Para los griegos el término

Paideia tenía un significado

integrador: expresaba la
unidad del saber. La técnica, el arte, la ciencia, la cultura, y hasta la misma
moral, formaban parte insoluta de este vocablo. En la Paideia tenía cabida la
Empeiria (conocimiento inmediato producto de la relación directa con las
cosas), la Techné (habilidad o pericia para hacer bien las cosas), la
Episteme (ciencia o demostración de los fenómenos desde sus principios) y
las Ars (las artes, o las diferentes maneras de hacer algo creativo) (Coley,
2016, p. 33).
Desde mi punto de vista, en la carrera de ingeniería química, los aspectos de
PAIDEIA se ven reflejados de la siguiente manera:
Empeiria: Durante la carrera, en más de una ocasión para adquirir
ciertos conocimientos y hacer un correcto análisis de estos, es necesario
asociarlo con ejemplos reales que se presentan en la cotidianidad de un
profesional cuando está en su campo de trabajo.
Techné: Lo relaciono con las distintas herramientas que utilizamos
durante nuestra formación universitaria con el fin de adquirir y pulir
nuestras habilidades, con el fin de aportar a la sociedad una vez
egresemos.
Episteme: Este aspecto se puede ver relejado en el uso de laboratorios con
la finalidad de permitir que los estudiantes aprendan desde la
experiencia.
Como resultado el proceso de aprendizaje es más interesante, activo y
participativo, no solo para el futuro profesional sino a su vez para el
docente.
Ars: Algo que se nos inculca desde nuestros inicios en la carrera es la
importancia de ser creativos e ingeniosos a la hora de abordar y dar
solución a las distintas problemáticas que se nos presenten como
estudiantes y futuros profesionales.