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Ruth Sautu

Selección de los casos en la investigación científica en


ciencias sociales

Recordemos que el diseño de una investigación, cuantitativa o cualitativa, debe


necesariamente especificar los tres elementos básicos de un proyecto: el marco
teórico, los objetivos, el general y los específicos, y la metodología. Esta última
involucra: señalar el método a utilizar, la definición espacio-temporal del estudio, la
selección de las fuentes de datos y cuando corresponda la selección de los casos a
investigar, una descripción de los instrumentos de construcción de la evidencia
empírica, y los procedimientos para obtener los datos y su análisis. Todo lo cual
permite responder a los objetivos específicos. Recordemos también que las definiciones
teóricas impregnan todos los pasos de la investigación desde los objetivos hasta el
informe final. La posición de este documento es que no existe un quiebre
epistemológico entre los diseños de investigación que utilizan las metodologías
denominadas cuantitativas o cualitativas. En el marco del método científico existen
diferentes estrategias teórico-metodológicas que configuran diversos procedimientos
de investigación. Los objetivos de investigación formulados desde teorías requieren
procedimientos diseñados de manera específica.
El propósito de este documento es discutir la selección de los casos sin perder de vista
el encuadre que acabamos de resumir. Reservaremos el nombre genérico de selección
de casos a estudiar para todas las metodologías, cuantitativas o cualitativas, y
utilizaremos la designación de muestra preferiblemente para los casos en los cuales se
apliquen procedimientos de muestreo estadístico, aleatorios y no aleatorios.

Muestra significa un segmento o parte de una población seleccionada con el propósito


de conocer algunos aspectos o características de esa población, de allí que podamos
decir que la muestra es representativa de la población. Las muestras aleatorias nos
permiten realizar inferencias estadísticas válidas, estimaciones de los valores de la
población. Las muestras no aleatorias también se pueden extraer para que sean
representativas del todo, aunque los valores calculados no puedan asumirse como
estimaciones estadísticamente válidas de la población. Sobre esto volveremos.


 
En el caso de la selección de casos para un estudio que utiliza una metodología
cualitativa decimos que aquellos incorporados para su análisis son instancias válidas de
la población de la cual provienen. Una silla Thonnet es una instancia válida del
conjunto universal de objetos que designamos como sillas. Un estudio de una selección
de sillas Thonnet permite describirlas, establecer su historia y estilo, inferir quienes las
usan, y cuestiones similares. Su propósito no es establecer el nivel de difusión del uso
de ese objeto cultural en la sociedad actual porque para ello necesitaríamos una
muestra aleatoria de la población a estudiar. Obviamente podemos decir que, entre
otros usos, sirven para sentarse. Cuando en una investigación cualitativa
seleccionamos casos utilizamos la misma lógica que con las sillas Thonnet. El caso es
una instancia válida de esa clase de objetos, personas, entidades específicas las cuáles
deseamos conocer. Volveremos sobre el tema con los ejemplos.

Quedamos entonces que utilizaremos el concepto de muestra para referirnos a la


selección de unidades de una población en una investigación cuantitativa, y selección
de casos cuando se trate de investigaciones cualitativas. Más aún, hablaremos de
unidades de análisis en el primer tipo de metodologías y casos en la segunda.

Una última aclaración. En todas las investigaciones debemos situar espacio-


temporalmente las poblaciones objeto de nuestro estudio. La definición y delimitación
de la población (también designado universo) es un tema que se responde
teóricamente y se adecua empíricamente. Es teórico porque todo no va con todo. El
objetivo de investigación, como ha sido planteado desde el marco teórico, requiere que
el estudio se posicione en un tipo de población y no en otro. Es una lógica de sentido
común: ¿dónde en alta probabilidad o con seguridad, ocurre aquello que quiero
estudiar? ¿a quienes les pasa lo que me interesa conocer? ¿en qué parte del globo
terráqueo tienen lugar esos sucesos?, ¿en qué momento histórico ocurrió?, etc.

Cuándo los objetivos ameritan una investigación cuantitativa la población/universo


define contornos que contienen unidades bien diferenciadas (o que intentamos
diferenciar) las cuáles pueden ser identificadas en espacio y tiempo. Por ejemplo,
podemos tener escuelas del Distrito IX de la ciudad de Buenos Aires; alumnos de
escuelas primarias de CABA; alumnos inscriptos en la UBA que han rendido por lo
menos un examen en el último año; hogares de todo el país; circunscripciones
electorales de la provincia de Córdoba, las ediciones del diario La Nación de las primera
década del siglo XX, etc. Estas son las unidades que seleccionaremos directamente en


 
la muestra. Pueden, como veremos, servir de base para construir unidades. Este sería
el caso en el cual, por ejemplo, agrupamos hogares localizados en un área de la
ciudad, elegimos áreas y dentro de estas los hogares, y dentro de los hogares la o las
personas a entrevistar.

En una investigación que amerita utilizar un método cualitativo debemos también


situar nuestro objeto de estudio espacio-temporalmente. Aquí definimos la clase de
entidad/caso que estudiaremos que generalmente la contextualizamos geográfica e
históricamente. Caracterizamos los casos describiendo sus atributos distintivos. Por
ejemplo una manifestación política en la calle; mujeres migrantes internas que residen
en una villa miseria; el hospital oncológico público que atiende población muy pobre.

Las etapas en la selección de los casos son las siguientes. La ya mencionada de definir
la población/universo a partir de criterios teórico-metodológicos que devienen de los
objetivos específicos del estudio (recuerden que digo específicos y no solo general).
Segundo, definir teóricamente los criterios de selección de los casos/unidades y su
aplicación práctica en el campo. Tercero, decidir las técnicas/instrumentos que nos
permitirán acceder a dicha selección/muestra. En los métodos cuantitativos el
muestreo aleatorio o no aleatorio se ubica en esta etapa (nunca antes). Por supuesto
que las tres etapas están acollaradas, una influye a la otra y viceversa; es decir, de
cómo podré acceder a los casos y el tipo de técnica que debo usar, con frecuencia me
obliga a redefinir teóricamente mis objetivos.
El documento espera dejar un mensaje: existe una cierta lógica/teórica en la selección
de los casos que es común a cualquier tipo de investigación científica en ciencias
sociales ya sea que se utilice una metodología cuantitativa o cualitativa. Esto explica
que la manera en que he organizado el documento sea poco convencional. La
estrategia de presentación será la siguiente: primero, hemos seleccionados cuatro
ejemplos y mostraremos como fueron seleccionados los casos/unidades; segundo,
presentaremos en forma esquemática, incluyendo ejemplos, los procedimientos
estadísticos de muestreo en investigaciones cuantitativas y los tipos de selección de
casos en investigaciones cualitativas1; para finalizar trataremos de reseñar los
elementos comunes a todo procedimiento de selección de casos/muestreo.

                                                            
1
Los ejemplos presentados en este documento provienen de estudios realizados por miembros del
equipo en el cual trabajo. La razón es que poseo información detallada sobre sus procedimientos, los
cuales por otra parte con frecuencia no aparecen explicitados en las publicaciones de los resultados.


 
Ejemplos de selección de los casos/muestreo en investigaciones que utilizan
metodologías cuantitativas y cualitativas

Estructura de clase, cierre y movilidad social


La investigación de Dalle (2011) tiene como objetivo analizar patrones de
movilidad/inmovilidad social intergeneracional en el Área Metropolitana de Buenos
Aires (AMBA). Entre sus objetivos específicos mencionaremos: estudiar la movilidad
inter-generacional (cambios entre orígenes/padres y destino/sujetos), y diferenciar
entre inmovilidad, movilidad de corta y larga distancia según el origen/padre. El
indicador de clase social es la ocupación; en su construcción se tuvieron en cuenta
varias dimensiones del desempeño ocupacional (Sautu, Otero, Dalle, & Rodriguez,
2007).

La base de datos utilizada por Dalle (2011) ha sido construida por Raúl Jorrat en el
Instituto Gino Germani; la misma permite estudiar la estratificación y movilidad social
en Argentina. Dalle solo utiliza los datos del AMBA. Los datos ocupacionales de esa
base fueron re-categorizados por Dalle para ajustarlos a la definición operacional de
clase social mencionada más arriba.

La población del estudio está constituida por los miembros de los hogares particulares
que ocupan viviendas en los distritos de la Ciudad de Buenos Aires y los 19 partidos
que se denomina con-urbano bonaerense. La unidad de análisis es un miembro adulto
del hogar seleccionado aleatoriamente.

La muestra, diseñada por Luis Acosta y Raúl Jorrat para todo el país, ha sido
construida en varias etapas. La base sobre la cual se extrae la muestra es un tabulado
del censo de población de 1991 en el cual se contaba a nivel de circuitos censales la
proporción de hogares según los niveles de hacinamiento. Esto es: cada unidad/hogar
en un circuito tiene dos rasgos-variables, número de personas y número de cuartos. La
media de personas por cuarto nos da el nivel de hacinamiento. Este es un rasgo-
variable del hogar. Se puede computar así para cada circuito la proporción de hogares
con más de dos personas por cuarto (o tres o más personas). Esta proporción es un
atributo (rasgo-variable) del circuito. Esto nos permite saber para cada provincia
cuales son los circuitos con altos porcentajes de hogares con hacinamiento mayor de
2. Se cálculo también el porcentaje de hogares en el circuito con hacinamiento de 3 y
más personas por cuarto. Cuando para una jurisdicción se grafica la distribución de


 
hogares según si se considera uno u otro valor, el porcentaje de hogares con 3 y más
personas deja una distribución con una mayoría acumulada en menos de 3 , es decir
dicotomiza más la población de hogares entre los más pobres y el resto. De allí que se
prefirió usar el valor de 2 y más.

Una vez categorizados los circuitos se armaron estratos según prevalencia de


diferentes porcentajes de hogares con hacinamiento y dentro de cada estrato se
seleccionó la muestra de circuitos y secciones dentro de ellos. Con los datos catastrales
se contó con el mapa de manzanas y las calles donde se ubicaban. Según instrucciones
dadas a los encuestadores se seleccionaron hogares y dentro de ellos se sorteó para
ser entrevistada a una persona mayor de 18 años que conviviera en el hogar.

Dado los objetivos del estudio, la lógica de selección de las unidades/personas es la


siguiente. Primero, la unidad teóricamente relevante es el hogar. Segundo, con una
alta probabilidad las ocupaciones de los miembros adultos se mantienen dentro de un
margen de posiciones ocupacionales. Tercero, la clase social de un miembro adulto
conviviente se asume es representativo/predictivo de la clase social del hogar.

Los criterios de muestreo con frecuencia siguen las pautas internacionales; lo que se
acostumbra. No he visto escrito esos criterios, los infiero de la estrategia de muestreo
utilizada. Germani (1960/62) para su investigación de estratificación y movilidad social
en el Gran Buenos Aires, seleccionó jefes de familia; hoy en día que varios (o todos)
los adultos de ambos géneros trabajan parece más razonable seleccionar a alguno de
ellos para ampliar la imagen de la estructura de clase prevalente en un espacio
geográfico dado. Más aún, tengamos en cuenta que en una población envejecida como
la del AMBA, los jefes de hogar tienen una estructura de edad en la cual la incidencia
de los retirados y jubilados es sensiblemente mayor que lo que era hace cincuenta
años. Como los propios datos de nuestras encuestan muestran, con la edad avanzada
declina el estatus ocupacional y la capacidad de generar ingresos de las personas
(Bonaldi, 1994).

Como síntesis el ejemplo nos señala que en la selección de las unidades de análisis
prevalecieron criterios teóricos y también facticos.

Primero, en un estudio sobre clases sociales, cuando se define la población, es


necesario tener en cuenta donde postulamos que se asientan las clases. La unidad de


 
análisis para definir la población fueron los hogares los cuales pueden ser identificados
en el censo, el que constituye la base para diseñar la muestra.

Segundo, debemos postular cómo creemos que se distribuye el fenómeno a estudiar


(las clases sociales) en la población de hogares de la Argentina; para Dalle (2011) del
AMBA. Asumimos que las clases se distribuyen diferencialmente en los espacios
geográficos; es decir residen en distintos barrios. Se comenzó entonces por establecer
la probable incidencia de las clases en los distintos espacios geográficos. El censo
ofrecía datos a nivel de circuito, entre ellos un indicador de hacinamiento en la
vivienda que sabemos se encuentra asociado a la capacidad económica de la gente, lo
cual a su vez es predictivo de clase social.

Tercero, hay que tener en cuenta la probable distribución de las


categorías/subconjuntos en que se divide probablemente nuestro fenómeno. Sabemos
por los estudios antecedentes que cuánto más alta es una clase menor es su tamaño
relativo respecto de otras clases sociales; de allí que en la construcción de la muestra
sea necesario estratificar los circuitos censales. La razón de muestreo es inversamente
proporcional al tamaño de la categoría (cuando se analizan los datos es necesario
corregir las bases de datos usando los ponderadores de la muestra).

Clase social y rendimiento escolar entre estudiantes de la Universidad de Buenos Aires.

En 1960 se relevó el primer censo universitario de la UBA; respondieron a la encuesta


todos los estudiantes inscriptos que se consideraban a sí mismos alumnos de la
universidad (fue un criterio de auto-exclusión). La investigación de Sautu (1965) se
propuso estudiar el reclutamiento según clase social de las diversas facultades que
componían la UBA y medir la regularidad en los estudios como indicador de su
rendimiento.

El logro alcanzado en los estudios, del cual la regularidad es una consecuencia,


depende de una serie de circunstancias que dada la metodología cuantitativa utilizada
denominamos variables. El estudio aquí analizado postuló a las siguientes como
variables explicativas de la regularidad (indicador predictivo del rendimiento/logro en
los estudios): género, clase social de origen, trabajo remunerado. La investigación en
su marco teórico trabajó en profundidad los distintos tipos de variables que dan cuenta


 
del logro educativo. También analizó otros temas, además de los incluidos en Sautu
(1965)2, los cuales nunca se publicaron.

La población desde la cual se seleccionarían casos/unidades de análisis estaba


constituida por personas/estudiantes inscriptos en la UBA y censados; quedaron
excluidos aquellos estudiantes no registrados en el censo. Muy probablemente, para el
objetivo del estudio esa circunstancia dejaba afuera a los estudiantes muy rezagados
que habían abandonado. Esto introduce un sesgo en la población objeto de nuestro
análisis.

Previamente a la construcción de la muestra la matriz de datos fue “limpiada” es decir


se revisaron las distribuciones de las variables de género, edad, facultad, y se
eliminaron los casos inconsistentes. La muestra fue seleccionada desde esta matriz de
datos en la cual la unidad de análisis era cada estudiante registrado según la fecha de
inscripción en cada facultad. Se construyó una muestra sistemática de un tercio de los
casos (exagerado tamaño); es decir, a partir de un número elegido al azar se tomó
una de cada tres. La muestra sistemática es una variante de la simple al azar que en
nuestro caso asigna igual probabilidad a todos los inscriptos; es por lo tanto aleatoria,
lo cual permite inferir parámetros del universo.

Decidimos extraer una muestra sistemática sobre el padrón vigente de inscriptos


según el año de ingreso tomando separadamente cada facultad. Tomamos en cuenta la
facultad porque esta puede influir en los niveles de logro y los alumnos están
ordenados por año de ingreso para asegurar que en aquellos años en los cuales hubo
más inscriptos aparezcan más casos en la muestra.

La lógica del criterio de muestreo elegido es que la inscripción a lo largo de los años
refleja el reclutamiento selectivo en la UBA, por género y clase social de origen y como
va variando con el correr de los años. Muestra además los tiempos que a los alumnos
vigentes en 1960 les ha demandado alcanzar el año que estaban cursando. Además

                                                            
2
El objetivo del estudio era estudiar los niveles de logro académico de los estudiantes de la UBA. En el
marco teórico se discuten tres conjuntos de circunstancias, que en la metodología cuantitativa se
construyen como variables independientes, las cuales se postula daban cuenta, o explicaban, los
diferentes logros de los estudiantes. El primer conjunto son variables referidas a la familia (clase
social, universitarios en la familia, etc.) y al alumno (trabajo, género, edad, etc.); el segundo al
comportamiento del alumno, o hábitos de estudio, y el tercero a los pares. La variable dependiente
era logro (construida con varios indicadores).
 


 
aleatoriza la influencia de la mayor exigencia que demandan los diversos tipos de
carreras.

La variable dependiente regularidad en los estudios se midió comparando los años


transcurridos desde la inscripción en la UBA y el año que se estaba cursando. Para
medir la clase social de origen se utilizaron los datos de los padres. Las clases se
construyeron usando como contexto/criterio estratificador los datos de la encuesta de
estratificación social de Germani (1960/62).
En aquellas investigaciones en las cuales se cuenta con un registro/listado de las
unidades que componen el universo/población la mejor estrategia de muestreo
aleatorio es la sistemática cuando, como en el ejemplo elegido, ellas han sido
ordenadas siguiendo un criterio. Por ejemplo en una investigación de series de textos,
revistas, periódicos, o similares se puede utilizar las fechas de edición. En todos estos
casos es necesario mostrar que no existe un sesgo en la sistematicidad de las
ediciones; por ejemplo que siempre seleccionamos la edición dominical.

Elección de escuelas entre niños con dificultades auditivas

La investigación de Najmias (2012) se propone indagar cómo deciden los padres a qué
escuela enviar a niños con dificultades auditivas en el ámbito del AMBA. Se trata de
una población de dimensiones pequeñas y de difícil acceso. No existe, como sucede
con otras discapacidades, un censo individualizado de personas, especificando sus
edades, categorizadas como sordas o hipo-acústicas. Por otra parte su asistencia
escolar está dispersa en una multiplicidad de establecimientos diseminados en el área
geográfica bajo estudio. Más aún, como la autora lo señala los padres son reticentes a
dar entrevistas y prácticamente no se puede contar con el apoyo de directivos
escolares o especialistas de la salud.

La estrategia que utilizó Najmias (2012) fue la denominada bola de nieve, o de


contactos y referencias de conocidos. Esta decisión es acertada ya que, no tuvo otra
opción, su propósito no era estimar valores del universo ni generalizar acerca de la
demanda de educación sino reconstruir el difícil proceso de decidir a qué escuela
enviarlos y lograr que fueran aceptados.


 
Utilizando una guía de entrevista en profundidad, cuya aplicación en el campo era
flexible/no estructurada, el estudio se detiene en el primer diagnóstico médico y
recorre todas las dudas, idas y vueltas, pruebas y rechazos de las escuelas, fracasos e
indecisiones, en un análisis profundo y detallado de cada uno de los casos estudiados.
La síntesis final muestra el papel de los padres y la importancia de contar con el apoyo
de una legislación protectora en materia de discapacidad.

Condiciones sociales y culturales de la donación de órganos

Los temas en los cuales se confronta un deber ser cultural con una realidad cotidiana
son muy difíciles de investigar. Se trata de describir y comprender la sutil
configuración de valores morales, disposiciones personales e interpretaciones de la
realidad construidas colectivamente y puestas de manifiesto en expresiones verbales.
Obviamente Freidin (2000) no podía recurrir a una metodología cuantitativa para su
investigación sobre la donación de órganos. Optó por realizar grupos focales los que
diseñados, conducidos y analizados de manera teórica y metodológica adecuada
permiten desentrañar la construcción colectiva de pautas y modelos socio-culturales.

La tarea previa a la realización de los grupos focales es su diseño. Allí se establecen


teóricamente los criterios de selección decidiendo cuántos grupos se llevarán a cabo y
cuáles serán los atributos de los participantes en cada tipo de grupo diseñado. Al igual
que se hace en los grupos de diseños experimentales, los participantes son asignados
según sus características a los diversos grupos focales. El reclutamiento por lo tanto es
el de buscar los casos que reúnan los atributos personales buscados e invitarlos a
participar en los mismos. Una de las estrategias recomendadas es formar grupos
contrastantes en aquellos atributos teóricamente claves.

Teniendo en cuenta los objetivos de su investigación, Freidin (2000:37/46) decidió


conformar grupos en sectores socio-económicos medios (cinco grupos) y en sectores
socio-económicos bajos (seis grupos). En ambas clases se combinaron género y edad;
así formaron grupos de varones adultos y jóvenes, y de mujeres también adultas y
jóvenes. Los tramos de edad fueron de 18-30 años de edad y de 31-49 años. En todos
los casos se debió, como es usual, recurrir a la colaboración de reclutadores en el
campo; personas que conocen familias y personas y las invitan a participar.


 
Los grupos focales no se proponen mirar asociaciones ni distribuciones, tampoco se
proponen asignar rasgos a grupos de personas. El propósito de esta metodología es
rastrear en dimensiones subyacentes que emergen de la dinámica de grupos. La
discusión del grupo, al igual que el grupo terapéutico, hace aflorar manifiestamente
elaboraciones psicológicas de pautas culturales, de representaciones colectivas. Como
en la sociedad no existe uniformidad, el estudio plantea la conformación de varios tipos
de grupos.

La etapa del diseño: la selección de casos

En metodología hablamos de etapas como una forma de simplificar la exposición de


nuestras ideas. Una investigación es un todo que solo se cristaliza totalmente cuando
se ha concluido el análisis y publicado los datos. Ya sea que utilicemos una
metodología cuantitativa o cualitativa el cambio es permanente, porque aún con una
encuesta el análisis de la matriz de datos es una oportunidad para nuevas
construcciones.

En la selección de los casos los métodos cualitativos son más flexibles ya que por
ejemplo en una encuesta una vez que realizamos el trabajo de campo es difícil
cambiar. No así en métodos cuantitativos de análisis de datos secundarios estadísticos
o de contenido; siempre se puede agregar, sacar, reconstruir categorías y cuadros.

Flick (2004:79) reproduce un cuadro en el cual se compara el muestreo teórico, propio


de la investigación cualitativa, con el estadístico, usado en investigaciones
cuantitativas. En los primeros, según ese autor, es difícil delimitar de antemano la
población y la selección de casos se realiza por etapas a medida que se accede con
mayor precisión a nuevos casos. Estas circunstancias hacen a veces imposible
establecer de antemano el tamaño de la muestra. En cambio, en la investigación
cuantitativa la población, sus atributos y distribución se establecen de antemano, lo
cual permite diseñar tanto el tamaño como el tipo de muestra a ser extraída.

En la práctica la situación no es tan clara como surge de la dicotomía anterior. Existen


casos de investigaciones cualitativas dónde conocemos bastante claramente las
características de la población de base en la cual seleccionaremos nuestros casos. Tal
es el caso de un estudio de una comunidad como el que llevo a cabo Boniolo (2011).
Su objetivo era reconstruir la trama de la corrupción en un barrio pobre del conurbano

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bonaerense; su trabajo voluntario en la escuela local le permitió conocer familias con
diversas inserciones sociales y laborales. Sus casos fueron seleccionados tomando en
cuenta la diversidad de esas situaciones.

Un ejemplo semejante al anterior es el de una investigación documental que utilice una


metodología interpretativa. Los documentos, textos, films, videos, etc. son conocidos
de antemano. Su selección se hará siguiendo ciertos criterios previos relevantes al
objeto de estudio.

En cuanto a las investigaciones que utilizan muestreos estadísticos puede darse el caso
de trabajar con una población definida en teoría pero empíricamente muy indefinida
porque es de difícil acceso. Tomemos como ejemplo (inventado) un estudio sobre la
desocupación entre pobladores de villas miserias del AMBA. La ubicación territorial de
las villas es conocida, sus límites precisos y el número de familias y personas puede
ser desconocido. Una muestra aleatoria puede sortear villas (previo listado y
caracterización). Realizar fotos aéreas de las villas de la muestra y seleccionar
aleatoriamente espacios en los cuales ubicar hogares a entrevistar.

La construcción de la población a partir de la cual se realizará la selección/muestreo de


los casos es una etapa compleja que demanda muchas idas y vueltas. Incluso en casos
en que la población este conformada por hogares de un determinado circuito, es
necesario decidir que residentes en qué momento son unidades de análisis aceptables.
La definición espacio-temporal de la población es más complicada, sin dudas, en un
estudio que utiliza metodologías cualitativas que en otro en el cual se utiliza una
metodología cuantitativa. La principal razón parece obvia. Si no podemos delimitar la
población, decidir que rasgos son los relevantes y contar con un acceso en cierta
medida asegurado mal podemos diseñar una muestra estadística. Esto no significa que
en los estudios cuantitativos la selección sea sencilla. El procedimiento de selección
puede ser también complejo. Recordemos los pasos de la muestra de Acosta-Jorrat
que utilizó Dalle (2011).

Muestreo estadístico

En el muestreo estadístico nos encontramos con dos grandes divisiones: muestras


probabilísticas y muestras no probabilísticas. En las primeras es crucial asumir que
conocemos las unidades que componen la población ya que la probabilidad de ser

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elegido debe ser conocida; puede no ser la misma para todas las unidades pero debe
postularse desde el inicio3.

Una vez definida la población y decidido el tipo de muestra su diseño demanda varias
decisiones. Primero, definir el marco muestral que es el listado o registro de todas las
partes/elementos que conforman la población; aquellas unidades a las cuales
efectivamente tenemos la posibilidad de acceder. En el ejemplo del estudio en la UBA
es el listado por fecha de inscripción a una facultad de los alumnos censados en 1960.
En el caso de una muestra multi-etápica como la de Acosta-Jorrat el marco muestral
son (según yo entiendo) los circuitos con sus correspondientes planos del catastro a
partir de los cuales se pueden sortear manzanas y elegir, según un procedimiento
prefijado, los hogares y allí la persona a encuestar.

Segundo, establecer cuál será la unidad de muestreo y los pasos que se darán para su
ubicación y selección. En el ejemplo de la muestra Acosta-Jorrat la unidad fueron las
personas sorteadas ubicadas en el contexto del hogar seleccionado en la última etapa
de la construcción de la muestra.

Tercero, decidir el tamaño de la muestra. Aquí intervienen varios factores; el más


determinante es el dinero con que se cuenta para el trabajo de campo. Luego, deben
tenerse en cuenta el tipo de análisis estadístico y el número de variables que serán
analizadas simultáneamente. Finalmente, y también determinante (porque como en
caso del dinero viene ya dado) la variabilidad en las variables claves que se presume
existe en la población/ universo.

Baranger (1992:48) nos ofrece un cuadro muy útil que establece los elementos a tener
en cuenta para decidir sobre el tamaño de la muestra: los valores presumibles de las
distribuciones de las variables principales en el universo, es decir su variabilidad
presunta; el margen de error en la estimación que estamos dispuestos a aceptar, y el
nivel de confianza que se establecerá para las estimaciones (2 o 3 desvíos). Así,
cuánto más heterogénea sea una población mayor deberá ser el tamaño de la muestra
si se desea aceptar un margen de error bajo y un nivel de confianza alto.

                                                            
3
La probabilidad de una unidad cualquiera de ser elegida es el cociente entre el número de unidades a
elegir en la muestra y el número de unidades en la población/universo al cual pertenece cuando dicha
selección se realiza por sorteo al azar.

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Cuarto, decidir qué tipo de estrategia de muestreo se utilizará; esto depende del tipo
de población y del nivel de heterogeneidad de los subconjuntos que conforman la
población. En poblaciones en las cuales coexisten subconjuntos poco numerosos con
otros muy numerosos (por ejemplo niveles socio-económicos) es conveniente
establecer en una muestra estratificada razones de muestreo diferentes
(probabilidades diferentes de ser incluido en la muestra).

Se pueden diseñar muestras aleatorias y no aleatorias (es decir selección en la cuál


interviene o no el azar); esto depende del propósito del estudio. Cuando una
investigación tiene como objetivo estimar valores de la población que permitan
generalizar sus resultados, entonces necesariamente debe recurrir a una muestra
aleatoria4. Cuando su interés es estudiar patrones de comportamientos, establecer
asociaciones entre variables, describir un proceso o fenómeno, no necesariamente
debe utilizar una muestra aleatoria. Esta decisión en realidad depende de la
disponibilidad de recursos para llevar a cabo un estudio. Siempre es preferible contar
con muestras aleatorias en las investigaciones que utilizan metodologías cuantitativas.
Entre nosotros solemos utilizar la estadística paramétrica en el análisis de los datos
aún cuando tenemos muestras no aleatorias y las variables no son exactamente
intervalares o métricas.

Existen básicamente tres grandes tipos de muestras aleatorias con sub-variedades; la


diferencia depende de cómo se aplican las probabilidades de las unidades del
universo/población y como se maneja el marco muestral. La primera es la simple al
azar. Debemos contar con un listado/registro que nos permita asignar a cada unidad la
misma chance de ser sorteada. Se utiliza por ejemplo en un congreso o seminario, en
una organización, escuela, es decir un ámbito con pocas unidades. Por ejemplo para
los docentes de la facultad de sociales se cuenta con los números de legajos. Se
pueden sortear con números al azar o se puede llevar a cabo una muestra sistemática
como la usada por Sautu (1965) descripta más arriba5. Segundo, las muestras
estratificadas en las cuales el marco muestral cuenta con un registro/listado o algún
tipo de base de datos en las cuales las unidades forman subconjuntos/estratos. En el
ejemplo de la facultad los estratos están conformados por tipos de docentes (titulares,

                                                            
4
Babbie (1996: capítulo 8), así como otros manuales de metodología, explica las razones por las
cuales solo con muestras aleatorias podemos estimar valores que son atributos/distribuciones que
asumimos caracterizan al universo (los denominamos parámetros).
5
La realización de muestra aleatoria es una tarea compleja en si misma que requiere tomar muchas
decisiones. Conviene consultar bibliografía especializada. 

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adjuntos, jefes, y auxiliares). La razón de muestreo es mayor cuanto menor es el
número de unidades en la población. Por supuesto que la matriz de datos antes del
análisis debe expandir la muestra usando como ponderadores la razón de muestreo.
Tercero, las muestras por conglomerados los cuales pueden ser áreas o conjuntos
reconocidos como tales (por ejemplo iglesias, clubes). Lo típico son las áreas
geográficas, que pueden ser circuitos electorales que cuentan con los listados de
votantes, circunscripciones censales para las cuales se cuenta con información sobre
hogares y viviendas, departamentos en las provincias, etc. Estas muestras
generalmente se implementan en varias etapas como es el caso de la muestra de
Acosta-Jorrat. En estas muestras por conglomerados en varias etapas la razón de
muestreo puede cambiar en cada una de ellas según los pesos de cada elemento en el
universo6.

Utilizamos muestras no probabilísticas cuando por razones técnicas o económicas no


podemos diseñar una probabilística; también podría pasar que dada la naturaleza del
estudio no tenga mucho sentido el esfuerzo. Tomemos por ejemplo una investigación
de los mensajes subyacentes a los titulares de diarios que presentan una notica dada o
un agente social dado. Aunque estimar parámetros del universo de diarios no tiene
mucho sentido porque el núcleo de nuestro tema es conocer los mensajes implícitos
deslizados en una noticia, deseamos conocer las pautas de tratamiento de ciertas
noticias. En un análisis de contenido cuantitativo podemos decidir seleccionar los
principales diarios del país durante los días iníciales, intermedios y finales del
suceso/situación que se está investigando. El criterio depende del conocimiento de la
práctica de los diarios sobre la ubicación y tamaño asignado a cada noticia.
Los diseños más conocidos de las muestras no aleatorias son el diseño por cuotas o lo
que Baranger (1992:52) llama casual. Las primeras requieren que se presuma o
estime cual puede ser el tamaño de subconjuntos en el universo/población, se calculan
las proporciones que representa cada subconjunto y a partir de allí se buscan unidades
que respondan (se ajusten) a las características de cada uno respetando la
proporcionalidad. Se puede diseñar también una muestra de cuotas cuando sin conocer
las distribuciones del universo/población se decide incluir un número dado de casos
(iguales o diferentes) que respondan a ciertos rasgos; por ejemplo varones adultos
desempleados que residan en barrios pobres de CABA y varones adultos desempleados

                                                            
6
Nada impide que una muestra por conglomerados seleccione al azar a algunas unidades colectivas y
luego entreviste a varios o todos los miembros.
 

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que residan en barrios de clase media o alta. Recordemos que las cuotas deben
analizarse separadamente y compararse los resultados.

La selección casual se puede aplicar juntamente con una estrategia territorial. Por
ejemplo tenemos alguna idea como están distribuidas las casas en una villa miseria y
con esta imagen en mente recorremos las callecitas/senderos y seleccionamos una
casa cada un número dado de casas tratando de cubrir toda el área (lo más posible),
tal como se hizo en una investigación en Isla Maciel (Sautu, Vujocevich & Griselli,
1996). Se contaba con un mapa de la parte urbanizada de la Isla y se reconstruyeron
los caminitos de la Villa usando la experiencia de trabajo en el barrio.

Además de casuales/intencionadas algunas muestras podrían ser denominadas “tómelo


o déjelo”. Esta es la situación que se nos presenta en las investigaciones que utilizan
una metodología de análisis secundarios de datos, más aún si él/la investigadora no
cuenta con la matriz de los datos y debe utilizar los tabulados de cruces de variables
disponibles. En estos casos no se eligen los casos/unidades sino las fuentes; y estas
son aquellas a las cuales se tiene acceso. Paredes (2011) reconstruye directorios
cruzados de corporaciones que operan en la Argentina; su unidad de análisis es cada
persona miembro de uno o varios directorios de empresas. Las empresas son solo
aquellas que aparecen en listados disponibles publicados. En este tema el acceso a la
información es difícil (o muy costoso).

Muestreo/selección teórico

En las investigaciones que utilizan metodologías cualitativas interesa la


representatividad de los casos seleccionados. Deben por lo tanto justificar que aquellos
que forman parte de su estudio son instancias válidas (casos típicos, propios) de la
población de la cual forman parte. El/los casos son de interés intrínseco (por sí
mismos) en toda su particularidad para la investigación que se propone (Silverman,
2000:102/103). Es el caso descripto de Najmias (2012) o del estudio de una
comunidad/un barrio determinado (Boniolo, 2011); allí en esos casos tienen lugar los
procesos, ellos pasan por esas experiencias que son las que queremos estudiar.

La selección de casos puede también partir de la elaboración de una serie de criterios a


partir de los cuales se buscan casos que se ajusten a ellos. Plotno (en curso) está

15 
 
trabajando con las trayectorias de familias de personas que por varias generaciones
cuentan entre sus miembros con profesionales universitarios, para compararla con
personas cuyas familias no contaron con profesionales, salvo el sujeto/presente de la
entrevista. Otro ejemplo de casos pre-establecidos es el de Freidin (2000) descripto
más arriba.
En los grupos focales en la selección de casos la mayor dificultad es el “matching” en la
composición de los grupos (semejantes en todo menos en las variables postuladas
como clasificatorias). Un ejemplo es el de Otamendi y Otero (2007) en la investigación
sobre actitudes hacia las armas de fuego en el AMBA; diseñaron grupos focales sobre
la base de una larga experiencia en el campo trabajando en instituciones cuyo
propósito era el control del uso de armas (ver nota 2 en página 358). El criterio de
selección más relevante fue la posesión o no de armas de fuego en el hogar. A su vez,
tuvieron en cuenta la clase social, ya que se partió del supuesto de que las personas
tienen diferentes experiencias y representaciones de la seguridad, la delincuencia, la
policía y la justicia según su posición social (Otamendi & Otero, 2007: Cuadro 10.1).
Siguiendo una lógica experimental, se establecieron 4 grupos de personas de ambos
sexos, edad 30-60 años: armados y no armados de clase media-alta y armados y no
armados de clase trabajadora. Para el grupo de clase media-alta se siguió un muestreo
bola de nieve mediante el cual se contactaba a personas armadas que a través de
conocidos de las investigadoras sabían que tenían armas. Para el grupo de clase
trabajadora, se procedió a contactar a líderes de organizaciones barriales con fuerte
presencia en una villa miseria de Capital Federal. Sin embargo, dado que la posesión
de armas de fuego de manera irregular es un delito, no fue posible organizar dicho
grupo por el temor que generaba una posible denuncia. De todas maneras sí se
pudieron organizar los grupos de no armados de ambas clases sociales.”
La selección que Baranger (1992) denomina casual se utiliza frecuentemente en la
investigación cualitativa. Las estrategias para diseñar muestras casuales pueden ser
muy diversas. El tema es adecuarlas a la situación y población estudiada. Si deseamos
estudiar, por ejemplo, una manifestación callejera de protesta nuestra muestra estará
conformada por aquellas personas participantes que estén dispuestas a contestar
nuestras preguntas en aquellos sitios a los cuales tengamos acceso (Freidin &
Perugorria, 2007). Podemos complementar la selección casual con las cuotas por
ejemplo por sexo y edad como hicieron Sautu, Boniolo, Dalle, Perugorría y Elbert
(2005) en sus entrevistas durante las protestas callejeras del 2001. Un detalle de la
metodología utilizada incluyendo la selección de los casos se encuentra en Brom, Dalle
y Elbert (2007).

16 
 
La metodología del estudio de caso o de múltiples casos (Yin, 1994) selecciona casos
intrínsecamente, es decir son esos por sí mismos y no otros porque el reemplazo sería
imposible o impracticable. Si deseamos estudiar por ejemplo las consecuencias
psicológicas y sociales de la tortura seremos afortunados si accedemos a una persona
que haya pasado por esas experiencias y esté dispuesta a revivirlas.

El caso, ese y no otro, existe con los rasgos que le son propios. Son casos que
podríamos denominar únicos porque son ocurrencias de sucesos o procesos históricos
que nos interesa investigar. Son irremplazables, aunque si fuera nuestro propósito
eventualmente podríamos encontrar eventos similares. Por ejemplo los levantamientos
Carapintadas que estudia Navarro (2007). Su objetivo es reconstruir las
interpretaciones históricas subjetivas de los protagonistas de esos eventos. Si Navarro
hubiera deseado realizar un análisis histórico de esos sucesos tendría que haber
utilizado otra metodología: el análisis de crónicas y diarios de la época. Es importante
tener en cuenta la diferencia profunda entre un estudio que se propone investigar en
profundidad los significados, fantasías, valores o emociones desde la perspectiva de los
propios actores, de otra planteada desde la perspectiva de los
observadores/investigadores.

Existe un rasgo de la investigación cualitativa que no debemos perder de vista. Los


casos nos resultan útiles en tanto y en cuanto sean instancias de los sucesos o
procesos que deseamos investigar. En el análisis de los datos no es la unidad lo que
cuenta sino el contenido de lo que emerge de sus relatos, testimonios, evidencias. A
diferencia de la investigación cuantitativa en que las unidades sirven para reconstruir
el todo, en la investigación cualitativa las unidades pierden interés para transferírselo a
ese todo que emerge de ellas. Son los modelos de trayectorias de vida en relación a su
contexto histórico; son las angustias, empeños y búsqueda de escuela de padres de
niños sordos o hipo-acústicos; es el imaginario colectivo respecto al comercio de
órganos; son las diversas formas de corrupción cotidiana a la cual se enfrentan las
familias de un barrio pobre.

¿Cuantitativo o cualitativo?

En toda investigación el diseño es único, propio para responder a determinados


objetivos teóricamente formulados. La metodología cuantitativa o cualitativa es

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pertinente a los supuestos epistemológicos y teóricos que sustentan esos objetivos. Se
pueden replicar estudios (misma teoría, objetivos y metodología) en los cuales la
población a estudiar posee rasgos semejantes a la del estudio replicado; en este caso
la selección de los casos se adecua a la nueva situación pero respetando los criterios
básicos.

En el contexto de un diseño, la selección de los casos afecta el resto de los


procedimientos metodológicos utilizados, incluyendo la validez y generalidad de las
conclusiones. Se construye específicamente para responder a objetivos.
Aunque en general la propia práctica de la investigación nos lleva a asociar
metodologías cuantitativas con la selección estadística de casos y metodologías
cualitativas con la selección teórica, ésta no es una regla de oro inmutable. No es lo
usual pero podríamos pensar en una selección estadística de casos para llevar a cabo
un análisis de contenido cualitativo de los significados subjetivos (por ejemplo) de
productos de una cultura. O aplicar criterios teóricos a la selección de textos de lectura
en un análisis de contenido cuantitativo; por ejemplo frecuencia de asociación entre
género y ciertos rasgos sociales y de personalidad.
La selección de los casos nos permite también articular en un mismo diseño
metodologías cuantitativas y cualitativas. Di Virgilio (2007) investigó la movilidad
residencial de familias/unidades domésticas residentes en barrios seleccionados del
AMBA. Su objetivo era analizar de qué manera la inserción en la estructura de clase
modela (o no) sus trayectorias residenciales. A tal efecto se seleccionaron barrios y
localidades que definen situaciones diferentes en la relación centro-periferia y están
expuestos a diferentes condiciones de segregación socio-espacial. En cada uno de ellos
se identificaron áreas de concentración de sectores medios que rodean o limitan con
villas o asentamientos de sectores populares. En cada una de estas localizaciones se
seleccionaron 50 familias de sectores medios y 50 de sectores populares utilizando
listados de varias fuentes (estudios previos, ONG, etc.).
En la primera etapa del estudio se realizaron encuestas a los jefes de hogar de las
familias seleccionadas; en la segunda etapa se llevaron a cabo entrevistas a 48 jefes
de hogar de la encuesta anterior, teniendo en cuenta lugar de nacimiento, sectores
medios o populares, y trayectorias residenciales.
Dalle (2011) en el estudio antes citado analizó datos de encuesta que le permitieron
establecer pautas de movilidad/inmovilidad intergeneracional desde la clase popular.
En base a los resultados de la investigación cuantitativa seleccionó teóricamente casos
teniendo en cuenta diferentes perfiles de trayectorias de movilidad/inmovilidad. Las

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historias de vida de los casos seleccionados le permitieron, entre otros objetivos,
articular la reconstrucción macro-social de los procesos de movilidad social con las
interpretaciones subjetivas de las experiencias personales de movilidad/inmovilidad
intergeneracional.
Ante la multiplicidad de estrategias metodológicas disponibles y las experiencias de
práctica de investigaciones, este documento tuvo como propósito señalar que la
definición teórica de los objetivos comanda el diseño, en el cual se inserta la selección
de los casos. La metodología utilizada responde a esos objetivos.
La selección de los casos, los criterios aplicados, el tipo de diseño elaborado para
elegirlos y acceder permea toda la investigación. Esto se hace evidente en el momento
del análisis de los datos: le pone límites. Puedo predicar, afirmar, generalizar, según
hayan sido los casos que incluí en mi estudio. Las volteretas literarias o saltos en el
vació no están permitidos en la investigación científica.

Referencias bibliográficas

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Desclée de Brouwer.
Baranger, D. (1992) Construcción y análisis de datos. Introducción al uso de técnicas
cuantitativas en la investigación social, Posadas: Editorial Universitaria.  
Bonaldi, P. (1994) Informe de beca UBACyT: “Clases sociales en el AMBA” (mimeo).
Boniolo, P. (2011) Las tramas de la corrupción, Tesis de doctorado, UBA (inédito). 
Brom, L.; Dalle, P. y Elbert, R. (2007) “Interpretaciones sobre corrupción, democracia
y desarrollo económico: entrevistas en manifestaciones colectivas de protesta”, en R.
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la teoría, los métodos y las técnicas, Buenos Aires: Lumiere.  
Dalle, P (2011) Movilidad social intergeneracional en el AMBA, Tesis de doctorado, UBA
(inédito).
Di Virgilio, M. (2007) Trayectorias residenciales y estrategias habitacionales de familias
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Freidin, B. & Perugorria, I. (2007) “Construyendo la identidad del movimiento
asambleario en contextos políticos cambiantes: una discusión teórico-metodológica”,

19 
 
en R. Sautu (comp.) Práctica de la investigación cuantitativa y cualitativa. Articulación
entre la teoría, los métodos y las técnicas, Buenos Aires: Lumiere. 
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eleccion de escuelas desde la perspectiva de familias de clase media en el AMBA, Tesis
de Maestría, UBA (inédito). 
Navarro, A. (2007) “Matrices y tipologías en el análisis cualitativo de datos: una
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