DIOS ES SANTO

La santidad es el atributo preeminente y general de Dios, es la verdad más grande que

podamos aprender acerca de la propia naturaleza de Él.

La santidad no es meramente algo que Dios decide Ser o hacer, sino que es esencial a
quien Él es. La palabra “santo” significa separado, marcado, puesto aparte o retirado
del uso común.
A. W. Pink definió la santidad de Dios como la expresión más completa de Sí mismo,
siendo esta excelencia resaltada por encima de las demás, porque es gloria de todos
los demás atributos.
En la Escritura la santidad de Dios es explicada dando énfasis por lo menos a cuarto
aspectos de Su Ser:

I. Dios es uno.
La santidad de Dios denota Su carácter exclusivo, nadie es como Él. Su Persona está
lejos de ser asemejada por una criatura o por un falso dios.
Según Éxodo 15:11 ¿Cómo demuestra esta la verdad de la unicidad de Dios?

¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en
santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Sólo Dios es Dios, Su santidad denota que Él es el único Ser divino, nadie puede ser
como Él y nadie puede hacer lo que Él hace.

II. Dios es distinto.

Como Creador, Dios está sobre Su creación y es totalmente distinto de todo ser
creado, es un Ser completamente diferente y absolutamente separado. Nadie posee
Su gloria.
¿Hay algún otro ser creado que sea trino, espíritu, libre, autoexistente, inmutable,
omnipotente y eterno como Él?
Según Isaías 6:3 ¿Cuál es el canto de los serafines ante la presencia de Dios?
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;
toda la tierra está llena de su gloria.
En la literatura hebrea, la repetición se emplea para dar énfasis a lo que se está
diciendo. El hecho de que la santidad de Dios sea declarada tres veces denota que Dios
es absoluta e infinitamente Santo.
 III. Dios es trascendente.

La santidad de Dios en la Escritura, no sólo declara Su exclusividad, como un Ser

distinto. Sino que denota la grandeza infinita de Dios sobre todo lo demás. Él es el
santo incomparable.
¿Cómo demuestra Isaías 57:15 está verdad?

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el
Santo: Yo habito en la altura y la santidad…
Él es el Santo, Altísimo y Sublime.

IV. Dios es puro.

La santidad de Dios significa que Él trasciende la corrupción moral de Su creación y que

está separado de todo lo que es profano y pecaminoso. Dios no puede pecar, ni puede
complacerse en el pecado, tampoco puede tener compañerismo con este.
Los elementos anteriores tocan Su naturaleza en relación a Su estado de existencia. Sin
embargo, este elemento alcanza Su carácter moral.
Según Salmos 5:4-5 y Proverbios 15:9 ¿Cuál es la relación que tiene Dios con el
pecado y el pecador?
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a
ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen
iniquidad.
Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue justicia.

Conclusión
Finalizamos diciendo tal como A. W. Pink “ La santidad es la excelencia misma de la
naturaleza divina”
La santidad de Dios nos muestra Su pureza, trascendencia, distinción y unicidad. Lo
que entendamos acerca de este atributo influenciará cada aspecto de nuestra relación
con Él, porque conocer Su santidad es la sabiduría y la inteligencia que nos conduce a
temerle.
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es
la inteligencia (Proverbios 9:10).

¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; por
lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han
manifestado (Apocalipsis 15:4).