Está en la página 1de 5

1.

Personalidad narcisista

Aunque el narcisismo puede ser considerado también un mecanismo de defensa, la personalidad narcisista


se caracteriza por un patrón de grandiosidad y una relació n estrecha con el poder y la intenció n de ejercer
su superioridad sobre el resto.

Esto no quiere decir que el narcisista sea alguien torpe o sobrevalorado, si no que idealiza su propio yo.

Suele tener un patró n cognitivo dó nde hace una atribución interna del éxito y una atribución externa del
fracaso.

2. Personalidad histriónica

La personalidad histrió nica o histrionismo, se caracteriza por una forma de ser teatral que busca de manera
constante la atenció n de las demá s personas.

La identidad es volá til y suelen ser personas camaleónicas. Su estado de á nimo es dependiente del éxito
social y de la atenció n recibida.

A menudo se confunde con la personalidad narcisista. Aunque son rasgos que pueden aparecer
conjuntamente, la personalidad narcisista busca el éxito y la personalidad histrió nica la fama.

3. Personalidad límite

El trastorno de personalidad límite (TLP) es uno de los trastornos psicoló gicos con mas bibliografía y que
interés ha despertado en la comunicació n científica.

Se caracteriza por una incapacidad para regular las emociones que genera mucho sufrimiento. En
concreto, con sentimientos con el abandono, el rechazo o la traición.

Suele haber de forma simultá nea un terror a confiar en las demá s personas y a su vez, una necesidad o
dependencia emocional de ellas.

Esto se debe a lo que en psicología del apego se conoce como apego desorganizado.

4. Personalidad paranoide

La palabra que mejor define a la personalidad paranoide es la desconfianza. Las personas con este rasgo
de personalidad suelen tener un patró n cognitivo y una forma de interpretar la realidad de cará cter
autoreferencial.

Dicho de otro modo, esperan y anticipan que los demá s les van a hacer dañ o o aprovecharse de ellos.
Este es un estilo de personalidad bastante comú n cuando ha habido experiencias tempranas de trauma,
relacionadas con la vejació n o el bullying.

5. Personalidad antisocial

La personalidad antisocial es el rasgo de personalidad que guarda un relació n má s estrecha con la psicopatía.

Suelen ser personas con esquemas morales rígidos e ideas sobre la justicia del tipo “El fin justifica los
medios”.

El nombre antisocial viene dado por un estilo de personalidad que no acata las normas sociales y actú a bajo
su propia diligencia, sin tener en cuenta los sentimientos o necesidades de las demá s personas.

6. Personalidad esquizoide

A menudo suele confundirse la personalidad esquizoide con el síndrome de asperger. Aunque no son lo


mismo, en ocasiones pueden aparecer de forma conjunta en cierto grado.

La personalidad esquizoide se caracteriza por tener un caparazó n enorme. Suelen ser personas que nunca
está n demasiado bien, ni demasiado mal, ya que han aprendido a bloquear y apagar las emociones.

Suelen tener emociones reducidas y poco interés por el mundo que les rodea. Tienden a ser personas
solitarias con relaciones sociales escasas o virtuales.

7. Personalidad esquizotípica

La personalidad esquizotípica es una mezcla entre la personalidad esquizoide y la personalidad paranoide,


aunque a veces suele confundirse con la personalidad histrió nica.

Se caracteriza por un comportamiento estrambó tico y una tendencia a desarrollar un pensamiento mágico.

En los casos má s graves, el trastorno psicoló gico cursa con síntomas psicó ticos.

8. Personalidad obsesiva o anancástica

El término anacá stico surge para diferenciar el trastorno de personalidad obsesiva con el trastorno obsesivo
compulsivo (TOC).

La personalidad obsesiva se caracteriza por el control y la rigidez. Suelen ser personas con tendencia
al perfeccionismo y a respetar en extremo las normas y reglas de convivencia. También suelen ser personas
moralistas, pero justo a la inversa que la personalidad antisocial.

Al igual que la persona esquizoide, suelen tenerle miedo a las emociones desagradables (sentir) y tienden a
racionalizar las cosas y ser muy “hemisferio izquierdo”.
9. Personalidad evitativa

Al igual que ocurre en otros casos, la personalidad evitativa guarda muchas similitudes con otro trastorno
psicoló gico: la fobia social.

Sin embargo, alguien con fobia social, su miedo se encuentra limitado a la interacció n con las demá s personas
o los grupos sociales.

Alguien con rasgos de personalidad evitativa suele expresar un patrón de miedo generalizado hacia tener
que afrontar nuevas situaciones e incluso, ante la idea de tener que llevar a cabo algunas ya realizadas con
anterioridad.

Suelen ser personas miedosas e inseguras, que también tienden mucho a mentir para evitar hacer daño o
generar conflictos con las demá s personas.

¿Qué factores influyen en el desarrollo de la identidad personal?


En cierto sentido, cada estímulo que experimentamos, consciente e inconscientemente, a lo largo de
nuestra vida tiene un impacto en có mo nosotros y la sociedad, formamos y definimos nuestras propias
identidades.
Los elementos internos y externos como la sociedad, la familia, los seres queridos, la etnia, la raza, la cultura,
la geografía, las oportunidades, los medios de comunicació n, los intereses, la apariencia, la autoexpresió n y
los eventos de la vida, influyen en la creació n y progresió n de la identidad.

Sociedad
Muchos creen que nuestra identidad se forma desde el momento en que nacemos. Sin embargo, esto no es así.
De hecho, mucho antes de que nazcamos, nuestra identidad personal toma forma. Lo que sucede es que
nuestra sociedad ya ha comenzado a moldear la propia identidad a través de añ os de categorizar y
etiquetar basados en cualidades y acciones anticipadas, independientemente de las costumbres o culturas
dentro de ella.
Estas categorías predeterminadas ya está n en su lugar antes de que nazcamos, lo que nos permite ser
categorizados. Ademá s, muchas de estas características generales se basan en rasgos físicos como el
género y el color de la piel. El origen étnico, la religió n, los ingresos y la posició n social también se ven
involucrados.
Incluso el envejecimiento, que es una parte natural de la vida tanto para hombres como para mujeres, viene
con una noció n preconcebida. Estos puntos de vista predeterminados pueden ser beneficiosos o perjudiciales
en nuestra sociedad, especialmente cuando un grupo es celebrado o discriminado en funció n de aspectos de
su identidad.

Etnia, raza y cultura


El origen étnico, la raza y la cultura son tres de las variables má s complejas y multidimensionales que influyen
en el desarrollo de la identidad personal. Estos componentes de nuestra vida están siempre cambiando,
tanto en términos de có mo los miembros de cada grupo identifican sus agrupaciones, como en cuanto a la
forma en que la sociedad los define.
Si bien no tenemos influencia sobre nuestra raza o etnia, podemos optar por abrazar o rechazar las culturas,
religiones y prá cticas en las que nacimos. Todos estos elementos tienen un impacto en nuestra
identidad personal desde el momento en que nacemos, especialmente si nuestras familias se identifican
fuertemente con estos aspectos.
Ademá s, la etnia, raza, y cultura, influyen en nuestros comportamientos y actitudes, dá ndonos una base só lida
para nuestro sistema de creencias. Cada grupo étnico puede expresar emociones, resolver problemas y vivir
sus vidas de formas que son significativamente diferentes entre sí.

La familia
Si bien todas nuestras interacciones con la sociedad tienen un impacto en la formació n de nuestra
identidad, nuestras familias y seres queridos tienen una influencia particularmente fuerte. Consciente e
inconscientemente, buscamos en nuestros padres, hermanos y miembros de la familia, los pilares de la
construcció n de nuestra identidad.
Esto se debe a que son las primeras personas a las que estamos expuestos. Como resultado, esta influencia es
recíproca. Es decir, a medida que aprendemos y desarrollamos nuestra identidad, las identidades de nuestros
seres queridos cambian como resultado de nuestra influencia.

Ubicación y oportunidades
Estos son los dos elementos que má s influyen en nuestras identidades. Nuestro sentido de nosotros
mismos está influenciado por el país en el que nacimos, la ciudad en la que residimos y la comunidad a la
que pertenecemos. La forma en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo, está influenciada por el
gobierno actual, la economía e incluso el momento en que vivimos.
Asimismo, nuestra productividad, creatividad y felicidad está n influenciadas por la geografía y las costumbres
de nuestra comunidad. Por otro lado, la satisfacció n con nuestra identidad se debe en gran parte a las
oportunidades que nos brinda nuestra ubicació n geográ fica.

En consecuencia, podemos chocar con nuestra propia identidad si nos sentimos solos, fuera de lugar o
inadaptados en la identidad comunitaria. Ademá s, determinados factores en nuestro entorno físico
podrían alterar la forma en que vemos nuestra vida. Si bien es poco probable que afecte nuestra
personalidad, podría confirmar nuestras creencias existentes sobre quiénes somos.
Intereses personales
Nuestros propios intereses y pasatiempos son aspectos igualmente importantes de nuestra identidad
personal. Es decir, cuando conocemos a alguien, uno de los temas de conversación más habituales son
sus pasatiempos.
Sus películas y canciones favoritas, có mo se relajan o se divierten, y las cosas que disfrutan o no les gustan
todo eso nos proporciona material sobre el que desarrollar nuestros juicios iniciales. Las cosas intangibles
como sus deseos, sueñ os y recuerdos preciados, también pueden revelar có mo las personas parecen verse a sí
mismas.

También podría gustarte