1- Introducción

El suicidio es un grave problema en la salud pública y en la sociedad en la que vivimos, ya que,

según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) publicados en 2017, éste supone la
primera causa de muerte no natural en España.

El suicidio es multicausal. No existe una única razón para explicar por qué se suicida una
persona. No existe un único factor que lleve a una persona a realizar el acto suicida. Factores
sociales, culturales, psicológicos y algunos otros pueden interactuar y conducir a una persona
a realizar un comportamiento suicida. Además, se ha comprobado que algunos suicidios se

Comete comentan de manera impulsiva. El acceso fácil a medios como plaguicidas o armas de fuego
n pueden acabar marcando la diferencia entre la vida o la muerte de una persona. Asimismo, se
sabe que el suicidio es prevenible y evitable en la mayoría de los casos y, por tanto, el hecho
de promover su prevención es muy importante, ya que con estrategias de intervención eficaces
se obtienen resultados muy exitosos (OMS, 2014).

Por otro lado, debido a la estigmatización de los trastornos mentales y del suicidio muchas
personas sienten que no pueden pedir ayuda. Como te acabo de indicar, los datos científicos
indican que numerosas muertes por suicidio son evitables y, por lo tanto, acabar con esta
estigmatización nos llevaría a la posibilidad de poder salvar vidas.
Suicidio como afrontamiento
Las personas que recurren a este tipo de “soluciones” (ya que, para ellos, en ese momento, es
la solución que ven a sus problemas) presentan una alta tasa de sufrimiento y una alta
vulnerabilidad. Estás ante un problema muy complejo y delicado, por eso es importante que
aprendas cómo tratarlo en terapia.

Por todo esto, a lo largo de este manual te mostraré todos estos factores que pueden operar en
el hecho de llevar a cabo una conducta suicida o no (aquellos que son protectores o de los que
suponen un riesgo), te daré pautas de actuación frente a esta problemática y analizaremos varios
aspectos que están relacionados con el suicidio. Te explicaré todo esto sin perder de vista el
entorno de la persona que lleva a cabo el acto suicida o parasuicida, ya que éste tiene un papel
fundamental. Por tanto, dedicaremos un apartado a las personas que rodean al paciente. Es
importante tener en cuenta el sufrimiento por el que están pasando estos familiares, amigos,
parejas, etc. A menudo se les llama “supervivientes”, que hace referencia a personas que han
perdido a alguien cercano por suicidio. Por ello, también verás alguna pincelada del duelo por
suicidio.

Datos Epidemiológicos En el mundo

▪ Aproximadamente, cada año se suicidan alrededor de 800.000 personas.
▪ Por cada suicidio se dan muchas más tentativas de suicidio cada año. Se estima que
por cada adulto que se suicida, 20 más realizaron un intento de suicidio. 20X1
▪ El suicidio supone la tercera causa de muerte en los jóvenes de entre 15 y 29 años.
▪ Algunos de los métodos más comunes en todo el mundo son: la ingestión de
plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego (OMS, 2019). Más
prevalent
Según la OMS, en 2012 se dieron 804.000 casos de suicidio en todo el mundo, es decir, 11,4
e en
varones
suicidios por cada 100.000 habitantes al año. En cuanto a la prevalencia por género se calcula (letalidad)
que por cada 8 mujeres que se suicidan, 15 hombres lo hacen. Y como hemos dicho ; Más
anteriormente, por cada suicidio se estima que puede haber unas 20 tentativas. intentos
en
mujeres
A nivel mundial, los países donde se dan más suicidios son Lituania y Rusia (51,6 y 43,1 por
cada 100.000 habitantes respectivamente). En Azerbaiyán, Kuwait y Filipinas se encuentran
las tasas más bajas de suicidio (1.1, 2.0 y 2.1 respectivamente por cada 100,000 habitantes).
(OMS, 2013). La media es 11,4

Según los datos del INE, en España se suicidan 10 personas al día, existiendo grandes
diferencias entre sexos, 75.22% de hombres frente al 24.78% de mujeres. La tasa de suicidios
en ese año en España por cada 100,000 habitantes era de 8.31, existiendo acusadas diferencias
entre hombres y mujeres (12.7 para hombres y 4.1 en el caso de las mujeres).
Los datos más recientes corresponden a 2013, año en que 3.870 personas se quitaron la vida
(2,911 hombres y 959 mujeres).(INE, 2013).

Estudios epidemiológicos sobre las diferencias entre sexos indican que los hombres cometen
más actos suicidas que las mujeres, en una proporción 5:1 en todos los rangos de edad. Pero a
la vez se conoce que las mujeres realizan intentos con mayor frecuencia, generalmente
ingiriendo pesticidas o medicamentos. Frecuentemente, el suicidio consumado se ha dado en
hombres mayores de 50 años por ahorcamiento o uso de armas de fuego. Aunque de manera
alarmante, en los últimos años ha ido en aumento el número de suicidios entre jóvenes de 15 a
24 años. (Gutiérrez-García, 2006).

Historia
El suicidio (del latín, etimología sui: sí mismo y caedere: matar) es un hecho humano
transcultural y universal. Desde el origen de la humanidad el suicidio ha sido una realidad
presente, perseguido en algunas épocas y tolerado en otras. Estas actitudes tan diferentes hacia
al suicidio se han visto enormemente influenciadas por principios filosóficos, religiosos e
intelectuales (Mansilla, 2018).
Componente cultural
Podemos observar la presencia del acto suicida a lo largo de la historia en diferentes relatos
bíblicos, historias mayas, historias de los galos donde se conoce que consideraban razonable el
suicidio por diferentes motivos como la vejez, muerte de los esposos, enfermedad grave…

También en la historia de Grecia y Roma podemos encontrar referencias al suicidio por

conductas heroicas o patrióticas. En la Grecia antigua se amputaba la mano del cadáver con la
que había realizado el acto suicida y se le enterraba en un lugar lejano sin realizar una
ceremonia fúnebre. Durante el imperio romano el acto suicida era incluso considerado un acto
honroso y se admitían muchas razones diferentes para llevarlo a cabo.

En la cultura japonesa e india también se han realizado de manera cultural actos suicidas al
quedar las mujeres viudas o para lavar la deshonra de una persona.

En el cristianismo, el acto suicida se consideró un pecado desde tiempos antiguos. Se decretó

que no se realizarían los actos habituales de la iglesia a aquellas personas que hubieran
cometido un acto suicida. Incluso en la Edad Media la iglesia decidió castigar estos actos
confiscando todas las propiedades de la persona que se había suicidado y humillando el cadáver
ante los demás como medida de escarmiento. Se consideraba el suicidio como algo vergonzoso
y como un insulto al Creador. En el siglo XIX se rechazó este paradigma medieval, la muerte
fue liberada y pasó al dominio privado, la muerte comenzó a depender más de la voluntad del
individuo.

Para Jasper y otros psicólogos existencialistas, el acto suicida supone la expresión máxima de
la dignidad humana y es una forma de expresión de libertad para el hombre.