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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCION

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

DERECHO
AMBIENTAL
Lección VII:
REGIMEN DE AGUAS PUBLICAS

Presentado por:
 Claudia Escobar
 Tatiana Diaz
 Carlos Galeano

Prof. Abog. Emilio Gomez

Sexto Año – Décimo Segundo Semestre

Coronel Oviedo 2022


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Índice

Portada……...…………………………………………………………..1

Introducción…………………………………………………………….2

Índice……………………………………………………………………3

Contenido……………………………………………………………5-32

Conclusión………………………………………………………….…..33

Bibliografía…………………………………………………………….34
~3~

INTRODUCCION

El medio ambiente constituye la base de vida para el ser humano ya


que proporciona los elementos vitales para la existencia como el aire,
el ecosistema, el agua, la tierra y el habitad para los animales, al tener
gran relevancia de conocimiento es indispensable que conozcamos su
régimen y protecció n como recurso vital, como estudiantes de Derecho
tener la informació n necesaria para la defensa de intereses colectivos.

El agua al ser vital, comprende una serie de derechos tanto


particulares como colectivos que lo consagra nuestra propia
Constitució n Nacional que constituyes puntos de estudios.

En el á mbito jurídico con la creació n de instituciones tanto estatales


como internacionales que trabajan en defensa de un mejor de los
recursos naturales proporcionados por el medio ambiente son puntos
que dentro de la investigació n estare desarrollando.
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LECCION VII REGIMENES DE LAS AGUAS


CONCEPTO DE AGUA

Del latín aqua, el agua es una sustancia cuyas moléculas está n compuestas


por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno. Se trata de un
líquido inodoro (sin olor), insípido (sin sabor) e incoloro (sin color), aunque
también puede hallarse en estado só lido (lo se conoce como hielo) o en estado
gaseoso (vapor). El agua es el componente que aparece con mayor abundancia en
la superficie terrestre (cubre cerca del 71% de la corteza de la Tierra). Forma los
océanos, los ríos y las lluvias, ademá s de ser parte constituyente de todos los
organismos vivos. La circulació n del agua en los ecosistemas se produce a través
de un ciclo que consiste en la evaporació n o transpiració n, la precipitació n y el
desplazamiento hacia el mar.

Se conoce como agua dulce al agua que contiene una cantidad mínima de
sales disueltas (a diferencia del agua de mar, que es salada). A través de un proceso
de potabilizació n, el ser humano logra convertir el agua dulce en agua potable, es
decir, apta para el consumo gracias al valor equilibrado de sus minerales.

Segú n la Ley N° 3239/07 De los Recursos Hídricos, el agua es el compuesto


componente del ambiente y recurso natural relativamente renovable formado por
dos partes de hidró geno y dieciséis partes de oxígeno en peso.

El agua es un bien jurídico de utilidad pú blica. Son aguas pú blicas las que
nacen en los terrenos particulares y salen del predio de donde nacen, asimismo
son aguas publicas todas aquellas que corren por los cauces naturales.

Son aguas privadas las que pertenecen a los propietarios de las heredades
donde cayesen o donde entrasen y puedan disponer libremente de ellas, es decir,
aquellas que nacen y mueren en una misma heredad.

Pero que es el agua, es una sustancia cuyas moléculas está n formadas por la
combinació n de un á tomo de oxígeno y dos de hidró geno, líquida, inodora, insípida
e incolora. Es el componente má s abundante de la superficie terrestre y, má s o
menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente
de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales.

Artículo 7 – DEL DERECHO A UN AMBIENTE SALUDABLE


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Toda persona tiene derecho a habitar en un ambiente saludable y


ecoló gicamente equilibrado.

Constituyen objetivos prioritarios de interés social la preservació n, la


conservació n, la recomposició n y el mejoramiento del ambiente, así como su
conciliació n con el desarrollo humano integral. Estos propó sitos orientará n la
legislació n y la política gubernamental pertinente.

PROPIEDAD DEL AGUA. PUBLICA O PRIVADA

¿Se trata de un cauce pú blico o privado? Esta pregunta surge con cierta
asiduidad cuando el usuario se enfrenta a situaciones relacionadas con el uso del
agua o con actuaciones en o cerca del dominio pú blico hidrá ulico. Las
consecuencias de encontrarnos en uno u otro caso tienen vital importancia.

En primer lugar, hay que mencionar que un cauce pú blico conlleva un


dominio (propiedad) pú blico del mismo, así como una limitació n o incluso una
prohibició n de actuaciones cerca del mismo. Todo ello reviste especial
trascendencia cuando en una finca de nuestra propiedad situada a menos de 100
metros de un cauce pretendemos realizar obras, trabajos, siembras o plantaciones.
Actuaciones en general que pueden estar literalmente prohibidas o en su caso,
necesitar de una autorizació n expresa de la Administració n Hidrá ulica si nos
encontramos ante un cauce de naturaleza pú blica. Y no só lo nos encontraríamos
ante prohibiciones o limitaciones en el actuar del propietario colindante al cauce o
de un tercero, sino que su incumplimiento puede conllevar severas sanciones
administrativas, por lo que se ha de ser especialmente cauteloso ante estas
situaciones.

En cambio, si nos encontramos ante un cauce privado la cuestió n es muy


diferente, comenzando porque no existe un dominio pú blico hidrá ulico, con lo que
la propiedad del mismo será de los colindantes o de la finca por la que discurra.
Ademá s, no existirían las mismas prohibiciones o limitaciones en las posibilidades
de actuació n en o cerca del mismo, ya sean obras, siembras o trabajos a
determinadas distancias, lo cual no significa que no existan normas al respecto.

Una vez expresada la importancia de encontrarnos ante uno u otro caso,


pasaremos a analizar los elementos que dará n lugar a considerar cuando un cauce
es de naturaleza pú blica o privada. Y para ello, lo primero es precisar que nuestras
leyes establecen implícitamente y con cará cter general la naturaleza pú blica de los
cauces salvo que expresamente nos encontremos ante un cauce privado. Esto es, la
ley opta por establecer ú nicamente la definició n de cauce privado, y en funció n de
ella, todos los demá s cauces ostentará n naturaleza pú blica.

La Doctrina clasifica las aguas de la siguiente manera:


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1. Según su naturaleza jurídica: en cosa mueble cuando las aguas son


separadas del suelo, o en cosa inmueble cuando las aguas forman parte de la
superficie o profundidad del suelo.

2. Según la clasificación legal: en aguas pú blicas, conformadas por el


mar territorial, los mares interiores y las aguas correspondientes a las bahías,
ensenadas, puertos y ancladeros, los ríos y aguas que corran  por sus cauces
naturales, los lagos navegables, los lagos no navegables; y en aguas privadas,
conformadas por aguas pluviales, aguas de fuente que brotan en terrenos privados,
aguas subterrá neas extraídas en fundos  privados, vertientes que nacen y mueren 
dentro  de una misma heredad y las aguas res nullius en aguas pluviales que se
acumulan  en lugares  pertenecientes al dominio pú blico.

¿Cuá ndo nos encontramos, por tanto, ante un cauce de uno u otro tipo? Para
determinar la naturaleza privada de un cauce habrá que formularse, conforme a la
legislació n vigente en Españ a, una serie de preguntas y en funció n de las
respuestas objetivas a las mismas, llegar a una u otra conclusió n.

En primer lugar habrá   que plantearse si nos encontramos en el caso de que


só lo discurren por el mismo aguas pluviales ocasionalmente. Si la respuesta es
afirmativa todavía no podemos llegar a la conclusió n de que nos encontramos ante
un cauce privado sino que se han de seguir verificando las cuestiones que a
continuació n se relacionan.

Procede entonces verificar la propiedad privada de todas y cada una de las


fincas que lindan con el cauce, o por las que el cauce transcurre, desde su origen
hasta su final. Una vez pueda ser esto comprobado, si el cauce atraviesa alguna
finca de Dominio Pú blico entonces ese cauce será pú blico.

Podemos concluir, por tanto, que un cauce será de cará cter privado só lo en el
caso de que por el mismo discurran ocasionalmente aguas pluviales, siempre que
desde su origen atraviesen ú nicamente fincas de dominio particular.

El cará cter privado de dicho cauce faculta a los titulares de las fincas por las
que discurre a tener un mayor margen de actuació n sobre el mismo y en sus
cercanías que si se tratara de un cauce pú blico, sometido a prohibiciones y
limitaciones severas. Sin embargo, esa mayor libertad de actuació n se encuentra
asimismo limitada por cuanto el dominio privado de estos cauces no autoriza para
hacer en ellos labores, ni construir obras que puedan hacer variar el curso natural
de las aguas o alterar su calidad en perjuicio del interés pú blico o de tercero, o
cuya destrucció n por la fuerza de las avenidas pueda ocasionar dañ os a personas o
cosas. Pero tal prohibició n es só lo para los supuestos indicados, dejando por tanto
un margen de actuació n sin sometimiento a prohibició n o limitació n segú n sea la
distancia al cauce. Cuestió n ésta de la que puede depender que una misma
actuació n sea o no sancionable por la Administració n.
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Por su parte, cuando estemos ante un cauce de naturaleza pú blica nos


encontraremos en primer lugar con que la propiedad del mismo no es de los
colindantes, como sucede con los cauces privados, sino que el cauce es Dominio
Pú blico Hidrá ulico. A ello se ha de añ adir que en las cercanías del cauce pú blico
existen una serie de severas limitaciones y prohibiciones en las posibilidades de
actuació n de las personas, que será n distintas segú n la distancia del cauce y que
estudiaremos detenidamente en otro comentario específico. Baste ahora recordar
que estas distancias deben ser consideradas a partir de la estricta delimitació n del
cauce que se realice conforme al comentario anterior referido a la definició n de
cauce.

Por tanto, la delimitació n de la naturaleza privada o pú blica de un cauce, si


bien tiene gran importancia por sus consecuencias, no es de difícil
determinació n conforme a la legalidad, y sin embargo ha sido, es y será uno de los
eternos conflictos en materia de aguas, en especial porque, como ya he indicado, de
encontrarnos ante un cauce privado ciertas acciones de los usuarios no pueden ser
objeto de sanció n por parte de la Administració n Hidrá ulica.

En este contexto, son bienes de dominio pú blico del Estado las bahías,
puertos, y ancladeros; los ríos y todas las aguas que corran por sus cauces
naturales y los mismos cauces; los lagos navegables y sus á lveos y los canales. Los
bienes del dominio pú blico del Estado son inalienables, imprescriptibles e
inembargables. Las personas particulares tienen el uso y goce de tales bienes, pero
estará n sujetas a las disposiciones del Có digo Civil y a las leyes o reglamentos de
naturaleza administrativa.

Así también, son bienes de dominio pú blico municipal, los que en cada
municipio está n destinados al uso y goce de todos sus habitantes, como ser: los
ríos, lagos, y arroyos comprendidos en las zonas urbanas del municipio, que sirven
al uso pú blico, y sus respectivos lechos; son a su vez inalienables, imprescriptibles
e inembargables. (Ley 3966/10).

Finalmente podemos afirmar que son aguas publicas las aguas que corren
por sus cauces y esos mismos cauces pertenecen al dominio pú blico, los habitantes
no pueden usarla a discreció n si no que de acuerdo a las prescripciones
administrativas. Por su parte, son aguas privadas las que brotan de fuentes
existentes en terrenos privados y de vertientes que nacen y mueren dentro de una
misma heredad.

RECURSOS HIDRICOS DEL PARAGUAY

                 La Ley N° 3239/07 de los Recursos Hídricos,  es la legislació n que


protege y regula el uso sustentable del agua de los ríos y arroyos en nuestro país.
Esta ley debe ser cumplida por los usuarios y la Direcció n General de Protecció n de
Recursos Hídricos en coordinació n con la Direcció n de Control de la Secretaria del
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Ambiente (SEAM) son los responsables de velar por el  cumplimiento de la


normativa.

El art. 5° de la mencionada ley expresa: “Los recursos hídricos comprenden el


total de las aguas superficiales, subterrá neas, atmosféricas, y agua ú til generada
por tecnologías nuevas tales como: aguas desalinizadas, regeneradas, y otras, en
sus diferentes estados físicos, incluidos sus cauces lechos, á lveos, y acuíferos y que
pueden ser utilizadas de alguna forma en beneficio del hombre.”

El Art. 12 de la Constitució n Nacional reza “El dominio de los minerales


só lidos, líquidos, y gaseosos en estado natural dentro del territorio nacional
pertenecen al Estado. Como regla General tenemos que toda corriente natural, sea
fluvial, lacustre, marítima o canalizada, pertenece al dominio pú blico; en cuanto
que las corrientes provocadas por las lluvias que caen en heredades del dominio
privado pertenecen a los dueñ os de éstas, mientras que las que caen o corren por
lugares pú blicos son susceptibles de aprehensió n por los particulares como res
nullius.

En todos los países del mundo se utiliza el agua de los ríos para regadío de
cultivos agrícolas, en especial del arroz. El agua es uno de los recursos naturales
que forman  parte de los factores de la producció n, que son los bienes naturales, el
trabajo y el capital.

De modo que cualquier productor sea del sector agrícola,  ganadero, de la


minería, energético o industrial debe considerar estos factores antes de iniciar un
emprendimiento. Ahora se suma  la legislació n ambiental que se debe cumplir para
garantizar el equilibrio del ecosistema y contrarrestar el efecto invernadero,
ocasionada por la contaminació n atmosférica.

Uno de los problemas es la falta de conciencia y de educació n para el uso


racional del agua. En el caso particular de Misiones hay  productores de arroz que 
se ajustan a las leyes y trabajan cuidando el medio ambiente, porque consideran al
agua un elemento fundamental de la producció n. Sin embargo,  hay otros 
inconscientes  que incumplen las leyes, que instalan poderosas motobombas que
succionan aguas directamente del río Tebicuary  en épocas de sequía ante la
desidia y el desinterés de la SEAM. Es una realidad innegable.

La Ley de Recursos Hídricos es bien clara en ese sentido. Señ ala que ademá s
de la licencia ambiental, los productores deben contar con las reservas de agua
para alimentar los cultivos y bombear solamente en caso de necesidad.

La producció n sustentable se  basa en el   uso racional de los recursos y


cuidado del ambiente. La naturaleza sabia no perdona los atropellos, prueba de
ello  es el desorden climá tico. Tanta polució n ambiental, deforestació n, secado de 
humedales y  fuentes de agua hacen que tengamos un  desequilibrio ecoló gico,
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causado por la irresponsabilidad del hombre y la falta de control de las


instituciones  encargadas de velar por su protecció n.

HIDROGRAFIA

Paraguay se halla completamente dentro de la Cuenca del Plata, esta cuenca


contiene ecosistemas claves como el Gran Humedal del Pantanal, compartido por
Brasil, Bolivia y Paraguay en la cuenca alta del río Paraguay, es el reservorio de una
enorme riqueza bioló gica y actú a como el regulador del sistema hidroló gico de la
cuenca del Plata. El gran Chaco es el segundo bioma en superficie de la América del
sur, corresponde a un á rea aluvial que se sitú a al Oriente de la Cordillera de los
Andes, constituida por la deposició n de sedimentos esencialmente de los ríos
Bermejo y Pilcomayo, de los cuales el primero es responsable del 90% de los
sedimentos que se depositan en la boca del Paraná . Las cuencas de los ríos
Paraguay y Paraná son las má s importantes del sistema del Plata, con un á rea de
drenaje de 2.605.000 Km2 que representa el 84% del total de la cuenca del Plata.

El río Paraná es el principal río de la cuenca por su extensió n y por el


volumen de los caudales que presenta, mientras que el río Paraguay es su principal
tributario. En esta cuenca existen dos componentes distintivos que son El Pantanal
y el Delta, este se halla ubicado en la desembocadura del río Paraná en el río de la
Plata y el Pantanal que es una extraordinaria planicie inundable de
aproximadamente 140.000 Km2 , de una extraordinaria riqueza en flora y fauna. El
Delta por su parte constituye una zona cercana a los 15.000 Km2 en que el río
Paraná distribuye sus aguas en una gran cantidad de brazos y cauces entrelazados
dando una enmarañ ada configuració n de innumerables islas. En término de
geografía política y econó mica es uno de los sistemas má s importantes fuera del
contexto europeo. El potencial que ofrece el sistema hídrico, a la luz de los eventos
de instrumentos integrados y globalizadores como lo es el MERCOSUR, es de
grande perspectiva y posibilidades para convertirse en una vía de desarrollo
regional.

Actualmente se está ejecutando en la Universidad Nacional de Asunció n, “El


Programa de Ordenamiento Territorial del Paraguay en Funció n de las Cuencas y
Regiones Hidrográ ficas”, que pretende poner en destaque el conocimiento
incipiente de Plan de Reorganizació n Físico Nacional aprovechando fortalezas y
oportunidades que mejoren el manejo de regiones con características socio-
econó micas comunes, recursos naturales, y el aprovechamiento de cauces a partir
del criterio de Cuenca Hidrográ fica.

Con relació n al río Paraguay se dispone de mapas de inundació n de sus


planicies inundables elaboradas por la Facultad de Ingeniería – UNA para el Comité
de Emergencia Nacional con apoyo financiero de FONPLATA.

DISPONIBILIDAD HÍDRICA
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Paraguay pertenece en su totalidad a la gran cuenca del Plata. La Cuenca de


los ríos Paraguay y Paraná son los má s importantes del sistema del Plata, con un
á rea de drenaje de 2.605.000 km2 que representa el 84 % del total de la Plata. Del
total, la cuenca del Paraná representa el 58%, con una superficie de 1.510.000 km2
y el Paraguay el 42% con 1.005.000 km2. La disponibilidad de agua per. Cá pita añ o
es de 67.000 m3/hab. (UNESCO).

HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA

El Paraguay cuenta con tres acuíferos importantes de explotació n de aguas


subterrá neas dentro de la cuenca del plata, el acuífero Patiñ o en la zona central del
país, el acuífero Misiones componente del Gran Sistema acuífero Guaraní
compartido con los países de Brasil, Argentina y Uruguay, el acuífero Yrendá en el
Chaco Central, componente del Gran Chaco Americano, compartido con los países
de Bolivia y el Argentina en este ú ltimo denominado Acuífero Toba.

MARCO INSTITUCIONAL Y LEGAL

Se identifican diversos ordenamientos jurídicos relacionados a los recursos


hídricos con poca eficiencia y debilidad para la aplicació n de los mismos, con
superposiciones y delimitació n débil de competencias y atribuciones. En
consecuencia los roles institucionales no está n claramente definidos.

Un ejemplo de ello es el control de vertidos a cauces hídricos. En la actualidad


no existe un eficiente control y fiscalizació n debido a las limitaciones
presupuestarias en la autoridad de aplicació n (SEAM). Varias instituciones
pú blicas cuentan con laboratorios para el monitoreo, pero dicha actividad no está
hoy coordinada.

La superposició n de instrumentos jurídicos como las normas, reglamentos y


decretos con atribuciones similares a diversas autoridades de aplicació n, con
facultades de dictar resoluciones o reglamentos, también ocasiona inconvenientes
en el orden legal, como en el caso real en donde la SEAM dicta la Resolució n
222/02 “por la cual se establecen padrones para la protecció n de las aguas en
cauces hídricos”, contraponiéndose a, Resolució n 585/96 dictada por el Ministerio
de Salud con el mismo fin.

Respecto a la dominialidad del agua, la Constitució n Nacional, considera que


los recursos hídricos son del dominio de Estado, sin embargo, el Có digo Civil y
otros instrumentos establecen la propiedad privada de los propietarios de
inmuebles sobre los recursos hídricos subterrá neos.

Por otro lado, la concesió n de aguas en el Paraguay cae bajo la jurisdicció n


del Ente Regulador de Servicios Sanitarios del Paraguay (ERSSAN) para el caso de
agua potable y alcantarillado y la Secretaría del Ambiente para el uso agrícola
(riego) ERSSAN., en este caso, la SEAM implementó la resolució n 553/03, para
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catastrar a los usuarios del agua a nivel nacional de una manera má s ordenada. Sin
embargo, los otros usos, no cuentan con un ente regulador.

Todo ello, saca a relucir que entre las instituciones, no existen mecanismos
efectivos de coordinació n, que les permitan proteger los recursos con efectividad, y
se toman decisiones imposibles de ser llevadas a la prá ctica. Hoy, esta situació n,
hace que no existen las garantías que contempladas en la propia Constitució n
Nacional, referente a la calidad de vida ó ptima, de un ambiente saludable y
ecoló gicamente equilibrado, en condiciones de igualdad.

GESTIÓN

La gestió n del agua en el país se realiza a través de la participació n de varios


organismos a diferentes niveles con marco jurídico caracterizado por la aplicació n
no eficiente de leyes dispersas y poco claras.

En general, esta problemá tica del sector hídrico puede deberse a varios
factores como ser la participació n deficiente de los organismos del Estado como
operador de los sistemas, la falta de una armonizació n de la legislació n existente,
así como la ausencia de un modelo de gestió n integral, bajo una política nacional de
recursos hídricos.

Actualmente, se está tratando de realizar, a través de la Direcció n General de


Protecció n y Conservació n de los Recursos Hídricos de la SEAM, autoridad de la
Política del agua a nivel Nacional creada por Ley 1561/00, un ordenamiento del
sector hídrico que oriente las acciones hacia el manejo integral del mismo,
teniendo como unidad de gestió n y desarrollo a las cuencas hidrográ ficas.

INSTITUCIONES COMPETENTES

Secretaria del Ambiente

Tiene por objetivo la formulació n, coordinació n, ejecució n y fiscalizació n de


la política ambiental nacional. Con relació n a los recursos hídricos con la ley
1561/00 se establece la estructura de la Direcció n General de Protecció n y
Conservació n de los Recursos Hídricos, como la má xima instancia que debe
delinear la política nacional del sector hídrico en el país. En lo institucional, el país
se encuentra en uno de los momentos má s estratégicos para el abordaje del tema
ambiental. La creació n de la SEAM marcó un hito sin precedentes y abrió
numerosas oportunidades que no pueden ser desaprovechadas. Se hace énfasis en
el fortalecimiento de las instituciones nacionales y locales que intervienen en el
cuidado y manejo directo de los recursos naturales practicando la
descentralizació n de los temas ambientales, a través de los Municipios y las
Gobernaciones, fortaleciendo sus capacidades técnicas con la transferencia de
tecnología sobre los diferentes temas para la protecció n de los recursos naturales y
de la diversidad bioló gica, tanto en lo que se refiere a infraestructura, capacitació n
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de sus recursos humanos y mejoramiento de su capacidad de gestió n. La capacidad


institucional para el manejo ambiental está también ampliamente fortalecida en el
sector no gubernamental, lo que proporciona oportunidades con las cuales no se
contaban anteriormente.

Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social – MSPBS

Desarrolla varios programas sanitarios, incluyendo servicios pú blicos


generales, salud pú blica, saneamiento ambiental, erradicació n de vectores, ciencia
y tecnología. Es la autoridad del Có digo Sanitario. Direcció n General de
Saneamiento Ambiental – SENASA Es un organismo técnico del Ministerio de Salud
Pú blica y Bienestar Social. Sus principales funciones son: la planificació n, ejecució n
y supervisió n de las actividades de saneamiento ambiental, relacionadas con la
provisió n de agua potable, disposició n de residuos só lidos y excretas, higiene y
seguridad ocupacional, desagü e en zonas rurales y en poblaciones que tengan un
nú mero igual o menor a 10.000 habitantes sean estas urbanas o rurales.

Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay – ESSAP

Es una sociedad anó nima instaurada a partir de una institució n estatal. Tiene
varios objetivos a saber: – La provisió n de servicios de agua potable para ciudades
con població n mayor a 10.000 habitantes, incluyendo la captació n y tratamiento de
agua cruda, almacenamiento, transporte, conducció n, distribució n y
comercializació n de agua potable. – La disposició n de los residuos de tratamiento.
– La provisió n de servicios de alcantarillado, incluyendo su recolecció n y
tratamiento.

Ente Regulador de Servicios sanitarios del Paraguay (ERSSAN)

Es una entidad autá rquica con personería jurídica, dependiente del Poder
Ejecutivo, establece entre sus facultades y obligaciones regular la prestació n del
servicio, supervisar el nivel de calidad y de eficiencia del servicio, proteger los
intereses de la comunidad y de los usuarios, controlar y verificar la correcta
aplicació n de las disposiciones vigentes en lo que corresponda a su competencia.
Es la autoridad de aplicació n de la Ley 1615/00 del marco regulatorio y tarifario
de los servicios de agua potable y alcantarillado.

Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ·

1. Dirección de Recursos Minerales, Departamento de Recursos


Hídricos.

2. Centro Multiuso de Monitoreo Ambiental (CMMAH), que cuenta


con una red de monitoreo automatizado, encargado del manejo y control de datos
hidroló gicos.
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3. Administración Nacional de Navegación y Puertos: dependiente


del Ministerio de Obras Pú blicas, está encargada del monitoreamiento hidroló gico.
Opera las redes de los recursos hídricos superficiales, y la navegació n fluvial.

4. Administración Nacional de Electricidad – ANDE: Administra y


opera aprovechamientos hidroeléctricos nacionales. Tiene a su cargo redes de
monitoreo hidroló gico.

5. Dirección de Meteorología e Hidrología: Dependiente de la DINAC,


responsable a nivel nacional del monitoreo atmosférico y climá tico. Administra y
opera redes meteoroló gicas.

6. Ministerio de Agricultura y Ganadería: cuenta con el Programa de


Agro meteorología que administra redes de observació n atmosférica con fines agro
meteoroló gicos.

Los Municipios

Sus funciones son las de aprovisionamiento de agua y alcantarillado sanitario


en los casos en que estos servicios no fueren prestados por otros organismos
pú blicos, y el establecimiento de un régimen local de servidumbre y de
delimitació n de riberas de ríos, lagos y arroyos, conforme a lo establecido en el
Có digo Civil y a la propia Ley Orgá nica Municipal N° 1294/87.

Las Gobernaciones

Fueron creadas con la Constitució n Nacional. Está n en proceso de


organizació n institucional con la creació n de Secretarías de Medio Ambiente.
Algunas de las Gobernaciones coordinan y apoyan econó micamente la perforació n
de pozos e instalació n de sistemas de agua potable en compañ ías o barrios. En el
sector de disposició n de efluentes coordinan con las Instituciones responsables del
control de la contaminació n ambiental las acciones de monitoreo y control.
Direcció n de Recursos Hídricos de Boqueró n: es un organismo dependiente de la
Gobernació n de Boqueró n, en el Chaco Paraguayo, realiza trabajos de investigació n
y perforació n de pozos para abastecimiento de la població n.

Legislación vinculante con la Gestión del agua y los Recursos Naturales.

La Repú blica del Paraguay se encuentra, probablemente má s que ningú n otro


país en América Latina, en un estado incipiente de desarrollo de su derecho
Ambiental, entendido como disciplina integral dentro del derecho contemporá neo,
el país puede Visió n de los Recursos Hídricos en Paraguay beneficiarse
ampliamente en la vía hacia la protecció n jurídica del ambiente de las experiencias
positivas y adversas de otras naciones en vías de desarrollo. El suelo, el aire y el
agua, los humedales y mares son los soportes físicos de los organismos y los
ecosistemas que conforman la biodiversidad, lo que implica que la degradació n de
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uno de ellos incida en la del otro y viceversa y que algunas cuestiones incluidas en
las leyes que las tratan está n pensadas para proteger el medio que las contiene.

Las principales leyes que hacen relació n a la protecció n y Conservació n de los


recursos Hídricos son:

1. Legislació n nacional:

2. Ley 1672/97 Acuerdo de Cooperació n entre las Prefecturas Navales


de Paraguay y la Argentina.

a) Ley Nº 1162/98 Sobre eliminació n de desechos tó xicos.

b) Ley Nº 970/96 “Desertificació n”.

c) Ley Nº 350/94 “Humedales de importancia internacional”.

d) Ley Nº 251/93 “Convenio s/ Cambio climá tico”.

e) Ley Nº 07/92 Ley de creació n de la Comisió n Pilcomayo.

f) Tratado de Yacyretá .

g) Tratado de Itaipú .

h) Tratado de Montevideo de 1940 suscrito por los gobiernos de Argentina,


Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay en la parte referente a
navegació n. – Ley Nº 1268/95 “Enmienda al Convenio de Basilea”.

i) Convenció n de las UN sobre derechos del mar. – Acuerdo sobre la


aplicació n de la parte XI sobre derechos del mar.

j) Ley Nº 232/93 “Ajuste complementario de acuerdo de cooperació n técnica


en materia de mediciones de calidad del agua suscrito con el Brasil.

k) Ley Nº 269/93 “Hidrovía, Paraguay, Paraná y sus protocolos adicionales”.

l) Ley Nº 177/69 “Cuenca del Plata”.

m) Los tratados internacionales ratificados y canjeados por nuestro país,


relacionados al recurso hídrico son:

3. La Constitució n Nacional.

 Ley Nº 1183/85 Có digo Civil se ocupa de las aguas pluviales, superficiales,


estancadas, cauces, riberas, etc., sin mencionar específicamente a quien
corresponde la propiedad de las aguas subterrá neas.

 Ley Nº 1248/32 Có digo Rural, legisla sobre aguas pú blicas.

 Ley Nº 836/80 “Có digo Sanitario”.


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 Ley Nº 369/ 72 y su modificatoria Nº 908/96 que crea SENASA

Decreto Nº 17057/96 “Que pone en vigencia las resoluciones adoptadas en


el MERCOSUR sobre industrias, empresas y productos, drenajes sanitarios
domiciliarios.

Decreto Nº 17723/97 “Que aprueba el acuerdo de transporte de


mercaderías peligrosas del MERCOSUR”.

 Decreto Nº 18317/02 “Establece que la SEAM punto focal para convenio de


Estocolmo.

 Ley Nº 1894/87 “Orgá nica Municipal”.

 Ley N° 42/90 y su Decreto Reglamentario Nº 1896/97. – Ley Nº 352/94


“Á reas silvestres protegidas”.

 Ley Nº 112/91 “Reserva del Mbaracayú ”.

 Ley Nº 1897 /94 Orgá nica Departamental. Visió n de los Recursos Hídricos
en Paraguay.

 Ley Nº 294/93 “Evaluació n de Impacto Ambiental.

 Có digo de Navegació n fluvial y marítimo.

 Ley Nº 928/27 Reglamentos de la Capitanía.

 Ley Nº 1614/02 Marco Regulatorio y tarifario del servicio de provisió n de


agua potable y alcantarillado sanitario (ERSSAN y sus reglamentaciones) y su
modificatoria Ley 2243/03.

 Ley Nº 1561/00 “Crea el SISNAM, SEAM, CONAN”.

 Ley Nº 422/73 “Forestal”.

 Ley Nº 779/95 de Hidrocarburos.

 Ley Nº 429/57 Direcció n de la Marina Mercante.

 Ley Nº 1066/65 “Administració n Nacional de Navegació n y Puertos”.

 Ley Nº 93/14 de Minas.

 Ley Nº 536/96 “Forestació n y reforestació n”.

 Ley Nº 1615 de ESSAP.

 Ley 123/92 “Fitosanitaria” y sus reglamentaciones.


~ 16 ~

 Resolució n Nº 447/93 “MAG sobre prohibició n de insecticidas de ó rgano


clorados.

 Ley 1863/02 del Estatuto Agrario.

Ley Nº 799/96 “Pesca”.- – Ley Nº 716/96 “Delitos contra el medio


ambiente”.

Ley Nº 816/96 “Medidas de defensa de los recursos naturales y su


ampliatoria

Decreto Nº 17726/02 Programa de Implementació n de Medidas



Ambientales PIMA.

 Decreto 2048/04 Reglamenta el uso y manejo de Plaguicidas.

 Có digo Penal.

4. En cuanto a la calidad del agua se identifican :

a) Resolució n 585 (MSP y BS) y;

b) Resolució n 222 (SEAM).

CÓDIGO CIVIL PARAGUAYO. LIBRO CUARTO. “DE LAS AGUAS”

Art.2004.- Las aguas pluviales pertenecen a los dueñ os de las heredades


donde cayesen, o donde entrasen, y pueden disponer libremente de ellas, o
desviarlas, en detrimento de los terrenos inferiores, si no hay derecho adquirido en
contrario.

Art.2005.- Los dueñ os de terrenos en los cuales surjan manantiales, podrá n


usar libremente de ellos y cambiar su direcció n natural, sin que el hecho de correr
sobre los fundos inferiores conceda derecho alguno a sus propietarios. Cuando
sean aguas que corran naturalmente, pertenecen al dominio pú blico, y el dueñ o del
terreno sobre el cual corran no podrá cambiar su direcció n. Le será permitido, sin
embargo, usar de tales aguas para las necesidades de su heredad.

Art.2006.- Los terrenos inferiores está n sujetos a recibir las aguas que
naturalmente descienden de los terrenos superiores, sin que para eso hubiese
contribuido el trabajo del hombre. No pueden ser ellas empleadas en forma que
perjudique a las heredades inferiores. El propietario superior no puede hacer acto
alguno que agrave la sujeció n del fundo inferior.

Art.2007.- Lo dispuesto en el primer pá rrafo del artículo anterior no


comprende las aguas subterrá neas que salen al exterior por obra del hombre, ni las
pluviales caídas de los techos o de los depó sitos en que hubiesen sido recogidas, ni
las aguas servidas que se hubiesen empleado en la limpieza doméstica o en
~ 17 ~

trabajos de fá brica. El dueñ o del predio inferior puede demandar que estas aguas
sean desviadas, o que se le indemnice el perjuicio que sufriere.

Art.2008.- Está n igualmente obligados los dueñ os de terrenos inferiores, a


recibir las arenas y piedras que las aguas pluviales arrastren en su curso, y no
podrá n reclamarlas los propietarios de los terrenos superiores.

Art.2009.- El dueñ o del terreno inferior no puede hacer dique alguno que
contenga o haga refluir sobre el terreno superior, las aguas, arenas o piedras que
naturalmente desciendan a él, y aunque la obra haya sido vista y conocida por el
dueñ o del terreno superior, puede éste pedir que el dique sea destruido, si no
hubiese comprendido el perjuicio que sufriría, y si la obra no tuviese veinte añ os
de existencia.

Art.2010.- El que hiciere obras para impedir la entrada de aguas que no está
obligado a recibir en su terreno, no responderá por el dañ o que tales obras
pudieren causar.

Art.2011.- Las riberas de los ríos o lagos navegables, aunque pertenezcan a


propiedades privadas, estará n sujetas a una restricció n de dominio de interés
pú blico de la navegació n, en una extensió n de diez metros, conforme a las
disposiciones de las leyes especiales.

Art.2012.- Se prohíbe a los ribereñ os alterar la corriente natural o el cauce, o


efectuar derivaciones sin permiso de la autoridad. En los ríos navegables queda
vedado el uso de las aguas que estorbe o perjudique el trá nsito fluvial.

Art.2013.- Si las aguas se estancasen, corriesen má s lentas o impetuosas, o


torciesen su curso natural, los ribereñ os a quienes tales alteraciones perjudiquen,
podrá n remover los obstá culos, construir obras defensivas, o reparar las
destruidas, con el fin que el curso de las aguas se restituya a su estado anterior. Si
tales alteraciones fueren causadas por caso fortuito o fuerza mayor, corresponden
al Estado los gastos necesarios para volver las aguas a su estado anterior. Si fueren
motivadas por culpa de alguno de los ribereñ os, que hiciese obre perjudicial, o
destruye se las obras defensivas, los gastos será n pagados por él, a má s de la
indemnizació n del dañ o.

Art.2014.- Ni con licencia del Estado podrá n los ribereñ os extender sus
diques de represas, má s allá del medio del río o del arroyo. Tampoco les será
permitido, sin el consentimiento de los otros ribereñ os, represar las aguas de los
ríos o arroyos, de manera que las alcen fuera de los límites de su propiedad, hagan
má s profundo el cauce en el curso superior, inunde los terrenos inferiores o priven
a los vecinos del uso de ellas.

APROVECHAMIENTO INDUSTRIAL
~ 18 ~

                 El agua es un recurso fundamental para la actividad industrial, su


utilizació n ha variado a lo largo del tiempo, disminuyendo su aprovechamiento
local o puntual como fuente de energía primaria (molinos y turbinas), pero
continú a siendo imprescindible para el desarrollo industrial usada como medio de
reacció n y disolvente o como regulador térmico en calderas y torres de
refrigeració n.

Se entiende por usos industriales del agua los que realizan aquellas
industrias que, por su singularidad, tamañ o y suministro, generalmente
individualizado (independiente, desde luego, de las redes urbanas de
abastecimiento), hacen que deba analizarse de un modo diferente y separado a los
usos domésticos. Se trata por tanto de grandes fá bricas, polígonos industriales,
importantes y específicos usuarios industriales del agua tales como centrales
térmicas o nucleares, etc. Los consumos de las pequeñ as industrias que forman
parte de los asentamientos urbanos (talleres, etc.) con suministro directo desde
redes municipales está n computados en los usos domésticos del agua.

En cualquier caso, el uso industrial del agua es, en general, un uso consuntivo
y prioritario. No obstante, dentro de los usos industriales del agua hay que
exceptuar de dicho cará cter consuntivo el volumen de agua utilizado para
refrigeració n de instalaciones industriales, incluidas centrales térmicas y nucleares
en circuito abierto, que siendo un uso industrial, no tiene ese cará cter consuntivo,
pues no disminuye ni la cantidad ni la calidad del recurso (la refrigeració n en
circuito cerrado sí tendría cará cter consuntivo).

Los requisitos necesarios para el suministro industrial son generalmente los


mismos que para usos domésticos e incluso, en algunos casos como la fabricació n
de circuitos impresos, son má s elevados. Cada industria requiere, segú n las
características de cada una, aguas apropiadas en caudal suficiente y de
composició n constante, con exigencias de calidad variables segú n el sector de que
se trate. En general, deben desecharse las aguas residuales, las contaminadas, las
turbias, las que tengan un pH inferior a 6,5 o superior a 8,5 o las que contengan
sustancias disueltas en proporció n superior a 1.500 mg/litro.

En cualquier caso, las industrias consumen agua fundamentalmente para los


cuatro fines siguientes:

1. Como materia prima en un proceso de fabricación. El agua es


materia prima que se incorpora a numerosos productos industriales. En la
industria química son numerosos los procesos en los que, para la obtenció n del
producto, se aporta agua, tanto en fase líquida como en fase gaseosa (caso por
ejemplo de la obtenció n del amoniaco). La mayoría de procesos productivos han
evolucionado hacia tecnologías que proporcionan una mayor calidad de producto,
pero que al mismo tiempo exigen una calidad má s alta en las materias primas que
intervienen, y entre ellas el agua de proceso. Es por eso que los de
~ 19 ~

acondicionamientos de la misma han de ser má s intensos y consecuentemente má s


caros. Especial importancia tiene el uso del agua en la industria alimentaria
(cá rnicas, bebidas embotelladas, etc.), pues en este caso el agua no solo constituye
la mayor proporció n del producto acabado, sino que se requiere agua de una
calidad superior a la mayoría de otros usos industriales.

2. Como forma de transporte. El transporte hidrá ulico se emplea en la


minería desde la antigü edad y se ha utilizado incluso en la construcció n de diques
y presas en que los materiales arcillosos se conducían en suspensió n hasta el
emplazamiento en que se colocaban por decantació n. Actualmente, aparte de los
usos mineros, tal vez sean las industrias de la celulosa y el papel las que má s
utilicen el agua para transporte.

3. Como elemento de transferencia de calor, tanto en procesos de


calentamiento como de enfriamiento. La forma tradicional de suministrar
energía calorífica a diversas zonas de un complejo industrial es la generació n de
vapor, si bien en plantas má s modernas el vapor está siendo sustituido por agua
caliente, que presenta menores costes de instalació n en sus circuitos. La
circulació n de agua fría es el sistema má s comú n de enfriamiento en la industria.
Es este un uso sin excesivas exigencias de calidad y normalmente se satisface
mediante bombeo desde una corriente o depó sito abundante, con devolució n a
dicha fuente del agua calentada. En industrias costeras el papel de ese gran
depó sito lo puede cumplir el mar, con tal de que se resuelvan los problemas de
corrosió n producidas por el agua marina.

4. Como contenedor de vertidos industriales. El agua es el vehículo


má s comú n de transporte de deshechos y vertidos.

La industria por lo general suele necesitar y de hecho consume la mayor


parte del agua potable destinado a los seres humanos. Infinidad de productos
necesitan de grandes cantidades de agua para ser fabricados. La industria por su
parte contamina y necesita del agua para diluir los contaminantes y expulsarlos al
mar.

Otro tipo de industrias hacen uso del agua como vehículo o como trasporte,
como es el caso de las industrias de mercancías que se mueven utilizando el barco
o las gabarras para operar en los ríos.

Otras industrias utilizan el agua para generar electricidad. Por ejemplo está el
caso de la energía limpia obtenida de las mareas, o de la energía nuclear que utiliza
grandes depó sitos de agua para almacenar residuos radiactivos.

La industria papelera contamina grandes cantidades de agua de ríos, y la


industria petrolífera a su vez contamina indirectamente con la fabricació n de
plá sticos que siempre acaban llegando al mar.
~ 20 ~

Se sabe que existe una isla del tamañ o de Texas llena de productos de
desechos procedentes de la industria y que flota en el pacífico.

Los usos principales del agua en la industria son:

1. Sanitario: Emplean en inodoros, duchas e instalaciones que


garanticen la higiene personal.

2. Transmisió n de calor o refrigeració n: Es, como mucho, el uso


industrial que má s cantidad de agua emplea. Aproximadamente el 80 % del agua
industrial corresponde a esta aplicació n, siendo las centrales térmicas y nucleares
las instalaciones que má s agua necesitan.

3. Producció n de vapor: Suele estar dirigida a la obtenció n de un medio


de calentamiento del producto que se desea elaborar.

4. Materia prima: El agua puede ser incorporada al producto final,


como en el caso de la producció n de bebidas, o puede suministrar un medio
adecuado a determinadas reacciones químicas.

5. Utilizació n como disolvente en los diferentes procesos productivos.

6. Labores de limpieza de las instalaciones.

7. Obtenció n de energía: Referido a las centrales hidroeléctricas y;

8. A las actividades que usan vapor de agua para el movimiento de


turbinas.

ENERGIA HIDROELECTRICA

La energía hidroeléctrica es electricidad generada aprovechando la energía


del agua en movimiento. La lluvia o el agua de deshielo, provenientes normalmente
de colinas y montañ as, crean arroyos y ríos que desembocan en el océano.

A finales del siglo XIX, la energía hidroeléctrica se convirtió en una fuente


para generar electricidad. La primera central hidroeléctrica se construyó en
Niagara Falls en 1879. En 1881, las farolas de la ciudad de Niagara Falls
funcionaban mediante energía hidroeléctrica. En 1882, la primera central
hidroeléctrica del mundo comenzó a funcionar en Estados Unidos en Appleton,
Wisconsin.

Una central hidroeléctrica clá sica es un sistema que consiste en tres partes:
una central eléctrica en la que se produce la electricidad; una presa que puede
abrirse y cerrarse para controlar el paso del agua; y un depó sito en que se puede
almacenar agua. El agua de detrá s de la presa fluye a través de una entrada y hace
presió n contra las palas de una turbina, lo que hace que éstas se muevan. La
turbina hace girar un generador para producir la electricidad. La cantidad de
~ 21 ~

electricidad que se puede generar depende de hasta dó nde llega el agua y de la


cantidad de ésta que se mueve a través del sistema.

La energía hidroeléctrica proporciona casi un quinto de la electricidad de


todo el mundo. China, Canadá , Brasil, Estados Unidos y Rusia fueron los cinco
mayores productores de este tipo de energía en 2004. Una de las centrales
hidroeléctricas de mayor tamañ o del mundo se encuentra en los Tres Cañ ones
sobre el río Yangtsé de China. El depó sito de estas instalaciones empezó a llenarse
en 2003. La presa mide 2,3 kiló metros de ancho y 185 metros de alto.

Se puede transformar a muy diferentes escalas. Existen, desde hace siglos,


pequeñ as explotaciones en las que la corriente de un río, con una pequeñ a represa,
mueve una rueda de palas y genera un movimiento aplicado, por ejemplo, en
molinos rurales. Sin embargo, la utilizació n má s significativa la constituyen
las centrales hidroeléctricas de represas.

Es generalmente considerada un tipo de energía renovable puesto que no


emite productos contaminantes. Sin embargo, produce un gran impacto ambiental
debido a la construcció n de las presas, que inundan grandes superficies de terreno
y modifican el caudal del río y la calidad del agua

Una central hidroeléctrica generalmente se ubica en regiones donde existe


una combinació n adecuada de lluvias y desniveles geoló gicos favorables para la
construcció n de represas. La energía hidrá ulica se obtiene a partir de la energía
potencial y cinética de las masas de agua que transportan los ríos, provenientes de
la lluvia y del deshielo. El agua en su caída entre dos niveles del cauce se hace pasar
por una turbina hidrá ulica la cual trasmite la energía a un alternador el cual la
convierte en energía eléctrica. Otro sistema que se emplea es conducir el agua de
un arroyo con gran desnivel, por una tubería cerrada, en cuya base hay una
turbina. El agua se recoge en una presa pequeñ a y la diferencia de altura
proporciona la energía potencial necesaria.

Otro má s consiste en hacer en el río una presa pequeñ a y desviar parte del
caudal por un canal con menor pendiente que el río, de modo que unos kiló metros
má s adelante habrá ganado una cierta diferencia de nivel con el cauce y se hace
caer el agua a él por una tubería, con una turbina.

IMPACTOS AMBIENTALES POTENCIALES

Los potenciales impactos ambientales de los proyectos hidroeléctricos son


siempre significativos. Sin embargo, existen muchos factores que influyen en la
necesidad de aplicar medidas de prevenció n en todo.
~ 22 ~

Principalmente:

La construcció n y operació n de la represa y el embalse constituyen la fuente


principal de impactos del proyecto hidroeléctrico.3 Los proyectos de las represas
de gran alcance pueden causar cambios ambientales irreversibles en una á rea
geográ fica muy extensa. Durante la ú ltima década han aumentado las críticas a
estos proyectos. Los críticos má s severos sostienen que los costos sociales,
ambientales y econó micos de estas represas pesan má s que sus beneficios y que,
por lo tanto, no se justifica la construcció n de las represas grandes. Otros
mencionan que, en algunos casos, los costos ambientales y sociales pueden ser
evitados o reducidos a un nivel aceptable si se evalú an cuidadosamente los
problemas potenciales y se implantan medidas correctivas, que son costosas.

Algunas presas presentan fallos o errores de construcció n como es el caso de


la presa de Sabaneta, ubicada en la provincia de San Juan, Repú blica Dominicana.
Esta presa ha presentado grandes inconvenientes en las temporadas cicló nicas
pasadas, producto de su poca capacidad de desagü e y también a que sus dos
vertederos comienzan a operar después que el embalse está lleno.

El á rea de influencia de una represa se extiende desde los límites superiores


del embalse hasta los estuarios, las zonas costeras y costa afuera, e incluyen el
embalse, la represa y la cuenca del río aguas abajo. Hay impactos ambientales
directos asociados con la construcció n de la represa (por ejemplo, el polvo, la
erosió n, problemas con el material prestado y con los desechos), pero los impactos
má s importantes son el resultado del embalse del agua, la inundació n de la tierra
para formar el embalse, y la alteració n del caudal de agua aguas abajo. Estos
efectos ejercen impactos directos en los suelos, la vegetació n, la fauna y las tierras
silvestres, la pesca, el clima y la població n humana del á rea.

Los efectos indirectos de la represa incluyen los que se asocian con la


construcció n, el mantenimiento y el funcionamiento de la represa (por ejemplo, los
caminos de acceso, los campamentos de construcció n o las líneas de transmisió n
de energía) y el desarrollo de las actividades agrícolas, industriales o municipales
que posibilita la represa.

Es bá sicamente una forma de la energía generada por la fuerza del


movimiento del agua, que una má quina primaria la transforma inicialmente en
energía mecá nica y luego una má quina secundaria la transforma en energía
eléctrica, también se la conoce como hidrogenaría (aunque esta ú ltima está má s
asociada con la energía primaria, mientras la energía hidroeléctrica es energía
secundaria). También es una forma de energía renovable, es decir no se agota (al
menos mientras subsista el ciclo hidroló gico).

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Ventajas
~ 23 ~

 Se trata de una energía renovable de alto rendimiento energético.

 Debido al ciclo del agua su disponibilidad es inagotable.

 Es una energía limpia puesto que no produce emisiones tó xicas durante su


funcionamiento.

 Ademá s, los embalses que se construyen para generar energía hidrá ulica:

 Permiten el almacenamiento de agua para la realizació n de actividades


recreativas y el abastecimiento de sistemas de riego.

Ventajas econó micas

La gran ventaja de la energía hidrá ulica o hidroeléctrica es la eliminació n de


combustibles. El coste de operar una planta hidrá ulica es casi inmune a la
volatilidad de los precios de los combustibles fó siles como petró leo, el carbó n o el
gas natural. Ademá s, no hay necesidad de importar combustibles de otros países.

Las plantas hidrá ulicas también tienden a tener vidas econó micas má s largas
que las plantas eléctricas que utilizan combustibles. Hay plantas hidrá ulicas que
siguen operando después de 50 a 99 añ os. Los costos de operació n son bajos
porque las plantas está n automatizadas y necesitan pocas personas para su
operació n normal.

Como las plantas hidrá ulicas no queman combustibles, no producen


directamente dió xido de carbono. Muy poco dió xido de carbono es producido
durante el período de construcció n de las plantas, pero es poco, especialmente en
comparació n a las emisiones de una planta equivalente que quema combustibles.

Presa de las Tres Gargantas (en el curso del río Yangtsé en China), la planta


hidroeléctrica má s grande del mundo. Genera una potencia de 22.5 GW, pero habrá
afectado a má s de 1 900 000 personas e inundado 630 km².

Desventajas

 La construcció n de grandes embalses puede inundar importantes


extensiones de terreno, obviamente en funció n de la topografía del terreno aguas
arriba de la presa, lo que podría significar pérdida de tierras fértiles y dañ o al
ecosistema, dependiendo del lugar donde se construyan.

 En el pasado se han construido embalses que han inundado pueblos


enteros. Con el crecimiento de la conciencia ambiental, estos hechos son
actualmente menos frecuentes, pero aú n persisten;

 Destrucció n de la naturaleza. Presas y embalses pueden ser destructivas a


los ecosistemas acuá ticos. Por ejemplo, estudios han mostrado que las presas en
las costas de Norteamérica han reducido las poblaciones de trucha septentrional
~ 24 ~

comú n que necesitan migrar a ciertos lugares para reproducirse. Hay estudios
buscando soluciones a este tipo de problema. Un ejemplo es la invenció n de un tipo
de escalera para los peces;

 Cambia los ecosistemas en el río aguas abajo. El agua que sale de las
turbinas no tiene prá cticamente sedimento. Esto puede dar como resultado la
erosió n de los má rgenes de los ríos.

 Cuando las turbinas se abren y cierran repetidas veces, el caudal del río se
puede modificar drá sticamente causando una dramá tica alteració n en los
ecosistemas.

Se pueden ver afectadas por casos de fenó menos climá ticos como por
ejemplo El Niñ o.

Medidas de mitigació n

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX se ha visto crecer en forma


importante la conciencia ambiental, de la gente, de los gobiernos y de las
instituciones internacionales de crédito, que son en ú ltima instancia quienes
financian los grandes proyectos hidroeléctricos.

Actualmente las medidas de mitigació n ambiental forman parte integrante de


todos los proyectos financiados por instituciones de crédito multilaterales, y los
costos de las medidas de mitigació n son incluidos en el costo del proyecto.

DERECHO AMBIENTAL

El conjunto de reglas, principios y normas jurídicas que con fuerte contenido


ético, social, condicional, la vida del hombre, de la sociedad y del derecho que la
rige. Está destinado a la protecció n y el equilibrio de todos los elementos
independientes e interdependientes de un ecosistema, de manera a permitir la
utilizació n de los recursos naturales en armonía con la naturaleza.

RECURSOS NATURALES 

1. Los recursos naturales inagotables o permanentes son aquellos los


cuales no se agotan sin importar la cantidad de actividades productivas que el ser
humano realice con ellos, como por ejemplo: la luz solar, la energía de las olas, del
viento etc. La recogida natural de energía solar se produce en la atmosfera, los
océanos y las plantas de la tierra. los sistemas modernos de energía eó lica utilizan
hélices fuertes y ligeras que producen electricidad para usos locales, especializados
o para alimentarla red eléctrica de una regió n.

2. Recurso Renovable:es un recurso natural que se puede restaurar por


procesos naturales a una velocidad superior a la del consumo por los seres
humanos. La radiació n solar, las mareas, el viento y la energía hidroeléctrica son
~ 25 ~

recursos perpetuos que no corren peligro de agotarse a largo plazo. Los recursos
renovables también incluyen materiales como madera, papel, cuero, etc. si son
cosechados en forma sostenible.

3. Recurso No Renovable: es un recurso natural que no puede ser


producido, regenerado o reutilizado a una escala tal que pueda sostener su tasa de
consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas o son
consumidos mucho má s rá pido de lo que la naturaleza puede recrearlos.

DERECHO DE MINERIA

La actividad minera en el Paraguay, se desarrolló en el siglo pasado con una


moderna industria minera al producir hierro con minerales extraídos de lo que hoy
se conoce como Craton Rio Tebicuary, constituyéndose en uno de los primeros
países con industria minera de Sudamérica.

Como antecedentes a esta actividad industrial, se destacan las evidencias de


las labores mineras de épocas de la conquista españ ola, con la extracció n de
metales comunes y preciosos en las tierras del Cuaracyverá (Brillo del Sol, en
idioma Guaraní), hoy complejo alcalino del Yvyryruzú y extensa utilizació n del oro
en las obras de arte sacro en las Reducciones Jesuitas, del Sur del país (Hoy Craton
Río Tebicuary); en la misma época, se fundaron fuertes y pueblos en el Norte de la
Regió n Oriental (Craton Rio Apa), límite con el Matto Grosso del Brasil, por el
avance de los conquistadores portugueses ante el hallazgo de oro en esas regiones.

Conforme a los nuevos conceptos, el potencial minero del Paraguay se


concentra en los Cratones o á reas precá mbricas (Apa y Tebicuary, y Provincias
Alcalinas o complejos alcalinos, ademá s de otras á reas.

DERECHO MINERO

El derecho minero o derecho de minería es la rama del Derecho que regula


las actividades que el hombre desarrolla en torno a la industria minera.

El profesor chileno Samuel Lira Ovalle lo define como «el conjunto de normas
jurídicas que establece la forma de constitució n, conservació n y extinció n de las
concesiones de exploració n y de explotació n mineras y regulan las relaciones de
los particulares entre sí en todo lo relativo a la industria minera».

A su turno el distinguido tratadista Juan Luis Ossa Bulnes define dicha á rea
del Derecho como «el conjunto de principios y preceptos especiales que definen
cuá les sustancias minerales son susceptibles de aprovechamiento por cualquier
persona y regulan la constitució n, naturaleza, ejercicio y extinció n de las
concesiones exclusivas para explorar o para explotar dichas sustancias, así como
algunos de los actos, contratos y litigios que se refieren a esas concesiones».

La minería en el Paraguay.
~ 26 ~

El Paraguay, con un enorme potencial geoló gico, con la misma geología de los
países que hoy son grandes productores, está abierto a la inversió n nacional y
extranjera con sus extensas regiones precá mbricas y grandes provincias alcalinas
inexploradas.

El gobierno paraguayo considera a la minería como otra alternativa


importante para el desarrollo de su economía, de manera a acompañ ar la gran
disponibilidad de recursos hidroeléctricos instalados y su posició n en la hidrovía
Ríos Paraguay – Paraná , asumiendo que la combinació n de estos rubros de sus
recursos naturales, generan oportunidades de empleo, nuevas posibilidades para
la industria y los servicios y un significativo proceso de descentralizació n
econó mica, y que abren la posibilidad de desarrollar zonas que tienen reducido
potencial para la tradicional actividad agrícola, ganadera o forestal del país.

Estos recursos, está n apoyados por una població n de gente joven, con un
70% de menos de 30 añ os edad, con tasa de ausentismo laboral de solo 2,8%.  Con
el propó sito de incentivar la participació n privada en el desarrollo de la industria
minera del país, se procedió a la revisió n de los conceptos geoló gicos regionales
que involucran al territorio paraguayo, de manera a ubicar y delimitar las á reas
con potencial minero, y a la revisió n y actualizació n de la legislació n minera de
manera a modernizar y adecuarlo a la inversió n nacional e internacional.

BASES DE POLITICA MINERA

En el Paraguay existe un sistema econó mico basado en el libre comercio,


régimen de cambio libre, libre importació n y exportació n, liberació n de impuestos
a las inversiones y libre movimiento de capitales. No existe el impuesto a la renta
personal y el Impuesto al Valor Agregado es de solo el 10%. No existe control de
precios y existe un riguroso programa de estabilizació n monetaria, con ajustes
fiscales para respaldar el control de la inflació n.

En la actividad econó mica, existen nuevas leyes que reducen la injerencia del
estado en su funció n empresarial, dando un papel má s relevante a la iniciativa
privada. Esto, está demostrado con la Ley 60/90 de Inversiones Privadas, la que
otorga amplias exoneraciones fiscales y facilidades administrativas y legales a las
inversiones extranjeras y nacionales.

Así mismo, la Ley 117/91 de garantías para las inversiones extranjeras,


establece que los inversionistas extranjeros tienen las mismas garantías, derechos
y obligaciones que los nacionales. Concede a todo inversionista el derecho de elegir
con respecto a la contratació n de seguros de inversiones, ya sea en el país o en el
exterior y permite el establecimiento de empresas conjuntas (joint ventures).

Artículo 112 – DEL DOMINIO DEL ESTADO


~ 27 ~

Corresponde al Estado el dominio de los hidrocarburos, minerales só lidos,


líquidos y gaseosos que se encuentre en estado natural en el territorio de la
Repú blica, con excepció n de las sustancias pétreas, terrosas y calcá reas.

El Estado podrá otorgar concesiones a personas o empresas pú blicas o


privadas, mixtas, nacionales o extranjeras, para la prospecció n, la exploració n, la
investigació n, el cateo o la explotació n de yacimientos, por tiempo limitado.

La ley regulará el régimen econó mico que contemple los intereses del Estado,
los de los concesionarios y los de los propietarios que pudieran resultar afectados.

Artículo 202 – DE LOS DEBERES Y DE LAS ATRIBUCIONES

Son deberes y atribuciones del Congreso:

1. velar por la observancia de esta Constitució n, de las leyes;

2. dictar los có digos y demá s leyes, modificarlos o derogarlos,


interpretando esta Constitució n;

3. establecer la divisió n política del territorio de la Repú blica, así como


la organizació n regional, departamental y municipal;

4. legislar sobre materia tributaria;

5. sancionar anualmente la ley del Presupuesto General de la Nació n;

6. dictar la Ley Electoral;

7. determinar el régimen legal de la enajenació n y el de adquisició n de


los bienes fiscales, departamentales y municipales;

8. expedir resoluciones y acuerdos internos, como asimismo formular


declaraciones, conforme con sus facultades;

9. aprobar o rechazar los tratados y demá s acuerdos internacionales


suscritos por el Poder ejecutivo;

10.  aprobar o rechazar la contratació n de empréstitos;

11.  autorizar, por tiempo determinado, concesiones para la


explotación de servicios públicos nacionales, multinacionales o de bienes del
Estado, así como para la extracción y transformación de minerales sólidos,
líquidos y gaseosos;

12.  dictar leyes para la organizació n de la administració n de la


Repú blica, para la creació n de entes descentralizados y para el ordenamiento del
crédito pú blico;
~ 28 ~

13.  expedir leyes de emergencia en los casos de desastre o de calamidad


pú blica;

14.  recibir el juramento promesa constitucional del Presidente de la


Repú blica, el del Vicepresidente y el de los demá s funcionarios, de acuerdo con lo
establecido en esta Constitució n;

15.  recibir del Presidente de la Repú blica, un informe sobre la situació n


general del país, sobre su administració n y sobre los planes de gobiernos; en la
forma dispuesta en esta Constitució n;

16.  aceptar o rechazar la renuncia del Presidente de la Repú blica y la del


Vicepresidente;

17. prestar los acuerdos y efectuar los nombramientos que esta


Constitució n prescribe, así como las designaciones de representantes del Congreso
en otros ó rganos del Estado;

18.  conceder amnistías;

19.  decidir el traslado de la Capital de la Repú blica a otro punto del


territorio nacional, por mayoría absoluta de dos tercios de los miembros de cada
Cá mara;

20.  aprobar o rechazar, en todo o en parte y previo informe de la


Contraloría General de la Repú blica, el detalle y la justificació n de los ingresos y
egresos de las finanzas pú blicas sobre la ejecució n presupuestaria;

21.  reglamentaria la navegació n fluvial, la marítima, la aérea y la


espacial, y

22.  los demá s deberes y atribuciones que fije esta Constitució n.

CAMINOS.

             Es toda vía que se construye para transitar. Pueden ser de dominio
pú blico o de dominio privado, segú n se haya construido a expensas del erario,
pú blico o nacional, provincial o municipal, o a expensas de los particulares en
terrenos que a estos pertenezcan y sin que ese cará cter particular se altere por el
hecho de que sus dueñ os permitan su uso o goce a todas las personas. Los caminos
pú blicos son bienes pú blicos.

RUTAS NACIONALES.

Las rutas nacionales de Paraguay son las vías de transporte má s importantes


existentes en el país, en el conectan a las localidades má s importantes del país.
Consta de 12 rutas nacionales.
~ 29 ~

Segú n datos oficiales del añ o 2014, en el país existen 32.207 kiló metros de
caminos y rutas (entre nacionales, departamentales y municipales), tanto en la
Regió n Oriental como Occidental. De este total, 5.474 kiló metros corresponden
a pavimentos, 9,72 kiló metros son adoquinados, 1.501 kiló metros
está n empedrados, 1.012 kiló metros son enripiados y 24.209 kiló metros son
caminos de tierra

Son rutas nacionales de Paraguay las siguientes:

Longitud
Nro. Nombre Oficial Orientación Inicio – Final
(km)

Ruta Nacional N° 1 “Mcal. Noroeste a


1 370 Asunció n – Encarnació n
Francisco Solano Ló pez” Sureste

Ruta Nacional N° 2 “Mcal. Asunció n – Coronel


2 132 Oeste a Este
José Félix Estigarribia” Oviedo

Ruta Nacional N° 3 “Gral.


3 476 Sur a Norte Asunció n – Bella Vista
Elizardo Aquino”

Ruta Nacional N° 4 “Gral. José San Ignacio – Paso de


4 197 Este a Oeste
Eduvigis Díaz” Patria

Ruta Nacional N° 5 “Gral. Pozo Colorado – Pedro


5 355 Oeste a Este
Bernardino Caballero” Juan Caballero

Ruta Nacional N° 6 “Dr. Juan Encarnació n – Minga


6 247 Sur a Norte
Leó n Mallorquín” Guazú

Ruta Nacional N° 7 “José


Coronel Oviedo – Ciudad
7 Gaspar Rodríguez de 193 Oeste a Este
del Este
Francia”
~ 30 ~

Ruta Nacional N° 8 “Dr. Blas Coronel Bogado – San


8 320 Sur a Norte
Garay” Estanislao

Asunció n – Cnel.Eugenio


Ruta Nacional N° 9 “Pte. Sureste a
9 835 A. Garay, Frontera
Carlos Antonio Ló pez” Noroeste
conBolivia

Ruta Nacional N° 10 “Las Villa del Rosario – Salto


10 326 Oeste a Este
Residentas” del Guairá

Ruta Nacional N° 11 “Juana San Pedro – Capitá n


11 228 Oeste a Este
de Lara” Bado

Ruta Nacional N° 12 Sureste a Asunció n – Campo


12 185
“Vicepresidente Sá nchez” Noroeste Alegre

CAMINOS VECINALES Y RURALES

Los primeros enlazan bá sicamente nú cleos de població n, y los segundos, por


el contrario, suelen constituir vías de acceso entre heredades, aunque se distingan,
por su cará cter pú blico, de las meras servidumbres típicas aisladas.

Tienen el cará cter de bienes de dominio y uso pú blico y gozan del cará cter
de inembargables, imprescriptibles e inalienables, así como pueden ser objeto
de recuperació n posesoria por vía administrativa y objeto de deslinde del mismo
cará cter.

SERVIDUMBRES

En el derecho, servidumbre es la denominació n de un tipo de derecho real que limita


el dominio de un predio denominado fundo sirviente en favor de las necesidades
de otro llamado fundo dominante perteneciente a otra persona.

Segú n Manuel Ossorio, servidumbre es el derecho en predio ajeno que limita


el dominio, en este y que está constituido a favor de las necesidades de otra finca
perteneciente a distinto propietario o de quien  no es dueñ o de la gravada. Es
entonces un derecho real perpetuo o temporario sobre inmueble ajeno de virtud
~ 31 ~

del cual se puede usar de el o ejercer ciertos derechos de disposició n o bien


impedir que el propietario ejerza algunos de sus derechos de propiedad.

SERVIDUMBRE PREDIAL

Por exigir siempre una cosa inmueble o predio sobre la que recaiga, igual que
servidumbre real.

En derecho romano, la servidumbre predial (iura praedorium o servitutes


praediorum), o simplemente servidumbre (servitutes), consiste en un derecho
real que los propietarios de predios vecinos pueden establecer voluntariamente,
para que un predio llamado sirviente preste a otro llamado dominante la ventaja
permanente de un uso limitado. Como relaciones de uso, las servidumbres son
derechos fundamentalmente solidarios e indivisibles, siendo esto ú ltimo lo que
ocasiona que la servidumbre permanezca íntegra a pesar de que cualquier predio
implicado se divida. Ademá s, tampoco cabe la posibilidad de una adquisició n o
extinció n parcial.

Como tipo de concurrencia de derechos que es la servidumbre, esta produce


una limitació n de la propiedad del predio sirviente. Es el predio el que sufre
el gravamen, pero el propietario en ningú n momento queda personalmente
obligado; es por esto por lo que la servidumbre no puede consistir en un hacer,
sino má s bien en un padecer la limitació n. Aunque por parte del predio sirviente la
servidumbre suponga una tolerancia, desde la perspectiva del dominante esta
puede consistir en una intromisió n (immissio) lícita sobre el fundo que actú a como
sirviente (servidumbre positiva), o en un derecho a impedir (ius prohibendi)
determinados actos en el fundo sirviente (servidumbre negativa). Cuando el
servicio prestado se puede reconocer por un signo, como puede ser una ventana o
un canal, la servidumbre se denomina aparente, mientras que en el caso opuesto,
es decir, cuando se carece de ese signo mencionado, la servidumbre recibe el
nombre de no aparente.

En un principio, las intromisiones en bienes inmuebles ajenos no está n


permitidas legalmente, por lo que el propietario tiene la posibilidad de impedirlas
(ius prohibendi), y en caso de persistencia, puede acudir a los interdictos uti
possidetis yquod vi aut clam o a las acciones negatorias correspondientes. Por su
parte, el propietario puede hacer en su finca todo lo que estime conveniente
siempre y cuando sus acciones no conlleven una intromisió n en el inmueble
vecino. Só lo mediante la constitució n de una servidumbre se puede convertir en
lícita una intromisió n, o en ilícito uno de los actos del propietario sobre el fundo.

Las servidumbres prediales son tipificadas sobre la base de su contenido


específico. Aunque no existe ningú n motivo que incite a pensar que
la jurisprudencia no pudiese reconocer má s tipos de servidumbres de los que
aparecen estipulados en sus obras casuísticas, hay una serie establecida de estos
~ 32 ~

tipos, que los autores escolá sticos agruparon en rú sticas y urbanas dependiendo


de si se referían a poder pasar o traer agua por el fundo vecino, entre otras
ventajas de marcado cará cter agrícola, o de si versaban sobre comodidades de una
edificació n que se imponen al vecino. Principalmente, ha sido la primera
jurisprudencia clá sica romana la que se encargó de la casuística de las
servidumbres, postura que le supuso una serie de críticas por parte de personas no
juristas, como es el caso de Ciceró n, que consideraban esas cuestiones como
ridículas.

Principales servidumbres prediales rústicas

Las má s importantes servidumbres prediales rú sticas (servitutes praediorum


rusticorum) son las de paso a pie o a caballo (iter), la de paso de ganado (actus) o
camino para carros (via). También tienen relevancia las de conducció n de aguapor
superficie (aquae ductus), extracció n de agua (aquae haustus) que segú n
interpretació n jurisprudencial lleva aparejado el acceso al pozo o manantial (iter
ad hauriendum) y la de poder echar el agua al fundo vecino (aquae immissio).6

Principales servidumbres prediales urbanas.

Las servidumbres prediales urbanas (servitutes praediorum urbanorum) má s


destacables son las de luces y vistas, ya sea en su variante de poder
abrir ventanas (ius luminum), evitar que el vecino eleve la edificació n presente (ius
altius non tollendi) o derecho de vistas (ius ne prospectui vel luminibus officiatur).
Otras son las servidumbres de desagü e(también llamadas “de aguas”. Cloaca),
apoyo de viga (ius tigni immittendi) o carga de una sobreconstrucció n (ius oneris
ferendi). En ú ltimo lugar se encuentran las de salientes, para dejar caer el agua de
la lluvia desde el tejado (ius stillicidii) o por un canaló n (ius fluminis, ambas se
ejercitan por la actio aquae pluviae arcendae), y la de
proyectar balcones o terrazas sobre un predio vecino (ius proiiciendi protegendive).

CONCLUSION

 La demanda de los recursos limitados sigue aumentando a medida que las
poblaciones crecen y se desplazan para una gestió n responsable hace falta
informació n fiable sobre la cantidad y la calidad del agua disponible, y sobre có mo
esta disponibilidad varía en el tiempo y de un lugar a otro.

Es importante estudiar má s profundamente todos los elementos del ciclo


del agua y el impacto que las actividades humanas tienen sobre él, a fin de proteger
y desarrollar de manera sostenible los recursos hídricos.
~ 33 ~

El cambio climá tico afecta en gran medida a las condiciones meteoroló gicas,


las precipitaciones y a todo el ciclo del agua, como los recursos hídricos
superficiales y subterrá neos.

El creciente problema de disponibilidad de agua superficial así como el


aumento de los niveles de contaminació n del agua y de las desviaciones de agua
amenazan con entorpecer o incluso interrumpir el desarrollo social y econó mico
en muchas zonas, ademá s de la salud de los ecosistemas.

Los recursos de agua subterrá nea pueden ayudar a satisfacer la demanda,


pero a menudo son víctimas de la sobreexplotació n y, en ocasiones, de la
contaminació n. Es importante controlar mejor el consumo de las aguas
subterrá neas que no se renuevan.

Algunas prá cticas tradicionales, como la recolecció n del agua de lluvia, se


está n perfeccionando y combinando con nuevas técnicas como la recarga artificial
de agua, la desalinizació n y la reutilizació n. Se necesita má s apoyo, no só lo para
encontrar soluciones técnicas innovadoras que mejoren el suministro, sino
también para gestionar la demanda y fomentar la eficiencia en la utilizació n del
agua.

Debido a los crecientes cambios en la disponibilidad de los recursos


hídricos, el apoyo político será necesario para recopilar informació n sobre los
recursos hídricos. Esta informació n permitirá a los responsables de la política
tomar mejores decisiones sobre la gestió n y utilizació n del agua.

BIBLIOGRAFIA

 Constitució n Nacional de la Repú blica del Paraguay 1992

 Introducció n al Derecho Ambiental / Horacio Antonio Pettit SERVILIBRO


Editora LITOCOLOR SRL2002

 Bustamante Alsina Derecho Ambiental y Agrario


~ 34 ~

 http://www.aidaamericas.org/es?
gclid=EAIaIQobChMI093X3Jry1QIVTwaRCh0HLATzEAAYASAAEgLKpvD_B
wE

 http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/justicia-ambientala-
cargo-de-paraguaya-543490.html

Ley Nº 3.239/07 De los Recursos Hídricos del Paraguay

Ley 1248/31 Có digo Rural “Aguas Publicas”; Ley Nº 3.966/2010 Orgá nica
Municipal “De los Bienes de Dominio Pú blico

Ley Nº 1183/85 Có digo Civil “Libro Cuarto, “De las Aguas”

Ley Nº 93/14 De Minas; Ley 628/24 Que modifica la Ley de Minas Nº 93/14;

Decreto 98/56 Por el cual se Establecen Normas para el fomento de la


Explotació n Minera

Ley Nº 779/95 Que modifica la Ley Nº 675/60 De Hidrocarburos de la


Repú blica del Paraguay. Ley Nº 1248 Có digo Rural Capítulo IV “Caminos” Vialidad

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