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Breve análisis de la sentencia número TC/0667/16

1. ¿De qué tipo de recurso se trata?


El recurso trata sobre una revisión constitucional en materia de amparo, interpuesto por la
Dirección General de Aduanas contra la sentencia número 0064-2015, dictada por la Primera
Sala del Tribunal Superior Administrativo (TSA), el dos (02) de marzo de 2015.
Mediante dicha sentencia, la Primera Sala del TSA acogió un recurso de amparo interpuesto
por la sociedad ITALIAN BEAUTI, S.R.L. contra la Dirección General de Aduanas,
fundamentada en el hecho de que las actuaciones de esa institución resultaron violatorias al
principio constitucional del debido proceso administrativo, toda vez que las multas que aplicó no
estaban contempladas en una ley que disponga dicha sanción.
En ese sentido, debido a unas importaciones realizadas dentro del período comprendido entre
el treinta (30) de julio de dos mil diez (2010) y el treinta (30) de julio de dos mil doce (2012), por
la recurrida Italian Beauti, S.R.L., la Dirección General de Aduanas (DGA) realizó una
fiscalización y el resultado de la misma se le notificó mediante oficio número GF/0654, del uno
(1) de agosto de dos mil trece (2013), el cual contiene una reliquidación cuyos montos a pagar
son: “Impuestos reliquidados a pagar: RD$2,646,704.34; Sanción Art. 9, Ley 146/00 agregado
por ley 12/01: RD$5,293,408.68; Sanción 20%, Ley 14-93: RD$529,340.87”, haciendo un total
general de ocho millones cuatrocientos sesenta y nueve mil cuatrocientos cincuenta y tres
pesos dominicanos con 89/100 ($8,469,453.89). La DGA decidió un recurso de reconsideración
del contenido del mencionado oficio, el cual fue rechazado en todas sus partes.
2. ¿Qué alegó el recurrente en revisión?
Los argumentos de la parte recurrente se contraían a lo siguiente:
a. La acción de amparo de que se trata debe declararse inadmisible por existir otras vías
efectivas, como el caso del recurso contencioso tributario, por ser notoriamente
improcedente y porque se trata de una cuestión que implica un examen de legalidad,
pues no hay violación a derechos constitucionales en las actuaciones que llevó a cabo
la Dirección General de Aduanas (DGA);
b. La sentencia número 0064-2015, del dos (2) de septiembre de dos mil catorce (2014)
debe ser revocada, debido a que está viciada, ya que la Dirección General de Aduanas
(DGA) no ha violado el texto constitucional y, muy por el contrario, ha actuado con
apego a la ley, y añade, además, que esa decisión de la Primera Sala del Tribunal
Superior Administrativo carece de motivación, violando de ese modo el artículo 69 de la
Constitución, en cuando a la tutela judicial efectiva.

3. Motivación del Tribunal


Con relación al primer argumento de la parte recurrente, el Tribunal consideró lo siguiente:
“b) No obstante el alegato de la recurrente, en la acción original de amparo, la ahora
recurrida, fundamentó la misma en violaciones a derechos fundamentales, tales como
violación al principio de legalidad, (sic) al habérsele fijado una sanción sin estar
contemplada en la ley; al derecho de defensa, dado que esa sanción no estuvo
justificada y tampoco estuvo precedida de un preliminar conciliatorio o conminatorio para

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el cumplimiento de la obligación principal y la violación al artículo 69, numeral 2 de la
Constitución, es decir, el derecho a ser oído dentro de un plazo razonable”.
c) Este tribunal advierte en la especie del examen de la acción de amparo originaria que
se alega la violación de normas de rango constitucional, que su examen da lugar a una
transgresión a las mismas y que, además, como este mismo tribunal ha juzgado en su
Sentencia TC/0322/14, del veintidós (22) de diciembre de dos mil catorce (2014),
conforme a lo establecido en el artículo 138 de la Carta Magna, en el cual figuran
principios que debe observar la Administración Pública, como la eficacia, la objetividad, la
igualdad, la transparencia, estando además sometida toda actuación de ella al princpio
de legalidad del ordenamiento jurídico y que en adición, específicamente el mismo
principio del régimen tributario, consagrado en el artículo 243 de la Carta Magna, también
se debe basar en los mencionados principios y, como en el caso de la especie, también
se trata de examinar si se cumplió con las reglas del debido proceso administrativo al
momento de imponer la sanción en cuestión; resulta entonces la acción constitucional de
amparo uno de los mecanismos idóneos para resolver asuntos como el caso de la
especie, al traducirse la violación a principio que regulan la gestión pública en
transgresiones al derecho al debido proceso administrativo cuando implica la imposición
de sanciones a los particulares por parte de la Administración”.
Con relación al segundo argumento, la motivación del Tribunal para adoptar su decisión fue la
siguiente:
“e) Se advierte del examen de la Sentencia núm. 0064-2015, que la argumentación
central es consistente en señalar que la ahora recurrente se excedió al imponer una
sanción que está establecida en la ley que se alega, es decir, la Ley núm. 14-93, del
cuatro (4) de agosto de mil novecientos noventa y tres (1993), violando en consecuencia
la Constitución, específicamente el numeral 7, del artículo 69.
f) Ciertamente, en el Oficio núm. GF/0654, del uno (1) de agosto de dos mil trece (2013),
mediante el cual la Dirección General de Aduanas (DGA) le comunica a la recurrida
Italian Beauty, S.R.L., el resultado de la reliquidación que se le practicara por las
importaciones hechas durante el período comprendido entre el treinta (30) de julio de dos
mil diez (2010) y el treinta (30) de julio de dos mil doce (2012), así como la imposición de
dos sanciones: una en virtud del “Art. 9, Ley 146/00 agregado por ley 12/01” y la otra por
la Ley núm. 14-93 (sanción 20%), en el caso de esta última, después de escudriñar entre
las disposiciones de dicha ley, considerando las modificaciones que le introdujo la Ley
núm. 146-00, del once de diciembre de dos mil (2000), no encontramos ninguna sanción,
multa o penalidad que se pueda aplicar, por lo que somos del criterio que la recurrente no
podía imponer el pago de una multa sobre la base de una sanción administrativa no
contemplada en dicha ley núm. 14-93.
g) La recurrente, con la imposición de la referida sanción, realmente incurrió en una
inobservancia del principio de legalidad administrativa establecido en nuestra Carta
Magna, en sus artículos 40, numeral 17, en el cual se dispone que la potestad
sancionadora de la Administración Pública debe estar dispuesta por ley, así como el
artículo 69, numeral 7, aplicable al debido proceso que reza del modo siguiente: “Ninguna
persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa,
…”.

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h) El Tribunal Constitucional ha señalado sobre el particular que el principio de legalidad
es uno de los principios pilares del estado constitucional de derecho, de la seguridad
jurídica, del cual no están exentos los poderes públicos, y que su finalidad es que las
personas tengan, de antemano, conocimiento de cómo deben conducirse, qué pueden o
no hacer, cuál será la consecuencia de su acción u omisión y a qué se van a enfrentar en
caso de no actuar conforme a un determinado precepto legal, pues la ley, al acordar una
pena, tiene como propósito evitar lesiones de derecho, por acogerse la amenaza que
entraña el anunciado castigo.
i) Si bien la Administración Tributaria tiene potestad sancionadora, tal como lo expresa el
artículo 46 del Código Tributario, en este caso en concreto, la Dirección General de
Aduanas (DGA) no podía imponer una sanción, porque el hecho a sancionar y la sanción
misma deben estar tipificadas en la ley, circunstancia que no ocurre en la especie, pues
la Ley núm. 14-93 no le otorga a la Dirección General de Aduanas facultad para imponer
multas. En el caso presente, al no estar contemplada en la ley la sanción que la
recurrente, Dirección General de Aduanas (DGA), le impuso a la recurrida, dicha
institución incurrió en una inobservancia del principio de reserva de ley, pues la potestad
sancionadora de la Administración y las sanciones imponibles solo pueden ser instituidas
por el Congreso Nacional. Por tanto, la Dirección General de Aduanas al aplicar una
multa no establecida en las leyes, incurrió en una violación al derecho al debido proceso
administrativo de la recurrida, como se garantiza en nuestra Carta Magna,
específicamente en el artículo 69, numerales 7 y 10; razón por la cual procede rechazar
el presente recurso y confirmar la sentencia recurrida, por haberse hecho una correcta
aplicación del texto constitucional”.
4. Crítica
Entendemos que la decisión del Tribunal Constitucional es correcta. Recordamos que además
de los motivos que suministra, fundamentados en disposiciones de rango constitucional, de lo
que se trata es de que la Administración, al encontrarse sometida al principio de legalidad, el
mismo alcanza al ius puniendi del Estado que ejerce la Administración en el denominado
procedimiento administrativo sancionador.
En ese tenor, debe recordarse que el principio de legalidad en el procedimiento administrativo
sancionador se ve reforzado por otros principios elementales, como el de Lex previa, Lex certa
y Reserva de Ley. En ese sentido, tenemos a bien citar los artículos 35 y 36 de la Ley 107-13, a
modo de cierre de este breve análisis:
Artículo 35. Reserva de ley. La potestad sancionadora de la Administración Pública sólo
podrá ejercerse en virtud de habilitación legal expresa. Su ejercicio corresponde
exclusivamente a los órganos administrativo que la tengan legalmente atribuida.
Artículo 36. Tipicidad. Son infracciones administrativas los hechos o conductas así
tipificados en la ley, que establecerá las sanciones administrativas correspondientes.

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