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Naturaleza y derecho, voces discordantes

Revista de Derecho YACHAQ N.º 14


Centro de Investigación de los Estudiantes de Derecho (CIED)
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
ISSN: 2707-1197 (en linea)
ISSN: 1817-597X (impresa)
Fecha de recepción: 23/06/22
Fecha de aceptación: 06/09/22
[pp. 309-324]

Naturaleza y derecho, voces discordantes


Nature and law, discordant voices

Millitza Franciskovic Ingunza [* ]


Jorge Luis Godenzi Alegre [** ]

Resumen: Con este título muchos lectores estarán sospechando de que va este artícu-
lo. Probablemente acierten, pero sólo en parte. Se trata de cómo a la naturaleza a través
de la ley se le ha conferido la categoría jurídica de sujeto de derecho. No lo considera-
mos razonable y epistemológicamente apropiado. Si se le reconoce derechos a la na-
turaleza habría que exigirle también obligaciones que no podría cumplir. Todo derecho,
desde el punto de vista teórico y lógico, exige una obligación correlativa; y la naturaleza,
como ser carente de pensamiento, voluntad y juicio no puede ser sujeto de derechos
y mucho menos de obligaciones. La naturaleza no es centro de imputación y objeto de
razonamiento animista alguno, pero esa situación ontológica no la excluye para que el
ordenamiento jurídico le extienda su debida y oportuna protección, adecuándose siem-
pre con la dignidad humana.
Palabras Claves: Naturaleza, sujetos de derechos, relación jurídica, derechos subjetivos.
Abstract: With this title many readers will be suspecting what this article is about. They
are probably right, but only partially. It is about how nature through the law has been
conferred the legal category of subject of law. We do not consider it reasonable and epis-

*
[ ]
Doctora en Derecho, Magister en la Especialidad de Derecho Civil y Comercial, Abogada por la Universidad
de San Martín de Porres, docente nombrada en la Universidad Femenina del Sagrado Corazón-UNIFÉ y
Responsable académica del Círculo de Estudios en Ambiente y Desarrollo Sostenible. Dicta los cursos de
Derecho Ambiental y Derecho Internacional Público. Autora de Libros de derecho ambiental, minero e inter-
nacional público. https://orcid.org/0000-0002-6525-6387 / millitzafranciskovici@unife.edu.pe
**] Magister en la Especialidad del Derecho del Trabajo, Abogado por la Universidad de San Martín de Porres,
[

actualmente es catedrático universitario de los cursos de Derecho Romano e Historia General del Derecho
en la Universidad de Lima. Docente en la Facultad de Derecho en la Universidad Femenina del Sagrado
Corazón. Autor de libros de Derecho Romano. Articulista y conferencista. https://orcid.org/0000-0002-9116-
9033 / jgodenzzi@yahoo.es

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temologically appropriate. If rights are recognized for nature, obligations that it could not
fulfill should also be demanded of it. Every right, from the theoretical and logical point of
view, requires a correlative obligation; and nature, as a being devoid of thought, will, and
judgment, cannot be the subject of rights, much less of obligations. Nature is not the cen-
ter of imputation and the object of any animistic reasoning, but this ontological situation
does not exclude it so that the legal system extends its due and timely protection, always
adapting it to human dignity.
Keywords: Nature, subjects of rights, legal relationship, subjective rights.

I. INTRODUCCIÓN demás. El «algo» de cuya naturaleza se tra-


ta puede ser cualquier materia. En efecto, se
Ocurrió en Turín. En una plazoleta, en un
habla de la naturaleza del hombre, de un pro-
sector que domina una campa de naranjos que
se desliza hasta el rio Estura de Lanzo, sen- blema, de una disciplina científica, e incluso
tados en círculo se encontraba un reducido de la naturaleza de Dios, por lo que se trata
grupo de curiosos viandantes que escuchaban de darle un sentido que se aplica a realidades
con devoción la predicación del hasta ese mo- muy diferentes. Es la referencia del sentido
mento desconocido filólogo alemán Friedrich metafísico del concepto de naturaleza porque
Nietzsche. Fue cuando de súbito este enigmá- no solo se limita a lo físico, material o a lo
tico heraclitano los embistió con una inespera- corpóreo, sino que puede también aplicarse
da pregunta: ¿Por qué algunos hombres están a lo espiritual, a las ideas y a lo sobrenatural.
a gusto en la naturaleza? Y él, con la impertur- En este sentido, la significación de naturaleza
babilidad que lo caracterizaba, respondió con es semejante al de la «esencia», que revela el
rotundidad: porque la naturaleza no tiene opi- modo básico de ser de algo.
nión acerca de nosotros. ¡Muy cierto! Por ejemplo, el siguiente fraseo del mun-
Nietzsche, que estuvo siempre en busca dialmente conocido dramaturgo inglés William
no de certezas, sino de expresar la pregunta Shakespeare: «El infierno está vacío y todos
adecuada, nos incita en esta ocasión para que los demonios están aquí», podría definir muy
formulemos seguidamente una intranquiliza- bien la naturaleza de los tiempos que vivimos
dora cuestión: ¿qué es la naturaleza? en este mundo. Y es, por cierto, el sentido, un
tanto metafísico como metafórico, con el que
II. LA NATURALEZA DE LA NATURALEZA se emplea el sustantivo «naturaleza».

En primer lugar, según manifiesta Coreth En la segunda significación (físico), se


(1991) como sustantivo la «naturaleza» tiene trata de «la naturaleza» para designar el cúmu-
dos significaciones: por una parte, denomina lo de seres y procesos naturales que, por lo
«la naturaleza de algo» (es lo que podríamos general, vienen identificados con lo corpóreo,
llamar el sentido metafísico del término), y por con lo físico o material. Aunque este sentido
otra, hace saber a «la naturaleza» como el con- es suficientemente claro para las necesidades
glomerado definido de los seres físicos (a la del lenguaje ordinario, plantea problemas si se
que designaremos el sentido físico). intenta utilizarlo de modo riguroso porque de-
pende de qué se entienda por «ser natural», o
En la primera significación (metafísico) se
sea, del sentido que se dé al adjetivo «natural».
apunta de la «naturaleza de algo» para señalar
lo diferenciador de ese algo, o sea, su propio El análisis y estudio del presente artículo
atributo, lo que le pertenece y determina de tal debe de considerarse del sustantivo «naturale-
manera que sirve para distinguirlo de todo lo za» al adjetivo «natural».

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III. ITINERARIO DE LA NATURALEZA a configuraciones y ritmos que se encuentran


estrechamente relacionados y todo ello se en-
Es desde una escala histórica que resul-
cuentra surcado en todos sus niveles por el
ta pertinente tomar el pasado como referencia
cambio; ninguno de sus aspectos está sustraí-
para entender mucho mejor el concepto de
do al no devenir por lo que adopta siempre una
naturaleza, lo cual nos impulsa a buscar las
enorme variedad de modalidades.
primeras coordenadas en los pilares fundan-
tes de nuestra civilización —que indudable- Al respecto, Dennett (1998) expresa que
mente siguen y seguirán siendo siempre los ese dinamismo que se despliega a través de
griegos— por lo que es inaplazable apelar al una gran complejidad de procesos conforme
pensamiento del primer filósofo que hizo un a patrones espaciales y temporales que giran
minucioso escrutinio de la naturaleza como en torno a pautas dinámicas específicas, están
ciencia natural. absolutamente independizadas de cualquier
intervención humana (p. 124).
A continuación, las palabras con las
que Aristóteles (1968) presenta su idea de Por tanto, se desprende que dinamismo
la naturaleza: y estructuración son dos características bási-
cas de la naturaleza que se encuentran estre-
Entre las cosas que existen, algunas existen chamente relacionadas: las estructuras son el
por naturaleza, algunas por otras causas. resultado del despliegue del dinamismo y tam-
Existen por naturaleza los animales y sus par- bién son fuente de nuevos despliegues de ese
tes, y las plantas, y los cuerpos elementales dinamismo. El entrelazamiento del dinamismo
(tierra, fuego, aire, agua), pues decimos que y la estructuración proporciona una clave que
estas cosas y las semejantes a ellas existen resulta decisiva para conseguir una represen-
por naturaleza... la naturaleza es el principio tación fidedigna de la naturaleza.
y la causa del movimiento y del reposo para
la cosa en la que ella reside inmediatamente,
La naturaleza tiene una consistencia pro-
por sí y no por accidente. (p. 226) pia, puesto que puede la intervención humana
intervenir en los procesos naturales, pero no
Con estas últimas palabras, Aristóteles puede modificar sus leyes. La autonomía de lo
afirma que lo natural se distingue de lo acci- natural implica una independencia respecto a
dental (o sea, lo casual, que resulta de la coin- la intervención humana.
cidencia fortuita de causas). Por esta elemental consideración, en la
La naturaleza, continuamos con Aristó- naturaleza las leyes son juicios enunciativos
teles, es un principio interno de actividad que cuyo thelos (finalidad) radica en señalar las
sólo se da en las entidades naturales (que sue- relaciones invariables que existen y que son
constantes. Sus propias leyes, que solo son
len denominarse sustancias). Las entidades
cognoscible por el entendimiento humano, es-
naturales por excelencia son las entidades vi-
tablecen relaciones de causalidad que se refie-
vientes, cuyo desarrollo y actividad responde
ren siempre a lo que es y no a lo que debe ser.
a tendencias internas. También —continua el
En la naturaleza no se expresan relaciones sino
estagirita— la naturaleza tiene características
fórmulas destinadas a ser explicadas por el lo-
cuantitativas y cualitativas a las que denomi-
gos humano, por lo que la entendemos como
na: el estado y la disposición; la capacidad y
un orden riguroso o sistema de elementos rela-
la incapacidad; las cualidades afectivas y las
cionados los unos con los otros contenido por
afecciones; la figura y la forma.
un principio particular: el de causalidad. Toda
En consecuencia, podríamos sostener ley natural hace aplicación de este inexorable
que la naturaleza se erige y funciona en torno principio. (Gilson, 1978, p. 304)

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La organización de la naturaleza alcan- IV. LA NATURALEZA Y EL HOMBRE[1]


za su máxima expresión en el nivel biológico,
En esta perspectiva, el hombre aparece
cuya sutileza se conoce en la actualidad cada
como la culminación de la naturaleza. Su exis-
vez mejor gracias a los grandes avances de
tencia es posible porque el hombre se encuen-
la biología molecular y se compone de nive-
tra sumergido en ella, pero es un ser personal
les jerarquizados de organización creciente en
que posee dimensiones inmateriales que al
cada uno de los cuales existen pautas, mode-
mismo tiempo la trasciende. Se encuentra por
los, características.
encima del resto del mundo físico. Participa
Todo ser vivo que brota de la naturaleza de lo físico, que está inscrito en su naturaleza
es un todo subsistente y distinto entre ellos, como parte constitutiva de su ser, pero no se
que están determinados por sus propias leyes agota en las dimensiones físicas. La relación
que los rigen en forma absoluta. La naturaleza, que establece con la naturaleza es singular. Si
que siempre se ha empeñado invariablemente bien es cierto está sometido a las leyes natura-
en no plegarse a la magia o al animismo y en les, es también cierto que también puede con-
no violar sus principios y sus inamovibles le- templarlas desde fuera, conocerlas y utilizarlas
yes, son tan remotos como el universo. a través del desarrollo del entender y el querer,
Por estas consideraciones, tuvo razón o sea, las potencialidades del espíritu, conoci-
Nietzsche cuando desdoblando el lengua- das con los nombres de entendimiento, juicio
je afirmó ante ese ocasional público en Turín y voluntad, respectivamente.
que la naturaleza no tiene opinión, y no puede Por eso el hombre es un individuo que
tenerlo porque no posee tendencias internas se sostiene a sí mismo no solo por su inteli-
del entendimiento, la voluntad, el juicio y los gencia y voluntad, sino que en él subyace un
sentidos como potencias del alma, por ser solo pathos que es más fecundo y elevado: Un co-
capacidades intelectuales y volitivas que solo nocimiento que sobreexiste espiritualmente en
posee el hombre en su actuación existencial. amor. Es así un todo y no solamente una parte.
Sin embargo, la naturaleza cobra tamaña Es un universo en sí mismo. Los animales no
importancia como dominio ontológico autóno- humanos, sujetos a un sistema nervioso (sin-
mo, campo de investigación y experimentación tientes) actúan en relación directa con la natu-
científica, objeto de ser explotado racionalmen- raleza. Viven estáticos en el medio ambiente.
te y acaso hasta de mejorarla. Al acceder a ella No pueden prescindir de ella, ni reaccionar di-
se descubre una existencia que muy pocos námicamente, están atados a la naturaleza y
imaginan con poner en duda. no pueden independizarse de ésta.


[1]
Álex Grijelmo, miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua, sostiene desde la técnica
gramatical —con lo cual estamos plenamente de acuerdo— que todos los sustantivos tienen género grama-
tical lo que posibilita la concordancia con artículos o adjetivos. El sustantivo «hombre», que se desprende
de la palabra latina homo y del griego anthropos, conforme a las reglas de la gramática y como ocurre con
otras lenguas románicas pone a nuestra disposición la división: «hombre», «ser humano» y «persona», que
vendría a ser los genéricos de la especie. «Varón y mujer» que son los específicos de los dos sexos biológi-
cos. Todo ello permite que el sustantivo hombre se desvincule del espacio semántico de varón a fin de que
todos podamos entender en su justa medida lingüística fraseos como «el medio ambiente se deteriora por
la mano del hombre», o «la mujer es más prudente conduciendo el automóvil», o «Mario Vargas Llosa es el
primer narrador varón que ganó el premio nobel de literatura» (y no el primer literato hombre) Suponer que
hay una forma de exclusión de la mujer por la utilización del sustantivo genérico «hombre» es simplemente
exhibir una depurada estulticia o una ocurrencia otoñal.

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En el hombre, por mucho que dependa cognitivas que los otros animales no disponen.
de la naturaleza, existe la existencia misma Esa capacidad cognitiva, como especifica Co-
de su espíritu porque posee independencia y reth (1991) «le dotan de una vida emocional
libertad que lo hace capaz de tener conciencia completamente singular: una vida que depen-
de su ser y por tanto poder modelar libremente de de procesos de pensamiento autoconscien-
su vida y objetivar sus proyectos de vida. Pue- tes, únicos en la especie hombre». (p. 136)
de elevarse por encima de sí mismo y es capaz
De Lamartine, citado por Pacheco (1975)
de reprimir sus impulsos, dominar sus pasio-
dice que «el hombre es el único animal que limi-
nes y construir su existencia según los dicta-
tado en su naturaleza, es infinito en sus aspira-
dos de la razón. Como también es plenamen-
ciones» (p. 84). El hombre es un Dios caído que
te consciente que como animal humano está
se acuerda de los cielos, es un animal irracional
inflexiblemente sometido a leyes biológicas,
que prefiere una cosa a otra porque su apetito
puesto que como anota Estermann (2009) la
está naturalmente determinado a esa cosa.
vida del hombre como su propia muerte consti-
tuye procesos biológicos que se observa en la Desde una perspectiva antropológica un
naturaleza con los otros seres vivos, pero que perro, como ejemplo especial de la naturale-
no obstante estar sometidos a esas leyes, no za, ve a su dueño como una cosa viva, capaz
impide contemplarla, conceptualizarla y al mis- de contacto visual; pero no puede pensar en él
mo tiempo trascenderla (p. 138) como «sujeto de conciencia», ni es capaz de
relacionarse desde la perspectiva del yo. Por
Como expresa Scheler (1994), gran maes-
el contrario, los hombres respondemos entre
tro de la teoría objetiva de los valores:
nosotros y ante otros animales en tanto esta-
El hombre es el ser vivo que puede adoptar
mos constituidos por sistemas intencionales.
una conducta ascética frente a la vida, vida Solo el hombre se percata de la diferencia que
que le estremece con violencia. El hombre existe entre cómo son las cosas y cómo se pre-
puede reprimir y someter los propios impul- sentan ante quienes las observan, adoptando
sos naturales; puede rehusarles el pábulo una «postura intencional» a la que se ha refe-
de las imágenes perceptivas y de las repre- rido también en una serie de libros y ensayos
sentaciones. Comparado con el animal, que Dennett, magnífico representante de las cien-
dice siempre «sí» a la realidad, incluso cuan- cias cognitivas. Pero una vez que admitimos la
do la teme y rehúye, el hombre es el ser que existencia de una actitud intencional —que nos
sabe decir no, el asceta de la vida, el eterno lleva a interpretar el comportamiento de otros
protestante contra toda mera realidad. En seres en función de las actitudes proposicio-
comparación también con el animal (cuya nales que se expresan— hemos de reconocer
existencia es la encarnación del filisteísmo), que existe un nivel superior de intencionalidad.
es el eterno «Fausto», la bestia cupidissima
Proyectándolo en la dimensión social, tal
rerum novarum, nunca satisfecha con la rea-
lidad circundante, siempre ávida de romper
como nos lo plantea Monod (1986) hay algo
los límites de su ser ahora, aquí y de este particularmente extraordinario que define al
modo, de su «medio» y de su propia reali- hombre y lo diferencia fundamentalmente de
dad actual. (p. 45) las otras especies: es su conciencia de estar
en el mundo, lo cual implica que la inteligen-
¿Qué define al hombre? Casi todos los an- cia del hombre no es la medida de la realidad
tropólogos y psicólogos han tenido que enun- natural, sino que debe adecuarse a una rea-
ciar una frase común en algún punto de sus lidad que la trasciende. El hombre sabe al fin
carreras académicas, de que somos animales que está solo en la inmensidad indiferente del
humanos que como tal encarnan capacidades universo de donde ha emergido por azar. Igual

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que su destino su deber no está escrito en nin- responsabilidad. Somos responsables entre
guna parte, puede escoger entre el reino y las nosotros por lo que hacemos y, como conse-
tinieblas. (p. 154). cuencia de ello, comprendemos el mundo de
una manera sin paralelo en otras especies.
En uno de sus celebrados textos, Dennet
Nuestro mundo, a diferencia del entorno de
(1980) ha argumentado que el hombre, a di-
un animal, cuenta con derechos y deberes: es
ferencia del entorno de un animal, cuenta con
el mundo propio de sujetos autoconscientes,
derechos y deberes: es la dimensión propia de
un mundo que distingue sucesos libres y no
sujetos autoconscientes, una dimensión que
libres, es decir, entre aquellos que tienen razo-
distingue sucesos libres y no libres, es decir,
nes o motivos y aquellos que simplemente son
entre aquellos que tienen razones o motivos y
causados; entre los que proceden de la volun-
aquellos que simplemente son causados; en-
tad de un sujeto racional y los que surgen del
tre los que proceden de la voluntad de un suje-
flujo de objetos sin conciencia. (p. 193)
to racional y los que surgen del flujo de objetos
sin conciencia y que es un organismo que pre- Cada hombre es un individuo, al igual que
senta estados intencionales conectados siste- una planta o a un perro; es parte del universo,
máticamente (p. 68). es fragmento singular de una inmensa con-
junción de influencias de la propia naturaleza.
Por esta consideración, Coreth (1991)
Por tanto, acata esencialmente los principios
sustenta que las personas se encuentran en
en los que están envueltos los demás seres y
permanente diálogo para justificar su conduc-
además íntegramente sometido a las mismas
ta ante los demás ojos, del mismo modo que
leyes de la naturaleza. En el hombre la poten-
justifique la conducta de los demás ante los su-
cia material va consustanciada por una ener-
yos. En este diálogo son capitales las nociones
gía metafísica, que es el espíritu, que consti-
de libertad, elección y responsabilidad que le
tuye una plena unidad que lo hace ser lo que
permite al hombre poder relacionarse con los
es. Cada hombre perdura por la existencia en
demás como sujetos, con las importantes no-
él del espíritu, que es un principio de unidad
ciones de la responsabilidad, la rendición de
creadora, de independencia y de libertad. Es
cuentas, la culpa o la vergüenza, el elogio y el
el espíritu el que examina la represión de los
reproche, aspectos que no se pueden aplicar
impulsos del hombre mediante la voluntad
al comportamiento animal. (p. 83)
que, guiada por el entendimiento, las ideas y
Viéndose en esa dimensión, el hombre los valores, rehúsa a los impulsos opuestos a
responde a la naturaleza con estremecimien- dichas ideas, valores y entendimiento.
tos, tal como lo apunta Descola (2005) puesto
El único que hace la guerra, el único que
que no existen en los animales: indignación,
construye, el único que venera dioses. Cual-
resentimiento, cálculo y envidia; admiración,
quier respuesta que se dé a la interrogante
compromiso y alabanza, es decir, suponiendo
sobre la esencia de nuestra humanidad es tan
que los demás son también sujetos respon-
sólo una variable de la respuesta más amplia:
sables, con derechos y obligaciones y con
el hombre es el único animal con capacidad
autoconciencia de su futuro y de su pasado.
de abstracción; esto es, la posibilidad de pen-
Solo pueden sentir este tipo de sentimientos
sar de manera simbólica, de crear consciente
y emociones seres responsables que pueden
y voluntariamente todo tipo de lenguajes. En
situarte fuera del orden natural y distanciarse el
resumen: es el hombre el único que es ca-
mismo para realizar juicios. (p. 108)
paz de crear con el pensamiento y expresar
Deseamos anotar con Artigas (2003) que lo creado en forma de lenguaje. Al principio
otro rasgo de la condición del hombre que nos fue la palabra. O como lo afirmara estremece-
distingue de nuestros afines los simios, es la doramente Heidegger: «El lenguaje es la casa

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del ser, en está morada habita el hombre. Los comprende el mundo de una manera sin pa-
pensadores y los poetas son los vigilantes de ralelo frente a otras especies. El mundo de la
esa morada. Su vigilia consiste en completar persona, a diferencia del entorno de un animal,
la manifestación del ser». cuenta con derechos y obligaciones y con au-
toconciencia de su futuro y de su pasado. Solo
Por esta consideración, la noción de per-
pueden sentir este tipo de emociones, seres
sona no se circunscribe con la materia, sino
responsables que pueden situarte fuera del or-
que se refiere a ese ser espiritual y a su sub-
den natural y distanciarse el mismo para reali-
sistencia, por esa razón las más excelsas di-
zar juicios. (p. 297)
mensiones del ser se encuentran en el espíritu.
Negarlo conlleva a que el hombre se extravíe Solo una fuerte dosis de megalomanía y
en la búsqueda de la comprensión del sentido mesianismo puede negar esos axiomas antro-
de la existencia. Evoquemos al respecto a Lu- pológicos para luego pretender justificar que la
crecio: «Ese miedo y esas tinieblas del espíritu naturaleza y las leyes que la rigen son puros
es menester que los despejen no los rayos del constructos sociales y que por tanto pueden
sol ni los dardos luminosos del día sino la con- ser enmendadas, deformadas o acaso hasta
templación y la doctrina de la naturaleza». eliminadas, con el objetivo de adjudicarle la
categoría de sujetos de derecho con un par
Tal vez por ello, el pensamiento aquiniano de decretos. Con ese razonamiento animista,
lo expresaba con sobresaliente propiedad que al concedérsele a la naturaleza el principio de
«persona significa lo más perfecto que hay en imputación, se le está negando con un acen-
toda la naturaleza, o sea el ser subsistente en tuado y clamoroso componente ideológico, el
la naturaleza racional». En consecuencia, todo principio de causalidad, como orden sistemá-
hombre es una persona. tico y causal.
Como sustancia, forma un núcleo ontoló-
gicamente distinto que únicamente debe el ser V. LA NATURALEZA COMO SUJETO DE DE-
a su propio acto de existir. En cuanto sustancia RECHO
racional es un centro autónomo de actividad y Atendiendo a diversas perspectivas hemos
la fuente de sus propias determinaciones, más procurado dar respuesta hasta este momento
aún, su acto de existir es el que constituye en de lo que es la naturaleza y de la relación que
cada hombre su doble privilegio de ser una ra- mantiene con el hombre. Añadiríamos, por su
zón y de ser una persona; todo lo que sabe, todo pertinencia y por su gran valor, que la disciplina
lo que quiere, todo lo que hace, brota del acto de la antropología al estudiar al hombre lo hace
por el cual es lo que es. (Aquino, 1989, p. 165) en cuanto es parte de la naturaleza, aunque al
La persona, según la contundente ex- mismo tiempo la trasciende. Igualmente, ha
presión de (Boecio 2002) es «una sustancia dejado su impronta la versión clásica e inme-
individual de naturaleza racional» (p. 86). Es jorable de otra disciplina del saber, como es el
una sustancia por derecho propio porque es derecho, que como acto de voluntad del legis-
perfectamente incomunicable que no puede lador es un sistema de normas coactivas que
ser otra distinta de ella y cuyo ser es, de consi- rigen la convivencia social para lograr la paz.
guiente suyo, imperturbable e inefable. En ese sentido la norma jurídica es imperativa.
En consecuencia, como afirma Kant (2005), es
Al decir de Artigas (2005) el hombre es
un juicio categórico, no hipotético. (p. 34)
una persona, o sea, un sujeto que puede ac-
tuar voluntariamente respondiendo de sus Pero tal como nos lo recuerda y remar-
propios actos. Es responsable ante los demás ca magistralmente Hans Kelsen en su «Teoría
de lo que realiza y como consecuencia de ello Pura del Derecho», no hay que incurrir en el

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error de confundir Derecho y Ley. El Derecho, los representantes del oficialismo se opusie-
como acto puro de conocimiento, está siem- ron a aceptar los derechos de la naturaleza,
pre sujeto a determinadas reglas (directrices, tildándola incluso como una estupidez a dicho
los califica Dworkin), principios, conceptos y reconocimiento. La postura de Alberto Acosta
categorías que a lo largo del tiempo perma- (2017) uno de los promotores de esta alambi-
necen inalteradas. En este sentido, disciplinas cada propuesta, que —dicho sea de paso, no
como la antropología y el derecho difieren en es jurista, ni antropólogo, es economista— fue
su esencia no solo en especie, sino en grado vista como una ingeniosa innovación del de-
con la naturaleza. Por esa razón, el derecho se recho. Los otros, a quienes catalogaron de
ha visto inducido a crear un concepto antropo- conservadores del derecho, en cambio, no
mórfico y eficaz que son los sujetos de dere- dudaron en calificarla como galimatías con-
cho, entendiéndolo como un haz de obligacio- ceptuales. Esta corriente neo marxista en sus
nes, de responsabilidades y del despliegue de discursos enfiló sus baterías contra quienes se
una variedad de derechos subjetivos. oponían a estos vertiginosos cambios que se
habían puesto en marcha, manifestando que
Es cierto que por más que nos empeñe-
dotarle de derechos a la naturaleza significaba
mos en destacar el mérito e importancia que
alentar políticamente la conversión de objeto a
tienen los conceptos, principios y reglas del
sujeto de derecho como parte de un reclamo
derecho, como actos de conocimientos, no
centenario de ampliación de los sujetos de de-
podemos, sin embargo, dejar de lado el pre-
rechos, como recordaba ya en 1988 el suizo
dominio que ejerce el poder, cuya expresión se
Jörg Leimbacher, citado por Acosta.
encuentra perfectamente instrumentalizada en
la Ley, que como resultado de la acción política Sostiene que el derecho a la existencia de
no oculta su contenido ideológico que se ad- los propios seres humanos es lo central para
vierte en cualquier ordenamiento jurídico. reconocer los derechos de la naturaleza, sien-
do este el punto medular estableciendo que
La ley como norma superior del ordena-
el ser humano no puede vivir al margen de la
miento jurídico, que todo lo puede —de ahí su
naturaleza, y que por ello su sustentabilidad es
supremacía e imperio de carácter abstracto,
imprescindible para asegurar la vida del ser hu-
impersonal y general— ha posibilitado que en
mano en el planeta. Manifiesta, que esta lucha
algunos países a la naturaleza se le haya con-
de liberación en tanto esfuerzo político, empieza
cedido el derecho que por supuesto no tiene
por identificar que el sistema capitalista destruye
la capacidad de poderlo ejercer, en el absurdo
sus propias condiciones biofísicas de existencia.
de que por mandato imperativo de la ley pueda
tener ese derecho y hasta de poder ejercerlo. «¿Deberían los árboles tener derechos
en juicio?» Es un clásico ensayo de Stone,
Es el caso citar, como en el país del Ecua-
quien planteó la tesis del reconocimiento de
dor a través de su ordenamiento jurídico, a la na-
derechos a los árboles, generando diversas
turaleza se le ha reconocido constitucionalmente
reflexiones sobre su significación y relieve vital
la categoría de sujetos de derecho, y en algunas
para los seres humanos. Stone dice que cada
leyes bolivianas también. Es por ello, que nos
vez que ha habido un movimiento que pos-
sobrecoge e inquieta entender su fundamenta-
tula el reconocimiento de derechos a nuevas
ción, así como la defensa acérrima del que ale-
entidades, la propuesta es trabada por sonar
gan y protagonizan un sector de colectivos.
extraña, espantosa e inclusive cómica, esto,
La Asamblea Constituyente en Montecristi porque hasta que el ente, es decir el árbol, sin
fue la tribuna en que se discutió dos posturas derechos no los recibe, nosotros solo lo po-
respecto a normar a la naturaleza como suje- demos ver como algo más que una cosa para
tos de derechos. Varios asambleístas, incluso nuestro uso. Propone seriamente que se debe

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Naturaleza y derecho, voces discordantes

conferir derechos a los bosques, océanos, ríos su cosmovisión, sus tradiciones y su relación
y otros así llamados recursos naturales en el espiritual con la tierra, todo ello en virtud del
ambiente, es decir, al ambiente natural en su »antropocentrismo», que es aquella corriente
totalidad. ¿De qué categorías de derechos se de pensamiento que sostiene que la natura-
pretende reconocer a la naturaleza? de dere- leza está supeditada a las necesidades e in-
chos subjetivos, derechos fundamentales o de tereses del hombre, constituyendo el mismo
derechos humanos. el centro del universo y en virtud a ello es que
Es decir, la postura que defiende que los el hombre no solo la ha dominado, sino que
árboles son sujetos de derechos, consideran ha cometido monstruosidades contra ella, re-
que los que nos oponemos somos incapaces afirmando, además en sus considerandos la
de entender los cambios del derecho que debe interdependencia entre todos los seres vivos,
ser readaptado a diversos repertorios y nunca entre éstos y la Tierra, y el valor intrínseco que
bajó un escalón de sus principios, categorías y posee aquella, para generar «conciencia» en
reglas del conocimiento. reconocer derechos no sólo al hombre sino
también a la naturaleza.
Cabe precisar que la doctrina, fuente del
derecho contribuye al progreso de la ciencia En ese sentido, darle la categoría de su-
del derecho en su dimensión normativa, por jeto de derecho a la naturaleza, amparándose
eso se sostiene que el derecho es dinámico, en cuestiones ideológicas y políticas, más no
mal hacen algunos en decir que el derecho, jurídicas, hace que resulte necesario clarificar
como acto de conocimiento, cambia, siendo de manera contundente qué se entiende por
innegable afirmar que el reconocimiento posi- sujeto de derecho para llegar a la enfática
tivo de los nuevos derechos, a nivel legislativo afirmación de que desde toda argumentación
son el resultado de las nuevas necesidades científica del derecho no es justificable dicho
del hombre que surgen en el devenir de la his- reconocimiento.
toria, de las cambiantes circunstancias de su
Reconocer a la naturaleza como sujeto
realidad, así como de las modificaciones de su
de derecho, como argumento para su protec-
entorno natural, artificial, social y político que
ción, conservación y restauración por parte
requerirán necesariamente de normas jurídicas
de las entidades del Estado, sería admitir que
vanguardistas, creadas por el legislador, para
antes de esa positivización no cumplía el Es-
que regulen sus conductas y adecuarse a esas
tado con su rol tutelar de proteger, conservar
transformaciones, y vivir armoniosamente en
y restaurar la naturaleza.
sociedad, pero lo que no podemos admitir es
que un nuevo derecho —como acto de cono- En líneas posteriores reafirmaremos que,
cimiento— le conceda a la naturaleza, entendi- aunque sea negado por algunos, todo derecho
miento, voluntad y juicio. tiene como correlato un deber, esto es, no se
puede admitir, sin un deber que se le oponga.
Ahora bien, el reconocimiento en las nor-
En ese sentido, no pueden existir deberes u
mas fundamentales y en las leyes especiales
obligaciones de la naturaleza que se oponga a
de países como Ecuador y Bolivia, de dere-
sus supuestos derechos.
chos a la naturaleza tiene como origen, entre
otros argumentos, los fallos judiciales que re- En este artículo postularemos que, desde
conocieron las demandas de las comunidades la teoría del derecho, que no sólo es una, re-
indígenas quienes reclamaban la titularidad de conoce derechos subjetivos únicamente a los
sus tierras que fueron expropiadas al margen individuos en interferencia intersubjetiva en sus
de la ley por las industrias extractivas, violan- relaciones conductuales, más no, en las rela-
do sus derechos colectivos, desconociendo ciones entre sujetos y las cosas.

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Millitza Franciskovic Ingunza / Jorge Luis Godenzi Alegre

Será importante poner de relieve que, La expresión sujeto a secas es aceptada


si bien no pretenderemos desarrollar los orí- por Ferrajoli (2011) como «el centro de impu-
genes de la expresión sujeto de derechos, el taciones de comportamientos, modalidades,
mismo que sería objeto de otro profundo y expectativas o intereses» (p. 176), que significa
riguroso estudio, si precisaremos cómo se que todo comportamiento siempre será atribui-
concibe por la ciencia jurídica, el concepto do a un «sujeto» y si no existe sujeto alguno al
de sujeto de derecho. que se le adscriba este fenómeno, no encon-
traremos sujeto de comportamientos a los que
VI. LA NOCIÓN DE SUJETO PARA EL DERECHO llamará «actos jurídicos», esto es una voluntad
manifiesta destinada a crear , modificar o extin-
Desde el más autorizado teórico del de- guir situaciones de carácter jurídica, sino esta-
recho contemporáneo cómo el austriaco Han remos ante simples eventos o hechos natura-
Kelsen y uno de los más recientes como Luigi les, y que siempre las expectativas deónticas
Ferrajoli desarrollaremos las nociones de suje- pertenecen siempre a algún sujeto, de no exis-
to, persona y sujeto de derechos. tir tal, no tiene sentido referirse a ello y menos
Ferrajoli (2011) en su obra «Principia Iuris, aún referirse a modalidades o expectativas a
teoría del derecho y de la democracia» afirma las que llamará situaciones jurídicas.
que la expresión «sujeto» es más amplio que la Pero para nosotros lo relevante es que ad-
de «ser humano», entiéndase ser humano a la mita que los intereses están referidas siempre
clase constituida por hombres y las mujeres y a sujetos en el sentido de que no pueden exis-
que también es mayor al concepto de «perso- tir intereses impersonales u objetivos.
na», concepto creado por el derecho.
El concepto de «persona» corresponde al VII. LA NOCIÓN DE PERSONA SEGÚN EL PO-
estatus jurídico concreto, asociándolo a suje- SITIVISMO
tos por el derecho positivo. Esto quiere decir Kelsen (1960) sostiene:
que, en los ordenamientos jurídicos, o dere-
chos internos de los Estados existen «sujetos Nos vemos así inducidos a ver en la noción
y «personas» que no son precisamente seres de sujeto de derecho o de persona una cons-
humanos, como aquellos entes que son las trucción artificial, un concepto antropomórfi-
personas jurídicas (ficción del derecho), o las co creado por la ciencia jurídica con miras a
asociaciones no reconocidas, careciendo en- presentar al derecho de una manera suges-
tonces de un atributo esencial de la «persona» tiva. En estricto sensu, y de verdad dice, la
como es la «personalidad» pero con aptitud de persona designa un haz de obligaciones, de
responsabilidades y de derechos subjetivos;
ser titular de derechos, obligaciones, y añade
un conjunto pues de normas. (p. 125)
la expresión funciones.
Ahora bien, podemos sostener que todos La persona física como lo considera la
los seres humanos pueden ser catalogados no doctrina tradicional, no es el hombre. Es decir,
sólo como sujetos sino también como «perso- el hombre no es una noción jurídica que expre-
nas», pero afirma, que en el pasado la escla- sa una función específica del derecho; el hom-
vitud de seres humanos no era catalogados bre es una noción eminentemente de carácter
como sujetos, sino eran considerados objetos biológica, fisiológica y psicológica.
de los derechos de otros. Siguiendo esta lógica Para Kelsen (1960) cuando una norma ju-
jurídica admitimos que la naturaleza encaja per- rídica utiliza el concepto de hombre no le con-
fectamente con en esta calificación, conside- fiere por ello el carácter de una noción jurídica.
rándola como objeto de los derechos de otros. El hombre se «transforma» en un elemento del

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Naturaleza y derecho, voces discordantes

contenido de las normas jurídicas que regu- ciones u omisiones constituyen de una manera
lan su conducta cuando algunos de sus actos u otra el contenido de normas jurídicas.
lo convierten en el objeto de deberes, de sus
A nuestro entender la noción de «perso-
responsabilidades o de derechos subjetivos.
na», entonces es una creación del derecho y
El hombre, entonces según Kelsen no es esa
no siempre se va concluir que esta comprende
unidad específica que llamamos «persona».
solo al hombre. El hombre poseerá «personali-
La diferencia entre el hombre, tal como lo dad jurídica» si sus acciones u omisiones cons-
define la ciencia de la naturaleza y la persona tituyen el contenido de la norma jurídica.
como concepto jurídico, no significa que la per-
Es indispensable y relevante establecer la
sona sea un modo particular del hombre, sino,
distinción entre el hombre y la persona y, en
por el contrario, que estas dos nociones defi-
consecuencia, no está bien sostener que el de-
nen objetos totalmente diferentes. Así, afianza
recho confiere derechos a las personas y les
esta idea sosteniendo que el concepto jurídico
impone deberes y responsabilidades, y que
de «persona o de sujeto de derecho» manifies-
solo los puede conferir o imponer a los hom-
ta la unidad de una pluralidad de deberes, de
bres. Otorgará un derecho subjetivo (noción
responsabilidades y de derechos subjetivos,
que será en extenso desarrolla líneas poste-
es decir la unidad de una pluralidad de normas
riores) relacionando un efecto jurídico deter-
que determinan estos deberes, responsabilida-
minado con la expresión de la voluntad de un
des y derechos subjetivos.
hombre y le impone un deber vinculando una
La persona física designa el conjunto de sanción a una de sus acciones u omisiones. El
normas jurídicas que regulan la conducta de contenido de las normas jurídicas no se rela-
un solo y mismo individuo o como consignara ciona únicamente con las personas, sino sola-
el jurista Cossío la conducta regulada. La per- mente con los actos de la conducta humana,
sona es el soporte de los deberes, de las res- de la conducta del hombre.
ponsabilidades y de los derechos subjetivos La persona es, pues, un concepto elabo-
que resultan de estas normas, o más exacta- rado por la ciencia del derecho, que sirve para
mente el punto común al cual deben ser referi- describir su objeto.
das las acciones y las omisiones reguladas por
estas normas. Podemos decir también que la Si bien la noción de persona puede pres-
persona física es el punto central de un orden cindir del hombre, para el derecho será nece-
jurídico parcial compuesto de normas aplica- sario remitirse a normas que regulan la conduc-
bles a la conducta de un solo y mismo indivi- ta de los individuos al determinar sus deberes,
duo. (Kelsen, 1960, p. 126). responsabilidades y derechos subjetivos.

Entonces, siendo el hombre una realidad Por su parte, Ferrajoli (2011) sostiene que
natural, la persona es una noción elaborada por el concepto de «persona incluye entidades
el derecho, de la cual ésta podría, por lo tanto, fuertemente heterogéneas: desde las perso-
prescindir. Dice de mismo modo que ello Kel- nas físicas de los hombres y mujeres de car-
sen (1960) «facilita la descripción del derecho, ne y hueso a las llamadas personas jurídicas
pero no es indispensable, ya que es necesario como sociedades, asociaciones, fundaciones,
los entes públicos e incluso el Estado, que son
siempre remitirse a las normas que regulan la
ficciones antropomórficas» (p. 325) que fuera
conducta de los individuos al determinar sus
de los ordenamientos no tienen otra referencia
deberes, responsabilidades y derechos subje-
que los actos que las constituyen.
tivos» (p. 127). Sostener que un hombre es una
«persona» o que posee personalidad jurídica Esta justificación reside, al decir de Fe-
significa simplemente que algunas de sus ac- rrajoli (2011) en el hecho de que «el derecho

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Millitza Franciskovic Ingunza / Jorge Luis Godenzi Alegre

denomina así a las diversas entidades desig- le son imputables incluso simple comporta-
nadas por «persona» y las reconoce como mientos o modalidades, «sujeto jurídico» es
posibles autores de actos y/o titulares de si- todo aquél que sea centro de imputación de
tuaciones» (p. 395). actos o situaciones jurídicas. «Persona» es
todo aquél que, en virtud de status perso-
Categóricamente «persona» es reconoci- nae o personalidad que le es conferida por
da por el derecho como autores de actos o de la norma jurídica puede ser no simplemente
titulares de situaciones jurídicas. Se les reco- centro de imputación de actos o de situacio-
noce, entonces un «estatus subjetivo» que las nes sino más específicamente autor de los
hace idóneas para realizar actos y/o para ser primeros o titular de las segundas. Por eso
titulares de situaciones. Enfatizamos, que, su todas las personas son sujetos jurídicos y
reconocimiento, está condicionado a la realiza- todos los sujetos jurídicos son sujetos, pero
ción imprescindible de actos o de titulares de no viceversa. Son por ejemplo sujetos jurí-
situaciones jurídicas. dicos los nasciturus, las sociedades, y las
asociaciones no reconocidas y en el dere-
Ferrajoli (2011) «personalidad» la define cho internacional, son sujetos de derecho
como al estatus jurídico respecto al cual un su- los Estados. En cambio, no son ni siquiera
jeto es reconocido como idóneo para ser autor sujetos jurídicos, allí donde no les sean (o
de actos o titular de situaciones el de «perso- hasta que no le sean) imputables por el de-
na» a cualquier «sujeto» dotado de personali- recho positivo actos o situaciones, sujetos
dad. De acuerdo con tales definiciones, están como las generaciones futuras o los anima-
por tanto incluidos en el concepto de persona les y demás seres sensibles. (p. 328)
no sólo las personas físicas, que claramente
pueden ser autores de actos y/o titulares de Se llamará «sujetos jurídicos» a aquellos
situaciones, sino también aquellos sujetos arti- que son imputables actos jurídicos (autono-
ficiales, que, por estar dotados como personas mía de la voluntad) o situaciones jurídicas,
jurídicas, del status personae o personalidad, mientras que entenderá como «persona» a
pueden ser, al igual que los seres humanos, quienes pueden ser autores de los actos jurí-
titulares de situaciones. Están en cambio ex- dicos o titulares de las situaciones jurídicas, en
cluidos de aquel, numerosos sujetos, que, aun virtud del estatus jurídico de la personalidad,
siéndoles imputables actos o situaciones, no definido a su vez justamente, como la idonei-
están dotados por el ordenamiento de perso- dad de un sujeto para ser autor de actos y/o
nalidad jurídica: como el nasciturus que aun titular de situaciones.
pudiendo imputársele derechos en materia En cambio, la noción de sujeto de dere-
sucesoria, no es por ejemplo en el derecho cho o de persona según Kelsen (1960) no son
italiano una «persona», al carecer no sólo de sino aspectos de la misma noción y está vincu-
la capacidad de realizar actos sino también de lada a la de derecho subjetivo
la capacidad jurídica, que está condicionada al
Bobbio citando a Kant sostiene que, para
nacimiento. (p. 327)
reforzar el concepto de sujeto de derecho,
cabe destacar lo que expone en su «Doctrina
VIII. SUJETOS DE DERECHO del Derecho» (1797) una teoría del derecho re-
Sujeto jurídico, es pues, para Ferrajoli curriendo al concepto de relación jurídica. En
(2011): ese sentido, Bobbio (1960) señala su célebre
definición de derecho el conjunto de condicio-
Una figura de extensión intermedia respec- nes, por medio de las cuales el arbitrio de uno
to a las de «sujeto» y «persona». En efecto, pueda ponerse de acuerdo con el arbitrio de
mientras que es un sujeto todo aquél a quien otro según una ley universal de libertad (p. 15).

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Naturaleza y derecho, voces discordantes

IX. DERECHO COMO RELACIÓN JURÍDICA dada por el hecho de que ella sirve al filóso-
fo del derecho para distinguir el derecho de la
Kant, según Bobbio (1960) reflexiona so-
moral (que es subjetiva) y de la economía (que
bre los elementos constitutivos del concepto
pone en relación al hombre con las cosas).
de derecho y describe así el primer elemento:
Levi citado por Bobbio (1960) dice:
«el concepto de derecho entendido como una
obligación, tiene que ver en primer lugar única- La valoración jurídica no valora el acto en
mente con la relación externa y precisamente relación con las cosas sobre las cuales se
práctica de una persona con otra, en cuanto ejerce, o más apropiadamente, en relación
sus acciones puedan tener (mediata o inme- con los bienes materiales o inmateriales,
diatamente), como hechos, influencia recipro- con los cuales el sujeto tiende a satisfacer
ca. En cuanto al segundo requisito, Kant afirma sus necesidades ;y ni siquiera en relación
que esta relación entre dos sujetos, para que con un ideal de vida, al cual el sujeto desee
sea una relación jurídica, debe ser una rela- aproximarse, o más particularmente en rela-
ción entre dos arbitrios, y no el arbitrio del uno ción con la divinidad, que se cree que escru-
y el simple deseo del otro. Bobbio expresa ta y juzga todo comportamiento del alma,
que lo que preocupa sobre todo a Kant, al de- sino más bien, en relación con los demás
finir el derecho como una relación entre dos sujetos, es decir, con sus comportamientos
sujetos, es rechazar la tesis de que el dere- positivos o negativos, complementarios con
cho pueda ser también una relación entre un el comportamiento del sujeto que se consi-
sujeto y una cosa. Para Kant hay cuatro tipos dera, en cuanto ellos tengan el derecho de
posibles de relación de un sujeto con otros: pretender ese comportamiento determina-
1) la relación de un sujeto que tiene derechos do, o, en cambio, un deber complementario
y deberes con un sujeto que sólo tiene dere- a su derecho, por los menos la obligación
chos y ningún deber (Dios); 2) La relación de de abstenerse de impedir ese comporta-
un sujeto que tiene derechos y deberes con miento. (p. 243)
un sujeto que sólo tiene deberes y ningún de-
recho (el esclavo) 3). La relación de un sujeto Para Bobbio (1960) la relación jurídica es
que tiene derechos y deberes con un sujeto una relación entre dos sujetos, en el que uno
que no tiene derechos ni deberes (el animal, es sujeto activo, entendiéndose titular de un
las cosas inanimadas); 4) La relación de un derecho y, el otro, es sujeto pasivo, quien se-
sujeto que tiene derechos y deberes con un ría el titular de un deber o una obligación. La
sujeto que también tiene derechos y deberes relación jurídica es, entonces, una relación de-
(el hombre). De estas cuatro relaciones solo recho-deber. Para este jurista tener un derecho
la última es una relación jurídica. (p. 15) es tener el poder de cumplir una determinada
Bobbio nos instruye que la más reciente acción, y de ¿dónde se deriva este poder?, res-
teoría del derecho como relación jurídica es ponde que solo puede derivar de una norma
la desarrollada en la «Teoría generale del dirit- que al mismo tiempo que me atribuye ese po-
to» de Alesandro Levi, que ha hecho, dice, del der también atribuye a otro este poder y atri-
concepto de relación jurídica el fundamento de buye a todos los demás, el deber de carácter
su elaboración teórica. Entiende Levi por rela- jurídico de no impedir mi acción. De otro lado
ción jurídica en el concepto tradicional de la se plantea en forma de interrogante ¿qué signi-
palabra, una «relación intersubjetiva», esto es, fica tener un deber? Y dice, significa que este-
una relación entre dos sujetos, en el que uno mos obligados a comportarnos de una manera
es titular de un deber y el otro es titular de un determinada, ya sea que esta conducta sea
derecho. Como sostiene Bobbio, para Levi la un hacer o en un no hacer. Ahora formula la
función categorial de la intersubjetividad está pregunta: ¿Dé donde se deriva este deber? Ex-

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presa que necesariamente no puede derivarse dos sujetos una obligación y al otro sujeto un
sino de una norma que ordena o prohíbe. En deber, transforma pues la relación de hecho en
sustancia el derecho no es sino el reflejo sub- relación jurídica.
jetivo de una norma que autoriza y, el deber el
reflejo subjetivo de una norma imperativa (po- X. DERECHO COMO NORMA JURÍDICA
sitiva o negativa).
No negaremos los sostenido por Bobbio
La relación jurídica como relación de de- (1960) respecto a la teoría del derecho que ex-
recho y deber nos remitirá necesariamente a presa que la norma jurídica es la expresión del
dos fundamentales reglas de conducta, de las poder soberano (legislativo), quien decide qué
cuales una atribuye un poder y la otra atribuye sirve o que no sirve para la conservación de
un deber y que, la atribución de un derecho a la sociedad y que la norma jurídica es aquella
un sujeto siempre conlleva una atribución de un que independientemente de la forma que asu-
deber a otros sujetos y viceversa, no cambian- ma, del contenido que tenga, o del fin que se
do en nada el problema sustancial, es decir, proponga, es impuesta por el poder sobera-
que derecho y deber son las figuras subjetivas no, esto es, aquel poder que en una sociedad
en las cuales se refleja la presencia de una re- dada no es inferior a ningún otro poder, sino
gla, y que, por ello, la relación jurídica, la misma que está en capacidad de dominar a todos
que se distingue de cualquier otro tipo de rela- los demás (p. 156). Así como es sabido que
ción por estar regulada por una norma jurídica. las monstruosidades cometidas por los nazis
La relación jurídica se caracteriza, no por fueron justificadas por normas jurídicas que no
la materia que constituye su objeto, sino por el eran sino expresión del poder soberano.
modo como los sujetos se comportan mutua- Bobbio sostiene que todas las teorías que
mente. Lo anterior se puede expresar también afirman que la característica de la norma jurí-
de esta manera: lo que caracteriza la relación dica es la de regular siempre una relación in-
jurídica no es el contenido sino la forma, y esto tersubjetiva, no se refieren a una relación entre
significa que no se puede determinar si una una persona y una cosa ni entre una persona
relación es jurídica con base en los intereses consigo misma, sino entre una persona con
que están en juego, sino por el hecho de estar otra persona, de allí su carácter bilateral a di-
regulada o no por una norma jurídica. ferencia de la norma moral que se caracteriza
En el mundo no hay una relación que sea por su carácter unilateral (p. 164).
por sí misma, esto es, ratione materiae, jurídica, De manera muy clara dice que el carácter
en razón que existen relaciones económicas, de la bilateralidad consistiría en que la norma
sociales, morales, culturales, religiosas, así jurídica establece al mismo tiempo un derecho
como de amistad, de indiferencia, de enemis- para un sujeto y un deber para otro sujeto; sig-
tad, de coordinación, subordinación, de inte- nifica que la relación intersubjetiva que cons-
gración, pero ninguna de esas relaciones es tituye el contenido típico de la norma jurídica,
naturaliter jurídica. implica una la relación de interdependencia de
Expone Bobbio qué relación jurídica cual- un derecho y de un deber.
quiera sea su contenido es tomada en consi-
deración por una norma jurídica que forme XI. DERECHO SUBJETIVO
parte de un ordenamiento jurídico. Esto quiere Kelsen (1960) menciona lo siguiente:
decir que la norma jurídica, al calificar la rela-
ción, la transforma en relación jurídica, y no al Por ser el derecho un fenómeno social, la
contrario. Admitir la norma parte del ordena- ciencia del derecho forma parte del grupo
miento jurídico, en la que atribuye a uno de los de ciencias que estudian la sociedad desde

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Naturaleza y derecho, voces discordantes

distintos puntos de vista. Estas ciencias di- públicos o constitucionales en la doctrina


fieren en su esencia de las de la naturaleza constitucionalista, derechos personalísimos
dado que la sociedad es una realidad total- o de la personalidad en la doctrina civilis-
mente distinta a la naturaleza. (p. 16) ta, derechos humanos o universales en la
internacionalista, derechos de ciudadanía,
Se enseña a menudo que el derecho tiene derechos civiles y políticos y sociales en la
que ser entendido a la vez en un sentido ob- literatura sociológica y politológica, dere-
jetivo y en un sentido subjetivo, pero de esta chos fundamentales en la teoría del derecho
manera se introduce una contradicción de prin- y en la filosofía política, derechos morales,
cipio en la base misma de la teoría del derecho, naturales e inviolables en las filosofías jus-
ya que en su sentido objetivo el derecho tiene naturalistas del derecho y en las teorías de
un carácter normativo, es un conjunto de nor- la justicia. (p. 485)
mas, un orden, en tanto que en su sentido sub-
jetivo es un interés o una voluntad, es decir una CONCLUSIONES
cosa tan diferente que no es posible subsumir Primero. El concepto de naturaleza es muy
el derecho objetivo y el derecho subjetivo bajo complejo, sin embargo, el reconocimiento positi-
un concepto único. Esta contradicción subsiste vo de derechos se sustenta exclusivamente en la
hasta si se quiere hacer valer una relación entre responsabilidad por parte del hombre de su des-
el derecho objetivo y subjetivo, al afirmar que trucción y explotación, desconociendo su valor
es este último es un interés protegido por el pri- intrínseco. La ruta para reconocer derechos a la
mero, una voluntad reconocida y garantizada naturaleza está vinculada al reclamo de tierras
por el derecho objetivo. (Kelsen, 1960, p. 17) por parte de los pueblos indígenas, así como
Los representantes de la escuela históri- la incomprensión de su cosmovisión, es decir
ca, que fue la primera manifestación del positi- la relación casi espiritual que éstos tienen con
vismo del siglo XIX y que ejerció una influencia la tierra. De allí que sostuviéramos que su falta
de positivización, no es argumento para que el
considerable en la formación de las nociones
Estado cumpla con su rol tutelar de protección y
de la teoría general del derecho afirman que
conservación de la naturaleza.
los derechos subjetivos nacen primero, en es-
pecial, con la propiedad, su prototipo, que es Segundo.- El derecho como sistema, más
el resultado de la apropiación originaria. En que un sistema de normas jurídicas es un sis-
consecuencia, el derecho objetivo aparece tema de instituciones, es decir, un sistema de
más tarde, bajo la forma de un orden estatal, ideas relativas al deber ser jurídico organizado
derecho que reconoce, garantiza y protege los y unificado que entiende que solo la persona
derechos subjetivos que han nacido en forma como sujeto de derechos es centro de imputa-
independiente y antes. ciones. Es decir, la potestad o el derecho que
tiene de reclamar el restablecimiento de su de-
Ahora bien, consideramos importante de-
recho reconocido por el ordenamiento jurídico
sarrollar atendiendo a la noción de derecho
subjetivo, lo que Ferrajoli (2011) expresa sobre Tercero.- Para las distintas teorías del de-
el particular, que la definición de derecho fun- recho sólo serán sujetos de derechos aquellos
damental no es menos ardua y problemática que tengan la aptitud de ser titulares de dere-
que la de derecho subjetivo: chos y obligaciones y que posean capacidad
de obrar ya sea por sí mismos o a través de
En el léxico jurídico y político se ha ido acu- sus representantes. La ley prescribe una forma
mulando una gran variedad de términos de conducta que manda, prohíbe, permite y
para designar, en el ámbito de las distintas castiga que versan siempre sobre relaciones
disciplinas, este tipo de derechos: derechos intersubjetivas.

Revista YACHAQ • N.º 14 323


Millitza Franciskovic Ingunza / Jorge Luis Godenzi Alegre

Cuarto.- El derecho subjetivo se crea REFERENCIAS


cuando una norma jurídica coloca a un indi-
Acosta, A. & Martínez, E. (2017). Los Derechos
viduo en posición de defender sus intereses,
de la Naturaleza como puerta de entrada a
este derecho no puede ser opuesto al derecho otro mundo posible. Revista Direito & Práxis,
objetivo, dado que solo existe en la medida en 8 (4), 2927-2961. https://www.researchgate.
que ha sido creado por éste. El derecho subje- net/publication/321985678_Los_Derechos_
tivo es anterior al derecho objetivo que aparece de_la_Naturaleza_como_puerta_de_entra-
más tarde bajo la forma de un ordenamiento da_a_otro_mundo_posible
jurídico que reconoce, garantiza y protege los
derechos subjetivos que brotan de forma inde- Aristóteles (1947). Obras completas. Ciencias de
la Naturaleza. Anaconda.
pendiente.
Artigas, M. (2003) Filosofía de la Naturaleza. Edicio-
Quinto.- La doctrina jurídica denomina de-
nes Universidad de Navarra, S.A, Pamplona.
rechos subjetivos a todos aquellos derechos
que corresponden universalmente a todos, en Bobbio, N. (1960). Teoría General del Derecho. Temis.
cuanto personas naturales, en cuanto ciuda- Boecio, A. (2002). Cinco opúsculos teológicos.
danos, en cuanto personas naturales capaces Fondo editorial de la Pontificia Universidad
de obrar. Eso quiere decir que son derechos Católica del Perú
subjetivos intereses jurídicamente
protegidos en forma de expectativas Coreth, E. (1991). ¿Qué es el hombre? Esquema de
una antropología filosófica. Editorial Herder.
positivas o negativas, pertenecientes solo a
las personas subjetivas. Dennett, D. (1980) Sistemas intencionales. Méxi-
co D. F., Cuadernos de Crítica, Instituto de
Sexto.- Sólo el hombre por pertenecer a la
Investigaciones Filosóficas.
especie humana, son titulares de derechos hu-
manos, los que son intrínsecos e inherentes a Descola, P. (2005) Más allá de naturaleza y cultura.
él, en consecuencia, la naturaleza por su esen- Amorrortu editores España S.L
cia deberá ser tutelada por el Estado en su rol Estermann, J. (2002) Filosofía andina. Sabiduría
proteccionista, dictando leyes y diseñando po- indígena para un mundo nuevo. ISEAT.
líticas a fin de que los seres humanos adecúen
Ferrajoli, L. (2011). Principia iuris. Teoría del derecho
su accionar a ese fin.
y de la democracia. Trotta, S.A
Séptimo.- Haciendo un esfuerzo interpre-
Gilson, E. (1978). El tomismo. Editorial Desclée,
tativo, consideramos que el término derecho
de Brouwer. Buenos Aires.
empleado está referido al rol tutelar del Estado
de protección y conservación que debe brin- Kant, I. (2005). Introducción a la teoría del dere-
dar a la naturaleza siendo la ruta la creación de cho. Ediciones jurídicas y sociales. S.A.
normas jurídicas que regulen las actividades Kelsen, H. (1960). Teoría pura del derecho. Edito-
que deben realizar única y esencialmente los rial Universitaria de Buenos Aires.
hombres para no dañar a la misma.
Monod, J. (1986). El azar y la necesidad. Edicio-
Octavo.- Convertir a la naturaleza como nes Orbis, S.A.
sujeto de derecho, dejando de ser un tipo es-
Pacheco, M. (1975). Teoría del derecho. Editorial
pecial de objeto, significaría que se le despoje
Jurídica de Chile.
como sujeto trascendental a la persona, es de-
cir, dejar de ser un centro de conciencia y de Scheler, M. (1994). El puesto del hombre en el
imputación que se encuentra más allá de todo Cosmos. Lozada.
límite empírico y que no sería apropiado a la Tomás de Aquino (1989). Suma Teológica. Biblio-
integridad y dignidad humana. teca de autores cristianos.

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