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A MI MADRE LOGSIMB AIN SOPH No. 1 – 33


DE LA GL TOTH DEL GO DE TLAXCALA.

V:.M:. QPRIMVIG QHSEGVIG QQHH TT EN SUS RESPECTIVOS PUESTOS Y


JERARQUIAS
G O DE TLAXCALA A 3 DE FEBRERO DEL 2023 EV
TEMA NRO 22. “El masón ante la sociedad”.

Todos los hombres que llevamos dentro de nuestra mente, la convicción de que
desempeñamos en forma fiel y sincera, la misión que nos corresponde desarrollar, para
con nuestros semejantes; debemos sentir la SATISFACCION DEL DEBER CUMPLIDO,
tal y cual lo hemos jurado, al prestar nuestra protesta ante el Ara en que por primera vez,
vimos la LUZ simbólica de la VERDAD, , principiaremos por conocer a nuestros Seme-
jantes, y por saber cuáles son los lazos de unión que nos ligan a ellos, como factores que
indiscutiblemente, se vienen encadenando, como una serie de actos correlativos, que
vienen siendo los que nos conducen, hacia el conocimiento de nuestros DEBERES
SOCIALES. Los deberes son los compromisos, obligaciones y mandatos que
la sociedad imponen en un ámbito. Los deberes son creados por la ley, por la costumbre,
por la moral, por la religión y la ética. para que una SOCIEDAD de la índole profana se
organice, subsista y progrese, se hace necesario que, entre sus miembros, impere la
UNION, la DISCIPLINA y la HONRADEZ, para operar en todas, sus actividades, sin cuyos
requisitos, es muy fácil que vayan al FRACASO. Una buena sociedad resalta por hacer
hombres libres e independientes, respetuosos de sus compromisos, y dispuestos siempre
a cumplir con sus Deberes, cuya divisa; desde tiempo inmemorial, han sido practicar la
MORAL, la TOLERANCIA y la FRATERNIDAD.

En el libro La Ciudad de Dios de San Agustín de Hipona se rescata que Roma en el año
410 fue la captura y caída de Roma, al creerse que era la ciudad Eterna, todo esto hasta
el Colapso total. Agustín expone que Roma nunca ha sido protegida por sus dioses,
puesto que son falsos. Lo que ha recibido Roma de sus dioses ha sido el vicio y la
corrupción.  La primera parte, dedicada a la respuesta a los romanos, hace una crítica de
los orígenes y el desarrollo del Imperio, para atacar la idea de un pasado áureo que
habría sido destruido por el cristianismo. Roma tenía, según el análisis de Agustín, el
germen de su destrucción en su misma constitución, y esto por seguir únicamente los
preceptos que constituyen la “ciudad de los hombres”. el alma (libro segundo) y el amor
por los bienes terrenales (libro tercero).

El sentido de hacer una historia de la “caída del hombre” como inicio de la segunda parte
es mostrar que la “ciudad de los hombres” nace de nuestra naturaleza pecaminosa. Esta
debe entenderse a partir de una distinción respecto de los fines humanos que aparece en
varias obras de Agustín: la distinción entre las cosas que han de ser disfrutadas (fruenda)
y las cosas que han de ser usadas (utenda). Las primeras refieren a aquellos fines que se
buscan por sí mismos sin miras a otra cosa; las segundas, a aquellas cosas que
buscamos solo para un fin posterior. Para Agustín, la falla del ser humano consiste en
confundir ambos términos: en concebir las cosas que solo son de uso, por ejemplo, los
bienes materiales o el poder político, como si fueran cosas para disfrutar, o sea fines
últimos. Y viceversa, tratar las cosas que deben disfrutarse como fin último, por ejemplo,
las virtudes morales, como medios para lograr cosas que deberían ser de uso.

San Agustín de Hipona, nació en el 354 en Tagaste, territorio del Imperio Romano, es
considerado el Padre de la Gracia

«que el olor que una vez se pega a una vasija nueva, le dura después para siempre

Es Cuanto QQ:HH:. Todos.

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