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Tenemos ante nosotros un mapa 

corocromático que representa la densidad de población


en España. Su fuente es la web de Fomento del Gobierno de España.
Para comenzar debemos definimos densidad de población por la distribución espacial de
los habitantes. La densidad general en España tiene un valor moderado e inferior a la
media de la Unión Europea, pero este dato esconde fuertes contrastes. Tal y como queda
señalado en el mapa las áreas más densamente pobladas son Madrid, la periferia
peninsular, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
Mientras que las áreas de baja densidad se localizan en el interior peninsular. Esta
distribución se debe a una evolución donde han intervenido diversos factores. Entre
mediados del siglo XIX y la crisis de 1975 tiene lugar la época industrial donde la tasa
de urbanización experimentó un gran crecimiento superando la población urbana a la
rural. Este hecho es consecuencia de factores administrativos como la división
provincial que impulsó el crecimiento de las ciudades elegidas como capitales. Así
Madrid capital y centro financiero del Estado, queda reflejada en el mapa con una alta
densidad al igual que las regiones periféricas donde el crecimiento natural y la
instalación de actividades económicas atrajeron a la población.
Existen también causas económico-sociales, como el desarrollo de la industria moderna,
que dieron lugar al traslado de la población rural a áreas industrializadas las cuales
podemos observar en el mapa: estas son, Asturias, País Vasco, Cataluña y
posteriormente los ejes del Ebro y Mediterráneo. 
Desde la crisis de 1975 tiene lugar la época postindustrial donde la tasa de urbanización
desacelera su crecimiento. Esta circunstancia responde a que debido la crisis de 1975 se
produce la desindustrialización lo que conlleva al declive de ciudades. Como podemos
apreciar en el mapa las más afectadas fueron las situadas en el eje cantábrico. No
obstante, tal y como muestra el mapa sigue conservando su preeminencia en el área
castellano-manchega, sur de Madrid y litoral mediterráneo. En la actualidad, la difusión
de la población y de las actividades terciarias refuerzan el contraste de
población convirtiéndose Madrid y los ejes Mediterráneo y del Ebro en áreas receptores
de inmigración extranjera lo que da  lugar a su alta densidad.
Como podemos observar en el mapa la baja densidad de población se localiza en el
interior peninsular donde han permanecido las actividades agrarias. Los incidentes de
las diferentes etapas han provocado movimientos migratorios tanto interiores como
exteriores de la población española, estos son los responsables de los desequilibrios
territoriales que presenta el mapa propuesto. La salida de españoles al extranjero
afectó a la reducción de población en el país, así como en su distribución pues la distinta
participación de las regiones en las corrientes migratorias ha contribuido a los
desequilibrios actuales en el reparto espacial de la población. Hay que llamar la atención
sobre la distribución territorial de las ciudades: se caracteriza por un centro peninsular
de mayor aglomeración urbana, Madrid y en la periferia principales aglomeraciones
urbanas mientras que existe un espacio interior poco urbanizado con excepciones como
Zaragoza donde predominan ciudades medias y pequeñas. Las zonas urbanas coinciden
con los puntos de mayor densidad que vemos en el mapa, porque la densidad urbana es
mayor que la rural.
Todo ello se vincula con los servicios de los que pueda disponer la comunidad. De este
modo, aquellas áreas más densamente pobladas disfrutaran de una economía más
dinámica la cual ofrecerá servicios como el transporte, sanitarios, educativos, que
aumentaran la calidad de vida de los ciudadanos. Por el contrario, aquellas zonas
prácticamente deshabitadas sufrirán escasez de servicios ya que estas áreas no son
rentables económicamente.
En conclusión, podemos observar cómo la densidad de población de un país refleja las
condiciones socioeconómicas del mismo. En los últimos años, hay una clara tendencia a
intentar repoblar esa “España vaciada” en busca de estabilidad y mayor comodidad, sin
embargo, todavía sigue siendo clave la búsqueda de oportunidades laborales en los
centros económicos de nuestro país.

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