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UNIVERSIDAD DE NARIÑO

IPIALES

DAVID SANTIAGO TOBAR LUNA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES


ELECTIVA NORMAS ISO 14001 MEDIO AMBIENTA
DOCENTE JENNY LUNA
22/02/23
CONTROL DE LECTURA “GUSTAR Y EMOCIONAR CAPITULOS VII, X, XI”
VII. EL CAPITALISMO DE SEDUCCIÓN
En este capitulo se menciona que desde alrededor los años 50 del siglo pasado se
ha incentivado la seducción hacia el consumismo presentando esto no solo como
la adquisición de productos sino como la realización de una utopía, esto a través
de una permanente invitación al disfrute, la diversión y el placer inmediato, este
tipo de consumismo cada vez se perfecciona mas en sus estrategias por seducir a
la gente y de esta manera crea ofertas nuevas cada día que para la sociedad
estaría mal no adquirirlas.
En este capítulo también se menciona la industrialización de la seducción donde
se trata el tema que antes de la segunda guerra mundial la industria de seducción
consumista se daba de forma artesanal y enfocada en las elites que se podían dar
el lujo de adquirir los productos; no es sino hasta la posguerra donde la industria
busca seducir a las masas a partir de aquí la producción mercantil y su
mecanismo de seducción se convierte en principio general de organización de la
economía manufacturera, mediática y cultural que a partir de entonces está
basada en la incitación a la compra, el estímulo de los afectos, la diversión, la
moda y lo perpetuamente nuevo
En este capítulo se menciona también la economía de mercado y conquista de los
consumidores donde las empresas compiten despiadadamente para conservar o
ganar partes del mercado mediante productos, imágenes y servicios que,
renovados permanentemente, se crean considerando su poder de atracción;
también se menciona que desde el advenimiento de la sociedad de consumo de
masas, el sistema productivo se ha dedicado a integrar cada vez más
sistemáticamente operaciones de seducción en su oferta con el fin de ganarse el
favor de los consumidores
X. SEDUCCIÓN, MANIPULACIÓN, ALIENACIÓN
En este capítulo se toca el tema acerca de cómo la industrialización de la
seducción ha generado también sus detractores donde se la acusa de incentivar el
egoísmo humano, la superficialidad así como de crear un mundo de insignificancia
e ilusiones, se destaca en este capitulo como este tipo de forma en que se concibe
el mercado busca uniformizar los gustos y pensamientos en todo el globo, al
prometer el consumismo como el paraíso genera también las frustraciones,
insatisfacciones y frustraciones de la mayoría debido seguramente a la falta de
capacidad económica, un cuerpo estereotipado, o no encajar en los estándares
que la sociedad impone.
En este capitulo se menciona que el capitalismo de seducción al ser un sistema
basado en el estimulo incesante de los deseos, fue comparado con una maquina
para el amaestramiento y dominación social para el beneficio de las empresas,
para los pensadores críticos detrás de las marcas y las imágenes de publicidad
existe un sistema de control social.
De este modo ya no se trata de ajustar la oferta a la demanda, sino la demanda a
la oferta. Al crear esas necesidades que el aparato productivo quiere satisfacer, el
capitalismo de seducción no se caracteriza solo por un proceso de racionalización
de los modos de vida y la economía, sino que se confunde con una máquina de
control integral del mercado y del inconsciente de los consumidores.
XI. MAÑANA, ¿CÓMO SERÁ LA SOCIEDAD DE SEDUCCIÓN?
En este capítulo se plantea los peligros que afronta el capitalismo de la seducción
y su sociedad, así como formular las preguntas acerca de si la sociedad de la
seducción tiene futuro; las críticas dirigidas al capitalismo de seducción no se
limitan ya a las insatisfacciones y frustraciones relacionadas con «la abundancia»:
se señalan como algo central las amenazas de cataclismos que pesan sobre el
porvenir de la humanidad y del planeta Tierra. Indiferente al futuro planetario,
centrado en los goces privados y la búsqueda de un beneficio
inmediato, el capitalismo de atracción se ve estigmatizado como fuerza
apocalíptica que, bajo la apariencia del entretenimiento y del vivir mejor, precipita
a la humanidad hacia el abismo.
En un mundo basado en la competencia económica, resulta ingenuo creer que las
normas ecológicas tendrán el poder de decapitar la economía de lo efímero y de la
captación de deseos. El universo hipermoderno de los mercados consumistas
conduce inevitablemente a innovar, propone novedades, renovar sin descanso la
oferta y, todo esto, para diferenciarse de los competidores

Para finalizar se menciona en este capítulo que, en las economías fuertemente


competitivas, los industriales tienen que crear continuamente nuevos productos y
suscitar, entre los consumidores, el deseo de comprarlos.

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