Está en la página 1de 20

El sueño de una noche de verano

William Shakespeare

Escena 1
(En el palacio de Teseo. Entran charlando el, Teseo, prometida de Teseo, y un sirviente)

TESEO: Querida Hipólita, la hora de nuestra boda se acerca., Faltan solo unas
horas!
HIPOLITA: Un día con su noche que verán pasar como un sueño.
TESEO: (Al sirviente) Anda. Ve. Quiero que todo esté a panto para mi boda.
Procura que mi alegra llegue a cada rincón de Atenas. Que todos participen en la
fiesta. Que no haya nadie triste.
¡Prepáralo todo con esmero! (Sale el sirviente)
(Entran de pronto Hermia, Egea, padre de Hermia, Lisandro y Demetrio, pretendientes de
Hermia. Vienen malhumorados)

EGEA; Los dioses te llenen de bienes, Teseo, ¡Rey de Atenas! Felicidades, amigo
mío, por tu boda
TESEO: ¡Gracias mi buena Egea! ¿Qué te trae por aquí?
EGEA: Perdóname que te arruine el momento.
Vengo a presentarte quejas contra mi hija Hermia
Acércate Demetrio, este hombre, noble señor, tiene consentimiento para casarse
con ella
Acércate Lisandro, pero .te otro, bondadoso Rey, Embrujado el corazón de mi niña
con poemas y flores. Y aprovechándose de su inexperta juventud ha cambiado la
obediencia que me dé por terca rebeldía. Le ordeno que se case con Demetrio y
se niega.
No quiere obedéceme. Te pido, por tanto, y muy a mi pesar que hagas cumplir la
ley de Atenas.
TESEO: Pero hija eso es muy grave. Tu padre lo ordena y Demetrio merece tu
afecto.
HERMIA: ¡Lisandro también!
DEMETRIO: ¡Pero tu madre me ha escogido a mí! ¿Qué tiene el que no tenga yo?
LISANDRO: Tienes el amor de su padre. Demetrio, cásate con ella y deja que yo
me case con la hija...
EGEA: ¡Sin Vergüenza! Clara que tiene mi amor y por eso le doy lo que es mío
¡Porque ella es mía!
TESEO: Piénsalo, Hermia ¿Sabes cuál es el castigo para las hijas desobedientes
como tú? Se las condena a muerte o a vivir solas como sacerdotisas en el templo
de Artemisa.
HERMIA: ¡Ya lo sé! y prefiero morir a obedecer.
TESEO: Piénsalo bien. Te doy tiempo. Hasta la luna nueva puedes decidirte.
HERMIA: Está decidido. Prefiero la soledad o la muerte antes que aceptar a un
hombre al que mi alma rechaza.
EGEA: ¡Hija testaruda!
LISANDRO: Demetrio eres tú quien debes decidir. Sabes que Elena te ama y que
la estas hacienda sufrir. Le prometiste casarte con ella y ahora quieres a Hermia...
TESEO: ¿Eso es verdad Demetrio? ¿Aquella te ama? Debo confesar que algo ha
llegado a mis oídos y pensaba hablar contigo, pero preocupado con mis asuntos
se me olvido. Ven tenemos que hablar de todo esto. Y también Egea,
acompáñame, necesito confiarte una misión…
Vamos querida Hipólita.
(Salen charlando Teseo. Egea y Demetrio. Se quedan solos Hermia y Lisandro)

LISANDRO: ¡No estés triste i Nunca el amor venadero se deslizo sin obstáculos,
Hermia querida! Unas veces es diferencia en la riqueza o en la edad. Otras la
guerra, la muerte o la enfermedad salen al paso haciéndolo momentáneo como un
eco, fugaz como una sombra, breve como un corto sueño... Rápido como un
relámpago en noche oscura que bruscamente ilumina el cielo y se hunde de nuevo
en las tinieblas...
HERMIA: Pero… ¿qué vamos a hacer ahora, Lisandro, si el destino no está de
nuestro lado?
LISANDRO: No te preocupes. Si estas decidida tengo solución
Nos iremos de aquí. Tengo una tía viuda que me quiete como a un hijo. Su casa
está a tres días de camino, al otro lado del bosque. Allí no nos alcanzara la ley de
Atenas y seremos libres para casarnos.
A media noche nos encontraremos en el mismo lugar de siempre, junto al
manantial...
HERMIA: Allí estaré sin dudarlo.
LISANDRO: Todo está fríamente calculado.
Mira uña, aquí viene tu mugre (Entra Elena cabizbaja)
HERMIA: Mi buena amiga, no me gusta verte así.
HELENA: Dime, Hermia ¿qué haces para que para que Demetrio te quiera?
HERMIA: Le miro con enfado..., le echo maldiciones... ¡Cuando más le odio, más
me persigue!
ELENA: Pues yo cuanto más le quiero, más se aleja...
HERMIA: ¡No es culpa mía, Elena! Pero mira el lado positivo. No volverá a verme.
Esta noche Lisandro y yo nos encontraremos en el bosque mágico y huiremos de
Atenas.
LISANDRO: Te regalamos libre a Demetrio. Hermia solo me quiere a mí.
¡Suerte y que él te conquiste de nuevo!
HERMIA: ¡Adiós pues mucha! (Le da un abrazo a su amiga y sale feliz con Lisandro)
ELENA: ¡Que alegría para ellos, y que desgracia para mí!
Todo el mundo piensa que soy como Hernia. ¡Todos menos mi amor imposible!
Él se engaña. Y yo también...
Está claro que pocas personas tiene buen gusto, por eso lo pintan ciego y con
alas, ¡Alas sin ojos, eso es el Amor!, porque en la elección se equivoca casi
siempre. Y al igual que los niños, rompe los juramentos que hace. Demetrio me
juró que era solo mío y ahora corre detrás de Hermia. (Se queda pensativa)
Si cacho a Demetrio lo que planean Lisandro y Hermia, seguro que va tras ellos y
al menos tendré su agradecimiento. Por otra parte, si voy tras él, cuando vea que
no tiene esperanzas con Hermia, quizás se vuelva a fijar en mi... (Sale ilusionada)

Escena 2
(En el Bosque Mágico viven seres fatu6sticos, con poderes e invisibles a los hombres.
Entran por distintos lados el duende Puck y el hada Falena)

PUCK: (alegre) ¡Holaaaa espíritus! ¿adónde vas?


FALENA: (Se asusta) No te había visto. Estoy a las órdenes de Titania, la reina de
las hadas, y busco flores para adornar sus vestidos. ¿Y tú? ¿Quién eres? ¿el
travieso Puck?, ese duende maligno y espabilado del que todo el mundo habla...
PUCK: ¡Acertaste! Soy el paje de Oberón, el Rey de la Noche. ¡divierto y me
divierte divertirte!
FALENA: Si, y asustar a las muchachas y perder a los caminantes que viajan en
la noche...
PUCK: Soy alegre... Me gusta bromear... Pero mis bromas nunca tienen maldad.
¡Y a veces doy buena suerte!
FALENA: ¿Se te perdió algo? ¿qué haces por aquí?
PUCK: Mi Reyna vendrá esta noche. ¡Cuídate de que tu señora no aparezca! El
anda muy toxico últimamente porque ella lleva de paje a un bello muchacho. Se
aman, ¿sabes?, pero siempre están como perro y gato. Ahora él está planeando el
modo de hacerla enfadar.
FALENA: Tienes razón amigo, pero... calla, Ahí llegan, uno por cada lado, tu amo
y mi dueña
PUCK: ¡Oh, no! Ahora volverán a pelear. Sera mejor que nos vayamos. (Se
esconden) (Entran Titania con sus hadas y Oberón uno por cada lado y se encuentran en
el centro de la escena)

OBERON: ¡Titania hasta que das la cara ¿no?!


TITANIA: ¡El toxico Oberón! Vámonos hadas.
OBERON: ¿Espera, jactanciosa presumida, no soy yo el dueño de tu corazón?
TITANIA: Lo eras, pero te portas tan inmaduro con tus celos...
OBERON: ¿Porque te empeñas en contrariarme, Titania? Solo quiero a tu
diminuto mozalbete para hacerlo mi paje de honor.
TITANIA: Ni por todo el país de las hadas te daría a ese niño. Su madre era una
sacerdotisa de mi orden y yo en memoria de ella educo al muchacho y en
memoria de ella no me separare de él.
OBERON: Pero tienes a tus hadas.
TITANIA: Y tu al travieso Puck. Hadas vámonos al fondo del bosque o
acabaremos peleando deveras. (Las hadas se van)
OBERON: Bien, sigue tu camino... ¡Pero ojo por ojo y diente por diente Titania...
(pensativo) Y Puck me ayudara…¡¡¡puck!!!

PUCK: Aquí me tienes mi Lord.


OBERON: ¡Oh, Puck! escúchame bien, Hay en el bosque una flor que se llama
“amarres de los fáciles”. Uno de los dardos de Cupido cayo accidentalmente sobre
ella una noche en que el travieso niño andaba persiguiendo a una joven muchacha
y desde entonces tiene la peculiaridad de enamorar perdidamente a la persona
que durmiendo reciba el néctar de esa flor en sus parpados, ¿Recuerdas la noche
que te mostré una de esas flores junto al manantial?
PUCK: Si, lo recuerdo como si hubiese sido ayer.
OBERON: Entonces que estas esperando, anda y tráeme una flor de esas
enseguida y vuelve rápido.
PUCK: ¡Ahora mismo! Ya sabes que puedo dar la vuelta a la Tierra en cuarenta
minutos.
OBERON: (Divertido) Cuando Puck me traiga la flor, esperare el momento en que
Titania este dormida y entonces verteré el líquido en sus ojos.
Cuando los abra se enamorará de quien esté a su lado, ya sea Barrutia, Steven o
Marcos, o cualquier mocoso, Lo perseguirá con el alma enamorada. ¡Y antes de
que yo libere sus ojos del encanto, le quitare a su pareja ( se oyen voces que se
acercan) Alguien viene! Aprovechare que soy invisible para Ios mortales y oiré el
chisme mientras espero que Puck regrese (Entra Demetrio perseguido por Elena)
DEMETRIO: No te quiero, te he dicho mil veces que solo amo mi corazón está
para Hermia. ¡Matare a ese Lisandro cuando lo vea! ¿y dices que es en este
bosque donde deben encontrarse?
ELENA: Pues así dice.
DEMETRIO: Bien, déjame ya, no me sigas más ¿No comprendes que te arriesgas
demasiado abandonando la ciudad en plena noche y en compañía de alguien que
no te ama?
ELENA: Tu honradez es mi escudo. Y no es de noche cuando contemplo tu rostro.
Ni falta nadie en este bosque pues para mi tu eres el mundo entero.
DEMETRIO: Dios mío, No me empalagues más…déjame ir. Pueda que encuentre
a Elena. Y si me sigues... AIla tu, ya te avisé. (Sale)
ELENA: Mal destino el de las mujeres. No se nos permite elegir sino ser
elegidas.... Pero yo te seguiré, haciendo un cielo de un infierno y aunque muera a
causa de quien amo tanto. (Sale también tras el)
OBERON: No te preocupes, patoja. Te ayudare. Dentro de poco será el quien te
perseguirá y tú la que huira. (Entra Puck), ¿Traes la flor? La utilizaremos también
para unos mortales. Veras, dentro del bosque hay una bella muchacha que está
enamorada de un joven lleno de mañas. Pon el jugo de la flor en los parpados del
hombre, pero cuídate que sea ella lo primero que vea al despertar. Hazlo bien.
Toma, coge un poco. (Riendo) Yo haré lo mismo con Titania y su mente quedara
llena de ridículas fantasías.
• PUCK: Quédate tranquilo mi Lord, así lo será. (Sale)
OBERON: Aquí Viene Titania de nuevo. (Se esconde)
• TITANIA: Cántenme mientras me duermo. Después dejadme descansar.
(Música)
• FLOR DE GUISANTE: Ya está dormida. Vámonos.
• GRANO DE MOSTAZA: me quedare cuidando de su sueño. (Bosteza y duerme
también) (Oberón se acerca sigilosamente y vierte el Líquido en los parpados de Titania)

• OBERON: Lo que mires cuando despiertes, eso tendrás por verdadero amor, ya
sea gato, leopardo o jabalí de cerdas erizadas, ha de aparecer a tus Ojos como el
ser más bello que puede existir. Despierta cuando algo vil se aproxime. (Sale)

Escena 3
HERMIA: Ya no aguanto Lisandro.
LISANDRO: Y hemos perdido el camino.
HERMIA: Podemos dormir un poco antes de seguir.
LISANDRO: Es buena idea. Descansaremos mientras esperamos la luz del día.
Aquí hay hierba, acuéstate, yo me quedare a tu lado. Un mismo césped servirá a
los dos de almohada.
HERMIA: No mi buen Lisandro, todavía no estamos casados. Mantén el
distanciamiento recuerda que aún hay pandemia.
LISANDRO: No importa la distancia. Mi corazón siempre será tuyo. (se va más
lejos)

-Que descanses. (Se duermen y entra Puck)

PUCK: ¿Dónde estarán los mortales? He recorrido todo el bosque y no los he


encontrado. Solo noche y silencio. ¡Quizá ya se hayan ido... (los ve) ¡Ah! Aquí esta
uno. Y.… más allá esta la otra., Que lejos se ha puesto! Se ve que no la quiere.
Estos deben de ser. (Le da a Lisandro en los ojos con la flor) Pronto la vas a querer
Te aseguro que cuando despiertes ya no serás el mismo. Y el amor no te dejara ni
mimir. (Sale riendo)
(Entra Elena siguiendo a Demetrio donde duermen Lisandro y Hermia)

ELENA: Espera por favor, querido Demetrio.


DEMETRIO: No me sigas mas por favor, que no me quiero hacer caro de ti.
ELENA: ¿Quieres dejarme plantada en medio de la noche?
DEMETRIO: No quiero que nadie me siga. (Sale)
ELENA: Estoy desesperada. Cuanto más le ruego, menos caso me hace, ¡Que
amarre le habrá hecho Hermia!
¿Pero... quien está aquí? Lisandro! ¿muerto o dormido? No veo sangre ni herida,
debe estar dormido, ¡Lisandro despierta!
LISANDRO: (Exagerando); OH Mi bella Elena Me arrojare al fuego por tu amor.,
Donde esta Demetrio? Le matare cuando lo vea. (Se echó mano al puñal)
ELENA: ¿Pero ¿qué te pasa Lisandro? No digas eso
¿Qué importa que él ame a Hermia si ella solo te ama a ti? Debes estar contento.
LISANDRO: ¿Satisfecho con Hermia? ¡Noooo!. Me arrepiento de los fastidiosos
minutos que he pasado a su lado. Es a ti, mi querida Elena a quien yo amo.
¿Quién no cambiaría un cuervo por una paloma? Tu vales mil veces más que ella.
ELENA: Pero ¿qué te he hecho yo para que te burles así de mí? ¿Qué tratas de
decirme con esto? Creía que eras de otro modo ¿No es bastante con que
Demetrio no me quiera que vienes tu y te burlas de mí?
¡Que una mujer rechazada por un hombre haya de ser insultada por otro! Que
cruel desgracia. Adiós, no sé qué más pensar… (Sale llorando)
LISANDRO: Duerme Hermia que yo cuidare de ti. (Sale detrás de Elena)
HERMIA: (Despertándose) Lisandro. ¿Lisandro?
¡Dios mío, se ha ido! ¿Cómo es posible que me haya abandonado? (Mira
desorientada para todos lados y se va en dirección contraria)

Escena IV
(Un grupo de torpes artesanos de Atenas han ido al bosque mágico a ensayar una obra
de teatro para la boda de Teseo y se paran donde duerme Titania)

MENBRILLO: Este es un buen lugar para ensayar la obra. Aquí no nos molestar la
gente y nadie se enterará de la sorpresa que le tenemos al rey. Y recuerden bien,
la boda de nuestro señor Teseo merece que pongamos todo nuestro empeño, la
vida si así quisiera ¿Estamos todos?
OVILLO: Hay que pasar lista.
POBRETON: Falta Migaja, pero ese siempre llega cuando ya todo se ha
acabado…
OVILLO: Si no nos dicen cuál es la obra y los personajes, podremos distribuir mal
los papeles.
MENBRILLO: Bien, el título es como sigue: “La muy lamentable comedia y el
fallecimiento trascendente de Priamo y Tisbe”
SALEROSO:¡A la que Calidad! El título, desde luego se oye impresionante.
MENBRILLO: Pónganse todos en fila y Contesten cuando los llame. Nicolas,
Ovillo el tejedor.
OVILLO: Aquí estoy, dime que papel me toca.
MENBRILLO: Tu, Ovillo estas apuntado para hacer Piramo.
OVILLO: ¿Y quién es el? ¿el amante o un político?
MENBRILLO: El amante, que se suicida al final.
OVILLO: Me gusta, lo hare tan bien que provocare tormentas de lágrimas al
público.
MENMBRILLO: Fráncico, Flauta, el Sastre.
FLAUTA:¡Presente!
MENMBRILLO: Tu serás Tisbe
FLAUTA: ¿Quién es Tisbe? ¿Un caballero Elegante?
MEMBRILLO: Es la Muchacha guapa que Piramo ama.
FLAUTA: Imposible, con esta barba no puede ser.
MEMBRILLO: Iras con mascara…
SALEROSO: (El gracioso del grupo) Yo haría muy bien el papel de Tisbe. (Poniendo
vos de mujer) ¡Ah, Piramo, corazón amante!

MEMBRILLO: Tu calla, no te he mencionado todavía. Robin, Pobretón, el


carnicero.
POBRETON: Soy yo.
MEMBRILLO: Tú serás la madre Tisbe.
Y ahora me toca a mí. Yo la hare de León.
SALEROSO:¡Ay, como me gustaría ser el papel de león! Se rugir un largo rato, da
gusto oírme. Mira…ahhhh (todos se tapan los oídos)
MEMBRILLO: ¡Que bruto, que animal! Eres capaz de dejar sorda a la reina y a
todas sus damas. ¿Quieres que nos aprieten el cuello a todos?
SALEROSO: Pero también se rugir bajito, como un tierno gatito o como un
ruiseñor…Mira…ahhh (bajito y suave)
MEMBRILLO: Tú serás el padre de Piramo.
SALEROSO:¡No me gusta ni nadita!
MEMBRILLO:¡Pues te aguantas! ¡Vamos, todos a la tarea!
POBRETON: Pero primero nos tenemos que memorizar nuestro papel…
MEMBRILLO: Luego lo estudiaremos de memoria, ahora podemos leerlo. (Reparte
las hojas y se queda sin ninguna)

SALEROSO: ¿Y tú qué?
MEMBRILLO: Como soy el león no necesito papel.
SALEROSO: Que cálida, te quedas con el papel más fácil ¡Así hasta el más bruto!
MEMBRILLO: Bueno, como ya no falta nadie podemos empezar ¿Preparados?
SALEROSO: Un momento. En esta comedia de Piramo y Tisbe hay una escena
que pondrá los pelos de punta al público femenino, es la de piramo cuando se
clava la espada. (Gestos)
POBRETON: Es verdad, hará pedazos a las damas.
SALEROSO: Yo creo que incluso se desmayaran.
POBRETON: ¡Tengo una idea! Diremos antes de que empiece la obra que Piramo
no se mata de verdad si no que solo esta haciendo show. Eso las tranquilizara,
creo yo.
MEMBRILLO: Muy bien, ya está todo arreglado.
SALEROSO: ¡Otra cosa! ¿Y el león? ¿No asustara también a las Muchachas?
OVILLO: Es cosa de pensarlo, hay que reconocer que el león da realmente miedo.
POBRETON: Pues diremos también que el león no es de verdad, que es un
hombre que se ha disfrazado de león para representar la comedia.
MEMBRILLO: Otra cosa solucionada. Que cada quien lea su papel antes de
empezar. (Entra Puck)
PUCK: ¿Qué es esto? ¿Quiénes son estos, bestias peludas, que están rugiendo
como locos cerca de donde duerme la reina la Reina de Hadas?
MEMBRILLO: Venga, Piramo, empiezas tu.
PUCK: (girando alrededor de los actores, que no le ven y mirando divertido los papeles)
¡Ah, están haciendo un teatro!
Bueno, pues yo seré su primer espectador. Y puede también que haga de actor si
se presenta el caso.
OVILLO, PIRAMO: ¡Tisbe, las flores dolorosas…!
MEMBRILLO:¡Olorosas animal!
PUCK: ¡Que desastre de actores!
OVILLO, PIRAMO: ¡Las flores olorosas nos envuelven como las aves! No te
muevas, ya vuelvo. Mi amor te acompaña…(sale)
PUCK: Aquí tengo una buena oportunidad para hacerle una pequeña bromita.
(Sale tras Ovillo riendo)

MEMBRILLO: Venga te toca a ti.


FLAUTA, TISBE: ¡Oh, Piramo, claro como el día y blanco como la flor de la lis…!
(Entra ovillo con cabeza de burro sin saber que la tiene. Puck le ha gastado una broma)

OVILLO, PIRAMO: ¡Oh, Tisbe encantadora!


(todos se asustan, gritan y salen corriendo al ver a Ovillo con cabeza de burro) (Entra
Puck riendo)

PUCK: Los correré un rato. Me transformare en caballo, en oso sin cabeza o en


espíritu. ¡Nunca olvidare esta noche! (sale corriendo tras ellos)
OVILLO: ¿Y esto que…? ¿Qué les pasa? ¿Porque corren de mí? Quizá quieren
que me de miedo aquí solo, pero… ¡no conseguirán asustarme! De aquí no me
muevo y cantare para que vea que no tengo ni una gota de miedo. (Empieza a
cantar horriblemente mal, esta asustado)

Creo que necesito beber un poco de agua para la presión.


(se acerca a la fuente donde duerme Titania, se ve reflejado en el agua del manantial,
grita, se toca la cabeza)

TITANIA: (Despertándose con el grito) ¿Qué ángel me despierta con ese dulce
sonido? ¡Oh, que bello mortal! Eres el dueño de mi corazón. Te ruego, por favor,
que sigas cantando.
OVILLO: Me parece señora que no está en sus cinco sentidos para hablarme así.
El amor y la razón rara vez van juntos en los tiempos que corren.
TITANIA: ¡Oh, amado mío, a tu belleza unes gran prudencia!
OVILLO: Ni una cosa, ni otra. Y ves si vas bien. Que si yo tuviera un poco de
ingenio para salirme de este bosque ya no estaría aquí.
TITANIA: No quieras dejarme ahora. No te dejare ir. Has de quedarte conmigo. Tu
belleza me enamora. ¡Te daré hadas que te sirvan! Ven tela de araña, Grano de
mostaza, Flor de Guisante.
TELA DE ARAÑA: A sus órdenes mí Reinita, ¿Qué quieres?
TITANIA: Ordeno que siempre amable sirvan a este noble caballero. Que bailen
para él y le busquen las mejores frutas del bosque. (Las hadas hacen una reverencia
a ovillo y le saludan)
OVILLO: Les agradezco desde el fondo de mi corazón sus reverencias. Seremos
buenos amigos.
TITANIA: Llévenlo volando y déjenlo en mi lecho de flores para que pueda
descansar. (salen todos)

Escena V
(En otra parte del bosque)

OBERON: Ardo de ganas de saber si Titania ha despertado ya. Y cual habrá sido
la primera criatura que se habrá ofrecido a su vista. Aquí viene Puck, el me
contara el chisme.
PUCK: (Entra corriendo y riendo a carcajadas) ¡De un monstruo, enamorada va
vuestra reina!
OBERON: Cuenta, cuenta…
PUCK: Mientras ella dormía, llegaba una pandilla de muchachos imbéciles.
Artesanos que trabajan en las tiendas de Atenas. Venían a ensayar una obra que
deben representar el día de la boda de Teseo.
El más bruto de todos dejo al grupo por exigencias del guion, entonces me
entraron ganas de jugar y me divertí cambiando su cabeza por la de un burro
orejudo. Cuando el hombre volvió a escena con esa carota, a todos asusto y
huyeron a todo correr y yo tras ellos.
¡Tanto era su miedo que veían monstruos en cada árbol, en cada bulto de hierba!
Y así los he llevado corriendo hasta Atenas. Mientras, el pobre actor se quedó solo
y triste sin saber que les pasaba, ni porque lo habían dejado solo. Hasta que
acercándose a beber se vio en la fuente. Lo que vio le hizo gritar. Y entonces que
Titania se despierta, se enamora de él, y manda que las hadas lo adoren y alaben.
(se ríe a carcajadas)

OBERON: ¡Bravo! Eso es más de lo que esperaba.


¿Y los mortales? ¿Pusiste el jugo en los ojos del tortolos?
PUCK: Si, lo encontré dormido. Y ella estaba con él. Así que cuando se despierte
es cosa hecha.
OBERON: ¡Quieto que aquí llega el ateniese!
(Entra Hermia y Demetrio que la ha encontrado sola en el bosque)

PUCK: La muchacha es la misma pero el no.


DEMETRIO: ¿Por qué eres tan fría y dura conmigo?
HERMIA: Tú sabes que no te topo, que amo a Lisandro. Es a Elena a quien tu
debes de querer y no a mí.
¡No puedo creer que Lisandro me haya dejado sola!
¡Tú lo has matado mientras dormía!
Dime ¡que le hiciste, Demetrio? ¿Dónde está?
DEMETRIO: Yo no soy culpable, ni nada prueba que el haya muerto.
HERMIA: Entonces dime que está sano y salvo.
DEMETRIO: No sé dónde está, ni que le pudo haber pasado.
HERMIA: Tanto si está vivo como si le has matado, Olvídate completamente de mi
(Sale Hermia)

DEMETRIO: ¡Para que seguirla en el estado de irritación en que se encuentra!


Descansare un momento y dejare que se le baje su mosh. (Se echa a dormir)
OBERON: ¿Pero que hiciste? ¡Te has equivocado completamente!
Has echado el jugo en los ojos de alguien que era fiel. ¡Era a este a quien te dije!
Busca a Elena más a prisa que el viento y atráela hacia aquí. Es ella quien debe
ser conquistada por Demetrio. Haremos dormir al hombre y le untaremos los
parpados, pero ¡¡¡vuela!!!
¡Buen clavo has armado!
PUCK: ¡Voy más rápido que una flecha!
OBERON: Entra en sus ojos y cuando llegue su enamorada haz que brille para el
con el resplandor vivo y puro de una estrella. (Pone la flor en los ojos de Demetrio)
PUCK: Elena se acerca, pero no viene sola, la sigue el joven a quien
equivocadamente hice que se enamorara de ella.
OBERON: ¡No puede ser!
PUCK: ¡Oh si, mi señor! Ahora serán dos quienes mueran por ella. Sera una
diversión única… ¡Ay, como me divierte ver a los humanos con sus problemas!
OBERON: Quítate de aquí. El ruido que van a producir despertara a Demetrio.
(Entra Lisandro detrás de Elena)

LISSANDRO: ¿Por qué dices que te hablo así solo para burlarme? Si me burlara
no tendría los ojos llorosos. Eso es una prueba de la sinceridad de mis palabras.
ELENA: Esas mismas palabras se las dijiste ya a Hermia. Ni antes ni ahora valen
nada.
LISANDRO: Estaba tonto en ese entonces.
ELENA: No, estas tonto en estos momentos. Déjame en paz. Ándate con Hermia.
(Tropieza con Demetrio dormido y lo despierta) Es a el a quien quiero, a pesar de que
él no me ama…
DEMETRIO: ¡Elena, amor mío, luz de mi vida!
ELENA: (Perpleja) ¡Tú también te burlas de mí!
LISANDRO: ¡Estas demente Demetrio! Tu amabas a Hermia y ahora que yo la
dejo libre vienes a robarme el amor de Elena.
DEMETRIO: Lisandro, quédate tu Hermia, no la quiero ni la querré. Si la ame todo
ese amor se ha desvanecido. Mi corazón no ha estado con ella más que para un
solo rato. (cambiando el tono, dulcemente) Y ahora ha vuelto a Elena para siempre.
ELENA: Los dos están completamente locos. Se pusieron de acuerdo con todo
esto para insultarme. ¿No basta con que me no me quieras? (Entra Hermia)
HERMIA: ¡Hasta que te encuentro Lisandro! ¿Por qué me has dejado mientras
dormía?
LISANDRO: Porque el amor me ha impulsado a irme a otro sitio mejor.
HERMIA: ¿Y qué amor es el que te aparta de mi lado?
LISANDRO: El verdadero amor. El de mi Niña Elena.
DEMETRIO: ¡Y yo también!
HERMIA: ¡No puede ser cierto! (desolada)
ELENA: ¡Ella también! Mírenla aquí jugando el papel de mosquita muerta. Ya todo
tiene sentido. Hay una conspiración contra mí. Tú lo has tramado todo. ¿Ya no
recuerdas nuestra amistad? ¿Cómo es que te unes a ellos para burlarte de tu
amiga?
HERMIA: ¿Estas loca? Antes los dos me querían a mí y ahora los dos se van
contigo ¡Y encima crees que yo lo planee todo?
Habrás sido tú, infeliz, que aprovechando las sombras de la noche te has
deslizado furtivamente y me has robado el corazón de mi amante.
ELENA: ¡Pequeña hipócrita! ¿Cómo me acusas de ese modo?
HERMIA: ¿Pequeña? ¿Hablas de mi estatura? Ah, pero no tan pequeña que mis
uñas no puedan llegar a tus ojos…
ELENA: (Dándose la vuelta) Cuando se enoja es mala y astuta. Era ya una víbora
cuando iba a la escuela y aunque pequeña sabe hacer las jugadas…
HERMIA: ¿Otra vez “pequeña”? Déjame sola con ella. ( Se va hacia Elena y Lisandro
se interpone y Demetrio la sujeta)
LISANDRO: No temas, mi querida Elena, no te hará ningún daño. (A Hermia)
¡Aparta Enana!
DEMETRIO: Elena ya tiene quien la defienda. Conmigo le basta y le sobra.
LISANDRO: ¿Ah, ¿sí? Pues sígueme y veremos quién de los dos tiene más
derecho al corazón de Elena. (salen para pelear)
HERMIA: Tu eres la causante de todo este alboroto. No te vayas.
ELENA: No me fío de ti y no me quedaré más tiempo contigo. Tus manos cuando
se trata de pegar son más rápidas que las mías, pero cuando se trata de huir mis
piernas son más largas que las tuyas. (sale en dirección contraria y Hermia la sigue)
OBERON: La culpa es toda tuya. Unas veces queriendo y otras sin querer
siempre acabas fregándolo todo.
PUCK: Créeme, rey de las sombras, ha sido un error. Pero la culpa no es solo
mía. Tú me dijiste que había una pareja en el bosque no dos
Y no me arrepiento de el resultado. La escena ha sido muy divertida (se ríe)
OBERON: Y has visto que esos dos locos van buscando un lugar para darse duro.
Cubre todo el bosque con una densa niebla y procura que no puedan encontrarse.
Unas veces imita la voz de Lisandro y otras las de Demetrio y aléjalos así uno del
otro hasta que el sueño los detenga. Entonces exprime la flor en los ojos de
Lisandro y al despertar haz que se encuentre con Hermia. Cuando despierten todo
esta broma les parecerá un simple sueño.
Mientras yo iré a ver a mi reina y quitare el hechizo de sus ojos. Y así quedará
restablecida la paz en todas partes.
PUCK: Pero hay que apurarnos. Ya falta poco para que salga el sol
OBERON: Apúrate, podemos acabar esto antes de que llegue el día . (Sale Oberón)
PUCK: Aquí tenemos a Uno. Lo despistaré de tal manera que no sabrán ni por
dónde ha venido. (Entra Lisandro, se oscurecen las luces)
LISANDRO: ¿Dónde estás, Demetrio? ¡Responde!
PUCK: (imitando la voz de Demetrio) aquí, cobarde, con la espada desnuda,
sígueme.
LISANDRO: Ahora mismo. Pero ¿Dónde estás?
PUCK: Aquí, aquí… (puck se va alejando a un extremo y despista a Lisandro que sale
de escena)
(Entra Demetrio)

DEMETRIO: ¡Lisandro, habla otra vez cobarde!


PUCK: (Imitando a Lisandro) tú eres el cobarde, no quieres pelear y procuras no
venir. Ven, pulga y verás lo que es bueno…
DEMETRIO: Pero… ¿estás ahí?
PUCK: Sigue mi voz. Este sitio no es el adecuado para probar nuestro valor .
(salen los dos)
(vuelve a entrar Lisandro)

LISANDRO: ¡Maldita sea! Huye siempre delante de mí y no deja de provocarme,


pero cuando llegó ya no está. Este bribón es mucho más ligero de talones que yo.
Descansaré aquí y cuando amanezca daré con Demetrio y le daré una paliza. (se
tiende en el suelo y se duerme)
(Entra puck y Demetrio)

PUCK: ¡Cobarde! ¿Porque no vienes?


DEMETRIO: Cada vez que me llamas y yo voy, no estás sales huyendo como una
niña. ¿Dónde estás?
PUCK: Ven, estoy aquí
DEMETRIO: Vamos… Te estás burlando. ¡Pero ya me las pagarás a la luz del día!
(se tiende y se duerme)
(Entra Elena)

ELENA: ¡Ay, sueño, haz que me olvidé de esta pesadilla por unas horas! Mañana
volveré a Atenas. (se tiende y se duerme)
PUCK: Aún no hay más que tres. ¡Venga una más! Ah, aquí llega, indignada y
triste.
Eros es un muchacho travieso cuando hace perder así la razón a los pobres
mortales
HERMIA: Nunca estuve tan cansada. Mojada de Rocío y arañada por todas
partes. Mis piernas se niegan a seguir caminando unos metros más.
Descansaré aquí hasta que amanezca. Si han de pelear ¡Que Dios proteja a
Lisandro! (se tiende y se queda dormida)
PUCK: (vertiendo el jugo en los ojos de Lisandro) reposa aquí, pobre enamorado,
mientras vierto en tus ojos el jugo encantado. (sale y deja a los cuatro dormidos)

Escena VI
(entra Titania con ovillo y todas las hadas donde están los amantes dormidos. Les sigue
Oberón sin ser visto)
TITANIA: Acércate. Ven a sentarte aquí. Deja que te acaricie tus cachetes, que
ponga flores en tu cabeza y bese tus largas y hermosas orejas.
OVILLO: ¿Dónde estás, flor de guisante?
FLOR DE GUISANTE: Aquí, mi señor.
OVILLO: Ráscame la cabeza. ¿Y tela de araña?
TELA DE ARAÑA: Estoy aquí detrás.
OVILLO: Búscame un poco de miel fresca. ¿Y grano de mostaza?
GRANO DE MOSTAZA: dime qué deseas.
OVILLO: Que ayudes a flor de guisante a rascarme la cabeza.
Debería ir al barbero. Tengo la cara muy peluda y soy un asno tan nervioso que
por poco que el pelo me Piqué necesito rascarme.
TITANIA: Mi dulce amor, ¿Deseas un poco de música?
OVILLO: En cuanto a música, tengo un oído bastante bueno. Dame unos cuántos
cencerros y armaré una orquesta.
TITANIA: Cariño mío, ¿Qué quieres comer?
OVILLO: Ummmm, me comería un buen pienso de forraje. Un poco de avena bien
seca y un haz de heno muy frescos.
Y después te pido que no me molesten, reconozco que me estoy cayendo de
sueño.
TITANIA: Duerme, que te rodearé con mis brazos amado mío. (se duermen todos)
(Oberón ha visto la escena desde un rincón y entra Puck)

OBERON: Ya está bien ¿Verdad puck? Confieso que he llegado a sentir pena.
Me olvidaré de su paje. Quiero que todo vuelva a ser como antes. Quítale la
cabeza de burro al artesano y cuando despierte mándalo de nuevo a Atenas. Y
que no conserve de esta noche sino la desagradable impresión de un sueño. Y
ahora rompamos el hechizo de la reina de las hadas (Oberón acerca la flor mágica a
los ojos de Titania y pronuncia palabras para deshacer el hechizo)

“sé tú misma, Recobra tu sentido. Quiere al que quieres. Mira a tu enamorado”


¡Titania, mi dulce reina, despierta!
TITANIA: ¡Oberón! ¡Qué pesadilla he tenido ¡Me había enamorado de un burro!
OBERON: Míralo, aquí está.
TITANIA: (Dando un brinco) ¡Oh, qué cosa tan horrible!
OBERON: Puck, quítale esa cabeza.
PUCK: Cuando despiertes vuelve a ver con tus propios ojos. (pasando por delante
de ovillo y tapando con la capa le quita la cabeza de burro)
(ovillo despierta y ya no ve a nadie de nuevo, aunque los seres de la noche siguen allí)

OVILLO: Pero… ¿Dónde Estoy? ¿Otra vez estoy solo? ¿Qué me ha pasado? He
soñado… Y el sueño estaba lejos de toda fantasía humana porque yo tenía …(se
toca) una cabeza con unas orejas de burro… Y me parecía que la reina de la
noche me amaba. Se lo explicaré a membrillo y que haga una canción para la obra
de teatro. Una canción con el sueño de ovillo…, el sueño de esta noche de
verano… (sale corriendo)
PUCK: Ya está todo en orden nuevamente. Ovillo sin la cabeza de asno y cada
Oveja con su pareja.
OBERON: Dame la mano Titania si nos hemos reconciliado… Y dejemos que la
tierra donde duermen los mortales siga su camino. Mañana a media noche
bailaremos en el Palacio de Teseo e invocaremos sobre su casa toda la felicidad
del mundo. Allí también se enlazarán, al mismo tiempo que el esas dos parejas.
PUCK: Rey de la noche, el sol está saliendo, debemos irnos.
OBERON: Amada mía, sigamos en profundo silencio a las sombras de la noche.
Nosotros podemos dar la vuelta al mundo más aprisa que la luna.
TITANIA: Vamos y cuéntame que me ha pasado esta noche … (salen todos los
personajes de la noche) (se van encendiendo las luces y entran Teseo, Hipólita, Egea y
demás)

TESEO: Vayamos, mi reina, a la cumbre de aquella montaña.


HIPOLITA: Desde arriba veremos el amanecer del día de nuestra boda. Pero…
¿Quién hay aquí?
EGEA: (en voz muy alta y sorprendido) ¡Señor, esta es mi hija, está aquí dormida! ¡Y
este Lisandro… ¡Y Demetrio! ¡También está Elena! (los amantes se van
despertando sobresaltados)
TESEO: Levántense. Sé que ustedes dos son enemigos. ¿Qué les pico para que
tuvieran este maravilloso acuerdo que los lleva a dormir uno junto al otro?
LISANDRO: No sé qué paso. Estoy medio dormido, medio despierto. Juro que no
sé cómo he venido a parar aquí…(recordando)
¡Ah…si…, ahora recuerdo… Llegué aquí con Hermia (se miran y vuelven a quererse,
se cogen de la mano) queríamos escapar de Atenas.
EGEA: Ya he oído bastante. Por fortuna no lo han conseguido. Querían burlarse
de mí y de ti también, Demetrio. Todo el peso de la ley debe caer sobre ellos,
Teseo.
DEMETRIO: Señor, Elena me reveló su fuga y los hemos seguido hasta este
bosque. No sé cómo ha pasado, habrá sido obra de algún poder misterioso…,
pero mi amor por Hermia se ha derretido como la nieve. Amo a Helena, a ella
estuve prometido antes que a hermia. Yo la odiaba, como el enfermo odia los
alimentos, pero yo he recobrado la salud (Toma a Elena de la mano)
TESEO: ¡Ah! Entonces todo está arreglado. Ya nos contaran después toda
nuestra aventura.
Egea, es preciso que tu voluntad se doblegue ante la mía.
Hoy es un día feliz para mí y quiero que estas dos parejas se unan al mismo
tiempo que nosotros.
Lo celebraremos todos juntos como parejas. Será una gran fiesta
(A su sirviente) dime, amigo, ¿qué has preparado para divertirnos durante el
banquete?
SIRVIENTE: Una obra de teatro, señor, pero es una pieza muy corta. Tiene una
docena de palabras y aun así sobran la mitad porque no hay ni una palabra
oportuna. Además, cada actor la habla con tan poca maña que provoca la risa en
medio de la tragedia de sangre y fuego.
TESEO: ¿Quién la representa?
SIRVIENTE: Hombres rudos, artesanos de Atenas, que jamás cultivaron la mente,
pero que llenos de alegría ante la boda de su señor no han dudado en hacer el
esfuerzo que representa cargar de palabras o memoria.
TESEO: Los veremos. Nada me parece mal cuando lo inspira el afecto.
HIPOLITA: ¡Pero dice que la obra es un desastre total!
TESEO: Aunque su buen deseo no baste para agradar debemos darle las gracias
y mirar más su intención que su mérito. A veces, cuando he viajado a otras
ciudades, sus gobernantes me han dado grandes bienvenidas con largos y buenos
discursos. Otras, sin embargo, los he visto palidecer y temblar y atascarse en
medio de una frase y al final quedarse mudos sin poder darme bienvenida alguna.
Pues ese silencio era para mí la mejor bienvenida y en su sencillez lea yo más que
en todos los discursos de una eminencia audaz e impertinente. El amor y el afecto,
a mi juicio, se entienden más cuanto menos hablan.
HIPOLITA: Bueno pues veremos a esos cómicos, aunque tiemblen y se
equivoquen. (se ríe)
TESEO: Vengan con nosotros. Hoy no habrá en Atenas más que una celebración
grande para las tres parejas (Salen Teseo, Hipólita y su sirviente)
DEMETRIO: No estoy seguro de estar despierto. Algo me dice que sueño todavía.
HERMIA: Yo ando igual.
ELENA: No, esto no es un sueño. El rey estaba aquí hace un momento hablando
de las celebraciones de su boda. Y de la nuestra…
LISANDRO: Y nos invitó a acompañarlo. Vamos pues y mientras nos contaremos
nuestros sueños. (salen)

Escena VII
(a la noche siguiente, después de la celebración de las bodas)
HIPOLITA: Es raro, querido Teseo, lo que cuentan esas parejas.
TESEO: Más extraño que real. Nunca podré creer en esas antiguas leyendas
sobre el bosque mágico. Es mejor no hacer caso. El loco y el enamorado son todo
imaginación. El loco ve más demonios de los que el infierno pueda contener, y el
enamorado, no menos insensato, ve la belleza en todas partes y la cree real.
HIPOLITA: Pero todo lo que nos han contado, los cambios que han sufrido
prueban, que hay algo más que imágenes de la fantasía. Es todo tan consciente,
tan extraño y admirable…
TESEO: Es ya medianoche.
HIPOLITA: Sí, la hora de las hadas en las que no crees.
TESEO: Vámonos a dormir y dejemos que ellas, bueno, si existen, bendiga
nuestra felicidad.
(salen) (poco después entran los seres de la noche puck y las hadas y van bendiciendo la
casa)
PUCK: Ahora aúlla el lobo a la luna y ronca el cansado Labrador
FLOR DE GUISANTE: Ahora se apagan los últimos fuegos mientras el búho silba
a lo lejos.
GRANO DE MOSTAZA: Esta es la hora de la noche en que las tumbas se abren.
TELA DE ARAÑA: Y los espectros se deslizan por el campo santo.
PUCK: Y nosotros, los duendes, que, huyendo del Sol, acompañamos a las
sombras, como un sueño, bromeamos ahora…
PUCK: Mi señor me ha enviado delante para que ni un ratón perturbe la paz de
esta casa. (Entra Oberón)
OBERON: Que brille cada rincón con luz suave y tranquila, junto a la lumbre
medio apagada, que cada duende y cada espíritu encantado, canten y bailen con
alegría.
TITANIA: Mano en mano cantaremos y bendeciremos este lugar.
(música y baile de los personajes de la noche)
OBERON: Ahora que cada quien recorra este hogar a su capricho. Nosotros
iremos a bendecir a los amantes para que las tres parejas aquí reunidas sean
siempre felices. Con este Rocío campestre cada Hada se ponga en movimiento y
bendiga este Palacio con dulce paz y amor. Reinará mansa la quietud y alegre y
bullicioso el amor… Nos encontraremos al salir el sol.
(cada hada sale en direcciones diferentes corriendo por el escenario, Oberón y Titania
salen juntos, solo queda puck)
PUCK: (Dirigiéndose al público)
Si nosotras, vanas sombras, os hemos ofendido, Piensen solo esto y todo estará
arreglado, qué se han quedado aquí durmiendo mientras han aparecido estas
visiones, y está débil y humilde ficción no tendrás sin la inconsistencia de un
sueño.
Amables espectadores, no nos regañen, si nos conceden nuestro perdón, nos
enmendaremos, y a fe de honrado puck que, si hemos tenido la suerte de librarnos
ahora de los silbidos, procuraremos corregirnos lo antes posible, de lo contrario
pueden llamar a puck embustero. Así pues, buenas tardes a todos y denme sus
manos si es que somos amigos.
(extiende las manos en dirección al público y van saliendo todos los personajes)

FIN

También podría gustarte