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ALGUNOS DATOS IMPORTANTES SOBRE LA IDEACIÓN Y LA CONDUCTA SUICIDA

La Organización Mundial de la Salud (OMS), identifica el suicidio y sus intentos


como uno de los problemas más graves de salud que pueden afectar a las perso-
nas, y es por ello que recomienda a todos sus estados miembros que sea atendido
de forma prioritaria.
Así pues, el objetivo que perseguimos con esta Guía es proporcionar informa-
ción veraz y objetiva sobre la conducta suicida, ayudar a identificar cuáles son
las señales de alerta y proponer distintas habilidades de afrontamiento validadas
para su pronta identificación y prevención.
Esperamos que el contenido de esta Guía resulte de gran ayuda para todas las per-
sonas afectadas por ideas de suicidio.
Qué debes hacer si… presentas ideación suicida:

Si sientes que la vida no merece la pena, que nadie puede ayudarte, que nada
va a cambiar y que la única manera de acabar con el sufrimiento y con los problemas es dejar
de vivir…
Si te sientes hundido, sin fuerzas, con cambios bruscos de humor, falta de interés por la vida,
trastornos del sueño y tienes deseos de morir…
Si te estás refugiando en las drogas o en la bebida.
Si estás elaborando un plan de dónde, cuándo y cómo suicidarte y no puedes
apartarla idea de tu mente.

Debes saber que:

● No estás sólo:
Busca a un amigo, un familiar, un médico, un
psicólogo, un psiquiatra, una enfermera, o un
trabajador social, u otro profesional de confianza
y trasladale tus inquietudes. No mantengas en
secreto tus pensamientos sobre el suicidio.
● Busca compañía de alguien que te aprecie y con
quién te sientas a gusto.
● Los pensamientos suicidas normalmente están
asociados con un problema que si pueden
resolverse.
● El suicidio puede presentarse como una solución
permanente ante un intenso dolor. Pero, aunque
no lo parezca, la desesperanza, el dolor y el vacío son estados temporales, no
permanentes.
● Que no se te ocurra ninguna solución, no significa que no haya soluciones, sino que
ahora no eres capaz de verlas. Los tratamientos psicoterapéuticos y médicos que te
ayudarán a encontrar y valorar las opciones adecuadas.

Es normal que te sientas ambivalente. La mayoría de las personas


que piensan en el suicidó realmente no desean morir, sino librarse
de las circunstancias intolerables de la vida. Déjate ayudar y busca
apoyo.

● Las ideas de suicidio suelen ser pasajeras. Aunque ahora


sientas que tu abatimiento no va a terminar, es importante
recordar que las crisis no son permanentes.
● Recuerda que no es bueno actuar de forma impulsiva.
Puedes demorar cualquier desición acerca del suicidio. Con el
tiempo, las ideas de suicidio desaparecerán y te sentís más capaz
de enfrentarte a los problemas.
● Aunque el problema que tienes ahora pueda ser grave, con el tiempo y la ayuda de
profesionales, familiares y amigos, podrás verlo de manera diferente, sin tanta
intensidad y de forma más controlada.
● Las razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles. Recuerdalas.
● Piensa en las cosas que han sostenido en los momentos difíciles: tu familia, tus
amigos, tus aficiones, tus mascotas o tus proyectos para el futuro.
● Ten en cuenta las veces que supiste salir de otros problemas, si otras veces lo
conseguiste, esta vez: ¿Por qué no vas a poder?

¿Qué debes hacer si has realizado un intento?


En ese momento es posible que te sientas confundido, exhausto, enfadado, humillado y/o
avergonzado. Es normal, porque el propio intento y las reacciones de la gente pueden dejarte
desorientado.

Sin embargo, debes saber que es posible recuperarse, superar esos sentimientos y tener una
vida satisfactoria en la que no tengan cabida los pensamientos suicidas o que aprendas a
vivir con ello mantente seguro.

Pasos a seguir :
Una vez que te hayan dado el alta médica, deberás:
1. Concertar una cita de seguimiento con un profesional de salud mental lo antes
posible, (Psicólogo o Psiquiatra) el te podrá ayudar. Si te resulta difícil buscar ayuda
por tu cuenta, recurre a un amigo o familiar para que te ayude a gestionarla.
2. Pedir información sobre lo que te ha ocurrido, las consecuencias y el tratamiento
recibido.
3. Pedir información y buscar recursos o
asociaciones de tu zona que puedan darte
orientación y apoyo.
4. Crear un plan de SEGURIDAD (Ver más adelante
"¿Cómo elaborar tu plan de seguridad?"). La
finalidad de este plan es reducir el riesgo de
realizar otro intento. Lo mejor será que lo
redactes para que lo tengas a mano cuando lo
necesites. Puedes contar con la ayuda de tu
Psicólogo, familiares o amigos para su redacción.

Algunas formas de promover y


reforzar estos factores son:
Construir y/o mantener un sistema de apoyo

Busca una persona en quien confíes y con quien


puedas hablar con sinceridad, sobre todo en caso de
volver a tener pensamientos suicidas. De hecho,
tener más de una persona de confianza puede ser
de gran ayuda. Esta persona puede ser un miembro
de tu familia o un amigo.
Si colaboras con él/ella y le mantienes informado
sobre tus pensamientos, deseos y sentimientos,
puede ayudarte en tu recuperación y prevenir otro
intento de suicidio. Es muy importante que seas sincero con esta persona. No
guardes tus pensamientos suicidas.
En cuanto tengas pensamientos suicidas debes contactar con tu persona de confianza
sin demora. Si sientes soledad, recuerda que dispones de alguien que conoce tu
problema y se preocupa por ti.
No caigas en el error de creer que nadie te puede ayudar. Deja que lo intenten.
Únicamente será imposible ayudarte si eres tú quien no lo permite.
Aprende a vivir nuevamente y recupera el control de tu vida

Volver a sentir la vida como placentera puede llevarte un tiempo, pero algo que lo
puede facilitar es:

Desarrollar una rutina Establecer un horario para las comidas y las horas de sueño,
hacer que tus actividades sean regulares y dejar que con el tiempo se siga
normalizando tú día a día. Puede que durante tu proceso de recuperación, tu entorno
no te motive y te parezca desolador, pero llevar a cabo una rutina te puede favorecer
a volver a ver la vida de una forma agradable y gratificante.

Dedicarte a tus aficiones y pasatiempos Ésta es una buena manera de ayudarte a


enfrentar los momentos difíciles, especialmente si los compartes y prácticas con más
personas. Es muy importante realizar actividades que en el pasado te resultaran
satisfactorias, porque si tus pensamientos negativos regresan, podrás recurrir a ellas
para sentirte cómodo. No puedes focalizar tu vida y tu felicidad, solamente sobre una
persona o cosa. Planifica actividades diarias, escríbelas y ponlas en un lugar visible.
Incluye al menos dos actividades diarias, de más de media hora cada una, que te
gusten. Al principio, no seas muy exigente contigo mismo. No esperes a volver a tener
ganas para retomar tus aficiones. Las vas a recuperar gradualmente. Obligarte poco a
poco, en la medida de tus posibilidades, hará que recuperes progresivamente tu
capacidad de disfrutar.
Identifica las señales de riesgo o detonantes de tu malestar
● Identifica la causa o comienzo de los pensamientos suicidas. Reflexiona (si es
posible, mejor en compañía), sobre la situación que te llevó a este tipo de
pensamientos o actos. Puede que sea una fecha, un acontecimiento, un comentario,
un objeto... ¿Cuál fue la gota que colmó el vaso? Procura reducir el efecto de estos
eventos o circunstancias al mínimo y trata de evitarlos o responder ante ellos de una
forma diferente. Puede ayudarte llevar un diario donde registres tus estados de
ánimo, pensamientos y planes.
● Aprende a reconocer cuando vas a tener una crisis aguda, te ayudará a saber cuándo
debes poner en marcha tu PLAN DE SEGURIDAD y, por lo tanto, a recurrir a tiempo a
las personas que te pueden ayudar.
● Pon en marcha tu PLAN DE SEGURIDAD. Si le cuentas a tus personas de confianza
cuáles son estas circunstancias, ellas podrán apoyarte. Si cuentas con su ayuda,
quizás puedas pactar un “contrato de no autoagresión” , que te refuerce en los
momentos de mayor fragilidad. Recuerda que el impulso suicida, por su propia
naturaleza, es siempre transitorio.
● No utilices las amenazas suicidas ni el intento de suicidio para intentar con- seguir
algo que no eres capaz de lograr de otra manera. Por lo general, en el caso de que
tengas éxito, este será pasajero. Nada se mantiene bajo la amenaza de suicidarse. No
podemos pretender mantener a alguien a nuestro lado o conseguir algo bajo la
amenaza y la manipulación.
La finalidad de tu PLAN DE SEGURIDAD es reducir el
riesgo de cometer un intento suicida.

Para elaborar tu PLAN DE SEGURIDAD debes ser


sincero contigo mismo con el fin de que se adapte lo
mejor posible a tus necesidades. Puedes elaborarlo tú
solo, o también puedes pedir ayuda a alguno de tus
familiares, amigos, psicólogo, psiquiatra…

Aunque el plan de cada persona sea diferente, sí que


existen algunos puntos comunes que siempre se
deberían incluir:

Después de elaborar un plan con el que te sientas


cómodo y entiendas claramente, síguelo paso a paso
porque es un elemento esencial en tu recuperación.
Si incumples algún punto de tu plan, salta al siguiente
paso.

En caso de que tu Plan falle y exista un riesgo


inminente: LLAMA AL 112 o acude a urgencias de tu
hospital más cercano.
Una vez hayas confeccionado tu tarjeta ponla en un
sitio accesible, llévala siempre encima, o en momentos
de mayor riesgo cuélgala en un sitio muy visible como
por ejemplo en la heladera.

Mis pautas de protección


● Aprende a buscar soluciones no suicidas ante
los problemas que se te plantean. Haz un
listado de diversas alternativas o formas de
enfrentarse saludablemente a tus sufrimientos.
Ten un listado de 5 cosas que puedes hacer si
vuelves a tener ideas suicidas.

● Desecha todos los objetos que puedan resultar peligrosos para ti. Tu persona de
confianza puede colaborar en esto y ser quien guarde estos objetos. Por ejemplo, si
estás tomando medicamentos, quédate con los necesarios para unos días y que sea
ella quien guarde el resto.

● Construye un sistema de apoyo. Acude y participa en grupos de ayuda mutua de


alguna asociación.

● Ten a mano el listado que aparece en el Anexo II, con las 10 cosas que nunca debes
olvidar, ponlo en un lugar visible y léelo cada vez que lo necesites.
ANEXO I TARJETA CORTAFUEGOS
Yo, (escribe tu nombre) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
en el momento en que observe mis propias “señales de alarma” que me dicen que estoy
empezando con la ideación de suicidio:

1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.........................................................................

2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.........................................................................

3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.........................................................................

Voy a contactar con mis apoyos:


1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tel.: . . . . . . . . . . . . . . . . . .

2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tel.: . . . . . . . . . . . . . . . . . .

3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tel.: . . . . . . . . . . . . . . . . . .

4. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tel.: . . . . . . . . . . . . . . . . . .

5. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tel.: . . . . . . . . . . . . . . . . . .

A mis apoyos les contaré cómo me siento y qué es lo que estoy pensando. Seré sincero/a
con ellos. Intentaré no encontrarme sólo/a en este momento y que alguno de mis apoyos
esté conmigo.

1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

En caso de que mi PLAN falle y exista un riesgo inminente: LLAMARÉ AL 112 o acudir a
urgencias del hospital más cercano.
ANEXO II MIS PAUTAS DE PROTECCIÓN
1. Recuerda que las crisis son transitorias, la muerte no.

2. Recuerda que te aliviará comunicar tus pensamientos a alguien en quien confíes


(familiar, amigo o profesional).

3. Siempre que creas necesitarla utiliza tu “Tarjeta corta-fuegos”.

4. Permanece acompañado hasta que disminuyan los pensamientos suicidas.

5. Distánciate de cualquier medio con el que puedas hacerte daño.

6. Evita el consumo de alcohol u otras drogas. Sólo empeorarían la situación. Busca


ayuda de profesionales.

7. Intenta mantenerte activo/a y ocupado/a. Participa en algún tipo de voluntariado,


actividades culturales, deportivas o de ocio o cuida de una mascota. Te ayudarán
a sentirte más útil.

8. Escribe sobre tus metas, esperanzas y deseos para el futuro. Hazlo de forma
realista. Debes proponer tus deseos y no los deseos de otros. Léelos cada vez que
necesites recordarlos.

9. Si tienes muchos problemas y estos te agobian, afróntalos de uno en uno.

10. Recompénsate todos los días con algo placentero, intenta disfrutar con las
pequeñas cosas de la vida.

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