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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICA


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
AÑO DE LA UNIVERSALIZACION DE LA SALUD

PRESENTADO: MILTON FERNANDO GAMARRA ESCOBAR


014200166E
GONZALES LAZARO CRISTHIAN D.
015340013F
ASIGNATURA: RESPONSABILIDAD CIVIL
DOCENTE: Dr. GARCIA GARCIA HENRY

CUSCO – PERÚ

2020
ÍNDICE
LOS BIENES O ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS………………….1
ACTIVIDADES PELIGROSAS……………………………………………………….2
EL FENÓMENO RIESGO EN LA LEGISLACIÓN CIVIL PERUANA Y
ESPAÑOLA…………………………………………………………………………….3
ORIGEN DE LA TEORÍA DEL RIESGO……………………………………………..4
CARACTERÍSTICAS DE LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO……………….5
FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO……………………..6
CRITERIO PARA DETERMINAR LA ACTIVIDAD O COSA RIESGOSA………...7
TIPICIDAD Y ATIPICIDAD EN LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO…………8
OTRAS DISCIPLINAS QUE SE HAN OCUPADO DEL RIESGO…………………9
LOS BIENES O ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS Y
JURISPRUDENCIA………………………………………………………………….10
VII. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL: EL SISTEMA
SUBJETIVO Y OBJETIVO…………………………………………………………..11
VIII. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA O
LA DENOMINADA RESPONSABILIDAD POR RIESGO………………………...12

IX. EL RIESGO COMO FACTOR ATRIBUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD


CIVIL OBJETIVA EN LA DOCTRINA PERUANA…………………………………13

¿QUÉ SE ENTIENDE POR RIESGOSO O PELIGROSO?.................................14


¿A QUÉ TIPO DE RIESGO SE REFIERE EL ARTÍCULO 1970° DEL CÓDIGO
CIVIL?................................................................................................................15
¿QUÉ SE ENTIENDE POR ACTIVIDADES RIESGOSAS?...............................16
X. LOS BIENES RIESGOSOS: ¿UN BIEN PUEDE SER RIESGOSO POR SÍ
MISMO?.............................................................................................................17
JURISPRUDENCIA………………………………………………………...………..18
BIBLIOGRFIA…………………………………………………………………………19
LOS BIENES O ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS Y
JURISPRUDENCIA
ACTIVIDADES PELIGROSAS

Se parte el estudio del régimen de responsabilidad por actividades peligrosas


reconociendo la existencia de una creciente manifestación de diferentes
tecnologías que en los últimos años han penetrado todas las esferas de la vida
humana. Cada vez son mayores los descubrimientos y las ansias del hombre por
implementar objetos en la vida diaria que permitan una evolución más cómoda y
eficiente de la cotidianidad. El avance industrial que se ha evidenciado en los
últimos años ha generado la creación de objetos considerados como peligrosos
por el hecho de que el hombre en su utilización corre mayores riesgos que en
otras actividades consideradas como no peligrosas e incluso pone en peligro a
la sociedad en general, tal es el ejemplo de los automóviles. Es por lo anterior
que a la par del crecimiento que se evidencia día tras día respecto de este tipo
de actividades y teniendo en cuenta que éste tipo de objetos se han convertido
en indispensables para el desarrollo de la vida actual, la doctrina y la
jurisprudencia vieron la necesidad de darle una protección especial a las
víctimas.

El problema se encontró cuando se dieron cuenta que la normatividad solo


contaba con un único artículo que trataba el tema y que el mismo resultaba
insuficiente y vago a la luz del desarrollo tecnológico actual. Por esto el régimen
de la responsabilidad por actividades peligrosas es un tema desarrollado por la
doctrina y la jurisprudencia y son ellos los que han generado las correctas o
incorrectas aplicaciones del mismo a lo largo de los últimos años. Este sistema
puede considerarse como uno de los más estudiados durante las últimas
décadas, pero es tan complejo su análisis que ha sufrido con el paso del tiempo
infinidad de modificaciones y un sin número de discusiones que se entrarán a
estudiar a continuación para lograr proponer una interpretación lógica a la luz de
la normatividad actual (ORDÓÑEZ VASCO, 2010).
EL FENÓMENO RIESGO EN LA LEGISLACIÓN CIVIL PERUANA Y
ESPAÑOLA

Dada las explicaciones en la parte superior sobre el riesgo y las actividades


riesgosas [sociedad de riesgos], no nos detendremos en explicar los
presupuestos de la responsabilidad extracontractual subjetiva, porque, en
supuestos de daños producidos, normalmente el agente causante del daño es
una actividad riesgosa. De ahí que el criterio de imputación no sea la culpa, sino
el riesgo, la actividad riesgosa. Por tanto, no hace falta probar el elemento
subjetivo, basta con que el daño se haya producido en el ámbito de la actividad
riesgosa.

Así las cosas, en la parte superior, hemos dejado sentada la definición de riesgo.
Esta se acrecienta en la era de la revolución industrial, puesto que en ella
“proliferan las industrias y con ella los daños producidos por las maquinas en
cuyo funcionamiento no interviene directamente el empresario y, en
consecuencia, no es responsable atendiendo al criterio de la culpa. Ello hace
que numerosas víctimas queden sin asistencia”. Esta situación ha obligado a la
colectividad a tomar decisiones en favor de las víctimas, prescindiendo del
criterio de imputación subjetiva para valorar el daño, de ese modo la
responsabilidad extracontractual cumplía su fin reparatorio.

En ese sentido nuestro CC peruano, en su artículo 1970, establece la


Responsabilidad extracontractual objetiva: “Aquel que mediante un bien riesgoso
o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, causa un
daño a otro, está obligado a repararlo.” En el mismo sentido, la Ley 28611, Ley
General del Ambiente, en su artículo 144: “la responsabilidad deriva del uso o
aprovechamiento de un bien ambientalmente riesgoso o peligroso, o del ejercicio
de una actividad ambientalmente riesgosa o peligrosa, lo que conlleva a asumir
los costos (…)” (Codigo Civil, 2015).

En el caso del Código Civil español, la regulación sobre responsabilidad civil


extracontractual es principalmente de corte subjetivo, sin embargo, recurriendo
al artículo 1908, existe margen que permite hacer una interpretación extensiva
de la norma hacia una responsabilidad objetiva, esa sería el artículo 1908.2,
puesto que aquí, a diferencia de los otros inciso, no hace referencia a ningún
elemento de naturaleza subjetiva: “igualmente responderán los propietarios de
los daños causados: 2º Por los humos excesivos, que sean nocivos a las
personas o a las propiedades”. Aquí, sin lugar a duda, cuando el legislador
español desarrolla el artículo 1908, al denotar los términos “instalaciones,
sustancias, humos, depósitos”, se está refiriendo a situaciones de riesgo.

A su vez, la Directiva 2004/35/CE en sus considerandos número 8 y 9, tiene por


objeto las actividades profesionales que presenten un riesgo real o potencial
para la salud humana o para el medio ambiente, este mismo espíritu fue
transpuesta a la Ley de Responsabilidad Medioambiental español.

Como podemos constatar en estos artículos, y en la legislación citada, el criterio


de imputación para la responsabilidad objetiva es el elemento “riesgo” o “peligro”
ya sea como un bien, una instalación, sustancia o como una actividad. El riesgo y
el peligro como “sucesos futuros no deseados” que una vez materializadas, el
responsable deberá responder.

Dicho esto, tanto la responsabilidad extracontractual subjetiva y objetiva,


encarnan dos principios del Derecho, el principio de “no hacer daño a otro
[neminem laedere] y “quien causa daños debe responder”. En estricto, los
artículos aludidos serían la positivación del principio romano “neminem laedere”
[obligación de no hacer daño a otro]. Por supuesto, en su sentido
antropocentrico, de no hacer daño a otro [derechos y su patrimonio].

Por tanto, producido un daño siempre debe haber un responsable, sería injusto
producido el daño, sea la victima quien tenga que soportar con la carga. El
causante del daño debe responder con su patrimonio. Siendo ésta la finalidad de
la responsabilidad civil extracontractual, la de reparar el daño, de ahí que la
objetivación de la responsabilidad extracontractual por daños al medio ambiente,
teniendo como presupuesto el riesgo o actividad riesgosa, presupuesto que
debe evaluarse desde su finalidad, y su finalidad ni es preventiva ni es
sancionatoria, su finalidad es reparadora, empero, hasta ahí llega la intervención
del Derecho civil, conseguir la reparación.

La responsabilidad por riesgo no es más que la aplicación de la teoría del riesgo


a la responsabilidad civil extracontractual. Como prolegómeno, baste decir que
la entrada al mundo jurídico de la teoría del riesgo sirvió para poner en jaque a
la dogmática y milenaria supla como fundamento de la responsabilidad civil, fue
el primer criterio

Objetivo de imputación y sin duda alguna el centro de los más polémicos debates
entre los partidarios de la culpa y los partidarios de la responsabilidad civil
ausente de toda idea de culpa. La mayoría de la doctrina se refiere a la
responsabilidad objetiva o por riesgo, cosa que no es cierta porque el riesgo no
es el único criterio objetivo de imputación.

Después del Código Civil de Francia de 1804, conocido Tarn bien como Código
de Napoleón, el tema de la responsabilidad civil extracontractual permaneció
pacifico. Este código estaba impregnado por un exagerado individualismo, el
cual, en el transcurso del siglo pasado, comienza a claudicar paulatinamente. A
cambio de ello se observa una socialización del derecho y así se habla de la
socialización de los derechos mediante la teoría del abuso de los derechos, de
la socialización del contrato de trabajo, la socialización del derecho de los
contratos y la socialización de la responsabilidad civil. Henry y León Mazeaud
explican cuál fue la causa para que se diera la poderosa corriente social que ha
atravesado la responsabilidad civil:

Los redactores de código de 1804 se hablan preocupado sin duda de asegurar


la reparación de los daños. Habrán instaurado al menos un sistema que, en
muchos casos, impedía a la víctima obtener ese resarcimiento.

El principio que establecieron y que subsiste es que la responsabilidad está


fundada en la culpa: la víctima no obtiene reparación más que si consigue
demostrar una culpa del autor del daño. Con la aparición del maquinismo y la
multiplica- con de los accidentes de la circulación, la victima experimentaba las
mayores dificultades para aportar tal prueba.
El resultado de esa corriente social se plasmó, entre otras, en la ley de
accidentes laborales, en la teoría de la responsabilidad a causa de las cosas
inanimadas y en la teoría del riesgo, confluyendo todas a la llamada teoría
objetiva de la responsabilidad civil. Interesa para el trabajo la teoría del riesgo, la
cual tuvo origen en los llamados accidentes laborales, para pasar posteriormente
a la responsabilidad civil

ORIGEN DE LA TEORÍA DEL RIESGO

El contrato de trabajo estaba regulado por los artículos 1780 y 1781 del Código
Civil de Francia bajo la denominación de arrendamientos de servicios (en
Colombia estaba regulado por los artículos 2045 a 2052 del Código Civil bajo el
nombre de Arrendamiento de criados domésticos). Dice Adrián Sachet, que el
primer contrato de molde civil que ha sido roto por el maquinismo es el de
locación de servicios.

Si bien era una regla excelente para un obrero tornado aisladamente o para una
reunión de dos o tres obreros, es insuficiente para un ejército de trabajadores;
éste no pudo satisfacer las necesidades de las grandes explotaciones
industriales, especialmente para solucionar el problema de las innumerables
victimas como consecuencia de los accidentes ocurridos con ocasión por razón
del trabajo (URIBE GARCIA, 2002).

En primer lugar, para solucionar el problema de los daños ocasionados en los


accidentes de trabajo, se utilizó la teoría de la culpa civil. La víctima de un
accidente laboral tema que demostrar la culpa del patrono conforme el artículo
1382 del Código Civil Francés; de no hacerlo, no obtenía indemnización. Ante el
fracaso de la teoría anterior por la dificultad en probar la culpa, se recurrió a la
teoría de la responsabilidad contractual.

Se propuso que la responsabilidad del patrono no derivara del cuasidelito del


artículo 1382, sino del mismo contrato de locación de servicios. Se argumentaba
que el patrón debe de- volver al trabajador después de cada jornada, tal como lo
recibir al inicio de la misma y si ocurre un accidente del cual resulte dañado, se
ha violado la obligación de seguridad que era menester cumplir por parte del
patrono, obligación que no surge por responsabilidad extracontractual, sino
como producto de una obligación contractual, por tanto se presume en culpa al
patrono y para eximirse de responsabilidad debe probar fuerza mayor o caso
fortuito o culpa del propio trabajador. Esta teoría tuvo sus opositores quienes
argumentaron que en e1 contrato de trabajo el patrono no consiente en su
voluntad de obligarse por el detrimento en la integridad corporal o psíquica del
trabajador, es la ley y no el contrato la que impone la obligación de reparar el
daño. Ante el fracaso de las dos teorías anteriores, dice Louis Josserand, se
pensó en utilizar el artículo 1386 del Código Civil bajo la égida de los daños
causados no sólo por la ruina de un edificio, sino por una cosa inanimada
cualquiera, mobiliaria o inmobiliaria. 6 Por cuestión de técnica jurídica no se
podía aplicar este precepto porque siempre se refería a vicios de construcción,
además imponía a la víctima la prueba de un defecto de conservación o de un
vicio de construcción. Pertinaz continuaba Louis Josserand por encontrar
solución al problema de los accidentes laborales sin solución de indemnización,
que al encontrar el remedio, dice él, no estaba por inventar; existía ya desde
1804 y se apoyaba en el apartado primero del artículo 1384 del Código Civil
Francés que preside la responsabilidad de pleno derecho y que consagra
formalmente la responsabilidad del guardador de una cosa cualesquiera sin
hacer intervenir en modo alguno la idea de culpa. Se es responsable por el hecho
propio, por el de las personas de las que se deba responder "o de las cosas que
se tienen bajo guarda" (inciso primero, Art. 1384). Antes de volcar la atención en
la primera parte del artículo 1384, dice Louis Josserand: "Nadie pensaba en
utilizarlo para mejorar la situación de la víctima, por cuanto el daño causado por
las cosas inanimadas, distintas de los edificios caídos en ruina, era tributario de
la responsabilidad delictual, la víctima no podía obtener reparación, sino en los
términos de los artículos 1382 y 1383, con la condición consiguiente de probar
la culpa del demandado"? Para sustentarla con respecto a los infortunios
laborales se argumenta que basta establecer que se ha producido un daño y
buscar el vínculo de causalidad entre el hecho del trabajo y ese daño, para
proclamar de modo inmediato la responsabilidad que incumbe al dueño de la
cosa, en este caso de la empresa por los daños producidos (JOSSERAND,
1950).

En el mismo año (1897), Raymond Saleilles, en su obra Los accidentes de


trabajo y la responsabilidad civil expone su teoría acerca de los accidentes
laborales con la cual pretende que, basado en ella, la víctima de los infortunios
laborales logre en todos los casos indemnización por los accidentes laborales.

La idea en cuanto a sus efectos era la misma expuesta por Josserand: borrar
toda idea de culpa y de esa manera relevar al trabajador de su prueba, siendo
responsable el patrón independientemente de cualquier culpa. Para sustentarla
se basó en el riesgo, resumida de la siguiente manera: "El que crea una fuente
de daño, así el que explota una fábrica, debe reparación si los riesgos se
concretan. El exclusivo hecho del perjuicio compromete su responsabilidad; es
la contrapartida de los beneficios que obtiene de la empresa". Nacía de esta
manera la teoría del riesgo. Con los argumentos anteriores y al prescindir de la
culpa cuando el daño era causado por el hecho de las cosas o basados en la
teoría del riesgo, bastando únicamente la causalidad entre el daño y el hecho de
la cosa o el riesgo, nace al mundo jurídico la teoría de la responsabilidad objetiva.
Josserand con la tesis de la responsabilidad a causa de las cosas que se tienen
bajo guarda y Saleilles con la teoría del riesgo, confluyeron a un punto común: el
fundamento de la responsabilidad civil no es ya la culpa, sino el acto dañoso,
cuya neutralización se logra mediante la reparación del daño.

Las ideas así propuestas tuvieron influencia en el Tribunal Francés quien el16
de junio de 1897 condenó al propietario de un remolcador por la muerte del
mecánico ocasionada por una explosión de la caldera, por el sólo hecho de ser
propietario aunque el defecto se debiera a causas externas, como defectos de
fábrica o causas desconocidas así demostrara culpa en el fabricante. Dice
Josserand, que ese es el fallo inaugural de la Corte de Casación y que después
de ese se han dictado centenares, consagrando la responsabilidad de pleno
derecho, fundamentados en el artículo 13 84 y sin exigir la prueba de la culpa
cometida por el adversario (JOSSERAND, 1950)

La teoría propuesta por Saleilles y Josserand fue y es producto de los más


polémicos y enconados debates a nivel doctrinal, jurisprudencia! y legislativo, no
sólo en Francia, sino a nivel mundial y refutada por los partidarios de la tesis
tradicional;de la culpa como fundamento de la responsabilidad civil. Se concluye
con las tesis de Josserand y Saleilles: "es el punto de partida de la evolución
jurisprudencia! y. del movimiento doctrinal de mayor importancia, sin duda, tanto
desde el punto de vista práctico como desde el punto de vista teórico, de todos
los manifestados desde 1804. Saleilles y Josserand se apoderaron de esa
sentencia y construyeron, sobre el terreno del artículo 1384, párrafo 1°, una
teoría completa a causa de las cosas".

Continuando con la responsabilidad por los accidentes ocurridos en derredor de


la relación laboral, fue promulgada en Francia la ley del 9 de abril de 1898,
posteriormente modificada en varias ocasiones, relativa a la responsabilidad de
los accidentes de que los obreros son víctimas en su trabajo. El motivo de
expedición de la ley, dicen algunos, estuvo por el dilema suscitado entre la
necesidad de probar la culpa conforme el artículo 1382 del Código Civil y la
relevancia de probarla acorde con la teoría de Josserand y Saleilles,
fundamentada en el artículo 1384 del Código Civil. En el primer caso se hacía
nugatoria la pretensión indemnizatoria, en el segundo se concedía siempre la
indemnización. De esta manera, se dice que todos los argumentos expuestos
por Josserand y Saleilles fueron absorbidos por esta ley y efectivamente la idea
de culpa ha sido suprimida y sustituida pero únicamente en materia de
accidentes laborales por otro concepto, conforme al sistema de responsabilidad
objetiva que se pregonaba para la responsabilidad por accidentes laborales: el
de Riesgo Profesional. Así, los partidarios de la culpa como fundamento de la
responsabilidad civil manifestaron no tener argumentos para referirse a la teoría
objetiva, porque según ellos, ésta había sido absorbida por la ley de accidentes
laborales, fin principal por el cual se había creado. Los hermanos Henry y León
Mazeaud y otros partidarios de la culpa reconocieron el éxito de las tesis,
fundadas en las necesidades prácticas de la hora y hacer expedita la
indemnización de los obreros víctimas de accidentes de trabajo. Pero las tesis
de Saleilles y Josserand no terminarían con la ley de accidentes laborales, antes
por el contrario, era el comienzo de lo que Sachet ha denominado como el punto
de partida de una revolución jurídica bajo la apariencia seductora de una medida
de equidad y buen sentido social para garantizar la indemnización de perjuicios
por los accidentes laborales. Las teorías acerca de los accidentes laborales
continuaron en evolución hasta llegar a la teoría del riesgo social, más
comúnmente conocida como seguridad social obligatoria. A la par, las tesis que
sustentaban una responsabilidad alejada de toda idea de culpa también
continuaron en evolución (JOSSERAND, 1950).
Es verdad que el fin para el cual fueron propuestas se había satisfecho así
hubiese sido indirectamente mediante la aplicación de una ley, pero la
multiplicación de accidentes causados por cosas inanimadas no ya únicamente
en el ámbito de los accidentes de trabajo hacía imperioso que las teorías
propuestas por Josserand y Saleilles continuaran vigentes y más arraigadas. ¿Si
los partidarios de la culpa miraron con buenos ojos las tesis propuestas para
lograr la indemnización de perjuicios de los obreros por los accidentes laborales,
por qué rechazaron de plano las mismas tesis aplicadas para los accidentes
ocasionados por fuera de relaciones laborales? Igual dificultad para probar la
culpa se presentaba tanto en los accidentes laborales, como en los no laborales
y la multiplicidad de los mismos era creciente (JOSSERAND, 1950).

CARACTERÍSTICAS DE LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO

Jaime Santos Briz, 12 dice que la responsabilidad por riesgo está identificada
porque presupone un cierto riesgo de peligro, no bastando un peligro general
inherente a toda suerte de actividad humana; Cada individuo debe tolerar el
peligro, y la coacción a que es sometido es ineludible. La responsabilidad por
riesgo se caracteriza además por lo siguiente:

l. Se refiere a una actividad lícita y permitida. Lo anterior permite que desde el


punto de vista jurídico penal el sólo ejercicio de la actividad catalogada de
riesgosa no tenga relevancia porque para el derecho penal se trata de una
conducta socialmente adecuada. "La realización de la conducta socialmente
adecuada está permitida. Sobre Sobre todo, los criterios de riesgo permitido, del
principio de confianza, de la comisión referida al garante y de la prohibición de
regreso no son sino desarrollo de la adecuación social"• Dice

Claus Roxin que el prototipo del riesgo permitido es la conducción automovilística


observando todas las reglas del tráfico viario y este constituye un riesgo
relevante para la vida, salud y bienes materiales. No obstante el legislador
permite el tráfico viario porque lo exigen intereses preponderantes del bien
común.
En el aspecto probatorio, la prueba de la diligencia y cuidado no exonera de
responsabilidad al causante del daño, en algunos casos la prueba parcial de lo
que se denomina causa extraña, libera de responsabilidad (hay casos donde
únicamente se permite la exoneración mediante el hecho exclusivo de la víctima,
pero no mediante fuerza mayor, caso fortuito o hecho exclusivo de tercero), en
otros casos cualquiera de las especies de causa extraña libera de
responsabilidad y en casos extremos ni aun la causa extraña libera de
responsabilidad (en esta última situación se está en presencia de la real
responsabilidad civil objetiva).

3. Se puede incurrir en responsabilidad por riesgo a través de la utilización de


cosas riesgosas o en ejercicio de actividades riesgosas.

4. La teoría del riesgo se caracteriza por la facilidad para identificar no solamente


al autor físico de daño, sino a una serie de personas que giran en tomo al riesgo
creado y se benefician o lucran con la creación de ese riesgo. Lo anterior permite
que desde el punto de vista procesal no quepa la pregunta, ¿quién era el
guardián de la actividad o cosa riesgos a causante del daño para saber quién es
el sujeto pasivo de la pretensión procesal. En la responsabilidad por riesgo no
se pregunta quién causó físicamente el daño, sino quienes o quienes crearon el
riesgo que se concretó en un daño sin tener que recurrir al intricado concepto
francés de Guardián utilizado en Colombia para las actividades peligrosas
(SÁNCHEZ RIVERO, 2001).

FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO

Indagar por el fundamento de algo, es indagar por la razón o el motivo de ese


algo. En la responsabilidad por riesgo se pregunta ¿por qué motivo está obligado
el causante del daño a indemnizar? Dos son los motivos que se advierten para
fundamentar la responsabilidad por riesgo. El primero tiene que ver con el estado
permanente de inminente causación del daño en proporción mayor al riesgo
común de vivir en sociedad.

Es la zozobra y expectativa en que viven las personas cuando la actividad o cosa


riesgosa los ronda y los obliga a comportarse cautelosamente, en muchas
ocasiones en mayor grado que aquél que ejerce la actividad riesgosa, porque a
decir verdad, la ocurrencia de potenciales daños se han evitado no gracias al
comportamiento ajustado de quien ejerce la actividad catalogada de riesgosa,
sino al devenir (SÁNCHEZ RIVERO, 2001).

CRITERIO PARA DETERMINAR LA ACTIVIDAD O COSA RIESGOSA

No basta un riesgo general inherente a toda suerte del quehacer humano, porque
el sólo hecho de vivir implica riesgos. Es necesario establecer un criterio de
distinción y para establecer el criterio se debe tener en cuenta si el legislador de
manera taxativa y específica regula el régimen de responsabilidad por riesgo, es
decir, si aparece tipificada o si se establece el régimen de responsabilidad por
riesgo planteado en términos generales abstracción hecha de actividad o cosa
específica. Se recurre entonces a la legislación, a la interpretación judicial, a la
jurisprudencia y a la doctrina, dependiendo de cada caso específico.

Se recurre a la legislación cuando la norma específica determina la


responsabilidad por riesgo y la regula íntegramente, no quedando campo para
interpretaciones por vía doctrinaria, jurisprudencial o judicial.

De esta manera ocurrida el daño por la actividad o la cosa a las cuales la Ley les
otorgó el calificativo ex ante de riesgosas y existiendo causalidad, el causante
del daño únicamente puede liberar su responsabilidad probando la causa
extraña que la misma ley establece o cuando no se le permite probar causa
extraña, como en excepcionales casos existe.

Pero también, la misma ley recurre a la peligrosidad de la cosa o de la actividad


para, de esa manera, calificarlas de riesgosas y ya no basta la mera causalidad
entre el daño y la cosa o la actividad, sino que corresponde indagar por su
peligrosidad, obvio esta tarea corresponde al juez en su prudente criterio, pero
de todas maneras es la ley la que impone el criterio calificador. ¿Cómo se
determina el peligro?' Se recurre a la interpretación judicial, a la doctrina y a la
jurisprudencia cuando el legislador a través de una disposición común y sin
especificar la clase de actividad o de cosa, consagra un sistema de
responsabilidad por riesgo. Se puede decir que en este caso existen dos
regímenes de responsabilidades comunes, uno por culpa, otro por riesgo. Pero
a qué criterio se recurre en este último caso para calificar la cosa o actividad de
riesgosa? Se ha dicho por la doctrina que el simple hecho de vivir en sociedad
apareja riesgos, pero no es esta clase de riesgo la que califica una actividad o
cosa de riesgosa. El riesgo que califica una actividad o cosa de riesgosa es aquel
que se encuentra por encima de los estándares medios, el que está por encima
del riesgo vital ordinario o aquel riesgo desfasado del simple riesgo de vivir en
sociedad. Atento de quien es sometido a soportar el riesgo. El segundo motivo
tiene relación directa con la coacción ineludible a que es sometido el ciudadano
a soportar el riesgo, al fin de cuentas se trata de una actividad lícita, útil y
necesaria.

Cuál es el criterio para que el fallador determine el riesgo plus ultra o adicional
del simple riesgo de vivir en sociedad? Se trata en este caso de realizar un juicio
entre la mayor o poca probabilidad de ocurrencia de daño con respecto a la
actividad o a la cosa (URIBE GARCIA, 2002).

"De lo que se trata es de determinar si la probabilidad del daño es mayor si se


da el comportamiento al que se pretende atribuir la responsabilidad, que sin él.
Si la respuesta es negativa, el daño debe imputarse al riesgo vital normal de la
víctima". No se trata acá de establecer cursos causales hipotéticos como lo hace
la teoría de la imputación objetiva desde el punto de vista penal o de preguntarse
desde el punto de vista de la teoría de la equivalencia de condiciones o de
causalidad ocasional como alguna vez se pronunció la Corte Suprema de
Justicia y verificar la relación de causa a efecto, respondiendo al interrogante,
¿qué habría ocurrido si el suceso causa no se hubiera dado, para
hipotéticamente concluir cuál habría sido el resultado habiendo observado un
comportamiento distinto? No. Con el juicio que se realiza se trata es de
establecer la mayor o menor probabilidad de daño con la actividad ejercida, sin
importar la clase de daño ni la hipótesis de un resultado diferente. La misma
legislación y la experiencia jurisprudencia! han establecido una especie de
catálogo y ex ante se sabe que ocurrido el daño a causa de determinada
actividad o cosa es catalogada de riesgosa (JOSSERAND, 1950).

TIPICIDAD Y ATIPICIDAD EN LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO

Los anteriores párrafos llevan a hablar de la tipicidad y atipicidad en la


responsabilidad por riesgo. Inicialmente cuando se pregonó la responsabilidad
por riesgo se pretendió por parte de sus benefactores y seguidores que se
convirtiera en fundamento de la responsabilidad civil. En Francia fracasaron
varios intentos para reformar el código civil y de paso sustituir la culpa, pero tan
pronto la teoría del riesgo tomó rumbo en el mundo jurídico, de manera especial
se legisló comenzando con la ley del 9 de Abril de 1898 que consagraba el riesgo
profesional para accidentes de trabajo y ubicaron la responsabilidad por riesgo
en cubículo aparte, únicamente tenía aplicación cuando el legislador la
contemplara de manera específica (URIBE GARCIA, 2002).

Continuaba así como norma general la responsa responsabilidad común por


culpa y excepcionalmente la responsabilidad civil por riesgo. En la mayoría de
países existe legislación específica para regular la responsabilidad por riesgo
profesional y la segunda legislación que regula la responsabilidad por riesgo es
la de los accidentes automovilísticos ya que después de los accidentes laborales,
éstos se convirtieron en la segunda fuente de daños. Muchos países le dedican
una legislación especial a los daños ocasionados como consecuencia de la
actividad automovilística.

En etapas posteriores, con el devenir de nuevos daños consecuencia de otras


actividades y la acechanza de riesgos para los ciudadanos, también muchos
países tienen legislaciones específicas para la navegación aérea, daños
nucleares, productos defectuosos, ejercicio de la caza, instalaciones de energía
eléctrica y gas etc, pero siempre guardando la uniformidad y el criterio de que la
responsabilidad por riesgo procede únicamente en los casos claramente
delimitados por el legislador. De esta manera se habla de una tipicidad de la
responsabilidad civil, en oposición a la atipicidad que caracteriza a la
responsabilidad común o por culpa la cual no atiende a casos específicos, sino
que marca un principio general, de aplicación residual en tanto todo aquello que
no esté regulado por leyes especiales, será el principio general el aplicable, es
decir, la responsabilidad por culpa (URIBE GARCIA, 2002).

OTRAS DISCIPLINAS QUE SE HAN OCUPADO DEL RIESGO

No únicamente el riesgo es visto por el derecho civil para fundamentar el deber


de responder, el derecho penal también se ocupa de él. La teoría alemana de la
imputación objetiva trata el tema de la determinación de las propiedades
objetivas y generales de un comportamiento imputable, es decir, de las
propiedades objetivas generales de la conducta punible (JOSSERAND, 1950).
Como condición para que se pueda dar la imputación al tipo objetivo presupone
la realización de un riesgo creado por el autor y no cubierto por un riesgo
permitido dentro del alcance del tipo y ese riesgo se ha realizado en el resultado.

La creación de riesgos jurídicamente desaprobados permite inferir la imputación


al tipo objetivo y las conductas desarrolladas dentro del límite del riesgo permitido
no son objeto de reproche penal.

Estas últimas cuatro situaciones sólo se tienen en cuenta para conducta punibles
que atenten contra la vida e integridad personal, la libertad individual y la libertad
y formación sexuales.

La sociología moderna también dedica gran parte de su trabajo al estudio del


riesgo. Autores de la talla de Anthony Giddens, Niklas Luhmann, Ulrich Beck,
Mary Douglas, analizan cuál es el impacto en la sociedad de la tecnología, la
ciencia y el avance científico.

Con la modernidad, obligatoriamente los hábitos y costumbres cambian y ello


conlleva repercusiones positivas y negativas para la sociedad (JOSSERAND,
1950).

LOS BIENES O ACTIVIDADES RIESGOSAS O PELIGROSAS Y


JURISPRUDENCIA

VII. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL: EL SISTEMA


SUBJETIVO Y OBJETIVO.

La responsabilidad civil está referida al aspecto fundamental de indemnizar los


daños ocasionados en la vida de relación a los particulares, que pueden ser
daños producidos como consecuencia del incumplimiento de una obligación
contractual, o bien se trate de daños que sean el resultado de una conducta, sin
que exista entre los sujetos ningún vínculo obligacional. Es decir, cuando el daño
se produce sin que exista ninguna relación jurídica entre las partes, o incluso
existiendo ella, el daño es consecuencia, no del incumplimiento de una
obligación, sino simplemente del deber jurídico de no causar daño a otro, nos
encontramos en el ámbito de la responsabilidad civil extracontractual. (Taboada
Córdova 2003, 29,30).
En el caso específico de los hechos jurídicos ilícitos o también llamados
elementos de la responsabilidad civil que originan responsabilidad civil
extracontractual son:

 Antijuridicidad
 Factor o criterios de imputación
 Nexo causal
 Daño

Una vez que concurran todos estos elementos o aspectos, se configura un


supuesto de responsabilidad civil extracontractual naciendo la obligación legal
de indemnizar a cargo del autor del daño. (Taboada Córdova 2003, 26)

Existen dos sistemas de responsabilidad civil extracontractual en la legislación


comparada, en la doctrina universal y en el Código Civil peruano; cada uno de
ellos con diferentes factores de atribución:

Un sistema subjetivo, regulado en el artículo 1969 del Código Civil peruano,


donde la atribución de responsabilidad dependerá de si el autor del daño actuó
con dolo o culpa.

Un sistema objetivo, el cual se basa en factores de atribución objetivos,


considerados como tales por el ordenamiento jurídico (se prescinde o abstrae el
dolo y culpa) y se toma como criterios a los bienes y actividades riesgosas o
peligrosas.

En nuestro ordenamiento jurídico, existen diversos supuestos de responsabilidad


objetiva, la responsabilidad por riesgo, la responsabilidad por los daños
causados por terceros, la responsabilidad de los representantes legales por los
daños ocasionados por los incapaces, la responsabilidad por el daño causado
por animal, la responsabilidad por ruina de edificio y la responsabilidad por el
principal por los hechos del dependiente o del deudor por el tercero del cual se
vale.

Es preciso señalar, que “la responsabilidad objetiva no es sinónimo de


responsabilidad por riesgo”. La relación entre éstos es una de género a especie.
La responsabilidad por riesgo, se encuentra regulada en el artículo 1970 del
Código Civil. En tal sentido, este supuesto consiste en “hacer total abstracción
de la culpa o ausencia de culpa del autor, de modo tal que la existencia de culpa
o no sea totalmente intrascendente para la configuración de un supuesto de
responsabilidad extracontractual, debiendo acreditarse además de la relación
causal, la calidad del bien o actividad como una riesgosa.” (Taboada Córdova
2003, 100).

VIII. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA


O LA DENOMINADA RESPONSABILIDAD POR RIESGO.

Surge posterior o inmediatamente a la segunda revolución industrial como el


factor directo de la aparición y proliferación de nuevos daños, principalmente
sufridos por los trabajadores en el desempeño de sus labores que configuran los
denominados accidentes de trabajo (León Hilario, s.f. 11)

Ante la gran cantidad de nuevos daños que supone el uso constante de la


tecnología, el sistema de responsabilidad civil extracontractual no resultó lo
suficiente para su resarcimiento, toda vez que existiría siempre la posibilidad de
liberarse de responsabilidad, surgiendo una nueva figura de responsabilidad
civil, denominada objetiva, la cual se encuentra regulada en el artículo 1970° de
nuestro código civil.

Este artículo no tiene precedentes en el Código Civil de 1936, ni mucho menos,


en el de 1852. Fuente inspiradora del mismo ha sido el art. 2050 del c.c. italiano,
Ambas normas se refieren a actividades que están destinadas a generar daños
con un grado de probabilidad particularmente alto; pero que son consideradas
lícitas, en virtud de su utilidad social". (Espinoza Espinoza 2011, 464).

No obstante, emerge una concepción de la responsabilidad absolutamente


desvinculada del concepto de culpa: la teoría del "riesgo-beneficio", válida para
hacer de cargo de la empresa los daños. Pero es reemplazada por la teoría del
"riesgo creado". Más amplia y espaciosa, el cual permite aplicar criterios de
responsabilidad objetiva incluso en aquellos casos que no existen ejercicio de
actividades empresariales lucrativas, Y junto con esta teoría se desarrolla otra,
denominado "riesgo profesional" un grado de diligencia superior a la media, que
todos deben poseer para emprender una determinada actividad. (Alpa 2006,
383,384)

En tal sentido, el sistema objetivo de responsabilidad, está constituido sobre la


base de la noción de riesgo creado, que constituye el factor objetivo de atribución
de responsabilidad. (Taboada Córdova 2003, 98)

IX. EL RIESGO COMO FACTOR ATRIBUCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD


CIVIL OBJETIVA EN LA DOCTRINA PERUANA.
El sistema objetivo se construye sobre la noción de riesgo, constituyendo esta
noción de riesgo el factor de atribución objetivo. (Taboada Córdova 2003, 97)

Conviene precisar que el sistema objetivo de responsabilidad no entiende ni


pretende que, en los casos de daños causados a través de bienes o actividades
riesgosos, no exista culpa del autor, pues ello sería absurdo e irreal. Lo único
que se pretende es hacer total abstracción de la culpa o ausencia de culpa del
autor, de modo tal que la existencia de la culpa o no sea totalmente
intrascendente para la configuración de un supuesto de responsabilidad civil
extracontractual, debiendo acreditarse además de la relación de causalidad, la
calidad del bien o actividad como una riesgosa. (Taboada Córdova 2003, 101)

¿QUÉ SE ENTIENDE POR RIESGOSO O PELIGROSO?


El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define riesgo como
contingencia o proximidad de un daño y, de otro lado, define la palabra peligroso
como que tiene riesgo o puede ocasionar daño.

Desde el punto de vista estrictamente lingüístico no existe mayor diferencia entre


ambos adjetivos. La reiteración parece obedecer más bien al deseo de legislador
de que no quede duda de que todo aquello que genere la proximidad de un daño
está sujeto a la responsabilidad objetiva.

Manuel Augusto Olaechea aclara que su intención como legislador fue incorporar
la responsabilidad objetiva en las situaciones con “un elemento preponderante
de riesgo (Trazegnies 2005, 180).
Zigurds L.ZILE, citado por Trazegnies (2005, 172), comenta que las actividades
anormalmente riesgosas son aquellas tan absurdas como criar un elefante hindú
en el patio de la casa, fumigar los edificios con gas de cianuro para matar
hormigas o cucarachas, etc.

Nuestro legislador no ha restringido la responsabilidad a sólo los casos ultra


peligrosos, sino que amplía el concepto de riesgo por la vía de reiteración
enfática, a fin de comprender no solamente a las actividades excepcionalmente
peligrosas sino a todas las que sean riesgosas de cualquier manera. Hablar no
sólo de riesgo o de peligro (por separado) sino de riesgo o peligro
(conjuntamente) equivale a decir todo lo que en cualquier forma puede engendrar
peligro. (Trazegnies 2005, 173).

¿A QUÉ TIPO DE RIESGO SE REFIERE EL ARTÍCULO 1970° DEL CÓDIGO


CIVIL?
El simple hecho de caminar por la calle crea un riesgo para sí y para otros. Pero
no es a ese riesgo que se refiere el artículo 1970, debe entenderse como riesgo
a aquella circunstancia que coloca un peligro adicional al simple riesgo de vivir
en común (Trazegnies 2005, 173).

La calificación de un bien o actividad como riesgosa o peligrosa no depende de


las circunstancias de un caso concreto, pues de ser así cualquier bien o actividad
podría ser considerada como riesgosa, poniendo como ejemplo el caso de un
tenedor de mesa, el cual, a su parecer, no puede ser considerado riesgoso si por
circunstancias de uso anormal es utilizado para matar a una persona. Concluye
que suponga un riesgo adicional al común y ordinario para todos los demás,
como sucede con los automotores y armas de fuego. (Taboada Córdova 2003,
101).

Todos los bienes y actividades que se utilizan en la vida moderna para la


satisfacción de las diferentes necesidades existentes suponen un riesgo
ordinario o común para las personas. Sin embargo, existen también, y cada vez
en mayor número, bienes y actividades que significan un riesgo adicional al
ordinario, tales como: los automotores, los artefactos eléctricos, las cocinas a
gas, ascensores, los diferentes tipos de armas de fuego, escaleras mecánicas,
los insecticidas, productos químicos para la limpieza, los medicamentos, los
productos enlatados, las actividades industriales, etc. Señalando que por dicha
razón merecen la calificación de riesgosos (Taboada Córdova 2003, 99).

¿QUÉ SE ENTIENDE POR ACTIVIDADES RIESGOSAS?


Para Espinoza Espinoza (2011, 464), el concepto de actividad peligrosa es, por
su naturaleza, un concepto relativo, porque depende del estado logrado por la
ciencia y por la técnica en un determinado sector.

León Hilario coincide con esta posición señalando que ―si dicha actividad no ha
alcanzado aún un nivel tecnológico adecuado, deberá aplicarse el artículo 1969
del Código Civil: la cláusula general normativa por culpa. Si, por el contrario, se
comprueba que el estado de la tecnología a la que pertenece la actividad
involucrada es ya el adecuado, deberá aplicarse el artículo 1970 del Código Civil:
la cláusula normativa por riesgo (o exposición al peligro de terceros). (León
Hilario s.f., 47)

X. LOS BIENES RIESGOSOS: ¿UN BIEN PUEDE SER RIESGOSO POR SÍ


MISMO?
El modelo italiano, sólo se refiere a los daños por "actividad" peligrosa, mientras
nuestra legislación regula a este supuesto y también a los daños por "bienes"
riesgosos o peligrosos. Sin embargo, el criterio interpretativo que se debe utilizar,
en principio, es que responde objetivamente aquel que "regularmente" ejercite
una actividad riesgosa o peligrosa. Hacemos la observación de que ello es por
la actividad y no por el bien. (Espinoza Espinoza 2011, 466, 467).

Entonces es errada la denominación de bienes riesgosos desde que (…)no se


puede hablar jamás de cosas peligrosas in sé, sino solo de cosas peligrosas sub
modo, por lo que la responsabilidad se conecta, en todo caso, a la actividad que
con la cosa viene desenvuelta y al peligro que dicha actividad genera. Una cosa
puede siempre ser considerada peligrosa o inocua, dependiendo de la actividad
que la involucre (León Hilario s.f., 74).

Contrariamente, Giuseppe Monateri, citado por Espinoza Espinoza (2011, 467),


establece como ejemplos de bienes riesgosos a la puerta eléctrica de un garage,
la zanja que se utiliza para reparar los automóviles, la fosa de cal viva, la bomba
que no ha explosionado, el ducto de alcantarillado en la vía pública, sin tapa, por
cuanto ésta se ha deteriorado o ha sido robada, entre otros

En tal sentido, la responsabilidad objetiva en los daños ocasionados por un


automóvil, se aplica, por el hecho que "se maneja", (actividad) el supuesto de la
actividad riesgosa o peligrosa. Haciendo énfasis en que debe recordarse que "la
cosa debe ser en sí peligrosa y no devenir en tal a causa de un uso imperito del
usuario.

La frontera entre el riesgo común y el riesgo adicional es muy difícil de trazar


(Trazegnies 2003,174).

BIBLIOGRAFÍA

(s.f.).

Codigo Civil. (2015). Lima: Jurista Editores.

JOSSERAND, L. (1950). DERECHO CIVIL. BUENOS AIRES: BOSCH.

ORDÓÑEZ VASCO, P. (2010). RESPONSABILIDAD CIVIL POR ACTIVIDADES PELIGROSAS .


BOGOTA.

RODRÍGUEZ URTEAGA, M. (16 de 04 de 2014). https://repositorio.upn.edu.pe. Recuperado el


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SÁNCHEZ RIVERO, J. M. (2001). Responsabilidad civil. DIKE.

URIBE GARCIA, S. (2002). LA RESPONSABILIDAD POR RIESGO .


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN N° 928-2016
LAMBAYEQUE
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

La Responsabilidad Civil Extracontractual Objetiva.-


Constituye un mandato constitucional, que el Estado
ofrezca los mecanismos adecuados y eficaces para
proteger la salud y la integridad física de las personas,
lo que comprende su resarcimiento ante eventuales
daños, el mismo que debe ser de forma íntegra. Artículo
2 numerales 1) y 7) de la Constitución Política del Perú.

Lima, veintidós de noviembre de dos mil dieciséis.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE


LA REPÚBLICA; con los acompañados, vista la causa número novecientos
veintiocho - dos mil dieciséis, en audiencia pública de la fecha y producida la
votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia:

1.- ASUNTO:
En el presente proceso, sobre pretensión de indemnización por daños y
perjuicios, es objeto de examen, el recurso de casación interpuesto por la
demandante Fanny Luz Mondragón Cervera1, contra la sentencia de vista del
04 de setiembre de 20152, que confirma la sentencia del 23 de septiembre de
20143, que declara fundada en parte la demanda de indemnización por daños y
perjuicios por responsabilidad civil extracontractual interpuesta por Fanny Luz
Mondragón Cervera contra la Municipalidad Distrital de Pomahuaca y Eli Reyes
Gonzales; y la revoca en cuanto ordena el pago de los siguientes conceptos:
daño emergente treinta mil soles (S/30,000.00) a favor de Fanny Luz
Mondragón Cervera; veinte mil soles (S/20,000.00) a favor de Byron Jared
Pérez Mondragón; y diez mil soles (S/.10,000.00) a favor de Alec Jared Pérez
Mondragón; lucro cesante por la suma de cuarenta mil soles (S/.40,000.00); y
daño moral y daño a la persona en la suma de cincuenta mil soles
(S/.50,000.00) estos dos últimos conceptos a favor de la sucesión del
agraviado Pepe Augusto Pérez Mera; la reforma y declara infundados dichos

1 A folios 479.
2 A folios 462.
3
A folios 397.

1
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INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

conceptos; modifica la sentencia y ordena que los demandados en forma


solidaria, paguen a favor de la parte demandante el monto de cincuenta mil
soles (S/.50,000.00), por concepto de indemnización por daño a la persona.

2.- ANTECEDENTES
DEMANDA:
2.1. La demandante Fanny Luz Mondragón Cervera4, por derecho propio y en
representación de su difunto cónyuge Pepe Augusto Pérez Mera y de sus
menores hijos Byron Jared Pérez Mondragón y Alec Jared Pérez Mondragón
de cuatro (04) y un (01) año de edad respectivamente, demanda a la
Municipalidad Distrital de Pomahuaca y Eli Reyes Gonzales para que los
emplazados le paguen en forma solidaria la cantidad de dos millones de soles
(S/.2´000,000.00), por concepto de indemnización por daños y perjuicios (lucro
cesante, daño emergente, daño a la persona y daño moral), más costas y
costos del proceso, a consecuencia de la responsabilidad extracontractual por
accidente de tránsito.

2.2. Alega que, el 27 de enero de 2008, aproximadamente a las diecinueve


horas con treinta minutos, a la altura del kilometro “11+745” de la carretera
Fernando Belaunde Terry, comprensión del distrito de Pucará, se produjo un
accidente de tránsito (choque) el cual reviste las características propias de una
invasión de carril por parte de la camioneta pick up, de placa de rodaje OQ-
1015, de propiedad de la Municipalidad demandada, la que era conducida por
el demandado Eli Reyes Gonzales, quien se encontraba en estado de
ebriedad, y con dicha unidad impactó contra el motokar que era conducido por
el agraviado Pepe Augusto Pérez Mera, produciéndole lesiones graves y la
subsecuentemente muerte; asimismo ella y sus hijos Byron y Larec Pérez
Mondragón resultaron con heridas graves.

4 Ver folios 122 escrito presentado el 21 de marzo de 2011.

2
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2.3. A consecuencia de estos hechos, al demandado Eli Reyes Gonzales se le


siguió un proceso penal por los delitos de lesiones culposas graves seguidas
de muerte y lesiones culposas graves, y en el cual le impusieron cuatro años
de pena privativa de libertad por el delito de lesiones culposas graves seguidas
de muerte en agravio de Pepe Augusto Pérez Mera, por el delito de lesiones
graves culposas en agravio de Byron Jared Pérez Mondragón, Ysauro Reyes
Huamán y Fanny Luz Mondragón Cervera e inhabilitación para conducir
vehículo por un año y le fijaron por concepto de reparación civil la suma de
diez mil nuevos soles (S/.10,000.00) a favor de los herederos legales del occiso
agraviado, y por el mismo concepto, las sumas de dos mil nuevos soles
(S/.2,000.00), cuatro mil nuevos soles (S/.4,000.00) y seis mil nuevos soles
(S/.6,000.00) respectivamente, para que sean pagados junto con la
Municipalidad Distrital de Pomahuaca, la que tuvo la calidad de tercero civil
responsable.

CONTESTACION DE LA DEMANDA:
2.4. El demandado Eli Reyes Gonzales5, contesta la demanda y la niega en
todos los extremos. Señala que es cierto que el día de los hechos mencionados
se produjo un accidente de tránsito en la carretera Fernando Belaunde Terry,
pero esa tragedia se suscitó por la imprudencia de los agraviados, quienes en
número de siete personas se trasladaban al interior de una motokar; agrega
que desde la fecha en que se produjo el evento dañoso hasta la fecha de
presentación de la demanda, ha transcurrido en exceso el plazo para poder
postular la pretensión demandada de indemnización por responsabilidad civil
extracontractual, la misma que se encuentra prescrita, de acuerdo con el
artículo 2001 inciso 4) del Código Civil; por lo que, no está en la obligación
legal de indemnizar suma alguna de dinero.

5
Ver folios 223, escrito presentado el 31 de mayo de 2011.

3
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2.5. Por su parte Municipalidad Distrital de Pomahuaca6, contesta la demanda y


la niega en todos sus extremos. Argumenta en su calidad de tercero civilmente
responsable, reparó los daños causados a los agraviados, pues mediante
sentencia penal se fijó un monto por concepto de reparación civil, que el
demandado Eli Reyes Gonzales y la Municipalidad han cancelado de manera
íntegra y solidaria, la que ha sido cobrada por la demandante; que esa decisión
judicial fue confirmada por la Sala Penal Liquidadora de Jaén; por lo que, la
acción civil se ha extinguido, configurándose un supuesto de cosa juzgada.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:


2.6. La sentencia del 23 de septiembre de 20147, declaró fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil
extracontractual interpuesta por Fanny Luz Mondragón Cervera contra la
Municipalidad Distrital de Pomahuaca y Eli Reyes Gonzales; y ordenó que los
demandados paguen de forma solidaria los siguientes conceptos: daño
emergente treinta mil soles (S/.30,000.00) a favor de Fanny Luz Mondragón
Cervera; veinte mil soles (S/.20,000.00) a favor de Byron Jared Pérez
Mondragón; y diez mil soles (S/.10,000.00) a favor de Alec Jared Pérez
Mondragón; lucro cesante por la suma de cuarenta mil soles (S/.40,000.00); y
daño moral y daño a la persona en la suma de cincuenta mil soles
(S/.50,000.00) estos dos últimos conceptos a favor de la sucesión del
agraviado Pepe Augusto Pérez Mera.

2.7. Consideró que concurren los requisitos de la responsabilidad civil


extracontractual por cuanto el demandado Eli Reyes Gonzales fue condenado
por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de lesiones
culposas graves seguidas de muerte en agravio de Pepe Augusto Pérez Mera y
lesiones culposas graves en agravio de Byron Jarec Pérez Mondragón, Isauro

6
Ver folios 235, escrito presentado el 22 de junio 2011.
7 Ver folios 397.

4
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Reyes Huamán y Fanny Luz Mondragón Cervera, por invadir el carril contrario
y conducir en estado de ebriedad la camioneta pick up, de propiedad de la
Municipalidad Distrital de Pomahuaca, con lo que está probado el accionar
irresponsable, imprudente y temerario del demandado. Asimismo, la
Municipalidad antes indicada resulta responsable solidaria, por cuanto el
vehículo causante del daño es de su propiedad.

2.8. En cuanto, a los conceptos que deben ser resarcidos se tiene, el daño
emergente, pues la demandante efectuó los gastos para su recuperación, el
vehículo menor de propiedad del occiso quedó inservible, y los hijos de la
accionante han sufrido lesiones corporales y daño psicológico, el lucro cesante,
porque la muerte de Pepe Augusto Pérez Mera ha generado que los deudos
dejen de percibir los ingresos económicos que él percibía; asimismo, en cuanto
al daño moral y a la persona, resulta evidente el daño al soma y psiquis de los
agraviados, y se truncó el proyecto de vida de la persona fallecida; finalmente
la estimación de la reparación civil en sede penal, no es impedimento para que
se demande la indemnización por daños y perjuicios.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA:


2.9. La Sala Descentralizada Mixta y de Apelaciones y Penal – Jaén, de la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque, mediante sentencia de vista del 04
de septiembre de 20158, confirmó la sentencia que declara fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios; y revoca la sentencia en
cuanto ordena el pago de los siguientes conceptos: daño emergente treinta mil
soles (S/.30,000.00) a favor de Fanny Luz Mondragón Cervera; veinte mil soles
(S/.20,000.00) a favor de Byron Jared Pérez Mondragón; y diez mil soles
(S/.10,000.00) a favor de Alec Jared Pérez Mondragón; lucro cesante por la
suma de cuarenta mil soles (S/.40,000.00); y daño moral y daño a la persona
en la suma de cincuenta mil soles (S/.50,000.00) estos dos últimos conceptos a

8 Ver folios 462.

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favor de la sucesión del agraviado Pepe Augusto Pérez Mera; la reforma y


declara infundado dichos conceptos; modifica la sentencia y ordena que los
demandados, en forma solidaria, paguen a favor de la parte demandante el
monto de cincuenta mil soles (S/.50,000.00), por concepto de indemnización
por daño a la persona.

2.10. Consideró que la reparación civil fijada en el proceso penal constituye un


impedimento para volver a demandar por esos mismos conceptos en sede civil,
conforme a lo previsto en el artículo 106 del Nuevo Código Procesal Penal. En
ese sentido, la demandante se encuentra impedida parcialmente para
pretender el resarcimiento por daños y perjuicios como consecuencia de la
conducta delictiva de Eli Reyes Gonzales, pues en la sentencia penal del 13 de
octubre de 20099, confirmada el 12 de enero de 201010, en el quinto
fundamento, se expreso lo siguiente: “conviene asignar una suma prudencial
para resarcir los daños y perjuicios a las víctimas, que comprenda no solo el
daño físico, sino el sufrimiento moral y el tiempo que dejaron de trabajar como
consecuencia directa del actuar imprudente del acusado”, máxime, si la
accionante en su demanda reitera los mismos fundamentos que se tuvo en
cuenta el proceso penal, sin invocar nuevos hechos ni pruebas, para demostrar
que la cantidad por concepto de reparación civil debería ser mayor.

RECURSO DE CASACIÓN:
2.11. Esta Sala Suprema, por auto de calificación del recurso de casación11
interpuesto por la demandante, declaró procedente por las siguientes causales:
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, artículo I12 del Título Preliminar del Código Procesal Civil y de

9
Ver folios 09
10
Ver folios 15
11 Del 01 de agosto de 2016.

12 Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.-

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los artículos 196913, 197114 y 198415 del Código Civil. Señala que la Sala
Superior no puede aplicar el Nuevo Código Procesal Penal a un proceso que
se tramitó con el antiguo Código de Procedimientos Penales, en el que la
demandante ni sus representados ejercieron sus derechos respecto a un pago
justo por concepto de reparación civil; que la recurrida quebranta el Estado
Constitucional de Derecho, pues en el proceso civil aplica una norma
impertinente, y fija un resarcimiento diminuto de diez mil soles a los deudos de
la víctima, sin tener en cuenta que a consecuencia de ese lamentable
accidente de tránsito quedó incapacitada para trabajar, que su esposo falleció,
y sus hijos menores de edad sufrieron lesiones físicas graves que les tomó
tiempo en recuperarse.

3.- CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE:


Determinar si la decisión contenida en la sentencia de vista, que revoca la
sentencia de primera instancia, y declara infundada parte las pretensiones de
resarcimiento, porque en la vía penal ya se estimó un monto por concepto de
reparación civil para resarcir los daños, ha contravenido lo dispuesto en las
normas antes precisadas, y por tanto, debe ser anulada, y confirmarse la de

Artículo I.- Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos
o intereses, con sujeción a un debido proceso.
13 Indemnización por daño moroso y culposo

Artículo 1969.- Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta
de dolo o culpa corresponde a su autor.

14Inexistencia de responsabilidad
Artículo 1971.- No hay responsabilidad en los siguientes casos:

1.- En el ejercicio regular de un derecho.

2.- En legítima defensa de la propia persona o de otra o en salvaguarda de un bien propio o ajeno.

3.- En la pérdida, destrucción o deterioro de un bien por causa de la remoción de un peligro inminente, producidos
en estado de necesidad, que no exceda lo indispensable para conjurar el peligro y siempre que haya notoria
diferencia entre el bien sacrificado y el bien salvado. La prueba de la pérdida, destrucción o deterioro del bien es de
cargo del liberado del peligro.

15Daño moral
Artículo 1984.- El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima o a
su familia.

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primera instancia, o de lo contrario, reiterar la decisión de segunda instancia.

4.- FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:


4.1. Según lo establecido en el artículo 384 del Código Procesal Civil
modificado por el artículo 1 de la Ley 29364, el recurso de casación tiene por
fines esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia
(finalidad nomofiláctica y uniformizadora, respectivamente); finalidad que se ha
precisado en la Casación número 4197–2007/La Libertad16 y Casación número
615–2008/Arequipa17; por tanto, este Tribunal Supremo sin constituirse en una
tercera instancia procesal, debe cumplir con pronunciarse acerca de los
fundamentos del recurso, por las causales declaradas procedentes.

4.2. Del análisis del caso se tiene, que la pretensión postulada por la
demandante Fanny Luz Mondragón Cervera, quien actúa por derecho propio, y
en representación de su difunto cónyuge Pepe Augusto Pérez Mera y de sus
menores hijos Byron y Alec Pérez Mondragón, por concepto de resarcimiento
por daño emergente, lucro cesante, y daños a la persona y moral, se encuentra
suficientemente acreditada con lo actuado en el expediente penal, signado con
el número 93-2008, así mismo con las pruebas ofrecidas y valoradas en este
proceso civil, extremo que no ha sido cuestionado y en el que el órgano
jurisdiccional de primer y segundo grado han coincidido; pues el día 27 de
enero de 2008, aproximadamente a las diecinueve horas con treinta minutos, a
la altura del kilometro “11+745”, de la carretera Fernando Belaunde Terry,
comprensión del distrito de Pucara, el demandado Eli Reyes Gonzales, en
estado de ebriedad condujo la camioneta de placa de rodaje número OQ-1015,
de propiedad de la Municipalidad Distrital de Pomahuaca, la que no contaba
con el Seguro Obligatorio de Tránsito - SOAT, y al trasladarse a alta velocidad,

16 Diario Oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo de 2008, páginas 21689 a 21690.
17 Diario Oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo de 2008, páginas 23300 a 23301.

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realizó maniobras de manera errática transgrediendo las normas de tránsito,


invadió el carril contrario e impactó de forma frontal contra la unidad vehicular
en la que iban los agraviados, lo que ocasionó severos daños a la integridad
física, personal y moral de la demandante y sus representados.

4.3. De manera tal que, de los hechos narrados se configuró un supuesto de


responsabilidad civil extracontractual objetiva – derivado de un accidente de
tránsito, de acuerdo con lo previsto en el artículo 197018 del Código Civil
concordado con el artículo 2919 de la Ley 27181, Ley General de Transporte y
Tránsito Terrestre, pues el comportamiento del emplazado resultó antijurídico
vulnerando el deber jurídico genérico de no causar daños a otros; asimismo
quedó acreditada la relación de causalidad entre el evento dañoso y la
conducta desplegada por el agente, así como los factores determinantes de su
responsabilidad y la del propietario del vehículo con el que se causó el daño,
quienes deben responder de forma solidaria. Daños que deben ser resarcidos
de forma íntegra en la medida de la máxima protección a los derechos a la vida
e integridad y a la salud, reconocidos en los artículos 2 numerales 1)20 y 7)21 de
la Constitución Política del Perú, pues resulta un mandato constitucional

18Responsabilidad por riesgo


Artículo 1970.- Aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o
peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a repararlo.

19Artículo 29.- De la responsabilidad civil


La responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, de
conformidad con lo establecido en el Código Civil. El conductor, el propietario del vehículo y, de ser el caso, el
prestador del servicio de transporte terrestre son solidariamente responsables por los daños y perjuicios causados.

20 Derechos fundamentales de la persona


Artículo 2.- Toda persona tiene derecho:
1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido
es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.

21Derecho a la salud. Protección al discapacitado


Artículo 7.- Todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad así como el
deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para velar por sí misma a causa de una
deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a un régimen legal de protección, atención,
readaptación y seguridad.

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proteger la salud y la integridad física de las personas, lo que comprende su


resarcimiento ante eventuales daños.

4.4. Si bien es cierto, la Sala Superior en su sentencia reconoce que la


pretensión es válida, sin embargo, se equivoca al considerar que ya fue
cumplida de forma parcial con la expedición de la sentencia penal22 recaída en
el proceso signado con el N° 93-2008, que se le sig uió al demandado Eli Reyes
Gonzales como autor de los delitos de lesiones culposas graves seguidas de
muerte en agravio de Pepe Augusto Pérez Mera, y lesiones culposas graves en
agravio de Byron Jarec Pérez Mondragón, Isauro Reyes Huamán y Fanny Luz
Mondragón Cervera, en el que se fijó como reparación civil la cantidad de diez
mil nuevos soles (S/10,000.00) a favor de los herederos legales de quien en
vida fue Pepe Augusto Pérez Mera, dos mil soles (S/2,000.00) a favor de Byron
Jared Pérez Mondragón y seis mil nuevos soles (S/6,000.00) para Fanny Luz
Mondragón Cervera.

4.5. Esa apreciación de la Sala Superior no es correcta, porque no tiene en


cuenta, primero, que en el proceso penal, signado con el número 93-2008, en
donde la demandante ni sus representados de manera directa o indirecta se
constituyeron en parte civil para poder ejercer sus derechos subjetivos en
cuanto al monto establecido para resarcir los múltiples daños ocasionados a los
agraviados, con la conducta delictiva desarrollada por el procesado Eli reyes
González, pues en sede penal de manera expresa no se aceptó la constitución
de parte civil de Juan Antonio Pérez Mera – hermano del agraviado fallecido
Pérez Mera23, y tampoco se aceptó la apelación de Fanny Luz Mondragón
Cervera interpuesta contra la sentencia expedida en primera instancia, toda
vez, que se consideró que en su oportunidad no se constituyó en parte civil24;

22 Sentencia penal expedida el 13 de octubre de 2009, confirmada por sentencia de vista del 12 de enero de 2010,
ver folios 429 y 467 del expediente penal.
23 Ver folios 75 del expediente penal.
24 Ver folios 757 del expediente penal.

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segundo, que el proceso penal fue tramitado bajo el régimen procedimental del
viejo Código de Procedimientos Penales, pero de ninguna manera de acuerdo
con las reglas del nuevo Código Procesal Penal, como equivocadamente el
Colegiado Superior lo consideró; y tercero, que la sentencia penal es deficiente
para analizar los daños patrimoniales y extra-patrimoniales causados a los
agraviados, así como respecto a la cantidad por los conceptos ahora
demandados.

4.6. En ese sentido, debe quedar claro, que cuando el órgano jurisdiccional de
segundo grado utiliza “el argumento penal”, para desestimar de forma parcial la
pretensión de resarcimiento integral por los daños generados por la conducta
del demandado, transgrede el derecho al debido proceso de la justiciable, pues
altera la trayectoria legalmente preestablecida para conseguir en la vía civil, lo
que no se recibió en la vía penal, que se ordene al causante y al responsable
mitigar los daños y los efectos colaterales que trajo consigo el accidente de
tránsito con las características detalladas en la demanda y que fueron
debidamente probadas en las instancias de mérito; y a su vez, resiente el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y a esa expectativa de recibir una
respuesta judicial seria que mínimamente haya revisado y analizado el caso.

4.7. En consecuencia, dado que lo acontecido originó daños patrimoniales


como son: (i) el daño emergente, por los gastos médicos realizados para
solventar la recuperación y tratamiento de la demandante y su hijos, la pérdida
de la vida humana de su cónyuge, el deterioro de la unidad vehicular “motokar”
producto de la colisión causada por el emplazado; (ii) el lucro cesante, porque
el occiso Pepe Augusto Pérez Mera, con su trabajo representaba el soporte
económico de la familia de la accionante; y asimismo, (iii) los daños extra-
patrimoniales, por las aflicciones sicológicas de la demandante y sus menores
hijos por el evento traumático, y el quebrantamiento al proyecto de vida del

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cónyuge fallecido; todo lo cual debe ser resarcido de acuerdo con lo dispuesto
en los artículos 198525 y 198426 del Código Civil, cuyos valores estimados por
el Juez de primer grado deben ser confirmados.

4.8. Por consiguiente, se ha acreditado la afectación a las normas


denunciadas; por lo que, sobre la base de los fundamentos jurídicos que
anteceden, se debe proceder de conformidad con lo dispuesto en el artículo
396, primer párrafo, del Código Procesal Civil, anular la sentencia impugnada y
actuando en sede de instancia confirmar la sentencia de primer grado.

5. DECISIÓN:
Por estos fundamentos declararon:
5.1. FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandante Fanny
Luz Mondragón Cervera27; CASARON la sentencia de vista del 04 de
septiembre de 201528; y en consecuencia la declararon NULA.
5.2. Actuando en sede de instancia: CONFIRMARON la sentencia de primera
instancia del 23 de septiembre de 201429, que declara fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil
extracontractual interpuesta por Fanny Luz Mondragón Cervera contra la
Municipalidad Distrital de Pomahuaca y Eli Reyes Gonzales; en consecuencia:
ordena que los demandados paguen de forma solidaria los siguientes
conceptos: daño emergente treinta mil soles (S/.30,000.00) a favor de Fanny

25Contenido de la indemnización
Artículo 1985.- La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u omisión generadora del
daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad
adecuada entre el hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses legales desde la
fecha en que se produjo el daño.

26 Daño moral
Artículo 1984.- El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima o a
su familia.
27 A folios 479.
28 A folios 462.
29
A folios 397.

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Luz Mondragón Cervera; veinte mil soles (S/.20,000.00) a favor de Byron Jared
Pérez Mondragón; y diez mil soles (S/.10,000.00) a favor de Alec Jared Pérez
Mondragón; lucro cesante por la suma de cuarenta mil soles (S/.40,000.00); y
daño moral y daño a la persona en la suma de cincuenta mil soles
(S/.50,000.00) estos dos últimos conceptos a favor de la sucesión del
agraviado Pepe Augusto Pérez Mera; con lo demás que contiene.
5.3. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial
“El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Fanny Luz Mondragón
Cervera con la Municipalidad Distrital de Pomahuaca y Eli Reyes Gonzales,
sobre indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron. Conforma la
Sala el Juez Supremo señor Yaya Zumaeta, por licencia de la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora Tello Gilardi.-
SS.
TELLO GILARDI

RODRÍGUEZ CHÁVEZ

CALDERÓN PUERTAS

YAYA ZUMAETA

DE LA BARRA BARRERA

Bti./Lrr.

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