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LOS SORDOS

Autor  Anónimo
PERSONAJES
Samuel el cobrador de la ciudad
El Papá sordo
La Mamá sorda
Mariquita la hija sordita
Javier el hijo sordito
La abuela sorda
El padre Hurtado (sacerdote) sordo

SAMUEL : (Apareciendo muy adolorido) Dios mio que dolor...ese autobús


me reventó el oído con su bocina .... Tiiiiiiiiiiii...tiiiiiiii... tiiiiiiii, y mala suerte
junto a mí, creo que me he quedado sordo, dónde quedará el lugar que voy
buscando (Saca un papel) vaya, hacienda Los Leones, apenas regrese a la
ciudad dejaré este trabajo de cobrador...(Sigue avanzando y ve al papá) ¡Eh
, buen hombre!...!Buen hombre! (El papá no le atiende) ¡Ni que estuviera
sordo como yo! (Le toca el hombro) ¡Oiga!
EL PAPA: ¡Hola! ¿Qué tal? ¿Qué desea?
SAMUEL: Usted, que ha de conocer estos lugares...
EL PAPA: Sí, señor, Rudecindo Juarez, para servirle.
SAMUEL: ¡Hágame el favor de hablar más alto, porque estoy bastante mal
del oído!
EL PAPA: ¡Si no grita más no podré entenderle porque soy un poco sordo!
SAMUEL: ¿Podría indicarme dónde queda la hacienda "Los Leones"?
EL PAPA: ¡Claro que tienen fragancia mis melones! Es que son muy
buenos; le haré traer a algunos para que los pruebe.
SAMUEL: ¿Nueve? ¿Nueve qué? ¿Nueve kilómetros? ¿Tanto? ¡No puede
ser!
EL PAPA: (Por la mamá que aparece en este momento en la puerta de la
casa) Sí, ésa es mi mujer. (A la mamá). -Oye, tráele a este hombre una
docena de melones, para que elija.
LA MAMA: ¡Ajá, muy bien! ¿Así que este caballero quiere iniciar noviazgo
con nuestra hija? Tanto gusto, señor. En seguida se la presentaremos.
(Gritando hacia el interior de la casa)-¡Mariquita!... ¡Mariquita!... Esa chica
es más sorda que yo, todavía... Un momentito... (entra a la casa).
SAMUEL: ¿De modo que usted dice que la estancia "Los Leones" queda a
nueve kilómetros de aquí?
EL PAPA: -Sí, señor; se lo he dicho y se lo repito. La fragancia de mis
melones es exquisita... (aparece la mamá con Mariquita)
LA MAMA: -No grites, hombre; aquí está Mariquita. (a su hija) -Bueno, hija,
aquí tienes a tu pretendiente...
MARIQUITA: -¡Ay, mama! ¿Cuántas veces quiere que le diga que no me
duelen los dientes ni nada?
LA MAMA: ¿Que no tiene nada? ¿Y tú qué sabes? A lo mejor resulta que es
mayorista.
MARIQUITA: ¡Mamá, por favor! ¿Para qué quiero un dentista si yo no tengo
enferma la boca?
LA MAMA: - Ya sabes que tu madre pocas veces se equivoca: ha de ser
mayorista.
(A Samuel) esta es mi hija mariquita...
SAMUEL: Cómo que cerquita, si hace un momento su esposo me ha dicho
que falta como nueve kilómetros....
EL PAPA: - ¿Y los melones, mujer (Gritando) hace rato que le digo a este
hombre que su pulpa es exquisita?
JAVIER: (Saliendo) ¡Si, si! Ya no grites papá ya termino de comer... ¿Qué
pasa con Mariquita?
LA MAMA: Hijo éste es el que se va a casar con Mariquita
JAVIER: ¡Usted es el que vende rosquitas que rico! ¿pero cuál es su
precio?
SAMUEL: ¡No, no es que yo sea necio, lo que pasa es que no entiendo!
EL PAPA: ¡Hey yo no le estoy mintiendo mis melones son deliciosos ¡
Mañana mismo le envío nueve cajones.
JAVIER: Queeeee también vende turrones.... (a su hermana) Mariquita
escuchaste, ¿compramos cinco porciones?
MARIQUITA: Pero si les estoy diciendo que no necesito curaciones.
LA MAMA: ¡Ayy! A mí los matrimonios también me causan tantas
emociones. ¡Ven acá yerno mío! (abraza a Samuel).
SAMUEL: Tiene razón señora cada vez se hace más tarde y se siente
mucho frío.
JAVIER: ¡Que cosa! Cómo que las rosquitas no tienen miel de membrillo.
EL PAPA: (A Javier) ¡No digas tonterías hijo!(A Samuel) ¡Gracias a Dios
aquí en mi chacra no ataca ningún grillo. Yo estoy de acuerdo que los casé
el Padre Hurtado.
SAMUEL: ¿Qué? (se pregunta) ¿Se me hace que me dijeron tarado?
EL PAPA: Si señor soy un comerciante muy honrado... (Grita) mujer dónde
están los melones.....
LA ABUELA: (Entrando) Si eso quiero saber yo... ¿dónde están mis
calzones? Allí estaban secando...
SAMUEL: (A la abuela) De veras señora cree usted que se llega
caminando... pero el camino.... ¿no estará lleno de barro?
MARIQUITA: ¡Oiga! Por más dentista que usted sea cómo va a decir que mi
abuelita tiene los dientes con sarro. Antes de afirmar eso, por lo menos
revísele la boca.
LA ABUELA: ¡Como que loca! ¡Yo no estoy loca!... yo dejé mis calzones
secando y ahora no los veo por ningún lado.
JAVIER: ¡Umhhh! Un delicioso helado, esto sí que va a ser un gran
banquete....faltarían un par de trozaos de jamones...
SAMUEL: ¡Ladrones! Nadie me previno que en el camino encontraría
ladrones... tendré que tomar mis precauciones.
MARIQUITA: ¡Ni extracciones ni nada! Aquí nadie necesita nada. Y lo mejor
es que se vaya porque está armando tremendo lío....
PADRE HURTADO (ENTRANDO) !Cómo están hijos míos! Vengo por las
donaciones, un buen diezmo siempre limpia hasta las peores conciencias.
SAMUEL: ¡Clemencia! Eso es lo que pido Padre, hasta ahora nadie me dice
como llegaré a la Hacienda Los Leones, debo llegar a esa estancia.
PADRE HURTADO (Enojado) ¡Ganancias! ¿Cómo que ganancias? No hijo
con lo que dan solo alcanza para cubrir pocas necesidades...
EL PAPA: Claro que hay variedades Padre usted sabe... de todos los
tamaños y de exquisitas fragancias...
PADRE HURTADO: ¡Que no hay ganancias! Me ofende hijos míos el dinero
de la limosna es bien utilizado.
JAVIER:(No lo puede creer) Van a cocinar un asado, buena idea Padre un
delicioso asado (A Samuel) usted ha llegado como una bendición.
PADRE HURTADO: Esta bien Javier luego vuelvo por tu donación... (A
Mariquita) a ver ¿Tu hija si me podrías alcanzar tu donación?
MARIQUITA: (Asustada) ¡Nada de extracción! Ya lo dije Padre... ni curación
y menos extracción... todos aquí tienen los dientes sanos. ¡Yo todo lo tengo
sano!
PADRE HURTADO: Si pues he venido en vano, todo este largo viaje ha
sido en vano...porqué cuando se trata de dar limosna todos se hacen los
sordos. Será mejor que me retire a mis ocupaciones.
ABUELA: (Alegre)!Es día de confesiones! En ese caso lo acompaño,
(Mirando a todos) aunque muchos aquí necesitan confesarse... hasta ahora
nadie me quiere decir dónde están mis calzones (Salen ambos).
EL PAPA: ¡Eso digo yo! ¿Dónde están los condenados melones? ¡De
ustedes ayuda no consigo!
JAVIER: (Apurado) Bien papá voy a amasar el trigo ¡que rico! (Sale)
SAMUEL: (A Mariquita suplicante) ¡Por favor! ¡Debo llegar a cierta hora!
MARIQUITA: (Sorprendida) ¡No todavía no soy señora!
SAMUEL: ¿Cuál es el camino? Se lo pido por Dios divino.
MARIQUITA: Oiga yo no pretendo que usted sea adivino, me he limitado a
decirle que a la fecha sigo soltera...
SAMUEL: Es de frente por la otra vereda, gracias muchas gracias... por fin...
llegaré a Los Leones.
EL PAPA: Por fin volvemos al tema: mis deliciosos melones.
SAMUEL: Sí, ya me dijo su hija: por la vereda a la derecha.
LA MAMA: Yo no digo que usted no la quiera a la chica, pero convendría
que fijara fecha...
SAMUEL: (desapareciendo) Comprendo....gracias y hasta la vista, y
perdonen la molestia.
LA MAMA: ¡Oiga, oiga! ¡Más bestia será usted, atrevido!
EL PAPA: ¡Adiós!, Como no se va a molestar si nunca le trajeron los
melones y después de lo que ese comprador ha viajado...
LA MAMA: ¡Me opongo... yo nunca consentiré que mi hija tenga matrimonio
con ese tremendo tarado¡
MARIQUITA: Déjelo que se vaya; total aquí a nadie le duelen los dientes...
EL PAPA: Cuánto hubiera ganado... tres mil... no cuatro...
MARIQUITA:- ¡Ay, qué bueno eres, papá! ¿Oyes, mamá? Dice que esta
noche nos llevará al teatro a ver las comedias.
LA MAMA: ¡Cierto!, ya me había olvidado de que tenía que zurcirle las
medias. ¿Sabes dónde he dejado el hilo azul?
MARIQUITA: ¡No me digas! ¿La comedia de Barba Azul? ¡Qué bonito título!
¡Ay, qué contenta estoy madre mía!
LA MAMA: -Es lo que le digo siempre a tu padre; ¡que Dios nos conserve
esta armonía!, porque el día que no nos entendamos, esta casa será un
infierno...

TELÓN

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