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Dios atiende al Humilde | El Poder de la

Humildad
9 agosto, 2022 por Admin Ministerios

PRÉDICA CRISTIANA / SERMÓN


Probablemente aquellos que han leído las escrituras, les resultarán
familiares las palabras “Dios atiende al humilde” o “el que se humilla
será exaltado”. Estas palabras describen de alguna manera el poder de
la humildad, expresando lo que Dios siente y puede hacer por quienes
poseen un corazón humilde. Las personas que reconocen la existencia de
Dios o quieran hallarlo, deben entender el significado bíblico de la
humildad y la importancia de ser humildes. Solo siendo humildes
podremos acceder al trono de la gracia, a fin de recibir todas las
bendiciones que Dios tiene para nosotros.
¿Por qué Dios atiende al humilde? ¿Cuál es el poder de la humildad?
La humildad es una de las virtudes que más apreciamos e identificamos
rápidamente en las personas, especialmente de aquellas con quienes
compartimos a diario. Sin embargo, aunque a muchos de nosotros nos
agrada el carácter de la persona humilde, quizás en algún momento
hemos podido carecer de esta virtud. Esto se debe, a que el ser humano
por naturaleza busca su propio beneficio, tratando de satisfacer su
propio ego sin importarle lo demás. El orgullo, la soberbia y altivez son
parte de la naturaleza humana, y es la que hace que el ser humilde sea
algo tan difícil. Si esto es así, entonces: ¿Cómo puedo llegar a ser
humilde?
¿Cuál es el significado bíblico de la humildad?
«Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira
de lejos»
Salmos 138:6

SIGNIFICADO BÍBLICO DE SER HUMILDE |


HUMILDAD SEGÚN LA BIBLIA
La palabra “humilde” o “humildad” según la Biblia, toma su significado
de acuerdo a la raíz etimológica de la misma. Ser humilde según las
escrituras hebreas, es sinónimo de estar afligido, humillado, abatido,
sometido, rebajado o doblegado, llegando a denotar literalmente
una “bajeza” de condición. Un significado similar se halla en las
escrituras griegas del nuevo testamento, denotando un estado
de “bajeza mental” o “humildad de mente”.
Todo esto quiere decir que, para llegar a ser humildes según la Biblia, la
persona debe colocar su ego en un lugar bajo. A este tipo de acto se le
llama humillación, y es cuando la persona rebaja o doblega su orgullo,
comenzando en someterse a Dios. La persona humillada quebranta sus
pensamientos e intenciones egocéntricas, colocándose bajo la poderosa
mano de Dios (1ªP.5:6), abandonándose a merced de sus designios.
Este concepto de humildad lo vemos reflejado en la Biblia en el acto de
arrepentimiento. Cuando un pecador reconoce su pecado, deja a un lado
su orgullo admitiendo que por sí solo no puede obtener salvación. Es en
ese acto de reconocimiento público de la miserable condición en la que
se encuentra el hombre, en la que Dios obra poderosamente. La persona
humillada no le interesa “el qué dirán”, o la posición que ocupa, solo se
somete a lo que Dios pueda hacer con él.
Entender el concepto de humildad según la Biblia, nos permite
entender porque Dios atiende al humilde y cuál es el poder de la
humildad.
“Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí,
pecador”
Lucas 18:13

CARACTERÍSTICAS BÍBLICAS DE UNA PERSONA


HUMILDE
Ser humilde de espíritu es una decisión voluntaria de total sumisión ante
la presencia de Dios. Esta humildad es el resultado de la estima justa y
objetiva que tenemos de nosotros mismos. Así mismo, ser humilde
genera una actitud mansa, apacible y respetuosa ante las demás
personas, sin encontrar placer en superarlas. Las siguientes características
bíblicas describen la humildad en una persona, dejando fuertes razones
de porque Dios atiende al humilde.
 La persona humilde no considera que sus logros le otorguen
derecho a un recibir un trato especial o estar en una mejor
posición (Lc.14:7-14). Esto significa que la persona humilde
no busca reconocimientos, ni tampoco busca destacar por
sobre los demás. Tiene una actitud altruista, y no le hace falta
ser el centro de atención de los demás.
 Ser humilde significa tener una visión clara y objetiva de uno
mismo (Rom.12:3; Gál.6:3). La persona humilde está
consciente de sus fortalezas y debilidades, sin ningún tipo de
complejos. Esto significa reconocer sus carencias, no porque
tenga una baja autoestima, sino porque comprende el
concepto de interdependencia entre los miembros de un
cuerpo (1ªCor.12:14).
 La persona humilde mira a los demás con respeto,
tratándolas como si fuesen superiores a él mismo (Fil.2:3-
4). No busca superar a los demás, como si estuviese
rivalizando con ellos, sino que se siente honrado en
servirles (Lc.22:24-30; Heb.6:10). Esto no significa que la
persona humilde sea menos que las demás personas, o se
deje pisotear por ellas, sino que decide otorgarle respeto
voluntariamente.
A la persona con actitud humilde se le abren las puertas en todo lugar a
donde llega. No en vano la Biblia dice que Dios atiende al humilde,
trayendo como resultados la honra y muchas otras bendiciones.
Evidentemente el poder de la humildad se hace manifiesto en la vida de
aquel que decide practicarla.
EL EJEMPLO DE HUMILDAD DE JESÚS | LA
VERDADERA HUMILDAD
Jesús es el mayor ejemplo de humildad, llegando incluso a decir que
aprendiéramos de él y así poder hallar descanso para nuestras
almas (Mt.11:29). En su carta a los filipenses (Fil.2:5-11); el apóstol
Pablo aconseja a los creyentes, a tener la misma actitud de humildad que
tuvo Cristo Jesús. Al descender de los cielos, Jesús se humilló a sí mismo
haciéndose similar en condición a los seres humanos. Esta humildad
manifestada por Jesús, lo llevó a doblegarse a la voluntad del Padre,
haciéndose obediente hasta el punto de morir en una cruz. La obediencia
de Jesús es la mayor muestra de humildad descrita en la Biblia y es el
ejemplo más grande que tenemos para ser humildes.
Además de este pasaje bíblico, los relatos contenidos en “los
evangelios” describen un claro ejemplo de que Jesús fue
verdaderamente humilde. Jesús mismo dijo que siguieran su ejemplo de
humildad cuando llegó a lavar los pies de sus discípulos (Jn.13:15).
Siendo Dios mismo, Jesús no consideró su divinidad como un motivo
para no cumplir el plan de redención que tenía trazado para la raza
humana. Esto demuestra que ser humildes es un mandamiento para
todos nosotros, en donde el verdadero modelo de referencia a seguir es
el mismo Señor Jesús.
CARACTERÍSTICAS QUE DEMUESTRAN QUE
JESÚS ERA HUMILDE
Las siguientes características son una evidencia palpable de que Jesús es
el más grande ejemplo de humildad:
 Jesús fue humilde al dejarse bautizar por Juan el
bautista (Mt.3:13-15).
 Jesús demostró humildad al pagar los impuestos y dar
tributos al Cesar (Mt.17:24-27; Lc.20:19-26).
 Jesús no buscó reconocimiento de la gente cuando hacía un
milagro, prodigio, o daba alguna revelación. Antes bien les
decía a sus discípulos que no le dijeran a nadie (Mt.8:4;
16:20; 17:9; Mr.7:36; Lc.8:56; 9:21). Jesús no amaba la
gloria de los hombres (Jn.5:41). Para Jesús lo más
importante era cumplir con el propósito del Padre, sin
importar la aprobación de los hombres.
 Jesús se compadeció sinceramente por las demás personas,
importándoles sus necesidades. (Los dos ciegos Mt.9:27; la
mujer cananea Mt.15:22; la mujer del flujo de sangre
Mr.5:33; el ciego Bartimeo Mr.10:46; los diez leprosos
Lc.17:13).
 Jesús no consideró el rechazo de la gente como un motivo
para despreciarlos. Cuando no fue aceptado en una aldea
samaritana, no se molestó, antes bien reprendió a sus
discípulos por tener una actitud vengativa hacia
ellos (Lc.9:51-56).
 Jesús respetó y se sujetó a las figuras de autoridad presentes
en su vida. Entre esas figuras de autoridad se encontraban:
sus padres; Juan el bautista;  Pilato; el Emperador; Herodes y
los sumos sacerdotes.
 Jesús trató a los demás como superiores a él mismo, lavando
sus pies y sirviéndoles (Jn.13:1-20). Esto reflejaba su misión
al venir al mundo, con el propósito de servir y dar su vida en
rescate por muchos (Mr.10:45).
En Jesús vemos cumplirse totalmente la promesa de que “Dios atiende
al humilde”. Jesús fue exaltado por su humildad más que por otra virtud,
demostrando con esto cuan poderoso es el poder de la humildad.
EL PODER DE LA HUMILDAD | ¿POR QUÉ DIOS
ATIENDE AL HUMILDE?
La Biblia describe el poder de la humildad, al dar a conocer sus dulces
frutos en aquellos que son humildes de corazón. Es impresionante como
Dios se deleita en la persona que es humilde, inclinando su atención para
escucharle y exaltarle. El siguiente listado de beneficios, demuestra cuán
poderosa es la humildad para aquel que la practica en su vida.
 Dios ATIENDE al humilde (Sal.138:6).
 Dios OYE el deseo del humilde (Sal. 10:7)
 Dios EXALTA a los humildes (Sal.147:6).
 Dios DA GRACIA a los humildes (Pr.3:34; Stg.4:6; 1ªP.5:5).
 Dios HABITA con el humilde (Is.57:15).
 Dios MIRA al humilde (Is.66:2)
 Dios CONSUELA a los humildes (2ªCor.7:6).
 Dios SALVARÁ al humilde (Job.22:29; Sal.18:27)
 Dios pone a los humildes en ALTURA (Job.5:11).
 El resultado de ser humilde es la HONRA (Pr.15:33; 18:12;
22:4; 29:23).
Dios atiende al humilde, debido a que éste reconoce de forma voluntaria
que solo la ayuda de Dios le es necesaria para poder seguir adelante.
Cuando alguien de forma humilde se somete a la voluntad de Dios y
espera confiadamente en Él, Dios obrará a su favor. La actitud humilde
que demostramos al dejar a Dios que obre en nuestras vidas, es algo que
a Dios le agrada y que ha de honrar. Esto sin duda ocurrirá a su debido
tiempo, ya que Dios ha prometido exaltar al humilde cuando sea el
tiempo oportuno. El proceso de aprendizaje de la persona humillada, le
preparará para recibir la exaltación sin ningún tipo de orgullo, dejando
que Dios se glorifique. Es en este proceso donde se puede ver el poder
de la humildad.
«Humillaos,  pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os
exalte cuando fuere tiempo»
1°Pedro 5:6

6 CONSEJOS BIBLICOS PARA VIVIR EN


HUMILDAD
La Biblia nos exhorta de muchas maneras a ser humildes. Mantener el
ego en un nivel bajo es una condición necesaria para poder vivir en
humildad. Para ello debemos seguir los siguientes consejos:
 Debemos de colocarnos al nivel de los humildes y no
presumir ser sabios creyendo que somos los únicos en saber
algo (Rom.12:16).
 Consideremos a las demás personas como superiores a
nosotros mismos, no haciendo las cosas por rivalidad o por
orgullo (Fil.2:3-4). Debemos de velar no solo por nuestros
intereses, sino también por el de los demás.
 Debemos tolerar y perdonar las faltas de los demás como el
Señor nos perdonó. Nuestro trato debe ser con paciencia,
amabilidad, bondad y compasión (Ef.4:2; Col.3:12-13).
 Debemos evitar hablar mal de alguien, antes bien debemos
ser pacíficos y respetuosos con todos (Tit.3:2).
 Los jóvenes deben tratar a los ancianos con respeto,
sujetándose a ellos (1ªP.5:5).
 Al corregir a otras personas, debemos de hacerlo con respeto
a fin de que nuestra conciencia permanezca tranquila, y no
encuentren argumentos contra nosotros (1ªP.3:14-16).
CONCLUSIÓN | EL FRUTO DE LA HUMILDAD
Finalmente, la humildad traerá honra sobre aquellos quienes la
practiquen. Dios exaltará al humilde y lo colocará en un lugar de honor,
no porque lo merezca, sino porque esperó en el tiempo de Dios. Esto
resalta la fidelidad de Dios a sus promesas, especialmente para aquellos
que son humildes y saben esperar en Él.
Sin duda alguna Dios atiende al humilde, y demuestra que doblegarse
ante su mano poderosa trae mejores frutos. El poder de la humildad se
manifiesta en aquel que decide rebajar su orgullo y someterse a la
soberana voluntad de Dios. Este es el momento preciso para
experimentar el cumplimiento de esas promesas que Dios tiene para
quienes sean humildes.
Dios te bendiga!!!
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