretatio n.
para cumplir co n dos prin cipa les obj etivos de: especi- Psychological Assessm en t, 12, 1, 6-1 8
fi ca r el motivo de la demanda y establ ecer las condi- Cormi er, W.H. y Cormi er, L. S. (2 000). Estrategias de
ciones históri cas y actu ales de la persona entrevi stada, entrevistas para terapeutas. Bil bao: Descl ée de
es dec ir, reconstruir su histori a. Se expli ca n las actitu- Brower.
des y habilidades bási cas de empatía y escucha activa Fern ández-Ball esteros (2 011 ). El proceso co mo proce-
que, por supuesto, deben mostrarse en todas y cada dimiento científico y sus va ri antes. En R. Fern án-
una de las entrevistas que se rea li cen durante el proce- dez-Ballesteros (Dir.). Evaluación psicológica. Con-
so. Pero se añaden aquellos signos de escucha activa ceptos, métodos y estudio de casos. M adrid . Ed.
más adecuados para recoger la inform ac ión ini cial y Pirámi de.
para ell o, se recomi enda la utili zac ión de «técn icas de Ga rcía Higuera, J. A. (2 00 7). Curso Terapéutico de
entrevi sta verbales no directivas» como por ejempl o, Aceptación I i 11. M adrid: Paradoxa.
cl ari ficac ión, paráfrasi s y síntesis o resumen. Se des- Gazda, G. (1977). Human Relations Development.
cri ben los errores frecuentes en la escucha acti va y las M assachusetts: All yn & Bacon.
ca racterísti cas de la comuni cac ión no verbal del en- Gilbert, P (2 01 5). Terapia centrada en la compasión. Ca-
trevi stador y del entrevistado que, asimi smo, deberán racterísticas distintivas . Bil bao: Descl ée de Brouwer.
tenerse en cuenta en todas las entrevi stas. En relación Góngora, M . (2 005). La entrevi sta de eva luación clíni-
a la entrevi sta biográfi ca se inclu yen las áreas más im- ca con adultos. En V. E. Caballo (Ed.) Manual para
portantes en la recogida del histori al adul to e infa n- la evaluación clínica de los trastornos psicológicos
ta-juvenil, así como para la ori entac ión profesio nal y (pp . 43-62) . M adrid: Pirámide
recursos humanos. Grove, W.M., Zald, D.H ., Lebow, B.S., Snitz B.E . y
La segunda fa se del proceso de eva luac ión de «For- Nelson, C. (2 000). Clini ca l versus mechani ca l pre-
mulación de hipótesis de evaluación ve ri ficab les» se dicion: a meta-analys is. Psychologica l Assesment,
rea li za en las post-entrevistas iniciales, es decir, des- 12, 19-30.
pu és de haber rea li zado las primeras entrevi stas. Se lbañez Aguirre, C. (Ed). (2 01 O). Técnicas de autoin fo r-
trata de una ta rea de estudi o y refl ex ión que se rea li za m e en Evaluación Psicológica : La entre vista clínica.
en fun ción de los probl emas relac ionados con la de- Gui puzkoa: Universidad del País Vasco
manda, pl anteando hipótes is de evaluación verifi ca- Labrador, F.J. y Berdull as, M . (2 01 7) . Actu alidad de la
bl es. Esta tarea solo pu ede rea li za rse con profundos psicoterapi a. IN FOCOP. Consejo Cenera/ de la Psi-
conocimientos sobre el motivo de la demanda y una cología de España, 79, 6-1 O.
adecuada prácti ca profesional. Ll avona, L. M . (1984). El proceso de eva luación con-
En la tercera fase del proceso pa ra la «Comproba- ductual. En J. M ayor y F.K. Labrador (Eds.). Ma nual
ción de las hipótesis de evaluac ión» se recomiendan de Modificación de Conducta. M adrid : Alhambra.
técni cas de entrevista verba les directivas, también lla- M aganto, C.y Cru z, S (2 005). La entrevi sta psico lógica.
madas «respuestas de acc ión» (sondeo, confrontación En C. M oreno-Rosset (2 005) (Ed). Evaluación psicoló-
e interpretac ión), y para la «Comunicac ión de resulta- gica : Concepto, proceso y aplicación en las áreas del
dos del proceso evalu ativo », en la entrevi sta de devo- desarrollo y de la in teligencia. M adrid : Sanz y Torres.
lución pueden ser' útiles las técni cas verba les directi- M oreno-Rosset, C. y Ávil a-Espada (2 009). Intervención
vas de información, instru cc iones y encuadre. y apoyo psicológicos en infertilidad y reproducc ión
asistida. En C. M oreno-Rosset (Coord .) Infertilidad
y reproducción asistida. Guía práctica de in terven-
ción psicológica. M adrid : Ed. Pirámide
M oscoso, Gorriti y Salgado, 2006. La entrevista de se-
lección de personal: Característi cas y apli caciones
LA ENTREVISTA EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

de la entrevista conductual estru ctuada (ECE). En A. receptiva y fluid a a través de la atención y escucha
Osca (Ed.) Selección, Evaluación y Desarrollo de los activa.
Recursos Hum anos. M adrid: Sanz y Torres. Empatía: es una actitud comprensiva del entrevi stador
Neff, K. (2016). Sé am able contifo mism o. El arte de hacia el entrevistado que muestra la capac idad de
la compasión hacia uno mism o. Barce lona: Paidós. ponerse en su lugar e identifica rse con las percep-
Ogyen Trinl ey Dorj e (2 01 7). Interconectados . Abrir- ciones y sentimientos que el entrevistado le expresa.
nos a la vida en la sociedad global. Barcelona: Ed. Entrevista biográfica: es la entrevista en la que se re-
Kairós. compone la historia pasada y presente sobre la per-
Osca, A. (2006). (Ed .) Selección, Evaluación y Desa- sona en la que se centrará la eva luación.
rrollo de los Recursos Hum anos. M ad rid : Sanz y Entrevista de comprobación de hipótesis de evalua-
Torres. ción: es la entrevista que ti ene co mo finalidad la
Ramírez-Uclés. l. (20 18). Proyecto docente de Evalua- comprobación de hipótesis de eva luación.
ción psicológica. M adrid : UNED Entrevista de devolución: es la entrevista cuyo objetivo
Rodríguez, J. M . (2005). Comuni cación de los resulta- es comunica r los resultados del proceso eva luativo.
dos de la eva luación e in forme. En C. Moreno-Ros- Entrevista inicial: es la entrevista en la que se recoge
set (2005) (Ed). Evaluación psicológica: Concepto, toda la información posible del motivo de la de-
proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y manda.
de la inteligencia. M adrid : Sanz y Torres. Kinesia: se refiere a las posturas, expresiones fac iales y
Rogers, C. (195 1). Client Centered Th erapy. Boston: gestos que pueden manifesta r datos sobre el com-
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Rogers, C. (1957). The necessa ry and sufficient co ndi- Proxemia: d istancia física o grado de proximidad que
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Consulting Psychology, 2 1, 95- 103. Sensibilidad: ca pacidad de intuir, comprender y asu-
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ción e interacción en psicoerapia. M adrid : UNED. o enten dimiento que se crea entre las co nductas no
Rojí, B. y Cabestrero, R. (2004). Entrevista y sugestio- verbales del entrevistado y el entrevistador.
nes indirectas: entrenamiento comunicativo para Técnicas de entrevista psicológica: son aquellas que
jóvenes psicoterapeutas. M adrid: UNED. permiten al psicó logo intervenir verbalmente du-
Salgado, J. F. y Moscoso, S. (2011 ). La Entrevista Con- rante una entrevista con una finalidad concreta. En
ductual Estructurada de Selección de Personal (3" las técn icas de entrevi sta directivas el mensaje se
Edición). Madrid: Pirámide. co nstru ye en función del entrevistado r. Las no di-
Silva, F. (2000). La entrevista. En R. Fern ández-B alles- rectivas se co nstruyen en fun ció n del sistema de
teros (Ed.). Introducción a la eva luación psicológi- referencia del entrevistado.
ca . Madrid. Ed . Pirámide.

GLOSARIO

Actitudes y habilidades de entrevista: capacidades


del psicó logo para establecer una com uni cac ió n
Técnicas Psicométricas

Isabel M. Ramírez Uclés

l . INTRODUCCIÓN: DEFINICIÓN DE TEST PSICOMÉTRICO


2. CLASIFICACIÓN DE LOS TEST
3. DIFERENTES USOS DE LOS TEST PSICOMÉTRICOS
4 . FASES EN LA ELABORACIÓN DE UN TEST
S. ALGUNOS CRITERIOS PARA LA VALORACIÓN DE UN TEST
6. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ÍTEMS
6.1. ítems de respuesta cerrada
6.2. ítems de respuesta abierta
7. PRINCIPALES TEORÍAS DE LOS TEST
7.1. Teoría Clásica de los Test (TCT)
7.1.1. Otros modelos basados en las teorías clásicas
7.2. Teoría de Respuesta al Ítem (TRI)
7.2.1. Procedimientos de construcción y aplicación de los test desde la TRI
7.3. Principales diferencias entre la TCT y la TRI
8 . CONSIDERACIONES EN EL USO DE LOS TEST
9. TEST Y OTRAS TÉCNICAS INFORMATIZADAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
10. DIRECCIONES Y GUÍAS QUE AFECTAN AL USO DE LOS TEST PSICOMÉTRICOS
10.1. Criterios sobre la revisión de los test
10.2. Directrices para el uso de los test
10.3. Directrices para la traducción y adaptación de los test
10.4. Directrices para la evaluación informatizada y test aplicados por Internet
10.5. Directrices para los Test Adaptativos Informatizados (TAi)
10.6. Revisiones de los test editados en España
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS

■ D efinir y diferenciar las ca racterísti cas de las pruebas psicométricas.

■ Clas ifica r los di stintos t ipos de test.

■ Identifica r los principa les usos y apli cac iones de los test.

■ Describir el proceso de construcc ió n de los test psicométri cos.

■ Reconocer los criteri os para la va lo ración de un test.

■ D istinguir los di ferentes ti pos de ítems.

■ Diferenciar los prin cipa les modelos teóri cos en la constru cc ión y desa rro ll o de los test.

■ Reconocer las nuevas aprox im acio nes surg idas a pa rtir de la Teoría Clásica de Test (TCT).

■ Identifica r las prin cipa les aportaciones y apli cac io nes de la Teoría de respuesta al Ítem (TRI ).

■ Describ ir las limi tac iones más im po rtantes en el uso de los test ps icométricos.

■ Reconocer los test y las otras técnicas informatizadas de eva lu ación ps ico lógica.

■ Identifica r las d irectrices y guías que afectan al uso de los test ps icométri cos .
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Existen muchas definiciones del co ncepto test. Nos


l. INTRODUCCIÓN: DEFINICIÓN DE centramos en la propu esta por los Estándares para los
TEST PSICOMÉTRICO test Educativos y Psicol ógicos (Standards far Ed uca-
tional and Psychologica l Testing; SEPn, cuyos respon-
Los test psicom étricos son instrumentos de evalua- sabl es son la Am erican Psychologica l Association y la
ción que utili za n el concepto de medi ción y tienen National Coun cil on Measurement in Educa tion (APA,
su fund amento en la Psicometría (rama de la psico- NCME, 2014):
logía que se ocupa de las mediciones mentales) . En
nuestro co ntexto, se utili za n para medir los atributos o « Un test es un instrumento e valuativo o procedi-
las ca racterísti cas del ser humano. El prim er test psico- miento en el que se obtiene una muestra de la con-
métri co fue la Escala Métrica de la In teligencia crea da d ucta de los examinados en un dominio específico
por los franceses Binet y Simon en 1905, co n la que y posteriormente es eva luada y pun tuada usa ndo
se introdujo en ps ico logía el concepto de Eda d Men- un procedimiento estanda riza do».
tal. En 1912, el psicó logo alemán Willi am Stern creó
el concepto de Cociente In telectual o CI co mbinando En general, los test co nsti tuye n med idas de mu es-
los co nceptos de Edad Mental y Edad Cronológica. Por tras de co nductas obj eti vas y tipifi cadas que permiten:
otro lado, el Cues tionario de Datos de Personalidad a) establ ecer descripciones y comparaciones de unas
de Robert S. W oodsworth (1916) es reconocido co mo personas co n otras, o de una mi sma persona en di fe-
el primer test de personalidad. En el pasado siglo, los rentes momentos de su vida; y/o b) establ ecer el ni ve l
test psicométri cos fu eron construidos sigui endo el en- que posee el sujeto en la conducta observada.
foque de la Teoría Clásica de los Test (TCT) propuesta En los test, las respuestas de los suj etos a ca da uno
por el ps icó logo inglés Charl es Spea rrnan; no obstante, de los elementos o ítems que los integran, pu eden ser
en las tres últimas décadas del mi smo siglo apareció correctas o inco rrectas, y la puntuación tota l viene
otro enfoq ue para la co nstru cc ió n de test que ha sido dada por la suma de todas las respu estas co rrectas ob-
denominado Teoría de Respuesta al Ítem (TR I) . Por teni das (d irecta o ponderada). En sentido estri cto, el
co nsiguiente, los test psicométri cos han experim enta- término test debería apli ca rse en este co ntex to, donde
do un gran ava nce relacionado con los progresos de la las respu estas de quienes lo rea li za n se eva lúan aten-
psicometría, y co nstitu yen una de las herramientas de diendo a su grado ele corrección o ca lidad. No obstan-
eva luación más utili zadas por los profes ionales de la te, ex isten situaciones en las que las respuestas de los
evaluac ión psico lógica. sujetos no son valoradas ni puntuadas co mo co rrectas
La utili zac ión de estas técn icas en el ámbito con- o incorrectas, tratándose de instrumentos di señados
creto de la eva luación de la personalidad, encuentra para obtener info rmación sobre aspectos de la perso-
su fund amento teóri co en el modelo de los rasgos . Así nalidad, actitudes, intereses o preferencias y que igual-
pues, los test creados desde esta perspectiva pretenden mente constitu yen test psicométri cos.
eva luar distintas categorías de rasgos, cuya interrelación Podemos enco ntrarnos con diferentes términ os
determina la estructura de la personalidad. No obstan- para referirnos a un test, entre otros, escala (por ejem-
te, a pesa r de la concepción un tanto estáti ca que sub- pl o, la Esca la de Inteligencia de Reyno lds - RIAS- o la
yace en el modelo psicométri co, en la actualidad está Esca la de Intereses Ps icosoc iales - MPS-), cuestionario
siendo sustituida por un concepto más dinámico. (por ejemplo, el Cuesti onari o de Desa juste Emocio-
Los psicó logos utili za n los test en mayor o menor nal y Recursos Adaptativos en Infertilidad - DERA- o
medida dependiendo de su ámbito profesional y, aun- el Cuestionari o Factori al de la Personalidad 16 PF-5),
que es cierto que en ocas iones se llega inclu so a un in ventario (por ejemplo, el Inventari o de Evaluación
abu so en la utili zac ión de los mismos, los test bi en de la Personalidad - PAi- o el Inventario de Desarro llo
utili zados, apli cados e interpretados, constituyen una Battell e) o batería (por ejempl o, la Batería de Aptitudes
herramienta fundamental en el ejercicio de la evalua- de TEA BAT-7 o la Batería ele Aptitudes para el Apren-
ción psico lógica, dado que permiten llevar a cabo in- di zaje Escolar BAPAE). En la práctica, los términ os se
ferencias muy relevantes de la condu cta de la person a. interca mbi an frecuentemente, además en los últimos
La palabra inglesa test ti ene varios si gnificados. tiempos se está produciendo una gran proliferación en
Como nombre, significa exa men, prueba, análisis; y la co nstru cc ión de test donde son denominados indi s-
co mo verbo, probar, poner a prueba, examinar, eva- tinta mente con cualquiera de los términos anteriores.
luar o anali za r. En general, el término se ha utili zado Por ello, a lo largo de este ca pítulo nos referiremos al
de manera intern acional para designar un tipo de exa- concepto test para englobarl os a todos ellos.
men o evaluación de uso frecuente en psi co logía y en Para que un instrumento de evaluación sea consi-
educac ión. derado un test psicométri co ha de tener las siguientes

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

cara cterísti cas: a) con stituir una técn ica estructurada, de cualqui er tipo de tecno logía en otros campos de
en fun c ió n del estímul o y del grado de restri cción de la trabaj o. Po r estas razones, en la actu alidad distintas
respu esta el ic itada; b) ser objetivo y encontrarse estan- orga ni zac io nes, tanto nac ionales (el Consej o General
darizado, en cuanto que pro pone un procedimi ento de la Psicología en Espa ña) como intern ac io nales (la
de apli cació n, materi ales y si stemas consta ntes inde- Europ ea n Federation of Psychologists ' Associations -
pendi entes del evaluado y evaluador (An astas i y Ur- EFP- o la lntern ational Test Commission - ITC- ), desa-
bin a, 1997) y; c) estar tipificado, es decir, permi te la rro ll an num erosos proyectos y actividades para poten-
comparac ió n de un suj eto con el grupo no rm ativo, a ciar el uso adecuado de los test. A nivel in tern ac io nal
partir del cual se ha co nstruid o la medida (Pelechano, destaca mos los Standards far Educa tional and Psycho-
2000). Para ell o, los test psicométri cos deben cumplir logica l Testing (APA, NCME, 201 4) propuestos por la
los sigui entes requi sitos: American Educational Research Association -AE RA-,
la A merica n Psychologica l Associa tion - APA- , y la Na-
1. La pru eba debe haber segu ido de form a ri gu- tional Council on M easurement in Educa tion - NCM E- .
rosa un proceso de con stru cc ió n prev iamente No obstante, no es sufic iente co n hace r un uso res-
establ ec ido . ponsabl e y correcto del test. Para qu e un in strumento
2. El contenido y la dificultad de los ítems han de de evalu ac ió n c umpl a la fun c ión para la qu e ha sido
estar sistemáti ca mente control ados. ori gin ado debe haber sido construido de una forma ri -
3. La situ ac ió n de apli cació n del test, esto es, el gurosa. De hecho, como veremos en apartados poste-
ambi ente en el cual se apli ca la prueba, el ma- riores, estas asoc iac io nes proporc io nan tambi én guías
teri al del test y el procedimi ento de admini stra- de buenas prácticas sobre el desa rro ll o y co nstru cc ió n
c ió n han estar perfectamente definid os y deben de los test, cuya lectura se reco mi end a antes de embar-
ser reproduc idos idénti ca mente para todos los ca rse en la ta rea de constru cc ió n de estos in strumentos
suj etos examinados por el test. de evalu ac ió n. En la práctica, el desa rro ll o de un test
4. El reg istro de las co ndu ctas o respuestas pro- es un a ta rea labori osa qu e requi ere de la co labo rac ió n
vocadas por el suj eto examin ado debe ser tan entre expertos, ta nto en la mate ri a o co nstru cto a eva-
obj etivo y prec iso como resulte pos ibl e. Las lu ar, co mo en medi c ió n.
condi cio nes de có mo hacer ese reg istro han de De manera prácti ca, cuando nos proponemos crea r
estar bi en definidas y deben ser cump li das ri gu- un test hemos de dar respuesta a un a seri e de in te rro-
rosa mente. ga ntes como los que se descri ben a co ntinu ac ión:
5. El compo rtami ento observado, co ndu cta o res-
puesta, debe ser evalu ado estadísti ca mente res- ¿Qué es lo qu e la pru eba med irá según su d ise-
pecto al de un grup o de indi viduos ll amado gru - ño?
po de referenc ia o grupo normativo (e n el caso ¿Cuál es el obj etivo de la mi sma?
de los Test Referid os a la No rm a) o en relac ió n ¿Es necesa ri a su creac ió n?
co n un os criterios de rendimiento (e n el caso de ¿Qui én la usa rá?
los Test Referid os al Cri teri o). ¿Qu é co nteni dos abarca rá?
6. Los suj etos exa minados son cl as ificados en fun- ¿Cómo se apli ca rá?
ción de normas resultantes del examen prev io ¿Cuál es el fo rm ato idea l?
del gru po de referencia o norm ativo (baremos), lo ¿Debería elaborarse más de un a fo rm a de la
que permite situar cada una de las respuestas, to- pru eba?
tales o parciales, en una distribución estadística. ¿Qu é ca pac itació n espec ial neces ita rán los ad-
7. Las respu estas a las cuestiones p lanteadas ofre- mini strado res pa ra apli car la o interpretarl a?
cen una medida correcta del comportami ento ¿Qué cl ases de respu estas se requerirán de
que es evaluado po r el test (va lidez adecuada) . q ui enes la respondan?
8. Si las co ndi c io nes no ca mb ian, la repeti c ió n del ¿Cómo se in terpretarán los resultados?
exa men debe conduc ir siempre al mi smo resul-
tado, o a otro mu y próximo (fiabilidad adecu a- Como indi can Ca lero y Padilla (2 011 ), el uso de
da). las técni cas ps icométricas ofrece importa ntes ventaj as:
hacen pos ib le evalu ar a un gran número de suj etos al
Los test co nstituyen herrami entas poderosas y fun - mi smo ti empo y permi ten su comparac ió n, por ejem-
damentales en la eva lu ac ió n psico lóg ica . N o obstan- p lo, cuando el obj etivo de la evalu ac ió n es la selec-
te, su utili zac ió n en manos in expertas o co n escasa ción profes io nal y/o educativa; pos ibilitan la co ntras-
respo nsabilidad, pueden generar situac io nes co mpro- tac ió n empíri ca de un di agnósti co clíni co en co ntextos
metidas y «pe li gros as», tal y como sucede co n el uso clíni cos; y fa c ilitan la elabo ració n de perfil es aptitudi -
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

nales y de personalidad para ay udar en las tareas de ■ Modalidad de aplicación


orientación esco lar y profesional, entre otras. Con respecto a este criterio pueden utili za rse di-
Los test psicométricos se han creado en diferentes y ferentes etiqu etas para los test, tales como indi-
diversas áreas y co ntextos de ap li cac ión de la eva lu a- vidual/colectivo/autoinformado, papel y lápiz/
c ión, sin embargo, han destacado tradicionalmente en ordenador, adaptativo/no adaptativo, instruc-
dos áreas: la eva luación de la inteli genc ia y de la per- ciones orales/instrucciones escritas, corrección
sona lidad. En menor medida, también se han generado m anual/corrección informatizada, etc.
test psicométricos para la eva lu ación de determinados
rasgos aisl ados o actitudes específi cas (p.ej ., locus de ■ Demandas temporales
control, ira, ansiedad, pensamiento constructivo, crea- Este aspecto permite clasificar los test en un con-
tividad, etc.). tinuo que va desde rapidez o velocidad («speedy
test») a potencia («powe r test »).

■ Grado de aculturación/cultura o demandas


2. CLASIFICACIÓN DE LOS TEST específicas
De una cultura o grupo requ erid as en la resolu-
En la literatura se pueden encontrar múltipl es cla- ción del test. Tambi én permite situar a los test a
sificac ion es de los test en función de diferentes crite- lo largo de un continu o.
rios. Aquí seguiremos la propuesta por M artínez-Arias,
Hernández-LLoreda y H ernández-Lloreda (2006), que ■ Modelo estadístico
presentan las clasificaciones más hab itu ales en con- En el que se basan las puntuaciones del test.
textos psicológicos y ed ucativos. Según estas autoras, Como veremos posteriormente, la co nstrucc ión
los test se pueden clasificar en función de los siguien- del test neces ita basarse en algú n modelo pro-
tes aspectos: babilístico que permita dar un significado a las
puntuaciones y hacer inferencias a partir de la
■ Consecuencias para el sujeto mu estra de conductas pl anteada en el test. Los
Desde esta perspectiva, podemos diferenciar modelos se clasifican en dos grandes grupos:
los test situ ándolos a lo largo de un co ntinuo de a) Teoría Clásica de los Test (TCT) y sus exten-
consecuenc ias. Así, puede hab larse de los test siones como la Teoría de la Generalizabili-
de altas consecuencias (po r ejemplo, los utili za- dad o los Test Referidos a Criterio, basados en
dos en procesos de se lección), y los test de bajas el modelo lineal general y en las puntuacio-
consecuencias (por ejemplo, cuando se utili za n nes totales de los test.
en el ámbito de investigación). Esta co nsidera- b) Teoría de la Respuesta al Ítem (TRI), quemo-
ción es importante a la hora de interpretar los deliza las probabilidades de resp uesta a un
res u Itados. ítem para diferentes niveles del rasgo latente
mediante un modelo no lin ea l.
■ Planteamiento del problema y el tipo de
respuesta ■ Tipo de interpretación de las puntuaciones
Los test se construyen a partir de una muestra Se establ ece una distinción entre los Test Refe-
de co ndu ctas que requiere por parte del suje- ridos a la Norma y los Test Referidos al Criterio:
to un a determinada forma de planteamiento y a) Test Referidos a la Norma (TRN). Evalúan
resolu ció n del problema. Como veremos poste- la actuación de un suj eto co ncreto compa-
riormente, esta distinción se plantea en función rándol a co n la de otro grupo bien definido
del formato de los ítems o tareas del test. En este en el mismo test. Su resultado expli ca la ma-
sentido, podemos habl ar de test de respuesta ce- yor o menor semejanza de la actuación de
rrada y test de respuesta abierta o libre . cada individuo con la actuación del grupo
norm ativo. Estos test proporcionan dos tipos
■ Área de comportamiento acotada de puntuaciones: la puntuación directa y la
Se estab lecen distinciones frecuentes entre test puntuación baremada. La puntuación directa
cognitivos (incluyen aptitudes, inteligen c ia, ren- indica el número de ítems que el sujeto ha
dimiento, etc.) y no cognitivos (personalidad, in- contestado correcta mente, y la puntuación
tereses, motivac ión, actitudes, etc.). A veces, son baremada permite la comparación entre un
co nocidos como test de ejecución o rendimiento sujeto determinado y otros sujetos, co mo ve-
máximo frente a test de ejecución típica. remos posteriormente.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

b) Test Referidos al Criterio (TRC). Miden la ■ Selección


puntuación de un sujeto en relació n con un En este caso, el objetivo es la se lección de los
determinado nivel o criterio de actuación sujetos m ás capaces en algún se ntido o materia.
definido de antemano. Por regla general, los Las puntuaciones de los sujetos en el test se usan
co ntenidos medidos por los test referidos a para ad mitir o excl uir, empl ea r o rechazar.
criterio son mu cho más específi cos que los
test referidos a un a norma. El test referido ■ Asignación
a un cr iterio in dica un nivel de dominio de El objetivo es determinar en qué lugar debe co-
com petencias muy específico, mi entras el loca rse un sujeto dentro de una catego ría. La je-
test referido a la norma indi ca una categoría rarquía puede ser de ca rácter profesiona l (q ué
de comprensión más general. puesto de trabajo le corresponde a un determi-
nado sujeto), de ca rácter formativo (qué nivel le
Además de las citadas anteriormente, podemos in- corresponde a un sujeto en un programa de fo r-
cluir otras clasificaciones, entre las que se destacan: mación), etc.
a) en fun ción del tipo de m aterial de la prueba: lápiz
y papel, verbal únicamente, de ej ecución manual o ■ Clasificación
visomotor, de aparatos especiales o combin ación de Se trata tambi én de asignar a los sujetos a ciertas
los anteri ores (por ejempl o, el WAIS, la Esca la de Ap- categorías, pero en este caso, las asignaciones son
titudes Intelectuales, BAS- 11 o la Escala de Observa- de tipo en lugar de nivel. Por ejempl o, ¿dentro de
ción para el Di agnósti co del Autismo, ADOS); y b) en que categoría diagnóstica asignamos a un sujeto?
func ión de las edades límites de aplicación: pruebas
para bebés -baby test-, para niños de infa ntil , para ni - ■ Orientación o consejo
ños escolares, para adultos o específicos para tercera El obj etivo es orientar al suj eto con respecto a
edad. algún aspecto de su co mporta mi ento futuro,
abarca ndo un a gran ca ntidad de decisiones que
el sujeto toma con ay uda de un profesiona l de la
psico logía o la psi copedagogía . Por ejempl o, la
3. DIFERENTES USOS DE LOS TEST orientación vocaciona l en adol escentes.
PSICOLÓGICOS
■ «Screening» o cribado
Los psi có logos o eva lu adores en su labor profes io- Ti enen como fin alidad la detección rápida de
nal o investigadora pueden hacer diferentes usos de algún tipo de trastorno, defi ciencia o anomalía.
los test atendi endo a demandas y necesidades especí- El obj etivo es disponer de una herram ienta sen-
ficas. D e esta manera, una vez obten idas las puntu a- cill a, de rápida aplicac ión que permita detectar
cion es pueden tomar diferentes decisiones, entre las a los sujetos que potencia lmente puedan presen-
que citamos las siguientes (Martínez-Arias, Hernán- tar algún trastorno, defi ciencia, etc. Se utili za n
dez-Lloreda y H ernández-Ll oreda, 2006): como «crib a» antes de la ap licac ión de pruebas
más exhaustivas.
■ Determinar el nivel de instrucción o habilidad
El objetivo es establecer si los sujetos poseen La clasificación anterior es un a de las muchas de
domin io de ciertos co nocimi entos o destrezas las aprox im aciones a la clasificación de los test en fun-
predeterminadas de antemano. Conlleva n deci- ción de su uso. No obsta nte, ex isten otras mu chas. Por
siones propias de los test referidos a criterio. ejempl o, Urbina (2 00 7) propon e que el uso de los test
puede agruparse en tres grandes ca tegorías: a) la pri-
■ Diagnóstico mera categoría incluye el proceso pragmático de toma
Ti enen como objetivo la identificac ión de fal los de decisiones sobre personas, tanto considerad as in-
o deficiencias en el comportami ento para llevar dividualm ente como en grupo; b) la segunda recoge
a cabo algún tipo de intervenc ión o tratamien- los test dedicados a la investigación científica sobre los
to . Aunque las puntuaciones obtenidas suelen fenómenos científicos y diferencias individu ales, que
compara rse con datos normativos, las decisio- son los utili zados más frecuentemente y desde hace
nes di agnósti cas tambi én son propi as de los test más t iempo y fina lmente; c) la tercera se refi ere al uso
re feridos a criterio. relacionado co n el proceso terapéutico de favorecer la
autocomprensión y el ajuste psicológico, más reciente
y menos desarroll ado.
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

memori za rlos previamente y anotar el número


4. FASES EN LA ELABORACIÓN DE UN de elementos recordados. Para que puedan ser
TEST consideradas como manifestaciones del cons-
tructo, estas conductas han de ser más o menos
La construcc ión de un test psi cométri co co nstituye uniformes y consta ntes a lo largo del tiempo y
un proceso compl ejo; no obstante, pa ra co nseguir un en una serie de situac iones. Todas las cuestiones
in strumento que co ntenga unas gara ntías de ca li dad que hacen referencia a estas conductas son las
apropiadas hay que seguir una seri e de pasos estab le- que deben se r refl ejadas en los ítems del test.
cidos previamente. No existe unanimidad por parte b) A quién se quiere med ir o población a la que va
de los autores en cua nto al número concreto de fases. dirigida la prueba y/o contexto de ap licac ión.
De esta forma, autores co mo Down ing (2006) y Lane, Se trata de del imitar las ca racterísticas de la po-
Raymond y Haladyna (2016) sugieren un proceso que bl ación a la que se dirige: edad, nivel cu ltura l,
co ntiene un tota l de doce fases, mientras que Muñiz clase social ...
y Fonseca-Pedrero (20 19) proponen di ez pasos para c) Para qué se quiere med ir, o uso/utilidad que se
la construcción y vali dación de un test. Según estos le quiere dar al test. Concretamente, se trata de
últimos autores, las fases serían las siguientes: 1) Esta- estab lecer para qué se va a utili za r, qué decisio-
blecimiento del marco general; 2) Defin ición de la va- nes se van a tomar a partir de las puntuaciones
riab le medida; 3) Especificac iones; 4) Constru cción de que obtenga n los sujetos, si se trata de determi-
los ítems; 5) Edición; 6) Estud io pil oto; 7) Selección de nar el nive l de instrucc ión o habilidad, diagnós-
otros instrumentos de med ida; 8) Ap li cac ión del test; 9) tico, se lección, asignación, clas ificac ión, orien-
Propieda des psicométricas y; 1O) Versión fi nal del test. tación, «screenin g», etc.
A continuación, presentamos un procedimiento
a seguir para la co nstru cc ión y va lorac ión de un test
constituido por ocho pasos siguiendo, al igual que los Definición operativa de la variable o constructo que
autores anteri ores, las recomendaciones de los últimos se quiere medir
está nda res de la America n Educational Research Asso-
ciation (AERA), la American Psychologica l Association El co nstru cto eva luado debe defin irse en térm in os
(APA) y el Nationa l Council on Measurement in Educa- operativos para que pueda ser medido de forma empí-
tion (NCME) (20 14). ri ca. Para ello, se debe rea li zar una revisión exhaustiva
de la li teratura a partir de la cua l se delimita la variab le
Justificación teórica y definición objeto de medi ción, así como todas las dimensiones
releva ntes de la mi sma. Tambi én se han de identifica r
El desarroll o de un test com ienza co n una justifica- con claridad los compo rtamientos más representativos
ción detal lada y precisa de cuáles son las ca usas que de la va ri able de medición, as í como la relación del
motivan su constru cc ió n. Asim ismo, hemos de deter- constructo con otros co nstru ctos o variab les relevantes
min ar cuál es el objetivo del test y el co nstructo o do- y, la identificac ión de los comportami entos indicado-
mini o que se pretende med ir. Para ell o, un primer paso res del co nstructo a través de diferentes estrategias. Un
es considerar cuá les son las pob laciones a las que está ejempl o puede ser el siguiente: una definición co n-
destinado y el tipo de decisiones que se tomarán co n ceptua l de creatividad podría ser la «capacidad de dar
las puntuaciones obtenidas. Concretamente, se trata respuestas únicas u origina les». Sin emba rgo, esta defi-
de determ inar: ni ción resulta abstracta y dificu ltaría a dos personas po-
nerse de acuerdo sobre lo que se pretende med ir, así,
a) Qué se quiere medir o variable objeto de estu- como definición operacional u operativa podríamos
dio. En el contexto de la psico logía, el proble- indica r «determ inar diez maneras de utili za r cubos
ma surge cuando se quiere medi r una variab le de madera», como medida de creatividad. Pa ra ello,
no observab le de forma directa o «constructo» se utili za n diferentes estrategias ta les como, análisis de
(inte ligencia, atención, memoria, ansiedad, in- contenido, observación directa, juicio de expertos o in-
troversión, etc.). No obstante, los co nstru ctos se cidentes críticos (Ca lero y Padill a, 20 11 ).
manifiesta n a través de una seri e de cond uctas
sí observables de forma directa, y susceptibles Requerimientos para la aplicación del instrumento de
de med ición. Por ejemplo, no es posible me- medida
dir d irectamente la memoria entendida como
constructo, pero sí es posib le ped ir al sujeto El desarro llo de un test estará co nd icionado por
que recuerde un conjunto de elementos tras las restriccion es en su aplicac ión. Pueden destacarse,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

el tiempo de aplicación, la modalidad de aplicación co mpara con la ori ginal (Hambl eton, 1996; Muñi z y
(individual/co lectiva/a utoinformada), el soporte de ad- Hambl eton, 1996).
mini stración (papel y lápiz/informatizada) y cu ándo
y en qué lugar se va a ad ministrar el in strumento de Estudio piloto cualitativo y cuantitativo
med ida. Igualmente, se deben especifica r los requeri -
mientos cognitivos, de voca bulario y de acces ibilidad El objetivo en esta fase es observar el funciona-
de los participantes. miento del instrum ento de med ida en una población
En relación co n los ítems, se ha de indi ca r el tipo, con características similares a la pob lación obj eto de
el número, la longitud, el contenido y el orden (dispo- interés. En el estudio pil oto se ll eva rán a cabo dos ti-
sición) de los mi smos, así como el formato de respues- pos de análi sis:
ta o el tipo de alternativas que se van a utili za r. Con
respecto a este tema, no ex isten norm as universales, a) Cualita tivo . Se trata de apli ca r los ítems a una
todo va a depender de las circunstancias de apli ca- pequeña mu estra de sujetos co n el objetivo de
ción, del propósito del constructor y de otras variables detectar aspectos como: los ítems más prob le-
imp li cadas (Muñi z y Fonseca-Pedrero, 2008). máticos, las dificultades para comprender las
instru cc iones, los errores en el form ato del ins-
Construcción y evaluación cualitativa de los ítems trumento o los errores de tipo semá ntico o com-
prensión de las instrucc iones, entre otros.
El objetivo de esta fase es co nseguir una muestra de b) Cuantitativo. Una vez admin istrados los ítems
ítems releva nte para cada uno ele los componentes del a la muestra del estudi o piloto, se examinan las
constructo. Los ítems (o reactivos) son los elementos propiedades métricas ele los mi smos para ver su
básicos a partir de la cual se forma un in strumento de fun cionamiento y, a partir de aquí se seleccio-
eva luación, por lo que una constru cc ión deficiente de nan aquéllos que mejor se adapten al objetivo
los mism os incidirá en las propiedades métricas finales del test. Los cá lculos estad ísticos que se llevan
del instrumento ele med ida y en las inferencias que se a ca bo son aquéllos que permitan determinar
extraigan a partir de las puntuaciones. Los principios qué ítems son capaces de detectar las diferencias
básicos que deben regir la constru cc ión de cualquier existentes entre los sujetos. Entre otros índi ces es-
banco de ítems son: representatividad, rel evancia, di- tadísti cos destacamos los siguientes: media y va-
versidad, claridad, sencillez y comp rensibilidad (Mu- rianza de cada ítem, índice de dificultad, índice
ñiz et al., 2005). También es importante seleccionar el de discriminación, homogeneidad de los ítems,
tipo de fo rmato de respu esta (e lección múl tiple, verda- co rrelación ítem-prueba, cargas factori ales y/o el
dero/fa lso, se lección o identificac ión, etc.) dependien- fun cionamiento diferencial de los ítems.
do de nuestro obj etivo e interés.
De forma práctica, han ele cuidarse los siguien- Selección de otros instrumentos de medida
tes aspectos: a) claridad de los enunciados (lenguaj e convergentes
apropiado, ítems cortos y sencillo, etc.); b) evitar la
redundancia (a unque a veces es necesa ri o por cues- Se trata de seleccionar otros instrumentos de me-
ti ones de co ntro l); y c) co nsiderar la conveni encia de dida que eva lúen constructos relacionados, co n el
la presencia de ítems positivos y negativos (puesto que objetivo de recoge r ev idencias a favor de la validez
evita sesgos de aqui escencia y/o afirmación). de las puntuaciones de los participantes. Algunas re-
En muchas ocas iones, la co nstru cc ión de ítems se comenda ciones prácticas en la selecc ión de otros ins-
rea li za med iante la traducc ión de los ítems de una trumentos de medida son: a) que se encuentren val i-
prueba en otro idioma, y as í llevar a cabo un proceso dados para población objeto de interés y se co nozcan
de adaptación de l test. En general, pueden adopta r- sus propi edades métri cas; b) que sean senc illos y de
se dos estrategias de las que el adaptador debe dar rápida ad mini strac ión y que co nlleven un ahorro ele
compl eta información : a) hacia delante o traducción tiempo; y c) que tengan «coherencia susta ntiva» de
directa, donde un grupo de traducto res traduce los ca ra a establ ecer relac iones entre las vari abl es (Muñi z
ítems de la esca la original al nuevo idio ma, para que y Fonseca-Pedrero, 2008).
a co ntinuac ión, otro grupo de traductores ju zgue su
equivalencia; o b) hacia atrás o traducción in versa, Estudio de campo y estimación de las propiedades
donde un grupo de traductores traduce los ítem s al métricas del instrumento
idioma requerido, aunque una vez hecha esta ta-
rea, otro grupo de traductores lo vuelve a traducir a En esta fase se incluye la se lecc ión de una muestra
la lengua origina l, y es esta nueva versión la que se representativa de la población que recibe el nombre

11111m
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

de grupo normativo y que servirá de grupo de referen- a) Exposición de los objetivos de la prueba (q ué
cia para interpretar las puntu ac iones de los sujetos. La mide) y fundamentación teórica del constru cto.
representativid ad y generalizabilidad de nuestros re- Generalmente empi eza con un resumen mos-
sultados dependerá, en gran medida, de que la mues- trado en la ficha técnica .
tra elegida sea rea lmente rep resentativa de la pobla- b) Descripción de las ca racterísti cas estru ctu rales
ción objetivo de estudio. El egir una mu estra adecuada del test (sus partes y componentes).
en cuanto a representatividad y tamaño es fundamen- c) Usos a los que puede destin arse el test.
tal, pues si se falla en esto, todo lo demás podría que- d) Pobl ació n o pobl aciones a las que va dirigido.
dar invalidado. El muestreo probabilístico siempre es e) Descripció n del materi al e instrucc iones deta-
preferible al no probab ilístico. Para la estimación del llada para la ap licac ión del test y/o de cada uno
tamaño muestra! requerido, considerándose un deter- de los subtest que lo componen.
minado error de medi da, ha de acud irse a los textos f) Informac ió n acerca del proceso de baremación
especiali zados, o co nsultar los expertos en la tecnolo- o esta ndari zac ión.
gía de muestreo. Es recomendabl e que por cada ítem g) Norm as de interpretación de las puntu aciones
administrado tengamos al menos 5 ó 1O personas, si e instru cc iones para las valoraciones (ca lifi ca-
bien determin adas técnicas estad ísti cas pueden reque- ción) de las respuestas obtenidas en el test y/o
rir incluso más para rea li zar una buena estim ación de en los subtest.
los parámetros. h) Información estad ísti ca y psicométrica acerca
Hay que señalar que en el caso de los test referidos de las propiedades de la prueba como in stru-
a criterio, construidos desde los modelos de Teoría de mento de med ida, particularmente, el coefi-
Respuesta al Ítem (TRI ), la importancia de la muestra ciente de fi abilidad o datos de precisión de la
es relativa. En esta circunsta ncia, la muestra servirá medida y evidencias de validez.
para la ca libración del test o estimación de la s propi e- i) Tab la s de normas o baremos co n las puntuacio-
dades de los ítems. nes directas y transformadas para los diferentes
Una vez aplicado el test a los sujetos, se estim arán grupos de edades y poblaciones (poblaciones
los datos estadísticos del test: fi abilidad del instrumen- de referencia y grupos normativos adecuada-
to, errores de medida, errores de clasificación, validez mente descritos).
para el uso al que está destinada, estru ctura intern a
del in strumento, etc. A partir de los datos se obtendrá Es fundamental que el test sea revisado de cara
las esca las de puntuación en la que están basadas las al surgimiento de nuevos hallazgos científicos sobre
norma s. En el caso de los test referidos a normas, se el constructo que esta mos estudi ando, asimismo las
obtendrá las normas o baremos, y en el caso de los test normas de interpretación, en el caso de los test nor-
referidos a criteri o, se determinará los puntos de corte mativos y/o baremos, deben ir siendo actuali zadas de
que establecen los distintos niveles. manera periódi ca .
Los análi sis estadísti cos que se ll even a cabo en
cada caso van a depender de una serie de factores:
tipo de test que construyamos (referido a la norma o
criterio), tipo del modelo sobre el que co nstru ya mos S. ALGUNOS CRITERIOS PARA LA
el test (Teoría Clásica de Test -TCT- o Teoría de Res- VALORACIÓN DE UN TEST
puesta al Ítem -TRI-), o elección del anali zador en
función de las diferentes altern ativas ex istentes (análi- Siguiendo las recomendaciones de los Estándares
sis factorial vs. análisis de co mponentes prin cipales), para los Test Edu cativos y Psicológicos (Sta ndards far
entre otros. Educational and Psychological Testing -SEPT-), des-
tacamos una selección de cuestiones que debemos
Construcción del manual del test y sus revisiones pl antearnos cuando vamos a utili za r un test:

El m anual debe recoger de manera exhaustiva to- ¿Está bien definido el marco teóri co y las
das las ca racterísti cas relevantes de la prueba y es im- especificac iones del co nstructo o domi-
prescindible cuando el test ha sido construido para su nio?
co merciali zac ión. De esta forma, debemos co nsidera r ¿Refl eja el manual la bibliografía utili zada
que un test psicométrico se compone de dos seccio- en relación al atributo que mide el test?
nes o partes : el test propiamente dicho y el manual ¿Existen instrucc iones estandari zadas y ade-
del test. Concretamente, el manual debe incluir los si- cuadas a la pobl ación a la que va dirigido e
guientes aspectos: incluye ej emplos?
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Si el test cont iene elementos o ítems de di s- en fu nción de la fin alidad del mi smo. N o obstante, en
tinta dificultad, ¿están ordenados por difi- ocas iones resultan más o menos adecuados en fun ción
cultad creciente? de la va ri abl e que se qui ere medi r.
¿Se especifica n los proced imi entos usados
en el muestreo de ítems?
¿Conti ene in strucc iones adecuadas para el 6 .1. ítems de respuesta cerrada
tratami ento de la adivin ación o el azar?
¿Ti ene una acogida favorabl e entre los suje- Son ta mbi én conoc idos como ítems objetivos o de
tos a los que va diri gido? elección múltiple. Al sujeto se le presentan un número
¿Incl uye el manual suficiente inform ación limitado de altern ativas entre las que ti ene que elegir,
sobre las prop iedades estadísti cas del in s- y el número de respu estas que pu ede dar está cerrado.
trumento? Los ítems de respuesta cerrada pueden prese ntar di fe-
¿Está especificado el ti empo límite de apli - rentes fo rmatos. Se destacan los siguientes:
cac ión de la prueba?
¿Es se ncill a y fi abl e la forma de co rrección ■ Ítems de dos alternativas
y puntu ación? En este tipo de formato se prese nta al suj eto un
¿Es suficientemente cl ara la hoja de res- enunciado ante el que debe responder eli giendo
puestas? entre si/no, verda dero/fa lso, correcto/in co rrecto .
¿Especif ica el tipo de mu estreo pa ra la se- Esta cl ase de ítems pu ede utili za rse en la med i-
lección de la mu estra en su tipifi cac ión? ción, tanto de vari ab les de tipo cogni tivo (apti-
tud, habili dades y fund amentalm ente en test de
rendimi ento), como en va ri ables de perso nali -
da d, intereses o actitudes.
6. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE Ejempl os:
LOS ÍTEMS «La suma de diez más vein te es treinta (Correcto/
Incorrecto)»
Los ítems o reactivos son los elementos básicos que «Hoy me siento tri ste (Verdadero/Fa lso)»
constituyen un instrumento de eva lu ación específico, y
tienen como objetivo provoca r o identifica r la mani fes- ■ Ítems de elección múltiple
tación de algún comporta mi ento o respuesta . Este tipo de ítems consta de un enunciado y
El co ncepto ítem es mu y ampli o porque pu ede tra- un as altern ativas u opciones de respu esta, que
tarse de un a pregunta a contestar, un a afirm ación a va- co nsiste en una li sta de pos ibl es respuestas de
lorar, un probl ema a reso lver o un a acción a rea li za r, las cuales, un a es la correcta o adecuada, y el
en función de aquell o que se está eva lu ando. Los tipos resto son di stracto res. Suelen utili za rse de tres a
de ítems que se ut ili za n en los test ps ico lógicos so n cin co altern ati vas de respuesta. El enunciado del
mu y va ri ados, por lo que resulta muy difícil agruparl os ítem pu ede presenta rse en fo rma interroga tiva.
en categorías. Los test en general, y los ítems como Este tipo de formato se utili za para medir vari a-
elementos básicos que co nstitu yen los test, difieren en b les de tipo cognitivo, fundamentalmente en test
conteni do y en fo rm ato, en el soporte en que se apli - de conoc imi entos y rendimi ento, y tambi én se
ca n, en la form a de corregirl os y obtener las puntu a- suele utili za r en la evaluació n de vari abl es de
ciones, y en el t ipo de procesa mi ento qu e se ex ige a persona Iidad, acti tudes, intereses, etc.
los sujetos que los rea li za n, entre otros aspectos. Uno Ejemp lo:
de los criteri os qu e pu ede ayudarn os a rea li za r un a «¿Cómo se denominan los baremos que co ntie-
cl as ificac ió n es el tipo de respuesta qu e se le ex ige a nen puntu aciones que ordenan a los sujetos e
individuo y, desde este punto de vista, podemos agru- indi ca n el porcentaje del grupo que se deja por
parl os en dos grandes categorías: a) Ítems de respuesta debajo? :
cerrada, en los que tras el enunciado del ítem apare- a. Típi cos; b. Percentil es; c. Crono lóg icos»
cen un a seri e de réspuestas entre las qu e el sujeto debe
se leccionar la/s más adecuada/s; y b) Ítems de respues- ■ Ítems de emparejamiento
ta abierta, en las qu e el indi vidu o elabora su prop ia Este form ato impli ca que el individuo empareje
respu esta. A su vez, estas grandes categorías inclu yen los elementos de dos co lumn as en función de las
diferentes tipos de form ato, e in dependi entemente de instrucciones dadas en el enunciado. Este tipo de
lo que evalúe el test (perso nalidad, inteli gencia o in- ítems está indi cado para medir vari abl es de tipo
tereses) pueden contener uno u otro tipo de formato cognitivo y fund amentalmente, de conoc imi ento.

11111111m
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Ejemp lo: se les pide que emitan juicios de va lor, a este tipo
«Seleccione en la co lum na de la derecha qué de esca las se les denomina escalas valorativas.
test de la co lu mna de la izqui erda eva lúa lo que Este tipo de formato no se utili za en el ámbito
se indica en la co lumna de la derecha: cognitivo puesto que no hay respuestas correctas
1. Aptitudes a. NEO PI-R o incorrectas. Su uso está indicado en pru ebas
2. Personalidad b. BAT-7 de tipo no cognitivo, por ejempl o, personalidad,
3. 1ntereses c. IPP-R» intereses o actitudes. En func ión de aquello que
se desea valorar, se utili za n diferentes etiquetas
■ Formato «cloze» o incompleto lingüísticas asignadas a las distintas categorías, y
En este tipo de ítems el sujeto debe completar un entre med ias de la s categorías extremas, se asig-
párrafo o una frase en la que fa ltan algu nas pa la- nan distintas categorías intermed ias dependien-
bras y aparecen espacios en blanco en su lugar, do del número de alternativas. De esta forma se
recibe también una lista de pa labras en las que puede med ir: Acuerdo (Tota lmente de acuerdo/
se incluyen las que fa ltan y su tarea consiste en Tota lmente en desacuerdo), Frecuencia (S iempre/
seleccionar qué palabra de la lista se corresponde Nunca), Cantidad (Mucho/Nada), Satisfacción
co n el espacio en blanco. Al igual que en los casos (Compl eta mente satisfecho/Completamente in-
anteri ores, este tipo de ítems está indicado para satisfecho) o Valoración (Excelente/Muy mala) .
medir variab les de tipo cognitivo y fundamental- Ejempl o:
mente de conocimiento. Son muy frecuentes en «El aborto debería proh ibirse en todos los casos:
los test de vocabu lario y compresión lectora. a) Tota lmente de acuerdo; b) De acuerdo; c) M e
Ejemplo: es indiferente; d) En desacuerdo; e) Tota lmente
«Seleccione de la lista de alternativas que se le en desacuerdo»
ofrece, la que corresponde a cada espacio en
blanco: ■ Listados («checklists»)
a. Piaget y Vygotsky Constitu yen, como en el caso anterior, una es-
b. James ca la va lo rativa en la que los sujetos han de
c. Pavlov, W atson, Th orndike y Skinner mostrar su opini ón respecto a un hecho (idea,
d. Binet, Simon y Sternberg objeto, persona ... ) presentado en el en unciado.
e. Eysenck, A ll port y Freud No obsta nte, a diferencia de las esca las de cla-
f. Wunt sificac ión, las opciones en los li stados no está n
Uno de los primeros ps icó logos cons idera- ordenadas porque son independientes entre sí.
do para muchos como el padre de la Psico lo- También son diferentes de los ítems de elecc ión
gía, fue .......... .. ..... Tras él siguieron estudio- múltiple porque en este caso no hay respuestas
sos como ....................., que estab leció el correctas o incorrectas.
primer laborato rio de psico logía en Leipzig En los listados, el número de altern ativas de res-
(A lemania) . En el terreno del aprendi zaje des- puesta suele ser bastante grande (una li sta, de
tacan ......................... ... En el ámbito de la ahí su nombre) y no siempre es necesario ele-
ps ico logía evolu tiva son fundamenta les las gir una única opción, es pos ible elegi r vari as. Se
aportaciones de .................. .......... ., mientras uti li za n para med ir variab les de personalidad,
que en el ca mpo de la persona li dad lo son las actitudes o intereses, pero no de tipo cogni tivo.
de .... ..... ... .. .... Fin almente, .... ..... ... ........ son Ejemplo:
grandes teóricos de la inte ligencia» «Seleccione del siguiente li stado aq uellos adjeti-
vos que lo/la definen:
■ Escalas de clasificación («rating sea/es») o a) Ordenado; b) Simpático; c) Sensible; d) Pesi-
Escalas de tipo Likert mista; e) Tím ido; f) Tranquilo; g) Trabajador»
En este formato se presenta un enunciado y distin-
tas alternativas de respuesta que está n ordenadas ■ Ítems de elección forzosa
de forma gradual en una serie de categorías a lo En este tipo de ítems los sujetos debe elegir de
la rgo de un continuo. El suj eto debe elegir aque- entre dos o más alternat ivas aquella que es más
lla alternativa que reflej e mejor su postura o acti- o menos ca racterísti ca de ellos mi smos o que
tud persona l ante el enunciado. Las opciones de más lo representa. Cada una de las opciones de
las esca las de cl asificac ión son in terdepend ientes elección forzosa representa un constructo dife-
y corresponden a categorías de respuestas orde- rente, pero se agrupan en términos de deseabi li -
nadas gradualmente. Dado que a los ind ividuos dad social de modo que apa rezcan igualmente
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones e n áreas y context os

S1 los tres v~iculos se están desplazando a 70 km/h, ¿cuit va MÁS ripido7


(Si no hay diferencia, marca D).
6.2. ítems de respuesta abierta
Tambi én ll amados de construcción o de respuesta
libre, so n ítems en los qu e el sujeto elabora su propi a
A B e respuesta. Dentro de es ta categoría hemos de diferen-
ciar entre los de respuesta co rta y los de respuesta ex-
tensa o ensayo.

■ Ítems de respuesta corta


Se trata de ítems en los que el sujeto debe co m-
pletar una frase con un a palabra, en otras oca -
Ejemplo M2 del cuadern illo de Nivel 5 de l BAT-7 (reproducido siones puede tener que responder con una frase.
con el permiso de TEA Ediciones) .
Constituyen un a modificac ión de los ítems de
elecc ión múltipl e, pero en este caso, no tienen
altern ativas de respuesta y debe generar la res-
atractivas a los exa minados . Este tipo de ítems pu esta el propio sujeto . Pueden utili zarse, tanto
se utili za principalm ente en inventari os multidi - en la medic ión de habilidades cognitivas, como
mensionales de la personal idad; tambi én se han de personalidad, actitudes o intereses.
utili zado en inventarios de preferencias e inte- Ejemp lo:
reses. «Las cé lul as del sistema nervioso se denom i-
Ej empl o: nan ............... ... . »
«Elij a entre las siguientes opciones: «El adj etivo que mejor me define es ........ .. ..... »
a) Cuando las cosas me salen mal, suelo echar
la culpa a o tros ■ Ítems de respuesta extensa o ensayo
b) Yo me siento inferior a los demás en mu chos En este caso, el sujeto desa rro ll a o responde de
aspectos » forma li bre o abi erta un a cuesti ón que se le pl an-
tea. Las respuestas son abi ertas y presentan un a
Siguiendo los formatos que se han descrito anteri or- ampli a variedad. Pueden consistir en respuestas
mente, muchos de los test actualmente publi cados se orales, escritas, manipulativas o gráficas, y el
presentan en formato gráfico, parti cularmente los rela- eva lu ador además puede recoger información
cionados con inteligencia y aptitudes. Incluimos dos adicion al sobre la ej ecución del sujeto, como
ejempl os de ítems gráfi cos, el primero corresponde a la origina lidad o la actitud mi entras responde.
la Batería de Aptitudes de TEA, BAT- 7 (ver Fi gura 6.1) Este tipo de formato de ítems se utili za para todo
y el segundo al Test de Inteli gencia Genera l MATRICES tipo de variables, tanto cognitivas co mo de per-
(ver Fi gura 6.2) . sonalidad o de intereses. No obstante, presenta
inco nveni entes importantes relacion ados con la
subj etividad a la hora de valorar las respuestas,
lo cual implica ría que diferentes evalu adores
E2

□ ■
podrían ll egar a diferentes valoraciones y con-

-
clusiones, además de la dificultad que con ll eva

o anali za r y va lorar este tipo de ítems.

~ [D Existen algunos test construidos desde enfoques


subjetivos o psi codinámicos que presentan este tipo
de formato. Como ejemplo, destacamos el Test del Di -
bujo de Dos Fi guras Humanas T2F, en el qu e a través
de la elaboración, por parte del niño, de dos fi guras
humanas (un a masculina y otra femenina) se identi -
A B e o E F fi ca n un a serie de ítems evolutivos que permiten co-
nocer cuál es su nivel madurativo-menta l, y detectar
posibl es casos de retraso en el desarroll o. El Test de
Aptitudes Intelectu ales BAS- 11 contiene cuatro esca las
Ejemplo E2 de los cuadernill o de N iveles A y B de MATRI CES
con formato de respuesta abierto, aunque la mayoría
(reproducido con el permiso de TEA Ediciones) .
de sus esca las se puntúan de manera objetiva. En dos

lllllllmsJ
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

de ell as (Copi a y Recuerdo de figuras), se requiere la 7 .l. Teoría Clásica de Test (TCT)
valoración de vari as ca racterísti cas de los dibuj os de
los niñ os, y en las otras dos (Semejanza s verba les y La Teoría Clás ica de los Test (TCT) ti ene su ori gen
Defini ciones) el evalu ador debe determin ar si las res- en los trabajos rea li zados por Spearman (1904) . El mo-
pu estas verba les de los niñ os se adecúan o no a los delo parte del supu esto de que las respuestas dadas a
c riterios para co nsidera rl as co rrectas. los ítems de un test se combin an en una puntuac ión
total X para cada sujeto i. La formali zac ión de la rela-
ción de la puntu ación co n el constru cto se refl ej a en
el sigui ente modelo:
7. PRINCIPALES MODELOS TEÓRICOS
X¡= V¡+ E¡
El objetivo de c ualquier teoría de test es rea li za r
inferenc ias sobre el nivel en que los sujetos poseen la El modelo sostiene que la p untuación observable
ca racterísti ca o rasgo in observa bl e que mide el test, a de una p ersona (X¡) en un test es una func ión de dos
pa rtir de las respuestas que éstos han dado a los ele- componentes: la ca ntidad que el sujeto posee del atri -
mentos qu e fo rman el mi smo. As í, para medir o estimar buto o puntuación verdadera (V¡) y un error de m edida
las ca racterísticas latentes de los suj etos, es necesa ri o (f;), implícito en la pru eba. Co mo pu ede observa rse,
relacionar éstas con la actu ación observabl e en una la relación entre la pun tuación verdadera y el error es
pru eba, y esta relación debe de ser adecuadamente aditiva, dando lu ga r a un modelo lin ea l.
descrita mediante una fun ción matemática. D icho de otra fo rm a, si una pe rsona obti ene en un
Las di stintas teorías de test difieren, justamente, en la test una pun tuac ión empíri ca de 140, só lo te nemos un
función que utili za n para relacionar la actuac ión obser- dato obj eti vo (su puntuación empíri ca), pero el mode-
vable en el test con el nivel del sujeto en la vari abl e in- lo no nos permi te saber cuál es su pu ntu ación verda-
observabl e. Proporcionan una es timación del rasgo o de dera, ni cuál es el error conteni do en esa puntu ac ión.
la ca racterísti ca evaluada, así como una estimación del Tenemos única mente un dato, la puntu ación empíri ca
error de medida inherente a toda medición psicológica. (X), y dos incógnitas: la pun tuac ión verdadera (V) y el
Una vez que los ítems son construidos y apli cados error (E) . El error cometido al medir alguna va ri abl e
a los sujetos, hay que relacionar las respuestas con el con un test pu ede deberse a mu chas razones, que pue-
constructo que llevó a la rea li zación de los mi smos. den estar en la propi a perso na, en el co ntexto o en el
Di cho de otra form a, se trata de obtener una forma de test. Stanley (197 1) ofrece una clas ificac ión bastante
medición del constru cto. Esta relación se estab lece por ex haustiva de las fuentes pos ibl es de error.
medi o del denomin ado «modelo de medida » (M artí- Segú n Muñi z (2 01 O), el modelo propu esto por Spe-
nez-Ari as, Hernández-LLoreda y Hernández-LLoreda, arman pa rte de tres supuestos que describimos a co n-
2006). Los modelos de medida de uso más extendi do en tinu ación:
la psicometría responden, generalmente, a dos formas:
a) El mode lo defin e la pun tuación verdadera de
a) Los que po nen el acento en la pun tuac ión to- una persona en un test co mo la puntuac ión
ta l obtenida a pa rtir del conjun to de ítems que que obtendría si se le pasase infini tas veces el
se basa n en algun a fo rma de agregación de las test. Se trata de una defini c ión teóri ca pu esto
puntuaciones en los mi smos, normalmente me- que no es viabl e pasa r infinitas veces un test a
diante suma o suma ponderada. Wil so n (2 005) nadi e, pero parece pl ausibl e pensa r que si esto
denomin a a esta ap roxim ac ión «Teoría Simp le se hiciese la puntuación medi a que esa perso na
de la Pun tuació n». El modelo que la justifi ca es saca ría en el test sería su verdadera puntuac ión.
la Teo ría Clás ica de Test (TCT) y algunas de sus Form almente, se definiría la pun tuac ión verda-
extensiones co mo la Teo ría de la Generali zabi - dera (V) como la esperanza matemática de la
lid ad (TG) o los Test Referidos a Criteri o (TRC) . pun tuac ión empírica. M atemáti ca mente puede
b) Los qu e se centran en los ítems considerados de descri birse así: V = E(X).
manera indiv idu al y en los patrones de respues- b) Se asume que no ex iste relac ión entre la cuantía
ta. Hay diferentes modelos agrupados de form a de las puntu ac iones verdaderas de las perso nas
general bajo la denomin ación de Teoría de Res- y el tamaño de los errores que afecta n a esas
pu esta al Ítem (TRI ). puntuac iones. En otras palabras, el valor de la
puntu ac ión verdadera de una persona no ti ene
A co ntinuación, pasamos a describirl os mas deta- nada qu e ver co n el error que afecta a esa pun-
ll adamente . tu ac ión, es decir, puede haber puntuac iones
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

verdaderas altas con errores baj os o altos, y no que no pesa lo mismo un kilo de algodón que
hay conex ión entre el tamaño de la puntu ación un kil o de plomo). Debido a esta cuesti ón, las
verdadera y el tamaño de los errores. Form al- propiedades psicométricas más importantes de
mente puede expresarse así: R(V, E)= O, donde los test (ta les co mo la dificultad de los ítems o
R representa la correlación matemática. la fi ab ilidad del test, entre otras) se encuentran
e) El tercer supuesto establ ece que los errores de en fun ció n del tipo de person as utili za das para
med ida de las personas en un test no están re- calc ularl as, lo cual resulta de dudosa ca lidad
lacionados con los errores de medida en otro científica desde el punto de vista de una med i-
test di stinto. Es decir, no hay ninguna razón para ción ri gurosa.
pensa r que los errores cometidos en una oca-
sión vaya n a covari ar sistemática mente con los A pesar de las múltipl es limitaciones atribuidas a
cometidos en otra ocasión. Formalmente, este los modelos basados en las Teorías Clás icas de Test, y
supuesto pu ede expresarse así: R(E¡, Ek) = O. tras cien años de haber sido propuestos, se encuentran
ava lados co n muchos resultados empíricos y podemos
Estas asuncio nes, aunque parecen razonab les, no decir que las ideas de Spearman han sido de gran uti-
se pueden co mprobar empírica mente de fo rma direc- lidad para la Psico logía. De hecho, la mayoría de los
ta. Dado que se trata de supuestos si mpl es y relativa- test construidos en España se han desarro ll ado y anali-
mente débiles, que se acomoda n a la mayoría de si- zado bajo este modelo.
tuaciones prácticas, se co noce a la TCT como modelo No obstante, las ca rencias atribuidas a los mode-
débil de la puntuación verdadera. los clásicos fomentaron la apari ción de nuevas teorías
A modo de res umen, podemos describir las princi- de med ició n psico lógica. Así, en la década de los 60
pales limitaciones del modelo clásico de la sigui ente surgieron los primeros desarrollos de la Teoría de Res-
manera (Muñiz, 201 O): puesta al Ítem (TRI ), un enfo que emergente del ca mpo
ed uca tivo que se propuso profundi za r en el estudi o
a) Las med iciones no resulta n invari antes respec- de las propiedades psicométricas de los ítems y de
to al in strum ento utili za do, o lo que es lo mi s- los test.
mo, el resultado obtenido al medir una vari a-
ble es dependi ente del test usado (equivalente
a pensar que el peso de un obj eto depende de 7.1.l. Otros modelos basados en las teorías
la ba lanza que se utili ce). Para ejemplificar lo clásicas
anteri or, si un eva luador mide la in te li gencia
de tres personas distintas con un test diferente Basándose en las teorías clásicas, han surgido otros
para cada persona, los resultados no son com- modelos que introducimos a continuación:
parab les . Esto es, no podemos decir en sentido
estri cto qué persona es más inte ligente. Esto es ■ La Teoría de la Generalizabilidad (Teoría G)
así porque los resultados de los tres test no es- Propuesta por Cronbach y sus co laboradores
tán en la mi sma esca la, cada test ti ene la suya (Cronbach, Gleser, Nanda y Rajaratn am, 1972).
propia. Para poder hacerlo, se transform an las Se trata de un modelo de uso comp lejo, que uti-
puntuaciones directas de los test en otras bare- 1iza el análisis de va ri anza para la mayoría de
madas (por ej empl o, en percenti les) y de esta sus cá lculos y estimac iones. Permite la cuanti-
forma sí podrían co mpararse. Desde los mode- ficac ión de la importancia de cada una de las
los cl ás icos suele hacerse de esta manera . No fu entes de variabilidad y co nsidera el error como
obstante, este procedimi ento, además de pre- una cond ición o faceta importante de medición.
sentar carenc ias científi cas, parte del supues-
to de que los grupos normativos en los que se ■ Los Test Referidos a Criterio (TRC)
elaboraron los baremos de los di stintos test son Constitu yen otro desarrollo psicométri co deriva-
equiparabl ~s, lo cual es difíci l de ga ranti za r en do de los modelos clásicos, como se ha descrito
la práctica. previamente, en el cual el objetivo es determinar
b) Las propiedades de los test no resultan inva- si las personas dominan un cri terio concreto o
ri antes respecto de las personas utili zadas para ca mpo de co nocimiento. Por tanto, no pretenden
estimarl as o muestras normativas. Esto es, las tanto discriminar entre las personas como evaluar
propiedades de los ítems y del test están deter- en qué grado conocen un ca mpo de conocimien-
min adas por las ca racterísti cas de los examina- to denominado criteri o, de ahí su nombre (G le-
dos (la equi va lencia en este caso sería pensar ser, 1963) . Han tenido una gran influencia en el

llllllllmJ
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

ámbito educativo y en contextos laborales. Los mayor sea el nivel de depres ión del sujeto, mayor sea
indicadores psicométricos clásicos desarrollados la probabilidad de contestar «Sí» al ítem «M e siento
a partir del modelo linea l clásico no se adaptaban triste ».
bien a la filosofía de construcción de estos nuevos La forma co ncreta de la CCI viene determin ada por
test, por lo que se ha desarroll ado todo un con- el valor que tomen tres parámetros: a, b y e, siendo a,
junto de tecnología psicométrica específica para el índi ce de discriminación del ítem o potencia dis-
calcular la fiabilidad y validez, así como para crimin atori a; b, la dificultad del ítem o loca li zac ión
establecer los puntos de corte que determin an del ítem en la esca la del rasgo med ido; y e, la proba-
si una persona domina o no el criteri o eva luado bilidad que hay de acertar el ítem al azar o probabili-
(Berk, 1984; Cizek, 2001; Muñi z, 201 O). dad de dar una respuesta cl ave para un nivel muy bajo
de rasgo. Según los parámetros tomen unos valores u
otros, se generan distintas formas de curvas. La Figura
7.2. Teoría de Respuesta al ítem (TRI) 6.3 muestra la Curva Ca racterística de un Ítem co n pa-
rámetros a= 1, b = O y e= O.
La Teoría de Respuesta al Ítem (TRI ) intenta resolver Los valores de los parámetros se ca lcul an a par-
algunos probl emas importantes de la medi ción psi- tir de los datos obtenidos al apli ca r los ítems a una
co lógica que no encontraban una solución adecuada mu estra ampli a y rep resenta tiva de personas. Para
dentro del marco clásico. Su objetivo prin cipal es la estos cá lculos son necesa rios sofisticados programas
co nstrucc ión de in strumentos de med ición con pro- de ordenador, no en vano los modelos de TRI no se
piedades invari antes entre pobl aciones. Si dos indivi- extendieron hasta que se dispuso de ordenadores po-
duos presentan idéntico nivel de rasgo medido, ambos tentes.
tend rán igual probabilidad de dar la misma respuesta, En la Fi gura 6.4 se observan las curvas ca racterísti-
independientemente de la población de pertenencia. cas de dos ítems de la esca la Depresión del MMPl-2 a
Ahora bien, para poder hacerl o se debe pagar el pre- partir de los resultados publicados por Child s, Dahls-
cio de formular modelos más comp lejos y menos in- trom, Kemp y Panter (2000). Estos autores apli caro n
tu itivos que en el modelo clásico, sin que ello suponga el ML2p, que utili za los parámetros a y b para des-
que entrañen dificultades especiales (Muñi z, 201 O). cribir la CCI y supone nul o el parámetro c. Los pará-
La denominación TRI agrupa líneas de investi- metros del ítem 146 («Lloro co n fac ilidad ») estima-
gación psicométricas independ ientes iniciadas por dos para las mujeres son: a146 = 0.66 y b 146 = 0.19;
Rasch (1960) y Birnbaum (1968). El supuesto clave en mi entras que los parámetros del ítem 170 («Tengo
estos modelos es que «ex iste una relación directa entre mi edo de estar perdi endo la razón») son: a170 = 1.21
el comportamiento de un individuo frente a un ítem y b 170 = 2.2 (tomada de Attorressi, Lozz ia, Aba1, Gali-
y el rasgo que genera esa co nducta», estableciéndose bert y Aguerri , 2009). La interpretac ión de las curvas
una relación funcional entre los va lores de la variable en función de los parámetros permite observar que
que miden los ítems y la probabilidad de acertar éstos,
de manera que al aumentar los valores de la variable
medida, au menta la probabilidad de acertar el ítem.
1
La formalización de esta relación adopta la fo rma de
0.9
una función matemática que vincula la probabilidad
0.8
de dar una determinada respuesta (opción-cl ave o res-
0. 7
puesta clave) a un ítem co n cada nivel del rasgo laten- v
te. En los ítems de habilidades la clave es la respuesta ~ 0.6

co rrecta, y en los de personalidad es aquell a opción ~ 0.5


que indi ca la presencia de un nivel mayor de rasgo en e
c...
0.4
el individuo. Los valores de la variable medida, sea 0.3
la que sea, se encuentran entre menos infinito y más 0.2
infinito. El gráfico de dicha fun ción matemática se de- 0 .1
nomina Curva Característica del Ítem (CCI). o.,¡...- ,---o;,~==....- - - ~ ~ - - - - - ~ ~
-5 -4 -3 -2 -1 o 2 3 4 5
La CCI siempre será de tipo crec iente, y los sigui en-
tes ejemplos nos ayudarán a entenderlo . Cuanto mayor
sea la hab ilidad matemática de un sujeto, mayor será
la probabilidad de co ntestar de manera correcta a un Curva Ca rac te rística de un íte m con parámetros a= 1, b = O y
e = O (to mada de Atto rressi, Lozzia, Abal, Galibert y Aguerrí,
ítem que mida aptitud matemáti ca; o en el caso de un
2009).
test de depresión de respuestas dicotómicas, cuanto
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

Por lo tanto, antes de utili zar estos modelos hay que


0.9 / asegurarse de que los datos cump len esa co ndición,
- - ítem 146 / lo que supone un a restri cción importa nte pa ra su uso,
0.8 I
- - Ítem 170 dado que muchos de los datos que manejan los psi-
0.7 I có logos no son esencialmente uni dimensionales. En la
1l 0.6
I actuali dad, para situaciones en las que se contempla la
:E? I co incidencia de dos o más rasgos afectando en la res-
{j 0.5 I
.o puesta al ítem, se han generado modelos multidimen-
e oA
a..
I
sionales. No obsta nte, su puesta en prácti ca sigue resul-
0.3 I
tando relativa mente compleja pa ra los investi gadores.
I
0.2
I Es conveni ente resa ltar la idea de que ta nto la TCT
0 .1 / como la TRI persiguen el mi smo objetivo : estim ar el
/ error que se co mete al intenta r medir un fenómeno
o
-5 -4 -3 -2 -1 o 2 3 4 5 ps ico lóg ico específico. Son construcciones teóri cas
Depresión (con menor o mayor grado de co mp leji dad y profu n-
didad) respecto de un mi smo hecho. A mbas teorías
p lantea n un mode lo y un co njunto de supuestos que,
Curvas características de dos ítems de la escala Depres ión del
si se cump len, garanti za n la precisió n de la medi da .
MM Pl-2 (Childs, Dahl strom, Ke mp y Pa nter, 2000). Tambi én ca be destacar que la coex istencia de ambas
teorías no implica su in compati bilidad . Lejos de com-
petir, estos modelos se compl ementa n en la práctica
cada ítem ofrece in fo rm ación d iferente pa ra la esca la ps icométri ca para rea li za r un análi sis más profundo y
de depresión. exhausti vo de la ca lidad y/o del funcionamiento del
Otro concepto importa nte en el co ntexto de la TRI test (Attorress i, Lozzia, Aba 1, Ga li bert y Aguerrí , 2009).
es la Fun ción de In form ación del Test que expresa la A lgunos ejemplos de esca las basados en los mode-
precisión de las estimaciones de las p untuaciones en los psicométri co de TRI son los sigu ientes : a) el Test de
el rasgo. Su stituye al coefi ciente de fiabili dad de la Inte ligencia General M atrices, que permi te que los di-
TCT. Con respecto a éste, destacamos cuatro ventajas: ferentes nive les puedan ser aplicados indi stintamente y
en primer lugar, la función de información expresa la lo que la hace una prueba ideal pa ra la eva luación ta nto
precisión del test como la combin ac ión aditiva de la de pobl aciones normales como de poblaciones especia-
prec isión de cada ítem; en segundo luga r, puede se r les (discapacidad intelectual, altas capac idades ... ) (ver
obtenida «a prio ri », antes de ser ap licado el test a la Fi gura 6.5 ); b) la Esca la de Apti tudes Intelectuales BAS-
pobl ación de interés, úni ca mente se requiere co noce r II, que concretamente se basa en el modelo de Rasch de
los parámetros de los ítems de que se compo ne el test, un pa rámetro, enfoq ue que se aplica para la se lección
y el rango de va lores en ese rasgo que ca racteri ce a esa y ordenación de los ítems defi ni tivos, la se lección de
pobl ación; en tercer lugar, esa fun ción de info rm ación los puntos de comi enzo y la pa rada por edad de cada
in dica la prec isión del test pa ra cada pun tuación esti- test, la construcc ión de los baremos y los análi sis de
mada; y en cuarto lugar, esa estimac ión de la precisión las propiedades psicométri cas; y c) podemos encontra r
es independiente de la pob lac ión.
La fun ción de inform ación del test es igual a la
suma de las fun ciones de info rmación de los ítems que
lo integran.
La mayoría de los mode los de TRI, y desde luego
los más popul ares, parte n de dos supuestos fundamen-
ta les: a) unidimensionalidad, esto es, se asu me que los
ítems co nstituyen una úni ca dimensión; y b) in depen-
dencia local de los ítems, es dec ir, que las respuestas a
los di stintos ítems son estadística mente independ ien-
tes . Según Lord y Nov ick (1968), ambos supuestos so n
las dos ca ras de un mi smo req ui sito. Esto es, si se con-
firm a que dos ítems no so n independi entes significa
que otro factor ajeno al que se pretende medir in cide
Extracto de los parámetros de los ítems del nive l A de MATR ICES
en la estimación del nivel del rasgo, v io lando el su-
(reproducido con el permiso de TEA Ed ic iones) .
pu esto de unidimensio nalidad .
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

otros casos como las Escalas de Desa rrollo M errill -Pa l- mentos de medida, ex iste en la actualidad una
mer Revisadas, que ofrecen dos perfi les: uno a través de extensa variedad de técn icas de análi sis para
puntuaciones típicas referid as a la norma, establecidas ana li za r el DIF. La apli cac ión de estos análi sis
mediante modelos clásicos y otro con puntuaciones de garantiza que los ítems in troducidos en un ba n-
desarroll o referid as a criteri o, en este caso construidas a co o en un test no fun cio nen diferencialmente
partir de mode los de TRI. Tambi én dispone de puntua- para distintos grupos de personas, perjudi ca ndo
ciones percenti les y edades equivalentes. a uno de los grupos cuando en rea li dad ambos
tienen el mi smo nivel de rasgo. Sin entrar en de-
ta ll e y a modo de ejempl o, cita mos algunos de
7.Z.l. Procedimientos de construcción y los métodos más frecuentes : condicionales vs.
aplicación de los test desde la TRI in condicionales, métodos para ítems dicotómi-
cos vs. politómicos, o métodos de purificación.
La prin cipa l aportación de la TRI se encuentra en la Considerando la amenaza que supon e el DIF
posibilidad de proporcionar medidas invariantes gra- para la va lidez de los instrumentos de medida,
cias a que permite, por un a parte, obtener med iciones los estudios de su detecc ión deberían suponer
que no ca mbi an en función del in strumento ut ili zado una fase añadida, tanto al proceso de eva lu ac ión
y, por otra, di spo ner de in strumentos de medida cuyas de los instrumentos de med ida ya esta ndari za-
propiedades no va rían en fu nción de las personas a dos, como al desarroll o de nuevos test. Esta re-
las que se admin istran (Muñi z, 20 1O). Entre los nu evos comendació n se in dica en los últimos Standards
proced imi entos de co nstrucc ión y admini stración de for Educational and Psychologica l Testing.
test en el contexto de la TRI, podemos destaca r los si-
guientes: el estudio del funcionam iento diferencial del ■ Bancos de Ítems
ítem (DIF), los bancos de ítems, los test adapta tivos y Comi enza n a tomar releva ncia en el ámbito psi -
la construcción automática de test. co métri co y educat ivo en los años ochenta (Ba r-
bero, 1996; 1999). La constru cc ió n de un banco
■ Análisis del Funcionamiento Diferencial del de ítems difiere poco de la elaboración de un
Ítem (DIF) test trad ic iona l, excepto en lo qu e se refiere al
Co nsiste en comproba r de manera sistemáti ca si gran número de ítems que debe formar el ban-
sujetos de distin tos grupos de pertenencia, pero co . De acuerdo co n Barbero (1996), «un banco
con el mi smo nivel en el rasgo med ido, tienen de ítems es un conjun to de ítems, que miden un
distintas probabilidades de éx ito en el ítem en mismo rasgo o domin io de conocimientos, cuyos
cuestión, rese rvando la pa labra sesgo para la parámetros han sido estimados en una misma es-
interpretación de las ca usas de dicho fu nciona- ca la, es fácil deducir que para la constru cción de
m iento di ferencial (S hultz y Whitney, 2005). Por un banco se necesita, en prim er fuga ,; disponer
el contrario, si dichas diferencias son debidas a de una colección de ítems estru cturados en fun -
una diferencia rea l en la va ri ab le medida y, no ción de sus contenidos y cata logados de form a
por fuentes sistemáticas de variación, entonces que se fac ilite su identificación. En segundo luga r,
hablamos de impacto (Ackerm an, 1992). M e- disponer de una o varias muestras a las que apli-
Ilenbergh (1982) distingue dos tipos de D IF en car el conjunto de ítems y, fin alm ente, es necesa-
función de la ex istencia o no de interacción en- rio disponer de un modelo psicométrico para la
tre el nivel en el atributo med ido y el grupo de ca libración de los ítems, para identificar aquellos
pertenencia de los sujetos: a) en el O/F uniform e, de baj a ca lidad y eliminarlos y, en definitiva, para
no existe in teracc ión entre el nivel en el rasgo construir un sistema coherente de medición a
medido y la pertenenc ia a un determin ado gru- partir de esa colección » (pág. 147). De acuerdo
po, es decir, que la probabilidad de responder con estas característi cas, Barbero (1996) destaca
correctamente al ítem en cuestión es mayor para como etapas básicas en la construcc ión de un
un grupo que para el otro de form a uniforme a banco de ítems: la elección del di seño, la fase de
lo largo de todos los nive les del rasgo; y b) en el eva lu ació n del ajuste de los datos a un modelo
O/F no uniform e, sí que ex iste dicha interacc ión, de la TRI, la fase de ca li bración, y el alm acenaje
por lo que la probabilidad de cada grupo de res- posteri or de los ítems, tanto de sus co nteni dos
ponder correctamente al ítem no es la mi sma a como de los parámetros que los defin en en una
lo largo de los d istintos niveles del rasgo med ido. base de datos. Una de las aplicac iones más des-
Dada la importancia de la detección del D IF tacadas de los bancos de ítems es la creac ión de
para asegurar la equidad métri ca de los in stru- test adaptativos (Wain er, 2000).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Test Adaptativos ■ Construcción Automática de Test


Son in strumentos que, a diferencia de los test Consiste en la selección de los ítems de acuerdo
clás icos, rea li za n la med ición del rasgo a partir co n determin adas especificac iones relacionadas
de ítems suces ivos, que se escogen en función co n los atributos que se desean en el test. Estas
de las respuestas dadas a los ítems previ os por especificac iones pueden hacer referencia, tanto
cada sujeto evaluado. Un test adaptativo no re- a aspectos form ales relativos al form ato de los
qu iere necesari amente de un ordenador para ítems o a la longitud del test, como al contenido
escoger o presenta r los ítems, pero esta herra- o a sus propi edades. Por lo que se refiere a este
mienta fac ili ta enorm emente la ta rea . Se hab la, úl timo aspecto, la Fun ción de Inform ación del
en este caso de test adaptativo in fo rmatizado Test constitu ye una de las herrami entas funda-
(TAi), que serán descritos co n más deta lle en un menta les (Hambleton, Sireci y Robin, 1999).
apartado posterior. La sesión de ad mini strac ión
del test en el proced imiento adaptativo consta
de tres fases : el comienzo, la continuac ión y la 7.3. Principales diferencias entre la
finali zació n de la ses ión. La estrategia que selec- TCTy la TRI
cionemos para la rea li zac ión de cada fase va a
defini r la modalidad de test adaptativo apli cado. En la Tabla 6. 1, tomada de Muñi z (1997) se sintetiza n
El comienzo de la sesión suele llevarse a cabo las prin cipales diferencias y similitudes entre las Teorías
co n un ítem de di ficul tad si mil ar a la habilidad Clásicas de Test y las Teorías de Respuesta al Ítem.
del sujeto, si es que se co nocen algunos indi cios
de ella, o más frecuentemente, co n un ítem de
di ficultad med ia. Los siguientes ítems se escogen
en función de diversos cri teri os a pa rtir de las 8. CONSIDERACIONES EN EL USO DE
respuestas del sujeto y el nive l de dificul tad del LOS TEST
ítem (Olea y Ponsoda, 2003; O lea, Ponsoda y
Pri eto, 1999). Con este procedimi ento, la sesión Según Anastasi (1986) un test psico métri co puede
finali za después de: haber transcurrido un cierto presentar, entre otras, las sigui entes limitaciones en su
ti empo prefij ado, haber admini strado un núme- uso:
ro determin ado de ítems, haber co nseguido un
determinado valor de error típico de medi da y 1) Una prueba o test debe emplearse solamente
fi nalmente, haber enco ntrado un nive l de capa- para apreciar los aspectos pa ra las cuales se ha
cidad para el sujeto significativa mente superi or elaborado.
o inferi or a un determin ado punto de corte. Una 2) Las norm as o ba remos de una prueba no ti enen
modalidad de se lección de ítems, que está reci - va lidez universal. Sólo son válidas si los indi vi-
bi endo mucha atención en la actualidad, es la duos que son eva luados a través del test poseen
denominada autoadaptativa, en la que es el pro- ca racterísti cas similares a las de los sujetos que
pio examinado el que escoge el nive l de difi cul- co nstitu yero n la muestra que sirvió para obtener
tad del sigui ente ítem (O lea, Ponsoda y Prieto, dichas normas.
1999; Wi se, 1994). 3) Se deben construir normas pa ra los gru pos en
Actualmente, son muchos los test co nvenciona- los cuales se usará el test si esos gru pos difieren
les para los cuales existen versiones adaptativas, de aquellos en los cuales se hicieron los ba re-
tanto en caso de test de aptitudes intelectuales, mos que aparecen en el manual de la prueba.
como de se lección de personal o de personali- 4) Un test aprecia la va ri ab le med ida ta l co mo se
dad. En el caso de test de inte ligencia, podemos dan en el individuo en el momento de aplica-
referirnos a la versión adaptativa del Test M atri - ción de la pru eba. Si las condi ciones que influ-
ces, el test M atrices-TA i, que proporciona una yen sobre el ind ividu o se mod ifica n, existe la
estim ación precisa del nivel de aptitud general posibilidad de que ta les ca mbios influ ya n en las
(inteligencia) en un amplio rango de perfil es, y pun tuaciones resulta ntes del test.
contri buye a aumenta r la eficiencia en la eva- 5) Los resultados de un test no deben empl ea rse
luación con respecto al formato no adaptativo, para diagnostica r per se estados patológicos.
al aumentar al máx imo la precisión en la eva- Deben considerarse como elementos de info r-
luac ión y red ucir el mínimo el ti empo de apli - mación que juiciosamente anali zados e in tegra-
cac ión . dos co n otros elementos de información, ayu-
darán al di agnóstico.
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Diferencias y similitudes entre las Teorías Clásicas de Test y las Teorías de Respuesta al
ítem (tomada de Muñiz, 1997)
Teoría Clásica de Test (TCT) Teorías de Respuesta al Ítem (TRI)

Modelo Lineal No lineal

Asunciones Débi les (fáciles de cumplir por los datos) Fuertes (d ifícil es de cumplir por los datos)

lnvarianza de las mediciones No Si

lnvarianza de las prop iedades del test No Si

Escala de las puntuaciones Entre O y la puntuación máxima del test Entre -oo y +oo

Énfasis Test Ítem

Relación ítem-test Sin espec ifi ca r Curva Ca racterística del Ítem

Descripción de los ítems Índi ces de Dificultad y de Discriminación Parámetros a, b y c

Error típico de medida común para tocia la Función de Info rmac ió n (varía según el nivel
Errores de medida
prueba de aptitud)

Puede fun cionar bi en con muestras entre Se recomiendan más de 500 su jetos, au nqu e
Tamaño muestra!
200 y 500 sujetos depende del modelo

6) Las categorías descriptivas (po r ejemp lo, in te li- m as de e valuación que evalúan a millones de personas
gencia muy superior, superior, etc.) só lo deben cada año » . . . «ser evaluado mediante un ordenador
uti I izarse para los test que les dieron origen. Por puede pronto llegar a ser incluso más natural que ser
ejemplo, la tab la de categorías del WAIS só lo e valuado en papel» (pág. 358) . Estrictamente hab lan-
debe ser utilizada con este test y no co n otro. do, un test informatizado debe cumplir dos req ui sitos
(O lea, Ponsoda y Prieto, 1999): a) que se conozcan las
propiedades psicométricas de los ítems que lo in tegran,
estimadas a partir de un modelo matemático; y b) que
9 . TEST V OTRAS TÉCNICAS los ítems se presenten y respondan en un ordenador. El
INFORMATIZADAS DE EVALUACIÓN primero de estos requisitos excl uye de la consideración
PSICOLÓGICA como «test informatizado» a muchos de los test que
sin las oportunas ga rantías se ofrecen en Internet. El
Desde los años 60 hasta nu estro s días, el orde na- ordenador perm ite ap lica r los test de diversos modos:
dor se ha convertido en un elemento ampli amente a) los test fijos informatizados, en los cuales los ítems se
aceptado e in tegrado en el Proceso de Eva luac ión Ps i- ap lica n en la mi sma secuencia a todos los eva lu ados,
co lóg ica. El fáci l acceso a las técn icas inform ati zadas, y b) los test adaptativos in formatizados (TA !s), que per-
favorecido por su rápido progreso y su cada vez mayor miten presentar los mejores ítems para cada eva luado.
sofisti cac ión psicométrica (pr in cipalmente debida a Como indi ca n Olea, Abad y Barrada (201 O), in-
las aportaciones de la TRI ), ha tenido una gran reper- formatizar un test supone ciertas ventajas: a) ayuda a
cus ión en el desarroll o y uso de los instrumentos de estandari za r mejor las condiciones de ap licac ión para
eva lu ación psico lóg ica, que van desde la co nstrucc ión todos los eva lu ados; b) resulta necesario para la ap li -
de pruebas y su estanda ri zac ión, pasando por la pun- cación de los compl ejos procedimientos de estimación
tuación e interpretació n de las mi smas, hasta la comer- que se requieren en Teoría de la Resp uesta al Ítem; c)
c iali zación de «softwares» para ayudar en las distintas permite proporcionar de forma inmed iata información
fases del proceso y la toma de decisiones, co mo es el cuantitativa, verba l y gráfica sobre la posición de un
caso de los sistemas expertos. Entre las ap li cac iones de eva luado respecto a un grupo en un baremo concreto,
la informatización y las nu evas tecno logías a la eva- es decir, permite la elaborac ión de informes automáti-
lu ación ps ico lóg ica pueden destacarse los siguientes: cos y posibilita realizar una actuali zac ión continua de
los baremos, incorpo rando a los mismos las puntuacio-
Test Informatizados nes de nuevos eva luados; d) perm ite ap li ca r nuevos for-
matos de ítems (p. ej., presentaciones visua les dinámi-
Para Davey (2005), «en las últimas dos décadas los cas, ítems auditivos o secuencias simu ladas grabadas en
test informatizados han pasado de ser un procedimien- video), lo que ha representado una importante ampli a-
to experimental a ser empleado por cientos de progra- ción de los rasgos, competenc ias y comportamientos
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

que pueden evaluarse en psicología como, por ejempl o, nos de la mitad), ya que co nsi guen niveles similares de
la aptitud musica l, el rendimiento de un controlador de precisión que los test convencionales con un número
tráfi co aéreo, la ca pacidad para resolver conflictos, etc. menor de ítems; y c) permiten con un número menor
(Drasgow y Ol son-Buchanan, 1999); y e) muchos siste- de ítems que un test convencional, rea li za r estima-
mas de evaluación informati zada permiten ya la correc- ciones más precisas. Estos tres aspectos resultan espe-
ción automáti ca de la ejecución en una tarea concreta cialmente relevantes cuando se rea li za n apli cac iones
y la elaboración de informes. Un ejemplo es el servi cio masivas de test de rendimiento o de conocimientos,
de corrección on-line de TEA ediciones (TEAcorri ge) por ejempl o, en contextos de selección de personal,
que permite la corrección, elaboración y realizac ión de evaluación educativa o en pruebas de certifi cación
de informes de muchas pruebas tanto de personalidad profesional o licenciatura. Por citar al gunos ejemplos,
como de aptitudes. Por ejempl o, la solución informáti ca en Estados Unidos ex isten versiones adaptativas infor-
denominada SOSIA, trata de captar las actuaciones de mati zadas del TOEFL (para evaluar el nivel de inglés),
las personas en el contexto laboral mediante una eva- del GRE (prueba de co nocimientos para acceder a es-
luación global de las dimensiones de personalidad y las tudi os universitarios), del GMAT (prueba de acceso a
competencias. El instrumento se encuentra informati- Escuelas de Negocios), del ASVAB (batería de aptitudes
zado en todas sus fa ses, desde la presentación de los del Ej ército) y de diversos exá menes de acreditación
elementos y la recogida de respuestas hasta la presenta- profesional (por ejempl o, en M edicina y Enfermería) o
ción de perfil es y elaboración del informe. de evaluación del nivel educa tivo de los estudi antes de
Primari a y Secundari a. En España exi sten di sponibl es
Test Adaptativos Informatizados vari os TAl s: el eCAT (Olea, Abad, Ponsoda y Ximénez,
2004) que mide el nivel de comprensión del inglés
Como se ha descrito previ amente, el uso de los or- escrito; el CAT-H ea lth (Rebo llo et al., 2009) para la
denadores combin ado con la TRI permite la construc- evaluación de la ca lidad de vida relacionada co n la
ción de Test Adap ta tivos Informatiza dos (TAls), cuya sa lud ; o el propi o Test M atri ces en su versión adaptati-
principal ca racterísti ca es que los ítems administrados va, M atri ces-TAi, que hemos descri to previ amente. Se
vía informati zada, se van adaptando al nivel de com- di spone de otros para evaluar el dominio del ca talán,
petencia que va manifestando el evaluado, según sus euskera, otros idiomas, el ajuste emocional, la satisfac-
respuestas a los ítems previ os. De acuerdo con Renom ción con los servi cios sa nitari os, etc.
(1993): «Básicam ente, un TAi consiste en un conjunto
de ítem s, llamado banco de ítems, organiza dos por un Sistemas Expertos
programa de ordenador que selecciona y presenta cí-
clicamente en pantalla al examinado los que m ejor le Propi ciados por el desa rrollo de la Inteligencia Ar-
eva lúan. El ordenador escoge tras ca da respuesta un tifi cial, se han desarrollado programas denominados
nuevo ítem en fun ción de los anteriores aciertos o erro- sistemas expertos que son procedimientos que pre-
res y termina la sesión cuando ha situado la puntua- tenden emular el proceso que sigue el clíni co en el
ción del examinado con un mínimo error de m edida o proceso evaluador, combinando la informac ión de la
bien tras sa tisfacer una condición de parada o fin de la mejor manera posibl e para producir las co nclusiones
sesión de eva luación. En esencia, se trata de ir compa- diagnósti cas a las que este llega . Por lo tanto, se trata
rando la capacidad del exa minado con diversos ítem s de programas informáti cos que simul an la ejecución
que van aumentando o disminuyendo de dificultad » de la tarea de un experto y que se defin en tanto por sus
(pág. 28). Parti endo de un banco de ítems ampli o, dis- ca racterísti cas fun cionales co mo estru cturales (Godoy,
tintos ítems de ese banco son se leccionados para cada 1996). A nivel funcional, los sistemas expertos han de
persona. Gracias a la TRI , las estimaciones del nivel de ser ca paces de: a) rea li za r tareas compl ej as medi ante
rasgo obtenidas en los distintos test serán co mparabl es conocimientos específi cos y métodos heurísti cos; b)
(se enco ntrarán en la misma métri ca). La idea básica trabaj ar bajo co ndi ciones de incerti dumbre (in form a-
con siste en presentar única mente los ítems que re- ción insuficiente o probabl e); y c) expli ca r y justifi ca r
sultan altamente informativos para estim ar el nivel de las operaciones que rea li za en cada momento. Las ca-
cada sujeto en ~n determin ado rasgo. Como indica n racterísti cas, a nivel estructural, se resumen en cuatro
Ol ea, Abad y Barrada (2 01 O), los TAls dada su condi - componentes básicos: memoria de trabajo, que opera
ción adaptativa, ti enen al menos tres importantes ven- sobre los co nocimientos almacenados (decl arativos y
tajas adicionales a las de cualqu ier test informatizado: procedimentales); una «interface», para la interacción
a) mejoran la seguridad del test, ya que gran parte de y comuni cac ión co n el usuari o; una base de conoci-
los ítems que se presentan a los evaluados son diferen- mientos; y un m otor de inferencias (componentes que
tes; b) reducen el ti empo de apli cac ión (a veces a me- procesan, establ ecen relaciones, apli ca n co nocimien-
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

tos, etc.). Existe un gran desarrollo de estos sistemas en requiere incluir plantillas de correcció n, lo que impli-
el diagnóstico de trastornos específicos en el ámbito ca una mayor garantía de seguridad. No obsta nte, la
de la med icina (Allahverdi , Huseynov y Mustafayev, utili zac ión de Intern et como med io para ap licar de-
2003). En el ca mpo psicológico, algunos ejemplos terminados test, requ iere considerar una serie de ri es-
pueden ser, el DA/ (Adarraga y Zaccagnini, 1992), gos, como son los siguientes: a) Ca lidad, es importante
para el diagnóstico psicológico del autismo in fa ntil , o co nsiderar las propiedades psicométricas de los test
el DYSLEXPERT (B lonk, Van den Bercken y De Bruyn, que se van a utili za r, a veces de dudosa ca lidad; b)
1993), para el diagnóstico de la dislexia . Seguridad, referida a que los contenidos del test no se
haya n trasmitido previamente; c) Control, consideran-
Otras pruebas con formato informático y tecnológico do la posibilidad de sup lantación de la identidad; y
d) Garantías tecnológicas, que impidan que se ll eve a
Además de pruebas psicométricas, se encuentran en cabo un proceso de aplicac ión esta ndarizado.
el mercado diferentes pruebas con formato informático, Estos y otros problemas han requerido, co mo se in -
que van desde historias clínicas o entrevistas estructu- dica en apartados posteriores, la elaboración de direc-
radas (p. ej ., el Diagnostic lntervie w Schedule), hasta trices sobre buenas prácticas en el diseño y ap li cac ión
programas para anali za r los registros fisiológicos, por de test inform atizados, reservando recomendaciones
ejempl o, equipos portátiles de biofeedback o biosen- específicas para los que se aplica n a través de Internet
sores portátiles (Trull, 2007). Otro ejemplo son las ba- y que plantean demandas ad iciona les en el co ntrol de
terías homologadas para la obtención y renovación de ca lidad de este tipo de test.
licen cias de cond ucción o armas, como DRIVER-TEST,
COORDINATOR-2000 o el L.N.DETER- 700. El ca mpo Test basados en Realidad Virtual
más novedoso se sitúa en la creciente de la tecnología
ap licada a la neuroimagen. Se han realizado también El uso de la realidad virtual es otra de las herra-
ensayos con Entrevistas Adaptativas In fo rmatiz adas mientas que las nuevas tecnologías está n crea ndo para
(B loom, 1992), segú n las cua les se establecen diferentes la eva luación y el tratamiento psicológico (Perpiñá,
procedimientos de ramificación e itinera ri os diversos Botella y Baños, 2000). Ejemplos de ellos en nues-
dependiendo de las respuestas que va dando el sujeto. tro país son el Test de Actitudes hacia la comida-26
Uorquera e t al., 2005) o el Virtual TOAH, una herra-
Evaluación a través de Internet mienta virtual de ayuda al diagnóstico del trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (TDAH ) ela-
La tecnología informática permite, desde hace borada por Gutiérrez, Letosa, Rus y Peñalosa (2009)
años, la ap li cac ión de ciertas herram ientas de eva lua- en la Universidad de Barcelona. En la actua lidad, se
ción psicológica a través de Internet. Por poner algu- ofrecen otras como la RMind, una plataforma para la
nos ejempl os, se ap lica n a través de la web determina- eva luación neuropsico lógica basada en realidad vir-
das baterías neurops ico lógicas, test de conocim ientos tual de Nesplora o, un in strumento para la eva luación
del idioma inglés, test pred ictivos del rendimiento de la memoria med iante rea lidad virtual creado por
laboral, test de conoc imientos esco lares, cuestiona- Díaz-Orueta et al. (2016) .
ri os de personalidad ap licados en co ntextos clínicos Haciendo una valoración globa l de la in form atiza-
o cuestionari os sobre ad icc iones a drogas (Bartram y ción de las pruebas de eva luación, es posible concl uir
Hambleton, 2006). Tanto el test como los algoritmos que ésta ha traído indudables ventajas, entre ellas :
de presentación y los resultados, se almacenan y dis- permitir la homogeneización de las condic iones de
tribu ye n desde un servidor, lo que permite un mayor ap li cac ión; estab lecer co ntroles para preservar la se-
contro l sobre los procesos de ap li cac ión y una infor- gu ridad de la prueba; registrar info rmación útil para
mación inmed iata sobre los resultados. La conexión a la eva luación; co nseguir un rápido procesamiento de
través de Internet representa también importantes be- los datos; minimizar errores de corrección; propor-
neficios logísticos: mayor accesibilidad a los eva lua- c ionar retroa limentación inmed iata a los eva luados;
dos, abaratam iento de costes, posibilita a los ed itores eva luar procesos psicológicos básicos; proporcionar
tener acceso directo a bases de datos que permitan una eva luación dinámica; favo recer la validez perci-
realizar los siempre necesarios estudios de va lidez de bida; recopilar grandes grupos de datos; o fac ilitar la
las puntuaciones y de «seguimiento » de las propie- accesibilidad a las poblaciones espec iales (Barack y
dades psicométricas de la prueba, permite contro lar Buchanan, 2004; Barack y English, 2002; Butcher, Pe-
que el «cliente» (por ejemplo, la empresa o institución rry y Atli s, 2000; Trull, 2007). Sin embargo, también
que demanda la ap licación) tenga acceso únicamen- se han recogido en la literatura algunas limitaciones
te a la in formac ión que resulte pertinente o, ya no se sobre las medidas info rmatizadas relativas a la falta
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de equivalencia de formato respecto a las pru ebas de que representan cambios significativos en el dominio,
papel y lápiz (p.ej., límite de tiempo, obligatoriedad en las condiciones de uso o, en la interpretació n qu e
en la respu esta), a la facilitación de una actitud pasiva pueden hacer inapropi ado el uso del test. Los nuevos
en el evaluado, y a la mayor accesibilidad a los test estándares sobre la ada ptac ión de los test se centran
por parte de los usuarios, lo que podría favorecer el en aspectos transculturales, inmi grac ión, estudios de
entrenamiento de éstos (Honaker, 1988). Algunas crí- co mparac ión de culturas, etc. Strauss, Spreen y Hunter
ticas hacia estas técn icas se centran en los problemas (2000) indi ca n que hay seis razones que justifica n la
para tratar la información no estructurada, la fri aldad rev isión de un instrumento de evalu ac ió n: a) la actua-
o falta de empatía con el exa minado o la dificultad li zac ión de las norm as para ada ptarse a las poblacio-
para procesar el lenguaje no verbal. nes actuales; b) el paso del tiempo pu ede afectar a las
Los estudios de validez de las pruebas informati za- relac iones entre los subtest y al propio co nstructo me-
das no aportan datos concluyentes, espec ialmente en dido; c) los ca mbios soc iodemográficos y la necesi dad
lo relac ionado con la validez obtenida por criterios ex- de apli ca r un instrumento a otras culturas o grupos de
ternos (Barack y English, 2002; Knauss, 2001 ). Los es- edad; d) los ca mbios en la cultura o el lenguaje pue-
tudios sobre validez señalan que las pruebas informa- den provocar que algunos de los ítems queden obsole-
tizadas son menos individuali zadas y excesivamente tos; e) los estudi os ac umul ados sobre el test permiten
generales y aumentan el efecto Barnum (los sujetos dan aumentar su fi abilidad o su validez; y f) la apa ri c ió n de
altos índi ces de ac ierto a descripciones de su persona- nu evas formas de ap li cac ión, por ejemplo la apa ri ció n
lidad qu e supuestamente se adaptan específica mente de versiones inform ati za das o la mod ifi cac ió n de las
para ell os, pero en rea lidad son vagos y lo suficien- altern ativas de respuesta.
temente generales como para apli ca rse a una amplia
gama de personas) en los informes (Calero y Padill a,
2011; Snyder, 2000). Todo lo cual, indi ca la neces idad 10.2. Directrices para el uso de los
de desarroll ar más investigación en este ámbito y, has- test
ta entonces, la conveni enc ia de mantener un a actitud
atenta, crítica y, sobre todo, prudente (Carrasco, 2007). El uso de test en el ejercicio de la psicología se en-
cuentra muy extendido en la práctica clínica, siendo
una de las tecnologías más utilizadas en la eva luación
psi co lógica . La genera li zación de su uso - y su consi-
10. DIRECTRICES Y GUÍAS QUE gui ente «mal uso»- ha motivado que la Comisión Inter-
AFECTAN AL USO DE LOS TEST nacional de Test (ITC) elabore un as guías que pretenden
PSICOMÉTRICOS mejora r el «uso » que los profesionales hacen de los
test. Estas directrices, elaboradas por la ITC y supervisa-
Como indi ca n Fern ández-Ball esteros y Ca lero das por el profesor Dave Bartram, ti enen su versión en
(2011 ), en los últimos tiempos se ha produ c ido un a castell ano a partir de la labor que el Colegio Oficial de
enorme actividad normali zadora en el ámbito de la la Psicología en España ha rea lizado en la ITC y en la
Evaluación Psicológica (pa ra una rev isió n ex haust iva Comisión Europea sobre Test de la Federación Europea
puede consultarse el monográfico del 200 1(3) publi- de Asociaciones de Profesionales de Psicólogos, cons-
cado por la European Journal of Psychological Assess- cientes de que la elaboració n de unas guías es un req ui-
ment). Como se ha indicado al ini c io del cap ítulo, a sito fundamental para la mejora del uso de los test en
partir de 1991 distintas orga ni zac iones nac ion ales, nuestro país. Estas directrices van dirigidas entre otros,
europeas e intern ac ional es han generado un co njunto a los compradores y vendedores de materi ales psico-
de guías, directrices, normas o está ndares referidos a métri cos, a los responsables de elegir los test, a quienes
la rev isión, el uso, la trad ucc ión y adaptac ió n, la eva- los apli ca n, puntúan e interpreta n, a los constructores
luac ión informatizada y test apli cados por Intern et y y ed itores, a los propios eva luados, y a los usuarios
el uso de Test Adaptativos Informati zados. Pasa mos a de los test con fin es de investi gación, entre otros. Las
describirlas con ruayor deta ll e a continu ación . directrices constan de un total de 135 artículos dividi-
dos en dos apa rtados denomin ados «Uso ético de los
test» y «Utili zac ión adecuada de los test» junto con tres
10.1. Criterios sobre la revisión de los apéndices correspondi entes a las: «Directri ces para el
test estab lec imiento de políticas sobre el uso de los test»,
«Directri ces para desarrollar contratos entre las partes
La APA en 1985, indi ca que un test debe ser re- impli cadas en la eva luación », y «Apli cación de los test
visado cuando ex isten nuevos datos de investigac ión a personas con alguna discapac idad ». En la Tab la 6.2
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

resumimos los apartados principales de estas directri ces Moreland, Eyde, Robertson, Primoff y Most (1995),
(tomado del documento « Directri ces intern acionales en un trabajo sobre las cualificaciones de los usuari os
para el uso de los test» del Colegio Oficial de la Psico- de test, señalan doce competencias mínimas que, a
logía en España, Comisión Internaciona l de Test-/TC-). juicio de los autores, deben cumplirse. Son las siguien-

Resumen de las «Directrices internacionales para el uso de los test», Colegio Oficial de la
Psicología en España -Comisión Internacional de Test (ITC)-
1. Uso ético de los test
1. 1. Actu ar de forma ética y profesional
1.2. Asegurarse de que son competentes para el uso de los test
1.3. Responsabilizarse del uso que hacen de los test
1.4. Asegurarse de que los materiales del test están seguros
1.5. Asegurarse de que los resultados de los test se tratan co n co nfidencialidad

2. Utilización adecuada de los test


2. 1. Estimar la uti lidad potencial de los test en una situación eva luativa
2.2. Elegir test técn ica mente correctos y adecuados a ca da situación
2.3. Prestar atenc ión a los aspectos relacionados con el sesgo de los test
2.4. Hacer los preparativos necesari os para la ap licac ión del test
2.5. Ap lica r los test adecuada mente
2.6. Puntuar y ana liza r los resultados de los test co n precisión
2.7. Interpretar los resultados adecuadamente
2.8. Comuni ca r los resultados de forma c lara y precisa
2.9. Revisión y adecuación del test y ele su uso

Apéndice A. Directrices para el establecimiento de políticas sobre el uso de los test


Una política sobre el uso de los test deberá abordar los siguientes aspectos:
■ Uso adecuado de los test
■ Seguridad de los materiales y puntua ciones
■ Q uién puede aplica r, puntuar e in terpretar los resu ltados
■ Cualificac iones ele qu ienes va n a usar los test
■ Entrenamiento de usuarios

■ Preparación ele las person as a evaluar


■ Acceso a los materi ales y segu ridad de los test
■ Acceso a los resultados y con fidencial idad de las puntuaciones
■ Información sobre los resul tados a las personas eva luadas

■ Responsabilidades hacia los evaluados, antes, durante y después de la sesión de test


■ Responsabil idades ind ividuales de los usuarios de los test

Apéndice B. Directrices para desarrollar contratos entre las partes implicadas en la evaluación
■ Directri ces sobre las responsabilidades que atañen al usuario y d irectrices que atañ en al eva luador

Apéndice C. Aplicación de los test a personas con alguna discapacidad


■ Si la discapaci dad no afecta al rend imiento en el test no es necesario hacer aju stes en la prueba
• Cuando la discapac idad influya en el rendimiento en el test hay que distinguir si esta influencia es incidental o forma parte del cons-
tructo med ido
• Cuando una d iscapacidad ajena al constructo medido influye en el rendimiento en el test, deben de llevarse a cabo los ajustes co nve-
nientes en la prueba
• Los usuarios deben consultar siempre el manual del test y los editores para busca r in formación sobre las mod ificac iones de las pruebas
y sobre posibles formatos y procedimientos altern ativos
■ Los usuarios deben co nsu ltar a las organizac iones co rrespondientes de discapacitados acerca de las implicac iones de una discapac idad
co ncreta, la docu mentación sobre la discapacidad, y el tipo de modificac ión que podrían ser convenientes
■ Cualquier tipo de modificació n que se haga en el test o en el proceso de aplicación debe estar ri gurosamente documentadas exponien-
do claramente las razones que justifican la modificac ión
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tes: 1) Evitar errores al puntuar y registrar los resul- ces propuestas ofrecen un marco integra l en el que se
tados; 2) Abstenerse de etiquetar a las personas con aborda el estudio de las fases previas a la adaptación,
términos despectivos basándose en las puntuaciones el análisis de la propi a adaptación, de su justificación
de los test; 3) M antener la seguridad de las plantillas técnica, de la evaluación e interpretación de las pun-
y resto de materi ales; 4) Asegurarse que todos los exa- tuaciones y de la elaboración del documento final. Se
minados siguen las instrucciones; 5) Aplicar los test trata de veinte directrices agrupadas en se is categorías
en unas co ndiciones que permitan a los examinados que quedan resumidas en la Tabla 6.3. El objetivo de
un rendimi ento óptimo; 6) Abstenerse de entrenar a las directrices es que el producto final del proceso de
las personas en los ítems del test; 7) Estar dispuesto a adaptación cons iga, con respecto a la prueba original,
interpreta r las puntuaciones y aconsej ar a los exami- el máx imo nivel de equivalencia lingüística, cu ltural,
nados en sesiones diseñadas para ello; 8) No hacer conceptual y métri ca posible. Para ello son concebidas
fotocopias del material psicotécnico; 9) Abstenerse de como un patrón que guía a los investigadores y profe-
utili za r hoj as de respuesta caseras que pueden no aj us- siona les en las pautas a seguir.
tarse con precisión a las plantillas; 1 O) Establecer una
buena relación co n los examinados; 11 ) Abstenerse de
responder preguntas de los examinados con mayor de- 10.4. Directrices para la evaluación
tall e que lo permitido por el manual y; 12) No asumir informatizada y test aplicados
que una norm a para un trabajo vale sin más para otro por Internet
diferente, y no asumir que las norm as válidas para un
grupo son automática mente aplicab les a otro distinto. Como seña la Muñiz (1997), pocos desarrollos téc-
ni cos han tenido tanto impacto en nuestra vida como
el producido por el uso generali zado del ordenador y
10.3. Directrices para la traducción y de Internet. En el ámbito de la psicología, en general, y
adaptación de los test de la eva luación, en particular, este hecho ha supues-
to un ca mbio importa nte ya que se han incrementado
La adaptación de test procedentes de otras lenguas notab lemente, tanto los test clásicos que ahora pueden
y culturas es también una práctica hab itual en la in- aplica rse, corregi rse y elaborar informes de manera in-
vestigación psicológica. Por esta razón, se ha hecho fo rm atizada, como el nC1mero de test que se pueden
necesario el estab lecimiento de normas que regulen cump limenta r a través de Intern et. La APA en 2002,
esta actividad, dado que las diferencias culturales im- publica unas directrices para la aplicac ión e interpre-
piden el uso de test extranjeros con la mera traducc ión tación de los test informatizados que se agrupan en
a la lengua del país en el que se pretende utili za r. Este siete apartados: ap licació n (estandarizac ión y cond i-
tema es especialmente importante en España donde un ciones), interpretación (juicio profesional), factores hu-
porcentaje importante de los test que se usan son tra- manos (información, confidencia lidad), propiedades
ducciones y adaptac iones de otros idiomas o culturas. psicométricas, clasificación (informes, diagnóstico),
Consciente de esta neces idad, la Comisión Internacio- validez de las interpretaciones y revisión de expertos.
nal de Test (lnternational Test Commission, ITC) inició Por su parte en España, la Comi sión Internacional de
el año 1994 un proyecto de elaboración de directrices Test (ITC) en 2005, llevó a cabo la aprobación de las
relacionadas co n la adaptación de test y cuestionarios. directrices intern acionales para la eva luación infor-
Este proyecto (Hambleton, 1994, 1996; Muñiz y Ham- matizada y los test aplicados por Intern et. Estas direc-
bleton, 1996) dio origen a un conjunto de veintidós trices se agrupa n en cuatro grupos: las enca minadas
directrices que, agrupadas en cuatro apa rtados (Con- a cu idar cuestiones tecnológicas, las dirigidas a con-
texto, Construcc ión y Adaptación, Aplicación e Inter- seguir ga rantías de ca lidad, las que aseguran niveles
pretación), intentaba n prevenir sobre las distintas fu en- de control apropi ados y finalmente, las que aseguran
tes de error intervini entes en el proceso de adaptación la privacidad y seguridad de los datos recogidos. Se
de test y ofrecían vías para co ntrolarl as (Muñiz, Elosua detallan, además, para los tres co lectivos implicados
y Hambleton, 2013; Muñiz y Hambleton, 1996). principalmente: los que diseñan los test, los que los
En los últimos años, se han producido avances im- distribuyen y los que los usan. Diferencian, además,
portantes en el campo de la adaptación de los test, tan- cuatro formas posibles de admini stración de los test
to desde un punto de vista metodológico y psicométri- informatizados: abierto (por Internet, sin control de un
co como sustantivo, que han provocado la necesidad eva luador), controlado (req uiere una clave de acceso
de revisar las directrices originales. Para llevar a cabo co nocida solo por los evaluadores), supervisados (re-
la revisión, se constituyó de nuevo un grupo de traba- quieren la autentificación del eva luador que co nfirma
jo multidisciplinar en el seno de la ITC. Las directri- la aplicación del test) y dirigido (el eva luador co ntrola

11111111ml
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Directrices para la traducción y adaptación de test (tomado de Muñiz, Elosúa y Hambleton,


2013)
Directrices previas
DP1 . Antes de comenzar con la adaptac ión hay que obtener los permisos pertin entes de quien ostente los derechos de propi edad intelec-
tu al del test
DP2. Cumplir con las leyes y prácti cas profesionales relativas al uso de test que estén vi gentes en el país o países implicados
DP3. Seleccionar el di seño de adaptación de test más adecuado
DP4. Evaluar la relevanc ia del co nstru cto o constructos medidos por el test en las pobl aciones de interés
DPS. Evaluar la influencia de cualquier diferencia cultural o lingüísti ca en las pobl aciones de interés que sea relevante para el test a adaptar
Directrices de desarrollo
D 01 . Asegurarse, mediante la selección de expertos cualificados, de que el proceso de adaptación ti ene en cuenta las diferencias lingüísti-
cas, psico lógicas y culturales entre las pobl aciones de interés
D02. Utili za r di seños y procedimientos racionales apropi ados para asegurar la adecuación ele la adaptac ión del test a la pobl ación a la que
va dirigido
D03. O frecer información y evidencias que garanticen que las instru cc iones del test y el contenido de los ítems ti enen un significado similar
en todas las poblaciones a las que va dirigido el test
D04. O frecer in formación y evidencias que ga ranticen que el formato ele los ítems, las esca las ele respuesta, las reglas de corrección, las
convenciones utili zadas, las formas de apli cación y demás aspectos son adecuados para todas las pobl aciones de interés
DOS. Recoger ela tos mediante estudios pil oto sobre el test adaptado, y efectuar análi sis ele ítems y estudi os de fi abilidad y va lidación que
sirvan de base para llevar a ca bo las revisiones necesarias y adoptar decisiones sobre la va lidez del test adaptado

Directrices de confirmación
DC1. Definir las ca racterísti cas de la muestra que sean pertinentes para el uso del test, y seleccionar un tamaño de muestra suficiente que
sea adecuado para las ex igencias de los análisis empíri cos
DC2 . Ofrecer información empírica pertinente sobre la equivalencia del co nstru cto, equivalenc ia del método y equivalencia entre los ítems
en todas las pobl aciones implicadas
DC3 . Recoger información y evidencias sobre la fiabilidad y la validez de la versión adaptada del test en las pobl aciones implicadas
DC4. Establ ecer el nivel de comparabilidacl entre las puntuaciones de distintas pobl aciones por medio ele análi sis de elatos o di seños de
equiparación adecuados

Directrices de aplicación
DA 1. Preparar los materi ales y las instrucc iones para la aplicación de modo que minimicen cualquier di ferencia cul tural y lingüística que
pu eda ser debida a los procedim ientos ele apli cac ión y a los formatos de respuesta, y que puedan afectar a la va lidez de las inferencias
deri va das de las puntuaciones
DA2. Especifica r las condiciones de apli cac ión del test que deben segui rse en todas las pobl aciones a las que va dirigido

Directrices sobre puntuación e interpretación


DPI 1. Interpretar las diferencias ele las puntuaciones entre los grupos teniendo en cuenta la información demográfica pertin ente
DPl2. Comparar las puntuaciones entre pobl aciones única mente en el nivel ele invarianza establ ecida para la escala ele puntuación utili zada
en las comparaciones

Directrices sobre la documentación


D C1. Proporcionar documentación técnica que recoja cualquier cambi o en el test adaptado, incluyendo la in fo rmación y las evidencias
sobre la equivalenc ia entre las versiones adaptadas
DC2. Proporcionar documentación a los usuarios con el fin de garanti za r un uso correcto del test adaptado en la pobl ación a la que va
dirigi do

toda la apli cac ión del test) (Fernández-Ballesteros y Adaptativos Informati zados y posteriormente fu eron
Cal ero, 2011) (ver Tabla 6.4). estructuradas por Hambleton, Za al y Pi eters (1991 ).
Dichas guías hacen referen cia a los si guientes aspec-
tos: contenidos, dimensionalidad, fiabilidad, validez,
10.5. Directrices para los Test estima ción de los parámetros de los ítems, métri ca co-
Adaptativos Informatizados mún para los ítems, ca racterísti cas del banco de ítems,
selección de los ítems y puntuación del test y factores
En 1984, Green, Bock, Humphreys, Linn y Reckase humanos; se recogen en la Tabla 6.5 .
propusi eron unas directrices específi cas para los Test
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Directrices internacionales para la evaluación informatizada y los test aplicados por


Internet (adaptada de Fernández-Ballesteros y Calero, 2011)
1. Cuidar las cuestiones tecnológicas
• Desarroll an consideraciones de hardware y software y centrar su atención en la descripción de los requi sitos del sistema, la justifi ca-
ción del programa y las posibilidades de actu ali zac ión
• Se dirigen a asegurar la robustez del programa y señalan la necesidad de anticipar posibles fa llos y dar todo el soporte técnico a los usuarios
• Se centran en tomar en consideración los factores humanos que puedan afectar a la presentación del material y tratan fundamental-
mente del diseño, el tipo de estímul os, la distinción entre in strucc iones e ítems, la facilidad del usuari o para vo lver atrás, la famili ari -
dad de los usuari os con las demandas del programa, la co mparabilidad con di ferentes si stemas informáti cos, etc.
• Tratan de considerar el ajuste de las ca racterísti cas técni cas con diferentes ca usas de inca pacitación en los sujetos eva luados y se
centran en asegurar y explicitar quiénes pueden y no pueden ser eva luados mediante ese procedimiento
• Se in teresan en el sumini stro de ayuda e información práctica para los usuari os. Si las directri ces del programa son c laras, completas,
expl íc itas, si proporcionan prácti ca inicial con el procedimiento, etc.

2. Garantías de calidad
• Trata de asegurar el co noc imiento y la competenc ia pa ra los usuari os y los sujetos eva luados
• Se centra en los requisitos psicométri cos del procedimiento
• Se refiere a los procedimientos que son versiones de test clásicos ele papel y lápiz y se dirige a la demostración ele la equivalencia ele formatos
• Se refi ere a los aná li sis de fi abili dad ele pun tuaciones y resultados obtenidos en estas versiones
• Trata sobre si la interpretación de resultados es apropiada señalando sus limitaciones. Si las espec ificaciones del programa suministran
documentación y/o feedback adicional y señalan en qué cri teri o, reglas o procedimientos basa n la interpretación, etc
• Pretende asegurar la igualdad ele acceso para cualquier grupo, país, étni a o comunidad lingüísti ca

3. Asegurar los niveles de control apropiados


• Sobre las condic iones de administración
• Sobre las condic iones de supervi sión
• Sobre la prácti ca ini cial del evaluador y la exposic ión inicial del evaluado
• Sobre las posibilidades de autentificac ión y estafa del acceso al si stema

4 . Asegurar la privacidad y seguridad de los datos recogidos


• Seguridad para el materia l que constitu ye el test
• Seguridad para la transferenc ia ele datos por Internet
• Confidencialidad de los resultados obtenidos

10.6. Revisiones de los test editados de la ca lidad de los test utili zados en España es pro-
en España porcion ar a los usuarios información precisa y accesi-
bl e sobre la ca lidad de los test di sponibles.
Como señalan Muñiz et al. (2011 ), la utili zac ión co- Para dar respuesta a estas y otras cuestiones la Co-
rrecta de los test requiere, por un lado, de instrumentos misi ón de Test de la Europea n Federation of Psycholo-
con adecuadas propi edades psicométricas (p.ej ., fi abi- gists' Associations desarroll ó un modelo de evaluación
lidad de las puntu aciones, evidencias de validez, etc.), test que fu e adaptado al españo l por Pri eto y Muñi z
y por otro, de una acertada preparación técni ca para su (2 000) y se operativi za mediante el Cuestionario de
correcta utili zación por parte de los profesionales. Los Evaluación de Test-Revisado (CET-R) (Hernández,
test deben tener una calidad y rigor empíricamente de- Ponsoda, Muñi z, Pri eto y Elosúa, 201 6) que incluye
mostrados. Además, los psi cólogos deben ser competen- aspectos relacionados con los materi ales, la fund a-
tes y tener información contrastada que les permita se- mentación teóri ca, la adaptación, validez, fi abilidad,
leccionar aquellos test más adecuados para su propósito baremos e interpretac ión de las puntuac iones, etc. En
(Hernández, Ponsoda, Muñi z, Prieto y Elosua, 201 6). el año 201 O, la Comisión Nacional de Test del COP
El Consejo General de la Psicología de España des- decidi ó pon er en marcha la primera revisi ón de test
de el año 201 O vi ene revi sa ndo de form a anual los cuyos resultados fu eron publi cados en el 2011 (Muñi z
test editados en España (Elosua y Geisinger, 201 6; Her- et al., 2011 ). Posteriormente, casi de forma anu al, se
nández, Tomás, Ferreres, y Lloret, 201 5; Muñi z et al., ha venido realizando una nueva revisi ón de test ha-
2011 ; Ponsoda y Hontangas, 201 3). Hernández et al. bi éndose revisado hasta el año 2018 un total de 55 test
(2016) indi ca n que el obj etivo último de la evaluación procedentes de diferentes casas editoriales. H an parti-

IIIIIEm
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Directrices para los Test Adaptativos Informatizados


1. Contenidos
■ Las especificaciones sobre el contenido de los ítems deberían ser las mi smas para los Test Adaptativos Informati zados que para los test
de papel y lápi z
■ El contenido de los ítems seleccionados para el Banco de Ítems debe responder a las especificaciones de contenido hechas
■ Los ítems deben diseñarse de modo que se ajusten a las ca racterísti cas del equipamiento informáti co

2 . Dimensionalidad
■ Debe comprobarse el aj uste del modelo de Teoría de Respuesta a los Ítems util izados
■ Deberían se leccionarse ítems con un alto poder d iscriminativo
• Debería llevarse a ca bo un análisis factori al de la matriz de co rrelaciones tetracóricas entre los ítems
• Hay que examinar la asunción de independenc ia loca l
• Cuando el test no es unidi mensional, debería n fo rmarse subtest
■ Hay que ba lancea r el test, para que refleje la heterogeneidad de los contenidos del domin io y los distintos tipos de formato

3. Fiabilidad
■ Debe proporcionarse el error típi co de medida de cada puntuación del test en func ión de la puntu ación y en la métrica en la que se
estén expresando las puntuaciones
■ Hay que proporcionar también el error típi co de medida de cada test en la métri ca de la aptitud

4 . Validez
■ Hay que eva luar la sim i litud de las matri ces de varianzas-cova ri anzas de los Test Adaptati vos Informa ti za dos y los de papel y lápi z

■ Debe compara rse la estructu ra de las cova ri anzas de las dos versio nes
■ La versión adaptati va inform ati zada y la de papel y lápiz de un test deberían va lidarse frente al mi smo criteri o externo
• Hay que estud iar el posible sesgo predictivo para las subpobl aciones de interés

5. Estimación de los parámetros de los ítems


■ El tamaño de la muestra para la ca libración de los ítems debe ser el adecuado; en la actualidad, al menos, de 1.000 casos
■ La muestra de ca libración debe seleccionarse ele tal modo que haya un número suficiente de personas en el ra ngo de aptitud necesario
para estimar la asíntota inferi or y el punto de inflexión de la curva ca racterísti ca del ítem
• Hay que asegurarse de que el procedimiento para estimar los parámetros de los ítems sea empírica mente consistente (las muestras
ampli as deberían generar buenas estimaciones)
■ Ha de mostrarse que el procedimiento utili zado para la estimación de los parámetros de los ítems es insesgado
■ Las curvas ca racterísti cas de los ítems deben ajustarse a los datos empíricos
■ Hay que comparar la dificultad de los ítems aplicados mediante la versión adaptativa informati zada y la correspondiente de papel y lápiz

6. Métrica común para los ítems


■ El procedimiento utili zado para transformar los ítems en una esca la común debe describirse con precisión
■ Cuando para transform ar los ítems en una mi sma escala se utili za el procedimiento de grupos equiva lentes, hay que demos trar que los
gru pos son rea lmente equivalentes

7. Características de l Banco de Ítems


■ Deben presentarse la distribución de las estim aciones de los parámetros de los ítems y los estadísticos descriptivos de las esti maciones.
■ Hay que ofrecer la función de información para todo el Banco de Ítems

8. Se lección de los ítems y puntuación del test


■ El procedi miento para la se lección de los ítems y la estimación de la apti tud debe documentarse con detalle
■ El procedimiento debe inc luir algún método para diversificar los ítems seleccionados, de modo que se evite el uso de unos pocos ítems
exc lu siva mente
■ El algoritmo utili zado debe ser capaz de apli ca r determinados ítems y registrar las respuestas separadamente, sin interferir en el pro-
ceso adaptati vo
■ El ordenador debe ser capaz de basar la elección del primer ítem en in formación previa

9 . Factores humanos
■ El entorno de la terminal donde se reali za el test debe ser tranquilo, confo rtabl e y estar libre de distracciones
■ La panta lla debe ubica rse de modo que permi ta una correcta visibil idad
■ La legibilidad de la pantalla debe evaluarse empíri ca mente
■ La pantalla debe permitir la inclusión de diagramas que exigen mucho detalle
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

cipado más de 100 revisores y cinco coordi nadores. En el capítulo se realiza una clasificación de los test
Los resultados de todas y cada una de las eva luaciones en func ión de los siguientes aspectos: las consecuen-
realizadas hasta la fecha se encuentran disponibles en c ias para el sujeto, el planteamiento del problema y el
la web del Colegio Oficial de la Psicología en España. tipo de respuesta, el área de comportam iento acotada,
En la quinta revisión (Fonseca-Pedrero y Muñiz, la modalidad de aplicac ión, las demandas temporales,
20 17), se lleva a cabo la revisión de un total de once el grado de cultura/aculturación, el modelo estadístico
test (BADYG-E3, CAEPO, EDl-3, EVAPROMES, LAEA, en que se basan las puntuaciones del test y el tipo de
MABC-2, NEPSY-II, PAIB 2 y 3, PRO 1-2 y 3, TEMT interpretación de las puntuaciones. Asimismo, un test
y WISC-V), pertenecientes a cuatro casas editoria les se puede utilizar para diferentes fu nciones como son
(CEPE, EOS, PEARSON y TEA) que son valorados por determinar el nivel de instrucción o habilidad, diag-
24 expertos en un proceso de revisión por pares. Los nóstico, selección, asignación, clasificación, orienta-
autores seña lan que, en líneas generales, la ca lidad de ción/consejo o «screening» (cribado).
todos estos test es adecuada, si bien ex isten en algunos Para que un test un test cump la la función para la
de ellos algunos puntos débiles. Indican, además, que que sido creado, ha debido ser construido de una for-
se tienen que incorporar nuevos datos sobre el estudio ma rigurosa, es por ello que proponemos un proceso
del funcionamiento diferencial de los ítems o inva- de ocho pasos para su elaboración: 1) Justificación
ri anza de medición, así como nuevos estudios bajo la teóri ca y definición; 2) Definición operativa de la va-
óptica de la TRI que añada n información, entre otros riable o constructo que se quiere medir; 3) Requeri-
aspectos, de las curvas características de los ítems o de mientos para la ap licació n del instrumento de medida;
las funciones de información de los test, aspectos que, 4) Construcc ión y eva luación cualitativa de los ítems;
en la actua lidad, ha sido considerados en muy pocos 5) Estudio piloto cualitativo y cuantitativo; 6) Selec-
de los test que se han anali zado. ción de otros instrumentos de medida convergentes; 7)
A partir de aquí, podemos afirmar que este proceso Estudio de campo y estimación de las propiedades mé-
de revisión de los test se está conso lidando en Espa- tricas del instrumento y finalm ente; 8) Construcc ión
ña, no obstante, todavía nos encontramos en los esta- del manual del test y sus revisiones .
dios iniciales, más aú n si nos comparamos con otros Por otro lado, los ítems o reactivos son los elemen-
países, por ejemp lo, Holanda donde se han eva lua- tos básicos que constituyen los test y tienen como ob-
do todos los test ed itados en ese país (Evers, 2012), o jetivo provocar o identificar la manifestación de algún
Estados Unidos, donde la organización especia lizada comportamiento o respuesta. Según el tipo de respues-
BU ROS ya ha eva luado más de 10.500 test (Elosua y ta que se le exige a individuo es posible agruparlos en
Geisinger, 2016). dos gra ndes categorías: ítems de respuesta cerrada, en
los que tras el enunciado del ítem aparecen una serie
de respuestas entre las que el sujeto debe seleccionar
la/s más adecuada/s; e ítems de respuesta abierta, en
RESUMEN las que el individuo elabora su propia respuesta.
La construcc ión de un test debe basarse en algú n
Los test psicométricos son instrumentos de eva lua- modelo probabilístico que permita dar un significado
ción que utilizan el concepto de medición y tienen su a las puntuaciones y hacer inferencias a partir de la
fundamento en la psicometría. En la actua lidad, cons- muestra de conductas planteadas en el test. Los mo-
tituyen una de las herramientas de eva luación más delos se clasifican en dos grandes grupos: a) Teorías
utilizadas por los profesionales de la eva luación psi- Clásicas de los test (TCT) y sus extensiones, como la
co lógica. Pueden definirse como «instrumentos eva- Teoría de la Generalizabilidad o los Test Referidos a
luativos o procedimientos en los que se obtiene una Criterio, basados en el modelo lineal genera l y en las
muestra de la conducta de los examinados en un do- puntuaciones totales de los test y; b) Teorías de la Res-
minio específico y posteriormente es evaluada y pun- puesta al Ítem (TRI) que modeliza las probabilidades
tuada usando un procedimiento esta ndarizado» (APA, de respuesta a un ítem para diferentes niveles del rasgo
NCME, 2104). Los test se han creado en diferentes y latente mediante un modelo no linea l. En el capítul o
diversas áreas de ap licac ión de la eva luación, sin em- se describen extensamente ambas teorías y además
bargo, han destacado tradicionalmente en dos áreas: se incluye una descripción detallada de los diferentes
la eva luación de la inteligencia y de la personalidad, procedimientos de construcción y ap licación de los
aunque también se han generado test psicométricos test desde la TRI, concretamente, el Análisis del Fun-
para la eva luación de determinados rasgos aislados o cionamiento Diferencial del Ítem (D IF), los bancos de
actitudes específicas (p.ej., locus de co ntrol, ira, ansi e- ítems, los test adaptativos y la construcción automáti-
dad, pensamiento constructivo, etc.) . ca de test.

lllllml
TÉCNICAS PSICOMÉTRICAS

Se recogen también las principales aplicaciones de Barack, A. y Buchanan, T. (2004). lnternet-Based psy-
la informatización y las nuevas tecnologías a la eva- chological testing and assessment. En R. Graus, J.
luación psicológica, entre las que se destacan: los test Zack y G. Stricker (Eds.), A handbook far mental
informatizados, los test adaptativos informatizados, los health professionals (pp. 217-239). London: Else-
sistemas expertos, la evaluación a través de Internet y vier Academic Press.
los test basados en la realidad virtual. Barack, A. y English, N. (2002). Prospects and limita-
Finalmente, cabe destacar que en los últimos tiem- tions of psychological testing on the internet. Jour-
pos se ha producido una enorme actividad normali- nal of Technology in Human Services, 19, 65-89 .
zadora en el ámbito de la evaluación psicológica, Barbero, M.I. (1996). Bancos de ítems. En J. Muñiz
es a partir de 1991 cuando distintas organizaciones (Coord.), Psicometría (pp. 139-170). Madrid: Uni-
nacionales, europeas e internacionales han generado versitas.
un conjunto de guías, directrices, normas o estándares Barbero, M.I. (1999). Gestión informatizada de ban-
referidos a la revisión, el uso, la traducción y adapta- co de ítems. En J. Olea, V. Ponsoda y G. Prieto
ción, la evaluación informatizada y test aplicados por (Coords.), Tests informatizados: Fundamentos y
Internet y, el uso de Test Adaptativos Informatizados. aplicaciones. Madrid: Pirámide.
En la parte final del capítulo de describen detallada- Bartra M.O. y Hambleton, R.K. (2006). Computer-ba-
mente las principales directrices y guías que afectan al sed testing and the internet issues and advances.
uso de los test psicométricos, así como las principales Chichester, West Susex : Wiley.
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EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

nivel en el rasgo medido, tienen distintas probabi- Test: instrumento eva luativo o proced imiento en el
lidades de éxito en el ítem en cuestión, reservando que se obtiene una muestra de la conducta de los
la palabra sesgo para la interpretación de las ca usas examinados en un dominio específico y posterior-
de dicho funcionamiento diferencial. mente es eva luada y pu ntuada usando un procedi-
Ítems o reactivos: elementos básicos que co nstituyen miento esta ndarizado.
un instrumento de eva luación específico, puede Test Adaptativo: instrumento que, a diferencia del test
tratarse de una pregunta a contestar, una afirm a- clásico, realiza la med ición del rasgo a partir de
ción a valorar, un problema a resolver o una ac- ítems suces ivos, que se escogen en función de las
ción a rea li zar en función de aquell o que se está respuestas dadas a los ítems previos por cada suje-
eva luando. to eva luado.
Sistemas expertos: sistemas que pretenden emul ar el Test Adaptativos Informatizados: banco de ítems, or-
proceso que sigue el clínico en el proceso eva lua- ga ni zados por un programa de o rdenador («soft-
dor, combinando la información de la mejor ma- ware ») que selecc iona y presenta cícl ica mente en
nera posible para producir las conclusiones diag- pantalla al exa minado los que mejor le eva lúan.
nósticas que este produce. Se trata de programas Test Referidos a la Norma: test que eva lúan la actua-
informáticos que simulan la ejecuc ión de la tarea ción de un sujeto concreto comparándola con la
de un experto. de otro grupo bien definido en el mi smo test que
Teoría Clásica de Test: modelo de medida clás ico que actúa como grupo norm ativo.
pone el acento en la puntuación total obtenida a par- Test Referidos al Criterio: test que miden la puntu a-
tir del conjunto de ítems que se basan en alguna for- ción de un sujeto en relación con un determinado
ma de agregación de las puntuaciones de los ítems, nivel o criterio de actuación defi nido de antemano.
normalmente mediante suma o suma ponderada .
Teoría de Respuesta al Ítem: modelo de medida que
ponen el acento en los ítems co nsiderados de ma-
nera individual y en los patrones de respuesta .
Observación Sistemática

Mariagiovanna Caprara
M. Teresa Anguera

l. INTRODUCCIÓN
2. RELACIÓN ENTRE EL OBSERVADOR Y EL OBSERVADO
3. OBSERVACIÓN: MÉTODO Y TÉCNICA
4. METODOLOGÍA OBSERVACIONAL
4 .1. Planteamiento de la observación
4 .2. Selección del procedimiento de observación
4 .2.1. Tipos de muestreo
4 .2.2. Contexto o lugar de la observación. Dónde observar
S. REGISTROS OBSERVACIONALES E INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN
5.1. Prototipos de registro
5.2. Instrumentos de observación
5.3. Nuevas tecnologías y software para observar
6. GARANTÍAS CIENTÍFICAS DE LA OBSERVACIÓN
7. ANÁLISIS DE DATOS, INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS Y CONCLUSIONES
B. CONSIDERACIONES ÉTICAS EN LA OBSERVACIÓN DE LAS PERSONAS
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Diferenciar entre la observación co mo método y como técnica.

■ Identificar los elementos bás icos para la ap li cac ión del método observacional en psicología.

■ Aplicar las diferentes técnicas observacionales dentro de los diferentes co ntextos de observación .

■ Di stinguir y se leccionar las unidades de análi sis pertinentes y los parámetros de med ida en el diseño de los
protocolos de observación.

■ Planifi ca r y desarrollar una observación en sus diferentes fases.

■ Valorar las ga rantías científicas en un a observa ción, así como identifica r y so lventar los potencial es sesgos
en el método observacional.

■ Adquirir las competencias prácticas básicas en esta materia.


OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

los distintos ámbitos en los que se pretende apli ca r,


l. INTRODUCCIÓN buscando siempre la mayor objetividad, precisión y
fiabilidad (An guera, Blanco-Vi ll aseñor, Losada, y Por-
El método observacional representa una de las es- tel 1, 2018).
trategias de investigación fundamenta les del método Desde prin c ipi os del siglo xx, diferentes ca mpos
científico. Di cho método, se ca racteri za por el estu- de investigación psico lógica co menza ron co n la uti-
dio del comportamiento espontáneo en el momento li zac ión de técnicas de observación y, ya desde en-
en que se produce y, en ocasiones, sin que la persona tonces, se han co nvertido en una de las prin cipales
objeto de observación se aperciba de ello. herrami entas para la obtención de información em-
El conocimiento c ientífico no podría avan za r si no pírica. Uno de los primeros trabajos empíri cos de
se pudieran obtener de forma sistemática y constante observación sistemática fu e desa rrollado por la psi-
nuevos datos e información de eventos, sucesos y da- có loga Florence Goodenough, en el laboratorio del
tos (observaciones). Constituyendo su objetivo último, Instituto de Bienestar Infantil de la Univers idad de
estab lecer hipótesis que pueda n exp li ca r sus relacio- Minnesota, con el objetivo de estudi ar el desa rro-
nes. La co ntrastación empírica o metodol ógica de esas ll o psi co lógico in fa ntil. Para ello, Goodenough y su
observaciones es lo que genera el avan ce en las dife- equipo (Goodenough, 1930), rea li za ron varios estu-
rentes teorías de la ciencia. dios piloto establ ec iendo previ amente las diferentes
M ás co ncretamente, el método observaciona l es un categorías o cód igos de observación y utili za ndo,
procedimiento general que impli ca fundamenta lmente además, la fiabilidad ínter-obse rvador para ca da uno
dos momentos: a) un proceso de selección de infor- de estos códigos. Así mismo, co menza ron a describir
mac ión y, b) un proceso de atribu ción de significados. cómo debería ser todo el procedimiento de observa-
Hay que tener en cuenta que las observaciones repre- ción, qué técn icas altern ativas se podrían utiliza r en
sentan solo una parte (muestra) de la «rea lidad » que esa observación y la durac ión óptima de los interva-
se pretende observar y su releva ncia e interpretación los de muestreo . Gran parte delos prim eros estudios
dependen, en gran medida, de los significados que se observaciona les estaban diseñados para estudiar la
atribuyen a estas observaciones y del marco teórico de co nducta de interacción socia l en los niños, as í como
referencia del observador. la co nducta animal. Poco a poco, el uso sistemático
Si bi en la metodología observacional se propone de métodos de observación se ha consolidado co mo
como un proced imiento objetivo, hay que tener en una herrami enta fundamenta l en la investi gación bá-
cuenta que las interpretaciones siempre dependerán sica y ap li cada en las diferentes disc iplinas de las
de los observadores, de sus teorías, de sus conocimien- ciencias socia les y del co mportamiento (Krehbiel y
tos previos y de sus prejuicios y expectativas sobre los Lewis, 1994; Pell egrini , 2001 ).
fenómenos que se pretenden observar. Además, el ob- La observación se utili za en diferentes ca mpos
servador contribuye siempre a definir los contextos en de la psi co logía: en la psicología del desarrollo para
los cuales ocurren las observaciones que pueden ser, estudios de la primera infancia, en la eva luación de
más o menos, naturales o artifi ciales. los prob lemas del desa rrollo infantil y juvenil, en es-
La observación representa la estrategia de evalua- tudios sobre el papel de las interacc iones sociales en
ción básica, o el recurso técnico para la obtención de los niños, así como el estudio de las relaciones de
la información . Es el procedimi ento de recogida de amistad, siendo la técnica obse rvacional el instru-
información basado en observar atentamente un fenó- mento por excelencia cuando la ausencia y escasez
meno, un hecho o una situación, y que nos permite re- del lenguaje verbal hace difícil utili za r otros métodos
co nocer y organ iza r diferentes eventos o sucesos para de recogida de información, como las entrevistas,
su posterior análi sis. Por lo tanto, representa el medio los test, los cuestionarios, entre otros. En el contexto
que perm ite recoger los datos que se neces itan para educativo la observación se suele utili za r en la com-
formular y verificar hipótesis explicativas y, así, poder prensión de probl emas de aprendi zaje, interacción
avanzar en el co nocimiento científico (Anguera, 2005; fam ili ar, en el acoso escolar (b ullying), para evalu ar
Fernández-B allesteros, 2011 ). la conducta pro-social, o de adaptación escolar, etc.
Observar es la acc ión que el ser humano rea li za (Belza, Herrán y Anguera, en prensa; Esco lano-Pérez,
con el propósito de recoger datos sobre una situación Herrero-Nivela, Blanco-Villaseñor y Anguera, 2017;
o persona (Navarro y Ca lero, 2017), pero no todas las Suárez, Sánchez-López, Jiménez y Anguera, 2018) . En
observaciones se pu eden considerar científicas. La la práctica de la psicología clíni ca, la observación es
observación como técnica científica de recogida de una pi eza fundam ental junto con la entrevista, para
datos, debe ser sistemática, es decir, disc iplinada, y recoger los datos que se necesitan para formular y
obedecer a unos criterios específi cos y aprop iados a verificar hipótesis exp licativas de una conducta pro-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

bl ema (Ari as-Puj o l y Anguera, 201 7; Rodríguez-Medi- rá medi ante conducta espontánea, puede res-
na, Rodríguez-N avarro, Ari as, Ari as y Anguera, 201 8; ponder o no al observador. H abitualmente se
Roustan, Izquierdo y Anguera, 201 3). entabla una re lación interacti va, que pu ede ser
El desarro llo de la observación sistemáti ca ha ex- estab le, incrementa rse o decrementarse. Puede
perimentado grandes ava nces en los últimos años; en apa recer cierto grado de inferencia.
primer lugar, reconociendo las pecul ia ridades de los
diferentes contextos de apli cac ión, ya sea resa lta ndo ■ Participación-observación
las ca usas más frecuentes de distorsión y errores en Observador y observado siguen di sminu ye n-
las observaciones, así como ga ranti za ndo el cuida- do la «d ista ncia)) psico lógica entre ellos, dado
do y la precisión en la toma de los datos. En segundo que pertenecen inicialmente a un mi smo gru po
lugar, las modernas tecnologías de reg istro, además, fa mili ar (por ejempl o, madre-hij o) o co lectivo
permi ten reducir las interferencias involuntari as de los estab le (por ejempl o, profesionales que forman
observadores y aumenta r la vari edad de info rmación un grupo co nso lidado de trabajo). El observador
accesible. conoce bi en al observado, y esta circunstancia
Con la observación sistemáti ca, es posi bl e recoger aumenta el grado de inferencia, si bien resulta
info rmación sobre conductas, relac iones interpersona- positi vo que se fac ilita más la obse rvac ión preci-
les y sus correlatos psico lógicos, observar a distancia y sa mente por d isponer de la información de tipo
du ra nte grandes intervalos de ti empo y elegir, además, de vida, hábitos, horari os, etc., del observado
el tipo de observación que mejor se adapta a las ex i- por parte del observador.
gencias de la investigac ión. Es por ello que, la obser-
vación sistemática sigue siendo un in strumento mu y ■ Autoobservación
empl eado por los psicó logos para estu diar el compor- O bservador y observado son la mi sma persona.
tami ento humano (Anguera, 20 1O; Portell , Anguera, Es especialmente interesa nte un subtipo, cono-
Chacón-Moscoso y Sanduvete-Chaves, 201 5), ta nto cido como «autoobservac ión de co nductas he-
en la investigac ión, como en la psico logía apli cada y, teroobserva bl es», en el cual se produce la úni-
sob re todo, a lo largo del Proceso de Evaluación Psico- ca excepción existente relativa a que un sesgo
lógica, tanto en diferentes ámbitos como con partici- pueda ser positi vo. La reactiv idad se considera
pantes de todas las edades, desde los niños a personas un sesgo de la observación, dado que la presen-
mayores. Ver Anguera (2 005), que puede consultarse cia del observador altera la esponta neidad del
en los co nteni dos on-/in e de este manual. observado, pero aquí, en ocasiones, la reacti -
vidad se rá positi va desde el punto de vista psi-
co lógico o clíni co. Por ejemplo, en una terapi a
de deshabitu ac ión al hábito de fumar, en que el
2. RELACIÓN ENTRE EL OBSERVADOR terapeuta hu biese pedido al paciente que cada
Y E~ OBSERVADO. QUIÉN OBSERVA vez que fuma lo anotase, con la fin ali dad de dis-
YCOMO poner de la di stribución de c igarrill os fum ados,
según días, horas del día, etc., si el paciente tie-
La relación entre los dos elementos que confo rm an ne mu cha necesidad de fum ar, pero piensa «Ya
la díada observac ional, que son observador y obse r- ll evo hoy varios cigarrill os fumados. Voy a que-
vado, se refi ere a la «di stancia)) psico lógica ex istente dar muy mal. M e espero un ra to hasta fumarme
entre ell os. Se pu eden dife renciar cuatro ni veles, orde- otro, y me aguanto como sea», se ha alterado
nados de mayor a menor «distancia)): su co nducta espontá nea (que hubiera sido fumar
otro ciga rrill o), pero esta decisión coadyuva al
■ Observación no participante tratami ento, siendo beneficiosa desde un pun to
Observador y observado no ti enen ninguna re- de vi sta cl íni co.
lac ión, y puede ser que no se hayan visto nun-
ca, como ocurre cuando el observador codifi ca
grabaciones que han rea li zado otras person as,
o epi sodi os transmitidos por televi sión, etc. Se 3. OBSERVACIÓN: MÉTODO Y TÉCNICA
garanti za la máx ima obj etividad.
A l hab lar de observación en el conjunto de las
■ Observación participante c iencias, en general, y en la ciencia psico lógica, en
El observador se dirige al observado, con lo cual parti cular, es importante di stin guir entre el método ob-
interaccionan. El observador, dado que actua- servacional y las téc ni cas observacionales. Es decir, la

IIIIIBD
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

observac ión es a la vez una estrategia metodológica niveles de respuesta gestua l, postura!, de des-
y una técn ica de recogida de información (Anguera, pla za miento, intercambios de mirada, etc. que
2005; Sánchez-Algarra y Anguera, 2013; Sarriá, 201 O). acompaña n a la esfera cognitiva de la perso-
La observación como método se refiere a aquell a mo- na (Anguera, 2005; Anguera, Blanco-Villase-
dalidad o estrategia del método científico que permi- ñor, Losada y Portell, 2018; Portell, Anguera,
te estud iar el comportam iento humano de forma no Chacón-Moscoso y Sanduvete-Chaves, 2015)
reactiva, tal co mo se produce espontáneamente y en y resultan especialmente adecuados en inter-
el propio contexto habitual (Anguera, 2005; Anguera, venciones de baja intensidad (Anguera, Cha-
Cameri no, Castañer, Sánch ez-Algarra y Onwuegbuzie, cón-Moscoso y Blanco-Villaseñor, 2008).
2017). Dado que es una de las modalidades de obten- d) Los hechos o eventos que se observan, ocurren
c ión de información del método científico, el méto- en contextos naturales o en situaciones artificia-
do observaciona l se aj usta a un procedimiento forma l les, que han sido creadas para intentar reprodu-
desarrollado a través de unas acciones estructuradas, cir, de la forma más fiable posible, una cond uc-
ordenadas y secuenciadas. ta que ocurre en un contexto natural.
La observación como técnica se refiere a los me- e) La recogida de datos debe realizarse de forma
dios específicos y a los instrumentos utilizados para objetiva y sistem ática, es decir, mediante pro-
recoger u obtener los datos de las variables de interés, tocolos de registro cuidadosos (que pueden ser
de manera perceptiva y no reactiva . Algunos ejemp los comp lementados por medios técni cos como
son los sistemas de categorías, el crista l unidireccio- una cámara de vídeo que nos aporte informa-
nal, una cámara de video, un cuestionario, el cuader- ción visua l y auditiva para su posterior revisión),
no de notas, etc. Estas técnicas son cons ideradas como y que permitan realizar las observaciones en
una actividad dentro de un proceso de investigación condiciones de contro l.
más amp lio y comp lejo. Como plantea Fernández-Ba-
llesteros (2004): La observación como método y co mo técnica,
constituyen conj untamente la metodología sistemática
« Es observación cualquiera de los procedimientos y técni- observac ional. En el presente capítulo la atención se
cas de recogida de información que requieren la percep- centra en el proceso observacional y los instrumentos
ción deliberada de comportamientos emitidos por un/os de observación o técnicas que se pueden aplicar en
sujetols (a distintos niveles de complejidad e inferencia ), las distintas áreas de la eva luación: clínica, educativa,
realizada por un observador entrenado (pa rticipante o socia l, etc. Las fases de la metodología observacional
no participante) mediante protocolos preparados al efec- junto a las principales tareas o acciones que se deben
to (de mayor o menor estructura ción ) que permitan una llevar a cabo se describen en la Tabla 7 .1.
anotación sistemática, en una situación natural o análoga Como se ha comentado anteri ormente, para ser
en la que no se elicitan respuestas» (p. 162-163 ). considerada científica la observación debe realizarse
de forma objetiva y sistemática, es decir, se debe ha-
Para que la observación pueda co nsiderarse una ce r de tal modo que dé lugar a datos susceptibl es de
estrategia científica y fiable debe cumplir una serie de ser obtenidos y replicados por otros investigadores/
requisitos (Cortázar-López, 2005; Fernández-Balleste- eva luadores (León y Montero, 1997). A lo largo de
ros, 2011 ). Estos requisitos son: este capítu lo se comprobará que observar de fo rm a
sistemática implica un proceso que requiere determi-
a) Las observaciones deben basarse en objetivos e nar las dimensiones del comportamiento a observar,
hipótesis de investigación previamente estab le- establecer la forma de ll evar a cabo las observacio-
cidas. nes, seleccionar el sistema de muestreo y cod ifi ca-
b) Quien observa debe ser un experto o persona ción, considerar las técnicas más adecuadas para el
entrenada para el lo. registro, así como, contrastar la fiabilidad y va lidez
c) Al plantearse un contexto para aplicar la me- de lo registrado. Todas estas tareas dependen del ob-
todología observacio nal, el prim er requisito es jeto de estudio que se pretende anali zar y del marco
que lo que se pretende observar sea percep- teórico del observador que, en resumen , orienta la
tible. Los pensamientos y las emoc iones son labor de observac ión, la selección de la información
subjetivos de la persona, y no son perceptibles y la interpretación de los resultados (Navarro y Ca le-
directamente (au nque pueden ser de interés ro, 2017).
para el evaluador, el interesado puede ayu-
dar a registrarlos y valorarlos con una escala
de apreciac ión), pero sí son observables los
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos
l

Fases y acciones de la metodología observacional


FASES ACC IONES
1. Planteamiento de la observación. ■ Delimitación del objeto de observación (algo que se pueda
observar).
¿Qué observar? ¿Con qué finalidad? ¿Qué unidades de análisis? ■ Establ ecer los objetivos y propósitos de la observac ión.
¿Qué parámetros de medida?
• Defi nir y operativi zar las va ri ables a observar o nive les de
respuesta (también denom inadas criteri os o dimensiones). Las
unidades de análi sis.
■ Seleccionar los indicado res o parámetros de medida de la
conducta observabl e.

2. Selección del procedimiento de observación • Seleccionar a los parti cipantes.


• Establ ecer los co ntextos o situaciones de la observac ión.
¿A quién observar? ¿Cuándo y cómo llevar a cabo las
• Identifica r las ses iones de registro.
observaciones? ¿Dónde y durante cuánto tiempo se va a observar?
• Precisa r y preparar el contex to de observación en el que se hará
el estudio (natural o artifi cial).
• Análi sis exp loratorio no sistemáti co que acote de forma precisa
el objeto de estudio. Sirve para disminuir la reactividad del/los
partic ipante/s observaclo/s y ele entrenamiento del observador.

3. Registro de las observaciones • Seleccionar las técnicas más adecuadas para el registro de lo que
pretendemos observar (objeto ele observa ción) .
■ Registro narrativo (fase pasiva), registro descriptivo, registros
semi-sistematizados, registro sistematizado.
¿Mediante qué software se registrará? • Software básico: GSEQS, HOISAN, LIN CE y MOTS en
observación directa. ATLAS.ti, NUDIST, NVIVO yTRANSANA en
observación indirecta. ELAN y TRANSANA para ambas
4 . Garantías Científicas de la observación • Llevar a cabo un co ntro l ele la ca lidad del elato (básica mente
intra-observador e ínter-observadores) .
• Obtener un registro vá lido y fiable evitando los sesgos del
proceso.

5. Análisis de los datos e interpretación de los resultados ■ Decidir la técnica de análisis en fun ción de los obj etivos y de la
naturaleza ele los elatos.
Valorar e interpretar los resultados obtenidos ■ Si el estudio es deductivo, se tendrá tambi én en cuenta la
hipótesis formul ada.

6. Establecimiento de conclusiones • Integrar los resultados ele la observación y va lorarlos en la


d iscusión, para rea li za r unas conclu siones ele lo observado.

4.1. Planteamiento de la observación


4. METODOLOGÍA OBSERVACIONAL
En esta fase corresponde pl antea rse qué observar,
La metodología observacional es un procedimiento es decir, hay que delimitar el objeto de la observación
científico que nos ayuda a percibir y registrar la ocu- y, lógicamente, tien e que ser algo que se pu eda obser-
rrencia de comportamientos que son objeto de nuestro var o inferir fácilmente y sin interferenci as.
interés investigador o clínico. Todos estos comporta- Tambi én es necesario proponer unos objetivos bien
mientos hay que cuantificarlos, secuenciarlos, además claros y definidos, que puedan ser alcanzados utili-
de analizar una potencial asociación y covariación za ndo una metodología científica y con la ayuda de
entre ellos. En definitiva, la metodología observacio- las diferentes técnicas de observación que se dispo-
nal se configura ~orno un procedimiento formal para nen .
poder registrar el comportamiento de forma científica, Por último, en esta primera toma de decisiones,
transformando lo que observamos en datos, que luego han de definirse las variables a observar o los niveles
podremos valorar y contrastar a través de diferentes de respuesta que se pretenden analizar, es decir, las
análisis cuantitativos. unidades de análisis. A continuación, se describen las
Veamos todo este proceso, describiendo y anali- acciones o tareas correspondientes a esta fase.
zando las principales fases y acciones que conlleva la
metodología observacional.
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

Objeto de la observación casos, el establ ecimiento de las hipótesis expli cativas


en base a las cuales se establ ece y especifica el obj eto
La observación tiene como fin alidad la obtención de de la observació n. La correcta defini ció n de los obj e-
información sobre un fenómeno o probl ema o conduc- tivos de la investi gación, de acuerdo al marco teó ri co
ta para conocerl o mejor. La elección del tema u objeto que se adopte, es fund amental para determin ar las uni-
de investi gación/observac ión es la primera decisión que dades de la observación.
se debe tomar, pl antea ndo un diseño observacional idó-
neo (Anguera, Bl anco-Vilaseñor y Losada, 2001 ; Por- Unidades de análisis
tell, Anguera, Chacón-M oscoso, y Sanduvete-Chaves,
201 5). Por ejempl o, uno de los obj etivos de la observa- Otra tarea importante en esta fase es determin ar los
ción podría ser estudi ar aspectos espec ífi cos del desa- fenómenos, eventos, o vari ab les a observar, es decir,
rro llo, o procesos cognitivos (lenguaje, desarro llo inte- definir las unidades de análisis u obse rvación. Esto im-
lectual y psicomotri z, etc.) de los niños en sus primeros pli ca definir de fo rma precisa y mensurabl e las co n-
años de vida, una conducta alimentari a inadecuada, el ductas a observar. Como se verá a co ntinuación, las
desa rrollo de la conducta altruista o agresiva en niños y co nductas o unidades obj eto de estudi o pueden pre-
adolescentes, entre otros obj etos de estudi o. A la hora se ntar di stintos grados de molaridad-molecul ariclacl
de observar, es importante tener en cuenta que la meto- (Fernández-B allesteros, 2011 ) y deben definirse de for-
do logía observacional no es apli ca bl e a cualquier tipo ma adecuada para que pu edan observa rse y registrarse
de probl ema y que hay que cuestionarse las posibilida- de fo rm a apropi ada, con un bajo nivel de inferencia y
des rea les de llevar a cabo las observaciones, ¿el obser- co n el acuerdo de los observadores implica dos en el
vador cuenta con los recursos necesari os?, ¿es apli ca bl e estudi o (s i hay más de un observador) (Navarro y Ca-
a lo que nos interesa estudi ar? Todas estas cuestiones lero, 201 7). Por ta nto, el observador deberá segmentar
deben resolverse en esta primera etapa del proceso. los comportami entos a observar en unidades precisas
En la actu alidad resulta mu y relevante diferenciar (Del Barri o, 201 4), haciendo referencia a respuestas
la observación directa, basada esencialmente en las co ncretas y específi cas y no conceptos generales o ge-
percepciones vi suales, de la observac ión indirecta, néri cos (como depresión, ansiedad) que pu eden dar
que incl uye la co nducta oral transcrita, así como di- luga r a interpretaciones diversas. La segmentación en
versos tex tos documentales procedentes de di ve rsas unidades se facilita, en la observación directa, me-
fu entes de obtención de da tos, como entrevi stas en di ante la «regla de las tres D », es decir, que las unida-
profundid ad, grupos foca les, w hatsa pps, bl ogs, etc. des sea n de/imitables, con un ini cio y fin al cl aro; que
(Anguera, Portel 1, Chacón-M oscoso y Sanduvete-Cha- sea n denominables, es decir, se pueda poner nombre a
ves, 201 8). El proceso transcurre en pa ralelo, aunque ca da unidad; y que sea n definibles, que se pueda des-
se requerirán mayores ca utelas procedimentales en la cribir en qué co nsiste esa unidad (Anguera e Izquier-
observación indirecta, con el fin de evitar una dismi- do, 200 6) . En la observación indirecta se delimitan las
nución de la obj eti vidad . unidades textu ales, bás ica mente, según los cri teri os
Asimi smo, tanto en observación directa como indi- ortográfi co, sintáctico, contextual, interl ocutori o o la
recta, una decisión muy relevante a adopta r se refi ere a co mbinación entre ellos (Anguera, en prensa).
los niveles de respuesta (también denominados como La observac ión puede ir dirigida, en función de los
criteri os, o dimensiones), que corresponden a las dife- obj etivos de la eva luación y del co ntexto ele apli ca-
rentes verti entes o aspectos del probl ema a estudi ar y ció n, al registro de conductas manifiestas y observa-
que suelen derivar del marco teó ri co. A su vez, pueden bles (sucesos extern os), sucesos internos de naturaleza
despl ega rse en subdimensiones. Por ejemplo, si nos in- subjetiva (atri butos), sucesos ambientales releva ntes o
teresa evaluar probl emas comunicativos a nivel intrafa- a un conjunto de tocios ellos. Además, como veremos
mili ar, posibles dimensiones serían: conducta no verbal a co ntinuación, la observación puede ir dirigida a un
(desplegada a su vez en las subdimensiones expresiones úni co individuo, a una parej a, a un grupo de perso-
faciales, conducta gestual y conducta postura!), con- nas o una in stitu ción (colectivo). Se pu eden observar
ducta proxémica, conducta voca l y condu cta verbal. conductas de un individuo, de un grupo de personas
o sus interacciones. Imaginemos que el obj etivo de la
Objetivos y propósitos de la observación observac ión es estudi ar la «conducta patern alista» en
las residencias de mayores por su relación co n la de-
En algunos casos, el pl an de observación, sea el pendencia de los mi smos. Por ejempl o, si el interés
contexto que sea (investi gación, educac ión, cl íni ca, se centra en anali za r la conducta patern ali sta de los
deporte, etc.), requiere como punto de partida la defi- profesi onales sanita ri os, una dec isión podría ser la de
ni ción de los obj etivos de la observació n y, en algunos mantener el foco de la observación sol amente sobre
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

uno o más profesionales, sin embargo, si el objetivo res umen, todo lo que se observa y registra debe
es anali za r la conducta paternali sta en relación con la ser co ncreto, descriptivo y observable. Buenas
conducta de los mayores, la decisión sería anali za r las definiciones operativas ayudarán a in crementar
co nductas de ambos, los profesionales, las personas la fi ab ilidad de los obse rvadores, y el acuerdo
mayores y su interacción. ínter-observadores (Cambara, 1998).
Es posibl e señalar las siguientes unidades de análi-
sis u observación: co nductas observables o manifiestas; ■ Atributos y emociones no observables
atributos y emocion es no observables; interacciones y directamente
produ ctos de co nducta. Se describen a co ntinuación . En ocasiones, las unidades a observar no son di-
recta mente accesibl es al observador externo, es
■ Conductas observables o manifiestas el caso de los atributos de personalidad, de los
Un aspecto importante a tener en cuenta es que sucesos intern os o aspectos subj etivos del com-
el objeto de la observación no es el individuo portami ento, como los sentimientos y los pensa-
en sí mismo, sino sus manifestacion es conduc- mi entos. Estos atributos o rasgos se ti enen que
tu ales, por lo que un tipo de objeto a observar inferir a través de determinadas ca racterísticas
son los diferentes tipos de eventos conductual es expresadas por la persona y, prec isamente, la
(Fern ández-Ball esteros, 2011 ). Dentro de la co n- observac ión indirecta ha venido a resolver este
ducta observable o man ifi esta se pueden incluir: vacío ex istente. Por ejempl o, de una mirada fija,
conductas motoras, verbales y no verbales . La con un a expresión facial rígida, oclusión y pre-
conducta motora se refiere, por ejemplo, a ten- sión en la dentadura y gestos con el puñ o cerra-
der la mano, ca min ar, agredi r, etc. Son co nduc- do, puede inferirse una co nducta agresiva. Antes
tas que se ejecutan de forma motri z y suelen ser de pasa r a observarl os, hay que definir de forma
fác ilmente observables. Las conductas verbales específi ca, segú n la teoría, cómo se manifiesta
se refi eren a los contenidos de los mensajes du- ese atributo conductualmente para poderlo in -
rante un proceso comuni cativo, que pueden ser ferir a través de la observación. Por ejempl o, la
habl ados o escritos, se incluye lo que la perso- agresivid ad se manifi esta en una seri e de rasgos
na di ce. Finalmente, la conducta no verbal del fac iales y conductas específicas que pueden ser
proceso de comunicación entre las personas se observadas al manifesta rse en un individuo.
refiere a aspectos como el tono, el volumen, la
expresión facial, la gesti cul ación, etc., mi entras ■ Interacciones
se transmite un mensaj e. Por ej emplo, el registro En otras ci rcunstancias lo que interesa observar
de la dirección de la mirada, los movimi entos no es la conducta de un individuo sino la inte-
de los ojos, el contacto oc ul ar, los gestos y mo- racción entre dos o vari as personas, es decir, la
vimi entos del cue rpo (manos, piernas, brazos), relación entre ell as. En este caso se observan las
el co ntacto afectuoso-afectivo (ca ri cias, abra- interaccion es, las pautas de co muni cac ión, las
zos y besos). Su registro requiere observadores actitudes, las relacion es de amistad, etc. En el
entrenados y ad iestrados. La observación del análi sis de estos datos se utili za el episodio in -
comportami ento verbal y no verbal es de gran teractivo como unidad de análisi s. Por episod io
importancia en la eva lu ación psi co lógica clíni- interactivo se enti ende una sec uencia de con-
ca, en las entrevistas de trabajo o en terapi as de ductas en las que parti cipan dos o más perso-
pareja, entre otros contextos (Anguera, 2005 ). nas en un entorno natural (Co rsa ro, 198 1). Este
La evaluación de la conducta impli ca, tanto la epi sodio de interacción puede ser más o menos
observación de co nductas simpl es y concretas, compl ejo. Por ejemplo, un a interacción sencilla
que no requi eren especificac ión prev ia (fumar, pu ede ser un intercambio de saludos cua ndo
llorar, pasear, levantarse de la silla, gritar, tirar dos personas se desp iden. Una interacción com-
cosas al suelo, silbar, pega r a otro niño, etc.), pleja podría ser la interacción diaria dinámica
como co nductas más compl ejas que requieran entre un a persona mayor y su cuidador. Las inte-
una mayor especificac ión previa. Por ej emplo, racciones complejas requieren también descrip-
si queremos estudiar la co nducta altrui sta en cio nes prec isas de cada una de ell as y utili zar
niños tenemos que describir las respuestas que protoco los de registros más elaborados y com-
identifica n dicha conducta, por ej emplo, ayudar pl ejos, como por ejemplo con una matri z de in -
a otros compañeros a rea li za r los deberes, com- teracción, que veremos en el apa rtado dedicado
partir la meri enda, prestar objetos personales en a los registros observacional es. Corsa ro (198 1),
clase o en el recreo, co nsol ar a un ami go. En por ejemplo, estudió la parti cipación social y las
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

primeras relaciones de amistad de los niños de ausencia se su ele registrar co n (si/no). Por ejemplo, si
la escuela in fa ntil anali za ndo diversos epi sodios estamos interesa dos en estudi ar la condu cta agresiva
interactivos que se produ ce n en el entorno es- entre niños, podemos registrar si se dan o no co nduc-
co lar. A través del método observacion al este tas motoras de agresividad (por ejemplo empuj ar) en
autor obse rva como los niños tratan de ini ciar niños que juegan en el patio de un col egio.
episodios interactivos o intervenir en episodios Si la condu cta se presenta y se hace necesario ob-
interactivos ya ex istentes co n otros co mpañeros . servar el número de veces que la condu cta aparece
Como señala Fern ández-B all esteros (2 011 ), es- en un determinado periodo de ti empo se recurre a
tas unidades están constituidas por influencias la frecuencia . Pu ede se r abso luta o relativa, en todo
recíprocas entre personas, person a y grupo o caso, se registra el número de veces de una determina-
persona y ambi ente y se su elen utili za r por los da condu cta por unidad de ti empo (Del Barri o, 2014).
evaluadores que persiguen la indagación de las Así, utili za ndo el mi smo ejempl o anteri or, es posible
relaciones fun cionales entre eventos. registrar el número de veces que un alumno empuj a
a otro durante el recreo del co legio. O hacer un re-
■ Productos de conducta cuento de cada tipo de co nducta agresiva observada
Otras posibl es unidades de observación son los de acuerdo con el códi go de registro. Otros ejempl os
productos de la conducta, que se refi eren a los de frecuencia podrían ser, el número de veces que una
resultados que un individuo obti ene como con- persona se levanta por la noche de la ca ma, el número
secuencia de un determinado co mportami ento o de ciga rrillos fum ados, etc.
actividad. Es dec ir, el producto o resultado fin al As í mi smo, es mu y relevante el registro del orden
de un co njunto de acciones o ejecuciones en si- o secuencia en que aparecen las di stintas condu ctas
tuaciones naturales o artifi ciales (Fern ández-B a- objeto de estudi o (Anguera, 2005) . Por ejempl o, en un
1lesteros, 2011 ). Por ejempl o, si lo que interesa es contex to clíni co, pod ría ser útil anali za r y registrar la
anal iza r los efectos de un programa ele entrena- relación entre diferentes eventos acontecidos durante
mi ento en actividad física en person as mayores, un peri odo de tiempo determin ado para poder expli-
la atención se ce ntra en los resultados o efectos ca r la condu cta probl ema. El registro del orden o de
de esta prácti ca en los parti cipantes: nivel de las sec uencias entre las conductas y/o eventos permite
bi enestar experimentado, tasa ca rdi aca, nivel de co nocer los determin antes fun cionales (a ntecedentes
la masa mu scular, etc. Si es el caso de estudi ar y co nsec uentes) de la conducta . Por ejempl o, para es-
los probl emas relacionados con los hábi tos ele tudiar la interacc ión entre unos padres y su hijo con
una alimentación excesiva y desequilibrada, ha- el obj etivo de determin ar fun cionalmente cómo se
brá que recurrir a indicadores como las ca lorías produce la conducta desobedi ente del niñ o y las res-
consumidas o el índi ce de peso corporal como puestas de sus padres, es posibl e uti Iiza r registros de
posibl es resultados de la co nducta en cuesti ón. secuencias (orden ), que permiten co nocer los determi-
nantes funcionales de esa conducta .
Parámetros de medida Si lo que nos interesa es co nocer durante cuánto
Li empo se prolo nga la co nducta obj eto de estudi o,
Para poder manejar y dar signifi cado a toda la in- utili za remos la duración. El registro de la dimensión
form ación que se recoge de una observación, es ne- te mporal de los fenómenos es espec ialmente releva nte
cesa ri o asignar unas unidades m étricas a las obse rva - en mu chas de las unidades de análi sis. Por ejempl o y
ciones, es decir, adoptar un sistema de medida que siguiendo co n el ejempl o anteri or, es posible registrar
nos permita cuantifica r los datos. Es posibl e hacer no so lo la ocurrencia y la frecuencia de las co nductas
un recuento simple de las categorías observaciona- agresivas, sin o ta mbi én la duración de cada epi sodi o
les, anali za r diferencias o medir la intensidad de una de agresividad. Para registrar la duració n de una co n-
co nducta. La decisió n sobre la unidad de medida para ducta se puede co ntar con diferentes in strum entos de
ca da caso vi ene determin ada por las ca ra cterísti cas de medida, desde el cro nómetro hasta los registros tem-
las respuestas a obse rva r y en fun ción de obtener el porales incorporados en las videocá maras y apli cac io-
mayor grado de precisión posibl e. A continu ación se nes informáti cas di señadas para la observación.
describen las prin cipales unidades de med id a o pará- Por otro lado, podría interesar anali za r el ti empo
metros más frecuentes: ocurrencia, frecuencia, orden o que transc urre antes de la apari ción de una conduc-
secuencia, duración, latencia e intensidad . ta . Por ejempl o, el ti empo que transc urre desde el co-
La ocurrencia es la unidad de medida más sencill a mi enzo del recreo hasta que el niño agresivo comete
que informa si una determin ada condu cta aparece o la primera co nducta agresiva. En este caso nos referi-
no durante el peri odo de observación. La presencia o mos a la latencia, es dec ir, el ti empo que transcurre
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

entre la apa ri c ión de un estímulo y la apa ri ció n de una ■ Muestreo de participantes


respuesta frente a éste. Esta med ida es espec ialmente En primer lugar, hay que se lecc ion ar a quién o
importante en el contexto clíni co y ante un proble- a quiénes observa r y el momento para hacerlo,
ma psicol ógico. Por ejempl o, frente a un posible caso siendo este uno de los aspectos más importa ntes
de depresión, puede interesar registrar el periodo de a considerar. La obse rvación puede enfoca rse en
tiempo entre los síntomas depresivos, dado que suele un único objeto de observac ió n o en más de un o,
ser indi cativo de la gravedad del probl ema y puede como puede ser en una pareja, en una pareja
ayudar a la hora del diagnóstico. Nos podría ay udar, co n su hij o, e incluso, en un gru po de personas o
por ejemplo, a la ho ra de eva luar el insomni o en un a una in stitució n. Por tanto, esta remos observa ndo
persona valorar la latenc ia del sueño, es decir el tiem- conductas de una so la persona o interacc io nes
po que transcurre desde que se acuesta hasta que se de un grupo de perso nas. El mu estreo de partici-
duerme, o el transcurso de tiempo que pasa desde un pantes está estrechamente asoc iado al muestreo
despertar nocturno hasta que se vuelve a dormir, pues del tiempo y de las situ ac io nes. A cont inuac ión,
nos indi ca ría el tipo de insomnio del paciente. se presenta un ejemplo.
Otra med ida impo rtante de una condu cta o evento En la ho ra del recreo (tiempo), en un patio del co-
es su intensidad, entendid a como la fuerza co n la que legio (situac ió n), queremos observar los diferen-
aparece en un mo mento dado esa co ndu cta o evento tes tipos de juego (condu ctas) y las interaccio nes
(León y M o ntero, 1997). Así, por ej emplo, en el caso de los niños (part icipa ntes) mi entras juega n, no
de una terapia para dejar de fumar, se podría registrar obstante, en el patio hay más de 80 niños. Dado
el deseo de fumar sobre una esca la de O (nada) a 1O que no podremos observar todos los niños que
(máx imo) en determinadas c ircun sta nc ias, o el grado quisiéramos, tendremos que se lecc io nar un gru -
de malestar sentido de O a 1O. po o varios grupos de niños, para que nuestra ob-
servac ión sea más asequible. Es decir, esta remos
se lecc ionando un a mues tra que consideramos
4.2. Selección del procedimiento de representativa del conjunto de niños que son ob-
observación jeto de eva lu ació n. A su vez, tendremos que de-
jar claro cuá les son los procedimientos que ut ili -
Una vez estab lecido qué se va a observa r, hay q ue za remos para se leccio nar la muestra procurando
planificar la recogida de datos y decidir cuándo y que sea representativa y, a ser posible, alea toria.
có mo se ll eva rán a cabo las observaciones. Sigui endo Por poner otro ej empl o, imagin emos que quere-
a Fern ández-Ball esteros (20 11) esta fase prevé pl an- mos estudi ar la co ndu cta altrui sta de los niñ os
tearse un a serie de cuestiones: ¿qui én o quiénes van españo les desde los 6 a los 12 años. Para tal co-
a ser observados?, ¿en qué situac iones o momentos?, metido, podríamos se lecc io nar muestras de 100
¿d urante cuánto tiempo se realizarán las observacio- estudi antes (50 chi cos y 50 chi cas), por cada co-
nes?, ¿dónde se va a observar: en qué contexto se munidad autó no ma, pertenecientes a co legios
desarrollará la observación (natura l o artifi c ial) y/o, públicos y privados y con diferente esta tu s so-
¿cuál será el instrum ento de observación ad hoc? Por cioeconó mi co. Pero también podríamos establ e-
tanto, habrá que tomar una serie de decisiones sobre cer un muestreo focal, es decir, podemos se lec-
qué tipo de mu estreo vamos a utili zar, el luga r en el ciona r a un individu o y observar sus conductas
que vamos a observar y qué técn icas de registro vamos altruistas durante un periodo de tiempo concre-
a empl ea r. to, para lu ego pasar a obse rvar otro individu o y
así sucesi vamen te hasta ll ega r a observar a un
núm ero determinado y rep rese ntativo de niños.
4.Z.l. Tipos de muestreo
■ Muestreo de situaciones
Existen eventos, situaciones y co ndu ctas rea li zadas Se seleccionan ep isod ios que in teresa n en f un-
por individuos qu,e no pueden ser observadas en todas c ió n del objetivo, y pueden tener una duración
sus dimensiones (espacial, temporal, etc.), por lo tan- y número de participantes variable, siempre que
to, debemos se leccion ar muestras significativas y re- la co ndu cta focal se mantenga co nsta nte. Por
presentativas de lo que queremos observar. Esta se lec- ejem plo, si nos interesa observar los ep isod ios
ció n se establ ece atendi endo a tres tipos de muestreos: de rab ieta en un niño deberíamos determinar
muestreo de participantes, muestreo de situ ac iones y adecuadamente a qué nos referim os con un a ra-
muestreo de ti empo. Vea mos estos tres tipos de mues- bieta (por ej emplo, siempre que ocurran al me-
treo brevemente. nos dos de las sigui entes co nductas: llora, grita,
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

mu erde, se tira al suelo, etc.). Este epi sodio, ade- aquell os lugares donde se producen los hechos o fenó-
más, podrá tener lugar en casa, en la ca ll e, en la menos de form a espontánea o en situaciones contro-
guardería, etc., y mientras está so lo, o con sus ladas, artifi ciales, creadas ad hoc para la observación .
abu elos, o con otros niños, etc. Cuando se observa en un contexto natural, sin in -
tervenir ni modifi ca r los acontec imi entos observados,
■ Muestreo de tiempo el observador se limita a constata r cómo se producen
Otra decisi ón importante del evaluador es de- las conductas y los eventos qu e está observando. La
termin ar cuándo y cómo se van a rea li zar las ca racterísti ca principal de los estudi os naturales y
observac iones y el registro de las mism as. Es en- clíni cos es que se reduce el efecto del observado r. El
ton ces cuando deben pl antea rse las sigui entes observador ti ene un papel pas ivo para interferir lo me-
preguntas: nos pos ibl e en los resultados de la observac ión. D e
¿Durante cuánto ti empo se va a observa r?, esta forma se evita, en gran medida, la reactividad de
¿cuántas ses io nes van a rea li za rse?, ¿con qué pe- las perso nas observadas (cuando éstas no son cons-
ri odi cidad?, ¿con qué intervalos de observación/ cientes de que están siendo observa das). Un ejemplo
registro ? de observación en contexto natural se presenta en el
Si gui endo el ej empl o anteri or de la co ndu cta tema sobre «El Proceso de Eva luac ión Psico lógica . Un
altruista, podríamos rea li za r las observac iones método c ientífico» . En el caso expuesto en dicho ca -
durante 3 meses (tiempo), tres días a la semana pítulo, la terapeuta le so li c ita a la madre de Jesús que
(peri odi c id ad), dos horas al día, un a hora por la cumplimente un registro de conductas de su hij o, indi -
mañana y otra ho ra por la ta rde (ses iones). Pero cá ndo le que no debía modifica r nada de lo que habi-
además, podemos hacer un reg istro continuo, tu almente hacían, sino senc ill amente observa r y ano-
que es cuando se procede al registro de las con- tar si ocurrían o no determin ados comportami entos de
ductas dentro del peri odo de ti empo determin a- form a natural en casa. La observació n natural es el mé-
do (dos horas al día), o podemos registrar so lo todo por excelenc ia de los etólogos y de los psicó logos
intervalos de 15 minutos desca nsa ndo 5 minutos que estudi an el desa rro ll o psicomotri z, que necesitan
entre cada intervalo. rea li za r observaciones en co ntextos naturales.
Por lo contrari o, las situ aciones artifi ciales rea li za n
En resumen, como señala Fern ández-Ball esteros la observac ión en situaciones de laboratorio o con-
(2 011 ), la duración de la obse rvación y de los inter- textos análogos, diseñados por el evaluador para re-
va los de registro dependerán de una seri e de factores, producir situac iones y co mporta mi entos qu e oc urren
éstos so n: los obj etivos de la observación, la di sponibi - en situac iones naturales, es decir, situ aciones que han
lidad de los parti cipantes, el tipo y el número de even- sido alteradas co n el fin de fac ilitar la recogida de da-
tos a registrar, su compl ejidad, la frecuenc ia y la dura- tos. Una de las ventaj as del co ntexto artific ial es que es
c ión con qu e ocurren y, no menos importante, el tipo más accesibl e, estru cturado y controlado por el obser-
de unidad de medida o dimensiones de las respu estas va dor, además de permitir la reproducc ión de situ acio-
elegidas. Además, hay que co nsiderar qu e el tipo de nes de interés co n una mayor precisió n, como pu eden
in strum ento se leccionado pa ra el registro ta mbi én es ser algunas ca racterísti cas o rasgos de perso nalidad,
un aspecto que determin a los ti empos de las ses ion es que en un contexto natural serían más difíc il es de
de observació n (Haynes, 1978; D el Barri o, 2014). constatar. Es una cl ara expos ición de este tipo de ob-
servación el co noc ido «test de la situación extraña»
de Ain swo rth y Witting (1969), donde los psicó logos
4.Z.Z. Contexto o lugar de la observación. pretendi eron estudi ar el proceso de apego en niños a
Dónde observar partir de los 12 meses de edad. Para ell o di señaron una
seri e de si tu ac iones en las que poder estudi ar al niñ o
La observación se pu ede rea li zar en diferentes con- en su interacc ió n co n la madre y otras fi guras extrañas
textos y poseer di stintos niveles de estru cturación. Por en un entorno no fa mili ar. En la investi gación obser-
ejempl o, si se pretende estudiar y anali za r la condu cta va ron la conducta de los niños y sus reacc iones en
altrui sta de los niñ os de primari a, las observaciones di stintas situac iones: juga ndo con la madre, cuando
se pueden ll evar a ca bo en el patio de un co legio a la entra una perso na extraña, cuando su madre sale de
hora del recreo y observar sus comporta mi entos es- la habitación y le abandona dejándole solo con el ex-
pontá neos, o construir una situ ac ión fi cti cia co n unas traño y fin almente cuando la madre vu elve a reunirse
co ndi c iones determin adas para observar las reaccio- co n ell os. Otros ejempl os serían los procedimi entos
nes de los niños. En otras palabras, es posible rea li - de role-playing o juego de papeles, para la evalu ación
za r las observac iones en contextos naturales, que son de comportami entos en situ ac iones de interacción la-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

boral o social y los test de rea lidad virtual u otras he- Registro descriptivo
rramientas virtuales de eva luación (Perpiñá, Botella y
Baños, 2000). Tiene un formato textual y habitualmente es el pri-
mer registro rea li zado en la fase activa del estudio. Se
ca racteri za por el uso preciso de términos (ya está el
objetivo delimitado y el autor se ha documentado), por
S. REGISTROS OBSERVACIONALES E la especificac ión de qué conductas deben registrarse y
INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN cuáles no, y por su ca rácter secuencial (desde el inicio
hasta el fin de la sesión). Estos registros deben poseer
La estru cturación del protocolo o del sistema de un formato sumamente fl ex ible para fac ilitar el registro
observac ión es una de las condiciones más impor- de la situación observada. Este método sería similar a
tantes de la metodo logía de observación sistemática, como se describe una situación determinada con todo
dado que este formato permite poder control ar y re- deta lle en una novela, pero con la diferencia de que esta
plicar las observaciones para comparar los resultados. situación se haría sobre un contexto rea l, «in situ », re-
Pero la sistematización de la observación depende del gistrando la actividad de uno o varios parti cipantes que
marco referencial teóri co del observador. Hay partida- interactúan entre sí. Un registro descriptivo no suele
ri os de enfoques que suelen utili za r protoco los muy contener más datos específicos que la fecha de registro
poco sistemáticos que permiten la descripción del y las circunstancias generales de la sesión, como tiem-
continuo de conducta o la descripción med iante atri- po, el lugar, las personas presentes, conductas realiza-
butos de lo observado (constructivistas), o por el co n- das, y otras circunstancias potencialmente relevantes. Es
trario, eva luadores que defienden una perspectiva más decir, no ex iste una estructuración previa que estructure
diferencial o médica, más interesados en los productos la recogida de datos, al tener un formato textual. El ob-
de co nducta, y por tanto, empl ea n sistemas estru ctura- servador se limita a rea li za r un registro oral (grabación
dos y estándar de observación en forma de cód igos de digital) o a tomar notas escritas de lo que acontece en la
catego rías de conducta o de protocolos tipificados de situación de observación (Fernández- Ballesteros, 2011 ).
recogida de datos (Fernández-Ballesteros, 2011 ). Ex iste una gran semejanza y una gran diferencia
entre los prototipos de registro narrativo y descriptivo.
La gran semejanza es el formato textual, y la gran di-
5.1. Prototipos de registro ferencia cons iste en la ca lidad inform ativa del registro,
que es nul a en el registro narrativo, y releva nte en el
Dado que ex iste una gran diversidad de situaciones registro descriptivo.
que pueden ser observadas, podemos utiliza r instru- El registro descriptivo se puede ir sistematizando
mentos esta ndarizados para registrar estas observacio- progresivamente, hasta llega r al prototipo del registro
nes, au nque, en numerosas ocasiones, hay que diseñar sistematiza do, con lo cual se va modificando el forma-
herramientas ad hoc para poder observar sistemática- to tipo texto pero se mantiene la ca lidad informativa
mente una situación o una conducta que sea de nuestro del registro descriptivo.
interés. Existen muchos tipos de registro, sin embargo, Un ejemplo de registro descriptivo sería el que apare-
de forma simplificada, nos referimos a cuatro grandes ce en el Cuadro 7. 1, donde se busca, sin ninguna estruc-
prototipos de registro: narrativo, descriptivo, semi-siste- turación previa, registrar la narración de una situación
m atizado, y sistem atizado (especia lmente registro co- de un problema de agresividad y acoso de un niño de 7
dificado, listas de rasgos, tipos ca tálogo y repertorio), años (bullying) , hacia otros compañeros en la escuela.
entre otros (matrices de interacción, esca las de apre- Este registro se utiliza como paso previo al diseño de un
ciación y autorregistros). A co ntinuación se describen sistema de categorías para eva luar dicha conducta.
los más importantes. Cone y Foster (1982), señalan que esta técnica de
observación presenta dos fu entes importantes de error
Registro narrativo que afectan a su fiabilid ad:
,
Se utili za en la etapa de observación pasiva o 1. Los observadores pueden utili za r distintas des-
pre-científica, con la finalid ad de delimitar específica- cr ipciones verbales para una misma co nducta o
mente el objetivo, reducir los sesgos, fac ilitar el entrena- patrón de co nductas.
miento del observador y obtener un bagaje de informa- 2. De acuerdo con ello, puede llegar a categori za rse
ción sobre la situación observada que permita después o a dar distinta signi ficación a los mi smos even-
adoptar las decisiones adecuadas. Formalmente es de tos. Estos tipos de errores pueden controlarse,
tipo textual, y su ca lidad informativa es muy baja. en tanto en cuanto, los observadores sean pre-
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

Ejemplo 1 de registro descriptivo Ejemplo 2 de registro descriptivo


Situación nº: 1 Actividad y contexto: Actividad motora en el desempeño del
Hora de comienzo: 10.30 h. Hora finalización: 10.35 h. «Juego del tiburón », en un gimnasio

Abe/ se acerca a su compañero de clase Pablo, se pone delante E. va andando desde la zona central hacia las espalderas, cerca de
de él «cara a cara» y le da dos pequeños golpes con su frente a la maroma. Da media vuelta y va andando junto a la maroma al
la frente de Pablo. Le grita «quieres que te meta, ¡eh¡, te lo estás otro extremo. No se ve. Después pasa ca minando encima de un
buscando, eres un mierda, ¿te enteras?, te voy a meter». circuito hecho con banquetas.
Pablo lo aparta sin agresividad con sus manos e intenta marchar-
se, diciendo: «¡déjame en paz, vale!, yo no te he hecho nada ».
Abe/ se vuelve a poner delante del compañero y mordiéndose la a) A partir de cada dimensión se preparará un
lengua y con ca ra y gestos muy agresivos hace aspavientos en po- listado de co nductas y su correspondiente
sición de boxeador y le grita : «¡venga, vamos, gilipollas, que eres
cód igo (M anual de cod ificac ión) (ver Cua-
un gilipollas, neg, que eres un neg».... (Sic).
dro 7.5, parte A, para la dimensión de Zona
Pablo sale corriendo y Abe/ no le persigue, se queda en el pasillo
[. .. 1 de inicio y fin de desplazamiento, y Cuadro
7.5, parte B, para las demás, que son M o-
dalidad de desplazamiento, Ori entación de
viamente entrenados en el uso de un mi smo len- la trayectori a, y M obili ari o del gimn asio). Se
guaje descriptivo de las posibles actividades que muestra continuando el ejempl o anterior, a
vayan a produci rse en el campo de observación. partir de la etapa de registro sistematizado.
b) Registro en formato de matri z de códigos, a
Pero también hay que seña lar en su favor que, los partir del Cuadro 7.4 y hasta el cuad ro 7.6
registros descriptivos son muy útiles como un paso inclusive, en el que se sustitu yen los térmi-
previo a la elaboración de cód igos estru cturados de nos por los correspondi entes cód igos del
catálogos de conducta, o de sistemas de categorías. M an ual de codificac ión, y compl etá ndose el
En el Cuadro 7.2 se muestra un ejempl o acerca de cicl o de sistematizació n del registro descrip-
este proceso de sistematizac ión, que se ini cia con un tivo. Las cas illas vacías indi ca n no ocurren-
registro descriptivo. cia de conducta .

Registro semi-sistematizado Va lidación del proceso de codificación. Para ello,


y contando co n el manua l de cod ificac ión (listados de
Los registros semi-sistemati zados pueden adoptar conductas de cada dimensión y los correspondientes
diferentes grados de sistemati zación, y los más hab itua- cód igos) y la matri z de cód igos obtenida, pero si n mirar
les son dos: a) registro todavía tipo texto, pero incluyen- el registro descriptivo inicial, se decodifica la matri z de
do la segmentación en unidades (tanto en observación códigos (Cuadro 7.7), de form a que a partir del signi-
d irecta como indirecta), y b) tabla formada por co lum- ficado de los cód igos se va escribi endo en un registro
nas, en las cuales se hallan los niveles de respuesta (o descriptivo la situación de observación, teniendo en
criteri os o dimensiones), y en las filas las unidades de cuenta que las cadenas de cód igos de las coocurrencias
conducta o textuales. La primera permitiría la transfor- corresponden a las filas de dicha matri z, y, a su vez, a
mación de párrafos a frases y, la segunda, la transforma- cada una de las unidades de observación, que se refl e-
ción de frases a términos en un proceso de progresiva jaban al pasar de párrafos a frases. Para evitar el sesgo
sistemati zac ión y organización de la información del del recuerdo, se recomienda que al menos transcurra
registro, que después continuará ya como registro siste- una semana de ti empo. Con toda seguridad, en el nuevo
matizado (ver Cuad ros 7.3 y 7.4 respectivamente). registro resultante de la decodificación, muchas pala-

Registro sistematizado
Registro semi-sistematizado
(primera fase): Transformación de
En el registro sistemati zado se pueden plantear dos párrafos (Cuadro 7.2) a frases
subtipos perfectamente diferenciados: Registro cod ifi-
1. Anda de zona central a espalderas (cerca de maroma)
cado y Iista de rasgos.
2. Da media vue lta
3. Anda al lado de la maroma de un extremo a otro
1. El registro codificado completa el proceso de
4. lnobservabilidad
sistematizac ión que se ini ció con los registros
S. Va al circuito hecho con banquetas
semi-sistemati zados. Para ello se deben seguir
6. Anda encima del circuito
los dos pasos siguientes:
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Registro semi-sistematizado (segunda fase): Transformación de frases a términos


Zona inicio Zona fin Modalidad Orientación Mobiliario
desplazamiento desplazamiento desplazamiento trayectoria gimnasio
Centra l Espa lderas Anda Noroeste

2 Espalderas Espalderas G iro O este

Zona de
3 Espa lderas A ncla O este
inobservab i I idael

4 INOBSERVAB ILI DAD

Zon a de
5 Circui to banquetas Anda Su reste
inobservabi liclad

6 Circuito banquetas Circuito banq uetas Anda Este Circu ito banqu etas

PARTE A. Manual de codificación gráfico de las zonas de inicio y fin de desplazamiento,


que son las dos primeras dimensiones (ver Columnas del Cuadro 7.4).
Colchoneta
Neumáti co en plano
Maroma (8) Suspendido (C) incl inado (D) Esca lera 1 (E) Espa lderas (F)

.---+-- - - + - --+-------r. )):;==:::¡::::¡:::t=J::¡======¡::"f==i_J


Zona de
inobserva bi lidad (A) Espac io libre (G)

. . ... . . . . ... . . . . ... .. .. . ... .. ............. . .. .... . . .. ..............


~

Zona inicio (1)

-
·· · ·· · ··· :··
. ·· ·· ·· · ···· ·· · · ··.··••········
. · ······
. .
.. ..
Circui to hecho con
banquetas (M)

Colchoneta Esca lera 2 (K) Tobogán U)


sobre pedesta1
(L)

PARTE B. Manual de codificación de las demás dimensiones: Modalidad de desplazamiento,


Orientación de la trayectoria, y Mobiliario del gimnasio (ver columnas del Cuadro 7.4)
Modalidad de desplazamiento Orientación de la trayectoria Mobiliario del gimnasio

Aga Agacharse t Norte Cir Circuito banquetas

An Anclar t Sur Col Co lcho neta

Co Correr
_.. Este Es Espalderas

Des

Gi
D es liza rse

Girar
-Jf
O este

Noreste
Neu

Ma
Neumático

Maroma

Tre Trepar ~ Sureste Ro Rocód ro mo

Sal Saltar / Suroeste To Tobogán

'
Su Sub ir No roeste
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

Registro sistematizado en forma de matriz de códigos: Transformación de términos a


códigos


Zona inicio Zona fin Modalidad Orientación Mobiliario
desplazamiento desplazamiento desplazamiento trayectoria gimnasio

-'
F An

2 F F Gi

4
F A An

INOBSERVABILIDAD
-
5 A M An ~

6 M M An
- Cir

bras no co incid irán, pero lo que se ha de comprobar: Matrices de interacción


a) Si hay adición de informac ión; b) si hay pérdida de
información: y c) si la información se ha distorsionado. Un tipo de registro que se utiliza con frecuencia
para observar la relación funcional entre cond uctas
2. Un segundo tipo de registros sistematizados son emitidas por distintas personas o grupos son las deno-
la lista de rasgos (o registros observaciona les minadas matrices de interacción. Suelen ap li carse en
de conductas) que constituyen la base para la contextos o situac iones en las que el observador busca
construcc ión de instrumentos ad hoc de ob- co nstatar la interacción de un a conducta determina-
servación. Se componen de un li stado de dife- da con el ambi ente en la que se produce, buscando
rentes conductas que pertenecen a una misma potenciales relaciones funcionales de esa conducta
dimensión (o subd imensión si se hubiera des- con sus antecedentes y sus co nsecuentes. La Tabl a
plegado) y son mutuamente excluyentes entre
sí. Se pueden añad ir (si es de interés para el ob-
servador), los antecedentes contextuales y los Decodificación del registro
consecuentes de las conductas observadas. sistematizado obtenido en
Existen dos tipos de listas de rasgos: catálogos la matriz de códigos (Cuadro
(para la constru cc ión de formatos de campo) 7.6), utilizando el Manual de
y repertorios (pa ra la construcc ión de sistemas codificación (Cuadro 7.5, partes A
de categorías). Los catá logos son listas siempre y B), para cotejarlo con el registro
abiertas, en permanente estado de construc- descriptivo inicial (Cuadro 7.2)
ción, mientras que los repertorios, mediante E. va andando desde la zona

7
central hacia las espalderas,
una prueba de cautela , tienen una presunción
cerca de la maroma. Da media
(aunque no garantía) de exhaustividad. Esta vue lta y va andando junto a la
prueba de caute la consiste en detectar si en un maroma al otro extremo. No se
mínimo de tres sesiones consecutivas se produ- ve. Después pasa caminando
enc ima de un circuito hecho
ce algu na nueva co nducta diferente de las ante-
con banquetas.
riores (es decir, si se sigue produciendo un «go-
El niño está sobre la
teo» de nuevas conductas). Si ocurren nuevas
circu nferencia pintada en el
co nductas, el catá logo sigue como tal (como suelo, y se va andando al lado
lista abierta en permanente estado de construc- del neumático. No se desplaza,
ción), y es la base para construir el instrumento pero se gi ra a su izquierda.
Va andando hacia la esqu ina
de observación de formato de campo. Si no se
del gimnasio junto a la pared.
produce, se supera esta prueba de caute la, y el Desaparece. Luego vuelve a
catálogo adqu iere el rango de repertorio, y es aparecer andando encima de
la base para la construcción de un sistema d unos bancos que forman un
rectángulo .
categorías co mo instrumento de observación.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

7.2 muestra un ejemplo de una matri z de interacc ión de conductas, estimando su valor en una esca la de
de una situación que pretende eva luar la co nducta puntuación (apreciac ión). Más co ncreta mente, con
de co mpartir en niños. En la matriz de interacción se estas esca las se busca que un ind ividuo pueda estimar
pretende comprobar la hipótesis de que la conducta o cuanti ficar el va lor (grado, intensidad, etc.) de acti-
altruista de co mpartir un almuerzo (sándw ich), se da vidades, co nductas, atributos personales, entre otros,
en un alto porcentaje en los niños de las edades que que han sido cl aramente definid as previamente.
aparecen en el estud io. El estudio cons iste en observar En la Tabla 7.3 se muestran ejemplos de ítems de
a diferentes parejas de niños de entre 5-7 años a los la esca la de apreciación SNAP-IV (versión abreviada)
que se les da, a la hora del almuerzo en el co legio, una de Swanson, Nolan y Pelham (2014), empleada para la
bolsa con lo que tienen que almorza r preparado por eva luación del Déficit de Atención en niños. La esca la
sus padres. A uno de los niños le dan una bolsa con un debe ser cump limentada por los padres del menor que,
sándwich (dividido o sin dividir), y al otro niño le dan por cada apartado, deben evaluar de 0-3 (O= No, en
una bolsa sin sá ndw ich. Se les da la instrucc ión de que absoluto; 1= Sólo un poco; 2= Bastante; 3= Mucho) en
esperen a estar so los, conta ndo hasta 1O, para abrir las qué med ida estas conductas se ajustan a las de su hijo/a.
bolsas y comenza r a almorzar.
Autorregistros
Escalas de apreciación
Como se ha seña lado más arri ba, la autoobser-
Las escalas de apreciación constitu yen un instru- vación se produce cua ndo co inciden las figuras del
mento requerido cuando en las co nductas observadas observador y del observado, es decir, es la misma per-
existe un atributo de intensidad, que impli ca una es- sona que observa y registra su co nducta. La autoobser-
ca la ordinal. Su principal dificultad estriba en poder vación permite registrar tanto la co nducta manifiesta
estab lecer una segmentación del rango de intensidad como los sucesos internos o aspectos subjetivos del
en interva los de amplitud equ iva lente. comportam iento, como los pensami entos y los senti-
Este instrumento se suele utili zar cuando ex iste mientos asociados.
dificultad a la hora de valorar un atributo o dimen- Los autorregistros constituyen una herramienta de
sión que poseen una gran dificultad en su estimación uso frecuente en la práctica clínica, desde un enfoq ue
objetiva. Para el lo, hay que tratar de cuanti ficar I istas conductista y cogni tivo-conductual, que permiten reco-

Matriz de interacción utilizada para estudiar la conducta altruista en parejas de niños


Tipo situación:* Observador: Hora:
NIÑO CON SÁNDWICH (1)
CONDUCTAS MOTORAS INTERACCIONES PRODUCTOS DE CONDUCTA
Ejemplo: Ejemplo: Ejemplo:
• Contar hasta diez • Mirarse • Compartir merienda

Observaciones: Observaciones: Observaciones:

*Tipo de situ ación: A) Sándwich dividido, B) Sá ndwich sin dividir


OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

Ejemplo de ítems de escala de apreciación


Criterios de déficit de atención
A menudo no presta atenció n sufi c iente a los detal les o inc urre en errores po r descuido en las tareas esco lares,
en el trabaj o o en otra s activ idades
o 2 3

2 A menudo ti ene dificu ltades para mantener la atenc ió n en tareas o en activ id ades lúdicas o 2 3

3 A menudo parece no escuchar cuando se le habl a directam ente o 2 3

4 A menudo no sigue in stru cc io nes y no íinali za tareas esco lares, enca rgos u ob ligacio nes o 2 3

5 A menudo ti ene dificultad para o rgani za r tareas y actividades o 2 3

6 A menudo se dis trae fác il mente po r estímul os irreleva ntes o 2 3

Extraído de Swa nso n, N o lan y Pelham (2014)

ger, sin duda, una gran ca ntidad de información a la sino también de los antecedentes situacionales en los
que no tendríamos acceso con la simple observación que se produce y las consecuencias asoc iadas a ésta.
externa . Así por ejemplo, en las terapi as para dej ar de En la Tabla 7 .4 se puede ver un ejempl o de auto-
fumar se requiere que el paciente haga un autorregistro rregistro de efi ciencia del sueño, donde se registran, a
diario de su conducta fum adora, como el número de lo largo de una semana una seri e de parámetros: horas
cigarrillos consumidos, el nivel de deseo-ansiedad pre- pasadas en la ca ma du ra nte la noche, las horas de sue-
vio, el momento del día, el luga r donde se fum a, el gra- ño total, el número de despertares y la sensación de
do de sa ti sfacción que le produce la condu cta de fum ar desca nso tras el ciclo nocturno del sueño.
y el nivel de bienestar-malestar después de fum ar. Por En este ejemp lo de autorregistro, es el mi smo parti-
otro lado, la autoobservación, no solo permiten el regis- cipante quien, siguiendo las instrucc iones del evalua-
tro sistemáti co de la propi a conducta objeto de estud io, dor, debe anotar diari amente y durante un periodo de

Sensación de descanso
Horas en la cama Horas de sueño total Nº de despertares
1 1= Muy mala 5= Muy buena

Lunes 2 3 4 5

M artes 2 3 4 5

Miérco les 2 3 4 5

Ju eves 2 3 4 5

Vi ernes 2 3 4 5

Sá bado 2 3 4 5

D o mingo 2 3 4 5

Incidencias: Medida de eficiencia del sueño:

Nº horas de sueño
X 100=
Nº horas en cama

Extraído con rnod iíicac io nes de Íñi guez (2 002)


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tiempo determinado (generalmente una semana), todos extraídos de un marco teórico. El sistema de categorías
los datos que se le requieren para obtener una medi- es siempre el resultado de un proceso de construcción
da fiable de diferentes parámetros del sueño, que son por parte del observador.
fundamentales para evaluar las disomnias (trastornos El sistema de categorías es el instrumento de obser-
relacionados con la cantidad y/o el horario del sueño), vación más antiguo. Sus características definitorias se
obteniendo como medida fundamental el porcentaje de hallan en la Tabla 7.5 (extraída de Anguera, Blanco-Vi-
eficiencia del sueño que va disminuyendo conforme se llaseñor, Losada y Portell, 2018) . Tiene puntos fuertes
va avanzando en edad (Íñiguez, 2002). Otro ejemplo de y débiles: su punto fuerte, dada la obligatoriedad del
autorregistro puede verse en el capítulo sobre «El Pro- marco teórico, es su consistencia. Y sus puntos débiles
ceso de Evaluación Psicológica. Un método científico». son, por una parte, que no funciona en procesos evo-
lutivos o de desarrollo, dado que la conducta se mo-
difica, pero el instrumento es rígido, y, por otra parte,
5.2. Instrumentos de observación que al ser unidimensional solamente tiene aplicación
en estudios muy simples.
Entre los prototipos de registro -y especialmente el En el sistema de categorías siempre deben cumplir-
registro descriptivo- y los instrumentos de observación se los requisitos de exhaustividad (en el nivel de res-
existe una clara circularidad metodológica, que los puesta o dimensión considerada todas las conductas
entrelaza vigorosamente. Por una parte, hemos visto que ocurren deben poder asignarse a una categoría)
como el registro descriptivo podía irse sistematizan- y de mutua exclusividad (no pueden solaparse entre
do, hasta alcanzar el grado máximo y disponer de una sí las categorías) . Estos dos requisitos, que forman un
lista de rasgos. Ahora la lista de rasgos nos permitirá tándem, se conocen mediante el acrónimo E/ME.
construir los tipos básicos de instrumentos (sistema de Una vez se ha asegurado el cumplimiento de dichos
categorías y formatos de campo) (Anguera, Magnusson requisitos, será necesario decidir el nombre definitivo de
y Jonsson, 2007). Y luego, mediante dichos instrumen- las categorías, codificarlas (Quera y Behar, 1997), uti Ii-
tos, realizaremos el registro, que conformará los datos zar su notación (colocando las categorías o sus códigos
de nuestro estudio. entre llaves ({}), definir cada categoría cuidadosamente
e ilustrarla mediante ejemplos inclusivos y excluyentes.
Sistema de categorías Algunas de las ventajas de este instrumento de
observación propuestas por Haynes (1979) son las si-
Antes que nada, no podemos confundir conducta guientes:
con categoría. A la conducta la denominamos de for-
ma descriptiva, mientras que la categoría es el resulta- 1. Permiten un amplio número de actividades a
do de un proceso -a veces prolongado- de «diálogo » observar.
entre las conductas de un repertorio (1 ista de rasgos 2. Proveen de información sobre conductas y/o in-
con presunción de exhaustividad) con los conceptos teracciones complejas.

Semejanzas y diferencias entre los instrumentos de observación


Semejanzas
Son instrumentos construidos a medida (ad hoc)

Diferencias
Sistemas de categorías (SC) Formato de campo (FC) Combinación FCISC
Marco teórico recomendabl e, pero no Se requiere marco teórico únicamente en
Marco teórico imprescindible
imprescindible los criterios o subcriterios que generen SC
Lista cerrada en los criterios o subcriterios
Sistema cerrado Sistema abierto
que generen SC, y abi erta en los demás

Unidimensional Multidimensional Multidimensional

Códi go único Código múltiple Código múltiple

Elevada rigidez en los criterios


Elevada rigidez Autorregulable o subcriterios que generen SC, y
autorregul able en los demás
Extraído de Anguera, Blanco-Vill aseñor, Losada y Portell (2018, p. 12).
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

3. Permiten la comparación entre suj etos e investi- se adecúa a todos los procesos de ca mbio y, por otra,
gaciones. que su multidimensionalidad lo hace especialmente
4. Simplifi ca n la observación . idóneo para el estudio de situaciones compl ej as. Y su
5. El entrenamiento en el código sirve para más de punto débil, cuando no se ha di spu esto de marco teó-
un caso. rico, es su fa lta de consi stencia.
6. Constituye el procedimiento estándar que pre- Su rango de posibilidades es extraordinari amente
senta mayores garantías científicas. amplio, dado que se adecúa continu amente a las va-
ri aciones que se produzca n a nivel intraparti cipante,
Cada categoría ti ene dos componentes: el núcleo de una situación a otra, etc. Gracias al si stema de co-
ca tegorial (se refi ere a la esencia de la categoría) y su dificac ió n decimal que se recomienda, es posible que
nivel de apertura o plasticidad, que está form ado por cualquier co nducta dé lugar a un despl egamiento je-
diversas conductas que, aunque diferentes entre sí, rarqui zado que se mol eculari za progresivamente, pero
todas ell as co inciden en el mi smo núcleo categori al. que, cuando se desee, se puede tratar sin despl ega r.
Por ejempl o, hay muchas form as o conjunto de ma- Un ej emplo de los form ato de ca mpo lo tenemos
nifestaciones extern as de reírse (sonreír, ri sa abi erta, en el MI CA (Mapa de Interacción Conducta-Ambiente )
ca rca jada, etc.), pero cualquiera de ellas se asi gnaría a (Fi gura 7.1 ), que es un procedimiento de observación
la ca tegoría «reír ». En la Tabl a 7. 6 se muestra un ejem- que pertenece al sistema de evalu ac ión de residenc ias
plo de varios sistemas de ca tegorías, que conform an de personas mayores (SERA). Este in strum ento de ob-
el Si stema de Codificac ión de la Interacción Temprana servación permite la obtención de información inte-
M aterno In fa ntil (CITMI-R) (Trenado, Pons-Sa lvador y ractiva en una residencia de personas mayores. Para
Cerezo, 2014) . ell o, hay que seleccionar previ amente los co mporta-
mientos de los residentes que van a ser obj eto de es-
Formato de campo tudi o (interacc ión, actividad individual y no actividad)
los luga res con zon as delimitadas en donde se preten-
El form ato de ca mpo, desa rroll ado hace un cuarto de registrar esas interacciones, el di seño del protoco lo,
de si glo, es un in strum ento de observación cuyas ca - dado que ex ige la utili zac ión de protocolos de registro
racterísti cas se encuentran descritas en la Tabla 7.5. y de hojas de resultados y, por último, decidir cuál va a
Para su elaboración se requiere una lista de rasgos ser el procedimiento a seguir: como el mu estreo de lu-
tipo ca tálogo para ca da una de las dimensiones con- ga res y ti empos, el entrenamiento de los observadores
templ adas (o subdimensiones en que se hubi era des- y el control de potenciales vari abl es co ntamin adoras
plegado) . Sus puntos fu ertes son, por una parte, que (Fernández-Ballesteros, 1995).

Categorías conductuales del Sistema de Codificación de la Interacción Temprana Materno


Infantil, CITMI-R
CONDUCTA INFANTIL CÓDIGOS
CONDUCTAS INTERACTIVAS O DE APROXIMACIÓN
Conducta de aproximación positiva. El niño/a se dirige al adulto mostrándole que está co ntento A+

Conducta de aproximación neutra. El ni ño/a se dirige al adulto revelando poco o ningC1n contenido afecti vo Aº
Conducta de aproximación negativa. El niño se dirige al adulto protestando, rechazando los juguetes y/o
mostrando enfado
A-

CONDUCTA NO INTERACTIVA
Juego . Expl oración y juego
Quejas, llanto. Ll anto o protesta manifestando malestar L

Conducta pasiva/apática. Muestra expresión fac ial desatenta y aburrida, sin mostrar interés por los adultos
Pa
ni por los juguetes

CONDUCTA MATERNA CÓDIGOS


CONDUCTA MATERNA/PATERNA SENSIBLE
Conducta materna sensible afectuosa. Aproximación a su bebé mostrando sati sfacción y alegría y
S+
respetando su espacio y ritmo.

Conducta materna sensible neutra. Atención a todas las a tividadcs que rea li za su hijo si n co ntenido afectivo

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

CONDUCTA MATERNA CÓDIGOS


CONDUCTA MATERNA INTRUSIVA
Conducta materna intrusiva afectuosa. Interru pción del espacio y/o el ritmo del niño con una expresión
T+
facia l y voca l positi va

Conducta materna intrusiva neutra. Interru pción del espacio y/o el ritmo del niño sin relevar contenido

afectivo

Conducta materna intrusiva hostil. Interrupción del espacio y/ el ritmo del niño con tono negativo y
expresión facial de enfado o disgusto
T-

CONDUCTA MATERNA/PATERNA PROTECTORA


Conducta materna protectora afectuosa. Interrupción con el objetivo ele asegurar el bien estar del bebé y ele
P+
forma cariñosa y posi tiva

Conducta materna protectora afectuosa. Interrupción con el objetivo de asegu rar el bienestar del bebé y de
Po
form a ca riñosa y positiva.

Conducta materna protectora hostil. Interrupc ión con el obj etivo ele asegurar el bienestar del bebé, ele
P-
forma negativa y/o mostrando enfado

CONDUCTA NO INTERACTIVA
Indiferencia. No interacción con el niño/a F

Nota: Como aclaración para el lector, la conducta infantil y la conducta materna eran las dimensiones iniciales, que se desplegaron en
subdimensiones. La conducta infantil se desp legó en las subdimensiones: conductas interactivas o de aproximación y conducta no intera c-
tiva. La conducta materna se subd ividió en: conducta malernalpatem a sensible, conducta materna intrusiva, conducta materna /palem a
proteclora, y conduela no interactiva. Cada una el e las seis subclimensiones ha permitido constru ir un sistema ele ca tegorías E/ME.
Extraído con modificac iones ele Trenado, Pons-Salvaclor y Cerezo (2014).

Combinación de formato de campo y sistemas de social y tecnológico son obvi as, pero el ava nce tecno-
categorías lógico en psicología es necesari o para no quedarnos
fuera de un futuro tecnológi co, que no sólo se queda
Este instrumento pretende au nar los puntos fuertes en las apli caciones informáticas, sino que tambi én
del sistema de categorías y del formato de campo, per- co ntamos con nuevos aparatos robóti cas, con inteli-
mitiendo que se compensen sus puntos débiles. gencia artificia l, programables para poder proceder a
Se trata de un formato de campo en el cua l, una observaciones muy sofisticadas. Hoy en día ex iste la
vez especificadas las dimensiones, se valora para cada posibilidad de adaptar estas tecno logías a la eva lua-
una de ellas si se puede constru ir un sistema de cate- ción de la conducta a diferentes co ntextos y pobla-
gorías (pa ra lo cua l se deben cump lir las co ndiciones ciones (por ejemp lo, en investigación, en clínica, en
de ex istencia de marco teórico y atemporalidad), o si educación, en la co nducta empresarial, co n adu ltos,
se le asigna simplemente una li sta de rasgos tipo catá- co n niños y ado lescentes, co n personas mayores, etc.)
logo. Sus características se presentan en la Tabla 7.5 . (M acKenzie, 2013; Waterworth, Ballesteros y Chris-
En los últimos años es el instrumento de observa- tian, 2009).
ción más ampli amente utilizado, tanto en observación El uso de estas nuevas tecnologías que facilitan la
directa (por ejemplo, Castañer, Camerino, Anguera obtención, el registro y el aná lisis de datos de obser-
y Jonsson, 2013) como indirecta (por ejemplo, Gar- vación nos lleva, en principio, a plantearnos su fun-
cía-Fariña, Jiménez-Jiménez y Anguera, 2018). damento ético, sobre todo, de cara al desarrollo de
nuevas tecnologías que nos ofrecen los nuevos ins-
trumentos adaptados para poder observar, como los
5.3. Nuevas tecnologías y software para smartphones de nueva generación con numerosas
observar apli cac iones muy útiles para la autoobservación, dro-
nes y videocámaras de grabación en 3D/360º, entre
El desarrollo de nuevas tecnologías y la aparición otras (Hansen, Alapetite, MacKenzie y M0 llenbach,
de constantes ap li cac io nes en un mundo co nectado 2014; MacKenzie, 201 3; MacKenzie y Castellucci,
a la red, ha sido fundamental para constata r la ne- 2016).
ces idad de adaptarse a esas nuevas aportaciones y Estas nuevas tecnologías se han enfocado para que
buscar su adaptación en la eva luación psicológica. los métodos de observación sea n más eficientes, con
Las razones de esta cont inua adaptación al progreso una amp li a programa ción y co nfiguraciones para las
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

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1 □ 26 a 50
1
□ rnás de 50

Ej emplo de formato de ca mpo (SERA) (Fern ánclez-Ba llesteros, 1995).

conductas y situaciones potencialmente necesa ri as siempre co ntamos con un margen de error, es decir,
para la evaluación. Se pretende la obtención de una se pu ede dar el caso en que, si hubi éramos hecho esa
gra n ca ntidad de datos de forma más ecológica, fl ex i- medición en momentos distintos o con in strumentos
ble y automáti ca tanto para el registro (reduciendo los similares, hubi éramos obtenido resultados distintos.
errores en la codificac ión), como para el análisis es- Con la validez se pretende controlar los errores siste-
tadístico de esos datos (Bakeman y Gnisci, 2006). En máticos de ese instrumento.
la Tabl a 7.7 se presentan los programas informáti cos Por otro lado, un instrumento tambi én puede ser
de registro que poseen ya un amplio recorrido en su altamente fiable en las medidas de nuestras observa-
aplicación en la metodo logía observaciona l, tanto en ciones (con la fi abilidad nos referimos a las medidas
observa ción directa como indirecta. rea lizadas co n un instrumento, no al instrumento en
sí). Es decir, las medidas obtenidas co n un instrumento
pueden estar bi en clas ifica das, ordenadas y con muy
poco margen de error (son precisas y estables). Por tan-
6. GARANTÍAS CIENTÍFICAS DE LA to, poseen consistencia y estabilidad cuando obtene-
OBSERVACIÓN mos medidas repetida·s con di cho instrumento.
Pero, en ocasiones, si rea li za mos medi ciones re-
Toda metodo logía científica que se precie debe petidas en las mismas co ndiciones y las medidas son
ajustarse a unas garantías que analicen y co ntrasten inestabl es e inco nsistentes, decimos que estas medidas
el procedimiento utilizado por el científico. El méto- son poco fi abl es. Con la fiabi li dad se busca contro lar
do observaciona l tambi én está sujeto a esas garantías, los errores alea torios o produ cidos por el aza r en las
fundamentalmente, habrá que va lorar la va lidez y la observaciones que hemos rea li zado.
fiabilidad en todas las modalidades. Vea mos breve- Por ejemplo, podemos diseñar una matriz de in-
mente estos co nceptos. teracción para eva luar la conducta de acoso escolar
Un instrumento puede ser vá lido si mide lo que de un alumno hacia otro compañero. Podemos selec-
pretendemos medir. No obstante, a la hora de medir cionar como contexto el patio del co legio y estable-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Programas informáticos de registro


Programa Materiales Comercial / Libre Observación directa / indirecta
AQUAD6 Texto/ video/ audio Libre Indirecta

ATLAS.t i Tex to / video / audio Comerc ial Indirecta

ELAN Video/ audio Libre Directa/ indirecta

HyperRESEARCH Texto / video / aud io Comerci al Directa / indirecta

IRAMUTEQ Texto Libre Indirecta

MAXqda2 Texto / video / audio Com ercial D irecta/ indirecta

NUDIST Texto Comercial Indi recta

NVivo Texto / video / aud io / webs Comercial Di recta / ind irecta

TRANSANA Texto / video / audio Comercial Directa / ind irecta

GSEQS Ausencia ele vi sor Libre Di recta

HO ISAN Texto/ video/ audio Libre Directa/ indirecta

LIN CE Video / audio Libre Directa / indirecta

MOTS Video / aud io Libre Directa / ind irecta

T-LAB Tex to Comercial Ind irecta

Adaptado ele Anguera (en prensa).

cerq ue esa conducta la queremos observar durante el Lapresa, Anguera y Garzón, 20 16). De los diferentes
tiempo del recreo y durante una semana. Si después coeficientes de co ncord ancia, los más utili zados son
de finalizar la observación, nos enco ntramos co n que el coeficiente kappa, si disponemos de dos registros,
los datos que hemos obtenido de diferentes días y co n y la concordancia canónica, si tenemos que buscar
diferentes observadores (cada día un observador dis- la co ncorda ncia entre más de dos registros. En ambos
tinto), no son discordantes, podemos decir que esos casos, los va lores < 0,6 indi ca n que la co nco rdancia
registros son fiables a la hora de obtener los datos. es in suficiente, entre 0,61 y 0,8 que es tolerab le y >
Dado que en metodología observac ional el in stru- 0,8 que es satisfactoria. De los programas info rmáticos
mento de observación está construido a medida (ad indi cados en la Tabla 7.7, el LIN CE, GSEQ5 y HOISAN
hoc), no puede apli ca rse el co ncepto clásico de fiabi- ca lculan el kappa, y el HO ISAN ca lcul a también la
lidad (aju ste entre el registro que hemos rea li zado y el concordancia ca nónica. Los coeficientes de acuerdo
«registro perfecto» o estándard) sino su reconceptu a- so n de ca rácter correlaciona!.
li zac ión, que consiste en el grado de ajuste entre dife- El co ntro l de ca lidad del dato siempre debe ll evarse
rentes registros. Estos diferentes registros pueden pro- a cabo una vez que disponemos del registro cod ifica-
ceder, bien de diferentes observadores que observan do y si se supera, se puede rea li zar posteriormente el
lo mi smo y con el mi smo instrumento de observación análi sis de datos. En caso contrari o, deberá repetirse
(fiabilidad interobservadores), o bien de un mismo ob- la cod ificación, dado que los errores allí co ntenidos
servador que observa lo mi smo y co n el mi smo in stru- distorsionarían los resultados .
mento de observador en diferentes ses iones, separadas Cuando vamos a utili zar cualquier in strumento ut i-
al menos un a semana entre sí y habiéndose grabado li zado en la metodo logía observacional debemos tener
la situación observada (pa ra ga ranti zar la repetibilidad en cuenta las potenciales fuentes de error proceden-
del registro). Siempre se recomi endan más de dos ob- tes de la observación. Estas fuentes de error pueden
se rvadores, au nque es preceptivo que sea n tres en ob- provenir, fundamentalmente de tres elementos: a) del
servación indirecta, y en la fiabilidad intraobservador, observador, b) del sujeto observado y, c) del sistema
dado que ex iste mayor riesgo de subjetividad. o método de observación. Veamos estas potenciales
El grado de aj uste entre registros se puede obtener fuentes de error más detenidamente.
med iante diferentes coeficientes (de co nco rdancia y de
acuerdo), que son de ca rácter cuantitativo (B lanco-Vi - ■ Procedentes del observador
llaseñor y Anguera, 2003) y mediante la conco rdancia Como se seña laba anteriormente, cuando se da
consensuada, que tiene carácter cualitativo (Arana, respu esta a la pr gunta metodo lógica de quién
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

observa, en la tarea de observar se producen pil ados durante el proceso de observación, es


errores que pu ede cometer el observador. Los la reactividad . Esta fu ente de error se produ ce
errores más comunes procedentes del observador cu ando la/s persona/s obj eto de estudio pu eden
suelen deberse a di stintas ca usas, como la falta influenciar o alterar su comportami ento al ser
de experiencia en el registro con la metodología co nscientes de la presencia de un observador o
observacional y con la utili zac ión de los instru- de dispositivos de grabación en vídeo. Cuando
mentos de registro, o las expecta tivas previas del se produ ce este sesgo de reactividad, el regis-
observador ante la tarea de observa r. Éstas son tro de co nducta observada no representa una
las primeras distorsiones a tener en cuenta. muestra fi abl e de la conducta normal del sujeto
La falta de entrenamiento se solventa con un observado. Con el ejempl o anteri or de obser-
entrenami ento prácti co de las personas que vación de la conducta de acoso esco lar de un
van a observar en las diferentes tareas y méto- alumno hac ia otro compañero, si el alumno aco-
dos de observación. La segunda fu ente de error sador sospecha que durante el recreo está sien-
(intra-observador), se solu ciona con una mayor do observado con una cá mara de video, evi tará
obj etividad en el procedimiento de observación, ese ento rno o modifica rá su co mportami ento al
es decir incrementando la obj etividad median- sospechar de su impunidad. Para so lventar estas
te una medida de fi abilidad inter-ob servadores pot enciales fu entes de error, el entrenami ento
(Smith, 1986) . Por otro lado, las expectativas de los observadores es fund amental, así como
pre vias pu eden ser co ntro ladas medi ante dos el uso de las nuevas tecno logías para la obser-
accion es: a) con observadores entrenados que vación. Pero si, aun así, fu era necesa ri a la pre-
desconozca n las parti cularidades del estudi o, sencia de un observador en un contex to de inte-
y b) utili za ndo observadores all egados al suj eto racción que está si endo evaluado, su presencia
siempre que sea posible, tratando de no conta- debe ser lo más di screta pos ible, co ntrolando
min arl es con las expectativas del evaluador y su conducta no verbal (postura neutral, expre-
entrenarl es en obj etividad observacional (Kaz- sio nes fac iales, movimi entos y reacciones a los
din, 198 1; Pell egrini , 2004). eventos, etc.) durante el proceso de observación .
Un segundo tipo de distorsión que debe con- Además, ex iste la pos ibilidad de habituar a los
siderarse es el grado de participación del ob- parti cipantes obj eto de observación co n la pre-
serva dor, que pu ede ser tambi én una amenaza sencia del observador, dedica ndo el ti empo que
para la validez de la observac ión. Existen dos sea necesa rio para reducir esa reactividad inicial
tipos de grado de parti cipación, el observador al sentirse observado. Para una revisión más de-
no participante, que es un observador indepen- tall ada de la reactividad du ra nte la observaci ón,
diente a lo observado y del cual el/ los sujeto/s véanse Pellegrini (2 004) y Stangor (2 011 ).
observado/s no ti ene/n conocimi ento alguno. En
segundo luga r, el observador participante, que ■ Procedentes del sistema o método de
pu ede tener un mayor o menor grado de impli- observación
cac ión en la observación, es decir, puede estar Por último, el si stema o método de observació n
presencialmente en el lugar donde se produce puede afectar a las ga rantías científicas (validez
la observación, mantener algún tipo de contac- y fi abilidad) aportando algunas fu entes de error.
to con las personas observadas, puede alejarse Estos errores pueden proceder del tipo de códi go
o aproximarse a los parti cipantes, según lo re- o registro elegido, del muestreo se leccionado y
quiera el proceso de observación, la situación o de los dispos itivos técnicos. Pa ra solventar estas
las personas observadas (Fernández-B all esteros, amenazas podemos actuar de la si guiente form a:
2011 ). Ante un observador parti cipante se sue-
le produ cir el fenómeno de la reactividad, que 1. Definir de form a cl ara las co nductas a obser-
ocurre cuando las personas que están siendo var para que sean fác ilmente identificadas.
observadas alteran sus comportami entos debi - 2. Reducir el número de ca tegorías o conduc-
do a la presencia o influencia de un observador tas a observar, pues a mayor número de és-
(Stangor, 2011 ). tas menor fi abilidad y validez (Kent y Foster,
1977).
■ Procedentes del elemento observado 3. Di señar un códi go estándar con garantías
El prin cipal error a tener en cuenta proceden- científicas en su di seño.
te del parti cipante o parti cipantes observados, 4. Al utili za r cl as ificaciones sobre atributos o
y que amenaza a la validez de los datos reco- esca las de conducta para una persona deter-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

minada, el observador debe conocerlo sufi- 2013), educativo (M oreno, Pastor y Anguera, 20 17) o
cientemente. deportivo (Lapresa, Arana, Anguera y Garzón, 20 13),
entre otros.
Como en las anteriores fu entes de error, la utili-
zac ión de nuevas tecnologías estandari zadas y Análisis de coordenadas polares
adaptadas para rea l iza r registros observaciona-
les disminuyen las potenciales fuentes de error Es una técnica de análi sis de datos que supone la
(Fern ández-Ba llesteros, 20 11 ). co ntinuación del análi sis secuencial de retardos, dado
que como datos utili za los resultados allí obtenidos de
residuos ajustados. Mediante la utilización del pará-
metro Zsum' y considerando los reta rdos prospectivos y
7. ANÁLISIS DE DATOS, retrospectivos, permite co nocer un mapa completo de
INTERPRETACIÓN DE LOS interrelaciones entre los cód igos que fo rman parte del
RESULTADOS Y CONCLUSIONES registro. Estas interrelaciones se expresan gráfica men-
te mediante vectores, cuyo ángulo correspo nde a la
Una vez superado el co ntrol de ca lidad de los da- naturaleza de di chas interrelac iones, y la longitud del
tos, se puede proceder a rea li za r el análi sis de éstos, vector expresa su intensidad.
que en estudios observacionales tendrán como ca rac- Su utili zac ión se fac ilita enorm emente mediante el
terística básica su ca rácter categó ri co (excepto los pro- programa libre HOISAN (Hern ández-M endo, López-
cedentes de una esca la de apreciac ión). López, Castell ano, Morales-Sánchez y Pastrana, 2012)
Aparte de los estudios meramente descriptivos, que se puede desca rgar a través de Internet.
ex isten diversas posibilidades de análisis de datos, que Se ha utili zado en numerosos trabajos de diferentes
siempre deberá estar supeditado a los objetivos plan- ámbitos, como clínico (Ari as-Pujol y Anguera, 20 17;
teados (B lanco-Vill aseñor, Losada, y Anguera, 2003). Rodríguez-Medina, Rod ríguez-Nava rro, Ari as, Ari as, y
Se recomienda consultar la Tab la 5 de Anguera (2005), Anguera, 20 18), educativo (Herrero Nivela, 2000) o
que puede co nsultarse en los co ntenidos on-line de este deportivo (López-López, M enescardi , Estevan, Falcó,
manual. Sin embargo, un interés compartido de la in- y Hern ández-Mendo, 20 15; Casta ñer, Barreira, Ca me-
mensa mayoría de estudios observacionales es la capta- rino, Angu era, Ca nton, y Hileno, 20 17), entre otros.
ción de regularidades en el comportamiento, las cuales
pueden diversificarse en la detección de patrones de Detección de T-Patterns
conducta med iante el análisis secuencial de retardos,
la vectorialización de las relaciones entre conductas, Esta técnica de análisis permite detectar la estruc-
med iante el análisis de coordenadas polares, y la de- tura temporal del compo rtam iento, a partir de regis-
tección de estructuras temporales (T-Pa tterns). A conti- tros observac iona les realizados a partir del orden y la
nuación, comentamos, brevemente, cada uno de ellos. duración de co nductas o de coocurrencia de ell as (s i
hay diferentes dimensiones, o subdimensiones en las
Análisis secuencial de retardos que se hubieran despl egado). La pos ibilidad de co n-
ocer estructuralmente los diferentes niveles del com-
Es una técn ica de análisis de datos categó ri cos ex- portamiento aporta un gran valor a los estudios obser-
tremadamente útil, tanto en observación directa como vac ionales (M agnu sson, 20 18; M agnusson, Burgoon,
indirecta, siempre que se disponga de bases de datos Casarrubea y M cNeill, 2016).
registrados med iante el orden o secuencia. Permite Su cá lculo se realiza mediante el programa libre
detectar los patrones de co nducta que aparecen una THEME v. 6 Edu que permite su descarga a través de
vez anulado el efecto del azar, al ca lcul arse las proba- Internet.
bilidades inco ndicionadas y condi cionadas, y aplicar Se ha utilizado en numerosos trabajos de diferentes
la pru eba binomial para conocer las conductas signi- ámbitos, como clínico (Plumet y Tardif, 2005), edu-
fi cativas que form arán parte del patrón de conducta cativo (Suárez, Sánchez-López, Jiménez y Anguera,
en los suces ivos retardos (prospectivos y/o retrospecti - 2018) o deportivo (Aragón, Lapresa, Arana, Anguera y
vos), med iante el cá lculo de los residuos ajustados. Su Garzón, 20 15), entre otros.
utili zac ión es muy simple mediante el programa libre
GSEQ5 (Bakeman y Quera, 20 11 ; Quera, 20 18), que Complementariedad entre técnicas de análisis
se puede descargar a través de Internet.
Se ha utili zado en numerosos trabajos de diferentes En la actua lidad, es cada vez más frecuente co m-
ámbitos, como clíni co (Roustan, Izquierdo y Anguera, plementar dos o tres de dichos análi sis, co n el fin de
OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

hall ar sinergias entre los resultados obtenidos por di- comprobará que el método observacional representa
chas técni cas de análisis (los trabajos de Castañer, Bar- una de las estrategias de investi gación fund amentales
re ira, Camerin o, Anguera, Fernandes e Hileno (2017) del método científico. Se diferenciará entre la obser-
y de Santoyo, Jonsson, Anguera y López-López (2 01 7), vación como método de recogida de información y la
entre otros). Es motivo de sati sfacción el fu erte grado observación como técni ca observacional. También se
de implantación que ti enen estas técni cas robustas de pl antearán y se irán respondi endo las prin cipales pre-
análisis, que contrasta co n los meros análisis descripti- gunta s que, siguiendo el procedimiento de la metodo-
vos del siglo pasado. logía observacional, deben plantarse. Preguntas como:
Una vez efectu ado el análi sis de datos, se obtienen ¿qué observar?, ¿con qué fin alidad ?, ¿qué unidades
los resul ta dos para poderl os co ntrastar con los obj e- de análisis y qué parám etros de medida seleccionar?
tivos pl anteados y con la literatura co rrespondiente Se resolverán, además, preguntas relacionadas con el
sobre cuesti ones semejantes para su oportun a inter- procedimiento a adopta r para la observac ión, es decir:
pretación. ¿a quién observar?, ¿cuándo y cómo llevar a cabo las
observaciones?, ¿dónde y durante cuánto tiempo? A
lo largo del ca pítulo se expli ca rá que la metodol ogía
de observac ión sistemáti ca es un proceso que requi ere
8 . CONSIDERACIONES ÉTICAS EN LA seleccionar: el procedimiento o sistema de muestreo,
OBSERVACIÓN DE LAS PERSONAS las técni cas más adecu adas para el registro de lo que
se pretende observar (obj eto de observación), incl u-
Como se ha señalado más arriba, la metodología yendo las técnicas e instrumentos más actu ali zados
observacional es apli ca bl e a di ferentes contextos habi- (basa dos en las nuevas tecno logía), las unidades de
tuales donde se produce la conducta de las person as análisis, los parámetros de medida y codificac ión, así
y la interacción entre éstas personas. En numerosas co mo, establ ecer las acciones que ga ranticen la fi a-
ocasionas esta metodo logía es la mejor estrategia para bilidad y va li dez de lo registrado. En resumen, en el
poder registrar y anali za r la ocurrencia, la secuencia, ca pítulo se describen y anali za n las principales fases y
la asociación y otros parámetros, de estas conductas, acciones que co nll eva la metodología observacional.
con la úni ca condi ción de que sea n perceptibl es y se
produ zca n en un entorno natural del individuo.
También es importa nte recordar la existencia de
unas consideraciones éti cas que han de tenerse en BIBLIOGRAFÍA
cuenta a la hora de proceder con una observación,
dado que en muchas situ aciones es necesa rio un con- Ain sworth , M.O. y Witti g, B.A. (1969). Attachment and
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OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA

Ocurrencia: unidad de medida más senci lla que in- que se prod uce al senti rse influenciado/s o a alterar
forma si una determin ada conducta aparece o no su/s co nducta/s al ser co nsciente/s de la presencia
durante el peri odo de observac ión. de un observado r o de dispositivos de grabación en
O rden o secuencia: parámetro primario del registro vídeo, amenazando a la va li dez de los datos reco-
que impli ca registrar las suces ivas conductas en el pil ados du ra nte el proceso de observación.
orden en que ocurren, desde el inicio al fin al de la Técnicas de Observación: herrami entas o instrum en-
sesión. tos estandari zados y sistemáticos que se uti I iza n
Parámetros de medida: sistemas de medida que se para registrar las observac iones. En ocasiones estos
ap li ca n a las observaciones y que permi ten cua nti- instrumentos ti enen que ser diseñados ad hoc para
ficar, med iante datos y dar un signi ficado a toda la poder observa r sistemática mente una situación o
info rmac ión observada. una co nducta que sea de nuestro in te rés.
Productos de conducta: unidades de observació n que Unidades de análisis: fenómenos, eventos, conductas o
se refieren al producto o el resultado final que un va ri ables que va n a ser observadas y que han sido de-
sujeto obtiene, co mo co nsecuencia de un determi- fin idas previamente de forma precisa y mensurabl e.
nado comportami ento, o un conjunto de acciones Unidimensionalidad: la/s conducta/s observadas se
o ejecuciones en situaciones naturales o artificiales. asigna/n a una y sólo una de las categorías que
Reactividad: uno de los errores sistemáticos más fre- co nfo rman el sistema de categorías, que está cerra-
cuentes procedente del sujeto o sujetos observados, do y co n un cód igo úni co.
Técnicas Objetivas.
Evaluación psicofisiológica

Isabel M. Ramírez Uclés


Inmaculada Fuentes Durá
José María Martínez Selva
Juan Pedro Sánchez Navarro

l. INTRODUCCIÓN
2. CLASIFICACIÓN DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE ACTIVIDAD PSICOFISIOLÓGICA
2.1. Actividad regulada por Sistema Nervioso Vegetativo o Autónomo
2.2. Actividad regulada por el Sistema Nervioso Somático
2.3. Actividad regulada por el Sistema Nervioso Central
3. INSTRUMENTACIÓN Y PROCESO DE OBTENCIÓN DE LA ACTIVIDAD
PSICOFISIOLÓGICA
3.1. Fases en el proceso de obtención de los índices fisiológicos
3.2. Secuencia temporal en la evaluación
3.3. Instrumentos computarizados de evaluación psicofisiológica
4. CONCEPTOS BÁSICOS EN LA EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA
4 .1. Modulación emocional del reflejo de sobresalto
S. APLICACIONES DE LA EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA
5.1. Marcadores biológicos e indicadores psicofisiológicos
5.2. Ansiedad y trastornos de ansiedad
5.2.1. Evaluación psicofisiológica en los trastornos de ansiedad
5.2.2. La respuesta de relajación
5.3. Trastornos depresivos
5.4. Esquizofrenia
5.5. Psicopatía
5.6. Adicciones
5.7. Detección del engaño
6. GARANTÍAS DE CALIDAD EN LA EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Diferenciar cuales son los procedimientos de evaluación denominados objetivos y sus ca racterísticas funda-
mentales.

■ M anejar los co nceptos de Psicofisiología y Evaluación Psicofisiológica.

■ Reconocer el proceso de obtención de las señales psicofisiológicas.

■ Identificar el instrumenta l ap li cado en el co ntexto ps icofisio lógico.

■ Distinguir los conceptos psicofisiológicos básicos.

■ Reconocer las principales áreas de estudio en las que se util iza n las técnicas psicofisiológicas.

■ Identificar los prin cipales marcadores biológicos e indi cadores fisiológicos.

■ Valorar las principales ap li caciones de técnicas psicofisiológicas en la evalu ación de trastornos psicológi-
cos.

■ Diferenciar los principales res ultados obtenidos en la eva luación psicofisiológica de la ansi edad, depresión,
esquizofrenia, psicopatía, adicciones y detección de la mentira.

■ Reconocer las gara ntías de ca lidad de la eva lu ación psicofisiológica.


TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

tros, útil es en la va loración de la hiperactividad o de la


l. INTRODUCCIÓN ca lidad del sueño, por ejemplo.
Desde su ori gen estas técn icas ha sido utili zadas en
El Proceso de Evaluación Psicológica conlleva a me- laborato ri os en contextos de investi gación, prin cipal-
nudo la recogida de información procedente de diversas mente para el estudi o de los procesos psico lógicos bá-
fuentes. Frecuentemente tal información se puede ob- sicos; en la actu alidad su uso se ha extendido a otros
serva r u obtener directamente de la persona en estudio. ca mpos apli ca dos como son: a) eva luación neuropsi-
En otros casos esto no es posible dado que necesitamos co lógica; b) evaluación de probl emas neurológicos; c)
recoger datos que, ni podemos observar, ni la person a va loración de los efectos de la ingesta de fárm acos o
eva luada puede proporcionar con exacti tud. Por ejem- drogas; d) estudi o de síntomas relacionados co n la an-
plo, si estamos eva luando la ansiedad que produce ha- siedad o la demencia; e) eva luación o revisión de co n-
blar en públi co, difícilmente podemos observar o la per- ductores; f) obtención/ revi sión del permi so de arm as;
sona informar de los cambios en la presión arteri al, en g) selección de person al y profes ional especiali zado;
la frecuencia cardíaca o en la tensión muscular. Cuando h) marketing y publi cidad; i) deportes de élite; o j)
estemos interesados en esta información será necesario cl íni ca infa ntil , entre otros. Pueden emplearse como
eva luar este tipo de respuestas psicofisiológicas. compl emento del diagnósti co de diversos trastornos y
La evaluac ión de las respuestas mencionadas y otras para evaluar los progresos de un paciente o la eficac ia
re lacionadas forma parte de la evaluac ión psicofisiol ó- de un tratamiento. Para una revi sión exhaustiva de es-
gica que, junto co n las técni cas cognitivas y motoras, tas técni cas y sus apli cac iones puede consultarse Ca le-
se han denominado trad icionalmente técn icas objeti- ro et al. (2 011 ). Estos instrumentos se utili za n ta mbi én
vas (Ca lero, M árqu ez, Vi zca rro y Fern ández- Ball este- en los procedimientos terapéuticos conocidos como
ros, 2011 ). Estas técni cas son definid as por Ca lero y biofeedback y, más recientemente, en el co njunto de
Fernández- Ballesteros (2 004) como «aq uellos procedi- técnicas basadas en la interacción cerebro-ordenador
mientos de recogida de in form ación de eventos psico- (B rain Computer In terface, BCI).
lógicos obser va bles o amplificables, que en gran parte En los últimos años, el desarrollo más importante
de los casos no son controlables (a l menos sin entrena- dentro de las técni cas obj eti vas en la materi a que nos
miento), q ue se aplican mediante sofisticados aparatos ocupa, Evaluac ión Psi cológica en el área de Person ali-
que permiten una administración, registro, puntuación dad, Evaluación y Tratamientos Psico lógicos, tanto en
y análisis obj etivo (s uele ser mecánico o electrónico) la prácti ca como en la investi gación, corresponde a la
sin la inter vención del evaluador». Sus característi cas evaluació n psicofisiológica y es a la que se dedi ca el
son, por tanto, las siguientes: 1) requieren unas instruc- presente ca pítul o.
ciones y un materi al estándar cuya apli cación se rea li za La Psicofisiología es una di sciplina eminentemente
en co ndi ciones estru cturadas y de máximo co ntrol; 2) psico lógica que estudi a los correlatos fi siológicos del
la persona eva luada no puede modifica r sus respu estas comportamiento, y constituye un punto de encuentro
según su voluntad; y 3) las respuestas son registradas, entre la Psico logía y vari as ciencias biológicas co mo
codificadas y procesadas obj etiva mente. la Fi siología, la Genéti ca y la Endocrin ología. La Eva-
Las técn icas cognitivas inclu ye n toda aquell a ins- luación Psicofisiológica co nsiste en la apli cac ión de las
trumentación dirigida tanto a la evaluac ión de la per- técni cas, co nceptos y teorías psicofi siológicas a la eva-
cepc ión (auditiva, visu al, táctil ), como de otros pro- luación de los factores que influ yen en la sa lud y en la
cesos cogniti vos como la atención, la vi gil ancia, el enfermedad (Vil a y Guerra, 201 7) .
aprendi zaje y la memoria, entre otros, o de ca rácter El ementos esenciales de las técni cas de evaluación
emocional como el miedo o el estrés. Como ejempl o psicofisio lógica son tanto el registro fisiológico como
de instrumentos para evaluar la percepción, podemos el contexto psicológico . Las técnicas de registro, gene-
citar el Sonómetro, el Estensiómetro o el Aparato de ralmente poligráfi cas, requieren tanto un instrum ental
Percepción de Profundidad y, para la evaluación de específi co co mo un proceso secuencial de pasos o fa-
procesos cognitivos, el Polirreactígrafo o el Taquitos- ses. El co ntexto psico lógico en el que se lleva a ca bo
copio. Las técnicas motoras hacen referencia a la ins- el registro es el que permite su conexión co n procesos
trumentación utilizada en la evalu ación de aspectos psico lógicos y, por tanto, la interpretac ión psi co lógica
como la coordinación manual/bimanual u óculo-ma- de los ca mbios fisiológicos producidos. Las tareas que
nual, estabilidad y ti empo de anti cipación. Ejemplos debe rea li za r la person a evaluada dependen del as-
de estos instrum entos son el Test de Precisión Ma nua l pecto psico lógico que se pretende estudi ar. Varían si lo
de Purdue o el Test de Coordinación de Brazos. Se que se estudia es, por ejempl o, el estrés, las emocio-
utili za también la «actimetría» o med ida de los movi - nes o las respu esta s atencionales, aunque se registren
mientos generales del cuerpo a través de a I róm - las mismas va ri abl es fi siológicas. Ej emplos de estas
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tareas pueden ser: hablar en público, resolución de neurofisiológico subyacente. Al tener en cuenta el sis-
tareas aritméticas, apretar un botón cuando aparezca tema del que básicamente depende la emisión de la
un estímulo determinado, hinchar un globo hasta que respuesta, se consideran tres categorías: Reguladas por
explote, dibujar una figura en espejo o simplemente el Sistema Nervioso Vegetativo o Autónomo (SNA), por
permanecer en reposo durante la presentación de una el Sistema Nervioso Somático (SNS), y por el Sistema
serie de estímulos auditivos o visuales. Nervioso Central (SNC).
La evaluación psicofisiológica ha experimentado un Se incluyen dentro de la actividad psicofisiológi-
importante auge en los últimos años, tanto en contex- ca controlada fundamentalmente por el SNA: la acti-
tos básicos o experimentales, como en el ámbito apli- vidad electrodérmica, la actividad cardiovascular, la
cado. En relación con la investigación, se ha ocupado actividad pupilar, la temperatura corporal, la actividad
prácticamente de todos los procesos psicológicos bási- gastrointestinal y la respuesta sexual. Dentro de las
cos (atención, memoria, emoción, motivación, sueño, respuestas controladas por el SNS figuran: la actividad
etc.) y, dentro del ámbito clínico y de la salud, como muscular, los movimientos oculares y la actividad res-
indican Sierra y Sánchez (2017), la evaluación psicofi- piratoria. Por último, dentro de la actividad del SNC
siológica ha alcanzado una gran difusión debido a dife- encontramos la actividad electroencefalográfica y téc-
rentes razones. Por un lado, el tratamiento psicológico nicas derivadas, como los potenciales evocados, la
desempeña un papel importante en diversos trastornos magnetoencefalografía y las técnicas de neuroimagen
psicosomáticos o psicofisiológicos que tienen una cla- funcional , tales como la tomografía por emisión de po-
ra manifestación psicofisiológica, como pueden ser la sitrones y la resonancia magnética funcional.
cefalea tensional, la migraña, algunos tipos de hiper-
tensión y algunos trastornos respiratorios, gastrointesti-
nales o disfunciones sexuales, entre otros; igualmente, 2.1. Actividad regulada por Sistema
en otros trastornos psicológicos, la dimensión psicofi- Nervioso Vegetativo o Autónomo
siológica, aun no siendo la única, tiene un papel muy
importante en su expresión, como por ejemplo en la La actividad eléctrica de la piel, o actividad elec-
ansiedad, la depresión, la esquizofrenia, la psicopatía o trodérmica (AED), ha sido una señal vegetativa muy
las adicciones. Y, por otro lado, se han desarrollado tra- estudiada. Se trata de una de las pocas señales que
tamientos psicológicos que inciden directamente sobre siempre se ha utilizado en contextos propios de la
las respuestas psicofisiológicas como es el caso del bio- Psicología, poseyendo escaso interés o un carácter
feedback. Finalmente, es importante añadir los avances secundario para otras disciplinas. Se considera un ín-
tecnológicos en los sistemas de registro que permiten dice de activación general, que posee un carácter más
realizar la evaluación psicofisiológica en diversos am- bien inespecífico, indicando el grado de movilización
bientes y contextos de forma ambulatoria, con la con- fisiológica del organismo ante un estímulo o en una
siguiente necesidad de una intensa especialización en situación determinada. Sus características y cambios
Psicofisiología, lo que ha hecho más asequible este observables dependen de la división simpática del
tipo de evaluación a distintos contextos profesionales. SNA.
La literatura y el cine también se han interesado Se llama actividad electrodérmica (AED) al con-
por la evaluación psicofisiológica, como se puede ver junto de fenómenos eléctricos de la piel, incluyendo
en la película 8/ade Runner (1982), del director Ridley todas las propiedades activas o pasivas de ella y de
Scott, basada en el libro ¿Sueñan los androides con estructuras relacionadas (Boucsein, 2012). Puede me-
ovejas eléctricas? (1968) de Philip K. Dick. En los pri- dirse a través de dos tipos de registro: monopolar y
meros minutos de esta entrega de Scott, se puede ver bipolar. En el monopolar se capta la actividad eléctrica
una fantástica entrevista a León Kowalski cuando se le natural de la piel mediante la diferencia de potencial
está evaluando con la prueba de Voight-Kampff, para entre dos puntos de su superficie. Debido a las peque-
determinar si es un humano o un replicante (Nexus 6). ñas cantidades registrables en los organismos vivos,
generalmente viene expresada en milésimas de Voltio
o milivoltios (mV) . En la Figura 8.1 podemos ver dónde
se colocan los electrodos, el neutro o de referencia en-
2. CLASIFICACIÓN DE LOS tre el codo y la muñeca y el activo en la prominencia
PRINCIPALES TIPOS DE ACTIVIDAD hipotenar.
PSICOFISIOLÓGICA En el registro bipolar se aplica una fuente eléctrica
de corri ente externa que, transmitida a través de uno
Clásicamente las técnicas psicofisiológicas se sue- de los dos electrodos, atraviesa la piel y es captada por
len clasificar según el sistema o mecanismo de control el otro electrodo. En la misma figura vemos también
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

Colocació n bipolar
(SC/SR)

Fa lange distal - - - + \ l ~
Fa lange media - - - •

Colocación bipolar
(SC/SR)

Electrodos de copa, co n y sin arandela de sujec ión, de d istinto


tamaño para med ida de actividad electrodérmi ca (izquierda) y
electrom iografía facia l de superfic ie (derecha) .

ses, NSR) son los cambios producidos en los niveles


Colocaciones de los electrodos para eva luar el potencial de la basales que no están relacionados directamente con
piel o la co nducta nci a/resistenc ia estímulos co ncretos. Los ca mbios fásicos, o respuestas
de conductancia (Skin Conductance Responses, SCR)
son las respuestas provocadas por estímulos presenta-
distintas posibilidades de colocación, por ejemplo, dos y controlados por el eva luador. En estas respuestas
en las falanges distales o medias de los dedos de la se produce un aumento en la conductancia y una re-
mano. Si se utiliza un registro bipolar se puede medir cuperación posterior, más rápidos ambos que los cam-
la resistencia, en kilohmios, o la conductancia en mi- bios que se producen en los niveles tónicos (Boucsein,
crosiemens. 2012; Society for Psychophysiological Research ad
En la Imagen 8.1 se pueden ver dos tipos de elec- hoc Committee, 2012).
trodos, llamados de copa, que se utilizan en la evalua- Los parámetros más frecuentemente estudiados de
ción . Dos de los electrodos aparecen ya con el disco las respuestas de conductancia son: a) la amplitud de
adhesivo que se utiliza para sujetarlos a la piel. En la la respuesta, que se define como la deflexión máxi ma
copa del electrodo se coloca un gel isotónico que sirve de la SCR en comparación con el nivel de conductan -
como medio de contacto entre el electrodo y la piel. cia inmediatamente anterior; y b) el tiempo de latencia
La AED proporciona dos tipos de medidas, tónicas o período transcurrido desde el inicio de la presenta-
y fásicas. Dentro de las medidas tónicas distingui- ción del estímulo hasta el comienzo de la respuesta
mos los niveles basales y las respuestas inespecíficas (véase Figura 8.3).
(ver Figura 8.2) . Se llama nivel de conductancia (Skin El sistema cardiovascular tiene como función gene-
Conductance Level, SCL) a la conductancia absoluta ral el bombeo y la distribución de la sangre por todo
evaluada en un momento temporal específico. Gene- el organismo, aportando oxígeno y nutrientes a los te-
ra lmente la SCL se halla promediando varios valores jidos. Las medidas que se suelen emplear para su eva-
obtenidos en distintos momentos de un registro. Al luación son la frecuencia cardíaca y su variabilidad,
igual que el resto de medidas de la actividad electro- la actividad vasomotora periférica (o flujo sanguíneo
dérmica, se considera como un índi ce de activación periférico) y la presión arterial.
simpática y es bastante estable en la pobla ción g ne- La frecuencia cardía ca o ritmo cardíaco es la medi-
ra l. Las respuestas inespecíficas (Non Specific R spon- da ca rdiovascu lar más frecuentemente utilizada. Su re-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ACTIVIDAD ELECTRODÉRMICA
(AED)

/MÉTODOS DE REGISTRO!

MO NOPOLARO BIPOLAR O
ENDOSOMÁTICO EXOESOMÁTICO

POTENCIAL RESISTENCINIMPEDANCIA CONDUCTANCINADMITANCIA


(mV) (kQ) (~1mhos)

/TIPOS DE MED IDAS/

SPL: Ni ve l de potencial de la piel


SPR: Respu esta de potencial de la pi el
SRL: N ivel de resistencia de la pi el
SRR: Respu esta de resistencia de la pi el
SCL: Nivel de conductancia de la pi el
SCR: Respuesta de co nductancia de la pi el
NSR: Respu estas inespecíficas

Activ idad electrodérmi ca: métodos de registro y tipos de medidas.

-----~-------- -------------------------=- -- ---------


¡
1 T.L. 1
¡4 . ,
1
1

t
Inicio del
t
Inicio de la
estímul o respuesta

Respu esta de co nductanc ia de la pi el.


TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

PERÍODO CARD IACO

Componentes de l ciclo cardíaco.

gistro se puede obtener fundamentalmente a través de la activación, el estrés, el reflejo de defensa, las emo-
dos métodos: el electroca rdi ograma y la pletismogra- ciones (como el miedo o la ira), el ansia de consumir
fía. A través del electrocardiograma (ECG, EKG) se re- una sustancia (o «craving »), el procesamiento de la
gistra la actividad eléctrica del músculo card íaco des- información (atención y memoria), los procesos bási-
de la superficie externa del cuerpo. La frecuencia de cos de aprend izaje (condicionam iento clásico e instru-
los latidos cardíacos puede determinarse fácilmente, mental) y los trastornos psicosomáticos, fundamental-
ya que el intervalo entre dos latidos sucesivos, llamado mente aquell os que afectan al sistema cardiovascu lar.
período cardíaco, es el valor inverso de la frecuencia La respuesta pupilar tamb ién depende de la activi-
cardíaca (véase Figura 8.4). El ritmo cardíaco presenta dad del SNA, de tal modo que la contracc ión pupilar
cierta irregularidad que se denomina variabilidad de la se encuentra mediada por la actividad parasimpáti-
frecuencia cardíaca. Esta variabilidad depende en par- ca, mientras que la dilatación depende de la activi-
te de la división parasimpática, o vagal, del SNA. La dad simpática. El método emp leado tradicionalmente
variabi lidad de la frecuencia cardíaca puede emp lear- en la medida de la respuesta pupilar, en concreto los
se, por tanto, como índice de la actividad parasimpá- camb ios en el diámetro y área de las pupi las, ha sido
tica asociado a distintos procesos o estados, como el la pupilometría fotográfica . Hoy en día se emplea la
nivel de activación o la mayor o menor relajación de pupilometría electróni ca basada en el procesamiento
una persona. de imágenes por ordenador. La dilatación pupilar, en
Los registros pletismográficos detectan el flujo san- cond iciones de iluminación contro lada, guarda re-
guíneo periférico a través de los movimientos pulsáti-
les de la sa ngre a su paso por las extremidades y sir-
ven también para ca lcular la frecuencia cardíaca . El
transductor se suele colocar en las zo nas palmares de
las falanges distales de los dedos. La principal medi-
da es el volumen de pulso sanguíneo, fenómeno físi-
co producido por el paso de la sangre a través de las
arterias periféricas y su captación requiere el uso de
transductores fotopletismográficos o fotoeléctricos. En
la Imagen 8.2 se puede observar un transductor foto-
pletismográfico.
La presión arterial es la fuerza o presión que sopor-
tan las arterias debido al paso de la sangre (Vila y Gue-
rra, 2017). Tradicionalmente se registra a través del es-
figmomanómetro, existiendo hoy en día instrumental
que permite una med ida continua. La presión sistólica
refleja la elevación en la presión co mo consecuencia
de la contracc ión cardíaca y la consiguiente expul sión
de sa ngre al torrente circulatorio. La presión diastólica
es la reducción de la presión arterial que co incide con
la relajación ventricular y la distensión de las arteria s.
Dentro de las áreas de investigación y aplicación
Fotopl etismógrafo para medición del ritmo cardíaco.
de la actividad card iovascular tenemos, por ejemp lo,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

!ación co n el esfuerzo mental, la actividad físi ca, la utili zac ión de la cá mara termográfi ca en el ámbito de
emoción intensa y, en general, co n el nivel de activa- la detección fi siológica de la mentira.
ción del organismo. En el sistem a gastrointestinal la vari abl e eva Iuada
La temperatura de la piel depende, entre otros fac- con más frecuencia es la motilidad gástri ca, que puede
tores, del sistema vascul ar periféri co. En condi ciones obtenerse a través del registro de los potenciales mus-
normales es muy establ e y pu ede vari ar con el ejer- cul ares med iante electrodos externos de electromi ogra-
cicio físico y co n la temperatura exteri or. La tempe- fía, denominándose electrogastrografía. En general, la
ratura corporal presenta un ritmo c ircadiano propio, activación vegetativa simpática disminuye la motilidad
por lo que a veces se utili za como medida indirecta gástri ca (Stern, Koch, Levine y Muth, 200 7). La activi -
de la ca lidad y duración del su eño. Puede ser medida dad del sistema gastrointestinal ha sido utili zada como
directamente mediante un termopar o termi stor que un índi ce emocional y en investi gaciones sobre el es-
convierte la temperatura en señal eléctri ca con indi- trés. Se ha empl eado también en probl emas psi cosomá-
cac ión numéri ca o gráfi ca de la misma. También se ti cos como las úlceras duodenales y el co lon irritabl e.
utili za la cámara termográfi ca de alta defi nición que Los métodos de registro más utili zados en el es-
detecta el ca lor prod ucido por los ca mbi os rápidos en tudio de las respuestas sexuales son las técni cas pl e-
el fluj o de sangre para estudi ar emoc iones a través de ti smográfi cas. Dentro de éstas, y en la evaluación
los cambi os en la temperatura fac ial, co mo se puede de las respuestas masculinas, lo más frecuente es la
ver en la Imagen 8.3. La mayor actividad de músculos medición de la circunferencia del pene rea li zada co n
fa ciales específicos demanda mayor aporte sanguíneo ga lgas o sensores extensiométri cos. En la evaluación
lo que se traduce en elevaciones li geras de la tempe- de las respu estas sexuales femeninas las medidas más
ratura de la pi el que los recubre. Otra apli cación se utili zadas son las de vasocongesti ón vaginal, a través
basa en que la vasoconstri cc ión periféri ca provocada de fotopl eti smógrafos vaginales. La evaluación de la
por la respuesta del sistema nervi oso simpáti co que respu esta sexual se uti Iiza para hacer di agnósticos di-
contrae los vasos sanguíneos superfi ciales del rostro ferenciales y fun cionales, para di señar el tratamiento
con el con siguiente descenso de la temperatura. Se ha en las di sfuncion es sexuales y como punto de referen-
comprobado que la activación emocional provocada cia de la efi cac ia del tratamiento.
por imágenes de intensa ca rga afectiva, tanto agrada-
bl es como desagradabl es, di sminu ye la temperatura de
la pi el en regiones del rostro al ti empo que aumenta 2.2. Actividad regulada por el Sistema
la AED. Ambos indicadores refl ej an la movili zac ión o Nervioso Somático
activac ión general del organi smo (Kosonogov et al.,
- 1
2017). La evaluac ión de la temperatura se ha utili zado La actividad muscular fu e estudi ada por Jacobson a
también en la mi graña o cefa lea vascul ar y la enferme- prin cipi os del si glo xx en sus investi gaciones sobre la
dad de Raynaud. En un apartado posteri or se verá la relajación muscular y su medida. Sus trabajos propor-
cionaron las bases tecnológicas de la moderna elec-
tromi ografía (EMG). La electromiografía con siste en
el registro de la actividad eléctri ca producida por la
contracción muscular o por la reacción de un mú scu-
lo a un estímulo eléctri co. En la Imagen 8.4 se puede
ver la co locación de los electrodos de electromi ografía
de superfi cie para estudi ar la activ idad del mú sculo
corru gador superciliar. La actividad muscul ar resulta
especialmente interesante para el estudi o de la expre-
sión emocional, para lo que se empl ea la electromi o-
grafía fac ial de superfi cie. Otras área s de estudi o son la
relajación, las cefa leas tensionales o jaquecas, la fati ga
y la rehabilitación neuromu scular.
Los m ovimientos oculares ti enen co mo prin cipal
fun ción situar la imagen de un obj eto en la fóvea. Para
su evaluación suelen utili zarse la electro-oculografía
La cámara termográfi ca detecta va ri aciones sutil es en la tempe- (EOG) y los dispositivos ópti co-electróni cos. La EOG
ratura de la piel provoca das por cambios en el ri ego sanguíneo co nsiste en la detección de los cambi os de potencial
asociados a contracciones en la musculatura del ros tro o a la
có rn eo-retiniano (diferencia de 1 mV de potencial que
actividad simpática.
ex iste entre la retin a, que es eléctri ca mente negativa,
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

psicofi sio lógicas, incluyendo la neuro imagen func io-


nal por resonancia magnéti ca, en ámbitos no clín icos
de naturaleza comercial. Un ejempl o es analizar en
estudios de mercado las respuestas de un posible con-
sumidor ante la exposición estáti ca o dinámi ca de un
producto. Otro ejempl o es la valorac ión de las reaccio-
nes de atención y emoción ante secu encias parciales o
compl etas de películas o seri es de televisión. En ambos
casos se intenta anticipar la reacción del públi co en
general o de segmentos de la pobl ación ante los estí-
mul os o situaciones que se presentan. Estas apli cac io-
nes se agru pan en un ámbito de investigación apli cada
emergente que se suele denominar neurom arketing.
Un gran número de estudios empl ea n los movi-
mientos oculares para valorar la atención v isual y es-
tabl ecer co n precisión en qué obj etos o elementos fij a
el sujeto su mirada, cuál es el recorrido de exp lora-
ción de una imagen y en qué puntos de la mi sma, o
puntos de fij ac ión, se detiene. El estudio de los movi-
mientos ocul ares permite identifica r y medir diferen-
tes componentes de los procesos que intervienen en
la observación y reconocimi ento de imágenes y en la
Co locación de electrodos para registro de acti vidad electromio-
lectura y comprensión de textos. Sirven ta mbi én para
grá fica en el músculo corrugador supercili ar. El electrodo supe- valorar la co nducta ocular de los conductores de au-
rior a la izqu ierda es el de referencia o ti erra. tomóvil , ferroca rril y avión (Cabon, Cobl entz, M o ll ard
y Fouill ot, 1993; Ga ll ey, 1993; Tejero, Pastor y Crespo,
2004). Igualmente, son útiles para conocer las prefe-
y la có rn ea, que es eléctri ca mente positiva) que tienen rencias estimul ares en personas que no pueden infor-
lugar co n los ca mbios de posición del ojo. Para ca ptar mar verbalmente, como los lactantes (Serrano, Iglesi as
esta actividad, los electrodos se sitúan alrededor de las y Loeches, 1992). En el apartado 5.7 se habl a de sus
órbitas oculares. La Fi gura 8.5 muestra los emplaza- apli cacio nes en el ámbi to experimental y ap licado de
mientos más comunes utili zados para el registro. la detección de la menti ra.
Por su parte, los di spositivos ópti co-electrónicos se En la actividad respiratoria se evalúan habitu al-
basa n en el movimi ento de un haz de luz proyectado mente la profundi dad de la respiració n y la frecuen-
hacia la pupil a y refl ej ado por ésta. Estos procedimien-
tos se denominan también sistemas «eye-trackin g» o
de seguimiento de movimientos oculares. La mayoría
de estos sistemas se basan en una cá mara que enfoca
los ojos y graba los movimientos de la pupil a mien-
tras el suj eto mira una seri e de estímul os o contempl a
un vídeo. Los d ispositivos más modern os empl ean el
co ntraste para loca li za r el centro de la pupil a y crear
un refl ejo de la córn ea a través de una lu z infrarroja Movi mientos
que se refl eja en los ojos y es captada por la cámara vertica les
de vídeo (u otro sensor óptico). La información recog i-
da se anali za para extraer los movimi entos oculares y
los cambios en esos refl ejos. Para interpretar la info r-
mación que recogen los diferentes tipos de seguidores
de movimi ento ocul ar, o «eye-trackers», ex isten una
serie de programas que crea n animaciones y represen-
taciones para resumir gráfi ca mente el comportamiento
visual de una persona.
Loca lizac iones más comunes de los electrodos pa ra el registro
La tecnología del seguimiento de los movimi ntos
de los movimientos ocu lares.
oculares se apli ca también, junto co n otras técni as
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2.3. Actividad regulada por el Sistema


Nervioso Central

Se denomina electroencefa lografía (EEG) a la técni-


ca de explorac ión de la actividad bioeléctrica cerebral
detectada mediante electrodos dispuestos sobre el cue-
ro cabe lludo sigu iendo una disposición estándar que
cub re ambos hemi sferios (ver Imagen 8.6). Se empl ea
en el estudi o de las distintas etapas del sueño, la acti-
vidad cortica l durante la rea li zación de tareas, el pro-
cesa mi ento de la informac ión cogn itiva y emociona l y
en el fu ncionam iento hemisférico.
La actividad eléctri ca cerebral registrada se procesa
a través de diferentes procedimientos que dan origen
a indi cado res o medidas que pueden ponerse en re-
lación con el comportami ento norm al y patológico.
Uno de los índices más utili zados son los potenciales
evocados cerebrales, que se obti enen al promediar la
lmagenB.S actividad eléctri ca cerebra l susc itada o producida por
Dispositivo de neumografía pletismográfica para la med ida ele la presentación repetida de un estím ulo o suceso . La
parámetros respiratorios. presentación de estímulos provoca respu estas corti ca-
les en la zona de proyección de la corteza correspon-
di ente a la moda li dad senso ri al del estímu lo y en otras
c ia respiratoria a través de una banda de goma flexi- loca li zac iones. Los potencia les evocados están com-
ble rell ena de mercuri o o que dispone de un se nso r puestos por diversas ondas que va rían, segú n el factor
de tensión, que transmite los ca mbi os de vo lum en desencadenante del potencial, en su polaridad, laten-
torácico producidos por la espirac ió n y la in sp ira- cia, frecuenci a y amp litu d. Estas ondas se denominan
ció n. A esta fo rm a de eva lu ac ió n se le denomina componentes y se identifica n de acuerdo con su po-
pneumografía pletismográfica, y se puede ver en la laridad - los componentes positivos co n la letra P y los
Imagen 8 .5. negativos con la letra N (ver Figura 8.6) y su latenc ia
Otra técnica de registro para medir directamente
distintos parámetros resp iratorios, como la cantidad o
volumen de aire que el sujeto inspira o espira, es la es-
pirometría. En co ndi ciones de excitación o activación
emoc ional, ya sea co n emociones positivas o negati-
vas, la resp iració n se altera, aumentando la frecuencia
respirato ri a. En camb io, durante la relajación, la res-
piración se hace más lenta y profunda (Vil a y Guerra,
20 17).
Esta respuesta se co nsidera frecuentemente co mo
un indi cado r de ansi edad y relajación y es útil en
la eva luac ión de trastornos psicosomáticos, como el
asma (Sa lgado y Simón, 2001 ). También se ha obser-
vado que, a med id a que aumenta el esfuerzo men-
tal , se produce un a resp iració n menos profunda y se
eleva su frecuencia (Ca rrol l, Turn er y Rogers, 1987).
La respiración influye en la variabilidad del ritmo
card íaco, fenómeno co noc ido como arritmia sinusal
respiratoria, por lo que permite también valorar la
actividad parasimpática . Medir las ca racterísti cas de
la respiración torácica y de la respiración abdomin al
es útil también para los ejercic ios respiratorios que
Gorro con electrodos para registro de la actividad electroence-
se utili za n como comp lemento del entrenami ento en
fa lográfi ca (EEG) y medidas derivadas.
relajación .
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

fLV P 300 miten loca li za r las fu entes de la actividad EEG o de


P1 20 P3
Pl P 200 potenciales evocados específicos que informan acerca
10
P2 del papel de una estructura o área cerebral en la apa-
5 ri ción de determinados ca mbios eléctricos cerebral es.
o Dado que las regiones cerebrales fu ertemente interco-
nectadas tienden a funcionar de fo rma sincrónica, se
-5
pu eden estudiar las conex iones fun c ionales de áreas
- 10 N 75 N 175
cerebrales a través de la co rrelación, o co herencia, de
Nl N2
la actividad que ex iste entre ellas, lo que es la base del
estudio de la co nectividad fun cional. Un resultado de
o 100 200 300 mS
estos proced imientos es el establ ecimiento de las re-
des de funcion amiento cerebral que intervi enen en un
comportamiento normal o patológico. Se pi ensa que
Nomenclatu ras utili zadas para denom inar los com ponentes de algunos trastornos mentales, co mo la esqui zofren ia o
los potenc iales evoca dos.
los tras to rn os generali za dos del desarro llo, pueden ir
acompañados de probl emas de co nectividad por ex-
ceso o por defecto entre diferentes regiones del ce-
en mili segundos (ms.), co rrespond iente al vert1ce o rebro. Un tratamiento más avan zado de la actividad
pico del componente en cuestión (p. ej., Nl 00, P300, eléctri ca cerebral, el análi sis mu ltivari ado de patron es,
etc.) (Carreti é, 2009). Otro modo ele denom inar a los se rea li za a través de compl ejos algoritmos y propor-
componentes es mediante su po laridad, Po N, seguida ciona patrones o conjuntos de actividad asociados de
del orden ele aparición del componente, de tal modo forma muy específi ca a compo rtami entos, de manera
que, por ejemp lo, P3 sería la tercera onda positiva en que permiten una traducción o «descod ificac ión» de
apa recer. La Variación Negativa Contingente (VN C) la actividad cerebral en términ os de conducta. En otras
hace referencia a otro potencial evoca do que aparece pa labras, aportan una lectura co nductu al de la acti-
co mo una ampli a onda nega tiva desencadenada por vidad cerebral y una tradu cc ión cas i directa del dato
un es tímu lo que actú a como seña l de otro posterior. puntua l, preciso y loca lizado del ce rebro a la conduc-
Este segundo estímu lo, que sigue en pocos segundos ta . Las técn icas BCI, de interacción entre cerebro y or-
al prim ero, indi ca a la persona que debe rea li za r una denador, permiten la activación directa y en línea de
ta rea sencilla, como leva ntar el bra zo. Relacionada máquinas, prótes is u otros dispositivos a partir de la
co n ésta se encuentra la negatividad que precede al actividad cerebra l de una región específi ca detectada
estímulo (Stimulus Preceding Negativity, SPN) que es por los electrodos.
otra onda nega tiva que suele aparecer inmediatamente Las técnicas de neuroimagen funcion al proporcio-
antes de recibir el feedback (refuerzo o castigo) tras la nan representaciones visua les de la estructura y fun-
ejecución de una tarea. cionamiento del cerebro, tanto a nive l cortical como
El potencial evocado P300, posiblemente el más subcorti ca l, en la persona despi erta mi entras rea liza
estud iado, es una onda de po laridad pos itiva que al- algún tipo ele tarea o se mantiene en reposo. La tomo-
ca nza su va lor máximo aprox imadamente a los 300 grafía por emisión de positrones (TEP) perm ite determi-
mili segundos tras la presenta ción de un estímulo nue- nar el nivel de determinadas susta ncias en el cerebro.
vo, infrecuente, sorpresivo o que requiere una toma Puede detectar el consu mo de glucosa y, por tanto,
de decisiones por parte de la person a evaluada. Su la actividad meta bólica en una región cerebral. Dado
amplitud se sitúa en torno a los 4-6 microvoltios (µV), que la actividad metabóli ca aumenta donde mayor es
presentando en ocasiones gran vari ab ilidad. Las varia- la actividad neuronal, la TEP proporciona información
ciones en su forma y latencia y, principalmente, en su sobre qué áreas se encuentran más activas y en qué
amplitud pueden proporcionar información sobre la grado.
atención y sus altera ciones. La resonancia magnética proporciona imágenes de
La actividad eléctri ca ce rebral se evalúa también a secciones o co rtes muy finos del cerebro, y perm ite dis-
través del análisis de frecuencias y del poder espectral tin guir la estructura cerebral con una alta resoluc ión,
de los distintos ritmos detectados. La asignación de un lo que se denomina resonan cia magnética estructura l.
código de co lores a cada ritmo básico EEG segú n su Además, esta técnica tambi én puede aportar datos re-
poder espectral sirve para construir mapas de actividad lacionados co n la actividad funcional del cerebro -re-
eléctrica cerebral, o ca rtografía EEG, que representan sonancia magnética funcional-, y es posiblemente la
visualmente la predominancia de los distintos ritm os técnica de neuroimagen funcional más amp liamente
en las regiones corti ca les. Otros procedimi entos per- empleada en la actualidad. Estas técni cas son de gran
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

interés en el estudio de la actividad cerebral relacio- CRH en un circuito de retroalimentac ión o feedback
nada co n funciones cognitivas y emocional es en si- negativo. El co rti sol es sens ible a otros agentes co mo
tuaciones mu y diversas. Un ejemplo de este tipo de el ejercicio fís ico intenso. Su liberación sigue un rit-
estudi os son los rea li zados por Guerrero-Pedraza et al. mo circad iano de manera que sus niveles máx imos, o
(2012), Girard et al. (20 16) y M allikarjun et al. (2018) acrofase, en sa ngre se producen poco antes del des-
en pacientes co n primeros episodi os psi cóticos, en los pertar y decaen a lo largo del día y de la noche para
que encuentran activación funcional en zo nas como la elevarse en la segunda mitad de la noche. El co rti so l es
ínsula en reposo y durante la rea li zac ión de distintos co nsiderado como la hormona del estrés y sus niveles
tipos de tareas. Las señales de actividad metabó li ca están elevados en personas que padecen estrés cróni -
pueden procesarse por procedimientos análogos a los co y también en muchos pacientes depresivos. Es fácil
utili zados en la actividad eléctri ca cerebra l y dar luga r de detectar de forma no intrusiva en la sa liva y es, por
a estudios de co nectividad y de descodificación ce re- ello, el principal indi cador psicofisiológico de estrés.
bral como los vistos anteriormente. Una de las pruebas esta ndari zadas de estrés agudo
Además de las descritas en los apa rtados anteriores, cognitivo y social más utili za da es el Test Estrés So-
algunos autores incluyen las respu estas del sistema en- cial de Tri er (Tri er Social Stress Test), desarrollado por
docrino como respuestas psicofisiol ógicas co nsideran- Kirschbaum, Pirke y Hellhammer (1993), en el que se
do que se trata de un sistema de comuni cac ión corpo- provoca una intensa situación de estrés que permite
ral interconecta do co n el sistema nervioso. El sistema su valoración conductual y fisiológica . Otra hormo na
endrocrino regula las funciones de diferentes órganos que se puede detecta r en sa liva es la melatonin a, de
del cuerpo a través de molécul as de seña l llamadas interés en estud ios sobre sueño y ritmos biológi cos.
hormonas y secretadas por las diversas glándulas que
conforman dicho sistema (Myers, 200 6) . Además, se
han desarrollado nuevas medidas psicofisiológicas ba-
sadas en el análisis químico de la sa liva y la sa ngre, 3. INSTRUMENTACIÓN V PROCESO
como por ejemplo el análi sis de la enzima monoa- DE OBTENCIÓN DE LA ACTIVIDAD
min o ox idasa (MAO) que se encuen tra en la sangre PSICOFISIOLÓGICA
y que parece desempeñar un papel determin ante en
el rasgo de personalidad «búsqueda de sensaciones » 3.1. Fases en el proceso de obtención de
(Rui z-Caball ero, 2003). Tambi én a partir de mu estras los índices fisiológicos
de saliva se pueden medir diferentes sustancias rela-
cionadas con procesos psi co lógi cos, normales y pa- La eva luac ión de la actividad psicofisiológi ca sigue
tológicos, entre ell as la enzima alfa-a mil asa, indica- una secuencia más o menos estándar, aunque con as-
dora del nive l de actividad simpática a nivel ce ntral, o pectos específicos y propios de cada tipo de respuesta
los niveles de diferentes hormonas (Sánchez-N ava rro, y técn ica. El procedimiento general abarca las siguien-
M aldonado, Martínez-Selva, Enguix y Ortiz, 20 12) . tes fases: 1) ca ptación; 2) ampl ificac ión y filtrado; 3)
Asimismo, otros indi cado res bioquímicos como el ni - registro o adquisición de datos; 4) reducción de da-
vel de actividad serotonérgica, la secreción de ad rena- tos y análisi s; y 5) interpretación de la señal. Las tres
lina y el nivel de testosterona, han sido relac ionados primeras fases se han rea li zado tradicionalmente por
co n la impulsividad y la agresividad (Sobral, Romero, med io de los polígrafos, entendiendo por polígrafo el
Luengo y M arzoa, 2000). La actividad del sistema in- instrumento que permite captar, modul ar, amplificar
munológico, estrechamente li gado al sistema nervioso y registrar digital o gráfica mente las respuestas psico-
vegetativo y al sistema endocrino, pu ede tambi én de- fisiológi cas a partir de la co locación de los sensores
tectarse en saliva a través de inmunoglobulinas, como en la superficie externa del cuerpo (Vil a y Guerra,
la lg6 y otras sustancias. 2017). Sin embargo, los polígrafos tradicionales que
Entre las hormonas más estudi adas se encuentra el registraban sobre papel han dejado de utili za rse. En la
co rtisol , hormona esteroidea secretada por la corteza actu alidad el registro y procesamiento de las señales
suprarrenal. Su s~creción depende de la actividad del psi cofisiológicas se rea li za medi ante sistemas digitales
eje hipotálamo-hipofi siario-suprarrenal y, en concreto, de adquisición de datos controlados co n programas
de la liberación de corti cotropina, u hormona regula- informáticos.
dora de la corteza adrenal en la hipófisis, inducida a La captación de la señal depende de sus carac te-
su vez por la hormona liberadora de corti cotropin a, rísti cas de origen. En términos generales, las señales
o CRH en el hipotálamo. El cortisol se libera varios psi cofisiol ógicas son de dos tipos: señales bioeléctri-
minutos después de la aparición del agente estresan- cas y no bioeléctricas. Las señales bioeléctricas ti e-
te y sus niveles en sangre inhiben la producción de nen su origen en los fenómenos eléctri cos ex istentes
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

en las membranas ce lulares y su captac ión se reali- que la amp li ficac ión, el filtrado y la transformación de
za mediante electrodos. Las señales no bioeléctricas la seña l pueden realizarse tanto de forma ana lógica
(mecáni cas, ópticas o térmicas) se captan mediante como de forma d igita l.
transductores o sensores que las convierten en eléc- El sistema de registro de la señal permite visuali-
tricas para que puedan ser registradas por el sistema zar y grabar de forma continua tanto el va lor eléctri-
de adqu isición de datos; ejemplos de transductores co como el momento temporal en el que se produce,
son el fotop letismógrafo, los termistores, las ga lgas dentro de unas coordenadas donde el eje vertica l re-
de tensión o extensiométricas y los transductores de presenta el voltaje y el eje horizontal el tiempo. Antes
fuerza. En cua lqui er caso, tanto los transductores del empleo de sistemas informatizados, este registro se
como los electrodos han de co locarse siempre sobre llevaba a cabo mediante plumillas con tinta marcado-
la superficie de la piel, dependiendo su ubicación de ra en un papel milimetrado continuo o por impresión
las características de la seña l y cuidando de que no térmica. En la actualidad, los registros se realizan a
interfieran con la actividad que se pretende estudiar. través de ordenadores que perm iten la visua li zación
Es muy importante tener en consideración el tipo de de las seña les fisio lógicas en un monitor y el almace-
electrodo que se va a utilizar (desechab le, de botón, namiento digita l de los datos.
de copa, cazo leta o de cuchara) y el tipo de sistema de La reducción de datos y análisis depende de la se-
sujeción (incorporado, discos adhesivos, o co lodium/ ñal registrada y de los objetivos del estud io (Carretié,
esparadrapo), así como el uso de pastas electrolíticas 2009). Básicamente cons iste en extraer los parámetros
para faci li tar la captación de la seña l. La limpieza de de interés de la seña l, por ejemplo, la frecuencia car-
la parte de la piel donde se va a co locar el electrodo es diaca a partir del electrocardiograma o la ampl itud de
fundamenta l, empleá ndose en algunos casos incluso la respuesta electrodérmica . Estos parámetros pueden
geles abrasivos o alcoho l. pertenecer, bás icamente, a cuatro dominios: tiempo,
La amplificación de la seña l se ll eva a cabo a tra- frecuencia , tiempo-frecuencia y dominio espacial
vés de los ampli ficado res y consiste en incrementar la (Vila y Guerra, 2017). Para profund izar en este aspecto
magnitud de la seña l eléctrica origina l hasta alcanzar se puede consu ltar Gratton (2007) .
una ampl itud de sa lida lo suficientemente grande (ge- La última fase es la interpretación de las señales
neralmente en torno a 1 vo ltio) para poder procesarla y psicofisiológicas, que va a depender de los meca-
estudiarla. Sin embargo, este proceso no sólo afecta a nismos fisio lógicos que contro lan dicha seña l y del
la señal con la que estamos trabaja ndo, sino que tam - contexto psicológico en que ha sido registrada. Cada
bién con lleva la amp lificac ión de artefactos, o ruido, técnica psicológica tiene su propio marco teórico de
presentes en nuestro registro. Los artefactos pueden ser interpretac ión dependiendo de los siguientes factores:
de dos tipos: de origen fis iológico (interferencias que tipo de técnica (centra l, somática o vegetativa), tipo
provienen de otras seña les del organismo) o de origen de variable registrada (como ritmos EEG o potencia les
no fisiológico (suelen proceder de la corriente altern a evocados, movimientos ocu lares, actividad EMG, AED
de la red eléctrica o de las seña les electrostáticas pro- o frecuencia cardiaca), tipo de parámetro uti Iizado
duc idas por el movimiento de los sensores). Para elimi- en cada variab le (amplitud, latencia) y, especialmen-
nar o atenuar en la medida de lo posible los artefactos te, tarea experimenta l durante el registro (cogn itiva,
se emp lean filtros . Estos permiten la eliminación de los emociona l, motivacional, de aprendizaje, motora) que
componentes ajenos a la señal que se desea registrar vendrá determ inada por los objetivos del estudio (Vi la
mediante filtros ana lógicos (circuitos electrónicos que y Guerra, 2017) .
permiten eliminar determinados componentes de la
señal eléctrica en función de su frecuencia).
El contro l del nivel de amp lificac ión se reali- 3.2. Secuencia temporal en la evaluación
za mediante el ajuste de la sensibi lidad o ganancia,
que determina el grado de ampli ación, y a través de La secuencia temporal de la eva luación puede va-
la ca li bración de la seña l, siendo este último un pro- riar en función del objetivo del estudio, la metodología
cedimiento fundamenta l debido a que una señal sin o el protocolo de la sesión en concreto, pero en gene-
calibrar no puede ser ana li zada cuantitativamente ral podemos decir que en todas las sesiones de eva lua-
(Vil a y Guerra, 2017). Por último, antes de proceder ción hay que observar al menos cuatro fases (ver Figura
al registro de la seña l de interés, a veces, es necesario 8.7) . Una primera fase o periodo de adaptación de la
transformar la seña l eléctrica en otra seña l más fáci 1 persona a la situación de eva luación, cuya duración
de ana li za r o interpretar. Esta transformación se reali - depende del tipo de actividad y que debe ser al me-
za a través de circu itos electrónicos específi cos como nos de cinco minutos, en la que no se eva lúa ningún
son los tacómetros y los integradores. Hay que indica r tipo de variab le. Una segunda fase o periodo, también
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Período de Lín ea Base Presentación del la estimulación Período ele


adaptación o recuperación
Reali zación ele las tareas

Secuencia tempora l tipo en la evaluación psicofi siológica.

sin estimulación, que se suele ll amar periodo de línea utili zac ión del ordenador como unidad central de pro-
base, en la que da comienzo el registro fisiológico y cesa miento, control y presentación de las señales detec-
se obtiene el nivel basa l de actividad de la señal de tadas. Sin ánimo de rea li za r una exposi ción exhaustiva,
interés. En la tercera fase se presenta la estimulación vamos a mostrar algunos ejemplos de instrumentación
o se realiza la tarea y se lleva a ca bo el registro fisio- computari zada sigu iendo la clasificación propuesta
lógico de las variabl es bajo estudio. Su duración varía por Roa (2 001 ). Este autor diferencia entre los sistemas
dependiendo de las tareas a rea li za r. El significado psi- computarizados de uso clínico y los sistemas de regis-
co lógico de esta fase es distinto de la anterior y pos- tro en ambiente natural. Entre los primeros destaca n
terior. Finalmente, es frecuente aunque no necesa rio, los sistemas de registro en el laboratorio, emp leados
que haya una última fase después de la presentación en la investi gación y en la evaluación psicofis iológica
de la estimulación, que se denomina periodo de recu- clínica y los sistemas diseñados específicamente para
peración, en la que también se eva lúan las variab les su uso en programas clíni cos de tratami ento med iante
fis iológicas pero sin la presentación de estímulos o la técni cas de biofeedback automati zados. Los sistemas
rea li zación de tareas (ver Figuras 8.7 y 8.8). de registro en ambiente natural posibilitan el estudio
de las respuestas psicofisiológicas tal y como se produ-
cen en la vida cotidiana del individuo; esto requiere un
3.3. Instrumentos computarizados de adecuado registro y anál isis de las variab les fisiológicas
evaluación psicotisiológica y ambientales, pero también de una eva luación sincró-
ni ca de los factores subjetivos, emocionales y conduc-
Los avan ces en la electróni ca y la informáti ca han tuales concurrentes, que requiere una mayor so fisti ca-
supuesto grandes progresos en las prestaciones que ción en el diseño de los instrumentos. En este caso, el
ofrecen los instrumentos de eva lu ación psicofisiol ógi- autor diferencia tambi én dos grupos de instrumentos,
ca . Los fabricantes comerciali za n una gran ca ntidad de los de registro ambulatorio y los de registro telemétrico.
aparatos e instrumentos cuya tecnología se basa en la Los primeros permiten el registro en ambientes no co n-

Sonido Sonido Sonido


500 ms 500 ms 500 ms

TAREA TAREA TAREA TAREA


1O min . L. Base
------- - --+-----------+-----+--------1------------~
5 min . 5 min . 100 seg. 100 seg. 100 seg. 60 seg.

Proced imi ento experimental en el que el sujeto recibe una serie de son idos para provocar las respuestas de sobresa lto y defensa mien-
tras rea li za una tarea experim ental ele búsqueda visua l (tom ado de Ramírez-Ucl és, 2003; Ramírez-Uclés, Guerra, Muñoz, Perakakis,
Anllo-Vento y Vila, 201 O).
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

tro lados de form a directa, mi entras que las técni cas de índi ces, co mo los ri tmos EEG o la actividad respirato-
registro telemétri co son un conjunto de instrumentos ri a. Es un ejempl o de un a reacc ión atencional, fás ica o
que permiten el envío de la señal detectada, general- pasajera ante un acontecimi ento extern o.
mente mediante ondas de radiofrecuencia, hasta una El reflejo de defensa es la reacción del organi smo
unidad receptora que recoge la señal y procede a su ante un estímul o de alta intensidad o amenazante.
aná li sis (Anderson y Frank, 1990). Afecta a numero sos sistemas de respu esta y suele es-
tudi arse a través de la respu esta ca rdi ovasc ular: ca m-
bios en la frec uenc ia ca rdíaca o respuesta ca rdíaca de
defensa, elevac iones en la pres ión arteri al o ca mbi os
4. CONCEPTOS BÁSICOS EN LA vasomoto res que afectan al vo lum en de pul so sa nguí-
EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA neo peri féri co. Es la reacción habitual ante estímul os
que pueden dañar al orga ni smo. El refl ejo de defensa
Antes de pasa r a expo ner apli cac ion es de la evalu a- fo rma parte de las respuestas emoc ionales negativas y
ción psicofi siol ógica en el ca mpo clíni co y de la sa lud, de la llam ada respu esta de huida o ataque.
se expli ca n una seri e de co nceptos qu e form an parte La respu esta o reflej o de sobresalto aparece ante
del cuerpo teóri co y metodológico, como son la acti- estímul os de mayor intensidad que los que suscitan la
vación y la reactividad . Las respu estas refl ejas (refl ejos respuesta de ori entación, pero que no ll ega n a provo-
de ori entación, defensa y sobresa lto) se relacionan co n ca r la res puesta de defensa. En el ser humano se suele
procesos psico lógicos como la atención, la memori a, estudiar a través del refl ejo de parpadeo ante un estí-
el aprendi zaje y la emoción. A su vez, estas respu estas, mul o audi tivo intenso.
como toda la actividad fi sio lógica, están sometidas a Los estímul os que resultan interesa ntes provoca n
una serie de procesos de pl astic idad, tales como, la una respuesta de ori entación y produ ce n una momen-
habi tuación, el co ndic ionami ento, la inhibic ión, la po- tánea di sminuc ión de la frecuencia ca rdíaca . Por su
te nc iac ión o la se nsibili zac ión, que tambi én se pueden parte, los estímul os que resultan amenaza ntes o mu y
ve r afectados en algunos de sus pará metros por proce- desagradabl es debid o su elevada intensidad, provoca n
sos o vari abl es psico lógicas o psicopato lógicas. un re fl ejo de defensa, que se manifi esta a través de
La activación es un co nstru cto hipotéti co que refl eja aumentos y di sminu c iones de la frecuenc ia ca rdíaca
el aumento o di sminuc ión de la excitabilidad, actividad en determinada suces ión durante unos segundos (Vil a
o reactividad del sistema nervi oso central y del sistema y Guerra, 201 7).
nervioso periféri co (vegetativo y so máti co) . También se La plasticidad hace referencia al grado de modi -
le denomin a nivel de activac ión. Éste puede medirse a fi cac ión de las respuestas fi sio lógicas. Los conceptos
través de di stintos tipos de acti vidad psicofis iológica, que comprende son los de habi tuac ión, sensibi I iza-
como los nive les de AED o la frecuenc ia de respuestas c ión, bi ofeedback y modulación refl eja.
electrodérmi cas inespecíficas. Durante años se propu- La habituación es una de las característi cas de la
so que la activación si gue un continu o, que va desde respu esta de ori entación y consiste en la di sminu ción
estados de máx ima alerta hasta los de menos alerta, de una respuesta ante la estimul ación repetida, o la
como el sueño y el coma. Ahora bi en, esta concepción tendencia de la acti vación a vo lver a su nivel pre-esti -
unitari a de activac ión ha recibido críti cas, basadas mul ar o basa l (Stern y Si son, 199 0). Se considera como
fundamentalmente en dos hechos: la baj a correlación un fenóm eno de aprendi zaje pre-asociativo . Se obser-
que ex iste a veces entre los di stintos parámetros psico- va habituación tanto en respu estas dependientes del
fisiológicos y la di soc iac ión entre estos parámetros y sistema nervioso central co mo en aquéll as que depen-
la conducta. Los críti cos de la teoría cl ás ica defienden den del sistema nervioso vegetativo. Por el contrari o,
que existen di stintos patrones de activac ión para dife- la sensibilización es el aumento de la intensidad de la
rentes situac iones y para diferentes personas. respuesta co mo co nsecuencia de la estimul ación repe-
La reactividad se refi ere a la intensidad y ca racterís- tida, fund amentalmente ante es tímul os aversivos.
t icas de las respu estas fi sio lógicas de las personas a los El biofeedback es el conjunto de procedimientos
ca mbi os en su med io. Las tres respuestas más impor- destinados a proporcionar a una perso na informac ión
ta ntes son la respu esta de ori entación, la de defensa y inm ediata y prec isa de algún aspecto de su acti vidad
la de sobresa lto. bi ológica , con el fin de que aprenda a regul ar o con-
La respu esta o reflej o de orientación es la reacc ión trolar vo luntari amente dicha actividad. Desde el punto
del organi smo ante un estímulo nu evo o signifi cati- de vista técni co, la in strumentación y el proceso que
vo. Afecta a mu chos sistemas del orga ni smo, siendo se sigue para la obtenc ión de las señales fi siol ógicas es
el mejor indi cador la respuesta de co nductanc ia de la simil ar a las técni cas de registro psi cofisiol ógico. Sim-
pi el (SCR). Tambi én pu ede medirse a través de otros pl emente, hay que añadir una fase de conversi ón de la
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

señal registrada en forma de estimul ación visual o audi- genes de diferente contenido afectivo es uno de los
tiva (feedback). Cuando la señal que se procesa tiene su fenómenos más consistentes encontrados en la investi-
origen en el sistema nervioso central (actividad eléctri ca gación experim enta l (a unque tambi én se ha estudiado
o metabólica, por ejemplo) se habla de neurofeedback . en otras variables psicofisiológicas como la actividad
Todos los parámetros de las respuestas psicofisio- electrodérm ica o el ritmo card iaco a través del electro-
lógicas pueden variar por la presentación de estímu- card iograma) . El fenómeno de modulación emocional
los externos al individuo o por procesos psicológicos implica que la respuesta de parpadeo de sob resa lto se
(atención, emoción, esfuerzo menta l), fenómeno que ve potenciada por estímulos afectivos negativos y ate-
se conoce co mo modulación o modificación refleja. nuada por positivos (ver Fi gura 8.9).
Así, la respuesta de orientación ante un estímulo nue- La modul ación del reflejo de sobresa lto por factores
vo puede verse debilitada por la presentación en los emocionales fue descrita por primera vez por Brown,
instantes inmed iatamente anteriores de un estímul o Kalish y Farber (195 1) en el contexto de las investigacio-
más déb il. Esta modul ación refl ej a, en este caso inhi- nes sob re el mi edo condicionado en ratas: la respuesta
bición, sería un ejemplo del fenómeno de inhibición de sob resa lto era mayor cuando el estímu lo provocador
extern a pavloviana. del sobresalto (el disparo de una pistola de juguete) se
Dos importa ntes propiedades de los sistemas psi- presentaba simultáneamente con seña les previamen-
cofisiol ógicos son la homeostasis y la ley de los va- te cond icionadas de mi edo. El primer estudio sobre
· Iores iniciales. El término homeostasis, acuñado por la modulación del refl ejo de sobresa lto en hum anos
Walter B. Ca nnon, designa la tendencia del organ is- fue realizado por Vrana, Spence y Lang (1988). Estos
mo a mantener co ndiciones co nstantes o un estado de autores utili zaron el paradigma de la visualización de
equilibrio entre sus diferentes elementos. Es un proce- imágenes afectivas superpuesto a la prueba de sob re-
so de autorregulación que tiene lu gar de forma perma- sa lto, en sustitución de los estímul os co ndicionados de
nente en todo el organismo y su función es proteger miedo utilizados en los estudios con animales. Estepa-
su in tegridad y asegu rar el fu ncio nam iento adecuado rad igma permite eva luar procesos psicológicos, como
de sus sistemas. Por otro lado, la ley de los valores reacciones atencionales o emocionales, tanto en psico-
iniciales afirma que la magnitud de una determinada patologías específicas como en la población sana. En
respuesta fisiológica ante un estímul o o situación de- estos estudios se encontró que la magnitud del refl e-
pende del nivel previo del sistema que la regula. Es jo va ri aba sistemáticamente en función del contenido
decir, los ca mbios en la actividad fisiológica provoca- afectivo de las diapositivas: la magnitud del reflejo de
dos por un estímulo o situación dependen no só lo de sobresalto era máx ima durante la exposició n de diapo-
éstos sino también de los niveles previos de actividad sitivas desagradables y mínima durante la exposición
del sistema. Habrá una relación negativa entre la lín ea de diapositivas agradabl es, quedando en una magnitud
base, previa a la estimul ación o a la tarea a rea li za r, intermed ia en la exposición de diapositivas neutras.
y la amplitud de la respuesta. Su descubridor, Wilder En el contexto de laboratorio, la eval uación de la
(193 1/ 1976) co nsideró que esta ley era ap li cab le a to- modul ación emocional del reflejo de sob resa lto se
das las vari ab les fisiol ógicas, pero no opera en todos reali za a través de la visualización de imágenes afec-
los sistemas. Por ejemplo, se ha observado en la mayor tivas utilizando el Sistema Internacional de Imágenes
parte de las respuestas ca rdiovascu lares pero no en la Afectivas (lnternational Affective Picture System, IAPS)
actividad electrodérmi ca. (CS EA-NIMH, 1999; Lang, Óhman y Vailt, 1988). Este
instrumento ha sido adaptado en población española
en las Universidades de Granada y Castellón (M oltó y
4.1. Modulación emocional del reflejo de co l s., 1999; Vila y co ls., 2001 ). Consta de un co njunto
sobresalto de mas de 1000 fotografías en color baremadas en las
tres dimensiones afectivas: valencia (agradable-des-
En este paradigma se presenta el estímulo que pro- agradab le), arousal (relajado-activado) y dominancia
voca el sobresalto mientras se están viendo im ágenes (domin ador-do minado). En nuestro país también se
co n diferente ca rga afectiva: agradab les, desagrada- han creado otras bases de datos de imágenes afectivas
bles y neutras, por ejemplo. De todas las medidas que se encuentran baremadas en las mismas dimensio-
fisiológicas y conductu ales que cavarían con las di- nes que el IAPS, como el EmoMadrid emotional pictu-
mensiones emocionales, la del reflejo de sobresalto ha res database (http://www.uam.es/CEACO/EmoMad rid).
sido la que mayor interés ha despertado entre los in- Generalmente, el proced imiento experimental de
vestigadores. La modul ación de la amplitud del refl ejo modul ación emocional del reflejo de sobresalto con-
de sobresalto (med ido a través del músculo orbicular siste en seleccionar tres co njuntos de fotografías: a)
del ojo izq uierdo) cuando los sujetos visualizan imá- agradab les y de alta activac ión (a lta valencia y alto
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓCilCA

Parpadeo reflejo de sobresalto

12
- Imágenes desagradab les
Estímul o
- Imágenes agradables acústico
íu 10
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8
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o
2001 2101 220 1 2301 2401 250 1 2601 270 1 280 1 2901 3001 3 101 32 01 33 01 3401 3501 360 '1
Tiempo (ms)

Modulación emocio nal del reflejo de parpadeo. Aumento en el refl ejo de sobresa lto, med ido a través de la activ idad electro miográfi-
ca del múscul o orbicul ar del ojo (orbi culari s oculi ), cuando se presentan estímul os desagradab les en co mparación co n los es tímu los
agradables.

arousa l); b) desagradabl es y de alta activación (baj a si el estímulo «obj etivo » se encuentra en un con-
va lencia y alto arousa l); y c) neutras y de baj a activa- junto de estímulos presentados posteri ormente) (Ra-
c ión (va lencia intermedi a y bajo arousa l); y durante mírez-Ucl és, 2003; Ramírez-Ucl és, Guerra, Muñoz,
la presentación de las imágenes se provoca el refl ejo Perakaki s, Anllo-Vento y Vi la, 201 O).
de sobresa lto a través de un ruido blanco. El prin ci- La modulación emocional del refl ejo de sobresa lto
pa l pará metro de medida es la magnitud del refl ejo constitu ye un efecto muy potente. Se ha encontrado a
de sobresa lto. La modul ac ión emocional del refl ejo lo largo de distintas edades, desde niños con 5 meses
se estima a partir de las diferencias en magnitud entre a personas adultas (Balaban, 1995; M cM anis, Bradley,
las imágenes agradabl es, neutras y desagradabl es. La Berg, Cuthbert y Lang, 2001 ), en adultos sanos y con
modul ación emoc ional se refl eja en la reducc ió n de distintas patol ogías: fobi as específicas, ansiedad gene-
la magnitud del refl ejo ante las imágenes agradabl es ral izada, depresión o esqui zofrenia (Cabos, García Rius
y una potenciación ele la magnitud del refl ejo ante las y Vil a, 2002; Hamm, Cuthbert, Globisch y Vaitl, 199 7;
imágenes desagradabl es, quedando las imágenes neu- Hamm Stark y Vailt, 1990). El mismo fenómeno se ha
tras en una pos ició n intermedi a. En ca so ele registrar encontrado utili za ndo, en lugar de fotografías, otros es-
la actividad electrodérmi ca, la modul ación produ ce tímulos afectivos: secuencias de video Uansen y Frijda,
una mayor magnitud de la respu esta durante la pre- 1990), so nidos (Bradley y Lang, 2000), ol ores (Ehrlich-
sentación de imágenes co n alto arousal (agracladabl es man, Brow n, Zhu y Warrenburg, 199 5), lectura de textos
y desagradabl es) en comparación con las imágenes de emoc ionales (Spence y Lang, 1990) e imágenes menta-
bajo arousa l (neutras) (Vil a y Guerra, 201 7) . La Fi gura les (Cook y Turpin, 1997) . Por otra parte, la modu lación
8. 1O mu estra algunos ensayos con diferentes imáge- emocional del refl ejo de sobresalto no parece depender
nes del IAPS (agradabl es/a lto arousal, desagradabl es/ de la novedad del estímulo ni tampoco de la modalidad
alto arou sa l y neutras), pertenecientes a un estudi o sensori al en la que aparece el estímulo provocador del
que utili za el paradigma de modul ac ión emocional sobresa lto: el mismo patrón de modul ación se observa
de los refl ejos de defensa mientras los suj etos rea li - con estímul os de sobresa lto auditivos, visua les o táctil es
za n una «tarea de búsqueda visu al» co n estím ulos de (Brad ley, Cuthbert y Lang, 1990; Bradley, Lang y Cuth-
d iferente co ntenido afectivo (el suj eto deb det ta r bert, 1993; Lang, Bradley, Cuthbert y Patrick, 1993).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

FiguraB.10
Ejemplos de diferentes tipos de ensayos (con estímu los agradab les, desagradables y neutros) en una tarea de búsqueda visual con
imágenes del IAPS incluidos en un estud io sobre paradigma de modulación emociona l de los reflejos defens ivos (tomado de Ra-
mírez-Uclés, 2003; Ramírez-Uclés, Guerra, Mur'ioz, Perakakis, An ll o-Vento y Vila, 201 O).

5.1. Marcadores biológicos e indicadores


S. APLICACIONES DE LA EVALUACIÓN psicofisiológicos
PSICOFISIOLÓGICA
La evalu ación psicofisiológica busca indicadores
Las aplicaciones más relevantes de la psicofisiolo- objetivos de los trastornos o de la psicopatología en
gía van desde la eva luación a la intervención en psico- comparac ión co n los datos, más subjetivos, obtenidos
logía clínica y de la salud . El lector interesado puede a través de entrevistas y cuestionarios . Un tipo espe-
co nsultar los manuales de Simón y Amenedo (2001) y cial de indicadores psicofisiológicos son los que se
Vila y Guerra (2017). En este apartado señalamos as- emplean como marcadores biológicos. Para lacona
pectos destacados de algu nos marcado res biológi cos e y Ficken (1989) un marcador biológico es cua lqui er
indicadores psicofisiológicos en trastornos específi cos. variación estructu ral o funcional asociada a un tras-
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

to rno y que defin e a una pobl ación. Hay tres tipos un a pa rte defini to ri a del trasto rn o . Por ej em-
funda mentales de marcadores bio lógicos: epi sódi cos, plo, en trasto rn os de ansiedad co mo el trastor-
de vulnerabilid ad y genéti cos. Los marcadores episó- no de páni co o el trastorn o de estrés post-trau-
dicos solamente aparecen durante las cri sis en las que mático .
se manifiesta el trastorno, señalando el prin cipio y el 2. Ca racteri zac ión o identificac ión de person as
fi nal del mi smo. Los m arcadores de vulnerabilidad en ri esgo de trastornos psico lógicos, como las
identifica n a person as de la pobl ac ión en las que es adicciones. Pu eden indi ca r la vulnerabilidad o
más probabl e que se desarroll e el trastorn o, pudi endo presencia de un factor de predi sposición, de ca-
ser o no genéti cos . Los m arcadores genéticos son he- rácter establ e, que en in te racc ión con fac tores
redabl es e indi ca n un conjun to patogénico de genes ambientales puede desencade nar un epi sodio
o un gen aislado del que depende la expresión del patológico.
trasto rno. Sería n marca dores de vuln erabilidad que in- 3. Eva luación de la efi cac ia del tratami ento y de la
dica n un genotipo, que pu eden expresa rse total, par- mayor o menor co nsecución de sus obj etivos,
cia lmente o de ninguna manera. Los endo fenotipos ge nerali zac ión de los efectos del tratamiento,
se rían una cl ase de marcadores genéti cos que indica n pronósti co de la enferm edad, detección del en-
predisposición a padecer un trastorn o que, aunque no ga ño en in formes verbales de pacientes o pro-
sea n di rectamente obse rvabl es, pu eden detectarse a babilidad de reca ída. Ejempl os son: la menor
través de técni cas psicofi sio lógicas. Las ca racterísti cas reactividad electrodérmi ca en depresivos y la
a cumplir por un indi ca dor psicofisio lógico para ser mayor tendencia al sui cidio, o la hiperreacti vi-
considerado un marcador biológico de un trastorn o dad ca rdi ovascul ar y mayor tendencia a la re-
psico lógico se pu eden co nsultar en Fu entes y M artí- ca ída en los fóbi cos.
nez-Selva (2005) . 4. M ejor co nocimi ento de los trastornos psicopa -
La investi gación sobre los marcadores psicofi sio- to lógicos y de sus ca usas. Son útiles pa ra la bú s-
lógicos se ha rea li zado desde dos aprox imaciones queda o identificac ión de la etio logía de trastor-
distintas. La primera co nsiste en comparar grup os de nos, co mo es la determin ación de marcadores
pacientes pertenecientes a catego rías diagnósti cas di - fenotípi cos para conocer mejor el patrón de
ferentes (personas con esqui zofreni a o depres ión, por ri esgo genéti co o indica dores de meca nismos
ejempl o) y co ntroles sin trastorn os. En este caso, el ob- que presumiblemente subyacen a la expresión
jetivo de la comparac ión es la bú squeda de marcado- de psicopatologías específi cas. Tambi én son de
res que nos permi ta n hacer un diagnóstico di ferencial interés para identifica r factores ca usa les o des-
correc to, además de ori entarnos sobre los procesos encadenantes, por ejemplo, para co ncretar qué
psico lógicos o fisio lógicos alterados en cada tipo de estímul os provoca n mayor o menor ansiedad o
pato logía . La segunda aprox imación co nsiste en com - temor en un trastorno fóbi co.
parar un grupo de pacientes co nsigo mi smo. Aqu í, se 5. Obtener una mayor precisión en los cri teri os
estudian las posibles subcl as ificac iones o di ferencia- di agnósti cos de un trastorn o mental o co ntribuir
cio nes dentro de la mi sma categoría diagnósti ca o la a mejorar un diagnósti co diferencial. Puede
evolución diferencial del trastorn o a lo largo del ti em- servir para dirigir el tratami ento o se lecc ionar
po, con el fin de predecir el curso de la enfermedad, la mejor la respuesta a ca mbi ar. Por ejempl o, en
respuesta al tratamiento o la probabilidad de reca ídas pacientes co n cefa lea te nsional, qué músculo o
(Turpin, 1989) . En los siguientes apartados se presen- grupo de mú sculos se se leccionan para modi fi-
ta n res ultados de estas dos aprox imaciones. ca r su respuesta. En pac ientes co n ansiedad, la
En los trastornos denominados psicosomáti cos (a l- respuesta ansiosa se puede mani festar con más
gunos tipos de hipertensión arteri al, cefa leas mu scul a- intensidad en un sistema fi siológico o en una
res - j aquecas- y vasculares - mi grañas-, enfe rmedad respuesta fi sio lógica específi ca (respiratori a,
de Raynaud, asma, trastorn os gastro intestin ales o di s- gástri ca, ca rdiovascular) por lo que se debe ac-
funciones sexuales) las ca racterísti cas primari as son tuar pri oritari amente sobre ell a (Vil a y Guerra,
f isiológicas. Por lo tanto, en estos trastornos la evalu a- 201 7).
ción psicofi sio lógica form a parte esencial de su diag- 6. M ejor identificación de subgrupos de pacientes.
nóstico y posibl emente de su tratamiento. Po r ejempl o, se ha usado en los trastornos se-
Ejemplos de áreas en las que se utili za la eva lua- xuales pa ra determin ar si la disfun ción eréctil es
ció n psicofi sio lógica en los trastornos psico lógicos: orgáni ca o psicóge na.
7. Como se ha dicho, las técn icas de bi ofeedback
1. Evaluac ión de síntomas específi cos en tras tor- persiguen el contro l vo luntari o de una o más
nos en los que los síntomas fi sio lógicos son respuestas fi siológicas y en ell as la eva luación
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones e n áreas y contextos

psicofisiológica es determinante en todo el pro- Desde el punto de vista psicofisiológico, ansie-


ceso terapéutico. Las técnicas de biofeedback dad y relajación pueden situarse en el continuo de
se ap lica n cuando en un problema clínico exis- activac ión, co n diferencias fisio lógicas im portantes
te un sistema o una respuesta fisiológica alte- que acompañan a uno y otro estado. Los camb ios
rada que es potencialmente modificab le por psicofisiológicos que aparecen en los estados de an-
medio de tareas o instru cciones específicas de siedad en poblaciones no clínicas se correspo nden
naturaleza psicológica. con camb ios importantes en la activ idad del sistema
nervioso simpático. El índice más característico de
Con respecto a este último punto, cabe seña lar los estados de ansi edad es la frecuencia de respuestas
que la eva luación psicofisiológica encaja bien en los electrodérm icas inespecíficas así co mo una habitua-
principios de las terapias cognitivo-co nductuales. Aun ción más lenta de las SCRs o respuestas específicas.
tratándose de un variado co njunto de estrategias y téc- En las respuestas card iovascu lares aparece una ace-
nicas terapéuticas con bases co nceptuales y emp íri cas leración del ritmo ca rdíaco, un a dism inución del vo-
diferentes, persiguen un acercamiento metodológico lumen de pulso periférico, asociada eventualmente a
lo más obj etivo, cuanti ficado y riguroso posible, para la palidez facia l y a la disminución de la temperatura
la comprensión y tratamiento de los trastornos psico- de la piel en la zo na, y un aumento de la presión
lógicos. El objetivo de muchas terapias de conducta arteri al, fundamentalmente sistóli ca. Au menta la fre-
es precisamente modificar respuestas fisiológicas . Por cuencia respiratori a y disminu ye la profundi dad de la
ejemp lo, el entrenam iento en relajación persigue fa- respiración . También se produce un aumento de l to no
cilitar el co ntrol vo luntario del ni ve l de activación, y muscu lar, especialmente en los músculos de la fren-
la medida y evolución de ese nivel a través de índices te, antebrazo y en el múscu lo trapecio. Se dan otros
fisiológicos se ha utilizado ampliamente en la desen- ca mbi os motores, co mo el temblor, el aumento en la
sib ili zac ión sistemática. Por su parte, las técnicas de frecuencia de parpadeo y la potenciación del parpa-
biofeedback se han empleado desde hace años para deo reflejo de sobresa lto (Cook, Davis, Hawk, Spence
modificar la actividad eléctri ca cerebra l co n finalida- y Gautier, 1992; Globisch, Hamm, Esteves y Óhman,
des distintas: mejora de la atención, relajación, auto- 1999; Hamm, Cuthbert, Globisch y Vaitl, 1997; Vila y
contro l de los ritmos cerebra les, disminuir cri sis ep i- Guerra, 2017).
lépticas o au mentar la conectividad, sincroni zación y
coherencia de la actividad de diferentes regiones del
cerebro (Sitaram et al., 201 7). 5.2.1. Evaluación psicofisiológica en los
La eva luación psicofisiológica permite una mejor trastornos de ansiedad
selección de los objetivos terapéuticos: qué respuestas
fi sio lógicas hay que mod ificar o qué grupos mu scu- La utilidad clínica de los índices fisiológicos queda
lares hay que co ntrol ar, por ejemplo. Todo ell o debe clara al estudiar si hay hab ituación ante estímulos an-
estar en relación co n el modelo o hipótesis que existe siógenos, o si hay diferencias en el grado de activación
sobre la naturaleza del trastorno: ¿por qué mejorará el fisiológica de los pacientes ansi osos ante un estímu lo
paciente cuando se modifique esa respuesta? (Haynes, amenaza nte antes y después de un tratamiento psico-
Falkin y Sexton-Radek, 1989). lógico o fa rmaco lógico (Ma rtínez-Selva, 1995).
Las personas co n trastornos de ansiedad muestran,
en general, una hab ituación más lenta de sus respues-
5.2. Ansiedad y trastornos de ansiedad tas electrodérmi cas y mayor frecuencia de sus respues-
tas inespecíficas (Turpin, 1989). Sin embargo, las res-
Los datos obtenidos en la evaluación psicofis ioló- puestas electrodérm icas de las personas con trastornos
gica, aú n siendo de naturaleza objetiva, se tienen que de ansiedad no son siempre mayores que las de los no
integrar con el resto de los datos procedentes de la ansiosos. En general, la AED refleja más el nivel gene-
eva luac ión psicológica general. La eva luación psico- ral de activación del organismo que el miedo.
lógica es y debe ser multimodal, ya que en muchos Cuando se presenta a una persona con una fobia
trastornos aparecen tanto síntomas psicológicos como una imagen relacionada con la misma, puede darse
fisiológicos, entre los cua les unos pueden tener más una desaceleración de latencia breve en la frecuencia
importancia en unos pacientes que en otros, aun tra- card iaca, seguida de un au mento y una segunda des-
tándose del mi smo trastorno, co mo ocurre con la an- ace leración más marcada, lo que indica una respuesta
siedad, en la que en algunos pacientes la prin cipal aten ciona l, más propia de un refl ejo de orientación
queja es somática, mientras que en otros es más bien que de un reflejo de defensa. Una respuesta cardíaca
cognitiva. de ace leración más intensa apa rece más tarde cuando
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

la perso na es co nsciente del supuesto peli gro. La sol a di ca n ta mb ién el mayor poder mo tivac io nal de los
imagin ación de los estímul os fóbi cos produce mayor estímul os co n una intensa ca rga emoc ional, co mo
ace leración ca rdíaca qu e cuando se im agin an otros aca bamos de ve r en el caso de los estímul os fób icos .
co ntenidos. Una pa rte de las intervenc iones de las terapi as cogni-
La modul ación del refl ejo de parpadeo muestra tivo-co nductu ales se dirigen a modifica r la atenc ión
una potenciación cuando lo que se presenta a las per- que el pac iente presta a estímul os de su entorno de
sonas co n fobi as es el obj eto de su mi edo -sa lvo en el form a qu e pu ed a co ntro lar mejor sus reacc ion es sub-
caso de la fobi a a la sangre-. Igualm ente, se activa el jetivas, co nductu ales y fi siológ icas de mi edo .
múscul o fac ial corru gador (corru ga tor supercilii), cuyo Los pac ientes co n trastornos de ansiedad mu es-
efecto es aprox imar las cejas y arru ga r la frente, y está tran importantes diferenc ias en su activ idad fis io lóg i-
re lacionado con expres iones emoc ionales negativa s ca entre ca tego rías di agnósticas . Co mpa rando fobi as
(Hamm, Cuthbert, Gl obi sch y Vaitl, 1997). específicas, ago rafobi as, fob ias soc iales y ansiedad
En estos pacientes el EEG ti ende a mostrar un generali zada los trabaj os de Lader (1975) y Lang,
ritmo alfa más rápido o predomini o del ri tmo beta G reenwald, Bradl ey y Harum (1993) indi ca n diferen-
(Lader, 1983) . Los estímul os fóbi cos, co mo las ara- c ias en mu chas vari abl es psicofisiológicas co mo, por
ñas o serpi entes, tambi én provoca n en los pacientes ejempl o, AED, frecu encia ca rdíaca y actividad EMG .
respu estas EEG, co mo la va riación contingente nega - Las diferencias se refi eren tanto a niveles basa les como
tiva, de mayor amplitud que en pe rso nas no fóbi cas a las respuestas ante diferentes estímul os, y a algun os
(Rega n y Howa rd, 199 1). Los potenc iales evoca do s procesos de aprendi zaje como la habitu ac ión (Vi la y
cerebrales de las perso nas co n fobi as anim ales, a las Guerra, 201 7) .
ara ñas y serpi entes, por ejempl o, mu estran aumen- En algun os tipos de fobi a, co mo la fobi a a la sa n-
tos ta nto en los potenc iales de latenc ia co rta (e ntre gre o hematofobi a, no aparece este co njunto de reac-
100-3 00 mili segundos) co mo en los de latencia lar- ciones. La respu esta ca rdi ovascul ar de estos pacientes
ga (desde 300 a 700 mili segundos) ante im ágenes se ha descrito co mo una respu esta di fás ica: aumento
re lac ionadas co n sus mi edos en co mparac ión co n ini c ial en la frec uencia ca rdíaca y pres ión arteri al,
las perso nas no fóbi cas . Los potenciales de latencia seguido de un marca do desce nso de ambos índi ces
co rta (P200, por ejempl o) pu eden aparece r tambi én que puede co nduc ir al desm ayo emoc ional o sín cope
en este ti po de pac ientes ante estímul os co n fu erte vasovaga l co mo co nsecuenc ia de un a reducc ión tran-
carga afectiva pero que no guard an relac ión co n sus sitori a del ri ego sa nguíneo cerebral. Se atribuye esta
m iedos. Se interpreta esta mayo r reacti vid ad in espe- respu esta atípi ca a un desequilibri o en la actividad
cífica co mo indi ca do ra de una respu esta de atenc ió n simpáti ca y parasimpáti ca del sistema nervi o so vege-
exces iva, automáti ca y generali za da uni da al hecho ta ti vo (Sá nchez-N avarro y M artín ez-Selva, 2009). Por
de esta r mu y pendi ente de los ca mb ios en el ento rn o, ej emp lo, a diferenc ia de otras fobi as específi ca s, se
aunque no sea n amenaza ntes. Esta hiperreactivid ad aprec ia una coacti vac ión simpáti ca-pa ras impáti ca en
se relaciona co n las dific ul tades que mu es tran lo s fóbi cos a la sa ngre expu estos a imágenes relacionadas
pac ientes de trastornos de ansiedad para id entifica r co n su fobi a, obj etivada en un incremento del flujo
señales de seguridad o estímul os no relac ion ados sa lival - qu e se encuentra bajo co ntro l paras impáti co-
con amenazas, lo que propi cia reacc iones desmesu- y de la actividad electrodérmi ca - que se encuentra
radas y la generali zac ión de respu estas de mi edo a baj o influ encia simpáti ca- (Sánchez-N avarro y co ls.,
estímul os in oc uos (no amenaza ntes) . En general, los 201 8) . Igualm ente, en estos pac ientes se produ ce un
estímul os co n una alta ca rga afectiva posee n la ca pa- aumento de los potenc iales evocados EEG de latenc ia
c idad de desv iar la atenc ión hac ia ell os mi entras se co rta de form a simil ar a co mo se produce en las fo-
esté rea li za nd o un a tarea, cuya ejec uc ión deteri ora. bi as animales, lo que indi ca una mayor atenc ión au-
Este poder di stractor se denomin a captura atencio- tomáti ca hac ia el estímul o o situación de mi edo. N o
nal y se ha utili za do para medir tanto la intensid ad sucede as í co n los potenc iales de latencia larga, qu e
de l trasto rn o co mo los efectos del tratami ento. Por so n sim ilares a los de los suj etos co ntro l ante estímu -
su parte, los potenc iales evocados de latenc ia larga, los de mi edo a la sangre. La interpretac ión es que este
co mo P300 y los potenciales lentos tardíos -e n tor- tipo de pac ientes no as ignan más rec ursos atenc ion a-
no a 400/7 00 milisegundos-, qu e aumentan de am- les o de procesa mi ento a los estímul os o situac ion es
p litud en pac ientes con fobi as anim ales, refl ejan un re lac ionados co n su trastorno . D atos convergentes
mayor procesa mi ento de los estímul os, indi cador de procedentes de estudi os que han empl ea do la pre-
la mayor atenc ión que reciben, lo que se denom ina sentac ión subliminal de imágenes mu estran que estas
sesgo atencional (Kol assa et al., 2005; Mi h lowski personas no prese ntan mayores respu estas vegetativas
et al., 201 5). Estos potenc iales de laten ia I rga in - a imágenes de mutil ac iones en comparación con las
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

respuestas provoca das por otros contenidos afectivos puestas. En general, las fobi as específi cas so n las qu e
(Sánchez-N avarro y co ls., 201 2) . N o se daría en ellos, respon den mejor a las te rapi as de ex pos ic ió n, co mo
po r tanto, el sesgo atenc ional propi o de las fobi as ani- la dese nsibili zació n si ste máti ca (Vil a y G uerra, 201 7) .
males . En conjunto, la hematofobi a posee ca racterís- Por ej emp lo, en perso nas co n mi edo a las alturas la
ti ca s psicofisi o lóg icas diferentes de otras fobi as (ver frecuenc ia ca rdíaca se redu ce a niveles basa les tras el
Fi gura 8.11 ). tratami ento basado en la terapi a de exposi c ió n, con
Los pac ientes con ansi edad generali zada mu estran independenc ia de qu e se acompañe o no de inter-
la mayor reactivid ad psi cofi sio lóg ica y la meno r habi - venc ió n cognitiva (Emmelkamp y Felten (1985) . Ade-
tuac ió n, seguidos de los pac ientes agorafó bi cos y co n más de la frec uenc ia ca rdíaca, el parp adeo refl ejo de
fobi as soc iales; a su vez, las perso nas sa nas presentan sobresa lto tambi én se ha empl ea do para evalu ar la
la meno r reactivid ad y mayor habitu ac ió n, seguidos efecti vid ad del tratami ento cog nitivo-co nd uc tu al. Por
de los pac ientes co n fobi as específ icas. Además, en el ej empl o, tras un tratami ento basa do en la exposic ió n
trabajo de Lang, Greenwald, Bradl ey y H arum (1993), en dos fóbi cos a pequeños animales, Vrana, Co ns-
se observó que los pac ientes co n fobi as específi cas tantin e y W estm an (1992) observaron un a redu cc ió n
presentaro n la mayo r co ncord ancia entre las di feren- tanto en la m agnitu d co mo en la latenc ia del parp a-
tes medidas de la ansiedad - fi siol ógicas, subj etivas y deo refl ej o de sobresa lto durante la im ag in ac ió n de
condu ctu ales-. Los estudios del grupo de Peter Lang escenas fóbi cas en comparac ió n co n las respu estas
sobre la desensibi I izac ión sistem áti ca en pac ientes obtenid as antes del tratami ento. En mu estras más am-
co n fo bi as fu ero n los primeros en se ñalar que ex is- pli as (4 1 muj eres co n fobi a a las arañas) tambi én se
tían relac iones significa tivas entre las ca racterísti cas ha co mprobado esta redu cc ió n del parp adeo refl ejo
psi cofisiológicas de los pac ientes antes de ini c iarse el de sobresa lto durante la prese ntac ió n de un a araña
trata mi ento y la efi cac ia del tratami ento medi ante la rea l tras una úni ca ses ió n de ex pos ic ió n (de Jo ng,
técni ca de desensibili zac ió n si stemáti ca . Así, los pa- M erckl ebach y Arntz, 199 1). Las medidas psicofi sio-
c ientes qu e más se benefi c ian del trata mi ento so n los lóg icas tambi én se han co mbin ado co n técni cas mo-
qu e antes de comenza rlo muestran m ayor reactivid ad dern as de exposic ió n, co mo las de rea lid ad virtu al.
psicofi sio lóg ica ante estímulos ansióge nos im ag in a- Por ejempl o, el tratami ento de ex posic ió n a través
dos y los que mu estran mayor habitu ac ió n de las res- de rea lidad virtual en la fobi a a vo lar redu ce tanto la

Frecuencia cardíaca en personas fóbicas


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Fóbicos a la sangre Fóbicos a las serpientes

o 2 3 4 5 6 7 8 9 10 o 23 4 5 678 9 10

Ti empo (s)

Respuesta card íaca de fóbicos a la sa ngre y a las serpientes . Respuesta de frecuencia cardíaca en dos grupos de suj etos fóbicos, a
serpi entes y a estímulos relacio nados con sangre, inyecció n y heri das, cuando se les presentan imágenes correspond ien tes a ambos
tipos de fobias.
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓCilCA

frecue ncia ca rdía ca como los niveles basa les de ac- con descensos en la co nductanc ia cutánea (Martí-
tiv idad electrodérmica (Mühlberger, Herm ann, Wie- nez-Selva, 1995).
dema nn, Ellgring y Pauli, 2001 ). De igual modo, en Un nuevo campo de estudio es el del «mindful-
fób icos a las arañas se ha co mprobado una reducc ión ness». Trad icionalmente, se han distinguido dos tipos
de la frecuencia cardíaca ante una araña rea l tras un de med itación, una con centrativa, en la que se utili za
trata miento de exposi ción basa do en la rea lidad vir- un objeto de concentración (por ejemplo, meditación
tua l (Coté y Bou chard, 2005). trascendenta l), y otra de foco abi erto, llamada «aware-
También, en relac ión con la eva luación de la efica- ness», «insight« o meditación «mindfulness» (por ejem-
cia del tratamiento, se ha observado en pacientes con plo, Vipassa na y Zen). El término «mindfulness» se ha
fob ia a las arañ as que el trata miento cognitivo con- traducido al castellano como «atención plena» o «con-
ductual ex itoso va acompañado de ca mbi os en la ac- ciencia plena », aunque la mayoría de autores prefi eren
tividad cerebral. Al co mparar un grupo de tratamiento preservarlo en inglés para evitar la co nfusión generada
con otro que no lo recibió, se observó en los pacientes por una traducc ión imprecisa .
tratados una disminución en la actividad de la corte- Ca nh y Polich (2 006) rea li za n una revisión sobre
za insul ar y de la corteza cingul ada anterior, medida estudi os psicofisio lógicos de la meditación donde se
a través de resonancia magnéti ca funciona l (S traube, concluye que la prá ctica ele la med itación afecta cl a-
Glauer, Dil ger, M entze l y Miltner, 2006). Estos datos ramente la fun ción del Sistema Nervioso Central. Aun-
indica n también una hiperactivid ad en estas regiones que no ex iste co nsenso entre todos los estudios, se han
en las personas que padecen esta fobia específi ca, mo- encontrado resultados consistentes:
dificab le co n el tratamiento.
Ex isten diferentes estudios basados en datos EEG a) Las med idas electroencefa lográfi cas indi ca n
y de neuroimagen fun cional que indi ca n una activi- una disminución del nivel ele activación, mos-
dad hemi sféri ca ce rebral diferente según el tipo de trándose un incremento ele las ondas theta y alfa
trasto rno. La mayor activación del hemi sferio derecho durante el estado med itativo.
aparece en pacientes con crisi s de pánico, ansiedad b) Se producen tambi én ca mbios en amplitud y
generali za da con abundantes síntomas físi cos, mi en- latencia en algunos de los componentes de los
tras que la mayor activación del hemisferio izquierdo potenciales evoca dos.
corresponde a pacientes con ansiedad generali za da e) Los estudios de neuroimagen funciona l mues-
acompañada de intensa actividad cognitiva anti cipa- tran un incremento del flujo sanguíneo en de-
toria o de eva luación del estímulo de tipo agorafóbi co termin adas regiones cerebrales, co ncretamente
(Afta nas, Koshkarov, Pokrovskaj a, Lotova y Mordvint- parecen produ cirse ca mbios en la corteza cin-
sev, 1996; Káll ai, Sza bados, Varga, Ozsváth, M ólnar y gu lada anterior y áreas ele la corteza prefrontal
Kóczá n, 1996). dorsolateral. No obstante, los autores advierten
que estamos aún muy lejos de alca nza r un co n-
senso sob re los ca mbios neurales espec ífi cos y
5.Z.Z. La respuesta de relajación las diferencias entre los distintos tipos de medi-
tac ión.
El efecto general de la prácti ca de las técn icas de
relajac ión, ampliamente utili zadas por los psicólogos Centrándonos en el mindfulness o atención pl ena,
clínicos, es una disminución en el nivel general de ac- estudios recientes han demostrado que la preocupa-
tivación, co n descenso del tono mu scul ar general. La ción cróni ca es equivalente a un estado de ansiedad
práctica provoca también descensos en la presión ar- anticipatori a acompañado de pobre regulación au-
teri al (tanto sistól ica como diastóli ca) aumentos de la ton ómica. Si co ntraponemos las ca racterísti cas de la
vasod ilatación periférica (y en la temperatura cutánea) preocupación cróni ca (p. ej ., no aceptación ele la in-
y, dism inución de la hiperventil ación y la frecuencia certidumbre, anticipación de eventos futuros y evi-
respiratori a. Produce una dominancia de la respira- tación cognitiva de la experi encia interna) con las
ción abdomin al, con mayor amplitud que la respira- ca racterísti cas de la atención pl ena (por ejemplo, fo ca-
ción torác ica, y un aumento de la variabilidad de la li zac ión de la atención en el presente y aceptación de
frecuencia ca rdíaca, indica dora de un predominio de la experi encia en curso), es ra zonable pensar que un
la actividad vegetativa parasimpática . entrenamiento en atención pl ena pu ede ser un instru-
El co ntrol de la respira ción puede mod ificar la ca- mento óptimo para el afrontami ento de la preocupa-
lidad y la profundidad de la rel aj ación. La respiración ción cró ni ca . De hecho, son múltipl es los estudios que
pa usada, sobre todo la respiración abdominal, di smi - han mostrado resultados positivos al empl ea r la aten-
nu ye el nivel de activación en situaciones estr sa nt s, ción plena en el ca mpo específico de la preocupación
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones e n áreas y contextos

y la ans iedad generali zada (Delgado et al., 2010). Sin dencia a favor de la atenció n plena como promotora
embargo, dichos estudios se han limitado a medidas del aprendizaje de nuevos mecanismos de autorregu-
de autoinforme, sin incluir índices fisiológicos que pu- lac ión emociona l y fisiológica en el afrontam iento de
dieran ayuda r a exp li car los mecanismos subyacentes la preocupación cró ni ca (Delgado et al., 201O). Entre
a la mejoría clínica. las ap li cac iones clínicas actua les destacables de la
Delgado et al. (201 O) rea li zaro n un estud io cuyo atención plena se encuentran: el afrontamiento de en-
objetivo fue examinar los camb ios producidos en un fermedades crón icas, la prevención y tratamiento del
conju nto de índices clínicos, índices psicológicos de estrés, los trastornos de ansiedad y la prevención de
meta-cognición emocional (preocupación, ansiedad, recaídas en depresión o ad icc iones, entre otras (Del-
depresión, afecto positivo y negativo y problemas de gado, 2009).
sa lud) e índices fisiológicos de auto-regu lación emo- No obsta nte, en relación co n lo expuesto anterior-
cional (funcio namiento del Sistema Nervioso Autó- mente, los estudios psicofisiológicos sobre relajación
nomo y patrón respiratorio) como co nsecuencia de y «mindfulness » han recibido impo rtantes críticas
un entrena mi ento basado en hab ilidades de atenc ión por sus ca renc ias metodológicas y co nceptu ales, por
plena. Los participantes del grupo experimenta l eran lo que su eficacia está aú n por demostrar (véase al
personas con un rasgo alto de preocupación, y como respecto el trabajo de Van Dam, va n Gugt y Vago,
grupo de control emp lea ron a personas entrenadas 20 17).
en relajación mu scu lar progresiva de Jacobson más
la utili zación de una auto-instru cc ió n de posponer la
preocupación a un periodo posterior cuando era de- 5.3. Trastornos depresivos
tectada. Los resu ltados que obtienen son los sigu ien-
tes: La inhibi ción genera l del co mportamiento y la dis-
minución del tono vita l que ca racteri za a los trastornos
a) Los índices clínicos mejoraron de forma similar depresivos, han ori entado la eva luac ión psicofisiológi-
en ambos grupos, sugiriendo que los dos pro- ca de estos trastornos hac ia la medida de indicadores
gramas de intervención tuvieron éx ito en pro- del nivel de activación. En general, ex iste un patrón de
ducir un progreso clínico. respuestas autonómi cas caracte ri zado por un au mento
b) Los índices de meta-cogn ició n emocional fue- en la actividad ca rdiovascu lar - fundamenta lmente la
ron superi ores en el grupo de atención plena, frecuencia cardíaca-, una disminución de la actividad
reflejando la consecución de una mayor clari- electrodérmica -menor reactividad y menores niveles
dad y discriminación de sentimientos y emocio- basales de co nductanc ia- y una dismi nución de la se-
nes. crec ión sa lival (M iquel, García-Merita, Fuentes y Rojo,
e) Ambos grupos mejoraron el funcionam iento del 1994; Vila y Guerra, 2015).
sistema nervioso autónomo (índ ices de var iabi- En relación co n la presencia de un número muy re-
lidad ca rdi aca y tasa respiratoria) después del ducido de respuestas electrodérmi cas, se ha observa-
entrenamiento, pero el grupo de atención plena do que éste es un indi cador de una mayor propensión
mostró un patrón respiratorio más adaptativo, a la co nducta sui cida en personas con diagnóstico ele
con una tendencia a reducir la ventilación (me- trastorno depresivo. En cuanto a la actividad somática,
nor tasa respiratoria y mayor periodo esp irato- los datos más interesa ntes se refieren a los patrones
rio) de actividad EMG de los músculos fac iales, que han
d) La respuesta card iaca de defensa (otro índice permitido distinguir a los su jetos depresivos de los no
de regulación del sistema nervioso autónomo) depresivos. Ambos grupos mostraban patrones simila-
también mostró camb ios más favorab les en el res durante la imaginac ión de situaciones de tristeza.
grupo de entrenam iento en hab ilidades de aten- Mientras que en la expresión facia l de alegría los no
ción plena, observándose una menor frecuen- depresivos mostraban el patrón de actividad EMG tí-
cia ca rdi aca, lo que supone una mejor capaci- pico, las personas co n depresión generaba n un patrón
dad de regul ac ión autonómica. de respuesta semejante al de las situaciones emocio-
nales de tristeza (Vil a y Guerra, 20 17).
Como conclusión, podemos decir que los resu l- Por lo que respecta a la actividad EEG eva luada en
tados del estudio muestran un efecto diferencial del reposo, la amp litud del ritmo alfa es mayor que en las
«mindfulness» o atención plena co n respecto a la rela- person as del grupo contro l sin trastornos. Se ha en-
jación «tradicio nal », que co mprende una meta-cogni - contrado asi metría hemi sférica en el EEG, con mayor
ción emocional más adaptativa y unos mejores índi ces activ idad del ritmo alfa en el hemi sferio izq uierdo,
fisiológicos de regulación autonóm ica. Esto aporta evi - mientras que el derecho muestra mayor presencia de
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

ritmos rápidos, co mo el beta. Esto no se cumple en las ni a asociado más bi en a los síntomas negativos de los
depresiones atípi cas, con mayor agitac ión y síntomas pacientes (lacono, Carl son y M alone, 2000).
pos itivos. En lo que respecta a los potenci ales evoca- El potencia l evocado más estudiado en la eva lua-
dos cerebral es, ante estímulos afectivos de carácter ción de estos pacientes ha sido la onda P300. La am-
negativo, en estos pacientes se produce una mayor plitud de la onda P300 está signi ficativamente redu ci-
amplitud en P300 a 33 0 mili segundos, y una menor da en pacientes co n esqui zofreni a. Si se motiva a los
amp li tud en el co mponente positivo más tardío, a 460 paci entes a rea li za r bi en la tarea, la amplitud aumenta,
mi lisegu ndos. Esto indicaría una discrimina ción tem- pero siempre es menor que en los controles sanos. La
prana de los estímulos desagradables, pero una menor ca ntidad de reducc ión está co mprendida entre el 26%
activac ión y fa lta de valoración tardía de tal es estím u- y el 53%. El investigador Th eodore P. Za hn en 1986, ya
los (Kayser et al., 2000) . indi ca ba que la redu cc ión no parece ser debida a los
Otra ca racterística de los trastornos depresivos son efectos de la medicación, ya que se presenta tambi én
las alteracion es del sueño, como: in somni o, aumento en pacientes que no toman med icac ión. Los resultados
de la latencia de sueño y menor duración y ca lidad, que se obtienen en pacientes co n primeros episodios
despertar intermitente y temprano. Se observa tam- son simil ares a los obten idos en pac ientes crónicos
bién una menor latencia de la fase de movimientos (Almeida et al., 20 11 ).
oc ulares rápidos (Rapid Eye Movem ents, REM), pre- En estudios longitudinales se observa que cua nta
sencia de mayor densidad de movimientos ocu lares más sin tomatología presenta el paciente, menor es la
ráp idos en esta fase, y anomalías en la distribución del amplitud de P300, y que cuando mejora la sintoma-
sueño REM a lo largo de la noche (García-Merita et tología, aumenta la amplitud de este compo nente. La
al., 1991 ). La menor latencia de sueño REM se consi- magnitud de la red ucc ión se relaciona con la persis-
dera un marcador epi sód ico de la depresión. La priva- tencia de síntomas negativos, especialmente con la
ción del sueño REM mejora los trastornos depresivos, pérdida de atención, y anomalías estru ctura les como
al menos a corto plazo, y los fármacos que atenúan son las disminuciones en el volumen de sustancia gris
o suprim en el sueño REM poseen un efecto antide- cerebral. La P300 disminuida es consideraba un mar-
presivo en pacientes con depresión endógena (Ramos, cador biológico de vulnerabilidad, pero también epi -
1996). Por último, se ha propuesto la ex istencia de un sód ico ya que evolu ciona con los síntomas clíni cos
marcador biológi co, presente en aproximadamente la (Kim et al., 20 18), como ocurre co n la AED, siendo
mitad de los depresivos, que es la pérdid a de feedba ck sensibl e al curso degenerativo de la enferm edad.
negativo a los niveles de cortisol en sangre, que lleva- En relación con la AED, destaca que una gra n pro-
ría a una secreción elevada y co n carácter crónico de porción de personas con este diagnóstico, cerca del
este co rti co ide suprarrenal en las personas que pade- 40%, no muestran respuestas de conducta ncia ante
cen depresión . estímulos auditivos inocuos -en la población gene-
ral este porcentaje se encuentran en torno al 10%-,
a los que se les denomin a «no respondientes» . Los no
5.4. Esquizofrenia respondientes tienen un nivel de co nducta ncia y una
frecuencia de respuestas inespecíficas menor que los
A lgunos de los marcadores psicofisiológicos más respondi entes y que las personas sa nas. Por su parte,
importantes en la esqui zofre ni a se encuentran en los los respondientes ti enen mayor amplitud de la primera
movimi entos oculares, los potenciales evocados y la respuesta de co nductancia, una respuesta de orienta-
AE D (García-Merita et al., 1991; Turetsky et al., 2015). ción, y una mayor amplitud de la respuesta de defen-
Los movimientos lentos de seguimiento del ojo en este sa que los co ntroles. La respon sividad electrodérmi ca
grupo muestran irregularidades, con una anómala alta está relacionada con el cuadro clínico, de forma que
frec uencia de movimientos rápidos, que revela probl e- los síntomas positivos y negativos de la esquizofreni a
mas de control inhibitorio. Este fenómeno aparece en se corresponden co n la mayor o menor responsivid ad
el 50%-80% de los pacientes, y en aproximadamente de los pacientes, siendo la asociación entre síntomas
el 45% de sus fami li ares biológicos de primer grado, negativos y no responsividad la más importante (Fuen-
en contraste co n el 10% de los familiares de primer tes et al., 1993).
grado de pacientes psiquiátricos -s in diagnósti co de Ta nto la no responsividad electrodérmi ca unida a
esquizofreni a-, y el 8% en las personas si n trastornos. los bajos niveles tónicos, como su opuesto, esto es, la
El hecho de que aparezcan en los fa mili ares de pri- presencia de responsividad junto a altos niveles tóni-
mer grado que no presentan la sintomatologfa apunta cos, se pueden considerar marcadores de vulnerabili-
a que la ejecución en el seguimiento ocul ar pued ser dad de la esqui zofrenia. Los pacientes que muestran
un marcador genético de propensi ón a la squ iz fr - va lores más extremos en su AED son los que suelen
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

recibir un peo r pro nóstico. Por último, se debe seña- lugar con los estímulos de contenido agradab le (Ben-
lar que los pacientes no respo nsivos muestran escasa ning et al., 2005; Pastor et al., 2005).
respuesta al tratamiento con neuro lépticos o ant ipsi-
cóticos (Za hn et al., 2001 ) y también muestran peores
ejecuc iones en pruebas neu rops ico lógicas (Nilsso n, 5.6. Adicciones
Holm, & Ekselius, 20 15)
En genera l, se han identificado tres indicadores
psicofisiológicos que, en una ampli a muestra de ado-
S.S. Psicopatía lescentes, sirven para identificar cuáles de ell os so n
más propensos a desarrollar ad icc io nes que, frecuen-
Trad ic io nalmente se ha descrito al psicópata co mo temente, van aco mpañadas de trastornos anti soc iales
un a persona in ca paz de sentir emoc io nes; también (lacona et al., 2000). Estos indi cado res so n: a) ampli-
se les describe como personas sin miedos, con baja tud reduc ida del componente P300 de los potenciales
tol eranc ia a la frustrac ió n y que, en su variante so- evoca dos; b) disminución de la resp uesta electrodér-
c iopáti ca, pueden manifestar cond uctas reiteradas de mi ca ante estímul os aversivos precedidos por un a se-
gran impul siv idad y violencia. La hipótesis del déficit ñal; y c) disminución del co ntro l de los mov imi en tos
emoc io nal se encuentra en la base de la mayor parte anti sacád icos . Los tres so n reve lado res de prob lemas
de los estud ios psicofisiológicos de la psicopatía. De de contro l inhibitori o que se relacionarían con la im-
acuerdo con esta hipótes is, los psicópatas deberían pulsividad y la tendencia a la ad icció n.
tener menos reactividad psicofisiológica ante la esti- La amplitud reducida del co mpo nente P300 en
mulac ió n aversiva o ante la anti cipac ió n de tal estimu- personas co n alco holismo es un fenómeno muy co-
lación (Vil a y Guerra, 20 17). Los estudios co nfirm an noc ido. Se suele interpretar como un indi ca dor de
di cha hipótes is en el caso de la AED. No obstante, con exc itab ilid ad o desinhibición del SNC que refleja un
la activid ad ca rdi aca ocurre lo co ntrario, es dec ir, los trasto rn o en el eq uilibrio exc itac ión-inhibi c ió n del
psicópatas muestran mayores aumentos de la frecuen- mismo . Esta amplitud disminuida se manti ene du-
c ia ca rdi aca al antic ipar estimul ac ión aversiva que los rante el periodo de abstin enc ia y se enc uentra en
no psi cópatas (Hare, Fraze ll e y Cox, 1978). En reposo, hij os de personas con alco ho lism o, antes aún del ini -
la frecuencia ca rdíaca de las personas con altas pun- c io de la ad icc ió n . Numerosos investiga do res co in-
tu ac io nes en psi copatía so n más bajas que las de la c id en en que se t rata ría de un marcado r biol óg ico
pobl ac ión genera l (Raine, 2014). de vulnerabilidad fa mili ar a la adicción alco hó li ca
El investiga dor Don C. Fow les (1980), partiendo del (Co rral y Cadaveira, 2002), asoc iada a trastornos de
modelo de Jeffrey Gray, enti ende la psi copatía co mo personalidad y al subtipo de a lco holismo propio de
un a manifestac ión de un déficit del sistema de inhibi- la personalidad anti soc ial, co noc ido co mo tipo 2 de
ción conductual, razón por la que muestran un a alte- Clonin ger. Para laco na et al. (2000), la P300 red uc i-
ració n en las co ndu ctas de evitación pasiva, el castigo da es el ca ndid ato más probable a un endofenotipo
y la frustración, que se manifiesta en una disminución alco hó li co.
de la actividad electrodérmi ca ante estímulos amena- El co ntrol inhibitorio de la respuesta electrodérmi-
za ntes. No obstante, el sistema de activación conduc- ca aparece alterado en tareas en las que la introdu c-
tual, relacion ado co n las condu cta s de ap ro ximac ión c ión de un a señal permite prepararse y anti c ipar un
y evitac ión activa no se encuentra alterado, de aquí estímulo aversivo . En person as sin trastornos, la res-
que su patrón de activac ión cardi aca c uando la situ a- puesta electrodérmi ca ante el estímu lo aversivo seña-
c ión co nll eva la intervención de este sistema, no se li zado es menor que cuando este último no se pu ede
encuentre afectado. anticipar. En las personas con tendenc ia alcohóli ca no
Los datos sobre la modul ac ión emocion al del re- aparece esta disminución, lo que refl eja un défi cit en
fl ejo de sobresalto en psi cópatas apoya n la idea de un el control inhibitorio.
déficit específi co en el sistema emoc ional y motivacio- Los movimi entos oculares antisacádicos aparecen
nal defensivo . Los estudios indican qu e la modulación en tareas de fijación ocular en las que se instruye a la
emoc ion al del reflejo de sobresalto es normal c uan- persona evaluada para que dirija la mirada en sentido
do se visu ali za n estímulos emoc ional es de contenido co ntrario al objeto que aparece en el ca mpo visual,
agradabl e y neutro, pero que se encuentra alterada inhibiendo la tendenc ia natural a seguir con la mirada
cuando los estímulos son de contenido desagrada bl e. el objeto. Los adolescentes que puntúan muy bajo en
Frente a la poten c iación del reflejo que se produ ce en su contro l inhibitorio en estas pruebas muestran una
personas sanas ante este tipo de imágenes, los psicó- mayor probabilidad de sufrir una dependenc ia alco-
patas muestran una disminuc ión similar a la que tiene hólica o de otro tipo. Por el contrario, las person as que
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

muestran un buen co ntrol inhibitorio en este tipo de En relac ión con las med idas psicofisiológicas, en
pru ebas apenas poseen ad icciones. el caso de las técni ca s del paradigma de la persona
culpab le se sue len reg istrar de manera simultánea di-
ferentes variables psicofisiológicas, incluyendo la pre-
5.7. Detección del engaño sión arterial y la resp iración, mi entras que en el caso
del paradigma del conoc imi ento culpab le, se suelen
El interés por detectar cuándo un individuo está limitar al uso de la actividad electrodé rmi ca . No obs-
mintiendo, ha hecho que en el transcurso de la his- tante, se ha desarrollado un procedimiento que adapta
to ri a se haya n utili zado diferentes métodos que se ba- este paradigma a la eva luación del potencial P300 uti-
saban en creencias y ritu ales mágicos, además de la li za ndo una tarea «oddball », o frecuente/infrecuente,
experi encia empírica de las respuestas corpo rales de que consiste en presentar con alta frec uenc ia estímul os
las personas. En la actualidad, estos procedimientos de contro l, como palabras o fotografías no relaciona-
rud imentarios han sido sustituidos por métodos de das co n el tema, y prese ntar como estímulo releva nte,
rigor c ientífico, au nque es c ierto que no ab unda la in- infrecuente o «target», la palabra o fotografía relac io-
vestigación rea li zada en relac ión con su validez para nada con la investigación, sin dar instrucciones a la
se r un indi cado r de veracidad. persona sobre el estímulo al que debe atender. En el
La detección de la mentira co nstituye hoy una im- 90% de los casos en que los suj etos son «culpab les»,
portante área de la psicología ap licada . Los procedi- aparece con claridad el potencial P300 ante el estímu -
mientos ori entados a tal fin se agrupan en tres gran- lo «target» indi ca ndo que la persona ti ene algú n co-
des co njuntos (M as ip et al., 2004): a) una ori entac ión noc imi ento de dicho estímul o relevante para el caso.
predominantemente eva lu ativa-forense, centrada en el Recientemente, tambi én se ha comenzado a empl ea r
análisis del co nten ido verbal de la declaración del tes- la dilatación pupilar como indi cador del mayor esfuer-
tigo, que engloba procedimientos tales como el Análi- zo mental de quien mi ente a la ho ra de responder a
sis de Co ntenido Basado en Criteri os (-C riteri a-B ased preguntas comprometid as.
Co ntent Analys is-, CBCA) y el Control de la Rea lidad En general, las med idas psicofisiológicas parecen
de los Recuerdos; b) otra ori entación de corte más psi- ser técnicas útiles para la detección del engaño. Las
cosoc ial, que pretende identifica r el engaño sobre la investigacion es de laborato rio, donde las condi ciones
base de la conducta del emisor de la comuni cac ión; y están alta mente controladas, muestran tasas de acierto
c) la popular orientación psicofisiológica, que parte de superi ores al 90%. Las tasas de acierto en co ntextos
la medición, registro y análisi s de la activación del su- profesionales se enc uentran en torno al 70%, que po-
jeto como vía para eva lu ar su credib ilidad (ver Lykke n, drían ser superiores en caso de profesionales altamen-
1998, para una revisión). Está última será la que nos te cualificados. No obstante, hay que mantener c ierta
oc upe en este apa rtado . ca utela co n el uso de estas técni cas debido a factores
Sigu iendo a Vila y Guerra (2017) las diferentes téc- que pueden a afectar a la fiabilidad y validez de las
nicas psicofisiológicas para la detección se agrupan mismas, co mo pueden ser el uso inadecuado de los
en dos grandes catego rías: el paradigma de la persona aparatos, la presencia de artefactos en las mediciones,
cu lpable y el paradigma del co noc imi ento culpab le o la posibilidad de medir otros facto res de tipo cognitivo
conocimiento del culpab le. Las técnicas del paradigma o emoc ional no directamente relac ionados con el en-
de la persona culpable tienen como objetivo determi- gaño, como el mi edo a la evaluación o a ser acusado
nar si la persona es cu lpab le o inocente preguntándole injustamente, la «hab ilidad» de la person a para mentir,
directamente sobre su cu lpab ilidad de forma análoga o el sesgo de culpabilidad del interrogador, entre otras
a los interrogatorios de la vida rea l. Por su parte, las (M artínez-Selva, 2005). Un aspecto controvertido en
técnicas del paradigma del conocimiento culpable tie- este contexto es la posibilidad de que la persona fal-
nen como objetivo determinar si la persona posee o no see los resultados de la prueba rea li za ndo estrategias o
informac ión releva nte del suceso que sólo es co noc i- maniobras co n el fin de producir o elimin ar respu estas
da por el culpab le. Las primeras son las que se suelen fisiológicas an te determinadas preguntas (contram edi-
utili za r profesionalmente en co ntextos de la vida rea l, das para evitar la detección). Entre ell as se destaca n
mientras que la s segundas son las que se han desarro- el uso de imágenes mental es, el entrenami ento en
llado co n fin es de investigación en contextos de labo- biofeedback, la hipnosis, el alcohol y las maniobras
ratorio. En ambos casos resulta necesa ri o la utili zac ió n fís icas. No obsta nte, existen estudios que demuestran
de sistemas de control, ya que el supuesto bás ico que que las co ntramedidas únicamente funcionan en al-
subyace a la detección del engaño es que se produ- gunas personas que co nocen con detalle la técnica de
cen mayores índi ces de actividad auto nóm ica ante las detección e inclu so en algunos casos ti enen un efecto
preguntas relevantes que ante las preguntas de ontro l. fac ilitador de la detección (H acker, Kuhlman, Kircher,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Cook y W o ltz, 2014; Kircher y Raskin, 201 6). Al em- jo sa nguíneo se debe a un meca nismo primitivo para
pl eo de los potenciales evocados se añade hoy en día mejorar la visión cuando nos sentimos atacados. Se
el de la neuroimagen por resonancia magnética fun- trata de una técn ica poco específica puesto que no se
cional en la detección del engaño. Se piensa que en el tienen en cue nta las diferencias inter e intrapersonales,
cerebro de la persona que mi ente, se activa n regiones ni tampoco las situacionales.
diferentes de las que se activan en las personas que di-
cen la verdad. Estas aplicac iones presentan las mismas Tecnologías basadas en eye-tracking o seguimiento
ventajas y los mi smos problemas de interpretación que de movimientos oculares
la med ida de actividad eléctrica cerebral.
Además de los descritos, ex isten otros proced i- El examen oculomotor para detecta r el engaño
mientos en la investigac ión y ap li cac ión de la detec- (EODE) es un a técnica basada en la premisa de que
ción psicofisiológica de la mentira. A continuación, se mentir requiere más esfuerzo cognit ivo que decir la
presentan algunas de ellas. verdad. En lugar de medir la reacción emocional de
una persona a la mentira, como en otras técnicas, la
Analizadores de la tensión vocal tecnología eye-tracking combina el seguimiento de
movimientos ocu lares co n varias medidas de reacción
Se trata de d ispositivos que sup uestamente detec- cognitiva de la persona, entre ell as algun as relac io na-
tan los ca mbi os en la voz de la persona que mi ente das con el esfuerzo menta l (dilatación de la pupi la, el
a través del análisis de las frecuencias del hab la. El tiempo de respuesta, la lectura y relectura de tiempo y
ori gen de tales ca mbios sería la ausencia de micro- errores). Investigadores de la Universidad de Utah han
temblores en los múscu los de la larin ge provocada desarrollado y eva lu ado el software y los métodos ne-
por el alto nivel de estrés o tensió n que experimenta cesa ri os para ap licar este nuevo método de análi sis al
la persona que intenta mentir. Desde esta perspectiva ca mpo de la detección del engaño (Cook et al., 20 12;
se as ume, además, que aquell a persona que miente Patnaik et al.; Webb et al. 2009; Webb, Honts, Kircher,
está tensa, por lo que los anali zado res de la tensi ón Bernhardt y Cook, 2009).
voca l se co merciali za n como detectores de mentiras.
El origen de dichos aparatos se remonta a finales de
los años 60 del siglo pasado cuando algunos empresa-
ri os advirtieron su potencial económico y empezaron 6. GARANTÍAS DE CALIDAD EN LA
a comerciali za rlos de forma masiva. Es un ca mpo de EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA
aplicació n muy controvertido sobre el que M asip et
al. (2 004) rea li za ron un a revisión mu y co mpl eta, ta nto La fiabilidad indi ca la precisión de un instrumento
sobre la hi stori a de dichos «aparatos» co mo sob re las de medida, en el caso de las técnicas que nos ocupan
bases teóricas y empíri cas sob re las que se sustentan. podemos tener diversos factores que afecten la eva lu a-
Estos autores señalan que los estudi os, ta nto de ca mpo ción . Aunqu e la instrumentación es muy precisa y evi-
como de laboratorio, mu estran que los instrumentos dentemente los datos obtenidos son objetivos, hay un a
anali zados no detectan el engaño más all á del nivel serie de factores a contro lar para que no disminuya la
de azar, presentan menor validez que la conductivi- fiabilidad del registro, co mo el ruido, la lu z, la tempe-
dad electrodérmi ca y otros índices poli gráficos, y las ratura y la humedad. Por ell o, se recom ienda utili za r
cl as ificac iones basadas en sus med idas carecen de fi a- habitacion es insonori zadas y con el resto de las condi-
bilidad in terjueces. cio nes estables. La fiabilidad en la med ición también
puede verse afectada por movimi entos voluntarios o
Termografía facial involuntarios en la eva lu ación, produciendo lo que se
denominan artefactos en el registro. Ej emplos de otros
Consiste en una cámara térmi ca de alta definición factores que hay que tener en cuenta son el momento
que detecta el ca lor produ cido por los ca mbios rápi- del día en que se eva lú a, la ingestión de algún fármaco
dos en el flujo d.e sangre alrededor de los ojos -zo na o la fase del ciclo menstrual en las muj eres.
periorbital- (Pavlidis, Eberhart y Levi ne, 2002). La de- La va lidez indi ca la relación de la med ida con lo
tecc ión del engaño a través de esta técnica se basa que realmente pretendemos med ir. En el caso de la
en el principio de que cuando un sujeto rea li za un eva lu ación psicofisiológica, no cabe duda de que, co n
esfuerzo mental (enfrentarse a una tarea compleja, ser la electrom iografía, por ejemplo, evalu amos la activi-
eva luado, mentir o engañar, por ejemplo), se producen dad de un músculo determinado. Y esto es así para
ca mbi os térm icos fac ial es, principalmente alrededor cualquier otra técnica de registro. El probl ema lo tene-
de los ojos. En el caso de la mentira ese mayor flu- mos cuando esto lo interpretamos co mo indi cador o
TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓCilCA

índice de algún aspecto determinado como, por ejem- Para finalizar, también hay que tener en cuenta que
plo, ansiedad. El contexto de estudio y las tareas expe- muchos de los indicadores que hemos ido comentan-
rimentales son determinantes en la interpretación que do son sensibles a la presencia de un trastorno, pero
hagamos de los indicadores, por ello, es fundamental no son específicos. Por ejemplo, una amplitud dismi-
conocer la literatura sobre cada uno de ellos. La vali- nuida de la onda P300 de los potenciales evocados,
dez ecológica es la que presenta mayor dificultad, de- a pesar de ser la anomalía psicofisiológica más cons-
bido a que no es posible trasladar sin más lo obtenido tante en la esquizofrenia, caracteriza sin embargo a
en un registro de laboratorio a la vida real. Un avance tipos de psicopatologías diferentes como alcoholismo,
son las técnicas telemétricas que permiten el registro depresión, personalidad antisocial, enfermedad de Al-
ambulatorio de muchas de las variables fisiológicas zheimer, trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos
descritas en entornos y situaciones reales . atencionales y del aprendizaje, entre otros.
Existe una amplia variabilidad en las respuestas, o En co njunto, se trata de herramientas de evalua-
reactividad diferencial, de las personas que pone en ción de la conducta potentes, útiles y variadas que
cuestión la comparabilidad y generalización de los da- evolucionan rápidamente en función de los avances
tos obtenidos en una muestra sana o psicopatológica. de las ciencias de la conducta, del sistema nervioso y
Además, las correlaciones entre varias medidas fisioló- de la genética. No obstante, ex isten limitaciones para
gicas son modestas y tienden a no ser significativas. Así su uso que deben ser tenidas en cuenta al valorar su
mismo, son muchos los estudios que han mostrado una relevancia en el estudio de la conducta y a la hora de
escasa correlación entre las medidas psicofisiológicas y su aplicación en numerosos ámbitos de la Psicología.
las medidas autoinformadas de la activación llegando a
ser muy bajas o inexistentes en estados de baja activa-
ción (Sierra y Sánchez, 201 7). Prácticamente todas las
medidas psicofisiológicas que se han ido definiendo, RESUMEN
indican de una manera u otra el nivel de activación que
presenta el individuo, por lo que cabría pensar que la Las técnicas objetivas constituyen procedimientos
información proporcionada por cualquiera de ellas se de recogida de información de eventos psicológicos
puede generalizar a otras. No obstante, esto no es po- que, en la mayoría de los casos, no pueden ser contro-
sible debido al fraccionamiento de las medidas psico- lados por el sujeto. Para ello se utilizan aparatos que
fisio lógicas. En 1985, el profesor Peter J. Lang propuso permiten la administración, el registro, la puntuación,
un «triple sistema de respuesta » de la ansiedad que se y el análisis objetivo sin la intervención del evaluador.
mantiene hasta la actualidad: el sistema cognitivo-sub- Dentro de los procedimientos objetivos se encuentran
jetivo (o componente experiencia! no observable al las técnicas cognitivas, motoras y psicofisiológicas. Este
que solamente se puede tener acceso a través de la capítulo se centra en la evaluación psicofisiológica que,
información proporcionada por la persona), el sistema como indican Vil a y Guerra (2017), consiste en la «apli-
fisiológico (cambios en la actividad fisiológica del or- cación de las técnicas, conceptos y teorías psicofisioló-
ganismo objetivable mediante instrumental especial i- gicas a la evaluación de los factores que influyen en la
zado) y el sistema conductual (respuestas observables). salud y en la enfermedad ». Dos elementos esenciales
Si n embargo, como hemos indicado previamente, en en esta disciplina son el registro fisiológico y el contexto
muchas ocasiones la actividad de estos tres sistemas psicológico: por un lado, las técnicas de registro requie-
presenta correlaciones bajas o no significativas. ren tanto un instrumental específico, como un proceso
Los trastornos psicológicos son multimodales, secuencial de pasos; y por otro, el contexto psicológico
existiendo numerosas e importantes diferencias indi- permite su conexión con procesos psicológicos y por
viduales en su etiología y expresión. Estos factores in- tanto la valoración psicológica de los cambios fisioló-
teractúan entre sí de forma compleja y cambian con el gicos. Las técnicas psicofisiológicas se suelen clasificar
tiempo de forma asincrónica: un componente subjeti - según el sistema o mecanismo de control neurofisio-
vo del trastorno puede mejorar, pero otro, fisiológico lógico subyacente. Concretamente, se consideran tres
por ejemplo, puede mejorar menos o incluso empeo- categorías: las reguladas por el Sistema Nervioso Vege-
rar. La medida que se utiliza en un momento determi- tativo o Autónomo (que incluye la actividad electrodér-
nado puede no ser el mejor indicador del estado del mica, la actividad cardiovascular, la actividad pupilar,
trastorno o de los efectos de la terapia. Para combatir la temperatura corporal, la actividad gastrointestinal y
este problema existen formas de control experimen- la respuesta sexual); las dependientes del Sistema Ner-
ta l, como la combinación de indicadores o medid as, vioso Somático (concretamente, la actividad muscular,
tanto de tipo psicofisiológico como conductual o de los movimientos oculares y la actividad respiratoria); y
autoinforme. finalmente, dentro de la actividad del Sistema Nervioso
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Central se encuentra la actividad electroencefa lográfica Balaban, M.T. (1995). Affective influences on startl e in
y técnicas derivadas, como los potenciales evocados, la fi ve-month-o ld infa nts: Reacti ons to fac ial expres-
magnetoencefa lografía y las técni cas de neuroimagen sions of emoti on. Child Oevelopment, 66, 28-36 .
funcional, tales como la tomografía por emisión de po- Barl and, G. H. y Raskin, D.C. (1973) . Detection of de-
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vez estas respu estas, como toda la actividad fisiológi- Boucsein, W. (2 01 2) . Electrodermal Activity (2 ª Ed .).
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TÉCNICAS OBJETIVAS. EVALUACIÓN PSICOFISIOLÓGICA

Marcadores biológicos: cualquier vari ación estructu- Reflejo de sobresalto (respuesta de sobresa lto): reac-
ra l o fun cional asociada a un trastorno y que define ción del organismo ante estímulos de mayor inten-
una pobla ción psicopatológica. sidad que los que suscitan la respuesta de ori enta-
Modu lación emocional: alteración de las respuestas ción, pero que no llega n a provoca r la respu esta
fis io lógicas (prin cipalmente el refl ejo parpebral de defensa.
de sobresa lto) por la presentación de estímulos de Resistencia: difi cultad que opone un condu ctor al
contenido emocional. paso de la co rri ente eléctri ca .
Modificación refleja: alteración de las respuestas fi- Resonancia magnética nuclear: técn ica basa da en
siológicas por la presentación de estímulos o por las propi edades paramagnéti cas de ciertos iones
procesos psico lógicos. o mo lécul as orgá ni cas que permite obtener imá-
Movimientos oculares lentos de seguimiento: movi- genes del o rgani smo de fo rm a incru enta sin emi tir
mientos del ojo que fij an en la fóvea la imagen de rad iac ió n io ni za nte y en cualqui er pl ano del es-
un obj eto que se despl aza. pac io.
Movimientos antisacádicos: movimi entos que se pro- Resonancia magnética funcional (RMf) : técni ca para el
voca n cuando al sujeto se le pide que dirija la vista estudio de las fun ciones cerebrales que logra iden-
al punto opu esto de la pantall a en el que apare- tifi ca r y loca li za r fenómenos específi cos relaciona-
ce un estímul o visu al, contra la tendencia refl eja dos con el metabolismo y la actividad neuronal.
a fi jarse en ese mi smo estímul o. Algunas personas Sensibilización: aumento de la intensidad de la res-
muestran muchas di ficultades en generar estos mo- puesta fi sio lógica co rno consecuencia de la esti -
vimientos ocul ares. rnul ación repetida, fund amentalmente cuando se
Plasticidad: grado de modificac ión de las respuestas empl ean estímul os aversivos.
fis iológicas. Síncope vasovagal: pérdida transitori a del co noci-
Pletismógrafo: instrumento o di spositi vo empleado miento o desmayo por descenso bru sco en la pre-
pa ra medir los ca mbi os de volumen de un órga no sión arteri al y en el ritmo ca rdíaco, co n fa lta de
en relación con va ri aciones del aporte hernáti co a ri ego sa nguíneo cerebral. Puede estar ca usado por
través de los vasos sa nguíneos. una emoció n intensa, corno el mi edo a la sangre,
Polígrafo: in strum ento utili zado para exa minar los inyección o heridas.
ca mbios fisiológicos que se producen en di stintos Taquicardia: aumento de la frec uencia del ritmo car-
sistemas co rporales. díaco.
Potenciales evocados: técni ca de medida que prom e- Termistor o termopar: sensor de temperatura, ca paz
dia la actividad eléctri ca cerebral su sc itada por la de transform ar directamente el ca lor en co rri ente
presentación repetida de un estímul o o suceso. eléctri ca.
Pupilometría: método empl ea do para medir los ca m- Transductor: di spositivo que detecta y transform a una
bios en el tamaño o área de las pupil as . señal física (presión, temperatura o movimi ento,
Reactividad: modificac ión de las ca racterísti cas de por ejempl o) en eléctri ca . Un terrni stor o termopar
las respu estas fisi o lógicas o refl ejos, inclu yendo su es un tipo de transductor.
apari ción, ante los ca mbios en el medio. Tomografía por emisión de positrones: técni ca que
Reflejo de defensa (respu esta de defensa): reacc ión del permite determin ar el nive l de determin adas sus-
orga nismo ante un estímulo de alta intensidad. Se tancias en el cerebro. Una de ellas es la glucosa, lo
relaciona con la respuesta de huida o ataque. que indi ca la actividad metabóli ca en las distintas
Reflejo de orientación (respuesta de ori entación): re- regiones cerebra les.
acción del orga ni smo ante un estímulo nuevo o sig- Vulnerabilidad: predispos ición a padecer un trastorn o
nificativo. Ti ene un ca rácter atencional. psicopatológico.
r
Técnicas Subjetivas l.
Procedimientos
estructurados
Isabel M. Ramírez Uclés
Ciuillem Feixas Viaplana

l. INTRODUCCIÓN
2. LAS LISTAS DE ADJETIVOS
2.1. La Lista de Adjetivos ACL ( The Adjective Check/ist)
2.2. La Lista de Adjetivos de Depresión DACL (Depression Adjective Checklist)
2.3. El Perfil de los Estado de Ánimos POMS (Profí/e of Mood States)
2.4. La Escala de Satisfacción por Adjetivos ESFA
2.5 .El Inventario de Adjetivos para la Evaluación de los Trastornos de la
Personalidad IA-TP
2.6. El Listado de Adjetivos para la Evaluación del Autoconcepto LAEA
3. LA CLASIFICACIÓN-Q (Q-SORn
4. EL DIFERENCIAL SEMÁNTICO
S. LA TÉCNICA DE REJILLA
5.1. Fundamentación teórica
5.2. Definición de la Técnica de Rejilla (TR)
5.3. Procedimiento de administración de la TR
5.3.1. Obtención de los elementos
5.3.2. Elicitación de constructos
5.3.3. Puntuación
5.4 . Análisis cualitativo y cuantitativo de la Rejilla
6. OTRAS TÉCNICAS DERIVADAS DE LA TEORÍA DE LOS CONSTRUCTOS
PERSONALES DE KELLY
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Identificar las características diferenciales de las técnicas construidas desde el enfoque constructivista en la
evaluación psi co lógica.

■ Diferenciar los distintos niveles de estru cturación y estandari zación de las pruebas subjetivas entendi endo
que pueden provenir de otros enfoques.

■ Identifica r y manej ar las Listas de Adjetivos y la Técnica Q como instrumentos de eva luación psicológica.

■ Obtener una aprox ima ción general al enfoque, funcionamiento y objeto del Diferencial Semántico.

■ Manejar el enfoque y funcion amiento general de la Técn ica de Rejilla, aproximándose al tipo de resultados
que puede proporcionar.

■ Reconoce r otras técn icas derivadas de la Teoría de los constructos personales de Kelly.
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

tambi én podrían incluirse dentro de la categoría de


l. INTRODUCCIÓN técn icas de observac ión pu esto que también suponen
un producto de las observaciones as istemáticas que
Las técnicas subjetivas hacen referencia a una serie perso nas al legadas al sujeto rea l iza n sobre él (Fernán-
de in strumentos de eva luación psicológica orientados dez-Bal !esteros, 2000) . Dado que compa rten caracte-
a recoger y organ iza r información sobre la estructura rísti cas co n ambas y a su vez presentan c iertas pecu li a-
psi cológ ica, los contenidos y los procesos de las visio- ridades en su ap li cac ión y va lorac ión, en este manual
nes subjetivas o sign ificados persona les acerca de uno son consi deradas como técn icas de eva luación psi co-
mismo y el mundo (Feixas, 2003). Su objetivo es cap- lógica co n entidad propia.
tar las construcc iones persona les del suj eto intentando En el capítul o se mu estran las técn icas más rep re-
estud iar de manera sistemática la estructura de su sub- sentativas dentro de este ámbito. Se describen dichas
jetividad. Tradiciona lmente, las técn icas subjetivas han técnicas en orden decreciente en función del grado
surgido en el seno de teorías u orientaciones con cierta de estructuración y estandari zac ión que poseen: en
tradición fenomeno lógica y/o cogn itiva, que defienden primer lugar, se exponen una seri e de pruebas como
el valor de las construcc iones subjetivas del sujeto a los Listados de Adjetivos que poseen un alto grado de
la hora de comprender su conducta y sus emoc iones estru cturación y esta ndari zac ión; en segundo lugar, se
(Feixas y Vi llegas, 2000; Nei meyer y M ahoney, 1995). continúa co n pruebas co n alto grado de estru cturac ión
Los enfoques co nstructivistas constituyen los más cl a- pero que no constitu yen pruebas estandarizadas, como
ros rep resentantes de estos enfoques. No obstante, este son las Clas ificacio nes Q, el Diferencia l Semántico, la
tipo de técnicas de eva luación se apli ca desde perspec- Técn ica de Rejilla, así como otras derivadas de la Teo-
tivas de investigación y teóricas muy diversas, que abar- ría de los Co nstructos Personales de Kelly. Fina lmente,
ca n desde el conductismo más radi ca l al psi coa náli sis. en un cap ítulo aparte, se describen las Técni cas N arra-
Siguiendo a Fern ández-B allesteros (2 000), las téc- tivas, cuyo nivel de estru cturación es el más bajo y no
nicas subj etivas comprenden aquel los procedimientos pueden considerarse pruebas esta ndarizadas.
de recogida de información que presentan, en general ,
las sigui entes ca racterísti cas:

■ La fuente de datos pu ede ser el propio sujeto 2. LISTAS DE ADJETIVOS


(a unque también pueden ser proporcionados
por el eva lu ador) que se ca lifica o cl as ifica a sí Las Listas de Adjetivos (LA) constituyen « 1istados de
mismo, objetos, personas, conceptos significati- adjetivos » que se presentan al sujeto eva luado con el
vos o personas all egadas al mismo. objetivo de que éste determine si pueden ser ap li ca-
■ El tipo de materi al suele ser semiestructurado y bles a una persona (a sí mismo o a otro suj eto), a obje-
no enmascarado. Es decir, aunque res ulta evi - tos o a situaciones.
dente lo que co n él se pretende, no suele está El sistema de respuesta en los listados de adjetivos
tipificado (a unque sí en muchos casos, como se sue le consistir en pedir al sujeto que señale ciertos ad-
verá posteriormente), es fl exi bl e y se adapta a los jetivos o qu e escoja entre var ias alternativas med iante
objetivos que se persigu en en cada caso . Esto se esca las tipo Likert. Siguiendo a Fern ández- Ball esteros
hace extensible a su forma de aplicación y valo- (2 000), los principales tipos de formatos son los si-
ración. guientes:
■ La respuesta del sujeto es vo luntaria, por lo tan-
to, puede ser fa lseada ya que se suele percibir la 1. Escalas gráficas. Permiten la gradación de una
fina li dad de la tarea que se le requi ere. ca racterística a través de varios adjetivos. El suje-
■ El tipo de tarea que se le so li c ita es la descrip- to debe elegir aquel adjetivo qu e es más ap li ca-
ció n, ca lificación o clasificación del propio su- ble a la característica eva luada (ver Ejemplo 1).
jeto, de otras personas o abstracciones.
Ejemplo 1:
■ La manipu lac ión de los resultados no está re-
glada, pudiendo opta r el ap li cador por p lantea- Feli z
mientos cualitativos o cuantitativos en la elabo- Alegre
ración de respuestas . Animado _x_
Cansado
Las técnicas subjetivas podrían englobarse dentro Aburri do
de los autoinformes, ya que se trata de in strum entos Apático
de autocalificació n y autocl as ificac ión. No obstant , Triste
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2. Escalas de elección for zada . El sujeto eva luado 5. Escalas de intensidad. Se indi ca al sujeto que
debe elegir entre dos adjetivos . Se le pide que cuantifique a través de una escala, la in tensidad
elij a un adjetivo de cada pareja en una serie de o la frecuencia con la que el adjetivo es ap li-
parejas de adjetivos (ver Ejemplo 2). cab le a la ca racterística . Debe considerar co n
qué intensidad o frecuencia es ap li cab le cada
Ejemp lo 2:
adjetivo a dicha ca racterística (ver Ejemplo 5).
Feli z -2L Pesimista
Alegre -2L Negativo Ejemp lo 5:
Animado Ca lmado _x_ Mu y Bastante Algo Nada
Cansado Realista _x_ aplicab le aplica ble aplicab le
Ab urrido Enérgi co _x_ _x_
Guapo
Positivo _x_ Negativo Alegre _x_
Tri ste Optimista _x_ _x_
Responsable
Débi l _x_
3. Escalas acumulativas. Se pide al sujeto que co n- Negativo _x_
sidere, en cada uno de los adjetivos que se pre-
sentan, si son apli cab les o no a la ca racterísti ca Ávi la y Giménez de la Peña (199 1) propon en una
evaluada. Seña lará todos los adjetivos que co n- serie de pasos en la constru cc ión de una lista de adje-
sidere aplicab les (ver Ejemplo 3) . tivos. Se indica n a continuación:

Ejemp lo 3:
1. Reunir una base inicial de adjetivos. Para ello se
Feli z puede recurrir a diccionari os, mu estras de len-
Optimista guaje, informes autodescripti vos y/o autoclasifi-
Ordenado _x_ cativos, por ejemplo.
Inteligente _x_ 2. Contrastar los adjetivos de la base inicial a través
Simpático de diferentes criterios. Entre otros, clasificación
Amab le _x_ de los adjetivos por fam ilias de co nnotaciones y
Responsab le _x_ denotaciones, anali za r la prototipicidad de los
Negativo adjetivos con el criterio que vamos a eva luar, o
Egoísta considerar otras ca racterísticas que el modelo
Independiente _x_ teórico del que se parte tenga en cuenta, acerca
de las emociones, cogniciones y co nducta, en-
4. Escalas de orden. El sujeto ordena el conjunto tre otros.
de adjetivos que se le presentan en función del 3. Analizar las características de la base de adjeti-
grado en que son ap li ca bles a la ca racterísti ca vos resultante en base a los sigu ientes aspectos:
evaluada. Debe considerar todos los adjetivos a) estructura y dimensionalidad subyacente; b)
que le son presentados y luego debe ordenarlos ca pacidad de discrimin ación de los adj etivos; y
de menor a mayor, en funci ón del grado en que c) propied ades psicométricas de las subesca las
describen la ca racterística que se está eva luan- obtenidas.
do (ver Ejemplo 4). 4. Estructurar la lista de adjetivos en los sigu ientes
aspectos: a) se leccionar un formato de respuesta;
Ejemplo 4:
b) real izar una ordenación aleatori a de los ad-
O rdenado __6_ jetivos; c) redactar las instrucc iones de cu mpli -
Responsable _5_ mentación; y d) preparar la forma de corrección.
A Ieg re _2._ 5 . Recoger datos de diferentes muestras con el
Optimista __l_ objetivo de: a) repli ca r y amplificar los aná li sis
Hipócrita _lQ_ de fiabilidad; b) reali zar estudios de validez; c)
Negativo _9___ replicar la dimensionalidad de la esca la a través
Independiente _L_ de muestras, dimensiones y tareas; d) rea li za r
Apasionado _J_ estudios de validación cruzada; y e) lleva r a
Libre ___.1___ cabo estudios transculturales, si es posib le.
Cansado ___8_ 6. Volver a analizar la adecua ción de la técnica a
los supuestos del modelo teórico, y de forma es-
pecial su capacidad explicativa.
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

7. A partir de lo anteri or, y si es necesa rio, re for- do» hasta «bro mi sta» (absent minded to z any) . Las per-
mular el contenido de los pasos 3, 4, 5 ó 6, rea- sonas eva lu adas deben seña lar aq uéll os que las descri -
li za ndo nuevos estu dios. ben, lo cual, le suele ll eva r un tiempo entre 15 y 20
minutos. Esas respuestas se clas ifican en las 37 esca las
Los autores antes citados, Áv il a y G iménez de la que se in cl uyen en el manu al del ACL divididas en 5
Peña (199 1) rea li za ron un ex haustivo trabajo sobre esca las de ca rácter general: las escalas de m odus ope-
los I ista dos de adj etivos, co nsiderando los diferen- rand1~ qu e so n aqu éll as que permiten la manipul ación
tes modelos en los que pu eden ser encuadrados los posteri o r de los datos de la prueba, co ncretamente el
procesos cognitivos, emoc ionales y co nductu ales que número total de adj etivos marcados, el número de ad-
requ ieren, además de otras cuestiones relati vas a cons- jetivos pos iti vos y negativos y una esca la de co mun ali -
trucc ión y formato . Recomendamos su consulta para dad; las escalas de necesidades, o pul siones primari as
cualquier lector interesado en estos instrumentos de y secundari as del individuo como so n el sexo, el orden
eval uación. o la domin anc ia; las escalas básicas, que eva lú an ras-
Aunque mu chas de las técni cas subjetivas no sue- gos de personalidad como aju ste personal o autoco n-
len esta r tipifi ca das, como se ha in dica do previ amente, tro l; y fin almente, las escalas cognitivas que permiten
los listados de adjetivos suelen presentar un materi al expl orar va ri abl es relacionadas con la creatividad y la
estandari zado e inclu so en mu chos casos di sponen de inteli gencia.
grupos normativos. Qui zás, en la mayoría de los casos, Al presentar al sujeto el li stado (e n papel o de mane-
no llega n a cumplir todos los requi sitos pa ra constituir ra informati zada) se le indi ca que «debe m arcar aque-
«pruebas psicométri cas», como se verá en el capítul o llos adje tivos que describan cómo es, no cómo le gus-
correspo ndiente a las mi smas, no obsta nte, su grado taría ser». La corrección ofrece una puntuac ión directa
de estru cturación y estandari zación es alto. en cada una de las esca las que puede transformarse en
A continu ación, se descri ben algunas de las téc- un a puntuación estándar puesto que la prueba co n-
nicas más representativas en es te co ntexto, bi en por ti ene ba remos que co nsideran el número de adjetivos
constituir instrum entos cl ás icos, co mo so n la Lista de marcados y el sexo de los sujetos. La representación
Adjetivos ACL (Adj ective Checkli st) de Gough y Heil - gráfi ca de las puntuaciones permite la obtención de un
brun (1980), la Lista de Adjetivos de Depresión DACL perfil del autoconcepto del individu o. Los análisis de
(Depress ion Adj ective Checkli st) de Lubin (1967) y Lu- la pru eba rea li zados por sus autores ind ican que sus
b in, Lazzen y M atarazzo (1984), y el Perfil de los Esta- propi edades psicométri cas son aceptabl es. An ali za n
do de Ánimos PO MS (Profil e of M ood States) de M c- además tendenc ias de respuesta propi as de las técni-
Na ir, Lorr y Droppl eman (197 1), bien por encontrarse cas de auto info rme tales como la desea bilidad social,
comerc iali zados en la actualidad y se r de uso relativa- la sin ceridad y la aquiescenc ia y concluyen que la ACL
mente frecuente, ta les como la Escala de Satisfacción no se ve afectada por dichos factores.
por Adjetivos ESFA de Barraca y López-Yarto (1997, La ACL co nstitu ye la li sta de adj etivos más ampli a y
2017), el In ven tario de Adjetivos para la Evaluación de co mpleta que ex iste y sobre la que se han reali zado un
los Trastornos de la Personalidad /A-TP de Tau s, Pont y mayor número de investi gaciones. Fernández-Ball este-
Mu iños (2 005, 2009) y el Listado de Adjetivos para la ros (2 000), las agrupa en las sigui entes: aquéll as que
Eva luación del Autoconcepto LA EA de Garaigordobil persiguen el estudi o de constru ctos diferenciali stas,
(2011 ). psiqui átri cos o din ámi cos de la perso nalidad como el
«yo idea l» o el «aju ste personal », entre otros; las que
se centran en el estudi o de estereoti pos o ro les soc iales
2.1. La Lista de Adjetivos ACL ( The desde una perspecti va tra nscultural; y aquell as inves-
Adjective Checklist:) tigaciones en las que se trata de estudi ar las percep-
ciones que los sujetos ti enen de su entorn o propi as
La Lista de Adjetivos ACL co nstituyó en su ori gen de la Psico logía Ambi ental. An astas i y Urbina (1998)
un in strumento para la evaluación del autoconcepto inclu yen otros ca mpos de investi gac ión donde se ha
en adultos. Fu e creada en el Instituto para la Evalua- hecho uso de la ACL, entre los que destaca n la elec-
ción e Investi gación de la Perso nalid ad (Jn stitute far ción ocupacional, la creatividad, la co ndu cta políti ca
Personality Assessm ent and Research, /PA R) por un y económi ca, e incluso las reacc iones de los pac ientes
grupo de investigado res diri gidos por Gough y H eil - a la ortodonc ia o a las lentes de co ntacto. Tambi én se
brun (1980) en el contexto de la investi gación de la ha utili zado para la va lorac ión de personajes hi stóri-
personalidad. Consiste en una li sta alfabéti ca de 300 cos a pa rtir de sus bi ografías o de sus obras publi cadas
adjetivos qu e los autores agruparon según atributos de y para ca racteri za r obj etos in anim ados como automó-
la perso nalidad, dichos adjetivos va n desde «distraí- vil es y c iudades.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2.2. La Lista de Adjetivos de pobl ación de estudiantes universitarios. Posteriormen-


Depresión DACL (Depression te, ha sido probado en gran variedad de muestras no
Adjective Checklis't) psiquiátricas y se ha converti do en un instrumento de
eva luación en áreas tan dispa res como la med ición del
El objetivo de los autores de la pru eba fue elaborar estado de ánimo en deportistas o en pacientes con cá n-
un instrumento válido y fiabl e para va lorar el compo- cer (Boy le, 1987; Weckowi cz, 1978). El POMS consiste
nente afectivo-cognitivo de la depresión (Lubin, 1967; en una lista de 65 adjetivos que se valoran mediante
Lubin, Lazzen y Matarazzo, 1984). una esca la con formato tipo Likert con 5 alternativas
Para la co nstru cc ión de la DACL se se leccionaron ele respuesta que va de «Nada » a «Extremadamente».
171 adjetivos que presentaban racionalmente conno- Tras los diversos análi sis que rea li zaro n sus autores, los
taciones de ideación depres iva; en su mayoría, dichos factores que mostra ron mayor consistencia a lo largo
adjetivos provenían de la ACL. Estos adjetivos fuero n del proceso ele constru cc ión fueron: Tensión-Ansiedad,
administrados a dos grupos de sujetos: pacientes con Depresión-Melanco lía, Cólera- Hosti Iidad, Vigor-Activi-
depresión y normales, en ambos casos hombres y mu- dad, Fatiga-Inercia y Confusión-Deso ri entación. El ob-
jeres. A partir de los análi sis y resultados obtenidos jetivo de la prueba es eva luar los seis estados de ánimo
se obtienen 7 formas de la prueba (1, 2, A, B, C, D y identificabl es a través de ella. Las instrucc iones que re-
Forma de Perfil ) que pueden consta r de 32 o 34 ítems ciben los sujetos son las sigu ientes: «la lista de adjetivos
depend iendo de la forma. La prueba contiene adjetivos que se le presentan describen sensaciones, y su tarea
positivos y negativos; algunos ejemplos de ellos son consiste en rodea r con un círculo el número que mejor
«triste », «agotado », «melancó li co », «espera nzado » o describa cómo se ha sentido durante la sem ana pasada
«co ntento ». Las instrucc iones que rec ibe el sujeto para incluyendo el día de hoy ».
rell enar la prueba son que «debe marcar aquellos ad- En el desarrollo y va lidación del POMS se han rea-
jetivos que describan m ejor cómo se siente hoy». La li zado seis análi sis de su estructura facto ri al y en todos
puntuación final se obtiene med iante la suma de los los casos se han manten ido los seis facto res antes ci-
adjetivos positivos (los propios de sujetos deprim idos) tados. Esta estru ctura se mantiene siempre que se le
marcados más los adjetivos negativos (los específi cos pid a al sujeto que refl ex ione sobre su estado de ánimo
de los suj etos normales), que no ha marca do. La pun- inmediatamente presente o se alargue una semana.
tuac ión directa se puede transform ar en una puntua- Los estudios rea li za dos indi can que las propi eda-
ción está ndar puesto que la pru eba dispone de datos des psicométri cas de la esca la en lengua inglesa son
normativos para adu ltos, adolescentes, mujeres y hom- adecuadas (Reddon, M arceau y Ho lden, 1985; Wat-
bres en el caso de las 7 formas. Los análi sis psicométri- son y Clark, 1997, entre otros), y ha demostrado ser
cos rea li zados sobre el instrumento indica n que cons- un buen instrumento para eva luar el esta do de ánimo
tituye un instrumento fiab le y vá lido para la eva luación en diferentes áreas de la Psico logía (Weckowitz, 1978;
de la depresión, aportando princi palmente una buena Boyle, 1987). En España, Ba laguer y co ls. (1993) han
medida del «estado depresivo ». rea li zado diferentes traba jos que han dado luga r a una
Tanto la ACL como la DACL co nstituyen importan- adap tación del POMS, formas para lelas y una vers ión
tes bases ele adj etivos de las que se han servido otros reducida. En lodos los casos, se confirman los resulta-
listados creados posteriormente. Por ejemplo, en la Es- dos psicométri cos enco ntrados por los prop ios autores
cala de Va loración del Estado de Ánimo EVEA (Sanz, del POMS.
200 1); para medir los estados de ánimo depresivos y
alegres se ha hecho uso de adjetivos entresacados de
las versiones españolas que rea li zó Ávil a en 1987 de 2.4. La Escala de Satisfacción por
las Listas de Adjetivos para la Depresión OACL. Adjetivos ESFA (Barraca y López-
Yarto, 1997, 2017)

2.3. El Perfil de los Estados de Ánimo Constitu ye un in strumento de eva luación de la sa-
POMS (Profile of Mood States) tisfacc ión fa miliar expresada por los sujetos a través
de distintos adjetivos. Constituye una medida de la
El Perfil de los Estados de Án imo es un listado de ad- percepción globa l que ti ene el individuo sobre su si-
jetivos que fue diseñado por M cNa ir, Lorr y Droppl eman tuación fa mili ar.
(1971) con el fin de med ir los cambios resultantes de la Se compone de 27 ítems, cada uno formado por
psi coterapi a y la medicac ión psicotrópi ca en pacientes una pareja de adjetivos antónimos que tratan de evo-
psiqui átri cos. Los autores obtuvieron los datos norma- ca r respuestas afectivas en el sujeto y que ti enen su
tivos tanto para la pobl ación psiquiátri ca como para la origen en las interacciones verbales y/o fís icas que se
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

produce n entre él y los demás mi embros de su famili a. obteniéndose valores de correlac ión de .79 y .65, res-
La Tabl a 9.1 mu estra un extracto de la esca la. pectivamente. En su versión 5ª revisada y ampli ada,
La esca la ESFA puede ser apli ca da ta nto de forma la ESFA ofrece ba remos pa ra ado lesce ntes y adultos y
individu al co mo co lectiva, a partir de los 16 años, y dispone de baremos para España, M éx ico y Perú (co n-
el ti empo aproxim ado de apli cación es de 1O minutos cretamente, baremos español es y peru anos - varones
aprox imadamente. Pu ede utili za rse co n fin es clíni cos, y muj eres- y baremos mex ica nos para jóvenes). Por
de investi gación y en otros ca mpos de la psi cología y todo ell o, podemos decir qu e se trata de un in strumen-
pedagogía donde sea necesari o o co nveniente el es- to altamente estructurado, estandari zado y que ade-
tud io de la situ ación fa mili ar (peritaj es, juicios, etc.). más posee ba remos pa ra di fe rentes pobl ac iones.
Las pos ibl es puntu aciones de cada uno de los antóni-
mos van de 1 (aspecto nega tivo) a 6 (aspecto positivo).
Estas puntu ac iones directas se suman para obtener la 2.5. El Inventario de Adjetivos para la
pu ntuac ión total de la esca la (máx imo 162 puntos). Evaluación de los Trastornos de
Co n la puntuac ión total se obti enen los centil es según la Personalidad IA-TP (Tous, Pont
los cuales se determin a la satisfacción fa mili ar. Cuanto y Muiños, 2005, 2009)
más alta es la pun tuación, puede interpretarse que las
interacciones con la fa mili a resultan más gratifi ca ntes Se trata de un li stado de adj etivos que permite eva-
y que el sujeto valora sus relaciones fa mili ares pos it i- luar la predi sposición a desa rrollar pos ibl es trastornos
vas, agradabl es, de apoyo, tranquilidad, bi enestar, res- de la personalidad del Ej e 11 del DSM-I\/, que se basa en
peto y co mprensión entre sus mi embros. la Teoría de la Personalidad de Millon (1981). Consta
La ESFA mu estra altos índi ces de fi abilidad, supe- de 146 ítems-adj etivos diferentes, di stribuid os en igual
riores al 90% . Los análi sis de va lidez de constru cto número en cada una de las 9 esca las que co nstitu yen la
llevados a ca bo sugieren más de un factor; no obs- pru eba. Cada esca la está formada por 19 adjetivos, de
tante, dado que un o de ell os expli ca más del 60% de los que 14 son propios de la esca la a la que pertenecen
la va ri anza tota l (70.8%), los autores han co nsiderado (que se denominan discriminantes), y 5 son compartidos
que la esca la ti ene una so la dimensión. Los estudi os con alguno ele los adjetivos de las restantes esca las (por
de validez de criteri o se han rea li zado a partir de la lo que se denomin an comunes), excepto en el caso de
Esca la de Sati sfacción Famili ar de Ol so n y Wil son y la Esca la 9 (Impul siva) donde los adjetivos comunes co-
de la Esca la de Sati sfacción Famili ar de Ca rver y Janes, rresponden a adjetivos prop ios de las restantes esca las.

Extracto de la Escala de Satisfacción por Adjetivos ESFA


«CUANDO ESTOY EN CASA CON MI FAMILIA, MÁS BIEN ME SIENTO»
Totalmente Bastante A lgo Algo Bastante Totalmente

1 Feli z Infeli z

2 A islado/a Acom paña da/a 2

3 Jov ial M alhumo rado/a 3


4 Reco nfortado/a Desconso lado/a 4

5 Criti cado/a Apoyado/a 5


6 Sosegado/a Desasosega do 6

7 Descontento/a Co ntento/a 7

8 1nseguro/a Seguro/a 8

9 A gusto A di sgusto 9
1O Sa tisfecho/a Insa ti sfecho/a 10
11 Co hibido/a A mi s anchas 11

12 Desa nimado/a A nimado/a 12


13 Entendido/a M alinterpretado/a 13

14 Incómodo/a Cómodo/a 14
15 Atosigado/a A liv iado/a 15
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Cada una de las 9 esca las se defin e según el rasgo ■ Persona lidad im pu l s i va ➔ Trastorno límite de la
de person alidad norm al y segú n el trastorno asociado a personalidad
éste siguiendo el DSM-IV. Ello obedece a la presunción
de un continuo entre persona lidad normal y el trastor- A modo de ej emp lo, la Tab la 9.2 mu estra los adje-
no de persona lidad p lanteado por Millon. Estas escalas tivos prop ios y comun es de las Escalas 1 (Personalidad
eva lúan la intensidad y la desproporción con que se Introvertida) y la Esca la 2 (Persona lidad Inhibida).
manifiestan las autoeva lu aciones, lo que nos proporcio- El IA-TP ofrece una doble versión para su ad mini s-
na información sobre el estado cogniti vo, emocional y tración, la versión manual y la versión informatizada,
conductual de la persona que se pretende eva lu ar. y puede ap licarse de manera individual o co lectiva; el
Las esca las del inventario con su trastorno de per- tiempo de administración oscil a entre los 1O y 15 mi-
sonali dad asocia do so n las siguientes: nutos. Es de fáci l admini stración, las in dicaciones que
recibe el suj eto son las sigui entes: «debe señala,; de los
■ Persona li dad introvertida ➔ Trastorno esq ui zoi- 746 adjetivos, aquéllos que considera descriptivos de su
de de la personalidad forma de ser, y dejar en blanco aquéllos considerados
■ Perso nalidad inhibid a ➔ Trastorn o de la perso- como poco o nada descriptivos de sí mismo/a ». Existe
nali dad por evitac ión una vers ión para hombres y otra para muj eres (ado les-
■ Perso nalidad coo pe ra tiva ➔ Trastorno de la per- centes y adu ltos), co n los adjetivos en forma masculina
sonali dad por dependencia y femen ina, respectivamente, así como baremos en pun-
■ Perso nali dad sociable ➔ Trastorno hi striónico tuaciones T para adolescentes y ad ultos, diferenciados
de la persona li dad por sexos. También dispone de un glosa ri o de sinónimos
■ Pe rso nalidad co nfi a da ➔ Trastorno narc isista de que el suj eto puede consu ltar en caso de que tenga difi-
la persona li dad cultades en la comprensión de alguno de los adjetivos.
■ Personali dad co nvin ce nte ➔ Trastorno anti socia l La mayoría de trabajos que se han reali za do co n el
de la personalidad IA-TP, apa rte de los que se inclu yen en el manua l del
■ Pe rsonalidad respetuosa ➔ Trastorno obsesivo- inventar io, han sido aplicados básica mente a pob la-
compul sivo de la persona lid ad ción adolescente, aunq ue tambi én se ha ap li cado a
■ Persona lidad sensibl e ➔ Trastorno de la perso- población ancian a y a pacientes ps iqu iátr icos adultos.
nali dad no especificado Los análi sis psicométricos in dican propi edades ade-
cuadas de fiabi li dad y va li dez del in strumento.
ítems propios y comunes de las
Escalas Introvertida e Inhibida del
IA-TP (2005, 2009) (tomado del 2.6. El Listado de Adjetivos para la
manual con el permiso de TEA- Evaluación del Autoconcepto
Ediciones) LAEA (Garaigordobil, 2011)
Escala 1. Personalidad Introvertida
El Listado de Adjetivos para la Eva luación del Auto-
Tipo Patológico : Personalidad Esquizoide ( 79 ítems)
co ncepto (LAEA) mide el autoconcepto globa l en ado-
PROPIOS COMUNES lescentes y ad ultos (concretamente, desde los 12 a los
1. Pasivo 64. Reservado 18. Deprimido 65 años). Consiste en un li stado de 57 adjetivos positivos
9. Distante 73 . Rígido 30. Discreto y la persona debe indi car en qué grado cada uno de los
10. Tri ste 102. Apagado 75. Incómodo
adj etivos define o describe su persona (por ejemplo, ge-
29. Inexpresivo 103. Va go 76 . Solitario
38. Impersonal 131. Desprendido 135. Serio nerosa, atractiva, lea l, creativa, sens ible, inte li gente ... ).
47. Indi ferente 144. Desinteresado Los adjetivos hacen referencia a cuatro dimensiones
51. Apático 146. Insípido del autoconcepto: físi ca, intelectual, soc ial y emoc io-
Escala 2. Personalidad Inhibida nal. Para responder, el suj eto tiene que marca r un va lor
Tipo Patológico : Personalidad Evitativa (79 ítems) entre O y 4, donde O significa «nada», 1 «un poco », 2
«moderadamente», 3 «bastante» y 4 «mu cho». Se trata
PROPIOS COMUNES
de un a prueba sencill a, de fác il ap licac ión y se puede
2. Agitado 77 . Susp icaz 3 7. Sensible administrar de manera individu al o co lectiva . Se estima
20. Desapercibido 86. Preocupado 39. Discutidor
un tiempo de admini stración entre 1O y 15 minutos.
48. Exc luido 92. Solo 63. Inseguro
50. Disgustado 100. Tímido 75. Incómodo Se han ll evado a cabo numerosos estudios para de-
52 . Ignorado 104 . Recha zado 76. Solitario termina r las propi edades psicométri cas del in strume n-
62. Inqu ieto 11 O. Susceptible to siguiendo el modelo de la Teoría Clásica de Test. Di-
65. Miedoso 120. Temeroso
chos estudios, en los cual es se anali za n ampli amente
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

ble», «soy hipócrita», «soy optim ista» ... ) en una escala


M. Ga.raigordobil
de 1 a 9. Considerando que las puntuaciones de cada
una de las ca lificac iones deben seguir una distribución
normal, la valoración debe ser de la forma sigu iente: las
Listado de Adjetivos
para la Evaluación puntuaciones 1 y 9 será n asignadas a 5 descripciones,
del Autoconcepto
las puntuaciones 2 y 8 a 8 descripciones, las puntua-
ciones 3 y 7 a 12 descripciones, las puntuaciones 4 y 6
a 16 descripciones y finalmente, la puntuación media
5 puede ser asignada a 18 descripciones.
Para la apli cación de la Clasificación O se necesita
un universo de descripciones significativas para la per-
sona y/o la ta rea para la que se obtiene la información.
Dichas descripciones perm iten ser ap licadas a la mis-
ma o las mismas personas en diferentes momentos y en
diferentes situaciones, y dado el carácter cua ntitativo
de la técn ica, permiten la realización de análisis esta-
IEdiciones dísticos que arrojen datos sobre la variac ión intraind ivi-
dual. Por lo tanto, tal y como indican Anastasi y Urbina
(1998), ha de resaltarse que la técnica produce datos ip-
sativos o idi osincráticos del sujeto más que normativos,
Portada del li stado de adjetivos para la eva luación del Autocon- esto es, los examinados informan sobre cuá les conside-
cepto LAEA (reproducido con el perm iso de TEA Ed iciones).
ran que son sus «rasgos» débiles o sus «rasgos» fuertes,
pero no cómo de fuertes o débiles son en comparación
con ciertas personas o co n ciertas normas externas.
las características de los ítems y su fiabilidad, indica n A continuac ión, se indi can las características más
que el instrumento posee cualidades apropi adas. Ade- relevantes de la clasifi cac ión-O, sigu iendo a Fernán-
más, los anál isis sobre validez, presentan evidencias dez-Ba 11 esteros (2 000):
de la misma para muestras clínicas y no clínicas. Se
ha comprobado también su utilidad en contextos so- 1. El material no está previamente estab lec ido,
ci ales y educativos. El instrumento presenta, además, sino que depende de los objetivos del investi-
tres baremos normativos en los que se indi ca n los per- gador y está constituido por una muestra del
ce ntiles co rrespondientes a las puntuaciones directas universo de elementos sobre los que se trate de
según edad de los sujetos eva luados, nivel de estudios realizar el análisis.
y ocupac ión. La prueba LAEA es un ejemp lo de prueba 2. El universo de tales elementos sobre los que
subjetiva y con gran solidez psicométrica. La Figura se se lecc iona la muestra es, generalmente, un
9. 1 mu estra la portada del LAEA. conjunto de manifestaciones o descripciones
expresadas en forma verbal-escrita. No obstan-
te, pueden construi rse clasificaciones-O sobre
objetos, abstracciones, etc.
3. LA CLASIFICACIÓN-Q <Q-SORTI 3. La tarea que se le pide al su jeto es que se au-
toaplique tales manifestaciones segú n su fre-
Se basa en la metododología-0 propuesta por cuenc ia de aparición o su ap licab ilidad, bien a
Stephenson (1953) que recoge una serie de instru- sí mismo o bien a otro sujeto u obj eto conocido
mentos para la investigac ión del autoconcepto. Con- del cua l se pretende obtener informac ión.
cretamente, la Clasificac ión-O (0-Sort) consiste en la 4. Las alternativas de puntuación son de elección
ordenac ión de un conjunto de ca lificac ion es o descrip- forzosa y deben aj ustarse a la curva normal.
ciones valorativas que el sujeto ha de distribuir según su 5. Las cond iciones de aplicac ión dependen de los
importancia, y sigu iendo unas puntuaciones facilitadas objetivos del investigador.
que deben seguir una «distribución normal». El cumpli- 6. El tratam iento estadístico dependerá de la finali-
miento de la distribución normal en las puntuaciones, dad con la que se hayan recogido los datos, aun-
co nll eva que existe un número concreto de descripcio- que deberá ajustarse a un diseño intraindividual.
nes que pueden ser asignadas a cada una de las pun-
tuaciones. Supongamos que tenemos que valorar un Ta l y como ha sido descrita, la Clasificación-O ha
tota l de 100 descripciones (por ejemp lo, «soy agrada - recibido múltiples críticas relacionadas fundamental-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

mente con su falta de estandari zac ión. No obstante, lo co nsigo una descripción de «persona lidad idea l» y de
importante es que ha serv ido de base para otras más cómo se supone que actu ará de una fo rm a específi ca
elaboradas y con diferentes aplicaciones. Destacamos en esa situación. La forma de proceder es se leccionan-
las siguientes: a) la Técnica de Clasificación de Califor- do y ordenando descripciones relativas a los pares mo-
nia Q -Set o Clasificación-CQ (B lock, 1978), que permite delo-conducta siguiendo la Clasificación-CQ.
la eva luac ión de la persona lidad de una forma estanda- Los que se han citado previ amente son algunos
ri zada a través de la ordenación de 100 descripciones ejemplos de este tipo de técn icas, no obstante, se han
orga ni zadas en tarjetas mediante una elección forzosa aplicado a otros ámbitos co mo son la eva luac ión de
(en una esca la de 1 a 9), que asegure la distribución alumnos en co ntextos académicos, la comparación de
normal; b) la M etodología-Q de Fierro (1982) para la grupos, la eva luación del ca mbio terapéuti co, o la in-
eva luación del autoconcepto en base a conceptos ro- vesti gación clínica.
geri anos sobre el «sí mi smo», y más concretamente la
autoestima. Consta de 68 elementos que han de orde-
narse a través de una fi gura de 68 ce ldas con estructura
similar a la curva normal y que el sujeto recibe como 4. LA TÉCNICA DEL DIFERENCIAL
hoja de respuestas (ver Fi gura 9.2); y c) la Técnica de SEMÁNTICO
Ajustes de M odelos (Bem y Fund er, 1978), que evalúa
las interacciones persona-situación en el contexto de El Diferencial Semántico (DS) es una técnica de
la psicología de la personalidad. En este caso, el sujeto eva luación psicológica creada por un grupo de in-
recibe pares «modelo-conducta» y cada modelo lleva vestigadores de la Universidad de lllinois enca beza do
por Osgood (Osgood, Suci y Tannenbaum, 1957) . Este
instrumento se sustenta en la teoría mediacional de
ltem que me refleja dichos autores de co rte neoconductista. Di cha teoría
propone que ex isten procesos interm edios encubier-
Mucho Medio Nada tos que modul an las relac iones fun cionales entre es-
~ tímulos y respuestas. Así, el significado que el suj eto
atribuye a un estímulo medi a la respuesta de dicho
t--- suj eto ante el mi smo. Basá ndose en esto, su objetivo
fue co nstruir una técn ica cuantitativa que perm iti era
atender a los aspectos «psi co lógicos » del sign ifi ca do
de los co nceptos . Por ejemplo, la pa labra «pareja » no
ti ene el mismo significado para una mujer que tenga
una buena relación co n su cónyuge, que para otra que
haya sufrido algún tipo de maltrato por parte del suyo.
Esto es as í porque los conceptos co ntienen dos tipos
de significados que se complementan: un significado
denotati vo, que provoca la misma respu esta en todos
los sujetos puesto que hace referencia al co nte nido
objetivo de un concepto, y un significado connotati vo,
que hace referencia a la interpretación subjetiva que el
sujeto hace del co ncepto y depende de factores afec-
tivos y de las experi encias previ as de cada individuo.
Así, por ejemplo, en su verti ente denotativa «azul » es
un co lor, pero atendiendo a su significado co nnotati-
vo, podría hacer referenci a al cielo, el mar, tranquili-
dad o ca lma, por ejemplo. El OS no es más que una
medida del significado connotativo de los conceptos .
10 9 8 7 6 5 4 3 2 o El objetivo del DS es medir la sign ificación semánti-
Máximo Medio Mínimo
ca que un co ncepto o grupos de con ceptos tienen para
un sujeto o grupos de sujetos. Se fund amenta en una
seri e de experimentos que rea li za ron Osgood y sus co-
laboradores con el fin de ana li za r la dimensionalidad
Hoja de respuesta de la Técnica-O del Autoconcepto de Fi erro
del «espacio semántico». El significado lo anali za n en
(1982) .
la esfera del lenguaje, por tener éste como fun ción bá-
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

sica la comunicación del mismo, y bajo esta premisa claramente lineares y polares en sus significados
presentaron a muestras grandes de sujetos una serie de semánticos genera les; b) ser comprensib les al
conceptos (p.ej . yo, amigo, depres ión, mar, cielo ... ) sujeto o sujetos a los que se vayan a apli car; c)
que debían evaluar a través de listados de adjetivos or- ser adecuados a los signifi cados que se pretende
ga nizados de manera bipolar y tom ados al azar de un investigar y; d) en los casos en que se pretenda
dicc ionario (p. ej. agrad abl e-desagradable; bueno-ma- anali za r los factores, habrá que considerar la sa-
lo; tra nquilo-activante). Los sujetos eva luaban todos turación de los adj etivos en los factores.
los conceptos en fun c ión de todos los adjetivos en una 3) Selección del formato de aplicación. Se refi ere
escala de seis puntos y los autores ana li za ron todos es- al formato en el que se van a representar gráfi-
tos datos mediante la técn ica de aná li sis factoria l. Los camente, tanto los conceptos a eva luar, como
resultados obten idos indican que los factores más do- los adjetivos a través de los cuales pretendemos
mi nantes y que expli ca n la mayor ca ntidad de vari anza rea li za r la evaluación. Existen diferentes tipos
so n tres : un factor principal (la e valuación) qu e exp li ca de formatos, no obstante, el más utili za do es
el 35% de la varian za; un segundo factor (la potencia), aquél en el que se utili za una hoj a de papel
y un tercer factor (la actividad). El factor eva luación para ca da co ncepto, presentando el co ncep to
presenta co nnotac iones valorativas y saturan alto en él y las esca las de adj etivos bipol ares, co mo se re-
escalas co mo bueno-malo, agradable-desagradab le o presenta en la Figura 9.3.
bonito-feo. El factor potencia determina la fu erza que Un aspecto importante relativo al formato es el
pa ra un suj eto ti ene un determinado co ncepto; saturan número de alternativas de respuesta de las es-
alto en este factor esca las del tipo pequeño-grande, ca las. Según Osgood y co ls. (1957), el formato
pesado-li gero o fuerte-déb il. Fin alm ente, el factor ac- más apropiado son las esca las bipolares con siete
tividad ha ce referenc ia a activac ión o agilidad y sa tu - intervalos de respuesta, argumentando el haber
ra n en él esca las co mo activo-pas ivo, ráp ido- lento o consta tado que los sujetos ti enden a utili za r las
agres ivo- no agres ivo. Las tres dimensiones anteriores siete alternativas con una frecuencia aproximada.
no fue ron las úni cas arroj adas por el análisi s factoria l, 4) Administración de la prueba . Las in strucc iones
no obsta nte, el resto no expli ca ba más de la mitad de ofrecidas a los sujetos al administrar un OS de-
la varianza atribuidas al segundo y tercer factor, y es ben incluir los siguientes as pectos (Osgood y
por esta razón por la que fueron desca rtadas. co ls., 195 7): a) ofrecer una ori entac ión sobre la
Osgood y sus co laboradores (195 7) presentan un naturaleza genera l de la tarea, haciendo hinca-
li stado de 50 esca las en las que se indi ca el factor en pi é en que lo que se evalú a son las opiniones
el que cada una de ell as satura, así como sus puntu a- de los sujetos sobre una serie de conceptos y
c iones factoriales. Como indi ca el prop io autor, el OS qu e no hay respu estas correctas o in correctas;
no es un in strumento de medida que tenga un núme- b) destaca r la importancia de las posiciones de
ro concreto de ítems, ni una puntu ación determ inada, las esca las y el modo en que deben seña larse,
sino que se trata de una técn ica flexibl e y que debe ser expli ca ndo de forma breve la forma de respon-
adaptada en función del objetivo para el que se quiera der a las esca las y; c) indi ca r que la actitud al
uti li za r. Considerando lo anterior, los conceptos y las responder debe ser hacerlo con rapidez, de ma-
esca las que se van a utili za r en ca da caso co ncreto de-
ben ser seleccionadas por el eva luador. Es por ello que
TO RMENTA
en la apli cac ión de un diferencial semántico, hay que
seguir una serie ele pasos (Atienza y Fuentes, 1994): 1. BUENO - :- :- :- :_x_ :- :- MALO
2. SUAVE _ ._ ._ ._ ._ ._x__ DURO
3 . ACTIVO _x_ ;_ ;_ ;_ ;_ ;_ ;_ PASIVO
1) Selección de los conceptos. Las dos estrategias 4. CRUEL _ ._x_ ._ ._ ._ ._ ._ AMABLE
generales que se pueden segu ir para ell o son, S. PESADO _x_ ;_ :_ :_ :_ :_ :_ LIGERO
bi en la rea li zación de un muestreo de conceptos 6. LENTO - :- :- :- :- :- :_x_ RÁPIDO
rel eva ntes y representativos del área de interés de 7. HON ESTO - :- :- :_x_ :- :- :- DESHONESTO
investigación o ap licación, bi en la elección ra- 8. SUAVE - :- :- :- :- :- :_x_ FUERTE

c iona l o basa da en el buen juicio del evaluador. 2 3 4 5 6 7


ó
Esta segunda estrategia sue le ser la más utili zada. -3 -2 -1 O 2 3
2) Selección de las escalas. El DS ha de estar com-
puesto por tantas esca las como parej as de adjeti-
vos bipol ares. Fernández-Ball esteros (1980) pro-
Evaluació n del concepto «Torm enta» mediante el Diferencial Se-
pone los sigui entes criterios como requisitos que
mánti co a través de una esca la bipo lar.
deben cump lir los adjetivos sel eccionados: a) ser
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

nera que se pueda recoger la primera impresión A lgunos ejemplos de esca las correspond ientes al
que el individuo tenga. OS específicas serían, entre otras, las esca las eva luati-
5) Puntuación y análisis de los datos . Uno de los vas en la investigación del «concepto del yo » y del «s í
estadísticos más frecuentemente utilizados es la mismo» publicadas por Fierro (1982), o el Inventario
media, que permite comparaciones entre suje- Diferencial de Adjetivos para el Estudio del Estado de
tos o grupos diferentes sobre el mismo concep- Ánimo (ID DA-EA) de Tous y Pueyo (1991 ).
to, o comparaciones entre conceptos diferentes
en un mismo sujeto o grupo. Además, el OS tie-
ne sus propios estadísticos, como son la «pun-
tuación D » o «Distancia Semántica » que permi- S. TECNICA DE REJILLA
te medir la distancia semántica de un concepto
con todos los demás. A partir de la obtención 5.1. Fundamentación teórica
de todas las distancias semánticas, tenemos la
información necesaria para estab lecer la estruc- La Técnica de la Rejil la (TR) se origina en el con-
tura conceptua l de un sujeto. Dicha estructu- texto de una de las teorías constructivistas de mayor
ra conceptual constitu ye una especie de mapa relevancia en el área de la psicología clíni ca y de la
cognitivo que ofrece un panorama del significa- personalidad, la Teoría de los Constructos Personales
do subjetivo que se establece dentro del sujeto. (TCP) de Kelly (1955; véase tamb ién Botella y Feixas,
1998). Pero antes de adentrarnos en el la, cabe definir
Se han ll evado a cabo múltiples estudios que ana li - el constructivismo como una posición epistemológi-
zan las propiedades psicométricas del OS. En relación ca multidiscip linar (participada por físicos cuánticos,
con la fiabilidad, constituye un instrum ento de gran fle- biólogos, filósofos de la cienc ia, y algunos psicólogos
xib ilidad lo que hace difícil hacer genera li zaciones so- como Jean Piaget y el propio George Kelly) que reco-
bre la fiabilidad del mismo, fu nd amenta lmente enten- noce, desde esta var iedad de formas de estudio de la
dida como cons istencia interna (Fernández-Bal lesteros, realidad, que ésta no puede ser capturada de forma
1980). También se han anal izado aspectos como la unívoca y objetiva (Feixas y Vi ll egas, 2000). Al contra-
estabilidad de las puntuaciones, obten iéndose diferen- rio, el constructiv ismo postula que la realidad es cons-
cias en función del tipo de puntuaciones, presentando truida activamente por las personas. Se interpreta de
las puntuaciones esca lares mayor estabilidad que las acuerdo con la estructura de nuestro sistema nervioso
puntuaciones factoria les (Bech ini, 1986). Los autores (no ca pta la realidad igua l un humano que un gato),
que han ana li zado este aspecto, incluido el propio Os- cu ltural, fam ili ar y con nuestros esquemas cognitivos,
good, argumentan que parece que las diferencias ob- con los que interpretamos activamente (aunque no de
tenidas con el paso del tiempo en las respuestas al OS, forma necesariamente consc iente) la realidad. Por tan-
parecen deberse más a la influencia de ciertas varia- to, los enfoques constructivistas se caracterizan por es-
bles de persona lidad, intelectuales o situacionales, que tudiar cómo se desarrollan y estructu ran los esquemas
a errores de medida del propio instrumento. En cuanto cogn itivos, constructos personales, va lores o creencias
a la validez, los estud ios que se han ll evado a cabo (según el modelo teórico del que se trate) que emp lea
han sido fundamentalmente de va lidez interna median- la persona para interpretar (construir) la realidad.
te la comparación de las puntuaciones obtenidas en La TCP surg ió de la observac ión clínica, con poca
el OS con las obtenidas a través de otras técnicas, y influencia de otros enfoques, y destacó que no sólo
los resultados muestran alta validez interna del factor los científicos hacemos teorías y modelos sobre la rea-
evaluativo que se han cons iderado como el factor más lidad (q ue lu ego ponemos a prueba co n experimen-
relevante, como se ha indicado previamente. tos y otros métodos), sino que se puede considerar a
La técnica del OS se ha ap licado en diferentes cua lqui er ser humano, de cua lqui er edad, sexo y cu l-
contextos. Siguiendo a Bechini (1986), y en orden tura, también como algu ien que va construyendo con
de importancia, se ha aplicado: a) en investigaciones la experiencia un modelo de la realidad (¿qu ién soy
transculturales, , para comprobar la universalidad de yo?, ¿quiénes son los otros que me rodean?, ¿cómo es
las dimensiones semánticas del significado afectivo; el mundo?), sólo parcialmente exp lícito, que constitu-
b) en psicología social, para la medición de actitudes, ye el marco interpretativo con el que lee y registra la
estereotipos soc iales y comunicac ión; c) en estudios realidad. Cada ser humano responde a esta realidad
sobre personalidad, concepto de sí mismo y psicolo- percibida e interpretada (de forma más o menos cons-
gía clínica; y d) en psicología de la percepción, para ciente), segundo a segundo, y no a la real idad obje-
la eva lu ación del significado connotativo de co lores, tiva, a la que no puede acceder sin su propio marco
dibujos, mús ica o sonidos. interpretativo.
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

La TCP se ce ntra en describir la naturaleza y es- fue el creado r de la TR (ll amada RepTest en su forma
tructura de la teoría personal que cada uno desarro- original) co mo método para la obtención y análisis de
I la. De la misma forma que las teorías c ientíficas están constructos personales. La denominación se debe a su
fo rmadas de co nstructos teóri cos, que luego tienen su formato de m atriz, en la que se entrecru za n los cons-
defin ición operacion al que permite ponerlos a prue- tructos con los elementos, aunque desde su creación
ba, las teorías personales está n hechas de constructos han surgido una gran ca ntidad de variantes, tanto en
personales que se contrastan mom ento a momento en su formato de ad ministrac ión como en los métodos de
el devenir de la experi enc ia. Y cuando se ven invali- análisis. En la actualidad, su ap licac ión va más all á del
dados, deben ser revisados. Cada co nstructo personal contexto clínico y de la personalidad, y se ha exten-
refleja una diferencia o co ntraste captado de la expe- dido a ca mpos tan diversos co mo la psicología edu-
riencia. Por ejempl o, Ju an, a quien presentaremos más cativa y vocacional, la psicología organizacional, la
adelante, se percibe a sí mismo como «protector», al psicología forense y otros campos diversos como la
igua l que su mad re, mientras que describe a su pa- inteli genc ia artificial, el marketing, la percepción am-
dre como alguien que «no cuida » a los demás. Ésta es biental o el estudio antropol ógico de tribus urbanas y
una de las dimensiones co n las que Ju an da sentido primitivas.
a su mundo interpersonal. Le permite discriminar en- Dada la diversidad en su metodología y ap li cacio-
tre estas tres personas y otorgar significado a su expe- nes, en este man ual se presenta la TR en su modalidad
riencia con ellos, tanto para exp li ca r sus experi encias interpersonal que es la más utili zada, especialmente
pasadas con ell os, como para antic ipar sus posibilida- en la psicología de la personalidad y en el ámbito clí-
des de actuac ión. Al reflejar un contraste percibido, ni co (ver Feixas y Cornejo (1996) para profundizar en
los constructos personales son dicotómicos, co n dos la temática). Se centra en el estudi o de la constru cc ión
po los op uestos. Los constructos de una persona no se que hace el sujeto de sí mi smo y de las personas signi-
encuentran aislados, sino que confo rman un a red in- fi cativas de su mundo interpersonal. La particularidad
terconectada que se organiza en un sistema jerárqui- de la TR interperso nal es que la persona entrevistada
co (o red) de constructos que, en función de su nivel debe identifica r a personas significativas de su entorno
jerá rquico, pueden ser más nucl ea res o periféricos. (q ue son los elem entos de la rejill a); y desde la bús-
Los constructos nucleares inclu ye n las creencias más queda de similitudes y diferencias entre pares de estos
ínti mas y dan sentido a la persona (o sel{). Son los res- elementos, se estab lecen los constructos. Una vez es-
po nsab les de mantener su identidad o sentido de ser tablecidos los elementos y los co nstructos, se solicita
«yo», a la vez sirven ta mbi én para construir a seres sig- a la persona que puntúe a cada uno de los elementos
nificativos que forman su mundo interperso nal. Estos según cada co nstructo, a través de una esca la Likert
constructos so n mu y res istentes al ca mbio, mi entras (normalmente de 7 puntos) según cada constru cto, lo
que los co nstru ctos más periféricos cuando resultan cual da lugar a un a matri z numéri ca. Co n esto que-
inva lidados por la experiencia, son más fáciles de mo- dan co nstituidos los tres compo nentes bás icos de una
dificar. Esto implica por qué ca mbi amos en un as cosas rejilla: elementos, co nstru ctos y puntuaciones. Como
y en otras no, y permite entender por qué a veces es se podrá constatar, la TR tiene un ca rácter sistemático
tan comp licado superar las resistencias al ca mbio. En y proporciona datos que permiten su análi sis mate-
efecto, los co nstructos nucl eares otorgan coherencia a mático con lo cual, res ulta un instrumento de ca rác-
la personalidad, entendida en la TCP como el sistema ter científico para el estudio del significado personal.
de constru ctos, y un camb io que afecte a su estru ctura No obstante, hay que resa ltar que la técnica no es un
nucl ear puede hace r tambalea r todo el marco inter- procedimiento totalmente esta ndari zado como lo son
pretativo que empl ea la persona para dar sentido a los otras pruebas psicológicas, sino que hay que ada ptar la
aco ntecimi entos. D e aquí la importancia de describir a los objetivos y a la situ ación de eva luac ión en que
la red de constructos del sujeto adecuadamente duran- se pretenda utili za r. Una exposic ión detallada de esta
te el proceso de eva luac ión. técnica puede encontrarse en Feixas y Botella (2 005 )
que se encuentra en los co ntenidos onlin e de estem a-
nu al.
5.2. Definición de la Técnica de Rejilla
(TR)
5.3. Procedimiento de administración
La Técn ica de Rejilla (TR) es un in strumento de eva- de la Técnica de Rejilla
luación que permite exp lorar la estructura y el conte-
ni do de la red de constructos a través de la que perc i- En la TR no se cuenta co n un co njunto de ítems
bi mos y actuamos de man era cotidi ana. Georg I< ll y o preguntas preestablecidas, sino que se va constru-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

yendo con el sujeto en función de sus respu estas y de de co nstru ctos; y 3) puntuación. Para ilustrar la admi-
acuerdo co n unas pautas generales. Cada apli cac ión nistración de la TR, su análisis e interpretación ps i-
de la TR permite ajustarl a de acuerdo co n los obj etivos co lógica nos basaremos en la rejill a de Juan (nombre
de la evaluación, las ca racterísti cas del sujeto y las del fi cticio), un hombre de 35 años de edad diagnosti ca-
probl ema o área de estudi o. do de psicosis parano ide y con delirios persecutori os
La TR puede apli ca rse a personas a lo largo de gran persistentes que vive co n sus padres y hermana (véase
parte del ciclo evolutivo y en la mayoría de niveles so- una descripción más amplia en García-Mieres, O choa,
cio-culturales. Ello requiere una adecuación de la técni - Teba y Feixas, 201 7). Se trata de un parti cipante en un
ca a las ca pacidades del entrevi stado. Aun así, su apli- estu dio sobre el análisis de co nstru ctos personales en
cac ión en niños y ancianos con dif icultades perceptivas personas co n el diagnósti co de esq ui zofrenia llevado
o de memori a puede resultar limi tada o poco fi abl e. a cabo por el grupo de investigación «Intervención en
En general la TR se admini stra medi ante una en- Psico logía Clín ica y de la Sa lud » de la Universitat de
trevista estru cturada. Es importante generar un co n- Ba rcelona (véase www. ub.edu/ ipcs).
texto relajado y permitir que la persona exprese sus
impresio nes sin que tema el jui cio del entrevistador. La
rejill a no su ele pasarse en la primera entrevista, sino 5.3.1. Obtención de los elementos
cuando el encuadre general del proceso de evaluació n
y los datos bási cos ya han sido establ ecidos. No hay La elección de los elementos de la rejilla se rea li za
respuestas correctas o incorrectas, sino que se trata de en función del área o ámbito en el que se esté traba-
que el suj eto exprese sus puntos de vista personales jando. En el ca mpo clíni co, los elementos suelen ser
y necesa ri amente subj etivos sin que el entrevistador personas representati vas del mun do del suj eto o de su
deba manifestar su juicio u opini ó n al respecto. prob lema. Por ejempl o, en el caso de un adolescente
Podemos dividir la admini stración de la TR en tres que sufre acoso esco lar por pa rte de sus compañeros,
etapas: 1) la obtención de elementos; 2) la eli citación podría ser ind icado inclui r úni ca mente a los alumnos

Elementos

1. eolo a
Constru ctos

l. eolo a'
~
2. 2.
3. 3.
4. 4.
5. 5.
6. 6.
7. 7.
8. 8.
Puntuación
9. 9.
10. 10.
11 . 11 .
12 . 12.
13 . 13 .
14. 14.
15. 15.
16. 16.

20. 20.

1 M uy; 2 Bastante; 3 Un poco; 4 Pun to medio; 5 U n poco; 6 Basta nte; 7 Mu y

Protocolo de la técn ica de rejilla, tomado de Feixas, de la Fuente y So ldevilla (2 003).


TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

de la cl ase a la que pertenece. En el caso de la rejilla form ada por los elementos «yo ahora» y «madre », y
interpersonal, para obtener los elementos se sel ecc io- se le preguntó: «¿ En qu é se parece n el "yo ahora" y tu
na n un co njunto de perso nas si gnif icativas de la vida madre en cuanto a ca rácter, perso nalidad o forma de
del suj eto (h abitu almente entre 1O y 20 perso nas) . Se ser?». Ju an respondió: «ambos son protectores». Aquí
escogen en fun c ión de una seri e de rol es: padre, ma- ya disponemos del primer pol o del co nstru cto. Lo si-
dre, hermanos (s i hubi era mu chos, se se leccionan los guiente fue preguntarl e: «¿y c uál es lo contrario de ser
3 o 4 más signi fica ti vos), persona «non grata», ami- protector?», a lo que respondió: «no cuidar a los que
gos importantes, etc. Incluye perso nas del pasado y/o te rodea n », de esta manera se obtuvo el polo opuesto
del presente y tambi én elementos del sí mi smo, tales del constructo «protector-no cuida» . Es preciso notar
como el «yo ahora» (como se ve en la actu alidad) y el que mi entras en algunos casos la etiqueta qu e describe
«yo idea l » (có mo le gustaría ser) y, según convenga, se a un po lo de un con stru cto es un adj etivo, en otros es
pueden incluir tambi én otros elementos co mo «yo an- una expres ión corta pero que ti ene tambi én fun ción
tes del síntoma», «yo según mi padre», «yo dentro de ca lifica tiva. Tanto si la persona identifica una similitud
un año», «yo cuando estaba en mi país» que permiten como si no lo hace, se suele preguntar tambi én por
investi ga r otros aspectos que pu eden tener interés en diferenc ias entre los elementos de la díada. Así, se le
func ión del caso. A medida que se van identifica ndo, preguntó a Juan: «¿ En qu é son di stintos el " yo ahora"
los elementos se ano tan en el protoco lo de la rejill a y su madre?» a lo que respondi ó ex pli ca ndo que él
(véase Fi gura 9.4), co ncretamente en las co lumn as, se era más «so litari o» que su madre, a la que veía como
sue le reserva r la primera co lumna para el «yo ahora» y bastante «fami li ar». En la Fi gura 9.5 se pu ede obse rvar
la últ ima para el «yo idea l». el primer constructo menc ionado anotado con el nú-
Expli cac ión: En la parte superi or derecha de la ta- mero 1 y el segundo co n el 9. Se suele empeza r co n
b la, se inclu yen los elementos, uno en ca da co lumna la díada de los pad res, bu sca ndo similitudes y diferen-
y de izqui erda a derecha. En la parte izqui erda de la c ias entre ell os, y luego ir comparando el «yo ahora»
tab la, se escriben los constructos, uno en ca da fil a y co n ca da un o y co n los hermanos (s i los hay), con la
de arriba abajo. Cada po lo del constructo se escribe en pareja y los amigos se suelen comparar entre sí. El «yo
cada un o de los espacios yuxtapu estos que están desti- idea l» no se suele incluir en las díadas, pero lu ego sí
nados a ell o. En el cru ce entre elementos y constru ctos que se puntú a. Aunque el eva lu ador pueda no com-
se escribe la puntu ación de acuerd o con la esca la tipo partir el co ntraste que refl eja un co nstru cto determi-
Like rt descrita debajo de la tabl a y en fun ción del gra- nado, po r ejemplo «sociabl e-a ntisoc ial» debe tratar de
do en que los elementos tenga n la ca racterísti ca des- entenderl o desde el punto de vi sta de lo qu e si gnifica n
crita en el polo de la izquierda (1, 2, 3), de la derecha esas palabras para el entrevi stado, tom ándolo como
(5, 6, 7) o bi en del punto medi o (4) de ca da co nstru cto un con structo personal que refl ej a sus signifi cados per-
pe rso nal. so nales.
En el caso de Ju an, además de sus padres, herm a- La eli citación de co nstructos co nclu ye cuando se
na y algun os ami gos se incluyó un primo con el que ha alca nzado un número prefij ado de antemano (en
ma ntenía mucha relación. En este tipo de reji lla es im- algunos protoco los de investi gación), o bien cuando
presc indibl e incluir el «yo ahora», el «yo idea l» y la el paciente llega a tener dific ultades para eli c itar cons-
perso na non grata Uuan señaló aquí su vec ino) pero tru ctos nu evos o simpl emente se enc uentra agotado,
ta mbi én se incluyó el elemento «yo antes de la cri sis es lo que se denomin a punto de sa turación . En total
ps icóti ca», alca nza ndo así un total de 11 elementos. El se han de obtener unos 1O con stru ctos como mínimo .
mínim o se suele situ ar en 1O y el rango entre 15 y 20 No obstante, por enc ima de la veintena es mu y difí-
es el más habitu al, lo que nos indi ca que la red social c il manejar el gran núm ero de datos. En el caso de
de Ju an no es mu y ri ca (véase Figura 9. 5). Juan, el punto de saturación no ll egó hasta el cons-
tru cto 25 lo cual refl ej a una cierta riqueza en cuanto
a los constru ctos que empl ea para con struir su mundo
5.3.2. Elicitación de constructos interpersonal. En los estudios que se ll evan a ca bo en
nu estro grupo de investi gación, si empre se proporcio-
Para la elic itac ión de los constru ctos, al suj eto se na el polo del con stru cto «feli z» (en el caso de que
le presentan co nsec utivamente pares de elementos no haya surgido espontánea mente) y se pregunta por
so licitando qu e busque las simi litudes y las diferen- el opu esto al entrevistado (que no siempre di ce «infe-
c ias entre ellos (m étodo diádico) . Tales simili tudes y li z»), lo que dio luga r al constru cto 26. Se trata de un
diferenc ias representan los constructos personales proyecto transversal en el que se estudi a el signifi cado
que empl ea para discriminar entre los elementos. Po r de la fe li cidad en muestras mu y diversas (véase Medi-
ejempl o, en el caso de Juan se le presentó la díada na, Eiroa-Orosa, y Feixas, 201 7).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

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l . Protectora 1. No cuida 2 1 5 6 ·¡ 2 3 3 7 3 2
2 . Autoritaria 2 . Comprensiva 6 6 2 2 3 3 6 5 2 2 7
3. Cariñosa 3 . D éspota 1 2 6 7 2 1 2 3 7 1 1
4 . Sensible 4. Insensible 2 2 3 3 2 1 2 3 7 3 1
5 . Sociable 5. Antisocial 6 2 7 3 2 1 2 3 2 1 2
6. Buena persona 6. Mala persona 2 2 2 4 2 2 2 2 7 4 1
7. Con aguante 7. No aguanta nada 1 1 5 5 1 2 3 3 3 3 1
8 . Trabajadora 8. Vaga 3 1 2 3 2 3 2 2 2 2 2
9. Familiar 9 . Solitaria 6 2 6 4 2 1 2 2 2 2 2
1 O. Fuerte 10. D ébil 5 1 1 2 2 1 3 1 2 2 1
11. Egoísta 11 . Generosa 6 6 3 1 6 6 6 5 1 5 6
12 . Hiriente 12 . Noble 5 6 6 1 6 6 5 5 1 3 6
13 . Inteligente 13. Simpl e 5 2 2 1 1 2 5 3 3 2 2
14. Madura 14. Infantil 2 1 1 7 1 7 2 2 2 6 2
15. Con paciencia 15. Impaciente 1 1 7 7 1 5 2 2 7 6 1
1 6. Responsable 1 6. Irresponsable 2 1 1 5 1 5 1 2 7 6 2
17. Activa 17. Parada 6 1 2 4 2 2 2 2 2 2 2
18. Viciosa 18. Sana 6 7 6 5 7 1 3 3 3 1 7
19. Incondicional 19. M al amigo 2 2 5 5 2 2 5 5 7 5 2
20 . D epresiva 20. Alegre 2 3 3 2 4 7 6 6 4 6 7
21 . Sufridora 2 1 . D espreocupada 2 1 3 4 2 5 5 5 2 6 5
22. Fiable 22 . N o fi able 3 1 1 3 2 2 3 3 7 5 2
23 . Confiada 23. Desconfiada 7 2 6 5 5 2 5 5 7 3 4
24. Cotilla 24 . Indiferente 7 3 7 3 1 3 1 3 1 7 7
25 . Tranguila 25 . Atormentada 7 6 5 6 5 3 3 3 6 2 1
26 . Feliz 26 . Infeliz 6 6 5 5 2 2 2 2 5 2 1

1 Muy; 2 Bastante; 3 Un poco; 4 Pu nto M edio; 5 Un poco; 6 Bastante; 7 Muy

Rejill a de Juan (tomada de Ga rcía-M ieres, O choa, Teba y Feixas, 2 01 7) .

Hay diversas formas de elicita r constructos, pero ac- diante una esca la tipo Li kert a cada uno de los ele-
tualmente el método diádico es el más habitual, aunque mentos en función de los constructos, lo que implica
inicialmente se hi zo por tríadas. A veces, si mplemen- rell enar las cas ill as de la matri z de co nstructos (fil as)
te se le pide a la persona que descri ba los elementos x elementos (co lumnas) del protoco lo. El sistema de
uno a uno (método monádico). Suele ocurrir con todos puntuación más empleado es el de 7 interva los, de
los métodos de elicitación que la persona repite ca- manera que a cada elemento se le asigna un va lor en
racterísticas pero, puesto que ya han sido anotadas en una esca la definid a por los dos polos opu estos del
constructos anteri ores, simp lemente se escuchan (sin co nstru cto. Tal co mo se indi ca en la Fi gura 9.4, el ex-
anotarl as) y se pregunta por si se le ocurre alguna más. tremo 1 de la esca la hace referencia al polo descrito
a la izq uierda y el extremo 7 al po lo escrito a la de-
recha. El punto medio (4) indica que el sujeto no se
5.3.3. Puntuación decanta por ninguno de los polos del co nstru cto. La
esca la ap licada al constructo "protector-no cuida" se
Una vez di spon emos de los elementos y los co ns- ap licaría así: 1. Mu y protector; 2. Basta nte protector;
tru ctos, el pac iente debe asignar una p untuación, me- 3. Un poco protector; 4. Punto medio; 5. Un poco no
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

cu ida; 6. Bastante no cuida y; 7. Muy no cuida. Mi- nativas de actuación, siendo una incompatible co n la
ra ndo la Figura 9.5 vemos que Juan se define co mo otra, lo que cond iciona los cursos posib les de acción.
bastante «protector», pero su madre lo es más aún, al En la rej illa de Juan, el co nstructo 19 vincu la la am is-
contrario que su padre y hermana, que son vistos por tad al hecho de ser incondicional. O sea, que excl uye
jua n co mo que no cui dan a los de su alrededor (u n la posib ili dad de que alguien ami go ponga condi cio-
poco el padre y bastante la herm ana). La puntuación nes, y obliga al ami go a no ponerl as (s i lo hiciera deja-
en el «yo idea l» nos indica las preferencias de juan, lo ría de serl o). A partir de aquí, nos podemos preguntar
que sería bueno y deseable para él (en este caso ser si la escasez de re lac iones sociales actua les de juan
basta nte «protector »). (los ami gos que ha puesto en la reji ll a co rresponden
Al principio puede empezar el entrevistador a re- más al pasado que al presente) se puede exp li car, al
llena r las cas ill as, preguntándole a la persona co mo menos en parte, por su forma de construi r el ámbito
va lora ca da elemento en fu nción del primero, y luego de la amistad.
del segu ndo, co nstru cto y que exprese esa va loración Todas estas claves de análisis tienen un foco clín ico
empleando la esca la de 7 puntos descrita. Pero a me- y se encuad ran en lo cua litativo. Dentro de esta línea
dida que el entrevistado se hab itúa al sistema puede tenemos también el análisis del contenido tem ático de
re ll ena rlo él mi smo. Una vez completado el protocolo los co nstructos de una rejill a que se puede hacer de
de la rejill a, se lleva a cabo el proceso de análisis e forma sistemática utili za ndo un sistema de ca tegorías
interpretación de los resultados. (véase, por ej ., el de Feixas, Geldschl ager, Carmona
y Garzón, 2002). La presencia de var ios co nstru ctos
con un mi smo conten ido temático subyacente indica
5. 4. Análisis cualitativo y cuáles son las áreas del sistema de constru cc ión del
cuantitativo de la Rejilla cl iente con un mayor grado de estru ctura y de mayor
releva nc ia persona l. Los co nstructos de Juan no mues-
Qu izás una de las dificultades más notables con las tra n una especial preponderanc ia en cuanto a conteni-
que se enfrenta la person a que empieza a estudiar la do temático (p. ej., encontramos muchos constructos
rejil la, es la ingente ca ntidad de in formación que co n- relac ionales, pero tambi én otros morales y de otras
tie ne y el amp li o abani co de posibi lidades que ofrece áreas temáticas), lo cual sugiere una vari edad temáti ca
su análi sis e interpretación psicológica. De entrada, adecuada.
por el mero hecho de haber adm inistrado la rejill a, el Pero lo que más ha hecho avan za r el análi sis de la
entrevistador ha entrado ya en el mundo interpersonal técni ca de rejilla son los análisis cuantitativos de diver-
del entrevistado conversa ndo acerca de los integran- sa índole ap licados a la matri z de datos resultante de su
tes de su mundo interpersonal y los constructos que administración. En el programa RECORD 5.0 (Feixas,
emp lea para estructurar ese mundo. Empezando por Cornejo y Laso, 2012; disponible en Internet: www.tec-
la var iedad y número de constructos que ya propor- nicaderejilla. net), se encuentra una selección de estas
ciona n información acerca de la riqueza del sistema moda lidades de análisis cuantitativo. Un primer aná-
de co nstrucción de la persona, tamb ién resu ltará re- li sis de tipo cuantitativo, sería el cá lculo de las corre-
leva nte fij arse en si los co nstructos que apa recen son laciones (o las distancias euclidianas) entre fi las (cons-
fác ilmente comprensib les por el resto de miembros de tru ctos) o entre las co lumnas (e lementos) que ya aporta
su comunidad (contexto cu ltural y co nceptual a tener información muy interesa nte. Por ejemplo, puede res-
en cuenta por el eva luador), o bien, si parecen muy ponder a preguntas como: ¿Qué polos de constru ctos
idiosincrásicos. En efecto, algunos constructos pueden se asocian a ser fel iz para Juan ?, ¿Cuál es el elemento
reflejar aspectos singul ares de la experiencia personal más cerca no al «yo idea l»?, ¿Cuál es el más alejado?
del entrevistado con algu nos elementos o bien formas Pero co n el uso de técni cas de análisis multivarian-
muy singu lares de construir a los demás. Habrá que te, se pueden obtener imágenes más globa les sobre la
preguntarse si esos co nstru ctos guardan algu na rela- estru cturación y/o agrupaciones de constructos y de
ció n aparente con el probl ema presentado por el co n- elementos en la rejilla del entrevistado. En el ámb i-
sultante. En el caso de Juan, sus constru ctos resultan to anglosajón se ha empleado mucho el análisi s de
comprensibles y no detectamos ninguno que sea muy componentes principa les, pero en nuestro entorno ha
id iosi ncrásico. En otro caso (Ga rcía-Mieres, Ochoa, triun fado la tesis de que el análisis factoria l de corres-
Sa ll a, López-Carril ero y Feixas, 2016), el entrevistado pondencias es el procedimi ento más adecuado para
eli citó el constructo «respeta la fami li a-despegado» los datos de rejill a. La representación gráfica de los
que podría co nsiderarse un ejemplo de construc- resultados resulta muy úti l para su interpretación, en
to idiosincrásico. También puede co nsid rarse ada forma de diagramas duales (representación conjunta
co nstructo como una dimensión co n dos lín as alter- de elementos y de co nstru ctos). Cada eje o factor se
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones e n áreas y contextos

interpreta como una dimensión de significado definida - paciente

por las etiqu etas de los co nstructos y los elementos


que aparecen en sus extremos. Estos ejes permiten ver
cómo co ntribu yen a formar una dimensión de sign ifi-
cado, tanto los co nstructos co mo los elementos de la
- cariñosa
persona eva luada. El aná li sis de correspondencias que - comprensiva
nos proporciona el programa RECORD 5.0 permite - generosa
graficar hasta 5 ejes de sign ificado, indica ndo el por- YO IDEAL - - protectora, nob le
- incondic ional
centaje de varianza que explica cada uno. Hab itual- - responsa ble
mente, el primer eje (e l que expli ca más varianza) es
el que presenta más interés (véase Figura 9.6) y segú n M ADRE -
el caso, se suelen ana li za r el segundo y el tercero, pero - buenapersona
PRIMO - - fi able
a med ida que va descendiendo el porcentaje de va-
- sensible
ri anza exp li cado, reviste menos interés su análisis. El - confiada
análi sis de la rejilla de Ju an resulta en un 39.5% de la YO AHO RA - - conaguante
- madura
varianza para el primer eje, un 24% para el segundo, - tranquila
un 11 .2% para el tercero, un 10% para el cuarto, y un AMI GO JOSÉ- - feli z
- alegre
8.23% para el quinto. Aunque anali zar el segundo eje - indiferente
parecería bastante razonab le, nos ce ntraremos única- AM IGO RICARD - - simple
AM IGO BORJ A -
mente en el primero por razones de espacio.
- fa miliar
La representación dual del primer eje incluye a los - trabajadora
elementos (izq uierda, en mayúsculas) y los constru ctos - sociable
- fu erte
(derecha en minúscula). Al tratarse de eje o factor, lo - sufridora
más relevante para su interpretación son los extremos, - inteligente
- antisocial
y a medida que los constructos y elementos se acerca n - vaga
al centro resultan menos relevantes para la dimensión - soli tari a
- coti lla
de significado que representa ese eje. La estructura pre-
- atormentada
sentada por el Eje 1 de juan viene marcada por el «yo YO ANTES - - desconfiada
idea l» en la parte superior y la persona non grata (ve- PA DRE - - depresiva

cino) en la inferior. Así, en la primera encontramos los - in feliz


constructos más va lorados por Juan: «paciente» (más
destacado), «cariñosa », «comprensiva», «generosa », - viciosa
«protectora », «noble», «incond icional», «responsa-
ble ». En esta zona, cerca del «yo idea l» encontramos
- infa nti l
también a la madre, luego al primo, y el «yo ahora »
pero ya un poco más alejado. Ello indica que Juan se
identifica con estas personas que son vistas también en - malarni go
los términos positivos descritos. En la parte inferi or del - autoritari a
- nofiable
eje encontramos un poco el panorama inverso, marca- - noaguantanada
do por los constructos «déspota» e «impaciente», pero
tambi én por otros: «irresponsab le», «no cuida de los de-
H ERM ANA - - hiriente
más », «egoísta » y «mala persona ». Esta co nstelación de - insensible
constructos se aplica de forma especia lmente clara al
- malapersona
vecino, pero tamb ién aunque en menor grado, a la her- - egoísta
mana. De hecho, no hay ningún otro elemento en esa - no cuida
- irrespons
zona. Este posicionamiento sugiere que, en la mente de
Juan, la hermana está asociada al vec ino, quienes son PNG-VECINO -
vistos de manera bastante parecida. Esta asimi lación po-
- impaciente
dría explicar los conflictos con el veci no como una ma- - despota
nifestación de los que ex isten también con la hermana.
El análisis cuantitativo ofrece también otra posi-
bilidad que permite li gar este enfoque personalizado
Representación dual (constructos y elementos) del primer eje o
con otro nomotético. Se trata de una serie de índices
factor de la rejilla de Juan.
cognitivos que describen un aspecto de la rej illa, inde-
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

pendientemente de los significados personales que ex- de dimensiones. Cuando es bajo indi ca un alto
presa o de sus elementos, y permiten la comparac ión nivel de diferenciación cognitiva del sistema de
¡•ntre su jetos. construcció n. En el caso de Ju an, el primer factor
exp li ca el 39.5% de la varianza, lo que se puede
■ Discrepancia yo-ideal cons iderar un nivel de diferenciación med io, por
Esta med ida se ca lcul a co n la distancia euclidia- lo que no observamos que este aspecto sea un
na (a nteriormente se empl eaba la correlac ión) problema para él.
entre los elementos «yo ahora» y «yo ideal».
Fluctúa entre O y 1 e indi ca el grado en que ■ Polarización
la persona se percibe como simil ar a lo que le Se trata del uso que hace la persona de puntua-
gusta ría ser. Se puede cons idera r una form a de c iones extremas (expresado simpl emente en el
ap rec iar el nivel de autoestim a o sat isfacción porcentaje de 1 o 7 con respecto al total de la
persona l con uno mi smo. En el caso de Ju an, el m atri z), que en el caso de se r muy superi or al
valor obtenido es .44, lo que denota una distan- valor esperab le por simpl e azar (28%) se co n-
c ia considerab le entre tal como se percibe ahora sideraría alta polarización, otra vertiente de la
y su «yo idea l». rigidez cogn itiva (j unto co n la fa lta de diferen-
ciac ión). Ju an otorga puntuaciones polarizadas
■ Discrepancia yo-otros en un 26.9% de los casos, mu y cerca de los es-
Se basa en la distancia entre el «yo ahora» y el perab les por mero azar.
elemento «otros » (promed io de todos los ele-
mentos excepto «yo ahora» y «yo idea l») e indi - Finalmente, otra de las posibilidades que ofrece el
ca el grado en que la persona se percibe como análi sis de los datos de rejilla es la identificació n de
simil ar a los demás. Feixas y Corn ejo (1996) la conflictos cognitivos (véase Feixas y Saúl, 2004), en-
describen como una medida del aislami ento so- tendidos como constructos que representan objetivos
cial autopercibido (en el caso de distancias altas) del sistema co ntradictori os o incompatibles. De form a
o bien de identificación con los demás (d istan- opera tiva, se pueden identifica r en la rejill a dos tipos
c ias bajas). El va lor obte nido por Ju an fue .35, y de co nflictos cogniti vos :
no da pie a interpreta r que se ve muy distinto de
los demás, pero tampoco es que se vea simil ar. ■ Constructos dilemáticos
Son constructos cuya puntación en el elemen-
■ Discrepancia ideal-otros to «yo idea l» es 4 (punto med io) y sugieren un
Basada en la distancia entre los elementos «yo conflicto cognitivo en el que la persona no tiene
idea l» y «otros », indi ca el grado de adecuació n clara qué opción tomar. Ninguno de los polos del
percibida en los otros (Fe ixas y Cornejo, 1996). constructo resulta preferible por lo que no existe
Cuando la distancia es alta, indica una visión un cierto bloqueo cada vez que debe tomar una
crítica de los demás (más bien distintos del idea l) decisión que implica dicho constru cto. En la reji-
y cua ndo es baja se perciben como adecuados. ll a de juan encontramos un constructo dilemáti-
En el caso de Ju an, la distancia obtenida es de co que indi ca que no le gusta ría ser una persona
.30, no dibuja una visió n cr íti ca global de los de- confi ada pero tampoco es deseable ser desconfia-
más, pero un análi sis elemento a elemento nos do. Si, además, atendemos a que en el «yo ahora»
permitiría enco ntrar algunos (p. ej ., el vecino) se puntúa como muy «desconfiado» (lo que es
que sí so n vistos negativamente. co nsi stente con sintomatología paranoide) pode-
mos entender mejor su vivencia con respecto a
■ Diferenciación cognitiva esta cuestión. En efecto, desde su punto de vista
Se refiere al grado en que la persona construye no está bien ser tan desconfiado, pero tampoco
a sí mismo y a los demás desde puntos de vista está claro que sea una opción volverse confiado.
diversos. Aunque en el pasado se han empl eado
otros procedimientos, actualm ente se co nsidera ■ Dilemas implicativos
que el porcentaje de varianza expli cada por el Se trata de una forma de identificar confl ictos
primer factor es el mejor indi cador de dife renc ia- cognitivos en la rejilla en base a dos tipos de
ción cogn itiva. Cuando este porcentaje es muy constructos que se asocian de forma contrapues-
alto indi ca baja diferenciación ya que un ún i o ta mediante una correlación positiva (como míni-
factor o dimensión de significado da cu nta de mo de 0.20 para el trabajo clínico y de 0.35 para
mucha varianza, dejan do poco espa cio al r sto la investigación). Esta correlación se debe dar
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y cont extos

entre un constructo congruente (aquel dónde no lemas, al conformarse con un mi smo constructo
hay diferencias -mayores de 1 punto- entre el «yo congruente, se puede interpretar co mo un mi smo
ahora» y el «yo idea l») y un constructo discrepan- dilema (o «macrodilema»).
te (aquel con una diferencia de como mínimo de
4 puntos entre el «yo ahora» y el «yo ideal»), en En algunos casos, es necesario trabajar los co nflic-
el sentido de que el cambio deseado en el co ns- tos de los co nsultantes para poder movi liza r a la perso-
tructo discrepante (motivo habitu al de la deman- na hacia el ca mbi o o permitir un desb loqueo del pro-
da terapéutica) implica un ca mbio no deseado en ceso terapéuti co. De hecho, los dilemas impli cativos
el congruente. En la rejilla de juan, encontramos son basta nte frecuentes en una va ri edad de problemas
un constructo discrepante que refl eja que se ve a en los que se ha estudi ado (véase el meta-análisis de
sí mi smo como bastante «antisocial» y le gustaría Montesa no, López-Gonzá lez, Saúl y Feixas, 201 5), y
ser bastante «sociabl e». Sin embargo, «sociabl e» en parti cular en la depresión (Feixas et al, 2014). Po r
correlaciona (r = 0.44) con el polo indeseable ello, se ha diseñado una intervención ori entada a re-
«vi cioso» del constructo congru ente (véase Fi- sol ver estos dil emas en el co ntexto de una re lación te-
gura 9.7). En efecto, tanto el «yo ahora» como rapéutica (p. ej., Feixas y Compañ, 201 5), y se ha com-
el «yo idea l» se co locan en su opuesto («sana»). probado su efi cac ia en un estudi o co ntro lado (Feixa s
Así, conseguir el ca mbi o deseado (ser «sociabl e») et al., 201 6). En el caso de Juan, trabajar sus co nfli ctos
implica, en la estructura cogni tiva de Juan, otro cognitivos podría suponer facilitar el proceso de ca m-
ca mbio no deseado (ser «vi c ioso ») lo que supone bi o hacia la mayor co nfianza en los demás, y también
(a unque no necesari amente sea co nscientemen- vo lverse más sociabl e, fa mili ar y fe li z, eso sí, sin dejar
te) un dilema para Juan qu e puede suponer un de ser una person a sa na.
bl oqueo en su experiencia cuando es construida Si vinculamos la rejilla al diseño de intervenciones
desde la perspectiva de estos constructos. Pero el terapéuticas, también la podemos utiliza r como una
programa de análisis RECORD 5.0 arroja otros fo rma de estu diar los ca mbios acontecidos en el sistema
dilemas impli cativos extraídos de la rejilla de de co nstrucción de la persona. Para ello, se puede ad-
Juan. Detecta que los constru ctos discrepantes mini stra r la reji lla al comienzo y de nuevo al finaliza r la
«infeli z-feli z» y «solitario-fa miliar» también están terapi a. Este di seño de evaluación revela uno de su s ma-
asociados (r = 0.35 y r = 0.42, respectivamente) yores potenciales al rea li za r el análisis de los resultados
de fo rm a dil emáti ca con el constructo congruen- de rejillas de un mismo sujeto apli cadas en momentos
te «sa na-viciosa ». De esta manera se podría de- temporales diferentes. Se puede observa r as í el impacto
cir que para juan volverse «sociabl e», «feli z» y en el si stema de co nstructos de una intervención tera-
«famili ar» implica, desde su propi a perspectiva, péutica, pero también empresari al, educativa, etc.
convertirse también en una persona «vi ciosa », M ás allá de estas ap licac iones de carácter psico ló-
es decir, dej ar de ser «sa no », algo que no va a gico, la técn ica de rejill a se ha empleado en muchas
permitir fác ilmente que ocurra. Así, vemos que, otras áreas en las que es importante estudi ar el punto
aunque la rejill a de Juan contenga estos tres di- de vi sta de los usuari os (actuales o potenciales) como
el marketing, el di seño, la apreciació n de paisajes y
muchas otras, ll ega ndo a un volum en de más de dos
Yo ahora Yo ideal
mil estudi os publi cados - véase los estudios bibli omé-
tri cos de Sa úl et al., (2 01 2) y López-Gonzá lez (2 01 6)- .
' Así, podemos co nsiderar a la técni ca de rejill a como

~
Sana Viciosa un instrumento de evaluación psico lógica a ca ballo
I
i

:, entre lo cualitativo y los cuantitativo, versátil , y cuya


utilidad queda demostrada por el gru eso de literatura
l que ha llegado a generar.

\ Solitario
Infeliz , -
Familar
Feliz
Antisocial Sociable
6. OTRAS TÉCNICAS DERIVADAS DE
Yo ahora Yo ideal LA TEORÍA DE LOS CONSTRUCTOS
PERSONALES DE KELLY

Además de la Técni ca de Rejill a ex isten diversas


Dil ema implicativo en la rejilla de Juan.
técni cas de evaluación para exp lora r los signi ficados
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

personales derivadas de las pos ic iones de la Teoría de las implicac iones qu e se derivan de ca mbi ar uno
Constructos Personales de Kell y (1955, 199 1). Nei- u otro constructo: ca mbiar el co nstru cto de nivel
meyer (1996) las agrupa en técnicas estructurales y inferi or (que puede ser relati va mente fác il) impli-
Lécnicas orientadas al proceso . Las primeras intentan ca ría ca mbi ar el de orden superi or (difícilmente
exp licita r la estru ctura u organi zac ión implícita del sis- modifica bl es). Los esca lami entos descendi entes
tema de creenc ias del cl iente y, las segundas eva lúan y di alécti cos, tienen obj etivos mu y parec idos,
el proceso, el fluir y el ca mb io de di chas co nstru cc io- aunque varían en el procedimi ento .
nes a través del ti empo. En las técnicas estru cturales,
el autor incluye el esca lamiento (ascendente, descen- ■ Flecha descendente
dente y di aléctico), la flecha descendente y la técnica En este caso se trabaja sobre pensa mi entos más
de rejilla y en relac ión con las técni cas ori entadas al co mpl ejos e inferencias en luga r de personas o
proceso señala, la autocaracterización, el flujo de con- co nceptos más específi cos. Co nsti tuye una técni -
ciencia, los nudos sistémicos, las técnicas de juego y ca más pote nte, en la medida que ahonda en los
las técnicas narrativas (adaptado de Ca rrasco, 200 7). signifi cados más profundos y en las emoc iones
A cont inu ac ión, se describen breve mente cada una de asoc iadas. El obj etivo es co nc retar las imp li ca-
ell as (excepto la técni ca de rejill a que ha sido descri ta cio nes que tendría una idea o una co nstrucc ión
amp li amente en el apartado anteri or). (Burn s, 1980). El procedimiento co nsiste en: a)
el ic itar el pensa mi ento que susc itó un hecho de-
■ Escalamiento termin ado (p. ej . «Al ir por la ca ll e un niñ o me
Al suj eto evalu ado se le rea li za una pequeña ll amó fea y eso confirmó que mi físico es poco
entrevi sta semi estru cturada con una seri e de agrac iado»; b) preguntar al eva luado qué signi fi-
preguntas qu e siguen una estru ctura piramid al. ca ría si aceptásemos que es c ierto («Supón que
El obj etivo es identifica r los d iferentes tipos de esto fuera cierto ¿Qué supondría esto pa ra ti?»;
constru ctos: los constructos nucleares, que co ns- en el ejempl o anteri or, «Todo el mundo pi ensa
tit uyen y mantienen la identi dad, son d ifíc ilmen- que soy fea», seguiríamos, «¿y si eso fu era cier-
te modifica bl es y se encuentran en la cúspide de to? », «N adi e me va a querer»; «¿y si eso fu era
la pirámide (p. ej. valores morales) y los cons- c ierto?», «M e voy a quedar so la»). En defini tiva,
tructos periféricos, subo rdinados a los primeros, consiste en determin ar la ca dena de inferenc ias
de más fácil mod ificación y que se van situando que ll eva al evaluado a un a determin ada conclu-
de form a ordenada en la pirámide. Se pu eden sió n a pa rtir de un hecho co ncreto. Se trata de
di fe rencia r, al menos, tres t ipos de esca lami ento : bu sca r las impli cac iones hipotéti cas qu e ti enen
esca lami ento ascendente, esca lami ento descen- una determin ada co nstru cc ión y no só lo en bu s-
diente y esca lami ento di alécti co . ca r evidencias a favor o en co ntra.
A modo de ejempl o, en el escalamiento ascen-
dente (Hinkl e, 1965) se siguen los sigui entes ■ Autocaracterización
pasos: 1) se selecciona un constructo de partida Consiste en pedir al evalu ado que rea lice una
que se co nsidere de interés para ser expl orado descripción de sí mi smo en tercera pe rsona,
(« di sfruta ju ga ndo a los juegos de aza r», en un como si se tratara de una persona que él co noce
sujeto co n ludopatía); 2) se expli cita su polo en profundidad. Una vez rea li zada la descrip-
opu esto ( «no di sfruta jugando a los juego de c ió n, el evaluador la anali za de acuerd o co n
aza r»); 3) se acl ara qué po lo es preferibl e o suele diferentes c riteri os previ amente establ ec idos
adoptar y; fin almente 4) se pregunta al suj eto por (p. ej ., loca li za r términ os cl aves y contrastar
qué es preferi b le el po lo elegido y no el opuesto su si gni f icado en diferentes contextos de la ca-
(por ejempl o, «jugando me si ento más tranqui - racteri zación; examinar el estilo atribu cional;
lo» vs. «si no juego me si ento inqui eto »). Co n id entifica r los significados idiosincrási cos que
la respu esta a esta última cu esti ón, se extrae el le as igna a los términ os; identifica r evidenc ias
co nstructo de orden superior en el que el suj eto de los co nstru ctos atribuidos, entre otros) (Ke lly,
in corpora el constructo base explorado med ian- 1955; Neimeyer, 1996) .
te la pregunta, ¿Qué conll eva ser X? («juga ndo
me siento más tranquilo, así más co ntento y po r ■ Flujo de conciencia
lo tanto, más feli z» vs. «si no juego me siento El eva luado debe prestar atención e informar,
inqui eto, lo cual me estoy hace estar tri ste y por lo mejor que pu eda, de los pensami entos conti-
lo tanto, infe li z») . De esta eva luac ión, s d s- nuos, se nsac ion es, im ágenes, recu erdos y senti-
prende la relación existente entre con stru t s y m ientos. Es un a técni ca relac ionada con la me-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ditación y con la asociació n libre. No obsta nte, cual co nsiste en describir las conductas que son
a d iferencia de esta última, el flujo de conc ien- coherentes co n esas co nstrucciones y que pro-
cia pon e menos énfas is en las interpretacion es porcionan métodos para comprobar las hipóte-
del terapeuta. La razón fund amental es que en sis implícitas de la persona evaluada. Para ello es
este caso el protagoni sta es el sujeto eva lu ado y necesario ll eva r a ca bo tres pasos: a) se leccionar
lo importante es la asignación de significados y un a construcc ión (pe nsamientos/grupo de pen-
co ntenidos personales que éste rea li za . sa mi entos); b) indaga r con preguntas en zig-zag
las co nductas derivadas de cada pensam iento en
■ Nudos sistémicos uno y otro mi embro y; c) co ntrasta r la hipótes is
En el co ntexto de la psicología sistémi ca, los sis- medi ante conductas en uno y otro mi embro (ver
tem as constituidos por unidades que se relacio- Fi gura 9.8).
nan entre sí (p. ej. un a fam ili a), co nstitu yen la
unidad de análi sis e intervención. Este enfoque, ■ Técnicas de juego
que va más all á de la terapia fa mili ar, perm ite Aunque originariamente las técni cas de ju ego
abordar cualqui er tipo de prob lema, por dos han sido utili zadas desde enfoques psicoa nalí-
motivos: porqu e pon e su énfasis en la relación t icos como herrami enta para el diagnóstico de
entre las partes del sistema, y porqu e se entien- la psicopatología infantil, desde otras aproxi-
de que cualqui er obstáculo o as unto al que nos maciones teóricas ta les como la Teoría del De-
enfrentemos pu ede ser ana li za do por las partes sa rroll o Genético de la Inte li gencia de Piaget,
que componen el co nfli cto. la Teoría del Desa rrollo Psi co motor o la Teoría
El objetivo de los nudos sistémicos es eva lu ar la Sociocognitiva de Vigotsky, la actividad lúdica
posición de cada mi embro de un sistema en re- se ha co nsiderado como una importante herra-
lación con su nivel de construcc ión y acc ión, lo mi enta de eva lu ación en la pob lación infa ntil.
que incluye: a) estab lecer la posición individual Se ha hecho uso de las mi smas especialmente
a nivel de construcció n del sí mimo, del propi o para la exploración del desarroll o lingüísti co,
eva lu ado, y el pensam iento y co nstrucc ión acer- cognitivo, motor o relaciona l del niño, entre los
ca de otro mi embro de la fami li a y; b) determi - más importantes (Maganto y Cru z, 1997).
nar la posición individu al a nivel de acción, lo Las técn icas de ju ego han sido incluidas en este

Constru cción Construcc ión


;
(Carlos sobre María): «D esde que nos (M aría sobre Ca rlos): «Le da igual no tener
diagnostica ron el problema de in ferti lidad, i hijos porqu e es muy egoísta. Lo único que
está aún más obsesio nada co n tener hijos. le importa es su trabaj o y salir co n sus
Está irritab le todo el día y llora con mucha amigos. No le importa que yo me sienta mal
frecuencia . Hay días en que no se levanta por no poder tener hijos porque él no los
de la ca ma. Ha descuidado nuestra relación necesita.»
de pareja co mpletamente y nunca quiere
hacer actividades de ocio. » ,:

Acción
f Acc ión
f
Carlos pasa todo el día en el trabajo, no María se siente cada vez más decepcionada y
;e :

. le apetece estar en casa. Justifica su


comportamiento en que necesitan mucho
deprimida. Cada vez que se encuentra más
obsesionada con la necesidad de ser madre
dinero para los tratami entos de fertilidad. A y no le apetece estar con Carlos. También
veces sale por la noche hasta muy tarde y ha ten ido probl emas en el trabajo porque
bebe en exceso. muchos días se encuentra indispuesta.

Ejemplo de nudo sistémico en una parej a co n prob lemas de infert ilidad (adaptado de Carrasco 2007).
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

punto dentro de las técni ca s subj etivas dado que reacciones provoca en el evaluador (p. ej ., sen-
en la mayoría de las ocasiones la actividad lúdi- timi entos, recuerdos, gestos, etc.); y, fin almente,
ca se utili za para la expl orac ión de significados, indicadores de maduración cognitiva , psicomo-
creencias y percepciones subjeti vas sobre rea li- to ra y lingüística. Se inclu ye también la va ri a-
dades específi cas, no ligadas exclusiva mente a bl e impresiones del in vestiga dor que permite al
interpretacio nes psicodin ámi cas. No obsta nte, examinador anotar todo aquello que considere
han de ser compl ementadas con la informa- relevante en el momento de observar al niño, es-
ción que aportan los padres y su significa do e pec ialmente aspectos cualitativos del juego (p.
interpretación sólo puede cob rar sentido desde ej ., significado que cree que está invo lucrado,
el co noc imi ento de la histori a, los antecedentes resonanc ia emocional que le provoca, etc.)
y la eva luación del sujeto en su conjunto (G it-
lin-Weiner, Sandgrund y Schaefer, 2000). Finalmente, Neimeyer (1996) incluye las técnicas
M aga nto y Cru z (1997) hacen referencia a «la narrativas como técni cas subjetivas ori entadas al pro-
hora de juego » dentro del proceso diagnósti co ceso. Serán expuestas en un ca pítul o propi o conside-
o «ses iones de juego diagnósti cas » co mo he- rando el ca rácter poco co nocido y novedoso de las
rramienta de evaluación que permite obtener mi smas.
aspectos fundamentales de la rea lidad del niño
eva luado, prin cipa lmente en niñ os menores de
6 años. La sesi ón opera como una unidad y se
debe interpretar co mo tal, ti ene un co mienzo, RESUMEN
un desarrollo y un fin . Generalmente, va prece-
dida de entrevistas que se rea li za n a los padres Las técnicas subjetivas incluyen una seri e de in s-
en las que han relatado la histori a del niño, tal trumentos de evaluación psico lógica cuyo obj etivo es
y co mo ell os la conciben y recuerdan, los pro- capta r las co nstru cc iones personales del sujeto, inten-
bl emas que les preocupan, los sín to mas que tando estudi ar de manera sistemáti ca la estructura de
presenta, así como sus expectativas de ca mbi o su subj etividad. Como indi ca Feixas (2 003), se trata de
y/o solución de los probl emas. Los aspectos fo r- procedimientos ori entados a recoger y organi za r infor-
males de la técni ca son los siguientes: las con- mación sobre la estru ctura psico lógica, los contenidos
sulta, los materi ales, el tiempo, la consigna, el y los procesos de las vi siones subj etivas o significados
ro l del examinador, la parti cipac ión o no de uno personales acerca de uno mi smo y el mundo. Tradi-
de los progenitores y las anotaciones. Cada uno cionalmente, las técni cas subjetivas han surgido en el
de estos aspectos técni cos pu eden presentar mo- seno de teorías u ori entaciones con cierta tradición
dificaciones en fun ción del marco teóri co co n fenomenológica y/o cognitiva, siendo los enfoques
el que el eva luador trabaj e, as í como del luga r, constru cti vistas los más cl aros representantes de estos
obj etivo o institu ción en el que se rea lice la eva- enfoques. No obstante, este tipo de instrumentos de
luación clíni ca. eva luación se apli ca n desde perspectivas de investi -
Las autoras proponen un Protocolo de Registro gación y teóri cas muy diversas, que abarca n desde el
para gui ar la evaluación lúdi ca . El registro cons- conductismo más radica l al psicoanálisis.
ta de un dobl e eje: uno verti ca l, que sistemati za En este ca pítul o se mu estran las técn icas más repre-
la secuencia temporal de la sesión (ini cio o aper- sentativas dentro de este ámbito. Se describen di chas
tura, desa rro llo y fin al de la ses ión); y un eje ho- téc ni cas en orden decreciente en fun ción del grado de
ri zontal, en el que se registra el contenido de la estru cturación y estandari zac ión que poseen: en pri -
evaluación. Di cho contenido, incluye con qué mer luga r, se exponen las Li stas de Adj etivos, una seri e
juega (materi ales que utili za), a qué juega (tema de pru ebas que poseen un alto grado de estru cturación
de juego), cómo juega (p. ej ., riqu eza expres iva, y estandari zac ión; y en segundo luga r, se presentan
pl asti cidad, fl ex ibilidad, nivel de ansiedad, ca- pruebas con un alto grado de estructuración pero que
pacidad de pl acer, ri gidez, estereotipi a, compul- no constituyen pru ebas estandari za das, como son las
sividad, utili zac ión de materi ales, organi zac ió n Clasificac iones Q, el Diferencial Semántico, la Técni ca
lógica, creatividad, desarrollo y ajuste evo luti vo de Rejill a, así como otras derivadas de la Teoría de los
o madurativo, etc.), cómo utili za el espac io de Constru ctos Personales de Kell y. En un capítulo aparte,
juego (p. ej., movilidad, expansión, inhi bición, se describen las Técni cas Narrativas, que al igual que
evitación, etc.), cómo se relaciona co n el exa mi - las ante ri ores también constituyen técni cas subjetivas,
nador (p. ej., grado de confianza, ev ita ión, r - pero su nivel de estru cturación es el más bajo y no
chazo, apego, etc.), qué experi encia viv n ial o pu eden co nsiderarse pruebas estandari zadas.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Las Listas de Adjetivos constituyen, como su nom- el esca lamiento y la flecha descendente y, en relación
bre indi ca, «li stados de adj etivos » que se presentan al con las técn icas orientadas al proceso, se expon en la
sujeto eva luado con el objetivo de que éste determin e autocaracterización, el flujo de conciencia, los nudos
si pueden ser apli ca bl es a una persona (a sí mismo o sistémicos, las técnicas de juego y las técnicas narrati-
a otro sujeto), a objetos o a situacion es. En el ca pítulo vas a las cuales, como hemos indi ca do previamente,
se describen algun as de las técn icas más representa- se les ha dedicado un cap ítulo independi ente.
tivas en este contexto, bi en por constituir instrumen-
tos cl ásicos, como son la Lista de Adjetivos ACL (Ad-
jective Check li st), la Lista de Adjetivos de Depresión
DACL (D epress ion Adjective Check li st), y el Perfil de BIBLIOGRAFÍA
los Estado de Á nimos POMS (Profil e of Mood States),
bien por enco ntrarse comercializados en la actualidad Aiken, L.R. Test Psicológicos y Evaluación. M éx ico :
y ser de uso relativamente frecuente, ta les como la Es- Prentice Hall.
cala de Satisfacción por Adjetivos ESFA, el In ventario Anastasi, A. y Urbina, S. (1998). Test Psicológicos. M é-
de Adjetivos para la Evaluación de los Trastornos de xico: Prentice Hall.
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Evaluación del Autoconcepto LAEA. Evaluación . Valencia: NAU Libres.
La Clasificación-Q (Q-Sort) consiste en la ordena- Ávi la, A. (1987). Revisión crítica de las Listas de Ad-
ción de un conjunto de ca lificaciones o descripciones j etivos p ara la Depresión (DACL) y de sus versio-
valorativas según la importancia para el individuo eva- nes castellanas. M anu sc rito no pub li ca do. Facul-
luado y sigui endo unas puntuaciones facilitadas que de- tad de Psico logía. Universid ad Complutense de
ben segu ir una «distribución norm al». El objetivo del Di- M adrid .
ferencial Semántico es medir la significación semántica Ávila, A., y Giménez de la Peña, A. (199 1). Los adjeti-
que un concepto, o grupos de conceptos, ti enen para un vos en tareas de eva luación ps icológica : propi eda-
sujeto o grupos de sujetos; para ell o se eva lú an una serie des y valor estimul ar. Revista de Psicología General
de elementos a través de listados de adj etivos organiza- y Aplicada, 44, 465-475.
dos de manera b ipolar y tomados al azar de un dicc io- Ba laguer, l. , Fuentes, l. , M el iá, J.L., García-Merita,
nario . Los resultados obtenidos indi ca n que los factores M.L. y Pérez-Recio, G. (1993). El perfi l de los esta-
más dominantes y que exp li ca n la mayor cantidad de dos de ánimo (POMS): baremo para estudi antes va-
varianza son tres : eva luación, potencia y actividad. lencianos y su apli cac ión en el co ntexto deportivo.
Una parte importante del ca pítul o se dedica a la Revista de Psicología del Deporte, 4, 39-52.
descripción e interpretac ión de la Técni ca de Rejill a, Barraca, J. y López-Yarto, L. (1997, 2017) . Escala de
qu e co nstituye un instrumento de evalu ación que per- Sa tisfacción por Adj etivos ESFA. M adrid : TEA.
mite explorar la estructura y el contenido de la red de Bechini, A. (1986). El Diferencial Semántico: teoría y
constructos a través de la que percibimos y actuamos práctica. Barcelona: Hispano Europea.
de manera cotidiana. Desde un enfoque constructi- Bem, D. y Funder, D. (1978) . Predictin g more of the
vista, su creador fue G. Kelly como método para la peop le more of th e time: Assessing th e person ality
obtención y aná li sis de constructos persona les. La de- of situations. Psychologica l Review, 85, 485-502.
nominación se debe a su formato de matri z, en la que Block, J. (1978) . Studies in the phenom enology of
se entrec ru za n los constructos con los elementos, aun- emotions . }ournal of Abnorma l and Social Psycho-
qu e desde su creación han surgido una gran ca ntidad logy, 54, 358-363.
de var iantes, tanto en su formato de administración Batel la, L. y Feixas, G. (1998). La teoría de los constructos
como en los métodos de análisis. p ersonales: Aplicacion es a la práctica psicológica.
Fin almente, siguiendo la clasifi cac ión de N eim eyer Barcelona: Laertes. Disponibl e en Internet: https://
(1996) en el capítu lo se describen otras técni cas de- www.researchgate. net/publication/3 17 39972_
rivadas de las posiciones de la Teoría de Constructos Teo r i a _d e _l os_ Con stru ctos_Pe rso na I es
Personal es de Kelly. Concretamente, nos referimos a ap li caciones_a_la_practica_psicologica.
las este autor se refiere como técnicas estructurales y Boyl e, G. (1987). Quantitative and qualitative inter-
técnicas orientadas al proceso. Las primeras intentan sections between the Eight State Questionnaire and
explicitar la estructura u organización implícita del sis- the Profile of Mood States. Educationa l and Psycho-
tema de creencias del cliente y, las segundas intentan logical Measurem ent, 47, 437-443.
eva lu ar el proceso, el fluir y el cambio de dichas co ns- Burns, D. (1980). Feeling good. New York: Signet
trucciones a través del tiempo. Como técn icas estru c- Carrasco, M .A. (2 007). Proyecto docente de Evalua-
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otros y se basa en la distancia entre los elementos
«yo idea l» y «otros ». Distan cias altas indi ca n una
visión críti ca de los demás (más bien distintos del
GLOSARIO idea l) y bajas que los percibe como «adecuados ».
Discrepancia yo-ideal: en el co ntexto de la técni ca
Autocaracterización: técni ca subjetiva orientada al de rejill a, medida que se ca lcul a con la distancia
proceso que consiste en pedir al sujeto eva luado eucl idi ana (a nteriormente se empl eaba la co rrela-
que rea li ce una descripción de sí mismo en terce ra ción) entre los elementos «yo ahora» y «yo idea l».
persona, como si se tratara de una persona que él Es indicativa del nivel de autoestima o satisfacción
co noce en profundidad. Una vez rea li zada la des- personal con uno mismo.
cripción, el evaluador la anal iza de acuerdo co n Discrepancia yo-otros: en el co ntexto de la técni ca de
diferentes criterios previamente estab lecidos. rejill a, se basa en la distancia entre el «yo ahora»
TÉCNICAS SUBJETIVAS l. PROCEDIMIENTOS ESTRUCTURADOS

y el elemento «otros » (promedio de todos los ele- Flujo de conciencia: técnica subjetiva orientada al
mentos excepto «yo ahora» y «yo idea l») e indica proceso en la que el sujeto eval uado debe pres-
el grado en que la persona se percibe como similar tar atención e informar, lo mejor que pueda, de los
a los demás. Constituye una med ida del aislam ien- pensamientos continuos, sensaciones, imágenes,
to socia l autopercibido (en el caso de distancias recuerdos y sentimientos. Se ce ntra en la asigna-
altas) o bien de identificació n con los demás (d is- ción de significados y co ntenidos personales que
tancias bajas). éste rea li za.
Eje o factor de la rejilla: representación gráfica en for- Listas de adjetivos: listados de adjetivos que se presen-
ma de diagramas duales (representación conjunta tan al sujeto eva luado co n el objetivo de que éste
de elementos y de constructos) de los resultados determine si pueden ser aplicab les a una persona (a
del aná lisis multivariante ap li cados a los datos de sí mismo o a otro sujeto), a objetos o a situaciones.
la «rejilla ». Cada eje o factor se interpreta como Nudos sistémicos: técnica subjetiva orientada al pro-
una dimensión de significado definida por las eti- ceso cuyo objetivo es evaluar la posición de cada
quetas de los constructos y los elementos que apa- miembro de un sistema en re lación con su nivel de
recen en sus extremos. constru cción y acción.
Elementos: en el contexto de la técnica de rejilla in- Polarización: uso que hace la persona de puntuacio-
terpersonal, personas significativas del entorno del nes extremas en la «rejilla» (expresado simplemen-
sujeto eva luado. Se incluyen en la parte superior de te en el porcentaje de 1 o 7 con respecto al total de
la «rejilla » y son propuestos por el prop io sujeto. la matriz). Es un indicador de rigidez mental.
Escalamiento: técnica subjetiva estructural cuyo ob- Técnica de Rejilla: in strumento de eva luación que
jetivo es identificar los constructos nucleares y permite exp lora r la estructura y el contenido de la
los constructos periféricos del suj eto eva lu ado a red de constructos a través de la que percibimos y
través de una pequeña entrevista sem iestructu rada actuamos de manera cotidiana. La denominación
con una serie de preguntas que siguen una estruc- se debe su formato de matriz, en la que se entrecru-
tura piramida l. Se pueden diferenciar tres tipos de za n los constructos co n los elementos.
esca lam iento : ascendente, descendiente y dia léc- Técnicas subjetivas: instrumentos de eva luación psi-
tico. co lógica orientados a recoger y orga ni za r informa-
Flecha descendente: técnica subjetiva estructural cuyo ción sobre la estructura psicológica, los conten idos
objetivo cons iste en determinar la cadena de infe- y los procesos de las visiones subjetivas o significa-
renc ias que lleva al eva luado a una determ inada dos personales acerca de uno mismo y el mundo.
conclus ión a partir de un hecho concreto. Se trata
de buscar las implicaciones hipotéticas que tienen
una determinada construcción.
Técnicas Subjetivas 11.
Estrategias narrativas

Jesús García-Martínez

l. INTRODUCCIÓN
1.1. ¿Qué son las «narrativas»?
2. FORMAS DE EVALUAR LAS NARRATIVAS
3. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES AL TEXTO: LAS HISTORIAS DE VIDA
3.1. Entrevistas en profundidad e historias de vida
3.2. Estructura y aplicación de una historia de vida
3.3. Utilidad de las historias de vida y aspectos a considerar en su aplicación
4. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES AL TEXTO: SISTEMAS DE CATEGORIZACIÓN
A TRAVÉS DEL ANÁLISIS DE CONTENIDO
S. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES AL TEXTO PERO SIN CRITERIOS
HERMENÉUTICOS: EL ANÁLISIS DEL PROYECTO VITAL
5.1. Utilidades de las técnicas de evocación de recuerdos
6. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES AL TEXTO CON CRITERIOS
HERMENÉUTICOS: EL ANÁLISIS TEXTUAL
6.1. Modalidades discursivas
6.2. Las fases del análisis contextual
6.3. Ejemplo de un análisis textual
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS

■ Diferenciar las técnicas de evaluación de carácter narrativo.

■ Distinguir las característi cas y utilidades de diferentes técni cas de evaluación narrativa . .

■ Apreci ar la utilidad de la evaluación narrativa.

■ Reconocer qué tipo de evaluación narrativa usar en función del obj etivo de la evalu ación y del tipo de datos
a empl ea r.

■ Apli ca r alguna técni ca de evaluación narrativa a casos específi cos o concretos.

■ Identifica r sucintamente las bases teóri cas y epistemol ógicas del enfoque narrativo.
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

Y podrás conocerte recordando 1980, en parte como con secuencia de giro epi stemo-
del pasa do soñar los turbios lienzos lógico propi o del capitalismo reciente (también co no-
en este día triste en que ca minas cido como postmodernidad 1) que ha puesto el énfas is
con los ojos abiertos. teóri co en la perspectiva de los (o las) parti cipantes 2
De toda la memoria sólo vale (Caro, 1998; Giddens, 1995) y ha ido de la mano
el don preclaro de e vocar los sueños. del desa rrollo de diversos form atos de terapi a narra-
tiva (García-Martínez, 201 2; Neimeyer, 2000; White,
Antoni o M achado (1902). Soledades. 200 7) y de las formas de co nsultoría psico lógica aso-
ciadas a esta, co nocidas como «storyte lling» o técni-
cas de conta r hi stori as Uenkin s, 201 3; W ynne, 1987).
l. INTRODUCCIÓN La evaluac ión narrativa aba rca muchos ca mpos
de las ciencias sociales (Antropología, Etnografía,
1.1. ¿Qué son las «narrativas»? Socio logía, Edu cac ión ...) y llega a la M ed icina y a la
Psico logía. Las temáti cas que se evalúan son muy di-
El uso de las narrativas como form a complemen- versas, cubren todo el ámbito sociodemográfi co (cl ase
tar ia o altern ativa de evaluación ti ene una larga hi s- social, raza, religión, grupos po líticos, etc.), el desa-
to ria en Psico logía, a pesa r de su relativo poco uso a rroll o evolutivo, los procesos terapéuti cos o los tipos
lo largo cas i todo el siglo xx. Ya estaba presente en las de hi sto ri as habitu ales de personas afectadas por un
propuestas ini ciales de Murray (1938) y Allport (1937), mi smo d iagnósti co. En general, todos los productos
pero una de sus primeras concrec iones fu e el estudi o psico lógicos, relatos sobre la identidad, histori as de
que este segundo autor hi zo del materi al co nocido v ida, co nversac iones terapéuti cas, cum plen de sobra
como «ca rtas de Jenny» (Allport, 1965). los criteri os estru cturales indica dos por Burke o Labov.
Estri cta mente, las narrativas son un género litera- Por su parte, Prin ce (1982) defini ó una narrativa como
rio que se expresa en d iversas formas (diari os, ca rtas, «la in terconex ión de al menos dos acontecimientos a
cuentos, novelas, cine, memori as, hi stori as de vida y lo largo de una secuencia temporal », y las narrativas
co nversaciones habitu ales o terapéuticas) y están de- de identidad u otras narrativas de naturaleza psico ló-
fin idas por una ordenació n temporal de hechos en gica lo cumpl en también.
la dirección pasa do-futuro (a unque retóri ca mente la La hipótesis de partida es que la co nstrucc ión de
exposición puede ser otra, utili za ndo técni cas como la identidad es un proceso narrati vo que atri buye sig-
la analepsis) y por poseer una estru ctura determina- nificado a la experi encia como fo rm a de coordin ar la
da. Según Burke (1945), la estru ctura de las narrati- acc ión ante la mi sma. Es un pl antea miento epi stemo-
vas co mprende cinco elementos: escenari o, agente, lógica mente constru cti vista, ya que el co nocimiento
acción, instrumento y meta. La propuesta de Labov adopta una forma co ntex tu al, lingüísti ca y discursiva.
(1972) es más amplía e incl uye: La experi encia só lo se pu ede obtener en marcos cul tu-
rales, mati za dos en mayor o menor med ida por otros
a) La contextualización, lo que se relata sucede en tipos de influencias (familiares, personales, etc.) - que
un contexto determin ado y podría no ocurrir en a su vez tambi én han pasado por el tami z cultural- , y
otro. se transforma así en un obj eto del lenguaje, entendido
b) El propósito o efecto, aquell o de lo que el ha- éste como el modo de establ ecer diferenciaciones que
blante qui ere convencer a la audiencia.
e) La acción o secuencia de sucesos ll evada a ' Las connotac iones relacionadas con co nsiderar al momento
ca bo. actual como una fase cu ltu ral disti nta (postmoderni dad) o como una
d) La evaluación o apreciación de la bondad-mal- etapa más del desarro llo cap ita lista (capi ta lismo reciente) son suma-
mente in teresantes, sobre todo por los d istin tos énfas is que suponen,
dad o aceptabilidad-inaceptabilidad de los he-
el cultural-c ientífico, por un lado, o el socio-polít ico, por otro. En
chos relatados. cualquier caso, este debate va más allá de los objeti vos de este
e) La resolución o resultado que se si gue de todo capítul o.
2
lo narrado. Nota sobre los marca dores ele género el e texto. En las lenguas
román icas es prácti ca mente imposible escri bir un texto que sea
f) La coda o moralej a. No si empre está presente
neutral en términ os ele género. Es cierto que el uso del marcador
en las histori as, pero es una especie de síntes is masculino como neutro in visibili za lo femenino, pero es cierto,
de lo que se quiere comuni ca r. Es un significado ta mbién, que el uso reiterati vo de las fórm ulas o/a o su susti tución
que trasciende a la histori a mi sma. por otras grafías, como la x, o símbolos, como @, hacen el texto
fa rragoso e incomp resible, además ele gramática y sin tácti ca men te
inadecuado. En este capítulo se va n a dupli car muy pocas veces las
Su utili zac ión co mo procedimiento de evaluación fórm ulas mascu li na y femenina. Se ruega que se en ti enda el texto
psico lógica se ha ampliado a partir de la década de como neutro.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

dan lugar a un mundo, a una clase de realidad. El len - Pero más interesante que la cuestión del autor,
guaje o, mejor, el significado -el contenido final de la es la de la autoría. El hecho de que un relato
comunicación lingüística- es lo que configura toda la esté contado forma lmente por alguien, incluso
experiencia humana en tanto que seres socia les. aunque el relato sea en primera persona, no
Desde la perspectiva narrativa se entienden los implica necesariamente que este alguien sea el
procesos psicológicos como modalidades discursivas, autor. Si tenemos muchas voce_ s que dan cuenta
como relatos elaborados para dar cuenta de nuestro de nuestra identidad, una de ellas -interioriza-
funcionamiento psicológico. La identidad se transfor- da, pero sólo parcialmente nuestra- puede ser la
ma, así, en algo fluido y múltiple que va a variar en verdadera autora del relato. Piénsese en los rela-
función del contexto (Gergen, 1996) y que está com- tos de incapacidad e insuficiencia que cuentan
puesta por multitud de perspectivas, voces o posicio- las víctimas de violencia, la voz que organiza el
nes que interactúan entre sí (Hermans, 1995); además, relato es la del agresor, aunque físicamente la
el diálogo entre el las adopta también una forma na- historia la esté contando la víctima .
rrativa. b) La cuestión de la autoría lleva a la intenciona-
Esto implica que las personas crean un relato para lidad. Los relatos carecen de neutralidad, toda
dar sentido al mundo y a sí mismas. Ese relato tiene historia quiere lograr un estado concreto de
una secuencia temporal, intenta cubrir toda la expe- opinión . Así, que el autor toma partido, sería
riencia de la persona (toda su vida) y por lo tanto en la- la poesía de alguien «que toma partido hasta
za elementos y vivenc ias a través del tiempo. mancharse », parafraseando a Gabriel Celaya. El
Cualquier narrativa personal cubre en gran medida relato se cuenta de forma que garantice la per-
estos criterios: tiene un escenario o un contexto; tiene vivencia del punto de vista. Eso lleva a usar una
un protagonista; se desarrollan una serie de tareas o serie de herramientas retóricas que suavizan o
acciones, dirigidas a alcanzar metas o estados finales redefinen la narrativa y que consiguen un doble
deseados; se usan una serie de instrumentos para su- efecto. Por un lado, mantener los aspectos esen-
perar los obstácu los que separan al protagonista de su ciales del relato para aumentar su credibi lidad;
meta; la secuencia de hechos se valora según alguna por otro, debilitar las versiones alternativas (Po-
clase de principio evaluativo; el resultado se aprecia tter, 1996; Sarbin, 1986). En definitiva, se trata
como logrado o no logrado; y, a veces, se sintetiza de de generar intencionalmente un relato que pue-
modo explícito la moraleja de la historia . Incluso el da entenderse como el más viab le. Si es así, este
relato formalmente fallido de una persona que padece es el relato que se impone, lo que supone que
esqui zofrenia, cubre todos estos aspectos. la narrativa es un juego de poder (White, 2007).
No se puede entender la narrativa, y todavía menos, Obviamente, ningún relato es perfecto y siem-
las narrativas relacionadas con la identidad, sin hacer pre quedan resquicios a través de los cuáles se
referencia a cuatro aspectos: a) la autoría; b) la inten- pueden organizar multitud de historias alterna-
ciona lidad; c) el valor de verdad; y d) la audiencia. tivas, son los eventos y elementos que se usarán
en la conversación terapéutica para ll egar a un
a) En cuanto a la autoría, es necesario diferenciar relato que se viva como más viable, como más
al creador de la narrativa de la propia narración. preferido, alternativo, sa lvador. Son las excep-
William James (1890) estab leció la diferencia ciones. Poéticamente, Leonard Cohen (1992)
entre el «yo» como observador o autor y el «mí» las ha definido de manera magistral : «hay una
como objeto o relato . Esa división está presen- grieta, hay una grieta en todo, así es como entra
te en muchos de los modelos constructivistas la luz».
(Guida no, 1993; Hermans, 1995). En realidad, c) El valor de verdad se juzga, por tanto, a través
lo que finalmente terminamos conociendo es el del convencimiento. La cuestión no es si el re-
relato, el «mí». Lo que sabemos del «yo» (del lato es cierto o no, sino si convence, si sedu-
autor, del agente), lo conocemos únicamente a ce. Todos los relatos lo son en parte ciertos y
través del re lato contado, así que el «yo» termina en parte no, ya que se construyen a través de
siendo un elemento evanescente, mutable, una una se lección intenciona l y parcial de sucesos.
causa final que se esconde detrás de las innu- El modo en que se organicen retóricamente es
merables variaciones de los relatos. Los autores lo que transformará al relato en más viable, en
de orientación construccionista plantean que la más verosímil. Su verosimilitud será la carga de
identidad no es más que el relato, que no hay su valor de verdad, no la veracidad o correspon-
de hecho ningún sujeto agente definitivo que lo dencia con un dato externo al propio relato . Un
trascienda (Gergen, 1996; Seguí-Dolz, 2015). relato es más verosímil si cumple dos condic io-
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

nes: a) es útil, y b) es ca nóni co (Brun er, 1991 ). des semi óticas de transmitir significados, de dar una
La util idad implica que el re lato es pragmático, vi sión personal del mundo, co mo lo hacen otras téc-
sirve para produ cir ca mbi os en la rea lidad in- ni cas descri tas en el primer capítul o destin ado a las
mediata. En gran medida, el pragmati smo de los técni cas subjeti vas. Todo relato, todo texto, es un acto
modelos narrativos ti ene una ori entación trans- de co municación que expresa un significado profund o
formadora, casi revo lucionari a, más que mera- y que se ajusta al contexto pragmáti co en el que el dis-
mente instrumental. Su base se pu ede rastrea r curso se está generando. Este significado se extrae tan-
hasta los pl antea mi entos marxistas de las «Tesis to de la experi encia del auto r, como de la cultura en la
sobre Feuerbach» (M arx, 1845): «los filósofos se que este vive, y se representa en una matri z ideológica
han limitado a interpre tar el mundo; la tarea es o conjun to de significados básicos (Ga rcía-M artín ez,
transform arlo». 20 12; Vi llegas, 1992), que se co ncretan, a su vez, en
d) La audiencia. Dado que la narrati va debe ser una narrativa o texto, que se acti va cuando surge al-
seductora (nardos no cuestan din ero y son los gún «pre-texto», alguna situac ión de desviación del
p rim eros p ara convencer, nos dicen Gonzá lez ca non que requiere la necesidad de crear un relato
Castill o y Muñoz Román en la letra de su paso- que compense dicho desvío de la ca nonicidad. Las
dobl e), hay que pl antea rse un último elemen- expres iones comunicati vas (l os textos o narrativas) no
to, el destin atari o a quién se pretende seducir: ti enen po r qué ser form as literari as, ni siquiera lengua-
la audiencia. El relato intencional y sesga do se je codi ficado; cualquier acto humano codi ficado o no
crea para aumenta r la veros imilitud ante una (l os gestos, la pa ralingüísti ca, la co nducta manifiesta,
audi encia determin ada. No hay narrativa que los modos de vestir o presenta rse en públi co) pueden
no se ajuste a la audi encia. La audienc ia pu ede ll ega r a ser actos comunicativos, pueden ser un texto
ser extern a o interna. El relato ta mbi én puede (Vill egas, 1992).
estar destin ado a co nvencer al propi o autor de
la vi abilidad de sus asertos, o a convencer a al-
guna de sus voces o posiciones internas. Brun er
(199 1) utili za el concepto de ca nonicidad, un 2. FORMAS DE EVALUAR LAS
relato se pone en marcha para recuperar una NARRATIVAS
norma o ca non, de ta l form a que el relato sir-
va pa ra devolver la situación a un «status quo» Las técn icas narrati vas, al igual que todas las téc-
previo considerado acepta bl e, con un mínimo nicas descri tas en el ca pítul o anteri or, son técn icas
de tra nsformaciones que no lo alteren sustan- subjetivas de eva luación, según la clas ificac ión psi-
cialmente. El relato se usa para co nvencer acer- co lógica tradicio nal. Aunque hay muchas propu estas
ca de la viabilidad de la identi dad ori ginal. O de evaluación de las narrati vas, hay pocas que haya n
puede haber relatos transformadores destin ados alca nzado un alto ni ve l de formali zac ión. La mayoría
a sustituir un ca non por otro, a ca mbiar el cri - se han desarrollado en el ámbito de la psicoterapi a,
teri o de poder (White, 200 7). Las narrativas de- co mo propu estas de evaluación del proceso de ca m-
ben siempre crearse en func ión de la audi encia bi o (Demorest, 1995; Gon<;a lves, 2002; Gon<;a lves y
prevista (Eco, 1990), no pueden no atender a la Ribeiro, 201 2; Luborsky y Crits-Chri stoph, 1990; M cA-
mi sma. Los cá nones ti enen también un fu erte dams, 1995; Vill ega s, 1992). Feixas y Botell a (2 003)
componente cultural. Una buena histori a (una indi ca n que hay dos procedimientos generales de eva-
histori a ca nóni ca o habitual) es aquella que no luación narrativa, los que ca lifica n de impresionistas y
presenta contradicciones entre los distintos el e- los que imponen restricciones al texto. Ambas ti enen
mentos que la confo rman, es decir, es un re- ventaj as e inco nvenientes.
lato en el que el personaje hace lo que debe Las restrictivas termin an generando siempre una
hacer en el co ntexto en que debe hacerlo y de seri e de categorías que son las que fin almente se ana-
la manera en que debe hacerlo . O di cho de li za n. So n, en el fondo, un procedimiento de análi sis
otro modo, una «buena» historia es una histori a de contenido. El análisis de contenido es una meto-
sosa, insulsa. Las interesantes son aquellas hi s- dol ogía cualitativa destin ada a codifi ca r un texto a
tori as en las que las irregul aridades se terminan partir de una seri e de categorías predefinid as. Si bi en
transform ando en histori as verosímil es a lo lar- esto logra sistematiza r la eva luación, ignora el resto
go del desarroll o del rel ato. del texto, ya que so lo se presta atención a las partes
del texto que encajan con las categorías empl eadas.
El acto de contar historias, de crea r una narrativa, Por ejemplo, si un análi sis de texto co ntempla las ca-
no es más que una forma de concretar las posibi lida- tegorías emocionales, descuidará las referencias a la
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y cont extos

relación o la acción. Hab itualmente las categorías son La teoría fundamentada no impone ninguna res-
ajenas al texto, no se extraen del mismo, y proceden tricc ión al texto, busca que las ca tegorías emerjan
de modelos teóricos impuestos por los investigadores de un análisis crédu lo del mismo. El objetivo de in-
y ti enden a aislar el texto de su contexto de produc- vestigación es siempre conocer la perspectiva de los
ción. A pesar de que el análisis de contenido restringe participantes sobre un fe nómeno _ (Brya nt y Charmaz,
el texto o lo anali za solo parci almente, su uso permite 2007; Glaser y Straus, 1967; Orell ana-Ramírez y Ga r-
un aná lisis sistemático y protoco li zado de los co nte- cía-Martínez, 201 O). Se trabaja a través de un procedi-
ni dos considerados interesa ntes (Krippendorff, 2004; miento de toma de notas y sugerencias surgidas de las
Tay lor y Bogdan, 1987). No obstante, los análisis de lecturas del texto, que va n promoviendo nuevas orien-
co ntenido siempre plantean el problema de que las taciones al aná lisis. Estas nuevas pistas se corroboran
categorías usadas son alienadas, externas al texto, y o descartan con los textos de nuevos in fo rm antes acer-
una categoría externa siempre puede pasar por alto ca del mismo fenómeno. El análi sis acaba cua ndo no
partes esenciales del mismo. es posibl e obtener nuevas ca tegorías ni sugerenc ias.
En este capítu lo, los formatos asociados al análisis Es posible ll evar a cabo análi sis en los que algunas
de la hi storia de vida (a unque no la entrev ista co mo categorías son ali enadas (impuestas al texto) y otras
ta l) y los procedim ientos relacionados con los procedi- se dejan emerger libremente de este. En el trabajo clí-
mientos SASB o QUAINT, son ejemplos de eva luación nico, a veces se utili za n técnicas impresionistas que
restrictiva del texto, son formas de aná li sis de conte- usa n cri terios basados en modelos teó ri cos, como en el
nido. caso de la autocaracterización (descrita en el capítul o
Por su parte, las técnicas impresionistas o no restri c- anterior), un procedimi ento que sigue los presupuestos
tivas busca n respetar la «autonomía del texto » (Feixas de la psi co logía de los constructos personales (Ke ll y,
y Botella, 2003, p. 31 O), intentan extraer el sign ificado 1955), que se ha trabajado poco desde el punto de
del texto mismo, trabajando co n su propia estructura visto procedimental y cuyos in tentos de secuenciación
y sus co ntenidos. y su operativa son recientes (Gonzá lez-Encinas, Saúl
Las metodologías cua litativas que se emplea n cuan- y Ga rcía-Martínez, en preparación). Sin embargo, en
do se anali za n textos a partir de procedimientos im- otros procedimientos narrativos los criterios de análisis
presioni stas son distintas. Estas metodologías pueden se pactan con el cliente, sigui endo un procedimi en-
ser el análisis textua l (que se ex plícita más adel ante, to más in tuitivo o experiencia!, co mo en el caso del
en el pu nto 5 de este capítulo), la teoría fundamentada aná li sis del proyecto de vida, que se describe con más
o el análisis temático, entre otras. El aná lisis temático deta lle en este capítu lo y que es un ejemp lo claro de
busca patrones en el texto, secuencias repetitivas que la producción de un texto sin restriccio nes pero en el
el informante (e l autor del texto) usa para describir su que no se empl ean criteri os hermenéuticos de aná li sis.
experiencia (Bra un y Clarke, 2006). Lo que se hace es En todos los sistemas de análi sis, co n independen-
buscar fragmentos del texto que resulten de interés, cia de si las catego rías se imponen al texto o surgen
estos son los códigos simples . Estos cód igos se agru- de este, es necesario generar un criteri o de fiabi Iidad
pan en patrones más genera les y repetiti vos que son de los jueces. Si las categorías son meramente cuali-
los ternas. En ocasiones puede surgir algún subtema, tativas, se valora su presencia o ausencia (otorgando
un subapartado de un tema principal. La organ izac ión habitua lmente va lores O y 1, respectivamente), si la ca-
es piramida l, los códigos pertenecen a un subtema y tegoría se entiende como dimensional, se usa n esca las
este a un tema, pero se pueden establecer relaciones likert de va lores impares, donde 1 es siempre la pre-
implicativas entre los temas y es posible establecer sencia más baja de la categoría y el va lor intermed io
secuenc ias de causa, co ncurrencia o consec uenciali- el que equivale a una presencia del 50%. Es necesario
dad. Por ejemp lo, en un análi sis de experi encias tera- entrenar a los jueces que valoraran los contenidos de
péuticas, un cliente puede indicar dos o tres códigos las hi storias. El sistema sólo se co nsidera viab le cuan-
relacionados con el ll anto o el desánimo, que pueden do las correlaciones «kappa » de los distintos jueces al-
situarse bajo el tema depresión si el cl iente indica que ca nza n un valor mínimo estab lecido, que suele oscil ar
son experiencias que le hacen sentirse decaído e inca- en torno a .70.
pacitado. Algunos de los cód igos o temas pueden ser Otras técnicas no restri ctivas, sin embargo, utiliza n
impuestos por el eva luador, de forma que, a veces, el marcadores y conceptos extraídos directamente de la
aná lisis temático comb ina categorías impuestas y cate- lingüística, refiriéndose continuamente al propio texto
gorías extraídas del texto. Se trabaja a partir de notas o y optando, así, por un enfoq ue más hermenéutico. Des-
criterios que buscan reducir, camb iar o reorganizar los de este enfoq ue, la narración es solo una de las mo-
cód igos de la primera lectura hasta alca nza r un árbol dalidades discursivas (narración, diálogo, exposición,
definitivo de temas. descripción, argumentac ión) que tienen en comú n la
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

comunicac ión de un significado básico sobre el mundo modo, se tie ne acceso a sus puntos de vista sobre el
o una faceta del mi smo. En este capítulo, las técni cas mundo y sobre su propia identidad . Sólo a través de
no restrictivas pero de tipo hermenéutico, se ejemplifi- su propi a perspectiva se puede tener un co nocim iento
ca n a través del análisis textual del discu rso terapéutico. personal izado sobre él (o ella).
Además, es posibl e utili za r recursos informáti cos Son muchas las ocas iones en que es necesario ac-
para anali za r narrativas, lo que fac ili ta mucho la inter- ceder a esa clase de co nocimiento, por ejempl o, en los
pretación o análisis. Un ejemplo de ello puede verse procesos de se lección de personal para pu estos de alta
en Feixas y Botella (2 003) y puede consultarse en los co nfianza. Es el caso, ta mbién, de la psicoterapia. Con
contenidos en línea inclu idos en este manual. No obs- la perspectiva personal se tra nsmi te ta mbién el sentido
ta nte, todo uso de «softwa re» para el análisis narrativo (e l signif icado) que se le da a la vida. U na de las for-
requiere un estu dio previo de contenidos o categorías, mas de obtener este conoc imiento es desa rro ll ar una
por lo que tocio programa info rmático debe verse como historia de vida. Se trata de una práctica co laborativa,
una herramienta que fac ilita y simplifica el trabajo, es dec ir, que se hace en relación co n otro (el terapeuta,
pero no cómo un in strumento para hacer el traba jo. pero dado que esta práctica no es única mente terapéu-
Las decisiones de tipo teóri co o clas ificador siempre tica, puede ser el eva lu ador o el etnó logo). La hi stori a
son hechas por el evaluador. En la actu alidad se d ispo- se constru ye a partir de las preguntas que se formul an
ne ele va ri os paquetes de software distintos que permi- y el senti do que se elabora es ca-creado. La histori a de
ten hacer análisis cualitati vo de narrativas, facilitando vida no pre-ex iste a su rea li zac ión, lo que pre-ex isten,
la clas ificac ión, agregación, consulta o visuali zac ió n en todo caso, son los datos, los hechos aislados, los
gráfica de los datos; a veces se incl uyen tam bi én pro- «factos » (Sa rtre, 1993) pero no la hi storia en sí, no el
cedim ientos de análisis estadístico. Destaca n el Atl as ti sentido que se le da a la experiencia. M ultitud de histo-
(Hwang, 2007; Muh r, 1991)3, el Nv ivo4 -antes ll amado ri as diferentes pueden construi rse en función del énfa-
QSR-N UD-IST- (Ga han y Hanni ba l, 1998; Richards sis que se dé a determinados elementos y del modo en
y Richards, 199 1; Rodríguez-Gómez y co ls., 1995) y que estos se conecten. Por ta nto, las histori as de vida
el AQ UAD 5 (Huber y M arcelo, 199 1; Rodríguez-Gó- no son ni biografías, ni autob iografías, no son reposi-
mez y co ls., 1995). En una línea disti nta se encuentra tor ios, ni ordenaciones de da tos vitales, son procedi-
el LIWC6 (Chung y Pennebaker, 2007; Tausczik y Pen- mientos que permiten acceder al sentido y propós ito
nebaker, 20 1O), que es básicamente un buscador de que se le da a la vida (M cAda ms, 1993, 200 1).
ca mpos semánticos que aú na pa labras con significados El in terés por las hi stori as de vida no es nuevo en
parec idos usa ndo un cri terio de análi sis de jueces. la investigación social. De hecho, se trata de una téc-
En cualquier caso, no es posible eva luar narrativas nica que surgió en el ca mpo de la etnografía. Desde el
sin tener una fo rm ación mínima en distintas estra te- pun to v ista socio lógico y antropo lógico, la perspectiva
gias de eva luación cuali tativas, porque finalmente se del info rm ante es sumamente interesa nte, ya que pue-
usará un procedimiento cualitati vo u otro para obte- de da r cuenta de aspectos que de otro modo podría n
ner el sentido fin al del texto. Una exposició n sucin ta pasa r inadvertidos: la v ida cotidiana de un habi ta nte
pero prec isa del estado de la cuestión, en cuanto a de determinado contorno geográfico, las preocupa-
metodo logías cualitativas, puede consultarse en Willi g ciones, intereses y temores de un combati ente en una
y Rogers (2 01 7) . guerra, las distintas perspecti vas sobre ese confli cto
que mantu vieron personas de ba ndos distintos, la opi-
nión acerca de las costum bres loca les de un inmigran-
te reciente, etc ... (Atkin son, 1998; Lagness y Fra nk,
3. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES 1981).
AL TEXTO: LAS HISTORIAS DE VIDA Para conocer la perspectiva del informante se suele
utili za r un ti po específico de entrevista, la entrevista en
3.1. Entrevistas en profundidad e profundidad, proced imiento que sirve para indagar en
historias de vida la mayor ca ntidad de impli cac iones posibles sobre el
obj eto de análisi s (las prácti cas agríco las de una comar-
Cuando se pretende conocer profund amente a al- ca, la experi encia como fa miliar de un desaparecido,
guien, se le plantea que hab le de sí mi smo. De este los rituales de co rtejo de una comunidad aislada, etc.).
Las entrevistas de histori as de vida son un subtipo de
entrevistas en profundidad en la que el objeto de análi-
3 Dispon ible en http://www.at lasti.com/es/
sis es el senti do que otorgan a su propi a vida las perso-
' Disponi ble en http://www.qsrin ternationa l.com/nvi vo-spanish
5 Disponi ble en http://www.aq uad.de/es/ nas entrevistadas. Suelen ser entrevistas largas que pue-
6
Disponible en https://liwc.wpengi ne.com/ den extenderse durante va ri as sesiones. Siguen guiones
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écn icas y aplicaciones en áreas y contextos

preparados que incluyen el form ato de las preguntas a rá preguntas destinadas a rellenar huecos en la histori a
rea li za r -cas i siempre abi ertas-y el ti po de información y a expandi r el conocimiento (las pruebas), a resolver
que se persigue. En una primera fase de la entrevista se discrepancias (confrontaciones), a indagar en aspectos
informa a la persona del objetivo de la mi sma, del uso no comentados (venciendo así la resistencia) y podrá
que va a tener la información y del tipo de co laboración formul ar hipótesi s tentativas (in terpretación) siempre
que se solicita. La segunda fase es la entrevi sta propi a- desde una perspectiva ingenua, como modo de probar
mente dicha, en la que casi nunca se hacen preguntas si está entendiendo el mundo del cli ente.
directas, se empieza por aspectos poco comprometidos Una histori a de vida se hace en un momento y con-
y se va de lo genéri co a lo específi co. Se busca incre- texto dados, no es una relación de hechos, sino que se
mentar la coherencia de las respu estas, así que se usan trata de una narrac ión y co mo toda narrativa es inten-
los antecedentes mencionados por la person a como cional y se lectiva (Bruner, 199 1). Lo que se pretende
elementos de referencia, para que se complementen, se es que cada vez que se rea lice emerj an ca mbi os. La
contrasten, se amplíen o se expliquen. En general, las fi abili dad como tal no es una ca racterística de estas
preguntas se fo rmul an de un modo asépti co y neutral, prácti cas, otra cosa es que puedan encontrarse regu-
evitando todo tipo de sesgos o aspectos tendenciosos. lari dades temáti cas, co ntinuidades y coherencia en las
Las estrategias que se usa n para max imi za r la obtención di stintas hi stori as elaboradas por una mi sma persona
de información son : 1) la complicidad con el entrevi sta- y que estas ca racterísti cas puedan ser afectadas por
do, haciéndole ver que su contribución es importante y ca mbi os mayores en el trascurso v ital, como asistir a
que, en realidad, es un aliado o una pi eza clave para el psicoterapi a (Adl er, W agner y M cAdams 200 7). El in-
entrevistador; 2) la ingenuidad, haciendo patente la sor- terés se centra, precisa mente, en los ca mbi os que sur-
presa y la relevancia de la información proporcionada; gen en las sucesivas re-elaboracio nes de la hi storias.
3) la técnica del eco, repiti endo las últimas frases opa- Se prima la subjetividad y la bú squeda del propós ito
labras cuando se entiende que ti enen valor emocional y la del sentido v ital. Se rea li za «una » historia de vida
para la persona; 4 ) la sín tesis o resumen de la info rma- de alguien, no «/a» hi stori a de vid a de alguien, ya que
ción obtenida; y 5) la interpretación, que es la emi sión esto último es imposible.
directa de una hipótesis para comprobar el efecto que En el uso de las histori as de vid a es la perspectiva
ti ene en el entrevi stado. de la persona la que predomina y no la perspectiva
Los ecos y la síntesis son los correspondientes a los técn ica, es la persona quien fin almente encuentra el
actos de refl ej o, paráfrasis y la propi a síntesis. La inter- sentido de su vida y éste no depende de la elaboració n
pretación es una de las respuestas de escucha típi cas experta de psicó logos o te rapeutas, sino de la ca-c rea-
para la contrastación inicial de hipótesi s, encuadradas ción del sentido a lo largo de la entrevi sta . Para M cA-
en la tercera fase del proceso de evaluación psico ló- dams (1993), las hi stori as de vida refl ejan la unidad y
gica. Para más información sobre estas respu estas de el propósito de las vi das de las personas en el momen-
escucha y acción, es interesa nte co nsultar el ca pítulo to en que se rea li za n.
sobre «La entrevista en el proceso de eva luación psi - Por supuesto, el materi al para co nstruir la histori a
col ógica» en esta mi sma obra. son los recuerdos y el problema inicial es cómo evoca r-
En cuanto a la perspectiva ingenua, si bi en no está los. El entrevi stado -como cualquier persona- hace una
presente en todas las entrevistas terapéuti cas, si es par- se lección intencional de los mi smos y con esa se lec-
te esencial del form ato co nstru ctivi sta de búsqu eda de ción busca generar un impacto en la audiencia, generar
información en el que se sitú an las técnicas narrativas. un ca non o norma que dé cuenta de la forma en que
Las entrevistas en profundidad se parecen en mu - entiende su experi encia (Bruner, 199 1). Los recuerdos
chos aspectos a las entrevistas terapéuticas y por eso pre-ex isten a la histori a, pero esta se crea en el momen-
pueden ser usadas en todo el proceso de evalu ación to de narrarla, en el modo de unirlos y en el sentido
psicol ógica, incluida la terapi a: a) se centran en la global que se quiere dar al relato. El aborar una histori a
experi encia subjetiva de la person a; b) implican una de vida constituye en sí mi smo un obj etivo terapéuti-
fu erte alianza de trabajo; c) el entrevi stador usa estra- co, es una forma de conocer de manera generali zada y
tegi as retóri cas a partir de la información previ amente profunda a la persona co n quién se va a trabajar, puede
obtenida para busca r información novedosa. Además, sustituir en gran medida a la anamnesis clíni ca habi -
los procedimientos de indagación son semejantes a los tu al, cuyos contenidos se han incluído en el capítul o
expuestos por M aganto y Cru z (2005) que pueden con- «La entrevista en el proceso de evaluación psicológica»,
sultarse en los contenidos en línea de este manual y en y permite adentrarse en la subjetividad del cli ente, en su
los expli cados en el capítulo sobre «La Entrevista en el perspectiva sobre del mundo y sobre sí mismo.
Proceso de Evaluación Psico lógica». En las entrevi stas Dado que son recuerdos los materi ales sobre los
en profundidad de tipo clíni co, el investi gador rea li za- que se elabora la hi stori a, es necesari o tener en cuenta
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

los procesos y leyes que afecta n a la memori a, espe- también en hechos que pueden ser objetivab les o bien
cialmente la autobiográfi ca (Baddeley, Eysenck y An- se revelan aspectos ocultos de la vida del autor, la in-
derson, 20 14; Haden, Haine y Fivush, 1997), aspectos tención es describir la vida real. Las hi storias de vida,
como el co ntexto emoc ional, los estím ulos ambienta- sin emba rgo, son una co nstrucc ión más ori entada a lo
les y las intenciones y metas de la persona determinan que se pretende, a lo que se busca, a lo que se desea.
lo que se puede recordar o no en un momento dado. El Pertenecen más a un escenari o de lo intencional, a la
entrevistador debe ofrecer oportunidades para recupe- vid a como debería ser, no como se nos ha presentado.
rar recuerdos, buscando estados de ánimo parecidos o En este sentido, las histori as de vida son una construc-
contrapuestos a los ya evocados, ofreciendo indicios ción, las biografías pretenden (es dudoso que lo lo-
situacionales, fac ilitando contextos a los que engan- gren) ser un relatorio.
charse para seguir produciendo detalles, preguntado
por aspectos concretos, por relaciones releva ntes, por
sucesos importantes de la vida, etc. En la co nsulta psi- 3.2. Estructura y aplicación de una
co lógica el cliente suele evoca r problemas porque tie- historia de vida
ne la intención de que se le ayude de alguna forma,
por eso es adecuado que la exploració n ini cial de sus Se pueden estru cturar las hi storias de vida de mu-
perspectivas del mundo empiece por sus experi encias chas fo rmas, dependiendo del propósito del eva lua-
problemáti cas. Esa, es en cualquier caso, la práctica dor. Desde una perspectiva clínica, lo importante es
habitua l en cua lqui er formato de terapia narrativa, el que a través de esa estru ctura se loca licen los elemen-
relato de la hi stori a del problema. tos básicos para desarrollar un proceso terapéutico: los
Segú n McAdams (1993), que sigue los cri terios del va lores, la naturaleza subjetiva del problema, las estra-
modelo de desarrollo psicosocial de Erickson (Erikson tegias de afrontam iento ante éste, las metas, el sistema
y Erikson, 1987), el co njunto de recuerdos que con- relacional de la persona, etc.
so lidan la identidad suele situarse entre los 1O y 30 Por ejempl o, en la in tervención geronto lógica en
años en la cultura occidental, así que cl ientes mayo- terapia ocupacional o en centros de día (Peña-Casa-
res tendrán una gra n tendencia a buscar recuerdos en nova, Bertran, Serra y Gramunt, 1999), hay un modelo
esas etapas de la vida, pero la estrategia de explora- de histori a de vicia que se basa en la descripción de
ción debe lleva rl es a buscar en otros períodos. Para las siguientes fases, que están estab lec idas por defecto:
elaborar una historia de vicia es necesario haber alcan-
zado un estado de desarrollo cogniti vo que, al menos, 1. Trabajo con la identidad desde una perspectiva
contemp le las operaciones formales segú n criterios de más sociodemográfi ca, buscando datos como
Piaget (1999), ya que de otro modo no son posibles ni no mbre, dirección, teléfonos .. .
el pensamiento abstracto, ni la adopción de un sistema 2. Recuerdos de la in fa ncia, indaga ndo desde lo
ele va lores, ni la creación de un sentido de la continui- básico (fecha y luga r de nacimiento, nombres
dad y propósito personal. Es decir, en la práctica no se de padres) hasta elementos más sign ificativos
puede desarrollar una hi stori a de vida de niñ os o niñas (juegos a los que se jugaba, datos de la escuela,
y tendría sus dificultades hacerlo co n un adolescente, tipo de relación co n padres, fa mili ares y ami gos
sólo a partir de las etapas fin ales de la adolescencia o y el sentido y tono emociona l que se ciaba a
al inicio de la ju ve ntud se puede hab lar de una histori a todo esto).
de vida; antes hay recuerdos, vida, pero ésta aú n no 3. Adolescencia y juventud, buscando informa-
puede narrarse. ció n sobre los primeros trabajos, estudios,
Es necesa ri o diferenciar las hi stori as de vida de las ami stades, actividades de ocio, relaciones de
biografías y autob iografías antes nombradas. Se tra- noviazgo ...
ta de procedimientos totalmente distintos de recabar 4. Madurez, se indaga sobre datos relacionados
información sobre las person as. Las biografías son un co n trabajo, matrimoni o o pareja, hijos, vivien-
género I iterario en las que se describe la trayectoria ele da, aficiones, vacaciones, ca mbi os releva ntes
vida de una persona, hab itualmente famosa, desde su debidos a circunstancias o cri sis (divorc io, en-
nacimiento hasta su muerte. Suelen ser morali za ntes fermedades)
y en la trad ic ión actual -l as biografías co ntemporá- S. Momento actua l, centrado en los años previos
neas- se centra n en hechos verificables y tienen un a la jubi lación y la propia jubilación, el entorno
fuerte sesgo positivista. La descripció n de la vida del actual y la situación de la fa milia en estos mo-
personaje se hace desde la voz de un tercero, si endo mentos
este el autor del relato. En las autobiografías, autor y 6. Comparacion es entre el antes y el ahora, desde
protagoni stas co inciden, pero el relato suele basa rs la perspectiva de la persona, buscando seme-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

janzas, diferenc ias, ca mbi os y modos de enten- sucesos de cada parte, lo q ue pensa ba y sentía
der la vida, referidos a sí mi smo, la fa mili a, la acerca de esas c ircun stanc ias y person as, así que
pa rej a y otras relac io nes significativas. debe haber perso najes, tramas y cap ítul os.
7. La vid a cotidi ana, inform ac ión sobre lo que se M cAdams pl antea que la di visión en cap ítulos
hace en el día a día en ca sa (o la res idencia) y debe estar entre 2 y 7, pero se pu ede dej ar liber-
sobre acti vidades y pautas habitu ales. tad al respecto y que sea n los cli entes qui enes
8. Mis cosas, apartado dedi cado a indaga r sobre esta bl ezca n los ca pítul os qu e consideren perti-
valo res, preferencias, afi cio nes u obj etivos ac- nentes. Estas di visiones refl ej an las transic iones
tu ales. vitales. Tambi én se pi de que se dé un título a
ca da ca pítulo y que se expli que po r qu é se ha
A través de este esquema, se busca in fo rm ac ió n so- escog ido el mi smo. Los títul os supo nen metáfo-
bre cuatro aspectos bás icos de la vida de la persona: ras que ya en sí mi smas son co ndensac io nes de
relac iones, luga res preferid os, experi encias vita les y significado (Go nc;a lves, 2002; Lakoff y Jo hnson,
anécdotas e intereses actuales y pl anes de fu turo. El 199 1), lo que apo rta rá info rm ac ión sobre qué
obj etivo es potenc iar y estru cturar la memo ri a, para aspectos, emoc io nes o motivos so n relevantes
reforza r la identid ad y el sentimi ento de co nt inuidad para la persona. En esta prim era parte, se hace
e integrid ad personal, po r ejempl o, en casos de de- énfas is en qu e lo qu e interesa es el sentido ge-
menci a. neral de la hi sto ri a y no tanto los deta ll es. Es la
Otro protoco lo qu e resulta espec ialmente útil es parte más ab ierta de toda y en ell a los cli entes
la adaptac ión del form ato de entrevi sta de hi stori a de suelen proyecta r sus conflictos y elabo ran una
vida q ue sugiere M cAda ms (1995), que ini c ialmente prim era narrati va de su ex peri enc ia. Después,
estaba pensado para la investi gación sobre aspectos el terapeuta puede ce ntrarse en alguno de los
motivac io nales y de continuid ad de la perso nali da d. eventos c itados para ex pandir la narrativa en
La entrevi sta co mi enza haciendo énfas is en el proce- o tras direcc io nes.
so de selecc ió n del materi al a apo rtar, indi ca ndo qu e
só lo se deben menc ionar aqu ell os hec hos o relac io nes ■ Indicar los acontecimientos críticos en la vida
qu e se consideren relevantes para entender su vida (s u Por aco ntec imientos críti cos se entienden episo-
pasado, su presente y la proyecc ió n qu e hace de su di os puntuales breves, que ocurren en ti empos y
futuro, as í co mo el probl ema, cuando la entrevi sta se lugares determinados y que no duran demas iado,
hace con propós ito terapéutico). En un contexto clí- pero que influ yen en la vida de la persona. Por
ni co, la prim era ses ió n se dedi ca más al análi sis de la ej emp lo, un día tranquil o de vacacio nes que sir-
demanda (Vill egas, 1996) y al estudi o de la situac ió n ve para acl arar ideas, una conversació n sugerente
general del cli ente, aunque en ocas io nes hay ti empo mi entras se toma un café, un mom ento de peli-
sufic iente para empeza r a elaborar la hi stori a de vida gro, etc. Se suele preguntar po r ocho aconteci-
en esta primera ses ió n. Elabora r la hi stori a supo ne en- mi entos críticos que incl uyen el prim er recuerdo
tre 60 y 90 minutos, por lo q ue a veces es necesa ri o personal, un suceso de la in fa ncia, otro de la ado-
dedica r a esto más de un a ses ió n. Se recomi enda ob- lescenc ia, otro de la vida adulta, el punto cumbre
tener permi so escrito del cli ente para la grabac ió n de de la vida, el punto suelo y el punto de inflex ión,
la mi sma, ya qu e esto facilita enormemente el análi sis además de otro mo mento críti co adi c io nal.
posteri o r. La grabac ió n del materi al es un a prácti ca ha- El pun to cumbre es un mo mento en que se
bitu al en el trabaj o etn ográfi co (At kin son, 199 8; Tay lo r ex perim entan emoc io nes intensa mente pos iti-
y Bodgman, 2005), po r desgrac ia, no es algo tan usual vas, pl acenteras o de ca lm a, se defin e como el
en el trabaj o psicoterapéutico. mejor momento de la vida. El punto suelo es
Los apa rtados de la entrevi sta de histori a de vida mo mento en qu e se experim entan emoc io nes
so n los sigui entes (Ga rcía-Martín ez, 201 2, M cAdams, intensa mente negativas; explíc itamente, el peor
1995) : momento de la vida. Los puntos de inflex ió n so n
, mo mentos en que la vida experim enta un giro,
■ Establecer los capítulos o períodos de la vida un ca mbi o de direcc ió n. Como ya se ha indi ca -
Se le sugiere al cli ente la metáfora de la novela y do, se pu eden ex pl orar va rio s de ell os, si bi en es
se pide que describa la hi stori a de su vida y qu e pos ibl e q ue la persona destaqu e un o sobre los
es necesa rio qu e indique cuáles han sido sus c ir- demás, el momento en que la vida da un giro de-
cun stanc ias vitales, las bu enas y malas épocas finitivo desde su punto de vi sta (la maternid ad,
de su vida, los héroes y vill anos de su experi en- el ini cio de la independenc ia económi ca, cono-
c ia, así co mo un a descripc ión genéri ca de los cer a algui en, el ini c io de un a enfermedad ...).
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

Tambi én es posible sustituir los acontec imientos frente a lo largo de su vida. Se pregunta acerca
críticos de los periodos evolutivos, por los mo- de cómo se manejó y so luc io nó, las estrategias
mentos críti cos que se den en cada un o de los que se usaron para resol verl o, las person as que
ca pítul os descritos por la person a. A pesa r de le ayudaron en esos momentos y qué tipo de im -
que cada transic ión entre un ca pítul o y otro es pacto o reperc usi ón ha tenido en su vida. El re-
en rea lidad un punto de inflex ión, estos no son c uento del desafío vital está próx imo al modelo
vi stos siempre de esa manera. de rec uerdo autodefinidor de Singer y Salovey
Otra alternativa es centrarse en una seri e de pun- (1993), aunque en este último se hace énfas is no
tos de inflex ión relacion ados con el problema tanto en el reto, como en que el recuerd o pu eda
que trae a co nsulta (su apari c ión, su desarroll o), dar cuenta de la cl ase de person a qu e se es.
así como momentos en que el probl ema hi zo que
va ri ara el modo de entenderse a uno mi smo o a ■ Influencias positivas y negativas en la historia
la relac ión con otras person as significativas. Tam- de vida
bi én es interesa nte saber qué motivó la búsqueda Se trata de identi f ica r person as, grup os, institu -
de ay uda, la necesidad de ir a terapi a. Los mo- c io nes o ca racterísti cas que han influido pos itiva
mentos de inflex ión relacionados con el probl e- o nega tivamente en las vivencias de la perso na
ma deben pl antea rse espec ialmente si el cli ente y detall ar que cl ase de impacto han tenido. Por
no hace referenc ia espontánea a los mi smos. ejempl o, el hecho de ser muj er o mi embro de
En cuanto al primer recu erd o, no ti ene por qu é una minoría puede ser un elemento nega tivo,
estar relac ionado co n experi encias relevantes en tanto, que se vive como algo que redu ce las
para el cli ente, ni siqui era co n su prob lema, si opo rtunidades; pertenece r a una cl ase soc ial alta
bi en es c ierto que transmite patron es afectivos o tener un os padres que se han preocupa do por
que suelen ser relevantes para el cli ente y por la ed ucac ió n puede ser una influenc ia pos itiva.
eso ha sido evocado más veces a lo largo ele la Elementos pos itivos pueden se r tambi én las ha-
vida. La importancia del primer recuerdo se en- bilidades perso nales o cogniti vas, etc. Al gunos
ti ende en térm inos del guion afectivo (Tomkin s, elem entos pueden ser ambi guos, por ejempl o,
1987), un patró n que enlaza vari as situac iones la muj er que se perc ibe co n menos oportunida-
afectivas semejantes y que se desa rroll a en la des por el hecho de serl o, pu ede ta mbi én indi ca r
infa ncia y que sirve co mo heurísti co para dar que, gracias a ell o, ti ene una fo rma más afecti va
sentido a las relac iones y al mundo. Si dec ide de ver el mundo, lo cual le gusta. Ambas influen-
preguntarse por él, hay que ga ranti za r que perte- c ias, las pos itivas y las nega tivas, deben ser des-
nezca a la primera in fa ncia y que se trate ele una critas y desarro ll adas.
cadena de eventos compl eta, una acción qu e
empi eza, se desa rroll a y fin ali za y que no sea un ■ Descripción de los relatos culturales y familiares
mero fl ash ele memori a. que más han influido en el sujeto
Cuando se ex pl oran cada uno de estos momen- Se trata de estudi ar qué influencias relac iona-
tos críti cos se debe describir lo que pasó, lo que les o culturales han sido más importantes para
se hi zo, lo que se experimentó emoc ionalmen- la persona. En rea lidad so n hi stori as o produc-
te, dónde oc urri ó, las person as relacionadas tos culturales que han marcado el desa rro ll o
con ell o, el impacto que tuvo en la vida de la del cli ente. Por ej empl o, los comentari os de los
persona y lo que ese suceso dice acerca de la ami gos sobre cómo hay que relac ionarse con el
cl ase de persona que es el cli ente. No obstante, otro sexo, las peroratas de la abuela sobre la ho-
en una expl oración terapéutica de los aconteci- nestidad y la rectitud perso nal, la serie favorita
mi entos críti cos es sufi ciente preguntar por los de televi sión de la que se aprendi eron valores
puntos cumbre, suelo y de inflex ión, y busca r o pautas de comportami ento, etc. M cAdams
vari os puntos de inflexión a lo largo de la vida (199 5) recomi enda incluir hi stori as vi stas (ex-
o en di stintas esferas de la misma. En todo caso, traídas del teatro, la te levi sión o el cin e), leídas
podría pl antea rse a la persona que añad iese otro (de libros, cómi cs o revi stas) o contadas (relatos
u otros puntos c ríti cos en su vida si cree que los hechos por nuestros famili ares o ami gos) . De to-
ha tenido. das ell as debe hacerse una descripc ión sucinta y
detall ar el tipo de influ encia que han tenido en la
■ Desafío vital vid a. Este form ato da tanta importanc ia a lo rela-
Se trata de que la person a identi fiqu uál ha c ional, como a lo transmitido por los medios de
sido el mayor reto al que ha teni do qu ha r comuni cación de masas o los productos de ocio.

353
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Búsqueda de futuros alternativos para la hi sto ri as de vida. Todos ellos son formas diferentes de
historia vital análisis de contenido. El procedimiento más básico es
Se incluyen dos posibles futuros, uno negativo y loca li zar las motivaciones qu e mu even al protagonis-
otro positivo. En el positivo hay que desc ribir las ta (autor), para ello usa los motivos de capac id ad y
metas y objetivos que se alca nzan desde un a po- comunión (Murray, 1938) y busca si la historia está
sición claramente realista, es decir, en función definida por la presencia de alguno de estos motivos
de reco rridos vitales que sean altamente proba- o por su combinación o ausenc ia, en términos abso-
bles. Por ej emplo, no se puede incluir en este lutos, presente-ausente (M cAda ms, 1995). También se
tipo de futuro que les tocará una gra n fortuna en podría valorar si el motivo se satisface o no logra sa-
la lotería o que van a co nocer y rela c ionarse co n tisfacerse en la historia, esta ndo así presente pero no
personas fa mosas . En cua nto al negativo, deben resuelto, lo que genera el tono positivo (satisfacc ión)
describir un futuro en el que sus temores más o negativo (in satisfacc ión) del relato. H ab itualmente
poderosos se hacen rea lidad pero igualmente cada uno de estos motivos se descompone en cuatro
desde un a posición realista. Por ejemp lo, no de- temas, son manifestaciones concretas de cada motivo.
berían incluir dolencias extrem as si no hay ev i- Los cuatro temas de capacidad, que se refieren al gra-
denc ia de que las tienen que padecer. do en que la persona está interesada en el co ntrol , la
competitividad o el logro son los siguientes:
■ Valores e ideología personal
Se trata de pregu ntas simples y directas acerca ■ Autodominio
del sistem a de valores de la persona. Aquí se El sujeto se afa na con eficac ia por dominar, co n-
describen las creenc ias religiosas, sociales o po- trol ar, ampli ar o perfeccionarse a sí mismo. A
líti cas o los contenidos fundamentales del siste- partir de su acc ión, se transforma en una per-
ma de valores, así como los cambios qu e han sona más compl eta, más sabia o más poderosa.
experim entado a lo largo de la vida. Se indaga Tambi én supone que ha comp rendido su propia
también porqué las han elegido y el papel que vida, en el sentido de un a transformación de su
desempeñan en su vida. autoconc ienc ia. Este tema aparece cuando se
alca nza un logro muy destacado sobre la pro-
■ Tema vital pi a vida tras un acontecimi ento vital impo rtan-
Es algo que se pregunta directamente a la persona, te, co mo un divorcio, un a mu erte o un fracaso.
una vez que ha repasado su pasado y proyectado Tambi én hay autodominio si el sujeto dice que
su futuro. Se interroga acerca de cuál es, desde su cierta experi enc ia le proporcionó un sentimien-
punto de vista, el mensaje central, el tema sob re to de poder o que salió fortalecido de ell a.
el que él (o ell a) cree que se ha estado ocupando
a lo largo de su narración, cuá l es el asunto bá- ■ Estatus-Victoria
sico de su vida. En la práctica, aquí se está pre- El tema se da cuando se alca nza un mayor es-
guntando por el significado matri z, por la base de tatus entre compañ eros, cua ndo se rec ibe una
su discurso. M ás adelante, cuando se hab le del distinción u honor, si se ga na un concu rso o
análisis textual, se entenderá la diferencia entre competic ión. Estos casos se dan siempre en un
texto y discurso. Obviamente, una persona puede contexto interp ersonal e implíc itamente compe-
esta r interesada en varios temas vitales y hay que titivo. Es decir se gana o se triunfa . Si simple-
remarcar que ex iste esa posibilidad. Una vez loca- mente se hace un buen trabajo, se sacan buenas
li zados, la persona debería explicar por qué cree notas o se alcanza algo no se puntúa en esta-
que ese (o esos) es (son) el tema central de su vida . tus-victoria.

■ Otros elementos que la persona considere ■ Logro-Responsabilidad


relevantes El sujeto informa de un gran éx ito en tareas o
Para termi,nar, se invita a la persona a decir algo responsabilidades importantes o trabajos o me-
más sobre su expe ri enc ia vital, a añadir lo que tas instrumental es. Se siente orgulloso (u orgu-
co nsidere interesante o necesario. Los asuntos ll osa), seguro de sí mismo, capaz o triunfador
que pueda tratar en este apartado también de- al enfrentarse a desafíos importantes que afectan
ben ser expa ndidos y desarrollados . a logros in strum enta les de su vida. Tambi én se
puntúa si se asumen responsabilidades para con
En cuanto al análisis, M cAda ms utiliza varios pro- otras personas o al hacerse ca rgo de papeles qu e
ced imi entos para enco ntrar categorías intern as en las supon n pu estos de responsabilidad o ejecuti-
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

vos sobre personas o in stituciones. Aquí no se mundo se ve como un lugar humano y cá lido,
gana (como en estatus-victoria), sino que el suje- en el que la gente es generosa.
to se afa na por hacer cosas, produ cirl as o asumir
responsabilidades de manera que se alca nce un ■ Unidad-Unión
estándar implícito o explícito de ca lid ad. Este tema no hace referencia a relacion es co n-
cretas entre personas, sino a relacion es abstrac-
■ Cesión de poder tas entre el sujeto y un grupo más amplio. Son los
El sujeto se ve dotado de poder, ennobl ecido sentimientos de pertenencia, armonía, lea ltad,
o mejorado a través de su asociación co n algo sincronía, compenetración, uni ón o so lidaridad
superior y más poderoso que él. Esto incluye con grupos, co lectivos o toda la humanidad. Un
asuntos reli giosos (Dios, la naturaleza), o figu- ejempl o típ ico es esta r rodeado de amigos.
ras de influencia (jefes, profesores, sacerdotes,
políti cos, terapeutas o fi guras de rel ieve moral). A través de los temas motivacionales, M cAdams
(1985, 1993) in cluye un nuevo elemento en el análi sis
Los cuatro temas de comunión están relacionados de las histori as de vida: los imagos. Se trata de un a
con aspectos como la ami stad, la intimidad, el amor, se ri e de fun cion es psicosoc iales del protagoni sta y de
la protección o la unión; impli ca n la uni ón entre per- los otros personajes que apa recen en la hi stori a, so n
sonas a través de relacion es cá li das, afectuosas y co- prototipos de personajes que regul an el autoco ncep-
municativas. Los temas son: to. Fun cionan, en rea li dad, co mo esquemas sociales
de regul ación de la co nducta, es decir, co mo patron es
■ Amor-Amistad que defi nen lo que se espera de determinadas formas
Se experimenta un aum ento del deseo amoro- de ser. Se les pueden ap li ca r todos los cr iterios de fun -
so o de ami stad hacia otro. La relación debe ser cionami ento y procesamiento de los auto-esq uemas
entre igua les, por lo que no se incluye la cri an- cogniti vos (Ma rku s y Smith, 1981).
za o la protección. Para que el tema se puntúe, En la hi sto ri a de vida, los im agos so n las funciones
el amor o la amistad deben ser cru ciales para y ca racterísticas de los personajes qu e están subsumi -
que se desarro ll e un a relac ión co ncreta. Pasarlo dos en ell a, pero no constitu yen la tota li dad de la hi s-
bien o di sfrutar no es suficiente. En este sentido, toria, puesto que esta ti ene, además, o tros co ntenidos
puntúan en el tema las relaciones de nov iazgo (líneas temáticas, motivos princ ipales, va lores) y una
o relaciones significativas, pero no los li gues, estru ctura (trama, compl ejidad, co herencia). Pero los
las relaciones esporádi cas o los amantes con los imagos dan cuenta de la identidad personal y de las
que no se tenga una relación de vínculo. co nductas que se derivan de esta de un a manera previ-
sibl e. Cada persona otorga un valor afectivo a los dis-
■ Diálogo tintos im agos, que puede ser positivo, negativo o am-
El sujeto entab la un a relación recíproca y no biguo y las va lorac iones varían de una persona a otra.
in strumenta l co n otra persona o un grupo. Esta Un mi smo personaje puede acumul ar va ri os imagos,
relación es de tipo positivo y se trata de un fin en que definen de manera parcia l su identidad, aunque
sí mi smo. Las entrevistas o encuentros pl anifica- es posibl e que un personaje concreto esté defin ido por
dos no sirven, ni tampoco las co nversaciones o un imago puro, sin combin aciones.
encuentros desagradabl es, tensos o po lémicos. Los imagos son prod uctos culturales, que aunque
El diá logo no ti ene por qué ser profundo, una matizados por la persona, refl ejan la presión de un mo-
charl a sobre el tiempo o la com ida puede ca lifi- delo cu ltural dado acerca de qué identidades so n po-
ca rse de di álogo. sibles, vi ab les o aceptables en un sistema social dado.
Están definidos, en la sociedad occidenta l, por el cru-
■ Atención-Ayuda ce entre los dos grandes motivos. De esta forma, hay
El sujeto da ay uda, proporcion a atención, asis- imagos que refl ejan formas puras de ca pacidad, formas
tencia, cuidado, terapia a otro, ocupándose de puras de co munión, o formas mi xtas. Estos im agos es-
su bi enesta r. Las relaciones sue len ser entre per- taban ya presentes en la definición de los ca racteres de
sonas des iguales en términos de edad o estatus. los dioses y diosas de las mitologías indoeuropeas (en
La mayor parte de los episodi os de recibir ayu - los de la Grecia clásica, en el mundo roma no, en los
da (terap ia, trabajo) son ejempl os de cesión de panteones germánicos y es lavos). En la Tab la 10.1 pue 0

poder, no de atención. La excepción es cuando de verse una relación de los imagos occidenta les, hay
hay mucha amabilidad por parte de los amigos. ciertos imagos que cumplen func iones motivacional es
La idea de fondo es que a través de st t ma 1 de com uni ón y ca pacidad a un tiempo, otros que están
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Tipos de imagos occidentales relatos so li citados. Los indi cado res o índices de cohe-
rencia son cuatro:
CAPACIDAD
SÍ NO
■ Orientación
■ Sanador ■ Amante Eva lúa los elementos contextuales que proporcio-
■ Maestro ■ Cuidador na la persona, a través de los cuales la historia co-
■ Consejero ■ Amigo bra sentido para la audiencia. La narrativa se con-
■ Human ista ■ Ritualista textual iza por medio de una seri e de elementos:
■ Árbitro los personajes intervinientes en una medida que
■ Guerrero ■ Escapista (el que permita ayudar a comprender la experiencia rela-
■ Viajero huye) tada; la demarcación de un contexto temporal más
■ Sabio ■ Alternativo o menos preciso; la especificación de un contexto
(«outsider») social, donde la relaciones y dinámicas existen-
■ Produ ctor
tes entre los participantes queden palpables para
la mejor comprensi ón del episod io; y la especifi-
puramente centrados en la capac idad o en la comu- cación de un contexto personal del narrador que
ni ón, pero no en ambas cualidades simultánea mente y permita relacionar el epi sod io que experimenta
un grupo final qu e no está definido por ninguno de los el narrador con su estado psicológico en ese mo-
dos motivos básicos. Así el im ago de cuidador queda mento. Este índi ce trata de eva luar la forma en que
defin ido por una expresión motivacional puramente de los eventos que se relatan presenta n elementos
comuni ón, al igual que el de amante, pero el de sana- suficientes para describir lo que suced ió en el epi-
dor comb ina capacidad y comun ión. El escapista no sod io relatado. Asim ismo, a la hora de responder
está orientado ni a la co muni ón, ni a la capac idad. Por a las preguntas y acla raciones de las preguntas, el
otro lado, algunos otros imagos son más comp lejos, índice de orientación valora la idoneidad de la res-
como el del supervivi ente que tiene ca racterísti cas de puesta emitida a la pregunta de la entrevista, como
capac idad y al mismo tiempo de ausencia de ca paci- un elemento más en línea con lo anterior.
dad y de co munión . El análisis de im agos es puramen-
te cua litativo y su interés radica en el estudio del tipo ■ Estructura
de acciones que la persona deriva de los otros y de sí Este índice eva lú a la medida en que se desp lie-
mi sma a partir de los imagos que empl ea en la cons- gan los elementos estru cturales del episod io na-
trucción de la identidad. rrado: la ex istencia de un suceso ini cial o desen-
Quizá el sistema de análi sis de contenido más cadenante del episod io relatado; la pl asmación
elaborado que se ap li ca a las historias de vida, es el de un a respuesta a este evento por parte de la
de coherencia narrativa (Ad ler, Wagner y M cAda ms, persona en cualqui er nivel, sea con un pensa-
2007). En este caso, los indi cadores so n más de tipo miento, un plan de acción, una motivación, una
formal (cómo se co nstruye la historia) que de tipo emoc ión ... ; un intento de so lventar la situ ación
temáti co (motivos, imagos). Se defi nen un a seri e de en relación con la respu esta anteri or; y, la con-
ca racterísti cas formales y cada una de ell as se valo- creción de la co nsecuencia del intento anterior.
ra, para un a histori a dada, según una esca la likert que En definitiva, se eva lú a la continuidad lógica y el
puede variar de estudio a estud io (1-5, 1-7), siendo 1 ca rácter de ca usa lidad de los elementos que se
siempre el va lor más bajo. Como en todos los análisis mu estran en el episodio.
de contenido, es necesario un entrenami ento de los
ju eces que valoran las histori as. ■ Afecto
La coherencia es el grado de adecuac ión de la hi s- Evalúa la va loración emociona l que la persona
toria a una seri e de criterio s formales, es decir, la cuan- hace del episodio. Se ti ene en cuenta el uso de
tía en que la histori a está integrada, bien construida un lenguaje emoc ional, la ca rga afectiva que
forma lmente y adqui ere verosimi litud. Se puntúan por transmite el relato aunque sea de forma imp lícita;
sepa rado cada uno de los episodios o aspectos que con este lenguaj e ca rgado de afectividad la per-
integran la entrevista. Es decir, si fuera un a historia de sona entrevistada remarca por qué los sucesos re-
vida, se eva lu arían los índices para cada episod io re- latados merecen ser relatados, au nqu e se p lantee
latado, para cada futuro alternativo, para los distintos de modo meramente form al, por ejemplo, formu-
puntos de inflexión, etc. Si lo que se piden son relatos lando un a pregunta sob re lo justo o dramático
sepa rados, se va loran para cada ep isod io so li citado. de un suceso sin que necesa ri amente aparezcan
Fin almente, se puede calcu lar una media de todos los adjetivos que puede resultar evidentes.
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

■ Integración miento de dos sistemas de significados), la perspectiva


Se refiere al grado en el que un episodio o relato puede camb iar de modo profundo. En pal abras de Van
se integra en el marco global de toda la histo- Glasersfeld, «no se puede ver que no se ve lo que no
ria de vida de la persona, de una forma en que se ve», por lo que es la interacción con el otro el úni-
las contradicciones y ambigüedades son supe- co procedimiento posibl e para poder «ver» lo que no
radas en una síntesis y se produce una histori a es visible desde nuestra propia posi ción. Por ello, toda
resultante donde todos los aspectos quedan uni- construcción de una narrativa es en el fondo un acto de
ficados. Es decir, se evalúa cómo un episodio se ca-creación, un acto colaborativo (Seguí-Dol z, 2015 ).
pon e en relación con los otros, se interpreta en La historia se ca-crea y se diversifica a través de los co-
función de estos y se enmarca en el sentido am- mentarios que se hagan a la misma, la historia de vida
plio de la identidad que emerge de esta historia inicial puede ser mati zada introduciendo una seri e de
de vida unificada. preguntas estratégicas que recaben nueva información
y que hagan centrarse al cli ente en otros elementos,
Los índices de coherencia se han utili zado para en otra versión de la historia. Por ejemplo, si una mu -
valorar historias de vida de person as sin patologías y jer ha ce ntrado su histori a ini cial en su sintomatología
los relatos de los el ientes durante su experi encia psi - ansiosa (ataques de páni co) pero sistemáticamente, en
coterapéutica, así co mo, sus vínculos con el grado de su descripción, aúna los ataqu es co n un contexto de
bienestar subjetivo (Adler, Wagn er y M cAd ams, 200 7). confli cto marital, entonces el terapeuta podría pregun-
A medida que la puntu ación en los distintos índi ces tar acerca de qué cree ell a que está habl ando cuando
mejora, tambi én lo hace la percepc ión del bien es- describe sus ataques. En algún momento, indi ca rá que
ta r. En person as afectadas por tras torno mental grave, los ata ques se vin culan a sus probl emas fami li ares y, a
todos los índi ces (excepto afecto) di scriminan entre partir de ese momento, puede elaborar una historia en
aquellos que ti enen valores adecuados e inadecuados la que ell a no es básica mente una persona enferma que
de fun cionamiento en el eje V del Manual Di agnósti co padece un trastorno (ataques de páni co), sino alguien
y Estadístico-IV ele la Asociación America na de Psi- que está involucrada en un probl ema fami li ar, una de
quiatría (por encima o debajo ele 70; Ga rcía-M artín ez, cuyas manifestaciones son los ataques. El objetivo sería
Reyes-Vargas y Resurrección-Castill o, 2017). entonces, resolver o ca nali za r la problemáti ca famili ar.
Un protoco lo semejante, pero centrado en un único Es decir, la elaborac ión de la historia de vida es una
recuerdo, definido como muy releva nte subjetivamen- tarea que rea li za fundamenta lmente el cliente, pero la
te para co nocer la identidad y propósito de vida de la misión del terapeuta es actu ar como un perturbador
persona a estudi ar, es el procedimi ento de recuerdos estratégico cuando sea necesa rio, remarcando puntos
autodefinidores (S inger y Sa lovey, 1993) . En este caso de vista altern ativos y pidi endo información sobre as-
el recuerdo que se pide debe ser vívido, repetitivo (en pectos no dichos. Por ej emplo, si algu ien sólo habl a
el sentido de que la person a lo evoca muchas veces) y del trabajo, sería necesa rio preguntar por su vida fa-
que tenga sentido para entender la propi a identidad. El miliar y los ami gos. La hi stori a alternativa queda así
procedimi ento de análisis se basa tambi én en un pro- co-constru ida.
toco lo de ca tegorías de contenido previas de ca rácter Sigu iendo el protoco lo de la histori a el e vida , se
motivacional. pu ede encontrar información sobre los siguientes as-
pectos:

3.3. Utilidad de las historias de vida 1. La red relaciona l de la persona. Aparece infor-
y aspectos a considerar en su mación de personas que son relevantes para el
aplicación cliente y cuál es el papel que desempeñan en su
vida. Esta información se encuentra en varios de
Las historias de vida son, en su uso psicoterapéu- los apartados de las entrevi stas (capítulos, pun-
tico, fundamentalme nte un instrumento para el co- tos de inflexión, futuros, relatos culturales y, a
nocimiento de la historia inicia l del cliente. En este veces, el desafío vital).
sentido, podría decirse que son una estrategia de eva- 2. Las meta s y objetivos del cli ente (aspectos mo-
luación postmoderna. No obstante, hay que tener en tivaciona les), que aparecen en el desa fío vital y
cuenta que no pueden ser utilizadas como técn icas la descripción de los futuros alternativos, aun-
de auto-ayuda. Desde una posición puramente cons- que pu eden incluirse tambi én en la descripción
tructivista, la realidad siempre se contempl a desde la de los episodios.
perspectiva o esquema que la person a emplea, sólo 3. Contenidos cognitivos y de valores que confor-
cuando se produce un acto comunicativo ( 1 acopl a- man la visión del mundo del sujeto. Aparecen
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

sobre todo en la descripción ideológica y de va- la apoyaba y había co nseguido trabajo. Coinci-
lores, en el tema vita l y en el relato de episodios día básicamente co n su noviazgo, pero incluía
y momentos críti cos. Los títu los de los episodios algunos de los primeros años del matrimonio.
tamb ién informan de lo que es releva nte para el El título que le dio fue felicidad, ya que es la
cliente sensación que tenía identificada co n ese capí-
4. Las estrategias de afrontamiento que se utili za n tulo.
se refl ejan, sobre todo, en el recuento del desa- 4. Una etapa que abarca la mayor parte de los años
fío vital y de los futuros altern ativos (espec ial- de matrimonio, ca racterizados por un aumento
mente, en el negativo). Información sobre la re- del co ntrol por parte del marido y la apari ción
so lución de problemas puede apa recer tambi én de la violencia, que fue pasando de formas psi-
en la descripción de los episod ios y momentos co lógicas a la física. Este capítulo termin a cuan-
críticos. do decide separarse. Durante este periodo tuvo
5. Los moduladores y limitaciones (hab ilidades y que desempeñar suces ivos trabajos para hacer
estresores) que afectan a su vida. Aparecen fun- frente a las necesidades familiares, lo que en
damenta lmente en el estudio de los futuros al- ocasiones era motivo de peleas. El título de esta
ternativos y en el apartado de relatos cu lturales. etapa es decepción.
Una ventaja ad icional del procedimiento es que 5. La etapa actual, ya separada de la pareja y que
co ntempla exp líci tamente el impacto de fac- abarca ba apenas el último año de su vida. Es
tores (narrativas) culturales, lo que lo aleja del un momento ambi guo, en el que co nviven la
sesgo exces ivamente individualista que ti enen confusi ón respecto a su futuro y el alivio por no
la mayor parte de los modelos psico lógicos ac- tener que vivir bajo el maltrato. La tituló cruce
tua les. de camin os, porque creía que tenía que tomar
6. Aspectos relacionados co n su personalidad y decisiones y que debía acertar con en el ca mino
co n los acontecimientos releva ntes de la vida, a tomar.
especialmente desde el punto de vista de las va-
riaciones de su identidad. Este componente se Identificó el punto cumbre con el día de su boda,
exti ende a lo largo de toda la historia de vida. para ella fue el momento más fe li z de su vida, ya que
Este relato personal proporciona información suponía ini ciar una nueva vid a y abandonar el confli c-
más rica que una anamnesis basada en pregun- to cas i continuo que había tenido co n sus padres. Una
tas cerradas o en criterios expertos . boda con alguien a quien quería era «el no va más de
sus objetivos». De hecho, vivir co n una persona ama-
Un ejemplo mu y sintético de la información que da sigue siendo un objetivo fundamenta l para Urraca.
se puede extraer de una hi stori a de vida es este, el El punto suelo lo identificó co n una de las agresiones
caso de Urraca, una muj er que ha sufrido vio lencia de de su marido, durante la cual se di o cuenta de que su
género. Este caso está tomado del capítulo 2 del libro vida ya no era la historia de amor que había previsto.
Técnicas narrativas en psicoterapia (García-Martín ez, Solo mencionó un punto de inflex ión, una agresión
2012 , pp. 72 -78). Urraca 7 divide su histori a en cinco del marido delante de sus hijos, este suceso le lleva a
grandes ca pítulos: separarse e, indirectamente, a buscar ayuda psi co lógi-
ca. El impacto de ese momento en su vida fu e hacerl a
1. La infa ncia, que define como un momento fe li z. consciente de la necesi dad de actuar.
No le da ningún título persona li zado y la llamo Se pudi eron identifica r una se ri e de personas rele-
simplemente infancia. Para ell a fue un momento vantes: marido, sus dos hijos, sus padres (con los que
sin preocupaciones, y se vería cuidada por sus no mantenía una relación estrecha), pero tambi én tres
padres y abu elos. ami gas, un hermano, compañeros y compañeras de
2. La adolescencia, ca racteri zada por confli ctos trabajo y, hasta su muerte, sus abuelos. Las ami gas, el
co n los padres, por un lado, y por la búsqueda hermano y algunos compañeros de trabajo eran vistos
de diversi,ón, por otro . La tituló p eleas, ya que como personas buenas y que le ayudaban.
para ella las peleas con sus fami liares fueron lo Su desafío vita l lo concretó en la búsqu eda de re-
más destacado de esta fase. cursos para su fami li a, durante el cap ítulo de decep-
3. La etapa en la que conoce a su marido, el pe- ción. Había estado sin trabajar desde algunos meses
ríodo más fe li z de su vida. Percibía que en este antes de casa rse y las necesidades económi cas le ll e-
momento había tenido a algui en que realmente varon a tener que buscar empleo, lo que le hi zo tener
probl emas co n el marido, que no estaba de acuerdo
7
Nombre impostado. co n que ell a trabajase. Tuvo que adapta rse a trabajos
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

que no había desempeñado antes. Se le indi có que ll a- se indagó si alguna vez se había enfrentado a algo sin
maba la atención de que el desafío vital estuvi ese más pel ea r (sin ser agres iva con los otros). Comentó que la
re lacionado con los motivos de capa cidad que con búsqueda de trabajo le había llevado a tener que con-
elementos relacionados con la vida familiar (casa rse, vencer de la neces idad de ello a su marido, y que la
ser madre) . Ell a respondió que ambas cosas estaban fa lta de acuerdo al respecto no siempre había supuesto
1igadas entre sí, ya que trabajaba para sacar adelante una pelea, solo algunas veces.
a su fa mili a. No identificó con cla ridad el tema vita l, pero creía
Valoró como influencias negativas las siguientes: a) que su vida había sido «un rosario de esfu erzos para
sus padres, que le empuj aron a querer sa lir de casa, ser feli z», para co nseguir estar bien consigo mi sma y
pa ra lo cual necesitaba un hombre, según las normas con una parej a, pero que esto último no lo había co n-
sociales; b) esas normas sociales; c) haber tenido que seguido. Se le indicó que esto lo había alca nzado en
abandonar sus estudios deb ido a la escasez de recur- algún momento, pero que es posib le que su valoración
sos fa mili ares, pensaba que si la vida hubiera sido más hubiese ca mbi ado a lo largo del tiempo y respondió
cómoda las cosas hubi eran ido mejor. Las influencias que aunque era cierto que hab ía sido fe liz co n su pare-
pos itivas fueron: a) sus ami gos; b) su propi a experi en- ja en algún momento, la relación le había perjudi cado
cia de la vida (« lo que se aprende en la ca lle») que le finalmente, de lo que aprendió que solo son buenas
había servido para afrontar y superar probl emas. Su las buenas relaciones. No añad ió ninguna otra infor-
marido era ambivalente, por un lado, una influencia mación.
nega tiva, ya que la hab ía maltratado y le hab ía forzado A la lu z de este ejemplo, pu ede quedar cla ro que
a ca mbi ar sus objetivos vitales (romper un matrimonio las hi stori as de vida pueden ser una buena estrategia
que fu e feli z en algún momento), pero valoraba posi- para iniciar una terapia, ya que van a permitir generar
tiva mente el hecho de que le había dado momentos hipótesis clíni cas persona li zadas y son una herrami en-
de feli cidad al princ ipio de la relación. Se le indicó a ta mu y útil para la formul ación de caso. Si se op ta por
U rraca que parecía asumir que las mujeres necesitan elaborar la histori a ele vicia, lo coherente sería cerrar
un hombre para ser fe li ces o para irse de casa de los la terap ia co n una segunda narración sobre ell a, para
pad res y acla ró que eso lo pensó en el pasado, pero determinar cambi os y darle al cl iente la oportunidad
que ahora veía que las cosas podían ser di stintas. de cotejar de una manera co ncreta su ca mbi o de pers-
No profundizó mucho en el aspecto de las influen- pectiva sobre su vida y el problema que le ha traído a
cias relac ionales y culturales, pero sí era consciente de co nsulta.
que, a lo largo su vida, fa miliares y ami gos le habían in- Por supuesto, el uso de la historia de vida es com-
sistido en que lo adecuado era «buscar un buen hom- plementari o co n la ap li cac ión de otras formas de eva-
bre que te trate bien y te haga fe li z» . También dijo que luación. Dado que son epistemol ógica mente simil ares,
le gustaban las pelícu las románticas, del tipo «chico es mu y adecuado utili za r tambi én la técn ica de rejill a
conoce chica» y «comen perdices». Se indagó en el pa- (véase Ramírez y Feixas, en este mismo volumen). Si
pel que esos mensajes podían haber tenido en su deci- la hi stori a de vida proporciona una visión longitudinal
sión de casa rse y en su objetivo de ser feliz co n algui en de la construcc ión de significado, la rejilla aporta una
y asumió que era probabl e que esto le hubiese podido visión más foca l izada y puntual de dicha constru cción,
influir. Sobre las películas románticas, indicó que eran más centrada en la manifestación concreta y actual del
muy bon itas, pero que no refl ejaban la vida rea l. probl ema. Además, pueden utili zarse como elementos
En cuanto a los posibl es futuros, el positivo consis- de validación u ori entación de hipótesis cuestionarios
tía en enco ntrar un trabajo mejor y una nueva pareja de sintomatología como el SCL-90- R de Derogatis o
que acepta ra a sus hijos. El negativo era que las difi- las distintas vers iones del Cuestionari o de Resu ltados
cu ltades económi cas co ntinuaran y su descripción se Terapéuti cos (OQ) de Lambert. Si se ve co nveni ente,
centró en las es trategias que debería usar para criar a deben usarse instrumentos que evalúen trastornos es-
sus hijos sola y co n malos trabajos. pecíficos para afin ar la definición del caso .
En el ámbito de los valores y la ideología solo deta- Dado que es necesa ri o que la información se gra-
ll ó que entre sus va lores se enco ntraban la honestidad be, se debe co ntempl ar un protocolo de autorización
y el no hacer daño a los demás. Le gustaba ser sincera de la grabación, que se firma al principio del pro-
y evitar los co nflictos y peleas. Acl aró que posib lemen- ceso y en el que se pueden aprovechar para indica r
te por eso hab ía aguantado tanto tiempo el maltrato de cualquier aspecto relacionado co n el uso de los da-
su marido, era experta en evitar peleas, lo que a veces tos. Como la grabación no es protocolo habitual es
le llevaba a no enfrentarse a las personas agres ivas o co nveniente «vender » su necesidad. Una form a útil
malca radas. Se le preguntó por el papel que había te- de hacerlo es indica r que, dado que la intervención
nido en su vida el binomio no hacer daño-no pelear y posterior se va a basar en el sentido que la person a da
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y cont extos

a su experiencia, es necesa rio disponer de algún tipo ral de la Conducta Social (SASB, en sus siglas en inglés,
de datos que indiquen de manera precisa cuál es ese Benjamín 1973). Contempla tres dimensiones o focos,
sentido y eso no es más que las palabras de las per- las dos motivacionales y la dirección de la conducta
sonas en la conversación co n el terapeuta. Dado que (hacia uno mismo o hacia el otro). El modelo ha teni-
es imposible recordarlas con exactitud, la grabación do un amplío desarroll o y todavía se usa como forma
es la ga rantía de un análisis adecuado. Esto es espe- de planificar intervenciones terapéuticas (Benj amín,
cialmente cierto cuando la intervención se va a basar 2002; Benjamín, Rotheweiler y Critchfield, 2006).
en técnicas constructivistas destinadas precisamente a Basándose directamente en la propuesta del SASB
trabajar con el ca mbio de significado. De este modo, (Criths-Christoph, Demorest y Connoll y, 1990; Demo-
la grabación cumple metafóri camente el papel de los rest, 1995) desarrollaron una derivación de la misma (el
análisis bioquímicos o de las radiografías en la med i- modelo QUAINT, Evaluación Cuantitativa de Temas In-
cina y de hecho es conveniente forzar esa asimil ación, terpersonales), utili za ndo un modelo teórico basado en
la grabación es lo que permite anali za r el mundo de el concepto de transferencia. Al igual que el modelo an-
significados del cliente. terior, se trata de loca li za r categorías preestablecidas en
Por último, reiterar que las histori as de vida son el discurso del cliente para diseñar un plan de interven-
una estrategia fascinante para lograr que el cli ente de ción que permita hacer frente al patrón problemático
sentido a su experiencia. Organizar los recuerdos en que se loca lice. Este modelo se describirá con más pre-
una histori a significativa es el primer paso para recons- cisión a co ntinuación, como modo de ejemplificar las
truir las perspectivas personales: sólo se pueden alterar distintas propuestas basadas en categorías de contenido.
los textos que previamente ex isten. La experiencia que Un tercer modelo parecido, ta mbién dentro de un
todav ía no se ha puesto en palabras está en el limbo de marco psicodinámico, como el QUAINT e igua lmente
lo no dicho, de lo que no tiene aú n significado (Gada- basado en el concepto de transferencia, es la eva lua-
mer, 1977), por ello, ante todo es necesa rio relata rl a. ción a través del protocolo de Tema Central del Con-
Como titula García M árquez en su autobiografía, hay fli cto Relacional (CCRT, Luborsky & Crits-Chri stop h,
que vivir (la vida) para contarla, y como indi ca Pasca l 1990; López del Hoyo, Áv il a y Pokorny, 20 11 ). En este
Mercier en «Tren nocturno a Lisboa» , «la vida no es lo caso, las categorías se relacionan con el deseo central,
que vivimos, sino lo que im agin amos vivir ». la repuesta evocada en los otros y la reacción perso-
nal a la co nducta de los otros (López del Hoyo, Ávila,
Pokorny y Albaní (2004), para una versión en castell a-
no de los cr iterios de cod ificac ión).
4. EVALUACIÓN CON RESTRICCIONES Los tres modelos se basan en una idea similar, co n
AL TEXTO: SISTEMAS DE independencia del modelo teórico subyacente, el dis-
CATEGORIZACIÓN A TRAVÉS DEL curso o la acción refl ejan temáticas globa les que cons-
ANÁLISIS DE CONTENIDO tituyen el patrón esencial del prob lema del cliente.
La cod ificac ión de esas temáticas permite detectar el
Se trata de procedimientos adecuados para eva luar patrón, para posteriormente programar una interven-
temas problemáticos que aparecen en el relato de la ción co rrectiva. El patrón ti ene siempre un carácter
persona. Son, por tanto, procedimientos de eva luac ión relacional, está basado en cómo la persona reacciona
de material clínico que surge directamente en la se- ante los demás y en cómo los demás se comportan en
sión terapéutica. relación con la persona. Las ca tegorías, como en todo
Aunque son diversas las tradiciones teóricas en las análisis de co ntenido, son ex haustivas e inclusivas, es
que se han basado estos procedimientos, el marco decir, cubren todo el ámbito posible de la respuesta
predominante es el psicodinámico, si bien, dado que relacional y determinado co ntenido corresponde úni-
la descripción de las catego ri zac iones son operativas ca mente a una categoría. Los tres procedimientos re-
en todos los casos, pueden utili za rse sin necesidad de quieren un entrenami ento clínico intenso, pero quizás
una adscripción cerrada a este modelo teórico. el más sintético de los mi smos sea el QUAINT, dado
La lógica d!= todos estos modelos es el desarroll o que utili za, en su versión más simple, apenas 8 catego-
de un sistema de catego rías predeterminadas que sir- rías por foco. En los modelos originales del SASB estas
van para valorar conducta interpersonal y que tienen podían ser 32 por focos y el CCRT tiene 13 en el tercer
en cuenta, en mayor o menor med ida, los dos grandes nivel de codificación (que sería el equ iva lente a las del
motivos (comun ión y capac idad) establecidos por Mu- QUAINT) y más de 100 en el nivel más micro (qu into
rray en su trabajo sobre motivación inconsciente. El nivel de cod ificac ión).
primer enfoq ue en desarrollarse en este ámbito (y fuera A continuación, se describirá el uso del QUAINT,
de la tradición psicodinámica) fue el Análisis Estructu- como ejemplo de todos estos modelos. El punto de
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

partida es que en toda narrativa se manifiestan deseos, nando en la categoría. Lo mism o para la aprox imació n
co nductas y afectos de la propi a persona, así como al eje de ordenadas. En el QUAINT se utiliza un sis-
deseos y conductas de los demás. Afectos y co nductas tema si mplifi cado de 8 subcategorías motivacionales
pueden ser transitivas (es deci r se desea algo del otro o para cada foco (4 puras, que corresponden a las dos
se hace algo al otro) o intransitivas (deseos y conductas polaridades de cada motivo), y 4 mi xtas (una para cada
se dirigen hacia el propio yo). La categoría de deseos cuadrante) que está asociada a una influencia combi-
personales es necesari amente intransitiva, sólo es po- nada y simil ar en intensidad de ambos motivos . En la
sib le conocer los deseos de uno mism o. Fi gura 10.1 puede verse una adap tación de las catego-
Deseos, conductas y afectos está n orga ni zados en rías propuestas (tom adas de García-Martínez, 2012).
dos dimensiones motivac ionales: una de comunión Estas representaciones gráficas son útiles, ya que
y otra de capacidad. Es decir, se recurre también al permiten loca li za r rápidamente el tipo de co nductas o
uso de los dos grandes motivos interpersonales defi- afectos que hay que prescribir al cliente o que hay que
ni dos por Murray en sus estudi os sobre la motivación buscar en una nueva narrativa. En un mi smo eje de
inconsciente. Estas dimensiones son independientes. coo rdenadas (foco), las categorías opuestas entre sí en
Pero, a su vez, ambos motivos ti enen dos polarida- 180° son incompatibles (e l deseo de emanciparse es
des, una positiva (e l motivo se alca nza) y otra negativa el opuesto a autoco ntro larse o co nvertirse en el due-
(el motivo no se alcan za). Por ejemplo, amar a alguien ño de sí mi smo), no pueden darse simultánea mente
es positivo para el motivo de co ntacto, y odiarlo es en una misma persona. Las categorías que ocupan la
negativo. Deseos, co nductas o afectos pueden refl e- misma posición en ejes de coordenadas distintos son
jar una sola de estas motivaciones, pero también en complem entarias (por ejemp lo si algu ien trata de en-
muchos casos pueden estar afectados por ambas a la tenderme -co nducta transitiva-, lo hab itual es que yo
vez . Por ejemplo, la conducta de distanciarse tiene me sienta excitado o animado por ese interés -afec-
una polaridad positiva para el motivo capac idad, pero to intransitivo-). Las catego rías complementari as son
negativa para el de comuni ón, me distancio porque aquell as que pueden darse simultáneamente en una
puedo o quiero, pero también porque no estoy a gusto misma persona. En distintos ejes de coord inadas, las
con la otra persona. catego rías que ocupan la posición de la opuesta de la
Se asume que, como en cualquier narrativa hay complem entaria, es decir la que se sitúa a 180°, son
vínculos de tipo ca nónico, es decir esperab les, entre ca tegorías alternativas, las que tendrían que ponerse
sucesos. De manera que ciertos afectos, cond uctas o en marcha para co nseguir un resultado opuesto al ac-
deseos son co mpatibles o incompatibles entre sí. De tua l, lo que generaría una narrativa de tipo distinto, un
esta forma, algunas categorías son opuestas. Por ejem- nuevo ca mino de acción.
plo, el amor es opuesto al od io a través de la dimen- Por ejemp lo, si una persona dice que se distancia
sión de co ntacto; pero esta r apático es lo opuesto a es- de otros (conducta intransitiva), podría se r el refl ejo
ta r interesado, como combinación de ambos motivos de que desea sentirse respetado, pero no lo consigue
(el apático tiene una pol aridad nega tiva en comuni ón, (deseo): respeto y distanciamiento son altern ativos en-
pero positiva en capac idad, mientras que el interesado tre sí. Entonces pod ría empezar a interesa rse por el
tiene una polaridad positiva en co munión, pero nega- otro (es decir, a indaga r los motivos de la co nducta
tiva en ca pacidad). La representación gráfica habitual de éste), el interés es una conducta transitiva com-
de cada foco (conducta, deseo, afecto) suele ser un pl ementari a del respeto . Posiblemente eso lograría
círculo dividido en cuatro cuadrantes (las interseccio- que el otro se mostrase co nfiado (conducta intransi-
nes entre los dos motivos) siguiendo un modelo de tiva) y desb loquearía su posición de distanciamiento
coordenadas cartesianas. La línea de abscisas hace re- (dista nciami ento y confianza son opuestos), pasando
ferencia al motivo de com unión, contacto o intimidad; a cua lqui er otro curso de conducta posible y a cual-
la línea de ordenadas es la del motivo de ca pacidad o qui er otra interpretación de la narrativa. Este procedi-
agencia. Las manifestaciones positivas de cada motivo miento puede gui ar la co laboració n entre el terapeuta
son, respectivamente, el va lor derecho de abscisas y el o co nsejero y cliente para generar nuevos marcos de
superior de ordenadas; para las negativas, la posición significado.
izquierda de accisas y la inferi or de ordenadas. Estos sistemas de categor izac ión son útiles para
En el trabajo ori ginal de Benj amín (1973), cada formul ar el ca mino de la intervención y para generar
cuadrante estaba compuesto por 8 subcategorías, que hipótesis clínicas, pero no permiten elaborar diagnós-
iban cubriendo progresivamente el arco de cada cua- ti cos diferenciales. Aunque hay determinadas secuen-
drante y co rrespondía n a comb inaciones mixtas entre cias de catego rías que configuran patrones que sí está n
los dos motivos. A med ida que se acercaban más a la vincul ados a un diagnóstico concreto (Crits-Chri stoph,
posición del eje de abscisas, este motivo iba predomi- Demorest, Muen z y Baranackie, 1994).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

CATEGORÍAS RELATIVAS A DESEOS CATEGORÍAS INTRANSITIVAS DE AFECTOS


Emancipado Liberado

Ignorado

Odiado Amado Disgustado Amado

Crítico Respetado

Siendo mi propio dueño Desamparado

CATEGORÍAS TRANSITIVAS DE AFECTOS CATEGORÍAS TRANSITIVAS DE CONDUCTA


Permisivo Liberando/ Olvidando

Ignorando

Hostil Afectuoso Atacando Aproximando

Cuidando

Poderoso Controlando

CATEGORÍAS INTRANSITIVAS DE CONDUCTA


Separando/Siendo asertivo

Abriendo

Protestando Conectando

Evitando Confiando

Contacto

Catego rías utili zadas e n e l método QUAINT (adaptado de De rno rest, 1995)
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

so lida por razon es tanto madurativas como de


S. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES co ntextos de aprend izaje hasta el f in al del perio-
AL TEXTO PERO SIN CRITERIOS do preesco lar (Nelson, 1993). Se p ide tambi én
HERMENÉUTICOS: EL ANÁLISIS al paciente que, en su casa, bu sque recuerdos
DEL PROVECTO VITAL de esos años (ca rta s, fotos, notas del co legio, pe-
riódicos viejos, juguetes, obj etos que co nserve y
Mi entras que las hi storias de vida so n estrategias di - qu e le sirva n de recuerdo, etc.) y hab le con sus
rectamente foca l izadas en la co nstrucc ión de un relato fami liares y amigos acerca de tiempos pasados.
sobre la identidad, hay otras estrategias que permiten Todo lo necesario para enriquecer y potenciar la
co nstruir el sentido del sí mismo a partir de indi cios rem emoración.
de memori a o evocac ión de recuerd os. En estos casos, Una variac ión que se puede incluir en esta pri -
la construcc ión de la identidad es el prod ucto de un mera fase, es induc ir un es tado de relajació n en
esfu erzo de enl ace y síntes is entre indi cios que al pri- el cliente y pedirle que relate acontecimi entos
nicipi o están dispersos. Cuando se usa n estas estrate- significa tivos de distin tas etapas de su vida a
gias, se fomenta en el cli ente la ca pac idad de recordar, través de una espec ie de regresión gui ada. Esta
a partir de un c riteri o que busca ini cialmente más la vari ac ión se incluye hab itualm ente en la primera
ca ntidad que la ca lidad o pertin enc ia, lu ego se hace fase (evocac ión de recuerdos) de la terapia cog-
una se lecc ión de recuerdos. nitivo- narrativa (Gonc;a lves, 2002).
Una de estas estrategias es el análisis de proyecto
vital. Se trata de una técn ica propuesta por Mi chael ■ Recomposición de la vida
J. M ahoney (199 1). Pretende hacer reco rdar sucesos Se trata de apli ca r es trateg ias que permitan
de su vida y hacerl e ver que toda ell a no es más qu e que la perso na eva lu ada estab lezca patrones o
el desarro ll o de una elecc ión hecha para dar sentido vínculos entre distintos recuerdos o pa rtes de
a las experi enc ias co n que se ha enfrentado . Las re- su vida. Es ell a qui en debe elegir el procedi -
so nancias ex istenc iales en este modelo son más que mi ento: sistemas lin ea les de avance progres ivo
evidentes. a través de los años; sistemas de cuadrantes,
La técn ica se trabaj a siguiendo cuatro fases : enca jando rec uerd os en dos o tres grandes ca-
tegorías co n ex tremos co ntrap uestos (como si
■ Creación del inventario de los recuerdos fuera un a tabl a de co ntingenc ia), sistemas por
El procedim iento co nsiste en elaborar un inven- opos ic ión, ubi ca ndo los rec uerdos en preferi-
tario de la vida. Se sug iere encabeza r una serie dos y ave rsivos, etc. Se deben discutir co n la
de folios en bl anco co n los números de todos y persona las impli cac iones de la organizac ión
cada un o de los años de su vida, más uno (el año que ha rea li za do y có mo afecta esto a su senti-
cero). Este últim o corresponde al momento de la do de sí mi sma.
co ncepc ión, y se usa para ga nar co nciencia de
las c ircun sta nc ias fam ili ares e intergeneraciona- ■ Viaje por la vida
les relacionadas co n el nac imi ento. Se trata, literalm ente, de hace r un vi aje a través
Una vez li stados los fo li os (los años de vida), hay de las experi encias que la persona se lecc ione,
que rell enarlos con todos los sucesos, recuerdos dejando al margen la mayoría de ell as. Es de-
y asoc iaciones que se sea capaz para cada uno cir, se utili za n solo los aspectos que la persona
de ellos. Ca ben todo tipo de evocacion es: sen- co nsidere interentes o releva ntes para el tipo de
timi entos, recuerdos, ca nc iones, rec uerdos ele hi stori a que desea contar. Se parte del trabajo
segunda mano (lo que se recuerda que dijeron previo de recompos ic ión y las paradas o estacio-
otras personas), películ as, notic ias que impacta- nes se extraen de aquell as que se han trabajado
ron, imágenes, etc. Es cas i como en la etapa ini- en la segunda fase.
cial ele tormenta de ideas de las técni cas ele re- El punto de partida es aqu el que la persona elij a.
so lución de probl emas, pero en lugar de ideas o A través del viaj e se suelen encontrar episodios
posibl es soluc iones, so n experi enc ias v itales. Si tremendamente ca rga dos de emocionalidad. Se
el inventario de un año requiere más ele un fo li o, trata de recuerdos ca rgados de significado pri-
se usa n las hojas adic ion ales que sean necesa- mario y muy escasa mente elaborados. Apare-
ri as. Cabe tambi én la posi bilidad de que un año ce n incluso experi encias que eran prev iamente
quede en blanco, esto es especialmente usual en d ifíci les de recordar qu e va n aco mpañadas de
los prim eros años de vida, ya que la ca pacidad fuertes manifestac iones co ndu ctual es y emocio-
de evocar rec uerdos autobiográficos no se con- nales.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Revisar la revisión vital tru yendo una espec ie de gui on que pueda dar cuenta
Por último, se propo ne a la perso na que revise de todos los eventos qu e conforman una mi sma pa uta.
toda la revisión, que reinterp rete e intente darl e A pa rtir de ahí, se trata de bu sca r altern ativas a este
sentido a los puntos oscuros y menos definid os, ciclo, utili za ndo para ello rec uerdos que conform an
en espec ial y, en general, a todo su proyecto de pautas o patro nes di stintos.
vida. Se pl antea n preguntas como: ¿A qué le En cuanto a los recuerd os con los que se trabaja
prestarías más atenc ió n a partir de ahora?, ¿Qué ini cialmente, pueden estar alterados, fa lseados, embe-
crees qu e es lo más significati vo de tu vida?, ll ec idos, rell enos co n recuerdos indirectos, mezcl ados
¿Qué crees que ha camb iado?, ¿Qué pautas o con recuerd os simil ares, lo impo rtante es qu e tenga n
patro nes te has dado c uenta qu e están presentes la ca pac idad de orga ni za r nu estra identid ad. Lo rele-
en tu vida?, ¿Cuáles han sido tus decisio nes o vante no es la verac idad para describi r qui énes so mos,
elecc io nes más importa ntes? sin o su va lidez para ex pli ca rl o. El c riterio de releva n-
c ia, no el de verd ad, es el que debe preva lecer.
La pi edra angul ar es que sea la perso na (no el eva-
lu ador) qui en redefin a el senti do de su vid a. El eva lu a-
do r puede acompañar con preguntas de cómo y po r
qué, pero no hacer interpretacio nes. 6. EVALUACIÓN SIN RESTRICCIONES
Compl eta r esta técni ca suele supo ner va ri as entre- AL TEXTO CON CRITERIOS
vi stas. El número vari ará en fun c ió n de la ca ntidad de HERMENÉUTICOS: EL ANÁLISIS
recuerdos y de la ca pac idad evocado ra de cada pa- TEXTUAL
c iente.
El análisis textual es un a técni ca de análi sis narra-
tivo prop uesta po r M anuel Vill egas (1992), un psico-
5.1. Utilidad de las técnicas de terapeuta catalán qu e ha sido profeso r en la Uni ve rsi-
evocación de recuerdos tat de Barce lo na. El mode lo se elabo ra a partir de las
propuestas del lingüi sta nee rl andés Teun A. Van D ijk
Tanto las historias de vida como el análisis del pro- (1980, 201 2).
yecto vital pa rten de dos elementos comunes, se basa n Se parte de la prop uesta hab itual en lingüística de
en el rec uerd o y en co nstruir un relato que dé sentido que todo texto di spo ne de un a estructura superfi c ial
a lo qu e se recuerda. El recuerd o no es inerte, no es y un a estru ctura profunda. La estructura superficial se
la recuperac ión de un dato, sin o qu e se trata de un a estudi a a través de métodos mo rfos intácti cos, referi dos
memo ri a de esquemas ca rga dos de significa do, a par- a la fo rma co n qu e se expresa el texto. El estudi o de la
tir de los cuáles se eli ge el significado que se qui ere estru ctura superfi cial es fundamenta lmente gramatica l.
tra nsmitir. Lo qu e se busca con estas técni cas es en- En general, un a buena estru ctura superfic ial requi ere
contrar regul arid ades, metáforas o temas perm anentes co nco rdanc ia, esto es, que haya correspo ndenc ia de
qu e den c uenta del signi fica do glo bal q ue la perso na género (e l sexo de los elementos del texto), nC1mero
da a su vida, que generen un prim er di sc urso sobre el (s ingul ar, plu ra l), caso (la fun c ió n de la palab ra: suj eto,
c ual poder trabaj ar. co mpl emento, verbo, etc.), tiempo (pasado, presente,
Se trata, en todos los casos, de genera r un contexto fu turo, ...), modo (indi cativo, subjunt ivo, imperati vo ... )
de trabaj o qu e esté ll eno de fo rm a mas iva de índi ces y perso na (prim era, segunda, tercera) a lo largo del tex-
(ta nto físi cos como emoc io nales) que permi ta n gui ar to. Sin embargo, el estudi o de la estru ctura superfi cial
la búsq ueda en nu estra memo ri a. Si esto se logra, no reve la cas i nada interesa nte acerca de los significa-
se podrán evoca r acontec imi entos de los cuales no dos del texto, porqu e su nivel de análi sis ni siqui era es
guard amos un rec uerdo definid o . Una vez loca li za- semánti co, ni mucho menos semiótico.
das las regul aridades, se pu eden b usca r altern ativas a
las mi smas. En general, loca li za r un a regul arid ad, un
c icl o repetitivo en las actuac io nes y en las narrativas 6.1. Modalidades discursivas
del cl iente supo ne haber encont rado un prob lema,
un a limitació n al desa rro ll o de su di sc urso (M aho ney, El análisis textual permite estu d iar todo tipo de mo-
199 1). dalidades di sc ursivas . Estas son di stintas tipo logías de
Co n independencia de la técni ca de recuperac ió n textos que se establ ecen en func ió n de sus iso morfi s-
de recuerdos que se use, un a vez loca li zados los patro- mos entre texto, co ntexto y co-texto.
nes o construida la primera narrativa, se profundi za en El texto es lo qu e se di ce. Un bu en texto ha de cum-
los si gnificados y emoc io nes que la compo nen, cons- plir un a seri e de condi c io nes, q ue se relacionan co n
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

las regul aridades internas del mismo: concordanc ia (a mero». Efecti va mente, esa es su dirección postal. Los
nivel superfi c ial), cohesión y coherenc ia. Cohesi ón y discursos lóg icos son perfectamente comprensibl es ya
co herenc ia se refi eren a que el texto trate siempre un que cumplen las condi ciones de coh erenc ia textu al
mismo tema y a que lo haga de form a organi zada . El (e l texto es comprensibl e por sí mismo), ca-textuali-
contexto, son las c irc un stanc ias que acompañan a la dad isomórfica (el significado del tex to y del ca-texto
ex presi ón. El contexto ha de cumplir las condi ciones ti enen el mi smo co ntenido) y contextu alidad pragmá-
de producc ión, recepc ión e interpretac ión extern as al ti ca (e l texto puede ser usado de una form a efectiva en
texto . El contexto de producc ión es el mundo social el contexto, no necesita ningún tipo de adecuación o
y person al en el que vive el autor y que influye en la encaj e posterior). En los textos lógicos, la correspon-
obra o relato que produce. El contexto de recepció n denc ia entre si gnifica nte y significado se dan tanto en
es el mundo soc ial o personal que afecta a un a obra el nivel de estructura superfic ial, como en el nivel de
o texto en el momento de su lectura, con indepen- estru ctura profunda.
denc ia de las que estuvieron presentes en el momento Un di scurso es analógico cuando, si bi en el con-
de produ cc ión. El co ntexto de interpretac ión son las texto es co mpartido por los habl antes, se requiere una
co ndic iones linguísti ca s, culturales y personales que re-co-textuali zac ión, pasa r los significados de un ca m-
se dan en el momento de decodifica r o dar se ntido po semántico a otro. Por ejempl o: «conozco a un tío
al texto. En la medida en que los tres contextos sea n que es un cabezón ». El ca-texto es que esa perso na
similares para autor y audiencia, la interpretac ión del es muy testaruda, no que tenga una ca beza de gran-
texto es más sencill a y análoga . Por último, el ca-tex- des dimensiones. Los di scursos analógicos incumpl en
to es el mundo de referencia, el contenido semánti co las cond iciones de ca-textu alidad (no hay isomorfismo
de lo que se ex presa. Las co ndic iones del ca-texto se semántico), y pa ra interpretarl os debemos recurrir a la
relacionan co n las correspondencias entre lo dicho y experienc ia, en la que encontramos los tex tos altern a-
su significa do. tivos isomórfi cos con el significado del di sc urso, es de-
Por ejempl o: si di go «¡Hay que ver como llueve ! », c ir, sa bem os por experi enc ia que cabezón es testarud o
el texto se refi ere a la sorpresa o admirac ión por el vo- o persistente. El hecho de qu e conozca mos los o tros
lumen de hidruro de ox ígeno que precipita en estado significados o ámb itos de la apli cac ión del texto es
líquido desde las nubes. El ca-texto, en este caso, sería lo que fac ilita la adecuac ión pragmáti ca de los textos
idénti co . Pero la pragmáti ca de la frase va ría en fun - analógicos. Esto se hace de modo automáti co y no es
c ión del contexto: si propongo la frase como un mero una tarea difíc il, pero en ocas iones (s ueños, delirios)
obj eto de análi sis, lo que pretendo es que se estudi e la el texto isomórfi co co n el signifi ca do no ha sido defi-
mism a, pero si está ll ovi endo a mares, no tengo para- nido y la interpretación requi ere esfu erzo. En un texto
guas y mi inte rl ocuto r sí, la cosa ca mbi a, ¡y mu cho !, lo analóg ico, la co rrespondenc ia entre significa nte y si g-
que quiero es que me ampare bajo el mi smo. nifica do so lo se da en el nivel de estru ctura profund a.
Por otro lado, si di go: «Es una roca». El texto se M etáforas, parábo las o simbo li smos so n ejempl os de
refi ere a que determin ado obj eto es un ejempl ar co m- este tipo de di scurso.
puesto por materi ales compactos conform ados por Un di scurso es p aralógico cuando para interpreta r-
cri stales o granos de un o o más min erales, de los que lo hay que recontex tu ali za rl o, crea r un nuevo co ntex-
está hecha la parte só lida de la Ti erra y de otros cuerp os to que haga pos ibl e la comuni cación, lo que obli ga a
pl anetari os. Pero, si el contexto es una conversac ió n c rea r un nuevo texto; es cas i el equivalente a traduc ir.
con una segunda persona respecto a una tercera, el Por ejempl o: «el o tro día me comí un b ombón, p or eso
ca-texto se refi ere a la fri aldad emoc ional o res istencia tu ve prob lemas con mi chica» . Lo relevante de este
de esta última, o sea, se describen las ca racterísti cas t ipo de di scurso es que no cumple las co ndi ciones de
de person alidad de la mi sma en términ os metafóri cos. contextu ali dad (l a adecuac ión pragmática o sa ber qué
Desde el punto de vista de la estructura profunda, quiere decir o para que sirve el texto) ni de tex tu alidad
podemos enco ntrar tres tipos de modalidades di scur- (no ti ene co herenc ia interna aparente), cu mpl a o no
sivas, en fun c ión de las correspondenc ias entre texto, la de ca-textualidad (co rrespondencia semánti ca entre
ca-texto y contexto. Estas modalid ades di sc ursivas so n texto y ca-tex to), y debido a ell o es, en rea lidad, un
la lógica, la analógica y la paralógica. fracaso comuni ca tivo. Ej empl os de este tipo de tex to
Un di scurso es lógico si hay isomorfismo entre tex- so n los diálogos absurdos, la fu ga de ideas, las ensa la-
to, ca-texto y contexto. O sea, lo qu e se di ce es lo que das de palabras, los textos herméti cos, etc. No obstan-
se quiere decir y el contexto es compartido por ha- te, es pos ibl e dar sentido a las paralogías si se di spone
bl ante y oyente (todos saben de qu é se está habl ando). de la informac ión adecuada. Así, una form a lóg ica de
Por ejemplo: «la Facultad de Psicología de la Universi- dar sentido a la paralogía anterior sería: «ayer mantuve
dad de Sevilla está en la Calle Ca milo José Cela, sin nú- relac ion es sexuales co n una desconoc ida mu y atracti-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

va, mi novia se enteró y tuve problemas co n ell a». En Para hallar la macroproposición se deber partir del
la Tabla 10.2 se indi ca n los criterios de textualidad, análi sis de las mi croestructuras del texto, lo que supo-
ca-textualidad y co ntextualidad que cumpl en los tres ne anal iza r las mi croestructuras.
tipos de discursos. Una microestructura es cualquier agrupa ción de
Para valorar un texto como un éx ito o un fracaso frases fuertemente cohesion adas, de frases que habl an
comunicativo se pu eden emplea r las máx imas de Gri- del mism o tema. Técn ica mente, se dice que es una
ce (1975), qu e indi ca n que un a comunicación debe unidad de redundancia. Es importante diferenciarlas
cumplir las siguientes ca racterísti cas: a) De cantidad: de frases o párrafos ya que, necesari amente, no tie-
dar la información qu e se precisa y no dar más infor- nen por qué co incidir con ell os. Lo cierto es que su
mación de la que se precisa; b) De ca lidad : no de- delimitación trasc iende la de las frases, especialmente
cir lo que se supone fa lso y no decir aquell o de lo en las com uni cac iones de tipo ora l, que suelen estar
qu e no se tiene evidencia; c) De relevancia: dar so lo menos organizadas que las escritas, ya que la unidad
informac ión pertinente y; d) De modo: evitar expre- de significado puede empeza r o terminar fuera de los
siones oscuras, evitar la ambi güedad, ser breve, ser lími tes estri ctos de las frases. No obstante, mu chas ve-
organ izado. Habitu almente las paralogías incumpl en ces, de manera operativa es la frase o un conjunto de
algun a de estas máx im as y, a veces, tambi én lo hacen frases relacionadas el materi al que se delimita como
las analogías. mi croestru ctura. El análi sis tex tu al sigue cuatro fases:

■ Detección de microestructuras
6.2. Las fases del análisis textual Se identifica n cada un a de las microestructuras
utili za ndo la red undancia. Habrá un a mi croes-
En todo acto comuni cativo intentamos transmitir tructura diferente cuan do haya un a redundancia
significados, esos significados son la estructura profun- diferente o, lo que es lo m ismo, ca da vez que
da, son el di scurso (lo que se quiere decir). Ahora bien, en el texto aparezca un a fuerte cohesión lexi-
esos significados di scursivos se transmiten a través de ca l, cada vez que un grupo de frases (o una so la)
textos que compon en la estructura superficial (l o que sean homogéneas entre sí y se diferencien de
se dice y tal y como se dice). Esta técnica consiste en las siguientes y las anteri ores. Cuando ca mbie
encontrar el discurso a través del análisis del texto. el tema de la mi croestru ctura, ca mbi ará la mi-
Se puede consid erar el di scurso como una macro- croestru ctura.
propos ición, un si gnificado global a co mun ica r y el Si un tema rea parece pero está sepa rado de su
texto como un compu esto de mi croestructuras creadas primera apa ri ción por al menos otra mi croes-
para expresa r la m acroproposición . Esta macropro- tru ctura, se trata de tres mi croestru cturas distin-
posición o matriz di scursiva está máx imamente con- tas. Las reiterac iones entre m icroestru ctura di s-
densa da y mínimamente determin ada. Es decir, es un tintas so n manifestaciones de co herencia, no de
resumen globa l de lo que se qu iere decir y se puede redund ancia.
ap li ca r a cualqui er forma de expresa rl o. Es el esquema H ay dos criterios para indi ca r las mi croestru ctu-
narrativo del individu o. Un texto, sin embargo, no es tá ras : segmentación o divi sió n temática exp lícita
condensado, no es la comuni cac ión de un a idea glo- (ejemplo: «voy a hablar de dos cosas ») y co-
bal, sino la de mu chas ideas subsidi ari as y está mu y nexión (o víncu los estru cturales entre mi croes-
determ in ado por esas ideas subsidiarias y por las pala- tructuras). Di chos vín culos pu eden ser ca usa les,
bras escogidas pa ra conformarl o. El texto es demasia- tempora les, de inferencia, etc. .. (ejemplo: «Eso
do concreto. quiere decir q ue ... »). Su utilidad rad ica en que
Comprender un texto es ll ega r al di scurso que lo al unir diversas mi croestructuras, las diferencian
propone, es decir, recorrer hacia atrás el ca mino que entre sí. Normalmente, las mi croestru cturas se
lo generó. indi ca n co n corchetes y un número sec uencial

Modalidades discursivas
Tipo de discurso Textualidad Ca-Textualidad Contextualidad
Lógico Coherencia Estructural Isomorfi smo Semántico Adecuación Pragmática

Analógico Coherencia Estructura l No Isomorfismo Semántico Adecuac ión Pragmática

No Isomorfi smo/
Paralógico Incoherencia Estru ctural Inadecuación Pragmática
Isomorfismo Semántico
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

Niveles de redundancia (adaptado de Villegas, 1992)


1. Redundancia Máxima. Proporciona una información mínima.
■ Reiteración: Repetir la misma palabra. Ejemplo: No podía hacer nada, no sentía nada, nada valía la pena.
■ Equivalencia: Enumeraciones basadas en la sim ili tud, b ien por ser sinónimos o ser hipónimos. Ejemplo: Había catalanes, vascos, gallegos,
castellanos.
■ Definición: Una microestructura o frase que explica el sentido de otra anterior. Ejemplo: Yo sé cuál es la solución. Echarlo todo a rodar.
■ Pertene ncia: Uso de la hiponimia, dando nombres específicos de uno más genérico. Ejemplo: No tenía que sufrir afrentas, ni ser despre-
ciado, ni que me golpeasen, ni que no me valorasen mi trabajo.
2. Redundancia Intermedia. Proporciona una información media.
■ Inferencia: Extracción de co nclusiones de algo ya expuesto. Ejemplos: Ya lo ves, tenía que hacerlo, le vantarme e irme. Teniendo en cuenta
cómo eran, no podía soportar más a aquella gente .
■ Condición: Añad ir c ircunstanc ias que ca mbian las co ndi ciones de cu mplimiento de un enunciado. Ejemplo: Puesto que no me quería,
no tenía más rem edio que dejarla.
3. Redundancia Mínima. Proporciona una información máxima.
■ Conjunción: Enumerar elementos de una serie, sean o no de la mi sma clase. Ejemplo: Entre mis relaciones puedo destacar: mi pareja, los
amigos íntimos, los conocidos, la gente que solo saludo, los desconocidos y la gente con la que me llevo mal.
■ Disyunción: Exponer dos o más alternativas que se co nsidera n compatibles. Ejemplo : No sabía si iniciar aquella relación, en parte me
atraía la posibiliclacl de tener pareja pero, por otro lacio, no me acababa de gustar.
■ Oposición: D ividir el discurso en alternat ivas incompatibles. Ejemplo: O trabajaba, lo que suponía una independencia económica pero
renunciar a mis sueños, o estudiaba, lo que suponía depender de otros.

en su interi or; po r ejempl o, [6] sería la sexta mi- un aná lisi s más sem iológ ico (de estructura pro-
croestru ctura de un texto. funda) que el rea li zado por los métodos cuanti-
tat ivos. Esto permi te respeta r el texto y encontrar
■ Análisis de la redundancia ráp idamente el co-texto .
El tema de un discurso se co nstruye mediante la Por redundancia se entiende so lo la cohesión
redundancia . La redundancia nos permite saber lex ica l dentro de un a mi croestructura.
de qué hab la el texto. Por ejemplo, este texto Hay var ios niveles de redundancia: M áx imo,
hab la de narrativas, porqu e la idea de narrativa Inte rmed io y Mín im o. Se pu eden consultar en
es la más reiterativa a lo largo del mi smo. Ana- la Tab la 10.3. Utili zá ndo las, se puede co nocer
l izar la red un dancia, las reiteracion es del texto al grado en que el disc urso aporta informac ión,
no debe confundirse co n el análi sis cuantitativo la riqueza de la vida sign ificativa del in dividuo .
de un texto. El marcador convenciona l de la la redundancia
El análi sis del discurso no solo ti ene en cuenta son las minúsculas negritas.
la ca ntidad de veces que aparece una pa labra,
sino que tambi én co nsidera sinónimos, antóni- ■ El análisis de la coherencia
mos e hipónimos, e in cluso las referencias de Un texto se hace co herente, es decir, podemos
caso, anáfora, deixis y catáfora 8, lo qu e supone ll ega r a saber de qué tema está habl ando, lo que
intenta comuni ca r, cuando es redundante a tra-
vés de diversas mi croestru cturas. Por ejemplo:
6 Un hipónimo es un miembro de una c lase (crisántemo es hipó-
este texto es co herente porque siempre se habla
nimo de flor, escocés lo es de europeo). Los casos hacen referencia a
de narrativas, mi entras que esta mi croestructura
las func iones de las pa labras, así, por ejemplo, en la frase sigu iente:
«Mi padre y mi madre me critican, me critican tanto que he llegado es redund ante porque só lo habla de coherencia.
a odiarlos», hay que cons iderar redunda nte el sufijo los, que cu mple Se entiende por coherencia la redundancia en-
la función gra matica l de objeto directo, respecto a mi padre y mi tre mi croestructuras diferentes. Los temas de los
madre. La anáfora es la referencia de una palabra a otra o a una frase
textos se desarroll an, bien po r la enumeración
anteri or. Por ejemplo: «No he sido capaz de aprobar ni un solo exa-
m en. Esto me hace pensar que no soy inteligente.». Aquí esto hace sucesiva de sus partes, o bien, medi ante las rela-
referencia a no ser capaz de aproba r. La deixis son las fun ciones de cio nes entre ell as.
indicación espacia l de las palabras en el tex to. Por ejemplo: Este ... En el primer caso, cuando se deta ll an las partes,
aquel... , para referirse, respectivamente, al segundo y primer objetos
el texto abunda en recursos como _la yuxtapos i-
c itados. Un caso especial de deixis es la catáfora, que o nsisle • n la
anticipación en el texto de una idea que se expresa posteriorm nte: ción, la temporal idad, la pertenencia o la homo-
¡Te lo dije!, si seguías así te iba a castigar. geneidad. Una yuxtapos ición son dos proposicio-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

nes que se dan de manera conjunta, pero que no por tanto, etc.). Estas partículas introducen frases
tienen vínculos entre sí. Norma lmen te, no utiliza o párrafos con carácter relativo o exp licativo. Es-
nexos (preposiciones, adverbios), sino pausas o tos marcadores también se indica n en MAYÚS-
signos gráficos. Un ejempl o, «mientras vivía en CULAS.
Lliria, preparó su tesis». La temporalidad es la se- En general, la coherencia es mayor si es de tipo
cuenciación de hechos, por ejemplo, el cli ente relativo-funcional que si es por enumeración .
dice que su problema con la agorafobi a se inició Sin embargo, un texto enumerativo no tiene por
con malas experiencias durante los primeros cur- qué ser incoherente. Pa ra que se dé la incohe-
sos de facultad, después se agravó durante una rencia, el texto ha de ser co ntrad ictor io (estar
estancia Eramus, más tarde, se hi zo claramente compuesto por microestru cturas que se contra-
evidente mientras empezó a trabajar en una ciu- d icen entre sí) o bien, ca recer de toda cohesión .
dad nueva para él y ahora le impide prácticamen- Evidentemente, una misma palabra o frase pue-
te sa lir de casa. La pertenencia, implica relacio- de ser indi cado ra de redundancia a nivel mi-
nes de inclusión entre proposiciones en otra más croestru ctural (en una sola microestructura) y de
general, por ejemplo, «el cliente refi ere llanto, coherencia a nivel macroestru ctural (a través de
anhedonia, falta de interés y motivación », todos vari as microestru cturas), entonces se señala con
estos síntomas pertenecen a la categoría «depre- MAYÚSCULAS NEGRITAS.
sión» en un juicío clínico. Por último, la homo- Es usua l rea li zar una notación de cada uno de
geneidad es la semejanza entre proposiciones, los diferentes tipos de red undancia-coherencia
por ejemplo, «se esforzaba mucho en conseguir que aparecen, marcándolos co n números suce-
éxitos labora les, pero también en mantener una sivos.
estabilidad en sus relaciones personales».
En estos casos, lo que se encue ntra es una gra n ■ Generación de la síntesis discursiva
cohes ión lex ica l a lo largo del texto, el texto Una vez loca li zadas las microestru cturas y las
siempre habla de lo mi smo. relac iones de red undancia y de coherencia a lo
Cuando la coherencia se organi za a través de re- largo del texto, se usan los indi cado res de co he-
laciones, los vínculos entre las partes del texto rencia para componer una síntesis de los víncu-
pueden ser de oposición, ca usa lidad o inferen- los (coherencia) entre temas (red undancia) . Esto
cia. La op osición excl uye una de las proposi- puede hacerse en términos gráficos. Esta síntesis
ciones que se ponen en relació n, por ejemplo, es el reflejo ele un discurso, de la visión profunda
«necesito descansar o irme de juerga, pero no sé sobre el mundo que tiene la persona.
que me apetece más». La ca usalidad se refi ere La utilidad clínica de este sistema procede del
a los motivos, o las relaciones de origen-conse- hecho de que permite hacer exp lícito lo implí-
cuencia entre dos proposiciones, por ejempl o, cito y a partir de ahí, generar hipótesis terapéu-
«necesitaba dinero, por eso buscó un trabajo». ticas para el caso, con independencia del diag-
La inferencia se refiere a relaciones a co nclusio- nósti co, pero también buscando regularidades
nes o ra zonamientos que conectan una proposi- dentro de este (Vill egas, 1997). La persona a la
ción con otra, por ejemplo, «le gustaba el mar, le que se está eva luando muchas veces no ti ene
gustaba la naturaleza; por tanto, amaba la vida ». una co nciencia clara de la naturaleza de su pro-
Con este tipo de coherencia, la conex ión entre blema, pero si dispone de un discurso que se
partes es funcional. Unas partes del texto sirven traslada en la fo rma de una narrativa. El aná li sis
de expli cacion es, antecedentes, cond iciones u de esa narrativa, al menos en la parte que puede
oposiciones de otras, aunque la temática léxica ser negociada y consensuada entre ambas par-
varía aparentemente. tes, permite encontrar significados profundos y
El marcador por convención de la coherencia reorgani za rlos a través de una práctica co labo-
son las MAYÚSCULAS. Los criterios lexica les rativa que busque nuevos ca minos discursivos
que indicán coherencia por enumera ción son los que rompan la reiteración continua del cliente
mismos que indica n redundancia (ver Tabl a 10.3) (Seguí-Dale;, 2015; Vi llegas, 1992).
au nque apli cados a microestructuras diferentes.
Cuando la co herencia se consigue a través de
relaciones funcionales, suele haber marcado- 6.3. Ejemplo de un análisis textual
res re lac ionales como adverbio o co njunciones
(porqu e, así que, si, cua ndo, puesto, ya que, al A continuación, se añaden algunos fragmentos de
contrario, sin embargo, aunque, antes, ahora, un ejempl o de un caso de depresión. Corresponden a
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATECilAS NARRATIVAS

las di ez primeras microestructuras de la transcripción era ANTES7 de intervenirme y AHO RA7 ¿Qué es lo que
de una primera sesi ó n (puede co nsultarse la sesión en me pasa AHORA? Bueno, NO LO SE. Todo en CRISIS8,
su totalidad en ltz igshon, Garrid o y García-Martínez, mi matrimonio como vacío8, no estoy comunicándome
1994, pp. 528-52 9): con mi marido, los niños los veo más egoístas cada día8.
Con decirle que al trabajador social le dije »es que en mi
[1 J El problema, verá, en primer luga r me siento DES- familia soy un "kleenex", es que me cogen, me usan y me
ORIENTADA 1, y no estoy totalmente convencida1 de tiran, y no sé cuántas cosas más8 ... »
estar en esta consul ta, me enviaron2 hacia acá, NO fu e
INICIATIVA2 mía, fue después de ver al trabajador so- En estos fragmentos, los números dent ro del texto
cial. co rrespo nden a los di stintos temas qu e aparecen en la
[21 Yo aú n estoy de baja1 , me practicaron una HI STE- entrevi sta. Los marca do res usados son los habituales,
RECTOMÍA* total. corchetes [ J para las mi croestru cturas; negrita para la
[3] Tengo 48 años redundancia, MAYÚSCULA para la coherencia y MA-
[4] Sí, casada YÚSCULA para el marcado r simultáneo de redundan-
[S I Sí, TE NGO DOSVARONES, y c ia y co herenc ia. El subrayado indi ca los marcadores
[6] precisa mente algo que tenía yo PASADO2 se ha re- de co ntinuidad-segmentación de la narrativa, que en
crudecido RECIENTEMENTE2. Ya sé que NO TI ENE MU - este caso son de orden temporal.
CHO SENTIDO lo que voy a exp li ca r, pero es que NO Los temas qu e aparecen a lo largo de las mi croes-
PU EDO TENER UNA HIJA, y la quería haber tenido. tru cturas (se inclu yen todas ell as, no só lo las tres in-
[7] Yo, PRIMERO, cuando me casé decía, bueno, que cluidas aqu 0: [1] deso ri entac ió n a partir de la opos i-
vengan cuando quieran, no puse método, y mejor VA- c ió n entre ini c iativa-ser envi ada a consulta (ini c iativa
RO NES l .. .no tienen que sufrir tanto como las chi cas l . Y de otro); [2] Enferm edad; [3] Edad; l4] Estado c ivil; 15]
181 DESPU ÉS de que los VARONES l ya estaba n medi o Hijos; 161Impos ibilidad de tener hij as (atenc ión al mar-
cri ados dije «que bi en una NIÑA1/3 ». Q ue yo lo encon- ca do r de género) y desori entació n, la desori entac ió n
tré eso como algo en que yo había madurado2/3, que se basa en un a o posi c ió n antes de la operac ión-aho ra
yo había aceptado algo2 de mí o de las relaciones con y hay un a inferenc ia, la preoc upac ió n por no poder
mi madre2, lo tengo borroso pero .. . yo entendí que era tener ya un a hij a; [7] Preferenc ia soc ial po r los hij os,
bueno que tuviese ese deseo. opos ic ió n por género (varó n-muj er); 181 M adurac ión :
[9] ENTO NCES hi ce por tener la NIÑA pero fue cuando deseo de tener un a hij a como form a de resolver un
me diagnosti ca ron la endometriosis4, la tumoración, los probl ema co n la madre. H ay un a revelac ió n de la in-
quistes de ovario4. No obstante me empeñe en TENER tenc io nalidad de esa acc ió n (ser madre de un a hij a);
ESA HIJAS, me quede embarazadas, pero fi nalmente l9] Enferm edad, hay una sec uencia de temporalidad
aborté. Aborté por dos veces, por yuxtaposic ió n, el deseo de la hij a co in cide con la
l 1 O] y AHORA7 a la HISTERECTOMÍA3 a la que yo FUI o perac ió n; y 11 O) La operac ió n o mo mento actu al, hay
CONSCIENTE1 , que lo tenía que hacer1 , que tenía do- un a relació n de ca usa lidad la operac ió n dej a estéril a
lores, con tota l confianza en mi tocó logo. Es más yo soy la cli ente y eso le produ ce una contradi cc ió n, la pérdi-
enfermera2, con total vocac ión, que ahora la tengo tam- da de la feminidad no entendibl e en un a persona que
bi én ... Entonces YO FUI RACIONALMENTE1 a AQUE- se defin e como co n ini c iativa, la co ntradi cc ió n se con-
LLA INTERVENCIÓN3, lo tenía que hacer. Y una ami ga, creta en el bino mio ama de casa (s in ini c iativa}-profe-
una compañera que vino a verm e me dijo: «tú estás dan- sio nal (con ini c iativa) y en la sensac ió n de vacío (por
do mensajes CONTRADICTORIOS6 », porqu e yo estaba no poder ser madre) y de cri sis fa mili ar.
feli z, alegre con tota l confianza en lo que había sido toda Este análi sis permite ver la síntes is di scursiva de la
mi profesión2, mi hospital y yo lo había vi sto mil veces y cli ente y, po r ta nto, generar un a intervenc ió n a partir
había hablado con mujeres. Siempre pensé que se tenía del mi smo. La cli ente, se perc ibe a sí mi sma sumer-
ciertos trastorn os ... personas que no tenían profesión2, gida en un a seri e de contradi ccio nes qu e ti enen im-
ese ti po de muj er ama de casa2/4 que yo le tengo mucho pli cacio nes mutuas entre sí. Por un lado, el hecho de
respeto, pero que a la menor fru stración va al Corte ln- qu e está desori entada (no se enti ende a sí misma) y no
glés4 . .. Bueno, bien puede ser una CRISISS porque pue- saber si a pesar de todo requi ere ayuda (acudir a psi-
de tomarl o como una pérdida de identidadS, de femini- coterapi a); por otro, la preferenc ia ini c ial por los hijos
dadS, de algo ... Pero bueno, yo pensaba que eso a mí no6 varon es, ya qu e en términ os de género-según la cli en-
no me iba a pasa r. Yo HE DECIDIDO1 MI INTERVEN- te- sufren menos que las muj eres, pero aho ra quisi era
CIÓN3, soy una profesional, TENGO DOS HIJ OS, eso no un a hij a. En tercer luga r, la hij a como soluc ión a los
me puede pasar a mí6. Bueno, pues eso es lo que me tie- co nfli ctos con su propi a madre, hay que madurar para
ne peor, ¿cómo esa CONTRADICCIÓN6 entre lo que yo poder desea r siqui era un a hij a (aspecto qu e queda por
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

desa rroll ar en esta entrevista ini cial), esto supone una hace consc iente de sus prob lemas familiares. Por otro
implicac ión, la maduración genera el deseo de la hija . lado, queda pendiente resolver si la imposibilidad de
En cuarto lu gar, la imposibilidad de tener la hij a por su tener un a hij a, implica la no resolució n del problema
enferm edad, lo que supone una barrera a su deseo (y con su madre, as í como las impli cacio nes de género
de paso, a la resolución al enfrentami ento con su ma- que ello con ll eva. Estas serán las hipótes is clínicas a
dre). Es un silogismo de modus tollens, si solucionar la trabajar: la recuperac ión de una identidad profesional,
problemática co n mi madre impli ca tener una hij a, al la aceptación de la esterilidad y la resolución de sus
no poder tener la hija, no se soluciona la problemática implicac iones en su identidad y el trabajo con la rela-
ini cial. La secuencia temporal posterior, impli ca una ción con la madre y su proceso de mad uración.
decisión consc iente de la necesidad de opera rse (para
eliminar los ri esgos físicos), lo cual la deja estéril defi-
nitivamente y eso le produce un a sensac ión de pérdida
de feminidad (no poder ser ya madre y, posiblemente, RESUMEN
no madre de una hij a) lo que le hace entrar en cri sis,
ya que le hace verse como un a muj er ama de casa Otro formato de eva luación subj etiva co nsiste en el
(identidad indeseabl e) frente a su identidad anterior de análi sis de narrativas o textos producidos por los clien-
profesional. Esa cri sis le hace percibir el vacío de su tes. Las narrativas so n básicamente formatos I iterarios
vida y la insatisfacc ión en sus relaciones fa mili ares. que ordenan secuencialmente los hechos y siguen un
Esto puede representarse gráfica mente (Figura 10.2) patrón estructural concreto. Cuando las person as des-
para tener una visualización de la secuenciación del cribimos nuestra experi encia, lo que hacemos es cons-
caso. La intervenc ión debe atenerse a la matri z de sig- truir narrativas y el modo en que las co nstruimos, así
nificado de la cliente: la pérdida de feminidad supone como los conten idos usados, son útiles para efectu ar
que su identidad se transforma en la de una ama de un diagnóstico psicológico.
casa y la pérdida de su identidad profesional , lo que la En el cap ítul o se defin en y describen las caracte-
rísticas fundamentales de las narrativas y se propone
un a clasificación de las distintas estrategias de eva lua-
• Probl ema vs. No ción subj etiva co n narrativas atendi endo a dos ejes, el
tener inic iativa grado en que se introducen restri cc iones al texto y el
Confusión
■ Descripc ión general uso-no uso de un enfoque hermenéuti co. Si se intro-
del momento actual ducen restri cc iones al texto, entonces so lo se anali za n
determinados aspectos del mi smo y se efectúa n fun-
damentalmente análi sis de con tenido. Si no se hacen
restricciones al texto, entonces es posible usar o no
procedimientos hermenéuti cos. Caso de usa rlos, se
Hijos Problema Madre > entiende que el texto tiene un sentido profundo que
Maduración Hija
puede ser hall ado hac iendo un análisi s ex haustivo del
mismo. Si no se usa un procedimiento hermenéutico,
entonces el sentido del texto se crea a través de la ela-
boración que el el iente hace de él.
Se detallan dos técnicas de aná lisis de co ntenido,
Hijos Problema Madre > ■ Resolución probl ema el protocolo de hi sto ri a de vida de M cAda ms y el mé-
Maduración Hija madre? todo QUAINT. Ambas parten de un análisis de moti-
vac ional y establecen categorías basadas en motivos
y/o afectos que pueden ser loca li zadas en los textos. El
protocolo de hi storia de vida es un tipo de entrev ista
en profundidad destinado a qu e evalu ador y cliente
Operación > Esterilidad > ■ Concienc ia de crisis ca-creen un sentido posible a la expe ri encia vital de la
Pérdida de fem inidad > Identidad persona l persona . Los sistemas categoriales que se usan para su
ahora ama de casa v Identidad ■ Conciencia de cris is análisi s inclu yen motivacion es de ca pacidad y comu-
antes (profesional) fam iliar
nión, imagos (o funciones socioculturales de los perso-
najes) y análisis de la co herencia del texto . El método
QUAINT es un sistema categori al puro que se aplica
a todo tipo de textos y mi cro-textos de ca rácter auto-
Matriz d iscursiva del caso.(>: lmpliación; v: d isyu nción)
biográfico y está basado en un modelo teórico de tipo
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

psicodinámi co. Los sistemas categori ales empleados Braun, V. y Clarke, V. (2006). Using thematic analys is
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EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, té'cnicas yaplioaciones en áreas y contextos

Análisis del proyecto vital: procedimiento para ana- Evaluación Cuantitativa de Temas Interpersonales
li zar los significados profundos de una persona a (QUAINT) : tipo de técnica de aná lisis de contendi -
través de la revisión de sus recuerdos. Usa distintas do de narrativas interpersonales destinado a ana li zar
formas de revisión que son pactadas con el cliente . patrones de transferencia . Utiliza categorías seme-
Análisis temático: tipo de aná lisi s cua litativo que bus- jantes a las del Análisis Estructural de la Conducta
ca patrones y regularidades en los datos, que son Social. Cada categoría se puntúa en función de la
agrupadas por criterios de semejanza o proximi- intensidad con que está presente en la narrativa.
dad. Los temas terminan transformándose en cate- Géneros literarios: agrupaciones de obras literarias en
gorías para un aná li sis posterior. función de sus contenidos y estructura . La visión
Análisis textual: tipo de aná lisis cualitativo hermenéu- moderna de la literatura diferencia cuatro géneros:
tico que utiliza marcadores de tipo lingüístico para narrativos, líricos, dramáticos y didácticos. La na-
local izar el significado profundo que quiere trans- rrativa incluye la ép ica, la epopeya, el cantar de
mitir una persona a través de su narrativa. gesta, el c uento, la novela y la fábula. Suele estar
Audiencia: personas a las se dirige el relato. La audien - escrita en prosa y o rganiza secuencia lmente los he-
cia es externa al texto, son sus lectores o las per- chos.
sonas que escuchan un discurso. La relación entre Hermenéutica: conjunto de procedimientos destina-
autor, texto y aud iencia se enmarca en un ámbito dos a captar el significado profundo de un texto.
cu ltural y sigue las reglas de una cultura dada. Historia de vida: tipo de entrevista en profundidad
Autoría: identidad del autor de un texto. Puede ser donde la información que se recoge es la relacio-
personal o co lectiva . No necesariamente tiene que nada con la perspectiva del informante sobre su
coincidir con la voz o personaj e que relata la histo- propia trayectoria vital.
ria dentro del texto . lntencionalidad: proceso de se lección y ordenación
Canonicidad: estado habitual de sign ifi cado o com- del relato cuyo fin es presentar como el más acep-
presión de un evento. Las narrativas se cuentan table el sign ifi cado o la forma de entender los suce-
para hacer regresar la situación al estado más ca - sos planteada por el autor.
nónico posible. lmago (según D. P. McAdams): prototipo cu ltural acer-
Coherencia (en aná li sis textual): la repetición de un ca del autoconcepto que regul a el comportamien-
tema a través de microestructuras. En genera l, es to de los personajes de una historia. Cada cu ltura
el mantenimiento de la lógica y la conexión entre tiene un número limitado de im agos que pueden ·
parte de una historia. ap li carse de forma conjunta (varios al mismo t iem-
Coda: elemento que indica el final de la narración y po) o diferenciada (só lo uno de ellos) a un mismo
que la conecta con el presente. Transmite al momen- personaje de una hi storia.
to actua l el significado o mensaje de la narración . Microestructura (en aná li sis textual) : cada unidad de
Construccionismo (construccionista como adjetivo): significado o unidad temática dentro de un texto.
modelo constructivista que asume que no hay iden- Narrativa: tipo de relato que aúna al menos dos mo-
tidad personal, ni criterio de sujeto agente, ya que mentos diferentes del tiempo de modo secuencia l.
todo modelo de identidad se elabora en el contexto Tiene una estructura concreta que li ga la acción al
de conversaciones entre voces o hablante. Su base contexto, al propósito y al resultado.
es fundamentalmente social. Redundancia (en anál isis textual) : la repetición de un
Constructivismo (constructivista como adjetivo): tiene tema dentro de una microestructura.
dos acepciones, la primera, de tipo general sería la Semiótica: ciencia que trata de los sistemas de co-
de todo modelo teórico epistemológicamente re- municación dentro de las sociedades humanas.
lativista o contextua li sta, en el que el criterio de Estudia las propiedades de los sistemas de signos,
verdad debe referirse al contexto y a la utilidad. La como base para la comprensión de toda activid ad
segunda es más concreta y haría referencia a aque- humana. Un signo es un objeto o evento presente
llos modelos constructivistas en psicología que que está en lu gar de otro objeto o evento ausente,
asumen la primacía de modelos mentales implíci- en virtud de determinados códigos.
tos individualizados ll evados a cabo por un agente Teoría fundamentada (o muestreo teórico): tipo de
que está en continua transformación, su base sería aná lisi s cualitat ivo que busca generar teoría o
fundamentalmente cognitiva, pero relativista. patrones explicativos u orientativos a partir de
Entrevista en profundidad: tipo de entrevista abierta los propios datos, los datos se van clasificando
que intenta entender los patrones de acción y las y articulando a partir de sí mismos hasta generar
perspectivas del inform ante, sin ajustarse a catego- una teoría que dé cuenta del fenómeno que se
rías previas. estud ia.
TÉCNICAS SUBJETIVAS 11: ESTRATEGIAS NARRATIVAS

Verosimilitud: grado de aceptación del relato. El relato


más verosímil es aquel que convence a la audi en-
cia de que encaja con los hechos.
Técnicas Proyectivas

Montserrat Gómez de Terreros


María Valdés Díaz

l . INTRODUCCIÓN
2. DEFINICIÓN DE TÉCNICAS PROYECTIVAS
3. UTILIDAD Y FUNCIONES DE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS
4. CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN DE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS
S. TÉCNICAS ESTRUCTURALES: EL TEST DE RORSCHACH
5.1 . Áreas de aplicación del test de Rorschach
5.2 . Indicadores del Rorschach más frecuentes en trastornos mentales y del
comportamiento
6. TÉCNICAS TEMÁTICAS
6 .1. Test de Apercepción Temática
6 .1.1. Áreas de Aplicación del TAT
6 .2. Test de relatos para niños
6 .2.1. Test de Apercepción Temática para niños (CAT)
6 .2.2. Test de Pata Negra
7. TÉCNICAS EXPRESIVAS
7.1. Los test gráficos. Normas y condiciones de aplicación
7.2. T2F. Test del dibujo de dos figuras humanas
7.3. Test del dibujo de la persona bajo la lluvia
7.4. Test de la casa y el pueblo
7.5 . Test del árbol
8. PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS DE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS

■ Describir las técnicas proyectivas.

■ Exponer la utilidad que tienen en la actualidad y cuáles son sus principales ámbitos de aplicación.

■ Entender sus características fundamentales y diferenciales con respecto a otros instrumentos de evaluación
psicológica.

■ Enunciar cuántos tipos de técnicas proyectivas pueden emplearse y discernir las diferencias existentes entre
ellas.

■ Señalar la naturaleza, material, principios básicos de aplicación e interpretación de las técnicas proyectivas
más relevantes y utilizadas con más frecuencia.

■ Promover el juicio crítico en relación con sus ventajas e inconvenientes.

■ Mostrar cuestiones relativas a la fiabilidad y validez de estas técnicas.


TÉCNICAS PROYECTIVAS

El reto de estas pruebas co nsiste en penetrar en


l. INTRODUCCIÓN el mundo interior del individuo, lo que para algunos
autores (Dana 1980; Gregory, 2001) se define como
Este capítu lo está dirigido a las personas que se «experiencia subjetiva compartida». Dichas técnicas
forma n en el estudio de las Técnicas Proyectivas (TP) nos ayudan a conceptua l izar la experiencia de las per-
y el propósito que se pretende es clarificar lo que se sonas, de forma consi stente y sistemática, y co muni car
engloba bajo esta denominación, exponer la utilidad nuestro entendimiento de sus experienc ias. En el ám-
que tienen en la actualidad en los distintos ámbitos de bito de la eva luación, las técnicas proyectivas, pueden
ap licación, detallar las características fundamenta les representar la mejor vía para acceder al inconsc iente.
y diferenciales con respecto a otras técnicas de eva- Con estas técnicas se pretende una eva luación idi ográ-
luación psicológica, enumerar sus ventajas e incon- fica del individu o, es decir, de las ca ra cterísticas espe-
venientes así como conocer cuestiones relativas a su cíficas de su orga ni zac ión psicológi ca.
fiab ilidad y va li dez. Las TP cob ran su auténtica dimensión como ele-
Tanto en el ámbito académico como en el aplicado mento de referencia dentro de un proceso de evalua-
este tipo de técnicas resultan muy atractivas y nues- ción más amplio, en el que se busca la co herencia en
tra experiencia nos confi rma que no han dejado de la descripción de la personalidad y el comportami en-
suscitar interés a lo largo de los años entre los que se to del individuo que se extrae de fuentes diagnósticas
in ician, si bien, una vez desveladas sus ca racterísticas, muy diversas (Rodríguez Suti l, 1993, 2007). Habitual-
pa rticu laridades y requerimientos a la hora de adm i- mente se recomienda que se co nsideren las interpre-
nistrarlas e in terpreta rl as se reconoce la dificu ltad que taciones de las respuestas de proyección só lo como
entrañan y el grado de cualificac ión ta n elevado que explicac iones sugeridas que pueden o no co nfirmarse
debe tener el profesional que las utilice . por medio de otras fuentes de información sobre la
Hace ya varias décad as que autores, como Aiken persona. La mayor parte de las veces so n utili zadas
(2 003) o Cronbach (1998), afirmaban que la ap li ca- en el ámbito clínico y como comp lemento de las téc-
ción y ca lificac ión de una prueba proyectiva cua lquie- nicas conductuales o de rasgos, ya que éstas son más
ra, requ iere más capac idad y sensibilidad que para un ana lít icas, mi entras que las proyectivas proporcionan
inventario de informe de sí mi smo. Pese a que en la una visión más globa l y sintética de la persona (M artín,
actua lidad hay modelos desde los cuales se encuadran 1988).
formas de corrección mucho más orientadas a la obje- Somos partícipes de la idea de que cualquier test
tiv idad y que la natura leza de las in terpretac iones de es aceptab le y vá li do si es correctamente utilizado, ya
las respuestas estén cada vez más referidas a normas, que constituye n una fuente de información óptima si
un aná li sis exitoso y adecuado de ellas requiere cono- se integra con otros datos (M uñi z y Fernández Her-
cimientos psicológicos profundos, un entrenamiento mida, 2000). Sólo los abusos so n los que conducen
especial (Rodríguez Suti l, 2007) y una amplia expe- a cierto desprestigio, aunque cua lquier instrumento
riencia práctica por parte del profesional. es susceptible de ser criticado por sus errores, por
A diferencia del material que se utili za en las Téc- sus lagunas, por su sustentación teórica, etc. La clave
nicas Psicométricas, los in strumentos que se expon- estaría en lo que cada un o tiene de objetividad, de
drá n en este tema tienen la particularidad de operar a científico, de real, de vá li do, de C1til, o acaso, como
parti r de un estím ul o deliberadamente ambiguo e ines- seña la García Riaño (1997) de la peri cia y formación
tructurado. Promueven respuestas que se caracterizan de quien lo utiliza. En este sentido, cabe destacar los
por su amp li a libertad y espontaneidad, so n origi nal es resul tados hallados en el trabajo de Muñiz y Fernán-
en cada caso, evoca n manifestaciones del psiquismo dez Hermida, (op.cit.) quienes seña lan que los profe-
ta nto consc iente como inconsciente ya que es posible siona les españoles que trabajan en el ámb ito ap li cado,
acceder a fantasías, deseos, ansiedades, conflictos y opinan que las enseñanzas recibidas durante su forma-
defensas. Las respuestas que emergen, sean éstas ver- ción en Psicología no son suficientes para adquirir el
ba les, lúdicas o gráficas, no so n clasificadas cuanti- dom ini o y destreza necesarias para utili za r los test de
tativamente ni valoradas como correctas o incorrec- fo rm a adecuada . En este mi smo estudio se propone
tas ya que siempre darán cuenta, aú n en un supuesto la complementari edad de la formac ión de grado con
«fracaso» o bloqueo, del fu ncionamiento dinámico e estudios especia li zados de posgrado que profundicen
intrapsíquico de un indiv iduo (Sneiderman, 2006). De sobre la especialización requerida por la prueba, tipo
ahí que las TP se co nsideren susceptibles para desvelar de profesional que puede admin istrarl a y campo de
pa rtes más profundas de la estructu ra de personalidad specialización, planteamientos con los que estamos
de las cua les la persona ni siquiera es consci nt d lo omp leta mente de acuerdo.
que está expresando.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

das que requieren una respuesta no estructurada en


2. DEFINICIÓN DE TÉCNICAS orden a efectuar una evaluación de la personalidad o
PROYECTIVAS cognición del sujeto examinado » (p. 1 ).
Murray (1973), por su parte, defi ne las técnicas pro-
Las Técni cas Proyectivas (TP) (Frank, 1939) son pro- yectivas en términos de «procedimientos exploratorios
cedimientos de evaluación psicológica que impli ca n intencion ales, sistemáticos indirectos e in advertidos,
la presentación de una situación estímul o escasamen- con materi al o situaciones escasamente estructurados,
te estructurada, con normas precisas de apli cac ión y en los que el sujeto interviene activa y espontánea-
material esta ndari zado (tales como manchas de tinta, mente, desarroll ando un esfuerzo de estru cturación,
láminas con ilustraciones, frases inco mpl etas o la rea- con el resultado de la emi sión de contenidos ideacio-
li zac ión de un dibujo) en las que se pide al individuo nales y sobre todo, emocionales y acti tudin ales. Sir-
que responda con las menores restri cciones posibles, ven al psicó logo para conocer la estru ctura y dinámica
basándose en el supuesto de que las personas proyec- subyacentes de la personalidad del sujeto».
tan en sus respuestas sus percepciones, sentimientos, El objeto de estudio de estas pruebas, por tanto, no
estil os, necesidades o conflictos (Aiken, 2003; Anasta- sería la conducta manifiesta, sino la subjetividad del
si y Urbina, 1998; Ávila, 1996a, 1997; Grego ry, 200 1). individuo, que será co nceptu ali zada de diferentes for-
De este modo se provoca la proyección del mundo mas, según la teoría empl eada, que a su vez, definirá
interno, in stando al eva luado a que orga ni ce el ca mpo determinados conceptos sob re la sa lud y la patología
de estímul o, lo interprete y pueda reaccion ar ante él (Ce lener, 200 7). Es así como, en el co ntexto de la eva-
afectivamente (Vives, 2006). Se pretende el análi sis de luación psicológica idiográfi ca, estas pruebas parecen
la estructura intrapsíquica, por tanto se centra en las representar la mej or vía para acceder al inco nsciente
elaboraciones mentales (o motivos latentes) del indi- del eva luado, siendo posib le dar cuenta de los impul-
viduo más que en sus co nductas manifiestas (Fo rns, sos, conflictos y deseos de la persona. ·
Kirchner y Torres, 1991 ).
El objetivo que entrañan es por tanto, «facilitar la
proyección » que es entendida como manifestación de
la personalidad (Aguirre, 1989) y puede abarcar, segú n 3. UTILIDAD Y FUNCIONES DE LAS
autores, tanto aspectos co nscientes como inconscien- TÉCNICAS PROYECTIVAS
tes, vinculados a la normalidad y a la psicopatología
(Vives, 2006) en su relación al contexto global. Reve- Las TP se utili za n formando parte de una batería
lan la posición de la persona con respecto al mundo de test del Proceso de Evaluación Psi co lógica, en la
circundante, al acontecer socia l, su actitud en situa- fase de recopil ación de información, en la indi cac ión,
ciones difíciles de la vida o su comportami ento mo- planificación y evaluación del tratami ento, o como
ral. Por tanto, mostrará, cómo la persona contempl a la batería mínima en la investigación de determinadas
rea li dad en función de las experiencias adquiridas en pato logías, pruebas que suelen ir precedidas de una
el pasado y sus ca racterísti cas internas. entrevista clínica y/o de una primera entrevista a pa-
Las TP son «instrumentos sensibles para revelar as- dres, en el caso de niños o adolescentes jóvenes.
pectos inconscientes de la persona, que provocan una Cabe señalar el papel tan importante que puede
gra n variedad de respuestas subjetivas; son altamente desempeñar el conocimiento y la formación en TP
multidimensionales y evocadoras de datos extraordi- para reali za r una evaluación, un diagnóstico profundo
nariamente ricos o abundantes en un sujeto que tiene e integrador, que permita no só lo rea li za r un diagnós-
muy poca conciencia de los verdaderos propósitos del ti co estri cto, en sus vertientes fenomeno lógicas, sino
test» (Lindzey, 1961, p. 45). No obstante, tambi én han además dinámi cas de la personalidad; poder arriesgar
sido eficaces para eva luar aspectos del mundo cog- un pronósti co, y al mismo tiempo indi ca r una moda li -
nitivo y afectivo (Cattell, 1966) que pueden servir de dad psi cote rapéuti ca. Si bi en es práctico y útil rea li za r
indicado res para el diagnóstico o la descripción del un diagnóstico, usando el DSM o el CIE, consideramos
individuo. En esta perspectiva se sitúa la propuesta de que resulta más compl eto rea li za r un diagnóstico di-
Fiske (1971 ), para quien las técnicas proyectivas son nám ico, es decir ll egar a una descripción y exp lica-
co nsideradas procedimientos de observación, a través ción de la totalidad del individuo.
de un materi al tipifi cado, en las que el eva luador eli- Ll egar al conoci mi ento de la persona evaluada im-
cita una variedad de respuestas que se supone son pli ca poder responder a diversas cuesti ones que irían
expresión del mundo interno de la persona eva luada. desde lo más estructural ¿cómo es?, ¿quién es?, detec-
De un modo más genérico el Educational Testing Ser- tar los conflictos y problemas del sujeto ¿qué le pasa?,
v ice (ETS) (199 1) las considera co mo «aquellas medí- hasta llegar a comprender la dinámica de su comporta-
TÉCNICAS PROYECTIVAS

miento ¿cómo actúa? ¿cómo reacciona?. Mientras que situación afectiva de la persona (tanto en ese
con la aplicación de protocolos psicométricos se fun - momento como de forma estab le), junto con la
ciona a un nivel más consciente, con las TP se obtiene liberac ión de tensiones. El dibujo, la narración
información más completa sobre el funcionamiento del de hi stori as, el juego principalmente ejercen di-
mundo interno del exam inado, de su vida más profun- cha función liberadora.
da. Por lo tanto, el profesional tiene que valorar en qué 3. Investigadoras. Realizar estudi os e investiga-
casos precisa aplicar algú n test proyectivo y decidir cuál ciones utili za ndo las TP, cooperan en encontrar
o cuáles le pueden aportar la información que precisa. nuevas áreas y más profundos ni ve les de inter-
Estos instrumentos pueden ser utili zados dentro pretación, ayudan para obtener nuevos criterios
del ámbito clínico siendo ap li cab les tanto a niños, sobre indicaciones psicoterapéuticas, o nuevas
ado lescentes, adultos y ancianos, o bien en el ámbito pautas para fac ilitar planificación y eva luación
de la psicología laboral, forense y educac iona l (Snei- de los tratamientos.
derma n, 2006). Ahora bien, deben ser bien elegidos 4. Ámbito forense. Como se ha mencio nado an-
y es necesario también que el exam inador tenga la teriormente, las TP ayudan a describir el esti-
suficiente experiencia y co noci mientos genera les, así lo general de funcionam iento de una persona
como que domine el método con que trabaja. y debido a su naturaleza enmasca rada la per-
Entre las funciones principales de las Técn icas Pro- sona eva luada no puede ajusta r sus respuestas
yectivas destacan: al patrón socialmente aceptado con lo que le
resul ta rá más difícil fa lsea r, mani pul ar o hacer
1. Diagnosticadoras. A nivel diagnóstico, las TP más favo rables los resultados sobre la base de la
constituyen un med io auxiliar para el diag- deseabilidad social y/o el conoc imiento de pa-
nósti co individual y diferencial de la persona. rámetros socio-culturalmente aceptab les. Esta
Permiten disponer de información básica que ventaja con respecto a los test psicométricos
es difícil de obtener con otras técnicas (p.e. hace pertinente su ad ministración en distintas
entrevistas, cuestionarios o inventari os); dan áreas de la psicología forense, donde ha demos-
un conoc imiento más amplio y más profundo trado su utilidad para eva luar el daño psicoló-
acerca del funcionamiento de la personalidad gico sufrido por un demandante en un jui cio
que contribuye a la form ul ación diagnóstica (Rodríguez Sutil, 1993), para detectar síntomas
(G reenwa ld, 1999; Meyer, Ri ethmiller, Brooks, asociados al abuso sexual cró nico y síndromes
Benoit y Handler, 2000; Weiner y Spielberger, asociados con experi encias traumáticas com-
2002); son muy útiles, a veces, para establecer plejas (Ephraim, 2002; Goldfinger, Amdur y Li-
diagnósticos diferenciales (Vives, 1989, 20 11 ), berzon, 1998; Kamphuis, Kugeares y Finn 2000;
para evidenciar los correlatos psicobiológicos, Kaser-Boyd, 1993; Ornduff, Centeno y Kelsey,
orgánicos y neurológicos (sobre todo emplea n- 1999; Saunders, 199 1), para la eva luación de la
do el Rorschach) (Selma, 20 16); son necesa rios impul sividad (Pantl e, Ebner y Hynan, 1994), la
para precisar información acerca del grado de pedofilia (B ridges, Wilson y Gacono, 1998), dis-
impregnación psicótica de pacientes severos; tintos niveles de psicopatía en grupos de ado-
para la obtenció n de mati ces ante enferme- lescentes y su man ifestac ión en la co nducta de-
dades psicosomáticas (Weiner y Spielberger, lictiva (Gacono, 2000; Gacono y Meloy, 1994;
2002); ayudan a valorar si el grado de ansiedad Loving y Russell 2000), en el Trastorno de Estrés
e impul sividad del eva luado puede resultar de postraumático, así como en el trastorno oposi-
ri esgo. cionista desafiante (Holaday, 2000) e incluso
2. Terapéuticas. Utiliza rl as como un recurso más, hay autores que las han empleado para detectar
como un punto de apoyo, un instrumento añadi- la valoración de la idoneidad en casos de adop-
do en los procesos psi coterapéuti cos, en ciertas ción incluidas dentro de una batería de prue-
sesiones de terapia. En este contexto, las prue- bas, donde no resulta tan relevante examinar
bas proyectivas ayudan a precisar sugerencias y los confli ctos psíqui cos del solicitante sino de
co ntraindicac iones terapéuticas, para delimitar valorar el funcionamiento psi co lógico, si dispo-
indi cac iones a todo tipo de curas. Contribuyen ne de las actitudes y aptitudes necesari as para
a la planificación de objetivos en la terapia y que la protección del menor quede garantizada
pueden ayudar a aclarar momentos de impasse, (Áv ila, 1986a; Fernández-Manchón, Togneri,
y ofrecer datos para evaluar los resu ltados de un M artín , Izq uierdo y Briones, 20 17). También
tratamiento. Además, la naturaleza del materi al resulta muy útil en los casos de imputab ilidad
puede potenciar a la vez la man ifestación y la (Rodríguez Sutil, 1993) de un acusado.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Además de estas funciones, se pueden añadir otras las hipótes is subyacentes y las modalidades de inter-
utilidades de tipo pragmático que poseen estas técnicas: pretación (S neiderman, 2006).
Independi entemente del enfoque teórico del que
■ Facilitan el estab lecimi ento de un co ntacto ini- participe el profesional, se admite la ex istencia de una
cial que ayuda considerab lemente las relaciones serie de supu estos básicos comun es en las TP (Aguirre,
y exámenes posteriores. Es mu y válido en par- 1989; Anzieu, 198 1; Ávila, 1997; Bell, 1980; Fern án-
ticular cuando el individuo t iene inhibiciones dez-Ballesteros, 2000; Fernández-Ballesteros, Vizca-
para habl ar de sí mi smo, relata r su vida o indi car rro y Márquez, 2000; Fernández Pérez, 2003; Rod rí-
sus co nflictos, estando más dispuesto para co n- guez Sutil, 200 7; Valdés-Díaz y Gómez de Terreros,
tar hi storias a partir de unas lámin as, o para ha- 2005):
cer un dibujo, que para una conversación con-
fidencial. Se ha observado, en la clínica, que en ■ La ambigüedad del estímul o y la libertad a la
el caso de eva luación a ni ños o adolescentes es hora de contestar permiten afirmar que las res-
más favorab le comenza r el proceso de eva lu a- puestas em itid as no se producen por mero azar,
ción co n estas pruebas (en especia l las de dibu- sino que están determinadas por las ca racterísti-
jos o las temáticas), mi entras que en los adultos cas psicológicas del individu o que las fo rmula,
es conveniente hacerl o en momentos más avan- que imprimirá su hu ell a en los resu ltados (A nas-
zados del proceso, pues cab ría la posibilidad de tas i y Urbina, 1998). La orga ni zac ión y estru ctu-
que su natura leza y requerimientos les susciten ra que una persona otorga a un material amb i-
cierta reactividad. guo revela la configuración de su personalidad
■ El uso de TP en la infancia resulta muy útil para debido a la libertad que dejan al examin ado las
formu lar hipótes is interpretativas, en especia l in stru cc iones (Rapapo rt, 1985) . El sign ificado
cuando la edad y el nivel de maduración del que el evalu ado atribuye a estímul os inestru ctu-
niño impid en la utili zac ión de procedimientos rados, está determinado por su estil o cogni tivo,
más fácilmente cuantificab les o verificables ob- motivos, emociones y estados intern os. Anasta-
jetivamente. si (1958) afirmaba: «se espera que los materia-
■ Proporcionan recursos rápidos, vá lidos y co nfia- les del test proyectivo sean como una especie
bles a través de los cuales el profesional logra de pantalla sobre la que el sujeto proyecta sus
una visión globa l de la personalidad de un suje- ideas, características, actitudes, esfuerzos, temo-
to, de su estru ctura, de sus co nflictos, de sucesos res, conflictos, agresiones, etc.» (p . 547).
importantes que han determinado su pasado y ■ Las respuestas de los individuos ante estas téc-
de la situ ació n en que se encuentra. ni cas no son casuales y permiten aprehender
■ Las TP co nstituyen un elemento importante para la estructura estab le e id ios in crática de la per-
la verificación de los estados vivenciales del in- so nali dad que ex iste en ell os. Dichas respuestas
dividuo, alca nzado por otras vías, fac ilitando un so n ca racterísticas, específicas y peculiares de la
diagnóstico diferencial y resaltando rasgos que persona que las emi te y le hace distinto de todos
pueden conducir a la confirm ación o correcc ión los demás.
de nuestras op ini ones sobre el exam in ado. ■ Son técnicas que ocas iona n «signos» de los pro-
■ Las TP permiten poner de manifiesto ta nto ma- cesos inconscie ntes que los determ in an y como
terial co nsc iente co mo in co nsciente del indivi - «m uestras» de co nductas breves, reducidas y
duo: cosas que la persona había o lvidado, des- adaptativas que posee el eva lu ado, pero de la
alojado, que no osa confesarse a sí mism o, sobre suficiente espontaneidad, intensidad y pertin en-
las cua les no tiene claridad y que en este tipo cia como para ser representativas y válidas.
de test se manifiesta n como alu siones y formas ■ Las distintas TP ana li zan en distintos niveles de
simbólicas. profundidad la estructura de la personalidad.
■ Existe un isomorfismo entre la estru ctu ra de la
personalidad y la organización de la respuesta a
una TP. Los datos que arrojan permiten apreciar
4. CARACTERÍSTICAS V la forma particular en que cada persona in tegra
CLASIFICACIÓN DE LAS TÉCNICAS intern amente sus experi encias. De ese isomorfis-
PROYECTIVAS mo pueden derivarse predicciones del compor-
ta miento manifiesto del eva lu ado.
Recordemos que las Técn icas Proyectivas se dife- ■ Mientras menos estructu rado y más ambi guo
rencia n de las Psicométricas desde el marco teór ico, sea el material presentado al eva lu ado, más fácil
TÉCNICAS PROYECTIVAS

será la proyecció n de sus característi cas de per- biertos» o «procedimientos indirectos» de eva-
sona lidad . Las técnicas de eva luac ión func ionan luaci ón.
como meros reactivos que evocan respuestas de ■ El análi sis de las respu estas debe ser princ ipa l-
interés para el profesional. mente cua litat ivo y global. Los elementos ais la-
■ La persona no conoce la relación entre sus res- dos no pueden ll evar a afirm acion es tajantes y
puestas y su mundo interno de form a que no es- concluyentes sobre una persona, sino que so lo
tán sometidas al contro l vo luntario y es difíc il t ienen va li dez cuando se integra n en el conjun-
qu e fa lsee sus respu estas en una determinada to, de ta l manera qu e su interpretación se hace
d irecc ión, que las modifique conscientemente, en fun c ión del todo, es decir que ningún signo
de ahí que estas técn icas se consideren «enmas- tien e un significado único, sino que adqu iere
caradas», «disfrazadas», «procedimientos encu- sentido dentro de la tota li dad en la que aparece.

TÉCNICAS PROYECTIVAS
Instrumentos sensibles para revelar aspectos inconsc ientes de la cond ucta
que permiten provocar una amplia variedad de respuestas, son altamente
mul tidi mensiona les y evocan respuestas y datos del sujeto, inusualmente
ricos, con un mínimo conocimiento del objetivo del test por parte de éste.
. -- -

ESTRUCTURALES TEMÁTICAS EXPRESIVAS CONSTRUCTIVAS ASOCIATIVAS


El individuo debe A partir ele la Se da a la persona Se ha ele organi za r un Tras recibir consignas
estru cturar o dar presentación visual la con signa verbal materi al dacio sobre verbal es o escritas
significado a ele la lámina, se ha o escrita de que la base ele distintas el evaluado debe
estímu los vi suales ele ele narrar una histori a tiene que reali zar un consignas emitir respuestas que
escasa estructuración completa dibuj o se asoc ien con el
que se le presentan estímu lo

T2F. Test del dibujo Test del pueblo


Test de Apercepción de dos figuras
Juego del mundo Fábu las de Luisa
Temática (TAT) de humanas Dü ss*
Murray* Test ele la aldea
Test del dibujo de la Asociación de
Test de Rorschach* CAT*, CAT-5*, imaginari a ele
persona bajo la lluvia palabras de Jung
CAT-A*, CAT-H * Mucchiell i
Test de la casa y el Frases incompletas
Test Pata Negra de Caja de juego
pueblo de Kell y y Fisher
Corman* diagnósti co-
Test del árbol * terapéutico de Efron

Test del dibujo de la


Fi gura Humana de
M achover*
Z Test de Zul liger FTT, Test ele los
HTP. Test de la casa,
cuentos ele hadas*
Test de Holtzman árbol y persona de
Test de Frustración ele Buck*
Behn-Rorschach Rosenzwe ig*
(BeRo) Test del dibujo de la
Test Relaciones Familia*
Fuchs-Rorschach O bjeta les de
(FuRo) Test de los garabatos
Phillipson*
Test del d ibuj o de
un animal de Levy
y Levy

Figurall.l
Clasificación ele las Técnicas Proyectivas (adaptado ele Fernández-Ballesteros et al., 2000). Se destacan en negrita las que están in-
cl uidas en este ca pítul o y con un asteri sco aquellas descritas en el m anual anterior (Valdés y Gómez de Terreros, 2005) y que pu eden
co nsultarse en los conten idos on-line de la presente o bra.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ Se trabaja con un método esta ndarizado, con un mite la obtenció n de datos relevantes que la persona
materi al que es ofrecido a todos los eva lu ados pone de manifiesto en sus respuestas, y que serán sig-
de igual modo. nificativas cuando se convi erten en contenido domi-
■ No se puede establ ecer nin gú n límite de ti em- nante en su pensamiento, o cuando correspondan a
po para la duración óptima de un a TP. Así, debe formas aberrantes de rea li zac ión (Aguirre, 1989).
disponerse del tiempo suficiente, el examinador
no debe tener prisa, ni el exa min ado debe ser
Siempre que al explorar la personalidad de un sujeto
apremi ado.
se utilicen sus proyecciones (esto es, la peculiar manera en
■ Las in strucc iones para las TP siempre son mu y que esa persona configura, organiza e interpreta los con-
sencill as ya que dejan en libertad al eva lu ado tenidos de su experiencia) se están empleando Métodos
para resolverl as como le plazca, siendo toda res- Proyectivos (Rapaport, 7954).
pu esta significativa. Test Proyectivo en cambio, es un instrumento econó-
■ Algunas TP está n menos vi nculadas a los aspec- mico (evita una gra n inversión de tiempo) en el que se
tos culturales que otras medidas de personali- controlan los facto res que intervienen (está n estandariza-
dad, pues en algun os casos (co mo las técn icas dos, en el sentido de que todos los sujetos se enfrentan a
expresivas y co nstructivas) el uso de las hab ili- las mismas condiciones) y que modifican las respuestas al
dades lin güísticas se minimi za a la hora de res- material mediante instrucciones y procedimientos objeti-
ponder. vos. Con ello, se hacen posibles las comparaciones interin-
dividuales (Rapaport, 7954).
A pesar de estas ca racterísticas concomitantes, es-
tas técni cas no conforma n un grupo semejante de pro-
cedimientos, ya que tanto los estímulos presentados
como las respuestas requ erid as a los indi viduos varían 5. TÉCNICAS ESTRUCTURALES: EL
co nsiderab lemente (Semenoff, 1973). Existe una gran TEST DE RORSCHACH
diversidad de TP que se agrupan en ca tegorías acordes
co n estos elementos diferenciales. El Test de Rorschach constitu ye todavía en la actua-
En la Fi gura 11 .1 . se expone la clasificación pro- lidad y a punto de cumplir cien años desde su crea-
puesta por Fern ández-Ba ll esteros, Vizcarro y M árquez ción, el instrum ento prototipo de las TP estructurales,
(2000) quienes diferencian cin co tipos de técnicas en masca radas y ambiguas. Paradóji ca mente, su autor
proyectivas tomando como referente la tarea que debe no pudo disfrutar del reconoc imi ento, importanc ia y
rea li za r el eva lu ado: estru cturales, temáticas, expresi- trascendencia que se le ha oto rgado en la hi stori a de la
vas, constructivas y asociativas. A continuación apa re- evaluación psicológica a es te in strumento pues fa ll eció
ce n los aspectos más relevantes de cada un a de ellas mu y joven un año después de su apa ri ción. Como se
y se enuncian las más representativas de cada catego- menciona en el Vídeo 3 incluido en los conten idos o n
ría (F igura 11 .1). (A lgunos de los materiales de estas fin e del primer capítul o de este manu al, el Psicodiag-
pruebas pueden visualizarse en el Vídeo 3 incluido en nóstico de Rorschach, publicado en 192 1 en Bern a, se
los contenidos on fin e del primer ca pítulo de este ma- difundió por España co n mu cha rapidez. Personaj es de
nual). la talla de Mira y Lafora publi ca n sobre la nueva técni-
No pretendemos hacer una exposición exhaustiva ca. Hay datos que confirman qu e se trata de la tercera
de todas las TP existentes, sino proponer el estudi o de técni ca más utili zada por los psicólogos españoles en
aquéll as más utili zadas en el diagnóstico clínico y en el ámbito clín ico (Ferná ndez- Ball esteros, 199 1), des-
otros contextos, gui adas por un a co nsideración prag- cend iendo una década después hasta la séptim a po-
mática, de tal manera que en este ca pítulo se desarro- sición (M uñi z y Fernández Hermida, 2000). Hay que
ll arán brevemente algun as de las más representativas reconocer que en España, actualmente, la utili zació n
de las técnicas estructurales, tem áticas y expresivas, del Rorschach es menor que en el pasado, sobre todo
atendi endo al criteri o de la frecuencia de su empl eo 1• si se compara con los países latinoameri ca nos, donde
Co nsideramps que, adecuadamente utili zadas, las se observa un gra n contraste pues prevalecen los test
TP so n un valioso elemento de observación que per- proyectivos. En Argentina, por ejempl o, los tres test
más utili zados, segú n los expertos consultados (Muñi z,
Pri eto, A lmeida y Bartram 1999) son, por este orde n,
' La li teratura sobre las principales técnicas proyectivas es abru- el Rorschach, Test del dibujo de la Fi gura Humana y el
madora; será necesa ri o que el lector interesado consulte otras fuen-
TAT, es decir, los tres proyectivos.
tes para obtener una reseña amplia sobre ellas. En el apartado de
Bibliografía recomendada de este mi smo ca pítulo pu ede encontrar La fo rm ación en Test de Rorschach también estaba
algunas sugerencias de interés. presente en los programas universitarios con un por-
TÉCNICAS PROYECTIVAS

Descripción del Rorschach, Valores Absolutos y Porcentajes Promedios


1 O láminas, que contienen manchas de tinta simétricas de modo bilateral. Cinco de ellas acromáti cas (bl anco y negro: 1,
Material IV, V, VI y V II), otras ci nco cromáti cas (bicolores combin an rojo y negro: 11 y 111) y tres multico lores (roj os, verdes, azules,
etc., V II I, IX y X).

■ A partir de 5 años pero generalmente se emplea con adultos.


■ Se presentan en orden, en la mano, de una en una, se le soli cita que la interprete bajo la consigna: «¿ qué podría ser
esto?, ¿a qué se parece?» . Se registra el Ti empo de Reacción y el Ti empo Total '.
Administración ■ Seguidamente se pregunta por la Loca lización en la mancha del elemen to percibido y aclarar qué aspectos ele la
misma representaron un papel importante en la creación de la respuesta (Determinante y Contenido).
■ Selección ele láminas: una vez fin ali zada la interpretación se p ide que elija las láminas que le parecen más bonitas y
más feas.

■ Toda la mancha (W).


■ Detalle común (O).
W (4-7) 20-30%
■ Deta lle poco común (D d).
O (23-24) 60-70%
■ Respuestas Do (una parte donde la mayoría ve un todo).
Dd+Do+S (1-2) < 12%
■ Espacio blanco (S) o combinado co n alguna parte de la mancha (WS, OS o
DdS).

F ('I 5-·18) 60-70%


■ Forma (F): configuración ele la mancha, y se valora el nivel formal como ade- (1)
u.,
c.,: F+(l 5- 18) 70-90%,
cuado (F+) es decir se adapta a la rea lidad formal o inadecuado {F-) no se
adapta a la rea lidad formal.
o_, F- ·10-3 0%

■ Co lor (C), Forma-Colo r (FC), Color-Forma (CF).


~ M (2-4) 10-20%
(1)

■ Movimiento que atribuye a la mancha; se ca li fica por separado el movimiento


o FM
humano (M ), el movimi ento animal (FM) o el movimiento inanimado (111).
o
u., M > FM+m
*
(1) ~
¡::;
(1)
■ Sombrea do o Claroscuro, pu ede percibirse ele forma pura (Ch) o con forma s oc.,: FC ('1-3 ) 5- 10%
u., imprecisas o vagas (ChF) o combinado con formas más precisas (FCh). Q.
CF (1)
:;:) (1)
Q. ■ Cuando ante el efecto del claroscuro lo que impresiona es la superficie: suave, u.,
c
~
(1)
u.,
c.,: áspera , rocosa, etc., en ell a destaca la sensación táctil y pu eden ir acompaña-
u., das igualmente de form a: son las respuesta s ele Tex tura. z
u.,
FC>CF+C
o u
c.,: FCh> ChF+Ch
z o
-o ■ Figuras humanas (H) . Q.
H (4-5) 20-30%
o >-
¡::; ■ Deta lle de Humano (Hd). (1)
Hd
o ■ An imal (A). ~ A (8-1O) 35-5 0%
~ _,
:;:)

o
-e
■ Detalle de Animal (Ad). o
(1)
Ad
·e<11 ■ Partes Anatóm icas (At). C0
< Obj 1-10%
i: ■ Objeto (Obj).
(1)
u., At (1-2) 10%
o c.,:
u ■ Órganos Sexua les (Sexo). o_, Sexo
■ Plantas (P I). ~ PI
■ Geografía (Geo). Geo
■ Naturaleza (Nat), etc. Nat

"'
"ü P (4-7) 20-25%
~ ■ Respuesta popu lar (P) por lo común de su ocurrencia.
O+ 0-2 0%
8 ■ Respuesta original (O) se da co n escasa frecuencia.
~ O-
u..

Tota l Respuestas 20-30

' Ver Glosa ri o


* Para ampliar información sobre los aspectos recogidos en esta tabl a remitimos a Va ldés-Día z y Gómez de Terreros (2005) donde se desarrolla
toda esta nomenclatura ele forma más exhaustiva.

centaj e bastante re levante (concretamente en 1990, el más utili zadas durante el entrenamiento en Psi co logía
10' 80% según Fernández-Bal lesteros, 1980, 199 1) y clín ica en USA.
Garclfield y Kurtz (1973) o Pruitt, Smith, Thelen y Lubin Su método se ha modificado y amp liado durante
(1985) demuestran que el Rorschach era una de las mu hos años dando lugar a una gran prol iferación de
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

escuelas y sistemas de ca lificac ión e interpretación solutos y porcentajes promedios que se obti enen en
(Samuel Beck, 195 0, 1952; M arguerite Hert, 1951 ; pobl ación general de los elementos que conforman el
Bruno Klopfer, 1970; Zygmund Piotrowski, 1957; Da- Psi cograma. Tradicionalmente es el que enseñamos en
vid Rapaport, Sh afer y Gill, 197 1) siendo J. Exner (Ex- el aul a por resultar bastante didácti co y vi abl e dadas
ner, 1978, 1986, 1993; Exner y W einer, 1995) el que las ca racterísti cas de orga ni zación de las metodol ogías
emprendió el trabajo de integrar los aportes previos docentes que están pl anificadas en los pl anes de es-
en un sistema úni co, al advertir que todos tenían su tudio vi gentes. Qui ere esto decir que desafortunada-
mérito y cada uno enriquecía la técn ica. Tras años de mente no se dispone del ti empo sufi ciente para poder
investigación y contando con la co laboración de un profundi za r en una técnica de esta naturaleza co n la
gran equipo, logró se leccionar los aspectos más ven- exhaustividad que sería necesari a para su dominio y
tajosos y relevantes de los cinco grandes si stemas de total comprensió n, sin embargo el alumnado es ca paz
Rorschach dando luga r al denominado Si stema Com- de obtener un aprendi zaje bastante completo de los
prehensivo (SC). Este esfu erzo de sistemati zac ión revi - requerimi entos para su administración e interpreta-
ta li zó su uso y otorgó una gran difusión a la técni ca. ción.
Todo ello ha concluido con la ex istencia de una lite- Si tomamos co mo referencia algunas de las res-
ratura muy voluminosa acerca de los criterios de ca- pu estas dadas en el test de Rorschach que aparecen en
lificac ió n e interpretación del Rorschach. Sin embar- el vídeo anteriormente mencionado (https://www. you-
go, independientemente de las di ferencias que haya n tub. ceom/w atch?v=sXkXgCK_ vzQ ) se observa cómo
ocasionado las di ferentes escuelas, todas ell as busca n el ti empo de reacción que empl ea el eva luado para
ca tegoriza r cada respu esta de acuerdo con cinco ca m- responder es mu y breve, da vueltas a las lámin as de
pos fundamenta les: (a) su loca li zac ión en la mancha; forma espontánea, sin que se lo sugiera el evaluador
(b) el o los determin ante/s que moti va/n la vi sión de la y si bi en tan solo se mu es tran las respuestas obtenid as
respu esta; (c) la ca lidad del ajuste entre la fo rma de la en dos de las diez lámin as de las que consta, ll ama la
mancha y el co ncepto percibido; (d) el o los co nteni- atención la repeti ción que hace de la percepción de
do/s; y (e) la frecuencia estadísti ca de ese contenido en «profundidad » en la Lámina VI (en el segundo 0'34) y
esa determinada loca li zac ión. Un sex to componente en la Lámina X (en el minuto 3'53). Cabe destacar la
se agrega en algunos casos y consiste en la identifica- tarea del psi có logo, anotando todo lo que va di ciendo
ción de verbali zaciones y comportami entos inusuales el evaluado, mantiene las lámin as boca abajo encima
o no computabl es, bajo el título genéri co de fenóme- de la mesa sin que pu eda n verse hasta el momento
nos o códigos especiales. exacto de la administración y se las va dando en la
La hipótesis proyectiva sobre la que se sustenta esta mano en el orden establ ecido. También se observa que
técni ca es que el individuo al atribuir significado a un rea li za el retest o encuesta al fin al de la apli cac ión,
materi al ambi guo, expresa ca racterísti cas más o me- una vez se han interpretado las diez lámin as (minuto
nos establ es de su personalidad, refl ejo de su estil o 6'23) para acl arar la loca li zación y los determin antes
cogni tivo y del mundo emocional interno. Además, in- que han suscitado las respu estas del evaluado.
vo lucra procesos de atención, percepción, memoria,
toma de decisiones, análi sis lógico y, eventualmente, Lám VI . Respu estas del evaluado en el vídeo:
procesos inconscientes que se evidencian como resul -
tado proyectivo de la tarea.
Una de las co nsideraciones más relevantes del test
de Rorschach es que está basado en la influencia de
la personalidad sobre la percepción de las cosas por
parte del individuo y de cómo incide di cha influencia
en lo que la persona ve, có mo lo ve, dónde lo ve y de
qué manera lo ve. En este punto se recomienda vi sua-
l iza r el vídeo « Técnicas de Rorschach. Dime qué ves y
te diré cómo eres» https://www.youtube.com/watch?-
v=sXkXgCK_vzQ.
En la Tab la 11 .1 está recogida de manera mu y es-
cueta la descripción de la pru eba de Rorschach si-
guiendo la nomencl atura propuesta por Beck, Rapa- Pues p rofundidad también y un puente de piedra.
port, Gill, Schafer, Bohm y Kl opfer (y corresponden Una ca ra el fin al
al idi oma inglés) co incidiendo con la notación del Unos pulmones, como el aparato respiratorio de
propi o Rorschach. También aparecen los valores ab- una p ersona.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

Lám. X. Respuestas del eva luado en el vídeo: 1) Referida a los aspectos cognitivos: si bi en la téc-
nica del Rorschach no es una prueba de inteli-
gencia propiamente dicha, sino orientada sobre
todo a la eva luación de la personalidad, permite
analizar qué tipo de inteligencia predomina en
una persona, no en términos de un cociente de
inteligencia (CI), sino referido a la capac idad in-
terpretativa, en el sentido de actitud para estruc-
turar un material amorfo, fl exibilidad para rees-
tru cturarlo y obtener otra percepción. Permite,
por tanto, una apreciación cualitativa acerca de
la inteligencia teóri ca, práctica, técnica, artísti-
ca, etc., del examin ado, pudiendo discernir si su
ca rencia obedece a una inhibi ción de la misma
Varios puntos de profundidad o a un escaso desarrollo. El Rorschach indica el
Cora les potencial ex istente y si está siendo aprovechado
Fuego o no. Estos aspectos se anali za n, sobre todo, a
Con la lámin a invertida Puntos de profundidad través del tipo de loca li zac ión de las respues-
tas que fac ilita la persona y tienen valor positivo
Se observa que ofrece varias respuestas por lám ina, cua ndo se simultanean con un ni ve l formal po-
con un ritmo pausado y tranquilo. sitivo (F+) y respuestas relacionadas con la crea-
Una vez admin istrado el Test de Rorschach y rea li- tividad (M) y la ori ginalidad (O+).
zado el retest, cada respuesta recibe una ca lificac ión 2) Los aspectos em ocionales de la personalidad
(loca li zación, determinante, contenido y frecuencia). que se reflejan ampli amente: el papel de la
Las distintas categorías se agrupa n y el cuadro final, lla- afectividad, el manejo de los impul sos (sexuales
mado Psicograma, es el que se compara con el propor- y agresivos), su intensidad, el grado de control
cionado por el grupo normativo para interpretar el pro- que ex iste sobre ellos, las emociones, el grado
toco lo particular (esta ndari zac ión). En el análisis de las de seguridad o de inseguridad. Para el análisis
resp uestas en el test de Rorschach, es preciso tener en de los afectos se tienen en cuenta las respues-
cuenta que cada elemento aislado tiene, en cada caso tas ele color (FC, CF y C), pues representan una
particular, un valor que no es rígido ni inmutab le, sino reacción inmediata ante estímulos inesperados
que se hace significativo dentro de la estructura total. La que provienen de las lámi nas que remueven las
cantidad de respuestas que corresponden a cada cate- emociones, las pasiones y los sentimientos. Men-
goría y las interrelaciones entre ellas guían la interpre- ción espec ial merece en esta área el análi sis de
tac ión del registro co mo un todo. Es decir, no se puede las respuestas de movimiento humano (M) y la
tomar en consideración una parte aislada desdeñando suma de las respuestas de co lor (C, CF y FC) para
sus relaciones; esto implica que no puede ser asignada conocer las tendencias de personalidad. Ambos
una sign ificac ión arbitraria a un aspecto del registro sin aspectos están só lidamente unidos y forman par-
tomar en cuenta el registro total de la persona. te de una unidad dinámica (tipo vivencia!) que
A partir de la información recogida en el psicogra- apoya el conocimiento de la estructura ele perso-
ma (va lores absolutos y porcentajes obtenidos en loca- nalidad del individuo. Se trata de la mutua inter-
lización, determinantes, contenido de las respuestas, dependencia ex istente entre la vida interior (M) y
popu larid ad, tiempo empleado en responder, etc.) es el componente afectivo (C, CF y FC) y su mayor o
posibl e establecer hipótes is co nce rni entes al funcio- menor susceptibilidad para ser estimulado por el
namiento de la personalidad (con el auxilio ele otras med io que lo rodea. Nos info rma del predominio
fuentes extern as, co mo son otros test, de la histori a cognitivo o afectivo de las vivencias o el equi-
person al del individuo y de la observación clínica co- librio entre ambos componentes. El predomi-
rrespondiente) haciendo hincap ié en la descripción nio de las respuestas ele M se relaciona con una
globa l del individuo, en la que se integran los resul- predisposición introversiva, mientras que el del
tados ele diferentes partes del protocolo y se tiene en co lor se vincula con una tendencia extratensiva,
cuenta las interrelaciones de diferentes puntuaciones entendiéndose en ambos casos como conceptos
e índices. dinámicos y no estáticos de la personalidad.
La información más destacada que se deriva del 3) También se obtiene información sobre los es-
psicograma es: tilos preferentes para enfrentarse y responder
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

a las situaciones: el contacto social, el tipo de nalidad, así como para identificac ión de ca rac-
relaciones interperso nales que se estab lecen, el terísticas psicológicas de la personalidad con
sentido de realidad y su contrapartida: afectuo- vistas a su inserción en procesos terapéuticos.
so, distante, autista, co nformista, fria, egocén- Diferentes trabajos evidencian estas afirmac io-
trico, sugestionab le, renco roso, etc. El contacto nes, de tal manera que se ha utili zado para el
soc ial aparece representado en el Rorschach diagnóstico psiquiátrico sobre desórdenes de
por las respu esta populares (P), co mo índice personalidad (G reene y W einer, 20 17; Huprich,
de la adaptación intelectual al ambi ente, las 2006), su estru ctura comp lej a (Cra ig, 1990; Fer-
FC como expresión de la adaptación afectiva nández Pérez, 2003; Ganellen, 1996; Gregory,
a los requerimi entos de la real idad exterior, las 200 1; Meyer y Handl er, 1997; Muñi z y Fer-
D como expres ión del interés por lo que se le nández H ermida, 2000; Wenar y Cu rti s, 199 1),
presenta al individ uo como obv io e inm ediato y diagnosticar el alcoho li smo (Ackerman, 1971 ),
del sentido práctico. Y las respuestas de hum a- psicoticismo (K leiger, 20 17), estab lecer indi-
no (H) como manifestación del interés por las cadores diferenciales en estrés postraumático
personas, sus iguales (Fern ández Pérez, 2003). (Cerney, 1990), en trastorn os sex uales (M arga n
Por su parte, el sentido de rea lidad suele refl e- y Vi glione, 1992). En general, los resultados ob-
jarse en un psicograma cuando aparecen F+¾ tenidos co n el Rorschach sue len co in cidir y/o
dentro del promedio, bastantes W, ausencia de compl ementar co n los obtenidos en otras prue-
confab ul aciones, P¾ esperado y escasas 0%. bas de otra naturaleza (ps icométricas, obse rva-
4) Y un elemento releva nte, es la integración par- ción, etc.) (Ga nell en, 1996; Porcelli y Mihura,
ticular que cada persona hace de todos estos 201 O) e inclu so ayuda n a esti mar el pronóstico
aspectos porque ningun o está ais lado, sino en de la psicoterapia (N ygre n, 2005; Siegel, 1945;
constante interrelac ión dentro de un todo diná- Toth-Vajna, 20 14; Yoder y Prout, 2005).
mi co. Esto implica que no puede ser asignada ■ En Psicología del Trabajo: el Rorschach forma
una significac ión arbitrari a a un aspecto del re- parte de la batería de pruebas en selección de
gistro sin tomar en cuenta el registro total del personal (Maestre y Pantoja, 2003), y para esta-
eva luado. blecer planes de ca rrera. Es un excelente auxili ar
cuando se trata de determinar la estructura de
Como puede observarse, el test de Rorschach es personalidad que fac ilite o entorpezca el trato
un in strumento que anali za constru ctos psicológicos co n otros, situ ación muy relevante cuando se
muy diferentes entre sí. Además, los datos obtenidos busca se leccionar dirigentes (Martínez, 2004)
pueden estud iarse co n procedimientos cualitativos, que no creen situaciones labora les nocivas que
cua ntitativos y simbólicos lo que permite una lectu- va n en perjuicio de los trabajadores, cuando se
ra trid imensional de la informac ió n que proviene del quiera se leccionar personal que vaya a manejar
individu o, un estudi o simultáneo conectado e interre- maquinari a delicada y peligrosa. Se empl ea para
lacionado, fiel refl ejo de la manera en que organiza detectar si un ca ndidato a alto ejecutivo cuenta
su conducta. No cabe duda, que la personalidad en con las habilidades necesarias, para predecir su
su totalidad es imposibl e de aba rca r en un só lo in stru- éx ito o fracaso .
mento, pero algunos de sus aspectos generales, como ■ Psicología Educativa. Se utili za para la identifi-
los citados sí pueden ser estudi ados. cac ión de los trastornos del desarrollo infa ntil,
de los esti los de aprendi zaje, particularidades
individu ales de los alumnos, es decir, las carac-
5.1. Áreas de Aplicación del Test de terísticas del niño en el contexto del aprendi zaj e
Rorschach escolar. Ayuda a determinar las razones por las
cuales un niño presenta problemas escolares, ya
A medida que se fueron descubriendo las posibi - sea de conducta o de aprendi zaje, fundamental-
1idades de la prweba, su ca mpo de ap licación abarca mente co n el objeto de pl anifica r la forma de te-
cas i todas las áreas de la psicología. rapia más adecuada (terapia educativa, psicote-
rapia infa ntil, terapia fam ili ar, tratamiento neuro-
■ Psicología Clínica: como se trata de una prue- lógico). Tambi én pu ede emp lea rse como auxili ar
ba individua l, su principal ca mpo de aplicación en estudios de orientación vocacional , porque
se encuentra en la psicología clínica. Se utili za la eva lu ación de la estructura de la personalidad
para el diagnóstico psicopatológico, identifica- permite ayudar a los jóvenes a elegir su carre ra,
ción de enfermedades o trasto rnos de la persa- teniendo en cuenta los intereses, aptitudes, tipo
TÉCNICAS PROYECTIVAS

de inteli gencia, situación socia l y fami li ar, den- Exn er, 1978, 1986; Exner y W ein er, 1995; Goldfri ed,
tro del todo dinámico que es la personalidad. Stri cker y Weiner, 1971 ).
■ Psicología Social. En este ámbito se ha empl eado Es preciso subrayar que muchos de los indi cadores
el Rorschach como instrumento de obtenc ión de del Rorschach, pueden repetirse en los diferentes tras-
datos en las investigaciones ace rca de cultura y tornos, pero con diferente manifestac ión en cuanto a
person alidad comparando el t ipo vivencia!. profundidad y en cuanto a interacc ión co n otros que
■ El Peritaje lega l es otra de sus ap licac iones, aun- pudieran modifica r la interpretación acerca de su apa-
que como parte de una batería de pruebas y no rición. Por ejemp lo, el predominio de respuestas de
como testimonio único (Erard, y Evans, 2017; co ntenido animal, sería indi cador de dificultades en
Gacono, Evans, Gacono y Kaser-Boyd, 2008; la soc iali zac ión, lo cual pudi era estar presente en el
M eloy, Hansen y W ein er 1997; Rod ríguez Suti l, protoco lo de múltipl es trastornos de la persona lidad,
1993; Rogers y Cava naugh, 1983; W einer, Ex- pero este mi smo contenido asociado a distorsiones de
ner y Sciara, 1996). Se utili za en los estudios de la ca lidad forma l, dificultades en la loca li zación y en
vio lencia, homicidios y otros delitos, no só lo en la integración, pudi era indi ca r un tipo de trastorno es-
busca de posibl es trastornos en la vi ctim a o el pecífico.
acusado, sino para la caracteri zac ión de la per- Sin pretender establ ecer criterios rígidos, se ex po-
sona lidad de ambos, con vistas a la intervención ne a continu ac ión, de manera esq uemáti ca y conc i-
psi coterapéutica o reeduca tiva. Tambi én en este sa, algun os indi cadores del Rorschach en diferentes
ámbito puede resultar muy útil para determin ar entidades noso lógicas que deben ser tomados co mo
la veracidad del testimonio de un acusado. Se- orientac iones variabl es y modifi ca bl es según cada caso
gún una encuesta entre los mi embros de la Di- parti cular2 .
vis ión 41 de la APA (Archer, Buffington-Vollum,
Stredny y Andel, 2006) el Rorschach se empl ea Trastorno Depresivo (Portuondo, 1976)
en el 36 % de los procesos de guardi a y custodia.
Por ejemplo, es una de las pruebas de perso nali- 1. Pocas respuestas (fa lta de energía psíqui ca)
dad incluidas en el programa forense de libertad 2. Ti empo de Reacc ión alargado (ti empo psíqui co
condi cional del Estado de Ca li forn ia (CONREP) lentificado)
(Nieberding, Moore y Dematatis, 2002) . 3. Choqu e al co lor o al gri s (factores ans iosos,
agres ivos o temerosos)
Se ap rec ia, por tanto qu e el Rorschach es un instru - 4. Ausencia de respuestas de co lores, no más de
mento susceptibl e para la eva lu ación, la ca racteri za - una (afectividad deprimida o inhibida)
c ión y el conoc imi ento acerca del hombre en di stintos 5. M muy disminuida (poca energía mental)
co ntex tos, pero que debe ser va lorado en su ju sta me- 6. Pocas W (in ca pacidad para co nstruir «todos »
dida. Esperar muy poco de él es in fravalorar sus pos i- mayores)
bilidades, pero, esperar demas iado es co rrer el ri esgo 7. Aumento de los Dd (los pequeños deta ll es con-
de rea li za r inferenc ias basa das en la interpreta ción sumen menos energía psíqui ca al no tener qu e
apasionada del exa min ador. ser estru cturados)
8. R de compl ejos de tipo depres ivo, agresivo o
sexua l (ndi ca n sus preocupaciones)
5.2. Indicadores del Rorschach más 9. F+% alto (su lentitud e in seguridad interior le
frecuentes en trastornos mentales permiten captar las mejores formas)
y del comportamiento 1O. F% alto (se aga rra a la forma a lo poco afectivo)
11 . De aparecer resp uestas sex uales, pueden indi-
De todo lo di cho anteriormente, resulta ev idente car co nflictos o preocupación (sentimientos de
que el Rorschach no es un in strum ento estricta men- culpa) al respecto
te diagnóstico. A partir de los resultados obtenidos se 12. Respuestas de Ch y C (indican ansiedad y de-
plantea n una seri e de indicadores que apuntan ha- pres ión)
c ia una entidad determinada; pero no está dirigido, a 13. Alto A % (estereotipi a)
nuestro jui cio, para la cl as ificac ión abso luta. En este 14. Aumenta la proporc ión de Hd y de Ad (poca
se ntido, se han recopil ado elatos e indi cadores con- energía psíqui ca)
cerni entes a las respuestas de varios grupos clíni cos
y no clínicos ele adultos, adolescentes y niños y es- 2 Para ampli ar in formació n sob re estos in dicadores se recom ien-
tá n disponi bles para compa raciones (Ames, M etraux y da consu ltar Portuondo, J.A. (1976). El Psicodiagnóstico de Rors-
Walker 197 1; Ames, Metrau x, Rodell y W alker 1974; chach en Psicología Clínica. Madrid. Bibli oteca Nueva.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

15. A veces un P% alto (se so meten a las normas del 7. Dr peculi ares (típi cos de sus rarezas y manías)
grupo para evitar aumentar su malestar; busca n 8. A lto F+% (la minu cios idad y la fa lta de seguri -
protección) dad lo ll evan a escoger las fo rm as óptim as)
16. Tipo vivencia! coartado o coa rtativo (ri gidez e 9. A veces aparecen respu estas Do+ (exagerado
inhibi ció n afectiva) autodominio)
17. A veces, presencia de uno o más fracasos (no 1O. Tambi én pu eden presentarse respuestas S y con-
logran encontrar respuestas) tenidos agresivos (indi ca ndo ambos su hostili -
18. Contenido poco vari ado (s us intereses se redu- dad)
cen marcadamente) 11 . Minuciosidad y descripciones (agresividad y
ansiedad compul siva)
Trastorno de Ansiedad (Portuondo, 1976) 12. De aparecer respuestas sex uales y de co mpl ejo
de castración, puede pensa rse en un compl ejo
1. Nº de respuestas entre pro medi o o prom edi o de castración. Igual si aparece choqu e al aguje-
bajo (mayor o menor productividad según el ro (lámin as II o VII )
grado y tipo de ansiedad) 13. Suelen expresa r con cierta frecuencia su estado
2. Choqu es al co lor o al gri s (como síntomas de mental y ti enden a intelectu ali za rl o todo
ansiedad) 14. Presentan abundantes dudas e inseguridad per-
3. Respuestas de cl arosc uro y a veces de tex tu- sonal
ra (como índi ces de ansiedad y depresión, así
como marcada sensibili dad) Las fobias (Bohm, 1984)
4. Aumento de las Dd (como expresión de la an-
siedad, qu e al perturba r no deja integrar «to- 1. El choqu e al co lor ti ene su mayor intensidad en
dos » mayores) las láminas II y/o 111 dond e cas i siempre dan res-
5. De aparecer respuestas sex uales pu eden indi ca r pu estas de sa ngre
confli ctos en esa zona. Tambi én pu eden apare- 2. Aparecen ChF, Do y las Hd predominan cas i
cer respu estas de compl ejo significativas siempre sobre las H a causa de la estereotipia
6. Ti ende a subirl es algo el A% (estereotipi a como de ca ras que co rri entemente ex iste (a nsiedad,
medida defensiva ante los estímul os) temor fóbi co)
7. Aparecen frecuentes W vagas (s u ansiedad no 3. Aparecen acentuación de la simetría, ilusión
los dej a comprometerse en respu estas más es- de semejanza. No es raro enco ntrar respuestas
trcturadas) de compl ejos, cas i siempre ca ras amenazado-
8. A veces C+CF> FC (impul sividad ansiosa y agre- ras, di ablos, animales sa lvajes, fa ntas mas, etc. y
siva) tambi én respu estas de másca ras.
9. Pueden presenta r respuestas S (i ndi ca n sus acti-
tudes hostil es reprimidas) La organicidad

Trastorno Obsesivo-Compulsivo (Portuondo, 1976) Los signos orgá ni cos en un protoco lo de Rorschach
permiten establ ecer un a probab ilid ad de deteri oro or-
1. Por lo genera l, \.m nº de respuestas promedi o o gáni co. Diversos autores han podido recopil ar indi ca-
algo sobre el promedi o (prod uctividad compul - dores o signos que ayudan a establ ecer la presencia o
siva) no de dicha orga nicidad.
2. Cas i siempre prése ntan un t ipo vive ncia! ambi-
gual-coa rtativo. O tras veces predomina el lado Síndrome orgánico de Oberholzer (1931)
introversivo (ti enen dudas e in seguri dad de todo
tipo, son inhibidos y coa rtados) 1. Ti empo de reacción alargado (lentitud por difi-
3. Por lo co mún el ti empo de reacción es normal culta des orgá ni cas)
o rápido, pero hay casos qu e por las dudas ob- 2. Tipo vivencia! más bi en extratensivo (por des-
ses ivas no pueden decidirse normalmente y esto contro l impul sivo)
les aumenta los T.R . 3. Predominio de CF y C (poca capacidad de adap-
4. Alto número de Dd (por su gran meti culosidad) tación afectiva, aumento de la impul sividad)
5. Respuestas de cl aroscuro (q ue indi ca n ansiedad 4. F+% bajo (di ficul tad para captar adecuadamen-
y depres ión) te las form as, menor análi sis de la rea lidad)
6. Choque al co lor, al rojo y al cl aroscuro (co mo 5. Di sminu ción de las W + primari as a con secuen-
índi ces de su s confli ctos emoc ionales) cia de la alterac ión de la ca pacidad de abstrae-
TÉCNICAS PROYECTIVAS

cIon, y en lugar de ellas apa recen frecuentes Para un pos ible diagnóstico de orga ni cidad deben
W-y DW-. aparecer al menos cinco de los citados diez índices.
6. Dd aumentadas como expresión de la restri c- No obstante, si aparecen entre los índices la nomina-
ción del ca mpo visual psíqui co y de la incapa- ción de co lor, la impotencia, la perplejidad y las frases
cidad para la percepción sintéti ca automáticas, puede sospecharse justificadamente la
7. D di sminuidas (p ierden el sentido de lo común, posibilidad de organicidad.
sensato, obvio y prácti co) .
8. Alto A% (están estereotipados) Escala de Hughes (1948)
9. Elevados 0% (se apartan marcadamente de lo na-
tural y común, confunden la rea lidad objetiva) Hughes, creó una esca la aprovechando cas i todos
1O. Pocas M (les dism inu ye la capac idad de intro- los signos de Piotrowski (1957) más algunos que inclu-
vers ión y de elaboración psíqu ica) yó de creac ión propia . La esca la que elaboró consta
11. Tendencia a la perseveración (como relleno del de dos partes: la primera es de signos co n valores po-
vacío asoc iativo) sitivos (+) y la segunda presenta va lores negativos (-).
12. Confabulaciones (menor sentido de la rea lidad Se suman los positivos y luego se le resta el total de
e in ventan cosas para llenar el vacío asociativo la suma de los negativos. Hughes enco ntró que si la
y su ca renc ia de comprensión rea l) operac ión resultante era de 7 ó más puntos positivos,
13. Frases automáticas (expresiones estereotipadas indi caba la presencia de lesión ce rebral.
co mo intentos baldíos de llenar el vacío asoc ia-
tivo) Signos Va lor+
14. Frecuentes fracasos (por incapac idad orgá nica
de hall ar respuestas) l. M enos de 15 respuestas
15. Débil conciencia de interpretación (es fl oj o su 2. Menos de 25 respuestas 1
sentido de respuestas)
3. No más de una M 2
Síndrome orgánico de Piotrowski (1950, 1957) 4. Nominación de co lor
5. No más de una FC 1
1. Dism inución del rendimi ento: Nº de respuestas
6. Perseveración 2
menor de 15 (por incapac idad orgá nica para
producir más) 7. Impotenc ia 3
2. Tiempo de reacción y por respuesta alargado; 8. Perplejidad 3
más de un minuto (d ificu ltad en hallar respu es-
9. Frases automáticas 3
tas y lentitud del ti empo psíquico)
3 . Ninguna o so lo una respuesta de mov imiento Signos Valor+
humano, M (d isminución de la capac idad de
1 . Choq ue al co lor 2
introversión y elaboración)
4. Nominaciones de co lor (pl ena organicidad y 2. Choque al cl aroscuro 2
descontro l ele los impul sos) 3. FM mayor que M
5. F+% menor de 70 (pobreza y dificu ltad ele cap-
4. Suces ión disociada
tar adecuadamente las fo rmas)
6. P% menor de 25 (se apa rta algo de las norm as 5. Contaminación
de su gru po)
7. Perseveración: repetición de una mi sma res- Demencia Senil (Rorschach, 1921)
puesta en varias láminas (relleno del vacío aso-
cia ti vo, no encuentran la respuesta adecuada) 1. Ti empo de reacción prolongado (lentificac ión
8. Im potencia: incapacidad de mejorar las res- orgá ni ca)
puestas que reconoce como inadecuadas 2. Tipo vivencia! extratensivo (predomina el mun-
9. Perpl ejidad: inseguridad, asombro, duda, fa lta do de los afectos)
de co nfianza en la propi a capac idad. 3. F+% muy reducido (pésimo análisis de la reali-
1O. Frases automáticas: son expresiones estereoti- dad)
padas como intentos baldíos de llena r el vacío 4. A% muy elevado (estereotipi a: se reducen sus
asociativo (éstas las tomó Pi otrowski de Ober- intereses)
holzer). Ti ende a repetir la misma frase automá- 5. 0-% muy alto (v ive totalmente ajeno a la reali-
ticamente, como en forma de observaciones. dad)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

6. Sucesión ordenada y a veces laxa (este último Interesa resa ltar tambi én, la co ncepc ión que desde
indi ca su relajación afectiva) la perspectiva cognitiva se tiene de estas técni cas: se
7. Frecuentes DW (confabulación) las considera útiles para evaluar determinadas con-
8. Por lo común, más H que Hd (no hay depresión) ductas cognitivas y se define el instrumento proyec-
9. Muchas respuestas de vegetales (p lantas, que tivo-cognitivo como «un método derivado secuen-
indica cierto infantilismo de la demencia se- cialmente para muestrear la conducta de solución de
nil ) problem as de un individuo, su repertorio de habilida-
1O. Confabulaciones y abundantes perseveraciones des de enfrentamiento y su estilo auto-instruccional,
(índices de su cuadro orgánico) aplicado a una tarea o tema vital específico, limitado
situacionalmente» (Sobe 1, 198 1, p. 12 7).
Indicadores de Suicidio en el Rorschach (Cuadra-
Peralta, Ochoa de la Maza, Cornejo González y Barrera
Huanca, 2009) 6.1. Test de Apercepcion Temática (TAT)

1. Crítica al objeto Después del Rorschach, la técn ica proyectiva que


2. Respu esta simbólica le sigue en popul aridad en términos de citas de in-
3. Respuesta de defecto vestigación y uso clíni co es el Test de Apercepc ión
4. Di sminución de la co nciencia Temáti ca (TAT). Aparece en el año 1.935 como fruto
5. Ilusión de semejanza de los estudios rea li zados en la Clíni ca Psi co lógica de
6. Perseveración Harvard por H. A. Murray y C. D. M argan.
7. Shock al bl anco Entre los prin cipios que fundamentan al TAT de
8. Pi es Murray destacan dos tendencias, ambas de ca rácter
9. Color Simbó li co proyectivo:
1O. Shock al co lor
1) Ante situaciones ambiguas o inestructuradas
Ideación suicida (La Carrubba, 2008) cada persona ti ende a interpretarlas según sus
propias experi encias, deseos e inclinaciones.
1. Nº de respuestas entre 18 y 23 2) Al inventar hi stori as, los co ntenidos mentales
2. Loca li zac ión D>W predominantes se exteri ori za n en forma co ns-
3. Tipo vivencia!: coa rtado o coa rtativo ciente e inconsciente.
4. Determin antes: F+% elevado; m>M ; CF> FC;
respuestas de cl aroscuro y textura Desde su aparición los estudios basados en este
5. Contenido: Porcentaje de H moderado, res- test se fueron multiplica ndo, además ava ló e impul -
puestas A numerosas (65-75%); respuestas ana- só el desa rrollo y difusión de la metodología proyec-
tómicas, sa ngre, ca ras y ca beza . tiva, generando una ri ca fa milia de test simil ares. No
6. Fenómenos especiales: Shock al rojo, respues- cabe duda, que el TAT ha suministrado a la cl íni ca
tas «o», respuestas de negación, mutil ación, crí- una herra mienta psicodi agnóstica de alta efi cac ia y ha
tica al objeto promovido y fac ili tado la investigación bási ca en las
7. Selección de láminas: entre las más desagrada- ciencias del hombre, sobre todo en el área de la Psi -
bles eligen la I y la IV co logía de la Personalidad. Sin embargo, en la última
8. Respuestas simbólicas década ha di sminuido (especialmente en España) la
atención que suscitó en sus ini cios, aunque en algunos
contextos como en Latinoaméri ca, por ejempl o, sigue
constitu ye ndo un instrumento valioso en la eva luación
6. TÉCNICAS TEMÁTICAS psi co lógica.
El TAT, ha promovido muchas mod ificac iones y
Las técnicas temáticas se ca racteri za n por tener un adaptaciones en la forma de admini stración (versiones
materi al visua l algo más estru cturado que las manchas reducidas, ap licac ión co lectiva, selección de lámin as)
de tinta, donde aparecen ilustraciones de personas o y en el materi al de prueba (lámin as con personajes
animales co mo estímul os que ocas ionan en el eva lua- rea li za ndo trabajos, láminas para personas de raza ne-
do diversas emociones y recuerdos, a partir de los cua- gra, láminas en co lores, adaptadas a otras culturas).
les debe elaborar un episod io argumentado, incluyen- Cabe señalar, que una de las modificac iones susta n-
do lo que sucede en el momento, lo que ll evó a ello y cia les que afectaron al materi al y al encuad re para el
el posible resultado. análisis y la interpretación fu e la creación de instru-
TÉCNICAS PROYECTIVAS

mentas independientes para niños (CAT, CAT-H) y para


adolescentes (PST de Symonds).

Descripción de la prueba

El material del TAT lo componen 31 lám inas, de las


cuales 30 representan determinadas escenas y una está
en bl anco co n el objeto de obliga r al exa minado a que
imagine el tema sobre el cua l deberá luego crear el
re lato. Según el procedimiento de Murray (1973), sólo
se administran 20. Existen lámin as específi cas que se
aplica n según la edad y sexo del examinado. Esto es
así debido a que ciertas representaciones pi ctóri cas se b) Según el vín culo interperson al de la situación
prestan más que otras para una identificac ión y pro- textu al (a so las, madre-hijo, madre-hija, pa-
yecc ión según estas dos vari abl es. Pero tambi én hay dre-hijo, pareja sexual, fratern al, pai sa jes, neu-
una seri e de láminas que ca recen de cualquier tipo tra ... )
de siglas y que reciben el nombre de «Universal es»,
es decir, se apli ca n a todos los individuos indepen-
dientemente de la edad y el sexo. Estas lámin as repro-
ducen situaciones humanas tipifi ca das que intentan
promover la imaginación del eva luado. Representan
escenas co n uno o va ri os personajes, cuyas activida-
des son bastante ambi guas, co n objeto de que la per-
sona pueda dar las más diversas interpretaciones. Estas
imágenes han sido escogidas de manera que evoquen
ideas de agresión, de peligro, de miedo, de relaciones
pa rentales o de sexualidad. Las histori as que cuenta
a partir de ell as, revelan unos componentes significa-
tivos de su personalidad. Así se enfrenta al eva luado
con situac iones diversas.
En las lámin as puede distinguirse a) un conteni-
do textual (s ituación objetiva), esto es las fi guras que
integra n la composición, lo apa rente, lo manifiesto
de la lámina y b) un contenido contextual (s ituación
significada), es decir, el significado o sentido que se
le atribu ye a la escena. A partir de estos dos aspectos
(tex tu al, co ntextual) se pueden dar algunas variantes
que podrían agruparse:

a) Segú n el tamaño in terpersona l de la situació n c) Según la naturaleza de la situación co ntextual


textual (una sola figura, pareja de sexo d iferente, (s ui cid io, mi edo, peligro, depres ión, trabajo, se-
pareja de un mi smo sexo, triángulo, grupos... ) xualidad .. .)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

El princ 1p10 rector al interpretar dichas historias


del TAT es que quien responde la prueba está identi-
ficándose co n alguien (protagon ista/ héroe) y que las
neces idades, demandas ambientales y conflictos del
protagonista en la historia de alguna manera se rela-
cionan con las preocupaciones, esperanzas, temores o
deseos del exa minado. Se supone que el individuo se
identifica claramente co n su personaje y proyecta en
él sus propias necesidades (primari as tales como ali-
mentac ión, sexuales o secundarias tales como las am-
Para la administración del TAT es necesario que el biciones, afectividad, etc.), esfuerzos, relaciones con
eva luado se sienta cómodo durante la producción de el med io, de la visión del mundo y sentimientos. Y a
las histori as y que entre él y el psicólogo ex ista un buen la in versa, los pensamientos, sentimientos o acciones
contacto desde el comienzo por lo que resu lta impres- que evita el héroe pueden representar áreas de co nflic-
cindibl e establecer un rappo rt adecuado. El papel del to para la persona eva luada (Gregory, 2001 ). En aque-
eva luador durante la admini strac ión es esencia lmente llas láminas co n más de un personaje, el examinado
neutral, no sugestivo. Debe mostrarse interesado en centra la hi storia en el personaje co n el cua l se identi -
los relatos del examinado, si n ju zga r, ni pronunciarse fica. Genera lmente es el que tiene mayor parecido co n
a favor o en co ntra, cuidando de que sus comentarios el eva luado. Es importante destacar que las láminas en
se ajusten al estado emoc ional del individuo objeto sí no marca n claramente la existencia de un individuo
de estudio, sin dar a entender que las respuestas son principa l, sino que es el eva luado quien lo escoge.
correctas o incorrectas, sin ofrecer ninguna sugerenc ia Tamb ién se ha de valorar la ex istencia de diferen-
para las historias que tiene que narra r. La extensión y tes cualidades en dicho protagonista y el rol que tiene
ce leridad con las que las cuenta queda a vo lu ntad del en la narración (es bueno/malo, activo/pasivo, fuerte/
examinado. débil. .. ). Según con quién se identifique y cómo sea
dicho personaje nos puede info rm ar del autoconcepto
Análisis del contenido del individuo objeto de estudio.
Otro de los puntos a remarca r, vincu lado al an-
La prueba se diseñó originalmente para eva luar terior, es la motivación y las necesidades del héroe.
co nstructos co mo necesidades y presiones, que son Cómo se siente o qué quiere o le motiva internamente
elementos centra les de la teoría de personal idad de a actuar como lo hace. Proteger a seres queridos, odio
Murray. Según este autor, las necesidades (determin an- o amor, o lo que le hagan senti r los sucesos son parte
tes del co mportamiento que surgen desde el interior de este aspecto. También se asocia a los propios obje-
del individuo, ta les como el logro, afili ación, dominio) tivos y metas.
orga ni zan la percepción, pensamiento y acción y dan Otra de las claves en el aná li sis del co nten ido son
la energía a la conducta en dirección de su satisfac- las presiones a las que se ve som etido, o lo que le su-
ción. Por el co ntrario las presiones se refieren al poder cede al eva luado y que puede marcar su modo de ac-
de los acontecimientos ambientales para influi r sobre tuar. Aquí es posible valorar posib les preocupaciones
la persona (Ávila Espada, 19866; Gregory, 2001 ). Dis- o situacio nes estresantes o traumáticas que estén afec-
tingue entre presiones alfa (que serían las fue rzas ex- tando a la vida del exam inado.
ternas objetivas o rea les) y presiones beta (que tiene El ambiente es otro de los principales aspectos a
más que ver co n los componentes subjetivos o per- va lorar. El eva luado debe interpretar no solo al héroe
cib idos de las fuerzas externas) y el tema que sería la y lo que le ocurre sino va lorar la situación en que se
unidad de interacc ión entre las necesidades y la pre- encuentra. El entorno y la relación con los demás per-
sión. A través del TAT es posib le med ir 36 neces idades sonajes, o cómo son estos personajes o los roles que
diferentes y diversos aspectos de la presión, como se cu mplen (son fami li a, pareja, ami gos, enem igos, ame-
revelan en las historias de la persona exa minada. El nazas, meros testigos ...), son grandes ejemplos. Puede
análi sis del contenido de las histori as del TAT requiere informar del modo de re lacionarse con el entorno y la
capacitación especia l y se basa en un análisis clíni- percepc ión de éste por parte del individuo.
co-cuali tativo de las producciones teniendo en cuen- No se puede olvidar el prop io desarrollo de la histo-
ta la frecuencia, intensidad y duración de las mi smas ria . Como se suceden los acontecimientos, cómo se ini-
(Aiken, 2003). Un elemento importante lo constituye cian y cómo cu lminan. Ello, por cierto, puede re lacio-
también el desen lace de las hi stor ias donde se reflejará narse con las expectativas rea les del individuo respecto
el éx ito, fracaso, frustración, muerte, etc. a su propia autoeficacia y con su estado de ánimo.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

La temática de las histor ias, las cual es tienden a es- 6.2. Test de relatos para niños
tar vin cu ladas a las preocupac iones e in quietudes del
eva lu ado, también constitu ye un as pecto releva nte en 6.Z.l. Test de Apercepción Temática para
la interpretac ión. Por ejemp lo, algui en dep rimido y/o niños(CAT)
co n ideas sui c idas va a tender a reproduc ir elementos
vincul ados a la mu erte, o algui en obses io nado co n la Como se ha podido dedu c ir de lo expuesto en lí-
limp ieza y los gérmenes co n enferm edades. neas anteri o res, el TAT se utili za preferentemente en
El exa min ador despu és de rea li za r el estudi o de adultos y adol escentes mayores. No obsta nte, tambi én
todas las hi sto ri as, debe cotej ar esos datos a efectos se puede empl ea r en niñ os desde los 8 años en ade lan-
de poner en evidenc ia los tema s coi nc identes, las ca- te. Sin embargo, cua ndo los exa min ados son menores
racte rísti cas predomin antes del héroe y de los demás de 8 años, el TAT rara vez da bu enos res ul tados y ell o
pe rso najes, la problemática de mayo r importanc ia, es debido a los sigui entes motivos:
las inhi b ic ion es y los rechazos de determinadas lá-
m in as . ■ Las lámin as representan situ ac io nes que para
esas eda des resu ltan ex trañas e in co mprensibl es,
es dec ir, ca rece de escenas qu e represe nten si-
6.1.1. Áreas de aplicación del TAT tuac io nes adecuadas para niños.
■ Po r otro lado, las más impo rtantes relac iones de
El TAT tiene un amplio ca mpo de ap li cac ión ya que los niños (con sus padres, hermanos, compañe-
puede ser de utilidad en toda investigació n o estudio ros de ju ego, co legio, etc.) no está n contemp la-
donde interese el conocimie nto de la persona li dad das en la prueba de Murray.
(sa na o enferm a), no obstante, podemos delimitar dos
secto res preferenc iales: Así pues, el Test de Apercepc ió n Temáti ca (CAT)
(Children's Apperception Test) creado por L. Bell ak
■ Á rea de la Ps icología Clínica: Aba rca las sigui en- (1949), tiene la finalidad de apli ca r co rrectamente los
tes facetas: prin cipios del TAT al exa men proyectivo del niño (3 a
Diagnóstico: El TAT sirve pa ra proporcionar 1O años). Lo conforman 1O lámin as y los personaj es
un cla ro conoc imi ento de las actitudes, ras- de sus f iguras so n animales en luga r de humanos qu e
gos, confli ctos, ansiedades y frustrac io nes rep resentan situ ac iones antropomórfi cas adecuadas
en relac ió n con las diversas áreas de la vida para la exp loración de situ ac iones vita les más com u-
y en personas de ambos sexos y gran margen nes en la vida de los niños peq ueños. Este test exp lora
de edad. Se le utili za como auxili ar diagnós- más específica mente la relac ió n del niño co n las figu-
tico de la Histori a Clínica. ras del gru po fa mili ar, así co mo la posición y reacción
Planificación de la in tervención terapéutica ante el mundo de pares y ad ul tos. Las figu ras de identi-
y pronóstico: Pu ede in d ica rnos cuál es el ficac ió n al ser anim ales propician la proyecc ión de los
mejor método o técn ica de abordaj e tera- impu lsos agres ivos, y de la v ida impul siva en general,
péutico, su durac ión y el curso probab le de sin la amenaza d irecta y consc iente de la culpa.
la enferm edad. Las lámin as intentan provoca r respu estas especí-
Catarsis: Para Symonds el verbal iza r un re- fi cas relac ionadas con sus prob lemas: A limentac ió n,
lato produce un a li beración de emoc ion es lenguaj e, rivalidades fratern as, actitudes ante los pa-
reprimidas perm iti endo, por tanto, un ali vio dres, fantasías agres ivas, forma en la que le afecta el
y un a co nc ienc iac ió n de importante va lor mundo de los ad ultos, mi edos, co mpo rtami ento de
terapéutico. d iversa índole, así como la actitud que piensa el niño
■ Área de O rientación y Selección Profesional : El que toma n los padres ante estos prob lemas infa ntil es.
TAT nos va a mostrar las actitudes del exa min a- La prueba de Apercepción Temática para niñ os po-
do frente a la autoridad y los d iversos ámbitos see vari as vers io nes:
de su ex istenc ia (trabajo, amo r, relac iones co n la
soc iedad, etc.), lo cual proporc io na un os datos ■ CAT-S. Aparece en 1952 y se ca racteri za por te-
transce ndenta les a la hora de tener que elegir a ner un materi al integrado po r tres p lanchas, cada
un a persona o a un grupo para unos fines deter- un a conti ene tres o cuatro lámin as impresas en
minados. piezas independi entes, que se pu eden extraer y
repo ner en la pl ancha. Está destin ado al exa men
de los niños más pequeños y al de casos d ifíci les
debidos a trastornos somáti cos, defic iencia física
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

y desadaptación. Las lámin as versan de temas mor a la so ledad, a la desaprobación. A partir de


diversos, por ejemplo: problemas esco lares, pro- ahí, se puede observar las estrategias que utili za
bl emas físi cos, fantasías de embarazo. para su defensa: la pasividad, la huida, la inhibi -
■ CAT-A. Data de 1.949 y lo componen 1O lámi- ción, la agresivi dad, la oralidad, la renuncia, etc.
nas en las que los perso najes son animales en ■ Integración del Yo. Grado en que es capaz de
ambi entes humanizados, facilitando así la iden- co mprometerse entre los impul sos y las ex igen-
tificac ión del niño co n las c itadas fi guras. Se eri- cias de la rea lidad (contro l de impul sos, toleran-
ge como la versión preferida para niños peque- cia a la frustración y la ansiedad).
ños.
■ CAT-H . Surge en 1.965, estando conformado
tambi én por 1O láminas, pero en este caso apa- 6.Z.Z. Test Pata Negra
recen fi guras humanas en situaciones paralelas a
las de las ilustraciones con animales del CAT-A. El test de Pata Negra (PN) creado por Corman en
Esta versi ón está pensada para niños de 11 a 14 196 1 (Co rm an, 1981) es un a prueba proyectiva que
años o para pequeños que tengan unos coc ien- exp lora la estru ctura dinámica de la personalidad ha-
tes inte lectuales superiores. El motivo de esta ciendo hincap ié en los mecanismos del Yo y las ten-
variación es que en estos niños se obti ene un a dencias instint ivas .
mayor productiv idad con dibujos humanos. Aunque, como ya se ha mencionado anteriormen-
te, ex isten diversas pruebas temáticas destinadas a ni-
El hecho de empl ea r una u otra versión se deja a ños, la inclu sión del Pata Negra en este cap ítulo se
juicio del profesional en función de la madurez y per- debe a las ventajas que aporta en co mparación con
sonalidad del niño que responde la prueba . otros instrumentos, sobre todo en lo que se refiere a las
Tanto las normas de aplicac ió n co mo las de inter- características de su adm ini stración que detallaremos
pretación son idénticas a las exp uestas en el caso del a continuación. La experi encia en el ámbito ap li cado
TAT. Ahora bi en, en el mom ento de la admini stración ha demostrado que la posibilidad de qu e el niñ o pu e-
no podemos olvidar que estamos frente a un niño, de- da elegir a vo luntad las lám inas que quiere interpretar,
biendo tener con él unas atencio nes espec iales para darle una segu nda opo rtunidad para que, si quiere,
lograr un clima adecuado. Puede plantearse la admi- retome las que ha rechazado a priori, genera un a sen-
nistración del CAT como un juego, consiguiendo de sac ión de libertad en el eva luado que incrementa su
esta manera evitar reproches, competencias o medidas motivación para narrar los cuentos y asegura su co la-
disciplinarias. Si fu era preciso se debe alentar y esti- boración y comprom iso co n la tarea.
mul ar al niño, pero siempre sin hacerl e sugerencias. El Pata Negra se utili za tanto en el ámbito escolar
El procedimiento para el análi sis del co ntenido de como en el clíni co para la detección y comprensión de
las histori as tiene en cuenta va rios aspectos: los co nflictos emoc ion ales propios del desa rroll o, espe-
cialmente los relacionados con la prob lemática edípica
■ El tema principal. Se intenta encontrar un deno- y la rivalidad fraterna a través de la narración de cuen-
min ador común o tendencia en varias histori as. tos y el método de preferencias/identificación, algo que
■ Héroe prin cipal. Se trata del personaje con fac ilita la expresión de procesos inconsc ientes.
quien se identifica el eval uado. Es co nveni ente Para favorecer la proyección en esta prueba, las lá-
observa r la adecuac ión del héroe, la habilidad min as evoca n situacion es hum anas pero protagoniza-
para manejar cualqui er circun sta ncia. das por an imales, concretamente por un cerdito, uno
■ Necesidades e impul sos del héroe. Las neces i- de los cuales se distingue por tener una gran mancha
dades expresadas pueden tener co rrespondenc ia negra en la pata (hay un a vers ión paralela para árabes
con las necesidades del examinado, sobre todo y judíos en la que el cerdito es sustitu ido por un co r-
si están descritas con mu cho detalle y rea lismo, dero) . La mancha negra situada en la pata izquierda,
aunque ta mbi én pueden refl ejar las necesidades al igual que su madre, tiene gran reso nancia afectiva
e impul sos que él perciba en otras figuras. entre los niños, designándola como un signo distintivo
■ Fi gura s vistas como ... la manera en que perciba de gran valor en algunos casos, y para otros, como una
a las figuras que lo rodean y cómo reacc ionan seña l de infam ia y desvalorización.
ante ell as. El niño se proyecta en el personaje central, elegi-
■ Co nfli ctos significativos. Conocer el t ipo de con- do por él en su hi storia y le transfiere sus tendencias
fli ctos y cómo reacciona ante ell os . personales. Lo describe en función de sus propias acti-
■ Naturaleza de las ansiedades. Pu eden estar re- tudes, las relaciones que mantiene con los demás per-
lacionadas con el castigo, con el daño físico, te- sonajes que form an parte de la hi stori a.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

Esta prueba consta de 18 lámin as, además de un a Superada esta fase, se prosigue intentando aclarar
inicial denominada frontispicio (portada) que permi- todos aq uellos puntos que no quedasen claros en su
te presentar a la familia de Pata Negra e introducir la momento y se puntualizan sus sentimientos en rela-
acc ión. La tarj eta final es conocida como «el Hada ». c ión co n los diferentes personajes: ¿Quién es más fe-
li z? ¿Quién es más bueno? ¿Quién es menos bueno?
Para finalizar la prueba se le presenta al niño la lá-
mina titulada «el Hada» se le comuni ca que es el hada
buena de Pata Negra y le pedimos que trate de adivi-
nar los tres deseos que éste le pediría a la c itada hada .
Por último, se le solicita que dibuje de memori a
la lámina más interesa nte y en otra hoj a, el sueño de
Pata Negra.
Con respecto a la interpretación, el examin ador
debe apoyarse en la descripción de cada lámina/ temá-
ti ca y la conflictiva que explora, el análi sis de las lámi-
nas aceptadas o rechazadas, el método de preferencias/
identificac iones, las preguntas dirigidas y las preguntas
de síntesis, así como la conducta verbal y no verbal del
individuo y la conducta interactiva con el examinador.
El Pata Negra posee una gran diversidad de situa- Los principales temas refl ejados por este test son:
c iones y proporciona una mayor libertad de proyec- agresividad (diri gida a los padres o a los hermanos. El
ción a partir de estímulos perceptivos para identifica r conflicto dependencia-independencia. La seguridad per-
los conflictos profundos de la perso nalidad, especial- sonal del niño le permite satisfacer su tendencia a crecer,
mente en las primeras etapas de la vida. que se manifiesta en la tendencia al desprendimiento. A
En cuan to a la administración, siempre se rea li za la inversa, la inseguridad personal se manifiesta en las
de forma individual y aunque puede apli carse a partir tendencias a la permanencia y a la regres ión a la madre).
de los 4 años hasta los 15 preferibl emente, la práctica Oralidad (temas de recibir afecto en una relac ión afecti-
nos muestra que no es hasta los 6 años c uando el niño va tan primitiva como el mamar; o temas de una agresivi-
tiene la suficiente mad urez para adecuarse a la consi g- dad tan primitiva como el morder). Analidad (agresividad
na, a saber, elegir las im ágenes y organizarlas con el expresada en el ensuciar o en la evacuación intestinal o
f in de hacer una historia. vesical). Sexualidad (temas edípicos, juegos de tenden-
Una vez estab lec ido un clima de confianza se pro- cias a la rea li zac ión personal a través de la identificac ión
cede a la presentación del Frontispicio, interrogán- y rivalidad con los padres). Culpabilidad (l a culpabilidad
dole sobre el sexo, edad y relac io nes de parentesco depende de la presión del superyo que impide dirigir la
que tiene «Pata Negra» co n el resto de las 5 figuras agresividad hacia fuera. La repres ión de la agres ividad
rep rese ntadas. U na vez satisfecho este primer requ i- resulta muy dolorosa y acaba dirigiéndose hacia el pro-
sito se le muestran las 18 láminas resta ntes del test de pio exa minado, que se describe como malo y merecedor
ma nera que pueda visualizarlas co rrectamente y se le de casti go. Una manifestación muy concreta es la valora-
pide que escoja las que quiera para que nos cuente la ción de la mancha negra como signo de culpa).
histori a del protagonista, pudiendo empl ea r aq uell as Otros temas aparecen con menor frecuencia y exigen
láminas que crea oportuno; no hay límite. una cierta experi encia para identifica rlos y valorarlos, ta-
Cuando el niño ha terminado de co ntar las aven- les como inversión de sexo, padre nutricio y madre ideal.
tu ras de Pata Negra se reúnen de nu evo las láminas Todos estos aspectos son anali za dos bajo el prisma
ta nto las aceptadas como las rechazadas y se le pide de los planteamientos de Murray para el TAT, aunque
que las divida en dos grupos, uno co n las que le gus- en el caso del Pata Negra también ex isten unos fu ertes
tan y otro co n las que no le gusta n. A continuación, y componentes psicoa nalíticos interpretativos.
aq uí comenza ría el «Método de las preferencias-iden- Autores espa ñol es (Ba llús, Casas, Virgi li y Pé-
tificaciones » se le pide que nos diga cuál es la lámin a rez-Testor, 2015) han proporcionado un Registro de
que más le agrada, que nos exp liqu e el por qué y que eva luación de las relaciones triangulares (RERT) se lec-
indique qué personaje le gusta ría ser en el caso de for- cionando 10 láminas del PN 3 cuyos contenidos tienen
mar parte de la hi stori a. Esta actu ación se rea li za con
todas las lámin as incluidas en el grupo «agradables» y
J Las lám in as que fo rman parte ele dic ho protoco lo son: 1. Oca,
a continuación co n las que co nform an el grupo «des- 2. Hoyo, 3. Carro. 4. Pe lea, S. Comedero, 6. Porquerías, 7. Duela, 8.
agradables». Hoyo, 9. Camada y 1 O. Mamada 11
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

que ver con las relaciones triangul ares, de acuerdo del mode lo psicoanalítico, no es así entendido en la
co n el marco teó ri co de Corman (1981 ). Dicho regis- eva lu ac ión psico lógica o en el psicodi agnósti co (De
tro consta de un tota l de 28 ítems agrupados en cuatro Santiago et al., 1999). «La hipótesis productiva se re-
categorías de respuesta, que eva lúan el grado de to- fiere a que en todo lo que hacem os, y muchas veces
leranc ia a la relac ió n triangu lar. Los ítems se valora n también en lo que dejamos de hacer, estam os comuni-
cuantitativamente (1 /0) según sea Si/No. Las categorías ca ndo constantem ente quiénes y cómo som os» (Ca rri-
son: Culpabilidad y castigo (lám. 1, 2 y 3), Agresividad zo, 2015, p. 43).
(l ám. 4, 5 y 6) tanto hac ia los herm anos como hac ia Existen mu chos tipos de test de dibujo. Pu eden cla-
los padres, Exclusión (lám. 7 y 8) y Rivalidad (l ám. 9 y sificarse en temáticos, cuando se so li c ita que se dibuje
1O). Como se ha menc ionado anteriormente en cada algo en concreto, y son los más frecuentemente utili-
una de ell as se t ienen en cuenta un a serie de ítems zados; o atemáticos, donde a la persona se le pide di-
que ayudan a identifica r si se han manifestado expre- bujar li bremente. En ell os se sue len estudi ar aspectos
samente los temas imp líc itos en las lámin as, si el eva- de la persona li dad. Además, otro tipo de test empl ea n
lu ado se ha identificado o no con el protagoni sta de el dibujo, como el Test gestá ltico visomotor de Ben-
la histori a, la elecc ión de dicha lámin a por parte del der (BG) o el Test de la figura compl ej a de Rey, y se
evaluado para co ntar la hi stori a, la no aceptac ión de utili za n sobre todo para estudi ar aspectos cognitivos
esa lámin a como agradab le, entre otros . en Neurops ico logía (De Santiago et al., 1999). En po-
Con este protoco lo se pu ede aislar y catego ri za r los blación infanti l está demostrado que el empl eo de los
datos cualitativos que informan sobre el grado de to- Test proyectivos gráfi cos constitu ye un recurso funda-
leranc ia a la situ ac ión triangul ar, aju stá ndose adecua- menta l, puesto que el dibujo es un lenguaje natural en
damente a criteri os psicométricos, as í co mo estab lecer los niños (M aga nto, Garaigordobi l y Etxeberría, 2007)
mayor objetividad a la correcc ión e interpretación del y res ulta de máx im a utilidad en el análi sis de las ca-
test. Este RERT constituye una herrami enta aprop iada pac idades cognit ivas - bi en con el objetivo de anali za r
para detectar las relac iones triangulares de un modo su desarro ll o grafomotor o perceptivo-, la mad urez
c uantitativo y compl ementario al análi sis cualitativo lecto-escritora, co mo med ida in te lectu al (De la Osa
del test lo que red uce el grado de subj etividad del y N ava rro, 1997), o bien para exp lorar, más recien-
psicó logo, siempre tan cuestionado por la co munidad temente, la c reatividad. Pese a estas afirmac io nes, es
c ientífica en el uso de las técn icas proyectivas y añade importante destacar que hay res ultados co ntrad icto ri os
un a mayo r fiabi li dad. respecto a este punto y no siempre los aspectos cog-
nitivos eva lu ados a través del dibujo tienen su utilidad
predictiva co n el posterior rendimi ento esco lar. No
obsta nte, en lo que sí parece haber consenso es que
7. TÉCNICAS EXPRESIVAS resu lta un in dicador evo lutivo más, y muy útil como
prueba de screening cuando anali zan aspectos de ma-
7 .l. Los test gráficos. Normas y durez inte lectual.
condiciones de aplicación El interés actual por la eva lu ac ió n del pensamiento
creativo es debido a la neces idad de obte ner med idas
Se denom in an técn icas exp res ivas o test gráficos a úti les para detectar menores co n altas capac idades,
aquell os test que utili za n el d ibujo como medio de ex- o aq uell os dotados artística mente. Entend iendo que
presión. A través de ell os el profes ional puede anali zar la eva luación de la capac idad intelectual no es un a
o eva lu ar ca racterísti cas cognitivas o de persona lidad medida sufic iente, sino comp lementar ia; aunque este
de la persona que dibuja. Es evidente la importanc ia debate está abie rto, como lo está el si la escuela debe
del d ibujo para el ser humano, desde la infancia y des- fomentar la creatividad.
de la anti güedad, y siempre ha sido utili zado co n la No ex iste una defin ic ió n ún ica y conceptua l de la
idea o pretens ió n de exp resarse. Por ell o el dibujo es creatividad (Boden, 1994). Es un concepto compl ejo
un a técnica co nsiderada exp res iva. Expresa lo que se como otros en Ps ico logía, pues está en relac ió n con
ha perc ib ido o percibe, que se imag in a o desea, siem- aspectos cognitivos y de la persona li dad. Además, se
pre de una manera personal y desde la intimidad (De pone de manifi esto en las interacciones co n los co n-
Santiago, Fern ández y Guerra, 1999). textos en que se mu eve la persona . De todo ell o escri-
Otra cuestión a tener en cuenta, y que va en re- be co n más deta ll e Co rbalán et al. (20 15) en la prueba
lación a este capítulo, es la proyecc ió n que se mani- de la que es autor. Por lo tanto, parece ser ev idente
fi esta en el dibujo junto co n la exp res ión . Ambas se que se trata de un constru cto multidim ens ional.
produ cen simultánea mente, pero la proyecc ión, aun- Uno de los antecedentes de las pruebas de d ibujo
q ue remite y se enmarca como un concepto dentro que actualmente se empl ea n para eva lu ar la creativi-
TÉCNICAS PROYECTIVAS

dad es el test de Wartegg del que tenemos referencias porcionan estos test son la brevedad, la fac ilidad para
a través de la versión WZT-BD (Bi edma y D' Alfonso, comprender la tarea y la espontaneidad, ya que nor-
1960). En los dibujos que se so licitan, parti endo de un malmente los evaluados ignoran la finalidad de estas
modelo, se interpretan diversos factores de expresión. pru ebas y, por tanto, no suelen simular o manifestar
Estos son : cl aridad, dimensión, dinamismo, empl aza- reacciones de defensa (B iedma y D' Alfonso, 1960).
miento, espesor, ori ginalidad, presión y simplicidad . Es importante resa ltar la diferencia que existe entre
Destacamos la originalidad, como aquell as ca racterís- utili za r el dibujo en el proceso de evaluación psicológi-
ticas poco comunes que se expresa n en los dibujos, y ca, o con la intención que puede tener cualquier perso-
que se interpreta en términos de actividad mental, ima- na o profesional para que el menor se distraiga. Ejemplos
ginac ión y ori ginalidad. Por ell o, es interesa nte cono- de esto se encuentran cuando una maestra en una clase,
cer, aunque no se puede profu ndizar en ell as, las Pru e- una enfermera en una consulta mientras el niño espera,
bas de Imaginación Creativa de Arto la et al., (2 008, o alguien en una oficina, pide a un niño que dibuje para
201O, 201 2), el Test de crea tividad infa ntil (Romo, Al - conseguir que no se mueva en exceso y se distraiga . El
fo nso y Sánchez-Rui z, 2008) y la Pru eba de crea tividad profes ional debe poner en evidencia ante la persona a
gráfica infa ntil (Ca rmona y Fern ández, 2014) . evaluar esa diferencia, desde el primer momento.
Finalmente, cabe señalar, que los dibujos suelen Lo habitual, por lo tanto, es apli ca r estas pruebas
utilizarse co mo una técni ca para la evaluación psi co- al comi enzo del proceso de evalu ación e intervención
lógica clínica o escolar, au nque algunos profesionales psi co lógica, y vo lverl o a utili za r cuando se requiera de
ta mbién los emplean como in strumentos en selección nueva informació n o para comprobar si van suced ién-
de personal, e incl uso algunos terapeutas los incluyen dose ca mbios en los pacientes, ya que algun os dibujos
en el proceso de intervención, ofreciendo al paciente deberían ir mostrando o refl ejando esas variaciones.
una nueva vía de expresión. El vídeo «Técnicas de Rors-
chach. Dime qué ves y te diré cómo eres» (https://www. ¿Cómo se deben utilizar los test gráficos en la
youtube.com/watch?v=sXkXgCK_vzQ) tambi én aporta evaluación psicológica?
información de interés acerca de las téc nicas expresivas
y en este punto al lector puede interesa rl e visuali za rlo En el caso que nos oc upa, la diferencia apa rece
si no lo ha hecho previ amente. desde el inicio, no só lo por la preparación o el estudio
que ex ige al psi có logo que lo va utili za r, sino porque
¿Cuándo utilizar los test gráficos en evaluación? se han de cuidar los materi ales que utili za rán y el en-
torno en que se so li cita un dibujo.
Los autores que escriben sobre dibuj o suelen men- En cuanto a las condiciones en donde se va a rea-
cionar que estos so n muy úti les co mo «rompehielos ». li za r, es importante tener en cuenta que es mejor con
Es siempre una prueba sencill a, ráp ida y económ ica, un lápiz blando y no muy afil ado, así se podrá com-
que no requi ere necesariam ente de comuni cac ión ver- probar la presión, el grosor o el tipo de trazo; hay que
ba l. Por ell o so n más útiles aún en niñ os ya que se sue- dibujar sobre un fo li o en blanco - o cuartill a según au-
len acoger como una actividad lúdi ca. Es decir, que se tores como Xandró y Belda (2007)-, sin rayas, bordes
pueden utili za r en las primeras fases del Proceso de o cuadros, de esa manera se puede observar donde se
Eva luación Psicológica y prácti ca mente en todo tipo sitC1a el dibujo (emplazamiento) . Aquí tambi én convi ene
de personas, mi entras que pu edan coger un lápiz. Esto seña lar que el profesional no debe hacer anotación al-
significa a partir de cierta edad, o en individuos que guna en el espacio en que dibuja el evaluado. Cualquier
estén li bres de determin adas disca pacidades físi cas. En anotación deberá hacerl a en un papel aparte. Incl uido
los adultos no siempre se recomi enda utili zarlos como el nombre u otro dato de quien rea li za el dibujo. Enci-
primera pru eba. A veces es necesari o haber establ ec i- ma de la mesa donde se dibuja so lamente debe haber
do una cierta relación co n el eva luador que permita lápiz y goma, sacapuntas y, si acaso, lápi ces de colores.
al eva luado dibujar de forma relajada (Xandró, 1999). Primero debe establecerse una buena relación entre el
Habitualmente los adultos se sorprenden de que el evaluador y el evaluado, y después de dar la consigna,
evaluador les so licite esa tarea, y pueden mostrar algu- debe comprobarse que se ha entendido bi en la tarea y
na duda, sin embargo, suelen co laborar sin probl ema. que la persona está dispuesta y es capaz de reali za r los
Sobre todo si se aclara que no se va a tener en cuenta dibujos que se le piden (De Santiago et al., 1999).
su habilidad artística (Xa ndró y Belda, 2007). Incl uso La co nsigna en estos test es muy im portante y ca da
la tarea permite establ ecer una relación empáti a entre uno de ellos especifi ca las pal abras que deben utili-
ell os. En el caso de los niños, el pedir! s qu dibuj n za rse. Normalmente las indi cac iones so n breves y en
se ve como algo natural, pues está n acostumbrados a ocas iones se completan o hacen aclaraciones, si pare-
ello y lo rea li za n con fac ili dad. Las ventajas qu pro- ce que la persona no ha entendido bien lo que debe
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

hacer o no ha completado el dibujo de la manera que de obligado cu mplimiento, pero que se aconseja, pues
el examinador co nsidera adecuada. aporta información sobre aquellos elementos del plano
Desde que se comienza a dibujar el psicólogo debe form al que son resa ltados por el evaluado o que pueden
observar y registrar las verbali zac iones, el co mporta- ll amar la atención del eva luador. En los test que se de-
mi ento y la actitud que muestra el eva luado ante la tallan en este capítulo podrán verse algunos ejempl os.
tarea que se le propone. Es fácil de entender la impor-
tancia de esta labor, y dicha observación contri buirá Interpretación de los dibujos
a la formul ac ión de hipótesis en la posterior interpre-
tación. Normalmente a los adolescentes y a los adul- Autores como Biedma y D' Alfonso (1960), al escribir
tos les cuesta dibujar, por ello son importantes sus co- sobre la interpretación de los dibujos, comienza n se-
mentarios (Xandró, 1999). Por ejemplo, si el eva luado ñalando la importancia de la visión general de los mis-
acepta la consigna sin hacer ningún comentario, si se mos. Es decir, el contemplarl os co n «una sola mirada»
irrita o se niega, si necesita que le demos explicac io- (p.107). Ello requiere sin duda mucha práctica, pero
nes ad icionales, si muestra una actitud autocrítica, de permitirá captar el estilo personal del que dibuja, poner-
desconfianza o de auto alaba nza ... Debemos obser- lo en relación co n aquellos aspectos que son releva ntes
va r y, en el caso necesa rio, interpreta r cada una de las en la prueba, y será el punto de partida para la elabora-
manifestaciones verba les o no verba les que rea lice la ción de hipótesis o para el estudio de otros indicadores.
persona. De entre estas actitudes podemos distinguir Ello es debido a que genera lmente los elemen-
aq uellas que son manifestaciones de comportamientos tos dibujados refl ej an contenidos inconscientes, que
adaptativos o, en caso contrario, desadaptativos (De muestran percepciones prop ias del entorno o de uno
Santiago et al., 1999). mi smo. Carencias, neces idades, deseos o tambi én la
Se co nsideran signos de inseguridad las ju stifica- rea lidad . Pueden indicar una presencia o ausencia,
ciones o excusas (Xa ndró, 1999), y se considera desa- y es la capac idad del eva luador o eva luadora la que
daptativa la autocrítica exagerada, que man ifiesta una debe captar qué expresa n. La repetición de elemen-
tendencia depresiva; la inca pacidad para dar por final i- tos tambi én representa lo rea lmente frecuente o im-
zada la tarea, como si al dibujo le fa ltase siempre algú n portante en la vida del dibujante, la cual es esencial
detal le, que puede indica r un ca rácter obsesivo; la ex- conocer para entender el signi ficado de lo dibuj ado
cesiva rapidez o impu lsividad, relacionada posiblemen- (Carrizo, 2015). Según esta autora lo habitual es que lo
te con la evitación del contacto afectivo, o el poco inte- rea li zado exprese más bien el deseo. Q ue la rea li dad
rés por implica rse en el trabajo; también es interesante aparezca transformada, compensando las debi lidades
si se observa un entusiasmo exagerado, pues pueden o las insatisfacc iones del que dibuja .
ser más bien característi cas de rasgos hi stri ónicos o de La dificultad que tiene el análisis de los dibujos es
grandiosidad (De Santiago et al., 1999). En cualquier que no pueden in terpretarse determinados aspectos
caso, es importante anotar todas las verba li zac iones o forma les o deta lles de una manera aislada, o siempre
comportamientos que se produzcan durante la admini s- con la misma significación, sino que en cualquier caso
tración de la prueba (Xandró, 1999). debe observarse el conjunto o la in teracción entre ellos.
Romano (1975) en su obra, que ha sido pionera en En pa labras de Carri zo (2005, p. 142): «El significado
nuestro país, describe estas posib les co nductas en las de cada elemento debe analizarse siempre de acuerdo
personas a las que se les sol icita dibujar y su va lora- al contexto grá fico y al contexto histórico y ambien-
ción -aunque centra su obra en el dibujo de la figura tal de la persona». Todo lo descrito quiere decir que,
humana-. Para esta autora lo interesa nte es que a partir aunque para la ap licación de estos test no se requiere
del momento en que se solicita un dibujo, la relación un gran entrenam iento, si se necesita para la interpre-
in terpersonal que se estab lece se modifica, se vue lve tación de los dibujos. Éstos además permanecen en el
más íntim a. Expresa que es como si el eva luado se sin- ti empo y pueden así mostrar la evolución de la persona
tiese más «ligado » al eva luador. que ha dibujado (M aganto y Garaigordobil, 2009).
Lo habitual es que los d ibujos se retiren a med ida En la interpretación se distinguen los elementos
que se vayan teqninando, de manera que, la persona gráfi cos de los elementos formales o de contenido. Los
que dibuja, solo tenga uno a la vista . En el caso de que primeros se llaman también elementos estructurales y
rea lice varios dibujos, lo que es frecuente y deseab le, de entre ellos se interpretan: la secuencia del dibujo,
se le irán dando nuevos papeles en blanco. el tipo ele trazo, el emplazamiento del dibujo en el fo-
Es importante añadir que los test de dibujo, en suma- lio, el tamaño, la presión del lápiz, el borrado, las pro-
yoría, contemplan al fina l de su aplicación una pequeña porciones, la simetría, el movimiento, el sombrea do,
entrevista. Esta suele estar compuesta por una serie de la cantidad y ca lidad de los deta lles, etc. La interpreta-
preguntas que difiere de un test a otro, que no suele ser ció n de estos aspectos pu ede encontrarse en diversos
TÉCNICAS PROYECTIVAS

manuales (De Santiago et al., 1999; Valdés y Gómez Terreros (2 005), que a su vez procedían de diferentes
de Terreros, 2005). Los elementos de contenido hacen autores, De Santiago et al. (1999) y de Carrizo (2015).
referencia a lo que se dibuja y a lo que quiere expresar Cabe decir que tampoco están todas las posibles inter-
(posturas, sonrisa, tamaño de la chimenea ... ) y depen- pretaciones por lo que es imprescindible en la inter-
derá del tipo de test gráfico que se rea li ce (De Santiago pretación de dibujos el estudio de las obras originales.
et al., 1999). Otro aspecto que se debe contemp lar en los test
La Tabl a 11.2 refleja distintas interpretaciones de gráficos son los temas que aparecen . En el dibujo libre
los aspectos gráficos de los dibujos que pueden ser o en los test de completami ento de imágenes es evi-
aplicados a cualquier test de dibujo. Se han interpre- dente que el eva luado dará significado a lo que dibuja,
tado aquell os mencionados en Valdés y Gómez de pero incluso en otros test co mo el de la Familia o de

Aspectos gráficos que se pueden analizar e interpretar en los diferentes test de dibujo
Rasgo o aspecto gráfico Significado
Tamaño Tendenc ia a la expansión, de ser visto y tenido en cuenta. Genero-
Grande sidad, extroversión.
Está asociado al autoconcepto
o a la autoestima, al nivel de (2/3 de la página) Si ocupa más espacio, puede indica r autoestima inflada, person ali-
energía. Informa de la relación dad defensiva y agresiva.
de la persona con su ambiente
Pequeño Poco ni ve l de expansión, retracc ión desvalori za nte. Timidez. Senti-
mi ento ele inferioridad, inseguridad, inadecuac ión e inhibic ión de
(menos del 1/3 del papel) impul sos. Tendencia a la restri cc ión.

Buena adaptación, equilibrio en cua nto a extraversión e introver-


M edio
sión.

Proyección O ri entación a la izquierda Introversión y distanc iami ento de los demá s.

Se refi ere hacia donde se dirige Ex trovers ión, ca pacidad para tornar decisiones, fac ilidad para la
Orientación a la derecha
el dibujo comunicació n.

Empl azami ento Tendencia a la fantasía, a la imaginación, al mun do ele las ideas.
Inseguridad, dificultades ele adaptación a la rea lidad, tendenc ia
Lugar donde se sitúa el dibujo a buscar satisfacciones en el área ele la fa ntasía más que en la
en relación a la página. El papel rea lidad.
Pa rte superior del papel
representa el espacio v ital de la
persona. Alegría, optimi smo, energía.

Necesidad ele escapa r de la rea li dad.

Necesidad ele seguridad y estab ilidad interna. Orientación a la


rea lidad.
Parte inferi or del papel
Tri steza, depresión.

Rea li smo. Objeti vidad y co ntrol de impul sos.

Pa rte central del papel Equ ili brio y armonía con el entorn o. Capaci dad para afrontar los
acontecimientos. Adec uada ubicac ión en el propi o yo, en la propia
rea lidad.

Extroversión, co n miras al futuro, a las metas personales, a lo des-


co noc ido. Neces idad de alejarse del pasado, de crecer, progresar
Parte derecha del papel y ava nza r.

Representa la zona del padre.

Introversión e inhibic ión . Referencias al pasado. El ori gen, las


Parte izquierda del papel raíces, la madre. Dependencia, necesidad ele protección. Miedo a
crecer, a avanza r.

Bordes del papel

Representan los límites de la


rea lidad

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Rasgo o aspecto gráfico Significado


Presión de los trazos Asertiviclad, tendenc ias agresivas, impu lsivas. Fuerza , vita lidad .
Trazo fu erte
Segu ri dad, extroversión. Capacidad de liderazgo.
Expresa el nivel energéti co de
Timidez, inhibición, represión, depresión y bajo nive l energéti co.
los indi viduos Trazo débil
Debilidad.

Forma del trazo Tensión. Agres ividad, fuerte necesidad ele contro l ele las
Líneas rectas
emociones. Inflex ibilidad. Decisión.

Fl ex ibilidad . Empatía . Dul zura y suavi dad. Dependencia y


Líneas curvas
emotividad. Feminidad.

Lín eas dentadas Irritación .

Conti nuidad del trazo Inseguridad, indecisión, dificultad en los contactos sociales.
Trazos fragmentados
Problemas pa ra afrontar situaciones nuevas.

Trazos continuos Extraversión. Segu ridad.

Figuras no cerradas Inca pacidad para co nclui r situaciones, para la intimidad.

Trazo remarca do Ansiedad, rumiación.

Sombreado Representa ansiedad y angustia y está relacionado con la parte del


d ibujo que se sombrea.

Borraduras Incert idu mbre. Neces idad ele reparar o de empeza r de nuevo.

Simetría Inadecuación de los sentimientos de seguridad en la vida


Fa lta de simetría emocional. Falta de equili brio. Regresión y dependencia (l ínea de
botones).
Armonía entre la persona y medio. Equili bri o entre el idea lismo y
M arcadas simetría
la rea lidad . Contro l. Dominio de uno mi smo.

M ovimiento Expresión de equilibrio personal.

Transparencias Neces idad ele llamar la atención, ele mostrar algo ocul to.
Preocupa ción por aquella parte del cuerpo que se transpa renta .

Rayas del suelo Muestra el contacto co n la rea lidad. Seña l de au toafirmación.

la Fi gura Humana, en ocasiones las personas añaden La eva luación del funcionamiento mental a través
deta lles que hacen referencia a dichos temas. Éstos es- de los dibujos tiene su ori gen en el Test de Goode-
tán relacionados co n los in tereses y las experi encias nough (Goodenough, 1926), posteri ormente revi sado
vividas (Bi edma y D ' Alfon so, 1960). (Harri s, 198 1). Este test ofrece un manual que permite
Carri zo (2 01 5) propone un interesa nte esquema obtener un índi ce de madurez intelectual en niños de
para el análi sis del dibujo que pu ede extenderse a to- 3 a 15 años, basá ndose en el supuesto de que a medi-
dos los test y que ya pl anteó Furth en 1992 de manera da que el niño se desa rro lla intelectualmente, va aña-
semejante. Se verá más adelante en la pru eba escrita diendo elementos en ca li dad o ca ntidad a los di bujos
por aquella autora. de la figura humana (que es la ta rea que se le soli cita
en el test). Posteri ormente son muchos los autores que
han trabajado en el dibujo como técn ica de eva lua-
7 .2. T2F. Test del dibujo de dos figuras ción psico lógica ta nto en niños co mo en adultos. Por
humanas tanto, también hay una larga tradición del estudi o de
elementos emocionales en los di bujos, desde Koppitz
Este test, cre_ado por M aga nto y Garaigordóbil (199 1)4 o M achover (1949) o Romano (1975), hasta en
(2 009), ti ene un doble obj etivo: evaluar el nivel madu- la actualidad, Xandró (1999, 2005, 2007) . M aganto,
rativo-mental y también los prob lemas emocionales, Ga raigordob il y Etxeberri a (2007) rea li za n una revi -
en niños de 5 a 12 años. Por ello responde a la dema n- sión del dibujo de la fi gura humana en niños y niñas
da del ámbito educativo de tener un instrumento breve de 5 a 12 años mediante una investi gación en el País
que permita hace una eva luación rápida o screening Vasco que dio lugar al T2 F y en esa prueba M aganto
de retraso madurati vo esco lar y de posibles probl emas
emocionales de los menores de estas edades. • La obra origi nal es de 1968.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

y Ga raigordóbil (2 009) hacen un buen resum en del La correcc ión del test ta mbién es sencilla y se rea-
interés del dibujo infantil en el estudio de indi cadores li za med iante unas hojas impresas, que permi ten reco-
mad urativos y emocionales para la eva luación infantil. ger la inform ación necesaria y anali zar el dibujo rea-
Es importante que los profesionales que vaya n a li za do. Para evaluar los aspectos madurativos (Fi gura
utili za r los dibuj os como técni cas de evaluac ión psi- 11 .2) se irá n puntuando los elementos que el menor
co lógica estudi en los manuales y los diferentes textos pinta (cabeza, ojos, orejas, cuello ... ) co nforme a las
escritos sobre estas técni cas. Cada uno de ell os aporta normas de la pru eba. Una vez seleccionado el conjun-
la experi encia de un autor y de todos ell os se aprende. to de ítems que han de va lorarse en función del curso
Como se ha mencionado anteri ormente, la fo rma académico del dibujante, hay que comprobar si cada
de administración, aunque sencill a, requiere que el elemento está dibujado, y si cumple los criterios esta-
profes ional haya creado un ambiente adecuado (que bl ecidos para ser va lorados como co rrectos o SI. Estos
será diferente si la ap licac ión es individual o co lectiva) permitirán ir sumando puntos (más o menos en función
y tenga los materi ales necesari os. Siempre deberán se- de su infrecuencia) en relación al curso académi co con
gu irse las instru cc iones del manual. el que se compara. Los ítems ta mbién pu eden ser va-
Estas instru cc iones son breves ya que se ped irá a lorados como NO (si no están presentes o no cumplen
los menores que dibujen una fi gura humana o perso- los requi sitos), lo cual no suma puntos y en algunos ca-
na, y una vez que hayan termin ado, una del otro sexo. sos los resta. Ta mbi én pueden cl asificarse los elemen-
Se les solicita que le ponga n un nombre y la edad que tos del dibuj o como no va lorab le (NV). Por ejemplo, si
tienen. Tambi én el manual de la prueba recomienda la una persona está dibujada de espaldas no puede verse
utili zac ión de un modelo de entrev ista pa ra completa r si se han pintado los ojos. Entonces no puntúa, pero se
la info rm ac ión que se obti ene de los dibujos y ayudar cuenta aparte ya que si ex iste un número determin ado
a la interpretación. de ell os, se inva lida la interpretación.
Algunas preguntas de la entrevista son: La mi sma operación se rea li za con la figura fe me-
nina y masculina. De la suma de todos los puntos SI
¿Cómo se siente? se resta n todos los puntos va lorados NO y de ahí se
¿Cuál es la pa rte de su cuerpo que m ás le gusta? obti ene la puntuación directa (PO) de cada fi gura. La
¿Alguien le ha hecho da ño? suma de ambas da luga r a la puntu ac ión directa total.
¿Cuál de los dib ujos te gusta más y por qué? Ésta se convierte med iante una tabla en un percentil.

Brazos
_________
31 Presencia
32 Brazos en dos dimensiones
,_.
33 Junto al tronco
34 Codo
1

z
.,

35 Lar ura
36 Unión I unidos al tronco
37 Unión II unidos al hombro
38 Presencia
39 Dedos
Manos 40 Número de dedos: 5
41 Forma de los dedos

1 .,

Piernas

Pies

Ropa

TOTAL DJ DJ DJ rn rn rn DJ
r sl -t NO= □ □ □ □ □ □ □ □
Anote estos valores e■ la portada del cuadernillo.

Muestra de la hoja de Corrección de la esca la madurativa del T2F (Reproducida con el permiso de TEA Ed iciones) ..
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Z4 Figura mal integrada o e o e


zs Figura inclinada o <a> o <a>
Z6 Manos cortadas o e o e
Z7 Omisión de los pies o e o
Z8 Adición de tres o más detalles o o
Z9 Borrado intenso o 2ª tentativa o o
30 Figura diminuta o e o
31 Cabeza muy grande o o e
3Z Ojos vacíos o o
33 Brazos muy cortos o e o
34 Omisión de la nariz o o
35 Omisión del cuello o o e
Número de indicadores presentes en cada figura
(traslade estos valores a la portada del cuadernillo)
D D
EMfd EfPd

Muestra de la hoja de Correcc ión de la esca la emoc ional del T2F (Reproducida con el permiso de TEA Ed iciones).

Para evaluar los problemas emocionales (Fi gura ción -por otra parte cada vez más frecuente- , entre las
11 .3) se utili za otra parte del mismo cuaderni llo de técnicas proyectivas y las técnicas psicométricas. Esto
corrección. Concretamente una tabl a en donde apa- permite que vayan co nstruyé ndose co n las ventajas de
recen 35 ind icadores emocionales (o ca racterísti cas unas y de otras.
del dibujo). Por ejemp lo, los ojos omitidos o la ca be- Los datos normativos se han rea lizado en base a
za muy grande. An aliza ndo el dibujo se debe valorar una muestra de 1.122 niños y niñas de entre 5 y 12
si estos indicadores están o no presentes tanto en el años. Todos del País Vasco y Navarra. La fiabi lidad se
dibujo de la figura masculina como en el de la femeni- anali za med iante el alfa de Cronbach y el coefic iente
na . Algunos de estos son considerados espec ialmente de Spea rman-Brown obteniéndose valores de .86 en
relevantes por su frecuencia en menores co n prob le- ambos casos. En cuanto a la va lidez de la prueba y
mas de funcionamiento intelectual (p.e., la figura mal tras la selección de los ítems madurativos y la asigna-
integrada en niños de siete años y mayores), y otros ción de puntuaciones a dichos ítem s, se encuentran
son de especial re levancia clínica (por ejemp lo, fi gu- correlaciones significativas entre esta pru eba y el Test
ra inclin ada). Esta acción, aparentemente senci lla, no de matri ces progresivas de Raven (mostrando valores
siempre lo es y por ello el ma nual proporciona unos entre 0,37 y 0,65 en función de las fi guras dibujadas).
criterios para ayudar a valorarlos. Además, debe tener- En cuanto a la escala emociona l, la muestra utiliza da
se en cuenta la edad de la persona que dibuja para para elaborar los datos normativos ha incluido suje-
considerar algunos de los indi cadores (que pueden ser tos tanto co n diagnóstico clínico como sin él. En total
sign ifi cativos una vez que el menor haya cumpl ido sie- 1.623 menores de los cua les 129 tenían probl emas de
te o nueve años, y no antes). Se suman los elementos inteligenc ia -según se describe en el manual- y 29 1
seña lados en cada una de las dos figuras y de ahí se problemas emoc iona les. La fiabi lidad mediante el alfa
obtiene una puntuación directa total que, al igual que de Cronbach muestra unos datos de entre .70 y .77
en la esca la madurativa, mediante una tab la se co n- en fun ción de la edad . En cuanto a la va lidez, y tras
vierte en un percentil. seleccionar 45 indicado res emocionales (de los cuales
Por lo tanto, como se ha visto en éste y otros ca pí- 8 se excluyeron al fina l del proceso de validación), se
tulos de este manua l, se trata de una prueba expresiva aceptan aquellos no frecuentes, no evo lutivos y que
que dispone de baremos, estableciéndose una re la- expresaran diferencias estadísticamente significativas
TÉCNICAS PROYECTIVAS

Este dibujo de un hombre pertenece a un niño de 8 años de Este dibujo es el segu ndo que rea li za el mi smo niño, y es de
edad que, aunque asiste a clases de apoyo, pues ti ene dificulta- una muj er. El dibuj o muestra extremidades asimétri cas, di entes
des en el área del lenguaje, nunca ha repetido curso. Sus padres y mala integración. A partir del análisis de ambos dibujos del
lo definen como nervioso y prefi ere jugar con el ordenador que T2F, el eva luado obtiene un Percentil <30 en la Esca la madura-
con los am igos. El dibujo muestra extremi dades asimétricas en tiva mental y > 75 en la Esca la emocional (estos percentil es son
la forma, ojos bi zcos, manos grandes y sombreado de extremi- aproximados).
dades.

entre ambas muestras. Se rea li zaron posteriormen- 7.3. Test del dibujo de la persona bajo la
te varios análisis de co ntingencias co n el objetivo de lluvia
confirmar los indicadores.
La interpretación de la esca la madurativa se basa Este test, uno más de los test de dibujo, no es tan
en el percentil obtenido que permite co nocer el por- co nocido como otros de los aquí descritos o en la
centaje de sujetos que se sitúa por debajo de un deter- obra de Valdés y Gómez de Terreros (2005), que pue-
mi nado valor en la distribución de referencia. Por lo den co nsultarse en los conte nidos o nline de este ma-
tanto, el percentil total obtenido informará del nivel de nual.
madurez mental del niño o de la niña en comparación No se co noce quien es el autor. Hay anteceden-
co n la muestra norm ativa . tes de co nsignas en trabajos de hace años, pero la
En la interpretación de la esca la emocional se verdad es que hasta hace poco tiempo no ha vuelto
atiende, en primer lugar, al número de indicadores a ser uti I izado bajo el nombre de este test (Ca rri zo,
que muestra el dibujo, para obtener un percentil que 2015).
indica un punto de co rte para determinar la ex istenc ia El Test del dibujo de la persona bajo la lluvia se
de problemas emocionales. Si el percentil obtenido de utili za para exp lorar cómo se comporta una persona
la suma de indicado res es superior a 95 se afirm a la en una situación ambi ental que provoca estrés. Las ca-
existencia de problemas en este sentido. La alerta se racterísticas de personalidad, que pueden anali za rse
estab lece en el percentil 75. a través del dibujo de la fi gura humana, también ayu-
En segundo lugar, se debe atender al tipo de in- dan a desvelar cómo participan en el afrontamiento
dicador y el significado que tiene a nivel emoc ional. de la situación . Tres son los componentes o elementos
Además, existen indicadores de especial relevancia esencia les en la prueba: la persona dibujada -que re-
clínica o de problemas de funcionamiento intelectual. presenta al propio yo del eva luado- ; la lluvia -a la si-
Igualmente, no todos los indi cadores son interpreta- tuación estresante-; y el paraguas -qu e representa las
bles a todas las edades. defensas que se utili za n- (Ca rri zo, 2015).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Se puede administrar individual o colectivamente ■ Análisis de los elementos de conten ido. Se pue-
a partir de los 4 o 5 años de edad, y no tiene límite de hacer primero por separado en función de lo
de tiempo para su ej ecuc ión. Para su rea li zac ió n se descrito en el manual de la prueba.
procurará un luga r silencioso y có modo. Con lu z su -
ficiente y mobiliario adecuado. Se entrega un folio, De esta manera la interpretación tendrá en cuenta,
láp iz, sacap untas y goma. Y el eva lu ador responderá a además de los elementos del plano gráfico y que es-
todas aq uell as preguntas y come ntarios como lo haría tán detallados en el manual de Carrizo (20 15), cuatro
en otras pruebas de este tipo. elementos específicos -si endo los dos primeros seme-
Se entrega papel en posición hori zonta l, y se da la j antes a los de otros test ya vistos en el manual de Mo-
consigna: «dibuja una persona bajo la lluvi a». Enton- reno-Rosset (2005): la persona -cara, manos, pies ... -y
ces se van recogiendo notas sobre todo lo que verba l i- su vestimenta -pa ntalones, fa lda, corbata, ... -, el para-
ce el sujeto y el modo en que rea li za el dibujo, al igual guas, la lluvia y otros elementos ad iciona les frecuen-
que en otros dibujos, se recoge la actitud genera l. tes. Por ello nos detendremos en la interpretac ión de
Además de la actitud genera l, se anotan datos de la algu nos de los tres últimos.
postura, res istenc ia a dibujar, comenta ri os, tiempo de El paraguas debe basar su interp retació n, sob re
ejecuc ión, etc. Es interesa nte recoge r el orden en que todo, en la c uestión de si se co nsidera capaz de prote-
apa rece n los elementos. Hab itual mente la persona es ger frente a la lluvi a; por eso un paraguas grande hace
lo primero que se dibuja, ya que se sitúa a uno mis- pensar en defensas adecuadas frente a las situ ac ion es
mo como lo prioritario o principal. Posteriormente el de estrés, pero si es demasiado grande frente a la llu-
paraguas, ya que representa los recursos para afrontar via que hay, puede ser que la persona esté más a la
« la 11 uvia», las situaciones estresantes. La lluvi a, que defensiva de lo que debiera. Igua lmente, un paraguas
debe pintarse después que el paraguas, para no moj ar- demasiado pequeño hab la de in sufic ientes defensas.
se, demuestra que la protección está pensada previa Un paraguas cerrado expresa que no se está n utili za n-
y no posteriormente a que aparezca dicha situ ac ión . do los recursos que se tienen o puede ser por diversas
Finalmente pueden dibujarse otros eleme ntos, au nqu e razones, porque no quiere o porque no sabe. Otras
no aparezca n en la co nsigna del test. Siempre mani- ca racterísti cas del paraguas que se interpretan son : la
fiestan algún símbo lo y son más importantes si se di- decoración que se le puede hacer al paragu as, las va-
bujan antes que los tres elementos descritos (Ca rri zo, rillas, su inclin ac ió n, om isión o sustituc ión por otro
20 15). elemento protector.
Una vez que la ap li cación del test ha finalizado, Así mi smo la lluvi a es un elemento ca racterístico
Ca rri zo (2015) recomienda para ini c iar su corrección o esenc ial de este test. Se interpreta su cantidad en
un sistema de análisis por escrito para la interpretación primer lugar. Si es escasa parece minimizar el estrés
del dibujo. Para dicha interpretación es funda mental o incluso negarlo, si la llu via se omite. También en un
conocer otros test de dibujo de tal manera que los ele- sentido diferente podría indi car que no ex isten rea l-
mentos gráficos deben ser ana li zados teniéndolos en mente situaciones graves de adversidad. Al aparecer
cuenta. Por ello se req ui ere que sea un psicólogo el en ca ntidad moderada podría parecer que se tiene un a
que realice esa tarea. Las fases recomendadas son las adecuada visión de las dificultades; y si es abunda n-
sigui entes: te o propia de tormenta, tal vez rep resente una gra n
presión amb iental. Se cons idera además relevante la
■ En primer luga r, se rea li za la Aproximación al forma y el tamaño de las gotas de agua. Si so n co mo
dibujo que co nsiste en la observación y familia- lágrimas representan angustia luego puede ser por hi s-
rización con el mismo, trionismo o rasgos obsesivos (Ca rri zo, 2015, p.126);
■ Posteriormente, la Descripción -redactando todo pero pueden ser co mo lanzas -que parecen querer he-
aquello que está dibujado u omitido junto a los rir- o gotas diversas. Cuando son muy grandes hab lan
elementos gráficos que apa recen-, del posible tamaño de las dificultades. Su ubicación
■ La Primera impresión, que es como plantearse (d istribuidas uniformeme nte, dirigidas o co ncentra-
qué se sieí)te frente al dibujo o qué nos transmite das en una zo na del papel) también es de interés, así
o nos quiere transmitir, como la lluvi a en fila .
■ Empatía gráfica, co nsistente en ponerse en el lu- En cuanto a los elementos que se pueden añadir
gar del elemento dibujado, al dibujo son interesantes las nubes -su forma, co lor
■ Análisis de las características o elementos gráfi- o situación-, los rayos (p ues representan co nflictos in-
cos del dibujo (ubi cac ió n, tamaño, tipo de trazo, tensos), los charcos, el sol, el viento, el arco íris, casas,
sombreados .. .) tal y como lo haríamos en otros animales, otras personas o palabras ...
test de dibujo,
TÉCNICAS PROYECTIVAS

■ Los Mecanismos de defensa . En esta prueba se vIsIon general de la persona li dad del dibujan-
consideran como «una estrategia ps ico lógica te, de los meca nismos que posee para afrontar
que se utili za de manera in co nsciente para evitar las situaciones estresa ntes y cómo es capaz de
las co nsec uenc ias negativas de los propios pen- ada ptarse a ell as. Cómo es la situac ión actual
sami entos, sentimi entos y/o emociones» (Carri- y qué mecan ismos de defensa tiende a utili za r
zo, 20 15, p.156). Según esta mi sma auto ra, en ante estas situac iones.
los dibujos se sue len distingu ir los de proyección ■ Recursos positivos. Se refiere a las cualidades y
- lo que se hace palpable cuando se verbal iza n capacidades que pu ede n observa rse en el dibu-
diferencias entre la persona que dibuja y el pro- jo rea li zado. En definitiva, al poder manejar de
pio dibujo de la figura hu mana- y rep res ión (ne- manera sa ludab le las situ ac iones de estrés.
gación, aislam iento, formación reactiva, ...). ■ Pronóstico.
■ El análisis del conjunto. Una vez que se han ana- ■ Recomendaciones.
li zado por separado los elementos ca racterísti-
cos del test, se puede tomar en cons iderac ión Fina lmente, en este test, de una manera muy intere-
el dibujo como un todo, donde cada elemento sa nte y práctica, la autora presenta una seri e de co ns-
está relacionado con los demás. Es el momento te lac iones que reflejan determinadas co ndi ciones que
de respo nder a las preguntas: por qué los ele- pu eden apa recer en los dibujos. Como si fueran las
mentos apa recen de determinada manera, o son características que reflejan determinada situación. Por
omitidos, o se rep iten o mu estran tendencias ... ejemp lo: las ca renc ias afectivas suelen expresa rse me-
en definitiva, qué rep resenta n en la vida de la di ante el dibujo de manos grandes, líneas por dedos,
persona que dibuja. brazos y boca ab iertos, comida o acción de comer, el
■ Hipótesis. De esta manera deberíamos a estas dibujo añad ido de mascotas o de otras personas. Otras
alturas y según la autora del manu al, tener una conste laciones refl ejan ansiedad, depresión, co nfli ctos
de orientación sex ual, agresividad, ab uso sex ual, ...

7.4. Test de la casa y el pueblo

Xandró esc ribe la segunda ed ic ión de este test en


1999, pero conv iene decir que es un autor pro lífico
en relac ión a los test de dibujo siendo su primera obra
dedicada a la grafología en 1949. Es interesa nte leer
sus manuales por lo senc ill os y prácticos que son para
aq uell os psicó logos que no co nozca n bien los test de
I dibujo. En este cap ítul o hab laremos de este instrum en-
to en concreto, pero este autor ha esc rito también so-
bre el Test de M achover, de la Pareja y de la Fam il ia
1
(Xa ndró y Belda, 2007), del Garabato, Test de Goode-
nough y del Á rbol (Xa ndró, 2005) .
Para su administración el test se puede rea li za r de
forma ind ividua l o co lectiva au nqu e el ap li ca r la prue-
ba de manera individu al perm ite una mejor observa-
c ión del comportami ento del eva luado, y el poder pe-
V
dir aclaraciones sobre el mi smo. El autor recomi enda
V tanto para el d ibujo de la Casa como del Pu eb lo el
utili zar una cuartill a, mientras otros autores un A4 o
fo lio (Buck, 2008). Sin emba rgo, ambos piden entrega r
el papel orientado hori zo ntalmente. Las in stru cc ion es
será n: «por favor, d ibuje una casa espontá nea mente,
Figura 11.6 sin preocupacion es artísticas», dejando una relativa li -
D ibujo de un varó n de 30 años que expresa entre otras ca racte- bertad a la persona para manejar los materi ales (pape l,
rísticas que es una persona alegre, idealista y satisfecha co n sus lápices, goma de borrar, co lores, etc.). En ocasiones,
capac idades para afron tar los acontec imientos que le presenta
el evaluado preguntará qué tipo de casa debe dibu-
la v ida .
jar, abriéndose en él un debate entre el hacerl a de un
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

esti lo sencil lo, de pueblo o de ca mpo, que represente Si al evaluador le quedan dudas sobre aspectos del
la vida sa na y tranquila, o por el co ntrario dibuj ar una dibujo, y el di álogo no es suficiente, el autor del test
casa de pi sos que representa una vida ajetreada. aconsej a pedirl e un nuevo dibujo con la co nsigna de
Despu és de este primer dibuj o se puede pedi r que que haga una casa de estilo opu esto (de ca mpo-pue-
dibuje una casa de pi sos (o bi en una casa de pueblo blo o de ciudad) . Incl uso se le puede solicitar que di-
dependiendo de la casa que se haya dibujado en pri- buj e su casa idea l.
mer lugar). Fin almente se soli cita que dibuje una ter-
cera casa, una que sea la idea l pa ra el que di buja, la La Casa
que qu isiera tener y co n la que sueña.
Despu és del test de la casa, se debe apli ca r el del Al estudiar esta prueba, una vez más cabe decir que
puebl o, aunque pu eden comp letarse co n otros dibujos Xa ndró (1999) habla de la importanc ia de comenza r el
como el del Test del árbol, Test de la Parej a, Test de la análisis de los dibujos desde el p lano gráfico, común a
Fami lia o Test de M achover. En muchos casos, como los diferentes test de dibuj o, va lorando ca racterísticas
menciona Xa ndró (1999), el rea li za r va ri os dibujos como el ta maño, forma, presión y continuidad del tra-
permite que los resul tados se fa lseen mínimamente si zo, situación y dirección en la página. Posteri ormente
esa es la intención del evaluado. se analiza el p lano formal que en este caso se centra en
Al fin ali za r el dibujo se pu eden hacer algunas pre- los detalles propios de aquello que se pide dibujar, por
guntas acerca del mismo. Por ejemplo (Xandró, 1999, ejemplo, el tejado, chimenea, ventanas ... En el caso del
p. 18) : Test del Puebl o se estudi a la simbología de los edificios.
Lo interesa nte de la interp retación de los di bujos
La casa dibujada ¿Está habitada? es que en ell os se expresa el concepto que se tiene
¿Quién vive en ella? ¿Son felices? de uno mi smo en relación con determinados aspectos.

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Di bujo de una casa rea lizada por una estudiante de 13 años. Presen ta un buen ín dice de inteligenci a general y un desa rrollo adap-
tativo.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

Pa ra Pérez- Rioja (1971) la casa representa la hospital i- imaginari a que es un test proyectivo de construcción,
d ad, la seguridad y el refugio. Para Xandró (1999) sim- aunque pensó que si en vez de darle los bloques ya
boliza la personalidad y la intimidad; intimidad tanto predeterminados a las person as, les dejaba libertad de
personal , como fami liar o socia l. creación de edificios o elementos, medi ante el dibujo,
Algunas cuestiones que pueden interpretarse son : la interpretación del test sería más interesa nte y ri ca.
las aspiraciones personales, el tipo de casa, por ejem- Se recomienda administrarlo despu és del Test de la
plo, una casa de campo que pregona la libertad y la Casa y las instrucciones son semejantes a aquel: «Di -
intimidad. Debe considerarse en ocasiones como si buj e llana y espontáneamente, sin preocuparse por el
fuera un cuerpo humano. En otras, simboli za ndo a la posibl e valor artístico : un pueb lo».
madre -seguridad, protección y dul zura- . Es curioso que no se pida una ciudad, pero se pre-
Es importante el tipo de casa que se dibuja y el tende que el nerviosismo de ésta no inunde el dibujo
orden en que lo hace. Añadirá elementos a la inter- sino que sea una organización lo que se proyecte. Un
pretación el primer tipo dibujado . La casa puede ser lugar pequeño y tranquilo.
sencilla, donde se vive con la familia nuclea r y que es Normalmente los eva luados que rea li za n el test,
seña l de autenticidad y adecuación, debiendo valorar- ante la indicac ión dada, dibujan el pu eblo o visto des-
se lo positivo o negativo del dibujo y de los elementos de dentro, o visto desde fuera. Esta prim era altern ativa
considerándo los en su conjunto. Puede ser una casa se interpreta como en estrecha relación co n la manera
de pisos de ciudad, que representa angustia y la lucha de entender la vida social. Cuando se dibuja el pu eblo
entre los elementos internos y externos de la persona. desde fuera y aparece en primer plano, indica nostal-
Puede ser una casa dibujada como un pl ano, una gran gia por el ca riño y recuerdos de aquel lugar. Predo-
casa rústi ca, un castillo, o casas «del mundo » desde mina la extroversión. Si se dibuja alej ado, es señal de
pagodas a casas vascas o a un iglú . ca pacidad de abstracción y síntesis. Es señal de aleja-
Otras ca racterísticas de las casas que se interpretan miento e introversión, y también de sentido crítico y
son: si es hab itabl e y amplia, si está en perspectiva, si dominio de uno mismo. Que se dibuje una ciudad en
es armóni ca o si está destruida. Todas ell as se inter- vez de lo solicitado indica algún tipo de neuroti cismo.
pretan con sentido común. Es lógico que, por tanto y Cuando la vi sión es desde arriba, se co nsidera un ras-
bajo esta premisa, el autor del manual interprete en el go psicopatológico.
último caso que el autor del dibujo ti ene el presenti- La manera en que se agrupan las viviendas es im-
miento de un desastre, siente profundo descontento y portante en esta prueba . Las personas sociab les y ex-
sentimiento de culpa. trovertidas dibujan las casas agrupadas, las ambiciosas
También cabe la interpretación de detalles en el agrupadas esca lonadamente; los introvertidos, indivi-
plano formal. El marco de la casa, las barreras que de- dualistas o que se consideran superiores, dibujan ca-
fienden del exterior (setos, muros o rej as en punta). El sas separadas entre sí, y si una de el las se destaca, es
ca mino que permite el acceso a la casa (pedregoso, propio de personas que buscan protagonismo porque
que serpentea o parte del lado izquierdo del dibujo). pueden esconder sentimientos de inferioridad. Expre-
La pu erta, que muestra cómo abrimos nuestra intimi- san rasgos psicopatológicos aquellos dibujos de pue-
dad a los demás (por eso influye su tamaño o posi ción blos con viviendas muy deformadas o derrumbadas,
respecto al resto de la casa). El tejado, que está entre la aquellos elaborados exces ivamente o los que expresa n
casa y el cielo (s u tamaño o el énfasis puesto en él). La una civili zac ión antigua o futurista.
fachada con sus ventanas, que representa lo que mos- Algunos símbolos que se interpretan -aunque a
tramos a los demás (pu ede ser ostentosa, con balcones modo de investigac ión según el autor de la prueba-,
o ca recer de ventanas). La chimenea, que puede sim- son: la presencia o ausencia de un ca mpanario que
bo li za r una mirada a lo alto, o la vida del hogar, o un se relaciona con el sentido religioso de la vida o por
símbolo fálico -aunque es un tema más polémico para el contrario con el vivir tejas abajo y lo que ello co n-
Xandró en esta obra (1999)-. Se pu ede interpretar su lleva. Semejante es la interpretación de cines o salas
ausencia, su multiplicidad, o si echa humo. El jardín de fi estas que expresan un deseo de diversión propio
y los elementos que se dibujan en él, que representan de la juventud. Escuelas, tall eres o fábricas, expresa n
deseos e intimidad (agua, anima les, árboles, flores es- inquietud por la formac ión o el trabajo. El orden y la
tanques, mobili ario o pozo) . autoridad, la ciudadanía, se expresan en los ayunta-
mi entos y la necesidad de esparcimi ento y tranqui-
E/Pueblo li dad en los jardi nes. Raros son, sin embargo, los di-
bujos de hospitales o farmacias, así co mo relojes o
Según Xandró (1999), Muñoz (19 53) reó esta seña les kilométri cas que hacen referencia al paso del
prueba a partir del conocimiento del Te t d la A ldea ti empo.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

7 .S. Test del árbol que «ningún trazado puede ser tildado de patológico
(p. 227) ». Sólo que puede mostrar tendencias. Y sólo si
Creado por Koch en 1957 (Stora, 1980) y publica- se analiza junto con el conjunto del que forma parte,
do en español en 1962, en la introducc ión del test, el puede tener un valor para la interpretación de rasgos
autor refl exiona sobre el significado y la importancia psicopatológicos.
que el árbo l tiene para el hombre desde la antigüedad. La interpretación se basa en considerar al árbol
Desde el árbol de la ciencia que estaba en el Paraí- de manera semejante a una persona. Hammer (1992)
so, al árbol de navidad . Desde el árbol del ahorcado, propon e que el primer paso para comprender el di-
al árbo l genea lógico. El árbo l, que al dibujarlo refleja bujo es captar intuitivamente, medi ante la impresión
cómo el individuo se relaciona con su ambiente a la que nos causa, la totalidad del árbol . Esta primera im-
vez que expresa los sentimientos más inco nscientes de presión podría definirse con términos como: armonía,
uno mismo. A diferencia de otras pruebas gráficas, el inquietud, abundancia, hosti lidad, .. . (De Santiago et
árbol hace difíci l la identificación consciente con el al., 1999). Por ejemplo, dibujar un árbol roto sería in-
mismo. Por eso, tiene la ventaja de que la proyección dicativo de depresión y fata li smo; un árbo l dividido
en el dibujo es más libre. destacaría la debilidad del «yo ». Pintar un árbol caído
Este test se puede administrar desde los cinco años, podría asociarse a una renuncia excesiva del sí mismo.
tras pedir a la persona según Koch (1962): «Dibuja un El dibujo de un árbol deforme, sugiere la fa lta de con-
árbol frutal lo mejor que puedas ». Esta consigna, se- tro l en las manifestaciones y apreciaciones. Por otra
gún De Santiago et al., (1999) ob liga al dibujo de un parte, invertir la posi ción del árbol es propio en niños
detalle que podría ser interpretado si no se sugiriera, y pequeños, hasta los cinco años, pero podría ser indi-
por el lo la crítica. cador de retraso mental en adultos.
Stora, en su obra sobre el test (1980), propone otra El número de árbo les dibujados también resulta
consigna: «Dibuja un árbol cualquiera, pero que no interesante. Dibujar varios árboles, en lugar de uno,
sea un abeto». Posteriormente solicita otro dibujo con refiere fantasía. No obstante, si uno de los árbol es es
las mismas instrucciones, uno tercero que sea imagi- grande y los demás son pequeños se representan de-
nario y un cuarto que debe dibujar con los ojos cerra- seos de destacar sobre otras person as.
dos. La intención de la autora es poder observar cuatro El segundo paso sería la interpretación de los as-
áreas de la personalidad: la impulsividad o reflexibi li- pectos gráficos, comunes a todos los dibujos, y pos-
dad, la seguridad o sentimiento de incompetencia, el teriormente, se interpretan tres nivel es de contenido
agrado o desagrado al realizar la tarea, en el primer propios del árbol : la copa, el tronco y las raíces. La
dibujo; el comportamiento en el propio contexto, en Tabla 11.3 presenta un resumen de algunas de las ca-
el segundo; los deseos, en el tercero; y la presencia de racterísticas descritas por De Santiago et al. (1999),
co nflictos infantiles, en el cuarto. Valdés y Gómez de Terreros (2 005) y Xandró (2005) .
El manual que compila Stora (1980) permite inter- Además de estos rasgos, pueden tenerse en cuen-
pretar cualquier dibujo de un árbol, desde una pers- ta otros factores que son poco frecuentes en los dibu-
pectiva normalizada o clínica. Sin embargo, se afirma jos de los árboles. Un ejemplo de ello es cuando se

Aspectos de contenido que se pueden analizar e interpretar en el Test del árbol


Aspectos de contenido Significado
Copa o ramas Seguridad y ambición.
Grande
Refleja la vida mental Si sobresa le de la hoja, sugiere oposicionismo, tendencia maniaca
o que el ambiente es excesivamente ex igente.
Es el centro de las
Tronchada Independencia, egocentrismo.
interrelaciones entre el
individuo y el exterior. Está Caída sobre el tronco Indecisión, fa lta de vo luntad.
relacionada con el super yo y el
autoconcepto. Copa co n tendencia centrípeta Introversión, tenacidad, independencia. Narcisismo, orientación
o con céntri ca hacia uno mismo.
Copa con tendencia centrífuga Actividad, capacidad de adaptación, versati lidad, extraversión.
o radial Intolerancia. Nerviosismo, labi lidad emocional.
Inclinada hac ia la derecha Confianza en uno mismo.

Inclinada hacia la izquierda Introversión.



TÉCNICAS PROYECTIVAS

Aspectos de contenido Significado


Copa o ramas Optimismo, soc iabilidad y faci lidad de comuni cac ión.
Copa ri zada
Expresividad. Narcisismo y tendencia a exagerar.
Reflej a la vida menta l
Creativid ad, productivi dad, impu lsividad, despreocupación.
Copa enmarañada
Es el centro de las Oposición. Posibles dificultades en los co ntactos sociales.
interrelaciones entre el Predominan la fa ntasía, poca energía, temores y resistencias frente
individuo y el exteri or. Está Copa esférica
a la rea lidad .
relacionada con el super yo y el
autoconcepto. Posiblemente la persona es capaz de esconder u ocu ltar sus
Copas múltiples
intenciones.

M elanco lía, debilidad, la habilidad psíquica y emoc iona l. Poca


Copa sombreada
energía.

Árboles sin ramas Indica poco interés por las relaciones interpersonales.
Rama con movim iento Se presentan presion es ambientales actual es.
Ramas como lanzas Indica la agresividad, hostilidad. Escaso contro l de impulsos.

Ramas u hojas cayendo Depresión, desánimo, melanco lía.

Ramas que tiran hacia arri ba Entusiasmo, asertividad.

Ramales dibujados con una sola


Opos icion ismo (en mayores de 1O años) .
raya

Tronco Recto Conducta ajustada a la norma, tenacidad.

Lin ea de tron co interrumpida Irritabl e, exc itable, impaciente.


Representa el ca rácter de la
persona, la fu erza del yo y sus Tronco dibujado de un solo
afectos Primitivismo.
trazo

Lo sustancial, establ e y Lin eas débiles Yo débil o fa lto de defensas


duradero Contornos ondulados Vita lidad y ca pac idad de adaptación.
Tron co refo rzado Necesidad de mantener la integrid ad de la persona.
Tronco sombreado Regres ión.
Tronco ennegrecido Problemas de agresividad .
Inclinado hacia la izquierda Miedo a ser agredido.

Búsqueda ele apoyo y ayuda. Indi caría un bu en pronóstico


Inclinado hacia la derecha
terapéutico.

Preocupaciones de tipo sexual. Deseo de conservar lo que es


Tronco que penetra en la copa
propio.
Tron co que no ti ene suelo Pobre contacto con la rea lidad.

Tronco d ibujado sobre el


Infantilismo.
margen de la hoja
Suelo y raíces Hacen referencia a algCm acon tecimiento de la vida ele la persona.
Generalmen te situaciones traumáti cas. En func ión de la longitud
Informan de la vida, el contacto Agujeros o señales y tronco del tron co y de la edad del sujeto se puede calcular cuándo
con la realidad, y la parte aconteció.
inconsciente, impulsiva e
instintiva. Están relacionadas Detalles añad idos como nidos A partir de los 12 años se interpreta como infantilismo. Pero en
con el ello o pájaros adultos pueden indicar rasgos paranoides.

Inseguridad, fluctuaciones y desarraigo, fa lta de apoyo, de


Sin base estabilidad. Tambi én deseos ele asegurarse en la persona una
situac ión.

Sin suelo, cerrado abaj o (el


Propio de personas con fuerte contro l, represión afectiva e
árbol no se expansiona en la
introversión.
base)

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Aspectos de contenido Significado


Suelo y raíces Suelo ligeramente marcado
(acentuado con más de una Firmeza, deseo de alca nzar las metas propuestas, persevera ncia.
Informan de la vida, el contacto raya)
con la realidad, y la parte
inconsciente, impulsiva e Suelo oscurecido (demasiado Facilidad para comprender el ambiente y tendencia instintiva,
instintiva. Están relacionadas acentuado) búsqueda de placer.
con el ello Suelo con montículo: (El suelo
Introversión, alejam iento de los demás, orgu llo.
eleva el árbol)

Suelo circunscrito (la base se


Introversi ón, desconfianza, aislamiento, retraimi ento.
cierra en un círcu lo o jardín)
El margen de papel adoptado Norma l en niños/as hasta los diez años. En adultos: inmadurez
como suelo mental e in fa ntilismo. (Se apoya en algo estab lecido).
Raíces (raíces penetran en la
tierra y dan arraigo y solidez al Persona ca lcu ladora, tradicional, con cierto inmovi lismo.
propio árbol)

Excesiva preocupación por el co ntacto co n la rea lidad, propio de


Raíces resa ltadas
algunos trastornos.
Transparentes y visibles Indica un deterioro de la real idad.
Desproporción entre las partes Copa desproporcionadamente Tendencia al idea li smo, ambición, manía. Exceso de fa ntasía.
grande Necesidad de sa tisfacc ión.

Tron co desproporcionadamente Inmadurez, infantilismo, regresión. Impos ibilidad de satisfacer


grande determinados deseos.

adorna n con flores u hojas, o cuando el árbol parece


más bi en una persona. Esto es típico en los niños, pero
cuando aparece en los dibujos de adultos, puede indi-
car en el primer caso narcisismo o romanti cismo, y en
el segundo, la probabl e ex istencia de psi copatología.
En el caso de dibujos de hojas grandes se pueden in-
terpretar como señal de alegría y vivacidad. También
1 l como tendencia a la ensoñación. Cuando se dibuja
fruta, puede entenderse como narcisismo y necesidad
1
de ve r los frutos del esfuerzo . Ello suele ser propio de
individuos superficiales, con deseos de poseer.
Al final de la rea li zac ión de los dibujos, como los
demás en los test gráficos, es interesante soli citar in-
r formació n sobre los mismos. O hablar de ellos con

__9 Figurall.8
Dibujo de un varón de 1O años co n un desarrol lo normali zado.
Los aspectos estru cturales como el tamaño y ubi cación del d i-
bujo indica n fu erza y v italidad. Buena visión globa l, ca pacidad
' de reflex ión, autoco ntrol y buen sentido de la rea li dad. El tra-
zo refleja introversión, inhibi c ión y timidez. Fragilidad. Se trata
de una persona permeabl e al ambiente, se acomoda al medio.

'
',\ ....
\ '
...
I ¡
Pu ede ser sensibl e. En los aspectos de co ntenido se reitera la
introvers ión y alejamiento de los demás. Incertidumbre, reser-
va, autoco ntro l, susceptib ilidad y ri gidez. Aparecen deseos de

-- ,.. .... ..... ..,


"'
..,- . sobresa lir y búsqu eda de resultados inmediatos, propio de niños
de su edad . En la entrevista posterior mencionó que v iv iría en la
copa del árbo l y en las raíces pondría a sus abuelos.
TÉCNICAS PROYECTIVAS

quien los ha dibujado. Algunas de las preguntas que


se pu eden realizar son :

¿Qué clase de árbol es?


¿Cuántos años tiene?
¿A quién se parece?
¿ Dónde está?
¿ Está solo? .. .

Esta entrevista se puede completar con aquellas


preguntas que el evaluador considere que aportan in-
formación sobre la persona. Todo ello ayudará en el
análisis de la personalidad del sujeto que dibuja.

Figurall.9
La fotografía muestra al menor mientras rea li za el dibujo mos-
trado en la Fi gura 11.8.

La investigación en el dibujo infantil por Isabel Calonge Romano


¿Cómo representan los niños sus realizó en papeles distintos. Describieron los indica-
emociones en los dibujos? dores que utilizaron los niños en estos dibujos para
representar alegría y tristeza.
Desde un contexto muy diferente al contexto clí-
nico en el que se utilizan habitualmente las Técnicas Indica dores en el dibujo del árbol Ooll ey, Fenn y Janes, 2004)
Proyectivas, muchos investigadores han trabajado en
■ Personificación: ca ra con expresión de alegría o tristeza,
las últimas décadas para conocer más sobre el dibu-
algu na acción.
jo infantil. Los trabajos empíricos realizados con po-
■ Estación del año (pri mavera y verano = alegría, otoño e
blación comunitaria de niños de diversas edades han in vierno= tri steza).
contribuido a mejorar nuestro conocimiento en este ■ Texto acompañante.
campo.
■ Adi ción de personas, animales, objetos.
Las investigaciones se dirigen a conocer cómo los
niños expresan sus emociones a través del dibujo.
Trabajan con niños entre 4 y 12 años que reali zan sus Picard, Brechet y Baldy (2007) obtuvieron unos
dibujos de manera individual. Se intenta controlar to- indicadores bastante similares trabajando con niños
das las variables que puedan interferir en sus dibujos, de 7 y 11 años, a los que se pidió que en una hoja
para lo que se les pide que realicen un dibujo sobre doblada en tres partes, de manera que el niño pudiera
un tema concreto: la figura humana, la casa o el ár- ver sus dibujos anteriores, realizara tres dibujos suce-
bol, y se van variando las condiciones de la prueba. sivos de una casa o de una persona. El primer dibujo
En algunas ocasiones se ha trabajado también con suponía la línea base, y a continuación se solicitaba
dibujo libre. al niño un dibujo muy triste o muy alegre (contra-
Un buen ejemplo de los trabajos en este campo balanceando el orden) y en tercer lugar el restante.
lo representa la investigación de Jolley, Fenn y Janes Unos jueces ciegos valoraban qué dibujo era el triste
(2004). Tomaron cuatro grupos de niños de 4, 6, 9 y y cual el alegre.
12 años, a los que se dio lápices de 6 colores y se En la siguiente tabla aparecen algunos de los in-
les pidió 4 dibujos: dos árboles (uno muy feli z y otro dicadores emocionales descritos por Picard, Brechet
muy triste y dos casas (una muy feliz y la otra muy y Baldy (2007).
triste). El orden de los dibujos se contrabalanceó y se

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Literal Expresión facia l Boca son ri ente (alegre), boca hacia abajo o lágrimas (triste)

Tiempo Sol (a legre), nubes y ll uvia (triste)


Contenido Flores, regalos, corazones (a legre)
Objetos
Objetos rotos, telas de araña ... etc. (tri ste)

Tamaño Aumento tamaño (a legre), disminución (tri ste)


Formales Inclu ir colores nuevos (alegre)
Color
Desaparecen colores o sólo negro (triste)

En este dibujo, que nos sirve de ejemplo del proced im iento de trabajo de Picard, Brechet y Ba ldy (2007),
se so lic itó a Javier de 6 años y 4 meses que dibuj ara una casa; el primer dibujo co nstituye así su línea base,
en segundo lugar se pid ió una casa muy fe li z y fi nalmente una casa muy triste. Pueden aprec iarse en los
dibujos muchos de los ind icado res seña lados por estos autores: en la casa fe liz au menta el ta maño del di-
bujo, uti liza más co lores y las ventanas adoptan la forma de obj etos como corazo nes y estrellas. En la casa
tri ste, desaparece el amari llo y toma protagoni smo el marrón, el buen tiempo de los dibujos anter iores es
sustitu ido por la ll uvia en co lor negro y las venta nas son ca ras tristes.

En todos estos trabajos se va lora ta mbién la in- niños o los rea li zados para un adul to (Burkitt y Wat-
fluencia de la edad y del género. ling, 2013).
Recientemente se han rea li zado investi gaciones Desde la perspectiva clíni ca en la que se utili zan
que indagan en la representac ión que hacen los niños habitualmente las Técn icas Proyectivas gráficas en
de emociones mi xtas: sentir a la vez alegría y tristeza los niños es interesante tener en cuenta estos traba-
o tristeza y enfado (Burkitt y Watlin g, 201 6) o de la jos empíricos. Estos resultados apoyan y fundamentan
representac ión de otras emociones co mo vergüen- los indicado res que habitualmente se util iza n en la
za y orgullo (Bonoti y Misa ldi, 2015). También se ha cl íni ca que en muchos casos provienen úni came nte
investi gado sobre las diferencias en la expresión de de la tradición y la experi encia. Muchos clíni cos, lo
las emociones que aparecen en los dibujos infa ntiles hacen así, co mo por ejemplo M aganto y Garaigordo-
en función de la persona a la que va n dirigidos, se bi l en su test del Dibujo de dos figuras humanas (T2F)
aprecian diferencias en los dibuj os hechos para otros (M aganto, y Gara igordobi l, 20 11 ). Sin emba rgo, no se ►
TÉCNICAS PROYECTIVAS

pueden generalizar sin más precauciones los resulta- Brechet, C., Pi card, D. y Baldy, R. (2 007). Express ion des
dos de estas investigaciones al contexto clínico . En la emotions dans le dess in d ' un home chez l 'enfant de 5
investigación se trabaja en un contexto diferente, en a 11 ans. Canadian Joumal of Experimental Psychology,
la que la relación con el examinado es muy distinta, 67, 2, 142-153 .
hab itualmente los dibujos se realizan en el marco es- Burkitt, E. y Watling, D. (2 013) . The impact of audi ence age
co lar y en algún caso de manera co lectiva, y lo que and fami li arity on children's draw ings of themse lves in
es más importante, en investigación se trabaja con contrasting affective states. lnternationa l Joumal of Be-
pobl ac ión comunitaria, no con población clínica, havioral Development, 37 (3), 222-234.
no podemos asegurar que el niño con depresión que Burkitt, E. y Watling, D. (2016). How do children who un-
acude al psicólogo represente sus emociones exac- derstand mi xed emotion represent them in freehand
tamente igual que lo hacen los niños sin problemas draw ings of th emselves and others?. Educational Psy-
emocionales en el marco de la escue la. Pero, a pesar chology, 36 (5), 935-955 .
de las limitaciones en la genera li zación, la investiga- Jolley, R. P. , Fenn, K. y Janes, L. (2 004). The development of
c ión proporciona unas bases empíricas necesarias en children's express ive drawing. British Joumal of Devel-
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estando vigente y muy ex tendida y no parece haber


8. PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS DE disminuido el entu siasmo de los psicó logos clíni cos
LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS por estas técnicas. En la práctica se siguen utili za ndo
co n frecuenc ia el test de Rorschach, TAT, CAT y dibujos
El debate entre académicos qu e afirm an que las proyectivos (W atkins, Ca mpbell, Nieberd ing y H all-
Técnicas Proyectivas no son instrumentos só lidos desde mark, 1995) y no debe rechazarse el poder obtener da-
el punto de vista técn ico y los psicó logos clíni cos que tos desde otras técn icas no cuantificab les o cuali tativas.
encuentran útil es estas pruebas ha sido in conten ib le,
incluso desde sus ini cios cuando empeza ron a ser usa-
das ampli amente. Es preciso recordar que las técnicas
proyectivas no fueron creadas teni endo en cuenta cri- RESUMEN
ter ios psicométricos de validez y fiabilidad, por tanto,
cuando se las eva lúa de ac uerdo con dichos estándares En este cap ítul o se han descrito las técnicas pro-
no es extraño que resulten defi cientes y que sus coefi- yectivas, entendidas como instrumentos sensibl es para
cientes de validez (p redictiva y concurrente sob re todo) reve lar aspectos in co nsc ientes de la co nducta, que per-
sea n generalmente bajos o ambiguos (Rodríguez Sutil, miten provocar una ampli a vari edad de respuestas sin
2007), lo cual refl eja factores situacionales y de subjeti - que el eva lu ado tenga conoc imi ento de la finali dad de
vidad en la ca li ficac ión e interpretación (A iken, 2003) . la prueba, de ahí qu e se las co nsidere enmascaradas.
Tampoco se pensó en su adaptac ión a los criteri os De los cinco tipos de técnicas proyectivas (estru c-
diagnósti cos del DSM, elaborados posteriormente (Ro- tura les, temáti cas, expres ivas, co nstructivas y asocia-
dríguez Suti l, 2007) ya sea en sus síndrom es o en los tivas) se han desa rro ll ado las tres primeras por ser las
trastornos de person alidad. más utili zadas en el ámbito apli cado.
Sin embargo, después de varias década s d r sul - En primer lu ga r se expli ca n las técnicas estructu-
tados contradictorios, su utili zac ión hoy n día sigu rales que poseen un materi al visual escasa mente es-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tructurado y el evaluado ha de darl e una estructura. Por una parte, estas técni cas incorporan cada vez más,
El instrumento más representativo de esta categoría lo datos normativos que aportan validez y fi abilidad a los
co nstituye el Test de Rorschach, a través del cual se test, lo cua l los hace muy interesantes para los psicó-
puede obtener abundante información sobre los as- logos. Por otra parte su va lidez clínica, reconocida por
pectos cognitivos, de la personalidad, los esti los para los diferentes autores en los manuales de las pruebas,
enfrentarse y responder a las situaciones de un indivi- las cual es siguen siendo a día de hoy unas de las más
duo. Se resalta su utilidad en las áreas clínica, labo- utili zadas por los psicólogos.
ral, educativa, socia l y lega l. Se aportan indicadores
de trastornos mentales y del comportamiento co n el
análisis de los resultados obtenidos en el test.
En segundo lugar, se exponen las técnicas temáti- BIBLIOGRAFÍA
cas, cuyo material visual co n distintos grados de es-
tru cturación ocasiona en el eva luado distintas emocio- Ackerman, M . J. (1971 ). Alcohol ism and the Rorschach,
nes y recuerdos y debe elaborar una hi storia argumen- Journal of Personality Assessment, 35:3, 224-228,
tada . Se desa rrolla el Test de Apercepción Temática, DOI: 10.1080/0022 389 1.1971 .10119657
para adultos y el CAT y el Test d e Pata Negra, para Aiken, L. R. (2003). Test Psicológicos y Evaluación . 11 ª
niños. En todos ellos se alude a la importancia que ed. M éx ico: Prentice Hall.
ti ene el análi sis del contenido de las historias narradas Aguirre, G. (1989). Los Test Proyectivos. Barcelona:
para su interpretación . Laertes.
En tercer luga r se describen las técnicas expresivas Ames, L. B., M etraux, R. W., y Walker, R.N. (1971 ).
o test gráfi cos. Estos test proyectivos utili za n el dibujo Adolescent Rorschach responses: Developmental
como medio de expresión. Se expresa, mediante esta trends from ten to sixteen years. Nueva York: Bru-
tarea, lo que se ha percibido o percibe, lo que se ima- ner/M azel.
gina o desea, siempre de una manera person al y desde Ames, L. B., Metraux, R. W., Rodell , J. L. , y Walker,
la intimidad . R. N. (1974). Ch ild Rorschach responses: develop-
Son muy útiles, sobre todo para los niños, al ser mental trends from two to ten years (ed . rev). Nue-
sencillos, rápidos, fácil es de aplicar y económ icos; va York: Bruner/M azel.
además no requieren necesariamente de comunica- Anastasi, A. (1958). Psychological Testing (2 nd ed.).
ción verbal. Sin embargo, es importante resaltar que Nueva York: MacMillan Company (trad. Castellano
su interpretac ión requiere de gran formación de parte en M adrid: Aguilar, 1966).
del psicólogo. Sobre todo porque no se trata de inter- Anastasi , A., y Urbina, S. (1998). Test Psicológicos. Mé-
pretar los detalles por si mismos sino que el dibujo xico: Prentice-Hall.
debe interpretarse en su conjunto. Anderson, H . H., y Anderson, G. L. (1966). Técnicas
Cuatro test de dibujo se exponen en este tema. El proyectivas del diagnóstico psicológico. M adrid:
Test del dibujo de dos figuras humanas. Es un test de Ri alp.
screening que permite tanto la evaluación del nivel An zieu, D. (1981 ). Los métodos proyectivos. Bu enos
madurativo-mental como de los probl emas emociona- Aires. Ábaco.
les. La interpretación se basa en datos psicométri cos. Archer, R. P., Buffington-Vollum, J. K. , Stredny, R. V., y
Los otros tres instrumentos descritos se basan en Andel, R. W. (2006). A survey of psychologica l test
una interpretación clíni ca. El Test del dibujo de la per- use patterns among forensic psychologists. Journal
sona bajo la lluvia. Se utili za para explorar cómo se o f personality assessm ent, 87, 1, 84-94.
com porta una persona -estud iando sus características Arto la Gonzá lez, T. , Anci llo Gómez, l. , Barraca M airal,
de personalidad-, en una situación amb iental que pro- J., y Mosteiro Pintor, P. (20 1O). PIC-N. Prueba de
voca estrés, cómo lo afronta. Se pude utili za r desde imaginación creativa-niños. M adrid : TEA Edicion es.
los 4 o 5 años hasta la edad adulta. Igualmente intere- Artola Gon zá lez, T., Barraca M airal, J., Martín Aza-
sante y con el objetivo de estudi ar la personalidad, se ñedo, C., Mosteiro Pintor, P., Anc illo Gómez, l., y
describen el Test de la casa y del pueblo y el Test del Poveda García Noblejas, B. (2008). PIC-J. Prueba
Árbol. M ediante la consigna de dibuj a uno de estos de imaginación creativa para jóvenes. Madrid: TEA
elementos, se anal iza tanto el plano gráfico (ubicac ión Ediciones.
y tamaño del dibujo, tipo de trazo, etc.), como el pla- Artola, T., Barraca, J., Mosteiro, P., An cillo, l. , Poveda,
no de co ntenido, deta lles propios de ca da uno de los B., y Sánchez, N . (2 012 ). PI C-A. Prueba de imagina-
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https://doi.org/10.1007/0-306-4858 1-8_ 11 4 aquell as verba li zaciones y comentari os por parte
del evaluado que no son interpretaciones de las
manchas pero que tienen cierta significac ión por
si mi smas.
GLOSARIO Funcional: que conciern e a una función. La psicología
funcional es un método de estudio de la actividad
Apercepción: apercibir. Percibir en función de percep- mental que busca el porqu é de los fenómenos psi-
cion es pasa das, reconociendo o interpretando el co lógicos, su significación, su va lor adaptativo.
estímulo co n refere nc ia a lo ya co noc ido. Gestalt (psicología de la), psicología de la forma: la
Campo perceptivo (o campo psicológico): expresión teoría de la Gesta lt funda la ps ico logía sobre la no-
introducida por K. Lewi n para designar todos los ción de estru ctura vista co mo un todo significa tivo
hechos físicos, biológicos, sociales, psicológicos de relac io nes entre los estímul os y las respuestas.
(conscientes e inco nscientes), que ex isten en un Los fenómenos son aprehendidos en su total idad,
momento dado en un individuo o grupo y cuyo sin d isociar los elementos del co njunto en el que
com portamiento determ inan. Las percepciones, se integran y fuera del cual no sign ifica n nada. Los
moti vac iones, idea les y conductas de una perso- gesta ltistas piensan que el hombre y sus obras sólo
na o de un co lectivo dependen de las condi ciones pueden ser estudiados en su tota li dad.
socioculturales, económi cas, etc. que ejercen una Hipótesis Proyectiva: suposición de que las interpre-
influencia simultánea. tac iones persona les de los estímul os ambiguos
Comportamiento adaptativo: que sirve para acomo- deben necesa ri amente refl ejar las neces idades,
darse, avenirse a diversas circunsta ncias o condi - motivos y confli ctos inco nscientes de la person a
ciones. Lo co ntrari o es el co mportamiento desa- exam inada.
daptativo. Holismo: teoría no analítica que se esfuerza por exa-
Conciencia: conocimiento inmed iato que cada uno minar la inte ligencia, el funcionam iento cerebra l o
posee de su ex istencia, de sus actos y del mundo el orga ni smo en su tota lidad.
exterior. Ideal del yo: modelo que se espera igua lar.
Conflicto: lucha de tendencias e intereses; situación Idealización: proceso psíquico en virtud del cual se
de un individuo que se halla sometido a fuerzas de llevan a la perfección las cualidades y el valor del
sentidos opu estos pero de intensidades aprox ima- objeto. La identificac ión co n el obj eto idea li zado
damente iguales. contri buye a la formación y al enriquec imiento de
Consigna: indicació n o directriz que se imparte a las las insta ncias ll amadas idea les de la persona (Ideal
personas que deben rea lizar una tarea. del yo).
Creatividad: capac idad para el ingeni o, arte o artesa- Identificación: proceso ps ico lógico med iante el cual
nía, que reve la una gran inventi va. un sujeto asimil a un aspecto, una propiedad, un
Defensa: conjunto de operaciones cuya fina lidad atributo de otro y se transforma tota l o parcia lmen-
consiste en reducir o suprimir toda mod ificac ión te, sobre el modelo de éste.
susceptible de poner en peligro la integridad del Imaginario: uno de los tres registros fundamentales (lo
ind ividuo. rea l, lo si mbó lico y lo imaginario) del ca mpo psi-
Dinámica (psicología): rama de la psico logía que es- coa nalítico.
tud ia las fuerzas que actú an sob re el ser humano y Inconsciente: co njunto de los procesos que actú an so-
sus co nsecuencias en la organi zac ión de la perso- bre la conducta pero escapan a la co nciencia.
nalidad. Interpretación: exp licac ión en té rminos claros de un
Ego (Yo): de acuerdo con la teoría psicoanalítica la fenómeno oscuro o incomprensible.
parte de la personali dad (e l «yo») que obedece el Introversión: disposición de personali dad tranquil a,
principio de rea lidad e intenta med iar en el confl ic- reservada, replegada sobre sí mismo.
to entre el yo y el superyó. Lúdico: perteneciente o relativo al j uego.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Material tipificado: el materi al emp leado en la adm i- dua li dad de una persona; esta inform ac ión ayuda a
ni stración de la pru eba es idéntico para todas las predecir la conducta futura.
personas a las que va destinado el test. Psicoterapia: todo método de tratam iento de los des-
Mecanismo de defensa: meca nismo psicológico in- órde nes mentales que utilice métodos ps ico lógi-
co nsciente para dism inuir la angustia que surge de cos, y de manera más precisa la relación con el
los co nfli ctos interi o res. terapeuta .
Método estandarizado de administración: se refiere Pulsión: fu erza biológica in co nsc iente que, actuando
a que todos los sujetos se enfrentan a las mismas de manera perm anente, provoca cierta conducta.
co ndi ciones (instrucc iones, materi al, forma de co- La fuente de las pu lsiones es corpora l; es un estado
rrección e interpretación). de excitación (hambre, sed, necesidad sex ual), que
Método Proyectivo: técnica de estudio de la person ali- orienta el organ ism o hacia un objeto por medio del
dad basada en la noción de proyección. cual se reducirá la tensión.
Oral (estado) oralidad: primera fase del desa rrollo de Rapport: en pruebas, una atmósfera có moda y cá lida
las sex ualidad infantil (a lrededor del primer año de que sirve para motivar a los individuos examin ados
vicia) en qu e el p lacer esencial es el ele mamar, aso- y produ cir cooperac ión.
ciado a la in corpo ración sensorial de la imagen Rasgo: cualqui er manera relativamente duradera en la
matern a (visual , auditi va, cutánea). La presencia que el individuo difiere de otro.
de la madre, fuente de sacieda d y de relajació n, Regresión: retorno en sentido inverso, desde un pu nto
viene acompañada de una in tensa sa ti sfacc ión. Su ya alca nzado, hasta otro situ ado anteri ormente.
ausencia es frustrante. El lacta nte, en este estado de Resistencia: todo aq uell o que se opone al acceso al
tensión busca el ali vio en la succ ión de los dedos. in co nsciente de la persona eva lu ada o anali zada.
Padre nutricio: en el test de Pata Negra cuando un ni ño Retest: en el test de Rorschach la encuesta o preguntas
da al pad re los atributos de la madre: la cri anza e que se rea li za n un a vez interpretadas cada un a de
incluso la procreación de los pequeños. Indica que las lámin as para informar sob re la loca lización, de-
hay cierta co nfusión de las im ágenes parenta les en terminantes y contenido.
la mente del evalu ado, que duda entre pad re y ma- Técnicas expresivas: test que utili za n el dibujo como
dre - a veces en forma de laps us, otras de manera med io de expresión.
más o menos integral a lo largo de todo el test-. Test: prueba estanda ri zada en su adm ini stración y su
Puede deberse a varios aspectos que reclaman el va loración que informa sob re determinadas ca rac-
afecto del progenitor preferido, puede expresa r un a te rísticas afectivas, intelectua les o senso riomotri ces
especial atracc ión por la im agen paterna debido a de un in dividuo y perm ite situa rl e, en relación co n
las frustraciones sufridas por el ni ño a ca usa de un a los otros mi embros del grupo del que fo rma parte.
carencia maternal, a la hostilid ad co ntra la mad re o Test gráficos: test de dibujo, técn icas expresivas .
podría tratarse de una relac ión edípica. Test Proyectivo: prueba en la que la persona eval uada
Personalidad: co nstructo no explícito que se usa para se enfrenta con estím ulos vagos y amb iguos y res-
exp lica r la consistencia conductu al dentro de las ponde co n sus propias constru cc iones.
perso nas y la in co nsistencia co nductual entre in - Tiempo de Reacción (TR): en el test de Rorschach,
dividuos. t iempo que tarda el eva lu ado desde que se le da
Proyección: mecani smo de defensa del yo, co nsi sten- la lám in a hasta que emite la primera respuesta (no
te en atribuir in co nsc ientemente a los otros y, más cue nta n co mentarios ni excla maciones).
generalmente, a percibir en el mundo exterior, sus Tiempo Total (TT): en el test de Rorschach, tiempo que
propias pulsiones, pensam ientos, intenciones y va desde que se le entrega la lámin a al individuo
confli ctos internos. hasta que da la última respuesta en esa lámin a.
Prueba de Personalidad: prueba, que mide los rasgos Verbalizar: expresa r un a idea o un sentimi ento por
cuali dades o conductas que determinan la indivi- medio de palabras.
BLOQUE TEMÁTICO 111

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA


EN ÁREAS Y CONTEXTOS
Evaluación Psicológica
aplicada en las áreas del
Desarrollo y de la Inteligencia
Carmen Moreno Rosset

l . INTRODUCCIÓN
2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE INTELIGENCIA
2.1. La teoría CHC de la inteligencia o modelo de Cattell -Horn-Carroll
2.2. Los avances en aspectos psicométricos. La Teoría de Respuesta al ítem (TRI)
2.3. El modelo CHC de la inteligencia y el desarrollo psicométrico de la TRI en la
evaluación del desarrollo y de la inteligencia
3. TEST DE EVALUACIÓN DEL DESARROLLO DE APLICACIÓN INDIVIDUAL (e)
3.1. Escalas de desarrollo Merrill-Palmer-Revisadas (MP- R)
3.2. Las Escalas Bayley de desarrollo lnfantil -111
4. TEST DE EVALUACION DE LA INTELIGENCIA DE APLICACIÓN INDIVIDUAL
BASADOS EN LA TEORÍA CHC (e)
4.1. Las Escalas de Aptitudes Intelectuales (BAS - 11)
4.2 . Las Escalas de Wechsler
4.2 .1. Obtención de los elementos
4 .2.2. La Escala de inteligencia de Wechsler para niños-V (WISC-V)
4 .2.3. Escala de inteligencia de Wechsler para adultos- IV (WAIS -IV)
S. TEST DE EVALUACION DE LA INTELIGENCIA DE APLICACIÓN COLECTIVA E
INDIVIDUAL BASADOS EN LA TEORÍA CHC (b)
5.1. Test de Inteligencia General Matrices
5.2 . Batería de aptitudes de TEA BAT-7
5.3. Escalas de inteligencia de Reynolds (RIAS) y Test de inteligencia breve de
Reynolds (RIST)
6 . OTROS TEST DE EVALUACIÓN DEL DESARROLLO Y DE LA INTELIGENCIA
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Analizar la evolución y avances en la evaluación del desarrollo y de la inteligencia.

■ Comprender las aportaciones de los modelos CHC de la inteligencia y psicométrico de la TRI en la evalua-
ción del desarrollo y de la inteligencia.

■ Identificar los principales test de evaluación del desarrollo de aplicación individual (nivel c profesional).

■ Distinguir los test de evaluación de la inteligencia de aplicación individual (nivel c profesional) de los de
aplicación colectiva (nivel b profesional).

■ Aprender a seleccionar los instrumentos de evaluación del desarrollo y de la inteligencia según la población
y contextos a los que van destinados.

■ Revisar los contenidos, aplicación, corrección e interpretación de los instrumentos de evaluac ión del desa-
rrollo y de la inteligencia.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS ÁREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

no puede desli garse del estudio del desarrollo infan-


l . INTRODUCCIÓN til, integrándose en la inteligencia el desarrollo social,
motor, cogni tivo y emociona l de los niños.
En este capítulo nos centramos en la eva luación del
desarrollo y la inteligencia. Debido a que la inteli gen- ■ A principios del siglo xx, el modelo ori ginari o
ia no es una capac idad unitari a, dicho término ha sobre la inteligencia fue el de Spearman (1904)
ido sustitu yéndose por el de eva luación de «aptitudes que identificó el factor «g» o capacidad general
intelectuales». Los distintos facto res o co mponentes de de funcionamiento cognitivo ante tareas y con
la inteli gencia que han sido objeto de estud io han ser- independencia de su contenido, si bien no des-
vido para la creación de diferentes test de eva luación, ca rtó la ex istencia de otros factores específicos o
por lo que cada autor ha ido definiéndola de forma de segu ndo orden. Describió el factor «g» como
distinta en base a sus aportac iones. la habilidad de poner orden en el caos, ponien-
Si acud im os a nu estro diccionario de la lengua es- do de manifiesto la importa ncia del individuo y
pa ño la (http://rae.es), la palabra «in teligencia» se refie- el entorno. Cabe añad ir que este autor impul só
re a las capacidades de entender o comprender y de las técnicas de análi sis factorial y en consec uen-
reso lver problemas. Se alude, asimi smo, a habi lidad, cia la teoría clásica de los test (TCT).
destreza y experienc ia. Respecto a inteligencia emo-
cional se indica que es la capac idad de percibir y con- ■ A partir de ahí, en 1905 Binet y Simon publica-
trola r los propios sent imientos y saber interpretar los ron su esca la de inte li gencia co n el objetivo de
de los demás. En líneas generales, se alude a la capa- identificar a niños con dificultades de aprend i-
cidad mental para entender, recordar y empl ear de un zaje, y a través de las normas de edad, se obtenía
modo práctico y co nstructivo, los conocimientos en si- una Edad Mental que expresaba la capacidad in -
tuaciones nuevas, utilizando un conjunto de aptitudes telectual del sujeto.
(aprend izajes, memori a, razonami ento, lenguaje, etc.)
que permite al ser humano adaptarse al mundo que le ■ Terma n y co laboradores en 19 16 ampli aron el
rodea y so lucionar problemas con eficacia. test de Binet y Simon, y lo tipificaron en Estados
Como ocurre con el co ncepto de «personalidad», Unidos. Además, Terman adoptó de Stern la idea
si buscamos en diccionarios de ps ico logía, podríamos de dividir la puntuación del niñ o en el test (ex-
decir que hay cas i tantas definiciones del término «in- presada en normas agrupadas por edades) por su
teligencia » como autores han estudiado y escrito so- edad crono lóg ica, resultando el C/ o Cociente In-
bre el mismo. Sin embargo hay un aspecto en el que telectual. En el Test de In teli gencia Standford-Bi -
co inciden todos los autores: la existencia de un com- net de 1937 se empl eó por primera vez el térmi-
ponente o capacidad genera l de la inteligencia, si bien no CI que permitía comparac iones directas entre
debido a que la inteligencia no es algo unitario, junto las edades y que fue adaptada posteriormente en
a esta capac idad globa l, podemos afirmar que ex isten España por el doctor José Germa in .
otros componentes personales, sociales y emoc ionales
que se han ido inco rporando a lo largo del tiempo. ■ Esta evolución permitió adentrarse a algunos
Pa ra una info rmación detallada sobre los antecedentes autores en la evaluación de niifos más peque-
de la eva luación del desarrollo y de la inteligencia se 1'ios, crea ndo Stutsman en 1926 las Merri/1-Pal-
puede co nsul tar el primer capítulo de este Manual y el mer Sea /e, y en 1933 Nancy Bayley las Bayley 's
capítu lo «Introducción a la evaluación del desarrollo Ca liforn ia First Year M ental Sea /e, que ofrecían
y de la inteligencia, campos en consta nte ava nce» de puntuaciones típicas que se transformaban para
Moreno-Rosset y Gómez de Terreros (2005), alojado obtener un Índi ce de desarrollo mental, aspec-
en la parte on-lin e de este Iibro. to d iferente e innovador frente a los coc ientes
de desarrollo que ofrecían las Ceselrs Oevelop-
mental Schedules, de Gesell y Thomso n, creadas
en 1938 y que daban una información más de
2. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE tipo cualitativo.
INTELIGENCIA
■ Aplicando el análisis factorial sobre las puntua-
A continuación anotamos de forma resumida algu- ciones obtenidas en las pruebas de inteligencia
nas de las principales aportaciones sobre el on pto de un gra n número de niños, Thurstone (1938)
de la inteligencia que nos permitirán entend r la tra- identificó siete factores relativamente diferentes,
yectoria de su recorrido. Veremos cómo la int lig n ia a los que ll amó habilidades primarias: la fluidez
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

verbal (habilidad para recordar pal abras rápida- tura), y se fueron enca minando los objetivos d •
mente), la comprensión verbal (habilidad para la eva luación de la inteligencia hacia el rendi -
definir palabras), la aptitud espacial (habilidad miento de los sujetos en entornos más segmenta-
para reconocer una fi gura cuya posición en el dos del funcionamiento cognitivo y las posibl
espacio había ca mbiado), la rap idez perceptiva diferencias de desarrollo en esos ámbitos. En est
(habilidad para detectar semej anzas y diferen- década proliferan pruebas como las aparecida
cias entre distintos dibujos), el razonam iento in- en 1972, Escalas McCarthy de Desarrollo Infanti l
ductivo (pensamiento lógico), la aptitud numéri - o en 1983 la Batería de Kaufman, entre otras.
ca y la memori a.
■ En la década de los 80 Gardner, en contra de la ·
■ La aparición en EEUU de la primera guerra mun- evaluaciones normativas, desarrolla su teoría d
dial generó nuevas medidas de inte ligencia para las inteligencias múltiples basadas en eva luar el
eva luar y clasificar a los reclutas, desarrollán- rendimiento. Este nuevo concepto de Gardner e
dose m edidas tanto verbales como no verbales, distinto, porque no defiende que la inteligencia
para apli car a recl utas analfabetos. Wechsler en sea una capacidad intelectual general, ni tampo-
1939 elaboró su primera esca la de Inteligenc ia co un co njunto de hab ilidades relacionadas en-
en la que inclu yó las dos esca las: verbal y mani- tre sí, sino un conjunto de diversos procesos que
pulativa, además de una total. A esta innovación, se acti va n a diferentes niveles en las personas.
Wechsler añadió el cá lculo de la puntuación de
CI de desviación. ■ Cattell y Horn y otros co laboradores en la dé-
cada de los 90 avanzan en las teorías de la in-
■ Todos estos ava nces no significa ron el abando- teligencia hac ia un modelo jerárquico en tres
no de los modelos iniciales sobre las pruebas de niveles. En cada nivel definen distintos niveles
inteligencia; por ejemplo, cabe resa ltar la apor- de aptitudes que sintetiza las teorías anteriores.
tación de Raven que en la década de los 40 creó Se trata del modelo Cattell-Horn-Ca rroll (CHC)
el Test de M atri ces Progresivas que miden una (McGrew, 2005; Schneider y McGrew, 2012 ).
aptitud genera l intelectu al o factor «g». Pero en que combina el modelo Gf-Gc de Cattell-Horn
la misma década, entre los 40 y 50, también se (Horn, 1989) y el modelo de los tres estratos de
fueron creando test que m edía n múltiples aptitu- Carroll (1993), dando lugar a un modelo de la
des, como por ejemplo el DAT de Bennet, Seas- inteligencia co nci li adora de todas las aportacio-
hore y Wesman o el PMA de Thurstone, desde su nes anteri ores. El modelo CHC formula un mo-
modelo multi factori al. delo jerárqui co en tres estratos.

■ En la década de los 50, la evaluación de la inteli-


gencia se encaminó hacia la medición de aspec- 2.1. La teoría CHC de la inteligencia o
tos más cognitivos de los sujetos, y los ava nces modelo de Cattell-Horn-Carroll
psicométricos del aná lisis facto ri al se ap lica ron
sobre las escalas de inteligencia. Cattell formuló A continuac ión pasamos a exp licar el modelo CHC
que la inteligencia se componía de dos facto res que permitirá comprender lo que evalúan y có mo se
generales: la inteligencia fluida (Cf) y la crista li- eva lúa la inteligencia o las aptitudes intelectua les en
zada (Ce). las pruebas que en este capítu lo se incluyen (ver figura
12.1).
■ De esta fo rma, los modelos sobre la configu ra-
ción de la inteligencia humana han seguido de- En el modelo CHC se observa:
sarro llándose. Vernon a partir de 1950 planteó
un m odelo jerárquico con factores de grupo, 1. En la cúspide o Estrato 111 se sitúa el factor «g» o
mientras _que Guildford en 1967 desa rroll ó el capac idad general, que en los test de eva luación
modelo de las categorías de habilidades. del desarrollo y de la inteligencia que describi-
remos a continuación se identifica como Índi-
■ En la década de los 70, Horn amplió las teorías ce general (IC) . Disponen de IG las Esca las de
precedentes incluyendo más factores (percepción desarrollo Merrill-Palmer (MP-R), las Escalas de
visual, memoria a corto y largo pl azo, ve locidad Aptitudes Intelectuales (BAS-11), el Test de Inteli-
de procesamiento, aptitud de procesam iento au- gencia General MATRICES, o el BAT-7, RIAS y
ditivo, razonamiento cua ntitativo, lectura y escri- RIST, entre otras. Las Escalas de Wechsl er tam-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

cométri cas, se ha ido apli ca ndo en los instrumentos


de la eva luación de la inteligencia. Al ser la unidad
básica de medida el ítem, y no el test en su conjunto,
las respuestas de los suj etos a los ítems dependerán
de sus habilidades, además de las ca racterísti cas de
los ítems. Por tanto, la TRI ha permitido crea r bancos
de ítems para seleccionar y apli ca r los más adecuados
para cada suj eto y su nivel de edad, lo que ha posibili -
tado elaborar test de inteligencia a medida.
La TRI permite comparar puntu aciones de dos o
Aptitudes intelectuales más test y ha fac ilitado también la elaboración de test
de segundo orden

...
Factores específi cos que conforman las aptitudes
referidos a criteri o (ver ca pítul o sobre «Los in strumen-
tos de eva luación psico lógica y garantías de ca lidad »),
evitando decisiones arbitrari as sobre los puntos de
corte en las esca las de desarroll o in fa ntil. De esta for-
generales de segundo orden y que se eva lúan a ma, se ha apli cado la TRI a Esca las como las Bayl ey
través de las tareas de diversos test
(BSID-111) o las M errill Palmer-revi sadas (MP-R), donde
las «Puntuaciones de desa rrollo» (Pdes) basa das en las
TRI permiten interpretar las puntu aciones referidas a
criteri o, y por tanto, se relacionan directamente co n
Estructura de tres estratos del modelo Ca ttell-Ho rn -Ca rro ll (CH C)
la dificultad de la tarea y el nivel de edad, y propi-
de apti tudes intelectu ales.
cian conocer lo esperado en niñ os de la mi sma edad.
En estos casos, se valora si el niño ha alca nzado unos
bi én ofrecen un Índi ce general, pero vi ene de- «cri terios» definid os y obj etivos que logren determin ar
nominado en dichas esca las como CI total (CIT). su nivel de aptitud (s i es capaz o no de hacer determi-
2. En el Estrato 11, se sitúan las diversas aptitudes nadas tareas), lo que las diferencia de puntuaciones
intelectu ales entre las que destaca n la inteligen- típi cas, que indi ca n el nivel de aptitud del niño en re-
cia fluid a (Cf), la cri sta li zada (Ce), el procesa- lación co n la muestra de tipifi cac ión (cuánto se alej a
miento vi sual (Cv), y muchas otras aptitudes. de la medi a de su grupo de edad o cu ántos niños se
Por ejempl o en el BAS-11 Infa ntil en su nivel de sitúan por encima o por debajo, etc.).
apli cac ión entre 3: 6 y 5 :11 años de edad las ap- Además, la apli cac ión de la TRI sobre la creación
titudes de segundo orden son los Índices verbal, de los elementos de un test, logra obtener a partir ele
de razonamiento perceptivo, espacial, etc. (ver la puntuación directa del test, la «Puntuación de ap-
Fi gura 12.3). titud» (PA) que representa la dificultad de los ítem s
3. En el Estrato I están los factores correspondi en- de dicho test. De esta forma, una puntu ación direc-
tes a ca da una de las aptitudes intelectu ales de ta obtenida a través de ítems fácil es le co rresponderá
segundo orden, que se evalúan a través de las una meno r puntuación de aptitud y vi ceversa. Como
diversas tareas de los test que componen las Es- hemos exp licado en el ca pítul o sobre «Los in strumen-
ca las de inteligencia, como se han venido de- tos de evaluación psico lógica y ga rantías de ca lidad »
nominando tradicionalmente. las puntu aciones PA al no ser normativas, se pueden
co nvertir posteri ormente en puntuac iones normativas
Como se obse rva en la Fi gura 12. 1, la in te ligencia (esca lares, «T», «CI », percentiles, etc.) que sí permiten
no es algo unitari o, sino que está compu esta por di- comparar a la persona con su grupo de edad o de refe-
versas aptitudes específi cas (estrato 1), que a su vez se rencia. Recordemos nuevamente en este ca pítulo que
pueden agrupar en aptitudes generales (estrato 11), que la esca la de medida denominada «CI» que expresa
a su vez conform an la ca pacidad general o factor «g». puntuacio nes de los test con una medi a de 100 y una
desvi ación típi ca de 15, representa el rend imiento de
una persona en comparación co n el grupo de referen-
2.2. Los avances en aspectos cia. Por tanto, no deben co nfundirse las puntu ac iones
psicométricos. La Teoría de CI de los test que se describen en este ca pítul o, con el
respuesta al ítem (TRI) término «CI» que se refería ori ginalmente al «cociente
intelectual» que era el resultado de la división entre la
Los desarrollos en aspectos psi cométri cos, en con- edad cronológica y la mental.
creto la TRI, descrita en el ca pítul o sobre Técni cas psi-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2.3. El modelo CHC de la inteligencia de la evaluac ión del desarrollo como la BATTELLE o
y el desarrollo psicométrico los aplicab les en ámb itos específicos, como la eva lua-
de la TRI en la evaluación del ción neonatal, eva luación del desarrollo socia l, etc.,
desarrollo y de la inteligencia pueden consu ltarse en los conten idos on-line de este
libro (Goméz de Terreros (2005); Goméz de Terreros
Los avances de los modelos sobre la inteligencia y Valdés, 2005). Para comprender el comportam ien-
y psicométrico se han ap licado en la eva luación de to y las relaciones tempranas, recomendamos el Ma-
pruebas del desarrollo y de la inteligencia. Por un lado, nual del Sistema de observación de la conducta del
la teoría de aptitudes intelectuales de Cattell-Horn-Ca- recién nacido (NBO; Nugent, Keefer, Minear, Johnson
rroll (CHC) ha facilitado la obtención de puntuaciones y Blanchard, 20 1O). Los test que se describen en este
compuestas o «Índices» con una base factorial, que apartado están clasificados 'en nivel (e) que requieren
reflejan mejor las aptitudes cognitivas desde dicho formación superi or en Psicología, Psiquiatría o Psico-
modelo jerárquico. Y por otro, los nuevos desarrollos pedagogía y experi encia profesional en diagnóstico
psicométricos, como la Teoría de la Respuesta al Ítem clínico.
(TR I), se han incorporado en revisiones de pruebas del
desarrollo como las Escalas de Merrill-Palmer revisa-
das (MP-R) o las Escalas Bayley (BSID-111) (ver Tabla 3.1. Escalas de desarrollo Merrill-
12.1), o instrumentos de evaluación de la inteligencia, Palmer-Revisadas (MP-R)
como el BAS-11 (ver Tabla 12 .2) o las Escalas de We-
chs ler (ver Tabla 12.3). Y, por supuesto, también han Las Esca las de desa rroll o Merrill-Palmer revisadas
permitido la creación de nuevas pruebas como el Test (MP-R; Roid y Sampers, 2011) han sido realizada en
de Inteligencia General MATRICES o la Batería de Ap- base a los nuevos modelos integradores de la teoría
titudes de TEA BAT7, entre otras (ver Tabla 12.4). CHC y de la TRI. Las MP-R permiten eva luar el nivel de
Por cuanto antecede, a continuac ión describiremos desarrollo de los niños desde un mes hasta sus prime-
instrumentos de eva luación del desarrollo y la inteli- ros seis años y medio de edad. Son flexibles porqu e se
gencia, en los que se haya utilizado el modelo sobre puede ap lica r parte de las Escalas. Combi na diversas
las aptitudes cognitivas CHC y/o la Teoría de Respuesta fuentes de información: observación, pruebas de ren-
al Ítem (TR I) en su creación, revisión, adaptación o ti- dimiento o ejecución, entrev ista y cuestionarios para
pificación española. Los hemos agrupado en tres blo- padres o profesores/tutores.
ques 1) Test de evaluación del desarrollo de ap licac ión Las MP-R rea li zan una eva luación comprehensiva
individual, 2) Test de eva luación de la inteligencia de y muy detallada de las principales áreas del desarrollo
ap licac ión individual y 3) Test de eva luación de la inte- en la infancia y otros aspectos clínicos relacionados. El
ligencia de aplicación co lectiva e individua l. En los dos Desarrollo socioemociona l, la Conducta adaptativa y
primeros se describen pruebas clasificadas en la cate- autocuidado, el Lenguaje expresivo y el Estilo de tem-
goría profesional «c» que son de ap licación individual peramento son cuatro cuestionarios que responden los
y requieren una elevada formación, preparación, en- padres, profesores o tutores. Las pruebas de ejecución,
trenamiento y experienc ia para su administración. En de motric idad gruesa y un cuadern illo de lenguaje ex-
el tercer grupo se describen test clas ificados en el nivel presivo los ap lica el examinador, y utili za objetos y
«b» de aplicación co lectiva que exigen co nocimiento láminas atractivas que forman parte de los materiales
sobre la teoría de los test y métodos estadísticos. incluidos en la prueba . Las tareas se realizan con ju-
guetes rea les y con reducido contenido verba l, por lo
que resultan muy atractivas y especialmente adecua-
das para casos con habilidades del lenguaje limitadas,
3. TEST DE EVALUACIÓN DEL con déficits auditivos, autismo etc., por lo que puede
DESARROLLO DE APLICACIÓN aplica rse en contextos educativos y clínicos.
INDIVIDUAL BASADOS EN LA Ofrece un Índice globa l (IG) como medida general
TEORIA~HC del nivel de desarroll o del niño, que se obtiene a par-
tir de todos los ítems de la Batería cogn itiva. Las Me-
En la Tabla 12 .1 presentamos las características rrill-Palmer revisadas ofrecen varios tipos de puntua-
de las Escalas de desarrollo Merrill-Palmer revisadas ciones: directa (PD), de desarrollo (Pdes), de edades
(MP-R; Raid y Sampers, 2011) y las Escalas Bayley de equiva lentes (EE), percenti les (Pe), típicas (PT). Poseen
desarrollo infantil-111 (Bayley, 2015). La descripción de adecuados índ ices de fiabilidad y validez y baremos
las versio nes anteriores de las Esca las Bayley (BS ID y de diferentes interva los según distintos rangos de eda-
BSID-11) y otros instrumentos genera les o de screen ing des (ver Tabl a 12 .1).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

---
• 1 • Test de evaluación del desarrollo de aplicación individual

' '. Datos que ofrece Ventajas


'
Escalas de 60-90 min. 1 a 78 meses ■ Índice global (IG) que se obtiene a partir de Clínico Aplicab le a niños
desarro llo la aplicación de la Bate ría cognitiva (total 49 Edu cativo prematuros y con
Merrill-Palmer (0:1 - 6:6 años) ítems) que incluye la evaluación de: capacidades del
revisadas (MP-R) - Cognición (C) lenguaje expresivo
(c)* - Motricidad fina (MF) disminuidas porque
- Lenguaje receptivo (LR) ti ene un reducido
(Ro id, y Sampers, - M emoria (M) (24 a 78 meses) contenido verba l.
2011). - Velocidad de procesamiento (V) (24 a 78
Es posible hacer
meses)
interpretaciones
- Coordinación visomotora (VM)
tanto cuantitativas
- Registro del comportam iento durante la
como cua litativas.
eva luación
Baremos españoles
■ Además, e l examinador dispone de dos
con intervalo de
cuestionarios para la evaluar:
1 mes en el rango
- Motricidad gruesa (total 23 ítems) más
de edad de 1 a 11
registro de la Calidad del movimiento y del
meses, de 2 meses
tono muscular
en el rango de edad
- Lenguaje expresivo-Exa minador (LE-E)
de 12 a 41 meses,
(tota l 7 ítems)
de 3 meses en el
■ Y otros cuestionarios los responden los rango de edad de
padres: 42 a 74 meses y
- Lenguaje expresivo-Padres (LE-P) (total 45 de 4 meses en el
ítems) último grupo, de 75
- Socioemocional (SE) (tota l 44 ítems) a 78 meses.
- Esti lo de temperamento (entre 1 y 17
meses 14 ítems y entre 18 y 78 meses 33
ítems)
- Conducta adaptativa y autocuidado (CAA)
(tota l 43 ítems)
Las puntuaciones de Lenguaje Receptivo
(LR) de la Baterí a Cognitiva, la de Lenguaj e
expresivo-Examinador (LE-E) y Lenguaje
expresivo-Padres (LE-P) permiten obtener el
Índice total de lenguaje (ITL).
NOTA: Se ha anotado el número total de ítems
de cada esca la, pero en cada rango de edad se
aplica un número de ítems distinto.

Bayley-111, 30-90 min . 1 a 42 meses • Escala cognitiva (total 91 ítems) que eva lúa: Clínico Facilita un Informe
Esca las Bayley - Preferencia visual Educativo de perfi les gráficos
de desa rro llo (0:1 a 3:6 años) - Atención de desarrollo:
infa ntil-111 (c) * - M emoria - Cognitivo
- Procesa miento sensori omotor - Comun icac ión
(Bayley, 201 5) - Exploración y manipu lació n receptiva
- Formac ión de conceptos - Comun icac ión
expresiva
• Escala motora que evalúa:
- M otri cidad fina
- Motric idad fin a (total ítems 66)
- Motricidad gru esa
- Motricidad gruesa (total ítems 72)
Baremos en edades
• Escala de le nguaje que evalúa:
tempranas en
- Comunicac ión receptiva (total 49 ítems)
rangos de 1O días
- Comunicac ión expresiva (total 48 ítems)
que permite mayor
• Inventari o de observación conductual que grado de precisión.
eva lúa: la frecuencia del 3 comportamientos
Posibilidad de
observados por el examinador y por los
correcc ión on-line
padres o cuidadores en el comportamiento
cotidiano del niño.

* nivel de cuali ficación requeri do (c): titu lac ión superi or en psicología, psiquiatría o psicopedagogía y experi encia profesional en diagnóstico
clínico.
En la sección «enlaces de interés», correspondi nt a los onlenidos on -line de este capítulo, se encuentran imágenes con la presentación y
visuali zación de ambas Escalas.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

3.2. Las Escalas Bayley de desarrollo para niños (K-ABC) y Escala de inte ligencia de Wechs-
lnfantil-111 ler para preescolar y primaria (WPPS l-111), entre otros.

Las Escalas Bayley de desarrollo lnfanti l-111 (Bayley,


2015) va loran globalmente las áreas evo lutivas o de
desarrollo cognitivo, lenguaje y motor más importan- 4. TEST DE EVALUACION DE LA
tes de niños entre 1 mes y 3,6 años de edad, por lo INTELIGENCIA DE APLICACIÓN
que identifican tempranamente retrasos en el desarro- INDIVIDUAL BASADOS EN LA
llo y ofrecen información vá lida para planificar inter- TEORÍACHC
venc iones adecuadas. Identifica las competencias y
puntos fuertes de l niño, así como sus áreas de mejora. En la Tabla 12.2 se presentará la adaptación espa-
Las versiones anteri ores de las Esca las Bayley (BSID ñola de las Esca las de Aptitudes Intelectuales (BAS-11;
y BSID-11) descritas en Gómez de Terreros (2005) cons- Elliott, Sm ith y McCullogh, 20 11 ), en cuya estructura
taban de dos esca las (Menta l y Motora), así como un se refl eja claramente el carácter jerárquico de las ap-
Registro observaciona l del comportamiento. En la titudes que eva lúa. En la Tabla 12.3 se describirán las
Bayley-111 , la eva luación del lenguaje está diferenciada adaptaciones españolas de las Esca las de Wechsler:
de la esca la cogn itiva, por lo que ofrece tres esca las: WPPSI-IV (20 14), WISC-V (2015) y WAIS-IV (2012).
Cognitiva, Lenguaje y Motora, y mantiene un Inventa- Las descripciones y principa les características de las
ri o de observación conductua l. Este va lora el grado en versiones anteriores de las Escalas de Wechsler pue-
que cada enunc iado del listado es característico del den co nsu ltarse en Moreno y Orja les (2005) . Tanto
comportamiento cotidiano del niño, y lo anota tanto el BAS-11 como las Escalas de Wechsler requieren ser
el exam inador como el cuidador del niño. apli cados e interpretados por profesionales con forma-
En la adaptación española de la Bayley-111 (2015) ción y experi encia en el uso de dichos instrumentos ya
se han conservado los baremos estadouni denses, aun- que son muy complejos de aplica r, correg ir e interpre-
que se han realizado estud ios co n grupos clínicos es- tar. Por ell o se clasifican, según normas APA y el Cole-
pañoles y estud ios con otras medidas adaptadas a la gio Oficial de Psicólogos español, en la categoría «e»,
población españo la, que han permitido comprobar su que significa que quienes los adm ini stren deben ser
utilidad clín ica en informar sobre el estado de desarro- psicólogos, psicopedagogos o titulados debidamente
llo de los niños en población española. Los baremos formados en las técnicas de evaluación psicológicas.
para las edades más tempranas se han establecido con En los Manuales de las Esca las de Wechsler se aña-
intervalos de 1 O días, otorgándo le mayor precisión de que en ocasiones es posible que la apli cac ión y
para eva luar niños y niñas entre 16 días y cinco meses correcció n sea realizada por técnicos de menor nivel
y medio. También se han incluido nuevos ítems para debidamente capac itados, pero que la interpretació n
amp li ar el suelo y techo de cada esca la, se han actua- de los resultados siempre debe realizarse por profesio-
li zado los materiales y presenta otra organización el nales co n experiencia.
Cuadernill o de anotac ión, siendo un único cuaderni-
llo que incluye todos los elementos de las tres Escalas
y el Inventario de observación. 4.1. Las Escalas de Aptitudes
La Bayley-111 ofrece puntuaciones: esca lares (Pe), Intelectuales (BAS-11)
puntuaciones compuestas (suma de puntuaciones es-
ca lares con media de 100 y DT 15), percenti les (Pe), Las Esca las de Aptitudes Intelectua les (BAS-11; Ell io-
de edades equivalentes (EE), así como Puntuaciones tt, Sm ith y McCullogh, 2011) constan de dos Baterías,
de desarrollo (Pdes) calcu ladas desde el modelo de en base a la edad de eva luación: BAS-11 Infantil (2:6 a
la teoría de respuesta al ítem (TR I). Sus propiedades 5:11 años) que se divide en dos niveles; nivel inferior
psicométricas son excelentes. Sus coeficientes de fia- (2:6 a 3:5 años) y nivel superior (3:6 a 5:11 años), y
bi lidad sugieren que las puntuaciones de las esca las BAS-11 Escolar (6:0 a 17:11 años) (ver Tabla 12.2).
Cogn iti va, Lenguaje y Motora reflejan un alto grado de El BAS-11 dispone de un total de 21 test y, según el
consistencia interna en los ítems, y que la Bayley-111 rango de edad, se ap lica n unos u otros. La Figura 12.2
es igua lmente fiable para eva luar a niños con distintos muestra la distribución de los 21 test del BAS-11 que se
niveles de desarrollo o co n diferentes diagnósticos clí- dividen en principales, diagnósticos y de rendimi ento:
nicos. Respecto a su va lidez, la Bay ley- 111 muestra co-
rrelaciones con otros instrumentos españoles como las ■ 72 test principales que son distintos para su ap li-
Escalas McCarthy de aptitudes y psicomotri cidad para cación en los rangos inferior y superior del BAS-11
niños (MSCA), la Batería de eva luac ión de Kaufman Infa nti l, y para el BAS-11 Escolar (ver Figura 12.2).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

Escalas de Aptitudes Intelectuales (BAS-11; Elliott, Smith y McCullogh, 2011)

8AS-11
1111
Entre BAS-11 Infantil ■ Índices de aptitudes intelectuales:
11N
Educativo
Ventajas

Permite la
scalas de 25 y 45 se divide en evaluación no
De 2:6 años a 3:5 años: Clínico
Aptitudes minutos dos niveles: verbal aplicabl e
- Índice de Inteligenc ia General (IG)
Intelectuales (c) * los tests - inferior (2 :6 a Neuropsico- a niños co n
- Índi ce General No Verbal (IGNV)**
principales 3:5 años) lógico discapacidad
(E ll iott, Sm ith -superior (3 :6 De 3:6 a 5:11 años: auditiva, verbal
Entre
y McCul logh, a 5: 11 años) - Índi ce de Inteligenc ia General (IG) o no caste llano-
35 y 70
201 1) - Índice Verbal (IV) parlantes
minutos BAS-11 Escolar
- Índice Razonamiento Perceptivo (RP)
aplicac ión (6:0 a Baremos españoles
- Índice Espacial (IE)
compl eta 17: llaños) en rangos de 3
- Índice General No Verbal (IGNV)**
meses para los
De 6:00 a 17:11 años, se añade el Índice: niños de 2:6 a 7: 11
- Índi ce de Inteligenc ia General (IG) años inc lusive, y
- Índi ce Verbal (IV) de 6 meses para los
- Índi ce Razonamiento No Verbal (RN V) más mayores.
- Índi ce Espacial (JE)
- Índi ce General No Verbal (IGNV)** ' Posibilidad de
corrección on-/in e
- Además en este rango de edad existe la
Evaluación del rendim iento educativo
(Numéri co y Escritura)

' Nivel de cualificaci ón requerido (c): titulación superi or en psicología, psiquiatría o psi copeclagogía y experiencia profesional en diagnósti co clínico.
** Este índice sólo se aplica en casos de niños con discapacidad auditiva o verba l y se obt iene a través ele la aplicación ele test no verbales.
En la sección «enlaces de in terés», correspondiente a los contenidos on-/ine ele este capítul o, se encuentran imágenes con la presentación y visua-
li zación de estas Escalas.

■ 7 test diagnósticos que, como se observa en la En la figura 12.2 los rangos de edad ampliados, sin
Figura 12.2, también varían entre edades: dos se las letras «S» o «I», son aquellos en los que los test
aplica n de 2:6 a 3: 11 años; entre 4:00 y 4:11 años pueden usa rse para med ir todo el continuo aptitudi-
se añaden 3 más (tota l 5 test). Entre 5:00 y 5:11 nal. Los test dentro de esta categoría se pueden selec-
años se aplican un total de 6 test, a los que se cionar siempre que se considere que su contenido es
añade uno más (Velocidad de procesamiento) a relevante para eva luar a un niño en parti cular.
niños con un nivel de aptitud superi or a la med ia La figura 12.2 también indica, mediante las letras
y, fin almente, entre 6:00 y 17:11 años, se añade «S» o «I», las edades en las que un test es especia lmen-
el test de Velocidad de procesamiento, por lo que te adecuado para eva luaciones fu era de rango. Con
el total de test que se ap lica n son siete para 6 y 7 estas edades, el test debería usarse sólo para med ir
años y seis entre 8 y 17:11 años de edad, ya que niños excepcionales con capacidades superi ores a la
no se aplica el test de Emparejamiento de figuras. med ia (S) o inferiores a la media (1). Los test marcados
Estos test proporcionan información complemen- co n «S» son demasiado difíciles para discriminar co n
taria sobre diversas aptitudes específicas y no precisión entre niños con una aptitud baja o medi a;
participan en el cá lculo de los Índi ces. Tanto los sin embargo, con los niños de aptitud por encima de la
dos rangos de edad del BAS-11 Infantil como del media, estos test son apropi ados en dificultad y de he-
BAS-11 Escolar disponen de test diagnósticos. cho pueden proporcionar una informac ión fi able. De
■ 2 test de rendimiento educativo administrables igual modo, los test marcados con «I» son demasiado
sólo en el BAS-11 Esco lar (6:0 a 17: 11 años). Los fáciles para los niños co n una aptitud med ia o alta,
2 test de rendimiento proporcionan una medida pero son adecuados y retadores para los niños con una
tipificada de las habilidades numéricas y de escri- aptitud baja. Este uso fuera de rango de un test en con-
tura para edades de 6:0 a 17:11 años, sumamente creto puede ser muy útil para evaluar niños talentosos
útiles en su aplicación en el contexto educativo. o con necesidades especiales, es decir, en situaciones
en las que el examinador pueda pensar que se evalúa
En la mayoría de los casos se apli ca rán al niño úni- mejor a un niño con test habitualmente usados con
ca mente los test apropiados para su edad . Sin embar- niños más mayores o más jóvenes.
go, el examin ador tiene la opció n de ap licarl e otros Uso de la batería completa para evaluaciones fuera
test que considere que se adecuan más, en cuanto a de rango:
dificultad y al nivel aptitudinal del niño.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

■ En algunos casos el exa min ador puede decidir ■ El IG o Índice cognitivo General se calcula para
usar todos los test cognitivos de una batería que los dos ra ngos de edad del BAS-11 Infantil y el
normalmente se usan con niños más mayores o BAS-11 Escolar. Por supuesto, en cada ran go se
más jóvenes. Esta característica hace del BAS-11 usan unos u otros test. El IG es co nsiderado una
un instrum ento especialmente útil para evaluar medida de «g» o factor general de la inteli gencia.
a un niño del qu e se sospecha que su nivel de ■ Los otros Índi ces de aptitud intelectual se ca lcu-
aptitud es muy bajo o muy alto. lan para el rango de edad entre 3:6 y 5:11 años
de edad del BAS-11 Infa ntil y para el BAS-11 Es-
Obtención del Índi ce General (IG) y los Índi ces de co lar. Los Índi ces son: Índi ce Verbal (IV), Índi ce
aptitud intelectual del BAS-11 (ver Tab la 12 .2): Espacial (IE), Razonamiento Perceptivo (RP; sólo
hasta los 5:11 años), Razonami ento No Verbal

Grupo de edad 2:6-2:1113:0-3:513:6-3:11 14:0-4:514:6-4:11 15:0-5:11" 6" 1 7" 1 8 19 1- 117:11

Tests principales

(C) Construcción
(CV) Comprensión verbal
(SG) Semejanzas gráficas
(N) Nominación
- -- - - ---tt----+------+--J c:·•,---11------,1---+--+--+--1--r----.
(CN) Conceptos numéricos s
(Co) Copia
12
(CC) {;ubos s
(RF) Recuerdo de figuras s
(De) Definiciones
(M ) Matrices
(SV) Semejanzas verbales s
(RN) Razonamiento numérico

Tests diagnósticos

(EF) Emparejamiento de figuras


(Dd) Dígitos orden directo
(Di) Dígitos orden inverso
7 (RO i) Recuerdo de objetos inmediato
(ROcl) Recuerdo de objetos demorado
(RI ) Reconocimiento de imágenes
(VP) Velocidad de procesamiento s
Tests de rendimiento

Aritmética s
2 { (A )

(O) Ortografía s
21 • En estas edades se pueden usar los tests principales del BAS-11 Infantil nivel superior o del BAS-11 Escolar para calcular el IG.
S Aplicable a niños con un nivel de aptitud superior a la media
1 Aplicable a niños con un nivel de aptitud inferior a la media

Rango de edad Rango de edad J:.1 Indice general


ampliado normal

Figura 12.2
Distribución de los 2 1 test que componen el BAS-11 (adaptada de TEA Edicio nes)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS ÁREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

Estrato 111
• Factor «g».
Capacidad general

Estrato 11
• Aptitudes Índice Razonamiento
Índice Verbal Índice Espacial
intelectuales de perceptivo
segundo orden IV JE
RP

APTITUD APTITUD APTITUD RAZONAMIENTO APTITUD APTITUD


VERBAL VERBAL NUMÉRICA NO VERBAL PERCEPTIVA- ESPACIAL
MOTORA
Estrato 1
• Factores que Razonamiento
Habi lidad Razonamiento
conforman no verbal
Conocimiento v isoper- no verbal y
ca da aptitud de en empare-
conceptos ceptiva y visualización
segundo orden y jamiento de
Lenguaje Lenguaje prenuméricos coordinación espacial en la
figuras que
receptivo expresivo y numéricos motora fina reproducción
tienen en
y resolución en la copia de diseños
común un
de problemas de dibujos con cubos de
elemento o
lineales colores
concepto

• Se evaluan a
t t t t t t
través de las tareas test CV test N test CN test SG test Co test ce
ele los test Comprensión Nominac ión Conceptos Semejanzas Copia Cubos
Verbal Numéricos Gráficas

Test, Aptitudes e Índi ces del BAS-1 1 Infantil (3:6 a 5:11) basados en el modelo CHC

(RNV; a partir de los 6:0 años) e Índice Espacial En el estrato I se encuentran las aptitudes que con-
(1 E) . forman cada una de las aptitudes de segundo orden,
■ Los test no verba les permiten ca lcu lar, además, por ejemplo, las aptitudes de «lenguaje receptivo» y
un Índice General No verbal (IGNV), tanto para «lenguaje expresivo» pertenecen al Índice Verba l y se
el BAS-1 1Infantil como Escolar, y se ap li ca en los eva lúan a través de los test de «Comprensión verba l» y
casos en que las tareas verbales no puedan usar- «Nominación » respectivamente.
se para medir la capacidad de un niño, sustitu- El BAS-11 es un instrumento flexible que permite
yendo de esta forma el IGNV al IG. Por lo que se medir con precis ión tanto a sujetos con altas capa-
trata de un Índi ce especia l que intenta sustitu ir al cidades como a sujetos con algún tipo de retraso, o
IG. con discapacidad auditiva, verbal o niños extranjeros
no castellano-parlantes, apoyándose en la capacidad
Como hemos indicado, estas esca las reflejan clara- no verbal y sin penalizar su fa lta de competencia lin-
mente el carácter jerárquico de las aptitudes del Mo- güística. Asimismo, el BAS- 11 posibi lita un seguimiento
delo CHC. Para una mayor comprensión de los tres es- durante toda la escolaridad, al utilizar el mismo tipo
tratos de que se compone dicho Modelo, exponemos a de pruebas desde los 2:6 años hasta los 17:11, siendo
continuación su ap licación en el BAS-11 Infantil de 3:6 el tiempo de ap licación muy inferior al de otras bate-
a 5:11 años de edad (ver Figura 12.3). rías: alrededor de 35 minutos para los niños entre 2:6
Como se observa en la Figura 12.3, en el estrato y 3:5 años y en torno a los 70 minutos para el resto de
111 del modelo CHC de Cattell-Horn-Carroll se sitúa el edades.
factor «g» o capacidad genera l, en el 11, las aptitudes El BAS-11 ofrece varios tipos de puntuaciones:
intelectuales de segundo orden que corresponden a los Puntuación directa (PD), Puntuación de aptitud (PA),
Índices Verbal, Razonamiento perceptivo y Espacial. Puntuación T, Puntua ción Centil (PC), Puntuación CI
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

y Puntuación de Edad eq uivalente (EE), junto a la des- y Orjal es (2 005 ) en los contenidos on- line de este libro
cripción, en su Manual, de un proceso estab lecido y Forns y Amador (2017).
paso a paso para la obtención de las mismas, así como
de los Índices de que se componen (ver capítulo sobre
«Los Instrumentos de Evaluación Psicológica y Garan- 4.2.1. Escala de inteligencia de Wechsler
tías de Cal idad»). Además el BAS-11 ofrece la posibili- para preescolar y primaria-IV
dad de exam in ar los siguientes aspectos, facilitando (WPPSI-IV}
una profunda interpretación de la prueba:
La Escala de inteligencia de Wechsler para preesco-
■ Las diferencias entre los Índices que intervienen lar y primaria-IV (WPPSI-IV; W echsler, 20 14) se divide
en la formación del IG que identifica cualquier en dos nivel es de aplicación; nivel inferior (2_:6 a 3:11
aptitud que represente un punto fuerte o débil años) y nivel superior (4:00 a 7:7 años ). El WPPSI-IV
respecto a la capacidad general. consta de un tota l de 15 test que varían en func ión de
■ La comparación entre los Índi ces de aptitud in- la edad de ap li cación:
telectual , pues una diferencia significativa entre
dos Índices significa que el niño destaca en una ■ Para 2:6 a 3:11 años de edad se ap lica n los test
capac idad más que en otras . Dibujos, Cubos, Reconocimiento, Información,
■ La comparación entre las puntuaciones T de los Rompecabezas, Localización y Nombres
test propios de cada aptitud intelectual o Índice, ■ De 4:00 y 7:7 años se añaden Matrices, Búsque-
ya que la interpretación de un determinado índi- da de anima les, Semejanzas, Conceptos, Ca n-
ce de aptitud intelectua l puede estar afectado por celación, Vocabulario, Clave de figuras y Com-
una diferencia sign ificativa entre las puntuaciones prensión.
T de los test que componen esa aptitud/índice.
■ La comparación de las puntua c iones T de los test También co nsta de tres tipos de esca las para cada
co n la media total de los test principal es, a partir rango de edad:
de donde se puede identificar puntos significa-
tivamente fu ertes o débiles en el perfil, compa- ■ Para 2:6 a 3:11 años de edad:
rando las puntuaciones de cada test principal o a) Escala total
de diagnóstico con la media de las puntuaciones b) Escalas primari as o principales: Comprensión
del niño en todos los test prin c ipales. Verbal, Visoespa cial y Memoria de traba jo.
■ La comparac ión entre la aptitud y el rend imi en- e) Esca las secundarias: Adquisición de vocab u-
to, que significa comparar el IG y los test de ren- lario, No verbal y Capac idad general
dimiento. En los niños en los que se haya obte- ■ Para 4:00 a 7:7 años:
nido el IGNV, se compararían los test de rendi- a) En la composición de la esca la total y en las
miento con este Índice. esca las primarias se añaden, a los test ap li -
cab les en el rango de edad inferior, los de
Razonami ento fluido y Veloc idad de proce-
4.2. Las Escalas de Wechsler sam iento.
b) En las esca las secu ndarias se añade el test de
A continuación, en la Tabla 12.3 presentamos Competencia cognitiva.
las Escalas de Wechsler en sus versiones : WPPSI-IV
(2014), WISC-V (2015) y WAIS-IV (2012), que cubren Los 15 test se combinan de forma distinta para ob-
las edades de 2:6 a 7:7 años, 6:00 a 16: 11 y 16 a 89:11, tener las puntuaciones de la Esca la total, de las Esca las
respectivamente, y han supuesto un cambio muy im- principales, las Esca las secundarias y las puntuac ion es
portante en la medida de la inteligencia, porque han de procesa miento. Las esca las primarias se utilizan
incorporado la teoría CHC, presentando una estructu- para eva luar y describir de forma co mprehensiva las
ra muy distinta ~e las versiones anteri ores, especial- aptitudes cognitivas de los niños. Las esca las secun-
mente en el WISC-V y WPPSI-IV, que tienen un nuevo darias se usan cuando es necesa rio compl ementar las
nivel de interpretación (Índices secundarios) y ci nco primarias en situ aciones clínicas como por ejemp lo, la
Índices primarios (ver Tabla 12.3 y Figura 12.4). Otro eva lu ación de niños con dificu ltades de aprend izaj e o
cambio importante es la mayor adecuación de sus test retrasos de lenguaje, etc.
al desarrollo madurativo de las edades que eva lúan, y Los test que componen las esca las se clas ifica n en
un formato más lúdico. Para amp li ar información so- principales, complementarios y opcionales en función
bre las Escalas de Wechsler puede consu ltarse Moreno de para qué se utilicen en las distintas escalas:
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS ÁREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

WPPSI-IV
Escala de
.._
Escalas de Wechsler en sus versiones españolas:
WPPSI-IV (2014), WISC-V (2015) y WAIS-IV (2012)

Entre
30 y 45
1
....
De 2:6 a 7:7
años y se
Datos que ofrece

• Índice de la Escala total: CI total (CIT):


Se ca lcu la en los dos niveles de edad.
..
Clínico
Neuropsico-
Ventajas

Baremos españoles
en rangos de 3
inteligencia de minutos estructura en meses para todas
• Índices de las Escalas Primarias: lógico
Wechsler para (2: 6 a 3: 11 dos niveles de las edades.
De 2:6 a 3:11 y de 4:00 a 7:7 años:
preescolar y años) edad: Educativo
- Índice de comp rensión verbal (ICV) Dispone de
primaria-IV (c) *
Entre 45 y Entre 2:6 y - Índice visoespacial (IVE) corrección manual
60 minu- 3:11 - Índice de memoria de trabajo (IMT) y corrección on-
(Wechsler, 2014)
tos (4:0 a Índices de 4:0 a 7:7 años que se añaden a los line opcional, con
Entre 4 :0 y 7:7
7:7 años) anteriores: modelo de informe
- Índice de razonami ento fluido (IRF) en web.
- Índice de ve locidad de procesamiento (IVP)
• Índices de las Escalas secundarias:
De 2:6 a 3:11 y de 4:00 a 7:7 años:
- Índice de adquisición de vocabu lario (IAV)
- Índice no verbal (INV)
- Índice de capacidad general (ICG)
De 4:0 a 7:7 años se añade a los Índices
anteriores:
- Índice de competenc ia cognitiva (ICC)

WISC-V Entre 48 y De 6:00 a • Índice de la Escala total: CI total (CIT): Clínico Baremos españo les
Escala de 65 min 16:11 en rangos de 3
• Índices de las Escalas Primarias: Neuropsico-
inteligencia de - Índi ce de comprensión verba l (ICV)
meses.
lógico
Wechsler para
- Índi ce visoespacia l (IVE) Di spone de
niños-V (c) * Educativo
- Índi ce de razona mi ento fluido (IRF) corrección manual
Índi ce de memori a de trabajo (IMT) y co rrección on-
(W echsler, 2015)
- Índi ce de ve loc idad de procesa mi ento (IVP) line opciona l, co n
modelo de informe
• Índices de las Escalas secundarias:
en web .
- Índi ce de razonami ento cuantitativo (IRC)
- Índi ce de memori a de trabajo auditi va
(IMTA)
- Índi ce no verba l (INV)
- Índi ce de capac idad general (ICG)
- Índi ce de comprensión cognitiva (ICC)

WAIS-IV Entre 60 y De 16:00 a • Índice de la Escala total: CI total (CIT) Clínico Baremos españoles
Escala de 90 min 89:11 en rangos de 3
• Índice de comprensión verbal (ICV) Neuropsico-
inteligencia de meses.
lógico
Wechsler para • Índice de razonamiento perceptivo (IRP)
Dispone de
adultos-IV (c) * • Índice de memoria de trabajo (IMT) corrección manual
• Índice de velocidad de procesamiento (IVP) y de un software
(Wechsler, 2012)
de corrección
• Índice de capacidad General (ICG) (opcional) (opcional), con
modelo de in forme
en web .

* N ivel de cualificac ión requerido (c): titulación superior en psicología, psiqui atría o psi copedagogía y experiencia profesional en diagnóstico
c línico.
En la sección «enl aces de interés», correspondi ente a los contenidos on-line de este capítulo, se encuentran im ágenes con la presentación y
v isu al izac ión de estas Esca las.

■ Los principales son de obligada aplicación para a determinadas esca las para obtener una re-
el cá lcu lo de las escalas, pero se convierten en: presentación más ampli a del funcionami ento
a) Complementarios cuando se utili zan para intelectual.
sustituir a alguno de los test principales cuan-
do por alguna causa son invalidados; En el Manual del WPPSI-IV se indican los test que
b) Y pasan a denominarse Opcionales, en los pueden sustituirse y por cuá les (en este caso se con-
casos en que sin ser obligatorios, se añadan vierten en comp lementarios) y tamb ién los que se
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

transforman en opcionales cuando se añaden para de obligada aplicación para el cálculo de las es nl.1 ,
obtener mayor información . Las sustituciones sólo son pero se convierten en opcionales cuando se añad n t•II
posibles en la Escala total y en las secundarias. determinadas escalas para obtener una represent ·1011
Las puntuaciones de las tres escalas: total, prima- más amplia del fun cionamiento intelectual o para 11
rias y secundarias, se convierten posteriormente en las tituir a test principales concretos (en el Manual se ind
puntuaciones compuestas (Índices y CI total) corres- can qué test pueden ser sustituidos y por cuáles) u, 1,
pondientes. Para quienes conocen las publicaciones do por alguna causa son invalidados. Las sustituci 1w
anteriores del WPPSI , aclaramos que los antiguos CI son posibles en todas las esca las, incluso la total.
verbal (CIV) y CI manipulativo (CIM) se han sustituido Los 15 test se combinan para obtener las puntL~,,
en el WPPSI-IV por los términos Índice de Compren- ciones compuestas en el cálculo del CI total o es , l,1
sión Verbal (ICV) e Índice Visoespacial (IVE) a los que total y de las puntuaciones de las escalas primari y
se han añadido los otros Índices que veremos a con- secundarias, que proporcionan información adicion,11
tinuación. sobre las capacidades cognitivas de los niños sobr ll
Las escalas primarias dan lugar a los siguientes Ín- rendimiento en dichas escalas.
dices y al CI total o aptitud intelectual general:
■ Las escalas primarias dan lugar al CI total o Es
■ Para el nivel de edad de 2:6 a 3:11 años se ob- la Total y a los siguientes índi ces : Índice de com-
tendrán 3 Índices principales: Índice de com- prensión verbal (ICV), Índice visoespacial (IV ),
prensión verbal (ICV), Índice visoespacial (IVE) Índice de Razonamiento fluido (IRF), Índice d
e Índice de memoria de trabajo (IMT) y CI total memoria de trabajo (IMT) e Índice de velocidad
(CIT). de procesa mi ento (IVP).
■ Para el nivel de edad de 4:0 A 7:7 años son 5 ■ Las escalas secundarias dan lugar a los siguien -
Índices principales: Índice de comprensión ver- tes índices: Índice de razonamiento cuantitati -
bal (ICV), Índice visoespacial (IVE), Índice de vo (IRC), Índice de memoria de trabajo auditiva
Razonamiento fluido (IRF), Índice de memoria (IMTA), Índice no verbal (INV), Índi ce de capaci -
de trabajo (IMT) e Índice de velocidad de proce- dad general (ICG) e Índice de competencia cog-
samiento (IVP) y CI total (CIT). nitiva (ICC).

Las escalas secundarias dan lugar a otros índices :


4.Z.3. Escala de inteligencia de Wechsler
■ Para 2:6 a 3:11 años: Índice de adquisición de para adultos-IV (WAIS-IV)
vocabulario (IAV), Índice no verbal (INV) e Índi-
ce de capacidad general (ICG). La Escala de inteligencia de W echsler para adul-
■ Para 4:00 a 7:7 años se le añade el Índice de tos-IV (WAIS-IV; Wechsler, 2012) se aplica desde los
competencia cognitiva (ICC) . 16:00 a 89:11 años de edad y consta de un total de
15 test. Los aplicables a todos los niveles de edad son:
■ Cubos, Semejanzas, Dígitos, Matrices, Vocabu-
4.Z.Z. La Escala de inteligencia de Wechsler lario, Aritmética, Búsqueda de símbolos, Puzles
para niños-V (WISC-V) visuales, Información, Clave de números.

La Escala de inteligencia de Wechsler para niños-V Los aplicables solo de 16 a 69 años son:
(WISC-V; Wechsler, 2015) se aplica desde los 6:00 a
16:11 años de edad y consta de un total de 15 test que ■ Letras y números, Balanzas, Comprensión, Can-
se dividen en principales u opcionales: celación y Figuras incompletas.

■ Test principales: Cubos, Semejanzas, Matrices, Los 15 test se combinan de forma distinta para ob-
Dígitos, Claves, Vocabulario, Balanzas, Puzles tener las puntuaciones de las siguientes escalas:
visuales, Span de dibujos y Búsqueda de símbo-
los. ■ Comprensión verbal, Razonamiento perceptivo,
■ Test secundarios: Información, Letras y números, Memori a de trabajo, Velocidad de procesamien-
Cancelación, Comprensión y Aritmética. to y Escala total.
Los test que componen las escalas se clasifican en Los test que componen las escalas se clasifican en
principales u opcionales en función de para qué se principales y opcionales, en función de para qué se
utilicen en las distintas escalas. Los principales son utilicen en las distintas esca las. Los principales son de
m
' NIVELES MODELO CHC NIVEL 111 NIVEL 11 j
ÍN DICE ÍNDICE ÍNDICE E
ÍNDICES IG IGNV
VERBAL ESPACIAL RAZONAMIENTO RAZONAMIENTO
NO VERBAL
~
PERCEPTIVO 5
(IV) (IE) (RP) (RNV)
,,z
BAS-II
"'oñ
Infantil 2:6 a 3:5 X X
X
6,
Infa nti l 3:6a5: 11 X X X X C"I
Esco lar 6:0a17: 11 X X X X X §
6 ESCALAS PRIMARIAS ,,>r-
CI ÍNDICE ÍNDICE ÍNDICE ÍNDICE ÍNDICE ÍNDICE ñ
ESCALAS WECHSLER
TOTAL COMPRENSIÓN VISIOESPACIAL RAZONAMIENTO RAZONAMIENTO MEMORIA VELOCIDAD >
e
VERBAL PERCEPTIVO FLUIDO TRABAJO PROCESAMIENTO >
(ICV) (IVE) (IRP) (IRF) (IMT) (IVP) m
z
W PPSI-IV 2:6 a 3: 11 X X X X r-
>
VI
WPPSI-IV 4:0 a 7:7 X X X X X X
>
::o
W ISC-V 6:0 a 16: 11 X X X X X X m
]:11
WAIS-IV 16:0 a 89 X X X X X
"'me
6 ESCALAS SECUNDARIAS r-
CAPACIDAD NO ADQUISICIÓN COMPETENCIA RAZONAMIENTO MEMORIA
om
CI
ESCALAS WECHSLER
TOTAL GENERAL VERBAL VOCABULRIO COGNITIVA CUANTITATIVO TRABAJO
AUDITIVA
"'::o
]:11

(ICG) (INV) (IAV) (ICC) (IRC) (IMTA) ::o


X
,...o
WPPSI-IV 2:6 a 3: 11 X X X
6
WPPSI- IV 4: 0 a 7:7 X X X X X e
W ISC-V 6:0 a 16:1 1 X X X X X X
,...m
>
WA IS-IV 16:0 a 89 X X z
~
m
r-
i5
m
Ín d ices de las Esca las BA S- II y de las Esca las de Wesch ler.
zn
;
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en ár-eas y contextos

ob ligada ap licación para el cálculo de las esca las, sin En la Figu ra 12.4 hemos sintetizado los Índices que
embargo, se conv ierten en opcionales cuando se aña- ofrecen el BAS-II y las Escalas de Wechsler co rrespon-
den en determinadas esca las para obtener una repre- dientes a los niveles 111 y 11 de la teoría factoria l CHC
sentación más amplia del funcionamiento intel ectual (Cattell-Horn-Carroll ). Asimismo se detallan las 6 es-
o para sustituir a test principales co ncretos (en el M a- ca las o Índi ces secundarios de las Esca las de Wechsl er.
nual se indica n qué test pueden ser sustituidos y por
cuáles) cuando por alguna ca usa son invalidados. Las
sustituciones son posibles en todas las esca las, incluso
la tota l. S. TEST DE EVALUACION DE LA
Las puntuaciones de las cuatro esca las se convier- INTELIGENCIA DE APLICACIÓN
ten en puntuaciones compuestas en el cá lculo de los COLECTIVA E INDIVIDUAL
correspondi entes índices: BASADOS EN LA TEORÍA CHC

■ Índi ce de Comprensión Verbal (I CV), Índice de A continuación se describirán instrumentos de eva-


Razonamiento Perceptivo (IRP), Índi ce de Me- luación de la inteligencia basados en el modelo de
moria de Trabajo (IMT), Índi ce de Velocidad de inteligencia CHC y creados desde la TRI que, aunque
Procesamiento (IVP) y en el CI total (CIT) co- pueden ap licarse de forma individual, su principal ad-
rrespondiente a la Escala total, considerándose mini stración es habitualmente co lectiva, debido a que
dicho índice como la med ida más vá lida de la son fáciles de ap lica r y ahorran mucho tiempo cuando
aptitud cognitiva genera l. se aplica n en contextos educativos o labora les. En la
Tabla 12.4 se describen el Test de Inteligencia Genera l
Además de estas ci nco puntuaciones compuestas, Matrices, la Batería de aptitudes de TEA BAT-7, el RIAS
también se puede ca lcular un índice opcional, el Índi- y RIST clasificados en nive l (b) que req uieren, además
ce de capac idad general (ICG), que se calcula a par- de la correspondiente titulación académica (como
tir de las esca las de Comprensión verbal y de las tres Psicología o Psicopedagogía), conocimientos sobre la
pruebas de Razonam iento perceptivo. El ICG ofrece teo ría de los test y métodos estadísticos.
una puntuación total menos sensible que el CIT (CI
total), el IMT (Índice de Memoria de trabajo) y el IVP
(Índice de Velocidad de procesamiento), pero puede 5.1. MATRICES. Test de Inteligencia
ser de utilidad para la eva luación de sujetos co n cier- General
tas afecc iones neuropsico lógicas, como trastornos del
aprendi zaje o de la memoria, si bien los índices IMT El Test de Inteligencia General Matrices (Sán-
y IVP también deben ser eva luados. Finalmente, cabe chez-Sánchez, Santamaría, Abad, 2015) se aplica a per-
resa ltar que el WAIS-IV también permite obtener una sonas entre 6 y 74 años de edad. El Índice General (IG)
puntuación de procesa miento a partir del análisis cua- se eva lúa a través de la capacidad para resolver proble-
litativo de los resultados obtenidos en determinados mas complejos y novedosos con estímulos no verbales,
test. siendo uno de los mejores estimadores del factor Gf
Todas las Esca las de Wechsler ofrecen varios tipos (i nteligencia fluid a), aptitud intelectual relacionada con
de puntuaciones para la escala tota l, las primarias y el razonamiento y la so lución de problemas. Los ítems
las secundarias. Primero, las puntuaciones directas de tienen un formato de matrices gráficas con contenidos
cada test se convierten a través de los baremos en Pun- abstractos, pictóricos o geométricos, similares a los de-
tuaciones esca lares (Pe). Luego se suman las puntua- sarroll ados ini cialmente por Raven en el test de Matri-
ciones esca lares de cada esca la, y dicha suma de pun- ces Progresivas, descrito en Moreno y Orjales (2005).
tuaciones compuestas se co nvierte a las puntuaciones Matrices dispone de seis formas o niveles para apli-
de los distintos Índi ces o puntuaciones CI y a las pun- ca r a distintas edades y niveles educativos en adultos
tuaciones percentiles (Pe) correspondientes. Además, (A, B, C, D, E, F; ver tab la 12.4), lo que resulta espe-
también se pueden obtener las puntuaciones de Edad cia lmente útil para eva luar poblaciones especiales.
Equivalente (EE) a partir de las Pe. Para una interpre- Cada nivel presenta distintas dificultades en las tareas
tación más completa, las Escalas de Wechsler permi- de comprender y relacionar ideas comp lejas, trabajar
ten establecer compa raciones entre índices primarios con contenidos abstractos, extraer conclusiones lógicas
y secundarios y entre las pruebas que componen los mediante procesos de deducción e inducción y resolver
Índices de las esca las. Las Wechsler poseen una buena problemas novedosos. Capacidades que se asocian con
consistencia interna, fiabilidad test-retest y diferentes aprendizaje y rendimiento académico y profesional. El
fuentes de evidencia de validez. tiempo de aplicación de Matrices es de 45 minutos.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

.' . Test de evaluación de la inteligencia de aplicación colectiva e individual

M ATRICES. Test
1111-
45 minutos D esde los 6 a • Índice G eneral (IC):
MI•
Edu cativo
Ventajas

Formatos de
de Inteligencia los 74 años. Estimación de la capacidad para reso lver lápi z y papel e
Recursos
G eneral (b) * problemas compl ej os y novedosos informati zado
Seis niveles: humanos
relacionados con el factor Gf (intel igencia (M atri ces-TAi )
(Sánchez- A: 6-7 años fluida). Clín ico
Corrección
Sá nchez, B: 7-9 años Esta estimación de la inteligenc ia está basada
mediante intern et
Santamaría, en estímulos no verba les.
C: 9-12 años o mecanizada
Abad, 201 5)
- Permite reali zar el seguim iento de un y la versión
D: 12 -1 4 años alumno durante toda su escolari zación M atri ces-TAi es
y adultos de empl eando una ún ica prueba. informatizada.
19 a 74 años
nivel educativo - O frece un sistema de nive les Puede apli ca rse
baj o intercambi ables para adaptar la evaluación en personas que
a pobl aciones especiales (discapacidad no co nocen o
E: 14-1 6 años intelectual, altas capac idades, etc.). dominan el español
y adul tos de o con ca pacidades
19 a 74 años comunicativas
nivel educativo reducidas.
medio
Baremos por edad
F: 16-18 años en tramos de 4
y adultos de meses (6 a 19 años)
19 a 74 años y de 5 años (19 a
nive l educativo 74 años). También
alto baremos por cursos.

BAT-7. Batería Ap licación De 12 a 60 • 3 Índ ices de inteligencia: Ed uca tivo D isponible


de Ap titudes de completa: años «g» (capacidad general) la aplicación
Recursos
TEA (b) * 97 minutos - Cf (inteligencia flui da) y corrección
Tres niveles: humanos
- Ce (intel igenc ia cri stali zada) auto mati zada por
(Arri bas, E: 12- 14 años Clínico in ternet a través de
• 8 puntuaciones de Aptitud:
Sa ntamaría, y adu ltos con «e-teaediciones»
- Verba l (V)
Sá nchez- formación
- Espacial (E) Co rrecc ión a través
Sá nchez y básica
- Atención (A) de hojas de lectura
Fernández-Pin to, M: 14-16 añ os - Concentración (CON) óptica y obtención
2019) (3" ed. y adultos con - Razonamiento (R) de in forme
Revisa da y form ación - Numéri ca (N) onl ine med iante
ampliada) med ia - M ecánica (M ) «TEAcorrige»
S: 16-18 años - O rtografía (O)
y adu ltos con • 1 puntuac ión Total BAT
form ación
superior
RIAS. Escalas de 40 minutos De 3 a 94 años • Índice de inteligencia general (I G) Educativo Ba remos españo les
inteligencia de (3 0 test in- en rangos de:
• Índice de inteligencia verbal (IV) Clín ico
Reynolds (b) * teligencia - 3 meses hasta los
y l0 • Índice de inteligencia no verbal (IN V) Forense 14: 11 años
(Reynolds y memoria) • Índice de M emoria (IM) Psiconeuro- - 1 año desde 15 a
Ka mphaus, lógico 19 años
2009) - 9 años de 20 a 49
años
- 4 años de 50 a 94
años

RIST. Test de 15 m inutos De 3 a 94 años • Índice de in teligencia general (IG) Screening Ba remos españoles
inteligencia en rangos de:
Educa tivo
breve de - 3 meses hasta los
Reynolds (b) * Clín ico 14 :11 años
Forense - 1 año desde 15 a
(Reynolcls y 19 años
Kamphaus, Neuropsico- - 9 años de 20 a 49
2009) lógico años
- 4 años de 50 a 94
años

En la sección «enlaces de interés », correspond iente a los contenidos on-line de este capítulo, se encuentran im ágenes co n la presentac ión y
vi suali zación de estas pruebas.
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NIVELES MODELO CHC
l§IM•hi NIVEL 11 NIVEL 1 C'\
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APTITUD APTITUD APTITUD APTITUD APTITUD ATENCIÓN Y ORTO-
,,?=-
ÍNDICES/APTITUDES IG Gf Ge
VERBAL ESPACIAL RAZONAMIENTO NUMÉRICA MECÁNICA CONCENTRACIÓN GRAFÍA an
ID
111
p
MATRICES 6 a 74 años X ...
ID,
BAT- 7 12 a 60 años X X X X X X X X XX X n
:::,
ÍNDICE ÍNDICE ñ'
111
VERBAL MEMORIA 111
ÍNDICES INV '<
111
(IV) (IM) "CI
n
RIAS 3 a 94 años X X X X 111
n
RIST 3 a 94 años s·
X ::::1
(screening) ID
111
ID
:::,
111,
Figural2.5 ¡:¡;
111
Índ ices de los test MATRICES, BAT7, RIAS y RIST. 111
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n
0
...
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ID
...><
0
111
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS ÁREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

Para su ap licac ión se utili za uno de los 6 cuader- inteli genc ia cristalizada (Ce). Puede utili zarse como
nillos, en función de la edad o nivel educativo, donde instrumento de screening de problemas intelectuales,
aparece n los ítems correspo ndientes, y las personas por lo que es útil dura nte las primeras fases del Proceso
eva luadas deben contestar en una hoja de respuestas de Evaluación Psicológica, y puede ap li carse también
aparte. Para la corrección individual se corrige me- para realizar orientac ión pedagógica y profesional o
diante el sistema de corrección «TEAcorr ige» en la se lección de personal.
p lataforma de TEA Ediciones de intern et. Sin embargo, El BAT-7 está formado por 3 cuadernillos o niveles
cuando se ap li ca a un gran número de personas, pue- de dificu ltad c reciente (E: elemental, M: medio, S: su-
de corregirse mediante el sistema de correcc ión meca- perior). Cada un o de los cuaderni ll os incluye 7 test (V:
nizada en el que el profesional envía todas las hoj as de aptitud verbal, E: aptitud espacial, A: atención, R: ra-
respuestas a la ed itori al, quien se encarga de la lectura, zona mi ento, N: aptitud numérica, M : aptitud mecá ni -
corrección y generación de los perfiles de resultados. ca y O: ortografía). Se pueden ap licar todos por sepa-
Además, ex iste la versión Matrices-TAi , tota lm ente in- rado o comb inándo los, en función de los objetivos de
fo rmatizada para su ap li cac ión y correcc ión mediante la eva luación, y sirven para distintos cursos esco lares y
ordenador o dispositivos móviles (tab letas, etc.), que diferentes niveles ed ucativos de adu ltos, desde suj etos
va adapta ndo automáticamente la eva luac ión y la di- sin estud ios a estudios supe ri ores.
ficultad de los ítems a las ca racterísticas de la perso- El tiempo de aplicación de cada test oscil a entre
na eva lu ada (ver Tabla 12.4). Dispone de ap licac ión los 8 y 20 minutos, lo que supone dos horas y quince
está nda r y de un formato no verbal (med iante gestos) minutos la ap licac ión comp leta. En una ap licación y
y la corrección mediante internet o mecanizada que correcc ión manual del BAT-7 só lo se puede obtener las
incluye perfil interpretativo . puntuaciones percentiles de los test, que son las únicas
Matrices, basado en la teoría CH C de la inteli gen- que aparecen en el M an ual de la 2ª ed ic ión revisada y
cia, permite obtener un Ín dice genera l, que correspo n- amp li ada . Cuando la ap licación de los test del BAT-7
de al estrato 111 de dicho modelo: se realiza a través del sistema por internet «e-teaedicio-
nes », la correcc ión es automática, en cuyo caso, el pro-
■ A partir de la suma de los aciertos se obtiene la p io sistema corrige automáticamente y genera un perfil
co rrespondiente PA (p untuación de aptitud). de las puntuaciones por cada test, junto con un informe
■ Luego, las PA se convierten en puntuaciones tí- narrativo con la interpretac ión. También se puede reali-
picas transformadas, expresadas en una escala zar la correcció n a través de la anotación de respuestas
CI, que representa el Índi ce general (IG). en hojas de lectura óptica, remitiendo dichas hojas de
■ Adicionalmente, tamb ién se pueden obtener respuesta a TEA Ediciones, lo que fac ilita la corrección
puntua ciones percenti les. en casos de amp lias ap licac iones grupa les.
La batería permite obtener distintos tipos de pun-
Posee una cons istenc ia interna promedio de todas tuaciones:
las formas A, B, C, D, E, F de A lfa de Cronbach de 0.86
y fiabilidad test-retest de 0.82. En cuanto a va lidez Ma- ■ 8 puntuaciones de aptitudes específicas: una por
trices corre laciona co n diversas pruebas, entre las que cada test aludido anteriormente (V, E, A, R, N,
se encuentran el BAT-7 y RIAS . Dispone de baremos en M , O), a las que se añade una puntuación más
tramos de 4 meses (6 a 19 años) y de 5 años (20 a 74 de concentración (CO N), que derivada del test
años) y tambi én por cursos, por lo que puede ap licarse atención (A) .
en contextos educativo, recursos humanos y clínicos. ■ Una puntuación tota l del BAT-7 que, aunque ca-
rece de un claro signif icado psicológico, repre-
senta un buen resumen del rendimiento global
5.2. Batería de aptitudes de TEA de la perso na eva lu ada en los test que haya con-
BAT-7 testado. Por tanto, a esta puntuación se denomi-
na «Total BAT» y se acompaña, tras un gui ón, de
La Batería de aptitudes BAT-7 (Arribas, Santamaría, un número indi cativo de la ca ntidad de test que
Sánchez-Sánchez y Fernández-Pinto, 2019) es una se haya n utili zado para su cá lcul o y, entre parén-
batería que eva lú a, a personas hasta los 60 años de tesis, de los test ap licados. Por ejemp lo, si solo
edad, las principales aptitudes cognitivas de esco lares se han apl icado los test V y E, la puntuación total
y adu ltos. Ofrece puntuaciones CI sólo hasta los 49 se representaría como Total BAT-2 (VE). Debido a
años, pero hay baremos desde los 12 a los 60 años. que las puntuaciones totales del BAT-7 podrían
Realiza una estimac ión de la inteligencia, en términos ser mu chas, no se incluyen en el Manual, y so lo
de capacidad general «g», inteligencia fluida (Cf) e se puede obtener cuando la correcc ión se real iza
EV~LUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

med iante el sistema informativo «TEAcorri ge» en adolescentes y ad ultos, entre 3 y 94 años de edad. La
la plataforma de TEA Ediciones de internet. duración de su ap li cació n es de alrededor de 40 minu-
tos si se apli ca n todas las pruebas, y si so lo se apli ca n
Respecto a los Índi ces intelectuales, el BAT-7 dis- las pruebas de inteli gencia requ iere unos 30 minutos.
pone de tres: Pu ede ap li carse para la eva luación psicopedagógica,
para el diagnóstico de trastornos del desa rrollo, re-
■ Dos Índi ces intelectuales, que corresponderían traso menta l, dificultades de aprendi zaje, demencias
al estrato 11 del modelo CHC. o lesiones del sistema nervioso central, en las que se
a) Cf (inteli gencia fluid a), que se obtiene apli- requiera la ap licación de una prueba de inteli gencia
ca ndo los test R y N, y se define como la ca- durante el proceso de eva lu ación. El hecho de que
pacidad para razonar indu ct iva y deductiva- el RIAS incluya una medida de la memoria verbal y
mente con problemas novedosos. no verbal es porque es un aspecto fundamental en el
b) Ce (inteligencia crista li zada), que se obtiene diagnóstico de trastornos en la infa ncia y en la última
apli ca ndo los test V y O, y se refiere a la ap li- etapa de la v ida. Por supuesto, si alguna de las perso-
cac ión del co noc imiento adq uirido y de las nas eva lu adas mostrase prob lemas en estas áreas de
habilidades aprendidas, que la mayor parte la memori a (verbal y no verbal), convendría, segú n el
de las veces es mediante la instrucc ión aca- manual, apli car otros test más específicos co mo por
démica, por lo que los test que eva lúan Ce ejempl o en la eva lu ación in fa ntil el TOMAL, Test de
suelen ser de tipo verbal. memori a y aprendi zaje (Reyno ls y Bigler, 200 1) o la
■ Un Índice general, que co rrespondería al estrato Esca la de memor ia de Wechsler-lV (Wechsler, 2013)
111 del modelo CHC. en la eva lu ación adulta.
a) El Índi ce «g» (capaci dad genera l) . Este índi - El RIAS se com pone de 6 test, dos de inteligencia
ce se ca lcul a en base a los 7 test indicados, verbal, dos de inteligencia no verbal y dos de memo-
por lo qu e so lo puede ca lcularse cuando se ri a, a partir de los cuales se obtienen los siguientes
ap li ca la batería comp leta. Existen dos posi- Índices (ve r Tab la 12.4 y Figura 12.5):
bilidades de ca lcular dos aprox imacion es de
«g», una en base a la admini stración de los ■ Índi ce de inteli gencia verbal (IV), que se obt iene
test V, E, R, N, O, que se denominaría gVER- a partir de los dos test verba les «Ad ivin anzas» y
NO, y otra en base a la admi ni stración de los «Analogías verba les», cuya suma de puntuacio-
test V y R, denominándose gVR. nes de T se co nvi erte en IV, consul ta ndo la tabla
de baremos co rrespondi ente.
En definitiva, como puede observarse en la Tab la ■ Índice de inteli gencia no verbal (INV) que se
12.4 y Figura 12.5, el BAT-7 ofrece tres Índi ces y 8 consigue de la suma de las pu ntuac iones T ob-
puntuaciones de aptitudes que no so n índices, por lo tenidas de los resultados de los test no verba les
que se situarían en el estrato I del modelo CHC (Catte- «Ca tegorías » y «Figuras incomp letas », que des-
11 -Horn-Ca rroll ). pués se transforma en INV ap li ca ndo el baremo
El BAT-7 posee un a adecuada co nsistencia intern a correspondi ente.
Alfa de Cronbach en los tres niveles E: elemental, M: ■ Ín dice de inteli gencia general (IG), que es la
medio y S: superior, para la puntuación total BAT-7 y suma de las dos puntuaciones T verbal y no ver-
para los tres Índices de inte li genc ia, as í como validez bal que se transforma a través del baremo corres-
intern a, lo que la co nvi erte en una de las baterías más pondiente para obtener el IG.
compl etas para la eva lu ación de las aptitudes intelec- ■ Índi ce de memoria (IM), que se ca lcu la a través
tuales y la estimación de la inteli gencia disponibles. de las puntuaciones T de las dos pruebas com-
plementarias (Memoria verbal y M emori a no
verbal) que, co nsultando el man ual, se transfor-
5.3. Escalas de inteligencia de man en el IM.
Reynolds (RIAS) y Test de
inteligencia breve de Reynolds El RIAS está formado por el cuadernillo de anotación
(RIST) del eva lu ador y 3 cuadern os de estímul os. El cuaderno
1 es común para el RIAS y RIST y sirve para aplicar el
Las Escalas de Inte li gencia de Reyno lds (RIAS) y test «Categorías », el cuaderno 2 se utiliza para la adm i-
Test de inteli genci a breve de Reyno lds (RIST) de Rey- nistración del test de «Fi guras incompl etas» y el cua-
nolds y Kamphaus (2009) eva lú an la inteligencia ge- derno 3 para aplicar el test de «Memoria no verbal». El
neral, la verba l, la no verba l y la memoria en niños, M an ual del RIAS incluye los baremos para transformar
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

las 6 puntuaciones directas de los seis test de que consta ros y Valdés (2005) se describen los test para la evalua-
a puntuaciones T y percentil es. Asimi smo, ofrece los ba- ción del recién nac ido, por ejempl o, la Esca la para la
remos para transform ar las sumas de las 3 puntuaciones Eva luac ió n del comportamiento neonatal de Brazelton
T (verbal, no verbal y memori a) a Índi ces y a puntua- (NBAS) y los instrumentos para el screening del desa-
ciones percentiles (Pe) correspondi entes, así como se rro ll o, como la Esca la Observacional del Desarro llo
incluye baremos de edades equivalentes (EE). (EOD), la prueba de screening del Inventario de BAT-
Destaca por ser fácil y rápido en su apli cac ión, co- TELL E, la esca la de Evaluación del Estado de Desarro-
rrecc ión e interpretación, y por responder a las con- llo por Padres (PEDS) y la Bri gance screens.
cepciones más actuales en relación con la medida de En Gómez de Terreros (2 005), se describen la Esca-
los aspectos intelectuales. Es una de las pruebas de re- la de Desa rro llo de Brunet Lezine- Revisada (BL-R), las
ferencia más utili zadas para la evaluación de la inteli- anteri ores Esca las Bayley, el Inventario de BATTELLE y
gencia. Proporciona baremos españoles, en rango de 3 el Currícul o Carolina. A estas pruebas se podría añadir
meses desde los 3 a los 14: 11 años, en rango de 1 año el D-P-3. Perfil de desa rrollo-3 (2 01 8).
desde los 15 a los 19 años y en rangos de 1O años des- Para la eva luació n de la inteligencia a través de test
de los 20 a los 49 y de 4 años de los 50 a los 94 años. de «Facto r G », en M oreno y Orj ales (2 005), se pueden
El Test de inteligencia breve de Reynolds (RIST) es, ver pru ebas cl ásicas como el Test de M atri ces Pro-
como su nombre indi ca, una versión abrevi ada del gres ivas de Raven, Factor «g» de Ca ttell, test de inte-
RIAS, que se apli ca en 15 minutos y es muy útil cuan- ligencia verbales (OTIS, IG-2, EFAI), no verbales (test
do el obj etivo de la evaluación es rea li za r un screening de Dominós D-4 8, D-70, TI G-1 y 2, Naipes «G», test
rá pido y sencillo. El materi al de que co nsta es el Cua- BETA), a los que ca bri a añadir la Batería de Pru ebas
dernill o ele anotación del evaluador y el cuadernill o de Razonamiento (BPR; 201 6), el Test de Inteligencia
de estímul os 1, que se utili za para apli ca r el test «Cate- No Verbal-Revi sado (Factor g-R; 201 7), el de Aptitudes
gorías». También se apli ca el test «Adivin anzas». Cada M entales Prim ari as- Revisado (PMA-R; 201 8) y el Test
puntuación directa de estos dos test se trasform an en de Inteligencia No Verbal (TONl -4; 201 9). Asimi smo
puntuaciones T utili za ndo los baremos. Luego, la suma se expli ca n otros test que co rrelacionan con la inte-
de esas dos puntu aciones T se convi erte en el Índi ce ligencia general en M oreno y O rj ales (2 005) (CAM-
RIST consultando los baremos adecuados. Como en el BIOS, RP-3 0, CLAVES) que son pru ebas co ncretas para
RIAS, los baremos permiten obtener las puntu aciones la evaluación de determinadas aptitudes. Además, se
perce ntil es correspondientes a las PO de cada test y al describen las Escalas M cCa rthy de Aptitudes y Psico-
del Índice RI ST, así como los interva los de confianza motri cidad para niños (M SCA).
al 90% y al 95% y el percentil co rrespondiente. Esta En relación a la eva luación de los procesos cog-
puntuac ión del Índi ce RIST es la que se toma en cuen- nitivos de la inteligencia, Forns y Amador (2 005) des-
ta para tomar la decisión del screening rea li zado. criben las pruebas fun damentadas en el modelo del
RIAS y RIST poseen unos valores adecuados de procesa miento de la in formación (K-AB C de Kaufman,
co nsistencia intern a, estabilidad tempora l y acuerdo o el sistema de evaluación cognitiva CAS) y la evalua-
entre exa minadores. En cu anto a validez, el RIAS ha c ión dinámica a través del análi sis del potencial de
demostrado ser una excelente medida ele la inteligen- aprendi zaje, así como los instrum entos co nstruidos
cia verbal y no verbal de la memori a y el RIST ele la bajo el enfoque de la teoría tri árqui ca de la inteligen-
inteligencia general. cia.
En la Fi gura 12.5 hemos sinteti zado los Índi ces que La descripción y ca racterísti cas de las pruebas cita-
ofrecen el M atri ces, BAT-7, RIAS y RIST correspon- das, tanto para la evaluación de productos cognitivos,
dientes a los niveles 111 y 11 de la teoría factori al CHC como de procesos, pueden consul ta rse en el espacio
(Cattell-Horn-Ca rroll ). Asimismo, se detall an las 8 ap- on-line de este libro. De esta manera, este manual sirve
titudes que evalúa el BAT-7 que no son Índi ces, por lo de continuación del anteri or (Moreno-Rosset, 2005 ),
que se situarían en el estrato I de dicho modelo. en el que se incluyeron test publi cados en ese año,
como por ej empl o, el de Evaluación Factori al de Ap-
titudes Intelectu ales (EFAI; Santamari a, Arribas, Pereña
y Seisdedos) o la Esca la de Inteligencia de Wechsler
6. OTROS TEST PARA LA EVALUACIÓN para Niños (WISC-IV), que ya se basaron en el modelo
DEL DESARROLLO Y DE LA CHC. Como se expli ca en M oreno y Orj ales (2 005),
INTELIGENCIA en el WI SC-IV se abandonó la cl asifi cac ión de sus test
en las dos esca las verbal y manipulativa, que hasta la
Respecto a otras pruebas válidas y fi abl es para la versión ante ri or (WISC-R) se había mantenido. De esta
eva luación del desa rrollo infa ntil, en Gómez de Terre- fo rm a el WISC-IV fu e la primera versión de las esca las
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

de W echsler que adoptó el modelo jerárquico CHC al nández-Abasca l, M artín y Jiménez (2003), y en Sán-
calcul ar cuatro Índi ces, que representan Aptitudes de chez-Elvira y Amor (2003).
segundo orden, por lo que se situarían en el estrato 11 Como in strumentos para eva luar la inteli genc ia
del mode lo CHC anteriormente explicado. social y emoc ional podemos destacar: MSCEIT. Test
Ningún M anual puede pretender abarca r todas de inteli gencia emocional M ayer-Salovey-Caruso
las pruebas ex istentes, pero siempre que se tenga en (2009), CTI. Inventario de pensami ento co nstructivo
cuenta los modelos y finalidades en base a los que los (2 01 2) y el Baron. Inventari o de Inteli genc ia emocio-
test se han creado, su utilidad e interpretación serán nal de Baron : versión para jóvenes. EQ-I:YV (2 018),
las co rrectas. No olvidemos que todos los modelos, entre otros.
incluso el CHC, manti enen la ex istencia de una capa-
cidad general, por lo que todos los test denominados
de Factor «G» siguen siendo válidos, así como otros
test que, aun manteniéndose su estru ctura original, RESUMEN
han mostrado su fiabilidad y validez en la evaluación
del desa rrollo y/o de la inteli gencia. Como habrá podido observarse en el prim er capí-
Las distintas perspectivas teóricas han ido confor- tulo de este manual, una de las principales áreas de
mando nuevos modelos, pero siempre parti endo de la eva luación psicológica es la del desarrollo y de la
los anterio res y creando precisamente «nuevas pers- inteligencia, motivo por el que el presente ca pítulo se
pectivas» que amplían, pero no anul an, las previas. ini cia mostrando los ava nces y principales teorías apli-
En rea lidad, las tareas, ejercic ios, tipos de reactivos o cadas a estos ca mpos.
ítems, siguen utilizándose los mi smos que los ideados Se describe pormenorizadamente el mode lo de la
por los autores de las Escalas de desarrollo e inteli- inteli gencia CHC de Cattell -Horn -Ca rroll que, junto
gencia iniciales (Binet, Simon, Terman.), pero se han con los avances psicométricos de la Teoría de Res-
ido red iseñando para ser más acordes a la imagen de puesta al Ítem, ha permitido la creación de in strumen-
soc iedades más co ntemporáneas y adecuándolos a los tos que miden la inteli gencia, no como algo unitario,
di stintos modelos sobre las capacidades cognitivas, sin o desde un mod elo jerárqui co co mpu esto por di-
normas psicométricas y nuevos co nocimi entos sobre versas aptitudes específicas (estrato 1), que a su vez se
el funcionamiento neuropsico lógico del cerebro, etc. pu eden agrupar en aptitudes generales (estrato 11), que
Para terminar, Ramírez-Uclés (2018) desde una finalmente co nforman la capac id ad general o factor
perspectiva más mol ar recoge los conceptos de inte- «g».
ligencia social (Thorndike, 1920) e inteli gencia emo- Se presentan los principales instrumentos de eva lua-
cional (Sa lovey y M ayer, 1990; M ayer, Salovey y Caru - ción del desarrollo y la inteligencia, en los que se ha uti-
so, 1999), situándolos a med io cam ino entre la eva lua- li zado el mode lo sobre las aptitudes cognitivas CHC y/o
ció n de la personalidad y de la inteligencia. la Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) en su creación, revi-
La inteligencia social, ori gi nari amente se refería a la sión, adaptación o tipificación española, agrupándolos
habilid ad para comprender y dirigir a otras personas y en función de que evalúen el desarrollo o la inteligencia
parti cipar en interaccion es sociales (Thorndike, 1920). y de su admini stración individual y/o co lectiva. Tambi én
Posteriormente, Cantor y Kihlstrom (1987), la defi nie- se especifica n las pruebas clasificadas en la categoría
ron como el conjunto de informaciones y conoci mi en- profesional «c» que, además de ser de aplicac ión indi-
tos que posee el individuo acerca del mundo social. vidual, requieren una elevada formación, preparación,
La inteligencia emocional es definida desde dos entrenami ento y experi encia para su admini stración. Y
perspectivas: a) desde un modelo de habilidad (e nfa- los test clasificados en el nivel «b» que, además de ad-
tiza ndo los elementos cognitivos) hace referencia a la mini strarse co lectivamente, exigen conocimiento sobre
capac idad para detectar las emociones y sentimientos la teoría de los test y métodos estadísticos.
propios y ajenos, para di sc rimin ar entre ellos y para Este manu al representa una continuación del an-
utili za r la información como gu ía del pensamiento y la terior, al describir las pruebas más representativas de
acción (Salovey 'y M ayer, 1990) y b) desde un modelo evaluación del desarrollo y de la inteli gencia crea das
mixto (cognitivo-emocional que engloba variables de o adaptadas desde del modelo CHC, y aquellas que
personalidad), la inteli gencia emocion al es entendida eva lúan inteligencia social y emocion al. A su vez in-
como el conjunto de competencias personales y socia- cluye en la parte on fin e del mi smo, el bloque temáti-
les (Goleman, 1995) o el conjunto de competencias, co sobre «Eva luación psicológica aplicada en las áreas
capac idades y habilidades no cognitivas para alcanzar del Desa rrollo y de la In teligencia » del anterior manu al
el éx ito (Bar-on, 1997). Una revisi ón de los modelos (M oreno-Rosset, 2005).
de inteligencia emocional puede co nsultarse en Fer-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN LAS AREAS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

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Teoría CHC de la inteligencia: modelo jerárquico de
la inteli gencia en tres niveles o estratos. El estrato 1
incluye capac idades concretas que agrupan las ap-
GLOSARIO titudes mentales primarias más básicas. El segundo
se agrupa en 7 factores más comp lejos que reú nen
Índice IG: mide el procesamiento mental superior o las todos los anteri ores y destacan la inteligencia flui -
apti tudes conceptuales y de razonamiento. Supone da y la cristali zada . El tercero es el más comp leto,
una eva luació n de la aptitud para realizar transfor- es el factor «g» y agrupa a todas las capac idades o
maciones comp lejas de la informac ión relacionadas aptitudes anteri ores.
con el razonamiento y la aplicac ión de conceptos.
Evaluación Psicológica
aplicada en el área de la
personalidad
Cristóbal M. Calvo Piernagorda

l . INTRODUCCIÓN
2. TEST PARA LA EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD
2.1. CEP. Cuestionario de Personalidad
2.2. PPG-IPG. Perfil e Inventario de Personalidad
2.3. EPQ-R. Cuestionario de Personalidad de Eysenck-Revisado
2.4 . NEO PI-R. Inventario de Personalidad NEO-Revisado
2.5. BFQ. Cuestionario «Big Five»
2.6. BFQ-NA. Cuestionario «Big Five» de Personalidad para Niños y Adolescentes
2.7. 16PF-5. Cuestionario Factorial de Personalidad
2.8. 16 PF-APQ. Cuestionario de Personalidad para Adolescentes 16 PF
2.9. TPT. Test de Personalidad de TEA
2.10.CPS. Cuestionario de Personalidad Situacional
3 . TEST PARA LA EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD EN CONTEXTOS CLÍNICOS
3.1. MCMI -IV. Inventario Clínico Multiaxial de Millon
3.2. MACI. Inventario Clínico para Adolescentes de Millon
3.3. MMPl-2-RF. Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota-2
Reestructurado
3.4. MMPI-A. Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota para
Adolescentes
3.5 . PAi. Inventario de Evaluación de la Personalidad
3.6. PAi-A. Inventario de Evaluación de la Personalidad para Adolescentes
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
GLOSARIO
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

OBJETIVOS
■ Definir el concepto de «personalidad».

■ Clasificar los principal es modelos y teorías que describen y explican la personalidad .

■ Distinguir la evaluación de la personalidad en contextos clínicos y no clínicos.

■ Identifica r los principa les test de evaluación de la personalidad.

■ Aplicar, corregir e interpretar alguno de los principales test de personalidad.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

juego en la determinación de la conducta futura» (pág.


l . INTRODUCCIÓN 60).

Los test psicométricos se utiliza n en todas y cada Desde la antigüedad y hasta el siglo xx, la perso-
una de las áreas de aplicación de la psicología, aun- nalidad y las diferencias individuales han sido objeto
que la mayor parte se han construido sobre dos gran- de estudio por parte de numerosos autores, como por
des áreas: la eva luación del desarrollo y de la inteli- ejemplo: Hipócrates (s. 1v -v a. de C.), Teofrasto (s. 111 a.
gencia, y la eva luación de la personalidad. de C.), Jea n-Martin Charcot (s. x1x) o el propio Sigmund
En este capítulo nos vamos a ce ntrar en la eva lua- Freud (s. x1x-xx) . Pero el su rgimiento de la psicología
ción de la personalidad y en sus test más hab ituales, de la personalidad, como rama de la psicología, no se
teniendo en cuenta que los instrumentos que aquí se formalizó hasta los años 30-40 del siglo pasado, con
c itan no se cons ideran específicos de un solo contexto un grupo de profesionales alrededor de Harvard, que
profes ional de la psicología, sino que suelen utili za rse se co nsideran los «padres » de esta disciplina: Gordon
en más de uno. A modo de ejemplo, el cuestionario Allport, Henry Murray y Kurt Lewin.
de personalidad EPQ-R, que más adelante veremos, Desde 1930-40 se han formu lado distintas teorías
es un test psicométrico que suele empl earse en psico- para describir y exp li car la personalidad. Siguiendo a
logía clínica, en psicología educativa y en psicología Bermúdez (1980, 1985) y a Pérez-García y Bermúdez
del trabajo. (20 11 ), podemos organi zar estas teorías en to rno a tres
En primer luga r, comencemos por recordar la defi- modelos teóri cos, dependiendo de la respuesta que
nición del término «personalidad», término que pro- dan a la cuestión sobre los determinantes de la con-
cede de la palabra latina «persona», y cuya denomi- ducta individual:
nación ya se utilizaba en la antigüedad para referirse a
la máscara que usaba un personaje teatral. 1. Modelo lnterna lista. Este modelo entiende a la
persona como el determinante fundamenta l de
Si acudimos a nuestro diccionario de la lengua es- la co nducta. Por tanto, entiende que la co nduc-
pañola (http://rae.es), y buscamos la palabra «persona- ta de los individuos es altamente consistente a
lidad>», encontramos dos acepciones (la primera y la lo largo de las distintas situaciones, y estable a
octava) que se aprox iman a la definición del térmi no, lo largo del tiempo. Para ll evar a cabo el aná-
desde el punto de vista psicológico: li sis de las va ri ab les personales se utiliza gene-
ralmente la metodología clínica y/ o correlacio-
1. «Diferencia individual que constitu ye a cada na/.
persona y la distingue de otra» 2. Modelo Situacionista. Este modelo situac ioni sta
8. «Conjun to de cualidades que constituyen a la o mecanicista parte de la idea de que los facto-
persona o sujeto in teligente» res determinantes de la co nducta son ajenos o
externos al in divid uo, lo que hace que la per-
Pero en psicología, la «personalidad» se cons idera sona sea más reactiva que activa (como era el
un constru cto 1 inferido a partir de la co nducta de la caso del modelo anteri or). Por tanto, considera
persona . Si buscamos en diccionarios o manuales de que la casi tota lidad de la conducta es producto
referencia de nuestra disciplina, podríamos decir que del aprend izaje, y para su estudio se utiliza la
hay casi tantas definiciones de este término como au- metodología experim enta l.
tores han estudiado y escrito sobre dicho término. En 3. Modelo ln teraccionista . El modelo interaccio-
este capítulo nos vamos a quedar con la definición a la nista o dialéctico entiende que la conducta está
que llegan Pérez-García y Bermúdez (20 11 ): determinada, en parte por variables personales
y en parte por var iables situacionales, pero fun-
«Forma de pensar, percibir o sentir de un individuo, que damentalmente por la interacción entre ambos
constituye su auténtica identidad, in tegrada por elemen- tipos de determi nantes. Este modelo seña la tam-
tos de carácter más estable (rasgos) y elementos dinámi- bién que el individuo es un agente activo en el
cos (cognitivos y afectivos), más vinculados con la situa- proceso continuo de interacción. Cons idera los
ción y las influencias socio-culturales, que determinan la factores cognitivos como los determinantes más
conducta del individuo, así como los nuevos productos importa ntes de la conducta, y el determinante
cognitivos, motivacionales o afectivos que entrarán en principal de la situac ión, en el proceso conti -
nuo de interacción, viene dado por el significa-
' Constru cto : Construcc ión teóri ca para resolver un prob lema do psicológico que el individuo asigna a dicha
c ientífico determinado. situación.
VALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Según estos mi smos autores, dentro del modelo La mayor parte de la investigación sobre rasgos ha
internalista o personalista, que es el de mayor interés estado dirigida por la utilización del modelo factorial,
para el tema que nos ocupa (si el lector está intere- como método apropiado para la investigación de la per-
sado en co nocer más sobre los diferentes modelos y sonalidad (ver capítulo 6 sobre técnicas psicométricas).
teorías de las personalidad, puede consultar el manual Pero, a pesar de ello, hay que indicar que las distintas
de Bermúdez, Pérez-García, Rui z-Ca ball ero, Sanjuán teorías difieren ampliamente en el número de factores
y Rueda, 20 11 ), se pueden distinguir tres tipos de plan- que utili za n: así por ejemplo, la taxonomía de Cattell
teamientos teóricos, en función de la naturaleza de las (1965) establece la ex istencia de 16 factores de la per-
ca racterísti cas personales: sonalidad, la de Guilford y Zimmerman (1949) 1Ofacto-
res, la de Comrey (1970, 1980) ocho factores, y el mo-
a) Planteamientos procesuales o «de estado», que delo PEN de Eysenck (1952, 1990) tres «superfactores ».
co nsideran las variables personales de naturale- En las últimas décadas, la aproximación estructural
za dinámica, como estados y meca nismos afec- que se ha propuesto como un intento de med iación y
tivos y/o cognitivos existentes en el individuo; unificac ión entre los distintos puntos de vista existentes,
b) Planteamientos estructurales, que consideran es el denominado Modelo de los Cinco Factores o «Big
que las variables personales son de naturaleza Five » de Costa y M cCrae (1985, 1992), que propuso la
«estructural», denominándolas como rasgos o existencia de 5 dimensiones fundamentales para la des-
disposiciones estables de conducta; cripción y eva luación de la personalidad: Neuroticis-
c) Planteamientos biológicos, que atribuye a los mo, Extraversión, Apertura a la experi encia, Afabilidad
factores ca usales de la conducta una naturaleza y Responsabilidad o Tesón. Este se considera el modelo
no psicológica. más aceptado en el ámbito de la psicología de la perso-
nalidad, y en el que co nvergen dos tradiciones diferen-
Los planteamientos procesuales tienen diversas im- tes de investigación: la lex icográfica 2 y la factorialista.
plicaciones para la eva luación; la principal de ell as No obstante, en los últimos años también se habla
es que la eva luación ha de considerar un con junto de de un modelo de seis factores de personalidad deno-
variables y procesos mediadores (p. ej ., expectativas, minado HEXACO, de Ashton y Lee (2007), que añade
atribuciones, metas, creencias, estrategias, autorregula- la dimensión de Honestidad-H umildad y reconcep-
ción) que exp li ca n la manifestació n de la personalidad tualiza la dimensión de Neurotic ismo y Afabilidad,
(unidades cognitivo-afectivas) en la conducta. Desde proponiendo 6 dimensiones: Honestidad-Humildad
esta concepc ión se han desa rrollado instrumentos para (Honesty-Humility), Emocionalidad (E motiona lity), Ex-
la eva luación de procesos med iadores y de med idas traversión (eX traversion), Cord ialidad (Agreeableness),
estado versus rasgo (p. ej . STAXI; Spielberger, 1988. Escrupulosidad (Conscientiousness) y Apertura a la ex-
Adaptación española Tobal, Casado, Cano-Vindel y periencia (Openness to experi ence).
Spielberger, 200 1), med idas sobre estilos cogn itivos (p. Para eva luar la personalidad, y en base a las teorías
ej., Cairns y Cammock, 2000), estrategias de afronta- antes indicadas, los psicólogos co nstruyen y utili zan
miento (p. ej. Endler y Parker, 1990), habilidades de au- técnicas de recogida de datos (cuestio nari os, inventa-
torregulación (a utocontrol, resolución de problemas, ri os, esca las y test), que pretenden eva luar tanto co n-
metacognición) (Ba ndura, 1977), autosistemas (a u- ducta normal como anorma l o patológica, dependien-
toestima, autoconocimiento, autoefi cac ia) (Ba ndura, do de para qué haya n sido co nstruidos.
1986), expectativas, atribuciones, creencias o bien las En este sentido, hay que señalar que los psicólogos
estrategias con las que una persona interpreta, eva lúa y partimos de la idea básica, que es un paradigma 3 en
reacciona ante la rea lidad (p.ej. el test MOLDES. Test de nuestra ciencia, de que la cond ucta norm al y la con-
Estrategias Cognitivo-emocionales; Hern ández-Guanir, ducta anormal son parte de un co ntinuo; es decir, los
20 1O). Son destacables algunos de los intentos por de- test pueden eva luar desde uno a otro extremo, siempre
finir las disposiciones clásicas de los rasgos en términos que se haya n diseñado y construido para tal fin.
de procesos dinámicos, cognitivo-afectivos, que los ca- En base a esta distinción (norma l vs patológica) y
racteri za n (RamfJez-Uclés, 2018). sin ánimo de ser exhaustivos, exponemos a continua-
Pero en este tema nos vamos a centrar en los plan- ción algunos de los test más destacados y utili zados,
teamientos estructurales, que son los que están más re-
lacionados con los test psicométricos. En este tipo de ' El enfoqu e léx ico establece que las diferenc ias individual es
planteamientos, el psicólogo de la personalidad va a que son más sobresa lientes y socialmente relevantes en la vicia ele
las personas han quedado codifica das en sus respectivos lenguajes
utilizar los co nceptos de rasgos y de tipos (o grandes
naturales.
factores), para identifica r los aspectos más estables y di- 3
Un paradigma es un modelo o patrón sostenido en una clisci-
fíciles de ca mbiar en la personalidad de un individuo. pl i na científica
Test de evaluación descriptiva de la personalidad
Tiempo
PRUEBA Edades Datos que ofrece Áreas de aplicación Ventajas
y soporte de aplicación
CEP Ti empo libre, aunque se A parti r de 14-1 5 años 145 ítems que eva lúan: Cl ínica y Sa lud Cuesti onari o rápido y
Cuestionario de compl eta en 20-25 min. • Contro l (Estabi I idad Educativa sencillo de apli car y corregir
Personalidad (b)* emocional) Trabajo
■ Extraversión social
(Pinill os, 2009) ■ Paranoidi smo
E incl uye 2 escalas
aux il iares:
Soporte: Papel y lápi z • Si nceri dad
Corrección mecani zada • Número de dudas m
PPG-IPG Va riable Ado lescentes y adu !tos 38 grupos o tétradas que Trabaj o M uy útil co mo in strumento
;;r-
Perfil e Inventario de 20-25 min. aprox. eva lúan: Clíni ca com pl ementa rio en e:
:,::,
Personalidad (b) * • Ascendencia Experimenta l procesos de se lección o de n
■ Respo nsabili dad ori entac ión 5
(Gordon, 20 11 ) ■ Estabi lidad emocional
z
"O
■ Sociabi li dad VI
• Cautela ñ
■ O ri ginali dad de
o
pensamien to
• Comprensión
• Vital idad en la acción
°'
C'I
n
:,::,
:,::,
Soporte: Papel y láp iz Además permite med ir: "O
r-
Y ta mbién in format izado • Autoesti ma
ñ
:,::,
EPQ-R Variab le A partir de 16 años 83 ítems que evalúan: Clínica El mi smo cuestionari o in- e
:,::,
Cuestionario de 15-30 minu tos • Psicoticismo Edu cativa clu ye una versión abreviada
Personalidad de Trabajo (EPQ -RS) y dispone también m
Eysenck-Revisado (b)*
• Extraversión
Experimental de una versión para niños y
z
• Neuroticismo m
adolescentes (EPQ-J). r-
(Eysenck, 200 1)
Incluye esca la de:
Cuestionari o rápido y
>
;a
■ Sinceridad
senci Ilo de apli ca r y corregír
m
:,::,
Soporte: Papel y lápiz Es uno de los 25 test más em
Corrección meca ni zada uti lizados en España r-
:,::,
NEO PI-R Variab le Ado lescentes y adultos 240 ítems que eva lúan: Clínica y Salu d Incluye la versión reducida "O
Inventario de Personalidad 40 min. aprox. Educativa de 60 ítems (NEO-FF I) con m
■ Amabil idad ;a
NEO-Revisado (b) * ■ Responsabi Iida el Trabajo un tiempo de ap licació n de VI
o
Tres formas ele apl icac ión: • Extraversión Invest igación 20 min. z
:,::,
(Costa y McCrae, 2008) ■ Ap li cación y correcc ión ■ Neurot icismo Es uno de los test más
en línea ■ Ape rtura utilizados por los psicó logos
!:
e
:,::,
• Ap li cación papel y Y cada facto r se del trabajo
correcc ión intern et Posibi lidad de co rrección e
descompone en 6 esca las o
■ Ap li cació n papel y face tas (3 0 facetas) automáti ca
correcc ión mecanizada Obtenció n de un in fo rme
interpretativo automático

* Nivel de cua l ificación requerido (b): co nocim iento sobre la teoría de los test y métodos estad ísticos.
1
Tiempo
PRUEBA Edades Datos que ofrece Áreas de aplicación Ventajas
y soporte de aplicación
BFQ Var iable. 20-30 min . aprox. A partir de 16 años 132 ítems que evalúan: Clínica y Sal ud Número de ítems reducido
Cuestionario • Energía Educativa Existe una versión para
Tres formas de aplicació n:
«Big Five » (b)* • Afabi lidad Trabajo niños y adolescentes
• Aplicación y corrección
• Tesón Posibilidad de co rrección
(Caprara, 2007) en línea
• Estabilidad emocional automática
• Ap licación papel y
• Apertura mental
correcc ión internet Obtención de un informe
• Ap licación papel y 1O subdimensiones interpretativo automático e::
Y una esca la de distorsión
:,:,
correcc ión mecanizada Q
o
BFQ-NA Variable. 30 min. aprox. De 8 a 15 años 65 ítems que eva lúan: Clínica y Salud Es un cuestionario breve que z
Cuestionario Educativa puede ser cumplimentado 'ti
• Conciencia V,
«Big Five » de Personalidad • Apertura por el niño ñ
para Niños y Adolescentes • Extraversión
o
r-
(b)* Soporte: Papel y lápiz • Amabilidad o
(Barbaranelli, 2013)
Y también informatizado • Inestabilidad emocional
";i:-ñ
16PF-5 Variable. 40-45 minutos A partir de 16 años 185 ítems que evalúan : Clínica El psicólogo clínico puede ..,'ti
Cuestionario Factorial de Educativa «encuadrar» desviaciones 0
Tres formas de aplicación: • 16 escalas primarias n
n,
Personalidad (b) • 5 dimensiones globa les Trabajo Incluye una esca la VI
• Aplicación y corrección
• 3 medidas de estilos de Rs Forense de razonamiento (no $'
(Russell y Karo l, 2013)
en línea
Deporte inteligencia)
....n,,
• Ap licac ión papel y Orentación n
correcc ión internet Posibilidad de corrección ::,
Investigación ñ'
• Aplicación papel y automática QI
correcc ión mecanizada Obtención de un informe
VI
'<
interpretativo automático QI
'2.
16PF-APQ Variable De 12 a 19 años 200 ítems que evalúan : Educati va Se puede aplicar a jóvenes ñ'
QI
Cuestionario de 45-60 minutos preferentemente • 16 esca las primarias Orentación de 10-1 1 años o más de 19, n
Personalidad para • 5 dimensiones globales Clínica dependiendo de su ni vel s·
::,
Adolescentes 16 PF (b) * • 3 medidas de estilos de Rs cognitivo n,
VI
• Intereses ocupaciona les n,
(Schuerger, 2013) Soporte: Papel y láp iz • Prob lemas cotidianos ::,
Y también informatizado (opcional) ..,QI,
n,
QI
TPT 30 min. aprox. Ado lescentes y adu ltos 160 ítems que evalúan: Específicamente laboral Una de las herramientas VI
Test de Personalidad de • 15 rasgos de persona lidad pero también en clínica y en más utilizadas en psicología '<
Tres formas de aplicación: educación n
TEA (b)* • 3 factores de segundo del trabajo 0
• Aplicación y corrección ::,
en línea orden Posibilidad de corrección ....
n,
(Corral, Pamos, Pereña y • 1 escala de contro l automática
Seisdedos, 2009)
• Aplicación papel y ><
....0
corrección internet (sinceridad) Obtención de un informe
VI
• Aplicación papel y • 1 índice de éxito en el interpretativo automático
corrección mecanizada trabajo

CPS Variab le. 35-50 min. Adolescentes y adultos 233 ítems que evalúan: Trabajo En procesos de selección
Cuestionario de • 15 esca las primarias masivos existe la posibi lidad
Tres formas de apli cac ión: de correcc ión automáti ca
Personalidad Situacional (b) • 5 dimensiones globales
• Aplicación y co rrección
en línea • 3 medid as de validez Obtención de un informe
(Fernández-Seara, Seisdedos interpretativo automático
• Aplicación papel y
y Mielgo, 2016)
corrección internet
• Aplicación papel y
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

sobre todo en nuestro país, en relación con la evalua-


ción de la personalidad y dependiendo de si el objeto
es eva luar person alidad en contextos clíni cos o no.

2 . TEST PARA LA EVALUACIÓN DE LA


PERSONALIDAD

En este apartado nos vamos a centra r en los prin-


i!Mi4't33MM#
A continuación encontrar& una serle de preguntas. Debe marcar en la Hoja de
cipa les test que eva lúan personalidad, que esta rían respuestas con un aspa (X) la contestación (SI o NO) que mejor reAeje su manera de ser.
No debe escribir nada en este Cuadernillo.
dentro de lo que algunos autores denominan «test Lea cada pregunta con atención, piense cuál es su conducta habttuat en relación con
lo que en ella se expone y conteste con la alternativa que considere mAs adecuada.
personológicos>>4, y que ti enen como fin alidad evalu ar
Procure contestar a todas las preguntas y marque el signo de interrogación {1)
cuá les son los rasgos fundamenta les en la estru ctura sólo cuando le sea lmpostble decidirse entre el "SÍ" o el "NO" , por los motivos que sean.
de la personalidad . No hay respuestas correctas ni Incorrectas, por tanto sea lo más sincero posible. No
piense demasiado las respuestas.
En la Tabl a 13.1 también se recogen algunas de las
Asegúrese de que marca cada respuesta en la linea correspondiente al n• de la
principales ca racterísti cas de estos test, comenza ndo pregunta que ha leido y en la opción que mejor se ajusta a su manera de ser. Si se
equivoca, tache completamente la respuesta dada y marque con un aspa la nueva opción
por el nivel de cualificación profesional que se requie- elegida.

re para poder adquirir y apli car dichos instrumentos, No ot ... ide anotar sus datos personales
contestar a las preguntas.
en la parte superior de ta Hoja antes de

siguiendo los niveles asumidos por el Co legio Oficial NO ESCRIBA NADA EN ESTE CUADERNILLO.
de Psicó logos de nuestro país (ver Tema 4). NO VUELVA LA PAGINA HASTA QUE SE LE INDIQUE.

2.1. CEP. Cuestionario de Personalidad

El Cuestionario de Personalidad CEP es un test


clás ico en psico logía. En una publi cac ión sobre este
cuestionario, José Luis Pinillos (1964) describe las hi-
Hoja de instrucciones del CEP. Reproduc ido co n el permi so ele
pótesis de trabajo elaboradas para co nstruir este ins- TEA Edicio nes.
tru mento y determin ar la naturaleza de cada una de
las esca las. Por tanto, esta prueba fu e ideada por J. L.
Pinillos, teniendo en cuenta otros cuestionarios, como El CEP eva lúa tres dim ensiones o facto res bipol ares
el Inventario de Factores STDCR de Gui lford (adaptado de la persona lidad, que dan nombre precisamente al
en España por J. Germa in y F. Secadas co n el nombre cuestionario, y dos esca las auxiliares (ver Tabla 13.2).
de Test GF-5) y las esca las de validez y sinceridad del Este cuestionario co ntiene 145 elementos o ítems,
Cuestionario MMPI (Minn esota Multiphasic Personali- y su formato de respuesta se basa en una esca la tipo
ty /n ventory). En nuestro país está pub licada la décima Likert con tres opciones: «S Í», «NO » y una altern ati-
ed ición de este instrumento (Pinillos, 2009). va intermed ia, señalada siempre con un interroga nte

Dimensiones y escalas auxiliares del Cuestionario de Personalidad CEP


DIMENSIONES ESCALAS AUXILIARES

■ Estabilidad emocional o Control (C) : hace referencia al hecho de ■ Sinceridad (S) : es una adaptación de la esca la «L» del MMPI, y está
experimentar o no camb ios emocionales sin ca usa aparente o por co nstituida por una seri e de cuestiones que hacen referenc ia a pe-
razones nimias, que es indicador de una naturaleza depresiva. queñas fa ltas (morales o sociales) que son frecuentes en casi todo
■ Extraversión (E): evalúa el optimismo y sociabil idad, gusto y faci li- el mundo, pero cuya confesión pública puede resultar molesta e
dad por las relaciones socia les. induc ir a mentir.

■ Paranoid ismo (P): hace referencia a las ca racterísticas de agresi- ■ Número de dudas (?): el número de interrogantes contestados por

vidad, suspicacia y tenacidad rígida, junto co n una concepción el sujeto constituye también una escala que tiene c ierta intercorre-
pesimista de las intenciones ajenas. lación con la sinceridad y el paranoidismo.

4
Este término es utili zado por algunos autores para definir aque-
ll as pruebas genéricas, tanto de aptitudes como de personalidad, de-
sarro lladas para eva luar constru ctos psico lógicos de interés general
en diferentes áreas de la psi co logía aplicada (véase por ej empl o la
revista Papeles del Psicólogo, 2016, Vo l. 37(2), pp. 89-106).
E\'/A\ILIIJACClá N PSICOLÓf1ilU:t PrHesa, técmicras y¡ aplicaciones em áreas Y, contextos

«?». Las puntuaciones directas de cada escala pueden


transformarse en percentil es, consultando la tabla de
baremos adecuada a las características del sujeto,
dado que presenta baremos de muestras de diferente
nivel escolar (ESO, bachillerato, universitarios o estu-
dios profesionales) o categoría profesional (agentes de
ventas, administrativos u operarios).
Las aplicaciones de este cuestionario son muy di-
versas, aunque se real iza fundamentalmente en las
INSTRUCCIONES
áreas de psicología clínica, psicología educativa y psi- En nte impre1oO encont,.,i unas cuamn dacnpcionn dt-1 modo de M1' de W ~ Uls descripcione$
cología del trabajo. están rtVnidas f:T'I INPO' de cwh'o f,-.~ (A. a. C 'I DJ y ~ grupo tk-ne &rt..,..te un ~ , o COf'Tlri.ativo.
Su tiro consiste~ leer lu cu.t,o frHd de ad, grupo. dqi, enire ellas la que MÁS w ajtn,n. 1 su modo de
5orf y rodeat ffl la c o l ~ de&. derecha ~ sigoo • . en la m.sm. lírw.i dt- esa (~w. A continu;,dón revise lH otru
trfl d e s c r ~ elija, la que ME.NOS M! .ap,01.MN I su modo CM' w,- y ,odtt en l,1 columna de la der«N el Mgno


- . enl1~line1de-f~
Obsew el siguiente ejemplo. con cwllo fmei (A. &. C y O).
2.2. PPG-IPG. Perfil e Inventario de f!.OOf[ SÓLO UN • V
UN - [N CADA GRUPO

Personalidad r.... ..,_..,....._ 0 -

I NohK,--
A
a Se' pone «d'ermo con frecuencia ♦ Q •
e tJen una alhnentac:ión equilibf-S. • - e
+ - D
El autor de este instrumento de personalidad es D

U penom que h,, contestado a ble grupo leyó atu ff"Uft y ~ que la que: MÁS se ,1just"M» a su modo
Leonard V. Gordon . Este test es el resultado de la com- de Soft e~ la A (T11Pr.C' un opdlto u.::e/Mu.•}. y por flO rodeó el ,igoo · en la lino de la frne A. Luqo, buscó ffltre
lu otfal trft ha-ses b, que MENOS H ~º-~ • su modo de Set' y decidió que era 11 8 (Se porn> Mff!rmo con
binación de dos cuestionarios, que originalmente se fruuenoaJ. porque tfflil un, ·~Jud de hierro·. y 1odc!ó el signo en I• line1 de I• foase B
En adio g,upo 1610 .e pueden hace, dos m,,,cu: una, p;ani ind,a, 11 frue que MÁS ~ ap,o,-iml • su modo de
construyeron por separado en los años 50 del siglo pa- Mlf y otB pua s.eñAW' b, que MENOS reflejl su modo de K't'.

Pu.de que en •t&uool a.101 le re!SUhe difkll decidirM po, uoa frase u otra. HJg• w el«ct6n lo mejor posible.
sado, que son: PMnse que ato no n un e.a.amen de conocun1ent~; no h11 cont~U~ 1cert'ldu o em)rwu. H-..y petson.l
con difffffltes modos de wr, y 10CW t.1 ,npu,,:s1~1 'Ol'I bue-Ns con 1,1! de que indiquen ~llu ~lpciones
que w lpfc»rÑ"nffl MÁS y MENOS I su modo de MT.

■ El Perfil de Personalidad de Cordon (Cordon ú muy IMPORTANTt que comp,-endl bien lo que tietw que hace,-. Sí tie~ 1lgun.1 dod&.
eurninldof'.
~e~ al

Personal Profile). En la adaptación española se SI se equivoa 1.1 m,,1a,r un signo. debe: elimin,, es, ret,pUHt• y rodea, LA q~ consldffe nw,or Pofig1 1ten-
ción y ptocure. •I conte1u, con 11 frase MÁS o MENOS. m.11,cu su respunt1 (• o-) en 11 hne.1 comnpondiente•

conoce con la sigla de PPG, y permite la me- 11 fruc- elegida y en ll coturnna que M le indk1rii .al ptll'ICrptO de cada piginl.
No~ tiempo limít1do p,1n conce1tv. Sin e~rgo, no se detenga denus1ado en cldl g,~ de fra~. Em·
dida de cuatro aspectos de la personalidad que P'ec.e con el ptÍn'Wf grupo y ptocure no dejar ninguno sin con1esur,

resultan significativos en la vida cotidiana: la ru>tor: L.\f.Gordoo

Ascendencia, la Responsabilidad, la Estabilidad ~ {OjJV"lhl 1 1990. 2011 byl[Aúll<I~. S.A.U,, ~r!A. [jpa1WI.
[diU: TU [dk:IOl'n. S.A U.· Íllt 8c1oa1dll'IO S.tl.lq!.'1n, J,4 28036 Madrid, l~111!' <rittl'IPkir MIC in,p•tU! ~' DOS

emocional y la Sociabilidad. Además, el Perfil tea '°'" nur,d. 511,: P,n('tlton ott" "" 1,nra n~o. n una rC'prOOJCclt)t! u.,.,,. En ti-1,cjo df 111 l>'ofMl(l,n y"" rl wyo P,"'11-..'
t.'OtA unoCE · T ~ 10\ dfoll'Ct.'.H ,,.-.c,n,.ldr.J; . PtQ111t111J• l4 •~oduul(ltl loa\ O ~m¡I, lmp,,:so t o n ~ - Pr,nt~ ,·.

ofrece la posibilidad de una medida conjunta de


Autoestima, basada en la sum a de las puntuacio-
nes de los cuatro rasgos anteriores.
Hoja de instru cc iones del PPG-IPG. Reprodu cido co n el permi-
■ El Inventario de Personalidad de Cordon (Car-
so de TEA Ediciones.
dan Personal lnvetory). En la versión española se
conoce con la sigla de IPG, y es un instrumento
complementario que permite medir algunos ras- habitual en otros test de personalidad o aptitudes, y
gos adicionales, tales como: la Cautela, la Origi- por esta razón la corrección puede realizarse median-
nalidad de pensamiento, la Comprensión en las te procedimientos informáticos:
relaciones personales y la Vitalidad en la acción.
■ La forma más sencilla es utilizar la plataforma de
Estos dos cuestionarios actualmente están reunidos corrección por internet de TEA Ediciones (TEA-
en un solo, el PPC-/PC, que es una prueba sencilla y de Corrige);
fácil aplicación. Está formada por 38 grupos o tétradas ■ Cuando es necesario corregir cantidades impor-
de cuatro frases (18 correspondientes al PPC y 20 co- tantes de cuestionarios, también se puede utilizar
rrespondientes al /PG), en las que siempre están repre- los servicios informáticos de TEA mediante siste-
sentadas las cuatro variables que mide cada instrumento. mas automáticos de lectura de marcas ópticas.
Su sistema de respuestas se basa en la elección for-
zosa, de modo que al sujeto se le pide que en cada té- En el perfil de resultados del PPG-IPG aparecen
trada elija aquella frase que «MÁS se ajusta a su modo las puntuaciones directas y las puntuaciones típicas 5
de ser» y la que «MENOS se aproxima a su modo de (de media 50 y desviación típi ca 20) de cada variable
ser» (véase Figura 13.2); de esta forma, se hace una (véase Fi gura 13.3); y en las tablas de los baremos, se
valoración en una escala de tres niveles (positivo, nulo muestran la correspondencia entre las puntuaciones
o negativo) dentro de cada tétrada. Por este motivo, la directas y los percentiles o puntuaciones típicas 5 para
forma de corrección es más compleja que lo que es cada sexo, tanto en adolescentes como en adultos.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

Por su brevedad y valor de la información que


01109/2010 ofrece esta prueba, sus aplicaciones incluyen la for-
mación, selección, orientación y eva luación del per-
sonal. Tambi én se utili za en psico logía clín ica y en la
investigación.

u.- 1 10 ]() ,. 70 . ,.
As<
Re,;
Ascendencia
Responsabilidad
GD
ClD GD
2.3. EPQ-R. Cuestionario de Personalidad
En Estabilidad emocional Ch) GL) de Eysenck-Revisado
So( Sociabilidad GDGD
11m Autoestim a G©GD
C..u Cautela GDGD El Eysenck Personality Questionnaire (EPQ) es ta m-
Orl Originalidad o.::>OD
Com Comprensión GDGD bién un test clásico en psicología . Sus autores son
Vlr Vitalidad GDCD
Hans J. Eysenck y Sybi l B. G. Eysenck (199 1), y fue re-
JO
"' 70
"' 99

sultado de más de cuarenta años de estud io y desarro-


llo de varias esca las de persona lidad anteri ores, ta les
como el Maudsley Medica/ Questionnaire (MMQ), el
Mauds/ey Persona /ity ln ventory (MPI), el Eysenck Per-
sona/ity lnventory (EPI) y el Eysenck Persona/ity Q ues-
tionnaire (EPQ).
El modelo de personalidad que propone Eysenck
tiene una estructura jerárqui ca, donde identifica en
el nivel básico las acciones o respuestas específicas
y en el nivel superi or las dimensiones (véase la Fi gura
13 .4 que representa gráficamente esta j erarquía). Estas
dimensiones son relativamente estab les y duraderas,
ca racterísticas estas que son propias de los plantea-
mi entos estructura les de la personali dad, que ya vimos
Figura 13.3 " anteriormente.
Ejemplo de perfil de resultados del PPG-IPG . Reproduc ido con El modelo PEN de Eysenck considera que la perso-
el permiso de TEA Edic iones. na lidad puede definirse por tres dimensiones básicas
o «superfactores», obten idos a partir del anális is fac-
toria l, que son : Psicoticismo o dureza (P), Extraversión
Esta prueba fue adaptada en nuestro país por el (E) y Neuroti cismo o emotividad (N). Y este cuestiona-
Equipo ICCE (Instituto Ca lasanz de Ciencias de la Edu- rio trata de eva luar estas tres d imensiones básicas de
cación) y TEA Ediciones en 1980, aunque los primeros la persona lidad, incluyendo una esca la de ' Disimulo/
trabajos co menzaron algunos años antes. En nuestro co nformidad' (esca la L) que permite med ir la deseabi-
país está publ icada la cuarta edición de este instru- lidad social.
mento, revisada y ampli ada (Gordon, 20 11 ).

Dimensiones

Rasgos

Respuestas habituales

Respuestas específicas

Modelo jerárqu ico de la personalidad (Eysenck, 1982).


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

◄6. ¡Le gusta el bullicio y la agitación a su alrededor! .............. . elementos originales de N, E y O, creando así el Re-
◄ 7. ¡La gente piensa que usted es una persona animada! ..... ........ .
48. ¡Cree que los planes de seguros son una buena Idea! .........•... vised Neo Personality lnventory (NEO PI-R) en 1992.
El NEO PI-Res uno de los instrumentos de medida
◄9. ¡Realiza muchis actividades de dempo llbre1 ....•.................
SO. ¡Darla dinero para fine, caritativos! ......•... .•.•....... .•.. ..•.....•. más prestigiosos para la eva luación de la personali -
S l. ¡Le afectarla mucho versufrir a un nl~o o a un animal! .........•. dad, de acuerdo con el Modelo de los Cinco Factores
(MCF). Representa un modelo co nceptu al, que con-
Figura13.5 densa multitud de investigaciones factoria les sobre
Ejemplos de ítems del EPQ-R (de la versión corta y de la vers ión
completa). Reproducido con el permiso de TEA Ediciones.

Factores y facetas medidos en el


NEO PI-R
El cuestionario fue adaptado en nuestro país por
Factores o dimensiones de la personalidad
Generós Ortet i Fabregat, Manuel l. lbáñez, Micael a
M. lpola y F. Silva en 1994. En nuestro país está publi- N Neurotic ismo
cada la segunda edición de este instrumento, revisada E Extraversión

y ampliada (Eysenck, 2001 ). En la edición española se o Apertura


A Amabilidad
han editado las dos versiones que presentaron origi-
e Responsabilidad
nalmente los autores (una versión completa -EPQ-R-y
otra abreviada -EPQ-RS), pero se presentan en un úni- Facetas o Escalas de Neuroticismo
co ejemplar, correspondiendo los 48 primeros ítems Nl Ansiedad
a la versión corta o abreviada, y los 35 resta ntes a la N2 Hostilidad
versión comp leta (ver Figura 13.5). N3 Depresión
El cuestionario presenta un total de 83 ítems, con N4 Ansiedad social
NS Impulsividad
dos alternativas de respuesta (SÍ/NO), y permite obtener
N6 Vuln erabil idad
puntuaciones directas de cada una de las escalas. Es-
tas puntuaciones directas se transforman a través de los Facetas o Escalas de Extraversión
baremos en puntuaciones T (de media 50 y desviación El Cord ialidad
típica 1O), para cada sexo y en distintos grupos de edad. E2 Gregarismo
El EPQ se encuentra entre los 25 tes t más utiliza dos E3 Asertividad
por los psicólogos españoles (Muñiz y Fernández-Her- E4 Actividad
ES Búsqueda de emociones
mida, 201 O). Puede utilizarse tanto en ámbitos aplica-
E6 Emociones positivas
dos de la psicología (clín ica y de la salud o educativo,
entre otros) como de investigación o de selección de Facetas o Escalas de Apertura
personal. 01 Fantasía
Por último, señalar que este cuestionario dispone 02 Estéti ca
de una versión para niños y adultos (EPQ-A y J), que 03 Sentimientos
fu e adaptada por V. Escolar y TEA Ediciones, y que 04 Acc iones
también evalúa las tres dimensiones de la person ali- os Ideas
06 Valores
dad del EPQ-R e incluye una esca la de sinceridad .
Facetas o Escalas de Amabilidad
Al Confianza
2.4. NEO PI-R. Inventario de A2 Franqueza
Personalidad NEO-Revisado A3 Altruismo
A4 Actitud conciliadora
El primer Inventario de Personalidad NEO (NEO- AS Modestia
A6 Sensibi li dad a los demás
PI) fue creado en 1985 por Paul T. Costa y Robert R.
M cCrae. Con las siglas NEO, los autores se referían a Facetas o Escalas de Responsabilidad
algo nuevo y revolucionario dentro de la psicología de Cl Competenc ia
la personalidad de los años 80, aludiendo así a los tres C2 Orden
primeros factores que se identificaron: Neuroticismo C3 Sentido del deber
(Ne uroticism), Extraversión (Extraversion) y Apertura C4 Necesidad de logro
(Openness). A estos tres primeros factores se añadirían es Autodi sciplina
posteriorm ente dos más (Amabilidad y Responsabili- C6 Deliberación

dad o Conscientiousness), y se reemplazaron algunos Nota: Adaptado del manual técnico de TEA
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL AREA DE LA PERSONALIDAD

la estructura de la person alidad, y sus esca las fu eron


,-«-... H
«a
(!!::,
-,,
@:) "

---
desa rro ll adas y depuradas de acuerdo a una combina- ..,.,,
E,¡.,._ll!n E ~ e!!:)
o ~ Q!:)
ción de métodos racionales y factori ales. Amal>Kldad A QD QD

1-
e e!!:) Q!:)
El NEO PI -R ti ene como fin alidad la evaluación HI (!!)- ~ -
Hostllld..M:I H2 (!!:) ~
de la personalidad normal, mediante la medi ción de .,......Ión Hl C!D Q9

r-
CE=> ~
cinco factores o dimensiones de la personalidad y 30
Ansiedad social
lmpulsMdad "'
H5 CD ~
't\Jlnerabllld3d H6 @) 0::)
facetas o esca las; es decir, cada uno de los fac tores del E1 0.0- C!':)-
GíCiarlsmo E2 c:i::) (1!)
N EO PI -R está representado por seis esca las más espe- AsertMdad El e!::) @:)


Actividad E4 QD @)
cíficas que miden facetas o aspectos del factor con el 8ú,qu,da de emociones E5 CE=> ~
fmoclones positivas E6 (!D_ QD_
que está re lacionado (ver Tab la 13.3). 01 @:) ~
Estética 02 ~ C'!:::l
El inventa ri o contiene 240 elementos, a los que se SenUmientos 03 @:) e!:)
Acciones 04 <E) CD
responde en una esca la tipo Likert de 5 opciones de res- (!=:) Q!:)

,-
Ideas 05
Valores 06 ~ Q!:}
puesta («está en total desacuerdo», «está en desacuer- At_ (ID_ CE)
Fra~za Al C!:) Q!:)
do», «neutral» o «no puede decidirse», «está de acuer- Altruhmo AJ C!:) (!!:)
Actitud coocllladorn A◄ @:) QS)
do» y «está totalmente de acuerdo») (véase Figura 13.6).

1--·
-,.,,tia A5 0!:) C'!:)
Senslbllklad a los dem.is A6 e!:::) e!!:)
Si en la hoja de respuestas aparecen elementos no con- --c,- C ! I ) ~
Ofden (2 e!:) (1!)
testados debe pedirse al suj eto que los responda, o bi en Sentldo ~ deber C3 ~ e!':)
que conteste la opción «neutral» cuando tenga dudas Necesklad de logro C◄ CD C!D
Autodhdpllna (5 @:) e!:)
DelU>eflM:ión (6 e!!:) ~
sobre la respuesta; según el manual técn ico, no debería
puntuarse si se han omitido 41 o más respuestas.
1=~Oeseabllidad $Odol
Aq

••
Pb
o,
NOU: T, .-sc.U1ipbconf'WIM--SOyDl• t0.
QD
@)
e!::)
QD
CiJ!a
_,, .
QD
"
,.
"
iitfii·Jit33HdiJ
Por favor lea cu1dadosameme estas instruc-
ciones antes de ompeza, para marcar bien sus Figura 13.7
respuestas

Es!C cuos11onar10 consla de 60 frases Lea


Ejemplo de perfil en el N EO PI-R, forma S. Reproduci do con el
permi so de TEA Ediciones.

1
cada frase con alenc1on IJ marque la anernativa
(A a E) que ronc1e muJOI' su ticuerdo o desacuer-
do con ella Sei1alc

fl si 1r1 frase es completamente falsa


en su caso. si eslá en lotal
i,,,_-> fdo con ella El N EO PI-R no co ntempla la opción de una co-
J a SI la frase CS frccuerllemente
falsa si esta r rdO con
rrección manual, de modo que la correcc ión se rea li za
!! ell3
por ordenador. Cuando la aplicac ión es co lectiva, se
a SI la frase 8S tan ocrta como

1
~
falsa s, no puede deochrse. o si
Vd se considera , •1tral en
relaetón con lo que se dice en ella
puede rea li za r una co rrección meca ni zada median-
te las mi smas hojas de respu estas. Las puntu aciones
.
a
?
a SI la frase es frecuenlemente
cierta s1 Vd es1a d ;\Ci rdo con
directas se pueden transformar en percentiles y pun-
1 ella
tu aciones T (medi a 50 y desvi ac ión típ ica 1O), y los
ff s1 la frase es comple1amente

~ cierta, si es1a 1ot. tmonto do baremos corresponden a una mu estra de adultos seg-
,1Ml.11 con olla
mentada en fun c ió n del sexo. Del co njunto de pun-
Vea los dos 01emplos (E 1 y E2) que vienen aqu1 debajO y cómo se ha contestado
tu aciones obtenidas por el sujeto, s pos ible obtener
liJ Me gustaría pilotar una nave espaoal B C D E
un perfil gráfico de las pun tuaciones ya baremadas,
l!J A la hora de ves11r prefiero los tonos obscuros A B C @ E
pa ra ver la co nfiguració n globa l de su personalidad
La persona que ha con1estado a eslos eJemplos ha 1nd1cadoque esla on total d esacuo,do (letraA1
con la !rase E 1. porque no le gustaua nada p¡lolar una nave ospacsal y esta do acuerdo con la frase
en re lación con los datos del gru po norm ativo (ver
E2. porque lrecuentemente preriere los 1onos obScuros para vestir (le1ra DI
Figura 13.7), y un in forme interpretativo automático
Por tanto. no hay respuestas •correctas• m • 1nconec1as• Conteste de forma sincera y exprese
sus opiniones de la manera más precisa posible de resul tados que genera el sistema in form ático tras
Dé una respuesta a todas las frases Asegurese de que marca cad,1 respuesla en la !mea corres--
pond1ente a la m,sma frase y en la opcion que me¡or se a¡uste a su manera do ser
su corrección.
No olvide anolar sus datos personales en la parle sopenor an1cs de contestar a las hases Este inventa ri o fu e adaptado en nuestro país por A.
ESPERE. NO PASE LA PÁGINA HASTA QUE SE LO INDIQUEN. Cordero, A . Pamos y N. Seisdedos en 1999. La versió n
. MUY IMPORTANTE, ESTE ~_;l~_P',118 DEBE_ESTAR DESPLEGADO PARA CONTESTAR. original en inglés del NEO PI-R cuenta con dos formas:
la Forma S de auto informe y la Forma R para ca lifica-
.... ,,,,...,,_,.,,_. l
- - ~ , .. , J , ~~ •. . ... .. ~
,
!'.IIP . .o'.WPCI
=
ción por parte de un observador; pero la adaptació n
españo la solo cuenta co n la Forma S. En nuestro país
Figura 13.6 está publicada la tercera ed ición de este inventari o,
revisada y ampliada (Costa y M cCrae, 2008) .
Hoja de instrucciones del NEO FFI. Reproducido con el permiso
El N EO PI-Res una med ida de la personalidad nor-
de TEA Ediciones.
mal que ha demostrado ser útil ta nto en investigac ión
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplícacíones en áreas y contextos

OAlOS DE IOENTlACACIÓN 2.5. BFQ. Cuestionario «Big Five»


Fecha ~5 de "°v ,e,v1
El lll\'ent,1no NEO mide onco 9Iandos r.ampos o dimenSIOOQs
de la persooatidad. Para obtener su pertil do 001sonalidad secompa-
Los autores del Big Five Q uestionnaire (B FQ) son
,an las respues1as que ria d&Oo a cada una de las liases soble sus
pensam',entos. senlirrnentos y melas. con las que otreoeron otros G. V. Caprara, C. Barbaranelli, L. Borgogni y M . Peru-
adultos.
En el cuadro 111fat10f apaiecen descnlaS dile remes valoraciones
gini (1993). Este instrumento se ha construido en base
de ~da u1111 de las cinco dimenslOfles que evaluo el lnvel\lano NEO.
Las de5cnl)Cl()Ms que aparea?fl marcacl,u infOrman de cóm:P es us• al M odelo de los Cinco Factores de Costa y M cC rae
ted oe awerdo con las respuestas dadasa1 Inventa no.
El 1nvenlario NEO mide las cti!erenaas e.tlS\entes entre irniM• (1985, 1992), modelo teórico que se ha impuesto den-
duos norma le$ No es un 1es1 de mtehg,encia o aptitud. y no pre!ende
diagnostica, p1oblemas mentales o desa¡us1es de la l)efsonahdad.
No ~tante, le mua una IOCa sobre su loima ae pensa,. sen111 o
tro de la psicología de la person alidad y que goza de
1elaoona1se con los demás.
Es!e Resumen pre!encle apooa,le una inlounacióo sucinta so-
un amplio consenso, y al cuestionario que estos mis-
bre cómo puede descnb1rse su persona!ióad. No se trata oe LXI lflf0t-
mo (jetal~rkl y p,otundo Si usll!d volvie1a a conte sla1 a! Inventario
mos autores propusi eron (e l NEO-PI).
puede que ObluYl(!fa puntuac,oocs algo cli!ereores. En la mayoría de
las pctsonas. no Obslante, los rasgo-s(l(I persooabdaóttenden a man- El BFQ fue adapta do en nuestro país por José Ber-
1enefse estables en toda la eiapa aduha A menos que experimente
giaooes cambros en su vida o naya tratado do falsea, sus respues•
1as, este Resumen ser.i valido duranle t>Mta01es aiíos.
múdez en 1995, y está publi cada la cuarta ed ición re-
visada del test (Caprara, 2007).
Cow.ut.t.ou CON LAS RE5PUE$TA$ DE OTRAS PERSOtU.5, SUS Rf.SPUEST.U SUOIEREN QUE U:S1m PUEDE SER OESCJITO COMO:
Este cuestionario evalúa los cin co grandes fac tores de
o =.':=::=:o'ª
estresanl8S.
~ ='::!9=::~pazde
esttesanleS. Pero, algunas vooes
□ ~~ ª
óesagiadables.
personalidad, que los autores han denominado: Afabi-
experimenta sentinientos de
culpa, lraolrlsteta. lidad, Tesón, Energía, Estabilidad emocional y Apertura
lnltOIHlrtldo, tesecvadoºysello.
Preti&re estar SOio o en cornpafúa O ::o_en,:::=:ra r"v'tExtrav&rtido,abierlo,activoy
J.C!,,l enérgico. Lo g.JSla estar rodeado
mental. En cada uno de los cinco factores se identifican
de amigos muy íntimos. de otros, pero también disfruta de de gente.
dos subdimensiones (en total 1O), que hacen referencia

=~===de
lasoledad.

a distintos aspectos de la propia dimensión (Afabilidad:


X Con10$piesen laderra, pác'&co,
11adidonalyCOl11J)l'ttlTietidoconl06 0 :;:o~::~~ti!,w □
fJ'létodoS ya ~enles. cosas. Busca un equiíbrio enl.le lo
novedoso y lo antiguo.
~teresas y es muy inag/nativo. cooperación y cordi alidad; Tesón: escrupulosidad y per-
l'v1 Geoeramente agradable, cálido y severancia; Energía: dinamismo y dominancia; Estabili-
O Reaisla. escéptioo,orgollósoy
compeldMJ. Tiende a OlqlfOSBt su ),C,l 1ranquilo. Pero algunas vecos se
dad emocional: control de las emociones y control de

º~~~==~ta
eofado coo pocos mlramiemos. puode mosuar ll!l'CO ycc:ln1>Clitlvo.

O Noseorgaoiiablooyaveces
~ pococu!dodo onsu
1v1'° Responsable y organizado. Cuenta
.1,6,l con unos principios sólidos y no
los impul sos; Apertura mental: apertura de la cultura y
lrabat<>. Pi"ef!Gfe no hace, planes. con ob¡elivos datos. pero también para hasta alcanzat sus obfolivos.
escapazded9iatdeladosu apertura a la experiencia). También incorpora una esca-
trabajo.
la de Distorsión (D), que proporciona una medida de la
r,,r.~-,:,;,1<i•t,,,.,.,,-.'t'~l-..=<J1~.on;~t\;
.~.¡,r;,t<Xlaó=~.,,_,,:,,,r,~~ IE,o,E:óor,,<S A ~ l a ~ " " ' l t ' t $ e ~ ~ l o ! ~ - -- h-.~tltrl'IIO,_f" tlHTAA2Ul.
""'1 :.~,-t>s•.,•-'"ic:a.~, , - , ~ ( ú ~ f•. :t"("fr,c-dr11~1>.1> , ,,, <,""f> ~ rl'l ~ ú!tú Lb l!'.,ll~U.. fn, W•~ ":
~- XJ~lo.t~•- r,.,-1«1,,.•,c.,,-w.:,-e,-..,f~ l

BFQ
Figura13.8
CUESTIONARIO "BIG FIVE"
Ejemplo de la descripción resum ida NEO cumplimentada. Re-
producido con el permi so de TEA Ediciones. INSTRUCCIONES

A connnuoción enconfroró uno se,le de freses sobre to,mos de pensar, sentir o ac ruoL
para que los vaya leyendo atentamente y rnoroue to respuesto que describo mejor cuól es su
fOfmo habitual de pensar. sentir o ocluot
como en todos aquellos contextos eva luativos en los Paro contestar urltlce lo Hoja oe respuesIos y seflole et espacio de uno de los números
(5 o l ) que encontroró 0 11000 del número que tiene lo frase que estó contestando. Las alter•
que es co nveniente medir la personalidad, tales como: no!lvos de resovesro son
clínica, educativa, trabajo o investigación. El NEO-PI 5 comp!efomenle VERDADERO paro mr'
4 bastante VERDADERO paro mí
está entre las diez herrami entas utilizadas con mayor 3 ni VERDADERO ni FALSO poro mí
2 bostonte FALSO para mi
frecuencia por los psicólogos del trabajo en nuestro 1 completamente FALSO paro mí
país (Muñiz y Fern ández-H ermida, 20 1O). El inventa-
REPRE5EN1ACIÓN DE lA
Veo cómo se hon contesfodo aquí dos frases ·
rio ha sido revisado y eva luado por la Comisi ón de MOJA DE llESPUESTAS
5 -' 3 2 1
E1. Me gusto poseor PQf el parque de to ciudad. El . c:::JCJCJ - Cl
Test del Colegio Oficial de Psi có logos de nuestro país, S A 3 2 1
E2. la familia es el móvll de IOdOS mis OCIOS. E2. - C::CJCJc:::J
y muestra unas buenas o excelentes cualidades psico-
métri cas. No exlsIen respueslas correctos o lncoirec tas. buenos o molos; lo persono que contestó o
los dos frases anlerlores consideró que Jo tro.se El es "' bosronte falso~ paro ello (ser'\oló debajo
Este instrumento inclu ye a su vez una versión bre- del número 2) y que 10 frase E2 es .. compietomente verdadera· pa,o eno {serioló debaJo del
5). porque pone a Jo tomrlio pOf aefonre del dinero y de los amigos.
ve, denominada inventario NEO reduci do de Cinco
Procure contestar o todos los frases. Rec ue1de que debe dar su propio opinión acerco de
Factores (NEO Five-Factor lnventor y, NEO-FFI ), com- Vd. Trote de ser SINCERO CONSIGO MISMO y contestar con espontaneidad. stn pensarlo de·
moslodo. sus respuestos serón tratados conf1denclolmente y sólo se utlllzorón de modo global.
puesta por 60 ítems del NEO PI-R (12 elementos por 1ronsf0tmodos en puntuaciones.

cada dimensión o factor), y cuyo tiempo de aplicación Al morcar su contestación en lo Hoja asegúrese de que el número de la frase que Vd.
contes ro corresponde con el número colocado o! lodo del espacio que Vd. marco. SI deseo
también se red uce co nsiderabl emente; esta versión c ambiar alguna respuesro ooue o onu1e 10 ser'r.0I hecho y morque el otro espacio No hago
ninguno serio! en este Cuodernmo
breve ofrece una med ida rápida y genera l de los cinco
factores de personalidad del sujeto eva luado. Esta ver-
sión abreviada sí dispone de hoja autocorregible, que
integra los ítems, la plantilla de corrección manual, los Hoja de instru cci ones del BFQ. Reproducido con el permi so de
TEA Ed iciones.
baremos y el perfil gráfi co (ver Figura 13.8).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

....J ldentifiad6rc caso ilustrativo subdimensiones y en la esca la de distorsión) y puntua-


u.. Edad: 16 aoos Sexo: Varón fecha de apUcad6n: 1 ◄/ 11/2012 c iones derivadas o transformadas (como puntuaciones
ex:: Bar'ffllO: España, población general (castellano), varones• mujeres T y perce nt il es), para cada sexo y en adu ltos de pobla-
Lu
a.. ResponAble de la aplk:ad6n: c ión general.
Este cuestionario puede ser empl eado en un gran
fli:aiiil ,,
número de situ aciones. Sus principales aportaciones
Energía
®0
han sido en las áreas de psicología clínica y de la sa-
Afabilidad A
®0
®0 lud, psicología educativa y psicología del trabajo, aun-
Estabílidad emocional EE
®® que está especialmente indi cado para este último co n-
Aprrtura mental AM
®0 texto, dado que las dimensiones eva luadas tienen una
. ..-i¡¡¡¡¡¡:¡¡;a¡-- - - gran ap li cabi lidad y se relacionan co n las actividades
Dht«sión
®~ habituales de la vida laboral.
Dinam!,mo
º'®0 Este cuestionario tien e un a versión para niños y
Dominancia
ºº®® adolescentes, el BFQ-NA, que vemos a co ntinuación.

Cooperación

Cordilllidad
2.6. BFQ-NA. Cuestionario «Big Five»
de Personalidad para Niños y
Adolescentes
Conln>I de emocione> Ce ® ®
. • Control de los impulsos CI ® ® Los autores del BFQ para Niños y Adolescentes so n
C. Barbaranelli, G. V. Cap rara y A. Rabasca (1998), y
Aperttra a la cultura Ac ~ QD procede del Cuestionario «Big Five» diseñado para

--""
Apertura a la experiencia Ae ® QD adultos (Capra ra et al., 1993). No obsta nte, y como
indi ca n sus prop ios autores, no se trata de un a mera
adaptación del in strumento para niñ os y adolescentes,

Ejemplo de perfil del BFQ. Reproducido con el permi so de TEA


Ed ic io nes.

tendencia del sujeto eva luado a ofrecer un perfil fa lsea-


do de sí mismo al responder al cuesti ona ri o.
Este cuestionario co nti ene 132 ítems y sus alterna-
tivas de respuesta se basa n en una esca la tipo Likert
de cinco opc iones de respuesta («compl etamente ver-
dadero para mí», «bastante verdadero para mí», «ni
verdadero ni fa lso para mí», «bastante fa lso para mí»
y «compl etamente fa lso para mí») (ver Figura 13.9).
Como en otros in strum entos en los que el número de
ítems es grande, existen dos formas de co rrección:

■ Corrección por internet med iante www.teacorri-


ge.com, en los casos de ap licac ión individual,
permiti endo obtener los resultados y el perfil del
test inmed iatamente después de rea li zarlo (ver
Figura 13 .10);
■ O bien la co rrección meca ni zada mediante lec-
tura de marcas ópticas, en los casos de ap li ca-
ción co lectiva.

Este in strumento permite obtener puntuaciones di- Hoja de instru cciones del BFQ-NA. Reproducido con el permiso
de TEA Edic io nes.
rectas en todas las variables (c in co dimensiones, diez
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

sino de un diseño esp ecífico que in co rpora las singu- El cuesti onari o permite obtener puntuaciones di -
laridades evolutivas de los Cin co Factores de persona- rectas de las di stintas va ri ables evalu adas y sus pun-
lidad en esta pobl ación. tuaciones transform adas, co mo so n las puntuaciones
El BFQ-NA fu e adaptado en nu estro país por Del T y percentiles.
Barri o, Ca rrasco y Ho lgado (2006), y está publi ca da la Se utili za prin cipalmente en las áreas de psicolo-
tercera edición revisada de este instrumento (Barbara- gía clíni ca y psico logía educativa. A pesa r de que este
nelli, 20 13). cuesti onari o está diseñado pa ra pobl ación general, y
Este cuestionari o está di señado para la evaluación no evalú a síndromes clíni cos ni alternaciones de la
de la personalidad infa ntil y adolescente, que eva lú a person alidad, puede ser tambi én utili zado co mo me-
las cinco dimensiones de personalidad descritas por el dio para identifi ca r ca racterísti cas de vuln erabilidad o
M odelo de los Cin co Factores (M CF), pero que en este factores de ri esgo.
caso sus autores denomin an: Con ciencia, Apertura,
Extraversión, Amabilidad e Inestabili dad Emoc ional.
Ha sido diseñado para que sea cumplimentado por el 2.7. 16 PF-5. Cuestionario Factorial de
propi o niño. Personalidad
El cuesti onari o incluye un total de 65 elementos
que se valoran mediante una esca la tipo Likert de cin- Este es otro test clásico en psicología y uno de los
co alternativas de respuesta («cas i siempre», «muchas más utilizados en las diferentes ramas de nu estra dis-
veces», «a lgunas veces», «pocas veces» y «casi nun- ciplina.
ca») (véase Figura 13.11 ). En este cuesti onari o tambi én D esde la primera edición del 16PF, rea li zada por
ex isten dos form as de co rrección: Cattell y sus co legas en los años 40 del siglo xx, se
han ll evado a ca bo cuatro revi siones con cl aras me-
■ Un procedimiento de corrección estándar me- joras en las esca las. De la cuarta revi sión res ultó esta
di ante internet, en los casos de apli cac ión indi - «quinta» edició n (de aquí proviene el número «5» ),
vidual, permiti endo obtener los res ultados y un cuyos autores fu eron Raymond B. Cattell, A. Karen, S.
perfi l gráfi co co n las puntu ación transform adas Ca ttell y Heather E. P. Cattell (1993). La construcc ión
del sujeto en cada factor (vér Figura 13 .1 2); de este cuesti onari o se ha basado en procedimientos
■ O bi en la co rrección mecani zada medi ante lec- empíri cos, fund amenta lmente el análi sis factori al,
tu ra de marcas ópti ca s, en los casos de apli ca- co nvirtiéndose en un referente de la co nstru cc ión psi-
ción co lectiva. cométri ca de in strumentos de evaluación.
La fo rma 5 co ntinúa mi diendo los mi smos di ec isé is
factores o «esca las primarias» de personalidad, iden-
081~)2006
tifi cadas por Cattell hace más de 60 años (ver Tabl a
13.4). La form a 5 tambi én mi de los anti guos cin co
..... factores de segundo orden, que ahora se denomin an
«dim ensiones globales» (Extraversión, Ansiedad, Dure-
za, Independencia y Auto-control), y qu e ti enen gran
similitud con los factores de perso nalidad que se ob-
ti enen del M odelo «Big Five ». Tamb ién in corpora las

. ,.
-
esca las sobre «estilos de respuesta» (D eseabilidad so-
Muy bajo Promedio Alto Muy alto
◄O cial, Infrecuencia y Aqui escenc ia), que pueden servir
@
JO
'º 60 70

como fi ltro en aquell as situ aciones en que la deseabi-


(1) Coociencla Q:J [3 lid ad soc ial o las tendencias de respuesta pu eda n estar
$ A¡,ertsra
□ (3 sesgan do los res ultados del test. Por este moti vo, se
recomi enda inte rpreta r el cuesti onari o empeza ndo por
□ ~
CD Extraversión

los estil os de respuesta, siguiendo por las dimensiones


C'Jil) Amabllldad
~ (3 globales y acaba r con las 16 esca las primari as.
□ □
O lnestab. emocional Al f inal del cuadernill o tamb ién se inclu ye una esca-
30 ◄O >O 60 70 la de Razonamiento (esca la B), como medida simp le de
apti tud, porque Cattell co nsideraba que sus resultados
pueden enriquecer la interpretación de los resultados
de perso nalidad; así, por ejempl o, la puntuación en
Ejemplo de perfil del BFQ-N A. Reproducido con el permiso de
esta esca la podría ayudar a predecir si un sujeto se be-
TEA Ed iciones.
nefi ciará de una fo rma de tratami ento u otra. Esta esca-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

Factores o escalas primarias del 16PF-5 y su descripción


Se refi ere a la tendencia que va desde ser una persona social e interpersonalmente reservada hasta estar cá-
Afabilidad
lidamente implicada.

Capacidad del individuo para resolver probl emas. Esta esca la no es un rasgo de personalidad, sin emba rgo se
Razonamiento
conoce que el estil o cogni tivo es una vari able modulado ra de las va riabl es de personalidad.

Estabilidad Se refi ere al estil o de afrontamiento de los probl emas cotidianos de la vida y sus retos.

Dominancia Se refiere a la tendencia a ej ercer la vo luntad de uno mi smo sobre la de los demás.

Evalúa el grado de espontaneidad y sociabilidad del individuo frente a la seriedad y la inhibic ión de la es-
Animación
pontaneidad.

La esca la pretende medir el grado en que las normas culturales de lo correcto/incorrecto se han in teriori zado
Atención a las normas
y se emplean para gobern ar la conducta humana.

Evalúa el grado de atrevimi ento, seguridad en las relaciones sociales y ca rácter emprendedor del individuo
Atrevimiento
frente a la timidez y retraimiento social.

Sensibilidad Eva lúa el grado de empatía, sentimentalismo y gusto por lo estético.

Vigilancia Evalúa el grado de suspicacia, escepti cismo, desconfianza frente al polo contra rio .

Eva lúa si el indi viduo está más ori entado a los procesos mentales e ideas que a los aspectos pragmáticos y
Abstracción
realistas.

En esta esca la se pretende medir la tendencia a la natu ra lidad y apertura del individuo frente a la tendencia a
Privacidad
la privac idad de las emociones.

Los ítems de la esca la pretenden medir el grado de seguridad y despreocupación del individuo frente a la
Aprensión
inseguridad, preocupación y aprensión.

Los ítems de esta esca la pretenden di ferenciar a individuos tradicionales y apegados a lo fa miliar frente a
Apertura al cambio
aquellos de mentalidad abi erta y analítica, innovadores.

Autosuficiencia Se refi ere al mantenimi ento del contacto o proximidad de los otros frente al indi viduali smo.

En esta esca la se pretende medir la flexibi lidad y to lerancia con el desorden y las fa ltas frente a la organi za-
Perfeccionismo
c ión y la disciplina.

Tensión Esta esca la está asociada con la tensión nerviosa, impacienc ia e intranquilidad.

la mide tres aspectos de la ca pacidad de razonamiento El 16PF-5 fue adaptado en nuestro país por Nico lás
(verbal, numéri co y lógico), pero hay que indica r que Seisdedos Cubero en 1995, y está publi cada la déci-
esta esca la no está diseñada para medir «inteligencia». ma edición de este instrumento, revi sada y ampli ada
Este cuestion ario conti ene 185 elementos, y su for- (Ru ssel y Karol , 2013). Esta décima edición ha sido
mato de respuesta se basa en una esca la tipo Likert con también revi sada y eva luada por la Comisión de Test
tres opciones (excepto en la esca la B): dos extremos del Colegio Oficial de Psicó logos de nuestro país, y
y una altern ativa intermedia señalada siempre con un presenta bu enas propi edades psicométri cas, tanto en
interroga nte«?» (esta altern ativa es uno de los ca mbios validez como en fi abilidad.
incluidos en esta Form a 5) (ver Fi gura 13.13). La ver- En cuanto que este es un instrumento de amplio
sión del 16PF-5 no permite la corrección manual para espectro de la personalidad normal de los adultos, es
la obtención de las puntuac iones directa s; la correc- útil para predecir la conducta de las personas en mu y
ción se pu ede rea li za r de manera automáti ca, por me- diferentes con textos, como por ej emplo: educativa,
dio de la apli cac ión e-perfil de TEA Edi ciones, y para clíni ca, fo rense, ori entación, trabajo, deporte e inves-
evaluaciones co lectivas se pu ede soli c itar tambi én el tigación. Y en el ámbito clíni co, el psicó logo puede
servi cio de corrección meca ni zada. disponer también de medidas «norm ales» de person a-
Una vez obtenidas las puntu aciones directas en las lidad en las cuales encuadrar las «desvi aciones» de
16 esca las primari as, dimensiones globales y estilos sus casos especiales. Como ya se dijo al prin cipio de
de respu esta, estas se pueden transform ar en decatipos este apartado, es uno de los más utilizados en nuestro
(medi a 5,5 y desvi ac ión típi ca 2) y percentiles, obte- país; y por especialidades, el 16-PF es la herramienta
niéndose tambi én el perfil gráfi co de los resultados del utili zada con mayor frecuencia en psicología del tra-
sujeto (ver Fi gura 13 .14). bajo (Muñi z y Fern ández-H ermida, 201 O) .
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

INSTRUCCIONES w.,....., Caso ilustrativo

A contlnuM:ióo ~ontt.rá un,, setie de írases ~ pe,m,tirin conocer W5o actitudH e inter ~ En general. no ._ t6años. .S,eao: VarOfl hdl• 1M aplk.ldóni 0] / 04 12013
e•istl!fl contHtack>ne-s correctu o incOl'recu,s, porque tu pu~s t1e~ dist intos 1nte-,ne1, y ven lu c~s des·
de distintos puntos de ,..;su_ Conteste con 1incuidMt: de Mt• forma s,r podni conoce, ~JO' su for~ de ser.
.._ EtpaM, pobtac,ón iffie1'al (nuevos bart"fflOS 2011 ), varones • mujeres

Ano t• sw contn u c:ionn e n 111 hoja de rtsp ~n.u que le ~n entreg,1do. En primer lug,u ~ilM ws d.ltos l •spgmablt de ~ 1pikm6n: Tt,, [dlck>nes
(apell,dos, nombre, edad, etc.} en la parte ~no,. Cadil fr.ue contiene lfH pos,~H r ~ t u (A , 8 y C) y nor-
malmente la aherrwitivil & v ~ con un mterrog.r,nte. p,ua Sff seiwlada c~ndo no n posible d«idin,e entle la A
y la C. En b1 ho1a t'f\CCN'ltrui feStU letras ~radar sus rM~tu. US frun ~tin ordcnadu nunwr,umente; s1g1
...... ,,,
'·' 5.5 ,.,
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~ ta numer.Kión ...1contestilr. lea iltfflamenteuda r, ~ y In posibles ,npuestu: uf le Sffi m,.s Ucll dKid,rH • .Afabilidad
0 C0
Ahofa lea los eJffl'IPI°' ~ v,ene,, aqui d~ro ~u1 hue, un po<:o de p,kt•c~ y ~ como los contt"St11r~
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SI u~ OJdu pregunte 1111 eum11Mdor,
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l. Me gusu, pr~1ar uN compet1c1ón depo,t1v,1., A.
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• No pitnS<t d•mui1do el contenido de lu fn.ses. m empltt mucho u ~ en dtttd1rsc. Lai frun wn
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muy con;u Pil'il darle todos los deulln que Vd. qu1s1eni; por e1emplo. 1e ha puesto 'pre~nc111 I.A'\a com• Q• Tenslon
0 Q)
pet.ctón depomn·. y t•l vez: a Vd le guste mis el futbol que el Nloncesto: debe c0111esrar pe-mando en
lo que es habítwl p,¡ra Vd_Generalmente w contnt•n cinco o se it por minuto. y w 11,d• poco m.J;S de- 4'ete:::«±1 $·d ' ::l •:tW1tlt ...... ......
me<!~ hor,1 ~,1 canpletar todo el ~n1llo

• h ite 14:ñ1lu 11 rtspuu t1 8 (?), e.:cepto cUlndo le sea ,mpos11>Je ~1d1r~ por lu o u1s d(»; lo comente
., Ma111pufacl0tl de- la lmag:en G)
es que esto le ocurni sólo en muy pocu Ífl\e'$
'":.tl. lnliecue-nc1.a CQ
• Procure "° dcJ•' n1ngun.11 cuut1on sin contut1,. Es. poi.ible que 1lgun. no tenga. nada que we,, con Vd.
(porque 1"10 H 1p(iu perlectame:nre I su cuo). intente eleg11 11 respuesta. que ,qYil mefOr con iu modo
de ser. T1\ veJ •lgunu f,1~ le ~retc•n muy perSONIM. no se preocupe y rK uerde que, las hoJH de rei·
puestu s.e- guardan como documenl~ confidenc:1ales y no pueden ~, valoradu sm una plan11ll1 e-spe<:1al:
por 01ni ~,te. al obtener los resultados no H coru1deran lu ,espuesru un. a una.. 1,100 globalmente.

• ContHte 1,innramente. No sd,.lle sus 1ttptie-stu pen\ ado en lo que- ·e s ~no o lo que "intereu ' pu.a
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lmpresiomr ,al eumlnildor. Ademh el cuadernillo se ~r,olló p,m1 ~ J.ens1ble .i ,~punt.i.s con11.id1c• ,~, ln<Jt>pendenc·1a
IOO<IJ.
Autoconl/d
ESPERE. NO PASE A LA PÁGINA SIGUIENTE HASTA QUE SE LO INDIQUEN.
~ ,.s ,., ,., ,., ,.,
~ - O( 10tuuoo1. t'K•~ IIC)I(:• e.o,, mc,:1i..-5,\vwt-..,... 1ip..:.o-l
ANOTE TODAS LAS CONTESTACIONES EN LA HOJA DE RESPUESTAS.

tf!
Hoj a de instru cciones del 16 PF-5. Reprodu cido con el permiso
de TEA Ed iciones. Ejemp lo de perfi l del 16PF-5. Reprod ucido con el permiso de
TEA Edi ciones.

Este cuestionario ti ene ta mbién una versIon para


adolescentes, el 16PF-APQ, que vemos a continuación. ■ Parte 1: co nsta de 134 elementos que eva lúa la
p ersonalidad normal, mediante los mi smos 16
rasgos o escalas primari as, las 5 dimensiones
2.8. 16PF-APQ. Cuestionario de globales de la personalidad y las tres med idas de
Personalidad para Adolescentes estilos de respuesta del 16PF-5 (todo ello visto ya
16PF en el apartado anterior). El formato de respuesta
de esta sección se basa en una esca la tipo Likert
El autor del 76PF Adolescent Personality Question- de tres opciones (V= verdadero, ? y F= fa lso) .
naire (16PF-APQ) es J. M . Schuerger, que trabajó du- ■ Parte 2: consta de 11 elementos de ra zonamien-
rante muchos años en el equipo técnico de Raymond to o reso lución de probl emas (esca la B), como
B. Cattell. medida simple de aptitud, ta l y como hace su re-
Este cuestionario nace en el año 2001 , como una fere nte en adultos. En esta sección, el formato de
revisi ón y actuali zac ión del Cuestionario de Personali- respuesta presenta tres alternativas de respu esta
dad para Adol escentes (High School Personality Ques- de elecció n única, es decir, so lamente ex iste una
tionnaire, HSPQ), y pertenece a la fami li a de los test respuesta correcta .
creados originalmente bajo la autoría de R. B. Cattell y ■ Parte 3: co nsta de 15 elementos de intereses
sus co laboradores. o preferen cias ocupa cion ales, con el objetivo
El 16PF-APQ, más co nocido con las siglas APQ, de evaluar las seis esca las de Ho ll and (1973),
conti ene 200 elementos distribuidos en cuatro partes orientadas a una carrera profes ional : Manu al,
(ver Fi gura 13. 15): Científica, Artística, Ayud a, Gestión o comer-
cio y Organ izac ión . El formato de respuesta en
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

mas evalu ados, y puede tambi én anticipar temas


oiiúl'O
para una entrevi sta de se lección.

El cuestionari o se corri ge on-line (www.teacorri ge.


w................ .,.....,,, com) y tambi én se pueden utili za r los servi cios de TEA
Edi ciones si el grupo es numeroso .. Se pueden obtener
__]
puntuac iones directas y transform adas en todas las es-
11,1.,1 _._. -- 1'1----
INStRUCQOOIE$~u.rQIUMO<CO'l'lUf'°"'

$
... : :: '• COIIJU!C I O ✓ X o- - ca las y dimension es globales; las puntu aciones directas
Po\ R TE 1 PAR TE Z AR TE
se pueden transform ar en decatipos (media 5,5 y des-
vi ac ión típi ca 2), pero como el ámbito de apli cación
más usual del APQ es el esco lar, la esca la de medida
más empl eada en este ámbito es la de las puntuaciones
percentil es. Se puede obtener también un perfil gráfi co
de los res ultados del sujeto (ver Fi gura 13.16).
Este cuesti onari o fu e adaptado en nuestro país por
Nico lás Seisdedos, y en España está publi ca da la ter-
PA RTE 4
cera edi c ió n de este in strumento, revisada y ampli ada
(Schu erger, 201 3).
Como medida de ampli o espectro de la perso nali -
dad normal (como ocurría co n su referente en adultos),

u.,,,: 16 añm s..« varon ~ • ~ 19/Q.4/2013

a-.mm:,: Español, varones y mujeres.

o\11 ~loKIOfldt:i.JmilQt"l'I
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11b !w'-t\-;ntJl.-n<o
~ ~(N"lflli(,tP,,,~
Rid Rot-qt<N?t•tlNd,hcult~
A. Ar•lwd
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ln.ior~ tfflOtkA11
( Oomln,1nc.~

Hoj a de respu estas del l 6PF-APQ. Reproduc ido con el permi so


el e TEA Ediciones.
V,g~,mcu
M ~'ll-.c'°"
,.. Pr ,.-.cld.d
0 Aprff\l>ÓO
esta secc ión prese nta dos altern ativas de res- 01 AoiNIUl•.t• t ....,twu
0],'~1(1,11

pu esta. 01 P.tll!C(ll>f\•MY>O
GI T,rmoOf\
■ Parte 4: consta de 40 elementos sobre dificultades M¡nM,nu.tl
Cir Clffl1liltco
cotidianas (de apli cac ión opcion al), co n los que A,¡ ,IUUWCO

el adolescente pu ede in fo rm ar de áreas o probl e-


mas perso nales, que pudi eran res ul ta r parti cu-
ITTlil tm.ttg,tnpobu,do!"'m•,-
larmente probl emáti cas y provoca r desviac iones OG [)t-.u)nlor'1'11dad~.tl
lrJl,•191~
de condu cta, como: Desá nimo, Preocupac ión, A.,;t O.ficulta.:i,bcor,t..._.«>nd.ad
Ad! Otflcult4~ ton l,i adl(CWI

Imagen pobre de sí mi smo, Di sco nformidad To1


CH
Joaltnd,floilu~
Di6c.ul1411Jvte.-.c.1'14

consigo mi smo, Ira y Agres ión, Difi cultades co n Col


At,
Doficult~t'f'f'l<~,o
AlroN.,,..~10 de~{to

la autoridad, Difi cultades con la adicc ión, Total (,J l,rt,--


Am A n ~
Out C>utTn
en dificul tades, Difi cultades en su casa, Difi cul- lfld~ndl."11(."lot
Au( Autoc:onbOI
tades en el co legio y Afrontami ento defi ciente. 8-4 97 99

El form ato de respu esta se basa tambi én en un a


esca la tipo Likert de tres opc iones (V= verdadero,
..............
"""""- Hll, JttJ:""™ . . . . .
~

- - - - -...........................
~- 'M-t . . . . . . . ,........

? y F= fa lso). Esta secc ión no consiste en una me-


dida específi ca de la person alid ad clínica, sino
que pretende detectar la posibl e existencia del
algún probl ema, que debería ser evaluado con Ejemplo de perfil del 16 PF-AQP. Reprodu cido con el permi so
de TEA Ed ic iones.
otros instrum entos más específicos de los sínto-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

el APQ puede ser de utilidad en aquell os contextos


en los que los rasgos de personalidad sean relevantes
en un momento evo lutivo tan cru cial como es la ado-
T [w T
lescencia, destacando principa lm ente los siguientes:
educativa, orientación y clínica . CUADERNILLO
Este cuestionario contiene una serie de frases. Lea cada una de ellas y decida sf se
trata de una conducta o un hecho que se da en Vd. con mayor o menor frecuencía.

Conteste en la Hoja de respuestas marcando una de las siguientes letras para indicar
2.9. TPT. Test de Personalidad de TEA que esa forma de actuar es propia de Vd . ..

A casi nunca.
6 a veces .
Los autores de este test son S. Corral, A. Pamos, J. e con frecuencia.
O casi siempre.
Pereña y N . Seisdedos, y nació en el departamento de
investigación y desarrollo de TEA edi ciones en 200 1. Vea los ejemplos El y E2 que vienen aquí debajo y cómo se ha contestado a la
derecha:
En nuestro país está ed itada la 4ª ed ic ión de este ins-
A B C O
trumento (Co rral, Pamos, Pereña y Seisdedos, 2009) . E1. Cuando salgo al campo llevo paraguas .... .. .. . .. .. . .. . . ...• .. .. ,_ e;.
E2. A la hora de vestir prefiero los tonos obscuros .. . .. ..... . , ... . ., -.
En las bases del diseño de construcción de este
in stru mento, además del enfoque co rrelacional y fac- La persona que ha contestado a estos ejemplos ha indicado que a veces (letra 8) sale
al campo con paraguas, y que casi siempre (letra D) se viste con tonos obscuros. Como
torialista usado pa ra la elaborac ión de otros test de verá no hay respuestas Mcorrectas" ni Mlncorrectas'", pues una conducta puede ser
frecuente en una persona y rara en otras; por tanto, trate de ser lo más sincero posible y
personalidad, se emp learon otros modos de aprox i- exprese sus opiniones de modo directo. Conteste espontáneamente , sin pensar
mación; así, por ejemplo, el punto de partida fu e el excesivamente las respuestas.

d iseño de unos constructos apriorísticos (aquellos que Debe tratar de contestar a tocias las frases, sin dejar ninguna en blanco. No haga
ninguna marca en este Cuadernillo. Anote sus contestaciones en ta Hoja de respuestas.
la rea lidad profesional demandaba) y la elaboración Asegúrese de que et número de la frase a la que está contestando coincide con el número
indicado en la Hoja de respuestas .
de unas unidades de medida que respondieran a esas
var iables, resultando cuatro grandes dimensiones y 75
esca las (ver Tabla 13 .5) . NO ABRA EL CUADERNILLO HASTA QUE SE LO INDIQUE EL EXAMINADOR
El cuestiona ri o t iene como fin ali dad la eva lu ación
de estos 15 rasgos o facetas de la personalidad y una
esca la de control de las respu estas (s in ceridad) . Ade-
más, el cuestionario tambi én eva lú a tres dimension es
o factores de segundo orden (Estabilidad emocional,
Apertura mental y Responsab ili dad) y un índice de éx i-
Figura13.l"Z
to en la actividad profesional.
El cuestio nari o contiene 160 elementos, con un for- Hoja de in stru cc io nes del TPT. Reprodu c ido co n el perm iso de
TEA Edi c io nes.
mato de respuesta basado en una esca la tipo Likert de

Dimensiones y escalas (versión inicial y final)


Dimensión Escalas, versión inicial Escalas, versión final
Rasgos psicóti cos D esajuste (Daj)
Ansiedad Ansiedad (Ans)
Estabil idad emocio nal Depres ión Depresión (Dep)
To lerancia al estrés To leran cia al estrés (Est)
Seguridad en sí mi smo Autoco ncepto (Aco)

To lerancia y flex ibi li dad Tol eran cia y flexibi li dad (To l)
Adaptac ión a los ca mbi os Adaptación a los ca mbios (Ada)
Apertura men tal
Interés por otras culturas Interés por otras culturas (Cul)
Di sponibili dad Di sponibilidad (D is)

Habi lidad social Inteligencia socia l (lso)


Sociabi li dad Integración social Integración social (lns)
Trabajo en equipo Trabajo en equ ipo (Equ)

Auto-exigenc ia profesional Auto-exigencia profesional (Pro)


Respon sab il idad Dinami smo y actividad Dinamismo (D in)
Tesón y constancia Tesón y constancia (Tes)
Nota: Tom ado del manual técnico de TEA (pág. 11 del manu al técn ico)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL AREA DE LA PERSONALIDAD -

Los principales ámbitos de aplicación de esta prue-


ba son la psicología clínica, la psicología educativa y
la psicología del trabajo, aunque está concebido es-
pecialmente para este último ámbito. De hecho, es la
cuarta herramienta utili zada con mayo r frecuencia por
Desajuste
0 los psi có logos del trabajo en nuestro país (Muñiz y Fer-
Arl>k-dad GD0 0 nández-Hermida, 201 O).
o.r,,..lón C9C!J 0
Tolenncta al Ew~ CDC!] 0
Autoconce-pto c,0 0
Tolerancia y flnlbllklbd c»0 0
2.10 . CPS. Cuestionario de Personalidad
AcUptaclón l!I IM cambkK f.DCQ 0 Situacional
lnterk por otras cuttw,n C90 0
Olponlbllldbd «-0 0 Los autores del Cuestionario de Personalidad Situa-
lnteU¡enda social 490 0 cion al (C PS) son J. L. Fern ández-Sea ra, N . Seisdedos
lnt~aclon IOCl•I 490 ~ y M . Mielgo, por medi o de TEA Ediciones en 2001 ,
Trabajo"" Equipo 80 0 y se presenta como una medida de personalidad ela-
Autoeid¡cncla profmlonat ~ G!J 0 borada en nuestro país y tipifi cada origina lmente con
Olnamhmo 'i ACtlvfdad G>C!] ~
muestras españolas. En nu estro país está editada la 4ª
Tnón y constancia 49~ 0
edición de este instrumento, revisada y ampli ada (Fer-

..
Slnc«ldad ~QD 0
nández-Seara, Seisdedos y Mielgo, 20 16).
·ll'llll!l·UII
útAbttldad emocional CJ» 0 Este cuestionario parte de una aproximación con-
Apfftura rMnl.11
0 ductual y ti ene en cuenta las características de la per-
~llldold el» 0 sona y su interacción co n las situac iones concretas;
bito e-n la vida profHlonal CD 0 es decir, por un a parte, se apoya en la ex istencia de
'º ]O

ciertos patrones de com portami ento estab les y ante di -


ferentes situaciones y, por otra, en el reconocimiento
del peso de las situaciones en la espec ifi cac ión de la
co nducta (Mischel, 1968; Avia, 1978).
El objetivo de este cuestionari o es eva lu ar los ras-
Ejemplo de perfi l del TPT. Reprodu cido con el permiso de TEA gos más co nsistentes y las tendencias comportamen-
Edi ciones. tales del sujeto en diferentes situaciones y co ntextos
de la vida. Consta de 15 va ri ab les de personalidad y
cuatro puntos (A = Casi nunca, B = A veces, C = Con fre- 3 tendencias de resp uesta o medidas de validez (estas
cuencia y D = Casi siempre) (ver Figura 13. 17). Siguien- últimas se indi ca n al final y en cursiva), que son : Es-
do el manual técn ico, se ha de comprobar si el número tabi lidad emocional, Ansiedad, Autoconcepto, Efica-
de respuestas no contestadas es superior al 10% (más de cia, Co nfianza/seguridad en sí mismo, Independencia,
16 elementos en blanco), dado que un protoco lo como Domin ancia, Control cognitivo, Sociabilidad, Ajuste
este arroj aría una visión distorsionada del perfil de la social, Agresividad, Tolerancia, Inteligencia social,
personalidad. Las puntuaciones directas de cada escala Integridad/honestidad, Liderazgo, Sin ceridad, Desea-
se obtienen sumando los puntos que reciben las res- bilidad social y Control de las respuestas. De las 15
puestas de los elementos que la conforman, dependien- esca las psicológicas o primarias, y medi ante diversos
do del signo de la redacción de cada elemento hacia la análisis facto ri ales, se pueden obtener también 5 di-
variab le subyacente (signo positivo o negativo). mensiones o factores globa les, que han sido denomi-
Pero, dada la variedad de escalas y la complejidad nadas: Ajuste, Liderazgo, Independencia, Consenso y
del sistema de puntuación, se ha di señado un soporte Extravers ión.
informático para su corrección. Una vez obtenidas las El cuestion ario contiene 233 elementos, con dos al-
puntu acion es directas de cada escala, estas se convier- te rnativas de respuesta (Verd adero/ Falso), y es de breve
ten en puntuaciones típicas transformadas (percenti les y fáci l ap li cac ión (véase Fi gura 13.19). Es importante
y puntuaciones 5); después de haber obtenido las pun- saber que esta prueba ofrece dos tipos de baremos:
tu acion es transformadas, se puede elaborar tambi én un
perfil gráfico (ver Figura 13 .18) y obtener un informe ■ Por un a lado, Muestras no competitivas o de res-
interpretativo automático de los resu ltados obtenidos puesta sincera, en las que cabe esperar que no
por la persona eva luada. La barem ación está reali zada se produzca un a intención consciente de mani-
en población general de ad ultos, varones y muj r s. pu lar las respuestas en un sentido determinado,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

como por ejemp lo las personas eva luadas con


_,J
fines de auto-conocimiento, las evaluaciones ¡:¡::
anón imas con fin es de investigación, etc.; ex:

--
LIJ
■ Y por otro lado Muestras competitivas, en las a. TIA

que cabe esperar que la persona evaluada se 'º


presente de forma favorab le con la fina lidad de üt Establlk,ad emocional 0 W
obtener un beneficio profesion al de los resulta- /un An\~d ~ W
dos de la eva luación. Ju.x AulOCOl"ICe'l)tO 0 G)
'" Eficacia 0 w
Una vez obtenidas las puntuacion es directas del
<•• Conl\anu-5etu'Jdad 0 G)
loo lndepondencla C0 G)
sujeto, los datos se pueden interpreta r de dos formas : Dom Domlnanda
CD 0
por un lado, teniendo en cuenta su valor absoluto, e,, Control C09"ltivo
GD G
atendiendo a la cuantía o porcentaj e de veces que So< Soc1ab1ltdild GD G)
el sujeto ha respondido al conjunto de elementos de ,¡, AJtAle'W>Cial
0 0
cada esca la, o bien teniendo en cuenta su valor rela- .,, A&fOividbd GD 0
tivo, mediante la comparación de los va lores d irectos To< Toletanda GD 0
con los de una muestra normativa (es un test referido '"' lntll!hg~ia!.OClal G 0
a norma) y su transformación en una puntuación de- ""' lntil!'irktad 1-tonestfdad 0 G)

1:
80
rivada . En este último caso, las puntuaciones directas Sinceridad 00
de ca da una de las variab les se pueden transformar en
puntu aciones típicas 5, y estos valores son fácilmente
Dcst-abilidad'-Oetal

Cm Cont1ot
00
00 J>
1
AJU~te •
GO
Llder.u;o • GD
GQ
~ i
lndepondenci a -

-
GD

CPS
Consenu> -
ElttaVC'f"\IOn • 0D
)O ,o 70

"'"'°""' _,_.,n1,wrv.~UJL
.................
tfl -..~
,,....., .. ~...c.,-.w.1-s~ ...... ,...,..,

Este cuestionario contiene una serie de frases. lea cada una de ellas y decida s1, aplicada a usted mis-
mo, es Verdadera (V) o Falsa (F} y anote su contei!aci6n en la ho¡a de respuestas. Ved cómo se ha h«ho Figura 13.20
con los ejemplos siguientes en el recuadro de la derecha:
hproducdOn d• I•
Ejemplos
hoJ• d• ru pufflu Ejemplo de perfi l del CPS. Reproducido con el permi so de TEA
V F
E1 lOS dCas tñstt1 me abum!n, Ed iciones.
E1 - C::,
E::Z Alguno d~ mis amrgos me odia e2 C.::, -

Quien ha contestado a estos dos ejemplos considera que es verdad (VJ que los dios tristes le obvrren,
y ha marcado el espacio debajo de la V; esta persona cr~ que es falso {F) que olgu110 de sus amigos le transformab les en otras puntuacion es típicas muy uti li-
odie. y por eso ha marcado el espacio deba¡o de la F.
zadas (p untuaciones T, percentiles, eneatipos o deca-
Así pues. c~ndo lea las frases de este cuadernillo. si usted cree que su contenido es verdadero o
con frecuencia verdadero. debe marcar el espacio de la V. SI la frase es falsa o con frec:uern:,a falsa. debe
tipos), con la ayuda de una tab la de correspondencia
señalar el espacio de la letra F. entre esca las derivadas (incluida en el apénd ice del
SI alguna frase tiene poca aplicación a su caso. o no está seguro si es verdadera o falsa . haga lo po• manual técn ico) . Este cuestionario no so lo ofrece el
sible por contestarla. decidiéndose por aquella respuesta (V o F) que me1or representa su forma de ser o
de actuar. Por favor, procure contestar a todas y no dejar frases en blanco. Sea sincero en sus contesta- baremo co njunto para varones y muj eres, sino tam-
ciones; sus respuestas no serán dadas a conocer a nadie.
bi én un baremo diferenciado para cada sexo. Tambi én
No haga ninguna señal o contestación en este cuadernillo. Al marcar su contestación en la hoJa de
respuestas asegú rese de que el número de la frase que usted contesta corresponde con el número co- ofrece un perfi l gráfico del sujeto eva luado (ver Fi gura
locado al lado del espacio que usted marca. Rellen(' bien el Mpac,o. Si desea cambiar alguna respuesta.
borre o anule la señal hecha y marque el otro espacio. No escriba nada en este cuadernillo. 13.20).
NOTA. Para slmpfiflcar la lectura. se han redactado las fra ses ('O el género masculino. Este cuestionario está especialm ente indica do para
la eva luación en contextos laborales.
INTENTE DAR UNA RESPUESTA A TODAS LAS FRASES.

ESPERE A QUE SE LO INDIQUEN PARA ABRIR EL CUADERNILLO


Como se decía en la introducc ión, no se preten-
día ser exhaustivo en la re lación y análisis de los test
que evalúan persona lidad. De hecho, además de estos
di ez instrumentos relacionados aquí, es conveniente
que el lector o el profesion al de la psi co logía busque
información sobre otros cuestionarios que están sien-
do muy uti lizados en nuestro país, como por ejem-
Hoja de instru cciones del CPS. Reprodu cido con el permi so de
plo: el ESPQ. Cuestionario Fa ctorial de Personalidad,
TEA Edi ciones.
el CPQ. Cuestionario de Personalidad para Niños o el
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

CUIDA. Cuestionario para la evaluación de adoptan- ■ Se han añadido nuevos ítems y se han modi -
tes, cuidadores, tutores y mediadores. ficado muchos de los existentes, con el fin de
También se recomienda que se busque informa- mejorar la interpretación de las puntuaciones de
c ión sobre otros instrumentos que están siendo muy las escalas y ofrecer información más relevante
utili zados en psicología del trabajo, donde algunos y útil a los profesionales.
autores están considerando la evaluación de las com-
petencias como características o aspectos de persona- Sus autores también destacan una serie de caracte-
lidad, como por ejemplo: el BIP. Inventario Bochum de rísticas que lo distinguen de otros inventarios de perso-
Personalidad y Competencias, el SOSIA. Gestión por nalidad, como por ejemplo:
Competencias o el Campe TEA. Evaluación de Compe-
tencias, siendo este último el cuestionario más utiliza- ■ El MCMI-IV es mu cho más breve que otros
do actualmente en esta área de la psicología. instrumentos similares y, además, el lenguaje
utilizado en los ítems es comprensible, lo que
reduce el tiempo de aplicación y minimiza el
esfuerzo y la fatiga del sujeto.
3. TEST PARA LA EVALUACIÓN DE LA ■ Cada una de las escalas de los patrones de la
PERSONALIDAD EN CONTEXTOS personalidad están fundamentadas en la pres-
CLÍNICOS tigiosa Teoría evolutiva de la personalidad de
Mi/Ion ; esta teoría co nsidera que los trastornos
Estos test de personalidad sirven, generalmente, de personalidad son constructos evolutivos que
para evaluar patrones clínicos de la personalidad o se derivan de las tareas fundamentales a las que
personalidad patológica, aunque también algunos de todos los organismos se enfrentan, como son : la
ellos nos permiten realizar una evaluación descriptiva existencia, la adaptación, la replicación y la abs-
de la misma. tracción (Millon, 1990; Millon y Dav is, 1996;
En la Tab la 13 .6 se recogen algunas de las principa- Millon, 2011).
les características de estos test. ■ Las escalas del MCMI-IV abarcan todos los tras-
tornos de personalidad que incluye el DSM-5
(APA, 2014), así como los síndromes clínicos
3.1. MCMI-IV. Inventario Clínico más relevantes.
Multiaxial de Millon ■ El uso de puntuaciones de Tasas Base (en lugar
de utili za r transformaciones de puntuaciones
El Mi/Ion Clinical Multiaxial ln ventory (MCM I) es basadas en la distribución normal, como p.ej.
también otro clásico en psi co logía. Los autores de esta puntuaciones de percentil), que garantizan que
prueba son Theodore Millon, Seth Grossman y Carrie la frecuencia de los diagnósticos y los patrones
Millon. Fue adaptado en nuestro país por el Depar- de personalidad obtenidos son representativas
tamento de l+D de Pearson Clinical & Talent Assess- de las prevalencias subyacentes en la población
ment, en colaboración con María Pilar Sánchez y Vio- clínica española.
leta Cardenal Hernáez.
En España está publicada la cuarta ed ición de este Este test tiene como finalidad la eva luac ión comple-
instrumento (MCMI-IV), que es un a revisión significati- ta de la personalidad y la psicopatología de los adultos
va del MCMl-III y que incorpora numerosos y relevan- que buscan o reciben atención o tratamiento psicoló-
tes cambios e incorporaciones, como destacan Millon, gico o psiquiátrico. Evalúa 25 escalas clínicas, que se
Grossman y Millon (2 018). Por ejemplo: agrupan en c uatro categorías: 12 patrones clínicos de
la personalidad (Esquizoide, Evitativo, Melancólico,
■ Se ha añadido una nueva escala de patrón de Dependiente, Histriónico, Tempestuoso, Narcisista,
la personalidad (Tempestuoso), de acuerdo con Antisocial, Sádico, Compulsivo, Negativista y Maso-
la última conceptualización teórica de los tras- quista), 3 patrones de patología grave de la persona-
tornos de la personalidad formulada por Millon lidad (Esquizotípico, Límite y Paranoide), 7 síndromes
(2011 ). clínicos (Ansi edad generalizada, Síntomas somáticos,
■ Por primera vez se han adaptado las facetas de Espectro bipolar, Depresión persistente, Consumo de
Grossman a la población española; estas facetas alcohol, Consumo de drogas y Estrés postraumático) y
están diseñadas para ayudar a interpretar pun- 3 síndromes clínicos graves (Espectro esquizofrénico,
tuaciones elevadas en patron es clínicos y pato- Dep resión mayor y Delirante). Esta prueba cuenta tam-
logía grave de la personalidad . bién co n 4 escalas de control que permiten evaluar la
Test que evalúan la personalidad en contextos clínicos
m
Tiempo
PRUEBA
y soporte de aplicación
Edades Datos que ofrece Áreas de aplicación Ventajas §
,...
e:
MCMI-IV Variable Adultos 195 ítems que evalúan: Clínica Es más corto que otros test ):,
n
Inventario Clínico 20-30 minutos • Patrones clínicos de Neuropsicología que evalúan personalidad o,
Multiaxial de Millon (c)* persona Ii dad Orientación matri moni al clínica z
• Patología grave de Terapia de parej a Es uno de los 25 test más 'ti
V,
(Mi l Ion, Grossman y Mil Ion, personalidad Trabajo uti Iizados en España
2018) Investi gación
ñ
• Síndromes clínicos o
,...
• Síndromes clínicos graves o,
C'l
Y co ntiene 4 escalas de
control:
ñ
?"
• Respuestas aleatorias ..,'ti
• Sinceridad 0
Soporte: Papel o mediante • Deseabilidad social ,,,"'
111
plataforma online • Devaluación
!?
MACI Variable De 13 a 19 años 160 ítems que evalú an: Clíni ca Es uno de los 25 test más
....n,,
Inventario Clínico para 30 minutos aprox. • Prototipos de person alidad Instituciones residenc iales utilizados en España "';;·
::::1
Adolescentes de Millon (c)* • Preocupaciones Reformatorios Qj
expresadas 111
(M ill on, 2003) • Síndromes clín icos
'<
Qj
"O
Y contiene 4 índices
;;·
modificadores: Qj

Apli cación : Papel u • Transparenc ia "'e·


ordenador • Deseabilidad ,,,
::::1
Corrección manual e
informática


A lteración
Fiabilidad
,,,
111

::::1
QI,
MMPl-2-RF Variable Adultos 338 ítems que evalúan 50 Múltiples contextos: Está entre los ci nco test más
Inventario Multifásico 35-50 minutos escalas: utili zados en España
¡¡;
Clínica Qj
de Personalidad de 111
• 8 escalas de validez Educativa '<
Minnesota-2 • 3 escalas de segu ndo Trabajo
Reestructurado (c)* orden Seguridad vial
"'::::10
• 9 escalas clínicas Forense
....,,,
(Ben-Porath y Tel legen, reestructuradas Militar ~
20 15) • 23 esca las de problemas 0
111
específicos
• 2 esca las de intereses
Soporte: Papel y lápiz • 5 escalas de personalidad
Corrección on-line psicopatológica

• Nivel de cua lificac ión requerido (c): titulación superior en psicología, psiquiatría o psicopedagogía y experiencia profesional en diagnósti co clínico.
Tiempo
PRUEBA Edades Datos que ofrece Áreas de aplicación Ventajas
y soporte de aplicación 1

MMPI-A Vari abl e De 14 a 18 años 478 ítems que eva lúan: Clínica Se utiliza princ ipalmente m
Inventario Multifásico de
Personalidad de Minnesota
45-60 minutos • 1O escalas básicas o Educati va
Forense
en el ámbito clínico y
educat ivo
;;¡
clíni cas
para Adolescentes (c) * • 31 subesca las
E
~
(Butcher et al., 2009) Soporte: Papel y lápi z
• 15 esca las de co ntenido
• 6 esca las suplementari as o,
Corrección manual y • Esca las o medidas de
z
"O
mecani zada va lidez 111

PAi
In entario de Evaluación de
45 min . aprox. Adul tos 344 ítems que evalúan 22
esca las:
Clíni ca
Forense
Se pu ede aplicar en
person as sin trastornos
a
6-
la Personalidad (c)* Trabaj o C"I
• 4 escal as de va lidez Incluye información sobre
Neuropsi co logía ñ
(M orey, 2012)
• 11 escalas clínicas los ítems críti cos ** >
• 5 esca las relacionadas con Versi ón abrev iada (a partir >
"O
el tratamiento de los primeros 165 ítems) r-
Soporte: Papel y lápiz • 2 escalas de relaciones ñ
Y corrección informáti ca interpersonales >
o
PAi-A 45 min . aprox. De 12 a 18 años 264 ítems que eva lúan 22 Todos los contextos: Se puede apli ca r en jóvenes >
m
Inventario de Evaluación esca las: Clínica sin trastorn os z
de la Personalidad para • 4 escalas de va lidez Forense
m
Inc lu ye in fo rm ación sobre r-
Adolescentes (c) * ■ 11 esca las clínicas Educati va los ítems críti cos* :z:a,
;a
• 5 esca las relac ionadas con Etc. Ve rsión abreviada (a partir m
(M orey, 201 8) el tratami ento >
de los primeros 165 ítems)
Soporte: Papel y lápi z • 2 esca las de relaciones o
m
Y co rrecc ión informáti ca interpersonales ,-
* Ni vel de cuali ficac ión requerido (c): titul ación superior en psico logía, psiquiatría o psicopedagogía y experi encia profesional en di agnósti co clíni co .
>
"O
** Véase glosari o m
;a
111
o
z
>
!:
!i!o
EVALl!J1'01ÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas YJ aplicaciones en áreas y contextos

validez del protocolo: Indicado res de respuestas alea- 3.2. MACI. Inventario Clínico para
torias, Índice de sinceridad, Índi ce de deseabilidad so- Adolescentes de Millon
c ial e Índi ce de devaluación.
Este inventario presenta 195 ítems con dos alterna- El Mi/Ion Adolescent Clinical ln ventory (MACI)
tivas de respuesta (Verdadero/Falso). Según el manual constituye un importante instrumento de evaluación
técnico, cuando el examin ado termina la prueba, el de las ca racterísticas de personalidad y los síndromes
exa min ador debe repasar la hoja de respuestas para clínicos de los adolescentes. El autor de esta prueba
comprobar si hay ítems con doble respuesta o un nú- es Theodore Millon . Al igual que sus precursores (e l
mero excesivo de omisiones de respuesta (14 o más); Inventario para Adolescentes de Millon, MAi; y el In-
y si es así, se debe devolver el impreso y animar al ventario de Personalidad para Adolescentes de Millon,
exam inando a completar las deficiencias o a corregir MAPI), este test ha sido desarrollado habiendo co nsul-
los errores. La corrección y generación del informe se tado con psiquiatras, psicólogos y otros profesionales
ll eva a cabo únicamente mediante la plataforma onli- de la sa lud mental que trabajan con adolescentes. Fue
ne de Pearson Clinical & Talent Assessment. Cuando adaptado en nuestro país por Gloria Aguirre Ll agostera
la apli cación del instrumento se ha llevado a cabo en en 2003.
papel, el examin ador debe introducir las respuestas en El MACI es un inventario de auto informe, compues-
la plataforma online para que el sistema corrija el in- to por 160 ítems y 31 escalas, que se agrupan en cuatro
ventario y genere el informe. categorías: 12 prototipos de personalidad (Introvertido,
Una vez que el sistema de la plataforma online ca l- Inhibido, Pesimista, Sumiso, Histri óni co, Egocéntrico,
cul a las puntuaciones directas, el propio sistema trans- Rebelde, Rudo, Conformi sta, Oposicionista, Autopuni-
forma las puntu aciones en Tasas Base (TB), en luga r de tivo y Tendencia lími te), 8 esca las de preocupaciones
transformarlas en puntuaciones típicas normali zadas expresadas, es decir, cuestiones que tienden a preocu-
(p untuación T o puntuación S), dado que estas no tie- par a la mayoría de los adolescentes co n problemas
nen en cuenta la prevalencia de la ca racterísti ca que (Difusión de la identid ad, Desvalorización de sí mismo,
se mide; este es un rasgo distintivo de este instrumento Desagrado por el propio cuerpo, Incomodidad respec-
en relación con otros inventarios. Así por ejempl o, las to al sexo, Inseguridad con los iguales, Insensibilidad
Tasas Base entre 75 y 84 indica n un tipo de personali- social, Di scordancia familiar y Abusos en la infancia),
dad clínica mente significativo, que puede representar 7 síndromes clínicos (Trastornos de la alimentación,
rasgos incapac itantes; en ca mbio, una tasa base igua l Inclinación al abuso de sustancias, Predisposición a
o superior a 85 pu ede indi car una patología suficiente- la delincuencia, Propensión a la impul sividad, Senti-
mente genera lizada como para considerarl a un trastor- mi entos de ansiedad, Afecto depresivo y Tendencia al
no de la personalidad. La plataforma online también suicidi o) y 4 índices modificadores o ajustes, que pue-
ofrece los percentiles de las esca las de los patrones de den ser necesarios llevar a cabo antes de alcanzar la
persona Iidad. puntuación final de cada adolescente (Transparencia,
Esta prueba proporciona información relevante y Deseabilidad, Alteración y Fiabilidad).
fiable para apoyar el diagnóstico de psicólogos y otros El sistema de respuesta del MACI también es de
profesionales de salud mental en diversos ámbitos de dos altern ativas (Verdadero/Fa lso). Según el manual
la psicología y con distintos objetivos, tales como: pla- técn ico, se considera un protocolo invá lido a partir de
nificación de tratamiento y psicoterapia, eva luación 1O o más respuestas omitidas o co n doble marca, si n
neuropsico lógica, orientación matrimonia l y co nsej o que sea posible su co rrección o interpretación; en este
de pareja . También se empl ea para fines de investiga- caso, se deberá animar a la persona eva luada a com -
ción. pletar las deficiencias o responder a todos los ítems
El M CM I se encuentra entre los 25 test más utili za- om itidos. La correcc ión manual de esta prueba es un
dos por los psicólogos españoles en su práctica diaria, procedimiento muy compl ejo y, por esta razón, la co-
concreta mente figura en tercer lugar; y por especiali- rrección mediante ordenador es con frecuencia la op-
dades, es la primera herramienta utilizada con mayor ción más conveniente y rápida .
frecuencia en psicología clínica y la novena utilizada Una vez tecleadas todas las respuestas en el orde-
con mayor frecuencia en psicología del trabajo (Muñiz nador, el programa obtiene las puntuaciones directas,
y Fernández-Hermida, 20 1O) . las Tasas Base (TB ) y hace las transformac iones necesa-
Este inventario dispone de una versión para adoles- rias para la obtención de las puntuaciones finales; en
centes (MACI), que ve remos a co ntinuación . todos los casos es necesario que el profesional decida
la tabla del baremo a utili za r para la conversi ón en
TB, segú n la edad y el sexo del adolescente que está
siendo eva luado.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

El MACI ha sido desarrollado específica mente para


ser utili zado en co ntextos clínicos, en instituciones
residencia les o en reformatorios. Es útil también para
la evaluación de adolescentes con problemas y puede
MMPl-2- RF®
~ ser utilizado también para la elaborac ión de diagnós-
ti cos y planes de intervención, y también para la va lo-
ración de los resultados (Mi llon, 1993).
INSTRUCCIONES
El MACI también se encuentra entre los 25 test más
Este cuestionario contiene una serie- de frases. Lea cada una de ellas y decida si, aplicada a Vd. mismo,
es verdadera o falsa . Anote sus contestaciones en la hoja de respuestas que se te ha proporcionado. utilizados por los psicólogos españoles en su práctica
SI una frase aplicada a Vd. mismo es nrd.Hef• o (ui ....,.. ~ • • deberil responder con la d iari a (Muñi z y Fernández-H ermida, 201 O).
letra Y. ~t mismo modo, si la frase aplicada a Vd. mismo es falw • <ul ,lea,re bJn , debe responder
con ta tetra F. ObserYe los siguientes ejemplos y vea cómo se contestarian en ta hOja de respuestas:

3.3. MMPl-2-RF. Inventario Multifásico


En la hoja de respuestas puede ver que la persona que ha contestado a estos ejemplos ha marcado de Personalidad de Minnesota-2
eo cl e jemplo E1 la Yde ,e,d•dero porque SI te ausu la música y ha marudo la F 4- faho en et ejemplo
E2 porque No se levanta muy t~prano. Reestructurado
SI e l contenido de una frase no tiene ap\kadón en su caso, o bien es atg:o de lo que no podría decir
si es verdadero o fa lso, no haga ninguna marca y deje tos espacios en blanco . No obstante, si puede,
evfte dejar resputstas sin contestar. El MMPl-2 -RF (Minnesota Multiphasic Personality
P.ecuerde ~ d~
su propio criterio.
dar su propia opinión acerca de Vd. Trate de ser SINCERO CONSIGO MISMO y use ln ventory-2 Restructured Form) es también un test cl á-
Al marcar su contestación en la hoja de respuestas asqürese de que el nümero de la frase que
sico en psicología. Se trata de una vers ión revisada del
Vd . contnla corresponde coo el nümero colocado al lado del espacio que Vd. marca. SI desea cambiar
alguna respuesta , bone por completo la señal hecha y marque et otro espacio. MMPl-2 y sus autores son Yossef S. Ben-Porath y Auke
Tell egen.
NO ESCRIBA NADA EN ESTE CUADEIINILLO,
ANOTE SUS CONTESTACIOIIES EN LA IIOIA DE RESPUESTAS.
El MMPl-2- RF ti ene como fina lidad la evaluación de
varios factores o aspectos de la persona lidad: aspectos
AHORA , ABRA EL CUADERNILLO YC014IEIKE LA TAREA.
de va lidez y sinceridad en las respuestas, ca racterísticas
psicopatológicas globales y específicas del individuo,
trastornos psicosomáticos, de intereses y de persona li-
dad psicopatológica (en la Tabl a 13.7 se recogen las 50
esca las y una breve descripción de cada una de ell as).
El objetivo que perseguían los autores en esta versión
revisada fue eva luar las variab les clínicamente relevan-
Figura 13.21
tes que subyacen al conjunto de ítems del MMPl-2, de
Hoj a de in stru ccion es del MMPl-2-RF. Reprodu c ido co n el per- Hathaway y M cKinley, pero reduciendo considerable-
m iso de TEA Ed ic iones.
mente el número de ítems y el tiempo de aplicación.

Escalas del MMPl-2-RF


Escalas (50) D escripción

De validez (8)
■ Inconsistencia de las respuestas variables Patrón de respuesta aleatori o
■ Inconsistencia de las respuestas verdadero Patrón de respuesta fij o
• Infrecuencia Respuestas infrecuentes en la población general
• Psicopatología infrecuente Respuestas infrecuentes en la población psiquiátrica
• Quejas somáticas infrecuentes Quejas somáticas infrecuentes en la población de pacientes en
tratamiento médico
• Validez de los síntomas Quejas somáticas y cognitivas asociadas a exageración de síntomas
• Virtudes inusuales Atributos o acciones morales poco habituales
• Validez del aju ste Afirmaciones de buen ajuste psicológico asociadas a disimulación
o minimización de síntomas

De segundo orden (3)


• Alteraciones emocionales o internalizadas Probl emas relacionados con el estado aními co y afectivo
• Alteraciones del pensa miento Probl emas relacionados con el pen sam iento desorganizado
• A lteraciones del comportam iento o extern ali zadas Probl emas relacionados con conductas escasamente reguladas

EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Escalas (50) Descripción

Clínicas reestructuradas (9)


■ D esmorali zació n Insati sfacción e infelicidad generalizada
■ Q uej as somáticas Quej as difusas sobre la sa lud física
■ Escasez de emociones positivas Ausenc ia de respuesta emocional positiva
■ D esconfia nza Creenc ias que expresan desconfianza y una mala opini ón
generali zada de los otros
■ Conducta antisocial Ruptura de reglas y comportamiento irresponsabl e
• Ideas persecutorias Creenc ias autorreferencia les que consideran a los otros como una
amenaza
■ Emociones negativas disfun cionales Ansiedad, ira o irritab ilidad desadaptativas
■ Experiencias anormales Pensamientos o percepciones poco corri entes
■ Acti vació n hipomaníaca Sobreactivación, agresión, impul sividad y grandiosi dad

De problemas específicos (2 3)
Somáticas/ cognitivas (5)
■ M alesta r general Sensac ión genera l de debili ta miento fís ico, estado de sa lud delicado
■ Q uejas gastroin testinales N auseas, mo lesti as estomaca les rec urrentes y fa lta de apetito
• Q uejas de dolor de cabeza Dolor de cabeza y cuello
• Q uejas neurológicas Mareos, debilidad, pará lis is, fa lta de equili brio, etc.
• Q uejas cogn itivas Problemas de memoria, dific ultades para co ncentrarse, etc.

De in ternalización (9)
■ Ideación suicida Informa abierta mente de ideación suici da e intentos recientes de
suic id io
■ Indefensión / D esesperanza Creencia de que ni las metas pueden alca nza rse ni los probl emas
resolverse
■ Inseguridad Fa lta de confianza en sí mi smo, sentimientos de inutilidad
■ Ineficac ia Creencia de que uno es irresoluto e inefi caz
• Estrés / Preocupaciones Preocupac ión por los fracasos o decepciones, dificultades para
ma nej ar las presiones de tiempo
■ Ansiedad Ansiedad generali zada, temores, pesadillas frecuentes
■ Propensión a la ira Fácilmente irritable, impaciente con los demás
• Miedos incapacitantes Miedos que impiden signi ficati va mente el desarro llo de las
actividades cotidi anas
■ M iedos específicos Múltiples miedos específicos: miedo a la sa ngre, al fuego, a los
truenos, etc.

Oe externalización ( 4)
■ Prob lemas de co nductas ju veniles Problemas en el centro educat ivo y en casa, robos ...
■ Ab uso de susta nc ias Abuso de alcoho l y drogas en la actualidad y en el pasado
• Agresión Comportam iento vio lento, agresividad física
■ Activació n N ive l destacado de energía y activación

Interpersonales (5)
• Probl emas fa miliares Relaciones familiares conflictivas
■ Pasividad interpersonal Conducta sumisa y no asertiva
■ Evi tación social Evitación o fa lta de disfrute de los acontecimientos socia les
■ Timidez Vergüenza, tendencia a sentirse inhibido y ansioso cerca de los
demás
• Misantropía Aversión a la gente y a estar cerca de ella

De intereses (2)
■ Intereses estético- literari os Interés por la li teratura, la música, el tea tro, etc.
■ Intereses mecánico-fís icos Interés por arreglar y construir cosas, las activ idades al aire l ibre, la
práctica de deportes, etc. ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

Descripción
Escalas de personalidad psicopatológica (PSY-5)
• Agresividad - revisada Agresividad instrumental, dirigida a un objetivo
• Psicoticismo - rev isada Desconexión de la rea l idad
• Falta de control - rev isada Comportam iento escasamente regu lado
• Emocional idad negativa/ Neuroticismo - rev isada Ansiedad, inseguridad, preocupaciones y miedos
• Introversión/ Escasa emociona lidad positiva - revisada Desinterés socia l y anhedon ia

N ota: adaptado del manua l técn ico de TEA

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emoc:100 , posH .•rev1s.ada llffR CID CID

,. so ., ,oo

Ej emplo de perfil del MMPl-2-RF. Reproducido con el perm iso de TEA Ed iciones.

El MMPl-2-RF contiene 338 ítems y presenta un se presentan en puntuaciones directas y pu ntuaciones


formato de respuesta dicotómica (Verdadero/Falso) T (de media 50 y desviación típ ica 1O), y en la vers ión
(ver Figura 13 .21 ). La corrección y puntuació n de este española se elaboraron baremos a parti r de una mues-
inventario ha de rea li zarse con ayuda de proced im ien- tra norma l de pob lac ión española.
tos informáticos, como en otras pruebas de persona li- Este instru mento fue adaptado en nuestro país por P.
dad, dada la extens ión de la prueba y la comp lejidad Santamaría Fernández en 2009, y en España está publi-
en la puntuación de algunas de sus esca las. El software cada la tercera edición (Ben-Porath y Te ll egen, 2015) .
de corrección perm ite obtener las respuestas del sujeto Este instrumento ha sido revisado y eva luado también
y su perfi l (ver Figura 13.22); y, en los casos de apli- por la Comisión de Test del Co legio Oficia l de Psicó-
cación co lectiva, existe la posibil idad de que la co- logos de nuestro país, y presenta una buena validez y
rrección sea meca nizada mediante lectura de marcas fiabi lidad . Para un correcto uso de este inventario, se
ópticas, remitiéndolas a TEA Ediciones. Los r sultados requiere contar con la titu lación universitaria adecua-
EV"LUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

da (psico logía o psiquiatría) y, es aconsejab le también, o evitación soc ial, etc.) y esca las o medidas de validez
que se haya n rea li zado prácticas supervisadas en la (in terrogantes, mentira, incoherencia y corrección).
aplicación, corrección e interpretación de la prueba. Más que una simple adaptación del instrumento
El MMPl-2-RF se utiliza en todas aquell as áreas origina l, la versión específica para adolescentes incor-
de la psicología en las que se precise eva luar rasgos pora numerosas aportaciones, como son las siguientes:
de personalidad en adultos, como por ejemp lo: clíni-
ca, educativa, trabajo, seguridad vial, forense, militar, a) Se han descrito nuevos ítems acordes con el de-
contextos médicos, etc. Muñiz y Fernández-Hermida sarrollo o psicopatología adolescentes;
(201 O) seña lan que el MMPI se encuentra entre los b) Se han creado nuevas esca las de co ntenido
cinco test más utilizados por los psicólogos españoles para su uso específico con adolescentes (p. ej.,
en su práctica diaria (concretamente figura en cuarto problemas escolares, bajas aspiraciones, aliena-
lugar), y es una de las pruebas más utilizadas a ni- ción o problemas de conducta);
ve l mundial en psicología clínica, psicología forense e) Se han creado tres nuevas esca las suplementa-
y neuropsicología; por especia lidades, es la tercera rias (dos para eva luar Problemas de alcohol y
herramienta utilizada co n mayor frecuencia en psico- drogas, y una para eva luar Inmadurez);
logía clínica, y la sexta más utilizada en psicología del d) Se ha reducido sustancialmente el número de
trabajo. elemen tos (de 567 a 478).

El MMPI-A contiene 478 ítems y presenta tamb ién,


3.4. MMPI-A. Inventario Multifásico de como su referente en adultos, un formato de respuesta
Personalidad de Minnesota para dicotómica (Verdadero/Fa lso) (ver Figura 13 .23). Exis-
Adolescentes ten dos formas de corregir esta prueba:

mmp1on
El Inventario Multifásico de Persona lidad de Min-
nesota para Adolescentes (Minn esota Multiphasic Per-
sonality lnventory-Adolescent, MMPI-A) representa la
primera revisión del MMPI original para su utili zac ión
especiali zada en la eva luación psico lógica de adoles-
centes, y está basado en los aspectos más productivos INSTRUCCIONES
del instrumento original. Los autores de este inventario Este Cuestionano contiene una serie de fra5e5 lee cada una de ellas y decide si. aplicada a
son J. N. Butcher, C. L. Williams, J. R. Graham, R. P. ti mismo. es verdadera o falsa. Anota tus contestaciones en la Ho,a de respuestas que se te ha
propo,c',ooado
Archer, A. Tellegen, Y. S. Ben-Porath y B. Kaemmer. Si una frase af)tlcada a t1 miYl"IO. es verdadera o casi siempre verdadera. debes rellenar con láptz
el espado comprendido baj<> la le1ra Y Del mtsmo modo. si la frase. aplkada a tt mtsmo es falsa o
Este inventario fue adaptado en nuestro país por casi s,empre fatsa, debes rel.lenar el espac,o s11uado debato de ta letra F Mira cómo se ha hecho en el
sigu.e-nte e¡empto:
Fernando Jiménez-Gómez y Al ejandro Ávila-Espada, y
en España está publicada la segunda edición de este FRASES En Hoja de respuest.as

instrumento (B utcher et al. , 2009). Me gusta la música -


V f
l
La finalidad de esta prueba es la evaluación de V r
Me levanto muy temprano [=:I -
varios factores o aspectos de la personalidad (hasta
70), mediante diferentes grupos de escalas: 1O escal as S. et contenido de una frase no tiene apllcaclón en tu caso. o b~n es aJgo de lo que no podrías decir
si es verdadero o falso, no hagas ninguna marca y deJ<l los espacios en blanco
básicas o clínicas (H ipocondría, Depresión, Histeria,
Recuerda que debes dar tu proP1<3 opmlón acerca de ti . Trata de ser SINCERO CONTIGO MISMO y
Desvi ación psicopática, M asculinidad-Feminidad, Pa- usa tu propio criterk> S, puedes hacerlo. Intenta no dejar las respuestas en blanco
ranoia, Psicastenia, Esquizofrenia, Hipomanía e In- J,J mam,r tu contesta<tón en la Ho;a de respuestas asegúrate de Que el numero de la frase que
tú contestas corresponde con cl número colocado al lado del espac.o que tU marcas. R:eUena bien este
troversión social), 15 esca las de conten ido (ansiedad, espacio. S1 deseas camOOr alguna respuesta. borra por completo la smat hecha y marca el otro espac10
obsesividad, depresión, preocupaciones por la sa lud,
NO ESCRIBAS NADA EN ESTE CUADERNILLO.
alienación, pensamiento extravagante, hostilidad, ci-
AHORA, ABRE EL CUADERNILLO V COMIENZA LA TAREA.
nismo, problemas de conductas, baja autoestima, ba-
jas aspiraciones, malestar social, problemas fam iliares,
problemas escolares e indi cado res negativos de trata-
miento), 6 esca las suplementarias (ans iedad, repre-
sión, esca la revisada de alcoholismo de McAndrew,
reconocimi ento de problem as con alco hol/drogas,
propensión a problemas con alcoho l/drogas e inmadu-
Hoj a de instrucciones del MMPI-A. Reproducido con el permi so
rez), 31 subesca las (p. ej. depresión subjetiva, rumia-
de TEA Edi ciones.
ción, quejas somáticas, hi persensibi lidad, amora lidad
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

...R 'ál. -·- ...J , Id: CASO I.USTRATNO

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Edad: 1s aoos Suo:

lanmo: Pobladón general, mujeres

Ruponsable d• la aplicati6n:
Mujef F«ha du prkad6n: 19/ 07/ 2017

HOJA DE RESPUESTAS ....


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Al con1e,1a,. j ~ ¡,¡ 1 Fl
comprueba que el j lncohtfencl.ll 2 F2
~ o de 111 lrue ~~~ VRfN
ea Igualen lnconslst.~• ~ TRIN
Cuadernlllo y Hola Comttl6n

Hipoc.Ofldriil 1. Hs
~ ui ~é:. wi bc:::o m c:::u::;1¡• c:::o moc=, ., Oef)mi6n 2. 0
~ m~+ c~f m~fF.69 m6b •
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Hi5cerlit dec:onvitnl6n 3. Hy

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Figural3.2
Hoja de respuestas automatiza da y ejemp lo de perfi l del MM PI-A. Reprod ucido con el permi so de TEA Edic iones .

■ Corrección informati zada (medi ante www.tea- Según la editori al TEA, se espera en 2020 la pu-
corrige.com), donde se introducen las respu estas blicac ión del MMPI-A-RF, que será una nueva versión
anotadas en la hoja y se obtienen las puntuacio- actu ali zada del MMPI-A, más breve y renovada.
nes directas y transform adas de cada escala, así
como un perfi l gráfico que las representa.
■ Corrección mecanizada5, si la aplicac ión es co- 3.5. PAi. Inventario de Evaluación de la
lectiva, obteniendo también las puntu aciones de Personalidad
las 70 esca las y el perfil gráfico del sujeto, aunque
para ello es necesario disponer de una hojas de El autor de esté inventari o de evaluac ión de la per-
respuestas de diseño especial (ver Fi gura 13.24). sonalidad (Personality Assessm ent /nventory, PAi) es
Leslie C. M orey, reco nocido especialista en el ámbi-
El inventari o proporciona puntu aciones directas y to de la evaluación de la personalidad y uno de los
transformadas o puntuaciones T (de media 50 y des- componentes del grupo de trabajo de la quinta edi ción
vi ación típica 1O) en todas las vari ables del MMPI-A del manual diagnósti co y estadísti co de los trastornos
(70 en total) y diferenciadas por sexo. mentales (DSM-V).
Se uti liza en todas aquellas áreas de la psicología En su proceso de constru cc ión se inco rporaron al-
en que sea necesario evaluar rasgos de person alidad gunos ava nces teóricos y m etodológicos, co n el ob-
de adolescentes entre 14 y 18 años. j etivo de que pudi era refl ejar las co ncepciones más
recientes de la eva luación psicométri ca de la persona-
lidad, entre los que se encuentran los siguientes (Or-
5
TEA Ediciones ofrece los servicios de co rrección mecani zada ti z-Tallo, Santamaría, Cardenal y Sánchez, 2011 ):
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Escalas del PAi


Inconsistencia
Infrecuencia
Validez
Impresión negativa
Impresión positiva

Quej as somáticas
INSTRUCCIONES
Ansi edad
Trastornos relacionados con la ansiedad A continuacion encontrara una sene de afirmaciones. lea cada una de ellas y decida en
que medida describe su forma de ser, sus pensamientos, sent1m1entos y actitudes. Para ello,
Depresión marque en su hoja de respuestas una de las siguientes opciones:

Manía F si lo que dice la fra.se es FALSO


LV si lo que d ice ta frase es LIGERAMENTE VERDADERO
Clínicas Paranoia BV >1lo que dice la frase es BASTANTE VERDADERO
Esqui zo frenia CV si lo q<,e dice la frase es COMPLETAMENTE VERDADERO

Rasgos límites .
Observe los s,gu,entes e1emplos·
. m Megu<1llbmúsk.a
La f~lia "5 nnportantt' pue. rni
F )( IIY
f L
(Y
8V ) (
Rasgos antisociales
Problemas con el alcoho l En la hoJa de respuestas puede ver que la persona ha contestado LIGERAMENTE VER-
DADERO {LV) al primer ejemplo (El) ya que le gusta escuchar musica pero solo ligeramente.
Probl emas con la s drogas En el segundo ejemplo (E2). ha respond,do COMPLITAMENTE VERDADERO (CV) ya que la
persona considera totalmente cierto que la familia es importante para ella
Agresión Recuerde que al contestar las frases del cuestionario debe dar su propia opinión Trate
Ideaciones suicidas de ser sincero consigo mismo y use su propio crtteno. Procure contestar a todas las frases,
sin dejar nmguna en blanco.
Relacionadas con el
Falta de apoyo social No haga ninguna marca en este cuadernillo y anote sus contestaciones en la hoja de
tratamiento respuestas que se le ha entregado. Al marcar su contestación en la hoJa de respuestas. ase-
Estrés gurese de que coincide el numero de la frase que esta respondiendo y el lugar donde marca
su respuesta en la hoja.
Rechazo al tratamiento
S, quiere cambiar una respuesta. bórrela y marque la nueva opción

Relaciones Dominancia
SI HA COMPRENDIDO LAS INSTRUCCIONES, PASE LA PÁGINA Y COMIENCE.
interpersonales Afabilidad

1
.t.ute<;lestfe-C.Noff:,J Adoptoddnnpottolo:M.OrtI1-Tallo, P.Sontornano.V.~yM•. P.Sdftdln.
C ~ C . l a ~ ~ 0 2 0 0 9¡ lill1b,'flAtdlcionN.S.A.,Mldf1d,~.
■ La evolución del concepto de validez de cons- Edtta: TUE.d~,S.4 ; F,-ykrtWdinct~.2'!-21!10lóMadrld,tspal\¡ lodofl°"~f'd'loJr~
P,.oMbki,tlart'l)fOdu«fóntot&loDK"d6l.i,npirlMcnOpa/la. Prlntedln~fti.-

tructo
■ El conocimiento acumulado sobre los estilos de
respuesta y su influencia en los autoinformes Figura 13.25
■ El desarrollo de los modelos psicométricos alter-
Hoja de instrucc iones del PAi. Reprodu c ido co n el permi so de
nativos (p.ej . la teoría de respuesta al ítem)
TEA Edi c iones.
■ Y el perfeccion amiento de sofisticados métodos
de reducción de datos (p.ej. el análisis factorial y
el análisis de conglomerados) sustancias (actual y pasado), estresores traumáticos,
riesgo de simulación, falta de integridad y respuesta
El PAi es un cuestionario de personalidad de 344 idiosincrásica. Aunque siempre es recomendable la
ítems, que tiene como finalidad la evaluación compre- aplicación de la versión íntegra del test, es posible ob-
hensiva de la psicopatología en adultos mediante 22 tener estimaciones de las 22 esca las principales de la
escalas (ver Tabla 13.8): 4 escalas de validez, 11 esca- prueba, a partir de los primeros 165 ítems, constitu-
las clínicas de trastornos sobre los que hay más acuer- yendo así la versión abreviada del PAi.
do y que son más relevantes en la práctica clínica, 5 El PAi presenta un formato de respuesta de los ítems
escalas relacionadas con el tratamiento y diseñadas tipo Likert, con cuatro opciones de respuesta graduada
para proporcionar información sobre complicaciones (F: «Fa lso», LV: «Ligeramente verdadero», BV: «Bastan-
potenciales en el tratamiento, y 2 esca las de relaciones te verdadero» y CV: «Comp letamente verdadero») (ver
interpersonales. Además de las puntuaciones en estas Figura 13.25). Según el manual técnico, se considera
escalas, en el perfil del test se incluye información so- un protocolo inválido a partir de 18 o más omisiones
bre los ítems críticos 6, que requieren de la atención o dobles respuestas, sin que sea posible su corrección
inmediata del profesional, y que se han agrupado en o interpretación; y en este caso, se deberá solicitar al
ocho áreas de contenido: delirios y alucinaciones, evaluado que revise sus respuestas y trate de respon-
riesgo de autolesión, riesgo de agresión, abuso de der a todos los ítems omitidos.
Como en otras pruebas de personalidad, la co-
6
Véase glosario rrección y puntuación ha de realizarse con ayuda de
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

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T• PunlUKJOnti,-..l~ S0. 01 101 1 Puntu.aclÓn upe. T(Mfdl.t.,,SO, Dt • lOJ


Figura 13.26
Ejemp lo de perfi l del PA i en pacientes con estrés postraumáti co. Reproduci do con el permi so de TEA Ediciones.

procedimientos informáti cos, que permiten obtener gunda ed ición revisada de este instrumento (Morey,
los resultados y el perfi l del test de forma inmediata 201 2).
(ver Figura 13.26) . En este perfi l se presentan todas El inventari o sumin istra informac ión de ca lidad
las puntuaciones de las esca las, subesca las e índices para la evaluación de la personalidad, en especial, en
co mp lementarios, expresa dos en puntu aciones T (de los ámbitos clíni co y forense, pero se emplea también
medi a 50 y desvi ación típi ca 1O) . Los percenti les no en múltiples contextos, tales como: psicoterapi a, se-
se uti liza n en el informe, aunque se muestran en ta- lecc ión de personal, ori entación, psico logía forense,
bla aparte los correspond ientes a las pun tuaciones T neuropsico logía, evaluación e intervención en cri sis,
60, 70 y 80. En su adaptación españo la se ofrecen custodia de hij os, dolor o enfermedades médicas, etc.
tres baremos (pobl ación general, pob lación clín ica y Se puede aplica r tanto a personas co n probl emas clí-
población universitari a), pero es recomendable se lec- nicos como personas sin trastornos.
cionar el baremo general, porque es el más relevante Este test ha sido también revisado y evaluado por
para la mayoría de las apli cac iones del PAi en di stintos la Comi sió n de Test del Colegio O ficial de Psicó logos
contextos; posteriormente, podrá uti li za rse como vía de nuestro país, destacando entre sus puntos fu ertes
adicional de interpretación la consulta de los otros dos el tratamiento psicométri co, dado que presenta buena
baremos específicos. validez y fi abilidad.
Fu e adaptado en nuestro país por M . Orti z-Tallo, Este inventari o también dispon e de una ve rsión
P. Santamaría Fern ández, V. Ca rdenal Hern áez y M ª para adolescentes (PAi-A), que veremos a continua-
P. Sánchez López, siguiendo las directrices interna- ción para term inar este ca pítul o.
cionales para la adaptación de test (lnternational Tes t
Commission, 201 O), y en España está pub licada la se-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y¡ apli caciones en áreas y r::ontextos

aquell os ítems críti cos 7 , que requieren de la atención

Pi\1-i\ inmed iata del profesional, pero en este caso se han


agrupado en siete áreas de contenido: alteraciones del
pensam iento y la percepción, abuso de sustancias, es-
tresores traumáticos, potencial agresivo, falta de res-
ponsabilidad, potencial de autolesió n y simulación
potencial. Aunque es recomendable la aplicación de
de afirmxiones. l ec e.xi., un.1 de eflas y decide en ~ !Mdida
A cootinwcidn C!l"IContraT.is una S(.'JM?
diMCribe tu fonM de Stt, tus pensamientos. sentimientos y actitudes. Para elo, man::a en tu hoja de
la versión íntegra del test, y la mayoría de los adoles-
rnpuestas una de las siguientes opciones::
centes pueden hacerlo en unos 45 minutos, en algunas
circunstancias puede hacerse necesario el empleo de
la forma abreviada del PAi-A; en estos casos se puede
disponer de la corrección de los primeros 165 ítems de
la prueba, a partir de los cuales solamente es posible
º""""•los-es ejemplo,; mm 8lledeporte es Importante p;wa mí. obtener estimaciones de la s 22 esca las principales.
En b hoja de ~ . » puedes ver que l.l penona ha contest~ LIGERAMENTE VERDADERO (LV) El sistema de respuesta del PAi-A es también tipo
af primtt ejefnp6o (El) ya q~ 5e gusta HCuchM música. pero solo igeramente. En el segundo efemplo (E2)
ha ~ i d o COMPLETAMENTE VERDADERO (CV) ya que la penona considera totalm<.'nt(! cM.'rto qu<! cl
<k!po(te es im port.Jntc par-a (!11.:,.
Likert, co n cuatro opciones de respuesta grad uada (F:
Recuenta que ;,I contestar $as frases del cuestkn.lrio debes d.ar tu p,-op¿a opinión, por- lo que responde «Falso», LV: «Ligeramente verdadero », BV: «Bastante
sinc:~e y utifizando tu propio criterio. Procur.J contest.lr a tod.n 1.3s frases, sin de¡ar ninguna en
bl.Jnco. verdadero » y CV: « Completa mente verdadero ») (ver
No hagas ninguna marca en este cuadcmlllo y anota tod."ls tus contcst.:tdooes en l.l hoja de respuestas
que? se te h3 ~ - AJ marcar lV contestaóón m la ho;a de ~ • s . asegúf-.Jte ~ que coindde et Figura 13.27). Según el manual técnico, se considera

...
nlÍtMrv dr la h-~ que est.h respoodiendo y el tugar donde manas t u respuesta en b hoja.
Si q\JK'R!S cambiar Vn.J ~ b6rrala y marca ta nueva opción.
7
Véase glosa ri o

~ PAi-A Id, Rcspuc..u., :11 :11.ar


(~}nqh1dr1,>tdo<..,...cinq,"-1 "ti2007bvPAII P1ycl>oloq,1a!Au,,--:,-...,N>1~r-c.:-. !n<
...J

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ti! to•~Jo p,>rc..>! Cirr
J ~ " J ...~ 1 . ,t 1010 b~ lt,\ (d,c_, ~.A U , _ 11>\ llelft~
{or;"')h' ,t,, 1, Jd..lp(~<'<)"
,,.,q,x-,,.,i1,,.s1, ,m,o,rJCf"1D0S "11/Tt.5 5,1, ¡;.,f'Y."'(,;t" w,
(n Mn•/or,o d~le,r,olr.o':lr> ~•r r ,~)'<lpO:.,-,c ltOtO 1.Jfh,(l
rt'Wf'V.l<lo~
u,o,;1c.,,,...,..,, tJo,,,o r rr"'º..,
P.ohciid:l l,) ,q,t'Oducc-ón
4of"Cl rrptadl.l((Xln1iN¡el
LL.
o::
LIJ
Edad:

B1rt:mo:
Suo: Fec.h• de aplkad6n:

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Figura 13.2:Z lP!''J;¡ll:1312!!1 Gi)


Inconsistencia IN( CJ
Hoja de instrucciones del PAi-A. Reproducido con el permi so ;¡ Infrecuencia lrlf CJ
de TEA Ediciones. ¡¡ Impresión r1e1ativa IN'Jl CJ
Impresión posit iva lf.lP CJ
Quejas somaticas SOM CJ
Ansóedad ANS CJ
Tr-.nt. retacion. an!>Ñ!dad TRA CJ
3.6. PAi-A. Inventario de Evaluación de la Oepres;ión DEP CJ
Personalidad para Adolescentes 3;¡
Mania IMN CJ
Paranoia PAR CJ
tl Esquizofrenia ESQ CJ
El PAi-A (Personality Assessment lnventory - Ado- Fwplimttcs LIM CJ
Ra~antbociale,. ANT CJ

-~?. -~
lescent, PAi-A) fue creado a partir del PAi y como co m- Problemn con atcohot AL( CJ
plemento de este, en respuesta a los profesional es que
Problemas con drogas DRG CJ

querían disponer de una versión ajustada a la pobla- ~ión AGR CJ


L .:'2:j
1 CJ
Ideaciones suidcla.s SUI
ció n adolescente, tanto en su co ntenido como en su E,tré, m CJ : rr'
·~ i
longitud. El autor de este Inventario es también Leslie CJ
Falta de apoyo sooal
'"'

~, .,~,-
..J
I! Rechazo al tratamiento RTR CJ - J·,;.i g:r.,,
C. Morey, y fu e adaptado en nuestro país por V. Carde- - - - - - - - - - - - ,o
nal Hernáez, M. Ortiz-Tallo Alarcón, M ª M . Campos .j Dommncla DOM CJ QD
AfA CJ (Jj[)
Ríos y P. Santamaría. En 20 18 se publicó la primera Gi) o
ed ición de este instrumento.
El PAi -A co ntiene 264 ítems, que permiten la eva-
luación comp rehénsiva de la personalidad y de la
psicopatología en adolescentes, co n edades compren-
...................
htlT: ncutipic•c.-_..=so,0t = to.
didas entre los 12 y los 18 años, mediante las 22 mis-
mas esca las ya mencionadas en el PAi (Tab la 13 .8): 4
esca las de validez, 11 esca las clínicas, 5 esca las de
co nsideraciones para el tratamiento y 2 esca las de re- Ejemplo de perfi l del PAi-A en protocolos respondidos al azar.
laciones interpersonales. El PAi-A también informa de Reproclu ido on I permi so de TEA Edi ciones.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

un protocolo inválido a partir de 14 o más omisiones rapi a, psico logía forense, ámbito psicoeducativo, cen-
o dobles respu estas, sin que sea posibl e su corrección tros de menores infractores, etc., por lo que se puede
o interpretación; en este caso, se deberá so licitar a la ap li ca r tanto a jóvenes co n prob lemas clínicos, como
persona eva luada que revise sus respuestas y que trate a aquell os que no los presentan.
de responder a todos los ítems omitidos. Como ya se dijo en la introducción, sin afá n de
La corrección y puntuación de esta prueba ha de ser exhaustivos se han relacionado algunos de los test
rea li za rse tambi én con ayuda de procedimientos infor- para la eva luación de la persona lidad en contextos clí-
máticos, que permiten obtener un perfil gráfi co de las ni cos. Pero, se recomienda al lector o al profesional de
puntuaciones obten idas por el ado lescente eva luado la psicología que busque tambi én informació n sobre
en cada una de las esca las (ver Figura 13.28). En este otros cuestionari os que están siendo muy utili za dos en
perfil se presentan tambi én todas las puntuaciones de nuestro país, como por ejempl o: el CTC. Cuestiona-
las esca las, subesca las e índices comp lementarios, ex- rio TEA Clínico, el TAMADUL. Cuestionario Clínico de
presados en puntu aciones T (de media 50 y desviación Personalidad para Adolescentes y Adultos o el Q-PAO.
típ ica 1O). En su adaptación española se ofrecen bare- Cuestionario para la Evaluación de Problemas en Ado-
mos de pob lación general, clínica, forense y de cen- lescentes.
tros de menores infractores. Para una primera interpre- Para finali za r este tema, hay que señalar que, ade-
tac ión del perfil del PAi-A se recomi enda selecc ionar más de los dos planteamientos que hemos destacado
el baremo genera l, dado que todos los pu ntos de corte también en la introducc ión (p rocesuales y estru ctu-
y las pautas de interpretación de las puntuac iones T se rales), desde otros modelos de orientac ión dinámica,
refieren a este baremo general ; posteriormente, si el la eva luación de la persona li dad se ha rea li zado me-
profesiona l lo considera oportuno, podrá co mparar los dia nte pruebas de ca rácter proyectivo, que ya se han
res ultados con otros baremos específicos (con mues- recogido en el tema sobre «Técni cas Proyectivas» de
tras clíni cas, con muestras de menores infractores o este manual, ta les co mo: el Test ele Rorschach, el TAT
co n mu estras eva luadas en contexto fo rense). de Murray o los Test de d ibujos.
Como aportación rele vante, que seña lan los pro- Por último, en la Tabl a 13.9 se puede observa r un
pios adaptadores de la prueba (Ca rdenal Hern áez et cuadro-resumen con los test de eva luación descriptiva
al., 2018), se destaca que este Inventario ha sido dise- de la personalidad que se han recogido en este tema y
ñado para empl earse en todos los co ntextos: psicote- las principales esca las que cada uno de ell os eva lúa.
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X X X X X X X X X X X X Estabilidad emocional (Neuroticismo)

X X X X X X X X X X Extraversión

X Parano id ismo

X Ascendencia

X X X X Responsabi lidad

X X X Sociabil idad (Consenso)


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X Autoestima
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X Ca utela
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X Originalidad '<
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111
X Comprensión 11)
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X Vital idad 11,1
111

X X X X Psicoti cismo o dureza

X X X X X X X Apertu ra mental

X X X X X X Amabi lidad (Afabi lidad)

X Energía

X X Tesón y constanc ia

X Concienc ia

X X Razonamiento

X X X Dominancia

X X An imación

X X Atención a las normas

X X Atrevim iento

X X Sensibi Iidad

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X X Vigilancia

X X Abstracción

X X Privacidad

X X Ap rensión

X X Autosufi cienc ia

X X Perfecc ionismo

X X Tensión

X X X X Ans iedad

X X X 1ndependencia

X X Autocontrol

X Desajuste

X Depresión

X To leranc ia al estrés

X X Autoconcepto

X X Toleranc ia y flex ibilidad

X Adaptac ión a los ca mbi os

X Interés por otras culturas

X Disponibilidad

X X 1ntel igenc ia social

X Integración social

X Trabajo en equipo

X Autoex igenc ia profesional

X Dinami smo y activ idad

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X Eficac ia

X Confianza/seguridad en sí mi smo

X Control cognitivo

X Ajuste social

X Agresividad

X Integridad/Honestidad

X Liderazgo

X
Sinceridad (Deseabilidad/
X X X X X X X
Conformidad/Di storsión)

X Preferencias ocupaciona les

X Dificultades cotidian as

X Índice de éx ito laboral

X X Infrecuencia

X X Aquiescencia

X X X Nº de dudas/interrogantes

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EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

En el área de la personalidad, los psicólogos han


RESUMEN construi do y utilizado diferentes test, que pretenden
una evaluación descriptiva de la personalidad o reali-
La «personalidad» ha sido objeto de estudio desde za r una eva luación en co ntextos clínicos, dependien-
la antigüedad y hasta nuestros días. En Psicología, la do de para qué hayan sido construidos. En este tema
«personalidad» se considera un constructo inferido a hemos recogido algunos de los test más destacados y
pa rtir de la conducta de la persona, y desde los años utili zados en nuestro país.
30-40 del siglo pasado se han formulado distintas teo- Con re lación a-los primeros instrumentos, que esta-
rías, que podemos organi za rl as en torno a tres mode- rían dentro de lo que algunos autores denominan «test
los teóricos: 1) Modelo lnterna lista, 2) Modelo Situa- personológicos» y que tienen como finalidad eva luar
cionista, y 3) M odelo lnteraccioni sta. cuá les son los rasgos fundamentales en la estru ctura
Dentro del Modelo lntern ali sta o Personalista se de la personalidad, en la Tabla 13. 7 y 13.10 se reco-
pueden distinguir tres tipos de planteamientos teóri- gen los principales test y sus características.
cos: a) Planteamientos procesuales; b) Planteamien- Por otro lado, en la Tabla 73.9 se puede observar
tos estru ctura les y c) Planteamientos biológicos. Entre un cuadro-resumen con las principal es esca las de
estos planteamientos, los estructurales son los que es- cada uno de los test.
tá n más relacionados con los test psicométricos, que Por último, en relación con los instrumentos que
se han utili zado de forma c lás ica en psicología para eva lúan personalidad en contextos clínicos, en la Tabla
evaluar dos gra ndes áreas: la eva luación del desarro- 13.6 se detallan las principal es características de los
llo y la inte ligencia, y la eva luac ión de la personali- test que reflejamos en la Tabla 73. 7 7.
dad.

Autores y fecha de edición de los test de evaluación descriptiva de la personalidad


Test Autor/es Edición en nuestro país•

CEP. 1o• edición


José Lui s Pini ll os
Cuestionario de Personalidad (Pin ill os, 2009)

4ª ed ició n,
PPG-IPG.
Leonard V. Gordon rev isada y ampli ada
Perfil e Inventario de Personalidad
(Gordon, 201 1)

EPQ-R. 2ª edición,
Cuestionario de Personalidad de Eysenck- Hans J. Eysenck y Sybi l B. G. Eysenck revisada y ampliada
Revisado (Eysenck, 2001 )

NEO PI-R. 3ª edición,


Inventario de Personalidad Pau l T. Costa y Robert R. M cCrae rev isada y ampliada
NEO-Revisado (Costa y M cC rae, 2008)

BFQ. G.V. Caprara, C. Barbaranelli, L. Borgogni y 4ª edición, revisada


Cuestionario «Big Five » M . Perugini (Cap rara, 2007)

BFQ-NA.
3ª edición, revisada
Cuestionario «Big Five» para Niños y C. Barbaranelli, G. V. Caprara y A. Rabasca
(Barba ranelli, 2013)
Adolescentes

1Oª edic ión,


16 PF-5. Raymond B. Cattell, A. Ka ren, S. Cattell y E.
revisada y amp liada
Cuestionario Factorial de Personalidad P. Cattell
(Russel y Karo l, 20 13)

16 PF-A PQ. 3ª edición,


Cuestionario de Personalidad para J. M. Schuerger rev isa da y ampliada
Adolescentes 16 PF (Schuerger, 2013)

TPT. S. Corral, A. Pamos, J. Pereña y N . 4ª edición


Test de Personalidad de TEA Seisdedos (Corral, Pamos, Pereña y Seisdedos, 2009)

J. L. Fernández-Sea ra, N. Seisdedos y 4ª edición


CPS.
M . Mielgo (Fernández-Sea ra, Seisdedos y M ielgo,
Cuestionario de Personalidad Situacional
2016)
• Edición publi ca da a fecha de la impres ión de este manua l
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Autores y fecha de edición de test que evalúan la personalidad en contextos clínicos


Test Autor/es Edición en nuestro país*
MCMI-IV. T. Millon, S. Grossman 4ª ed ic ión
Inventario Clínico Multiaxial de Millon y C. Mil Ion (Mil Ion, Grossman y Mi l Ion, 2018)

MACI.
1° edic ión
Inventario Clínico para Adolescentes de Theodore Mil Ion
(M illon, 201 2)
Millon

MMPl-2-RF.
Yossef S. Ben-Porath 3ª edició n
Inventario Multifásico de Personalidad de
y Auke Tellegen (Ben-Porath y Tellegen, 2015)
Minnesota-2 Reestructurado

MMPI-A.
2º edic ión
Inventario Multifásico de Personalidad de J. N . Butcher et al.
(B utcher et al., 2009)
Minnesota para Adolescentes

PAi. 2ª edición, revisada


Leslie C. Morey
Inventario de Evaluación de la Personalidad (Morey, 2012)

PAi-A.
1ª edi ción
Inventario de Evaluación de la Personalidad Leslie C. Morey
(Morey, 2018)
para Adolescentes

* Edición publicada a fecha de la impresió n de este manua l

Bermúdez, J., Pérez-García, A.M., Rui z, J. A., Sanjuán,


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boken, NJ: Wi ley. tiva e idea li sta.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Por otro lado, también se puede referir a una de las nes de grupo; capacidad de influencia y liderazgo
cuatro dimensiones sobre las que se demuestran sobre otros.
los principios evolutivos de la Teoría evolutiva de Atención a normas: factor o esca la primaria de per-
la person alidad de Millon, y qu e hace referencia a sonalidad del 16PF-5, que se eva lúa mediante una
la aparición de las competencias adaptativas de la escala que aprecia el grado en que las normas
personalidad que favorecen la planifi cac ión antici- cultural es se han interi ori za do y se emp lean para
patori a y la toma de decisiones razonadas. gobernar la conducta humana. En los extremos de
Adaptación: es otras de las cuatro dimensiones (con- dicha escala se describe una persona inconformis-
cretamente la segunda) sobre las que se demues- ta, mu y suya e indulgente hasta una persona atenta
tran los principios evolutivos de la Teoría evolutiva a las normas, cumplidora y formal.
de la personalidad de Millon . Se refiere a los pro- Atrevimiento: factor o esca la primaria de personalidad
cesos homeostáticos empl eados para mantener la del 16PF-5, que se eva lúa med iante una esca la que
supervivencia a lo largo de la vida, y se expresa en va desde ser una persona tímida, temerosa y co hi-
la polaridad activo-pasivo. bida, hasta ser una persona atrevida y segura en lo
Afabilidad: factor o escala primari a de personalidad social y emprendedora.
del 16PF-5, que está relacionado con la amabilidad Auto-control: factor de segu ndo orden (o dimensión
y atención de una persona en el trato con otras. Se global) dentro del 16PF-5, que está relacionada
eva lúa mediante una escala que va desde ser una co n el dominio de los deseos o urgencias perso-
persona reservada, fría, impersonal y distante, hasta nales, y a ell a contribu yen varias esca las primarias:
ser afab le, cá lida, generosa y atenta a los demás. persona seria, atenta a las normas, práctica/rea lista
Ajuste: dimensión o factor globa l de personalidad del y/o perfeccionista.
CPS, que indica una buena estabi lidad en la estruc- Autosuficiencia: factor o esca la primaria de persona-
tura de la person alidad, es decir, es un buen índice lidad del 16PF-5, que se relaciona co n el manteni-
de aj uste personal. miento del co ntacto o proximidad de los otros. En
Animación: factor o esca la primaria de personalidad los extremos de di cha esca la se describe una perso-
del 16PF-5, que se evalú a mediante una esca la que na seguidora y que se integra en el grupo hasta una
va desde ser una person a seria, reprimida y cuida- person a autosufic iente, individuali sta y solitari a.
dosa, hasta ser una persona animosa, espontánea, Conciencia: dimensión o factor de personalidad del
activa y entusiasta. BFQ-NA que eva lúa autonomía, orden, precisión
Ansiedad: factor que ya fue incluido en las primeras y el cumplimiento de normas y comprom isos (p.ej .
descripciones de la person alidad y que apa rece en «me gusta tener todas las cosas del co legio muy
el Modelo de los Cinco Factores o «Big Five». En ordenadas»).
el 16PF-5, a este factor de segundo orden (o di- Consenso: dimensión o factor globa l de personalidad
mensión global) contribuyen varios aspectos implí- del CPS, que expresa el grado de sociali zac ión, de
citos en las esca las primarias, tales como: persona adaptación a las normas y de adecuación a los de-
reactiva, vigilante, preocupada/aprensiva y tensa/ más.
impaciente. Control cognitivo: factor o va ri ab le de personalidad
Apertura al cambio: factor o esca la primaria de per- del CPS, que eva lúa el manejo de los procesos y
sonalidad del 16PF-5, que se eva lúa mediante una habilidades de autocontrol cognitivo ante distintas
esca la que va desde ser una persona tradicional y situaciones.
apegada a lo fa mili ar, hasta ser una persona abierta Control de las respuestas: es una esca la de validez,
al cambio, experimental y analíti ca . incluida en el cuestionario CPS, que co nsiste en
Aprensión: factor o esca la primaria de personalidad una medida de la co ngruencia de l conjunto de res-
del 16PF-5, que se eva lúa med iante una esca la que puestas del sujeto, y cuya utilidad es únicamente el
va desde ser una persona segura, despreocupada y de detectar aquellos casos en los que el sujeto ha
satisfecha, hasta ser una persona aprensiva, insegu- cumplimentado el test de un modo descuidado y
ra y preocupada. sin atender a los co ntenidos .
Aquiescencia: esca la de co ntrol o med ida de validez Deseabilidad social (o manipulación de la imagen):
que se incluye habitualmente en los test de perso- esca la de co ntrol o med ida de validez que se inclu-
nalidad, y que mide la tendencia a dar una mi sma ye habitualmente en los test de personalidad, y que
respuesta a muchos elementos, independientemen- alude a la «man ipul ación » consciente o inconscien -
te del co ntenido verbal de los mism os. te de la imagen de uno mismo ante el eva luador.
Ascendencia: rasgo de personalidad del PPG-IPG, que Dominancia: factor o variable de personalidad que se
se refiere a la dominancia e iniciativa en situacio- inclu ye en algunos cuestionarios como el 16PF-5,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADA EN EL ÁREA DE LA PERSONALIDAD

el CPS o el PAi, que impli ca la tendencia a ejercer 5 o el CPS, que gira alrededor de la tendencia a se r
la vo luntad de uno mi smo sobre la de los demás activo y enérgica mente determin ado en los pensa-
y/o a organi za r actividades, o el grado en que una mientos y acciones de uno mismo, o la tendencia
persona es co ntrol adora e independi ente en sus re- a actu ar sin tener en cuenta los intereses de los de-
laciones personales. más y del grupo.
Dureza: facto r incluido en las primeras descripciones Inteligencia social: factor o vari abl e de person alidad,
de la personalidad y que aparece en el Modelo de que se inclu ye en algunos cuesti onari os, como
los Cinco Factores o «Big Five». En el 16PF-5, los el CPS o el TPT, que aprecia la ca pacidad para la
co mponentes principales de este factor de segun- adaptació n inteli gente a los distintos ambientes y
do orden (o dimensión global) son: una persona situ ac iones sociales, sa bi endo crea r relaciones y
«dura" ti ende a ser reservada, obj etiva, prácti ca y mantenerl as a un bu en nivel.
tradi cional. Ítems críticos: son 25 ítems en el PAi y 1 7 en el PAi-A,
Eficacia: factor o va ri abl e del Cuesti onari o de Perso- que fu ero n se lecc ionados como críti cos para alertar
nali dad Situac ional, que mide la competencia y la al profesional de posibles situaciones críti cas que
efi cac ia en la rea li zac ión de distintas co nductas. requieran atención inmediata, así como tendencias
Esquizoide: una de las 11 esca las básicas o patron es de respu esta que podrían necesitar clarificac ión o
cl íni cos de personalidad del M CMI-IV, que identifi- preguntas adi cionales para precisar su significa do.
ca a indi viduos que se ca racteri za n por su fa lta de Estos ítems fueron se leccionados por su relevancia
deseo y su inca pacidad para experimentar pl acer o teóri ca, como ind icadores de posibles cri sis y por
do lor in tenso. Tienden a ser apáti cos, desganados, su infrecuencia en la muestra normativa.
di stantes y asociales. Perfeccionismo: factor o esca la primari a de person ali-
Esquizotípico: una de las patologías graves de la per- dad del 16PF-5, que se eva lúa mediante una esca la
sonalidad que evalúa el M CMI-IV, y que identi fica que va desde ser una persona fl ex ibl e y to lerante
a los individuos que prefi eren el aislamiento socia l con el desorden o las fa ltas, hasta ser una persona
con relaciones y obligaciones personales mínim as, perfecc io ni sta, orga ni zada y di sciplinada.
que se inclinan a co mportarse de forma auti sta y Privacidad: factor o esca la primari a de personalidad
que a menudo parecen estar absortos en sí mi smos del 16PF-5 que está relac ionada con la dimensión
y pensati vos. Sus excentri cidades son notab les y a Extraversión. Se evalúa medi ante una esca la que va
menudo los demás los perciben como extraños o desde ser una persona abi erta, genuina, llana y na-
diferentes. tural, hasta ser una persona privada, ca lculadora,
Estabilidad: factor o esca la prim ari a de personalidad di screta y que no se abre.
del 16PF-5, cuyo sentido genera l se dirige al afron- Razonamiento: facto r que se evalúa mediante una
tamiento de los cotidi anos problemas de la vida y esca la que co ntiene por igual tres tipos di fe rentes
sus retos. Se evalúa mediante una esca la que va de elementos de razonamiento: verbal, numéri co
desde ser una persona reactiva y emocionalmente y lógico. Aunque este fac tor no es incluye como
ca mbi abl e hasta ser una persona emoc ionalmente rasgo de personali dad en el 16PF, se ha incluido en
estab le, adaptada y madura. di cho cuesti onari o porqu e, según Cattell, el estilo
Existencia: es una de las cuatro dimensiones (concre- cognitivo modera la expresión de la mayoría de los
ta mente la prim era) sobre las que se demu estran rasgos de personalidad.
los prin cipios evolutivos de la Teoría evo lutiva de la Replicación: es otra de las cuatro dimensiones (con-
personalidad de Millon. Es ta dimensión se relacio- creta mente la tercera) sobre las que se demu estran
na con el estado de ser frente a no ser, y se expresa los prin c ipios evolutivos de la Teoría evo lutiva de
en la po laridad pl acer-do lor. la personalidad de Mill on. Se relaciona con la di-
Extraversión: fac tor que fu e incluido también en las rección de búsqueda de refu erzos positivos en el
primeras descri pciones de la personalidad, que interi or o en el exteri or, y se expresa en la po lari dad
aparece en el M odelo de los Cin co Factores o «Big uno mi smo-otros.
Fi ve» y que está ori entado hac ia la parti ci pación Sensibilidad: factor o esca la primari a de personalidad
soc ial. En el 16PF-5, este factor de segundo orden del 16PF -5, que apunta al aspecto sentimenta l de
(o dimensión globa l) está co nstituido por diversos la persona, y se eva lúa mediante una esca la que va
aspectos ta les co mo: afabilidad interpersonal, ani- desd e ser una persona obj eti va, nada sentimenta l
mac ión, atrevimi ento soc ial, esp íritu franco y la ne- y utilitaria, hasta ser una persona sensible, esteta y
ces idad de afili ación co n otros. senti menta 1.
Independencia: factor o vari abl e de personali dad que Tensión: factor o esca la prim aria de personalidad del
se incluye en algunos cuesti onari os, co mo el 16PF- 16PF-5 que está asociada co n la tensión nerviosa.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En los extremos de dicha esca la se desc ribe una va desde ser una persona confiada, sin sospechas
person a relajada, pl ácida y paciente hasta una per- y adaptab le, hasta ser una persona vigilante, suspi -
sona tensa, enérgi ca, impaciente e intranquila. caz, escéptica y precavida.
Vigilancia: factor o esca la prima ri a de personalidad
del 16PF-5, que se eva lúa mediante una esca la que
El Proceso de Evaluación
Psicológica aplicado en
diferentes contextos
Coordinadora: Rosario Antequera Jurado

l. INTRODUCCIÓN
1.1. Los contextos de aplicación de la Psicología
1.1.1. Psicología Clínica y de la Salud
1.1.2. Psicología de la Actividad Física y del Deporte
1.1.3. Psicología de las Drogodependencias
1.1.4. Psicología de la Educación
1.1.5. Psicología de la Interacción Social
1.1.6. PsicologíaJurídica
1.1.7. Psicología del Trabajo y de las Organizaciones
1.1.8. Psicología del Tráfico y de la Seguridad
2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DISTINTOS
CONTEXTOS. ANÁLISIS DE CASOS
2.1. Caso l. El proceso de evaluación psicológica aplicado a un adolescente
con problemas de conducta (Isabel Avilés Carvajal y Mª Dolores Lanzarote
Fernández)
2.1.1. Introducción
2.1.2. Desarrollo del caso . lvan . 15 años
2.2. Caso 2. El proceso de evaluación psicológica aplicado a un caso
psicooncológico (Rosario Antequerajurado)
2.2 .1. Introducción
2.2.2. Desarrollo del caso. Rosa. 45 años
2.3. Caso 3. El proceso de evaluación psicológica aplicado a un caso
psicogerontológico (Maríagíovanna Capraray Julio Íñíguez Martínez)
2.3.1. Introducción
2.3.2. Desarrollo del caso. Marisa . 72 años
2.4. Caso 4. El proceso de evaluación psicológica aplicado a un caso de riesgo de
adicción y erotismo (Montserrat Peris Hernándezy Carmen Maganto Mateo)
2.4.1. Introducción
2.4.2. Desarrollo del caso. Miguel.13 años y 8 meses
2.5. Caso 5. El proceso de evaluación psicológica aplicado a un caso de utilización
excesiva e inadecuada del teléfono móvil ( Crístínajenaro Río)
2.5.1. Introducción
2.5.1.1. Uso excesivo del teléfono móvil
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2.5.1.2. Uso inadecuado del teléfono móvil


2.5 .2. Desarrollo del caso. Paula. 14 años y 3 meses
2.6 . Caso 6. El proceso de evaluación psicológica aplicado al ámbito de la terapia de
familia y de parejas Uavier López -Cepero Borrego)
2.6.1. Introducción
2.6.2. Desarrollo del caso. Lucía, 36 años.Juan, 37 años. Paula, 17 años
2.7. Caso 7. El proceso de evaluación psicológica aplicado en el ámbito forense
(Eugenio Carlos Fernández-Ballesteros González)
2.7.1. Introducción
2.7.2. Desarrollo del caso. Divorcio Contencioso

RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA

OBJETIVOS
■ Describir los disti ntos contextos aplicados de la Psicología.

■ Saber ap li car el proceso de eva luación psico lógica a las demandas que se le plantean a los profesiona les
de la psico logía en distintos contextos.

■ Discri minar las mod ificac iones que experi menta el proceso de evaluación psicológica cuando es aplicado
en diferentes casos prácticos.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

prácticas del cuerpo c ientífico de la Psicología y de la


l. INTRODUCCIÓN Evaluación Psicológica, comparten una fin alidad que
puede ser común, esto es, de diagnóstico, de orienta-
La eva luación psi co lógica constituye una disciplina c ión, de selección, de asesora mi ento, de tratamiento,
de la psicología emin entemente ap licada . El desarrollo de valoración de programas, de investigación y/o de
de ambas se produce de manera interconectada. Así, formación-educación. D e la misma m anera, utili za n
pa ra que las teorías psicológicas ava ncen y se conso- las mism as técnicas eva luativas (e ntrevista, psico-
liden, han de verifica r sus supuestos empíri cos. Las in- métri cas, objetivas, subjetivas o proyectivas) si bien
vestigaciones necesarias para ello, req uieren de la uti- cada ámbito puede utili za r preferentemente algun as
lizac ión de las técn icas e instrumentos eva luativos. De de ellas sobre las demás. Así mi smo y si bien en los
manera recíproca, la eva luación psicológica se nutre de primeros m omentos del desarrollo de un determinado
las aportaciones teóri cas en las que se sustenta la crea- ca mpo profesional se suelen utili za r los in strumentos
ción y actuali zac ión de sus herrami entas eva luativas. eva luativos ya ex istentes, conforme se va co nso lidan-
Las áreas básicas que tradicionalmente constituyen do se co nstruyen nuevos in strum entos c reados especí-
el objeto de la eva luación psicológica han sido, por un ficamente para cada contexto de ap li cac ión.
lado, la eva luación de la inteli gencia y otros procesos
cognitivos y, por otra, la eva luación de la personalidad
y sus alteraciones. El abordaje de cada una de esas 1.1. Los contextos de aplicación de la
áreas se rea li za desde distintos enfoques, modelos y Psicología
teo rías, que han dado lu gar al desarrollo de técnicas
evaluativas específicas y que han venido siendo de- Es su diversidad lo que dificulta poder rea li za r una
sa rroll adas y detalladas en los cap ítul os anteri o res. El clasificación de los diversos contextos de ap li cac ió n.
proceso eva luativo, manteni endo la estru ctura y las fa - Co n un objetivo didáctico, hemos optado por seguir la
ses que ga ranti za n la c ientificidad de las actuaciones única sistematizac ión que se ha realizado en nuestro
del psicólogo, cuenta entre sus prin cipales ca racterís- med io cultural hasta el momento: la rea li zada por el
t icas con una elevada fl ex ibilid ad y plasticidad que le Consejo General de la Psicología de España (CGPE,
pe rmite adecuarse a las ca racterísticas idiosi ncráticas 1998) https://www.cop.es/index.php. Con ell a se in-
del sujeto, o del co njunto de su jetos que co nstituye n tentó delimitar los distintos perfiles profesionales y de
los destinatarios de la actu ación eva lu ativa. Así, el pro- espec iali zac ión que pueden ser propios de los psicó-
ceso eva luativo adqui ere mati ces diferenciales en fun- logos (https ://www.cop.es/perfil es/). No es nuestra in-
c ión del momento del desarrollo evo lutivo en el que tención hacer una expos ición ex haustiva de cada uno
se encuentre el suj eto a eva luar. No so n las mi smas de estos perfiles ya que la bibliografía existente sobre
estrategias las que tendremos que desarrollar para es- cada uno de ell os lo conv ierte en una tarea in aba rca-
tab lecer un adecuado rapport con un niño que co n ble. Por ell o, tan só lo haremos un a susc inta referencia
un anc iano, ni utili za remos los mismos in strum entos, a lo publicado en el citado documento así como a las
o las mismas téc nicas eva luativas en uno u otro caso. distintas aportac iones que sobre el tema se han reali-
Pero además de contemp lar las necesid ades espe- zado desde entonces. En concreto los ámbitos profe-
cíficas del su jeto eva luado, cada proceso eva luativo sionales expuestos sería n:
tiene lu gar en un contexto específico, que marca y dic-
tamina los objetivos y, por tanto, el resto de las fases de 1. Psicología Clíni ca y de la Salud
la evaluación psicológica. A lo largo de su evo lución, 2. Psi co logía de la Actividad física y del Deporte
la psicología ha ido co nso lid ando su cuerpo de cono- 3. Psicología de las Drogodependencias
c imi entos, lo que le permite diversificar las posibilida- 4. Psicología de la Educación
des de intervenir y reso lver los problemas que ocurren 5. Psicología de la Intervenc ión soc ial
en co ntextos diversos y dispares. Y ell o ob li ga a aju s- 6. Psicología Jurídica
tar tanto los instrumentos específicos creados para ese 7. Psicología del Trabajo y de las Organizaciones
co ntexto, como los objetivos, las hipótesis, el que la 8. Psicología del Tráfico y de la Seguridad
evaluación sea más intensiva o extensiva o en el infor-
me consecuente. En la actualidad, la mayor parte de los Co legios
Resulta difícil hacer una exposición detallada de Profesionales mantienen estas secc iones, con cam-
estos ámb itos profesionales o de actuación de los psi- bios en las denominaciones, especialmente en las sec-
có logos, especialmente si co nsideramos que los mi s- c iones de Psicología de las Drogodependencias, que
mos están en co ntinu a evo lu ción y expansión. En ge- suelen aparecer co mo Sección de «Ps ico logía de las
neral y dado que todos ell os representan aplicaciones Adicciones», «Psicología de las Adicciones y drogo-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

dependenc ias» o «Psi co logía de las Adiccio nes co n có logo Interno Residente (en 1993) y era inminente el
sustancias» y «Psico logía de las Adicciones sin susta n- reconocimiento oficial de la Psi co logía Clínica como
cias», mientras que el área de Psico logía del Trabajo y especialidad. El título de Psicó logo Especialista en Ps i-
de las Orga ni zac iones pasa a ser denom inada «Sec- co logía Clíni ca fue creado en Diciembre de 1998, en
ción de Psico logía de las Orga ni zac iones y Recursos el Real Decreto 2490/1998. Son muchos los ava nces
Humanos». reali zados desde entonces, co n un progresivo recono-
Un análisis aprox imativo a las secciones que en cimiento no solo oficial sino también social y sanita-
la actu alidad ex isten en los co legios ofic iales de las ri o. Como sabemos, en el año 2011 surge la segunda
distintas autonomías espa ñol as (https://www.cop.es/ especialidad de la Psico logía que tiene, hoy por hoy,
index.php?page=colegios) nos revela que aunque per- reconocimiento ministeri al, la Psico logía Genera l Sa-
sisten esas gra ndes áreas profesionales, cada una de nitari a (Di sposición Adicional Séptima de la Ley Ge-
ellas se ha desdoblado en otras secciones, como refl e- neral de Sa lud Púb li ca, 33/20 11 de 4 de Octubre).
jo de los intereses del co lectivo profesional. A títu lo de Las funciones que en aquel momento el CGPE es-
ejempl o, dentro del área de «Psico logía Clínica y de pecifica para este ámbito de actuación y que siguen
la Sa lud» coex isten secciones tales como «Psi co logía pl enamente vigentes en la actu ali dad son: la eva lua-
Clínica en la Sanidad Públ ica», «Psico logía Clínica y ción, el diagnóstico, el tratam iento e intervenció n, el
Atención Primari a», «Rehabilitación en Sa lud Men- co nsejo, la asesoría, la co nsulta y el enlace, la preven-
ta l», «Psi co logía y Po líti cas San itarias», «Ps ico logía y ción y la promoción de la sa lud, la investigación, la
Dolor», «Psicoonco logía», «Psico logia Reproductiva» enseñanza y supervi sión, la direcc ión, admini stración
o «Diabetes», así como una diversidad de grupos de y gestión. Y todo ello a nivel individua l, grupal, fa mi-
trabajos o secciones colegiales ce ntradas en orienta- liar, co munitario e institucional.
ciones o técni cas terapéuticas: «EMDR », «Ri sotera- En cuanto a los lugares específicos de intervención,
pi a», «Hipnosis», «Meditación», «Psi coterap ia Trans- junto a las consultas privadas, se encuentran los distin-
personal», «Psi coterapia », «Mindfulness», «Terapi as tos dispositivos sanitari os, tales como atención prima-
de terce ra generac ión», «Psi coa nali sis contemporá- ri a, hospitales, equipos y unidades de sa lud mental y
neo» o «Terapia asistida por animales». Junto a esta de psi co logía, unidades de rehabilitación hospitalari as
«subespeciali zac ión » de cada una de las ocho áreas o com unitarias, hospitales de día, hospitales mater-
plantea das, enco ntramos otras secciones y grupos de no-in fa ntiles, unidades u hospita les geri átri cos, unida-
trabajo. Destaca n, entre otras, las relacionadas con el des o ce ntros de atención psicológica infa ntil, un ida-
envej ecimiento, la igualdad y género, los medios de des de dolor cróni co y cuidados pali ativos, unidades
com unicac ión, la viol enci a y el maltrato, los refugia- de sa lud labora l, centro de atención a personas co n
dos e inmigrantes, o el propio ejercicio profesional, en discapacidad, etc.
el que se integra n grupos que abordan temas como el En cada una de ell as, el psicó logo clínico y de la
intrusismo, los autocuidados profes ionales o la super- sa lud aborda tanto los probl emas de sa lud menta l (en-
visión de casos. tre ell os, los inclu idos en los actuales manuales diag-
Este co ntinuo enriquecimiento de las actividades nósticos de trastornos mentales, abordando desde la
profesiona les de los psicó logos, así como su recono- prevención hasta la rehab ilitación) como los asocia-
cimiento social e institucional, se co mprueba en las dos a la enfermedad y sa lud física (d iagnóstico, adap-
publicaciones que co nstituyen los órga nos de difus ión tac ión a la enfermedad o la lesión y a sus trata mientos,
oficia l del Consejo General de Co legios Oficiales de rehabilitación, ad herencia al tratami ento, apoyo fa mi-
Psico logía de España (a parti r de ahora CGPE) . Nos li ar, relación con el personal asistenc ial, etc.) .
referimos a las revistas «Papeles del Psicó logo» (http:// Son varios los números de las revistas lnfocop y
www.papelesdelps ico logo.es/) e «ln focop» (http:// Papeles del Psicó logo que se han centrado en el pa-
www. infocopon line.es/), algunos de cuyos contenidos pel de la Psico logía Clínica y de la Sa lud. Por exce-
iremos incluyendo mientras desa rro ll amos las funcio- der a los objetivos de este capítulo, obviaremos los
nes propias de cada una de las áreas que aparecen en números centrados en la co nstitución de la Psicología
esa primigenia divis ión rea li za da por el CGPE. Clín ica, la fi gura y la formación del Psicólogo Intern o
Residente (PIR) o la co nstitu ción de la Psicología
Genera l Sanitaria, como una especialidad sanitaria.
1.1.1. Psicología Clínica y de la Salud De entre todos ellos y por el número de artículos
publi cados, se ha prestado especial atención a la in-
En el año 1998, cuando el CG PE elabora el docu- clus ión e intervención del psi có logo en el ámbito de
mento sobre los perfiles profesiona les de la psicología, la Atenció n Primari a y al tema de la onco logía y los
ya habían surgido los programas de formación del Psi - cuidados pa li ativos. En el primer caso, se aborda la
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

necesidad de la inclusión del psi có logo en este dispo- Como ya seña laba el CGPE en 1998, los princi-
sitivo asistencial y de sus posibilidades de actuación, pales ámbitos de actu ación en la actividad física y el
sobre todo en los cuadros de ansiedad, depresión y deporte son:
somati zac iones.
En el segundo caso, el de la enfermedad oncológi- ■ El deporte de rendimiento, centrado en cómo
ca y los cuidados paliativos, la revista lnfocop, en el conseguir los mejores resultados en las compe-
año 2006, se hace eco del reconocimiento del Conse- ticiones deportivas. Incluye: a) la intervención y
jo lnterterritori al del Sistema Nacional de Salud, de la entrenamiento en las habilidades que son pro-
necesidad de equipos multidisciplinares en la atención pias de cada modalidad deportiva, b) el asesora-
sa nitari a para los pac ientes oncológicos y sus fami lias, miento a los técni cos para el mejor y más efi caz
así como en las últimas fases de la vida, y que se re- manejo del equipo deportivo, c) atención indivi -
coge en la estrategia en Cá ncer del Sistema Nacional duali zada a los deporti stas y d) investigación.
de Salud de ese mi smo año. Una necesidad que es ■ El deporte de base e iniciación, o cómo poten-
abordada en sucesivos números de lnfocop. También ciar el inicio en activid ades deportivas y lúdicas
se han tratado temas como el crecimiento personal y en los distintos grupos eta ri os. La mayor parte
los ca mbios vitales positivos tras el afrontamiento de la de sus funciones en este ámbito estarían en el
enfermedad en adu ltos y en niños o tras las interven- asesoramiento a institu ciones, administraciones
ciones médicas o los tratami entos psi co lógicos más públicas, técn icos, monitores y entrenadores
eficaces en supervivi entes. Dentro de los cuidados para la planifi cac ión y fomento de las activida-
pa liativos se anali za n temas co mo las guías de bu e- des deportivas.
nas practi cas clínicas, o temas tan delicados co mo los ■ El deporte de ocio, sa lud y tiempo libre enten-
cuidados paliativos infantiles. didos como vehículos de promoción de la sa-
Otros temas abordados dentro del ámbito de la en- lud física y mental en las que el psicó logo de
fermedad crónica se relacionan con el dolor crónico, la actividad física y el deporte se centra en el
la fibromi algia, las enfermedades de baja frecuencia, o conoc im iento de los factores que inciden en que
la denominada Psi co logía de la Reprodu cc ión, que in- se inicie alguna actividad física y en cuáles son
cluye áreas como la infertilidad, la depres ión postparto los beneficios psico lógicos de la práctica de las
y perinatal o el embarazo. mi smas.
Entre los temas de interés dentro del abordaje de
los trastornos mentales, ocupa un papel destacado la Comparativamente con otras áreas, no se han ed i-
atención a la pob lación infanta-juveni l, especialmente tado muchas pub li cac iones, en las revi stas ana li zadas,
el abordaje de los trastornos de espectro autista y los sobre Psicología de la Actividad Física y el Deporte.
trastornos de atención y la atención temprana. En el Se destaca en el año 2007, el papel de la investigación
caso de los adultos, han ocupado un papel especia l psico lógica en el deporte dentro de la lucha contra el
temas como los del sui cidio, las psicosis, los trastornos dopaje, tal y co mo se explicita en el Convenio Inter-
depresivos y de ansiedad o los trastornos de persona- nacional contra el dopaje en el deporte, acordado por
lidad . la Conferencia Genera l de la O rga ni zac ión de las Na-
ciones Unidas para la Educac ión, la Ciencia y la Cul -
tura (UNESCO) en su 33ª reunión ce lebrada en París,
1.1.Z. Psicología de la Actividad Física y del en 2005. La revista lnfocop ded ica la portada del año
Deporte 20 15 (nº 71) a los logros de la psicología del deporte,
mientras que el último número de la revista Papeles
La actuación en esta área profesional ti ene su del Psi có logo (nº 40 (1), 2019) incluye un arti culo en
ori gen en las primeras décadas del siglo pasado. En el que se resa lta el desarrollo de nuevos métodos y
estos primeros momentos, sus funciones estaban bá- técn icas para mej orar el rendimiento deportivo, los
sicamente centradas en la eva luación psicológica de principios para el desarrollo de habilidades físicas en
variab les tan tradiciona les como los tiempos de reac- atletas, y el desarrollo de las intervenciones en imagi-
c ión, la inteligencia o la persona lidad. Paul atin amente nación rea l en los deportes.
se han ido inco rporando otros objetivos de interven-
ción y diversificando el interés a entrenadores, técni-
cos deportivos, directivos, grupos (equipos deportivos, 1.1.3. Psicología de las Drogodependencias
espectadores, asociaciones) o entidades (cl ubs depor-
tivos, instituciones deportivas) o los medios de co mu- En la actualidad el término «drogodependencias»
nicac ión. se ha sustituido por el de «Ad icc iones » que engloba
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

dependencias que no implica n la ingesta de sustan- dimientos de investigación ri gurosos y sistemá-


cias. Así, este contexto de inte rvención comprende ticos.
desde las cl ásicas conductas de consu mo excesivo de
sustancias co mo el alco hol u otro tipo de drogas, hasta Dentro del área de la Psicología de las Adicciones
las más recientes adicc iones a las nuevas tecnologías destacamos varias publicaciones: el artículo de 20 17
de la información y la co muni cac ión (NTIC). Las ad ic- de lnfocop (nº 77) en el que se trata de cuál debe de
ciones a las nuevas tecno logías ha sido tratado recien- ser el modelo de base para las intervenciones en el
temente en la revista Papeles del Psicó logo por Soto, ámbito de las drogodependencias, abogando por el
de Miguel y Pérez (2 018) quienes además de hacer biopsicosocial, las nuevas técn icas eva luativas (nº 74),
una revisión del co ncepto aboga n por un abordaje in- las nuevas ad icc iones (nº 72) o la ad icción al juego
tegral que se apoya, por un lado, en la preven ción del (nº 84). Por su parte, la revista Papeles del Psicólogo le
probl ema a través de los centros educativos y sociales dedica el monográfico del año 2000 (nº 77) en el que
para jóvenes, fa mili ares y profesorado y, por otra, el además de hacer un análisis de la evolución hi stóri ca
tratamiento de las personas que presentan este tipo de de este ámbito de actu ación, se hace una revisión de
ad icc ión. los tratamientos y su eficac ia, los avances producidos
Son 26 las funciones establ ecidas por el CGPE en en la prevención, los programas de red ucc ión de ri es-
esta área y que podríamos agrupar en: gos y el co nsumo de drogas en adolescentes. Algunos
de estos temas han sido retomados en números pos-
a) Las relac ionadas con los sujetos con problemas teriores.
de ad icc ión y que comprendería aspectos tales
como el proceso de eva luación e intervención
psico lógicas tanto a nivel individual, co mo gru - 1.1.4. Psicología de la Educación
pal y fa mili ar.
b) Los programas de intervención. En este caso, la En el documento elaborado por el CG PE el psicó lo-
actuación del psicólogo está destinada al dise- go de la ed ucac ión es «el profesional de la psicología
ño, dirección, seguimi ento o participación en cuyo objetivo de trabajo es la reflexión e intervención
los programas a instaurar ya sea a nive l de pla- sobre el comportamiento humano, en situaciones edu-
nificac ión normativa, estratégica, táctica u ope- cativas, mediante el desa rrollo de las capacidades de
rativa. las personas, grupos e instituciones ... desa rrolla su ac-
c) La formación de los profesiona les que rea li za n tividad profesional principalmente en el marco de los
su labor en los diferentes sectores que pu eden sistem as sociales dedicados a la educación en todos
estar en contacto co n el prob lema de las adi c- sus diversos niveles y m odalidades».
ciones (sa nitarios, judi ciales, escolares, etc.). Y seña la entre sus funciones:
d) Las relac ionadas co n las instituciones. Destina-
das a anali za r la ex istencia de recursos comu- a) Intervención ante las necesidades educativas de
nitari os para la asistencia a este co lectivo, así los alumnos, detectando y previniendo las po-
como de la efi cac ia del funcionamiento de los sibles discapacidades o inadaptaciones. Igual-
mismos. mente, en el resto de los casos, puede intervenir
e) Las relac ionadas con las políticas asistenciales, para incrementar las co mpetencias ed ucativas
tanto en el diseño co mo en la eva luación de de los alumnos y mejorar las co ndicio nes edu-
las políticas adoptadas, ya sean estratégicas, de cativas.
programa u operativas. También forman parte b) Orientación, asesoramiento profesional y voca-
de la labor del psicólogo el análisis de la re- cional de los alumn os ante las diversas posibi-
presentació n social del fenómeno ad ictivo, as í li dades de ejercicio profesional o de co ntinua-
como la contextuali zac ión de las demandas ción de su formación educativa, ayudando en la
que la sociedad presenta sobre esta probl emáti- toma de decisiones. Estas tareas han sido espe-
ca. cificadas posteriormente (Colodrón, 200 7) en:
f) Las relac ionadas co n la investi gación a los dis- asesoramiento y coordin ación del plan tutori al,
tintos niveles, tanto de conocimiento de los in- asesoramiento y coo rdinación de los programas
dicadores de ri esgo de consumo o iniciación de de atención a la diversidad (integración, diver-
las conductas problemáticas, como de determi- sificación, compensatori a, ... ), intervencion es
nación de los temas pri oritari os que requi eren específicas con grupos de alumnos, atención a
un co nocimiento más ex haustivo. Igualmente las demandas individuales de orientación, aten-
es necesari a su intervención para aportar proce- ción a las fam ili as y a los alumnos co n probl e-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

mas de rendimi ento, asesoramiento al propio tadores o psicopedagogos, espec ialmente con estos
equipo directivo en el desarrollo de medidas de últimos (Pérez, 20 11 ). En 20 13, se realiza una síntesis
atención a la diversidad, participar en las juntas de las características académicas y profesionales que
de eva luac ión asesorando sobre temas de orien- pueden dar entidad a los psicologos ed ucativos frente
tación y la coordin ación con otros servicios tan- al resto de los psicólogos y de otros especialistas afi -
to de orientación como externos. nes (Fern ández, 20 13) . Tambi én se han abordado los
c) Prevención, proponiendo las actuac iones ne- nuevos enfoq ues de la psicología positiva apli cados al
cesa ri as para que el entorno educativo evi- contexto educativo, la denominada educación positi-
te o disminuya la probabilidad de apa ri ción va, centrada en el aprendi zaje de las herramientas y
de alte raciones del desa rro ll o y equilibrio de los co nocimientos necesarios para ofrecer a los indivi-
las áreas ed ucativas, social y mad urativas del duos una vida académica y profesional ex itosa .
alumnado. Diversos números de lnfocop se han ce ntrado en
d) Intervención en la mejora del acto educativo, temas de elevada sens ibilidad social, destacando en
adecuando las ca racterísticas individuales o este sentido el de la co nvivencia escolar, y el papel del
grupales de los alumnos a las situaciones edu- psicólogo educativo en aspectos tales co mo la forma-
cativas. Presta su asesoram iento al educador, ción y asesorami ento para los profesores y el resto de
tanto en su actuación educativa con alumnos los profesionales, en la intervención específica tanto
con necesidades o en situaciones educativas es- con víctimas co mo co n agresores y las actuaciones
peciales, co mo co n el resto del alumnado. a nivel comunitario (Albarracín y Berdullas, 2007) .
e) Formación y asesoramiento fam ili ar, fac ilitan- Algunos años después, en los años 2009 y 20 16, se
do info rm ació n y formación a los progenito- vuelve a retomar el tema de la violencia en las au las,
res para favorece r el desarrollo adecuado del centrándose, como estrategia preventiva, en la nece-
alumnado. sidad de mejorar el clima escolar para incrementa r el
f) Intervención socioeducativa, a través del análi- rendimiento escolar tanto de los alumnos como del
sis y el impul so de los facto res socia les y cu ltu- profesorado.
rales que inciden en el proceso ed ucativo y en Otro tema emergente es el de la atención a alum-
acciones, como la coo rdin ac ión de las distintas nos con altas capac idades, abordado en el año 20 11
in stituciones y organ izacio nes sociales del me- (lnfocop, nºS l ). En el mi smo se efectúa un aná li sis de
dio sociocu ltural. la situació n paradójica de los niños co n altas capa-
g) Investigación y docencia con la fi nalidad de cidades quienes, en muchas ocas iones, están aboca-
anali za r y difundir los co nocimientos, así como dos al fracaso escolar; se presentan var ios artículos
de valorar la eficacia de las actuaciones rea li za- en los que se ana li za la situación actual de los niños
das. co n altas capacidades en España, sus necesidades y
demandas de atención y asistencia (Pérez, 2011 ), las
Son va ri os los números monográficos de la Revista caracte rísticas de la eva luación psicológica de niños
de Papeles del Psicólogo en los que se aborda la co ns- superdotados (Ca lero y García, 20 11 ), las estrategias
titución de la Psicología Educativa como una especia- de intervención en el ámbito educativo en altas capa-
lidad y de cuá les son las funciones de la misma. Así el cidades (Arto la, 2011) así como las recomendaciones
número 27 (3) del año 2006 se dedica al aná li sis de la de actuación a los padres ante un hijo con altas capa-
Ley O rgá nica de Educación, resa ltando las dificultades cidades (de Vi cente y Vlllamarín, 20 13).
para alcanzar de facto los objetivos que plantea. Se
destacan las estrategias para mejorar el aprendi zaje y
las competencias personales y con textua les que posi- 1.1.5. Psicología de la Intervención Social
bili ten el aprendizaje autónomo, como por ejempl o,
el aprendi zaje autorregul ado (Núñez, Solano, Gonzá- La intervenció n social, segú n recoge el CGPE,
lez-Piensa y Rosário, 2006), las implicaciones de las tiene como principal objetivo determinar «la forma
inteligencias múltiples en la psi co logía de la educa- en que las necesidades individuales y colectivas son
ción (Pérez y Beltrán, 2006), la educación in te lectiva satisfechas por el medio e in tervenir sobre procesos
(Hernández, 2006) o la disciplina esco lar (Gotzens, sociales complejos y dinámicos que aborden no solo
2006) . Posteriormente junto a la denuncia de las de- el componente individual y/o grupal sino también
ficiencias del sistema ed ucativo, se incide en la nece- las estructuras sociales, políticas, económicas, etc.
sidad de co nsolidar la figura del psicólogo educativo, que lo envuelven y le dan sentido». Por tanto, entre
así como de definir sus funciones y diferenciarlas de sus principa les objetivos enco ntramos la prevención
otras figuras tales como docentes, pedagogos, orien - o di smi nució n de aq uell as situaciones que ponen a
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

los suj etos o grupos de suj etos en situac ión de ri esgo prevención social ante la crimin alidad y los medios
socia l. de comuni cac ión, la investi gación, la victimo logía y
Asimismo, seña lan como las principales funciones la med iación.
de la interve nción socia l las siguientes: Son varios los ámbitos de actuación que se inclu-
yen dentro de esta área:
1. Atención directa. Su naturaleza var iará en fun-
ción del ámbito de actuación y de si se refi ere l. La psicología aplicada a los tribunales
a individuos, grupos o co munidades. Si empre
implica el forta lec imiento o entrenamiento de Comprende la psi co logía jurídica del menor, la
las habi I idades, competenc ias y recursos que aplicada al derecho de fami lia y la apli cada al derecho
perm itan al objeto de la intervenc ión, enfrentar civil, laboral y pena l.
de una manera eficaz sus problemas y co nfli c- La primera de ell as, la psico logía jurídi ca del me-
tos. nor, ti ene co mo ámb ito de actu ación los ju zgados de
2. Asesoramiento y consultoría al personal o a los menores en los que, a través de equipos multiprofe-
responsab les de los programas o servi cios que sionales, el psicó logo emite informes sob re las ca-
trabajan directamente con la pobl ación objeto racterísti cas del menor y cuáles son las alternativas
de la intervención. más adecuadas para su reeducac ión y tratamiento,
3. Dinami zac ión comunitari a. El objetivo es ca m- ayudando en la labor judicial a jueces y fis ca les o
biar las actitudes y la conciencia socia l y rediri- co laborando en el adecuado func ionami ento de los
gir los recursos que la mi sma puede generar. centros de in ternamiento y rehabilitación (a l respecto
4. Investigación tanto para el avance de los co no- se pu ede consu ltar, por ejemplo, el nº 35 de lnfocop,
cimientos como para el aná lisis de las acc iones 2007).
emprendidas. En el derecho de fam ilia, la prin cipal función del
5. Planificación y elaboración de programas que psicó logo consiste en el asesoramiento en los procesos
permitan obtener los máximos beneficios de las de separación y divorcio, en las medidas a adoptar con
intervenciones rea li zadas. respecto a los hijos, el régimen de visita y custodia o
6. Evalu ación de los programas desarrollados . las secuelas psico lógicas que las mismas pueden tener
7. Dirección y gestión de las estru cturas de servi- o tienen en los distintos miembros inmersos en el pro-
cios y programas de interve nción tanto públi cos cedi miento judicial.
como privados. En el ámbito del derecho civil, se puede requerir la
8. Formación. actuación del psi có logo fo rense para la va loración de
la incapac idad civ il , o de cualquier tipo de alteración
La intervenc ión psicosocial ha sido defi nida como o trastorn o (como por ejemplo un deteri oro cogni ti-
una actividad nuclear dentro de la actividad de los ser- vo, o un proceso demencial) que merme la ca pacidad
vicios socia les, que co labora con otras discip linas y para tomar decisiones y asumir las tareas de autocui-
que actúa de una manera preventiva, personali zada, dado.
integrada y ecológica (Fantova, 2018). También se ha Por su parte, en el derecho laboral las actuaciones
resa ltado su papel en la atención a los procesos mi- suelen ce ntrarse en la determin ación de las secuelas
gratorios (M artín ez y M artínez, 20 18), en los servi cios de los accidentes laborales, la valoración de las lesio-
socia les de fa milia e infancia, en las situaciones de nes psíqui cas o en aspectos como el acoso o mobbing
ri esgo (del Valle, 2018) o en la incl usi ón social de las laboral o la simu lación.
personas co n discapacidad intelectual o del desarrollo En el ámbito del derecho pena l, fundamentalmente
(Tamarit, 20 18). se rea li za n diagnósti cos peri ciales tanto de los posi-
bl es o presuntos delincuentes como de las víctimas. En
el caso de los imputados, se suele solicitar al psi có logo
1.1.6. Psicología Jurídica forense que determin e si el sujeto tiene ca pacidad de
querer y saber, esto es, si tiene las ca pacidades cogni-
La Psi co logía Jurídica es definida por el CGPE tivas necesarias para saber las co nsecuencias de sus
co mo «un área de trabajo e investigación psicológica actos y la voluntad pa ra poder co ntrolar su co nduc-
especializada, cuyo objeto es el estudio del comporta- ta. En función de ambos parámetros se determina si el
miento de los actores jurídicos en el ámbito del Dere- sujeto es imputab le o in imputab le. Rel acionada co n
cho, la Ley y la Justicia». Ti ene entre sus func iones la esta va loración enco ntraríamos también la determina-
eva luación y el di agnóstico, el asesoramiento, la inter- ción del grado de peligrosidad del imputado con el fin
vención, la formac ión y educación, las ca mpañas de de adoptar la medida de seguridad más co nveniente
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

(Pueyo y Redondo, 2007), ya sea en enfermos men- consiste en ayudar a la investigación crimin al en los
ta les (Arbach y Pueyo, 2007) o en agresores sexuales primeros momentos del proceso judicial y de las ac-
(Redo ndo, Pérez y Martínez, 2007). tuaciones policiales. Entre sus tareas, este autor cita
las siguientes: la obtención de datos sobre los deli-
2. La Psicología Penitenciaria tos bajo investigación; la elaboración de perfiles; la
gestión de sucesos en los que se producen víctimas
La intervención del psicólogo suele estar regulada mortales múltipl es; la gestión de casos de negociación
con los Reglamentos Penitenciarios y se relac ionan con personas atrin cheradas, co n rehenes o secuestra-
tanto co n la eva luación como con la intervención. En dores; y, por último, se puede integrar en grupos de
el primer caso, para colaborar en la determinación de trabajos técni cos y científicos ya sea para el estudio de
cuáles pueden ser las med idas de internamiento más las moda lidades delictivas de interés para la seguridad
adecuadas y el momento de conceder el permiso de interi or de los Estados o en el l+D+I de las técnica de
sa lida. En el segundo caso, la intervenc ión se puede investi gación crimin al.
rea li za r de manera individual, para el abordaje de la Por su parte dentro de la psicología jurídica militar
posibl e psicopatología o simplemente para mej orar o se rea li za n trabajos que pueden co nsiderarse afines a
reforza r los recursos personales que ayuden a la inte- la «psico logía jurídica civil », o en áreas consideradas
grac ión social. Pero la intervención psicológica tam- mas especificas tales co mo, por ejemplo, las repercu-
bién puede adoptar un enfoque institucional, anali- siones de la insumisi ón, o la ordenación lega l de la
za ndo qué elementos contextuales pueden minimizar psicología militar.
co nfli ctos e incrementar el bienestar de los internos
(Sori a y González, 2006). 5. Victimología

3. La Psicología Judicial (testimonio, jurado) Quizás sea esta área, la de la Psicología de la vic-
timización, la que mayor desarrollo ha experimentado
Como menciona el CGPE, las áreas más representa- en las últimas dácadas gracias, en parte, al desarrollo
tivas son la psicología del testimonio (intento de deter- de las diversas leyes de protección a las víctimas. En-
minar la exactitud y la cred ibilidad de los testimonios) tre sus prin cipales co metidos enco ntramos el análisis
y la psicología del jurado (va loración de los jurados, y va loración de las secuelas psicológicas que se han
análisis del proceso de toma de decisiones, etc.). generado en la víctima tras la apa ri ción del acto vio-
La detección de mentiras es un área de especial lento, así como el riesgo de victimización secundaria
interés en este ámbito. Se han debatido temas como que puede ser generado a lo largo del proceso policial,
cuál es la metodología más adecuada para la explo- penal y penitenciario (Soria, 2002).
ración, qué estrategias de entrevistas se deben utili zar La violencia de género y las intervenciones frente
(M as ip y Herrero, 20 15, 20 15a) o cuáles son las posi- a las mismas, han sido objeto de numerosos artículos
bilidades del aná li sis de co ntenido basado en criterios en las revistas publicadas por el CGPE. Intervenciones
(Godoy-Cervera e Higueras, 2005). Se ha propuesto tanto co n víctimas (sirva como ejemplo, el trabajo pu-
igualmente un sistema de peritación psicológica de bli cado por Ordoñez (2005) sobre la asistencia a las
la cred ibilidad del testimonio, la huella psíquica y la víctimas en el ministeri o de Justicia) como a los mal-
si mulación; el denominado «Sistema de Evaluación tratadores (Fernández-Monta lvo y Echeburúa, 2008).
Global (SEG) » (Arce y Fariñ a, 2005). También se han La atención a las víctimas del terrorismo experi -
descrito las ca racterísti cas de la simulación o la de- mentó un fuerte apoyo institucional tras la creación,
seabilidad social en distintos ámbitos, como el de la en el año 2004, del Alto Comi sionado de Apoyo a las
enfermedad física o el trastorno mental (Inda, Lemas, vícti mas del terrorismo que articu la los meca nismos
López y Alonso, 2005; Porcel y González, 2005), o en de coord inación y cooperación de la atención a las
las organizaciones (Sa lgado, 2005). mismas, en el que se incluye la asistencia de tipo psi-
co lógico (Berdull as, 2006) .
4 . Psicología Policial y de las Fuerzas Armadas Especial atención se ha prestado a la ayuda que los
colegios profesionales de la Psico logía ofrecieron a las
Entre las funciones del psicólogo en este área se víctimas del 11 M (Rey, 2006) .
encuentran la selección de los nuevos reclutas, la for-
mación de mandos y oficiales, los estudios de clim a 6. Mediación
socia l y laboral o el análisis de puestos de trabajo.
Como afirma González (2015) la función de la Psico- La mediación intrajudicial pretende dotar de un
logía en el ámbito poli cial o Psi co logía Crimin ali sta mayor protagonismo a los sujetos inmersos en un
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y context os

proceso judic ial, quienes pueden partIcIpar en la ■ Guía de eva lu ación psicológica forense de los
resolución de sus propios conflictos. Las fu nc io nes abusos y maltratos a niños, niñas y ado lescentes.
del med iador, según el CGPE, serían «preparar un ■ Guía de buenas prácticas para la eva lu ac ión psi-
contexto adecuado para que las partes puedan co- co lógica forense y la práctica judi c ial.
municarse, diseñar el proceso de m ediación y ofertar
a las partes herramientas que les permitan m anejar el
conflicto ». l.l.7. Psicología del Trabajo y de las
Ya en el año 1999, cuando se estaban poniendo en Organizaciones
marcha las primeras exper ienc ias de mediación fam i-
li ar intrajudicial, lbañez seña laba que pueden realizar- Como recoge el propio CGPE, bajo la denomina-
se antes de la interpos ició n de la demanda o incl uso ció n de «Psicología del trabajo y de las orga ni zacio-
en el prop io acto del jui cio. La especia li zació n en el nes» (a la que posteriormente se añade «Recursos Hu-
tema de la med iac ió n dentro del ámbito del D erecho manos») se engloban diversas ocupaciones y puestos
de Familia, ha dado lugar a la creación del coordi - de trabajos que aunqu e tienen un núcl eo común, se
nado r de parenta lidad, como figura que actúa para diversifican en su vertiente ap li cada.
ay udar a la resolución de los confli ctos mantenidos Entre sus funciones c itan:
por las parejas que no han desarrol lado los recursos
necesa rios para solucionar sus disputas cotidi anas. La 1. Selección, evalu ac ió n y o ri entac ió n de perso-
intervenc ió n precoz con estas fami li as está destinada nal. Comp rende las «acciones para la adquisi-
a la minimización del co nfli cto interpa rental para el ción de personal, para la mejora cuantitativa de
benefic io de los hij os y de los progen itores (Rodrí- los recursos humanos, desde el punto de vista
guez-Domínguez y Carbone ll, 2014) . de las empresas u organización publica o pri-
En 2015, Manzanero en una revisión de la evo- vada y desde el punto de vista del individuo en
lu c ión y los campos de intervención de la Psicología cuanto a mejorar y orientar su cua lificación o
Jurídi ca, co nfirm a estas áreas de espec iali zac ión, aun- idoneidad».
que se ca mbi an algun as denominaciones. Así, se ap li- 2. Formación y desarrollo del personal para mejo-
ca el término Psicol ogía Forense o Per ic ial a la Psico- rar los rec ursos hum anos mediante la interven-
logía ap li cada a los Tribun ales, Psicología Crimin ali sta c ió n en los programas de la orga ni zac ió n.
a la Psicología Jurídi ca ap li cada a la fu nc ió n policial, 3. Marketing y comportam iento del consumidor.
Psicología de la Victimización Cri min al a la Victimo- Puesta en marcha de las estrategias necesa ri as
logía, Psicología Jurídica ap li cada a la resolución de para el aná li sis del mercado, y ayuda en su di-
co nflictos en lugar de Mediación, Psicología Judicial seño y en su puesta en marcha.
y Psicología del Testimonio a la anterior Psicología ju- 4. Condiciones de trabajo y sa lu d. Comprende la
dicial (testimonio, jurado) y se incluye la Psicología sa lud, la higiene y la prevención de riesgos la-
Crimin al o Psicología de la Delincuencia. borales. En esta última área, Gonzá lez (1999)
Por otra parte, el CGPE en sus distintas delegacio- realiza una propuesta de intervención, en la que
nes, se ha preocupado por la ed ic ió n de guías que la participac ió n del psicó logo se centra en: 1) el
in tenta n ho mogeneiza r la elabo rac ió n y redacc ión de estudi o y la eva lu ación de riesgos en el amb iente
informes. Entre otras destacamos las sigui entes: de trabajo que pueden perjud icar la sa lud psíqui-
ca de los trabajadores, 2) la detección precoz de
■ Guía de bue nas prácticas para la eva lu ación psi- los daños psíquicos de origen laboral a través de
co lógica forense del riesgo de vio lencia contra la participac ión en las diferentes fases de los exá-
la mujer en la relaciones de pareja. menes de salud, 3) la va loración del daño psíqu i-
■ Guía de buenas prácticas. Informe sobre la efi- co, con la participación en trastornos ya estable-
cacia de las predicciones sobre peligrosidad de cidos, en el diagnóstico, en la determinación de
los informes psicológicos forenses em itidos en su gravedad, la va loración eco nómica del coste
los ju zgados de vigilancia penitenciaria de M a- del tratamiento y las repercusiones en el ento r-
drid. , no laboral y fa mili ar y 4) actividades preventivas
■ Guía de buenas prácticas para los informes psi- (Parear, Buedo, Monterde y Soler, 200 1).
co lógicos sob re custodia en Vi o lencia de Géne- 5. Organización y desarrollo de recursos humanos
ro. tanto en las orga ni zacio nes como en el merca-
■ Guía de buena prácticas para la elaborac ión de do laboral.
informes psicológicos periciales sob re custodia 6. Dirección y management, asesorando a los
y rég imen de visitas de menores . eq uipos directivos, de trabajo, los departamen -
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

tos o los negociados para mejorar el manejo y la reducción de los acc identes aéreos. Se presentan en
distribución de las respo nsab ilid ades. este sentido los programas de Gestión de Recursos de
la Tripulación para gestionar el «error humano » (M u-
Entre los temas abordados a lo largo de las pu- ñoz-Marron, 20 18).
blicaciones de las revistas del CGPE enco ntramos el
aumento del rendimi ento de los empl eados en los No nos gusta ría cerrar este apartado sobre las es-
grupos de trabajo, las enfermedades profesionales, la pecia lidades y los contextos de ap licación de la Psi-
creación de ambi entes de trabajo sa ludab les, la seguri- co logía según lo describe su Co legio Profesional, sin
dad de los trabajadores mayores, el estrés labo ral o los mencionar las nuevas especia li zac iones que se han
proced imi entos de se lecc ión de personal. propuesto. De esta manera, y aunque como decíamos
El acoso o mobbing en el ámbito labo ral, su delimi- so lo existe en la actu alidad el reconocim iento ministe-
tac ión co nceptual, su prevalencia, los meca ni smos a rial de las dos especialidades de la Psicología Clínica,
través de los cuales se insta ura y desarrolla, la relación el Psicólogo Interno Residente y el Psicólogo General
que se estab lece entre la víctima y el agresor, la trans- Sanitario, la Comi sión Nacional de Acreditación Profe-
formación de agredidos en agresores y espec ialmente sional (CNAP) del Co legio Oficial de Psicólogos trami-
las estrategias para afrontar los casos de mobb ing han ta y acred ita la especiali zac ión en las siguientes áreas:
sido desarrollados entre otros por Baron, Munduate y
Blanco (2003) y Rodríguez, Moreno, Baillien, Sanz y ■ Neuropsicología clínica
Moreno (2013). ■ Psicooncología y/o ps ico logía en cuidados pa-
As im ismo se han dedicado dos números monográ- li ativos
ficos de la revista Papeles del Psicólogo, los vo lúm e- ■ Psico logía del Deporte
nes 35 (1) y 35 (2) al papel que juega la psicología ■ Psicología Aeronáutica
del trabajo y las orga ni zac iones en tiempos de cr isis ■ Psicología de las Emergencias y las Catástrofes
económ ica . En los mismos se tratan temas como el ■ Psicología Ed ucativa
bienestar sostenibl e en el trabajo, la in seguridad labo- ■ Psicología de la Inte rve nción Soc ial
ra l y sus co nsecuencias, la motivación en tiempos de
cris is, la ca lidad de vida labora l, el absentismo labo ral, Sin embargo no hemos enco ntrado en la pagina
la incertidumbre y la or ientación hacia los errores en de la CNAP ningún documento en el que se exp li cite
tiempos de crisis, o cómo negociar en un contexto de cuá les son los motivos de estas propuestas, las fu ncio-
cri sis económ ica. nes del psicólogo en estas áreas de espec iali zación o
cuá les son las repercusiones labora les o profesionales
de las mismas.
1.1.B. Psicología del Tráfico y de la Seguridad

Especialidad que surge al amparo de la O rden del


Ministerio de la Gobern ación del año 1969 del Código 2. EL PROCESO DE EVALUACIÓN
de la Circul ación en la que se exp li cita que para la ob- PSICOLÓGICA EN DISTINTOS
tenc ión del permiso de co nducir es necesario poseer CONTEXTOS APLICADOS. ANÁLISIS
determinadas aptitudes fís icas y psicofísicas. DECASOS
En lo que se refiere a las funciones del psicólogo
en esta área de intervenc ión, el CGPE diferencia entre, En los apartados anteri ores hemos anali zado la
por un lado, las func iones específicas que incluyen la plasticidad que la eva lu ación psicológica tiene para
detección de personas que no poseen las aptitudes ne- acomodarse a los distintos estadios evo lutivos y a cada
cesarias para la conducción o la posesión de arm as, la contexto de apl icación de la Psicología. Es fáci l com-
detección de personas de mayor ri esgo de accidentes, prender la imposibilidad de presentar casos ilustrativos
o con patologías que con ll eva n secuelas psicológicas de cada una de las áreas profesionales y de los pro-
y, por otro, las func io nes no específicas, tales como la b lemas que le son propi os a cada una de ell as. Por ello
formac ión de conductores y peatones, la ed ucac ión nos hemos centrado en tres de ell as; la primera, la psi-
via l, el diseño del entorno via l, la educación para la cología clínica y de la sa lu d, la segu nda, la psicología
seguridad, etc. de las ad icc iones y, la tercera, la psicología jurídica. A l
Una de las áreas emergentes dentro de este ámbi - mi smo ti empo, en la primera de ell as, presentaremos
to, especialm ente desde la incorporac ión de los psicó- asas de los distintos periodos evolutivos, esto es, un
logos en los reco noc imi entos de las tripulacion s d aso apli cado en población infa nta-juvenil (un ado-
vue lo (O rden FOM/ 1267/2008) es la relacionada n 1 s ente con enfermedad crón ica y problemas de co n-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ducta), en la ad ultez (u na mujer co n enfermedad on- en las que coinciden la mayor parte de los casos que
co lógica) y en la tercera edad (prob lema depresivo tras exponemos, es la unificación de algunos de los pasos
muerte del cónyuge). Por representar áreas novedosas, propuestos en el modelo. Es lo que ocurre co n las fa-
relacionadas co n la utilización de las nuevas tecno- ses 3.3. (corregir, interpretar e integrar los resultados)
logías, presentamos un caso de utilización excesiva e y 3.4 (comprobar las hipótes is de eva luación) ya que
inadecuada del teléfono móvil y otro de erotismo a mientras se valoran los cuestionarios se está ya com-
través de las redes sociales. probando hasta qué punto las hipótesis que planteá-
Asimismo, se presenta un caso de terapia fami liar bamos se han verificado o no. Algo similar ocurre con
abordado desde posiciones sistémicas y constructivi stas. las fases 4.1 (defi nir sobre qué problemas intervenir),
Estos modelos teóricos nos permiten ilustrar algu nas 4.2 (estab lecer cómo se va a intervenir), 4.3 (e legir
características diferenciales co n respecto al resto de los con qué estrategias, técnicas o programa se realizará
casos que exponemos en este capítulo. Por una parte, la intervención) ya que las tres se efectúan de manera
se utili za una definición del problema que locali za la simultánea cuando se planifica el programa de inter-
disfunción no en personas, sino en las relaciones que vención. Incluso en ocasiones se suma a las mismas la
entre ell as se estab lecen - lo que supone un reto inte- fase 4.4. referida a la formu lación de las hipótesis de
resante a nivel conceptual y terminológico. En segun- intervención.
do lugar, el caso refl eja una cuestión que no siempre
es fácil de detectar en las intervenciones indi vidua les:
distintos participantes tienen distintas perspectivas del 2.1. CASO 1: El proceso de Evaluación
problema, pero todas ellas resu ltan plausibles. Esto co- Psicológica aplicado en un
loca al terapeuta en una posición comp leja, ya que adolescente con problemas de
carece de elementos de juicio para determinar cuál conducta
de las versiones ofrecidas por los clientes es «mejor» Isabel Avilés Carvajal
o «más ajustada a la realidad ». Consecuentemente, el Mª Dolores Lanzarote Fernández
trabajo de eva luación se desarrolla sin incluir cues-
tionarios -ya que la descripción de qué ocurre resulta Z.1.1. Introducción
menos releva nte para dirigir la intervención que co-
nocer las atribuciones y connotac iones detectadas Cuando se trabaja con población adolescente una
por los distintos actores implicados. Por ell o, el caso de las cuestiones más importantes a tener en cuenta
describe la triangulación de información obtenida a es la interacción e interdependencia de diferentes mo-
través de la entrevista y de la observac ión de las res- delos o consideraciones para una mejor comprensión
puestas espontáneas ante diversas manipulaciones del de sus circun stancias y sus constantes cambios. Según
terapeuta. Marcelli y Braconnier (2005), estos modelos serían fi-
Casi la totalidad de los casos que presentamos tie- siológicos (son numerosos los cambios físicos, además
nen en común la petición de un diagnóstico (qué esta de las posibles enfermedades), socio lógicos y medio
pasando) y de intervención (e liminar problemas y/o ambientales (importancia del entorno en el desarrollo
incrementar el bienestar emocional) . Tan sólo el caso del adolescente y su comportamiento), psicoanalíticos
que presentamos dentro del ámbito de la psicología (cambios re lativos a la identidad, las relaciones y la in-
jurídica obvia la intervención, ya que no es posible tegrac ión de la personalidad) y los cognitivos y educa-
rea li za r un peritaje e intervenir sobre el mi smo caso. tivos (la importancia de las habilidades cognitivas para
Igua lmente, la demanda y los objetivos no se con- asumir e integrar las modificaciones corporales, afecti-
sensuan con los sujetos eva luados sino que son deter- vas y relacionales que se dan en su interior y a su alre-
minados externamente y procede de jueces, fiscales dedor). Evidentemente, en función de las características
o abogados. Esto co nlleva también modificaciones en del menor y de la orientación del terapeuta, estos mo-
el apartado de la «formulación de caso », ya que ésta delos estarán presentes en mayor o menor grado. Estos
no es un objetivo en este tipo de proceso eva luativo. planteamientos determinarán en gran grado la forma
Es por el lo por 19 que ha sido sustituido por las con- de trabajo dentro de la evaluación psicopatológica y la
clusiones del mismo y el grado en que responde a los elección de la alternativa terapéutica más adecuada.
objetivos de la pericia. Por todo ello, es fundamenta l la eva luación y aná li-
El resto de los casos que presentamos, se ajustan en sis de la co nducta manifiesta y las habi lidades adquiri-
mayor o menor med ida a las distintas fases del proce- das teniendo en cuenta la edad y el contexto social (de
so de eva luac ión tal y como figura en el capítu lo «El origen y pertenencia). En este sentido, tendrá mayor
Proceso de Evaluación Psicológica. Un método cien- utilidad que el profesiona l intente ana li zar el fu ncio-
tífico ». Las principales modificaciones reali zadas y, nam iento de cada ado lescente y eva luarlo en función
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

de las interacciones familiares y sociales que mantie- hace siete meses) y vive co n sus abuelos desde el mo-
ne, junto co n su histori a personal y de salud. mento de la orfandad. Los abuelos son llamados por
El terapeuta que trabaje con la infancia y la adoles- la ori entadora qui en les informa que desde hace al-
cencia, debe poseer una buena capacidad para entrar gunas semanas su comporta miento ha empeorado, lo
en contacto con el mundo del niño/a o ado lescente. que puede tener que ver con el reciente fa llecimiento
Debe transmitir seguridad y co nfianza, siendo ,con- de su padre y la adaptación a un nuevo contexto fa mi-
gruente y no mod ifica ndo su comportamiento o perso- liar. Los abuelos le refieren que han tenido noticias de
na lidad en función del paciente, lo que facilitará que que lván ha comenza do a cometer varios delitos leves
lo acepte y co labore. (peq ueños robos, agresiones y co nsumo de marihua-
Cuando el adolescente presenta una enfermedad na), por los que será próx imamente ju zgado por un
cró nica, si ésta se ha ini ciado en los primeros años de tribunal de menores, lo que puede con llevar el ingreso
vida, y la famili a tiene una buena adaptación a esta del menor en un centro de reforma. La orientadora lo
situación, el menor co noce y puede ser autónomo en encuentra mu y nervio so y piensa que no tiene con-
los cuidados que req uiere. Suele esta r acostumbrado a ciencia de lo que puede suponer co meter estos de-
interaccionar co n numerosos profesionales sa nitarios 1itos, dudando si ex iste alguna dificultad cognitiva y
para hablar de su enfermedad, su sintomatología y su emocional relacionada con estos aspectos, por lo que
trata miento, no siendo tan frecuente que hable sobre hace una petición de derivación para eva luación y tra-
sí mismo. No obstante, al llegar a la etapa ado lescente tamiento psicol ógicos.
se pueden presentar algunas dificultades en los cuida-
dos y ad herencia a los tratamientos que la enfermedad FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS
requiere. OBJETIVOS
En este sentido, en la adolescencia se da una re-
organi zación específica de su nueva identidad (paso 1.1. Especificar el motivo de la demanda
de la infancia a la etapa adulta), pudi éndose presentar
un rechazo de los ca mbi os provocados después de la El motivo de consu lta es que se rea lice una valo-
pubertad, que puede afectar a la enfermedad (c urso, ración y posterior intervención de los problemas co n-
evolución, tratamientos o cuidados). ductuales de lvá n en el centro esco lar y fa mili ar. Se
Esta situac ión hace que el diagnóstico diferencial rea li za n varias entrevistas co n la profesora más cerca-
entre las transformaciones rad ica les provocadas por la na a lván, co n los abuelos y co n el propio menor.
adolescencia y una verdadera patología sea una tarea
comp li cada, ya que hay manifestaciones y actitudes, 1.2. Establecer las condiciones históricas y actua les
pensami entos o comportamientos del adolescente que potencialm ente re levant es
pueden ser co nsiderados como patológicos cua ndo
son fruto de la rebeldía y de los camb ios propios del Se recogen una seri e de datos sociodemográficos y
periodo, co n sus inco nstancias e in seguridades, y que otros relacionados co n las condi ciones históri cas del
pueden estar relacionadas con la s presentadas por per- caso con los abuelos del menor. Éstos comenta n que
sonas con alterac iones. lván siempre ha sido un niño inquieto y que de peque-
Por todo ello, es importante ser ca utos, y no olvi- ño mostraba múltiples rab ietas y dificultad para obede-
dar las consecuenc ias de estab lecer un diagnóstico, ya cer, pero nunca había supuesto un problema hasta la
que puede provocar la pato logizac ión de los jóvenes fecha . Asimismo, cuentan que lvá n está diagnosticado
para su futuro inmed iato y a largo plazo. Así co mo se de Diabetes prácticamente desde su nacimiento, y que
debe evitar justifica rlo todo por el periodo que atravie- presenta una estupenda adherencia al tratamiento. Les
sa n o por la enfermedad que presentan, minimi za ndo sorprende la responsab ilidad que muestra ante los di-
su efecto y posibles consecuencias. ferentes aspectos del tratamiento (cumplimiento de la
dieta, medición de la glucosa en sa ngre, inyecció n de
in su lina, etc.), porque no tiene este compromi so con
Z.l.Z. Desarrollo del caso. lván. 15 años. otro tipo de tareas escolares y personales, además de
Problemas de conducta incumplir múltiples reglas . Por otro lado, se valoran las
ci rcu nstancias del momento actual. lván reside con su
lván (no es su auténtico nombre), de 15 años de abuela y su abue lo, de 71 y 75 años de edad respec-
edad, es derivado por la orientadora de su centro es- tivamente, siendo su contexto social y familiar de un
co lar debido a las múltiples dificultades que está pr - ni vel socioeconómico bajo.
sentando segú n el profesorado del in stituto. Los padr s Por otro lado, la profesora comenta que la preocu-
de lvá n fa llecieron (s u madre hace dos años y su padr pac ión principa l que tienen en el centro es que lván
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

continúe cometi endo delitos que puedan dañar su in- 3. Una evaluación emocional y psicopatol ógica
tegridad física y psico lógica y la de otras personas. Les que permi ta expl orar la posible ex istencia de
preocupa además la fa lta de comprensión del menor alte raciones o trastorn os que pu edan estar afec-
cuando se trata de razonar con él, señalando asimis- tando al menor en diversas áreas de su funcio-
mo que muchas veces se queda como absorto en sus nami ento.
pensami entos, sin prestar atención a otras personas.
Durante la entrevista señala que lván es un niño muy FASE Z: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN
empáti co y ca riñoso, que si bien ti ene un ca rácter ex- VERIFICABLES
pl osivo y constantemente incumple las normas, muestra
arrepentimiento después de dañar a alguna persona. La 2.1. Formular las hipótesis de evaluación sobre los
percepción de su profesora es de una baja autoestima, problemas y objetivos de la demanda
relacionada con los malos resultados académi cos y los
probl emas de relación que tiene con algunos compañe- En co nsonancia co n la inform ación recabada, se
ros del centro. Les preocupa que la fa lta de conciencia plantea n las siguientes hipótesis:
pueda deberse a algún déficit cognitivo, así como que
el consumo de marihuana haya pod ido afectarl e en al- H ,. lvá n presenta algún déficit de ti po cognitivo que
gún grado, temiendo que puedan existir secuelas. puede esta r afectando a su compres ión de la rea li-
Los abu elos corroboran toda la info rm ac ión an- dad y a las co nsecuencias de su comportamiento,
teri or, si bi en no tenían conciencia de las fa ltas que as í como a sus resultados académicos.
hab ía cometido lván hasta que se les notifica desde H/ lvá n presenta di ficu ltades atencionales y/o de
el centro esco lar. Los abuelos rei teran en va ri as oca- la impulsividad relacionadas con un posible Tras-
siones la impulsividad de lván y la preocupación que torn o de Défi cit de Atención co n Hiperacti vidad no
sienten por este moti vo. Esta impulsividad y los actos di agnosti cado en la infa ncia o un Trastorn o de la
co metidos se corroboran en la entrev ista con el me- Con ducta.
nor, durante la cual, narra los hechos co n sinceridad H 3 : lvá n presenta una baja autoestima a nive l per-
pero muestra incoherencias cuando se le preguntan sonal, socia l y aca démi co, que puede dar lugar a
los motivos o las posibles co nsecuencias de sus actos, una búsqueda de atención a través del incumpli-
co menta ndo que o no sabe por qué lo hace (los ro- miento de normas y reglas.
bos, el consumo de susta ncias) o simplemente no se H 4 : lván presenta sin tomato logía depresiva expre-
puede contro lar cuando se meten co n él (las peleas y sada a través de comporta mientos extern alizantes
agresiones), señalando que la cul pa es también de los y disruptivos, co mpatibl e co n síntomas del posible
demás porque se ríen de él, pi ensa que le miran mal Trastorn o de Desregulación Di sruptiva del Estado
y que que está n en su contra. El lenguaje se percibe de Ánimo.
limi tado para su edad y durante las ses iones, después H 5 : lvá n presenta ideas de referencias/deli rio au-
de las primeras retice ncias, se mu estra alegre, cerca no torreferencial (posiblemente relacionadas co n el
y d ispuesto a co laborar, mostrando la necesidad de ser consumo de marihuana) .
escuchado sin sentirse juzgado.
2.2. Definir los problemas a evaluar para comprobar las
1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda hipótesis

En base a la demanda y a las circunstancias his- Las conductas problemas a evaluar en este caso
tóricas y actuales, se estab lecen tres ej es d iferencia- son las dificul tades cogniti vas o de la inte ligencia, el
dos co mo obj etivos de eva luación que posteri ormente défi cit de atenc ión, la impulsividad, la baja autoesti-
guiarán la intervenc ión psico lógica: ma, la sinto matología depresiva, la sintomato logía psi-
cótica de tipo referencial y el co nsumo de sustancias.
1. Una eva luació n cogniti va, que permita va lorar
la capac idad de análisis de la rea li dad y com- 2.3. Seleccionar las técnicas o estrategias evaluativas
probar si pu ede estar relacio nada co n el bajo
rendimi ento académi co. En base a las hi pótesis planteadas, se se leccionan
2. Una eva luación de las funciones ejecutivas para una seri e de instrumentos de eva luación para va lora r el
va lorar las di fic ul tades atencio nales e impul sivi- nivel cogni tivo de lvá n, la sintomatología emocional y
dad y su relación con los pro bl emas comporta- psi copato lógica y su autoconcepto. La evaluac ión cog-
menta les y resultados académi cos (atenc ión e nitiva se rea li za a través de pruebas que estén li bre de
impu lsividad) . influencia cul tura l y académ ica, que va loren la inte li-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

gencia a nivel general y pruebas que incluyen lo apren- posteri or seguida de una prueba de inteligencia. Debi-
dido en los diversos contextos a lo largo de su vida. do a la longitud de las esca las de W echsler, se evaluará
La evaluación del área atencional se dificulta por la la parte emocional en la segunda sesión .
edad avanzada del menor, pero se seleccionan pruebas
que evalúan específi ca mente la atención a través de ■ Sesión primera: Test de Percepción de Diferen-
ejercicios de papel y lápi z y cuestion arios de síntomas. cias - Revisado, CARAS-R (Thurstone y Yela,
Debido a su edad y a la naturaleza de las posibles difi- 201 2), Esca la de Inteligencia de W echsler para
cultades, en el área emocional se eligen pruebas tanto niños, WISC-V (Wechsler, 2014)
de tipo psicométrico como de tipo proyectivo. En la ■ Sesi ón segunda: Test de Atencion, D2 (Bri c-
Tabl a 14.1 se exponen las hipótesis de evaluación con kenkamp, 2012; adaptado por Seisdedos, 201 2),
las correspondi entes co nductas o probl emas a evaluar Test de Raven - M atri ces progresivas, SPM (Ra-
y los instrumentos evaluativos seleccionados. ven, 2014), Si stema de Evaluación de Niños y
Ado lescentes, SENA - versión autoinforme (Fer-
FASE 3: COMPROB~CIÓN DE LAS HIPÓTESIS nández-Pi nto, Santamaría, Sánchez-Sánchez,
DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y Carrasco y del Barri o, 2015), Autoconcepto For-
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS ma 5, AFS (Ga rcía y Musitu, 2014) y Casa-Ár-
bol-Persona, HTP (Bu ck, 2008) .
3.1. Planificar la aplicación de las técnicas evaluativas
3.2. Aplica r las pruebas
En base a la informac ión que se necesita recoger,
se establ ecen dos sesiones de eva luación. Ca da una de La apli cac ión de las pru ebas se desa rroll a sin di-
ell as comenza rá con la valoración del área atencional fi cultades relevantes, mostrándose el menor en todo
para que ésta no se vea deteriorada por el ca nsa ncio momento co laborador y con bu en estado de ánimo.

Hipótesis de evaluación, problemas y pruebas seleccionadas


HIPÓTESIS PROBLEMAS PRUEBAS SELECCIONADAS
Hipótesis 1. lvá n presenta algún défic it de Dificultades cognitivas Esca la de Inteli gencia de Wechsler pa ra
tipo cogniti vo que puede estar afectando niños, W ISC-V (Wechsler, 201 4)
a su compresión de la rea lidad y a las Test de Raven - M atri ces progresivas, SPM
co nsecuencias de su comportamiento, así (Raven, 2014)
como a sus resultados académicos.
Hipótesis 2. lvá n presenta di ficul tades Dé fic it de Atención e Impu lsividad Test ele Percepc ión de Diferencias -
atenc iona les y/o de la impulsividad Rev isado, CARAS-R (Thurstone y Yela,
relacionadas co n un posible Trastorno ele 20 12)
Défic it ele Atenc ión con Hiperacti vidad no Test ele Atención, 0 2 (Bri ckenkam p, 2012;
diagnosticado en la infa ncia o un Trasto rno adaptado por Seisdedos, 20 12)
ele la Conducta .
Sistema ele Eva luación de N irios y
Ado lescentes, SENA - versión autoi nforme
(Fern ández-Pi nto, Sa nta maría, Sánchez-
Sánchez, Ca rrasco y del Ba rrio, 20 15)
Hipótesis 3. lvá n presenta una baja Baja autoestima Si stema de Evaluación de Niños y
autoestima a nivel personal, socia l y Ado lescentes, SENA - versión autoinforme
académico, que puede ciar lugar a una (Fern ández-Pinto et al.,201 S)
búsqueda ele atenc ión a través del Autoconcepto Forma 5, AFS (García y
incumplimiento de normas y reglas. Musitu, 2014)

Hipótesis 4. lvá n presenta sintomatología Sintomato logía depresiva Sistema ele Eva luación de N iños y
depresiva expresada a través de Ado lescentes, SENA - vers ión autoin forme
co mporta mientos extern ali za ntes y (Fern ández-Pin to et al.,2015)
di sruptivos, compatibl e con sín tomas Casa-Árbol-Personal, HTP (Buck, 2008)
del posible Trastorn o ele Desregulación
Di sruptiva del Estado de Ánimo
Hipótesis S. lván presenta ideas ele Sin tomatología psicótica Sistema de Eva luación de Niños y
referencias/delirio autorreferencial Consumo de sustancias Adolescentes, SENA - versión auto in fo rme
(posiblemente relacionadas con el consumo (Fern ández-Pinto et al.,201 5).
de marihu ana) Casa-Árbol-Personal, HTP (Bu ck, 2008)
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

3.3. Corregir, interpretar e integrar los resu ltados ca las in dicadoras de si ntomato logía psicopato-
lóg icas, se establece el punto de corte en una
A continuación se mu estran los res ultados obteni- puntuación T de 60. Por otra parte, en las esca las
dos: indicadoras de recursos positivos (e n este caso
«Autoestima», «Integración y competencia so-
■ Esca la de Inteli gencia de W echsl er para nin os, cial » y «Conciencia de los probl emas)», el punto
WISC-V (W echsler, 2014): el Cociente Inte lec- de corte se establece en puntuaciones inferiores
tua l de lván se situó en una puntuación co m- a T= 30.
puesta de 81 , correspondiente al interva lo «me- Las puntuaciones obtenidas fueron las siguien-
dio-bajo ». El resto de subíndices que ofrece la tes : A nsiedad T 46, Prob lemas de aten ción T 55,
pru eba, se enco ntraban dentro del intervalo Conducta anti soc ial T 55, Integrac ión y com-
«med io-bajo », a excepción del Índi ce Visoespa- petencia socia l T 36, Esquizotipia T 29 (todas
cial, cuya puntu ac ión fue «med ia». fuera del rango patológico); Hiperactividad-im-
■ Test de Raven - M atrices progresivas, SPM (Ra- pulsividad T 78, Probl emas de co ntrol de la ira
ven, 20 14): lván obtiene un percentil 40, lo que T 71, Agresión T 64, Conducta desafiante T 75,
se ubica dentro del promedio para su edad. Consumo de sustancias T 68 (todas por encima
■ Test de Percepción de Diferencias - Revisado, del punto de corte para las esca las psi copato-
CARAS-R (Thurstone y Yela, 20 12): En la capa- lóg icas); Autoestima T 21 y Conc iencia de los
cidad atencional general (expresada en Aciertos prob lemas T 29 (las dos últimas por debajo del
menos Errores), lván obtiene un percenti l 35. Po r pu nto de corte para las esca las positi vas).
otra parte, en el Índi ce de Contro l de la Impulsi- ■ Autoconcepto Form a 5, AF5 (García y Musitu,
vidad el percentil obten ido es de 15. 2014): (se expresan las puntua cion es en percen-
■ Test de Atención, D2 (B ri ckenkamp, 201 2; adap- til es), Autoconcepto Académ ico 5, Social 40,
tado por Seisdedos, 20 12): En el índice general Emocio nal 1O, Fam ili ar 1 y Físico 65. Esto im-
de Efecti vidad Tota l en la prueba (TOT), lván ob- plica que si bien lván no tiene una mala imagen
tiene un percentil 25, lo que indi ca la existencia fís ica de sí mi smo, se considera incompetente a
de dificultades para la atenci ón y la concentra- nivel fami li ar, académico y socia l, presentando
ción. tamb ién dificu ltades a nive l soc ial.
■ Sistema de Evaluación de Niños y Ado lescentes, ■ Casa-Árbol-Persona, HTP (Bu ck, 2008): apare-
SENA, versión auto informe (Fern ández-Pinto et cen signos de sensac ión de aislami ento y fa lta
al.,2 015 ): Deb ido a la longitud de la prueba, se de apoyo percibido, baja autoestima e impul si-
co mentan sólo los resultados relacion ados con vidad. No existen rasgos qu e indique sintomato-
las hipótes is expresadas. En el caso de las es- logía psicótica o ansiosa.

Hipótesis y comprobación de hipótesis


HIPÓTESIS COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS
Hipótesis 1. lván presenta algún défic it de tipo cognitivo que Las puntu aciones obtenidas en los test de rendimiento cognitivo
puede estar afectando a su compresión de la realidad y a las (WISC-V y RAVEN) indican que lvá n puede presentar ciertas
co nsecuencias de su comportamiento, así co mo a sus resul tados dificultades para prever las co nsecuencias de sus co mportamientos.
académicos Igualmente pueden j ustifica r, al menos en parte, sus problemas de
rendimiento académico. Por todo ello, se confirma la Hipótesis 1

Hipótesis 2 . lvá n presenta d ifi cultades atencionales y/o de la Los resultados de las pruebas atencionales y comportamentales
impu lsividad relacionadas co n un posible Trastorno de Défi cit de (CARAS-R, D2 y SENA) indica n
Atención con Hiperactividad no diagnosticado en la infanc ia o un a) Dificultades de atención y concentración
Trastorno de la Conducta
b) Alta impul sividad
c) Sintornatología compat ible con Trastorno de la Conducta
Se confirma la Hipótesis 2

Hipótesis 3. lvá n presenta una baja autoestima a nivel personal, Los resul tados de las pruebas que eva lúan síntomas emocionales,
social y académico, que puede dar lugar a una búsqueda de comportamentales y au toestima (SENA, AF-5 y HTP) ind ica n que se
atención a través del incumplimiento de normas y reg las confirma la Hipótesis 3 ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

HIPÓTESIS COMPROBACIÓN DE HIPÓTESIS


Hipótesis 4. lván presenta sintomatología depresiva expresada Los resu ltados de las pruebas que eva lC1an síntomas emoc ionales
a través de comporta mientos externali zantes y disruptivos, (SENA y HTP) indican que no se confirma la Hipótesis 4, al no
compa tibl e con síntomas del posibl e Trastorno de Desregulación existir sintomatología de tipo depresivo
D isruptiva del Estado de Ánimo

Hipótesis S. lvá n presenta ideas de referencias/delirio Pese a existi r co nsumo de sustancias, los resultados de las pruebas
autorreferenc ial (posiblemente relac ionadas con el co nsumo de que evalúan síntomas emociona les (SENA y HTP) indica n que no
marihuana) existe si ntomatología de tipo psi cótica por lo que no se confirma la
Hipótesis 5

3.4. Comprobar las hipótesis de evaluación las consecuencias de sus actos, lo que hace que los re-
pita en diversas ocasiones. Esto también puede ser de-
Tal y como se expone en la Tabla 14.2, los resul- bido principalmente a la baja autoestima existente en
tados obtenidos en las distintas pru ebas eva luativas, diferentes áreas debido a la fa lta de afecto familiar por
apoyan las hipótes is primera, segunda y tercera, mi en- la pérd ida de sus progenitores, que hace que lván no
tras que no se han podido confirm ar las hipótesis cuar- se va lore adecuadamente y se comporte de acuerdo a
ta y qu inta (no existe sintomato logía psicótica y depre- su aprendi zaje social, percibiendo una fa lta de apoyo.
siva, si bien sí hay co nsumo de sustancias). Así, se produce el fenómeno de la profecía autocum-
pl ida, por el que cumple las expectativas de los ·demás
3.5. Establecer la formulación de caso en cuanto a su comportami ento, tratando de llamar la
atención de los seres con quienes muestra mayor apego
Como se observa en la Figura 14. 1, lván es un me- y perpetuando a su vez esa baja autoestima.
no r con una capacidad atencional med ia-baja y graves
dificu ltades de control de la impulsividad unido a una 3.6. Comun icar los resultados de l proceso eval uativo.
inteli gencia media-baja. Esta situación implica que ante Informe de evalu ación
situaciones que suponen una contrari edad a sus inten-
ciones, muestra una baja to lerancia a la frustración que Se comuni ca n los resultados a los abuelos y al
le impide controlar su comportamiento. Asimismo, sus profesorado (con el consentimiento de los primeros),
li mitaciones cognitivas le dificultan la comprensión de incidiendo en la recomendación de una intervención

Baja To lerancia
Frustración

Comportamiento

Formu lac ió n de caso de lván.


EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

semanal con lvá n, para dota rl e de estrategias para el 4.2. Formular las hipótesis de intervención
manejo de la impul sividad y el fomento de la atención,
as í como el trabajo para la mejora de la autoestim a. En ■ El trabajo del área atencional mejorará la aten -
cuanto a los resultados intelectu ales, se coo rdina con ción de lván a nivel se lectivo.
el centro escol ar de ca ra al di seño y pl anificac ión de ■ El aprendi zaje de estrategias de afrontami ento y
un a Adaptac ión Curricul ar Individuali zada qu e ati en- habilidades para el co ntrol conductual mejorará
da a las necesidades del menor. Tras el con sent imi ento la tolerancia a la fru stració n de lván. Así mismo
de los tutores lega les, se co muni ca esta opción a lván, el trabajo co n su fa mili a di sminuirá el nivel de
que se muestra conforme y con motivac ión para co- impulsividad del menor.
menza r el tratami ento. ■ El trabaj o emoc ional y co nductual favorecerá la
di sminu ció n de conductas di sruptivas.
FASE 4: PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y ■ Las ses iones emoc ionales in d ividu ales y fa milia-
FORMULACION DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN res ayudarán al aumento de la autoestima del
menor.
4 .1. Defin ir sobre qué prob lemas, cómo y con qué
estrateg ias, técn icas o prog rama se va a interven ir 4 .3. Estructurar la intervención psicológica/terapéutica

El programa de intervención se debe estru cturar in- El tratami ento se establ ece en 16 ses iones co n pe-
cid iendo en las primeras ses iones en la parte de aten- ri odi cidad semanal más otras cuatro con peri odi cidad
ción y manejo de la impul sividad. Aunqu e el trabaj o quince nal, en la que se trabajarán las técni cas mencio-
en este área será pri ori ta ri o durante todo el proceso, nadas. En la fase de pl anificac ión del tratami ento, se
un a vez co mi ence la mejoría, se irán abordando co n decide rea li za r una evaluación de las vari abl es depen-
mayor profundidad los aspectos emoc ionales. En cual- dientes un a vez fin ali zado éste, para la va lorac ión de
qui er caso, todos los obj etivos deben trabajarse parale- la efi cac ia de la intervención.
lamente desde el primer momento para un a adecuada
co nsecución de resu Itados (ver Tabl a 14 .3 ).

Problemas sobre los que intervenir, cómo se va intervenir y con qué técnicas de intervención
1
PROBLEMAS Y CÓMO INTERVENIR TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN

Fi chas de atenc ión de papel y lápiz


Auto i nstru cc iones
Atención (Fomento de la atenc ión)
Programas de entrenamiento atencional
Entrenamiento a los abu elos

Aprendizaje de estrategias de afrontam iento


Control conductu al
Impul sividad (Manej o de la impu lsividad) Técnicas del contro l ele la activac ión
Habilidades de to lerancia a la frustrac ión
Entrenami ento a los abuelos

Contrato co nductual
Sistema de refuerzos y casti gos
Conductas disru ptivas (Di sminución de las co nductas d isruptivas)
Gesti ón emocional y expresión de sentimientos
Silla vacía

Debate socrático de ideas irrac ionales


Análisis de puntos fuertes y débiles
Traba jo de la vis ión propia y visión de los demás (Venta na de
Autoesti ma (Au mento de la autoesti ma) Johari)
Análisis yo rea l-yo idea l
Técn icas psicodramáti cas (solil oquio, imágenes, etc.)
Sesiones fa miliares para la expresión ele cualidades percibidas
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

FASE 5: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA 5.3. Va lorar los resu ltados y comprobar las hip ótesis de
IN TERVENCIÓN PSICOLÓGICA intervención

5.1 , Seleccionar los instrumentos de eva luación Una vez fin ali zado el tratami ento, se recogen los
necesarios para valorar la eficacia de la intervención datos obtenidos con las pruebas eva luativas aplicadas.
Como se puede observa r en la Tabla 14.4, todas las
Se utili za n las mism as pru ebas utili zadas en la Fase hipótes is de intervención fu eron confirmadas.
3, a excepción de las pruebas de inteli gencia, para las
que es necesa ri o un lapso de tiempo mayor y evitar 5.4. Comunica r los resu ltados del proceso va lorativo.
que el entrenami ento influya en los resultados. Asimis- Informe de intervención
mo, se decidi ó no vo lver a utili zar la prueba HTP por
la resistencia del menor a repetir los dibujos, prueba Se rea li za una sesión de va loración de los logros
que le supuso en el momento de eva luación ini cia l con lván en la que se invita a participar a sus abuelos.
una gran ca rga emociona l. Ambas partes expresan la mejoría de su comporta-
mi ento y estado de ánimo, así co mo de las relaciones
5.2. Aplicar las estrategias, técnicas o programa de fam ili ares, lo que se co rrobora co n la com unicac ión
intervención de los resu ltados de las pruebas a nivel verbal, para re-
forzar además todos estos aspectos. Asimismo, se ti ene
Se apli ca el progra ma de intervención sin dificul- una entrevista co n la tutora que confirma estos datos.
tades reseñables, exceptuando la anulación de una de
las sesiones seman ales por enfermedad del menor. Así, 5.5. Preparar pa ra el alta o cierre provisional del caso, si
se pospuso la ses ión a la semana sigui ente, finali za ndo se ha/n previsto seguimiento/s
el tratami ento una seman a después de lo previsto.
En la sesión mencionada, se expli ca la neces idad
de rea li za r un seguimiento periód ico para la confirma-
ción del mantenimi ento de los logros obten idos.

Valoración de los resultados pre-postratamiento y comprobación de las hipótesis de


intervención
PROBLEMAS PRETRATAMIENTO POSTRATAMIENTO
CARAS-R CARAS-R
Atención: PC 35 Atención : PC 40
Control de la impulsividad: PC 15 Control de la impu lsividad: PC 65
D2 D2
Atención e Impulsividad
Efectividad: PC 25 Efecti vidad: PC 35
SENA SENA
Probl emas de atenc ión: T 55 Problemas de de atención: T 52
Hiperacti vidad-Impulsividad: T 78 Hiperactividad-Impu lsividad:: T 62

SENA SENA
Problemas de co ntro l de la ira: T 71 Probl emas de contro l de la ira : T 52
Agresión: T 64 Agresión: T 45
Conductas disruptivas
Conducta desafiante: T 75 Conducta desafiante: T 59
Conducta antisocial: T 55 Conducta anti social: T 45
Consumo de susta nc ias: T 68 Consumo de sustanc ias: T 55

AF5 AF5
Autoconcepto académico: PC 25 Autoconcepto académico: PC 30
Autoconcepto Social: PC 40 Autoconcepto Social: PC 45
Autoconcepto Emocional: PC 1O Autoconcepto Emocional : PC 70
Autoestima
Autoconcepto Famili ar: PC 1 Autoconcepto Familiar: PC 1 O
Autoconcepto Físico: PC 65 Autoconcepto Físi co: PC 70
SENA SENA
Autoestima: T 21 Autoestima: T 59
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5.6. Seguimiento/s: valo ració n del mantenimiento de los ferm edad suele dota r de un significado nuevo y una im-
objetivos alcanzados porta ncia diferente a los probl emas cotidi anos, no po-
demos o lvidar su influencia en su bienestar y, po r ta nto,
Se rea li za n dos ses io nes de seg uimi ento a los tres y deben ser tam bién incl uidos en el proceso eva luativo .
se is meses, en las qu e se confirma la estabili dad de los La Psicooncología, como subdisciplina de la O nco-
ca mbi os y se intervi ene para el mantenimi ento de los logía, aborda la evaluació n y el tratami ento de todas las
logros y en el afronta mi ento de las di f icu ltades enco n- partes implicadas en el proceso onco lógico: en primer
tradas d ura nte este peri odo. lvá n muestra un estado de lugar, los propios pacientes, que son los principales pro-
ánimo pos itivo y no han vu elto a produ c irse conflictos tagoni stas de la atención psicooncológica; en segundo
co n te rceras perso nas ni han ex ist ido prob lemas co n- lugar, los familiares quienes también se ven afectados por
ductuales de releva nc ia. la enfermedad y han de modificar su dinámi ca intern a y
afronta r las dificultades y las consecuencias que conlle-
va para la familia la aparición del cá ncer en uno de sus
2.2. CASO 2: El proceso de Evaluación mi embros y, en tercer lugar, los profesionales que han de
Psicológica aplicado en un caso manejar no so lo las reacciones y actitudes de los pacien-
psicooncológico tes y de sus famili ares, sino tambi én las suyas propias.
Rosario Antequera Jurado Cuando el obj etivo eva luati vo son los propi os pa-
c ientes, las áreas más frecuentemente eva lu adas (B lan-
Z.Z.1. Introducción co y A ntequ era, 2000) suelen ser:

Si algo ca racteri za al proceso de eva lu ac ió n psico- a) el conocimiento y las actitudes hacia la enfer-
lóg ica es su fl ex ibili dad para acomodarse a las pecu- m edad y su tratamiento que pueden estar de-
li arid ades del caso obj eto de estu d io. Y ell o recob ra termin ando las reacc io nes ante el di agnósti co
un a impo rtanc ia espec ial en los pac ientes co n cá ncer y el pro nósti co, así como las expectativas de
ya qu e, en rea lidad, no podemos afirmar que el cá ncer sufrimiento y de supervive nc ia;
sea un a úni ca enferm edad, sino qu e más bi en co nsti- b) cómo propo rc io nar la in fo rmación y cuál es el
tuyen un conjunto de enferm edades qu e va n a tener proceso de comunicación q ue puede se r más
una natura leza, un a evo lu ció n, un pro nósti co y un as útil para cada tipo de pac iente en función de
consecu encias diferentes, no so lo para cada tipo de sus parti cul ares ca racterísti cas de perso nalidad
cá ncer, sin o ta mbi én para cada enfermo en parti cul ar. y de sus estrategias de afro ntami ento;
Como siempre ocu rre cua ndo ini ciamos un proceso c) las alteraciones y los problemas que surgen tras
eva luativo, los obj etivos de la eva luac ió n psicológica en el diagnóstico. En ese sentido son las alteraciones
onco logía está n estrechamente relacionados con los de emocionales el aspecto más eva luado y en el que
la intervención psico lógica qu e se nos haya demandado debemos diferenciar entre alteraciones psicopato-
rea liza r. Si bi en hemos de tener en cuenta que en el lógicas y aquell as otras que representan reacciones
ámbito que nos ocupa, la situac ión del enferm o y por «norm ales» ante la adversid ad de la enfermedad.
ta nto, sus prob lemas y neces idades van a depender de Igualmente suelen ser eva luados, entre otros as-
la fase del proceso de enferm edad y tratami ento en que pectos, el prop io autoconcepto y los ca mbios en la
se encuentre. Y po r ell o no será igual el planteami ento identidad, las repercusiones en el ámbito laboral o
del proceso evaluativo cuando los pac ientes acaban de en las relaciones interpersonales tanto con amigos,
ser d iagnosti cados, que cuando va n a comenzar el tra- compañeros y conocidos como con el resto de los
tamiento, que cuando están recibi éndolos, qu e cuando miembros del núcl eo familiar. Consideramos tam-
lo fin alizan, que cuando han de vo lver a integrarse a bién necesari o incl uir, como obj etivo de la eva-
su vida coti diana, qu e cuando aparece un a rec idiva o luación y la intervención, los aspectos referidos al
que cuando pasa n a estar en la fase termin al. Cada uno miedo a la muerte que suele aparecer desde estos
de estos momentos t ienen unos obj etivos concretos y primeros momentos y no, como prodría pensarse,
específi cos que deben, al mi smo tiempo, co ntempl ar e de manera exclusiva durante la fase terminal.
integrar las diferenc ias in dividu ales con que cada sujeto d) la eva lu ac ió n de aqu ell os recursos q ue permitan
percibe e interpreta el cáncer en genera l y su proceso al pac iente acom odarse a la enfermedad y a sus
de enferm edad en pa rti cul ar, así como las estrategias consecuencias, así como los mi edos y los temo-
y los recursos de los que di spo nen pa ra acomodarse y res referid os al pron ósti co y a pos ib les recidivas;
afrontarl a. Y a todo ell o se unen los prob lemas o altera- e) los problem as derivados de las intervenciones
cio nes que previa mente pudi eran ex istir en las d istintas m édicas, entre los que ocupa n un pa pel prepon-
esferas vita les del suj eto. De manera que aunque la en- derante las náuseas anticipatori as, la ansiedad
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

preoperatori a y las secuelas de los tratamientos Z.Z.1. Desarrollo del caso. Rosa. 43 años.
(tales como la debilidad físi ca, los ca mbi os en la Enferma oncológica
conducta alimentari a, modificación en los patro-
nes del sueño, la repercusión de las modificac io- La paciente (a qui en, para evitar su pos ibl e identifi-
nes en el esquema corporal y la sex ualidad etc.); cac ión ll amaremos Rosa) es remitida por su oncó logo
f) la fase termin al en la que se hace necesa rio eva- por enco nt rarse «muy nerviosa, especialm ente ante las
lu ar las necesidades personales e interperson a- revisiones y la rea lización de pruebas médicas» . En el
les de los pacientes durante su proceso de morir momento de la primera entrevi sta, Rosa cuenta co n 43
años de edad, es tá ca sada y ti ene dos hij os, un niño de
A estos obj etivos evalu ativos tendríamos que aña- 16 años y una niñ a de 14.
di r, por el interés que ha su sc itado en los últimos años, Di agnosticada de fibrosa rcoma hace 14 años siendo
los referidos al consejo genéti co y la consecuente intervenida quirúrgica mente por primera vez. Sufre un a
toma ele decisiones para los pacientes y sus fa mili ares. segunda operación siete años después. A l año siguiente
Co mo prin cipales áreas de evaluación destaca n la es intervenida nuevamente, y dos años después sufre
propi a actitud ante la enfermedad, las repercusiones una cuarta operación por una recidiva en el paquete
emocionales, las repercusiones emoc ionales de la mis- vascul ar de la pi erna que le es resecado compl etamen-
ma, las estrategias de afron ta mi ento y los recursos para te. Hace un año ti ene que volver a ser intervenida por
afrontar los ca mbi os que se produ cen en las din ámi cas otra recidiva. En esta ocasi ón no han podido reseca r la
fa mili ares. Especial atenció n merecen los fa mili ares ele zo na debi do al poco margen ele tejido que ha quedado
prim er grado de los pacientes onco lógicos por consti- como co nsecuencia de las operaciones anteri ores. Al
tuir un a pob lación di ana para la rea li zac ió n de co n- comi enzo de la enfermedad, tras la primera operación,
troles preventivos . En cómo afronten y se acomoden a rec ibe tratami ento de quimioterapia que tiene que
esta incertidumbre juega un papel impo rtante, aunqu e aba ndonar por prese ntar un a reacción adversa cuyas
no ex clu sivo, su conoc imi ento y su percepción de vul - sec uelas físicas persisten en la actu ali dad.
nerabilidad ante la enfermedad.
La probl emáti ca de los profes ionales sa nitari os se re- FASE l . ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS
laciona, por una parte, con el manejo ele la info rmación OBJETIVOS
y las relaciones con los pacientes y sus fa mili ares y por
otra, con el manejo de sus propi as reacciones emocio- 1.1. Especificar el motivo de la demanda
nales ante la evolución de sus pacientes y el afronta-
mi ento de su pos ib le deterioro físico y de su muerte. La primera recogida de información se rea li za a tra-
En cuanto a los instrumentos eva luativos, la psicoon- vés de dos entrevistas consecutivas y semanales. En la
cología dispone de un considerab le arsenal ele cuestio- primera ele ell as tras la presentac ión y la recogida de los
nari os e inventarios. Desde que comenzó su desa rroll o elatos soc iodemográfi cos, se invita a la paciente a que
en los años ochenta del pasado siglo, hemos pasado de rea lice una breve descripción y recorri do del proceso de
utili zar pruebas desarrolladas para población general, a enfermedad, desde que aparece el primer síntoma hasta
pruebas creadas de manera específica para la población la actualidad. Optamos por comenza r centrándonos en
oncológica . No es el objetivo de este apartado hacer una la hi stori a percibida de la enfermedad pa ra obtener una
revi sión exhaustiva de las mismas, pero sí nos gustaría en- primera aprox imación a las vivencias con respecto al
fati za r el esfu erzo que en nuestro propio medio cultural cá ncer. Así podemos también detectar aspectos co mo la
se ha rea lizado en este sentido. Junto al Cuestionario de existencia de sentimientos de culpa por haber retrasado
Afrontamiento al Estrés para Pacientes O nco lógicos (CAE- el momento de la consulta médica, la confianza en el
PO) desa rrollado por Gonzá lez (2 01 5) y comerciali zado equipo méd ico que la ati ende, el impacto de la enfer-
por TEA Ediciones, debemos citar otros tantos como la medad y sus tratami entos, o sus principales temores en
Esca la de Respuestas Psicológicas de Duelo ante la Pér- relación al cá ncer. Por ell o es conveni ente permitir que
dida de Salud (RPD-PS-38) (Avil a y de la Rubi a, 2014), el los pacientes expresen libremente su trayectori a médi-
Cuestionario Español para M edir Necesidades No Cubier- ca, rea li za ndo única mente intervenciones para ordenar
tas ele Supervivientes de Cáncer (CESC) (Arrighi, Jove ll, crono lógica mente el transcurso de los acontecimi entos.
Navarro y Font, 201 4) o la Lista de Chequeo de Aspectos A co nt inuación, se abord an los motivos de la con-
Psicoonco lógicos (LC-Psico-onco) (Gal indo y cols, 2013), sulta. En ocas iones los pacientes alu den como moti-
muchos de ellos publicados en la Revi sta Psicooncología, vo prin cipa l el haber sido derivados por el oncó logo.
dirigida por el profesor Cruzado, a la que deri vamos a Tras acla rar cuáles creen que fu eron las ca usas de la
los lectores interesados en obtener una información más el rivación, es necesa ri o preguntarl es por los motivos
específica de dichos instrumentos eva luativos. que perciben pa ra asistir a la co nsulta psico lóg ica. Si
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

no acuden co n la percepc ió n y la creenc ia personal Así pu es y al fin ali za r esta primera ses ió n, se le de-
de qu e neces ita n ayuda para acomodarse a su situa- vu elve elabo rada a Rosa la inform ac ió n qu e nos ha
c ión, no es conveni ente comenza r el proceso de inter- propo rc io nado, establ ec iendo y consensuado cuáles
vención psicol ógica . En este sentido, nos ha ocurrido pueden ser, en estos primeros mo mentos, los obj eti-
en más de un a ocasi ó n qu e en esa primera con sulta vos qu e d iri girán nu estras intervenc io nes. Debemos
los pac ientes han manifestado no encontrar motivos como norma evitar que los pac ientes se vaya n de la
para acudir a terapi a, po r lo que han abando nado la co nsulta en un estado emoc io nal nega tivo. Para ello
con sulta, vo lvi endo semanas o in c luso meses después es conveni ente que, tras revivir la trayecto ri a de su
soli c itando ay uda. Y es este y no otro, el momento de enfermedad y habl arnos de sus probl emas y dificul-
com enza r la intervención psico lógica y, po r tanto, el tades, fin ali cemos esta primera entrevi sta generando
ini cio del proceso evaluativo . en la pac iente la sensac ió n de qu e logrará, grac ias al
En el caso de nu estra pac iente, las afirm ac io nes proceso terapéuti co, modifica r sus princ ipales co nflic-
que rea li za en es ta primera entrevi sta, y que nos ori en- tos y probl emas. Lógica mente, con la info rmac ió n que
tan sobre los motivos de su consulta son : tras esta primera tom a de contacto tenemos, no es su-
f ic iente para determin ar cuáles será n los obj etivos de
■ Miedo a la existencia de otra posible recidiva. la intervenc ió n (que establ eceremos en la fase 4). Pero,
De hecho, no esperaba esta nu eva recidiva po r- seguramente y dado qu e los obj etivos terapéuti cos
que los médi cos ya le hab ían asegurado qu e «no suelen ser co nsensuados entre pac iente y tera peuta,
había quedado nada de malignida d ». La ope- es probabl e que, despu és de ex pli ca rl e la neces idad
rac ión fu e mu y dura y las sec uelas «bru ta les». de seguir obteni endo informac ió n para determin ar la
Ahora le cuesta creer que no tiene nada. Pi ensa compl ejidad del caso, se inclu ya n los probl emas que
qu e una nueva recidiva puede supo ner pasa r a han motivado su consulta.
ser totalmente dependi ente o morir. Tom ando todo ello en con sideració n, y en un a pri-
■ D esconfianza en el equipo médico. Rosa detectó mera devo lu c ió n a la pac iente, le expo nern os cuáles
el bulto en la pi ern a antes del verano y acudi ó al entendemos que son las prin cipales áreas en las qu e
médi co, pero le dij eron qu e «seguro que no era se centran las demandas que nos rea li za:
nada». Pasa el verano con ese temo r y en sep-
ti embre, los mi smos médi cos que la atendi ero n, 1. Su s mi edos y temo res en relac ió n a la enferme-
le co nfirman qu e era una rec idi va. dad y a su t ratami ento
■ N o se siente capaz de preguntar a los médi cos 2. Su s dific ultades pa ra confi ar y co muni ca rse con
sus dud as ni sus preocupac io nes. Cree qu e están el equipo médi co
siempre muy ocupados y qu e pu eden con siderar 3. Su estado de ánimo.
qu e sus preguntas son «tonterías que no mere-
cen atención ». 1.2. Establecer las condiciones históricas y act uales
■ Miedo a mirar y toca rse la piern a op erada a pe- potencia lmente relevantes
sa r de que los médi cos le han aconsej ado que se
haga palpac io nes para la detecc ió n precoz. Ni La segunda entrevi sta se di seña co n el obj eti vo de
siqui era se siente capaz de mirarse las pi ern as, obtener info rmac ió n sobre cuáles so n las condiciones
ni la operada ni tampoco la otra ya que empi eza históricas y actuales potencia/mente relevantes.
a tener mi edo de q ue el cá ncer se la haya podido Rosa es hij a única . Describe a su s padres como de
di semin ar po r otras partes del cuerp o. Cuando ca rácter fu erte, de ideas religiosas y convi cc io nes rígi-
se po ne la medi a compres iva proc ura hacerl o lo das, por lo qu e eran mu y ex igentes con ell a. En co ntra-
más rápido posibl e y sin toca r la pi ern a. pos ic ió n al ca rácter ele sus padres, Rosa siempre se ha
■ Miedo an te la idea de realiza rse cualquier prue- sentido in segura, co n escasa ca pac idad para defender
ba m édica, espec ialm ente las relac io nadas co n y ex presar sus opini o nes y derechos, ado ptando un a
los mo mentos de las rev isiones o nco lógicas. actitud pas iva e intentado obedece rl os y, sobre todo,
■ Miedo que ,«fa depresión la venza». Siente qu e no defraud arl os. El fu erte ca rácter ele ambos hace que
no ti ene fu erzas, no ti ene ganas de vivir y cree la re lac ió n de parej a sea compl icada, co n frecuentes
qu e «e/ ánimo es importante ». Está «mu y ca n- co nflictos y desavenenc ias. A nte esta dinámi ca y para
sa da». Duda sobre su capac idad para «llevarlo no in crementar la cri spac ión entre ambos, Rosa siem-
para delante». Su s hijos son su princ ipal moto r y pre se ha esforzado po r acomodarse a los deseos y
por ell os intenta «seguir p ara delante» pero hay neces idades patern os. Las peleas le generan un gran
días que esta de mal humor, se enfa da co n ell os desasosi ego sin qu e enc uentre cómo miti ga rl as o fi-
y si ente ganas de «sentarme y no levantarm e». nali za rl as.

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512
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

En la actua lidad, Rosa y su fam ili a viven ce rca de te, ac udi ó tras la primera rec idi va de su enferm edad
sus padres, y cas i diariamente están juntos o se visi- por un cuad ro depresivo. Le prescribieron Orfidal
tan mutuamente. La influencia de los padres sob re ell a que to mó ininterrumpidamente hasta hace un año,
sigue siendo notab le. Aunque cuando se encuentra que lo dejó.
fís ica mente más débil so n una importa nte fuente de
apoyo, especia lmente por la ay uda que le ofrecen en 1.3. Fijar los objet ivos para atender la demanda
el cuidado de sus hij os y las tareas del hoga r, son tam-
b ién una fuente de preocupación, por las desavenen- Al finalizar esta ses ión se comenta con la paciente
cias entre ellos y las dificultades que mu estran para la necesidad de rea li zar un análi sis más profundo ele
empatiza r con la situ ación de la paciente. la sintomatología que nos comenta, así como de mo-
Rosa describe su relación de pareja co mo satis- dificar los objetivos que habíamos estab lecido en la
factoria. Desde que se casa ron, se ha sentido apoya- sesión anteri or co n el fin de incluir los ataques de pá-
da en su matrimoni o si bien las tareas de la casa y la ni co o agorafobia que nos refiere. Así pues, los nuevos
ed ucación de sus hijos recae fundamentalmente sob re objetivos del proceso eva luativo y de intervención son
ell a. Su marido tiene un trabajo que le hace viajar con los sigui entes:
mucha frecuencia y le req ui ere una gran dedicación.
En c ualqui er caso, intenta, dentro de sus posibilidades 1. Disminuir el miedo a la realización ele las prue-
ayudarl a y compa rtir con ella las responsabilidades de bas médicas así como a palparse o tocarse la
la ed ucación de los hij os. Rosa considera que empieza p iern a.
a esta r algo ca nsado de su proceso de enferm edad y de 2. Eliminar o disminuir la sintomatología depresi-
su estado de án imo triste y decaído. Son pocas las oca- va.
siones en que pueden sa lir juntos y generalm ente no 3. Abordar el mi edo a la recidiva y a la muerte.
comparten actividades o momentos lúdi cos co n otros 4 . M od ificac ión de las distorsiones cogniti vas.
ami gos o parejas. 5. Inc rementar sus estrategias asertivas (no so lo
Rosa manifiesta que nun ca le han gustado las reu- ante el personal médico) .
niones soc iales y las sa lidas noctu rn as aunque cuenta 6. Eliminar los sín tomas agorafóbicos.
con un grupo de ami gos y am igas con quienes podría
sa lir. Pertenece a una asoc iació n cu ltural que es donde FA SE 2 : FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVAL UA CIÓN
desarrolla la mayor parte ele sus actividades soc iales. VERIFICA BLES
Pero en la actu alidad sa le de su casa cas i exclusiva-
mente para llevar a los niños a las activi dades extra-es- 2.1. Formular las hipótesis de eva luación sobre los
co lares a pesar de que por sus edades podrían ir de problemas y objetivos de la demanda
manera independi ente. La persona co n la que mantie-
ne más co ntacto, y con quien en ocas iones se reú ne es Es in evitab le considera r que el trabajo con pacientes
una prima lejana. onco lógicos se tiene que centrar en los problemas que
Trabaj aba como secretaria de dirección en una em- la enfermedad y sus tratamientos han pod ido ocas io-
presa privada, pero después de la última intervención nar. Y lógicamente esto debe ser así. Pero no debemos
(p rácticamente hace un año) la dieron de baja y le han olvidar que cuando acucien a la consu lta de psicoon-
conced ido la incapacidad abso luta. Aunque nunca ha co logía, lo hacen con todo su bagaje personal; el cán-
tenido dificultades en el ámbito labora l, en la actua- cer puede ser el único problema importante al que se
lidad prácticamente no mantiene relac iones co n sus hayan enfrentado o ser uno más de un cú mul o ele difi-
compañeros de trabajo. Como sa le poco de casa no cultades y conflictos. Y toda esa trayectoria vital, junto
realiza actividades altern ativas ni tiene más hobby que a la particular e idi os in crática personalidad del sujeto,
cuidar de las plantas. determinan su reacción, acomodac ión y aj uste a la en-
En lo que se refiere a su historia ele sa lud, no re- fermedad . Resulta difícil establecer los lími tes que nos
cuerda nin guna enferm edad física significat iva a lo permi tan ayudar al afrontami ento de la enfermedad sin
largo de su trayecto ri a vital. Sin problemas durante el aproximarnos e intentar dotar a los pacientes de recur-
desarrollo mad urativo. sos en el resto ele sus áreas vitales. En ocas iones, los
H a acudido en dos ocasiones al se rvic io de psi- propios pacientes afirma n cosas como «esto no te lo
quiatría de la Seguridad Social. La primera tras la cuento porque en realidad no tiene que ver con mi cán-
ruptura co n su anterior parej a por «ataq ues de páni- cer». Se hace entonces necesa ri o abordar la cuestión de
co» que le diagnosticaron de agorafob ia. La remiti - qu e las personas no esta mos compartimentadas y que
ron a un grupo de apoyo. Aunque as istió al mi smo, todo lo que nos acontece tiene que ver con la forma en
en la actua lid ad sig ue teniendo cri sis. Posteriorm n- qu e somos, nos sentimos y nos comporta mos.

, 513
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Es esto lo que ocurre con el caso de Rosa, en el que iii. Trastorno adaptativo
nuestras hipótes is principales giran en torno a tres ejes. b) Las relacionadas co n los recursos intraperso na-
El primero de ellos, se centra en el impacto del di ag- les:
nóstico de cá ncer, las secuelas de los tratamientos y es- i. Autocon cepto
pecialmente las sucesivas recidi vas y la incertidumbre ii. Estrategias de afrontami ento
sobre su pronósti co y su evolució n. El segundo, está iii. Asertividad
configurado por sus propi as ca racterísti cas de persona- iv. Creencias irracionales
lidad, que la ll evan a adoptar un particular y peculiar c) Las relacionadas co n los recursos in terpersona-
estil o de afrontar tanto sus probl emas en general, como les
su enfermedad en parti cul ar. Y el tercero, referido a es- i. Apoyo soc ial percibi do
tabl ecer la existencia o no de alteraciones psicopatoló- ii. Rea lizac ión de actividades lú dicas y soc iales
gicas con entidad clíni ca o subcl íni ca, independiente- d ) Las relacion adas con la enfermedad onco lógica
mente de que sea n preex istentes en la paciente o un a y su tratami ento
co nsecuencia directa de la aparición de la enfermedad. i. Preocupaciones sob re la enferm edad y su
Así pues, las hipótesis de evaluación que nos plan- tratami ento
teamos en el caso de Rosa son las siguientes: ii . Áreas vitales afectadas por la enfermedad y
su tratami ento
H,: Rosa presentará un trastorn o depresivo.
H/ Rosa presentará un trastorn o agora fób ico . 2.3. Seleccionar las técnicas o estrategias evaluativas
H 3 : Rosa presentará ataques de pánico co n sinto-
matología agorafóbica. A co ntinuación, se leccionamos las técn icas y pru e-
H 4 : Rosa presenta rá un trastorn o adaptati vo co nse- bas eva luativas más idóneas para obtener informac ión
cuente a su enfermedad méd ica. de cada uno de los probl emas (ver Tabla 14.5) . Inde-
H 5 : Rosa presenta rá rasgos de perso nalidad qu e in - pendi entemente del materi al testo lógico qu e uti li ce-
crementarán su vuln erabi li dad a acontec imi entos mos, la entrevista seguirá siendo nuestra prin cipal téc-
vitales adversos . nica evaluativa. De especial interés en este caso, por
H 6 : La manera en que Rosa enti ende su proceso de la ex istencia de sintomato logía tanto de naturaleza an-
enfe rmedad in cidirá en la apari ción de sinto mato- siosa co mo depresiva, es uti li za r un a entrevi sta clín ica
logía ps icopato lógica . ya que, como sa bemos, ningún cuestionari o tiene por
H 7 : Rosa presenta rá una di sminució n de los recur- sí mi smo ca pacidad di agnósti ca.
sos intrapersonales necesa ri os pa ra acomodarse a Las predicc io nes qu e en estos momentos podemos
la enfe rmedad onco lóg ica. rea li zar sobre los resultados que obtendremos son las
H 8 : Rosa presentará un a di sm inu ció n de los recu r- siguientes:
sos in terperso nales necesa ri os para acomodarse a
la enfermedad onco lógica. 1) Rosa presenta rá un a co nfi guración de perso-
H 9 : Rosa presentará numerosas áreas vitales afecta- nalid ad que in crementa su vulnerabi li dad ante
das por la enfermedad onco lógica. acontecimi entos estresa ntes en general. Por lo
ta nto, se elevará la esca la de «Neuroti cismo»
2.2. Definir los prob lemas a evaluar para comprobar las del N EO FFI.
hipótesis 2) Dado que Rosa aparece como una persona a la
que le gustan las relaciones soc iales y se preo-
Una vez planteadas las hi pótes is, hemos de obte- cupa po r los demás, prese ntará un a puntu ación
ner la in fo rmació n pertinente pa ra determin ar cuáles M edi a o M edi a A lta en las esca las de «A mab ili -
son aquell as que se verifi ca n (sob re ell as tendremos dad » y «Extroversión » del N EO FFI.
qu e elaborar el pl an de tratami ento). Para ell o, concre- 3) Rosa presentará bajas pun tuaciones en los fac-
taremos para cada un a de las hipó tes is las condu ctas tores del Cuesti onari o de Autoco ncepto AF 5,
o prob lemas en los que centraremos la evalu ación (ver especialmente en los aspectos centrados en la
Tabl a 14.5). valoración de la estabilidad emoc ional y de la
imagen física .
a) Las relacionadas con la presencia de sintomato- 4) Los elevados niveles de estrés y ansiedad que
logía psicopato lóg ica : presenta, hace que consideremos que sus estra-
i. Sintomatología depres iva tegias de afrontami ento (eva luadas por el CAEPO)
ii . Ataques de pánico y sintomatología agoráfo- serán predomin antemente no adaptativas y con
bi ca un predomini o de estrategias evitativas.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Hipótesis de evaluación, problemas y estrategias evaluativas


HIPÓTESIS PROBLEMAS TÉCNICAS/ESTRATEGIAS EVALUATIVAS
H1: Rosa presentará un trastorno depresivo Sintomatología depresiva Esca la de Ans iedad y Depresión
Hospitalaria (HAO) (Zigmond y Snaith,
1983, adaptación de Caro e lbáñez, 1992)
Se cumplimentará en la segunda sesión
evaluativa

Entrevista clíni ca

H2: Rosa presentará un trastorno Sintomatología trastorno de pánico con Cuestionari o de Pánico y Aforafobia (CPA)
agorafóbico agorafobia (Sandin y Chorot, 1997)
H3: Rosa presenta ataques de pánico con Se cumplimentará en la primera sesión
sintomatología agorafóbica evaluativa

Entrevista clín ica

H4: Rosa presentará un trastorno Trastorno adaptativo Entrevista clíni ca


adaptativo consecuente a su enfermedad
médica

H6: La manera en que Rosa entiende Preocupaciones y repercusiones de la Li sta de Chequeo de Aspectos
su proceso de enfermedad incidirá enfermedad onco lógica y su tratam iento Psicoonco lógicos (LC- Psico-onco) (Ga l indo
en la aparición de sintomatología y cols, 20 13)
psicopatológica Se cumplimentará en la primera sesión
evaluativa
H9: Rosa presentará numerosas áreas Consecuencias de la enfermedad Cuestion ario de Ca lidad de Vid a EORTC
vitales afectadas por la enfermedad oncológica (QLQ-C3 0) (va lidado por Arraras,
oncológica lllarramend i y Valerdi, 1995)
Se cumplimentará en la segunda sesión
evaluativa
H5: Rosa presentará rasgos de personalidad Rasgos de personalidad Inventari o NEO Reducido de Ci nco
que incrementarán su vulnerabilidad a Factores (N EO-FFI) (Costa y M cC rae, 2008)
acontecimientos vitales adversos Se cumplimentará en la primera sesión
evaluativa

H7: Rosa presentará una disminución de Estrategias de afrontam iento Cuestionari o de Estrategias de
los recursos intrapersonales necesarios Afrontam iento al Estrés para Pacientes
para acomodarse a /a enfermedad Oncológicos (CAEPO) (Gonzá lez, 2015)
oncológica. Se cumplimentará en la segunda sesión
e valuativa

Autoconcepto Cuestionario de Autoconcepto AF 5 (García


y Musitu , 20 14)
Se cumplimentará en la primera sesión
evaluativa
Asertividad Esca la de H abi li dades Soc iales EHS
(G ismero, 201 O)
Se cumplimenlará en la segunda sesión
evaluativa

Creencias irracionales Autorregistro


Se explicará en la primera sesión eva luativa
HB: Rosa presentará una disminución de Apoyo social Esca la de Apoyo Social Perc ibido Especifico
los recursos interpersonales necesarios para la Enfermedad (Revenson y co ls, 1991 ;
para acomodarse a /a enfermedad adaptada por M artos y Pozos, 20 11)
oncológica Se cumplimentará en la primera sesión
evaluativa
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5) Las puntuaciones en la Esca la de Habilidades N euroticismo


Sociales (E HS) se enco ntrarán disminuidas, es-
pecia lmente en lo que se refiere a la expresión Extraversión

de emociones negativas y la defensa de los pro- Apertura


pios derechos.
Amab ili dad
6) Las creencias irracion ales serán frecuentes y gira-
rán en torno a la necesidad de aprobación de los Responsabi Iidad
demás, de inutilidad y de dependencia, así como 25 35 45 55 65 75
el miedo o la ansiedad ante lo desconocido.
7) La evo lución de su enfermedad onco lógica Gráfica 14.l
conllevará la ex istencia de una actitud negativa
Resultados obtenidos en el NEO FFI.
hacia la mi sma y sus tratamientos, la percep-
ción de elevada amenaza (eva luadas por el LC
Psico-onco) y una notab le repercusión en su ca- Las puntuaciones obtenidas revelan, en primer lu-
lidad de vida (eva luada por el Q LQ-C30). gar, una significativa elevación de las esca las denomi-
8) Las circunstancias y dinámica fa mili ar y social nadas «Neuroticismo» y «Responsabilidad» así como
generarán una disminuida puntuación en la Es- disminuidos niveles en «Extraversión » y «Apertura».
ca la de Apoyo Social Percibido Específico para Resultados que indica n que Rosa no dispone, en estos
la Enfermedad. momentos, de los recu rsos personales necesa rios para
9) La sintomatología ansiosa y depresiva que pre- sobreponerse al impacto que le generan las situaciones
senta se traducirá en puntuaciones superi ores a problemáticas o conflictivas y restablecer su equilibrio
los puntos de corte indicat ivos de niveles clíni- personal y emociona l tras la ocurrencia de las mismas,
cos en la Escala de Ansiedad y Depresión Hos- sob re todo si no logra enco ntra r una solución que va-
pitalaria (HAO). lore como satisfactoria. Así mismo, el elevado nivel de
1O) En el Cuestionari o de Ataques de Pánico y Ago- ansiedad que se deriva de esta dinámica, incide tanto
rafob ia prevalecerán indicadores clínicos. en la percepción de situaciones que pueden ser viven-
ciadas de manera generali zada como potencialmente
FASE 3: COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS peligrosas o amenazadoras, como en su capacidad para
DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y ofrecer una so lución eficaz a las cuestiones que se le
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS plantean.
Sus dificultades para mantener la sensación de
3.1. Planificar y aplicar las técnicas evaluativas contro l pueden ju stifica r, al menos pa rcia lmente, la
elevac ión que presenta en la esca la de «Responsabili-
La tercera y cuarta ses ió n se destinarán a la cum- dad », que nos indica los esfuerzos de Rosa por realizar
plimentación de las pruebas eva luativas . Se le instru- de una manera eficaz e incluso minuciosa las tareas
ye especialmente en la rea li zac ión del autorregistro, que se le encomi enda. Aunque en contrapa rtida, el no
exp li cá ndo le cada uno de los elementos que lo com- logra rl o puede ll evarla a incrementar sus vivencias de
ponen y a qué hacen referencia. Se hacen conj unta- ansiedad. En la actua lidad, sus metas se encuentran
mente var ios ejemp los ilu strativos. Los cuestio narios más relacionadas co n aspectos co ncretos y materiales
relativos a la sin tomato logía cl íni ca se distribuirán al que en aquell os otros de naturaleza más filosófica o
final de cada una de las ses iones, co n el fin de que abstracta (como denota la baja puntuación obtenida
no ex ista influencia en el resto de las pruebas del en el factor «Apertura»).
estado aním ico negativo que puedan generarle. Su Por otro lado, se muestra como una persona que
distribución por ses io nes se puede cons ul ta r en la prefiere las relaciones íntimas y procura rehu ir de
Tab la 14.5. grandes reuniones socia les, en las que tiende a oc u-
par un papel secundario y pasivo. Prefiere, por el con-
3.2. Corregir, interpretar e integrar los resultados trario, situaciones más relajadas, tranquil as o incluso
so litarias, que le permiten profundizar y disfrutar de
3.2.1. Resultados obtenidos en el inventario NEO relaciones más persona les. Asimismo, sus relaciones
Reducido de 5 factores interpersonales se caracteriza n por sus deseos de evi-
tar co nfli ctos y mantener relaciones ajustadas a lo que
Los resultados obtenidos en esta prueba que eva lua socialmente se cons idera adecuado e integrado. Igual-
las distin tas dimensiones de la personalidad se mues- mente, y siempre que le es posible, intenta buscar una
tran en la Gráfica 14.1. so lución satisfactori a para las partes implicadas y evi-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

tar de esta manera las situaciones interpersonales con ne a reforzar los resultados encontrados en las esca las
con notaciones negativas y/o agresivas. de Amabi lidad y Extroversión del NEO FFI que nos in-
dicaban una restricción en sus relaciones socia les a
3.Z.Z. Resultados obtenidos en el Cuestionario de pesar de su carácter afable y amigable, así como con
Autoconcepto AF 5 las puntuaciones en el HAO que nos muestran un es-
tado de ánimo de co nnotaciones negativas y que pu e-
Los res u Itados obten idos en este cuestion ario se den incidir en sus relaciones sociales.
muestran en la Gráfica 14.2. En la misma, se observan La presencia de si ntomatología ansiosa y depresi-
la existencia de un bajo nivel de autoconcepto en re- va también se relaciona con la dismin uida puntuación
lación a la pob lación normativa co n la que es compa- que Rosa ha obtenido en la dimensión «estab ilidad
rada, en las dimensiones «Social», «Estabilidad Emo- emocional », en la que cuatro de los seis ítems que la
ciona l« y «Físico», mientras que mantiene adecuados integra n nos hab lan de un estado de miedo y nervio-
niveles a nivel «Fam iliar» e incluso elevados en lo que sismo en los que, como era de espera r, ha contestado
se refiere a los aspectos «Labora les» . positivamente. Pero consideramos que la elevación de
El análisis cualitativo de cada una de las dimen- esta dimensión no sólo se relaciona con el cuad ro psi-
siones que lo integra n, indican su elevada va loración copato lógico que en la actua lidad presenta la paciente
en el ámbito laboral, ya que Rosa se co nsidera una (lo que impli ca ría que una vez superado este, la per-
trabajado ra inca nsable y eficaz, por lo que siempre cepció n de la estabilidad emociona l se eleva ría), sino
ha contado con el reconocimiento de sus compañeros también co n la dimensión de personal idad de Neuro-
y superiores. Es de resa ltar que la paciente ha con- ticismo, lo que nos indica que es una predisposición
testado a esta dimensión co n ca rácter retrospectivo, más estable y permanente en Rosa.
esto es, contestando co mo si estuviera todavía activa Su va loración de la integrac ión fami li ar es positiva,
laboralmente. Y aunque ello ha podido influir en una ya que, en genera l, se siente apoyada y ayudada por
sobreestimación de su desempeño «por añoranza », sus fam ili ares. El saber que puede contar con ellos, le
descartamos esta posibilidad por la cons istencia con da confianza. Sin embargo, sigue pensando que los
los resultados de otras esca las, como la elevación de demás se sienten decepcionados con ell a, interpreta n-
la esca la de «Responsabilidad» del NEO FFI, que ya do en este sentido las críti cas que se le rea li za n.
indicaba el esfuerzo de Rosa por realizar de forma mi - Por último, en lo que se refiere a la d imensión fís i-
nuciosa las tareas encomendadas y su elevado grado ca, Rosa se siente poco satisfecha con su constitución,
de impli cac ión en los encargos labora les. su grado de atractivo y su apariencia física. Positiva-
La dimensión «Social» ha experimentado un claro mente ha va lorado el cuidado que procura tener con
descenso, revelando básicamente las dificultades de todo aquello que se refiere a su sa lud y a su forma
Rosa para establecer nuevas relaciones y conseguir fís ica.
incrementa r su red de contactos soc iales, la cua l el la
misma percibe como muy reduc ida. Igualmente valora 3 .2.3. Resultados obtenidos en la Escala de Habilidades
que su carácter y su actual estado de ánimo incide Sociales (EHS)
negativa mente en sus habil idades para contacta r con
otras personas. Sin embargo, se cons idera una persona Los resul tados obten idos en esta esca la (expresados
amigab le, a la que le gusta el contacto con los demás. en puntuac iones centílicas) se muestran en la Gráfica
De esta manera, la puntuación en esta dimensión vie- 14.3. En la misma podemos observar la notable dis-
minución que han experimentado las puntuaciones
correspond ientes tanto el Índi ce Globa l de la Esca la
Físico
1

como a cada una de las dimensiones que la componen.


1 Así, Rosa considera que dispone de escasos recur-
Famili ar sos para la expresión de sus ideas u opiniones, para
1
Emocional poner lími tes, solicitar ayuda, defender sus derechos,
o soli citar a los demás que ca mbien co nductas y co m-
Social - • • •
portamientos que co nsidera inadecuados. Sus difi-
Proíesional cu ltades de «Autoexpresión » se manifiestan también
o 20 40 60 80 100 a niveles emocionales, especialmente cuando tiene
que expresar emociones de connotaciones negativas,
como el enfado. De manera que, para los demás será
difícil determinar o mod ificar las co nductas que pu e-
Resu ltados obtenidos en el AF 5 .
den estar generando dicho malestar en la paciente, in-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

adaptativo, que se divide en dos: «afro ntamiento


ln ter. Sex. Op.
adaptativo » y «afrontam iento no adaptativo ». Sin
embargo, no d ispo nemos de baremos que nos per-
Decir no mita compara r, con población normativa, las pun-
tuaciones dadas a cada una de las estrateg ias de
Exp. Enfados
afrontam iento. Dado que como só lo disponemos de
D efensa Ochos las puntuaciones directas en las mismas y conside-
rando que cada un a de ell as está compuesta por un
número dispar de ítems, hemos decidido dividir ca da
l. G loba l
puntuación directa de cada estrategia por el tota l de
O 20 40 60 80 100 ítems que la integra n y de esta manera, aprox imar-
nos a c uál/es de ell as es/son las más utilizadas por
la pac iente. Los resu ltados se muestran en la Tab la
Resultados obtenidos en el EHS . 14.6.
La puntuación total de «-6» nos indi ca que Rosa
presenta un estilo de afrontamiento negativo. De ma-
crementa ndo la probabilidad de que se mantengan las nera que percibe su enferm edad como un aconteci-
conductas in adec uadas. miento exces ivamente amenaza nte y ante el que no
Co ncretamente, prefiere no exponer públicamente dispone de los recu rsos ni las estrategias necesarias
sus ideas u opiniones, especialmente si tiene que hacer- para hacerl e frente. Adopta así una actitud pasiva, pro-
lo delante de un grupo, así como compartir sus emocio- curando rea li za r las cond uctas que se le recomiendan,
nes o sentimi entos. Relacionado con ello encontramos co n la espera nza de que todo se desarrollará de la
sus dificultades para «Decir No» lo que incrementa su mejor manera posible. Aparece también un estado de
vulnerabilidad a las presiones o peticiones inadecuadas ánimo de connotac iones ansiosas, co n una tendencia
de los demás, lo que pueden ll evar la a impli carse en a la rumi ación sob re sus prob lemas de sa lud actuales
cond uctas que se alej an o, incluso, son diametralmente y sobre la imposibilidad de recuperarse totalmente de
opuestas a sus necesidades o a sus preferencias. los mismos.
La última dimensión eva lu ada por esta prueba se Por otra parte, y a pesar de que las esca las que
centra en los recursos para iniciar interacc io nes po- co nfi gu ran las estrategias de afrontamiento adaptati-
sitivas con el sexo opuesto, también valorados como vas han obten ido puntuaciones inferiores a la media,
insuficientes por Rosa ya que no se atreve a ini cia r los ítems que han obtenido mayor puntuación nos
co nversac iones, hace r cumplidos, o responder con na- revelan que la paciente reco noce que sería positivo
turalidad a los mismos. conta r con la ay uda de otras personas. Sin embargo,
no es capaz de mantener con los demás una actitud
3.2.4. Resultados obtenidos en el Cuestionario de ab ierta ni compa rtir prob lemas o emociones. Así mis-
Estrategias de Afrontamiento al Estrés para Pacientes mo, le gustaría mantener una actitud más activa y ser
Oncológicos (CAEPO) más proactiva en el manejo de su enfermedad .

Las normas interpretativas de esta prueba ofrecen


puntuaciones tipificadas (decatipos) para el esti lo

Resultados obtenidos en el CAEPO


ESCALAS +;•t&1édiifflHH11 :I
Enfrentamiento y Lucha Activa 10/9 = 1,1

3 Afrontamiento adaptativo Autocontrol y Control Emocional 6/7 = 0,85

Búsqueda ele Apoyo Socia l 4/4 =1


Ans iedad y Preocupac ión Ans iosa 13/6 = 2.16

Pasividad y Resignación Pasiva 10/5 =2


9 Afro ntamiento no adaptativo
Huida y Distanciamiento 11 /6 = 1,83

Negación 3/3 =1
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

3.2.5. Resultados obtenidos en la Escala de Apoyo Social Aunque la esca la de apoyo percibido por el perso-
Percibido Específico para la Enfermedad nal sanitario ha mostrado una estru ctura intern a distin-
ta a las esca las originales, consideramos que a los nive-
Esta esca la ha sido seleccionada por su especifici- les interpretativos en los que nos movemos nos puede
dad, ya que ha sido diseñada para sujetos co n enfer- resultar de interés co nsiderar las respuestas ofrecidas
medades cróni cas. Contempla la ex istencia de cuatro por Rosa. Así comprobamos como los aspectos negati -
fuentes de apoyo. Tres de ellas, las referidas al apo- vos del cuidado tambi én han recibido una alta puntua-
yo de pareja, fa mili a y amigos proceden de la esca- ción; considera que no siempre la enti enden ni co m-
la original mientras que en la versión español a se ha parten su manera de afrontar la enfermedad (como nos
incorporado una nueva esca la referida al apoyo del co mentaba en la entrevista, le suelen comentar que no
personal sanitari o. Cada una de ell as (menos la nueva es lo sufic ientemente «positiva»). Y aunque Rosa per-
esca la de apoyo por personal sanitario) se dividen en cibe que no la ayudan a resolver problemas co ncretos
apoyo positivo y apoyo probl emáti co, contemplando de su vida cotidi ana, si valora positivamente el interés
al mi smo tiempo apoyo de tipo emocional, instrumen- que le muestran, así como las prescripciones que le
tal e informativo. Ha mostrado buenos índi ces de fi a- rea li za n sobre el cuidado de su enfermedad.
bilidad y consistencia interna, aunque no disponemos
de baremos ni puntos de corte, lo que no nos permite 3.2. 6 . Resultados obtenidos en la Lista de Chequeo de
comparar a la paciente co n alguna muestra de refe- Aspectos Psicooncológicos (LC-PS/CO -ONCO}
rencia. Este hecho hace que su uso sea, de momento,
invi able con otros fin es que no sea el de la búsqueda Al igual que en la esca la anteri or, la LC- Psico-on -
de información ni en otros contextos que no sea el co ha sido validada, pero ca rece aú n de baremos
clínico (como, por ejemplo, en el jurídico). Por ello, la interpretativos, por lo que rea li zaremos tan sólo el
interpretación será exclu sivamente cualitativa y co n- análi sis cualitativo de los ítems que la integran con-
sistirá en el análisis de las respuestas ofrecidas a los siderá ndo los orientativos de los prob lemas que la pa-
distintos ítems. ciente enc uentra en relación a la enferm edad y a su
Una primera aproximación a las respuestas de Rosa tratami ento.
nos informa de los diversos tipos de apoyo que recibe La Li sta de Chequeo en Psico-oncología se divide
de su fa milia y de sus amigos (aunque hemos de recor- en tres factores (Estado Cognitivo, Preocupaciones y
dar que en la actualidad su red social de amigos se li- Afrontamiento al Tratamiento) y dos indi cadores (An-
mita a una o dos personas). Considera que su familia le siedad/ Depresión y Relación Familiar).
ofrece fundamentalmente apoyo instrumental o infor- El análisis del primero de ell os, «estado cognitivo»
mativo. Suele compa rtir co n ellos sus problemas y la nos indica la ex istencia de problemas de atención y
ayudan a resolver o a plantear alternativas vi ab les a los conce ntración, así como un estado de apatía y anhe-
mi smos, ofreciéndole ayuda tangibl e, que como sabe- donia que conlleva la disminución de su interés por
mos a través de la entrevi sta, se centra sobre todo en el seguir rea li za ndo muchas de sus actividades cotidia-
cuidado de los hijos. Sin embargo, y a pesar de estos nas. Igualmente se denotan cogniciones relacionadas
aspectos positivos del apoyo que recibe tanto de sus co n sus relaciones interpersonales, en la que tiende
padres co mo de su pareja, Rosa tambi én ha puntuado a sentirse incomprendida y a conceb irse como una
positivamente en casi todos los ítems negativos que ca rga para los demás. En cualquier caso, hemos de
integran la esca la. De tal manera que co nsidera que señalar la relación de los co ntenidos de esta esca la
no siempre la enti enden y la comprenden, se molestan con el cuadro depresivo que Rosa presenta en estos
cua ndo no sigue sus consejos y o bien le sugieren al- momentos.
ternativas poco útiles o bien quieren que modifique su El factor de «preocupaciones » nos revela un eleva-
manera de afrontar la enfermedad. do nivel de preocupación en tres de los cuatro ítems
La percepción que Rosa tiene del tipo de apoyo que la componen y que hacen referencia a los resul-
que le ofrecen sus amigos es diametralmente opuesta tados de sus pruebas, de sus tratamientos y de su futu-
ya que en luga r de ofrecerle, sobre todo, apoyo de tipo ro. Recordemos que estos co nstituyen algunos de los
instrumental, se sienten más inclinados a cubrir sus principales motivos de su co nsulta. Por el co ntrario,
necesidades de apoyo emocional, aportándole ideas y se siente relativamente tranquila con su situación eco-
visiones positivas y consiguen mejorar su estado emo- nómica.
cional. Le ofrecen además apoyo de tipo informativo, En el tercero de los fac tores, el de «afrontamiento
si ntiéndose adecuadamente escuchada y recibi ndo del tratam iento » co nstituido por tres ítems, la paciente
consejos o le hablan de otras personas que tambi én manifiesta sus dificultades para superar las molesti as,
pueden aportarl e soluciones nuevas. s bre tocio, en su caso, a nivel psicológico. Igualmente
EVALUACIÓN PSIC-OLÓGI CA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

co nsidera que la enfermedad ha ejercido una influen- tos han ejercido una mayor influencia a nieles emocio-
cia negativa en su trayectoria vital y que, desde su apa- nales que funcio nales o sintomáticos. Así, dentro de la
ri ción, le ocurren más cosas negativas que positivas. El esca la funcional los nive les más bajos de ca lidad de
tercer ítem, referido al planteamiento de abandonar el vida son los correspondi entes al funcionamiento emo-
tratamiento, no ha resultado significativo al no estar cional y cognitivo. Rosa presenta un estado de ánimo
someti da, en la actualidad, a ningún tipo de tratam ien- ans ioso-depresivo, con la presencia de preocupacio-
to onco lógico. nes e irritabilidad que pueden ser el ori gen de las al-
Como era de esperar por constituir otro de los mo- teraciones que presenta también en el área cognitiva;
tivos de su co nsulta, la paciente ha contestado positi- los problemas de concentración y memori a que apa-
va mente a los dos ítems que integran el indi cador de recen en la esca la se encuentran asociados a las alte-
«ansiedad/depres ión », el primero de ell os referido a la rac iones emocionales. A niveles sociales y familiares
ex istencia de un sentimiento de tristeza y el segundo la pac iente tan solo manifiesta leves modificacio nes
al de nerviosismo. como consecuencia del proceso de enfermedad. No
Comprobamos como los resultados de esta esca la apa recen interferencia en la realización de actividades
nos co nfirman la información que habíamos obtenido cotidianas (ta les como vestirse, asea rse, pasear, hacer
a través de las entrevistas mantenidas con la paciente, la compra, etc) ni la s relac ionadas con el desenvolvi-
aportando poca información novedosa. Sin embargo, miento en las tareas del hogar (actividad a la que Rosa
consideramos que nos será de gran utilidad para va- dedica gran parte de su tiempo).
lorar de una manera más objetiva los ca mbios que se En lo que se refiere a las esca las relacionadas con
puedan producir tras el programa de intervención psi- la presencia de síntomas co nsecuentes a la enferme-
co lógica. dad o a sus tratamientos, Rosa tan solo manifiesta la
disminución del apetito y la presencia de problemas
3.2. 7. Resultados obtenidos en el Cuestionario de Calidad de sueño, los cuales una vez más, cons ideramos están
de Vida EORTC (QLQ- 30) básicamente relacionados con su si ntomatología an-
siosa y depresiva. No aparecen de fo rma significativa
Los resultados obtenidos en este cuestionario se ningú n otro síntoma que altere su ca lidad de vida, a
muestran en la Tab la 14.7. excepció n de algunos epi sod ios de dolor.
En líneas generales comproba mos como las reper- Por último, Rosa considera que su ca lidad de vida
cusiones de la enfermedad oncológica y sus tratamien- valorada en global, se encuentra, en estos momentos,

Resultados obtenidos en el QLQ-30


ESCALAS Puntuación
Func ión Física 100
Fu nción ro l 100
Escala Funcional Func ionam iento Emocional 34
Fu nc ionamiento Cognitivo 34
Funcionami ento Social 67
Fatiga 33*
Naúseas O*
Dolor 16*
Disnea O*
Síntomas Insomnio 66*

Pérdida de Apetito 66*


Estreñimiento O*
Di arrea O*
Problemas económicos 33*
Estado Global de Salud 50
(*) Indica n puntuaciones inversas al ni ve l de ca lidad ele vicia
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Resultados obtenidos en el HAD aceleración de la frecuencia ca rdíaca, sudoración, es-


ca lofríos o sensac ión de ca lor) y cognitivos (miedo a
Escala Puntuación directa
perder el control o de volverse «loco», miedo a morir).
ANSIEDAD 15 l .c. Tipo de pánico: sus ataques de pánico son espe-
DEPRESIÓN 15 rados (percibe síntomas antes de que aparezcan las cri -
TOTAL 30
sis) y no señalados (no se limitan a situaciones especí-
ficas, aunque señala que son más frecuentes e intensos
cuando se encuentra en sitios cerrados o abiertos donde
en un nivel que podríamos considerar «med io », al también se encuentra un grupo considerable de perso-
igual que su estado físico. nas, tales como conciertos, exposiciones, museos, etc.).
l .d. Afrontamiento: limitado a escapar de la situa-
3.2.B. Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HAD) ción o evitarl a preventivamente.
l .e. Expectativas de autoeficacia: en general , Rosa
Los resultados obtenidos en esta prueba que evalúa no co nsidera que disponga de los recursos personales
alteraciones emocionales de connotaciones ansiosas y que le permitan control ar las cri sis y evitarl a, lograr
depresivas se muestra en la Tabl a 14.8 que finalice o poder permanecer en el luga r en el que
Dado que el punto de corte estab lecido para co n- se encuentra.
siderar que una puntuación alca nza los niveles de 1.f. In terpretaciones catastrofistas: las más frecuen-
significac ión clínica es de 11 podemos co ncluir que tes son las relacionadas con la imagen que ofrece a
Rosa presenta alteraciones en su estado de ánimo que los demás (pi ensa que la gente se fijará en ell a o que
pueden cons iderarse dentro del rango clínico. ll amará la atención y hará el ridículo o que es un mal
El análisis de los ítems nos revela, en lo que se re- ejemplo para sus hij os), falta de control y dificultad
fiere a la sintomatología ans iosa, manifestaciones a para tomar decisiones (como que su mente no funcio-
nivel emocional (miedo de que le ocurra algo mal o), na bien o que se bloquea rá mentalmente) .
conductual (d ificultad para permanecer sentada y
tranquila), cognitivo (p reocupaciones) y fisiológica Sección 2: Eva luación del criterio B para ataque de
(«a leteo» en el estómago). Mientras que en el ámbito pánico
depresivo encontramos una pérdida de la capac idad 2.a. Preocupación o miedo a otros posibles ata-
de disfrutar de las actividades cotidianas, una visión ques: presenta un nivel de preocupación ca lificado
pesimista tanto de sus circunstancias actuales como como «Muchísimo».
del futuro y una escasez de emociones positivas. 2.b. Preocupac ión por las consecuencias del ata-
que: presenta un nivel de preocupación ca li ficado
3.2.9. Cuestionario de Pánico y Agorafobia (CPA) como «Mucho ».
2.c. Perturbación en la vida cotidi ana: en cuanto
Este cues tion ario presenta varias secciones úti - a los ca mbios importantes que se han producido en
les para alcanzar un diagnóstico diferencial entre el su vida a consecuencia de las cri sis, los valora co mo
Trastorn o de pánico co n o sin agorafob ia y la ago- «Bastante ».
rafob ia sin trastorno de pánico segú n la DSM-IV.
Los escasos ca mbios que se han producido en los Sección 3: N ivel de interferencia
cr iterios diagnóstico de esta patología en la DSM V 3.a . Labora l: en la actuali dad y dado que la pa-
nos han inc linado a seleccionarlo como ayuda al ciente ya lleva años de bajo e incapac idad laboral, el
di agnósti co psicopatológico que presenta Rosa . Los grado de interferenc ia en esta área ha sido va lorado
resu ltados se mu estran pues divididos por sus dife- co mo «poco» .
rentes secciones. 3.b . Relaciones sociales: es el área en la que la pa-
ciente co nsidera se ha producido mayores consecuen-
Sección 1: Ca racterísticas de los ata ques de pánico cias de sus ataques. Los ha va lorado co mo «Mucho ».
l .a. Frecuencia: Rosa refi ere haber presentado más 3.c. Relaciones fa mili ares: dado que cons idera que
de 1O cr isis a lo largo de su vida, 5 en el último año y co n las conductas de escape y evitación la fa mili a no
dos en el último mes. percibe en exceso sus dificultades, ha sido valorada
l .b. Sín tomas: como ind ican los criterios diagnós- como «poco».
ticos OSM V, Rosa presenta más de 4 de los síntomas
requeridos. Concretamente presenta síntomas respira- Sección 4: Evitación de actividades
torios (sensación de fa lta de aire o asfix ia, de ahogo), Las cond uctas co n mayores nive les de evitación
autonómicos (pa lpitaciones, golpeteo del coraz ' n o (categorías «casi siempre» o «siempre») han sido, el

mllllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

tomar café o bebidas estimul antes, ver ciertas pelícu- 3.3. Comprobar las hipótesis de evaluación
las, bail ar, discutir, salir de excursión o sitios ca lientes
y poco ventilados. Una vez corregidas y valoradas las pruebas apli -
cadas estamos en disposición de comprobar cuál o
Sección 5 : Agorafobia cuáles de nuestras hipótesis se confirman (Tabl a 14.9).
5.a . Nivel de evitación o temor de 24 situ aciones.
El mayor nivel de temor y evitación se ha presenta- 3.4. Establecer la formulación de caso
do en las si gui entes situaciones: centros com erciales,
cines o teatros, los mu seos, los auditorios, los lugares Derivado de lo hasta aquí expuesto, nuestro mode-
altos, los sitios cerrados y estar entre mucha gente. To- lo expli cativo del caso es el siguiente (ver Fi gura 14.1).
das ellas suelen ser evitadas en alto grado.
5.b. Ti empo de la evitación 1. El cá ncer y sus tratami entos representan un
Desde que apareció el prim er cuadro hace 19 años. acontec imi ento estresante que genera en la pa-
5.c. Nivel de interferencia: al igual que ocurría en ciente incertidumbre y ansiedad ante su evo-
la sección 3, el área con mayor interferencia es la refe- lución tanto por la apari ción de recidivas y la
rida a las relac iones sociales. co nsecuente dependencia física como por la
posibilidad de muerte próx ima. Al mi smo tiem-
Sección 6: Sucesos vitales e historia fa miliar po las secuelas físicas del cá ncer y las vivencias
En lo que se refi ere a los acontecimientos vitales, de pérdidas rea les y fa ntaseadas conll evan la
los señalados por Rosa se ce ntran en la historia de en- apari ción de sintomatología depresiva.
fermedad propi a con la co nsecuente pérdida de la ac- Además de las consecuencias emocionales, las
tividad laboral. prin cipales manifestaciones de esta dinámi ca
No hay antecedentes fa miliares de ataques de pá- son las conductas evitativas (tocarse y palpa r-
nico ni de alteraciones emocionales a destaca r, aun- se la pi erna), la ansiedad ante la rea li zac ión de
que le preocupa la progresiva debilidad física de sus pruebas médicas y las revi sio nes y desconfi anza
padres. en las relaciones con el personal asistencial.

Comprobación de las hipótesis de evaluación


HIPÓTES IS PLANTEADAS CONFIRMACIÓN HIPÓTESIS
H 1: Rosa presentará un trastorno depresivo Se confirma la hipótesis 1.

H2 : Rosa presentará un trastorno agorafób ico Aunque presenta sin tomato logía agorafób ica, forma parte del
cuadro de ataques de pánico.
No se confirma la hipótesis 2.

H r · Rosa presentará ata ques de pánico co n sintomatología Se confirma la hipótesis 3.


agorafóbica

H, : Rosa presentará un trastorn o adaptativo consecuente a su Se co nfirma la hipótesis 4.


en fermedad médica

H5 : Rosa presentará rasgos de personalidad que increm entarán su Se confirma la hipótesis S.


vulnerabilidad a acontecimientos vitales adversos

H 6 : La manera en que Rosa entiende su p roceso de enfermedad Se confirma la hipótesi s 6.


incidirá en la aparición de sintomatología psicopatológica

H7 : Rosa presentará una disminución de los recursos Se confirma la hipótesis 7.


intrapersonales necesa rios para acomoda rse a la enfermedad
oncológica. '

/-/ : Rosa presentará una dism inución de los recursos


8
Au nque los recursos están d isponibles para Rosa, en la actualidad
in te rpersonales necesarios para acom odarse a la enfermedad no los uti li za ni los valora positi vamente.
on cológica . Se confirma la hipótesis 8.

H9 : Rosa presentará numerosas áreas vitales afectadas por la Existen numerosas áreas vitales alteradas, aunque no sea de form a
en fermedad oncológica. exclusiva por la enfermedad oncológi ca.
Se confirma la hipótesis 9.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

CUADRO DEPRESIVO

PREOCUPACIONES
CÁNCER

Formulación de caso.

2 . Sus ca racterísticas de personalidad, mediatiza- amenazantes de las situac iones, a la realiza-


das por sus pautas de crianza, in crementan su c ió n de co ndu ctas ev itativas (in c idi endo en
vulnerabilidad ante aco ntecim ientos estresan- su sintomatología ansiosa), o adopta ndo un a
tes. Entre ell as destacan: actitud pasiva y resignada (re lacionada con
■ Un disminuido autoconcepto, con falta de su sintomato logía depresiva)
seguridad en sus habilidades y capacidades ■ Disminuidas estrategias asertivas en la com u-
para reso lver eficaz mente las situaciones en ni cación co n los demás, en parte relaciona-
las que se encuentra inmersa. Ello le ll eva a das co n la adopc ión de co ndu ctas pasivas y
adopta r conductas pasivas y a estab lecer re- el estab lec imi ento de relaciones de depen-
lac iones de dependencia con los demás. dencia, que la ll evan a priorizar la evitac ión
■ La utili zac ión de estrategias de afrontami n- de confli ctos y problemas interpersona les y a
to poco adaptativas, entre las que desta an acomoda rse a los deseos de quienes configu-
la tendencia a centrarse en los aspectos más ran su medio.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

3. La ex istenc ia de elementos contextuales están la realización de pruebas méd icas y a acudir a


incidi endo en su problemática y en sus altera- las consultas de revisión.
ciones emocion ales. Entre ellos destacamos: 3. M od ificar su esti lo de comun icación hacia otro
■ El cese de la actividad laboral con la co nsi- más asertivo, le fac ilita rá su relación con el per-
guiente pérdida de reforzadores y relaciones sonal méd ico y a resolver sus dudas y mi edos
soc iales. Sus co nsecuenc ias se ven acentua- sob re su enfermedad y su evolución . Así pues,
das por el hecho de que no han sido sustitui- disminuirán sus preocupaciones e incertidum-
das por la rea li zac ión de otro tipo de activi- bre sob re el cá ncer.
dades gratifica ntes. 4. La detecció n y sustitución de pensa mi entos y
■ El aislami ento social consec uencia en parte creencias irrac ion ales por otros más adaptati-
de la in actividad laboral, de su sintomatolo- vos, in c idirá en un mayor co ntro l de los ata-
gía agorafóbica y sus dificultades para pedir ques de pánico co n agorafob ia y en las pre-
ayuda o apoyo emoc iona l. Pero al mismo oc upacio nes y mi edos relac io nados con la
ti empo, la privan de recursos de afrontami en- enferm edad.
to y de gratificac iones, incidi endo una vez 5. El co ntrol de la activación fisiológica incidirá
más, en su sintomato logía depresiva. igualmente en un mayor co ntro l de ataques de
4. La apa ri c ión, como consecuencia de todo ell o, pánico con agorafobia y en las preocupaciones
de alteracion es psicopatológicas: y mi edos relacionados co n la enfermedad
■ Cuadro depresivo con manifestacio nes cog- 6. El in cremento de las actividades reforzantes
nitivas (escasa valoración de sí mi sma, inde- provocará una disminución de la sintomato lo-
fensi ón, dificultades para la toma de decisio- gía depresiva.
nes, ideas de muerte), emoc io nales (tristeza, 7. El aumento de sus redes de apoyo soc ial pro-
ga nas de llorar e incapacidad para hacerl o, vocará una disminuci_ón de su sintomatol ogía
irritabilidad), motivacion ales (a nhedonia) y depresiva
conductuales (fa lta de actividades, abandono
de relaciones soc iales). 3.5. Comunicar los resultados del proceso evaluativo.
■ Ataques de pánico con sintomato logía ago- Informe de evaluación
rafóbica, preexistente a la aparición de la en-
fermedad onco lógica y exacerbado desde el El momento de la com unicac ión de los res ultados
diagnóstico. del proceso eva lu ativo recobra una especial importan-
cia en la relación terapeuta-paciente y en el impacto
¿C uáles so n las predicciones que este mo mento que la inform ac ión obtenida puede tener sob re Rosa.
del proceso podemos estab lece r sobre los resultados Por ta nto, debe ser cuidadosamente planificado, deci-
de la interve nció n psicológica? En el caso de Rosa diendo en qué momento vamos a comentar cada uno
hemos de te ner presente que debe seguir en rev i- de los resultados, intenta ndo que cada déficit o altera-
sión, y que los méd icos le han in formado de la posi- ción detectado vaya acompañado bien de un recurso
bilidad real de rec idiva, lo que limita la posibilidad intrapersonal o interpersonal o bien exp li citando cuál
de una total remisión de la sinto mato logía ansiosa se rán las estrategias que trabajaremos conjuntamente
y depresiva asoc iada a la enfermedad, así co mo el para compensa rlo, minimi za rl o o eliminarlo.
temor ante la realización de las pruebas médicas y, En el caso de pacientes onco lógicos, debemos
sob re todo, la ansi edad en las cons ultas méd icas de prestar especial atención a la com unicac ión de alte-
revisión. racion es emocionales que puedan ll egar a tener signi -
Por tanto, co nsideramos qu e: ficación clínica. En muchas ocasiones estos pacientes
se encuentran bajo la denominada «tiranía de la feli-
1. Al modificar e incrementar su autoconcepto, cidad », en la que quienes los rodean, incluido el per-
Rosa modifi cará la imagen negativa que en es- sona l asistencial, le repiten lo trascendente que res ulta
tos momer1tos presenta y será uno de los ele- el estado de ánimo en la evolución de la enfermedad.
mentos en la di sminu ción de su sintomatología Así hemos atend ido a pacientes que acuden a co nsu lta
depresiva. porque «no están lo suficientemente contentos» o po-
2. Al potenciar las estrategias de afrontami ento sitivos. Los sentimi entos de culpa asociados a esta ti-
más adaptativas, y reducir las no adaptativas, ranía son frecuentes y se traducen en afirmaciones del
disminuirá las co nductas evitativas relacionadas tipo «estoy enferma y ni siqui era soy capaz de tomarte
tanto co n los trastornos de pánico co n agorafo- esto de otra manera para evita r que el cá ncer vuelva».
bia, como co n su mi edo a palparse la pierna, a Por ello debemos asegurarnos que el paciente com-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

prende que las alteraciones emocion ales pu eden ser nifiesta a través de ataques de pánico, en los que la
reacciones norm ales a la situación que está n viviendo, vivencia de pérdida del control del propio cuerpo y la
y que de ell as no va a depender el pronóstico ni la sensación de ahogo y cas i de muerte, se convi erten en
evolución de su enfermedad. la manifestación de su propia angustia. De esta mane-
Concreta mente con Rosa hemos decidido ofrecer ra, la ansiedad por la pérdida de un a figura con la que
estos primeros resultados de manera verbal, aunqu e había establ ecido una relación de dependencia y que
al final de todo el proceso le facilitaremos un informe ell a co nsideraba «la guiaba», queda desplazada y vin-
escrito en el que quedará refl ejado el proceso eva lua- cu lada a situaciones en las que apa recen los ataques
tivo compl eto. de pánico con sintomatología agorafóbica . Y en una
Comenzamos expli ca ndo que en las ca racterísti- especie de bucle, las conductas evitativas que conlleva
cas de personalidad influyen, en gra n parte, variables el cuadro agorafób ico hacen que el mi edo se vaya in-
ambientales que las van mod ul ando y haciendo que crementando y la co nfianza en la capacidad de control
se expresen de un a manera particular. Estas influencias de estos episod ios vaya paulatinamente disminuyendo.
ambi entales pueden generar que potencialidades y re- Por ell o, otro de los objetivos del trabajo terapéutico
cursos queden bloqueados, pero de la mi sma manera, se centrará en in crementar el control de la sintomato-
pueden volver a ser «recuperados» o, incluso, se pueden logía ansi osa ante esas situaciones, hasta ha cerl as des-
desarrollar nuevas estrategias. Así pasamos a comentar- aparecer. Y conforme vaya recuperando ese control, la
le la influencia que las pautas de cri anza paternas han confianza en sí mi sma se incrementará y la apa ri ción
tenido sobre su comportamiento, especialmente en los de los ataques de pánico será progresivamente menor.
esfuerzos que rea li za por evitar situaciones conflictivas En medio de esta dinámica la aparición del cá ncer ha
y problemáticas. Esto la han ll evado, de manera más o supu esto la ruptura del equilibri o que había conseguido
menos sistemáti ca, a adoptar una actitud pasiva y de- establecer. Desde luego no se trata de una reacción anó-
pendiente ante los demás, especialmente ante aquell os mala, ni tampoco es excl usivo de la paciente. El cá ncer
con quienes establece o desea estab lecer vínculos afec- representa, con motivos médicos que lo justifiquen o
tivos. De manera que el mi edo a perderlos o disgustar- sin ell os, una amenaza a la propia supervivencia, a la
los le lleva a reprimir e inhibir sus propias expresiones propi a integridad del sujeto y afecta al resto de las áreas
emocionales e incluso a renunciar a plantear y alca nza r vitales. Las pérdidas anticipadas o vividas asociadas a
sus propias metas y necesidades. Esta dinámica ha in- su proceso de enfermedad, el cansancio de la lucha, y
fluido negativamente en la imagen que mantiene de sí la debilidad física, le han generado un cuadro de con-
mi sma y en su confianza en su habilidades y recursos notaciones depresivas, en el que a veces se confunden
para resolver independiente y eficazmente las situacio- los aspectos físicos derivados de la enfermedad con el
nes problemáticas que se le pueden presentar. propio estado emoc ional. Pero si las pérdidas dan lugar
Por ell o, un o de los objetivos de la intervención se a sintomatología depresiva, la incertidumbre asociada a
centrará en volver a recupera r un a imagen positiva y la evoluc ión de la enfermedad, en su caso exacerbadas
recuperar la confianza en sus aptitudes y cua lidades. por las suces ivas recidivas, incide directamente sobre
A esto hemos de unir, como otro objetivo, el desarrollo su sintomatología ansiosa, que la ll evan a centrarse en
de estrategias asertivas que le permitan, por un lado, los aspectos más amenazantes de su enfermedad con el
decir lo que piensa, aunque sea co ntrario a lo que desarrollo de conductas evitativas (s imil ares a las que
op in an los demás y por otro, rechazar las peticiones rea li za con su sintomatología agoráfobica) como es la
que en realidad son co ntrari as a sus deseos o valo- negativa a tocarse y palparse la pierna . Sin embargo,
radas como excesivas y abusivas. Y en la actualidad este estado de ánimo es «normal» y representa una re-
nos centraremos en las relaciones con sus hijos y co n acción común a circunstancias vitales adversas. No es
sus padres. Al mi smo tiempo el desarrollo de estas es- posible, ni esperable que cuando nos encontramos en
trategias asertivas resu ltarán de utilidad en la relación una situación de adversidad, nos mostremos alegres y
co n el personal sanitario, especialmente a la hora de contentos. Lo que sí es cierto es que es conveni ente ir
expresa r dudas y pedir acla racion es. acomodándonos a la situación y desarrollando las estra-
Co ntinuamos comentando que cuando las personas tegias necesa ri as para afrontarlo de una manera exitosa,
sienten que no pueden tomar el control de las situa- recuperando el equilibrio emocional.
ciones o no saben cómo resolverlas, tienden a perci- En este sentido se hace necesario el trabajo con
bir como amenaza ntes situaciones que objetivamente todas esas creenc ias irracion ales («s i ha aparecido una
pueden ca recer de la importancia o la trascendencia vez, apa recerá otra vez », «nad ie me quiere, ¿para qué
que se les co ncede. La ansiedad consecuente puede seguir viva?») que hacen que se centre en los aspectos
ll egar a mani festa rse de diversas maneras. En su caso, más amenazantes y que perpetúan tanto el estado de
tras la ruptura de su primera rel ación de pareja, s ma- ansiedad como la sintomatología depresiva.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y context os

Igualmente hay que con siderar la impo rta nc ia de de d istracc ió n y por o tro, a inc rem entar las fu entes d
otros facto res co ntextuales como, p or ej empl o, el cese apoyo soc ial.
de la actividad labo ral y la pérdid a de reforzadores. La Se pasa por úl t imo a recaba r la o pini ó n de Ros~
in capac idad labo ral ha supuesto, por un lado, la pér- sobre todo lo comentado, se acl aran dudas y se toman
dida de los reforza do res asoc iados al ámbito labo ral, en considerac ió n su preferencias y apo rtac io nes.
entre los que se encuentran la sati sfacc ió n por el reco-
nocimi ento social y perso nal por su labo r (lo qu e inc i- FASE 4: PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y
d ía en un increm ento de su autoconcepto) y por otro FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN
lado, la perdida de contactos y relac iones soc iales. El
hecho de que esta actividad laboral no haya sido sus- 4 .1. Definir sobre qué problemas, cómo y con qué
tituida por ningun a otra gratifi ca nte, pe rpetua e inci de estrategias, técnicas o programa se va a intervenir
en su sintom ato logía emoc io nal, en el in cremento de
sus c reenc ias irrac io nales («soy un a inútil » «no tengo En esta nu eva fase de p lanifi cac ió n del programa
futu ro» «qui én m e va a qu erer »), y en un aislami ento de intervenc ió n debem os determin ar c uáles son los
soc ial que po tenc ia las condu ctas ev itativas (a l no sa lir prob lem as en los que centrarem os nuestra interven-
prácti ca mente de casa, evita las situac io nes q ue anti- ció n, el có mo vamos a intervenir y las técni cas concre-
c ipa pueden generarl e cri sis agorafóbi cas). tas qu e utili za remos (ver Tabl a 14.10).
Tambi én hem os de com entar la naturaleza de las
estrategias que hasta ahora v iene desa rro ll ando para 4 .2. Formular las hipótesis de intervención
afrontar las situ ac io nes probl emáticas y cóm o mej o-
rarl as. En rea li da d, co n los resultad os de los ca mbi os 1. A l entrenar a la pac iente en la rea li zac ión de
introdu c idos en los apartados anteri o res está en di s- un a adecu ada y pos itiva valo rac ió n de sus cua-
pos ic ió n de adopta r estrategias que se deno minan lidades y recursos, se produci rá un ca mbi o en
«m ás adaptativas» . D e hecho, el i nc remento de la su manera de entenderse a sí mi sm a e in cre-
autoco nfi anza y de la sensac ió n de contro l pu ede m entará su ca pac idad para perc ibir sus recursos
ayudar a adoptar un a actitud de lu cha activa ante la perso nales.
enferm edad, el rebatir las creenc ias e ideas irrac io na- 2 . El in cremento de su autoconcepto junto al en-
les y vence r mi edos y tem o res nos co ndu ce al desa- trenami ento en técn icas de afro nta mi en to, ay u-
rro ll o de las estrateg ias de autoco ntro l em oc io nal. Y darán a la pac iente a afro ntar co n m ayor efi-
si además desaparece n los sínto mas ago rafóbi cos y se cac ia y autoco nfi anza los sucesos estresa ntes o
trabaj a sob re la idea de qu e ser «pac iente o nco lóg i- adversos en los q ue puede enco ntrarse inm ersa.
ca» no es lo mi smo que «tener cá ncer » y q ue la v ida 3. El fo rtalec imi ento de sus estrategias asertivas le
sigue, que puede enco ntrar nu evas metas y activi da - proporc io nará n los recursos necesa ri os para op-
des soc iales que la ayuden po r un lad o, a estrateg ias timi za r sus relac io nes in terperso nales, incl uidas

Problemas sobre los que intervenir, cómo se va intervenir y con qué técnicas de intervención
TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN
PROBLEMAS CÓMO INTERVENIR
PSICOLÓGICA

Autoconcepto Incremento del Autoconcepto Autoco noc im iento


Autoevaluación positiva

Asertividad Incremento de estrategias asertiva s Entrenamiento en habilidades soc iales

Ausencia de reforzadores Incremento de actividades lúdicas y sociales Act ivación conductu al

Conductas fóbicas y evitativas Eli minar o reducir las conductas fóbicas y Intervención psicoeducativa
ev itativas D esensibili zac ión sistemática

Creencias irracionales Mod ificar las creencias irracionales Reestru cturación cogniti va
Dramatizac ión rac ional-emotiva

Activación fisiológica Di smin uir la activación fisio lógica Entrenamiento en control de la respi ración
Relajación muscular progresiva

Limitaciones y enfermedad Incremento de la aceptación de las Terapia aceptación y compromi so


imitaciones y la enfermedad
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

las que realiza con méd icos y profesionales sa- luativos que hemos utili zado en la fase anterior son
nitari os. suficientes para determinar los resultados de la inter-
4. El programa de activación conductual conse- vención y si son sensibl es a los ca mbios que se pro-
guirá inc rementar las activid ades qu e la pacien- duzcan.
te rea li za fuera del ámbito familiar y del hogar, En el caso de Rosa, consideramos que tan só lo se-
tanto en lo que se refi ere a la rea li zac ión de ac- ría co nveni ente la utili zació n de autorregistros para
tividades lúdicas y reforzantes, como al incre- valorar la mod ificac ión de las creenc ias irracion ales
mento de sus relacion es interpersonales, tanto y de las condu ctas fób icas y evitativas. Igualmente se
con ami gos y conocidos como con fa mili ares. le apli ca un cuestionario de satisfacc ión con el trata-
5. El programa compuesto por psicoeducación y mi ento recibido.
desensibilización sistemática, conseguirá dis-
minuir su fobia a la autoexp lora c ión y la reali- 5.2. Ap licar las estrateg ias, técnicas o programa de
zac ión de pruebas médicas. intervención
6. Las creencias irracio nales relacio nadas con sus
mi edos disminuirán a través del programa de re- Las 12 ses iones de las que consta el programa no
estructuración cogni tiva. pudi ero n ser finalizadas en el tiempo previsto debido
7. La activación fi sio lógica que acompa ña a sus a problemas de agenda y se pro longaron cas i un mes
cuad ros fóbicos y ataq ues de pánico disminuirá más de lo previsto en el cro nograma.
a través del control de la respiración y del entre-
nami ento en técnicas de relajac ión. 5.3. Valorar los resultados y comprobar las hipótesis de
8. Por último es necesa ri o ayudar a la paciente a intervención
aceptar su situación actual y acomodarse a las
limitaciones que la mi sma le genera. La terapia Los resultados obten idos en los cuestiona ri os que
de aceptación y compromi so la ayudará a as u- proporcionan datos cuanti tativos se pueden co nsulta r
mir estos aspectos. en la Tab la 14.11 . El resto, se anali zaron una vez más,
de forma cualitativa.
4 .3. Estructurar la intervención psicológ ica/terapéutica El aná li sis de los datos obtenid os nos reve la que,
efectivamente se ha producido una m ej oría en las
El programa de intervención psicológica consta rá variables dependientes e indepe ndi entes co nsid era-
de 14 ses iones de 90 minutos de duración cada una das. Así, anali za ndo los camb ios producidos en las
que se desarrollan quincenalmente con una duración conductas problemas sob re las que hemos actuado
tota l de 7 meses. El programa de intervención se le directamente, encontra mos los sigui entes resu lta-
exp lica a la paciente, se la instruye para la realización dos :
de los autoregistros y se establece el cronograma y el
contenido de las ses iones. ■ En lo que se refiere al autoconcepto, la paciente
Cada una de las ses iones presentan un fo rmato ha incrementado no tab lemente su puntuación.
similar. Se comi enza comenta ndo las in cidencias en H an desaparecido sus valoraciones negativas y
relación a la puesta en práctica de los conten idos de globa li zadoras espec ialmente las referidas a su
la ses ión anterior y con la revisión, en su caso, de las percepción de inutilidad y a autodefinirse como
tareas recomend adas . A co ntinuación, y a modo intro- «un a fracasada».
ductorio se rea li za una breve expos ición sobre el con- ■ Las estrategias de afrontamiento han pasado de
tenido de la ses ión y se pasa a trabajar con la paciente. ser consideradas «negativas» a «preferentemente
Para finalizar, se revisa el grado de comprensión de los positivas». En este sentido hemos de resa ltar que
conceptos introducidos, se acla ran dudas y se hacen no han ll egado a alca nza r la categoría de «po-
recomendaciones para el periodo interses iones. sitivas» porque la puntuación en Huida y Dis-
tanciamiento sigue siendo relativamente e leva-
FA SE 5: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA da. Consideramos no obsta nte que, en su caso,
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA no pensar continuamente en la enfermedad no
constituye una estrategia negativa sin o positiva.
5.1. Se leccionar los inst rument os de eval uació n ■ Sus estrategias asertivas se han incrementado.
necesarios pa ra valo rar la eficacia de la intervenció n Aun así, todavía encuentra dificultades para ne-
garse ante una petición y expresa r emoc iones
Antes de la ap li cac ión del programa de interven- negativas. H a comenzado a preguntar sus dudas
ción, debemos determinar si los instrumentos eva- al personal méd ico.

mJIIIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Resultados pre-postratamiento y seguimiento


CUESTIONARIOS

Cuestionario de Autoconcepto (AFA-5)


Fisico

Famil iar

Emocional
---
35
67
43
45
70
65
43
70
60
Social 20 60 55
Profesional 75 75 75
Adaptativo 3 6 6
No adaptativo 9 5 5
Enfrent. y lucha activa 1,1 2 1,8
Autocontrol y Control Em. 0,85 1,5 1,7
Estrategias de afrontam iento al estrés para
Búsqueda apoyo socia l 1,4 1,4
pacientes oncológicos (CAEPO)
Ansiedad y preocupación ansiosa 2, 16 1,5
Pasividad y resignación pasiva 2 1,8 1,6
Huida y distanciamiento 1,83 1,9 2
Negación 0,85 0,87
lnter. Sex. Op. 10 15 18
Hacer peticiones 20 25 28
D eci r no 15 30 33
ESCALA D E H ABILIDA DES SO CIALES
Exp. Enfados 15 25 25
(EHE)
D efensa Ochos. 25 35 35
Autoexpres ión 20 30 32
1 Globa l 35 so so
F. Física 100 100 100
F. Rol 100 100 100
F. Emocional 34 76 80
F. Cognitivo 34 58 54
F. Social 67 71 71
Fatiga 33 24 27
Nauseas o o o
Cuestionario de Calidad de Vida (EORTC) Dolor 16 16 19
Di snea o o o
Insomnio 66 52 48
Pérdida de apetito 66 48 44
Estreñimiento o o o
Diarrea o o o
Problemas económicos 33 33 33
Estado Global de Salud so 67 64
Ansiedad 15 9 10
Escala de Ansiedad y D epresión
Depresión 15 7 6
H ospitalaria (H AO)
Tota l 30 16 16
(1) Pretratamiento; (2) Postratamiento; (3) Seguimiento
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

■ En lo que se refiere al incremento de activida- pero ya no lo considera una certeza y admite que
des lúdicas y socia les, se ha apuntado a clases puede no ocurrir. Aunque ex iste proyección hacia
de pintura y está pensando matricularse en un el futuro, ha aprendido a centrarse más en el aquí
curso de coc ina. Por otra parte, sue le salir al y ahora y disfrutar de sus actividades cotidianas.
menos una vez por sema na, tanto con fami li ares Sin que le resulte agradable, suele palparse al me-
como con amigos, entre los que se encuentran nos cada quince días ambas piernas.
los compañeros y compañeras de sus clases de
pintura. Así, se han incrementado sus puntuacio nes en el
■ Las creencias irracionales han sido una de las Cuestiona ri o de Ca lidad de Vida (EORTC) relaciona-
va ri ables que han experimentado una modifica- das co n el funcionamiento emociona l y cogn iti vo y
ción más acusada ya que prácticamente las mis- los sínto mas asoc iados a las alteraciones emoc iona-
mas han desaparecido. les.
■ En cua nto al apoyo social percibido se ha produ- Por su parte en la Lista de Chequeo de Aspectos
cido una modificación en la percepción de los Psicooncologicos (LC-Psico-Onco) también han dis-
aspectos negativos, en el sentido de que Rosa no minuido los síntomas cogn itivos (p roblemas de aten-
se siente ta n presionada a modificar su manera ción y concentrac ión) y ha mejorado la actitud hacia
de entender la enfermedad y se siente más com- el tratamiento recibido. Aunque ha obtenido puntua-
prendida y apoyada emocionalmente, especial- cio nes inferiores en el factor de «preocupaciones»,
mente por su pareja . persiste el temor ante los resultados de sus pruebas
médicas y a la posibilidad de tener que recibir un nue-
Por otra parte, el análi sis de los resu ltados obte- vo tratamiento.
nidos en las medidas de evaluación del resto de las
co nductas prob lemas, nos muestra: 5.4. Comunicar los resu ltados del proceso valorativo.
Informe de intervención
■ En lo que se refiere a la sin tomatología depresi-
va, la puntuación ha pasado de ser co nsiderada La com uni cación de estos resultados la hacemos
clínicamente sign ificativa a entrar en el intervalo de manera ora l en primer lu gar, pero también entre-
de sintomatología subclínica . gamos un informe a Rosa con los aspectos más signi-
■ La paciente manifiesta mayor estabilidad emo- ficativos del proceso eva luativo : esto es, los resultados
ciona l, ha desaparecido el deseo de muerte, iniciales, los objetivos planteados y los resultados tras
mayor ilusión por rea li zar las actividades reco- la aplicac ión del tratamiento.
mendadas. Ha reducido la in gesta de psicotró-
picos a la mitad, ya so lo ingiere una pasti ll a de 5.5. Preparar para el alta o cierre provisional del caso, si
orfid al antes de dormir. Su visión de sí misma y se ha/n previsto seguimiento/s
de sus circunsta ncias so n más positivas. Persiste
una vis ión pesimista y amenaza nte del futuro, Hemos de tener en cuenta que mientras estamos
au nque menos intensa que al com ienzo del tra- comunicando los resultados es inevitab le abordar el
tamiento. tema del «alta». En el caso de las enfermedades onco-
■ En lo que se refiere a los ataques de pánico y la lógicas, en las que existe la posibilidad de recaída y
sin tomatología agorafóbica, prácticamente han recid iva se deja abierta la posibilidad de so licitar nue-
desaparecido. En una ocasión mientras visitaba va cita si ell o ocurriera. Al mismo tiempo se le explica
un museo comenzó a sentir los síntomas del ata- que el alta será «progresiva» de manera que se le plan-
que de pánico, pero pudo co ntro larlos y co nsi- tea la posibilidad de programar ses iones de seguim ien-
guió finalizar la vis ita. Persiste cierta activación to a los se is meses, al año y a los dos años.
fisiológica cuando se enfrenta a situaciones es-
tresantes que, en genera l, es capaz de contro- 5.6. Seguimiento/s: Valoración del mantenimiento de los
lar, especialmente durante la realización de las objetivos alcanzados
pruebas médicas
■ Por último, la paciente ha modificado su manera La paciente acude a consu lta con un estado emo-
de entender la enfermedad oncológica, pasando a ciona l positivo . Los problemas que presentaba al co-
considerarla una enfermedad crónica que requie- mi enzo del proceso siguen contro lados o han desa-
re como estrategia de contro l la rea li zación de re- parecido. Ha decidido matricularse en la Universidad
visiones y, por consi guiente, de pruebas m ' di as. para comenza r estudios en Historia del Arte. Se mues-
Admite que existe la posibilidad de una r idi va, tra ilusionada con ell o. Las relaciones fam ili ares si -

mlllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

guen desarrollándose sin problemas. Sus hijos han ido estim ar la capac idad de la persona para tomar deci-
progresivamente asum iendo más responsabilidades en siones. Igua lmente, la eva luac ión puede tener co mo
el hogar y se han co nvertido en motivo de apoyo y objeto definir los recursos contextuales o institucio-
satisfacciones. Los confl ictos que su rgen, suele mane- nales que son necesa ri os para el apoyo y la asistencia
jarl os de manera satisfactoria. a la persona mayor (decisión sobre la necesidad del
No han vuelto a apa recer ataq ues de pánico. La ingreso de la persona en una residencia, o la co nve-
sintomato logía dep resiva ha prácticamente desapare- niencia de que la persona participe en un programa
cido. Tan sólo persiste cierto nerviosismo e intranqui- terapéutico o asistencial determinado), en función
lidad en los momentos de revisión médica . Asimis- de su nive l de competencia. En otras ocasiones, la
mo, en ocas io nes y cua ndo presenta algún síntoma eva luac ión tiene corn o objeto determinar el nivel (y
nuevo, se asusta y piensa en la posibilidad bien de tipología) de neces idades que presenta el estado ac-
una recid iva o bien de un nuevo cá ncer. En genera l, tual de la persona mayor. Por último, la eva luac ión
cons igue tranquilizarse y esperar a ver la evo lu ció n psicogerontológica puede estar motivada por la nece-
de dichos síntomas acud iendo a su médico cuando sidad de definir los efectos (d irectos o com parativos)
persisten. de un programa de intervención sociosan ita ri o, co mo
Los resultados de las pruebas eva luativas se mues- por ejempl o un programa para prevenir la so ledad de
tran en la Tabla 11 .14. El análi sis de estos datos nos las personas mayores en un determinado muni cipio,
muestra el mantenimiento y consolidación de los lo- o cualqui er otro que se haya puesto en marcha para
gros alcanzados durante el trata miento. Exploramos la atender demandas o necesidades observadas en las
ex istencia de nuevos problemas o sintomatología en la personas mayores.
paciente sin que se haya n enco ntrado resultados sig- La eva luación psicogerontológica comparte co n
nifica tivos. Se repasan algunas de las estrategias co n la eva luación psico lógica general muchos principios
el fin mejorar su eficacia. Dada la buena evolución de y supuestos y, en esencia, debe ser reali zada con las
la paciente y la estabi lidad de los resultados en el pri- mi smas ex igencias procedimentales y criterios meto-
mer segu imiento, le proponemos realizar el siguiente dológicos con las que se ll eva a cabo cualquier otro
(dentro de otros seis meses) de manera telefónica. Se proceso de eva luación psicológica (objetivos - in stru-
le comenta que ello no es óbice para que soli cite cita mentación científica - identificac ión de problemas -
presencial si co nsidera que aparece alguna si ntoma- va loración-in tervención-segu imiento) . Sin emba rgo,
tología o presenta algú n prob lema nuevo para el que la eva luación psicológi ca de la persona mayor es un
encuentre dificultades en su resolución o adaptación procedimiento que presenta sus propias características
al mi smo. específicas y diferenciales de la eva luación en otras
poblaciones (niños, jóvenes, adultos).
Un factor importa nte que hay que considerar a la
2.3. CASO 3: El proceso de Evaluación hora de trabajar con mayores es la creciente diferen-
Psicológica aplicado en un caso ciación de las cohortes de edad que se incluyen en
psicogerontológico: persona mayor esta población. Hoy en día, con la prolongación de la
con trastorno depresivo tras la esperanza de vida nos encontramos con una población
muerte de su cónyuge mayor que incluye, entre las distintas cohortes, un am-
Mariagiovanna Caprara plio abani co de diferencias en las co ndiciones físicas
Julio lñiguez Martínez y socio-culturales. En otras palabras, existe una mayor
heterogeneidad y diversidad a la hora de envejecer, ya
Z.3.1. Introducción que pueden ex istir entre 20 y 30 años de diferencia
entre las diferentes cohortes de personas mayores, con
Las razones que hacen necesa ri a la eva luación psi- experiencias, creencias, valores y necesidades cada
cogeronto lógica son muchas y mu y va ri adas. Las más vez más distintas, como miembros de una «cohorte
frecuentes tienen que ver co n la necesidad de fo rmu- generacional única ». Los gerontó logos se encuentran
lar un diagnóstico de un trastorno cognitivo (como cada vez co n un mayor número de factores diferen-
por ejemplo, un trastorn o depresivo o de ansiedad), ciales que plantean nuevos desafíos relacionados co n
o para eva luar un potencial proceso de deterioro cog- la atención a las diferentes co hortes mayores de edad,
nitivo, con el fi n de poner en marcha los programas debido a las distintas necesidades y peculiaridades de-
preventivos o de intervención más adecuados. Otra ri vadas de su perfil generacional.
de las razones a destacar sería, la eva luación psico- Para la eva luación de estas singularidades, tiene
geronto lógica dirigida a determinar el estado de las una espec ial importa ncia la adopció n de un mode-
capacidades func ionales de la persona, así como lo biopsicosocial , que con ll eva realizar una eva lua-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

c 1on integral y multidimensional (transdiagnóstico) los tratamientos farmacológicos que sigue la persona,
de la persona, que valore adecuada mente todos los indicado res del estado mental y emocional, estim a-
procesos, ca mbios norm ativos y diversidades que ción de la funcionalidad cognitiva, indicadores del
están presentes en el proceso de envejecimiento y ni vel de competencia deducible de su desempeño de
q ue pueden estar interactuando co n el objeto de la actividades de la vida diaria (como vestirse, comer,
eva luac ió n (Fern án dez-B allesteros, Reig y Zamarrón, asearse, manejar dinero, etc.), fuentes de estrés, así
2008). como recursos y ca pacidad de afrontamiento de even-
La Organización Mundial de la Salud, desde hace tos estresa ntes, nivel de interacciones sociales simp les
más de cincuenta años, ha insistido en la importancia y de apoyo soc ial y recursos económicos o ambien-
de una definición de sa lud como un estado comple- tales.
to de bi enesta r físico, menta l y soc ial y no solamente Cada aspecto de la eva luación debe anali za rse con
co mo la ausencia de enfermedades. Este concepto de cuidadosa atención, dado que, muy a menudo, en la
sa lud reco noce la ex istencia de numerosas dimensio- persona mayor los síntomas psicológicos y físicos pue-
nes (física, psíquica, emocional, etc.) que influyen en den enmasca rarse y confundirse entre sí. Por ejempl o,
el concepto de sa lud y de bienestar; estas dimensiones algunos síntomas indicativos de un trastorno depresivo
deben ser consideradas co mo dimensiones interacti- pueden estar ca usados por un proceso de hipotiroidi s-
vas e interdependi entes, y, en consecuencia, con una mo, por una demencia, por la diabetes, o por ca rencias
potencial influencia mutua. De esta forma, la salud, nutri cionales; y al revés, síntomas físicos, como proble-
como descriptor genera l del bienestar de una persona mas de sueño, o de alimentación pueden enmascarar
mayor, debe esta r determinada por una gran multipli- un proceso depresivo. Pero también algunos de los sín-
cidad de factores y, por tanto, no relacionada con un tomas depresivos pueden deberse al consumo de algú n
único factor o ca usa. Así, la sa lud en esta etapa de fármaco que, entre otros efectos, pueden producir con-
la vida no solo se valora como la ausencia de enfer- fusión, delirio, ca nsancio e inapetencia.
medad, sino, sobre todo, como aquellas condiciones Además, el síntoma, como elemento que distingue
de vida que permiten preservar y mantener (o, en su una persona sa na de una enferm a, suele perder su sig-
caso, recuperar) las potencialidades y capac idades nificado. Es decir, en muchas ocasiones los síntomas
de la persona mayor para gestionar y adapta rse a los psico lógicos que presenta la persona son indepen-
ca mbi os personales y ambientales que se producen dientes de su prob lema rea l, y todo esto puede difi-
durante el proceso de envejecer. En ese sentido, el psi- cultar y hacer más compleja la tarea de un diagnósti -
cogerontó logo no debe considerar la situació n de la co diferencial. Por tanto, en la población de personas
persona mayor únicamente en términos de déficit y/o mayores es fu ndamental utilizar todos los instrumentos
limitaciones (identifica ndo trastornos y patologías que de eva luación que sean necesarios, apropiados y ade-
aparecen en la vejez), sino que, además, debe tener cuadamente validados para esta pob lación.
en cuenta las hab ilidades y recursos personales que
pueden ser obj eto de intervenció n, a través de progra- Factores que influyen en la evaluación
mas de manten imiento, mejora y optimi zac ión de las psicogerontológica
co ndiciones personales y sociales que acompañan al
proceso de envejecimiento. La va lorac ión y eva luación en la vejez requiere
Pa ra todo ell o, el psicogerontó logo cuenta co n di- tener en cuenta una seri e de factores que pueden te-
ferentes instrumentos úti les para la eva luación de la ner influencia en el proceso de eva luación psicoge-
persona mayor, como la observación, la entrevista, los rontológica y que el psicólogo tendrá que considerar
test y cuesti onarios psicológicos adaptados a esta po- durante la rea li zac ión de las pruebas y la ap licación
blación y los informes de allegados. Su correcta uti- de los instru mentos (psicométri cos o de otro tipo) que
li zac ión ha de ajustarse a las exigencias de una eva- requiere el proceso de la eva luación.
luación integral, globa l y/o multidimensional. En otras
palabras, la eva luación debe permitir recoger informa- ■ La variabilidad individual que hay en la vejez
ción relevante de todas las esferas de la vida de la per- Aunque el paso de los años y la edad co nstitu ya
sona, y no solo de alguna de ell as, por muy llamativos el facto r más objetivo que define la vejez y el
que puedan ser algunos de los síntomas (por ejemplo, envejecimiento, la edad, por sí so la, no homo-
de sa lud fís ica) . geneíza absoluta mente a las personas mayores
En resumen, los factores a tener en cuenta han de y no anul a la ex istencia de diferencias entre
formar parte de un programa de eva luación multidi - las personas. Las diferencias en las co hortes de
mensional, que se agrupan en las siguientes áreas de edad de las personas mayores adqui eren una
información: indicadores del estado físico, contro l de gran importancia a la hora de definir eventuales

EIIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

necesidades y procedimientos de evalu ación. cas. El enlentecimiento en la ejecución de tareas


Cada persona es diferente, ti ene una histori a y cognitivas y motoras (como co nsecuencia de la
situación que exigen de una va lorac ión indivi- edad) aparece como un elemento frecuente en
dual y a la ca rta . las personas mayores y se veri f ica ta nto en ac-
tividades de la vida di ari a, como en contextos
■ Condiciones de salud y enfermedades crónicas más co ntrol ados (como es el laboratorio). El psi -
Las personas mayores suelen tener más prob le- có logo eva luador debe tener prevista esta even-
mas de sa lud cróni cos que los más jóvenes y no tu al ca racterística del desempeño efectivo de las
se pu ede esperar que el nive l de impli cac ión y personas mayores, y tenerl o en cuenta tanto, a
el desempeño de una persona mayor que cursa la hora de pl ani fica r la apli cac ión de las prue-
una patología, sea el eficiente durante el proce- bas, como a la hora de ponderar los resultados
so de apli cac ión de las pru ebas que requiera la obtenidos en la ejecución de tareas verbales o
eva luación psico lógica. Estos probl emas de sa- no verbales que puedan estar inclui das en los
lud pu eden interferir directamente con las prue- instrumentos.
bas psico lógicas y el eva luador debe tener en
cuenta eventuales limitaciones para evitar que ■ Verbosidad
los resultados de las pruebas se vean afectadas El psicogerontó logo debe considerar el estado de
por el denominado «efecto del artefacto » (q ue sa lud físi co y mental de las personas mayores. Sin
se regi stren efectos como consecuencia de las duda, estas vari abl es físicas y mentales pu eden
difi cultades para apli ca r correctamente la prue- influir en el modo en que se ha de desarrollar
ba, sin que ello pueda ser co nsiderado un efecto todo el proceso evaluativo. Hay una ca racterísti ca
clíni co relevante). parti cular que debe ser destacada. Esta es la de la
verbosidad. Esta ca racterística se defin e como la
■ Medicación tendencia de muchas personas mayores a habl ar
El psi cogero ntó logo debe tener en cuenta los de muchos temas y a relacionar lo que se está
efectos de la medi cación en la reso lución de las haciendo co n otras circunstancias de la vida de la
tareas de evalu ación propu estas. Es bi en sab i- propia persona durante el proceso de evaluación.
do que muchas personas mayores toman med i-
cac iones, en mayor med ida, que otros adultos ■ Estereotipos e imagen social
más jóvenes. Las personas mayores ti enen un a Los psicó logos pueden tener los mi smos este-
sensibilidad frente a los fá rmacos dife rentes a la reotipos sobre personas mayores que se han ido
de las personas más j óvenes. Ad emás, algunos construyendo y habitualmente se manejan en la
mayores toman fá rm acos di fe rentes que pue- sociedad. A lo largo del proceso de eva luac ión,
den interactu ar produ ciendo efectos no desea- el psi cogerontó logo pu ede esta r condi ciona-
dos (iatrogeni a fa rm acológica). La ingesta de do por estas imágenes preconceb idas sobre la
fá rm acos específicos, o en dos is no adecuadas, vejez, y debe rea li za r un esfuerzo por prestar
pu ede alterar el patrón base del nivel de des- atención a los datos recogidos sistemáti ca men-
empeño o influir negativamente sobre la cog- te a través de los instrumentos de eva luación,
ni ción de la persona que lo to ma. Estos efectos dejando de lado los contenidos estereotipados
pueden influir en el rendimi ento de las tareas sobre la vejez. El evaluador no ha de o lvidar que
que requiere el proceso de evaluac ión de la las personas mayores son personas compl ej as
persona mayor. cuyo desempeño no puede quedar reducido a
las generali zaciones simplificadas sobre las que
■ Problem as sensoriales se basan los estereotipos.
La persona mayor pu ede padecer probl emas
senso ri ales (sobre todo vi suales o audi tivos) que Por último, co nviene recordar ta mbién que las per-
va n a requerLr la atención y preparación de la se- sonas mayores parecen presentar una mayor deseabi-
sión de eva luación, adaptando los instrumentos lidad social y tendencia al asentimiento que las más
de eva luación a las condiciones de competencia jóvenes. Ell o es importa nte a la hora del proceso de
sensori al de la persona mayor. evaluación e intervención, por tanto, el psicó logo ten-
drá que contro lar o medir esas potenciales fuentes de
■ Lentitud en las respuestas error (Fern ández-B allesteros y Zamarrón, 1996) .
Las personas mayores pueden ser más lentas que El proceso de eva luación, cualqui era que sea el
los jóvenes en reali zar las pru ebas psico métri- alcance o motivac ión en el que se funda, debe regir-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

se por los requi sitos éticos y las guías del proceso de Además, se siente in útil en su casa, tiene probl e-
eva luación (ver, Código deontol ógico en w w w. cop.es; mas para dormir y se quej a frecuentemente de sentirse
Fernández-Ball esteros y Di ez-Ni co lás, 2001 ) y, en el como «vacía por dentro, muy cansa da y con sensación
caso de que qui enes lo demanden sea n los all egados de dolor por todo el cuerpo» (quej as somáti cas), cosas
del mayor, habrá de so licitarse la autori zac ión de éste que le quitan las ganas de sa lir y hacer las tareas de la
a no ser que esté incapacitado casa . M ari sa afirm a, «con lo que me gustaba salir de
casa, ver amigos, ir al cine o al tea tro, cocinar (le en-
ca ntaba hacerl e pl atos mu y elaborados a su marido),
Z.3.Z. Desarrollo del caso. Marisa. 74 años. hacer tareas y manualidades como pintar cuadros, ha-
Trastorno depresivo tras la muerte del cer cerámica, leer, etc. , pero la mayoría de estas tareas
cónyuge las hacía con mi m arido y ahora no tengo ganas de
hacer nada, solo de estar senta da en el sofá viendo
En la evaluación psicogeronto lógica, como ocurre pasa r las horas, bebiendo brandy (c uando vivía su ma-
con otras pobl ac iones, la primera recogida de infor- rido, tomaban una copa después de las comidas, aho-
mación y toma de co ntacto con el cli ente se rea li za n ra bebe dos copas diarias), y algún Gin tonic de vez
a través de una seri e de entrevi stas. En la entrevi sta en cuando » (cada vez con mayor frecuencia) . «Deseo
ini cial se recoge toda la información que nos permi te que pasen las horas y los días lo antes posible».
averiguar los motivos de la co nsulta y los obj etivos de Di ce haber perdido el apeti to y en el último año ha
la co nsulta, y rea li za r una descripción general del su- adelgazado cas i 8 kil os de peso, además de pasar la
j eto, de su co nducta-probl ema y de su entorno. En el mayor parte de las noches «en blanco», sin dormir. Su
trabajo co n personas mayores, esta primera fase puede hija, desde la distancia y co n poco tiempo por su tra-
requerir hasta dos ses iones o más. baj o y responsab ilidades fa mili ares, le ofreció ir a vi vir
a su casa con sus dos ni etas y su marido, pero M ari sa
FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS di ce que no quiere se r una ca rga y se niega. Di ce que:
OBJETIVOS «quiero pasar los pocos días que m e queda n en mi
casa, sola, con los recuerdos de mi marido ».
1.1. Especificar el motivo de la demanda M ari sa durante la entrevista ini cial (Íñi guez, 2008)
ofrece una di spos ición activa y de co laboración con
M ari sa acude a la consulta del psicogerontó logo, las preguntas que se le hacen, respondiendo con sufi-
acompañada por su hija, remiti da por su médi co de ciente co herencia y sin presentar signos de desori enta-
fa mili a, dado que «se encuentra mal desde hace ya un ción y fa lta de atenc ión.
ti empo ». A l fi nali za r la entrevista, se pide a M ari sa que en la
M ari sa, es una señora de 74 años que env iu dó hace próxima ses ión traiga el in forme de su méd ico de fa mi -
ya cas i 2 años. Su profesión, durante más de 45 años, lia, con su hi stori al cl íni co, para aportar información
ha sido la de funcionari a muni cipa l, de la que se ju- sobre enferm edades y consumo de fá rmacos.
bil ó hace ya 1O años. Su marido, 3 años mayor que En resumen, en la primera sesión con la pac iente
ell a, era funcionari o muni cipal también. Desde que se se determina una demanda de ayuda cl íni ca psicoge-
ju bil ó M arisa, ambos, su marido y ella, se ded icaro n ronto lógica co n la finalidad de reali za r un d iagnóstico
a viajar y a di sfruta r de su jubil ación durante va ri os y posteri or intervención a una muj er de 74 años que
años, hasta que su mari do enfermó y, tras un largo pe- presenta sintomato logía compatible co n un cuadro de-
ríodo de enfermedad, muri ó hace 22 meses. La señora presivo que aparece tras la mu erte de su marido. De
M ari sa vive aho ra so la, tiene una hij a que es fun cio- los datos recogidos en la prim era entrevista co n M ari sa
naria también, con dos nietas, pero que vive en una se reconocen los sigui entes síntomas:
ciud ad a 400 km .
Desde que fa ll eció su marido, su vida, como ell a ■ Inapetencia y pérdi da de interés para la vid a.
mi sma asegura, «ha sido muy difícil, mi marido lo era ■ Q uejas somáti cas.
todo para mí, mi ilusión de vivir después de ta ntos ■ Ca nsancio y fa ti ga.
años de esfuerzo y trabajo ». ■ Ll anto frecuente.
M ari sa comenta que desde que fa lleció su mari do, ■ Pensa mi entos recurrentes sob re la mu erte.
no le apetece hacer nada, se si ente inca paz de esta- ■ Sentimiento de inutilidad.
bl ecer nuevas relaciones soci ales, además de pensar ■ Letargo (somno lencia, inactividad) por co nsumo
que no le aportarían nada, se suele pasa r el día en su de alcoho l.
casa, co n alguna lágrima en los oj os de vez en uando ■ Probl emas con el sueño.
y pensa ndo «en reunirse con su mari do». ■ Pérdida de apetito y peso corporal (más de un 5%).
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y contextos

En la segunda ses ión, un objetivo previo consistió M ari sa posee estudios de secundari a y secretari ado en
en generar un clima de confianza en la paciente para academi a particular para rea li za r oposicio nes, donde
fomentar su motivación, ofreciéndo le una visión clara co noció a su marido, con el que se casó a los 27 años.
y simplificada del proceso clíni co (eva luación e inter- A los 20 meses de casarse tuvieron una única hija, y
vención) en el que se va a implicar, exponiéndole los su vida desde entonces fue «mu y feliz » hasta la muerte
logros que pueden ser alcanzados tras la culminación de su marido. No hay hi stori a familiar de depresión u
del proceso. Este objetivo previo es necesari o para fa- otros trastornos psiquiátricos.
cilitar una comunicac ión fluida y establecer un clima
de empatía y entendimi ento mutuo (rapport). Además Condiciones socio ambientales actuales
se propusieron las primeras acciones que se co ncre-
taron en: la asistencia al méd ico de fa milia para pro- Desde que enviudó, M ari sa vive sola y sin muchas
ponerle un tratamiento paralelo con seroton ina (ISRS); am istades, ya que ella y su marido solo se relaciona-
pactar el inicio de alguna actividad reforza nte que ban con co mpañeros de trabajo y sus parejas, muchos
consistió en comenza r a cami nar 3 veces a la semana; de ellos ya fa ll ecidos o co n diversas discapacidades.
pactar una reducc ión significativa del consumo de be- Tan so lo mantiene amistad con una vecina y una ami-
bidas alco hó licas. ga de la infa ncia que vive lejos y co n la que mantiene
relación por teléfono. Su hija vive a 400 km. de distan-
1.2. Establecer las condiciones históricas y actuales cia y todos sus fa mili ares viven en otras poblaciones,
potencialmente relevantes aunque su relación con ell os es muy casua l.
Marisa goza de buena sa lud en general , y solamen-
Así mismo y dentro de esta primera fase del proce- te toma med ica mentos, desde hace cuatro años, para
so de eva luación, también corresponde obtener datos controlar la hipertensión. Esto nos permite excl uir que
sobre las condi ciones pasadas y actua les potencial- los síntomas que presenta (pérd ida de apetito o proble-
mente relevantes de la paciente. Para ello se planificó mas de sueño), no se deban a una enfermedad méd ica
una segunda entrevista y, así, poder segu ir cumplimen- (por ejempl o, hipotiro idismo) o a los efectos fisiológi-
tando el historial clínico de la paciente. Esta segunda cos directos de una susta ncia (una droga o un med ica-
entrevista, que posee un formato semiestructurado, se mento). Con la delimitación del problema y la primera
planificó para la segunda sesión y se prolongó hasta obtención de informa ción, damos por co nclu ida la
la tercera. Hay que recordar que las sesiones clínicas primera fase del proceso de eva luación.
con personas mayores deben programarse siempre
atendiendo a parámetros co mo la edad, el nivel de 1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda
alerta y, por supuesto el tipo de trastorn o, ya que éstos
inciden de manera significativa en la eficiencia de las Tras la recopilación de toda esta in formac ión, esta-
sesiones. Por norma genera l las sesiones co n personas mos en situación de establecer los objetivos del proce-
mayores suelen tener una duración menor a 60 minu- so de eva luación:
tos debido a un potencial ca nsancio y disminución del
nivel de alerta. 1 . Evaluar la ideación suicida y el riesgo potencial
Para lograr el objetivo de obtener informac ión sobre de suicidio
las conductas y variables a eva luar, podemos revisar 2. Evaluar el estado cognitivo de la paciente pa ra
el informe médico que contiene el hi stori al méd ico, descartar un potencial deterioro cognitivo
poniendo especia l atención a la presencia de alguna 3. Evaluar el duelo comp licado para rea li za r el
patología cróni ca o actual y consumo de fármacos. diagnóstico diferencial
Veamos a qué nos referimos con las condic iones pa- 4. Evaluar el nivel de dependencia y el abuso del
sadas y actuales. co nsumo de bebidas alco hólicas
5. Evaluar la sintomatología depres iva de cara a un
Condiciones socio ambientales pasadas potencial di agnóstico.

La paciente crec ió en un contexto fa miliar afectivo, En una persona mayor, la tarea de eva luar para
enriquecedor y agradab le, con mu y buenas relaciones establecer potencial diagnóstico de un trastorno de-
con sus padres y sus dos hermanas mayores (ya fall e- presivo, conlleva establecer un diagnóstico diferencial
cidas). La muerte de sus padres (padre hace 5 años y con otros potenciales trastornos, como un proceso de
madre 4 años), fueron eventos impactantes, pero co n duelo (en nuestro caso) o el curso de un proceso de
el apoyo de su marido las superó de forma adecua- deterioro cognitivo.
da, tras un periodo de duelo aproximado de una año.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

FASE 2: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN Hipótesis 5: M ari sa presenta un trasto rno de depen-
VERIFICABLES denc ia y abuso de consumo de bebi das alcohólicas
Hipótesis 6: La di sminuc ión de las acti vidades re-
En esta segunda fase, se p lanteó como obj etivo ge- fo rza ntes inc ide en la sintomato logía depres iva por
neral la formul ación cl íni ca del caso a través de hipó- défi c it en algun o o va ri os de los siguientes reperto-
tes is y có mo verifi ca rl as. ri os bás icos de conducta (RBC) :
■ Actividades reforza ntes
2.1. Formu lar la s hipótesis de eva lu ación sobre los ■ Baja tasa de autorrefuerzos
problemas y objeti vos de la demanda
2.2. Definir los problemas a eva luar para comprobar las
Tras la información rec ibida, la hipótes is func ional hipótesis
pl anteada fue que la apa ri c ión de la sin to matología
depres iva se debe al fa ll ecimi ento del marido de la pa- En el Cuadro 14. 1 se espec if ica n cuáles son los
c iente y el se ntimi ento de so ledad percib ida tras éste, probl emas releva ntes pa ra la co mprensión del caso.
que in teractú a co n un as cond icio nes soc io personales
adversas como so n: un défi cit en la interacc ión soc ial, Problemas seleccionados para
el apoyo soc ial y en la rea li zac ión de actividades refor- el contraste y verificación de
za ntes y de autorrefuerzos. hipótesis
Concretamente, de forma deductiva, se plantea n 1. Presencia de síntomas depresivos. De entre todos ellos, se
las siguientes hi pótesis: destacan por su importa nc ia clín ica o por su relación con la
posterior in tervenc ión psicológica:
1.a. Presencia de ideas e intenciones suicidas
Hipótesis 1: M ari sa presenta los siguientes sínto-
mas depresivos: 1.b. Presencia de distorsiones cognitivas
■ Ideación y ri esgo suicida, pérdida de in terés 1.c. Porcentaje de eficiencia del sueño
o de la capac idad pa ra el pl acer, pérdida del 2. Presencia y duración de sentimientos de duelo
apetito o del peso sin haber hecho nin gú n ré- 3. Presencia de deterio ro cognitivo (cribado). Evaluación genera l
necesa ria en trastorn os psicológ icos en personas mayores
gimen, prob lemas de co nducta relac ionados
4. Presencia e intensidad de interacciones sociales y apoyo
con el sueño.
social
Hipótesis 2: M ari sa presenta los siguientes prob lemas
5. Presenc ia y nivel de satisfacción de actividades agradables
y lo défi cits que se asocian al trastorn o depres ivo:
6. Frecuenc ia y grado de consumo de alcoho l
■ Défi cit de relaciones sociales, de in teracción
social y de satisfacción social
■ Baja actividad reforzante 2.3. Seleccionar las técnicas o estrategias evaluativas
■ Elevado co nsumo de alcohol
Hipótesis 3: M ari sa presenta la sintomatología re- En la Tab la 14 .1 2 se muestran los in strumentos de
queri da pa ra establecer un diagnóstico de trastorn o eva lu ación co n el que va mos a eva luar los prob lemas
depres ivo mayor (TDM), según el DSM-5 . menc io nados en el Cuad ro 14.1.
Hipótesis 4: M ari sa no presenta ind ic ios de nin-
gun a otra patología, como un deterioro cognitivo
leve o un proceso de duelo persistente.

Instrumentos de evaluación seleccionados


Instrumento de evaluación Qué evalúa (Variables dependientes)
H istorial cl ín ico. Entrevista inicial (Íñiguez, 2008) Exp loración del problema. Datos sociodemográficos, motivo de
consu lta, datos de salud, relaciones sociales, activ idad física y
menta l y datos clínicos

Entrevista cl ín ica (M IN I- Entrevista Neuropsiquiátri ca Internacional) Explora de manera estructurada los principa les trastornos
de Lecrubier et al., (1998); va lidación española: de Sobes, (1998) psico lógicos del Eje I del DSM-IV (1) (3) (6)

Escala de Depresión Geriátri ca (CDS) de Brink et al., (1982); Auto informe co n 30 ítems dicotómicos que va lora de forma globa l
adaptación española: Cabañero et al. (2007) pensamientos, sentimientos, actitudes y actividades fuertemente
asociadas a estados depres ivos. Discrimi na entre personas mayores
deprim idas y no deprimi das, solventa ndo los síntomas somáticos
ca racteríst icos de esta población (1) ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Instrumento de evaluación Qué evalúa (Variables dependientes)

Escala de Ideación Suicida (SSI) de Beck, Kovacs y We issman Evalúa la presencia de ideas e intenciones suicidas. Cuantifica
(1979); traducc ión al castellano: Rodríguez-Pu li do y Gonzá lez de y eva lúa la intenciona li dad suicida y el grado de seri edad e
Rivera (2000) intensidad con que se piensa en el suicid io. No hay va lidación
para pobl ación española (1a)

Mini-Mental State Exa mination (MMSE) de Folstein et al., (1975) Sospecha de deterioro cognitivo.
Evalúa de forma senc illa y breve la ori entación, la memori a, la
concentración, el cá lculo, el lenguaje y la apraxia co nstructiva (3)

Autorregistro diari o del sueño, con medida de efi cie ncia del sueño Va lora el porcenta je de eficienc ia del sueño.
(Íñ iguez, 2002) Auto in forme de registro diari o de horas en ca ma, de sueño,
actividades diari as, alimentación, incidencias del sueño, y
eficiencia del sueño (1.c)

Autorregistro de consumo diari o de consumo de alco hol (Ad hoc) Va lora la frecuencia y grado de consumo de alcohol. Autorregistro
d iario de frecuencia y cantidad del co nsumo de alcoho l (6)

Inventari o Texas Revisado de Du elo (Th e Texas Revised lnventory of Presencia y duración de sentimientos de duelo.
Gri ef) de Faschingbauer, (198 1), adaptado al caste llano por García, Explora la conducta y los sentimientos de la persona en los
Landa, Tri gueros y Garmi nde (2005) momentos inmed iatos al fa llecimiento y los sentimientos actua les
de la persona en relación con el fa llecido. (2)

Valorac ión del Ri esgo de Complicaciones en la Reso luc ión del Valoración y criterios de ri esgo del duelo complicado. (2)
Duelo de Soler, Barreto y Yi , (2002)

Pl easant Events Schedule (P ES); de MacPhillamy y Lewin sohn Va lora la presencia y nivel de sa ti sfacción de actividades
(1982); (traducción al castellano: Montorio, (1994) agradabl es. Eva lúa la frecuencia de ocurrenc ia y la intensidad de
aconteci mientos reforza ntes y no reforza ntes para la persona. (5)

Inventario de Recursos Social es en Personas Mayores (IRSPM) de Eva lúa las interacciones socia les y el apoyo social. Frecuenc ia en
Díaz Ve iga, (1987) las relaciones y tipo de apoyo social. (4)

Cuestionario de estereotipos hacia la vej ez de Montori o e lza l, Eva lúa los mitos y estereotipos en torno a la vejez a través ele 20
(199 1) ítems. (lb)

Autorregistro funciona l de pensami entos nega tivos (Ad hoc) Presencia de distorsiones cognitivas.
Situación, descripció n de manifestación depresiva, pensam iento
asociado, emoción que produce. (1 b)

Nota: Entre paréntesis se indica n las va ri ables/prob lemas del Cuadro 14.1

FASE 3: COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS Se pacta, de nuevo, el compromiso y la implicac ión de


DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y la paci ente para seguir avanza ndo en el proceso.
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS
3.2. Aplicar las pruebas
3.1. Planificar la aplicación de las técnicas evaluativas
La ap licac ión de los in strum entos de eva lu ac ión
En esta fase se verifi can las predi cc iones estableci- seleccionados se reali zó en las 3 sigui entes sesio-
das para lo cual se ap li ca n los instrumentos de eva lua- nes.
ción seleccionados. Después de haber estab lecido la
formulación de hipótesis y la deducción de enuncia- ■ 4ª ses ión: En esta sesión se le planteó a Marisa
dos verificab les (fase 2), se co ntinuó con el proceso de la hipótesis funcional del origen y del manteni-
evaluación al que se dedicaron 3 sesiones. En esta fase miento de su sintomatología depresiva, se le re-
es necesario incluj r un primer momento dedicado a la cordó en qué parte del proceso (de eva luación
formación de los pacientes (psicoed ucac ión) en el que e intervención) se encontraba, y se va loró de
se busca ubi ca rl a en la fase del proceso en la que nos nuevo el compromi so para segu ir co laborando e
encontramos y cómo va mos a proceder con la eva lua- implicándose en todo el proceso. Una vez obte-
ción, haciendo especial hincapié en los instrumentos nido el consentimiento de Marisa, se aplica ron
de evaluación que tien e que cumplimentar en casa, los módulos A-C-J de la entrevista clínica (MINI ),
entrenándola para la rea li zac ión de los autorregistros la GDS, la SSI, el MMSE (si se hubiera tenido
diarios necesarios para la exploración de su problema. una sospecha evidente de un potencial deterioro
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Hoja de registro. Autorregistro funcional de pensamientos distorsionantes y


desadaptativos. Tomado de Fernández-Ballesteros, Moya, íñiguez y Zamarrón (1999)
Manifestación depresiva Sensación o emoción
Día/hora Situación Pensamiento asociado
(describir) que produce
Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

cognitivo, este instrumento se hubiera aplicado dep resivo mayor) y 5 (presencia de trastorno de
en la 1ª sesión). Para fina li za r se le hizo la pro- dependencia y abuso de consumo de sustancias
puesta de cumplimentación durante una semana alco hólicas) .
del Autorregistro del sueño y de co nsumo de al-
co hol. ■ Escala de Depresión Geriátrica (GDS).
■ 5ª ses ión: En esta sesión se contrastó la ex isten- Esta esca la se ha desa rroll ado para la detección
cia de un proceso de duelo actua l y comp licado de depresión en personas mayores. Es un cues-
(dos instrumentos) y también se aplicó el Plea- tionario que consta de 30 ítems con respuestas
san t Events Schedule (PES) . en SÍ/NO. Suele cumplimentarse en 15 minutos.
■ 6ª ses ión: Esta sesión se dedicó a valorar los re- Mari sa ha obtenido una puntuación de 25/30.
cursos y el apoyo soc ial co n el inventario IRSPM Depresión severa se estab lece entre 20-30 pun-
y se valoraron los estereotipos y mitos sobre la tos. La paciente ha obtenido un a puntuación de
vejez en la paciente. Para terminar le sesión se 25 sobre un total posible de 30, y supera el pun-
entrenó a M arisa a c umplimentar un autorregis- to de corte de 20 puntos lo que la ca li fica en un
tro funciona l de su pensamientos distorsionantes nivel de depresión seve ra.
y desadaptativos (ver Hoja de Registro del Cua- Esta esca la nos ayuda a verificar la hipótes is 1
dro 14.2). (presencia de síntomas depresivos).

3.3. Corregir, interpretar e integrar los resultados y ■ Escala de Ideación Suicida (SSI).
comprobar las hipótesis de evaluación Esta esca la cuantifica y eva lú a la intencion ali dad
sui cid a y el grado de seri edad e intensidad co n
■ Entrevista clínica (MINI-Entrevista que se piensa en el suicidio. M ari sa obtuvo un a
Neuropsiquiátrica Internacional). puntuación de 4/38, lo que nos indica un ri esgo
Entrevista diagnóstica estructurada de breve de suicidio bajo y sin ningú n intento previo.
duración que exp lora los principa les trastornos Esta esca la nos ayuda a rechazar la existencia de
psiquiátricos del Eje I del DSM-IV y la CIE-1 O. riesgo suicida co mo parte de la sintomatología
Marisa presenta todos los criterios diagnósticos depresiva que presenta (hipótes is 1).
que hacen sospechar de un Episodio depresivo
mayor actual con rasgos melancó li cos. Riesgo ■ Mini-Mental State Examination (MMSE) de
de suicidio ligero. Dependencia del alcohol ac- Folstein et al. (1975).
tual. No se detecta abuso de alcohol. Es el examen cognitivo abrevi ado con mayor
Marisa presenta la sintomatología requerida para sensibilidad y especificidad para el cribado de
estab lecer un diagnóstico de trastorno depresivo un potencial deterioro cognitivo. Su puntuación
mayor (TDM), según el DSM-5 . máxima es de 30 y el valor límite, o de corte,
Por tanto se cumplirían las condi cion es para para estab lecer un a sospecha clínica de deterio-
confirmar las hipótesis 1 (presenci a de síntomas ro es de 24 puntos. Sin emba rgo, los resultados
depresivos), 2 (p resencia de déficits asociados deben ser interpretados de acuerdo a diferentes
al trastorno depresivo), 3 (p resenta un trastorno criterios, tales como la edad, el nivel educac io-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

nal y otras variables personales. Se recomi enda dado que cua lqui er porcentaje de eficiencia
utilizar el valor límite de 26, va lor utili zado en igual o inferi or al 70% la sug iere.
la mayoría de los estud ios internacionales. Un Estos resultados nos ayuda n a confirmar la ex is-
resultado por debajo de este valor límite sugiere tencia de trastorno del sueño como parte de la
un declive cogn itivo no esperado para la edad sintomato logía depresiva que presenta (hipótes is
(25-26) o un deterioro cognitivo (=<24). 1 ).
La puntuación obtenida por M arisa fue de 27/30.
Esto indica que no hay presencia de un poten- ■ Inventario de Recursos Sociales en Personas
cial proceso de deterioro cognitivo. A l ser un Mayores (Díaz Veiga, 1987).
in strumento de cribado y obtener una puntua- Se detecta un déficit en la frecuencia de co ntac-
ció n normal, no nos hace sospechar para eva- tos socia les y en la satisfacción que producen
luar en mayor profundidad su estado cogn itivo. estos contactos. La paciente in forma que desde
Si, por lo co ntrari o, se hubi era sospechado que la muerte de su marido sus relaciones con amis-
la paciente presentaba algún síntoma de proble- tades y la fami li a son mínimas.
mas de memoria o deterioro cognitivo, se podría Estos resultados nos ayudan a verificar las hipó-
haber seguido profundizando co n la Subescala tesis 2 (prob lemas asociados al trastorno depre-
Cognitiva CAMCOG-R de la Prueba de Exp lora- sivo en relación al déficit de relaciones sociales
ció n Cambridge Revisada (CAMDEX-R). Versión y baja actividad reforzante), 3 (referida al diag-
adaptada en población española de López-Pou- nóstico de trastorno depresivo mayor) y 6 (la dis-
sa (2003). minución de las actividades reforzantes incide
Este resultado permite la verificación de la hipó- en la si ntomato logía depresiva)
tesis 4, en lo que se refiere a la no existencia de
deterioro cognitivo ■ Pleasant Events Schedule (PES); de
MacPhillamy y Lewinsohn (1982), traducción
■ The Texas Revised lnventory of Grief, de al castellano de Montorio, (1994).
Faschingbauer, (1981 ). Este instrumento valora la presencia y ni ve l de
El Inventario Texas Revisado de Duelo (ITRD) es satisfacción de actividades agradab les. Además,
un cuestiona ri o específico de duelo de 21 ítems, eva lúa la frecuencia de ocurrencia y la intens i-
rápido y senci llo. dad de acontec imi entos reforzantes y no refor-
No se obtuvieron puntuaciones sign ificativas de zantes para la persona. En el caso de la paciente
duelo en la actua lidad. Se verifica pues la hi pó- se detectó una frecuencia y satisfacción prácti-
tesis 4, en lo relacionado a la no existencia de camente nula en la realización de actividades
un proceso de duelo persistente. placenteras y de oc io en el último mes. Este
in strumento nos ayuda a verificar las sigu ien-
■ Valoración del Riesgo de Complicaciones en tes hipótes is: 1 (pérd ida de interés o capacidad
la Resolución del Duelo, de Soler, Barreto y Yi, para el placer como parte de la sintom atología
(2002). depresiva), 2 (prob lemas asociados al trastorno
Consta de 19 ítems que recogen factores predic- depresivo en relación a la baja activid ad refor-
tores de ri esgo de duelo compl icado. No se ha zante), 3 (referida al diagnóstico de trastorno
detectado la presencia de un proceso de duelo depresivo mayor) y 6 (la disminución de las acti-
comp licado. v idades reforzantes incide en la sintomatología
De esta manera, vo lvemos a verificar la hipótesis depresiva).
4, ya que no hay datos para afirmar que existe un
proceso de duelo persistente. ■ Cuestionario de estereotipos hacia la vejez de
Montorio e lzal (1991 ).
■ Autorregistro diario del sueño con medida de Este instrumento se empl ea para valorar en su
eficiencia del sueño (Íñiguez, 2002). ju sta med ida los errores de pensamiento desa-
Este instrumento ay uda a reg istrar las horas dia- daptativos y su conex ión con los mitos y estereo-
rias que se pasan en la ca ma, las horas de sue- tipos sobre la vejez. En la paciente se apreció la
ño tota l, la alimentación y la actividad diaria. presencia y el arra igo de algunos de los princi-
Además, nos ofrece un a medida de porcentaje pales mitos sobre la vejez. Este instrumento nos
de eficienc ia del sueño. Marisa obtuvo un por- ayuda a verificar la hipótesis 1 (existencia de sín-
centaje de eficiencia del sueño= 65 %, que nos tomas depresivos)
indica la existe ncia de problemas con el sueño,
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

■ Autorregistro funcional de pensamientos de peso. El individuo en duelo suele considerar


negativos. su án imo deprimido como «norm al», si bien el
En el au torregistro aparecieron un número ele- individuo puede buscar ay uda profesional para
vado de errores disfuncionales que producen alivi ar otros síntomas que ll eva asociados, tales
malesta r, desa nimo y una gran apatía en la pa- como in somnio o anorex ia. La duración y la ex-
ciente. Un ejemplo (relac ionado con un mito presión de un duelo «norm al» varían conside-
sob re la vejez), sería: «a la edad que tengo, sin rab lemente entre los distintos grupos culturales.
mi marido, ni estando con nadie, puedo ser feliz Aunqu e un periodo de duelo normal se estima
haciendo nada». en 2 años, en el caso de M arisa, pers iste ese
Este in strumento nos ayuda a verificar las hipó- se ntimiento de duelo, aunque no se puede con-
tesis 1 (ex istencia de síntomas depresivos) y 3 siderar co mo un proceso de duelo persistente.
(d iagnóstico de trastorno depresivo mayor). Prevalece el diagnóstico principa l (TDM).

■ Autorregistro diario de consumo de alcohol. ■ Tras torno de dependencia del alcohol actual
Se confirma un a frecuencia y ca ntidad (25 el.) (co n carácter sec undari o al diagnóstico
significativa de co nsumo de alcohol de alta principa l).
grad uación diaria (b randy y gin ebra). Este ins- La paciente padece un trastorno de depen-
trumento nos ay uda a verificar las hipótes is 2 dencia al alco hol, pero no de abuso. Es decir,
(presencia de probl emas que se asocian al tras- ex isten síntom as característicos de un trastorno
torno depresivo, referente al elevado consumo relacionado co n el alco ho l actual, que ca usa n
de alco hol ) y 5 (presencia de un trastorno de un malestar clínicamente signifi cativo o un de-
dependencia y abuso de co nsu mo de bebidas terioro soc ial, laboral u otras áreas importantes
alco hó li cas). del funcionamiento de la persona. Este trastorno
se especifi ca como secu ndario al diagnósti co
Así pues, la integrac ión de los resultados obtenidos princ ipal. Form ará parte del proceso de inter-
nos mu estra la ex istencia de sintomato logía depresi- vención co n un carácter prio ritario, aunqu e ya
va que soportan el criteri o diagnósti co de un trastor- co menzó a se r intervenido desde la 2ª ses ión,
no depresivo mayor (TDM). Para poder estab lecer este puesto que la reducc ión del consumo diario
diagnóstico, previamente, se descartó la presencia de de alco ho l se hace necesa ri a para afronta r co n
un proceso de deterioro cognitivo en la paciente, así garantías de éx ito el proceso de eva lu ación e
como la presencia de un proceso de duelo. Entre los intervenc ión.
resul tados cabe destacar, de ca ra a la intervención,
una dependencia del consum o de alcohol, un déficit 3.4. Est ab lecer la form ul ación de caso
importante en la frecuencia de las relaciones sociales
y en el apoyo social percibido, así como una baja fre- Consideramos que la muerte del marido es la ca u-
cuencia de rea li zación ele actividades reforzantes. sa etimo lógica fundamental de la sintomatología que
Concretamente, el diagnóstico clíni co fue el si- prese nta la paciente, fundamenta lm ente el duelo no
guiente: compli cado y el cuadro depresivo. Las emoc ion es des-
adaptativas, junto a la di sminu ción en las relaciones
■ Trastorno Depresivo Mayor (TDM). Códigos: sociales y la rea li zac ión de actividades gratifica ntes
296.23 (F32.2). Especificadores: (la mayor parte de las mismas eran co mpartidas con
Episodio único su marido), se han convertido en co nsec uencia y ca u-
Grave sa de su mal estar emoc ion al, generando un bucle del
Con ca racterísticas melancó licas A que, de momento, no sabe sa lir. Por otra parte, y como
principal estrategia de afrontami ento ante su situ ac ión,
Nota: Existencia de duelo no complicado (DSM- la paciente optó por in crementar el co nsumo de alco-
5), que se aplica cuando el objeto de la atención hol, lo que compli ca aún más su sintomato logía (ver
clínica es una reacción normal ante la mu erte de Figura 14.3).
un ser querido. Como parte de su reacción ante
una pérdida así, algunos individuos en duelo 3.5. Comun icar los resultados del proceso evaluat ivo.
presentan síntom as ca racterísti cos de un epi so- Informe de eval uación
dio de depresión mayo r, como por ejempl o sen-
timi entos de tristeza con otros síntomas as i - Tras el análi sis de los resultados y la contrastación
dos, co mo insomnio, fa lta de apetito y pérdida de las hipótesis planteadas, en esta fase del proceso

mJIIIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

TRASTORNO CONSUMO
DEPRESIVO ALCOHOL

Formulació n de caso

se produce la comuni cac 1on de los resultados y el 4.2. Formu lar las hipótesis de intervención
pl antea miento del di agnósti co clíni co, sigui endo los
criterios del DSM-5 (APA, 2014). Para ello, se citó a la Con la apli cac ión del programa de intervención,
paciente, que as isti ó co n su hij a, y se le comuni ca ron pretendemos modi fica r básica mente la sintomatología
verba lmente (tambi én se le adjun tó un info rme en fo r- depresiva y el co nsumo de alco hol. Concreta mente,
mato PDF) los resultados y el diagnósti co clíni co. En para la sin tomatología depresiva, co nsideramos que:
esta fa se se expli ca n los resultados de la evaluac ión
en un lenguaje simplifi cado y co mprensibl e. También 1. La reestru cturación cognitiva, contribuirá a la
se resuelven todas las dudas que puedan deri va r de modi ficac ión de los pensamientos distorsiona-
este informe. Por último, se expli ca el proceso a seguir dos, pa rte de los cuales se deri va n de los es-
para continuar con el proceso en su fase de interven- tereoti pos que la paciente comparte hacia el
ción. envejecimiento. El modelo psicoeducativo nos
ayudará en la detección y eliminación de este
FASE 4: PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y tipo de pensamientos distorsionados.
FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN 2. Será igualmente el modelo psicoeduca tivo el
que, junto al modelo del envejecimiento con
4 .1. Definir sobre qué problemas, cómo y con qué éx ito, co nseguirá a) incrementar el nivel de ac-
estrategias, técnicas o programa se va a intervenir tividades de la paciente, tanto en lo que se re-
fi ere a aquell as de naturaleza lúdi ca com o las
Con toda la inform ación recogida, va lorada y con- destin adas a incrementar sus relaciones sociales
trastada a través del proceso de evaluación, se puede y, de esta manera, mejoraría su percepción de
establ ecer y programar adecuadamente cuáles van a apoyo social, y b) disminuir el componente fí-
ser lo elementos, técnicas, actividades y compromisos sico del cu adro depresivo, centrándonos en la
para dar comienzo al proceso de intervención (v e r Ta- reali zac ión de la actividad física y la interac-
bl a 14. 13). ción soc ial.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Problemas sobre los que intervenir, cómo se va intervenir y con qué estrategias, técnicas o
programa
PROBLEMAS SOBRE LOS QUE ESTRATEGIAS/TÉCNICAS/
CÓMO SE VA A INTERVENIR
INTERVENIR PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
• Detectando y modifica ndo pensamientos • Restructuración cognitiva
distorsionados y fa lsos mitos sobre el
• Modelo Psicoedu cativo
envej eci miento que suelen estar detrás
de estos pensamientos
• Incre men tar las actividades lúdicas y • Basándose en modelo Psicoeducativo,
deportivas búsqueda de compromisos para la
rea lización de actividades agra dables y
• Incrementar y fortalecer las interaccio-
reforza ntes, sigu iendo las preferencias de
nes y redes sociales
Marisa
Disminuir la sintomatología depresiva • Fomentar el apoyo social
• Modelo envejec imiento co n éx ito

• Detectar y regu lar los sentimientos y • Regul ación emocional


emoc iones desadaptativas
• Segu imiento y co ntraste de síntomas • Apoyo en el modelo Psicoeducativo.
físicos con la paciente a lo largo del Asociar a rea li zac ión de actividad física e
proceso de intervención interacción social
• Diseñar un pl an de alimentación • Modelo envejecimiento con éxito
equil ibrado para la pérdida de peso

• Reforza r el compromi so de la paciente • Entrenam iento pa ra desarrollo de


para reduci r el co nsumo de alcohol, habi lidades de afrontam iento y
establec iendo un programa de consumo pl anificac ión de vida y tiempo li bre
muy reduc ido (dado que es una acti vidad
D isminuir el consumo de alco ho l
reforza nte para Marisa), siempre
asociado a momentos de relajación
y placenteros (escuchando música,
ciándose un baño, leyendo, etc.).

3. El programa de regulación emocional conseguirá Los objetivos planteados para la intervención fu e-


que la paciente reconozca y mod ifique las emo- ron los siguientes:
ciones desadaptativas y, de esta manera, disminui-
rá el componente afectivo del cuadro depresivo. 1. Pactar compromi so de implicac ión de la pa-
c iente en la terapia.
Por otra parte, el consumo excesivo de alcohol, dis- 2. Pactar una reducción del consumo de bebidas
minuirá gracias al desarrollo de habilidades de afron- alco hóli cas (se inició en la 2ª ses ión).
tami ento así como el refuerzo del co mpromiso de rea- 3. Detectar y modifica r los pensa mi entos y distor-
li za r un co nsumo de bebidas alcohóli cas pactado y siones cognitivas.
asociado a situaciones propi cias. 4. Reducir y/o eliminar síntomas depresivos (tris-
Con todo ello, espera mos que M arisa, tras ver en teza, perdida de interés, sentimi entos de inutili-
perspectiva sus logros y los efectos en su persona, sea dad, soledad, etc.) .
ca paz de lograr una autorregu lación y pl anificación de 5. Entrenamiento en regul ac ión emocional.
su ocio y tiempo libre para mantener esos efectos en 6. Reeduca r e intervenir para la normali zac ión de
el ti empo y, así, poder alcanza r un grado elevado de los síntomas físicos (letargo e inactividad, fatiga,
sati sfacción vital y compromiso con la vida. probl emas sueño).
7. Incremento de actividades agradables (lúdicas, so-
4 .3. Estructu rar la intervención psicológ ica/ ciales, deportivas, etc.) que proporcionen refuerzos
terapéutica positivos y disminuyan el sentimiento de soledad.
8. Entrenar en habilidades de afrontamiento y pla-
La valoración de los resultados nos lleva a pl antear nificación de vida y ti empo libre.
a la paciente la necesidad de una intervención clínica
psicogerontológica, siguiendo con el tratamiento para- El programa se desarrollará a lo largo de 12 sesio-
lelo con sertralina (ISRS) que Marisa inició en los prime- nes, a razón de una sesión semana l co n una duración
ros días del proceso (hace un mes aprox imadamente). aprox imada de una hora.

mllllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

FASE 5: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA En quinto lugar, tambi én se ori entó a la pac ien-
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA te en la planificac ión de l ti empo li bre, as í como al
entrenami ento en la autorregul ación de sus propi o
5.1. Seleccionar los instrumentos de evaluación recursos y en la admini strac ió n de auto rrefu erzo ,
necesarios para va lorar la eficacia de la intervención co n el obj eti vo de que M ari sa pudi era programar su
ti empo li bre en casa y los fin es de semana con acti -
Dado que todos los probl emas inclui dos en el pro- vid ades placenteras y de entretenimiento, sigui endo
grama de intervención han sido ya eva luados, pode- sus preferencias.
mos pasa r directamente a ap lica r el mi smo .
5.3. Valorar los resu ltados y comprobar las hipótesis de
5.2. Aplicar las estrategias, técnicas o programa de intervención
intervención
M ari sa se adhirió de fo rma satisfactori a co n una
En primer lugar, se alca nzó un compromi so con la gran motivación al proceso de intervención, respon-
paciente de impli cación en el proceso de reso lución diendo de form a muy positi va. En primer luga r hay que
de su probl ema. Tambi én se pactó seguir co n la reduc- destacar el compromi so adquirido y la impli cac ión en
ció n del consumo de alcoho l hasta alca nza r un co nsu- el proceso de intervención por parte de la paciente.
mo no abusivo, logrando que el consumo sea una acti- M arisa logró detectar y mod ifica r sus pensa mi entos
vidad asociada a «momentos reconforta ntes » (ocasión distorsionantes, as í como la regul ación de emociones
propi cia), es decir, se d iseñó un programa de consumo asociados a éstos. Todas las actividades reforza ntes y
de alcohol reducido (dado que es una acti vidad refor- agradabl es propuestas se fueron inco rporando progre-
za nte para M ari sa), siempre asociado a momentos de siva mente a la vi da coti d iana de M ari sa, va lorando los
relajación y placenteros (escuchando mú sica, dándose efectos positivos y la satisfacción producida . Se va lora-
un ba ño, leyendo, etc.). ron, además, los nuevos recursos logrados pa ra hacer
En segundo luga r, se comenzó con un entrena- frente a los dife rentes eventos vita les de fo rma satisfac-
mi ento para detectar los pensa mi entos distorsionantes, to ri a y co n éx ito. As í pues, se co nfirman las hipótes is
y ofrecer una visión más positiva sobre su situac ión y de intervención propuestas.
las posibili dades que ofrece su edad (a nali za ndo en
profund idad el autorreg istro funcio nal de pensa mi en- 5.4. Comunicar los resultados del proceso valorativo.
tos di storsionantes). De fo rm a paralela se entrenó a la Informe de intervención
paciente a regul ar de form a efi caz y eficiente sus emo-
c ion es, tanto las pos itivas, como las negativas. Todo ello quedó constatado en la evaluación pos-
En tercer lu gar, se orientó a la paciente en la bús- tratami ento (ver Tabl a 14.1 4) co n la que se anali za n
queda de co mpromi so para la rea lizac ión de activi- los ca mbios producidos y se vieron en perspecti va
dades agradabl es y reforzantes, siguiendo las prefe- compará ndo los co n la situación en el momento de ll e-
rencias del pac iente y basá ndonos en la eva luación ga da a la consulta del ps icó logo, lo que se comuni có
previ a de sus actividades de ocio y ti empo libre. Ade- verbalmente en la entrevista de devolución.
más, se pl anificaron visitas peri ódicas para ir a ver su
hija y a sus nietas. 5.5. Seguimiento/s: valoración del mantenimiento de los
En cuarto lugar, se pactó, de fo rma progresiva, la objetivos alcanzados y preparación para el alta
rea li zac ión de d iversas acti vidades, como la asistencia
al centro muni cipal de mayores para apuntarse al taller Una vez termin ado el proceso de intervención, se
de pintura creativa (dos ta rdes por semana), a cl ases de establ eció un seguimiento, cada dos meses, para va-
«Aquagym» (una mañana a la semana) y apuntarse a lorar la conducta adaptati va de M ari sa, va lorar la au-
un gru po de «cine club » con activi dades y visi onado torregulación de sus propi os recursos y los progresos
de películas los sábados por la tarde. Estas nuevas ac- obtenidos en el ti empo, así como para evita r potencia-
tividades tuvi eror;i, además, el obj eti vo de establ ecer y les reca ídas.
fortalecer nu evas relaciones sociales que le proporc io- Tras los tres primeros seguimientos, esto es, se is
naran sati sfacción y apoyo. Se establ eció, además, que meses después de la fin ali zac ión del programa de in-
M ari sa incorpora ra la actividad física aeróbi ca de ca- tervención, se mante nía n los resultados obtenidos, por
min ar 45 m. tres veces por semana (contrastado como lo que se consideró que M ari sa di sponía de las estra-
una de las actividades físicas que mayor satisfacc ión le tegias personales e interperson ales necesari as para po-
produ cía cuando la rea li za ba hace años). Además se der afrontar de manera adaptativa su desenvo lvimien-
diseñó un plan de alimentación eq uili brada. to coti diano. De esta manera, se le dio el alta y se le
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Comparación de la evaluación pre y postratamiento


Pre ➔ Pun tuación 25
Escala de Depresión Geriátrica (CDS)
Post ➔ Pu ntuación 6

Pre ➔ Porcentaje efi ciencia 65 %


Autorregistro diario del sueño (Íñiguez, 2002)
Post ➔ Porcentaje eficiencia 80 %

Pre ➔ Elevada frecuenc ia y ca ntidad (25 el.) de co nsumo diari o de


alco hol
Autorregistro de consumo diario de consumo de alcohol (Ad hoc)*
Pos t ➔ Reducc ión significa tiva de la frecuencia (2-3 veces) y la
ca ntidad (0- 1O el.) en el consumo diari o de alcoho l *

Pre ➔ Déficits en la frecuencia y en la satisfacción de los contactos


Inventario de Recursos Sociales en Personas Mayores (Díaz Veiga, sociales
1987) Post ➔ Normalización en la frecuencia y en la satisfacción de los
co ntactos sociales

Pre ➔ Défi cits en la frecuencia y en la sa ti sfacción en la reali zac ión


Pleasant Events Schedule (PES); de MacPhillamy y lewinsohn de activi dades agradables
(1982) Pos t ➔ Norma li zac ión en la frecuencia y en la sa ti sfacción en la
real ización de actividades agradables
* Nota: El co nsumo de alco ho l no es diario, se ha establecido una med ia semanal de la frecuencia y la ca ntidad de consumo, asociado
siempre a eventos placenteros.

recomendó que vo lvi era a so licitar un a cita si pensaba probl emáti ca se mani fiesta medi ante comportami en-
que vo lvía a neces itar ayuda. tos y acti tudes desadaptativos, alteraciones en el esta-
do de ánimo, labilidad emoc ional, elevada tolerancia
en los ti empos de co nex ión, rasgos de impul sividad y
2.4. CASO 4: El proceso de Evaluación compul sividad en su uso o adi cc ión a internet con su
Psicológica aplicado en un caso de co rrespo ndi ente síndrome de abstin encia y síntomas
riesgo de adicción y erotismo de dependenc ia (Peri s y M aga nto, 201 8) .
Montserrat Peris Hernández En los úl t imos 1O años, in tern et y la w eb 2. 0 ll ama-
Carmen Maganto Mateo das RS se han co nvertido en la fo rm a más importante
de comuni cac ión y soc iali zac ión (B rail ovskaia y Bi er-
Z.4.1. Introducción hoff, 201 6). Di ari amente, gran ca ntidad de usuari os
invierten mu cho ti empo en las RSI interactu ando co n
Las Tecn ologías de Internet y de la Comuni cac ión otros mi embros y proporcionando numerosos detalles
(TI Cs) han supuesto un ca mbi o personal y social en los perso nales independi entemente de cual sea la di stan-
estil os de vida indi vidu al y en las relaciones hum anas cia entre ambos (Tosun, 201 2). Los menores se están
a todos los niveles. Es un reto evaluar e intervenir o alejando de la primacía del teléfono o de la interac-
en este co ntex to por las múltipl es compl ejid ades que ción ca ra a ca ra a la co muni cac ión basa da en tex to,
ata ñen y por el desconoc imi ento que todavía existe especialmente mensajería, co mo método preferido
acerca de las Redes Soc iales e Intern et (RSI ). de comuni cac ión in stantánea (Wh atsApp, ln stagram,
Las Tecnologías de la Informac ión y la Comuni ca- etc.)
ción (TI Cs) y Redes Social e Intern et (RSI ) se desa rroll an Recientemente ha crecido el interés por el estudi o
a una velocidad exponencial, permiti endo una expan- del impacto que han tenido a nive l mundi al las RSI y,
sión y uso en múl tipl es ámbitos, pu es su investi gación en concreto, por la relación que los púberes y ado les-
y desa rrollo es co nstante (Rubio, 2006). Algunos de centes mantienen con esta tecno logía. En España, los
los ámb itos más reconocidos son: soc ial, lúdico, per- datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísti ca
sonal, educati vo, laboral, econ ómi co, científico, de la (2 01 4) señalan que el 92% de los menores de 1O a 15
salud ... entre otros. Este crecimi ento ha presentado años son usuari os de intern et.
infinitas ventajas, pero tambi én, y sin ánimo de anate- Las investi gaciones que abordan las RSI y los facto-
mati za r, revela probl emáticas perso nales que afecta n a res de ri esgos eróti co son todavía mu y escasos. Se eli -
diversas áreas de la salud psico-física-soc ial de las per- gieron co mo facto res de ri esgo a estudi ar aqu ellos qu e
son as, en especial entre adolescentes y jóvenes. Esta la literatura refi ere com o más novedosos, más usuales
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

y de mayor gravedad social y clíni ca. Estos fu eron la a) Uso excesivo con interferencia en las activida-
adi cc ión, el sexting, la sextorsión y el grooming. des cotidi anas.
El uso excesivo de internet se está convirti endo en b ) La dependencia.
uno de los aspectos más negativos de las actividades c) Síntomas de abstinencia.
onlin e de los jóvenes. En la literatura, tal uso extremo, d ) Tol erancia.
es a menudo sinónimo de los términos «uso compul si-
vo de internet», «uso probl emáti co de intern et», «uso Es una de las conductas que más alarm an a los
pato lógico de intern et», «dependencia de intern et», padres y que menos inqui etan a los iguales, quienes
«adicc ión a los ordenadores » y «adicc ión a la red ». inclu so envidi an a quienes les permiten una conex ión
La adi cc ión a internet ha sido un términ o común uti- si n límites. Es a todas luces difícil precisa r cuántas ho-
li zado para definir el uso de las RSI para escapar de ras son recomendabl es o adecuadas a una edad, ya
sentimientos negativos, y expresa la necesidad que que la vari edad de posibilidades de uso es importan-
ti enen los usuarios de continu ar enga nchados a pesa r te, desde la obtenció n de documentación, la vi suali-
del deseo de parar, experimenta ndo emociones desa- zac ión de películas o documentales hasta la pérdid a
gradabl es cuando no lo consiguen, cuando perciben de tiempo co n el denominado surfing «surfeo, surfea,
que pi ensan constantemente en conectarse a la red y navegar» en la red.
cuando compru eban que ti enen otros confli ctos debi- Otro aspecto a considerar es la actitud o disposi-
dos a la utili zac ión excesiva de las RSI (va n den Eijn- ción hacia el uso de las RSI (Hernanz, 201 5). Hay per-
den, M eerkerk, Vermul st, y Spijkerman, 2008). son as con el síndrome del atracón, son in saciabl es, y
Sin embargo, más que el número de horas que se cuando se sientan ante la pantall a devoran todo lo que
esté conectado, aspecto que es obvi o que se requiere encuentran: mensajes, fo tos, publi cidad, citas con ami-
valorar, hay que atender a todos los aspectos que im- gos/as, juegos, seri es .. . todo les vale. O tras personas
pli ca n la adicc ión ti enen una actitud defensiva-evitativa . El contacto con
Podríamos decir que hay un continuo-sin-ti em- la pantall a les sirve para ocultarse, aislarse, no entrar
pos-off. La dependencia provi ene de este uso excesi- en co ntacto co n la rea lidad que les rodea o no entrar
vo, y una de las consecuencias evidentes es la pérdida en co ntacto con los otros-sociales no virtu ales. Pospo-
de control en el propio uso. Otra co nsecuencia de esta nen o dejan activi dades sociales, deportivas o fa milia-
dependencia es la interferencia en la vida cotidiana. res para estar en su mundo virtual, creado por ellos/
La dependencia conlleva reducir el ti empo dedica- ellas, en fun ción de sus neces idades, obvi ando acti-
do a las tareas cotidi anas, tales co mo: comer, dormir, vidades lúdicas que implica n relacionarse con otros.
estudi ar o charl ar con la famili a. Por esto dice Davi s Para otros, las pantall as y el contacto con las RSI
(2001 ) que más que el número de horas conectado a la es una especie de conducta co mpulsiva de actu ación
red, lo determinante es el grado de interferencia en la continuada y repetitiva, tecl ea r, busca r, copi ar, guar-
vida cotidi ana. Cuanta más dependencia se ti ene más dar, cl asifica r, etc., de modo obsesivo como quien
tolerancia se va generando, es decir, mayor necesidad hace algo a veces sin hacer nada. O tras personas
de aumentar el ti empo de conexión a RSI para sentir entran en el juego con ex ión-desco nex ión. Neces itan
la satisfacción esperada. En definitiva, la dependencia conectarse para desconectar de sus preocupaciones,
a RSI está ya instalada cuando hay un uso excesivo y trabajo académi co o laboral, relacion es confli ctivas,
éste suele estar asociado a una pérdida de control. Esta miedo al futu ro ... todo aquello que genera ansiedad, y
pérdida de control va unida a síntomas de abstinencia mientras se con ectan con la rea lidad virtu al se desco-
(a nsiedad, depresión, irritabilidad) ante la imposibilidad nectan de la propi a rea lidad (Peris, 201 7) .
temporal de acceder a la red. Engancharse a la red su- Pu ede que esto no sea siempre algo negativo por-
pone una foca li zación atencional, reduce la conciencia que depende del probl ema, de la edad, del ti empo de
de la persona a otras actividades y muestra mayor an- conexión y la incapacidad de afrontamiento. También
siedad por las redes sociales, produciéndose un fluj o de ti ene como fin alidad la búsqu eda de pl acer inmedia-
la rea lidad virtual a la rea lidad off-line (Griffiths, 2000). to, sin ca pacidad de espera y fru stració n, se necesi-
Teniendo en Cldenta la magnitud del probl ema y las tan obj etos pl acenteros que ca lmen al ado lescente o
con secuencias sociales, psi col ógicas y físicas, los pro- joven (juegos de rol , citas eróti cas, grupos de intere-
fesion ales de la sa lud han elevado la alarma, haciendo ses co munes, páginas pornográficas, hacer bull ying a
hinca pi é en la importancia de la prevención tempra- alguien, entre otras modalidades) cualquier cosa que
na y la adecuada selección de los usuarios que se en- relaje, ca lme la inqui etud o nerviosismos.
cuentran en peligro de convertirse en adi ctos a RSI. Al go ta mbién rea lmente importante es con ocer las
Al habl ar de adicción hay cuatro aspectos impor- con secuencias del uso en la vida cotidi ana: perder el
tantes que hay que tener en cuenta: sueño por estar conectado, ocultar y mentir sobre el
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

tiempo de co nexión, abandonar actividades lúdi cas Z.4.1. Desarrollo del caso: Miguel. 13 años
propi as de la edad de desarro ll o, malestar, inquietud y B meses. Problema de adicción y
y ansiedad si tiene que cortar o prescindir de la co- uso indebido de las redes sociales e
nexión. Internet
Hay evidencia que la adicc ión a internet ti ene un
efecto negativo en lo académico, en las relaciones fa- FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS
miliares (ocultar el uso excesivo de internet a los pa- OBJETIVOS
dres), en la sa lud físi ca (fa lta de sueño debi do a las
largas horas de conex ión nocturn a), en la sa lud mental 1.1. Esp ecifi car el motivo de la demanda
(mayor índi ce de depresión) y en la economía y las
fin anzas (gastos acumulados de internet) (Chou, Con- Primera sesión evaluativa: Entrevista con los padres
dron y Bell and 2005).
Entre los ri esgos eróti cos hay tres que alertan espe- Los padres de Miguel, de 13 años y 8 meses, soli-
cialmente a los profesionales: el sexting, la sextorsi ón cita n una consul ta en un Servi cio privado de Atención
y el grooming. Psico lógica, especiali zado en prob lemas de adi cc ión
El sexting consiste en la publi cación de imágenes y ri esgos eróti cos a las redes sociales e intern et (RSI ),
atractivas, provocativas, eróti cas, y/o abi ertamente se- por la sospecha de que su hijo tiene un probl ema de
xuales envi adas a los cyberami gos a través de correos adicc ió n o uso indebido de las RSI.
privados, chats personales, Wh atsApp en los smar- Miguel es un chi co de 13 años y 8 meses que cursa
tph ones y otras pl ataform as tecnológicas. Es una nue- 2° de Edu cac ión Secundari a. Sus ca li ficaciones acadé-
va tendencia que evoluciona «in crescendo » entre los mi cas son entre medi as y altas, aunque este curso ha
ado lescentes, ignorando que éstas pueden ser ca ptadas baj ado algo. Sus padres trabajan ambos en la adminis-
por redes pornográfi cas en las que pueden aparecer tración y el nive l económi co es alto. El padre tiene 4 1
más tarde, perdi endo el derecho de imagen, sin que años, es mu y deporti sta y con un ca rácter recto. Le gus-
sea n mu y conscientes de ello (M erca do, Pedraza. y ta que sus hij os estudi en y saquen buenas notas, para
M artín ez-Martín ez, 201 6). eso «trabaj o y me esfuerzo, quiero lo mej or para ellos».
La sextorsión es el chantaje que una persona (ma- La madre ti ene 43 años, es cerca na, habl adora y la pre-
yor o menor de edad) rea li za a otra medi ante el uso de ocupación por su hijo no es ta nto las notas que ha ba-
mensajes, fotos o vídeos con co ntenido sexual que la jado co mo lo absorto que está con el móvil, «le hablas
propi a víctima ha generado, siendo amenaza da con y no te escucha». Cuenta vari as situaciones fa mili ares
su publicación, para obtener algún benefi cio. Gene- de la vida cotidiana en las que Miguel está ausente es-
ra lmente se refi ere a la obtención de imágenes sin el cribi endo WhatsApp o enviando mensajes, bu scando
co nsentimiento o inclu so sin el conoc imiento de la música u otros links para enviar a sus «amigos ». Tienen
persona a la que se chantajea. También la activi dad un hijo mayor, Aitor, que estudi a 2° de Bachillerato y es
sex ual co nsensuada, pero no deseada, es una fo rma de un chico con buenas notas, mu y aficionado a las redes
coerción sexual (Kopecky, 201 7). sociales y a los juegos de ordenador, pero como dice n
El grooming significa establ ecer una relación ba- los padres, «con la ca beza mej or amueblada», ya que
sada en la confianza entre un menor y un adulto que sabe dejar el móvil cuando se lo pides. Ninguno de los
utili za las TI C para seduc ir y exp lotar a los menores dos ti enen probl emas aca démi cos ni los profesores han
de edad con fin es sexuales ele forma sistemáti ca. Es, presentado quejas co nductu ales sobre ellos. No han
por ello, una nueva form a de abu so sexual cibern éti co dado prob lemas en su desa rrollo, ni en la anamnesis
diri gido hacía los menores que se rea li za por intern et aparece nada reseñabl e que co nvenga anotar.
y que está tipifi cado como un delito. En este proceso, Consultan los padres porqu e les preocupa la exce-
el acosador disminuye las inhi biciones del menor y siva afi ción que ti enen los dos a los móviles, el orde-
fac ilita el acerca miento, ganándose la ami stad de la nador, Tabl et, juegos online, y todo lo relacionado co n
víctima y creando una conex ión emoc ional con la este mundo, pero especialmente el pequeño, que no
mi sma. Una vez lograda intenta su obj etivo, mantener ti ene control con el uso y se esconde para conectarse.
relaciones sexuales co n el menor, y en caso que la Le han pill ado a Miguel con fotografías eróti ca s en el
víctima no lo desee entrar en un proceso de coacc ión móvil y han observado que entre los compañeros se
y acoso (Bennet y O ' Donohue, 201 4). envían fotos «subidas de tono » en cuanto a sexuali-
En todos estos casos, la sex ualidad se empi eza a dad. Le han querido qui ta r el móvil y ha tenido una
ver sobredimensionada y ofrece relaciones co n el uso reacció n mu y agresiva, di ciendo que no va a estudi ar,
de las redes sociales y con la percepción de la imagen que no va a comer y que no irá al co legio. Empezó a
co rporal (Peri s, M aganto y Garaigordobil, 2013). afi cionarse a intern et y redes sociales a los 11 años, al

mml
EVALUACI ÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

principio sin darle más importancia, pero en este mo- A raíz de estos episodios han hablado con los pro-
mento les parece excesivo el tiempo que invierte en fesores, quienes dicen no sa ber nada de esto porque
el ordenador, con la Tabl et y con el móvil, pero sobre en el centro no utili za el móvil, se porta bi en, pasa
todo, puntua li za la madre, con los contenidos que ha desapercibido, pero que efectivamente está más des-
visto que tiene en su móvil y en el historial de búsque- interesado en los estudios y algo más inquieto y ner-
das de su ordenador personal. El padre dice que a esa vioso, como un poco ausente. Parece que tiene me-
edad el interés sexua l es lógico, pero que a él le preo- nos interés y por eso en la última evaluación las notas
cupa que todo esto le está quitando ti empo para estu- han bajado de una medi a de 8.6 a una media de 6.3.
diar y que ha bajado las notas. Ante la pregunta sobre También con respecto al curso pasado las ca lificacio-
el ti empo que pasa conectado responden co n dudas nes está n baj ando progresivamente. De una media de
porque no saben si cuando está con la Tabl et son cosas notab le alto a una medi a de aprobado. El tutor les in-
del co le o son cosas personales. Afirman que co n el dica una persona especiali zada en estos temas para
móvil está en casa mu cho ti empo más del que estaba que co nsulte porque él cree que están a ti empo para
y está el mayor. corregir este probl ema.
La madre se pregunta si quizá se han descuidado A l llega r a casa, los padres se lo co mentan al hijo
en no revisar y pon er límites a ti empo, pero como nun- mayor y éste di ce que él sabe que por las noches seco-
ca ha dado probl emas y al hij o mayor no le ha pasado necta al móvil y que ti enen que enseñarl e a utiliza rlo,
nada de esto, no han estado pendi entes del uso que pero que no se lo quiten de go lpe porque va a ser peor.
hacía del móvil. Los padres que no sabían nada de esto deciden que
Describen a Miguel como un chico inquieto, curio- fina lmente va n a ir a co nsultar con la persona espe-
so, aficionado a lo nuevo y a la tecnología, todo le inte- cialista en probl emas de uso inadecuado de las redes
resa y le gusta descubrir cosas. Es impu lsivo y si quiere socia les que les han indicado, y se lo co munica n en
algo va a por ello, no para hasta conseguirlo. De niño la cena a Miguel. Él ini cialmente se niega y se pone
jugaba con juguetes que podía «destripar y montar». como una fiera, dej a el plato en la mesa y se va a su
Le gusta arreglar cosas de la casa co n su padre. Si algo habitación. Su hermano co labora co n los padres, va a
le llama la atención no cesa hasta lograr saber có mo su cuarto y le co menta a Miguel que es mejor que le
funciona. No tiene mi edo a nada, nunca ha tenido y enseñen a utili za r bien internet y a saber protegerse,
puede meterse en probl emas sin darse cuenta. Cuan- que no sea «gilipoll as» que si no va a ser peor. Se si-
do van al monte le gusta el ri esgo. En general afirman gue negando y no vuelve a la mesa . Los padres al día
que siempre ha parecido mayor de lo que es. Los ves siguiente vuelven a intentar hablar de nuevo de este
a los dos juntos y cas i parecen iguales, pero dicen que tema, contando co n la co laboración de su hermano,
se nota la edad porque Miguel es más impulsivo, más quien finalmente le convence de que vaya donde esta
inestabl e emocionalmente, tiene altibajos que a veces persona porqu e no tiene nada que perder, ya que si
no sabes qué le pasa. Lo encontramos ahora más in- no, le van a quitar el móvil.
quieto y nervioso, menos feli z, más preocupado, pero A la pregunta de la psi có loga sobre las pautas de
a los mejor es solo una aprec iación nuestra. La verdad cri anza, sus hobbies o sus afi ciones, etc., los padres
es que no sabemos si le pasa algo que ignoramos y responden que ti enen unos horarios muy en función
por eso está así o si es una consecuencia de esto que de lo académico y de las actividades extraesco lares,
venimos diciendo, de esta necesidad de esconderse y generalmente deportes e inglés. Les gustan a los hijos
estar co ntinuamente co n las pantallas que le abstraen y los aceptan como hobbies. El gusto por el deporte
de todo. Los ami gos ahora es su mundo y ti ene de esos lo comparte toda la familia. Suelen hacer excu rsiones
ami gos que no conocemos que se conecta con ellos a la montaña y algunas veces a esqui ar. Se relacionan
por intern et y a veces esto nos inqui eta . bastante con la fa milia de la mad re, una hermana de
Hace unos días encontraron en su móvil que esta- ésta ti ene tres hijos co n edades simil ares a las de sus
ba conectado co n una red «follarconami gos.com» y hijos y se llevan bi en con ell os. El mayor, Aitor, es el
otras simi lares, inscribi éndose co n datos fa lsos en el que queda un poco aislado, pero por ahora salir en
perfil de la red. Las fotos eran soeces y muy fuertes fa milia no ha ocasion ado problemas.
para un chico de esta edad, dice la madre. Ella está A l ir finali za ndo la entrevi sta, la psicó loga les indi-
preocupada por todo esto, y el padre reconoce que es ca que habl en con Miguel de lo que le han expli cado
muy joven para entrar en estas páginas y redes. «Nos a ella para que sepa para qué viene y por qué. Se le in-
preguntamos si a esta edad es normal esta tendencia a di ca que se tendrá una entrevista con su hijo para co-
busca r este tipo de páginas sobre sexualidad o de imá- nocer cómo se ve él en este momento, có mo se siente,
genes fo llando porqu e el hijo mayor no creemos que qué cree que le ocu rre y cuál cree que es su probl ema.
está ni ha estado enganchado a este tipo de páginas». Le damos una cita para la sigui ente semana.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Síntesis de la entrevista con los padres


Síntesis de la demanda parental
La información que los padres han aportado está centrada en la • Descenso en el rendimiento . Si el bajo rendimiento es por este
preocupación que ti enen por su hijo menor, 13 años y 8 meses, probl ema de uso excesivo del móvil y de internet o es por otras
en relación al uso excesivo de intern et en general y del móvil en razones que desconocen.
parti cular, con contenidos eróti cos que con sideran impropios de
■ Inquietud y ansiedad mayor que años anteri ores. Se preguntan
la edad, co n baj os rendimientos académicos, y con un aumento
los padres si le pasa algo y lo demás es consecuencia de algún
de inquietud y nerviosismo, co ncretamos los siguientes motivos de
probl ema que ignoran, o por el co ntra ri o es esta necesidad con-
consulta:
tinua de contacto con in ternet el que ocasiona esta inqu ietud y
• Miedo a que exista una adición y no solo una afi ción desme- nerviosismo.
dida a las redes sociales e internet. Desean que un profesional
• Solicitan información y formación, es decir, pautas educati vas
experto les indique si creen que su hijo ti ene adicc ión al móvil/
para poder poner límites y actu ar adecuadamente enseñando a
internet o no.
su hijo un uso adecuado de las RSI. Pautas ori enta tivas para la
• Clarificar si los contenidos eróticos y sexuales son esperables a educac ión en la vida cotidiana.
esta edad adolescente en la que hay tanta cu ri osidad por el des-
pertar sexual, o es algo impropio a esta edad .

Antes de despedirse se les entrega el documentos vini era a ver si lo que le ocurre es para hacer algún
de consentimiento info rmado y de co nfidencialidad, ca mbi o o no. Sus padres, son sus palabras, «son dema-
dej ando un ti empo para que lo lea n y lo firmen ellos siado protectores y no quieren que les pase nada a sus
y la propi a psicó loga . Tras hacerlo se les informa de hijos, pero se fían de ellos y no les dan la vara co mo
que también a Miguel se le expli ca rá este protocolo de a otros chavales de mi cl ase». Habl amos un rato de su
actuación deonto lógica, pero con las restri cc iones que hermano y ami gos y se va di stendiendo y relajando,
ti ene al ser un menor. En el cuadro 14.3, se presenta hasta hace algún comentari o divertido.
una síntesis de la entrevi sta rea li zada con los padres. Es un chi co inteligente, capta lo que le digo, re-
fl ex iona bi en sobre las cuesti ones que se pl antea n,
Segunda sesión evaluativa: Entrevista con Miguel pero no para de mover la pi ern a. M e pregunta si le voy
a co ntar a sus padres todo lo que me diga . Le respondo
Miguel llega a la entrevista con su madre. Ell a que si es algo grave para él o ha cometido algún delito,
espera fu era mientras habl amos durante 80 minutos se lo comentaremos a sus padres los dos juntos, de lo
aproximadamente. contrari o los temas quedan entre nosotros.
Va vestido co n pantalones caídos, la chamarra sin Poco a poco empieza a relatar su experiencia en las
atar, pelo fu erte y con un corte modern o, unas pul seras redes sociales, que resumo como sigue. Un compañero
típi cas de la edad y con una visera con el ala hacia mayor que él le enseñó en qué páginas podía encontrar
atrás. Da la impresión por la altura y las facc iones que amigos y conocer cosas sobre la sexualidad que los pa-
ti ene 15 años, no 13 . dres no quieren habl ar ni contar. Los amigos que ha en-
Le indico dónde sentarse y me presento. Le pregun- contrado en estas páginas le han enseñado a usa r la cá-
to si sabe por qué viene y me di ce «mi s padres di cen mara web para muchas cosas y también para verse entre
que estoy obsesionado con el móvil y que veo páginas ellos cas i desnudos y comparar su cuerpo y conocerl o
que no son de mi edad ». Ti ene una acti tud di stante, se mejor. Se envían fotos, las publi ca n y unos tenemos más
co loca lejos de la mesa en la que estamos sentados y éxito que otros y nos piden más fotos, y así las enviamos
apenas me mira. y nos reenvían otras. Antes él se con sideraba poca cosa,
Le indico que me explique cómo ve esto que di ce n sin importancia, pasaba desapercibido, pero ahora se
sus padres y qué cree él que le pasa. Tras un momento siente muy va lorado en estas páginas de ami gos. Como
de vac il ar relata que a él le gustan las redes sociales siempre he sido deporti sta tengo unos abdominales que
porque son entretenidas, se aprenden muchas cosas parece «tabletas», y eso les gusta y lo valoran. Suelen
y te divierten. M e gusta ver cómo fun cionan, qué se quedar a la noche para hacer chats en el grupo. Ahora
pu ede buscar, a dónde te llevan o qué enl aces ti enen, ha entrado gente que él no conoce. Uno de ell os, es un
la música que puedes bajarte sin paga r d inero ... Si- chico que él dice que ti ene 19 años, se llama Kike, pero
gue diciendo que sus padres exageran, lo que pasa s yo creo que es más mayor, que le escribe cada día y le
que ellos no han tenido redes sociales de peq u ño y pide que se desnude despacio delante de la cá mara web
que por eso no entienden y todo les parece un y le ha dicho que no. Y no lo ha hecho. Le ha enviado
gerac ión . Le comento que su herm ano Aitor n ti n un rega lo a su casa, que son unas ca mi setas con las le-
este probl ema, y que también a él le parecía bi n qu tras de sus grupos musica les favoritos. Kike algún día se

ma
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

masturbó delante de la w ebca m y le dijo cómo daba reconoc im iento del ri esgo que corre con lo que está
más pl acer hacerlo . Sabe mucho de esas cosas. «¿Esto hac iendo. Vamos termin ando la entrevista con una
se lo vas a decir a mis padres? ». Le contesto: «vamos a conversación más flui da, cerca na y ami gabl e.
ver qué otras cosas te inquietan aho ra y luego pensamos Comenta un dato más, como qui en de repente se
juntos qué le vamos a decir a tus padres ». acuerd a de algo. «¡Ah, una cosa que me asustó un
Tras irse un poco del tema, vuelvo a habl ar de este poco! » Expli ca que Kike ha tenido relac iones sexuales
amigo, y continúa, pero más nervioso. Añade algo más co n otro chi co de la otra cl ase del mi smo curso que el
de información, pero no muy relevante. Le señalo que suyo, con Javier. Son muy ami gos Jav ier y él y cuentan
está más nervioso y también que sus padres lo ven más las cosas que descubren en intern et. Javier es gay y se
nervioso e inquieto, y que me dijeron que ha bajado en conectó con Kike que debe ser tambi én gay porque
los estudi os. Di ce que no ti ene tantas ganas de estudi ar, quedaron vari os días después de cl ase y le contó que
pero tambi én acaba reconociendo que estos temas y es- un día tuvi eron relacion es sex uales. Ta mbi én a él le ha
tos grupos de amigos le llevan tiempo. A veces ha pensa- pedido Kike para quedar co n él el sá bado, pero a él le
do corta rl o, pero no sabe cómo hacerl o y por otra parte da mi edo porqu e Miguel no se siente gay y no sa be si
le gusta conectarse con ell os, aunque ta mbién le ponen quiere tener relaciones sex uales con un chico. Al sa lir
nervi oso y le inquietan por si sus padres le pill an. Di ce este tema habl amos del grooming y veo que sabe lo
que ahora se va a poner las pil as y va a estudiar más. que es, pero le parece que Kike es majo y que no va
Cuando le pregunto cuánto tiempo pasa conectado, por ahí. Hab lamos de la homosex ualidad, y Miguel se
dice que no sabe porque a veces está haciendo con la Ta- reafirm a en que a él le gustan las chicas.
blet las ta reas del co le y entra un WhatsApp y corta para Le comento que pa ra cla ri fica r estos temas va mos a te-
contestar y se entreti ene, y luego sigue con las tareas. Por ner unas entrevistas para aplica rle algunos cuesti onarios
la noche se conecta desde la cama una hora más o me- sobre redes sociales, autoestima, personalidad y otros test
nos, pero no está seguro. Su hermano dice que se conecta que le ayuden a él a conocerse mejor, y me permitan a mí
más, pero él no lo sa be porque no cuenta cuánto tiempo saber con precisión qué le pasa y poder orientarle.
está conectado. «A mí me gusta estar con el móvil y no Antes de fin ali za r le expli co el documento del co n-
me doy cuenta porque se me pasa el tiempo volando». sentimiento informado y, tras la lectura del mi smo, lo
En el co legio está co ntento, ti ene ami gos, los profes firm a. En el cuadro 14.4, se descri be una síntesis de la
son en general majos, y nunca ha tenido probl emas. entrevista con Miguel.
Se lleva bi en co n su herm ano y co n sus padres, pero
les ve un poco pelmas co n esto del móvil. A ell os les 1.2. Establecer las cond iciones históricas y actuales
gustaría que estuvi era todo el ti empo estud ia ndo. pot encialmente relevant es
Paso a co ntarl e suavemente casos que co nozco so-
bre adi cc iones a intern et en chicos de su edad y sob re Posiblemente el nive l económi co de los padres ha
ri esgo de publi ca r im ágenes semidesnudas o desnudas posibili tado acceder a medios online que otros niños
en internet. Ta mb ién le co mento que no se ha aproba- de su edad no ti enen. Por otra parte, al no haber tenido
do la ley sobre el «derecho al olvido ». Esto le impac- probl emas con el hij o mayor, no consideraron necesario
ta y empieza a tener una acti tud mayor de escu cha y informar, poner límites al uso de la tecno logía o super-

Síntesis de la entrevista con Miguel


Síntesis de los problemas que plantea Miguel en la entrevista
Uso de las redes sociales e internet: Padres:
■ Le gustan mucho las redes sociales y le gusta estar conectado ■ Sus padres exageran con esto del móvi l porque ell os no tuvi eron
de niños.
■ Ha aprendido muchas cosas con amigos que también les gustan,
por ejemplo a entrar en páginas eróti cas y a usar la cá mara web. ■ Ti ene unos padres maj os porque no les dan «la vara» con las
normas como a otros de su clase, pero son muy protectores y
■ Se envían selfies ¡;¡or el móvil desnudos o semidesnudos, y se ■
siempre temen que les pase algo, aunque confía n en los hijos.
Un chico mayor que él, Kike, le enseñó cómo masturbarse a tra-
vés de la cá mara web. Kike ha quedado con otro chico del curso Estudios:
de Miguel para tener relaciones sexuales, porque son ga is. Kike ■ No sabe cuánto ti empo pasa conectado, pero sí reconoce que le
también quiere quedar co n él pero a él le gustan las chicas. qui ta tiempo para estudi ar y que ha baj ado las notas.
■ Le gustaría cortar porque esto le pone nervioso, pero a la vez le Autoestima:
gusta, y no sabe qué hacer.
■ Exhi biendo su cuerpo en intern et él es mu y va lorado por sus
■ Por la noche tamb ién se conecta y queda para chatear. amigos, ha subido su autoestima
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

visar la conducta de Miguel en el uso las mismas. Han d) Va lorar si el bajo rendimiento académico es sig-
comprado el móvil a la mi sma edad que lo hicieron con nificativo o no.
el mayor y no se plantearon tener problemas por ello. e) Proporcionar información y pautas educativas a
Como tampoco ninguno de sus hijos les han ocasio- Miguel y a los padres sobre los ri esgos de un uso
nado problemas académicos ni conductuales, sino que inadecuado de las RSI y de cómo actuar para
su educac ión ha sido fácil, tranquila, con buenas relacio- proteger al propio niño frente a estos ri esgos.
nes entre padres e hijos y sin conflictos a destacar, quizá
han obrado como padres con un exceso de confianza, FASE 2: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN
pensando que no les iba a pasar nunca nada malo. VERIFICABLES
El hecho de que en el co legio no les hayan llama-
do para informar de que algo no iba bien, a pesar de 2.1. Formu lar las hipótesis de evaluación sobre los
bajar el rendimiento, ha hecho que haya n ido dejando problemas y objetivos de la demanda
pasar el ti empo sin tomar conciencia de lo que estaba
suced iendo. Atendiendo a las in formac iones recogidas en am-
A esto se añade que la prop ia personalidad de Mi- bas entrevistas deducimos que los padres han propor-
guel, curiosa, activa, impulsiva, deseosa de co nocer lo cionado medios tecnológicos a sus hij os si n toma r
nuevo, interesada por la sexua li dad en este momento conciencia de que podía haber un ri esgo en el uso
de su vida, co n neces idad de ami gos y de verse va- inadecuado de dichos medios, y al no existir antece-
lorado por ellos, haya propi ciado un uso excesivo y dentes de problemas en la infa ncia, un exceso de con-
de ri esgo de las nuevas tecnologías. Tener un hermano fi anza en el desarrollo de sus hijos les ha llevado a no
afi cionado a las RSI qui zá haya influido en su interés tomar medidas protectoras.
para desarroll arse su afi ción en este ámbito. Recogiendo los probl emas que se plantea n en las
Su propi a edad evolutiva, ese deseo de autono- entrevistas y los objetivos de la eva luac ión se formulan
mía e independencia ha propiciado el interés por este las hipótesis de eva luación (ver Tab la 14. 15) .
mundo en el que los padres no ti enen control ni cono-
cimiento de lo que hacen los hijos, no pon en co rtapi- 2.2. Definir los problemas a evaluar para comprobar
sas o co ntroles porque desconocen en general el uso las hipótesis y seleccionar las técnicas o estrategias
que hacen de las TI C s. eva luat ivas

1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda En la Tab la 14.16. se presentan las hipótes is que se
han formulado a partir de los prob lemas relatados en
Teniendo en cuenta, todo lo anteri ormente citado, las entrevistas y las técni cas eva luativas más idóneas
consideramos que los objetivos para atender la de- para co nfirmar o no di chas hi pótesis.
manda de los padres en esta entrev ista los siguientes:
3ª FASE: COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS
a) Identifica r si el uso excesivo de las redes socia- DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y
les e internet es debido a una adi cción o no. COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS
b) Concretar el ri esgo erótico on line en el uso de
los med ios técnicos que posee. 3.1. Pla nificar la aplicación de las técn icas eva luativas
e) Saber si la inquietud y ansi edad que muestra
Miguel es deb ido a esta dependencia que tiene Tras la recogida de información en las entrevistas
del móvil y de internet o si ti ene algún otro pro- previas se acuerda tener 2 sesiones de eva luación. En
bl ema a nivel person al. la primera, para no empezar directamente por el mo-

Síntesis sobre problemas de Miguel, objetivos e hipótesis


Problemas Objetivos Hipótesis
1. Miedo a que exista una ad ic ión y no solo 1. Identifica r si el uso excesivo de las redes 1. El ti empo excesivo que Miguel está
una afición desmedida a las redes sociales e sociales e interne! es debido a una adi cción co nectado a interne! nos lleva a plantearn os
interne!. Desean que un profesional experto o no. un probl ema de adicc ión a las RSI.
les indique si creen que su hijo tiene A menor control, supervisión y puesta
ad icció n al móvi l/interne! o no de lími tes por parte de los padres mayor
tiempo de exposic ión y por consiguiente
mayor ri esgo de ad icc ión a las RSI ►
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Problemas Objetivos Hipótesis


2. Clari ficar si los co ntenidos eróti cos 2. Concretar el riesgo erótico online en el 2. La etapa evolutiva que atraviesa de
y sexuales son esperables a esta edad uso de los medios técn icos que posee. interés por la sex ualidad propicia la
ado lescente en la que hay tanta curiosidad desinh ibición y la búsqueda de contenidos
por el despertar sexual, o es algo impropio eróticos online, pud iendo incurrir en un
a esta edad problema de riesgo erótico de sex ting y
groom ing.
La ca racterísti cas de personalidad ele
M iguel, extrovert ido, desinhib ido, curioso e
in estable emocionalmente propic ian un uso
de riesgo eróti co de las RS I.

3. Descenso en el rend im iento. Si el bajo 3. Valorar si el baj o rend imiento es 3 . A mayor tiempo de exposición a las RSI
rend im iento es por este probl ema de uso significa tivo o no. por parte de M iguel, menor dedicación a
excesivo del móvil y de intern et o es por los estudios y peor rendim iento académico.
otras razones que descon ocen.

4. Inqu ietud y ansiedad mayor que años 4. Saber si la inqui etud y ansiedad 4. A mayor tiempo de conex ión a internet
anteriores. Se preguntan los padres si le que mues tra Miguel es debido a esta y la expos ición a contenidos de ri esgo
pasa algo y lo demás es consecuencia dependencia que tiene del móvil y de erótico en las RS mayor nivel de ansiedad e
de algún problema que ignoran, o por el internet o si le pasa algo a nivel personal. inquietud en M iguel.
co ntrari o es esta necesidad continua de
co ntacto con internet el que ocasiona esta
inqu ietud y nerviosismo

5. Problemas de autoestima en relación a 5. Conocer su nivel de autoestima en 5. La fa lta de autoestima y el deseo de


sus iguales relación a los compañeros. sentirse importante y va lorado por los
am igos le lleva a rea l iza r conductas de
ri esgo en las RSI.

6. Solicitan in form ación y formación, es 6. Proporc ionar información y pautas 6. Cuanto más precoz es la edad en el
decir, pautas educa ti vas pa ra poder poner educa tivas a Miguel y a ellos m ismos sobre manejo ele med ios electrónicos online
lím ites y actuar adecuadamente enseñando los ri esgos de un uso inadecuado de las RSI con escaso contro l y puesta de lím ites por
a su hijo un uso adecuado de las RSI. y de cómo actu ar para proteger al propio parte de los padres respecto al ti empo de
Pautas orientati vas para la educac ión en la niño, así como info rmar a los padres sobre conex ión, mayor ri esgo ele ad icc ión y de
vida cotidi ana cómo actu ar frente a estos riesgos. erotizac ión
A menor ni ve l ele co ncienc ia
(conocimiento) de los riesgos que entrañan
practi ca r el sexting o grooming, mayor
fac i lidad para incurrir en dicho riesgos.

Síntesis de los problemas de Miguel, hipótesis y técnicas evaluativas


PROBLEMAS/SÍNTOMAS HIPÓTESIS TÉCNICAS EVALUATIVAS
Excesivo ti empo de exposición a intern et. Miguel presentará puntuaciones ;:>e al Pe 75 ERA-RSI. Esca la ele ri esgo de adicción-
en la escala de adicc ión a intern et adolescente a las redes sociales e internet.

Entrevi sta con los padres

Publicac iones eróti cas online. Se espera que M iguel obtenga pun tuaciones Test de Sexting (Peri s y M aganto, 201 8)
al Pe 75 en la esca la ele sexting
;:>e

Contactos eróticos con personas de más M iguel presenta rá ri esgo de grooming ya Test de Grooming (Peri s y M aganto, 2018)
edad e insinuación de conductas sexuales. que se espera que alca nce puntuaciones ;:>e
al Pe 75 en la esca la de grooming

Síntomas de ansiedad estado. Elevada ansiedad estado, con puntuaciones Cuesti onario de ansiedad estado rasgo para
al percenti l 75 en el cuesti onario de
;:>e niños (STAIC; Spi elberger y Edwarcls, 1990):
ansiedad Subesca la ele ansiedad estado.

Bajo rendimiento debido al menor tiempo Ca lificaciones aca démicas medias inferi ores Boletín de ca lificac iones y entrevista de los
de estud io y menor interés. al curso anterior y a la primera evaluación. padres con el tutor.

Interés por lo nuevo y por lo pro hibido, Puntu aciones superi ores al percentil 75 en Esca la de Búsqueda de Sensaciones (EB S-Q.
especialmente por conductas erótico- desinh ibic ión de la Esca la ele Búsqueda de Forma V. Zuckerman, Eysenck y Eysenck,
sexuales. Sensaciones. 1978; adaptación españo la: Pérez y
Torrubia, 1986). D esinh ibic ión.

EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

PROBLEMAS/SÍNTOMAS HIPÓTESIS TÉCNICAS EVALUATIVAS


Necesidad de am igos, de comuni ca rse, Alta extraversión co n puntua cion es NEO-FFI. Inventari o de Personalidad NEO.
hablar y relacionarse superiores al percentil 75 en Extraversión. Versión Reducida de Ci nco Factores. Costa
y McRae, 1992/ 1999) Extraversión

Inestabi lidad emoc iona l Se esperan puntu aciones;;:: al perce ntil 75 NEO-FFI. Inventario de Personalidad NEO.
en neuroticismo. Vers ión Reducida de Cinco Factores. Costa
y McRae, 1992/ 1999) Neurotic ismo.

A veces se siente poca cosa, in seguro Probl emas de autoestima co n puntuaciones Test de autoestima
inferiores al percentil 50 en Autoestima. (RSE. Rosenberg, 1965)

tivo de co nsulta que más rece lo le ocasiona a Miguel, aras de una mayor claridad expositiva, aunque fueron
planificamos apli ca r los in strumentos de eva luación tomadas durante la eva luación. Esto es habitual en
menos amenaza ntes: NEO-FFI. Inventario de Perso- niños y adolescentes. Ell os so lo comuni ca n sus expe-
nalidad, con las subesca las de Extraversión y Neuroti- ri enci as y sentimientos cuando están seguros del clima
c ismo; el Cuestionario de ansiedad estado rasgo para de confianza con la persona con la que están trabajan-
niñ os: Subescala de ansiedad estado; y la Escala de do (ver Tabl a 14.1 7) .
Búsqu eda de Sensaciones: Subescala de Des inhibi-
c ión. En la segu nda ses ión se ap li caro n los in strumen- 3.2. Ap licar las pruebas
tos más relac ion ados con el motivo de la demanda, las
esca las de ad icc ión, sexting, sextorsión y grooming y Las pruebas, como se ha indicado , se ap li ca ron en
el cuestionari o de autoestima. dos ses io nes. Se rea li za ron en el despacho de la psi-
El ti empo de apli cac ión de estos instrumentos no có loga y en su presencia. El modo en que estos in stru -
fue de una hora cada sesión pu esto que son breves, mentos de eva lu ación se ad mini straron fue ri gurosa-
pero se dedicó parte del tiempo a compartir informa- mente el que marca cada instrumento, pero al finalizar
ción de lo que había ocurrido durante la sema na y cada cuestionario se le invitó a comentar las preguntas
para comentar preguntas de los propios instrumentos que más le había n costado respo nder y aq uell as en
ap li cados. De hecho, durante la ap li cac ión pregunta- las que más había dud ado . Los comentarios más re-
ba e iba comentando algunos de los ítems, lo que daba leva ntes durante la ap li cac ión de los c uestionarios se
pie a clarifica r algu nos aspectos de su problemática exponen a co ntinu ación.
que se han introdu cido en la entrev ista con Miguel en

Planificación de las técnicas evaluativas


Instrumento Tiempo de administración
3ª cita N iño 1. ERA-RSI. Escala de ri esgo de adic;c ión-adolescente a las redes sociales e Autoinforme. Entre 6 y 7O
interne!: Síntomas de adicc ión, uso social, rasgos friki, nomofobia, total minutos
adicc ión.

2. NEO-FFI. Inventario de Personalidad NEO. Versión Reducida de Ci nco Autoinforme


Factores, Costa y McRae, 1992/ 1999) Extraversión y N euroticismo. Entre 8- 12 minutos

3. Cuestionario de ansiedad estado rasgo para niños (STAIC; Spielberger y Autoinforrm e


Edwards, 1990): Ansiedad estado. Entre 4 y 7 minutos

4. Esca la de Búsqueda de Sensaciones (EBS-Q. Form a V Zuckerman, Autoinform e


Eysenck y Eysenck, 1978; adaptación española: Pérez y Torrubi a, 1986. Entre 2 y 3 minutos
Desinhibición.

4ª cita N iño S. Test de Sexting (Peri s y Maganto, 2018): Sexting erótico y sexting Autoinforme
pornográfico. Entre 2 y 4 minutos

6. Test de Grooming (Peri s y Maganto, 2018) . Autoinforme


Entre 2 y 4 minutos

7. Test de autoestima (RSE. Rosenberg, 1965). Auto informe


Entre 2 y 4 minutos
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Tercera sesión evaluativa: Entrevista con Miguel dido algunas veces, pero no todas porque necesitaba
estudi ar y quiere sacar mejores notas que en la anterior
Miguel: «Este cuestionario (Esca la ERA-RSI) es muy eva luación para que sus padres no le quiten el móvil.
directo y había preguntas que daban en la clave de Le presento los cuesti onari os y le digo que son so-
lo que m e pasa, sobre todo las del m óvil, pero eso les bre RSI y que es importante que pi ense las respuestas
pasa con el móvil a todos los de mi clase, tú ya lo sabes y sea sincero porque de lo co ntrari o va a ser difícil
¿verdad ?» ayudarl e.
Mientras contesta a las esca las de sexting y groo-
Comenta algunas preguntas de neurot1 c1smo y ming hace los siguientes comenta ri os:
extraversión no mu y relevantes, son dudas más bi en
sobre el gradiente de las respuestas. Son cuesti ones ló- Miguel: «¡Vaya preguntas! Parece que están hechas
gicas las que pl antea, porqu e es un chi co inteligente, para chavales de nuestra edad. .. .. Me va a sa lir que
refl exiona en lo que contesta y se le ve interesado en estoy fa tal... bueno, no sé, igual m e estoy pasa ndo
co ntestar bi en. contestando ,, .
Psicóloga: «¿ Qué quiere decir que te es tás pasan-
Miguel: «De lo que estoy contestando ¿luego m e do? »
vas a contar algo sobre cómo soy yo? » Miguel: 1<¡No sé! Me han puesto nervioso los cues-
Psicóloga: «Sí, eso ya te lo expliqué al principio». tionarios ».
Miguel: «¿ Y se lo vas a decir a mis padres?»
Psicóloga: «A tus padres les voy a decir si tienes Está un rato en silencio, borra algunas co ntesta-
algún problema y cómo podem os hacer entre todos ciones, vuelve a borrar, y sigue cumplimentando las
para que lo superes ». pru ebas.
Miguel: «¿Y m e va n a quita r el m óvil? Si m e lo qui-
tan m e muero, y va a ser peor p orque entonces no Miguel: «Bueno, lo voy a contestar así, porque m e
estudiaré ». dijiste que esto no se lo vas a enseña r a mis padres».
Psicóloga: «Eso va a depender de ti. Si aprendes a Psicóloga : « Lo que contestas a cada ítem no, pero
utilizarlo bien, no te lo quita rán, pero si corres algún sí te voy a explicar a ti y a ellos si hay algún problem a y
riesgo, te limitarán el tiempo o algunas aplicaciones''. si eso implica que tenga mos que hacer algún cam bio».
Miguel: <1¿ Q ué riesgos?» Miguel: «¡Pero que el cambio no sea que m e quiten
Psicóloga : «De los riesgos seguro que sabes cosas, el m óvil! »
pero yo te voy a explicar algunos de los riesgos más im- Psicóloga: «De eso ya hemos hablado ¿recuerdas?
portantes y de lo que tienes que tener cuida do cuando Eso va a depender de cómo uses el m óvil. Por cierto,
acabem os el próximo día con la aplicación de otros ¿qué quería Kike que te ha llamado tanto?»
instrumentos de e valuación». Miguel: <1Ese chico m e empieza a poner nervio-
Miguel: «Los m ayores no veis m ás que riesgos, no so .. . »
veis las cosas interesantes y también buenas que tiene.
Yo he aprendido mucho con intern et y con la tecn o- Guarda sil encio un ratito y mi entras garabatea en
logía informática . Puedes explora,~investigar, descubrir un papel. Y luego empi eza a co ntar que un rega lo que
nuevos m odos de aprender, conoces cómo hacer un le ll egó un día sin saber de quién era, se ha enterado
blog, crearte un perfil, entrar en un museo ... y así mu- por otro amigo suyo que era de un amigo de Kike por-
chas cosas más. Es mu y divertido y entretenido ». que me quiere co nocer. Le pregunto si ese amigo es
Javier y me dice que no, que es otro chico que debe
La psicó loga cierra la sesión record ándole el día y ser mayor, como Kike. Le pregunto por qué le pone
la hora de la siguiente cita. Al sa lir se le ve tranquilo, nerv ioso Kike y se queda en sil encio. Luego añade,
co n más co nfianza y menos a la defensiva. Durante «no sé, com o si fu era en otro pl an que a mí no me va,
la sesi ón le ha son ado el móvil dos veces. No le digo pero me ha enseñado muchas cosas de intern et y eso
nada, él tampoc9, pero no lo coge ni me pide permi so me gusta» .
para hacerl o.
Psicóloga : «Tienes un poco lio, ¿no? »
Cuarta sesión evaluativa: Entrevista con Miguel Miguel: «Quizá sí. Es que m e he separa do un poco
de mis amigos de antes, de deporte y esas cosas, y es-
Miguel llega tranquil o y comenta que esta sema- tos m e gustan, pero a veces .. . m e veo un poco mane-
na tenía exámenes y que ha utili za do menos el móvil, jado. Sí, tengo un poco de lío. Tengo hoy la ca beza ...
pero que Kike le ha ll amado vari as veces. Él ha respon- con los exám enes y con estos cuestionarios .. . »
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Psicóloga: «Vamos a dejarlo aqu( por hoy. Para la lo que se ha organi zado en su casa con motivo de la
próxima sem ana habré revisado todo el trabajo que ca ntidad de tiempo que utiliza las redes sociales y por
has hecho y te diré lo que creo que te ocurre y lo que el co ntenido de este uso, es esperable que esta pun-
te está pasando. También hablaremos de lo que voy a tuación sea alta. No obstante, en el trato co n él no se
com unicarles a tus padres ». apreciaba una carga de emotividad muy destacable, y
en cada sesión ha ido tranquilizándose y tomando más
Le recuerdo el día y la hora y se despide, con cara co nfianza en sí mism o para hablar de lo que le ocurre.
de ca nsado y de preocupación. El percentil de ansiedad estado es Pe 75, algo ele-
vado. Él mi smo, los padres y profesores también ad-
3.3. Corregir, interpretar e integrar los resultados vierten una carga de inquietud y ans iedad que antes
no tenía, y efectivamente, convendría actuar ante
Trascurridas las dos sesiones de ap li cació n de ins- esta puntu ación. Si, como se ha hipotetizado, es co n-
trum entos de eva luación se procedió a corregir las secuenc ia de los contactos eróticos que ha estado
pruebas e interpretar e integra r los datos para verificar manteniendo, es posible que en la med ida que éstos
las hipótesis. La correcc ió n es senci lla al ser instru- desaparezcan o disminuyan de fo rm a importa nte, esta
mentos autoap li cados co n puntuaciones tipo Likert y ansiedad vaya desapareciendo.
co n plantillas de co rrección. La suma de las puntua- El Percentil 80 obtenido en la subescala de des-
ciones obten idas se transforma en puntuaciones per- inhibición, sí que nos alerta cob re una ca racterística
centil es. Las esca las y subesca las de cada uno de los conductual o rasgo de personalidad que presenta un
test se exponen para mayor claridad en la Tab la 14.1 8, ri esgo a tener en cuenta. Los ítems que la componen
y los resultados obtenidos en la Gráfica 14.4: son impropios de la edad por la precocidad de con-
En la Escala de extraversión y neuroticismo obtiene ductas de riesgo. Por ello, este aspecto se anota como
percentiles de Pe 75 y Pe 70 respectivamente. La pun- un wa rning para el trabajo terapéutico posterior.
tuación en extravers ión nos indica que es un chi co co- La esca la ERA-RSI, Escala de ri esgo de ad ic-
municativo, abierto, co n fac ilidad para las relaciones y ción-adolescente a las redes sociales e internet se
para el contacto interpersonal. En neuroticismo obtie- compone de las cuatro subescalas que aparecen en el
ne una puntuación algo elevada, pero no de ri esgo de gráfico (Ver Escala en el Anexo 1).
inestabilidad emociona l. Por otra parte, en la situación Respecto a los síntomas de adicción obti ene un
en la que se encuentra, un poco alterado por el revue- Pe 85, lo que indica un elevado número de síntomas

Instrumentos de evaluación y variables evaluadas


Instrumentos de evaluación Variables evaluadas
Adicción a las Redes Sociales e Internet
Síntomas de Adicc ión
Uso social
Rasgos Frikis
Nomofobia
Batería Enred@2 Tota l de adicción
(Peri s y M aganto, 20 18)
Sexting
Erótico
Pornográfico
Total Sexting

Grooming
Escala de Autoestima
Autoestima General
(RSE. Rosenberg, 1 965)

Inventario de Personalidad Extraversión


(NEO-FFI. Versión Reducida de Cinco Factores. Costa y McRae,
1992/1999) Neuroticismo

Escala de Búsqueda de Sensaciones Conducta Desinhibida


(EBS-Q. Forma V. Zuckerman, Eysenck y Eysenck, 1978; adaptación
española: Pérez y Torrub ia, 1986) Desinh ibició n
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Técnicas aplicadas

Extraversión 7~
Neuroticismo 70
Ans iedad 7~
Desh in ibición 80
Sin tom. Ad ic. 85
1 1 1
Uso Social 80
1 1 1
Rasgos Friki 60
1 1 1
Nomofobia 85
1 1 1
Ad ic. Tota l 80
Sext. Erótico. 85
Sext. Pornog. 99
Sext. Tota l 915
Groomi ng 915
Autoestima 1 1 1
- 70
o 20 40 60 80 100 120

Gráfica 14.4
Resu ltados obtenidos en las técnicas de eva luac ión aplicadas.

de ad icc ión, destaca ndo los que hacen referencia a La nomofobia, términ o derivado del inglés, no-mo-
la dependencia, pérdida de sueño, repercusión en las bile-p hone p hobia, indica la fob ia, el temor intenso o
ta reas escolares, ocul ta r en su casa el tiempo de co ne- terror a estar sin móvil. Cuando el grado de ansiedad y
xión y la irri ta bili dad prop ia de la ansiedad si tuviera malestar que las personas pueden llega r a sufrir cuan-
que prescindir de las RSI. do su móvil está apagado, fuera de cobertura, sin bate-
En cuanto al uso social que los adolescentes ha- ría, roto o lo ol v idan en algú n luga r, es alta o exces iva
cen de la tecno logía online, el Pe. 80 es de ri esgo, sin y le supone un grave conflicto a la persona, habl amos
embargo el uso social nos indica la utili dad que los de dependencia. En esta subesca la obtiene una pun-
adolescentes rea li za n de las redes sociales, y responde tu ac ión de evidente ri esgo Pe 85 . El móv il es para él
al uso más cotidi ano de los mi smos. el med io más cotidi ano de co nex ión a internet, y los
Los rasgos friki, como su nombre indica, significa síntomas que plantea en los ítems de esta subescala
ra ro, curioso o chiflado, refiriéndose a algú n compor- nos co nfirman su adicc ión a las RSI.
tamiento o rasgo que una persona ha desarro llado y La pun tuación total de la Esca la ERA- RSI está ta m-
que se sa le de lo usual. Los rasgos-friki s en relación bién en el límite de riesgo (Pe 80) por lo que se cons-
a intern et, se denominan a las conductas propias de tata que Miguel ti ene un uso indebi do de las RSI co n
personas que practi ca n desmesurada y obses ivamente mani festac iones de adi cc ión, espec ialmente de No-
una afi ción en gran medida extravaga nte, rara o ex- mofobia.
céntri ca (RAE, 201 2), co mo ded ica r excesivo ti empo De los ri esgos eróticos eva luados, en sexting ob-
a páginas eróticas y/o pornográfi cas, a juegos virtua- ti ene puntuaciones de mu y alto ri esgo. Esto indica un
les y/o de rol, co nectándose con gru pos co n intereses gran peligro en el uso de las RSI, ya que es un niño
co mun es. De las dos acepciones que el instrumento expuesto a un eroti smo impropi o de la edad . El sexting
pl antea, afi ción por los juegos multipl ayer o por pági- eróti co es alto, (Pc85) pero el pornográfi co es en este
nas y activi dades sexuales, Miguel destaca por el inte- momento todavía superi or, alca nza ndo la puntuación
rés sex ual, obten iendo en esta subesca la el Pe 60, ya más elevada (Pc99). Este ti po de sexting, entraña ex-
que so lamente en estos co ntenid os las puntuaciones hi bicionismo, desinhi bición y propi cia caer en ri esgo
son elevadas. Resultados que co inciden con el motivo de grooming. La pu ntuación total de sexting también
de co nsulta por el que los padres han acudido al profe- es elevada (Pe 95) co nfirmando el ri esgo erótico en
sional especiali sta . Es una puntu ación media alta, pero relación a la publicac ió n de imágenes online sin tener
sin ser un rasgo para categori za rl o como persona friki , co nciencia de las consecuencias personales que co n-
pero co nviene tenerl o en consideración habida cuenta 1leva (ser ca ptadas por redes pedofílicas, solicitud de
de la edad en la que está. grooming, posibles chantajes y sextorsión, etc.)
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

En la esca la de grooming alcanza un a puntu ación res y atrevidos mostrando, co mo él dice «tab letas», es
co rrespondi ente al percentil 95, que para chicos de dec ir los abdo min ales superiores, inferiores y dorsales.
su edad es indi cativo de alto ri esgo. Este ex hibi c ioni s- Además, los co ntactos y ami stades que entab la co n
mo a través de la webcam y las actividades eróticas y chi cos mayores y co n intenciones sex uales desvelan
sex ual es online, son el desencadenante más cerca no un ri esgo elevado de grooming, alca nza ndo una pun-
para entrar en algú n engaño pedofílico. tuación en la esca la de groomin g de alto riesgo. Uno
En autoestim a la puntu ación percentil no es baja, de estos chicos le ha envi ado un rega lo con el fin de
Pe 70, lo que indi ca que es un chico co n un nivel de ga nar su co nfianza, atra erl e y quedar con él. Otro de
valoración personal med io alto, sin presentar dudas a ellos, Kike, tiene deseo e intención de quedar con él, y
la hora de co ntestar al cuestion ari o. Miguel sabe que posiblemente desee tener relac iones
Respecto a las ca lificaciones académicas, los pa- sexuales, porque ya ha tenido co n otro chi co, co n Ja-
dres han observado un rendimiento inferior a la pri- vier que es gay, aunque a Miguel le gusta n las chicas.
mera eva lu ación e inferior al curso precedente. En Ini c iarse en este mundo de relaciones con chi cos ma-
la entrevista con el tutor, se co nfirm a su descenso de yores de edad y mayores que él es entrar en un terreno
interés por los estudi os y, aunque no han observado muy peligroso para un chi co de 13 años . El ab uso se-
ninguna co ndu cta anóm ala en el co legio, sí aprecia n xual on line está cada vez más extendido.
que las ca lifi cac iones han bajado porque el nivel de Tanto el nivel de sextin g que practica como el groo-
ap rend iza je es inferi or a lo que suele se r habitu al en ming co nfirman que Miguel está utilizando las RSI con
Miguel. desconocimiento del ri esgo que corre, con excesivo
atrevim iento y desinhibición, con demas iada ingenui-
Integración de los resultados dad, sin captar los peligros a los que se expone y sin
tomar conciencia de que lo que se c uelga en la red
En relación al uso las redes soc iales existe una cla- es imborrab le, como se dice actualmente lo que se
ra ad icción, por ell o la irritabilidad que experimenta cuelga en la nube es una información etern a. En la
si se le amenaza co n restringirl e el uso de internet, el sociedad actual cada vez más erotizada, las imágenes
perder horas de sueño para co necta rse y chatea r por son captadas co n mayor frecuencia de lo que supone-
las noches y el mi edo a que le quiten el móv il, re- mos por redes de pedófilos y redes pornográficas que
ve lando una clara nomofobi a. Las puntuaciones de la utilizan posteriormente el chantaje y la sexto rsión para
esca la ERA-RSI, así lo confirma, como se ha expuesto presionar y ll evar a cabo abu sos sex uales online.
anteri ormente Esto ocasiona nerviosismo y preocupación, ya que
Este uso inadecuado y el exces ivo tiempo de co- por un lado quiere cortar con estas relacion es porque
nex ión le ha ll eva do a dedicar menos tiempo al estu- le ponen «nervi oso», como él mismo dice, pero a la
dio y en consecuenc ia bajar el rendimi ento. El bajo vez le gusta n. Esto se confirma con los resultados de
rendimi ento está co nfirmando por los res ultados aca- ansiedad estado, ya que so n med io-altos. La propia
démicos que refl ejan, en pal abras del tutor, un nivel ansiedad se ve reforzada por el temor que siente y la
más bajo de ap rendi zaje. Él reconoce que ha bajado ambivalencia entre dejarlo o seguir, «no sé có mo cor-
las notas y dice que dedica menos tiempo al estudi o tar», confirma él mi smo.
porque cuando está conectado a intern et se le pasa el Sus ca racterísti cas de personalidad, especialmente
tiempo volando. De hecho comenta a la psicóloga que la extraversión le refuerza n esas co ndu ctas. Es soc ia-
quiere subir las notas para que sus padres no le quiten ble, le gusta n las relaciones y tener ami gos, y los nece-
el móv il , porque sus padres a esto de las notas le dan sita por edad. Ello hace que las redes soc iales, como
mu cha importanc ia. su propio nombre indi ca, le aporten una red soc ial de
Los co ntenidos por los que está n preocupados sus am igos, encaja co n su modo de ser. A esto se añade
pad res so n objetivos, al haber obtenido altas puntua- su afición por lo tecnológico, siendo para él las TI C,s
c ion es en el ri esgo eróti co de sexting, subiendo a la una fuente de curi os idad, deseo de investigar, conocer
red im ágenes desnudas y semidesnudas y envi ando y y descubrir, in agotab le.
recibi endo este tipo de publicaciones que sirven en- Es evidente que la fa lta de límites de los padres, la
tre otras cosas para establ ecer comparación entre los poca supervi sión ini c ial al tener a mano los med ios
pares. En estas comparac iones él sale beneficiado a informáti cos, unido al nivel económi co de la fa mili a,
nivel de im agen co rporal y esto le ha ocasionado un ha favorecido la ad icc ión a intern et. Miguel tiene unos
aumento de su autoestima ante los co mpañeros. Co n medios tecnológicos superiores en ca lidad a la mayoría
estos refuerzos virtuales del «me gusta», es difícil que de los chi cos de su edad. Cada uno de los mi embros
dej e de practica r el sexting, al contrario le refuerza n el de esta fa mili a tiene su propio portátil, y Miguel ti ene
deseo de hacerlo, y además co n selfi es más sed ucto- además una PlayStation de último modelo, un a Tab let,
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

un ebook, un móvil de gama med ia-a lta. Demasiados Tras la co rrección de la Esca la de Sexting se co n-
medios tecnológicos pa ra su eda d y con mu y poca su- firma que M iguel cuelga publicac iones eróticas y por-
pervisión parenta l. Su hermano, siendo más comed ido nográficas co n demasiada frec uencia, alca nza ndo sus
y con las ideas más cla ras en relación al uso de esta puntuaciones un ni ve l de ri esgo elevado, obteniendo
tecnología, es también un aficionado a los j uegos on- puntu aciones percentiles de 85 y 99 respectiva mente.
1ine, lo que pu ede hacerl e creer a Miguel que el uso La puntuación de la esca la ta mbién es de alto riesgo,
de la tecno logía es algo bueno e instructivo, como él al obtener un percentil 95. Estas puntuacio nes nos ha-
mismo indica en las conversaciones con la psicóloga. blan de un chico sin consciencia del ri esgo que entra-
El mismo Miguel informa de q ue sus padres no le ña subir a la red estas imágenes. Los resul tados obteni-
dan la va ra, es decir, no son mu y normativos ni res- dos co nfirman la hi pótesis estab lec ida.
tri ctivos si no que se basa n en la co nfianza de que sus
hijos van actuar bien. Reconociendo que esta actitud HIPÓTESIS 3
1

PREDICCIÓN / ENUNCIADO
educativa es mu y pos itiva, en este hij o ha hab ido un Se acepta la hipótesis VERIFICABLE
exceso de co nfianza que no les ha ayudado a capta r
Miguel tendrá co nductas Se espera que M iguel obtenga
los indicios de ri esgo hasta pasado un tiempo, y este de riesgo de groom ing al pun tuaciones superiores al Pe 75
mi smo exceso de co nfianza ha propiciado en parte los contactar con personas en la Escala de Groom ing
probl emas que ahora presenta Miguel. de edades superiores con
intenciones sexuales

3.4. Comprobar las hipótesis de evaluación


Las pu ntuacio nes obteni das en la Escala ele Groo-
A co ntinuación se expone la comprobación de ming, Pe 95, co nfirman el riesgo de esta práctica, y
cada una de las hi pótesis estab lecidas como gu ía de confirman la hi pótes is planteada. El uso de la webca m
trabajo del caso Miguel lo reconoce de ri esgo, y los co ntactos co n chi cos ma-
yo res han pasado ya al acerca mi ento sexual, ini cián-
dose en algunos casos co n rec ibir rega los y en otros
HIPÓTESIS 1 PREDICCIÓN / ENUNCIADO
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE casos con sugerencias explíc itas de queda r co n la in-
tención de te ner relaciones sexuales. En este caso ade-
M iguel presentará un En la Escala de riesgo de adicción- más, co mo ya se ha exp licado, sin el deseo de M iguel
problema de adicción a adolescente a las redes sociales
intern et e internet (ERA-RS I), M iguel
ele te ner re lac iones sexuales homosex uales porque a
obtendrá pun tuaciones superiores él le gustan las chi cas. Expresa además un sentimi ento
al percenti l 75. ambiva lente en ese te ma, nerviosismo y deseo de cor-
ta r y a la vez cierto agrado de esta r co n uno de estos
Entrevista con los padres
chicos que le enseña cosas de la sex uali dad .

Efectiva mente, tras la ap li cac ió n de la Esca la ERA-


HIPÓTESIS 4 PREDICCIÓN / ENUNCIADO
RSI de ri esgo de adi cc ión adolescente a las redes so- Se acepta la hipótesis VERIFICABLE
ciales e internet, las puntuaciones son de ri esgo en
todas las subesca las excepto en la de rasgos friki. La Es esperable que en el Es esperab le que Miguel obtenga
momento actua l su estado una pu ntuación percenti l 2: 70
puntuación tota l ta mbién co nfirma la ad icción adoles- de ansiedad sea elevado en el Cuestionari o de Ansiedad
cente a las RSI. Los síntomas de ad icc ión y la nomofo- Estado Rasgo para N iños (STAIC)
bi a son las subesca las de mayor pu ntuac ión pudiendo que indiquen un estado elevado de
deducir que es la ad icc ión al teléfono móvil lo que ansiedad en el momento actual.

más prob lemas ocasiona a Miguel. Así mismo en la


entrevista co n los padres, la preocupación de los mis- La hi pótesis se cump le ya que Mi guel ha obteni do
mos era el uso excesivo del móvil y el tiempo excesivo un a puntuac ió n percentil 75, lo que co nfirma que en
que estaba conectado. Por ta nto esta hi pótesis se con- el momento actu al su estado de ansiedad es eleva-
firm a completamente. do. Esto lo co nfirmó también el tuto r al ind ica r que
estaba más inqui eto y nerv ioso, y el propi o Mi guel
afirma en dos de las ses iones co n la ps icó loga que
HIPÓTESIS 2 PREDICCIÓN / ENUNCIADO
en el mo mento actual le pone un poco nervioso la
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE
relac ión co n Kike, este chico mayor que le ha ini -
Miguel presentará un Se espera que M iguel obtenga ciado en algun as co nductas sex uales en la webca m
ri esgo de publicac iones pun tuaciones superi ores al Pe 75 y le in vita a queda r co n él de modo offl ine, es decir
on line eróticas y sexuales en la Esca la de Sexting
cara a cara.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

HIPÓTESIS 5
inestab ilidad emocional, sin ser muy elevada, indica
PREDICCIÓN/ ENUNCIADO
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE cierto neuroticismo como ca racterísti ca co nductual en
el momento actual.
Se espera que las La ca lificac ión media obtenida en
ca lificaciones académi cas el Bo letín de notas de Miguel será
medias sea n inferi ores inferi or a la del curso previo y a la HIPÓTESIS 8 PREDICCIÓN/ ENUNCIADO
al curso anteri or y a la de la eva luación anteri or. No se acepta la hipótesis VERIFICABLE
primera eva luación. Estas ca lificac iones serán
co nfirmadas por el tutor de Miguel. Se espera que la La autoestima de Miguel alca nzará
autoest ima de Miguel en pun tuac iones medi as, entre el
el momento actual sea percentil 40 y 60 en el test de
Los padres informan de que ha descendido en sus media, no baja porque Autoesti ma de Rosenberg, 1965)
notas cua ndo les ha llega do el Bo letín académico de está más satisfecho
consigo mi smo por
la última evaluación, y que ti ene peor rendimiento si
los selfi es pub licados,
lo comparan co n el curso anteri or. Tras la entrevi sta pero no afectará a otros
co n el tutor, este inform a de que el interés de Miguel aspectos de su vi da
por el aprendi zaje es menor y de que rinde menos en personal.
el co legio. El propi o Miguel reconoce en la entrevi sta
co n la psicó loga que estar más ti empo conectado a La puntu ación de Miguel en el test de autoestim a
internet o a las redes sociales le ha llevado a dedica r ha sido el Percentil 70, por lo que no se acepta la hi-
menos ti empo al estudi o, porque cuando se conecta pótesis. Miguel ti ene un nive l de autoestima alto, mos-
«se le pasa el tiempo co lando», según sus palabras. Es- trando que la sa ti sfacción consigo mi smo es bu ena.
tos hechos evidencian el cumplimiento de la hipótesis Esta puntuación nos pl antea la duda de si es tan posi-
5, por lo que se acepta en su tota lidad. tiva co mo pu ede parecer. Recordemos que él mi smo
le dice a la psicó loga que al co lga r en internet se lfies
HIPÓTESIS 6
personales desnudos o semidesnudos, los co mpañeros
PREDICCIÓN/ ENUNCIADO
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE se comparan entre sí y que él en este sentido se ha
sentido va lorado. Las sesiones de tratamiento con Mi-
Se sospecha que Miguel En la Esca la de Búsq ueda de guel requerirán un trabajo en esa línea, porque estas
ti ene en el momento una Sensac iones, en co ncreto en la
neces idad de bú squeda de subescala de D esinhib ición se
publi caciones online no dejan de ser una exposi ción
sensa ciones marcada por espera que Miguel obtenga un a y exhibición públi ca arri esgada, pero será difícil redu-
la desinhib ic ión, lo que le puntuación percentil 2'. 70. cirl as si aumentan su autoestima.
lleva a rea li za r conductas
de ri esgo eróti co
HIPÓTESIS 9 PREDICCIÓN / ENUNCIADO
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE
Tal y co mo se ha hipoteti za do, Miguel obti ene
La fa lta de límites y La fa lta de lími tes es reconoc ida
una pun tuación Pe 80, lo que indica un alto nivel de
supervisión de los padres por los padres y por el propi o hij o
desinhibi ción, por lo que la hipótesis se acepta total- ha favorecido el uso en las entrevi sta mantenidas con
mente. Posiblemente estas co nductas de desinhibi ción excesivo de adicc ión a ell os.
expli ca n el ri esgo elevado de sexting y grooming, al internet.
no tener contro l sobre la co nducta y actu ar de form a
des inh ibida e impulsiva. Se acepta la hipótes is ya que desde la primera en-
trevi sta los padres reconocen que no han supervi sado
HIPÓTESIS 7 PREDICCIÓN/ ENUNCIADO el uso que Miguel hace del móvil. De hecho, desco-
Se acepta la hipótesis VERIFICABLE nocen el ti empo que pasa conectado a internet, y es
el herm ano mayor el que les di ce que también por la
Las características de Miguel obtendrá p untaciones
personalidad de Miguel percentiles 2'. 70 en las subesca las
noche se co necta y chatea, cosa que el los desco no-
hacen sospechar un nivel de extraversión y neuroticismo cía n. Sin embargo en el co legio, que no está permiti -
elevado de extraversión y en el Inventario de Perso nalidad do, Mi guel no abu sa del contacto con internet según
neuroti c ismo. NEO-FFI. les informa el tutor a los padres, lo que confirma la
necesidad de unos límites más específi cos en algunos
La hipótes is se cumple totalmente porque las pun- aspectos.
tuaciones de Miguel alca nza n el percentil 70, por lo También Miguel afirm a que sus padres no son
que podemos co ncluir que Miguel es un chico con fa- como los de otros compañeros, que a él «no le dan la
cilidad y necesidad de comuni cac ión, de relación con vara», refiri éndose a que no le contro lan ni prohíben
ami gos y de sociabilidad co n los pares. Así mismo, su la conexión. Di ce también que sus padres se fían de

mllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y apl icaciones en áreas y contextos

ellos (los hijos), cosa que Miguel lo ha co nsiderado y exagerado de internet y de las redes sociales en las
como tener «barra libre» para hacer lo que quiera co n que tiene un perfil, más ri esgo de practicar sexting.
las RSI. Si a esto añad imos la comparación entre amigos de
la imagen corporal que exhibe en sus pub li cac iones
3.5. Establecer la formulación de caso fotográficas, y las respuestas de «me gusta» que le
reenvían sus «ami gos online», mayor refuerzo para
El modelo expli ca tivo sobre el caso de Miguel se seguir publica ndo selfies o vídeos eróticos e incluso
muestra en la Figura 14.4. pornográficos, o como dicen algunos autores (Agusti -
na y Gómez-Durán, 20 16) practicando sexting «light y
Explicación del caso hard ». Si estos «me gusta » promueven mayor autoes-
tima corporal, Mi guel se considerará importa nte, por
Los problemas por los que los padres de Miguel sus «tab letas » más que por sus capacidades cognitivas,
acuden a co nsulta son la posible ad icc ión a internet y actitudinales y características de personalidad .
los co ntenidos eróticos que han observado en su móvil Los padres, confiados en la conducta que sus hijos
o en las páginas favoritas de sus marcadores e historial han tenido hasta el momento, espec ialmente con su
de internet en su ordenador. Le eva luac ión ll eva da a hermano el mayor, no han estim ado oportuno vigilar
cabo nos mu estra tres probl emas importantes que se y contro lar el uso de las TI Cs de su hijo Miguel. Con
retroalimentan entre sí: la adicc ión, la práctica de sex- su herma no no han puesto límites muy estri ctos en
ting y de groomin g. A más expos ic ión y uso indebido este aspecto y no ha ocurrido nada de preocupar. Sin

Formul ación de caso de Miguel.


EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

embargo, para un chi co como Miguel, este hecho ha a) Cómo expli ca r los probl emas
sido un factor desencadenante del probl ema actual de b) Cómo trabajar en la resolución de dichos pro-
Miguel co n las redes soci ales. Otros factores que han bl emas
propi ciado la adicc ión son los siguientes: Considerar-
se un poco inferior a los demás, interés por la tecnolo- Para llevar a cabo esta fun ción se necesita tener
gía y por descubrir y aprender cosas nuevas, la curio- cl aro no solo qué le ocurre y cómo expli ca rlo a los
sidad propi a que despi erta la sexualidad a esta edad, padres y al propio Miguel, sino qué programa de inter-
tener a su alca nce más aparatos electróni cos de alta venció n terapéutica se les va a pl antea r.
ca lidad que los que necesita, el encontrar respuestas
gratifi ca ntes a las publi cac iones eróti cas que mu chos 4.1. Definir sobre qué problemas, cómo y con qué
chicos y chi cas de su edad publi ca n, ver a su herm a- estrategias, técn icas o programa se va a intervenir, y
no que se entreti ene con juegos online sin probl ema, formular hipótesis de intervención
y algunas ca racterísti cas de su personalidad como la
extraversión, el neuroti cismo y la desinhibición. Espe- Hemos expuesto ya la evaluación, vamos ahora a
cialmente esta última está confirmada la asociación describir qué programa terapéuti co o de intervenció n
con la bú squeda de sensaciones de ri esgo eróti co . pl anteará la psi cología a los parti cipantes del caso. Se
Por otro lado, a mayor exposición de erotismo en trata ele confi gurar los sigui entes aspectos para dar res-
la im agen corporal que publi ca, mayor ri esgo de que pu esta a los probl emas: definir sobre qué probl emas
personas de más edad deseen conectar con él con in- intervenir, establ ecer có mo se va a intervenir, elegir
tenciones sex uales. El proceso de grooming es un en- co n qué estrategias, técni cas o programa se rea li za rá
masca rami ento del deseo sex ual a través de halagos, la interve nción y fo rmul ar las hipótesis de interven-
rega los, utili zac ión de cá mara w eb e in sinuaciones de ción co rrespondientes .
proponer una amistad más personal e íntim a «fa ce to Estas concrecion es del programa de intervención
face» . Cuando se ven atrapados por esta relación se se basa ron, en parte, en el Programa PISET-RSI (Peri s,
sienten tambi én entrampados por las imágenes que el 201 9) y en o tras técni cas y estrategias terapéuticas que
groomer posee de él, ya que suele amenazar con ser se expresan conjuntamente en la tabl a 14.19.
utili za das en su contra si se niega n a estos con tactos La intervención terapéutica con Mi guel se centrará
sex uales, y co n frecuencia llega a chantajea r co n el en aquello que es más relevante intervenir de acuer-
materi al conseguido para lograr los obj etivos sex uales do a los resultados obtenidos en las técni cas evaluati-
que pretendía. Mi guel, ha entrado en co ntacto con dos vas. Respecto al uso indebido ele internet y sus con se-
chicos bastante mayores que él (19 años frente a 13) . cuencias hay tres aspectos importantes: la adicc ión, la
Posiblemente sea mayor de 19 años, porqu e la menti- prácti ca de sextin g y grooming. Se iniciará el trabajo
ra co n la edad es muy frecuente en estos casos, pero terapéuti co con estos aspectos porque son los de ma-
aunque fuera verdad, la diferencia entre ambos es lo yor ri esgo a su edad y por los que los padres han so-
suficientemente con siderabl e como para considerarl o li citado pri oritari amente la demanda de evaluación e
un abu so sex ual online. Además, el que otro amigo intervención. Parti endo del Programa de Intervención
ini cie el ju ego de los rega los, es un tácti ca muy habi- Socio-Educativo y Terapéutico sobre Redes Sociales e
tu al de los groomer, por lo que aumenta el ri esgo de Internet (PISET-RSI ) (Peri s, 201 9), se irán seleccion ando
groomin g para Miguel. Por ello, la intervención en este las tareas que más directamente están vinculadas con
punto debe ser muy contundente. los temas que preocupa, así como otras actividades que
Las co nsec uencias de estos ri esgos son evidentes, co nvenga compl ementar en caso de que se necesite.
por un lado un mayor nivel de ansiedad que el pro- Co njuntamente, o secuencialmente a esto, de-
pi o Miguel reconoce que está sufriendo, y por otro, un pendiendo de las reacciones que tenga Miguel ante
descenso en el rendimiento académi co corroborado la intervención terapéuti ca, se trabajará el tema de la
por el boletín de notas y por el tutor. desinhibi ción, que posiblemente sea una ca racterísti -
ca de personalidad en el momento actual que actú a
FASE 4. PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y como fa ctor desencadenante de los ri esgos de adi c-
FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN ción y erotismo online. Para ello se expli ca rá teóri ca-
mente y con actividades prácti cas có mo incrementar
Antes de pasa r a expli ca r a Miguel y a sus padres la regulación emocion al, a fin de sa ber comportarse
los resultados de la evaluación, la psicó loga s t m ateniéndose a límites y normas sociales que propi-
un ti empo para pensar cómo co muni ar lo r sulta- c ian bi enestar emocion al. La ausencia de regulació n
dos. Este proceso de devolver la in fo rma ión emocion al y co nductu al trae como consecuencia la
dos partes que se expli ca n conjun ta m nt : aplicación de las con sec uencias lógico-naturales del
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Problemas sobre los que intervenir, cómo, con qué estrat egias e hipótesis de intervención
SOBRE QUE
ESTRATEGIAS/TÉCNICAS
PROBLEMAS CÓMO VOY A INTERVENIR
INTERVENIR PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN

En relación a las Información, concientizac ión Programa de Intervención Social, Edu ca tiva y
Redes Sociales e Terapéutica sobre redes sociales e interne! (PISET-RSI)
Internet

Adicción a internet 1. Inform ar sobre la ad icción a in terne! y de los 1. Visionan do en dos sesiones un YouTu be de
(ERA- RSI) síntomas y consecuencias que co nlleva. Pa ntall as amigas otras páginas web que alertan
de este ri esgo de adicc ión a intern e! y sus
co nsecuencias.

2. La necesidad ele límites fami liares en la conex ión a 2. Contrato firmado entre padres y M iguel sobre
interne! tiempos de conexión a intern et.

Si in formamos convenientemente ele los riesgos y consecuencias de la adicc ión a internet y estab lecemos
Hipótesis de con los padres un contrato de tiempos semanales de conex ión, disminuiremos el uso indebi do de in tern e! y
intervención
progresiva mente su ad icc ión.

Sel fi es y otras 1. Informar sobre el ri esgo de sex ting y sus 1. Vi sionar el cap. 2 de la Serie 13 Razones y sacar
publicac iones de alto consecuencias parti endo de sus resu ltados en la con jun ta mente las co nsecuenc ias de lo que ocurre.
nive l de eroti smo y esca la de sexti ng.
sexualizac ión (Esca la
de Sexting) 2. No re-enviar publicac iones ele otros/as sin su 2. Mostrarl e la ley sobre cyberdeli tos y cómo puede
consentimi ento. incu rrir en uno de ellos.

3. Proponer que las publicac iones online ele 3a) Entrar en su móv il y ver las fotos, álbumes e
fotografías personales no se defi nan por el eroti smo lnstagram para contrasta r co n él los riesgos a los
que se expone.
3b) Propuesta de borrar fotos y vídeos rea lmente
comprometidos y no enviar ni re-enviar otras
simil ares.

Al in fo rmar de los ri esgos que tiene la práctica de sexting, especialmente el sexting porn ográfi co, y chequear y
H ipótesis de
ayudarl e a borrar las publicac iones eróticas de su móvil o perfi les de RS, tomará más conciencia de la necesidad
intervención
de ca mbiar su actu ación al respecto y evitará estas publicac iones ..

Elevado ri esgo de 1. Informar del riesgo en el uso indiscrim inado de la 1a) Rea liza r la lectura de una denunc ia de grooming.
grooming (Esca la de webca m. Caso Jon.
Groo ming) 1b) Visionar de Panta llas amigas un caso de
Grooming.
1c) Desenmascarar a los am igos mayores que él, y
que prepa ran el ca mino para el abuso sexual de
un menor.

2. Informar sobre la ley del Derecho al O lvido 2a) Comprobar en sus sistemas y medios informáticos
la seguridad sobre privacidad y mejorarla si es
necesari o.
2b) Exp lica r las consecuencias ele la ley sobre
Derecho al O lvido y la protección de Datos online

Al conocer toda la in formación sobre cyberdelitos, la pederastia online, las redes de peclofi li a, y la actu ación de
Hipótesis de
los groomers, junto a la desprotección por la fa lta de seguri dad informática, se espera que corte las relaciones
intervención
de grooming y disminu ya el ri esgo de abu so sexual online.

Desinhibición (Esca la 1. Establ ecer límites o reglas de actuación 1a) Ap rendi zaje de regulación emocional y
de Búsqueda de normativas-social en fiestas y actividades entre conductu al
Sensaciones) iguales 1b) Consecuenc ias lógico- naturales del ri esgo ele
desinhibición conductual
1c) Refuerzos sobre conductas socialmente aceptables
en grupos de iguales en si tu aciones de fiestas

Hipótesis ele A l establecer pautas de conducta con refuerzos positivos y negativos en relación a fiestas y conductas precoces
intervención sobre alcoho l, droga o sexualidad, d ismi nuirá la desin hi bición conductual de riesgo. ►
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

SOBRE QUE
ESTRATEGIAS/TÉCNICAS
PROBLEMAS CÓMO VOY A INTERVENIR
INTERVENIR PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN
1

Elevada ansiedad 1. Di sminui r la ansiedad estado 1. Apli cació n de Técnicas de relajación


(STAIC)

Hipótesis de Al aprender técnicas de relajación, pero especia lmente al disminu ir los riesgos online que practica, se reducirá
in tervención la ansiedad estado

Percepción de la 1. Sustenta r la autoestima en su rea lidad personal 1. Ej ercic ios y tareas para mod ifica r la percepción y
autoestima globa l, no solo en su imagen corporal autoconcepto se sí mi smo en relación a va lores
personales, no fís ico-co rporales

Hi pótesis de Si se trabaja el autoconcepto y autoestima partiendo de sus va lores personales a nive l académico, deportivo,
intervención social y fam iliar, se mejorará la autoestima y el autoconcepto globa l, no solo de imagen erótica-corporal.

Descenso del 1. Ded ica r más horas al trabajo académico 1. Rea l iza r un cronograma en el que ca lenda rizar
rendimiento escolar reduciendo horas de conex ión a internet clases, actividades de estud io, actividades de
deporte y ti empo libre, co nex ión a internet y
ti empo familiar

Hipótesis de A medida que regule las acti vidades de su vida diari a y dedique más ti empo al trabaj o académico recuperará las
in tervención ca lificac iones académicas que corresponden a su nivel intelectual.

ri esgo de la des inhibición conductu al. No son casti gos po a las actividades aca démicas y ca lendari za r las ac-
ni penali zac iones, son las consecu encias lógico-natu- tividades de tiempo libre y ocio.
rales de transgredir los límites que marca n la sa lud, los Así pues, se espera que esta propuesta de trabajo
padres, la ley social etc. O tra estrategia de actuación terapéutico ayude a Miguel y a sus padres a superar
será proporc ionar refuerzos positivos, previ amente los probl emas por los que se ha soli citado la consulta
establ ecidos y acordados, ante el cumplimiento de la psico lógica.
normativa co nductu al propuesta por los padres para
preservarl e de ri esgos innecesari os. 4.2. Estructurar la intervención psicológica/ terapéutica
La ansiedad se verá reducida si se ha trabajado y
reenfocado en sesiones previ as el ri esgo de groomin g, Se propu so que la intervención tuvi era una dura-
ya que es el factor prioritari o que está desencadenan- ción de entre 20 y 22 semanas, con la siguiente se-
do un estado de ansi edad elevado. Para favorecer que cuencia de sesiones, sabi endo que, como ocurre co n
el nive l de ansiedad descienda se propone trabajar co n las personas y más co n los ado lescentes, habría que
técni cas de relajac ión, bi en en las propi as ses iones, ser fl ex ible para que, sin perder los obj etivos y las me-
bien en su hogar previ amente a co nc iliar el sueño. tas, se fl exibili za ran los ti empos y las actividades (ver
Así mi smo, al intervenir para situ ar la autoestima Tabl a 14.2 0).
en valores person ales socialmente aceptabl es, benefi-
ciará el concepto de sí mismo y la propi a autoestima 4.3. Comun icar los result ados del proceso evaluativo y
se situará en parámetros normativos y sociales entre propuesta de intervención
iguales, ampliando el con cepto de autoestim a a otros
aspectos valorabl es de su personalidad. Esto se lleva- En esta sesión o ses iones se tiene que tener mu y
rá a cabo con diversas activ idades y tareas propuestas cl aro el Di agra ma analítico-funcional del caso, los as-
por programas de autoayuda en relación a la acepta- pectos que han favorecido y mantenido los probl emas
ción y mejora de sí mi smo. Parti endo del concepto de y sus interrelaciones, y a partir de ellos completar la
«mi mejor yo» se pl antearán e implementarán las ha- inform ación con la propuesta de intervención o traba-
bilid ades, ca pacidades, actitudes y recursos más po- jo terapéutico.
sitivos en relac ión al estudio, deporte, sociali zación, Vamos a describir los aspectos centrales que la psi-
relac io nes famili ares y hobbies. có loga co municó en las entrevi stas de devolu ción a
El descenso en el rendimiento aca démico, secuen- Miguel, a sus padres y a los tres conjuntamente. La en-
cial a la reducc ió n del ti empo de estudi o por una co- trevista de devo lución con Miguel duró aproximada-
nexión desmesurada de internet, se verá paliado en el mente una hora. La que se ll evó a ca bo con los padres
momento en que se cumplan el contrato filio-parental duró aprox imadamente hora y media, ya que se habl ó
sobre el uso de intern et y disminuya n los riesgos que ini cialmente durante una hora aproximadamente con
presenta. Esto impli ca lógica mente dedica r más ti em- ellos, y al fin ali za r la mi sma entró al despacho Miguel

mllllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Estructura de la intervención psicológica/terapéutica


Nº sesiones Dirigida a Estrategias y técnicas de intervención basadas en el programa PISET-RSI

Padres Información de los ri esgos de ad icc ión, sus síntomas y consecuenc ias.
O ri entaciones y estrategias de actuación ante el uso indebido de las RSI en su hijo.
Decálogo de actuación.
Contratos de actuación consensuados padres e hij o.

2 Miguel Ri esgo de adicción.

Padres Información de las consecuencias de los riesgos eróticos, cómo intervenir y a quién acudi r en
caso de chantaje (Hoj as in formativas).

3 Miguel Ri esgo de sexting.

3 Miguel Riesgo de grooming.

Padres Valoración del cambio en su hijo respecto al uso de las RS I.


Valoración del rendimi ento académi co.

2/3 Miguel Desinhibición y contro l de normativas co nductuales y socia les.

3/2 Miguel Control de la ansiedad, técni cas de relajación.

Padres Revis ión de aspectos trabajados: autovaloración de puntos fuertes y débil es. Valoración del
rendimiento académico y reducción de la ansiedad .

2 Miguel Refuerzo de aspectos previos sin resolver.

Padres Padres: Valoración ele los puntos fuertes y déb iles del trabajo terapéutico.

Padres y M igu el Comuni cación de resu ltados del programa ele intervención Cambios percibidos y nivel de
sa tisfacción con la intervención terapéutica .
Alta clíni ca .
Fecha ele segu imiento en el p lazo ele 6 meses.

y se hab ló con todos para ll egar a acuerdos conjunta- tante » o «mucho ». Se pudo hablar de ell o con cierta
mente de forma trasparente y clara. ca lma, pero al final se puso nervioso y a la defensiva.
Preguntó si él era ad icto. Se le co ntesto que no se le
Quinta sesión evaluativa: Entrevista de devolución a había dicho eso, que si a él le parecía que lo era. Dijo
Miguel que no, pero que lo había pensado. Se le aclaró que
abusaba de intern et y que tenía síntomas como si fuera
Se dieron los resultados a Miguel al ser la persona ad icto, y que si sus padres o él no hubi eran venido se
que tenía el problema y porque por su edad y capac i- hubiera cronifi cado la situación y sería un ad icto . De
dad podía comp render lo que se le iba a exp lica r. Con nuevo preguntó si se lo iba a decir a sus padres. A esto
ca utela, despacio y apoyá ndose en los cuestionari os se le respondió: «Te he llamado a ti primero porque
ap licados se le resumió qué le ocurría. Los cuestiona- luego vamos a pensar có mo le voy a decir a tus padres
rios sobre RSI fueron de gran ayuda porque Miguel los la verdad, pero con qué términos va a ser más fáci l que
recordaba, sab ía lo que había contestado y entendía lo lo entiendan y te ayuden. Tú me das tu opin ión».
que se le decía. Los términos en los que la psicóloga Fue más fáci l exp li ca rl e por qué le había sucedido
se expresó fueron sin categorías diagnósticas, hab lan- esto. De forma sencilla la psicóloga exp licó a Miguel
do de los prob lemas en términos de co mportamientos los factores que propi ciaron este uso indebido: Permi-
irregul ares. sividad y falta de límites de sus padres, la afición de su
Así, por ejemplo, se inició diciendo que tenía un herm ano a los juegos online, los med ios electróni cos
uso exces ivo y exagerado de internet que hacía recor- que posee, y su afición a la tecnología y al descubri-
dar a las personas que están «enga nchadas » a algo, al miento de los nuevo, y para eso intern et es una fuente
trabajo, al alco hol , a las co mpras, a las drogas, etc., inagotab le de descubrimientos y posibilidades. Estuvo
(usando términos de ad icciones tóxicas y no tóx icas de acuerdo en princip io, pero su pregunta fu e:
para que la comprensión fuera más ampli a y menos
amenaza nte) . Se leyó en su cuestionari o algunos sínto- Miguel: «¿Quieres decir que mis padres m e tienen
mas de ad icc ión en los que él había co ntestado «bas- que prohibir estar en internet o quitarme el m óvil?»
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Psicóloga: «Quiero decir que hay que hacer algún diría que es casi seguro que sus intenciones son las de
acuerdo sobre el uso del móvil y sobre todo sobre tener relaciones sexuales contigo».
cómo usar la cámara web, sobre qué páginas entrar
o no entrar y sobre qué amigos puede que no sean Le añado lo del otro amigo que ha empezado con
tan amigos porque corres riesgos importa ntes. Ahora rega los y que es otra señal de lo mismo. Le pregunto
te explico esta parte, espera un momento » que a qué viene un rega lo de un desconocido que es
amigo de Kike, pero no contesta, y no sé bien qué le
La psicóloga le expli có los resu ltados del sexting, pasa por la cabeza . Está un poco en si lencio y pregun-
que en principio no le extrañaron mucho y tampoco ta «¿a lgo más? ».
cayó en la cuenta de lo que sign ificaba. Al contrario, Se le explica a continuación que lo que le ocurre
volvió a comentar que gracias a esas fotos él estaba no es solo por cómo es Kike y su amigo y lo que ell os
muy bien va lorado y que antes nunca se habían fija- pretenden, sino que también él es una persona dema-
do mucho en él. Sobre este tema la psicóloga dijo que siado desinhibida y algo atrevida y que eso le puede
había un riesgo importante porque algu nas eran impro- ocasionar otros ri esgos. Aprovecha la psicóloga para
pias de un chico de su edad y algunas personas las enseñarl e los resultados de la gráfica de desinhibición,
capturan para redes pornográficas. Se quedó en silen- extraversi ón y neuroticismo y exp li ca rl e lo que signifi-
cio y la psicóloga le dijo que era un tema para hab lar ca. Co n estas expli cac iones va asinti endo co n la cabe-
y trabajarlo con ca lma. Aprovechó para plantear la di- za y está más tranquilo.
ferencia entre autoestima co rpora l y autoestima y auto- Se aborda cas i al final de la entrevista el tema del
co ncepto globa l. Se quedó pensando en la idea y dijo: rendimi ento académi co, diciéndole que el descenso
en las ca li ficac iones es una co nsecuencia de todo lo
Miguel: «Claro, eso sería genial, tener una autoesti- que está viv iendo con las redes socia les y el excesivo
ma más tota l, de todo lo que uno es, pero eso es muy tiempo que le dedica. Se le refuerza haciendo hinca-
difícil». pié en su capac idad intelectua l y en su capac idad de
Psicóloga: «No creas que es tan difícil, es una de trabajo académi co.
las cosas que te voy a proponer que trabajemos, cuan-
do acabe de explica rte lo que he comprendido que te Miguel: «¡Ya, sí! Ya te dije que m e iba a poner las
ocurre». pilas, y ya he empezado un poco» .
Psicóloga: «Eso está muy bien. Voy a explicarte aho-
El tema del groom ing fue más compl ejo, además de ra qué plan he pensado proponerte para que puedas
las pu ntuaciones que había dado en algu nos ítems, se trabajar en algun os cambios que vas a tener que ha-
le explicó lo que significaba n, el riesgo que suponían, cer. Yo voy a esta r contigo para ayudarte. Trabajaremos
los chantajes que sucedían a otros ch icos y chi cas y el juntos porque es más fá cil».
compo rtam iento de los groomers.
La psicóloga le expli ca paso por paso el plan de
Miguel: «¿Me estás diciendo que Kike es uno de intervención terapéutica, los objetivos que ti enen cada
esos? Yo creo que no, que es un tío majo, pero le gusta uno de las propuestas, cómo lo van a trabajar y los
la sexualidad». ca mbi os que espera que consiga co n este trabajo en
Psicóloga: «Bueno, que le gusta la sexualidad es unos c inco o seis meses.
claro, pero me pregunto por qué le gusta con chicos A Miguel se le hace un mundo, pero le exp li ca la
mucho más pequeños que él. Eso ya no es tan propio psicóloga que paso a paso se va cons igu iendo, so lo
de un tío majo. Pero vamos a revisar las puntuaciones. hace fa lta voluntad de cambio, co nsta ncia y tesón, y
Y quiero recordarte además que este tema de in vitarte eso él lo tiene y será capaz de hacerlo.
a quedar con él, te sonaba a querer tener relaciones
sexuales contigo, y que tú no eres gay como él... Me Miguel: «¿ Qué les vas a decir a mis padres? Si no
dijiste que eso te ponía un poco nervioso y debe ser me quitan el móvil estudiaré y m e conectaré menos ».
verdad porque en un cuestionario sobre ansiedad tus Psicóloga: « Te voy a hacer una síntesis de lo que
res ultados son altos. Y no m erece la pena vivir así». pienso que tengo que decir a tus padres ».
Miguel: «Bueno, sí te lo dije, pero igual exageré al
contestar por querer hacerlo bien ». Seguidamente se presenta una síntesis del conte-
Psicóloga: «Si te parece, com o te voy a plantear nido de la entrevista de devolución a los padres de
que nos sigamos viendo para poder darte algunas Miguel (ver Cuadro 14.4).
orientaciones y pistas para mejorar algunos aspectos Aunque un poco preocupado de lo que van a pensar
de tu vida, ya lo hablaremos y lo aclararemos. Yo te y decidir sus padres cerramos la consulta con un com-

mm
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y cont extos

Síntesis del contenido de la entrevista de devolución a los padres


1. Agradecer su presencia y co laboración en todo momento 6. Ha tenido contactos online con chicos mayores que él, que
2. Miguel hace un uso exagerado de las RSI y tiene algunos sínto- suelen buscar relaciones sexuales, pero las enmascaran con
mas de alerta (sin enseñar los cuestio nari os). amistad y relaciones íntimas sin importancia, se denomina
grooming. Explicar qué es y qué consecuencias tiene. Es el
3. La confianza que siempre han ten ido en sus hijos ha propicia-
mayor riesgo que tiene Miguel en este momento, porque no
do, en parte, desatender a los límites y control que ha necesi-
cae en la cuenta de lo que puede haber detrás y porque los
tado. Han acudido relativamente pronto y tiene solución. Se lo
cons idera amigos.
explicaré al final
7. Las consecuencias de todo esto son mayor nivel de ansiedad y
4. Conocen bien a M iguel porqu e las ca racterísticas de perso-
descenso en el rendimiento de los estudios.
nalidad de que las hablaron también han favo recido este uso
exagerando: desinhibición, extraversión, curiosidad .. . 8. Proponer el programa de intervención y explicar cada uno de
los pasos, para ir poco a poco logrando cambios en cada hipó-
S. No ha sido al azar que observaran conten idos eróticos y se-
tes is de intervenció n.
xua les. Efectivamente recibe y envía fotografías con poses eró-
ticas atrevidas. Además, han tenido como contraventaja que, 9. Proponer que de momento se le permita el móvil hasta ver los
al tener un cuerpo atlético, los compa ñeros le han reforzado cambios en la utili zac ión del mismo y el aumento de rendi-
su autoesti ma, enviándole muchos «me gusta ». Esa autoestima miento académico.
funciona corno disparador de los «clik » impu lsivos que realiza 1O. Firmar un contrato in icial sobre el tiempo de exposición a in-
cuando se observa a sí mismo en otro selfies. Esta autoestima terne! y a los contenidos del riesgo derivados.
se va a trabajar y resituar con tranquilidad: tanto la publi cación
de selfies erótico-sexuales como las bases de su autoestima.

promiso verbal de aceptar algunos límites y restriccio- que llegar a acuerdos hoy mism o, cuando estem os los
nes en el tiempo de uso de internet y de los contenidos cuatro al fin alizar su entrevista, para iniciar algunos
del mismo. Le enseño el contrato filioparenta l del uso ca mbios, no muy radicales, pero firm es ».
de internet. Regatea un poco lo términos, pero lo acep- Madre: «¿Nos hem os descuidado, verdad? Ten-
ta. Cuando se rea lice la entrevista con sus padres habrá dríamos que haber venido antes y haberle puesto unas
un tiempo de encuentro conjunto para determinar los normas, pero no sabe qué difícil era cuando se le decía
acuerdos entre los cuatro: padres Miguel y la psicóloga. algo en casa, se ponía furioso y muy nervioso. ¿Esto se
le pasará?»
Sexta sesión evaluativa: Entrevista de devolución con Psicóloga: «Para eso vamos trabajar juntos para
los padres de Miguel que vaya sustitu yendo algunas actividades de internet
por otras, y para informarle de los riesgo de este uso
Cuando pasaron los padres la psicóloga inició la exagerado».
entrevista con un agradecimiento por su co laboración
y por el interés mostrado en el cumplimiento de ho- Continúa expli ca ndo, a raíz de esto, qué factores
rari os y normas. Como en la mayoría de los casos los han coadyuvado a que desarrolle este interés por el
padres tenían un aspecto preocupado, de escucha y uso de internet: med ios técnicos, escasa vigilancia pa-
alerta a la informaci ón. La expli cac ión fue breve, sen- rental, hermano afi cionado a los juegos on line y sus
cilla y clara. Los términos y los temas fueron cas i en el característi cas de personalidad. Asienten entendiendo
mi smo orden en que se le explicaron a Miguel, y que lo que se les dice, y el diá logo continúa fluido .
corresponden co n la síntesis de la Tabl a 9. Se les pl antea el tema de los co ntenidos eróti cos,
Sus preguntas, sin embargo, fueron muy distintas primero sexting y luego grooming.
y respondían a preocupaciones parentales, sobre gra- Los padres desconocían en parte estos temas y pri-
vedad, solución, tiempo de tratamiento, culpa por su mero se les expli có que significaban. A medida que la
dejadez ... psicó loga avanzaba en el tema, la cara de preocupa-
Respecto al uso exagerado e indebido de las RSI no ción, especialmente de la madre, era mayor. Al concre-
se nombró directamente la palabra ad icc ión, pero el tar las conductas de M iguel sobre sexting y groomin g,
padre pregunto , sin enseñarl es en ningún momento los cuestionarios,
los padres hi cieron pregunta de este estilo:
Padre: «¿Es una adicción?»
Psicóloga: « Tien e síntom as de ello, pero no se ha Madre: «¿ Todo esto lo ha contado Miguel? Con no-
estructurado como tal, no se ha cronificado. Es recu- sotros, al m enos conmigo, nunca ha hablado nada de
perable y los cambios tienen que venir también desde esto y creo que con su hermano tampoco. ¿A ti te ha
Vds. Se establecerá un contrato filioparental de tiem- dicho algo ? (pregunta al marido)».
pos, páginas, contenidos, etc. .. Él ya lo sabe y tenemos Padre : «¿Esto viene de hace tiempo ? Yo lo veo me-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

nos, y conmigo no habla tanto como contigo de estos blado, necesitas alguna regulación de horarios de uso
temas, conmigo habla más de deporte o de cosas téc- y de restricción de algunas actividades que has realiza-
nicas de informática, eso sí me ha preguntado. Pero no do. Tus padres siempre han confiado en vosotros y lo
tenía idea de nada de esto». van a seguir haciendo con un compromiso por tu parte
Ambos padres: «¿ Esto es por algo que le pasa? de cuidar de ti mismo.
¿Esto tiene solución fácil? ¿Son amigos de su clase? Vosotros (dirigiéndose a los padres) habéis tenido
Hemos sido ingenuos y muy confiados». una confianza en vuestros hijos poco común, pero
Sobre estas y otras preguntas sobre lo que les sor- justificable porque nunca los hijos os han dado pro-
prendieron e inquietaron, la psicóloga ofreció respues- blemas. En este momento tenéis la responsabilidad de
tas tranquilas y calmadas, ofreciendo en todo momen- seguir confiando, a pesar de que Miguel haya hecho
to soluciones posibles enmarcadas en el programa de un uso indebido de internet, pero marcándole durante
intervención que había planificado. un tiempo los límites del tiempo de conexión a internet
El tema de la autoestima, la ansiedad actual y el y chequeando de vez en cuando su móvil y su historial
descenso en el rendimiento académico fueron más fá- de búsquedas en internet.
ciles de entender y explicar. Todo esto que os he explicado lo hablaremos más
Casi al finalizar, se les presenta el programa com- despacio en sucesivas sesiones de trabajo terapéutico.
pleto con la secuencia de las sesiones (el programa Seguramente tendréis dudas y ganas de preguntar. Po-
está basado en el programa PISET-RSI y en otras estra- déis hacerlo ahora y podéis llamarme si en algún mo-
tegias de intervención). Se Solicitó la colaboración de mento determinado no tenéis claro alguno de vosotros
ellos en el proceso y la necesidad de reunirse todos cómo actuar».
juntos ese mismo día para llegar a acuerdos sobre el Madre: «Yo creo que necesito pensar en todo lo
uso de internet, tanto en el tiempo de conexión como que hemos hablado hoy con calma. Miguel (hijo) yo
en los contenidos. Se insistió que la actitud con Mi- me he disgustado mucho, pero creo que entre todos
guel no fuera en este momento de absoluta restricción vamos a poner solución a es to. Tu padre y yo que-
o castigo. Se les mostró el contrato filioparental del remos ayudarte, pero necesitamos pautas concretas y
uso de internet. Les parece bien, incluso un poco de- no quisiera agobiarte o desconfiar de ti. Me tienes que
masiado permisivo. La psicóloga les insiste en que se prometer que vas a hacer lo que te indiquemos, o bue-
abre un tiempo de cambios positivos para todos, sin no lo que nos indiquen ¿entiendes cariño?»
reproches ni acusaciones. Cuando consideró que po- Miguel: «¡Jopé! ¡Que yo le he dado vueltas al bolo
día pasar Miguel a la consulta, le hizo entrar. sin parar... pero que sí, que yo quiero cambiar mamá,
pero no me agobies ahora .... (casi llorando)! »
Séptima sesión evaluativa: Entrevista de devolución Padre: « Yo sé lo que tú puedes conseguir si quieres,
con los padres de Miguel y con Miguel así que sin dramas, pero con resultados ».
Psicóloga: «¿ Prefieren firmar ahora el contrato, o
Cuando Miguel entró la tensión inicial era eviden- desean llevárselo a casa, lo leen más despacio y lo fir-
te. La psicóloga medió en la conversación con la si- man otro día? »
guiente introducción : Madre: «Nosotros estábamos de acuerdo cuando
nos lo has explicado, yo por mí mejor ahora».
Psicóloga: «A todos os he explicado cómo ha sido Psicóloga: «¿ Tú, Miguel? »
la evaluación que se ha realizado con Miguel hasta Miguel: «Pues ahora ».
este momento. Conocéis también la propuesta de in-
tervención que considero más oportuna para seguir La psicóloga saca el contrato que había prepara-
adelante, y parece que estáis de acuerdo en esto. To- do, lo lee despacio en voz alta, pregunta si hay algún
dos cometemos errores e imprudencias en la vida, y cambio que desean hacer, dicen que no, y se firma el
más si somos jóvenes. contrato (Anexo 1)
Miguel, tú no has sido muy consciente del riesgo
que tenías con algunas de las conductas que has lle- 5 ª FASE. APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA
vado a cabo en las RSI, ni de las consecuencias de INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
las mismas. Quizá todavía no eres muy consciente de
ellas, pero como vamos a seguir trabajando juntos, lo 5.1. Aplicar las estrategias, técnicas o programa de
iremos hablando y creo que podrás hacer cambios que intervención
te ayuden a disfrutar de internet que tanto te gusta, y
que, como tú bien sabes, tiene muchas ventajas, pero La secuencia de la intervención se llevó a cabo en
sin correr riesgos. En este momento, ya lo hemos ha- el orden propuesto, pero las sesiones dedicadas a las

EDIi
EVALl!JACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

RSI no estuvieron co mpartimentali zadas unas de otras, mente la famil ia y la psicóloga, así como el apoyo de
sin o que unas y otras se enlaza ro n y resultó más fácil su hermano, favo recieron que Miguel ca mbi ara. Pasa-
su comprensión y el trabajo educativo y clínico. ron mi edo en más de una ocasión, y querían tenerlo
Los padres respondi eron con un cumplimi ento te- más suj eto y vigilado. Al principio, le revisaron sema-
rapéuti co excelente. En ocasiones ll amaron a la psi - nalmente el móvil y el ordenador, pero se fueron olvi-
có loga para preguntar sobre alguna actuación que no dando de ello. La psicóloga insi stió; «si él no quiere, lo
tenían muy cl ara en relación a los permisos y ti empos tiene muy fácil engaña rn os, en cualquier cyber público
de co nex ión de Miguel. se puede conectar» .
Miguel tuvo su punto inicial de interés y respuesta En la última sesión con los padres y con Miguel,
de adhesión al tratami ento adecuada . Sin embargo, los antes de despedirse, se les ofreció un cierre tempo-
ami gos, y las co nsecuencias de no co nectarse empeza- ral, y se les citó para llevar a cabo el seguimiento y
ron a hacerse difíciles y tuvo sus momentos de desin- co mprobación de que los objetivos propuestos co n
terés y poca respuesta al tratamiento. Se habló con él el programa de intervención se había n cumplido. La
de ayudarl e desde la consulta a preparar un texto para cita para Miguel incluía una apli cación de la misma
expli car a sus ami gos que no quería seguir en alguno batería de test que se hab ían ap li cado en la ses ion es
de los grupos, pero no quiso. Se le propuso bloquear a de evaluación . H abría posteriormente una cita con los
Kike y tampoco quiso, dijo que él ya sabía manejarlo y pad res y con Miguel para informar de los ca mbios.
que no le contestaba. Otro compañero empezó a escri- Las ses ion es de tratamiento fueron 22, cinco co n
birle en el mi smo tono que Kike, un chico al que apenas los padres de Miguel en las que se revisó el cumpli-
conocía, y eso fue un detonante para tomar conciencia mi ento de los acuerdos y otras cuestiones del trata-
de que estaba un poco atrapado y «buscado » por gen- mi ento, como su nivel de ansiedad, respuesta a los es-
te que desconocía. Se le propuso cerrar lnstagram un tudi os, la relac ión con ell os, etc. En algunos casos, los
tiempo, y estaba tan nervioso que aceptó. Pidió que no padres necesitaron más info rmación y ori entaciones
dijera nada a sus padres, pero la psicóloga le informó para su hij o en cuestiones de la vida cotidi ana, pero
que tenía que dec irles la verdad, pero también les diría en general fueron padres co nscientes de la necesidad
que había dado el paso de cerrar lnstagram. de mantenerse firmes y cerca nos a su hijo, y supieron
Remontó poco a poco y, aunque no le fue fác il, hacerl o bien
sino todo lo co ntrario, co n el apoyo de su hermano y Las sesiones co n Miguel, 15 en total, tuvi ero n,
el de sus padres, fue progresivamente tomando con- como hemos dicho anteriormente, altibajos, hasta que
ciencia del mundo en el que estaba metido. Casual- hubo una remontada importante por hechos circun s-
mente entró en el equipo de montaña, en el que se tanciales ya exp licados más arriaba, en la que se ver i-
había apuntado si n demasiada esperanza de que lo ficó que la adh esión al tratamiento era firme.
eli gieran, pero lo acepta ron y eso le terminó de desa n-
clar del uso tan exagerado y de riesgo de las RSI. 5.2. Valorar los resultados y comprobar las hipótesis de
El mes de verano se interrumpi ó el programa de intervención
intervención, hac iéndol o co incidir co n las sesiones
de refuerzo. Tras las vacaciones, que hab ían vi ajado Primera sesión con Miguel: Evaluación de los efectos
fuera, habían estado co n otras famili as y en otros luga- de la intervención
res co n actividades diversas, estaba más tranquilo. La
vuelta al co legio ofreció algo de dificultad porque se A los 6 meses vino Miguel ca mbi ado, contento, con
encontró con los ami gos de siempre que utili zaban in- otra ca ra y con mu chas cosas que co ntar. Se le ap li ca-
ternet de modo in adecuado. Se le preparó para afron- ron las pruebas pre-intervención y las co ntestaba más
tar esta situación y resolver el confli cto de lea ltades sereno y tranquilo. En un momento determinado dijo:
entre los ami gos y él mi smo y su fa mili a. Salió airoso, «ipuaf! como he cambiado. A lgunas preguntas me
supo aceptar las orientaciones y contestar con frases acuerdo de lo que contesté porque estaba con miedo
trabajadas durante el programa de intervención: «no y muy nervioso». La sesión fue tranquila y al terminar
quiero entrar ahí», sin reñir co n ellos y soportando al- se le citó para la semana siguiente a él y a sus padres.
guna ironía y burla de algunos de ellos. Pero lo superó. Se expone en el Gráfico 14.5 los resultados obteni-
Él mismo dijo más de una vez: «mis padres me han dos a los 6 meses de la intervenc ión y seguidamente,
ayudado mucho» y «tengo una fa milia genial ». en la Tab la 14.21, se valoran el cumplimiento de las
La va loración y seguimiento de los padres fue ce r- hipótesis de intervención.
ca no, co n límites pero respetuoso. Tuvieron la confian- Los resultados indica n un ca mbio sustancial princi-
za de seguir dejándol e el móvil con las limitaciones palmente en los riesgos eróti cos, grooming y el sexting,
acordadas, pero sin quitárselo. El trabajar conjunta- ya que las puntuaciones pre-tratamiento alertaban de
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Técni cas aplicadas

Extraversión 70
Neurotic ismo 6S
Ansiedad 55
Deshinibi ción so
Sintom. Ad ic. .. .. . .... 55
Uso Social 65
1 1 1
Rasgos Friki 40
1 1 1
Nomofobia 60
1 1 1 1
Ad ic. Total 60
Sext. Erótico. 60
Sext. Pornog. 40
Sext. Tota l 55
Grooming 40
Autoestima
1
- 65
1 1 1 1 1 1

o 10 20 30 40 so 60 70 80

Resul tados obtenidos tras la in tervenc ión.

co nductas de alto ri esgo y han pasado a ser conducta autoestima no se apoya en una autoestima corporal,
sin ri esgo tras la intervención. Son destacables tam- sino en otras habilidades académicas y deportivas que
bi én las subesca las de adi cción, especialmente, los está desarroll ando.
síntomas de adicc ió n y la nomofob ia, ya que tras la Podemos co ncluir que el programa de in tervención
intervención terapéuti ca han descendido las puntu a- ha sido fra nca mente positivo.
cio nes a la normalidad, así como el tota l de adicción . Respecto a la co mprobación de las hipótesis, la
En el resto de las esca las, como por ejemplo la des- va loración de las mismas se ofrece en la Tabl a 14.21 .
inhi bición y la ansiedad las puntuaciones post-trata- Como se puede observar, las hipótesis sobre la in-
miento están de forma significativas mu y por debajo tervención se han cump lido. Miguel, junto a sus pa-
de las puntuaciones pre-tratamiento, situándose en dres, el hermano y la psicó loga, ha rea lizado un tra-
puntuaciones medi as. Las ca racterísticas de persona l i- bajo de ca mbio terapéuti co intenso, co nsta nte y muy
d ad, como la extraversión y neuroticismo apenas han difícil.
ca mbiado, pero no movili za n actu aciones desadapta- Hay que añad ir que otro factor que favorec ió el
tivas. En cuanto a la autoestima, si bi en las puntua- ca mbi o fu e la actitud de los padres, que se fia ron to-
ciones son li geramente inferiores, el co ntenido de la talmente de la psicóloga y de su hijo a pesar del ri esgo

Comprobación de las hipótesis de intervención


Hipótesis Predicción Aceptación/Rechazo

Hipótesis de in tervención sobre adicc ión a Si informamos co nvenientemente de los Se cumple la hipótesis.
interne! riesgos y consecuenc ias de la adicc ión Miguel ha d ism inuido el uso indebido de
a internet y establ ecemos co n los padres interne!, deja ndo de presentar adicc ión a
un contrato de ti empos semanales de las RSI.
conex ión, disminuiremos el uso indebido
de intern et y progresivamente su adicc ión.

Hi pótesis de in tervención sobre Sexti ng A l in forma r de los ri esgos que ti ene la Se cumple la hi pótesis.
práctica de sexting, especia lmente el M iguel ha conseguido no publica r
sex ting porn ográfico, y chequea r y ayuda rl e fotografías desnudas o semidesnudas, ni
a borrar las publicac iones eróticas de reenvia r las que recibe, ni de él ni de sus
su móvil o perfi les de RS, tomará más compañeros.
conciencia de la necesidad de ca mbiar
No presenta ri esgo de sexting.
su actuación al respecto y evitará estas
pub licacio nes.

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Hipótesis Predicción Aceptación/Rechazo


Hipótesis de intervención Al co nocer toda la información sobre Se cumple la hipótesis.
sobre ri esgo de grooming cyberdelitos, la pederastia onl ine, las redes M iguel ha cortado los co ntactos que
de pedofilia y la actuación de los groomers, promovían grooming y ha descen dido
junto a la desprotección por la fa lta de tota lmente el riesgo.
seguridad in fo rmática, se espera que corte
No presenta riesgo de groom ing.
las relaciones de groom ing y disminuya el
riesgo de abuso sexual online.

Hipótesis de intervención sobre A l establecer pautas de co nducta con Se cumple la hipótesis.


desinhibic ión refuerzos positivos y negativos en relación Ha dejado estas conductas y se ha
a fiestas y conductas precoces sobre inc linado por actividades de montaña, entre
alco hol, droga o sexua lidad, dism inuirá la otras.
desinhibición cond uctual de riesgo.
Presenta puntuaciones med ias no de ri esgo.

H ipótesis de intervención sobre ansiedad A l aprender técn icas de relajación, pero Se cumple la hipótesis.
estado especialmente al d ism inu ir los ri esgos Ha rebajado la ansiedad estado al dism inui r
on line que practica, se reducirá la ansiedad los riesgos on line.
estado.

Hipótesis de intervención sobre autoestima Si se trabaja el autoconcepto y autoestima Se cumple parcialmente.


partiendo de sus va lores persona les a nivel La autoestima no aumenta, si no que
académico, deportivo, soc ial y fam iliar, se disminuye algo.
mejorará la autoesti ma y el autoconcepto
Además se sustenta sobre los va lores
globa l, no solo de imagen eróti ca-corporal.
trabajados, no sobre su imagen corpora l.
M iguel adquiere una autoestima más
sa ludable.

Hipótesis de intervención sobre A medida que regu le las actividades de su Se cump le la hipótesis.
rend imiento académico vida diaria y dedique más tiempo al trabajo Miguel ha conseguido progresivamente
académico recuperará las ca lificac iones interesarse por sus estud ios y subir las
académicas que corresponden a su ni vel ca lificaciones escolares.
intelectual.

que había corrido. Además fue decisivo intervenir a y normales conmigo, como estába mos antes o mejor,
tiempo con el problema, sin que este llegara a cro- pero díselo con detalle».
nificarse, aunque hay que reconocer que Miguel fue Los padres de Miguel vinieron más relajados, y se
va liente, demostró fuerza de vo luntad y deseo de cam- relajaron más al ver la cara de Miguel cua ndo entra-
bio. ron.
La psicóloga mostró el gráfico 3 de esta última eva-
5.3. Comunicar los resultados del proceso valorativo. luación exp li ca ndo los puntos de corte para va lorar las
Informe de intervención puntuaciones en su justa med ida . Se les dijo que todas
estaban en el rango de la norma lidad y que el pro-
Segunda sesión con Miguel y sus padres: Valoración grama PISET-RSI junto a otras estrategias había dado
de los resultados de la intervención resultado .
Valoró co mo principal factor del ca mbio la fuerza
Al igual que las entrevistas pre-intervención, se re- de voluntad y la valentía de Miguel, así como su deseo
cib ió primero a Miguel y se le mostra ron los res ultados de ca mbiar, pero dejó co nstancia de que la co labora-
obtenidos y se co mpararon con los resultados pre-in- ción de ellos, su actitud, confia nza y deseo de ayudar
tervención . a su hij o habían sido definitivos.
El nivel de satisfacción que tenía al ver las pun- La madre preguntó si no sería conve ni ente que tu-
tuaciones tras la , intervención fue elevado. Antes de vieran otra revisión a los 6 meses, a ella le daba más
recibir el alta temporal seis meses antes, Miguel ya seguridad. La psicóloga no lo consideró necesario, ya
tenía una cara más sonriente y relajada, pero en este que Miguel sabía lo que era riesgo y no riesgo, y podía
momento mucho más. Él mismo era consciente de que co ntar con ellos en caso de dificultad.
estaba más tranquilo, co n menos ansiedad y satisfecho La despedida fue cord ial y les recordó que, ante
también de sus notas. También estaba deseoso de que cualqui er situación de duda o preocupación por algo,
se informara a sus padres de los cambios, aunque el tenían el teléfono y sabían dónde trabajaba.
mismo dijo: «Se lo imaginarán porque están contentos
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

5.4. Prepa rar para el alta o cierre provisional del caso, si se venido a tiempo hubiera sido muy difícil trabaj ar los
ha/n previsto se guimiento/s probl emas que Miguel presentaba. Por suerte va ri os
factores, como ya se ha ind icado, hic ieron sinergia
Miguel estaba preparado para el alta y los padres para la resolución satisfactori a del mi smo.
tambi én. No fu e necesari a una preparación especial.
Este caso es un ejemplo de puntu ac io nes alarman-
tes en un momento determin ado, y de no haber ínter-

Contratro filioparental del uso de Internet


Yo, M iguel .. .. . .. .... .. .... ..me comprometo a utili za r in tern et con estas restricc iones durante 3 semanas, que vo lveremos a revisa r estos
acuerdos.

O A l levanta rme, podré utili za rl o hasta la hora de irme al colegio. M ientras estoy en el co legio, el móvil estará en mi cuarto disponi ble
para ser revisado por mi s padres si lo desean.
O Al volver del co legio no lo usaré hasta terminar las ta reas.
O Podré usa rl o desde esa hora hasta la hora de cenar.
O Después de cenar podré usa rl o hasta la hora de irme a la ca ma, que se lo entregaré a ellos para que lo guarden durante la noche.
O Los sábados y domi ngos, podré hacer un uso más ampl io, depend iendo de las actividades que rea licemos en fa mili a, pero no más
de dos horas seguidas.
Respecto a env iar fotografías mías o de mis compañeros demasiado eróti cas, me comprometo a:
O No env iar ninguna fo tografía desnuda o semidesnuda.
O No reenv iar fotografías de amigos o ami gas si ellos y ellas me las envía n
O Enviar fotografías divertidas mías o de grupo en las que yo sa lgo favorec ido, pero cuidando que no corra ri esgos con lo que envío.
O Borrar de mi s ca petas todas las fotografías en las que si sa len a la lu z yo estaría comprometido.
O No contestar a mensaj e incitadores a hacerl o y a seguir env iando selfies, vídeos, etc ...
Respecto a los am igos online mayores que yo, me comprometo a:
O No recibi r rega los de desconocidos y menos de chicos o chicas bastante mayores que yo.
O No quedar con desconocidos estando solo, aunque nos co nozcamos por intern et.
O No acceder a actividades eróti cas ni por la cá mara web ni of- line
O Bloq uea r a personas que insisten en co ntactos que yo no deseo.
O Ac udir a mi s padres si me veo presionado o chantaj eado por alguien

Firmado en Bilbao, 06/03/2018:

Yo, Miguel------------------ y Yo, Ana------------------------- padres de M iguel, nos comprometemos dura nte 3 semanas a:

O No decirle nada sobre la conex ión a intern et, excepto si no cumple los acuerdos establ ecidos.
O Le dejaremos que conserve el móvi l mi entras cumpla los acuerdos aqu í firmados.
O Si alguno de ellos no lo cumple, al día siguiente se prescindirá del móv il después de cenar. Si se repiten los incumplimientos acu-
di remos a la psicóloga en bu sca de altern ativas de actuación.
O Nos comprometemos a programar activi dades fa mili ares deportivas los fines de semana para tener más tiempo de convivencia y
poder distraerl e de intern et.
O Si deseamos supervisa r su móvil o las páginas de bú squedas, lo haremos en su presencia.
O Le ayudaremos en las tareas escolares, manteniendo silenc io en casa, co n un horari o de trabajo y co n supervisión de la agenda
escolar de tareas al final de la semana.
O Nuestra acti tud como padres no va a ser de reproches ni de desconfianza, ya que deseamos que la vida fa miliar vuelva a establ e-
cerse con normalidad. Para ello, intentaremos cenar juntos, en clima de conversación distendida siempre que podamos.

Estos acuerdos los firmamos con el deseo de ser una ayuda para que Miguel pueda cumplir tambi én sus acuerdos.
Los revisa remos a las tres semanas dentro de nuestra fa mili a y con la psicó loga.

Firmado en Bil bao, 06/03/2018:


Miguel Ana

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

2.5. CASO 5: El proceso de Evaluación El impacto de la difusión de estas tecnol ogías ti ene
Psicológica aplicado en un caso de una cla ra traducción en los datos sobre preva lencia de
utilización excesiva e inadecuada su uso excesivo. Así, en un estudio rea li zado por noso-
del teléfono móvil tros Uenaro et al., 200 7) encontramos que el 10,4% de
Cristina Jenaro Río universitari os encuestados cumplía co n los criteri os de
adi cc ión al teléfono móvil. Más recientemente hemos
Z.5.1. Introducción encontrado que un 6,72% de una muestra de estudi an-
tes de secundari a cumple con los cri teri os de uso pato-
2.5.1.1. Uso excesivo del teléfono móvil lógico de te léfon o móvil (Cimadevilla, Jenaro y Fl ores,
201 9). El uso patológico de esta tecno logía en jóvenes
El teléfono móvil es una tecno logía relativa mente con otras co ndiciones asociadas como la discapacidad
reciente que sin emba rgo se ha convertido en un ele- intelectual, ascendía a un 19, 4% Uenaro, Fl ores, Cruz,
mento imprescindible a nive l mundial y para todas las Pérez, Vega y Torres, 201 8).
edades, grupos sociales, étni cos, etc. Un hito funda- La investi gación sobre el tema ha prestado una
mental fue el desarrollo, en 1994, del primer teléfo- atención especial a los co rrelatos, factores asociados
no denominado inteligente o smartphone. Di chos te- o predi ctores del abuso excesivo o dependencia de In-
léfonos nos permiti eron conectarnos a Intern et y así, ternet, siendo más escasos los estudios sobre el teléfo-
hoy en día el teléfono móvil es utili zado para muchas no móvil. De todo ello nos ocuparemos seguidamente.
otras actividades diferentes para las que en ori gen se De la revisión bibli ográfi ca efectu ada destacamos ca-
desa rro lló la te lefonía, co mo era para hablar o hacer racterísti cas individuales de especial relevancia desde
llamadas. En la actu alidad los móviles consti tu yen ver- el pun to de vista psico lógico co mo son las relacio-
daderos ordenadores portátil es cuyo uso se relaciona nadas co n la ansiedad Uenaro, Fl ores, Gómez-Ve la,
más con las funciones de una co mputa dora que con Gonzá lez-Gil y Caballo, 2007), la autoestima (de Be-
funciones trad icionalmente asociadas al teléfono. Ac- rardi s et al., 2009; Zhang, 2015), la depresi ón (Fort-
tividades como estudi ar, trabaj ar, acceder a info rma- son, Scotti, Chen, Malone y Del Ben, 200 7), los estil os
ción, rea li zar compras, interca mb iar mensajes, foto- de afrontamiento evitati vos (Floras et al., 2014), los dé-
grafías, vi deos, o utili za r las múltiples apps disponibles fi cits en hab ilidades sociales (Cao y Su, 200 7; Fortson
en el mercado, se rea li za n a través de estos dispositi- et al., 2007) o la impulsividad (Dalbudak et al., 201 3) .
vos móviles. De hecho, según la 21ª En cuesta AIMC a A estas ca racterísti cas se unen va ri ab les sociodemo-
usuari os de Intern et -N avegantes en la Red, en 201 8 el gráfi cas, entre cuyos facto res destaca n especialmente
te léfono móvil era el dispos itivo principal de acceso a el género y la edad. También va ri ables ambienta les y
Internet (43,3%), por encima del ordenador de sobre- fa miliares son poderosos factores predictores. Por lo
mesa (26,2 %), el ordenador portáti l (24%) o la Tabl et que se refiere al análi sis de las ca racterísticas sociode-
(5,4%). Es por ello que cuando habl amos del uso exce- mográficas, pese a que este aspecto requiere de mayor
sivo o inadecuado del teléfono móvil en rea lidad sería investi gación, la evidencia disponible parece apoya r
más apropiado habl ar del del uso excesivo o inade- que hombres y mujeres tienen diferentes razones psi-
cuado de dispositivos móvil es para acceder a Intern et. co lógicas para adquirir esta adi cc ión (Hetzel-Riggin y
Cuando la elevada frecuencia o duración de uso Pritchard, 2011 ). Así, los usuari os exces ivos de Inter-
acarrea probl emas en la sa lud propi a o ajena, desde net masculin os su elen tener más el perfil de jugadores
un punto de vista bio-psico-social, es entonces cuan- mientras que las chicas suelen tener más el de trabaj a-
do nos encontramos ante una situación de uso exce- doras (M ottram y Fl eming, 2009) o de buscadoras de
sivo, patológico o adi ctivo. Desde un punto de vista relaciones sociales. En cuanto al peso de la edad, pa-
di agnóstico es importante señalar que esta ad icc ión no rece que una exposición temprana, o formar parte de
está reco nocida en el DSM-IV ni tampoco en el DSM5, la denominada generación net, pone a los más jóvenes
pu esto que tan solo se recoge en el apéndice de esta en ri esgo de adquirir esta adi cc ión (Ni, Yan, Chen y
quinta edi ción el trastorno conocido como trastorn o Liu, 2009; Sh ek y Yu, 201 2). Por otro lado, tener Inter-
de juego por Internet (IGD). Pese a esta controversi a, net en casa, (Ak et al., 201 3) o por ej emplo, utili za r las
no cabe duda de que los dispos itivos móvil es, como tecnologías para entretenerse o para las interacciones
cualquier herramienta, cuando se empl ean adecua- socia les incrementa el ri esgo de adquirir una adi cc ión
damente constitu yen un medio saludabl e y apropi ado que cuando dicha tecnología se emplea para obtener
para fac ilitar encuentros sociales, rea li za r ta reas, etc. información (Ceyhan, 2011 ). La conflictividad fa miliar
Sin embargo, sin una ori entación adecuada, puede incrementa tambi én el riesgo de un uso excesivo de
afectar negativamente al desa rro ll o de los adolescen- Internet (Si omos et al., 201 2; Wang et al., 2011 ; Yates,
tes (Bl oom y Taylor, 2015). Gregor y Havi land, 201 2).
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Por lo que se refiere a las repercusiones de esta Gregus, Cra ig, Pastrana y Cavell, 20 14). Dicho acoso
adi cción o uso abusivo de Internet, es posible señalar que ti ene lu gar a través del teléfono móvil e Internet
que para quienes el empl eo de las tecno logías se con- se caracteriza por enviar insultos, amenazas, difund ir
vierte en un trabajo a tiempo compl eto, las repercusio- fa lsos rumores, manipul ar fotografías y violar la pri-
nes pueden hacerse notar en la salud en sus diversas vacidad robando contraseñas para acceder a infor-
dimension es (físi ca, psi co lógica y socia l). Si bien los mación person al, correos, mensajes, etc. (Lanzillotti y
estudios ex istentes son de ca rácter descriptivo-corre- Korman, 20 14).
lac ion al, por lo que no es posible obtener relaciones Por lo que se refiere al "tamaño de l prob lema", las
ca usa-efecto, el ca rácter retrospectivo o las informa- investigac iones presentan importantes diferencias. Por
c iones de los afectados permiten identifica r ciertas re- ejemplo, estudios rea lizados co n mu estras aleatorias
percusiones relacionadas con el uso excesivo de estas encuentran un 6,6% de probab ilidad de ser víctima de
tecno logías. Así, en varios estudios se co nstata que el ciberbull ying y un 5% de haber sido perpetrador, así
uso in adecuado de tecnologías en ado lescentes se en- como un 4,3% de haber sido tanto perpetrador como
cuentra asociado con perturbaciones en los patrones víctima (Ri ce et al., 20 15). Sin embargo, los datos so-
de sueño (Ca nan et al., 2013; Choi et al., 2009; Jenaro bre prevalencia son bastante dispares, yendo desde
et al., 2007; Kin g, Delfabbro, Zwaans y Kaptsis, 2014; un 9% (Ybarra, Mitchell , W olak, y Finkelhor, 2006)
Koc y Gu lyagc i, 2013), problemas co n la conducta ali - a un 72% Uuvonen y Gross, 2008). En España tam-
mentari a (Ca nan et al., 20 14; Rodgers, M elio li, Laconi, bién se encuentran importantes diferencias y así, los
Bui y Chabrol, 20 13), o bajo rendimiento académi co estudios con tasas más bajas sugieren que un 2,5%-
(Chen et al., 20 15; Huang et al., 2009; Lepp, Barkl ey, 7% del alu mnado de secundari a reconoce haber sido
& Karpinski , 20 14; Li, Lepp, & Barkley, 201 5; Niemz víctima y un 2,5 - 3,5% manifiesta haber sido agresor
et al., 2005; Shek y Yu, 2012) . (Díaz-Aguado, Martínez-Ari as y M artín, 201 3). En los
trabajos de Buelga et al. (20 1O) en la Comunidad Va-
lenciana, se encuentra que un 24,6% había sido aco-
2.5.1.2. Uso inadecuado del teléfono móvil sado por el móvil y un 29% por Internet. En un estudi o
rea li za do co n 1.593 estudiantes universitarios españo-
Cuando habl amos del uso in adecuado estamos re- les y bolivi anos (J enaro, Flores y Frías, 20 17) hemos
firi éndonos a un co ncepto como es el ciberbull ying o encontrado que 5, 1% de los participantes informaron
acoso a través de Internet. El ciberbull yin g (cyberbu - haber sufrido ciberbull yin g y 19,3% indicaron haber
lling, en inglés), online bullying o ciberacoso es un sido observadores o co nocedores de dicha conducta
tipo de agres ión relacional que persi gue les ionar las de acoso.
relaciones y situación socia l de los demás empl ea n- El anonimato o, más prop iamente di cho, la ausen-
do medi os electrónicos (Ang, 2016; Postorino, 2015). cia de una interacción ca ra a cara es una de las ca-
Se define como el uso de tecnología electrónica para racterísti cas que diferenc ian el acoso trad icion al del
poner en marcha un comportamiento que se burl a, ciberacoso. Y la percepción de anonimato por parte
degrada o acosa a otro menos poderoso (Beauchere, del agresor es un factor de ri esgo importante para el
2014; Sm ith, Steffgen y Sitti chai, 2013). Otros auto- ciberacoso. Esta ca racterísti ca elimina las inhibiciones
res lo co nciben como un tipo de acoso protagonizado que de otro modo imped irían a las personas hacer da-
por parte de un individuo o grupo que, med iante el ños a otros (Ang, 20 16; Postorino, 20 15). Los niños y
uso de las nuevas tecnologías de la información y la adolescentes ti enden a impli ca rse en comportami en-
comuni cac ión (TIC) (tel éfonos móvil es, correo electró- tos más arri esgados cuando se llevan a cabo on line.
nico, redes sociales, blogs, páginas webs, etc.), agrede Características de los niños como las dificultades psi-
deliberada y rei teradamente a alguien que no puede cosoc iales, el bajo autoco ntro l, la agresión proactiva
defenderse fác ilmente por sí mismo (Lu cas, Pérez y y las creencias normativas sob re lo aceptabl e de la
Giménez, 20 16; Patchin e Hinduja, 2006; Smith et al., agresión, se encuentran asociadas a una mayor pro-
2008). babilidad de poner en march a dichas conductas o in-
El ciberbullying (i.e. actos agresivos perpetrados cluso en experimentarl as (Ang, 2016; Janes, Mitchell
mediante teléfono móvil o Internet) ha surgido como y Finkelhor, 2013; Va zsonyi, Machackova, Sevc ikova,
otro tipo de victimización con consecuencias simi la- Smahel y Cern a, 2012). Además, ca racterísti cas de la
res al acoso tradicio nal, bull yin g o acoso escolar (Avi- relació n padre-hij os como la existencia de un bajo
lés, lrurtia, García-Lopez y Caba llo, 2011; Caba llo, vín culo emocional o una falta de conocimiento de las
Ari as, Ca lderero e lrurtia, 201 1; Caba ll o, Ca lderero, actividades on line que rea li za el hijo así como un in-
Arias, Salaza r e lrurti a, 2012; Caba llo, Ca lderero, Ca- adecuado co ntrol y med iac ión parental se han encon-
rrillo, Salazar e lrurtia, 20 11 ; Hernandez Rodrí guez, trado relacionadas con el ciberbul lyin g Uones, 201 5).

mlll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplic:;aciones en áreas y contextos

En palabras de Hinduja y Patchin (2015), el ciber- La adolescente acude a consu lta acompañada de
bullying resulta de la unión de tres componentes o de sus padres. Son sus padres quienes so li citan «ayuda
las tres T: adolescentes, (teens), tecno logía (technolo- para su hija », pues manifiestan estar preocupados por
gy) y problemas (troub le). Así, factores de vulnerabili- ella. Los padres están divorciados y comparten la cus-
dad se añaden a factores precipitantes para resultar en todia de su hija. Dicen llevarse bien y estar de acuerdo
co nductas de ciberacoso, ya sea como víctima o como en los asuntos co ncerni entes a la educación de su hija.
perpetrador. También presentan mayor riesgo de expe- Es la madre quien sol icitó la consu lta telefónica-
rimentar ciberacoso las personas con alguna discapa- mente en nombre de los dos. Manifestó que habían
cidad Uenaro, Flores, Vega, Cruz, Pérez y Torres, 29 18; sido informados por parte del tutor de su hij a, de
Zinner, Conelea, Glew, Woods y Budman, 2012) . ciertos problemas relacionados con el uso del teléfo-
Una de las principales consecuencia del ciberacoso no móvil, el descenso en su rend imiento académico
en quienes lo padecen es la ideación su icida (Kowa ls- y algunas conductas sobre las que tenían sospechas
ki et al., 2014; Yen et al., 2014) o el suicidio consuma- como fumar. Los padres hablaron con su hija quien
do, así como otras manifestaciones psicopatológicas les confesó que de vez en cuando fumaba y que «se le
(Aboujaoude et al., 2015). Varias razones contribu yen había ido de las manos » el tiempo que pasaba con el
a explicar estas co nsecuencias tan extremas. Aunque te léfono móvil.
el acoso y el ciberacoso comparten características co- La psicóloga, experta en modificación de conduc-
munes, existen ciertas características propias del cibe- ta y en el trabajo con adolescentes y jóvenes, les da
racoso que lo hacen más extenso y con un impacto a cita para la consu lta a la que, como hemos seña lado,
más largo plazo. Al respecto, es importante tener en acuden los padres y la hija. Dado que todos los im-
cuenta que mientras que el acoso escolar tiene lugar plicados están de acuerdo en acudir y en co labora r
cuando el alumno está en la escuela, el ciberacoso no para resolver el problema, y puesto que la profesional
cesa cuando el estudiante se va a casa, etc. De hecho, cuenta con experiencia para el abordaje de esos temas
las victimas de c iberbul lying informan de más depre- y no hay ningún impedimento de tipo ético o legal que
sión severa e ideación su icida (Me lioli, Sirou, Rodgers le hiciera abstenerse de continu ar el proceso, procede
y Chabrol, 2015; Yen et al., 20 14). Estas víctimas su- entonces a la recogida inicial de datos.
fren también de un estrés psicológico más elevado, Tal recogida tiene lugar en dos momentos distintos.
más ansiedad social y de separación, rasgos sumisos En primer lugar se entrevista a los padres y en segundo
y menos apoyo social (Melio li, Sirou, Rodgers y Cha- lugar se recoge información con la adolescente. Los
brol, 2015). En esta línea, estudios que ana lizan el im- padres y la hija manifiestan su conformidad en hacerlo
pacto emocional del acoso entre iguales dependiendo así.
del nivel de tecnología (acoso o ciberacoso) empleado
concluyen que los jóvenes que experimentan episo- Primera recogida de datos
dios mixtos deben ser una prioridad porque estas ex-
periencias tienen un impacto emoc ion al mucho mayor A través de una entrevista de amplio espectro 1 se
(Mitchell, Janes, Turner, Shattuck y Wolak, 20 15). recogen los datos biográficos más rel evantes de la ado-
lescente y que ya han sido reseñados en la introduc-
ción de este apartado. Se les solicita a los padres una
Z.5.Z. Desarrollo del caso: Paula. 14 años y 3 descripción lo más específica posible del motivo de
meses consulta y los padres comentan que el tutor de su hija
ha contactado co n ellos para manifestarl es que Paula
FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS está mostrando conductas inadecuadas en clase con-
OBJETIVOS sistentes en: consultar el teléfono móvil pese a tenerlo
prohibido, mostrar una conducta más distraída, tener
1.1. Especificar el motivo de la demanda discusiones con algunas compañeras y compañeros
y mostrar un descenso en su interés y rendimiento en
Primera sesión evaluativa: Entrevista con los padres y clase. Los padres coinciden con el tutor en que su hij a
con Paula ha ca mbi ado desde que entró en la adolescencia, hace
aproximadamente dos años. A partir de ese momento
Se trata del caso de una adolescente de 14 años y 3 empezó a contestar a sus padres, a mostrar conductas
meses, a la que llamaremos Paula, natural de Santan- rebeldes, pero que en principio los padres no dieron
der (Ca ntabria), que estudia 3° de la ESO en un Insti-
tuto de Enseñanza Secundaria público de la ciudad de ' Para más informac ión, consúltese apartado 2 del capítulo 5 de
Santander. este manual, rel ativo a la entrevista inicial.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS
1
más importancia, por considerar que eran cosas propias ñalado, el padre manifiesta dar más libertad a su hij a,
de la adolescencia. El padre manifiesta ser más liberal mientras que la madre mu estra mayor preocupación
que la madre y considerar mu y importa nte que los hijos hacia la posibilidad de que su hij a arruin e su vida o se
aprendan de sus propios errores y comentan los fallos exponga a peligros.
que tenga n que cometer. La madre indica que a ella le Respecto al histori al educativo de Paul a, cursó la
toca hacer el «papel de mala», pues considera que es primari a en un centro públi co de la ciudad. Su s ca lifi-
muy importante evita r co nductas que le pueda suponer cacion es a lo largo de la primera fu eron buenas, sin ser
un peligro a su hija, por lo que «trata de amarrarl a en una niña de sobresa lientes, pero no tuvo probl emas en
corto ». Pese a estas diferencias, la conversac ión con el ningún curso. Como además ha gozado de buena sa lud,
tutor y la conversac ión mantenida posteri ormente con no ha perdido cl ases ni se ha quedado rezagada por es-
su hija les hi zo ver que se encontraban ante un probl e- tos motivos. Al comenza r secundari a pasó al in stituto,
ma sobre el que desean ori entación y apoyo. también cerca no a su casa, pero donde ca mbió de ami -
gos. Ell o co incid ió con la pubertad, pues tuvo la menar-
a. Determinar la finalidad de la consulta qu ia a los 11 ,6 años en el verano justo antes de cambi ar
(diagnóstico, orientación, asesoramiento, mediación, al instituto para cursar primero de ESO. El primer año
intervención, etc.) y sobre qué problemal s o de instituto bajó en su rendimiento y suspend ió algunas
situaciones se deberá evaluar. evaluaciones de matemáticas e inglés, que fin almente
aprobó . En segundo de ESO siguió con probl emas en
As í pues, el probl ema se relaciona co n un uso apa- las citadas asignaturas y los padres le pusieron un pro-
rentemente excesivo y qui zás inadecuado del móvil fesor de apoyo, con el que superó las asignaturas. En
y con probl emas en cl ase, tanto con los compañeros tercero de la ESO se mantiene el rendimiento bajo en
co mo con una di sminución del rendimiento. Se trata las citadas asignaturas, a las que se añaden probl emas
entonces de responder a una demanda de eva luación en Edu cac ión Física y Educac ión Pl ásti ca y Vi sual. El tu-
con fin es diagnósti cos respecto al uso de las tecnolo- tor les indica que es un probl ema sobre todo de actitud
gía móvil y probl emas asociados para, si fu era necesa- o de fa lta de motivación, así como de probl emas en la
ri o, llevar a cabo una posteri or intervención. interacción con profesores y compañeros. Los padres
mani fiestan además que Paula ha dejado de hacer cosas
1.2. Est ab lecer las cond iciones históricas y actuales que antes hacía, como jugar al fC1 tbo l, ir a cumpl eaños
potencialmente relevantes de algunas compañeras, jugar en el sa lón de casa o ha-
bl ar más con los padres. Ahora se pasa las horas metida
b. Reconstruir la historia de la persona en su habitu ación o bi en, utili za ndo el teléfono móvil ,
pero no para habl ar sino para estar en contacto con sus
A través de la entrevista co n los padres, se recoge compañeros o utili za r otras apli cac iones que los padres
in form ación de facto res ambientales que pudi eran ser no saben identifica r co n precisión. Paul a siempre ha
re levantes, empeza ndo por condiciones fa mili ares ac- sido una niña muy inquieta, habladora, pero también
tu ales. Los padres se divorciaron cu ando Paul a tenía tímida con figuras desconocidas o de autoridad.
3 años, y es hija úni ca . El divorcio se ocasi onó por De la entrev ista con Paul a se obti enen los siguien-
el «desgaste de la parej a» según informan ambos, no tes datos. La ado lescente se muestra tími da y hasta
ex isti endo probl emas si gnificativos ni rupturas traumá- cierto punto, avergonzada de enco ntrarse allí. M ani-
ti cas. El divorcio fu e exprés y de mutuo acuerdo . La fi esta ser co nsciente de la preocupación de sus padres
custodia es compartida y los padres manifiestan llevar- y de los comentari os del tutor. Reconoce que última-
se mejor ahora que cuando estaban casados. Viven re- mente se encuentra bastante más despi stada y desmo-
lativamente cerca, de modo que Paula pasa unos días tivada con los estudi os. Indica preferir estar co nectada
a la semana en casa de su padre y otros en casa de su a Intern et a través del móvil y dedica r bastante ti empo
madre. El padre, dependiente en una tienda de el ec- a contactar con sus ami gos a través de apli cac iones
trodomésti cos, ha rehecho su vida con otra mujer con como el Wh atsapp. Tambi én indi ca que el ca mbi o del
la que ti ene un hijo de tres años. M anifiestan que Paula co legio al instituto le supuso un paso di fícil, pues ella
se ll eva bi en tanto co n la mujer de su padre como co n estaba acostumbrada a estar si empre con los mismos
su hermano. La madre de Paula no ha vuelto a casa rse compañeros y a tener menos profesores y ser más co-
ni ti ene hijos. Trabaja de auxiliar de enfermería en el nocida por ell os. A l iniciar secundari a pasó a un cen-
hospital universitario de la ciudad. Indica llevarse bien tro en el que no era co nocida, pu es solo dos o tres de
co n su hija y haber tenido una relación muy estrecha sus compañeros de primera terminaron en el mi smo
hasta que Paul a entró en la adolescen cia, momento n centro que ell a, pero en otro grupo de cl ase. Además,
que empezaron a tener algunas riñas . Como hemos s - de repente tenía muchos profesores y a ella le daba
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y co ntextos

vergüenza preguntar sus dudas en alto. También indica una segunda ses ión de eva luación que tendrá lugar en
ponerse muy nerviosa cuando le preguntan en clase el plazo de una semana.
los profesores, pues tiene mucho mi edo de no saber
la respuesta. Es consciente de que ti ene dificultades FASE 2: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN
con asignaturas como matemáti cas e inglés. También VERIFICABLES
indica que otras asignaturas no le motivan, pues no le
cae n bien los profesores. Por ello, se suele despistar y 2.1. Formular las hipótesis de evaluación sobre los
a veces utili za el móvil, pese a esta r prohibido. Nos problemas y objetivos de la demanda
confiesa también que a veces cuando está en el barrio
donde vive su padre, sa le un rato con unos vecinos a. En función de los problemas relacionados con
de su edad y que con ell os ha empezado a fumar, si la demanda/ plantear hipótesis de evaluación
bien sólo lo hace de vez en cuando y sólo cuando verificables.
está co n dichos vecinos. Paula manifiesta no ser capaz
de apaga r el móvil y esta r siempre preocupada por si Tras la entrevista mantenida co n los Padres de Pau-
le han escrito, por si ti ene algún mensaje pendiente la y con ésta, desde la experiencia de la psicó loga con
o por interca mbiarse se lfies o similar. Indi ca que en el tema obj eto de evaluación y teniendo también en
estos momentos siente que no es capaz de superar el cuenta la co nducta mostrada por los implicados du-
problema por sí misma, que se encuentra agobiada, rante este proceso de eva luación, la psicóloga plantea
triste, enfadada consigo mi sma y con temor de echar las sigui entes hipótesis en relac ión con Paula:
a perder su futuro.
1. Paula realiza un uso excesivo del teléfono móvil
1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda 2. Paula puede estar rea li za ndo un uso inadecua-
do del teléfono móvi 1
c. Establecer los objetivos derivados de la demanda: 3. Paula tiene propensión a la ansieda d, aunque
concretar sobre qué aspectos se va a evaluar y las no sea clasificable como trastorno de ansiedad.
metas que guiarán la evaluación. 4. Paul a puede tener prob lemas para relacionarse
co n los demás
Tras esta recogida ini cial de datos a través de la 5. Paula puede tener un estado de ánimo bajo o
entrevista mantenida primero co n los pad res y luego disfórico, si bien, no parece responder a un tras-
con Paula, se co incide en la necesidad y relevancia torno depresivo persistente (d istimi a)
de indaga r sobre una serie de conductas o fenómenos 6. Paula puede tener unos inadecuados hábitos de
psicológicos que parecen ser problemáticos. Con res- estudio
pecto a los padres, se acuerda en que en una segunda
sesión se indagará sobre la visión de uno y otro acerca Pero además, la psicóloga plantea la siguiente hi-
de las pautas ed ucativas hacia su hija. pótesis con respecto a los padres:
Respecto a Paul a, se co nsidera necesa rio recoger
datos más precisos sobre: uso del te léfono móvil, tanto 7. Los padres de Paula muestran estilos de cri anza
en cuanto a su frecuencia como al tipo de uso que diferentes hacia su hij a.
se hace del mismo, los lugares donde se utiliza, etc.
También parece necesari o valorar el estado emocional La mayor parte de estas hipótesis ini ciales tienen
de Paula, tanto en lo relativo a posibles problemas re- un ca rácter cuantitativo o descriptivo. Pretenden cuan-
lacionados co n la ansiedad como co n un estado emo- tificar a modo de primera aproximación, la intensidad,
cional disfórico o depresivo. Igualmente, se recogerá frecuencia o duración de las co nductas o fenómenos
informac ión adicional sobre sus hábitos de estudio y psicológicos potencialmente problemáticos. No obs-
sobre posibles dificultades interpersonales. tante, dos hipótesis hacen referencia a trastornos reco-
Se acuerd a con Paula, contando con el co nsenti- gidos en manuales co mo el DSM-5 o la CIE-1 O. Di chas
miento y acuerdo de sus padres, en que ésta rellenará hipótesis hacen referencia a la posible, o no, ex isten-
algunos cuestionarios para conocer co n más deta lle cia de un trastorno depresivo o a un trastorno de ansie-
algunas áreas de interés. También se le indica que se dad. Por tanto, ambas hipótesis se pueden denominar
le pedirá que registre lo que hace a lo largo del día en diagnósticas, de cl asificación o de semejanza (porqu e
relac ión co n el uso de las tecnologías y otras áreas de los «cuadros» objeto de evaluación se «asemejan» a
interés, para así obtener datos más precisos de estas condi ciones médico-psiquiátri cas).
co nductas. Tras obtener el acuerdo de las partes impli- Además, las hipótesis deben venir acompañadas
cadas, se da por terminada esta sesión y se les cita para de los enunciados susceptibles de ser verificados o re-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

futados, con el fin de co nfirmar o refutar las hipótesis. por seis ítems que denota un fracaso repetido de los
Ello requiere identifica r, co mo seña laremos posterio r- esfuerzos para co ntrolar, interrumpir o detener el jue-
mente, los in strumentos a ap licar y las puntuaciones go, incluyendo el engaño a otros para ocultar el gra-
que se deberán obtener para descartar o confirmar las do de impli cac ión con esta actividad. (2) Toleran cia:
diferentes predicciones .. co mpuesto por cuatro ítems alusivos a la necesidad
de invertir con ca ntidades crecientes de tiempo para
2.2. Defi nir los problemas a evaluar para comprobar las co nsegu ir la satisfacc ión deseada. (3) Abstinencia:
hipót esis compuesto por nueve ítems relacionados con la apari -
ción de síntomas de inquietud, malestar o irritabi lidad
b. Seleccionar para cada hipótesis las variables a cuando intenta interrumpir, detener o evitar el uso de
evaluar estas tecnologías, incluyendo la puesta en marcha de
co nductas de escape y de preocupación por el juego.
Por tanto, hay una seri e de variabl es relevantes que (4) Rep ercusiones negativas en la vida diaria: com-
podemos denom inar: «uso del teléfono móvi l», «an- puesto por cinco ítems que se relacionan co n arri esgar
siedad », «depresión », «dificultades interpersonales», o perder relaciones interpersonales significativas, así
«hábitos de estudio >>, «Estilos parentales». Como se como trabajo y oportuni dades educa tivas o profesio-
puede apreciar, en algunos casos estamos aludi endo nales debido al uso excesivo de estas tecnologías. La
a co nductas observab les, motoras o más apa rentes, esca la ha sido desarroll ada con población española y
como el uso del móvil, las dificultades interpersonal es, ha demostrado su adecuación y propiedades psicomé-
los hábitos de estudio o los estilos parenta les. En otros tricas co n ni ve les formativos de secu ndari a y univers i-
casos se trata de fenóm enos psico lógicos internos en tari a (Cimadevi ll a et al. , 2019; Jenaro et al, 2007).
los que la respuesta es más ele tipo psicofisiológi ca, En el presente caso, se confirmará la hipótesis de
como la ansi edad, o cognitiva, como la depresión. que Pau la rea li za un uso excesivo del teléfono móvil, si
se cumplen tres o más criteri os de los cuatro que valora
2.3. Seleccionar las técn icas o estrategias eva luativas la esca la. El cumplimiento de un criterio se define como
la obtención de una puntuación de cuatro o más en al
c. Elegir los instrumentos de evaluación más menos un ítem de los que componen dicho criteri o.
adecuados para cada una de las variables
2.3.Z. Cuestionario sobre ciberacoso
La elección de los instrumentos es rea li zada por la
psi có loga, que tiene un extenso conocimiento sobre Se t rata de un cuestio nari o con preguntas cerradas
las vari ab les criterio, las vari abl es potencialmente aso- y abiertas, que indaga n ta nto sobre la topografía de
ciadas, los instrumentos de eva luación de las va ri ab les la conducta (dónde, cuándo, có mo, etc.), el rol adop-
de interés y los más adecuados te ni endo en cuenta la tado por la persona evaluada (ciberacosado, cibera-
edad, el estado emociona l, cognitivo, cultural, etc., de cosador, observador, o cualquier combinación de las
los eva luados. anteri o res), así como sobre su frecuencia, intensidad,
La elecc ión de los in strumentos ha de tener como el tipo de conductas (por ejemplo, envío de mensajes
objetivo no sólo verificar la presencia de una conducta ofensivos, difusión de fotos privadas, tru caje de fotos)
o fenómeno psi co lógico probl emáti co, sino tambi én y sobre lo que la persona hace al respecto. El cues-
descartar la presencia de otras conductas o fenómenos tionario ha sido utili zado con estudiantes de niveles
psi co lógicos problem áticos. As í pu es, los instrumentos universitarios y co n jóvenes que han vivido estas ex-
que se empl ea rán serán los siguientes: peri encias du rante la secunda ri a Uenaro et al., 20 1 7;
Tom~a et al., 2013).
2.3.l. Escala de Evaluación del Uso Excesivo del En el presente caso se confirmará la existencia de
Teléfono Móvil un uso inadecuado del teléfono móvil si se manifiesta
haber estado impli cado en ciberacoso, o si se respon-
La Esca la de Evaluación del Uso Excesivo del Te- de afirm ativamente a la puesta en marcha de una o
léfono M óvil, conocida tamb ién como la Cell-Phone más de las diferentes co nductas de ciberacoso inclui-
Over-use Sca le (COS) Uenaro, Flores, Gómez, Gon- das en el cuestionario.
zá lez-Gil y Caba llo, 2007). La Esca la COS está con-
form ada por 24 ítems que va lora las ca racterísticas Z.3.3. Cuestionario de Ansiedad Estado -Rasgo, STA!
asociadas a un uso excesivo o patológi co del tel éfono
móvil Dichos ítems se pueden agrupar además en cua- Cuestiona rio de Ansi edad Estado-Rasgo, STAI
tro factores, a saber: (1) Pérdida de control: compuesto (Spielberger et al., 1970; Spielberger et al., 2008).

lfDIIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y aplicaciones en áreas y contextos

Consta de 20 ítems cada versi ón, que se responden en nes, la ori ginal (BDl-I; Beck, W ard, M endelson, Mock
una esca la tipo Likert de 4 puntos según la intensidad. y Erbaugh, 196 1), la revi sada (BDI -IA; Beck, Ru sh,
Concretamente, la puntuación total en cada una de las Shaw y Emery, 1979) y la segunda edi ción (BDl-11;
subesca las oscila entre O y 60 puntos. Beck, Steer y Brown , 1996). Es el instrumento espe-
En el presente caso se co nfirmará la ex istencia de cífi co para medir la depresión más utili za do e inves-
elevada ansiedad cuando se obtenga n puntuaciones ti gado. La interpretación de las puntu aciones en el
superi ores a 40 en ambas subesca las. Además, se con- BOi en cualquiera de sus versiones y formas se basa
firmará que estas puntu aciones no implica n la existen- habitu almente en unos criteri os o puntu aciones de
cia de un trastorno de ansiedad si no se cumpl en los co rte que definen di ferentes categorías o nive les de
criteri os DSM 5 de tales trastornos (véase Cuadro 14.5) . gravedad de sintomatología depresiva. Así, el manual
ori ginal del BDl-11 (Beck et al., 1996) propone las si-
Z.3.4. Cuestionario de Evaluación de Dificultades guientes pun tuac iones de corte y grados de depresión
Interpersonales en la Adolescencia co rrespondientes: 0-1 3 indica depresión mínima, 14-
19 depresión leve, 20-28 depresió n moderada y 29-63
El Cuesti onari o de Evaluación de Difi cultades In- depresión grave. La esca la muestra adecuadas propi e-
terpersonales en la Ado lescencia (CEDIA) (Inglés Sau- dades psicométri cas.
ra, M éndez, e Hidalgo, 2000), permite evaluar los En el presente caso se co nfirmará la ex istencia de
probl emas experim entados por los adolescentes en un estado di sfóri co si se obtienen puntu ac iones entre
diferentes contextos soc iales. Incluye contenidos alu- 14 y 19, pero inferi ores a 20.
sivos a diez conductas sociales: opini o nes, cumplidos, Además, se confirmará que no se cumplen los cri-
gracias, empatía, co nversación, inform ación, favores, teri os DSM5 de un trastorno depresivo mayor (véase
perdón, quejas y derechos, para cada uno de los Cuadro 14.6).
cuales el sujeto valora su grado de dificultad por
medio de una esca la Likert de c inco puntos, de O = Z.3.6. Batería BAHHMAE de Evaluación de Actitudes,
«ninguna dificultad » a 4 = «máxima dificultad ». Los Hábitos, Habilidades, Método y Ambiente de Estudio
ítems se agrupan en los siguientes factores: (1) Aser-
ción, (2) Relaciones con el otro Sexo, (3) Relaciones La Batería BAHHMAE de Evaluación de Actitudes,
con Iguales, (4) Habl ar en Público, (5) Relaciones Fa- Hábitos, Habilidades, M étodo y Ambi ente de Estudio,
miliares. El CEDIA ha mostrado tener adecuadas pro- de García Pérez (1993), ti ene co mo obj etivo la eva lua-
pi edades psicométri cas de fi abilidad y validez. ción de algunas vari ab les intervini entes en el proceso
En el presente caso se co nsiderará que ex isten pro- de estudi o e influyentes en el rendimiento académico
bl emas en un fa ctor si se obti enen puntu aciones pro- de los alumnos. La Batería BAHHMAE se pu ede apli ca r
medio iguales o superi ores a 2,5. de manera individual o co lectiva en un ti empo aprox i-
mado de una hora. Se apli ca a alumnos a partir de los
Z.3.5. Inventario de Depresión de Beck-11 11 o 12 años, lo que inclu ye al alumnado desde 6° de
Prim ari a hasta Secunda ri a. Las áreas evaluadas por la
El Inventari o de depresión de Beck, BOi (Beck De- Batería BAHHMAE son : (1) Actitudes ante el estudio,
pression lnvento ry, BOi), cuenta co n diferentes versio- que evalúa los val ores y creencias ante tal actividad

Criterios DSM 5 del Trastorno de Ansiedad Generalizada


Ansiedad y preocupaciones excesivas que está más presente que 4. Irrita bili dad.
ausente durante un mín imo de seis meses, en relación co n di versos 5. Tensión muscular.
sucesos o actividades (p.e. laborales o escolares).
6. Probl emas de sueño.
A. Al individuo le es di fíc il co ntrolar la preocupación.
C. Ell o causa malestar clínica mente significativo o deteri oro en lo
B. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los social, laboral u otras áreas relevantes.
seis síntomas síguientes (y al menos algunos síntomas han es-
D. La alteración no se puede atribui r a los efectos fisiológicos de
tado más presentes que ausentes dura nte los últimos seis meses
una sustancia (p. ej., una droga, un médica mente) ni a otra
(Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem):
afectación médica (p. ej., hipertiroidismo).
1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nerv ios
E. La alteración no se expli ca mejor por otro trastorn o menta l.
de punta.
2. Fácilmente fatigado.
3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en
bl anco.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Criterios DSM 5 del Trastorno de Depresión Mayor


A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes 4. Insomn io o hi persomni a.
durante el mismo período de dos semanas y representan un S. Agitación o retraso psico motor.
cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los sínto-
6. Fatiga o pérd ida de energía .
mas es (1) estado de án imo deprimido o (2) pérdida de interés
o de placer. 7. Sentimientos de inutilidad o culpab ilidad.
Nota: No incluir síntomas que se pueden atribu ir c laramente a 8. D ism inución de la capacidad para pensar o concentrarse, o
otra afección médica. para tomar dec isiones.

1. Estado de ánimo depri mido la mayor parte del día, casi to- 9. Pensamientos de mu erte recurrentes, ideas suicidas.
dos los días (E n niños y adolescentes, el estado de ánimo B. Los síntomas causan malestar clínicamente sign ificativo o de-
puede ser irritable.) terioro en lo social, laboral u otras áreas importantes.
2. Di sminuc ión importante del interés o el placer por todas o C. El episod io no se puede atribuir a los efectos fis io lógicos de
cas i todas las actividades la mayor parte del día, casi todos una sustancia o de otra afección médica.
los días. D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por otros
3. Osci laciones importante de peso. trastornos mentales .

y las diferentes as ignaturas, (2) Ambiente de estudio, tor 1: afecto- comuni cac ión. Hace referencia al afecto,
que va lora las cond iciones tanto fís icas como socia les interés y comunicac ión que manifi estan los padres y
que favorecen o d ificu ltan la dedicación al estudio; (3) madres a sus hijos/as (2) Facto r 11 : criti ca-rechazo. Eva-
H ábitos de estudio, que valora la existencia de unas lúa la críti ca, el rechazo y la fa lta de co nfianza de los
costumbres o patrones de co nducta relacionados con padres y madres hacia sus hijos/as. Cada uno de los
la ded icac ión a la rea li zac ión de tareas académi cas; factores consta de 1O ítems que se co ntesta n en una
(4) Método de estudio, que eva lúa la ex istencia de es- esca la tipo Likert co n 5 grados de frecuencia (nunca,
trategias que favorecen el estudio, tales co mo repasa r pocas veces, algunas veces, a menudo y siempre). La
o hacer esq uemas; (5) H abilidades de estudio, que puntuación total de cada fac tor está co mprendida en-
eva lúa las capac idades y estrategias puestas en mar- tre 10 y 50.
cha por el estudiante para lleva r a cabo de forma au- La Esca la de Normas y Exigencias (ENE) (F uentes,
tónoma y eficiente estas tareas, esto es, para estudiar y M otri co y Bersabé, 1999) consta de 28 items d ivididos
aprender. (6) Eva luaciones: preparación y rea lización, en tres factores referentes a la forma que tienen los
que va lora las estrategias puestas en marcha de cara a padres ele poner las normas a los hijos/as y ex igir su
preparar y rea li za r los exá menes o pruebas de eva lua- cumplimiento: (1) Factor 1: forma inductiva. Los padres
ción El tota l de ítems es de 71. Es importante seña lar y mad res explica n a sus hijos/as el cumplimiento de
que mientras que puntuaciones elevadas en Actitudes las normas y les ex igen su cump limiento teniendo en
denotan actitudes más nega tivas (p .e. tener que estu- cuenta las necesidades y posibil idades de sus hijos/
diar es un gran fastidio), puntuaciones elevadas en Há- as. (2) Factor 11: fo rma rígida. Los padres y madres im-
bitos y Habilidades de estud io indican mejores hábitos ponen a sus hijos/as el cumplimi ento de las normas
y hab ilidades, respectivamente. y mantienen un nivel de ex igencia demasiado alto o
En el presente caso se considerará que existen pro- inadecuado a las necesidades de los hijos/as. (3) Factor
blemas relacionados con los hábitos de estudio si se 111 : fo rma indulgente. Los padres y madres no ponen
obtienen puntuaciones elevadas en dicho factor pero normas ni lím ites a la co nducta de sus hijos/as y si lo
no se obtienen puntuaciones bajas en los demás fac- hacen no ex igen su cump limiento. Los dos primeros
tores. factores se co mponen de 1O items y el tercero de 8
items. La esca la de respuesta es la misma que para la
2.3.7. Estilos educativos parentales EA por lo que la puntuación tota l de los dos primeros
factores está co mprend ida entre 1O y 50, mientras que
Para la recogida de la información al respecto se la puntu ac ión del tercer factor varía entre 8 y 40.
emplearán dos instrum entos que permiten la eva lua- En el presente estudi o, puntuaciones en torn o a 40
ción de los estilos educa tivos parenta les en función o superior en la Esca la de Afecto (EA) y en los dos
de la percepción que tienen los adolescentes de las primeros facto res ele la Esca la de Normas y Exigencias
prácticas de sus padres. Estas escalas son la Esca la (ENE), y en torno a 30 o más en el tercer factor de la
de Afecto (EA) y Esca la de Normas y Exi gencias (ENE) ENE, indican puntuaciones clínicamente re leva ntes.
(Motrico, Fuentes y Bersabé, 200 1). La Esca la de Afec- Se prestará además especial atención a la existencia
to (EA) (Fuentes, Motrico y Bersabé, 1999) está forma - de puntuaciones significativamente diferentes entre las
da por 20 items que se dividen en dos factores : (1) Fa - valoraciones que se ofrecen al padre y a la madre.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

FASE 3. COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS 2. Paula puede estar realizando un uso inadecuado
DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y del teléfono móvil. Y ello porque ha indicado ha-
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS ber participado en conducta de ciberacoso tales
como enviar mensajes ofensivos, o haber difundi-
3.1. Planificar la aplicación de las técnicas evaluativas do fotos privadas de terceras personas. Estos datos
se han recogido a través del Cuestionario de Ci-
■ Primera sesión: Se aplicará la Batería BAHHMAE beracoso Uenaro et al., 2017; Tom~a et al., 2013).
cuyo tiempo de aplicación es de una hora apro- 3. Paul a tiene propensión a la ansiedad, aunque
ximadamente. Mientras Paula rellena la escala, no es cl asificab le como trastorno de ansiedad.
la psi có loga apli cará la encuesta de Estilos edu- Los resultados recogidos con el cuestionario
cativos parentales al padre y a la madre a modo STAI (Sp ielberger et al., 1970; Spielberger et al.,
de autoinforme, para obtener información sob re 2008). indica n que Paula obtiene puntuaciones
las pautas que uno y otro ponen en marcha. en torno a 30 en ambas esca las. La información
Como tarea para casa, se ped irá a Paul a que rea- recogida indi ca que no se cumpl en los criterios
lice un autorregistro del uso del teléfono móvi l. DSM5 de trastornos de ansiedad.
■ Segunda sesión: Se ap lica rán los cuestion arios 4. Paul a puede tener problemas para re lacionarse
de eva luación de la Depresión y la Ansi edad y con los demás. Esta hipótes is se ha visto apoya-
de Difi cultades Interpersonales en adolescencia. da por el hecho de que Paula ha obtenido en el
Además se aplica rá, a modo de entrevista o en- CEDIA (In glés et al, 2000) puntuaciones prome-
cuesta para adaptar las preguntas y así contrastar dio de 2,9 en aserción, de 2,8 en relac iones co n
sus valoraciones con las respuestas aportadas por el otro sexo y de 3,5 en hab lar en público.
su padre y su madre en el cuestionario de Estilos 5. Paula puede tener un estado de ánimo bajo o
Educativos Parentales. Tambi én para casa se le disfórico, si bien, no parece responder a un tras-
so licita el autorregistro de uso del teléfono móvil. torno depresivo persistente (d istimi a). Conforme
■ Tercera sesión : Se apli ca n los cuestionarios de a las predicciones, Paula ha obtenido una pun-
uso excesivo del móvil y de ciberacoso. También tuación de 15 en el inventari o BOi.
se procede a la revisión de los autorregistros de 6. Paula puede tener unos inadecuados hábitos
utili zac ión del teléfono móvil. de estudio. Los resultados obtenidos en la Ba-
tería BAHHMAE indica n que Paul a mu estra
Se presentará el plan de eva lu ació n y los compro- Actitudes adecuadas ante el estudio (PD=l 1,
misos que se adquieren por ambas partes (s ince rid ad, CN=70), Ambiente de estudio bastante mejora-
rellenado de los autorregistros por parte de Paula. ble (PD=23, CN=20), Hábitos de estudio bajos
Confidencialidad en la correcció n, interpretación de (PD=33, CN =20), M étodos de estudio mejora-
resultados por parte de la psicóloga). Se ju stifica rá la bl es (PD =32, CN=40), Habilidades de estudio
relevancia de la utili zac ión de las diferentes herra- adecuadas (PD=l 6; CN=50) y Estrategias de
mientas de eva luac ión. preparac ión y afrontamiento de las eva luacio-
nes bajas (PD=2 1, CN=25)
3.2. Corregir, interpretar e integrar los resultados y 7. Los padres de Paula muestran estil os de crianza
comprobar las hipótesis de eva luación diferentes hacia su hija. Tanto los heteroi nfo r-
mes proporcionados por Paula como los auto in-
Tras aplicar los instrumentos y técn icas de eva lua- formes presentados por los padres sugieren dife-
ción a Paula y a sus padres, y asegurarse de que no rencias signi ficativas en los estil os de cri anza de
ex isten variables que puedan red uci r susta ncialmente uno y otro. Mientras la madre utili za un modo
la fi ab ilidad de los resultados obtenidos (por ejemplo, más rígido, el padre utili za un estil o indul gente.
debidos a deseabilidad social, reactividad, errores al
responder o al corregir e interpretar), se llega a las si- 3.3. Establecer la formulación de caso
guientes co nclu siones:
Tras la recogida de datos, se han identificado una
1. Paula rea li za un uso excesivo del teléfono mó- serie de variables relevantes desde un punto de vista
vil. La hipótesis queda confirmada puesto que temporal (vari ables actuales y variables del pasado), cla-
Paula ha obtenido puntu aciones que ind ica n sificables en los diferentes apartados de un esquema de
que cumple tres criterios (pérdida de co ntrol, análi sis funcional. Todo ello se resume en la Tab la 14.22.
tolerancia, abstinencia) de los cuatro que co m- De un modo gráfico, el caso se puede formular
ponen la esca la COS Uenaro et al., 2007). como sigue (véase Figura 14.5).
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Elementos relevantes en la formulación del caso desde un punto de vista analítico-funcional

Estímulos
o Respuestas
K
Consecuencias
(variables del organismo) (contingencias)
• Padres con pautas de • N ecesidad de sentirse • Fumar, conductas de • Atención, alabanzas • Problemas escolares
crianza diferentes incluida y aceptada ciberacoso de sus iguales (R+) ■ Probl emas familiares
• Cambi o de ce ntro ■ Escasa aserti vidad y ■ Conductas de ■ A livio de ansiedad (R-) ■ Aislamiento social
educativo en el que habi Iida des sociales uso excesivo de
existe un menor tecnologías • Probl emas académ icos
• Escasos háb itos de
control estudi o • Perdida de autoestima
• Evitación de estudios,
• Contacto con iguales • Bajas expectativas as ignaturas «d ifíci les»
que ponen en académi cas
marcha conductas
• Elevada ansiedad
inadecuadas (fumar,
env iar mensajes • Ideas nega ti vas hacia
inapropiados por el sí mi sma
móvi l)

La evalu ación realizada sugiere que Paul a presenta Las co nductas problemáti cas de Paul a son mante-
tres prob lemas importantes relacionados entre sí. Por nidas por una co mbinación de refuerzo negativo (evi-
un lado, rea li za un uso exces ivo de las tecnologías y tación y su correspondiente alivio de ansiedad,) y re-
un uso inadecuado. Ello le supone una importante in- fuerzo positivo (atención y su correspondiente efecto
versión de ti empo que reduce además su ti empo de gratifi ca nte), si bi en, a medio y largo plazo le está oca-
estudi o. La evitación de estudi ar algunas asignaturas sionando probl emas en varias áreas vitales como son
es tamb ién un probl ema importante. De modo ad icio- la v ida escolar, fami li ar, social y el ajuste emoc ional,
nal, ex isten indi cios de haber ll evado a ca bo, aunque por la pérdida de autoestima que supone ser cada vez
de modo incidental, conductas como fumar en situa- más consciente de los conflictos que su co nducta está
ciones sociales más específi cas. generando en todos estos ámbitos.
El uso inadecuado y excesivo de las tecno logías se
encuentra asociado a unos escasos hábitos de estu- 3.4. Comunicar los resultados del proceso evaluativo.
dio, unas escasas habilidades sociales y una elevada Informe de evaluación
ansiedad . A estos factores se añade un cuarto factor
relacionado, como es la presencia de unas bajas ex- Dado que los pad res han soli citado orientac iones y
pectativas. De modo que Paula pone en marcha las apoyo para dar respu esta al problema de Paul a y dado
co nductas problemáticas en relación co n las tecnolo- que Paul a también está de acuerdo, se ofrece un infor-
gías, no solo como una vía para reducir su ansiedad me oral a Paul a en el que se le expli ca n las variab les
asociada a unas bajas expecta tivas de obtener buenos que han co ntribuido a que aparezca el probl ema y se
resultados académicos y de tener éx ito en situaciones mantenga, y de las vías a través de las cuales se puede
sociales, sino porque además constituyen una vía para abordar el probl ema.
obtener atención, reconocimi ento y aceptación social. A los padres se les entrega rá un informe escrito en
Factores que han contribu ido a esos défic its en ha- el que se tenga n en cuenta los resultados obtenidos y
bilidades han sido la exposi ción a modelos inadecua- su significado psico lógico y se inclu ya n además suge-
dos, tanto de iguales en co ntextos educativos, como rencias para co nsensuar los estilos de cri anza. Se les
por parte de sus padres, que han mostrado pautas de proporcionará la informac ión escrita sobre los prin ci-
cri anza dispares, han ejercido una inadecuada super- pales hallazgos obtenidos en relació n con Pau la y los
vi sión o le han transmitido la sensación de no ser ca- probl emas detectados. Se pl antea rá la conveniencia
paz de superar los retos académi cos e interpersonales de poner en marcha un program a de intervención.
a los que se ha ido enfrentando a lo largo de su vida.
La exposi ción a modelos inadecuados, particular- FASE 4. PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y
mente cuando se encuentra en un contexto de menor FORMULACION DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN
supervisión (casa de su padre), unido a la necesidad
de sentirse parte del grupo y a las escasas habilida- 4.1. Definir sobre qué problemas int ervenir
des sociales, le ha ll evado a ini ciar conductas poco
sa ludables co mo fumar, si bien es una conducta mu y En el presente caso, se considera que los probl emas
esporádica y en situaciones muy determinadas. fu ndamen tales de Paula se relacionan con la puesta en

mllllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Evitación
estudio

Figura14.S
Diagrama analítico fu ncional del caso.

marcha de conductas inadecuadas en un intento de parte de sus padres y por el co ntacto de Paula co n
sentirse incluida y aceptada en un entorno en el que iguales que actúan como modelos de co ndu ctas in a-
no sobresale por sus habilidades académi cas y ante la decuadas, tanto en el co ntexto esco lar (c iberbullyin g)
falta de competencias sociales para el manejo de situa- co mo en el contexto social o familiar (como, por ejem-
ciones con figuras de autorid ad, con person as del otro plo, fumar).
sexo o ante situaciones qu e requi eren de asertividad. La neces idad de atenc ión e inclusió n soc ial es un
Estas situac iones se han vi sto favorec idos por la reforzador muy potente para Paula, lo que unido a la
ex iste nc ia de unas pautas de crian za divergentes por evitac ión de las actividades y tareas académi cas que le
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

generan ansiedad o aversión por su dificultad y por la cer co mpromi sos y horari os de estudio, rea li za-
ex istencia previ a de experi encias negativas al respecto c ión de tareas, uso de las tecno logías, etc.
(i.e. suspe nsos), hacen que adopte una co nducta de ■ Co mo además Paul a pa rece tener prob lemas
escape qu e si b ien, a co rto pl azo reducen su ansiedad, re lacionados co n la excesiva ansiedad e ideas
a medi o y largo pl azo incrementan sus probl emas aca- negativas sobre sí mi sma y sus pos ibili dades,
démi cos y pueden co ndicionar sus posibilidades for- se le anim ará a qu e rea li ce alguna activi da d (s i
mativas presentes y f uturas. es posibl e física, o de ejercicio) que le permi-
Por lo ta nto, las va ri ab les dependi entes que se van tan no só lo reducir la activac ió n sin o ta mb ién
a modifica r son: entrar en co ntacto co n gru pos de iguales qu e
ejerza n de mode los de co nductas sa ludab les y
■ Habili dades y hábitos de estudi o que le permi ta n además vo lve r a recuperar la
■ Conductas de uso excesivo del teléfono móvil co nfianza en sí mi sma. Tambi én se le enseñarán
■ Co nductas de uso in adecuado del teléfono móv il ejercicios sencill os de relajación y de detenc ió n
■ O tras co nductas in adecuadas como f umar de pensa mi entos negativos y sustituc ión por po-
siti vos.
4.2. Establecer cómo y con qué estrateg ias, técnicas o
programa se va a interven ir En la Tab la 14.23 se resumen las estrategias de in-
tervenc ión se leccio nadas pa ra intervenir sobre los pro-
■ Dado que Paula parece tener dificul tades en sus bl emas identificados.
habi lidades sociales que le hace no saber decir
que no y bu sca r vías de escape en situaciones 4.3. Formular las hipótesis de int ervención
soc iales que le generan ansiedad, en vez de
afrontar las mi smas, se propone en prim er luga r ■ La in tervenció n en hab ili dades soc iales le per-
la puesta en marcha de un a interve nció n centra- mi tirá mejora r sus competencias pa ra hablar en
da en el entrenami ento en asertividad y hab il i- púb li co, in teractuar con perso nas del otro sexo
dades sociales. y poner en marcha un a conducta aserti va. Ell o
■ Por otro lado, dado que Paula parece tener esca- permitirá que Paula sea capaz de rechazar co n-
sos hábitos de estudio, a lo que ha co ntri bui do d uctas in adecuadas (p.e. fumar, ciberacoso, ex-
la ex iste nc ia de estil os pa renta les o mu y indul - ces ivo uso del móvil), así como ini ciar inte rac-
gentes o mu y ex igentes, se propone la puesta en ciones, rea li za r peticiones o ped ir ca mbios de
marcha de un contrato conductual para establ e- co nducta, entre otras habili dades.

Problemas sobre los que intervenir, cómo y con qué estrategias o técnicas de intervención
Problemas identificados Cómo y con qué intervenir Cómo evaluar los cambios
(Variables dependientes) (Variables independientes) (instrumentos, técnicas ... )

Habilidades y hábi tos de estud io Formación en hábitos de estudio : Autorregistro del tiempo ded icado al
Elaboración de horario ele estudio, estudio, de cump lim iento ele previsiones.
planificación ele asignaturas a trabaja r. Autorregistro de usos adecuados del
Formación en uso adecuado de tecnologías teléfono móvil
móvi les para el aprendizaje y rea li zac ión
de actividades académicas.

Uso excesivo del teléfono móvil Psicoeducación: información sobre los Autorregistro de uso del teléfono móvil
riesgos de un uso excesivo del tel éfono (s ituaciones, ansiedad, autoverba li zac iones,
móvil estrategias empleadas para controlar el uso,
Contrato co nductual entre Pau la y padres eficac ia percibida)

Relajación Autorregistro de actividades gratifi ca ntes


alternativas rea li za das (con igua les, con
Asertiviclad
pad res ... )
Con trol ele estímulos (horario de uso, ele
apagado, etc.)
Programación de actividades gratifica ntes
alternativas
Autoco ntro l: auto-observación,
auto-refuerzo ....

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Prob lemas identificados Cómo y con qué intervenir Cómo evaluar los cambios
(Variables dependientes) (Variables independientes) (instrumentos, técnicas ... )
U so inadecuado del teléfono móvil Psicoeducac ión: Info rmación sobre ei Autorregistro de situaciones asociadas a
ciberbull ying y su impacto en acosadores, usos inadecuados del te léfono móvil (como
acosados y observa dores observador, acosado, acosador .. .)
Además de las estrategias seña ladas Autorregistro de progresos en aplicac ión
previamente, se in sistirá en el desarrollo en situaciones naturales de lo ensayado
de habilidades sociales mediante ro le- medi ante role-playing
pl aying, para fomentar el afrontam iento de
las situaciones (interacciones con el otro
sexo, co n profesores .. ) que le generan más
ansiedad

Fumar Psicoed ucac ión: Fumar y sus consecuencias Autorregistro de posibles incidentes
Contrato cond uctua l re lacionados con dicha conducta
(s ituaciones, ans iedad, autoverba li zac iones,
estrategias empleadas, consecuenc ias)

■ La puesta en marcha de un contrato conductual cómo, por trata rse de estrategias útil es para fomentar
respecto a los probl emas de estudi o, permitirá la pu esta en marcha de respuestas moto ras efi cientes
que todos los impli cados sea n co nsc ientes y y por serv ir pa ra crea r un a relación de confianza y de
compartan el co mpromi so sob re co nductas que motivac ión, se comenza rá enseñando a Paul a ejerci-
deberán reforza r, reducir o elimin ar, ta nto en cios sencill os de relajación, así como la estrategia de
Paul a como en ell os mi smos. Permiti rá además detención del pensa mi ento.
que Paula adquiera unos hábi tos de estu dio pro- Se co nt inu ará co n la pu esta en marcha del co n-
gresivamente más ex igentes. trato co nductu al para aumentar el co mpromi so de
■ La adqui sición de habilidades de relajación y de las partes imp li ca das y pa ra reforza r el incremento
detención del pensa mi ento coadyuvarán al éxito en los ti empo de estudi o y en la rea li zac ión de los
de las dos intervenciones previ amente señaladas. deberes.
Al mi smo ti empo que se toman datos (medi ante au-
En la Tabl a 14.2 4 se res umen las hipótes is de in- torregistro) del tiempo destin ado al estudi o, de las acti-
tervención sob re los prin cipales probl emas de Paul a. vidades rea li zadas, las valorac iones de los profesores,
etc., se ll evará a cabo un programa de interve nciones
4.4. Estructura r la intervención psicológica/terapéutica en habilidades soc iales y co nducta aserti va.
Igualmente, se ped irá como tareas para casa que
En la Tabl a 14.25 se res umen los aspectos a abor- Pa ula autorregistre su ansiedad percibida y la pu esta
dar durante la intervención. Así, se puede observar en marcha de pensa mi entos automáticos relacionados

Hipótesis de intervención sobre los principales problemas de Paula


Problemas identificados Hipótesis de intervención
A l adquiri r habilidades de estud io mejorará su autoeficacia
Escasa dedicac ión a tareas escolares
académica y su rendimiento académico

A l ser más consc iente de los riesgos asociados a un uso excesivo


del móvil y contar con estrategias de apoyo como la relaj ación,
Uso excesivo del teléfono móvil la asertividad, el contro l de estímulos, el autocontro l y la
programación de actividades gratifica ntes, aumentarán los usos
adecuados del teléfono móvi l y se reducirá su uso excesivo.

A l ser consciente de las co nsecuencias de un uso inadecuado


del te léfono móvil para todos los implicados, y contar además
Uso inadecuado del teléfono móvil
con las estrategias de apoyo antes señaladas, así como con más
habilidades sociales, los usos inadecuados se verán eliminados.

A l ser consciente de las consecuencias de fuma r y al contar


Fumar con hab ilidades para saber afrontar situac iones soc iales, dicha
conducta desaparecerá.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Estructura del programa de intervención


Sesión Destinatarios Estrategias y técnicas de intervención
Padres ■ Psicoedu cac ió n: Informac ión de los ri esgos de adi cc ió n al m óvil, sus sínto m as y
consecuenc ias.
■ Estrateg ias de actu ac ió n consensuad as, ante el uso exces ivo o inadecuado de las tecno logías.

■ Ori entac io nes y pautas para la mej o ra de háb itos y hab ili dades de estudi o.
■ Estrateg ias de actu ació n co nsensuad as para la prom oc ió n de adec uados hábi tos y
habili dades de estudi o .

2 Pa ul a ■ Psicoed ucac ió n: In fo rm ac ió n de los ri esgos de adi cc ió n al m óvil y sob re los usos


inadecuados, sus ca racterísti cas y consecuenc ias.
■ Prop uesta de ac uerdos sob re el uso de tecno logías.

■ Ps icoeclu cac ió n: In formación sobre háb itos y habilidades de estu d io y su impo rtanc ia.

■ Propuesta de ac uerdos sob re p autas para orga ni za rse con los estud ios.

3 Padres, Pa ul a ■ Contrato conductu al: Acuerdos sobre el uso ele las tecno logías y sob re los estudios.

4 Paul a ■ Ej erc ic ios de relajac ió n .

■ H ab ilidades soc iales: Importanc ia, ti pos.

■ Propuesta de activ ida des (fís icas, ejerc ic io).

■ Ac uerdo tareas pa ra casa: auto rregistro sobre uso ele tecno logías y acti v idades.

5 Pa ul a ■ Continuac ió n con entrenami ento en relajac ió n.

■ En trenami ento en detenc ió n del pensa mi ento (a nte situ ac io nes ele exá m enes y otras
situacio nes académi cas).
■ H áb itos ele estudi o: importanc ia y pl anificac ió n ambienta l.

■ Tareas para casa: auto rreg istro de conducta de estud io.

6 Pau la ■ Rev isió n ele tareas pa ra casa.

■ H ab ilidades soc iales: situ ac iones soc iales generadoras ele ansiedad (ro le-p lay ing,
afro nta mi ento).
■ Ac uerdo ta reas para casa: autorreg istro sobre uso ele tecno logías y actividades (soc iales y ele
estudi o) .

7 Pa ul a ■ Rev isió n de tareas pa ra casa.

■ H áb itos y m étodos de estudi o: Cóm o m ejo rarl os.

■ Tareas para casa: auto rregistro sobre uso ele tecnologías y acti v idades (sociales y de estud io).

8 Paul a ■ Rev isió n ele ta reas pa ra casa

■ H abil idades socia les: situacio nes soc iales genera do ras ele ansiedad (ro le-play ing,
afro ntami ento)
■ Ac uerdo ta reas pa ra casa: auto rreg istro sobre uso ele tecno logías y acti v idades (soc iales y de
estudi o)

9 Pa dres ■ Valo rac ió n de los progresos de Paul a

■ Va lorac ió n de las p autas de actuac ió n de los padres co n Paul a

10 Paul a ■ Rev isió n ele aspectos trabajados


■ A pli cac ió n de instrumentos de eva lu ac ió n (COS, Ciberacoso, STA I, CED IA, BD l-II, BA HMAE)

11 Pa dres y Pa ul a ■ Valorac ió n de los resultados obteni dos pre-post académi cos, soc iales, ansiedad, activ idades)
■ Valorac ió n de la percepc ió n de padres y Pa ul a sobre d ichos ca mb ios (¡satisfactori os?,
¡sufic ientes?).
■ Valorac ión de apari c ión de o tros prob lemas q ue requi eran, en su caso, p ro lo nga r la
intervenc ión
■ Ac uerdo de seguimiento tras las vacac iones de verano (tres m eses)

12 Pad res y Paul a ■ Va lo rac ión del in icio ele c urso y ele la presenc ia o no de p rob lem as an tiguos o nu evos
(pos ibl e ap li cació n el instrum entos com o el MM PI -A)
■ A lta y acuerdo el e seguimi ento (se is meses)
■ Informe fin al

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

co n baj as expectativas de éxi to o de co nfianza en sus nuevos no detectados o si, por el co ntrario, Pau-
capac idades, etc. la se encuentra satisfecha y emoc ion almente es-
La intervención se ll evará a cabo a lo largo de un tab le.
cuatrimestre, co n un a periodicidad de una sesión por
semana y ajustando las sesiones a periodos vacac io- 5.3. Comunicar los resultados del proceso va lorat ivo.
nales, de rea li zac ión de exámenes, etc. El total de se- Inform e de intervención
siones programadas será de 12, con una durac ión de
una hora cada una, reservando los últimos 15 minutos Los resultados habidos en las va ri ab les anali zadas
para resumi r, recordar o plantear las tareas para casa será n resumidos. Se valorarán si los ca mbi os han sido
y asegurarse de que la sesió n fin al iza en un momento significativos y suficientes, tanto a juicio del psicó-
positivo y redondo (véase Tab la 14.25). logo co mo de Paul a, de sus padres y de su tutor. Se
anali zará si no han surgido nu evos problemas que re-
FASE 5. APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA quieran atención adicional. Se p lanteará entonces la
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA conveni encia de dar por terminado el proceso, no sin
antes, co ncretar los momentos en que se va a ll eva r
5.1. Seleccionar los instrum entos de evaluación a cabo el seguimiento. Se asegurará de que todos los
necesa ri os para valora r la eficacia de la intervención aspectos son co nsensuados y acord ados por las partes
y aplicar las estrategias, técnicas o programa de impli cadas.
intervención
5.4. Seguimiento/s: valoración del mantenimiento de los
■ Como se puede aprec iar en la Tabla 14.25, a lo objetivos alcanzados
largo del proceso de intervención se irá n toman-
do datos de las var iab les dependientes a través El seguimiento se planteará tras las vacac iones. En
de autorregistros de las co nductas: uso de inter- ese momento se citará a Paula y fa mili a. Se rea li za rá
net, fumar, co nductas de estudi o. Tambi én se to- un a entrevista para va lorar el mantenimi ento y gene-
marán datos de las co nductas de percepción de ralización de los ca mbios, la ausencia o presencia de
la ansi edad y de expectativas sobre uno mismo. apa ri ción de nu evos prob lemas, la opinión de los im-
Todo el lo se rea l iza rá a través de autorregistros plicados sob re la oportunidad de cerrar el proceso, o
que serán planteados como tareas para casa. sob re, en su caso, la co nveni encia de pro longarlo.
Si no han aparecido nuevos prob lemas, si los ca m-
5.2. Valorar los resultados y comprobar las hipótesis de bios se mantienen e inclu so se han genera li zado y si
intervención todos los impli cados lo co nsideran oportuno, se dará
por terminado el proceso, no sin antes ofrecer la ayuda
■ De acuerdo con lo planteado en la Tabl a 14.25, para cualqui er momento futuro en que así se pudiera
antes de dar por fin ali zada la intervenc ión, co in- neces itar. Además, se entrega rá un inform e escrito del
cidi endo co n el final del cuatrimestre, se vol- proceso segu ido, res ultados, etc.
verá n a apli ca r a Pau la los siete instrumentos
aplicados en la fase ini cia l, esto es: (1) Esca la de
eva lu ación del uso excesivo del teléfono móv il, 2.6. CASO 6 . El proceso de Evaluación
(2) Cuestion ario sob re ciberacoso, (3) cuestion a- Psicológica aplicado en el ámbito de
ri o STAI E/E, (4) Cuestionari o de eva lu ación de la terapia familiar y de parejas
dificultades interpersonales en la adolescencia, Javier López-Cepero Borrego
(5) Inve ntario de depresión de Beck, (6) Batería
BAHHMAE, (7) Esti los ed ucativos parentales. Z.6.1. Introducción
■ Se analizarán y co mbin arán los resultados obte-
nidos en los autorregistros recogidos a lo largo Consideraciones sobre la evaluación familiar
del proceso, así como de los ca mbios que en su
caso hubiera habido en el contrato conductual. El tratamiento psi co lógico aspira a mejorar la situa-
■ Dependi endo de los progresos y de la impresión ción de las person as que demandan ayuda med iante
de la situación de Paula, se puede compl etar este la apli cac ión de med ios técni cos eficaces y eficien tes,
proceso con la ap li cación de un instrumento de cuya adec uación debe ser demostrada empíri ca mente.
amplio espectro, como puede ser el MMPI-A, A la vez, estos tratamientos deben mostrar su especi-
o cualqui er otro in strumento multidimension al ficidad -capac idad para impactar sob re el prob lema
que nos permita apreciar si ex iste n prob lemas co ncreto-, lo que subraya la neces idad de delimitar
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

los objetivos co n la max 1ma co rrecc1on . Un probl e- Trabajando bajo estas premisas, la labor del tera-
ma intrínseco de este reto es que «correcto » puede ser peuta no se centra en solventar «el único problem a
entendido de distintas maneras: a veces aparece tradu - ex istente», sino en usar diversas aproxim aciones para
cido co mo «objetivo » o «rea l» - lo que realmente ocu- valora r la situación, acordar objetivos de tratamiento
rre-, mi entras que otras parece ser entendido desde un útiles, y buscar soluciones (med ios) que puedan llevar
punto de vista pragmático - que resulte útil para pro- a co nseguir los fines de la fam ilia. Esta valoración no
mover soluciones. No son aprox imaciones excl uye n- opta a ser neutral, sino que el profesional pone al ser-
tes, pero suelen apa recer enfrentadas en la literatura. vi cio de la fami lia su peri cia para enca rar retos de una
Estas líneas no aspiran a agotar ningún debate manera original, empezando por su defini ción.
epi stémico, pero pretenden destaca r -a través de una
simplifi cac ión extrema- que para el terapeuta resul- Objetivos didácticos del caso presentado
ta imposible mantener la neutralidad con respecto al
probl ema sobre el que trabaj a. Conforme a una apro- A fin de ilustrar esta perspectiva, a continuación
x imación constructivista, el técnico no pu ede deter- se presenta sucintamente un caso práctico, que será
minar objetivamente qué sucede, sino que sólo puede ana li zado usando el mi smo esquema propu esto en
definir operativamente un probl ema al cual pu ede dar- el capítulo «El Proceso de Eva luación Psicológica . Un
le so lución. El profesional de la psico logía selecciona método científico» . Se ha se leccionado un caso en el
los té rminos y defini ciones del probl ema que mejor se que ninguno de los parti cipantes cuenta con un diag-
ajustan -bajo su criterio- a las necesidades del cli en- nóstico previo, y en donde las demandas no inciden
te, pero al hacerlo tra nsforma el probl ema . Basta pen- sobre la búsqueda de una etiqu eta psicopatológica.
sa r en los ca mbios registrados a lo largo de sucesivas De este modo, se busca ejemplifica r co n mayor cl ari-
ed iciones de la DSM para advertir que el ca tálogo de dad el trabaj o sobre los patron es relacionales.
categorías diagnósti cas varía, como tamb ién lo hace el En definitiva, este caso debe ser entendido como un
co ncepto de sa lud. ejemplo didácti co, dirigido a mostrar algunas líneas ge-
Vi ene esta introducción al caso porqu e la mayor néricas para afrontar un reto determinado. En cada paso
parte de los co nstructos referidos a la evaluac ión psi- del aná lisis, se explicitará la utilidad esperada de cada
co lógica en el ámb ito clíni co sólo ti enen sentido para operación, añadiendo referencias a las que recurrir para
referir probl emas individuales (por ejemplo, trastornos ampliar la información - incluyendo las obras más re-
de la esfera emociona l). Las etiquetas diagnósticas presentativas, en lugar de las más recientes. Dichas re-
usadas no sólo denotan o describen, sino que arras- ferencias estarán encuadradas dentro de las propuestas
tran connotaciones paradi gmáticas de gran relevancia, sistémicas y constructivistas, ya que estos paradigmas
y el modelo teóri co preponderante en este contexto ofrecen herramientas conceptuales especialmente dise-
y momento hi stórico ti ende a asumir que la patolo- ñadas para el trabajo con fa mili as. Pero no debe enten-
gía ex iste, y que lo hace en el individuo. Un trastorno derse por ello que sean las únicas disponibles, ni las más
personal pu ede afectar a quienes rodean al paciente «rea les». El terapeuta, como profesional del camb io,
identificado, pero estos efectos fo rm arían un segundo debe optar por utiliza r todas las herramientas disponi-
probl ema, subs idiario del prin cipal. Entendiendo que bles para alcan zar el obj etivo, integrando todas las apro-
los probl emas psi co lógicos se circunscriben a un co n- ximac iones que puedan ser de utilidad (Li nares, 2012).
texto intrapersonal, la lógica nos ll eva a diseñar inter-
venciones centradas a modifica r el medio interno de la
persona interesada . 2.6.Z. Desarrollo del caso. Lucia, 36 años.
Pero cabe aquí plantear si ex isten problemas hu- Juan, 37 años. Paula, 17 años
manos no atribuibles sólo a los individuos aislados,
sino a las familias, a las relaciones o a la comunica- FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS
ción . Porqu e si un trastorno o disfunción pertenece a OBJETIVOS
un co lectivo o a sus interacciones, entonces será nece-
saria una defini ción que englobe a todas las unidades 1.1. Especificar el motivo de la demanda
- personas- relevantes, y no sólo una co ncatenación
de defini ciones de probl ema individuales. Es dec ir, si El prim er co ntacto con el terapeuta se produ ce
el terapeuta quiere trabajar co n la fami li a co mo uni - a través de teléfono. En un peri odo próximo a los 5
dad no puede aspirar a loca li za r un único prob l ma minutos, el terapeuta rea li za una primera evalua ción
objetivo, sino a selecc ionar las defini ciones d pro- esq uemática a través de la cual se recogen algunos
bl ema que pueden ayudar a movili za r a un conjunto primeros datos (para saber más de la primera llamada,
-s istema- al completo. ver Beyebach, 2006):

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Llama Lucía, una mujer de 36 años, preocupada por como un probl ema de pareja, entonces es reco-
un empeoramiento en las relaciones conyugales. Re- mendabl e contar con ambos miembros desde la
fiere que acudir a consulta es «la última oportunidad» primera sesi ón, a fin de garanti za r que el tera-
de salvar el m atrimonio. De modo general, ella siente peuta trabaja para la pareja, y no para la persona
que su marido (Juan, 37 años) no le da la atención demandante; pero si el problema pu ede ser defi-
que necesita, que «sólo hace cosas por ella cuando se nido como famili ar, entonces es relevante incluir
las pido, y para tenerme callada». «Siento que no m e a la hija. Dado que la primera ll amada sólo apor-
quiere, que no m e cuida». Mantienen discusiones en ta información esquemáti ca, resulta conveniente
las que «la tensión se dispara, es como una olla a pre- incluir a todos los posibles implicados a fin de
sión» por cualquier tema sin importancia, y que suelen rea li za r una exploración -y descarte, en caso de
terminar con él saliendo de casa durante unas horas. ser necesario- en la primera sesión.
La pareja tiene una hija en común, Paula (7 7 años),
que este curso ha com enza do a cursa r b achillerato En este punto, no es infrecuente que la persona que
en un centro p erteneciente a otra comunidad autó- demanda la ayuda sea reti cente a incluir a otros parti-
nom a. Por ello, Paula pasa los días laborables fu era cipantes - por ejempl o, aduciendo que probabl emente
del domicilio, volviendo los fin es de sem ana a casa no querrán venir, o que prefi ere tener una primera se-
de sus padres. sión individual y contar con la pareja más adelante. Sin
embargo, sa lvo que ex ista una razón que desaconseje
Desca rtada la existencia de agresiones o de otros la inclusión de la pareja - p.ej. en casos de vi olencia
ri esgos para la seguridad de la demandante, el terapeu- conyuga l-, el terapeuta soli citará que todos los impli-
ta rea li za una primera evaluación para determinar si cados en el probl ema estén al tanto de la solicitud de
acepta la demanda, y bajo qué condiciones accederá a ayuda, dándo les opción a parti cipar o a negarse. Si Lu-
recibir a la fa mili a. Para ell o, ati ende a tres cuestiones: cía no co nsidera necesari o incluir a su hija en la sesión,
el terapeuta pu ede comentar que ella puede aportar in-
1) Demanda inicial: la cli enta ha bosquej ado una form ación interesante y, que en caso de no ser necesa-
primera defini ción del probl ema bajo su punto ri a su presencia, podrá sa lir de la sesión y permanecer
de vi sta actual (su pareja no cubre sus expectati- en la sa la de espera. Estas operaciones, denominadas
vas), y ha pl anteado su motivo de consulta (sa lvar «batalla por la estructura» (Whitaker y Bumberry, 1988)
el m atrimonio). Aunqu e es una definición insu- cubren dos objetivos importantes para el proceso tera-
fi ciente para anticipar las ca racterísti cas exactas péutico: reforza r la visión de que el probl ema de un
del caso, sí permite anticipar que la demanda sistema (parej a, famili a) debe ser solucionado contan-
queda dentro del ca mpo de acción del terapeuta. do con todo el sistema; y evitar alinearse con sólo uno
2) Número de personas incluidas en el probl ema: de los miembros en detrimento del otro, previni endo el
preguntando a quiénes afecta «el probl ema», desequilibrio en el co ntexto terapéuti co.
el terapeuta puede rea liza r una primera aprox i- Con todas estas co nsideraciones, el terapeuta soli ci-
mación a la implicac ión de otros miembros del ta a Lucía que consensue con su fa milia una fecha para
sistema famili ar. Si el probl ema se circunscribe acudir juntos a consulta y que llame para agendarl a
a la pareja, entonces el terapeuta citará a ambos definitivamente. Esta operación previ ene que el tera-
miembros, pero si es un probl ema que afecta peuta se encuentre en la primera sesión con que algu-
a otros subsistemas (descendientes, progenito- no de los miembros desconoce el obj etivo de la vi sita,
res...), el profesional debe valorar su inclu sión o que haya acudido bajo coacción o enga ño. Si uno de
en la primera sesión. En la conversación telefó- los miembros se niega a asistir la sesión se desarroll ará
nica Lucía detalla que los conflictos ocurren en- con quienes sí lo hagan, pero el profes ional debe evitar
tre ella y su marido, pero hace referencia a que verse atrapado en medio de juegos o manipul aciones
«los problem as han afectado tam bién a nuestra fa mili ares (C irillo, Selvini y Sorrentino, 201 6).
hija, Paula», «nos ha visto discutir las últimas ve- En una segunda ll amada, se reserva un espacio
ces que ha, vuelto de visita y creo que está asus- para la vi sita de la fa milia.
tada, preocupada por lo que está viendo ». Por
lo tanto, resulta necesario valorar el papel que la 1.2. Establecer las condiciones históricas y actuales
hija ti ene dentro de los probl emas domésti cos. potencialmente relevantes
3) Parti cipación de la primera sesión: delimitados
los actores principales, el terapeuta expl ora la Acuden los tres mi embros citados. El terapeuta los
posibilidad de contar con todos en la primera se- recibe de pi e, sa luda individualmente y los invita a
sión. Si el caso queda provisionalmente defi nido sentarse. La consulta cuenta con mobili ari o móvil, va-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

ri as sillas dispuestas en círculo, lo que permite que la m e convenció». Ambos describen una relación bue-
familia disponga el espacio como prefi era . na con ella, sobre todo con la m adre (PI). La hija lo
Las tres sill as ocupadas se disponen cas i en para- está pasando mal para adaptarse a la nueva escuela,
lelo. La hij a (Paul a) ocupa un lugar entre los padres. y piensan que «está pensando volverse a casa>>. «La
El terapeuta retira las sillas sob rantes y se si enta frente primera semana m e llamaba (a la m adre) llorando,
a la hija. Soli cita a los padres que se di spo nga n «en quería volverse, pero nosotros la hemos educado en
círc ul o» para poder verse mejor. hacer lo correcto aunque sea difícil».
Los primeros minutos de ses ión se dedican a la Se casaron jóvenes (7 8 años ella, 79 él) esta ndo
acomodac ión de la fa mili a. El terapeuta se presenta, ella embaraza da . Describen que la familia de él
pregunta si es la primera vez que acuden a consulta, presionó para que la boda se celebrara antes del
exp li ca el método de trabajo, valora las expectativas parto. Durante el embarazo, él se encontraba rea -
sobre el proceso, co nsensua las normas de funcio- lizando el servicio militar, así que ella se mudó con
nami ento con la familia y responde las dudas que se sus padres. Ella m antenía una relación mu y estre-
presentan . Esta primera fase, de corte soc ial, permite cha con su madre, aunque con su padre «las cosas
hacer unas primeras observac iones sob re el funcion a- fueron difíciles desde que m e quedé embarazada,
mi ento de la fa mili a antes de comenza r a desgranar los estuvo mucho tiempo sin hablarme y creo que nun-
probl emas que la han traído a consulta. ca m e perdonó que diera que hablar en el pueblo ».
Ambos progenitores han fallecido. Él mantiene una
Juan considera que Lucía lo «a tosiga» , demandán- relación cordial pero dista nte con sus padres.
dole demasiada atención. «Nun ca se conforma con Con el embarazo, ella abandonó sus es tudios (es-
la primera respuesta que le doy, siempre tiene que taba preparándose el bachillerato, quería estudiar
buscar más allá». «Es como si no m e creyera cuan- Enfermería) para criar a su hija, «m e costó mucho,
do le hablo»; «a l final termino por dejarlo estar para pero era lo que había que hacer... bastante le ha-
no discutir, pero cuando me persigue mucho ter- bíamos hecho pasa r a la familia». Él hizo carrera
minam os discutiendo y salen muchas cosas de la militar (actualmente es Capitán de la Marina), pa-
casa, de nuestro matrimonio, de nuestra hija». sa ndo temporadas fu era del domicilio familiar. Ella
La hija (Pa ula) está haciendo el bachillerato en otra recuerda los primero años como «estaba muy sola
comunidad autónom a desde el inicio del curso, en en ocasiones, teniendo que vivir en casa de mi pa-
una escuela privada. Lucía com enta « Yo no quería dre mientras mi marido pasaba fu era hasta 4 m e-
m andarla fuera , pero mi marido insistió en que no ses» . Según describe, su único apoyo fu e su m adre,
m andarla allí sería quitarle posibilidades en la vida y fa llecida en m arzo de 20 77.

Genograma con estructura de tres generaciones, relaciones y núcleo familiar

Evaluación: 01/05/2018

1. Madre de Lucía muere en marzo de 2017


2. Paula se muda en septiembre de 2017

, - - :·--- -- - - - - ----- - 1
3. Inicio conflictos: principios de 2018 (tras fiestas navideñas)

Juan ~ Lu cía

37 36
Relaciones familiares
(McGoldrick y Gerson, 1985)

Convivien

Prox imidad

Fusión

\ ~ Conflicto
'~-----------------------------------;
Confecc ionado a partir del software gratuito WinG eno, v rsión 1.2 (de Boer, 201 7).

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

Mientras los mi embros de la fa mili a se turnan para FASE 2: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN
desgranar la información recogida, el terapeuta con- VERIFICABLES
fecc ion a un primer genograma como representación
de la estru ctura y principales relaciones fa mili ares 2.1. Definir los problemas a evaluar y seleccionar las
(Cuadro 14. 7) . El primer boceto se muestra a la fa mili a técnicas o estrategias evaluativas
para comprobar que los datos se co nsignan adecua-
damente, ofreciendo una tarea a rea li zar de manera Si el terapeuta cons idera que el foco de trabajo
conjunta entre terapeuta y fa mili a. debe ponerse sobre cuestiones indi viduales (por ejem-
Reunida esta información, el terapeuta está en dis- plo, sobre el estado de ánimo de la paciente identi-
posición de generar hipótesis de trabajo, verificarlas, ficada), entonces la valoración sería simil ar a la de
y establecer co n ello los objetivos específicos para el cualquier otra consulta, co ntando co n dos informantes
trabajo psicoterapéutico. -marido e hija- para mejora r la ca lidad de la va lora-
ción. Como se co mentó en el apa rtado introductorio,
1.3. Fijar los objetivos para atender la demanda la mayor parte del vocabulario utili zado en Psicolo-
gía conceptuali za los trastornos como intrapsico lógi-
La in fo rmació n recabada en la primera ses ión per- cos, por lo que las hipótesis creadas a través de estos
mite delimitar un primer objetivo explícito: la mejora constructos tenderán a descomponer a la fa mili a en un
de la relación conyuga l, descrita como co nflictiva por conjunto de personas co n diversas necesidades perso-
ambos mi embros de la pareja. Sin embargo, es posible nales, no conjuntas. Pero si el terapeuta quiere abordar
trazar diversos objetivos, incluyendo demandas de tipo el tratam iento desde el punto de vista de la pareja o
individual (mejorar el estado de ánimo de Lucía, co n- de la fam ilia, entonces necesita adoptar un di sc urso
seguir que Juan disponga de más espacio personal, lo- coheren te, que represente el problema como algo
grar que Paula supere la ansiedad adaptativa), de pareja compartido. En la tabla 14.26 se muestran los distintos
(mejorar la comuni cac ión en la pareja, logra r un acuer- enfoqu es posibles en el abordaje del presente caso.
do sob re las normas y proyecto educativo de la hij a) o
de la familia al co mpl eto (mejorar el clima emocional 2.2. Formular las hipótesis de eva luación sobre los
en el hoga r). Todos ell os parecen plausibles y, aunque problemas y objetivos de la demanda
algu nas de ell as son lo bastante genéricas como para
ser ele utili dad en la práctica totalidad de cl ientes que En otras palabras, la se lecc ión de unas hipótesis
pasan por co nsulta -por ejemplo, las referidas a la co- frente a otras refl eja ta nto la formación del terapeuta
muni cac ión-, sirven para ilustrar la disyuntiva a la que como un proceso de tipo estratégico. En ambos casos,
se enfren ta el profesional al trabajar con fami lias. cualquier decisión tomada representa só lo una de las
El siguiente epígrafe ilustra el proceso de decisio- opcion es disponibl es.
nes seguido para extraer las hipótesis que guia rán el En la consulta que se describe, el terapeuta opta
proceso ulteri or. por el tratamiento de la fam ili a como un todo. Des-

Posibles enfoques en el abordaje del caso


Problema reportado Hipótesis explicativa Variable evaluable Método evaluación
INDIVIDUAL
A) Bajo ánimo de la madre Déficits personales, solventab les ■ Dependencia in terpersonal ■ Entrevista
B) Padre se siente «atosigado» mediante aprendi zaje ■ Habi lidades sociales ■ Autoinformes

C) Ansiedad de la hija ■ Control de ansiedad ■ Autorregistros


■ Cuestionari os va lidados ...

PAREJA
D) Trabazón comuni~ativa La pareja se encuentra ■ Puntua ción de la secuencia ■ Entrevista
trabaja en un ciclo rígido ele com unicación ■ Observa ción/
comp lemen tario Experim entación en consu lta

FAMILIA
E) Límites débiles entre padres/ Tri angulación de la ■ Nivel de autonomía ■ Entrevista
hija comunicación (diferenciación) ■ Observación/
■ Manejo de ansiedad Experimentación en consu lta
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

cribe dos hipótesis de partida, un a de las cuales hace A l di sc utir, el te rapeuta ati ende es pec ialmente a las
referencia al subsistema conyuga l, y un a segunda que expresiones no verbales de los interlocutores, corro-
engloba al sistema paterno-fili al. borando un aumento de la intensidad (vo lum en de
la voz, gesticul ac ión, irritación ...) en Lu cía y un di s-
H 1: La pareja se encuentra trabada en un cicl o de ta nciami ento progresivo (brazos cruzados, mirada al
co muni cac ión compl ementario rígido. frente, suspiros hondos ... ) en Ju an. A lo largo de la
H 2 : La pareja y la hij a presentan un a co nfi guración ses ión, el terapeuta modera el clima emoc ional para
de ti po tri angul ar. ev itar qu e se ll egue a un pun to de exp los ión del co n-
fli cto, pero rea li za la mi sma operac ión - pl antea r de-
FASE 3: COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS bates actu ales- sobre diversos temas. La interacc ión
DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y observada es co mpati b le con la hipótesis de partida,
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS co n Lu cía oc upando una pos ición dominante (top ) y
Ju an en una posi c ión de inferioridad (do wn ) dentro
3.1. Planificar, aplicar, corregir, interpretar e integrar los de un a pauta de interacc ión fij a, independi ente del
re sultados, y comprobar las hipótesis de evaluación contenido de la di sc usión.
El cicl o de comuni cación compl ementari a da
La co ntrastación de hipótes is se rea li za por un a cuenta de un probl ema relacional que incluye a la pa-
dobl e vía: medi ante la info rm ación aportada por la reja, pero no es la úni ca hipótesis pl ausib le para el
fa mili a en la entrevista, y medi ante la observac ión de presente caso. En especial, la expl oración de las tres
las reacc iones de los parti cipantes ante pequeñas mo- generac iones fa mili ares medi ante el genograma per-
dificaciones de la situ ac ión -que suelen ser denomi - mite recabar in form ac ión que justifi ca forj ar hipótesis
nadas como «experim entos» en el ámbito de la terapi a de trabajo que inclu yen a otros subsi stemas.
fa mili ar sistémi ca . Este procedimiento de comproba- En las ano tac iones presentadas en el cuadro 14. 7,
ción-medi ante-la-acción hace que evalu ación e inter- el terapeuta recoge dos elementos releva ntes para el
ve nción queden muy próx imos entre sí. En co nsecuen- funcio nami ento fa mili ar: la mu erte de la madre de Lu-
cia, se ha optado por reunir bajo un mi smo epígrafe cía, y la sa lida de su hij a Paul a para estu diar fu era del
la apli cac ión de pruebas, extracc ión de resultados y domic ilio. Estos eventos pu eden se r conceptu ali zados
co ntrastación de hipótesis. como estresores, pero tambi én pueden ser anali zados
La explorac ión co mbina intervenciones de tipo li- por su impacto sobre los meca ni smos de amortigua-
nea l (ca usalidad directa) y circular (adopc ión de pers- ción de la ansiedad en el sistema fa mili ar. En especial,
pectivas, mutua in teracción; Tomm, 1986) . el terapeuta marca un a hipótesis de partida (H,): el
La primera hipótesis (H 1) de trabajo co nsidera que sistema co nyuga l ti ende a in corporar a otras personas
ambos mi embros de la pareja han qu edado trabados dentro de los co nfli ctos, fo rm ando relaciones de tipo
en un cicl o de comuni cac ión co mpl ementari o ríg i- tri angular.
do, definido por la adopción de ro les di ferentes pero El co ncepto de tri ángulo ha sido profusamente
mutu amente retroa lim entados - Lu cía busca cerca nía expl orado en la literatura dedi cada a la terapi a fa mi-
mi entras que Ju an bu sca espacio. Aunque genéri ca, li ar. En la descripción ori gin al de Bowen (1979), los
esta primera defini ció n inclu ye un elemento importan- tri ángul os so n descritos co mo esquemas relacionales
te: ambos mi embros de la pareja aparecen represen- más establ es que las parejas, ya que permiten diri gir la
tados como parti cipantes activos, co mo actores de un ansiedad hacia un terce r pol o, generar ali anzas tem-
mi smo patrón, sin señalar a uno co mo emi sor y al otro porales, etc. (Minuchin y Fi scher, 198 1). Sobre el caso
como receptor. expuesto, se habl aría de tri angul ac ión si Paul a ti ende
Establ ecido este punto de partid a, se so li cita a a tomar parte de las disc usi ones de parej a, bi en sea
ca da mi embro de la parej a que describa el confli c- como medi adora - intentando reducir el confli cto-,
to más reciente. Tanto Lu cía como Ju an describen sus bi en sea como obj eto de di scusión -centrando la aten-
acc iones como respu esta a las condu ctas del otro, ción de los padres sob re un probl ema externo sobre el
ofreciendo version es lóg icas pero in co mpatibl es cual co laborar.
entre sí - lo que se expli ca porqu e, narrativamente, Es importante resa ltar que los tri ángul os no se co n-
ca da parti cipante se lecc iona di stintos antecedentes y fo rman de manera vo luntari a, sino qu e aparecen de
con secuentes dentro de las interacc iones, fenóm eno manera incidental y se perpetúan por su va lor para
denomin ado puntuación por Jackso n, W atzlawi ck y reduc ir la ansiedad de los parti cipantes -es decir, por
Bavelas (1967). En un segundo momento, el terapeuta su va lor adaptati vo. Por ello, esta hipótes is es co rro-
atrae la atención de la pareja sobre un debate actu al: borada medi ante la inform ación aportada durante la
¿Qué opcion es ex isten para mej orar la convivencia? entrevi sta, y mediante la observación de la condu c-

1mm
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ta espontánea de los tres parti cipantes durante la se- un recurso va lioso para mantener el equilibrio u ho-
sión. El terapeuta va lora la ex istencia de este tri ángulo meostasis en las relaciones.
durante la expl o ración de los co nflictos conyuga les,
atendiendo a los siguientes indi cadores: 1) Paula da 3.2. Establecer la formulación de caso
mu estra de ansiedad ante las discusiones de sus padres
-con especial atención a la comuni cac ión no verba l; De un modo esquemáti co, las dos hipótesis co-
2) Paula ti ende a parti cipar de estos enfrentamientos, muni cac io nales co ntempladas desde el enfoq ue de la
presentándose como aliada de una de las partes o in- terapi a de fa mili a, en el que habría que trabajar co n
tentando reducir la co nfrontación; 3) la exploración de todo el sistema fa miliar y no centrado sólo en la pro-
los co nflictos conyuga les deri va hacia un análisis de la bl emática que presenta uno de sus miembros (como
situació n de la menor; 4 ) los padres bu scan incorporar se ha presentado en los casos ante ri ores), quedarían
a la menor a la di scusión de pareja, mirándola o inter- representadas en el cuadro 14.8 . Por supuesto, esta
pelándo la; 5) al menos uno de los cónyuges verba li za formul ación obedece a la in terpretación que el tera-
la existencia de una alianza entre la menor y el otro peuta rea li za de la info rm ación recabada, siendo po-
miembro de la pareja. sible introducir otros factores ya descritos -como las
Dado que algunos de estos indi cadores se presen- habilidades soc iales, la modul ac ión emocional o la
tan durante la expl orac ió n, el terapeuta propone un dependencia de cada actor impli ca do.
ca mbi o en el co ntexto de evaluación, consistente en Estratégica mente, se pl antea n tres obj etivos espe-
pedir a Paula que interca mbie su posición co n uno cífi cos que pueden ayudar a superar las dificul tades
de su s padres. Este sencillo gesto téc nico, común en detectadas:
las intervenciones de tipo estructu ra l (Minuchin et al.,
198 1), permiten rea li za r una modificac ión impl ícita Objetivo 1: M ejorar el clima emocional en las inte-
- la pareja queda junta para trabaj ar, mientras que la racciones conyuga les
hija queda literalmente fuera de la línea de fuego-, O bj etivo 2: Aumentar la adopción de perspectivas
apoyada por una instrucc ión expl íc ita: alternativas en la pareja
Obj etivo 3: Reforza r los límites entre los subsiste-
Creo que es importante que tus padres hablen en- mas conyuga l y fili al
tre ellos de sus problemas, así que te agradecería
que te cambies de sitio ... si no te pa rece m al, pon- 3.3. Comunicar los resu ltados del proceso evaluativo.
te jun to a mí para que ellos estén más cómodos. Informe de evaluación
Además, así tendré a otra persona escuchando qué
dicen, y quizás m e puedas ayudar cuando ellos ter- En este punto del proceso, la devo lució n rea li zada
minen de hablar. incl uye un reencuadre - es decir, una transformación
explícita de los probl emas que serán objetivo de la in-
An te estas modificac iones, la existencia de una te rvención:
pauta tri angul ar se demu estra mediante el aumento
de la ca rga emocional de la di scusión en la pareja. Si Hemos hablado sobre vuestra vida en casa y sobre
Paul a juega un rol activo en los conflictos conyuga les, las circunstancias que os han llevado hasta aquí,
los padres vo lverán a intenta r incluirl a en la di scusión y creo que ya empiezo a entender vuestra preo-
- no de manera premed itada, sino porque representa cupación. Cada uno de vosotros tiene una visión

Hipótesis comunicacionales para el subsistema conyugal (izq.) y familiar (der.)

evita a

Jua n

37

exige a
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

diferente de qué ocurre, pero creo que tenéis algo En un segundo bloque, el terapeuta co ntinúa con la
en común : a los dos os preocupa cómo está la si- devolución, dando pautas para prevenir la triangula-
tua ción. Y hacéis cosas para solucionarlo: Lucía in- ció n de Paula en los conflictos maritales y solicitando
tenta m ejorar la comunicación, arreglar las cosas, la rea li zac ión de tareas compartidas.
buscando acercarse a Juan cuando siente que la
situación empeora; mientras, Juan siente que la si- Este proceso necesitará tiempo. Yo os voy a reco-
tuación puede empeorar y parece tem er que se lle- mendar algunas tareas que creo que os pueden ve-
gue a un punto de no retorno, así que intenta ceder nir bien para progresa r. Es posible que al principio
para que las aguas no se desborden. Y es como la os cueste cambiar las cosas, que os sintáis raros o
pesca dilla que se muerde la cola, como suele de- que no entendáis muy bien cómo fun ciona el pro-
cirse. ceso ... pero debéis tener paciencia porque es un
Cada uno hace lo posible para que la pareja sobre- periodo de aprendizaje. No debéis pensa r mucho
viva, pero estáis trabajando por separado . Y de es te en cómo funcionan las cosas, ya podremos discutir-
problem a sólo podréis salir trabajando juntos. No las en nuestra próxima sesión. Mientras mantengáis
se trata de que ella (Lucía) sea dem asiado insisten- la vista en m ejorar y no en decidir quién tiene ra-
te, como dice Juan, ni de que él sea demasiado dis- zón, tendréis buenas opciones de lograrlo.
tante, como dice Lucía, sino que debéis encontrar [A Paula] Muchas gracias por ven ir hoy, para mí es
un nue vo punto de equilibrio. No importa cómo más sencillo comprender cómo funciona la fami-
hayáis funcion ado antes, las soluciones antiguas lia teniendo en consulta a todas las personas que
han dejado de servir porque ya no sois las mism as viven en la casa. He visto que te preocupas por
personas. tus padres y agradezco que hayas participado, ha
En mi experiencia, seguir mirando al pasa do no sido muy útil. Si puedes, m e gustaría que volvieras
suele ayudar demasiado a ca mbiar las cosas . En- el próximo día, pero mientras, pre feriría que deja-
tiendo que para vosotros sea importante pensar ras espacio a tus padres para que puedan explorar
cómo habéis llega do hasta el punto en el que es- soluciones nuevas. No quiero decir que no puedas
táis, pero entender las cosas no siempre las ca m- hablar con ellos, claro, pero no quiero que hables
bia. Y por el contrario, busca r la explicación os con ellos de si discuten o de qué problem as tienen
está desgastando, os quita energía para busca r entre sí. Eso es algo que tienen que hablar ellos, o
soluciones. Por eso, creo que lo m ás urgente es conmigo. Tienes que confiar en que ellos pueden
pensa r dónde querríais veros dentro de uno, dos hacer esas cosas por tu cuenta, y si te sientes tenta-
o cin co años, y que pensem os en cómo podemos da de preguntar, repítete a ti misma «para eso está
llegar hasta allí. el psicólogo».

Esta primera parte de la devolución incide sobre Antes de despedir a la familia, el terapeuta solicita
varios aspectos. En primer lugar, reali za una paráfra- que completen una tarea en casa hasta la siguiente se-
sis de la defini ción inicia l del probl ema - lo que cada sión. Siguiendo el razonami ento de Haley et al. (2003),
uno de ell os cons ideraba el probl ema-, añadiendo el contenido de las tareas no resulta relevante como
un refl ejo emoc ional - tristeza y frustra ción son sen- fin, sino co mo medio hacia el objetivo, que no es otro
saciones co mpartidas por ambos, así que ayudan a que romper el ciclo comunicac ional. En este segundo
establ ecer puentes entre sus experi encias. En segundo fragmento de la devolución ha destacado que 1) los
lugar, mueve el relato del pasado - de dónde provie- có nyuges deben comprometerse co n las actividades
nen, quién hizo qué- al futuro -si desean un cambio, aunque se sientan extraños ante las peti ciones y 2) que
deben buscar una solución nueva. En tercer lugar, la menor debe mantenerse al margen de los confli ctos
hace referencia en varias ocasiones a la idea de que de sus padres, aunque se sienta atraída a parti cipar. En
el probl ema y la solución dependen de ambos, por ambos casos, el terapeuta ofrece elementos narrativos
lo que decidir qui én ti ene una visión más razonable - referen cias a un proceso de aprendi zaje, normalidad
resta recursos para avanzar hacia una mejora -es decir, de la desori entación, etc.- que busca n mover el foco
incluso si uno logra ganar la disputa, se estarán alejan- hacia la acc ión, con independencia del nivel de com-
do del objetivo de mejorar la convivencia. Esta vi sión prensión del proceso.
mueve el foco de la paciente identificada hacia la pa-
reja como receptora del tratamiento, y es prototípi ca Por eso, os pido que hagáis lo siguiente. Vamos a
de las propu estas denominadas estratégicas (Haley y volver a vernos en tres semanas. juan y Lucía, en
Ri cheport, 2003) o centradas en soluciones (O ' Hanlon la próxima sesión querría aprender m ás de vuestra
y Wi ener-Davis, 1989). historia, y creo que las fotos son un buen vehículo
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

para hacerlo. Por eso, os pido que cada día dedi- ción de los obj etivos de tra tami ento, se leccionando un
quéis unos minutos a elegir una foto que sea im- abordaje y encu adre de entre los mu chos que podrían
portante para vosotros. Como lleváis muchos años ser enunciados.
juntos, tendréis mucho donde elegir. Ca da día hay
que elegir una, no os pido que elijáis muchas un día 4.2. Establecer cómo y con qué estrategias se va a
y otros días ninguna ... Sentaos a busca r las fotos, intervenir
elegid una, y acordad una hora para el día siguien-
te. No os levantéis hasta que os hayáis puesto de Dentro de l pl an de intervenc ión - cuya descripció n
acuerdo. es genéri ca, por exceder los intereses de este texto-, el
Paula, a ti te voy a pedir que te lleves un cuaderno terapeuta no marca co mo objetivo incul ca r un elenco
encima. Q uiero que apuntes si alguna vez te des- de co nductas o ritu ales co ncretos, sino que respeta la
cubres pensa ndo en cómo esta rán tus padres. Si autonomía de la fa mili a para bu sca r un nuevo punto
esto ocurre, quiero que busques una canción que de equili bri o en su co nvivencia. Cualquier tarea que
te guste y la escuches. Sólo si te pasa, no hace fal- los obli gue a transitar otras vías ofrecerá materia l va-
ta que lo fuerces. Para el próximo día, m e gustaría 1ioso para generar ca mbio, por lo que las tareas deben
que trajeras tu lista de reproducción para los «días se r entendidas como medios para romper la trabazón
preocupados ». fa mili ar, y no como fin es en sí mi smas. Por esta mi sma
razón, resulta más conveniente elegir tareas que co-
Con estas in stru cc iones, se concluye la sesi ón. necten co n los intereses de la fa mili a que establ ecer
un abanico de técni cas estánda r (pu ede co nsultarse
FASE 4: PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA Y un co mpendi o de tareas para te rapi a fa mili ar en Beye-
FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE INTERVENCIÓN bach y Herrero, 201 O).

4.1. Definir sobre qué problemas intervenir FASE 5: APLICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA


INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
Los probl emas de comuni cac ión en parejas y fami-
li as se ca racteri za n por ser cícl icos. El patrón de mutu a 5.1. Seleccionar los instrumentos de evaluación
retroa limentación, junto co n la coex istencia de dis- necesarios para valorar la eficacia de la intervención
tintas creencias y atribu ciones de la responsabilidad
entre los mi embros impli cados, hace que la modi fica- La valorac ión de los ca mbi os registrados en to rno
ción del funcionami ento resulte compl eja. a las hi pótesis de trabaj o se rea li za de manera simi-
Las hipótes is de trabajo siguen siendo las mi smas lar en las ses iones segunda a cuarta, combin ando la
para las tres ses iones siguientes, en las que el terapeuta inform ación obtenida de la entrevista fa mili ar con la
exp lora el reparto de roles en el sistema co nyuga l y la observac ión de las reacciones ante los experimentos
parti cipación de la menor en estos confli ctos. Dado propuestos por el terapeuta.
que las dos hipótes is pl anteadas en la primera ses ión
(H ,: La pareja se encuentra trabada en un ciclo de co- 5.2. Aplicar las estrategias, técnicas o programa de
municación complem entario rígido; H/ La pareja y la intervención
hija presentan una configuración de tipo triangular) in-
ciden sobre la comuni cac ión, el obj etivo de interven- La reali zac ión de tareas asociadas a productos
ción radica en que los mi embros de la fa mili a generen -co mo son la creación de álbumes de fotos o li stas
pautas de interacción altern ativas que les permitan de ca nciones- permi ten cuantifica r el seguimi ento de
desa rro llar su vida co njunta con un menor coste emo- las prescripciones. La hija refi ere haber pensado va-
cional. ri as veces en la problemáti ca de los padres, pero que
Cabe destacar, nuevamente, la ex istencia de hi - reunir la li sta de mú sica le ayudó «a distraerse ». Entre
pótesis funcionales desechadas por el terapeuta. Por la segunda y tercera ses ión ya no hi zo uso de esta es-
ejemplo, ex isten indi cios de una fa lta de habilidades trategia, «sencillam ente lo dejé correr y m e entretu ve
sociales por parte de Ju an (H) , de una exces iva de- pensando en otras cosas. Al final m e he acostumbrado
pendencia de Lucía hacia las personas de su ento rn o y ya no m e preocupa». Aprovechando la proximidad
(H yl o de una in sufic iente madurez emoc ional por par- de un examen, el terapeuta invita a Paul a a permane-
te de Paul a (H,) . Sin embargo, el terapeuta ha optado cer en la sa la de espera «mientras los viejos se ocupan
por usa r conceptos que impliquen a va ri os mi embros de las cosas de viejos ».
de manera simultánea (H 1, H). Es importante resa lta r La pareja cumple con la tarea propuesta la mayor
que el terapeuta ti ene un papel acti vo en la co nfigura- parte de los días hasta la segunda ses ión, lo que es
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

valorado posItIvamente por el terapeuta («la mayor conducta durante los experim entos rea li za dos
parte de las parejas encuentran difícil hacer la tarea en sesión - menor ansiedad en las interacc ion es,
después de dos o tres días, ustedes demuestran mu- eliminación de la hostilidad, etc.
cho comprom iso»). Durante la segunda ses ión, el tera- 2) Mayor flexibilid ad en el planteamiento de
peuta aprovecha un comentari o de Lucía al presentar problemas, abandonando el posi cionam iento
el álbum de fotos («aquí fa ltaría una foto del ba rquito rígido. Frente a la presentació n de dos discur-
que tanto tiempo te quita, Juan ») para prepa rar una sos enfrentados en la primera sesión, ambos
nueva prescripción, pidiendo a Ju an que se leccione miembros de la parej a reconocen la ex istencia
algú n co ntenido releva nte de su v ida labora l para de distintas perspectivas sobre las cuestiones
co mparti rl a con Lu cía y hacer algu na foto que com- confl ictivas. Este avance mimetiza la exp lora-
plete el álbum . Busca así el terapeuta tender puentes ción circul ar de las interacciones -cómo cada
entre ámbitos que se describen como excluyentes. La co nducta de la interacc ión puede se r entendida
pareja negocia algunas ideas mientras el terapeuta re- como causa y como efecto, en función de la
encuadra las aportaciones para subrayar los aspectos puntuación rea li zada por el observador. Tam-
positivos. En la tercera sesió n, la pareja aporta algunas bién aparecen so luciones de compromi so - in-
fotos nuevas no so licitadas, pero que so n valoradas terrupción deliberada del co nfli cto cuando el
por el terapeuta como «reflejo de que la p arej a tiene acuerdo no es posible. Por ejempl o, los tres han
más ideas de las que un extraño (é l mismo) puede te- acordado que la hija compl etará este curso en
ner sobre cuá les son los pasos que necesitáis dar». De su centro actual y valorarán la expe ri encia al
cara a la cuarta sesió n, el terapeuta invita a la parej a terminar, decidi endo entonces si continuar la
a seguir explorando esa creativi dad, intentando sor- experiencia o vo lver a casa .
prender al cónyuge con al menos una nueva idea para Dentro de la flexibi Iizac ión del discurso, desta-
tomar una foto. Ante los avances, el terapeuta refiere ca la mayor presencia de ti empos verba les fu-
que el momento del alta se acerca, y que se estudi ará turos en el discurso de la pareja. Por ejemplo,
en las siguientes ses iones. Ju an plantea la posibi lidad de pedir un tras lado
Como se comentó anteri ormente, el producto final a un puesto que no implique ausencias largas, y
(las fotos) no es tan rel evante como el proceso que im - Lucía refiere haber mirado las opciones de ac-
pli ca: co laboración para la pareja y elaboración de los ceder a estudios universitarios para mayores de
límites entre los subsistemas fa mili ares. Dado que la 25 años. Aunqu e las acciones no se han desa-
defini ción del problema está referida a có mo suceden rrol lado aú n, el terapeuta va lora que frente a la
las interacciones y no a los contenidos de las mism as, descripción de la primera ses ión -saturada de
la comprobación de la v igencia de las hipótesis y de prob lemas y centrada en depurar responsabili-
la obtención de resultados quedan so lapadas por de- dades-, la pareja inco rpora ahora referencias a
finición. El alta se decide cuando el terapeuta co nsta- los objetivos marcados para el futuro (Wh ite y
ta que la fa mili a interactúa de manera adaptativa - no Epston, 1980) .
necesariamente porque haya desarroll ado habi lidades 3) Fortalecimiento de los límites entre subsistemas.
nuevas, sino porque ha tomado una fórmula de fun- La reducc ión de las estrategias co mpensatorias
cionamiento alternativa, más fl exib le. ante los co nfli ctos, expresada verba lmente por
El siguiente punto res ume los indicado res de mejo- la pareja y por la hij a («ya no me siento en me-
ra usados por el terapeuta. dio de las discusiones », «coj o el teléfono m ás
tranquila cuando me llama mi madre, me noto
5.3. Valorar los resultados y comprobar las hipótesis de menos nerviosa que antes»). Durante la última
intervención ses ión, el terapeuta comprueba la fa lta de reac-
ciones emociona les negativas de la hija ante las
El profesional va lora el ava nce de la fam ili a al discusiones de la pareja .
respecto de los tres objetivos estipulados al ini cio
de l proceso. De manera esquemática, considera ha- En co njunto, el terapeuta valora la presencia de
ber reali zado progresos re leva ntes en las sigui entes in dicadores de camb io. Los problemas que trajeron a
área s: la fami lia a cons ul ta han rebajado su intensidad, per-
miti endo que la fami li a retome la toma de decisiones
1) Mejora del clima emoc ional de la pareja ante negoc iadas si n necesidad de un apoyo terapéuti co.
las negociaciones, valorada tanto a través el la Por ell o, prepa ra el alta de la familia tras la cuarta
entrevista -se refiere una mejora de la convi - sesión.
vencia- como med iante la observación d la

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

5.4. Comunicar los resultados del proceso valorativo. 5.5. Seguimiento/s: valoración del mantenimiento de los
Informe de intervención y preparar para el alta o cierre objetivos alcanzados y preparar para el alta
provisional del caso, si se ha/n previsto seguimiento/s
Pasadas cuatro sema nas, el terapeuta telefonea a
A mitad de la cuarta sesión, el terapeuta comuni ca la familia para interesa rse por la situación. Informa de
su intención de concluir la intervención, siempre que que es un procedimiento está ndar, que realiza para
la fami lia esté de acuerdo. Comenta haber detectado comp robar cómo está n funcionando las nuevas so lu-
signos de mejora evidente en el modo en que la fa- ciones.
mili a interactúa, y que tiene razones para pensar que Responde Lucía y, tras un breve interca mbio social,
están bien orientados para continuar mejorando con informa que la pareja ha tomado algunas decisiones
sus propios recursos. de manera conjunta. Ella ha decidido posponer la op-
Comenta la evolu ción detectada en las tres áreas u ción de volver a estudi ar, pero ha recuperado viejas
objetivos, valorando especialmente el co mpromi so de ami stades en su barrio. Ju an ha solicitado un traslado a
todos los mi embros para, asumiendo algunos esfuer- otro puesto para intentar pasar menos tiempo fuera de
zos personales, lograr una mejora de la fami li a como casa y, au nque no ex iste fecha estimada para la resolu-
un todo. No se ofrece una versión técnica de las me- ción, Lucía lo valora como un movimi ento positivo. Y
joras, ya que las etiquetas manejadas al generar las hi - con respecto a la hij a, entre los tres han decidido que
pótesis pueden facilitar que los problemas fu ncion ales seguirá estudiando fuera, y que valorarán los siguien-
sea n percibidos como tangibles por los participantes, tes pasos co nforme termine el curso. Adicionalmente,
llegando a co nsiderarse «el tipo de fa mili a triangula- describe que el clima emociona l sigue siendo bueno,
dora » o «rígidamente compl ementaria» (Sega l, 1986) . y que tienen algun os proyectos en mente -en forma de
En lugar de eso, el discurso del terapeuta da prioridad viajes, por ejemplo.
a las cuestion es emocional es -sufrimiento comparti- En resumen, la fa mili a da signos de haber interrum-
do, motivación para lograr el cambio. pido el ciclo que la llevó a consulta, generando so lu-
Dado que el proceso de intervenc ión ha sido rela- ciones aju stadas a sus valores y preferencias.
tivamente corto (4 sesiones), el terapeuta valora espe- Con esta información, el terapeuta se despide y da
cia lmente las posibles reacciones negativas por parte por cerrado el caso.
de la fami li a. Por ejempl o, Lu cía sigue enfrentá ndose a
la pérdida de dos apoyos importantes por la muerte de
su madre y el ca mbio de domicilio de su hija, y la pre- 2.7. CASO 7. El proceso de Evaluación
sencia de Juan en el domicilio sigue dependiendo de Psicológica aplicado en el ámbito
sus circunstancias labora les. El terapeuta destaca que forense
estas cuestion es, así como muchas otras, rep resentan Eugenio Carlos Fernández-Ballesteros
retos actuales y futuros a los que la fa mili a tendrá que González
hacer frente. Ofrecer un espacio para que los posibles
temores sean presentados antes de co ncluir la sesión Z.7.1. Introducción
no só lo permite rea li za r orientación sobre estos retos,
sino que envía un mensaje implícito: el alta no depen- La Psicología Forense cada vez tiene un mayor re-
de de la ause ncia de problemas, sino de la confianza co nocimiento entre los profesionales del ámbito del
en que la fa mili a ti ene los recu rsos para hacerles fren- Derecho. Podríamos entenderl a como la apli cac ión
te. de los conocimientos de la psicología para ayudar a
Por último, el terapeuta destaca algun as de las es- la toma de decisiones judi ciales. A diferencia de otros
trategias que han ayudado a solventar el problema. contextos donde interviene la psicología co mo ciencia,
Sentarse a negociar ha sido más importante que en- en estos casos siempre va a termin ar en la rea li zac ión
tender por qué debían sentarse a negociar. Hacer las de un informe, el cual se aportará a la ca usa donde se
fotos que quisieron ha resultado más significativo que solicite la intervención del profesional de la psicología.
cumplir co n el encargo del terapeuta. Trabajar por la Otro hecho diferencia l es que la actuación del pro-
solución, y no sólo desentrañar por qué sucede el pro- fesional siempre va a estar li gada a una serie de pre-
blema, ha sido la clave para que la familia genere sus guntas, a las que habrá de dar respuesta y que, por
propias soluciones. tanto, serán las que determinarán el proceso eva luati-
Resueltas las inquietudes de la familia, se comenta vo que se va a seguir. Di chas preguntas son emitidas
la opción de volver a consulta si más adelante fuera por la instancia judicial que nos solicita la eva luación
necesa rio solicitando una nueva cita, y se da por co n- pericial, normalmente a petición de una de las partes
cluido el proceso de intervención. impli cadas en el proceso judicial.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Por tanto, ineludibl emente, los profes ionales que En el ej ercicio de su profesión en otros organismos
rea li cen evaluac iones psico lógicas forenses, deberán e instanc ias, los/las profesionales de la psicol ogía se
tener una seri e de co noc imi entos específi cos en re- pu eden encontrar inmersos en ca usas judiciales, co mo
lació n al funcionamiento del sistema judicial en el pu eden ser los casos de aquell os/as que trabajen en
que estén interv iniendo. Existen una se ri e de procedi- Servi cios Sociales, Equipos de Ori entación Edu cati-
mientos y reglas que se deben seguir, aunque el desa- va (EOE), Departamentos de Prevención de Ri esgos
rrollo de los mi smos excede los obj etivos del presen- Laborales, Si stema de Salud (Equipos de Salud M en-
te ca pítul o. Como sin opsis del proceso, exponemos ta l), Equipos de Valoración de discapacidades (EVO)
en el Cuadro 14.9 la etapas en la rea li zac ión de una o consultas privadas. En cualquier momento pueden
peri cial psico lógica (adaptado de Rodríguez y Ávil a, ser requeridos como testi gos o testi go-experto, por sus
1999). conoc imientos específi cos en un área, o por haber
Por último, la evaluación peri cial no persigue atendido a personas que están inmersas en ca usas ju-
co mo obj etivo establ ecer una intervención psicol ógi- di ciales. En estos casos debemos ser muy precavidos,
ca para dar solución a posibles probl emas o trastornos ya que nuestra actuación no es estri ctamente forense,
detectados. Es decir, nos quedaríamos sólo en el pro- aunque en muchas ocasiones se dirigirán a nosotros
ceso evaluativo y en la comuni cac ión de dichos resul- como peri tos.
tados, los cuales siempre se harán por escrito y, muy En relación a los instrumentos de evalu ación en el
probabl emente, deban ser defendidos en la vista oral, ámbito forense, cada vez son más los que se desarro-
respondiendo a las pregun tas que las partes tenga n a ll an pensa ndo en su apli cac ión en el mi smo. Hasta
bi en hacernos y también las que nos haga el propi o hace poco ti empo, los instrumentos prin cipalmente
Tribun al. utili zados derivaban del ámbito clíni co, los cuales se

Etapas en la realización de una pericial psicológica (adaptado de Rodríguez y Ávila, 1999)


1. INICIACIÓN DEL CASO. 2. 1.3. La elección de métodos y técn icas de eva luación
1.1. Peti ción: ha de ajustarse al ni vel de conocimientos e
1.1.1. Juez investigaciones disponibles en ese momento
1.1.2. De parte: Abogado/a, 0 cliente. sobre el prob lema de estudio, disponiendo
1.2. Informaciones que se deben recabar: asimismo de las justi ficaciones científicas
1.2. 1. «Hechos del caso» para los que se solicita la necesari as sobre la va lidez y fiab ilidad de los
intervención peri cial: instrumentos de eva luación empleados.
1.2.1.1 . Decidir si es competencia de la 2. 1 .4. El/La perito debe util izar un modelo conceptu al
Psico logía la demanda, 0 bi en específi co para la eva luación psico lógica forense,
competencia exclusiva. siempre que se disponga de él.
1.2.2. Fecha probabl e de vista de audiencia: Conocer 3. SELECCIÓN DE ESTRATEGIAS.
si se dispone de tiempo necesa ri o para llevar a 3.1 .1. Se rea liza ta nto durante la recogida de datos
cabo el trabajo adecuadamente. co mo en la eva luación de las necesidades:
1.2 .3. Planteamiento de las preguntas hipotéticas a 3 .1 .1.1. Ajustándose a las ca racterísticas únicas
las que se deberá dar respuesta. Es sobre estas de cada caso y objetivo del estudio.
cuestiones sobre las que girará la actividad 3 .1.1.2 . Utili zación de protocolos para
pericial y el dictamen de el/la perito. cuesti ones concretas: veracidad del
1.2 .4. Característi cas y disponibil idad del sujeto testimonio, vio lencia, etc.
demandante:
4. EVA LUACIÓN D E NECESIDADES.
1.2.4.1. Acces ibilidad del o los sujetos
in form ados. 4. 1.1. ¿Los datos obtenidos en las exploraciones se
1.2.4.2 . Característi cas del contex to donde llevar adecuan o no a las necesidades que plantean las
a cabo la exploración: Inicio del diseño preguntas hipotéti cas?:
de la actuación pericial (estrategias, 4. 1.1.1. SÍ: Se continúa el proceso: entrevistas
técn icas, etc.) o renuncia a la ejecución de co nfirmac ión, pruebas, conclus iones,
de la in tervención forense. etc.
1.2 .S. Solicitud de otros informes, si los hubiera, así 4. 1.1.2. NO:
como de otros documentes relevantes para la 4. 1.1.2.1. Se plantean nuevos obj etivos
exploración. de expl oración.
1.2 .6. Convenio de honorarios . 4.1. 1.2.2. Se j usti fica la inabordabilidad
2. PREPARACIÓN D EL EXPED IENTE / RECOGIDA DE DATOS. de éstas.

2.1.1 . Utilización ele tocios los recursos metodológicos 5. REA LI ZACIÓN Y EM ISIÓN DE INFORME PERCIAL.
disponibles a fin ele dar resp uesta adecuada a las 6. DEFENSA DEL INFORME PERICIAL
preguntas hipotéti cas pl anteadas.
2. 1.2. La recogida de datos debe estar ori entada a ~1 bri r
las necesidades que pl antean las pregunta .

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

ap li caba n en co ntextos forenses y se extraían conclu- FASE 1: ESPECIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y DE LOS


sion es a partir de los mi smos, que podían estar sesga- OBJETIVOS
das o no ser apli cab les a valoraciones forenses. El paso
de los años y la creciente demanda por disponer de 1.1. Especificar el motivo de la demanda
instrumentos útiles desde una perspectiva forense, ha
influido en que se haya n desa rroll ado y se dispongan Como primer paso, antes de aceptar el ca rgo de
de mu estras de pobl ación forense para validar los ins- perito, debemos asegurarn os que estamos capac ita-
trumentos de eva luación que se apli ca n. dos para dar respuesta a las preguntas pl anteadas. Por
Al igual que en el ámbito clíni co-sa nitario, tam- ell o, deberemos solicitar el escrito donde se especi -
bién se están desa rroll ando e impl ementando proto- fiquen las mi smas, obteni endo así, los datos que nos
co los eva luativos, basados en ev idencias, para poder permitirán especifica r el motivo de la demanda y fijar
ser ap li cados en co ntextos forenses. Ejemplo de ell o los objetivos de la mi sma (p un tos 1.1. y 1. 3. de las fa -
sería el protocolo de Arce y Fariña (2005) para la eva- ses del proceso de eva lu ac ión). En el supuesto práctico
lu ación de la huell a psíqui ca con control de la simu- que nos ocupa, las preguntas so n las siguientes:
lación en distintos contextos, co noc ido como Si stema
de Evaluación Global (SEG), que se ha mostrado espe- 1. Determinar si existe trastorno psicopatológico o
cialmente eficaz en casos de viol encia domésti ca o en alteraciones psicológicas y/o comportamentales
la detección de la simulación/disimulación . En otras en O. José y Oª. Josefa que puedan incidir nega-
áreas tambi én ex isten protocolos mu y fundamentados, tivamente en sus funciones parentales.
como el propuesto por Ramírez (2003) para la eva lu a- 2. Va lorar la personalidad de O. José y Oª. Josefa y,
ción en procesos de fa mili a. en base a los resultados, determinar su posible
in fluencia en el cuidado de sus hijos.
3 . En base a los datos recabados, dictaminar so-
2.7.2. Desarrollo del caso. Divorcio bre qué forma de parentalidad se considera la
contencioso m ás adecuada, teniendo en cuenta la edad de
los m enores y sus necesidades de relación con
El caso práctico que vamos a exponer podemos cada uno de sus progenitores.
co nsiderarlo como uno de los más frecuentes en el
co ntexto forense. Abordaremos la eva luación de las 1.2. Establecer las condiciones históricas y actuales
competencias parentales en un proceso de divorcio potencialmente relevantes
co ntencioso, donde uno de los progenitores (e l padre),
so li cita la guarda y custodi a compartida de los hijos La primera recogid a de in fo rmación, se rea li zará
en común, mi entras que el otro (la madre), so li cita la tras la aceptación del caso en cuesti ón, sirviéndonos
guarda y custodia excl usiva de los menores, co n un de la lectura del exped iente judicia l. En di cho expe-
régimen de visitas restringido a fines de semana alter- diente podremos enco ntrar · los respectivos escritos
nos, sin pernoctas, y dos días entre semana (martes y de demanda y contestación a la demanda, donde las
ju eves) dos horas por la tarde. partes exponen sus pretensiones y los motivos por los
La eva luación es solicitada por la representación cuales estim an que deben de ser tenidas en cuenta.
del padre de los menores y el tribun al, med iante in sa- Tras la lectura nos enco ntramos co n los siguientes ar-
cul ación, determina el/ la psicólogo/a que se encarga rá gumentos:
de la mi sma. Los co legios profesionales está n obliga-
dos a remitir cada año a los Juzgados, un listado de ■ El padre so li cita la guard a y custod ia compar-
peritos, a los cuales recurrirán los tribunales en casos tida de sus dos hij os, los cuales so n mellizos y
necesarios . De esa forma, se escogen los nombres de cuentan con 3 años, indi ca ndo que, desde su
tres peritos, los cuales se introd uce n en una bolsa y se nacimi ento, se ha impli cado en su cuidado en
extrae de la mi sma un só lo nombre, siendo design ado igual med ida que la que era su muj er y qu e, aun-
perito. El procedimi ento judi cial establ ece que dicho que trabaj a a turnos (es bombero), cuenta co n
perito deberá acepta r el cargo y, en ese momento, se apoyos familiares para atender a sus hijos que le
podrá so li cita r la provisión de fondos correspo ndi ente, pueden ay udar en dichas tareas, en concreto su
debiendo ser abonada por la parte so licita nte en un madre (v iuda desde hace 1 O años) y su herm ana
plazo determinado, siempre y cuando no disfrute de mayor, qu e a su vez es madre de tres hijos, de
ju sticia gratuita. En este último caso, sería la admini s- 17, 15 y 11 años de edad, residiendo ambas en
tración la que abonaría los honorarios de la pericial, domicilio muy cercano a su residencia. El resto
que previamente han sido tasados en un máximo. de su familia reside en otras loca lidades. Enti en-
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

de que ésta es la mejor fó rmul a para preservar objetividad . Ciñéndonos a los hechos co nocidos hasta
el vínculo de apego co n sus hij os y so li cita que el momento, podríamos maneja r las siguientes hipóte-
dicho régimen de guarda y custodia compar- sis genéricas:
tida, consista en la alternanc ia semana l de los
progenitores, permaneciendo los menores en el ■ H 1: Ambos progenitores son idóneos y la guarda
dom icilio fam ili ar y siendo los padres los que, y custodia compa rtida es la opción más idónea.
alternativamente, se turnen en di cho domicili o ■ H 2 : Ambos progenitores son idóneos pero la op-
para su cuidado. Exp resa que los menores van c ión de guarda y custod ia co mpartida no es la
a iniciar el curso esco lar este año y que, desde más adecuada.
hace uno, acuden de manera regular a la guar- ■ H 3 : Uno de los progenitores no es idóneo y ha-
dería, aportando escrito de la mi sma donde se cen recomendab le una guarda y custod ia en ex-
in forma que ambos progenitores se enca rgan de clusividad.
llevar y recoger a los niños de manera indistinta. ■ H4: Ninguno de los dos progenitores es idóneo
En su escrito expresa que su mujer padece de- para ej ercer la guarda y custodia de los menores
presión desde que nacieron sus hijos. y se debe optar por otra med ida.
■ La madre soli cita la guarda y custod ia en excl u-
sividad, alegando que ella ha sido la prin cipal Para establecer la metodo logía de eva luac ión ten-
cu idadora de sus hijos, habi éndose pedido una dremos que tener en cuenta, en primer lugar, si ex iste
excedencia de su trabajo para atenderl os. Cuen- alguna Guía de buenas prácticas que podamos te ner
ta co n sus padres para que la ayuden en el cu i- co mo referencia y/o algú n protoco lo de eva luación
dado de los niños. Expone que su marido trabaja que podamos utili za r. Por tanto, deberemos rea li zar
a turnos y que eso le va a imped ir el cuidado de una búsqueda bib li ográfica en ese sentido. Fruto de
sus hij os. De igua l forma, indi ca que su mari- esa búsqueda, nos enco ntramos con los sigui entes do-
do pasa mucho tiempo rea li za ndo deporte, es- cumentos re leva ntes que, aunque no son los úni cos,
pec ialmente en el gimn asio, a lo cual dedica al entendemos que son los que mejor pueden responder
menos entre 4 o 5 horas d iari as cuando no está a nuestras necesidades:
trabajando, catalogando d icha conducta como
«enfermi za» y de «ad icc ión». ■ Guía de Buenas Prácticas para la Elaboración de
Informes Psicológicos Periciales sobre Custod ia
Con estos datos, y una vez clarificada la petición y Régimen de Visitas de M enores del Colegio
que se nos hace a través de las preguntas, entende- Oficial de Psicó logos de M ad rid (2009).
mos que, desde la psico logía, podemos dar respuesta ■ Guía de eva luación de las competencias y la
a las mi smas, aunque probablemente sea necesa ri a la resi li encia parenta l, de Barudy y Dantagnan
intervención de otro/a profesional del Trabajo Social, (20 1O).
para complementar la información correspo ndiente ■ Cua ndo los padres se separan. Alternativa de
a recursos y fuentes de ingresos. Si trabajáramos en custod ia para los hijos (G uía Práctica), de Ra-
equipo, la decis ión fina l habría que co nsensuarl a. Si m írez (2003).
trabajamos de forma individual, nos limi taremos ex-
clusivamente a las cuestiones a las que podemos dar D ichos documentos nos van a servir de apoyo y
respuesta desde nuestra discipl ina. ev idencia para fundamentar nuestra metodología, la
cual debe prioriza r aquell a que cuente co n mayores
FASE 2: FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE EVALUACIÓN apoyos empíricos y que pueda ser rep li cab le por otros
VERIFICABLES profes ionales.
En los últimos años se han hecho muy famosos,
2.1. Form ular las hipótesis de evaluación sobre los en el co ntexto forense, los conocidos como criter ios
probl emas y obj etivos de la demanda Daubert (And ino, 2017), establecidos por la Corte Su-
prema de los Estados Unidos para la va loración del
El establecer las hipótesis de eva luación, en nuestro testimo nio y prueba aporta da por expertos. Estos crite-
caso, va a depender de las preguntas que se nos plan- ri os hacen referencia a:
teen y, aunque podríamos enunciar hipótesis previas,
se recom ienda que se haga con mucha precaución, ■ La relevancia, que responde a la pregu nta ¿la
ya que podría sesgar nuestro proceso eva luativo y, te- prueba aportada por los expertos se aju sta al
niendo en cuenta el co ntexto en el que nos desenvol- caso a enjuiciar?, esto es, ¿es de interés para el
vemos, debemos observar la máxima imparcialidad y caso? Dado que en nuestro caso la prueba es

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

so li c itada por el ju zgado, es evidente q ue se la personalidad y el estado mental de los progenitores


cumpl e este criteri o. De igual form a se cumpli- eva lu ados.
ría cuando, a peti c ió n de un a de las partes, el As í, como estrategia de evaluac ión partiremos de las
ju zgado la admite. recomendac iones de Ramírez (2 003) que, para un caso
■ La fi abilidad. Pa ra que una prueba peri c ial sea como el que nos ocupa, establ ece la sigui ente metodo-
fi abl e, las co nclu sio nes deben haberse derivado logía para cuando los hij os ti enen entre O y 7 años:
de un método c ientífico . Para el estab lecimi ento
de si la prueba está basada en un método c ientí- a) Padres
fi co, La Corte Suprema postul ó lo que deno min ó ■ Entrevi sta estru cturada sobre:
«observac io nes generales», que se co ncretan en: Hábitos de cri anza/edu cac ió n relativos a
La teo ría o técni ca subyace nte que se utilice alimentac ió n.
debe ser fa lsea bl e, refutabl e y sometibl e a Hábi tos de cri anza/edu cac ió n relativos
pru eba. Ese es el motivo po r el cual se de- al sueño .
ben utili za r pruebas psico lógicas que hayan ■ Cuesti o nario de Análi sis Clínico (CAQ), que
demostrado su util idad en el ámbito forense en nuestro caso lo sustituiremos po r los cues-
y que las entrevi stas utili zadas pu edan ser tio nari os SCL-90-R o LSB-5 0.
repli cadas. ■ Esca la de eva lu ac ión de estrategias de afron-
La técni ca o teoría ha de estar pu b li cada y ta mi ento de probl emas.
suj eta a sistema de evaluac ió n po r pares. ■ Li stado de tareas de cuidado infa ntil.
La téc ni ca ha de esta bl ecer la tasa de erro r ■ Entrevi sta estru cturada sobre:
de la mi sma, tanto de Ti po I como de Tipo 11. Co mpetenc ia/ apoyo soc ial de los proge-
La teoría o téc ni ca ha de goza r del respaldo ni to res.
de la co munidad c ientífica. Estabilidad labo ral.
Hi storia fa mili ar.
Por otro lado, al enco ntrarn os en un co ntexto fo- Ca mbi os efectuados/p revi stos a nivel in-
rense, debemos tener mu y en cuenta las motivac io nes trafamili ar y ambienta l.
e intereses de las partes po r ofrecer, en este caso, la Contro l percibi do sobre los ca mbios
mejo r im agen de sí mi smos, por lo que nuestra me- post-separación.
todo logía deberá poder contro lar los pos ibl es sesgos Relac iones interparentales post-ruptura.
qu e intenten ofrecer las personas evaluadas hac ia Relac io nes pa rento-fili ales post-ruptura.
la Deseabilidad Soc ial. Auto res, como Arce y Fariña Co noc imi ento parenta l de los hij os y de
(201 3), rea li za ron un estudi o con po bl ac ió n forense su aju ste al divo rc io .
para el co ntro l de esta vari abl e utili za ndo el c uesti o- Desaju ste psico lóg ico pa rental.
nari o 16PF-5, ll ega ndo a la co nclu sió n qu e los proge- b ) Padres- Hijos
nito res en este tipo de procedimi entos sesga n sus res- ■ Sesió n de observación (Niños de 3 a 7 años).
pu estas al 16 PF-5 y qu e la esca la MI (M ani pul ac ió n
de la Imagen) co nstitu ye un indi cado r fi abl e y válido Apli cá ndo lo al caso que nos ocupa, las vari ab les
de la mi sma en la eva luació n de progenito res en liti- concretas y las técn icas evaluativas que gui arán nues-
gio po r la custodi a. Esta cuestió n la tendremos mu y tro proceso evalu ativo, se muestran en la Tabl a 14.27.
en cuenta a la ho ra de anali za r los datos derivados de Con los datos de los qu e di sponemos podemos es-
las pruebas psicométri cas qu e utili cemos en apartados tabl ecer las siguientes deducc io nes:
posteri o res.
1. La in capac idad de los padres para ll ega r a un
2.2. Definir los problemas a eva luar para comprobar acuerdo ha hecho que termin en recurri endo a
las hipótesis y seleccionar las técn icas o estrategias un proceso co ntenc ioso. Sabemos q ue en estos
evaluativas procesos, si bien siempre es pos ibl e recondu c ir-
los a un mutuo ac uerdo, los ca nales de comuni-
Por tanto, to mando en considerac ió n lo anteri o r, cac ió n entre los progenito res están cortados o,
procederemos a establ ecer las va ri abl es que vamos cuanto menos, gravemente deteri o rados.
a evaluar (Punto 2.2. Definir los probl emas a evaluar 2. Mu y probabl emente, en el proceso de evalua-
para comprobar las hipótes is) y los instrumentos de c ión, surgirán numerosas qu ej as en co ntra el
evaluac ió n para ll evarl o a cabo (Punto 2.3 . Selecc io- uno del otro, las cuales debemos sa ber reco n-
nar las técni cas o estrategias evalu ativas). La idoneidad du c ir para que no interfi eran en la elabo rac ió n
vendría determin ada por las capac idades pa renta les, de las conclusi o nes.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

Variables y técnicas evaluativas


VARIABLES A EVALUAR PRUEBAS EVALUATIVAS
Entrevistas de Apego y Competencias parentales'. Cuesti onario
V, : COMPETENCIAS PARENTALES para la evaluación de adoptantes, cuidadores, tutores y mediadores
CUIDA.

V2 : RASGOS DE PERSONALIDAD Cuestionari o de Personalidad de Cattell l 6PF-5 2 •

Cuesti onari o de 90 síntomas revisado de Derogati s SCL-90-R3


V3 : SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA Inventa ri o Mul tifásico de Personalidad de Minnesota MMPl-2 4
Entrevista clíni co forense.

' Podemos utili za r tanto la propuesta de Ramírez (2 003) como la de Ba rudy y Dantagnan (20 10).
2
Nos decantamos por este instrumento al co ntar con estudios específicos en el ámbito forense. Si tu viéramos que escoger otro, deberíamos
optar por aquellas pruebas que cuenten co n esca las de va lidez, y que midan deseabilidad social.
' U na alternati va sería el Li stado de Síntomas Breve LSB-50
1
• Escogemos este cuestionari o porque, a pesar de su ex tensión, es uno de los que cuen ta con mayor número de investigaciones en su apli -

cac ió n en el ámbito forense. De igual forma, es una ele las pruebas más investi gadas a ni vel forense y cuen ta con esca las para va lorar la
deseabiliclad social.

3. Existe un interés a pri ori en el padre por seguir y, en internet, ex isten páginas que ori entan sobre cómo
ejerciendo sus responsabilidades y no desen- responder para que los resul tados sea n benefi ciosos.
tenderse del cuidado de sus hijos. Podría haber Las entrevistas serán como mínimo dos individuales
solicitado la guarda y custodia en exclusividad y cuando se programe la observación de las interaccio-
com o forma de fo rza r el acuerdo hacia la cus- nes materno/paterno fili ales, se hará de forma que los
todia compartida, p ero el no hacerlo se puede niños vendrán acompañados ese día por el progenitor
entender com o una fo rma de no alim entar más con quieri se vaya a observar la relación, evitando de
el conflicto . esta manera posibles condicionantes externos por par-
te del otro progenitor, que pudi eran influir en el estado
FASE 3: COMPROBACIÓN DE LAS HIPÓTESIS emocional de los menores. Como en cualquier contex-
DE EVALUACIÓN, FORMULACIÓN DE CASO Y to, debemos pl antear la entrevista con anterioridad y
COMUNICACIÓN DE LOS RESULTADOS decidir si estás serán estructuradas, semi estructuradas o
abiertas (no obstantes, sabemos que para adaptarnos lo
3.1. Planifica r y aplica r las técn icas evaluativas más posible a los criterios Daubert antes mencionados,
deberemos ajustarnos a una metodol ogía fácilmente re-
El primer paso co mprendería las fases del proceso pli ca bl e, por lo que se suelen recomendar entrevi stas
de eva luación 3. 1. Pl ani fica r la apli cac ión de las téc- de tipo estru cturada o semi estructurada y, a ser posible,
nicas evaluativas y 3.2. Apli ca r las pru ebas. La base que queden grabadas al menos en audio). Nuestro papel
de nuestra actu ac ión serán los resultados de las en- como psicó logos/as forenses, es distinto al que se de-
trevi stas mantenidas, co nvirtiéndose las pru ebas psi- sempeña en otros contextos. Si bien se debe generar un
co lógicas en medios de co ntrastar las info rm aciones rapport que permita una comunicación fluid a, debemos
derivadas de las mismas. A efectos de ser operativos, evitar generar un clima de excesiva confi anza. Se deben
se pl anifica rán las entrevi stas evitando que coin cidan mantener las distancias, pero tampoco se trata de con-
las personas evaluadas en un mismo día en el mis- vertirnos en inquisidores y buscadores de «la verdad».
mo sitio. Por norm a, la entrevi sta individual durará en Se recomi enda que las pru ebas psicol ógicas se
torno a 90 minutos, aunque eso dependerá de diver- cumplimenten en dos sesiones, co incidiendo con las
sas circunstancias. Las sesiones de observación de las dos entrevi stas que tendremos com o mínimo y si em-
interacc iones paterno/materno fili ales se estru cturarán pre después de las mi smas. De esta forma, podremos
adecuadamente para que no superen los 30 minutos co ntrastar la información en sesiones posteriores o, en
de duración. Las pru ebas psico lógicas se rea li za rán en caso de que alguna pru eba se invalide por las respues-
el despacho profesional y, en ningún caso, se permitirá tas a la mi sma, poder administrar otra sustitutiva .
que se las ll even para responderl as en su domicilio. El/
La profesional estará presente mientras se responden 3.2. Correg ir, interpretar e int egrar los resultados
los ítems de las pru ebas psico lógicas, dado que hoy
día, con los medios tecnol ógicos de los que dispon - En el caso que nos ocupa, los resultados de las
mos, se pu ede con sultar información sobre las mism s pruebas y entrevistas administradas son los siguientes:

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y context os

Resultados de la madre: form a, rea li zó los estudi os universitarios qu e deseaba


(Li cenci ada en Derecho).
a) Entrevistas y observación: Laboralm ente se encuentra mu y satisfecha co n su
Hij a única, cuenta actu almente co n 39 años de desarro ll o profesional, el cual ha estado vi nculado a
edad. Ambos padres viven y resid en en la misma ciu- la Admini stración Pública desde que aprobó las opo-
dad que ell a. No se refi eren antecedentes fami li ares siciones. Actualmente se encuentra en excedencia vo-
que res ulten de especial relevancia para el objeto del luntari a para el cuidado de sus hi jos.
presente estudio. En todo momento mostró una actitud de pl ena co-
Se refi eren, a lo largo de las entrevistas realizadas, laboración. Su aspecto no destaca ni por exceso ni por
y se comprueba n en los documentos consultados, los defecto y se encuentra or ientada en tiempo y espac io.
siguientes datos relevantes a los efectos del presente Su di sc urso es lóg ico y coherente, no manifestando
informe: ideación de tipo del irante. Refi ere sintomatología de
Desarrollo psicoevolutivo norm ali zado, co n expe- tipo ansiosa y estado de ánimo deprimido. Se obtuv ie-
ri encias vitales enriqu ecedoras que han posibilitado el ron datos relativos a su desa rroll o vital y estil o de vida,
desarrollo de una personalidad predominantemente el cua l no presenta hechos significativos de ca rácter
adaptada. Se co nstatan recursos para el afrontamiento negativo más all á del fa ll ecimi ento de fa mili ares por
de situaciones de estrés co nforme a la norm a; las di- edad o enfermedad, los cuales no han dejado huell a
versas circunsta nc ias negativas a las que se ha tenido psíqui ca releva nte en la info rm ada . Refiere estado de
que enfrentar han sido resueltas de fo rma satisfactoria ánimo predominantemente deprimido desde el nac i-
por la informada. Lazos de apego estab les con su fami- mi ento de sus hijos, atri buyé ndolo al estrés y a la fa lta
li a de ori gen, siendo muy importantes para la informa- de apoyo para el cuidado que ha encontrado en su
da las figuras de su abuela matern a y la de la hermana marido.
menor de su madre, la cual representa para Dª Josefa En relació n a los aspectos educativos, es partidaria
el rol de herm ana por su cerca nía en edad. de fijar límites claros a los hij os y consid era que co n la
De igual fo rm a, refiere experiencias v itales du- edad que tienen lo principa l es que tengan estab ilidad
rante la infa ncia y adolescencia mu y positivas, espe- y que se ev ite los co ntinuos ca mbi os que supondría
cialm ente las vividas co n sus primos en su domi cili o, un a guarda y custodi a compartid a. M anti ene hábitos y
dado que la fa mili a paterna vivía en el mi smo ed ificio . rutin as co n sus hij os a la hora de las comidas y de irse
Resa lta que no echaba de menos el no tener herma- a dormir, los cuales expresa n que so n compartidos por
nos/as, dada la cerca nía a sus parientes, disfrutando el padre, al menos mi entras duró la co nvive ncia.
también de las ventajas de ser hij a única (mayor in- Expl orada esta área podemos destacar de la infor-
dependencia, menos di sp utas y accesibilidad a sus mación aportada por Dª Josefa lo sigui ente:
progenitores).
La educac ión recibida por parte de sus progenito- ■ Co nsidera importa nte mantener un equili bri o
res fue la propia de la época y acorde co n las c ircuns- entre los lími tes y la libertad conced ida a los
tancias en las que vivía. Ambos tra baj aba n, pero sus hij os, especialmente en aspectos que pudieran
funciones les permitían atender las necesidades de su ser potencialmente peligrosos para sus hij os (po r
hij a, siendo la qu e ll evaba el peso de la educac ión su ejemplo, malas compañías).
madre, al tener un hora ri o de trabajo co mo funciona- ■ Si bien co nsidera que hay que esta r pe ndiente
ria de 8:00 a 15:00. De sus progenitores destaca que de las necesidades de los hij os, como madre
siempre ha podido contar co n el apoyo de su mad re, p rocuraría no excederse en este se ntido y esta r
a la que co nsidera un a buena persona, va lorando po- demasiado encima de sus hij os.
sitiva mente la educación abierta rec ibida, donde no ■ Igualmente, considera que determinadas deci-
le imponía creencias y le facilitaba tomar sus propias siones co rres ponde a los padres tomarlas y que
ini ciativas. De su padre refiere que durante la infan- aunque se hable co n los hij os, éstos no deben
cia la relación fue muy cerca na, mi entras que en la se r los qu e las tomen.
adolescencia t uvieron los típicos co nfli ctos li gados a ■ La ed ucac ión recibida ha sido abi erta (no impo-
los lími tes impuestos (sa lid as), valorando que era más sit iva) y estima que es el estil o que va a ap li ca r
estricto que su mad re. En genera l los recuerda muy co n sus hij os, pero con límites y normas adecua-
afectu osos, co nsid erando que durante algún tiempo, das a las edades de los mi smos.
fue la niñ a mimada por parte de la fami li a matern a, ya ■ Co nsidera importa nte fac ilitar que sus hij os as u-
que era la única nieta. man responsabilidades, más que imponerl as.
Su trayectoria académi ca la defin e como mu y posi- Como madre intentaría se r un referente positivo
tiva, tan to en la escuela como en el in stituto. D e igual pa ra sus hijos a través de sus co nductas.
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

■ El diálogo y la comunicac1on padres-hijos lo Refl ex ividad, Sociabilidad, Tolerancia a la Frustración,


considera de suma importancia; explicar las Capac idad para establecer vínculos afectivos de apego
decisiones adecuándolas a las capacidades y y Capacidad de resolución del duelo.
entendimiento de los hijos. Medi ante el mismo
corregiría algunas de las cosas que considera e) 16PF-5:
que faltaron en la educación que ella recibió, Las puntuaciones altas (por encima del decatipo 8)
por ejemplo mayor diálogo sobre la sexualidad. las obtiene en Sensibilidad, Estabilidad y Atrevimien-
■ Trataría de fomentar la confianza de sus hijos to, siendo muy bajas (por debajo del decatipo 3) las
hacia ella, tal y como ha vivido en su propia ex- escalas Tensión y Vigilancia. El resto de Escalas Pri-
periencia. marias se encuentran en puntuaciones medias. En las
■ Evitaría sobreproteger a sus hijos entendiendo Dimensiones Globales obtiene una puntuac ión alta en
que, a través de los errores, también se aprende. Extraversión y muy baja en Ansiedad y Dureza. Por
tanto, los datos obtenidos informan que su persona-
Actualmente los niños viven con ella en el domici- lidad se define por un gran interés en las personas, y
lio familiar, viendo al padre cas i todos los días, pero sin que disfruta de las relaciones con los demás. Se tra-
pernoctas. Expresa que su excedencia fue voluntaria, ta de una persona poco perturbable, con un manejo
pero que tras la separación ha solicitado la reincorpo- y control adecuado de sus emociones y reacciones,
ración, ya que económicamente le hace falta. Refiere que suele mostrarse receptiva al cambio y a compren-
que el padre solicita la guarda y custodia compartida der y aceptar las opiniones de los demás. Es capaz de
por influencia de su madre, pero que realmente él no amoldarse a las circunstancias que se le presenten y
está motivado y que por sus horarios, no va a poder no siente la neces idad de imponerse sobre los demás,
atender a sus hijos de forma adecuada. mostrándose flexible y no dominante. La peritada pre-
Los resultados de la sesión de observación mante- senta c ierta capac idad de espontaneidad, es animosa
nida indican una relación basada en la afectividad . Las y en ocasiones desinhibida y, por lo general, poco per-
tareas diseñadas para observar la interacc ión (juegos feccionista.
colaborativos y establec imiento de normas) refl ejan Por otra parte, los resultados obtenidos en las es-
adecuadas hab ilidades de la madre para interactu ar ca las primarias muestran que Dª Josefa es extremada-
con sus hijos y poner límites. mente sensible y sentimental, más preocupada por los
sentimientos y las sensaciones subjetivas que por la
b) CUIDA: utilidad y objetividad. Ti ende a ser confiada y adapta-
Los datos releva ntes para el caso indi ca n una per- ble, atrevida, gustándole emprender nuevos retos, es-
sonalidad que destaca por: table emocionalmente y atenta con los demás. Posee
Se obtiene un nivel med io-alto en todos los facto- una buena capac idad para el razonamiento abstracto
res medidos por esta prueba. Así, tanto en Cuidado y no suele experimentar sentimientos de tensión e in-
Responsable, como en Cuidado Afectivo y Sensibili- tranqu i I idad, presentando una tendencia a mostrarse
dad hacia los demás está en unos niveles adecuados. relajada y paciente, lo que se ve favorecido por una
Obtiene también una puntuación baja en Agresividad. adecuada capac idad para tolerar la frustra ció n.
Por tanto, se dan las condi ciones propias de un estilo Por lo tanto, a grandes rasgos, Dª Josefa presenta un
de crianza inductivo, caracterizado por responder a perfil adaptado y equilibrado emocionalmente, con un
las demandas y preguntas de sus hijos mostrando aten- autoconcepto favorable y una buena autoestima que
ción e interés. Tiende a ver las normas y su cu mpli- hacen que se sienta segura y disfrute de las relaciones
miento como algo necesario para su desarrollo, pero y situaciones sociales. Es capaz de empatizar y enten-
establece una jerarquía de importancia en cuanto a la der las posiciones de los demás y posee las habilidades
cualidad y al cumplimiento de las mismas. Por tanto, necesarias para desenvolverse correctamente en las
es muy probable que en su estilo educativo tienda a distintas situaciones sociales de las que es participe.
expli car a sus hijos las ra zones de las normas que esta-
blece, negociando con ellos y tomando decisiones en d) MMPl-2:
conjunto. Por otra parte, hab itualmente será expresiva De la s diversas esca las de control del MMPl-2 se
afectivamente y mantendrá niveles altos de comunica- deriva, en relación a la hipótes is de contraste (la simu-
ción con sus hijos. Las esca las más relevantes por su lación/d isimul ación), que los resultados obtenidos en
elevación son: Altruismo, Apertura, Asertividad, Auto- dicha prueba son fiables. Así, en las escalas del MMPl-
estima, Capacidad para resolver problemas, Empatía 2 no recurre a la no respuesta (¿), en tanto que en las
y Equilibrio Emocional. En puntuaciones medias en- Esca las de Validez las puntuaciones en la escala L ma-
contramos las escalas de Independencia, Flexibilidad, nifiesta valores dentro de lo normal. Por el contrario,

lmlllll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

las puntuaciones de las escalas F, K y el índice F-K in- vio más afectado por dicho fa llecimiento, requirió la
dican defensividad en el sentido que se denota un in- asistencia de varios profesionales de la psicología para
tento de mantener una apariencia de suficiencia, con- tratar su estado emocional. Refiere tambi én cuadro de
trol y eficacia, es decir, tiende a negar la existencia de anorexia en la hermana que le precede de l cual se re-
psicopatología. Los indicadores de validez adicionales cuperó, necesitando también el apoyo especial izado
indican la no presenci a de tendencia a la inconsisten- de profesionales.
cia entre las respuestas, siendo precisa en las mismas y Se refieren, a lo largo de las entrevistas real izadas,
no dando respuestas infrecuentes. y se comprueba en los documentos aportados, los si -
Dª Josefa no mostró puntuaciones significativas guientes datos relevantes a los efectos del presente in-
desde un punto de vista clín ico, presentando rasgos de forme:
una personalidad predominantemente adaptada. Ello Desarrollo psicoevolutivo normali zado, marcado
se concretaría en que posee buenas aptitudes para el por las vivencias de una fami li a muy extensa, pero
afrontamiento de las situaciones de estrés y los proble- que el informado valora como positivas, incluidas las
mas de la vida cotidiana (capacidad para cambiar sus mudanzas por cambio de domicilio. Manifiesta que
rutinas, ausencia de sentimientos hostiles, no experi- la enfermedad de su padre (cáncer de co lón), marcó
mentación de síntomas de ansiedad). Se suele mostrar su adolescencia y juventud, al igual que el periodo
resolutiva y con habilidades para la interacción social, de tiempo que estuvo en el paro y que motivó que la
con una buena imagen de sí misma . Se siente apoyada familia tuviera que trasladarse de domi cilio. Aunque
por su entorno social y familiar. económicamente tenían ciertas limitaciones, refiere
Por tanto presenta una buena adaptación personal, que no recuerda que les faltara de nada. El fa lleci-
socia l y laboral , sabiendo reconocer cuándo necesita miento de su padre fue el acontecimiento más nega-
ser ayudada y no teniendo problemas para recurrir a tivo que tuvo que vivir, indicando que repercutió en
ayuda profesional en el caso de ser necesaria. sus estudios, perdiendo un año académico. Ha sido
con el transcurso del tiempo, cuando ha ido tomando
e) SCL-90-R: concienc ia del grado de afectación que le produjo en
No se obtienen puntuaciones clínicas significati- su momento el fa ll ecimiento de su padre.
vas, aunque se sitúa en el percentil 95 en la esca la Cursó estudios hasta Primero de Bach ill erato.
de Ansiedad cuando dicha comparación se establece Abandona el instituto para empezar a trabajar y poder
con población no clínica, indicando por tanto, niveles ayudar a la economía familiar. Para lelamente no aban-
de ansiedad elevados que podrían ser debidos a cir- dona una de sus pasiones, el culturismo, lo que lo lle-
cunstancias ambientales, como puede ser el proceso va a prepararse las oposiciones a bombero, las cua les
de divorcio y el afrontamiento de la actua l situación aprobó cuando contaba con 25 años. Tras aprobarlas
de evaluación . Hay que tener en cuenta que la sinto- se dedica a terminar sus estudios de Bachillerato y, tras
matología med ida con este instrumento se refiere a la finalizar los, accede a formación universitaria en Dere-
última semana o 1O días. cho, la cual sigue cursando en la actualidad, ya que no
tiene prisa por graduarse.
Resultados del padre: Refi ere que en su familia ha habido un papel tradi-
cional en cuanto a los rol es ejercidos por sus padres,
a) Entrevistas: siendo su padre la fuente de ingresos económicos y su
Los datos obtenidos de la entrevista clínico-foren- madre la encargada de cuidar de la casa y los hijos.
se, basada en una tarea de co nocimiento, informa de Destaca de su padre que era una persona dia logante,
ausencia de sintomatología compatib le con diagnós- aunque trad icional y estricto con las normas y a su
ticos psicopatológicos según la CIE-1 O o el Manual madre la recuerda como más afectiva, más cuidadora
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales y menos estricta que su padre. Resalta que la relación
(DSM-V) . entre sus padres siempre fue muy buena y que, a pesar
D. José, de 35 años de edad, procede de una fa- de definir a su padre como tradiciona l, éste colabora-
milia numerosa, sjendo el menor de siete hermanos, ba en las tareas de la casa .
falleciendo el que le precedía a los pocos días de vida, Las diversas experiencias vitales a las que se ha
debido a una enfermedad congénita. Su padre falleció ido enfrentando, se estima que han contribuido al de-
en el año 1992 (cá ncer de co lon) y su madre cuenta en sarrollo de una personalidad estab le y adaptada a su
la actualidad con 76 años. entorno, poseyendo recursos personales adecuados
Refiere como antecedentes fami liares la depresión para el afrontamiento de los problemas. En relación
sufrida por su madre tras fallecer el padre del informa- a su propia educación, manifiesta que en genera l, en
do. De igual forma, uno de sus hermanos, el cual se su familia de origen son poco expresivos a nivel de los
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

afectos, au nque s1 ti enen algún probl ema se apoyan los sentimientos aj enos aunque en ocasiones no los
en la resolución de los mismos. El modelo de familia comparta, lo que le puede llevar a evitar la creación
de origen podríamos decir que es el tradicional para de lazos afectivos demas iado intensos co n aquellos
la época, donde el padre ej ercía la autoridad y era el que le rodean. Muestra cierta preocupación por los
enca rgado de aportar el sustento económico, mientras demás y suele estar di spuesto a ayudar siempre que
que la madre se enca rgaba del cuidado de los hijos y lo considere necesa rio, aunque por lo general ti ende
las tareas del hogar. Durante su infancia se sentía más a no implica rse demasiado en los probl emas ajenos.
cerca no a la fi gura matern a. En su juventud refiere que Obtiene una puntu ación media en Agresividad, que se
se empezó a sentir más cerca no a su padre. relaciona con un perfil equilibrado y fl ex ible. El infor-
En general, a su padre lo defin e como una person a mado no siente la necesidad de imponer su criterio so-
autori ta ria y muy respon sabl e, mientras que su madre bre los demás, y es capaz de manejar los co nflictos de
expresaba más los afectos, era comprensiva e intenta- forma asertiva, evitando comportamientos agresivos.
ba acerca rse más a ellos. Las puntu aciones obtenidas en las Escalas Prim a-
El sentido de la responsabilidad fue un aspecto rias nos muestran que el peritado destaca por poseer
muy destacado en su educac ión, algo que valora posi- una alta ca pac idad resolutiva, siendo capaz de tomar
tivamente, aunque en ocasiones le ha generado algu- sus propias decisiones de manera independiente, asu-
nos probl emas, al preocuparse en exceso por trata r de mir respon sabilidades, y mostrando una tendencia a
resolverlos. La psicoterapi a recibida le ha ayudado a reaccionar de forma positiva ante la posibilidad de
fl exibili zar dicho rasgo. que no se cumplan sus expectativas y deseos. Se ca-
En cuanto a los hábitos de cuidado, refi ere que racteri za por ser una persona fl exible y capaz de mo-
desde el nacimiento de sus hijos él se ha impli cado difica r sus planes inicia les. Aunqu e en ocasiones esto
en ellos, y que han compartido la atención a los hijos pu eda llegar a incomodarl e, normalmente es capaz de
en la med ida que se lo permitía su trabajo. Eso ha ido con tro lar sus emociones y tiende a actu ar de forma
aumentando co n el ti empo y es valorado muy positi - refl exiva, aunque a veces pueda tener la tentación de
vamente por D. José. dejarse lleva r por sus impulsos. Comprende y respeta
El razonamiento y el diálogo es la forma básica las distintas op iniones de forma asertiva, aunque no
que manifiesta tener a la hora de educa r a sus hijos. siempre las comparta, mostrándose como alguien ca-
Refi ere que tanto su ex mujer como él, comparten un paz de adapta rse e incorporar nuevas ideas y valores
estilo educa tivo mu y parecido en lo que se refi ere a a sus creencias, de corte más tradic ional. En el pl ano
los hábitos de los niños y la forma de marcar lími tes social y afectivo, D. José posee la ca pacidad suficiente
(reforza miento positivos y/o negativo en función de las para desenvo lverse co n soltura en situaciones sociales,
conductas a potenciar o extinguir). y por lo general disfruta del trato con sus amigos. Sin
En relación al fomento de la autonomía, se denota embargo, puede llegar a tener ciertos problemas a la
un estilo favorecedor ele la misma, siendo consciente hora de crear vínculos afectivos, mostrándose en oca-
que el mejor ejempl o es el comportamiento de uno siones algo distante emoc ionalmente.
mi smo. Todo lo anteriormente expresado sugiere un estil o
Los resultados de la sesión de observac ión mante- de cri anza inductivo, ca racteri zado por responder a
nida indica n una relación basada en la afectividad. Las las demandas y pregun tas de sus hijos mostrando aten-
tareas diseñadas para observar la interacc ión (juegos ción e interés. Ti ende a ver las normas y su cumpli-
colaborativos y establ ecimi ento de normas) refl ej an miento como algo necesa rio para su desarrol lo, pero
adecu adas habilidades del padre para interactuar con establ ece una jerarquía de importancia en cuanto a la
sus hijos y poner límites. cualidad y al cu mplimiento de las mismas. Tenderá a
expli ca rl e a sus hijos las razones de las normas que
b) CUIDA estab lece, negociando con ellos y tomando decisiones
Las puntuaciones en los factores de segundo orden en conjunto. Por otra parte, suele ser expres ivo afec-
indican que D. José obtiene un nivel med io en todos tivamente y mostrará niveles altos de comuni cac ió n
los factores: Cuidado Responsab le, Cuidado Afectivo y con sus hijos .
Sensibi lidad hacia los demás. En este sentido podemos
destaca r que se trata de una persona habitualmente re- e) 16PF5
flexiva, flexib le y resoluti va en sus relaciones de cuida- Los datos obtenidos de D. José informan que su
do. Presenta cierta tendencia a cumplir con sus ob liga- personalidad se ca racteri za por presentar un perfil
ciones y perseverar hasta co nseguir los objetivos que ajustado, es decir, muestra una tendencia a ser poco
se marca en las distintas actividades que emprende. En p rturbable, seguro de sí mismo y emocionalmente
el plano afectivo, es ca paz de aceptar y co mprend r estable. Por otra parte, D. José se ca racteri za por ser

EDIi
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y context os

una persona receptiva y sensible, ca paz de aceptar emocionalmente estable y muy bi en ajustado al entor-
los diferentes puntos de vi sta y mostrándose abi erto no en el que vive.
al ca mbi o. En este sentido, el peritado se muestra como una
Del análisis de las esca las primari as, el perfil de persona sincera en sus relaciones con los demás, ca l-
D. José destaca por una alta sensibilidad, ca racteri za- mado y ami stoso. Generalmente tiene una impresión
da por una gran ca pacidad empáti ca y mostrando una positiva de los demás, y tenderá a ofrecer su ayuda
tendencia a valorar y apreciar los valores estéti cos y cuando ésta sea demandada. Se siente querido y apo-
sentimentales en su toma de decisio nes, en contrapo- yado por su entorn o fa miliar y co n buenas aptitudes
sic ión a una actitud más utilitari sta en el po lo opuesto para afrontar los probl emas de la vida cotidi ana (no
de esta esca la. A su vez, el evaluado suele presentar presenta sentimientos hostiles, es ca paz de introducir
una buena di spos ición y apertura al ca mbi o. Es capaz cambi os en su rutina si fueran necesari os, no experi-
de adapta rse y modifica r su s pl anes si intuye que lo menta síntomas de ansiedad). Por ta nto presenta una
existente no le sati sface o resul ta poco adecuado, y buena adaptación personal, social y laboral.
se muestra receptivo a la experimentac ión y a valorar
pos itivamente los puntos de v ista diferentes. e) SCL-90-R
Todo ello nos in fo rma de un perfil de personali- No se obtienen puntu aciones clíni ca mente signifi-
dad ca racteri zado por la estabil idad y adaptabilidad cativas referida a los últimos 1O días.
del peritado. En términ os generales, se podría destaca r
que D. José presenta un autoconcepto favorabl e y una 3.3. Comprobar las hipótesis de evaluación
buena autoestima, muestra una adecuada ca pacidad
empáti ca y posee una seri e de habilidades sociales Ll egamos al momento más crítico de un peri taje
que le permiten tener una buena adaptación en las ps ico lógico, aquel en el que nos senta mos a anali za r
distintas áreas de su vida (social, emoc io nal y ocupa- todos los datos obtenidos en la fase de eva luac ión y
cional). comprobar las hipótesis que nos hemos pl anteado.
En esta fase valoraremos aquellos elementos presen-
d) MMPl-2 tes que apoyen las hi pótesis que hemos planteado
De las diversas esca las de contro l del MMPl-2 se inicialmente y establ eceremos las bases de nuestras
deriva, en relació n la simulación/d isimulación, que co ncl usiones, las cuales tras ladaremos co n posteri ori -
los resultados obtenidos en di cha prueba son fi ables. dad al info rme peri cial. En el ámbi to fo rense debemos
Así, en las esca las del MMPl-2 no recurre a la no res- tener un alto nive l de ex igencia antes de establ ecer
puesta (¿), en ta nto que en las Esca las de Validez las co nclusiones, de esta fo rm a, ga rantiza remos nuestra
puntu aciones en las esca las K y F manifiestan valores obj etivid ad e imparcialidad. Lo que se recomienda es
dentro de lo normal. Por el co ntrari o, la puntuación que sólo se tenga en cuenta la in fo rm ac ión que esté
del índi ce F-K indica defensividad en el se ntido que co rroborada por tres fuentes di stintas e independien-
se denota un intento de mantener una apari encia de tes de inform ació n. Esas fuentes serían las entrevistas,
suficiencia, co ntro l y eficac ia, es decir, ti ende a negar la observación co nductu al, los resul tados de las pru e-
la existencia de psicopatología. Los indi cadores de va- bas psico lógicas empl eadas, la ex istencia de otros
lidez adi cionales indica n la no presencia de te ndencia in fo rm es prev ios o las fuentes documentales co nsul-
a la inco nsistencia entre las respu estas, siendo preciso tadas. De igual fo rm a, resul ta mu y relevante poder te-
en las mi smas y no dando respuestas infrecuentes. Por ner entrevi stas con personas ce rca nas a los peri tados,
el co ntrari o, la puntuación alca nzada en la esca la L, es de fo rm a que sirva n de co ntraste y co mo in fo rmantes
más propi a de personas que intenta n da r una imagen claves .
negativa de sí mi smas. Por tanto la va loración co n- La siguiente fase supone poner en relación todos
junta de las esca las de validez y fiabilidad nos infor- los datos recabados y es el paso previo a establ ecer las
man de resultados co ntradictori os que podría poner en conclusio nes que trasladaremos en el informe peri cial.
duda los resul tados obtenidos en esta pru eba si encon- Lo que se presente aclarar son va ri as cuestiones re la-
tráramos inco nsistencias en las respuestas, algo que tivas a las capaci dades parenta les de los in fo rm ados
no ocurre ya que ha respondido de fo rm a consistente y cuál sería la mejor opción de custodia teniendo en
(TRIN y VRIN en puntuac iones normales). Estos datos cuenta la info rmación.
debemos interpretarl os teniendo en cuenta los obteni- En primer lugar se deberá desca rtar cualquier es-
dos en el resto de las pruebas admin istradas. trategia tendente a simul ar o disimul ar aspectos que le
D. José no mu estra puntuacion es clíni ca mente sig- puedan benefi ciar de ca ra al obj eto de este info rme.
nificativas en ninguna de las esca las que conforman Los indi cadores de simul ación/di simul ación expresan
este cuestionari o . Se denota un perfil de personalidad que Dª Josefa y D. José no han seguido ninguna es-

' 604
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

trategia sistemática a la hora de responder a los cues- dicha prueba son resa ltadas co mo necesari as y
tionarios admini strados, ni tampoco en las entrevistas especia lmente significativas para la crianza de
mantenidas, por lo que se han mostrado sinceros. El menores en el intervalo de edad que tienen sus
haber encontrado en ambos eva luados indicadores hijos. En este sentido, y anali zando de forma
que in forman sobre cierta defensividad y distorsión pormenorizada los distintos factores, cabe des-
hacia una im agen favorable, no es suficiente para co n- tacar, en primer luga r, la capac idad de estable-
cluir en este sentido, dado que no son puntuaciones cer vínculos afectivos o de apego. Los resultados
extremas y que están dentro de los límites propios de de la prueba informan que Dª Josefa posee en
una exp loración psicológica forense para la custodia. un grado medio-a lto dichas competencias, espe-
En este sentido, los datos recogidos de las esca las de rándose en la informada el desarrollo de un ape-
fiabilidad y validez de los diferentes in strumentos co n- go de tipo seguro, ampli amente documentado
cuerda n con la impresión inferida a través de las entre- como el más adecuado para el correcto desarro-
vistas, en las que no se apreció intención de manipular llo de un menor. Por su parte, las puntuaciones
la imagen y donde se co nstató una actitud favorable a obtenidas por D. José le sitúan en un rango me-
la hora de reconocer aq uellos co mportamientos que dio en este factor. En este sentido, las puntuacio-
pudieran llega r a repercutir negativamente en dicho nes de la prueba, para este factor en concreto,
proceso exploratorio. no concuerdan co n la información recabada en
En segundo lugar, valoraremos el estado psicoló- las entrevistas, donde el eva luado afirma man-
gico y posible padecimiento de trastornos psicopato- tener relaciones cerca nas y sa ludabl es con ami-
lógicos que puedan incidir negativa mente en sus fun- gos y fa mili ares. En concreto, antes de ser padre
ciones parentales. En relación a esta cuestión, hemos mantenía una especial relación afectiva con sus
de indi ca r que en el momento de la exp loración pe- sobrin os, verbalizando la preferencia de los me-
ric ial no se apreciaron síntomas psicopato lógicos clí- nores por pasar tiempo co n él. Por lo tanto, ante
ni ca mente significativos en ninguno de los eva luados. la ausencia de otros indicado res que co nfirmen
Los resu ltados de los instrumentos clínicos utili zados las dificultades a la hora de estab lecer vínculos
a tal efecto no mu estra n puntuaciones significativas en afectivos del eva luado, se concederá mayor fia-
ninguna de sus esca las, lo que concuerda con la im- bilidad a la in formación obtenida med iante las
presión inferi da a través de las entrevistas, donde tam- entrevistas.
poco se apreciaron indic ios psicopatológicos destaca- ■ Siguiendo co n las capac idades especialmente
bles. Cabe mencionar, en este se ntido, que la ausencia relevantes, ambos eva luados obtienen un per-
o ex istencia de síntomas psicopatológicos en los in- fil que les ca racteriza por ser personas con una
formados no conllevaría inequívocamente un buen o alta capacidad para resolver problemas y para
mal desempeño de las competencias parentales para la toma de decisiones, lo que unido al esti lo de
la cri anza de los hij os. Por tanto es el determinar la cri anza inductivo que se espera por los resulta-
naturaleza de dichas competencias el aspecto más im- dos obtenidos, posibilitará una adopción de nor-
portante del presente peritaje. mas consensuadas con los menores y una buena
En primer lugar, es de espec ial importancia resaltar capacidad para manejar las posibles situaciones
que la informac ión recabada por los d iversos med ios problemáticas a las que se va n a enfrentar como
empl eados (entrevistas, esca las, test psicológicos y padres separados. Así mi smo, ambos informados
observación conductua l) se muestra co ngru ente, indi - se muestran como personas empá ti cas, capaces
cando co n ello que los datos derivados de la explo- de situarse en el lugar del otro, y equilibrados
ración psicológica son adecuados y releva ntes para emocionalmente, lo que proporcionará un en-
el caso. No se aprecia n indi cado res de ocultación de torno de desarroll o estab le y control ado y una
inform ación ni distorsión significativa en las pruebas actitud paciente en los eva luados, que les permi-
empleadas, por lo que los datos obtenidos durante el tirá afrontar de forma adapta tiva y sin perder el
proceso eva luativo pueden ser co nsiderados co mo vá- contro l, los problemas que puedan ir surgiendo
lidos y fiables . en la crianza de sus hijos.
Analizando los resultados derivados de las pruebas ■ Por su pa rte, los resultados de ambos peritados
admini stradas, son varios los aspectos a tener en cuen- en la prueba 16PF5 confirman las conclusiones
ta: derivadas del CU IDA. En términos generales, se
podría afirmar que los in formados son personas
■ Los resultados obtenidos en el CU IDA, nos in for- con una buena autoestima, bien adaptadas y
man de que ambos progenitores poseen, en bu - ajustadas en las áreas social, emocional y ocu-
na medida, las capacidades que en el manual d pa cional. Cuenta n con las habilidades sociales
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, t écnicas y aplicaciones en áreas y cont extos

necesari as para co ntrolar, recibir y expresar co n- co nsultar en la obra de Ca ntón, Cortés, y Ju sticia
tenidos emocionales en sus interacciones so- (2000). En este sentido, las investi gaciones son conclu-
ciales, lo que nos confirma el bu en desempeño yentes en que ciertas situaciones, de manera consis-
de ambos en el área relacio nal, y poseen gran tente, son fac ilitadoras de apari ción de psicopato logía
capacidad empáti ca, siendo ca paces de ponerse en los menores. Es decir, la investi gación psico lógica
en el lugar del otro, aceptando y to lerando los ha demostrado que determin adas co ndiciones fa mi-
distintos puntos de v ista. liares constituye n la ocasión o actú an co mo precipi-
■ Por lo tanto, todos los datos obtenidos a través tantes de la apari ción de prob lemas psico lógicos en
de las entrevistas y los cuesti onari os utili zados, los/ las menores. Así, tenemos que un entorno social
apuntan hacia la idoneidad de ambos informa- empobrecido, puede producir un impacto nega tivo en
dos para la educac ión y cri anza de sus hij os. Se el rendimiento esco lar del menor, en trastornos emo-
muestran co n habilidades muy adecuadas para cionales o en el incremento de delincuencia juvenil, y
el cuidado de sus hijos y para que el vínculo en la apari c ión de perturbaciones conductu ales in fa n-
de apego que establ ezcan con ell os sea seguro. til es, especialmente en patología extern ali za da.
Ambas son premi sas básicas para pensar en la Otra circunstancia que resulta relacio nada co n la
posible idoneidad de esta fa mili a para afrontar posible apari ción de probl emas psico lógicos en los
una custodia co mpartida. menores, es la estructura fa mili ar y cómo los ca mbi os,
especialmente repentin os, pueden influir sobre ellos.
Teni endo todos estos datos en cuenta, si partimos En este orden de cosas, la separación o divorcio de
de la idea que la cri anza de dos menores melli zos en los padres, suele ocasionar probl emas emocionales,
solitari o pu ede suponer un fu erte aumento del estrés seguidos de probl emas, escolares, sociales y físicos,
ante situaciones difíciles, resulta importante saber si que ti enden a aminora rse co n el paso del tiempo. La
las personas que se van a enca rga r de esta tarea pre- influenc ia nega tiva de este facto r de ri esgo se mani-
senta n un adecuado repertori o positivo. Entendiendo fi esta tanto en trastorn os internali za dos como ex ter-
como repertori o positivo, aquellos aspectos emocio- nali za dos. No obstante, el efecto de la separación y
nales, cognitivos y co nductuales que son adaptativos, divorcio de los padres sobre la pos ibl e psicopato logía
funcionales e in strum entales para la resolución, o, al de sus hijos parece haberse aminorado en los úl timos
menos, el manejo de las situaciones de cri sis, es de- tiempos, dado el ca mbio en el significado y conse-
cir, que los miembros de una fa milia sea n ca paces de cuencias sociales que este acontecimiento tenía hace
co ntrarrestar de manera efi caz el estrés cuando éste unos años.
sea inevitabl e, ya que fac ilitará la amortiguación del La psicopato logía de los pad res co mo fac tor de
mi smo. ri esgo de ulteri ores trastornos en los hijos, en el caso
En este sentido, D. José y Dº Josefa presentan ca rac- que nos ocupa, también debe desecharse ya que nin-
terísti cas personales que funcionaría n co n el obj etivo guno de los miembros de la pareja presenta sín tomas
de amorti guación, antes descrito. Son personas con y/o signos que indiquen la presencia de psicopatología
una estabili dad emoc ional, co ntro l de la ansiedad y o alteraciones a nive l psico lógico que puedan ejerce r,
de los impul sos adecuados. De igual forma, no presen- como indica n numerosas investi gaciones, una influen-
tan probl emas en las relacio nes interpersonales, con cia nega tiva en el desarro llo de los hijos y, co nsigui en-
lo cual, a nive l social y de comunicac ión, no ti enen temente, pueda ser responsa bl e o facilitador de la apa-
di ficultades, fac ilitándose ta nto la búsqu eda de recur- ri ción de una psi copatol ogía en los menores.
sos, en los casos necesa ri os, corno la adquisición de En cuanto a lo que supone la exposición a co nflic-
nuevos co noc imi entos para el manejo adecuado de tos fa mili ares, co mo factor de ri esgo para la apari ción
situaciones a las que, co n anteri oridad, no se hubi e- de psicopatología en menores, está cl aro la conflic-
ran enfrentado. Presentan, además, otras vari abl es que tividad ex istente actualmente entre ambos peritados.
están relacionadas, igualmente, con el repertori o posi- Di cho co nfli cto está re lacionado co n las co ndiciones
tivo antes mencionado: son personas responsabl es, en que cada uno pretende tras el divo rcio. Sería co nve-
el sentido que se preocupan de manera adecuada por niente, por tanto, pl antea r una solución que se centre
sus asuntos y las consecuencias de sus actu ac iones, y en los menores. Si tenemos eso en cuenta, los meno-
son abi ertos a las experi encias, lo cual estaría ta mbién res mantienen vínculos de apego sa ludabl es co n am-
relacionado con la bú squeda de recursos o adqui si- bos progenitores, lo que sería un factor favorabl e para
ción de nuevos conocimientos y/o actitudes. pensar en la custodi a compartida. De igual forma, en
Debemos también tener en cuenta todos aq uellas lo que son las relaciones fa miliares con las fa mili as
circunstancias que pueda n ser desfavorabl es para el extensas de ambos, cuentan cada uno de ellos con el
normal desa rrollo de los hijos, las cu ales podemos apoyo de los mi smos. Por tanto, dada esta situación de

' 606
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

relaciones fa mili ares, se evitaría la disolución de lazos psicológicas y/o comportam entales en D. José
de unión, que suelen producir respu estas de ansiedad y Oª. Josefa que puedan incidir nega tivamente
y te mor a los hijos. De igual manera, permitiría que en en sus fun ciones parentales», la respuesta sería
momentos puntuales, los menores quedaran al cuida- que el resultado de las entrevi stas mantenidas y
do de estos fa miliares, por lo que los turnos de trabajo de las pruebas adm inistradas, indi ca n que no se
del padre no tendrían por qué suponer un probl ema han encontrado signos de trastorn os del pensa-
in sa lvabl e. miento o alteraciones de las fun ciones cogniti-
Otro factor de ri esgo sería el estil o de cri anza, más vas ni en D. José ni en Dª Josefa, al igual que no
co ncretamente cuando éste está marca do por una in- se han enco ntrado síntomas que indiquen psi-
suficiente capacidad o disponibilidad de los padres copatología clas ifica bl e según el M anual Di ag-
para sati sfacer las necesidades afectivas de los hijos. nósti co y Estadísti co de los Trastorn os M entales,
Tanto Dª Josefa como D. José no presentan probl emas DSM-V o la CIE-1O.
personales que les impidan interpretar adecuadamen- b ) En cuanto a la respu esta a la segunda cuesti ón,
te las necesidades afectivas de sus hijos, así como tam- « Va lorar la personalida d de D. José y O ª. Josefa
poco se observa n di ficultades a la hora de estar dis- y, en base a los resultados, determinar su posible
ponible pa ra ell os, tanto por limitaciones de ca rácter influencia en el cuida do de sus hijos» podría mos
psicol ógico (trastornos psico lógicos, adicc iones, etc.) concluir que la valoración conjunta de toda la
como por estil o de vida de ca da uno. información anali zada (expuesta en la discusión
Por otro lado, en cuanto a lo que podría ser el pe- de los datos), nos lleva a concl uir que ambos
ríodo de adaptación al divorcio y a una nueva dinámi- poseen recursos suficientes para poder estable-
ca famili ar, no se aprecian circunsta ncias personales, cer lazos de apego sa ludabl es co n sus hij os y
que hagan pensa r que di cho proceso de adaptación favorecer su desa rrollo. Tambi én se ha podido
no se vaya a desa rro ll ar con normalidad. En cualqui er constatar que poseen capacidad de empatía.
caso, estim amos que ambos están suficientemente ca- Para ello hemos tenido en cuenta prin cipalmen-
pacitados para el abordaje de los pos ibl es probl emas te la in form ación derivada de las entrevistas, así
en caso de producirse y, además, cuenta n co n los sufi- como la combinación de las distintas esca las
cientes recursos materi ales e intelectu ales para recurrir que valoran di chas capacidades en las pru ebas
a la ayuda de profesionales, en los casos en los que sea utili zadas. De igual fo rma, se han evidencia-
necesa ri o la actu ación de éstos. do, ta nto en las entrevistas como en las pru e-
En definitiva, a pri ori , el pronósti co que se puede bas utili zadas, que ambos peritados presenta n
hacer de la cu stodia compartida es favorabl e, aunque habilidades óptim as para la gestión del estrés y
debería estudi arse otras posibilidades, además de la la resoluc ión de probl emas de la vida cotidi ana
propuesta en el escri to de demanda de d ivorcio inter- (a utocontro l, adecuadas estrategias de afron-
puesto por el padre. tamiento y solución de probl emas, estabili dad
emocional), lo que facilitará su adaptación a las
3.4. Conclusiones del proceso evaluativo: respuesta a los pos ibles dificultades que se pudi eran derivar tras
objetivos de la pericia la separación. Adicionalmente, ambos disponen
del ti empo necesari o pa ra dedi ca rl e a sus hijos
Una vez va lorados los datos y confirmadas las hipó- y cuentan con el apoyo del entorn o, valorándo-
tesis, deberemos traducir las mi smas en conclusiones se una actitud positiva para dejarse ori entar en
(punto 3.5.) . El proceso a través del cual se debe llegar las di ficultades co n las que se pueden encontrar.
a las conclusiones, estará basado, primordialm ente, Respecto a las capacidades educativas, ambos
en los datos derivados de las entrevi stas semiestru c- presenta n habilidades y actitudes fa vorecedoras
turadas mantenidas con los informados, siendo las de una educac ión basada en el equilibrio en-
pruebas psico lógicas un complemento para verifi ca r tre el establ ecimiento de lími tes, adecuados a
o no las hipótesi s que se generan a partir de las en- las edades de los menores, y la fl ex ibilidad que
trevistas. Los datos recogidos de form a obj etiva, y su se requiere también en estas ta reas. Comparten
confirmación por las di stintas fu entes de informac ión una vi sión simil ar de los aspectos que deben
empl eadas, nos permi tirán co ncluir y dar respuesta a guiar la educac ión de los hij os y poseen expe-
las preguntas pl antea das. En nuestro caso serían las si- ri encia directa en el trato con sus hijos.
guientes: c) Por úl timo, en relación a «dictaminar sobre qué
fo rma de parentalidad se considera la más ade-
a) A la primera de las preguntas, «Determinar si cuada, teniendo en cuenta la edad de los me-
existe trastorno psicopatológico o altera cion nores y sus necesida des de relación con ca da

1mm
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

uno de sus progenitores», parece ser que lo más ■ Se han de evitar las imprecision es en las afirm a-
recomendable sería una custod ia compartida, ciones.
para preservar las vin cul aciones de los hij os con ■ No se deben incl uir aspectos irreleva ntes a la
ca da uno de ell os. Sería recomend ab le, po r otro ca usa.
lado, contempl ar otras pos ibl es altern ativas en ■ Ha de ser co herente y defendible.
cuanto al uso del domi cilio fa mili ar que permita ■ No se deben incluir juicios de valor u opini ones
establ ecer una din ámi ca sustitutiva de la pro- personales.
puesta en el escrito de la demanda interpuesta ■ No se debe di ctaminar sobre la imputabilidad
por el padre. En ese sentido, podría pensa rse en del sujeto. Esta pa rte es dec isión exclu siva del
dos domi cili os si estos estuvieran cerca nos, ya poder judi cial. El perito so lo debe señalar las al-
que el uso altern ante del dom ic ili o fa mili ar que terac iones mentales pos ibl es que pu dieran afec-
compartían antes de la separación, puede dar tar a las capacidades del sujeto.
lugar a conflictos adicionales, si no existe una ■ Nunca determinar la culpabilidad o in ocencia
orga ni zac ión muy definida. del sujeto. No es lo mi smo la labor peri cial que
la ju dicial.
3.5. Comunicar los res ultados del proceso evaluativo.
Informe psicológico forense Es del todo aceptado que un informe psico lógico
forense debe tener un a estru ctura di ferente a otra cl ase
Todo lo anteri or deberemos tras ladarl o a un infor- de informes ps ico lóg icos, no só lo por la propi a natu-
me que se aportará al orga ni smo judi cial que nos lo raleza de estos info rmes (da r respuesta a un a seri e de
so lic itó. Este inform e debe aju sta rse a una seri e de cri - preguntas relac ionadas con la ciencia psico lógica para
terios los cuales se pueden res umir en los siguientes: auxili ar a la to ma de decisiones por parte del Órga no
Judicial correspondi ente) sino por los conoc imi entos
■ Se trata de un documento científi co, ya que es la qu e se le deben ex igir al profesional que emite el info r-
co nsecuencia de un proceso aju stado a norm as, me, dadas las imp licac iones lega les a que pueden dar
a través de las cuales se han obteni do un os resul - lugar. Es por ell o que se recomi enda una estru ctura de
tados, de los que se derivan un as consideracio- informe ajustada a determinados principi os técni cos y
nes técn icas (psico- lega les) que dan respuesta a c ientíficos y qu e, en fun ción de las preguntas a las que
la demand a judicial. Di cho proceso ha sido rea- haya de da rse respuesta, adopta rá I igeras va ri antes.
li zado por un experto, psicó logo/a forense, que Todo info rme peri cial psico lógico debe incl uir, de un a
as ume la respon sabilidad de todas sus acciones. u otra fo rma, los siguientes grandes apartados:
Como documento científico, debe contener los
datos sufic ientes pa ra poder ser repli ca bl e o a) La identificac ión, la cual nos permi te situar el
co ntrastab le por otros eva luadores, co mo cual- info rme en el se no del proceso judic ial, al so li -
quier otra investi gación científica. citante, las demandas princ ipales o cuesti ones
■ Por otro lado es un documento lega l, y debe que resolver y qui én rea li za di cha evaluación
aju starse a las leyes procesa les vi gentes. Co mo psico lóg ica.
tal doc um ento, sirve de base para las decisio- b ) La metodología de evaluación, donde se hace
nes ju diciales, es dec ir funciona co mo elemento referencia al proceso seguido por el/ la psicó-
probatorio. logo/a para alca nza r unos res ultados váli dos
científica mente. En este apartado aparece la
Por tanto se deben seguir las si guientes recomen- in form ación relativa a las técni cas psicol ógicas
daciones: utili za das para dar respuesta a las pregun tas
pl anteadas, el ti empo que se ha empl eado y las
■ El lenguaje ha de ser cl aro y sencill o. Ti ene que perso nas qu e han parti cipado.
ser entendido por profesional es qu e no son téc- e) Las ba ses informativas, donde se reúne toda
ni cos espec ialistas en ciencias del comporta- aquell a información obtenida por el/ la psi có lo-
mi ento. No debe co ntener demasiados tecni cis- go/a y que ha sido utili zada para la emisión del
mos ps ico lógicos o científicos. informe. En este apartado se pu ede incluir ta nto
■ El perito debe expli ca r y co ntesta r de forma cl a- inform ación procedente del propi o expedi ente
ra, co nc isa y con creta a las preguntas fo rmul a- judi cial co mo extrajudicial: info rmes escolares,
das por el Juez o Tribunal. soc iales, de tratami ento, etc.
■ El informe debe contener evidencia contrastabl e d ) Los resultados de la evalu ación, los cuales so n
y defendibl e. fundamental es ya que nos permiten co nocer,
EL PROCESO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA APLICADO EN DIFERENTES CONTEXTOS

una por una, las principal es conclusiones de las


distintas técnicas utili zadas: entrevistas, pru e- RESUMEN
bas psi cométri cas o proyectivas, esca las de eva-
luación, listado de síntomas. Una de las ca racterísti cas de la Psi co logía aplicada,
e) Las co nclusiones y recomendaciones, son el úl- en general, y de la Evaluación Psicológica como di sci-
timo apartado y en él deben aparecer, sin nin- plina de la mi sma, es su capacidad para dar respuesta
gún género de dudas, las respuestas a las pre- a las emergentes demandas y necesidades que la so-
guntas que se deben responder, facilitando una c iedad presenta. Y son precisamente esos ca mbi os so-
comprensión global del caso y establ eciendo cia les, los que impulsan que los ámbitos ap licados de
unas orientaciones que puedan servir al orga- la Psicología se amplíen y diversifiquen, dando lugar a
nismo decisor. la apari ción de nuevas especialidades y áreas profesio-
nales. Consideramos que el análisis de esta evolución
Todo informe debe ir fechado y firmado por el pro- es necesa rio para comprender la comp lejidad de los
fesional que lo rea li za y se debe expresar el alca nce y contextos aplicados a los que se enfrenta la Evalua-
limitaciones del mi smo med iante una nota del estilo ción Psicológica . Así pues, el primer objetivo de este
siguiente: capítulo es ofrecer una vi sión general de esas áreas
profesionales, tal y co mo fueron estab lecidas y defini-
«Nota- El presente informe es el resultado de una das en 1998 por el Consejo General de la Psicología
evaluación psicológica referida sólo a las circuns- de España. Así mismo, para recoger la evoluc ión de las
tancias concretas del contexto en que fue solicita- mismas, los temas de interés y las nuevas ap li caciones
do, por tanto no debe utilizarse en casos ni mo- de la Psicología, se han anali zado las publicaciones
m entos diferentes a ese contexto. Si se produjese de las revistas que representan sus órganos de difu-
una modificación sustancial en alguna de las cir- sión «Papeles del Psicólogo » e «lnfocop», los grupos
cunsta ncias consideradas procedería una nueva de trabajo de los distintos co legios profesionales y las
evaluación .» propuestas de acreditaciones profesionales rea li zadas
por la Comisión Nacional de Acreditación Profesional
Como psicólogos/as forenses no vamos a tener que (CNAP).
intervenir co n las personas evaluadas aunque sí que En segundo lugar, se presentan siete casos aplica-
tendremos que defender nuestro informe en la vista dos a través de los cuáles los lectores pueden com-
oral, en lo que sería una extensión del punto anterior. prender cómo el proceso de evaluación se acomoda
Sería el último paso dentro de lo que es la pericial a los distintos contextos y, de esta manera, fac ilitar el
psicológica. Como peritos, seremos citados en sede aprendi zaje necesario para que sea ap licado en cual-
judi cial el día que se ce lebre el jui cio oral, para so- quier caso a los que puedan enfrentarse en su labor
meternos a las preguntas de las partes y del tribunal. profesional. La lectu ra de estos casos ofrece una posi-
Nuestras respu estas serán siempre referidas al objeto bilidad didáctica única: la de apreciar có mo, mante-
de nuestra pericial, evitando dar respuestas a pregun- niéndose los principios y las fases básicas, el proceso
tas o cuestiones que no hayamos contemplado en de evaluac ión se va adapta ndo a las demandas y los
nuestro informe. Podemos decir que es el momento co ntextos específi cos en los que se requiere la inter-
culminante, dado que de nuestra capac idad oratori a vención del psicólogo. Cada uno de los siete casos ha
y expositiva puede depender que la sentencia del tri- sido redactado por autores expertos en las áreas que
bunal tenga en cuenta nuestro trabajo o lo deseche. representa n, y reflejan las ca racterísticas de distintos
Por tanto, podemos haber realizado un gran trabajo y periodos evolutivos, co ntextos de ap li cac ión y mode-
haberlo redactado impecablemente, pero si no somos los teóricos. Los cuatro primeros correspo nden al área
convincentes en nuestra defensa en sa la, todo ese es- de la Psicología Clínica y de la Salud . El primero, de-
fuerzo no habrá dado sus frutos . Por el lo, los abogados sa rroll ado por Isabel Avilés y M ª Do lores Lanza rote,
de las partes impli cadas es muy probable que adopten aborda el tema de los problemas de conducta en la
la estrategia de desprestigiar al perito si sus conclusio- adolescencia; el segundo, ha sido redactado por la au-
nes no son favorables a sus intereses. Ante eso debe- tora de estas líneas, Rosario Antequera, y presenta un
mos estar preparados para responder con serenidad y caso de una muj er adulta con di agnóstico de cáncer;
evitar caer en las trampas, que de seguro van a poner el tercero, elaborado por M ari a Giovanna Capra ra y
en marcha los abogados. Julio lñiguez, aborda el problema de los trastornos del
estado del án imo tras la pérdida del có nyuge en una
persona mayor. El cuarto caso, cuyo autor es Javier
López-Cepero, pl antea el proceso de evaluación psi-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

co lógica desde modelos constructivistas y narrativos (pp. 25 -38). New York, NY, US: Springer Science +
en el ámbito de la terapia de fami lia y pareja. Business Media.
Recogiendo la problemática que conlleva el de- Arbach, K. y Pueyo, A.A. (2007). Valoración del riesgo
sarrollo tecnológico en la co muni cac ión humana, de violencia en enfermos mentales con el HCR-20.
presentamos dos casos de elevada actua lidad. Uno Papeles del Psicólogo. 28 (3). 174- 186.
de ellos, nuestro quinto caso, ha sido elaborado por Arce, R., Fariña, F. y Seijo, D. (2013). ¿Di simulan los
Montserrat Peris y Carmen Maganto en el que aborda progenitores en litigio por la custodia en el 16 PF-
el tema de la redes sociales e Internet y los ri esgos 5?. Anuario de Psicología. 23, 25-30.
eróticos; mientras que el sexto caso, co n autoría de Arce, R. y Fariña, F. (2005). Peritación psicológica de
Cri stina Jenaro, se centra en la utili zac ión exces iva e la credib ilidad del testimonio, la huella psíquica y
inadecuada del te léfono móvil. la simulación: el sistema de eva luac ión globa l. Pa-
El séptimo y último caso, redactado por Eugenio peles del psicólogo, 26, 59-77
Fernández-Ballesteros, se in serta dentro del área de la Artola ,T. (20 11 ). Estrategias de intervención en el ám-
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EDIi
Epílogo

Cristina Jenaro Río


Catedrática de Evaluación Psicológica
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos
Facultad de Psicología, Universidad de Salamanca

Como no podía ser de otra manera, el presente Ma- introductorio, un segundo centrado en las técnicas de
nual es fiel reflejo de M oreno Rosset, cuya exhausti- eva luación psico lógica y un tercero que presenta ap li-
vidad, minuciosidad, intención didáctica y rigor son cac iones en diferentes áreas y contextos.
sobradamente conocidos. Acompañada en esta oca- El Bloque temático 1, co mpuesto por tres capítulos,
sión por Ramírez Uclés co mo coeditora, el presente acerca al lector a la historia, el proceso de eva luación
M anual incluye, en cada uno de sus cap ítul os, los ob- y a la elaboración de un informe psicológico. El Ca-
jetivos cuya adquisi ción se pretende fomentar, un re- pítu lo 1, escrito por Ca longe Romano y Ca lles Doña-
sumen, bibliografía, glosario y ejercicios de autocom- te, comienza rea li za ndo un recorrido por la Hi storia
probación. La inclusión de material «on line», tanto de la Eva luación Psicológica en España, tanto en sus
relacionado con el manual de Evaluación Psicológica antecedentes históri cos como especialmente a partir
ed itado previamente por Moreno Rosset, como relati- del siglo XX . Dicho capítulo pone en va lor las apor-
vo a los diferentes capítulos, así co mo ejercicios prác- taciones, muchas veces obviadas en los manuales de
ticos y otros materi ales multimed ia compl ementarios, esta disciplina, de los autores más cerca nos a nuestro
permi ten contar con la obra más ambiciosa, co mpren- co ntexto. La co ntextu ali zac ión de dichas aportaciones
siva y actu ali zada de la asignatura de la que tenemos en la historia convulsa del país permite entender los
conocí miento. avatares por los que esta disciplina y sus principales
Manual actual, novedoso en su organización, en referentes han atravesado. El capítulo ofrece además
la secuenciación de los temas y en los propios co nte- una visión de la eva luación psicológica en España a
nidos de sus cap ítulos. La co laboración de 17 autores día de hoy, ca racteri zada por un notabl e crecimiento y
reconocidos por su amplia experiencia docente e in- desarrollo . En defi nitiva, un ca pítulo que nos ayuda a
vestigadora en los temas as ignados, complementado conocer nuestra hi stori a y, por tanto, a co ntextu ali za r
por las aportaciones de otros ocho co laboradores en las aportaciones en este ca mpo de muchos hombres y
el ca pítulo final destinado a ejemplifica r el proceso mujeres del país. Ell o permite entender mejor nuestro
de eva luación co n casos prácticos, hacen de este M a- presente y la relevancia y liderazgo de numerosos psi-
nual una obra redonda y de innegable utilidad para có logos que han impulsado nuestra disciplina y se han
estudi antes de grado, posgrado, opositores de PIR, psi- convertido en referentes nacionales e intern acionales
có logos genera les sanitarios y co legas docentes en la de la misma.
universidad española y en otras universidades de ha- El Capítulo 2, elaborado por Moreno-Rosset, co-
bla hispana. mienza realizando una declaración de intenciones
A modo de resumen final, co mo no podría ser de ya desde su título. En él se indica que el Proceso de
otra manera por tratarse de un epílogo, quisiera desta- Evaluación Psico lógica ha de adecuarse a los postu-
car los aspectos más relevantes de esta obra. Seguiré lados del método científico. En dicho capítulo se su-
para ello la organización del mismo. Así, el Manual se braya có mo la aparición en la década de los 90 del
estructura en tres bloques temáticos. Uno de carácter pasado siglo de una guía del proceso de eva luación

lmlll
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técn icas y apl icaciones en áreas y cont ext os

psicológica ha permitido no sólo dota r de estru ctura al Todo ell o sin olvidar la observa ncia de las garantías
mi smo si no también proporcionar una nueva guía para científicas en su emp leo. Especialmente reseñable es
formar sobre dicho proceso. Así, a partir de los ele- el esfuerzo por incluir, a lo largo del proceso, las dife-
mentos nucleares o fases del proceso, la autora va des- rentes técnicas (sondeo, co nfrontación, instrucciones,
glosando las tareas y ejemplifica ndo con contenidos encuadre .. .) de utilidad para obtener una informac ión
prácticos las mi smas. Ello co nstituye una herramienta lo más ri ca y precisa posible. La inclusión de nume-
muy valiosa para acercar al lector a la comprensión rosos ejemp los al respecto permite al lector adqu irir
del proceso de evaluación, sus pasos y la importan- no sólo competencias conceptuales sino también pro-
cia de todos ellos. Aspectos como la inclusión de la cedimentales y actitudinales, tan importa ntes para el
formulación de caso y los diagramas pictóricos para empleo de una técnica nuclear de la eva luación psi-
su representación, a partir de los «D iagramas Analí- co lógica, como es la entrevista.
tico-Funcionales de Casos Clínicos», constitu ye n una El Capítulo 6 sobre las Técnicas psicométricas, de-
apuesta desde nuestro punto de vista mu y acertada, sa rrollado por Ramírez Uclés, permite al lector fa mi-
pa ra form ular los casos y por tanto, para mostrar a los li ari za rse con los aspectos relativos a la elaboración de
lectores cómo llevar a cabo el proceso. un test, co n los cri teri os que se han de emplear para
El Capítulo 3, escrito por Ca lvo Piernagorda y Ro- va lorar su ca li dad y co n las precauciones a adoptar
dríguez Gonzá lez, acerca al lector a otro elemento en su emp leo. El apartado referido a la revisión de test
nuclear de la eva luac ión psicológica como es el In- editados en España es otra aportación singular de este
forme psicológico. Como los mi smos autores seña lan, Manual. Un capítu lo ambicioso, tanto en el plantea-
pese a que este aspecto suele recibir una atención más miento de sus numerosos objetivos, como en la inclu-
residual en los manuales al uso, es sin embargo un sión y profundización de sus contenidos. Creemos un
documento clave y uno de los principales motivos de acierto haber incluido este capítulo en este segundo
sanciones por v io laciones del cód igo deontológico. bloque temático, frente a otros manuales en los que se
En este cap ítul o los autores com ienza n presentando inclu yen en bloques más genéri cos. Con ello se deja
los criterios que han de presidir la elaboración de un patente que los test psicométricos son una, pero no la
informe para seguidamente comenta r los diferentes única ni la más importante, vía de recogida de info r-
apartados que debe tener el mi smo. La clas ificación mación en la eva luación psicológica .
de los tipos de informe segú n su medio de transmis ión, En el Capítu lo 7, las autoras, Caprara y Anguera,
su propósito y su contexto de ap li cac ión permiten ac- desarrollan la técnica de la Observación sistemática,
ceder a un co nocimiento clave para todo psicó logo, partiendo de la siempre necesa ri a distinción entre la
con independencia de su campo de especiali zación. técnica y la metodología observacionales. Numerosos
Dos últimos aspectos son igualmente reseñables en ejemplos e ilu straciones permiten acceder a una com-
este capítu lo, como es lo referido a sus aspectos éticos pleta in formac ión sobre las fases y acciones a lleva r a
y deontológicos, y al valor y repercus iones de un in- cabo desde la metodo logía observa ciona l. La inclusión
forme psicológico. en este capítu lo de las nuevas tecnologías y software
Retomando la estructu ra genera l del Manual, el para ll eva r a cabo la tarea de la observación dotan de
Bloque temático 2 se centra en las técnicas de eva- plena actua lidad al mismo. La innegable capac idad
luación psicológica y a lo largo de sus ocho capítul os didáctica de las autoras faci lita la comprens ión de los
ofrece una panorámica de las técn icas más empleadas tipos básicos de instrumentos (s istema de categorías y
en el proceso de evaluación ps ico lógica. De nuevo formatos de campo) y de sus correspondientes estrate-
es de destacar cómo las ed itoras del manu al, Moreno gias de análi sis.
Rosset y Ramírez Uclés, detallan en el capítu lo 4 las En el Capítu lo 8, sobre Técnicas objetivas, Ramírez
garantías de ca lidad que deben satisfacer las diferentes Uclés, Fuentes Durá, Martínez Selva y Sánchez Na-
técnicas. Plantean además de un modo muy didácti- varro centran el tema en la eva luación psicofisiológi-
co e innovador los aspectos que se han de tener en ca, realizando la co nsabida pero no por ell o menos
cuenta a la hora de elegir, ap li car, co rregir, interpretar oportuna clas ificació n de la actividad regul ada por el
y valorar la ca lidad de los instrumentos utili zados y de sistema nervioso vegetativo, somático y central. Ade-
la información recogida más de exp lica r los aspectos procedimentales, el ca-
A continuac ión, los profesores Guillén Robles y pítulo inclu ye un mu y interesa nte apartado sobre las
Moreno Rosset desarrollan en el Capítu lo 5 la Entre- apli cacio nes de esta eva luación, lo que permite al
vista a través del proceso de eval uación. En dicho ca- lector conocer su utilidad no sólo para la eva luación
pítulo se adopta el modelo procesual para explicar las de trastornos de ansiedad o depresión, sino también
ca racterísticas que rigen el empl eo de esta técni ca en para identificar determinados marcadores biológicos,
los diferentes momentos del proceso de evaluación. o eva luar características asociadas a las ad iccio nes, la
EPÍLOGO

enferm edad mental grave, o el enga ño, aspecto este los tres ca pítul os de que se compone, se presentan las
último novedoso frente a previos manuales de M oreno prin cipales pru ebas para la eva luac ión de la inte ligen-
Rosset. cia y la personalidad, para fin ali za r co n la presenta-
En el Capítul o 9, Ramírez Uclés y Feixas Vil apl ana ción de numerosos ejemplos del proceso de evalua-
desarroll an los procedimi entos estru cturados incluidos ción psico lógica apli cado a diferentes contextos.
dentro de las Técni cas subjetivas, como son las listas En el Capítulo 12, M oreno-Rosset deta lla el tema
de adj etivos, la Clasificac ión-O, el diferencial semán- de la eva luación del Desarro llo y la Inteligencia. Así,
ti co y la técni ca de la rejilla. Lo complementan con tras exponer có mo ha ido evolucionando el concepto
la presentación de otras técnicas derivadas de la teo- de inteligencia, presenta los test más frecuentemente
ría de los con structos person ales de Kel ly. Las editoras utili zados, actu ali zados y disponibl es en nuestro co n-
del presente M anual rea li za n una cl ara apuesta por texto. Como la propi a autora indica, este manual re-
incrementar la información sobre este tipo de téc ni- presenta una continuación del anteri ormente editado
cas, tanto en este ca pítulo como en el si guiente. Así, por ell a y que se inclu ye co mo materi al «online». Se
las técni cas estructuradas subj etivas, especialmente la evitan así repeti ciones y se deja espacio para la in-
técni ca de la rejilla, quedan en este M anual expli cadas clusi ón en este M anual de otras perspectivas como la
y ejemplificadas con sumo detall e. com entada previ amente sobre las técni ca s subj etivas,
Por su parte, en el Capítul o 1O García-M artínez o los capítul os de este tercer bl oque. En el presente
ofrece una panorámi ca extensa de las estrategias na- capítul o la auto ra describe las pru ebas más represen-
rrativas como parte de las Técni cas subj etivas. Estas tativas de evaluación del desarrollo y de la inteligencia
técn icas han recibido tradicionalmente una menor creadas o adaptadas desde del modelo CHC. También
atención en manuales al uso de evaluación psi co lógi- inclu ye las pruebas que eva lúan la inteligencia social
ca, por lo que su inclusión co nstituye un gran acierto y emocional.
y viene a cubrir una demanda y una neces idad para En el Capítul o 13, sobre la Eva luación Psico lógica
co mpletar la panorámica del utillaje de un eva luador de la Personalidad, Ca lvo Pi ernagorda ofrece una pa-
psicol ógico. El ca pítul o describe cómo evaluar las his- norámi ca de los test más actu ali zados y di sponibl es
tori as de vid a, cómo reali za r un análi sis de co ntenido en nuestro contexto para la eva luación de los aspectos
mediante el protocolo de hi stori a de vida de McA- descripti vos y clíni cos de la personalidad. El ca pítulo
dams y el método QUAINT. La ejemplificac ión de los supone una cla ra aportación respecto a ediciones pre-
apartados de la entrevi sta de histori a de vida o de la vi as de manuales sobre el tema. En él se exponen un
rea li zac ión de un análisis textu al, permiten al lector total de dieciséis cuesti onari os, seleccionados de entre
acerca rse a una técnica que, no obstante, requerirá in- los más utilizados para la eva luación de la personali-
dudabl emente de una profundi zación a través de una dad en general, así como para la evaluac ión de con-
fo rmación especial izada. diciones clíni cas o patológicas. El hecho de centrar la
En el Capítul o 11, sobre las Técn icas proyectivas, expos ición en los instrum entos disponibles en nuestro
Gómez de Terreros y Valdés Díaz rea lizan una expos i- contexto, junto a la inclusión de numerosas tabl as des-
ción de las prin cipales técni cas a partir de la tradicio- criptivas y comparativas de los test disponi bles, hacen
nal cl asificaci ón en técni cas estru cturales, temáti cas y de este capítul o una herramienta de utilidad innegab le
expresivas. En los diferentes apartados las autoras no para estudi antes y profesi onales interesa dos en co no-
só lo presentan las diferentes pruebas sino que incluyen cer o seleccionar las herramientas más oportunas para
además sus prin cipales apli cac iones, y añaden amplia rea li za r una evaluación de estas vari abl es.
info rm ación sobre las técni cas expres ivas, como el di- Finalmente, en el Capítul o 14, Antequera Jurado
buj o, aspecto menos desarrollado en otros manuales. presenta, en torno a los perfil es profesionales del psi-
Dada la diversidad de técni cas y lo numeroso de las có logo establ ec idos por el Consej o General de la Psi-
publi cac iones disponibles, el esfu erzo por compil ar co logía, ejempl os de casos de los diferentes co ntextos
las herramientas de recogida de informac ión desde en los que el proceso de evaluación puede tener luga r.
esta perspectiva es franca mente loabl e. Creemos ade- Los casos están desa rrollados si gui endo una mi sma
más acertada la inclusión de este tema en la parte fin al estru ctura, lo que permite al lector famili ari za rse y
del Bloque temáti co 2, dado que se trata de técn icas comprender los aspectos comunes así como los mati-
que requieren para su correcta apli cac ión e interpreta- ces diferenciales de di cho proceso de evaluación, de
ción de una experi encia clíni ca y una form ación cl a- acuerdo a las ca racterísti cas del caso y contexto. De
ramente especiali zada, que excede los propósitos de este modo el lector pu ede fa miliari za rse, por ejemplo,
una asignatura como la evaluación psico lógica. on el abordaje de casos pertenecientes al ámbi to de
Como antes avanzá ramos, el Bl oque temáti o s la psicología clíni ca y de la sa lud, como es el caso
centra en los aspectos más apli ca dos y así, a lrav s d relati vo a un adolescente co n probl emas de co nducta,

mDIII
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos

elaborado por las autoras Avil és Ca rvaj al y Lanza rote si ón de una co ntinua actuali zac ión. Además las nume-
Fern ández; co n un caso psi co-onco lógico elaborado rosas actividades prácticas que se inclu yen permiten
por Antequera Jurado, con un caso psicogerontol ógi- al usuari o tener una experi encia más completa e inte-
co, desarroll ado por Caprara e Íñ iguez M artín ez, co n racti va así como un feedback sobre su ejecución. Todo
un caso de ri esgo de adicc ión y eroti smo descrito por ello co nstituye un innegabl e fac ilitador del aprendi za-
Peri s Hernández y M aganto Mateo o con un caso que, je de competencias co nceptuales, procedimentales y
en línea con el anteri or, se centra en la utili zac ión ex- actitudinales .
ces iva e inadecuada del teléfono móvil y que he teni- En definiti va este M anual, y aludiendo a una metá-
do el pl acer de redacta r. Com o es ampliamente sab i- fora co mpartida con la co lega y amiga M oreno Rosset,
do, la evaluación psico lógica se ocupa también de la es como una orquesta fruto de un esfu erzo col ectivo,
eva luación de grupos y para ejemplifica r el proceso, es ta mbién un Manual mu y bien empastado y co n
nada mejor que el caso presentado por López-Cepero buen sonido en todos sus ca pítulos, gracias a la magis-
Borrego desde el marco de la terapi a fa miliar y de pa- tral batuta de Moreno Rosset quien desde 1997 viene
reja. Por último y co mo ejempl o de la apli cac ión del desarroll ando docencia sobre evaluación psico lógica
proceso de eva luación a un caso encuadrabl e dentro y publica ndo manuales y materi ales mul timedia que
de la Psico logía Jurídica, Fernández-Ballesteros Gon- son referentes y materi al de extrema utilidad y amplia
zá lez ofrece el desarrollo de un caso de divorcio co n- utili zación para todos los que impartim os esta asigna-
tencioso. tura u otras materi as afin es. Es por ello un M anual para
Fin ali za mos retomando una ca racterísti ca adicio- aprender, utili za r, disfru ta r y co mpartir y al que acudir
nal que añade más ca lidad si cabe, a la presente obra. como documento de co nsulta ob ligado para todo pro-
Así, la inclusión de materi al on-line hace del presente fes ional que desee co nocer y comprender el pasado,
manual un documento vivo y que nace con la preten- presente y líneas futuras de nuestra di sciplina.
Evaluación Psicológica
Proceso, Técnicas y Aplicaciones
en Áreas y Contextos

ISBN 978 - 84-17765 - 00 - 2

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