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Universidad de Oriente

Núcleo de Monagas

Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas

Departamento de Ingeniería en Sistemas

Economía
De
Venezuela

Profesor:

Tomas López Bachiller:

Rengel Enmanuel

C.I: 26925030

SECCION: 02

Noviembre 2018
En el campo económico, los pensadores del siglo XVII defendieron la economía
dirigida y planificada por los Estados y, en esta línea, el mercantilismo creó las
condiciones indispensables para el desarrollo del absolutismo, ya que las aduanas y los
impuestos directos e indirectos sobre el consumo sirvieron para mantener un ejército y
una administración centralizados y, además, para los gastos de la corte.

La concepción económica de la época se basada en que la riqueza de un país


equivalía a la cantidad de metal precioso y moneda que poseía y es así como surge el
mercantilismo, el cual es un movimiento cuya función fundamental era tratar de activar
la balanza comercial por medio de la exportación de productos suntuarios y la
restricción de las importaciones.

En este orden de ideas se encuentra la América Precolombina de numerosas


especies vegetales, muchas de las cuales eran desconocidas por los europeos, tales como
maíz, cacao, patatas, vainilla, quina y frutos tropicales a estos cultivos, los españoles
sumaron a diversas especies europeas, siendo el trigo y la caña de azúcar los de mayor
difusión. Además, como la ganadería autóctona eran, sin embargo, muy pobre: vicuña,
llama y alpaca le introdujeron especies domésticas europeas que fueron pues un factor
importante y es en este sentido como surge la hacienda, la cual significaba la
subsidiaria consolidación de la gran propiedad y representaba una unidad económica y
social autónoma, basada en el cultivo y la ganadería y completada por pequeñas
industrias.

Con el transcurrir del tiempo y con las actividades de la colonización se da apertura


a tres nuevos actos comerciales (África-América-India) y se estimula fuertemente la
economía de la época al originar una mayor demanda de toda clase de producto y que
dio origen a una oferta más variada. No obstante, la mayor repercusión la tuvo la
afluencia de metales preciosos como el oro y la plata.

Las especiales características del monopolio del comercio colonial favorecieron la


creación de colosales fortunas y dieron un impulso decisivo a la formación del
capitalismo junto al beneficio del comercio con la explotación de la mano de obra,
indígena primero y luego la negra lo cual influyó en las actividades comerciales.
Venezuela, como parte de la América Latina colonizada, no escapó o no estuvo
exenta a toda esa realidad y a través de su historia, ha pasado por muchos altos y bajos
en lo que a materia económica se refiere.

Antes de depender del petróleo, época que data de finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX, Venezuela, basaba su economía en la agropecuaria más
específicamente en el café del que llegó a ser el segundo país a nivel mundial con mayor
producción de dicho producto, en sustitución del cacao. Es decir, durante el siglo XX la
economía venezolana sufrió un vuelco transcendental. La nación, que hasta entonces se
había apoyado en una economía básicamente agrícola y ganadera de dimensiones muy
modestas se convirtió en pocos años en uno de los principales productores y
exportadores de petróleo a mundial.

Este cambio modificó profundamente los patrones de comportamiento del país y


afectó también las corrientes del pensamiento, en otras palabras, ya para el año 1920
ocurre un punto de inflexión en la economía venezolana ya que presenta un declive en
la exportación de productos agrícolas y se produce lo que sería la apertura a la
exportación petrolera.

Cuando Venezuela captó la importancia que estaba adquiriendo en el mercado


internacional, fue concentrando su atención en como beneficiarse mejor del regalo que
se había encontrado en su subsuelo, el petróleo. Este producto era de la nación aunque
no contara con la tecnología para explotarlo. Se hacía necesario que participara
parcialmente en la explotación y las trasnacionales debían ser obligadas a refinar en el
país y los beneficios tenían que ser compartidos equitativamente entre las
concesionarias y la nación.

El crecimiento de la economía venezolana a través del petróleo fue tan grande que
para el año 1929 ya tenía la segunda mayor producción de petróleo del mundo y era el
país con mayor exportación del mundo, llegando así el sector petrolero a dominar todos
los demás sectores económicos del país. Esta expansión petrolera dio origen al
abandono de los campos agrícolas por parte de los obreros, quienes en busca de mayor
calidad de vida se les hacían mejores las ofertas de trabajo realizadas por las industrias
petroleras.
A partir de 1925 gracias la explotación del petróleo Venezuela había superado la
renta per cápita de Perú y Colombia, y a partir de 1926 experimentó un gran crecimiento
que haría que se convirtiera en el país con mayor renta per cápita de América Latina y
con ello se motivó la llegada, en grandes proporciones, de inmigrantes europeos y
latinoamericanos. Entonces, es evidente que el crecimiento económico de Venezuela
entre los años 1920 y 1980 fue extraordinario, con una expansión del 75 por ciento más
alta que la de toda América Latina y 45 por ciento superior que la del mundo
desarrollado, esto como respuesta a la gran explotación que hicieron desde 1920 a1930,
década en la cual logró emparejarse con las demás economías latinoamericanas y a
partir allí hasta finales de 1950 se alejaría de sus vecinos tal que su producto por
habitante alcanza a ser algo más del doble del de sus vecinos.

Entre los años 1949 y 1950 se abrieron las refinerías de Cardón y Amuay y en 1960
se creó la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), en ese mismo año se constituía
en Bagdad la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y para 1974 se
obtuvieron por fin alzas espectaculares, que en algunos casos, hasta duplicaron los
precios anteriores.

Aunque a corto plazo los beneficios fueron sustanciales a largo plazo los países
consumidores reaccionaron con la creación de tecnología con menores exigencias de
combustible y la explotación de nuevas fuentes de energía. Además los nuevos precios
incrementaron significativamente la oferta, al hacer rentable explotaciones de
yacimientos hasta entonces inactivos. La OPEP perdió parcialmente el control del
mercado y, en 1986 los precios se desplomaron. La preocupación por la dependencia
mono productiva iba en aumento y para ese mismo año Arturo Uslar Pietri se atreve a
alertar sobre la necesidad de sembrar el petróleo ya que consideraba que este debía ser
motor de crecimiento y no simple fuente de enriquecimiento.

La fragilidad de las bases sobre las que se sustenta la nacionalización petrolera


queda más evidentes en la discusión de la década de 1990 cuando se vuelve a hablar de
la conveniencia de abrir PDVSA a la participación privada y de hecho en 1997 se
comenzó a poner en práctica la llamada “apertura petrolera” en la que ha jugado un
papel importante el capital extranjero.

Cabe destacar que para 1939, cuando ya Venezuela está convertida en un enclave
económico de las compañías extranjeras, se propone la creación de un organismo
central que respaldara efectivamente la emisión de dinero, regularizara el crédito y se
preocupara de pensar y ejecutar una política monetaria pertinente a nivel nacional y es
así como nace el Banco Central de Venezuela, el cual supuso una etapa decisiva en la
concepción de la economía nacional como un conjunto que había que coordinar
armónicamente.

En torno a este acontecimiento se desarrolló un arduo debate acerca de sus


oportunidades, conveniencia y funciones y se llegó a impugnar por inconstitucional, ya
que Venezuela poseía tres bancos oficiales (Agrícola y pecuario, Obrero, Industrial que
respondían sobre todo a necesidades de crédito por parte de los sectores productivos
correspondientes. Además, se veía como un inconveniente dado al poco desarrollo de la
economía monetaria ya que se calculaba que casi las tres cuartas partes de la economía
funcionaban con el sistema de canje y fichas, y que los grandes exportadores efectuaban
regularmente sus operaciones de cambio a través de las casas comerciales. Aunado a eso
existía el temor de que se centralizara la emisión y lejos de controlarla se anarquizara la
cantidad de dinero circulante. Hasta entonces la cantidad de dinero emitido respondía a
la disponibilidad de las reservas en oro depositadas en las bóvedas de los bancos y, un
Banco Central podía ceder a las presiones fiscales del Gobierno y emitir dinero
inorgánico para responder a las exigencias de un gasto público creciente y desbocado.
Sin embargo, prosperaron los razonamientos de quienes favorecían la creación del
Banco Central siendo su inauguración oficial el 1 de enero de 1941.

Una vez constituido el Banco, sus funciones se fueron definiendo y ampliando a lo


largo de los años, siguiendo un camino paralelo al que se estaba dando en otros países
del mundo. Tocaba a los bancos centrales proteger el valor de la moneda nacional, fijar
su tasa de cambio con monedas extranjeras, emitir dinero con respaldos suficiente, que
una vez eliminado el patrón- oro podía consistir también en divisas de valor
internacional reconocido. Era responsable de proteger las reservas internacionales de la
nación, constituirse en contralor y prestamista de última instancia del sistema
financiero, fijar las tasas de interés, manejar la deuda pública y desempeñarse como
depositario de los fondos públicos.

Las contrariedades y expectativas, planes, proyectos e ideas fueron muchas con la


creación del Banco Central y hasta 1980 se insistió en la necesidad de fortalecer la
participación del Estado en la economía para contrarrestar la influencia de las
compañías extranjeras, más tarde para financiar grandes proyectos que permitieran a
Venezuela salir del subdesarrollo. Sin embargo, en el Manifiesto de Porlamar (1985) se
muestra preocupación alarmante por la creciente concentración de poder en manos del
gobierno y se llega a describir a Venezuela como un Capitalismo de Estado.

Últimamente se ha generado una amplia discusión en torno a la conveniencia o no


del Banco Central y su autonomía ante el Ejecutivo y, a pesar de la experiencia
venezolana, se ha indicado que la legalidad y la realidad no siempre avanzan al unísono
por lo que aun cuando la Ley de 1992 le otorga mayor autonomía que la de 1987 el
equilibrio de fuerzas políticas hace imposible que un Directorio de la Banca Central
pueda resistir a las presiones de un gabinete de gobierno.

Es el Banco Central el encargado de emitir los infórmenes comerciales del país los
cuales son base para las investigaciones y estudios económicos y de acuerdo con él el
gobierno de 1998 recibió alrededor de 325 mil millones de dólares a través de la
producción petrolera y la exportación en general y para 2001 un aumento significativo
de los precios internacionales del petróleo permitió recuperar la economía de una fuerte
recesión sufrida durante 1999, sin embargo, un sector petrolero relativamente débil, una
alta fuga de capitales y una caída temporal en los precios del petróleo evitó que la
recuperación fuera mayor.

Desde que Hugo Chávez impuso estrictos controles cambiarios en 2003, en un


intento de evitar la fuga de capitales se han producido una serie de devaluaciones de la
moneda y para 2015 Venezuela obtiene la tasa de inflación más alta del mundo,
superando el 100% interanual, convirtiéndose así en la tasa más alta en la historia del
país y según la Agenda Internacional de la Energía (AIE) para agosto de 2015
Venezuela tenía una producción de 2,4 millones de barriles por día.

Finalmente, para 2013-2018 la economía de Venezuela sigue marcando índices


inflacionarios exacerbados y con Nicolás Maduro en la presidencia se han tomado
medidas que lejos de traer soluciones lo que se ha logrado es el recrudecimiento de una
crisis financiera y económica que ha minado todos los sectores de la vida nacional. El
anuncio de medidas económicas y cambiarias que entraría en vigencia el 13 de febrero
de 2018 se concretó en una nueva devaluación, con el anuncio para marzo de la
eliminación de 3 ceros a la moneda nacional y para y la reconversión con la eliminación
de 5 ceros para julio del mismo año, consecuencias: hiperinflación, escasez, destrucción
del empleo y la educación, disminución de las importaciones, explotación minera
indiscriminada y sin control, poca o nula extracción de hierro, privatizaciones generadas
por falta de ingresos para financiar la inversión industrial, caída en la producción de
Bauxita y aluminio, deterioro y caída irremediable en la producción agrícola y ganadera,
decrecimiento en la actividad turística, altas tasas de mortalidad por desnutrición y la
desasistencia hospitalaria, entre muchas otras que van en detrimento de la vida del
venezolano.

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