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UNIDAD 3
El diseño de la investigación etnográfica II
4. Material Complementario................................................................................ 16
5. Bibliografía ...................................................................................................... 17
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El diseño de la investigación etnográfica I
1. Unidad 3: El diseno de la
investigacion etnografica II
Tema 5: El trabajo de campo y sus relaciones
Objetivo:
Analizar las fuentes documentales de la etnografía y observar las narraciones emic y etic
desde el lugar de la investigación.
Introducción:
En la segunda parte de cómo diseñar una investigación etnográfica vamos a detenernos
en el rol que ejerce el etnógrafo cuando realiza el trabajo de campo y cómo influye en
el contexto que investiga. Este tema nos va a permitir también profundizar en el registro
de la información que nos proporcionan los informantes y en el uso de las fuentes
documentales.
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El diseño de la investigación etnográfica I
Cuando el investigador entra para iniciar su trabajo de campo siempre va a generar una
especie de sospecha, es decir, los habitantes del lugar se preguntarán ¿qué hace esta
persona mirando? ¿A qué ha venido? ¿Es un inspector? ¿Un policía vestido de paisano
para vigilarnos? Se genera una especie de temor y desconfianza aunque eventualmente
sepan que es un investigador en ciencias sociales y que va a observarles para un trabajo
científico. Incluso cuando las personas del lugar se muestren confiadas es muy posible
que las expectativas de los lugareños no coincidan con las metas del etnógrafo; de tal
manera que se pueden ocasionar malos entendidos hasta el punto de que tan
preocupante puede ser las actitudes positivas hacia el investigador como las negativas.
Las primeras, porque se puede esperar de él una actitud de beneplácito hacia todo lo
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observado, y las segundas, porque se puede esperar una mirada totalmente crítica con
la observación y, tanto una postura como otra son irreales ya que el etnógrafo hará el
trabajo de campo con la mayor objetividad posible. Las experiencias de los etnógrafos
muestran que lo más frecuente es que al principio se produzca una cierta hostilidad
hacia el investigador y, en los lugares donde esa actitud se mantenga, tarde o temprano
se cuestionará la legitimidad del trabajo.
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El diseño de la investigación etnográfica I
En este sentido, debemos considerar el aspecto del etnógrafo ya que, como hemos
afirmado en otras ocasiones, se ha de pasar lo más inadvertido posible. Por eso es
relevante la apariencia personal que tenga, de tal forma que debe vestir de una forma
similar a como las personas del lugar visten. Existen múltiples ejemplos de las
experiencias vividas por etnógrafos y etnógrafas. Les relato algunas de ellas:
Patrick J. en 1973 hizo una investigación sobre las bandas musicales de rock
independiente en la ciudad de Glasgow (Escocia, Reino Unido) y les comparto parte del
relato de su etnografía:
La ropa era otra dificultad importante. Yo sabía la importancia que los miembros
de la banda le dan a la ropa que llevan a la escuela; por eso, después de
comentarlo con Tim, compré [un traje de noche azul, con un cinturón de doce
pulgadas, flecos de tres pulgadas sobre los bolsillos y un pañuelo azul claro con
lunares blancos, para combinar con la corbata, en el bolsillo de la solapa]. A
pesar de todo cometí dos errores. Primero, pagué el traje en efectivo en vez de
pagarlo a plazos, atrayendo así la atención del personal de la tienda y
provocando la desconfianza de la banda cuando, inocentemente, mencioné lo
ocurrido. En segundo lugar, la primera noche que salí con la banda, me abroché
los botones centrales de mi chaqueta, como solía hacer siempre. Tim me aclaró
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Para Niara Sudarkasa en 1985, en una investigación que realizó en Nigeria, observó que
para conseguir que le respondieran en la calle tenía que evitar ir vestida como una
yoruba (ropa que usaban los africanos más urbanizados y pertenecientes a grupos
étnicos de distintos estados de Nigeria), porque no se creían que era norteamericana
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El diseño de la investigación etnográfica I
haciendo un trabajo de investigación, sino que pensaban que era una yoruba que
recogía información para el Estado:
Me acusaban tan a menudi de ser una yoruba que, cuando iba al mercado, en
el que no estaba segura de encontrar a algún amigo que me identificara,
hablaba únicamente inglés (en beneficio de los que allí lo hablaban) y me vestía
“como una norteamericana”. En mi primer viaje al mercado, dejé mis sandalias,
me calcé unos zapatos de tacón discreto y me maquillé, incluso me pinté los
labios (Sudarkasa, 1986. p. 175).
Por otra parte, también se debe trabajar la forma de hablar y de comportarse, aunque
no debe imitar a los lugareños, sí debe pensar en la impresión que quiere dar y en
consecuencia se debe comportar de forma coherente con la impresión que pretende.
Se debe considerar también que no siempre se debe dar la misma apariencia porque a
lo largo de la investigación se va a mantener conversaciones con diferentes personas y
en distintos lugares dentro de la comunidad de estudio, por lo tanto, siempre tendrá
que ir acorde a la situación y rango de las personas con las que dialogue. La construcción
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El diseño de la investigación etnográfica I
Hablar de la edad como un condicionante nos permite introducir y abordar los diferentes
roles que desempeña el etnógrafo cuando hace el trabajo de campo. La conducta
habitual cuando se entra al campo es similar a la de cualquier persona que es nueva y
entra en un grupo. La actitud más frecuente es la de intentar ser aceptado en dicho
grupo y, para ello, adoptamos actitudes de expectativa y observación para
comportarnos tal y como se esperaría de nosotros, es decir, de la persona que se integra
recientemente. En este sentido, el etnógrafo joven y sin experiencia lo que hace es
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El diseño de la investigación etnográfica I
observar y les pide a los lugareños que le expliquen todo aquello que él no puede
comprender, y que está observando o experimentando. Va tomando nota, escribe y
reescribe hasta entender el contexto que está estudiando y observando. “Solo al mirar,
escuchar, preguntar, formular hipótesis y cometer errores el etnógrafo puede adquirir
un conocimiento sobre la estructura social del lugar y comenzar a entender la cultura de
los miembros del grupo” (Hammersley y Atkinson, 1994). La diferencia entre el
etnógrafo joven y el experimentado es que este último va a intentar ser consciente,
siempre, de cómo ha aprendido lo que ha aprendido y de los intercambios en las
relaciones que ha establecido sobre la producción del nuevo conocimiento.
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El diseño de la investigación etnográfica I
Por último, están los roles ya habituales y que hemos ido describiendo a lo largo de la
materia: el “participante como observador” y el “observador como participante”. En el
primer caso se desarrolla cierta subjetividad y empatía con el grupo observado, mientras
que en el segundo de los casos se mantiene una cierta imparcialidad.
Sin embargo, no son los únicos debates porque desde las ciencias sociales también se
reflexiona sobre la relación que se establece entre el investigador y los “otros”, cómo se
articula el etnógrafo cuando está en el campo y cómo se pueden manejar las emociones
dolorosas que nos influyen mientras estamos recogiendo la información y los datos.
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El diseño de la investigación etnográfica I
Por ello es tan relevante el carácter reflexivo de la etnografía, porque nos ayuda a
situarnos y posicionarnos ante la realidad que estamos descubriendo. De tal forma que
el conocimiento se construye desde un lugar concreto, lo que se denomina como
“conocimiento situado” (Haraway, 1991). La objetividad se basa en reconocer la
posición que ocupamos como investigadores en relación a las percepciones de la vida
de los “otros”, de las personas investigadas. En realidad, hasta la presencia del
investigador puede generar una transformación del lugar, de esa realidad que se quiere
investigar, porque el hecho de preguntarse cómo es ya genera un cambio, y la mera
presencia del investigador genera una reflexión en sí mismo, y una reflexión de los
sujetos sobre su propio mundo cuando conversa con un interlocutor que está dispuesto
a escucharlo.
Los relatos que nos ofrecen nuestros interlocutores durante el trabajo de campo pueden
ser relatos solicitados y no solicitados. De hecho, algunos relatos de los que recibe el
etnógrafo pueden no ser solicitados porque el comportamiento humano conlleva una
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parte expresiva: la ropa, los gestos, las formas de moverse… todo se traduce en
mensajes para las personas que nos observan. Son mensajes que muestran el nivel
económico, el estatus social, el tipo de trabajo que realiza.
Todo nos aporta descripciones cargadas de información. Y todo ese tipo de información
se puede convertir en relatos no solicitados que son muy útiles como fuente de
información sobre el lugar, los intereses y las posturas discursivas de las personas que
los producen. Además, existen lugares especiales para que el intercambio de relatos sea
mucho más productivo. Por ejemplo, haciendo una investigación sobre un colegio
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El diseño de la investigación etnográfica I
Por otra parte, los relatos solicitados son los que logramos a través de las entrevistas en
profundidad, son las respuestas que nos ofrecen nuestros interlocutores sobre sus
emociones y las interpretaciones que hacen de su propio entorno y realidad. Existen
etnógrafos que dan menos valor a los relatos solicitados si los comparan con los que se
producen de forma natural, de ahí que defiendan que, al hacer las conclusiones, la
etnografía debe tener en cuenta que no estén basadas en su totalidad en los relatos
solicitados, porque pueden estar viciadas por lo que supone la presencia y las preguntas
del investigador. Existe una tendencia de favorecer las entrevistas indirectas que son
aquellas en las que el entrevistado o entrevistada habla todo lo que quiere sin que el
etnógrafo intervenga, con el fin de minimizar su presencia.
No debemos olvidar que todos los relatos deben ser interpretados en el contexto en el
que se producen, porque lo más complicado es interpretar correctamente la realidad o
cualquier tipo de información que consigamos, porque no existe la información pura y
libre de cualquier sesgo dentro de la etnografía. En definitiva, tal y como hemos
afirmado en otras ocasiones, el etnógrafo debe recoger la información a través de las
entrevistas directas e indirectas y a través de la observación con el fin de llegar a conocer
todo lo que rodea al mundo que pretende descubrir.
etnografía
Tradicionalmente, la etnografía se ha utilizado para el descubrimiento y el estudio de
culturas orales. De hecho, los estudios etnográficos y antropológicos que se han
realizado no cuentan, normalmente, con material escrito a excepción de los que
elaboran los investigadores. Muchos de los ambientes investigados desde la etnografía,
por ejemplo, las comunidades indígenas, carecían de historia escrita y esa era una de las
justificaciones que se tenían para utilizar de la observación como método para obtener
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El diseño de la investigación etnográfica I
¿Qué tipos de fuentes documentales existen? Existe una amplia variedad de material
documental que pueden ser importantes para el investigador. Existen fuentes
documentales informales y fuentes documentales formales u oficiales, por ejemplo.
Entre los documentos informales podemos encontrar periódicos, autobiografías, relatos
de los medios de comunicación (como cintas grabadas, publicaciones sobre la historia
de las personas que son criminales, artistas y deportistas), o literatura de ficción de
determinadas épocas. Seguramente estos relatos no los habrán escrito las personas que
son nuestros informantes, pero esa documentación puede aportar con lo que Blumer
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Las fuentes documentales sirven también para equilibrar o buscar la objetividad del
investigador porque los relatos que reciba de los informantes, normalmente, se
sustentan en situaciones que son muy favorables y responderán a motivaciones
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El diseño de la investigación etnográfica I
personales que les hagan quedar bien ante un auditorio. Es decir, se trata también de
descubrir los intereses que revelan los discursos y las perspectivas que poseen.
Se debe considerar que el uso de las fuentes documentales también se puede utilizar
para recuperar las voces de los grupos que históricamente han sido silenciados, como
es el caso de las mujeres o de otros grupos oprimidos. De hecho, los estudios feministas
se sustentan en la intersección de lo personal y lo social. No solo se tiene en
consideración lo que dicen sino lo que han hecho y dicho en sus respectivos contextos.
No podría ser de otra forma para poder entender cómo son y cómo se relacionan estos
grupos sociales. Se puede aprovechar la publicación más ligera o banal como un
documento informal porque suelen estar repletos de estereotipos y de conocimiento
popular. A través de ese tipo de relatos de ficción se puede acceder a cuestiones
culturales como la familia, el trabajo, las clases, las creencias y se debe revisar no tanto
por la veracidad que pueda aportar, sino más bien por las metáforas e imágenes que
ofrezca.
Por otra parte, dentro de la documentación e información formal están todos los
estudios de otras investigaciones etnográficas que se hayan realizado. Revisar las
publicaciones donde estén desarrollados los conceptos que podemos utilizar. Este tipo
de lecturas y consultas debe hacerse previamente a la investigación y su diseño.
Habitualmente los etnógrafos leen los trabajos de otros investigadores que han hecho
trabajos en el mismo sector, por ejemplo, en el sector educativo o en el ámbito de la
salud, en juzgados o en servicios de urgencias, pero lo aconsejable es que se lean y
comparen con otro tipo de etnografías de las que se pueden ampliar los conocimientos
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y obtener ideas previas que puedan servir para el trabajo que estamos diseñando.
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El diseño de la investigación etnográfica I
que no puede acceder el etnógrafo. Escribían durante períodos cortos (7, 10 días) y esos
relatos se complementaban con las entrevistas en profundidad que realizaban los
investigadores a dichos informantes. Los diarios, por ejemplo, pueden ser un material
muy útil para conocer lo personal y privado que permanece oculto durante las
entrevistas.
Por último, debemos hacer referencia a los documentos que se utilizan dentro de los
contextos. Es toda la documentación que se genera en una organización y que permiten
conocer el trabajo y las formas de relación que se establecen en el ámbito laboral. Hacen
referencia a los horarios, a las formas de organización, a los reglamentos, la
coordinación de tareas, porque, de una forma u otra, este tipo de documentación y de
información son una parte muy importante y valiosa de la vida diaria de la organización.
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El diseño de la investigación etnográfica I
3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. ¿Qué genera el etnógrafo cuando inicia el trabajo de campo?
Se genera una especie de temor y desconfianza aunque sepan al final que es una
investigador en ciencias sociales y que va a observarlos para un trabajo científico. Incluso
cuando las personas del lugar se muestren confiadas es muy posible que las expectativas
de los lugareños no coincidan con las metas del etnógrafo.
Entre otras, al género, la edad y la identificación étnica. Son características que influyen,
aunque no son determinantes, en las relaciones que se establecen entre el etnógrafo y
las personas investigadas.
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El diseño de la investigación etnográfica I
4. Material Complementario
Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que se pueda ampliar la
información sobre el tema trabajado, como parte de su proceso de aprendizaje
autónomo:
Videos de apoyo:
Bibliografía de apoyo:
Etnografía Multisituada. Reacciones y potencialidades de un Ethos del método
antropológico durante las primeras décadas de 2000
Links de apoyo:
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El diseño de la investigación etnográfica I
5. Bibliografía
» Alcázar, A. y Espinosa, M. (2014). ¿Por qué es importante la etnografía para el
Trabajo Social? Algunas reflexiones para el debate. Humanismo y Trabajo Social,
13-14, 335-347. http://www4.unileon.es/trabajo_social/revista.asp
» Hammersley y Atkinson (1994). Etnografía. Métodos de investigación. España:
Paidós.
» Haraway, Dona (1991). Ciencia, cyborgs y mujeres. Madrid: Cátedra Feminismos.
» Junker, B. (1960). Field Work, Chicago. University os Chicago Press.
» Patrick, J.A. (1973). A Glasgow Gang Observed. Londres. Eyre Methuen.
» Scheper-Hughes, Nancy (1997). La muerte sin llanto. Violencia y vida cotidiana
en Brasil. Barcelona: Ariel.
» Sudarkasa. N. (1986). “In a world of women: fieldwork in a Yoruba community”
en Golde, P. (comp.). (1986). Women in the Field: Anthropological Experiences,
2a. ed. Berkeley University of California Press.
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ETNOGRAFÍA
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4. Material Complementario................................................................................ 18
5. Bibliografía ...................................................................................................... 19
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El diseño de la investigación etnográfica I
1. Unidad 3: El diseno de la
investigacion etnografica II
Tema 5: El trabajo de campo y sus relaciones
Objetivo:
Descubrir cómo organizamos y cómo se puede escribir la etnografía que describe los
diferentes mundos sociales.
Introducción:
En esta lección vamos a conocer cómo se organiza la información que recogemos
durante el trabajo de campo. Cuando la información está apuntada en las notas y en el
diario de campo, ya estamos en situación de ordenar y comenzar el análisis y la escritura
de la etnografía. Dependiendo de cómo leamos y de cómo escribamos, así será la forma
en la que daremos a conocer el mundo social sobre el que hemos trabajado.
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El diseño de la investigación etnográfica I
No existen normas para elaborar las notas de campo, aunque sí hay algunos ejemplos
de las notas de campo que han utilizado algunos antropólogos, como, por ejemplo, los
diarios de campo de la antropóloga Esther Hermitte, tomados en Chiapas en 1960 y que
podéis observar en los recursos que tenéis en la plataforma. Como podéis comprobar,
Hermitte va enumerando cada una de las acciones que presencia y de las que toma nota.
De tal manera que, durante el proceso, por ejemplo, en una semana ha reunido 255
anotaciones que posteriormente desarrolla en un diario de campo. Es precisamente en
el diario de campo donde se pueden comprender perfectamente los hechos que
Hermitte ha observado y ha vivido en la comunidad, porque en el diario están
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contextualizados y explicados.
Nos podríamos preguntar: ¿Cuándo debemos tomar las notas? Lo mejor es tomar nota
lo más pronto posible, después de haber observado la acción o los hechos que estemos
mirando o si estamos participando, después de la observación participante. Suele ocurrir
en los etnógrafos más jóvenes que confían en el recuerdo inmediato de lo que han
experimentado, sin embargo, los investigadores siempre aconsejan hacer las
anotaciones inmediatamente, porque está demostrado que la memoria funciona a corto
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El diseño de la investigación etnográfica I
plazo y cuando las anotaciones se realizan transcurridas unas horas desde la observación
se percibe una calidad inferior en las notas de campo.
Desde luego, escribir las notas de campo no siempre va a ser fácil porque va a depender
mucho del tipo de etnografía que estemos realizando. Por ejemplo, en la investigación
encubierta va a ser imposible hacer notas de campo y en la investigación abierta será un
poco más fácil pero también entrañará algunas dificultades porque no se puede estar
observando y a la vez escribiendo (sobre todo en algunos contextos), o no se puede estar
hablando y mirando a una persona y a la vez estar escribiendo. Aun así, de una manera
u otra, siempre habrá que encontrar la mejor forma y cada investigador sabrá buscar
sus propios trucos o momentos para anotar. En resumen, lo más adecuado es que se
puedan alternar períodos de observación y períodos de escritura porque no se debe
confiar en la memoria.
Durante la primera etapa de la investigación, las notas de campo son muy generales
porque aún no se tiene mucha claridad sobre las particularidades que hay que observar
y sobre las categorías que realmente interesan. Sin embargo, a medida que la
investigación va a avanzando las notas de campo se harán más concretas porque ya se
tendrá mucho más claro cuáles son los puntos de observación y serán más detalladas.
En esta fase la redacción nos informará del relato oral y del comportamiento no verbal
de los informantes porque así se reducen, también, las deducciones y subjetividades del
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investigador.
Por otra parte, se debe anotar quiénes están presentes en las acciones que observamos.
Dónde, a qué hora y cuál es el contexto. Ello facilitará mucho el proceso de análisis de
las categorías y permitirá hacer comparaciones, contrastar con ejemplos, etc. Spradley
(1980) propone una ficha de registro de campo con los siguientes datos:
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El diseño de la investigación etnográfica I
Esta puede ser una forma de ir ordenando la información que recogemos en las notas
de campo, pero vamos a revisar también la información que recogemos durante las
entrevistas. Puede ocurrir que, a veces, los entrevistados no quieran ser grabados, en
otras ocasiones, puede ser el propio investigador quien decida que no es apropiado
tomar notas porque puede restar espontaneidad al entrevistador o se le puede poner
nervioso. Todas las observaciones y orden que hemos aplicado a las notas de campo se
pueden repetir para las anotaciones de las entrevistas que se realicen, es decir, debemos
decidir qué anotar, cómo y cuándo, sobre todo cuando no nos permitan grabar. Lo mejor
siempre es poder grabar la conversación porque de esa manera sólo restaría tomar
notas de los tonos o actitud de los informantes, pero tendremos la tranquilidad de tener
el contenido registrado en un soporte que nos permitirá transcribir el contenido y
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escuchar lo que nos dicen todas las veces que sean necesarias para ser lo más fiel
posible. Es muy adecuado utilizar grabadoras pequeñas que puedan pasar
desapercibidas una vez que el informante nos autoriza a grabar la conversación y les
hayamos convencido de que los únicos fines de la grabación son para el trabajo de
investigación y para ser lo más exacto y objetivo en la investigación. Lógicamente si nos
permiten grabar el sonido, es posible que también nos puedan dejar grabar las imágenes
o completar la recogida de información, como hemos dicho en otras ocasiones, a través
de fotografías o películas y pruebas documentales.
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El diseño de la investigación etnográfica I
Después de haber revisado estos detalles de las notas de campo y de la recogida del
material, vamos a centrarnos en cómo se almacena toda la información. La mayoría de
los etnógrafos ordenan la información de forma cronológica, es decir, están establecidos
según el día y la hora en que fueron recogidos. Después, las transcripciones de las
entrevistas se guardan como registros completos e individuales. Se puede hacer
también una indexación física o en el ordenador, de tal manera que tengamos una guía
que nos explica cómo tenemos todo el material ordenado. Una vez que está realizado el
orden primario, es posible que se produzca una nueva reorganización (en la etapa del
análisis) porque habrá que unir o articular la información que hemos recogido, pero
según las categorías que vayamos a analizar.
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El diseño de la investigación etnográfica I
estrategia a través de un índice analítico. En este caso los segmentos de datos se indexan
bajo unos títulos o encabezamientos que podemos almacenar en una base de datos en
el ordenador.
campo, pero eso no quiere decir que no hagamos todo el esfuerzo por recogerla y
analizarla. Lo que se registra y cómo se registra va a depender de los objetivos,
prioridades y propósitos de la investigación y de las condiciones en las que se lleva a
cabo el trabajo. También, hay que considerar que las técnicas de registro pueden variar
dependiendo del efecto que produzca en los informantes y los sistemas de registro van
a depender de su adecuación y propósitos.
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El diseño de la investigación etnográfica I
Los diversos estudios etnográficos varían a lo largo del proceso de recogida y análisis de
la información. Algunos son básicamente descriptivos y se mueven entre la narración de
historias de vida de una persona o de un grupo, hasta los informes sobre cómo viven las
personas en un medio determinado. Se trata de construcciones narrativas que exigen
selección e interpretación, a pesar de que algunas de ellas no son capaces de inferir ni
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una conclusión teórica. No quiere decir que ese tipo de relatos no tenga valor, sino que
parece que la teoría en ellos esté implícita y desordenada y esos relatos sólo pueden
mostrar suposiciones o cuestionar algunos estereotipos sobre determinados tipos de
vida.
No significa que todas las etnografías se coloquen en un nivel descriptivo. Algunas son
capaces de elaborar modelos teóricos sustentados en el estudio y análisis de diversas
categorías que estudian aspectos de los diferentes procesos sociales que actúan en la
forma de vida de las personas o en el medio que se investigue.
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El diseño de la investigación etnográfica I
La labor primera en el análisis cualitativo es descubrir algunos conceptos que nos ayuden
a entender y dar sentido según las escenas. Para Hammersley y Atkinson (1994):
Después de haber seleccionado las categorías que nos interesan, el siguiente paso es
trabajar en aquellas categorías que son fundamentales para el propio análisis, en vistas
a clarificar su significación y establecer las relaciones con otras categorías. Según se va
profundizando en el análisis aparecerá un modelo de interpretación definido y se
encontrarán las relaciones entre las estructuras internas de las categorías.
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El diseño de la investigación etnográfica I
En etnografía las tipologías varían respecto a cómo han sido desarrolladas normalmente
y, de hecho, hay autores que afirman que cuando en etnografía se desarrollan las
categorías analíticas no siempre se logran cerrar las conclusiones que se habían
planteado en un principio. Para Lofland (1970), en Hammersley y Atkinson (1994), el
etnógrafo debe tomarse el tiempo y el interés necesario para las siguientes acciones:
1. Ver cómo encajan sus interpretaciones del problema con aquellas que
sobre el mismo tienen los actores a los que está estudiando;
2. Ver cuáles son las variaciones entre toda la gama de casos y estrategias
que él ha conseguido reunir;
3. Clasificarlas en un cuerpo articulado de tipos y estrategias, y
4. Presentarlas al lector de forma ordenada, numerándolas y dándoles una
denominación. (Lofland, 1970 en Hammersley y Atkinson 1994, p.234)
entre la mirada que el sociólogo tiene de las cosas con la mirada de los actores y, de esta
manera, comprobar hasta qué punto los actores están de acuerdo con los juicios
emitidos por el etnógrafo. Aunque se trata de una práctica que algunos etnógrafos
critican, lo cierto es que existen numerosos ejemplos de investigaciones que han
corroborado las conclusiones de esta manera. Uno de los ejemplos que Hammersley
(1994) cuenta es que, en un trabajo sobre la práctica médica de los otorrinolaringólogos,
se compartieron las conclusiones y análisis del etnógrafo con los otorrinos que habían
participado en el estudio y se pudo comprobar que algunos doctores sí validaron lo que
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El diseño de la investigación etnográfica I
se afirmaba en el informe, y en otros casos hubo que mantener ciertas discusiones hasta
lograr la aprobación de todas las prácticas médicas estudiadas. Un hecho positivo de la
validación solicitada es que los participantes en la investigación van a tener acceso a una
información adicional del contexto y de otros pensamientos y hechos relevantes que
solo estaban disponibles para ellos y van a tener la posibilidad de contar o no con la
confirmación de lo descrito por el investigador.
Por otra parte, la triangulación tiene elementos similares a la validación solicitada, pero
en este caso se compara la información referente a un mismo fenómeno conseguida en
distintas etapas del trabajo de campo, es decir, se comparan los relatos recogidos de los
informantes en distintas fases de la investigación. También se puede enseñar a un
informante el relato de otro y recoger los comentarios que realice al respecto y así
sucesivamente, de tal manera que se va comprobando, poco a poco, toda la información
que se ha obtenido. Lógicamente esta práctica exige mucho tiempo y permite mayor
profundidad en la descripción de los significados sociales que existen en el territorio que
estamos investigando. También, se puede hacer la triangulación a través de la
comparación con las conclusiones obtenidas por otros investigadores que han trabajado
con fuentes de información diferentes. O se compara la información obtenida a través
de diferentes técnicas. En realidad, se utilice la forma de triangulación que se utilice, lo
más importante es lograr la mayor seguridad en que las conclusiones y análisis que
hemos realizado se ajustan realmente a la realidad observada.
La escritura etnográfica, lo mismo que el resto de escrituras, exigen ante todo disciplina,
orden y trabajo, mucho trabajo. La idea que ha existido habitualmente de que el escritor
escribe porque le vienen las musas diariamente y por eso puede elaborar los relatos es
totalmente falso. Las musas no existen y el escritor escribe porque dedica tiempo y
esfuerzo y, solo a veces, puede llegarle la idea brillante como si la inspiración se la trajera
una divinidad griega para poder crear cualquier obra de arte. Por lo tanto, el etnógrafo
que realiza la reflexividad en el proceso de investigación, y la reflexividad en el proceso
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El diseño de la investigación etnográfica I
de escritura, tendrá lo necesario para decir que tiene las habilidades laborales para
trabajar en el ámbito de las ciencias sociales y desde luego para escribir etnografías.
Debemos considerar que este tipo de investigadores lo que hacen es reflejar la realidad
que han observado y escuchado, y esos relatos se apoyan en los objetivos individuales
de cada trabajo de investigación.
Por otra parte, para poder escribir la etnografía hay que conocer profundamente el
trabajo porque estamos hablando de un proceso intelectual y, como tal, hay muchas
versiones que pueden ser escritas, dependiendo de la audiencia a la que nos dirijamos.
Cada forma de hacer la etnografía pondrá la atención en diferentes aspectos. Aspectos
que tendrán relación con el trabajo de campo, pero que serán diferentes dependiendo
de lo que queramos describir. Es importante considerar que no hay una única forma de
representar el mundo social.
Por esa razón, decimos que el entendimiento de la escritura está íntimamente ligado a
la lectura. Siguiendo a Hammersley (1994) “escribimos a la luz de qué y cómo leemos”.
Los conceptos y las imágenes o las metáforas que utilicemos van a demostrar el espacio
discursivo en el que nos movemos en cada etnografía que se elabora, de tal manera,
que el proceso de la escritura va íntimamente ligado al proceso de la lectura. Es muy
importante leer el trabajo que han realizado otros etnógrafos, de esta manera el
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proceso de aprendizaje se basa en conocer las diferentes maneras en las que se expresa
el mundo social. De hecho, cuando nos referimos a representaciones escritas es tanto
la ficción como la no ficción quienes proporcionan modelos para describir la propia
realidad. El investigador, y particularmente el etnógrafo, debe aprender de una atenta
lectura de todos los géneros que puedan existir, porque quien narra, quién cuenta la
historia, hace narraciones de todo tipo (trágicas, irónicas, de humor), es decir,
numerosos etnógrafos entienden que no existen grandes diferencias entre la forma en
que los científicos sociales escriben y la forma en que los escritores literarios hacen sus
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El diseño de la investigación etnográfica I
novelas. Cada autor construye una versión del mundo social que ha estudiado y
observado, porque cada uno lo hace con objetivos y públicos diferentes. Escribir no es
un trabajo mecánico que se puede hacer como si se tratara de un trabajo rutinario,
porque la investigación que hayamos hecho va a representar y reconstruir un mundo
social que será conocido por cómo lo escribamos.
Existen tres figuras literarias que se utilizan también en la elaboración de las etnografías:
las metáforas, la sinécdoque y la metonimia.
Las metáforas: Pareciera que cuando hacemos una etnografía lo más lógico sería evitar
el uso de metáforas, sin embargo, eso sería imposible, por lo tanto, no hay que evitarlas.
El uso de las metáforas cuando se hace una descripción no solo es inevitable, sino que
forma parte de los recursos literarios que se puede utilizar en la escritura. También hay
que tener cuidado que no se utilice de forma masiva. Lo habitual es que dependiendo
del discurso que se esté escribiendo, dependiendo de la narrativa, se pueda utilizar o no
las metáforas. Siguiendo a Nobit y Hare (1988) existen ciertos criterios que son
adecuados para decidir cuántas metáforas se pueden o deben utilizar en una historia
etnográfica. Los tres criterios son los siguientes: economía, contundencia y amplitud. La
economía hace referencia a la sencillez con la que se resume el concepto; contundencia
se refiere a si la metáfora es o no efectiva, es decir, no genera una interpretación
diferente a lo que se requiere significar; y, por último, amplitud hace referencia a la
capacidad de la metáfora para explicar varios aspectos a la vez.
El uso de la metáfora se puede completar con la sinécdoque. Es una figura retórica que
significa que hacemos una representación en la que una parte se “toma” por el “todo”.
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El diseño de la investigación etnográfica I
comprensión clara de lo que nos cuenta, de ahí que la sinécdoque sea el complemento
de la metáfora y el uso de ambas faciliten la comprensión del relato.
La metonimia. Trata de designar una cosa con la denominación de otra con la que
mantiene una relación de contigüidad espacial, lógica o temporal, o al revés. Existen
distintos tipos:
La etnografía utiliza la metonimia como un recurso habitual para hacer sus relatos
porque las narrativas que presenta utilizan información que debe adoptar diferentes
estilos, por ejemplo, no se elabora de la misma forma una etnografía para el mundo
académico que para los informantes que han sido investigados. Las narrativas que se
utilizan son diferentes. De una manera u otra hay que dotar de sentido a los hechos que
se explican presentando los contextos y los procesos realizados. Dice Hammersley
(1994) “Al narrar los acontecimientos, mostramos cómo la gente actúa y reacciona en
circunstancias sociales concretas. Al hacerlo, revelamos y reconstruimos a los actores
sociales como ‘personajes’ o ‘tipos’ sociales”.
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El diseño de la investigación etnográfica I
3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. ¿Cuándo debemos tomar las notas de campo?
Lo mejor es tomar nota lo más pronto posible, después de haber observado la acción o
los hechos que estemos mirando o si estamos participando, después de la observación
participante.
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El diseño de la investigación etnográfica I
5. ¿Qué es la metonimia?
Es un recurso narrativo que trata de designar una cosa con la denominación de otra
con la que mantiene una relación de contigüidad espacial, lógica o temporal.
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El diseño de la investigación etnográfica I
4. Material Complementario
Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que se pueda ampliar la
información sobre el tema trabajado, como parte de su proceso de aprendizaje
autónomo:
Videos de apoyo:
Bibliografía de apoyo:
Links de apoyo:
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El diseño de la investigación etnográfica I
5. Bibliografía
» Hammersley y Atkinson (1994). Etnografía. Métodos de investigación. España:
Paidós.
» Nobit, G. y Hare, R. (1988). Meta-Ethnography: Synthesizing Qualitative Studies.
Newbury Park.
» Karp, D.A. (1993). Talking anti-depressantmedications: resistance. Trial
commitment, conversion and disenchantment. QualitativeSociology, vol. 16, n°
4, pp. 337-359
» Spradley, J.P. (1980). Participant Observation. Nueva York. Holt. Rinehart &
Winston.
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ETNOGRAFÍA
UNIDAD 3
EL DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA II
TEMA 5:
EL TRABAJO DE CAMPO Y SUS RELACIONES
La sospecha
El temor
La confianza
El papel del investigador
• Pasar inadvertido
• Modificar la apariencia para reducir las diferencias
• Ser consciente de la imagen que proyecta el etnógrafo y
de su apariencia
• La apariencia debe ser coherente con los lugares en los
que se encuentre el etnógrafo
El papel del investigador
Características adscritas
Género
Edad
Tendencia religiosa
El papel del investigador
La edad condiciona el
trabajo de investigación
etnográfica
El papel del investigador
Totalmente participante
Totalmente observador
El relato de los “otros”
Relato solicitado
Relato no solicitado
El relato de los “otros”
Culturas orales
Culturales letradas
Las fuentes documentales de la etnografía
Periódicos
Autobiografías
Relatos de los medios de comunicación
Literatura de ficción
“Conceptos sensitivos”
Las fuentes documentales de la etnografía
Observación de masas
Documentación que se genera en una organización
Horarios
Reglamentos
Coordinación de tareas
CIERRE
UNIDAD 3
EL DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA II
TEMA 6:
EL DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA II
Esther Hermitte
Organizar la información
¿Dónde?
¿A qué hora?
Espacio
Actor Acontecimiento
Actividad Tiempo
Objeto Fines
Acto Sentimiento
Organizar la información
Cronológicamente
Software
Codificación
Clasificación manual
Codificación de segmentos de texto
Los resultados y el análisis
Categorías analíticas
Los resultados y el análisis
Lectura detallada
Reflexividad
Definición de categorías
Los resultados y el análisis
Acciones:
La validación solicitada
La triangulación
La redacción y la escritura etnográfica
Figuras literarias
Economía
Metáforas Contundencia
Amplitud
Sinécdoque
Spradley, J.P. (1980). Participant Observation. Nueva York. Holt. Rinehart & Winston.