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IRREMPLAZABLE

JUAN CARLOS SANTOS HANDAL

Trabajo de ensayo para la asignatura de Filosofía de la


Religión y Teodicea

Profesor
Pbro. Miguel Marte M.Sc

SEMINARIO MAYOR NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA


FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS
CON ÉNFASIS EN FILOSOFÍA
II FILOSOFÍA
DISTRITO CENTRAL
2022
Martin Buber (Viena, 1878 - Jerusalén, 1965) Escritor y filósofo israelí. “Es más conocido
por su filosofía del diálogo, un existencialismo religioso centrado en la distinción entre
relaciones directas o mutuas (a las que llamó "la relación Yo-tú" o diálogo) en las que
cada persona confirma a la otra como valor único y las relaciones indirectas o utilitarias,
(a las que llamó "yo-él" o monólogo), en las que cada persona conoce y utiliza a los
demás, pero no los ve ni los valora en realidad por sí mismos”.1

Para una apropiada comprensión y reflexión de este ensayo, quisiera delimitar las obras
del autor qué he seleccionado para llevar a cabo el planteamiento de este camino de
recuperación. Estas son: “Eclipse De Dios” cuyo origen es de conferencias presentadas
en universidades norteamericanas en 1951, junto a “Yo y Tú (Ich und Du)” escrito en
1923 y siendo esta su obra de mayor relevancia.
Habiendo introducido a nuestro exquisito autor, quisiera aprovechar algunas líneas para
poder compartir, los pensamientos y sentimientos que me han impulsado a poner la
maquinaria cerebral y la buena voluntad a trabajar en busca de un mundo mejor. No es
ajeno para ninguno de nosotros, hombres y mujeres concretos, que estamos viviendo en
un mundo cada vez más convulsionado. Una sociedad en la que la diversidad de
pensamientos, en lugar de acercarnos a la verdad, han venido creando un relativismo
que empuja a que los diferentes grupos, en el afán de defender una verdad parcial, se
vean envueltos en conflictos que retroceden a la humanidad por cientos de años. Una
sociedad abrumada por un nihilismo en la que cada segundo que marcan las manijas del
reloj, pareciera representar la reducción de los valores que por siglos han conducido a la
humanidad a través de la aventura del progreso en todos los sentidos. Una sociedad
sumida profundamente en el “olvido ontológico”, carente de un robusto sentido de ”Ser”
y cada vez más cosificado, magnificando el sentido del hombre en “tener”. Una sociedad
en la que los grupos primordiales, como la familia y las escuelas, son diariamente
atacadas vigorosamente por dos titanes que debemos luchar por vencer: la corrupción Y
las ideologías. El primer titán, impidiendo que las familias, sobre todo las más
marginadas por nuestra inconciencia humana y trascendente, puedan tener acceso a
estilos de vida “humanizantes”. El segundo titán, que, a través de un voraz relativismo,
busca la imposición de una ceguera epistemológica, que les permita implantar
incoherentes pensamientos que pretenden arrasar con todos los valores, empujándonos
al borde de la deshumanización.
Por lo tanto, he visto en la filosofía de Martín Buber, un pensamiento imparcial, que, sin
abocar a ninguna religión en particular, nos provee un camino de rehumanización de la
sociedad. Todo esto a través de la recuperación de una conciencia trascendente, que
nos permita robustecer las relaciones del diálogo entre los seres humanos, y así, de los

1Artículo: Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros. Biografía de Martin Buber
Website: Buscabiografias.com URL: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/573/Martin%20Buber
Publicación: 2000/03/27. Última actualización: 2021/06/19

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seres humanos con el Tú absoluto. “El tú me sale al encuentro por gracia, significa ser
elegido y elegir. La palabra básica Yo-Tú sólo puede ser dicha con la totalidad del ser”2
Y el eclipse de Dios que estamos viviendo nos impide el encuentro cara cara, fragmenta
el ser. Sólo este encuentro nos dará una civilización que busca el bien común O llámese
“sumo bien”, como en algún momento lo planteó Platón.
Entraremos en materia. Anteriormente he mencionado a hombres y mujeres concretos
en una realidad. La religión es parte de esta realidad ya que “la fe no es un sentimiento
aposentado en el alma del hombre, Sino un adentramiento en la realidad, un
adentramiento en toda la realidad, sin reducciones ni cortapisas”.3 Con esto nos
referimos a la vivencia de una religión no sólo con sus preceptos, Sino aquella que nos
envuelve en encuentro, relación y conciencia trascendente de algo más allá. Es decir,
permea al hombre en unidad total. Claro está que la religión puede llegar a ser
incorrectamente reducida al encuentro con fenómenos, ideas u objetos. Una cosificación
(ello) total se crea en la relación trascendente e interpersonal. En cambio, verdadera
relación está basada en la reciprocidad ya que “del ser humano al que llamo tú, no tengo
conocimiento experiencial. Pero estoy en relación con él en la sagrada palabra básica.
La experiencia de ser tú en la lejanía. Pues el tú es más de lo que ello conoce”4
También es muy común que, en la vivencia de una vida religiosa, sea la denominación
que usted practique, nos divaguemos en una serie de representaciones e intentos de
conceptualización del tu absoluto. No refiero que pensar sobre el absoluto sea algo
incorrecto, si no a creer que pensarlo le abarca. Si esto sucede es posible que, ante el
intento de reducirlo a un sistema conceptual, como a través de la historia ha intentado la
filosofía, terminemos por aumentar el eclipse y creemos nosotros mismos el impedimento
de un encuentro original. Corremos el riesgo entonces de quedarnos en “el mundo de las
ideas”, en lo “ello” y cosificar un encuentro trascendente. “Quien en el mundo de las
cosas se contenta con experimentarlas y usarlas se ha construido un edificio una
superestructura de ideas donde haya refugio y paz frente al vértigo de la futilidad”. 5 Es
importante reconocer que el intento de “el antropomorfismo refleja siempre nuestra
necesidad de preservar la cualidad concreta puesta de manifiesto en el encuentro, es en
el encuentro mismo donde nos vemos confrontados con algo abrumadoramente
antropomórfico, algo que exige reciprocidad, un tu primario”.6 Podemos afirmar, que la
necesidad que exponemos con el intento de conceptualizar y representar, es parte del
grito del absoluto interno en nuestra propia esencia, que busca manifestarse en nuestra

2 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.10
3 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones
nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.10
4 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.9
5 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.10
6 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.25

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realidad. Este grito debe antes pasar por el “ello”, pero no quedarse ahí. Si bien es cierto
hay un componente experiencial, debemos ser muy cautelosos y no limitar al absoluto
por nuestra necesidad ya que “el encuentro con la voz original, con la fuente original del
si o del no, no puede ser reemplazado por ningún encuentro con uno mismo”.7 Muy bien
lo dijo Buber, hoy nos enfrentamos a un eclipse de la luz del absoluto, un eclipse de Dios,
no porque él se haya escondido, el astro que irradia nunca se esconde del irradiado,
sino que algo se impone, Evita el “vis-a-vis”, de lado del irradiado.
Me parece que ha sido este eclipse el que ha generado el deterioro social. Casi
retrocediéndonos a épocas primitivas. Como bien conocemos las manifestaciones de
trascendencia primitivas siempre estuvieron directamente relacionadas con objetos o
manifestaciones de la naturaleza, y estas, para los pueblos primitivos representaban una
relación por completo. Es decir, evidentemente, “el ser humano ha llegado a ser capaz
de yo, el que dice yo-ello, se sitúan de las cosas, no frente ellas para el torrente de la
acción recíproca”.8 Casi nos hemos convertido en especialistas, a la hora de identificar a
quienes nos rodean como “algo” de lo que me sirvo, y no “alguien” con quien camino. Si
bien es cierto ante todo encuentro empezamos todos siendo “ello”, “Pero quien
solamente vive con el ello no es ser humano”9 “cada ello puede convertirse en un tu por
la entrada en el acontecimiento de la relación”10, es esta la meta. El impedimento de un
encuentro con el “tú absoluto” genera una ceguera, inconciencia trascendente, para
poder descubrir el verdadero “yo” que me descubre el verdadero “tu”. “Yo-tú encuentra
su más alta intensidad y transfiguración en la realidad religiosa, en la cual el ser ilimitado
se convierte, en cuanto persona absoluta, en mi compañero”.11 Podemos hablar del
proceso de transformación del yo-ello al yo-tu como una “hipostación”, que desde lo
concreto del ser conforman una sola sustancia.
El eclipse, además de generar una cosificación degenerada AdExtra también lo ha hecho
AdIntra. Sucumbiendo a la tentación de colocar al hombre, desde la filosofía, como “la
medida de todas las cosas”. El problema está que al hacerlo “lo que se encuentra, se
confronta con la imagen, no con la llamada ideal, sino con la imagen surgida de ese
misterio del ser mismo que llamamos persona”.12 ¿Qué puede resultar si, en una
construcción, nuestra medida de demarcación es una columna irregular? Nada más y
nada menos que todas las columnas sean irregulares. “El hombre que busca la distinción

7 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones
nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.27
8 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.19

9 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.21
10 Ibid. (10)
11 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.46


12 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.80

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y la decisión en su propia alma no puede extraer de ella, de su alma, una escala de
valores absoluta. Sólo de una relación personal con lo absoluto puede surgir el carácter
absoluto de las coordenadas éticas”.13 Específicamente lo dirá Platón como una crítica
al enunciado sobre el hombre como medida “Dios es la medida de todas las cosas”. Es
en el “ethos eterno”, “Dios”, “absoluto”, “Motor inmóvil”, “demiurgo” etc. donde
encontramos la medida del “bien y el debiera ser”, ambos unidos a lo intrínseco del ser.
“El bien confiere el ser a cada cosa individual, no simplemente para que exista, sino para
que pueda perfectamente llegar a ser aquello para lo que fue creada”.14 Claro está que
existe el riesgo de igualmente reducir nuestro propósito únicamente a lo ético. Nada más
equivocado. La trascendencia es parte del ser de cada persona, un llamado interior, que
trasciende el mismo bien de una vida ética. Por lo tanto, será interesante abordar el
concepto de “suspensión de lo ético” desarrollado por Kierkegaard.

Kierkegaard estableció que la suspensión teleológica de lo ético es “la validez de un


deber moral que puede verse a veces suspendida de acuerdo con la finalidad de algo
superior, de lo más elevado posible”. A toda costa podemos identificar aquí una
relativización de lo universalmente ético. De esta manera arrancamos por completo
cualquier matiz de lo absoluto. Sin embargo, según Kierkegaard “el deber es en realidad
sólo la expresión de la voluntad de Dios”. Pero si hablamos de ética, ¿por qué es un
problema el eclipse de Dios? Pues porque, “el hombre que oye se entera totalmente de
lo que se le exige; el Dios que habla no plantea enigmas”. 15 Es en la medida en que
recuperamos nuestra conciencia de algo más allá, de algo que nos trasciende para
trascender, que somos capaces de identificar el verdadero valor de todo cuanto nos
rodea y comprendemos qué es lo verdaderamente justo de mi actuación con los demás.
Exquisitamente lo dice Buber “no hay escapatoria de ella, hasta que no surja la nueva
conciencia de los hombres, la que les emplazará a impedir con el más íntimo poder de
sus almas la confusión de lo relativo con lo absoluto”. Ya es tiempo de escuchar el grito
de la trascendencia y hacer oídos sordos a los falsos absolutos. “Quien ama a Dios sólo
como ideal moral está destinado a llegar pronto al punto de desesperación ante la
conducta del mundo donde, hora tras hora todos los principios de su idealismo moral se
ven aparentemente contradichos”.16
Pero entonces ¿Cuál es ese camino hacia la verdadera naturaleza social? Nos da
esperanza saber que “el eclipse de la luz de Dios no es extinción; mañana mismo puede

13 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones
nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.82
14 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.84


15 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.93


16 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.56

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desaparecer aquello que se ha interpuesto”.17 Considero que este eclipse se
desvanecerá en la medida que nos planteemos las preguntas correctas. Es imperativo
que los que decimos tener alguna conciencia de algo más allá, tomemos acción en la
superación de los paradigmas que nos hacen aferrarnos a falsas imágenes del absoluto.
Y quienes niegan algo más, se permitan un encuentro, aquí y mas allá.
“Que el hombre creyente que atraviesa el umbral del temor se dirija hacia las situaciones
concretas y contextuales de su existencia, significa precisamente eso: que soporta ante
la faz de Dios la realidad de la vida vivida, por terrible o incomprensible que sea. La ama
en el amor a Dios, a quien ha aprendido a amar”. Es el amor producto del diálogo desde
lo más profundo del ser, en una conexión recíproca de Yo-Tú que lo cambia todo.
Debemos comprender que esta relación excede todo conocimiento, aún y cuando pueda
tener un comienzo en él. No es apenas una idea si no el ser existente donde desembocan
todas. Intentar reemplazarlo por estas reducciones nos aleja de él, y de nosotros. Por
eso es el irremplazable, por qué la trascendencia es constitutiva del ser humano, como
principio o final, nada puede ocupar su lugar. Todos, filósofos, sociólogos, empresarios,
políticos y sociedad “estarían obligado a reconocer y emitir el hecho de que su idea de
lo absoluto se disuelve al llegar al punto en el cual lo absoluto vive, que se disuelve en
el punto en el cual lo absoluto es amado; por qué en ese punto lo absoluto ya no es lo
absoluto sobre lo cual se puede filosofar, Sino “Dios”.18
Esta misma conciencia trascendente y encuentro con el absoluto, son capaces de elevar
la relación entre los hombres pues, “la unidad de Dios no es el bien, es el súperbien”.
“Esto sólo significa que Dios ama como una personalidad y que desea ser amado como
una personalidad, y si él no era una persona en sí mismo, se convirtió en uno, por así
decirlo, al crear al hombre, para amar al hombre y ser amado por el, para amarme y ser
amado por mí”.19 “El amor no se adhiere al yo como si tuviese al tu sólo como contenido,
como objeto, Sino que está entre yo y tú. A quien habita en el amor, a quien contempla
en el amor, a ese, los seres humanos se le aparecen fuera de su enmarañamiento, Y
entonces la persona puede actuar, puede ayudar, sanar, educar, elevar, liberar. Puede
amar a los seres humanos”.20 El amor es la encarnación del Absoluto, Así como Cohen,
cambió su pensamiento, al tener el encuentro con el amor, asimismo, una relación de
amor sin eclipse, un amor en relación y encuentro yo-tú, es capaz de reavivar la sociedad
con un fuego que nos llevará más allá del limitado ello, juntos, plenamente yo y
plenamente tú.

17 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones
nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.101
18 Martin Buber. Eclipse de Dios. Breviario del fondo de cultura económica. Traducción: Luis Fabricant. Ediciones

nueva visión S.A.I.C de Argentina. P.53


19 Ibid (17)
20 Martin Buber. Yo y Tú. Traducción de Carlos Díaz Hernández. Herder. 1 edición Digital 2017. P.12

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