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LA FIESTA DE LAS LIBÉLULAS

Manuel Gallegos

Libélula 1 : Laura Klempau


Libélula 2 : Michela Caldo
Libélula 3 : Elisa Soriano
El Saltamontes : Mattia Giraudo
La Chicharra : Laura Pooley
La Bandurria : Amalia Díaz
El Sapo : Diego Rodríguez
Luciérnaga : Rosario Castro
El Tábano 1 : Raimundo Cox
El Tábano 2 : José Domingo Echavarri
El Tábano 3 : Francisco Montes

Entran tres niñas vestidas de Libélulas; moviendo sus alas dan unas vueltas. Acompañadas con música
realizan una breve coreografía, se detienen y hablan.

LIBÉLULA 1: - ¡Qué hermoso día, hermanas!

LIBÉLULA 2: - ¡Así será, pero estoy aburrida!

LIBÉLULA 3: - ¡Yo también!

LIBÉLULA 1: - ¿Acaso son burros para estar aburridas?

LIBÉLULAS 2 Y 3: - ¡No, no somos burros!

LIBÉLULA 1: - ¡Qué vergüenza, niñas, entonces, compórtense como las simpáticas y lindas libélulas que son!

LIBÉLULA 2: - ¿Y qué ganamos con ser lindas y simpáticas si estamos tan aburridas?

LIBÉLULA 1: - Papá y mamá libélula me contaron que sus abuelos celebraban la llegada de la primavera. ¡Qué
bonitas fiestas deben de haber sido!

LIBÉLULAS 2 Y 3: - ¿Fiestas...? ¿Fiestas?

LIBÉLULA 1: - iSí, fiestas, con música, disfraces, bailes y ricos manjares!

LIBÉLULA 2: - ¿Y tú crees que papá y mamá libélula nos permitirán hacer una fiesta?

LIBÉLULA 3: - ¡Una fiesta de la primavera!

LIBÉLULA 1: - ¡Les encantará!

LIBÉLULA 2: - ¿Y qué debemos hacer para una fiesta?

LIBÉLULA 1: - ¡Sólo organizarla!

LIBÉLULA 3: - ¡No, qué aburrido!

LIBÉLULA 2: - ¡En realidad, es aburrido eso de "organizar"!

LIBÉLULA 1: - ¡Qué hermanitas tengo! ¡Enfermas de aburrimiento!

LIBÉLULA 3: - Pero... ¿qué se debe hacer para una fiesta?

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LIBÉLULA 1: - Lo más importante, tener músicos e invitados. ¡Eso es todo!

LIBÉLULAS 2 y 3: ¿Eso es todo?

LIBÉLULA 1: - i Bueno, también algo para comer y néctar de flores para beber!

LIBÉLULA 3: - ¡Primero, creo yo, iremos a conseguir los músicos!

LIBÉLULA 2: - No... Estoy aburrida...

LIBÉLULA 3: - (Empujándola). ¡Ya, ya, no seas tan floja que me contagias! ¡Nos vamos a divertir!

LIBÉLULA 2: -¿De verdad que nos vamos a divertir?

LIBÉLULA 1: - ¡De lo lindo!

LIBÉLULA 2: - ¡Entonces, vamos!

Al salir se encuentran y estrellan con el Saltamontes.

SALTAMONTES: - ¡Chicas, casi desparraman todo mi esqueleto! ¡Creí que un rayo caía sobre mí!

LIBÉLULAS 1,2 y 3: - ¡Don Saltamontes!

SALTAMONTES: - ¡El mismísimo en persona!

LIBÉLULA 3: - ¡Justamente íbamos a buscarlo!

SALTAMONTES: - ¿Ah... sí? ¿Y por qué? ¿Para qué? ¿Por qué razón?

LIBÉLULA 1: - ¡Queremos hacer una gran fiesta!

SALTAMONTESS: - ¿Una fiesta? ¿Y por qué? ¿Para qué? ¿Por qué razón?

LIBÉLULA 2: - ¡Porque llegó la primavera, don Salta!

SALTAMONTES: - ¿Si?

LIBÉLULA 3: - ¡Sí!

SALTAMONTES: - (Mirando extrañado todos lados). ¿Sí? ¿Sí?

LIBÉLULA 1: - ¡Sí, don Salta, llegó la estación de la alegría!

LIBÉLULA 3: - ¡Y también de los colores, la tibieza del aire, las flores y las mariposas!

SALTAMONTES: - ¿Y qué tengo yo que ver con la primavera?

LIBÉLULA 1: - ¡A esta primavera sólo le faltan sus melodías, don Salta!

SALTAMONTES: - No entiendo, amigas libélulas. ¡A mí me gusta ir al grano, al grano!

LIBÉLULA 1: - Bueno, nosotras lo buscábamos, don Salta, porque necesitamos una orquesta.

SALTAMONTES: - ¡Yo no tengo ninguna orquesta!

LIBÉLULA 3: - ¡Pero usted es músico y podría formar una, don Salta!

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SALTAMONTES: - La única orquesta que había en el valle se disolvió.

LIBÉLULA 2: - ¿Y por qué se disolvió, don Salta?

SALTAMONTES: - Resulta que la Chicharra, el Sapo, la Bandurria y yo, terminamos peleados a muerte porque
jamás nos poníamos de acuerdo en el repertorio. A la chicharra le gustaba el cha-cha-chá, al señor Sapo las
cumbias, a la bandurria los tangos y a mí, las cuecas.

LIBÉLULA 1: - Pero, ese no es motivo para pelear, don Salta. Podrían haber tocado un ritmo después de otro.

SALTAMONTES: - Sí, sí, pero el problema es que no nos poníamos de acuerdo con cuál canción empezar y así
fue como la última vez discutimos acaloradamente. ¡Allí terminó la orquesta!

LIBÉLULA 3: - Quizás ahora, don Salta, después de tanto tiempo, podrían volver a ser amigos y formar la
orquesta otra vez.

LIBÉLULA 2: - ¡Porque llegó la primavera, don Salta!

SALTAMONTES: - ¿Y qué?

LIBÉLULA 1: - ¡Con la primavera renace la vida, don Salta!

LIBÉLULA 3: - ¡Mire, mire a su alrededor, la vida parece invitarlo a alegrar su corazón!

SALTAMONTES: - (Camina observando el entorno. Sus ojos parecen iluminarse). Sí, sí, tienen razón,
muchachas. ¡Es una hermosa primavera! (Inspira profundo). ¡Ah! ¡Siento en mi cuerpo y en el alma el aroma de
las flores y parece como si rejuveneciera! ¡He sido un egoísta conmigo mismo y los demás!

LIBÉLULA 3: - ¡Claro, don Salta! ¡Usted tiene un maravilloso don y no puede olvidarlo!

SALTAMONTES: - (Para sí). ¡La primavera! ¿Por qué la había olvidado? ¡Me parece haber vivido sólo en el
otoño ¿Por qué no la veía? ¿Por qué razón no la sentía? ¡Iré a buscar mi guitarra!

LIBÉLULA 2: - ¡Aquí está don Salta! (Pasándole la guitarra).

SALTAMONTES: - ¡Mi guitarrita! (Lo toma como si fuera el tesoro más delicado del mundo). ¡Mi
querida guitarra, que tantas alegrías ha dado a mi corazón!

LIBÉLULA 2: - ¡Toque, toque, don Salta!

SALTAMONTES: - (Lo hace). ¡Suena! ¡Suena! ¡Todavía puedo tocar y cantar!

Canta.

Canción:

LA alegría DE DON SALTAMONTES (*)

¿Y por qué? ¿Para qué? Y ¿Por qué razón?


Si tocando mi guitarra se alegra mi corazón
cual si fuera un tambor.

Un poco antes de terminar entra la Chicharra y feliz sigue el canto de don Saltamontes,
aplaudiéndolo con entusiasmo.

CHICHARRA: - ¡Bravísimo, don" Salta"!

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SALTAMONTES: - ¡Qué sorpresa! ¡Gracias, gracias, doña Chicharra!

CHICHARRA: - ¡Tantísimos días que no lo oía cantar así, don Salta!

SALTAMONTES: - ¡Así es Chicharrita! ¡Desde ese día que peleamos y se acabó la orquesta! ¿Se acuerda?

CHICHARRA: - ¿Cómo no me voy a acordar? Pero, eso pasó hace tanto tiempo.

LIBÉLULA 1: - Disculpe, señora Chicharra y don Salta, pero nosotras iremos a dejar un recadito y volvemos.

SALTAMONTES: - Por supuesto, chiquillas, las esperamos. (Las libélulas salen).

DON SALTAMONTES: - (Se dirige a doña Chicharra). ¡Estoy contento, ahora, Chicharrita! ¡He vuelto a
tocar mi guitarra y haremos una gran fiesta de la primavera!

CHICHARRA: - ¡No pensé en dirigirle la palabra don Salta, pero al oírlo tocar su guitarra y cantar, mi alma se
ablandó y lanzó lejos el enojo!

SALTAMONTES: - Entonces, ¿quiere usted acompañarme a darle color a esta fiesta, amiga Chicharrita?

CHICHARRA: - ¿Y cómo ayudaré a darle color?

SALTAMONTES: - ¡Colocándole la pimienta!

CHICHARRA: - ¿La pimienta?

SALTAMONTES: - El condimento, Chicharrita, usted sabe: La música. Los dos formaremos el grupo musical
para la fiesta.

CHICHARRA: - ¿Y el Señor Sapo y la señora Bandurria?

SALTAMONTES: - Es muy difícil que acepten. ¿Recuerda que entre ellas no se saludaron más?

CHICHARRA: - Habrá que intentarlo, digo yo.

SALTAMONTES: - Pero usted, ¿qué decide?

CHICHARRA: - ¿Qué me han dicho? ¡La que nació chicharra muere cantando no más! (Ríen los dos).

SALTAMONTES: - ¡Así se habla, Chicharrita! (Saltamontes toca unas notas en su guitarra y la chicharra
agita su pandero. Aparecen las libélulas acompañadas del señor Sapo y la señora Bandurria. Se
detienen. Todos quedan estáticos, mirándose).

CHICHARRA: - ¡Señor Sapo! ¡Señora Bandurria!

SAPO: - ¡Había jurado no hablarle más a usted, pero estas chicas me lo pidieron con lágrimas en los ojos!

BANDURRIA: - ¡Yo también vine sólo por ellas, porque desde la pelea no hablo con ninguno de ustedes!

SALTAMONTES: - Bueno, bueno, ya ha pasado mucho tiempo. ¡Yo he sido siempre cascarrabias, pero ahora,
les pido perdón desde el fondo de mi corazón!

SAPO: - Por primera vez lo escucho hablar así, don Salta.

BANDURRIA: - Igual yo. Porque el responsable de que la orquesta se terminara, fue usted.

SALTAMONTES: - Bueno, ahora lo reconozco y les pido perdón, a pesar de que ustedes también ayudaron a
pelearnos.

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LIBÉLULA 1: - Ahora no van a comenzar de nuevo, ¿verdad?

LIBÉLULAS 2 V 3: - i No, no más peleas!

SAPO: - iEste rinconcito del planeta ha estado un poco triste sin nuestra orquesta y estas libélulas me ayudaron
a abrir los ojos de nuestro error!

BANDURRIA: - Ah, sí, y ¿cómo?

SAPO: - ¿Se han fijado que estamos en primavera?

BANDURRIA: - Sí, como todos los años.

SAPO: - Sí, igual que siempre.

CHICHARRA: - Pero, amigas, ¡qué triste están sus corazones que no sienten alegría por eso! ¡Yo estaba igual!
¡Demos la bienvenida a la primavera!

BANDURRIA: - ¿Fiesta de la primavera?

LIBÉLULAS 1,2 v 3: - i Sí, doña Bandurria!

BANDURRIA: ... ¿Y qué haremos?

SALTAMONTES: - ¡Formar otra vez la orquesta! ¿No recuerdan que con nuestra música hasta las piedras se
alegraban y todo el año era primavera en nuestras vidas?

SAPO: - ¡Me gusta la idea!

BANDURRIA: - ¡Me encanta!

LIBÉLULAS 1, 2 y 3: - ¡Bravo! ¡Viva! ¡Viva nuestra orquesta!

Se abrazan la Chicharra, el Sapo, don Saltamontes, y la Bandurria.

LUCIÉRNAGA: Pero, ¿qué están viendo mis ojos? ¿La orquesta reunida nuevamente? ¡Qué alegría!
¡Por fin mis oídos volverán a disfrutar de buena música!

LIBÉLULA 2: ¡Sí, amiga luciérnaga, todos compartimos tu alegría!

CHICHARRA: - ¿Y qué esperamos?

BANDURRIA: - ¡Vamos a hacer un ensayo, entonces!

El Saltamontes sale tocando su guitarra seguido de los otros. Las libélulas se quedan en escena.

LIBÉLULA 1: - ¡Qué alegría!

LIBÉLULA 2: - ¡Tenemos orquesta para la fiesta!

LIBÉLULA 3: - ¡Ya repartimos todas las invitaciones!

LUCIÉRNAGA: Y yo, la Señorita luciérnaga alumbraré y alumbraré para que esta celebración sea todo un
éxito.

LIBÉLULA 1: - ¡De la comida se encargarán las hormigas y las abejas!, ¡Qué orgullosos van a estar nuestros
padres!

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LIBÉLULA 2: - ¡Espero que lleguen pronto todos los invitados!

LIBÉLULA 3: - ¡Los zancudos!

LIBÉLULA 2: - ¡Las mariposas de todos los colores!

LIBÉLULA 1: - ¡Los moscardones!

LIBÉLULA 2: - ¡Las chinitas!

LIBÉLULA 3: - ¡Las hormiguitas trabajadoras!

LIBÉLULA 1: - ¡Los gorriones!

LIBÉLULA 2: - ¡Los chincoles!

LIBÉLULA 3: - ¡Las perdices!

LIBÉLULA 2: - ¡Todos, todos vendrán!

LIBÉLULA 3: - ¡Entonces, vamos a arreglarnos porque allí veo que ya comienzan a llegar!

Aparecen los invitados. Se abrazan y saludan felices en una entretenida escena mímica. La
Chicharra toca unas maracas; el Sapo, un pandero; La Bandurria, el tambor, y el Saltamontes su
guitarra..

LIBÉLULA 1: ¡Qué toque la orquesta!

Comienza a tocar la orquesta.

LUCIÉRNAGA: - ¿Qué ocurre?

SAPO: - ¿Qué pasa?

BANDURRIA: - ¡Se acabó la fiesta!

LUCIÉRNAGA: - ¡Son los tábanos!

SAPO: - (Dirigiéndose a los tábanos). ¿Y por qué llegaron tan tarde?

TÁBANO 1: - ¡Porque no nos invitaron!

TODOS LOS TÁBANOS: - i Sí, sí, no nos invitaron!

LIBÉLULA 2: - i Eso es cierto! ¡No alcanzamos a llegar donde ustedes viven!

LIBÉLULA 1: - ¡Éramos sólo tres organizando la fiesta!

TÁBANO 1: - Desde lejos vimos las luces y nos acercamos a investigar. ¡Cuando descubrimos de qué se trataba,
el enojo se nos subió a la cabeza!

TÁBANO 3: ¡Esto es un gran desaire!, ¡A nosotros no se nos hace esto!

TÁBANO 2: - ¡Por eso, a terminar con esta fiesta!

Varios tábanos: - ¡Sí, sí, sí!

TÁBANO 1: - ¡Hermanos tábanos, a picar a todos los invitados!

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TÁBANO 2: ¡A recolectar la comida!

TÁBANO 3: ¡Y a derramar los bebestibles!

Los tábanos, moviendo sus alas, rodean a los invitados y hacen una coreografía de ataque con una
música apropiada. Después de unos instantes, el Saltamontes se sube a un tronco y grita:

LUCIÉRNAGA: ¡Basta! ¡Basta! (Todos se paralizan). Si ustedes han venido a la fiesta, ¿Por qué la intención
es molestar?

BANDURRIA: ¿Por qué desean convertir la alegría de todos en tristeza para recordar?

TÁBANO 2: - ¿Por qué no nos invitaron?

TÁBANO 3: ¡Es muy injusto y triste!

TÁBANO 1: ¡Nosotros también tenemos sentimientos!

TÁBANO 3: Aunque no se note…tanto.

LIBÉLULA 1: - Les pedimos perdón por nuestro error, de todo corazón.

SAPO: - Ya lo ven, pueden quedarse a la fiesta si quieren.

BANDURRIA: - iEsa es una muy buena idea!

SAPO: ¡Alegren esos rostros y manden de paseo al enojo!

BANDURRIA: ¡A bailar, a cantar!

TÁBANO 1: - (A sus compañeros). ¡Ya que estamos aquí, compartamos la fiesta!

TÁBANOS: - ¡Bravo! ¡Viva! ¡Viva!

LIBÉLULA 1: - i Qué suene la música, maestros!

Todos bailan.

TÁBANO 2: ¡La vida llega con la primavera! ¡Estallan de hojas y flores los campos!

TÁBANO 3: ¡Despierten los corazones dormidos porque la alegría y el amor visitan la tierra!

TÁBANO 1: ¡A bailar, a bailar y a cantar todos! (Música. Cantan una alegre canción).

CANTO A LA PRIMAVERA (*)

Flores, pájaros y mariposas


ya están todos invitados.
Vengan, vengan a cantar
la primavera ha llegado.

La música de la orquesta
hasta el cielo se sintió.
Primavera, hermosa fiesta,
todo el mundo celebró.

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Flores, pájaros y mariposas
ya están todos invitados.
Vengan, vengan a cantar
la primavera ha llegado.

Flores, pájaros y mariposas


ya están todos invitados.
Vengan, vengan a cantar
la primavera ha llegado.

Apagón.

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