Está en la página 1de 5

Informe y concepto para Fiscalía 2015

General de la Nación

ASEGURADORA Responsabilidad
RAMO PÓLIZAanterior
No. AMPARO
Allianz Seguros civil 21214939
S.A. -UT- extracontractual RCE-4513 MULTIRRIESGO

1. DATOS DEL SINIESTRO:

Número:

SINIESTRO MR UT 2012-204.

Fecha de ocurrencia del siniestro:

31 de agosto de 2012

Lugar De Ocurrencia del siniestro:

URI Fiscalía Popayán

Fecha de reclamo:

Junio 28 de 2013

Valor reclamado:

COL$ 129.347.584,00

Página1
Informe y concepto para Fiscalía General de la Nación

Valor indemnizado:

COL$76.872.387

Hechos:

La aludida exigencia nació con ocasión de los daños que sufrió el


predio de la Señora Magnoly Ramírez Tovar, como consecuencia del
atentado terrorista perpetrado contra las instalaciones de la URI de la
Fiscalía en la ciudad de Popayán el pasado Agosto 31 de 2012.

2. ANÁLISIS DEL CASO:

Inicialmente y bajo estos términos, obliga remitirse a nuestra CARTA


POLÍTICA y en específico a su artículo 90, que se ocupó de la
responsabilidad del ESTADO, estableciendo como requisito para que
se constituya la responsabilidad en cabeza del ESTADO que se
conjuguen dos elementos, a saber: Un daño antijurídico, y que dicho
daño sea ocasionado por acción u omisión de un Agente de aquel.
No se requiere de ningún otro elemento para que se configure la
responsabilidad del ESTADO; para el caso que nos ocupa en calidad de
GUARDIÁN de los derechos y garantías sociales, como lo han señalado
nuestras altas cortes1:

(…) “El principal elemento configurativo de la responsabilidad del Estado


corresponde al daño antijurídico, se ve igualmente reflejado en los antecedentes
de la Asamblea Nacional Constituyente, en donde en la ponencia para segundo
debate (de la disposición que fuera a convertirse en el actual artículo 90 de la
Carta Política), se precisó: " La noción de daño en este caso, parte de la base de
que el Estado es el guardián de los derechos y garantías sociales y que debe, por
lo tanto, reparar la lesión que sufre la víctima de un daño causado por su gestión,
porque ella no se encuentra en el deber jurídico de soportarlo. "La
responsabilidad se deriva del efecto de la acción administrativa y no de la
1
CONSEJO DE ESTADO, SECCION TERCERA -SUBSECCION C- de la SALA DE LO
CONTENCIOSOADMINISTRATIVO, radicación No.25000-23-26-000-1997-03369-01(19707) del Bogotá, D.C.,
7 de julio de 2011, magistrada ponente doctora OLGA MELIDAVALLE DE LA HOZ.

Página2
Informe y concepto para Fiscalía General de la Nación

actuación del agente de la administración causante material del daño, es decir, se


basa en la posición jurídica de la víctima y no sobre la conducta del actor del
daño, que es el presupuesto de la responsabilidad entre particulares. "Esta figura
tal y como está consagrada en la norma propuesta, comprende las teorías
desarrolladas por el Consejo de Estado sobre responsabilidad extracontractual
por falta o falla del servicio, daño especial o riesgo…" (…)

En Responsabilidad del Estado por daños causados por actos violentos


de terceros se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

” (1) El límite debe ser determinado por el Legislador habida cuenta varios
factores, entre ellos, las posibilidades financieras del Estado. (2) Mientras el
Legislador define el límite, los jueces deberían aceptar ciertas pretensiones de
reparación que son constitucionalmente necesarias, a saber, las relacionadas con
la satisfacción de derechos sociales. Las víctimas deben poder utilizar para el
efecto la acción de tutela y el límite de la reparación debe ser la garantía del
mínimo vital. (3) En todo caso, las restricciones financieras del Estado harán
inviable la reparación absoluta de todas las víctimas. Las víctimas no reparadas
tendrán el deber de soportar los daños sufridos. Este deber no se basa en un
riesgo aceptado, sino en el riesgo ineludible que trae consigo vivir en una
sociedad en conflicto”.

Por último es importante mencionar que a nivel jurisprudencial se ha


establecido que con ocasión de actos terroristas existe responsabilidad
del estado bajo el régimen de falla del servicio pero si se logra
demostrar la previsibilidad del acto terrorista o bien porque hubo aviso
de parte de la comunidad o bien porque existían una serie de
situaciones que advierten de la existencia de un ataque, entonces, el
estado responderá si no tomo las medidas suficientes y necesarias 
para repeler, evitar o menguar las consecuencias del ataque.

Por tanto, el accionante, debe demostrar que en efecto existía toda


una serie de sucesos con un hilo conductor que le permitían en aquel
momento a las autoridades y en instancia judicial, inferir que en
efecto era inminente un ataque o la existencia de amenaza de  tal
situación  y que la o las autoridades no reaccionaron. En donde

Página3
Informe y concepto para Fiscalía General de la Nación

también hay responsabilidad, sin duda alguna es cuando hay


participación de uno o varios agentes del estado en el acto terrorista.

En cuanto al régimen de riesgo excepcional el consejo de estado


considera que el  surge de la creación de un riesgo que pone en
peligro a un grupo particular de ciudadanos y que es hecho de manera
consciente y con el fin de proteger  a la comunidad, por regla general
es un régimen empleado para el desarrollo de actividades
tecnológicas (creación de armas, conducción de energía eléctrica,
manejo de armas de dotación oficial) pero el consejo  de estado es
constante- salvo excepciones-  al considerar que en caso de no
presentarse falla del servicio, es decir de ser sorpresivo el ataque y
este estar dirigido  contra un elemento representativo del estado u
objetivo militar o contra un alto funcionario y causar daños a terceros
el estado debe responder por la creación de un riesgo excepcional que
se materializó. 

En atención a las anteriores teorías de responsabilidad estatal el


estado y las compañías de seguros han desarrollado el contrato de
seguros con amparo de los daños que actos terroristas puedan causar
a terceros o a sus bienes
En la sentencia C-269 de 1999, estableció quienes son parte en el
contrato de seguros:
 
“Participan en el contrato de seguro, además de las partes : el asegurado, como
titular del interés asegurable o asegurado, lo que supone que, en los seguros de
daños, es la persona cuyo patrimonio puede resultar afectado, directa o
indirectamente, con la ocurrencia de un riesgo (C.Co., art. 1083) y en los
seguros de personas, aquel cuya vida o integridad corporal se ampara con el
contrato de seguro ; y el beneficiario, o sea la persona que tiene derecho a
recibir la prestación asegurada, quien puede o no identificarse con el tomador o
el asegurado, o ser designado en la póliza o por la ley (C.Co., art. 1142).

Ahora bien la corte Constitucional se ha pronunciado respecto a la


forma en que debe ser interpretado el clausulado de la póliza de
seguros sin perder de vista su objeto:

Página4
Informe y concepto para Fiscalía General de la Nación

“(…) el contrato de seguros debe ser interpretado en forma similar a las normas
legales y sin perder de vista la finalidad que está llamado a servir, esto es
comprobando la voluntad objetiva que traducen la respectiva póliza y los
documentos que de ella hacen parte con arreglo a la ley (arts. 1048 a 1050 del
C. de Co.), los intereses de la comunidad de asegurados y las exigencias técnicas
de la industria; que, ‘en otras palabras, el contrato de seguro es de
interpretación restrictiva y por eso en su ámbito operativo, para determinar con
exactitud los derechos y las obligaciones de los contratantes, predomina el texto
de la que suele denominarse ‘escritura contentiva del contrato’ en la medida en
que, por definición, debe conceptuársela como expresión de un conjunto
sistemático de condiciones generales y particulares que los jueces deben
examinar con cuidado, especialmente en lo que tiene que ver con las cláusulas
atinentes a la extensión de los riesgos cubiertos en cada caso y su delimitación,
evitando favorecer soluciones en mérito de las cuales la compañía aseguradora
termine eludiendo su responsabilidad al amparo de cláusulas confusas que de
estar al criterio de buena fe podrían recibir una inteligencia que en equidad
consulte mejor los intereses del asegurado, o lo que es todavía más grave,
dejando sin función el contrato a pesar de las características propias del tipo de
seguro que constituye su objeto, fines éstos para cuyo logro desde luego habrán
de prestar su concurso las normas legales, pero siempre partiendo del supuesto,
valga insistir, de que aquí no son de recibo interpretaciones que impliquen el
rígido apego literal a estipulaciones consideradas aisladamente y, por ende, sin
detenerse en armonizarlas con el espíritu general que le infunde su razón de ser
a todo el contexto contractual del que tales estipulaciones son parte
integrante.’.2

Teniendo en cuenta los anteriores pronunciamientos se procede a


hacer las siguientes:
3. RECOMENDACIONES:

2
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia del 24 de mayo de 2005, expediente 7495. Esta providencia fue
reiterada por la misma sala, en sentencias del 27 de agosto de 2008, expediente 14171, y del 19 de diciembre de 2008.

Página5

También podría gustarte