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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

CICLO COMÚN

RESPONSABILIDAD CIVIL

TEMA:

ANALISIS DE LA TEORIA DEL RIESGO Y SU APLICACIÓN OBJETIVA

SUSTENTATE:

AMAURIS URBAEZ ROSARIO

EVA D. HERRERA RODRIGUEZ

GLORIMIL BRITO CASTRO

FECHA:

26 de Octubre- 2022
INTRODUCCIÒN

La responsabilidad por riesgo no es más que la aplicación de la teoría del riesgo a la


responsabilidad civil extracontractual. Como prolegómeno, baste decir que la entrada
al mundo jurídico de la teoría del riesgo sirvió para poner en jaque a la dogmática y
milenaria culpa como fundamento de la responsabilidad civil, fue el primer criterio
objetivo de imputación y sin duda alguna el centro de los más polémicos debates entre
los partidarios de la culpa y los partidarios de la responsabilidad civil ausente de toda
idea de culpa. La mayoría de la doctrina se refieren a la responsabilidad objetiva o por
riesgo, cosa que no es cierta porque el riesgo no es el único criterio objetivo de
imputación.

Se ha escogido abordar este tema (el del daño en la responsabilidad civil) no sólo por
la importancia y frecuencia que tiene este tema en la práctica judicial, sino por el hecho
de que, lamentablemente, en el pasado ha sido una práctica frecuente que el Poder
Judicial otorgue montos indemnizatorios ínfimos, los cuales no guardaban ninguna
proporción con los daños padecidos por las víctimas.

De esta forma, por ejemplo, si se concluyera que la función esencial de la


responsabilidad civil consiste en procurar una indemnización efectiva en favor de la
víctima, el intérprete y el juzgador deberán aplicar dichas normas tendiendo a tutelar el
interés vulnerado de la víctima, lo cual se reflejará, entre otros aspectos, en el monto
indemnizatorio otorgado.

El trabajo ha sido producto de una investigación bibliográfica de diversos autores y


páginas que han servido de base para la obtención de la información plasmada en este
trabajo.

Se espera que mi aporte sea de vital importancia para las expectativas del curso.
1. OBJETIVOS

1.1. Objetivo General

Conocer cuál es la diferencia entre el riesgo y riesgo creado

1.2. Objetivos Específicos

 Descubrir cuáles son las características del riesgo en nuestro sistema


judicial

 Conocer cómo se maneja el riesgo creado en nuestro sistema judicial y


que tipo de jurisprudencia se ejerce sobre el.
2. MARCO TEÓRICO

2.1. ANTECEDENTES

El artículo 1.913 del código civil de México, prescribe “Cuando una persona hace
uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o substancias peligrosas por si
mismos, por la velocidad que desarrollen, por su naturaleza explosiva o
inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que conduzcan o por otras
causas análogas, está obligada a responder del daño que cause, aunque no obre
ilícitamente, a no ser que demuestre que ese daño se produjo por culpa o
negligencia inexcusable de la víctima”. El artículo 1.932 ibídem, prescribe:
“Igualmente responderán los propietarios de los daños causados: I. Por la
explosión de máquinas, o por la inflamación de sustancias explosivas; II. Por el
humo o gases que sean nocivos a las personas o a las propiedades; III. Por la
caída de sus árboles, cuando no sea ocasionada por fuerza mayor; IV. Por las
emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes; V.

Por los depósitos de agua que humedezcan la pared del vecino o derramen
sobre la propiedad de éste; VI. Por el peso o movimiento de las máquinas, por
las aglomeraciones de materias o animales nocivos a la salud o por cualquiera
causa que sin derecho origine algún daño”. La doctrina de este país concluye
que la institución del riesgo creado o responsabilidad objetiva ha tenido dos
expresiones básicas: los riesgos profesionales y la utilización de objetos
peligrosos, refiriéndose a esta última el artículo 1.913 del código civil. Pero
también, el numeral VI del artículo 1.932 consagra un criterio de atribución de
responsabilidad netamente objetivo y radica en causar un daño, sin derecho, sin
estar al amparo de una justificante. En ambos se concluye responsabilidad
objetiva, pero en el artículo 1.913 el criterio de imputación es el riesgo, en el
numeral VI del artículo 1.932 el criterio de imputación es causar un daño sin
derecho

El artículo 1.847 del código civil de Paraguay, prescribe: “ El dueño o guardián


de una cosa inanimada responde del daño causado por ella o con ella, si no
prueba que de su parte no hubo culpa, pero cuando el daño se produce por vicio
riesgo inherente a la cosa sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad
acreditando la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder”.

El Artículo 1.970 del código civil de Perú, prescribe: “ Aquel que mediante un bien
riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro, está obligado a repararlo”. El artículo 1.972 ibídem,
prescribe: “ En los casos del artículo 1.970, el autor no está obligado a la
reparación cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, de
hecho determinante de tercero o de imprudencia de quien padece el daño”. Se
encuentra en las disposiciones del Perú, tanto el riesgo como el peligro y no
únicamente de la cosa, sino también de la actividad. La doctrina de éste país
para referirse a los adjetivos de riesgo y peligro, concluye: “Por consiguiente,
desde el punto de vista estrictamente lingüístico no existe mayor diferencia entre
ambos adjetivos. La reiteración parece obedecer más bien al deseo del legislador
de que no quede duda que todo aquello que genere la proximidad de una daño
esté sujeto a la responsabilidad objetiva”1.

El artículo 1.113, modificado por la ley 17.711 de 1.968 del código civil de
Argentina, prescribe: “ (...) En los supuestos de daños causados con las cosas,
el dueño o guardián, para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de
su parte no hubo culpa; pero si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio
de la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad acreditando
la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder. Si la cosa
hubiese sido usada contra la voluntad expresa o presunta del dueño o guardián,
no será responsable”. Puede verse que no se contempló expresamente la
responsabilidad por riesgo de la actividad, únicamente de la cosa o por ella, pero
la reforma que está a punto de convertirse en ley de la república, además de
referirse a la cosa riesgosa, se refiere también a la actividad riesgosa.

El artículo 104 del código civil de Cuba, define qué es el riesgo de la siguiente
manera: “Las actividades que generan riesgo son actos lícitos que por su propia
naturaleza implican una posibilidad de producir daño o perjuicio”.

1
DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. La responsabilidad extracontractual. 5° ed. T. I. Bogotá. Temis.
P. 99. 1.999
El artículo 105 ibídem relaciona las actividades del transporte terrestre, marítimo
o aéreo, las sustancias radiactivas, los hidrocarburos y el combustible como
actividades y cosas riesgosas.

El artículo 106 ibídem, prescribe: “En los casos señalados en el artículo anterior
sólo exime de responsabilidad la prueba de que los daños o perjuicios se
produjeron como resultado de una acción u omisión intencional o imprudente de
la víctima”.

El artículo 1.908 del código civil de España, prescribe: “Igualmente responderán


de los daños causados:
1. Por la explosión de máquinas que no hubiesen sido cuidadas con la debida
diligencia, y la inflamación de sustancias explosivas que no estuviesen
colocadas en lugar seguro y adecuado.
2. Por los humos excesivos, que sean nocivos a las personas o a las
propiedades.
3. Por la caída de árboles colocados en sitio de tránsito, cuando no sea
ocasionada por fuerza mayor.
4. Por las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes,
construidos sin las precauciones adecuadas al lugar en que estuviesen”. La
más autorizada doctrina de este país, concluye que este artículo consagra la
responsabilidad objetiva o por riesgo2.

El artículo 1.808 del código civil de Puerto Rico, hace una transcripción textual
del artículo 1.908 del código civil de España.

La actividad automovilística no ha sido ajena a la responsabilidad por riesgo. Se


dijo anteriormente que la actividad automovilística se ha convertido, después de
los accidentes laborales, en la segunda fuente de daños y podría decirse que de
todas las actividades calificadas de riesgosas, la automovilística es la más
acentuada, la más general y a la que más están expuestas un significativo
número de personas en todo el mundo. De ahí la preocupación constante por
determinar un mecanismo eficaz para lograr que la indemnización a las víctimas
sea una realidad.

2
DE ANGEL YAGUEZ, Ricardo. Tratado de Responsabilidad Civil. Civitas. Madrid. 1.993 p. 575 y siguientes. ENCARNA ROCA. Derecho
de daños. Valencia. 2 edición. Tirant Lo Blanch. 1.998. p. 227. SANTOS BRIZ, Op. Cit., p 847 y siguientes.
2.2. DOCTRINA

2.2.1. Teoría del Riesgo

Seguramente la clave de las profundas transformaciones sufridas por el sistema


de la responsabilidad civil está expresada en este pensamiento de Yvonne
Lambertfaivre: “cuando la justicia conmutativa de la responsabilidad es
impotente para reparar la fatalidad de la desgracia, la justicia distributiva de la
solidaridad debe tomar la posta”.

Por lo pronto hay una notable expansión de la atribución objetiva del deber de
reparar el daño. Se trata de la teoría del riesgo, que pone el resarcimiento a
cargo de quien emplea una cosa, o desarrolla una actividad apta para causar
daños: la idea básica es que quien introduce en la sociedad algo que tiene
aptitud para provocar un perjuicio, cuando éste se produce, debe soportarlo
(Josserand).

El eje del problema, por lo tanto, se desplaza de la culpabilidad del autor a la


causalidad, esto es, a la determinación de cuál hecho fue, materialmente, causa
del daño; y de su aplicación resulta que, cuando no se puede determinar quién
causó el daño (autor no identificado), el deber de reparar a la víctima pesa
igualmente sobre el titular de la cosa o de la actividad.

En Derecho comparado la teoría del riesgo resulta de diversos códigos


modernos: portugués de 1967, boliviano de 1975, quebequés de 1980, peruano
de 1984, paraguayo de 1987. En la Comunidad Económica Europea ha sido
adoptada en 1985 para los daños derivados de productos de consumo, y es
arquetípica la ley francesa de tránsito del mismo año.

Míchel Villey tiene afirmado que corresponde “poner en la balanza también el


interés de las víctimas, de los terceros, del público”, encomiando así la necesidad
de atender la globalidad de intereses en juego para llegar a la solución justa.

Hemos visto cómo inciden en esto las expectativas generalizadas del hombre
contemporáneo, que no se contenta con atribuir el daño que sufre a la desgracia,
y soportarlo resignadamente. Un análisis moderno, que proviene
fundamentalmente de autores norteamericanos (Calabresi, Decano de la
Universidad de Yale; Posner, profesor de la Universidad de Chicago), pone el
acento en la distribución del costo de los accidentes.

Cabe señalar también que, en una postura crítica del sistema que se quiere
abandonar, se ha llegado a sostener que el principio “no hay responsabilidad sin
culpa”, en verdad, derivó del proceso de expansión de una economía industrial,
al aligerar los costos empresarios en tanto no se respondía de los daños
causados sin culpa (Green, Rodotá). Pero, conforme a lo ya expresado, en la
actualidad se trata de privilegiar conceptos solidaristas, de manera de no
desatender a la víctima aunque, en los hechos, el costo de la indemnización sea
soportado por un número indeterminado de miembros de la comunidad.

Desde un punto de vista axiológico, por fin, con palabras de Calabresi, “la
aceptación general del seguro nos muestra que no nos importa demasiado que
la parte culpable satisfaga a la víctima, con tal que ésta sea indemnizada".

La teoría del riesgo constituye el soporte fundamental de la atribución objetiva


de responsabilidad en el momento actual.3

a) Una comprensión, la del riesgo provecho, pone los daños a cargo de quien
obtiene ventajas de la realización de cierta actividad (Ubi Emolumentum Ibi
Onus).

b) Otra, la del riesgo creado, va más allá: se independiza de la idea de


aprovechamiento económico, y considera bastante la introducción del
elemento con aptitud para dañar a los fines de asignar el deber de resarcir a
quien con él creó el riesgo.

Vázquez Ferreyra sostiene que se puede sintetizar el concepto de riesgo creado


entendido como factor de atribución de la siguiente manera: “Quien se sirve de
cosas que por su naturaleza o modo de empleo generan riesgos potenciales a
terceros, o despliega actividades de igual naturaleza, debe responder por los
daños que originen”.

3
Guillén, Horacio . Fragmento Manual de Obligaciones,
En consecuencia, si alguien introduce en el medio social un factor riesgoso, sea
que se beneficie o no con él, se debe hacer cargo de los daños que se ocasionen
por causa de tal introducción.

De esta forma, la aplicación debe tener lugar tanto si el daño fue causado por
una cosa riesgosa, como surge de la redacción del art. 1113 del Código Civil,
como cuando provenga de actividades riesgosas.

No obstante que algunos consideran que la culpa continúa siendo el principal


factor de atribución, autores como Bueres y Guillén sostienen que el riesgo ha
pasado a serlo. La evolución de los últimos años, la contratación en masa, la
introducción de maquinarias cada vez más complejas, la necesidad de extender
a muchas actividades la obligación de seguridad, etc., hacen que los factores
objetivos, y principalmente el riesgo creado, sean el factor principal de la
responsabilidad civil.

Se funda en el riesgo que crea quien causa el daño, riesgo del cual se aprovecha
o saca un beneficio. Por ejemplo: Si tránsito en una calle donde no hay autos, el
riesgo es cero. Pero si en la calle hay autos, ellos deben responder en caso de
que se me dañe por hacerme sufrir un riesgo como peatón, riesgo del cual se
aprovecharon para desplazarse más rápido, para trabajar, etc.

Las características, para identificar la responsabilidad por riesgo, son:


1. Que exista un riesgo de daño que se encuentre más allá del ordinario riesgo
que implica toda actividad humana. Esto es, el riesgo debe ser destacable,
pues toda actividad en la vida implica riesgos.
2. La actividad riesgosa debe ser permitida por el Derecho Penal y las buenas
costumbres. En efecto, hay actividades de riesgo que lo implican pero que
también son sancionadas penalmente. Un ejemplo de ello es el porte de
armas de alto calibre en la ciudad. Estos son riesgos no permitidos por el
derecho y los daños que resultan de ellos son sancionados de diferente
manera a como lo haría la teoría del riesgo.
3. La diligencia y cuidado no libera de responsabilidad. En efecto, en la teoría
del riesgo, como se explicó en la definición, por el hecho de ser diligente no
significa que no se esté asumiendo el riesgo de que ocurra el resultado
dañoso, por ello toda persona es responsable. Sin embargo, existen hechos
como la causa extraña o la culpa exclusiva de la víctima, que pueden atenuar
o liberar la responsabilidad.
4. En la teoría del riesgo lo relevante es saber quiénes crearon el riesgo, no
quien fue materialmente el que lo causó. Esto es muy importante porque
vincula al proceso a toda aquella persona que haya contribuido a crear el
riesgo que terminó en un daño para una persona.

2.2.2. Teoría del Riesgo Creado

Configuración de la Teoría del Riesgo Creado: “...quien se sirve de cosas que


por su naturaleza o modo de empleo generan riesgos potenciales a terceros,
debe responder por los daños que ellas originan...” 4

La Teoría del Riesgo Creado regula la atribución de responsabilidad civil por el


hecho de las cosas, siendo necesario para su determinación que se compruebe
la existencia del daño, el carácter riesgoso o vicioso de la cosa, su incidencia en
la producción del daño y que el accionado es el dueño o guardián de la misma5

La responsabilidad civil basada en el riesgo creado se aplica a los supuestos en


que media intervención de una cosa pero no se extiende a supuestos diferentes,
como el denominado riesgo de autoridad o profesional previsto en el régimen
legal especifico de accidentes de trabajo.

Teoría objetiva o del riesgo creado En un tercer momento, esta teoría se aleja
de la búsqueda de responsabilidades subjetivas o derivadas de las obligaciones
comprometidas en el contrato de trabajo (lo que calmaría temporalmente las
duras críticas recibidas por parte de las porciones más tradicionales del derecho
común), apostando por establecer la responsabilidad del patrono a partir de un
hecho objetivo, como lo es la empresa misma, que de por si es fuente de un
riesgo tolerado.

La actividad empresarial es lícita, pero su mera existencia supone una


responsabilidad asumida e implícita. Esta teoría, inspirada inicialmente por
Saleilles y Josserand en Francia, seguida a su vez en Italia por Barassi, funda la

4
D., Responsabilidad Civil porel riesgo o vicio de las cosas. Bs.As., Edit. Universidad, 1983, p.37]
5
[Digesto Práctico LA LEY. Daños y Perjuicios, Tomo I, parágrafo 2960, Edit. La Ley, Bs.As. 1999 ]
responsabilidad del patrono de manera muy concreta y llana al defender la tesis,
según la cual, aquél en cuyo interés funciona el organismo que creó, debe
soportar el peligro que ello implica6

La principal virtud de la teoría enfocada en el riesgo es el evidente aligeramiento


de la carga probatoria para la víctima. Sin embargo, la amplitud de esta forma de
enfocar el accidente de trabajo y la enfermedad profesional sería controvertida,
pues rechazaba por completo toda idea de culpa o intención como factor de
atribución de responsabilidad. Y ésta era precisamente la causa de las antipatías
doctrinarias, pues al concentrarse en los resultados dañosos, en la actividad
riesgosa y en perseguir a su titular, omitía por completo analizar la conducta de
este último y sus niveles de displicencia o diligencia.

No es difícil imaginar el impacto de esta teoría sobre las iniciativas


empresariales, pues con ella se buscaba sancionar —incluso de antemano— a
cualquiera que pretendiese iniciar una nueva actividad.

La adopción de una tesis tan radical como la fundada en el riesgo consustancial


al emprendimiento de una industria podría haber estado motivada, si bien por un
fin de auxilio social hasta cierto punto entendible, creemos también por la
necesidad de un proteccionismo a ultranza e instintivamente reaccionario frente
las crudezas de la industrialización.

2.2.3. Otras Disciplinas que se han ocupado del Riesgo.

No únicamente el riesgo es visto por el derecho civil para fundamentar el deber


de responder, el derecho penal también se ocupa de él. La teoría Alemana de la
Imputación objetiva trata el tema de la determinación de las propiedades
objetivas y generales de un comportamiento imputable, es decir, de las
propiedades objetivas generales de la conducta punible.

Como condición para que se pueda dar la imputación al tipo objetivo presupone
la realización de un riesgo creado por el autor y no cubierto por un riesgo

6
Vázquez Vialard 1983: 277.
permitido dentro del alcance del tipo y ese riesgo se ha realizado en el resultado.
La creación de riesgos jurídicamente desaprobados permiten inferir la
imputación al tipo objetivo y las conductas desarrolladas dentro el límite del
riesgo permitido no son objeto de reproche penal

La sociología moderna también dedica gran parte de su trabajo al estudio del


riesgo. Autores de la talla de Anthony Giddens, Niklas Luhman, Ulrich Beck, Mary
Douglas, analizan cuál es el impacto en la sociedad de la tecnología, la ciencia
y el avance científico. Con la modernidad, obligatoriamente los hábitos y
costumbres cambian y ello conlleva repercusiones positivas y negativas para la
sociedad. El estudio que hacen los sociólogos del riesgo no está referido a un
caso concreto y la forma cómo se debe indemnizar, sino al impacto global y las
repercusiones que conlleva para la humanidad a tal punto que concluyen: “
consecuencias perversas de la modernidad”.

2.2.4. Pro y contra de la Teoría del Riesgo.

Si bien la teoría de la responsabilidad por el hecho de las cosas fue aceptada sin
mayores problemas, no ocurrió lo mismo con la responsabilidad por riesgo, la
que originó los más fuertes debates y divisiones y para contrarrestar su
operancia en el mundo jurídico una pléyade de juristas, entre ellos Marcel Planiol,
Jeorge Ripert, Henry Capitant, Ambrosio Colin y los hermanos Henry y León
Mazeaud esgrimieron sus argumentos para fundamentar que la teoría del riesgo
era inconveniente, inútil y perniciosa al ver que el fundamento mismo de la
responsabilidad civil estaba en juego. Josserand y Saleylles recibieron el
calificativo por parte de Henry Capitant como los síndicos en la quiebra de la
culpa. Pero la más fuerte crítica y arremetida en contra de la teoría del riesgo fue
recogida y expuesta por los hermanos Mazeaud.

Estuvo tan agudizada la división entre los partidarios de la culpa y los partidarios
del riesgo, que se expusieron argumentos en favor de la culpa, se expusieron
argumentos en favor del riesgo, se expusieron argumentos en contra del riesgo,
se expusieron argumentos para contrarrestar los argumentos en contra del
riesgo, se expusieron argumentos eclécticos y en la actualidad, lejos de
acentuadas discusiones, se acepta como principio general que se es
responsable también, cuando a causa de las cosas riesgosas o en ejercicio de
actividades riesgosas, se causa un daño. Por la limitación, se exponen
únicamente las críticas que se hacen a la responsabilidad por riesgo y cómo se
contrarrestan.

3. LEGISLACIÓN

La responsabilidad civil extracontractual busca dar respuesta jurídica a la


pregunta: ¿quién debe soportar el peso económico de un daño?

Sobre esta interrogante el Código Civil peruano vigente desde 1984, plantea 2
respuestas: la teoría subjetiva de la responsabilidad y la teoría del riesgo creado.
Mediante estas 2 teorías los jueces identifican a la o las personas que deben
indemnizar por el perjuicio ocasionado al ambiente o a los recursos naturales.

La teoría subjetiva de la responsabilidad está consagrada en el artículo 1969 del


Código Civil que dispone: «aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está
obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o culpa corresponde al
autor». En este caso, el peso económico por el daño ocasionado corresponde a
la persona que actuó culpablemente, es decir, de modo imprudente, con
impericia, negligentemente o con intención de hacer daño. Si el daño se produjo
sin que medie intención o culpa por parte del autor, no existirá la obligación de
indemnizarlo.

Independientemente de lo justo o no que nos pueda parecer la solución asumida


por el Código Civil Peruano, resulta evidente que no es la solución más adecuada
tratándose de daños que, como los ambientales, surgen y se agudizan en
sociedades modernas y globalizadas.

En efecto, los avances tecnológicos y el crecimiento de la demanda han


incrementado sustancialmente la capacidad del hombre de dañar el ambiente,
construyendo por ejemplo, carreteras, centros industriales o plantas nucleares.
Por otro lado, estas sociedades modernas y globalizadas conviven con
sociedades pobres y de gran diversidad cultural, en las que los conceptos de
daño, bien y mal no son necesariamente los mismos o están supeditados a la
imperiosa necesidad de sobrevivencia y adaptación permanentes.
Precisamente, ambos tipos de sociedades influyen en las naciones
latinoamericanas y particularmente en el Perú, lo cual determina que la
indagación y la calificación de la culpabilidad sean difíciles y altamente
polémicas.

Hay que destacar, sin embargo, que la prueba de que se actuó con la prudencia
y diligencia debida corresponde al autor. En efecto, el artículo 1969 del Código
Civil libera a la víctima de la necesidad de acreditar el dolo o culpa del autor,
pero no la libera de la necesidad de demostrar la relación de causalidad entre el
hecho ocurrido y el daño ocasionado.

Por su parte, el artículo 1970 incorpora la teoría del riesgo que obliga a reparar
a aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una
actividad riesgosa o peligrosa, causa un daño a otro. Esta teoría se sustenta en
el principio de que aquel que a sabiendas se beneficia con el desarrollo de una
actividad riesgosa o con el uso de un bien igualmente riesgoso o peligroso, debe
asumir los costos del perjuicio que ocasiona.

Para el caso concreto del derecho ambiental y en su relación con los recursos
naturales, dentro del régimen de responsabilidad por el daño ambiental
contemplado por la LGA, se distinguen también 2 tipos de responsabilidad: la
objetiva y la subjetiva.

La responsabilidad objetiva se deriva del uso o aprovechamiento de un bien


ambientalmente riesgoso o peligroso, o del ejercicio de una actividad
ambientalmente riesgosa o peligrosa. Esta responsabilidad obliga a reparar los
daños ocasionados por el bien o actividad riesgoso, lo que conlleva a asumir los
costos contemplados en el artículo 142 de la LGA, y los que correspondan a una
justa y equitativa indemnización, los de la recuperación del ambiente afectado,
así como los de la ejecución de las medidas necesarias para mitigar los efectos
del daño y evitar que este se vuelva a producir.

Por su parte, la responsabilidad subjetiva se establece en los casos no


considerados en el artículo 144 de la LGA. Esta responsabilidad solo obliga al
agente a asumir los costos derivados de una justa y equitativa indemnización y
los de la restauración del ambiente afectado en caso de mediar dolo o culpa. El
descargo por falta de dolo o culpa corresponde al agente.
3.1. En nuestra Legislación Civil

En el Código Civil Peruano de 1984 se regula a la responsabilidad civil, en la


Sección VI del Libro VII, denominado Responsabilidad Extracontractual, se
regula específicamente la Responsabilidad Extrancontractual, estableciendo
diversos supuestos, tales como: indemnización de daño por dolo o culpa,
responsabilidad de riesgo, responsabilidad de incapaces con discernimiento,
responsabilidad del apoderado de incapaz, responsabilidad por inducción y
complicidad, responsabilidad por daño causado por animal, responsabilidad por
caída de algún bien, responsabilidad originada por subordinado, responsabilidad
por denuncia calumniosa, responsabilidad solidaria, entre otros.

Debida a esta técnica utilizada para regular la responsabilidad en nuestra actual


legislación otros son de la idea de que es necesario pensar en la posibilidad de
regular toda la Responsabilidad Civil en un solo libro, para que en la misma se
puedan agrupar primero la teoría general de la responsabilidad civil y a
continuación las clases de responsabilidad civil, y luego regular los supuestos
de seguros.

4. JURISPRUDENCIA

Son muy confusos los tribunales en su jurisprudencia respecto al daño


ocasionado por el riesgo o vicio de la cosa.

En los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para
eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa;
pero si el daño hubiere sido causado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo se
eximirá total o parcialmente de responsabilidad acreditando la culpa de la
víctima o de un tercero por quien no debe responder”

Existen dos tipos de responsabilidades: a) la subjetiva, que viene del dolo o de


la culpa, b) la objetiva, lo cual responsabiliza por las hipótesis de ser dueño o
guardián de una “cosa peligrosa”.
El problema fundamental es la falta de interpretación adecuada del “riesgo” o
del “vicio”.

El riesgo ha sido muchas veces asociado a la envergadura de la cosa. Por


ejemplo un tren, o un automóvil, o lo que circule por la calle frente a un peatón.
Se ha señalado para definir el concepto, que el concepto “riesgo creado” implica
que si dos cosas están en movimiento, como puede serlo una bicicleta y un
automóvil, se ha dicho que una cosa es más peligrosa que la otra, y, en
consecuencia el “dueño o guardián” de la más peligrosa, corre con la
responsabilidad objetiva.

La doctrina ha reconocido al igual que la jurisprudencia la existencia de una


presunción de culpa in vigilando, la cual se supone absolutamente en la persona
del guardián de una cosa cuando ésta causa un daño (…) Es decir, no se le
permitirá al guardián demostrar la ausencia del culpa, no se le aceptará
demostrar que ejerció correctamente sus poderes de vigilancia y de control
sobre la cosa o que fue diligente en el cumplimiento de sus deberes. Para
exonerarse, el guardián solo puede demostrar que el daño se debió a una causa
extraña no imputable (caso fortuito, fuerza mayor, hecho de un tercero o culpa
de la víctima).

El guardián responde porque él introduce un riesgo en el seno de la sociedad al


usar la cosa y como obtiene un provecho o beneficio de esa cosa, como
contrapartida debe soportar el riesgo que esa cosa produzca, de modo que
repara el daño causado por la cosa sin que sea necesario que incurra en culpa
alguna”

Por otro lado siguiendo nuestra legislación conforme al artículo 1972º del Código
Civil Vigente establece que: “En los casos del artículo 1970º, el autor no está
obligado a la reparación cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o
fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la imprudencia de quien
padece el daño”.
DIFERENCIA ENTRE RIESGO Y RIESGO CREADO

RIESGO RIESGO CREADO

Aquel que mediante un bien riesgoso o Una fuente de obligaciones reconocida en


peligroso, o por el ejercicio de una algunos códigos de este siglo, por virtud
actividad riesgosa o peligrosa, causa un de la cual, aquel que hace uso de cosas
daño a otro, está obligado a repararlo”. peligrosas, debe reparar los daños que
cause, aun cuando haya procedido
lícitamente.

Es subjetivo. Se parte de un elemento En el caso de la responsabilidad objetiva,


estrictamente personal, o sea, la se parte de la hipótesis de que la fuente
negligencia, la culpa o dolo. de obligaciones es el uso lícito de cosas
peligrosas, que por el hecho de causar un
Los elementos: daño, obligan al que se sirve de ellas, que
puede ser el propietario, el usufructuario,
a) La antijuricidad el arrendatario, o el usuario en general, a
b) El daño causado reparar el daño causado.

Dolo Directo.- En esta el sujeto actúa Los elementos que podemos precisar en
para provocar el daño. Cuando el esta nueva fuente, producto
propósito va dirigido a un fin. principalmente del maquinismo y de la
industria moderna, son los siguientes:
Dolo Eventual.- En el cual no se actúa
 La existencia de un daño de
para dañar, pues la persona obra aunque
se represente la posibilidad de un carácter patrimonial,

resultado dañoso, que no descarta.  El uso de cosas peligrosas.

Asume el riesgo de que su conducta  La relación de causa a efecto

pueda causar un daño. entre el hecho y el daño.

Ejemplo: En la teoría del riesgo creado se exige


Juan conduce un vehículo
a para que nazca la responsabilidad:
excesiva velocidad, asumiendo que con
esa conducta puede ocasionar un
accidente, sin embargo no hace nada  El uso de una cosa peligrosa o el
para asumir la responsabilidad ejercicio de actividades reputadas
por la ley como peligrosas.
 La realización de un daño.
 Una relación de causa a efecto
entre la cosa o actividad
peligrosas y el daño causado. No
se toma en cuenta en esta teoría
el elemento subjetivo de la culpa
imputable al agente”.
Y por la Teoría del riesgo beneficio, el
sujeto que obtiene el provecho de una Hay cosas que por su naturaleza
cosa o una determinada actividad, debe inflamable o explosiva son de muy
también cargar con los riesgos que crea peligroso manejo y aunque se proceda
esa actividad o cosa, pues es un cuidadosa y diligentemente, pueden
imperativo de la lógica que quien obtiene producir efectos dañosos no sólo para el
los beneficios, asuma el peligro y que los usa, sino también para los demás,
responda por ellos creando así un riesgo para todos.
5. CONCLUSIONES

Por consiguiente, allí donde vemos que el hombre reemplaza y confía en los
sistemas automáticos o computadorizados, mecánicos, semimecánicos o
automáticos, que reemplazan la inteligencia humana, total o parcialmente, hacen
responsables a los hacedores e tales sistemas que han inspirado confianza. Y no
es posible considerar esto en términos genéricos, como “riesgo creado social”.

La función esencial de la responsabilidad civil consiste en procurar una


indemnización efectiva en favor de la víctima, el intérprete y el juzgador deberán
aplicar dichas normas tendiendo a tutelar el interés vulnerado de la víctima, lo cual
se reflejará, entre otros aspectos, en el monto indemnizatorio otorgado.
6. BIBLIOGRAFÍA

Apolaya. L., César Título De La Tesis “La Reubicación Del Trabajador Por Accidente
de Trabajo y Enfermedad Profesional: Naturaleza Jurídica, Su Impacto Sobre Las
Facultades Empresariales de Extinción del Contrato de Trabajo y Alcances sobre la
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Postgrado. Tesis para optar el grado de Magíster en Derecho del Trabajo y de la
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