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Los plebiscitos en la antigua Roma eran decisiones tomadas originalmente solo por la plebe pero que luego de la Ley Hortensia de 468 a.C. se convirtieron en verdaderas leyes que regían tanto para plebeyos como patricios. Los plebiscitos más importantes se referían al derecho privado y procesal. Su importancia radica en que gracias a la Ley Hortensia, las decisiones de la plebe se convirtieron en decisiones de todo el estado estableciendo igualdad entre plebeyos y patricios.
Los plebiscitos en la antigua Roma eran decisiones tomadas originalmente solo por la plebe pero que luego de la Ley Hortensia de 468 a.C. se convirtieron en verdaderas leyes que regían tanto para plebeyos como patricios. Los plebiscitos más importantes se referían al derecho privado y procesal. Su importancia radica en que gracias a la Ley Hortensia, las decisiones de la plebe se convirtieron en decisiones de todo el estado estableciendo igualdad entre plebeyos y patricios.
Los plebiscitos en la antigua Roma eran decisiones tomadas originalmente solo por la plebe pero que luego de la Ley Hortensia de 468 a.C. se convirtieron en verdaderas leyes que regían tanto para plebeyos como patricios. Los plebiscitos más importantes se referían al derecho privado y procesal. Su importancia radica en que gracias a la Ley Hortensia, las decisiones de la plebe se convirtieron en decisiones de todo el estado estableciendo igualdad entre plebeyos y patricios.
Los plebiscitos eran decisiones tomadas por la plebe en los concilia plebis, a propuesta de un Magistrado (el Tribuno de la Plebe) solo para asuntos de su incumbencia. No es un acto del Estado ni de todo el pueblo, sino de una parte del mismo: Los plebeyos. A partir de la Ley Hortensia, en 468, regían lo mismo para los patricios que para los plebeyos. Desde entonces son verdaderas leyes, y los textos les dan en general esta calificación. Los plebiscitos relativos al Derecho Privado son numerosos durante los últimos siglos de la República. Entre los más importantes tenemos a: - La Ley Cincia, sobre donaciones (año 550) - La Ley Aquilia, de fecha incierta, sobre el daño causado injustamente - La Ley Falcidia, sobre los legados (año 714). Junto al derecho promulgado convive el derecho no escrito, el cual obtiene su autoridad del consentimiento tácito del pueblo. La ley como fuente del derecho se derivaba de la voluntad expresa de las asambleas, pero no era la única. La costumbre consagraba como derecho (y por lo tanto como un conjunto de reglas vinculantes) a prácticas socialmente aceptadas que por su larga data se convertían en jurídicamente obligatorias. Ahora bien, si bien es cierto que se parecía en su proceso de formación al legislativo, se diferenciaba de este en que el plebiscito no requería la confirmación del Senado patricio, sino que su iniciativa estaba en los Tribunos de la Plebe; solo ellos podían proponer proyectos de plebiscito, pues ellos velaban por los intereses plebeyos. 3.6.1 Importancia de los plebiscitos en Roma Gracias a la Ley Hortensia del 286 a.C que equiparó los plebiscitos a las leyes, las decisiones de la plebe se convirtieron en decisiones de Estado o de todo el pueblo, lo que vinculaba a éste indistintamente con patricios y plebeyos, estableciéndose así un verdadero orden igualitario entre ambas clases. En tal sentido, la organización es semejante: ambas asambleas se organizan conforme a circunscripciones territoriales y domicilios y en la asamblea por tribus fue integrada por todo el pueblo romano por lo que apenas se advierte distinción entre una y otra asamblea, tanto así, que gran parte de la producción normativa se trasladó a la plebe. Su importancia se debe mirar con respecto al Derecho Privado y para el Derecho Procesal. Hoy, el plebiscito es un mecanismo de la democracia participativa o directa, según lo previsto en la Constitución de algunos países de Latinoamérica, tales como Colombia, Venezuela, entre otros. 3.7 Edicto del Magistrado como fuente de derecho en Roma A consideración de Kunkel (2012), los principales emisores de edictos eran los Pretores, magistrados encargados de la administración de justicia, que eran dos: El Pretor Urbano encargado de los asuntos entre ciudadanos romanos y el Pretor Peregrino, creado en el año 242 a. C. para dirimir los asuntos entre los ciudadanos romanos y los peregrinos. Todo magistrado en Roma tenía el ius edicendi, esto es, la facultad de crear normas generales o relativas a casos concretos, conectadas con el ejercicio de su cargo. Esta prerrogativa la ejercían por medio de los edictos. Éstos tenían vigencia durante el tiempo en que el magistrado que los había publicado estuviera en su cargo. Se reconocen como Edictos Perpetuos. El conjunto de reglas contenidas en los edictos de los magistrados (Pretores y Ediles Curules) jurisdiccionales o iusdicentes se le llamò Derecho Honorario o jus honorarium, porque emana de los que ocupan funciones públicas, honores, en oposición al jus civile, obra de los jurisconsultos, otras veces jus Pretorium, a causa del proponderante papel que los Pretores representan en su formación.
Lecciones de Derecho constitucional. Teoría de la Constitución y Organización del Estado. Tomo I: Constitucionalismo, Derecho constitucional y Constitución
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales