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LOS HURTADO DE TOLEDO EN LA ANTIGUA GOBERNACIÓN DE POPAYÁN 217

ficaciones negociaban con los secretarios del dicho tribunal que en el informe
verbal que hacen antes de entrar en las pruebas dijesen que los pretendientes no
trataban con los castigados que había por la dicha Inquisición…”. En otro aparte
dijo: “sabe que el dicho Jerónimo Hurtado, padre del pretendiente, fue siempre
mercader, así en la ciudad de Cádiz donde fue regidor, y lo mismo siendo re-
gidor en esta ciudad de cuarenta años a esta parte que vivió en ella, porque en
Toledo compraba bonetes para moros y remitirlos a vender a Cádiz y a Orán y a
otras partes desde adonde se llevan a Turquía y otras partes de moros y los hacía
labrar a los boneteros que viven en la parroquia de San Miguel el Alto y algunas
veces vendió bonetes al maestro Agudo, redentor de cautivos por el orden de la
Santísima Trinidad, y al maestro Fonseca, redentor por la orden de la Merced
para llevarlos consigo para venderlos en las partes de Argel, Fez y Marruecos,
donde se rescatan los cautivos y esto es muy notorio en toda esta ciudad”54.
Otro testigo, don Manuel Pantoja de Alpuche, del consejo de Su Majestad
en su contaduría mayor de hacienda y caballero de Calatrava, de 65 años, de-
claró en Madrid el 1° de junio de 1650 que a los Hurtado “los ha tenido y tiene
de más de cincuenta años a esta parte por confesos notorios de casta y descen-
dencia de judíos (…) que aunque no sabe expresamente desciendan de Juan
Hurtado, mercader que se pregunta, tiene por cierto descienden de penitencia-
dos y castigados por la Inquisición”. Anotó que esto opinaba “sin que le puedan
mover a tener dictamen contrario los actos positivos de limpieza que de treinta
años a esta parte, más o menos, han obtenido los de esta familia y otros deudos
suyos en Toledo porque es constante los han conseguido a costa de mucha ha-
cienda que han gastado con grande exceso con los informantes y amenazando
y tratando mal a testigos”. Agregó “que estos ciudadanos de Toledo después
que dejaron la mercería compraron algunas haciendas de viñas en tierra y juris-
dicción de Toledo y allí, como los labradores son gente pobre y caseros de los
de Toledo, se han introducido como pueden y a forzar mitad de oficios por el
estado de hijosdalgo y como los vecinos de Toledo sólo por serlo no pechan en
los lugares de su jurisdicción por privilegios antiguos, les ha sido fácil introdu-
cirse y no pechar y tener mitad de oficios por el estado de hijosdalgo y algunos
54.- AHNM, Ordenes Militares, Santiago, Don Baltasar Hurtado de Chaves, 1654, Expediente 3983,
Bloque 4, f. 1v a 4r.

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