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APOCALIPSIS REALIZADO: La fidelidad de Dios a las


promesas hechas a todos los cristianos del primer siglo se
les cumplió cabalmente en la única época que debía
cumplirse para ellos. Apocalipsis fue para ellos “El
misterio de Dios consumado”. Un libro escrito antes de
finalizar el cierre del predominio del judaísmo. Escrito por
JUAN a las 7 Iglesias del Asia menor para ser leído a fin de
que la fe y la esperanza de aquellos fueran fortalecidas en
medio de la gran persecución del imperio romano que
terminó con la destrucción del templo judío y de la ciudad
de Jerusalén en el año 70 d.C. para darle lugar al nuevo
orden espiritual de Dios denominado “cielos nuevos y
nueva tierra”

Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse de


ninguna forma. Escrito original de Reynaldo Estrada. No
se puede colocar en otra website, vender, imprimir,
fotocopiar, ni reproducir parcial ni totalmente ningún
capítulo de este libro, sin previa autorización o permiso
escrito del autor, con excepción de porciones breves en
revistas y/o reseñas.

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CONTENIDO

1. Prefacio
2. Juan no fue un apóstol post 70
3. Apocalipsis realizado el misterio de Dios
consumado
4. La generación que vio su venida
5. Símbolos del Apocalipsis
6. Cronología de los tiempos proféticos
7. El pacto y el Apocalipsis
8. Evidencia temprana del Apocalipsis escrito en el
año 54-68 d.C.
9. Cómo se cumplió la profecía de Daniel en el año
70
10. Cómo se cumplió la profecía de Moisés en el año
70
11. Cómo se cumplió la profecía de Jesús en el año 70
12. Indicadores del tiempo límite
13. El significado de la palabra pronto y cerca
14. Esperando en sus días al Señor Jesucristo
15. Epocalipsis fecha año 70 d.C.
16. El enfoque contemporáneo del apocalipsis
realizado
17. Bosquejo del apocalipsis
18. Fechas de mentirosos creando falsas esperanzas
después del 70
19. El predominio del número 7
20. La revelación de las cosas que sucederían pronto a
las 7 iglesias del Asia menor
21. La finalidad del apocalipsis realizado
22. Sobre la primer venida de Cristo
23. Epocalipsis 70
24. Introducción al apocalipsis realizado

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25. Apocalipsis 1:1-20
a. Corriendo el velo para que Juan viera
26. Apocalipsis 2:1-17
a. La iglesia en Éfeso
27. Apocalipsis 2:8-11
a. La iglesia en Esmirna
28. Apocalipsis 2:12-17
a. La iglesia en Pérgamo
29. Apocalipsis 2:18
a. La iglesia en Tiatira
30. Apocalipsis 3:1-6
a. La iglesia en Sardis
31. Apocalipsis 3:7-13
a. La iglesia en Filadelfia
32. Apocalipsis 3:14-22
a. La iglesia en Laodicea
33. Apocalipsis 4:1-11
a. Las cosas previstas que habrían de suceder
pronto
34. Apocalipsis 5:1-14
a. El trono y el libro
b. Paralelos entre el capítulo 4 y capítulo 5
35. Apocalipsis 6:1-17
a. Los 7 sellos: La completa manifestación de la ira
de Dios en el primer siglo
b. El cumplimiento del día ardiente de Jehová
c. Qué pasó entre el silencio de Malaquías y la voz
de Juan el Bautista
d. La predicción de la ira ardiente en los
evangelistas
e. El día ardiente fue el fin del siglo del predominio
del judaísmo

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f. Los terribles días sobre la ciudad de Jerusalén
antes del 70
g. El segundo lamento de Jesús sobre la ciudad de
Jerusalén antes del 70
h. El pre apocalipsis del nuevo testamento fue
Mateo 24
36. Apocalipsis 7:1-17
a. La fusión del sexto sello y el séptimo sello: Los
144.000 seguidores del Cordero en el primer siglo
b. El !Hosanna! De la gran multitud
c. Nota adicional tocante a la gran tribulación o
guerra judía (67-70 d.C.)
d. Flavio Josefo y la gran tribulación que él mismo
vivió antes del 70
e. Continuamos con la gran tribulación
f. Las águilas romanas en pro del cuerpo muerto
de Jerusalén
37. Apocalipsis 8:1-13
a. Un sello de 7 trompetas
b. Las 7 trompetas judiciales de Dios en el primer
siglo
38. Apocalipsis 9:1-21
a. El pozo del abismo
b. La quinta trompeta del primer siglo
39. Apocalipsis 10:1-11
a. El ángel del librito
b. La trompeta de la consumación
40. Apocalipsis 11:1-19
a. Los 2 testigos del primer siglo: Santiago y Pedro
b. Datos del templo judío
c. La séptima trompeta de las copas
41. Apocalipsis 12:1-18

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a. La mujer (remanente fiel de Israel), el Hijo varón
(Cristo y sus seguidores), y el gran dragón (imperio
romano)
b. La batalla de Miguel (Cristo) contra el dragón
(imperio romano)
c. El dragón romano persigue a la mujer o
remanente fiel de Israel
42. Apocalipsis 13:1-18
a. Las dos bestias del gran dragón romano
43. Apocalipsis 14:1-18
a. Los 144.000 antes de la gran tribulación o
guerra judía del año 67-70 d.C.
b. El ángel del evangelio eterno
c. El ángel de la caída de Babilonia !Jerusalén la del
año 70!
d. El ángel del cáliz de la ira de Dios
e. Los 3 ángeles de la vendimia a Israel
44. Apocalipsis 15:1-18
a. Los 7 ángeles del templo en el cielo
45. Apocalipsis 16:1-21
a. Los juicios de las 7 copas
b. Las 3 últimas copas: consumado es
c. La batalla del gran día del Dios Todopoderoso
46. Apocalipsis 17:1-18
a. La condenación de la ciudad de Jerusalén: La
gran ramera
b. Los 7 reyes de la bestia Nerón
c. Los 10 cuernos de la bestia Nerón
d. Identificando a la bestia Nerón con el mismo
hombre de pecado de 2 Tesalonicenses 2
47. Apocalipsis 18:1-24
a. La caída de Jerusalén: La gran Babilonia del
primer siglo

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b. Reacciones a la caída de Jerusalén
48. Apocalipsis 19:1-21
a. Las glorias del Mesías en el cielo
b. La cena del Cordero
c. El jinete del caballo blanco: El verbo de Dios en
el primer siglo
49. Apocalipsis 20:1-15
a. El reinado de los mil años celestiales
b. La batalla final
c. El juicio final de los muertos criminales del
primer siglo
d. El lago de fuego: El basurero profundo en
Jerusalén
50. Apocalipsis 21:1-27
a. Cielo nuevo: El último orden y gobierno eterno
de Dios donde estamos reinando en vida y libertad
b. La nueva Jerusalén: La jurisdicción eterna de los
reyes de Dios
51. Apocalipsis 22:1-20
a. !Ven Señor Jesús!: El último anhelo de las 7
iglesias del Asia menor
b. Conclusión del Apocalipsis el apocalipsis
realizado

El Apocalipsis de la tierra

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PREFACIO

Pompeyo, el famoso general romano, conquistó Palestina


en el año 63 a.C. Esto fue seguido por un período de
guerras civiles y de incertidumbre. El imperio romano fue
consolidado por el emperador Julio César durante sus
famosas guerras Gálicas (58-51 a.C.). El 15 de Marzo del
44 a.C. César fue asesinado en Roma. Augusto César se
apoderó del imperio. Derrotó a Bruto y Casio (los dos que
asesinaron a Julio César) en Filipos en el 42 a.C. en el año
31 a.C. Augusto derrotó a las fuerzas armadas de Antonio
y Cleopatra en Accio, y convirtió a Egipto en una provincia
romana.

El imperio romano entró entonces en el apogeo de su


poder y gloria. Fue durante el reinado de Augusto Cesar
que nació nuestro Señor Jesús (Lucas 2:1), pues, Augusto
gobernó desde el 31 a.C. hasta el año 14 d.C. Augusto fue
sucedió en el trono por Tiberio César (año 14-37 d.C.). Los
ministerios de Juan el Bautista como del Señor Jesús se
desarrollaron en esta época. Calígula (37-41 d.C.)
conocido también como Botitas. Se convirtió en un
maníaco despiadado y fue asesinado. Calígula sólo estuvo
en el poder durante la primera parte del libro de los
Hechos.

Claudio (41-54 d.C.) fue envenenado por su propia


esposa. Pablo realizó sus grandes viajes apostólicos
durante su reinado. Nerón (54-68 d.C.) después de un
gobierno normal de 8 años degeneró en un monstruo
demente. Hizo incendiar a Roma y asesinó a muchos
cristianos culpándolos falsamente del incendio. Pedro y

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Pablo fueron martirizados durante su gobierno. Nerón se
suicidó en el año 68 d.C.)

El general romano Vespasiano (68 d.C.) se convirtió en el


gobernador romano. Le ordenó a su hijo Tito que
destruyera el templo y Jerusalén y esto ocurrió en el año
70 d.C.

El proyecto de Epocalipsis 70 es compartir el apocalipsis


del primer siglo bíblico, es decir, lo que le sucedió a la
Iglesia primitiva hasta el año 70 d.C., donde Jesús dijo en
Mateo 24:34 “De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”.

Apocalipsis 1:1 entre otras letras dice “las cosas que


deben ocurrir pronto”. Apocalipsis 1:3 “…Porque el
tiempo está cerca”. Apocalipsis 22:10 “…Por que el
tiempo está cerca”. Estos tres versículos fueron leídos por
los 7 ángeles o “mensajeros pastores” de las 7 iglesias del
Asia menor. No había teología que ellos tenían que
explicar a sus lectores. A ellos se les ordenó solamente
“No sellar las palabras de la profecía de este libro, porque
el tiempo estaba cerca”, en ese tiempo vivieron y eso fue
lo que todos ellos entendieron. A las 7 Iglesias se les dijo
que leyeran, oyeran y guardaran las cosas de esta
profecía; porque el tiempo estaba cerca. El término
“cerca” los animó en medio de la gran persecución del
imperio romano y todos ellos anhelaron en sus días el
cumplimiento de esta profecía. Si no se les cumplió esta
profecía en su generación, entonces, la revelación de
Jesucristo los engañó a todos, los siete rollos escritos por
Juan para ser enviados a las siete Iglesias fueron una
mentira, y todos murieron en el I siglo descorazonados y

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totalmente frustrados porque “nada” de lo dicho a ellos y
para ellos se les cumplió.

El proyecto “Epocalipsis 70” demuestra exegética e


históricamente que el vivir en ese estado de suspenso,
aguardando que el Señor regresara pronto, en cualquier
momento, fue verdadero y totalmente se les cumplió a
cabalidad a las 7 iglesias del Asia menor. Bienvenido a
Epocalipsis 70.

JUAN NO FUE UN APOSTOL POST 70

Existe una fuerte tradición de que Juan el apóstol vivió


más allá del año 70 d.C., hasta el reinado del emperador
Domiciano en el año 96-100 d.C. Si hubiese sido así,
entonces la promesa de Jesús en Juan 14:3 no se hubiera
cumplido para Juan y los apóstoles, porque Juan 14:3
dice: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez,
y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.”. La promesa de Jesús es que
Juan y algunos de los otros doce apóstoles vivirían hasta
Su parusía, leemos en Mateo 16:28: “De cierto os digo
que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la
muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre
viniendo en su reino”. Si esta promesa se cumplió con la
manifestación del Hijo del Hombre, entonces, no puede
haber evidencia de que Juan o algunos de ellos quedaran
en el territorio de Judea o en algún otra nación después
de la “Venida” o (parusía) evidenciada por la caída del
templo y la destrucción de Jerusalén (Mateo 24:3,29-34).

La promesa de Juan 14:3 es que tanto Juan como los


otros apóstoles no se quedarían en la tierra, sino que irían

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al cielo donde estaba Cristo en Su parusía. En Juan 21:22-
23 el Señor Jesús dijo: Si quiero que él quede hasta que
yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió
entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no
moriría. La promesa no era sobre su "muerte" sino sobre
su sobrevivencia hasta que Cristo viniera. Esto nos indica
que a Juan se le prometió en vida que quedaría vivo hasta
el Retorno de Cristo en gloria, para ser “recibido” en el
cielo donde estaba Cristo.

Es posible que algunos otros apóstoles hayan pensado


que Juan nunca iba a morir. Juan muestra que esta
declaración no indicaba vivir más allá de la parusía del
año 70 d.C.

La manera como Juan se expresó nos hace creer que él se


acordó de lo que Jesús prometió en Mateo 16:28 y Juan
14:3. Juan se aferró a la esperanza de que fuera a ser
recibido por Cristo en la parusía y se iba a sentarse sobre
uno de los 12 tronos al lado de Cristo en gloria, cuando
juzgara y se vengara de sus perseguidores por el espacio
de tres años y medio (66-70 d.C. cuando ocurrió la guerra
judía).

Si Juan en efecto tuvo en mente esta “recepción en el


cielo” "ese revestimiento de aquella habitación celestial"
cuando escribió el Apocalipsis (y creo que así fue),
entonces estuvo diciendo simplemente que quedaría en
la tierra hasta la parusía, cuando sería “arrebatado” para
estar con Cristo y sentarse ocupando uno de los 12 tronos
en el cielo.

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El apóstol Pablo estableció un claro principio en 1
Corintios 15:37 donde dijo el cuerpo que se siembra en la
tierra no se va a revestir de aquella habitación celestial,
sino el grano desnudo que sale. Cuando el "grano
desnudo" o el espíritu de un cuerpo están fuera del
cuerpo, se reviste de habitación celestial, se deja el
cuerpo corruptible y entra en gloria el cuerpo
incorruptible. Aunque Juan no sabía con exactitud cómo
sería el evento o lo que pasaría con su cuerpo, si estaba
seguro que no viviría en carne después de la parusía de
Cristo en el año 70 d.C.

Creo que Juan y el resto de los apóstoles que quedaron


vivos antes del año 70 d.C. (aunque creo que sólo fue
Juan) fueron llevados con Cristo en Su parusía en gloria.
Si quedaron algunos de aquellos apóstoles en la tierra
después del año 70 d.C., estoy seguro que cualquiera de
ellos hubiera nos hubiera dejado algún escrito
mencionando el cumplimiento de lo que ocurrió en el 70
d.C.

Recuerde que los únicos autorizados para escribir


"canon" de Dios fueron los auténticos y originales y
primitivos apóstoles del primer siglo. Juan escribió en
Apocalipsis de lo que iba a pasar a Israel en la parusía, y
hubiera escrito algo de su cumplimiento si hubiera
quedado después del evento del año 70 d.C.

Los futuristas se salieron después del año 70 d.C.


comenzaron a enseñar que la fecha del escrito del libro
de Apocalipsis se dio en el año 96-100 d.C. pero el templo
y Jerusalén ya llevaban 26 años de destruidos y en
Apocalipsis 11 a Juan se le dio la orden de medir el

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templo, el altar y a los adoradores del altar del incienso,
además los dos testigos en ese mismo capítulo
profetizaron en la ciudad donde Cristo fue crucificado que
fue Jerusalén. No había templo judío en el año 96 d.C.
Bíblicamente el evento de la parusía y la caída del templo
y la destrucción de Jerusalén se dio en el año 70 d.C. Si
Juan se quedó en el "arrebatamiento" al cielo, después
del 70, entonces, duro con vida 26 años más (96-70=26
años) y creo que no existe ningún escrito que diga que en
entre el año 96 al 100 hubo algún arrebatamiento o una
tumba señalada de Juan apóstol.

26 años hubieran sido un tiempo suficiente para que


alguien nos contara que Juan se quedó para narrar el
evento catastrófico del templo y de Jerusalén del 70. Pero
no existe ningún escrito de Juan después del libro del
Apocalipsis. Entonces, Juan no vivió más allá del año 70
d.C. Juan no fue un apóstol post 70. Después del año 70
d.C. no existen "apóstoles" originales...porque en primer
lugar para ser un apóstol post 70 (que no los hay) debe
ser un judío de sangre Abrahamica; debe haber recibido
el bautismo del Espíritu Santo en el día de pentecostés;
debe haber andado en compañía de Yeshúa (Jesús) y
debe haber visto ascender en Gloria al Cristo ascendido, y
solamente "Matías" fue seleccionado por los apóstoles
originales como el sucesor de Judás el traidor para suplir
su ausencia y completar el número de los doce apóstoles
originales. Entonces, el "apostolado" de los "modernos
apóstoles" es completamente falso. Después del 70 sólo
debe existir un único ministerio y es el de instructores de
la mente de Cristo enseñando la palabra de los
cumplimientos de Dios.

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Bíblicamente, sólo los Apóstoles Originales hacían la
imposición de manos para escoger o seleccionar a algún
encargado para cumplir alguna función ministerial, por
esta otra razón, hoy en día no existe ningún hombre que
pueda decir, que es Apóstol, porque todos los originales
están revestidos en gloria, por eso, todos los apóstoles
post 70 son falsos, porque ya el fundamento está puesto
!Jesucristo! fue colocado por los originales desde el
primer siglo; ya nadie está edificando encima del
fundamento; nadie es el otro; nadie está plantando ni
regando, sólo los que somos instructores de la palabra de
los cumplimientos de Dios estamos concientizando. Nada
nuevo estamos revelando, sólo enseñando lo que ya está
cumplido a cabalidad para que el hombre en cualquier
nación de este universo pueda reinar en vida y libertad,
entonces, no te dejes lavar el cerebro ni engañar de
supuestos Posts apóstoles, posts profetas, post
evangelistas; posts pastores, posts maestros. Sé que esta
luz que te presento no recibe aceptación de los
profesionales del evangelio, porque estas verdades no
renta, no producen popularidad, y desbaratan las
supuestas e inventadas "coberturas" apostólicas y
pastores. Pero sigo alumbrando, para que alguno pueda
decir como aquel ciego sanado que dijo en Juan 9:25
"...una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo".
Entonces, aquellos ministerios de Efesios 4:11,12 fueron
históricos, y ahora no podemos convocar a ningún
Apóstol Original para que hagan nuevos nombramientos
especiales, pues, ellos cumplieron su misión. La nuestra
actual es la concientización de lo consumado.

Retomando de que Juan no fue un apóstol post 70. La


historia guarda un silencio del año 70 al año 150 d.C.

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donde nadie escribió nada. Si Juan se hubieran quedado
vivo hasta el año 96 d.C., entonces, hubiera surgido algún
escrito que describiera la destrucción de la nación de
Israel con su templo y su ciudad, pero ningún apóstol
escribió nada sobre el evento, porque se fueron en gloria
al cielo de Cristo donde actualmente están.

La historia de esa caída la registraron hombres no


apóstoles originales como el historiador romano Tácito y
el historiador judío con credenciales romanas Flavio
Josefo. De ellos tomamos historia que confirmo que lo
que el Señor Jesús prometió, predijo y profetizó en el
sermón del monte en Mate 24 se cumplió.

Entonces, no hubo “escritores post 70" que hubieran


escrito algo sobre la quedada de Juan para ubicarlo
viviendo en el año 96-100 d.C. durante la época del
emperador Domiciano. No hubo un Juan post 70. Si Juan
el Apóstol se quedó después del año 70 d.C. o fue un
apóstol post 70 y no consideró los eventos de ese año
bajo la luz de las profecías, entonces lo único que
podemos deducir es que no vio el cumplimiento de las
profecías que él mismo escribió a las 7 iglesias del Asia
menor, y no vio a Cristo en su parusía.

Si Juan se hubiera quedado, hubiese sido una "virgen


insensata" de Mateo 25, y no fue entonces digno de ese
llamamiento celestial. ¿Qué expliquen los futuristas cómo
murió y cómo fue arrebatado Juan Apóstol en el año 96-
100 d.C. cuando dicen que en dicha fecha escribió el
Apocalipsis? Los amados post futuristas del 70 han venido
engañado al pueblo con fechas acerca de la segunda
venida de Cristo, que lleva ya XXI Siglos y nada que llega

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ni llegará porque ya llegó. Juan SI se fue a la gloria y no se
quedó en la tierra como un apóstol post 70.

Si Juan no vio la parusía, tampoco comprendió su


cumplimiento y, por lo tanto, no pudo explicarlo. Pero en
I Juan 2:18,28 y 3:2, él indica que ellos reconocerían el
Retorno de Cristo y lo verían, dice. "Hijitos, ya es el último
tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene,
así ahora han surgido muchos anticristos; por esto
conocemos que es el último tiempo…..Y ahora, hijitos,
permaneced en él, para que cuando se manifieste,
tengamos confianza, para que en su venida no nos
alejemos de él avergonzados……Amados, ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos
de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es.”. Pregunto ¿Vio Juan todo esto? O, ¿no reconoció el
apóstol “el tiempo de Su visitación” así como hicieron los
judíos? Se supone que Juan debía estar sobre un trono
juzgando a las doce tribus, en vez de estar vagando por el
campo de Éfeso componiendo bellos dichos como la
Iglesia Católica y aun la protestante quiere que creamos.

Juan fue “recibido”, arrebatado al cielo en la parusía,


donde se sentó con Cristo en el Juicio sobre la nación
judía durante la presencia de tres años y medio (66-70
d.C.) de Cristo y no fue un apóstol post 70. Si se hubiera
quedado todavía en la tierra, hubiera reconocido el
cumplimiento de las mismas profecías que había escrito.
Espero que los ojos de tu entendimiento te hayan sido
alumbrados.

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APOCALIPSIS UN EPOCALIPSIS DEL AÑO 70 d.C.

1. Trasfondo 70

“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar
los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin
relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
Hebreos 9:28
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque
el tiempo está cerca”
Apocalipsis 1:3

Corrían los días antes del año 70 d.C. y el apóstol Juan


asumía el roll de ser el ángel titular o mensajero oficial del
documento del Apocalipsis para que las siete iglesias del
Asia menor pudiera leer, oír y guardar las cosas que en
ese documento estaban escritas porque el tiempo e sus
días estaba cerca, esta es una frase que les mostraría las
cosas que deberían suceder pronto dentro del límite de
Su generación, donde el Señor Jesús dijo que no pasaría
aquella generación hasta que todo eso aconteciera
(Mateo 24:34).

La palabra “revelación” procede del término griego apo-


ka-ly-psis- y significa “descorrer el velo”. El Apocalipsis es
el descorrer el velo para que las siete iglesias del Asía
menor pudieran ver la conclusión, el complemento y la
consumación de toda la revelación decretada por Dios
desde antes de la fundación del mundo. Apocalipsis es un
libro de profecías inminentes dadas en visiones reveladas
al vidente Juan. A los ojos de Dios todas las cosas
profetizadas en este libro ya han ocurrido. A Juan todo le

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fue mostrado en visiones consecutivas. La mayoría de los
verbos usados en este libro están en tiempo pasado o
pretérito.

El enfoque principal de este libro es el Cristo eterno como


Sumo Sacerdote; como León Cordero; como el “otro”
ángel fuerte. La revelación de este libro está compuesta
de señales y símbolos con significado espiritual, tales
como los siete candeleros, que simbolizan a las iglesias;
las siete estrellas, que simbolizan a los pastores, ángeles o
mensajeros de las siete iglesias. La nueva Jerusalén en
este libro es una señal que representa la máxima
consumación de toda la economía de la gracia de Dios.
También este libro nos enseña que el testimonio del
Cristo eterno es Reino de los de Dios.

Eclesiastés 7:8 dice que “mejor es el fin de un asunto,


posteriormente, que su principio…”. Apocalipsis termina
así “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos
vosotros. Amén”. Esto quiere decir que la “gracia” es el fin
que siempre es mejor que su principio.

Apocalipsis no fue escrito para revelar los secretos de los


tiempos distantes a siglos extensos, ¿Qué significado
podría tener Apocalipsis para las iglesias de Éfeso,
Esmirna, Filadelfia, Laodicea, Sardis, Tiatira Pergamo, si les
enviarán un libro o documento que les va a hablar de
acontecimientos históricos lejos, y fuera del alcance de
aquella situación de sufrimientos y penosas
persecuciones que estaban viviendo en sus días y que no
tendrían nada que ver con ellos? No tuvo ningún sentido
que Apocalipsis les habrá de algo trascendente y no

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inminente, de algo lejano y no cercano que los
beneficiara.

Apocalipsis fue escrito para ser entendido por los lectores


originales de las siete iglesias del Asia menor. Ese
documento les hablaría de los sucesos y transacciones de
Su propio tiempo comparativamente breve e inminente
no trascendente.

Existen dos criterios sobre la fecha posible que Juan


escribió el Apocalipsis: La fecha tardía (95-96 d.C.) y la
fecha temprana (65-66 d.C.). Los de la fecha tardía se
inclinan a que fue escrito por Juan después de la
destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén. La
fecha temprana está creada por la evidencia interna del
libro del Apocalipsis que fue escrito por Juan antes de la
destrucción de Jerusalén, porque Juan en Apocalipsis 21:1
ve descender del cielo a la santa ciudad de Dios, la nueva
Jerusalén. Juan ya no ve templo físico, pues a partir de
ese descenso, Dios ya no habita en templos hechos por
mano del hombre (La mano de Tito lo destruyó en el año
70 d.C. Juan también en el V:3 oye que el tabernáculo de
Dios ya es con los hombres como su Dios y ellos como su
pueblo. Para que algo nuevo entre en acción, primero
debe desaparecer lo viejo. El templo de Jerusalén fue
destruido en el año 70 d.C. Dios nunca reveló una visión
para que el autor la escribiera “después” de la
destrucción, porque no es un historiador sino un
revelador

Además, Juan contempla la Segunda Venida de Cristo


como un evento inminente y la ve representada como
coincidente con el juicio de la ciudad de Jerusalén y la

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nación de Israel como culpable de ese juicio. Los profetas
y apóstoles siempre hablaron de la tremenda crisis que se
acercaba en el período al cuál se podía referir el
Apocalipsis. La catástrofe final de la dispensación judía
vendría con sufrimientos sin paralelos.

Internamente vemos en Apocalipsis 1:7 que el Señor


vendría en las nubes (indicadora de Su presencia) donde
el ojo de todos los de la nación de Israel que le
traspasaron lo verían. Esa venida sería la precursora del
juicio terrible para los que le traspasaron (Mateo 24:30).
El Apocalipsis es una forma transfigurada de la profecía
del Monte de los Olivos de Mateo 24. El Apocalipsis es el
suplemento de Mateo 24-Lucas 21. Lo mismo que
encontramos en estos evangelios los vemos en
Apocalipsis: Su venida, guerras, hambres, pestes,
terremotos, falsos profetas, engañadores, señales,
trompetas, águilas, cadáveres, tribulación, ayes,
convulsiones de la naturaleza, Jerusalén hollada,
recompensas, juicio de los impíos, el hijo del Hombre
viniendo en las nubes del cielo etc.

Internamente se habla en Apocalipsis 11:1,2,8 que la


ciudad y el templo fueron medidos, ¿Para qué medir algo
que no existe? Entonces, el libro fue escrito antes de la
destrucción de Jerusalén. Si Jerusalén hubiese sido una
ciudad en ruinas, ¿Qué habría que medir o calcular?.
Si Apocalipsis fue escrito antes de la destrucción del
templo y de la ciudad de Jerusalén antes del año 70 d.C.
para dar entrada a la vigencia del tabernáculo de Dios con
los hombres y de la nueva Jerusalén; entonces, todas las
cosas que Juan vio, iban a suceder pronto, porque el
tiempo estaba cerca (Apocalipsis 1:1-3). Si fue en el año

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96 d.C. las cosas, las visiones y el tiempo de este
cumplimiento no es una inminencia sino una
trascendencia.

Si fue antes del 70 d.C., las declaraciones de los eventos


catastróficos tuvieron que estar marcados por un evento
magno e histórico conocido en sus tiempos. Si en el 96
d.C., entonces, hay que escudriñar la historia que nos
indique la fecha de la última destrucción de Jerusalén
como ciudad sagrada del viejo pacto de la ley.

Si fue antes del 70, entonces, es cierto que Apocalipsis 2:9


“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero
tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos,
y no lo son, sino sinagoga de Satanás” y Apocalipsis 3:9
“He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que
se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí,
yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan
que yo te he amado” indican que todavía los maestros
judaizantes estaban causándole controversias a la gracia
de Dios en las iglesias del Asia. Si fue en el 96, entonces,
los judaizantes bajo la vigencia del viejo pacto, todavía les
estarían causando problemas a las iglesias del Asia.

Si fue escrito antes del 70, entonces, el nombre de Nerón


que incendio a Roma en el año 64 y se suicidó en el 68
d.C. sería la bestia de Apocalipsis 17:9-11 o el sexto rey de
la dinastía juliana de Roma según la gematría hebrea,
cuyas letras de su nombre le suman 666. Si fue escrito en
el 96, habría que buscar un emperador trascendente,
actual o rey que la suma de su nombre gemátrico le da
666.

21
Si fue escrito antes del 70, entonces, el templo y el altar
según Apocalipsis 11:1-3 estarían todavía en pie o
vigencia; porque se ordena medir el templo y esto debió
ser antes del año 70 d.C. Si fue escrito en el 96 d.C. ¿A
dónde está el altar y el templo para poder medirlos, si fue
destruido en el año 70 d.C.?.

Si fue escrito antes del 70, ya todos los apóstoles habían


muerto. Si fue en el 96 ¿Por qué Apocalipsis 2:2 nos habla
que había otros que se decían ser apóstoles y que todavía
estaban vivos?

La fecha temprana del escrito de Apocalipsis da crédito a


que los emperadores antes del año 70 d.C. fueron Julio,
Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Este último
fue el sexto rey en la lista de Apocalipsis 17:9-11 y es
quién persigue a los santos. Nerón fue el primer y único
rey César romano de la línea juliana de emperadores que
persiguió severamente a los cristianos. En Nerón se
terminó la dinastía juliana. El que reinó después de Nerón
fue Galba y reinó sólo 6 meses. Si fue Nerón el sexto rey,
entonces, fue el rey de Apocalipsis 17 que persiguió 42
meses a los santos cuando Juan comentó el Apocalipsis.

¿Qué propósito serviría, si Juan fuera a decirle a los


santos de las iglesias del Asia, antes del siglo primero que
calcularan el número de la bestia, si no iba a aparecer en
su generación dicho rey o bestia? La bestia estaba en
movimiento o en acción cuando Juan escribió el libro.

En Apocalipsis 17 el séptimo rey (Galba) todavía no


estaba. Si Nerón fue el sexto rey, entonces, Apocalipsis
fue escrito antes de Galba o antes del año 70 d.C. Nerón

22
el emperador romano, el poderoso perseguidor está
situado entre el 9 de Junio del 68 y la destrucción de
Jerusalén el 10 de Agosto del 70. Nota: El emperador
Domiciano reinó entre el 81-96 d.C. la fecha más probable
parece ser la de los tiempos del emperador Nerón y el
templo y la ciudad de Jerusalén ya estaban destruidos en
el 70.

En Daniel 9:24-27 el ángel Gabriel le dijo a Daniel que las


"70 semanas" se acabarían o habrían de terminar con la
destrucción de Jerusalén. Que en ese período serviría
también para "sellar la visión y la profecía" (Daniel 9:24).
La destrucción de Jerusalén selló la profecía. El canon de
las Sagradas Escrituras se completó por entero antes de la
caída de Jerusalén.

¿Cuándo cesaron en Israel los profetas y las visiones? Fue


cuando vino Cristo en juicio contra el templo y Jerusalén y
la generación maligna y perversa de aquellos judíos
incrédulos. El que habría de venir vino, y ¿Qué más
necesidad después del año 70 había todavía para
significarlo? Cuando la realidad de todas las cosas del
antiguo pacto llegó, ¿Qué más necesidad había de la
sombra del año 96 a nuestros días?.

Una vez que el Santo de los Santos había venido, tanto la


visión como la profecía fueron selladas. Y el reino de
Jerusalén cesó al mismo tiempo, porque los reyes de
Jerusalén habían de ser ungidos entre ellos solamente
hasta que el Santo de los Santos fuera ungido.
La muerte, resurrección, y ascensión de Cristo marcaron
el fin del Antiguo Pacto y el principio del Nuevo; los
apóstoles fueron comisionados para entregar el mensaje

23
de Cristo en la forma del Nuevo Pacto; y cuando hubieron
terminado, Dios envió a los edomitas y a los ejércitos
romanos para destruir por completo los últimos símbolos
que quedaban del Antiguo Pacto: El Templo y la Santa
Ciudad. Por sí solo, este hecho es suficiente para
establecer que Apocalipsis debe haber sido escrito antes
del año 70 d. C. La muerte de Cristo a manos de los hijos
apóstatas de Israel selló su suerte: El Reino les sería
quitado (Mateo 21:33-43). Aunque la ira se colmó "al
extremo" (1 Tesalonicenses 2:16), Dios detuvo su mano
de juicio hasta que se escribiera el documento del Nuevo
Pacto. Habiendo hecho esto, Él terminó dramáticamente
el reino de Israel, borrando la generación perseguidora
(Mateo 23:34-36)(Mateo 24:34)(Lucas 11:49-51). La
destrucción de Jerusalén fue el último trompetazo, dando
la señal para que se consumara el misterio de Dios
(Apocalipsis 10:7). No habría más escritos canónicos una
vez que Israel hubiese desaparecido.

LA GENERACIÓN QUE VIO EL APOCALIPSIS

1. ¿Vino Cristo en el año 70 d.C.?

Uno como estudiante de la Biblia, para poder entender lo


que en cada texto y contexto se dice, debe estar en la
mente y en el escenario del autor del libro o del escrito y
por supuesto debe tener claridad a quién se le está
escribiendo y que connotaciones benéficas (sus efectos)
son para nosotros hoy en día.

Leemos en Mateo 24:34 que el Señor Jesús le dijo a sus


discípulos De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca. La señal de la

24
higuera en el V:32 dio por sentado “cuando” vendría
Jesús para dar juicio a la nación adúltera de Israel. A
darles la señal de la higuera les dice a sus discípulos: ”Así
también vosotros, cuando veáis todas estas cosas,
conoced que está cerca, a las puertas”.

La aseveración clave de Mateo 24:34, es que todas esas


cosas que Él ha mencionado en el capítulo 24 como
"señales", pasarían en “aquella generación” (no en la
nuestra) y eso incluyó por supuesto Su Segunda Venida.

Muchos predicadores y escritores de escatológica


futurista se niegan a aceptar la promesa de Jesús para Sus
discípulos, se justifican en decir que Jesús no quiso decir
“generación” sino que quiso decir “raza” y basados en
"raza" es que siguen sosteniendo sus falsos argumentos
dispensacionalistas acerca de los dos programas de Dios
uno para Israel y otro para la Iglesia; dicen que Jesús
quiso decir fue “no pasará esta raza??? Hasta que todo
esto acontezca”, pero la palabra griega usada para
generación en Mateo 24:34 es «genea» (Strong’s 1074),
estos son algunos versos en que es usado el vocablo
griego «genea» para indicar generación y no raza:
a. Mateo 11:16-17; Mas ¿a qué compararé esta
generación (genea)? Es semejante a los muchachos que
se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
17diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os
endechamos, y no lamentasteis
b. Mateo 12:39; El respondió y les dijo: La generación
(genea) mala y adúltera demanda señal; pero señal no le
será dada, sino la señal del profeta Jonás.
c. Mateo 17:17; Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación
(genea) incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar

25
con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?
Traédmelo acá.
d. Mateo 23:35-36; para que venga sobre vosotros toda
la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde
la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo
de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.
36De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta
generación (genea).
e. Marcos 8:38; Porque el que se avergonzare de mí y de
mis palabras en esta generación (genea) adúltera y
pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de
él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos
ángeles.
f. Lucas 17:24-25; Porque como el relámpago que al
fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el
otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. Pero
primero es necesario que padezca mucho, y sea
desechado por esta generación (genea).
g. Hechos 2:40; Y con otras muchas palabras testificaba y
los exhortaba, diciendo: —Sed salvos de ESTA PERVERSA
GENERACION (genea).
h. Hechos 8:33; En su humillación no se le hizo justicia;
Mas su generación (genea), ¿quién la contará? Porque fue
quitada de la tierra su vida.
i. Filipenses 2:15; para que seáis irreprochables y
sencillos, hijos de Dios sin mancha EN MEDIO DE UNA
GENERACION (genea) MALIGNA Y PERVERSA, EN MEDIO
DE LA CUAL RESPLANDECEIS como lumbreras en el
mundo,
j. Hebreos 3:9-10; Donde me tentaron vuestros padres;
me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10A
causa de lo cual me disgusté contra esa generación
(genea), Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y

26
no han conocido mis caminos.
5. Incluyó también el significado en hebreo de
"generación" que nos brinda Moisés el escritor de
Deuteronomio 32:5-6; »La corrupción no es suya; de sus
hijos es la mancha, generación torcida y perversa. ¿Así
pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu
padre, que te creó? Él te hizo y te estableció.

Entonces, generación en Mateo 24:34 es (genea), pero el


término usado para "raza" en griego no es (genea) es
«genos» (Strong’s 1085) y se usa para decir linaje (Hechos
4:6)(7:13,19)(13:16)(17:28-29)(Filipenses 3:5)(1 Pedro
2:9)(Apocalipsis 22:16) y nación en (Marcos 7:26)(2
Corintios 11:26)(Gálatas 1:14).

Así que los amados Dispensacionalistas están súper


equivocados sosteniendo una interpretación de "genos"
reemplazada del original por "genea" que en Mateo 24:34
es el verdadero significado de "generación".

El gran juicio de Dios a través de señales vendría de


manera inminente para aquella malvada generación entre
el año 30 al 70 d.C. y el primero en anunciarlo fue Juan el
Bautista en Mateo 3:7 "Al ver él que muchos de los
fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación (genea) de víboras! ¿Quién os enseñó a huir
de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros
mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os
digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de
estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz
de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto
es cortado y echado en el fuego.

27
Luego el Señor Jesús se hizo eco de este mismo mensaje
de Juan Bautista en (Mateo 11:16-
17)(12:39)(17:17)(23:35-36)(Marcos. 8:38)(Lucas 17:24-
25), la nación de Israel se estaba preparando para recibir
ese último juicio del 70 debido a la multitud de Sus
pecados como nación escogida de Dios. Jesús mismo
vendría por segunda vez en aquella generación para
darles juicio y arrebatar a los que le esperaban (Hebreos
9:28).

Jesús quien hablaba a aquella generación que aún vivía,


se refirió a ellos como peores que las generaciones
anteriores de la nación de Israel; “¡Vosotros, pues,
colmad la medida de vuestros padres!” (Mateo 23:32).

El historiador judío Flavio Josefo haciendo un relato que


confirmó las palabras de Jesús dijo: “Prevalecía también
lo que Dios tenía determinado, es a saber, que muriesen
tanto los sin culpa e inocentes como los muy culpados, y
que fuese la ciudad toda con todos los revolvedores
destruida.” “No podré contar particularmente las
maldades de todos éstos, y para decir de lo mucho que
querría lo menos que podré, no pienso que hubo ciudad
en algún tiempo en todo el mundo que tal sufriese, ni
creo que hubo nación en el mundo tan feroz y tan
bastante para toda maldad y perversidad: maldecían
también, finalmente, a los mismos judíos, por parecer
menos impíos y menos malos contra los extranjeros; pero
confesaron todavía lo que eran, es a saber, siervos,
esclavos y gente bastarda, sin honra y sin nobleza; no
judíos naturales, sino generación mala y muy perversa.”
“Ardiendo, pues, y quemándose Jerusalén, amaneció el
día octavo del mes de septiembre, y si ésta se hubiera

28
bien servido desde el tiempo que fue fundada de todos
los bienes que Dios le había dado, así como se sirvió de
tantas muertes cuantas experimentó, siendo cercada,
hubiera sido ciertamente envidiada por todas las del
universo: digna de tan grandes desdichas, no ciertamente
por otra cosa, sino por haber engendrado y sufrido
dentro de sí generación tal, y tan perversa, que le causase
tal y tan grande destrucción.”.

Esto también lo confirmó Eusebio de Cesárea acerca de


las predicciones de Jesús en Mateo 24 para aquella
generación: “Cualquiera que compare las palabras de
nuestro Salvador con el resto del registro del historiador
de la guerra no puede dejar de sentirse asombrado ni
puede dejar de confesar el carácter divino de la
predicción del Salvador. En cuanto a lo que sucedió a la
nación entera después de la pasión del Salvador y de lo
que el populacho pidiera la liberación del bandido asesino
y la muerte del autor de la vida, no hay necesidad de
añadir a los registros. Pero estaría bien añadir hechos que
mostrasen la bondad de una Providencia llena de gracia al
retardar la destrucción de los judíos durante 40 años
después de su crimen contra Cristo. Todo aquel tiempo, la
mayoría de los apóstoles, incluyendo el primer obispo, el
mismo Jacobo, llamado el hermano del Señor, estaban
aún vivos, y el hecho de que se quedasen en la ciudad
constituía una poderosa protección para el lugar. Porque
Dios seguía manifestando su paciencia, esperando que se
arrepintiesen de sus malas obras y que alcanzasen el
perdón y la salvación, pero enviando también milagrosas
advertencias de lo que iba a suceder si no se
arrepentían.”

29
Cuarenta años dice Eusebio que Dios retardó la
destrucción de la nación y son precisamente cuarenta la
cantidad de años de que se compone una generación. Por
otro lado es importante notar que Eusebio dice que Dios
manifestando su paciencia esperaba que aquella
generación se arrepintiera y salvara.

Esta misma era la esperanza del apóstol Pedro, cuando


escribió en 2 Pedro 3:9-10 que Dios era paciente para que
ninguno pereciera y procedieran al arrepentimiento,
Pedro anhelaba la venida de Jesús y los exhortaba a no
tomar por tardanza la venida. El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche.
Entonces los cielos pasarán con gran estruendo, los
elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las
obras que en ella hay serán quemadas. De esta manera
Pedro también profetiza cual sería el fin de aquel
gobierno al que él llama cielos y tierra.

En conclusión, ellos mismos echaron sobre sí la sentencia


del último juicio cuando negaron a Jesús como su Rey y
prefirieron a Barrabás; “Su sangre sea sobre nosotros, y
sobre nuestros hijos.” -Mateo 27:24- Viendo Pilatos que
nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó
agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:
Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
25Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea
sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
16. Toda la predicación de Juan el Bautista, de Jesús y sus
parábolas, giraron en torno a este verso "no pasará esta

30
generación (genea) hasta que todo esto acontezca". Jesús
habló de juicio a su generación, generación que duró
cuarenta años (del 30 al año 70 d.C.), tal y como Él lo dijo.

Los testimonios del historiador romano Tácito y del


historiador judío Josefo fueron prueba irrefutable de que
Jesús no mintió de que en “aquella generación” pasarían
esas cosas o señales de Mateo 24 incluyendo su Segunda
Venida.

Eusebio de Cesárea, Obispo Cristiano, durante la época de


Constantino (año 313) d.C.) el primer Emperador que
aceptó el cristianismo, da testimonio de que todo lo dicho
por Flavio Josefo en su libro “Las guerras de los judíos” es
fiel y verdadero.

¿Quién motivó a los discípulos a esperar la Segunda


Venida durante aquella generación?: Las epístolas son el
poderoso testigo fiel acerca de cómo los discípulos de
Jesús estuvieron atentos en todo tiempo a la Segunda
Venida de su Maestro. Y mientras más se acercaba el
tiempo mas ellos hablaban de la inminencia de la misma.
Pedro, Juan, Santiago y Pablo esperaban la inminente
venida de Jesús durante sus vidas. Pero ¿Qué razón hubo
para que los discípulos esperaran esa venida en sus vidas
o generación? ¿Quién o qué los motivó a esperar al
Mesías en su propio ambiente, tiempo, y generación?
Jesús mismo provocó ese deseo en ellos, leemos en:
a. Mateo 10:22-23 "Seréis odiados por todos por causa de
mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, este será
salvo.23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
De cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las
ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.

31
b. Mateo 16:27-28; porque el Hijo del hombre vendrá en
la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a
cada uno conforme a sus obras.28 De cierto os digo que
hay algunos de los que están aquí que no gustarán la
muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo
en su Reino.
c. Mateo 24:33-35; Así también vosotros, cuando veáis
todas estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas.34 De cierto os digo que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca.35 El cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
d. Mateo 26:63-64; Pero Jesús callaba. Entonces el Sumo
sacerdote le dijo: —Te conjuro por el Dios viviente que
nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le
dijo: —Tú lo has dicho. Y además os digo que desde ahora
veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder
de Dios y viniendo en las nubes del cielo.
e. Juan 14:1-3; »No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí.2 En la casa de mi Padre
muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.3 Y si me
voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis.
f. Juan 14:18-20; »No os dejaré huérfanos; volveré a
vosotros.19 Todavía un poco, y el mundo no me verá
más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros
también viviréis.20 En aquel día vosotros conoceréis que
yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.
g. Juan 14:22-28; Le dijo Judas (no el Iscariote):—Señor,
¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
23 Respondió Jesús y le dijo:—El que me ama, mi palabra
guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y
haremos morada con él. El que no me ama no guarda mis

32
palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del
Padre que me envió. »Os he dicho estas cosas estando
con vosotros. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
»La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a
vosotros”. Si me amarais, os habríais regocijado, porque
he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que
yo.
h. Juan 21:20-24; Volviéndose Pedro, vio que los seguía el
discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se
había recostado al lado de él y le había dicho: «Señor,
¿quién es el que te ha de entregar?». Cuando Pedro lo
vio, dijo a Jesús:—Señor, ¿y qué de este? Jesús le dijo:—Si
quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti?
Sígueme tú. Se extendió entonces entre los hermanos el
rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le
dijo que no moriría, sino: «Si quiero que él quede hasta
que yo vuelva, ¿qué a ti?». Este es el discípulo que da
testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y
sabemos que su testimonio es verdadero.

Los pasajes leídos anteriormente, siendo debidamente


fijados en el tiempo y espacio en que fueron escritos, nos
indican que los apóstoles esperaban la segunda venida
inminente de Jesús para sus vidas. Y esperaban esa
venida, porque Jesús mismo les exhortó a anhelarla
creando en sus corazones esa maravillosa expectativa.

La esperaban porque en medio de tan grande tribulación


su venida significaba el eterno bálsamo para sus vidas que

33
estaban sofocadas por la persecución romana, sería el
premio por haber aguardado pacientemente su Palabra
de verdad en aquella malvada generación. Jesús habló a
los hombres que Él mismo discípulo, le habló de su venida
a la "generación" que fue el auditorio del primer siglo en
Palestina, él no estaba hablando de su venida para un
auditorio post siguiente después de aquella generación
del 70 d.C.

El Señor le cumplió a ese auditorio lo que les prometió,


predijo y profetizó. El a ninguno de ellos les mintió,
dejándolos en espera de algo que ellos no verían en su
generación. Ellos vivieron las señales predichas en Mateo
24 el sermón del monte. Jesús SI cumplíos su palabra. lo
que fijo lo cumplió con la más segura finalidad.

Todos ellos (apóstoles originales) como Juan, Pablo,


Pedro, Lucas, Mateo, Santiago, etc., esperaron la pronta
venida de su Mesías, y como a esa expectativa fue a lo
que Jesús los exhortó; ciertamente les vino en aquella su
generación. La venida de Cristo no fue para nuestra
generación. Para nosotros, fueron todas las
connotaciones espirituales de aquellos cumplimientos,
por ejemplo: La connotación de Apocalipsis 21:1 es para
nosotros "cielos nuevos" "nueva Jerusalén" "nuevo
tabernáculo de Dios con los hombres en espíritu no en
templos hechos por manos humanas" etc. Estamos en la
era de un cielo nuevo.

El término "pronto" referido a su segunda venida, no fue


engaño para aquellos discípulos, fue una esperanza
cumplida, una ilusión realizada, una escatología
consumada. Los que te tienen la cabeza en confusión,

34
terror apocalíptico son todos esos predicadores de radio,
de campañas evangelísticas y de televisión diciendo que
esperes al Señor cuando El ya vino a tu vida y debido a su
cumplimiento es por eso, que estás reinando en vida y
libertad a eternidad.

El autor de Hebreos 12:14 le dijo a los amados hebreos


cristianizados que siguieran la paz y la santidad, sin la cual
nadie vería al Señor. En santidad vieron su segunda
venida. EL autor de Hebreos no los engañó.

Observa algunos pasajes que esperaban la Segunda


Venida en su vida en aquella misma generación del 70.
a. Romanos 13:12; La noche (persecución) está avanzada
y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las
tinieblas y vistámonos las armas de la luz.
b. Romanos 16:20; Y el Dios de paz aplastará muy pronto
a Satanás (judaísmo opositor al cristianismo de Jesús)
bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo
sea con vosotros.
c. Filipenses 4:5; Vuestra gentileza sea conocida de todos
los hombres. El Señor está cerca.
d. 1 Corintios 1:7-8; de tal manera que nada os falta en
ningún don mientras esperáis la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo; el cual también os mantendrá firmes
hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de
nuestro Señor Jesucristo.
e. 1 Corintios 4:4 Aunque de nada tengo mala conciencia,
no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el
Señor. Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta
que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de
las tinieblas y manifestará las intenciones de los
corazones. Entonces, cada uno recibirá su alabanza de

35
Dios.
f. 1 Corintios 7:29-31; Pero esto digo, hermanos: que el
tiempo es corto. Resta, pues, que los que tienen esposa
sean como si no la tuvieran; los que lloran, como si no
lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los
que compran, como si no poseyeran, y los que disfrutan
de este mundo, como si no lo disfrutaran, porque la
apariencia de este mundo es pasajera.
g. 1 Corintios 15:23; Pero cada uno en su debido orden:
Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su
venida.
h. 1 Tesalonicenses 2:19; Porque ¿cuál es nuestra
esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois
vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su
venida?
i. 1 Tesalonicenses 3:13; para que sean afirmados
vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de
Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor
Jesucristo con todos sus santos.
j. 1 Tesalonicenses 4:15; Por lo cual os decimos esto en
palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron.
k. 1 Tesalonicenses 5:23; Y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida
de nuestro Señor Jesucristo.
l. 2 Tesalonicenses 2:1; Pero con respecto a la venida de
nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos,
ll. 1 Timoteo 6:14; que guardes el mandamiento sin
mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor
Jesucristo.

36
m. Hebreos 1:1-2; Dios, habiendo hablado muchas veces
y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo,
a quien constituyó heredero de todo y por quien
asimismo hizo el universo.
n. Hebreos 9:26-27; De otra manera le hubiera sido
necesario padecer muchas veces desde el principio del
mundo; pero ahora, en la consumación de los tiempos, se
presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí
mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera
que está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio,
ñ. Hebreos 9:28 "...Y aparecerá por segunda vez, sin
relación con el pecado, para salvar a los que le esperan"
o. Hebreos 10:24-25; Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca.
p. Hebreos 10:36-37 "Porque os es necesaria la paciencia,
para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis
la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir
vendrá, y no tardará.
q. Santiago 5:7-9 "Por tanto, hermanos, tened paciencia
hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera
el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia
hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened
también vosotros paciencia, y afirmad vuestros
corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no
seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la
puerta.
r. 1 Pedro 4:7; Mas el fin de todas las cosas se acerca;

37
sed, pues, sobrios, y velad en oración.
rr. Judas 14 "De éstos también profetizó Enoc, séptimo
desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus
santas decenas de millares, para hacer juicio contra
todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus
obras impías que han hecho impíamente, y de todas las
cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra
él. Estos son murmuradores, querellosos, que andan
según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas,
adulando a las personas para sacar provecho. Pero
vosotros, amados, tened memoria de las palabras que
antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor
Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá
burladores, que andarán según sus malvados deseos.
Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no
tienen al Espíritu.
s. 2 Pedro 1:16; Porque no os hemos dado a conocer el
poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo
fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con
nuestros propios ojos su majestad.
t. 2 Pedro 3:4; y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su
advenimiento? Porque desde el día en que los padres
durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el
principio de la creación.
u. Santiago 5:7-9 "Por tanto, hermanos, tened paciencia
hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera
el precioso fruto.
v. 2 Pedro 3:9-12; El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para
con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del
Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos

38
ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en
ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas
han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en
santa y piadosa manera de vivir, esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual
los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los
elementos, siendo quemados, se fundirán!
w. 1 Juan 2:17-19: Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el
que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Hijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que
el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos
anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si
hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con
nosotros; pero salieron para que se manifestara que no
todos son de nosotros.

!Que tremendas pruebas bíblicas de su venida en su


generación! Todos los escritores apóstoles del nuevo
testamento como Pablo, Pedro, Judas, Santiago, el autor
de Hebreos y Juan creyeron y escribieron la segunda
venida de Cristo en su generación y sus lectores (las
iglesias del primer siglo) estuvieron juntamente con ellos
"aguardando" en gloriosa expectativa, la maravillosa
venida de su Mesías en aquella su generación. ¿Qué fue
lo que todos ellos creyeron? Que la segunda venida
tendría lugar dentro de los límites de Su generación que
existía entonces.

Es más, el Señor Jesús le había pre-dicho a su discípulo


amado Juan que él estaría vivo hasta que el viniera por
Segunda Vez, lo leemos en Juan 21:20 "Volviéndose
Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba

39
Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado
de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de
entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué
de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo
venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió
entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no
moriría”. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si
quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Este
es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y
escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es
verdadero".

!Te das cuenta! Los discípulos creían que Juan no moriría,


pero eso no fue lo dicho por Jesús. Lo que él les dijo fue
que el amado Juan permanecería vivo hasta Su venida en
el año 70 d.C. y así se cumplió (lea el estudio "Juan no fue
apóstol post 70").

Entonces, el Señor Jesús preservó a Juan durante la Gran


Tribulación y Él mismo le dio la visión de Apocalipsis, en
ese libro Jesús les advierte a sus santos la persecución de
que serían objeto primeramente por parte de los judíos y
por Roma, y la inminente venida del Señor en juicio con
fuego para su pueblo infiel en el año 70.

Apocalipsis también les dio mucho aliento a las 7 iglesias


del Asia menor, revelando por anticipado el triunfo del
Cordero sobre los poderes de las tinieblas (judaísmo y
romanismo) y el establecimiento de su reino espiritual en
la tierra a partir del año 70. La Biblia Plenitud y la Biblia de
Ginebra sostienen que la evidencia interna del Apocalipsis
se dio o fue escrito antes del año 70 d.C. para poder
cumplir las profecías de carácter inminente expuestas allí.

40
Amado: Declaro que tus ojos te han sido alumbrados para
reinar en vida y libertad de tanto terrorismo apocalíptico
que los dispensacionalistas y futuristas te han creado. Ya
estamos viviendo en un reino que no tiene fin. Tú eres
eterno aun antes de morir físicamente. Tu misión es el
amor incondicional.

LA CRONOLOGÍA DE LOS TIEMPOS PROFÉTICOS

Leemos en Mateo 24:30 “Entonces aparecerá la señal del


Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas
las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31Y
enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán
a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo
del cielo hasta el otro”.

LOS TIEMPOS PROFÉTICOS:

El tiempo del reino Judío: vino desde que los hebreos


(cruzadores de ríos) que entraron a la tierra prometida en
Canaán y su reino tuvo vigencia hasta la segunda venida
de Cristo en juicio sobre el templo y Jerusalén, donde
Dios le puso fin al predominio de ese reino por medio del
imperio Romano en el año 70 d.C. donde el mismo Señor
Jesús profetizo en Mateo 21:43 que su reino sería quitado
de ellos y le sería dado a gente que produjera los frutos
de él (nosotros judíos y gentiles en Cristo) de quién Cristo
es la piedra angular.

El tiempo de la ley Mosaica: vino desde la entrega a


Moisés de la ley en el monte Sinaí y camino bajo el mismo
tiempo del reino Judío con una duración profética de

41
aproximadamente unos 1.550 años proféticos, hasta que
vino el pasar del cielo y de la tierra donde se cumplió la
jota y la tilde de la ley (Mateo 5:17,18). El pasar del cielo y
de la tierra fue una expresión de Jesús referida al
gobierno de la nación de Israel en el primer siglo de
nuestra era que concluyó con la caída del templo y de la
ciudad de Jerusalén, a partir de allí, Juan vio un cielo
nuevo y una tierra nueva en su sentido espiritual
(Apocalipsis 21:1).

El tiempo del cumplimiento: Dentro de esos 1.550 años


de gobierno judío bajo la dispensación de la ley, se abrió
un espacio o periodo del año 1 al año 70 d.C. donde hubo
eventos que correspondieron: 1)- Al nacimiento, vida,
ministerio, muerte, sepultura, resurrección y ascensión
de Jesús al cielo (del año 1 al 33 1/2 aprox); 2)- Al
nacimiento de la iglesia, su desarrollo e impulso y
evangelización de las naciones bajo el dominio del
imperio romano con una misión de trabajo aprox de unos
36 años. Durante esta época corrieron dos líneas
paralelas: la ley y la gracia, teniendo el apóstol Pablo
como ministro de gracia a los grandes opositores de la
gracia como fueron los maestros judaizantes que
obligaban a las iglesias a regresar a los preceptos de
Moisés; al terminar los 36 años de misión apostólica, vino
Cristo por segunda vez en juicio para darle fin al reino
judío en el año 70 d.C., porque después del 70 Dios ya es
todo y en todos (1 Corintios 15:28) y no es Dios predilecto
de judíos.

El tiempo de la consumación: Una generación abarcaba


40 años en aquellos tiempos en el primer siglo (30 al 70).
Estos vinieron desde el año 29-30 aproximadamente

42
cuando Jesús fue bautizado en agua por Juan el Bautista
en su primera venida en carne, y dicha generación
terminó aproximadamente en el año 70 d.C. con la
segunda venida de Cristo, como Hijo del Hombre viniendo
en las nubes, para darle cumplimiento a Daniel 12:2 y a
Lucas 21:22.

El tiempo de la primera venida de Cristo en su ministerio


público, muerte, sepultura, resurrección y ascensión. Este
tiempo estuvo dentro del "tiempo del cumplimiento" y en
el principio del "tiempo de la consumación" y fue de tres
años y medio proféticos, que equivalen a media semana
de años, (una semana profética de los 7 años proféticos
de Daniel 9), y vinieron desde el bautismo de Jesús,
octubre del año 29-30 d.C., hasta el día de Su muerte en
la cruz abril del año 33 ½. En el tiempo de la primera
venida de Cristo se consumaron los siguientes actos:
- Vino la confirmación de su mesianismo por medio de
milagros para demostrar con señales que Jesús era el
Cristo esperado por los judíos, pero que a los suyos vino y
ellos no le recibieron (Juan 1:11)
-Vino el juicio del príncipe de este mundo llamado el
pecado como amo absoluto del hombre (Juan 8:34
-Vino la eliminación del "príncipe" o pecado quitado de
en medio (Hebreos 9:26)(Juan 1:29)
-Vino la abolición de los rituales, y sacrificios por el
pecado (Hebreos 10:26)(Colosenses 2:20-23)
-La destrucción del diablo (la oposición) del pecado y de la
servidumbre al imperio de la muerte espiritual (Hebreos
2:14)
-Vino la propiciación- la redención- la justificación- la
reconciliación- la llegada del reino de Dios- la
resurrección del espíritu y la vida eterna, en la

43
resurrección de Cristo- el sentarse juntamente con Cristo
en los lugares celestiales, pues la posición de sentado fue
una clara indicación de que su misión fue cumplida y
ahora no trabaja más sino que reposa sentado en el trono
debido a los cumplimientos hechos.

El tiempo de la segunda venida de Cristo: Este tiempo,


estuvo dentro del "tiempo de la consumación" y es igual a
los tres años y medio o 42 meses (1.260 días), y
correspondió a otra mitad de semana, y es complemento
de la primera venida- completando así la semana 70 de la
consumación de la profecía de Daniel 9:24 al 27. En el
tiempo de la segunda venida de Cristo; se consumaron los
siguientes actos:
-Vino la regeneración de todas las cosas- (Hechos 3:21)
-Vino la manifestación plena del reino de Dios- (Lucas
21:31)
-Vino el gobierno de los cielos nuevos y tierra nueva-
(Apocalipsis 21:1)
-Vino la resurrección de los muertos y su subida al cielo-
son abiertas las puertas de los cielos para que los
hombres entren en los lugares celestiales para habitar las
moradas de Dios y de su Cristo: el judío primeramente y
después los gentiles en el tiempo del fin.

El tiempo de la gran tribulación: Dentro del "tiempo de la


consumación" y en el "tiempo de su segunda venida"
tenemos la "gran tribulación" que afectó únicamente a
los Israelitas y a los insensatos del primer siglo (la última
generación de judíos incrédulos que Dios soportó) y
fueron días de angustia para la casa de Jacob por causa
de la infidelidad del pacto (Jeremías 19) juicio de Dios por
medio de las legiones romanas que comenzó con la

44
primera invasión al territorio de Judea y a la ciudad de
Jerusalén por el primer impulso de Cestio Galo que por no
poder vencer a las fuerzas judías de protección a la
ciudad, tuvo que venir el general Vespasiano el 1º de
agosto del año 67 d.C. para reforzar la invasión hasta
febrero del año 70 d.C., que remató y concluyó la
destrucción su hijo Tito y allí se dieron 42 meses o tres
años y medio como estuvo profetizado.

El fin del tiempo: Este término no es un tiempo sino un


"punto final" en donde finalizaron los tiempos dados a los
hombres durante la vigencia del primer pacto (la ley), a la
espera de lo prometido (el reino de los cielos)- a la espera
de lo perfecto (el amor incondicional eterno) para que se
acabara todo lo que estaba en parte (ciencia, profecía).
Hasta ese día y hora (año 70 d.C.) hubo 45 días después
de la resurrección de los muertos que se dio en abril del
año 71 y en el cielo se oyó el “bienaventurados los que de
aquí en adelante mueren en el Señor, porque sus obras
con ellos siguen“, marcando en ese instante el termino de
la espera y del tiempo y estableciendo de la entrada
perpetua de los hombres a la eternidad, unos para vida y
otros para perdición (Daniel 12:2). Luego de la muerte de
los hombres en aquellos días anteriores a la segunda
venida de Cristo todos descendían al Seol (Lucas 16:19-
31) , en donde se esperaba, por otro tiempo, la
resurrección de los muertos. La segunda venida de Cristo
trajo por gracia la resurrección de la causa de los mártires
de Cristo, y esa resurrección le dio fin a la muerte
(Apocalipsis 20:14). Es y fue entonces cuando la eternidad
se hizo vida para los que fueron de Cristo, y se hizo
tinieblas para los incrédulos de aquella generación en el
primer siglo. Esa segunda venida de Cristo dio inicio al fin

45
del tiempo en el mundo terrenal y dio inicio al reino que
no tiene fin, al quinto imperio de las profecías de Daniel,
al reino eterno de Cristo que desde el año 70 marcha por
los siglos de los siglos en el mundo espiritual, que no se
puede ver con los ojos físicos, porque no es de esa
naturaleza, que solo se puede ver y conocer por medio de
los ojos de la revelación en el entendimiento espiritual. La
segunda venida de Cristo vino a salvar a los que le
esperaron sin relación con el pecado (Hebreos 9:28).

El tiempo del fin: Este tiempo es en lo terrenal,


"inmediatamente" después de la segunda venida de
Cristo, del año 70 en adelante y a este tiempo al que
pertenecemos los del siglo XXI, es tiempo de
cumplimientos de reinado para el disfrute de todo lo
cumplido, donde ya entró en vigor las glorias del varón
perfecto (Efesios 4:13); el poder del vínculo perfecto
(Colosenses 3:14) y la majestad del amor incondicional
que nunca deja de ser (1 Corintios 13:8) que fue lo
perfecto que se esperaba, porque en el amor es donde se
conocen los mejores acabados de un nuevo edificio
espiritual.

El tiempo de la gracia: Comenzó en el año 1 con la


primera venida de Cristo en carne, cuando entró en este
mundo (Hebreos 10:5) varón lleno de gracia y de verdad
(Juan 1:14,16,17) y continuó hasta el año 70 d.C. donde la
gracia en aquellos tiempos salvaba de la maldición de la
ley a los que estuvieron bajo la ley (Gálatas 3:10,13)(4:5).
Una vez que se dio el cumplimiento a todas las funciones
de la gracia, nosotros los después del año 70 d.C. ahora
reinamos en las glorias del amor incondicional que
absorbió al pacto de la gracia y nos puso a reinar en vida y

46
libertad sin pactos ni condiciones. El paralelo de la gracia
en el primer siglo desde el año 1 al año 70 fue la ley de los
fariseos (judaísmo enemigo del cristianismo).

El cumplimiento de los tiempos: Todos estos tiempos


estuvieron dentro del marco histórico de Lucas 21:22
cuando Jesús dijo: “Estos son días (tiempos) de
retribución (aflicción), para que se cumpla (profecías)
todo lo que está escrito”. La explicación simple de estos
tiempos nos hacen ver con claridad que hubo cambios de
Dios desde la creación del primer hombre (imperfecto)
hasta la manifestación del segundo hombre (perfecto).
Desde el conozco en parte hasta el conozco cara a cara.
Desde lo parcial hasta lo perfecto. Desde el viejo pacto
hasta el nuevo pacto. Desde el primer cielo hasta el cielo
nuevo. Desde el viejo templo hasta el nuevo tabernáculo
eterno de Dios. Desde la vieja Jerusalén destruida en el 70
hasta la nueva Jerusalén que jamás será destruida en
ningún día, año, siglo y tiempo. Ahora, nos encontramos
bajo la dimensión espiritual de un cielo nuevo que las
iglesias actuales desconocen y que ojalá conocieran la
dimensión del cielo nuevo para sacar a los creyentes de
tantas dudas, esclavitudes, conflictos doctrinales,
diablofobias, liberaciones, maldiciones, sensacionalismo,
y una gran cantidad de ritos y rudimentos que no son el
evangelio y no están dentro del marco de un cielo nuevo.

Hoy y ahora nos encontramos en la dimensión espiritual


de un cielo nuevo, en lo eterno, en el poder de las cosas
cumplidas, inconmovibles, espirituales y celestiales,
porque Su reino es de naturaleza espiritual y no terrenal y
a esto, Pablo le llamó "el mundo venidero", donde no hay
mediadores ni ángeles entre Dios y los reyes de Dios,

47
donde todo espíritu de hombre ya está reconciliado con
Dios, donde somos la nueva Jerusalén a eternidad, donde
el tabernáculo eterno y sagrado de Dios en espíritu y en
verdad, donde Dios es todo en todos, y donde bajo el
gobierno de los cielos nuevos y tierra mueva
manifestamos Su amor incondicional sin distingos de
color, persona, raza, nacionalidad y cultura, porque el
amor a todos nos arropa y transforma, de tal manera que
al terminar el paso humano por esta tierra física "al
morir" inmediatamente, sembramos el cuerpo en lo
natural y sale de nosotros el "grano desnudo" para ser
uno con Dios a eternidad, pues, a dónde está Dios
estamos nosotros, a dónde va Dios vamos nosotros, a
dónde se expresa Dios nos expresamos nosotros, porque
Dios determinó ser uno con nosotros y ese fue su plan
maestro trazado desde la eternidad pasada. Ya no somos
dos sino uno sólo a eternidad. Nuestra misión si decides
acatarla es llevarle la palabra de los cumplimientos al
mundo entero

EL PACTO Y EL APOCALIPSIS

La relación de Dios con Israel siempre se definió en


términos de un Pacto, alianza o un lazo matrimonial por
medio de una ley por medio de la cual Dios unió a Israel a
sí mismo como su pueblo especial, Éxodo 19:5 “Ahora,
pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto,
vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los
pueblos; porque mía es toda la tierra. 6Y vosotros me
seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel”. Este pacto era un
arreglo legal (ley), un "contrato" obligatorio impuesto
sobre Israel por su Rey, que estipulaba mutuas

48
obligaciones y promesas. Israel como el especial tesoro
de Dios tenía bien claro que si se rebelaba contra el pacto
(ley); se estaría rebelando contra Dios mismo y serias
consecuencias vendrían sobre ellos. Más que rebelarse
con el pacto, era una abierta rebelión contra el mediador
de un mejor pacto ¡Jesucristo! (Hebreos 8:6). La rebelión
contra el Mesías enviado a Israel les iba a traer la
destrucción del templo, de la ciudad de Jerusalén y de
todo el sistema judaico. La triste historia rebela la actitud
de Israel contra su Mesías Cristo. En Mateo 26:14-16 fue
vendido injustamente. Isaías 53:7 muestra que Cristo
como oveja sería llevado al matadero. Hechos 2:23 dice
que prendieron, mataron y crucificaron a su Salvador. De
este modo y de otros, el Israel incrédulo trajo sobre sí
todos los castigos y maldiciones del pacto.

Juan en Apocalipsis 18 describe metafóricamente a


Jerusalén como apóstata de sus días Babilonia la Grande.
La Gran Tribulación, que culminó en el holocausto del año
70 d.C., era la restitución exigida por su matanza de los
profetas del Antiguo Testamento, de los mártires del
Nuevo Testamento, y del Señor Jesucristo como lo
registra Mateo 21:33-45 – Mateo 23:29-38- 1
Tesalonicenses 2:14-16-. En Apocalipsis 18 acusa a la Gran
Babilonia de prostitución. A través de las Escrituras, Israel
es considerado como la Esposa de Dios; el pacto es un
enlace de matrimonio, y se espera que ella sea fiel a él. Su
apostasía contra Dios es llamada adulterio, e Israel es
identificado como prostituta. Hay numerosos ejemplos de
esto en los profetas: “¿Cómo te has convertido en
ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella
habitó la equidad; pero ahora, los homicidas” (Isaías
1:21). “Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus

49
ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo
collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas
como ramera. (Jeremías 2:20). “Y salió tu renombre entre
las naciones a causa de tu hermosura; porque era
perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre tí,
dice Jehová el Señor. Pero confiaste en tu hermosura, y te
prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus
fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras. (Ezequiel 16:
14-15). “No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo
como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu
Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.
(Óseas 9:1). A través de toda la Biblia, es a Israel a quien
los profetas característicamente condenan como ramera.
Apropiadamente Juan la llama "la gran ramera... la madre
de las rameras y de las abominaciones de la tierra"
(Apocalipsis 17:1, 5).

En la estructura de Apocalipsis vemos los juicios de Dios


contra el Israel infiel del primer siglo. Las Siete Cartas de
Apocalipsis 2-3 nos hablan o tratan de falsos apóstoles
judíos, persecución, ilegalidad, un amor que se enfría, y el
deber de la perseverancia que también podemos leer en
Mateo 24:3-5, 9-13. Los Siete Sellos en Apocalipsis 4-7
tienen que ver con guerras, hambrunas, y terremotos que
también leemos en Mateo 24: 6-8. Las Siete Trompetas
en Apocalipsis 8-14 hablan del testimonio de la iglesia al
mundo, su huída al desierto, la Gran Tribulación, y el
Falso Profeta que también leemos en Mateo 24: 14-27.
Las Siete Copas en Apocalipsis 15-22 describen el
oscurecimiento del reino de la Bestia (imperio romano), la
destrucción de la Ramera (Jerusalén), la reunión de las
águilas (legiones romanas) sobre el cadáver de Jerusalén

50
(Israel), y el recogimiento de la Iglesia del primer siglo al
Reino eterno que también leemos en Mateo 24:28-31.

EVIDENCIA DEL APOCALIPSIS ESCRITO EN EL 54-68 D.C.

Evidencia externa:

El testimonio de la versión Siríaca del Nuevo


testamento: Esta versión que data del siglo II es la más
antigua de todas las versiones escritas del NT. Coloca el
periodo de escritura del libro bajo el reinado de Nerón
antes de la destrucción de Jerusalén. Foy E. Wallace
citando a Mac Donald comenta: "Es importantísimo el
observar que esta versión la más antigua de las versiones
directas (originales) coloca el periodo de escritura bajo
Nerón...Mac Donald en su "Life and writtings of John" p.
171 indica: "En la versión Siríaca el libro (Apocalipsis) es
titulado: " La Revelación que fue dada por Dios a Juan el
evangelista en la isla de Patmos, donde había sido echado
por Nerón Cesar". (The Book of Revelation, p. 2.

II. Clemente de Alejandría (150-215 D.C.): Clemente fue


obispo de la iglesia de Alejandría aproximadamente
desde189 d.C. hasta su muerte. Kenneth L. Gentry
comenta: "Clemente poseía un caudal de riqueza de
información derivado de su amplio uso de la lectura, y es
conocido como el padre de la filosofía cristiana de
Alejandría. Clemente escribe en su escrito: "Quis Salvus
Dives" ("Quien es el hombre rico que se pueda salvar"): "
Después de la muerte del tirano el (Juan) que removido
de la isla de Patmos a Éfeso, donde solía viajar los
distritos cercanos de los gentiles, en algunos lugares para
designar obispos, en otros para regular iglesias, en otros

51
para colocar en el clero a hermanos como el Espíritu
Santo se lo indicará" (Sec 42) (Before Jerusalén Fell, p. 6 .
Aquí podemos ver a un Juan lleno de fuerzas viajando,
trabajando, supervisando en persona a las iglesias,
después de la muerte del "tirano". Aunque el manuscrito
no identifica ese tirano y tanto Nerón como Domiciano
cualifican bajo esa designación es notable ver la energía y
vigor que Juan manifestaba, la cual sería mucho más
factible en un Juan en sus 60 años aprox. (bajo Nerón)
que un Juan a sus 90 años (Bajo Domiciano). En esa
misma sección de su escrito Clemente relata la ocasión en
Juan fue detrás de un líder joven de la iglesia que había
abandonado la fe. Clemente indica que lo siguió a caballo
con "todas sus fuerzas". Cuando el joven reconoció que
era Juan, avergonzado se detuvo". Esta situación muy
bien encaja con un Juan más joven que con uno en sus 90
años. Por consiguiente es muy probable que Clemente
situé a Juan en Patmos bajo el tirano (Nerón) y que allí
escribiese el Apocalipsis antes del 68 d.C. tiempo de la
muerte de Nerón.

El Fragmento Muratoniano: Este documento publicado


en el 1740 pero que probablemente fue escrito a
mediados del siglo II debe su nombre a su descubridor y
publicador, el italiano Antonio Muratori. (Nuevo Dicc. de
la Biblia, edit. Unilit). En este documento podemos
encontrar un comentario que solo podría ser aplicable
aceptando la fecha temprana de escritura. La porción lee
así: "El bendito Apóstol Pablo, siguiendo la regla de su
predecesor Juan, no escribe a más de siete iglesias por su
nombre" (Gentry; Before Jerusalén Fell; p. 94). El escritor
del documento indica que Pablo siguió el ejemplo de Juan
de escribir solo a siete iglesias. Esto nos muestra de

52
manera clara que si Pablo siguió el ejemplo del
Apocalipsis dirigido a siete iglesias este tiene que haber
existido un poco antes que las epístolas Paulinas (aprox.
50-67 d.C.) o al menos de manera contemporánea a las
mismas antes de ser finalizadas. Además históricamente
se cree que Pablo murió martirizado bajo Nerón antes del
70 d.C. por consiguiente la existencia del Apocalipsis tiene
que haber sido previa a su muerte (Aprox. 68 d.C.).

Tertuliano (160-220 d.C.): Tertuliano quien


aparentemente sirvió como Presbítero o anciano en
Cartago, fue el primer gran teólogo en escribir en el
lenguaje latín. La evidencia a favor de una fecha
temprana la encontramos en su escrito; "Contra
herejías". Su comentario lee así: "Por otra parte, ustedes
estando cerca de Italia, tienen a Roma, desde donde nos
llega aun a nuestras manos la gran autoridad (de los
propios Apóstoles). ¡Cuan feliz es su iglesia, sobre la cual
los Apóstoles derramaron toda su doctrina junto con su
propia sangre! donde Pedro sufrió un martirio como el
del Señor; ¡donde Pablo gano su corona en una muerte
como la de Juan! donde el Apóstol Juan fue primero
sumergido, dentro de aceite ardiendo, sin recibir daño, y
luego desterrado a su isla exilio.” (36). Este escrito de
manera indirecta podría sugerir que el destierro de Juan
ocurrió al mismo tiempo en el que Pedro y Pablo
sufrieron martirio. De hecho, Jerónimo (331-420 d.C.)
considerado el mayor erudito que tuvo la iglesia de habla
latina del siglo IV entendió el comentario de Tertuliano
como indicando que Juan había sido desterrado bajo el
reinado de Nerón (Ver: Contra Joviniano 1:26). Moses
Stuart en su excelente comentario concluye: "Ahora me
parece claro, que Tertuliano desea clasificar juntos a

53
Pedro, Pablo y Juan como si hubiesen sufrido casi al
mismo tiempo y bajo el mismo emperador. Concedo que
esta no es una construcción del texto absolutamente
necesaria; pero le propongo al que no tiene prejuicio, si
no

Es la más probable" (Apocalypse I, p. 284).


Históricamente el sumergir en aceite ardiendo es una
clase de castigo que comúnmente se usaba para los
cristianos en el tiempo de Nerón. La historia narra cómo
este mataba a los cristianos y en muchas ocasiones los
usaba de antorcha pública para iluminar las calles de
Roma (Tácito, Annals 15). Es probable que para lograr
más tiempo de iluminación, Nerón los mandará a
sumergir en aceite ardiendo primero. Así que la
declaración dada por Tertuliano no tendría ningún
problema histórico para ser aplicada al tiempo de Nerón
(54-68 d.C.).

Andreas de Capadocia (siglo VI): Se cree que Andreas fue


obispo de Cesárea alrededor del siglo VI. Moses Stuart
haciendo referencia a su escrito comenta: "En su
comentario griego del Apocalipsis que aún está en
existencia dice (Andreas) en su apreciación de Apocalipsis
6:12, que hay algunos que desean aplicar el pasaje a la
caída de Jerusalén por el General Tito..." Pero al mismo
tiempo (Andreas) da su propia opinión, donde lo aplica a
un futuro anticristo. Es evidente que Andreas expresa que
en su tiempo ya habían intérpretes que se asignaban
parte del Apocalipsis a la destrucción de Jerusalén y que
además creían que el libro fue escrito antes del 70 d.C."
(Apocalypse I; p. 267-26

54
Biblia Vulgata Siríaca (siglo VI): En su titulo interior, esta
versión lee así: "El Apocalipsis de San Juan, escrito en
Patmos, donde Juan fue enviado por Nerón Cesar". Esta
antigua traducción reconoce a Nerón como el monarca
que destierra a Juan a la isla de Patmos. Esto indicaría una
fecha antes de la destrucción del 70 d.C. ya que Nerón
muere antes de que esto ocurra (aprox. 68 d.C.). La
evidencia externa presentada hasta aquí, tiene el
propósito de mostrar que la opinión de la iglesia en
cuanto a la fecha de escritura no ha sido unánime.
Además, mostrar algunas fuentes que declaran la validez
histórica de la fecha temprana. Ahora pasemos a
examinar la evidencia interna.

Evidencia Interna

Nerón (Emperador contemporáneo): Existen alusiones


simbólicas en el libro que muy bien pueden estar
haciendo referencia a Nerón como el emperador que se
encontraba en el poder en aquel entonces (Apocalipsis
6:2; 13:1-18; 17:1- 13). Basta con señalar que el “666" del
capítulo 13, equivale en el hebreo al valor numérico del
nombre de Nerón quien reinó del 54-68 d.C. Además Juan
identifica un tiempo específico en Apocalipsis 17:9-11
donde nos dice que “cinco reyes han caído; uno es y el
otro aún no ha venido” (v.10). Juan nos dice que cinco de
estos reyes ya han pasado y menciona que el sexto en
sucesión, es el personaje que se encuentra en el poder al
momento de escribir. No es casualidad que ese personaje
sea Nerón, sexto emperador Romano de la línea que
comienza con Julio César (49-44A.C.). Juan continúa
diciendo: “el otro aún no ha venido; y cuando venga es
necesario que dure breve tiempo” El próximo emperador

55
después de Nerón se llamó Galba, quien asumió el poder
en el 68D.C. y solamente duró 6 meses como emperador,
comprobando así las palabras de Juan de que duraría un
“breve tiempo”. Esto nos parece una prueba sólida en
favor de la fecha temprana.

Condición histórica
La condición en la que se encontraban las iglesias de Asia
Menor a las cuales Juan le escribía (Caps. 2-3) encaja muy
bien con la difícil situación que vivían los creyentes cerca
del año 70 d.C. , tiempo en que la persecución doble de
Judíos y Romanos se intensificó sobre los cristianos. Los
judíos perseguían a los creyentes a causa de su fe en
Jesús como el Mesías, así que consecutivamente los
expulsaban de sus sinagogas y los rechazaban en su
sociedad. Los romanos por su lado perseguían cruelmente
a los cristianos (instigados por los propios judíos)
obligándolos a reverenciar al César y así anular todo
intento de subordinación judía. Juan predijo que Jesús
vendría en juicio sobre Jerusalén, usando al ejército
romano para llevar a cabo la justa retribución a este
pueblo insensible (1:7-8; caps. 2-3; 11; 17-1 a través de la
destrucción de Jerusalén en otoño del 70 d.C. y dos siglos
después Roma también pago las consecuencias.

Influencia Judía
El libro de Apocalipsis nos presenta evidencia de que fue
escrito en un tiempo donde aún existía una fuerte
influencia judía entre los cristianos, acompañada del
intento de ‘judaizar” dentro de la iglesia primitiva (2:9;
3:9; 7:4-8; 14:1; 21:12). Es bueno saber que la influencia
judía se desmoronó rápidamente después del año 70 d.C.

56
y ya no era un factor determinante al final del primer
siglo.
El Templo
Cuando Apocalipsis se escribió, el templo que fue
destruido en el 70 d.C. es muy probable que todavía
estuviera en pie. A Juan se le dijo que “se levantara y
midiera el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran
en él” (Apocalipsis 11:1). Es sumamente improbable que
esto sea una descripción de un futuro templo que existiría
después ya que en ningún lugar de todo el Nuevo
Testamento se menciona que se vaya a construir otro
templo. Por otro lado "espiritualizar" el concepto de
templo es forzado en su contexto. En cuanto a esto
Milton S. Terry comenta: "La mención del templo
(Apocalipsis 11:1-3) el altar y los que adoran, junto con la
designación mística a "la gran ciudad que en el sentido
espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también
nuestro Señor fue crucificado" (11: implican que la ciudad
y el templo de Jerusalén no habían sido arruinadas. Es
singularmente fútil sugerir que estas expresiones son

Simbólicas; ya que cualquiera que sea el significado


místico del argumento seria poco natural y fuera de lugar
si en efecto la ciudad y el templo estuviesen en ruinas.
Pero por otro lado si estos estaban en pie y el tiempo de
su destrucción estaba cerca, las alusiones a estos serian
muy naturales y impresionantes". (Bíblicas Apocalyptics,
p. 25. La segunda parte del verso dice que “ellos hollarán
la ciudad santa cuarenta y dos meses”. Este fue el tiempo
aproximado que transcurrió desde la declaración de
guerra por los romanos, hasta la ocupación de la ciudad
de Jerusalén (ciudad santa), donde el templo se

57
encontraba. El mismo fue finalmente destruido en el 70
d.C.
* La fecha temprana de Apocalipsis ha sido sostenida por
grandes hombres de Dios entre ellos: Moses Stuart,
Friederich Dhsterdieck, B. F. Westcott, F. J. A. Hort,
Joseph B. Lightfoot, F. W. Farrar, Alfred Edersheim, Philip
Schaff, Milton Terry, Augustus Strong, Albert A. Bell, F. F.
Bruce, Rudolf Bultmann, C. C. Torrey, J. A. T. Robinson, J.
A. Fitzmeyer, J. M. Ford, C. F. D. Moule, Cornelius
Vanderwaal, Jay Adams, Adam Clarke entre otros. La
fecha temprana fue la más favorecida por los estudiosos
del siglo El D.R. Kenneth Gentry en su libro: “Before
Jerusalem Fell”.

CÓMO SE CUMPLIÓ LA PROFECÍA DE DANIEL EN EL AÑO


70 D.C.

Las 70 semanas o 490 años proféticos revelados a Daniel


enfocaron a Cristo como el Sumo sacerdote, quien murió
para quitar de en medio el pecado (Hebreos 9:26), y
reconciliar consigo mismo a los hombres, no tomándoles
en cuenta sus pecados (2 Corintios 5:19), para llegar a ser
el autor de su eterna salvación.

Las 70 semanas fueron una visión y una profecía respecto


al pueblo judío, donde Dios trajo el fin del judaísmo, el fin
del templo, el fin de Jerusalén, y el fin de la nación
escogida de Israel que hasta el 70 fue la esposa de Dios,
pero que se divorcio de él por su infidelidad al pacto,
donde Dios siendo libre, se casó con el nuevo hombre en
Cristo, donde según Colosenses 3:11 ya no hay judío ni
gentil, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo y en
todos los reconciliados. Desde el 70, el espíritu de todos

58
los hombres se hizo el tabernáculo eterno de Dios
(Apocalipsis 21:3).

De manera, que tanto la profecía de Moisés como la


profecía de Daniel y la profecía de Jesús que veremos en
el siguiente capítulo nos demostrará que Israel como
nación preferida de Dios llegó a su fin con la destrucción
en juicio del templo y de Jerusalén en el año 70 d.C.

DANIEL 9:24-27 nos ayuda a fijar la fecha de la aparición


del Mesías Príncipe y Su obra como redentor del mundo.
Daniel sabiendo que los 70 años de cautividad para los
judíos estaba llegando a su fin, le oró al Señor por sí
mismo y por los judíos y Jerusalén (Daniel 9:18,19). Pero
recibió de parte de Dios a través de Gabriel que los
problemas de los judíos no terminarían con la llegada del
fin de los 70 años de cautiverio de exilio, sino que el
templo y Jerusalén serían restaurados con grandes luchas
a favor de los judíos de parte de los griegos al caer el
dominio del Imperio Persa.

Esta visión y profecía fue sellada cuando Dios estableció el


reino eterno de Cristo, para darle fin a la ley, al sistema de
sacrificios judíos, y a la economía judaica (judaísmo) que
incluiría la destrucción total y final del templo y de la
ciudad de Jerusalén.

Daniel 9:1 dice que Daniel miró en los libros de Jeremías


25:10-14 y Jeremías 29:10 en el año primero del reinado
de Darío sobre el reino de los Caldeos, el número de los
años que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en 70 años.
7. La destrucción de Jerusalén en su primera incursión

59
comenzó en el año 606 a. C. La segunda invasión se dio en
el año 595 a.C. y la tercera incursión fue en el año 586 a.C.

CIRO dio la orden para repatriación de los judíos en el año


539/538 a.C. en el año primero de su reinado sobre
Persia. Claxares II, en cuyo nombre Ciro su sobrino tomó a
Babilonia en el año 538 a.C. Si le restamos 70 años de
cautiverio al año 606 a.C. nos da el año 536 a.C. año en
que comenzaron los judíos a regresar a Palestina.

El año 536 a.C. pudo ser el año primero de DARIO como


rey sobre los Caldeos, fecha en la cuál Daniel leyó
atentamente en los libros sobre el cumplimiento de las
desolaciones de Jerusalén en 70 años.

Daniel al leer en el libro de Jeremías se da cuenta del


<decreto de los setenta años de cautiverio>; ahora Dios lo
prepara para recibir la información de otro decreto, ya no
de <70 años> sino de <70 años 7 o 490 años> donde le
habla a través de Gabriel sobre la terminación total de la
nación y economía de la ley judaica, pues, el Mesías
vendría a establecer su reino eterno, dándole el fin de las
profecías.

"Setenta semanas" o 490 días / años, serían dados a los


judíos a fin de cumplir el propósito de Dios para el
hombre "traer justicia perdurable", este tipo de justicia
fue la que el apóstol Pedro esperaba en sus días (año 69
d.C.) que fue la expresión de los cielos nuevos y tierra
nueva.

Daniel 9:24ª Setenta Semanas: (70 años x 7 años = 490


años proféticos) El número 7 es del hebreo shéba y el

60
conjunto de sietes unidades se llama hebdómada. Estas
semanas son “semanas de años proféticos” consecutivos
donde no hay intervalos o paréntesis de tiempos (1
semana es igual a 7 días y cada uno de esos días es igual a
1 año) Una semana en esta profecía es equivalente a 7
años consecutivos.

Las Setenta Semanas Fraccionadas: Daniel 9:25 al 27 nos


indica que Gabriel dividió las 70 semanas en tres
segmentos desiguales de: 7 semanas (49 años), 62
semanas (434 años), y una semanas (7 años) donde hubo
eventos que se cumplieron. Y aun subdivide la última
semana (7 años) en dos mitades de 3 años y medio cada
una.

La revelación a Daniel de las 70 hebdómadas o semanas


fue como un tiempo de juicio por quebrantar el primer
mandamiento de la ley (Éxodo 20:1); por la desobediencia
continua a la ley de Moisés.

2 Crónicas 36:21 dice que Israel gozaría de reposo al


cumplirse los 70 años de cautiverio (Jeremías
25:11)(Jeremías 29:10).

Levíticos 25:8 dice que los judíos contaban los años civiles
como los religiosos así ”Y contarás siete semanas de años,
siete veces siete años, de modo que los días de las siete
semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años”.
A los judíos les da contar “siete semanas de años” 49
años. En Daniel 9 cada una de estas 70 semanas puede
representar un año. 70 unidades de 7 años dan un total
de 490 años.

61
Las 70 semanas fueron un plazo profético asociado con
los judíos, su santuario y su santa ciudad “Jerusalén”. Al
cabo de este lapso profético habría terminado para los
judíos su preferencia como los únicos escogidos y como el
especial pueblo de Dios, habría terminado su periodo de
oportunidad de salvación como nación, y no como
individuos.

Las 70 semanas se dividen en tres tiempos: 7 semanas –


62 semanas – 1 semana para un total de 70 semanas.
7 semanas x 7 años = 49 años.
62 semanas x 7 años = 434 años.
434 más 49 = 483 años.
49 años = 7 semana
434 años = 62 semanas
483 años = 69 semanas

El número <siete y unidades de siete> se emplean en las


Escrituras para indicar lo completo, lo realizado, lo
terminado y la conclusión de asuntos. Y esto lo podemos
ver en (Génesis 4:24)(Daniel 4:16,23,25)(Ezequiel
8:11)(39:9,14)(Mateo 18:21,22)(Apocalipsis
1:4)(Apocalipsis 2:1)

Los planes de Dios en la profecía de Daniel estaban


relacionado o tenían que ver con la redención del hombre
que vino desde Adán reinando en muerte hasta la cruz de
Cristo que fue Jesús, (Hebreos 1:1)(1 Pedro 1:10,11)(2
Pedro 1:21).

Daniel 9:24b están determinadas sobre tu pueblo y


sobre tu santa ciudad: Algo determinado por Dios es algo
que estuvo decretado desde antes de la fundación del

62
mundo. El decreto de Dios tenía que cumplirse en el
momento preciso, con la gente precisa, para el
cumplimiento preciso del propósito eterno de Dios. Si las
70 semanas fueron <determinadas> entonces, no pudo
existir <tiempos indeterminados o prolongados> como
enseñan los futurista, sino cumplidos sobre el santuario,
los judíos y Jerusalén.

Las 70 semanas fue una determinación de Dios sobre y


para el pueblo de Daniel “Israel o los judíos”, que
siguieron siendo el pueblo escogido de Dios hasta el año
34 d.C. (cuando entró en función el ministerio a los
gentiles) y sobre y para la santa ciudad de Israel que fue
Jerusalén, donde Cristo debía aparecer triunfante y morir
para darle entrada a la Nueva Jerusalén celestial con un
santuario celestial (Apocalipsis 20:1-3).

Daniel 9:24c para terminar la prevaricación: o restringir


la transgresión de Israel. Históricamente, los judíos (bajo
el sistema Romano) "quitaron la vida" al "Mesías". A él le
fue quitada la vida después de la "semana sesenta y
nueve" (semana 69), que terminó en el año 331/2 de
nuestra era. De hecho, como Daniel 9:27 la muerte del
Mesías ocurrió "a la mitad de la semana" [la setenta]. La
mitad de la semana ocurrió en la primavera del año 331/2
año d.C., exactamente tres años y medio después que
Jesús comenzó su ministerio público (Lucas 3:23 a la edad
de 30 años). Las transgresiones de los judíos llegaron al
límite cuando crucificaron a Su Mesías Príncipe sin
reconocerlo como tal (Hechos 2:36)(Hechos 3:14).

63
Al final de los 490 años se dio la culminación de todos sus
pecados (Mateo 21:33-45)(Mateo 23:29-38)(1
Tesalonicense 2:16).

La medida plena de sus transgresiones todavía era cosa


futura cuando Daniel escribió en su día presente esta
visión y profecía. Según (Génesis 15:16)(Daniel
8:23)(Mateo 23:32)(Romanos 2:5)(1 Tesalonicenses
2:16)(Apocalipsis 18:5) cuando las naciones acumulan su
culpa, sus transgresiones y prevaricaciones hasta el límite,
se van acumulando para el día de la ira, cuando les llega el
fin, y son destruidas o cortadas.

La idea de <terminar la prevaricación de Israel> no era


que con la crucifixión de Jesús los judíos iban a dejar de
pecar, sino que la copa llena de sus pecados fue lo que les
trajo el fin o la destrucción de su economía política y
religiosa.

La frase “terminar la prevaricación o transgresión” indicó


simbólicamente perdonar pecados, sellar pecados.
Cuando Cristo terminó la prevaricación le dio
cumplimiento a la profecía de Isaías 53:5-12.

La palabra hebrea para “pecado” implicó el sacrificio por


los pecados. Cuando Cristo vino, terminó todos los
sacrificios por los pecados. A "la mitad de la semana"
Cristo hizo "cesar el sacrificio y la ofrenda", tal como dijo
el ángel Gabriel a Daniel. Cuando Cristo fue crucificado en
la primavera del 331/2 d.C. "el velo del templo (en
Jerusalén) se rasgó en dos, de arriba a abajo" (Mateo
27:51).

64
31. A través de ese velo, el hombre no tenía acceso al
departamento más sagrado del templo, "el Lugar
Santísimo". Solamente al Sumo Sacerdote le estaba
permitido ver más allá del velo, y esto solamente una vez
al año, en el día de la Expiación (Levítico 16:2, 34).

Pero algo sobrenatural desgarró ese velo por la mitad


"desde arriba", no desde abajo, como cualquier ser
humano habría hecho. Si hubiese sido desde “abajo”,
entonces, el más sagrado de todos los lugares judíos
habría sido profanado, expuesto a la vista de todo el
mundo. Pero como Dios lo rasgó del cielo a la tierra, es
decir, de “arriba hacia abajo” eso fue la clara señal del
cielo de que Dios consideraba el sistema de sacrificios
como algo terminado para siempre. El Cordero de Dios
murió, y este sacrificio eterno tomó el lugar de los
sacrificios terrenales (1 Pedro 1:19)(Hebreos 9:8-
15)(Hebreos 10:9, 10; 17-20).

El sacrificio de animales en el templo y la ofrenda


(relacionada al sistema de sacrificios y ceremonias) ya no
tienen ninguna importancia después de la muerte de
Cristo, el Mesías en términos espirituales.

Dios ahora con el rasgar del velo mostró un nuevo y mejor


método para ilustrar la salvación del hombre, cual fue a
través de la ofrenda perfecta del cuerpo de Cristo "hecha
una vez para siempre" (Hebreos 10:10, 19-20).

Entonces, Cristo ya ofreció una vez para siempre un solo


sacrificio por los pecados, (Hebreos 10:12), y quitó el
pecado del mundo, (Juan 1:29) y quitó de en medio el
pecado, (Hebreos 9:26). Daniel dijo que el Mesías

65
“expiaría la iniquidad”, (Hebreos 2:17) dice que Cristo
expió todos los pecados del pueblo. Daniel dijo que el
Mesías “traería la justicia perdurable”, Cristo se hizo
justificación, (1 Corintios 1:30)(Colosenses 1:20). Daniel
dijo que el Mesías “sellaría la visión y la profecía”, el
cumplió toda la ley y los profetas, (Mateo 5:17)(Romanos
3:21). Daniel dijo que dentro de 490 años, el Santo de los
Santos sería ungido, Cristo fue ungido por Dios para ser el
Salvador, (Lucas 4:18, 21).

Los futuristas piensan que el Anticristo debe ser


manifestado dentro de las 70 semanas de Daniel (que se
han de cumplir después del siglo XXI), pero Daniel no
escribió nada en su profecía acerca del Anticristo. Daniel 9
no fue una profecía acerca del Anticristo, sino del Señor
Jesucristo hasta el año 70 d.C.

Los futuristas también enseñan que habrá un templo


nuevo en Jerusalén que debe ser construido otra vez
durante las 70 semanas (que ellos piensan que en su
totalidad no se ha cumplido), pero Daniel 9 no dice nada
acerca de un templo nuevo en Jerusalén después de la
destrucción del templo de Herodes por los romanos en el
año 70 d.C..

Esta profecía de Daniel 9 fue una profecía acerca del


Mesías, del santuario, del pueblo de Israel, y de Jerusalén
y todo ya fue totalmente cumplido en su primera venida
en la cruz con relación al pecado y en su segunda venida a
Jerusalén sin relación con el pecado (Hebreos 9:28).

La profecía de Daniel 9 tampoco menciona un reino


terrenal para el Mesías - la obra del Mesías fue una obra

66
espiritual, para expiar pecados, para reconciliar, para traer
la justicia perdurable del reino eterno de Dios que opera
en el campo espiritual (Romanos 14:17).

Daniel 9:26 enseñó que después de las 7 semanas y las 62


semanas (semana 69), el Mesías se quitaría Su vida, mas
no por sí (porque él no fue suicida). Al Mesías le quitaron
la vida fue por nosotros. Ahora, Daniel también enseñó
que el pueblo de un príncipe, vendría a destruir la ciudad
y el santuario. El príncipe que vino desde afuera a destruir
fue Tito, hijo del emperador Vespasiano que entró con las
legiones más poderosas del imperio romano e hizo
desolación.

El Señor Jesús en Mateo 24 predijo la muerte de ese


pueblo a filo de espada, predijo la destrucción del templo
y de la ciudad de Jerusalén y esto se cumplió al pie de la
letra en el año 70 d.C. Mateo 24 fue profecía del año 70
d.C.

Dios permitió esta aniquilación para convencer a Israel de


que este no volvería a ser jamás su pueblo especial. Esto
sirvió, además, para suspender permanentemente los
servicios del templo terrenal. Se demostraba así que no
era plan de Dios que continuara este método simbólico de
quitar el pecado de los pecadores que, durante los siglos,
solo había servido (o por lo menos se suponía) para dirigir
la atención de los hombres hacia el Mesías venidero.

¿No es ésta una solución más lógica, más bíblica y


aceptable para el cumplimiento total de la profecía de las
setenta semanas de Daniel? ¿En dónde se encuentra la
razón bíblica de los futuristas para cortar a Daniel 9:27 y a

67
Mateo 24:1-36 en dos partes separadas por 2007 años e
inculcar una venida futuristas de Cristo en juicio, cuando
eso ya es historia sagrada? ¿Y por qué tratar de dividir la
segunda venida de Cristo en dos partes separadas por
siete años, una enseñanza que no está confirmada en la
Biblia?.

Ampliando a Daniel 9:24d y poner fin al pecado o quitar


de en medio el pecado: Con la muerte de Cristo en la
cruz, el efecto del pecado fue destruir, darle fin o
desechar su dominio o reinado. El pecado ya no puede
condenar al que cree en el sacrificio de Cristo. Por su
gracia Dios conquistó al pecado y por su fe el pecador lo
vence (Romanos 3:21-30)(2 Corintios 5:17)(Hebreos 2:14-
18)(7:27)(9:11-22,28)(10:12)(1 Juan 3:8)(Apocalipsis
2:7,11,17,26)(3:5,12,21).

Daniel 9:24e y expiar la iniquidad: Cristo fue la


propiciación, o la causa por la cual Dios pudo mostrarle al
hombre misericordia (Juan 3:16)(Romanos 3:21-
26)(5:11)(Colosenses 1:20,22)( Hebreos 7:27)(9:25-
28)(10:12,14,18)(1 Juan 2:2)(Hebreos 9:5).

Hebreos nos habla del “propiciatorio” que fue la cubierta


del arca, <tipo de Cristo> el cual cubre nuestros pecados
(Romanos 4:6-8). Cristo nos reconcilió con Dios (2
Corintios 5:18-21)(Isaías. 53:5-12).

Las tres frases, “terminar la prevaricación, poner fin al


pecado, y expiar la iniquidad“, constituyen la triple de
bendiciones de la visión y profecía de Daniel 9:24-27.
48. Daniel 9:24f para traer la justicia perdurable o
eterna: La obra de Cristo estableció la justicia perdurable

68
o eterna, la que Dios imputó al pecador al perdonarle, y la
que el redimido practica día a día (Romanos
1:16,17)(Romanos 3:21,22)(Romanos 4:3,6-8)(Romanos
8:33)(Romanos 14:17)(1 Corintios 1:30)(2 Corintios
5:21)(Efesios 2:10)(Jeremías 23:5,6).

Cuando Dios perdonó al pecador, el pecador llegó a ser


hombre justo porque ya no tuvo pecado de condenación
(1 Juan 3:7). Esta justicia es perdurable, pues tiene
resultados eternos. Esta “justicia perdurable” Concierne al
Israel espiritual, y no al físico (Gálatas 6:16).

Daniel 9:24g y sellar la visión y la profecía: Cuando Dios


cumplió su plan de redención con muerte, la profecía de
Daniel 9:24 quedó cumplida, confirmada, acabada y
sellada. Después de la cruz, ya no hay más visión ni
profecía tocante a esto para sellar. (Lucas 24:44)(Hechos
3:22-26)(1 Pedro 1:10,11)(Apocalipsis 10:7)(Mateo 11:13).

Las sectas que se rigen por futuras profecías son una


falsedad y están engañando a la gente. No hay profetas ni
profetisas hoy en día. No hay necesidad de ellos. Cuando
algo está cumplido, no le hace falta nada, y por ende, no
posee vacíos que llenar. Lo cumplido sólo es para
disfrutar.

Daniel 9:24h y ungir al Santo de los santos: Al emplear la


“S” mayúscula (Santo), nuestra versión deja la impresión
de que se hace referencia a Cristo, el Santo Hechos 3:14.
El texto original no lleva artículo definido (el) delante de la
palabra “santo”. Dice literalmente, “ungir a santo de
santísimos”. La referencia puede ser a la persona de Cristo
como el Santo de los santos. En Hechos 10:38 se emplea

69
la frase “ungir” en conexión con Cristo. (Lucas
4:18)(Isaías. 61:1)(Hebreos 1:8,9).

Cristo fue ungido por el Espíritu Santo en su bautismo


(Mateo 3:16,17). Las seis obras específicas y
determinadas por Dios en Daniel 9:24 para la nación de
Israel: a) terminar la prevaricación, b) cancelar el pecado,
c) expiar la iniquidad, d) traer la justicia perdurable, e)
sellar la visión y la profecía, f) ungir al Santo de los santos.

Estas seis obras determinadas por Dios fueron cumplidas


en el tiempo de Cristo en la tierra con su primera venida,
al cumplir su “apostolado” o misión según (Hebreos
3:1)(Juan 19:30)(17:4)(Hebreos 10:12-14). Consumado es.

El premilenarista que es un futurista jamás un preterista,


afirma que “esos seis obras para con Israel” se cumplirán
en sentido cabal cuando Cristo en su segunda venida
establezca un reino aquí en la tierra. Ellos ignoran que el
reino de Cristo no es de este mundo, no es de aquí, no es
literal ni terrenal (Juan 18:36).

Las seis obras de Daniel 9:24 son mesiánicas, hallando su


cumplimiento en la primera venida de Cristo. Cuando él
ascendió a los cielos, y vino el Espíritu Santo sobre los
apóstoles, todas ellas quedaron cumplidas. Las 70
semanas se terminaron espiritual e históricamente en la
obra redentora de Cristo con su primera venida y en el
juicio sobre Jerusalén.

La semana 70 siguió inmediatamente a las 69 anteriores.


No hubo ningún “paréntesis” o “intervalo” entre ellas,
porque son semanas consecutivas.

70
Daniel 9:25a Sabe, pues, y entiende, que desde la salida
de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos
semanas; El decreto de Daniel 9:25 muestra dos eventos:
La orden para “edificar" a Jerusalén tuvo que ver con la
reconstrucción física de la ciudad y "restaurar" tuvo que
ver con devolver a sus dueños originales <los judíos> sus
leyes para poder gobernar Jerusalén.

Hubo 5 edictos relacionados con la ciudad de Jerusalén:


a) CIRO el grande gobernó a Persia del año 559 al 530 a.C.
Cambises hijo de Ciro gobernó del año 530 al 522 a.C.
Darío I gobernó del año 522 al año 486 a.C. Jerjes I
gobernó del año 486 al 465 a.C. Artajerjes I gobernó del
año 465 al 425 a.C.,
b). El decreto de Ciro el grande se dio en el año 539-538
a.C. (Esdras 6:3)(1:1:4), c) El decreto de Darío se dio en el
año 529-528 a.C. (Esdras 6:1-5)( Esdras 5:3-7), d) El
decreto de Artajerjes I a Esdras se dio en el año 457 a.C.
(Esdras7:11-16), e) El decreto de Artajerjes I a Nehemías
se dio en el año 444 a.C. (Nehemías 2:1-8).

El decreto de Ciro el grande: Esdras 6:3 dice En el año


primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca
de la casa de Dios, la cual estaba en Jerusalén, para que
fuese la casa reedificada como lugar para ofrecer
sacrificios, y que sus paredes fuesen firmes; su altura de
sesenta codos, y de sesenta codos su anchura. Este
decreto se promulgó aproximadamente en el año 539/-
538 a.C. Un edicto que permitió a los judíos reedificar el
templo o <casa de Dios> en Jerusalén (Esdras 1:1-14).

71
En relación con este decreto Ciro devolvió los utensilios
sagrados que Nabucodonosor había llevado a Babilonia y
que Beltsasar había usado en forma blasfema y profana
para beber en ellos la noche en que Ciro lo derrotó,
apenas un año o dos antes de este decreto.

Este decreto de Ciro tuvo que ver con el <regreso de los


cautivos, Unos cincuenta mil judíos regresaron a Palestina
en curso de un año><con la reedificación del templo o
casa del Señor>, pero no con la restauración de la ciudad
de Jerusalén.

El decreto de Darío I Histaspes: Esdras 6:1-5 dice Entonces


el rey Darío dio la orden de buscar en la casa de los
archivos, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia.
2Y fue hallado en Acmeta, en el palacio que está en la
provincia de Media, un libro en el cual estaba escrito así:
Memoria: 3En el año primero del rey Ciro, el mismo rey
Ciro dio orden acerca de la casa de Dios, la cual estaba en
Jerusalén, para que fuese la casa reedificada como lugar
para ofrecer sacrificios, y que sus paredes fuesen firmes;
su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su
anchura; 4y tres hileras de piedras grandes, y una de
madera nueva; y que el gasto sea pagado por el tesoro del
rey. 5Y también los utensilios de oro y de plata de la casa
de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo que
estaba en Jerusalén y los pasó a Babilonia, sean devueltos
y vayan a su lugar, al templo que está en Jerusalén, y sean
puestos en la casa de Dios. Darío ordenó que se hiciera
una búsqueda en los archivos de Babilonia y Ectabana que
confirmara el decreto original promulgado por Ciro.
Cuando le llegó el memorando oficial, Darío solamente
emitió la confirmación solicitada (Esdras 6:6-12). Esto fue

72
dado en el año 529/528 a.C. Este segundo decreto
tampoco cumple con Daniel 9:25.

El decreto de Artajerjes a Esdras: Esdras 7:12 dice


“Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba
erudito en la ley del Dios del cielo: Paz. Comprarás, pues,
diligentemente con este dinero becerros, carneros y
corderos, con sus ofrendas y sus libaciones, y los
ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios, la cual
está en Jerusalén. Bendito Jehová Dios de nuestros
padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para
honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén”. Este
decreto se dio en el año 457 a.C. y tampoco cumple con
Daniel 9:25, porque fue dado para honrar la casa de Dios
en Jerusalén.

El decreto de Artajerjes a Nehemías: Nehemías 2:1-8 dice


“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey
Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el
vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes
triste en su presencia, 2me dijo el rey: ¿Por qué está triste
tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino
quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. 3Y
dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste
mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis
padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el
fuego? 4Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al
Dios de los cielos, 5y dije al rey: Si le place al rey, y tu
siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la
ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.
6Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a
él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó
al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.

73
7Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den
cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que
me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; 8y carta
para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé
madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa,
y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y
me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios
sobre mí. Llegué, pues, a Jerusalén, y después de estar allí
tres días. Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la
fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los
muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas
que estaban consumidas por el fuego. Les dije, pues:
Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está
desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y
edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en
oprobio. Esdras 4:7-23 menciona la reconstrucción de la
ciudad en tiempos angustiosos.

Según la cronología histórica de los reyes, el ascenso del


rey Artajerjes I ocurrió en el año 465 a.C. y gobernó del
465 al 425 a.C. El primero año de su reinado fue el año
464 a.C. (465 – 1año = año 464). Desde el 464 comenzó a
reinar. Nehemías 2:1 dice <Sucedió en el mes de Nisán, en
el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino
delante de él, tomé el vino y lo serví al rey.> En el mes de
nisán del año 20 del rey Artajerjes le dio permiso a
Nehemías de ir a reedificar a Jerusalén (464 – 20años =
año 444 a.C.). Según Daniel 9:25 la salida de la orden
<año 444 a.C.> hasta el Mesías príncipe transcurrieron
<483 años> descritos así: 7 semanas x 7 años = 49 años.
62 semanas x 7 años = 434 años. 434 años más 49 años =
483 años.

74
67. En el año 444 a.C. la nueva luna por la cual se regulaba
la pascua era el 13 de Marzo a las 7 horas, 9 minutos A.M.
por lo tanto, el primero de nisán corresponde al 14 de
Marzo del 444 a.C. Desde el 444 a.C. se cuentan las
semanas de años de 360 días para restaurar a Jerusalén.
Nota: Génesis 7:11 (8:4) nos enseña que el <diluvio duró 5
meses, el (7:24)(8:3) nos aclaran que la duración del
diluvio fue de 150 días. 5 meses equivalen a 150 días.
Cada mes tenía 30 días según la cultura bíblica. En la
Biblia no se promete ningún otro decreto para volver a
restaurar el templo y a Jerusalén.

Daniel 9:25 da hasta el año 483 (490 años que son las
70 semanas menos 483 años que dan hasta el Mesías
príncipe en Jerusalén, nos quedan 7 años) que están
entre Daniel 9:26 y 27.

<Juan 12:12-18 describe lo del <Mesías príncipe entrando


triunfalmente en Jerusalén en el año 483 de la profecía>.
Juan 12 dice que <los peregrinos que habían venido a
celebrar la Pascua a Jerusalén habían oído de la
resurrección de Lázaro y estaban convencidos de que
Jesús era el Mesías (V:18). Así que lo acompañaron a la
ciudad, gritando alabanzas a Dios y cantando el Salmo
118.25,26.

Aquella euforia estaba tan candente porque creían que


sus esperanzas mesiánicas se cumplirían en términos
nacionalistas>. Las 69 semanas de Daniel 9:25
comenzaron con el decreto de Artajerjes I <año 444 a.C.>
para reconstruir a Jerusalén y terminó con la entrada
triunfal de Jesús a Jerusalén en el <año 483 de la
profecía>. Lucas 19:42 dice que <Jesús lloró porque la

75
gente no reconoció que este era el día y el evento
profetizado por Daniel 9:25>.

El Señor Jesús dice Lucas 19:41 que <lloró cerca de la


ciudad, y les dijo que, sobre ella, vendrían sus enemigos,
la derribarían, y no dejarían en ella piedra sobre piedra,
por cuanto no conociste el tiempo de la visitación “del
Mesías príncipe”>. Esto se cumplió en el año 70 d.C.
cuando el general Tito destruyó totalmente a Jerusalén.

Ya estamos en el año 483 donde el Mesías está en


Jerusalén cumpliendo así la profecía de Daniel 9:25 que
son <la 7 semana más la 62 semana = 69 semana o 483
años que da (69 x 7 = 483). Cronología del Mesías
príncipe: Según se cree Jesús nació <4 años antes> de la
muerte de HERODES el Grande y por el tiempo del censo
de CIRENIO, de fecha discutida (entre 9–4 a.C.), la fecha
asignada al nacimiento oscila entre (entre 7-4 a.C.) Por
consiguiente, la era cristiana, fijada por cálculos hechos
en el siglo VI, debe adelantarse indudablemente 4 años
aproximadamente.

El inicio del ministerio de Juan el Bautista, según Lucas


3:1, se fecha en el año 15 del imperio de Tiberio. Esto nos
lleva a los años 26–29 d.C. del reinado de Tiberio (según
el cómputo que Lucas usa). El reinado de Tiberio se
calcula desde la muerte de Augusto, lo que ocurrió el 19
de agosto del año 14 d. C. Esto sugiere que el bautismo de
Jesús ocurrió el año 27/29d. C.; o, si Lucas usaba el
calendario siríaco, que comenzaba el año en el otoño,
podría haber ocurrido a finales del año 27-29 d.C.

76
Meses después de la aparición de Juan el bautista
precursor del Mesías Príncipe, Jesucristo comenzó su
ministerio según Lucas 3:23 a edad de 30 años (edad
madura según el rey David 2 Samuel 5:4). Lucas no
andaba muy lejos de la edad exacta. Si se toma el fin del
año 27 como inicio del ministerio público del Mesías,
encontramos apoyo en el dato de Juan 2:20 <en cuarenta
y seis años fue edificado este templo>, según el cual
habían transcurrido, cuando la primera Pascua del
ministerio público de Jesucristo, 46 años desde el
comienzo de la edificación del templo herodiano (20/19
a.C.).

Hay diversas opiniones acerca de la duración del


ministerio público del Mesías. Lucas 13:1–5 parece
describir hechos ocurridos en una Pascua anterior a la de
la Pasión con lo que nos da a entender que el ministerio
público de Jesús duró por lo menos dos años.

Juan en su evangelio nos narra tres Pascuas descritas


durante la actividad pública de Jesucristo, de donde se
deduce que duró al menos dos años y algunos meses (o
bien tres años) y unos meses. La fecha del viernes de la
crucifixión de la muerte de Jesucristo sería el 14 de Nisán
(según el Evangelio de Juan: la preparación de la Pascua)
o el 15 de Nisán (según los evangelios Sinópticos: la
Pascua misma), podría caer en el 7 de abril del año 30-31,
o bien el 3 de abril del 33. Es mucho más probable la
fecha del 30-331/2.

Daniel 9:25b se volverá a edificar la plaza y el muro en


tiempos angustiosos: Esto se cumplió cuando 50 mil
judíos volvieron según Esdras 2 y Nehemías 7 a su tierra

77
Jerusalén. Al llegar hallaron a los samaritanos, y a otros,
ocupándola y éstos fueron causa de gran conflicto para
los judíos, pues los samaritanos no quisieron abandonar
la tierra que habían poseído por largo tiempo (Esdras 4:4-
6). La expresión <el lugar de “la plaza y el muro”> indica
restauración completa de la ciudad de Jerusalén.

Daniel 9:26a Y después de las sesenta y dos semanas La


palabra <después> indica una consecución y no intervalo
de tiempo. Después indica que el evento que está
determinado, sucederá <durante> la semana 70 porque
<después de la semana 69 sigue la semana 70). El
<después> de Daniel 9:26ª es un evento que viene a darse
en algún momento “después” del bautismo de Jesús en el
año 27 d.C.

¿Cuál es el evento a darse “después” de la semana 69? se


quitará la vida al Mesías, mas no por si Esto quiere decir,
que Jesús fue crucificado <durante la semana 70> para
expiar no sus pecados <porque El fue sin pecado> sino los
pecados de la humanidad incluyendo el de los judíos
(Isaías 53:8)(Hechos 8:32,33).

Cristo fue muerto “a la mitad” de la semana 70, cuando


en su muerte clavó en la cruz la ley completa de Moisés
con todos sus sacrificios ceremoniales. Isaías predijo la
crucifixión de Cristo (Isaías 53:8) y el rechazo de él de
parte de los judíos (Isaías 53:3). Al comenzar su ministerio
personal, Jesús dijo que el reino de Dios se acercaba
(Marcos 1:14,15) y que se acercaba la cruz de calvario
(Lucas 24:25-27). Dado que la iglesia de Cristo fue
comprada con el precio de la sangre de Cristo (Hechos
20:28), la profecía acerca de la cruz de Cristo implicaba el

78
establecimiento de la iglesia. Los profetas no eran
ignorantes de la iglesia predicha (Hechos
3:18)(4:28)(Lucas 22:22)(1 Pedro 1:20)(Efesios 3:8-12).

Por 15 siglos los judíos eran el pueblo del Mesías Príncipe


(Daniel 9:25), pero como nación le rechazaron
terminantemente (Mateo 21:33—22:14; Hechos13:46).
Lucas 19:42 dice que <los judíos no reconocieron que la
entrada triunfal a Jerusalén era el día y el evento señalado
por Daniel 9:25>. Juan 1:11 dice que <a lo suyo vino y los
suyos (judíos) no le recibieron>. Ahora por la crucifixión,
los judíos fueron cortados por Dios completamente, y ya
no le pertenecían más. A partir de la cruz de Cristo y el
establecimiento de la iglesia de Cristo en el Día de
Pentecostés (Hechos 2), el pueblo de Dios es el Israel
espiritual <compuesto de judíos y gentiles en Cristo,
porque de los dos hizo un solo cuerpo) y no el literal
según (Gálatas 6:16; Romanos 2:28,29)(Romanos 9:6-8).

Daniel 9:26b y el pueblo de un príncipe que ha de venir


destruirá la ciudad y el santuario. El Príncipe del pueblo
romano de Daniel 9:26 que destruyó en el año 70 d.C. la
ciudad de Jerusalén y el santuario o templo fue el
emperador Tito y sus soldados o ejercito desolador
romano que atacaron Jerusalén en ocasión de la primera
guerra judía entre los años 66 y 73 d.C. Los soldados de
Tito quemaron el templo de Herodes y demolieron
Jerusalén y no quedó piedra sobre piedra. La historia dice
que medio millón de judíos murieron y Palestina quedó
casi despoblada. La profecía del Príncipe del pueblo
romano se cumplió en el año 70 d.C.

79
Jesús confirmó esta profecía en (Matero 24:15-
28)(23:38)(Lucas 21:20). Flavio Josefo, el famoso
historiador judío contemporáneo, escribió acerca de la
destrucción de Jerusalén, mencionando entre otras cosas
la muerte de muchos de los habitantes de la ciudad
debido a enfermedades, hambres, pestilencias, y
homicidio. El tomó este gran evento como cumplimiento
de la profecía de Daniel 9:27.

“Y su fin” -- Nunca fue la voluntad de Dios que el Israel


literal como nación, y la ley literal de Moisés que la dirigía,
permanecieran perpetuamente, ya venía profetizándose
en (Isaías 65:17)(Isaías 66:22)(Jeremías 31:31-34) y
confirmándose en (Hebreos 8:7-13)(Gálatas 3:15-
29)(Hebreos 7:11-28). Pablo en 1 Tesalonicenses 2:16
habló de la ira de Dios que venía sobre el Israel según la
carne, porque Pablo escribió esta epístola en el año 54.
a.C. durante su II viaje ministerial, mientras estaba en
Corinto (Hechos 18:1,5). Esto seguramente halló su
cumplimiento en la destrucción de Jerusalén en el año 70
d. C.

¿Cómo pudo Jesús el Mesías Príncipe lograr <terminar la


prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, y
traer la justicia perdurable? Lo logró cuando dijo en Juan
19:30 “Consumado es”. Con su muerte Jesús consumó o
quitó de en medio <la prevaricación><el pecado><la
iniquidad> de toda la humanidad, y por ende, comenzó la
justicia perdurable o eterna.

“Será con inundación”– Esta frase es una figura de


destrucción total que la guerra de los romanos contra

80
Israel traería (Lucas 19:41-44)(Lucas 21:20-24)(Marcos
13:14-20)(Mateo 24:15-28).
“Y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones” –
Una devastación es una destrucción en serie. En la guerra
judía que se dio entre los años 66 y 73 d.C. todo el
sistema del judaísmo, templo y ciudad fueron devastadas.

Daniel 9:27a Y por otra semana El “Y” de Daniel 9:27a es


el Mesías, porque desde Daniel 9:24 EL Mesías viene
cumplimiento las estipulaciones del pacto de la gracia
como son:
a. Terminar la prevaricación
b. Poner fin al pecado
c. Expiar la iniquidad
d. Traer la justicia perdurable
Y todo esto lo logró, por medio de la “unción del Santo” y
por su “muerte”. Con su muerte y las repercusiones
después de su muerte hasta el año 70, selló la visión y la
profecía de las 70 semanas.

El texto hebreo dice literalmente, “él hará firme un pacto


con muchos una semana”. La versión Popular dice:
“Durante una semana más”, y la de Nacar-Colunga dice,
“durante una semana”. Es bueno, dejar en claro que el
punto no está el “durante” sino el cese del viejo pacto
para introducirnos al nuevo pacto con mejores promesas.
89. Daniel 9:27b dice que confirmará el pacto con
muchos. Ciertamente Cristo confirmó su pacto durante la
semana 70 de la profecía de Daniel 9:24-27. Cristo
confirmó las promesas hechas a los padres judíos
(Romanos15:5-13)(Gálatas 3:26-29). Esperaba que los
judíos entendieran estas cosas y le recibieran como el
Mesías mediante tales profecías (Lucas 24:25-27,44-47).

81
Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34); el
Nuevo Pacto incluyó tanto a gentiles como a judíos
(Romanos1:16,17)(Romanos 9:22-33). Los “Muchos” en
Daniel 9:27 son los judíos, porque Gabriel viene
diciéndole a Daniel desde el V:24 “Setenta semanas están
determinadas sobre tu pueblo y ciudad”. El pueblo de
Daniel son los judíos y la ciudad de ellos es Jerusalén. En
EL V:27 Daniel dijo que sería una persona que confirmará
el pacto con muchos. Esto no refiere al Anticristo. Todos
estos versículos tratan del Mesías, y es el Mesías que
confirmó Su pacto con muchos (no con todos) durante la
última semana de las 70 semanas. Hebreos 12:24 dice
que Jesús es Mediador del nuevo pacto, un mejor pacto
(Hebreos 8:6). El ministerio de Cristo en la tierra duró 3
1/2 años, o una mitad de la última semana de 7 años.
Daniel dijo que a la mitad de la semana Cristo haría cesar
el sacrificio y la ofrenda. Cristo hizo cesar el sacrificio y la
ofrenda cuando murió en la cruz por nuestros pecados.
Mateo 27:51 dice que el velo del templo se rasgó en dos,
para significar que no hay necesidad para sacrificios de
animales nunca jamás, porque Cristo ha muerto por
nuestros pecados.

Los futuristas premileniaristas enseñan falsamente que


Daniel 9:27 habla de un Anticristo que va a venir en un
futuro después del siglo XXI, y que va a confirmar un
pacto con los judíos por 3 1/2 años, y luego va a
quebrantar el pacto y destruir el templo. ¿Cuál templo va
a destruir el futuro Anticristo, si el santuario ya fue
destruido en el año 70?. Dios después de esa destrucción
no habita en templos hechos por la mano del hombre
(Hechos 17:24). El espíritu de cada ser humano actual, es
el tabernáculo de Dios con los hombres (Apocalipsis 21:3).

82
Entonces, Daniel 9:27 no habla nada acerca de un
quebrantamiento del pacto. Es importante entender que
este versículo fue cumplido por el ministerio de Cristo
para una mitad de la semana, 3 1/2 años, y por Su muerte
en la cruz para expiar la iniquidad. Cristo vino y murió
durante el período de las 70 semanas de Daniel, pero el
Anticristo no vino durante este período.

Los futuristas premileniaristas siguen erradamente


enseñando que en Daniel 9:26,27 hubo o hay un espacio
de tiempo que se abre en medio de las 69 semanas y la
última semana. Pero Daniel no abre nada ni menciona tal
espacio de tiempo. Si es permitido colocar un espacio en
el tiempo entre la semana 69 y la semana 70, ¿Por qué no
colocar un espacio en el tiempo entre las 7 semanas y las
62 semanas también? Los futuristas ya llevan 2007 años
abiertos de ese espacio de tiempo que falsamente
enseñan y todavía no se les cumplen las 70 semanas o los
490 años.

Daniel 9 fue una profecía cronológica acerca de la Primera


Venida de Cristo, y no trató de eventos para los días de
nuestro siglo XXI y después. Daniel habló de los postreros
días del Antiguo Testamento y la provisión de Dios de un
Salvador para los judíos. Tal vez Daniel pensó en sus días
que el Mesías vendría muy pronto, y por esa razón Dios le
avisó que sería necesario tener paciencia y esperar la
venida del Mesías para 5 siglos más adelante.

Cuando Cristo vino, El dijo en Marcos 1:15, “El tiempo se


ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio” ¿Cuál tiempo fue
cumplido? El tiempo de los 490 años, que fue predicho

83
por Daniel 9. Daniel fue una profecía literal, porque todos
los acontecimientos fueron cumplidos en un espacio de
490 años. Si añadimos o abrimos otro espacio en el
tiempo de la profecía de Daniel 9 entre los 490 años para
que nos de 2007 años, destruimos el sentido literal de la
profecía de Daniel, y hacemos de Daniel un profeta
mentiroso.

Si todos los acontecimientos de Daniel 9:24 no


acontecieron entre los 490 años después de la salida del
orden para restaurar y edificar a Jerusalén, Daniel fue un
profeta falso. Sabemos que Daniel no fue un profeta
falso. Dentro de los 490 años, el Mesías vino, terminó la
prevaricación, puso fin al pecado, expió la iniquidad, trajo
la justicia perdurable, selló la visión y la profecía de
Daniel, y fue ungido por Dios. El “cumplimiento de
tiempo” mencionado por el apóstol Pablo en Gálatas 4:4
fue el cumplimiento de los 490 años de Daniel. Todo fue
cumplido, y por esa razón Cristo dijo en la cruz,
“Consumado es,” Juan 19:30.

Los futuristas piensan que los 490 años no fueron


cumplidos con el ministerio de Cristo, porque todavía hay
pecado en el mundo. ¿Qué es lo que no entiende los
amados futuristas? No entienden que Cristo lo que vino
fue a expiar todos los pecados en su primera venida
cuando subió a la cruz, él quitó de en medio el pecado y
ante los ojos de Dios no hay pecado ni pecadores, porque
ahí es donde está el poder de la justificación y de la
reconciliación. ¿Por qué si el pecado fue quitado, siguen
latentes sus consecuencias? Porque donde hay hombre
vivo, siempre habrá alguien que viole las normas, la ley y

84
los preceptos de la justicia. Quitamos al hombre de la
tierra, y la tierra que libre de trasgresores.

Entonces, durante esta semana última y final, la setenta,


Cristo estableció su Pacto, o lo hizo firme, con muchos con
los primeros cristianos de entre los judíos, al hacer
posible la remisión de pecados (Hebreos 8:7-13)(Hebreos
9:15-22)(Hebreos 10:15-18). ¿Quién hace prevalecer el
pacto de la gracia? Lo hace prevalecer el Mesías a los
muchos (judíos). Jesús concertó esa alianza o pacto aquí
en la tierra.

En la última cena en la víspera de su muerte, Mateo 26:28


dice que el señor Jesús tomando una copa con vino le dijo
a sus discípulos: “Porque esta es mi sangre de la alianza o
pacto, que va a ser derramada por muchos para remisión
de los pecados”. Este es el pacto de la gracia. Dios no hace
más que pactos de gracia con su pueblo. La “Mitad de la
semana” en Daniel 9:27 es la pascua de la crucifixión que
tuvo lugar a los tres años y medio después de su bautismo
o la Unción del Santo.

El cesamiento del sacrificio y de la ofrenda por el pecado


fue abolido con su muerte en la cruz, dando por
terminado o consumado todo el sistema levítico de
sacrificios por el pecado. El pacto o alianza que Jesús
declaró en la víspera de Su muerte y que confirmó con Su
muerte fue el “Nuevo pacto en Su sangre”. Jesús confirmó
con los muchos la nueva alianza, el nuevo orden a seguir,
que es el pacto o la alianza de la gracia (Ezequiel 36:25-
28)(Jeremías 31:31-34)(Hebreos 8:10,11).

85
En Hebreos 7:22 Jesús es fiador de una mejor alianza o
pacto. Esta es la nueva alianza de (Hebreos 8:10-12) y de
(Jeremías 31:31-34) y es el evangelio de la gracia de Dios
(Hechos 20:24). Esta fue la nueva alianza o pacto que Dios
le prometió a Adán en Génesis 3:15 después de la caída.
Esta nueva alianza de gracia fue ratificada o confirmada
por la efusión de la sangre de Cristo en su muerte.

Los profetas Ezequiel y Jeremías profetizaron esta nueva


alianza de la gracia de Dios. En Ezequiel 36:25-28 el
profeta les dice a los judíos de parte de Dios:
a. Os rociaré con agua pura (Palabra)
b. Os daré un corazón nuevo (Regeneración)
c. Vosotros seréis mi pueblo (Sentido de pertenencia)

En Jeremías 31:33.34 el profeta les dice:


a. Pondré mi ley en vuestro interior
b. Yo seré su Dios
c. No me acodaré de vuestras culpas, cuando los perdone.

La palabra <confirmar> es del hebreo gabar que significa


“prevalecer, predominar”. El Señor antes de la cruz,
declaró la alianza de la gracia. En la cruz, la confirmó al
derramar su sangre. Pocas horas antes de Su muerte,
según Mateo 27:25 muchos judíos exclamaron “Su sangre
sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. El pacto o la
alianza de la gracia fueron ratificados con sangre, aun
antes de su muerte por los muchos judíos que exclamaron
así. Y después de la cruz esa alianza en su sangre la ha
hecho prevalecer o predominar porque la gracia es una
alianza o pacto de carácter eterno.

86
La última mitad de la semana (31/2 años) es la que sigue
a la muerte, resurrección y ascensión de Cristo. La última
mitad de la semana es el tiempo de la Iglesia compuesta
por judíos y gentiles en Cristo bajo la confirmación del
pacto de la gracia, hasta que la Iglesia sea cambiada a la
dimensión llamada eternidad.

Seis semanas después de la muerte de Cristo, en el día de


Pentecostés, Pedro en Hechos 2:38,39 al citar la promesa
de la confirmación del pacto, ofreció perdón a los muchos
judíos y a sus mismos hijos y aun para todos los que el
Señor llamare.

Tres mil judíos fueron los muchos que el Señor llamó por
medio de la predicación de la confirmación del pacto en
Jerusalén (Hechos 2:41). Pocos después el Señor llamó a
cinco hombres, fuera de mujeres y niños judíos, que
aceptaron la confirmación de la alianza de la gracia al
recibir a Jesús como Su Señor y Salvador (Hechos
3:25,26).

El Mesías Príncipe cumplió la promesa de la alianza de la


gracia a pesar del rechazamiento y la crucifixión por parte
de los judíos. (Hechos 6:7) dice que aun los sacerdotes
judíos aceptaban la fe en el Cristo resucitado. En los años
siguientes a la crucifixión del Mesías Príncipe, miles de
judíos aceptaron el triple beneficio de la nueva alianza de
la gracia:
a. Perdón de pecados
b. Vidas transformadas
c. La manifestación del remanente salvo por gracia

87
El Israel viejo de Dios ya pasó, ahora, estamos en el nuevo
Israel de Dios que es la Iglesia de judíos y gentiles bajo el
gobierno eterno de la gracia de Dios.

Daniel 9:24 al 26 nos habla de los eventos hasta la


semana 69, pero Daniel 9:27 nos habla que durante la
semana 70 se daría la muerte de Cristo por los pecadores,
establecimiento del Nuevo Pacto (Jeremías 31:31-34), por
medio de Su sangre derramada, haciendo con ello, cesar
el sacrificio y la ofrenda. A partir de la cruz, tenemos un
pacto eterno (Hebreos 13:20), para todo ser humano que
cree (Romanos 15:8-12).

Jesús logró que su alianza de gracia prevaleciera con


muchos judíos durante toda la semana 70 que va desde
los años 27 d.C. al año 34 d.C.

Daniel 9:27c a la mitad de la semana hará cesar el


sacrificio y la ofrenda. La “mitad de la semana” es la
pascua del año 31-33 d.C. en esa “mitad” haría cesar el
sacrificio y la ofrenda. Cristo con su muerte estableció
para salvación su único sacrificio, para quitar de en medio
los sacrificios del templo, haciendo cesar todo otro
sacrificio y ofrenda para expiar la iniquidad, poner fin al
pecado y terminar la prevaricación.

El libro Hebreos fue escrito para enseñar que los


sacrificios del templo y las ofrendas judaicas de la ley de
Moisés en el templo, fueron quitadas de en medio
cuando Cristo murió en la cruz, pues ya cumplieron su
propósito de servir de figura, sombra y tipo. (Hebreos
7:11-28)(Hebreos 8:13)(Hebreos 9:24-26)(Hebreos 10:1-

88
14)(Efesios 2:11-22)(Colosenses 2:14)(2 Corintios 3:6-
11)(Romanos 7:1-6).

Es cierto que entre los judíos incrédulos las ceremonias


judaicas continuaron después de la crucifixión de Jesús, y
hasta la destrucción de Jerusalén en año 70 d. C., pero ya
no tenían eficacia a los ojos de Dios, porque hubo cambio
de ley y de sacerdocio (Hebreos. 7:11-28).

Cristo no pudo ser nuestro sumo sacerdote mientras la ley


de Moisés y sus ceremonias estaban en vigor (Hebreos 7);
por eso sabemos sin duda que “el sacrificio y la ofrenda”
no duraron hasta el año 70 d. C. Terminaron con la
muerte de Cristo en la cruz.

Aproximadamente Jesús murió en el año 33 d.C. y el


templo y Jerusalén fueron devastadas por las guerras en
el año 70 d.C. Por casi 40 años los sacerdotes levitas
seguían ofreciendo sacrificios en el templo en Jerusalén,
surge la pregunta, ¿Cómo pudo Jesús hacer <cesar el
sacrificio y la ofrenda>, si los sacerdotes judíos
continuaron ofreciendo sacrificios hasta que los soldados
romanos devastaron el templo en el año 70 d.C. <casi 40
años después de la crucifixión>? Judicialmente Cristo con
su solo sacrificio quitó de en medio el pecado y eliminó
todo sistema de sacrificios y ofrendas por el pecado como
lo dice Hebreos 9:26 y Hebreos 10:12,14.

Pero dispensacionalmente, casi 40 años después de la


redención judicial de Cristo, tenía que cumplirse la
aparición del Príncipe romano que destruiría la ciudad y el
santuario para que los judíos no tengan más templo para
el sacrificio y la ofrenda.

89
El libro de hebreos nos enseña que Cristo le puso fin a los
sacrificios y ofrendas por el pecado. Cristo por medio de
Su encarnación y de su muerte “abroga” o le pone fin
cumpliendo la ley y cancelando el juicio del pecado de
condenación o el acta de los decretos pecaminosos del
hombre (Colosenses 2:13-15).

¿Por qué Cristo con su solo sacrificio elimina el sistema de


sacrificios por el pecado de condenación? Porque
Hebreos 10:4-9 dice que fue <imposible que la sangre de
los animales pudiera quitar el pecado de condenación;
pero al entrar en este mundo, Dios le dio cuerpo a su Hijo
para que en ese cuerpo abrogara lo primero (sacrificios de
animales) para establecer lo segundo (el sacrificio del
Cordero de Dios). Hebreos 10:8,9 dice En esa voluntad
somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecha una vez para siempre.

Pero ¿No supo Jesús que en Jerusalén se continuó


ofreciendo sacrificios por casi 40 años después de su
crucifixión? Cuando el autor escribió el libro de Hebreos,
el templo todavía estaba funcionando. Hebreos 10:11
dice que <todavía estaban en pie, los sacerdotes
ofreciendo día tras día los mismo sacrificios que nunca
pudieron quitar de en medio el pecado de condenación>.

Los sacerdotes del orden de Leví seguían repitiendo


constantemente el antiguo ritual y el autor de hebreos
sabía esto; pero también sabía que esos sacrificios ya no
tenían ningún valor por el pecado. Ninguno de esos ritos
tenía significado espiritual para expiar, salvar, o perdonar
pecados. Es lo mismo que el sistema de la Misa ritual del
Catolicismo.

90
¿Por qué estos sacerdotes judíos siguieron ofreciendo
sacrificios por el pecado por casi 40 años después de la
muerte de Cristo? Por incredulidad. Por incredulidad los
judíos no entraron a la tierra prometida (Hebreos 3:19) y
por el mismo pecado no entraron a Cristo, Juan 1:11 dice
que Jesús <a los suyos –judíos- vino y los suyos no le
recibieron>. Estos sacerdotes no recibieron o no creyeron
que a Jerusalén entró el Mesías Príncipe, el Salvador de
los judíos, el Cordero de Dios que quitó de en medio el
pecado de ellos.

Si los sacerdotes judíos siguieron en sacrificios es


problema de ellos, <Lucas 19:44 dice que “no conocieron
el tiempo de la visitación de Cristo”>. Hebreos 10:14 dice
que con <una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a
los santificados>. Cristo no volverá a morir en la cruz por
los judíos ni como nación ni como individuos. El no
volverá a morir para terminar la prevaricación de los
judíos, ni poner fin al pecado de ellos, ni expiar la
iniquidad para que entre en vigor la justicia eterna a favor
de ellos. El ya lo hizo una sola vez. Si el Hebreos 10:14 no
incluyera la palabra “para siempre” habría una posibilidad
de un segundo sacrificio a favor de la salvación de los
judíos en el futuro.

Dios no le impide a nadie que siga ofreciendo sacrificios.


Pero a los ojos de Dios, el sacrificio de Jesús le dio fin a
todos los sistemas de sacrificio. Después de la muerte de
Jesús ningún sacrificio ritual, judío o católico, tiene valor
alguno para ser salvo, justificado o santificado del pecado.

¿Qué es lo que no han podido entender los judíos y los


católicos con su sistema de sacrificios y misas rituales?

91
Que Marcos 15:38 dice que <El velo del santuario se rasgó
en dos, de arriba abajo>. Que Cristo es el fiador de un
mejor pacto (Hebreos 7:22). Que el sacerdocio de Cristo
es inmutable (Hebreos 7:24). Que Cristo es el intercesor
eterno (Hebreos 7:25). Que al decir: Nuevo pacto ha dado
por viejo al primero (Hebreos 8:13). Que Cristo por su
propia sangre entró una vez para siempre en el Lugar
Santísimo, habiendo obtenido eterna redención (Hebreos
9:12). Que el nuevo pacto en su sangre por cuanto
contiene el Espíritu eterno, el pacto de gracia es eterno
(Hebreos 9:14,15).

Hasta la muerte del Mesías Príncipe de los judíos, la


entrada al Lugar Santísimo estaba reservada solo para el
sumo sacerdote una vez al año. Pero al rasgarse el velo de
la carne de Jesús por medio de su muerte, la entrada al
Lugar Santísimo quedó con libre acceso a todos los que
son real sacerdocio.

Cuando el resucitado entró por nosotros como precursor


(Hebreos 6:20) al Lugar Santísimo, presentando su sangre
derramada a la justicia de la aprobación de Dios, el cielo
dijo: “Ya no necesitan del sacerdocio judío”. No
necesitamos a ningún rabino judío, a ningún cura católico,
ni a ningún pastor evangélico para acercarnos al trono de
la gracia de Dios. Hebreos 9:15 y (1 Timoteo 2:5 dicen que
ya tenemos a Jesucristo el único mediador entre Dios y los
hombres.

Durante la última de las 70 semanas, el Mesías Príncipe


hizo cesar el sacrificio y la ofrenda por el pecado. Hay
muchos predicadores de ley, que enseñan que antes de la
II venida de Cristo, Dios le va a pedir a los judíos que, en

92
recuerdo de la cruz, restauren los sacrificios de animales
para el perdón del pecado de su pueblo. Pero Daniel 9:24-
27 dice que Jesús eliminó definidamente los sacrificios de
animales. Los abolió. Hizo cesar el sacrificio y la ofrenda.

El Señor Jesús como el Mesías Príncipe debía aparecer


(año 27-33 d.C.) y suspender el sacrificio y la ofrenda tres
años y medio más tarde (año 31-331/2). Daniel 9:27 dice
que el intervalo que se extendería entre <su ungimiento
por el bautismo> y el momento de su <muerte> seria de
<media semana> o <tres años y medio>. Esto lo podemos
verificar por medio de las <pascuas>:
a)- Juan 2 y 3 nos habla de <una pascua> durante la cual
Jesús habló de noche con Nicodemo. b)- Juan 5:1-9 se nos
habla de <una fiesta> en la cual Jesús sanó a un hombre
que sufría de parálisis por 38 años. c)- Juan 6:4 se refiere
a <una pascua> en la cual Jesús alimentó a una gran
multitud. d)- Juan 12:1 se refiera a <una pascua> en cuyo
transcurso Jesús murió. La pascua de la crucifixión tuvo
lugar tres años y medio después de Su bautismo.

La frase, “a la mitad de la semana”, indica a la mitad de


siete años; o sea, a los 3 años y medio. El ministerio de
Jesús duró tres años y medio (desde 30 d. C. hasta 33 d.
C.). Si el caso es así, entonces la destrucción de Jerusalén,
en el año 70 d. C., viene siendo un <evento adicional> a
las seis cosas de las setenta semanas.

Daniel 9:26 menciona dos cosas que han de suceder


después de las 69 semanas: el Príncipe será muerto, y la
destrucción de Jerusalén y del santuario o templo judío.
La muerte de Cristo sucedió a la mitad de la semana
setenta, pues fue crucificado a los 3 años y medio de

93
haber comenzado su ministerio personal. En este caso, la
destrucción de Jerusalén <no fue parte de la semana 70,
sino un <acto subsecuente>, como consecuencia del
rechazo de Cristo de parte de los judíos en la crucifixión
de Jesús. No se requiere que la destrucción de Jerusalén
ocurra durante la semana 70. Esta destrucción no fue
parte de la semana 70 como consecuencia a su
rechazamiento público a la venida del Mesías o el
salvador. No es necesario que la destrucción de Jerusalén
ocurra en la semana 70, porque fue un juicio de Dios
sobre Israel por rechazamiento o incredulidad al crucificar
a Jesús.

La destrucción de Jerusalén tampoco fue parte de las seis


obras mencionadas en Daniel 9:24. No es necesario, pues,
tomar la destrucción de Jerusalén como parte de los
eventos de la semana 70. La crucifixión de Cristo sucedió
a la mitad de la semana 70 <tres años y medio> después
de comenzar Jesús con su ministerio personal, pero la
destrucción de Jerusalén no sucedió tres años y medio
después de la crucifixión.

Entonces, ¿Qué sucedió en la segunda u otra mitad de la


semana 70? Ocurrió que el evangelio le fue predicado en
sus comienzos a los judíos y luego se dio por medio de
Pablo a conocer a los gentiles (Romanos 1:16).

Daniel 9:27d Después con la muchedumbre de las


abominaciones En Mateo 24:15 y Marcos 13:14 Jesús
menciona la <abominación desoladora> refiriéndose a la
acción constante destructora y sacrílega de Roma. En
Mateo 24:15 Jesús dijo: 15Por tanto, cuando veáis en el
lugar santo la abominación desoladora de que habló el

94
profeta Daniel (el que lee, entienda). Jesús dijo que los
discípulos verían la abominación desoladora. El lugar
santo se refiere tanto al templo en Jerusalén como a las
sinagogas de los judíos. La abominación desoladora fue
profetizada por Daniel 9:27 27Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,
hasta que venga la consumación, y lo que está
determinado se derrame sobre el desolador. El que lee a
Daniel debe entender lo que dijo Jesús.

El Señor Jesús estaba hablando simbólicamente de los


ejércitos romanos que rodearían a Jerusalén entre los
años 66 y 73 d.C., Lucas 21:20 dice 20Pero cuando viereis
a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su
destrucción ha llegado. En el año 66 DC Cestio Galo
gobernador de la provincia romana de Siria, trató de
apoderarse del templo de Jerusalén, pero no pudo debido
a los combatientes judíos que le resistieron. Cuatro años
más tarde vino Tito hijo de Vespasiano y con cuatro
legiones de soldados y destruyó a Jerusalén. Allí se
cumplió la profecía de Jesús en Mateo 24:2
2Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os
digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada. Jesús les dijo a sus discípulos que cuando
vieran la abominación desoladora huyeran a los montes,
Mateo 24:16 16entonces los que estén en Judea, huyan a
los montes.

¿Qué fue la abominación? Fue un sistema pecaminoso de


culto que comete el sacrilegio de pisotear y desolar el
santuario de Dios. Ese sistema de abominación era

95
“Roma”. Daniel 8:13 dice 13Entonces oí a un santo que
hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que
hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo
sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el
santuario y el ejército para ser pisoteados?. Roma es un
ejército, es un sistema de continuo sacrificio, es la
prevaricación asoladora. Roma es el cuerno pequeño que
creció y se engrandeció V:9 dice “Y de uno de ellos salió
un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente,
y hacia la tierra gloriosa. 10Y se engrandeció hasta el
ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas
echó por tierra, y las pisoteó”. Fue Roma la abominación
desoladora, la que pisoteó el santuario de Dios. Roma
implantó un falso sacerdocio, un falso sacrificio, una falsa
cabeza de la iglesia y una falsa forma o doctrina para
salvarse por obras.

Daniel 9:27e vendrá el desolador: Un desolador es un


saqueador, devorador o destructor y ese fue Tito, el
general del ejército romano, quien con sus soldados
romanos entraron en Jerusalén, al templo, robando lo que
fue de valor, y quemando la ciudad, tumbando
sistemáticamente las grandes piedras de los edificios y los
muros y dejando todo desolado. Su misma presencia en el
templo fue una abominación para los judíos (Mateo
24:15).

Daniel 9:27e hasta que venga la consumación: Una


consumación es una completa destrucción. Esto fue lo
que le sucedió a la economía religiosa del judaísmo que
no fue nada accidental, sino fue el resultado de lo que
Dios había decretado o determinado que pasara. Tito
pensaba estar haciendo la voluntad del imperio romano,

96
pero en realidad fue instrumento en las manos de Dios
para poner fin a Israel como nación.

En la destrucción de Jerusalén fueron destruidos todos los


registros sacerdotales y hasta la fecha ha sido imposible
determinar la distinción de las tribus israelitas. Si alguno
hoy en día se levantara, reclamando ser el Cristo, no
podría probar que fuera o sea de la tribu de Judá
(Hebreos 7:14), cosa esencial para probar el mesianismo
<hoy no hay registro para ello>. El judío moderno, al
esperar al Mesías, no puede esperar a ningún Cristo de la
tribu de Judá, porque El Mesías príncipe de la tribu de
Judá ya vino en el año agradable del Señor hace ya más
de dos mil años.

Daniel 9:27f y lo que está determinado se derrame sobre


el desolador: El desolador de este contexto es el ejército
romano (Mateo 24:15)(Lucas 21:20-24). Pero el “fin
determinado y completo” de Daniel 9:24-27 fue para
darle fin a la economía religiosa del judaísmo, y años mas
tarde también le vino el fin al imperio romano. Por eso, en
lugar de “sobre el desolador”, mejores son las versiones
que dicen así: “sobre lo desolado” (ASV); “sobre el pueblo
asolado”(MOD); “sobre la desolación” (Septuaginta).

En (Mateo 23:38) Jesús profetizó el fin o el derrame sobre


lo desolado, cuando dijo: “vuestra casa os es dejada
desierta”. El ángel Gabriel le revela a Daniel que Jerusalén,
bajo la dirección de Nehemías y sus ayudantes con el
permiso del rey Artajerjes sería reedificada (Daniel 9:25),
pero que en la consumación del plan de Dios para el
Mesías, el sistema levítico y su sacerdocio, el judaísmo y
su templo en Jerusalén como el centro de la fe judía, por

97
manos de Tito pondría fin y Jerusalén totalmente seria
destruida por este desolador.

Si en Daniel 9:27f <lo desolado> es Jerusalén, lo que


estuvo determinado ya fue derramado; pero si <el
desolador> es Roma, entonces, según Daniel 7:26 a Roma
le fue profetizado también su propio fin, el texto dice Pero
se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea
destruido y arruinado hasta el fin. El poder del desolador
cayó.

Todo está cumplido, declaro que:


a) El nuevo testamento enseña que no hay bendición,
salvación, justificación para nadie, sea judío o gentil,
excepto bajo el nuevo pacto de la gracia por medio de la
fe en lo que él hizo en la cruz.
b) Desde la cruz, las genealogías, la raza y el pasado, de
nada sirve para obtener la salvación, porque es salvación
personal y no nacional.
c) Daniel 9:24 no contiene ninguna alusión a la
restauración a justicia perdurable de ninguna nación
dentro de las semana 70.

No habrá en el futuro ningún supuesto pacto con ningún


príncipe impío para que dé el permiso a los judíos de
restaurar el sistema de sacrificios en el nuevo templo
judío; porque ese sistema lo abolió Dios para siempre con
la única ofrenda que hizo Su Hijo en la cruz por nuestros
pecados para salvación y lo hizo para siempre y no incluye
un futuro sistema de sacrificios renovados para perdón ni
salvación de ningún judío o gentil. Ese supuesto nuevo
pacto hecho por un príncipe impío con los futuros judíos,
está lejos de traer la justicia perdurable a Israel.

98
5. No existe ningún período indeterminado entre la
semana 7 y la semana 62; y entre la semana 69 y la
semana 70 de Daniel 9:24-27.

La expresión “70 semanas determinadas” sobre Israel en


Daniel 9:24 denota un período definido, continuó y
completo para el cumplimiento simultaneo que Dios haría
para darle vigencia al nuevo pacto.

La semana 70 no es futura, y los eventos predichos allí


tuvieron su cabal cumplimiento. No se puede separar al
<pueblo del príncipe> de Daniel 9:26 y afirmar que el
<pueblo romano> es cosa del pasado y el <príncipe de ese
pueblo es cosa del futuro en este siglo XXI. Pueblo y
príncipe en Daniel 9:26 van juntos. Ambos vinieron juntos
en el año 70 d.C. y desolaron el templo y a Jerusalén.

No se puede sostener que entre la venida pasada del


pueblo romano a Jerusalén y la venida del príncipe futuro
median más de 2.007 años cuando el tiempo
determinado en Daniel 9 era de 490 años o 70 semanas
de sietes según la visión y profecía.

No tiene ningún apoyó bíblico la hipótesis de que el


“príncipe” de Daniel 9:26 vendrá en el futuro y hará un
pacto con los judíos de restaurar los sacrificios del templo
por siete años, pues, Cristo según Hebreos 10:14 con una
sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados. Dios no hace más sacrificios porque El ya
aceptó en el santuario celestial al único y perfecto
sacrificio de Su Hijo por los pecados del hombre para
salvación.

99
Se debe entender que la palabra <templo> en 2
Tesalonicenses 2:3,4 se refiere a la “congregación de los
espíritus justos hechos perfectos” ya que Dios según
Hechos 17:24 no habita en templos hechos por manos de
hombre.

No existirá en los planes espirituales de Dios ninguna


aprobación sobre un futuro templo reconstruido como el
centro de la fe cristiana y como el lugar sagrado de la
manifestación de la presencia de Dios, porque su
presencia y su fe ya están derramadas en cada corazón
que ha creído en El.

Puede construirse en el futuro un altar de sacrificios o una


mezquita religiosa a base de sangre de animales, para
cubrir pecados de Árabes o Judíos o aun de gentiles, pero
la justicia perfecta de Dios ya fue satisfecha por el único
sacrificio perfecto de Cristo en la cruz (Hebreos
9:26)(10:12,14).

Queda muy claro que Hebreos 8:13 que al decir: Nuevo


pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por
viejo, y envejece, está próximo a desaparecer. Todo ese
pacto viejo terminó de desaparecer en el año 70 d.C.
cuando al ser destruido el santuario cesaron
definitivamente los sacrificios físicos al no haber templo,
aunque ya judicialmente Cristo le había dado fin con su
muerte en la cruz a todo sistema de sacrificios por el
pecado del hombre.

Queda eliminada la falsa idea de que Dios tenga que


aceptar como fragancia los sacrificios de animales y la
sangre vertida en el supuesto y futuro altar judío.

100
Concluyo que la terminación del viejo pacto en su sentido
dispensacional ocurrió en el año 70 d.C. pero
judicialmente ocurrió en la cruz del calvario con la sangre
derramada de Jesús. Declaro que hoy lo que nos queda es
disfrutar las glorias del vínculo perfecto que es el amor
incondicional de Dios.

CÓMO SE CUMPLIÓ LA PROFECÍA DE MOISÉS EN EL AÑO


70 D.C.

Dijo Deuteronomio 31:30 “Entonces habló Moisés a oídos


de toda la congregación de Israel las palabras de este
cántico hasta acabarlo”. Todo estudiante de la profecía
bíblica si no comienza por la profecía del cántico profético
de Moisés no logrará comprender el resto de profecías de
la Biblia.

Generación torcida y perversa de Israel: Este cántico


profético comienza con una solemne apelación a los
cielos y a la tierra respecto a la verdad espiritual y a la
trascendencia de los procedimientos divinos contra un
Israel que fue un pueblo como lo llamó Moisés en
Deuteronomio 32:5 “generación torcida y perversa”, que
son las mismas palabras del Señor Jesús a los Fariseos en
Mateo 23:33 “Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo
escapareis de la condenación del infierno?. Desde Moisés
hasta Cristo, Israel siempre fue tildado de generación
torcida y perversa por sus malos procederes delante de su
Dios.

En Mateo 3:7 Juan el Bautista llamó a los Escribas y


Fariseos de Israel generación de víboras. En Mateo 23:33
el Señor Jesús también los llamó serpientes, generación

101
de víboras, refiriéndose a los Escribas y Fariseos que dice
el V:13. En Mateo 12:39 el Señor Jesús llamó a los
Escribas y Fariseos generación mala y adultera. En Lucas
17:25 el Señor Jesús dijo que sería desechado por esta
generación. Esa generación del año 30 al año 70 d.C. fue
la última y la peor de todas las generaciones de Israel, que
había heredado la culpa de todas sus predecesoras, y
estaba a punto de ser visitada con juicios señalados por
Dios y que fueron profetizados por Moisés desde
Deuteronomio 32:5,20.

El pasar del Israel según la carne: El cántico de Moisés


fue la confirmación del Señor Jesús. Moisés estaba
cantándole al mismo Israel que siempre fue el Israel
torcido, loco e ignorante hasta el año 70 d.C. pues, ya
Moisés había hablado de su ignorancia al decir en
Deuteronomio 32:29 ¡Ojalá fueran sabios, que
comprendieran esto, y se dieran cuenta del fin que les
espera”. Ese fin llegó después de muchos siglos y
generaciones hasta la última generación mala y perversa
antes del año 70 d.C. donde todo lo profetizado por
Moisés en Deuteronomio 32: 22-25,29,35-36,41,43 se
cumplió en su totalidad: Fuego en mi ira se ha encendió-
mi ira arderá hasta las profundidades del Seol- amontoné
males sobre Israel- emplee a ellos mis saetas- los consumí
de hambre- devoré de fiebre ardiente y de peste amarga-
por fuera desolé la espada-dentro de las cámaras de Israel
el espanto-los esparcí lejos-hice cesar la memoria de
ellos-se dieron cuenta del fin que les esperaba-tomé
venganza y di pago de retribución-el día de su aflicción lo
vivieron-lo que está preparado lo apresuré-los juzgue-
vengue la sangre de mis siervos, y tomé venganza de mis
enemigos.

102
Dios trató con el Israel según la carne hasta el año 70 d.C.
en puro juicio y Seol, pero desde el año 70 d.C. hacia el
siglo XXI donde nos encontramos, Dios ya no trata con ese
viejo Israel en carne, sino con el nuevo Israel de Dios, ese
Israel que habló el apóstol Pablo en Gálatas 6:10,15,16 y
en Romanos 2:28.29, que no es un judío en la carne ni en
la circuncisión, sino de corazón en espíritu. Ese judío
espiritual que es el ciudadano de la nueva Jerusalén
(Apocalipsis 21:1), que es el receptor como tabernáculo
eterno de Dios.

El nuevo y verdadero Israel de Dios: ¿Cuál es el


verdadero Israel de Dios? No es el Israel del Estado de
Israel, establecido el 14 de Mayo de 1948 bajo los
auspicios de las Naciones Unidas. No es el Israel de
aquella tierra de diversidad religiosa que incluye lugares
sagrados del Judaísmo, del cristianismo y del Islam. No es
el Israel de aquellos judíos jasídicos, inclinándose
rítmicamente en oración frente el Muro Occidental
durante el sábado, con los jóvenes judíos que bailan al
son de una banda de rock cerca de la calle Ben Yahuda el
sábado de noche. No es el Israel de los
Dispensacionalistas que hablan de un Israel de Dios del
futuro, de un pueblo que ellos creen que reinará por mil
años sobre la tierra.

¿Quién constituye el verdadero “nuevo Israel de Dios”?


¿Sólo descendientes de Abrahán según la sangre?
¿Exclusivamente los ciudadanos del Estado de Israel de
hoy? ¿Una combinación de judíos y cristianos? ¿La iglesia
cristiana en general? ¿Quién pertenece al verdadero
Israel? ¿Pertenece usted o es el verdadero y nuevo Israel
de Dios? ¿Cómo saberlo? ¿Qué hizo que Dios dejará de

103
tratar con aquel viejo Israel según la carne? El
cumplimiento de las maravillosas promesas de Dios,
incluyendo la promesa de la tierra, dependía de la
fidelidad de Israel. “Y esto sucederá si oyereis obedientes
la voz de Jehová vuestro Dios” (Zacarías 6:15).

Si los israelitas eran desobedientes, Dios no podía


otorgarles sus bendiciones. Dios no sólo retendría sus
bendiciones, sino que, en armonía con las estipulaciones
del pacto, él arrancaría a los israelitas de la Tierra
Prometida y los esparciría entre las naciones. Ya el Señor
Jesús en su generación dijo en Mateo 21:43 “Que el reino
de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que
produzca los frutos de él”. Dios nunca deseó quitarle el
honor del reino a Israel ni deseó castigar a su pueblo
(Óseas 11:8, 9), pero su continua infidelidad e
incredulidad a sus promesas antiguas no le dejó otra
elección. Pero aún entonces él proyectó que el castigo les
enseñaría lecciones de fidelidad y obediencia.

En el año 722 a.C., cuando la ciudad de Samaria cayó en


manos de los asirios, el reino del norte de Israel
experimentó el cumplimiento de las amenazas divinas
predichas por Moisés en (Deuteronomio 28:63-68)
(Deuteronomio 31:20-22)( Deuteronomio 32)(Levíticos
26:3-3 3). Un siglo y medio más tarde, el reino de Judá, al
sur, fue arrancado y esparcidos por todos el imperio neo-
babilónico) (2 Reyes 17:7-22).

El exilio del antiguo Israel no significaba el fin del plan de


Dios para su pueblo. Dios les extendió la esperanza de la
restauración y unos retornos a su tierra. El profeta Isaías
predijo que Dios alzaría “otra vez su mano para recobrar

104
el remanente de su pueblo que aún quede en Asiría,
Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat y en las costas
del mar... y reunirá a los esparcidos de Judá de los cuatro
confines de la tierra” (Isaías 11:11, 12).

Esta promesa visualizaba la recuperación de sólo un


“remanente” de Israel, en contraste con la restauración
de todo Israel de la esclavitud egipcia. La expresión “otra
vez” no implica una reunión en un futuro distante —una
reunión similar al retorno de los judíos al actual Estado de
Israel— porque los países y lugares mencionados son
todos territorios donde los antiguos israelitas fueron
llevados en las cautividades asiría y babilónica. La frase
“los cuatro confines de la tierra” significa las cuatro
direcciones cardinales, correspondientes a los territorios
incluidos en (Isaías 11:11. De este modo, la segunda
reunión a la cual se refiere Isaías fue la que ocurrió en el
tiempo de los persas. Esa profecía encontró su
cumplimiento en el regreso de los exiliados, como lo
registra el libro de Esdras.

El profeta Jeremías, que sirvió durante los últimos años


del reino de Judá, presentó un mensaje preciso acerca de
la divina restauración de su pueblo “Habitarán en su
tierra” (Jeremías 23:8). Les prometió: “Cambiaré su
suerte” (Jeremías 32:44, NVI), con lo que Dios se refería a
la promesa hecha a los patriarcas: “Os haré morar en este
lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre”
(Jeremías 7:7). Estas promesas de retorno y restauración
están basadas sobre la relación del pacto: “Y seré a
vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo”
(Jeremías 7:23; 11:4; 24:7; 30:22; 31:33; 3 2:38). Esta
correlación debe considerarse como marco de referencia

105
al estudiar el fracaso de Israel, ya esbozado en detalle por
Isaías (Isaías 40:2; 42:24; 50:1; 54:7, 8), quien también
enfatizó los resultados que podrían ocurrir por el
restablecimiento de una relación de pacto genuina con
Dios (Isaías 5 5:3-5; 54:9, 10; 42:6; 49:8).

La constante interrelación entre restauración en el


sentido físico y la restauración de la vida interior del
pueblo también es sostenida por Jeremías. Sin la
restauración interior, basada en el nuevo pacto “en su
mente”, con la ley escrita “en su corazón” (Jeremías
31:3,34), no puede haber ninguna restauración genuina
en el sentido físico. El nuevo pacto formaría un nuevo
pueblo, el nuevo Israel de Dios en espíritu. El
arrepentimiento debía ser la condición para recibir la
posesión de la Tierra Prometida y para permanecer en
ella. “Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os
haré morar en este lugar” (Jeremías 7:3)(Jeremías 18:11;
22:3-5). Las numerosas promesas de restauración en
Jeremías (Jeremías 23:1-8; 24:4-7; 30:8, 9, 18-21; 31:27,
28; 32:6-23) y otras promesas del Antiguo Testamento
están todas condicionadas por los “si” de la obediencia así
como también por los “si no” de la desobediencia
(Jeremías 17:24, 27; 18:8-10; 22:5)(Zacarías 6:15).

El verdadero Israel: El plan de Dios para Israel como una


entidad religioso-política se frustró por la larga historia de
desobediencia e infidelidad de Israel. Pero el plan de Dios
en realidad no se frustró del todo, porque el verdadero
Israel, como Dios los siguió revelando, es un Israel de
corazón en espíritu bajo el gobierno de los cielos nuevos y
tierra nueva, que comporta la ciudadanía de la nueva
Jerusalén. De modo que, dentro de la entidad nacional

106
del Israel infiel, siguieron existiendo individuos fieles,
israelitas fieles, de fe y obediencia. La evidencia de este
hecho aparece en el caso de Elías y los 7.000 que no
doblaron sus rodillas ante Baal (1 Rey. 19:14, 18). De este
modo Elías, con los que rehusaron doblar sus rodillas ante
el ídolo, constituyeron el remanente, o verdaderos Israel,
el verdadero pueblo de Dios. Ellos existieron dentro de la
nación de Israel.

Muchos de los profetas del Antiguo Testamento hablaron


de este remanente fiel dentro de la nación de Israel
misma. “Dejaré en medio de ti un pueblo humilde y
pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová. El
remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni
en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos
serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los
atemorice” (Sofonías 3:12, 13). Este verdadero remanente
de Israel habrá aceptado el gobierno de Dios (Miqueas
4:7)(Miqueas. 2:12, 13). Son una “simiente santa” (Isaías.
6:13), un remanente santo registrado para vida (Isaías
4:3). Este remanente fiel es una entidad espiritual, no)
nacional. Poseen “un corazón” y un “espíritu nuevo”
(Ezequiel 11:16-21)(Jeremías 31:31- 34)(Ezequiel 36:26),
estos fieles vivirán sobre la base y las condiciones del
nuevo pacto (Jeremías 31:31-34).

El propósito de Dios al crear y conservar un remanente


fiel dentro de la entidad nacional-política de Israel era
hacer que este remanente llevara las promesas de Dios y
a quienes él usaría como instrumentos divinamente
designados para declarar la “gloria [de Dios] entre las
naciones” (Isaías 66:19). Este testimonio, dado
universalmente entre “todas las naciones y lenguas”

107
(Isaías 66: 18), llevaría a otros, fuera de Israel, a unirse a
los fieles para “adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos”
(Zacarías 14:16).

De este modo, el remanente fiel constituye el verdadero


Israel dentro de la nación apóstata de Israel. El verdadero
Israel, es entonces, una entidad evidentemente espiritual,
un Israel espiritual, no ligado por relaciones de sangre con
Abrahán. En este sentido, vemos evidencias en el Antiguo
Testamento de que Dios esperaba un Israel nuevo y
verdadero y espiritual que estaría formado por judíos y
gentiles reconciliados con Dios (2 Corintios 5:19).

El Nuevo Testamento hace tres referencias claras a


“Israel”, en las cuales este término se aplica a todos los
reconciliados con Dios (Romanos 9:4-8)(Efesios 2:11-
19)(Gálatas 6:15, 16). El Nuevo Testamento claramente
argumenta que la mera descendencia de sangre de
Abrahán nunca fue una garantía rigurosa de pertenecer al
verdadero Israel. Pablo mostró con el Antiguo Testamento
que “no todos los que descienden de Israel son israelitas”
(Romanos 9:6). Más bien, el nuevo y verdadero Israel es
“un remanente escogido por gracia” (Romanos 11:5). Es
una nueva creación (Gálatas. 6:15).

El nuevo Israel y verdadero: Es heredero de la promesa.


El apóstol Pablo argumenta en forma sostenida en Gálatas
3 y Romanos 4 para probar que los reconciliados son
salvados por la fe, y que “los que son de fe, éstos son hijos
de Abraham” (Gálatas 3:7). La promesa de bendiciones
pertenece a hombres y mujeres de fe y no a aquellos que
meramente reclaman una relación de sangre con
Abrahán. El pensamiento judío en el tiempo del apóstol

108
Pablo pretendía que los gentiles iban a compartir las
bendiciones prometidas a Abrahán, siempre que adoraran
a Dios y se sometieran a la circuncisión. Sin embargo, el
apóstol Pablo insiste que la Escritura previó su
participación en las bendiciones prometidas a Abrahán
antes de la introducción de la circuncisión (Romanos 4:9-1
2).

Ellos pueden compartir las bendiciones prometidas a


Abrahán como los descendientes o hijos de Abrahán por
fe en Jesucristo. “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente
linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”
(Gálatas 3:29). “Todos los que llegasen a ser por Cristo
hijos de la fe habían de ser contados como simiente de
Abrahán; serían herederos de las promesas del pacto;
como Abrahán serían llamados a cumplir y comunicar al
mundo la ley de Dios y el Evangelio de su Hijo”.

El apóstol Pedro, así como Pablo, afirma que la iglesia


cristiana no es un grupo nacional con una descendencia
lineal directa de Abrahán, sino un pueblo reconciliado de
toda nación, tribu, lengua y pueblo, para constituir el
nuevo y verdadero Israel espiritual en todo el mundo,
porque Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo (2
Corintios 5:19). El apóstol Pedro afirma: “Mas vosotros
sois (los reconciliados) linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otros
tiempos no erais pueblo... ahora habéis alcanzados
misericordia” (1 Pedro 2:9,10). Pedro afirma que Dios ha
asignado a los reconciliados los privilegios y las

109
responsabilidades que él había querido que
experimentara y cumpliera el Israel físico y literal de la
antigüedad.

El Israel literal, la entidad nacional-política del pasado, ha


sido y ya fue el objeto del afecto especial de Dios. Pero
ahora este afecto es y ha sido transferido al nuevo y
verdadero Israel, los reconciliados. Todos los títulos de
privilegio conferidos al Israel antiguo son asignados al
nuevo Israel espiritual, el nuevo y verdadero Israel, que es
la nueva raza de Dios compuesta por diferentes razas,
naciones y pueblos. La profunda unidad manifestada en
los reconciliados como la raza, la nación y el pueblo de
Dios, trasciende todas las barreras y distinciones, ya sean
étnicas, sociales, económicas o políticas, porque está
cimentada en Dios que es todo y en todos. Somos todos
uno en Dios, y somos todos los unos de los otros en Dios y
Dios es todo en todos.

Entonces, queda bien claro que Dios desde el 70 ya no


trata con carne, ni con judío de carne, ni ritos ni
ceremonias de carne, sino con espíritu, de Espíritu para
espíritu. Dios hoy y ahora trata con nuevas criaturas, con
su nueva raza, con sus reconciliados, con su tabernáculo,
con el nuevo y verdadero Israel en espíritu.

Los cielos nuevos y la tierra nueva: El cántico profético


comenzó en Deuteronomio 32:1 personificando a los
cielos y a la tierra como si éstos fueran un ser humano
que escucha u oye, dijo Moisés en el V:1 “Escuchad,
cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca”.
¿Qué les demanda Moisés a los cielos? Le demanda que

110
escuchen sus dichos, ¿Qué le demanda a la tierra? Que
oiga de su boca.

En Deuteronomio 30:19 ya Moisés había dicho a Israel “A


los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra
vosotros, que he puesto delante la vida y la maldición, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida para que
vivas tú y tu descendencia”. Esta es otra personificación
que usa Moisés de los cielos y de la tierra; porque
geográficamente uno no puede mandar a que los cielos y
la tierra le sirvan de testigos en un tribunal de justicia.
26. Entonces, ¿Qué son los cielos y la tierra en estas dos
personificaciones de Deuteronomio 30:19 y
Deuteronomio 32:1? Son y fueron el gobierno civil y
religioso de la nación Israelita. No son ni fueron los cielos
y tierra literales o geográficos sino espirituales. ¿Cómo lo
sabemos? Porque Deuteronomio 31:30 dice “Entonces
habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las
palabras de este cántico hasta acabarlo”.

En Isaías 51:16 leemos que cuando Dios puso Su ley en la


boca de Israel y con Su mano lo cubrió, ¿Qué hizo con los
cielos? Los extendió, y ¿Qué hizo con la tierra? Echó sus
cimientos. Israel era Sion, ¿Qué le dijo a Sion? Le dijo
“Pueblo mío eres tú. Entonces, Dios extendió a Israel y
cimentó a Israel.

Sabemos por Génesis 1:1 que Dios ya había creado los


cielos y la tierra literal, cuando Isaías dijo estas palabras,
pero en Isaías 51 “el extender los cielos y echar los
cimientos de la tierra” se refiere al hecho de que Dios
produjo un orden espiritual, un y gobierno en Israel y de
la confusión formó el estado en el que ellos se

111
encontraban. Este es el significado de la colocación de los
cielos y construcción de los cimientos de la tierra en Isaías
51.

Cuando en la Biblia se habla de la “destrucción de los


cielos y de la tierra” se hace mención de la destrucción de
un estado, orden o gobierno espiritual predominante y no
habla del fin del mundo geográfico o literal. Por ejemplo:
en Apocalipsis 21:2 Juan vio pasar al primer cielo y a la
primera tierra, ¿Qué fue lo que pasó allí? No pasaron por
destrucción literal los cielos geográficos ni la tierra,
porque hasta ahora en ellos vivimos. Lo que allí Juan vio
que pasó fue el viejo Israel con su viejo pacto, ilustrados
por la frase “primer cielo y primera tierra”. Ya el Señor
Jesús en Mateo 5:18 había dicho que “hasta que pasen el
cielo y la tierra, no una jota ni una tilde pasará de la ley,
hasta que todo se haya cumplido”. El pasar de la ley ya se
cumplió, por ende, ya pasó el primer cielo y la primera
tierra.

Ese viejo orden espiritual de ley cesó, ya no más


predomina ese régimen, ese pacto defectuoso, esas
sombras de la ley, a ese viejo Israel le llegó su fin, y al
pasar, entró el nuevo Israel de Dios de judíos y gentiles en
Cristo reconciliados y creados como un solo nuevo
hombre a eternidad, y a eso nuevo, Juan lo llamó “cielos
nuevos y tierra nueva”, donde el mar o gente de ese
primer cielo (Israel según la carne) ya no existía más a los
ojos de Dios.

En Isaías 34:4 leemos que todo el ejército de la tierra de


Edom (V:5), se disolvió y los cielos de Edom se enrollaron
como un libro o pergamino, y cayeron como hoja de parra

112
y como hoja de higuera. Estas imágenes figurativas de
“cielos enrollándose y de hojas cayendo” se estaban
refiriendo a los señores de Edom y a sus ejércitos impíos.

Entonces, no eran ni fueron los cielos geográficos encima


de la tierra de Edom que estaban cayendo, sino los cielos
espirituales de Edom (su representación militar y pagana),
es decir, sus señores, sus gobernantes y todo su ejército
en función.

¡Te das cuenta! El hablar profético <por cielos y tierra>, se


entiende del estado civil, militar y religioso de una nación
a quién Dios no quiere más.

En 2 Pedro 3:13 cuando Pedro le habla a los judíos


creyentes de la dispersión en el Ponto, Galaxia,
Capadocia, Asia y Bitinia fue escrita aproximadamente por
el año 65 d.C. corría el año 65 -69 d.C. aproximadamente
y faltando poco tiempo para llegar a la destrucción del
año 70 d.C. Pedro los pone a esperar una promesa, ¿Cuál
era? La promesa de la justicia que mora en los cielos
nuevos y tierra nueva, observa que Pedro relaciona los
cielos nuevos y tierra nueva con la palabra “justicia”.

En Daniel 9:24 el profeta enseña que 70 semanas de 7


años cada una que suman 490 años proféticos (porque
tiene que ver con eventos), en esas 70 semanas estaba
determinado el fin del pecado, el fin de la prevaricación y
el fin de la iniquidad, para traer la justicia perdurable.

Bajo el gobierno del Israel según la carne, no había justicia


perdurable, sino corrupta e incompleta, porque los
magistrados de ese Israel fueron (prevaricadores) injustos

113
con sus hermanos al aplicar la justicia recta. Prevaricar es
faltar a la justicia recta en las funciones de su cargo como
juez en cargo público.
¡Te das cuenta! Dios iba a terminar con los jueces de
Israel, con los prevaricadores de ese Israel según la carne,
porque estaban faltando a la justicia recta de Dios. Pero
Daniel 9:24 profetizó que solamente esa “justicia
perdurable” se iba a manifestar en el nuevo y verdadero
Israel de Dios, al pasar el viejo santuario según la carne, al
pasar el viejo pueblo según la carne, y al pasar la vieja
Jerusalén terrenal según la carne, y eso pasó en el año 70
d.C. cuando le llegó su plena y su última destrucción, por
eso, Juan en Apocalipsis 21:1 vio el pasar de ese primer
cielo y primera tierra, para darle entrada o paso al nuevo
pacto que es descrito por Juan como la llegada de los
cielos nuevos y tierra nueva donde mora la justicia
perdurable o eterna.

Entonces, los cielos nuevos y la tierra nueva no tienen


nada que ver con algo físico ni geográfico, sino con un
nuevo orden espiritual que Pedro y los expatriados del
Israel según la carne esperaban en sus días. Del año 70
d.C. hacia acá estamos en la plenitud del nuevo pacto, en
la nueva Jerusalén, en la nueva ciudadanía, en lo
incorruptible, en lo inmortal, en lo celestial, espiritual, en
lo eterno, en el nuevo y verdadero Israel de Dios, bajo el
nuevo pacto u orden del gobierno de los cielos nuevos y
tierra nueva.

Resumiendo: Desde Moisés, pasando por Isaías el Israel


según la carne tenía una expectación, ¿Cuál era o fue?
Fue la de Isaías 65:17 “Porque he aquí que yo crearé
nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá

114
memoria, ni más vendrá al pensamiento”. ¿Cuándo es que
Dios iba a crear esos nuevos cielos y tierra donde mora la
justicia? Según Pedro sería en la segunda venida del
Señor, que se dio en gloria después del juicio de la gran
tribulación que habló Mateo 24:29,30 donde vinieron
aquellos días de retribución para que todo eso se
cumpliera (Lucas 21:22).

Pedro no esperaba “destrucción ni día de ira”, sino


expectación de los cielos nuevos donde mora la justicia
perdurable. Pedro la esperó y la vio en gloria.

En Isaías 66:22 el profeta dijo que los cielos nuevos y


nueva tierra; que la descendencia de los cielos nuevos (los
nuevos hombres en Cristo, la raza de las nuevas criaturas),
y el nombre de los cielos nuevos (el nuevo Israel de Dios
en espíritu) permanecerían delante de Dios.

Entonces, ¿Qué es la hechura y colocación de los nuevos


cielos que habló Isaías 65:17? Eso fue nada menos que la
creación de aquellas ordenanzas que delante de Dios
perdurarían para siempre. Este nuevo orden de Dios
comenzó a ser profetizado por Moisés desde
Deuteronomio 32.

Retomando: En Deuteronomio 32:5,6 Moisés tildó a Israel


de “generación torcida y perversa”, de “pueblo loco e
ignorante”. En el V:16,17 Moisés describe las razones del
porque los tilda así: Les despertaron a celos con los dioses
ajenos- lo provocaron a ira con abominaciones-
sacrificaron a los demonios (ídolos), y no a Dios- de la
roca (Dios) se olvidaron.

115
¿Qué prometió Dios hacer con ellos en el V:19?20,21? Se
encendió en ira contra esa generación (Israel)- esconderé
de Israel mi rostro- veré cuál será el fin de Israel- hijos
infieles- porque son una generación perversa- ellos me
movieron a celos-me provocaron a ira con sus ídolos.

¿Qué iban a experimentar por su infidelidad a Dios en los


Vs: 22-25,29,35-36,41,43? Fuego en mi ira se ha
encendido- su ira arderá hasta las profundidades del Seol-
amontonaré males sobre Israel- emplearé a ellos mis
saetas- consumidos serán de hambre- devorados de
fiebre ardiente y de peste amarga-por fuera desolará la
espada-dentro de las cámaras de Israel el espanto-los
esparciría lejos-haría cesar la memoria de ellos-ojalá
fueran sabios, que comprendieran esto, y se dieran
cuenta del fin que les espera-mía es la venganza y la
retribución-el día de su aflicción está cercano-lo que está
preparado se apresura-juzgará a su pueblo-vengará la
sangre de sus siervos, y tomará venganza de sus
enemigos.

Moisés le profetizó a Israel en Deuteronomio 32:20 que


Dios escondería de ellos su rostro, vería su fin, porque
fueron una generación perversa siendo hijos infieles.
¿Qué fue lo que Apocalipsis 6:15,16 describió? Los reyes
de la tierra, grandes, ricos, capitanes, poderosos, siervos y
libres se que estaba escondiendo en las cuevas y entre las
peñas de los montes al ver descender el juicio de la ira de
Dios. Revelar su ira equivale a esconder su rostro de
bondad a Israel.

Terror fue la reacción de las siete clases de hombres antes


del año 70 d.C. reyes, grandes, ricos, capitanes,

116
poderosos, siervo y libre frente al juicio de Dios, pero no
una conversión hacia Dios.

Estos hombres impíos optaron por hacerle un clamor a las


piedras mudas, a los objetos inanimados, a sus ídolos,
pidiéndoles escapatoria de ese juicio. Las imágenes
proféticas del Antiguo Testamento todavía están a la vista
al describir Juan a los apostatas que están siendo
juzgados.

El hecho que se nombren siete clases de hombres,


muestra que la destrucción es total, pues afecta a
pequeños y grandes por igual. Nadie podrá escapar, no
importa su condición de privilegiado o su insignificancia.
La tierra entera antes del año 70 d.C. rechazó al Mesías
Cristo, y la tierra entera de esa generación quedó
excomulgada, vomitada y destruida en el fuego de
Jerusalén y Judea.

Los paralelos muestran que el juicio sobre Israel fue el


propósito de la profecía de Isaías 2 y 24-27), aunque otras
naciones ("los reyes gentiles de la tierra") fueron
afectadas también. Al ser la tierra des creada, los
hombres de Israel trataron de huir y buscar protección en
cualquier cosa que les pareció ofrecer refugio.

La huida bajo tierra y hacia dentro de cavernas fue señal


de estar bajo maldición (Génesis 19:30-38). Por eso se
escondieron (Génesis 3:8) en las cavernas y entre las
peñas de los montes por haber maltratado a los justos. El
Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia de
aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del
Cordero; porque el gran día de su ira ha venido no habla

117
del fin del mundo literal, sino del fin del predominio del
sistema religioso de Israel en el año 70 d.C.

El origen del simbolismo usado aquí está en la profecía de


Óseas contra Israel: “Efraín será avergonzado, e Israel se
avergonzará de su consejo. De Samaria fue cortado su rey
como espuma sobre la superficie de las aguas. Y los
lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de
Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a
los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre
nosotros”. (Óseas 10:6-8). Jesús citó este texto en su
camino a la crucifixión, declarando que se cumpliría en el
Israel idólatra durante las vidas de los que estaban
presentes entonces: “Y le seguía gran multitud del pueblo,
y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.
Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén,
no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por
vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán:
Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no
concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces
comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y
a los collados: Cubridnos”. (Lucas 23:27-30).

Mientras las iglesias de Asia Menor estaban leyendo el


contenido del Apocalipsis por primera vez, los juicios
profetizados ya estaban teniendo lugar en sus días y en su
generación, porque el momento final se aproximaba
rápidamente. La generación torcida, loca e ignorante que
habló Moisés en Deuteronomio 32:5 y que había
rechazado a su Mesías de la tierra en (Mateo 21:33-45)
pronto estaría gritando las mismas palabras de Óseas
10:6-8 y Apocalipsis 6:16.

118
El Señor crucificado y resucitado venía a destruir a los
apostatas e infieles. Este habría de ser el gran día de la ira
del Cordero, a quien habían matado o crucificado en el
año 33 ½ y que su juicio después de 36 ½ les había llegado
en el año 70, pues, Jesús dijo en Mateo 24:34 que no
pasaría esa gente sin que vieran los acontecimientos que
él había profetizado.

¿Qué le profetizó Moisés a Israel en Deuteronomio 32:22?


“fuego se ha encendido en mi ira”, “fuego arderá hasta las
profundidades”, “fuego abrasará los fundamentos de los
montes”. El día grande y terrible de Jehová predicho por
Malaquías, Juan el Bautista, Pablo, Pedro y el Señor Jesús
era lo que Juan llamó “Porque el gran día de su ira ha
llegado; ¿Y quién podrá sostenerse en pie?. Esta era la
esperada consumación por la que la iglesia apostólica
velaba y aguardaba en su generación- el día de juicio para
el Israel culpable y a la vez el día de redención y
recompensa para el pueblo de Dios.

La ira de Dios contra Israel: En Malaquías 3:5 Dios le dijo


al Israel según la carne, que les vendría para juicio,
porque no habían tenido temor de él. En Malaquías 4:1
¿Cómo vendría ese juicio para ellos? Como un horno
ardiente para desmenuzar, para abrazar y para no dejar ni
rama ni raíz de Israel.

Malaquías es conocido como el profeta de la destrucción.


El contexto de su profecía nos presenta una terrible
acusación contra toda la nación de Israel. Dios mismo es
el acusador contra el sacrilegio, hipocresía, desprecio,
infidelidad conyugal espiritual, perjuro, apostasía y
blasfemia de Israel contra Su Dios.

119
Los judíos en los días de Malaquías tienen la desfachatez
de no diezmar, de repudiar la acusación que les hace el
Señor y el descaro de no aceptar cada uno de esos cargos.
Ellos fueron insensibles a la moral, pues, a lo bueno le
dijeron malo y a lo malo bueno, y así vinieron de
convertirse de fruta verde a fruta madura lista para la
siega o juicio.

La profecía de Malaquías 3:5 “Y vendré a vosotros para


juicio” y la de Malaquías 4:1 “viene el día ardiente como
un horno” tendrían su cumplimiento en el año 70 d.C.
cuando el general Tito con toda la poderosa tropa de
soldados romanos entraron a filo de espada, incendiando,
y poniendo a Jerusalén como horno ardiente y
destruyendo todo a su paso hasta llegar al templo, a sus
edificios, a sus registros y a toda la ciudad santa de los
judíos a quién Malaquías les profetizó destrucción por su
abierta rebelión contra Su Dios, y es aquí donde vemos el
cumplimiento de la profecía de Moisés donde dijo en
Deuteronomio 32:41 “…Y daré retribución a los que me
aborrecen”.

A este “día de horno ardiente” o de juicio, el profeta Joel


2:31 lo llama “día grande y espantoso de Jehová”. Este es
el mismo día que lo encontramos en el discurso del
apóstol Pedro en Hechos 2:20 referenciado a los “varones
israelitas” o “judíos piadosos” que vinieron de todas las
naciones debajo del cielo a la ciudad santa (40 años antes
de la destrucción del templo y de Jerusalén) para la fiesta
del día de Pentecostés.

Pero antes de Hechos 2:20 está Mateo 11:14 donde el


Señor Jesús (40 años antes de la destrucción del templo y

120
de Jerusalén) les dice a los judíos que el Elías de
Malaquías 4:5 era Juan Bautista, el precursor del Mesías
Cristo Jesús. Debido al no arrepentimiento de los varones
israelitas de las ciudades de Corazín y Betsaida, el Señor
Jesús les habló: “os digo que en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para
vosotras”. Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el
cielo, hasta el Hades serás abatida. os digo que en el día
del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma, que para ti. Jesús habló de “un día de juicio” que
se cumplió en el año 70 d.C. de nuestra era cristiana.

Ya el profeta Malaquías a éstos varones israelitas les venía


diciendo en Malaquías 3:2 “¿Y quién podrá soportar el
tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando
él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y
como jabón de lavadores”. El día ardiente, grande y
espantoso de Jehová es el mismo tiempo de Su venida o
de Su manifestación en juicio contra Israel. Ese tiempo de
Su venida fue como fuego purificador y como jabón de
lavadores. El tiempo de Su venida fue algo que ellos no
pudieron soportar. Ningún varón israelita no arrepentido
pudo estar en pie en ese día de Su venida en fuego o en
juicio que sucedió en el año 70 d.C.

¿Quiénes cuando vino ese día de fuego purificador, no


pudieron sostenerse en pie? Apocalipsis 6:17 dice porque
el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse
en pie? El V:15 dice Y los reyes de la tierra, y los grandes,
los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas
de los montes; 16y decían a los montes y a las peñas: Caed
sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que

121
está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.
Ninguno de ellos se escapó del día ardiente. Ese fue día
de juicio y de ira. Ese fue día del rostro del Cordero de
Dios. En el año 70 d.C. les llegó el gran día de la ira del
Cordero y ¿Quién de ellos pudo sostenerse en pie?
Ninguno.

En Malaquías 3:1 estuvo profetizado que el Señor


“vendría súbitamente a Su templo”, y en el V:2 el profeta
pregunta ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?
¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? En
Su manifestación en juicio, el Señor visitó judicialmente a
la casa de Su Padre (el templo judío) y su casa (Mateo
23:38) quedó completamente desierta o desolada. El
templo o casa era el centro de la vida religiosa de la
nación de Israel; era el símbolo visible del viejo pacto de
la ley; era el lugar o casa donde 1 Pedro 4:17 dice que “el
juicio debía comenzar por la casa de Dios”. Según 2 Pedro
2:1 debido a los falsos profeta que hubo entre el pueblo
de Israel según la carne, ellos estaban atrayendo sobre sí
mismo “destrucción repentina”.

También vino un día de redención: Aunque el día de ira


de Jehová era un juicio, también era un día de redención,
Malaquías 4:2 dice Mas a vosotros los que teméis mi
nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la
manada. Dentro de la nación apostata de Israel según la
carne había un remanente fiel. A éstos discípulos fieles,
Jesús ya les había dicho en Lucas 21:28 “Cuando estas
cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra
cabeza, porque vuestra redención está cerca”. Hebreos
9:28 también que Cristo, vendría por segunda vez, para

122
salvar a los que le esperaban en aquellos días.

Entonces, aquella generación del año 30 al 70 d.C. vería


ira y vería redención. Ira para el Israel incrédulo y
redención para el Israel creyente (judíos en Cristo). Los
apostatas eran escoria que debía ser rechazada y
hojarasca que debía ser quemada, pero los fieles eran oro
y plata que debía ser refinada. Después de ese día de
fuego y oscuridad, el remanente fiel vio el Sol de la
justicia perdurable que profetizó Daniel 9:24 y se dio
después de que Dios le dio fin a la prevaricación de los
jueces de Israel que no estaban ejerciendo una recta
justicia al pueblo. Después de la destrucción del templo,
estamos gozando de la justicia perdurable.

Malaquías abrió una puerta de misericordia que todavía


no estaba cerrada. Si Israel regresaba a Dios, la puerta
estaba abierta y El regresaría a ellos. Si la misión del Elías
Juan tenía éxito en recobrar los corazones de los judíos a
su Dios, la catástrofe inminente sería retirada (Malaquías
3:17,18) “Serían especial tesoro, en el día que yo actúe; y
los perdonaré”. Pero si no volvían su corazón a su Dios,
vendría y heriría la tierra con maldición (Malaquías 4:6).

Si había un cambio de corazones, ellos disfrutarían del


bautismo en Espíritu santo, pero si en su efecto, seguían
en su hostilidad, recibirían en vida, el bautismo en fuego
que habló Mateo 3:11.

Maldición es anatema e implica una completa destrucción


sobre la persona o la ciudad como el caso de Jericó (Josué
6:17). Esta maldición es consumación y desolación.
Debemos comprender que el mensaje de Malaquías es a

123
Israel; la maldición es para Israel; y la tierra amenazada es
la tierra de Israel.

¿Qué pasó entre Malaquías y Juan Bautista? Hubo cuatro


siglos o 400 años en blanco en la historia de Israel. Judea,
fue vasalla de grandes monarquías- Persia- Grecia. Egipto-
Siria y Roma. No hubo en cuatro siglos mensajero
inspirado por Dios que hablase la palabra de Dios. Israel
no vio señales; no oyó profetas (Salmo 74:9) en esos
cuatro siglos. En esos cuatro siglos, se establecieron
sinagogas judías por todo Judea y la ley se extendió
ampliamente. Surgieron los fariseos y saduceos
“defensores” de la ley de Moisés. Los judíos se asentaron
en ciudades de Egipto, Asia menor, Grecia e Italia llevando
la cátedra de Moisés.

Israel guardaba la esperanza de un libertador venidero, un


heredero de la cada del Rey David que debía ser
teocrático. En cuatrocientos años, no hubo mejoramiento
en la condición moral de Israel, pero había un remanente
fiel que espera la redención de Israel. Este remanente era
el que Pablo en Efesios 3:9 llamó “el misterio escondido”
(judíos en Cristo y gentiles en Cristo, la constitución del
nuevo y verdadero Israel de Dios).

A Simeón en Lucas 2:28-34 se le dijo que antes de morir,


vería con sus ojos al “ungido de Jehová”. En medio de ese
silencio de 400 años y expectativa irrumpió el profeta
Juan Bautista, el Elías de Malaquías. Fue austero y asceta
en su estilo de vida. Celoso reformador de la religión,
severo censurador del pecado de Israel. Elías tuvo su Acab
en su época y Juan a su Herodes.

124
Cuando Juan entra en aquel escenario silencioso, los
sacerdotes y levitas de Jerusalén le preguntaron en Juan
1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No
soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron:
¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que
nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23Dijo: Yo soy la voz
de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del
Señor, como dijo el profeta Isaías. Con estas preguntas,
éstos judíos esperaban la reaparición del Elías literal del
Antiguo Testamento. 74. Lucas 1:17 dice que Juan “Iría
delante de Jesús con el espíritu y el poder de Elías. Jesús
mismo en Mateo 11:14 da testimonio de Juan diciendo:
“Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de
venir”. Y en Mateo 17:10-13 afirma “Mas os digo que Elías
ya vino, y no le conocieron”.

Juan fue el segundo Elías y cumplió las predicciones de


Isaías y Malaquías concerniente a él. No existe tal cosa
como un “Elías futuro literal” en la historia del Israel
según la carne actual en el siglo XXI, porque el profetizado
Elías ya vino. ¿A qué vino el Elías Juan? Lucas 1:76,77 dice
que “vino a preparar camino para la libertad de Israel y
para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para
perdón de sus pecados”. Vino también según Juan 1:7 a
dar testimonio de la luz (Jesús), a fin de que todos (los
judíos) creyesen en él”

Muchos creen que hasta aquí fue la misión del Elías Juan,
pero él vino a Israel con otra connotación ya no de
salvación sino de juicio. Juan fue el representante del Juez
venidero. Su predicación contiene más palabra de ira que
de salvación. ¿Qué hacía “Elías” Juan en sus días?
Amonestaba a los fariseos y saduceos y multitud de judíos

125
a que “huyeran de la ira venidera” Mateo 3:7.
Volvemos en Juan a entrar en el día ardiente de Jehová.
Alegóricamente en Mateo 3:10 Juan les habla del “hacha-
juicio” puesta en la raíz del árbol-Israel. Juan les anuncia
en Mateo 3:12 que viene Uno más poderoso que él, “cuyo
aventador está en su mano, y recogerá su trigo en el
granero, y quemará la paja en fuego que nunca se
apagará”.

Juan concatena la profecía de Malaquías. Ambos profetas


describen la venida del Señor como un día de ira con
fuego que refina y prueba, quema y consume. Ambos
profetas hablan de un mismo tiempo de separación entre
los justos y los impíos (Malaquías 3:18)(Mateo 3:10).
Ambos hablan de una completa destrucción de la paja con
fuego que no se apaga (Malaquías 4:1)(Mateo 3:12).
Ambos hablan del mismo suceso, del mismo día del Señor,
del mismo juicio venidero a Israel.

Ira que viene en camino: En el griego la expresión “ira


venidera” es “ira que viene en camino” no sólo en el
futuro de Juan sino como algo inminente. Es una ira que
pronto sería derramada sobre la nación judía “Ya el hacha
está puesta en la raíz de los árboles”. La nación judía
estaba en su última prueba bajo el ministerio latente del
segundo Elías llamado Juan como el precursor del “día
grande y terrible de Jehová”. Si aquellos “árboles judíos”
rechazaban las advertencias, el hacha caería y entrarían a
ser quemados en el fuego donde no les quedaría ni raíz ni
rama. Sobre ellos vendría Jehová y heriría su tierra con
maldición. Lo que habló Juan fue especifico, nacional,
local e inminente y sobre esa generación “vino la ira
ardiente de Jehová” en el año 70 d.C.

126
La ira ardiente en los evangelios: La muerte de Juan por
Herodes Antipas tuvo que señalar una nueva orientación
en el ministerio de Jesús, el libertador de Israel. Parece
ser que los milagros, las multitudes en pos de Jesús
indicaron que la misión de Juan en ganar el corazón de
Israel fracasó, no por su misión, sino por la incredulidad
de Israel.

El Señor Jesús comenzó a predicar el “arrepentimiento


para entrar al reino de los cielos” (Mateo 4:17) que fue la
misma descripción de la predicación de Juan en (Mateo
3:2). Juan y Jesús llamaron al Israel según la carne al
arrepentimiento anunciando el acercamiento del “reino
de los cielos” para los judíos, “a los suyos vino”. El “reino
de los cielos” se les había acercado a los judíos, pero no
les llegó ni en el tiempo de Jesús ni en el día de
Pentecostés por su incredulidad.

Juan y Jesús hablaron de un juicio que debía venir sobre


aquella generación de judíos existentes y que en efecto
les vino, por su rechazo abierto a las invitaciones de
salvación. Juan habló de “ira que viene” y Jesús habló de
“juicio que viene”. Ese juicio que vendría sobre las
ciudades incrédulas de Judea, sería mayor según Mateo
11:20.24) que el que cayó sobre Tiro, Sidón, Sodoma y
Gomorra. La catástrofe sobre los judíos no era remota,
sino cercana o para esos días que realmente la vivieron
los existentes de aquella generación.

Tanto en Mateo 12:38-46 como en Lucas 11:16,24-36 los


escribas y fariseos pidieron señal de Jesús. En este
contexto, Jesús les habló de la señal de Jonás que por
medio del arrepentimiento de los Ninivitas condenaron

127
en juicio a esa generación. Jesús condenó en juicio a su
generación. Para el Israel creyente donde está injertado el
gentil en Cristo, Cristo, les fue piedra de ángulo, pero para
el Israel incrédulo, Cristo, les fue piedra de tropiezo. Como
piedra de tropiezo condenó en juicio a esa generación.

Israel fue el espíritu inmundo: La reina del Sur se levantó


en juicio contra la generación de los días de Salomón por
venir a oír la sabiduría del Rey de Israel. Y finalmente,
Jesús compara a Israel con un espíritu inmundo que no
tiene reposo interior y la expresión “siete espíritus peores
que él” da por entendido que el estado de Israel si no se
arrepentía, sería peor que el primero. Ese estado postrer
fue el que le sucedió en el año 70 d.C. Jesús afirma que
ese “estado peor” de destrucción le acontecería a esa
mala generación de judíos. La palabra generación (genea)
se refiere al pueblo de Israel, a la generación viviente de
judíos de esa época.

En Mateo 11:16 como en Lucas 7:31 Jesús expresó “Mas,


¿A qué compararé a esta generación?” se refería a esos
judíos presentes que no escucharon a Juan ni a Jesús, sus
contemporáneos. En la expresión de Mateo 23:33
“Generación de víboras” Jesús resalta la generación que
existía que superaba su culpa a la de los paganos.

En Lucas 13:1-9 Jesús les dice a los judíos “Si no os


arrepentís, todos pereceréis igualmente”. Jesús percibió
las inminentes calamidades de la nación de Israel. En
aquellos tiempos el tema de conversación entre el pueblo
era la súbita destrucción de 18 personas que perecieron
con la caída de la torre cerca del estanque de Siloé. Jesús
les dice a ellos, que las víctimas de esa calamidad no eran

128
excepcionalmente malas e impías, sino que una suerte
semejante vendría sobre los judíos que no se
arrepintieran. Jesús les advirtió “Todos vosotros
pereceréis del mismo modo”.

Fue en la fiesta de la Pascua cuando la población de Judea


se había congregado en Jerusalén, y allí fue encerrada por
las tropas del general Tito. El historiador Flavio Josefo nos
dice que –la sangre de los sacerdotes judíos fue
derramada al pie del altar en el templo de los sacrificios
donde oficiaban en ese día. Los soldados romanos fueron
los ejecutores del juicio o el instrumento de Dios para
ello.

La higuera Israel: En Lucas 13:6-9 Jesús refirió el mismo


significado profético en la parábola de la Higuera estéril
que es Israel que fue cultivada por mucho tiempo por los
profetas, pero sin producir fruto para su dueño que es
Dios. Ahora, la Higuera Israel llega a su última prueba. El
hacha de Juan que estaba puesta a la raíz del árbol fue
aplazada debido a la obra de gracia que Jesús estaba
teniendo con Israel para alimentarlos con su palabra y
cultivarlos, pero un poco más de tiempo y saldría el
decretó final: “Córtala” ¿Para qué inutiliza también la
tierra? V:8. Israel como Higuera inútil, que no reconoció el
propósito de su existencia fue destruida fue alcanzada por
los juicios de Dios y cortada de su reino en el año 70 d.C.

El día ardiente de Jehová fue el fin del siglo de la


dispensación del judaísmo: En Mateo 13:36-50 Jesús le
habla a sus discípulos de la parábola de la cizaña y la red.
Les dice que la siega es el fin del siglo donde los echarán
en el horno de fuego y allí será el lloro y el crujir de

129
dientes. En Mateo 13:38 la palabra mundo es koinos y se
refiere al mundo de los hombres, pero en el V:39 siglo es
eón y se refiere a un periodo de tiempo, era o época. El
fin del mundo o del siglo es el fin de era, de la época para
darle paso enseguida a una nueva era. La creencia de los
judíos era que Su Mesías entronizaría un nuevo eón o era
a la que llamaban “el reino de los cielos”. El éon o era
existente era la dispensación del judaísmo de esa época,
era que ahora en las palabras de Jesús se acercaba a su
fin. Jesús usa estas parábolas para describir como
terminaría.

La misma separación final que habla Malaquías y Mateo


entre los justos y los impíos; la misma purificación de la
tierra; el mismo recoger el trigo en el granero; el mismo
quemar de la paja o cizaña en el fuego es lo que Jesús
afirma en todas estas parábolas cuando habla de la
misma catástrofe, que es la “ira que vino sobre aquella
misma generación, cuando Jerusalén se convirtió en el
lago de fuego y azufre o en un horno de fuego sin cesar,
donde la era del judaísmo llegó a su fin en el día ardiente
y terrible de Jehová en el año 70 d.C.

Los hijos del malo Israel: En Mateo 13:37 Jesús habla de


sí mismo como el sembrador de la buena semilla en los
días de su ministerio público y los resultados que produjo
los “hijos del reino” y que a la vez produjo la “cizaña como
los hijos del malo” (judaísmo). En Lucas 13:26-28 Jesús
describe la condenación de aquellos judíos que tuvieron
el privilegio de disfrutar de Su presencia personal y del
poder de Su ministerio, pero que fueron cizaña para el
fuego, por ser hacedores de maldad, donde ellos fueron
excluidos del reino.

130
92. Cuando Jesús dijo en Mateo 13:43 “El que tenga oídos
para oír, oiga”, estaba puntualizando la importancia de
tener un verdadero concepto del período que estaba
hablando el Señor. Ese período era el fin de la era de más
de 40 generaciones del sistema de leyes que estaba a
punto de ser reemplazada y desparecer para darle
entrada a una nueva era (Apocalipsis 21:1).

Estalló la ira de Dios: El largo período durante el cual Dios


había “agotado” todos los métodos para reanimar,
restaurar y reformar a Israel estaba a punto de terminar
desastrosamente. La ira por largo tiempo contenida y
reprimida habría de estallar y destruir a aquella perversa
e incrédula generación, y el Señor Jesús lo dijo en Mateo
24:34 que no pasaría esa generación hasta que todo eso
aconteciera. Su “último día” sería el día grande, ardiente
y terrible de Jehová. Este sería al fin del siglo del judaísmo
o el éon religioso de aquella generación. La crisis ya
estaba en camino desde el año 30 d.C. al año 70 d.C. Esa
crisis habría de llegar “como ladrón en la noche”. Esta es
la más clara explicación de todas aquellas constantes
exhortaciones que usted puede ver y leer en todas las
epístolas del nuevo testamento en su Biblia, ¿Cuáles
eran? Eran la de vigilar, ser pacientes y esperar.

Los santos de Roma, Jerusalén, Éfeso, Colosas, Tesalónica,


Corinto, Roma, Filipos, Asia menor, Laodicea, Esmirna,
Sardis, Filadelfia, Pérgamo, Tiatira, etc. vivían esperando
una consumación que habría de llegar en su propio
tiempo y que la verían con sus propios ojos. Todo lo que
usted lea en las epístolas y aun en el Apocalipsis sobre
juicio y segunda venida de Cristo apuntaba hacia ese fin
del siglo, hacia ese año 70 d.C.

131
Los días sobre Jerusalén: En Lucas 19:41-44 Jesús hizo un
lamento sobre la ciudad de Jerusalén. Les dijo que el día
de Su paz estaba encubierto para sus ojos- ese día de paz
era el mismo Jesús-y les advierte que vendría días sobre
Jerusalén, cuando sus enemigos (los soldados romanos) la
rodearían con vallados, la sitiarían y por todas partes la
estrecharían (Mateo 24:15)(Lucas 21:20,24). La
derribarían a tierra y también a sus hijos dentro de la
misma ciudad. No dejarían piedra sobre piedra, por
cuanto no quisiste conocer el tiempo de su visitación que
era Jesús su verdadero libertador. Todo esto predicho por
Jesús se cumpliría antes de 40 años por su lenguaje es
homogéneo y continuó. Aquí no cabe el “doble sentido”.
No existe el <a veces> se refiere al año 70 d.C. o el <a
veces> se refiere a un período de tiempo futurista.

El segundo lamento de Jesús sobre Jerusalén: En Mateo


23:37-39 y Lucas 13:34,35 Jesús profetiza que vendría el
tiempo cuando “vuestra casa es dejada desierta”. Esto lo
dijo Jesús cuando partía del templo para no regresar más
a él hasta que viniera en juicio sobre Jerusalén. Jesús
tenía angustia por Jerusalén, así como la gallina la tiene
cuando ve al águila amenazante en el cielo y
ansiosamente trata de juntar a sus polluelos bajo sus alas.
Con cuanta angustia veía Jesús a las legiones del águila
romana aproximarse para juicio sobre los hijos de
Jerusalén y trataba de salvarles con solicitudes de amor,
pero todo eso fue en vano, ¡Eran como hijos muertos a la
voz del amor maternal!.

La suerte de aquella Jerusalén en los tiempos de Jesús


estaba sentenciada y el Señor Jesús se le oprimía el
corazón de angustia al darle su último adiós. Jesús les dijo

132
“no me veréis más, hasta que digáis Bendito el que viene
en el nombre del Señor”. Esta era la famosa frase que el
judaísmo usaba para hablar de la venida del Mesías-era el
saludo mesiánico-equivalente a ¡Salve, ungido de Dios!.
Se supone que fue adoptado del Salmo 118:26.

El Señor Jesús que salía del templo regresaría a su templo


(antes de 40 años) y aquella misma generación
presenciaría su regreso. Ellos y El habrían de encontrarse
por segunda vez u otra vez. El vendría súbitamente a su
templo. Ellos esperaban a su Mesías con gozo, pero
debido a su incredulidad, ahora ¿Quién podría soportar el
tiempo de su venida? ¿Quién podría estar en pie cuando
El se manifieste? Ese día –año 70 d-C.-les traería la
desolación de la casa de Dios-la destrucción de su
existencia nacional-el estallido de la ira contenida de Dios
sobre Israel. Este era el regreso segundo del Mesías de
Israel. Jesús vino en el año 70 d.C. y cerró la era judía. La
historia verifica la profecía.

El Apocalipsis del monte de los Olivos: Mateo 24- Marcos


13- Lucas 21 nos describe este Apocalipsis. Los discípulos
acababan de ser sacudidos en su mente por la predicación
de Jesús tocante a la total destrucción de la casa de Dios.
Todavía estaban estupefactos, cuando fueron a Jesús con
esta pregunta ¿Cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá
cuando estas cosas estén para suceder? La ansiedad de
ellos era por saber el momento y conocer la señal de Su
llegada. Mateo, Marcos y Lucas hacen que la pregunta de
ellos se refiera a un suceso y una sola ocasión (Lucas
21:7)(Marcos 13:4)(Mateo 24:3).

El fin del siglo en esos contextos no era el fin del mundo o

133
destrucción del mundo material. El verdadero significado
de siglo es Aion que no es mundo, sino época, que indica
la proximidad de ese período de tiempo e implica una
consumación específica. El eón del que le habló Jesús a
sus discípulos estaba a punto de terminar en una gran
catástrofe. Una catástrofe no es un proceso prolongado,
sino un acto definitivo y culminante.

La economía de la ley mosaica; la pompa del templo de


Jerusalén; la santa ciudad amada por los judíos; la casa
que fue era el paladio de la seguridad de la nación de
Israel; estaba a punto de ser profanada y destruida, de
modo que no quedaría piedra sobre piedra. El pueblo de
la nación favorecida, con la cual el Dios de toda la tierra se
dignó entrar en pactos y ser llamado Rey, habría de
experimentar las calamidades que nación otra jamás
vivió.

Los judíos serían expulsados de su propia ciudad (Lucas


21:24) para que divagaran como peregrinos sobre la faz
de la tierra con su conocido refrán “judíos errantes”. Pero
todos estos males traerían cosas buenas. El fin del
judaísmo en el año 70 d.C. como religión oficial del Dios
de Israel sería la inauguración de la plenitud del reino de
Dios (Lucas 21:31)(Romanos 14:17).

Conclusión: Desde el pleno cumplimiento del año 70 d.C.


Lo antiguo daría lugar a lo nuevo. La ley sería
reemplazada por el evangelio de la gracia y la gracia sería
el anuncio del amor incondicional eterno, con la palabra
de la reconciliación. Cristo tomaría el lugar de Moisés. El
sistema estrecho que abarcaba sólo a judíos, sería
sucedido por un nuevo pacto, que abarcaba a todos los

134
hombres sin distingo de raza y nacional y no conocía
diferencia entre judíos y gentiles.

Los maduros reemplazarían a los niños en Cristo. Lo


conocido en parte sería reemplazado por lo conocido cara
a cara o por lo perfecto que habría de venir. El nuevo y
verdadero Israel entraría en vigor dejando atrás al Israel
según la carne. La dispensación de los símbolos, sombras,
y ceremonias bajo la ley quedarían abrogadas, no válidas
para salvación, santificación, justificación, redención,
reconciliación, espiritualidad o confirmación de nada.

Los niños del año 30 al año 70 d.C. fueron los que


necesitaron esos pobres y débiles rudimentos. Ahora en
el nuevo pacto el servicio es espiritual no ritual. Cada
hombre es un tabernáculo viviente o el templo donde
Dios es todo en todos. Cada adorador es un sacerdote.
Esta es la verdadera revolución que jamás la historia de la
humanidad conoció. Dios hizo un mundo nuevo,
estableció su gobierno teocrático bajo cielos
espiritualmente nuevos.

Hoy estamos en lo nuevo con lo nuevo. Lo viejo no entra


en esta nueva visión, conocimiento y revelación que
apenas estamos entendiendo, porque las cosas que ojo
no vio son las que Dios ya quiere que las veamos hoy.
Estamos en la más memorable época en el tiempo de
Dios. El día ardiente de Jehová cesó, ya no vendrá más,
no más ira, no más condenación, no más lago de fuego. La
oscuridad cesó y ahora brilla luz admirable del Señor en
toda la raza humana bajo el poder de la gloria del amor
incondicional donde Dios es todo en todos.

135
Ambos pasajes se refieren a uno y al mismo
acontecimiento escatológico que el Señor Jesús en Mateo
24:34 lo establece diciendo: “no pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca”. El único pasaje que se ve
dentro del sermón del monte es el dirigido a las mujeres
que siguieron a Jesús hacia la cruz que está descrito en
Lucas 23:29 “28Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo:
Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por
vosotras mismas y por vuestros hijos. 29Porque he aquí
vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles,
y los vientres que no concibieron, y los pechos que no
criaron. 30Entonces comenzarán a decir a los montes:
Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. 31Porque
si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, ¿qué
no se hará?”.

Estos acontecimientos marcarían el fin de una era. La


catástrofe material no fueron sino la señal externa y
visible de una tremenda crisis en el ámbito espiritual o en
el reino de lo invisible. El terror apoderándose de los
“reyes de la tierra” (los gobernantes de Judea) y la tierra y
su naturaleza geológica, fijan la ubicación a las
peculiaridades de Palestina que concatenan con las
escenas descritas por Josefo “La última esperanza que
alentaban a los tiranos y sus pandillas de bandidos eran
las excavaciones subterráneas, en las cuales no esperaban
que se les buscasen en ellas. Después del colapso final de
la ciudad, cuando los romanos se hubiesen retirado, se
proponían salir y buscar la seguridad en la huída. Todo
esto fue el claro cumplimiento de la profecía de Moisés
que habló en su cántico en Deuteronomio
32:23,24,25,26,29,35,36,41,43. Hecho está, todo está
cumplido para que podamos disfrutar los efectos de su

136
cumplimiento.

CÓMO SE CUMPLIÓ LA PROFECÍA DE JESÚS EN EL AÑO


70 D.C.

La profecía de Mateo 24 fue totalmente cumplida con la


destrucción de Jerusalén. Muchas personas aplican Mateo
24 al fin del mundo, pero esta profecía fue dada a los
judíos acerca de la destrucción de la casa de Israel y la
ciudad de Jerusalén. Vamos a estudiar qué Mateo 24
nunca habló acerca de la destrucción del mundo o del
planeta tierra, ni tampoco habló de la visible, de la física,
ni de la corporal segunda venida de Cristo:
a). Porque el contexto de Mateo 24 y los versículos
paralelos hablan solamente del templo en Jerusalén y la
región alrededor de Judea.
b). Porque los discípulos de Jesús no entendían sobre la
muerte, ni la resurrección de Cristo, mucho menos de la
segunda venida.
c). Porque el versículo 21 dice claramente que aquel tipo
de tribulación y destrucción no pasará en el futuro.
d). Porque el versículo 34 dice que aquella generación con
quien hablaba Jesús no pasaría hasta que todas las
palabras antes mencionadas en Mateo 24:1-33 fueran
cumplidas.

El propósito de estudiar la profecía de Jesús en Mateo 24


es probar que la profecía fue totalmente cumplida con la
destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén. Todo
el discurso del Señor Jesús a sus discípulos fue dado
cuando sentados desde la cima del monte de los olivos,
contemplaban el panorama de la ciudad de Jerusalén, a
sus habitantes y a su majestuoso templo de adoración.

137
Ese discurso fue una profecía tocante a la caída del
judaísmo, a la caída del templo, a la caída de Jerusalén y a
la caída a filo de espada de sus habitantes. El discurso lo
enmarcó el Señor Jesús dentro de un tiempo límite y una
especifica generación, donde Jesús dijo en Mateo
24:33,34 “Así también vosotros, cuando veáis todas estas
cosas, sabed que está cerca, a las puertas. De cierto os
digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto
acontezca”.

El Nuevo Testamento fue escrito y fue cumplido en el


primer siglo, por eso debemos intentar comprenderlo
según sus lectores originales que vivieron durante aquella
generación o primer siglo. La Escritura interpreta la
Escritura y el Tema traza al Tema sin salirse de su propio
marco gramatical e histórico. Metámonos dentro del
marco del Nuevo Testamento y juntemos las piezas para
armar el rompecabezas de la escatología.

En Mateo 24:3, Marcos 13:4 y Lucas 21:7, los discípulos


no estaban preguntando sobre la visible segunda venida
de Jesús en persona como los sistemas religiosos
falsamente nos han venido enseñando.

Los judíos pensaban que Jesús vendría con un ejército


para librar a los judíos y establecer un reino terrenal cuyo
centro político y religioso serían Jerusalén. Los discípulos
esperaban que Cristo trajera grandes cambios entre la
nación de Israel. Ellos querían saber cuándo iba a hacerlo.
El interés fundamental de los discípulos estaba en la
nación de Israel. Ellos esperaban a un Mesías militar (no
espiritual) para que los liberara de la esclavitud de otras

138
naciones como las que eran dominadas por el imperio
romano del primer siglo.

Los discípulos no estaban convencidos sobre la muerte ni


la resurrección de Jesús y mucho menos de la segunda
venida. Miraremos los siguientes ejemplos:
a) 6 meses antes de Mateo 24…Pedro no creyó que
físicamente Jesús iba a morir. Los discípulos no entendían
que Jesús iba a morir. "el Hijo del Hombre será entregado
en manos de hombres. Mas ellos no entendían estas
palabras" (Lucas 9:44,45).
b) Pedro no creyó en la muerte de Jesús (Mateo 16:21-
23).
c) Pensaban en la venida de un reino terrenal (Mateo
20:20-23).
d) No sabían que Jesús iba a morir (Lucas 18:31-34).
e) Creían en un reino terrenal (Lucas 19:11).
f) No sabían acerca de la vida eterna en el cielo (Juan
14:1-5).
g) No sabían que Jesús iba a salir del mundo (Juan 16:16-
18).
h) Después de la resurrección de Jesús, todavía no
entendían (Juan 20:8,9).

Una semana después de Mateo 24…vino la muerte de


Jesús y su resurrección al tercer día…pero, ¿Qué sucedió?
Los discípulos según Juan 20:8,9 todavía no entendían. Y
aun después de la resurrección, todavía creían en un
reino terrenal. "Pero nosotros esperábamos que él era el
que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo
esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido...
Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón
para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era

139
necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que
entrara en su gloria?" (Lucas 24:21,25-27). En estos
versículos, la palabra traducida redimir significa "redimir,
librar por pago de rescate… La idea de ellos era que Jesús
iba a redimir o librar la casa de Israel de la esclavitud de
los romanos.

El apóstol Tomás no creía aun después de la muerte y la


resurrección de Cristo (Juan 20:24,25). Después de la
resurrección de Jesús, todavía esperaban un reino
terrenal. "Entonces los que se habían reunido le
preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a
Israel en este tiempo?" (Hechos 1:6).

Entonces, los discípulos no entendían el propósito de


Jesús. Antes de Mateo 24 y después de la resurrección de
Jesús, los discípulos estaban confusos acerca de la muerte
y la resurrección de Él. Por eso, concluimos que en Mateo
24:3 no le estaban preguntando sobre la visible y corporal
segunda venida ni por el fin del planeta tierra.
10. El contexto de Mateo 24 habló solamente de la casa
de Israel y la destrucción de ella. En Mateo 23:38, Jesús
dijo: "He aquí vuestra casa os es dejada desierta".
En Mateo 24:2, Jesús habló del templo en Jerusalén, dijo:
"De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre
piedra, que no sea derribada". Además, Mateo 24:21 dice
claramente que la destrucción descrita jamás sucederá de
nuevo. Finalmente, Mateo 24:34 dice que la generación
que estaba viviendo en aquel tiempo no iba a morir hasta
que los versículos 1 al 33 fueran cumplidos.

El precontexto de Mateo 24 es Mateo 23: Para


comprender bien a Mateo 24 tenemos que venirnos en el

140
estudio desde Mateo 23. Observa que en Mateo 23:13-29
El Señor Jesús pronuncia ocho ayes contra los judíos
escribas y judíos fariseos. Estos ayes fueron muy
importantes para la profecía de Jesús, porque revelaron la
mala conducta de éstos líderes del judaísmo: a) El ay de
Mateo 23:13 vino porque le cerraron el reino a los
hombres, b) El ay de Mateo 23:14 les vino porque
devoraban las casas de las viudas judías, c) El ay de Mateo
23:15 les vino porque hacían prosélitos para el infierno, d)
El ay de Mateo 23:16 les vino porque eran guías de
ciegos, e) El ay de Mateo 23:23 les vino su falta de fe, de
justicia y de misericordia, f) El ay de Mateo 23:25 les vino
porque por dentro estaban llenos de robo y de injusticia,
g) El ay de Mateo 23:27 les vino porque por dentro
estaban llenos de hipocresía y de iniquidad, h) El ay de
Mateo 23:29 les vino porque fueron cómplices en la
sangre de los profetas

Fíjate, que el Señor Jesús les llama en el V:33


“!Serpientes, generación de víboras! porque “llenaron la
medida” (símbolo de juicio) y por eso oyeron la sentencia
final ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
¿Cuándo fue la condenación de ellos en el infierno? El
V:36 es muy claro cuando les dice: “todo esto vendrá
sobre esta generación”. Observa que el infierno fue
preparado para esa generación de víboras escribas y
fariseos y sobre ellos antes de la condenación del infierno,
les vino “toda la sangre justa que se derramó sobre la
tierra”, V:35 en el año 70 d.C. con la destrucción del
santuario y la ciudad.

Ahora, después de lamentar sobre Jerusalén, el Señor


Jesús declaró en Mateo 23:37,38 que la casa de los

141
escribas y fariseos (templo) quedaría desierta y desolada,
y todo eso aconteció en el año 70 d.C. cuando según el
testimonio histórico de Flavio Josefo el templo y Jerusalén
fueron destruidas por Tito general de las tropas romanas.

En Mateo 23:39 Jesús hablándole a los escribas y fariseos,


les dice “desde ahora no me veréis” y esto fue una
aseveración que predijo Su ausencia total con Israel. En
Mateo 23:38 Jesús le habla de que la casa de los escribas
y fariseos sería dejada desierta (templo), ahora, ¿Qué
predijo Jesús sobre ese templo en Mateo 24:1-3? Que de
ese templo no quedaría piedra sobre piedra que no fuera
derribada. Esto lo profetizó cuando salía del templo con
sus discípulos. Pero en el V:3 estaba sentado con sus
discípulos en el monte de los Olivos y ellos le hicieron tres
preguntas en una: Primera pregunta: ¿Cuándo serán estas
cosas de Mateo 24:3ª? ¿Cuáles cosas? Serian: a) Las cosas
tocantes a los ayes a los escribas y fariseos de Mateo
23:13-29, b) Las cosas tocantes a toda la sangre justa que
se había derramado sobre la tierra por la complicidad de
los escribas y fariseos en Mateo 23:35, c) Las cosas
tocantes a la casa dejada desierta en Mateo 23:38, d) Las
cosas tocantes a no ser visto por los escribas y fariseos,
hasta que hayan dicho: Bendito el que viene en Mateo
23:39

Las cosas tocantes a la piedra sobre piedra derribada del


templo en Mateo 24:2. La segunda pregunta fue ¿Y qué
señal habrá de tu venida de Mateo 24:3b? ¿De cuál
venida? De la venida donde al verlo todas las tribus
(Israel) hicieron lamentación por él (Mateo 24:30). Y la
venida para salvar a los que le esperaban en Hebreos
9:28.

142
Tercera pregunta fue ¿Y qué del fin del siglo de Mateo
24:3c? ¿De cuál siglo? A Pablo le fue revelado que ese
siglo en Gálatas 1:4,14 que iba llegar a su fin era el
“presente siglo malo” del judaísmo, para darle paso al
cristianismo donde judíos en Cristo y gentiles en Cristo
serían un solo cuerpo. Ese fin del siglo profetizado por el
Señor Jesús se dio en el año 70 d.C. cuando se dio fin al
templo de la ley, a la ciudad de la ley, y se dio fin al pueblo
de la ley, los judíos que como nación y como religión
oficial tenían su fe centralizada en el templo en Jerusalén.

Entonces, fíjate que los discípulos en el monte de los


Olivos formularon tres preguntas que a su vez fueron tres
eventos que estuvieron relacionados para darse en un
mismo escenario de juicio: (1) La caída del templo y de
Jerusalén, (2) La señal de Su venida, (3) y el fin del siglo o
era del gobierno judío en el primer siglo.

¿Por qué los discípulos le hicieron estas tres preguntas a


Jesús? Porque en la mente de los discípulos todo esto
estaba relacionado, ninguno de los tres eventos estaba
aislado ni para un doble sentido ni para un doble tiempo.
Un evento conectaba con el otro y el otro dentro de un
límite de tiempo. Los tres eventos que se cumplieron
fueron (1) La caída del templo y de Jerusalén, (2) La señal
de Su venida (no física) (3) y el fin del siglo.

En estos eventos no existió intervalos de siglos, pues,


Jesús dijo en Mateo 24:34 que “no pasaría esa generación
hasta que todo eso aconteciera”, ¿En cuál generación? En
esa, la de Jesús, la de Pablo, la de Pedro, la de Juan y la de
los escribas y fariseos. Generación que terminó antes del
finalizar el primer siglo. Si esa generación no se terminó,

143
entonces, todas las profecías de Jesús le crearon una falsa
expectación y esperanza a los discípulos, y se fueron a la
tumba engañados por un falso maestro.

Pero damos gracias a Dios, que él dejo en vida a Flavio


Josefo el historiador judío romano para dar testimonio de
que todo sucedió en el aun antes del año 70 d.C. y que
vinieron días de retribución para que se cumplieran todas
las cosas que estaban escritas según Lucas 21:22. ¿Cuál
sería entonces la señal clave que Jesús les hizo conocer a
sus discípulos para el cumplimiento de las tres preguntas?
Lucas 21:20-24 dice “Cuando viereis a Jerusalén rodeada
de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha
llegado”.

En Lucas 21 Jesús habla a Sus discípulos. El predice


“cosas” que ellos mismos en su propia generación iban a
presenciar. Dice "cuando vean (ustedes)" No dice "cuando
otros de otras generaciones vean dentro de 2007 años y
más años", sino cuando lo vean ustedes con sus propios
ojos, entonces, sabed, conoced, esta es la señal clave que
la destrucción de Jerusalén ha llegado.

La señal clave que Jesús les dio a sus discípulos,


contestando a la pregunta de Mateo 24:3 Dinos, ¿Cuándo
serán estas cosas, tocantes a la destrucción del templo, y
qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Se las dio
en Lucas 21:22 cuando viereis a Jerusalén rodeada de
ejércitos, sabed entonces que Su destrucción ha llegado y
esa destrucción llegó en el año 70 d.C. cuando Tito la
destruyó con los ejércitos romanos.

144
ELLOS vieron aun antes del año 70 a la ciudad de
Jerusalén rodeada de ejércitos romanos. La profecía sobre
Jerusalén no era para generaciones futuras después del
año 70 d.C., sino para que ELLOS lo vieran en sus días, no
para nosotros en los nuestros.

En los ataques, Jerusalén fue completamente destruida y


quedó como un campo arado, ni una piedra sobre otra. El
templo fue destruido, junto con los muebles y utensilios,
el arca del pacto y todo lo necesario para hacer los
sacrificios. Los sacerdotes, todos ellos, fueron muertos,
no quedó nadie de la tribu de Leví. Todo el sistema de
religión de los judíos fue destruido. La profecía de la
devastación de Israel fue cumplida. Fueron días de
retribución por haber rechazado al Mesías. El historiador
judío, Flavio Josefo, al escribir de este horrible
acontecimiento dijo que el cielo y la tierra (una alusión a
Jerusalén) habían sido destruidos.

Lucas 21:22 dice "Porque estos son días de retribución,


para que se cumplan todas las cosas que están escritas”.
Fíjate la expresión "para que se cumplan todas las cosas
que están escritas." TODO lo que había sido profetizado
por los antiguos portavoces del A/T, todas Sus
descripciones de esa destrucción, y del pueblo que iba a
sustituir al Israel según la carne, ¡Todo fue cumplido!.

El cumplimiento no iba a ocurrir milenios después del año


70 d.C. Las palabras, las advertencias eran para la gente
que escuchaba a Jesús. Y para reafirmar lo dicho les
asevera en Lucas .21:31,32 "Así también vosotros, cuando
veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el

145
reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”.

Los DISCÍPULOS desde el año 31 cuando oyeron estas


palabras de Jesús y aun antes y hasta el año 70 d.C. Vivian
esperando una consumación que habría de llegar en Su
propio tiempo y que podrían presenciar con Sus propios
ojos, ¿Qué debían tener bien claro cuando estas cosas
comenzarán a verse en Jerusalén? Lucas 21:31,32 les dice
“…sabed que está cerca el reino de Dios”.

La segunda venida de Cristo en juicio sobre Israel estaba


relacionada con la destrucción de Jerusalén y con el
comienzo en plenitud del reino de Dios a eternidad. El
cumplimiento de la destrucción de Jerusalén y el
acercamiento de la plenitud del reino de Dios, no iba a
ocurrir milenios después, sino en aquella generación,
porque Lucas 21:32 en seguida del V:31 donde habla del
reino, dice “no pasará esta generación hasta que todo
esto acontezca”.

Pero antes de que lo del reino se cumpliera, era necesario


el cumplimiento de las anteriores señales descritas en
Mateo 24:4-13 donde se describen las advertencias que
producirán el comienzo de los dolores (indicación del
nacimiento de una nueva era y orden de Dios). Mateo
24:4,5 nos habla que los discípulos antes de la señal de la
venida en juicio sobre Jerusalén y la plenitud del reino de
Dios, verían la señal del engaño. Esta palabra es del griego
planao y significa <seducir, o ser llevado a un error o
engaño>. ¿De cuál engaño? El de los falsos Cristos, V:5.

Jesús les advierte a Sus discípulos que antes del año 70

146
d.C. (Destrucción del santuario y la ciudad), muchos falsos
Cristos o falsos ungidos o supuestos Mesías vendrían en
Su nombre, confesando que ellos les serían el Cristo, el
Mesías o el ungido anhelado de Israel. El V:5 les dice que
les vendrían “muchos” que equivale a “muchos” engaños
y engañadores.

En Mateo 24:23,24 Jesús amplía la advertencia del V:5 ¿A


quiénes engañarían en ese tiempo? Engañarían aun a
algunos escogidos. ¿Por medio de qué? Por medio de
grandes señales y prodigios.

Durante los 39 años que transcurrieron entre el año 31


d.C. la muerte de Jesús y la caída de Jerusalén en el año
70 d.C. Flavio Josefo el historiador judío dice que
<”Palestina se llenó de vagabundos y embaucadores que
explotaban las esperanzas y los temores de los judíos y
fomentaban la revolución y reacción contra Roma con el
“pretexto de estar guiados por inspiración divina”>. Uno
de esos impostores fue el <falso profeta egipcio> quién
invitó a algunos judíos a reunirse con él en su cuartel en el
desierto. Cuatro mil judíos fueron tras él, creyendo que se
trataba del Mesías militar esperado así, que libraría a
Jerusalén del predominio romano. 13. Josefo dice que los
romanos fueron informados de este “falso profeta y
Mesías” y fueron al desierto a enfrentarlo, muriendo
miles de judíos, pero escapando el falso Cristo.

Dentro aquella generación, según Hechos 21:38 Pablo fue


confundido por aquel egipcio que armó la sedición de los
4 mil sicarios del desierto. La señal de los “engañadores”
ya estaba en acción. La señal de Mateo 24:5,23,24 fue
una profecía que estaba siendo consumada en aquellos

147
días. Observa que según Mateo 24:25 los discípulos sobre
la señal y advertencia de Jesús sobre los falsos profetas y
Cristos ya la sabían. Rechazar a los falsos Cristos era más
importante para los discípulos que saber la fecha exacta
de la segunda venida de Cristo en juicio. Antes de la
destrucción del templo, de Jerusalén y del acercamiento
de la plenitud del reino de Dios, era necesario que
acontecieran las señales del engaño por parte de los
falsos Cristos y profetas.

¿Qué más era necesario que acontecería, pero sin ser aun
el fin del siglo? Mateo 24:6-8 dice que era la señal del oír
de guerras, de ver pestes, de sentir hambres, y se vivir
terremotos. En los 39 años previos a la caída de Jerusalén
que se dio en el año 70 d.C. cuando Jesús habló de estas
señales, guerras, pestes, hambres, levantamientos
militares de reinos habría de ocurrir.

Flavio Josefo habla de cuatro hambres que se produjeron


en el corto reinado del emperador Claudio (año 41 – 54
d.C.). Una de esas hambres la registra Hechos 11:28 Y
levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a
entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en
toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de
Claudio.

El Señor Jesús dijo que todas estas cosas, no daban por


sentado de manera definitiva que era el fin del siglo, sino
“principios de dolores” solamente, es decir, el nacimiento
a un nuevo orden de Dios después de que pasaran estas
cosas.

148
Mateo 24:1-3: En estos versículos, Jesús y sus discípulos
observaban el templo y los edificios del templo en la
ciudad de Jerusalén. Los discípulos decían que el templo
estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas
(Lucas 21:5). Jesús les explicó que todas las piedras
estarían destruidas. Los judíos trabajaron 46 años (Juan
2:20) en la construcción del templo. Se dicen que 10 mil
trabajadores cualificados lo construyeron. Los discípulos
se quedaron sorprendidos cuando Jesús les dijo que este
hermoso templo iba a ser destruido.

Lucas 19:41-44— (Versión Popular)— "Cuando llegó cerca


de Jerusalén, al ver la ciudad, Jesús lloró por ella,
diciendo: ‘¡Si en este día tú también entendieras lo que
puede darte paz! Pero ahora eso te está escondido y no
puedes verlo. Pues van a venir para ti días malos, en que
tus enemigos harán un muro a tu alrededor, y te rodearán
y atacarán por todos lados, Y te destruirán por completo.
Matarán a tus habitantes, y no dejarán en ti ni una piedra
sobre otra, porque no reconociste el momento en que
Dios vino a visitarte’". Lucas 19:44— (Nueva versión
Internacional) "Te tirarán al suelo, a ti y a tus hijos dentro
de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra,
porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a
visitarte".

En el versículo tres, ellos subieron al monte de los Olivos,


frente al templo. Entonces Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le
preguntaron a Jesús acerca de lo que había dicho cuando
estaban cerca del templo. Cuando comparamos las
palabras de Mateo con las de Lucas sabemos que no
preguntaban de la segunda venida de Jesús para destruir
el mundo.

149
Los discípulos deseaban señales para entender cuando el
templo iba a ser destruido. Usaron la frase "estas cosas"
que nos muestra que preguntaban acerca de lo que Jesús
les había dicho sobre el templo y los edificios del templo
en Mateo 24 versículos uno y dos. Mateo 24:3 " ¿Cuándo
serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin
del siglo?". Marcos 13:4 "¿Cuándo serán estas cosas? ¿Y
qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de
cumplirse?". Lucas 21:7 " ¿Cuándo será esto? ¿Y qué señal
habrá cuando estas cosas estén para suceder?".

Observa que los discípulos identificaban la destrucción del


templo con la venida física de Jesús. Porque ellos
pensaban en un reino terrenal que llegaría cuando Jesús
viniera para destruir el sistema romano. Mateo 24:4-14:
Ahora, examinamos las señales antes de la destrucción de
la casa de Israel. En estos versículos, Jesús les 2advirtió a
los discípulos sobre los falsos Cristos y engañadores. Jesús
les dijo a sus discípulos: "Oirán de guerras y rumores de
guerras... pero aún no es el fin" (Mateo 24:6), "Mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo" (Mateo 24:13) y
"será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo... vendrá el fin" (Mateo 24:14). ¿Qué significó "el
fin"? Fue el fin del sistema judío (judaísmo). Es cierto que
la ley de Moisés fue clavada en la cruz de Cristo, pero los
judíos siempre practicaban la ley después de la muerte de
Jesús. Era, también, el fin de la fuerte persecución de los
cristianos por los judíos.

Según Mateo 24:13,14, el evangelio fue predicado a todo


el mundo dominado por el imperio romano antes del fin
que se dio en el año 70 d.C.. Era el fin de la casa de Israel
o la destrucción de Jerusalén en el año 70. La carta de los

150
Colosenses data desde el año 61. Era nueve años antes de
la destrucción de Jerusalén. El apóstol dice: "A causa de la
esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya
habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, (6)
que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo,
y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que
oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad . . . (23) si
en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin
moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el
cual se predica en toda la creación que está debajo del
cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro" (Colosenses
1:5, 6, 23). También dice: "Pero digo: ¿No han oído? Antes
bien, por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los
fines de la tierra sus palabras" (Romanos 10:18). La
Versión Hispano-americana, revisión de 1953 dice: ". . .
Por toda la tierra salió la voz de ellos; y hasta los fines del
mundo sus palabras". Antes del año 70, el evangelio se
había predicado a todo el mundo conocido y Jesús dijo
que cuando esto sucediera entonces llegaría el fin”. Dios
había dado a toda la casa de Israel la oportunidad de
obedecer el evangelio antes del año 70. El Señor Jesús
reveló todo esto a sus discípulos para que comprendieran
su venida en juicio sobre el
judaísmo/templo/pueblo/Jerusalén.

INDICADORES DEL TIEMPO LÍMITE

Apocalipsis predice sucesos de cercanía. Apocalipsis


advierte de principio a fin de que “el tiempo está cerca”;
de las “cosas que deben suceder pronto”; de “he aquí,
vengo pronto”; del “cierto vengo pronto”. ¿Qué indican
todas estas expresiones? Limitaciones de tiempo, porque

151
los eventos descritos en el libro ocurren dentro de un
período de tiempo muy breve.

Apocalipsis es un documento de escenarios que


estuvieron dentro de la generación del año 33 y medio al
año 70 d.C. donde Lucas 21:22 dice que los días de
retribución vendrían para que se cumplieran todas las
cosas que están escritas y donde Apocalipsis 21:6 dice
“hecho está”.

Apocalipsis 1:1 dice “La revelación de Jesucristo, que Dios


le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su
ángel a su siervo Juan”. Apocalipsis es revelación para sus
siervos ¿Cuáles? Los ángeles o mensajeros de las siete
iglesias del Asia menor que son:
a. el ángel o siervo de Éfeso (Apocalipsis 2:1)
b. el ángel o siervo de Esmirna (Apocalipsis 2:8)
c. el ángel o siervo de Pergamo (Apocalipsis 2:12)
d. el ángel o siervo de Tiatira (Apocalipsis 2:18)
e. el ángel o siervo de Sardis (Apocalipsis 3:1)
f. el ángel o siervo de Filadelfia (Apocalipsis 3:7)
g. el ángel o siervo de Laodicea (Apocalipsis 3:14)

Esa revelación se la declaró a estos siervos e iglesias y su


contenido se habría de manifestar pronto cuyo
equivalente es “las cosas que deben suceder pronto”.
Vemos este “pronto” al comienzo del documento
(Apocalipsis 1:1) como al final del mismo en (Apocalipsis
22:6) “Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y
el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha
enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto”.

152
Apocalipsis es una revelación singular porque habla de
Jesucristo como el sujeto de la revelación. Apocalipsis no
es la revelación de Juan sino de Jesucristo que habló a sus
siervos de Su Parousía en gloria. Jesucristo hizo visible
aquello que estaba oculto en Dios. El manifestó los
acontecimientos relacionados con Su venida. El vocablo
“pronto” no significa sucesos distantes a la generación de
aquellos siervos del Asia menor, sino que acontecerían
con una celeridad sorprendente. El “pronto” implica
inminencia y velocidad de ejecución cuando estos
acontecimientos comenzarían a suceder.

Apocalipsis 1:3 dice “Bienaventurado el que lee, y los que


oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en
ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Los siervos o
ángeles del Asia menor al recibir este documento oficial
de la revelación de Jesucristo y ser los bienaventurados
para leerlo, comenzarían a predicar “el tiempo está cerca”
“Maranatha” el Señor viene. Ya los santos en Filipos
conocían esta frase en Filipenses 4:5 “Vuestra gentileza
sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”.

La palabra “bienaventurado” es del griego makários que


significa bendecido. El que lee es el ángel (pastor) de cada
iglesia y los que oyen son los santos de cada iglesia del
Asia menor, la audiencia original del Apocalipsis, ¿Qué
debía hacer tanto el que leía y oía ese documento oficial?
Ambos debían guardar las cosas escritas en ese
documento revelado, ¿Por qué debían hacerlo? Porque el
tiempo estaba cerca. Esta frase “el tiempo está cerca”
indica que el lector del documento que es el ángel de
cada iglesia debía leerlo con urgencia y los oyentes que

153
eran los santos de las iglesias, debían oírlo con urgencia
debido a la inminencia.

¿Quiénes fueron los bienaventurados o bendecidos?


Fueron aquellos del Asia menor que leyeron, oyeron y
guardaron las cosas escritas de ese documento oficial de
Dios. La frase “el tiempo” del griego (ho kairos) se refiere
a una medida o limitación definida y concreta de tiempo.
El tiempo del fin está cerca indica el día en que Dios
intervendría judicialmente en los asuntos para poner fin a
las cosas viejas del primer cielo y de la primera tierra en
su sentido espiritual y establecer Su reino glorioso de paz
y de justicia en los hombres y para los hombres bajo un
cielo nuevo y tierra nueva “la nueva dimensión de Dios”.
Apocalipsis 1:7 dice “He aquí que viene con las nubes, y
todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”. El
he aquí viene (Idou, erchetai) corresponde a he aquí
vengo pronto (Idou, ercomai) de Apocalipsis 22:7. Esto es
la tónica del viene y vengo pronto. Ambas frases
indicaban para las iglesias del Asia menor una inminencia
en sus días. Esta inminencia ya era conocida por el apóstol
Pablo cuando dijo en 1 Corintios 16:22 ¡Maranatha! El
Señor viene. Y predicha por el Señor Jesús en Mateo
24:30 “lamentarán todas las tribus de la tierra”,
mostrando claramente que Apocalipsis 1:7 y Mateo 24:30
se refieren al mismo período y acontecimiento.

El apóstol Juan al escribir Apocalipsis 1:7 concatena este


pasaje con Daniel 7:13 donde el profeta “miraba…y he
aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de
hombre y también con Zacarías 12:10 donde el vidente
dice refiriéndose a los moradores de Jerusalén “y mirarán

154
a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo
unigénito. Afligiéndose por él como quién se aflige por el
primogénito”. El “he aquí” del griego (Idou) es una
partícula demostrativa que funciona como un
instrumento para llamar la atención al lector, al oyente
respecto a lo que se va a decir. La frase “el que viene”
(érchetai) indica a “el viene” este verbo es un presente
indicativo, voz media de érchomai y aunque está en
presente, tiene la función de presente profético. La frase
“con las nubes” indica la presencia misma de Dios. La
frase “y todo ojo le verá” que fue tomada de Zacarías
12:10-12 “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y
mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora
por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se
aflige por el primogénito”. Cuando el Señor Jesús vino la
primera vez en relación con el pecado (Romanos 8:3) los
moradores de Jerusalén lo vieron solamente unos pocos.
En su segunda venida sin relación con el pecado (Hebreos
9:28) todo ojo de los moradores de Jerusalén lo vieron.
¿Quiénes lo vieron? Sólo aquellos que le traspasaron, sólo
los moradores de Jerusalén porque el juicio ahí fue donde
llegó con mayor severidad.

El Señor Jesús en su segunda venida sin relación con el


pecado vino para aquellos que le traspasaron, esos fueron
los ojos que le vieron venir. Lo que se espera que ocurra
ya ocurrió. Lo que se espera que se vea ya se vio. La frase
“Y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él”
indica a la nación de Israel. Jesús usó de esa misma frase
en Mateo 24:30 que es traducida correctamente según su
significado primario proveniente del griego como tribu:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el

155
cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación
cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del
cielo”.

Jesús está diciendo aquí como en Apocalipsis, que cada


tribu de Israel haría lamentación por Él. La palabra
“lamentación” tiene como significados primarios los
verbos: Cortar, atacar ó golpear y abrumar o aquejarse.
Así que el contexto está a favor de “cortar”, ya que
indudablemente fue lo que le sucedió a los judíos por
faltar al pacto, ser ramera y crucificar al Mesías, serían
juzgados y literalmente cortados por Jesús en su Segunda
Venida por la multitud de sus pecados. El “Si, amén” es el
vocablo griego (nai) que es “si”. Y se usa para indicar
asentimiento o ratificación de algo con lo que se está
plenamente de acuerdo. Amén significa “lo apruebo en mi
mente y corazón”.

Apocalipsis 1:19 dice “Escribe las cosas que has visto, y las
que son, y las que han de ser después de estas”. Las cosas
que has visto tienen que ver con las cosas que contempló
del Cristo glorificado. Las cosas que son tienen que ver
con la edad presente en que estaban viviendo las siete
iglesias del Asia menor. Las cosas que han de suceder
pronto después de las cosas que Juan contempló y fueron
tienen que ver con el cumplimiento del día del Señor que
es Su Segunda Venida y con los juicios inminentes de la
gran tribulación o la semana setenta de Daniel.

Apocalipsis 3:10 dice “Por cuanto has guardado la palabra


de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para
probar a los que moran sobre la tierra”. El Cristo de la

156
gloria congratula a los santos de Filadelfia por haber sido
fieles en medio de las pruebas y dificultades. El sustantivo
paciencia (hypomoneis) significa “resistencia, aguante” y
describe a quien no claudica en medio de la prueba. La
hora de prueba que ha de venir indica la gran tribulación
de aquellos últimos días en la que está situada la iglesia
dentro de ese período sufriendo las persecuciones del
Anticristo de aquellos días. Esa hora de prueba es prueba
para los moradores de la tierra. La hora de la prueba se
refiere a la septuagésima semana de la profecía de Daniel
9:27 e indica la cercana aproximación de la época de
violenta persecución.

Apocalipsis 3:11 dice “He aquí, yo vengo pronto; retén lo


que tienes, para que ninguno tome tu corona”. La frase
“vengo pronto” se encuentra también en Apocalipsis 2:16
(22:7)(22:12)(22:20). El tiempo presente del verbo y el
adverbio tachy o pronto sugieren un evento de velocidad,
rápido e inesperado. Aquí se le insta a la iglesia a resistir
sólo hasta el vengo pronto. ¿Qué es la corona? Es lo que
ellos tenían. Pablo dice en 1 Tesalonicenses 2:19 “Porque
¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me
gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor
Jesucristo, en su venida? 20Vosotros sois nuestra gloria y
gozo”. En su venida los santos de Tesalónica eran la
corona de gloria de Pablo.

Apocalipsis 16:15 dice “He aquí, yo vengo como ladrón.


Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que
no ande desnudo, y vean su vergüenza”. El tiempo
presente “vengo” (érchomai) sugiere el carácter
inminente de la venida del Cristo glorificado. La frase
“vengo como ladrón” la usó Pedro en 2 Pedro 3:10 “el día

157
del Señor vendrá como ladrón”. Pablo en 1 Tesalonicenses
5:2 escribió “Porque vosotros sabéis perfectamente que
el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”. El
Señor Jesús en Mateo 24:42-44 inculcó a sus discípulos
vigilancia por medio de la parábola del “ladrón que viene
por la noche”. El momento y el suceso al que hacen
referencias estos pasajes citados están dentro de los
límites de la generación que en aquel entonces vivía o
existía.

Apocalipsis 21:5,6 dice “Y el que estaba sentado en el


trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me
dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y
verdaderas. 6Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la
Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida”. El vocablo
nuevo (kainá) es tanto algo nuevo en carácter como en
tiempo, porque indica algo hecho recientemente. Todo
fue hecho por la palabra de Dios. El da una orden y todo
es hecho nuevo. Cuando Juan vio el hecho está, dejó de
escribir y por eso, se le dijo “escribe; porque estas
palabras son fieles y verdaderas”. El hecho está es algo fiel
y verdadero. Hecho está (gégonan) es un verbo perfecto
indicativo que significa “todo ha sido ejecutado como
nuevo”. El “he aquí, yo hago nuevas todas las cosas y el
hecho está” indica un evento ejecutado rápidamente
hacia su cumplimiento. No hay ningún largo y extenso
período o intervalo entre esta profecía y su cumplimiento.
Apocalipsis 22:6,7,12,20 dice “Y me dijo: Estas palabras
son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus
de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus
siervos las cosas que deben suceder pronto. 7¡He aquí,
vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras

158
de la profecía de este libro. 12He aquí yo vengo pronto. El
que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo
en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. El “pronto” (en
táchei) indica inminencia y velocidad de ejecución. Estos
sucesos apocalípticos iban a suceder pronto o con
rapidez. El “vengo” (érchomai) en el V:7 es un presente
indicativo, una voz activa. El “he aquí” (Idou) es una
llamado de atención dado al lector de las iglesias del Asia
menor para indicar la importancia de lo que sigue. El
verbo (yo vengo) (érchomai) es un presente profético no
con función de futuro distante sino inminente. El
“ciertamente vengo en breve del V:20” (nái érchomai
tachy) denota la certeza de dicha venida y el tiempo en
que vendría “breve” sugiriendo la inminencia del
acontecimiento.

En conclusión: Apocalipsis debió cumplirse dentro de un


período breve y el documento oficial de esta revelación
ha hablado por sí mismo enseñándonos la limitación 70.
Filipenses 4:5 “Vuestra gentileza sea conocida de todos
los hombres. El Señor está cerca
1 Corintios 11:26 “Así, pues, todas las veces que comiereis
este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que él venga.
Santiago 5:8,9 “Tened también vosotros paciencia, y
afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se
acerca Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para
que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de
la puerta
1 Pedro 4:7 “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed,
pues, sobrios, y velad en oración
1 Juan 2:18 “Hijitos, ya es el último tiempo; y según
vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han

159
surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el
último tiempo.

Apocalipsis 1:3 “Bienaventurado el que lee, y los que oyen


las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella
escritas; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis 2:16 “Por tanto, arrepiéntete; pues si no,


vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de
mi boca

Apocalipsis 3:11 “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que


tienes, para que ninguno tome tu corona

Apocalipsis 22:7 “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado


el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

Apocalipsis 22:12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón


conmigo, para recompensar a cada uno según sea su
obra.

Apocalipsis 22.20 “El que da testimonio de estas cosas


dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor
Jesús.

Apocalipsis 22:10 “Y me dijo: No selles las palabras de la


profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.
Hebreos 10:25 “no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Hebreos 10:36-38 “porque os es necesaria la paciencia,


para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis

160
la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir
vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si
retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no
somos de los que retroceden para perdición, sino de los
que tienen fe para preservación del alma.

EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA PRONTO Y CERCA

La palabra “pronto” fue un indicador de tiempo


inminente, cercano, próximo y no a un tiempo de años y
años y hasta siglos distantes en que se les escribió a los
creyentes del primer siglo. Son los futuristas los que han
alargado y extendido ese “pronto” bíblico.

1 Corintios 4:19 “Pero iré pronto a vosotros, si el Señor


quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los
que andan envanecidos.
Filipenses 2:19 “Espero en el Señor Jesús enviaros pronto
a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al
saber de vuestro estado

Apocalipsis 2:16 “…arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto”


Apocalipsis 3:11 “…vengo pronto”
Apocalipsis 22:7 “He aquí, yo vengo pronto”
Apocalipsis 22:12 “He aquí, yo vengo pronto”
Apocalipsis 22.20 “Si, vengo pronto”
Apocalipsis 1:3 “El tiempo está cerca”
Apocalipsis 22:10 “El tiempo está cerca”

Ese PRONTO era para que tuviera cumplimiento dentro


del indicador de Mateo 24:34 “No pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca”.

161
Igual que sucedió con la palabra “pronto” sucedió con la
palabra “cerca”

Lucas 21:7 “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo


será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén
para suceder? 8Él entonces dijo: Mirad que no seáis
engañados; porque vendrán muchos en mi nombre,
diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no
vayáis en pos de ellos.
Mateo 26:18 “Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y
decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa
celebraré la pascua con mis discípulos.
Juan 7:2,3 “Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los
tabernáculos
Apocalipsis 1:3 “Bienaventurado el que lee, y los que oyen
las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella
escritas; porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 22:10 “Y me dijo: No selles las palabras de la
profecía de este libro, porque el tiempo está cerca
Santiago 5:7,8,9 “Por tanto, hermanos, tened paciencia
hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera
el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia
hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened
también vosotros paciencia, y afirmad vuestros
corazones; porque la venida del Señor se acerca.

ESPERARON EN SUS DÍAS AL SEÑOR JESUCRISTO

Todos los apóstoles e iglesias del primer siglo estuvieron


en sus días y antes de cerrarse aquella su generación al
Señor Jesucristo.

162
Hebreos 9:28 “así también Cristo fue ofrecido una sola
vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los
que le esperan.
Hebreos 10:36-38 “porque os es necesaria la paciencia,
para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis
la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir
vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si
retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no
somos de los que retroceden para perdición, sino de los
que tienen fe para preservación del alma.
2 Tesalonicenses 1:10 “cuando venga en aquel día para
ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los
que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido
creído entre vosotros)
1 Corintios 1:7 “de tal manera que nada os falta en
ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo
Filipenses 3:20,21 “Mas nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; 21el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de
la gloria suya, por el poder con el cual puede también
sujetar a sí mismo todas las cosas.
1 Corintios 7:29 “Pero esto digo, hermanos: que el tiempo
es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean
como si no la tuviesen
Filipenses 4:5 “Vuestra gentileza sea conocida de todos
los hombres. El Señor está cerca.
1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.

163
1 Corintios 5:5 “el tal sea entregado a Satanás para
destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo
en el día del Señor Jesús.

EL ENFOQUE CONTEMPORÁNEO DEL APOCALIPSIS

El propósito del Apocalipsis fue revelar a Cristo como


Señor a una iglesia sufriente. Por cuanto estaban siendo
perseguidos, los primeros cristianos podían sentirse
tentados a temer que el mundo se estaba descontrolando
- que Jesús, que había reclamado "toda autoridad... en el
cielo y en la tierra" (Mateo 28:18), en realidad no tenía
ningún control en absoluto. Los apóstoles a menudo
advertían contra este error de centrarse en el hombre,
recordándole al pueblo que Dios es soberano sobre toda
la historia (incluyendo nuestras tribulaciones
particulares). Esta fue la base de algunos de los más
hermosos pasajes de consuelo en el Nuevo Testamento
(por ej., Romanos 8: 28-39; 2 Corintios 1:3.7; 4: 7-15).

La principal preocupación de Juan al escribir el Libro de


Apocalipsis era esto mismo: fortalecer la comunidad
cristiana en la fe en el señorío de Cristo Jesús, hacerles
conscientes de que las persecuciones que sufrían estaban
totalmente incluidas en la gran guerra de aquella historia.
El Señor de la gloria había ascendido a su trono, y los
gobernantes impíos ahora resistían Su autoridad
persiguiendo a Sus hermanos. El sufrimiento de los
cristianos no era una señal de que Jesús había
abandonado este mundo al diablo; más bien, revelaba
que Él era Rey. Si el señorío de Jesús no hubiese tenido
ningún significado, los impíos no habrían tenido ninguna
razón en absoluto para afligir a los cristianos. Pero, en vez

164
de eso, perseguían a los seguidores de Jesús, mostrando
que se veían obligados a reconocer Su supremacía sobre
el gobierno de ellos. El Libro de Apocalipsis presenta a
Jesús cabalgando sobre un caballo blanco como "Rey de
Reyes y Señor de Señores" (19:16), combatiendo con las
naciones, juzgando y haciendo guerra en justicia. Los
cristianos perseguidos no estaban en absoluto
abandonados por Dios. En realidad, estaban en las líneas
del frente del conflicto de los tiempos, un conflicto en el
cual Jesucristo ya había ganado la batalla decisiva. Desde
su resurrección, toda la historia ha sido una operación de
"limpieza", en la cual las implicaciones de su obra están
siendo gradualmente implementadas a través del mundo.
Juan es realista: Las batallas no serán fáciles, ni saldrán
ilesos los cristianos. A menudo, la guerra será sangrienta,
y mucha de la sangre será nuestra. Pero Jesús es Rey,
Jesús es Señor, y (y como dice Lutero), "Él debe ganar la
batalla". El Hijo de Dios sale a la guerra, conquistando y a
conquistar, hasta que haya puesto a todos sus enemigos
bajo sus pies.

El tema del Apocalipsis era, pues, contemporáneo; esto


es, fue escrito a y para los cristianos que estaban vivos en
el tiempo en que el libro se entregó por primera vez. Nos
equivocamos al interpretarlo futurísticamente, como si su
mensaje estuviera destinado principalmente para un
tiempo 2000 años después de que Juan lo escribió. (Es
interesante - pero no sorprendente - que los que
interpretan el libro "futurísticamente" siempre parecen
enfocar sobre su propia época el tema de las profecías.
Convencidos de su propia importancia, son incapaces de
verse a sí mismos viviendo en ninguna otra época que no
sea el clímax de la historia). Por supuesto, los sucesos que

165
Juan predijo estaban "en el futuro" para Juan y sus
lectores; pero ocurrieron poco después de que los
escribió. Interpretar el libro de otra manera es
contradecir tanto el alcance de la obra como un todo,
como los pasajes en particular que indican el tema. Para
nosotros, la gran mayoría de Apocalipsis es historia: Ya
sucedió.

El mayor enemigo de la iglesia primitiva era el Israel


apóstata, que usaba el poder del Imperio Romano pagano
para tratar de erradicar el cristianismo, tal como había
usado a Roma para crucificar al mismo Señor. El mensaje
de Juan en Apocalipsis era que este gran obstáculo contra
la victoria de la iglesia sobre el mundo pronto sería
juzgado y destruido. Su mensaje era contemporáneo, no
futurista.

Algunos se quejarán de que esta interpretación convierte


a Apocalipsis en "irrelevante" para nuestra época. Una
idea más descabellada que ésta es difícil imaginarla. ¿Son
los libros de Romanos y Efesios "irrelevantes" sólo porque
fueron escritos para los creyentes en el siglo primero?
¿Deben ser descartados 1 Corintios y Gálatas porque
trataban los problemas del siglo primero? ¿No es toda la
Escritura útil para los creyentes de todas las épocas? (2
Timoteo 3:16.17)? En realidad, son los futuristas los que
han convertido en irrelevante al Apocalipsis - pues en la
hipótesis futurista ¡este libro ha sido inaplicable desde el
tiempo en que fue escrito hasta el siglo veinte! Sólo si
vemos al Apocalipsis en términos de su relevancia
contemporánea es el libro cualquier cosa menos letra
muerta. Desde el comienzo, Juan declaró que su libro
estaba destinado a "las siete iglesias que están en Asia"

166
(1:4), y debemos suponer que quería decir lo que estaba
diciendo. Es claro que esperaba que aún los símbolos más
difíciles de la profecía pudieran ser entendidos por sus
lectores del siglo primero (13:18). Ni una sola vez dio a
entender que su libro fue escrito teniendo en mente el
siglo veinte, y que los cristianos desperdiciarían su tiempo
tratando de descifrarlo hasta que la Biblia de Referencia
de Scofield se convirtiera en una novela mejor vendida. La
principal relevancia del Libro de Apocalipsis era para sus
lectores del siglo primero. Todavía es relevante para
nosotros en la actualidad, al entender su mensaje y
aplicar sus principios a nuestras vidas y a nuestra cultura.
Cristo Jesús todavía exige de nosotros lo que exigía de la
iglesia primitiva: absoluta fidelidad a Él.

La naturaleza contemporánea del Apocalipsis será


defendida a través de todo este comentario, pero
podemos considerar varias líneas de evidencia en este
punto. Primero, hay el tono general del libro, que se
ocupa de los mártires (véase, por ejemplo, 6:9; 7:14;
12:11). 87 El tema es claramente la situación presente de
las iglesias: El Apocalipsis fue escrito para una iglesia
sufriente, para consolar a los creyentes durante su
tiempo de prueba (que tuvo lugar, como hemos visto,
bajo Nerón, no bajo Domiciano). Son particularmente
apropiadas las observaciones de J. Stuart Russell sobre
este punto: "¿Era un libro enviado por un apóstol a las
iglesias de Asia Menor, con una bendición sobre sus
lectores, simplemente un galimatías ininteligible, un
enigma inexplicable para ellos? Difícilmente. Sin
embargo, si el libro estuviera destinado a revelar los
secretos de tiempos distantes, ¿no debería haber sido,
por necesidad, ininteligible para sus primeros lectores - y

167
no sólo ininteligible, sino también irrelevante e inútil? Si
hablara, como algunos querrían hacernos creer, de hunos
y godos y sarracenos, de emperadores medievales y de
papas, de la Reforma Protestante y la Revolución
Francesa, ¿qué posible interés o significado podría tener
para las iglesias cristianas de Éfeso, Esmirna, y Filadelfia, y
Laodicea? Especialmente cuando consideramos las
circunstancias reales de aquellos cristianos primitivos -
muchos de los cuales soportaban crueles sufrimientos y
penosas persecuciones, y todos los cuales esperaban
ansiosamente que se acercara la hora de la liberación que
ahora estaba a las puertas - ¿a qué propósito podría
haber respondido enviarles un documento que se les
instaba a leer y considerar, pero que, sin embargo, se
ocupaba de sucesos históricos tan distantes que estaban
más allá del alcance de sus simpatías, y tan oscuro que
aún en la actualidad los críticos más sagaces difícilmente
se ponen de acuerdo sobre un solo punto de él?

"¿Es concebible que un apóstol se burlara de los


cristianos sufrientes y perseguidos de su tiempo con
oscuras parábolas sobre épocas distantes? Si este libro
estuviera destinado realmente a ministrar fe y consuelo a
las mismas personas a las cuales se les envió,
incuestionablemente debería tratar de asuntos en los
cuales ellas estuvieran interesadas, práctica y
personalmente. ¿Y no sugiere esta misma consideración
la verdadera clave del Apocalipsis? ¿No debe por
necesidad referirse a cuestiones de historia
contemporánea? La única hipótesis sostenible y
razonable es la de que estaba destinado a ser entendido
por sus lectores originales; pero esto es tanto como decir
que debe ocuparse de los sucesos y las transacciones de

168
sus propias días, y éstos, comprendidos dentro de un
espacio de tiempo comparativamente corto".

Segundo, Juan escribe que el libro concierne a "las cosas


que deben suceder pronto" (1:1), y advierte que "el
tiempo está cerca" (1:3). Por si acaso lo pasamos por alto,
dice nuevamente, al final del libro, que "el Señor, el Dios
de los espíritus de los profetas, envió a su ángel para
mostrarles a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto" (22:6). Dado que una prueba importante de un
verdadero profeta es el hecho de que sus profecías se
cumplan (Deuteronomio 18:21-22), los lectores de Juan
del siglo primero tenían plena razón en esperar que este
libro tuviera una significación inmediata. Simplemente, a
las palabras pronto y cerca no se las puede hacer
significar nada que no sea lo que dicen. Algunos objetarán
esto basándose en 2 Pedro 3:8, en el sentido de que "un
día es para el Señor como mil años, y mil años como un
día". Pero el contexto allí es enteramente diferente:
Pedro está exhortando a sus lectores del siglo primero a
ser pacientes con respecto a las promesas de Dios,
asegurándoles que la fidelidad de Dios a su Santa Palabra
no se agotará ni disminuirá. El Libro de Apocalipsis es
sobre la destrucción de Israel y la victoria de Cristo sobre
sus enemigos en el establecimiento del templo del Nuevo
Pacto. Apocalipsis profetiza el juicio de Dios sobre el
Israel apóstata; y aunque sí señala brevemente a sucesos
más allá de lo que le concierne de manera inmediata,
esto se hace apenas como una "conclusión", para mostrar
que los impíos nunca podrán prevalecer contra el Reino
de Cristo. Pero el enfoque principal de Apocalipsis es
sobre sucesos que habrían de tener lugar pronto.

169
Tercero, Juan identifica ciertas situaciones como
contemporáneas: En (13:18), claramente estimula a sus
lectores contemporáneos a calcular el "número de la
Bestia" y descifrar su significado; en 17:10, uno de los
siete reyes está actualmente en el trono; y Juan nos dice
que la gran ramera "es [tiempo presente] la gran ciudad,
que reina [tiempo presente] sobre los reyes de la tierra"
(17:18). Nuevamente, el propósito era que el Apocalipsis
fuera entendido en términos de su significado
contemporáneo. Una interpretación futurista se opone
completamente a la manera en que Juan mismo
interpreta su propia profecía.

Cuarto, debemos notar cuidadosamente las palabras del


ángel en (22:10): "No selles las palabras de la profecía de
este libro, porque el tiempo está cerca". Nuevamente,
por supuesto, se nos dice explícitamente que la profecía
es de naturaleza contemporánea; pero hay más. La
declaración del ángel contrasta con la orden que Daniel
recibió al final de su propio libro: "Cierra las palabras y
sella el libro hasta el tiempo del fin" (Daniel 12:4). A
Daniel se le ordenó específicamente que sellara la
profecía, porque se refería al "fin", en el futuro distante.
Pero a Juan se le dice que no selle la profecía, porque el
tiempo del cual habla está cerca. Así pues, el enfoque del
Libro de Apocalipsis es sobre la situación contemporánea
de Juan y sus lectores del siglo primero. Se escribió para
mostrarles a aquellos primeros cristianos que Jesús es
Señor, "el soberano de los reyes de la tierra" (Apocalipsis
1:5). Muestra que Jesús es la clave de la historia mundial -
que nada puede ocurrir fuera de su voluntad soberana,
que Él será glorificado en todas las cosas, y que sus
enemigos morderán el polvo. Los cristianos de esos días

170
estaban tentados a transigir con el estatismo y las falsas
religiones de sus días, y necesitaban este mensaje sobre
el absoluto dominio de Cristo sobre todos, para que
pudieran ser fortalecidos en la guerra a la cual eran
llamados. Y también nosotros necesitamos este mensaje.
También nosotros estamos sujetos diariamente a las
amenazas y seducciones de los enemigos de Cristo.
También a nosotros se nos pide - hasta por parte de otros
cristianos - que transijamos con las modernas Bestias y
Rameras para salvarnos (o salvar nuestros empleos o las
exenciones sobre nuestras propiedades o impuestos). Y
también nosotros nos enfrentamos a una elección:
rendirnos a Jesús o rendirnos a Satanás. El Apocalipsis
habla poderosamente hoy día, y su mensaje para
nosotros es el mismo que para la iglesia primitiva: que
"no hay una sola pulgada cuadrada de terreno en el cielo
o en la tierra en la cual haya paz entre Cristo y Satanás";
que nuestro Señor exige sometimiento universal a su ley;
y que Él ha predestinado a su pueblo a la conquista
victoriosa.

BOSQUEJO DEL EPOCALIPSIS

I. Preámbulo: La visión de Juan del Hijo del Hombre (1:1-


20)

II. Prólogo Histórico: Cartas a las Siete Iglesias (2:1-3:22)


A. Éfeso (2:1-7)
B. Esmirna (2:8-11)
C. Pérgamo (2:12-17)
D. Tiatira (2:18-29)
E. Sardis (3:1-6)

171
F. Filadelfia (3:7-13)
G. Laodicea (3:14-22)

III. Estipulaciones: Los Siete Sellos (4:1-7:17)


A. El Trono (4:1-11)
B. El Libro Sellado (5: 1-5)
C. El Cordero Como Inmolado (5:6-14)
D. Los Primeros Cuatro Sellos: Jinetes (6:1-8)
E. El Quinto Sello: Mártires (6:9-11)
F. El Sexto Sello: La De-Creación (6:12-17)
G. Los 144.000 Sellados (7:1-8)
H. La Grande Muchedumbre (7:9-17)

IV. Sanciones: Las Siete Trompetas (8:1-14:20)


A. El Séptimo Sello: El Altar de Incienso (8:-1-5)
B. Las Primeras Cuatro Trompetas (8:6-13)
C. La Quinta Trompeta: Langostas del Abismo (9:1-12)
D. La Sexta Trompeta: El Ejército de 200 Millones
(9:13-21)
E. El Ángel del Juramento (10:1-7)
F. El Librito (10:8-11)
G. Los Dos Testigos (11:1-14)
H. La Séptima Trompeta: Viene el Reino (11:15-19)
I. La Mujer, la Simiente, y el Dragón (12:1-6
J. Miguel y el Dragón (12:7-12)
K. La Huída de la Mujer (12:13-17)
L. La Bestia Que Sube del Mar (13:1-10)
M. La Bestia Que Sube de la Tierra (13:11-18)
N. El Cordero y los 144.000 Sobre el Monte de Sión
(14:1-5)
O. El Evangelio y las Copas Envenenadas (14:6-13)
P. La Siega y la Vendimia de la Tierra (14:14-20)

172
V. A. El Cántico de Victoria (15:1-4)
B. Se Abre el Tabernáculo (15:5-8)
C. Las Primeras Cuatro Copas: La Creación Se Venga
(16:1-9)
D. Las Últimas Cuatro Copas: ¡Consumado Es! (16:10-
21)
E. Babilonia: La Gran Ramera (17:1-5)
F. Babilonia: El Misterio Explicado (17:6-18)
G. ¡Ha Caído Babilonia! (18:1-8)
H. Reacciones a la Caída de Babilonia (18:9-20)
I. Babilonia Es Derribada (18:20-24)
J. La Cena de las Bodas del Cordero (19:1-10)
K. El Jinete del Caballo Blanco (19:11-16)
L. El Festín de las Aves (19:17-18)
M. La Destrucción de las Bestias (19:19-21)
N. Satanás Atado (20:1-3)
O. La Primera Resurrección y la Última Batalla (20:4-10)
P. El Juicio Final (20:11-15)
Q. La Nueva Creación (21:1-8)
R. La Nueva Jerusalén (21:9-27)
S. El Río de Vida (22:1-5)
T. ¡Ven, Señor Jesús! (22:6-21)

FECHAS MENTIROSAS Y FALSAS ESPERANZAS DESPUÉS


DEL 70 d.C.

Leemos en Zacarías 10:2 "Porque los terafines han dado


vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han
hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual
el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene
pastor."

173
Antes del año 70 d.C. El Señor Jesús dijo en Mateo 16:28
dice: “De cierto os digo que hay algunos de los que están
aquí, (sus discípulos) que no gustarán la muerte, hasta
que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”.
Y en Mateo 24:34 aseguró “De cierto os digo, que no
pasará esta generación (año 30 al 70 d.C.) hasta que todo
esto acontezca.
Año 90 d.C.: Clemente I predice que el fin del mundo
ocurrirá en cualquier momento.
Siglo II d.C : El movimiento cristiano llamado Montanism
(o Montanismo), creían que estaban viviendo los últimos
días y que el fin del mundo estaba cerca.
365 d.C.: San Hilario de Poitiers predijo que el fin del
mundo ocurriría ese año.
380 d.C. : La secta cristiana de los Donatistas, del norte de
África, predijo que el fin del mundo ocurriría ese año.
375 – 400 d.C. : San Martín de Tours, estudiante de
Hilario, creía que el mundo se acabaría en cualquier
momento antes del año 400 d.C.
500 d.C.: El teólogo romano Sextus Julius Africanus,
predijo que la Segunda Venida de Cristo seria ese año.
590- 604 d.C.: El papa Gregorio I dijo en una carta escrita
a un monarca, que “el fin del mundo estaba cerca”.
800 d.C.: El teólogo Beatus de Liébana predijo que el fin
del mundo ocurriría ese año.
847 o 848 d.C. : La profetisa cristiana Thiota predijo el fin
del mundo para ese año.
999 – 1000 d.C. : En toda Europa se creía que este día, un
milenio después del nacimiento de Cristo, sería la fecha
del Juicio Final y la Segunda Venida de Cristo, y se
describieron muchas fechas en ese año en el cual
ocurrirían los eventos.

174
1033 d.C. : Cuando las autoridades cristianas vieron que
el mundo no se acabó en el año 1000 un milenio después
del nacimiento de Jesús, dijeron que en realidad el
Apocalipsis sería en el año 1033, un milenio después de la
muerte de Jesús.
1186 d.C. : Juan de Toledo predijo que este año sería el
fin del mundo, debido a la alineación de los planetas.
1260 d.C. : El teólogo místico Joaquín de Fiore predijo el
fin del mundo para este año.
1284 d.C. : El papa Inocencio III predijo el fin del mundo
ese año, que el que se cumplían 666 años de la fundación
del Islam.
1290 d.C. : Cuando la predicción de Joaquín de Fiore no
se cumplió, los seguidores de su orden aplazaron la fecha
para 30 años después del año 1260.
1300- 1340 d.C. : El obispo Petrus Olivi predijo en 1297
que el Anticristo aparecería entre esos años.
1306 d.C. : en 1147 Gerard de Poehlde decidió que el
milenio de Cristo realmente comenzó cuando el
emperador Constantino I llegó al poder. Así predijo que el
mundo acabaría un milenio después.
1335 d.C. : Los seguidores de la orden de Joaquín
volvieron a aplazar la fecha del fin del mundo para este
año.
1346 d.C. : La Peste Negra que azotó Europa fue
interpretada como el preludio del Apocalipsis o el
mismismo fin del mundo.
1366 d.C. : Jean de Roquetaillade, un ascético francés,
predijo que el Anticristo vendría ese año y el fin del
mundo lo seguiría unos años después.
1367 d.C. : Czech Archdeacon Militz de Kromeriz afirmaba
que el Anticristo estaba vivo y se mostraría no después
del año 1387, trayendo el fin del mundo con él.

175
1378 d.C. : Los seguidores de la orden de Joaquín
nuevamente aplazaron la fecha del fin del mundo a este
año.
1420 d.C. : Martinek Hauska, cerca de Praga, lidero a un
grupo de curas para anunciar al Segunda Venida de
Cristo. Le advirtieron a todos huir a las montañas porque
entre el 1 y 14 de Febrero, de 1420, Dios destruiría toda
ciudad con su Fuego Sagrado.
1496 d.C.: Varios profetas del siglo XV predicen el fin del
mundo para este año.
1524 d.C.: Muchos astrólogos predijeron un inminente fin
del mundo en este año, que trajo muchas expectativas,
sobre una gran inundación, la cual se marcó en diferentes
fechas a través de todo el año. Hizo que en Londres
20.000 personas abandonaran sus casas y se refugiaran
por 2 meses.
1532 d.C. : El obispo Frederick Nausea predijo que el
mundo se acabaría ese año, después de escuchar el
reporte de una niña de 8 años que creyó ver unas cruces
sangrientas en el cielo junto con un cometa.
1533 d.C. : El profeta anabaptista Melchior Hoffman
predijo el fin del mundo para este año. También predijo
que cuando Jesús regresara lo haría en Strasbourg,
Alemania, y salvaría 144.000 personas
1533 d.C. : El matemático Michael Stifel, un devoto
cristiano, calculó que el Día del Juicio comenzaría a las 8
am, del 19 de Octubre del año 1533.
1537 d.C. : El astrólogo francés Pierre Turrel, devoto
cristiano, para evitar la vergüenza de los seguidores de la
orden de Joaquín, da cuatro fechas para el fin del mundo:
1537, 1544, 1801, 1814.
1555 d.C. : El teólogo francés Pierre d'Ailly, predice el fin
del mundo para esta fecha.

176
1583 d.C. : Varios astrólogos y clérigos citan la conjunción
de Saturno y Júpiter como una señal de la Segunda
Venida de Cristo, que ocurriría al mediodía del 28 de Abril
de 1583
1603 d.C. : El monje Dominico Tomasso Campanella
predijo que el Sol colisionaría con la Tierra este año.
1624 d.C. : Muchos de los astrólogos que predijeron
fallidamente una inundación de 1524 volvieron a ajustar
la fecha y con el argumento de haberse equivocado por
100 años la predijeron para este año.
1648 d.C. : El rabino Sabbatai Zevi, de Smyrna, Turquía,
predijo que el Mesías vendría ese año, luego postergo la
fecha al 1666 y dijo que él era el Mesías. Zevi terminó
preso y convertido por obligación al Islam.
1656 d.C. : Según Cristóbal Colón y su “Libro de las
Profecías”, el mundo se acabaría en esta fecha. También
predijo una cruzada que convertiría al mundo entero al
Cristianismo.
1666 d.C. : Durante un tiempo de conflicto, el clero inglés
anunció que ese año sería el fin del mundo, algo que se
creyó cierto con el gran incendio de Londres.
1688 d.C. : John Napier, el matemático que inventó los
logaritmos, aplicó sus matemáticas al libro del Apocalipsis
de la Biblia y predijo el fin del mundo para ese año.
1694 d.C. : El rector anglicano John Mason y el teólogo
alemán Johann Alsted, predijeron el fin del mundo para
ese año. Otro profeta alemán, Johann Jacob Zimmerman,
predijo que Jesús aparecería en América y mandó a una
expedición de cristianos a cruzar el Atlántico y
encontrarse con su salvador. Zimmerman murió antes de
llegar y sus seguidores llegaron a Norteamérica y
esperaron en vano la presencia de Jesús.

177
1700 d.C.: Juan Napier en 1593, Henry Archer en 1642,
John Canne en 1660, Thomas Goodwin en 1680, y William
Sherwin en 1687, todos ellos creían que el Fin vendría en
el año 1700 y no vino (fecha mentirosa). Eran conocidos
pastores y predicadores de sus tiempos.
1701 d.C.: Georg Nigrinus calculó que la derrota del
Anticristo ocurriría en 1701. John Tillinghast pensaba que
el reino milenial de Cristo empezaría el mismo año.
1702 d.C.: Cotton Mather, unos de los más famosos
cristianos de los EUA pensaba que el Milenio empezaría
en 1702. Johann Friedrich Mayer escribió que los últimos
tiempos habían empezado.
1705 d.C.: Jacques Philipot, escribió en 1685 que el reino
de la Bestia terminaría en 1705.
1707 d.C.: Una secta llamada Los Filadelfianos anunció
que el fin había comenzado.
1709 d.C.: Mather cambió sus cifras por 1709.
1710 d.C.: Cambia Mather otra vez la fecha del Milenio.
1712 d.C.: William Whiston predijo la apariencia en el
cielo de un cometa que destruiría la tierra en el mismo
año.
1714 d.C.: Pierre Jurieu profetizó la caída del Papa de
Roma para el mismo año.
1715 d.C.: Theodore Crinsoz de Bionens dijo que el Rey de
Francia era el Anticristo.
1716 d.C.: Joseph Mede calculó el fin de la Iglesia Católica
para el mismo año.
1717 d.C.: Sir Isaac Newton creía que este era el último
año para el mundo.
1719 d.C.: Jacques Bernoulli, un matemático suizo,
predijo la destrucción del mundo por una cometa en este
mismo año.

178
1721 d.C.: Un ruso, Grigorii Talitskii dijo que Pedro el
Grande era el Anticristo.
1727 d.C.: Mucha gente creía que el terremoto ocurrido
en ese año era una señal del pronto fin del mundo.
1728 d.C.: Johann Honrad Beissel dijo que la Iglesia
Católica iba a ser destruida pronto.
1729 d.C.: Michael Wholfareth dijo que las señales del fin
estaban ocurriendo en ese mismo año.
1730 d.C.: Una mujer de Alemania dijo que la Segunda
Venida de Cristo ocurriría antes de terminar ese año.
1734 d.C.: Nicolás Cusa calculó que el mundo dejaría de
ser en ese año.
1736 d.C. : El 16 de Octubre, Londres fue nuevamente el
lugar donde comenzaría el fin del mundo, según el
teólogo y matemático William Whiston.
1761 d.C. : Cuando el fanático religioso y soldado William
Bell vio que 28 días habían pasado entre el terremoto del
8 de febrero y el terremoto del 8 de marzo, creyó que el
fin del mundo ocurriría 28 días después, el 5 de Abril. El 6
de Abril fue encerrado en un manicomio en Londres, por
las personas que le creyeron.
1792 d.C. : Charles Wesley, uno de los creadores del
Metodismo, profetizó el fin del mundo para ese año y
nada.
1820 d.C. : En Inglaterra, Edward Irving predijo la
inminente Segunda Venida de Cristo.
1832 d.C. : El fundador del Mormonismo, Joseph Smith
profetizó bajo “revelación divina” el encuentro de los
santos y la venida del Nuevo Jerusalén. También dijo que
en una revelación una voz le habló y le dijo que “vería a la
cara de Jesús en su regreso, cuando cumpliera 85 años”,
es decir para el año 1890..... para entonces Joseph Smith
llevaba muerto medio siglo.

179
1833 d. C. : Joseph Smith dijo: “Pestilencia, granizo,
hambruna y terremotos limpiaran el mal de esta
generación de la faz de la tierra (EEUU), para abrir y
preparar el camino para el retorno de las tribus perdidas
de Israel de los países del norte... hay quienes están
viviendo en la tierra cuyos ojos no se cerraran hasta que
vean todas estas cosas de las que he hablado cumplidas”.
1844 d.C. : William o Guillermo Miller, un estudioso de la
Biblia, concluyó con que la Segunda Venida de Cristo
ocurriría entre el 21 de Marzo de 1843 y 21 de Marzo de
1844. Cuando las fechas fallaron su movimiento religioso
se separó y dieron lugar a otros falsos movimientos de
escatología futurista como los Adventistas del Séptimo
Día y los Testigos de Jehová..... quienes todavía esperan
en vano la Segunda Venida de Cristo.
1850 d.C. : Ellen G. White, fundadora del movimiento
Adventista del Séptimo Día, predijo el 27 de Junio de
1850 que el fin del mundo estaba ya a pocos meses,
escribió: “Mi ángel compañero me dijo, ‘El tiempo ya casi
se acaba. Prepárate, prepárate, prepárate’…el tiempo
ahora ya casi se acaba…y lo que hemos estado
aprendiendo en años, ellos lo tendrán que aprender en
pocos meses.”
1856 d.C. o después: En su última predicción, Ellen White
dijo que se le mostró en una vista el destino de los
creyentes que atendieron la conferencia de los ASD en
1856. Profetizó que algunos de los asistentes morirían de
enfermedades comunes; otros morirían de las plagas de
los últimos días, otros quedarían vivos cuando Jesús
venga. Para 1900 todos quienes asistieron a la
Conferencia habían muerto.
1874 d.C. : Charles Taze Russell fundador del movimiento
que se convirtió en Testigos de Jehová, profetizó el fin del

180
mundo para esa fecha, después dijo que el fin sería en
1914. Sus seguidores siguieron aplazando la fecha al
1925, 1936, 1953, 1973....
1881 d.C. : Aquellos que leían los pasajes en la Gran
Pirámide de Giza (tumba de Keops) creían que el mundo
se acabaría en 1881. Un mejor estudio y mucha
imaginación dieron otra fecha, 1936. Otros estudiosos
dijeron que la verdadera fecha del fin del mundo era
1953...
1900 d.C. : El sacerdote parisino Pierre Lacheze en sus
trabajos Apocalípticos, predijo la restauración de
Jerusalén para el año 1892 y el fin del mundo para el
1900.
1901 d.C. : En 1889 Michael Baxter, editor del London
Christian Herald, anuncia en su libro llamado “El Fin de
Ésta Era” que el año 189 seria testigo del Éxtasis de
144.000 devotos Cristianos, y que el fin del mundo
ocurriría en 1901.
1919 d.C. : El Meteorólogo Albert Porta predijo que la
alineación de 6 planetas crearía una fuerza que haría
explotar el Sol y destruiría la Tierra.
1910 d.C. : En Pittsburg, un clérigo anuncia que la llegada
del Cometa Haley será heraldo del Armagedon y de la
Segunda Venida de Cristo.
1936 d.C. : Herbert Armstrong, fundador de la Iglesia de
Dios Universal, predijo el Armagedon, el enfrentamiento
de Cristo con el Profeta Falso relacionándolo con Hitler.
Postergo la fecha a lo largo de toda la Segunda Guerra
Mundial. Incluso hasta 1975.
1940 d.C. : William Marrion Branham, un pentecostal
fundador del movimiento del tabernáculo se declara
como un profeta de Dios del fin del tiempo y urge a todos
los Cristianos a arrepentirse antes de retorno del su

181
Señor. De Branham salió el de la carpa William Soto
Santiago declarando el ángel de las iglesias con su falso
futurismo en asuntos de escatología.
1948 d.C. : En este año el estado de Israel fue fundado.
Algunos creyeron que este evento marcaba la Segunda
Venida de Cristo.
1973 d.C. : David Berg, fundador del movimiento cristiano
Niños de Dios, predijo que en meteorito chocaría la
Tierra, a mediados de los 70’s y destruiría toda la vida en
Estados Unidos.
1980 d.C. : El líder religioso Leland Jensen predijo que un
desastre nuclear tendría lugar en 1980, que seria seguido
por dos décadas de conflictos terminando con el
establecimiento del Reino de Dios en la tierra.
1980 d.C. : El psíquico Jeanne Dixon predijo un
holocausto mundial para 1980 y el levantamiento de un
poderoso nuevo líder mundial, nacido en Oriente Medio
en 1962.
1984 d.C. : Rajneesh Chandra Mohan Jain místico y líder
espiritual hindú, predijo el fin del mundo, incluyendo
desastres naturales causados por el hombre, las
inundaciones más grandes desde Noe, terremotos
extremos, erupciones volcánicas muy destructivas,
guerras nucleares, etc. Ocurriría entre 1984 y 1999.
1986 d.C. : Nuevamente David Berg (también conocido
como Moses David) y los Niños de Dios predijeron que el
Armagedón ocurriría en 1986. Que Rusia derrotaría a
Israel y los Estados Unidos y se establecería una dictadura
comunista en todo el mundo. También predijeron el
retorno de Cristo en 1993.
1990 d.C. : Peter Ruckman concluyo de su estudio de la
Biblia que el mundo llegaría a su fin cerca de 1990.
1994 d.C. : Harlod Camping, un radio evangelista, escribió

182
en un libro: “si mi estudio es preciso, y creo con todo mi
corazón que lo es, no habrá extensión de tiempo. No
habrá tiempo para segundas especulaciones. Cuando
llegue el 6 de Septiembre de 1994, nadie será salvado, en
fin ha llegado”.
1996 d.C. : El arzobispo anglicano James Ussher y otros
cristianos del siglo XVII, predijeron que según el día del la
creación de Adán, el mundo llegaría a su fin 6000 años
después, en 1996.
1998 d.C. : El psíquico Edgar Cayse predijo que en ese año
se encontrarían, en una cámara secreta, unos
documentos revelando la historia de la Atlántida y que
esto produciría la Segunda Venida de Cristo.
1999 d.C. : Hon-Ming Chen fundador de la Iglesia de la
Salvación de Dios, y sus seguidores, predijeron una guerra
nuclear que destruiría partes de la tierra para 1999.
También habían identificado a un niño de 9 años que
predijeron seria la reencarnación de Jesús.
1999 d.C : Orville T. Gordon, líder de un grupo llamado
“Fuerzas Dimensionales de Exterior”, predijo que ese año
OVNIs vinieran a la tierra, se llevarían a su grupo y
destruirían EEUU.
1999 d.C. : El profeta Nostradamus escribió sobre este
año: “El año 1999, séptimo mes, vendrá del cielo un gran
Rey de espanto. Resucitar al gran Rey de Angolmois,
antes, después, Marte reinará por buen dicha”.
2000 d.C. : Michael Drosnin, autor del libro “El Código de
la Biblia”, encontró un mensaje secreto en el Pentateuco
(los primeros 5 libros de la Biblia) que predecían que una
Tercera Guerra Mundial, incluyendo un holocausto
nuclear, comenzaría en 2000.
2000 d.C. : Hal Lindsey, en su libro “The Late Great
Plantet Earth” predice el Armagedón en el año 2000 y la

183
Segunda Venida de Cristo para el 2007. Ya había predicho
lo mismo para 1988.
2000 d.C. : Según algunos numerólogos, si se dividía el
número 2000 por 3, se obtenía 666.6666..... en número
de la bestia, lo que indicaba que el Anticristo llegaría en
ese año.
2001 d.C. : Charles Spiegel, un profesor de psicología
retirado, predijo que ese año emergería la Atlántida del
Caribe y poco tiempo después 1000 extraterrestres de
“Myton” en 33 naves espaciales aterrizarían y traerían
conocimiento a la humanidad.
2006 d.C. : Más recientemente, algunos creían que el
6/6/06 marcaba el número del a bestia, y que nacería el
Anticristo o se acabaría el mundo.
2007 d.C. : Y hay muchas más hacia el futuro de los días,
meses, años y aun siglos...prediciendo falsedades y
creando expectativas que no se cumplen. Todas estas
personas en asuntos de escatología están y los anteriores
estaban totalmente equivocadas. La lista sigue y sigue, y
en nuestros días los Futuristas todavía hacen cálculos y
profecías de la pronta Venida de Cristo, ¡pero nada!. Ellos
están esperando lo que ya vino en el año 70 d.C. Por eso,
mantienen al pueblo en incertidumbre total. Mi pueblo
fue destruido porque le faltó conocimiento. Pensar que
algunos ingenuos todavía esperan y siguen poniéndole
fechas al Apocalipsis, la Segunda Venida de Cristo, el fin
del mundo.
2012 d.C. : Según el calendario Maya para el 2012....todo
se habrá acabado en este mundo...Se ve que el hombre
moderno no han aprendido nada de historia.

Años subsiguientes: Más y más día a día, año tras año, de


generación en generación, por cada Tsunami, terremoto,

184
movimiento espacial, oceánico que acontezca lo
relacionarán con la “II venida de Cristo” por secula
seculurum. El no va a venir porque ya vino. Nos
encontramos en fe consumada no fe en esperas
interminables. ¿Qué Dios ha de esperarse si ya se tiene?

EL PREDOMINIO DEL NÚMERO SIETE

El número siete predomina casi a través del Apocalipsis:


a. Siete iglesias (Apocalipsis 1-2-3)
b. Siete sellos (Apocalipsis 4-5-6-7)
c. Siete trompetas (Apocalipsis 8-9-10-11)
d. Siete copas (Apocalipsis 15-16)
También predominan tres visiones:
1. La visión de la mujer vestida de sol (Apocalipsis 12-13-
14)
2. La visión de la gran ramera Apocalipsis 17-18-19-20)
3. La visión de la esposa (Apocalipsis 21-22)
En toda esta estructura interna, observamos semejanzas,
contrapartes, y aspectos diferentes del mismo gran
acontecimiento. Pero los sucesos predichos en Apocalipsis
son ciertos y cercanos.

El número siete (7) entre los judíos era el número de la


dignidad, de la totalidad, de la perfección, lo completo o
la excelencia. Por eso, vemos en Apocalipsis: Siete iglesias,
siete sellos, siete trompetas, siete copas, siete espíritus,
siete montes, siete reyes, siete ojos, siete estrellas. El
siete más literal es el de las siete iglesias, pero existe un
simbolismo subyacente en los otros sietes.

Entonces, el número 7 es el número del complemente de


Dios ya que revela una consumación. Por ejemplo: Vemos

185
designado el número 7 a los 7 días de la creación porque
hay una consumación en ello (Génesis 1:3 – 2:3). El
número 7 fue designado para el mover de Dios en la tierra
para conclusiones específicas. Por lo tanto, el fin de las 7
iglesias fue la consumación del mover de Dios en el
primer siglo.

Juan escribió 7 epístolas cuyo contenido era un sólo


Apocalipsis o revelación a 7 iglesias que fueron los 7
candeleros que Dios tuvo a finales del año 70 d.C. Cuando
vino el juicio de la gran tribulación, la gran calamidad, el
día de la ira, sobre el templo, la nación incrédula de Israel
y la ciudad de Jerusalén.

TEMA CENTRAL DEL EPOCALIPSIS

El tema central del Apocalipsis fue el “todo ojo le verá” en


juicio (Apocalipsis 1:7). Esta es le tesis de este documento
oficial de Dios. Es el primer pronunciamiento profético del
libro y también el último, pues, Apocalipsis 22:20 dice
“ciertamente vengo en breve. Amén, sí, ven, Señor Jesús”.
El todo ojo le verá y el vengo en breve son el eco de la
predicción del Señor Jesús en Mateo 24:30 “Entonces
aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán
al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con
poder y gran gloria”.

El tiempo de su cumplimiento se acercaba en los días de


Juan, porque la posición del vidente era en el “día del
Señor”. Sería dentro de los límites de la generación de
Juan que el Señor volvería. Jesús lo predijo

186
aproximadamente por el año 30 d.C. y su cumplimiento
fue antes del año 70 d.C. (año 67 d.C.). Tanto en el
Apocalipsis como en el evangelio de Mateo “Todas las
tribus de la tierra (pasai ai fulai thz ghz) referidas a las
familias de la tierra de Israel (Zacarías 12:12) verían
viniendo a Jesús en las nubes o en el mismo acto de su
presencia.

LA REVELACIÓN DE LAS COSAS QUE LE SUCEDERIAN


PRONTO A LAS 7 IGLESIAS

Es la revelación de Jesucristo, no es un simplemente


programa profético.
En el capítulo 1, El Cristo glorificado es el Sacerdote-Rey
resucitado.
En los capítulos 2–3 examina a las iglesias.
En los capítulos 4–5 recibe adoración y alabanza y el título
de propiedad de la creación.
En los capítulos 6–19 juzga al mundo y vuelve en gloria.
En los capítulos 20–22 reina en gloria y poder.

La palabra «Apocalipsis» literalmente significa «descorrer


el velo». A Daniel se le dijo que sellara su libro (Daniel
12.4), pero a Juan, «no selles» (Apocalipsis 22:10).
Apocalipsis es el velo del Cristo glorificado que se
descorre de manera ordenada y razonable y de su victoria
final sobre el pecado y el sistema mundial.

Por todo el libro vemos los sufrimientos de los seguidores


del Cordero y la compasión del cielo por esos seguidores.
Juan está en el exilio (Apocalipsis 1:9); Antipas es
martirizado (Apocalipsis 2:13); la iglesia de Esmirna

187
enfrentará prisión (Apocalipsis 2:10); las almas debajo del
altar claman por el juicio vengador de Dios (Apocalipsis
6:9, 10); la hora del juicio ha llegado (Apocalipsis 3:10); la
gran ramera ha bebido la sangre de los santos (Apocalipsis
17:6)( Apocalipsis 18:24)( Apocalipsis 19:2). Sin embargo,
Dios juzga a ese mundo y salva a Su pueblo.

LA FINALIDAD DE EPOCALIPSIS 70

Que la consumación del nuevo pacto de la gracia que ha


dado por viejo al primer pacto es total y no ha quedado
nada inconcluso para que hoy lo podamos disfrutar
(Hebreos 8:13), porque fue sellado con la sangre del
pacto eterno

Que Cristo por cuanto el Padre le sujetó debajo de sus


pies a él todas las cosas (incluyendo al postrer enemigo
que fue la muerte), y él mismo al entrar en el Santuario
en el cielo mismo, se sujetó al Padre y le dio testimonio
de la misión que hizo en la cruz del Calvario, para que
Dios sea todo en todos (1 Corintios 15:26,27,28)(Hebreos
9:24).

Que para conocernos como fuimos siempre conocidos por


Dios desde antes de la fundación del mundo donde todo
fue decreto por el puro afecto de su voluntad como el
Varón Perfecto, fue necesario que viniera lo perfecto, para
que lo que era en parte se acabará (1 Corintios
13:12)(Efesios 4:13) y ya dejemos de pensar, juzgar, hablar
como niños para llegar a ser hombres maduros en
entender los propósitos eternos de Dios (1 Corintios
13:11) y que ese perfecto que nunca deja de ser es el
amor incondicional de Dios (1 Corintios 3:8).

188
Que si el nuevo testamento a la muerte del testador no
revelara el cumplimiento de la segunda venida de Cristo
en juicio para la nación de Israel y en gloria para su
remante que fue la iglesia del primer siglo, entonces,
nunca jamás hubiéramos conocido la explicación de un
cielo nuevo y una tierra nueva; de una santa ciudad; de
una nueva Jerusalén; del único y eterno tabernáculo de
Dios con los hombres, a quienes Dios ya en Cristo había
reconciliado consigo mismo, y nunca hubiéramos
conocido nuevas todas las cosas, (Hebreos
9:16,17)(Apocalipsis 21:1,2,3,5) y Jamás se hubiera escrito
Hecho está (Apocalipsis 21:6).

El único propósito es disfrutar lo cumplido y que cada uno


se convierta en un instructor de los cumplimientos totales
de Dios y en un instrumento útil del amor incondicional,
amor que no hace daño al prójimo; amor que se goza de
la verdad; amor que nunca deja de ser.

SOBRE LA PRIMERA VENIDA DE CRISTO

Zacarías 3:9 “Porque he aquí aquella piedra que puse


delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos;
he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los
ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.

Hebreos 9:26 “De otra manera le hubiera sido necesario


padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero
ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una
vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar
de en medio el pecado”

189
Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Juan 1:29,36 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a
él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo:
He aquí el Cordero de Dios.

Gálatas 4:4,5 “Pero cuando vino el cumplimiento del


tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la
ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Romanos 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por


cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne

1 Pedro 2:24 “quien llevó él mismo nuestros pecados en


su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados.

Hebreos 2:14 “Así que, por cuanto los hijos participaron


de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de
la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a
servidumbre

Hebreos 9:26 “De otra manera le hubiera sido necesario


padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero

190
ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una
vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar
de en medio el pecado”

Hebreos 9:28 “así también Cristo fue ofrecido una sola


vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los
que le esperan.

INTRODUCCIÓN AL EPOCALIPSIS 70 D.C.

UN COMENTARIO EXPLICATIVO Y EXEGÉTICO VERSO


POR VERSO

INTRODUCCIÓN

Todo en el libro ocurrió en el primer siglo antes del año 70


d.C. por eso lo denomino “Epocalipsis 70”, Cuando
vinieron las poderosas legiones romanas y destruyeron el
templo y la ciudad de Jerusalén en el año 70 d.C. (Lucas
21:20-38). Epocalipsis fue la única época del
cumplimiento verdadero del libro de Apocalipsis, fue el
misterio de Dios consumado. Juan cuando escribió sobre
guerras en este libro, se estaba refiriendo a la guerra
abierta del imperio romano en contra del judaísmo y del
cristianismo. Juan siendo un coparticipe en la tribulación
con los hermanos de las 7 iglesias del Asia menor, les
escribe antes de la caída de la gran ramera que fue
Jerusalén para consolar a los seguidores del Cordero y
animarlos en su tiempo de persecución.

El libro tuvo un valor especial para quienes soportaron en


su generación la persecución del imperio romano al

191
comando de sus últimos emperadores de la dinastía
Jualiana (Nerón, Vespasiano y Tito). Comencemos estas
notas exegéticas y comentarios históricos que confirman
el “Epocalipsis 70”. Oro que los ojos de su entendimiento
le sean alumbrados. Lo declaro un rey de Dios reinando
en vida y libertad. No escribo para convencerlo de lo que
escribo, sólo para que usted verifique la información y
revelación presentada en este proyecto 70 d.C.

APOCALIPSIS 1:1-20

Autor: El apóstol Juan (1:1,9)(22:8)


Fecha: Antes del año 70 d.C. Fecha temprana año 54 al 68
aproximadamente.
Lugar del escrito: Juan en la isla de Patmos (1:9)
Destinatarios: Solamente a las 7 iglesias del Asia (1:4)

1. Corriendo el velo para las visiones dadas a Juan

Exposición: Versículo por versículo.


Autor del escrito del “Epocalipsis 70”, las notas
exegéticas y comentarios: Reynaldo Estrada

1La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a
su siervo Juan.

El sustantivo revelación del griego “apokalipsis” es un


singular que denota “desvelar o descorrer las cortinas,
poner a la vista o quitar la cubierta o correr el velo”. La

192
expresión Jesucristo indica que El originó esta revelación,
pues, dicha revelación no procede del Señor Jesús antes
de la cruz, en los días de su carne bajo la ley, sino bajo la
resurrección y glorificación de su nombre. Es una
revelación tocante a su segunda venida en gloria sin
relación con el pecado (Hebreos 9:26). La expresión Que
Dios le dio” indica que fue Dios el Padre el que le dio al
Cristo glorificado esta revelación, entonces, El es el
responsable de la revelación que Jesucristo había de
entregar al ángel para que éste a su vez, la entregue al
apóstol Juan y éste a las siete iglesias del Asia menor. La
expresión manifestar a sus siervos sugiere el propósito de
la revelación. Documento que fue entregado a los siete
siervos de las siete iglesias del Asia menor a quién Juan
les llama “ángeles” o mensajeros de las iglesias cristianas.
El verbo manifestar significa “mostrar, exhibir”. La
expresión las cosas que deben suceder pronto indican
una inminencia no una trascendencia. El vocablo deben
señala una necesidad que demanda una obligación moral.
El adverbio pronto (táchei) indica un instrumento para
medir la velocidad indicando que los eventos aquí
tendrían una celeridad sorprendente o rápida. La frase y
la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo
Juan describe que el verbo declaró (esémanen) es un
aoristo indicativo de voz activa que significa “mostrar algo
mediante una señal”. La expresión por medio de su ángel
del vocablo (angélou) indica mensajero a la nación de
Israel. A su siervo Juan expresa que el vocablo siervo
(doúlos) significa “un sometido a la autoridad de otro”.
Juan fue el siervo calificado por su moral y espiritualidad
para recibir este documento oficial de Dios llamado
Apocalipsis.

193
2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del
testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha
visto.
La conjunción “y” no está en el griego. Todo lo que le fue
revelado a Juan fue algo tocante con (1) La palabra de
Dios y (2) El testimonio de Jesucristo.

3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras


de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca.

El vocablo bienaventurado (makários) significa


“bendecido”. El término bienaventurado expresa una
promesa de bendición. La bendición tiene que ver con (1)
el que lee que se refiere a una lectura pública, en voz alta,
y (2) los que oyen que indica a las congregaciones del Asia
menor que escucharían la lectura del Apocalipsis. El leer y
oír demandaban de las siete iglesias el guardar las “cosas
que en Apocalipsis estaban escritas”. Las palabras de esta
profecía era una palabra canónica escrita bajo la unción y
dirección del Espíritu del Cristo glorificado en la vida de
Juan. Apocalipsis no sólo fue un documento profético sino
también escatológico porque las cosas escritas iban a
suceder en los próximos días, meses, o años de su
generación, pues, el Señor Jesús afirmó en Mateo 24:34
que no pasaría esa generación hasta que todo eso
aconteciera. Porque el tiempo está cerca el término
porque (gár) explica la razón de la bienaventuranza. El
tiempo (ho kariós) se refiere a una medida definida y
concreta de tiempo inminente no trascendente.

194
4Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz
a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de
los siete espíritus que están delante de su trono.

Juan el hijo de Zebedeo y hermano carnal de Jacobo o


Santiago. Juan fue apóstol en Éfeso y muy reconocido
entre las siete iglesias del Asia menor. Asia era una
provincia del antiguo imperio romano y allí estaban
ubicadas las siete iglesias de Dios repartidas en siete
ciudades. Todas no estaban en una misma ciudad.
Apocalipsis no trata de la iglesia universal, sino de las
siete iglesias locales en siete ciudades. Gracia y paz a
vosotros era el saludo apostólico, porque gracia es la
causa de la salvación y paz es el resultado de ella. Este era
el saludo acostumbrado por los cristianos de aquel
entonces o tiempo. Pablo lo usó en casi todas sus
epístolas y Pedro en sus dos epístolas. Charis es gracia en
griego (saludo gentil) Shalom es paz en hebreo (saludo
judío). ¿Qué es gracia? La gracia es el mismo Dios para los
judíos y los gentiles. Cuando tú saludas con <gracia y
paz>, estás diciendo: Dios y paz sea contigo, vaya contigo,
esté contigo, duerma contigo, se levante contigo y viaje
contigo. Contigo <gracia y paz>. La palabra <paz> es del
hebreo Shalom y significa “bienestar, tranquilo, a gusto,
despreocupado” y en griego es eírene y significa “amistad,
armonía, orden, ausencia de agresión”. Si unimos estos
dos significados, ¿Qué tenemos? Tenemos un saludo
tremendo. ¿Qué le estás diciendo a un hermano con
gracia y paz? Le estás diciendo: ¡mi hermano, tranquilo,
en orden, a gusto, en armonía, en amistad, ausencia de
agresión y de pelea. Gracia y Paz es el saludo que une a
dos pueblos en uno: a los judíos y a los gentiles en el
Cristo glorificado. El saludo Gracia y Paz procede del

195
Padre, descrito como el que es y que era y que ha de
venir. Esta frase (kaí ho erchómenos) indica al Padre
como el autoexistente, eterno e inmutable Dios. Juan usa
el participio presente en voz media para significar “y el
que está viniendo” y esta frase comporta una fuerza de
inminencia no de trascendencia hacia el futuro distante
de aquella generación. Aquel que está en camino puede
llegar en cualquier momento. La expresión y de los siete
espíritus que están delante de su trono se refiere al
Espíritu séptuple de Dios mismo. Dios mismo es uno y a la
vez siete. El número siete designa completamiento. Los
siete espíritus son para el mover de Dios en la tierra de
Israel. En esencia y existencia, el Espíritu de Dios es uno,
pero en función sea hace séptuple para su operación. Los
siete espíritus son semejantes al candelero de Zacarías
4:2-10. En cuanto a existencia es un solo candelero, pero
en cuanto a función es siete lámparas. ¿Por qué Dios
Espíritu tiene que hacerse séptuple? Porque las siete
iglesias del Asía menor se había degradado en su interior
y función ministerial cristiana, entonces, Dios Espíritu
tuvo que hacerse séptuple para poder actuar y restaurar a
su pueblo en el Asia menor. Qué están delante de su
trono esos siete espíritus están allí en posición
administrativa judicial, por eso, el Espíritu Santo se revela
en Apocalipsis como el Espíritu de juicio consumir.

5y
de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que
nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.

Como profeta Jesucristo es el testigo fiel en su ministerio


público terrenal (Juan 7:7)(Juan 18:37)(1 Timoteo 6:13);
como sacerdote Jesucristo es el primogénito de los

196
muertos ministerio que comenzó con su resurrección y
exaltación a la diestra del Padre. El vocablo “primogénito”
sugiere primacía, prioridad en cuanto a rango. Cristo
como tal es la autoridad máxima de la resurrección de los
muertos y como “rey mesías” es el soberano de los reyes
de la tierra en su segunda venida. Al que nos amó en el
griego dice “el que nos ama”. El amor incondicional del
Cristo glorificado es un eterno presente continuo. Y nos
lavó de nuestros pecados con su sangre en el griego dice
“el que nos liberó” quitando de en medio el pecado y para
siempre (Hebreos 9:26)(Hebreos 10:12,14).

6ynos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él


sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Y nos hizo reyes y sacerdotes en el griego dice “Y nos hizo


un reino de sacerdotes para Dios, su Padre”. Los santos de
las iglesias en el Asia menor necesitaban comprender que
colectivamente eran un reino, e individualmente eran
sacerdotes. Ellos eran un reino de súbditos con acceso
sacerdotal directo ante Dios. Es Jesucristo el objeto de
gloria e imperio por los siglos de los siglos.

7He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y
los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra
harán lamentación por él. Sí, amén.

Aquí Juan establece el tema central del Apocalipsis “La


Venida o Eleusía de Cristo” sin relación con el pecado.
Juan combinó esta frase con Daniel 7:13, donde el profeta
“miraba…y he aquí con las nubes del cielo venía uno
como un hijo de hombre” y con Zacarías 12:10 donde el

197
vidente contempló una visión de la intervención futura de
Dios en la nación de Israel “Y derramaré sobre la casa de
David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de
gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por
él como quien se aflige por el primogénito”. He aquí que
viene con las nubes describe que el he aquí (Idoú) es una
partícula demostrativa que funciona como si fuera un
instrumento para llamar la atención urgente al oyente
respecto a lo que se va a decir y se usa en (Apocalipsis
9:12)( Apocalipsis 11:14) (Apocalipsis 16:15)( Apocalipsis
22:7). Los discípulos e iglesias del Asía menor estaban
viviendo en los "últimos días" del pacto de Dios con Israel.
Jesús les regresó en el año 70 d.C., tal como se los había
prometido en Mateo 24, para tomar venganza de la
nación judía. Es claro que aquéllos eran los últimos días
de la nación judía. Que viene (érchetai) que es un
presente indicativo en voz media que indica el que está
viniendo con inminencia no con trascendencia. La frase
con las nubes es una expresión tomada del antiguo
testamento, donde se asocia con la presencia de Dios
como en Éxodo 13:21)(Éxodo 14:19)(Daniel 7:13)(Mateo
17:5)(Hecho 1:9). Estas nubes no son físicas ni
geográficas, sino espirituales. Y todo ojo le verá esta frase
es tomada de Zacarías 12:10-12 donde se describe el
arrepentimiento futuro de Israel visto desde los días del
profeta. Cuando el Señor Jesús vino la primera vez, lo
vieron unos pocos judíos. En su segunda venida, los que le
traspasaron lo vieron en gloria. ¿Cuál es el significado de
“todo ojo”? se refiere a los que le “traspasaron”,
¿Quiénes? Las tribus que moraban en la tierra de Israel,
aquellos que tuvieron que ver de forma directa con la
crucifixión de Cristo. Y todos los linajes de la tierra harán

198
lamentación por él aquí se describe a “linajes” con
referencia a las tribus de Israel y la “tierra” a las naciones
de Israel donde vivían. Ellos entrarían en lamento por él.
Trasfondo bíblico de la expresión “viene con las nubes y
todo ojo le verá”. En Juan 21:20-23 leemos que
“volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien
amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado
al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te
ha de entregar?. Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor,
¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta
que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se
extendió entonces entre los hermanos, que aquel
discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría,
sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿Qué a
ti?.

El Apocalipsis escrito por Juan antes del año 70 d.C. da


una perfecta profecía de juicio, salida de la boca misma de
Jesús para su pueblo la gran ramera Israel donde Jesús fue
crucificado (Apocalipsis 11:8)( Apocalipsis 14:8), y donde
mataron a los profetas (Mateo 23:34-35)( Apocalipsis
17:6)( Apocalipsis 18:20,24). A la misma vez y más
importante aún, se escribió para dar aliento a la Iglesia
perseguida de que “pronto” obtendrían la victoria. El libro
de Apocalipsis es la descripción más clara y absoluta de la
transición del cambio de Pacto. Dios le daría a la nación
de Israel carta de divorcio terminando definitivamente
con el viejo pacto, para casarse con la Iglesia. Aquella
generación que vivía en el tiempo en que Jesús vivió
serían los que verían el cambio de Pacto en juicio y Jesús
les advirtió que esto sucedería en el primer siglo durante
sus vidas pues “no pasará esta generación”:

199
Mateo 24:34 dice: “De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”. En Mateo 23
y Mateo 24, Jesús acusa con severidad por última vez a
los judíos para que se arrepientan de su religiosidad, el
Señor mismo ya se los estaba diciendo: “Desde ahora no
me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el
nombre del Señor”. Él estaba diciendo que el moriría
pronto y que no le volverían a ver hasta su próxima
venida, pues su venida sería en juicio, la destrucción del
templo. Mateo 23:37 dice: “Jerusalén, Jerusalén, que
matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la
gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no
quisiste! 38He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
39Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta
que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Mateo 24:1-2 dice: “Cuando Jesús salió del templo y se
iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los
edificios del templo. 2Respondiendo él, les dijo: ¿Veis
todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra
sobre piedra, que no sea derribada. Ante esto la reacción
lógica de sus discípulos fue preguntar: Mateo 24:3 dice:
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los
discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos,
¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu
venida, y del fin del siglo?”.

Ya Jesús les habló de la venida y el templo, así que ellos


preguntan cuándo será la destrucción del templo, su
venida y el fin de la Era Judía, tres cosas que Mateo las
coloca como parte de un mismo acontecimiento. El judío
sabía que el fin de la Era Judía vendría acompañado de
juicio para abrir paso al Mesías. Ante la interrogante de

200
sus discípulos el Señor comienza a darle las señales para
que no estén desprevenidos y puedan salvarse de la
persecución que se acerca, “los dolores de parto” de una
Nueva Era. Desde Mateo 24:4 en adelante el Señor Jesús
da las señales que ocurrirían antes de pasar aquella
generación de 40 años y de las cuales el escritor judío
Flavio Josefo, da testimonio de ellas casi literalmente
como el Señor las profetizó. Entre esas señales en Mateo
24:30, Jesús les incluye su venida en las nubes: Mateo
24:30 dice: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del
Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.
Así que la enseñanza del Nuevo Testamento fue que la
Segunda Venida en juicio de Jesús para su pueblo, que se
daría o sería en “aquella” generación. Su venida daría por
terminada la relación hasta ahora racial entre Dios e
Israel, para abrirles paso a los gentiles. De ambos pueblos
Dios hizo uno por medio de la sangre de su amado Hijo.
¿Su Venida sería personal y visible? De entre las
advertencias que el Señor le dio a sus discípulos fue de
que no se dejaran engañar si alguien les dijeran que le
han visto: Mateo 24:23 “Entonces, si alguno os dijere:
Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
harán grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25Ya os
lo he dicho antes. 26Así que, si os dijeren: Mirad, está en
el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no
lo creáis. 27Porque como el relámpago que sale del
oriente y se muestra hasta el occidente, así será también
la venida del Hijo del Hombre.

201
De hecho para describirlo mejor en Mateo 24:27 dice que
Su venida sería como el “relámpago” que sale del
occidente. Un relámpago es una señal “visible como un
destello luminoso de décimas de segundo”, ¿Pudo ser
visto en su segunda venida en décimas de segundos?.
Esta es la razón por la cual Jesús les advierte que si les han
dicho que me han visto no le crean, porque mi venida
será casi imperceptible. Jesús fue profeta y como tal,
describió su venida con el lenguaje propio del profeta,
saturado de símbolos y alegorías utilizados por los
profetas del Antiguo Testamento.

El “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá”
de Apocalipsis 1:7 es el equivalente de Mateo 26:64
“Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la
diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del
cielo” y de Marcos 14:62 “Yo soy; y veréis al Hijo del
Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo
en las nubes del cielo” y de Apocalipsis 14:14 “Miré, y he
aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado
semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una
corona de oro, y en la mano una hoz aguda”. El lenguaje
alegórico de “nubes” es muy común en la Escritura.

Dice Génesis 11:5-7 Jehová descendió para ver la ciudad y


la torre que edificaban los hijos de los hombres. 6Y dijo
Jehová: «El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo
lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir
ahora de lo que han pensado hacer. 7Ahora, pues,
descendamos y confundamos allí su lengua, para que
ninguno entienda el habla de su compañero». Éxodo 3:8
“Por eso he descendido para librarlos de manos de los
egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y

202
ancha, a una tierra que fluye leche y miel, a los lugares del
cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y
del jebuseo”. Nehemías 9:13 »Sobre el monte Sinaí
descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste
juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y
mandamientos buenos”. Salmo 18:9-12 “Inclinó los cielos,
y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
10Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas
del viento. 11Puso tinieblas por su escondedero, por
cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes
de los cielos”. 12Por el resplandor de su presencia, sus
nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes. Salmo
104:3 “Que establece sus aposentos entre las aguas, El
que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las
alas del viento”.

Isaías 19:1 “Profecía sobre Egipto. «He aquí que Jehová


monta sobre una ligera nube y entrará en Egipto. Los
ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el
corazón de los egipcios dentro de ellos”. Isaías 31:4
“Jehová me habló de esta manera: «Como al león o al
cachorro de león que ruge sobre la presa no lo espantan
las voces de una cuadrilla de pastores que se reúne contra
él, ni se acobarda por el tropel de ellos, así Jehová de los
ejércitos descenderá a pelear sobre el monte Sion y sobre
su collado”. Isaías 64:3 “Cuando, haciendo cosas terribles
cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los
montes delante de ti”. Miqueas 1:3-4 “Porque he aquí,
Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas
de la tierra. 4Y se derretirán los montes debajo de él, y los
valles se hendirán como la cera delante del fuego, como
las aguas que corren por un precipicio. Nahúm 1:3
“Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá

203
por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad
y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

El descenso y las nubes son términos correlacionados. Las


nubes como carrozas representan la majestad de Dios, la
presencia misma de Dios, además de que la venida en las
nubes es además asociada con el ejercicio de su soberanía
en juicio contra sus enemigos. Tal y como nos dicen estas
escrituras simbólicamente, Dios “vino” muchas veces a la
tierra sin que nadie le viera. Mas claramente hablando,
los profetas hablaron de Dios “viniendo” en las nubes
para ejecutar juicio. Dios habla en las anteriores escrituras
a sus profetas sobre Nínive, Jerusalén y Egipto. En otras
palabras los judíos del tiempo de Jesús sabían
perfectamente de qué Jesús y Juan les estaban hablando
cuando hacían uso de las nubes en su escritura profética.

En este momento de la historia el contexto histórico nos


muestra sin lugar a dudas de que es Israel la nación sobre
la cual Dios ejecutará juicio o vendría en las nubes o con
las nubes. Mataron a los profetas y matarían a su Rey por
cuanto no conocieron el día de su visitación.

Siguiendo con el mismo lenguaje de las nubes, Jesús dijo


en Mateo 24:29 “E inmediatamente después de la
tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna
no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las
potencias de los cielos serán conmovidas”, y en
Apocalipsis 6:12 leemos “Miré cuando abrió el sexto sello,
y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro
como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un

204
fuerte viento”, Jesús como Juan están usando el lenguaje
profético del Antiguo Testamento como en Isaías 13:10
“Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no
darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no
dará su resplandor”. (Profecía para Babilonia). Isaías 34:4-
5 “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se
enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su
ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la
de la higuera. 5Porque en los cielos se embriagará mi
espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y
sobre el pueblo de mi anatema”. (Profecía para Edom).
Joel 2:31 “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en
sangre, antes que venga el día grande y espantoso de
Jehová”. (Profecía para Jerusalén).

Este mismo lenguaje similar es usado en: Ezequiel 32:7-8


“Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré
entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la
luna no hará resplandecer su luz. 8Haré entenebrecer
todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré
tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor”. (Profecía
sobre Egipto). Jeremías 4:27-28 “Porque así dijo Jehová:
Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo.
28Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se
oscurecerán, porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí,
ni desistiré de ello”. (Profecía sobre Judá).

A la luz de todas estas Escrituras podemos entender que


cuando Jesús profetizó sobre Jerusalén que “el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas
caerán del cielo” no se refería literalmente a estrellas
cayendo, tenemos que ver que una sola estrella puede ser
más grande que el planeta tierra y con la caída de una

205
sola el planeta hubiese sido destruido. Este lenguaje no es
otra cosa que el hablar de designios contra naciones y
gobiernos que iban a ser enjuiciados; el sol, la luna y las
estrellas significan gobiernos.

¿Y qué del todo ojo le verá de Apocalipsis 1:7? En la


Biblia la palabra “todo” en pasajes como Hechos 22:15
“Porque serás testigo suyo a TODOS los hombres, de lo
que has visto y oído”. Lucas 2:1 “Aconteció en aquellos
días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto
César, que TODO el mundo fuese empadronado”. Hechos
2:17 “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi
Espíritu sobre TODA carne”. Hechos 2:5 “Vivían entonces
en Jerusalén judíos piadosos, de TODAS las naciones bajo
el cielo”, vemos que Todo no significa cada criatura de la
tierra, vemos en los ejemplos que era imposible que
Pablo hablara con TODOS los hombres de la tierra, y
vemos que César mandó que TODO lo que era territorio
romano fuera empadronado, y sabemos que cuando el
Espíritu Santo cayó en aquel lugar no cayó sobre TODA
carne pues esta promesa no era para los impíos sino para
todo aquel que crea. El “todo ojo” está relacionado con la
conjunción “y”…y todo ojo…y los que le traspasaron..y
todos los linajes de la tierra, ¿Quiénes? Zacarías 12:10 nos
habla de los moradores de Jerusalén, Juan 19:37,31 Y
también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron,
los judíos.

El apóstol Juan entendió que esta profecía de Zacarías vio


su cumplimiento en dos eventos por separado.
Primeramente en su Maestro cuando fue traspasado por
su pueblo, por eso les dice: “y mirarán a mí, a quien
traspasaron”. Ahora en Apocalipsis, Juan entiende la

206
segunda parte del cumplimiento en otro evento; que es
cuando “llorarán como se llora por hijo unigénito”, este es
el momento de la ira de Dios, del Día del Señor sobre
Jerusalén en el año 70 d.C. Entonces la casa de David y
los moradores de Jerusalén se lamentaron cuando se
dieron cuenta de lo que hicieron crucificando a su Rey.
Hechos 2:22-23 dice “Varones israelitas, oíd estas
palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios entre
vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios
hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros
mismos sabéis; 23a éste, entregado por el determinado
consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y
matasteis por manos de inicuos, crucificándole”. Hechos
2:36 dice “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor y Cristo”. Hechos 5:30 dice “El Dios
de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros
matasteis colgándole en un madero”.

Los judíos pidieron que “su sangre fuera sobre ellos, y


sobre sus hijos” y el juicio por su mala decisión de dar
muerte a su maestro sería real e inminente: Mateo
27:25dice “Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre
sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos”. Y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él es el
cumplimiento de lo dicho por Zacarías 12:12-14 “Y la
tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de
la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los
descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres
por sí; 13los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus
mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus
mujeres por sí; 14 todos los otros linajes, cada uno por sí,
y sus mujeres por sí y Apocalipsis 1:7 “He aquí que viene

207
con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron;
y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí,
amén”. Zacarías el profeta del Antiguo Testamento vio al
igual que Juan a cada linaje lamentándose por Él.

¿Y qué del “Así vendrá como le habéis visto ir al cielo” de


Apocalipsis 1:7? Hechos 1:9-11 dice “Y habiendo dicho
estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una
nube que le ocultó de sus ojos. 10Y estando ellos con los
ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí
se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo
Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, asi vendrá
como le habéis visto ir al cielo”. Durante 40 días estuvo
apareciendo Jesús a sus discípulos después de haber
resucitado hablándoles del reino de Dios. Ya le toca el
tiempo de partir y luego de haberles dado las últimas
instrucciones de lo que debían hacer, fue alzado y una
nube lo ocultó de sus ojos. En este proceso dos varones
vestidos de blanco que se interpreta fueron ángeles, les
hablan a ellos en el verso 11 y les dicen que “así” como
“ellos” le vieron irse “así mismo” vendría otra vez.
Ciertamente no dice claramente CUANDO vendría, sin
embargo nos dice claramente COMO vendría. Quiénes
esperaban la Segunda Venida la describen en sus
epístolas como algo majestuoso y glorioso, y sería según
ellos un hecho sin precedentes en la historia. Si partimos
de la premisa de que “así que vendrá como le vieron irse”
hay unos puntos que tenemos obligatoriamente que
discutir. Veamos los versos de Apocalipsis que marcan el
cumplimiento de esta Segunda Venida: Apocalipsis 19:11-
16 dice “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo

208
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y
con justicia juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de
fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un
nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos. 15De su boca sale una
espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las
regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del
furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16Y en su
vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Hay una descripción
detallada de este suceso en estos versos:
a. Viene en un caballo blanco
b. Sus ojos eran como llama de fuego
c. Su cabeza lleva muchas diademas
d. Su ropa estaba teñida en sangre
e. Viene con ejércitos celestiales, vestidos de lino fino
f. De su boca sale una espada aguda, para herir a las
naciones
g. En su muslo lleva escrito REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.

Comparando escritura con escritura, notamos que hay


dos descripciones totalmente diferentes de la tan
esperada Segunda Venida. En Hechos 1:9-11, no hay
todas las peculiaridades presentadas por Apocalipsis 19,
Jesús no se fue rodeado de gloria y majestuosidad, no le
vio irse toda la humanidad; así que, que debemos decir,
¿Que se contradice la Biblia, acaso no habla del mismo
evento?. ¿Acaso no establece Hechos que de la misma
forma en que se fue, así vendría?. Hechos tampoco nos

209
relata que a Jesús le viera irse “todo ojo“, sino unas pocas
personas. Solo estaban los discípulos reunidos con Él
hablando del Reino y no todo el planeta.

Según pocas personas le vieron irse, pocas personas le


vieron volver. No hay contradicciones en la Palabra de
Dios. En Apocalipsis 19 recrea en esos versos de manera
alegórica, la Segunda Venida de Jesús en el año 70 d.C.
Para dar juicio a Jerusalén. Los versos siguientes lo indican
claramente, ese capítulo describe las Bodas del Cordero
que lejos de ser un tierno acontecimiento, es un
momento de juicio a la Gran Ramera. Quienes creen en
este evento de las Bodas del Cordero opinan sin base
escritural, que se sentaran con Jesús en la gran mesa
vestidos de blanco, sin embargo aunque los santos fueron
la esposa en aquel momento histórico, veamos quienes
son los invitados a la gran boda y para qué son invitados:
Apocalipsis 19:17-18 dice “Vi un ángel que estaba de pie
en el sol, y clamó a gran voz diciendo a todas las aves que
vuelan en medio del cielo: «¡Venid y congregaos a la gran
cena de Dios! 18 Para que comáis carnes de reyes y
capitanes y carnes de fuertes; carnes de caballos y de sus
jinetes; carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y
grandes». Las aves fueron llamadas a comer las carnes de
los reyes, capitanes, caballos, esclavos, libres, pequeños y
grandes. Las Bodas del Cordero fueron momentos de
juicio en el que la Nueva Esposa de Dios la iglesia, vería el
juicio sobre su antigua esposa, la adúltera Israel. Hechos
de los Apóstoles tiene otros versos importantes que
contribuyen a la idea de la Segunda Venida de Jesús para
aquella generación. Recordemos que seguimos el
principio hermenéutico de interpretar escritura contra
escritura, además de buscar pasajes similares que den luz

210
a los versos oscuros, inclusive en el mismo libro: Hechos
2:16-20 dice “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17Y
en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu
sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros
ancianos soñarán sueños; 18Y de cierto sobre mis siervos
y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi
Espíritu, y profetizarán. 19Y daré prodigios arriba en el
cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor
de humo; 20El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en
sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y
manifiesto”. En Hechos 2, Pedro interpreta la profecía de
Joel, para aquella generación, Pedro les habla de que
están viviendo los “postreros días”, y con toda autoridad
Pedro interpreta a Joel haciendo claro que estaba próximo
el Día del Señor para aquella generación y que el
bautismo del Espíritu Santo y fuego era una señal de ese
acontecimiento. Por otro lado las señales de Joel son las
mismas señales que dio Jesús en el Monte de los Olivos
con las señales en los cielos (Mateo 24:29 “E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos
días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,
y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos
serán conmovidas”.

Hechos 2:38-40 dice “Pedro les dijo:-Arrepentíos y


bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don
del Espíritu Santo, 39Porque PARA VOSOTROS ES LA
PROMESA, y para vuestros hijos, y para todos los que
están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
40Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba,
diciendo: Sed salvos de ESTA PERVERSA GENERACION.

211
Hechos 3:19-21 dice “Así que, arrepentíos y convertíos,
para que sean borrados vuestros pecados; para que
vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
20Y EL ENVIE A JESUCRISTO, QUE OS FUE ANTES
ANUNCIADO; 21a quien de cierto es necesario que el cielo
reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las
cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas
que han sido desde tiempo antiguo”. Hechos 17:30-31
dice “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de
esta ignorancia, AHORA manda a todos los hombres en
todo lugar, que se arrepientan; 31por cuanto ha
establecido un día en el cual JUZGARA AL MUNDO CON
JUSTICIA, POR AQUEL VARON A QUIEN DESIGNO, dando
fe a todos con haberle levantado de los muertos.
Verdaderamente Hechos de los Apóstoles habla de una
sola venida en juicio y para aquella misma generación.
Pedro les llama al arrepentimiento antes de que regrese
Jesucristo. Los tiempos de la restauración de las cosas
habían sido comenzados por Juan el Bautista (Marcos
9:12) no se trata de dos venidas separadas; son una
misma la venida del Reino. El día de la venida del Ángel
del pacto fue de la misma manera profetizado por
Malaquías 3:1-5.

¿Y sería una Venida Secreta? El Nuevo Testamento


contrario a la doctrina del “arrebatamiento”, está plagado
de escrituras referentes a la Segunda Venida de Jesús.
Como ya hemos planteado la mayoría de los versos tienen
un aire de inminencia por las palabras indicadoras de
tiempo que usan los escritores neotestamentarios y
esperaban la Venida de Jesús para aquella misma
generación porque eso fue lo que Jesús les enseñó. Pero
la Segunda Venida de Jesús sería secreta. Sí, Jesús originó

212
Él mismo a sus discípulos, esta creencia de esperarle
secretamente, ya que Él mismo dijo que no se
manifestaría al mundo sino solamente a ellos y les
promete que el Espíritu Santo les recordaría eso que
estaban hablando pues pasarían casi 40 años, después de
esa promesa: Juan 14:18-28 dice “No os dejaré huérfanos;
volveré a vosotros. 19Todavía un poco, y el mundo no me
verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo,
vosotros también viviréis. 20En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y
yo en vosotros. 21El que tiene mis mandamientos y los
guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será
amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Le dijo Judas (no el Iscariote):-Señor, ¿Cómo es que te
manifestarás a nosotros y no al mundo? Respondió Jesús
y le dijo:-El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre
lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él.24 El
que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que
habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 25
»Os he dicho estas cosas estando con vosotros.26 Pero el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará
todo lo que yo os he dicho. 27 »La paz os dejo, mi paz os
doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os
he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os
habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre,
porque el Padre mayor es que yo.

La “Segunda Venida” de Jesús fue secreta para todo aquel


que no guardó santidad, “Sin santidad nadie vio al Señor”,
Jesús sería solamente visto por los santos que se
guardaron irreprensibles para Su venida. Solo que esta

213
venida secreta no fue para ser arrebatados sino para
entregar el Reino al pequeño remanente que se mantuvo
en medio de la persecución y no apostataron de la fe en el
judaísmo, el gnosticismo, etc. Las siguientes escrituras de
entre muchas más, dan base a mi planteamiento de
secretividad y santidad en la Segunda Venida del Señor: 1
Tesalonicenses 3:11-13 dice “Mas el mismo Dios y Padre
nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino
a vosotros. 12Y el Señor os haga crecer y abundar en
amor unos para con otros y para con todos, como
también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13para
que sean afirmados VUESTROS CORAZONES,
IRREPRENSIBLES EN SANTIDAD delante de Dios nuestro
Padre, EN LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
CON TODOS SUS SANTOS. 1 Tesalonicenses 5:20-23 dice
“No menospreciéis las profecías. 21Examinadlo todo;
retened lo bueno. 22ABSTENEOS DE TODA ESPECIE DE
MAL. 23Y el mismo Dios de paz os santifique por
completo; y TODO VUESTRO SER, espíritu, alma y cuerpo,
SEA GUARDADO IRREPRENSIBLE PARA LA VENIDA DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. 24Fiel es el que os llama, el
cual también lo hará. 1 Corintios 1:6-8 dice “Así como el
testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en
vosotros, 7de tal manera que nada os falta en ningún don,
ESPERANDO LA MANIFESTACION DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO; 8el cual también os confirmará hasta el fin,
para QUE SEAIS IRREPRENSIBLES EN EL DIA DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO. 1 Corintios 7:29-31 dice “Pero esto
digo, hermanos: QUE EL TIEMPO ES CORTO; resta, pues,
que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen;
30y los que lloran, como si no llorasen; y los que se
alegran, como si no se alegrasen; y los que compran,
como si no poseyesen; 31y los que disfrutan de este

214
mundo, como si no lo disfrutasen; PORQUE LA
APARIENCIA DE ESTE MUNDO SE PASA. Hebreos 10:36-38
dice “Porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la
promesa. 37Porque aún UN POQUITO, Y EL QUE HA DE
VENIR VENDRA, Y NO TARDARA. 38Mas EL JUSTO vivirá
por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39Pero
nosotros no somos de los que retroceden para perdición,
sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Hebreos 12: 14-16 dice “Seguid la paz con todos, y la
SANTIDAD, SIN LA CUAL NADIE VERA AL SEÑOR. 15Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios;
que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por
ella muchos sean contaminados; 16no sea que haya algún
fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida
vendió su primogenitura.

El escritor de Hebreos le habla a ellos que deben estar en


paz con todos y que no sean contaminados con el pecado.
Estos versos son algunos de los que hay que nos
evidencian la relación que guardaba para ellos la santidad
con la Venida. En otras palabras era obvio que el Señor
iba a venir pronto pero no todo el mundo le vería. Sería
un privilegio ver al Señor viniendo en su Reino y este
privilegio había que ganarlo. El creyente preparado le
vería y el que no estuviera preparado no podría hacerlo.
Esa era la esperanza de ellos, era el premio por haber
aguardado la palabra de su paciencia en medio de tan
terrible persecución, en días de tan grande retribución
como nunca la habrían visto y que serían acortados a
causa del remanente fiel.

215
Antes de la total destrucción de Jerusalén en el año 70
d.C., los santos de la iglesia de allí recordaron la profecía
de Jesús y huyeron a los montes, la historia registra que
huyeron a una ciudad de Perea llamada Pella. Así que
fueron verdaderamente muy pocos los santos
sobrevivientes a la Gran Tribulación, solo los cristianos
firmes lo hicieron, los demás fueron vomitados de la boca
de Dios y recibieron su parte con los judíos. Jesús mismo
exhortó a sus discípulos a no esperarle físicamente y les
advirtió que si les decían allí está el Cristo no creyeran
(Mateo 24:23-24), también les exhortó a estar preparados
y velar, para lo que sería su Venida Secreta: Mateo 24: 42-
44 dice “VELAD, pues, porque no sabéis a qué hora ha de
venir vuestro Señor. 43Pero sabed esto, que si el padre de
familia supiera a qué hora el ladrón habría de venir,
velaría y no lo dejaría entrar en su casa. 44Por tanto,
también vosotros estad preparados, porque el Hijo del
hombre vendrá a la hora que no pensáis”.

En el mismo capítulo, Jesús usa una parábola para ilustrar


el mensaje que está transmitiendo a los discípulos,
sabiendo que algunos creyentes tomarían por tardanza su
venida y esto les daría ocasión para pecar: Mateo 24:48-
51 dice “Pero si aquel siervo malo dice en su corazón: “MI
SEÑOR TARDA EN VENIR”, 49y comienza a golpear a sus
consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
VENDRA EL SEÑOR DE AQUEL SIERVO EN DIA QUE ESTE
NO ESPERA, Y A LA HORA QUE NO SABE, 51y lo castigará
duramente y pondrá su parte con los hipócritas; allí será
el lloro y el crujir de dientes.

Otra parábola referente a la Segunda Venida es la de


Mateo 25 sobre las diez vírgenes necias y sensatas,

216
también es una ilustración de los cristianos que
estuvieron preparados guardando santidad, versus los
que no se guardaron irreprensibles para la Venida del
Señor. Las insensatas no estuvieron presentes en la
Venida del Novio por no estar preparadas. La Venida del
Novio les fue anunciada con anticipación, pero hicieron
caso omiso y tarde se dieron cuenta de que no tenían
suficiente aceite, se dieron cuenta tarde de no había
santidad en ellas, ya para cuando regresaron de buscar el
aceite, la puerta de la boda estaba cerrada, pues el Novio
ya había llegado y se había ido a la fiesta de bodas sin
ellas. Sólo las sensatas pudieron ver al Novio venir: Mateo
25:10-12 dice “Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el
novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la
boda, y se cerró la puerta. 11Después llegaron también
las otras vírgenes, diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”.
12Pero él, respondiendo, dijo: “De cierto os digo que no
os conozco”. La venida de Jesús sería precedida de señales
en la tierra y en los cielos para mostrar primeramente al
creyente cuando huir a los montes y no estar en el día de
la ira para las “Tribus de la Tierra”. Las múltiples señales
también sacudirían al mundo espiritual; los creyentes
tibios, el mundo romano y los judíos nunca olvidarían lo
que estaba pasando en los días de su propia generación.
Por eso, detrás de tantos símbolos descritos, hubo
substratos de hechos y realidades. Esta fue la explicación
ampliada de Apocalipsis 1:7.

¿A qué se le llamó en el nuevo testamento la segunda


venida de Cristo?

217
Para comprender la segunda venida de Cristo predicha
por Jesús en Mateo 24 tenemos que tomar contesto
desde Mateo 21.

Mateo 21:12,13 “Y entró Jesús en el templo de Dios, y


echó fuera a todos los que vendían y compraban en el
templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de
los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa,
casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis
hecho cueva de ladrones.

Mateo 12:23,43,44,45 “Y toda la gente estaba atónita, y


decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Cuando el espíritu
inmundo sale del hombre, anda por lugares secos,
buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a
mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla
desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma
consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados,
moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a
ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta
mala generación

Mateo 22:1-7 “Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en


parábolas, diciendo: 2El reino de los cielos es semejante a
un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus
siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos
no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo:
Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida;
mis toros y animales engordados han sido muertos, y
todo está dispuesto; venid a las bodas. Más ellos, sin
hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus
negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y
los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus

218
ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su
ciudad. La parábola del rey que le hizo fiesta de bodas a
su hijo…V:7 = El rey enojado, enviando a sus ejércitos,
destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad…Fue
una alusión a las tropas romanas sobre Jerusalén.

Mateo 23:30-33 “y decís: Si hubiésemos vivido en los días


de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en
la sangre de los profetas. 31Así que dais testimonio
contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que
mataron a los profetas.

Mateo 23:35,38,36 “para que venga sobre vosotros toda


la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde
la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo
de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.
He aquí vuestra casa os es dejada desierta. De cierto os
digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

¿A quién les indicó el fin de estas cosas? A los escribas y


fariseos de Mateo 23:29 “¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los
profetas, y adornáis los monumentos de los justos

Pero, ¿Cuándo vendría ese juicio? Es aquí donde entra


Mateo 24. El Señor Jesús deja a los escribas y fariseos y en
Mateo 24:1 lo encontramos saliendo con sus discípulos
del hermoso templo judío.

“Maestro, mira qué piedras, y que edificios” (Marcos


13:1), pues, Lucas 21:5 dice que el templo estaba
adornado de hermosas piedras, y ofendas votivas…que
toda su atención cambió radicalmente, cuando en Mateo

219
24:2 oyen del Señor Jesús que de esos lujosos edificios no
quedaría piedra sobre piedra que los “ejércitos” de la
parábola de Mateo 22:7 no derribaría.

Ya Jesús y sus discípulos no están en la ciudad ni entre los


edificios del templo, sino que suben al monte de los
Olivos o aceitunas, y Mateo 24:3 dice que se sentaron y
Marcos 13:3 dice que frente al templo. Pedro, Juan y
Jacobo y Andrés le preguntaron aparte, dinos, ¿Cuándo
serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas
cosas hayan de cumplirse? Mateo 24:3 hablando de lo
mismo le preguntan ¿Cuándo serán estas cosas, y qué
señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Y Lucas 21:7
dice: Maestro, ¿Cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá
cuando estas cosas estén para suceder?. El Señor es muy
claro y en Mateo 24:34 les dice “No pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”, en Marcos
13:30 dice ““No pasará esta generación hasta que todo
esto acontezca”, y en Lucas 21:32 lo mismo “No pasará
esta generación hasta que todo esto acontezca”.

El Señor Jesús no dijo que todas esas cosas que le dijo


anteriormente a los escribas y fariseos en Mateo
23:33,35,38,39 iban a suceder después de “muchas
generaciones”, sino hasta que falleciera esa existente
generación de víboras de escribas y fariseos, pero a los
discípulos en privado les dijo que el templo de ellos sería
destruido.

¿Cuándo el templo sería destruido? En Mateo 24:15,16


les dijo que cuando vieran en el Lugar Santo la
abominación desoladora, entonces, los que estén en
Judea huyan a los montes (Marcos 13:14). En Lucas 21:20

220
les dijo que cuando vieran a Jerusalén rodeada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado
(Mateo 22:7). Lucas 21:22 dice que esos serían días de
retribución, para que se cumplan todas las cosas que
están escritas. El V:23 dice que habría calamidad en la
tierra, e ira sobre ese pueblo (referido a Israel). Cuando
venga, pues, el Señor de la viña, ¿Qué hará a aquellos
labradores?...A los malos destruirá (Mateo 21:40,41).
Lucas 21:24 dice “Y caerán a filo de espada, y serán
llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será
hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los
gentiles se cumplan. Y el V:35 dice “Porque como un lazo
vendrá sobre todos los que habitan la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre. Pablo les dijo a
los santos en Tesalónica en 1 Tesalonicenses 1:10 “Y
esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los
muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”. Y el
apóstol Juan en 1 Juan 2:28 dijo: “Y ahora, hijitos,
permaneced en él, para que cuando se manifieste,
tengamos confianza, para que en su venida no nos
alejemos de él avergonzados”.

¿A qué se le llamó la segunda venida como señal? Se le


llamó a la destrucción del templo y de Jerusalén bajo la
ira de Dios donde los instrumentos de su juicio fueron las
legiones romanas al comando de Tito que en el año 70
d.C. los destruyó y no quedó piedra sobre piedra y la
ciudad fue quemada.

La venida de Cristo se asocia con la destrucción del


templo, con el fin del siglo o era del judaísmo. No hay una

221
separación de tiempo entre ellos. Si la historia nos
confirma que la caída del templo y la destrucción de
Jerusalén ocurrieron en el año 70 d.C. entonces si sucedió
el fin del judaísmo o fin del siglo y la segunda venida de
Cristo en juicio y en gloria.

La venida de Cristo. La promesa de Jesús a través de todo


el libro del Apocalipsis de venir “pronto” o “en seguida”
no se refiere a su segunda venida personal. La venida de
Cristo es mencionada en varios sentidos en el Nuevo
Testamento.

En Mateo 16:28, Jesús dijo: “De cierto os digo, que hay


algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte,
hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su
reino”. Eso no se refiere a la segunda venida de Cristo, al
retorno personal del Señor. Las personas a las que se
dirigió, las que estaban allí, vivirían para verle “venir” en
ese sentido - ellos testificarían la venida mencionada allí.
Jesús vino “en su reino” antes de que ellos “gustaran” la
muerte - ellos vivieron para ver esto.

En Zacarías 14:1, la destrucción de Jerusalén fue descrita


como la venida del Señor. Profetizando ese evento
Zacarías el profeta dijo: “He aquí, el día de Jehová
viene...yo reuniré a todas las naciones para combatir
contra Jerusalén; y la ciudad será tomada...” Ese evento
ocurrió en al año 70 D.C., y esto fue llamado “el día de
Jehová” - Jehová vino en los eventos profetizados y
descritos.

En Mateo 26:64, Jesús dijo a Caifás: “...desde ahora veréis


al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,

222
y viniendo en las nubes del cielo”. Esto también, era una
alusión a la destrucción de Jerusalén, la cual Caifás viviría
para testificar, refiriéndose a los eventos del juicio y
desolación atendiendo a la destrucción de la ciudad en lo
cual él se sentó en un trono de poder, pasando el juicio
sobre el Hijo de Dios.

En su carta a las siete iglesias de Asia Juan se refirió


repetidamente a su venida a ellos en ciertos eventos y
experiencias que no se referían a su segunda venida. A
una iglesia el Señor le dijo que “vendré a ti” – Apocalipsis
2:16 - mostrando que la referencia no era general sino
especial. A otra iglesia dijo “vendré sobre ti” si “no
velaban” – Apocalipsis 3:3 - claramente mostrando que
se refería a los eventos que vendrían sobre ellos
inesperadamente, como si esto fuera su propia venida,
porque la siguiente expresión dice: “y no sabrás a qué
hora vendré sobre ti”. Esta venida no era sobre todos,
sino “sobre ti”, una venida especial a la iglesia dirigida. En
otro ejemplo el Señor dijo que “vengo pronto” -
Apocalipsis 3:11 - ciertamente no una referencia a su
venida personal sino a su presencia en las experiencias de
ellos. El Señor vendría, no en persona, sino en los actos
de juicio.

8Yosoy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,


el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.

Alfa es la primera letra del alfabeto griego y omega es la


última. Esta frase indica eternidad e infinitud, es la vida de
Cristo sin límite que lo abarca todo y al mismo tiempo, lo
trasciende todo. Cristo es el alfa en el libro de Génesis y

223
ahora, es la omega en el libro de Apocalipsis. Cristo es el
complemento de todo lo que El mismo originó.

9Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la


tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo,
estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra
de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Los siervos o ángeles de las siete iglesias sabían quién les


escribía el Apocalipsis. Era su hermano y copartícipe Juan.
El “hermano” indica intimidad y el “copartícipe indica
humildad. La tribulación era el común denominador a
experimentar en los días de Juan y de las siete iglesias.
Jesús ya les había advertido a sus discípulos en Juan 16:33
que en el mundo tendrían aflicción. Esa aflicción tenía
que ver con oposición, hostilidad, tribulación. En Hechos
14:22 ya los discípulos sabían que era necesario que a
través de muchas tribulaciones entraran en el reino de
Dios. En Romanos 8:17 Pablo les advierte a los santos en
Roma que si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados. Esa común
tribulación tenía que ver con judíos malignos y blasfemos;
severos magistrados romanos; falsos maestros; apostatas
de la fe; víboras romanas y judías. El reino (basileía) se
refiere al reino del Mesías Cristo. Este reino era el que
aquellos santos esperaban en plenitud cuando Cristo les
viniera por segunda vez. Desde ahí, los reinos del mundo
serían suyos (Apocalipsis 11:15) y Cristo reinaría en ellos
por los siglos de los siglos (Daniel 2:44)(Daniel
7:14)(Apocalipsis 5:10)(Apocalipsis 20:1-10). La paciencia
(hypomone) significa “resistencia bajo el peso de la
prueba). De Jesucristo el griego dice “En Jesús” (en Iésou)
porque implica lo que el Salvador pasó por quebrantos y

224
sufrimientos. Estaba en la isla llamada Patmos que era
una isla rocosa de prisioneros. Debido a su situación
geográfica y topográfica, el gobierno romano la usaba
para desterrar a criminales y obligarlos a trabajar en las
minas que allí había. Juan no estaba en esa isla por ser un
malhechor, sino por causa de la palabra de Dios y el
testimonio de Jesucristo. Juan no fue allí para predicar
sino por predicar la palabra de Dios en Éfeso.

¿Cuál fue el día del Señor?

10Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás


de mí una gran voz como de trompeta”.

La frase Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor en el


griego es “yo vine a estar en el espíritu en el día del
Señor”. La frase “en el espíritu” indica la dimensión en
qué Juan se encontró, una esfera netamente espiritual. La
frase en el día del Señor no se usó como “domingo”, sino
hasta después que el nuevo testamento se escribió, fue
una adaptación falsa, ya que el día del Señor no es un día
de calendario sino de juicio. En ese día de juicio se
contempló las escenas de lo que habría de ocurrir durante
el período de tiempo que se llama el “día del Señor”.
Apocalipsis es el día del Señor. La frase “Y oí detrás de mí
una gran voz como de trompeta” indica solemnidad. La
gran voz comporta la idea de convocar a quienes la oyen.
El día del Señor en Apocalipsis no fue el sábado ni
tampoco el domingo; porque ese día estuvo referido no a
un día de 24 horas sino a un día de juicio, que a partir de
ese día se establecería un nuevo mundo y orden espiritual
de Dios. El día del Señor fue un día de destrucción. Estaba
profetizado en Joel 2:11 que vendría el día de Jehová

225
grande y muy terrible, donde nadie podría soportarlo.
Apocalipsis 6:17 dice “porque el gran día de su ira ha
llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”. Amós 5:18
dice “¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué
queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz”.
Hasta ahora, tenemos que el día del Señor era grande,
terrible, de ira, y de tinieblas. Zacarías 14:1 dice “He aquí,
el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos
tus despojos. 2Porque yo reuniré a todas las naciones para
combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y
serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la
mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del
pueblo no será cortado de la ciudad”. Observa que el día
de Jehová fue una venida contra Jerusalén, donde Dios
reuniría a los ejércitos de todas las naciones para
combatir contra Jerusalén y ser tomada. Entonces, día del
Señor era para Jerusalén y los habitantes de esa ciudad
iban a conocer a ese día como grande, terrible, de ira y de
tinieblas.

¿Qué lse dijo Jesús a sus discípulos estando con ellos en el


monte de los Olivos y teniendo a la vista al templo y a
Jerusalén en Lucas 21:20,22? Les dijo que cuando vieran a
Jerusalén rodeada de ejércitos, conocieran que su
destrucción le había llegado, porque esos días sería de
retribución, para que se cumplieran todas las cosas que
están escritas. Jesús también les dijo a los fariseos en
Lucas 19:39-44 que vendrían días sobre Jerusalén en que
sus enemigos la rodearían con vallado, la sitiarían por
todas partes, la estrecharían y la derribarían a tierra y a
sus hijos dentro de la ciudad, y no dejarían piedra sobre
piedra, por cuanto Jerusalén, aunque fue visitado por la
salvación del Mesías no conocieron el tiempo de su

226
visitación. Entonces, el día del Señor era la destrucción de
Jerusalén, pero observa que ese día del Señor tenía unos
días anteriores que iban a ser de retribución a Jerusalén,
¿Por qué? Porque Mateo 23:35-38 dice que Dios iba a
pagarle a Jerusalén por toda la sangre justa derramada
desde la sangre de Abel, porque era la ciudad que mataba
a los profetas que le eran enviados y su casa o templo
sería dejado desierto.

El "día del Señor" se cumplió con la destrucción de


Jerusalén, durante esa misma generación, porque Lucas
21:32 dice “De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca”. En Lucas
17:26-29 leemos que el Señor comparó el “día en que el
Hijo se manifieste” con el día en que Noé entró en el arca
y en que el día que Lot salió de Sodoma y también dijo en
el V:31 “En aquel día, el que esté en la azotea, y sus
bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que, en el
campo, asimismo no vuelva atrás”. Ese día era para huir,
porque venía encima la destrucción. 1 Tesalonicenses 5:2
dice “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día
del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; 3que
cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre
ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer
encinta, y no escaparán”. Pablo profetizó para aquella su
generación, que el día del Señor vendría como ladrón en
la noche. Fíjate, que el día como ladrón en la noche era
para destrucción repentina donde no había escape.

Jesús les dijo a sus discípulos en Lucas 21:35 “Porque


como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la
faz de toda la tierra. 36Velad, pues, en todo tiempo
orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas

227
estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del
Hijo del Hombre”. El día del Señor para toda la nación de
Israel en Jerusalén y en Judea era grande, terrible, de ira,
de tinieblas, de destrucción y ahora sería como un lazo
que vendría sobre toda la faz de la tierra de Palestina,
donde el Señor les advierte a sus seguidores que velen y
que oren en todo tiempo para que sean tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrían
sobre Palestina, y dignos de estar en pie delante del Hijo
del Hombre o delante de ese día. Por eso, Pablo le dice a
los santos en Tesalónica en 1 Tesalonicenses 5:4 “Mas
vosotros (a los tesalonicenses no a nosotros), hermanos,
no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda (a
ellos no a nosotros) como ladrón” en la noche que
cuando digan paz les vendría la destrucción repentina.
Por eso, el autor de Hebreos 10:31 dice “Horrenda cosa
es caer en manos del Dios vivo”.

Por tanto, no “durmamos” (que significa “estar atentos”)


como los demás, sino que “velemos” y “seamos” sobrios,
1 Tesalonicenses 5:6. Si estos versículos no hubiesen sido
escritos para los tesalonicenses (sino para nosotros hoy
en día) no tuviese ningún sentido para ellos, porque Pablo
los pone a velar y mantenerse sobrios, si eso no era para
ellos. Entonces, el día del Señor era inminente para Pablo
y las iglesias del primer siglo, ese día estaba para
cumplirse dentro del marco de aquella generación, por
eso, les dice en el V:9 “Porque no nos ha puesto Dios para
ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro
Señor Jesucristo” Esto hubiera sido una gran burla de
Pablo si estas palabras se hubieran escrito para nosotros
los del siglo XXI. En 1 Corintios 5:5 después de que el
espíritu de Pablo juzgó el caso del fornicario de la iglesia

228
en Corinto, les dice “el tal sea entregado a Satanás para
destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo
en el día del Señor Jesús”. El día del Señor aparte de ser
un día de juicio también era un día de salvación, espíritus
salvos en el día del Señor Jesús.

¿Qué sucedió con todos los creyentes del primer siglo


cuyos espíritus fueron salvos en el día del Señor en el año
70 d.C.? Apocalipsis 14:13 dice “Oí una voz que desde el
cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en
adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el
Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras
con ellos siguen”. Entonces, ¿Qué sucedió? Qué el día del
Señor para ellos fue día de bienaventuranza; fue el día
más feliz para ellos, porque murieron en el Señor para el
día del Señor. ¿Por qué fueron bienaventurados? Porque
después de la gran tribulación todo creyente que murió
no pasó por el hades, sino que fue resucitado
inmediatamente al momento de su muerte y entró en el
reino eterno de Dios. A partir del cumplimiento del día
del Señor, ya nadie duerme en el hades, la persona que
muere va inmediatamente al reino, a ser uno con Dios a
eternidad. Esta es la gran bienaventuranza.

Ahora, observa lo que Pedro usando un lenguaje


altamente metafórico les dice a los judíos cristianos del
primer siglo en 2 Pedro 3:10 “Pero el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas”. Aquí tenemos otro aspecto importante del
día del Señor, ¿Cuál es? El cual los cielos pasarán con
grande estruendo y los elementos de la tierra ardiendo

229
serán deshechos y las obras que en ella hay serán
quemadas. En el día del Señor algo iba a pasar, a cesar, a
claudicar, a cerrarse definitivamente, ¿Qué era? Jesús en
Mateo 5:18 lo dijo “Porque de cierto os digo que hasta
que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.
Observa que Jesús relacionó el pasar del cielo y de la
tierra con el pasar de la ley una vez que todo se hubiera
cumplido. El pasar del cielo era lo mismo que el pasar de
la ley o del viejo pacto. La ley estuvo vigente con el
templo para los judíos hasta el año 70 d.C. ellos estaban
viviendo bajo ese cielo y tierra de la ley. Ellos estaban en
la jota y en la tilde de la ley. Pero Jesús dijo que hasta que
pasen el cielo y la tierra no pasaría ni una jota y tilde de la
ley hasta que todo se haya cumplido. El día del Señor
cumplió con todo eso. El día del Señor en el 70 y los cielos
pasaron con grande estruendo y las obras de la tierra
fueron quemadas y los elementos ardiendo fueron
deshechos. Pero, ¿Qué tierra? Los futuristas piensan que
es la destrucción literal del planeta tierra. Pero Pedro no
estaba hablando del planeta sino de la tierra de Israel que
estaba bajo el predominio de la ley.

Estaba profetizado en Isaías 2:12 dice “Porque día de


Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y
altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido”, ¿De cuáles
soberbios está hablando Isaías? El V:1 dice “Lo que vio
Isaías acerca de Judá y de Jerusalén. El V:3 dice “Porque
de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.
¿Cuándo vendría el Señor a castigar a todo soberbio de
Judá y de Jerusalén? El V:21 dice “…cuando se levante
para castigar la tierra”, ¿Cuál tierra? Isaías 3:1 señala a la
tierra de Judá y de Jerusalén. En el V:8 se profetiza la

230
caída de Judá y de Jerusalén. En el 14 dice que Jehová
vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo y contra
sus príncipes. El juicio del día del Señor era para disolver
los “elementos” y las “obras” en la tierra de Israel en Judá
y en Jerusalén. 2 Pedro 3:12 dice “esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual
los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los
elementos, siendo quemados, se fundirán!. Fíjate, que la
venida del día de Dios era para disolver, deshacer, fundir
o quemar los elementos de Israel. La palabra “elemento”
es del griego stoicheia que traduce “rudimentos”.
Entonces, Pedro cuando utiliza el término “elementos” no
está hablando de los átomos, ni de los componentes
materiales del planeta tierra, sino de “rudimentos
religiosos”, porque la referencia es a “preceptos” y no a
cosas física o materiales.

Entonces, Pedro no hace referencia alguna a la


<destrucción del planeta tierra>, sino a la destrucción de
los “preceptos judaicos” a los “rudimentos” del viejo
mundo judío o judaísmo. Ya Pedro venía advirtiéndoles
desde 1 Pedro 4:7 a los expatriados, “Ya se acerca el fin
de todas las cosas; sed, pues, sobrios, y velad en oración”.
Pedro escribió su carta aproximadamente en el año 69
d.C. y ¿Qué estaba esperando? 2 Pedro 3:13 “Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia”. ¿Cuándo
aparecieron esos cielos nuevos y esa tierra nueva donde
mora la justicia? Aparecieron en el día del Señor.
Entonces, concluimos, que el día del señor que vio Juan
en Apocalipsis 1:10 no fue otra cosa que el día de la
venida del Señor en juicio al pagano Israel del año 70 d.C.,
en donde la tierra de Judea vivió la más grande

231
calamidad, donde los sacerdotes levitas vieron la caída
del templo, donde el sanedrín judío vio el fin del
judaísmo, y la ciudad de Jerusalén fue enteramente
quemada y los elementos de su religión fueron
deshechos, sus riquezas fueron robadas y a partir del
cumplimiento del día del Señor el reino de Dios les fue
quitado a Israel y le fue dado a gente que produjera los
frutos de él (Mateo 21:43). No esperes otro día del Señor
en sábado ni en domingo; porque ese día fue un juicio
que ya vino en el año 70 d.C. La venida del día de Dios ya
se cumplió en Israel y ahora, estamos bajo el gobierno de
un cielo nuevo y tierra nueva donde mora la justicia
perdurable. Estamos en cumplimientos. Estamos reinando
en vida y libertad y de aquí a la eternidad. Disfrútate a
Dios en su amor incondicional.

11que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el


último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las
siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”.

El alfa y la omega manda a Juan a escribir la visión en un


libro o rollo. La orden es urgente. Juan debía escribir sólo
lo que le fue revelado y debía enviar con urgencia ese
libro a las siete iglesias localizadas en el Asia menor.
También hubo iglesias en Hierápolis, Colosas y Tralles.
Dentro de ese libro iba un mensaje particular para cada
una de estas iglesias locales. Apocalipsis 1:12 al 20
describe siete aspectos del Cristo glorificado.

12Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y


vuelto, vi siete candeleros de oro”.

232
La expresión “ver la voz” es una metonimia de efecto. En
vez de ver a una persona, Juan vio “siete candeleros de
oro”. En Éxodo 25:31-37 y Hebreos 9:2 había un candelero
de oro de siete brazos. En el templo de Salomón había
cinco candeleros de oro a la derecha y cinco a la izquierda
frente al lugar santísimo (1 Reyes 7:49). En la visión de
Juan esos siete candeleros simbolizan las siete iglesias del
Asia menor. La función primordial del candelero es
alumbrar. Israel tenía en el antiguo pacto la función de ser
luz a de las naciones paganas, pero fracasó en su misión y
en lugar de ello produjo tinieblas. Las siete iglesias sabían
lo que Jesús dijo en Mateo 5:14-16 que fueran luz del
mundo.

13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al


Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta
los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

El adjetivo semejante (hómoion) describe la humanidad


de Cristo, pero también su exaltación posterior a su
resurrección, su gloria y su deidad. Daniel 7:13 ya veía a
uno como un hijo de hombre. En la expresión Hijo de
Hombre no hay artículo determinado y eso indica que el
énfasis de esa frase es cualitativo. Con esta frase Juan
estaba describiendo no el cuerpo físico de Cristo sino sus
cualidades, carácter o atributos de Cristo. Cristo es el Hijo
del Hombre o el representante perfecto de sus
semejantes. Vestido de una ropa que llegaba hasta los
pies, y ceñido por el pecho con un cinto de otro indica
que Cristo no estaba ceñido en su cintura para el servicio,
sino en carácter judicial. El vestido hasta los pies indica la
dignidad real y el carácter de Cristo como sacerdote y
juez.

233
14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca
lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego.
Los calificativos de “blanca lana y nieve” indican la pureza
eterna del Cristo glorificado. Sus ojos como llama de
fuego se relacionan con el carácter escudriñador de su
santidad que urge y consume a sus enemigos.

15y
sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente
como en un horno; y su voz como estruendo de muchas
aguas.

El vocablo refulgente comporta la idea de que el bronce


ardió y resplandeció y eso indica que nunca muere y que
su juicio consumidor es irresistible. Esos pies de juicio
aplastarían a sus enemigos y los convertiría en ceniza en
su segunda venida con poder y gloria. El estruendo de
muchas aguas indica majestuosidad desbordante y el
término estruendo de un furioso juicio sobre sus
enemigos, la nación impenitente de Israel.

16Teníaen su diestra siete estrellas; de su boca salía una


espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol
cuando resplandece en su fuerza.

El verbo tenía (écho) debería traducirse teniendo, porque


el Señor mantiene su protección sobre sus siete estrellas.
La frase diestra indica preservación, posesión y control. El
vocablo espada (rhomfalia) sugería la larga espada hecha
en Tracia que era casi del tamaño de un hombre normal.
Los dos filos comporta la idea de su eficacia judicial
contra sus enemigos. Y su rostro era como el sol cuando
resplandece en su fuerza indica que en su primera

234
venida, los hombres lo vieron sin atractivo alguno, pero
ahora, en su segunda venida los que lo traspasaron lo
vieron sin velo revelando su gloria imperial.

17Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su


diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el
primero y el último.

Lo que hizo derribar a Juan fueron la gloria y la santidad


del Cristo glorificado. Muchos aducen que hoy en día han
visto el rostro del Señor y siguen en su misma altivez. La
frase Y él puso su diestra sobre mí indica que cuando
Juan vio su mano sobre él dejó de temer. Cuando uno está
entre el primero y el último todos los temores
desaparecen.

18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo


por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.

La frase y el que vivo, y estuve muerto indica que el que


estuvo muerto, ahora, es el eterno. La frase Y tengo las
llaves de la muerte y del Hades indica Cristo con su
muerte y resurrección destruyó al diablo, esto es el
pecado la causa por la cual en su carne la destruyó
(Hebreos 2:14,15). Ahora, su pueblo está libre del diablo-
pecado y de la servidumbre de la muerte. Ya no hay
muerte ni hades para el que confía en el Cristo glorificado.

19Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que
han de ser después de estas.

235
Las cosas que Juan vio tenía que ver con lo descrito en el
capítulo uno. Las que son con se refiere a las de
Apocalipsis 2 y 3. Las que han de ser después de estas
tienen que ver con el cumplimiento de “el día del Señor”
que comienzan con los juicios de la gran tribulación o la
semana setenta de Daniel.

20Elmisterio de las siete estrellas que has visto en mi


diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete
estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las siete iglesias.

La palabra misterio (ho mystérion) se refiere a algo


escondido del ojo y del oído humano que deja de serlo
cuando ya es conocido o revelado. Las siete estrellas son
los ángeles, siervos o mensajeros de las siete iglesias del
Asia menor. Estas estrellas no están en la diestra de Dios
sino sobre la misma diestra de Dios. El hecho de que
están sobre la diestra indica relación. Ángel es la función
de representar a otro o de ejecutar la voluntad por otro.
Los siete candeleros son luminares o portadores de luz y
esas son las siete iglesias del Asia menor. Un candelero no
produce ni genera luz propia sino que la transporta, así
fueron o debieron ser las siete iglesias en aquel
continente menor.

APOCALIPSIS 2:1-7

La iglesia en Éfeso:

Las siete iglesias estaban situadas en una de las


principales rutas romanas. Un mensajero salía de la isla
de Patmos (donde estaba desterrado Juan) y llegaba

236
primero a Éfeso. Podía viajar al norte hacia Esmirna y
Pérgamo, girar al sureste hacia Tiatira y seguir hasta
Sardis, Filadelfia y Laodicea, en el orden exacto en que se
dictaron las cartas.

Las siete iglesias de los capítulos 2 y 3 narran la verdadera


situación que prevalecía en el primer siglo bajo el dominio
del imperio romano cuando estos 7 apocalipsis o rollos o
libros le fueron entregados por Juan a los 7 ángeles o
pastores de cada una de las 7 iglesias del continente. La
naturaleza de este escrito era profético a cumplirse
pronto en aquella su generación, y no representa el
progreso de la iglesia de Cristo en siete futuras etapas
como erróneamente el Sr. William Marrión Branham
escribió en su libro “Una exposición de las siete edades de
la iglesia” diciendo que:
1. Pablo representó la edad de Éfeso (año 53 -170 d.C.)

237
2. Ireneo representó a la edad de Esmirna (año 170-312
d.C.)
3. Martin representó a la edad de Pérgamo (año 312-606
d.C.)
4. Colombo representó a la edad de Tiatira (año 606-1520
d.C.)
5. Lutero representó a la edad de Sardis (año 1520-1750
d.C.)
6. Wesley representó a la edad de Filadelfia (año 1750-
1906)
7. Branham representó a la edad de Laodicea (año 1906-
......)

Ninguna iglesia prefigura a ninguna edad después del año


70 d.C.

Asía fue la provincia del antiguo imperio romano, y en esa


provincia estuvieron las 7 ciudades: Efeso; Esmirna;
Pérgamo; Tiatira; Sardis; Filadelfia; Laodicea. En cada
ciudad hubo un grupo de cristianos.

Estas 7 iglesias fueron los 7 espíritus que estuvieron


delante del trono de Dios en el Asia menor (Apocalipsis
1:4). fueron los 7 candeleros de oro del Asia menor, V:20
y sus ángeles o pastores fueron las 7 estrellas del Asia
menor en esas localidades.

Estas 7 iglesias no estaba en la misma ciudad. Entonces,


Apocalipsis fue escrito para 7 iglesias locales, para 7
ángeles, en 7 ciudades del Asia menor. Fue escrito
solamente para ellos, pero sus maravillosos efectos en el
plano espiritual son para nosotros hoy en día. Son efectos
para disfrutar.

238
En Apocalipsis 1:9 Juan les dice a las 7 iglesias que él
también es coparticipe en la tribulación, en el reino, y en
la paciencia de Jesucristo, ¿Por qué? Porque Juan
también estaba viviendo los días del conflicto y
persecuciones del imperio romano desde Nerón hasta
Tito el que destruyó el templo y a Jerusalén en el año 70
d.C.

Las 7 iglesias estaban siendo perseguidas por tener una


“religión ilícita” denominada el “cristianismo” y se
convirtieron en los enemigos del judaísmo y del imperio
romano. El Apocalipsis es un libro consumador que
expresó para las 7 iglesias la persecución y la venida en
juicio y en gloria de Cristo por medio de símbolos y una
extensa variedad de figuras de dicción.

Juan en Apocalipsis 1:3 les dice que era bienaventurado el


que leyera y oyera el Apocalipsis en cada localidad de su
ángel (pastor) y guardara las cosas escritas en el libro
porque el tiempo estaba cerca (no distante como los
futuristas lo han alargado hasta el siglo XXI).

El ojo de los judíos que traspasaron a Cristo verían al


Señor viniendo con las nubes y las tribus de Israel del
primer siglo harían lamentación por él (Apocalipsis 1:7).

Estas 7 iglesias no son figurativas a ningún otro período


después del año 70 d.C. Porque si lo fueran no habría
necesidad de que Juan hiciera una designación de
nombres concretos y de localidades o ciudades del Asía
menor. Fueron escritos estrictos sólo para ellos.

239
Estas 7 ciudades existieron antes del juicio del año 70 d.C.
Localidades que estuvieron bajo el dominio del imperio
romano. Después de la destrucción de Jerusalén, el
judaísmo fue quitado de en medio, el obstáculo al
cristianismo fue eliminado y así el avance del cristianismo
se propagó rápidamente hasta el día de hoy, ya el Señor
Jesús en Mateo 21:43 había profetizado que el reino de
Dios le sería quitado a Israel, y le sería dado a gente que
produjera los frutos de él. Esos frutos comenzaron a verse
después del año 70 d.C. Hasta el día de hoy.

¿Qué descubrimos cuando leemos a Apocalipsis 2 y 3?


Qué cada exhortación que se le hizo a cada una de las 7
iglesias, demostró que éstas 7 iglesias iban a existir hasta
que viniera el día del Señor que fue día de juicio, de ira y
de destrucción contra la última malvada generación de la
nación de Israel. Ya el Señor Jesús lo había predicho en
Mateo 24.34 cuando dijo “De cierto os digo, que no
pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

1 Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las


siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los
siete candeleros de oro, dice esto:

Éfeso fue la capital de Asia Menor, un centro de comercio


de tierra y mar y, junto a Alejandría y Antioquía en Siria,
una de las tres ciudades con mayor influencia en la parte
oriental del imperio Romano. El templo de Diana
(Artemisa), una de las maravillas del mundo antiguo, se
hallaba en esta ciudad, y una importante industria era la
creación de imágenes de esta diosa (Hechos 19:21–41).

240
En el griego los nombres de las siete ciudades representa
la condición espiritual antes del año 70 d.C. Por ejemplo
Éfeso en griego significa “deseado” y esto era porque el
Señor todavía tenía mucha esperanza en esta
congregación. La iglesia en Éfeso la fundó Pablo en el
evangelio de la gracia (hechos 19) entre los años 50-55
d.C. Aproximadamente. Pablo ministró en ella por espacio
de tres años. Pablo había profetizado en Hechos 20:29,30
que se levantarían falsos maestros que son los descritos
por Juan en Apocalipsis 2:2,6. En la ciudad de Éfeso fue
donde Juan vivió sus últimos años de vida. Esta
congregación tenía su propio ángel que es del griego
ángelos y significa “mensajero” que sólo fue establecido
para educar el entendimiento de los efesianos en la
lectura del libro del Apocalipsis. Este ángel era un hombre
de carne y hueso, que era un sobreveedor en Éfeso. A
esta congregación, Cristo se le presenta como el que
tiene las 7 estrellas en su diestra, es decir, el que sostiene
firmemente en su mano derecha a 7 las iglesias. Cristo,
andaba de manera constante en medio de los 7
candeleros de oro.

2Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y


que no puedes soportar a los malos, y has probado a los
que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos

Cristo, por el conocimiento de su Omnisciencia le tiene un


conocimiento completo a la congregación en Éfeso. Él le
conoce sus obras, su trabajo, su esfuerzo hasta el
agotamiento. Ellos fueron creyentes de mucha paciencia
o resistencia ante las circunstancias adversas de ese siglo.
Ellos estaban soportando la carga de los falsos maestros y

241
herejes denominados “apóstoles” que fueron probados
por ellos para determinar la calidad y modo de pensar.
Este grupo de denominados “apóstoles” judaizantes o
gnósticos fueron muy influyentes dentro del seno de la
congregación, pero sus doctrinas fueron repudiadas por
la iglesia en Éfeso.

3y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado


arduamente por amor de mi nombre, y no has
desmayado

Los santos en Éfeso estaban firmes en su actitud de


fidelidad a Cristo. No eran creyentes dados al desanimo,
pero trabajan arduamente por amor del nombre del
Señor Jesucristo.

4Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor

Pablo había elogiado a la iglesia de Éfeso por su amor a


Dios y a los demás (Efesios 1.15), pero muchos de los
líderes de la iglesia ya habían muerto, y la segunda
generación de creyentes había perdido su fervor
espiritual. Era una iglesia muy activa y sus miembros
hacían mucho en beneficio propio y de la comunidad,
pero por motivos equivocados. La vitalidad espiritual que
se desprende del amor al Señor había degenerado en
rutina. Ellos habían dejado al amor en medio de un
abandono definido y lamentable. Tuvieron una excelente
doctrina de gracia; pero el amor se había enfriado en
ellos. Una de las razones a ese desamor en parte fue a
causa de las controversias constantes con los Nicolaitas.
Ese desamor fue un enfriamiento a paso lento. Pocas
atenciones hubo de parte de ellos.

242
5Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no,
vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si
no te hubieres arrepentido

Se les exhorta a que miraran al pasado y recordaran el


lugar y la condición de donde habían estado. Por esta
congregación pasó el apóstol Pablo y los mejores
maestros de la palabra de gracia Apolos, Timoteo, Aquila
y Priscila, y el mismo apóstol Juan. Habían caído de su
amor y ahora se estaban olvidando de los ricos privilegios
que tuvieron con la palabra ministrada por los anteriores
colaboradores de Dios, por eso, fueron instados al
arrepentimiento o cambio de actitud. Se les recuerda que
debían regresar a las obras motivadas por el amor a Cristo
en lugar de estar en la fría actitud que tenían.
Ahora, si ellos no cambiaban su actitud, el Señor iba a
venir pronto (érchomai soi) sobre el ángel de la iglesia
“vendré a ti” y le iba a quitar el candelero de ese lugar.
Esto fue una referencia a la venida escatológica de Cristo
“una venida pronto” (no distante). La idea del Señor era
librar al remanente de Éfeso de los juicios de la gran
tribulación (67 al 70 d.C.), mientras que el resto de
habitantes de Éfeso tendría que pasar por la hora de la
prueba que iba a venir sobre el mundo entero (referido a
todas las naciones bajo el dominio del imperio romano)
en el primer siglo. La animación a Éfeso era siguiera
dando la luz de Cristo a la ciudad misma y a sus
comunidades vecinas.

243
6Pero tienes esto, que aborreces las obras de los
Nicolaitas, las cuales yo también aborrezco

El reconocimiento que el Señor le hace a la iglesia en


Efeso sobre el celo. Ellos estaban aborreciendo el mal de
los Nicolaitas. Las “obras de los Nicolaitas” aquí no eran
en cuanto a su doctrina sino a su praxis, pero en el (2:15
ya se habla de su doctrina. El Señor también estaba
aborreciendo esa praxis. ¿Quiénes eran los Nicolaitas?
Parece que un grupo gnóstico tomó el nombre de Nicolás
para fundar su grupo. El vocablo griego níke significa
conquista y laos significa laico o pueblo. Esta secta
gnóstica exaltaba a los clérigos por encima de los laicos.
Ellos se consideraban superiores al pueblo. Esto dio pie a
la jerarquía que al decursar de los años tomó el sistema
católico y protestante. El Señor estaba aborreciendo ese
tipo de jerarquía.

7El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las


iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la
vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Oír al Espíritu es tener sensibilidad espiritual para


escuchar entendiendo algún asunto espiritual. El mensaje
para la iglesia en Éfeso debería ser escuchado por el resto
de las demás iglesias del Asia, porque las mismas
verdades son aplicables cuando existen las mismas
condiciones. Oír al Espíritu es tener la posición espiritual
correcta. La designación de vencedor era un singular de
exhortación a un plural de las iglesias del Asia menor, es
decir, que todos tenían que vencer. ¿Qué tenían que
vencer? Vencer la situación degradante de las iglesias.
Vencer era recobrar su primer amor aborreciendo en el

244
caso de los creyentes en Éfeso las obras de los Nicolaitas,
es decir, la jerarquía que Dios aborrece.

El Señor le prometió al vencedor de cada iglesia comer


del árbol de vida. Esta invitación se remonta a Génesis
2:8,9,16 a lo que Adán y Eva no pudieron comer en el
Edén, porque prefirieron comer del árbol de la ciencia del
bien y del mal. A los vencedores en Pérgamo el Señor les
prometió comer del maná escondido (2:17), como los
hijos de Israel lo comieron en el desierto (Éxodo 16:14-
16,31). A los vencedores en Laodicea les prometió cenar
con él abriendo la puerta. Todas estas promesas les
fueran dadas para que los vencedores pudieran reactivar
el autentico alimento que siempre ha sostenido la fe del
pueblo de Dios. Comer a Cristo como árbol de vida, como
cena, como maná escondido era lo único que podía salvar
a los creyentes de las 7 iglesias de la degradación en que
están sumidos en el primer siglo.

La degradación de las iglesias del Asia menor está


viniendo por medio de la tolerancia de las enseñanzas de
Balaam (2:14); por la enseñanza de los Nicolaitas (2:15);
por la enseñanza de Jezabel (2:20); y por la enseñanza de
los maestros judaizantes “la profundidad de Satanás”
(2:24). El Señor quería de todos los creyentes del Asia
menor que lo comieran a Él como el suministro de vida, el
verdadero banquete doctrinal que ellos estaban
necesitando en medio de esa degradación latente. ¿Qué
era el árbol de la vida? Era la vida de un árbol y los
árboles en la Biblia se refieren a personas. Sólo hubo un
hombre que fue un árbol de la vida y fue el Señor Jesús. El
dijo en Juan 14:6 “...Yo soy la vida”. Adán, en el huerto
del Edén tuvo a Jesucristo frente a sus ojos; porque Dios

245
le dijo en Génesis 2:9 que podía comer del árbol de vida y
comer es sinónimo de conocer. Los árboles de la vida y de
la ciencia del bien y del mal fueron fundamentos
espirituales. Ya vimos que el árbol era Jesús, ahora, ¿Qué
es la vida? La vida de Jesús es eterna. ¿En qué consiste la
vida eterna? Juan 17:3 dice que consiste en conocer a
Dios y a Jesucristo. La intención original de Dios era que el
hombre comiera del árbol de la vida, pero a cusa de la
caída, el camino hacia el árbol de la vida, le fue cerrado al
hombre. Ese camino a vida, a conocimiento de Dios,
estuvo cerrado desde Adán hasta que el mundo volvió a
ver a Cristo, al árbol de la vida. Hace dos mil años, Dios
fue manifestado como el árbol de la vida en la persona de
Jesús. El árbol de la vida estuvo caminando por el
territorio de Judea. El estuvo allí 33 ½ para que se lo
comieran (comer es sinónimo de conocer), 1 Juan 5:11
dice “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida
eterna; y esta vida está en su Hijo. Cuando Cristo murió
en la cruz, efectuó la redención de aquel camino que
quedó cerrado en el Edén y abrió un camino nuevo por el
sacrificio de sí mismo (Hebreos 10:19-20), para que el
hombre pudiera por ese camino vivo y nuevo, llegar al
árbol de la vida, que es Dios mismo en Cristo como vida
para el hombre. ¿Qué ha pasado desde el primer siglo al
siglo XXI? Que la religión desde el judaísmo se infiltró con
sus dogmas y conocimientos en los hombres que Dios
reconcilió consigo mismo, para impedirles que ellos
comieran a Cristo, el árbol de la vida. Así, que, el Señor
les prometió a los vencedores de Éfeso, que como
recompensa, les daría a comer de Sí mismo. Esto los
motivó a abandonar el judaísmo y a disfrutar solamente a
Cristo en el reino que en la venida del Señor en el 70 ellos
recibieron.

246
APOCALIPSIS 2:8-11

La iglesia en Esmirna: bajo persecución romana

8Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y


el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:

La ciudad de Esmirna quedaba a unos 40-56 kilómetros al


norte de Éfeso. Se le llamaba «Puerto de Asia» porque
tenía un puerto excelente sobre el Mar Egeo. La iglesia de
esa ciudad luchaba contra dos fuerzas enemigas: una
población judía muy opuesta al cristianismo, y una
población no judía que era leal a Roma y apoyaba la
adoración del Emperador. La persecución y el sufrimiento
eran inevitables en un ambiente tan hostil como ese.
Esmirna fue fundada por los griegos aeólicos en el siglo XII
a.d.C. Esmirna durante el dominio del imperio romano
llegó a rivalizar en riqueza y majestad con Éfeso y
Pérgamo. El vocablo Esmirna significa “mirra” y
representa algo amargo o sufrimiento. Tenía una
población de 200.000 habitantes. En aquella Esmirna
nació y creció una pequeña congregación cristiana.

El Señor le estaba escribiendo al ángel o pastor de


Esmirna y se le presenta como el “primero y el postrero”.
Lo que le está diciendo es que en medio de la persecución
el Señor siempre sigue siendo igual; nadie puede
precederle y nada puede existir después de él. Todas las
cosas están dentro de su control, soberanía y límites de
poder. También se le presenta como el que estuvo
muerto y vivió, es decir como aquel que en el año 33 ½ de
aquella generación entró en la muerte, pero la muerte no
pudo retenerle (Hechos 2:24) porque El es la resurrección

247
y la vida (Juan 11:25). ¿Por qué se les presenta así?
Porque esta iglesia estaba sufriendo y necesitaba
conocerlo así, a fin de poder resistir cualquier clase de
padecimiento.

9Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza


(pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser
judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.

El sustantivo tribulación es del griego (thlípsin) y significa


un asedio de muerte, una presión que carga el alma hasta
debilitarla. Los creyentes de Esmirna estaban bajo asedio
romano. Pero además de conocer tribulación también
conocían pobreza (pthocheían) que significa humillante
estrechez material. Parece que debido al nombre de
Jesucristo estaban padeciendo ambas cosas (tribulación y
pobreza). En medio del antagonismo hacia la fe cristiana
les era bien difícil ganarse la vida en aquellos días. Pero el
Señor les dice que a su vez eran ricos en la fe.

En Esmirna estaba la sinagoga de Satanás que fueron los


maestros judaizantes que estaban calumniando con
críticas malignas a la iglesia sufriente por no enseñar el
judaísmo de ellos. Estos judaizantes antes del año 70 d.C.
Insistían en mantener en un pedestal al judaísmo,
constituido por su sacerdocio levítico, los rituales del
sacrificio, y el templo material que todavía estaba en pie.
A todo este sistema el Señor ya lo estaba denominando
“sinagoga de Satanás”. Estos judaizantes no estaban
entendiendo que en la economía de la gracia bajo el
gobierno del nuevo pacto, Dios no tenía nada que ver con
rituales ni rudimentos del judaísmo o prácticas religiosas.
Los judaizantes calumniaban al nuevo pacto. Hoy en día

248
después del 70 todos los sistemas religiosos siguen
iguales cultivando una serie de rudimentos de tipo
externo que jamás pueden justificar, santificar, generar
poder, ni salvar a ninguno que lo practique. Las iglesias
después del 70 siguen judaizadas. Casi ninguna ha salido
del judaísmo arcaico, viejo y degradado. El énfasis que
usted ve en las iglesias es lo externo, el programa, el
ritual, el rudimento, todo esto es “sinagoga de Satanás”.
Los religiosos difaman a las iglesias de gracia sin
rudimentos, las cuáles siguen las verdades del nuevo
pacto en espíritu y vida, por eso no es relevante ningún
sistema o práctica religiosa antigua ni moderna. Aquí
reinamos en vida y libertad a eternidad.

Los judaizantes eran judíos en la carne, pero no lo eran en


el espíritu (Romanos 2:28,29). El hecho de ser originados
de los lomos de Abraham no los constituía en verdaderos
judíos. El Señor los llama “sinagoga de Satanás”. Romanos
9:7,8 dice que los que son hijos de la carne no son
auténticos hijos de Dios, así de sencillo. La meta del Dios
en todos siempre fue tener un sólo templo en la tierra y
para ello tuvo que quitar de en medio al templo judío
para darle entrada al tabernáculo de Dios con todos los
hombres (Apocalipsis 21:3). En el antiguo testamento el
lugar que Dios escogió para establecer su templo fue
Jerusalén. Debido a que en el decursar del tiempo, la
nación de Israel se dividió, se degradó y esparció,
entonces tuvieron que surgir centro satélites del templo
llamados “sinagogas”. Pero en esas sinagogas comenzó a
perderse el verdadero sentido de las reuniones y poco a
poco fueron convirtiéndose en “sinagogas de Satanás”, es
decir, adversarios al cristianismo, enemigos del nuevo
pacto, opositores de la gracia de Dios. La actitud de los

249
religiosos no ha cambiado a través de los años. Esmirna
tenía un centro satelital del templo, pero sus maestros
eran unos diablos.

10No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el


diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para
que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días.
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
El número diez aunque significa “completo” como los diez
mandamientos, aquí indica un tiempo breve. Aunque la
tribulación a la iglesia sufriente de Esmirna fue completa,
fue de corta duración. El Señor no esconde de los suyos el
sufrimiento, por eso, les dice que no tuvieran temor del
sistema romano en lo que iban a padecer por causa del
diablo romano. El vocablo diablo significa acusador,
calumniador, hostigador, los judaizantes era el diablo de
Esmirna, que acusaban a los cristianos delante de los
comandantes romanos. ¿De qué eran acusados? De ser
desleales al emperador César Nerón, la bestia. También
los acusaban de ser ateos, ya que adoraban sólo a Dios,
en contraste con los romanos que adoraban a muchos
dioses. Los acusaban de ser inmorales ya que practicaban
los ágapes de amor cristiano a los que no se le permitía
entrada a los paganos. Por medio de esas falsas
acusaciones o diabluras de los judaizantes los creyentes
en Esmirna estaban siendo probados.

Pero el Señor les dice que sean fieles hasta la muerte, y El


les daría en honor la corona de la vida. Ellos debían
continuar siendo fieles hasta la hora de la muerte
violenta. Para una iglesia que iba a estar por diez días
bajo tribulación, el Señor le promete la corona de la vida.
Esmirna fue famosa por sus competencias deportivas.

250
Una corona era el laurel de la victoria, el trofeo para el
campeón de la contienda. El Señor les dice que sean fieles
hasta la muerte. La corona de la vida era para los mártires
de Esmirna que cayeron al filo de la espada romana. Así
como Cristo fue árbol de vida para los santos en Éfeso;
ahora, es corona de vida para los santos en Esmirna.
Cristo, es el árbol y es la corona. Ellos estaban corriendo
con paciencia la carrera que tenían puesta por delante. La
corrieron en martirio y cuando el Señor les vino en gloria,
les dio la corona de la vida, porque esa corona fue
símbolo de reinar en vida en medio de tribulación. La
corona de la vida los libró de la segunda muerte, que fue
la muerte en el lago de fuego (Apocalipsis 20:14,15).

11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las


iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda
muerte.

En Esmirna, vencer significa vencer la persecución de diez


días siendo fiel a la fe hasta la muerte violenta aplicada
por los romanos. El Señor les promete que el que
venciere, no sufriría daño de la muerte segunda. Mateo
10:28 habla de la primera muerte que es de naturaleza
física, pero Apocalipsis 20:6 habla de la segunda muerte
que es de naturaleza espiritual, ¿Qué es la muerte
segunda? Es el sufrimiento de la eterna perdición, es la
exclusión de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder (2 Tesalonicenses 1:9). La segunda muerte fue el
juicio de Dios que vino en el año 70 d.C. sobre el judío y
gentil impenitente. El honor del vencedor era no sufrir el
daño de la segunda muerte que en Apocalipsis 20:14 es el
lanzamiento al lago de fuego.

251
APOCALIPSIS 2:12-17

La iglesia en Pérgamo:

12Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que


tiene la espada aguda de dos filos dice esto:
La ciudad de Pérgamo estaba ubicada a 88 km al norte de
Esmirna y estaba construida sobre una colina de unos 330
metros de altura. Era el centro de cuatro sectas y
rivalizaba con Éfeso en su adoración de ídolos. El dios
principal de la ciudad era “Esculapio”, deidad de la
terapéutica, y estaba simbolizado por una serpiente, y a
ese dios se le consideraba el dios de la sanidad y gente de
todas partes iba a Pérgamo en busca de sanidad de parte
de ese dios. Este culto aborrecía a los cristianos en
Pérgamo. Se adoraba a Dionisio, el dios de la fertilidad y a
la diosa Atenea, guardiana de la ciudad de Atenas. Se
tenía también el culto a Asklepio, dios de la sanación. Así
como los romanos usaban la espada como señal de
autoridad y juicio, el Señor Jesucristo se le presenta a esta
iglesia como el de la espada de dos filos (1:16) para
indicarles que El que representa la suprema autoridad de
Dios y su juicio. El sustantivo espada (rhomphalía) tiene el
propósito de aislar o separar, ¿Por qué éste ángel e iglesia
necesita la espada de doble filo? Porque habían caído en
un estado de bigamia espiritual, se habían sometido al
control de las autoridades romanas y Dios a través de la
espada de doble filo quería darles la más clara
representación de una separación futura entre ellos y los
adoradores de esos cuatro cultos paganos. Pérgamo fue
la primera ciudad en el Asia que construyó un templo
dedicado a la adoración de Augusto César, emperador
romano.

252
13Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el
trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has
negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi
testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora
Satanás

Como el centro de cuatro sectas idolátricas (Zeus,


Dionisio, Asclepio y Atena), a Pérgamo se le llamaba «la
ciudad donde Satanás tiene su trono». Rodeada del culto
al diablo humano del emperador romano como dios, la
iglesia de Pérgamo no estuvo dispuesta a negar a Cristo,
aun cuando los adoradores de Satanás martirizaron a uno
de sus miembros. El trono de Satanás era ese altar de
casi 70 m de alto dedicado a Zeus, o referido también al
hecho de que Pérgamo era el centro del culto al
emperador romano. La expresión “trono” no indica que el
infierno literal estaba en Pérgamo, sino que denota “una
silla o asiento o trono de estado ejecutivo o de gobierno
malvado”. Ante esa silla de maldad establecida en
Pérgamo por las autoridades romanas se inclinaban
todos. Esta era la ciudad capital del paganismo. Los cultos
de la magia babilónica encontraron su refugio en
Pérgamo.

El Cristo glorificado reconoce dos cosas de éste ángel e


iglesia (1) retienes mi nombre, (2) no has apostatado de
mi fe. Los pagamos de Pérgamo presionaban a los
cristianos a rendir culto a las deidades de la ciudad, a
inclinarse ante la silla, pero ellos se negaban a hacerlo y
en su efecto confesaban públicamente que ¡Jesucristo era
su Señor!. No era fácil ser cristiano en Pérgamo. Los
creyentes sufrían gran presión para acomodar o
abandonar su fe. El martirio del bendecido Antipas

253
ocurrió en el seno donde moraba Satanás o la adversidad
contra los cristianos por no inclinarse ante el trono de
Satanás.

14Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí
a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba
a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer
de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer
fornicación. 15Y también tienes a los que retienen la
doctrina de los Nicolaitas, la que yo aborrezco.

El ángel e iglesia en Pérgamo estaba dentro del trono de


Satanás; pero dentro de su seno congregacional y
espiritual estaban dos falsos sistemas doctrinales. El
verbo tienes (écheis) implica tener en posesión e indica
poder para controlar y corregir. De la silla de Satanás salía
el poder de la muerte y el poder de las falsas doctrinas.
Retener significa “sujetar con fuerza sin dejar soltar”.
Ellos retenían la doctrina de Balaam. Números 22 al 25
dice que este profeta se sometió a la presión de los reyes
de Madián y Moab, quines buscaban la destrucción total
de Israel. Durante un buen tiempo, Balaam “enseñaba” al
rey Balac a poner tropiezo antes los hijos de Israel.
Balaam enseñaba que no era malo ni incorrecto “comer
cosas sacrificadas a los ídolos ni cometer fornicación”. En
Pérgamo habían maestros judaizantes y gnósticos que
enseñaban la misma idea de Balaam y eso estaba
afectando el orden interno y espiritual de esta
congregación (1 Corintios 10:19-22,28). Esta congregación
estaba reteniendo en su seno esta falsa enseñanza y
también la falsa doctrina de los Nicolaitas. En la iglesia en
Éfeso se encontraron las “obras de los Nicolaitas” (V:6)
pero en la iglesia en Pérgamo sus falsas doctrinas. Las

254
obras de los Nicolaitas progresaron tanto que se
convirtieron en doctrinas. Los Nicolaitas practicaron el
espíritu de las jerarquías discriminatorias. Los Nicolaitas
eran semignósticos, que se caracterizaron por su
libertinaje y su antinoaminianismo (contra la saludable
ley). Las dos doctrinas se complementaban en error, por
eso, podían coexistir dentro del seno de la iglesia en
Pérgamo. Con razón esta iglesia degradada estaba casi
lista para enfrentar el inminente juicio de Dios que
ocurrió en el año 70 d.C. con la destrucción del templo y
de la ciudad de Jerusalén y todo el sistema religioso judío.

16Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto,


y pelearé contra ellos con la espada de mi boca

El Cristo glorificado exige de la iglesia un arrepentimiento


(metanóeison oún) inmediato. Pues sino (ei dé méi) indica
una amenaza inmediata que acarrearía el juicio del Señor
(año 70 d.C.). Vendré a ti pronto (érchomaí soi tachy)
indica un tiempo presente inminente referido a la
segunda venida de Cristo en juicio. La expresión “pelearé
contra ellos (los balaamistas y nicolaítas) con la espada
de mi boca sugiere la venida del Señor a juzgar a los
malvados referidos y la sentencia judicial contra los
maestros herejes. Su espada fue mencionada para
indicarles a ellos que El Señor vendría a separar cosas y
personas. El pelearé (poleméiso) significa “una guerra
militar” que se dio por medio de las legiones romanas
entre el año 67 al 70 d.C. Que fue conocida como la
“guerra judía”.

17El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las


iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná

255
escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la
piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno
conoce sino aquel que lo recibe

El vencer implica derrotar la unión mixta entre la iglesia y


el estado pagano de Pérgamo; vencer para eliminar la
idolatría y fornicación; vencer la falsa enseñanza de las
jerarquías discriminatorias en Pérgamo. El maná fue la
porción del cielo que caía para darles sustento en el
camino a los peregrinos de Israel hacia la tierra
prometida. (Éxodo 16:32-34). El maná visible era
compartido por todos los hijos de Israel; pero el maná
escondido había que ser preservado para la tierra
prometida en Canaán. Según Juan 6:49-51 el maná fue
tipo de Cristo como el pan de vida que vino del cielo.
Cristo, para los de Éfeso el árbol de la vida; para los de
Esmirna la corona de la vida; y ahora, para los de
Pérgamo era el maná de vida escondido. Árbol corona,
maná son figuras de dicción.
Para los vencedores de Pérgamo, Cristo, se les estaba
presentando como el maná escondido y preservado para
ellos al ser revestido de aquella habitación celestial. Pero
el Señor también les promete a los santos en Pérgamo
que les daría en su venida, una piedrecita blanca. En el
primer siglo, los habitantes del imperio romano usaban
en las votaciones una “piedrecita blanca” en que se
escribía el nombre de un candidato, y se depositaba en
una urna. Pablo en Hechos 26:10 cuando era Saulo de
Tarso estaba testificando que debido a su voto, se
encerraban y se mataban a los cristianos que él perseguía
(esta era la función de la piedrecita blanca en las
votaciones).

256
Las piedras son significativas porque cada una de ellas
llevaba el nombre de cada persona. En términos
espirituales, la piedrecita era una evidencia de que una
persona ha sido aceptada por Dios y declarada apta para
recibir la vida eterna porque poseía un nuevo nombre. El
nombre de una persona representa su carácter. En
términos espirituales un nombre designa a una persona y
un nuevo nombre designa a una persona transformada.
Así, que, el Señor les prometió a los vencedores de
Pérgamo, que como recompensa, les daría una piedrecita
blanca con un nombre nuevo. El nombre nuevo de Abram
fue Abraham; el de Saria fue Sara; el de Jacob fue Israel;
el de Simón fue Pedro; y el de Saulo fue Pablo, ¿Por qué
un nuevo nombre? Porque hay un nuevo hombre en
Cristo. El nuevo nombre era un cambio de posición, de
estado, de condición y de tiempo. Este es un nombre que
ninguno conoce en su estado anterior, sino que
solamente se puede conocer al estar en el nuevo tiempo
de Dios o su nueva dimensión y su nueva condición
¿Cuál? De viejo a nuevo; de corruptible a incorruptible;
de mortal a inmortal; de terrenal a celestial; de mendigo
a rey de Dios. Cada bendecido en Pérgamo era un
transformado, era como una piedrecita blanca y sólo en
su hombre interior podía conocer el significado de ese
nombre nuevo, por eso, el texto dice “...nadie conoce
sino aquel que lo recibe”.

257
APOCALIPSIS 2:18-29

La iglesia en Tiatira

18Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de


Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies
semejantes al bronce bruñido, dice esto

Tiatira era un centro laboral, con muchos gremios que se


dedicaban a la confección de ropa, tintorería y alfarería.
Lidia, la primera convertida de Pablo en Filipos, era una
mercader de Tiatira (Hechos 16:14). La ciudad era
esencialmente secular, sin preferencia por religión
alguna. La ciudad de Tiatira estaba ubicada a 64 km al
sureste de Pérgamo. El dios pagano Apolo era la deidad y
era el centro de actividad de los Nicolaitas. Tiatira era una
iglesia inclinada a la laxitud moral, en una ciudad
comercial con un gremio de comerciantes, cada uno con
su propia deidad en su negocio, mente y corazón. La
ciudad auspiciaba frecuentemente festividades y orgías
paganas, y era famosa por objetos de lana y por la tinta
«púrpura real» (Hechos 16:14).

A esta iglesia, el Señor se le presente con el titulo Hijo de


Dios que es una afirmación directa de la Deidad de Cristo
(Juan 20:31). Como deidad posee la misma esencia o
sustancia del Padre. Cristo en su dimensión espiritual
nunca fue engendrado, fue y es coigual y consubstancial
con el Padre. También este título sugiere la soberanía del
Cristo glorificado para contrarrestar el paganismo de las
falsas deidades de Tiatira. El que tiene ojos como llama
de fuego indica el profundo discernimiento del engaño
presente (Apocalipsis 2:24). Pies semejantes al bronce

258
bruñido describe el paso victorioso en juicio del Cristo
glorificado dispuesto a someter bajo su autoridad a todos
sus enemigos.

19Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu


paciencia, y que tus obras postreras son más que las
primeras

Yo conozco tus obras y amor y fe y servicio y tu paciencia


resalta el andar en el fruto del Espíritu Santo en el que
anduvieron los bendecidos en Tiatira. Y que tus obras
postreras son más que las primeras indica que este ángel
e iglesia tenían un servicio incansable que aumentaba en
lugar de disminuir.

20Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras


que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y
seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos

Toda la alabanza que el Cristo glorificado les da en el V:19


queda opacada aquí en el V:20. Que toleras que esa
mujer Jezabel es decir, que en lugar de aborrecerla la
permites, coqueteas con ella. Jezabel aquí es un nombre
apelativo a inmoralidad. Juan empleara el nombre Jezabel
para simbolizar el tipo de error que ella estaba
fomentando. Jezabel, una reina pagana de Israel, fue
considerada como la mujer más diabólica que jamás haya
vivido (1 Reyes 19.1,2)(21:1–15)(2 Reyes 9:7–10, 30–37);
y su perfil se halla en (1 Reyes 21). Que se dice profetisa,
enseñe y seduzca a mis siervos es una expresión que
indica que si el mandato del Cristo glorificado en
Apocalipsis 2:25 era de retener lo que ya tenía, entonces,

259
no habría razón de escuchar las enseñanzas y seducciones
de esta susodicha profetiza y además ya se conocía entre
las iglesias la enseñanza de Pablo respecto al papel
vedado a las mujeres en 1 Timoteo 2:12. Parece que
había una mujer de la iglesia de Tiatira que estaba
enseñando que la inmoralidad no era un asunto serio
para los creyentes. A fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos una expresión que indica que la
intención de Jezabel (sea mujer literal o grupo) era hacer
que los ángeles o siervos de Dios en Tiatira cometieran
fornicación espiritual y física al comer cosas sacrificadas a
los ídolos. En aquellos tiempos se acostumbraba vender
la carne que previamente se había ofrecido a los ídolos (1
Corintios 8:1-13). Su intención era llevarlos hacia la
apostasía.

21Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no


quiere arrepentirse de su fornicación

Jezabel (sea mujer o grupo) no tenía deseos de


arrepentirse. «Arrepentirse» significa cambiar de actitud,
dejar de hacer lo que uno quiere para hacer la voluntad
de Dios, abandonar el pecado y sus consecuencias
desastrosas para la vida eterna. La expresión le he dado
sugiere un acto de gracia. Tiempo para que se arrepienta
a Jezabel (mujer o grupo) no al ángel ni a la iglesia en
Tiatira. Pero Jezabel (mujer o grupo) no estuvo dispuesta
a cambiar, no quiso y por lo tanto tuvo que prepararse a
afrontar las consecuencias del juicio inminente de Dios en
el año 70 d.C.

22He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a


los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las

260
obras de ella 23Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las
iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el
corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

La frase yo la arrojo indica que es el mismo Cristo


glorificado quién se apersonó del juicio inminente contra
Jezabel (mujer o grupo). El vocablo cama (klínen) sugiere
la cama de un enfermo moribundo y no de un lecho de
adulterio. Arrojar en cama indica engustia y aflicción en
lugar de reposo. Jezabel fue arrojada a la cama de la gran
tribulación inminente (67-70 d.C.). Esta cama de gran
tribulación la sufrirían (1) Jezabel (mujer o grupo), (2) los
necios que cometieron idolatría y adulterio con ella, (3)
sus hijos o la descendencia de Jezabel (mujer o grupo) en
sus días. Sabrán (gnósontai) es igual a llegarán a conocer
experimentalmente el juicio de Dios sobre Jezabel, sus
simpatizantes e hijos. Que escudriña es una expresión
que indica que el Cristo glorificado le sigue los verificó
palmo a palmo en sus mentes y corazones, porque Él es el
que tiene “ojos como llama de fuego o de juicio incisivo y
completo”. Y os daré a cada uno según sus obras es una
expresión que relacionada con su propia perdición. Antes
del paso del juicio viene el paso de la misericordia de
Dios.

24Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a


cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo
que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os
digo: No os impondré otra carga; 25pero lo que tenéis,
retenedlo hasta que yo venga.

Y a los demás que están en Tiatira es una frase que se


refiere al remante santo y fiel que no se inclinó ante la

261
influencia de Jezabel. Dios jamás se ha quedado sin
testigos en ninguna dispensación. Este era el remanente
que no tenía esa doctrina o enseñanza pagana. Ese
remanente no conoció experimentalmente las
“profundidades de Satanás” es decir la “olla de sus malas
doctrinas o enseñanzas carnales y de idolatría”. Los
gnósticos de aquellos tiempos enseñaron que para
conocer la gracia de Dios era necesario entrar en los
dominios de la carne o de Satanás. Parece que esta
Jezabel era una apódosis de un grupo pre gnóstico. La
frase no os impondré otra carga indica el poder de la
gracia de Dios que no impone sino que libera la carga.
Hasta que yo venga es una referencia directa a la
segunda venida de Cristo en juicio inminente no
trascendente.

26Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le


daré autoridad sobre las naciones

El vencer se asocia con el guardar o atesorar y valorar las


obras de Dios hasta el fin o retorno de Cristo sin relación
el pecado pero en relación con juicio dispensacional. La
promesa del Cristo glorificado es de autoridad sobre las
naciones, promesa que se estableció cuando Cristo vino
en el año 70 d.C. en poder y gloria y el cristianismo tomó
fuerza e influencia sobre las naciones después del 70.
Aquí nos encontramos con la primera promesa referente
al reino inconmovible de Dios. Pablo describió en
Romanos 14:17 las tres glorias del reino de Dios que son
la justicia, la paz, y el gozo en el Espíritu Santo. El poder
sobre una nación es el gobernar con justicia. El que
gobierna con justicia rige a una nación. La vara de hierro
de un reino es su justicia. Estaba profetizado en Daniel

262
9:24 que Cristo traería la justicia perdurable, cuando le
diera fin al pecado y expiara la iniquidad de Israel. Él le
dio fin al pecado y a la iniquidad de Israel en el año 70
d.C. Cuando le dio juicio al templo, al sacerdocio, y a
Jerusalén. Sin aquellos obstáculos se abrió el reino
inconmovible; porque según Hebreos 12:27,28 Dios hizo
en el 70 la remoción de las cosas movibles, para que
quedarán las inconmovibles. Por ejemplo: removió al
templo para que quedara el inconmovible tabernáculo de
Dios con los hombres. Removió a la Jerusalén del 70 para
que quedara la inconmovible nueva Jerusalén.
Ahora, observa que esperaba Pedro y los expatriados en
el primer siglo en cuanto al reino en 2 Pedro 3:13 “Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia”. !Te das
cuenta! La justicia perdurable vino cuando pasó el primer
cielo bajo la ley y se abrió el nuevo cielo de la gracia
(Apocalipsis 21:1). Estamos en lo inconmovible, en el
nuevo cielo de Dios. Entonces, el poder del reino es la
justicia perdurable. Este fue el poder que Dios le dio a los
santos de Tiatira !Su justicia! Al ser uno con Dios ellos
fueron la justicia en las naciones. La justicia perdurable
que habló Daniel y la que esperó Pedro fue la “vara de
hierro”. La vara de hierro de una nación es la justicia.

28y le daré la estrella de la mañana.


29El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias

Y le daré la estrella de la mañana es una frase que indica


que el vencedor brillaría en el reino como una estrella
refulgente y mañanera. La situación en la iglesia en Tiatira

263
era tan degradante que sólo los vencedores prestarían
atención a las palabras de esta profecía inminente.

APOCALIPSIS 3:1-6

La iglesia en Sardis:

1Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los


siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo
conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y
estás muerto

La ciudad opulenta de Sardis en ese momento estaba


conformada por dos secciones. La sección antigua de la
ciudad se hallaba en la montaña y, cuando aumentó
excesivamente su población, se construyó una nueva
sección en el valle inferior. Sardis fue la capital del reino
de Lidia. Ubicada a 52 km al este de Esmirna. Tenía el
centro de la adoración de la diosa Cibeles otro norme de
la diosa Artemisa. Diosa que era invocada por las mujeres
a la hora del alumbramiento. Era una ciudad de gran
opulencia. La frase el que tiene indica una acción
continuada de control y dirección. Los siete espíritus de
Dios comportan la idea del Espíritu séptuple o
intensificado de Dios e indica maximización. El genitivo de
Dios es una frase que indica que estos siete espíritus son
propios de Él. Las siete estrellas apuntan a los siete
ángeles o mensajeros de las siete iglesias. La iglesia en
Sardis vivía una crisis espiritual agonizante y por eso
necesita el poder séptuple del Espíritu único de Dios
(Isaías 11:1,2). Yo conozco tus obras es una implicación
de la omnisciencia de Dios. El tiene un conocimiento
absoluto y perfecto de todas las cosas. Nada se esconde

264
de Él. Qué tienes nombre de que vives y estás muerto
refleja la misma condición interna y espiritual de los
habitantes de Sardis. Tienes un nombre de que vives
indica que la gloria, la fama y la opulencia física de Sardis
había menguado y que en el seno de la iglesia había
impotencia espiritual, pero estás muerto indica que el
ángel e iglesia en Sardis vivían de una mera apariencia de
vida que internamente reflejaba muerte.

2Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para


morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante
de Dios

El Cristo eterno buscó en la iglesia las obras de aquellos


bendecidos y no las halló perfectas (plepleroména)
delante de Dios. Obras sin aprobación divina. Lo que el
Cristo glorificado reprocha no es la cantidad de sus obras
sino la calidad de ellas. Las obras que están para morir
indican que el más leve vestigio de vida que quedaba en
Sardis estaba a punto de fenecer o morir. Sé vigilante
comporta la idea de despertar de su anestesia espiritual y
afirma (stéirison) significa fortalecer actuando de una
manera decidida y con toda urgencia.

3Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y


guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre
ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti

El verbo acuérdate (menimónene) sugiere una acción


continúa de remembranza o recuerdo. Es un llamado a
persistir en lo fundamental por la fe. El descuido siempre
resulta en olvido. Has recibido (eíleiphas) sugiere una
acción completa con resultados perdurables y oído

265
(eíkousas) es un indicativo de un acontecimiento histórico
de haber depositado su fe en Cristo. Y guárdalo (kaí
téirei) es un imperativo que significa “conservar”. Y
arrepientete (kaí metanóeison) sugiere la realización de
una acción urgente e inmediata. El ángel e iglesia en
Sardis tenían que hacer cambios rápidos, por la
inminencia de la segunda venida de Cristo en sus días.
Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti comporta una urgente
advertencia al ángel e iglesia en Sardis del peligro que
venía encima. El si no velas es una condición de algo
como posible. Vendré sobre ti como ladrón (heixo hos
klépteis) es un símil también referido en Mateo 24:43 –
Lucas 12:39 – 1 Tesalonicenses 5:2 – 2 Pedro 3:10-
Apocalipsis 16:15 que indica un asaltamiento rápido,
pues, está asociado con la frase “Y no sabrás a qué hora
vendré sobre ti”. El no sabrás destaca que algo estará
velado para ellos, respeto a la hora de su segunda venida.
Esto es una referencia a la venida judicial del Cristo
glorificado en sus días.

4Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han


manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en
vestiduras blancas, porque son dignas

En Sardis había un remanente santo y fiel que no había


contaminado Sus vestiduras, pues, andaban en santidad o
en apartamiento a Dios. Los historiadores Eusebio de
Cesarea y Tertuliano testificaron que Melitón un obispo
de Sardis vivió después que el Apocalipsis se cumplió
como alguien de Sardis que no manchó sus vestiduras. Y
andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son
dignas indica lo que somos en nuestro andar y vivir.

266
Contaminar la vestidura es mancharla. El color blanco es
símbolo de aprobación y pureza. Vestiduras blancas
representan un estilo de vida, un modo de andar, un
proceder santo. Porque son dignas (hóti áxioí eisin) indica
dignidad por agrado delante de Dios.

5El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no


borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su
nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles

El que venciere será vestido de vestiduras blancas indica


una exhibición de modas y celebración pública. Es un
galardón público para el remanente de Sardis que no se
dejó contaminar por la opulencia y paganismo de la
ciudad. Y no borraré su nombre del libro de la vida indica
una promesa. En el antiguo testamento el “libro de la
vida” era un registro de todos los que tenían ciudadanía
de Israel. Era un listado de los ciudadanos registrado
conforme a su clase. El que nacía era inscrito en ese libro
de vida y el que moría era borrado. Esto no indica la
pérdida de la salvación. En el antiguo testamento en
Éxodo 32:32 Moisés le pidió a Dios que borrara su
nombre del libro de la vida, pero su petición le fue
negada. La salvación es un hecho irreversible como lo es
el nacimiento físico. Así como lo que “es nacido de la
carne, carne es”, lo que es “salvo, salvo es”. Y confesaré
su nombre delante de mi Padre, y delante de Sus
ángeles indica un público reconocimiento de que son
propiedad privada de Dios. El que tiene oído, oiga lo que
el Espíritu dice a las iglesias indica responsabilidad por lo
leído y escuchado.

267
Una vestidura blanca es una exhibición de festividad
(Eclesiastés 9:8). Es también un símbolo de victoria.
Fíjate, que a esta iglesia el Señor le dice en Apocalipsis 3:3
que velara, porque él vendría como ladrón. El velar su
venida les traería como premio esas vestiduras blancas
donde andaría así vestidos con el Señor. Las vestiduras
blancas son el traje de etiqueta para entrar en el reino
eterno. Por medio de esa vestidura se participa en el
reino. Para un rey del reino una piedrecita blanca con un
nuevo nombre y una vestidura blanca. ¿Por qué Dios no
puede borrar en Apocalipsis 3:5 el nombre de los
vencedores del libro de la vida? Porque tienen una
piedrecita blanca y una vestidura blanca. Al entrar en el
reino inconmovible el anfitrión confiesa su nombre nuevo
delante del Padre y de los ángeles. ¿Cuál es la vestidura
blanca? Lo blanco es símbolo de santidad y de justicia y
vestidura es símbolo de revestimiento. Pablo dijo en 2
Corintios 5:2 que el deseaba ser revestido de aquella
habitación celestial. ¿Cuál es esa vestidura celestial? 1
Corintios 15:53 dice “Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista
de inmortalidad“. Entonces, la vestidura blanca es la
inmortalidad.

6El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las


iglesias

Esta es una frase que indica responsabilidad por lo leído y


escuchado.

268
APOCALIPSIS 3:7-13

La iglesia en Filadelfia:

7Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el


Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el
que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre

Filadelfia fue fundada por los ciudadanos de Pérgamo. Se


estableció la comunidad en una zona fronteriza como una
entrada a la meseta central del Asia Menor. Los de
Filadelfia mantuvieron a los bárbaros alejados de la
región e introdujeron la cultura y el idioma griego. La
ciudad fue destruida por un terremoto, luego del cual la
gente quedó preocupada hasta el punto de que la
mayoría vivía fuera de los límites de la ciudad.

Filadelfia significa “amor filial” epíteto que se le dio


debido a la estrecha relación de hermandad que Attalo II
mantenía con su hermano Eumenes II, rey de Lidia. La
ciudad de Filadelfia estaba ubicada en el valle del río
Cógamo. Situada a 56 km al este de Sardis y a 158 km de
Esmirna. Era muy propensa a los terremotos. El Cristo
eterno se les presenta como el Santo, el verdadero
debido a la santidad superficial y aparente de los
judaizantes del V:9. Cristo es la llave de su reino. La llave
era llevada sobre los hombros para demostrar que quien
la cargaba poseía la absoluta autoridad del reino. El que
cierra y abre indica que el que tiene la llave es el único
capaz y digno de dar entrada al reino. La frase de David
indica el reino que abre las puertas a todos los que han
confiado en su único rey y salvador.

269
8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti
una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque
aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y
no has negado mi nombre

El Cristo glorificado conocía las obras del ángel e iglesia


en Filadelfia aunque no especifica a qué obras se refiere.
La frase he puesto (dédoka) indica un don permanente
que Dios le dio a los santos y fieles en Filadelfia y ese
regalo de gracia consistía en “una puerta abierta que
permanece siempre abierta”, esa “puerta abierta” tiene
que ver con la oportunidad para predicar el evangelio de
la gracia en medio de la oposición de sus enemigos los
judaizantes, gnósticos que debido a la oposición
intentaban cerrarla de inmediato. El ángel e iglesia en
Filadelfia podía aprovechar esa gran oportunidad para
transportar el evangelio de la gracia de Dios a las regiones
como Misia, Lidia y Frigia donde lo llevaron en sus días. El
tienes poca fuerza indica que la iglesia tenía poca
influencia entre lo habitantes de Filadelfia debido a su
clase proletaria, sin poder económico y político, pero eran
ricos en testimonio y amor fraternal entre ellos mismos.
El has guardado mi palabra indica la realidad del hecho,
ellos habían demostrado lealtad a la gracia de Dios a
pesar de sus dificultades. Las circunstancias no lograron
alterarles el contenido de la gracia de Dios como
evangelio. El no has negado mi nombre indica que a
pesar de que fueron confrontados a negar a Cristo, ellos
se mantuvieron firmes y fieles en sus convicciones.

9He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que


se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he

270
aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y
reconozcan que yo te he amado

El he aquí indica un llamado de atención a la acción de


Dios en contra de los judaizantes que perseguían a los
bendecidos de Filadelfia por su convicción de gracia. El yo
entregó indica que los judaizantes, aquellos blasfemos de
(2:9) serían doblegados (3:9). Estos judaizantes enemigos
de la gracia nunca fueron los verdaderos hijos de la fe de
Abraham, ya que los auténticos no persiguen a Jesucristo
lleno de gracia y de verdad ni a sus seguidores de gracia y
de verdad. Los judaizantes perseguidores tenían que
rendirse ante la gracia dada a los gentiles. El Cristo
glorificado les dice he aquí, yo haré que vengan y se
postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. El
enemigo está inclinado ante su conquistador y ese hecho
ocurrió cuando el judío comenzó a ser enseñado al gentil
cómo acercarse al Mesías. La frase y reconozcan que yo
te he amado indica que el judío daba por sentado que
Dios no podía amar a los gentiles. Ellos creían que sólo
Dios era el Dios suyo y de nadie más. Para un judío el
gentil era un vil pecador y no merecía el amor de Dios. El
reconozcan indica el conocer por experiencia. El judío
según la carne, el perseguidor, el ismaelita y el blasfemo
comenzó a reconocer que el Señor también ha amado al
gentil (Apocalipsis 1:5).

10Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia,


yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha
de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra

271
El has guardado indica un hecho histórico. Los de
Filadelfia habían escoltado la palabra en medio de sus
continúas pruebas de parte de los judaizantes enemigos
de la palabra de gracia. Ellos la escoltaron en paciencia o
resistencia. Por eso, les viene del Cristo eterno la
promesa Yo también te escoltaré de la hora de la prueba
que ha de venir sobre el mundo entero. El yo también
indica reciprocidad, (yo a su vez) es decir, que por parte
del Cristo eterno serían escoltados en la hora misma y de
la hora misma de prueba que se refiere a la gran
tribulación de aquellos últimos días donde todos los
moradores sobre la tierra de aquellos días y tiempos
experimentarían. Estos santos y fieles de Filadelfia
estarían por fuera de la misma de la prueba, cuyo
objetivo fue probar a aquellos moradores de la tierra. Esa
gran tribulación según Mateo 24:14,21,22 afectaría a
todos los seres humanos existentes dentro de aquella
generación. Ese período de prueba fue único, ya que si
tales días y tales pruebas no hubiesen sido acortadas
nadie hubiera sobrevivido y tales cosas ocurrieron en
aquella generación que profetizó el Señor Jesús en Mateo
24:33,34.

11He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para


que ninguno tome tu corona

En el griego sólo dice vengo pronto (érchomai tachy). El


tiempo presente del verbo vengo o (érchomai) y del
adverbio (tachy) o pronto sugiere un acontecimiento
rápido e inesperado o inminente y ánima a los santos y
fieles de Filadelfia a asirse de aquella gloriosa esperanza
en esos días. La corona (stéphanon) de Pablo según 1
Tesalonicenses 2:19 era la gloria de ver a sus consiervos

272
delante del Cristo eterno en su venida. Los bendecidos de
aquellas iglesias del Asia menor no podían perder su
salvación, pero sí su galardón si no retenían lo que se les
estaba explicando o enseñando o leyendo. Una corona
era un collar de laurel fino que se le entregaba en las
competencias griegas al vencedor. Los santos y fieles de
Filadelfia fueron exhortados a retener o a asirse
firmemente (krátei) de las riquezas espirituales que Dios
les había dado por Su gracia.

12Alque venciere, yo lo haré columna en el templo de mi


Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios,
la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi
Dios, y mi nombre nuevo

El sustantivo columna (stylon) sugiere estabilidad y


permanencia. Al vencedor de Filadelfia el Cristo eterno lo
haría un pilar fijo dentro del santuario de Dios, donde
nunca más saldría de allí bajo ninguna circunstancia. Así
como una columna no desea desligarse del edificio donde
fue fijada, de igual modo, ningún bendecido puede salir
de la presencia eterna de Dios, el verdadero santuario
eterno. El nombre (ónoma) sugiere identificación y
pertenencia, ¿A quién se pertenece? A Dios (theoú)
donde se repite tres veces en este versículo para destacar
la identificación y estrecha relación único con El. El
nombre de mi Dios es Jesucristo y el nombre de la ciudad
de mi Dios es la nueva Jerusalén. Todos los santos y fieles
de Filadelfia estaban inscritos dentro del nombre y eran
ciudadanos de la nueva Jerusalén (Filipenses 3:20). La
sede de su ciudadanía era la nueva Jerusalén que no es
material ni geográfica sino espiritual y eterna. El vocablo

273
nueva (kainéis) significa flamante a diferencia de la
desgastada y vieja Jerusalén terrenal que fue destruida
por Tito en el año 70 d.C. La nueva Jerusalén descendió
del cielo en bendición y soberanía. Esta nueva ciudad fue
dada por gracia. Y mi nombre nuevo indica más que
interpretar un titulo es revelar el carácter del vencedor
como el hombre nuevo (Efesios 4:23,24)(Colosenses 3:4).
El ser una columna en el templo de Dios significa estar
establecido; porque una columna no puede ser quitada.
Los vencedores de Filadelfia iban a sostener el templo de
Dios. ¿Por qué el V:12 dice “y nunca más saldrá de allí”?
Porque es columna. Una columna no sale y entra de un
templo o edificio. Al ser una columna el nuevo nombre de
Dios, la nueva ciudad de Dios estaría inscrita sobre el
vencedor de Filadelfia. El nombre nuevo y la ciudad nueva
de Dios fueron tallados en la columna del hombre
vencedor para ser posesionado por Dios a eternidad. Y
¿Cuál es la ciudad de Dios? La nueva Jerusalén que
descendió del cielo en el año 70 al ser quitada de en
medio la antigua Jerusalén. Dónde Dios quita tiene que
establecer algo nuevo. ¿Qué vemos después del viejo
hombre? Al nuevo hombre. ¿Qué vemos después de que
el pecado fue quitado de en medio? Vemos puesta la
justicia de Dios. El no deja vacíos; porque lo llena todo en
todo.

13El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las


iglesias

El contenido del documento o carta oficial al ángel e


iglesia de Filadelfia se debía dar a conocer a las demás
iglesias históricas del Asia menor.

274
APOCALIPSIS 3:14-22

La iglesia en Laodicea:

14Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el


Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la
creación de Dios, dice esto.
Laodicea era la ciudad más opulenta de las siete que
había en Asia. Se le conocía por su banca industrial, la
manufactura de lana y la escuela de medicina que
producía un medicamento para los ojos. Pero la ciudad
siempre tuvo un problema con el suministro de agua. En
cierta oportunidad se construyó un acueducto para
transportar agua a la ciudad desde manantiales de agua
caliente. Pero cuando el agua llegaba a la ciudad, no
estaba ni caliente ni fría, solo tibia. La iglesia había
llegado a ser tan insípida como el agua tibia que llegaba a
la ciudad.

La ciudad de Laodicea fue fundada por Antíoco II (261-


264 a.C.) y fue llamada así en honor a su esposa Laodicea.
Estaba ubicada en el valle del río Lico a 80 km al sureste
de Filadelfia, cerca de Colosas e Hierápolis y a 192 km al
sureste de Esmirna. Predominaba la escuela del templo
de Men Carou deidad asociada a la sanidad. Era una
ciudad rica que no dependía del subsidio de Roma. La
iglesia fue fundada posiblemente por Epafras, discípulo
de Pablo, cuando él ministraba en Éfeso. No se registra
que el ángel e iglesia sufriesen persecución, herejías
fuertes, o que tuviese algún diablo o adversario humano
judío o gnóstico, pero se menciona su tibieza espiritual. El
Cristo eterno se les presente como el amén para
enseñarles que sus promesas con fijas e inconmovibles.

275
Se les presenta como el testigo fiel y verdadero para
enseñarles constancia en la ejecución de su testimonio
verdadero. Se les presenta como el principio de la
creación de Dios para enseñarles que El es la
preeminencia y la fuente activa de todas las cosas
(Colosenses 1:15).

15Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente.


¡Ojalá fueses frío o caliente!

El agua tibia era desagradable en Laodicea. La iglesia allí


se había vuelto tibia como esa agua desagradable y por lo
tanto era repugnante. Los creyentes no adoptaban una
posición firme. La indiferencia los había conducido a la
ociosidad. Al dejar de hacer algo por Cristo, la iglesia se
había endurecido y estaba satisfecha de sí misma. Estaba
destruyéndose. No hay nada más desagradable que un
cristiano solo de nombre que es autosuficiente. No se
conforme con seguir a Dios a medias. Permita que Cristo
avive su fe, y póngala en acción. La frase frío y caliente
describe a dos extremos que revelan claramente lo que
eran en su esencia. El ángel e iglesia aquí no revelaban
una identidad espiritualmente clara, no había nitidez de
carácter espiritual. Lo frío no concordaba con el criterio
de ellos y lo caliente no concordaba con el criterio de
Cristo.

16Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te


vomitaré de mi boca

El calificativo tibio (chliarós) indica que un día fueron


calientes o al menos tuvieron el criterio de Cristo, pero
ahora el ángel e iglesia se enfriaron. Históricamente los

276
tibios manantiales cercanos a Hierápolis se veían desde la
ciudad de Laodicea, por eso el uso de estos términos por
Juan. Esos manantiales no eran de agua potable ni de
agua térmica. Lo tibio aquí era sin eficacia o inadecuado.
Ser vomitado de la boca del Cristo eterno implica ser
rechazado o perder el disfrute o gozo de todo lo que
Cristo es para su iglesia.

17Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de


ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo

Él porque tú dices tenía que ver con su vanagloria basada


en su propia autoestima. Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad indica
que el ángel e iglesia confiaban en sus propias fuerzas y
méritos. Esta iglesia era rica en intelectualidad, estética y
obras de justicia, pero espiritualmente estaba en pobreza.
Poseían una autosuficiencia Y de ninguna cosa tengo
necesidad y es aquí donde el Cristo eterno parece estar
fuera del seno de la iglesia dónde más adelante tiene que
llamar a la puerta. El no sabes indica que no tenían
percepción sino retrogresión y el tú eres indica
culpabilidad del acusado ángel e iglesia. El desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo se aplica al tú eres
que es el ángel e iglesia de Laodicea. La expresión
“desventurado y miserable” indica objeto de lastima en
su triple condición (1) Pobreza: como un limosnero que
nada tiene, (2) Ceguera: como alguien que no puede ver
su propia condición, (3) Desnudez: como una persona sin
vestidura espiritual.

277
Algunos creyentes suponían equivocadamente que la
abundancia de bienes materiales era indicio de la
bendición espiritual de Dios. Laodicea era una ciudad rica
y la iglesia también lo era. Pero lo que la iglesia pudo ver
y comprar llegó a ser más valioso para ellos que lo que no
se ve que es eterno. La riqueza, el lujo y la comodidad
pueden convertir a las personas en confiadas y
satisfechas de sí mismas. Pero por mucho que usted
tenga, no tiene nada si no posee una relación vital con
Cristo. ¿De qué forma influye su nivel económico actual
en su vida espiritual? En vez de concentrarse en la
comodidad y el lujo, busque su verdadera riqueza en
Cristo.

18Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro


refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras
blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza
de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que
veas.

Laodicea era conocida como un centro bancario, por la


producción de fina lana negra usada en vestidos y
alfombras y por producir colirio para la cura de los
trastornos de la vista. La iglesia necesitaba
desesperadamente la gracia que regenera, las
vestimentas de la justicia de Cristo y el Espíritu que
ilumina los ojos del corazón.
El por tanto no aparece en el griego. El comprar
(agorásai) exige pagar un precio. Este ángel e iglesia
necesita adquirir por la fe tres cosas del Cristo eterno: (1)
oro refinado en fuego que es Cristo mismo como su
elemento de vida, (2) vestiduras blancas que tiene que
ver con su conducta que es el vivir de Cristo, (3) el colirio

278
que tiene que ver con el Espíritu de Cristo que unge para
poder ver con excelencia.

A los de Laodicea se les conocía por su gran riqueza, pero


Cristo les dijo que debían comprar oro de Él (el verdadero
tesoro espiritual). La ciudad estaba orgullosa de su ropa e
industrias de tintorería, pero Cristo les dijo que debían
comprar vestiduras blancas de Él (su justicia). Laodicea se
enorgullecía de su ungüento precioso para los ojos que
curaba muchos problemas de la vista, pero Cristo les dijo
que compraran medicina de Él para curar sus ojos a fin de
que vieran la verdad (Juan 9.39). Cristo les estaba
mostrando a los de Laodicea que los verdaderos valores
no radican en los bienes materiales sino en una buena
relación con Dios. Sus posesiones y logros no tenían valor,
comparados con el futuro eterno del reino de Cristo.

19Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues,


celoso, y arrepiéntete

Dios castigaría en el año 70 d.C. en el juicio o ira venidera


a esta iglesia tibia a menos que se apartara de su
indiferencia y se volviera a Él. Su propósito al disciplinar
no era castigar para condenar sino atraer a la gente hacia
Él. La obligación del amor es la reprensión. El padre que
ama no vacila en reprender, castigar y exigir a sus hijos
para que regresen al camino correcto. El verbo amo aquí
es (phléo) porque es un amor de afecto personal que es
consonante con la disciplina que va a aplicar. El verbo
castigar (paideúo) denota entrenar y corregir niños. El
Cristo eterno les dice que deberían comenzar a cambiar
de inmediato esa pobre espiritual, porque de ahí en
adelante El les sería continuamente celoso.

279
20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo

La iglesia de Laodicea era rica y se sentía satisfecha de sí


misma, pero no contaba con la presencia de Cristo. Él
estaba llamando a la puerta del corazón de esos
creyentes, pero ellos estaban tan ocupados disfrutando
de los placeres mundanos de la ciudad que ni se daban
cuenta de que Él intentaba entrar. El verbo yo estoy
(hésteika) indica estar en pie para tomar la posición
frente a la puerta y llamar. El He aquí indica que el rey
aguarda en espera al mendigo. El Cristo eterno llama al
ángel e iglesia con el ánimo de entablar una íntima
comunión continúa con ellos y les dice si alguno oye mi
voz que indica su deseo de entrar a una iglesia que se ha
engreído y se cree autosuficiente para no necesitar a
Cristo. La figura de Cristo junto a la puerta indica la
inminente cercanía de su segunda venida en sus días.
Cristo entra en aquel que oye su voz y abre la puerta y
esto tiene que ver con responsabilidad individual. El “si
alguno oye mi voz y abre la puerta” indica la condición
que el Cristo eterno establece al ángel e iglesia de
Laodicea. Pero El promete que entraría a él y garantiza
entrar en aquel que abre, ¿Para qué cosa? Para cenar con
él y él conmigo. Una cena es un acto de comunión mutua
o de mutuo intercambio y esto describe la segunda
venida de Cristo para lograr ese propósito.

Los santos de Laodicea se les promete sentarse con Cristo


en su trono y Cristo el vencedor sentarse a su vez en el
trono del Padre. La meta de Cristo según Juan 14:3 era

280
tomar para sí mismo a sus fieles, para que donde él
estuviere, ellos también lo estuvieran. Pablo también
enseñó en Efesios 1:10 que el propósito de Dios era de
reunir todas las cosas en Cristo. Entonces, todo el que
veló la venida de Cristo en el primer siglo, se sentó con
Cristo en su trono; fue reunido con Cristo; y él lo tomó
para sí mismo y lo sentó en su trono. El trono son lugares
celestiales, donde Pablo le dice a los santos en Éfeso que
Dios los resucitó juntamente con Cristo y los hizo sentar
en los lugares celestiales con Cristo. El trono no es una
silla es un lugar celestial. Un lugar celestial en aquella
dimensión eterna es algo espiritual.

Cuando Cristo se sentó en el trono de Padre; dos dejaron


de ser dos, para ser uno sólo, es decir, dos en un sólo
trono, en un sólo Espíritu, en un solo lugar celestial. Ese
trono está en el cielo de tu espíritu. Pablo le dijo a
Timoteo en 2 Timoteo 4:22 que el Señor Jesucristo esté
con tu espíritu, en tu trono, en tu lugar celestial.
Entonces, no vamos al trono porque ya estamos en el
trono, en el cielo, en el espíritu. ¿Quiénes están sentados
en el trono? Nosotros en Cristo y Cristo en el Padre,
¿Cuántos están sentados, tres o uno? Uno sólo, un sólo
Eespíritu a eternidad. Entonces, el trono es el corazón del
libro de Apocalipsis, es la finalidad del libro. El plan de
Dios es tenerlos a todos en su trono, en su Espíritu; en su
lugar celestial eterno.

Conclusión: En el trono vemos a todos los vencedores


reinando a eternidad juntamente con Cristo en un reino
espiritual, que es un reino inconmovible, que no tiene fin.
Si tú ya estás en el Espíritu de Cristo; estás sentado
juntamente con él en lugares celestiales; en el trono

281
reinando en vida eterna, una vida de conocimiento que
no tiene fin.

21Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi


trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi
Padre en su trono. 22El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias

Al final de cada carta a estas iglesias se exhorta a los


creyentes a que escuchen y tomen en serio lo que se les
había escrito. Aunque el mensaje dirigido a cada iglesia es
diferente, contiene advertencias y principios de vida
práctica para aprender a reinar en vida y libertad. El
vencer significa vencer la tibieza y el orgullo del ángel e
iglesia de Laodicea. Este vencer los elevaría de la pobreza
a la riqueza y les otorgaría el rango de realeza al sentar
con el Cristo eterno en el trono de Su Padre. El ángel e
iglesia fue llamado a oír el mensaje de lo que el Espíritu
les dijo en su generación y para Su generación.

APOCALIPSIS 4:1-11

Las cosas previstas que habían de suceder pronto

1Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en


el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que sucederán después de estas

Entramos a un ámbito donde todo es visión y simbolismo,


es aquí donde debemos abrir los ojos de nuestro
entendimiento. Juan es llamado a ascender al cielo, para
mostrársele allí “las cosas previstas que habían de

282
suceder pronto en su generación. En el (1:19) se le dijo a
Juan que escribiera las cosas que había visto, y las cosas
que son, y las que han de ser después de éstas. Son éstas
“cosas últimas” (a dei genesqai) las que a partir de este
capítulo 4 le van a ser reveladas a Juan indicando que el
tiempo de su cumplimiento estaba cercano (no distante
ahora al siglo XXI donde vamos).

La voz que Juan escuchó primero, que sonaba como


trompeta, era la voz de Cristo (1:10,11). La frase “después
de esto” indica lo dicho en los capítulos 2 y 3. Al cerrarse
el contenido o mensaje a las siete iglesias, se abre una
puerta en el cielo, porque Juan estaba tratando con
asuntos espirituales en la tierra del Asia menor. Ahora, el
escenario es en el cielo. La puerta abierta era para que
Juan entrara para ver hacia el fondo de la puerta y oír la
voz en el cielo cuyo efecto es como el de un trompeta que
aquí sugiere un mensaje o instrucción a Juan. El verbo
sube (anába) sugiere una acción urgente. Juan subió para
entrar por la puerta abierta en el cielo para recibir
instrucción. La voz que es el Cristo eterno es a la vez una
mano que le muestra a Juan “las cosas que sucederían
después del mensaje a las siete iglesias del Asia menor”.
El mostrar asegura la certeza de su cumplimiento de los
acontecimientos de los juicios de la gran tribulación, la
venida en gloria del Cristo eterno, el reino eterno, y la
creación de los nuevos cielos y la nueva tierra, no en su
sentido físico sino espiritual.

2Yal instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un


trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado

283
Una vez que Juan subió y entró por la puerta abierta en el
cielo se halló en el Espíritu con su entendimiento
espiritual abierto, es decir, dentro de una atmósfera
celestial o espiritual para contemplar cosas celestiales y/o
espirituales. Al subir y entrar Juan vio un trono
establecido en el cielo con su rey sentado en ese lugar. He
aquí es una interjección que indica llamar la atención
hacia una intervención que se va a hacer o a señalar un
acontecimiento. El trono es el centro de toda la
administración del Cristo eterno. En Hebreos 4:16 vemos
el trono de la gracia y en Apocalipsis 4:2 un trono
establecido para hacer un juicio y a uno sentado
dispuesto para comenzar un juicio.

3Yel aspecto del que estaba sentado era semejante a


piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del
trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda

La piedra preciosa del jaspe simboliza la gloria del que


está sentado en el trono. En Apocalipsis 21:11 el muro de
la ciudad santa o nueva Jerusalén como su cimiento está
edificado con jaspe “gloria”. La cornalina y su color rojo
simbolizan la redención del que está sentado en el trono.
La piedra preciosa en el pectoral del sumo sacerdote era
la cornalina y la última el jaspe. El comienzo es la
redención y la consumación es la gloria de la nueva
Jerusalén. El arco iris alrededor del que está sentado en el
trono significa al Cristo del nuevo pacto. El arco iris
alrededor del trono era semejante a la esmeralda cuyo
color verde representa a los seres vivientes de la tierra
que indica que aun en medio de la ira, habrá una garantía
que no habrá una destrucción total de los seres vivientes
de la tierra.

284
4Yalrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi
sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos
de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas

El número veinticuatro representa el


complementamiento de la administración o economía del
Cristo eterno. Estos veinticuatro estaban sentados más
allá de la aureola o círculo de esmeralda. En aquellos
veinticuatro tronos estaban sentados veinticuatro
ancianos de ropas blancas y coronas de oro en sus
cabezas. Estos veinticuatro ancianos son seres celestiales
que están sentados en posición judicial delegada como
formando parte de un consejo imperial o un tribunal. Las
ropas blancas indican la pureza que los acredita como
magistrados en su carácter justo. Sus coronas indican su
reinado.

5Ydel trono salían relámpagos y truenos y voces; y


delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las
cuales son los siete espíritus de Dios

La expresión del trono indica directamente fuera del sitio


administrativo de justicia divina. El verbo salían
(ekporeúontai) sugiere una acción continua y está escena
así presagia un inminente juicio. El efecto de un
relámpago es aterrorizar como en Éxodo 19:16 y el de un
trueno es judicializar como en Éxodo 9:23,28. Voces
comporta la idea de sentencias judiciales. Delante del
trono ardían siete lámparas de fuego relacionados con las
siete lámparas del candelero de oro como en Éxodo
25:37. Estas siete lámparas de fuego son los siete
espíritus de Dios que habla Isaías 11:1,2 y representan la
iluminación para escudriñar intensamente.

285
6Y
delante del trono había como un mar de vidrio
semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del
trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y
detrás

Allá más adelante de las siete lámparas había un mar de


vidrio de fuego semejante al cristal indica la totalidad del
juicio ardiente de Dios, que es como un cristal
transparente para ver sin restricción y juzgar todas las
cosas negativas de los seres vivientes de la tierra. Ahora,
junto y alrededor del trono estaban los cuatro seres
vivientes llenos de ojos delante y detrás que indican
vigilancia por medio del conocimiento objetivo (ojos
delante) y subjetivo (ojos detrás).

7El
primer ser viviente era semejante a un león; el
segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía
rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un
águila volando

El primer ser viviente trabaja como la fuerza del león; el


segundo como la vitalidad de un becerro; el tercero como
autoridad de un hombre y el cuarto como la agilidad de
una águila.

8Ylos cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y


alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no
cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el
Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que
ha de venir

286
Cada ser viviente lleno de ojos delante y detrás tenía seis
alas que son emblemas del continúo servicio de
adoración a Dios, pues, le dicen al que está sentado en el
trono “Santo santo, santo es el Señor Dios todopoderoso,
el que era el que es, y el que ha de venir” frase que
destaca la soberanía del Cristo eterno que es el Dios
todopoderoso.

9Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y


honra y acción de gracias al que está sentado en el
trono, al que vive por los siglos de los siglos

Ahora, los cuatro seres dan gloria expresando la suma


total de los atributos del Dios todopoderoso; le dan honor
que es rendirle respeto; y le dan gracias que es un
indicador del aprecio por beneficios recibidos y
finalmente le dan un amplio reconocimiento donde ellos
se ubican como criaturas inferiores delante del que es el
Dios todopoderoso. El que “vive por los siglos de los
siglos” indica la eternidad del Dios todopoderoso.

10los veinticuatro ancianos se postran delante del que


está sentado en el trono, y adoran al que vive por los
siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del
trono, diciendo

Ahora, los veinticuatro ancianos dejan sus tronos y vienen


delante del Dios todopoderoso y lo adoran echando sus
coronas delante de su presencia en señal de sumisión
delante del Cristo eterno que es el Dios todopoderoso.

287
11Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el
poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu
voluntad existen y fueron creadas

La causa por la que los veinticuatro ancianos le ofrecen


adoración es “porque el Cristo eterno es el creador de
todas las cosas” y “todas esas cosas visibles e invisibles”
son sustentadas por el poder soberano de Su voluntad.
Aquí Su voluntad concuerda con Su deseo.

APOCALIPSIS 5:1-14

1. El trono y el libro

1Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el


trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con
siete sellos
Apocalipsis 4 nos habló de un trono, ahora, Apocalipsis 5
nos habla de un libro escrito por dentro y por fuera. La
conjunción y enlaza lo del capítulo 4 con el capítulo 5. La
preposición en (epi) significa “sobre” o como algo
reposando sobre la diestra del Dios del trono disponible
para el que estuviera calificado para tomarlo.

En Apocalipsis 4 Dios es adorado y en Apocalipsis 5 el


Cordero igualmente es adorado. Esto indica que sólo Dios
y el Cordero deben ser adorados. Dios, porque Él es el
creador, y el Cordero, porque es el redentor.

El libro era un rollo escrito y sellado por dentro y por


fuera o por ambos lados y esto quiere decir que contiene
una gran cantidad de escritura que sólo revela la perfecta
voluntad de Dios todopoderoso. En el mundo romano un

288
testamento era atestiguado por siete personas, y cada
persona ponía su sello al documento. Los sellos revelan
que el documento era oficial y legalmente sellado. En la
época de Juan, la escritura se hacía en rollos, piezas de
papiros o pergaminos de diez metros de largo, enrollados
y sellados con arcilla o cera.

El libro debe ser el nuevo pacto, el gran documento oficial


o título de propiedad del universo, puesto, en vigencia
con la sangre del Cordero. Este libro revela el
pensamiento, la voluntad y el plan completo de Dios a lo
largo de la historia humana, desde la cruz hasta el fin del
tiempo hacia la eternidad. El libro se cumple literalmente
en Apocalipsis 21:6, cuando Dios afirma "Hecho está".
Esta frase indica que Dios ha establecido el nuevo orden
de un nuevo cielo y una nueva tierra, y una nueva
Jerusalén, y el nuevo tabernáculo de Dios con los
hombres. El viejo pacto u orden de cosas ha pasado y por
eso, Dios dice “hecho está”. El libro o nuevo pacto está
sellado para develar el contenido de casa segmento de
este documento. El sello es un rollo lo mantenía cerrado,
pues, era una impronta que una persona no autorizada
estaba impedida para tener acceso a su contenido.

El rollo que Juan ve contiene la lista total de lo que Dios


tiene reservado para el mundo. Los siete sellos indican la
importancia de su contenido. Han sido colocados a través
de todo el rollo, de modo que al romperse uno, se puede
leer más del rollo que revela otra frase del plan de Dios
para el fin del mundo. Solo Cristo es digno de abrir el libro
y desatar sus sellos (5:3–5).

289
La mano derecha es el símbolo del poder y la autoridad.
El libro es el plan redentor de Dios, que se vislumbra en el
AT, se inaugura con Jesucristo y es revelado ahora en su
consumación victoriosa (Ezequiel 2.9,10)(Hebreos 2.5–
10). Escrito por dentro y por fuera, sellado con siete
sellos indica que nada puede ser añadido a la última
voluntad de Dios.

3Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la


tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo

La pregunta del ángel impacta sobre los tres ámbitos del


universo: cielo, tierra y debajo de la tierra. No hubo ser
alguno en ninguno de éstos tres ámbitos capaz o
calificado para tener acceso al libro. Del ámbito del cielo
ningún ángel fue hallado cumpliendo los requisitos. Del
ámbito de la tierra ningún hombre. Ni del ámbito del
Hades o Seol tampoco nadie fue hallado para abrir el libro
y romper sus sellos.

4Ylloraba yo mucho, porque no se había hallado a


ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo

El verbo lloraba (éklaion) indica que Juan lloraba


audiblemente porque el libro permanecía cerrado o
sellado. Si el libro no es abierto, leído y mirado mediante
el rompimiento de sus siete sellos, entonces, el plan de
Dios respecto a la tierra y sus habitantes no podría
cumplirse, pero el libro sólo podía ser abierto por un ser
calificado para esa dignidad. Ningún ser, celestial o
terrestre, es digno de revelar o ejecutar el plan de Dios
para el «cumplimiento de los tiempos» (Efesios 1:9,10).

290
5Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el
León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido
para abrir el libro y desatar sus siete sellos

Uno de los veinticuatro ancianos abrió su boca porque


conocía al que era digno de romper los siete sellos del
libro. Juan dejó de llorar cuando el anciano le indicó que
el único ser que superaba a los seres de los tres ámbitos
del universo y que estaba calificado para desvelar el
contenido del libro era el “León de Judá” el Cordero
inmolado de Apocalipsis 5:6 el que tiene los siete
espíritus de Dios. El león simboliza a Cristo el vencedor
sobre el pecado. La victoria de Cristo sobre el pecado
(Hebreos 2:14) lo hizo digno de abrir el libro y romper sus
siete sellos. El León: Cristo es el más grande miembro de
la tribu de Judá (Génesis 49:9, 10). La raíz de David: La
profecía mesiánica hablaba de un rey ideal de la línea de
David, quien combinaría poder y bondad (Isaías
11:1,10)(Jeremías 23:5)(Zacarías 3:8). Este León de Judá
era procedente de la raíz de David quién posee todos los
derechos al reino mesiánico y que de Él y para El emana y
encarna toda la gloria imperial. El verbo ha vencido
(eníkeisen) significa el victorioso, el triunfador siempre
permanente. Cristo en su carne destruyó a la causa
negativa de la salvación que es el pecado, esto es, al
diablo (Romanos 8:3)(Hebreos 2:14,16). Esa destrucción
hizo posible que la barrera fuera quitada de en medio
para que pudiera fluir la gracia de Dios que cumple todos
los propósitos decretados por Dios desde antes de la
fundación del mundo para judíos y gentiles en Cristo.

6Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres


vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un

291
Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete
ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados
por toda la tierra.

En el V:5 fue un anciano el que le indicó a Juan que el


único digno de abrir el libro era el León de Judá, pero
ahora en medio del trono, de los cuatro seres vivientes y
de los veinticuatro ancianos se le pone en pie el Cordero
(arnión) inmolado (esphagménon). Esta es la primera vez
que se menciona al “Cordero”, que aparece 30 veces en
el libro de Apocalipsis. Y ese Cordero inmolado fue Jesús.
Tanto Juan como Pedro se refieren a Jesús como el
Cordero de Dios (Juan 1:29, 36) (1 Pedro 1:19). "He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan
1:29). Pablo lo llama a Jesús nuestro cordero de pascua
que ha sido sacrificado (1 Corintios 5:7). La palabra
Cordero tiene que ver con sacrificio y la palabra inmolado
con muerte. El Cordero inmolado hace una clara
referencia a la crucifixión, pero está parado porque
resucitó y sigue viviendo en esa eterna dimensión.
Esteban, el primer mártir vio a Jesús parado a la diestra
de Dios (Hechos 7:55). Apocalipsis 3:21 hace referencia a
Jesús sentado sobre el trono de Su Padre, después de
haber vencido. Este Cordero inmolado tenía siete cuernos
y siete ojos. Los siete cuernos son un símbolo de fuerza
completa y plena (Deuteronomio 33:17). Siete significa
completo y el cuerno significa fortaleza o poder (1 Samuel
2:10)(Salmo 18:2)(Zacarías 1:18-21). Los siete ojos indican
la omnisciencia del Cordero. La expresión “siete espíritus
de Dios” (Isaías 11:1,12) indica el poder séptuple del
Espíritu del Cordero.

292
7Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que
estaba sentado en el trono

Este cuadro es el cumplimiento de Daniel 7.9–14


comparado con el «Anciano de días» en Daniel con el
«uno semejante al Hijo del Hombre» de Apocalipsis 1.13–
16. Si el Cordero vino a la mano derecha del que estaba
sentado en el trono con un libro escrito por dentro y por
fuera, es porque fue el único ser que poseía las
cualidades espirituales y morales para que se le
permitiera el acceso directo al trono y al libro. Apocalipsis
5:9 afirma que el Cordero fue digno por lo que hizo de
tomar el libro y abrir sus sellos. El verbo tomó indica la
conmovedora y consoladora escena del traspasó del libro
de la mano del Padre al Cordero inmolado y resucitado.
Ese libro que tomó el Cordero poseía el contenido de los
juicios de Dios. Cuando Juan vio que el Cordero vino y
tomó el libro dejó de llorar, vino su gran consolación.

8Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres


vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron
delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos

El simple hecho de tocar con su mano el libro (aun sin


abrirlo) produjo un júbilo de alabanza de los cuatro y
veinticuatro seres especiales del trono. Esta alabanza fue
una postración y sometimiento delante del Cordero
donde reconocen la dignidad y la deidad del Cordero.
Cuando ellos se postran exhiben sus arpas y sus copas
llenas del incienso de las oraciones de los santos. Las
arpas (kitháran) es un símbolo de regocijo y de victoria.
Las copas de oro (phiálas chrysás) son las oraciones de los

293
santos. Estos santos hicieron sus oraciones en martirio
durante las persecuciones romanas y judías de la gran
tribulación. El hecho de que sus oraciones sean
simbolizadas por el humo del incienso indica que
sufrieron persecución. Los veinticuatro ancianos son los
que hablan ofrecen el perfume del incienso (oraciones)
como una demostración de identificación. El incienso
representa (Salmo 141:2) y purifica las oraciones de los
santos, pecadores redimidos, quienes están
representados por los veinticuatro ancianos.

9y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de


tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y nación

El nos no está en el original griego. La frase correcta es


“con tu sangre has redimido para Dios. El cantaban
(ádousin) concuerda con lo de se postraron del V:8. El
nuevo cántico (odén kainén) implica que vendría un
nuevo orden de cosas y que su contenido en sí sería o es
nuevo. Este cántico es dedicado en honor de un gran
acontecimiento. El nuevo cántico desvela nueva
revelación respecto a la dignidad del Cordero. El vocablo
digno (áxios) comporta la idea de recibir la adoración por
su obra de redención. Él es digno de abrir el rollo porque
obedeció la voluntad de Dios hasta la muerte, aun muerte
de cruz (Filipenses 2:8). Es una canción nueva porque
Jesús recién había ascendido al cielo después de vivir en
la tierra, ser crucificado y ascender al cielo. Este es un
evento completamente nuevo en la historia del cielo.
Antes de la encarnación esta canción no podría haberse
cantado. Los ancianos se distinguen claramente entre

294
ellos y los redimidos; por lo tanto, no pueden ser
hombres redimidos ellos mismos. Los ancianos usan el
término ellos para describir a los redimidos en vez de
nosotros. Nota: la versión Reina-Valera traduce
incorrectamente "nos has redimido" (comparar con la
Biblia de Jerusalén: "compraste para Dios hombres..." o
Versión Popular: "compraste para Dios gentes..."). El
cántico, reconoce que el Cordero ha provisto salvación:
a)- Porque tú fuiste inmolado (hóti esphágesis) que
señala un hecho histórico ocurrido de manera concreta.
b)- Y con tu sangre nos ha redimido para Dios porque él
como Hijo había venido a dar su vida en rescate por
muchos (Marcos 10:45).
c)- Para Dios indica para ser propiedad privada de El
d)- De todo linaje y lengua y pueblo y nación indica que
Él vertió Su sangre y al hacerlo ha redimido a los hombres
para Dios. La iglesia ha sido comprada por la sangre de
Cristo (1 Corintios 6:19)(Hechos 20:28)(1 Pedro 1:18). Han
sido comprados "de toda tribu, lengua, pueblo y nación".
La naturaleza inclusiva de los redimidos en esta
descripción de cuatro partes de los redimidos de los
cuatro rincones de la tierra es un hecho. Cantaban un
nuevo cántico (Salmo
33:3)(40:3)(96:1)(98:1)(144:9,1)(Isaías 42:1–13) en
respuesta al nuevo acto redentor de Dios en la historia:
Dios en Cristo había inaugurado la edad del reino cuya
expresión es la Iglesia (Apocalipsis 14.1–5). La misma
forma de alabanza es dedicada tanto al Cordero como al
Creador (Apocalipsis 4:11).

10y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,


y reinaremos sobre la tierra

295
El nos no estás en el original griego. La frase correcta es
“y has hecho para Dios”. Los redimidos por la sangre han
constituido un reino para Dios. El verbo has hecho
(epoíeisas) significa “hacer” anticipando el resultado final
de la acción. Los redimidos comparten el mismo gobierno
de Dios en su reino. Además de ser un reino, los
redimidos son sacerdotes para Dios. Los redimidos han
sido rescatados del reino de las tinieblas y han sido
traídos al reino de Su Hijo (Colosenses 1:13). En Romanos
5:17 los que reciben el don de la gracia y justicia de Dios
reinarán en vida por Jesucristo; esto es reinar en vida
sobre la tierra.

11Ymiré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del


trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su
número era millones de millones

El miré (kaí eídon) indica que Juan comienza a ver una


escena diferente de la anterior. Juan oye la voz de
muchos ángeles (huestes celestiales) que están lejos del
círculo de los cuatro y los veinticuatro seres alrededor del
trono. El número de ese grupo celestial era casi imposible
de determinar.

12que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es


digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza

En Apocalipsis 4:11 los ancianos lo adoran a Dios como


digno; ahora los ángeles adoran al Cordero como digno
también. Los ángeles aquí no cantaban sino que
confesaban o decían a gran voz al unísono proclamando
la dignidad del Cordero-redentor. Los cuatro y

296
veinticuatro cantaron la dignidad del Cordero en la obra
de su muerte, ahora los ángeles confiesan la dignidad del
Cordero en la obra de su gloria. Los ángeles confiesan
siete adscripciones al Cordero. Poder (que tiene que ver
con ser quien es), riquezas (por lo que hizo) , sabiduría
(por lo que supo) y fortaleza (por lo que ejecutó) son
adscripciones de cualidad. Honra (porque se le
reconoció), gloria (por lo que recibió) y alabanza (por
todos sus beneficios y bendiciones) son adscripciones de
pertenencia. Ambas adscripciones don dadas porque el
Cordero es digno de ser alabado.

13Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la


tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las
cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en
el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria
y el poder, por los siglos de los siglos

Todos los seres vivientes de los cuatro ámbitos (cielo,


tierra, debajo de la tierra y mar) alaban al Padre y al
Cordero con tres adscripciones de pertenencia (honor,
gloria y poder) y con una adscripción de cualidad (poder)
por los siglos de los siglos.

14Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los


veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y
adoraron al que vive por los siglos de los siglos

EL amén de los cuatro seres celestiales a estos cánticos y


expresiones de alabanza al Cordero le ponían su sello de
aprobación. El verbo decían (élegon) indica una
repetición constante o repetida. El “amén” de los cuatro
les da ánimo a los veinticuatro para postrarse en

297
adoración delante del que está sentado en el trono y del
Cordero, reconociendo una completa sujeción a la
Deidad.

APOCALIPSIS 6:1-17

1. Los siete sellos

1Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno


de los cuatro seres vivientes decir como con voz de
trueno: Ven y mira

El abrir de los siete sellos por el Cordero-redentor ocurrió


inmediatamente después de que El ascendió a los cielos.
Mediante su encarnación, su concepción, su vivir
humano, su muerte y resurrección, Cristo fue calificado
en su ascensión para abrir el misterio de la economía de
la gracia de Dios, la cual está contenida en los siete sellos.
Después de que Juan oye toda esa gloriosa alabanza hacia
el Cordero, ve cuando el Cordero lleno de alabanza abre
uno de los sellos. Ese abrir se da en el cielo, pero su
acontecimiento se da en la tierra. El uno de los sellos es
el equivalente del primero de los sellos. El Cordero es
quien ejecuta el acto de abrir el primer sello, pero la
orden se la da uno de los cuatro seres vivientes del trono.
El símil “como con voz de trueno” enfatiza firmeza y
autoridad. El verbo ven (érchou) expresa un mandato o
una convocación. El mira no está en el griego de este
versículo. La orden procede del trono a través de uno de
los cuatro seres vivientes. Esto indica el absoluto control
de todo lo que ocurre en la tierra en los días del dominio
del imperio romano. Los juicios de la tribulación son

298
ejecutados por la voluntad soberana del Cordero-
redentor.

Los sellos: El rollo no podía ser desenvuelto mientras los


siete sellos no fueran rotos. Las visiones de Zacarías de los
cuatro jinetes que patrullaban la tierra (Zacarías 1:8–
10)(6:1–7) son figuras recreadas aquí creativamente. Una
lectura alternativa del texto griego dice ¡Ven! (orden
dirigida a cada uno de los jinetes), y es preferida por
muchos al ven y mira que aparece aquí como destinado a
Juan. Quien está en el trono tiene el control completo de
las trágicas consecuencias del pecado en la historia y las
usa para cumplir sus propósitos (Ezequiel 14:21).

Este es el primero de tres juicios con siete secciones. Las


trompetas (capítulos 8 y 9) y las copas (capítulo 16) son
las otras dos. A medida que se abre cada sello, Cristo el
Cordero pone en acción acontecimientos que tendrán
lugar cerca del fin de la historia de la nación de Israel
hasta el año 70 d.C.. Este rollo no se abre por completo
hasta que se abren los siete sellos (8:1).

2Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba


tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió
venciendo, y para vencer

¡Imagínese! que usted fuese trasladado por la “máquina


del tiempo” al primer siglo de nuestra era, y se
encontrara en Jerusalén y usted fuera aquel discípulo de
Marcos 13:1 que dijo: “Maestro, mira qué piedras, y qué
edificios”, y oyera de Jesús la respuesta ¿Ves estos
grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que
no sea derribada. Tan pronto se sentaría con Jesús en el

299
monte de los olivos, frente al templo, oyendo la pregunta
de Pedro, Jacobo, Juan y Andrés, ¿Cuándo serán estas
cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas
hayan de cumplirse? Y el Señor Jesús entre otras muchas
señales, le mostraría a los cuatro jinetes del primer siglo
por medio del engaño religioso; las guerras; hambres; y
pestilencias, ¿Creería usted que Jesús lo estaría
engañando sobre ese tema, al oír en Marcos 13:30 “Que
no pasaría esa generación hasta que todo esto
aconteciera”? Si los cuatro jinetes del primer siglo, no se
vieron cabalgar sobre esa generación, entonces, Jesús
engañó a sus discípulos. Pero no hubo engaño alguno,
porque todo eso se cumplió en esa generación (Mateo
24:34).

En Apocalipsis 6:2 se nos habla de un caballo blanco


(relacionado con Mateo 24:4,5,11,14). En Apocalipsis 6:4
de un caballo rojo o bermejo (relacionado con Mateo
24:6,7). En Apocalipsis 6:5 un caballo negro (relacionado
con Mateo 24:15,16). En Apocalipsis 6:8 un caballo
amarillo (relacionado con Mateo 24:7). Los diferentes
colores representan aquí el carácter de cada jinete que
proyecta un evento con inminente velocidad. Estos cuatro
colores fueron una representación simbólica de 'engaño,
guerra, hambre, y pestilencias' que Jesús declaró en
Mateo 24:6-8.34 como “cosas necesarias que debían
acontecer en aquella generación y que serían 'principio
de dolores' en la desolación de Jerusalén, pero aún no
sería su fin (Lucas 21: 20).

El objetivo de esos “cuatro jinetes” era dar un cuadro de


aquella terrible guerra contra Jerusalén que estaba
destinada a vengar la sangre justa de profetas y apóstoles

300
(Mateo 23:35-37), y ocasionar una 'gran tribulación' como
nunca antes había ocurrido (Mateo 24:21). En Apocalipsis
6 los primeros cuatro sellos consisten en cuatro caballos y
sus jinetes, y son como una carrera de cuatro caballos.
Los cuatro jinetes no son personas sino personificaciones.
Esta imagen “un caballo blanco” es tomada de Zacarías
(Zacarías 1:8)(6:1-8) en donde hay cuatro carros tirados
por caballos de distintos colores; estos son los cuatro
espíritus del cielo que salen de estar en la presencia de
Dios a vista del mundo del primer siglo. Los cuatro jinetes
no son en si personas sino cosas personificadas. El
Cordero del trono si es una persona real, pero el jinete
del primer sello es una personificación, entonces, no
puede representar a Jesucristo. El color blanco representa
“aprobación” y el caballo “agilidad”. La escena de los
cuatro caballos es un panorama de la guerra en Jerusalén,
es una extensión de lo profetizado por el Señor Jesús en
Mateo 24 (hambres, pestes, muerte etc). Representan un
cuadro de eventos en sucesión, no son símbolos de
periodos por separado de aquella historia. Cada caballo
depende uno del otro. El caballo rojo de la guerra no
podría hacer su misión sin el caballo negro de la
hambruna, o sin el caballo pálido de la muerte. Los textos
de Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, tocante a Jerusalén
son la correlación a los sellos del Apocalipsis. Todos los
eventos en ellos descritos iban a suceder dentro de poco
tiempo en la tierra del Israel del primer siglo. El gran
juicio era un evento inminente, directamente relacionado
con el tiempo de aquella generación.

Apocalipsis 6:2 y Apocalipsis 19:11-16 describen una


similitud respecto a que ambos jinetes cabalgan sobre un
caballo blanco. Parece que el jinete de Apocalipsis 6:2 no

301
es el Cordero, porque cambiaria de identidad “de Cordero
a jinete” (de personal a personificación) y de “trono” a
“montura” de un caballo blanco y el Cordero no cabalga
un caballo blanco hasta el tiempo de Apocalipsis 19.
También parece incongruente que el Cordero reciba
órdenes de una de las criaturas del trono. Al personaje de
Apocalipsis 6:2 le fue dada una corona y eso quiere decir
que no la tenía diferente al Cordero que posee muchas
coronas o diademas en Apocalipsis 19:12. También
Apocalipsis 6:2 no es el tiempo correcto para que el
Mesías victorioso cabalgue o salga al frente de sus
huestes.

Según Mateo 24:30 la señal del hijo del hombre es el


último acontecimiento en la serie de sucesos que pone fin
a la gran tribulación (67 – 70 d.C.). Lo que describen los
sellos es similar a las señales del fin del siglo como las
describe Jesús en Mateo 24. Habrá guerras, hambres y
terremotos (Mateo 24:6-8), persecución (Mateo 24:9-14),
los cuerpos celestes son conmovidos (Mateo 24:29) y
"entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra"
(Mateo 24:30).

El jinete de Apocalipsis 6:2 como una personificación es


un movimiento creciente que entra en acción durante los
días de la gran tribulación descrita por Mateo 24:5-8,24 y
que a la postre culmina con la manifestación del
Anticristo quien Satanás (los opositores de Cristo- judíos y
gnósticos) le otorgan “poder, trono y grande autoridad)
(Apocalipsis 13:2).

302
Tenía un arco (échon tóxon) sin “flecha” indica la
personificación de una conquista incruenta. El arco y la
fecha que fueron usados por el ejército de los pardos, que
eran los únicos arqueros montados del mundo antiguo
indican guerra. Los pardos vencieron a los romanos en el
año 62 d.C. pero, aquí en Apocalipsis 6:2 se menciona un
arco sin flecha para indicar una victoria obtenida por
medio pacíficos. El jinete de Apocalipsis 6:2 encarna a
quien es capaz de conseguir paz sin derramamiento de
sangre como un agente benefactor. Y le fue dada una
corona y esto señala un hecho concreto. El jinete tiene un
arco natural pero le es dada una corona de manera
sobrenatural. La corona le indica al jinete el poder para
conquistar. Y salió venciendo y para vencer destaca el
carácter del jinete cuyo propósito es lograr una conquista
completa. Aquí entramos en un contraste bien claro entre
el Cordero y el jinete. El Cordero ha vencido mediante su
muerte y resurrección y el jinete sale para vencer. La
victoria del Cordero es total porque ya ha vencido,
mientras que la victoria del jinete del caballo blanco es
parcial y temporal y este es el evangelio del reino. Los
mártires que vemos en el quinto sello están ahí como
resultado de la persecución que surge por la conquista
del evangelio de la paz (Mateo 24:14).

Entonces, El jinete del caballo blanco de Apocalipsis 6:2


simboliza la predicación del evangelio del reino a todas
las naciones del primer siglo que habla Mateo 24:14,
porque para que pudieran “aparecer” los falsos cristos”
de Mateo 24:5,11 en aquella generación era necesario
que se predicara del verdadero Cristo. Apocalipsis 6:2
dice que el jinete se le dio una corona (que es símbolo de
de victoria) pues, inmediatamente dice que salió

303
venciendo, y para vencer, ¿Por qué salió venciendo?
Porque ya había entesado su arco y había disparado la
flecha del evangelio, El Salmo 45:3-5 dice “Cabalga sobre
palabra de verdad, de humildad y de justicia… Tus saetas
agudas… Penetrarán en el corazón de los enemigos del
rey”. Los falsos maestros después que fue disparada la
flecha del evangelio, no tardaron en aparecer y uno de
ellos fue Simón el Mago de Hechos 8. En un lapso de 20
años, los maestros falsos ya estaba perturbando a las
iglesias. En Hechos 5:36 ya había un tal Teudas que se
decía ser el Mesías, quién llevó a una multitud al río
Jordán prometiendo dividirlo para que pudieran
atravesarlo. Apocalipsis 6:5 habla de un balanza que en
aquellos tiempos se usaba para pesar cosas preciosas;
pero en esta ocasión, era para pesar la comida,
demostrando que la comida escaseaba, así el jinete tenía
el control de lo que se colocaba en la balanza. La idea
aquí con este jinete es control de alimentos.

3Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser


viviente, que decía: Ven y mira

Para un segundo sello un segundo ser viviente. La orden


fue para el segundo jinete y su caballo, ven le dijo o
manifiéstate o sal fuera, ¿De dónde estaban saliendo esos
caballos? Del libro sobre la diestra del que estaba sentado
en el trono.

4Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue


dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se
matasen unos a otros; y se le dio una gran espada

304
Toda profecía tiene que señalar hacia la culminación de
los propósitos de Dios. Ningún propósito de Dios puede
quedar frustrado. Tiene que cumplir su misión. Dios
cumple misiones por medio de instrumentos humanos
sean hombre o cosas. El color bermejo (pyrrós) significa
rojo fuego y destaca “derramamiento de sangre que
vendría cuando la paz sería quitada de la tierra de Israel”
donde se produjo la invasión en el primer siglo por las
poderosas legiones romanas. Quitar la paz es un poder
otorgado y significa guerra por amor a la guerra y no a
una ideología. La guerra tiene por objetivo el “matarse el
uno al otro”. Este tipo de guerra lo único que consigue es
la aniquilación, la muerte y la destrucción. Cuando los
discípulos en Mateo 24:3 preguntaron: “Señor, dinos,
cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida,
y del fin del siglo? El Señor Jesús respondió en Mateo
24:6,7 “Y oiréis de guerras y rumores de guerras…porque
se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Mateo 24:6,7 establece una estrecha elación con la
acción efectuada por el jinete de Apocalipsis 6:4.

En Cesarea, los judíos y los sirios tuvieron un conflicto que


terminó con la expulsión de los judíos y la matanza de
unos 20.000 judíos. En Alejandría mataron a 50.000 judíos
y en Damasco a 10.000 judíos. Pero lo peor había de
llegar en los años 66-70 d.C. El Señor Jesús había predicho
en Mateo 24:1,2 que el templo de los judíos sería
destruido. En Mayo del año 66 d.C. Gessio Floro confiscó
17 talentos del tesoro del templo y permitió que sus
subalternos saquearan parte de la ciudad de Jerusalén.
Tras dos días de asedio, el fuerte de Antonia fue
capturado, incendiado y muertos sus defensores. Así se
dio comienzo a la guerra que culminó con la destrucción

305
del templo y el segundo cautiverio de los judíos. En
Septiembre del año 66 d.C. fue asesinado el Sumo
Sacerdote judío llamado Anás. Durante seis días la legión
romana al comando de Gestio Galo sitió a la ciudad de
Jerusalén. En Febrero del año 67 d.C. Nerón (la bestia)
encargó a Vespasiano la conducción de la guerra y para el
mes de Junio había traído a unos 60.000 soldados de
Galilea. En el año 68 d.C. Vespasiano al recibir noticias del
suicidio del emperador romano Nerón se retiró por un
año esperando nuevas órdenes del nuevo emperador. En
Junio del año 69 d.C. salió de nuevo, ocupando a Hebrón
y restableciendo el orden en Palestina alrededor de
Jerusalén. La guerra se interrumpió y Vespasiano regresó
a Roma para recibir el mando del alto gobierno romano.
Su hijo Tito se encargó de la guerra entre Junio del 69 y la
primavera del 70 d.C.

En la pascua del año 70 d.C. se dio comienzo a la


abominación desoladora o al terrible sitio final de la
ciudad de Jerusalén, que duraría 134 días. En el día 84
(año 70 d.C.), hacia finales del verano, se suspendieron
los “sacrificios en el templo judío”, porque se habían
acabado los animales. En el día 105, que se llamó el
“ominoso 9 de abib” se incendio el templo y después toda
la ciudad entera de Jerusalén. En el día 134, lo que
quedaba de la ciudad fue capturado. El jinete del caballo
bermejo o rojo fuego cumplió su misión usando su gran
espada que le fue dada para ejercer su poder. La espada
es símbolo de autoridad y juicio sobre alguien.

Entonces, el caballo bermerjo simbolizó a la misión de su


jinete hacerle “la guerra” a la nación de Israel antes del
año 70 d.C.. Rojo es el color de la sangre; el jinete es el

306
perseguidor. Apocalipsis 6:4 es la relación de Mateo
24:6,7. La misión del jinete es “quitar de la tierra la paz”
con la finalidad de que los habitantes de aquella
generación “se matasen unos a otros”. Habría un
“derramamiento de sangre” por medio de la gran espada
que apuntaba hacia la violencia, donde habría una
pérdida absoluta de la compasión hacia el prójimo. La
historia registra que durante el período del emperador
Nerón en los años 66 al 70 d.C. cabalgó con toda su furia
el jinete del caballo rojo de la guerra de los romanos
contra los judíos y cristianos.

5Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente,


que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo
negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano

Para un tercer sello un tercer ser viviente y un tercer


caballo que ahora es negro (mélas) que indica hambruna
o hambre severa con miras a la muerte. El hambre es el
conductor hacia la inestabilidad política que es también
una causa de la guerra. Durante el asedio a la ciudad de
Jerusalén había tanta perturbación dentro y fuera de la
ciudad que reinaba el “sálvese quien pueda”. Se movían
facciones beligerantes, luchando la una contra la otra por
y para defender sus intereses. Entre ellos estaba la
facción de los Zelotes que eran guerrilleros judíos crueles
y despiadados. Había tanta escasez de alimentos que
algunos recurrían al canibalismo, tal como lo había
profetizado Moisés en Deuteronomio 28 y Levíticos 26.
Los judíos que intentaban escapar de la ciudad caían en
manos de los romanos, que los crucificaban a la vista de
sus hijos y mujeres en los muros de la ciudad. Muchos al
escapar se refugiaron en las cavernas bajo la ciudad, pero

307
al final todos murieron de hambre, a filo de espada, o
cayeron bajo el cautiverio romano para ir a trabajar en las
minas de Egipto bajo el dominio romano.

El jinete de Apocalipsis 6:5 tenía una balanza en la mano,


es decir, tenía todo el control de lo que se colocaba en la
balanza en aquellos tiempos. Las balanzas se usaban para
pesar cosas preciosas. Este jinete tenía un estricto control
de los artículos de primera necesidad. Simboliza el
hambre. La guerra siempre ha causado hambre y el
hambre produce muerte. El color negro es símbolo de
escasez (Jeremías 14:1-4), y representa también el color
del semblante de gente desnutrida. El caballo negro es la
propagación del hambre. El Señor Jesús predijo en Mateo
24:7 que habría “hambre”. En Hechos 11:28 sobrevino
hambre en los años 45 al 48 durante el reinado de
Claudio César y muchos murieron en Jerusalén por la
escasez de alimentos.

Juan vio en Apocalipsis 6:5 que el jinete del caballo negro,


llevaba en la mano una balanza. Una egipcio, quien llevó a
cuatro mil personas al desierto y el procurador Félix de
Judea mató a la mayoría. El historiador Flavio Josefo,
relató que Dositeo se decía pasar por el Mesías y que
durante el reinado de la bestia Nerón se mataba
constantemente a embaucadores religiosos “mesías”. No
hay duda que se cumplió en el primer siglo la profecía de
Mateo 24:5 y de Apocalipsis 6:2 donde el caballo blanco
cabalgó sobre aquella generación de víboras que nunca se
convirtieron al verdadero Mesías y por eso les vino su
infierno o destrucción en el año 70 d.C.

308
6Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes,
que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis
libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite
ni el vino.

Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada


por un denario eran las cantidades para satisfacer la dieta
de un obrero judío o de un esclavo en un día. El denario
era el sueldo promedio de un trabajador por un día de
jornal (Mateo 20:2). El comer pan por peso o media
indicaba una condición de dureza económica. Un día en
aquellos tiempos negros de la hambruna, un solo hombre
podía comer por un día, pero ¿Qué de los otros días y qué
de su familia entera?. El color negro representaba el color
del semblante de gente desnutrida y la propagación del
hambre para muerte. Pero no dañes el aceite ni el vino
que eran los artículos especiales de la clase pudiente
romana. Ambos artículos no podían dejar perderse,
porque era tiempo de hambre. Pero esta frase “no dañes
el aceite y el vino” indica que las vides y los olivos fueron
mantenidos soberanamente por Dios en aquellos tiempos
de hambruna. El jinete vino en sus días a afectar sólo a los
que eran pobres. Los pobres que apenas podían comprar
cebada eran cristianos. De Apocalipsis aprendemos algo
de las condiciones de los creyentes de ese tiempo: No
podían permanecer como miembros de los gremios de
comerciantes, lo cual involucraría comer alimento
sacrificado a los ídolos e inmoralidad sexual (Pérgamo y
Tiatira) y, por lo tanto, sería difícil ganarse la vida. Los que
no tenían la marca de la bestia no podrían comprar ni
vender (Apocalipsis 13:17). Generalmente los pobres
tendían a convertirse en cristianos (Santiago 2:5)(1
Corintios 1:26). El hambre es también una de las

309
condiciones que conducen a los últimos tiempos (Mateo
24:7). Los jinetes segundo y tercero van juntos en su
misión de perseguir al pueblo de Dios y al extender la
opresión, la injusticia y la penuria económica de aquellos
tiempos.

7Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser


viviente, que decía: Ven y mira.
8Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba

tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue


dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para
matar con espada, con hambre, con mortandad, y con
las fieras de la tierra

El color amarillo es parecido a un “verde pálido”, cuando


este color aparece en la cara de un hombre es
enfermedad para muerte. El jinete que montaba sobre la
enfermedad llevaba por nombre muerte (thánatos) y el
Hades le seguía (que es el subterráneo de la tierra).
Dónde está la muerte le acompaña el Hades. El Hades es
el receptor porque recibe o va a recibir a los que la
muerte mata. Y le fue dada potestad esta frase sugiere
que dicha autoridad le fue dada por Dios mismo sobre la
cuarta parte de la tierra (de Israel) que sugiere que la
espada (caballo rojo), el hambre (caballo negro), y la
pestilencia (caballo amarillo), añadido con las fieras del
atierra mataría a la cuarta parte de la tierra. El aumento
de las fieras es el resultado de la tierra despoblada.

Capturada la ciudad por Tito y sus soldados, Jerusalén fue


destruida. Cuando el ejército romano ya no encontró a
nadie más para matar ni halló nada más para robar, César
Vespasiano (padre de Tito) ordenó arrasar por completo

310
la ciudad y el templo. Dejaron sólo las torres de Fasael,
Hípicos y Mariamne y el muro al oeste que le serviría de
guarnición a las tropas romanas. Antes del sitio final de
Jerusalén, probablemente en el día de Pentecostés de la
fecha, se ordenó a los miembros de la iglesia de Dios en
Jerusalén huir a Pella, que quedaba a unos 70 kilómetros
al noreste de Jerusalén. Cuando las tropas romanas se
retiraron del sitio, comenzaron a entrar las fieras a la
ciudad para comer la carne de los muertos, que se le
llamó “el banquete de las fieras salvajes”.

De Flavio Josefo: “Todas las salidas estaban


interceptadas, todas las esperanzas de seguridad para los
judíos, completamente cortadas; y el hambre, con las
fauces abiertas, devoraba al pueblo por sus casas y por
sus familias. Los techos estaban llenos de mujeres con sus
criaturas en la última etapa; las calles estaban llenas de
ancianos ya muertos. Niños y jóvenes, hinchados, se
amontonaban como espectros en el mercado, y caían
dondequiera que las ansias de la muerte les sobrevenían.
Los que estaban afectados no tenían fuerzas para
enterrar a sus parientes. Los que todavía estaban sanos y
vigorosos eran disuadidos por la multitud de los muertos
y la incertidumbre que dependía sobre ellos. Muchos
morían mientras enterraban a otros, y muchos se iban a
los cementerios antes de que llegase la hora fatal. En
medio de estas calamidades, no había ni lamentos ni
gemidos: el hambre eran más fuerte que los afectos, con
los ojos secos y las bocas abiertas, los que morían
lentamente contemplaban a los que se habían ido al
descanso antes que ellos. Reinaba un profundo silencio
por toda la ciudad, y una noche preñaba de muerte, y los
bandidos aún más temibles que todo esto. Abriendo a la

311
fuerza las casas, como quien abre un sepulcro, saqueaban
a los muertos, y llevándose a rastras las mortajas de los
cadáveres, se alejaban riendo. Todos expiraban con los
ojos fijos en el templo. Este color amarillo era el símbolo
de la apariencia de sufrir una plaga o pestilencia llevando
a la gente a la muerte y al Hades o sepultura. Este jinete
recibió la potestad de hacer esto del mismo Dios y ese
juicio parcial afectó a la cuarta parte de la tierra de Israel.
Mientras las iglesias de Asia Menor leían esta visión de
Apocalipsis 6 por primera vez, los juicios profetizados por
Jesús en Mateo 24, ya estaban en acción, teniendo lugar;
el momento final se les aproximaba rápidamente y era el
fin del templo, el fin de Jerusalén y el fin de aquellos
judíos incrédulos al mesianismo de Jesús. ¿Vieron los
primeros discípulos el cumplimiento de las profecías
sobre el fin de esa edad judía? Si, amén.

9Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas


de los que habían sido muertos por causa de la palabra
de Dios y por el testimonio que tenían

Cuando se abrió el quinto sello, Juan ya no oyó la voz de


ningún ser viviente porque eran cuatro órdenes para los
cuatro caballos del Apocalipsis. Ahora, Juan deja de oír
cosas del cielo para los de la tierra y se dispone a ver
cosas exclusivas del cielo y en el cielo. Juan ya no ve un
trono sino un altar y debajo del altar visualiza a las
personas o almas (tás psychás) que habían creído en
Cristo durante los primeros meses de la tribulación
romana anteriormente mencionada en el capítulo (6:1-9),
mientras los juicios a través de los cuatro caballos del
primer siglo eran ejecutados. En La Biblia hay dos
significativos altares: el altar del sacrificio y el altar del

312
incienso. El primero tiene que ver con muerte y el
segundo con oraciones. Aquí es el altar del sacrificio
porque eran mártires que derramaron su sangre en el
tiempo de la gran tribulación y angustia (año 67-70 d.C.).
En figura, el altar se encuentra en el atrio del tabernáculo
y en el templo y el atrio representa la tierra. El área que
está bajo el altar es la región que está debajo de la tierra,
donde se encontraban las personas o almas de los
martirizados. Ese es el paraíso o nivel del Hades después
de la muerte (Lucas 23:43) que está en el corazón de la
tierra (Mateo 12:40) y era una sección del Hades (hechos
2:27) la sección agradable del Hades, donde se
encontraba Abraham y el rico de Lucas 16:22-26.

El escenario cambia ahora, del campo de batalla, de las


escenas de matanza y de sangre en la ciudad sitiada y
hambrienta, al templo de Dios. Pero todavía es Jerusalén
la terrenal. La palabra griega para mártir, martus, significa
"un testigo". Estos mártires habían sido muertos
(sphagménon) o degollados por la espada romana por
causa del testimonio que tenían de su fe en Cristo a pesar
de las persecuciones romanas (Mateo 24:9). Los mártires
que vemos aquí en el quinto sello están ahí como
resultado de la persecución que surge por la conquista
del evangelio (Mateo 24:14). Los mártires cristianos a los
que Jerusalén había matado son representados como
clamando en voz alta debajo del altar y apelando a la
justicia divina para que ya no se demore la vindicación de
su causa, y vengue su sangre “en los que moran en la
tierra”. En Mateo 23:35-36 el Señor Jesús les había
advertido a los judíos: “Para que venga sobre vosotros
toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra,
desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de

313
Zacarías hijo de Berequías, a quién matasteis entre el
templo y el altar”. De igual modo les había advertido en
Mateo 24:9 “Entonces os entregarán a tribulación, y os
matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por
causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se
entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán”.
La visión de este quinto sello es la identidad con la
parábola sobre el juez injusto de Lucas 18:7 “ 7¿Y acaso
Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y
noche? ¿Se tardará en responderles? 8Os digo que pronto
les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿hallará fe en la tierra?. Los mismos querellantes apelan
al juez para pedir justicia “pronto les hará justicia” y dicha
escena se da “en la tierra” de Judea. La visión y la
parábola se complementan. La visión nos habla de la
causa del clamor por la venganza y quienes apelan son los
martirizados que han sellado su testimonio con su sangre
derramada. La parábola indica el tiempo en que llegaría
la retribución “cuando venga el Hijo del hombre”. El
funesto aquí es que cuando la venida del Señor tuviese
lugar encontraría a Israel sin fe, impenitente e incrédulo,
tal como Israel se encontró en el año 67 d.C. Cuando
comenzó la guerra judía que ya en sí era el juicio de Dios
en acción.

La visión del quinto sello aclara a 1 Pedro 4:6 “6Porque


por esto también ha sido predicado el evangelio a los
muertos, para que sean juzgados en carne según los
hombres, pero vivan en espíritu según Dios”. Los
“muertos” aquí son los mártires cristianos del primer siglo
que habían sido muertos por la fe; habían sido
condenados en la carne por el injusto juicio de los
hombres. Aquí se da a entender que habían apelado al

314
justo juicio de Dios. En respuesta, se les había dado
consuelo (euaggelion) donde se les dice que reposen por
un tiempo hasta que se les unan sus hermanos y
consiervos que han de ser martirizados como ellos;
mientras que se les dan “túnicas blancas” señal de
inocencia y emblema de victoria. La visión del quinto sello
corresponde a la alusión de 1 Pedro 4:6 y a Lucas 18:7.
Esta escena ocurre después del estallido, pero antes de la
conclusión de la guerra judía, que precede a la catástrofe
final del sexto sello.

10Yclamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo,


Señor, santo y verdadero, ¿no juzgas y vengas nuestra
sangre en los que moran en la tierra?

El hecho de que “clamaban” indica que estaban


conscientes de lo que hacían. Su clamor era por una
justicia punitiva aplicada a quienes les habían perseguido
en la tierra de Israel. Juan muestra los mártires
preguntando hasta cuándo continuará Dios tolerando a
Jerusalén. Si la sangre de los mártires está fluyendo
alrededor de la base del altar, deben ser los sacerdotes
de Jerusalén los que la habían derramado. Los oficiales
del Pacto antiguo habían matado a los justos. Como
testificaron Jesús y los apóstoles, Jerusalén era la asesina
de los profetas en (Mateo 23:34-37)(Lucas 13:33)(Hechos
7:51-52). La conexión con "la sangre de Abel" que clama
desde la tierra cerca del altar (Génesis 4:10) es otra
indicación de que este pasaje en general se refiere al
juicio sobre Jerusalén (Mateo 23:35-37). Como Caín, los
"hermanos mayores" del Antiguo Pacto envidiaron y
asesinaron a los "hermanos menores" del Nuevo Pacto (1
Juan 3:11-12). Y así clama la sangre de los justos: Los

315
santos oran para que la profecía de Cristo de los "días de
retribución" (Lucas 21:22) se cumpla. En su clamor los
mártires exaltan los dos atributos de Dios por medio de
los cuales juzga: santidad y veracidad conforme a la
verdad de su palabra.

El ¿Hasta cuándo? No se refiere a la intención de juzgar o


no, sino a la duración del tiempo y debe ocurrir cerca del
final de aquella generación (Mateo 24:34). El “¿hasta
cuándo? Es el invocar la justicia divina para los oprimidos.
El vengar (ekdikéo) tiene que ver con la justicia
retributiva que requiere discriminación y evaluación. Los
mártires claman por esa merecida retribución sobre sus
perseguidores, enemigos del evangelio. La aplicación
principal de esto tiene que ver con el Israel apóstata - los
que moran en la tierra - que, en cooperación con las
autoridades romanas, estaba asesinando a los santos.

11Yse les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que


descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se
completara el número de sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como ellos.

Se le dieron indica un “galardón de gracia” que fueron


aquellas vestiduras blancas (emblema de inocencia y
victoria) que les cubrían hasta sus pies como una muestra
de la justicia de su causa. El clamor es contestado en
Apocalipsis 16:5-7 cuando es derramada la tercera copa
como el castigo justo por matar a los santos y a los
profetas, y en Apocalipsis 19:2 cuando condenó a la gran
prostituta, en ella se encontró la sangre de los mártires y
todos los muertos en la tierra de Israel (Apocalipsis
18:24). En 19:2 la misma palabra griega para venganza es

316
usada (Lucas 18:3)(Romanos 12:19)(2 Corintios 10:6). La
vestidura blanca es la vestidura de justicia (Isaías
6:10)(Apocalipsis 7:13). La idea de esperar "hasta que se
completara en número de sus consiervos y sus
hermanos, que también habían de ser muertos como
ellos" es que la persecución estaba completamente bajo
el control de Dios. Él sabe y ha establecido la cantidad
que ha de ser muerto, así como sabe la cantidad de
cabellos en nuestra cabeza. Hay un número que está
fijado bajo la voluntad y presciencia de Dios (Apocalipsis
7:4). En Apocalipsis 14:13 se nos dice que "descansarán
de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen." El
martirio parece ser un retroceso para la iglesia pero en
realidad hace que avance el evangelio.

12Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un


gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de
cilicio, y la luna se volvió toda como sangre
13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la

higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un


fuerte viento
14Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se

enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar

Al abrirse el sexto sello, nos acercamos más claramente a


los sucesos finales de los últimos días antes del año 70
d.C. Esto es una clara relación con Mateo 24:3-30 donde
el Señor Jesús profetizó acontecimientos sobre Jerusalén
o los perseguidores de los santos. Estos eventos se darían
al final de la gran tribulación (67-70 d.C.) y
simultáneamente justo a la venida en juicio (Mateo
24:29,30)(Marcos 13:24-26)(Lucas 21:25-28). Al abrirse el
sexto sello hubo un (seísmos mégas) o un gran

317
terremoto. Un gran terremoto es una decreción que es lo
contrario a una creación. Juan usa las estructuras
fundamentales de la creación para describir la caída de
Israel. Todos estos movimientos constituyen la respuesta
de Dios al clamor de los santos mártires del quinto sello y
a la vez es una advertencia para los moradores de aquella
tierra (Palestina- Jerusalén). En el quinto sello los mártires
de la tribulación son ejecutados en la primera mitad de la
tribulación. Los sucesos del sexto sello tendrían lugar al
final de la primera mitad de la semana setenta de Daniel
9.

Estos siete juicios (1. Tierra)(2. Sol)(3. Luna)(4.


Estrellas)(5. Firmamento)(6. Tierra)(7. Hombre) son
detallados en términos de las familiares imágenes
proféticas del Antiguo Testamento:

Primero, la imagen de la desestabilización: un gigantesco


terremoto (Éxodos 19:18)(Salmo 18:7, 15)(Salmo
60:2)(Isaías 13:13-14)(Isaías 24:19-20)(Nahum 1:5).
Segundo, la imagen del eclipse y el luto de Israel: El sol se
puso negro como saco de cilicio (Éxodo 10:21-23)(Job
9:7)(Isaías 5:30)(Isaías 24:23)(Ezequiel 32:7)(Joel 2:10,
31)(Joel 3:15)(Amós 8:9)(Miqueas 3:6).
Tercero, la continuada imagen de un eclipse, a la que se le
ha añadido la idea de deshonra: Toda la luna se puso
como sangre (Job 25:5)(Isaías 13:10)(Isaías
24:23)(Ezequiel 32:7)(Joel 2:10, 31).
El cuarto juicio afecta a las estrellas, que son imágenes de
gobierno (Génesis 1:16); son también relojes (Génesis.
1:14), y su caída muestra que el tiempo de Israel se ha
acabado: Las estrellas cayeron a tierra, como una higuera
deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte

318
viento (Job 9:7)(Eclesiastés 12:2)(Isaías 13:10)(Isaías
34:4)(Ezequiel 32:8)(Daniel 8:10)(Joel 2:10; 3:15); por
supuesto, el fuerte viento fue traído por los cuatro
jinetes, que en las imágenes de Zacarías eran los cuatro
vientos (Zacarías 6:5), y que se le vuelve a presentar a
Juan en esa forma en (Zacarías 7:1); y la higuera es Israel
mismo (Mateo 21:19)(Mateo 24:32-34)(Lucas 21:29-32).
Quinto, ahora Israel como las cosas movibles (Hebreos
12:28,29) simplemente desaparece: El firmamento se
desvaneció como un pergamino que se enrolla (Isaías
34:4)(Isaías 51:6)(Salmo 102:25-26); para el simbolismo
de Israel como "firmamento", (Isaías 51:15-16)(Jeremías
4:23-31)(Hebreos 12:26-27).
Sexto, las potencias gentiles son sacudidas también: Todo
monte y toda isla fue movida de su lugar (Job 9:5-6)(Job
14:18-19)(Job 28:9-11)(Isaías 41:5,15-16)(Ezequiel
38:20)(Nahúm 1:4-8)(Sofonías 2:11).
Israel, la "antigua creación" de Dios, ha de ser descreada,
al ser el Reino transferido a la iglesia, la nueva creación (2
Pedro 3:7-14). Como los labradores en la viña de Dios
mataron a su Hijo, ellos también serían muertos (Mateo
21:33-45). La viña misma será quebrantada, destruida, y
asolada (Isaías 5:1-7). En la justa destrucción de Israel por
parte de Dios, Él sacudirá hasta el cielo y la tierra (Mateo
24:29-30)(Hebreos 12:26-28) para entregar su reino a su
nueva nación o raza (la iglesia) la nuevas criaturas
compuestas de judíos y gentiles en Cristo Jesús, los
ciudadanos de la nueva Jerusalén.

15Ylos reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los


capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se
escondieron en las cuevas y entre las peñas de los
montes

319
16ydecían a los montes y a las peñas: Caed sobre
nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está
sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
17porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá

sostenerse en pie?

Esta fue la reacción de las siete clases de hombres (reyes,


grandes, ricos, capitanes, poderosos, siervo y libre) frente
al juicio de Dios en el 70, pero no una conversión hacia
Dios. Cada una de las visiones culmina en una catástrofe y
destrucción sobre los impíos y en salvación para los
justos. Estos hombres impíos optan por hacerle un clamor
a las piedras mudas, a los objetos inanimados, a sus
ídolos, pidiéndoles escapatoria de ese juicio. Las
imágenes proféticas del Antiguo Testamento todavía
están a la vista al describir Juan a los apóstatas que están
siendo juzgados. El hecho que se nombren siete clases de
hombres, muestra que la destrucción es total, pues afecta
a pequeños y grandes por igual. Nadie podrá escapar, no
importa su condición de privilegiado o su insignificancia.
La tierra entera de Israel ha rechazado al Mesías Cristo, y
la tierra entera de Israel está siendo excomulgada,
vomitada y destruida.

Los paralelos muestran que el juicio sobre la nación de


Israel es el propósito de esta profecía (Isaías 2 y 24-27),
aunque otras naciones ("los reyes gentiles de la tierra")
serían afectadas también. Al ser la tierra descreada, los
hombres de Israel (judíos) tratan de huir y buscar
protección en cualquier cosa que parezca ofrecer refugio.
La huida bajo tierra y hacia dentro de cavernas es señal
de estar bajo maldición (Génesis 19:30-38). Por eso se
escondieron (Génesis 3:8) en las cavernas y entre las

320
peñas de los montes por haber maltratado a los justos. El
Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia de
aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del
Cordero; porque el gran día de su ira ha venido no
estaba hablando del fin del mundo como planeta, sino del
fin de Israel como nación en el año 70 d.C.

El origen del simbolismo usado aquí está en la profecía de


Óseas contra Israel: “Efraín será avergonzado, e Israel se
avergonzará de su consejo. De Samaria fue cortado su rey
como espuma sobre la superficie de las aguas. Y los
lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de
Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a
los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre
nosotros”. (Óseas 10:6-8). Jesús citó este texto en su
camino a la crucifixión, declarando que se cumpliría en el
Israel idólatra durante las vidas de los que estaban
presentes entonces: “Y le seguía gran multitud del
pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación
por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras
mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días
en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres
que no concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces
comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y
a los collados: Cubridnos”. (Lucas 23:27-30).

Mientras las iglesias de Asia Menor estaban leyendo el


contenido del Apocalipsis por primera vez, los juicios
profetizados ya estaban teniendo lugar en sus días y en su
generación, porque el momento final se aproximaba
rápidamente. La generación que había rechazado al Hijo
del Señor de la tierra (Mateo 21:33-45) pronto estaría

321
gritando estas mismas palabras. El Señor crucificado y
resucitado venía a destruir a los apóstatas. Este habría de
ser el gran día de la ira del Cordero, a quien habían
matado o crucificado.
El día grande y terrible de Jehová predicho por Malaquías,
Juan el Bautista, Pablo, Pedro y el Señor Jesús era lo que
Juan llamó “Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿Y
quién podrá sostenerse en pie? Esta era la esperada
consumación por la que la iglesia apostólica velaba y
aguardaba en su generación- el día de juicio para el Israel
culpable y a la vez el día de redención y recompensa para
el pueblo de Dios.

El cumplimiento del día ardiente de Dios

Dice Malaquías 3:5 “Y vendré a vosotros para juicio; y


seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros,
contra los que juran mentira, y los que defraudan en su
salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que
hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí,
dice Jehová de los ejércitos. Malaquías 4:1 dice Porque he
aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los
soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa;
aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los
ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. 2Mas a vosotros
los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en
sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como
becerros de la manada. 3Hollaréis a los malos, los cuales
serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en
que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos. Malaquías
es el profeta de la destrucción. El contexto de su profecía
nos presenta una terrible acusación contra toda la nación
de Israel. Dios mismo es el acusador contra el sacrilegio,

322
hipocresía, desprecio, infidelidad conyugal espiritual,
perjuro, apostasía y blasfemia de Israel contra Su Dios.
Los judíos tenían la desfachatez de repudiar la acusación
que les hace el Señor y el descaro de no aceptar cada uno
de esos cargos. Ellos fueron insensibles a la moral, pues, a
lo bueno le dijeron malo y a lo malo bueno, y así vinieron
de convertirse de fruta verde a fruta madura lista para la
siega o juicio.

La profecía de Malaquías 3:5 “Y vendré a vosotros para


juicio” y la de Malaquías 4:1 “viene el día ardiente como
un horno” tendrían su cumplimiento en el año 70 d.C.
cuando el general Tito con toda la poderosa tropa de
soldados romanos entraron en Jerusalén y destruyeron el
templo, sus edificios, sus registros y toda la ciudad santa
de los judíos a quién Malaquías les profetizó destrucción
por su abierta rebelión contra Su Dios.

A este “día de horno ardiente” o de juicio, el profeta Joel


2:31 lo llama “día grande y espantoso de Jehová”. Este es
el mismo día que lo encontramos en el discurso del
apóstol Pedro en Hechos 2:20 referenciado a los “varones
israelitas” que vinieron de todas las naciones debajo del
cielo a la ciudad santa (40 años antes de la destrucción
del templo y de Jerusalén). Pero antes de Hechos 2:20
está Mateo 11:14 donde el Señor Jesús (40 años antes de
la destrucción del templo y de Jerusalén) les dice a los
judíos que el Elías de Malaquías 4:5 es Juan Bautista, el
precursor del Mesías Cristo Jesús. Debido al no
arrepentimiento de los varones israelitas de las ciudades
de Corazín y Betsaida, el Señor Jesús les habló: “os digo
que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para
Tiro y para Sidón, que para vosotras”. Y tú, Capernaum,

323
que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás
abatida. os digo que, en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.
Jesús habló de “un día de juicio” que se cumplió en el año
70 d.C. de nuestra era cristiana.

Ya el profeta Malaquías a éstos varones israelitas les


venía diciendo en el 3:2 “¿Y quién podrá soportar el
tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando
él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y
como jabón de lavadores”. El día ardiente, grande y
espantoso de Jehová es el mismo tiempo de Su venida o
de Su manifestación en juicio contra Israel. Ese tiempo de
Su venida fue como fuego purificador y como jabón de
lavadores. El tiempo de Su venida fue algo que ellos no
pudieron soportar. Ningún varón israelita no arrepentido
pudo estar en pie en ese día de Su venida en fuego o en
juicio que sucedió en el año 70 d.C.

¿Quiénes cuando vino ese día de fuego purificador, no


pudieron sostenerse en pie? Apocalipsis 6:17 dice porque
el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse
en pie? El V:15 dice Y los reyes de la tierra, y los grandes,
los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas
de los montes; 16y decían a los montes y a las peñas: Caed
sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que
está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.
Ninguno de ellos se escapó del día ardiente. Ese fue día
de juicio y de ira. Ese fue día del rostro del Cordero de
Dios. En el año 70 d.C. les llegó el gran día de la ira del
Cordero y ¿Quién de ellos pudo sostenerse en pie?
Ninguno.

324
En Malaquías 3:1 estuvo profetizado que el Señor
“vendría súbitamente a Su templo”, y en el V:2 el profeta
pregunta ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su
venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se
manifieste? En Su manifestación en juicio, el Señor visitó
judicialmente a la casa de Su Padre (el templo judío) y su
casa quedó completamente desierta o desolada. El
templo o casa era el centro de la vida religiosa de la
nación de Israel; era el símbolo visible del viejo pacto de
la ley; era el lugar o casa donde 1 Pedro 4:17 dice que “el
juicio debía comenzar por la casa de Dios”. Según 2 Pedro
2:1 debido a los falsos profeta que hubo entre el pueblo
de Israel, ellos estaban atrayendo sobre sí mismo
“destrucción repentina”. Aunque el día de ira de Jehová
era un juicio, también era un día de redención, Malaquías
4:2 dice Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá
el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis,
y saltaréis como becerros de la manada. Dentro de la
nación apostata de Israel había un remanente fiel. Los
apostatas eran escoria que debía ser rechazada y
hojarasca que debía ser quemada, pero los fieles eran oro
y plata que debía ser refinada. Después de ese día de
fuego y oscuridad, el remanente fiel vio el Sol de justicia.
Malaquías abría una puerta de misericordia que todavía
no estaba cerrada cuando le escribió al pueblo judío. Si
Israel regresaba a Dios, El regresaría a ellos. Si la misión
del Elías Juan tenía éxito en recobrar los corazones de los
judíos a su Dios, la catástrofe inminente sería retirada
(Malaquías 3:17,18) “Serían especial tesoro, en el día que
yo actúe; y los perdonaré”. Pero si no volvían su corazón a
su Dios, vendría y heriría la tierra con maldición
(Malaquías 4:6). Maldición es anatema e implica una
completa destrucción sobre la persona o la ciudad como

325
el caso de Jericó (Josué 6:17). Esta maldición es
consumación y desolación. Debemos comprender que el
mensaje de Malaquías es a Israel; la maldición es para
Israel; y la tierra amenazada es la tierra de Israel.

¿Qué pasó entre Malaquías y Juan Bautista?

Hubo cuatro siglos en blanco en la historia de Israel.


Judea, fue vasalla de grandes monarquías- Persia- Grecia.
Egipto- Siria y Roma. No hubo en cuatro siglos mensajero
inspirado por Dios que hablase la palabra de Dios. Israel
no vio señales; no oyó profetas (Salmo 74:9). En esos
cuatro siglos, se establecieron sinagogas judías por todo
Judea y la ley se extendió ampliamente. Surgieron los
fariseos y saduceos defensores de la ley de Moisés. Los
judíos se asentaron en ciudades de Egipto, Asia menor,
Grecia e Italia llevando la cátedra de Moisés.

Israel guardaba la esperanza de un libertador venidero,


un heredero de la cada del Rey David que debía ser
teocrático. En cuatrocientos años, no hubo mejoramiento
en la condición moral de Israel, pero había un remanente
fiel que espera la redención de Israel. A Simeón se le dijo
que antes de morir, vería con sus ojos al “ungido de
Jehová”. En medio de ese silencio y expectativa irrumpió
el profeta Juan Bautista, el Elías de Malaquías. Fue
austero y asceta en su estilo de vida. Celoso reformador
de la religión, severo censurador del pecado de Israel.
Elías tuvo su Acab en su época y Juan a su Herodes.
Cuando Juan entra en aquel escenario silencioso, los
sacerdotes y levitas de Jerusalén le preguntaron en Juan
1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No
soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron:

326
¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que
nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23Dijo: Yo soy la
voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino
del Señor, como dijo el profeta Isaías. Con estas
preguntas, éstos judíos esperaban la reaparición del Elías
literal del Antiguo Testamento. Lucas 1:17 dice que Juan
“Iría delante de Jesús con el espíritu y el poder de Elías.
Jesús mismo en Mateo 11:14 da testimonio de Juan
diciendo: “Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que
había de venir”. Y en Mateo 17:10-13 afirma “Mas os digo
que Elías ya vino, y no le conocieron”.

Juan fue el segundo Elías y cumplió las predicciones de


Isaías y Malaquías concerniente a él. No existe tal cosa
como un “Elías futuro” en la historia de Israel, porque el
profetizado Elías ya vino. ¿A qué vino el Elías Juan? Lucas
1:76,77) dice que “vino a preparar camino para el libertad
de Israel y para dar conocimiento de salvación a su
pueblo, para perdón de sus pecados”. Vino también
según Juan 1:7 a dar testimonio de la luz (Jesús), a fin de
que todos (los judíos) creyesen en él”. Muchos creen que
hasta aquí fue la misión del Elías Juan, pero él vino a Israel
con otra connotación ya no de salvación sino de juicio.
Juan fue el representante del Juez venidero. Su
predicación contiene más palabra de ira que de salvación.
¿Qué hacía el Elías Juan en sus días? Amonestaba a los
fariseos y saduceos y multitud de judíos a que “huyeran
de la ira venidera”. Volvemos en Juan a entrar en el día
ardiente de Jehová.

Alegóricamente, Juan les habla del “hacha- juicio” puesta


en la raíz del árbol-Israel. Juan les anuncia en Mateo 3:12
que viene Uno más poderoso que él, “cuyo aventador

327
está en su mano, y recogerá su trigo en el granero, y
quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.
Juan concatena la profecía de Malaquías. Ambos profetas
describen la venida del Señor como un día de ira con
fuego que refina y prueba, quema y consume. Ambos
profetas hablan de un mismo tiempo de separación entre
los justos y los impíos (Malaquías 3:18)(Mateo 3:10).
Ambos hablan de una completa destrucción de la paja
con fuego que no se apaga (Malaquías 4:1)(Mateo 3:12).
Ambos hablan del mismo suceso, del mismo día del
Señor, del mismo juicio venidero a Israel. En el griego la
expresión “ira venidera” es “ira que viene en camino” no
sólo en el futuro de Juan sino como algo inminente. Es
una ira que pronto sería derramada sobre la nación judía
“Ya el hacha está puesta en la raíz de los árboles”. La
nación judía estaba en su última prueba bajo el ministerio
latente del segundo Elías llamado Juan como el precursor
del “día grande y terrible de Jehová”. Si aquellos “árboles
judíos” rechazaban las advertencias, el hacha caería y
entrarían a ser quemados en el fuego donde no les
quedaría ni raíz ni rama. Sobre ellos vendría Jehová y
heriría su tierra con maldición. Lo que habló Juan fue
especifico, nacional, local e inminente y sobre esa
generación “vino la ira ardiente de Jehová” en el año 70
d.C.

La predicción de la ira ardiente en los evangelios

La muerte de Juan por Herodes Antipas tuvo que señalar


una nueva orientación en el ministerio de Jesús, el
libertador de Israel. Parece ser que los milagros, las
multitudes en pos de Jesús indicaron que la misión de
Juan en ganar el corazón de Israel fracasó, no por su

328
misión, sino por la incredulidad de Israel. El Señor Jesús
comenzó a predicar el “arrepentimiento para entrar al
reino de los cielos” (Mateo 4:17) que fue la misma
descripción de la predicación de Juan en (Mateo 3:2).
Juan y Jesús llamaron a Israel al arrepentimiento
anunciando el acercamiento del “reino de los cielos” para
los judíos, “a los suyos vino”. El “reino de los cielos” se les
había acercado a los judíos, pero no les llegó ni en el
tiempo de Jesús ni en el día de Pentecostés.

Juan y Jesús hablaron de un juicio que debía venir sobre


aquella generación de judíos existentes y que en efecto
les vino, por su rechazo abierto a las invitaciones de
salvación. Juan habló de “ira que viene” y Jesús habló de
“juicio que viene”. Ese juicio que vendría sobre las
ciudades incrédulas de Judea, sería mayor según Mateo
11:20.24) que el que cayó sobre Tiro, Sidón, Sodoma y
Gomorra. La catástrofe sobre los judíos no era remota,
sino cercana o para esos días que realmente la vivieron
los existentes de aquella generación. Tanto en Mateo
12:38-46 como en Lucas 11:16,24-36 los escribas y
fariseos pidieron señal de Jesús. En este contexto, Jesús
les habló de la señal de Jonás que por medio del
arrepentimiento de los Ninivitas condenaron en juicio a
esa generación. La reina del Sur se levantó en juicio
contra la generación de los días de Salomón por venir a
oír la sabiduría del Rey de Israel. Y finalmente, Jesús
compara a Israel con un espíritu inmundo que no tiene
reposo interior y la expresión “siete espíritus peores que
él” da por entendido que el estado de Israel ni no se
arrepentía, sería peor que el primero. Ese estado postrer
fue el que le sucedió en el año 70 d.C. Jesús afirma que
ese “estado peor” de destrucción le acontecería a esa

329
mala generación de judíos.

La palabra generación (genea) se refiere al pueblo de


Israel, a la generación viviente de judíos de esa época. En
Mateo 11:16 como en Lucas 7:31 Jesús expresó “Mas, ¿A
qué compararé a esta generación?” se refería a esos
judíos presentes que no escucharon a Juan ni a Jesús sus
contemporáneos. En la expresión de Mateo 23:33
“Generación de víboras” Jesús resalta la generación que
existía que superaba su culpa a la de los paganos. En
Lucas 13:1-9 Jesús le dice a los judíos “Si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente”. Jesús percibió las
inminentes calamidades de la nación de Israel. En
aquellos tiempos el tema de conversación entre el pueblo
era la súbita destrucción de 18 personas que perecieron
con la caída de la torre cerca del estanque de Siloé. Jesús
les dice a ellos, que las víctimas de esa calamidad no eran
excepcionalmente malas e impías, sino que una suerte
semejante vendría sobre los judíos que no se
arrepintieran. Jesús les advirtió “Todos vosotros
pereceréis del mismo modo”. Fue en la fiesta de la Pascua
cuando la población de Judea se había congregado en
Jerusalén, y allí fue encerrada por las tropas del general
Tito. El historiador Flavio Josefonos dice que –la sangre de
los sacerdotes judíos fue derramada al pie del altar en el
templo de los sacrificios donde oficiaban en ese día. Los
soldados romanos fueron los ejecutores del juicio divino.
En Lucas 13:6-9 Jesús refirió el mismo significado
profético en la parábola de la Higuera estéril que es Israel
que fue cultivada por mucho tiempo por los profetas,
pero sin producir fruto para su duelo que es Dios. Ahora,
la Higuera Israel llega a su última prueba. El hacha de
Juan que estaba puesta a la raíz del árbol fue aplazada

330
debido a la obra de gracia que Jesús estaba teniendo con
Israel para alimentarlos con su palabra y cultivarlos, pero
un poco más de tiempo y saldría el decretó final:
“Córtala” ¿Para qué inutiliza también la tierra? V:8. Israel
como Higuera inútil, que no reconoció el propósito de su
existencia fue destruida fue alcanzada por los juicios de
Dios y cortada de su reino.

El día ardiente de Jehová fue el fin del siglo de la


dispensación del judaísmo

En Mateo 13:36-50 Jesús le habla a sus discípulos de la


parábola de la cizaña y la red. Les dice que la siega es el
fin del siglo donde los echarán en el horno de fuego y allí
será el lloro y el crujir de dientes. En el V:38 la palabra
mundo es koinos y se refiere al mundo de los hombres,
pero en el V:39 siglo es eón y se refiere a un periodo de
tiempo, era o época. El fin del mundo o del siglo es el fin
de era, de la época para darle paso enseguida a una
nueva era. La creencia de los judíos era que Su Mesías
entronizaría un nuevo eón o era a la que llamaban “el
reino de los cielos”. El éon o era existente era la
dispensación del judaísmo de esa época, era que ahora en
las palabras de Jesús se acercaba a su fin. Jesús usa estas
parábolas para describir como terminaría.

La misma separación final que habla Malaquías y Mateo


entre los justos y los impíos; la misma purificación de la
tierra; el mismo recoger el trigo en el granero; el mismo
quemar de la paja o cizaña en el fuego es lo que Jesús
afirma en todas estas parábolas cuando habla de la
misma catástrofe, que es la “ira que vino sobre aquella
misma generación, cuando Jerusalén se convirtió en el

331
lago de fuego y azufre o en un horno de fuego sin cesar,
donde la era del judaísmo llegó a su fin en el día ardiente
y terrible de Jehová. En Mateo 13:37 Jesús habla de sí
mismo como el sembrador de la buena semilla en los días
de su ministerio público y los resultados que produjo los
“hijos del reino” y que a la vez produjo la “cizaña como
los hijos del malo” (judaísmo). En Lucas 13:26-28 Jesús
describe la condenación de aquellos judíos que tuvieron
el privilegio de disfrutar de Su presencia personal y del
poder de Su ministerio, pero que fueron cizaña para la el
fuego, por ser hacedores de maldad, donde ellos fueron
excluidos del reino.

Cuando Jesús dijo en Mateo 13:43 “El que tenga oídos


para oír, oiga”, estaba puntualizando la importancia de
tener un verdadero concepto del período que estaba
hablando el Señor. Ese período era el fin de la era de más
de 40 generaciones del sistema de leyes que estaba a
punto de ser reemplazada y desparecer para darle
entrada a una nueva era. El largo período durante el cual
Dios había “agotado” todos los métodos para reformar a
Israel estaba a punto de terminar desastrosamente. La ira
por largo tiempo contenida y reprimida habría de estallar
y destruir a aquella perversa e incrédula generación. Su
“último día” sería el día grande, ardiente y terrible de
Jehová. Este sería al fin del siglo y el fin del siglo, ¿De cuál
siglo? Del siglo del judaísmo. La crisis ya estaba en camino
desde el año 31 d.C. al año 70 d.C. Esa crisis habría de
llegar “como ladrón en la noche”. Esta es la más clara
explicación de todas aquellas constantes exhortaciones
que usted puede ver y leer en todas las epístolas, ¿Cuáles
eran? Eran a vigilar, ser pacientes y esperar. Los santos de
Roma, Jerusalén, Éfeso, Colosas, Tesalónica, Filipos, Asia

332
menor, Laodicea, Esmirna, Sardis, Filadelfia, Pérgamo,
Tiatira, etc. vivían esperando una consumación que
habría de llegar en su propio tiempo y que la verían con
sus propios ojos. Todo lo que usted lea en las epístolas y
aun en el Apocalipsis sobre juicio y segunda venida de
Cristo apuntaba hacia ese fin del siglo, hacia ese año 70
d.C.

Los días sobre Jerusalén

En Lucas 19:41-44 Jesús hizo un lamento sobre la ciudad


de Jerusalén. Les dijo que el día de su paz estaba
encubierto para sus ojos- ese día de paz era el mismo
Jesús-y les advierte que vendría días sobre Jerusalén,
cuando sus enemigos (los soldados romanos) la rodearían
con vallados, la sitiarían y por todas partes la
estrecharían. La derribarían a tierra y también a sus hijos
dentro de la misma ciudad. No dejarían piedra sobre
piedra, por cuanto no quisiste conocer el tiempo de su
visitación que era Jesús su verdadero libertador. Todo
esto predicho por Jesús se cumpliría antes de 40 años
porque su lenguaje es homogéneo y continuó. Aquí no
cabe el “doble sentido”. No existe el a veces el año 70
d.C. o a veces un período de tiempo desconocido o
futurista de Jerusalén.

El segundo lamento de Jesús sobre Jerusalén

En Mateo 23:37-39 y Lucas 13:34,35 Jesús profetiza que


vendrá el tiempo cuando “vuestra casa es dejada
desierta”. Esto lo dijo Jesús cuando partía del templo para
no regresar más a él hasta que viniera en juicio sobre
Jerusalén. Jesús tenía angustia por Jerusalén, así como la

333
gallina la tiene cuando ve al águila amenazante en el cielo
y ansiosamente trata de juntar a sus polluelos bajo sus
alas. Cuando tal angustia veía Jesús a las legiones del
águila romana aproximarse para juicio sobre los hijos de
Jerusalén y trataba de salvarles con solicitudes de amor,
pero todo eso fue en vano, ¡Eran como hijos muertos a la
voz del amor maternal!. La suerte de aquella Jerusalén
en los tiempos de Jesús estaba sellada y el Señor Jesús se
le oprimía el corazón de angustia al darle su último adiós.
Jesús les dijo “no me veréis más, hasta que digáis Bendito
el que viene en el nombre del Señor”. Esta era la famosa
frase que el judaísmo usaba para hablar de la venida del
Mesías-era el saludo mesiánico-equivalente a ¡Salve,
ungido de Dios!. Se supone que fue adoptado del Salmo
118:26. El Señor Jesús que salía del templo regresaría a su
templo (antes de 40 años) y aquella misma generación
presenciaría su regreso. Ellos y El habrían de encontrarse
por segunda vez u otra vez. El vendría súbitamente a su
templo. Ellos esperaban a su Mesías con gozo, pero
debido a su incredulidad, ahora ¿Quién podría soportar el
tiempo de su venida? ¿Quién podría estar en pie cuando
El se manifieste? Ese día –año 70 d-C.-les traería la
desolación de la casa de Dios-la destrucción de su
existencia nacional-el estallido de la ira contenida de Dios
sobre Israel. Este era el regreso segundo del Mesías de
Israel. Jesús vino en el año 70 d.C. y cerró la era judía. La
historia verifica la profecía.

El Apocalipsis de los evangelios fue la profecía del monte


de los Olivos: Mateo 24- Marcos 13- Lucas 21 nos
describe este Apocalipsis. Los discípulos acababan de ser
sacudidos en su mente por la predicación de Jesús
tocante a la total destrucción de la casa de Dios. Todavía

334
estaban estupefactos, cuando fueron a Jesús con esta
pregunta ¿Cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando
estas cosas estén para suceder? La ansiedad de ellos era
por saber el momento y conocer la señal de Su llegada.
Mateo, Marcos y Lucas hacen que la pregunta de ellos se
refiera a un suceso y una sola ocasión (Lucas
21:7)(Marcos 13:4)(Mateo 24:3). El fin del siglo en esos
contextos no era el fin del mundo o destrucción del
mundo material. El verdadero significado de siglo es aion
que no es mundo, sino época, que indica la proximidad de
ese período de tiempo e implica una consumación
específica. El eón del que le habló Jesús a sus discípulos
estaba a punto de terminar en una gran catástrofe. Una
catástrofe no es un proceso prolongado, sino un acto
definitivo y culminante.

La economía de la ley mosaica; la pompa del templo de


Jerusalén; la santa ciudad amada por los judíos; la casa
que fue era el paladio de la seguridad de la nación de
Israel; estaba a punto de ser profanada y destruida, de
modo que no quedaría piedra sobre piedra. El pueblo de
la nación favorecida, con la cual el Dios de toda la tierra
se dignó entrar en pactos y ser llamado Rey, habría de
experimentar las calamidades que nación otra jamás
vivió. Los judíos serían expulsados de su propia ciudad
para que divagaran como peregrinos sobre la faz de la
tierra con su conocido refrán “judíos errantes”. Pero
todos estos males traerían cosas buenas. El fin del
judaísmo en el año 70 d.C. como religión oficial del Dios
de Israel sería la inauguración del reino de Dios. Lo
antiguo dio lugar a lo nuevo. La ley fue reemplazada por
el evangelio de la gracia y la gracia sería el anuncio del
amor incondicional eterno. Cristo tomaría el lugar de

335
Moisés. El sistema estrecho que abarcaba sólo a judíos,
fue sucedido por un nuevo pacto, que abarcaba a todos
los hombres sin distingo de raza y nacional y no conocía
diferencia entre judíos y gentiles. La dispensación de los
símbolos, sombras, y ceremonias bajo la ley quedaron
abrogadas, no válidas para salvación, espiritualidad o
confirmación de nada. Los niños fueron los que
necesitaron esos pobres y débiles rudimentos. Ahora en
el nuevo pacto el servicio es espiritual no ritual. Cada
hombre es un templo donde Dios es el Padre universal.
Cada adorador es un sacerdote. Esta es la verdadera
revolución que jamás la historia de la humanidad conoció.
Dios hizo un mundo nuevo. Estamos en la más
memorable época en el tiempo de Dios. ¡Abba Padre!. El
día ardiente de Jehová cesó, ya no vendrá más. La
oscuridad cesó y ahora brilla luz admirable del Señor en
toda la raza humana bajo el poder de la gloria del amor
incondicional.

Ambos pasajes se refieren a uno y al mismo


acontecimiento escatológico que el Señor Jesús en Mateo
24:34 lo establece diciendo: “no pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca”. El único pasaje que se ve
dentro del sermón del monte es el dirigido a las mujeres
que siguieron a Jesús hacia la cruz que está descrito en
Lucas 23:29 “28Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas
de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras
mismas y por vuestros hijos. 29Porque he aquí vendrán
días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los
vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.
30Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre

nosotros; y a los collados: Cubridnos. 31Porque si en el


árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se

336
hará?”. Estos acontecimientos marcarían el fin de una
era. La catástrofe material no fueron sino la señal externa
y visible de una tremenda crisis en el ámbito espiritual o
en el reino de lo invisible. El terror apoderándose de los
“reyes de la tierra” (los gobernantes de Judea) y la tierra y
su naturaleza geológica, fijan la ubicación a las
peculiaridades de Palestina que concatenan con las
escenas descritas por Josefo “La última esperanza que
alentaban a los tiranos y sus pandillas de bandidos eran
las excavaciones subterráneas, en las cuales no esperaban
que se les buscasen en ellas. Después del colapso final de
la ciudad, cuando los romanos se hubiesen retirado, se
proponían salir y buscar la seguridad en la huída.

APOCALIPSIS 7:1-17

1. La fusión del sexto y el séptimo sello: Los 144000


israelitas seguidores del Cordero en el primer siglo

1Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los


cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro
vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno
sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol

La visión de los 144.000 (Apocalipsis 7:1-8) y la visión de


la gran multitud (Apocalipsis 7:9-17) son todavía parte del
sexto sello, y proporcionan una solución al problema de la
caída de Israel. Y, sin embargo, también forman un
intervalo, un entreacto, o un período de tardanza entre el
sexto y el séptimo sello, que sirve para realzar el sentido
de espera de la cual se quejan los santos en (Apocalipsis
6:10), puesto que esta sección es en parte la divina
respuesta a su oración.

337
La expresión después de esto (metá toúto) y el verbo vi
(eidon) indican que Juan estaba contemplando una nueva
visión de cuatro ángeles (mensajeros) en pie sobre los
cuatro ángulos de la tierra de Israel (norte, sur, este y
oeste) que detenían los cuatro vientos para que no
seguirían soplando (que es una intervención para detener
la manifestación judicial de Dios) sobre los cuatro ángulos
sobre la tierra, sobre el mar y sobre todo árbol a fin de
que sus siervos sellados ministraran libremente durante
la tribulación. Hasta que Dios no haya apartado y sellados
a sus escogidos, ni la tierra, el mar y ningún árbol sufrirían
los embates del juicio de Dios.

2Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol,


y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los
cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de
hacer daño a la tierra y al mar, 3diciendo: No hagáis daño
a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos
sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios

El otro ángel aquí es de la misma clase de los anteriores


ángeles. La misión de este ángel es detener la acción de
los cuatro ángeles anteriores que ejercen potestad sobre
los vientos. Juan ve ascendiendo a este ángel desde el
nacimiento del sol (oriente), de donde tradicionalmente
han venido las acciones de Dios en la historia (Isaías 41:1-
4,25)(Isaías 46:11)(Ezequiel 43:1-3).

Este ángel viene como representante de Cristo, la Salida


del sol desde lo alto, que ha hecho su visitación en Israel
(Lucas 1:78), el Sol de justicia que se ha levantado
llevando sanidad en sus alas (Malaquías 4:2)(Efesios
5:14)(2 Pedro 1:19). Posee el espíritu sin medida (Juan

338
3:34), el sello del Dios viviente, con el cual identifica al
pueblo de su propia posesión, y por cuyas órdenes los
juicios sobre la tierra de Israel no son plenamente
derramados hasta hayan sellado a los siervos de nuestro
Dios en sus frentes (los 144.000 israelitas seguidores del
Cordero): El Sello del Espíritu (Efesios 1:13; 4:30) que les
fue aplicado a los justos antes de que los sellos de la ira
fueran aplicados a los impíos en aquella generación.

El sello (sphragíso) significaba una transferencia de


autoridad y poder, una garantía de protección, y una
marca de propiedad (2 Corintios 1:21-22)(2 Timoteo
2:19). El antecedente original para las imágenes de Juan
es (Ezequiel 9:1-7), que muestra a Dios encargando a los
verdugos que destruyan a cada uno en la ciudad de
Jerusalén; los primeros en ser muertos son los ancianos
en el templo. Sin embargo, primero encarga a otro ángel
que "pase por en medio de la ciudad, por en medio de
Jerusalén, para ponerles una señal en la frente a los
hombres que gimen y que claman a causa de todas las
abominaciones que se hacen en medio de ella" (v. 4). Los
piadosos son marcados para protegerlos, para que los
apóstatas de Jerusalén puedan ser destruidos.

La marca en la frente es, por eso, un símbolo del israelita


restaurado a la comunión con Dios. Un ejemplo
impresionante de esto era el Sumo Sacerdote Israelita,
cuya frente estaba marcada con letras de oro que
proclamaban que era SANTO A JEHOVÁ (Éxodo 28:36).
Además, en (Deuteronomio 6:8), todo el pueblo de Israel
estaba sellado en la frente y en la mano con la ley de
Dios, del mismo modo que están caracterizados en vida
por la obediencia fiel en pensamiento y acción a cada

339
palabra de Dios. La "marca" protectora en (Ezequiel 9) es
literalmente tav, la última letra del alfabeto hebreo. La
forma hebrea antigua de tav era +, una cruz - un hecho
que no pasó inadvertido a la iglesia primitiva.

El propósito del sellamiento era preservar el verdadero


Israel de Dios como simiente santa. El propósito no era
salvarles de la tribulación, sino preservarles en medio de
la gran tribulación que estaba a punto de venir, y
glorificarles por ello. Aunque el antiguo Israel sea
desechado, un nuevo y santo Israel ha de ser escogido y
sellado con el Espíritu y con el Dios viviente. En las
predicciones relativas al “fin del tiempo” a Israel, el Señor
Jesús les habla a sus discípulos sobre promesas de
seguridad, junto con declaraciones de ira venidera sobre
sus enemigos. En Lucas 21:20 les dice “cuando viereis a
Jerusalén rodeada de ejércitos... En Mateo 24:15 les dice
“…Cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora…. Lucas 21:28 “28Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza,
porque vuestra redención está cerca. Mateo 24:30 dice
“30Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el
cielo…Mateo 24:31 dice “31Y enviará sus ángeles con gran
voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. El gran
día de este juicio inminente, habría de seguir a la
destrucción de Jerusalén, donde según Mateo 25:46 “46E
irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
En armonía con estas afirmación del Señor Jesús,
encontramos en las epístolas de Pablo y de Pedro que
ellos le enseñaban a las iglesias la venida del “día del
Señor”, según 1 Tesalonicenses 5:2,3,9 “el día del Señor
vendrá así como ladrón en la noche…”3que cuando digan:

340
Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos
destrucción”…” 8Pero nosotros, que somos del
día…”9Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo”. Según 2 Tesalonicenses 1:5 “5Esto es
demostración del justo juicio de Dios, para que seáis
tenidos por dignos del reino de Dios… 6Porque es justo
delante de Dios pagar con tribulación a los que os
atribulan… 7y a vosotros que sois atribulados, daros
reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús
desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama de
fuego, para dar retribución a los que no conocieron a
Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; 9los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder, 10cuando venga en aquel día para ser glorificado
en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron
(por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre
vosotros). Esta es la liberación y salvación prometida a
Sus discípulos de aquella generación (30 al 70 d.C.) que es
prefigurada simbólicamente en el episodio del sexto sello.
Las imágenes que aquí se describen son tomadas de
Ezequiel 9 donde “los hombres que gimen y claman a
causa de todas las abominaciones que se hacen en medio
de Jerusalén” tienen una “marca en la frente”, que
garantizaría su seguridad cuando los ejecutores de la
justicia divina saliesen a matar a los habitantes de
Jerusalén. La ciudad terrenal e histórica de Jerusalén es el
escenario del juicio tanto en Ezequiel 9 como en
Apocalipsis 7, 1 Pedro 4:17 dice “7Porque es tiempo de
que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero
comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que

341
no obedecen al evangelio de Dios? La casa de Dios era el
templo dentro de la ciudad de Jerusalén.

En aquellos días de juicio sobre la casa de Dios, el “hijo


del hombre enviaría a sus ángeles (mensajeros) con gran
voz de trompeta, para juntar a sus escogidos de los cuatro
vientos desde un extremos del cielo hasta el otro” (Mateo
24:31). Mientras la ira era derramada; mientras las tribus
de Judá estaban de duelo; mientras los reyes o
gobernantes de Judá huyen para esconderse en las
cavernas y las cuevas de Palestina; en aquella misma hora
de juicio, la trompeta del ángel estaba convocando al fiel
remanente de discípulos para que “se oculten en el día de
la ira de Jehová”. La propia generación del Señor Jesús no
habría de pasar sino hasta que estas cosas se hubiesen
cumplido. Todo esto habría de ser presenciado por los
mismos apóstoles o por lo menos algunos de ellos en su
generación.

Escapar de la ira venidera era la esperanza acariciada de


la era apostólica y entrar en posesión de la inmortalidad
por el cambio instantáneo que vendría sobre ellos a la
aparición del Señor…”serían arrebatados juntamente con
los muertos para recibir al Señor en el aire, y estar
siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:15-17). Esta
era la “reunión con él Señor” que Pablo les hablaba a los
tesalonicenses (2 Tesalonicenses 2:1) y este pasaje no se
hubiera podio comprender si no fuera por la luz que nos
da Mateo 24:31 y Apocalipsis 7. Todas estas
eventualidades marcarían la crisis final de la dispensación
judía. Dios ya no la quería más. Dios les había establecido
sus propios límites. Esa generación no pasaría hasta que
todo eso aconteciera. Las escrituras están perfectamente

342
concatenadas con la afirmación de los hechos en el año
70 d.C.

4Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro


mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
5De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de

Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil


sellados.
6De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de

Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce


mil sellados.
7De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de

Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil


sellados.
8De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de

José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce


mil sellados.

Estos 144.000 israelitas seguidores del Cordero en el


primer siglo fueron sellados con el fin de ser protegidos
de los juicios de Dios al derramar su ira sobre la tierra de
Israel entre el año 67 al 70 d.C. Con gran tribulación. Esta
protección les permitiría proclamar el evangelio del reino
durante aquella tribulación. Antes de la caída de
Jerusalén, el cristianismo compuesto por judíos y gentiles
cristianizados, estaba mayormente identificado con Israel,
y los futuros de los dos estaban interconectados. Si la ira
de Dios habría de ser desatada sobre Israel, trayendo la
re-creación del cielo y de la tierra y la aniquilación de la
humanidad, ¿Qué sería de la iglesia existente en aquellos
días? ¿Sería destruido el remanente de los santos y fieles
en la conflagración venidera junto con los judíos y
romanos enemigos de la fe? Pablo le dijo a los santos y

343
fieles en Tesalónica "no nos ha puesto Dios para ira, sino
para alcanzar salvación” (1 Tesalonicenses 5:9).
La iglesia sería preservada y sobre cómo escapar de la
Tribulación, el Señor Jesús se los advirtió en (Mateo
24:15-25)(Marcos 13:14-23)(Lucas 21:20-24). Los
cristianos que vivían en Jerusalén obedecieron la
amonestación profética, y fueron preservados. "Una de
las cosas más notables acerca del sitio de Jerusalén fue el
milagroso escape de los cristianos”. Se ha calculado que
más de un millón de judíos perdieron la vida en aquel
terrible sitio, pero ninguno de ellos era cristiano. En
Mateo 24:13 Jesús dijo “Mas el que persevere hasta el fin,
éste será salvo”. Ese 'fin' no era la terminación de la vida
de los cristianos, sino el fin del templo y de Jerusalén.
Inmediatamente después de este versículo, Jesús
continúa relatando el momento exacto del fin. Los
cristianos que vivieran hasta el fin fueron salvados de la
terrible tribulación. Cristo les indicó también el momento
en que los cristianos debían huir de la ciudad para que
pudieran salvarse de su destrucción. Lucas 21:18 dice: “ni
un cabello de vuestra cabeza perecerá”. En otras
palabras, durante la desolación de Jerusalén, los
cristianos quedarían salvaguardados, aunque en el
período anterior a esto algunos perdieron la vida a causa
de la persecución.

La descripción del número no es aquí lo más importante.


El número 144.000 es una cifra concreta que Juan oyó,
pero la descripción es clara fueron “sellados” como
seguidores del Cordero en el primer siglo. Juan está
escuchando el pase de lista de las huestes del Señor.
¿Existían las tribus de Israel antes de la destrucción del
año 70 d.C.? Si, Santiago 1:1 dice “1Santiago, siervo de

344
Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en
la dispersión: Salud”. 1 Pedro 1:1 dice “1Pedro, apóstol de
Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto,
Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, 2elegidos según la
presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo:
Gracia y paz os sean multiplicadas”. Los 144.000 de las
doce tribus no es sólo una lista, sino un censo con
referencia al verdadero Israel de Dios en aquellos
tiempos, (Gálatas 6:16) dice “16Y a todos los que anden
conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al
Israel de Dios”. Este verdadero Israel es el mismo
'remanente escogido por gracia' del cual habla Pablo en
Romanos 9:27-28)(Romanos 11:5).

Juan ve iglesia en “el gran misterio escondido” que habló


Pablo en (Efesios 3:1-6) como comprendiendo a los
santos del AT y del NT. El Antiguo Testamento continúa
en el Nuevo Testamento; tanto los judíos como los
gentiles son salvados sobre la misma base de fe (Gálatas
3:6-14). Esto se hace muy claro en su descripción de la
Nueva Jerusalén, cuyas puertas tienen los nombres de las
doce tribus de Israel sobre ellas y cuyos cimientos tienen
los nombres de los doce apóstoles sobre ellos. Aun donde
describe a la iglesia del AT como "una mujer vestida del
sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas" (Apocalipsis 12:1), después de
dar a luz a Cristo se convierte en la iglesia del NT
(Apocalipsis 12:13). En la iglesia del misterio escondido,
no hay ni judío ni gentil; todos somos un cuerpo (Efesios
3:6) y donde Cristo es el todo y en todos (Colosenses
3:11). Los creyentes gentiles, al seguir la fe de Abraham,

345
son espiritualmente hijos de Abraham y herederos de las
mismas promesas (Gálatas 3:6-9,28-29).

La iglesia (sólo en el sentido de Israel, un sólo pueblo) fue


desde el AT al NT, pero como aquí son sellados antes que
se hagan sonar las trompetas, esto reduciría a este grupo
a la iglesia del NT (compuesta de judíos y gentiles en
Cristo) más que tanto el AT y el NT. Nuestro Señor tiene
un solo cuerpo en la tierra. El uso del término 144 parece
vincular a este grupo con la Nueva Jerusalén que
claramente describe a toda la iglesia, con todos los santos
tanto del AT como del NT, judíos o gentiles, y por lo tanto
es más probable que se esté refiriendo a la iglesia
completa.

Dios no destruirá a Jerusalén, ni dejará desolados los que


una vez fueron lugares santos, sin que primero escoja y
selle un número selecto como el principio de un nuevo
Israel. El verdadero Israel perdura. El derramamiento de
la ira de Dios en la destrucción de Jerusalén sólo servirá
para revelar al verdadero Israel en una gloria mayor que
nunca antes. Jerusalén es saqueada y quemada, sus
habitantes muertos y dispersados; pero Israel - todo su
pueblo, en todas las tribus - es sellado y salvado.

Los nombres de las doce tribus están escritos en las


puertas de la Nueva Jerusalén, Apocalipsis 21:12 “12Tenía
un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas,
doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce
tribus de los hijos de Israel; 13al oriente tres puertas; al
norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres
puertas. 14Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y
sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del

346
Cordero”. El orden de las tribus corresponde al orden en
que se mencionan las puertas: este, norte, sur, oeste.
Juan comienza por la esquina oriental con Judá (porque el
ángel sellador viene del este, V: 2), pasa a través de
Rubén y Gad y Aser en la esquina norte, luego baja por el
lado noroccidental con Neftalí y Manasés; comenzando
otra vez, menciona a Simeón y a Leví en el lado
sudoriental hasta Isacar en el sur, luego da vuelta a la
esquina y pasa a través de Zabulón y José, y termina con
Benjamín en la esquina occidental. Si las doce tribus
perteneciesen exclusivamente a la era judaica, el orden
más natural habría sido que sus nombres estuviesen en
los cimientos, y los de los doce apóstoles en las puertas;
pero no, los nombres de las doce tribus están en las
puertas. Como a través de esas puertas, que llevan esas
inscripciones, saldrán y entrarán todas las huestes
redimidas, así también todos los redimidos serán
contados como pertenecientes a esas doce tribus, sin
considerar si en esta tierra fueron judíos o gentiles. El
episodio del sellamiento de los siervos de Dios representa
la seguridad y la liberación de los santos y fieles y el
terrible tiempo de juicio que en la segunda venida de
Cristo en juicio alcanzó a la ciudad culpable de Jerusalén,
a su templo y a su tierra de Israel.

El cántico Hosanna de la gran multitud

9Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la


cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y
pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la
presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con
palmas en las manos;

347
10y
clamaban a gran voz, diciendo: La salvación
pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y
al Cordero

La frase “después de esto miré” (meta tauta eídon) indica


que Juan estaba recibiendo una visión distinta a la
anterior. Esta visión es continúa o sigue a la anterior, es
decir, que la visión de los 144.000 sellados del Israel
según la carne en el primer siglo es diferente de la gran
multitud. Los dos grupos son distintos y se hallan en
lugares diferentes. El primer grupo (los 144.000) de las
doce tribus del Israel del primer siglo están en toda la
tierra de Israel y sus ministerios anuncian el evangelio del
reino durante los años finales de la gran tribulación (67-
70 d.C.). El segundo grupo es una gran multitud que
puede representar muy bien en este marco histórico a
todas las nacionalidades, es decir, no israelitas, sino
gentiles del primer siglo “los incircuncisos” que fueron
admitidos a los privilegios del nuevo Israel de Dios,
llamados a ser coherederos y miembros del mismo
cuerpo al que pertenecía los 144.000 israelitas
cristianizados. El sellamiento de los siervos de Dios no se
limitó a judíos cristianizados de Judea y Jerusalén, sino
también de todas las naciones bajo el dominio del
imperio romano.

Esta gran multitud es multitud procedente de todos los


grupos étnicos de la tierra de Israel, pero ya estaban en el
cielo, alabando a Dios porque habían recibido salvación
por gracia. El cristianismo en el primer siglo fue
perseguido en todo el imperio romano antes de que
estallase la guerra judía (año 64 d.C. Con Nerón) y se
abrogase la economía judía, por eso, en consecuencia,

348
Juan escribió que los redimidos en la visión estaban con
vestiduras blancas porque habían salido victoriosos de
una gran tribulación.

Esta gran multitud estaba en el cielo de pie (hestótes)


delante del trono y en la presencia del Cordero. Ellos
están vestidos de ropa blancas (peribebleiménous stolás
leukás) Si estaban “vestidos” eran porque todo estaba
consumado para ellos, completo, perfeccionado. Estaban
vestidos con ropas de victoria y de justicia que obtuvieron
por la muerte de Cristo en el primer siglo. También esta
gran multitud llevaba palmas en las manos que es una
señal de disfrute, gozo y festividad.

¿Qué exclama esta grande multitud? Exclama el Hosanna


de Israel (Salvación de Dios), atribuyéndole a Dios y al
Cordero lo que Roma reclamaba para los Césares. Marco
Antonio decía de Julio César que su "único trabajo era
salvar a todo el que necesitara ser salvo", y ahora Nerón,
a quien Séneca, (hablando como "Apolo"), había alabado
como el divino Salvador del mundo, estaba en el trono.
En directa contradicción con las blasfemias del culto al
estado de Roma e Israel, la gran multitud declara que la
salvación es el ámbito de Dios y de su Hijo solamente.
El episodio del sellamiento de los siervos de Dios
representó la seguridad y la liberación de los fieles y el
terrible tiempo de juicio que, en la Parusía, alcanzó a la
ciudad culpable y a la tierra de Israel en el año 70 d.C.

11Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del


trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y
se postraron sobre sus rostros delante del trono, y
adoraron a Dios,

349
12diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría
y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza,
sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Hubo una santa convocación donde Juan vio a todos los


ángeles (pántes hoy ánggeloi) en pie alrededor del trono,
de los ancianos, de los cuatro seres vivientes formando
un enorme círculo (kykloi) alrededor del trono y haciendo
un festival de salvación. El trono está en el mismo centro
del cuadro. Cerca del trono están los 24 ancianos. Luego,
en un círculo exterior, más alejados del trono y de pie, se
encuentran los ángeles. Seguidamente, rodeando al trono
de igual manera, se halla la gran multitud. Todos los
ángeles adscriben el Hosanna de Israel (Salvación)
declarando que sólo pertenece a Dios. Esta escena
contrastó con la rebeldía de Israel hacia Dios en la tierra
de Judea y de Jerusalén.

13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome:


Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son,
y de dónde han venido?
14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son
los que han salido de la gran tribulación, y han lavado
sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del
Cordero.
15Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven
día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el
trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.

Ahora uno de los ancianos desafía a Juan a que le diga la


identidad de esta gran multitud de todas naciones. Juan
confiesa su incapacidad, y el anciano explica: Estos son los
que han salido de la gran tribulación. Esta fue la "Gran

350
Tribulación", de la cual Jesús advirtió cuando habló a sus
discípulos estando en el monte de los Olivos en Mateo
24:21)(Marcos 13:19)(Lucas 21) -una tribulación que, dijo
Él, tendría lugar durante la generación que existía en ese
momento (Mateo 24:34)(Marcos 13:30)(Lucas 21:32); la
mayor tribulación, cual no la ha habido desde el principio
del mundo hasta ahora, ni la habrá (Mateo 24:21)(Marcos
13:19).

Para los cristianos del siglo primero que leían este


apocalipsis, el punto era que la tribulación que estaban a
punto de sufrir no les destruiría. Al enfrentarse a la
persecución, habrían de verse a sí mismos, primero, como
"el Israel de Dios" indestructible (Gálatas 6:16), sellados y
protegidos; y segundo, como una multitud innumerable y
victoriosa. Como Dios les veía, no eran grupos dispersos y
aislados de pobres y perseguidos individuos acusados
como criminales por un despiadado y demoníaco imperio
romano; más bien, eran una vasta multitud de
vencedores, que habían lavado sus ropas y las habían
emblanquecido en la fe en la sangre del Cordero, y que
estaban de pie delante del trono de Dios cubiertos por la
justicia de Cristo Jesús.

Juan cuando escribió esta escena, probablemente está


pensando en el ritual de ordenación e investidura que
tenía lugar después del riguroso examen para el
sacerdocio. Primero, el candidato a sacerdote era
examinado en cuanto a su genealogía. "Si no satisfacía al
tribunal en cuanto a su perfecta legitimidad, el candidato
era vestido y cubierto con un velo negro, y eliminado de
manera permanente. Si pasaba esta dura prueba, era
luego investigado en cuanto a cualesquiera defectos

351
físicos. Los que pasaban la doble prueba eran vestidos de
ropas blancas, y sus nombres eran registrados
permanentemente. Las ropas blancas de estos sacerdotes
corresponden, pues, a las vestiduras blancas del Sumo
Sacerdote; y del mismo modo que se dice que estas
vestiduras están "lavadas con sangre", así también las de
ellos son lavadas y emblanquecidas en la sangre del
Cordero.

La iglesia primitiva no esperaba ser preservada


milagrosamente de todas las dificultades en esa su
generación. Sabían que serían llamados a sufrir
persecución en 2 Timoteo 3:12 y tribulación en Juan
16:33; en Hechos 14:22; en Romanos 5:3; en Romanos
8:35; y en Apocalipsis 1:9). El apóstol Pedro ya había
escrito para preparar a la iglesia para la gran tribulación:
"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os
ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os
aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de
los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría" (1
Pedro 4:12-13).

La gran tribulación (teís thlípseós teís megáleis)


mencionada en este pasaje es la misma que el Señor
Jesús predijo que habría de preceder a la catástrofe de
Jerusalén y de Judea en Mateo 24:21 “porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá“. Esta fue la
gran tribulación equivalente a la septuagésima semana de
la que habló el profeta Daniel 9:27 “Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la

352
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,
hasta que venga la consumación, y lo que está
determinado se derrame sobre el desolador”. Ambos
períodos equivaldrían a lo que dice Apocalipsis 3:10 “Por
cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de
venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra”, tiempos de aflicción que aun el
mismo apóstol Pablo los compara en 1 Tesalonicenses 5:3
con “los dolores a la mujer encinta”, y que es la misma
afirmación en el episodio de Apocalipsis 7:14 de los que
han salido de la gran tribulación.

Entonces, esta gran tribulación (año 67 al 70 d.C.) no está


hablando de las tribulaciones posteriores al 70 que el
pueblo de Dios sufrió a través de la historia. Tampoco es
correcto identificar a la multitud innumerable de ropas
blancas con la iglesia cristiana después del primer siglo.
Aquella gran tribulación fueron judíos y gentiles que
conocieron el evangelio de la gracia después que fue
removida de la tierra en el año 70 d.C. Juan contempla
por anticipado la salida de aquella gran multitud del gran
conflicto romano judío (67-70 d.C.) Los ve saliendo
porque ya han sufrido. Los ve lavados y emblanquecidos
en la sangre del Cordero porque este acto fue una clara
descripción de su fe en Cristo.

16Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más


sobre ellos, ni calor alguno

Esta gran multitud de redimidos que salieron en victoria


de la gran tribulación pasaron a una condición celestial,
entraron al templo de Dios, donde le sirven día y noche, y

353
Aquel que está sentado sobre el trono extendió Su
tabernáculo sobre ellos. Cristo, es el tabernáculo de Dios
(Juan 1:14), y la nueva Jerusalén como la maximización de
Cristo. Ellos conforman el tabernáculo eterno de Dios
según Apocalipsis 21:3,4), en el cual todos los redimidos
del Cordero ya están morando con Dios siendo uno en
eternidad. Bajo la cobertura de ese tabernáculo ellos no
tienen hambre ni sed, ni calor ni sol alguno que esté
sobre ellos como lo estuvo bajo la presión de la gran
tribulación en el primer siglo.

17porque el Cordero que está en medio del trono los


pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos

Bajo la cobertura del tabernáculo son pastoreados por el


Cordero, guiados a fuentes de aguas de vida, donde todos
ellos tienen sus lagrimales enjugados. Esto estaba
profetizado en Isaías 49:8-13 donde el profeta dice “...No
tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá;
porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los
conducirá a manantiales de aguas...porque Jehová ha
consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá
misericordia”. Las iglesias del primero siglo estaban al
borde de la mayor tribulación de todos los tiempos.
Muchos perderían sus vidas, sus familias, sus posesiones.
Pero Juan escribe para decirles a las iglesias que la
tribulación no es una muerte, sino un nacimiento, Mateo
24:8 “todo esto será principio de dolores”, es decir, sería
el preludio del establecimiento del reino eterno de Cristo.
Aquellos salidos de la gran tribulación ahora tienen la
plena garantía de que no sufrirán “hambre ni sed” como
la padecieron durante los días de la gran tribulación que

354
experimentaron en el primer siglo. Juan les muestra a
éstos vencedores la escena de la celebración de la
inevitable victoria. En el Circo Máximo de Nerón, el
escenario de sus sangrientas y repugnantes matanzas de
cristianos - por medio de las bestias salvajes, por
crucifixión, por el fuego y por la espada - había un gran
obelisco de piedra, mudo testigo de la valiente conducta
de aquellos santos valientes que soportaron la tribulación
y contaron todas las cosas como pérdida por amor a
Cristo. Hace mucho tiempo, la bestial Nerón y sus
secuaces pasaron de la escena a su recompensa eterna,
pero el obelisco todavía permanece, y ahora está en el
centro de la gran plaza en frente de la Basílica de San
Pedro. Grabadas a cincel en su base aparecen estas
palabras, tomadas del himno de triunfo de los mártires
vencedores: “CHRISTUS VINCIT CHRISTUS REGNAT
CHRISTUS IMPERAT es decir, Cristo vence; Cristo reina;
Cristo gobierna sobre todo.

Nota adicional tocante a la gran tribulación

A través de los primeros veinte versículos de Mateo 24, el


Señor Jesús relató a Sus discípulos los próximos eventos
que acompañarían Su “venida” en juicio contra Jerusalén
en el tiempo cuando aun el mismo templo sería
destruido. Las señales en Mateo 24 tiene su paralelo en
Marcos 13 y Lucas 21 donde aun las expresiones y figuras
allí mencionadas son encontrados también en las
profecías y pasajes escatológicos en el Antiguo
Testamento con respecto a las caídas de naciones y
ciudades del pasado.
Jesús declaró por ejemplo en Mateo 24:15 que la
“abominación desoladora” que profetizada primero por

355
Daniel 9:27 (12:11) sería uno de los eventos que
ocurrirían al tiempo de las hambres, terremotos, guerras,
falsos profetas, (Mateo 24:3-11). Todo esto encontró
cabal cumplimiento en los años inmediatamente antes de
la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.. Antes de
que el Dragón romano o imperio enemigo de los
cristianos empezara su invasión a Jerusalén, los discípulos
fueron advertidos para que huyeran a los montes (Mateo
24:16), de prisa (Vs;17-18). Ellos debían orar que su huida
no fuera en el frío invierno o en día de reposo, cuando
viajar estaría restringido (Vs:19-20).

Lo de la abominación y la huida fue una aplicación local


pronunciada a un pueblo específico que podría
interpretar las señales dadas por Jesús. Los futuristas
modernos ignoran los hechos de la historia y aplican todo
esto a las generaciones después de la del hasta el año 70
d.C. Para hablar de un juicio final. Ignoran o quieren
ignorar a Mateo 24:21 donde para esa aplicación local,
Jesús le dice a sus discípulos: “Porque habrá entonces
gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio
del mundo hasta ahora, ni la habrá”. La gran tribulación
histórica aplicada por las legiones romanas antes que
pasara aquella generación (Mateo 24:34) se dio en el año
70 d.C. Y Jesús dejo bien en claro que “desde el principio
del mundo hasta ahora, no habría otra gran tribulación
“ni la habrá”, entonces, no contempla otro periodo de
gran tribulación después de aquel evento pasado.

Por tanto, el v.21,22 no puede ser aplicado por los


futuristas a la tribulación del fin del mundo en estos
tiempos ya que las palabras de Jesús no permite ni
admite alguna tribulación futura. Esta declaración de una

356
tribulación sin precedente nunca igualada o de ser
igualada es un ejemplo de lenguaje de juicio hiperbólico
encontrado en el Antiguo Testamento. Por ejemplo:
Cuando Jeremías escribió en Jeremías 30:7 “¡Ah, cuán
grande es aquel día! que no hay otro semejante a él ...” él
habló de la liberación de Israel de la cautividad a través
del juicio sobre las naciones. Babilonia era su yugo.
En otra ocasión, Joel 2:2 habló de un día de juicio de
Israel por “... un pueblo grande y fuerte; semejante al
que no hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de
muchas generaciones”. Mateo 24:21 se ajustó al estilo
profético de describir como catástrofe sin precedentes el
juicio de un pueblo seleccionado que este caso fue la
nación de Israel.

Mateo expresó esta gran tribulación – referido al sitio o


invasión del imperio romano a la ciudad de Jerusalén
donde hubo la mayor matanza de Judíos durante los años
67-70 D.C.– todo ese evento fue visto como “un evento
universal” porque todas las naciones de aquel tiempo
(primer siglo) se vieron afectadas al menos
indirectamente. Lucas 21:24 le da una clara especificación
a esta general tribulación: “Y caerán a filo de espada, y
serán llevados cautivos a todas las naciones ...” Durante
los cinco años de las Guerras Judías (66-70 d.C.) la raza
fue casi exterminada.

Flavio Josefo, el historiador Judío reporta de primera


información y vivencial así: “Si finalmente quisiéramos
comparar todas las adversidades y destrucciones que
después de criado el universo han acontecido con la
destrucción de los judíos, todas las otras son ciertamente
inferiores y de menos tomo ...” (Las Guerras de los Judíos,

357
Tomo 1, Pág. 13). Léase Daniel 12:1 en adición a las
narraciones detalladas y gráficas de Josefo acerca del sitio
y caída de Jerusalén, Jesús también profetizó una
destrucción en masa y violenta de los Judíos
especialmente en varios pasajes en Lucas.

En una ocasión los Judíos razonaban con Jesús acerca de


ciertos Galileos, que habían sido muertos brutalmente
por la espada romana (símbolo de poder y juicio) en Lucas
13:1. Pilatos había mezclado su sangre con los sacrificios
de ellos, probablemente cerca a las cortes del templo.
Jesús percibió que los Judíos pensaron que aquellos
Galileos debían haber sido muy malos y unos viles
pecadores en su distrito. Pero les dijo rotundamente que
su razonamiento era falso (V:2b), y les advirtió que a
menos que se arrepintieran experimentarían una muerte
violenta. El cumplimiento llegó cuando los Romanos
invadieron Jerusalén en el 70 D.C.

También, el Señor Jesús les recordó el tiempo cuando las


enormes piedras de la torre en Siloé cayó sobre (18)
dieciocho personas y aplastó sus cuerpos. Estos judíos
estaban familiarizados con la tragedia. Cristo dijo,
“¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres
que habitan en Jerusalén? Os digo: No” (V:4). Esto no es
por lo que murieron. Luego les prometió la misma
terrible destrucción física, a no ser que cambiaran sus
corazones. La mayoría de ellos no se arrepintieron y
perecieron de igual manera en la destrucción de
Jerusalén en el 70 d.C.
La parábola de la higuera estéril en Lucas 13:6-9 les fue
narrada a fin de buscar frutos de arrepentimiento entre
ellos. El V:8 indica que un esfuerzo adicional sería hecho

358
para cambiar a los Judíos. Esto vio su cumplimiento en la
predicación del evangelio durante los varios años después
de la cruz. Finalmente, en el V:9, si el fruto fallaba en
materializarse, los Judíos podían esperar morir tan
violentamente como aquellos Galileos y los dieciocho en
Siloé. El obvio cumplimiento ocurrió en el 70 D.C. cuando
los Judíos fueron asesinados en masa, las casas
incendiadas, arrojados por los muros y desde los edificios,
y fueron destrozados por las piedras que les cayeron y
apilados en las calles.

En Lucas 19:41-44, Jesús lloró y profetizó la tribulación y


sitio del 70 d.C. En medio de las demostraciones de
jubileos u !Hosannas! de Sus seguidores (Lucas 13:34-35),
Jesús se lamentó sobre la impía ciudad que sabía que
pronto lo mataría. “¡Oh, si también tú conocieses, a lo
menos en este tu día ...” (V:42) se refiere a la era de
oportunidad y misericordia acordada para los Judíos, pero
la mayoría estaban cegados por la incredulidad. Si
aquellos judíos hubieran aceptado al Mesías y hubieran
conocido su día de paz (V:42b), la rebelión contra Roma
habría sido impedida y la ciudad dejada intacta y ellos
habría ganado la paz terrenal y celestial hasta el
momento actual.

En los Vs:43-44, Jesús describió vívidamente un antiguo


sitio y prometió que tales días vendrían sobre Jerusalén.
Las legiones Romanas primero rodearían la ciudad.
Colocarían un vallado de tierra y piedra alrededor de ella,
sellándola de esta manera e impidiendo la fuga de las
personas dentro de ella. Ciertamente, esta era la hora
onceava para la descarriada nación Judía. Una vez dentro
de la ciudad, los Romanos matarían familias enteras. Del

359
templo y los edificios asociados, no sería dejada piedra
sobre piedra (V:44), algo que Jesús profetizaría más tarde
(Mateo 24:2). El fin del estado Judío fue el resultado del
decaimiento social interno y la moral religiosa, excedido
por el fracaso de los Judíos en percibir que Jesús era el
Cristo – que Dios los estaba visitando y trayéndoles
salvación. Este rechazo trajo consecuencias destructivas.
En Lucas 21:24 el escritor Lucas anuncia la terrible guerra
Judía: muchos caerían a filo de espada, otros serían
llevados cautivos, y “Jerusalén será hollada por los
gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se
cumplan”. Aquí, la palabra Griega para tiempos es
“kairos” (oportunidad) y no “kronos” que simplemente
significa un espacio de tiempo. Algunos traductores usan
“extranjeros” en lugar de Gentiles. En cinco años de
peleas, varios cientos de miles de hijos de Jerusalén
perecieron y miles de otros fueron tomados prisioneros y
arrastrados a los gentiles en las provincias Romanas,
especialmente a Egipto, para una esclavitud de por vida.

El “hollamiento” enfatiza el total menosprecio de los


Romanos para los Judíos y la opresión repartida a la
anterior raza escogida de Dios. Los extranjeros Romanos
poseerían la ciudad. Los “tiempos de los gentiles” se
refieren a la oportunidad de los Romanos de llevar a cabo
su misión destructiva a tiempo suficiente. De esta
manera, en Mateo 24:21 Jesús describió la gran
tribulación como un tiempo sin precedentes cuando la
raza Judía enfrentó el virtual exterminio. Consistente con
el contexto, la tribulación fue cumplida durante el tiempo
de las guerras Judías, 66-70 D.C., cuando Jerusalén bajo
un ataque prolongado fue “hollada” (Lucas 21:24). El
asedio en el 70 D.C. sufrió un hambre terrible, pero los

360
fieles partieron mucho antes de ese asedio final. Dios
contestó su oración para una huida ilesa de miles de
Cristianos Judíos fieles a la provincia de Pella, al oriente
del río Jordán.

Además de éstos, también el pueblo de la iglesia de


Jerusalén recibió el mandato de cambiar de ciudad antes
de la guerra y de vivir en otra ciudad de Perea (la que
llamaban Pella), por un oráculo transmitido por
revelación a los fieles de aquel lugar. Así pues, habiendo
emigrado a ella desde Jerusalén los que creían en Cristo,
como si los hombres santos hubiesen dejado
enteramente la metrópoli real de los judíos y toda Judea,
la justicia de Dios vino sobre los judíos por el ultraje al
que sometieron a Cristo y a sus apóstoles, e hizo
desaparecer totalmente de entre los hombres aquella
generación impía” - (Historia Eclesiástica, Eusebio de
Cesarea, Tomo 1, Libro 3, Cap. 5, Par. 3, Pág. 141-142).

Flavio Josefo y la Gran Tribulación

En sorprendente confirmación de Mateo 24:21, el


contemporáneo historiador Judío, Flavio Josefo, describe
los horrores del sitio Romano a Jerusalén en la parte final
de la primavera y verano del año 70. Nadie podía salir de
la ciudad. No había granos, trigo o cebada, y hubo un
completo saqueo. “Fuéles quitada a los judíos la licencia
y facultad que tenían de salir, y con esto perdieron la
esperanza de alcanzar salud ni poder salvarse: el hambre
había ya entrado en todas las casas generalmente y en
todas las familias. Estaban las casas llenas de mujeres
muertas de hambre, y de niños, y las estrechuras de las
calles estaban también llenas de hombres viejos muertos

361
...” (Las Guerras de los Judíos, Tomo 2, Libro 6, Cap. 14,
Págs. 189-190).

Las personas se atormentaban unas a otras por aún un


bocado de comida: “Crecía con el hambre la
desesperación de los revolvedores y sediciosos, y cada día
se acrecentaba mucho estos dos males: en lo público no
había trigo alguno, pero entrábanse por fuerza en las
casas y todo lo buscaban y escudriñaban; si hallaban algo,
azotaban a los que lo negaban, y si no hallaban cosa
alguna, también los atormentaban, como si lo tuviesen
encerrado y escondido mas secretamente. Por
argumento y señal que tenían algo escondido, era ver los
cuerpos de los miserables, pensando que no faltaba qué
comer a los que no faltaban las fuerzas: los enfermos
eran acabados de matar, y parecía cosa razonable matar a
los que luego habían de morir de hambre ...” (Ibíd, Pág.
178).

Si los partidarios o guerrilleros veían una puerta cerrada,


presumían que los ocupantes estaban teniendo una
comida. Instantáneamente tumbaban la puerta, se
precipitaban dentro y aún apretaban las gargantas para
obligarlos a devolver los bocados de alimento. “... si veían
cerrada alguna casa, luego con este indicio pensaban que
comían los que estaban dentro, y rompiendo en la misma
hora las puertas, se entraban y casi les sacaban los
bocados medio mascados de la boca, ahogándolos por
ellos” – (Ibíd, Pág. 179).

Los locos o maniáticos: “... unas veces atormentaban las


partes secretas y vergonzosas de los hombres, otras
pasaban por las partes de detrás unas varas muy agudas,

362
y uno padeció cosas espantables de oír, por no confesar
que tenía escondido un pan, y porque mostrase un
puñado de harina que tenía ...” – (Ibíd, Pág. 179). Otros
rastreaban las alcantarillas y viejos declives y se tragaban
lo que encontraban allí. “Cuando fue la ciudad cercada de
muro, no siéndoles ya lícito ni posible coger ni aun las
hierbas, fueron algunos necesitados y forzados a
escudriñar los albañales, y se apacentaban con el
estiércol antiguo de los bueyes, y el estiércol cogido, cosa
indigna de ver, les era mantenimiento” – (Ibíd, Pág. 197;
Escritos Esenciales, Pág. 336-337).

A medida que el hambre se intensificaba en Jerusalén en


ese verano, perecieron familias enteras. Un silencio
profundo y unas tinieblas mortales cubrieron la ciudad.
“Estaba la ciudad con gran silencio, toda llena de tinieblas
de muerte, y aun los ladrones causaban mayor amargura
y llanto que todo lo otro. Vaciaban las casas, que no eran
entonces otro que sepulcros de muertos, y desnudaban a
los muertos; y quitándoles las ropas y coberturas de
encima, salíanse riendo y burlando. Probaban con ellos
las puntas de sus espadas, y por probar o experimentar
sus armas, pasaban con ellas a algunos que aún tenían
vida. Cuando alguno les rogaba que le ayudasen o que
acabasen de matarlo, por librarse del peligro del hambre,
era menospreciado muy soberbiamente” – (Ibíd, Pág.
190).

Después que no hubo mas lugar para las sepulturas en la


Ciudad, los cuerpos fueron arrojados desde los muros a
los Romanos. “Estos, al principio, con gastos públicos
tenían cuidado de hacer sepultar los muertos, no
pudiendo sufrir el hedor grande; pero no bastando

363
después a ellos, por ser tantos, no hacían sino echarlos
por el muro en los valles y fosos” – (Ibíd, Págs. 190-191).
Josefo declara que vio aproximadamente unos 600.000
cuerpos de pobres arrojados por las puertas de
Jerusalén: “¿Qué necesidad hay ahora de contar
particularmente las muertes que dentro se hicieron?
Manneo, hijo de Lázaro, habiéndose pasado a Tito, dijo
que por una puerta la cual le había sido a él
encomendada en guarda, habían sacado de la ciudad
ciento quince mil ochocientos ochenta hombres muertos;
desde el día que fué puesto el cerco a la ciudad, es a
saber, desde los catorce de abril, hasta el primero de
julio. Este número es ciertamente muy grande, y no
estaba él siempre en la puerta; pero repartiendo y
pagando a los que sacaban los muertos, habíalos de
contar por fuerza, porque los otros que morían eran
sepultados por sus parientes y allegados; la sepultura que
les era dada, era echarlos fuera de la ciudad. Además de
esto, los nobles que habían huído, decían que era el
número de todos los pobres que habían sido muertos, de
más de seiscientos mil, y que el número de los otros no
era posible decirlo; pero no pudiendo bastar a sacar los
muertos pobres, habían sido los cuerpos recogidos en
casas muy grandes ...” – (Ibíd, Pág. 197).

Muchos que huyeron de los Romanos fueron


desangrados y crucificados con completa observación de
cada uno dentro de los muros. Como una horrenda burla,
algunos fueron clavados en posiciones difíciles después
de primero ser azotados e innecesariamente torturados,
puesto que era demasiada la ira y odio de los soldados
hacia los Judíos. Otros se lanzaron al enemigo con sus
cuerpos rendidos por el hambre, como si por hidropesía;

364
los Romanos rellenaron de comida sus vientres vacíos sin
detenerse hasta que reventaban. “Dábales atrevimiento
para salir la gran hambre que padecían ... pues azotados
cruelmente después de haber peleado, y atormentados
de muchas maneras antes de morir, eran finalmente
colgados en una cruz delante del muro” – (Ibíd, Pág. 181).
“Mientras tanto, al ir avanzando las obras terreras de
Tito, sus tropas apresaban a cualquiera que se atreviera a
salir en busca de alimentos. Cuando eran atrapados, se
resistían, y eran torturados y crucificados delante de las
murallas como terrible advertencia a la gente en el
interior. Tito se compadecía de ellos –unos 500 eran
capturados a diario– pero dejar libres a los capturados a
la fuerza era peligroso, y guardar a tales cantidades sería
atar las manos de los guardias. Por su ira y odio, los
soldados clavaban a sus presos en diferentes posturas, y
era tan grande su número que no se podía encontrar
espacio para las cruces” – (Escritos Esenciales, Pág. 333).

En una ocasión cuando un desertor fue capturado


recogiendo de su excremento monedas de oro (porque se
las había tragado antes de salir de la ciudad), se divulgó
un rumor que todos los desertores estaban llegando
llenos sus vientres de oro. Los guardas entonces cortaron
a los refugiados y escudriñaron sus vientres. En una sola
noche cerca de 2000 fueron rajados. “Entre los de Siria
fué hallado uno que sacaba dinero y oro de su cuerpo,
porque, según antes dijimos, se lo tragaban de miedo
que los amotinados y revolvedores lo robasen, mirando y
buscándolo todo, y hubo dentro de la ciudad gran
número de tesoros, y solían comprar entonces por doce
dineros lo que antes compraban por veinticinco.
Descubierto esto por uno, levantóse un ruido y fama de

365
ellos por todo el campo, diciendo que los que huían
venían llenos de oro: sabido por los árabes y sirios que
había, amenazábanles que les habían de abrir los
vientres; no pienso, por cierto, que tuvieron matanza más
cruel los judíos entre todas cuantas padecieron, como
ésta; porque en una noche abrieron las entrañas a dos mil
hombres” – (Ibíd, Págs. 194-195).

A medida que el aprieto de Jerusalén se volvía peor, los


innumerables cuerpos apilados aquí y allá por toda la
Ciudad emitían un hedor pestilencial. Mientras se hacían
los ataques, los soldados Judíos tenían que pisar los
cuerpos de miles de deudos en las calles. Con el hambre
penetrando profundamente a través de toda la ciudad,
los amigos y miembros de las familias se agarraban a
puños los unos con los otros, si era detectado algo para
comer. “Las muertes de los judíos cada día iban de mal en
peor, encendiéndose los revolvedores cada día más,
viéndose cercados con tanta adversidad, pues estaban ya
ellos, con todo el pueblo, aquejados del hambre. La
muchedumbre de los muertos que dentro de la ciudad
había, era espantable de ver, y daba un hedor muy
pestilencial, el cual detenía la fuerza y corridas de los que
peleaban; porque eran forzados a pisar los muertos, no
menos que si estuviesen en el campo o en la batalla, de
los cuales era el número muy grande, y los que los
pisaban, ni se compadecían de ello, ni se amedrentaban,
ni aún tenían por mal agüero ver la afrenta de los
muertos” – (Ibíd, Pág. 199). “... Moría infinita
muchedumbre de los que por toda la ciudad se
corrompían de hambre. De esto sucedían muertes
infinitas, y muy innumerables: porque en cada casa
adonde se descubría haber algo que comer, se movía gran

366
guerra; y los que eran muy amigos peleaban y venias a las
manos, por solo quitar los unos a los otros el
mantenimiento: pues aun no querían dar crédito del
hambre y necesidad que pasaban los mismos hombres
que morían; antes a los que veían que se les salía el alma,
iban escudriñando los ladrones, porque no muriese
alguno por ventura escondiendo lo que tenía para comer
en su seno” – (Ibíd, Pág. 223).

Como perros hambrientos, malhechores tropezaban en


las calles, repujaban las puertas como borrachos; en su
estado de desesperación a menudo irrumpieron en la
misma casa dos y tres veces en una hora. Clavaban sus
dientes a cualquier cosa – aún a las sucias correas y raídos
zapatos, al heno viejo y podrido, y también al cuero de
sus escudos. Las personas empezaron a devorarse unas a
otras en completo canibalismo. “Y la esperanza que de
hallar algo tenían, con la hambre grande que como perros
muy hambrientos padecían, los engañaba y hacían fuerza
a las puertas, como si estuvieran borrachos, y entraban
una y otra vez a buscar y escudriñar una misma cosa,
como ya desesperados, y la necesidad grande que
padecían les hacía a sus bocas buena toda cosa; y
recogiendo todo lo que sucios animales no quisieran
comer, ellos mismos lo comían.

No dejando finalmente de ejecutar su hambre en las


correas y zapatos, y quitaban a los escudos sus cueros y
se los comían. Tenían también por mantenimiento, el
añejo y podrido heno ... ¿Qué necesidad hay ahora de
declarar ni contar la hambre que padecían, diciendo que
comían las cosas sin ánima y sin sentido?” – (Ibíd, Págs.
223-224).

367
Los saqueadores: Josefo dice de una madre, robada de
todo por los saqueadores, que puso mano sobre su
propio bebé. Es reportada diciendo: “... Ya que vivas, has
de ser puesto en servidumbre debajo de los romanos, y
los tuyos son aún más crueles que éstos. Sírveme, pues, a
mí con tus carnes de mantenimiento ... Diciendo esto
mató a su hijo y coció la mitad, y ella misma se lo comió,
guardando la otra mitad muy bien cubierta. Los
amotinados entran en su casa, y habiendo olido aquel
olor tan malo y tan dañado de la carne, amenazábanla
que luego la matarían si no les mostraba lo que había
aparejado por comer. Respondiendo ella que había aún
guardado la mayor parte de ellos, entrególes lo que le
sobraba del hijo que había muerto. Ellos viendo tal cosa,
les tomó un tan temeroso horror y perturbación, que
perdieron el ánimo con ver cosa tan perversa y tan
nefanda. Dijo, empero, la mujer: Este, pues, es mi hijo y
ésta es mi hazaña: comed vosotros, porque yo ya he
comido mi parte ...” – (Ibíd, Pág. 225). Ante esto, los
hombres salieron temblando – “Amedrentados ellos sólo
por haber visto cosa tan fiera, saliéronse temblando,
aunque apenas pudieron dejar que la madre sola se
hartase de esta vianda” – (Ibíd, Pág. 225).

En medio del alboroto de los soldados Romanos


moviéndose alrededor y gritando mientras conquistaban
las secciones inferiores de la ciudad, los Judíos prendieron
fuego a algunas de sus propias edificaciones. Los
agresores se movieron rápido, hurtando los objetos de
oro, dinero, vestidos y otros artículos preciosos de los
almacenes y casas. Cada soldado saqueo tanto que se
dijo que el valor del oro había caído a la mitad. “... pero
cuando la puerta estuvo llena de aquella gente que había

368
subido, los judíos pusieronle fuego; y levantada la llama
súbitamente por todas partes, los romanos, aun aquellos
que estaban fuera del peligro, fueron muy espantados, y
los que eran presos dentro del fuego, desesperaban:
porque cercados de fuego y de llamas, los unos se
echaban atrás en la ciudad; otros en medio de los
enemigos; muchos, confiando de esta manera para
salvarse, echábanse en los pozos y luego perecían; otros,
trabajando por defenderse, eran tomados del fuego;
otros se mataban ellos mismos con sus armas antes de
ser abrasados con el fuego, estaba ya el fuego tan
encendido y tan derramado, que aun a los que huían
alcanzaba” – (Ibíd, Pág. 221). “... pero los judíos en lugar
de paz deseaban la guerra; y por concordia, sedición y
revuelta; por artura y abastecimiento, hambre; que
habiendo ellos con sus propias manos comenzado a
quemar el templo, el cual él les había guardado ...” –
(Ibíd, Pág. 225). “... pero hurtaron tanto los soldados, que
no valía en Siria un peso de oro sino la mitad de lo que
antes solía valer” – (Ibíd, Pág. 239; Escritos Esenciales,
Pág. 248).

Sin ninguna piedad o clamor de emoción, clavaron sus


espadas indiscriminadamente en cualquier enemigo vivo
– aun mujeres desarmadas, niños y débiles ancianos.
Pronto el piso no podía ser visto en medio de los cuerpos.
Dice Josefo – “Mientras el templo ardía, los vencedores
robaron todo aquello sobre lo que pudieron echar las
manos, y degollaron a todos los que encontraron. No se
mostró compasión para nadie, ni por edad ni por
distinción, viejos o niños, los laicos o los sacerdotes:
todos fueron muertos ... la tierra estaba tapada por los
cadáveres, y los soldados tenían que trepar sobre los

369
montones de cuerpos en su persecución de los fugitivos
...” – (Los Escritos Esenciales, Pág. 347; Las Guerras de los
Judíos, Tomo 2, Libro 7, Cap. 11, Pág. 233). “...
derramados, pues, por las estrechuras de las calles y
plazas, con las espadas desenvainadas, mataban sin hacer
diferencia alguna a cuantos hallaban ... antes matando a
cuantos delante les venían, y llenando las calles angostas
de muertos, manaba toda la ciudad sangre, de tal
manera, que gran parte del fuego se mataba con la
sangre que de los muertos corría: de noche cesaba el
matar y crecía el fuego” – (Las Guerras de los Judíos, Pág.
251).

Entre las últimas edificaciones en ser capturadas estaba el


Palacio Real. Allí los Judíos partidarios buscaron refugio y
la matanza fue estimada de unos 8400 deudos que se
habían reunido en la edificación. “Los rebeldes se
precipitaron ahora al palacio real [de Herodes, en la
ciudad alta] donde muchos habían depositado sus
riquezas, batieron a los romanos, y mataron 8.400
personas que se habían reunido allí ...” – (Los Escritos
Esenciales, Pág. 349; Las Guerras de los Judíos, Pág. 244).
En cualquiera de las calles o en las casas que caían
rápidamente los Romanos, encontraban cuartos llenos
con los cuerpos producto de la inanición. Otros judíos
ocultándose en las alcantarillas fueron presas fáciles, y el
piso fue roto en busca del enemigo. Todos ellos sufrieron
una muerte violenta (Las Guerras de los Judíos, Pág. 254).
Este sufrimiento infligido por los Romanos y la contienda
sangrienta de los revolucionarios es ciertamente la gran
tribulación que Jesús predijo en Mateo 24:21, porque
nada mas en el registro se iguala a la miseria, violencia, el
salvajismo, y desenfrenada destrucción de las Guerras

370
Judías. La confusión, la demencia de los revolucionarios y
líderes Judíos, el asedio despiadado de los Romanos que
trajo el hambre, la pestilencia, y el desespero, las
contiendas entre y dentro de las familias Judías y el
asesinato y hurto por parte de los soldados Romanos
enfurecidos – todo esto combinado trajo la guerra más
cruel y sangrienta en los anales del hombre.

Originalmente, Tito intentó matar de hambre a los


moradores de la ciudad para que se rindieran y capturar
intactos los templos y santuarios gloriosos. Esta era la
costumbre del general Romano. Pero la obstinación de
los soldados Judíos lo obligó a ejercer presión y destruir
paso a paso la ciudad, casa por casa. “A la mañana
siguiente Tito ordenó que se apagara el fuego y que se
hiciera un camino a las puertas para facilitar la entrada de
las legiones. Luego llamó a sus generales para debatir la
suerte que debía correr el templo. Algunos querían
destruirlo en el acto, porque sería un foco de rebelión
judía. Otros aconsejaron que si los judíos salían del
templo, que fuera preservado, pero que si lo empleaban
como fortaleza lo quemaran. Pero Tito declaró que,
sucediera lo que sucediera, una obra tan magnífica como
el templo debía ser preservada, porque siempre sería un
adorno del imperio ...” – (Los Escritos Esenciales, Pág.
345; Las Guerras de los Judíos, Págs. 228-232).
Finalmente: el templo mismo fue incendiado,
posiblemente por accidente. El oro en los techos se
derritió y fluyó por las hendeduras y junturas de los
morteros y aún hasta los fundamentos de las piedras.
Tito ordenó entonces que estas piedras que sostenían el
templo por debajo se rompieran. En la extracción del
oro, todo fue desalojado, raspado el lugar y derribado

371
(Las Guerras de los Judíos, Pág. 255-256). Hoy día, ni una
sola piedra del templo puede ser identificada como parte
de lo que una vez fue el gran edificio. La gran profecía de
Jesús del magnífico templo de Herodes, “... no quedará
aquí piedra sobre piedra...” (Mateo 24:3), fue cumplida
explícitamente.

Continuación a la Gran Tribulación

Mateo 24:21, el cual profetizó de una tribulación sin


precedente que vendría sobre los Judíos, cubre todo el
período de las Guerras Judías, 66-70 D.C. En Jerusalén
hubo matanzas en grande a través de las contiendas
internas y escasez de alimento. Los invasores Romanos
demolieron las magníficas edificaciones de la ciudad,
arrojaron los cuerpos desde las torres y muros,
crucificaron a muchos otros, saquearon y mataron a miles
en las calles y en las casas, y llevaron a un número
incalculable en cautiverio.

Con respecto a ese tiempo, Jesús dijo, “Y si aquellos días


no fuesen acortados, nadie sería salvo” (V:22). Los “días”
incluye las varias ocasiones de las facciones Judías
peleando y las tres ocasiones en las Guerras Judías
cuando Jerusalén fue asediada y acosada por los
Romanos. Mientras los Judíos son los protagonistas del
discurso, este versículo declara que un largo asedio
habría exterminado indiscriminadamente a Cristianos y
Judíos incrédulos. Fue una bendición que nuestro Señor
diera la victoria a los Romanos más pronto de lo que
pudieran haberlo obtenido de otra manera. Si el asedio
hubiera continuado por más tiempo la guerra se habría
extendido por toda Palestina y aún los Cristianos habrían

372
sufrido. Aún Tito (el general Romano) reconoció esto
como un acto de Dios. “Cuando Tito entró en la ciudad,
quedó atónito ante su fortaleza, y especialmente ante las
torres que los tiranos habían abandonado. En realidad,
cuando vio su altura y las proporciones que tenían, y el
tamaño de cada inmenso bloque, exclamó: ‘En verdad
que Dios estaba con nosotros en esta guerra, habiendo
sacado a los judíos de estas fortalezas, porque, ¿qué
podrían hacer contra estas torres ni las manos ni las
máquinas’?” – (Los Escritos Esenciales, Pág. 351; Las
Guerras de los Judíos, Págs. 251-252).

Puesto que los Romanos matarían todo, Jesús añade,


“mas por causa de los escogidos, aquellos días serán
acortados” (V:22b). La oportunidad providencial para
huir en busca de seguridad por parte de los Judíos
Cristianos no habría sido posible, a no ser que los días del
asedio y tribulación fueran acortados. El versículo 22
inicialmente vio el cumplimiento cuando las tropas
Romanas bajo Cestio Galo vinieron sobre Jerusalén en
Noviembre del 66. Marcharon a la Ciudad, prendieron
fuego a los suburbios, y entraron en la Ciudad Alta,
acampando en frente del Palacio Real. En esa ocasión,
muchos de los fieles de Dios estuvieron atrapados en el
asedio del área del templo, con los Romanos
estacionados cerca a los mismos muros del templo.
“Cestio Floro prosiguió luego hacia Jerusalén,
interrumpiendo a los judíos la celebración de la fiesta de
los Tabernáculos ... Cestio, aprovechando la disensión,
atacó y esparció a los judíos persiguiéndolos hasta
Jerusalén. Durante tres días suspendió las operaciones,
esperando recibir una respuesta de rendición, pero al
cuarto día condujo sus tropas contra la ciudad. Los

373
rebeldes, asombrados por la disciplina de los romanos,
abandonaron los suburbios y se retiraron a la ciudad
interior y al templo. Cestio tomó la ciudad alta y acampó
delante del palacio ...” – (Los Escritos Esenciales, Págs.
273-274; Las Guerras de los Judíos, Tomo 1, Págs.
279,281).

La providencia de Dios intervino entonces. Josefo dice de


Cestio Floro: “Si en aquel momento hubiera forzado la
entrada en las fortificaciones, la ciudad habría caído y la
guerra terminado” - (Los Escritos Esenciales, Pág. 274; Las
Guerras de los Judíos, Tomo 1, Pág. 281). Pero su jefe de
estado mayor y varios capitanes de la caballería habían
aceptado sobornos de uno de los líderes de una secta
Judía para hacerlo desistir del intento. “... Pero el
prefecto de su campamento, Tirano Prisco, sobornado
por Floro para prolongar la guerra, lo desvió de este
intento” – (Los Escritos Esenciales, Pág. 274). “... mas
Tirannio, que era general, y Prisco y muchos otros
capitanes de la gente de a caballo, corrompidos por
dineros que les dio Floro, estorbaron la empresa de
Cestio ...” – (Las Guerras de los Judíos, Tomo 1, Pág. 281).
Josefo concluye: “... Si tan sólo hubiera persistido en el
asedio habría tomado la ciudad. Pero por la razón que
fuera Cestio llamó repentinamente a sus tropas y se retiró
de la ciudad ...” – (Los Escritos Esenciales, Pág. 274; Las
Guerras de los Judíos, Págs. 282-283). A medida que los
Romanos se retiraban, los Cristianos Judíos dejaron la
ciudad porque sabían que los Romanos regresarían en
cualquier momento – su desolación o destrucción se
había “acercado” (Comp. Lucas 21:20). [Cuando Jesús
anunció que el reino de Dios se había “acercado” en Mr.
1:15, se presentó el cumplimiento solamente varios

374
meses después con el poder desplegado en los milagros
de Jesús y de aquellos discípulos – y tres años más tarde –
al enviar el Espíritu Santo y al formar la congregación de
creyentes espirituales de Dios, la iglesia).

En vista de la actividad Romana, a los Judíos creyentes les


fue dada la oportunidad de obedecer la instrucción de
Jesús de huir de la ciudad (Mateo 24:16) porque este
asedio sería iniciado de nuevo. Porque estos serían los
días cuando Jesús haría justicia, “porque estos son los
días de retribución, para que se cumplan todas las cosas
que están escritas” (Lucas 21:22; véase también Jeremías
46:10). Estos escritos eran los rollos de los profetas
Hebreos y las copias de los evangelios, incluyendo el de
Mateo que para entonces había estado circulando por al
menos dos décadas. También, los discípulos recordarían
las declaraciones de Jesús de estas profecías (Mateo 24;
Marcos 13; Lucas 21:17,19,21). Josefo declara que
después de la partida de Cestio – “Después de las
desdichas de Cestio, muchos nobles de los judíos salían
poco a poco de la ciudad, no menos que de una nave que
está en manifiesto peligro de perderse” – (Las Guerras de
los Judíos, Tomo 1, Pág. 285).

Un asedio Romano similar y retirado providencial ocurrió


menos de dos años después, en el verano del 68, por
parte de Vespasiano. El también cercó la ciudad en cada
muro después de saquear el campo en todas direcciones.
Los discípulos dentro de la Ciudad estaban atrapados de
igual manera. Pero cuando Vespasiano recibió las
noticias de que Nerón había sufrido un fin violento,
aplazó su expedición contra Jerusalén, esperando ver

375
ansiosamente quién sucedería en el imperio de Nerón.
Este probó ser Galba.

“Mientras Vespasiano estaba preparándose para marchar


contra Jerusalén, le llegaron las noticias de la muerte
violenta de Nerón, por lo que pospuso su expedición y
esperó ansiosamente para saber quién iba a ser el nuevo
Emperador. Cuando oyó que Galba había asumido el
puesto de emperador, le envió a su hijo Tito para recibir
sus órdenes acerca de los judíos, y Agripa embarcó con
él” – (Los Escritos Esenciales, Pág. 310).

Acampando en las afueras de Jerusalén, Vespasiano se


abstuvo de una actividad militar adicional, esperando
recibir una nueva directiva de Roma. “Vespasiano, pues,
alargaba y difería la guerra con los de Jerusalén,
esperando a quién elegirían por emperador después de
Nerón: mas después que supo que Galba imperaba, no
hacía cuenta de nada, antes tenía muy determinado no
fatigarse ni trabajar en algo sin que el dicho de Galba le
escribiese primero sobre las cosas de la guerra. Todavía
le envió a su hijo Tito para darle el parabién, y que
supiese lo que mandaba que hiciese de la guerra que con
los Judíos tenía comenzada” – (Las Guerras de los Judíos,
Tomo 2, Pág. 102-103).

Pero siete meses después el nuevo emperador, Galba, fue


asesinado, y Otón ascendió al trono. “... aconteció que
Galba fue muerto después de siete meses y otros tantos
días que era emperador. Sucedióle Othón en el imperio, y
gobernó la república tres meses” – (Ibíd, Pág. 103). En el
intermedio, Vespasiano andaba errante por los campos,
quemando los pueblos y granjas y matando soldados y

376
civiles de igual manera. Las tres facciones Judías en la
ciudad cometieron todo crimen imaginable, matando a
sus cautivos aún a plena luz del día, como si fueran
multitud de animales inmundos. Las casas fueron
saqueadas y las personas fueron asesinadas a la vista de
todos.

En Roma, el emperador Otho duró sino tres meses y fue


sucedido por Vitelio, Vespasiano aplastó toda oposición
en las vecindades de Jerusalén. La inestabilidad reinaba
en Roma y todo estaba en una ebullición. Manteniendo
su mira sobre la política incierta de Roma, Vespasiano se
detractó de la guerra contra Jerusalén. Ocho meses
después Vitelio fue acuchillado. Vespasiano fue entonces
proclamado emperador, y partió desde Judea. De esta
manera se convirtió en el quinto gobernante Romano
dentro de un período de 30 meses (Las Guerras de los
Judíos, Tomo 2, Págs. 112-114). Todo esto cumple
ampliamente Mateo 24:6-7, “Y oiréis de guerras y
rumores de guerras ... porque se levantará nación contra
nación ...” – una señal precediendo a la destrucción de
Jerusalén. Cualquier cristiano perspicaz que estuviera
aún en la ciudad, no se demoraría en partir.

¿Qué aconteció para estas retiradas? ¿Estaba Dios


protegiendo a Su pueblo? En ambas oportunidades había
empezado un asedio, y cada vez los eventos externos
impidieron una captura de la ciudad. Ciertamente, como
lo declara Mateo 24:22, los días fueron acortados por
causa de los elegidos de manera que pudieran huir,
cumpliendo la profecía, porque los Cristianos medrosos
estarían atrapados con los Judíos rebeldes y corruptos.
Dios usó medios naturales para proporcionar una vía de

377
escape de Su pueblo. Esto cumplió la promesa de Dios
registrada por Daniel, de este evento: “... y será tiempo
de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces, pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo
...” (Daniel 12:1). Joel profetizó del mismo evento que
habrían aquellos que escaparían, añadiendo “Y todo
aquel que invocare el nombre del Señor será salvo ...“
(Joel 2:32). El rey Jesús intervino en beneficio de Sus
fieles en Jerusalén quienes oraron por socorro y
meditaron en las Escrituras. No obstante, la necesidad de
infligir venganza sobre la generación desobediente de los
Judíos tenía que ser cumplida, y esa parte del plan de
Dios continuó. Con su supremacía establecida en Roma a
principios del 70 d.C., Vespasiano dirigió nuevamente su
atención a la campaña Judía. Envío entonces a su hijo,
Tito, con lo escogido de su ejército para sitiar a Jerusalén
y destruirla. La victoria Romana llegaría al final del
verano.

Las Águilas y el Cuerpo Muerto de Jerusalén

Cuando el año 70 se asomó, Judea ya había


experimentado cuatro años de guerra, incluyendo dos
intentos por parte de los Romanos de capturar Jerusalén.
En la primavera de ese año los Romanos bajo el General
Tito empezaron a marchar hacia Jerusalén para colocar el
sitio hasta que efectuaran una rendición. Mientras tanto,
durante los mismos cuatro años, tres facciones estaban
en guerra en la Ciudad, dice Josefo: “... aconteció que la
revuelta y levantamiento que había en Jerusalén se partió
en tres parcialidades, de tal manera que los unos venían
contra los otros; ... había muchas arremetidas y
escaramuzas, echábanse muchos dardos, de manera que

378
el templo estaba lleno de hombres muertos ... Con los
naturales que había muertos, había también muchos
extranjeros mezclados, y con los sacerdotes, muchos
también de la gente profana; y lo que solía ser antes lugar
divino, era hecho con la sangre que de los muertos había,
estanque de diversos cuerpos muertos ... Aconteció,
pues, a la postre, que todo lo que había alrededor del
templo fue quemado, y fue hecha la ciudad plaza o
campo para pelear los mismos naturales y ciudadanos de
ella; ... El pueblo estaba dividido en tres partes, no menos
que si fuera un cuerpo grande, siendo combatida la
ciudad, parte por los bellacos y traidores que entre ellos
había, y parte también por los vecinos y gente que cerca
moraban ... No respetaban ya los vivos a sus naturales y
domésticos, ni se ponía diligencia en sepultar a los
muertos ... Los sediciosos y revolvedores de la ciudad,
allegados los cuerpos muertos en uno, pisándolos
peleaban; y tomando mayor atrevimiento por ver tantos
muertos y todos debajo de sus pies, mostraban mayor
crueldad ...” – (Las Guerras de los Judíos, Tomo 2, Libro 6,
Cap. 1, Págs. 123-127).

Esto incapacitó el esfuerzo militar contra los Romanos.


No obstante, Tito necesitó todo el verano para subyugar
la Ciudad. Su asedio, el mismo corazón de la “gran
tribulación” de Mateo (24:21), fue mucho más largo que
el de Cestio o Vespasiano. Ciertamente, si el número de
los días del asedio y la contienda Judía interna no hubiera
sido acortado providencialmente, la raza Judía habría sido
borrada. Pero Dios dijo que nunca serían traídos a un fin
completamente (Léase Jeremías 30:11)(46:28).

379
Mateo 24:23-26 habla de cómo los falsos Cristos,
introducidos indefinidamente en el V:5, aparecerían antes
y durante el asedio. La palabra “entonces” enlaza a los
impostores con el tiempo de angustia y zozobra del V:21.
Pretendiendo ser enviados de Dios y arrogándose el título
de Mesías, simularían milagros e impondrían señales y
maravillas fraudulentas entre sus deudos, exactamente
como otros lo habían hecho durante las desgracias
nacionales en otros días. Los engañadores aparecieron al
tiempo de los asedios previos de Jerusalén en el 586 A.C.
(Jeremías 23:16)(Ezequiel 22:25-31).

Específicamente, los falsos Cristos pudieron ser ya sea


falsos profetas que permanecerían apartados en las áreas
deserticas o en cámaras secretas antes y durante el
asedio, o alegando reportadas apariciones del verdadero
Cristo. En medio de los tiempos de gran desasosiego y
tribulación, naturalmente podrían circular rumores de
que El había de venir. Los discípulos fieles (2 Timoteo 3:9)
podrían discriminar entre lo genuino y lo espureo a
quienes pudieran usar las mismas palabras de Cristo
mientras engañaban con maravillas. Josefo escribió que
durante el asedio un falso profeta persuadió a 6000
personas para que entraran al templo a ver las señales de
liberación, y todos perecieron. “Los romanos incendiaron
ahora todos los edificios contiguos, los restos de los
pórticos y de las puertas, y las cámaras del tesoro, donde
se habían situado inmensas cantidades de dinero. Luego
pasaron al único pórtico que quedaba en pie en el atrio
exterior, donde habían buscado refugio 6.000 mujeres y
niños. Se habían reunido allí a causa de un falso profeta,
que les había dicho que Dios les mandaba ir al templo,
donde recibirían garantías de liberación. Antes que César

380
hubiera decidido qué hacer con esa gente, los soldados
prendieron fuego a esta columnata, y no escapó nadie” –
(Los Escritos Esenciales, Pág. 347; Las Guerras de los
Judíos, Tomo 2, Págs. 234-235).

El Mateo 24:27 Jesús declaró que la venida del Hijo del


hombre sería como el destello del relámpago a través del
cielo. De esta manera Su presencia sería sentida por
todas partes. La “venida es parousía “presencia”, como
en el V:3 e indicó la visitación divina de Jesús (no visible),
cumplida en el acercamiento de los ejércitos Romanos. El
relámpago indica una demostración rápida del poder y lo
inesperado de los eventos que traerían destrucción. La
frase “la venida del Hijo del Hombre” en el V:27 es
traducida en Lucas 17:24 – “así también será el Hijo del
Hombre en su día”. Estas declaraciones paralelas
muestran que Cristo debe estar presente en la venganza
contra Sus contemporáneos Judíos – los de Su generación
– como se declaró enfáticamente en Lucas 17:25. Entre
los versículos 27 y 28 de Mateo, Lucas inserta
observaciones adicionales acerca de lo inesperado de la
destrucción y calamidad. La narrativa reúne en Mateo
24:28 y Lucas 17:37, lo que se dice de las águilas y el
cuerpo muerto. Lucas 17:22-37 confirma la posición de
que todo el capítulo 24 de Mateo está tratando con la
destrucción de Jerusalén – y no con el fin del mundo o
planeta. El versículo V:22 dice que ellos, los Judíos,
desearían ver “uno de los días del Hijo del Hombre”,
mostrando que ellos entendían el principio del juicio
divino contra las naciones, excepto que esperaran verlo
contra los Romanos. No verían este, esa no era la
naturaleza del reino (Vs:20-21). Por tanto, vemos
claramente que Jerusalén la del año 70 d.C. estaba bajo

381
discusión en el V:22. Luego, el V:24 es
incuestionablemente esa misma destrucción a medida
que habla de la venida resplandeciente en el día del Hijo
del Hombre.

Lucas 17:26-36 suministra dos ilustraciones que explican


cómo sería cuando el Hijo del Hombre se manifestara.
(Esta “manifestación” es lo mismo como Su “venida” o
presencia en juicio). Sería como en el tiempo de Noé y
como en los días de Lot. Antes que describir las
condiciones de la tierra en esta venida, estas historias
demuestran lo inesperado de Su venida. Las advertencias
serían desatendidas y despreciadas. (La historia de Noé
también está en Mateo 24:37-38). Lucas 17:31 amonesta
a las personas “en aquel día” (el día de tribulación cuando
el Hijo del Hombre es manifestado) para dejar la Ciudad
de prisa, sin demora: aquellos en las azoteas no debía
recuperar los bienes que tenía en casa antes de huir, y
aquellos en los campos de igual manera no debían
regresar a la casa. (Estas amonestaciones también están
en Mateo 24:17-18). Cuando vieran los batallones
Romanos en completa marcha, no era momento para
empacar los bienes y ropa. La vigilancia constante era
esencial (Mateo 24:42-44), porque los objetos temporales
no serían de interés cuando la protección tenía que ser
asegurada a cualquier precio. Lucas 17:34-36 habla de las
calamidades que sucederían en la manifestación del Hijo
del Hombre: El acto de Dios tomando un hombre de dos
en una cama, una mujer de dos moliendo juntas, y un
hombre de dos trabajando en el campo (Léase también
Mateo 24:40-41). De esta manera, el discípulo fiel que
creyó en las advertencias de Jesús reconoció las señales y
huyó a la seguridad en las montañas al oriente del Río

382
Jordán, mientras que los judíos incrédulos al lado de él
serían dejados para perecer en el asedio. Uno escapa
providencialmente (Dios lo cuida de la tribulación),
mientras que el otro es muerto o llevado en cautiverio. El
proverbio en Mateo 24:28 y su pasaje paralelo en Lucas
17:37 – “Donde estuviere el cuerpo muerto, allí se
juntarán también las águilas”, culmina el pensamiento de
los versículos anteriores en ambas narraciones.

La imagen es de un enemigo cayendo sobre su víctima.


Como un ave de presa o de rapiña poderosa, la magnífica
águila desciende y agarra con increíble velocidad a su
víctima. Sus ojos ven carroña desde alturas y distancias
fantásticas. Su fortaleza y rapacidad desgarran a sus
víctimas. Para indicar la rapidez, poder y crueldad fiera
de los Babilonios, los profetas emplearon el águila como
un emblema adecuado del enemigo de Judá (Jeremías
4:13)(48:40)(Lamentaciones 4:19)(Oseas 8:1)(Habacuc
1:8). El águila en Ezequiel 17:3 indica a Babilonia como
una nación de gran dominio; similarmente Moisés habló
del enemigo de Israel como una nación de semblante
fiero como un águila viniendo de lejos (Deuteronomio
28:49). En Mateo 24:28 las águilas son las legiones
Romanas y Jerusalén es el cuerpo muerto para ser
devorado. El lenguaje figurado es apropiado, porque la
nación estaba vacía y espiritualmente muerta. Debía ser
desolado (Mateo 23:38) y sentenciada a la destrucción
Mesiánica. De esta manera, donde estuviere el cuerpo
muerto Cristo vendría con venganza. Es una venida
figurativa de juicio sobre la perversa nación Judía, a
través del ejército Romano. En el 70 d.C., los Romanos
literalmente “pulularon” como águilas sobre la decadente
Judea para saquear y devastar la tierra de los judíos. En

383
los tiempos del Antiguo Testamento la nación Judía
disfrutó de la protección y cuidado providencial de Dios, y
el águila ejemplificaba esto. Dios había llevado a los
Israelitas fuera de Egipto sobre alas de águila (Éxodo
19:4)(Deuteronomio 32:11)(Isaías 40:31). En vista de que
los Judíos y Griegos no distinguieron entre las águilas y los
buitres, llamaban a ambos con el término genérico
“águila”. Pero las águilas consumen carne muerta, si
ocurre que la detectan. Job declara que el águila “¿Se
remonta el águila por tu mandamiento, y pone en alto su
nido? Ella habita y mora en la peña, en la cumbre del
peñasco y de la roca. Desde allí acecha la presa; sus ojos
observan de muy lejos. Sus polluelos chupan la sangre; y
donde hubiere cadáveres, allí está ella” (Job 39:27-30). La
última frase es similar a Mateo 24:28 - donde hubiere
cadáveres (cuerpo muerto), allí está ella (el águila). Para
el 66-70 D.C. Jerusalén como toda la nación Judía era un
cuerpo putrefacto adecuado para la remoción inesperada
y eficiente, como lo hace un águila con un cuerpo muerto.
Con total sorpresa los discípulos preguntaron, “¿Dónde,
Señor?” (Lucas 17:37). Querían conocer la localización de
las calamidades de Mateo 24:22-28 y Lucas 17:22-36.

Estaban estupefactos, como si dijeran, “¡Ciertamente no


es en Jerusalén o en Judea!”. Por medio de encontrar el
cuerpo muerto, la pregunta de los discípulos sería
contestada. Entenderían luego por qué el águila volaría
precipitadamente hasta allí, porque la destrucción era
segura. Ciertamente, en el 70 D.C., las voraces águilas (el
ejército Romano) distinguieron la presa, descendieron y la
agarraron y devoraron la víctima (Jerusalén), y se fueron
volando dejando nada sino huesos blancos alisados.
Entonces, los cristianos del siglo primero que estaban

384
leyendo en sus días todo el Apocalipsis y al llegar a la
lectura del capítulo 7:14 entendieron de qué estaba
hablando Juan con toda claridad. La gran tribulación
bíblica fue una fecha vencida.

APOCALIPSIS 8:1-13

Un sello de siete trompetas.

1
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el
cielo como por media hora.

Cuándo se abre el séptimo sello, se revela el juicio de las


siete trompetas. De igual forma, la séptima trompeta
anunciará los juicios de las siete copas en 11.15 y 16.1–
21. La trompeta de los juicios, como el sello de los juicios,
son sólo parciales. Todavía no ha llegado el juicio final y
absoluto de Dios. El séptimo sello pertenece a la visión
anterior de Juan; pero nos damos cuenta que la
catástrofe de esa visión ocurre bajo el sexto sello y que el
séptimo sólo es el eslabón entre la segunda visión de Juan
y la tercera, es decir, entre los sellos y las trompetas.

Ahora, los juicios de la septuagésima semana de Daniel


9:24-27 se desarrollan en tres series consecutivas. Por
ejemplo: Con los acontecimientos de los seis primeros
sellos, se agotan los tres años y medio del total de siete
que duró la general tribulación (año 64-65 d.C.=Nerón
incendió a Roma y señaló como conejillos de india a los
cristianos. Años 66,67,68,69,70 d.C. Se dio la guerra de los
judíos terminando con objetivo la destrucción del templo,
la matanza del pueblo, y la caída de Jerusalén).

385
Con la apertura del séptimo sello se inició la segunda
mitad de dichos tiempos de juicios. El séptimo sello pone
de manifiesto los juicios de las siete trompetas que
abarcan la mayor parte de la segunda mitad de la gran
tribulación (3 ½ años de destrucción total). La séptima
trompeta dará lugar a la revelación de los juicios de las
siete copas.

¿Qué sucedió cuando el Cordero abrió el séptimo sello?


Que hubo media hora de silencio en el cielo. El adverbio
cuando (hótan) es un indicador de un hecho concreto y el
verbo abrió (éinoixen) es un indicador de romper un sello
para manifestar el contenido final del rollo de juicios aquí
descritos. La apertura de los siete sellos produjo en el
cielo un silencio de expectación donde casi no se puede ni
respirar. Todo movimiento en el cielo se detuvo. Toda
adoración y alabanza se paralizó. Sólo hubo quietud, una
pausa dramática ¿Por qué? Porque el Cordero fue el que
produjo ese silencio al abrir el sello. ¿Por qué sólo hubo
silencio de media hora? ¿Hay hora en el cielo? En ninguna
manera. La expresión “media hora” sólo fue un indicador
de que algo sorprendente estaría a punto de ocurrir.

2
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y
se les dieron siete trompetas

Después de la “media hora” Juan vio a los siete ángeles


que estaban en pie ante Dios (aggélous hoí enópion toú
theoú hestéikasin). Estos reciben trompetas para hacerlas
sonar sobre los habitantes del territorio de Judea sin
precedentes. El toque de estas trompetas es para
derribar, así como la ciudad de Jericó vio derribar sus
murallas tras el toque de trompetas (Josué 6). Estas

386
trompetas aquí se relacionan con la ira escatológica de
Dios. Estaba profetizado en Sofonías 1:14-18 y en Joel
2:1-11 que el día de Jehová comenzaría con los juicios de
la tribulación de los días postreros. Esos juicios vendrían
para implantar Su soberanía en la tierra.

3
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un
incensario de oro; y se le dio mucho incienso para
añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el
altar de oro que estaba delante del trono
4
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el
humo del incienso con las oraciones de los santos.
5
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del
altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y
relámpagos, y un terremoto

Juan ve a otro ángel de pie al lado del altar de incienso,


sosteniendo un incensario de oro simbolizando las
oraciones de todos los santos de todas las anteriores
generaciones (Apocalipsis 5:8). Este ángel aquí tiene
labores sumas sacerdotales como intercesor, pues, tiene
mucho incienso para añadirlo a las oraciones de los
santos para ofrecerlo sobre el altar de oro que está
delante del trono. La escena es que Dios está sentado en
su trono de juicio y está a punto de consumar su ira sobre
los moradores del territorio de Judea. Los santos de todas
las anteriores generaciones elevan sus peticiones al
trono, pidiendo que el misterio de Dios o su plan llegue a
su consumación. En el Salmo 141:1.2 el salmista le ruega
al Señor que lo libere de sus seguidores y para ello su
oración como incienso asciende en la presencia de Dios.
¿Qué hizo el ángel sacerdotal? Tomó el incensario y lo

387
llenó del fuego del altar y lo lanzó (ébalen) hacia el
territorio de Judea (tierra). En Génesis 19:24 también
hubo fuego lanzado para la destrucción de Sodoma y
Gomorra. En Ezequiel 10:2 también hubo fuego sobre la
Jerusalén terrenal. Entonces, el fuego de juicio de Dios
caería sobre la humanidad inicua del territorio de Israel
en respuesta a las oraciones de todos los santos.

Este fuego de juicio era para él Israel apóstata del primer


siglo. En el Antiguo Testamento, cuando al pueblo de Dios
se le ordenaba destruir una ciudad apóstata, Moisés
ordenaba: "Y juntarás todo su botín en medio de la plaza,
y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo
ello, como holocausto a Jehová tu Dios" (Deuteronomio
13:16)(Génesis 19:28). La única manera aceptable de
quemar una ciudad como holocausto total era con el
fuego de Dios - fuego del altar. Así, que cuando una
ciudad había de ser destruida, el sacerdote tomaba fuego
del altar de Dios y lo usaba para encender todo el montón
de botín que servía como leña, ofreciendo así la ciudad
entera como sacrificio. Esta era la práctica de poner a una
ciudad "bajo fuego", de modo que nada sobreviviera a la
conflagración (Deuteronomio 13:12-18), el fuego
Apocalipsis 8:5 fue para describir el juicio de Dios contra
la ciudad pagana de Jerusalén en el primer siglo.

Cuando el ángel sacerdotal arrojó el incensario hubo


truenos y voces relámpagos y terremotos. Así mismo fue
que Dios le dio a conocer a Moisés y a la antigua nación
de Israel en el monte Sinaí la manifestación de su Parusía
o presencia, ¿Cómo lo hizo? A través de truenos,
relámpagos, con espesa nube y sonido de bocina (Éxodo
19:16)(Hebreos 12:21). ¿Cómo fue señalizada por el

388
mismo Jesús su venida en gloria en Mate 24:27,30? con
un relámpago cruzando los cielos de Judea de este a
oeste. La conjunción de truenos y voces y relámpagos y
un terremoto es la clara presentación equivalente a la
manifestación de su venida en gloria y en juicio cayó
sobre el territorio de Judea y Jerusalén en el año 70 d.C.

Las siete trompetas judiciales de Dios

6Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se


dispusieron a tocarlas

¿Qué hicieron entonces los siete ángeles? Levantaron las


trompetas, las acercaron a sus bocas y se dispusieron a
tocarlas que fueron oídas en el territorio de Judea. Los
efectos eran para traer juicios.

7El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y


fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre
la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se
quemó toda la hierba verde

Los primeros seis sellos abarcan un período de tiempo


equivalente a la mitad de la septuagésima semana de
Daniel 9:24-27. Esos tres años y medio constituyen lo que
Cristo llamó en Mateo 24:8 “principios de dolores”. El
séptimo sello consiste de las siete trompetas de juicio. La
segunda serie donde nos encontramos ahora serán juicios
más severos que todo lo anteriormente ocurrido. La
séptima trompeta es el anuncio de la segunda venida de
Cristo en gloria a la tierra de Judea, pero, al mismo
tiempo, dicha trompeta equivale a los juicios de las copas
o de la consumación de la ira de Dios en el primer siglo.

389
Cuando el primer de los siete ángeles tocó la trompeta,
súbitamente hubo granizo y fuego simultáneamente y
ambos fueron mezclados con sangre. Esta es la misma
escena que narró Moisés en Éxodo 9:23-26 cuando vino el
juicio de Dios sobre la nación de Egipto para sacar a su
pueblo Israel de la esclavitud del Faraón. Tanto la nación
de Egipto como la misma nación de Israel que Dios liberó
del faraón en aquella ocasión, reciben la mezcla con
sangre de granizo y fuego porque estuvieron
empecinadas en su abierta hostilidad hacia Dios. Granizo,
fuego y sangre fueron señales externas y visibles del
desagrado divino a los judíos incrédulos del primer siglo,
fueron también emblemas de la dislocación y
desorganización general de la sociedad israelita de aquel
siglo que anunciaron la catástrofe final del pueblo judío.
Los juicios bajo las cuatro primeras trompetas están
marcados por un carácter artificial; y afectaron a la
tercera parte de la vegetación.

8El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran


montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y
la tercera parte del mar se convirtió en sangre
9Y murió la tercera parte de los seres vivientes que
estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue
destruida

Las primeras cuatro trompetas se refieren aparentemente


a la serie de desastres que devastaron a Israel. Los juicios
de los sellos son contados en grupos de cuatro, los juicios
de las trompetas se cuentan en grupos de tres. Suena la
primera trompeta, y una maldición triple (granizo, fuego,
sangre) es lanzada, y afecta la tercera parte de la tierra (o
del territorio de Judea); tres objetos en particular son

390
seleccionados. Juan ve granizo y fuego, mezclados con
sangre, que fueron lanzados sobre la tierra. La sangre de
los testigos asesinados se mezcla con fuego del altar,
trayendo ira sobre los perseguidores. El resultado de esta
maldición, que tiene alguna similitud con la séptima plaga
en Egipto (Éxodo 9:22-26), es donde se quema la tercera
parte de la tierra y un tercio de los árboles, así como toda
la hierba verde (es decir, toda la hierba de la tercera parte
de la tierra; Vs:4). Si los árboles y la hierba representan al
remanente elegido (Apocalipsis 7:3)(9:4), esto indica que
no están exentos del sufrimiento físico y la muerte al
descender la ira de Dios sobre los malvados judíos.

El sonido de la primera trompeta produjo la destrucción


de la tercera parte de la vegetación del territorio de
Judea. La vegetación es la clave para la producción del
oxígeno, algo sin lo cual es imposible sostener la vida
física. La primera trompeta afectó aspectos vitales para el
hombre de Judea. Literalmente, la vegetación de Judea, y
especialmente la de Jerusalén, fue destruida por la
guerra, según los métodos de guerra romanos de tierra
arrasada: "Tanto el campo como la ciudad daban lástima,
pues donde una vez había habido bosques y parques,
ahora había un completo desierto desnudo de árboles; y
ningún extranjero que hubiese visto la antigua Judea y los
gloriosos suburbios de su capital, y que ahora
contemplase aquella completa desolación, podría
contener las lágrimas ni suprimir un gemido al ver un
cambio tan terrible. La guerra había borrado todo rastro
de belleza, y nadie que hubiese conocido la ciudad en el
pasado y llegara de repente podría haber reconocido el
lugar, pues, aunque ya había llegado allí, todavía estaría
buscando la ciudad". Y, sin embargo, esto era sólo el

391
principio; faltaban muchas más penas - y mucho peores
(Apocalipsis 16:21).

La causa de esta calamidad fue que la “gran montaña


ardiendo en fuego fue lanzada al mar”. El significado de
esto se hace claro cuando recordamos que la nación de
Israel era el "Santo Monte" de Dios, el "monte de su
heredad" (Éxodo 15:17). Como el pueblo redimido de
Dios, habían sido traídos de vuelta a Edén, y el uso
repetido de imágenes de montañas a través de su historia
(incluyendo el hecho de que el monte de Sion era el
símbolo aceptado de la nación) demuestra esto
vívidamente. Pero ahora, como apóstatas, Israel se había
convertido en "montaña destructora", contra la cual se
había vuelto la ira de Dios. Ahora, Dios está hablando de
Jerusalén en el mismo lenguaje que una vez usó para
hablar de Babilonia, un hecho que será céntrico a las
imágenes de este libro: He aquí, yo estoy contra ti, oh
monte destruidor, dice Jehová, que destruiste toda la
tierra; y extenderé mi mano contra tí, y te haré rodar de
las peñas, y te reduciré a monte quemado.... Subió el mar
sobre Babilonia; de la multitud de sus olas será cubierta.
(Jeremías 51:25, 42).

Correlacione esto con el hecho de que Jesús, en medio de


una larga serie de discursos y parábolas sobre la
destrucción de Jerusalén (Mateo 24:20-25), maldijo una
higuera estéril, como símbolo de juicio sobre Israel. Luego
les dijo a sus discípulos: "De cierto os digo que si tuviereis
fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino
que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar,
será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo,
lo recibiréis" (Mateo 21:212-22). ¿Estaba Jesús siendo

392
impertinente? ¿Esperaba realmente que los discípulos
anduvieran por allí orando para mover montañas
literales? Por supuesto que no. Más importante, Jesús no
estaba cambiando el tema. Todavía estaba enseñándoles
una lección sobre la caída de Israel. ¿Cuál era la lección?
Jesús estaba instruyendo a sus discípulos para que
ofrecieran oraciones imprecatorias, suplicando que Dios
destruyera a Israel, que secara la higuera, que lanzara al
mar la montaña apóstata.

Y eso es exactamente fue lo que sucedió. La iglesia


perseguida, bajo opresión de los judíos apóstatas,
comenzó a orar pidiendo la venganza de Dios sobre Israel
(Apocalipsis 6:9-11), rogando que la montaña de Israel
fuera "tomada y echada en el mar". Sus ofrendas fueron
recibidas en el altar celestial de Dios, y en repuesta Dios
dio instrucciones a sus ángeles para que lanzaran sus
juicios contra la tierra (Apocalipsis 8:3-5). Israel fue
destruido en el 70. Deberíamos notar que Juan está
escribiendo esto antes de la destrucción del 70, para
instrucción y estímulo de los santos de las 7 iglesias del
Asia menor que leyeron todo el Apocalipsis en sus días,
para que continuasen orando en fe. Como les había dicho
al comienzo, "Bienaventurado el que lee, y los que oyen
las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella
escritas, porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis 1:3).

10El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una


gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre
la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las
aguas.
11Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte
de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres

393
murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron
amargas.

Como el símbolo precedente, la visión de la tercera


trompeta combina las imágenes bíblicas de la caída tanto
de Egipto como de Babilonia. El efecto de esta plaga - las
aguas que se vuelven amargas - es similar a la primera
plaga en Egipto, en la cual el agua se volvió amarga a
causa de la multitud de peces muertos y en
descomposición (Éxodo 7:21). La amargura de las aguas
es causada por una gran estrella que cae del cielo,
ardiendo como una antorcha. Esto es paralelo a la
profecía de Isaías tocante a la caída de Babilonia, de la
cual se habla en términos de la caída original en el
paraíso: ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la
mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las
naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en
lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y
en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré
semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el
Seol, a los lados del abismo. (Isaías 14:12-15).

El nombre de esta estrella caída es Ajenjo, un término


usado en la Ley y los Profetas para advertir a Israel de su
destrucción como castigo por su apostasía
(Deuteronomio 29:18)(Jeremías
9:15)(23:15)(Lamentaciones 3:15,19)(Amós 5:7).
Nuevamente, combinando estas alusiones del Antiguo
Testamento, Juan llama la atención sobre este punto:
Israel es apóstata, y se ha convertido en Egipto; Jerusalén
la del 70 d.C. se ha convertido en Babilonia; y los

394
quebrantadores del pacto serán destruidos, tan
seguramente como fueron destruidos Egipto y Babilonia.

12El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la


tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la
tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la
tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera
parte del día, y asimismo de la noche

Como la novena plaga en Egipto de "densas tinieblas"


(Éxodo 10:21-23), la maldición traída por el cuarto ángel
golpea a los portadores de luz, el sol, la luna, las estrellas,
de modo que un tercio de ellas pudieron quedar
oscurecidas. La imagen aquí fue usada por los profetas
por largo tiempo para ilustrar la caída de naciones y
gobernantes nacionales (Isaías 13:9-11,19)(24:19-
23)(34:4-5)(Ezequiel 32:7-8, 11-12)(Joel 2:10, 28-
32)(Hechos 2:16-21). En cumplimiento de esto, "un
gobernante tras otro, y jefe tras jefe del Imperio Romano
y de la nación judía fue asesinado y arruinado. Gayo,
Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, todos murieron
asesinados o se suicidaron; Herodes el Grande, Herodes
Antipas, Herodes Agripa, y la mayoría de los príncipes
herodianos, junto con no pocos de los principales sumos
sacerdotes de Jerusalén, perecieron en desgracia, o en el
exilio, o en forma violenta. Todos éstos fueron soles
apagados y estrellas oscurecidas en el año 70 d.C.

13Y miré, y oí a un ángel (águila) volar por en medio del


cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran
en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que
están para sonar los tres ángeles!

395
Los mejores manuscritos del griego dicen “un águila” en
lugar de “un ángel”. Entonces, lo llamaremos águila. En
Apocalipsis 4:7 Juan nos habla del águila-querubín
voladora que controla la sección de las trompetas en
Apocalipsis (Oseas 8:1), y es apropiado que Juan vea un
águila volar por en medio del cielo, advirtiendo de la ira
venidera. Un águila volando es símbolo de juicio. El
águila, como muchos otros símbolos del pacto, tiene una
doble naturaleza. Por una parte, significa la salvación que
Dios proporcionó para Israel: “Porque la porción de
Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. Le
halló en tierra de desierto, y en yermo de horrible
soledad. Lo trajo alrededor, lo instruyó. Lo guardó como a
la niña de su ojo. Como el águila que excita su nidada,
revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los
lleva sobre sus plumas. (Deuteronomio 32:9-11)(Éxodo
19:4).

Pero el águila es también una temible ave de rapiña,


asociada con sangre y muerte y carne en descomposición:
Sus polluelos chupan la sangre, y donde hubiere
cadáveres, allí está ella. (Job 39:30).

A menudo, las advertencias proféticas de la destrucción


de Israel estuvieron expresadas en términos de águilas
que descienden sobre la carroña (Deuteronomio
28:49)(Jeremías 4:13)(Lamentaciones 4:19)(Oseas
8:1)(Habacuc 1:8)(Matero 24:28).

En realidad, un aspecto básico de la maldición del pacto


de ley es el de ser devorados por las aves del cielo
(Génesis 15:9-12)(Deuteronomio 28:26,49)(Proverbios
30:17)(Jeremías 7:33-34)(16:3-4)(19:7)(34:18-20)(Ezequiel

396
39:17-20)(Apocalipsis 19:17-18). El águila-querubín
reaparecerá en esta sección de Apocalipsis como una
imagen de salvación (Apocalipsis 12:14), y al final sería
reemplazada por (o vista nuevamente como) un ángel
que vuela por en medio del cielo proclamando el
evangelio a los que moran en la tierra (Apocalipsis 14:6),
pues su misión fue en definitiva redentora en su alcance.
Pero la salvación del mundo entero después del año 70
d.C. vendrá por medio de la caída de Israel (Romanos
11:11-15, 25). Así que el águila comienza su mensaje con
ira, proclamando tres ayes que han de venir sobre los que
moran en la tierra. Como las plagas originales en Egipto,
las maldiciones se vuelven más intensas y más precisas en
su aplicación. Juan usando los tres ayes del águila (que
corresponden a la quinta, sexta, y séptima trompetas;
Apocalipsis 9:12 - 11:14-15) dramatiza los crecientes
desastres que caen sobre la tierra de Israel. Después de
muchas demoras y mucha paciencia de parte del celoso y
santo Señor de los ejércitos, las terribles sanciones de la
Ley se desatan finalmente contra los quebrantadores del
pacto, para que Cristo Jesús pueda heredar los reinos del
mundo y traerlos a su templo (Apocalipsis 11:15-
19)(21:22-27).

APOCALIPSIS 9:1-21

El pozo del abismo

1
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que
cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del
abismo

397
El toque de la quinta trompeta es el que le da apertura al
pozo del abismo de donde salen unas criaturas de
aspecto terrorífico y mortífero. Juan como vidente ve una
estrella (astéra) que designa a un ser inteligente y
dominante y ya había caído no es que va a caer y a esa
estrella se le dio la llave del pozo del abismo. El hecho de
tener una llave ya en si representa a un ser que tiene
autoridad para abrir el hoyo sin fondo denominado “el
pozo del abismo”.

En Apocalipsis 9:11 se le identifica como el “rey” de las


langostas sobre la tierra que salen del pozo del abismo y
se le denomina “ángel del abismo” y se le aplica el epíteto
hebreo “Abadón” y del griego “Apolión” cuyos términos
significan “destructor”.

El sustantivo “pozo” que es del griego “phréar” significa


“un agujero profundo en el suelo o un pasadizo largo y
estrecho hundido en la tierra”. Y el vocablo “abismo” del
griego “avyssou” significa una “profundidad insondable”.
La idea que da la expresión del “pozo del abismo” es la
existencia de un mundo subterráneo. En el imperio
romano, el emperador cuando le declaraba la guerra a un
pueblo, iba y se sentaba encima del pozo del palacio, con
una llave de oro, simbolizando el dominio sobre ese
pueblo y la victoria que tendría sobre él donde estaría en
el reino profundo de las tinieblas.

El profeta Ezequiel en Ezequiel 26:19-21 amenazó a Tiro


con una gran desolación de la tierra, en la cual Dios haría
subir el abismo para que cubriera la ciudad con un nuevo
diluvio, haciendo bajar a su pueblo al abismo en las partes
más bajas de la tierra. El profeta Jonás en Jonás 2:2-6

398
habló del abismo en términos de la excomunión de la
presencia de Dios, un destierro del templo. Juan advierte
a sus lectores del Asia menor que el infierno está a punto
de desatarse sobre la tierra de Israel; como con la antigua
Tiro, el abismo está siendo traído a la superficie como con
una draga para que cubra la tierra con sus espíritus
inmundos. El Israel apóstata será lanzado fuera de la
presencia de Dios, excomulgado del templo, y lleno de
demonios.

2
Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo
como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el
aire por el humo del pozo

El angel simbolizado por la estrella del V:1 abrió


(einoixen) el pozo del abismo y por la autoridad que le
había sido delegada puso al descubierto el misterio del
pozo insondable ¿Y qué sucedió? Que subió del pozo
humo de gran horno (kaí anébei kapnós ek toú phréatos
hos kapnós kaminou megáleis). El abrir de aquel pozo fue
un hecho concreto e histórico. La expresión como humo
de un gran horno es un símil que demostró que al salir
produjo una densa oscuridad en el sol y en el aire,
produciendo contaminación ambiental. Recuerde que el
escenario histórico de estas fíguras es el territorio de
Israel. Entonces, estas fíguras fueron aplicables a la
nación de Israel en el primer siglo.

3Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les


dio poder, como tienen poder los escorpiones de la
tierra

399
La presencia de langostas (akrídes) eran en su sentido
natural insectos ortópteros muy comunes en el medio
oriente y Juan las conocía. Eran insectos saltadores que se
reproducían copiosamente y se constituían en una
verdadera plaga para la agricultura. Juan dice que esas
langostas salieron sobre la tierra para invadir un territorio
y dañar a los que no tenían el sello del Dios vivo en sus
frentes. Entonces, estas langostas de la visión de Juan
fueron una representación de un ejército invasor sobre
un territorio.

El profeta Joel en Joel 2:1-10 describe una plaga de


langostas como un símbolo del «día del Señor», lo que
significa el juicio venidero de Dios. En el Antiguo
Testamento, las langostas fueron símbolo de destrucción
porque destruyeron la vegetación. Aquí, sin embargo,
simbolizan una invasión de ejércitos a manera de
demonios llamados a torturar a los incrédulos judíos del
primer siglo. Las limitaciones de los ejércitos demonios
(que solo podían atormentar cinco meses) muestra que
están bajo la autoridad de Dios. El ejército de langostas
que lleva la imagen de “los escorpiones” sale del abismo,
¿Para qué? Apocalipsis 9:4 dice que fue para dañar
solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios
en sus frentes y esto hace alusión a huestes de ejércitos
que salen hormigueando sobre la maldecida tierra de
Israel (Judea).

En toda esta representación simbólica, las langostas del


abismo guardan cierta organización ya que son dirigidos
por un rey denominado el “ángel del abismo”. ¿Por qué
dura la plaga de langostas cinco meses? Esta figura es,
primero que todo, una referencia al período de cinco

400
meses, desde mayo hasta septiembre, cuando las
langostas aparecen normalmente. (La característica es
que estas langostas permanecen durante todo el período,
atormentando constantemente a la población). Segundo,
esto puede referirse en parte a las acciones de Gessio
Floro, el procurador de Judea, quien, durante cinco meses
(comenzando en mayo del año 66 con la matanza de
3.600 pacíficos ciudadanos) aterrorizó a los judíos en la
tierra de Judea, tratando deliberadamente de incitarlos a
que se rebelaran. Tuvo éxito: El historiador Flavio Josefo
fecha el comienzo de la Guerra de los Judíos a partir de
esta ocasión. Tercero, el uso del término cinco está
asociado en las Escrituras con poder, y específicamente
con organización militar - la disposición de los milicianos
israelitas en una brigada de cinco pelotones (Éxodo
13:18)(Números 32:17)(Josué 1:14)(4:12)(Jueces 7:11)(2
Reyes 1:9) por instrucciones de Dios, Israel habría de ser
atacado por un ejército demoníaco (los romanos) que
vendría desde el abismo.

Resumiendo podemos decir que: Cuando se abre el pozo


del abismo y salen las langosta sobre la tierra, sube humo
como de un gran horno oscureciendo el sol y el aire, y
esto es símbolo de una poderosa caballería recorriendo a
alta velocidad sobre la tierra levantando tanto humo de
polvo que a lo lejos la imagen parecía como si no hubiera
sol ni aire en el ambiente y esto fue lo que produjo las
poderosas legiones romanas cuando subieron contra
Judea y Jerusalén antes del año 70 d.C. Que fue su
destrucción.

La escena del humo hacia el cielo, la vio Abraham en


Génesis 19:24-28 cuando Dios destruyó con fuego y

401
azufre a Sodoma y Gomorra, donde a la mañana siguiente
subió Abraham al lugar donde había estado delante de
Jehová, y miró hacia las dos ciudades, y he aquí que el
humo subía de la tierra como el humo de un horno.
Entonces, la expresión “humo de horno” describe una
terrible destrucción a cenizas. Del retrato del humo
sulfúrico es que los antiguos vinieron expresando la figura
de lo que es el infierno. Los antiguos judíos nunca se
olvidaron de la impresión infernal de Sodoma y Gomorra.
Dios las mandó al infierno. Desde el antiguo testamento,
el abismo de humo, fuego y azufre ha sido basado como
sinónimo de la suerte de los impíos, tomando los profetas
las imágenes de Sodoma y Gomorra. Desde allí
comenzaron a recrear las imágenes del Seol, del Hades,
de la Gehenna, del lago de fuego y del infierno.

Cuando uno llega a Isaías 14:9-19 se da cuenta el por qué


el profeta Isaías recrea la caída del lucero de babilonia
llamada Beltsasar en el Seol cuando al entrar en él, dice el
V:9 el Seol se espantó de él, despertó muertos que en su
venida saliesen a recibirle, e hizo levantar de sus sillas a
todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las
naciones. Isaías no estaba hablando de ningún “diablo” o
ángel lucero del cielo de Dios, sino del lucero de
babilonia, de su rey, de su soberbia, de su corazón que
había creado dentro de él un auto teísmo como si fuera
Dios mismo, y Dios lo hizo caer de su propio trono o cielo
que fue el rango de su superioridad, por eso, el profeta en
el V:11 le dice “descendió al Seol tu soberbia, y el sonido
de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te
cubrirán. V:15 “Mas tú derribado eres hasta el Seol. V:19
“Pero tú echado eres de tu sepultura como vástago
abominable, como vestido de muertos pasados a espada,

402
que descendieron al hondo de la sepultura; como cuerpo
muerto hollado”.

Entonces, el infierno estaba debajo de la misma tierra


donde vivía el rey Beltsasar de Babilonia. Infierno es
abajo. El pozo del abismo en Apocalipsis 9 es figura del
infierno, de Seol, de tumba, de hoyo, se sepultura y
recrea la imagen de un mundo subterráneo a donde
descienden los muertos. En Isaías 30:31-33 leemos que
Tofet es otro nombre para el valle de Gehenna o el
infierno, donde dice que Dios había dispuesto a Tofet
para los Asirios, donde el señor encendió una pira de
fuego y mucha leña. Tofet fue el infierno de los 185.000
asirios que mató el ángel de Jehová en Isaías 37:36. El
Tofet fue el lugar de esos ciento ochenta y cinco mil
cadáveres asirios.

En el contexto de Mateo 10 cuando el Señor envió a los


doce a las ovejas perdidas de Israel, les advirtió que
serían aborrecidos por los mismos judíos, V:22, que serían
enviados en medio de lobos, V:16, pero que no les
tuvieran miedo a los que mataban el cuerpo, más sus
almas no podían matar, temed más bien a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno, V:28.
Ese infierno es Tofet, es Gehenna, es pozo del abismo, es
Seol, es Hades. Estos sitios fueron llamados en Apocalipsis
19:20 el “lago de fuego y azufre”, donde dice que allí
fueron lanzados vivos, el falso profeta y la bestia
apresada. En Apocalipsis 20:14 fueron lanzados también
la misma muerte y el Hades. Tofet, la Gehenna, el lago de
fuego y azufre, el infierno, era un lugar fuera de las
murallas de Jerusalén dónde los Israelitas sacrificaron a

403
sus niños judíos a Moloch en 2 Crónicas 28:3 (33:6), en
Jeremías 7:31 (19:2-6).

Isaías 66:24 y Marcos 9:44 hablando del mismo infierno


donde el fuego no es apagado ni el gusano de cuerpos
muere, fue donde la invasión de las legiones romanas en
el año 70 d.C. Por comando de Tito, lanzó a más de seis
cientos mil cuerpos de judíos que murieron de hambre en
el sitio a Jerusalén. Los soldados romanos lanzaron esos
cuerpos al Tofet o a la Gehenna más allá de las murallas
de Jerusalén y los cremaron a fuego, diciendo: “Su gusano
no se morirá, ni su fuego tampoco se apagará”.

En Ezequiel 28:8 hablando del príncipe de Tiro Thobaal II


el profeta dice que al sepulcro descendió, y murió con la
muerte de los que mueren en medio de los mares (en un
profundo torbellino o pozo del abismo marino). En
Ezequiel 31:15-18 leemos que Faraón, rey de Egipto y
todo su ejército fue lanzado al Seol (la prisión de los
muertos). Entonces, la similitud del pozo del abismo está
recreado por varias imágenes como Tofet, Gehenna, Seol,
Hades, Infierno, Lago de fuego y azufre etc. El pozo del
abismo era una representación del infierno que desde la
destrucción de Sodoma y Gomorra se describe como un
hoyo profundo cuya boca siempre está bostezando
humaradas de fuego (como un volcán). Los antiguos
imperios decían que el infierno era tan poderoso que su
hoyo profundo era como una garganta llena de humos
letales que subían hasta la bóveda del cielo, matando a
cualquier ave que volará encima de ella.

Entonces, tanto en el viejo como en el nuevo testamento,


el pozo del abismo o el hoy sin fondo es una clara

404
referencia al Seol o al Hades, al Tofet o a la Gehenna o
infierno en la tierra. En Apocalipsis 9 el rey del hoy sin
fondo fue el emperador romano Nerón. El es el rey del
infierno a donde a filo de espada por muerte iban a parar
todos los judíos enemigos del imperio y del emperador en
el primer siglo. Fue Nerón el sexto rey de la dinastía
Juliana de emperadores romanos, el que soltó la
abominación desoladora contra el santuario de los judíos
por medio de las legiones romanas (las langostas de
Apocalipsis 9:3), para devastar a Palestina con espada,
hambre y muerte. Este Nerón fue el ángel del abismo, el
Abadón y el Apolión de los judíos en el primer siglo.

4
Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra,
ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente
a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus
frentes.
5
Y les fue dado, no que los matasen, sino que los
atormentasen cinco meses; y su tormento era como
tormento de escorpión cuando hiere al hombre

Las langostas de Apocalipsis 9 no eran insectos sino


ejércitos romanos revestidos de poder (exousía) ¿de cuál
poder? Del poder del escorpión que fueron las catapultas
romanas que al estirar la piedra se parecían a la figura de
un escorpión listo para atormentar o hacer daño. Estos de
las langostas y el escorpión son figuras de dicción porque
tiene la noción de hacer que conceptos abstractos se
expresen de manera concreto y facilite al lector del Asia
menor su comprensión. Los lectores de las 7 iglesias del
Asia sabían de que les estaba hablando Juan, porque

405
conocían las armaduras romanas como las catapultas o
escorpiones de matanza.

El V:5 dice que las langostas escorpión (ejércitos romanos


con catapultas) les fue dado el poder por el Apolión o
comandante de atormentar a los habitantes de las
ciudades de Israel en Judea por 5 meses con tormento de
escorpión. ¿Cómo sabemos que esas langostas eran
ejércitos? En primer lugar, en el V:11 leemos que tiene a
un hombre por rey y un rey en el primer siglo era el
comandante en jefe de las legiones romanas. En segundo
lugar, en el V:7-10 el aspecto de las langostas era
semejante a caballos preparados para la guerra, con
coronas de oro (símbolo de victoria) y con caras humanas,
con cabello de mujer y con dientes de leones, con corazas
de hierro, y ruido de alas como estruendo de muchos
carros de caballos corriendo a la batalla y con colas de
aguijones para dañar a los hombres durante cinco meses,
¿A quiénes? A los que no tuvieron el sello de Dios en sus
frentes y esos fueron los israelitas incrédulos no
seguidores del Cordero.

¿A qué palabras del Señor Jesús hace alusión Apocalipsis


9:5? A Mateo 12:43-45 donde el Señor Jesús compara a la
nación de Israel o a la generación de aquel entonces, con
un endemoniado del que había sido expulsado un espíritu
inmundo. La primera vez que el “espíritu inmundo” de
Israel fue expulsado ocurrió en la predicación del segundo
Elías llamado Juan el Bautista, donde su predicación había
producía en Israel una reforma moral temporal en la
nación. Pero ¿Qué sucedió después de Juan? Israel volvió
a su reiterada incredulidad y regresó en una forma siete
veces peor, por eso vino la sentencia del Señor Jesús al

406
Israel endemoniado “y el postrer estado de aquel hombre
viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a
esta mala generación”. El “así acontecerá” profetizado
por Jesús era para la nación de Israel del primer siglo
antes del año 70 d.C. Nación que había rechazado y
crucificado a su rey, y debía ser entregada en su última
etapa de rebeldía y obstinación al dominio de las
langostas escorpión de Apocalipsis 9:5 que fueron las
legiones romanas que les dieron tormento durante cinco
meses en toda la invasión que vieron subir en todas las
ciudades de Israel en Judea. Entonces, el demonio del
Israel exorcizado por la predicación de Juan el Bautista
que vino a producir su primera liberación, habría de
regresar finalmente reforzado por una legión al seguir en
su malvada obstinación contra el Señor Jesús su Mesías.

6
Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte,
pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte
huirá de ellos

Durante esos cinco meses de tormento por invasión a las


ciudades de Israel, este Israel tuvo la oportunidad de
arrepentirse y ser salvos mediante la fe en su Rey Jesús,
porque Apocalipsis 9:6 dice que buscarían la muerte, pero
no la encontrarían; y ansiarían morir, pero la muerte
huiría de ellos. EL asedio colocado por los romanos era el
aguijón de la muerte. Un aguijón de cinco meses
atormentando a los habitantes del territorio de Judea.
¿Por qué aquellos judíos anhelaban morir? Porque
pensaban que de esa manera se les acabarían los
sufrimientos que estaban experimentando, pero el
anhelo de ellos cada día se apartaba, pues, el propósito

407
del aguijón no era matarlos sino atormentarlos por cinco
meses como ocurrió en el sitio a Judea.

La quinta trompeta el primer !Ay!

7El aspecto de las langostas era semejante a caballos


preparados para la guerra; en las cabezas tenían como
coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;
8tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran
como de leones;
9tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus
alas era como el estruendo de muchos carros de caballos
corriendo a la batalla;
10tenían colas como de escorpiones, y también
aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los
hombres durante cinco meses
11Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión

Juan usa seis veces el término como (hós) y tres veces


semejante (homois) porque son símiles o figuras de
dicción para describir la visión que tuvo delante de sus
ojos. Juan comparó el primer como langostas a un
ejército montado y preparado para iniciar la guerra judía
(año 66 d.C.). Sus cabezas como coronas (stéphanoi) de
oro fueron el símbolo de victoria de las legiones romanas.
Sus rostros como los de seres humanos fueron un
símbolo de terror. Sus cabellos como de mujer fueron un
símbolo de yelmos bien equipados para la guerra. Sus
dientes como los de un león fueron un símbolo de
devorar a sus enemigos en su primera incursión. Sus

408
corazas eran como de hierro fueron un símbolo de
protección física. El ruido de sus alas como estruendo de
muchos carros de caballos fue un símbolo de la más alta
velocidad aplicada en busca de su enemigo o de su
víctima. Sus colas como escorpiones fueron un símbolo
de sus catapultas que al lanzarlas eran capaz de matar de
30-50 personas de un sólo tiro. Sus aguijones fueron un
símbolo de sus lanzas y flechas. En fin, aquí tenemos la
más clara ferocidad de un ejército infernal comandado
por Abadón o Apolión que fueron nombres descriptivos
de destrucción mortal. Los habitantes de Judea vieron a
estas langostas romanas, conocieron el Abadón o el Seol
o Hades, es decir, la tierra de la muerte, oscuridad y
silencio. El Abadón se usó en el Antiguo Testamento para
describir el reino de los muertos, "el lugar de destrucción"
(Job 26:6)(28:22)(31:12)(Salmo 88:11)(Proverbios
15:11)(27:20). Los judíos conocieron el Abadón romano.

12El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes


después de esto

Este !Ay! Es el juicio de los acontecimientos de la quinta


trompeta; pero al mismo tiempo está señalando el
comienzo de las aflicciones para los judíos incrédulos
relacionados con la sexta trompeta. Estos juicios están
creciendo en su intensidad y culminan con el anuncio de
la segunda venida de Cristo en gloria que, a su vez, viene
acompañada de los juicios de las copas con lo que se
consuma la ira de Dios en el primer siglo. La severidad del
primer ay es una clara advertencia a los moradores del
territorio de Judea tocantes a la rigurosidad de los dos
que restantes. Los judíos estuvieron despreocupados e
indiferentes respecto a los efectos de dichos juicios tal

409
como lo profetizó el Señor Jesús en Mateo 24:37-39 “Mas
como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre. Porque como en los días antes del diluvio
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en
casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no
entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a
todos, así será también la venida del Hijo del Hombre “.

La sexta trompeta, el segundo ¡Ay!

13El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre


los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante
de Dios,
14diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata
a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Éufrates.
15Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban
preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a
la tercera parte de los hombres.
16Y el número de los ejércitos de los jinetes era
doscientos millones. Yo oí su número

El toque de la trompeta por el sexto ángel precede a una


solitaria voz que se escucha entre los cuatro cuernos del
altar de oro (toú thysiasteiriou toú chrysoú) es el mismo
altar de Apocalipsis 8:3. Los cuernos del altar son
símbolos del poder de Dios y esta es la última vez que se
menciona este altar en el libro de Apocalipsis. La mayoría
de los juicios en Apocalipsis son efectuados por medio de
ángeles o mensajes.

Los 4 cuatro cuernos (protuberancias semejantes a


cuernos en cada una de las esquinas del altar) del altar de

410
oro simbolizan el poder activo de Dios. De entre estos 4
cuernos salió una orden para destruir a la tercera parte
de los hombres que poblaban el territorio de Judea en el
primer siglo, porque el escenario de Apocalipsis es la
tierra de Israel.

El altar de oro que fuera un lugar de reconciliación ahora


se convierte en una orden de juicio contra la tercer parte
de los hombres de la tierra de Judea. La orden le dice al
sexto ángel que desatase a los 4 ángeles que están atados
o acampados junto al río Éufrates. Este río era la línea
divisora entre la nación de Israel y sus enemigos los
Asirios y Babilonios. El Éufrates fue la frontera oriental del
imperio romano. Los cuatro ángeles cubren cada
dirección de la brújula; la idea es que son soltados para
afectar a toda el territorio de Judea. El río Éufrates
formaba la frontera entre Israel y las temibles fuerzas
paganas que Dios usaba como azote contra su pueblo
rebelde. "Era la frontera norte de Palestina [Génesis
15:18)(Deuteronomio 11:24)(Josué 1:4], a través de la
cual los invasores asirios, babilonios, y persas habían
venido a imponer su soberanía pagana sobre el pueblo de
Dios.

Los 4 ángeles fueron 4 ejecutores o 4 comandantes que


estuvieron en la posición oriental a la tierra de Israel en
Judea y reunieron a 200 millones de jinetes a fin de
destruir a la tercera parte de la nación de Israel en el
primer siglo. Estos 4 comandos estaban atados o
acampados junto al rio Éufrates esperando órdenes de
Cesar Nerón emperador del imperio romano. Este
poderoso ejército vino del Éufrates a la tierra de Judea
creando la más temible invasión militar, Apocalipsis 16:12

411
dice que el Éufrates se secó para que el camino estuviese
preparado para que los 4 ángeles o comandos aliados del
oriente subieran del Éufrates para la guerra judía que
comenzó en el año 66 d.C. Y se unieron a la dirección del
general Tito hijo de Vespasiano para capturar a la
Jerusalén del año 70 d.C.

Entonces, fueron desatados los cuatro ángeles que


estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de
matar a la tercera parte de los hombres - El tiempo
preciso de su liberación indica que están bajo el control
divino de Dios. Su propósito es matar un tercio de la
humanidad judía, ni más ni menos. Este es un número
limitado porque es una advertencia para la humanidad de
Judea.

Ahora, la expresión el número de los ejércitos de los


jinetes era doscientos millones es un término que
significó simplemente muchos miles, o indicó una vasta
hueste de soldados romanos. El rey más rico de la zona
del oriente junto al río Éufrates fue Antíoco de
Comágenes, quién envió a la guerra judía un poderoso
contingente de los jinetes más veloces. Sohemus otro rey
del oriente junto al Éufrates también envió otro
contingente de jinetes para unirse al ejército romano de
Tito. Las tropas de éstos reyes del oriente o de éstos
ángeles como los jinetes de los partos eran guerreros de
caballería, jinetes feroces y bárbaros. Apocalipsis 9:15
dice que éstos 4 ángeles o legiones estuvieron
preparados para cumplir la orden que salió del altar de
oro, pues, estaban cumpliendo propósitos de Dios. En
Lucas 21:35 el Señor Jesús advirtió que un lazo vendría
sobre todos los que habitan la tierra (territorio de Judea).

412
En Lucas 19:43 dijo que vendrían días que Jerusalén sería
rodeada de sus enemigos con vallado y la sitiarían y
estrecharían por todas partes. En Lucas 21:23,24 dijo que
habría gran calamidad en la tierra (territorio de Judea) y
caerían a filo de espada y Jerusalén sería hollada por los
gentiles, y en Mateo 24:21 el Señor Jesús predice que
habría gran tribulación, cuál no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora ni la habrá, ¿Quiénes
sitiaría a Jerusalén? ¿Quiénes pondrían el vallado?
¿Quiénes aplicarían a la ciudad la gran calamidad?
¿Quiénes hollarían a Jerusalén y matarían a filo de espada
a sus habitantes en la guerra judía? Los 4 ángeles del
Éufrates, esas hordas infernales aliadas al imperio
romano que subieron del Éufrates para matar a la tercera
parte de los pobladores de la tierra de Judea que fueron
los judíos no seguidores del Cordero en el primer siglo.

17Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales


tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre
18Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de
los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían
de su boca.
19Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en
sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes,
tenían cabezas, y con ellas dañaban

Aquí Juan expresa la realidad de lo que vio (eidón) sino


que también describió la manera cómo lo contempló. Las
langostas fueron caballos con jinetes sobre ellos cuyo
carácter por medio de la dicción “corazas de fuego” es
feroz infernal. Una coraza de fuego en la cultura romana
era una manifestación de terror, ferocidad y capacidad
para destruir. El fuego y el azufre pertenecen a una acción

413
infernal (Apocalipsis 19:20)(21:8), y esta dicción es una
clara revelación un innumerable ejército avanzando sobre
el territorio de Judea cuyo objetivo era la ciudad de
Jerusalén desde el río Éufrates. Los horrores descritos en
Deuteronomio 28 habrían de ser visitados sobre esa
generación del año 30 al 70 d.C. Perversa, especialmente
los versículos 49-68). Moisés había declarado:
Enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos
(Deuteronomio 28:34). Como en realidad sucedió en la
historia, la rebelión judía en reacción a la "plaga de
langostas" de Gessio Floro durante el verano del año 66
provocó la invasión de Palestina por Cestio Galo en el
otoño, con gran número de tropas a caballo procedentes
de las regiones cercanas al Éufrates. Después de devastar
el país, sus fuerzas llegaron a las puertas de Jerusalén en
el mes de Tisri - el mes que comienza con el Día de las
Trompetas. El ejército rodeó la ciudad: "Por cinco días, los
romanos hostigaron a los judíos con sus ataques por
todos lados, pero no lograron ningún progreso; en el
sexto día, Cestio dirigió una gran fuerza de hombres
escogidos, junto con los arqueros, para asaltar el lado
norte del templo. Desde el techo del pórtico, los judíos
resistieron el ataque, y repetidamente repelieron a los
que habían alcanzado el muro, pero, finalmente,
abrumados por una lluvia de flechas, los defensores
cedieron. Los romanos de la primera fila afirmaron sus
escudos contra el muro, y sobre ellos apoyaron los suyos
los de la segunda fila, y así sucesivamente, hasta que
formaron una cubierta protectora conocida como 'la
tortuga', contra la cual los proyectiles se estrellaban y
eran desviados sin hacer daño, mientras los soldados
socavaban el muro y se preparaban para poner fuego a la
puerta de monte del templo".

414
Un pánico total se apoderó de los insurgentes, y ahora
muchos comenzaron a huir de la ciudad, creyendo que
ésta caería en cualquier momento. El pueblo en seguida
cobró ánimo nuevamente, y mientras más cedían los
fanáticos, más cerca avanzaban los primeros para abrir las
puertas y recibir a Cestio Galo como benefactor.
Entonces, en el mismo momento en que la victoria
completa estaba a su alcance, Cestio Galo, de pronto e
inexplicablemente, retiró sus fuerzas. Animados, los
judíos persiguieron a los soldados en retirada y los
atacaron, infligiéndoles fuertes bajas. El fracaso de Cestio
Galo transformó la revuelta contra Roma en una
verdadera guerra. Naturalmente, un éxito tan inesperado
y sensacional había fortalecido las manos del partido de
la guerra. La mayoría de los oponentes a la revuelta se
encontraron en minoría y se inclinaron a aliarse con los
fanáticos ganadores, aunque no creían que la victoria
fuese posible. Sin embargo, aunque no lo proclamaron
abiertamente, creyeron más aconsejable dar la impresión
de aprobación por temor a perder el control sobre el
pueblo en general. Así, los círculos de los sumos
sacerdotes y los moderados, aunque aparentaban ser
leales al lado de la paz, decidieron asumir la dirección de
la guerra que ahora se consideraba inevitable... El respiro
conseguido por los judíos después de la retirada de Cestio
Galo de Siria fue aprovechada para organizar una fuerza
de defensa nacional.

20Y los otros hombres que no fueron muertos con estas


plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus
manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las

415
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de
madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
21y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus
hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos

Y, sin embargo, el resto de los judíos, que no fueron


muertos por estas plagas, no se arrepintieron... ni dejaron
de adorar a los demonios y a los ídolos. Tan
completamente se habían entregado los judíos a la
apostasía que ni la bondad ni la ira de Dios pudo volverlos
de su error. En lugar de eso, como informa Josefo, hasta
el mismo fin - después de la hambruna, los asesinatos en
masa, el canibalismo, la crucifixión de sus coterráneos a
razón de 500 por día - los judíos continuaron acatando las
insensatas divagaciones de los falsos profetas que les
aseguraban la liberación y la victoria: "Así fue el pueblo
miserable seducido por estos charlatanes y falsos
mensajeros de Dios, mientras hacían caso omiso y no
creían a los inconfundibles presagios que prefiguraban la
venidera desolación; pero, aunque estaban atónitos,
ciegos, e insensatos, no acataron las claras
amonestaciones de Dios".

Apocalipsis 9:20 nos muestra que éstos judíos no sellados


de Dios fueron muertos por la invasión que vino desde el
Éufrates para destruir a los judíos (recuerde que estamos
dentro del escenario de la guerra judía del 66) con fuego,
con humo y con azufre, que son el efecto final de plagas
de muerte. La tercera parte de los hombres de Israel
murieron en esta invasión en la segunda mitad de la gran
tribulación que terminó en el año 70 d.C. Todo hombre
judío, mujer judía, niño judío murió en la invasión sin la

416
más mínima misericordia de parte de los ejércitos de los 4
ángeles del Éufrates.

El Señor Jesús ya había profetizado en Lucas 21:24 que los


que no caerían a filo de espada durante la gran
tribulación de aquellos días, serían llevados cautivos a
todas las naciones bajo el dominio del imperio romano y
los reyes del oriente del Éufrates. Juan escribió en
Apocalipsis 9:20 que los “otros” hombres que no fueron
muertos en la invasión, aun así (siendo llevados cautivos)
no se arrepintieron de sus malas obras (idolatrías). Estos
“otros” fueron aquellos judíos que ya antes del año 70
practicaban cultos paganos a dioses del los reyes y en los
días del rey Herodes el Grande. Los judíos cautivos a
pesar de ver la matanza de sus compatriotas caídos, no
mostraron la más leve indicación de arrepentimiento,
siguieron en su paganismo que ya no era judaísmo y Dios
los entregó a esa invasión fatal. El objetivo de la invasión
por los 4 ángeles del Éufrates fue la de destruir a la
tercera parte de los hombres de Judea (Apocalipsis 9:15),
pero también era destruir a Jerusalén (Lucas 21:20), y no
dejarle piedra sobre piedra al templo judío (la gloria
nacional de los judíos en el primer siglo) (Mateo 23:36).
En Apocalipsis 11:1,2 leemos que a Juan se le mandó
“medir con vara” (símbolo no de construcción sino de
destrucción) el templo, el altar, y a los servidores del
altar. Estas tres cosas fueron medidas para ser holladas.
Pero Dios le dijo a Juan que no midiera el patio del
templo, ¿Por qué? Porque el patio ya estaba hollado,
medido, capturado por los gentiles. Juan hace la profecía
en el V:2 donde dice “Y ellos hollaran la santa ciudad 42
meses”. Esto fue lo que dijo el Señor Jesús en Lucas 21:24
“Y Jerusalén será hollada por los gentiles hasta que los

417
tiempos de los gentiles se cumplan” ¿Cuáles? Los 42
meses de invasión a Jerusalén. La historia registra que
Jerusalén estuvo en gran tribulación bajo el dominio de
los gentiles romanos 42 meses, 1.260 días o 3 años y
medio.

Entonces, concluimos que el libro de Apocalipsis trató con


la historia contemporánea a Juan no a nosotros. Trató
con ese pueblo judío, con su templo, con su religión, con
su ciudad. Cosas que existieron en los días de Juan, en los
días del Apocalipsis, ¿Qué existía? El pueblo judío, el
sacerdocio levítico, el templo, el altar, el judaísmo y
Jerusalén. La visión de Juan habló de la santa ciudad y su
templo. La ciudad era literal, existía en los días de Juan,
estaba en pie junto con su templo en funciones ritualistas
por el pecado. Ambos estaban en pie cuando Juan
escribió el libro del Apocalipsis que tuvo que ser escrito
antes del año 70 d.C. Para que tuviera lógica, razón y
comprensión a los lectores de las 7 iglesias a quiénes se
les escribió.

La invasión de los 4 ángeles del Éufrates ya sucedió, ya se


aplicó a la Jerusalén del año 70 d.C. La visión de medir
que tenemos ante nuestros ojos en Apocalipsis 11 predijo
la destrucción de la santa ciudad y se cumplió
literalmente y la historia y el historiador Flavio Josefo lo
confirmó, pues, el templo, el pueblo y Jerusalén cayeron
en el 70 en manos de las legiones romanas al comando de
Tito, jefe máximo de los 4 ángeles o reyes del oriente
junto al río Éufrates.

418
APOCALIPSIS 10:1-11

El ángel con el librito

1
Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en
una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era
como el sol, y sus pies como columnas de fuego

Juan contempló en visión al ángel en el acto de descender


del cielo (ek toú ouranoú) eso significa que el escenario
en esta visión cambia del cielo a la tierra. Hay ahora un
interludio entre la sexta y séptima trompeta, como hubo
entre el quinto y el sexto sello. Este cambio revela que no
venimos en un orden cronológico, porque entran en
acción el ministerio de los dos testigos, descritos por el
ángel fuerte, donde predican durante toda era de la gran
tribulación (Apocalipsis 11:13). La séptima trompeta
anunció la séptima copa de juicio que indicó el fin de la
historia de Israel en el primer siglo. Hay ahora una visión
del ángel fuerte con el librito, seguido por los dos
testigos. La visión del ángel fuerte con el librito está
tomada de Ezequiel, capítulos 1 al 3, que describe el
llamado de Ezequiel como profeta para Israel. Se le dio un
rollo para comer que tenía un sabor dulce como la miel,
que era la palabra de Dios. El gran rollo contiene los
propósitos redentores de Dios y debía hacerse efectivo
por Cristo; el pequeño rollo contiene el mismo propósito
pero debe hacerse efectivo mediante el testimonio de
mártir de la iglesia. Sin embargo, yo veo que el pequeño
rollo (o librito) es el resto de la profecía de Apocalipsis
que le fue revelado a Juan por el ángel. La próxima
sección después de ésta es acerca de los dos testigos, es
decir el testimonio de la ley y de los profetas.

419
Ahora, el ángel se ve envuelto en una nube
(peribleiménon nephélein) es decir, vestido de un nube
como si fuera el vallado de una ciudad. En Apocalipsis
10:1 el ángel se ve rodeado por una nube, señalando la
dignidad de su misión y es un símbolo usual de la
presencia de Dios en juicio. Las apariciones de ángeles
tanto en el antiguo como en el nuevo testamento
rodeados con una nube (nephélei) son connotaciones
escatológicas. Entonces, el ángel fuerte envuelto en una
nube es la clara indicación de un juicio próximo. Pero
también se le ve con el arco iris sobre su cabeza (kaí hei
iris epi tein kephalein autoú) y esto indica que está muy
cerca de Dios como recordando la promesa de
misericordia con la tierra (Génesis 9:8-17). Y su rostro era
como el sol (kai to prósopon autoú hós ho gíeilios) y esto
es una clara descripción de la gloria de Dios que
resplandece en juicio. Y sus pies como columnas de fuego
(kai hoy pódes autoú hós styloi pyrós) que es un símbolo
de poder y fuerza. Colocar el pie sobre alguien significa
haberle conquistado, tal como en el antiguo tiempo Josué
ordenó a sus príncipes que hicieran con los reyes
conquistados de los amorreos. Estaba profetizado en
Zacarías 14:4 que al regreso el Señor colocaría como
símbolo de victoria sus pies sobre todos sus enemigos.

2Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie


derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra
3
y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces

El vocablo librito (biblarídion) es el diminutivo de biblion y


se refiere a un rollo de tamaño pequeño que no es el
mismo rollo de Apocalipsis 5:1 porque éste está sobre la

420
diestra del que está sentado en el trono; mientras que el
rollo pequeño aquí está en la mano del ángel fuerte. Sólo
un movimiento denominado “creciendo en gracia” dice
que ese librito era el evangelio de la incircuncisión o las
14 epístolas de Pablo, esto es falso, porque éste librito
está abierto en la mano del ángel fuerte y su contenido
no es de gracia sino de juicio porque la evidencia declara
los acontecimientos de juicio de Apocalipsis 11:1-13. El
contenido del librito abierto (eineóigménon) representa
en esta visión la autorización escrita dada al ángel para
ejecutar su misión al territorio de Judea. Ese contenido es
el anuncio de la consumación del misterio de Dios
(Apocalipsis 10:7). El pequeño rollo abierto significa los
consejos de Dios revelados para juicio, por eso, es que fue
amargo en el vientre de Juan.

La postura del ángel fuerte con el pie izquierdo sobre la


tierra y el pie derecho sobre el mar sugiere que ocupa
una posición de dominio, soberanía y control sobre la
totalidad del territorio de Judea o la tierra que ahí se
menciona. Recordemos que al concluir los juicios
relacionados con la sexta trompeta, los sobrevivientes
judíos continúan desafiando a Dios. Esa parada del ángel
fuerte sobre sus dos pies sobre el territorio de Judea es
un claro portador de un mensaje universal para toda la
nación del Israel del primer siglo. Dicho mensaje de juicio
tiene que ver con el hecho de que Dios está a punto de
realizar la consumación de su plan con Israel.

Una vez parado sobre el mar (multitud de judíos) y sobre


la tierra (el territorio de Judea) el ángel fuerte clama a
gran voz como ruge un león (kai ékroxen phónei megálei
hósper león mykátai) indicando que la paciencia de Dios

421
para Israel ha llegado a su límite y que el misterio de Dios
está a punto de consumarse. Al terminar el rugido, siete
truenos emitieron sus voces y es ahí donde Juan se
dispone a escribir lo que ha oído, pero se le ordena en el
(10:4) que no lo haga.

4
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces,
yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía:
Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las
escribas
¿Qué pasó cuando los siete truenos dieron sus voces?
Que se le dijo a Juan que sellara los mensajes que los
siete truenos habían dicho, y no los escribiera. Esto es
muy similar a lo del aquel ángel que también le dijo al
profeta Daniel que algunas cosas que había visto no se les
debía revelar todavía a nadie (Daniel 12:9), y Jesús le dijo
a sus discípulos que el tiempo del fin solamente lo
conocía Dios (Marcos 13:32, 33). Esto es un claro
contraste con el resto del libro de Apocalipsis que es un
quitar el velo para que se conozca el plan eterno de Dios
para el nuevo Israel y aun para sus enemigos, donde se
dijo: "No selles las palabras de la profecía de este libro,
porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis 22:10). Uno
quisiera saber: ¿Qué dijeron los siete truenos? Pero el
mensaje estuvo destinado sólo para los oídos de Juan y
no para la iglesia en general. Eso quedó sellado. Dios
debido a su libre soberanía no quiso revelarnos lo que
Juan oyó de los siete truenos y así lo dejamos en pausa,
pues, El sabe por qué.

5
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra,
levantó su mano al cielo

422
La escena del ángel fuerte es de uno envuelto en una
nube; con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro como el
sol, sus pies como columnas de fuego, con un librito
abierto en su mano, con el pie izquierdo sobre el
territorio de Judea y el pie derecho sobre el mar
(muchedumbres), y ahora, Juan lo ve levantando su mano
al cielo, posiblemente fue su mano derecha por la
relación que tiene con Daniel 12:7 donde el gesto del
ángel fuerte de alzar su mano (derecha) hacia el cielo
transmite el propósito de hacer una expresión
juramentada, seria y solemne.

6
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que
creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las
cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en
él, que el tiempo no sería más

El significado del juramento es la garantía del ángel de


que lo que se promete tendrá su más seguro
cumplimiento. Es un juramento por el que vive
eternamente, quién es Dios el creador del cielo y de la
tierra y del mar que las cosas que en ambas esferas están
en ellas, que el tiempo no sería más (hóti chrónos aukéi)
es decir, que no habrá más dilación, ¿Qué significado iba
a tener este juramento? Qué después del juicio que se dio
en el año 70 d.C. Entonces, el tiempo ya estaba por
cumplirse; y la ejecución de la venganza final no debería
posponerse más. El Ángel-Testigo jura que ya no habría
más demora, sino que en los días de la voz del séptimo
ángel, cuando él comience a tocar su trompeta, se
consumaría el misterio de Dios. La palabra misterio no
significa algo "misterioso" en nuestro sentido moderno,

423
sino más bien "algo que antes estaba oculto pero que
ahora ha sido revelado".

¿Qué pasó cuando sonó en Judea la última trompeta?


Que Cristo vino de nuevo (Mateo 24:31)(1 Corintios
15:52)(1 Tesalonicenses 4:16). El misterio de Dios es
Cristo (Colosenses 2:2). Este misterio se cumplió cuando
Cristo regresó y estableció su reino y su reinado, donde el
séptimo ángel tocó su trompeta y esto coincidió con el
juicio que se desató sobre el territorio de Judea). Dios les
dice a Sus profetas Sus planes antes que sucedan (Amós
3:7). Cuando fue revelado por completo el plan de Dios
para la historia humana, se cumplieron todas las
profecías. Llegó el final de los tiempos proféticos
(Apocalipsis 11:15)(Efesios 1:9,10).

La trompeta de la consumación
7
sino que en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de
Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los
profetas

La séptima trompeta anunció el fin de la historia en el


tratamiento de Dios con la nación de Israel en el primer
siglo. ¿Por qué la séptima trompeta es la trompeta de la
consumación del misterio de Dios? Porque en Apocalipsis
11:15,18 los reinos de este mundo pasaron a ser de Cristo
reinando por los siglos de los siglos, el texto dice “El
séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en
el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a
ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los
siglos de los siglos...porque has tomado tu gran poder, y
has reinado”. ¿Qué pasó cuando sonó la séptima

424
trompeta? Que Cristo vino por segunda vez, leemos en
Mateo 24:31 dice “Y enviará sus ángeles con gran voz de
trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
Leemos en 1 Corintios 15:52 “en un momento, en un abrir
y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la
trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles,
y nosotros seremos transformados “. Leemos en 1
Tesalonicenses 4:16 “Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero “. Entonces, el sonar de la séptima trompeta tuvo
dos propósitos: (1) juntar a sus escogidos de un extremo
de Judea al otro extremo, (2) la trompeta los juntó por
medio de la resurrección y la transformación, donde se
dio inicio al reinado de Cristo por los siglos de los siglos.
Juan dijo que en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de
Dios se consumará, ¿Cuál es el misterio de Dios? Un
misterio es "algo que antes estaba oculto pero que ahora
ha sido revelado". El misterio de Dios fue la
universalización del reino de Dios, donde Cristo tomó el
poder y el reinado. En la voz del séptimo ángel, Dios
absorbió a todos los reinos del mundo en el reino
universal de Dios. En el contexto de Lucas 21 después que
el Señor Jesús le dijo a sus discípulos que cuando vieran a
Jerusalén rodeada de ejércitos para su destrucción; que
vendría sobre ella los días de la retribución; que habría
gran calamidad en la tierra de Judea; que la ira vendría
sobre la nación de Israel; que ese pueblo caería a filo de
espada y que Jerusalén serían hollada por los gentiles, les
dice en el V:31 que cuando vieran sucediendo todas esas
cosas, que supieran que el reino de Dios estaba cerca.

425
Entonces, la trompeta de la consumación fue tocada para
Jerusalén, donde todo sería consumado, el V:22 dice
“...para que se cumplan todas las cosas que están
escritas”.

La trompeta de la consumación fue para juicio y a su vez


para darle apertura al reino universal de Dios, donde
Cristo tomó el gran poder y comenzó a reinar. Esto mismo
es lo que el apóstol Pablo le dijo a los santos en Corinto
en 1 Corintios 15:24-28 que el fin vendría, cuando Cristo
le entregara el reino a Dios, habiendo suprimido todo
dominio y el postrer enemigo de él que es la muerte fuera
destruido, pues, era necesario que él reinara hasta que
hubiera puesto a todos sus enemigos bajo sus pies, para
que Dios fuera todo y en todos. Esto sucedió en el juicio
sobre Jerusalén en el año 70 d.C. Donde al sonar de la
trompeta de la consumación, los muertos a partir de la
resurrección que murieron en Cristo, fueron despertados
del Hades y revestidos de aquella habitación celestial y
los vivos hasta ese entonces, fueron transformados en
espíritus incorruptibles en un reino que no tiene fin. A
partir del año 70 ya no se duerme más; espíritus no van al
Hades a dormir ni a esperar. La mayoría de los futuristas
creen que los creyentes van al Hades donde están en un
tipo de estupor o un sueño muy largo esperando que
Cristo en su segunda venida venga para salvarlos
(Hebreos 9:28). Ellos no han entendido que Apocalipsis
10:7 dice que cuando suene la trompeta, el misterio de
Dios se consumará. Ellos no tienen consumadas las
profecías de Jesús y los apóstoles tocantes a la venida del
Señor. Si los creyentes todavía están esperando a Cristo
en una "sala de espera" en la tierra o en el aire, entonces,
ningún muerto en Cristo desde el primer siglo está

426
reinando, porque está dormido en una tumba, allí tiene
cuerpo, alma y espíritu encerrado. Nada entonces de él se
encuentra en Dios sino en un Hades subterráneo. !En
ninguna manera es así! Porque Hebreos 9:28 ya fue
cumplido en el año 70 d.C. El Señor vino en juicio para
Judea y Jerusalén y vino en un momento, en un abrir y
cerrar de ojos y levantó a todos los santos que murieron a
partir del año 33 ½ la resurrección hasta el año 70 d.C.
¿Dónde están esos amados? Pablo lo dijo en 1 Corintios
15:37 que al sembrar el cuerpo sale el grano desnudo (su
espíritu). Entonces, el “grano desnudo” no se quedó en el
Hades, se fue a revestir de aquella habitación celestial, se
fue a cuerpo celestial, se fue a incorruptible, se fue a
inmortal. Se fue transformado. Todos los futuristas están
errados. El misterio de Dios ya fue consumado. Si no fuera
así, no habría reino ni reinado; no habría nadie revestido
de celestial; no habría dominio de Cristo ni poder.

¿Cuál era el misterio a consumarse? Era el de 1 Corintios


15:51 “He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos
serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados “. Pablo en el año 57 d.C. Dijo el misterio,
pero Juan escribió que el misterio se consumó en los días
de la voz del séptimo ángel (Apocalipsis 10:7). La
trompeta de la consumación ya se cumplió en el año 70
d.C. Entonces, a partir del 70 e postrer enemigo de Cristo
que era la muerte fue vencido en los días de la voz del
séptimo ángel, es decir, cuando Dios levantó a los que
murieron en Cristo y transformados todos se fueron a

427
revestirse de aquella habitación celestial donde
actualmente se encuentran en vida.

Nosotros al morir, al sembrar este cuerpo, ya somos uno


con Dios en su mismo Espíritu. El nos convierte en su
Espíritu. En la muerte ya no vamos a Dios, aun en vida
somos uno con Dios a eternidad. Pero para ponértelo en
un lenguaje de niños, en la hora de la muerte, el cuerpo
se va a su lugar de origen (La tierra) y el espíritu se eleva a
su lugar de origen (Dios). El cuerpo con el espíritu no se
van al hades a dormir mientras esperan que venga
alguien, en ninguna manera. Ya ese alguien vino y el
misterio se consumó. Ya nadie duerme, todos en Cristo
son vivificados, son encerrados en su misma vida,
nombre, naturaleza y eternidad. Daniel ya había
profetizado el misterio de Dios consumarse, porque en
Daniel 7:13-18 dice que cuando el Hijo del Hombre vino
con las nubes del cielo, el anciano de días le dio el
dominio, la gloria y el reino, y después los santos del
Altísimo recibieron el reino y los poseyeron hasta el siglo,
eternamente y para siempre. Esta profecía de Daniel se
cumplió en el año 70 d.C. Ya el Hijo del Hombre vino con
las nubes del cielo. Ya el misterio fue consumado. Ya los
santos tienen el reino a eternidad. Ya Cristo le puso fin a
su postrer enemigo la muerte. Ya Dios es todo y en todos.
Dios le dijo a Daniel en Daniel 12:4 que cerrara las
palabras de este libro y las sellara, hasta el tiempo del fin.
En el V:6 se oyó ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?.
En el V:7 se dijo que sería por tiempo (1 año), tiempos (2
años) y la mitad de un tiempo (6 meses) cuando se acabe
la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas
cosas serán cumplidas. ¿Qué dijo Jesús en Lucas 21:20-24
que Jerusalén sería hollada por los gentiles y su pueblo

428
caería a filo de espada en esa gran calamidad. La gran
calamidad es la misma gran tribulación que duró un
tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, es decir, tres
años y medio, 42 meses o 1.260 días de angustia para
Jacob (Israel) que comenzó en el año 67 y terminó en el
año 70 d.C. Con la caída del templo y de Jerusalén. Los
que sobrevivieron a la gran matanza, fueron llevados
dispersos y cautivos a todas las naciones bajo el dominio
del imperio romano y ahí se acabó como dijo Daniel 12:7
la dispersión del poder del pueblo santo, donde con todo
esto se estaba dando pleno cumplimiento. Entonces, los
días de la voz del séptimo ángel o la trompeta de la
consumación del misterio de Dios ya fue cumplida en el
juicio del año 70 y en la gloria del año 70. Juicio para el
Israel según la carne por su incredulidad al Mesías y gloria
para el Israel según el espíritu por su fe en el Mesías en la
época del primer siglo.

A partir del año 70 d.C. Sólo hay palabra de


cumplimientos. No hay palabra de esperas. No hay fe en
espera sino fe consumada porque el misterio de Dios ya
se consumó. A partir del 70 tenemos un reino que no
tiene fin. Un reino que no es de este mundo. Un reino a
eternidad. Un reino que no está viniendo con señales de
mírenlo en África u obsérvenlo en Norte América. La
naturaleza del reino de Dios está cumplida porque es un
reino en el espíritu, es espiritual y no físico ni material.
Estaba profetizado por el mismo Jesús en Mateo 25:31
que cuando viniera el Hijo del Hombre en su gloria, y
todos los santos ángeles con él, entonces se sentaría en
Su trono de gloria. La posición de “sentado” indica que él
ya puso a todos sus enemigos debajo el estrado de sus
pies para ser ahora el Dios que es todo y en todos.

429
Después del año 70 d.C. Comenzó el reinado del Dios en
todos. Se dio inicio al reino del amor incondicional.

8La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo:
Ve y toma el librito que está abierto en la mano del
ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra

Las instrucciones de tomar y comer el libro sostenido por


el ángel están basadas en un incidente similar en la vida
de Ezequiel, a quien se le ordenó comer un rollo que
simbolizaba la denuncia profética sobre la "rebelde casa"
de Israel (Ezequiel 2:8-10)(3:1-3). El gusto fue dulce en su
boca, pero su contenido trajo (juicio venidero) o
destrucción, muy parecido al rollo que se le dijo a Juan
que comiera. La misma voz que le ordenó a Juan que no
escribierá los mensajes de los siete truenos, ahora, le dice
que vaya a la mano del ángel fuerte y tome el librito
abierto. ¿Por qué se le ordena tomar el librito? Porque el
librito está abierto - no está sellado - y está así para ser
leído.

9Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me


dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en
tu boca será dulce como la miel

El ángel respondió con prontitud a Juan: Toma el rollo con


el fin de que lo comas o digiérelo completamente. Es ahí
donde ese hecho hace responsable a Juan de la completa
asimilación del contenido del rollo. El efecto del
contenido del rollo es doble. En primer lugar produciría
un sabor amargo (porque es anuncio de juicio inminente
al territorio de Judea a causa de su rebeldía y
desobediencia al pacto) en el vientre de Juan. Ese pueblo

430
(Israel) que había rechazado la gracia de Pablo ahora se
presta a recibir el juicio de Dios. Por otro lado, el mensaje
del rollo pequeño, también concierne al hecho de que el
reino del Mesías (rechazado por los judíos) ahora sería
establecido con su manifestación no visible de Cristo a
ellos (Mateo 23:39). En segundo lugar produciría un sabor
dulce debido a la íntima satisfacción al confirmar la
veracidad de los detalles de la consumación del plan
terno de Dios y de las promesas respecto al
establecimiento del reino (Lucas 21:31).

10Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo


comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando
lo hube comido, amargó mi vientre.
11Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez
sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes

Como el más fiel profeta, Juan cumple cabalmente las


instrucciones que ha recibido: Toma el rollo de la mano
del ángel fuerte y lo come en su totalidad (katéphagon).
Al comerlo, su sabor es dulce, pero cuando lo hubo
comido, ¿Qué pasó? Le fue amargo en su vientre, porque
Juan comprende los eventos a aproximarse sobre toda la
nación de Israel a la que amaba, pero que desde el año 30
al año 70 d.C. Cuando vino este juicio no estaba
obedeciendo al pacto de Dios (ley) y que el Israel
sobreviviente permanecería incrédulo a pesar de la
severidad de dichos juicios. La renovada comisión ordena
al apóstol Juan que profetice otra vez (pálin
propheteiteúsai). Esta segunda etapa profética tiene que
ver con lo que viene a `partir de Apocalipsis 11:15 y allí ya
se extiende hasta el final del libro de las consumaciones.
Juan fue llamado a profetizar sobre la victoria de la iglesia

431
y del reino de Dios. Un necesario corolario del triunfo de
los justos es la destrucción de los malvados. El modelo es
que los mismos juicios que liberan a los perseguidos
también destruyen a los enemigos de Dios. "La salvación y
el juicio son dos aspectos del mismo suceso".
El antiguo Israel se había vuelto del verdadero Dios al
culto a los ídolos y demonios; se había convertido en
ramera y en perseguidor de los santos, y tenía que ser
destruido. Y, aunque Juan podía regocijarse por la victoria
de la iglesia sobre sus enemigos, todavía era una dolorosa
experiencia ver la una vez santa ciudad Jerusalén
convertida en escombros, el templo derribado y
convertido en cenizas, y a centenares de miles de sus
familiares y coterráneos muertos de hambre y torturados,
asesinados, o vendidos como esclavos. La amargura que
Juan experimentó no es por la suerte del Imperio
Romano. Se duele por Israel, considerado como el pueblo
del Pacto. Están a punto de ser desheredados y
ejecutados, para no ser restaurados nunca más como la
nación del pacto. El divorcio del antiguo Israel es
necesario en el plan de redención de Dios, y Juan, al
mismo tiempo que le da la bienvenida, lo proclama con
gozo vigoroso. Y, sin embargo, hay una tristeza legítima
por las ovejas perdidas de la casa de Israel. En el libro de
Apocalipsis el mismo y poderoso Imperio Romano que el
instrumento de la voluntad de Dios para destrucciones de
los judíos (Apocalipsis 17:16-17), es eventualmente
aplastado y rechazado cuando su utilidad haya cesado
(Apocalipsis 19:17-21)(Daniel 2:44).

432
APOCALIPSIS 11:1-19

Los dos testigos contra Jerusalén

1
Entonces me fue dada una caña semejante a una vara
de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de
Dios, y el altar, y a los que adoran en él.

El vocablo “entonces” es la conjunción copulativa kai que


significa “y” que hace el nexo entre el capítulo 10 y el
contenido del capítulo 11-1 al 13. El apóstol Juan dice que
se le dio una vara de medir o vara (kálamos) que era una
planta que crecía junto al río Jordán. Esa caña tenía el
aspecto de una vara de medir (hrándoi). Se le dijo que se
levantara a medir el templo de Dios, y el altar y a los que
adoran en el altar (égeire kai métreison tón naón toú
theoú kai tó theysiastéiron kai toús proskynoúntes en
autoi). Estas imágenes de “medir” fueron tomadas de
Ezequiel 40 al 43, donde el angélico sacerdote mide el
templo ideal. El templo, el altar, y los adoradores a
quiénes Dios le mando a Juan que midiera señalan a la
Jerusalén en los días de Juan antes del año 70 d.C.

El simbolismo de “medir” el templo indica “separar lo


santo de lo profano” y señala una realidad histórica. El
templo no es “medido” porque va a ser construido sino
que en su sentido espiritual iba a ser profanado y en su
sentido real iba a ser demolido o destruido. Jesús lo había
profetizado en Lucas 21:20 que cuando vieran a Jerusalén
rodeada de ejércitos supieran que su destrucción había
llegado y en Mateo 23:38 le dijo a los fariseos que su casa
o santuario sería dejado como un desierto, es decir, sin
nadie que lo visitara. Ellos verían según Mateo 24:15 la

433
abominación desoladora del lugar santo. Y en Apocalipsis
10:7 Juan dice que en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de
Dios se consumará. El “misterio de Dios” tiene que ver
con las profecías y tratos tocantes a sus transacciones
gubernamentales con la nación de Israel antes del año 70
d.C.

A Juan en Apocalipsis 11:1 se le dio una “caña semejante


a una vara de medir” es un emblema de castigo y
destrucción. En Lamentaciones 2:7,8 “Jehová determinó
destruir el muro de la hija de Sion; extendió el cordel, y
no retrajo su mano de la destrucción”. En Amós 7:6-9 El
Señor dijo: “He aquí, yo pongo plomada de albañil en
medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares
altos de Isaac serán destruidos”. En 2 Reyes 21:12-13 Dios
dijo: “…Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria
y la plomada de la casa de Acab”. En 2 Samuel 8:2 dice
que David midió con cordel…para hacerlos morir”.

Observa que el “medir” tanto a los que adoran como el


templo y el altar del incienso en Apocalipsis 11 indicaba
una inminente destrucción en sus días de los lugares más
sagrados del judaísmo y de su mismo pueblo. ¿Qué
estaba profetizado en Daniel 9:26? Que un príncipe
vendría para destruir la ciudad y el santuario y cesaría el
sacrificio y la ofrenda. Este templo medido sería el mismo
profanado por el Anticristo que habla Pablo en 2
Tesalonicenses 2. Todo esto, en los días de los apóstoles
del primer siglo, se estaba moviendo al mismo tiempo;
porque el plan de Dios era darle fin al viejo pacto y a la
vieja Jerusalén. Ellos según Lucas 21:24 la pisotearon con
desprecio y escupa. La duración de la guerra de los judíos

434
duró tres años y medio entre el año 67 y el 70 d.C.. La
última lucha comenzó cuando Vespasiano fue enviado
por la bestia de Nerón, a sofocar la rebelión de los judíos
con 70.000 soldados. Esto ocurrió a principio del año 67
d.C. y en Agosto del año 70 d.C. la ciudad y el templo, ya
eran un montón de humeantes ruinas y llena de aves de
rapiña sobrevolando por toda la ciudad de Jerusalén.

¿Por qué sabemos que toda está destrucción era sobre la


Jerusalén del año 70 d.C.? Porque Apocalipsis 11:8 dice
que cuando la bestia asesinó a los dos testigos, sus
cadáveres estuvieron en la plaza de grande ciudad donde
también nuestro Señor fue crucificado. Entonces, no
existe una futura Jerusalén donde el Señor va a ser
crucificado; ni van a aparecer Moisés ni Elías, porque él ya
fue crucificado en la grande ciudad que en sentido
espiritual se llama Sodoma (por sus crímenes) y Egipto
(por sus oposiciones). La grande ciudad que está
señalando Juan en Apocalipsis 11 fue la Jerusalén del año
70 d.C. No se registra en la historia de una aparición de
Moisés y de Elías en la Jerusalén del 70. Esos dos testigos
tuvieron que ser testigos de Cristo en el primer siglo que
aun vivieron hacia el final de los años 70, porque fueron
hombres que estuvieron dentro del escenario pagano de
Jerusalén la “gran ramera”.

En los últimos días el templo judío durante la gran


tribulación para la gran ciudad de Jerusalén estuvo bajo el
dominio gentil. Hubo tres gentiles que pusieron bajo su
dominio a Jerusalén en la historia. Nabucodonosor,
Antíoco Epífanes IV y Tito el romano profanaron el
templo de Dios en Jerusalén. Después del año 70 d.C.
Ningún gentil va a profanar ningún templo porque no

435
existe “templo” sagrado a los ojos de Dios. Ahora, lo más
sagrado que Dios tiene en esta tierra somos nosotros sus
reyes y sacerdotes, es decir, los que somos el templo de
él en espíritu, la nueva Jerusalén.

Datos del templo:

El Rey David vivía en una casa de madera de Cedro. El


Reino que antes de David había estado muy
desorganizado, ahora era un reino bien establecido. David
pensaba que la morada de Jehová debía ser un edificio
permanente, situado en el centro de la vida de la nación.
La gloria de Jehová merecía una construcción
magnificente (I Cro.22:5).

Planes y preparación: A David no le fue permitido


ejecutar la obra porque había sido un hombre de guerra
(II Samuel 7; I Crónicas22:8; cf I Reyes 5:3). La
construcción del templo fue reservada para su hijo
Salomón. David se ocupó en almacenar los materiales
para el templo: madera, roca, oro, plata etc; dejó planes
bien trazados del edificio y de sus muebles, todo esto le
fue comunicado por Dios mismo (I Crónicas 22:2 – I
Crónicas 28:11,29).

Características del edificio: La estructura general del


edificio fue basada en la del Tabernáculo. Las
dimensiones son dos veces más grandes que las del
Tabernáculo, aunque haya ciertas excepciones. Existe la
cuestión de la forma del techo del Templo, si fue plano o
de dos aguas.

436
El lugar: El Templo fue construido en el Monte Moriah (II
Cro.3:1). El lugar es más precisamente definido como el
lugar donde Ornán tenía su era, y donde David construyó
un altar después de la plaga (I Crónicas. 21:22; II Crónicas
3:1). Este lugar está marcado por una roca sagrada, es-
sakhraa. Esta roca está ahora encerrada dentro de un
domo que es una mezquita musulmana, la mezquita de
Omar. Aquí, según se cree tradicionalmente, fue
levantado el altar del sacrificio. Para preparar la superficie
tuvieron que aplanar el pico del monte y aumentar sus
partes inferiores.

La ayuda fenicia: Salomón buscó la cooperación de Iram,


Rey de Tiro, como este había ayudado antes a su padre
David. Hiram dio permiso de cortar madera en el Líbano,
ayudando también en el transporte de la misma y en el
corte de grandes piedras. Por esta ayuda Salomón pagó
una recompensa justa (I Reyes 5; II Cro.2). Las piedras
fueron cortadas y pulidas en el lugar donde fueron
sacadas para que no se escuchara ningún ruido de marro
en la casa (I Reyes 5:17,18; 6:7). Es probable que el arte
fenicio se notara en la arquitectura del edificio.

La dedicación: El Templo fue fundado en el cuarto año del


reino de Salomón (I Reyes 6:1) después de siete años y
medio de construcción (I Reyes 6:38); los edificios reales
ocuparon trece años, unos veinte años en total de
construcción (aunque puede ser que estas dos
construcciones se hacían a la vez). Cuando fue cumplida
la construcción del Templo, el Arca fue llevada dentro,
ante la presencia de una gran asamblea, con
innumerables sacrificios y acción de gracias (I Reyes 8:1-
21; II Cro.5; 6:1-11). El Templo entonces fue dedicado por

437
Salomón en una oración noble (I Reyes 8:22-61; II Cro.
6:12-42), seguidos por catorce días festivos. En la
inauguración la casa fue llena de la gloria de Jehová así
como había pasado antes con el Templo (I Reyes 8:10,11;
II Cro.5:13,14).

Robos: Durante los últimos días de Salomón hubo una


disminución religiosa (I Reyes 11:1-8). Esta situación trajo
desastres para la nación y para el Templo. Al morir
Salomón, el reino fue dividido y el Templo dejó de ser el
único santuario nacional. Se hicieron altares a los ídolos
en Betel y en Dan (I Reyes 12:25-33). En el quinto año del
reinado de Rehoboam, los egipcios invadieron a Jerusalén
y llevaron los tesoros del Templo (1 Reyes 14:25-28)(2
Crónicas 12:25-33). Hubo muchos otros desastres.
La destrucción: En el año 586 a.C., 400 años después de la
construcción del templo y después de 18 meses de sitio,
el ejército babilónico completó el sacrilegio con la
destrucción de Jerusalén y del Templo.

La reconstrucción: El imperio babilónico terminó en 538


a.C. y Persia llegó a dominar bajo Ciro. Ciro hizo un
decreto que sancionó el retorno de los Judíos a Palestina
y la reconstrucción de su Templo en Jerusalén (II
Cro.36:23; Esdras 1:1-4). También mandó restaurar los
utensilios e impuso un impuesto para pagar los
materiales.

La inferioridad del nuevo Templo: Se hace referencia a la


inferioridad de este Templo en Esdras 3:12 y Hageo 2:3.
Según el Mishna Judío el segundo templo no tenía el
Arca, el fuego sagrado, la shekinah y el Urim y el Tumin
(32:2).

438
La renovación del segundo Templo por Herodes:
Herodes llegó a ser rey en Jerusalén en el 37 a.C.
Dieciocho años después decidió renovar el Templo.
Entrenó a 1000 sacerdotes para la reconstrucción. La
construcción duró muchos años, apenas siendo
completada 6 años antes de su destrucción por los
romanos en el año 70 d.C. Muchos llaman a este el tercer
templo, porque fue totalmente reconstruido y
engrandecido. Fue el doble del tamaño que antes.
Después del 70 el templo eterno de Dios es espiritual
donde ninguna mano ni ejército lo puede tocar porque es
eterno, Apocalipsis 21:3.

2Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y


no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y
ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

Dios le dijo a Juan que el patio externo del templo no lo


midiera porque ese lugar ya estaba profanado por los
gentiles, quienes hollarían la ciudad santa 42 meses.
Estaba profetizado por el Señor Jesús en Lucas 21:24 que
Jerusalén sería hollada por los gentiles hasta que el
tiempo de los gentiles se cumpliera y Juan en Apocalipsis
11:2 confirma que ese tiempo iba a ser por 42 meses,
¿Quiénes fueron esos gentiles que hollaron a la ciudad
santa por 42 meses? Apocalipsis 13:4-7 dice que el gran
dragón (imperio romano) le dio autoridad a la bestia
(Nerón) para actuar 42 meses con el tabernáculo y hacer
guerra contra los santos y vencerlos.

Esos 42 meses fueron para Jerusalén, la ciudad del


escenario en el tiempo del ministerio de los dos testigos,

439
donde Apocalipsis 11:3 dice que profetizaron por 1.260
días que son los mismos días en que la mujer (El Israel de
Dios) en Apocalipsis 12:6 huyó al desierto y fue
sustentada por 1.260 días, que el V:14 corresponden a un
tiempo (1 año), y tiempos (dos años) y la mitad de un
tiempo (6 meses). Estos 1.260 días o 42 meses o 3 ½ años
fueron de gran tribulación sobre Jerusalén y equivalen a
la segunda mitad de la semana 70 de Daniel 9:27, donde
vendría la consumación de las abominaciones del
desolador. Esa semana de años es igual a los 7 años de
tribulación que precedieron a la segunda venida en juicio
a Jerusalén en el año 70 d.C. Los 3 ½ años finales, es decir,
la segunda mitad de ese semana de años que habló
Daniel, fue un período de intensa persecución contra la
simiente física de Abraham (Israel), donde Jeremías 30:7
le denominó “...tiempo de angustia para Jacob...” y donde
el Señor Jesús en Mateo 24:21 profetizó que habría
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.

3Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil


doscientos sesenta días, vestidos de cilicio

Durante esos 42 meses o tres años y medio de guerra


judía (del 67 al 70 d.C.) Dios permitió que los gentiles
romanos ejercieran control sobre la ciudad de Jerusalén.
Esto nos enseña que por tres años y medio los dos
testigos estuvieron profetizando en la ciudad donde
nuestro Señor fue crucificado “Jerusalén” (Apocalipsis
11:8). Ya tenemos a los dos testigos ubicados dentro del
escenario de la gran tribulación aplicada por los gentiles
romanos a la ciudad de Jerusalén, ahora, ¿Quiénes fueron
los posibles dos testigos de Jesucristo que vivieron hasta

440
el final de sus días antes del año 70 d.C. Cuando vino la
caída del templo y la destrucción de Jerusalén? Dos según
Mateo 18:16 es número de testigos. Todo debía según la
ley constatarse por medio de la boca de dos testigos.
Veamos, porque Santiago y Pedro corresponden a la
descripción de los dos testigos viviendo dentro del
escenario pagano de Jerusalén. Juan habló de los dos
testigos en términos de los dos grandes testigos del
Antiguo Testamento, Moisés y Elías - la Ley y los Profetas
que en el nuevo testamento indicaron a dos conocedores
de la ley y los profetas y esos fueron Santiago y Pedro, los
dos últimos testimonios mártires de la ciudad de
Jerusalén antes del año 70 d.C.

Los dos verbos “daré” y “profeticen” expresan un


propósito. El V:3 dice que profetizarían en Jerusalén
“vestidos de cilio” que era una tela áspera de pelo de
cabras, cuyo color negro era señal de luto o endecha. Con
estos vestidos los dos testigos estaban dramatizando la
endecha y el luto que tendría la ciudad de Jerusalén al
caer a filo de espada por las legiones romanas al
comando de Tito que terminó en el año 70 d.C. Lo que
estos dos testigos estaban haciendo en Jerusalén en los
últimos días de la gran tribulación no era predicar
“gracia” para Jerusalén sino “juicio” de Dios. Estos dos
testigos dice Apocalipsis 11:4 que están “en pie” delante
del Dios de la tierra (que en griego indica el territorio de
Judea, cuyo centro es Jerusalén.

4Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros


que están en pie delante del Dios de la tierra
El profeta Zacarías contempló en visión a un candelabro
de oro (Zacarías 4:2), donde encima del candelabro había

441
un depósito que alimentaba de aceite, a través de siete
tubos, a las siete lámparas. Zacarías vio, además “dos
olivos” el uno a la derecha del depósito y el otro a su
izquierda, V:3. Los dos olivos eran para verter por medio
de dos tubos el aceite como oro. En los días de Zacarías
los dos olivos fueron Zorobabel y Josué. Estos dos judíos
representaban el oficio de rey con Zorobabel y el oficio de
sacerdote con Josué. Ambos vivieron en los días del
regreso de Israel del cautiverio babilónico. Su
responsabilidad por medio de sus oficios particulares era
dirigir a la nación de Israel bajo Dios en asuntos civiles
(Zorobabel) y en asuntos espirituales (Josué). Entonces, la
figura de los “dos olivos” fue tomada por Juan de Zacarías
para destacar en los últimos días de la existencia de
Jerusalén el carácter profético de los dos testigos contra
Jerusalén. Estos dos judíos de los últimos 3 ½ años antes
de la destrucción de Jerusalén no sólo fueron
representativamente dos olivos sino también dos
candelabros. Ambas metáforas fueron muy significativas.
Por medio de los !olivos! Son dotados por el poder del
Espíritu santo y por medio de los !candelabros! Son
portadores de luz espiritual o de un conocimiento
especial. Ellos están en pie delante de Dios y de la tierra
(o el territorio de Jerusalén) indicando la firmeza de su
ministerio de poder y de conocimiento. Ambos, fueron
ley y profecía en Jerusalén antes del año 70 d.C. Ambos
fueron testigos de la ley como judíos que fueron y ambos
profetizaron contra la injusticia “vestidos de negro” con
un mensaje de juicio venidero, denunciando la
manifestación de la ira venidera de Dios para la ciudad.

442
5Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de
ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere
hacerles daño, debe morir él de la misma manera

El significativo de esta frase es que aunque los mismos


judíos de Jerusalén cuando intenten hacerles daño, no
podrán hasta que hayan terminado su ministerio
profético. Cualquier deseo manifiesto de agredirles
produciría la muerte a quien lo intente y su muerte
vendría por medio del efecto del fuego que sale de la
boca de los dos testigos.

6Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no


llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre
las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la
tierra con toda plaga, cuantas veces quieran

En el antiguo testamento quién tuvo el poder de Dios


para cerrar el cielo fue el profeta Elías (1 Reyes 17-18),
ahora, en la Jerusalén del antes año 70 d.C. Estos dos
testigos tenían el mismo poder de Elías “cerrar el cielo sin
lluvia”, “poder sobre las aguas con sangre” y “herir la
tierra con toda plaga”. En el antiguo testamento quién
tuvo el poder de Dios para herir la tierra de Egipto con
sangre fue Moisés (Exodo 7:17-21). La idea aquí es el
poder de los dos testigos era producir profunda aflicción
en el pueblo de Israel habitante de Jerusalén. Si el sentido
del poder de los dos testigos fue literal en aquel entonces
en Jerusalén antes del año 70 d.C. Entonces, fue tal y
como sucedió en los días de Elías y Moisés que aunque el
rey Acab y el rey de Egipto vieron con sus ojos esas
demostraciones de Elías y de Moisés, sin embargo, esos

443
pueblos siguieron con sus corazones endurecidos y no
arrepentidos de sus pecados.

Pero si en su efecto, el sentido no hubiese sido literal,


podemos decir, que la expresión “Cerrar el cielo” fue un
indicativo de cerrar el tiempo de la misericordia para
Israel porque su juicio ya había llegado. Juan dice que se
cierra el cielo a fin de que no llueva en los días de su
profecía, y la lluvia es una expresión de la gracia de Dios.
Entonces, Dios, quitó su gracia en los días de los dos
testigos. No hubo gracia para Jerusalén por 42 meses. Se
cerró la gracia para los judíos y comenzó el juicio que
duró 42 meses. También tuvieron el poder sobre las
“aguas” y el poder sobre la “tierra” que en el griego es
territorio de Judea o de Jerusalén. El vestido de cilicio era
la representación dramática de lo que la sangre y las
plagas surgidas de la sangre iban a convertir a los
habitantes de Jerusalén por 42 meses.

Entonces, Jerusalén tuvo el testimonio de la ley y el


testimonio de los profetas. Los dos testigos fueron la ley y
los profetas, a través de Santiago y Pedro, hombres de ley
y profetas de juicio contra Jerusalén quiénes murieron
antes del año 70 d.C.

La historia confirma que Santiago y Pedro sellaron el


testimonio con su sangre, en los últimos días del sistema
judío. Ellos fueron el testigo fiel de Cristo antes del juicio
de Jerusalén. Ellos fueron dotados con los dones de la
profecía y de los milagros. Ellos profetizaron vestidos de
negro y menospreciaron sus vidas hasta la muerte, siendo
asesinados en los días finales de la comunidad judía. El
primer historiador después del año 70 d.C. Fue Hegesipo

444
y él escribió que Santiago fue martirizado el año antes del
suceso, es decir, entre el año 68-69 d.C. ¿Por qué
Santiago cumplió al primer testigo? La residencia habitual
de Santiago fue Jerusalén. Él fue un asceta judío en sus
hábitos y osado profeta en denunciar el pecado de
Jerusalén “la gran ramera”. Santiago era una
representación de la ley y Pedro una representación de
los profetas.

Santiago en su carta con sus denuncias atormentaba a los


moradores de Jerusalén. Santiago le decía a las doce
tribus en Santiago 5:7 que tuvieran paciencia hasta la
venida del Señor. Y en el V:8 les decía que afirmaran su
corazones, porque la venida del Señor estaba cerca (año
70 d.C.). En el V:9 les dice que el juez está delante de la
puerta. Pero a los ricos Santiago 5:1 les dice que lloren y
aúllen por las miserias que os vendrán (se refería a los
ricos de Jerusalén, al sanedrín, al sumo sacerdote y a los
sacerdotes del templo). Les dice en el V:2 que el fuego
devoraría sus carnes, porque estaban acumulando
tesoros para los días postreros. En el V:4 les dice que el
clamor del jornalero ha entrado en los oídos del Señor de
los ejércitos. La misión de Santiago se cumplió y no pudo
sobrevivir a la destrucción de la santa ciudad y el templo
judío.

El otro testigo que tuvo una directa conexión con la


iglesia en Jerusalén fue Pedro, quién vivía en esa ciudad y
vivió hasta la víspera de la disolución del sistema judío,
sufriendo una muerte de mártir y la experimentó en
Jerusalén. ¿Cuáles son los hechos? Pedro fue el fundador
original de la iglesia en Jerusalén en el día de pentecostés.
Pedro fue citado ante el sanedrín judío como

445
representante de los cristianos en Jerusalén (Hechos
4:7,8)(5:29). Pedro cuando la iglesia fue dispersada
después de la muerte de Esteban, continuó junto con
Juan y Santiago en la ciudad de Jerusalén (Hechos 8:14).
Pedro fue delegado junto con Juan a visitar a los
samaritanos, convertidos por la predicación de Felipe en
Hechos 8:25. Una vez que Pedro le predicó a la casa de
Cornelio, regresó de Cesarea a Jerusalén (Hechos 11:2).
Que fue en Jerusalén según Hechos 12:3 que Pedro fue
encarcelado por Herodes Agripa I después del martirio de
Santiago, el “hermano de Juan”. Cuando Pablo después
de su conversión, 14 años después, visitó Jerusalén se
encontró allí a Santiago, a Pedro y a Juan (Gálatas 1:19).
Cuando se hace el concilio en Jerusalén para definir la
salvación por gracia a los gentiles como a los judíos en
Cristo, Pablo y Bernabé encontraron a Santiago y a Pedro
(Hechos 15:2,7,13).

Cuando Pedro saluda a Juan Marcos en 1 Pedro 5:13 éste


tenía su residencia en Jerusalén a la que Pedro la
denomina “Babilonia”. Las cartas de Santiago y Pedro
fueron dirigidas a los judíos cristianizados de la dispersión
como lo enseña (Santiago 1:1 y (1 Pedro 1:1). Lo más
notable, es que estos dos apóstoles vivieron en Jerusalén
antes del año 70 d.C. Donde estuvieron asociados con la
misma iglesia y con la misma ciudad, enseñando a judíos
cristianizados y allí estuvieron hasta el final de sus vidas y
en los años de la víspera de aquella gran catástrofe del 70
que sepultó al templo y a la ciudad de Jerusalén.

Entonces, Pedro no fue martirizado en Roma sino en


Jerusalén, pues, vivió hasta el umbral de la guerra judía.
Pedro un mártir. Santiago fue un mártir. Ambos, fueron

446
los dos testigos de Apocalipsis 11. Estos dos testigos
tenían que estar dentro de los límites de aquella última
generación perversa y maligna como lo fue la de los
escribas y fariseos judíos. Por eso, leemos en 2 Pedro 1:14
donde le dice a los expatriados (fuera de Jerusalén) que él
sabía que en breve debía abandonar el cuerpo como el
señor Jesús se lo había declarado. En el V:16 les dice que
él no les anunció la venida y el poder del Señor Jesucristo
siguiendo fábulas judías. En el V:19 les dice que ellos
tenían la “palabra profética” más segura. En 2 Pedro 2:9
les dice que El Señor libraría a los piadosos y reservaría el
castigo a los injustos para el día del juicio.

En 2 Pedro 3:3,4 les dice que vendrán judíos burladores


del advenimiento de Cristo. En el V:7 les dice que los
judíos impíos se perderían en el día del juicio. En el V:9 les
dice que el Señor no retarda su promesa. En el V:_10 les
dice que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche,
donde (usa la metáfora) diciendo que los elementos
(rudimentos del judaísmo) serán deshechos y la tierra y
las obras que en ella hay serían quemadas (refiriéndose al
templo y a Jerusalén). Corría el año 68-69 d.C. Cuando les
dijo en el V:12 que esperaran y se apresurara para la
venida del día de Dios, en que los cielos (una metáfora del
gobierno de la ley) serían deshechos y los elementos
(rudimentos del judaísmo) siendo quemados se fundirían.
Y les termina diciendo en el V:13 que esperaran la
promesa de cielos nuevos y tierra nueva en los cuáles
mora la justicia. Y esa justicia, y ese reino, y ese cielo
nuevo comenzó después de la caída del templo y de
Jerusalén en el año 70 d.C. Dándole paso al nuevo templo
y a la nueva Jerusalén de Apocalipsis 21:1-3. Entonces, lo
que los antiguos profetas eran para Israel, antes del año

447
70 d.C. lo fueron Santiago y Pedro para Jerusalén. Ellos
profetizaron 1.260 días- tres años y medio- o 42 meses,
representando la duración de la guerra judía.

7Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que


sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y
los matará

Esta es la primera vez que Juan habla de la “bestia” (to


theiríon) que es una referencia al Anticristo antes del año
70 d.C.. Theiríon es un término griego que designa a un
animal de presa, uno que posee un apetito voraz, como
un carnívoro semejante a un león o a una pantera. Esa
bestia subió del abismo que es lugar del caos. En
Apocalipsis 9 es de allí mismo de donde salieron los
ejércitos romanos como seres infernales para la invasión
del territorio de Judea cuyo último objetivo era la ciudad
de Jerusalén con todo lo que ella tenía por dentro.
Entonces, si reconocemos que esas “langostas” del
capítulo 9 eran ejércitos romanos, tenemos que descubrir
que la “bestia” era un emperador romano que a través de
sus emisarios venció a Santiago y a Pedro los “dos
testigos” y los mató antes de la caída del templo y la
destrucción de Jerusalén.

Un cuadro de la caída de la “bestia” de Nabucodonosor


nos ayuda a entender que Nerón pudo ser la bestia
romana que venció y mató a Santiago y a Pedro.
Nabucodonosor fue considerado en sus tiempos como un
Adán o un "rey de reyes, a quien el Dios del cielo le dio
reino, poder, fortaleza, y gloria" (Daniel 2:37). Y sin
embargo, a causa del orgullo, y por haber buscado la
divinidad autónoma, fue juzgado: "Y fue echado de entre

448
los hombres, y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo
se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció
como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves"
(Daniel 4:33). La rebelión de este Nabucodonosor contra
Dios reflejó también la rebelión de las bestias contra el
hombre; asimismo, los impíos perseguidores de Cristo en
la crucifixión fueron llamados "perros" y "toros de
Basán", y se les comparó con "un león rapaz y rugiente"
(Salmo 22:12-13, 16).

Vemos otra “bestia” en la guerra del rey Herodes contra


Juan el Precursor, a quien venció y mató (Marcos 6:14-
29); y la culminación de esta guerra contra los profetas
fue el asesinato de Cristo, el Profeta final, del cual eran
imagen todos los otros profetas, y cuyo testimonio
dieron. Cristo fue crucificado por la colaboración de las
autoridades romanas y judías, y esta sociedad en la
persecución continuó a través de la historia de la iglesia
primitiva en el primer siglo antes del año 70 d.C. (Hechos
17:5-8)(1 Tesalonicenses 2:14-17). Nerón fue la bestia
contra Santiago y Pedro.

8Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad


que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto,
donde también nuestro Señor fue crucificado

Juan dice que cuando hubieron acabado Su testimonio


(de juicio, de sangre y de plagas), sus cadáveres
estuvieron en la plaza de la gran ciudad donde el Señor
fue crucificado, es decir, Jerusalén, a quién
Juan le aplica la metáfora de Sodoma (por sus crímenes y
degradación moral en sus tiempos) y Egipto (por sus
oposiciones y que en la mente de los judíos era de

449
opresión inmisericorde y esclavitud despiadada). El uso
de dicha metáfora fue un indicador que los habitantes de
Jerusalén antes del año 70 d.C. Había sobrepasado el
colmo de la iniquidad y la soberbia, por eso, les vendría el
fuego consumidor y caerían en manos del Dios vivo. ¿Qué
es lo que la bestia no comprende de los dos testigos? Es
que ellos son inmortales. La bestia (Nerón) pudo asesinar
el vaso de barro; pero no pudo tocar el “grano desnudo”
de sus espíritus, no pudo tocar a dos inmortales, a los dos
celestiales de Santiago y Pedro.

9Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán


sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que
sean sepultados

La profanación de los cadáveres de Santiago y Pedro son


efectuados por un conjunto humano denominado por
Juan como “pueblos, tribus, lenguas, y naciones”, esto
tuvo una referencia a los romanos gentiles que estaban
ejerciendo dominio total sobre la ciudad de Jerusalén
durante la segunda mitad de la gran tribulación, es decir,
42 meses (3 ½ años)(1.260 días)(o un tiempo, tiempos y la
mitad de un tiempo). Los tres días y medio tienen que ver
aquí con la duración de la profanación de los cadáveres
de los dos testigos y no guardan ninguna relación con los
3 ½ años que dura la segunda mitad denominada la gran
tribulación.

Toda la humanidad gentil del primer siglo de dominio


romano tuvo un increíble menosprecio a Santiago y a
Pedro. Exhibieron sus cadáveres en la plaza pública de
Jerusalén, al descubierto, sometiéndolos al grado de la
máxima humillación. Ellos no permitieron que sus

450
cuerpos reposaran debidamente en una tumba y así
estaban creyendo definitivamente haberles dado victoria
a sus enemigos los cristianos. En esa actitud (cadáveres
insepultos en la calle, bajo una aparente maldición) los
gentiles romanos estaban considerando a la Iglesia de
Cristo como muerta, mostrando abiertamente su
desprecio a los seguidores del Cordero, pues no
permitieron que sus cadáveres fueran puestos en una
tumba (1 Reyes 13:20-22)(Jeremías 8:1-2)(14:16)(16:3-4).

10Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos


y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros;
porque estos dos profetas habían atormentado a los
moradores de la tierra

La ironía es que ahora son los que moran de la tierra - los


judíos mismos en la ciudad de Jerusalén (Apocalipsis 3:10)
– son los que se unen a la actitud de los romanos. Los
apóstatas de Israel se regocijan y se divierten, y se envían
regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas
atormentaban en sus días a los que moran en Jerusalén
(es la misma fiesta que el rey Herodes, hace durante la
muerte de Juan el Bautista que fue encarcelado y después
decapitado (Mateo 14:3-12). El precio de la paz de
Jerusalén era la aniquilación de los testigos proféticos;
Israel y Roma se unieron en su perverso regocijo por la
destrucción de los dos profetas, cuyo fiel doble
testimonio venía atormentado a los desobedientes con la
convicción de pecado.

Los enemigos naturales se reconciliaron los unos con los


otros a través de su participación conjunta en el asesinato
de los profetas. Esto fue también especialmente cierto en

451
relación con el asesinato de Cristo: "Y se hicieron amigos
Pilatos y Herodes aquel día; porque antes estaban
enemistados entre sí" (Lucas 23:12). A la muerte de
Cristo, toda clase de personas se regocijaron y se
burlaron: los dirigentes, los sacerdotes, las facciones
religiosas judías que competían entre sí, los soldados
romanos, los siervos, los criminales; todos se unieron en
la celebración de su muerte (Mateo 27:27-31,39-
44)(Marcos 15:29-32)(Lucas 22:63-65)(23:8-12,35-39);
todos se pusieron del lado de la Bestia contra el Cordero
(Juan 19:15).

11Pero después de tres días y medio entró en ellos el


espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre
sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron

¿Qué sucedió el mismo día que Cristo resucitó? Mateo


27:52,53 dice que muchos cuerpos de santos aparecieron
en Jerusalén, a fin de dar testimonio de que su esperanza
ya estaba cumplida, de que su victoria estaba lograda. De
igual manera, Santiago y Pedro fueron levantados
después de 3 ½ días para dar testimonio a la ciudad de
Jerusalén, por medio de esa maravillosa resurrección
habían vencido a la bestia y a todos sus enemigos los
judíos que no quisieron oír su profecía ni su testimonio.
La alegría de los habitantes de Jerusalén fue de corta
duración porque después del tercer día los amados
Santiago y Pedro se levantaron sobre sus pies (éiteisan
epi toús pódas autón) como evidencia de que estaban
vivos para no morir jamás. ¿Cuál fue la reacción de
aquella humanidad alegre? Y cayó gran temor sobre los
que los vieron. Santiago y Pedro fueron una resurrección
visible a la gente. La resurrección no fue el fin de ellos.

452
Ahora, los que callaban eran los enemigos de Dios y de los
dos testigos. La resurrección los hizo enmudecer de
temor.

12Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid
acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los
vieron

El subid acá (anábate hóde) es un verbo imperativo de


ascensión a la vista de sus enemigos. Esa ascensión es la
clara reivindicación del sello de la aprobación divina.
Nadie asciende sin la aprobación de Dios. Ascender es
estar reivindicado. En el antiguo testamento, hombres
como Enoc y Elías ascendieron al cielo (Génesis 5:24)(2
Reyes 2:11). En el nuevo testamento, Jesús ascendió al
cielo (Hechos 1:9-11). Una ascensión es una
transformación en gloria para gloria. Antes del año 70
d.C. Los dos testigos también ascendieron (Apocalipsis
11:12) y a todos los seguidores del Cordero también les
fue profetizado por Pablo en 1 Tesalonicenses 4:17 que
ascenderían al cielo. Y según 1 Corintios 15:37 tú también
al sembrar este cuerpo, tú “grano desnudo o espíritu”
ascenderá al cielo de Dios.

La resurrección de los dos testigos fue similar a la


resurrección de Cristo. En ambos casos resucitaron, en
ambos casos al tercer día se levantaron, y en ambos casos
subieron al cielo en una nube, pero en el caso de Jesús
sus discípulos lo vieron ir, en el caso de los dos testigos
sus enemigos los vieron ir ¿A dónde? A la nube que es un
símbolo de la presencia. Esconderse en la nube, es
esconderse en la eternidad. Los dos testigos Santiago y
Pedro no sobrevivieron a las persecuciones; murieron.

453
Pero, en su arrebatamiento “subieron” a la nube de la
victoria, la bestia ya no tenía poder sobre ellos en esa
dimensión celestial.

Uno de los resultados de la ascensión de Cristo, como Él


lo predijo, sería el restallido de la condena a muerte para
el Israel apóstata, el estremecimiento del cielo y de la
tierra. La Escritura conecta como un solo suceso teológico
- el advenimiento - el nacimiento, la vida, la muerte, la
resurrección, y la ascensión de Jesús, el derramamiento
de su Espíritu sobre la Iglesia en el año 30 d. C., y el
derramamiento de su ira sobre Israel en el holocausto de
los años 66-70 d.C.

13En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima


parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto
murieron en número de siete mil hombres; y los demás
se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo

En aquella hora haciendo una clara referencia a la


ascensión de los dos testigos hubo un gran terremoto en
Jerusalén donde murieron 7 mil judíos. El símbolo de un
terremoto es de remoción de cosas. Dios removió lo
movible y estableció lo inconmovible. Los dos testigos
eran inconmovibles. Lo inconmovible no es destructible
es eterno. ¿Por qué hubo un terremoto? Porque hubo
triunfo. El mismo día que Cristo murió también hubo un
terremoto, porque hubo victoria sobre el pecado
(Apocalipsis 6:12)(Ezequiel 38:19-20)(Hageo 2:6-
7)(Zacarías 14:5)(Mateo 27:51-53)(Hebreos 12:26-28). La
ciudad entera de Jerusalén cayó en el año 70 d.C. pero,
como hemos estudiado, las trompetas-juicios todavía no
alcanzaban el final definitivo para Jerusalén, sino que

454
(aparentemente) sólo llegaban al primer sitio de
Jerusalén, bajo Cestio Galo. De conformidad con la
naturaleza de la trompeta como alarma, el hecho de que
Dios tomase un "diezmo" de Jerusalén durante el primer
sitio era una advertencia para la ciudad. Por razones
claramente simbólicas, bíblicas, y teológicas, Juan nos
dice que siete mil personas fueron muertas durante el
terremoto. En definitiva, el terremoto en la tierra y en el
cielo causado por el Nuevo Pacto mató a muchas más
personas que siete mil. Pero el número representa la
situación exactamente opuesta a la de los días de Elías.

14El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto

Juan cierra la sección de la sexta trompeta con estas


palabras: “el segundo ay pasó; he aquí el tercer ay viene
pronto”. Juan no nos dice explícitamente cuándo llega el
tercer ay. Puesto que el primero y el segundo se refieren
a las advertencias que Israel ha recibido en el ataque
demoníaco a gran escala sobre la tierra (Apocalipsis 9:1-
12) y en la primera invasión de los romanos a las órdenes
de Cestio Galo (Apocalipsis 9:13-21), es posible considerar
el tercer ay como la caída de Jerusalén misma; seis ayes
(en tres pares) se enumeran en rápida sucesión en
Apocalipsis 18:10, 16, 19. Sin embargo, está más de
acuerdo con la estructura literaria de Juan ver al tercer ay
como una consecuencia de la séptima trompeta (de la
misma manera en que el primer y segundo ayes
corresponden a la quinta y sexta trompetas: (Apocalipsis
8:13)(9:12); el ay es declarado en Apocalipsis 12:12,
después de que Miguel (Cristo) derrota al dragón
(imperio), y continúa hasta el fin del capítulo 14,

455
mostrando la "gran ira" del dragón durante su dominio
por "breve tiempo".

La séptima trompeta y los juicios de las copas

15El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes


voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han
venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará
por los siglos de los siglos

A pesar del hecho de que los habitantes de Jerusalén ven


venir un juicio y sufrimientos muy duros, los Vs:15 al 19
anticipan la gloria del reino de Cristo que se acerca. La
destrucción del Israel apóstata y del templo en el año 70
d.C. reveló que Dios había creado una nueva nación, un
nuevo templo, un nuevo orden, una nueva ciudad, tal
como Jesús lo había profetizado a los dirigentes judíos:
"Por tanto os digo que el reino de Dios os será quitado de
vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de
él" (Mateo 21:43). Más tarde, Jesús les dijo a sus
discípulos cuál sería el efecto de la destrucción de
Jerusalén: "Entonces aparecerá la señal del Hijo del
Hombre en el cielo" (Mateo 24:30). El juicio sobre
Jerusalén era la señal del hecho de que el Hijo del
Hombre estaba reinando en el cielo. Este versículo se ha
entendido mal, pues algunos han pensado que quiere
decir 'una señal física en el cielo'. Pero esto no es lo que
dice el versículo: dice la señal del Hijo del Hombre en el
cielo. La frase 'en el cielo' define la ubicación del Hijo del
Hombre y no la de la señal. No aparecería una señal en
los cielos, sino que la destrucción de Jerusalén habría de
indicar el gobierno o el reinado del Hijo del Hombre en el
cielo" a partir de la caída del templo en el año 70 d.C.

456
El apóstol Pablo dice en Romanos 11 que la caída de los
judíos fue una bendición para el resto del mundo, porque
Dios le daría el reino a gente (fuera de los judíos) que
produjera los frutos de él. La catástrofe de Jerusalén
realmente señaló el principio de un nuevo reino mundial,
que marcaría la completa separación entre la Iglesia
Cristiana y el judaísmo legalista. El sistema entero de
adoración, tan estrechamente asociado con Jerusalén y
con el templo, recibió, por decirlo así, un golpe de muerte
de parte de Dios mismo. Ahora Dios había terminado con
el Antiguo Pacto hecho en Sinaí: en pleno dominio estaba
la señal del Nuevo Pacto.

Así, el Reino de Dios, el "Quinto Reino" del universo,


profetizado en Daniel 2, se universaliza, se establece
después del año 70 d.C. como canta el coro celestial: “Los
reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de
su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. La
disociación final entre el cristianismo y el judaísmo
significa que el primero es ahora un reino mundial. Ahora
el reino de Cristo inicia el proceso de abarcar y envolver a
todos los reinos del mundo (gente de naciones en Cristo).
La tierra comenzó después del 70 a ser regenerada por la
palabra de los cumplimientos de Dios. Esto se hizo claro
con la caída de Jerusalén, la señal de que Cristo había
realmente ascendido a su trono celestial y gobernaba las
naciones, derramando ira y tribulación sobre sus
enemigos a solicitud de sus mártires orantes del primer
siglo. Los ejércitos romanos que aniquilaron a Jerusalén,
masacrando y esclavizando a sus habitantes, eran los
ejércitos de Cristo (Daniel 9:26), que estaban cumpliendo
su palabra y una misión de parte de Dios (Deuteronomio
28:49-68). Después del juicio del 70 nos encontramos

457
reinando por los siglos de los siglos en vida sin judaísmo y
en libertad.

En términos del calendario bíblico judío, la "séptima


trompeta" era tocada el primero de Tishri, el día primero
del mes séptimo en el año litúrgico, y el mes primero del
año civil: Rosh Hashanah, el Día de las Trompetas. El Día
de las Trompetas guardó una relación directa con el
significado de la séptima trompeta en Apocalipsis 11:15.
Antes del período del Éxodo en tiempos de Moisés, éste
era el día en que aparentemente se iniciaba el año bíblico
judío. Parece también que éste era el día en que a mucha
gente se le avanzaba un año de su vida - sin importar en
qué mes de cuál año habían nacido realmente. Nótese
que el patriarca Noé cumplió 601 años 'en el mes primero
[Tishri], el día primero del mes [que más tarde se llamó el
Día de las Trompetas'] (Génesis 8:13).

Ese era el mero día en que 'Noé quitó la cubierta del arca,
y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca' (V:13).
Este no era solamente el cumpleaños oficial de Noé, sino
que se convirtió en un nuevo nacimiento de la tierra
también. Hasta el primer día de la creación mencionado
en Génesis 1:1-5 podría calcularse a este mismo día.
Puesto que el otoño aparentemente iniciaba todos los
años bíblicos antes del Éxodo, y puesto que todas las
frutas estaban en los árboles, listas para que las comieran
Adán y Eva (Génesis 1:29)(2:9,16-17), esto sugiere que el
primer día de la creación mencionado en Génesis fue
también el primero de Tishri. Esto significa que no sólo el
cumpleaños de la nueva tierra en tiempos de Noé fue lo
que más tarde se convirtió en el Día de las Trompetas,

458
sino que también fue el día que introdujo la creación
original de la tierra".

Cada uno de los meses judíos era introducido


oficialmente mediante el sonido de trompetas (Números
10:10). Puesto que el año de los festivales (en el que
ocurrían todos los festivales) duraba siete meses, el
último mes (Tishri) era el último mes en ser introducido
por medio de trompetas. Ésta es una de las razones de
que el día se llamase 'día de las trompetas'. La 'última
trompeta' en la serie se tocaba siempre en este día - así
que era el día de la trompeta final (Levíticos
23:24)(Números 29:1).

Éste era el día exacto que muchos de los antiguos reyes y


gobernantes de Judá contaban como el primero de su
reinado... en realidad, era costumbre que la ceremonia
final de la coronación de reyes fuera hacer sonar
trompetas. Para Salomón: 'Y tocaréis trompeta, diciendo:
¡Viva el rey Salomón! (1 Reyes 1:34). Para Jehú: 'Tocaron
corneta, y dijeron: Jehú es rey' (2 Reyes 9:13). En la
entronización de Joás: 'Todo el pueblo del país se
regocijaba, y tocaban las trompetas' (2 Reyes 11:14).

El significado de Rosh Hashana: "El Año Nuevo” es el


equivalente judío del Adviento cristiano, que combina el
gozo por el pensamiento de la venida final del reino de
Dios. Está marcado por el sonido del Shofar (Levíticos
23:24), para proclamar el día (keryxaie, Joel 2:15); y por
tres bendiciones especiales, el Malkuyot, el Zikronot, y el
Shofarot. Cada una de ellas comprende diez versículos de
la Escritura: el primero sobre el reino de Dios, esperando
desde aquel tiempo su reino final (Zacarías 14:9); el

459
segundo sobre el hecho de que Dios recuerde las obras
de los hombres para juicio o recompensa, y el hecho de
que Él recuerde su pacto; el tercero sobre el hacer sonar
el Shofar, desde Sinaí hasta la última trompeta que
reunirá la dispersión en Jerusalén". Toda esta alegría
estuvo en las mentes de Juan y de su auditorio del siglo
primero (las 7 iglesias del Asia menor) a la mención de la
gran Séptima Trompeta. Las 7 iglesias al llegar a la lectura
de Apocalipsis 11:15 sabían de que estaba hablando Juan.
Ahora, él añade una nueva dimensión de simbolismo,
mostrando el significado cristiano de Rosh Hashanah, al
cual siempre había apuntado: El Día de las Trompetas es
el comienzo del nuevo orden del mundo espiritual, la
nueva creación, el día de coronación del Rey de Reyes,
cuando sea entronizado como Juez supremo sobre todo
el mundo. De hecho, como veremos en el capítulo 12 de
Apocalipsis, el significado de Tishri 1 es considerado por
Juan - teológicamente, si no "realmente" - como el
cumpleaños de Cristo Jesús. Pues ahora, sin embargo, él
lo presenta como el cumpleaños de la nueva creación, el
fruto de la resurrección y la ascensión de Cristo y sus
santos.

16Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados


delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus
rostros, y adoraron a Dios
17diciendo: Te damos gracias, Señor Dios
Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir,
porque has tomado tu gran poder, y has reinado

Los 24 ancianos aparecen por primera vez en Apocalipsis


4:4 “vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus
cabezas” y dicen: Señor, digno eres de recibir la gloria y la

460
honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por
tu voluntad existen y fueron creadas. Pero aquí en el
(11:16,17) toma la forma de acción de gracias. Te damos
gracias (eucharistoúmén) que tiene que ver con la
inauguración del reino y la victoria final sobre todos sus
enemigos romanos y judíos del primer siglo.

Juan, en la inauguración del reino introduce el sustantico


“Señor” (kyrios) que equivale al hebreo (Adonai) y en
ambos casos enfatiza que Dios es dueño y soberano del
reino. El es el Dios Todopoderoso (hothéos pantokratór),
¿Por qué lo introduce? Porque antes del priemr siglo y
durante ese siglo, su autoridad y señorió fue burlado y
retado por los hombres, ahora, en la inauguración del
reino, Dios es el (pantokratór) del reino. Juan, le enseña a
las 7 iglesias del Asia menor al “el que eres y que eras”
(ho ón kaí ho éin) es decir, al que siempre ha sido de
existencia continua y sin interrupción.. de modo que
nunca ha dejado de ser ni dejará de ser jamás, ¿Quién? El
Señor Dios Todopoderoso. Ahora, el <hothéos
pantokratór> ha tomado el gran poder y ha reinado, ¿Qué
significa el gran poder y has reinado? Que Cristo que es el
hothéos pantokratór era el que estaba agitando las
naciones del Imperio Romano para combatir contra Israel,
porque Israel había perseguido y masacrado a sus santos.
Así, se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y la
Jerusalén apóstata y perseguidora sufre lo más recio de
ambos; y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el
galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los
que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes se
estaba cumpliendo. Esto sólo expresa con otras palabras
la afirmación de Jesús a Jerusalén en su último discurso
público: "Para que venga sobre vosotros toda la sangre

461
justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre
de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías, hijo de
Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De
cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta
generación". (Mateo 23:35-36). Los siervos de Dios, los
profetas (términos equivalentes en (Apocalipsis 1:1 – 10:7
– 16:6 – 18:24 - 19:2,10)(Daniel 9:6, 10)(Amós
3:7)(Zacarías 1:6) serían vindicados y recompensados en
el juicio venidero o en la vindicación y la venganza
histórica de los santos martirizados, aquellos que habían
sufrido a manos del impío Israel, como Jesús lo había
predicho. Justo antes de la caída de Israel, el apóstol
Pablo había escrito de los judíos, que constantemente
perseguían a los cristianos, que "vino sobre ellos la ira
hasta el extremo" (1 Tesalonicenses 2:16). Ahora, el
vistazo que Juan echa al futuro cercano muestra que, al
caer la ira reprimida de Dios con todo su furor, la Iglesia
se regocijó. Haciéndose eco del tema familiar de la
expulsión de Edén, el cántico se cierra con la observación
de que la destrucción de Israel sirvió para destruir a los
que destruyen la tierra (comparece Levíticos 18:24-30).

19Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de


su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo

La apertura del templo en el cielo sugiere el hecho que


Dios estaba actuando en cumplimiento de todas sus
promesas. Cuando las profundidades de las langostas del
abismo (ejércitos romanos) aparecen al descubierto,
también se corren en el cielo las cortinas para manifestar
el poder soberano del hothéos pantokratór. El templo de
Dios (ho naós toú theoú) que está en el cielo (ho en toí

462
outanoí) sugiere que ya Dios no tiene nada que ver con el
de abajo que estaba en Jerusalén antes del año 70 d.C. Y
ese templo en el cielo está abierto, porque el de abajo ya
se cerró, dice “clausurado” “inservible” no va más. El
templo terrenal ha desaparecido, y ahora sólo queda el
templo verdadero y eterno, el tabernáculo de Dios con los
hombres (Apocalipsis 21:3).

Dios, le abrió el templo en el cielo a Juan, para que viera


el arca del pacto, ¿Por qué? Porque está señalándole a
Juan que hubo una reafirmación del cumplimiento de los
eternos propósitos de Dios. Recuerde, que el arca del
pacto le fue dada a la nación de Israel como señal de su
presencia en medio de los campamentos de Israel y que
él sería fiel a los cumplimientos de sus promesas y pactos.
En 2 Reyes 25:9 el arca terrenal fue destruida cuando
Nabucodonosor el caldeo capturó y destruyó la antigua
ciudad de Jerusalén y el templo. Ahora, en el año 70 d.C.
Viene Tito hijo de Vespasiano el romano y destruye el
templo y a la ciudad de Jerusalén.

Finalmente, la intervención divina en juicio es


manifestada por medio de relámpagos (astrapaí) y voces
(phonaí) y truenos (brontaí) y terremotos (seismós) y
grande granizo (cháladsa megálei) que son claras
confirmaciones de algo culminante y el abrirse a un nuevo
entendimiento y orden espiritual después que se dieron
dichas manifestaciones.

Los primeros cristianos que leyeron el libro de Apocalipsis


antes del año 70 d.C. Entendieron que la destrucción de
Jerusalén significó que el reino mundial de Cristo había
comenzado realmente, de que su Señor gobernaba las

463
naciones desde su trono celestial, y de que la conquista
eventual de todas las naciones por los seguidores de
Cristo quedaba asegurada. Para estos creyentes humildes
y sufrientes, la prometida era del gobierno del Mesías
había llegado. Y lo que ellos estaban a punto de observar
como testigos en la caída de Israel era el fin del principio
del auténtico reino de Dios sin fin.

APOCALIPSIS 12:1-18

La mujer (Remante fiel de Israel), el hijo varón (Cristo y


los en Cristo) y el gran dragón (Imperio romano)

1
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida
del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza
una corona de doce estrellas

Apocalipsis 12 es una intersección porque recrea el


escenario entre la mujer, el hijo varón y el dragón. El
teatro de acción dramática siempre debe buscarse donde
está el foco de interés- Judea y Jerusalén. Las señales
guardan una estrecha relación directa con el remanente
fiel de la nación de Israel o del antiguo pacto que creía en
la manifestación de su Mesías. Sobre el remanente de
Judea. Los judíos siempre pedían señales para creer; pero
casi siempre no creían lo que veían (1 Corintios 1:22).
Juan dice que en el cielo apareció (óphthei) una gran
señal (megas seimeion) que es un sustantivo que sugiere
un profundo significado espiritual o un simbolismo
importante; que lo que es visto en el cielo indica una
manifestación o representación de algo o de alguien; que
tiene como objeto que los hombres miren más allá de
ella; que puede significar un gran espectáculo que

464
apunta hacia la consumación. Aquí en esta gran señal
tenemos a una mujer simbólica, donde en el V:17 se
menciona “el resto de su descendencia” que es
perseguido por el dragón, estos factores exegéticos
califican a esta mujer como el remanente fiel de la nación
de Israel gestando a su Mesías, el hijo varón (Romanos
9:5), pues, Apocalipsis 12:5 dice que iba guiar a todas las
naciones con cetro de hierro o "vara de hierro” que es la
justicia. La nación de Israel o la mujer estaba vestida del
sol. En Génesis 37:9-11 leemos que José soñó que el sol,
la luna y once estrellas se inclinaban ante él. El sol en la
mente judía simbolizaba a Jacob, la luna a Raquel, y las
once estrellas a los hermanos de José. Juan estaba
vislumbrando a Israel con sus doce estrellas o tribus.

Entonces, el sol, la luna y las once estrellas, representó la


totalidad del pueblo de Israel en la tierra en tres eras o
edades, el cual es simbolizado aquí por una mujer, pero
tengo que aclarar que (esta mujer no representa a toda la
nación de Israel ni a todos los judíos de la tierra, sino que
es realmente una representación del remanente fiel
escogido de la parte de Israel que creyó en aquellos
tiempos del primer siglo) éstos representan aquí a la
mujer. La mayor parte de su ser está vestida del sol y el
sol representa la era de la primera venida del Mesías al
mundo que fue una noche oscuridad. Cuando Dios envió
a su Hijo nacido de mujer judía de nacido bajo la ley judía
(Gálatas 4:4), él vino como el sol naciente de Israel (Lucas
1:78), y fundó la era del sol. Antes de la era del sol, se
movió la era de la luna representada por el pueblo de
Israel del antiguo pacto y testamento desde el Sinaí.
Fíjate, que la luna está debajo de los pies de la mujer,
porque la era de la luna equivale a la de la ley del Sinaí, la

465
cual no debía ser exaltada como las estrellas que fueron
los patriarcas antes de la ley fueron exaltadas y todos
estos formaron una sola corona sobre la cabeza de la
mujer. Todos ellos conformaron al pueblo de Israel en
esas tres edades.

2
Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la
angustia del alumbramiento

El remanente fiel de la nación de Israel estaba encinta del


Mesías, clamándolo con dolores de parto desde la
antigüedad. En pasajes como (Isaías
13:8)(21:3)(26:17,18)(Oseas 13:13)(Miqueas 4:10) Israel
se asemeja a una mujer que está con dolores de parto. El
remante fiel de Israel clamaba (krádsei) significando que
lo hacía como gritando con voz fuerte. La expresión
dolores de parto (odínousa) describe el trauma de los
dolores que siente una mujer durante el proceso del
alumbramiento (Isaías 26:17). Toda esto es una clara
descripción del nacimiento del niño Mesías a través de la
comunidad del remanente fiel de la nación de Israel, y
esto hace referencia a la primera y única venida o
Parousía visible del Mesías a la tierra en el primer siglo de
nuestra era, pero que él representa al Israel fuerte del
pueblo fiel de Dios.

3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un


gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez
cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

La escena en el cielo es de dos señales: la mujer y el gran


dragón escarlata (drákon mégas pyrrós). La primera señal
tiene como referencia a la mujer simbolizada por el

466
remanente fiel de Israel en Judea. La segunda señal al
gran dragón simbolizado por el gran imperio romano, el
“cuarto imperio” de las visiones interpretadas por el
profeta Daniel, ya que el “quinto imperio” es el reino
eterno de Dios. Recuerda que todo estudiante del libro de
Apocalipsis debe ubicarse dentro del registro o límite de
tiempo cuando Juan escribió el Apocalipsis a las 7 iglesias
del Asia. El dragón tenemos que descubrirlo en los días de
Juan no en los nuestros, porque en los días nuestros lo
que existe es el quinto imperio el reino de Dios a
eternidad. La palabra “Dragón” es del griego (drákon) que
significa “depravado o ser desfigurado o monstruoso” en
carácter. El dragón es “serpiente” antigua, diablo y
Satanás, frases que describen una “antigua y fuerte
oposición” a los planes de Dios. Todo esto es dragón y lo
del dragón es un simbolismo, pero las actividades de ese
simbolismo se efectuaron en el primer siglo, en el
territorio de Judea entre la mujer (remanente fiel) y el
gran dragón (imperio romano). En la mitología oriental
entre los babilonios, egipcios, asirios, heteos y cananeos
se dio el uso de la figura de monstruos con las mismas
características del dragón de Apocalipsis, por ejemplo:
Los babilonios tuvieron a la hidra de 7 cabezas. Tifón fue
el dragón egipcio que persiguió a Osiris. Leviatán era el
monstruo en la tradición cananea. Behemot era el
monstruo en los días de Job.

Entonces, ¿A qué se refiere el dragón de Apocalipsis 12 y


20? Se refiere a los “enemigos del remanente fiel de
Israel”, se refiere a sus diablos, a sus satanes humanos en
abierta oposición para derramar sangre. En el Salmo
74:14 Leviatán es Egipto enemigo de Israel. En Isaías 27:1
es Asiría y Babilonia. En Ezequiel 29:3 leemos de Faraón

467
como el gran dragón que ya en medio de sus ríos. En Job
40:18 leemos de Behemot, una gran bestia con barras de
hierro. Este trasfondo de monstruos, nos ayuda a
reconocer al dragón de Apocalipsis que fue un “gran
enemigo del Israel de Dios”. En Apocalipsis 12:3 Juan lo
describe como un “gran” dragón, porque “gran” es del
griego “mégas” y significa algo elevado. Este dragón
nunca hizo nada en pequeña escala y se opuso al
propósito central de Dios de manifestar su evangelio. Este
dragón en Apocalipsis 12:3 es de color escarlata (pyrrós),
y significa “rojo fuego” o color de sangre o de
persecución. Fíjate, que en Apocalipsis 12:1 la mujer (el
Israel de Dios) está cubierta de gloria, mientras que en
Apocalipsis 12:3 el dragón está cubierto de sangre. Fíjate,
que el dragón de Apocalipsis 12:3 tiene 7 cabezas y eso
señaló una concentración de liderazgo. En el contexto
profético esas 7 cabezas son 7 imperios sucesivos. ¿Cuál
fue el imperio en dominio en los días de Juan cuando
escribió el Apocalipsis? Fue el imperio romano. Entonces,
el dragón fue el imperio romano, el “gran dragón
romano”, el “cuarto dragón de la Biblia”. Este dragón
romano en el primer siglo reunió a todo su poder de
liderazgo e hizo una abierta oposición contra el Israel de
Dios. Juan dice que el dragón poseía 10 cuernos que fue
un símbolo de un “gran poder concentrado”, y tenía 7
diademas que fue un símbolo de dominio total.

4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del


cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró
frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de
devorar a su hijo tan pronto como naciese

468
Todo este escenario dramático revela el intento del gran
dragón (imperio romano) para impedir el reinado del
Mesías. El dragón romano o el diablo de Apocalipsis 20
fue el Gog (un enemigo rey o un comandante en jefe muy
influyente) que pudo reunir de los cuatro ángulos de la
tierra a los ejércitos de las naciones bajo su dominio, para
atacar a la ciudad amada que fue la Jerusalén del año 70
d.C. La frase “Y su cola (autoridad) arrastraba a la tercera
parte de las estrellas (comandantes o emisarios) del cielo
(superioridad)...” indica que el gran dragón (imperio
romano) era poseedor de una vasta autoridad y
tremendo poder e influencia en la tierra del primer siglo,
teniendo en su más amplia descripción apocalíptica “siete
cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas”
(dominio total político y militar), este maligno poder fue
la causa en el primer siglo de devorar al Hijo (al
remanente fuerte o a los fieles discípulos de Cristo en
Judea y hasta en Jerusalén misma) que la mujer (Israel de
Dios) estuvo a punto de da a luz.

Observa que el gran dragón (imperio romano) arrastraba


su cola como un escorpión que desplaza su veneno en el
aguijón superior. El aguijón arriba en su cola eran
estrellas del cielo, es decir, ángeles de comando,
mensajeros de guerra, emisarios militares y el gran
dragón arrojó a esas estrellas sobre la tierra o el territorio
de Judea en el primer siglo. Aquí Juan no estaba
pensando en el término “estrellas” en demonios o
ángeles caído del cielo, estaba hablando de fuerzas
militares romanas que fueron las estrellas del cielo o de la
superior comandancia del imperio romano en aquellos
días. El gran dragón (imperio romano) arrastró (syrei) que
significa “barrer” y arrojó (ébalen) o lanzó como con tiro

469
de fuerza a estas estrellas o comandantes militares sobre
el territorio de Judea.

El V:4 nunca habló de una caída de Satanás del cielo a la


tierra, Juan lo que habló fue de una actividad del imperio
romano durante los años de la guerra judía o gran
tribulación. Ahora, la acción del gran dragón es
emprendida contra la mujer y contra su hijo varón que
estaba a punto de nacer. El dragón se paró frente a la
mujer encinta a fin de devorar a su hijo tan pronto como
naciese. El verbo se paró (ésteiken) y significa “colocarse
en posición”, ¿Por qué el dragón lo hace? Porque va a
nacer el rey del quinto imperio del universo, el rey del
reino eterno de Dios. El frente a al rey de Dios porque la
mujer va a dar a luz no a un simple niño, hijo o varón sino
a un rey, porque éste es el Hijo-Rey que viene a regir a las
naciones con vara de hierro (justicia perdurable)(Salmo
2:7-9)(Daniel 7:13,14)(Hechos 1:9). El plan de Dios es que
éste Hijo-Rey nazca del remanente fiel judío para regir a
todas las naciones.

El propósito final del dragón es devorar a su hijo tan


pronto como naciese (hina hóten tékei to téknon autéis
kataphagei). El Mesías fue el objeto de la furia satánica
del rey Herodes al buscar al rey de aquella mujer judía
María en la matanza de los niños de Judea.

¿Por qué Juan llamó a este gran dragón la “serpiente


antigua”? Porque este conflicto entre Cristo (la posición
de Dios) y Satanás (la oposición de Dios por medios
humanos) fue anunciado en Génesis 3:15, donde Moisés
habló de una guerra entre dos simientes, la simiente
(humana) de la mujer (el hombre con Dios) y la simiente

470
(humana) de la serpiente (hombre sin Dios). Desde el
primer libro de la Biblia hasta el último, ésta es la guerra
básica de la historia. El dragón está en guerra contra la
mujer y su Simiente, primariamente Jesucristo.

A través de toda la historia, una oposición humana


denominada “Satanás” (el sustantivo serpiente siempre
fue una sugerencia a una sutileza humana para engañar)
esa sutileza ha estado tratando de impedir que Cristo
naciera, o de matarlo tan pronto naciera. Por esto mató
Caín a Abel, bajo la inspiración del dragón: El ataque
contra Abel era un intento de destruir la Simiente. No
tuvo éxito, porque Eva luego dio a luz a Set, Sustitución,
"en lugar de Abel" (Génesis 4:25), y la Simiente fue
preservada en él. La siguiente táctica de aquella oposición
humana denominada “Satanás” fue corromper la línea de
Set; así, diez generaciones después de Adán, casi todos
los descendientes de Set apostataron a través del
matrimonio con los paganos (Génesis 6:1-12, y la tierra
entera se corrompió, salvo por un hombre justo y su
familia. La ira insensata de la oposición humana
denominada “Satanás” atacó a la Simiente de Noé pero
aquel mundo entero fue destruido, y ahí también y de
nuevo fracasó el gran dragón, la serpiente antigua. La
Simiente fue preservada dentro de una sola familia en el
arca.

El gran dragón (una oposición humana denominada


“Satanás”) trató nuevamente de asesinar la Simiente, por
medio de sus ataques contra la familia de Abraham. En
dos ocasiones, la oposición humana denominada
“Satanás” intentó hacer que Sara fuera violada por un rey

471
pagano (Génesis 12:10-20)(20:1-18); lo intentó
nuevamente con Rebeca en (Génesis 26:1-11).

La enemistad dragoniana contra la Simiente es manifiesta


también en la enemistad de Esaú contra Jacob, una lucha
entre las dos simientes que comenzó en la matriz
(Génesis 25:22-23). Podemos ver también los intentos de
aquella oposición humana denominada “Satanás” por
estorbar la Simiente en el pecaminoso plan de Isaac para
quitarle a Jacob, mediante engaño, su herencia
divinamente asignada (Génesis 27). Nuevamente, cuando
los hijos de Israel estaban en Egipto, el gran dragón (la
serpiente antigua porque esto viene desde hace muchos
siglos) trató de destruir la Simiente haciendo matar a
todos los niños varones hebreos (Éxodos 1).

Quinientos años más tarde, la Simiente la portaba un


muchacho pastor llamado David, y nuevamente atacó el
dragón, en dos ocasiones inspirando al rey Saúl para que
le arrojara una lanza (1 Samuel 18:10-27. De manera
similar, la malvada reina Atalía "destruyó toda la simiente
real de la casa de Judá" (2 Crónicas. 22:10), pero la
Simiente fue preservada en la persona del bebé Joás.
Amán, el malvado primer ministro de Persia, habría
tenido éxito en su intento de desencadenar una masacre
a gran escala para destruir a todos los judíos, de no haber
sido por el valor y la sabiduría de la reina Ester (Ester 3-9).
El ejemplo más notorio de esta norma a gran escala
ocurre durante la historia de Israel, desde el Éxodo hasta
el Exilio: la perenne y consistente tentación del pueblo
del pacto de asesinar a su propios hijos, de ofrecerlos a
los demonios como sacrificio (Levíticos 18:21)(2 Reyes
16:3)(2 Crónicas 28:3)(Salmo 106:37-38)(Ezequiel 16:20).

472
¿Por qué? Era la guerra de las dos simientes. El dragón
estaba tratando de destruir a siempre a la simiente fiel de
Cristo, esta es la razón porque Juan lo denomina “la
serpiente antigua” no porque era una culebra sino una
abierta oposición de seres humanos en contra de seres
espirituales.

Esta norma alcanza un dramático clímax al nacimiento de


Cristo, cuando el dragón posee al rey Herodes, el
gobernador idumeo de Judea, y lo inspira para que
masacre a los niños de Belén (Mateo 2:13-18); en
realidad, la visión de Juan de la mujer, el niño, y el dragón
parece casi una alegoría de ese suceso. El gran dragón
que es y siempre fue “una abierta oposición humana
denominada “Satanás” lo intentó otra vez, por supuesto;
tentando al Señor (Lucas 4:1-13), (que fue un tentador
humano, un escriba judío de mucho prestigio y cultura)
tratando de hacer que lo mataran (Lucas 4:28-29),
sometiéndole a la opresión humana durante su
ministerio, entrando en posesión de uno de los discípulos
de mayor confianza para que le traicionase como fue el
caso de Judas (Juan 13:2, 27), y finalmente organizando
su crucifixión. Aún entonces - el gran dragón fue
derrotado, porque la cruz fue la manera en que Dios hizo
que esa “abierta oposición humana denominada
“Satanás” contribuyera a que se cumplieran los
propósitos de Él, según Su sabiduría - "la sabiduría oculta,
que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra
gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo
conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían
crucificado al Señor de gloria" (1 Corintios 2:7-8). Al herir
el calcañar de la Simiente, la cabeza de la serpiente o de

473
esa “abierta oposición humana denominada “Satanás”
fue aplastada.

5
Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de
hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para
Dios y para su trono

El plan satánico de aquella antigua serpiente o abierta


oposición humana denominada “Satanás” quedó
frustrada por el hecho del nacimiento del Hijo Varón al
ser arrebatado para Dios y para su trono. El instrumento
que Dios usó para la entrada del Hijo de Dios al mundo
fue María (Mateo 1:16-25)(Lucas 1:26-35) porque el plan
de Dios era que Israel como nación diera el Mesías al
mundo. La expresión “dio a luz” (éteken) es un indicativo
de acontecimiento destacando la realidad histórica del
mismo. La frase “un hijo varón” (huión áresen) enfatiza a
un masculino varón. El sustantivo “varón” (áresen)
enfatiza la hombría de Cristo en su estricto reino
mesiánico.

La función mesiánica de éste “Hijo Varón” era regir con


vara de hierro (justicia) a todas las naciones (hós méllei
poimaínein pánta ta en hrábdio sideiraí) es decir, “quién
está a punto de gobernar a todas las naciones con justicia
perdurable”. Juan tomó referencia del Salmo 2:9 donde
ahí se habla es de “quebrantar” y Juan lo escribe como
“regir” con paz y justicia a las naciones, el texto dice “Yo
publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
yo te engendré hoy (Si es engendrado es porque Dios
reina). Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y
como posesión tuya los confines de la tierra. Los
quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarería

474
los desmenuzarás“. Una “vara de hierro” (hrábdoi
sideirái) es la vara que no puede quebrantarse ni
resistirse (la justicia). Entonces, la idea era que el Hijo
Varón pastorearía con justicia perdurable a las naciones y
es aquí donde nos incluyó a nosotros. El Hijo Varón es un
compuesto de Cristo y nosotros. Juan resume la historia
del ministerio terrenal de Cristo, afirmando (como si
hubiese ocurrido todo a la vez) que el Hijo Varón fue
arrebatado a Dios y a su trono. Es como si la encarnación
de Cristo hubiese conducido directamente a su ascensión
al trono de gloria. El propósito de Juan no es
empequeñecer la expiación y la resurrección, sino
subrayar que el Ungido del Señor escapa por completo al
poder del gran dragón (imperio romano), es como si
hubiese pasado directamente de la encarnación al trono;
Satanás no tenía poder para detenerlo. La ascensión era
la meta del advenimiento de Cristo. A pesar de todo lo
que hace el dragón, la Simiente es arrebatada al trono y
ahora el compuesto del Hijo Varón rige las naciones con
vara de hierro (justicia).

6
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar
preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil
doscientos sesenta días

Hemos visto que la mujer fue el remanente fiel de Israel y


ahora perseguida por el gran dragón (imperio romano)
huye al desierto de Judea, porque recuerde que el
escenario del dragón es el territorio de Judea. En uno de
esos desiertos, (Petra en Edom (Daniel 11.41)(Mateo
24:16) Dios preparó lugar para el remanente perseguido.
La huída de la mujer al desierto fue una representación
de la huída de los judeo-cristianos (remanente fiel de

475
Israel) de la destrucción de Jerusalén, así que la ira del
dragón se agotó en el Israel apóstata, más bien que en el
Israel fiel.

Durante la segunda mitad de la tribulación impuesta por


las legiones romanas al país de Judea en el primer siglo, el
Anticristo Nerón Cesar- lanzó una persecución
inmisericorde contra el remante fiel (Mateo 24:15-
22)(Lucas 21:20-24). El perseguidor del remanente fue la
cuarta bestia de Daniel 7:23 quién vino a devorar a toda
la tierra (territorio de Judea) y lo trillará y despedazará,
dice el V:25 serán entregados en su mano (los santos del
Altísimo) hasta tiempo (un año), y tiempos (dos años), y
medio tiempo (seis meses).

Mientras los santos del Altísimo están en el desierto de


Judea, es alimentado por mil doscientos sesenta días, que
fue un período (de aflicción y persecución) equivalente al
"tiempo (un año), y tiempos (dos años), y medio tiempo
(seis meses)", es decir 3 ½ años, relacionado
simbólicamente con los 42 meses o 1.260 días de
Apocalipsis 11:2-3 y Apocalipsis 13:5. Dios preparó
(heitoimasménon) un desierto para la protección de los
santos del Altísimo. La huída de la mujer al desierto evoca
asociaciones con la permanencia de Elías en el desierto
durante los tres años y medio de sequía, cuando fue
milagrosamente alimentado por cuervos (1 Reyes 17:3-6);
de manera similar, dice Juan, la huída de la mujer (los
santos del Altísimo) no significa el abandono de Dios, sino
más bien su amante provisión y protección. Tres años y
medio es el mismo espacio de tiempo durante el cual
Jerusalén es hollada por los gentiles romanos, y durante
el cual los dos testigos (Santiago y Pedro) predican juicio

476
sobre la ciudad y este tiempo es el que dio lugar a la
guerra judía. El Señor Jesús pronunció en Mateo 24:15-18
que Jerusalén sería destruida cuando ejércitos la
rodearan y aplicaran la abominación desoladora al lugar
santo, donde el Señor le advierte a sus discípulos que
cuando vieran ese movimiento en acción “huyera” a las
montañas (Judea fue característico por tener desierto
montañosos como el desierto de la roca de Pella). Tan
apresurada debía ser su huída que hasta debían dejar sus
pertenencias y preocuparse sólo por sus vidas o la
seguridad personal.

La guerra en el cielo

7Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus


ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón
y sus ángeles

Recordemos que las cosas que se ven o se dan en el cielo


son connotaciones en la tierra. Lo que se atare en el cielo
será atado en la tierra y lo que se desatare arriba tendrá
su impacto y efecto abajo. Inmediatamente después de
que el Hijo Varón (expresión que representó a los santos
del Altísimo del primer siglo) son arrebatados al cielo,
(todo lo que es arrebatado es transformado a una nueva
dimensión o nivel espiritual) estalló en el cielo una guerra
entre Miguel y sus ángeles y el gran dragón y sus ángeles.
Esta guerra a todo cuartel fue como un campo bélico en
la tierra. El escenario se ve en el cielo, pero su aplicación
es en el territorio de Judea. El primer protagonista de la
guerra es Miguel, ¿Quién es Miguel? En hebreo su
nombre es Mija-El o Mikaiyah y significa ¿Quién como
Dios? El único que es como Dios es Cristo que es el título

477
oficial de divinidad y Cristo que en hebreo es “Mashahj” y
en griego es “Chrestos” que significa “oráculo”. Los
griegos usaron Chrestos para los oráculos griegos desde el
Siglo V antes de Cristo. Uno de los más famosos Chrestos
de Grecia fue Delfos. Cuando el de Israel elegía a alguien
por rey, el profeta de turno lo ungía para ese cargo con
aceite sagrado y este era llamado el “Mashahj” o el
ungido de Hashem o de Dios.

A Miguel en Daniel 10:13 se le denominó como “uno de


los principales príncipes de Israel” tipificando a Cristo y
aquí en este escenario celestial se le ve acompañado por
un ejército angelical. Miguel fue una representación
simbólica de Cristo, un nombre que enfatizó su naturaleza
divina y su poder; y de que los "ángeles" que le
acompañaron en lucha contra el dragón del imperio
romano del primer siglo fueron sus apóstoles mensajeros
con el mensaje del evangelio del reino. Este conflicto se
dio a la mitad de la gran tribulación es decir, a los 3 ½
finales de ese período de aflicción (Mateo 24:21). Miguel
(Cristo) y sus ángeles (discípulos del país de Judea)
luchaban contra el dragón (imperio romano) y sus ángeles
(emisarios romanos).

Cuando los escritores usaron el término “Arcángel” solo


indicó a uno de éstos ángeles como el ángel, verbo o
mensajero principal de Dios. De hecho, arcángel nunca
está en plural sino en singular, aplicado a uno solo. En 1
Tesalonicenses 4:16 Pablo habló de Cristo y mencionó su
voz de arcángel “Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero”, Pablo describió a Cristo con voz de arcángel y el

478
único arcángel de la biblia fue Miguel, por lo tanto,
Miguel fue cumplido en Cristo en el desempeño de sus
funciones celestiales.

8pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en


el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al
mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él

Estos dos pasajes sintetizan la exclusión de Satanás


(abierta oposición) del cielo. ¿Por qué en este pasaje es
Miguel-Cristo el que le hace la guerra al Dragón (imperio
romano y no al contrario? Porque es una guerra hacia la
victoria moral y espiritual de la verdad sobre el error; de
la luz sobre las tinieblas; del evangelio sobre la
incredulidad y una victoria sobre los problemas mentales
y las enfermedades en el primer siglo. ¿Qué significó la
victoria del cielo sobre el gran dragón? Que los discípulos
(ángeles de Miguel-Cristo) estuvieron peleando (por
medio de la espada del evangelio del reino) para hacer
venir el reino de Dios a la tierra. Los discípulos conocían a
Mateo 6:10 la venida del reino por medio de la oración
“venga a nosotros tú reino”. Existe una íntima relación a
este escenario cuando en Lucas 10:18 los 70 enviados por
Jesús volvieron a él con su informe de su exitosa misión
“Yo veía a Satanás (a la adversidad del hombre) caer del
cielo (estado de dominio, superioridad de las
enfermedades y problemas mentales sobre el cuerpo del
hombre) como un rayo (acción fulminante, resultado
exitosos). Si traducimos éstos símbolos al lenguaje
común, significaron que el progreso del cristianismo en el
país de Judea despertó la hostilidad del gran dragón

479
(imperio romano) y sus ángeles o emisarios (soldados), y
condujo a una persecución más activa de los ángeles de
Miguel o los discípulos de Cristo.

Durante las acciones de los ángel de Miguel-Cristo, sus


enemigos no prevalecieron (kái ouk íschysen). Ni se halló
ya lugar para ellos en el cielo (oudé tópos heuréthei
aotón éte en toi ouranói), esto es una clara indicación que
no sólo hubo derrota sino también expulsión del cielo.
¿Por qué estaban en el cielo para ser expulsados de allí?
Porque es una escena que fue puesta en el cielo para
indicar la victoria de los seguidores de Miguel-Cristo
sobre sus enemigos los emisarios del dragón. La expulsión
del dominador fue lanzada (ebléithei) y fue arrojada
(ebleitheisan) para que el cielo no pudiera tener más
memoria de esa influencia y dominación imperial. El
imperio romano fue un usurpador de vidas que pretendió
aferrarse a lo que nunca le pertenecía, el “derecho a la
vida humana”. El desalojo del dragón del cielo de aquí en
adelante fue para entrar en el abismo por mil años
(Apocalipsis 20:1-3) y luego en el lago de fuego como su
morada eterna, V:10.

10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora


ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro
Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche

No se conoce el origen de la “gran voz en el cielo”


(phonéin megátein en toi ouranoi) pero si nos puede
indicar que pudo ser la voz de uno de los mártires que
proclamó la victoria de Cristo. El ahora ha venido (arti

480
egéneto) se refiere a la primera venida de Cristo (V:5)
donde éste maravilloso rey vino a traer la salvación, el
poder, el reino y la autoridad. El verbo “ahora” (arti) y el
verbo “ha venido” (egéneto) son dos modos indicativos
que destacan un hecho histórico pasado, porque para que
pudiera venir la salvación primero tuvo que cumplirse
(Juan 12:31)(Mateo 10:1)(Juan 17:5)(Hebreos 2:14).

La salvación (hei soteiria) fue un indicador de liberación


del yugo del dragón. El poder (hei dynamis) fue un
indicador de fuerza dinámica por medio de un evento
sobrenatural (la resurrección de Cristo). El reino de
nuestro Dios (kai hei basileia tou theou heimón) que fue
una referencia al establecimiento del reino que no tiene
fin. La victoria de Miguel-Cristo fue contundente, pues la
autoridad de su Cristo (hei exousñia tou Chistóu autoú) es
un revelador de un anticipado derecho de potestad para
ejercer el gobierno del reino eterno. Todas estas
declaraciones de la voz de uno de los mártires fue una
verdadera prolepsis, es decir, una anticipación de lo que
habría de ocurrir en el primer siglo con toda certeza.

La voz del mártir testificó que fue lanzado fuera el


acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba
delante de Dios día y noche. El vocablo “porque” (hóti) es
un porque explicativo de que la salvación, el poder, el
reino y la autoridad de Cristo había llegado. ¿Por qué Juan
utilizó el vocablo acusador de parte del dragón (imperio
romano? Porque cuando uno de los emisarios o soldados
del imperio como león rugiente atrapaba a su presa débil
“un seguidor de Cristo” en el primer siglo, ¿Qué hacía?
Hacía un oficial pronunciamiento legal en su contra como
enemigo del imperio y de Cesar Nerón, éste fue el

481
acusador del primer siglo. Se acusaba al cristiano de no
sujetarse ni inclinar su frente ante el emperador romano
y así entraba a los candidatos al martirio. De día y de
noche el imperio tenía acusadores por todas las naciones
del dominio imperial. Día y noche las legiones romanas
entraban a las aldeas y ciudades judía en el país de Judea
buscando a quien devorar (1 Pedro 4:7)(5:8). Ese
acusador también tuvo la connotación al pecado y por fin
fue lanzado fuera (ebléithei) donde ya no podría
continuar su actividad de acusación y destrucción en
contra de los seguidores de Cristo, porque su influencia
en el ámbito celestial fue destruida.

11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del


Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte

Fue imposible que la guerra celestial entre Miguel (Cristo)


y el dragón (imperio romano) hubiese sido una
representación de una batalla final fijada para darle fin al
planeta tierra como lo enseñan los amados futuristas. No
puede ser futura en absoluto porque fue pasada, fue una
victoria que tuvo lugar por medio de un suceso
cataclísmico en la mitad de la historia: cuál fue el
sacrificio del Cordero en el año 33 ½. El lenguaje usado
por Juan para describir la base de la conquista de Miguel-
Cristo tuvo que ver con la Primera Venida. Los mártires
vencieron por medio de la sangre derramada de Cristo, y
por medio de la intrépida proclamación del evangelio del
reino en el primer siglo. La victoria cósmica sobre el
dragón tuvo lugar por medio del evangelio en su aspecto
objetivo (la obra de Cristo), y el evangelio en su aspecto

482
subjetivo (la proclamación de los ángeles de Miguel o la
obra de su Cristo).

Entonces y por lo tanto, ¿Cuándo cayó Satanás (la


oposición) del cielo? Cayó, definitivamente, durante el
ministerio de Cristo, que culminó con la expiación, la
resurrección, y la ascensión del Señor a su trono celestial.
Podemos ver las etapas de esta guerra santa de Miguel-
Cristo a través del mensaje de los evangelios.

Las palabras “hasta la muerte” indican que hubo un


martirio. Los creyentes vencedores del primer siglo
rindieron a la causa de Cristo su vida hasta la muerte del
año 70 d.C. Estos vencedores no se doblegaron ante el
emperador romano ni ante las cruentas persecuciones
desatadas por el Anticristo. El verbo han vencido
(enikeisan) indicó seres victoriosos por sacrificio. La
sangre del Cordero fue la base sobre la cual ellos
vencieron al acusador del primer siglo. Por esa sangre
menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Lo que estos
mártires hicieron no fue una búsqueda morbosa de la
muerte, sino que demostraron una convicción a la causa
del Cordero.

12Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos.


¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el
diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo
que tiene poco tiempo

Por lo cual (día toúto) o por esta razón, es decir, por el


hecho de la segura derrota a la oposición, de la victoria de
los mártires sobre sus perseguidores, y del

483
establecimiento del reino, es que los moradores del cielo
y aun el mismo cielo se alegran. Este amplio regocijo se
debe a que la oposición ya no tiene acceso al cielo, quedó
totalmente excluida. Lo que ahora causó regocijo entre
los ángeles fue motivo de angustia para los habitantes del
territorio de Judea. El ay de este versículo se relacionó
con la expulsión de la oposición del cielo a la tierra que
Juan llama “Satanás”. Esta expulsión lugar cuando arranca
la gran tribulación (ira de Dios) y es durante esos 3 ½
años finales cuando la oposición (Satanás) lanzó su más
enconada persecución de todo aquel que se negó a la
marca de la bestia en su frente. Juan, dice que el diablo
(oposición romana) descendió a vosotros (los del
territorio de Judea) con gran ira, sabiendo que tenía poco
tiempo. El verbo ha descendido destaca la realidad
concreta de un acontecimiento histórico ubicado en el
primer siglo. Su descenso fue con gran ira (échon thymón
mégan) es decir, referido a la ira como un estado mental
emocional intenso. La oposición romana en la guerra
judía del 66-70 d.C. Ardió o hirvió en ira contra los
moradores de la tierra y el del mar. ¿Por qué esta
oposición denominada “gran dragón” tiene tanta ira?
Porque sabe intuitivamente que tiene poco tiempo para
actuar contra la nación de Israel (Sólo tuvo tres años y
medio para sus actividades para producir la caída de los
judíos, del templo y de Jerusalén). Al final de la gran
tribulación, inmediatamente después (Mateo 24:29-30) el
Hijo del Hombre vendría con poder y gloria para
inaugurar su reino eterno.

El dragón (imperio romano) persigue a la mujer


(remanente fiel de Israel)

484
13Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la
tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo
varón

El principal objetivo del dragón era destruir la simiente de


la mujer (del remanente fiel de Israel). El V:4 dice que el
dragón tomó su posición delante de la mujer “a fin de
devorar a su hijo tan pronto como naciese”, esta
oposición la tomó por medio de Herodes y de los judíos,
pero todo fracasó. El Mesías murió y pagó con sangre el
rescate por el hombre pecador desde Adán hasta Cristo,
luego, resucitó y ascendió sentándose en victoria a la
diestra o en el mismo rango de Dios que es Dios. El plan
de la oposición humana satánica de “devorar” al Mesías e
impedir que efectuase la obra redentora de la cruz
fracasó.

Ahora, al ver su fracaso, arremete contra la mujer


(remanente fiel de Israel) que trajo al Mesías al mundo. El
dragón (imperio romano) a pesar de su astucia ignora el
hecho de que su expulsión final del cielo es irreversible.
Pero su oposición arranca de nuevo en la tierra o en el
territorio de Judea. Al no poder atacar al Hijo de la mujer,
ahora intenta atacar al Hijo a través de la mujer (Mateo
25:45)(Hechos 9:4). Lo más coherente con el ambiente de
Apocalipsis 12 es entender que la severa persecución
descrita aquí ya se cumplió, pues, fue profetizado por el
Señor Jesús en Mateo 24:15-18 y Marcos 13:14-23. A raíz
de su exclusión del cielo al arrancar la gran tribulación o
guerra judía, el dragón (imperio romano) arremete con
ira incontrolada contra la descendencia de la mujer (es
decir, seguidores de Cristo en otras naciones fuera de
Judea), pues, su meta es destruir totalmente a la simiente

485
de la mujer esparcida en todas las naciones bajo el
dominio del imperio romano.

14Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila,


para que volase de delante de la serpiente al desierto, a
su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos,
y la mitad de un tiempo

El escape de los santos del primer siglo de Judea de las


invasiones edomitas y romanas durante la guerra judía
cuando, en obediencia a las órdenes de Cristo en Mateo
24:15-28, los cristianos escaparon para buscar refugio en
las cuevas del desierto de Judea (en Pella) fue efectuada
por medio de una acción figurativa denominada “las dos
alas de la gran águila”, que simboliza la fuerza para
escapar o una liberación efectiva o una salida apresurada,
rápida o veloz. Las dos alas de la gran águila del V:14 fue
un prototipo de Dios protegiendo y nutriendo a su pueblo
tomado de la liberación del cautiverio en Egipto en Éxodo
19:4. Dicha liberación y protección fue un sustento de la
providencia de Dios por un tiempo (un año), y tiempos
(dos años), y la mitad de un tiempo seis meses) que son
los mismo 3 ½ años que duró la gran tribulación aplicada
por las legiones romanas. Ese desierto donde estuvo el
remanente de los fieles en Cristo en el primer siglo estuvo
fuera del alcance de Satanás, es decir, de la oposición
activa del imperio romano.

15Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua


como un río, para que fuese arrastrada por el río.
16Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su
boca y tragó el río que el dragón había echado de su
boca

486
Cuando el dragón (imperio romano) se dio cuenta de que
no pudo tocar al remanente fiel protegido en Pella,
continuó la persecución al resto de su descendencia. Para
lograr ese objetivo, ¿Qué hizo la serpiente (la astucia
romana)? Arrojó de su boca tras la mujer, agua como un
río (hydór hós potamón) para que fuese arrastrada (hína
autéin potamóphareiton poiéisei) para destrucción por
medio del caudal del río. ¿Por qué la tierra ayudó a la
mujer o al remanente de los fieles en su huida del
dragón? Porque este dragón ya había sido expulsado del
cielo y todas sus estratagemas ideadas para destruir a la
iglesia del primer siglo son un completo fracaso.

Un “río” de aguas es un símbolo de un enorme ejército de


soldados romanos que fueron enviados por el anticristo o
el dragón romano tras el remanente fiel esparcido sobre
la faz del dominio del imperio romano. Pero cuando ellos
van tras la mujer, la tierra con las manifestaciones de los
terremotos, las tormentas de granizo y cosas por el estilo,
ayudan a la mujer, pues, la tierra abrió su boca (sus
manifestaciones) y tragó el río (los soldados romanos)
que el dragón había echado de su boca. Algo parecido
vivió el Faraón egipcio, cuando quiso destruir al pueblo de
Israel cuando cruzó el mar rojo, “la tierra en su
manifestación los tragó” y el pueblo fue librado (Exodo
15:12,13). Hubo otros casos como en (Números 16:28-
33)(26:10)(Deuteronomio 11:6)(Salmo 106:17) donde la
tierra abrió su boca y se tragó a los transgresores.
Después de que el dragón fue expulsado del cielo, ya no
es un contrincante poderoso para hacer frente a las
manifestaciones de Dios.

487
3. El dragón (imperio romano) hace guerra contra el
resto de la descendencia de la mujer (los 144.000
sellados)

17Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se


fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo

Este inmenso fracaso donde los soldados del dragón


romano produce esas bajas tan impresionantes produce
en él una reacción de ira contra la mujer (orgísthei epi tei
gymaiki) y se va a hacer más guerra contra el resto de la
descendencia de ella, es decir, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesucristo y éstos fueron los 144.000 que durante la gran
tribulación estuvieron esparcidos sobre la faz del dominio
del imperio romano, anunciando el evangelio del reino y
llamando a los hombres a colocar su fe en el Mesías que
son el mismo grupo de Apocalipsis 14:4,5. ellos guardan
los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesucristo porque son judíos cristianizados.

18Y se detuvo sobre la arena del mar


Este versículo no aparece en la versión de la Reina-Valera
1960, aunque sí aparece en la primera parte del 13:1, con
la variante del verbo en la primera persona singular. Su
persecución no tiene éxito porque se detuvo sobre la
arena del mar ante las manifestaciones de la tierra
(terremotos etc.) Allí acampó.

488
APOCALIPSIS 13:1-18

1. Las dos bestias del dragón (romano)

1
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una
bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus
cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre
blasfemo

El dragón frustrado en su intento de destruir a la mujer y


a su simiente, se instaló o acampó con sus soldados
sobrevivientes a los terremotos sobre la arena del mar
como si estuviera buscando con sus ojos a un poderoso
auxiliar para alistarlo a su servicio militar y la verdad es
que no tardó mucho en aparecer, pues, a este auxiliar se
le ve salir del mar como un monstruo o bestia salvaje que
ya había sido mencionado por Juan en Apocalipsis 11:7.
Lo que vamos a conocer es altamente descriptivo.

Parado sobre la arena del mar (que es un símbolo de


agitación humana de donde surgen los grandes líderes y
movimientos históricos del mundo)(Isaías 57:20), el
dragón (imperio romano) ve salir de ese mar simbolizado
a una bestia. La bestia es el sexto protagonista de la
tribulación mencionado por Juan. El vocablo bestia
(theiríon) que Juan usa para describir metafóricamente el
carácter de un líder o la personalidad ulterior del
Anticristo. La bestia en otras palabras fue una
encarnación de un mal político y social del primer siglo.

La palabra bestia se usa en el lenguaje de Apocalipsis


figurativo a algo o a alguien. En Daniel 7:3 el profeta
Daniel vio a cuatro bestias que estaban representando el

489
“poder destructivo” personificado por cuatro imperios,
comenzando con el Imperio Babilónico. Estas cuatro
bestias subían del mar (de una agitación humana de
donde surgen los grandes líderes y movimientos
históricos del mundo) En el V:17 se le dice a Daniel que
estas cuatro bestias son cuatro reyes o imperios que se
levantarían sobre la faz de la tierra. La última de las
bestias que Daniel vio tenía 10 cuernos en su cabeza y de
entre esos cuernos brotó un “cuerno pequeño” que
desarraigó a tres de ellos diez reyes originales. Daniel oyó
que la cuarta bestia sería un cuarto reino en la tierra, el
cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la
tierra devoraría en sus días, trillaría y despedazaría. Los
10 cuernos significan que de aquel reino se levantarían 10
reyes; y tras ellos se levantaría otro, el cual sería diferente
de los primeros reyes, y a tres reyes derribaría. Y hablaría
palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo
quebrantaría, y cambiaría los tiempos y la ley; y serían
entregados en su mano hasta tiempo (un año), y tiempos
(dos años), y medio tiempo (seis meses) (Daniel 7:23-25).
El lenguaje de Daniel 7 es metafórico; pero utiliza una
hermenéutica normal, pues dice que las cuatro bestias
son cuatro reyes cada uno con su reino o imperio y el
cuerno pequeño representa a un rey que paulatinamente
se hará grande y los tres cuernos que son desarraigados
también apuntan a tres reyes que serán quitados de sus
tronos dentro del mismo imperio o reino.

En Apocalipsis se habla de dos bestias. La primera bestia


subió del abismo (Apocalipsis 11:7)(Apocalipsis 17:8) o del
mar (Apocalipsis 13:1); es escarlata (Apocalipsis 17:3) y
tiene siete cabezas y diez cuernos (Apocalipsis 17:7) y
representó a ese poder político que se opuso a Dios en el

490
primer siglo, cuando nació la Iglesia Cristiana. La segunda
bestia subió de la tierra, y habló como dragón
(Apocalipsis 13:11) y se identificó con el falso profeta
(Apocalipsis 16:13)(19:20)(20:10) y representó el culto
que se tributaba al emperador como dios y a los que
promovieron ese culto en el siglo primero de nuestra era.
Los lectores (las 7 iglesias del Asia menor) del Apocalipsis
sabían de quién les estaba hablando el apóstol Juan. Ellos
entendieron que el Anticristo estaba representado por el
carácter de una bestia y que se refería a una persona no a
una cosa, pero esta bestia no es el imperio romano es el
emperador César. Este individuo es el que el apóstol
Pablo denomina en 2 Tesalonicenses 2:3 “el hombre
(emperador) de pecado” ”el hijo de perdición”. Es el
mismo que el profeta Daniel 7:8 denomina “el cuerno
pequeño” y “como el rey soberbio” de Daniel 11:36). Y es
que aplica la “abominación desoladora” al santuario
Daniel 11:31)(12:11)(Mateo 24:15). Todas estas
referencias apuntan al hecho concreto que dicha bestia
fue una persona real con carácter de bestia o monstruo.
Igual que el dragón (imperio romano), la bestia (un
emperador romano) posee 7 cabezas y 10 cuernos
(Apocalipsis 12:3)(Apocalipsis 13:1) y esto indica que
entre ambos existió una estrecha relación de poderes.
Esta bestia comenzó a actuar desde el comienzo de la 70
semana de Daniel 9:24-27).

Cuatro cosas tiene la bestia que subió del mar: 1)- las 7
cabeza; 2)- los 10 cuernos; 3)-las 10 diademas en sus
cuernos; y 4)-el nombre blasfemo sobre sus cabezas. Las
7 cabezas relacionan a la bestia con el dragón. La bestia
recibe del dragón el poder, la autoridad y el trono
romano. Como la bestia en su sentido normal sólo puede

491
tener una cabeza, de modo que las restantes cabezas
tienen que ser consecutivas. Cada cabeza representa un
emperador a través del cual el dragón (imperio romano)
ha operado en el primer siglo.

La bestia (emperador) fue un agente del dragón (imperio


romano) y se constituyó en un poderoso contrincante
visible de Dios en el primer siglo. Su objetivo era inclinar a
los judíos no cristianizados y cristianizados ante el
dominio del dragón. Como esta bestia conoce los
informes que se le dan acerca del avance del cristianismo
del primer siglo, se llena de nombres blasfemos contra el
Dios de los cristianos. El profeta Daniel señaló que el
“cuerno pequeño” tenía ojos como de hombre y una boca
que hablaba grandes cosas (Daniel 7:8). Las “grandes
cosas” de Daniel 7:8 son las “blasfemias” de Apocalipsis
13:1 y (17:3).

Con semejantes descripciones, esta bestia o rey o


emperador tuvo que ser reconocido en el primer siglo
entre los grandes reyes del territorio o tierra de aquellos
tiempos. Tuvo que ser el más observado y el que tenía el
trono más encumbrado y tuvo que gobernar el imperio
más poderoso de aquellos tiempos. Según el criterio
imperial romano, los Césares eran Dioses y cada
emperador era llamado Augusto o Sebastos, que significa
“Uno que ha de ser adorado como Dios”. En su teología
romana se tenia el criterio de que el emperador era un
Divus (dios) y hasta Deus y Theos (Dios). Debido a esta
creencia, a ellos se les erigieron muchos templos por todo
el imperio romano, especialmente en Asia Menor. Los
Césares romanos recibían honores como si ellos fueran o
hubiesen sido solamente el único y verdadero Dios a fin

492
de borrarles a los cristianos del primer siglo la idea de que
Jesucristo era Dios.

El Divus del imperio romano fue César Nerón quién exigió


al pueblo absoluta obediencia y veneración, y hasta erigió
una imagen de sí mismo de 120 pies de altura. Por esta
razón, Pablo que conocía este criterio romano llamó a
César Nerón el "hombre de pecado" "el hijo de
perdición”, el cual se opuso y se levantó contra todo lo
que en el primer siglo se llamó Dios u objeto de culto;
(porque Nerón no quería una competencia en su imperio)
esta fue la bestia de Apocalipsis 13:1 y el que se sentó en
el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios
(2 Tesalonicenses 2:3-4). Por eso, es que Juan subrayó
este aspecto de la bestia en Apocalipsis 13:5,6 diciendo
que su boca hablaba grandes cosas y blasfemias contra
Dios. Los cristianos fueron perseguidos por la bestia de
César Nerón (año 64-66 d.C.) porque rehusaron unirse a
este culto idólatra al emperador.

2
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus
pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el
dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad

Esta bestia es la misma de la visión de Daniel 7. La cuarta


bestia de Daniel 7 es una composición de las tres
anteriores de la visión: león, oso y leopardo y las
características propias de la cuarta bestia. Juan mencionó
las mismas bestias de Daniel 7, sólo que lo hizo en orden
inverso. Babilonia (fue el león); Media Persia y Grecia (fue
el oso); pero la figura del leopardo está reunida en la
cuarta bestia que fue el imperio romano y le bestia de
Nerón. La bestia de Nerón fue de brutalidad y fortaleza de

493
los reinados del pasado por la crueldad, rigidez, y su
implacable trato a sus oponentes los cristianos y después
en la guerra judía a los judíos en general. Esta bestia
Nerón tenía por medio de sus legiones romanas o
soldados la velocidad y la astucia del leopardo, tenía el
poder aplastante del oso (Media Persia y Grecia), y la
fiereza del león (Babilonia), aquí es donde armamos al
Anticristo único, inclusivo, y exclusivo de la Biblia en el
primer siglo llamado César Nerón. La bestia de
Apocalipsis 13 es una clara figura del imperio romano.

Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande


autoridad (kai édoken autoi ho drákon téin dynamin
autoú kai tón trónon autoú kai exousian megalén), es
decir, una bestia con todo el señorío del imperio romano
extendiendo su autoridad como no lo había hecho ningún
otro César o gobernante en el primer siglo.

3
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su
herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en
pos de la bestia

Juan vio que una de las 7 cabezas de la bestia sufre una


“herida de muerte” (hos esphagménein eis thánaton) es
decir, que recibió un “tajo de muerte” como el que
recibía el macho cabrío en el matadero antes de ser
inmolado. Lo “inmolado” indica que sufrió una “herida
violenta en la cabeza”, pero que fue sanada.

En la profecía de Daniel sobre los cinco reinos (Babilonia-


Medo-Persona-Grecia-Roma-y el reino eterno de Dios) se
escribió que el quinto reino el de Cristo aplastaría la
influencia de los anteriores imperios y el reino de Dios los

494
reemplazaría, llenando la faz de la tierra. En el primer
siglo y antes del año 70 d.C. Por 36 ½ años (del 33 ½
cuando Cristo murió aproximadamente hasta el año 70
d.C. Cuando la señal del Hijo del Hombre se dio con la
caída del templo y la destrucción de Jerusalén) el
evangelio se esparció rápidamente alrededor del mundo,
a todas las naciones; surgieron iglesias por todas partes
del dominio romano, y aun algunos miembros de la
propia casa de César vinieron a la fe (Filipenses 4:22).
Durante ese esparcimiento del evangelio influyendo los
corazones para Cristo, Tiberio César le solicitó
formalmente al Senado romano que reconociera
oficialmente la divinidad de Cristo. Con esta solicitud
parecía como si le estuviera dando un golpe de espada o
de estado a la cabeza del dragón (senado romano) y el
cristianismo estuviera en ascenso, y pronto obtendría el
control en las naciones bajo el dominio romano. Parecía
que una de las cabezas del Imperio Romano había sido
herido de muerte bajo la espada (Apocalipsis 13:14) del
evangelio. Pero entonces la situación se invirtió. Aunque
el evangelio se había esparcido por todas partes, también
lo habían hecho la herejía y la apostasía; y debido a
intensa persecución por parte de los judíos y el estado
romano, grandes masas de creyentes en el primer siglo
comenzaron a apostatar de la fe en Cristo (1 Timoteo 1:3-
7,19-20)(4:1-3)(6:20-21)(2 Timoteo 2:16-18)(3:1-
9,13)(4:10,14-16)(Tito 1:10-16)(1 Juan 2:18-19).

El Nuevo Testamento da la clara impresión de que la


mayoría de las iglesias se dividieron y abandonaron la fe;
bajo la persecución Neroniana, la Iglesia pareció haber
sido exterminada por completo. La bestia había recibido
la herida en la cabeza (por expansión del evangelio y la

495
influencia de la divinidad de Cristo), la cabeza se
encontraba de herida mortal, pero había revivido. Y de
este levantarse toda la tierra bajo el dominio del imperio
romano se maravilló y se fue en pos de la bestia César
Nerón.

4
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la
bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la
bestia, y quién podrá luchar contra ella?

Debido a esta resurrección de influencia la bestia,


conduce a sus influenciados a ir en pos del dragón
(imperio romano) de quién había recibido autoridad.
Todos ellos le hicieron un (proskunéo) u homenaje de
inclinación y adoración a la bestia. La bestia de César
Nerón fue la manifestación visible del dragón. Adorar a la
bestia era el mismo equivalente que adorar al dragón.
Adoraron a César Nerón y al imperio romano. La meta
suprema de Nerón era que todo el mundo se inclinara
ante la majestad y poder del imperio romano. Al ver que
la influencia hacia la recuperación de la divinidad total fue
restaurada después de recibir la herida letal, sus
adoradores clamaron: !Quién como la bestia y quién
podrá hacer guerra contra ella! ¿Qué estaban diciendo?
Que César Nerón (la bestia) era un rey incomparable.
Nerón fue amado por todo el imperio como el benévolo
proveedor de bienestar y entretenimiento. Pero es Israel
en particular el que es condenado por adorar al
emperador. Enfrentados con la necesidad de escoger
entre Cristo y César, habían proclamado: ¡Nosotros no
tenemos más rey que César! (Juan 19:15). "Con esta
exclamación, el judaísmo, en la persona de sus
representantes (sanedrín judío) fue culpable de negar a

496
Dios, blasfemar, apostatar. Israel se puso del lado de
César y el Imperio contra Cristo y la Iglesia. Estaban
adorando al dragón, y por esta razón Jesús mismo llamó a
sus asambleas de culto sinagogas de Satanás (Apocalipsis
2:9)(3:9) y por eso recibieron el juicio de la destrucción, el
día de la venganza, el día de ira grande y terrible en las
devastaciones del año 70 d.C.

5También se le dio boca que hablaba grandes cosas y


blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y
dos meses.
6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para
blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que
moran en el cielo

Aunque el poder de la bestia (Nerón) procedió del dragón


(imperio romano), la forma verbal se le dio (edóthei aitoi)
indica que fue Dios el sujeto del verbo, es decir, que a
Nerón se le permitió como bestia que ejerza
temporalmente cuatro cosas 1)- tener una boca que
blasfema, 2)- tener autoridad por 42 meses, 3)-
conquistar a los santos, 4)- tener poder sobre todos los
pueblos bajo el dominio del imperio romano. El vocablo
hablaba (laloún) sugiere una acción continua, es decir,
que por 42 meses la bestia de Nerón no cesó de hablar
mal de Dios (Daniel 7:8,11,20,25). Basado en
“blasfemias”, la bestia de Nerón se apropió de los
atributos del Dios de los cristianos del primer siglo para
promover su personalidad.

A Nerón (la bestia) se le dio autoridad para actuar


blasfemias cuarenta y dos meses (3 ½ años) que son los
últimos años de la gran tribulación, es decir, la mitad de la

497
semana 70 de Daniel 9:24-27. el propósito de su
demagogia es para que el pueblo bajo su dominio se aleje
de Dios y vaya en pos de él mismo. Por medio de su boca
Nerón la bestia hace un sacrilegio contra el nombre (to
ónoma) de Dios. El nombre es la representación misma
de una persona. El hecho concreto es que Nerón la bestia
se autoproclama “como Dios” sin ser Dios y en esto
consiste su gran blasfemia, pues, pretende que el pueblo
bajo su dominio lo adore como el Dios del cielo (2
Tesalonicenses 2:4). Luego, Nerón blasfema contra el
“tabernáculo” de Dios, es decir, contra el lugar de la
adoración centralizada de Dios en Jerusalén, pues, su
meta es aplicar la abominación desoladora al lugar santo
(Mateo 24:15), ofreciendo sacrificios no permitidos a un
gentil, y finalmente, Nerón pronuncia blasfemias contras
“Los que moran en el cielo” (tous en toi ouranoi
skeinountas) referidos a los mártires que dieron
testimonio de la gracia de Dios durante los 42 meses de
su reinado.

7Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y


vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu,
pueblo, lengua y nación

Otra vez usa la forma verbal (edothei auoti) para indicar


que a Nerón la bestia romana, Dios le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos. La persecución de
Nerón contra los santos duró en realidad 42 meses
completos, desde mediados de Noviembre del año 64
hasta comienzos de Junio del año 68 d.C.. El período de
Nerón ocurrió en los últimos días del sistema judío, cerca
de la catástrofe final del templo y de la ciudad de
Jerusalén en el año 70 d.C. En 2 Timoteo 4:17 Pablo

498
testificó que había sido librado de la boca del león
(Nerón). Juan en Apocalipsis 13:1 lo vio subir del mar, que
viéndola desde el punto de vista judío- fue una potencia
extranjera, y que en Judea, Nerón sería un soberano de
más allá del mar. Las 7 cabezas y los 10 cuernos
coronados de la bestia o rey son símbolos de su poder y
dominio universal. Los nombres de blasfemia inscritos en
sus cabezas significan la prerrogativas que el pueblo le da
o le dio como si fuera un dios o una divinidad.

Nerón…fue el “Quinto emperador de Roma (año 54–68


d.C.). Nació en el año 37 d.C. y su madre Agripina, que se
había casado con el emperador Claudio (49 d.C.), logró
persuadir a este de que adoptara a Nerón como hijo.
Cuatro años más tarde murió Claudio, sin duda
envenenado por Agripina, y Nerón subió al poder.
Empezó su reinado cuando tenía apenas diecisiete años,
bajo la tutela de su madre, el filósofo Séneca y el pretor
Burrus, y gobernó bien durante los primeros años. Nerón
es el emperador al que Pablo se refiere en Hechos 25.8,12
- Hechos 28.19- Romanos 13.1–7- Filipenses 4.22- 2
Timoteo 4:17 . Por el año 59, cansado de su vida
protegida, y animado por su amante Popea, Nerón
mandó asesinar a su propia madre e inició una vida de
desenfreno, disolución y locuras que lo convirtieron en el
monstruo que pinta la historia. Se suicidó en 68 d.C., en
medio de una rebelión popular, y así terminó su dinastía.
Adquirió fama por el incendio de Roma en 64 d.C., acto
del que Nerón mismo fue culpable aunque culpó a los
cristianos, por sugerencias de su amante Popea, quien era
pro judía. Nerón inició una cruenta persecución que el
historiador Romano Tácito ha descrito. A algunos
cristianos los envolvían en pieles de animales y los

499
arrojaban a los perros, y otros a las fieras en el anfiteatro,
para diversión de los miles de espectadores. Otros fueron
crucificados. Y en el colmo de la crueldad. Nerón empapó
a algunos cristianos con materiales inflamables, los ató en
postes y luego los encendió para alumbrar sus jardines,
mientras él paseaba en su carro triunfal entre estas
antorchas humanas.

Esta fue la primera persecución imperial contra los


cristianos. Hay referencias a ella en 1 Pedro y 2 Timoteo.
La tradición enseña que • Pedro y • Pablo sufrieron el
martirio durante esta persecución, cuyo terror ha dejado
huellas también en Apocalipsis. Después de muerto
Nerón surgió la leyenda de que él volvería a vivir
(Apocalipsis 13.3,12,14) y Juan en Patmos ve en tal
pseudo resurrección las marcas del Anticristo.
Posiblemente el número de la Bestia (Apocalipsis 13.17)
fue otra alusión a Nerón. Hacia el fin del reinado de
Nerón (66-68 d.C.), los judíos en Palestina se rebelaron.
Entonces él procuró sofocar la rebelión, pero no pudo. No
obstante, dos años después de su muerte, Roma triunfó
cuando Tito, hijo del emperador Vespasiano (año 70 d.C.),
destruyó el templo y a Jerusalén”.

La duración de aquella primera y encarnizada persecución


de la bestia duró 42 meses, o tres años y medio. La
persecución de Nerón comenzó en Noviembre del 64 y
terminó con su muerte en Junio del 68 d.C. para una
aproximación de tres años y medio. Cuando uno estudia a
Apocalipsis 13 se da cuenta que la bestia no es una
abstracción referida al imperio romano o a Roma, sino a
una persona real, porque posee el poder imperial
personificado en el más feroz de sus representantes,

500
Nerón, el emperador de Roma. Nerón fue una bestia en
su carácter: -soltó a los infernales perros de la
persecución contra los inofensivos cristianos del primer
siglo de la iglesia primitiva, -asesinó a su hermano, a su
madre Agripina, y a su esposa Popea, -incendió a su
propia capital, -imputó el incendio a los inocentes
apóstoles y seguidores de Cristo, -se hizo esclavo de las
más brutales pasiones de la carne, -demandó adoración
como deidad, y reclamo la adoración debida a Dios para
él, -obligó al pueblo a codiciar su admiración, - el senado
romano lo aduló, -y recibió todas las oblaciones en el
circo como ¡Nerón, el Apolo, la sagrada voz de Dios, el
eterno!. Se hizo más grande, cuando recibiendo una
herida de espada, se ocultó en alguna parte,
reapareciendo después, recuperando su poder anterior, y
así le estaba dando cumplimiento a Apocalipsis 13:3 “…y
se maravilló toda la tierra en pos de la bestia”. En
Apocalipsis 13:18 Juan en lugar de desconcertar a los
lectores del Apocalipsis de las 7 iglesias del Asía menor,
quería ilustrarlos sobre el número de la bestia o rey, 666.
El objetivo de Juan era trasmitir a las 7 iglesias el nombre
de la persona simbolizada por la bestia. Su nombre
expresa cierto número o letras que forman su nombre en
la ciencia de la Gematría, cuando se añaden juntas,
suman cierto valor numérico, por eso, Juan dice ¡Aquí hay
sabiduría! ¿En dónde? En al gematría. El 666 fue el
número no de una bestia literal, ni de un espíritu malo, ni
de una abstracción, sino un rey, de una persona, de un
hombre vivo del primer siglo. Ese nombre en caracteres
griegos es -c e z o- o en valores numéricos 666. El
nombre del emperador a quién se identifica en
Apocalipsis 13:18 es Nerón y estaba escrito de tres
maneras idiomáticas: latín, griego y hebreo. En latín es

501
Nerón-Cesar; en griego es Nerwin kaisar; en hebreo es rsq
nrwn. Juan no estaba escribiendo a los Romanos para su
idioma el latín, pero escribía en griego que la mayoría
eran de sangre judía, ¿En dónde estaba la sabiduría
entonces? No en las letras griegas Nerwin kaisar;, porque
no sumarían los números apropiados para el emperador.
Si la sabiduría hubiese estado en las letras griegas Nerwin
kaisar; no hubiera sido necesario requerir entendimiento
para leer el enigma de la número nombre de la bestia.

Entonces, ese enigma a descifrar tuvo que estar en el


idioma hebreo, Juan hablaba hebreo, porque era hebreo,
y aunque escribía en caracteres griegos, sus
pensamientos eran hebreos. La forma hebrea del nombre
y titulo imperial le eran familiares a Juan y a sus
hermanos cristianos del Asia menor a quién le escribió el
Apocalipsis. La idea era descifrar un número que
expresará un nombre o el nombre de un hombre, que en
el primer siglo mereciera ser denominado la bestia, el
amo del mundo, el que reclamaba adoración y el mismo
título de Dios y que perseguía a los cristianos. Esa suma
tenía que corresponder a las descripciones apocalípticas.
¿Por qué Juan envolvió ese nombre en un enigma? ¿Por
qué no dijo abierta y claramente que era Nerón? Primero,
porque Apocalipsis fue un libro de símbolos, todo en él se
expresó en imágenes, que necesitaban ser traducidas al
lenguaje corriente, porque Apocalipsis es una visión
reveladora. Expresar abiertamente el nombre de Nerón
era delicado y peligroso para las 7 iglesias del Asia menor.
Así como Pablo lo denominó “el hombre de pecado”, Juan
vio bajo un disfraz de bestia a ese “hombre de pecado”,
pero tenía que numerarlo con el 666 para que los
paganos griegos y romanos no los discernieran tan

502
fácilmente, pero que para los cristianos de las 7 iglesias
del Asía menor como hebreos pudieron en seguida
descifrarlo. LA DESCRIPCION EN HEBREOS ES “rsq nrwn” -
R= 200 + S= 60 + Q= 100 = 360 N= 50 + R= 200 + W= 6 +
N= 50 = 306 (360 + 306 = 666). Cuando Pablo habló del
“hombre del pecado” y Juan habló del número de la
bestia, ambos apóstoles tenían en mente al mismo
hombre.

A Nerón también se le dio autoridad sobre toda tribu,


pueblo, lengua y nación. En medio de la tribulación,
Nerón como Anticristo fue investido por el gran dragón
(imperio romano) con poder y autoridad, indicando esto
que tenía poderes terrenales por un período de 42 meses.
Nerón estableció en aquellos días de su reinado un
gobierno mundial único.

8Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos


nombres no estaban escritos en el libro de la vida del
Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo

Bajo ese gobierno mundial de 42 meses, los moradores


de la tierra (hoi katoikoúntes epi teís géis) (bajo el
dominio del imperio romano) adoraron a la bestia de
Nerón y esto fue una clara indicación que la bestia nunca
fue una filosfía, una institución política ni un movimiento
anticristo, sino una persona. Estos moradores fueron los
que estuvieron sin la luz de la gracia de Dios en el primer
siglo. Ninguno de ellos fue un seguidor del Cordero de
Dios. Todos y cada uno de éstos moradores no estuvieron
escritos (gégraptai) en el libro de la vida del Cordero. A
éstos infelices moradores no le escribieron (ou gégraptai)
sus nombres (ónomas) desde antes de la fundación del

503
mundo (apò kataboleis kósmou) en el libro de la vida del
Cordero (Apocalipsis 17:8), nombres que estuvieron en
contraescrituración de aquellos seguidores del Cordero
que fueron elegidos por él antes de la fundación del
mundo (Efesios 1:4). En el primer siglo se conocieron dos
tipos de moradores que el apóstol Pablo en Romanos
9:22,23 denominó “vasos”. Para los moradores no
inscritos en el libro del Cordero, Pablo los llamó “vasos de
ira para destrucción” y a los moradores escritos los llamó
“vasos de misericordia para gloria”.

9Si alguno tiene oído, oiga.


10Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si
alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí
está la paciencia y la fe de los santos

La expresión si alguno tiene oído, oíga es una frase


condicionada a resistir en la fe a la bestia y no a ceder
frente a ella. La bestia pudo haberles quitado su vida
física, pero nunca su entrada en gloria en el reino eterno
de Cristo. Todos los vasos de misericordia, los inscritos en
el libro de la vida del Cordero, tenían que estar
preparados para toda acción de la bestia (Nerón). Si los
habrían de llevar en cautividad, irían en cautividad; pero
si en su efecto, morirían a espada, a espada serían
muertos sin intentar defenderse. Este pasaje enfatiza la
inevitabilidad de la persecución romana y de la muerte
segura para los inscritos en el libro de la vida del Cordero.
También invita a éstos amados fieles a reconocer que las
acciones del Anticristo (Nerón) han sido decretadas por
Dios mismo. Por eso, se le anima a tener la paciencia
(hypomonéi) que es un equivalente de “resistencia” y a la

504
fe (pístis) un equivalente de fidelidad. Entonces, éstos
santos debían sufrir las penas de la gran tribulación.

11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía


dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero
hablaba como dragón

La segunda bestia es el antitipo de la primera bestia, es


decir, del monstruo Nerón. El fue el portavoz del
Anticristo. De la misma manera en que la bestia que subió
del mar (Nerón) era una imagen del gran dragón (imperio
romano), a Juan se le revela otra criatura infernal que es
una imagen ya no del dragón sino de la bestia (Nerón). El
término “bestia” indica el carácter de algo o de alguien.
Hemos estudiado que el dragón de Apocalipsis 20 fue el
imperio romano del primer siglo. La bestia del mar fue
Nerón que en Apocalipsis 13:1 es de la misma naturaleza
de la bestia que surge de la tierra, que es la bestia que
vamos a descubrir hoy, La diferencia de la bestia que sube
del mar (Nerón) es suprema y la bestia que sube de la
tierra es subordinada (gobernador). Esta segunda bestia
fue el séptimo protagonista del período de la tribulación.
El vocablo otra (állo) sugiere que es de la misma clase de
la primera. La primera bestia (nerón) surge del mar como
un rey; pero la segunda bestia surge de la tierra como un
falso profeta, es decir, uno que busca súbditos en Judea
para que adoren a la primera bestia (Nerón).

La segunda bestia, la que sube de la tierra sólo tiene dos


cuernos y son como los de un cordero. Habla como
dragón (el imperio romano). Tiene autoridad delegada
por la bestia que sube del mar (Nerón). Obliga a los
hombres a rendir homenaje, culto o a la bestia que sube

505
del mar (Nerón). Pretende ejercer poderes milagrosos (no
sobrenaturales sino militares). Gobierna con crueldad.
Excluye de los derechos civiles a todos los de Judea que
rehúsan rendir sumisión a la bestia del mar (Nerón).
Si esta segunda bestia hace que los moradores de la tierra
adoren a la primera bestia (Nerón), entonces, esta
segunda bestia fue un gobernante subordinado al rey
Nerón emperador de Roma en el siglo primero. El hecho
de que la segunda bestia surja de la tierra denota que
este es un gobernante de un territorio dominado por el
imperio romano, y este fue una autoridad local que
gobernó en Judea, mientras que la primera bestia que fue
Nerón fue una potencia extranjera, es decir, que estuvo
fuera de Judea y vivió en Roma la capital del imperio
romano.

El hecho de que la segunda bestia tenga dos cuernos


como los de un cordero, denota que su esfera o
jurisdicción de gobierno es pequeña y que su poder es
limitado. El hecho de que esté investido de la autoridad
de la primera bestia (Nerón) indica que dicho gobernante
fue un representante oficial del imperio romano delegado
por Nerón en Judea. ¿Qué nos indican todos estos hechos
de la segunda bestia? Que este procurador romano en
Judea estuvo a órdenes de Nerón (la primera bestia que
subió del mar). A este procurador hay que buscarlo cerca
del estallido de la guerra judía (año 66 d.C.) y el que más
se acerca a la descripción bíblica de la segunda bestia fue
Gessio Floro que fue un monstruo de tiranía y crueldad
en el país de Judea (un representante oficial y delegado
de Nerón en Judea). Antes de que surgiera en Judea
Gessio Floro, los judíos tenían a Porcio Festo y Luceyo
Albino por los peores gobernadores romanos en Judea

506
que jamás haya estado dentro de su territorio con su
opresión. Gessio Floro fue más tirano que Festo y Albino y
fue el representante en Judea más parecido a Nerón en
Roma.

Antes de Luceyo Albino gobernó a Judea Porcio Festo


entre el año 61- 62 d.C. Festo fue nombrado procurador
por el Emperador Nerón en Judea y tuvo que hacer frente
a una nueva rebelión de lo zelotes que eran sicarios
judíos, que según Flavio Josefo: "Incendiaban y
saqueaban las aldeas. Los llamados sicarios, en realidad
ladrones, eran muy numerosos y empleaban un arma
llamada sicae, con la cual mataban mucha gente, y de
cuyo uso tomaron el nombre de “sicarios”. El procurador
Porcio Festo se vio obligado a hacer frente a un nuevo
intento mesiánico: "Festo envió tropas de caballería y de
infantería contra los que habían sido engañados por un
impostor [un falso Mesías] que les había prometido la
cesación de todos los males y la plena seguridad, si lo
seguían al desierto. Los soldados mataron al impostor y a
los que estaban con el. Por último, al procurador Festo le
tocó juzgar a Saulo de Tarso, quién estaba preso en
Cesárea a quién envió prisionero a Roma, porque el
Apóstol apeló al Cesar, en su derecho de ciudadano
romano. Poco tiempo después del juicio de Saulo, el
procurador Festo murió en Cesárea.

Le sucedió en el poder en Judea Luceyo Albino entre el


año 62- 64 d.C. Albino saqueó el erario público y despojó
a todos los judíos y cristianos de sus bienes. Se enfrento a
nuevas rebeliones de zelotes-sicarios, (integrados por
judíos de Jerusalén) encarceló a muchos y mandó
crucificar a los principales agitadores políticos. La mayoría

507
de estas rebeliones fueron causadas por la mala
administración del procurador, lo que provocó que el
partido de los zelotes-sicarios ganase más y más poder y
partidarios cada día. A raíz de su mala administración
gubernativa, tuvo que ser reemplazado y cuando se
enteró de que en su lugar venia Gessio Floro, obró de
esta manera: "habiendo reunido a los prisioneros, ordenó
que fueran muertos todos aquellos que merecían morir.
En cuanto a los que se encontraban en la cárcel por causa
más leves, una vez que hubieran pagado la multa, les dejo
en libertad. De esta forma la cárcel se vació de presos,
pero el país quedó infestado de ladrones.

Allí fue cuando Nerón colocó en Judea a Gessio Floro en


el año 64-66 d.C. Floro fue el último procurador romano
en Judea de este período. Su gobierno fue la causa de la
Rebelión-Guerra. Floro aumentó la opresión sobre todos
los judíos de Palestina y especialmente sobre los de
Jerusalén. Mandó sustraer 17 talentos del Tesoro del
Templo de Jerusalén. Mandó azotar delante de su
tribunal y luego a clavar en la cruz a hombres a judíos de
nacimiento, que estaban revestidos de la ciudadanía
romana. Las leyes romanas "Porcia y Pomponia''
prohibían azotar y crucificar a los ciudadanos romanos
aunque fueran judíos. Floro Cometió todas estas clases de
atrocidades y violaciones a la ley romana ¿Qué fin
perseguía Gessio Floro? Proyectaba provocar la guerra
contra Judea como único medio de encubrir sus
atrocidades. Porque si la paz se mantenía, consideraba
que los judíos lo acusarían ante el Cesar. En cambio,
excitándolos a la revuelta los inducía al levantamiento
contra el imperio.

508
Cuando el emperador Nerón se enteró de la expulsión del
procurador Gessio Floro de Jerusalén y de la derrota de
las tropas de Cestio Galo en el desfiladero de Betzoron,
decidió enviar al general Vespasiano para hacerse cargo
de la guerra. Vespasiano después de obtener su
nombramiento del emperador Nerón, se dirigió a la
ciudad de Antioquia de Siria. En dicha ciudad reunió a la
legión V Macedonia, la X Fretensis y envió a su hijo Tito a
Alejandría para que movilizara la legión XV Apollinaris;
reunió además 23 cohortes auxiliares, 6 'alae' de
caballería y las tropas suministradas por los reyes aliados
como Agrippa II, Antíoco de Commagene, y Malcho, rey
de los nabateos; y los efectivos reunidos por Vespasiano]
fueron un total de 60.000 hombres contra Jerusalén que
cayó en el año 70.

Gessio Floro fue entonces, la segunda bestia que en


Judea obligó a los moradores de ese territorio a rendir
culto a la estatua del emperador. La imagen de la bestia
en Apocalipsis 13:14 fue la estatua de Nerón a quiénes
Gessio Floro obligó a la gente bajo su gobierno a quemar
incienso ante su imagen e invocar a los dioses romanos.

12Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en


presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de
ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue
sanada

Gessio Floro fue el falso profeta que tuvo la capacidad


persuasiva para conseguir que los habitantes del
territorio de Judea le rindieran culto al Anticristo Nerón.
Floro hizo un poiéo o una acción continua de persuasión a
la adoración del emperador. Floro estaba haciendo una

509
imitación dramática del ministerio del Espíritu Santo al
guiar a personas a Cristo. Lo que fue el Espíritu para
convencer hacia Cristo, lo fue Floro hacia Nerón, por eso,
se le denominó el falso profeta. Así como hubo una
estrecha relación entre el Espíritu y Cristo, de igual
manera la hubo entres las dos bestias Floro y Nerón. El
Espíritu hizo una persuasión para honrar a Cristo, Floro la
hizo para honra a Nerón, pero este la hizo con todo
engaño de iniquidad para los que se perdieron, por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos
(2 Tesalonicenses 2:10).

Floro como la segunda bestia o falso profeta ejerció su


autoridad en Judea donde fue gobernador del imperio
romano para someter a los moradores a que adoren a la
primera bestia, cuya herida mortal fue sanada (hoú
etherapeúthei hei pleigéi tou thanátou autoú). La estatua
de Nerón estaba por todas partes de Judea y era delante
de ella que Gessio Floro demandaba a judíos y a cristianos
a venerarla, Apocalipsis 13:15 dice que hacía matar a
todo el que no la adorase. Apocalipsis 20:4 dice que Juan
“vio las almas de los decapitados por causa del testimonio
de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían
adorado a la bestia (Nerón) ni a su imagen (estatua), y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus
manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años”.

En el primer siglo los dos únicos cultos eran la adoración a


Nerón y la adoración a Cristo. El dragón (imperio
romano), la bestia que subió del mar (Nerón), la bestia
que subió de la tierra (Gessio Floro) se coligó para
destruir la adoración a Dios y a la causa de su evangelio
en el primer siglo. Satanás, el emperador romano (Nerón)

510
en Roma y el procurador romano en Judea (Gessio Floro)
se levantaron contra la “mujer de Apocalipsis 12 y el resto
de su descendencia” para hacerles guerra; pero la hora de
su retribución había llegado, como lo veremos en
Apocalipsis 14:1-13.

13También hace grandes señales, de tal manera que aun


hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los
hombres.
14Y engaña a los moradores de la tierra con las señales
que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,
mandando a los moradores de la tierra que le hagan
imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió

El Señor Jesús había advertido a sus discípulos que "se


levantarian falsos Cristos, y falsos profetas, y harían
grandes señales y prodigios, de tal manera que
engañarían, si fuere posible, aun a los escogidos, (Mateo
24:24), y esto se cumplió aun cuando Gessio Floro mandó
construir una estatua (eikóna) de Nerón en Judea donde
gobernaba, con esa efigie jugó con fuego para engañar a
los judíos para inclinarlos a su adoración, pues, su meta
era que los moradores deificaran al emperador romano.
Ninguna imagen a la luz del Salmos 135:15-16: "Los ídolos
de las naciones... tienen boca, pero no hablan" no puede
hablar. Entonces, Floro lo que hizo con la imagen de
Nerón fue tratar de hacer un truco o una maquinación de
engaño en presencia de la bestia (estatua) de Nerón.

15Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la


bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a
todo el que no la adorase

511
Aquí vemos otro truco de parte de Floro al tratar de
infundirle aliento a la imagen de la bestia de Nerón, para
que Nerón Imagen hablara a sus adoradores. Es muy
posible que Floro haya usado la “magia o el acto de la
ventriloquía que era una costumbre entre las religiones
paganas del Asia menor e incluso dentro del imperio
romano. Es probable y no descartable que Floro haya
contratado a los practicantes de las hechicerías y de las
magias del imperio, ya el Señor Jesús le había advertido a
sus discípulos en Mateo 24:24 que se levantarían falsos
profetas y Cristo haciendo este tipo de señales, donde
aun los escogidos serían candidatos también al engaño. El
punto y el asunto con esto, es que los moradores de
Judea fueron sometidos tanto políticamente como
religiosamente a la más estricta tiranía de las dos bestias
del primer siglo.

16Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y


pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la
mano derecha, o en la frente; 17y que ninguno pudiese
comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el
nombre de la bestia, o el número de su nombre

Es la segunda bestia Gessio Floro el responsable de poner


el sello o la marca de la primera bestia (Nerón) en la
mano derecha o en la frente de sus seguidores. Los
adeptos a la bestia sin excepción alguna estuvieron
marcados (cháragma). Gessio Floro marcó al rico, al
pobre, al pequeño, al grande, al esclavo y al libre, para
que todos ellos pudieran participar de la vida económica
en Judea. Floro marcó a todos, fluyentes e influyentes. Un
cháragma siempre estuvo conectado como marca con el
emperador romano conteniendo su nombre y efigiey el

512
año de su reinado. Todo ciudadano bajo la gobernación
de un oficial delegado del imperio romano necesitaba un
cháragma para comprar o vender como en nuestra
moderna actualidad se necesita la cédula o el ID para
comprar o vender. Entonces, el cháragma era un sello
oficial romano. En el Asia menor, los devotos de las
religiones paganas se deleitaban en mostrar un tatuaje
como emblema de pertenecer a dichos cultos.

Gessio Floro, el falso profeta, no le permitía a ninguno


realizar cualquier transacción comercial en Judea si la
persona no poseía el tatuaje de la bestia. La frase y que
ninguno pudiese comprar o vender fue un indicador que
en Judea predominaba un monopolio comercial estricto y
absoluto. Quién tuvo algo que vender tuvo que
vendérselo a la segunda bestia, y quien tuvo una
necesidad de comprar tuvo que comprarlo a la segunda
bestia. Como podemos entender, había en Judea donde
gobernaba Floro un tiempo de restricción comercial. La
frase sino el que tuviese la marca o el nombre de la
bestia, o el número de su nombre fue una clara
indicación que la segunda bestia no hizo ninguna
transacción comercial con ninguno que no llevara el sello
o la marca de su autorización. El Señor Jesús profetizo
que todas las señales que él le dijo a sus discípulos en
Mateo 24:1-34 no pasarían hasta que todas aconteciera
en aquella generación y una de ellas la del hambre del V:7
fue la clara demostración del tiempo en que la segunda
bestia ejerció su hegemonía política, comercial, social y
religiosa en el país de Judea. Los moradores de ese
territorio o tierra fueron sometidos a la más rígida y
despótica dictadura que jamás había existido en la tierra
hasta aquel entonces.

513
18Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento,
cuente el número de la bestia, pues es número de
hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis

El 6 es un número de imperfección, por quedar detrás del


7 (el número de la plenitud) y repetirse 3 veces el 6,
Siendo el 3 número de imperfección da como resultado el
“totalmente imperfecto”. El número 666 fue un número
que ya existía en antiguo testamento, 2 Crónicas 9:13 dice
“"Y pesaba el oro que traían a Salomón de año en año
666 talentos". Esdras 2:13 afirma “"Hijos de Adonicam,
666". En 2 Crónicas 9:13: "El peso del oro que le venía a
Salomón cada año era de 666 talentos de oro". El vocablo
sabiduría (del griego sophía) tiene que ver con la
capacidad de que se resolviera en el entendimiento el
código secreto del 666. El sustantivo entendimiento (del
griego noún) fue la capacidad que Dios por medio de Juan
quiso que los creyentes de las 7 iglesias a quiénes se les
escribiera el Apocalipsis y que su ángel se los estaban
leyendo antes de la caída del templo y destrucción de
Jerusalén en el año 70 d.C. tuvieran para que identificaran
en sus días al Anticristo. Esa identificación no estuvo
escrita ni referida a identificar a esa bestia fuera del I
Siglo, porque el personaje no iba a estar después del año
70 d.C.

A cada ángel o pastor de las 7 iglesias del Asía, que estaba


leyéndole a su congregación Apocalipsis 13:18, Juan le
dice “…cuente el número de hombre de la bestia que es
666”. El verbo “cuente” (del griego pseiphsáto) es
imperativo porque estaba expresando un cálculo urgente,
un mandato urgente para esos días. Ya Juan les había

514
escrito diciendo en Apocalipsis 1:3 ““Bienaventurado el
que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y
guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está
cerca y algo cerca es de carácter inminente no
trascedente”. Ahora, si el tiempo estaba cerca, era
porque el número de la bestia ya estaba presente en
aquella generación, ya Juan conocía a esa bestia. Es
incongruente, que Juan mande a contar el número de la
bestia, si esa bestia iba a surgir por acá en el siglo XXI.
Para un tiempo cerca, una bestia cerca. Ese 666 ya hizo su
historia en el primer siglo.

Cuando Juan dice: “cuente el número de la bestia”…la


única manera de “contar” sería por medio del arte de la
gematría. En aquellos tiempos existía una metátesis o
método conocido como la gematría que enseñaba la
analogía y la conexión que daba la suma de los números
de los caracteres que componían un nombre o una
palabra. La razón del porqué los 7 ángeles de las 7 iglesias
debían realizar la cuenta o la gematría de esa bestia, era
porque ese número era un “número de hombre” y no un
número matemático. Eso quiso decir, que había un
hombre en los días de Juan y de las 7 iglesias del Asía que
era un 666, un total imperfecto, un anticristo, un hombre
de pecado, un diablo humano, un inicuo y un código de
maldad que estaba en su propia mente persiguiendo a los
santos de la iglesia del primer siglo. La expresión
“número de hombre” indica que sólo los entendidos de
las 7 iglesias, podían descifrar al hombre 666 en aquella
generación. ¿Cuál fue el hombre más importante de la
generación del año 70 d.C. que se conocía? Fue un rey,
fue un emperador de la época que fue “un gobernador de
las tinieblas” y ese emperador llevaba en su carne el

515
código 666, que era un código de diabluras y de maldad
llamado César Nerón.

En 1 Juan 2:18 leemos: “Hijitos, ya es el último tiempo; y


según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora
han surgido muchos anticristos; por eso conocemos que
es el último tiempo”. Todos los creyentes del primer siglo
vivieron en el tiempo que estaba cerca y en el último
tiempo, porque ese fue el tiempo del 666 o del Anticristo
o de Nerón. Ese 666 sería la abominación desoladora de
los postreros tiempos que habló (Daniel 9:27)(Daniel
11:31)(Daniel 12:11) y que habló Jesús en Mateo 24:15.
Ese 666 sería el número de hombre que los creyentes
pudieron identificar. Ese 666 habló blasfemias contra
Dios; contra el templo de Dios y que se levantó contra
todo lo que se llamó Dios. Ese triple seis persiguió sin
tregua a la nación de Israel y al remanente fiel de Israel.
Pero el remanente fiel )los seguidores del Cordero)
tuvieron la sabiduría y el entendimiento de discernir e
identificar aquel inicuo que históricamente fue el rey
Nerón, que el fiel remanente nunca se inclinó ante el
tatuaje del 666 en la mano derecha ni en la frente.

El idioma hebreo, al carecer de numerales, emplea sus


mismas letras con fines aritméticos. De esta forma, el
nombre de Nerón César escrito con caracteres hebreos,
da como 666 y esta fue la bestia del imperio romano que
movió la temible persecución contra los cristianos del
primero siglo (año 64 d.C.). Entonces, esa bestia ya es
historia, ese 666 es periódico de ayer, esa paranoia ya la
vivió la iglesia del primer siglo. Libera tu mente de miedos
actuales sobre supuestos anticristos y 666 bíblicos. El
bíblico 666 ya pasó es fecha vencida.

516
APOCALIPSIS 14:1-18

1. Los 144.000 del Cordero antes de la gran tribulación

1
Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre
el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil,
que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la
frente

En este capítulo encontramos la victoria anticipada del


Cordero y sus seguidores del primer siglo. Juan expresa
por tres veces el kai eidon “después miré, donde en el
14:1-5 contempla al Cordero en victoria rodeado de las
primicias del Cordero (144.000) que fueron los mismo
sellados de Apocalipsis 7; luego, el apóstol escucha cuatro
anuncios relacionados con la consumación del plan de
Dios para los habitantes del territorio de Judea o de esa
tierra, y finalmente, ve la dramática escena de la siega y
de la vendimia judicial de Dios de ese territorio de Judea.
La expresión “después miré” (kai eidon)…es la visión que
Juan había tenido de la primera bestia que subió del mar
que fue Nerón y la segunda bestia que subió de la tierra
que fue Gessio Floro. En esta nueva visión, Juan ve al
cordero en victoria rodeado de 144.000 primicias
victorioso que:

a. Tenían el nombre de cordero y de su Padre escrito en la


frente, V:1
b. Cantaban un cántico nuevo delante de los cuatro seres
vivientes y de los ancianos, V:3
c. Fueron redimidos de entre los de la tierra o el
territorio, V:3 y redimidos como primicias para Dios y
para el cordero, V:4

517
d. No se contaminaron con mujeres, V:4
e. Fueron vírgenes, V:4
f. En sus bocas no fue hallada mentira delante del trono
de Dios, V:5

¿Qué contraste observamos entre Apocalipsis 13 y el 14?


Que en Apocalipsis 13 Juan vio a la bestia que subió de la
tierra (Gessio Floro) perseguir a los seguidores del
Cordero y establecer un reino de maldad y terror en el
territorio de Judea sobre aquellos que no adoraron a la
imagen de la bestia que subió del mar (Nerón). Pero en
Apocalipsis 14 aparece el Cordero (Cristo) y a los
seguidores del cordero (cristianos de Judea) mostrando
en sus frentes el sello del Mesías y del Padre en el monte
Sion.

El hecho que el Cordero esté en pie sobre el monte Sion,


es un emblema de un comandante en jefe plantando
sobre el monte su bandera de victoria. Así como la bestia
de la tierra (Floro) dominó sobre el territorio de Judea
con la bandera de Roma, la posición del Cordero sobre el
monte Sion indicó que lo tenía bajo su control y
permanece allí victorioso.

Las dos bestias (Nerón y Floro) estaban subiendo para


mantener el territorio de Judea, pero el Cordero estaba
en pie en firme posición sobre el monte Sion. ¿Qué
buscaban las dos bestias? Destruir a la ciudad de
Jerusalén y el templo su objetivo militar (buscaba su oro,
plata y piedras preciosas). Ellos subieron con ese
propósito. Pero ningunas de las dos bestias pudo subir en
contra del monte Sion, ¿Por qué? Porque el monte de
Sion es algo divino, es la nueva Jerusalén, la que Pablo

518
llamó en Gálatas 4:26 la Jerusalén de arriba, la celestial, y
la que el autor de Hebreos 12:22 denominó la ciudad del
Dios vivo. El Cordero estaba en pie asegurando a su nueva
Jerusalén.

Ahora, los 144.000 seguidores del cordero tenían algo


escrito en sus frentes. Los seguidores de la bestia tenían
el 666 que era el nombre de Nerón que en la gematría
hebrea es “rsq nrwn” = R= 200 + S= 60 + Q= 100 =
360…N= 50 + R= 200 + W= 6 + N= 50 = 306 (360 + 306 =
666). Y los seguidores del Cordero en sentido espiritual
tenían el nombre puesto o labrado de Jesucristo. Este
nombre era para ellos tanto de identificación como de
posesión.

Y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el


nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
¿Quiénes fueron bíblica e históricamente esos 144.000
sellados? Fueron los mismos 144.000 de Apocalipsis 7:1-8
donde en este pasaje encontramos algunos detalles
adicionales:

a. En Apocalipsis 7:2 uno de los ángeles tenía el sello del


Dios vivo
b. El V:3 dice que este ángel le dijo a los otros tres que no
le hicieran daño a la tierra, al mar, a los árboles, hasta
que hayamos sellados en sus frentes a los siervos de
nuestro Dios
c. El V:4 dice que el número a sellar eran 144.000 de
todas las tribus de los hijos de Dios.
¿Existían las tribus de Israel en el primer siglo donde se
desarrolló el escenario del Apocalipsis? Si, Santiago 1:1
dice que Santiago le escribió a las doce tribus que estaban

519
en la dispersión. La palabra procede de “diáspora” y se
refiere a todos los creyentes que eran conversos
procedentes del judaísmo y ahora cristianos esparcidos
por diversos distritos del territorio de Judea. Entonces,
estos 144.000 fueron judíos cristianos seguidores del
Cordero en el primer siglo y escogidos por Dios de entre
los hombres o hijos del remanante fiel de Israel. La
expresión “de entre los hombres” indicó no una
separación sino una extracción. Ellos fueron extraídos de
entre las doce tribus del judaísmo de Israel.

Apocalipsis 14:4 dice que ellos fueron “redimidos de


entre los hombres (Israel) como primicias para Dios y para
el cordero. Estos fueron la congregación de los
primogénitos que estuvieron inscritos en los cielos que
menciona Hebreos 12:23, es decir, los primeros conversos
a la fe de Cristo en la tierra de Judea. El autor de hebreos
los designa como “los espíritus de los justos hechos
perfectos”, ¿Por qué? Porque en la visión de Juan en
Apocalipsis 14:4 fueron los que no se contaminaron con
mujeres, porque fueron vírgenes, sin mentira y sin
mancha delante del trono de Dios.

2
Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas
aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí
era como de arpistas que tocaban sus arpas.
3
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y
delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y
nadie podía aprender el cántico sino aquellos cientos
cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los
de la tierra

520
Juan escribe en un lenguaje altamente descriptivo, él oyó
una voz del cielo que no era la voz de los 144.000 ni la voz
de los mártires que están en el cielo. Esta era una voz al
unísono que estaba declarando un cántico nuevo delante
del trono, delante de los 4 seres vivientes y delante de los
ancianos, pero ese nuevo cántico era para que los
144.000 se lo aprendieran mientras estaban en pie junto
al cordero en el monte Sion. ¿Quiénes fueron los cantores
que estaban enseñándole el cántico nuevo a los
144.000?:

a. En Apocalipsis 5:8-10 los cantores de un cántico nuevo


eran los 4 seres vivientes y los 24 ancianos que lo
entonaban en honor al cordero, entonces, no pudieron
ser ellos los cantores de Apocalipsis 14:3 porque la voz
del cielo, cantaban delante del trono, delante de los 4
seres vivientes, y delante de los ancianos.

b. Fueron los ángeles de Apocalipsis 7:11 que estaban en


pie alrededor del trono, de los ancianos y de los 4 seres
vivientes los que le estaban enseñando el nuevo cántico a
los 144.000 seguidores del cordero en el cielo y que ellos
lo aprendieron para la gloria del cordero de Dios.
El nuevo cántico de los 144.000 indicó su victoria sobre el
dragón (imperio romano) y las dos bestias (Nerón y
Gessio Floro). Los 144.000 ya pasaron, ya se cumplieron,
no están por ahí en los aires, ellos están reinando
eternamente como uno solo en Dios mismo.

4
Estos son los que no se contaminaron con mujeres,
pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero
por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de

521
entre los hombres como primicias para Dios y para el
Cordero;
5
y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin
mancha delante del trono de Dios

La frase “No se contaminaron con mujeres, pues son


vírgenes” fue aplicable a una condición espiritual, ¿En
qué sentido? En el sentido de que no se dejaron aplicar la
marca o el nombre de la bestia (Néron). Estos 144.000
judeo cristianos no fueron toda la iglesia del primer siglo,
sólo fueron algunos individuos judíos convertidos al
cristianismo que fueron salvados por gracia como
escogidos para efectuar la evangelización en Judea sin la
carga de cuidar en medio de una gran tribulación a una
familia propia. El objetivo de la segunda bestia (Gessio
Floro) eran los 144.000 seguidores del cordero, ya que
estaban predicando el evangelio del reino dentro de su
jurisdicción (Judea (donde él era el gobernador puesto
por el imperio romano. Ellos predicaron durante los años
de la gran tribulación que se dio entre el año 67 y el año
70 d.C. Apocalipsis 12:17 dice que el dragón (imperio
romano) se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer
guerra contra el resto de la descendencia de ella (ellos),
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo. Si ellos (los 144.000) fueron “sin
mancha” delante de Dios, es porque la obtuvieron por
medio de la redención de Jesús en la cruz (Apocalipsis
5:9). Durante los días terribles de la gran tribulación, esos
1440.000 sellados no se contaminaron con mujeres o
fueron solteros para poder cumplir el ministerio que
desarrollaron antes de la caída del templo y de Jerusalén
en el año 70 d.C. En 1 Corintios 7:26 Pablo recomendó en
el año 57 d.C. faltando 10 años para el comienzo de la

522
gran tribulación que comenzó en el 67 que sería bueno a
causa de la necesidad que apremia, que el hombre se
quedara soltero. Los 144.000 se quedaron solteros para
no tener que viajar de un lado para el otro dentro del
territorio de Judea con sus hijos y mujeres. Recordemos
que el Señor Jesús dijo en Mateo 24:15-21 que cuando
vieran en el lugar santo la abominación desoladora…los
que estuvieran en Judea, huyeran a los montes…Mas ¡ay
de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos
días!. Entonces, el matrimonio de los solteros era la
norma para la vida cristiana durante los tiempos de
tranquilidad, pero no lo era para los momentos críticos de
una gran tribulación en acción. Es evidente, que los
144.000 sufrieron la persecución del dragón (imperio
romano), de las bestias del mar (Nerón) y de la bestia de
la tierra (Gessio Floro).

El ángel del evangelio eterno

6Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía
el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de
la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria,
porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel
que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas

La frase otro ángel indica que Juan ve que éste ángel es


diferente en función no en naturaleza de los que hasta
ese momento han actuado sobre el territorio de Judea.
Juan ve volar en medio del cielo a tres ángeles uno
siguiendo al otro, porque ellos tiene un solo propósito, el
que los moradores de la tierra o del territorio de Palestina

523
temieran a Dios, porque la hora de su juicio ya estaba en
camino. Juan ve a tres ángeles en línea: 1)-ve al ángel del
evangelio eterno, 2)-ve al ángel de la caída de Babilonia,
3)-ve al ángel del cáliz de la ira de Dios. Pero en la
expresión “vi volar en medio del cielo” fue al ángel del
evangelio eterno cuya expresión indicó que ese vuelo con
el mensaje del evangelio eterno iba dirigido a la mayor
audiencia posible en el primer siglo con el fin de que
todos los habitantes de la tierra de Palestina lo
escuchasen, porque ellos no tenían el mínimo interés
hacia el ni hacia el reino del Mesías Cristo. El ángel tenía
en su boca el “evangelio eterno” el (échonta euagélion
aiónion) es decir, que tenía en su boca la buena noticia
eterna. Este ángel tenía algo que se caracteriza por ser
“evangelio eterno”), es decir, un mensaje que no fue una
invitación de gracia a creer sino un llamado a temer a
Dios, a darle dadle gloria y adorarlo porque la hora de Su
juicio había entrado en Palestina, había llegado.

¿Por qué a algo se le llama eterno? Leemos en Isaías


55:10 “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la
nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al
que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié”. Cuando un
mensaje está en la boca de Dios es eterno, pero cuando
sale de su boca a la tierra y se mete en tiempo y espacio
es temporal, ¿Por qué? Porque se queda en la tierra
cumpliendo su misión, una vez que la cumple y se gasta
sus años y aun siglos ¿Qué pasa? Regresa a Dios con el
mensaje cumplido, y satisfecho y así queda registrado en
la historia celestial como un hecho eterno porque

524
cumplió su misión en la tierra. Por eso, es que el profeta
Isaías dijo que esa palabra o misión no volverá a Dios
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada
en aquello para que la envié. Entonces, al salir de Dios es
eterna, al llegar a la tierra es temporal y al cumplir la
misión y regresar entra en la mente de Dios como una
misión eterna, satisfecha y cumplida (eterna).

¿Por qué el Cristo resucitado le dijo en Juan 20:17 a María


Magdalena “subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios
y a vuestro Dios”? Porque el resucitado ya había cumplido
la misión redentora, salvadora y reconciliadora de Dios.
La misión y el misionero no podía quedarse aquí, tenía
que regresar a Dios a dar testimonio de que esa misión
encomendad si prospero e hizo lo que Dios quiso en sus
planes eternos. Entonces, en Apocalipsis 14:6 se le
denominó “evangelio eterno” porque cumplió su misión
de juicio en la tierra. Si algo ya cumplió “su misión”
regresó a Dios y si todavía no la ha cumplido, entonces,
no puede regresar a Dios, porque sería algo incumplido e
insatisfecho, sería un fracaso, porque toda misión salida
de la boca de Dios es para que haga lo que él quiere o se
propuso y prospere.

Vemos otro ejemplo de “algo eterno cumplido en la


tierra” en Apocalipsis 14:11 ¿Por qué aquí dice “y el humo
de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no
tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la
bestia ya su imagen, ni nadie que reciba la marca de su
nombre”? Porque el incendio o ese juicio que provocó
ese humo ya cumplió su misión. El castigo que tuvieron
los adoradores de la bestia ya cumplió su misión, en
conclusión todo eso regresó a Dios porque hizo lo que

525
Dios quería y prosperó, porque ninguno hizo fracasar esa
sentencia de Dios. Esto es así, porque usted sabe, que no
existe literalmente un humo de tormento que suba por
los siglos de los siglos.

El evangelio eterno no es el evangelio de la gracia; porque


el de gracia fue para creer en Cristo, pero el eterno fue
para temer a Cristo. El resultado en el primer siglo por
haber rechazado el evangelio de la gracia fue juicio. Pablo
dijo en 1 Tesalonicenses 5:9 “Porque no nos ha puesto
Dios para ira…”. A Pablo lo salvó la gracia de la ira
venidera en el primer siglo. La expresión “evangelio
eterno predicado a los moradores de la tierra, nación,
tribus, lengua y pueblo” fue para los apóstatas israelitas
los que moraban en la tierra o en el territorio de Palestina
(Apocalipsis 3:10)(13:8,12,14)(17:2,8). Este “evangelio
eterno” fue un mensaje a las autoridades de Israel, las
que están sentadas o entronizadas en la tierra o en todo
el territorio de Palestina. Este mensaje del evangelio
eterno ordenó a los gobernantes de Palestina a
someterse al señorío de Cristo, para honrarle, más bien
que a honrar a César, como Dios. Pero los gobernantes y
las autoridades le rechazaron, diciendo: "No queremos
que éste reine sobre nosotros" (Lucas 19:14) y por eso,
les vino encima el juicio del año 70 d.C. Para destrucción.
El Señor mismo proclamó la gloria y el juicio de Dios a las
autoridades de Israel (Mateo 26:64), y adivirtió a sus
discípulos que ellos predicarían un evangelio que
resultaría impopular a los dirigentes: "Guardaos de los
hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus
sinagogas os azotarán; y aun ante gobernadores y reyes
seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y
a los gentiles" (Mateo 10:17-18). Además, "será

526
predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá
el fin" (Mateo 24:14). Y este era el orden del evangelio -
primero a los judíos, y luego a los gentiles (Hechos
3:26)(11:18)(13:46-48)(28:23-29)(Romanos 1:16)(2:9). El
ángel predicó (por medio de los discípulos mensajeros) a
los dirigentes de Palestina, y luego a toda nación y tribu y
lengua y pueblo. Antes de que viniera el fin en el año 70
d.C., nos dice Pablo, el evangelio fue realmente predicado
a todo el mundo (Romanos 1:8)(10:18)(Colosenses 1:5-6;
23). A pesar de los intentos del dragón (imperio romano)
y sus dos bestias (Nerón y Gessio Floro) por estorbar el
progreso del evangelio, la misión de los apóstoles, los
evangelistas, los mártires, y los confesores de la iglesia
primitiva tuvo éxito. El mundo fue evangelizado en el
primer siglo. Ahora, lo que nos toca a nosotros los que
vivimos después del juicio del año 70 d.C. Es concientizar
esta historia e instruir con la mente de Cristo a los
indoctos de este mundo para que todos podamos reinarn
juntamente en vida y libertad a eternidad.

El ángel de la caída de Babilonia

8Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído


Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas
las naciones del vino del furor de su fornicación

Ahora, vemos entrar en acción al segundo ángel que


realiza el dramático anuncio de la caída de Babilonia que
es la Jerusalén del año 70 d.C. Esta es la primera vez que
se menciona a "Babilonia" en Apocalipsis, una referencia
proléptica a la ciudad de Jerusalén. Los lectores de Juan

527
entendían en seguida a que babilonia se está refiriendo el
apóstol.

La caída de Babilonia estaba profetizada en Isaías 21:9 “y


he aquí vienen hombres montados, jinetes de dos en dos.
Después habló y dijo: Cayó, cayó Babilonia; y todos los
ídolos de sus dioses quebrantó en tierra”. Apocalipsis
18:2 lo confirma “Y clamó con voz potente, diciendo: Ha
caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación
de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y
albergue de toda ave inmunda y aborrecible”.

Hemos estudiado que en Apocalipsis 14 Juan vio a tres


ángeles: 1)- el ángel del evangelio eterno que fue un
evangelio de juicio que ya sucedió en el año 70 d.C., 2)- el
ángel de la caída de Babilonia, 3)- el ángel del cáliz de la
ira de Dios. Entramos al ángel de la caída de Babilonia.
Babilonia siempre fue algo adversario a los planes de
Dios. Esta ciudad estuvo situada junto al río Éufrates y allí
desde tiempos antiguos nació un sistema religioso
totalmente contrario a Dios. En Apocalipsis 14:8 Juan
anticipó la caída de Babilonia y en Apocalipsis 17 y 18
describió los detalles como Dios juzgó todo lo que
Babilonia representó. La repetición en Apocalipsis 14:8
¡Ha caído, ha caído Babilonia! Estaba sugiriendo un
carácter inminente en los días de Juan de la destrucción
de Babilonia y ese juicio es contemplado como algo
seguro.

La expresión ¡ha hecho beber a todas las naciones del


vino del furor de su fornicación! Sugirió la intoxicante
influencia de los vicios de aquella ciudad sobre las
naciones de la tierra de Palestina. Esta influencia maligna

528
es la que provocó el derramamiento de la ira de Dios y al
final de la gran tribulación, la destrucción tanto de la
ciudad como del sistema representado por esa ciudad. La
caída de Babilonia fue similar a la endecha que Amós 5:2
cantó contra Israel: “Cayó la virgen de Israel, y no podrá
levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no hay
quien la levante”. Observa que la caída de Babilonia fue
una clara representación de la caída de Jerusalén, porque
ese destino fue la consecuencia de su pecado y de su
degradación moral en el primer siglo. El énfasis de Juan
fue que esa ciudad se hizo como lo registra Apocalipsis
18:2 “habitación de demonios” y “guarida” de todo
“espíritu inmundo” y “albergue de toda ave inmunda y
aborrecible”. ¿Quién fue en los días de Juan esta ciudad
de babilonia? Apocalipsis 17:5,6 dice “y en su frente un
nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA
MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE
LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y
de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi,
quedé asombrado con gran asombro”. Observa que esta
ciudad de Babilonia fue representada aquí por una mujer
ebria que en su frente tuvo un nombre, un misterio
“Babilonia la madre de las rameras”, ¿De qué estaba
ebria? De la sangre de los santos y de los mártires del
Señor Jesús. Observa lo que el Señor Jesús dijo de
Jerusalén en Mateo 23:37 “¡Jerusalén, Jerusalén, que
matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados!...”. El V:34-36 afirma “Por tanto, he aquí yo os
envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos
mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras
sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; 35para que
venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha
derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el

529
justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a
quien matasteis entre el templo y el altar. 36De cierto os
digo que todo esto vendrá sobre esta generación”.
Entonces, la asesina de profetas, de sabios, de escribas
fue la histórica y caída ciudad de Jerusalén. Sobre ella
Jesús profetizó en el año 33 ½ que vendría toda la sangre
justa desde Abel y que no pasaría aquella su generación
hasta que todo eso se cumpliera como se cumplió en el
año 70 d.C. que fue su caída. Jerusalén fue la babilonia de
Apocalipsis.

Recordemos que Apocalipsis fue escrito para las 7 iglesias


del Asia menor, ellas fueron los 7 candeleros de Dios en
ese continente, y observa lo que se oyó del cielo en
Apocalipsis 18:4 llamando a las 7 iglesias o a su pueblo a
salir de Babilonia que fue el seudónimo que se le dio a
Jerusalén, “Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella,
pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados,
ni recibáis parte de sus plagas”. ¿Por qué se le ordena al
pueblo de Dios que vivía en esos tiempos a salir de ella?
Porque ya estaba sentenciada a destrucción y a muerte,
en Lucas 21:22 leemos que Jesús les había anunciado a
sus apóstoles que cuando vieran a Jerusalén rodeada de
ejércitos, supieran que su destrucción había llegado, y por
eso, debían huir a los montes.

La orden al pueblo de Dios en Jerusalén no era quedarse,


era huir o salir, para que no se hicieran partícipes de sus
pecados, y no recibieran de sus plagas. El historiador
Flavio Josefo escribió que Jerusalén poseía la riqueza más
envidiable. Cuando la ciudad fue capturada, el inventario
de los despojos del templo fue tomado y el oro, plata,
piedras preciosas, púrpura, escarlata, canela, especias,

530
ungüentos e incienso fueron mostrados y llevados en
procesión por las calles de Roma en el triunfo de
Vespasiano y Tito en el 70.

La apostasía de Jerusalén se volvió tan grande que su


juicio era irrevocable. El abandono de Israel y la
perversión de su llamado (Jeremías 19) como maestro-
sacerdote para las naciones fue la razón de su
destrucción. Jerusalén antes del 70 estaba fornicando su
llamado con las naciones, con los reyes, y con los
mercaderes, prostituyendo sus dones en vez de guiar a
las naciones hacia el reino para atraer a las multitudes a
su rey Jesús. Jerusalén fue la ciudad de los mercaderes, a
ella le vendían de toda clase de mercancías, cada día
aumentaban las actividades comerciales alrededor del
Templo. Recordemos que Jesús ya había sacado del
templo a los comerciantes que habían hecho de ese lugar
santo una guarida de ladrones. Fíjate, que Apocalipsis
18:7 dice que ¡Jerusalén! Cuyo pseudónimo profetizo es
Babilonia, dice “se ha glorificado, y ha vivido en deleites;
tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su
corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y
no veré llanto”, ¿Y qué le pasó en un solo día? El V:8 dice
que le vino plagas, muerte, llanto y hambre, fue quemada
con fuego, porque poderoso es Dios el Señor, que la juzgó
(en el año 70 d.C.).

Ahora, observa, ¿Qué hicieron en el 70 los que


comerciaron con Jerusalén? Apocalipsis 18:9 dice que “los
reyes de la tierra que fornicaron con ella, y con ella
vivieron en deleites, lloraron e hicieron lamentación
sobre ella, cuando vieron el humo de su incendio, y
parándose lejos por el temor de su tormento, dijeron:

531
¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte;
porque en una hora vino su juicio”. ¡Te das cuenta! La
corrupción del comercio en el templo afectó la liturgia de
la nación. Los sumos sacerdotes se enriquecían de las
ganancias de ese comercio pagano dentro del templo.
Flavio Josefo registra que el sumo sacerdote Ananías era
"el gran procurador del dinero". Los gentiles ya tenían
bajo control cierta área del templo parece con un
floreciente comercio en sacrificios de animales, apoyado
por la familia del sumo sacerdote.

Jerusalén o esta Babilonia no fue ninguna simple


prostituta. Su castigo por medio del fuego indica que ella
es la prostituía de clase sacerdotal (Apocalipsis 17:16. A
aquella ciudad nada la podía salvar en el año 70 d.C. Dios
tenía que acabar con ese templo prostituido y esa casta
de paganos sacerdotes que le hacían creer al pueblo en
Jerusalén que eran los más dignos servidores de Dios,
pero todo era una fachada externa de santidad porque
nada de esto tenían por dentro. Entonces, Jerusalén fue
aquella Babilonia, la implacable enemiga de Dios,
habiéndose convertido en habitación de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave
inmunda y aborrecible, en contraste con la Nueva
Jerusalén de Apocalipsis 21:27 donde "no entrará en ella
ninguna cosa inmunda".

El decreto del ángel en Apocalipsis 14:8 aplicó las


antiguas maldiciones a los rebeldes judíos del siglo
primero, porque Israel rechazó a Cristo. Esa nación entera
fue poseída por demonios más allá de toda esperanza de
reforma. En Mateo 12:43 Israel fue comparado por Jesús
como una guarida de demonios, “Cuando el espíritu

532
inmundo sale del hombre, anda por lugares secos,
buscando reposo, y no lo haya. 44Entonces dice: Volveré
a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla
desocupada, barrida y adornada. 45Entonces va, y toma
consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados,
moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a
ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta
mala generación”. Entonces, la Jerusalén, que había sido
la morada de Dios, ahora por sus abominaciones se ha
convertido en morada inmunda de demonios para
destrucción que recibió en el año 70 d.C. ¿Por qué en el
70 Jerusalén o Babilonia la dejaron como dice Apocalipsis
17:16 desolada y desnuda; devorando sus carnes y
quemándola con fuego? Porque Apocalipsis 17:3 dice que
Jerusalén como una mujer ramera estaba sentada en un
desierto y la palabra “desierto” es símbolo de
“desolación” por sus pecados, y esto fue lo que Jesús
profetizó del templo en Mateo 24:15 cuando dijo que los
discípulos verían en el lugar santo la abominación
desoladora, verían el desierto, tal como también Jesús se
los dijo a los escribas y fariseos en Mateo 23:18 “He aquí
vuestra casa os es dejada desierta”.

En Apocalipsis 19:21 vemos la descripción de la última


escena de la caída de la gran ramera, de Sodoma, de
Egipto, de Babilonia, seudónimos de Jerusalén “Y un ángel
poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de
molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo
ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca
más será hallada”. Sabemos que esta Babilonia fue la
Jerusalén del año 70 d.C. porque el V:24 dice “Y en ella se
halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos
los que han sido muertos en la tierra”. ¿Por qué se le

533
juzgó? Porque el V:5 dice que “sus pecados habían
llegado hasta el cielo, y Dios se había acordado de sus
maldades”. En el año 70 cuando se produjo la caída de
Jerusalén, según Apocalipsis 18:6 se le dio a ella como ella
les pagó a sus profetas y apóstoles enviados para su
salvación. 25. En el cáliz en que ella preparó la bebida, le
prepararon a ella al doble. ¿Por qué fue necesaria la caída
de Jerusalén o esa Babilonia? Para dar entrada al triunfó
de Cristo y a la multitud de victoriosos que nos registra
Apocalipsis 19:1-5 “Después de esto oí una gran voz de
gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y
honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro;
2porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha
juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra
con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos
de la mano de ella. 3Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo
de ella sube por los siglos de los siglos. 4Y los veinticuatro
ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en
tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono,
y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! 5Y salió del trono una voz que
decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que
le teméis, así pequeños como grandes”. El hecho de que
cantaron confirmó la caída de Jerusalén en el 70. Observa
que se canta en el cielo, porque Dios juzgó a la gran
ramera de Jerusalén y porque Dios vengó la sangre de sus
siervos. Estas palabras no se aplican a otra ciudad que no
hubiera sido históricamente la Jerusalén del año 70 d.C.
Fíjate, ¿Cuándo comienza el reinado de Dios
Todopoderoso? Comienza cuando Jerusalén cae,
Apocalipsis 19:6 dice “Y oí como la voz de una gran
multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la
voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el
Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!. La gran victoria

534
del Mesías Jesús había sido obtenida; y su reino había
alcanzado su pleno desarrollo, porque aquí se estaba
cumpliendo 1 Corintios 15:24,25 “Luego el fin, cuando
entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido
todo dominio, toda autoridad y potencia. 25Porque
preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus
enemigos debajo de sus pies”. Pero, ¿A qué estuvo
asociada la caída de Jerusalén, y la manifestación plena
del reino? A las nupcias del Cordero, V:7 “Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las
bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas
de los santos”.

Esta fue la nupcia pública que estuvo prefigurada en las


parábolas de las fiestas de bodas en Mateo 22 y en las
diez vírgenes de Mateo 25. Es la escena de bodas del gran
Rey, a la cual rehúsan venir los primeros invitados, que
maltrataron y mataron a los mensajeros del Rey. Ahora
les ha sobrevenido el juicio: “El Rey envió sus ejércitos, y
destruyó a aquellos asesinos, y quemó su ciudad” (Mateo
22:7). Concluimos, entonces, que Jerusalén fue
encontrada culpable de todos los cargos, y desde el año
66 hasta el año 70 d.C., sufrió los "días de retribución", el
derramamiento de la ira de Dios, por haber derramado
sangre inocente durante siglos. ¿Por qué debía caer
aquella pagana y sinvergüenza ciudad de Jerusalén en el
70? Para darle paso a lo que actualmente somos nosotros
¡La maravillosa y eterna nueva Jerusalén!.

535
El ángel del cáliz de la ira de Dios

9Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si


alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca
en su frente o en su mano,
10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha
sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será
atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero
11y el humo de su tormento sube por los siglos de los
siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que
adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la
marca de su nombre.

El primer ángel les anunció a todos los moradores de


Palestina que el juicio había llegado; el segundo ángel
anunció la caída de la gran Babilonia que fue Jerusalén; y
ahora, el tercer ángel anuncia las consecuencias de haber
adorado a la bestia y a la imagen de la bestia (Nerón). El
primero es el ángel del evangelio eterno; el segundo es el
ángel de la caída de Babilonia; y el tercer es el ángel del
cáliz de de la ira de Dios. Estos tres ángeles fueron los
que le hicieron proclamaciones muy serias a toda la tierra
de Israel en el primer siglo donde fue cumplido ese
escenario dramático. Hoy en día y para nuestros días no
existen los anuncios de éstos tres ángeles de juicio;
porque está claro en Hebreos 2:5 que Dios no sujetó a los
ángeles el mundo venidero.

El mensaje del tercer ángel fue una solemne advertencia


a los moradores del territorio de Palestina que adoraran a
la bestia que subió del mar que históricamente fue
Nerón, quién tuvo a Gessio Floro como su profeta en el

536
territorio de Judea para obligar a los hombres antes del
año 70 d.C. a inclinarse ante su imagen expresión de
malvada personalidad (Apocalipsis 13:13-17) para
rendirle culto divino. A través del tercer ángel, Dios
advirtió a los moradores del territorio que quién se
sometiera a la voluntad de esa bestia (Nerón) sobre él
sería vendría vaciado puro el cáliz de su ira. La meta de la
advertencia era infundir temor a los adoradores de la
bestia y a su vez motivar a los creyentes del primer siglo a
que permanecieran fieles a la adoración al Señor
Jesucristo.

En el primer siglo antes del año 70 d.C. hubo dos


proclamaciones que se estaban moviendo al mismo
tiempo: Por un lado, el ángel del evangelio eterno estaba,
diciendo: Temed a Dios, porque la otra de su juicio ha
llegado, y por el otro lado, el falso profeta Gessio Floro
estaba llamando a los habitantes de Judea donde era
procurador romano para que adoraran al Anticristo de
Nerón. Todos los de Judea estaban en medio de dos
decisiones: Adorar a la bestia de Nerón a su imagen y a su
marca, quién se negara les aplicaría tribulación e
imposibilidad de comprar y vender si no llevaban el
tatuaje del 666 (Apocalipsis 13:17) o les quedaba la otra
que era adorar al Cordero para salvación. Recuerda que el
666 aunque aquella marca era para transacciones
comerciales, en sentido espiritual era o fue una
veneración que manifestaba inclinación a Cesar Nerón
como Señor de sus vidas. Igual significado tenemos en
Apocalipsis 14:1 donde el sello en la frente de los 144.000
seguidores del Cordero en el siglo primero no era un sello
físico en sus frentes, sino una adoración de ellos que
manifestaba tributo al Cordero de Dios como Su salvador.

537
Entonces, el objeto del juicio anunciando por el ángel del
cáliz de la ira de Dios era para los adoradores de la bestia,
dice Apocalipsis 14:10 que beberían del vino de la ira de
Dios y serían atormentados con fuego y azufre delante de
los santos ángeles y del Cordero.

Hemos estudiado, que a la ciudad de Jerusalén se le dio


en el libro de Apocalipsis el pseudónimo de la “gran
Babilonia” por su paganismo, donde antes del año 70 d.C.
ya no era la santa ciudad de Dios, pues, el atrio del
templo sagrado ya estaba profanado por los gentiles que
lo habían convertido en guarida de ladrones y nido de
comerciantes patrocinados por los sumos sacerdotes del
templo judío que sacaban jugosas ventajas económicas.
Esta gran Babilonia o Jerusalén en Apocalipsis 16:19
también recibió delante de Dios, el cáliz del vino del ardor
de su ira. ¿Qué fue la ira de Dios? Fue su eterno
aborrecimiento a toda injusticia del hombre. Fue el
desagrado activo de Dios contra la maldad. Fue la justa
indignación que Dios tuvo en contra de la rectitud. La ira
de Dios no fue una venganza maligna, que hirió por herir,
fue la justa retribución por los actos malvados de los
judíos y paganos del primer siglo. Romanos 1:18 dice
“Porque manifiesta es la ira de Dios desde el cielo”.
Castigos ejemplares tales como el Diluvio y la destrucción
de las ciudades de la llanura (Sodoma y Gomorra) con
fuego del cielo, fueron una clara manifestación de la ira
de Dios contra el reino pecador.

La ira de Dios fue la manifestación activa para destruir a


todos sus enemigos (los adoradores de la bestia Nerón).
Pablo dice en Romanos 9:22 ya vislumbraba la ira de Dios,
“¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio

538
su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucción. Observa que antes de la ira
estuvo la paciencia de Dios. Dentro de la paciencia de
Dios, hubo una renuencia a castigar a los pecadores,
porque Dios estuvo desde la cruz hasta el año 70 d.C.
esperando un cambio de vida de parte de ellos, ¿Para qué
fue la paciencia de Dios? 2 Pedro 3:15 dice que “la
paciencia de nuestro Señor es para salvación...”. Pero
dentro del terreno de la paciencia de Dios, los pecadores
no arrepentidos ya eran activos vasos de ira para
destrucción. Entonces, en el primer siglo quién adoró a la
bestia de Nerón fue sentenciado a recibir la ira de Dios
que fue el fluido del cáliz que vació el tercer ángel sobre
los moradores del territorio de Judea. Ellos fueron los
vasos de ira preparados para destrucción en el 70. Dios
soportó en su paciencia a estos vasos de ira hasta el año
70 d.C. Pero, ¿Qué sucedió en el día que actuó el Señor?
Estaba profetizado en Malaquías 4:3 que vendría un día
en que Dios iba a actuar y el V:5 llamó a esa día “el día
ardiente de Jehová grande y terrible”, ahora, ¿Qué iba a
pasar en ese día? El V:1 dice que todos (los vasos de ira)
los soberbios y que hacen maldad serían como estopa
metida dentro de un horno y cuando vino aquel día el
fuego del juicio de Dios los abrazó y no les dejó ni raíz ni
rama.

La historia registra que en el año 70 d.C. Jerusalén fue


incendiada hasta los cimientos y murieron más de un
millón y medio de sus habitantes. En ese día fue vaciado
el cáliz de la ira de Dios sobre ella. Ese fue el día
preparado para la destrucción de esos vasos de ira. Pero
antes de ese día ardiente, grande y terrible, apareció Juan
el Bautista como el Elías que vino y le dijo a los fariseos y

539
saduceos en Mateo 3:7 ¿Quién os enseñó a huir de la ira
venidera? Si ellos se arrepentían serían bautizados en el
día de Pentecostés en Espíritu (en el año 33 ½) pero si no
se arrepentían serían bautizados en fuego (en el año 70
d.C.) cuando vino el día ardiente, grande y terrible de
Jehová, donde en Jerusalén y el territorio de Judea fue
vaciado puro el cáliz de la ira de Dios, donde todos los
soberbios judíos bebieron del vino de su ira, y fueron
atormentados con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero.

Todo adorador judío o gentil de la bestia (Nerón) fue


atormentado con fuego y azufre, es decir, que en
Jerusalén en el año 70 hubo un juicio similar al que tuvo
lugar en la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis
19:28)(Lucas 17:20-30). El derramamiento de la ira de
Dios salida del cáliz produjo una destrucción tan grande,
que Juan en Apocalipsis 14:11 dice que “El humo de su
tormento” subió por los siglos de los siglos, y los dejó sin
reposo de día ni de noche a ¿Quiénes? A los que adoraron
a la bestia y a su imagen y a su marca. Recuerda que
cuando un decreto sale de la boca de Dios y entra en
tiempo y espacio, debe quedarse en la tierra cumpliendo
su misión, (porque no puede regresar a Dios vacío), y una
vez que dicha misión, palabra, persona, mensaje o juicio
cumple su objetivo, debe regresar a Dios y ahí se queda
registrado por los siglos de los siglos como un hecho
cumplido. Fíjate, que Juan está hablando
metafóricamente de un “humo de tormento”, porque
está describiendo la fuerza del juicio de la ira de Dios.
Literalmente no existe un humo subiendo por los siglos
de los siglos, pero en el archivo superior de Dios quedó
satisfecha su justicia retributiva sobre los soberbios y

540
malos por medio de esa metáfora. Concluimos: Que
cuando Juan ve volar en medio del cielo a tres ángeles
uno siguiendo al otro, es porque ese vuelo tuvo un sólo
propósito, y fue el que los moradores de Judea temieran
a Dios, pues, la hora de su juicio ya estaba en camino y
estaba advertido. Pero el juicio los alcanzó porque estos
vasos de ira para en lugar de adorar al Cordero, se
inclinaron ante la bestia del primer siglo y todos sin
excepción recibieron el fluido caliente de la ira de Dios
que salió en el año 70 d.C. del cáliz de Dios y los destruyó.

12Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan


los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
13Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe:
Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que
mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de
sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen

Después de que Juan declara a los lectores del Apocalipsis


en las 7 iglesias del Asia menor, la suerte de los
adoradores de la bestia, el apóstol Juan les trae palabras
de ánimo a los seguidores del Cordero, ¿Por qué los
ánima? Por la tentación de algunos seguidores del
Cordero a sucumbir ante la adoración a la bestia de
Nerón. Les hace un llamado a mantenerse firmes y leales
al Cordero en medio de las persecuciones del imperio
ordenadas por el Anticristo Nerón. El sustantivo paciencia
(hypomonéi) es aguante, resistencia, entonces, los santos
del primer siglo no debían claudicar ante la bestia, para
ellos necesitaron la paciencia o la capacidad para
aguantar sin abandonar la resistencia contra las fuerzas
del mal, la potestad de los aires.

541
Juan, sin necesidad de un intermediario angelical, escribe
una de las siete bienaventuranzas del libro de Apocalipsis
1:3 – 14:3 – 16:15 – 19:9 - 20:6 – 22:7 – 22:14. El vocablo
bienaventurados (makárioi) es el mismo usado por Jesús
en Mateo 5 que significa “más que feliz”. El énfasis de
esta bienaventuranza aquí es el seguro galardón que en el
camino de ellos venía por obedecer al Señor, ellos serían
benditos al morir en un estado de unión espiritual con
Cristo. La expresión de aquí en adelante los muertos que
mueren en el Señor (hoy en kyrioi apothenéiskontes)
estuvo referido a los mártires de la gran tribulación del
año 67-70 d.C. Su muerte se dio por la bestia porque se
negaron a inclinarse ante su autoridad. Ellos murieron en
la fe de Jesucristo, murieron en lealtad a él, pues el Señor
fue la causa de Su muerte. La expresión Si, dice el
Espíritu (nai légei tó pneúma) fue una clara confirmación
del cielo para aquellos mártires del primer siglo. Aquellos
santos sufrieron la muerte física por la mano de la bestia;
pero entraron en el reino eterno donde nunca hay
bestias.

Los tres ángeles de la vendimia

14Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno


sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la
cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.
15Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al
que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega;
porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la
tierra está madura.
16Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en
la tierra, y la tierra fue segada.

542
17Salió otro ángel del templo que está en el cielo,
teniendo también una hoz aguda.
18Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el
fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda,
diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de
la tierra, porque sus uvas están maduras.
19Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña
de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de
Dios.
20Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar
salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil
seiscientos estadios.

La escena de la “nube blanca” (nephélei leukéi) estaba


señalando a Daniel 7:13,14 donde el profeta contempló la
venida del Mesías a la tierra. El Señor Jesús en Mateo
24:30 y Mateo 26:64 también profetizó para esa Su
generación, Su venida en términos similares o
relacionados con una nube que es símbolo de Su
presencia y de juicio. Juan vio sentado sobre una nube el
Hijo del Hombre (un término dada a Cristo en el nuevo
testamento) en su relación a la tierra. Como el Hijo de
Hombre tenía una corona de oro en su cabeza y en su
mano una hoz aguda, dicha corona de oro fue un símbolo
de victoria y la mencionada hoz aguda (drépanon oxy) fue
un símbolo de juicio, porque su figura expresó a una hoz
aguda lista para efectuar una siega. El Hijo del Hombre
!Cristo! Que fue juzgado por la nación de Israel, ahora, se
prepara para juzgarla con una hoz aguda.

Del templo (toó naoú) celestial, Salió el primer ángel que


le anunció al Hijo del Hombre (no dándole una orden sino
transmitiendo un mensaje de Dios para juicio inminente)

543
le dijo que metiera la hoz y segara; porque la hora de
segar (therisai) había llegado (eilthen), pues la mies de la
tierra ya estaba madura. Tanto el verbo “ha llegado”
como el “segar” estaban apuntando a un hecho concreto.
La consumación del juicio de Dios sobre los habitantes del
territorio de Judea estaba a punto de ejecutarse por
medio de la hoz segando. No puede haber hoz donde no
hay nada que segar y no hay nada que segar si no hay
mies madura. Esto fue lo que Jesús les dijo a sus
discípulos en Juan 4:35 “¿No decís vosotros: Aún faltan
cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo:
Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están
blancos para la siega”.

¿Qué hizo el que estaba sentado sobre la nube? Metió la


hoz en la tierra, y la tierra (territorio de Judea) fue
segado. El borrador original de esta vendimia lo
encontramos en la parábola del trigo y la cizaña en Mateo
13:30 “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la
siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores:
Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para
quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”. La
cosecha del trigo de Mateo 13:10 es la vendimia de
Apocalipsis 14:18. La cosecha corresponde a la siega del
trigo para ir al granero, e indica el cumplimiento de
Mateo 24:31-34 donde dice “Y enviará sus ángeles con
gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los
cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama

está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está


cerca. 33Así también vosotros, cuando veáis todas estas
cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto
os digo, que no pasará esta generación hasta que todo

544
esto acontezca”. Fíjate, que la vendimia se daría antes de
que pasara aquella generación contemporánea de Jesús y
los apóstoles e iglesias del primer siglo. Una cosecha que
debía tener lugar antes de que pasara aquella generación.
La destrucción de la cizaña corresponde a la vendimia de
la tierra o del territorio de Judea cuyo centro tenía a
Jerusalén y en su centro poseía el templo judío. La
vendimia fue de naturaleza estrictamente destructiva. No
fue una vendimia para salvación sino para destrucción de
cizañas (judíos incrédulos a Cristo).

La función del primer ángel de la vendimia fue anunciar al


de la nube blanca que el tiempo de la vendimia (segar)
había llegado. El de la nube metió su hoz y la tierra fue
segada (juzgada), Apocalipsis 14:16. Pero en Apocalipsis
14:17 salió otro ángel del templo que tenía también una
hoz aguda. El hecho de que en este escenario ya hay dos
hoces agudas, indica la severidad del juicio, la
acentuación de la destrucción. La función del segundo
ángel era exhibir el instrumento de la hoz aguda para
ejecutar el juicio final. Ahora en el V:18 vemos saliendo
del altar del templo al tercer ángel que tenía poder sobre
el fuego y llamando al segundo ángel le dijo: “Mete tu hoz
aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus
uvas están maduras”. El fuego fue un símbolo de juicio
ocurrido. ¿Qué tenemos hasta ahora? Tenemos que la
función del primer ángel fue anunciar, la del segundo fue
exhibir para ejecutar y la del tercero notificar el juicio. La
ejecución era inminente, por eso el tercer ángel “llamó a
gran voz” al segundo ángel, para que ejecutara el juicio
sobre los habitantes de la tierra o del territorio de Judea.
El hecho de meter la hoz aguda al territorio de Judea era
para vendimia (o destrucción) de la cizaña y la siega de la

545
tierra era para salvación del trigo. La cizaña fueron los
vasos de ira para destrucción y el trigo fueron los vasos de
misericordia para salvación o gloria (Romanos 9:22,23).

El Hijo del Hombre en la parábola del trigo y la cizaña fue


el segador, pero los agentes de la vendimia de la vid
fueron los tres ángeles de Apocalipsis 14:14-10. La
vendimia de la tierra fue Israel, el Salmo 80:8 dice “Hiciste
venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la
plantaste”. La expresión de Juan en Apocalipsis 14:15
“…la mies de la tierra está madura” fue un indicador que
Israel como nación estaba maduro, al tope para el juicio o
la vendimia. El V:19 dice que “el ángel arrojó su hoz en la
tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el
gran lagar de la ira de Dios”, La imagen descriptiva de la
viña procede de Isaías 63:1-6 donde el profeta pregunta
¿Quién es este con vestidos rojos? ¿Por qué es rojo tu
vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar? Los
pise con mi ira, los hollé con mi furor, y su sangre salpicó
mis vestidos, y manché todas mis ropas. Porque el día de
la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos
ha llegado. Fíjate, que en Apocalipsis 14:19 que el
segundo ángel comisionado para destruir no recoge los
racimos, sino que corta la viña misma, y la arroja entera
“en el gran lagar de la ira de Dios”. Un lagar era el sitio
donde la uva era echada para ser exprimida con los pies.
El sustantivo “lagar” representó el contenido, es decir, las
uvas que fueron pisadas en el primer siglo. La figura del
lagar fue una descripción del juicio de Dios. Ahora, el
lagar fue pisado fuera de la ciudad. La expresión “Fuera
de la ciudad” denota a la ciudad de Jerusalén del año 70
d.C. Según, Hebreos 13:11-13 fuera de la puerta de la
ciudad de Jerusalén, se quemaba la ofrenda por el pecado

546
y se ejecutaba al criminal, siendo maldito como le ocurrió
a Jesús. Fuera de la ciudad estaba el juicio, el pisar del
lagar. El gran lagar de la ira de Dios fue la batalla de
Armagedón que se dio fuera de la ciudad de Jerusalén
(Apocalipsis 16:12-16), batalla ubicada en el valle de
Josafat (Joel 3:9-16) en el área del valle del Cedrón
(Zacarías 14:4). Todas las legiones del imperio romano
fueron reunidas para subir en contra de Jerusalén y
destruirla en el 70. Ya estaba profetizado en Malaquías
4:1 que vendría el día ardiente de Jehová como un horno.
Cuando la sangre sale del lagar, el torrente es tan grande,
que es como un río desbordado, que alcanza hasta los
frenos de los caballos guerreros, y hasta una distancia de
1600 estadios que equivalen a 320 kilómetros de
distancia.

Con el pisar del lagar se acabó la paciencia de Dios para


salvación y ya estaba cumplida la consumación de la ira
de Dios. El Mesías vino en el juicio del 70 y cumplió sus
promesas y profecías y dijo que no pasará esa generación
hasta que todo eso aconteciera y aconteció en el año 70
d.C. Entonces, fue un pueblo el que fue pisado en la furia
de la ira de Dios. Fue Israel la vendimia. Esa nación del
primer siglo fue la ira de Dios. Fue Israel la guerra del
exterminio. Nunca hubo un pueblo que viviera semejante
juicio de Dios. Flavio Josefo el historiador judío con
credenciales romanas para escribir la historia del Israel
del primer siglo dijo que jamás se había visto un mar de
sangre, una terrible carnicería bajo el exterminio a Israel
aplicado en sucesión por Nerón, Vespasiano y Tito. Lo de
Israel supera todo lo registrado en los anales de las
guerras. Jerusalén y sus hijos dentro de ella, fueron
pisados en el gran lagar de la ira de Dios. Allí fue donde se

547
cumplieron las palabras del profeta Jeremías “Como lagar
ha hollado el Señor a la virgen Hijo de Judá”. Desde un
extremo al otro de la Palestina del primer siglo, estaba
todo inundado de sangre judía, el Señor Jesús ya se lo
había profetizado a los escribas y fariseos en Mateo 23:35
“para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que
se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel
el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a
quien matasteis entre el templo y el altar. 36De cierto os
digo que todo esto vendrá sobre esta generación”.

La profecía y la historia encajan así como la cerradura y la


llave. Dios, dejó a Flavio Josefo vivo para que escribiera la
historia oscura de Israel. Él fue un testigo ocular a quien
no le interesaba exagerar la ruina de su pueblo judío ni
mucho menos difamar su carácter. La historia confirmó la
realidad de la profecía del primer siglo. Los tres ángeles
de la vendimia fueron un acto de juicio que describió y
presentó la gran consumación de la ira de Dios. El Mesías
ya vino en juicio, les vino en el año 70 d.C. a la nación
incrédula de Israel como un guerrero divino para derrotar
a sus enemigos, a juzgar a sus rebeldes e inicuos judíos.
Las dos metáforas “mies y uvas” describieron el acto
judicial de Dios. La paciencia de Dios para salvación se
agotó y se manifestó el gran lagar de la ira de Dios que ya
se cumplió. Hoy, estamos reinando en vida y libertad sin
vendimia alguna.

APOCALIPSIS 15:1-8

Los 7 ángeles del templo en el cielo

548
1
Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete
ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en
ellas se consumaba la ira de Dios
2
Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego;
y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y
su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie
sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
3
Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el
cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y
verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
4
¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu
nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se
han manifestado.
5Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el
cielo el templo del tabernáculo del testimonio;
6y del templo salieron los siete ángeles que tenían las
siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y
ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
7Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete
ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que
vive por los siglos de los siglos.
8Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y
por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta
que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete
ángeles.

El número 7 es el número del complemento de Dios que


revela una consumación (etelésthei). Con éstos 7 ángeles
el Señor le estaba revelando a Juan la plena consumación

549
de la ira (thymós) de Dios. Thymós en el griego no revela
la ira de Dios como una actitud, sino el juicio como una
expresión de la ira de Dios por medio de un instrumento
(cual fuera el ejército romano de Lucas 21:20), es decir, su
ira era una clara indignación a la rebeldía de la nación de
Israel. El apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 1:10 dice que
él con los santos en Tesalónica esperaban de los cielos a
Jesús que los libraría de la ira venidera. La venida del
Señor en juicio fue para librar a los fieles de la ira
venidera, es decir, para liberarlos de los siete ángeles del
templo en el cielo.

Apocalipsis 15 fue el preámbulo de Apocalipsis 16,


porque preparó el escenario para la consumación de la ira
de Dios que se detalla en Apocalipsis 16.

Un ángel con una copa en la mano fue un ángel en ira, fue


un mensajero en consumaciones. Los siete ángeles con
siete copas conformaron la ira completa de Dios que vino
en el año 70 d.C. Sobre todos los habitantes del territorio
de Judea, ¿Por qué? Porque Apocalipsis 16:6 dice “Por
cuanto derramaron la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo
merecen”. ¿Quiénes históricamente derramaron la
sangre de los profetas y de los santos en el primer siglo?
Jesús mismo se los dijo a los escribas y fariseos en Mateo
23:34-35 “Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios
y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a
otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de
ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la
sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la
sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de
Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De

550
cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta
generación”. Los asesinos de profetas fueron los judíos;
ellos mataron a todo el que entró a Jerusalén hablando
del reino y las copas de los 7 ángeles fueron para ellos.

Juan les llama a esas copas “las postreras”, porque iban a


cerrarle el último capítulo a la nación de Israel. Entonces,
éstos 7 ángeles le iban a venir en ira a todos los
habitantes del territorio de Judea porque éstos judíos no
conocieron el día de la visitación de su Mesías Salvador
(Lucas 19:41:44). Le recharon al Señor su día de visitación
cuando él entró triunfante en la ciudad de Jerusalén. La
indignación de Dios fue a causa de ese pecado voluntario
(Hebreos 10:26) y la rebeldía de los judíos dio lugar a la
consumación de la ira de Dios. Sobre la nación de Israel
estaba profetizada por Moisés desde Deuteronomio 32 la
destrucción de ellos. El V:20,21 dice “Y dijo: Esconderé de
ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una
generación perversa, Hijos infieles. Ellos me movieron a
celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus
ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que
no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación
insensata. Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y
arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la
tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los
montes”. Y el V:25 dice en otros “Por fuera desolara la
espada”. El V:28 dice “Porque son nación privada de
consejos, y no hay en ellos entendimiento. Ojalá fueran
sabios, que comprendieran esto, y se dieran cuenta del
fin que les espera”. Y ¿Qué sucedió en Apocalipsis 17 y
18? Que Jerusalén como la “esposa ramera” fue
destruida por su infidelidad, salvándose solamente el
remanente fiel de los creyentes. Ahora, ¿Qué leemos en

551
Apocalipsis 15:5,6? Que fue abierto en el cielo el templo
del tabernáculo del testimonio y salieron los siete ángeles
que tenían las siete plagas, vestidos con lino fino y ceñido
con cintos de oro. El tabernáculo en el desierto fue
construido para dar instrucción divina a Israel, pero
ahora, fue abierto en el cielo no para dar instrucción sino
destrucción a Israel, ¿Por qué? Porque Israel dejó la
instrucción y al dejarla su consecuencia sería la
destrucción que vino en el año 70 d.C.

¿Qué leemos cuando se abrió el tabernáculo en el cielo


en el V:7? Que uno de los cuatro seres vivientes le dio a
los siete ángeles la ira de Dios por medio de copas. Ahora,
¿Qué sucedió cuando los siete ángeles recibieron la ira de
Dios para derramar? El V:8 dice que el templo en el cielo
fue cubierto inmediatamente de humo y quedó cerrado
por una “cortina de humo” para que nadie de afuera
pudiera entrar en el templo hasta que se hubiera
cumplido la totalidad de la ira de Dios. El humo es
símbolo de la presencia de Dios cubierta, entonces, fue la
misma presencia de Dios la que cubrió el templo en el
cielo, porque afuera iba a caer ira sobre ira a la nación
infiel de Israel. Cuando el humo cubre el templo y la ira
está haciendo su trabajo, ninguna intercesión es recibida
ni aceptada. Esa intercesión no entra porque el templo
está lleno de humo. Tampoco se puede hacer ninguna
adoración mientras dure el juicio. Lamentaciones 3:44
dice “Te cubriste de nube para que no pasase la oración
nuestra”. Cubrirse de nube es encerrase en su presencia
para que nadie la vea, por eso en Hechos 1:9-11 una nube
ocultó a Cristo de los ojos de los discípulos y venir en una
nube, es venir oculta la presencia de Dios sin que nadie la
vea, es una venida no visible.

552
¿Quiénes tenía cerrado el acceso a la presencia de Dios?
Los 7 ángeles de la ira de Dios. Mientras estaban en
ejecución, el templo en el cielo estaba cerrado. Ahora,
fíjate, que Apocalipsis 10:7 dice que en los días de la voz
del séptimo ángel, el misterio de Dios se consumará. Los 6
ángeles de la ira de Dios están contenidos dentro del
séptimo ángel que es el ángel de la consumación o el
ángel de la séptima trompeta. La séptima trompeta es la
que anuncia la segunda venida para establecer el reino
(Apocalipsis 11:15). Por eso, es que la venida de Cristo fue
inmediatamente después de la gran tribulación de
aquellos días (Mateo 24:21,29-30). De modo que los 7
ángeles de la ira de Dios fueron simultáneos con la
segunda venida de Cristo en juicio a Jerusalén. Los juicios
que recibió toda la nación de Israel en el año 70 d.C. no
fueron reivindicativos sino vindicativos, porque Dios no
vino a actuar en por venganza, sino a reclamar
justamente el derecho de reinar sobre toda Su creación.
Ahora, Juan en Apocalipsis 15:2 al 4 abre un paréntesis
para considerar la presencia de los mártires del primer
siglo delante del trono de Dios. En el V:2 Juan ve a un mar
de vidrio mezclado con fuego. Esto es un símil, porque la
figura del “mar de vidrio es la gloria de Dios en su trono
que lo separa de todo el resto de su creación, pero aquí
aparece el mar de vidrio mezclado con fuego, ¿Por qué?
Porque va la presencia de Dios va a entrar con poder y
gloria en una acción judicial ejecutada por medio de los 7
ángeles de la ira de Dios.

El mar mezclado con fuego es figura de juicio, pero había


un pueblo en pie del mar de vidrio con fuego, ¿Quiénes
fueron? Fueron los mártires salidos de la gran tribulación
que se dio entre el año 67 al año 70 d.C. Fueron los

553
mártires que se enfrentaron a la bestia Cesar Nerón y al
falso profeta Gessio Floro y ¿Por qué fueron mártires?
Porque no se dejaron marcar por la imagen y el nombre
de la bestia. Al no dejarse marcar, por eso, estaban en pie
con arpas de Dios en el mar de vidrio con fuego, porque
salieron de esa tribulación. El arpa fue un instrumento
usado en la adoración. En estos mártires estuvo Pablo,
Pedro, Santiago. Ellos estaban en pie con arpas de Dios
(gloria de Dios) porque debido a su fiel testimonio habían
obtenido una rotunda victoria sobre el dragón del imperio
romano y ahora están en gloria adorando al Señor Dios
Todopoderoso. Pero el V:15 dice que estaban cantando el
cántico de Moisés y el cántico del Cordero. ¿Por qué se
incluye en esta victoria de los mártires de la gran
tribulación del año 70 d.C. al cántico de Moisés? Porque
tiene una similitud con Éxodo 15 donde hubo alabanza a
Dios por la liberación de la esclavitud del Faraón y ahora
la hay por la liberación de Nerón. Ambos fueron
aplicadores de persecución. Los vencedores salidos de la
gran tribulación (los mártires) cantan en pie del mar de
vidrio con fuego, porque con Su muerte vencieron a sus
enemigos que en términos de religión fueron los judíos y
en términos políticos fueron las legiones romanas.
Entonces, en el mar de vidrio hay fiesta de alabanza,
porque los juicios de Dios se habían manifestado en el
año 70 d.C. cuando vino la caída del templo, del pueblo y
la destrucción de Jerusalén.

Cuando se terminó la ira de los 7 ángeles sobre el


territorio de Judea, todos los vencedores que estaban en
pie en el mar de vidrio con fuego pudieron entrar en el
templo en el cielo, porque en el año 70 d.C. Ya se había
consumado totalmente la ira de Dios. Nosotros, los que

554
vivimos después del año 70 d.C. Después de la ira de Dios,
después de los 7 ángeles, de las 7 trompetas, de las 7
copas, no necesitamos ir a ningún mar de vidrio mezclado
con fuego, porque el templo en el cielo quedó abierto
para todos los que Dios reconcilió consigo mismo. Al
morir, vamos en directo, sin paradas intermedias, porque
en la muerte nosotros ya no dormimos, porque el poder
de la muerte ya no nos retiene, porque fue vencido.
30. Estamos ya en eternidad aun si pasar por la muerte
física.

APOCALIPSIS 16:1-21

1. Los juicios de las 7 copas

1
Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete
ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de
la ira de Dios

La séptima trompeta fue la trompeta de la consumación


vista en Apocalipsis 10:6,7 fue la señal de que "el tiempo
no sería más" para Israel. El tiempo se había acabado;
ahora la ira en su máxima expresión ha venido a Israel.
Desde este punto en adelante, Juan abandona el lenguaje
y las imágenes de amonestación, y se concentra por
completo en el mensaje de la inminente destrucción de
Jerusalén. Al describir la suerte de la ciudad, extiende e
intensifica las imágenes del Éxodo que han estado tan
presentes durante toda la profecía apocalíptica.
Nuevamente menciona "la gran ciudad" (Apocalipsis
16:19), recordándoles a sus lectores una referencia
previa: "la gran ciudad, que en sentido espiritual se llama
Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue

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crucificado" (Apocalipsis 11:8). A Jerusalén se la llama
Sodoma a causa de su sensual y lujuriosa apostasía
(Ezequiel 16:49-50), y porque está dedicada a la
destrucción completa como holocausto total (Génesis
19:24-28)(Deuteronomio 13:12-18). Pero las metáforas
más usuales de Juan de la gran ciudad están tomadas del
modelo de Egipto: Jerusalén no sólo es Egipto en sentido
espiritual, sino también los otros enemigos de Israel. Juan
nos ha mostrado al gran dragón romano persiguiendo a la
mujer hasta el desierto (Apocalipsis 12); intentando
destruir al pueblo de Dios por medio de la guerra y
seduciéndolo para que cometiera idolatría (Apocalipsis
13); a los ejércitos sellados del Nuevo Israel de Dios
reunidos en el monte de Sión para celebrar las fiestas de
la victoria (Apocalipsis 14); y a los santos de pie y
triunfantes en el "Mar Rojo", cantando el cántico de
Moisés (Apocalipsis 15). Ahora, en Apocalipsis 16, siete
juicios, que corresponden a las diez plagas de Egipto, han
de ser derramados sobre la gran ciudad de Jerusalén.
Estas copas son las copas del juicio final.

La orden de dar comienzo a los juicios procede del templo


(ek toú naoú) La gran (megáleis) voz es la de Dios, porque
Dios mismo va a presidir el juicio final. Los siete ángeles
reciben la orden de la gran voz de Dios desde el templo:
Id y derramad (hypágete kai ekchéite) el primer verbi “id”
sugiere una acción continua y el segundo verbo
“derramad” sugiere una inmediatez, es decir, que los 7
ángeles debían ir uno seguido del otro en juicio. Cada
ángel debía vaciar su copa con rapidez seguido uno del
otro sin cesar ni parar. Como son plagas postreras es por
eso que la ira de Dios llegó a su consumación en el primer
siglo. Fue una intervención judicial de Dios. Estos juicios

556
de Apocalipsis 16 tuvieron su cumplimiento literal
durante los últimos años y días de la gran tribulación.
Cada copa y cada trompeta tienen sus propias
características; pero aquí encontramos una copa nueva
que es la cuarta. La expresión “id y vaciad las 7 copas de
la ira de Dios en la tierra” fue una orden de alcance
mundial. Las plagas de las 7 copas fueron llamados
“postreros” (eschátas), es decir, las últimas (Apocalipsis
15:1). Dichas plagas o juicios tendrían lugar al final del
mismo período de la tribulación. Ellas fueron el punto
cumbre y culminante de ese escenario judicial de los
postreros días que hablaron los apóstoles y aun lo habló
el mismo Señor Jesús.

2Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y


vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres
que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su
imagen

Aunque las siete copas guardan cierta similitud con las


siete trompetas, también hay diferencias importantes.
Las plagas anunciadas por las trompetas no eran mortales
y constituían un llamado al arrepentimiento a la nación
de Israel. Las copas representaron la ejecución del juicio
final, cuando no hay más esperanza de arrepentimiento
para Israel. Las primeras cuatro copas afectaban al medio
ambiente; las últimas tres al reino del monstruo. Como
las cuatro primeras trompetas, las cuatro primeras copas
afectan al mundo natural de Israel: la tierra, el mar, los
ríos, el sol. Todos estos elementos en estas figuras de
lenguaje son atacados por plagas. El área más atacada fue
la tierra, esto es, Judea, la escena de la tragedia.

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El primer ángel salió (apeithen) y vacío (éxecheen) su
copa en la tierra de Judea, porque el contenido de esa
copa iba a afectar a los hombres que tenían la marca de la
bestia (Nerón). Les sobrevino una úlcera maligna y
pestilente en el cuerpo de los adoradores de la bestia. El
vocablo úlcera (helkos) se usa en Éxodo 9:10,11 respecto
al “salpullido con úlceras” que sobrevino a los egipcios
como parte del juicio de Dios sobre aquella nación
pagana.

3El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste


se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser
vivo que había en el mar

Como en la primera plaga de Egipto (Éxodo 7:17-21) y en


la segunda trompeta (Apocalipsis 8:8-9), el segundo ángel
derramó su copa sobre el mar que se transformó en
sangre como de muerto, pero esta sangre no corre a
torrentes, sino que es como la de un muerto: espesa,
coagulada, y putrefacta. La sangre se menciona cuatro
veces en este capítulo; cubre la faz de Israel,
derramándose sobre los cuatro rincones de la tierra.
Aunque el significado principal de esta plaga es simbólico,
y se refiere a la inmundicia de la sangre y la muerte
(Levíticos 7:26-27)(15:19-33)(17:10-16)(21:1)(Números
5:2)(19:11-19), tiene estrechos paralelos con los sucesos
reales de la gran tribulación entre el año 67-70 d.C.. En
una ocasión, miles de rebeldes judíos huyeron al mar de
Galilea de la masacre ejecutada por las legiones romanas
en Tariquea. Echándose al lago en pequeños y frágiles
botes, pronto fueron perseguidos y alcanzados por las
fuertes barcas de las fuerzas superiores de Vespasiano.
Luego, como cuenta Josefo, fueron masacrados sin

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piedad: "Los judíos no podían escapar a tierra, donde
todos estaban armados contra ellos, ni librar una batalla
naval en igualdad de condiciones...El desastre les alcanzó,
y fueron enviados al fondo, botes y todo. Algunos
trataron de romper el cerco, pero los romanos les
alcanzaron con sus lanzas, y a otros los mataron saltando
sobre las barcas y traspasándoles los cuerpos con sus
espadas; algunas veces, al acercarse las barcas, los judíos
quedaban atrapados en medio, y eran capturados junto
con sus embarcaciones. Si alguno de los que se habían
lanzado al agua salían a la superficie, eran despachados
rápidamente con una flecha, o una barca los alcanzaba; si,
en su desesperación, trataban de subirse a las barcas de
sus enemigos, los romanos les cortaban la cabeza o las
manos. Así morían estos desgraciados en ambos lados en
incontables números y de todas las formas posibles, hasta
que los sobrevivientes eran derrotados y empujados
hasta la orilla, sus botes rodeados por el enemigo. Al
lanzarse sobre ellos, muchos eran alanceados mientras
estaban todavía en el agua; muchos saltaban a tierra,
donde eran muertos por los romanos. Se podía ver el lago
entero manchado de sangre y atestado de cadáveres,
pues ni un solo hombre escapó. Durante los días que
siguieron, un horrible hedor flotaba sobre la región, y ésta
presentaba un espectáculo igualmente horripilante. Las
playas estaban llenas de botes destruidos y cadáveres
hinchados, los cuales, calientes y pegajosos por la
descomposición, contaminaban el aire de tal modo que la
catástrofe que sumergió a los judíos en lamentación
repugnaba aun a los que la habían causado.

4El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre


las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre

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5Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh
Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has
juzgado estas cosas.
6Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues
lo merecen.
7También oí a otro, que desde el altar decía:
Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son
verdaderos y justos

Cuando el tercer ángel convirtió los ríos en sangre, se oyó


al ángel de las aguas reconocer la justicia retributiva de
esta plaga: “Por cuanto derramaron la sangre de los
santos y de los profetas, también tú les has dado a beber
sangre; pues lo merecen”. Este matar a los profetas fue el
pecado mismo de la nación de Israel, y de Jerusalén
(Mateo 23:37), y no no hubo otra ciudad ni nación que
cometira semejante crimen particular. La tercera copa se
pareció más directamente a la primera plaga egipcia (y a
la tercera trompeta: Apocalipsis 8:10-11), porque afectó a
los ríos y a las fuentes de las aguas, convirtiendo en
sangre el agua de beber. A través de las Escrituras, el
agua es símbolo de vida y bendición, comenzando por la
historia de la creación y el jardín de Edén. En esta plaga,
las bendiciones del Paraíso se invierten y se convierten en
pesadilla; lo que una vez fue puro y limpio se contamina y
se vuelve inmundo a causa de la apostasía de Israel. El
ángel de las aguas responde a esta maldición alabando a
Dios por su justo juicio: Justo eres tú, oh Señor, el que
eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
Entonces, se regocija por el justo gobierno de Dios sobre
el mundo ya que por qué la sangre de los justos fue
derramada en juicio sobre aquella generación (Mateo

560
23:31-36). Estos perseguidores han recibido ahora la justa
recompensa por haber derramado sangre. Israel, el
perseguidor por excelencia, es ahora obligado a beber su
propia sangre. Esto resultó verdadero en más que un
sentido figurado: Como Dios había predicho por medio de
Moisés (Deuteronomio 28:53-57), durante el sitio de
Jerusalén los israelitas de hecho se convirtieron en
caníbales; las madres literalmente se comieron a sus
propios hijos. Por haber derramado la sangre de los
santos, Dios les da a beber su propia sangre (Apocalipsis
17:6)(18:24). El altar se regocija: Ciertamente, Señor Dios
Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos. Los
santos reunidos alrededor del altar habían clamado
pidiendo justicia y venganza de sus opresores (Apocalipsis
6:9-11). En la destrucción de Israel, esa oración es
contestada; los testigos son vindicados. Es más que
coincidencia que estas oraciones en los versículos 5-7
(junto con el texto del cántico de Moisés en Apocalipsis
15:3-4) en realidad están "basadas en el cántico de los
sacerdotes y los levitas durante el intervalo entre la
preparación y la ofrenda del sacrificio". Irónicamente - tal
como Dios mismo se está preparando para el holocausto
total del año 70 d. C. - los mismos ángeles del cielo
cantaban contra el Israel apóstata su propia liturgia.

8El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue


dado quemar a los hombres con fuego.
9Y los hombres se quemaron con el gran calor, y
blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre
estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria

Mientras que la cuarta trompeta resultó en una plaga de


tinieblas (Apocalipsis 8:12), ahora el calor del sol

561
aumentó, de modo que los hombres de Israel fueron
quemados con un gran fuego (juicio). Juan sabía del
Salmo 46:8 que las plagas que caigan sobre Israel son "las
obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra.
A pesar de la seriedad del juicio, los israelitas rebeldes al
Cordero siguen desafiantes contra Dios. En medio del
fuego están rechazando la gracia de Dios. Su respuesta en
lugar de ser de “piedad” es de blasfemia contra Dios.
Aquellos israelitas no se arrepintieron ni le dieron a Dios
gloria.

Las tres últimas copas: Consumado es

10El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la


bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de
dolor sus lenguas,
11y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores
y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras

La quinta copa corresponde a la quinta trompeta. Es


derramada sobre el asiento o el trono de la bestia Nerón.
Que es similar al abismo o a la región de donde asciende
la bestia en Apocalipsis 11:7. El trono o la silla de la bestia
es lo mismo que el abismo o el reino de su poder oscuro.
Los blancos simbólicos de las cuatro primeras copas eran
los elementos de la creación física: la tierra, el mar, las
aguas, y el sol. Con las tres últimas plagas, las
consecuencias del ataque angélico eran más "políticas"
en su naturaleza: el trastorno del reino de la bestia; la
guerra del gran día de Dios; y la caída de Babilonia".
Aunque, a través del Apocalipsis, la mayoría de los juicios
estuvieron dirigidos específicamente al Israel apóstata,
los paganos que se unieron a Israel contra la Iglesia

562
cayeron bajo condenación también. En realidad, la Gran
Tribulación misma demostró ser "la hora de la prueba que
había de venir sobre el mundo entero, para probar a los
que moraban sobre la tierra de Judea" (Apocalipsis 3:10).
Por lo tanto, el quinto ángel derramó su copa sobre el
trono de la bestia; y al quemar el sol a los que adoraron a
la bestia, las luces se apagaron sobre su reino, y éste se
oscureció – que fue un conocido símbolo bíblico de
turbulencia política y la caída de gobernantes (Isaías 13:9-
10)(Amós 8:9)(Ezequiel 32:7-8). El significado principal de
esta plaga es todavía juicio sobre Israel, porque (en
términos del mensaje de Apocalipsis) ése era el trono y el
reino de la bestia. Además, como veremos, se dice que la
gente que sufre a causa de la quinta copa sufre también a
causa de la primera copa, que fue derramada sobre la
tierra, sobre los israelitas adoradores de la bestia (V:2).
Sin embargo, este juicio correspondió a las guerras, las
revoluciones, los disturbios, y las "convulsiones
mundiales" que sacudieron el imperio después de que
Nerón se suicidó en Junio del año 68 d.C.

Los horrores infligidos a Roma y los romanos en las


guerras civiles por los gobernadores de provincias - ya
simbolizados como los cuernos de la bestia, y
caracterizados aquí como reyes pero sin reinos, fueron
Galba, Otho, Vitelio, y Vespasiano. Vespasiano y Muciano
deliberadamente planearon matar de hambre al
populacho romano; y en la feroz lucha de los vitelianos
contra Sabino y Domiciano, y la masacre que siguió,
ocurrió el suceso que resonaba tan portentosamente en
los oídos de todo romano - el templo de Júpiter capitolino
ardió hasta el suelo el 19 de diciembre del año 69 d. C. No
fue la menor de las señales de los tiempos el hecho de

563
que el espacio de un año vio envueltos en llamas a dos de
los más venerados santuarios del mundo antiguo - el
templo de Jerusalén y el templo del gran dios latino". Un
breve pasaje del historiador romano Tácito dio alguna
idea de las caóticas condiciones en la ciudad capital:
"Cerca de la lucha permanecía el pueblo de Roma, como
la concurrencia a un show, aclamando y aplaudiendo por
turno este o aquel lado, como si fuese un combate ficticio
en la arena. Cada vez que un lado cedía, los hombres se
escondían en las tiendas o se refugiaban en alguna casa
grande. Luego eran arrastrados fuera y muertos a
instancias de la turba, que se apoderaba de la mayor
parte de lo saqueado, porque los soldados estaban
decididos a continuar con el derramamiento de sangre y
la masacre, y la muchedumbre se apoderaba del botín. La
ciudad entera presentaba una terrible caricatura de su
naturaleza normal: la lucha y las bajas por un lado, los
baños y los restaurantes por el otro, aquí el
derramamiento de sangre y los cuerpos muertos
dispersos, cerca las prostitutas y gente semejante - todo
el vicio asociado con una vida de ocio y placer, todas las
espantosas acciones típicas de un saqueo despiadado.
Estas acciones estaban tan íntimamente entrelazadas que
un observador habría pensado que de Roma se había
apoderado una simultánea orgía de violencia y disipación.
Nuevamente, Juan llama la atención a la impenitencia de
los apóstatas. La respuesta de ellos al juicio de Dios es
sólo una rebelión mayor - pero su rebelión se vuelve más
y más impotente. Y se mordían de dolor sus lenguas, y
blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por
sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras, para darle
gloria. Una marca distintiva de las copas-plagas es que
llegan todas a la vez, sin "respiros" entre ellas. Ya las

564
plagas son lo bastante malas cayendo una por una, como
en los juicios contra Egipto. Pero esta gente estaba
todavía mordiéndose sus lenguas y blasfemando a Dios a
causa de sus úlceras - las llagas que les salieron cuando se
derramó la primera copa. Los juicios están siendo
derramados tan rápidamente que cada plaga sucesiva
encuentra a la gente sufriendo por todas las que las
precedieron. Y, como su carácter no ha sido
transformado, no se arrepienten. La idea de que un gran
sufrimiento produce piedad es un mito. Sólo la gracia de
Dios puede hacer volver al impío de su rebelión; pero
Israel ha resistido al Espíritu, para su propia destrucción.

La batalla del gran día del Dios Todopoderoso

12El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río


Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese
preparado el camino a los reyes del oriente

Como la sexta trompeta, la sexta copa actuó sobre el gran


río Éufrates, cuyas aguas se secaron para preparar el
camino de los reyes auxiliares del oriente socios del
imperio romano. Es aquí donde nos acercamos a la gran
catástrofe final. El río Éufrates, ahora es removido como
la última barrera antes de la destrucción final a la nación
de Israel. Apocalipsis 9:14 dice que el sexto ángel el de la
sexta trompeta desató a los cuatro ángeles que
estuvieron reunidos, acampados o atados junto al gran
río Éufrates, rio que fue la frontera norte de Israel, de la
cual vinieron los ejércitos invasores para asolar y oprimir
al pueblo de Israel.

565
13Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la
bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas

La boca del dragón, la boca de la bestia y la boca del falso


profeta constituyeron la misma boca de las fuerzas del
maligno imperio romano. La orden en Apocalipsis 9:14 le
dice al sexto ángel que desatase a los 4 ángeles que están
atados o acampados junto al río Éufrates. Este río fue la
línea divisora entre la nación de Israel y sus enemigos los
Asirios y Babilonios. El Éufrates fue la frontera oriental del
imperio romano. Los 4 ángeles fueron 4 ejecutores o 4
comandantes que estuvieron en la posición oriental a la
tierra de Israel en Judea y reunieron a 200 millones de
jinetes a fin de destruir a la tercera parte de la nación de
Israel en el primer siglo. Estos 3 comandos estuvieron
atados o acampados junto al rio Éufrates esperando
órdenes de Cesar Nerón, emperador del imperio romano.
Este poderoso ejército vino del Éufrates a la tierra de
Judea creando la más temible invasión militar, Apocalipsis
16:12 dice que el Éufrates se secó para que el camino
estuviese preparado para que los 4 ángeles o
comándanos aliados del oriente subieran del Éufrates
para la guerra judía que comenzó en el año 66 d.C. Y se
unieron a la dirección del general Tito hijo de Vespasiano
para capturar a la Jerusalén del año 70 d.C.

El rey más rico de la zona del oriente junto al río Éufrates


fue Antíoco de Comágenes, quién envió a la guerra judía
un poderoso contingente de los jinetes más veloces.
Sohemus otro rey del oriente junto al Éufrates también
envió otro contingente de jinetes para unirse al ejército
romano de Tito. Las tropas de éstos reyes del oriente o de

566
éstos ángeles como los jinetes de los partos eran
guerreros de caballería, jinetes feroces y bárbaros.
Apocalipsis 9:15 dice que éstos 4 ángeles o legiones
estuvieron preparados para cumplir la orden que salió del
altar de oro, pues, estaban cumpliendo propósitos de
Dios. En Lucas 21:35 el Señor Jesús advirtió que un lazo
vendría sobre todos los que habitan la tierra (territorio de
Judea). En Lucas 19:43 dijo que vendrían días que
Jerusalén sería rodeada de sus enemigos con vallado y la
sitiarían y estrecharían por todas partes. En Lucas
21:23,24 dijo que habría gran calamidad en la tierra
(territorio de Judea) y caerían a filo de espada y Jerusalén
sería hollada por los gentiles, y en Mateo 24:21 el Señor
Jesús predice que habría gran tribulación, cuál no la ha
habido desde el principio del mundo hasta ahora ni la
habrá, ¿Quiénes sitiaría a Jerusalén? ¿Quiénes pondrían
el vallado? ¿Quiénes aplicarían a la ciudad la gran
calamidad? ¿Quiénes hollarían a Jerusalén y matarían a
filo de espada a sus habitantes en la guerra judía? Los 4
ángeles del Éufrates, esas hordas infernales aliadas al
imperio romano que subieron del Éufrates para matar a la
tercera parte de los pobladores de la tierra de Judea que
fueron los judíos no seguidores del Cordero en el primer
siglo.

Estos 4 ángeles fueron los instrumentos de matanza y ya


estaba profetizado en Isaías 13:4,5 que Jehová vendría de
lejana tierra, y los instrumentos de su ira para destruir.
Los 4 ángeles del Éufrates estuvieron preparados para la
destrucción para la hora, día, mes y año. La expresión
hora, día, mes y año indica una invasión de hora a día, de
día a mes y de mes a año. Era muerte cada hora, muerte
cada día, muerte cada mes, muerte cada año. La muerte

567
estaría a la hora, al día, al mes y al año y eso significó que
nadie tenía escapatoria de aquella matanza. El ejército de
jinetes que salieron del Éufrates en el primer siglo antes
del año, 70 d.C. Fueron comparados en Apocalipsis 9:1-5
como langostas que salieron del pozo del abismo para
dañar a los hombres que no tuvieron el sello de Dios en
sus frentes y los atormentaron por cinco meses. Ese
tormento lo produjo la mera presencia de esos ejércitos
al rodear una ciudad judía sin atacarla todavía. Era como
una matanza psicológica.

Ya venía profetizado desde Ezequiel 9:3,4 que un varón


vestido de lino pasaría por en medio de Jerusalén, y de su
tintero de escribano pondría la señal en la frente de los
intercesores que gimen a causa de las abominaciones que
se hacen en medio de la ciudad. Entonces, la muerte por
la invasión de los 4 ángeles del Éufrates no era para los
sellados de Dios, era para los judíos no sellados en todo el
territorio de Judea y de Jerusalén que estaba al centro de
esa tierra. Apocalipsis 9:20 nos muestra que éstos judíos
no sellados de Dios fueron muertos por la invasión que
vino desde el Éufrates para destruir a los judíos (recuerde
que estamos dentro del escenario de la guerra judía del
66 d.C.) con fuego, con humo y con azufre, que son el
efecto final de plagas de muerte. La tercera parte de los
hombres de Israel murieron en esta invasión en la
segunda mitad de la gran tribulación que terminó en el
año 70 d.C. Todo hombre judío, mujer judía, niño judío
murió en la invasión sin la más mínima misericordia de
parte del ejércitos de los 4 ángeles del Éufrates.

El Señor Jesús ya había profetizado en Lucas 21:24 que los


que no caerían a filo de espada durante la gran

568
tribulación de aquellos días, serían llevados cautivos a
todas las naciones bajo el dominio del imperio romano y
los reyes del oriente del Éufrates. Juan escribió en
Apocalipsis 9:20 que los “otros” hombres que no fueron
muertos en la invasión, aun así (siendo llevados cautivos)
no se arrepintieron de sus malas obras (idolatrías). Estos
“otros” fueron aquellos judíos que ya antes del año 70
practicaban cultos paganos a dioses del los reyes y en los
días del rey Herodes el Grande. Los judíos cautivos a
pesar de ver la matanza de sus compatriotas caídos, no
mostraron la más leve indicación de arrepentimiento,
siguieron en su paganismo que ya no era judaísmo y Dios
los entregó a esa invasión fatal.

El objetivo de la invasión por los 4 ángeles del Éufrates


fue la de destruir a la tercera parte de los hombres de
Judea (Apocalipsis 9:15), pero también era destruir a
Jerusalén (Lucas 21:20), y no dejarle piedra sobre piedra
al templo judío (la gloria nacional de los judíos en el
primer siglo) (Mateo 23:36). En Apocalipsis 11:1,2 leemos
que a Juan se le mandó “medir con vara” (símbolo no de
construcción sino de destrucción) el templo, el altar, y a
los servidores del altar. Estas tres cosas fueron medidas
para ser holladas. Pero Dios le dijo a Juan que no midiera
el patio del templo, ¿Por qué? Porque el patio ya estaba
hollado, medido, capturado por los gentiles. Juan hace la
profecía en el V:2 donde dice “Y ellos hollaran la santa
ciudad 42 meses”. Esto fue lo que dijo el Señor Jesús en
Lucas 21:24 “Y Jerusalén será hollada por los gentiles
hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”
¿Cuáles? Los 42 meses de invasión a Jerusalén. La historia
registra que Jerusalén estuvo en gran tribulación bajo el

569
dominio de los gentiles romanos 42 meses, 1.260 días o 3
años y medio.

Entonces, concluimos que el libro de Apocalipsis trató con


la historia contemporánea a Juan no a nosotros. Trató
con ese pueblo judío, con su templo, con su religión, con
su ciudad. Cosas que existieron en los días de Juan, en los
días del Apocalipsis, ¿Qué existía? El pueblo judío, el
sacerdocio levítico, el templo, el altar, el judaísmo y
Jerusalén. La visión de Juan habló de la santa ciudad y su
templo. La ciudad era literal, existía en los días de Juan,
estaba en pie junto con su templo en funciones ritualistas
por el pecado. Ambos estaban en pie cuando Juan
escribió el libro del Apocalipsis que tuvo que ser escrito
antes del año 70 d.C. Para que tuviera lógica, razón y
comprensión a los lectores de las 7 iglesias a quiénes se
les escribió. La invasión de los 4 ángeles del Éufrates ya
sucedió, ya se aplicó a la Jerusalén del año 70 d.C. La
visión de medir que tenemos ante nuestros ojos en
Apocalipsis 11 predijo la destrucción de la santa ciudad y
se cumplió literalmente y la historia y el historiador Flavio
Josefo lo confirmó, pues, el templo, el pueblo y Jerusalén
cayeron en el 70 en manos de las legiones romanas al
comando de Tito, jefe máximo de los 4 ángeles o reyes
del oriente junto al río Éufrates.

14pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y


van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para
reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios
Todopoderoso

Estos “espíritus de demonios” fueron los emisarios de


ejércitos al comando de reyes que reunieron a sus ranas o

570
soldados para la gran guerra del gran día del Dios
Todopoderoso, que traducido a términos históricos éste
símbolo representó la movilización de las fuerzas de todo
el imperio romano y los reyes auxiliares de las naciones
vecinas para la guerra contra los judíos. Como ya vimos
las legiones romanas de la frontera del Éufrates siguieron
a las águilas de Roma al sitio de Jerusalén. El nombre del
conflicto es la batalla del gran día del Dios Todopoderoso,
una expresión que fue el equivalente al “día grande y
terrible de Jehová”.

Esto hace eco con la profecía de Pablo a los


Tesalonicenses: “Porque ya está en acción el misterio de
la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene,
hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces
se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con
el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,
con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con
todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que
crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los
que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en
la injusticia”. (2 Tesalonicenses 2:7-12). El "poder
engañoso" puesto en ejecución por estos espíritus de
demonios engañosos (legiones romanas) es enviado por
Dios para ocasionar la destrucción de sus enemigos (El
Israel pagano) en la guerra de aquel gran día del Dios
Todopoderoso, un término bíblico para significar día de
juicio final de calamidad para los impíos judíos (Isaías
13:6,9)(Joel 2:1-2,11,31)(Amós 5:18-20)(Sofonías 1:14-
18). Específicamente, este fue el día de la condenación y

571
la ejecución de Israel; el día, como Jesús lo predijo en su
parábola, en que el Rey enviaría sus ejércitos a destruir a
los asesinos y a prender fuego a su ciudad (Mateo 22:7).
Las impías ranas-demonios-ejércitos romanos o legiones
fueron la copa de ira del sexto ángel de Apocalipsis 16:12-
15).

15He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el


que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo,
y vean su vergüenza. 16Y los reunió en el lugar que en
hebreo se llama Armagedón

Ahora, Apocalipsis 16:15 interrumpe súbitamente el


escenario y dice: ¡He aquí, vengo como ladrón!. Este
siempre fue el tema central del Libro de Apocalipsis, y
que resume las amonestaciones de Cristo a las iglesias en
las siete cartas (Apocalipsis 2:5,16,25)(Apocalipsis 3:3,11).
En realidad, la llegada de las águilas, de las ranas, de los
demonios o ejércitos romanos a Jerusalén y al territorio
de Judea es lo que se conoció en el nuevo testamento
como la segunda venida de Cristo en ira contra sus
enemigos (la nación de Israel), los que le habían
traicionado y le había dado crucifixión y muerte a sus
testigos. Las palabras y las imágenes específicas de
Apocalipsis 16:15 parecen estar basadas en la carta a la
iglesia de Sardis: "Vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti" (Apocalipsis
3:3)(Mateo 24:42-44)(Lucas 12:35-40)(1 Tesalonicenses
5:1-11). Esa carta también dice: "Sé vigilante, y afirma las
otras cosas que están para morir; porque no he hallado
tus obras perfectas delante de Dios... Pero tienes unas
pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas,

572
porque son dignas. El que venciere será vestido de
vestiduras blancas..." (Apocalipsis 3:2,4-5). De manera
similar, continúa el texto de la sexta copa, en la tercera
bienaventuranza de Apocalipsis 16:15 “Bienaventurado el
que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo,
y vean su vergüenza” (Apocalipsis 3:18) en la carta a
Laodicea: "Te aconsejo que de mí compres... vestiduras
blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza
de tu desnudez"). Esto fue una alusión al templo "Había
un oficial de guardia en el templo cuyo oficio consistía en
ir de un lado para otro y asegurarse de que los centinelas
permaneciesen despiertos; si les encontraba dormidos,
les azotaba; si les encontraba en lo mismo la segunda vez,
les quemaba la ropa. Esta es la única explicación posible
de este pasaje. Entonces era el momento para que los
centinelas del templo permanecieran despiertos. Todo el
simbolismo de la sexta copa, tenía que ver con un ataque
contra el templo. El juicio y la destrucción se acercan
rápidamente; no había tiempo que perder. Las iglesias del
Asia menor debían estar despiertas y alertas.

En Apocalipsis 16:16 se vuelve al escenario de la batalla


del gran día del Dios Todopoderoso, dice que los reunió
en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. El dragón,
la bestia y el falso profeta que son los “demonios” de la
tierra congregan a los reyes de la tierra al lugar que en
hebreo se llama Armagedón. Literalmente, esto se escribe
Har-Magedon, que significa el monte de Meguido que es
una ciudad sobre una llanura, no una montaña. Nunca
hubo ni habrá ninguna "batalla de Armagedón" literal,
porque tal lugar no existe. La montaña más cercana a la
llanura de Meguido es el Monte Carmelo, y esto es
presumiblemente lo que Juan tenía en mente, por su

573
asociación con la derrota de los falsos profetas de
Jezabel, y Meguido, porque fue el escenario de varios
importantes combates militares en la historia bíblica.
Meguido está enumerada entre las conquistas de Josué
(Josué 12:21), y es especialmente importante como el
lugar en que Débora derrotó a los reyes de Canaán
(Jueces 5:19). El rey Ocozías de Judá, el malvado nieto del
rey Acab de Israel, murió en Meguido (2 Reyes 9:27).
Quizás el suceso más significativo que tuvo lugar allí, en
términos de las imágenes de Juan, fue la confrontación
entre el rey Josías de Judá y el Faraón egipcio Necao. En
deliberada desobediencia a la Palabra de Dios, Josías se
enfrentó a Necao en combate en Meguido y fue herido
mortalmente (2 Crónicas 35:20-25). Después de la muerte
de Josías, la espiral vertical hacia la apostasía, la
destrucción, y la esclavitud fue rápida e irrevocable (2
Crónicas 36). Los judíos se lamentaron por la muerte de
Josías, aun hasta el tiempo de Esdras (véase 2 Crónicas
35:25), y el profeta Zacarías usa esto como imagen del
luto de Israel por el Mesías: Después de prometer
"destruir a todas las naciones que vienen contra
Jerusalén" (Zacarías 12:9), dice Dios: “Y derramaré sobre
la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén,
espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien
traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito,
afligiéndose por él como quien se aflige por el
primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén,
como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido. Y
la tierra lamentará, cada linaje aparte... (Zacarías 12:10-
11). Esto es seguido luego por la declaración de Dios de
que Él quitará de Israel los ídolos, los falsos profetas, y los
malos espíritus (Zacarías 13), y de que Él hará venir
ejércitos hostiles para que sitien a Jerusalén (Zacarías 14).

574
Por esta razón, "Meguido" era para Juan símbolo de
derrota y desolación, donde todas las tribus de Israel se
lamentarían de verle al Señor en poder, aquél al que, en
su debilidad, habían traspasado.

17El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió


una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo:
Hecho está

Finalmente, el séptimo ángel derrama su copa sobre el


aire. La razón de esto porque el “aire iba a ser el
elemento en el cual los relámpagos y los truenos (V:18) y
el granizo (V:21) han de producirse. Nuevamente sale una
voz del templo en el cielo, desde el trono, significando el
control y la aprobación de Dios. Juan nos dice en
Apocalipsis 15:1 que estas siete plagas habrían de ser "las
últimas, porque en ellas la ira de Dios se ha consumado";
por lo tanto, con la séptima copa, la voz proclama: Hecho
está Apocalipsis 21:6. "La frase es una sola palabra,
ghegonen, que es tan semejante a un trueno como la
palabra uai es semejante al grito de un águila (Apocalipsis
8:13). 'Hecho está' es el sello de algo ejecutado, como
aquella otra frase de una sola palabra: 'Consumado es',
telestai [Juan 19:30], pronunciada por el Cristo al morir
en la cruz".

18Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un


gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no
lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre
la tierra

Nuevamente aparecen los fenómenos asociados con el


día del Señor: destellos de relámpagos y truenos y voces;

575
y un gran terremoto. Siete veces en el Apocalipsis
menciona Juan un terremoto (Apocalipsis 6:12)(
Apocalipsis 8:5)( Apocalipsis 11:13)(Apocalipsis 11:19)(
Apocalipsis 16:18 [dos veces]), subrayando sus
dimensiones tocantes al pacto, es decir, que Cristo vino a
traer el terremoto definitivo, el gran terremoto cósmico
del Nuevo Pacto, un terremoto tan poderoso y tan grande
cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado
sobre la tierra (Mateo 24:21)(Éxodo 9:18; 24)(Daniel
12:1)(Joel 2:1-2). Éste era también el mensaje del escritor
de los Hebreos. Comparando el pacto hecho en Sinaí con
la venida del Nuevo Pacto (que sería establecido a la
destrucción del templo y la completa desaparición del
Antiguo Pacto), dice: “Mirad que no desechéis al que
habla. Porque si no escaparon aquéllos que desecharon al
que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros,
si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz
del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha
prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no
solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase:
Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible,
tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios
agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios
es fuego consumidor. (Hebreos 12:25-29). Todas las
antiguas instituciones de culto, y la iglesia-estado entera
del Antiguo Pacto, habrían de ser ahora removidas y
quitadas, a fin de hacer sitio para un mejor estado, más
glorioso, y que nunca estaría sujeto a cambios ni
alteraciones.

576
19Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las
ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia
vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del
vino del ardor de su ira

Ahora, Juan escribe en Apocalipsis 16:19 que la gran


ciudad fue dividida. Esta gran ciudad fue la antigua
Jerusalén, donde el Señor fue crucificado (Apocalipsis
11:8)( Apocalipsis 14:8); originalmente designada para
que fuera "la luz del mundo, una ciudad asentada sobre
una colina", ahora es una asesina apóstata, condenada a
perecer. Bajo el juicio de la séptima copa, ha de ser
dividida en tres partes. Las imágenes se toman Ezequiel 5
en el cual Dios da instrucciones al profeta para que
represente un drama de la venidera destrucción de
Jerusalén. Ezequiel debía rapar su cabeza con una navaja
y luego dividir cuidadosamente el cabello en tres partes:
“Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la
ciudad... y tomarás una tercera parte y la cortarás con
espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte
esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de
ellos. Tomarás también de allí unos pocos en número, y
los atarás en la falda de tu manto. Y tomarás otra vez de
ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el fuego los
quemarás; de allí saldrá el fuego a toda la casa de Israel.
Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en
medio de las naciones y de las tierras alrededor de ellas. Y
ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad
más que las naciones, y más que las tierras que están
alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis
mandamientos, y no anduvieron en ellos. Por tanto, así
ha dicho Jehová: Por haberos multiplicado más que las
naciones que están alrededor de vosotros, no habéis

577
andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis
leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están
alrededor de vosotros habéis andado. Así, pues, ha dicho
Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré
juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. Y haré
en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a
causa de todas tus abominaciones. Por eso, los padres
comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a
los padres; y haré en ti juicios, y esparciré a todos los
vientos todo lo que quedare de ti. Por tanto, vivo yo, dice
Jehová, el Señor, ciertamente por haber profanado mi
santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré
yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo
misericordia. Un tercera parte de ti morirá de pestilencia
y será consumida de hambre en medio de ti; y una
tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una
tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos
desenvainaré espada. (Ezequiel 5:1-12). Esta visión estuvo
referida a las tres facciones, que se volvió aguda después
del regreso de Tito. Mientras Tito sitiaba la ciudad desde
afuera, los tres dirigentes de las facciones rivales
luchaban ferozmente entre ellos desde adentro. De no
haber sido por esto, la ciudad podría haber evitado la
derrota por largo tiempo, quizás hasta por tiempo
indefinido, porque ningún gran ejército podría sostenerse
por mucho tiempo en aquellos días cerca de Jerusalén: no
había agua ni provisiones. Esta lucha dentro de la ciudad
la puso rápidamente en manos de Tito; 'los días fueron
acortados'.

Otra indicación de que la gran ciudad es Jerusalén es el


hecho de que Juan la distingue de las ciudades de los
gentiles, que cayeron con ella. Tenemos que recordar que

578
Jerusalén era la ciudad capital del reino de sacerdotes, el
lugar del templo; dentro de sus muros se ofrecían
sacrificios y oraciones en favor de todas las naciones. El
sistema del Antiguo Pacto era un orden mundial, el
fundamento sobre el cual el mundo entero estaba
organizado y se mantenía estable. Desde el punto de vista
del pacto, Jerusalén representaba a todas las naciones del
mundo, y se derrumbaron cuando la ciudad cayó. La
nueva organización del mundo habría de basarse en la
Nueva Jerusalén construida sobre la Roca. Y Babilonia la
grande (Apocalipsis 14:8) fue recordada delante de Dios,
para darle a beber de la copa del vino de su ira ardiente.
La frase indica que en vez de ser el memorial de que Dios
se vuelva hacia su pueblo con gracia y misericordia, es
para juicio.

En Apocalipsis 16 Israel se olvidó y se volvió arrogante, las


plagas de Egipto se volvieron contra él. Aun entonces no
se arrepintió, sino que blasfemó y Dios lo recordó para
juicio". En este juicio final, todo falso refugio desaparece;
las montañas y las rocas ya no pueden ocultar a los
impíos "del rostro de aquél que está sentado en el trono,
y de la ira del Cordero" (Apocalipsis 6:16) “Y toda isla
huyó, y los montes no fueron hallados”.

20Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.


21Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo
como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron
contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue
sobremanera grande

Ahora, Juan predice “Y cayó del cielo sobre los hombres


un enorme granizo como del peso de un talento [100

579
lbs.]; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga
de granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”.
Como con las otras plagas, la imagen ha sido tomada
prestada de las plagas que Moisés trajo sobre Egipto (en
este caso, la séptima plaga: Éxodo 9:18-26). La plaga de
granizo también evoca asociaciones con "las grandes
piedras del cielo" que Dios arrojó sobre los cananeos
cuando la tierra estaba siendo conquistada bajo Josué
(Josué 10:11); como cantó Débora, las mismas estrellas
del cielo hacen guerra contra los enemigos de Dios.

La historia referente a esta "tormenta de granizo" haya


sido recordada por Josefo en su extraño relato de los
enormes proyectiles de piedra lanzados por las catapultas
romanas contra la ciudad: "Los proyectiles de piedra
pesaban un talento y viajaban cuatrocientos metros o
más, y su impacto era enorme, no sólo sobre los que eran
golpeados primero, sino también sobre los que estaban
detrás. Al principio los judíos vigilaban la llegada de las
piedras - porque eran blancas - y su aproximación era
indicada, visualmente, por su brillante superficie, y
audiblemente, por el zumbido que producían. Los
centinelas apostados en las torres daban aviso cada vez
que la catapulta era accionada y la piedra salía disparada
hacia ellos, gritando en su lengua nativa: '¡Viene el Hijo!'
Los que estaban en la línea de fuego se quitaban y se
lanzaban al suelo, una precaución cuyo resultado era que
la piedra pasaba sin hacer daño y cayera en la
retaguardia. Para frustrar esto, se les ocurrió a los
romanos ennegrecer las piedras, de manera que no
pudieran verse tan fácilmente por anticipado; entonces
daban en el blanco y destruían a muchos de un solo tiro".

580
Según Josefo, fue más o menos por este tiempo que
Santiago, el hermano de nuestro Señor, testificó
públicamente en el templo diciendo que 'el Hijo del
Hombre estaba a punto de venir en las nubes del cielo', y
luego selló su testimonio con su sangre. Parece muy
probable que los judíos, en su blasfemia desafiante y
desesperada, cuando veían la masa blanca volar por el
espacio, lanzaban el grito obsceno: 'Viene el Hijo', en son
de burla de la esperanza cristiana de la Parusía, a la cual
posiblemente le atribuían el ridículo parecido con la
extraña aparición del proyectil". Y los hombres
blasfemaron contra Dios - su consistente reacción
durante todo el tiempo que duró el derramamiento de las
copas, revelando, no sólo su maldad, sino también su
evidente estupidez: ¡Cuando están cayendo del cielo
piedras que pesan cien libras, ciertamente no es el
momento para blasfemar! Pero Dios había abandonado a
estos hombres a su propia auto-destrucción: su rebelión
llena de saña y odio les consume a tal punto que pueden
partir a la eternidad con maldiciones en sus labios.
Las copas que contenían las últimas plagas han sido
derramadas; pero todavía no es el fin. Los capítulos que
siguen tratarán de la destrucción de la gran ciudad-
ramera y sus aliados, y concluirán con la revelación de la
gloriosa Esposa de Cristo: la verdadera Ciudad Santa, la
Nueva Jerusalén. Apocalipsis 17 al 22 pueden, por tanto,
ser considerados como una continuación de la séptima
copa, o una exposición de su significado; en todo caso, los
sucesos están claramente gobernados por los ángeles de
las copas; Apocalipsis 17:1 y Apocalipsis 1:9. La razón, del
libro entero del Apocalipsis, de principio a fin, enseña
estas grandes verdades - ¡Cristo ha triunfado! ¡Los
enemigos de Cristo fueron conquistados! Los que le odian

581
fueron destruidos; los que le aman fueron bendecidos
indeciblemente.
La destrucción tanto de judíos como de gentiles ya era
inminente cuando se escribió el Apocalipsis. El juicio
caería sobre Judea y Jerusalén, sobre Roma y su imperio,
sobre Nerón y sus adoradores. La espada y el fuego, el
hambre y la pestilencia, la tormenta y un terremoto, y la
agonía social y el terror político no son sino los ayes que
están introduciendo el reino mesiánico. Las cosas viejas
estaban pasando rápidamente. La luz sobre el semblante
de la antigua dispensación está desapareciendo y
desvaneciéndose hasta volverse tenue, pero el rostro de
aquél que es como el sol ya está alboreando en dirección
del oriente. El pacto nuevo y final ha de ser establecido
instantáneamente en medio de terribles juicios; y ha de
ser establecido de tal manera que hará imposible la
continuación de lo antiguo. ¡Maranatha! ¡El Señor viene!
¡Aun así, ven, Señor Jesús!" y les vino en gloria en el año
70 d.C. donde todos ellos ahora son uno con Dios en vida,
naturaleza y eternidad.

APOCALIPSIS 17:1-18

1. La condenación de Jerusalén! La gran ramera!

1
Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las
siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te
mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está
sentada sobre muchas aguas

La visión de la caída de la gran ramera es introducida por


un corto prefacio, donde uno de los ángeles de las copas
invitó a Juan a contemplar el juicio de la gran ramera que

582
estaba sentada sobre muchas aguas. Dicha visión se ve en
el desierto. Los vocablos ramera (pórneis) y fornicación
(porneia) apuntan hacia la prostitución espiritual de
Jerusalén, donde el Señor fue crucificado (Apocalipsis
11:8)(Apocalipsis 14:8); la asesina de profetas (Mateo
23:37).

Originalmente Jerusalén fue designada por Dios para que


fuera "la luz del mundo”, como si fuera una ciudad
asentada sobre una colina", ahora es una asesina
apóstata, condenada a perecer. Bajo el juicio de la
séptima copa, vimos que fue dividida en tres partes. Las
imágenes las tomó Juan de Ezequiel 5, donde Dios le dio
instrucciones al profeta para que representara un drama
de la venidera destrucción de Jerusalén. Ezequiel debía
rapar su cabeza con una navaja y luego dividir
cuidadosamente el cabello en tres partes: Una tercera
parte sería quemada a fuego en medio de la ciudad... y
tomarás una tercera parte y la cortarás con espada
alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirás al
viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos.
Tomarás también de allí unos pocos en número, y los
atarás en la falda de tu manto. Y tomarás otra vez de
ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el fuego los
quemarás; de allí saldrá el fuego a toda la casa de Israel.
Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en
medio de las naciones y de las tierras alrededor de ellas. Y
ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad
más que las naciones, y más que las tierras que están
alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis
mandamientos, y no anduvieron en ellos. Por tanto, así
ha dicho Jehová: Por haberos multiplicado más que las
naciones que están alrededor de vosotros, no habéis

583
andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis
leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están
alrededor de vosotros habéis andado. Así, pues, ha dicho
Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré
juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. Y haré
en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a
causa de todas tus abominaciones. Por eso, los padres
comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a
los padres; y haré en ti juicios, y esparciré a todos los
vientos todo lo que quedare de ti. Por tanto, vivo yo, dice
Jehová, el Señor, ciertamente por haber profanado mi
santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré
yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo
misericordia.

2
con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los
moradores de la tierra se han embriagado con el vino de
su fornicación

El poder y la influencia de Jerusalén fueron muy grandes.


Ella fue una ciudad que fornicó en sentido espiritual con
los reyes de la tierra (hoy basiléis teís géis) en sus
transacciones económicas y convenios políticos porque
dicha ciudad le producía grandes beneficios. Aun los
“moradores de la tierra” o del territorio de Judea se
embriagaron con el vino de estas transacciones,
convenios y sistema viciado de idolatría.

3
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer
sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de
blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos

584
El apóstol Juan es transportado espiritualmente al
desierto. El sustantivo espíritu (pneuma) se refiere al
espíritu humano de Juan. Mientras su cuerpo permanecía
en la isla de Patmos, por medio de un éxtasis fue
trasladado a un ambiente de desierto (éreimon). En
Apocalipsis 12:14 la mujer (el remanente fiel del Israel de
Dios fue llevada al desierto para ser sustentada y
protegida por Dios, ahora, aquí Jerusalén, la mujer
ramera, está en el desierto para ser juzgada por Dios.
¿Por qué Juan es transportado en éxtasis al desierto?
Porque se le permitió contemplar las características de la
gran ramera !Jerusalén!. Aquí vemos a Jerusalén sentada
(katheiménein) sobre la bestia debido a la influencia
comercial que tuvo con los reyes del territorio de Judea.
La bestia escarlata (Nerón vestido de sangre) es la misma
bestia de Apocalipsis 13:1. Dicha bestia fue el Anticristo,
el hombre de pecado. En Apocalipsis 13 la bestia gobierna
absolutamente, pero en Apocalipsis 17:3 la mujer ramera
!Jerusalén! Cabalga sobre la bestia. Esta posición sobre la
bestia fue una clara sugerencia que Jerusalén estuvo
sostenida antes del año 70 d.C. Por el poder político y
económico de la bestia y sus reyes en Judea y debido a
esta posición controla y dirige a la bestia. Tanto, a al
dragón (imperio romano), la bestia (Nerón) y Jerusalén, la
mujer ramera se relacionan entre sí con el color escarlata
que es un color emblemático de lujo y esplendor
arrogante. Jerusalén fue así antes del 70. y ahora, está
llena de “nombres de blasfema (gémonia eonómata
blaspheimias). Las “blasfemias” también fueron
expresiones de la bestia. En Apocalipsis 13:1 los nombres
de blasfemias aparecen sobre las 7 cabezas de la bestia,
pero en Apocalipsis 17:3 todo el cuerpo de la mujer
ramera está lleno de blasfemias. Una expresión de

585
blasfemia es un alza contra Dios y se opone a su
autoridad espiritual. La bestia (Nerón) que transporta a la
mujer ramera (Jerusalén) tenía 7 cabezas y 10 cuernos.

4
Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y
adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y
tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones
y de la inmundicia de su fornicación

Ahora, Jerusalén (la mujer escarlata) está vestida de


púrpura y escarlata que son el color de un ámbito
imperial indicando con esto que Jerusalén o la mujer
ramera ostentó en sus días ocupar el lugar de una gran
reina. Jerusalén sostiene en su mano una copa de oro
repleta de impurezas que Juan llama abominaciones
(bdelygmáton) que es olor putrefacto o mal oliente y
detestable, esto se debió a las impurezas ceremoniales y
morales de la ciudad con prácticas idolátricas.

5
y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y
DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA

Jerusalén lleva en su frente la inscripción que en sentido


espiritual la identifica “ramera” progenitora de todo lo
que es anti-cristiano.

6
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la
sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé
asombrado con gran asombro

586
Jerusalén se había convertido en sus últimos años en una
perseguidora de los seguidores del Cordero. Ella día a día
se embriagaba con la sangre de los santos mártires que
fueron los fieles al Mesías antes del año 70 d.C. ¿Por qué
Juan se asombró de que Jerusalén fuera así? Porque hasta
el momento de la visión no se había percatado la
cantidad de sangre derramada por ella en contra de los
seguidores del Cordero de Dios.

7Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el


misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual
tiene las siete cabezas y los diez cuernos

El ángel que le pregunta a Juan ¿Por qué te asombras? No


permite que especule sobre la visión de la mujer ramera y
la bestia que la transporta. ¿Por qué la bestia trae en su
cabalgadura a Jerusalén? Porque esta ciudad es un
instrumento de la bestia (Nerón) en comercio y política.

8La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir
del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra,
aquellos cuyos nombres no están escritos desde la
fundación del mundo en el libro de la vida, se
asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será

La bestia tiene pasado, presente y futuro, pues, su futuro


es subir para ir a la perdición. Nerón murió en el año 68
d.C. Esto indica que estaba en su etapa mortal. Y no es
indicación que no está viva porque en el tiempo concreto
al que se refiere la visión ha sido asesinada. Y será indica
que estaría presente al punto de ascender del abismo. Los
moradores del territorio de Judea se asombraron sobre el
proceso de la bestia.

587
9Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete
cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la
mujer
10y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el
otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que
dure breve tiempo

Juan llama a sus lectores (las 7 iglesias del Asia menor) a


una concentración mental. El ángel dice que las 7 cabezas
son 7 montes, sobre los cuales se sienta Jerusalén (la
mujer ramera). No podemos señalar aquí que las 7
cabezas o montes sean o fueron 7 emperadores romanos
como Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón,
Vespasiano y Tito diciendo que éstos fueron los 7 montes
sobre la ciudad de Roma; porque precisamente, la gran
ramera espiritual no fue Roma sino Jerusalén. El hecho de
que la mujer ramera esté sentada sobre los 7 montes, la
identifica con una supuesta ciudad sobre 7 montes. En
Apocalipsis 17:1 Jerusalén está sentada por muchas aguas
que representaron a “pueblos, naciones y lenguas” que
más abajo lo veremos. El término monte es un símbolo
emblemático de autoridad establecida. Entonces, estos
montes no tienen nada que ver con emperadores sino
autoridades establecidas en el territorio de Judea
teniendo como centro principal a la ciudad de Jerusalén.

11La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es


de entre los siete, y va a la perdición

La cabeza de la bestia representan en la visión de Juan


“autoridades establecidas”, es decir, reyes como el rey
Herodes etc. que no fue emperador romano sino un

588
delegado de Roma en la provincia i país de Judea en el
primer siglo.

12Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que
aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán
autoridad como reyes juntamente con la bestia

Los diez reyes de la bestia no habían recibido aun reino,


es decir, jurisdicción. Estas diez autoridades establecidas
reinarán simultáneamente y quedarán supeditadas a la
autoridad de la bestia, haciendo posible que ésta ocupe el
rango más alto en el gobierno del gran dragón (o imperio
romano) durante la gran tribulación.

13Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su


poder y su autoridad a la bestia

El imperio del gran dragón romano utilizaba para sus


elecciones el voto del senado romano proveniente de un
mutuo consentimiento o propósito. La singularidad de su
propósito era o fue su oposición al Mesías Jesús en el
primer siglo. Estos diez reyes delegados del dragón
romano le entregaron para esa oposición al Mesías su
poder y autoridad a la bestia (Nerón).

14Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá,


porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que
están con él son llamados y elegidos y fieles

La intención unánime de los diez reyes es pelear (hacer


guerra, hacer persecución a muerte) contra el Cordero. La
guerra y la victoria del Cordero se describe en Apocalipsis

589
19:11-21 donde leemos que Juan vio a la bestia (Nerón), a
los reyes (autoridades establecidas) del territorio de
Judea o la tierra a y a sus ejércitos (o langostas o legiones
romanas), reunidos todos para guerrear contra el que
montaba el caballo y contra su ejército. Allí, la bestia
(Nerón) fue apresada, y con ella el falso profeta (Gessio
Floro). Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago
de fuego que arde con fuego y azufre. El Cordero
vencedor ejerció su deidad y su soberanía sobre sus
enemigos.

15Me dijo también: Las aguas que has visto donde la


ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones
y lenguas

El hecho de que la mujer ramera !Jerusalén! Estuvo


sentada sobre “pueblos, muchedumbres, naciones y
lenguas” fue un claro indicador de que la ciudad del
centro del país de Judea ejercía una influencia universal
en aquellos días y tiempos antes del año 70 d.C.

16Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos


aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y
desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con
fuego

Ahora, la majestuosa Jerusalén (la gran ramera) es odiada


por las autoridades establecidas, odio expresado tanto
por la bestia como éstos subordinados a ella (Nerón). El
propósito de destrucción contra Jerusalén, la Babilonia, la
Sodoma, y el Egipto en su sentido espiritual resulta en la
devastación de su riqueza. Jerusalén sería desnudada y
hecha un desierto, esto fue lo que Jesús le dicho a los

590
judíos escribas y fariseos en Mateo 23:36-38. Juan utiliza
las figuras de “devoración y quemadura”, es decir, que
Jerusalén sería tal como lo fue en el 70, una ciudad
destruida hasta el punto de no quedar nada que pudiera
recordar su existencia. La bestia (Nerón) que antes
parecía en la visión estar controlada por la mujer
!Jerusalén! A la postre se convirtió en el instrumento de
su propia destrucción.

17porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo


que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la
bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios

Los diez cuernos o diez autoridades establecidas en el


territorio de Judea juntamente con la bestia como
emperador de Roma (Nerón) sólo fueron instrumentos de
la soberanía de Dios, porque fue El quién puso en sus
corazones el ejecutar la destrucción, Jesús lo había dicho
en Lucas 21:20 a sus discípulos que cuando vieran a
Jerusalén rodeada por ejércitos, supiera que su
destrucción había llegado, esto quiere decir, que esa
destrucción estaba dentro de los decretos inalterables de
Dios para esa ciudad y ese pueblo (Israel) y un decreto de
Dios nunca jamás lo pudo alterar o cambiar ni la victima
(Jerusalén) ni los victimarios o destructores (las diez
autoridades romanas ni Nerón quién fue bíblicamente la
bestia de Apocalipsis o el Anticristo).

18Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina


sobre los reyes de la tierra

Jerusalén fue la gran ciudad que reinó en el primer siglo


sobre los reyes de la tierra o del territorio de Judea.

591
Resumamos: Para conocer quién fue la “gran ramera”, es
necesario que describamos las características de ella
a. Fue una “gran ramera”
b. Fue una mujer
c. Fue una inmunda fornicaria
d. Estuvo vestida de púrpura y escarlata
e. Estuvo ebria de la sangre de los santos y mártires de
Jesús
f. Poseyó un trono, donde la ramera se sentó
g. Diez cuernos de la bestia la aborrecieron, la dejaron
desolada u desnuda, devoraron sus carnes u la quemaron
con fuego
h. Esta mujer fue la gran ciudad que reinó sobre los reyes
de la tierra

Estaba profetizado en Jeremías 51:13 la destrucción de


esta “gran ramera”, leemos “Tú, la que moras entre
muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida
de tu codicia. 14Jehová de los ejércitos juró por sí mismo,
diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y
levantarán contra ti gritería”. Jeremías 4:11 nos da una
señal hacia quién estaban dirigidas estas palabras, leemos
“En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén:
Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi
pueblo, no para aventar, ni para limpiar. 12Viento más
vehemente que este vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré
juicios contra ellos. 13He aquí que subirá como nube, y su
carro como torbellino; más ligeros son sus caballos que
las águilas. ¡Ay de nosotros, porque entregados somos a
despojo! 14Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para
que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti
los pensamientos de iniquidad?”.

592
En Apocalipsis 17 vimos descripciones de la mujer o de la
gran ramera. En Apocalipsis 18 vimos la caída de
Babilonia la grande o la ciudad ramera !Jerusalén!. En
Apocalipsis 19 leímos sobre la celebración en el cielo del
triunfo sobre Babilonia, lo que introdujo las nupcias del
Cordero. ¿Quién fue entonces, la mujer cuyo epíteto fue
“gran ramera” “Babilonia la grande”? ¿A qué ciudad se
señalaba? ¿Qué ciudad entendió Juan? La mayoría de los
futuristas dicen que fue Roma, la que fue la emperatriz
del mundo en los días de Juan en el primer siglo, debido a
que fue denominada la ciudad de las “siete colinas”. La
figura central como ciudad en Apocalipsis no fue Roma
sino Jerusalén, porque Apocalipsis fue sólo la
reproducción y la expansión de la profecía de Jesús en el
monte de los olivos (Mateo 24), donde la profecía ocupó
el cercano juicio de Israel, el templo y Jerusalén y no
sobre la Roma imperial o papal. A Juan no le interesaba
instruir a las 7 iglesias sobre Roma sino sobre Jerusalén.
Los futuristas dicen que es la Roma religiosa denominada
“iglesia Católica”, pero ¿En qué siglo comenzó la iglesia
Católica? No existía en los días de Juan, entonces, el
apóstol no podía estar hablándole a las 7 iglesias de una
ramera católica que no existía en sus tiempos.

¿Por qué fue Jerusalén? Porque en Apocalipsis la ciudad


de Jerusalén poseyó su propia antítesis que fue la nueva
Jerusalén (Apocalipsis 21:2) que personificó todo lo justo,
lo bueno y lo santo y eterno. La gran ramera fue Israel
con su centro religioso en Jerusalén, debido a que la
nación judía era la esposa de Dios (Isaías 54:6) por eso es
que fue acusada de faltar al Pacto (Levíticos 26) y fue una
esposa infiel que se comportó durante todo su
peregrinaje como adúltera y ramera. Cuando uno conoce

593
a cualquiera de las dos ciudades, conoce a la otra. Estas
dos ciudades en contraste son la nueva Jerusalén y
Babilonia la grande !Jerusalén! La del año 70 d.C.

¿Cuál es entonces la antítesis de la nueva Jerusalén? Es la


antigua Jerusalén, la del año 70 d.C. Ya el apóstol Pablo
en el año 56 d.C. en Gálatas 4:25,26 hizo una clara
descripción de las ciudades antagónicas. Pablo contrastó
la Jerusalén “que ahora es” (terrenal) con la Jerusalén
“que habría de ser” (celestial). El habló de la Jerusalén
que “está” (año 56 d.C. cuando escribió la carta) en
esclavitud con la Jerusalén que “es” libre; la Jerusalén de
“abajo” con la Jerusalén de “arriba” que iba a descender
después del juicio del 70 (Apocalipsis 21:1,2).

En el libro de Hebreos 11:10,16 – Hebreos 12:22 tenemos


una antítesis similar, donde “la ciudad que tiene
fundamentos” es contrastada con la “ciudad sin
continuidad; la ciudad cuyo constructor es Dios con la
ciudad de creación física o humana; la ciudad del Dios
viviente o la Jerusalén celestial con la Jerusalén terrenal. Y
ahora, en Apocalipsis tenemos de nuevo la antítesis entre
estas dos ciudades, siendo una la ramera y la otra la
novia. Entonces, la antítesis correcta de la nueva
Jerusalén es la antigua Jerusalén designada por Juan
como la “Babilonia la grande” que en Apocalipsis es un
nombre simbólico de la ciudad impía, ramera, y
condenada a muerte, cuyo juicio en Apocalipsis 17 se
predice aquí.

Juan en Apocalipsis 11:8 le aplicó a Jerusalén otros dos


seudónimos en sentido espiritual como “Sodoma y
Egipto”. ¿Cómo sabemos que estos dos seudónimos

594
fueron a Jerusalén, porque el pasaje dice “donde también
nuestro Señor fue crucificado”. Entonces, Jerusalén
poseyó (3) seudónimos: Babilonia- Sodoma y Egipto. ¿Por
qué Juan le aplicó estos tres seudónimos a Jerusalén?
Porque igual como a Babilonia- Sodoma y Egipto, la
ciudad de Jerusalén recibiría el justo juicio de Dios por
embriagarse de la sangre de los santos y de los mártires,
incluyendo la sangre del Señor Jesús y los profetas que
hablo Jesús en Mateo 23:35-39. ¿Por qué otras razones
“Jerusalén” fue hasta el año 70 la “gran ramera”? Porque
en Apocalipsis 11:8 se le denominó “la gran
ciudad”…donde Jesús fue crucificado y en Apocalipsis
16:8 se le llamó también “la gran ciudad”…la “gran
Babilonia” que recibió el cáliz del vino del ardor de la ira
de Dios, que fue también la “gran ciudad” de Apocalipsis
17:18 que fue la mujer sobre los reyes de la tierra.

Para un israelita, “Jerusalén” era la ciudad real, la de


mayor importancia del territorio del primer siglo (no
Roma). Las visiones de Apocalipsis siempre deben ser
consideradas desde el punto de vista judío. En Apocalipsis
14:20 encontramos la catástrofe de la cuarta visión,
donde el juicio de Israel es simbolizado por la “pisadura”
del lagar que fue pisado fuera de la ciudad de dónde salió
sangre hasta los frenos de los caballos, por 1600 estadios.
¿Qué era la vid donde se dio la “pisadura” del lagar? Era
Israel, donde la ciudad fuera de la cual las uvas son
pisadas fue Jerusalén, y donde Juan en el V:8 dijo: ¡Ha
caído, ha caído Babilonia! y ya mencionamos que este
seudónimo fue aplicado a la ciudad de Jerusalén y no a
Roma. La ciudad imperial de Roma fue una ciudad
pagana, pero Jerusalén fue una ciudad ramera. Una
ramera es aquella ciudad que puede violar el pacto que

595
tiene con marido. Roma no tuvo a Dios como marido,
porque ella nunca estuvo casada con Jehová, pero
Jerusalén sí, debido a que la ciudad le fue infiel pacto que
tuvo con Dios.

La culpa máxima de Jerusalén entre todas las ciudades de


la tierra del primer siglo, es cometió el pecado de
fornicación por el cual se le sentenció a juicio de muerte o
de destrucción, el Señor Jesús ya lo había predicho en
Lucas 21:22. Leemos en Isaías 1:21 “¿Cómo te has
convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de
justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los
homicidas”. Leemos en Isaías 57:8 “Y tras la puerta y el
umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te
descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste
con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que la
veías”. En Ezequiel 16 encontramos que la culpa
característica de Jerusalén fue su pecado que se
denominó “adulterio espiritual”, leemos “Por tanto,
ramera, oye palabra de Jehová. 36Así ha dicho Jehová el
Señor: Por cuanto han sido descubiertas tus desnudeces
en tus fornicaciones, y tu confusión ha sido manifestada a
tus enamorados, y a los ídolos de tus abominaciones, y en
la sangre de tus hijos, los cuales les diste; 37por tanto, he
aquí que yo reuniré a todos tus enamorados con los
cuales tomaste placer, y a todos los que amaste, con
todos los que aborreciste; y los reuniré alrededor de ti y
les descubriré tu desnudez, y ellos verán toda tu
desnudez. 38Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras,
y de las que derraman sangre; y traeré sobre ti sangre de
ira y de celos. 39Y te entregaré en manos de ellos; y
destruirán tus lugares altos, y derribarán tus altares, y te
despojarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas alhajas,

596
y te dejarán desnuda y descubierta. 40Y harán subir
contra ti muchedumbre de gente, y te apedrearán, y te
atravesarán con sus espadas. 41Quemarán tus casas a
fuego, y harán en ti juicios en presencia de muchas
mujeres; y así haré que dejes de ser ramera, y que ceses
de prodigar tus dones. 42Y saciaré mi ira sobre ti, y se
apartará de ti mi celo, y descansaré y no me enojaré
más”. Este “adulterio espiritual” no se le imputó a la
ciudad de Roma, porque ella no tuvo la misma relación
con Dios como la tenía la ciudad de Jerusalén. Es a
Jerusalén a quién se le aplica ese desgraciado epíteto de
“ciudad ramera”.

Ahora, si la ciudad de Jerusalén fue la “ciudad ramera”,


¿Cómo explicamos en Apocalipsis 17:3 que esta “mujer”
Jerusalén tenía 7 cabeza y 10 cuernos? El V:9 dice “Esto,
para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son
siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer. Y son
siete reyes. Cinco de ellos han caído; y cuando venga, es
necesario que dure breve tiempo. El número 7 es número
simbólico. En Apocalipsis tenemos 7 cabezas, 7 ojos, 7
lámparas, 7 estrellas, 7 truenos, 7 espíritus. La naturaleza
de un número simbólico es de carácter moral o político,
más bien que topográfico. Cómo el 7 es un número
simbólico a la mujer (Jerusalén), entonces, se refiere a la
elevada situación política que en preeminencia tuvo la
ciudad hasta el año 70 d.C. que fue su destrucción.
Apocalipsis 17:18 dice que la mujer (Jerusalén) reina
sobre los reyes de la tierra o sobre el territorio que es la
traducción correcta del griego y se refiere ese territorio a
Judea o Palestina. En Hechos 4:26,27 Pedro dice que “los
reyes del territorio” fueron los gobernantes confederados
de Israel que se unieron para ejecutar al Hijo de Dios. En

597
Apocalipsis 6:15 los “reyes del territorio” son
representados como “ocultándose de la ira de Aquel que
está sentado en el trono, en el “gran día de su ira”. Estos
reyes del territorio fueron las “autoridades gobernantes
en el territorio de Judea o de Palestina. Entonces, fue
“Babilonia la grande”, la mujer (Jerusalén), la que reinaba
sobre los reyes del territorio o (autoridades gobernantes
de Judea). En Lamentaciones 1:1 el profeta Jeremías
llamó a Jerusalén “la señora de provincias”. Judea en
anchura iba desde el río Jordán hasta Jope y en su mismo
centro estaba la ciudad de Jerusalén, el “ombligo” de
Judea. Este país judío estaba dividido en 11 jurisdicciones
de las cuales “Jerusalén” era la cabeza de ese cuerpo, por
eso, es que Juan la denominó en Apocalipsis 17:18 la
“ciudad que reina” sobre los reyes de la tierra.

¿Por qué a Jerusalén se le llamó la “ciudad ramera”?


Porque los judíos lo habían convertido en “guarida de
mercaderes y de ladrones”, y al haber rechazado al
Mesías Jesús, habían roto definitivamente el pacto de su
Dios, en Mateo 23:35,36 Jesús dijo a los escribas y
fariseos que aquella generación resumía en sí mismas los
crímenes y la culpa de todos sus predecesores. Era hija y
heredera de todas las generaciones malvadas que habían
existido antes, y había colmado la medida de sus
antepasados: “Para que venga sobre vosotros (escribas y
fariseos) toda la sangre justa. En Apocalipsis 17:6 Juan
revela el carácter de la mujer -Jerusalén en los días
apostólicos, y dice que fue ebria perseguidora y asesina
de profetas (santos) y de los mártires (apóstoles) de
Jesús, y Apocalipsis 18:24,20 dice que los santos
(profetas) y los mártires (apóstoles) debían alegrarse
porque Dios os ha hecho justicia en ella. En Jerusalén

598
estaba la marca del asesino estampada en su frente,
Ezequiel 24:6 la llama “ciudad de sangres”, con razón, a
los profetas y apóstoles en Apocalipsis 18:20,24 se les
invita a regocijarse por la caída de la perseguidora y
asesina, porque estos “profetas y apóstoles” fueron las
“almas bajo el altar que habían clamado: ¡¿Hasta cuándo,
Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra
sangre en los que moran en la tierra!?” , y esto fue lo que
Jesús en Lucas 11:49,50 había predicho “Por eso la
sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y
apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros
perseguirán, 50para que se demande de esta generación
la sangre de todos los profetas que se ha derramado
desde la fundación del mundo, 51desde la sangre de Abel
hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el
templo; sí, os digo que será demandada de esta
generación”. Cuando Jerusalén fue destruida. La
desolación de la ramera fue la señal final de Dios de que
el reino había sido transferido a su nuevo pueblo, la
Iglesia (Mateo 21:43)(1 Pedro 2:9)(Apocalipsis
11:19)(15:5)(21:3). Un Israel nacional jamás volverá a
poseer el reino que era sobre todos los otros reinos, pues,
el fue quitado ese honor en por el mismo Señor Jesús en
Mateo 21:43.

Los siete reyes de la bestia de Nerón

8La bestia que has visto, era, y no es; y está para


subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la
tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde
la fundación del mundo en el libro de la vida, se
asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.

599
9Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete
cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la
mujer,
10y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el
otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que
dure breve tiempo.
11La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es
de entre los siete, y va a la perdición.

Algunos escritores bíblicos creen que éstos “reyes”


fueron “emperadores romanos”, pero fueron los reyes
del linaje herodiano del Rey Herodes Agripa I nieto de
Herodes el grande Padre de Berenice Reino del 41 al 44
d.C. Desde el nombramiento de Cuspio Fado hasta el
estallido de la guerra judía, hubo 7 gobernadores con
poderes plenos en Jerusalén y Judea a saber:
1. Cuspio Fado 44-46 d.C (procurador)
2. Tiberio Julio Alejandro 46-48 d.C (procurador)
3. Ventidio Cumano 48-52 d.C (procurador)
4. Antonio Felix 52-59 d.C (procurador)
5. Porcio Festo 59-62 d.C (procurador)
6. Albino 62-64 d.C (procurador)
7. Gesio Floro 64-66 d.C (procurador)

Estos “procuradores” estuvieron relacionados con la


bestia Nerón (emperador del imperio) como delegados
romanos y relacionados con la mujer como poderes
gobernantes. Nerón, es el octavo (porque es la cabeza
suprema), y a su vez es de entre los siete. El fue él de
entre ellos, y diferente a ellos-el octavo, de entre los
siete. Esto resuelve el enigma. El título “reyes” fue un
sinónimo de “gobernantes o gobernadores” y éstos
fueron los procuradores romanos de Judea bajo la

600
autoridad del emperador Claudio y Nerón. Fue en el
reinado de Claudio que Judea se convirtió en provincia
romana por segunda vez. A la muerte de Herodes Agripa
I, a quien Calígula le había conferido la soberanía del
reino entero, su hijo Agripa II fue considerado por Claudio
como muy joven para ocupar el trono de su Padre Judea
quedó, por lo tanto, reducida a la forma de una provincia.
Cuspio Fado fue enviado a Judea como el primero de esa
segunda serie de procuradores. Estos, pues fueron
“virreyes” y respondieron bien al título de baileiz en la
visión de Juan.

Los diez cuernos de la bestia de Nerón

12Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que
aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán
autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos
tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su
autoridad a la bestia

La palaba BESTIA es el epíteto aplicado a un rey de la


entidad política de Roma en el primer siglo. La bestia
tiene poder, trono, gobierno y dominio. Estos 10 reyes
fueron súbditos de Roma, representantes de la bestia,
autoridades establecidas. Fueron los reyes aliados para
combatir con Jerusalén. Fueron los gobernadores de las
tinieblas hostiles al cristianismo. Fueron hostiles a la
mujer ramera de Jerusalén. Cuando el apóstol Juan
escribió el Apocalipsis, estos reyes todavía no habían sido
investidos de poder imperial. Pero su poder fue
contemporáneo con el de la bestia. Entonces, este
símbolo aquí significó “los príncipes y jefes auxiliares que
fueron los aliados de Roma y recibieron órdenes de la

601
bestia para ir a la guerra judía. Por el historiador romano
Tácito y por el historiador judío Josefo sabemos que
varios reyes de los países vecinos a Judea siguieron a
Vespasiano y a Tito en la guerra judía. Ellos subieron a
Jerusalén aborreciendo a la ramera hasta dejarla
desolada y desnuda, quemada y devorada (Apocalipsis
17:16,17). Toda la población judía de Cesarea fue
masacrada en un sólo día por los auxiliares árabes unidos
a Tito. En Siria, cada ciudad de dividió en dos campos,
judíos y sirios. En Citópolis más de 13.000 judíos fueron
masacrados. En Ascalón, Tolemaica y Tiro, se dieron
atrocidades similares. Pero en Alejandría, la carnicería de
judíos excedió a todas las anteriores matanzas. Así se
cumplió el esrito de Juan en la expresión “Los 10 cuernos
que viste en la bestia aborrecerán a la ramera”. De entre
esos 10 cuernos estuvo Antíoco, Soemo, Agripa y Malco
etc.

Es de aclarar que la influencia ejercida por la raza judía en


todas las naciones del imperio romano antes de la
destrucción de Jerusalén era inmensa; sus sinagogas se
encontraban en todas las ciudades, y sus colonias
echaban sus raíces en todas partes del imperio. Hechos 2
es un claro testimonio que cuando vino el día de
pentecostés, todas las ramificaciones hebreas en países
extranjeros estuvieron en Jerusalén “moraban entonces
en Jerusalén, varones piadosos de todas las naciones bajo
el cielo...judíos partos, medos, elamitas, los de
Mesopotamía, los de Judea, Capadocia, Ponto, Asia,
Frigia, Panfilia, Egipto y de las regiones de Africa más allá
de Cirene, y romanos judíos como prosélitos,
cretentenses y árabes. Aquí podemos ver como Jerusalén
se sentaba sobre muchas aguas, y ejercía poderosa

602
influencia sobre “pueblos y muchedumbres, y naciones y
lenguas.

Identificando a la bestia Nerón con el hombre de


pecado de 2 Tesalonicenses 2

El “hombre de pecado” de 2 Tesalonicenses 2;3 es la


misma bestia de Apocalipsis 13 y 17. Observemos que ni
Pablo en Tesalonicenses ni Juan en Apocalipsis identifican
o nombran al personaje al cual señalan, por la razón de
que los creyentes sabían de quién se trataba este
personaje infernal y en sus días era muy peligroso
pronunciar su nombre. Creo que el motivo en ambos
apóstoles fue más de carácter prudencial y político, pues,
ambos trataron de incurrir en la sospecha de ser
desafecto al gobierno latente. Entonces, tanto Pablo
como Juan se estaban refiriendo al mismo emperador o
individuo llamado Kaiser (Cesar) Nerón (el león rugiente).

APOCALIPSIS 18:1-24

La caída de Jerusalén! La Babilonia!

1
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con
gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria

El término Babilonia fue una clara representación de la


ciudad de Jerusalén. No existe en el libro de Apocalipsis
dos babilonias. Las visiones de Apocalipsis 17 y 18 son
consecutivas sin espacio de tiempo entre una y otra
visión. Ambas visiones contemplan los actos relacionados
con el juicio de Dios sobre la ciudad de Jerusalén. Los dos
capítulos trataron de la misma babilonia. Algunos

603
escritores futuristas enseñan erradamente de dos
babilonias diciendo que una de ellas es Roma, pero ellos
desconocen que Roma nunca fue una gran ciudad
comercial y Roma no fue destruida en el año 70 d.C. En el
libro sólo hay una babilonia y fue Jerusalén donde se
predice la caída de ella que se dio en el año 70 d.C. De
nuestra era. Roma nunca fue capaz de violar el pacto de
Dios, de ser infiel a su esposo divino !Cristo!, porque ella
nunca fue la esposa de Dios en el primer siglo.

El anuncio del juicio sobre Jerusalén es hecho por otro


ángeln (allon ággelon). Este ángel desciende del cielo con
gran poder poseyendo toda la gloria para iluminar el
territorio de Judea o de la tierra. En la expresión
“después de esto” se abre una introducción para revelar
un paquete nuevo de circunstancias relacionadas con la
caída de Jerusalén. Siete voces describen la caída de
Babilonia como un hecho consumado porque ella fue
juzgada por la misma mano de Dios. Su ruina es predicha
de forma total y perpetua.

Es imposible leer el Apocalipsis sin darse cuenta de la


urgencia e inminencia que existe en Apocalipsis
1:1,3,7)(22:6,7,10,12,20)(6:11)(10:6)(12:12)(8:10. Juan
escribe con relación a la situación que existía en sus
últimos días. La Iglesia Católica Romana no existía cuando
Juan escribió, y no está incluida en las profecías del
Apocalipsis porque todos los eventos iban a suceder
pronto a la publicación del libro Apocalipsis 1:1-3 por lo
tanto, Babilonia no estuvo aquí nunca referida a la iglesia
católica.

604
El libro se impone a sí mismo ciertas limitaciones en
cuanto al tiempo. Si Juan hubiera escrito de eventos
todavía a ocurrir en el siglo XXI y sus posteriores años y
siglos de distancia (donde llevamos 2008), entonces, no
hubiera habido la urgencia de leer el libro por parte de los
creyentes del primer siglo de las 7 iglesias del Asia menor.
Las demandas temporales del libro del Apocalipsis son
satisfechas perfectamente en el evento del año 70 d.C. La
caída de Jerusalén !Babilonia!.

Si el Apocalipsis hubiera estado hablando del Juicio sobre


la Iglesia Católica Romana (la supuesta y mal llamada
Babilonia), entonces tendríamos que encontrar en la
historia si los hechos concuerdan con la descripción del
Apocalipsis. La ciudad de Roma nunca fue destruida en la
misma manera como fue destruida la Jerusalén del año
70 d.C.. Ningún historiador escribió nada sobre plagas en
Roma dentro del periodo del primer siglo, ni tampoco en
otro periodo después. ¿Llamó Dios a los Cristianos a salir
de la Iglesia Católica Romana, si el término “Babilonia”
está referido a ella? En ninguna manera, el catolicismo no
existió jamás en el primer siglo.

Entonces, Juan se estaba refiriendo a Jerusalén como la


Gran Ciudad (Apocalipsis
14:8)(16:19)(17:5,18)(18:2,10,16,18,19,21). En adición a
estos versículos, Apocalipsis 11:8 menciona la gran ciudad
donde fue crucificado nuestro Señor !Jerusalén!. No es
una mera coincidencia que Jerusalén y Babilonia sean
llamadas la gran ciudad en el Apocalipsis. Tanto en el A/T
como en el N/T Jerusalén es la ciudad de mayor
importancia. Por ejemplo como en (Mateo
5:35)(16:21)(23:37)(24:34(Lucas

605
13:33)(21:20)(24:47)(Hechos 1:4-5). Jerusalén se
menciona más de 600 veces. La gran ciudad del
Apocalipsis es la misma gran ciudad del resto de la Biblia
!Jerusalén!.

2
Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído
la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios
y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda
ave inmunda y aborrecible

La finalidad del ángel es que el anuncio “Ha caído la gran


babilonia! Se escuchado por todos los seres vivientes.
Esta caída concuerda con (Isaías 13:9,19-22)(34:14)(47:7-
9,11)(51:8)(Jeremías 50 y 51)(Zacarías 5:5-11) profecías
que hablaron tocantes a la destrucción de forma total de
la ciudad de Jerusalén. Ha caído (épesen) es un aoristo
indicativo de pipto que indica una realidad historia. El
anuncio del ángel es prpléptico dando como un hecho la
caída de Babilonia o Jerusalén.

Su destino es seguro, y por eso de él se habla como ya


completado. Esto es similar a la endecha que Amós cantó
contra Israel: “Cayó la virgen de Israel, y no podrá
levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no hay
quien la levante” (Amós 5:2). La apostasía de Jerusalén se
había vuelto tan grande que su juicio era permanente e
irrevocable. Jerusalén en los últimos años de su existencia
fue !Babilonia!, la implacable enemiga de Dios, debido a
que se convirtió en ciudad de habitación de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave
inmunda y aborrecible, en contraste con la Nueva
Jerusalén de Apocalipsis 21:27 donde ("no entrará en ella
ninguna cosa inmunda").

606
La ira de Dios contra Edom se expresa en un lenguaje muy
parecido: “No se apagará de noche ni de día,
perpetuamente subirá su humo; de generación en
generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por
ella. Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza
y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella
cordel de destrucción, y niveles de asolamiento... En sus
alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus
fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los
pollos de los avestruces. Las fieras del desierto se
encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su
compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y
hallará para sí reposo” (Isaías 34:10-14).

Ahora el decreto del ángel en Apocalipsis 18:2 aplicó las


antiguas maldiciones a los rebeldes judíos del siglo
primero. Porque Israel al rechazar a Cristo, la nación
entera se convierte en una poseída por demonios más
allá de toda esperanza de reforma o de cambio (Mateo
12:38-45)(Apocalipsis 9:1-11). La ciudad de Jerusalén, que
antes había sido la morada de Dios, ahora cerrando el año
70 d.C. se convierte en una morada inmunda de
demonios (personas inmundas y aborrecibles a los ojos
de Dios). Existe en el libro de Apocalipsis un contraste
muy claro entre la ramera y la novia virgen (Apocalipsis
17:2-5)(21:2). Este contraste abre el camino para creer
que en el Apocalipsis hay dos Jerusalén y solamente dos;
cada una es la antítesis de la otra. Hablar de una nueva
Jerusalén implica que hay una vieja Jerusalén. La
Jerusalén judaica con todas sus apostasías debía haber
sido quitada en el 70 para la venida de la nueva Jerusalén
después del 70 que es el Reino eterno de Cristo. El
comentario de Juan sobre la nueva Jerusalén fluye de su

607
discurso sobre la desaparición de la vieja Jerusalén, la
Babilonia en Apocalipsis 21:1. Recuérdese que el
Apocalipsis de Juan es nada menos que una ampliación
del sermón escatológico de nuestro Señor en el Monte de
los Olivos en Mateo 24.

3
Porque todas las naciones han bebido del vino del furor
de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado
con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido
de la potencia de sus deleites

Esta es la misma acusación que aparece en Apocalipsis


14:8 y (17:2) cual es el anuncio que la contaminación de
Jerusalén (Babilonia) ha contaminado a todas las naciones
del imperio romano (pánta ta ethnei) es decir, que su
influencia pagana de comercio y de transacciones se ha
extendido a los pueblos gentiles quienes se han embriago
con el “vino del furor de su fornicación (la inmoralidad en
lo ético y en lo religioso indicadores de la gran apostasía o
abandono de Jerusalén por las cosas sagradas de Dios en
el primer siglo).

El énfasis sobre los mercaderes está relacionado en este


libro con las actividades comerciales alrededor del
Templo (Apocalipsis 18:11-17). La corrupción del
comercio en el templo afectó los aspectos éticos y
religiosos de la nación de Israel. Toda vida fluye del
centro religioso de la cultura de Jerusalén. Ciudad que
como núcleo religioso estuvo podrido, de igual manera la
fruta (el sistema sacerdotal) que antes del 70 ya no servía
a los ojos de Dios para nada. Fue por esto por lo que el
Señor Jesús entró en conflicto con los cambistas del
templo (Mateo 21:12-13)(Juan 2:13-22). El historiado

608
Flavio Josefo relató que muchos de los negocios hechos
en Jerusalén pertenecían a la familia del sumo sacerdote,
quien fue denominado "el gran procurador del dinero".
En Jerusalén "la corte de los gentiles” era el escenario de
un floreciente comercio en sacrificios de animales,
posiblemente apoyado por la familia del sumo sacerdote.
Esto concuerda muy bien con el hecho de que Jerusalén
“Babilonia” no era ninguna prostituta barata u ordinaria:
Su castigo por medio del fuego indica que ella era tal
como fue de la clase sacerdotal (Apocalipsis 17:16).

Este título de “ramera” solo le quedaba bien a la entre


comillas a la ciudad “santa” de Jerusalén. Ella como
ciudad religiosa adulteró en su relación como esposa del
Dios de Israel. No solamente mató a los profetas (Mateo
23:34-37), sino que asesinó al Hijo de Dios, el Cristo
(Hechos 2:36)(7:51-52). No ha existido otra ciudad bíblica
que hizo o haya cometido tanta fornicación y cosas
peores como la Jerusalén del año 70 d.C. La ciudad de
Roma no fue la madre de las rameras y abominaciones.
Las infidelidades de ninguna otra ciudad se comparan con
las de Israel en el punto de vista de Dios, porque él estaba
casado con ella. Isaías escribió de Jerusalén: “¿Cómo te
has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de
justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los
homicidas” (Isaías 1:21).

4
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo
mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni
recibáis parte de sus plagas
5
porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se
ha acordado de sus maldades.

609
A la vez que se hace el anuncio de la caída de Jerusalén,
se efectúa un llamado urgente al pueblo de Dios
habitable en la ciudad de Jerusalén para que abandone a
la ciudad ramera porque ya estaban encima y a las
puertas la hora de su juicio que había llegado. La otra voz
del cielo es la que hace el llamado a la separación de la
ramera.

Por cuanto “Jerusalén! debía ser destruido, los últimos


apóstoles testigos (Santiago, Pedro y Juan) pasaron gran
parte de su tiempo durante los últimos días llamando al
pueblo a separarse de él, urgiéndoles a que, en su lugar,
se unieran a la Iglesia del cristianismo (Hechos 2:37-
40)(3:19-26)(4:8-12)(5:27-32). Este fue el mismo mensaje
de Juan en Apocalipsis. El cristianismo del nuevo Israel de
Dios no debía buscar reformar a Israel, sino que debían
abandonarle a su suerte. Los judíos habían "probado la
buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero" -
la era introducida por el acto redentor de Cristo - y habían
apostatado. Sería "imposible renovarlos otra vez para
arrepentimiento". El judaísmo - el vano intento de
continuar activo el Antiguo Pacto mientras se rechazaba a
Cristo "está reprobado, próximo a ser maldecido, y su fin
es el ser quemado" (Hebreos 6:4-8).

La religión del Antiguo Pacto (judaísmo) no podía ser


revivida; es imposible tener el nuevo Pacto sin Cristo. No
puede haber "regreso" a algo que nunca existió, pues aun
los padres bajo el Antiguo Pacto adoraron a Cristo bajo las
señales y los sellos de la era provisional (1 Corintios 10:1-
4). Ahora que "el siglo venidero" ha llegado, la salvación
es con Cristo y la Iglesia del cristianismo. Sólo la
destrucción esperaba a los que estaban identificados con

610
la ramera !Jerusalén!: Salid de ella, pueblo mío, para que
no seáis partícipes de sus pecados y no recibáis de sus
plagas (Hebreos 10:19-39)(12:15-29)(13:10-14). El tiempo
para el arrepentimiento de Israel se había acabado, lo
“santo” de Jerusalén feneció, y sus pecados se habían
acumulado [adherido] hasta el cielo (Génesis 19:13)(2
Crónicas 28:9)(Esdras 9:6)(Jeremías 51:9)(Jonás 1:2).

El Señor Jesús había predicho que aquella generación


"colmaría la medida de la culpa" de sus rebeldes padres, y
que por eso sobre ellos caería "toda la sangre justa que se
ha derramado sobre la tierra" (Mateo 23:32-35). Esta
profecía se cumplió dentro del primer siglo en el año 70
d.C., como bien declaró el apóstol Pablo: "Ellos no
agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres,
impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se
salven; así colman ellos siempre la medida de sus
pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo" (1
Tesalonicenses 2:15-16).

Por lo tanto, se exigía al remanente fiel de los seguidores


del Cordero en el primer siglo, no sólo separación
religiosa de la ciudad de Jerusalén- para que no
participara de Sus pecados - sino que era necesaria
también la separación físiogeográfica de Jerusalén
(Mateo 24:16-21), para que no recibieran en vida Sus
plagas. El lenguaje recuerda el llamado de Dios a su
pueblo a salir de Babilonia al final del cautiverio. Los
textos del Antiguo Testamento hablan en términos de
tres ideas: la venidera destrucción de Babilonia, la
venidera redención del fiel pueblo del Pacto, y la
reconstrucción del Templo (Esdras 1:2-3)(Isaías
48:20)(52:11-12)(Jeremías 50:8)(51:6,9,45). De manera

611
similar, el pueblo del Nuevo Pacto habría de separarse del
Israel según la carne. Los perseguidores estaban a punto
de sufrir destrucción a manos de Dios, la redención de la
Iglesia del cristianismo se acercaba (Lucas 21:28, 31), y el
Nuevo Templo estaba a punto de ser establecido
plenamente.

6
Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble
según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle a ella el doble.
7
Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites,
tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su
corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y
no veré llanto;
8
por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte,
llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque
poderoso es Dios el Señor, que la juzga

Ahora vemos que el justo Juez activa la justicia


retributiva: Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle
doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó
bebida, preparadle a ella el doble (Jeremías 50:15,
29)(Salmo 137:8)(Isaías 40:2). Esta orden, fue dada los
ejércitos romanos que fueron los instrumentos útiles e la
ira de Dios para Jerusalén. La expresión “doble para sus
cosas dobles” es una clara referencia a la requerida por la
ley bíblica (Éxodo 22:4,7). La Jerusalén majestuosa que un
día se glorificó del poder de sus riquezas y vivió
sensualmente segura coqueteando con los paganos reyes
del territorio de Palestina, ahora se le daría tormento de
demonio y luto de funerales. A Jerusalén el año 70 d.C. Se
le dio exactamente lo que merecía - se le dio una

612
contabilidad estricta y proporcional de ira según el
principio de la lex talionis de equivalencia de Dios: "vida
por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano,
pie por pie, quemadura por quemadura, herida por
herida, golpe por golpe" (Éxodo 21:23-25).

Este castigo le sobreviene a la ramera de Jerusalén


porque ella dice en su corazón: Yo estoy sentada como
reina, y no soy viuda, y no veré llanto - en paralelo con el
alarde de la iglesia laodicense: "Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad"
(Apocalipsis 3:17). El texto está basado en la condena
antigua de Babilonia por parte de Dios en Isaías 47:6-11,
un pronunciamiento del juicio que vendría sobre ella por
maltratar al pueblo del pacto: “No les tuviste compasión;
sobre el anciano agravaste mucho tu yugo. Dijiste: Para
siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te
acordaste de tu postrimería. Oye, pues, ahora esto, mujer
voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú qué
dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más; no
quedaré viuda, y no conoceré orfandad. Estas dos cosas
te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y
viudez; en toda su fuerza vendrán sobre tí, a pesar de la
multitud de tus hechizos y de tus muchos
encantamientos. Porque te confiaste en tu maldad,
diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tú misma ciencia te
engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo y nadie más.
Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás;
caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás
remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente
sobre ti”.

613
Jerusalén cometió el pecado de Eva, fornicó con el
dragón, buscó hacerse ella Dios (Génesis 3:5); porque,
cuando ella dijo: "Yo soy", contradijo la declaración del
Dios Altísimo: "Yo soy Jehová, y no hay otro Salvador"
(Isaías 43:11).
Por lo cual en un día le vino a Jerusalén sus plagas;
muerte, llanto y hambre, y fue quemada por el general
romano Tito con fuego; porque poderoso es Dios el
Señor, que la juzgó. El día del Señor vino sobre Israel en
juicio ardiente, trayendo Su destrucción repentina (1
Tesalonicenses 5:2-3). Aquí, el término “día” no
significaba ninguna duración específica de tiempo, sino
que se usó para indicar relativa rapidez, y para subrayar
que la destrucción de Jerusalén no sería un suceso al azar:
vendría como el día del juicio. Como hija del sacerdote
que se volvió ramera, sería quemada con fuego (Levítico
21:9). Después de que llegó aquel día terrible del año 70
d.C., "no quedó nada para hacer creer a los que iban allí
ni siquiera de que había estado habitada la pobre
Jerusalén".

Reacciones a la Caída de Jerusalén

9Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con


ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación
sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,
10parándose lejos por el temor de su tormento,
diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la
ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!

Tres clases de personas se lamentarían de la destrucción


de Jerusalén. El primer grupo comprende a los reyes de la
tierra, las naciones del imperio romano que ayudó y fue

614
cómplice del infiel pueblo del pacto en su apostasía
contra el Dios de los cristianos. La destrucción de la
ramera !Jerusalén! Fue para ellos una señal terrible del
riguroso e inexorable juicio de Dios. Ellos vieron en el año
70 d.C. el humo de su incendio - un símbolo que fue
tomado por Juan de la destrucción de Sodoma (Génesis
19:28) y la posterior destrucción metafórica de la caída de
Edom (Isaáis 34:10) - y se les recuerda que un juicio
similar contra ellos no podía tardar.

Dios declaró al profeta Jeremías que las naciones de la


tierra serían obligadas a beber de la copa de su ira
ardiente: "Y si no quieren tomar la copa de tu mano para
beber, les dirás tú: Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Tenéis que beber. Porque he aquí que a la ciudad en la
cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y
vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque
espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dice
Jehová de los ejércitos" (Jeremías 25:28-29).

El lamento de cada grupo terminó con las palabras: ¡Ay,


ay, de la gran ciudad! Esta expresión resultaría de gran
importancia para los que vivieron en Jerusalén en los
años antes y durante la Gran Tribulación después del 70.
Flavio Josefo cuenta de un profeta judío (es interesante
que su nombre fuera Jesús) en los últimos días, cuyo
lamento de "¡Ay, ay¡" se volvió un aspecto familiar de la
vida interna en la ciudad de Jerusalén. Un presagio aún
más alarmante había aparecido cuatro años antes de la
guerra judía, cuando profunda paz y prosperidad todavía
prevalecían en la ciudad [año 62 d.C.]. Un tal Jesús, hijo
de Ananías, un campesino inculto, vino a la fiesta en la
cual se esperaba que cada judío erigiera un tabernáculo

615
para Dios [Fiesta de los Tabernáculos, o Sukkoth]; estando
de pie en los atrios del templo, súbitamente comenzó a
exclamar: "¡Voz desde el oriente, voz desde el occidente,
voz desde los cuatro vientos, voz contra Jerusalén y el
santuario, voz contra el Esposo y la Esposa, voz contra
todo el pueblo!" Día y noche expresaba su lamento,
mientras iba por todos los callejones.

Algunos de los principales ciudadanos, sumamente


molestos por estos ominosos pronunciamientos, echaron
mano del hombre y le golpearon salvajemente. Pero él,
sin pronunciar ni una sola palabra en su propia defensa,
ni para información privada de los que le golpeaban,
persistía en hacer las mismas amonestaciones que antes.
Por consiguiente, los magistrados judíos, entendiendo
correctamente que algún impulso sobrenatural era la
causa de su conducta, le llevaron con el gobernador
romano. Allí, aunque flagelado con látigos hasta dejar al
descubierto sus huesos, ni imploró misericordia, ni
derramó una sola lágrima, sino que, alzando su voz hasta
convertirla en un grito extremadamente lúgubre,
respondía a cada golpe con las palabras: "¡Ay, ay, de
Jerusalén!" Cuando Albino, el gobernador, le preguntó
quién era, de dónde venía, y por qué clamaba de esta
manera, no respondió en absoluto, sino que
incesantemente repetía su endecha por la ciudad, hasta
que Albino le soltó, juzgándole loco.

Durante todo este tiempo, hasta que estalló la guerra


judía (año 66-70 d.C.)., nunca se acercó a ningún otro
ciudadano, ni se le vio hablando con ninguno, sino que,
diariamente, como una oración que hubiese memorizado,
recitaba su lamento: "¡Ay, ay de Jerusalén!" Nunca

616
maldijo a ninguno de los que le golpeaban día tras día, ni
dio las gracias a los que le daban alimento; su única
respuesta para cualquier persona era su melancólica
predicción.
Su voz se oía sobre todo en los festivales. Así, durante
siete años y cinco meses, continuó su lamento,
permaneciendo su voz tan fuerte como siempre y su vigor
constante, hasta que, durante el sitio, después de ver el
cumplimiento de su presagio, fue silenciado. Estaba
yendo de una parte para otra, gritando con tono de voz
penetrante desde el muro: "¡Ay, ay, una vez más contra la
ciudad, y el pueblo, y el templo!" Entonces, cuando
añadió una última palabra - "¡Y ay de mí también!" - una
piedra lanzada desde una catapulta le golpeó, matándole
en el acto. Así, con esos mismos presagios todavía en sus
labios, encontró su fin.

11Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen


lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus
mercaderías;
12mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de
perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de
toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo
objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de
mármol;
13y canela, especias aromáticas, incienso, mirra,
olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias,
ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.
14Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y
todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y
nunca más las hallarás.

617
15Los mercaderes de estas cosas, que se han
enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor
de su tormento, llorando y lamentando,
16y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba
vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba
adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas!
17Porque en una hora han sido consumidas tantas
riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves,
y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se
pararon lejos

El segundo y mayor grupo de los “reaccionarios a la caída


de Jerusalén” fue el consiste de los mercaderes de la
tierra, que Juan en la visión los ve llorando porque nadie
podía comprarle a Jerusalén más sus mercaderías. La
riqueza de Jerusalén era resultado directo de las
bendiciones prometidas en Levítico 26 y Deuteronomio
28. Dios la había hecho un gran centro comercial, pero
ella había abusado del don. Aunque hay similitudes entre
la lista de mercaderías aquí y las de Ezequiel 27:12-24
(una profecía contra Tiro), es probable que los artículos
reflejan principalmente el templo y el comercio que lo
rodeaba. El comercio exterior tenía gran influencia sobre
la ciudad santa, y al templo le tocaba la mayor parte. Los
artículos principales eran productos alimenticios, metales
preciosos, artículos de lujo, y materiales de vestir". Josefo
describió la lujosa riqueza de la fachada del templo (Lucas
21:5): "La primera entrada medía 70 codos de altura y 25
de anchura; no tenía puertas, y exhibía sin estorbos la
vasta expansión del cielo; el frente entero estaba cubierto
de oro; a través de él el arco del primer atrio era
plenamente visible en toda su grandeza para cualquier
observador, y los alrededores de la entrada interior,

618
todos ellos resplandecientes de oro, llamaban la atención
del que los contemplara. ... La entrada que conducía hacia
dentro del edificio estaba, como he dicho,
completamente recubierta de oro, igual que la pared
entera que la rodeaba. Por encima de ella, además,
estaban las parras, de oro, de las cuales colgaban racimos
de uvas de la altura de un hombre. En frente de los
racimos colgaba un velo de igual longitud, de tapiz
babilónico, bordado en azul, escarlata, y púrpura, y lino
fino, trabajado con maravillosa destreza. ... El exterior del
santuario no carecía de nada que no pudiera asombrar la
mente o los ojos. Revestido por todos lados con macizas
planchas de oro, reflejaba los primeros rayos del sol con
un resplandor tan fuerte que los que lo miraban se veían
obligados a apartar los ojos, como si estuvieran mirando
los mismos rayos del sol. Al acercarse los desconocidos,
se les asemejaba, en la distancia, una montaña cubierta
de nieve; pues cualquier parte que no estuviera cubierta
de oro era del blanco más puro".

Josefo también registró el hecho de que uno de los


sacerdotes, llamado Jesús, entregó a Tito los tesoros del
templo: "Salió, y entregó, de sobre el muro del santuario,
dos candelabros parecidos a los que estaban depositados
en el santuario, así como mesas, fuentes, platos, todos de
oro sólido y muy pesados. También entregó las cortinas,
las vestimentas de los sumos sacerdotes, cuajadas de
piedras preciosas, y una multitud de otros objetos
requeridos para el servicio en el Templo. Además, el
tesorero del Templo, de nombre Fineas, cuando fue
tomado prisionero, reveló dónde estaban las túnicas y los
cinturones de los sacerdotes, una gran provisión de
púrpura y escarlata que se guardaban para reparar la

619
cortina del Templo, junto con una gran provisión de
canela y casia y una multitud de otras especias, que eran
mezcladas y quemadas diariamente como incienso para
Dios. Entregó muchos otros tesoros, con una abundancia
de ornamentos sagrados".

En medio de un extenso pasaje en que describe el intenso


comercio en Jerusalén, Edersheim informa: "En estas
calles y veredas, se podía comprar de todo: la producción
de Palestina, o la importada de tierras extranjeras - más
aún, los artículos más raros de las partes más remotas.
Copas y anillos, exquisitamente formados, curiosamente
diseñados, y cubiertos de joyas, así como otras artesanías
de metales preciosos; vidrio, sedas, lino fino, artículos de
lana, púrpura, y costosas colgaduras; esencias,
ungüentos, y perfumes, tan preciosos como el oro;
artículos de comer y beber de tierras extranjeras -
resumiendo, lo que producían la India, Persia, Arabia,
Media, Egipto, Italia, Grecia, y hasta las lejanas tierras de
los gentiles podía obtenerse en estos bazares. Los
antiguos escritos judíos nos permiten identificar no
menos de 118 diferentes artículos importados del
extranjero, y que cubrían aún más de lo que ha inventado
el lujo moderno".

La lista de artículos de comercio de Juan se divide en


varias secciones:
1) Oro, plata, piedras preciosas, y perlas;
2) Lino fino, púrpura, seda, y escarlata; 12
3) Toda madera olorosa, todo objeto de marfil, todo
objeto de madera
preciosa, cobre, hierro, y mármol;
4) Canela, especies aromáticas, incienso, mirra, olíbano;

620
5) Vino, aceite, flor de harina, trigo;
6) Bestias, ovejas, caballos y carros, esclavos,
7) Almas de hombres.

La frase final, adaptada de la descripción del tráfico de


esclavos en Ezequiel 27:13, se aplica a la esclavitud
espiritual de las almas de los hombres. Como observaba
Pablo en su contraste entre la Jerusalén terrenal y
apóstata, y la Iglesia, la celestial Ciudad de Dios: "La
Jerusalén actual ... junto con sus hijos, está en
esclavitud", mientras "la Jerusalén de arriba, la cual es
madre de todos nosotros, es libre" (Gálatas 4:25-26).
Jerusalén traficaba en muchas mercaderías, que venían
desde todas partes del mundo. A tono con las promesas
de Levítico 26 y Deuteronomio 28, Dios la había hecho un
gran centro comercial. Pero ella abusó de los dones de
Dios: Su comercio más básico era en almas humanas. En
vez de cumplir su función propia como la madre de toda
la humanidad, se prostituyó, y condujo a sus hijos a la
esclavitud demoníaca, a la opresión estatista, y
finalmente a la aniquilación. Brevemente, la narración se
vuelve para dirigirse a Jerusalén misma: Los frutos
codiciados por tu alma se apartaron de tí, y todas las
cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca
más las hallarás. Prestando oídos a la Serpiente y
buscando ser como Dios, la Esposa apostató, y así perdió
acceso al fruto que ella deseaba [Mateo 21:19, 43];
separada del árbol de la vida, perdió también las otras
bendiciones del Jardín, "todas las cosas exquisitas y
espléndidas".

Los mercaderes de Israel se habían enriquecido, espiritual


y materialmente, a causa de su relación con la ciudad de

621
Jerusalén; ahora, a la vista de su destrucción, son
incapaces de hacer nada, excepto llorar y lamentarse por
la Gran Ciudad, la que se vestía de lino fino y púrpura y
escarlata, y se adornaba de oro y piedras preciosas y
perlas. Nuevamente, la descripción de la ciudad-ramera
indica su identidad como la Jerusalén apóstata, ataviada
con la gloria del Templo y vestida en el lino fino de la
Esposa justa (Apocalipsis 19:8). Los que se han
aprovechado de las riquezas de Jerusalén se sorprenden
de lo súbito de su destrucción: ¡porque en una hora esta
gran riqueza ha sido desolada! Como ya a estas alturas
deberíamos esperar, la expresión traducida como
desolada es la prometida desolación de Jerusalén (Mateo
23:38)(24:15) la que se describe. El término "hora" no
debe tomarse en un sentido literal aquí, más que en otros
usos metafóricos de la palabra; más bien, es usada a
menudo, especialmente en Juan, para referirse a un
momento crítico en particular (Mateo 25:13)(Marcos
14:41)(Juan 2:4)(5:25,28)(7:30)(8:20)(12:23)(17:1)(1 Juan
2:18). Hay, sin embargo, el sentido de rapidez. La
destrucción de Jerusalén fue súbita, y hasta inesperada:
hasta el mismo fin, el pueblo esperaba una liberación
milagrosa. El mundo del judaísmo apóstata quedó
perplejo ante la desolación de la ciudad y del templo. La
caída de Jerusalén fue una sacudida para el sistema, de la
cual nunca se ha recuperado.

18y viendo el humo de su incendio, dieron voces,


diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran
ciudad?
19Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces,
llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran
ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar

622
se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora
ha sido desolada!

El tercer grupo que se lamentó por la ciudad caída de


Jerusalén estaba o estuvo compuesto por todo piloto de
naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar.
Ellos también lamentaron la pérdida de Jerusalén, porque
todos los que tenían barcos en el mar se enriquecieron
con la riqueza de ella. Obviamente, la inversión en la
economía de Israel cesó de ser lucrativa después del año
70 d. C.

Ya Juan ha hablado del mar en relación con la Gran


Ciudad de Jerusalén: las aguas, sobre las cuales la ramera
se sienta a horcajadas en la bestia, "son pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas" (Apocalipsis 17:15).
Juan ha enumerado también tres clases de personas
afectadas por la destrucción de la ramera Jerusalén: "los
reyes de la tierra", "los mercaderes de la tierra", y "todos
los que tenían naves en el mar". Estos fueron los
corrompidos por la ramera Jerusalén. Estos tres grupos
(Los reyes de la tierra ... los mercaderes de la tierra... los
que viajan en naves, los que trabajan en el mar" debieron
haber sido instruidos en los caminos del Señor por los
rabinos de Jerusalén, pero como estaban degradados
perdieron esa dignidad de su llamado. Ellos, según Pablo
en Romanos 2:19-20 tenían en la ley la forma de la ciencia
y de la verdad. En el A/T cuando Israel estaba en
comunión con Dios, y bajo su bendición espiritual y
material, las naciones habían venido a él en busca tanto
de sabiduría como de comercio (Deuteronomio 28:12)(1
Reyes 10:23-25), sin embargo, en su “apostasía” el
comercio se convirtió en trampa para la ciudad, un medio

623
de fornicar con idólatras, e Israel corrompió, no sólo a sus
propios hijos, sino también a las naciones del mundo en
las que un día fue su gran influencia. Israel se había
arrogado los honores de la deidad, de manera que los
marineros exclamaron: ¿Quién como la Gran Ciudad? (La
exclamación de los adoradores en Apocalipsis 13:4:
"¿Quién como la bestia?"). Pero, en una hora fue
desolada, para no volver a ser nunca jamás después del
año 70 d.C. la Gran Ciudad de Dios, porque después del
70 es la nueva Jerusalén compuesta de judíos y gentiles
en el conocimiento de Dios y de Jesucristo (Juan 17:3).

20Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos,


apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en
ella

Hubo una cuarta respuesta a la caída de Jerusalén: los


apóstoles e profetas del primer siglo en la iglesia del
cristianismo. Ellos son instruídos por el ángel para que se
regocijen por esa caída de Jerusalén. La Iglesia del primer
siglo que moraba en el cielo como en un tabernáculo -
santos y apóstoles y profetas - había orado pidiendo la
destrucción de la ciudad apóstata y demonizada que
condujo al mundo del imperio romano en rebelión contra
Dios y a la persecución de sus hijos. Al ascender al cielo el
humo del holocausto entero, los santos han de
regocijarse de que sus oraciones han sido contestadas:
¡Dios os ha hecho justicia en ella!, anuncia el ángel,
empleando un pleonasmo hebraico para expresar el
"doble testimonio" del divino tribunal contra ella. Era la
justa retribución de Israel por su opresión de los santos,
los apóstoles, y los profetas a través de la historia, y que
culminó en los últimos días en su guerra contra Cristo y su

624
Iglesia. Era ella la que había inspirado la persecución de
los cristianos por parte de los romanos; pero, en su lugar,
la ira de los paganos, que ella había atizado, había sido
derramada sobre su cabeza.

21Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran


piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el
mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad,
y nunca más será hallada

El Señor Jesús en Mateo 21:21 instó a discípulos a que


oraran para que la montaña (de Jerusalén) fuera lanzada
al mar. Él había advertido a los fariseos que al que se
opusiera al evangelio e impidiera que los "pequeñitos" lo
recibieran más le valdría "que se colgara al cuello una
piedra de molino y fuera echado al mar" (Lucas
17:2)(Mateo 18:6)(Marcos 9:42). Todo esto estaba
referido a la destrucción de Jerusalén. Juan y Jesús usan
el mismo lenguaje de la piedra de molino arrojada en la
mar referida a la destrucción de Jerusalén. Ahora, en
cumplimiento de todo esto, el ángel poderoso arroja en el
mar una gran piedra. Toda la productividad (la piedra de
molino) desaparece (V:23) porque para Dios los trabajos
de Jerusalén han sido en vano. Ella y sus obras son
lanzadas al abismo. El trasfondo de esta imagen en el
Antiguo Testamento viene de la destrucción de los
egipcios en el Mar Rojo, según el cántico de Moisés en la
orilla, repetido por el cántico de los levitas al regreso del
cautiverio babilónico:

Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Echó en


el mar los carros de Faraón y su ejército; y sus capitanes
escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. Los abismos

625
los cubrieron; descendieron a las profundidades como
piedra. ... Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; se
hundieron como plomo en las impetuosas aguas. (Éxodo
15:3-5, 10). También leemos en Nehemías 9:9-11 “Y
miraste la aflicción de nuestros padres en Egipto, y oíste
el clamor de ellos en el Mar Rojo... Dividiste el mar
delante de ellos, y pasaron por medio de él en seco; y a
sus perseguidores echaste en las profundidades, como
una piedra en profundas aguas”.
Este símbolo se basa también en el drama profético
representado por Seraías, el mensajero de juicio de
Jeremías (Jeremías 51:61-64). Después de leer la profecía
de la "perpetua desolación" de Babilonia, ató el libro a
una piedra y lo echó en el Éufrates, declarando: "Así se
hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo
sobre ella...". Aplicando las palabras de Seraías a la
ramera de Jerusalén, el ángel dice: Con el mismo ímpetu
será derribada Babilonia (Jerusalén), la gran ciudad, y
nunca más será hallada (kai ou mei heurethei éti) que fue
un lenguaje evocativo para indicar una horrorosa escena
de esterilidad, desolación, y maldición. La desolación de
Jerusalén "para siempre" o como “nunca más será
hallada” significa que Israel, como el pueblo del pacto,
dejaría de existir. Jerusalén - como la Gran Ciudad, la
Santa Ciudad - no se hallaría más como tal. La antigua
Jerusalén, la ramera apóstata, ha sido reemplazada por la
nueva Jerusalén, la Esposa pura de Cristo.

22Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de


trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de
oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se
oirá más en ti.

626
23Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de
esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus
mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus
hechicerías fueron engañadas todas las naciones.
24Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los
santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.

Una vez que Jerusalén la gran ramera” perdió la posición


y el honor del pacto, el ángel pronuncia la suerte de la
ciudad en cinco partes:
-Primera: Hay una descripción cuádruple de la pérdida de
la música por toda la tierra: Y voz de arpistas, de músicos,
de flautistas y de trompeteros no se oirá más en tí.
-Segunda: La productividad de la tierra desaparece, pues
el trabajador será tomado de Israel y echado en el
abismo: Ningún artífice de oficio alguno se hallará más en
tí. Según Zacarías, la tiranía de las naciones paganas sobre
Israel sería restringida por sus artífices. Pero, para el
Israel apóstata, este baluarte contra la opresión ya no
existirá más.
-Tercero e intermedio de la lista es significativo: Ni ruido
de molino se oirá más en ti. A través del mundo antiguo,
la imagen del molino era símbolo de la fundación del
cosmos, que al funcionar producía paz y prosperidad; la
destrucción del molino significa el fin de la era. La
centralidad del molino en este pasaje puede indicar que
el templo, como el molino que sostiene el mundo, ha de
ser destruido; Cristo ha introducido la era final.
-Cuarta: Israel sufrirá la pérdida de la palabra de Dios, del
discernimiento y la sabiduría, y de la esperanza
escatológica: Luz de lámpara no alumbrará más en ti.
-Quinta: El resumen de la desolación de Israel es que,
como la esposa infiel, la ramera, ha sido echada fuera y

627
reemplazada por otra: Voz de Esposo y de Esposa no se
oirá más en ti.
Estos cinco puntos marcan varias características
importantes del templo de Jerusalén:
1. Música - la orquesta y el coro levíticos (2 Crónicas 25).
2. Artífices - comp. Bezalel, Aholiab, Hiram, etc. (1 Reyes
5).
3. Molino - el templo mismo (2 Crónicas 3:1).
4. Lámpara - los candelabros (Éxodo 25:31-40)(2 Crónicas
4:19-22).
5. Matrimonio - el matrimonio del Señor con Israel
(Ezequiel 16:1-14).

Se dice que la desolación de Jerusalén cayó sobre ella por


dos razones. Primera, sus mercaderes eran los grandes de
la tierra. En cualquier economía próspera, los mercaderes
serán prominentes. Pero, en fin de cuentas, ¿En qué
comerciaban los mercaderes? Almas de hombres,
esclavos (Apocalipsis 18:13). Como Jesús había tronado a
los "grandes de la tierra": "¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para
hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces
más hijo del infierno que vosotros" (Mateo 23:15). La
segunda razón para el castigo de Jerusalén emana de la
primera: Todas las naciones fueron engañadas por Su
hechicería. Israel había sido sacerdote para las naciones
del mundo, ordenado tanto para traerles la luz de la
salvación como para ofrecer sacrificios a favor de ellos.
Esto debería haber culminado con la presentación de
Cristo a las naciones como la luz del mundo y el
verdadero sacrificio por sus pecados. En vez de eso, Israel
rechazó a Cristo, la suma y la substancia de la religión
bíblica. Al intentar retener la estructura formal del

628
Antiguo Pacto en su rechazo del Nuevo, Israel creó en
esencia una religión híbrida de oculto satanismo y
estatismo. Y fue hecho trizas por sus propios dioses.
En Apocalipsis 18:24 Juan proporciona una pista final de
la identidad de la ramera, confirmando nuestra
interpretación de que ella representa a Jerusalén: En ella
se encontró la sangre de los profetas y de los santos y de
todos los que han sido muertos en la tierra. Esta es una
clara alusión de Cristo a la condena de Jerusalén, al final
de su discurso en el Templo: Por tanto, he aquí que yo os
envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos
mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras
sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que
venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha
derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el
justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a
quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os
digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! (Mateo 23:34-37).
Este lenguaje no fue nunca para la ciudad de Roma ni
para ninguna otra ciudad. Sólo Jerusalén era y fue en el
primer siglo la culpable de "toda la sangre justa que se ha
derramado sobre la tierra", desde Abel en adelante.
Históricamente, fue Jerusalén la que siempre había sido la
gran ramera, apostatando constantemente y
persiguiendo a los profetas (Hechos 7:51-52); Jerusalén
fue el lugar donde los profetas fueron muertos: como dijo
Jesús mismo: "No es posible que un profeta muera fuera
de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los
profetas y apedreas a los que te son enviados! (Lucas
13:33-34). La "Demanda de Pacto" de Juan era verdadera
y efectiva. Jerusalén fue encontrada culpable de todos los

629
cargos, y desde el año 66 hasta el año 70 d. C., sufrió los
"días de retribución", el derramamiento de la ira de Dios
por haber derramado sangre inocente durante siglos.

APOCALIPSIS 19:1-21

Las glorias del Mesías en el cielo

1
Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el
cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y
poder son del Señor Dios nuestro

La voz de una gran multitud exalta el triunfo de la justicia


y la verdad. La palabra Aleluya es un vocablo hebreo que
significa («reconozco al Señor») y aparece sólo en este
pasaje del NT en los versículos 1,3,4,6. La expresión
después de esto (metá touto) sugiere un cambio de tema
al anterior, pero destaca la culminación de los
acontecimientos descritos en el capítulo 18 relacionados
con la destrucción de Jerusalén (la gran Babilonia). Los
ángeles se regocijan y alaban a Dios por lo que le sucedió
a Jerusalén. Con el vocablo aleluya es que los siervos y los
temerosos de Apocalipsis 19:5 reconocen que Dios es
digno de ser alabado. Juan utiliza un polisíndeton en la
expresión salvación y honra y gloria y poder son del
Señor Dios nuestro porque es una repetición de la
conjunción y. La idea de Juan es que los lectores de las 7
iglesias del Asia menor que están leyendo el Apocalipsis
reflexionen sobre la consumación de su salvación, es
decir, la liberación relacionada con la venida del reino de
Dios donde se da su apertura una vez que son eliminados
los obstáculos como el de la bestia y el de Babilonia o
Jerusalén la ramera. Ese fue el primer motivo de alabanza

630
al Señor. La alabanza de Apocalipsis 12:10 y de
Apocalipsis 19:1 están estrechamente relacionados.
También hay varias similitudes de lenguaje entre
Apocalipsis 19:1 y el de Apocalipsis 11:15-19, donde el
anuncio del séptimo ángel sobre la consumación del
"misterio de Dios" le da apertura al reino y al templo
celestial al mundo entero en el nuevo pacto.

2
porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha
juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra
con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos
de la mano de ella

El pueblo de Dios había orado por la destrucción de


Jerusalén (Apocalipsis 6:9-11). Ahora que sus oraciones
han sido contestadas, la gran multitud de los redimidos
prorrumpe en la alabanza antifonal, en obediencia a la
orden angélica de Apocalipsis 18:20: "Alégrate sobre ella,
cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque
Dios os ha hecho justicia en ella". A los lectores de las 7
iglesias se les ordenó "oír las cosas en ella escritas"
(Apocalipsis 1:3). Al revelar las oraciones imprecatorias de
la Iglesia celestial contra sus enemigos, Juan estaba
instruyendo a sus hermanos sobre la tierra para que
hicieran lo mismo; ahora, habiendo revelado la segura
destrucción de la ramera !Jerusalén!, Juan muestra a la
Iglesia del siglo primero cuál debe ser su deber cuando
caiga Jerusalén. No deben lamentar su fin, sino alabar a
Dios por la ejecución de su venganza sobre ella. La
voluntad de Dios ha de ser ejecutada en la tierra así como
en el cielo. Al mostrar el modelo del culto celestial, Juan
revela también la voluntad de Dios para el culto terrenal.

631
La destrucción de la Jerusalén apóstata en nombre de
Cristo y de su Iglesia fue en el año 70 d.C. la demostración
de que la salvación y el poder y la gloria pertenecen a
Dios - una frase que recuerda el regocijo de David cuando
los preparativos para construir el edificio del Templo
habían concluido: "Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y
el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas.
Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre
todos" (1 Crónicas 29:11). Cristo también aludió al texto
de David en el Padrenuestro, Mateo 6:13 "Tuyo es el
reino y el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén”. El
cántico también cita la celebración de David, en el Salmo
19:9, de la abarcante autoridad de la Ley: "Los juicios de
Jehová son verdad, todos justos". En cumplimiento de las
maldiciones de la Ley sobre la ciudad apóstata, el nuevo
Israel de Dios se incorpora al cántico, afirmando que sus
juicios son verdaderos y justos.

La destrucción de Israel también mostró la justicia de


Dios. El honor de Dios no podría soportar la blasfemia de
su nombre ocasionada por la rebelión de su pueblo
(Romanos 2:24). La prueba de que "sus juicios son
verdaderos y justos" es precisamente el hecho de que Él
ha vengado a su propio pueblo, rechazando a los que
habían sido llamados por su nombre: porque él ha
juzgado a la gran ramera que ha corrompido la tierra con
su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la
mano de ella. Esto establece la conexión entre la ramera
y la "Jezabel" que buscaba destruir a las iglesias
(Apocalipsis 2:20-24). Jezabel, la reina ramera (2 Reyes
9:22), había atraído a Israel del culto al verdadero Dios al
culto al estatismo y a la idolatría (1 Reyes 16:29-34). Ella

632
había perseguido y asesinado a los profetas (1 Reyes 18:4,
13), y levantado testigos falsos para que calumniaran a
los justos en los tribunales (1 Reyes 21:1-16). Por eso,
Jehú fue ordenado por el mensajero de Dios para que
destruyera la casa de Acab, "para que yo vengue la sangre
de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los
siervos de Jehová, de la mano de Jezabel" (2 Reyes 9:7).
Los adúlteros devaneos y coqueteos con el paganismo
son comparados por los profetas con las "fornicaciones y
hechicerías" de Jezabel (2 Reyes 9:22): de la misma
manera en que ella "se pintó los ojos y adornó su cabeza"
en un vano intento por evitar la destrucción (2 Reyes
9:30-37), Israel hizo lo mismo en vano: Y tú, destruida,
¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te
adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio
tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus
amantes, buscarán tu vida. (Jeremías 4:30)(Ezequiel
23:40).

El arrepentimiento podría haber salvado a Jerusalén, pero


la ramera rehusó inflexiblemente hacer esto, y así Dios se
vengó de ella por su persecución de los justos. El Señor
Jesús marcó a Jerusalén como el objeto de la ira
vengadora de Dios. Hablando del derramamiento de las
maldiciones del pacto que culminarían con la destrucción
de Jerusalén en el año 70 d. C., dijo: "Porque estos son
días de retribución, para que se cumplan todas las cosas
que están escritas" (Lucas 21:22). Por medio de Moisés,
Dios había advertido de la futura apostasía de Israel,
cuando Israel le despertaría a celos sirviendo a otros
dioses (Deuteronomio 32:15-22), atrayendo segura
destrucción sobre ellos mismos y sobre su tierra
(Deuteronomio 32:23-43). Cuatro veces en este pasaje

633
Dios amenaza que su venganza alcanzará a los apóstatas:
"Mía es la venganza y la retribución" (v. 35); "yo tomaré
venganza de mis enemigos, y daré la retribución a los que
me aborrecen" (v. 41); "Alabad, naciones, a su pueblo,
porque él vengará la sangre de sus siervos, y tomará
venganza de sus enemigos, y hará expiación por la tierra
de su pueblo" (v. 43).

3
Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por
los siglos de los siglos

En la segunda división del cántico, la gran multitud repite


el estribillo: ¡Aleluya! Nuevamente, la razón de la
alabanza de reconocimientos es un piadoso regocijo por
la destrucción del enemigo de la Iglesia, el judaísmo de
Jerusalén la ramera, pues su humo sube por los siglos de
los siglos. Como hemos estudiado anteriormente en
(Apocalipsis 14:11)(18:2, 9), esta expresión “humo” se
basó en la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis
19:28), mientras la fraseología específica ha sido tomada
prestada de la descripción de Isaías del castigo de Edom
(Isaías 34:10). Se usa aquí para indicar la naturaleza
permanente de la caída de Babilonia o de la ciudad de
Jerusalén.

4
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes
se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba
sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!

La tercera sección de la alabanza celestial encuentra a los


veinticuatro ancianos y a los cuatro seres vivientes - que
representaron a los seres de alto rango celestial que

634
ahora está tomando parte distintiva en el cántico, ¿Qué
hicieron? Se postraron en adoración reverencial delante
de la soberanía del Dios de los cielos y de la tierra. Esta
misma escena la vimos en (Apocalipsis
4:10)(5:14)(7:11)(11:16). Ese acto de adoración expresó el
reconocimiento de que Dios fue fiel en el cumplimiento
estricto de todo lo que prometió a su iglesia en el primer
siglo. Ellos dijeron amén porque aprobaron todo lo que le
aconteció a la ramera de Jerusalén !Babilonia!.

5
Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro
Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños
como grandes

No se nos dice de quién es la voz que pronuncia la cuarta


sección de la alabanza celestial desde el trono, pero de
ella salió una orden de alabar a Dios para que dicha
alabanza la hicieran todos los siervos temerosos de Dios
pequeños y los grandes.

6
Y oí como la voz de una gran multitud, como el
estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes
truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro
7
Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y
démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado.
8
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las
acciones justas de los santos

635
Hemos visto que el primer ¡Aleluya! de la "gran multitud"
había alabado a Dios por su soberanía, como se muestra
en el juicio de la gran ramera !Jerusalén!. El cuarto
¡Aleluya!, en esta porción quinta y final de la alabanza
celestial, alaba a Dios nuevamente por su soberanía, esta
vez como se muestra en el matrimonio entre el Cordero y
su Esposa la Iglesia. La destrucción de Jerusalén y el
matrimonio entre el Cordero y su Esposa la iglesia - el
divorcio y las bodas - son eventos correlativos. La
existencia de la Iglesia como congregación del Nuevo
Pacto marca una época enteramente nueva en la historia
de la redención donde Dios está introduciendo "el mundo
venidero" (Hebreos 2:5)(6:5), la era de cumplimiento,
durante los últimos días antes del añ0 70 d.C.. El
pentecostés fue el principio de un Nuevo Pacto. Con el
divorcio final y la destrucción de la esposa infiel en el año
70 d. C., el matrimonio entre la Iglesia y su Señor quedó
firmemente establecido.

La multitud de los redimidos se regocija: ¡La Esposa está


preparada! El deber de los apóstoles durante los últimos
días antes del 70 fue el de preparar a la Iglesia para sus
nupcias. Pablo escribió sobre el sacrificio de Cristo como
la redención de la Esposa y el comienzo de las bodas del
Cordero en la cruz: Él "amó a la Iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra; a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha" (Efesios 5:25-27). Pablo
extendió esta imagen al hablarles a los corintios de la
meta de su ministerio: "Porque os celo con celo de Dios;
pues os he desposado con un solo esposo, para

636
presentaros como una virgen pura a Cristo". Pero existía
el peligro de que la Iglesia fuera seducida para que
fornicara con el dragón (imperio romano); el apóstol
temía que, "como la serpiente con su astucia engañó a
Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados
de la sincera fidelidad a Cristo" (2 Corintios 11:2-3). Al
acercarse el final de la crisis de aquellos días antes del
año 70 d.C., cuando muchos “creyentes” se estaban
apartando de la fe y yéndose tras varias herejías, Judas
escribió a la Iglesia un apresurado mensaje de urgencia
(Judas 3), en el cual instaba a la Esposa a permanecer fiel
a su Señor, confiándola a "aquél que es poderoso para
guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de
su gloria con gran alegría" (Judas 24).

Pero ahora Juan ve una visión de la Iglesia en su gloria y


su pureza, habiendo enfrentado con éxito sus pruebas y
tentaciones, habiendo pasado por grandes tribulaciones a
la posesión del Reino como la Esposa de Cristo. Contrario
a lo que el imperio romano de Roma esperaba, la
destrucción de Jerusalén no fue el fin de la Iglesia. En vez
de eso, fue el pleno establecimiento de la Iglesia como el
nuevo templo, la declaración final de que Dios había
tomado para sí una nueva Esposa, una virgen fiel, casta,
que había resistido con éxito las seductoras tentaciones
del dragón (imperio romano).

Ella se había preparado por medio de persecución, y éste


era su día pleno de bodas. El cántico de alabanza
continúa: Y a ella se le ha concedido que se vista de lino
fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino es las
acciones justas de los santos. Ya hemos visto al lino usado
como símbolo (Apocalipsis 15:6)(3:4)(4:4)(7:9,14); ahora,

637
se dice explícitamente que su significado simbólico es las
acciones justas de los santos. A éstos santos se les
concedió por gracia que se vistieran del lino fino de las
acciones justas.

La cena de las bodas del Cordero

9Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que


son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me
dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

A Juan se le instruyó que escribiera la cuarta y central


bienaventuranza del libro de Apocalipsis:
Bienaventurados los que son llamados a la cena de las
bodas del Cordero. El pueblo creyente del Cordero de
Dios en el primer siglo fue salvado de la prostitución de la
ramera de Jerusalén para convertirse en la Esposa fiel del
Cordero que ahora en el cielo los llama a la cena de las
bodas del Cordero. Según el apóstol Pablo cuando corría
el año 57 d.C. Le dijo a los santos en Corinto que debían
tomar la cena del Señor hasta que él viniera, (1 Corintios
11: 26). Lo de la cena de las bodas fue una invitación a la
comunión con Cristo que abrió los cielos a la Iglesia. Dice
1 Corintios 11:26 “Así, pues, todas las veces que
comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anuncias hasta que él venga”. La mayoría del
cristianismo actual erradamente enseña al pueblo de que
un día en el futuro el planeta tierra será destruido con la
segunda venida “visible” de Cristo; pero vamos a
demostrar que no era el “mundo” físico, sino la era judía
la que fue destruida o abolida en el año 70 d.C. O en el
primer siglo. La duración de la “santa” cena o Eucaristía
“acción de gracias” estaba supeditada a la segunda

638
venida de Cristo “hasta que El viniera”. Pablo le dice que a
los corintios que al guardarla, estaban proclamando la
muerte del Señor hasta Su venida.

La palabra “hasta” (es una preposición que indica el


tiempo de lugares, acciones y cantidades) Por ejemplo:
Voy hasta el kilometro 84. Viajo hasta New Orleans.
Deme harina hasta un kilogramo nada más. Yo peso hasta
70 kilos. Etc.) Lo que se terminó en la palabra “hasta” fue
la proclamación de la muerte del Señor por medio de la
cena. Los corintios comieron la cena, y así proclamaron la
muerte del Señor, hasta el tiempo de Su venida. Hay que
notar, que los corintios esperaban en sus días de vida el
regreso de Cristo. Ellos debían comer la cena y hacer una
remembranza de la muerte de Cristo de manea
permanente hasta que El viniera de nuevo a sus días y eso
indica, que ellos estarían vivos todavía para su segunda
venida y hasta su venida.

Leemos en 1 Corintios 1:7 “De tal manera que nada os


falta en ningún don, esperando la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará
hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de
nuestro Señor Jesucristo”. Leemos en 1 Corintios 7:29
“Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta,
pues, que los que tienen esposa sean como si no la
tuviesen”. Leemos en 1 Corintios 10:11 “Y estas cosas les
acontecieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los
fines de los siglos”. Todas estas frases “hasta el fin”…”en
el día de Jesucristo”…”el tiempo es corto”…”alcanzado los
fines de los siglos”…nos enseñan la cesación de la cena
como anti tipo de la pascua, ya que Pablo dice en 1

639
Corintios 5:7 dice que “….Cristo, nuestra pascua, ya fue
crucificada por nosotros”.

Una vez venido Cristo, ya no había ninguna razón para


tomar la cena, porque lo físico siempre es sombra de lo
espiritual o celestial (1 Corintios 15:46). Ahora, nosotros
los vivientes después del año 70 d.C. no estamos en
sombras ni representaciones sino en realidad espirituales
o celestiales, como lo enseñó el autor de Hebreos 8:5
cuando dijo que las cosas que sirvieron como figura o
sombra proyectaron lo celestial. Una vez que se entiende
lo celestial, desparece esa figura material, pues no hay
necesidad de conservar la sombra. Todo lo celestial está
ubicado en el reino de Dios; porque el reino de Dios no
recibe, no admite, con consiste ni tolera carne, sangre,
comida ni bebida, ya que Pablo dice en Romanos 14:17
“porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” y 1 Corintios
15:50 afirma que la carne y la sangre de nadie pueden
heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la
incorrupción.

La naturaleza del reino de Dios no es de carácter físico


sino espiritual y celestial. En Juan 18:36 Jesús le dijo a
Pilatos que su reino no era de aquí “ni reino no es de este
mundo”. Su reino no es físico; no es un asunto de calles
de oro, tronos de oro, palacios de oro, comida vegetal. El
reino alude a la naturaleza espiritual y no a la física. El
reino de Dios estaba delante de las narices de los fariseos,
listo para aparecer sólo con que ellos quisieran cumplir
las condiciones que lo inaugurarían. En Lucas 17:20 los
fariseos le preguntaron a Jesús por el ¿Cuándo? Habría de
venir el reino de Dios, en ¿Qué estaba pensando los

640
fariseos? En un reino militar, económico, potencial y
político, pero Jesús les respondió “he aquí el reino de Dios
está entre vosotros”. Ellos querían ver algo físico y Jesús
les dijo que era un asunto espiritual. En Lucas 22:16 Jesús
le dijo a sus discípulos que no comería la pascua, hasta
que se cumpla en el reino de Dios…en el V:18 les afirma
que no bebería más del fruto de la vid, hasta que el reino
de Dios venga…en el V:29 les dice os asigno un reino,
como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y
bebáis en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a los
doce tribus de Israel. Mateo 26:29 dice “Y os digo que
desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta
aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre”.

La frase en “aquel día” de Mateo 26:29 se refiere a Su


segunda venida y el fin de la edad judía. El reino de Dios
estaba estrechamente ligado con la ciudad de JERUSALÉN
(la sede del reino Davídico). La venida del reino de Dios
estaba ligada con la segunda venida de Cristo y el fin de la
edad judía, en Mateo 24:3 Los discípulos le hicieron tres
preguntas en un solo versículo a Jesús, ¿Cuándo serán
estas cosas? ¿Qué señal habrá de tu venida?¿Y qué señal
habrá del fin del siglo? Y Jesús les dio señales como la de
Lucas 21:20 cuando viereis a Jerusalén rodeada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.
Esta señal es una de las respuestas a las tres preguntas en
una de sus discípulos, tocante a la destrucción de templo
y de Jerusalén, la sede del reino de Dios. Esta señal se
cumplió cuando Tito destruyó el templo y a Jerusalén en
el año 70 d.C. La frase en Mateo 26:29 “lo beba nuevo”
con vosotros en el reino de mi Padre” indica algo nuevo
en calidad o en el sentido de que nunca lo fue como antes

641
o como el anterior, o nuevo como en superioridad en
contraste con el antiguo fruto de la vid. Nuevo es del
griego Kainos y significa “nuevo en naturaleza, mejor que
el viejo, superior en valor y atracción”. ¿Cuándo entraría
kainos en función? Cuando se cumplieran todas las cosas
que estaban escritas o se cumplieran en la “edad
venidera” que comenzó en el año 70 con la terminación
del templo hecho por manos del hombre para dar inicio al
templo eterno de Dios en la esfera espiritual. Todos los
profetas esperaban el día cuando Dios haría algo nuevo,
un pacto nuevo, un gobierno nuevo (Jeremías 31:31),
donde produciría un nuevo corazón (Ezequiel 36:26), un
nuevo espíritu (Juan 3:5,6), una nueva vida (2 Corintios
5:17), una nueva creación y un nuevo Israel (Gálatas 6:15)
y finalmente, un cuelo nuevo con una nueva Jerusalén
(Apocalipsis 21:1,2)(Gálatas 4:26)(Hebreos 12:22). Ya
estaba profetizado en Apocalipsis 21:5 que Dios haría
“nuevas todas las cosas”. Todas es cosas nuevas llegarían
a su perfección cuando la vieja edad del judaísmo se
terminará. Es después de la destrucción del templo y de
Jerusalén (los viejos cielos y tierra) que los nuevos cielos y
tierra son establecidos en la esfera celestial/espiritual. El
fin del viejo pacto y el comienzo del nuevo pacto
marcarían el tiempo cuando Cristo bebería del vino nuevo
con sus discípulos en el reino de Dios.

Durante el período de transición (confirmación hasta


cumplimiento), es decir, desde la confirmación de las
cosas en la cruz hasta el cumplimiento definitivo de todas
las cosas con la segunda venida de Cristo, la cena tendría
un nuevo sentido, que hasta Hebreos 9:28 no había
alcanzado su perfección y sentido. Por ejemplo: En
Colosenses 1:13 el reno de Dios estaba presente, había

642
gente ya trasladada al reino del amado Hijo; pero
esperaban en fe su plena consumación o perfección de lo
que Jesús dijo en Lucas 21:29-31.

Lo mismo podemos decir acerca de la salvación. Todos los


creyentes de las iglesias en los días de los apóstoles eran
salvos según Efesios 2:8,9; pero en Romanos 13:11 en el
año 56.d.C. cuando se escribió la carta, el apóstol les dice
“estaba más cerca su salvación que cuando creyeron” y
en Hebreos 9:28 se les que Cristo les vendría por segunda
vez y sería visto de los que le esperaban para salvación.
¡Te das cuenta! Ellos esperaban en fe lo que ya tenían;
pero debían esperar la destrucción del templo y de
Jerusalén para entrar en la perfección de eso que les fue
confirmado. Cuando la iglesia empezó en Hechos 2 y en
Jerusalén a observar lo de la cena desde Pentecostés,
ellos participaron literalmente de una copa y un pan y lo
hicieron mientras esa cena vendría con un nuevo sentido.
Ahora, mientras esa cena se practicara, todavía no habría
de alcanzar su perfección. En el año 70 d.C. cuando les
regresó el Señor por su vez sin relación con el pecado, sin
relación con representaciones físicas ni literales, aquella
cena llegó a su fin como representación de Cristo. Allí
alcanzó su perfección, su nuevo sentido, por eso, Pablo le
dice a los Corintios “…beberéis esta copa, anunciando la
muerte del Señor hasta que él venga”. Una vez que el
Señor ya les vino, entonces, en revelación anticipada,
Pablo dice en 1 Corintios 10:16,17 que la copa es la
comunión de la sangre de Cristo y el pan es la comunión
del cuerpo de Cristo. Observa que la palabra clave para
copa y pan es “comunión” este es su nuevo sentido, su
perfección.

643
Si las iglesias del siglo XXI y posteriores, ahora y hoy en
día, están celebrando literalmente la copa y el pan,
entonces, están anunciando con el rito otra venida y sería
la tercera venida de Cristo, y que todavía no hay reino,
¿Dónde hay en la Biblia una tercera venida de Cristo?. Las
iglesias que dan cena física, están predicando una
salvación no realizada. Predicando por la obra de la cruz,
una salvación confirmada, pero no una salvación
consumada y confirmar y cumplir son dos cosas
diferentes. Ellas están en la confirmación no en la
consumación de todas las cosas. Por cuanto todo fue
cumplido, no hay necesidad del rito físico de la cena con
pan y vino. Por cuanto todo fue consumado y
perfeccionado, es que ya no necesitamos la
representación con pan y copas de vino, no estamos en lo
animal sino en lo espiritual. Nos encontramos no en las
sombras sino en las realidades a disfrutar.

El A/T nos enseña que aun la liberación de la pascua no


fue consumada hasta que los israelitas jóvenes entraron a
la tierra prometida. Ellos comieron la primera pascua
mientras estaban dentro de la esclavitud de Egipto. Ellos
estaban dentro de Egipto en sombra de una liberación y
una redención. En Número 9:5 leemos que comieron otra
vez, mientras estaban vagando en el desierto. Y luego en
Josué 5:9-10 entraron a la tierra prometida. Una vez que
entraron a lo perfecto, a lo que ya no es sombra, los
milagros y señales que Dios les hizo anteriormente
cesaron. Así también cuando nosotros ahora y hoy por
entendimiento alcanzamos la tierra prometida de lo
celestial, eterno y espiritual como (cielos nuevos, nueva
Jerusalén), los milagros cesan, las sombras no tienen
efectos, las lenguas cesan, las profecías cesan, lo que

644
estaba en parte cesa, el pan y el vino cesa. Cuando tú
estás ubicado en sentido espiritual y celestial bajo un
cielo nuevo o dentro de lo perfecto de Dios por
consumación, no necesitas milagros externos, no
necesitas “santas cenas” lo que necesitas es vivir
disfrutando totalmente la plenitud de lo que ya fue
cumplido para tu deleite espiritual (lo animal primero
(ritual) , luego lo espiritual).

Mientras la manifestación plena del reino de Dios no


había llegado en el 70, la iglesia primitiva necesitó por
medio del pan y la copa física, hacer una remembranza
del pasado, es decir, de la muerte de Cristo, que sostenía
su fe en espera, pero una vez que estamos dentro del
reino establecido y triunfante, no necesitamos
remembranzas sino celebraciones de acción de gracias sin
ritual alguno. Esto es lo que ojo no vio. Esto es lo que
nadie a ti nunca te enseño. Esto es lo que nadie te ha
enseñado desee hace dos mil años, pero que ahora lo
tienes a la vista.

La consumación de todas las cosas prometidas ya pasó


“las primeras cosas pasaron”. El reino de Dios fue
arrancado de la nación física de Israel (que violó el
pacto)(Mateo 21:43) y fue dado a la nación espiritual de
Israel (la Iglesia) que guarda el Nuevo Pacto, la nueva
relación con Dios. La “cosecha” en el fin de esa edad
ocurrió en el año 70 d.C., y el reino fue transferido del
ambiente físico al espiritual o celestial. Todos los que
sirvieron al cristianismo de tropiezo” (como fueron los
judaizantes con su judaísmo ritualista y legalista) fueron
quitados de en medio (eran un estorbo a los planes de
Dios), porque la ciudadanía del nuevo Israel de Dios es

645
ahora determinada por nacimiento espiritual (fe en el
Cristo del Israel de Dios (Gálatas 6:15); y la justicia de
Cristo ha sido imputada a los ciudadanos celestiales.
Ahora vemos claramente que “todo el Israel” de Dios ha
sido salvado. ¡El Pecado y la muerte ya no tienen dominio
en el reino de Dios! Porque fueron quitados de en medio
(Hebreos 9:26)(Hebreos 2:14,15). El hecho de que
todavía veas pecadores en este mundo, en el campo
material no tiene nada que ver con la victoria y los
efectos consumadores y efectuados del reino de Dios.
Mientras exista sobre la tierra “hombre vivo”, existirá una
“naturaleza pecaminosa” haciendo de las suyas. Nuestro
trabajo de concientización es largo en esta tierra, por eso
tu amado lector de este maravilloso libro de
conocimientos consumados comienza a concientizar a
otros para que los pongas a reinar en vida y libertad a
eternidad. Es muy cierto, que nos queda trabajo que
hacer aquí en la tierra, pero ¡esto no cambia el hecho de
que nuestro Señor y su reino han obtenido la victoria para
nosotros! Solo los que son espiritualmente ciegos y
sordos niegan este hecho. El templo fue destruido y el
sacrificio y los ritos con pan y vino ya cesaron. La justicia
eterna fue establecida. El “fin del pecado” no solo fue
logrado sino fue plenamente aplicado ahora y hoy y para
este tiempo. Tu verdadera cena es Apocalipsis 21:3 el
tabernáculo de amistad, de comunión, de relación eterna
con Dios.

10Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo:


Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus
hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a
Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía

646
Juan cae a los pies del ángel para adorarle, y el ángel
replica concisamente: No lo hagas. ¿Por qué se registra
este incidente (repetido en (22:8-9) en el Libro de
Apocalipsis? Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. La
respuesta es que el término adoración (proskuneo, en
griego) significa simplemente "la costumbre de postrarse
uno delante de una persona y besar sus pies, la orilla de
su vestimenta, el suelo, etc) y puede usarse, no
solamente para el homenaje que se le rinde a Dios (o,
pecaminosamente, a un dios falso), sino también como la
correcta reverencia debida a los superiores (Génesis
18:2)(19:1)(23:7,12)(27:29)(33:3,6-7)(37:7,9-
10)(42:6)(43:26,28)(49:8). Era completamente correcto
que Lot "adorara" a los ángeles que le visitaron, y que los
hijos de Israel "adoraran" a José. Mateo usa la palabra
para describir la reverencia de un esclavo delante de su
amo (Mateo 18:26, y Juan la emplea para registrar la
promesa de Cristo a los fieles filadelfianos, de que los
judíos serían forzados a "venir y postrarse [proskuneo]" a
los pies de ellos (Apocalipsis 3:9). Por lo tanto,
suponiendo que Juan no estaba ofreciendo una adoración
divina al ángel, sino más bien haciendo una reverencia a
un superior, la respuesta del ángel puede entenderse más
claramente. Antes de Pentecostés, era apropiado que
meros hombres se inclinaran delante de ángeles, pero ya
no lo es. "No lo hagas", exclama el ángel: "Yo soy
consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el
testimonio de Jesús". El ángel está en nivel de igualdad
con Juan (son consiervos del mismo Dios).

647
El jinete del caballo blanco

11Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo


blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero,
y con justicia juzga y pelea

Estos versículos describen por medio de la figura de “un


caballo blanco” la victoria de Cristo cabalgando en su
carácter de “fiel y verdadero” (pistós kai aleithinós) para
reinar como el VERBO DE DIOS.

12Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su


cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno conocía sino él mismo

En la figura “sus ojos eran llama de fuego” (Apocalipsis


1:14) el Señor Omnisapiente, es el escrutador judicial de
los pensamientos y las intenciones del corazón de sus
enemigos. Y había en su cabeza muchas diademas. El
vocablo diademas (diadéimata) es una señal de realeza y
tenía un nombre escrito en su intimidad secreta que no le
fue revelado a Juan.

13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su


nombre es: EL VERBO DE DIOS.

El jinete del caballo blanco estaba vestido con un manto


sumergido en sangre la sangre de los enemigos de Cristo,
las "uvas de la ira" de (Apocalipsis 14:20) quiénes serían
derrotados en la batalla del gran día del Dios
Todopoderoso y su nombre es el Verbo de Dios de Juan
1:14 es decir, el creador de todo lo creado. El jinete del
caballo blanco es el fiel y verdadero y a su vez es el verbo

648
de Dios !Jesucristo!. Las conquista por medio de su boca.
Nuevamente, no es la Segunda Venida lo que es
presentado aquí, sino más bien la derrota de las naciones
por medio de la palabra desnuda de Cristo.

14Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,


blanco y limpio, le seguían en caballos blancos

Para un jinete en caballo blanco, sus ejércitos en caballos


blancos. Pero hay una notable diferencia entre el jinete y
los ejecitos del jinete !Jesucristo! ¿Cuál es? Que el jinete
Jesucristo su manto está tenido en sangre porque actúa
como guerrero, en cambio, los ejércitos del jinete están
vestidos de lino fino porque no portan armas de guerra,
¿Por qué esto? Porque sólo el jinete es peleador debido a
su vestimenta.

15De su boca sale una espada aguda, para herir con ella
a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa
el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso

La figura de la espada aguda fue tomada de aquella


espada larga que las legiones romanas usaban para
atacar a sus enemigos. Aquí simbólicamente el jinete
Jesucristo la usa para herir judicialmente a las naciones y
regirlas con vara de hierro que es la justicia como un
instrumento retributivo. Esto es lo que el apóstol Pablo le
dijo a los santos en Tesalónica en 2 Tesalonicenses 1:6
“Porque es justo delante de Dios pagar con
tribulación...en llama de fuego para dar retribución a los
que os atribulan...”. La figura Y el pisar el lagar del vino
del furor y de la ira del Dios Todopoderoso es la tercera

649
que se usa aquí para describir la manifestación de la ira
del guerrero Jesucristo contra sus enemigos, ya que los
sustantivos furor (thymou) e ira (orgéis) describen el
carácter judicial de la escena irascible del Todopoderoso.

16Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este


nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES

Este versículo culmina la descripción del jinete del caballo


blanco !Jesucristo!. Este extenso significado para el jinete
quedó escrito en su vestidura tenida en sangre y en su
muslo. Este título es el fundamento, no el resultado, de la
victoria del jinete !Jesucristo!. El conquistó a la bestia y a
los reyes de la bestia por el fundamento que poseía cuál
fue y es Rey de reyes y Señor de señores.

17Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a


gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio
del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
18para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y
carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y
carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes

La victoria del jinete del caballo blanco sobre sus


enemigos es anunciada antes que se libre el choque
frontal entre el Rey de reyes y los reyes de la bestia. Esta
es la segunda de las siete visiones finales, cada una de las
cuales comienza con la frase "Y vi". Este capítulo comenzó
con una fiesta y cena de bodas del Cordero. Pero aquí se
proclama otra gran fiesta. La escena trae un ángel que
está de pie en el sol (símbolo de gobierno), quien invita a
todas las aves de rapiña que vuelen por en medio del
cielo. Hemos visto que la expresión "en medio del cielo"

650
es el mismo lugar en el cual el águila advirtió que
vendrían los ayes en Apocalipsis 8:13, y en el cual invitó a
los gobernantes de la tierra a abrazar el evangelio eterno
en Apocalipsis 14:6. Ahora en esta escena el ángel invitó a
las águilas a la gran cena de Dios, donde pueden saciarse
de la carne de los enemigos de Cristo que fue la carne de
los reyes, la carne de caballos y de sus jinetes, y la carne
de todos los hombres, libres y esclavos, pequeños y
grandes. En Apocalipsis 8:13 vemos que una maldición
básica del pacto es la de ser comido por las aves de presa
(Mateo 24:28), y ya no hay nadie que pueda espantar a
los carroñeros (Apocalipsis 15:11)(Deuteronomio 28:26).
El lenguaje de Juan ha sido tomado prestado de la
invitación de Dios, por medio de Ezequiel, a las "aves de
toda especie y a toda fiera del campo" a devorar los
cadáveres de sus enemigos, los ejércitos de los paganos
que habían hecho guerra contra Israel: “Juntaos, y venid;
reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para
vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel;
y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de
fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de
carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de
toros, engordados todos en Basán. Comeréis grosura
hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de
las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis
sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos
los hombres de guerra, dice Jehová el Señor. (Ezequiel
39:17-20). El significado es claro: Las naciones que
rehusaron en el primer siglo a someterse al señorío de
Cristo, fueron destruidas completamente. El Señor invitó
a las aves a comer una comida sacrificial porque el
sacrificio implicó purificación y restauración. Así, como en
Ezequiel 39, la imagen de las aves de presa en Apocalipsis

651
19:17 no sólo subrayó la totalidad del juicio, sino que
apuntó al anverso del juicio, purificación y redención.

19Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,


reunidos para guerrear contra el que montaba el
caballo, y contra su ejército.
20Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta
que había hecho delante de ella las señales con las
cuales había engañado a los que recibieron la marca de
la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron
lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con
azufre.
21Y los demás fueron muertos con la espada que salía
de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves
se saciaron de las carnes de ellos

La tercera visión en esta sección, fue marcada


nuevamente por las palabras: "Y vi", para revelar la
derrota de la bestia en su guerra contra el reino de Cristo.
Las dos bestias (Nerón y Gessio Floro) fueron apresadas y
arrojadas vivas en el lago de fuego, el lavatorio ardiente
(Apocalipsis 15:2), el basurero que ardía con azufre. La
imagen de este “basurero” fue tomada del relato de la
destrucción de Sodoma y Gomorra ("fuego y azufre"),
alusiva al relato de los rebeldes Coré, Datán, y Abiram, los
que, con todas sus familias, fueron tragados vivos por la
boca de la tierra que fue su lago de fuego: "Y ellos, con
todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los
cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la
congregación" (Números 16:31-33).
Por lo tanto, lo que Juan quiere no es proporcionar una
detallada escatología de la bestia y del falso profeta;
todavía menos intenta describir la caída de Roma en el

652
año 410-476 d.C.. Más bien, el lago de fuego fue una
descripción simbólica de la completa derrota y
destrucción de estos enemigos del primer siglo en su
intento de apoderarse del reino que no les pertenecía. La
perversas personificaciones de la Roma pagana y del
Israel apóstata están arruinadas y derribadas (significado
de lago de fuego).
El progresar el evangelio a través de las edades después
del año 70 d.C. Obtuvo más y más victorias, hasta que
todos los reinos de este mundo hasta la actualidad han
venido a ser los reinos de nuestro Señor y de su Cristo;
donde Él ya está con todos los reconciliados reinando por
los siglos de los siglos.

APOCALIPSIS 20:1-15

El reinado de los mil años

1
Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del
abismo, y una gran cadena en la mano
2
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el
diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
3
y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre
él, para que no engañase más a las naciones, hasta que
fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser
desatado por un poco de tiempo.

Apocalipsis 20 es el capítulo más sobresaliente y aun el


más controvertido de todo este libro. Este capítulo nos
lleva el pensamiento al comienzo de la era del nuevo
testamento, regresando al principio de la dispensación
predominante de aquella época. La importancia de este

653
capítulo estriba en un reino de mil años. Este capítulo es
el único pasaje que hace mención de los mil años. Ningún
apóstol en ninguna epístola sea de Pablo, de Pedro, de
Santiago etc., jamás mencionó el famosos período de
tiempo “mil años”, ni tal dispensación, ni tal era milenio o
milenial o de esperanza, porque posiblemente no lo
vieron como una doctrina apostólica, o a la esperanza y
deber cristiano del primer siglo. Apocalipsis 20 fue el
clímax de una imagen que empezó con la escena de la
derrota en el capítulo 6:9 y terminó con la escena de
victoria en el capítulo 20:4.

Cuando Juan dijo “vi” visualizó un acto contemporáneo


con los eventos aquí presentados, pues, ya según
Apocalipsis 1:3 el tiempo estaba cerca, porque estos
eventos eran las cosas que debían suceder pronto, V:1
dentro de los límites del tiempo del cumplimiento del
libro de Apocalipsis.

La pregunta del millón es esta ¿Fueron mil años literales o


espirituales? ¿Se dieron en la tierra o se cumplieron en el
cielo? ¿Fue un reinado terrenal o fue un reinado con
Cristo en el campo celestial?. Los mil años se abren como
un paréntesis entre los grandes esfuerzos que el dragón,
la serpiente antigua, el diablo y Satanás hace para tratar
de destruir a la iglesia del primer sigo bajo constantes
presiones de persecución, (Apocalipsis 1:9)(Apocalipsis
2:10)(Apocalipsis 3:10)(Mateo 24:21,29,39)(2
Tesalonicenses 1:8)(Lucas 21:20). Entonces, los eventos
de Apocalipsis 20 fueron contemporáneos a Juan en sus
días y uno de esos eventos es conocido como “los mil
años” o “milenio” si así se quiere denominar, y este el
tema de estudio que ahora nos atañe.

654
Los símbolos utilizados en Apocalipsis 20:1-3 objetivan y
definen el qué consiste el atar de Satanás (imperio
romano). El texto del V:1 no identifica al ángel designado
para esta misión de encarcelar al enemigo del pueblo de
Dios. La frase que descendía del cielo (katabainonta tou
ouranou) sugiere que Juan contempló el descenso del
ángel del cielo al territorio de Judea o la tierra donde
Satanás (el imperio romano) ha estado confinado desde
la segunda mitad de la tribulación (Apocalipsis 12:9). el
ángel trae del cielo la llave del abismo (tein klein teis
abyssou) y una gran cadena en la mano (kai halysin
megálein epi tein ckeira aotou). La llave como la cadena
son figuras de dicción. La lleva es la autoridad del ángel
para abrir el abismo y la cadena para neutralizar al
enemigo del pueblo de Dios en el primer siglo. Y prendió
al dragón (imperio romano) (kai ekráteisen ton drákonta).
El verbo prendió (ekráteisen) significa que ejerció su
poder sobre el dragón porque lo tenía por soberanía. El
hecho destaca que Satanás (el imperio romano) es
apresado donde el ángel celestial se apoderó de él, lo
puso bajo su dominio. Los sustantivos que usó Juan
fueron dragón por su carácter repulsivo; serpiente
antigua por su astucia y oposición antigua desde el
Génesis y Satanás por ser el adversario activo de los
seguidores del Cordero en el primer siglo. Y lo ató por mil
años (kai édeisen auton chilia etei) es un indicativo de
encadenar. Si este Satanás fue un espíritu invisible
volador en los aires, ¿Puede un ser espiritual ser atado
con una cadena? La respuesta se centraliza en el término
atar (édeisen). Juan con este término está utilizando un
antropomorfismo es decir, que usa un vocabulario
humano para expresar una verdad espiritual que de otro

655
modo sería incomprensible a la mente de sus lectores de
las 7 iglesias del Asia menor.

El gran dragón (Satanás- imperio romano) operó en el


primer siglo, pero dentro de ese período hubo un tiempo
en que vino el ángel del cielo y ató al dragón por mil años.
Pero, ¿Qué hizo el dragón mientras no estuvo atado
durante la gran tribulación que comenzó en el año 67 y
terminó en el 70 d.C.? Apocalipsis 13:5 dice que a este
dragón se le dio autoridad para actuar 42 meses (3 ½
años) (1.260 días) que duró su gran tribulación. Este
dragón se dedicó a blasfemar contra Dios, contra su
nombre, contra su tabernáculo, y contra los moradores
del cielo, V:6. Y se le permitió hacer guerra contras los
santos y vencerlos. Por eso, es que Juan ve en Apocalipsis
20:4 a las almas de los decapitados por causa del
testimonio de Jesús, los que no habían adorado a la bestia
(dragón) ni a su imagen, y que no recibieron la marca en
sus frentes ni en sus manos. La actividad del dragón fue
una gran tribulación contra todo el mundo que no lo
adoró, pero llegó el ángel del cielo y lo ató por mil años
para que no engañase más a las naciones para la guerra,
hasta que fuesen cumplidos mil años.

La cuestión del milenio se centra en el reino mediador de


Cristo, ¿Cuándo comenzó el reino de Cristo? Desde el día
de Pentecostés en adelante, comenzó el reino de Cristo
con su resurrección/ascensión (Hechos 2:30-36), y
continuó hasta que todas las cosas haya fueron sometidas
completamente bajo sus pies (1 Corintios 15:27,28). En
estos términos, "el milenio" fue simplemente el reino de
Cristo. Fue inaugurado en el primer advenimiento de
Cristo, y estuvo en existencia hasta el segundo

656
advenimiento de Cristo que se dio inmediatamente
después de la gran tribulación de aquellos días (Mateo
24:29,30) en el año 70 d.C.

La descripción de Juan en 1 Juan 3:18 "para esto apareció,


para deshacer las obras del diablo" fue un claro indicador
del ángel celestial atando a Satanás que en sentido
“opositor” indicaron los dolores, las penas, las
enfermedades y locuras sufridas por muchos hombres
antes de la cruz. En términos de este propósito, el Señor
comenzó a "atar al hombre fuerte" durante su ministerio
terrenal antes de la cruz; habiendo completado
satisfactoriamente su misión, ahora está saqueando la
casa de Satanás y llevándose sus bienes: “Pero si yo, por
el Espíritu de Dios, echo fuera los demonios, ciertamente
ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque, ¿cómo
puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y
saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces
podrá saquear su casa. (Mateo 12:28-29)(Lucas 11:20-22).
Toda la lucha de Jesús (el ángel celestial) contra los
demonios fue establecida por la antítesis entre el reino y
la dominación de Satanás en su sentido de oposición. El
poder superior de Jesús sobre los demonios demostró o
estaba demostrando el progreso de parte del reino de
Dios. Lo ató y venció en la tentación en el desierto (Mateo
4). Lo ató y venció como 'el príncipe de este mundo' en
(Juan 12:31)(14:30)(16:1). Desde el comienzo de sus
actividades públicas, el poder del (ángel celestial) Jesús
sobre Satanás ya se había afirmado, probado por el hecho
mismo de echar fuera demonios de los poseídos por el
diablo (Marcos 1:24)(Lucas 4:34)(Marcos 5:7)(Mateo
8:29)(Lucas 8:28,31). Estos demonios aun consideraron
La venida de Cristo como Su propia destrucción (Marcos

657
1:24)(Lucas 4:34) como Su tormento (Mateo
8:29)(Marcos 5:7)(Lucas 8:28) implorándole a Jesús que
no los 'mande al abismo', es decir, el lugar de sufrimiento
eterno (Lucas 8:31)(Apocalipsis 20:3). Todo esto muestra
que en la persona y la venida de Jesús el reino había
venido a ser una realidad presente, un milenio de paz
para los atormentados. Finalmente en el contexto de
Lucas 10:18-19. Jesús ha enviado a los setenta (de dos en
dos), donde después de terminada su misión contra el
diablo regresan a él y gozosamente le cuentan el éxito de
ella. Y luego Jesús les dice: 'Yo veía a Satanás caer del
cielo como un rayo'. Por eso él acepta el gozo de los que
había enviado, y les muestra los antecedentes del poder
de ellos sobre los demonios. El significado es claro:
Satanás mismo ha caído con gran fuerza de su posición de
poder. Esto es lo que Jesús había visto con sus propios
ojos.

Todo esto es una clara demostración que el tiempo que la


venida del reino de los cielos había llegado. La redención
ya no era un asunto futuro para la cruz, sino que se había
convertido en presente en aquellos días antes de la cruz.
En esa lucha en victoria el Señor Jesús mismo les da el
poder a sus discípulos, para ellos sigan pisando en su
nombre sobre serpientes y escorpiones (enfermedades y
locuras mentales) y nada sería imposible para ellos y con
broche de oro se cierra este atar de Satanás cuando el
autor de Hebreos 2:14 dice que Cristo con su muerte
destruyó al diablo. Esto fue una era milenaria sin
oposición al poder del ángel celestial Jesús.
Antes del año 70 d.C. Y después de la cruz, el apóstol
Pablo vislumbraba en Romanos 16:20 el hollamiento de
Satanás (judaísmo) bajo los pies de los cristianos, él le dijo

658
a los santos en Roma que en “breve” acontecería, ¿Qué
era? La caída del judaísmo su más acérrimo enemigo,
diablo o Satanás que ellos tenían en el primer siglo antes
de que vinieran en persecución las legiones romanas.

Entonces, el encadenamiento de Satanás para que no


engañe más a las naciones en Apocalipsis 20:3 se refería a
Su incapacidad de impedir que el mensaje del evangelio
en el primer siglo tuviera éxito. Antes de la venida de
Cristo en el año 70 d.C., Satanás controlaba a las
naciones; pero ahora su control de muerte ha sido hecho
añicos por el evangelio, al esparcirse por todo el mundo
las buenas nuevas del reino de Dios. El Señor Jesús envió
al apóstol Pablo "Para que les abriera los ojos (a las
naciones gentiles), para que se convirtieran de las
tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para
que recibieran, por la fe en Jesucristo, el perdón de
pecados y la herencia entre los santificados" (Hechos
26:18). Cristo vino a "regir a los gentiles" (Romanos
15:12). Pero el hecho primerizo de que Satanás haya sido
atado por la expansión del evangelio de la gracia no
significaba en el primer siglo que todas sus actividades
habían cesado. Satanás es un cambio de escenarios de
oposición. Satanás en el primer siglo fue el pecado, las
enfermedades, las locuras mentales llamadas “demonios”
o “posesiones”, fue el judaísmo, fue el imperio romano.
En su primera venida, Cristo derrotó al Satanás del
pecado, las enfermedades, las locuras mentales llamadas
“demonios” o “posesiones” en ese escenario.

Pero en Apocalipsis 20 entramos en otra fase de Satanás,


vemos otro escenario de oposición. Desde el V:1 él está
atado, pero en el V:8 entra en otra acción, donde dice

659
que sale a engañar a las naciones a fin de reunirlos para la
batalla. Ahora, este Satanás ya no es un escenario de tipo
espiritual sino de tipo militar y por eso, Juan utilizó la
figura del dragón referida al imperio romano reuniendo
tropas para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.

4Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron


facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios,
los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus
manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

¿Qué fueron entonces los mil años? Fueron un tiempo de


encierro para que el dragón no se opusiera al avance del
evangelio en el primer siglo, pero fue también un tiempo
de reinado para los degollados por el hacha o la espada
del dragón salidos de la gran tribulación. El propósito
magno de los mil años fue crear un tiempo de reposo, de
inactividad del dragón, que a su vez proveyera un reinado
con Cristo en el cielo, ya que entre el V:4 y el 6 de
Apocalipsis 20 no figura la tierra para ese reinado, porque
los que vivieron reinaron juntamente con Cristo donde
estaba Cristo, en el cielo. Los mil años fueron en el cielo
para las almas de los decapitados. Los mil años en sí no
fueron ni son el establecimiento cronológico de un mil
aritmético literal, sino que fueron las manifestaciones de
reposo, de justicia, de gozo y de paz en el primer siglo
antes de que saliera el dragón a reunir a Gog y a Magog
para la batalla. Antes de la abierta manifestación de la
oposición del dragón hubo milenio (manifestación de paz)
y después que el dragón se levantó contra la iglesia del

660
primer siglo, hubo milenio en el cielo para los salidos de la
gran tribulación, una manifestación de paz celestial.

Los mil años fueron un número simbólico a calidad de


tiempo no a literalidad de tiempo, pues denotó un
amplio período de manifestaciones de paz y de
oposiciones y opresión del enemigo. Su comienzo dató de
tiempos de paz para el avance del evangelio antes de la
cruz y después de la cruz hasta antes de la guerra judía
donde el dragón (imperio romano) salió a reunir fuerzas
militares para la invasión del país de Judea donde estaban
acampadas las ciudades de Israel y fue un período de paz
para las almas decapitadas salidas de la gran tribulación
que reinaron con Cristo mil años en el cielo.

¿Cuál era el anhelo más grande de los cristianos del


primer siglo? Que viniera el cese de la persecución
romana. Pablo lo dijo en 2 Tesalonicenses 1:7 “y a
vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros,
cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los
ángeles de su poder”. Si el anhelo de ellos fue que el
“diablo de la persecución” cesara para entrar en un largo
descanso de tal persecución, cuando su gran enemigo (el
dragón romano) estaría encerrado en el abismo. Esta leve
tribulación no se podía comparar con la gloria venidera. A
ellos, les vino el descanso, pero ese descanso no era
físicamente terrenal, sino espiritual en cuerpos
espirituales en el cielo con Cristo por mil años. Juan lo dijo
en Apocalipsis 20:4 “…y vi las almas de los decapitados…y
vivieron y reinaron con Cristo por mil años”. Este fue un
reinado que duró mil años, y que estuvo íntimamente
relacionado con la limitación del poder del dragón

661
romano que no podía entrar al cielo a continuar su
persecución con ellos y eliminar su causa justa.

Estas almas del reinado con Cristo por mil años, no


comenzaron a vivir en Apocalipsis 20, ellas ya vivían
estando bajo el altar De Apocalipsis 6 donde están sobre
tronos en Apocalipsis 20. En Apocalipsis 6 su causa ha
sufrido derrota; pero en Apocalipsis 20 su causa ha sido
coronada con victoria. El hecho de que ellos vivieron y
reinaron - tomando las almas debajo del altar y
elevándolas a los tronos es referido por Juan como una
resurrección - la resurrección de una causa justa.
Vivieron en la causa por la que murieron. Reinaron en las
personas de sus sucesores, y como personajes del mismo
espíritu y mensaje. El vivieron y reinaron no estuvo
limitado por mil años literales, porque si así hubiera sido,
entonces, el vivir o la resurrección de su causa terminó
con los mil años. Así que la primera resurrección es
espiritual, la resurrección de la causa por la cual ellos
habían pasado por tribulación y por la cual eran mártires.
En Apocalipsis 20:4-6 el énfasis que aquí se da no es por
el reinado de Cristo, sino por el reinado de estos mártires
salidos de la gran tribulación, pues, Cristo cuando los
resucitó de su causa ya estaba reinando en el cielo. Ellos
vivieron y reinaron porque Cristo ya estaba reinando,
pero su reinado no empezó al principio de los mil años.
Así que los mil años comenzaron con el reino de aquellos
mártires, y no con el reino de Cristo que ya tenía 40 años
funcionando mucho antes de haber principiado el reinado
de los mil años. La falsa doctrina futurista que dice que
Cristo empezará a reinar por mil años en algún día en el
futuro nuestro es un error que ellos deben corregir.

662
¿Qué significó el reinado de los mil años de aquellos
mártires salidos de la gran tribulación del año 67 al 70
d.C.? Significó un descanso en el cielo, Apocalipsis 20:4 es
el mismo tema de Apocalipsis 6:9-11 donde las almas bajo
el altar clamaban “Hasta cuando, Señor, no juzgas y
vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra (en el
griego es “territorio”). Y se les dijo que descansaran
todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el
número de sus consiervos y sus hermanos. La venganza
tenía que esperar para ellos un poco más de tiempo,
porque todavía el dragón estaba haciendo guerra contra
la iglesia del primer siglo, es decir, todavía no se habían
terminado los 42 meses (Apocalipsis 13:5). Pero otra
razón, porque la venganza de los mártires tenía que
esperar, era porque “Si aquellos días no fuesen
acortados, nadie sería salvo; más por causa de los
escogidos, aquellos día fueron acortados” (Mateo 24:22).
Dios acortó para preservar la vida humana de los
consiervos y hermanos. Tronos - no literales ni en la
tierra, sino exaltado al estado de aquellos que habían
vencido sus persecuciones.

El principio fundamental de exégesis prohíbe que los mil


años sean interpretados literalmente aquí. no describe
ningún período de bendición para ser disfrutada al cierre
de esta dispensación. Este pasaje no sustenta ninguna
evidencia de Cristo con un milenio en la tierra entre el
versículo 4 de ese capítulo y el versículo 11. Recuerda que
“los mil años” representaron calidad de tiempo (es decir
tocante a un reposo de persecuciones). Reitero, que si los
mil años hubiesen sido una literalidad, entonces, al cesar
de reinar en esos mil años, dejarían de vivir. Además, si es
literal, solamente aquellos decapitados, vivieron y

663
reinaron. Finalmente, el pronombre plural, “ellos” no
puede ser cambiado a la primera persona por el de
“nosotros” (referido a nosotros hoy en día); y los verbos
del pretérito “vivieron y reinaron” no pueden ser
cambiados a los verbos del tiempo futuro “vivirán y
reinarán” (referidos a nosotros actualmente o a nuestros
posteriores).

5Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se


cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la
primera resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios
y de Cristo, y reinarán con él mil años.

La primera muerte fue el martirio de los santos,


representado por las almas de ellos matados bajo el altar
(9:6). Estos santos, recibiendo el galardón del martirio por
su fe vencedora, prometido por su Señor en Apocalipsis
2:10-11, ellos fueron exentos del juicio de los que
recibieron la marca de la bestia en sumisión al edicto
imperial Nerónico que les mandó a adorar su propia
imagen como su Divus o su Cesar. Los otros muertos aquí
simplemente se refieren a los perseguidores cuyas
opresiones habían sido vencidas, exactamente como
Isaías 26 se refirió a los impíos señores del Antiguo
Testamento, que tuvieron señorío sobre el pueblo de Dios
como estando muertos y no vivirán, falleciendo y no
resucitarán. Esta fue la primera resurrección -
exactamente como la liberación de Israel de la esclavitud
del Faraón de Egipto y de la liberación de Babilonia
referida en Ezequiel 37 como una resurrección de sus
sepulcros; y el rompimiento del señorío de los señores

664
fue una resurrección de la opresión de Isaías 26, de
manera que el vencimiento de estas persecuciones, el
triunfo sobre la muerte y el martirio, en una causa
victoriosa de Cristo, fue llamada por Juan como una
resurrección, ¿Qué fue? Un cambio de estado a otro nivel
superior llamado vida.

La imagen de dos resurrecciones es sólida en las


Escrituras. En el sistema levítico en Números 19:11-12 se
establecía tipológicamente la purificación después de la
contaminación de la muerte: “El que tocare cadáver de
cualquier persona será inmundo siete días. Al tercer día
se purificará con aquella agua, y al séptimo día será
limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al
séptimo día”. Esta fue una purificación ritual o una
resurrección simbólica: El hombre que era contaminado
mediante el contacto con un muerto estaba muerto
ceremonialmente, y tenía que ser resucitado de la
muerte. La resurrección se efectuaba mediante el
rociamiento con agua (V:13). Tanto en el tercer día como
en el séptimo día - en otras palabras, una primera y una
segunda resurrección. Este modelo de una "doble
resurrección" procede del A/T y las vemos en el evangelio
de (Juan 5:24-25, 28-29) donde registró las palabras de
Jesús sobre el tema: “De cierto, de cierto os digo: El que
oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los
que la oyeren vivirán. No os maravilléis de esto; porque
vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a

665
resurrección de condenación. Aquí Jesús afirmó que
estaba inaugurando la Era de las Resurrecciones, en la
cual los que iban a creer en él serían participantes en el
“ahora”; pero más tarde, vendría “otra hora", en la cual
todos los hombres, los justos y los injustos, saldrían de
sus tumbas (Juan 11:24-25).

Pablo en (1 Corintios 15:20-23) trazó las mismas dos


resurrecciones: Mas ahora Cristo ha resucitado; primicias
de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la
muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos. Porque así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias;
luego los que son de Cristo, en su venida. Entonces, en el
N/T se habló de una resurrección al final de la historia, a
la Segunda Venida de Cristo en el día final (Juan 6:38-40,
44, 54)(Hechos 24:15)(1 Tesalonicenses 4:14-17). Pero,
antes de esa resurrección final, había otra, una primera
resurrección: la resurrección de "Cristo, las primicias". Él
resucitó de entre los muertos, y resucitó a todos los
creyentes con él. Juan no dice que el creyente, como tal,
es resucitado, sino que tiene parte en la primera
resurrección. El creyente del primer siglo participó
conjuntamente en la resurrección de alguien más - la
resurrección del Señor Jesucristo. Pablo les dijo a los
cristianos colosenses cómo habían sido hechos partícipes
de la resurrección de Cristo: “Sepultados con él en el
bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos (Colosenses 2:12). Entonces, la resurrección de
Cristo fue la resurrección definitiva, la primera
resurrección, que tuvo lugar al tercer día. Todos los

666
creyentes del primer siglo participaron en Su resurrección
por medio del bautismo de muerte, de manera que
"anduvieron en nueva vida" (Romanos 6:4). Cuando ellos
estaban muertos en pecados, Dios "les dio vida
juntamente con Cristo ... y juntamente con él los resucitó,
y asimismo los hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús" (Efesios 2:5-6)(Colosenses 3:1).

Esta fue la resurrección definitiva del tercer día, a la mitad


de la historia, la que fue garantizada y fue consumada
por la resurrección del "séptimo día" al final de la historia
del año 70 d.C.. Los que fueron bautizados en Cristo,
fueron unidos con Él en la semejanza de Su resurrección
(Romanos 6:4-14) y estuvieron unidos con Él en esa
resurrección final también (Romanos 8:11).

Entonces, La “primera resurrección” fue espiritual – es


decir, la resurrección de la causa por la cual ellos
murieron. Ellos pasaron de lo animal a lo espiritual (1
Corintios 15:46,44). Fue una re-creación a Su imagen
espiritual y eterna. En Apocalipsis 2:11 les fue dicho a los
lectores del Apocalipsis que los que vencieran las
persecuciones estarían exentos de la muerte segunda,
pero en Apocalipsis 20:6 se les dice que el que tenga
parte en la primera resurrección quedaría exento de la
muerte segunda.

La batalla final

7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de


su prisión,
8y saldrá a engañar a las naciones que están en los
cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de

667
reunirlos para la batalla; el número de los cuales es
como la arena del mar.
9Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el
campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios
descendió fuego del cielo, y los consumió.
10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso
profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos

Ahora, cuando llegamos a Apocalipsis 20:7 con los mil


años cumplidos en el cielo no en la tierra, ¿Qué sucedió?
Que Satanás (las fuerzas del imperio romano) fueron
sueltas de su prisión (es decir, “salieron en guerra” en el
intervalo de tiempo en que Dios tuvo que acortar
aquellos días de gran tribulación) y dice el V:8 y salió
“Satanás” el imperio romano como un dragón o monstruo
vestido de color escarlata (en la mitad de la gran
tribulación) a engañar a las naciones bajo su dominio
imperial cuyo epíteto fue Gog y Magog, a fin de reunirlos
para la batalla en una fuerte y abierta oposición para
subir contra la ciudad de Jerusalén la del año 70 d.C. y su
pueblo Israel. Actividades que se efectuaron en el primer
siglo en el territorio de Judea.

En la mitología oriental entre los babilonios, egipcios,


asirios, heteos y cananeos se dio el uso de la figura de
monstruos con las mismas características del dragón de
Apocalipsis, por ejemplo: Los babilonios tuvieron a la
hidra de 7 cabezas. Tifón fue el dragón egipcio que
persiguió a Osiris. Leviatán era el monstruo en la tradición
cananea. Behemot era el monstruo en los días de Job.

668
Cuando el dragón romano (Satanás) (Que en su aspecto
espiritual es referido la cabeza de un reino de tinieblas) y
en su aspecto militar referido al imperio romano aplicó la
gran tribulación en la guerra judía contra todo el
territorio de Judea en la subida hacia la ciudad de
Jerusalén, y se encontró en el camino de invasión con
muchos creyentes de la iglesia primitiva y los degolló a
espada o a hacha y así se completó el número de los
consiervos y hermanos mártires, que al final de la gran
tribulación, Dios no los puso a descansar como a los
primeros mártires de la gran tribulación, sino que los
arrebató o vivificó para que reinaran con sus hermanos
mil años en el cielo.

¿Hubo un hecho histórico en el primer siglo que


respondió a la representación simbólica de la mujer
perseguida por el dragón? Si, amén. Vamos a ver que la
expresión “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un
tiempo” es el mismo tiempo de tres años y medio
durante el cual Jerusalén (donde vivieron los apóstoles y
se fundó la iglesia) fue hollada por los gentiles, y ese
tiempo fue la duración de la guerra judía que se dio entre
el año 66 al 70 d.C. La guerra comenzó en el año 66, a
causa de las tensiones religiosas entre griegos y judíos.
Terminó cuando las legiones romanas, comandadas por
Tito, asediaron y destruyeron Jerusalén, saquearon e
incendiaron el Templo de Jerusalén (en el año 70 d.C.),
demolieron las principales fortalezas judías
(especialmente Gamla, en 67, y Masada, en 73), y
esclavizaron o masacraron a gran parte de la población
judía. La derrota de los judíos fue una de las causas de la
Diáspora, ya que numerosos judíos se dispersaron tras
perder su estado y algunos de ellos fueron vendidos

669
como esclavos en diferentes lugares del Imperio Romano.
¿Qué fue lo que Jesús en Lucas 21:20-22 les indicó a sus
discípulos? Que cuando vieran a Jerusalén rodeada de
ejércitos y según Mateo 24:15 la abominación desoladora
en el lugar santo, huyeran a los montes. Tan apresurada
debía ser la huida que tenían que renunciar a sus
pertenencias y preocuparse sólo por su seguridad
personal. Su huida fue como en “alas de águila” un
simbolismo de “apresuramiento o velocidad”. La
población cristiana, que fue advertida por los apóstoles,
salió de Jerusalén a tiempo y buscaron su refugio en el
desierto desolado de Perea, más allá del río Jordán y allí
fueron sustentados por 1.260 días.

Hubo pues un milenio y hubo una restricción o


encadenamiento del dragón diablo o Satanás (en su
aspecto espiritual), mientras los seguidores de Cristo en el
primer siglo, sin obstáculo, pudieron darle avance al
cristianismo. Allí el dragón, el diablo y Satanás estuvo
atado por mil años, es decir, en la época dónde no hubo
una fuerte persecución literal contra ellos. Pero, ¿Qué
pasó en el año 64 d.C.? Debido al incendió en Roma, las
legiones romanas desataron una severa persecución
contras los cristianos, y a los dos años en el 66 comenzó
la guerra judía contra el imperio romano, donde el
imperio destruyó el templo y a la ciudad de Jerusalén en
el año 70 d.C. Con la caída en el 70 del templo y del
judaísmo, se eliminó el más grande obstáculo para el
progreso del cristianismo del primer siglo. Ese fue el
derrocamiento de todo principado judío y toda autoridad
hostil al cristianismo (1 Corintios 15:24). Ahora, en el 64
hubo tribulación contra los cristianos por dos años, y en
el año 66 al 70 d.C. hubo gran tribulación contra los

670
cristianos y los judíos, y allí el dragón ya estaba suelto, y
¿Qué produjo? Apocalipsis 13:4-7 dice que al dragón se le
permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos, y
produjo el martirio de las “almas decapitadas” salidas de
la gran tribulación que fueron los que no adoraron a la
bestia (Apocalipsis 20:4)(Apocalipsis 7:14).

Estos “mártires” reinaron con Cristo mil años (Apocalipsis


20:4), pero cuando los mil años se cumplieron, Satanás
fue suelto de su prisión y salió a engañar a las naciones, a
fin de reunirlos para la batalla ¿Contra quién? Contra la
ciudad amada ¡Jerusalén!. El dragón romano o el diablo
de Apocalipsis 20 fue el Gog (un enemigo rey o un
comandante en jefe muy influyente) que pudo reunir de
los cuatro ángulos de la tierra a los ejércitos de las
naciones bajo su dominio, para atacar a la ciudad amada
que fue la Jerusalén del año 70 d.C. Recuerda que
Jerusalén en Hechos 2 para el día de Pentecostés reunió a
los judíos de todas las naciones debajo del sol. Esas
naciones estaban bajo el dominio de Gog o del dragón del
imperio romano. Juan tomó prestado el nombre Gog de
Ezequiel 38:2,11 y lo utilizó para referenciarlo con el
dragón romano, como un símbolo para describir la batalla
contra la ciudad amada de Jerusalén que el Gog de
Ezequiel también le hizo la guerra en sus época. La batalla
de Gog contra Jerusalén fue un período de persecución
intensa. Apocalipsis 16:12 nos explica que la copa que el
ángel derramó sobre el gran río Éufrates, hizo que el agua
se secara, para que sirviera de camino a los reyes del
oriente. Apocalipsis 20:8 dice que su número era como la
arena del mar. La sexta trompeta y la sexta copa actuaron
sobre el río Éufrates para ejércitos. Allí estaba Gog.
Apocalipsis 16:13 dice que de la boca del dragón, de la

671
boca de la bestia, de la boca del falso profeta, salieron
tres espíritus a manera de ranas o espíritus de demonios
que hacen señales. El sustantivo demonio (daimónion) se
usó en la literatura apócrifa para referirse al “dios de los
muertos” el que dividía los cadáveres en los cementerios.
Esos “tres espíritus o demonios” fue una indicación de
ejércitos en busca de cadáveres.

La boca del dragón romano reunió ejércitos de “reyes”


V:14 para subir en batalla contra la ciudad amada y
convertirse en el “dios de los muertos” en busca de
cadáveres. Tres espíritus saltando a manera de ranas es
una indicación a la movilización de las tropas del imperio
romano y de los reyes de esas naciones vecinas para
hacerles la guerra a los judíos, a su templo y a su ciudad.
Recuerde que la guerra judía comenzó en el año 66 d.C.
en el territorio de Judea. A esta guerra judía, Apocalipsis
16:14 se le llamó “el gran día del Dios Todopoderoso”
reunidos en el lugar denominado Armagedón, V:16. ¿Qué
fue el gran día del Dios Todopoderoso? Fue el gran día de
los cadáveres judíos que se dio en su plenitud en el año
70 d.C. El secamiento del rió Éufrates era una indicación a
que se podía cruzar con facilidad y rapidez en ese tiempo.
El Éufrates en ese tiempo tenía unos dos mil setecientos
kilómetros. Atravesaba regiones montañosas, pero
mayormente llanuras. Esto influía para que su corriente y
su anchura fueran muy variables, de ahí, la posibilidad de
su secamiento. En la frontera del Éufrates estaban las
legiones romanas. En esa región se encontraban los reyes
auxiliares del imperio como Antioco de Comágenes y
Soemo de Sofena que fueron los “reyes del oriente”,
éstos fueron los que siguieron a las águilas de Roma al
sitio de Jerusalén en busca de ese cuerpo para devorarlo.

672
El nombre de ese conflicto fue llamado “el gran día del
Dios Todopoderoso” que en Malaquías 4:1,5 es conocido
como “el día ardiente de Jehová, grande y terrible”, fue el
día de la actuación de Jehová, V:3. Este fue el mismo día
que Juan Bautista en Mateo 3:7 llamado “la ira venidera”
para los escribas y fariseos (judíos) que fueron llamados
por Pablo en Romanos 9:22 “vasos de ira para
destrucción”.

Pablo le dijo a los santos y fieles en Roma en Romanos 5:9


que “estando ya justificados en la sangre de Cristo, serían
salvos de la ira”. ¿Qué fue esa ira? Fue el gran día de la
actuación de Jehová, fue el día ardiente, fue el infierno,
fue el gran día del Dios Todopoderoso, por eso,
Apocalipsis 16:15 nos enseña que al llegar el “el gran día
del Dios Todopoderoso” era el equivalente a la venida del
Señor como ladrón, una indicación de “sorpresa”. ¿A
dónde vino el Señor? Vino a Armagedón, ¿Qué fue
Armagedón? Más que describirlo como la “llenura de
Megido” ubicada en el territorio de Judea, Armagedón
fue nombre de mal augurio fue nombre de cadáveres, fue
nombre que en el pasado de Israel fueron días negros y
desastrosos.

Armagedón fue el campo de sangre en el que los judíos


estaban condenados a un infierno real y a perecer como
nación exclusiva de Dios. Dentro de Armagedón estuvo la
ciudad amada, y cuando el séptimo ángel derramó su
copa por el aire, una gran voz del templo del cielo, del
trono, salió diciendo: Hecho está “Tetelestai” consumado
es, ¡todo ha terminado!. (Apocalipsis 16:17). ¿Cuál fue el
resultado del gran día del Dios Todopoderoso? ¿Cuál fue
el efecto de Gog? Apocalipsis 16:18,19 dice que hubo en

673
Armagedón “un gran terremoto de tierra” desde que los
hombres han estado sobre la tierra. Ese gran terremoto
de tierra fue el sacudimiento de las legiones romanas
desplazándose sobre el territorio de Judea y de Jerusalén
y fue un “terremoto de violencia” sin precedentes
históricos. Jesús ya lo había predicho en Mateo 24:21
donde dijo que habría una “gran tribulación”, cual no la
habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la
habrá. Daniel 12:1 dice que sería “tiempo de angustia”.
Lucas 21.26 dice “desfalleciendo los hombres por el
temor, y la expectación de las cosas que sobrevendrán en
la tierra: porque las potencias de los cielos (sanedrín
judío) serán conmovidas”. Entonces, verán (no
físicamente) al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube
(símbolo de juicio sobre Jerusalén, V:20) con poder y gran
gloria.

¿Qué sucedió cuando hubo ese “terremoto de violencia”


en Jerusalén? Apocalipsis 16:19 dice que la “gran ciudad
fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones
cayeron y la gran Babilonia vino en memoria delante de
Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de Su ira. ¿A
qué ciudad se propuso destruir Gog? A la ciudad amada.
Las legiones romanas no subieron por el bajo caudal del
río Éufrates para atacar a Roma, sino a Jerusalén.
Entonces, la “gran ciudad” fue Jerusalén que Juan la
denominó “la gran Babilonia” que es el mismo calificativo
que le da Apocalipsis 11:8. Juan en la frase “la gran ciudad
fue dividida en tres partes” usa una figura de prolepsis,
¿Qué es una prolepsis? Una prolepsis es una anticipación.
Es una frase en la que se anticipa un suceso posterior
alterando el orden de los conceptos. Por ejemplo:
"Muramos y lancémonos en medio del combate". Esto es

674
una prolepsis. Juan anticipó un acontecimiento para la
gran ciudad y las ciudades de las naciones vecinas a
Jerusalén como un acto realizado. Ese “terremoto de
violencia” se extendió por todas partes hasta que todos
los judíos de las ciudades de Judea y aun de otras
naciones cayeron. Este “terremoto de violencia no sólo
fue local para Jerusalén, sino también mundial para ese
entonces del año 70 d.C.

Jerusalén, la gran Babilonia, vino en memoria delante de


Dios, porque le dio a beber el cáliz de su ira. Jerusalén,
fue la receptora del día grande del Dios Todopoderoso.
Toda la ciudad recibió el peso de la ira de Dios, ¿Por qué?
Por sus pecados, por el cerramiento de la sangre de los
justos (Mateo 23:35), pero sobre todo por lo que dice
Apocalipsis 18:3 “Porque todas las naciones han bebido
del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra
han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se
han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4Y oí otra
voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para
que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte
de sus plagas; 5porque sus pecados han llegado hasta el
cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6Dadle a ella
como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras;
en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el
doble. 7Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en
deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en
su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda,
y no veré llanto; 8por lo cual en un solo día vendrán sus
plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con
fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga”.

675
El resultado final del milenio fue que “el diablo (dragón
romano) que los engañaba fue lanzado en el algo de
fuego y azufre (basureo de la tierra), donde estaban la
bestia (Nerón) y el falso profeta (Gessio Floro); y serán o
fueron atormentados día y noche por los siglos de los
siglos” (Apocalipsis 20:10). El poder del dragón romano
(Satanás) fue limitado y el poder de los mártires fue
engrandecido (recordemos que entre ellos estuvo Pablo,
Pedro, Santiago etc). Su fidelidad en no adorar al
emperador romano fue premiada, la corona de la vida fue
un hecho al sentarse con Cristo en el trono de su Padre en
un reino sin fin. La derrota de la adoración del emperador
es descrita en 20:10 con metáforas de tormento y el
castigo interminables. Los tres grandes enemigos de la
Iglesia fueron derrotados. El diablo que usó las fuerzas del
paganismo para desmoralizar a la gente y para destruir a
la Iglesia, junto con la bestia y el falso profeta de 19:20
fueron, los tres, echados a la región del olvido y del
tormento eterno. El sentido de la visión es que el
esfuerzo combinado de todas las fuerzas de los poderes
paganos no pudo parar el avance del cristianismo de la
Iglesia del primer siglo. La visión de Juan fue una
descripción figurativa del fin y del castigo de los reyes que
se opusieron a la Iglesia de Cristo en el primer siglo para
no humillar más a la iglesia.

El juicio final de los muertos criminales

11Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en


él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y
ningún lugar se encontró para ellos.
12Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante
Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto,

676
el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras.
13Y el mar entregó los muertos que había en él; y la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en
ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

Este juicio final cierra el período del milenio y abre «la era
eterna». Es el mayor de todos los juicios porque
comprende todos los males desde los inicios de la historia
humana. La historia ha terminado, y sólo queda el juicio
final para completar el drama de la redención (Lucas
21:20-28) y darle inicio al eterno reino de Dios, V:31
cuando pasara aquella malvada generación, V:32. La
descripción en estos versículos fue la victoria final de la
justicia contra la injustica que se dio en el primer siglo; la
victoria final de la verdad contra el error, la victoria final
del cristianismo contra sus dos enemigos el judaísmo y el
romanismo del primer siglo que fueron vencidos.

El apóstol Juan vio (kaí eídon) un gran trono blanco


(mégan leukón) que fue un estrado de juicio blanco
porque aplicó a los muertos criminales la justa retribución
ante un Dios santo. Al Mesías y a su pueblo que ellos en
vida persiguieron, ahora, está en pie ante él porque el
Padre le dio la plena potestad de juzgarlos (Daniel
7:26)(Juan 5:22-27)(Hechos 17:30,31). El hecho de estar
sentado sugiere que no está guerreando más contra esos
criminales del primer siglo que fueron grandes y
pequeños, ahora el Mesías los tiene bajo su control.

Juan recrea la majestad del Juez con la figura de dicción


que leemos así “de delante del cual huyeron la tierra y el

677
cielo, y ningún lugar se encontró para ellos”. La alusión
de Juan es al Salmo 114, Cuando salió Israel de Egipto, la
casa de Jacob del pueblo extranjero, Judá vino a ser su
santuario, e Israel su señorío. El mar lo vio, y huyó; el
Jordán se volvió atrás. Los montes saltaron como
carneros, los collados como corderitos. ¿Qué tuviste, oh
mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y
vosotros, collados, como corderitos? A la presencia de
Jehová tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob,
el cual cambió la peña en estanque de aguas, y en fuente
de aguas la roca. Aquí en Apocalipsis 20:11 vemos
también que la tierra y el cielo huyeron de delante de su
rostro, aterrorizados por su cercanía, pues, éstos muertos
criminales están prestos para caer bajo el juicio de la
segunda muerte. La expresión “los muertos, grandes y
pequeños” - fueron todos los muertos criminales, no una
parte de ellos.

¿Por qué la tierra y el cielo y el cielo huyeron del juez del


trono blanco? Porque en los planes de Dios estaba
decretado que desaparecieran para darle entrada a los
cielos nuevos y tierra nueva, es decir, entraría en vigor el
último orden de Dios o gobierno espiritual de Dios. Dice
Isaías 65:17 “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos
y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más
vendrá al pensamiento”. Estaba profetizado que Dios iba
a crear nuevos cielos y nueva tierra, pero lo que debemos
comprender es que esta creación de cielos y tierra no se
refiere a algo físico sino a un gobierno con un ámbito
espiritual y eterno. ¿Qué significa en Deuteronomio 30:19
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra
vosotros…”? Significa que los sustantivos cielos y tierra

678
eran los que definían la relación Dios- Israel. En esa
relación, Dios se relacionaba por medio de pactos,
ceremonias, sacrificios, costumbres, tradiciones,
doctrinas, Vestimentas, altares, ropajes, utensilios,
lugares específicos, fechas específicas, celebraciones,
ritos, promesas, premios y castigos, galardones, y
coronas. Los cielos y tierra eran la personificación de un
testigo como si fueran un hombre que oye y ve aquella
audiencia entre Dios e Israel.

En Deuteronomio 32:1 “Escuchad, cielos, y hablaré; y oiga


la tierra los dichos de mi boca,” se refiere a otra
personificación respecto a Israel, ya que los cielos y tierra
físicamente no escuchan ni oyen. ¿Qué significa en Isaías
51:15,16 “…extiendo los cielos y echando los cimientos de
la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú”? Significa
que cuando Dios físicamente dividió el mar rojo y dio Su
ley, sacó a los hijos de Israel de Egipto y los formó como
Su pueblo en el desierto y ¿Qué Significa la expresión
¡extendió los cielos y echó los cimientos de la tierra a
Sion!? Significa que Dios creó un estado con ellos y
produjo un orden civil, y un gobierno espiritual. Del
movimiento desordenado que Sion o Israel tuvo al Salir
de la esclavitud de Egipto, Dios formó un orden, un
gobierno y un estado organizado, eso es “extender cielos
y echar cimientos de la tierra”. En su defecto, destruir
cielos y tierra, significa el acabose no de los cielos y tierra
física, sino de los estados o naciones. Por ejemplo Isaías
34:4 dice: “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y
se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su
ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la
de la higuera”, este lenguaje figurativo que habla Isaías se
refiere a la destrucción del estado de Edom, cayendo

679
como una hoja de parra o de higuera y disolviéndose
como un ejército en plena guerra o como el enrollo de un
libro para ser quemado en el fuego. Para que Dios
pudiera crear los nuevos cielos y nueva tierra de Isaías
65:17 era necesario a Isaías 51:6 “…porque los cielos
serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá
como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus
moradores; pero mi salvación será para siempre, mi
justicia no perecerá”. Es evidente entonces que en el
idioma y manera de hablar profética, por cielos y tierra,
se entiende el estado civil y religioso de una nación como
Israel.

Este fue el tipo de cielos y tierra que fue destruido por el


diluvio en Génesis 7. ¿Qué significa en 2 Pedro 3:5-7 que
el “mundo de entonces pereció anegado en agua” y que
por la palabra de Dios cielos y la tierra subsistieron y qué
los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados
por la misma palabra, guardados para el fuego en el día
del juicio y de la perdición de los hombres impíos?
Significa que la expresión “cielos y tierra” eran los
sustantivos que definían las relaciones Dios-hombre, y se
refiere a la relación que la palabra determinó en los días
de Noé. Además, el apóstol divide el <mundo> en cielo y
tierra y dice que fueron destruidos con agua y perecieron.
Sabemos que el ámbito geográfico y físico del cielo y
tierra en los días de Noé cuando vino el Diluvio, no
pereció, no fue destruido, porque todavía vemos que
sigue vigente el cielo y la tierra donde tú y vivimos. La
sustancia física ni del cielo ni de la tierra fueron
destruidas, sino solamente los hombres que vivían en la
tierra, donde murió toda carne que poseía aliento en sus
narices (Génesis 6:3)(7:21,22,23) “fue destruido todo ser”

680
no toda sustancia física, salvándose por gracia sólo Noé y
su familia. Esa relación-Dios-hombre fue destruida. Pedro
dice en el V:7 que el cielo y la tierra que entonces existían
serían consumidas por fuego dentro de aquella
generación. Entonces, si la relación Dios-hombre bajo el
ámbito espiritual de aquel cielo y tierra, fue destruida con
agua, de igual modo, pero utilizando fuego, la relación
Dios-hombre en la generación de Pedro también iba a ser
destruida por fuego. Entonces, ¿En qué sentido se puede
decir que los hombres viviendo en la generación de
Pedro, y que a la vez son el mundo, los cielos y la tierra
fueron Destruidos por fuego? Fueron destruidos en el
fuego de la abominación desoladora que cayó sobre los
habitantes de Jerusalén en el año 70 d.C. cuando fueron
destruidos el templo judío y la ciudad santa de los judíos
¡Jerusalén la terrenal!. En el juicio del año 70 d.C. fueron
destruidos el gobierno civil y religioso de la nación
Israelita, para darle paso o entrada en el ámbito espiritual
y eterno a la dimensión de los nuevos cielos y nueva
tierra que conforman la nueva economía espiritual del
Nuevo Pacto o el nuevo orden y gobierno de Dios en la
tierra y para la esta actual tierra.

¿Qué esperaba Pedro y sus contemporáneos en su


generación en 2 Pedro 3:13? Esperaban cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Ya estamos
viviendo bajo el gobierno de los nuevos cielos y nueva
tierra donde mora la justicia, la paz y el gozo en el Espíritu
Santo, que son las tres glorias del reino eterno de Dios
(Romanos 14:17). 14. Ellos (Pedro y sus contemporáneos
en su generación) mantenían esa expectativa, pero ¿Cuál
era esa promesa, profecía o expectativa? Era la de Isaías
65:17 “yo crearé nuevos cielos y nueva tierra”. Ahora,

681
¿Cuándo es que Dios crea estos nuevos cielos y tierra
donde mora la justicia? Pedro enseña que sería en Su
advenimiento (2 Pedro 3:4); que sería en el día del juicio y
de la perdición de los hombres (judíos) impíos (2 Pedro
3:7) y esto se dio en el juicio de fuego en el año 70 d.C.
que cayó sobre el templo y Jerusalén. Del año 70 d.C.
para acá, estamos bajo el cumplimiento de Isaías 66:22 y
de Apocalipsis 21:1,2 y Hebreos 12:26-28, entonces, la
creación de los cielos nuevos y tierra nueva, fue la
creación de las cosas inconmovibles, recibiendo nosotros
un reino inconmovible. Reinando bajo nuevos cielos y
nueva tierra, donde ya mora la justicia eterna de Dios.
El Salmo 84:14 expresó que "Justicia y juicio son el
cimiento de tu trono…”. Cuando Dios establece el gran
trono blanco lo hace para aplicar justicia y juicio para los
habitantes de la tierra de Palestina en el primer siglo para
enseñarles que todas las actividades de sus persecuciones
y oposiciones al cristianismo de Jesús, desaparecieron
ante la faz del gran Dios de los juicios. Estos muertos
criminales eran de la clase de los del versículo 5 y del
capítulo 19:18. Eran el resto de los muertos, los
perseguidores de la Iglesia, grande y pequeño, desde los
oficiales romanos más bajos hasta los que fueron
considerados más altos en rango, todos al servicio de la
bestia (Nerón), juntos ahora como “muertos criminales”
están delante del tribunal de la retribución en el gran
trono blanco. Estos muertos criminales están en
contraste con los bendecidos del versículo 6 y no hay
bendición para estos infelices perseguidores. Ahora son
declarados culpables y llamados a presentar cuentas por
sus crímenes de guerra. Cuando se abren los libros que
contienen el historial de sus obras, son juzgados de
acuerdo con los libros. Y otro libro, que es el que

682
simboliza el registro de los aprobados, pues, había un
libro escrito en el cielo que no incluía los nombres de
estos perseguidores. Así grandes y pequeños se refiere a
cierta clase de personas, los opositores de la Iglesia y no
incluye a los que tenían sus nombres escritos en el libro
de la vida del Cordero de Dios. Toda esta visión, por
cierto, es figurativa y debe ser aplicada en el sentido de
las visiones que representaron la lucha de la Iglesia con
los poderes perseguidores del primer siglo.

Leemos "Y el mar entregó los muertos que había en él; y


la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en
ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras". Para
este juicio, el mar entregó los muertos que había en él -
los que perecieron en los juicios del diluvio y del Mar Rojo
simbolizaron en el A/T a todos los impíos, ahogados en
los "torrentes de Belial" (Salmo 18:4); y la muerte y el
Hades, las "ligaduras del Seol" (Salmo 18:5) entregaron
los muertos que había en ellos. De repente, Dios vacía
"todos los lugares imaginables donde los muertos
criminales derramadores de sangre pueden ser
encontrados". Aquí continúa el simbolismo apocalíptico,
la referencia no es a un mar literal ni a una muerte física,
solos son figuras de dicción referidas al directo juicio de
los gobernantes perseguidores de la iglesia en el primer
siglo. El uso la muerte y el hades es un sinécdoque, es
decir, una figura de la lengua que es parte de la totalidad,
el nombre de la sustancia que se usa para hablar de la
cosa. Así muerte y hades aquí son los súbditos de los
poderes opositores de la iglesia que son los muertos
criminales del imperio romano. Con el mismo simbolismo
que nos enseñó la primera resurrección del versículo 6
que fue una resurrección a un estado de victoria, es decir,

683
la resurrección de una causa. El resto de los muertos
simbolizó una resurrección de retribución, de juicio sobre
los gobernantes del imperio romano y sus súbditos
quienes persiguieron la causa del Cordero de Dios en el
primer siglo.

El lago de fuego: El basurero o el incinerador de


Jerusalén

14Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de


fuego. Esta es la muerte segunda.
15Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego

El lago de fuego representó la destrucción de los muertos


criminales del primer siglo que en vida fueron los
perseguidores del cristianismo de la iglesia primitiva tanto
judíos como romanos. El Señor Jesús profetizó en Mateo
16:18 que las puertas del Hades no prevalecerían contra
la Iglesia. Estaba también profetizado por el apóstol Pablo
en 1 Corintios 15:26 cuando Cristo en su venida, V:23
destruiría "el postrer enemigo que es la muerte" para
darle lugar a la plenitud del reino de Dios que no tiene fin.
Ahora, aquí cerrando el Apocalipsis vemos a Juan
presenciar el lanzamiento al lago de fuego a la muerte y al
hades, dos ámbitos que estuvieron juntos en Apocalipsis
1:18 y en Apocalipsis 6:8, ahora después del juicio final de
los muertos criminales, los ve de nuevo juntos pero
desaparecidos en el fuego del lago de azufre, ¿Qué indicó
este lanzamiento? Que fue la destrucción final, una ruina
irremediable de la muerte y del hades, donde ya y a partir
de esa destrucción final nadie es más súbdito del pecado
ni de la muerte, y a partir de ese momento histórico Dios

684
es todo y en todos (1 Corintios 15:27,28), es decir, el
tabernáculo de Dios con los hombres a eternidad
(Apocalipsis 21:3) donde ya no hay muerte, V:4. ¿Qué
significó el hecho histórico de que la muerte no
prevaleció contra la Iglesia? Significó que a partir del año
70 d.C. Ningún muerto duerme en el hades su alma
juntamente con su cuerpo.

El Hades contuvo al alma y al cuerpo de Mateo 10:28 de


todas las personas que habían muerto a partir de la
resurrección de Cristo, porque en Su resurrección muchos
se despertaron del hades (Mateo 27:52). El Hades
entregó en ese juicio final a Sus muertos y luego fue
arrojado al fuego, porque Su obra había terminado y ya
no era necesaria para retener alma con cuerpos. La
muerte es arrojada al fuego para convertirse en la
segunda muerte. La muerte y el Hades ya no fueron
necesarios por que cumplieron su misión y por eso fueron
a parar al lago de fuego. A este basurero terrenal fueron
lanzados (la muerte y el hades)(la bestia (Nerón) y el falso
profeta (Gessio Floro)(y todo aquel muerto que no se
halló inscrito en el libro de la vida), pues, este infierno era
el que estuvo siempre preparado para el diablo
(opositores del cristianismo) y sus ángeles (sanedrín judío
y el romano) (Mateo 25:41). La única forma que se pudo
evitar en el primer siglo de ir al lago de fuego era estar
inscrito en el libro de la vida (Salmos 69:28)(Filipenses
4:3)(Apocalipsis 3:5)(13:8)(17:8)(20:12)(21:27), es decir
ser un vencedor en el primer siglo sobre la bestia (Nerón)
y su imagen (su representación). Aquellos cuyos nombres
estuvieron inscritos en el libro de la vida fueron libertados
(Daniel 12:1) y vivieron en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis
21:27). Es bueno saber que todo aquel creyente en Cristo

685
que fue escrito en el libro de la vida, lo escribieron antes
de la fundación del mundo y no en transcurrir del tiempo.
Los nombres que se hallaron en ese libro de vida fueron
todos los que representaron a los elegidos por Dios de
Efesios 1:3-5 y a los vasos de misericordia y a los
predestinados de Romanos 8:30. Desde el A/T los
pecadores de Israel en Isaías 33:14 se preguntan, por el
"¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor?
¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?",
todos ellos lo vivieron en el juicio final ante el gran trono
blanco.

Ahora, si nos damos cuenta el lago de fuego estuvo antes


de que Juan viera un cielo nuevo y una tierra nueva (el
nuevo orden de Dios); porque después del juicio final del
gran trono blanco en Apocalipsis 20:11, en el V:14 la
muerte y el hades fueron lanzados al lago de fuego, es
decir, a la muerte segunda, donde juntamente también
todos los muertos criminales que no se encontraron
inscritos en el libro de la vida fueron lanzados allí mismo.
Entre ellos fueron lanzados los “cobardes e incrédulos, los
abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idólatras y todos los mentirosos” del primer siglo de
Apocalipsis 21:8. Entonces, después del descenso de la
nueva Jerusalén al pasar la Jerusalén que fue destruida en
el año 70 d.C. Ya no hay lago de fuego ni gran trono
blanco, pues, todo ese juicio al final ya pasó. Bajo el cielo
nuevo o el nuevo orden de Dios, ya no existe la amenaza
del infierno ni del lago de fuego. El lago de fuego estaba a
las afueras de la nueva Jerusalén que Jesús llamó
Gehenna.

686
Desde Isaías 33:14 los antiguos se hacían esta pregunta,
¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor?.
¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?.
¿Quién era el “fuego consumador” o las “llamas eternas”?
La mayoría de las veces que se usa «fuego» en sentido
figurado es para describir ciertos aspectos judiciales de
Dios y de su acción sobre la tierra. Hebreos 12:29 dice
que Dios es fuego consumidor. Entonces, el fuego
consumador, las llamas eternas fue Dios mismo. Antes del
año 70 d.C. Cuando el autor de Hebreos 10:26-31 escribió
su carta en el año 67 d.C. Faltando 3 ½ años para la
destrucción de Jerusalén, le dijo a los hebreos
cristianizados que vendría una horrenda expectación de
juicio, y de hervor de fuego que habría de devorar a los
adversarios judíos que estaban pisoteando al Hijo del
Dios, teniendo por inmunda la sangre del pacto y
afrentando al Espíritu de su gracia. Mía es la venganza. Yo
daré el pago. El Señor juzgará a su pueblo. Horrenda cosa
es caer en manos del Dios vivo. Entonces, el fuego
consumidor, las llamas eternas, el hervor de fuego y el
lago de fuego era Dios mismo como juez, ¿Por qué?
Porque el Señor Jesús en Mateo 10:28 le dice a sus
discípulos que no le tuvieran miedo a los fariseos que
mataban el cuerpo, sino a Dios que podía destruir el alma
y el cuerpo en el infierno. Para los antiguos el Seol era el
infierno o la morada de los muertos, sean buenos o malos
sin distinción alguna. En Mateo 5:29 el Señor Jesús le dio
al infierno la connotación de Seol, cuando dijo “...y no
que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. Apocalipsis
1:18 dice que el que vive y estuvo muerto, tiene las llaves
de la muerte y del Hades, ¿Por qué? Porque en
Apocalipsis 21:14 la muerte y el hades iban a ser lanzados
en el lago de fuego o en la segunda muerte, es decir, que

687
la segunda muerte le dio fin a la muerte y al hades, para
que se cumpliera la profecía de Oseas 13:14 que dice
“...oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción,
oh Seol...”

El lago de fuego era el Seol del antiguo testamento


denominado en Jeremías 19 Tofet.. En Mateo 5:29 Jesús
no dijo que el “espíritu” iba a ser echado en el infierno
sino todo el cuerpo entero del hombre. ¿A dónde se
fueron los cuerpos cuando vino el juicio de Dios en el año
70 d.C.? Se fueron al crematorio o al cementerio de
Jerusalén, es decir, a la Gehenna, al sepulcro del fuego o
al sepulcro de la tierra. El fuego abrazó el cuerpo y lo
consumió y la tierra encierro al cuerpo y lo descompuso.
Ahora, vas entendiendo que cosa fue el lago de fuego. En
otras palabras, Jesús dijo “...y no que todo tu cuerpo sea
echado al sepulcro”. ¿Qué fue lo que murió de todos los
“cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos” del primer siglo? Murió su cuerpo no su
espíritu. Sus “espíritus” no se metieron al lago de fuego,
fueron sus cuerpos. A un “espíritu” no lo quema el fuego
ni lo encierra una tumba de tierra o de cemento, porque
el espíritu va a Dios (Eclesiastés 12:7) ¿Por qué? Porque el
V:5 dice que el hombre va a su morada eterna y
Eclesiastés 3:11 afirma que Dios ha puesto eternidad en
el corazón de ellos. Entonces, cuando la Biblia nos habla
del infierno está señalando un sepulcro, una tumba, un
subterráneo, un crematorio. El lago de fuego fue un
crematorio en Jerusalén; fue una Gehenna, un infierno en
el año 70 d.C. Donde todos los malos del primer siglo
fueron lanzados, esa fue su condenación eterna, ¿Por qué
eterna? Mateo 25:46 habla de “castigo eterno” y Mateo

688
3:12 de “fuego que nunca se apagará”, no existe un fuego
que literalmente sea eterno, pero ampliemos el concepto.
La palabra griega correspondiente a eterno, es aionios. Al
analizarla se descubre que el tiempo de duración del
término "eterno" tiene que ver con la duración de la
existencia del sujeto al cual se refiere. Por ejemplo, en
antiguos papiros griegos se usó “eterno” para referirse a
la continuidad del mandato de los emperadores romanos.
En el caso de Tiberio César su "mandato eterno (aionios)",
duró 23 años, o sea desde que subió al trono hasta su
muerte.

En la Biblia tiene el mismo sentido. Judas 7 dice que


Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas en Palestina,
"fueron puestas como ejemplo, sufriendo el castigo del
fuego eterno" (Génesis 19:1-24). Hace muchos siglos que
esa cremación ocurrió y vemos que ese “fuego eterno” no
está vivo ni se está quemando todavía. Entonces, ¿En qué
sentido fue un fuego eterno? Fue eterno en sus
resultados y en el cumplimiento de su misión o propósito,
porque el lugar donde estaban esas ciudades había sido
inundado por las aguas saladas del Mar Muerto. El
apóstol Pedro confirma lo de “eterno” cuando dice que
Dios "condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma
y Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas como
ejemplo a los que habían de vivir impíamente" (2 Pedro
2:6). Siendo ese fuego eterno un "ejemplo a los que
habían de vivir impíamente" y siendo que solamente dejó
cenizas y destrucción para siempre, entonces el fuego
eterno fue eterno en sus resultados. Cuando Juan el
Bautista habló del "Fuego que nunca se apagará" en
Mateo 3:12 se inspiró en Malaquías 4:1-3, donde el
profeta recuerda el "día ardiente como un horno",

689
cuando todos los "que hacen maldad serían estopa" y "no
les dejaría ni raíz ni rama". Vale decir que se trata de un
fuego que nadie podrá apagar debido a sus resultados.
En el antiguo testamento leemos en Jeremías 17:19-27
que Dios haría "descender fuego en sus puertas, y
consumiría los palacios de Jerusalén, y no se apagaría". En
2 Crónicas 36: 19-21 se registra que ese día de
destrucción había llegado habiéndose consumido "al
fuego todos sus palacios", con lo que se cumplió "la
palabra de Jehová por la boca de Jeremías". El fuego que
destruyó a Jerusalén en los días del profeta, no pudo ser
apagado. Dejó de quemar cuando completó su obra. ¿Por
qué Juan escribió en Apocalipsis 20:10 "Serán
atormentados por los siglos de los siglos"? Al observar el
V:9 se leemos que "de Dios descendió fuego del cielo, y
los consumió", ¿Qué nos enseña esto? Que una cosa
consumida no puede seguir quemando ni ser
atormentada. Por ejemplo: Un sancocho consumido no
puede seguir quemándose o cosiéndose en la estufa, leña
o fogón. Entonces, la expresión "atormentados por los
siglos de los siglos", tiene el mismo sentido que "fuego
eterno" o "fuego que nunca se apagará". En el año 70 d.C.
El fuego a toda la ciudad de Jerusalén que ardió en llamas
por semanas y meses, fue un lago de fuego, un fuego que
cumplió la misión de destruir para siempre a los judíos, y
ese fuego ardió tanto que no les dejó "ni raíz ni rama",
porque los convirtió en "ceniza y desolación", hasta que
el templo, sus habitantes, sus edificios y su ciudad
quedaron completamente "consumidos".

Cuando un juicio de Dios sale de su boca y se mete en


tiempo, espacio, nación o persona, sale para cumplir su
misión o propósito, y una vez cumplido regresa a Dios no

690
vacío, regresa lleno, satisfaciendo la justicia de Dios que
es retributiva. Se llamó “condenación eterna” a algo que
ya se cumplió. Pablo le dijo a los sufridos Tesalonicenses
en 2 Tesalonicenses 1:8-9 que él Señor vendría para dar
retribución a los que no obedecieron al evangelio de la
gracia, los cuales sufrirían pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de Su
poder. Cuando vendría para ser glorificado en Sus santos
y ser admirado en todos los que creyeron (en el primer
siglo). ¿Cuando aquel sufrimiento de los judíos en el año
70 d.C. ¿Fue pena de eterna perdición? Cuando ese
sufrimiento cumplió su misión.

¿Qué fue entonces el lago de fuego? Fue un lanzamiento


violento de Dios de criminales que fueron a parar al
vertedero de la ciudad de la Jerusalén. Los paganos del
primer siglo tuvieron su parte en ese lago de fuego, es
decir, tuvieron su segunda muerte. Fue la Gehenna de los
cuerpos y de toda la basura de la ciudad, que en Mateo
5:22 es infierno de fuego (crematorio). En el antiguo
testamento dice Jeremías 19:11-13 que Tofet era el lugar
donde se arrojaban las cosas inmundas de la ciudad y se
encontraba en las afueras de la antigua Jerusalén. El
profeta dice que Dios quebrantaría a los reyes de Judá, y
a los moradores de Jerusalén, V:3, y los enterraría en
Tofet y serian como el lugar de Tofet, inmundas. Tofet fue
el vertedero de Jerusalén. Tofet fue el lago de fuego de
Jerusalén, fue la Gehenna inmunda o basurero putrefacto
de Jerusalén. Entonces, Juan en Apocalipsis 21:8 estaba
hablando de enterrar en Tofet a los “cobardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos” judíos
del primer siglo, ¿Por qué? Porque éstos hicieron lo

691
mismo que hicieron sus antiguos progenitores en los días
de Jeremías, ¿Qué hicieron? Jeremías 19:4 dice “Porque
me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él
incienso a dioses ajenos...y llenaron este lugar de sangre
de inocentes”. ¿Quiénes eran los que llenaron a Jerusalén
de sangre de inocentes entre el año 30 y el 70 d.C.? Jesús
lo dijo en Mateo 23:29-38 cuando le dijo a los escribas y
fariseos judíos que ellos era cómplices en la sangre de los
profeta persiguiéndolos de ciudad en ciudad, pero que
vendría sobre ellos toda la sangre justa que se había
derramado sobre toda la tierra, y la sentencia también
fue para Jerusalén donde hablando de la ciudad dijo
!Jerusalén, Jerusalén!, que matas a los profetas que te
son enviados, por eso, su casa sería dejada desierta.

Entonces, el lago de fuego estaba en Jerusalén para


Jerusalén y sus habitantes cuando vino el sitio de las
legiones romanas donde murieron a filo de espada y
fuego. Tofet o el lago de fuego fue un lugar físico literal
de fuego, de entierro y de inmundicia. El lago de fuego
fue el basurero municipal de Jerusalén en el año 70 d.C. Y
allí se arrojaban todas las cosas negativas de la ciudad y
se avivaba con azufre y fuego para mantenerlo caliente.
Después del 70 cualquier crematorio o sepulcro o
subterraneo de tierra es un lago de fuego, un Tofet, el
lugar de cuerpos muertos. Todos al morir, nos vamos para
el lago de fuego, para una sepultura o un crematorio. Tú
puedes escoger antes de morir donde morir o en el lago
de fuego de una tumba o en el lago de fuego de un
crematorio, así de sencillo. Ya mencione que el apóstol
Pablo profetizó en 1 Corintios 15:26 que el postrer
enemigo que sería destruido fue la muerte, para que a
partir de esa destrucción todas las cosas quedaran sujetas

692
al Padre, para que Dios fuera todo y en todos, V:27,28,
¿Cuándo sucedió esto? Cuando en el 70 vino el juicio final
para la nación incrédula de Israel y los muertos grandes y
pequeños de Israel fueron juzgados por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras, Apocalipsis
20:12-15 dice que el mar en ese juicio final le entregó a
Dios los muertos; y la muerte y el hades le entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras, y el que no se halló inscrito en el libro de
la vida fue lanzado al lago de fuego, y la muerte y el hades
fueron lanzados al lago de fuego. También en esa misma
descripción de lago de fuego fueron lanzados el diablo
que los engañaba o falso profeta (Gestio Floro) y la bestia
(Nerón) según Apocalipsis 20:10, éstos fueron
atormentados día y noche para siempre jamás. Todos se
fueron al lugar del entierro que Jeremías llamó el Tofet o
el subterraneo de la tierra y que Jesús llamó infierno el
lugar del cuerpo. A ese Tofet o infierno fue a parar el
Lucero de Isaías 14:4,9-11,15 donde Dios le dijo al profeta
Isaías que pronunciara juicio contra el rey de Babilonia.
Este rey era Beltsasar nieto del rey Nabucodonosor de
Babilonia. Él era el lucero brillante de aquella nación y por
el pecado de sacrilegio que hizo contra la casa de Jehová
utilizando para sus orgías los vasos sagrados de la casa de
Jehová, fue cortado por tierra y el día que murió, dice el
V:9 que el Seol (vertedero) o el infierno se espantó de él.
Despertó muertos que en su entrada al vertedero
vinieron a recibirle e hizo levantar de sus sillas a todos los
príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones.

28. El V:10 dice que esos muertos en el vertedero le


dijeron ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y
llegaste a ser como nosotros? Muertos del vertedero. El

693
V:11 dice que al Seol descendió su soberbia y gusanos
fueron su cama y su cubre lecho. El V:15 afirma que
Beltsasar fue derribado hasta el Seol, a los lados del
abismo. El V:19 dice que fue echado en su sepultura
como vástago abominable, como vestido de muerto
pasado a espada, que descendió al fondo de su sepultura,
como cuerpo muerto hollado. !Te das cuenta! Beltsasar
estuvo en Tofet, en el infierno, en el lago de fuego. Ahora,
en el juicio de Apocalipsis 20:11-15 a Israel fue donde se
cumplió la profecía de Pablo y la profecía de Oseas. La de
Pablo en el sentido que la muerte como postrer enemigo
fue destruido y la de Oseas donde Dios fue la destrucción
del Seol y de la muerte, ¿En qué sentido? En que Dios ya
no destruiría el alma y el cuerpo en el infierno como fue
la amenaza de Mateo 5:29. Con toda razón, había un
temor en el primer siglo respecto al infierno, Lucas 12:5
dice "Mas os enseñaré á quién temáis: temed á aquel que
DESPUES de haber quitado la vida, tiene poder de echar
en la Gehenna: así os digo: á éste temed".

Antes del juicio de Dios en el 70 los muertos dormían en


el Seol o Hades; pero al destruir a la muerte y lanzarla al
lago de fuego en sentido figurado, a partir del 70 los
muertos ya no está dormidos con su cuerpo y su alma
juntos. El término "dormir" se usa en la Biblia para
expresar una inconsciencia. 1 Reyes 11:43 dice “Y durmió
Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de
su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo”. Juan
11:11 dice “Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo
Lázaro duerme; mas voy para despertarle”. Y antes del
año 70 Pablo dijo en 1 Tesalonicenses 4:13 “Tampoco
queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como los otros que

694
no tienen esperanza”. Fíjate, entonces, que Dios todavía
no había despertado a nadie antes del juicio y gloria del
año 70 d.C. Todo estaba “inconsciente” porque todavía
no había venido el despertador de los muertos. Antes que
viniera el Señor eso era lo que le pasaba a todo muerto,
así como la muerte en el día de la resurrección no pudo
contener a Jesús, de igual manera al vencer a la muerte,
no podía contener en el sepulcro al espíritu del hombre. A
partir del 70 todo cambia, ya no se duerme más, ya se
terminó la era de la inconsciencia. Ahora, después del 70
Cristo se resucita inmediatamente e individualmente al
momento de la muerte física en donde nuestro cuerpo
animal y terrenal es transformado en un abrir y cerrar de
ojos como dice Pablo de cuerpo corruptible a cuerpo
incorruptible, de terrenal a celestial, de animal a
espiritual (1 Corintios 15:35-53).

En Filipenses 1:21-23 tenemos un claro ejemplo de que


YA NO SE DUERME MAS, dice “Porque para mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne
resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces
qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en
estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo
cual es muchísimo mejor “. Había un deseo en el corazón
de Pablo y era el de “partir” de la tierra por medio de la
muerte para estar con Cristo en el cielo. ¿Qué era lo que
iba a partir de Pablo? Era su grano desnudo, porque
según 1 Corintios 15:37 ese el el que sale del cuerpo
cuando se siembra en la hora de la muerte. La palabra
PARTIR es del griego ANALUO que significa “Quitar las
amarras de un sitio para irse a otro”. Era parecido a
elevar las anclas de un barco para irse del puerto donde
estaba. Partir no es dejar de existir es simplemente

695
“soltar las amarras”. Este era el deseo de Pablo “irse”
para no quedar “durmiendo” miles de años en espera de
una resurrección. Pablo da testimonio a los santos en
Filipos que “inmediatamente” que se soltarán las
“amarras” de su vida, iría con Cristo después de
abandonar el cuerpo. ¿Qué significó para Pablo “partir o
estar ausentes del cuerpo? “ Corintios 5:8 dice “pero
confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo,
y presentes al Señor “. !Te das cuenta! Abandonar el
cuerpo es estar presente con el Señor, revestido de
aquella habitación celestial, V:2.

En Apocalipsis 6:9 leemos que las “almas” de los que


habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por
el testimonio que tenían, que son en Apocalipsis 7:14 los
que habían salido de la gran tribulación, ya no dormían en
sus sepulcros. Estas “almas” o mártires de la tribulación
en Apocalipsis 6:10 clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta
cuándo Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas
nuestra sangre en los que moran en la tierra (territorio de
Judea)? Evidentemente, estas almas no estaban
inconscientes en la visión de Juan. Esto de las “almas
clamando” es una la prosopopeya, es decir, una figura del
lenguaje que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o
abstractas, acciones y cualidades propias de seres
animados como viviendo o como hablando. Aquí es la
visión de Juan, el Señor hace hablar a “almas” muertas
durante la gran tribulación como si estuvieran vivas. ¿Qué
se le dice a estas “almas clamando”? Apocalipsis 6:11 que
descansen todavía un poco de tiempo. La palabra
“descanso” es del griego ANAPAUO que significa
“interrupción de un trabajo, estar en un reposo”, pero no
da una idea de no existir.

696
En Hebreos 12:1 el autor le dice a los santos hebreos que
ellos tenían a una “nube de testigos” en derredor suyo,
porque ellos estaban todavía en el año 67 d.C. Cuando se
escribió la carta, corriendo con paciencia la carrera
cristiana. Ellos tenían un PROKEIMAI que significa que
ellos tenían por delante de su carrera una gran nube de
testigos y esos “testigos” no estaban durmiendo. En 2
Pedro 1:14,15 el apóstol Pedro le dice a los expatriados
cuando corría el año 68 d.C. Que “en breve debía
abandonar el cuerpo” y la palabra griega que usó fue
EXODON que significa “Camino de salida” y no expresa la
idea de un sueño largo de miles de años. Ahora, ya
podemos ir comprendiendo cuando Juan en Apocalipsis
14:13 dice “Bienaventurados de aquí en adelante los que
mueren en el Señor...descansarán de sus trabajos, porque
sus obras con ellos siguen (los trabajos de los que
descansan se refiere a las luchas que les sobrevinieron a
causa de la firmeza de su fe en Cristo en el primer siglo).
Ellos son “bendecidos” porque su testimonio sigue a
pesar de que ellos ya entraron en el reino eterno. !Que
tremendo cambio! Los muertos ya no duermen. Ahora,
¿Qué pasó entonces con las resurrecciones de Apocalipsis
20:5 “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta
que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte
en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y
de Cristo, y reinarán con él mil años “? Para una primera
muerte tuvo que haber una primera resurrección y para
una segunda muerte tuvo que haber una segunda
resurrección.

697
¿Cuál fue la primera muerte? ¿En dónde encontramos esa
primera muerte? La encontramos en Génesis 2:17 donde
el Señor le dijo a Adán que el día que como era del árbol
de la ciencia del bien y del mal, le aseguraba o
ciertamente le confirmaba que moriría. Adán, murió por
transgresión a la palabra ordenada por Dios. Adán con
Eva fueron los primeros seres de este universo que
experimentaron la “primera muerte”. Ellos, el día que
pecaron no murieron físicamente, pues, Génesis 5:5 dice
que Adán murió a la edad de los 930 años, entonces, la
amenaza de muerte de parte de Dios no fue la física sino
la de relación espiritual. ¿Cómo murieron
espiritualmente? Murieron a la oportunidad de comer del
árbol de la vida que quedó dentro del Edén, cuando Dios
los echó del paraíso en Génesis 3:24. Fue una muerte por
expulsión de la vida. Adán, quedó imposibilitado a comer
del árbol de la vida, por eso, dice en el V:24 que Dios puso
una espada encendida para que guardara el camino al
árbol de la vida, y el V:22 afirma que fue para que Adán
no alargara su mano y tomara del árbol de la vida,
comiera y viviera para siempre. Esta fue la primera
muerte, una muerte de carácter netamente espiritual.
Romanos 5:14 dice que reinó la (primera) muerte desde
Adán hasta Cristo, el árbol de vida. Desde Adán todos los
hombres del antiguo testamento vinieron caminando
bajo el reinado de la primera muerte (espiritual).
Entonces, si la primera muerte fue espiritual, ¿Cuál, fue la
primera resurrección? Tuvo que ser espiritual, que es un
hecho que se da cuando se creía en el primer siglo en el
Señor Jesucristo. Con Cristo, entraba el árbol de la vida en
el corazón del creyente y esa “vida de Dios” comenzaba a
transformar el hombre interior, por eso, y ahora,
entendemos a Apocalipsis 20:6 cuando Juan dijo:

698
“Bienaventurado y santo el que tuvo parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre
éstos...”. Todo el que creyó en el Mesías Jesús en el
primer siglo, la primera resurrección lo salvó de la
segunda muerte, ¿Cuál fue esa segunda muerte? Jesús la
explicó en Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el
cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el
infierno“. La muerte segunda fue la muerte devoradora
de alma juntamente con cuerpo del que no creyó en el
Mesías en el primer siglo. Esa fue la muerte del lago de
fuego y azufre. Los muertos “dormían” en el Hades y
cuando vino el juicio final del gran trono blanco según
Apocalipsis 20:11-15 los muertos, grandes y pequeños del
primer siglo, de pie ante Dios, fueron juzgados por el libro
de la vida, y fueron lanzados al lago de fuego y azufre,
que fue la muerte segunda. El lago de fuego ya se cumplió
en aquel juicio de Dios en el año 70 d.C. ¿Qué clase de
muerte fue la muerte del lago de fuego? Fue la muerte
devoradora de los que dormía en el Hades, la muerte del
cuerpo juntamente con el alma. Pero la muerte del lago
de fuego, que fue la muerte segunda no tuvo potestad
sobre los creyentes de la primera resurrección, porque la
“muerte segunda” el postrer enemigo de Cristo fue
vencida. ¿En qué sentido fue vencida? En el sentido de
que a partir del año 70 d.C. ya no se duerme más “el alma
con el cuerpo”, porque Apocalipsis 20:14 dice que la
muerte y el hades fueron lanzados al algo de fuego. La
muerte fue el poder del hades, ella era la que retenía al
alma juntamente con el cuerpo hasta las resurrecciones
de Cristo en el año 70 d.C. A partir del 70, la muerte física,
no tiene poder sobre ninguno de nosotros, porque a
pesar de que se muerte físicamente, ya la muerte no nos

699
puede retener en un hades. Cristo, el que tenía las llaves
de la muerte y del hades en Apocalipsis 1:18 venció al
hades y venció a la muerte, y si a Él la muerte no lo pudo
retener, a nosotros tampoco, ya que al morir hoy en día,
se resucita, se va “inmediatamente” y directamente a
estar en la presencia de Cristo como lo testificó Pablo en
Filipenses 1:21-23.

A partir del 70 el viaje es directo es a Dios donde


posicionalmente en El siempre estuvimos. Al morir
quedamos después de este juicio final ausentes del
cuerpo e inmediatamente presentes con el Señor. ¿A
dónde va nuestra carne al morir si ya estamos después
de la Segunda Venida? Después de estas finalidades
totales de Dios no debería pasar nada más. Y realmente
es así, ya no pasará nada más entre un Dios lejano que
estuvo separado del hombre, y un hombre que fue
separado por el pecado, la ley y la fe que espera a algún
día a Dios, pues, el Dios que es todo (plenitud) y en todos
ya está dentro de los espíritus de los hombres. Un Dios
que renunció a estar afuera del espíritu eterno del
hombre. Un Dios que ya hizo tabernáculo eterno con su
espíritu. Un Dios que al venir lo perfecto que es su amor
incondicional, vino para darle vida al amor incondicional
después del año de todos los cumplimientos totales de
Dios (año 70 d.C.). Ahora, el mundo entero tiene al Dios
de amor, el amor que es el poder que soporta todo.

Gracias a ése amor incondicional, la muerte (la separación


entre Dios y el hombre por el pecado debido al poder que
la ley le daba) fue sorbida en victoria, al cumplirse todo lo
que estaba escrito (Lucas 21:22). Después de la cruz y del
año 70 d.C. Ya no hay separación, ya no hay muerte que

700
active su aguijón. Entonces, ya no puede pasar nada entre
Dios y el hombre por cuanto ya no hay separación, ya se
fusionaron en él, ya no son dos sino uno sólo en el mismo
Espíritu en nombre, vida, naturaleza y eternidad, son el
mismo vínculo perfecto, ¿Por qué es vínculo? Porque
nada los puede separar a eternidad, ¿Por qué es
perfecto? Por el amor incondicional que los tiene y
mantendrá unidos por siempre, pues, el amor nunca
dejará de ser. Dios no se separa a sí mismo. El amor es
inseparable. Después del año 70 d.C. lo Perfecto es lo
único que existe, pues todas las cosas que fueron hechas
para que la relación entre Dios y el hombre se llevaran a
cabo fueron conmovidas, quedando así sólo El Espíritu de
Dios que es el de cada hombre que vive en el Universo.

Ya poseemos el poder que puede sujetar todas las cosas a


Sí mismo, por ese poder (el amor) es que Dios se unió al
hombre. Ya no hay pecado que ha de separar a Dios del
hombre. Ya no hay muerte que ha de retener al espíritu
del hombre. ¿Por qué aun después de los cumplimientos
del 70 todavía continua la maldad en el mundo? Porque
continua el hombre en maldad que aquí en esta tierra irá
pagando sus propias condenaciones en vida, sus procesos
judiciales, y sus graves consecuencias, pero Dios después
de lanzar a la muerte y al hades al lago de fuego, al
basurero de la tierra, le arregló la vida eterna y el destino
a todos los que El reconcilió consigo mismo. Entonces,
continúan las transgresiones, pero todas ellas para los
entendidos son las que le dan la razón de existir al amor
incondicional, ellas le permite al amor Su plena
manifestación que generalmente es sufrida soportando
todo, pues, soportar es sufrir y el amor es sufrido (1
Corintios 13:4).

701
La expresión repetitiva de los futuristas de la escatológica
no cumplida (que para Dios ya es totalmente cumplida) es
¿A dónde “vamos” después de que nuestra carne sea
abandonada por el alma? Esta pregunta coloca a la fe de
los feligreses de todas las iglesias en el mundo hoy en día
en una “fe que espera” (nosotros los entendidos del
apocalipsis tenemos una fe consumada que no espera
sino que disfruta lo que ya está cumplido). Los futuristas
al crear una fe en espera con sus predicaciones hacia el
más allá, ¿Qué hacen con la fe de los hermanos? Le crean
una fe de pacto, de condición, parcial e imperfecta,
poniéndolos a ver oscuramente como en un espejo que
lleva más de dos mil años y todavía ningún futurista ve
cumplimientos totales de Dios.

Los que poseemos por conocimiento cumplido la fe


consumada creemos que el Espíritu es la información
divina, es el archivo superior y que toda esa información
divina es Dios la vida eterna (Juan 17:3). Dios es el único
Espíritu que existe a eternidad pero después de todos los
cumplimientos del año 70 d.C. Dios es el Espíritu tuyo y el
mío, sólo UNO. No existen “espíritus” en plural sino en
singular. Este es el Espíritu singular donde todos nuestros
espíritus están encerrados, fusionados dentro de Él.
Somos el mismo Espíritu que vive y reina para siempre de
aquí a la eternidad en cada ser humano de este universo,
por eso, Juan declaró en Apocalipsis 21:3 “He aquí, el
tabernáculo de Dios con los hombres”. El Espíritu que es
Dios mismo que es nuestro espíritu (1 Corintios 6:17),
entonces, hagamos la pregunta, ¿A dónde puede ir mi
espíritu si está fusionado en el mismo Espíritu de Dios?
No va a ningún lado después de la muerte del cuerpo
físico.

702
Sin cuerpo el Espíritu es Omnipresente y Omnisciente,
entonces, ¿A dónde puede ir, si ya estaría en todos lados
“Omnipresente”? El Espíritu sin cuerpo físico, no puede
hacer nada por cuanto todo “ya está hecho en él”. Así
que Dios Eespíritu (la fusión de Espíritu espíritu, no va
para ningún lado sin carne. Entonces, los de fe
consumada entendemos que Dios decidió estar en tu
habitación terrenal o vivir en ti encarnado de aquí a la
eternidad, para tener libertad de maravillarse, de
sorprenderse, de disfrutarse, de gozarse haciendo lo que
es su esencia misma, AMANDO. Así que amados lectores,
mi Dios encarnado, tu eres Yo y Yo soy Tu y somos ËL
mismo todos, porque Dios es todo y en todos (1 Corintios
15:28). Dios es amor viviendo la vida en ti siendo el todo y
en todos. Entiende este alimento sólido...Tú eres Uno en
Dios en este universo aprendiendo para seguir dando las
oportunidades de servir, ser útil, amar, y soportar. Mi
Dios, mi Yo mismo, ése eres Tú que soy Yo, viviendo en la
humanidad, en la carne, encarnado eternamente pero
amando en el presente.

APOCALIPSIS 21:1-27

Cielo nuevo: el último orden y gobierno eterno de Dios

1
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer
cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía
más

El apóstol Juan comienza el capítulo del cielo nuevo con la


frase y vi (kai eídon) es la octava vez que Juan la usa. Este
capítulo es el gran final de todo el drama, la consumación
triunfante y el clímax de las visiones apocalípticas. Aquí la

703
antítesis de la visión de la ciudad ramera Jerusalén; es la
nueva Jerusalén, la esposa del Cordero. Una introduce un
prefacio de 8 versículos hablando acerca de la nueva
Jerusalén. En el versículo 9 la visión de la esposa es
iniciada de la misma manera que la visión de la ramera,
por uno de los siete ángeles, que tenía las siete copas,
llenas de las siete ´´ultimas plagas, que invita a Juan a
venir y contemplar a la “esposa del Cordero”. La visión
alcanza su clímax en el Versículo 22.

¿Por qué Juan ve un cielo nuevo y una tierra nueva?


Porque todas y cada una de las señales han sido
consumadas y todos sus aspectos han desaparecidos. Se
fue lo viejo para darle lugar a lo nuevo. Todas las
primeras cosas que han pasado fueron ejemplo y sombra
de las cosas celestiales, por ejemplo: Desaparece la vieja
Jerusalén en la tierra en el año 70 d.C. Y desciende del
cielo la nueva Jerusalén. Se fue el viejo templo y Juan
señala al nuevo tabernáculo de Dios con los hombres. Lo
animal fue primero, luego lo espiritual. Entonces, en esta
visión nos encontramos en lo espiritual, en lo
completamente nuevo en orden y gobierno, pero lo
nuevo aquí que reemplaza lo viejo no es neos (como
novedad cronológica), sino kainos (como novedad de
clase, calidad superior). Lo que Juan nos revela en este
penúltimo capítulo de Apocalipsis es el resultado
escatológico de la reconciliación abarcante y cósmica
celebrada por el apóstol Pablo en Colosenses 1:19,20
"Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las
cosas, así las que están en la tierra como las que están en
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz".
Los futuristas siempre están y estarán en espera de las

704
bendiciones de Apocalipsis 21 de una eternidad venidera,
pero los que conocemos la palabra de los cumplimientos
en nuestro tiempo actual y presente no esperamos lo que
ya está consumado sino que disfrutamos en vida con
regocijo lo que ya Dios cumplió y por eso, poseemos un
corazón lleno de gratitud y alabanza por todas las
profecías, predichos y promesas completamente
consumadas o cumplidas para nuestro deleite espiritual.
Me identificó completamente con el amado Juan quién
en el primer siglo le habló o le estaba hablando a la Iglesia
primitiva de las realidades presentes, de las bendiciones
que ya existían y que aumentarían a medida que el
evangelio saliera y renovara la tierra.

Cada vez a través de todo el panorama bíblico en que


Dios cerró un capítulo histórico de oscuridad, de larga
noche, abrió o creó algo nuevo. Por ejemplo: Dios cerró el
capítulo desde Adán hasta Noé por medio de un diluvio y
abrió con Noé una era nueva. Dios cerró el oscuro de los
430 años de esclavitud de Israel en Egipto y con Moisés
abrió una era nueva para Israel. En todos estos ejemplos,
Dios hizo nuevas creaciones provisionales. Ahora,
llegamos al capítulo 21 de Apocalipsis donde Dios cerró
ese capítulo del lago de fuego, de la bestia, del dragón,
del gran trono blanco, del hades, del templo y de la
Jerusalén del año 70 y abrió el “capítulo” eterno de un
cielo nuevo y una tierra nueva. Entonces, toda vez que
Dios hizo juicio a Israel durante el gobierno del antiguo
pacto de la ley, los viejos cielos y tierra por un nuevo
orden espiritual.

El concepto de “cielos nuevos” referido a Israel viene del


A/T. En todo el panorama de la Biblia, encontramos que

705
Dios se refirió a Israel llamándolos “cielos y tierra”. En
Isaías 1:1-2 el profeta habló de cielos referidos a su
gobierno y sus religión, leemos “"Visión de Isaías hijo de
Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de
Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Oíd, cielos, y
escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los
engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí". Isaías habló
"acerca de Judá y Jerusalén" y dirigió sus palabras a los
cielos y la tierra, refiriéndose a Judá y a la ciudad de
Jerusalén. El A/T a menudo utiliza la expresión “la tierra
se conmueve a su presencia” para referirse a la caída de
una nación. En Isaías 65:17 leemos “Porque he aquí que
yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no
habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento” (referido
a la nación de Israel). Leemos en Isaías 66:22 «Porque
como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí», dice Jehová, «así
permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre” (A
Israel). Leemos en Isaías 51:16 “Y en tu boca he puesto
mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí,
extendiendo los cielos y echando los cimientos de la
tierra, y diciendo a Sión: Pueblo mío eres tú” (A Israel).
Leemos en Isaías 24:4-5 “Se destruyó, cayó la tierra;
enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de
la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores;
porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho,
quebrantaron el pacto sempiterno”. Sabemos que la
tierra que pisaba Isaías no se destruyó, no cayó, ni
enfermó, pero sí los que la habitaban en ese territorio.
Todos sabemos que fue Israel con quien Dios hizo Pacto
de ley. Así que Dios habló a la nación por medio de
metáforas, el lenguaje propio de los profetas del A/T.
Seguimos leyendo en Isaías 24:19 “Será quebrantada del

706
todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra,
en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la
tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y
se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se
levantará”. Isaías sostiene que la tierra peca y a causa de
su pecado tendrá juicio, será quebrantada, desmenuzada,
conmovida, temblará como un ebrio y será removida
como choza. Esto mismo fue lo que el autor de Hebreos
12:26 manifestó en el año 67 d.C. igual que Isaías,
cuando le escribió a los creyentes hebreos así “Mirad que
no desechéis al que habla. Porque si no escaparon
aquellos que desecharon al que los amonestaba en la
tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que
amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió
entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo:
Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino
también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la
remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para
que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo
nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y
reverencia”. Y el profeta continúo con sus metáforas
acerca de Israel utilizando los términos “cielo o tierra” y
leemos en Isaías 24:18 “Y Acontecerá en aquel día, que
Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los
reyes de la tierra sobre la tierra. Y serán amontonados
como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en
prisión quedarán encerrados, y serán castigados después
de muchos días. La luna se avergonzará, y el sol se
confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el
monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos
sea glorioso”. “En aquel día” es una expresión
inconfundible que señaló el Día de Jehová que fue el

707
mismo “día del Señor escrito por Juan en Apocalipsis 1:10
que fue el día relacionado en el lenguaje de los profetas
con la luna, el sol, y las estrellas que hablaron Jesús en
Mateo 24:29 y Pedro en Hechos 2:19-20 que no era para
ellos un lenguaje nuevo ni desconocido, solo que lo
emplearon tomando referencia del A/T. Jesús, Pedro y
Juan, como judíos conocían las metáforas del A/T y las
trajeron al N/T para motivar a la iglesia naciente de su
próximo por venir. Estos mismos símbolos fueron
utilizados por el mismo Dios en Levíticos 26 en el cual le
da las condiciones a Israel para mantener el Pacto con
ellos, “Si aun con estas cosas no me escucháis, yo volveré
a castigaros siete veces más por vuestros pecados.
Quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré
vuestro cielo como hierro y vuestra tierra como bronce”.

Cielos Nuevos y Tierra Nueva en el Nuevo Testamento:


Los apóstoles escritores fueron educados en el
conocimiento de las Escrituras del Antiguo Testamento y
por eso, Pablo, Pedro, Santiago y Juan nunca escribieron
nada sin sustento en las antiguas Escrituras y nada que
para ellos, como judíos, fuese una novedad. El apóstol
Pablo vislumbró en sus días el asunto de los cielos nuevos
cuando se refirió en Gálatas 4:26 que la Jerusalén de
arriba, era la madre de todos nosotros, el cual era libre.
Esta es la misma Jerusalén que habló Juan en Apocalipsis
21:2 y la vio descendiendo del cielo. El apóstol Pedro
escribiéndole a los expatriados y antes de hablar de los
“cielos y tierra”, los exhorta a no olvidar las palabras
dadas antes por los profetas: “Amados, esta es la segunda
carta que os escribo. En ambas despierto con exhortación
vuestro limpio entendimiento, 2para que tengáis
memoria de las palabras que antes han sido dichas por

708
los santos profetas, y del mandamiento del Señor y
Salvador, dado por vuestros apóstoles (2 Pedro 3:1-6).
Siguiendo en la misma línea de pensamiento les escribe
que tuvieran en cuenta lo que Jesús mismo ya había
profetizado, que sucedería en aquellos postreros días en
los que estaban viviendo: “Sabed ante todo que en los
últimos días vendrán burladores, andando según sus
propias pasiones 4y diciendo: «¿Dónde está la promesa
de su advenimiento? Porque desde el día en que los
padres durmieron, todas las cosas permanecen así como
desde el principio de la creación». Debemos recordar que
el cristianismo estaba presionado por los judíos, acerca
de que Jesús era un falso profeta. Por eso les echaban en
cara como dice en el v.4 que su Mesías no había vuelto y
que dónde quedaba la promesa de su advenimiento. Pero
Pedro les recuerda que tal y como en los días de Noé “el
mundo” pereció anegado por agua y asimismo, los cielos
y la tierra que existían estaban reservados para el fuego:
“Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo
fueron hechos por la palabra de Dios los cielos y también
la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,
6por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en

agua. Pero los cielos y la tierra que existen ahora están


reservados por la misma palabra, guardados para el
fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres
impíos”. Ahora ¿Fue en los tiempos de Noé destruido el
“mundo” como planeta? En ninguna manera o ¿Fueron
los habitantes de esa tierra los que fueron destruidos?
Fueron los habitantes los que murieron anegados en
juicio de aguas. Así que Pedro compara a los judíos de Su
generación con los habitantes de la época o generación
de Noé. El V:6 tiene un indicador de tiempo preciso “los
cielos y la tierra que existen ahora” de modo que el

709
“ahora” de Pedro no son los 2008 años que llevamos
después, sino el primer siglo, es decir durante Su
generación. El apóstol Pedro inspirado por el Espíritu
Santo estaba profetizando en el año 67-68 d.C. Cuando
escribió la carta lo que sucedería a Israel como le sucedió
históricamente en el año 70 d.C., El historiador Flavio
Josefo registró en su obra magistral “Las guerras de los
Judíos” como todo fue “quemado”, por las legiones del
general romano Tito: ““...porque quien lo viera pensara
que el collado, en el cual estaba edificado el templo, se
abrasaba de raíz: tan lleno estaba por todas partes de
fuego” “Los romanos viendo que vanamente y por demás
les era querer conservar los edificios alrededor del
templo estaban, ardiendo del templo, pusieron fuego a
todo juntamente y a cuanto quedaba aún de los portales
y puertas, excepto a una... Dieron fuego también a las
arcas donde estaba el tesoro, llamadas con propio
nombre Gazofilacio, las cuales estaban llenas de dinero,
de ropas y de muchos otros bienes...” “Vinieron también
contra un solo portal que quedaba entero fuera del
templo, adonde se habían recogido todas las mujeres y
los muchachos y otra muchedumbre a la revuelta, hasta
seis mil personas. Pero antes que Tito determinase algo
sobre las cosas que convenían hacerse de esa gente y
antes de mandar algo a sus capitanes, los soldados que
ardían con la ira grande que tenían, pusieronle fuego”
“Causa de la muerte de éstos había sido un falso profeta,
el cual había predicado el mismo día en la ciudad que
Dios los mandaba subir al templo por darles señal y
respuesta de su salud y salvación, porque muchos
profetas sobornados entonces por los tiranos,
denunciaban al pueblo que esperasen el socorro de
Dios...” “¡Oh ciudad desdichada y miserable! ¿Qué

710
sufriste de los romanos para comparar con esto? los
cuales entraron por limpiarte de tus cubiertas maldades
con fuego y con llamas”.

De la pluma y letra de Flavio Josefo, obtenemos ya


cumplidas, las profecías de Jesús de los falsos profetas y
destruidos los “cielos y la tierra” de Israel por fuego.
Cielos nuevos y tierra nueva era el comienzo del Nuevo
Pacto de Dios con la iglesia en el año 70 d.C. Confirmado
con derramamiento de sangre en la cruz en el año 33 ½ y
consumado en su totalidad en el año 70 d.C. Por
cumplimiento. El “pasar de las primeras cosas o del
primer cielo y la primera tierra” fu una el fin de los “cielos
y tierra” (gobierno y religión) de la nación de Israel y su
Pacto con Dios.

Existen personas que no dan credibilidad al testimonio de


Flavio Josefo objetando que exageraba para congraciarse
con los romanos que le perdonaron la vida. Sin embargo,
estas mismas cosas podemos leerlas de la pluma de
Tácito, Tertuliano y Eusebio de Cesarea entre otros.
Eusebio de Cesárea especialmente, escritor cristiano, da
total credibilidad a Josefo, evidenciando que todo lo que
en este último siglo y medio se ha proliferado como la
Gran Tribulación, ha sido cumplido en aquella malvada
generación. Para Juan había “un cielo y una tierra” (Israel)
que terminarían para dar pasó de manera espiritual a
unos nuevos cielos, el gobierno de la nueva Jerusalén la
actual esposa de Dios:

El término “justicia” y su relación con Cielos nuevos y


Tierra nueva: Leemos en 2 Pedro 3:11 “Pero nosotros
esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra

711
nueva, en los cuales mora la justicia”, esta fue la misma
justicia que hablo el profeta Daniel en Daniel 9:24 “la
justicia perdurable”. ¿De qué justicia estaba hablándole
Pedro a los expatriados aquí? Leemos en 2 Pedro 3:11-15
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,
¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa
manera de vivir, esperando y apresurándoos para la
venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo
quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según
sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales
mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en
espera de estas cosas, procurad con diligencia ser
hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. Y
tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es
para salvación; como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha
escrito”.

Pedro le estaba hablando a sus lectores acerca de no dar


por tardanza la Venida de Jesús y a guardarse en “santa y
piadosa manera de vivir” antes de su venida. La justicia
que Pedro estaba hablándoles era acerca de la
“justificación” por el pecado. Entonces, Pedro les estaba
hablando de la santidad y justificación por los pecados,
para que la Segunda Venida en gloria pudiera ser vista de
esa manera por o solo por los que guardaron en el primer
siglo la santidad y fueron irreprensibles hasta su venida.
Esto fue confirmado por el autor de Hebreos 12:14 donde
escribió que siguieran la paz, y la santidad sin la cual
nadie vería al Señor y confirmada también por Pablo en 1
Tesalonicenses 5:23 cuando escribió “Y el mismo Dios de
paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,

712
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para
la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

En el Antiguo Testamento no había una justicia perfecta


(justificación), solamente y de cierta manera la de la ley y
como algo provisional hasta que entrara en vigor la
justicia del nuevo pacto, es decir, hasta que entraran los
nuevos cielos que somos nosotros como los justificados a
eternidad por medio de Jesucristo. Entonces, la
justificación perfecta tan esperada desde el A/T vino por
medio de Jesucristo y su sangre derramada, que no era
algo provisional, sino que con una sola ofrenda hizo
perfectos para siempre a los santificados
(justificados)(Hebreos 10:14). Entonces, Pedro relacionó
la espera de los “cielos nuevos” con la espera de la
justificación perfecta a eternidad.

Leemos en 2 Pedro 3:12 “Y los elementos ardiendo serán


deshechos. . .” el texto griego usa para elementos
«stoichea» (Strong’s 4747) este vocablo griego es el
mismo usado por Pablo para hablar de “rudimentos o
preceptos” en Gálatas 4:3: “Así también nosotros, cuando
éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los
rudimentos («stoichea» elementos)(preceptos) del
mundo (referido al judaísmo).”. Gálatas 4:9-10: “más
ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos
por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles
y pobres rudimentos («stoichea» elementos o preceptos),
a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los
días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de
vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros·.
Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os engañe por medio
de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de

713
los hombres, conforme a los rudimentos («stoichea»
elementos) del mundo (judaísmo), y no según Cristo.”.
Colosenses 2:20-21: “Pues si habéis muerto con Cristo en
cuanto a los rudimentos («stoichea» elementos) del
mundo (judaísmo), ¿Por qué, como si vivieseis en el
mundo, os sometéis a preceptos («stoichea») tales
como: No manejes, ni gustes, ni aun toques”. Hebreos
5:12: “Porque debiendo ser ya maestros, después de
tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a
enseñar cuáles son los primeros rudimentos («stoichea»
elementos) de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser
tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento
sólido”. En 1 de Pedro 3:10 «stoichea» se tradujo del
griego al español como elementos (rudimentos del
judaísmo).

¿Qué ha pasado con las presuposiciones de los


traductores futuristas? Que han vertido la palabra
«stoichea» como elementos en vez de preceptos o
rudimentos. Los así llamados "literalistas" que son los
mismo “Futuristas” de las iglesias dicen que el apóstol
Pedro cuando habló de “elementos ardiendo” se estaba
refiriendo a “elementos físicos” como los átomos o
partículas subatómicas o de componentes físicos reales
del universo. ¡Pobre interpretación! Por eso, es que éstos
amados tienen engañados al pueblo de Dios en las
iglesias, poniéndolos a esperar lo que no está o estuvo
referido a ello. Estos amados "literalistas" nunca se dan
cuenta (o se hacen los locos e insulsos) es que, la palabra
“elementos” se usó varias veces en el Nuevo Testamento
y nunca se usó “elementos” en relación con el universo
físico o sus átomos! el término siempre se usó siempre en
relación con el orden del Antiguo Pacto de la ley judía.

714
Con el incendio del templo en el año 70 d.C. ya los
judaizantes antiguos ni modernos no tienen donde
ofrecer sus (elementos externos) como los sacrificios de
animales, porque han desaparecido los rudimentos
(elementos del judaísmo) de la ley, porque ahora y a
eternidad hay un Cordero Perfecto que hizo un sacrificio
perfecto con una sola ofrenda, es decir, del año 70 d.C. Al
siglo XI y sus posteriores no hay «stoichea», no hay
elementos, no hay rudimentos a practicar y a obligar a los
reyes de Dios. Todo ese sucumbió con la caída del templo.
La desaparición de los antiguos cielos y tierra (elementos
de Israel) fue el mismo equivalente de la desaparición de
los rudimentos y preceptos de la ley judía. Con la
desaparición del Antiguo Pacto y la desaparición de su
templo, su ley, su religión o judaísmo y su ciudad, ya no
hay más nunca y jamás obligaciones a los rudimentos,
porque tal como profetizó el apóstol Pedro que iban a ser
“deshechos, quemados, fundidos” así se cumplió esa
quema en el año 70 d.C. Desechar a Pedro es desechar las
profundas profecías tocantes a la desaparición del
antiguo pacto o aquellos elementos del judaísmo que
fueron quemados juntamente con su templo. En un
Nuevo Pacto con mejores promesa no hay cabida para
rudimentos o elementos del judaísmo ni de su ley, no hay
«stoichea», los elementos fueron deshechos en el 70.
Esta la revelación que nadie te había explicado bien, pero
ahora la tienes en luz ante tus propios ojos amado lector,
para que reines en vida sin elementos religiosos.

Resumiendo: Puedo escribirles amados lectores de


“apocalipsis realizado” que las iglesias locales del primer
siglo estaban siendo influenciadas por el judaísmo y el
gnosticismo de aquella malvada generación. Al amado

715
apóstol Pedro (que unos por ahí que hablan de gracia lo
“odian a morir”, porque un día cayó en una debilidad de
judaizante; pero que yo le amo como escritor en términos
de escatológica) le preocupaba en sus últimos días (año
67-68 d.C. Antes de morir) que los creyentes del siglo
primero no estuvieran recordando las amonestaciones
apostólicas sobre "los últimos días" (2 Pedro 3:2,3); sobre
los burladores judíos, claramente familiarizados con las
profecías bíblicas de juicio, que estaban rehusando
escuchar las amonestaciones (V:3-5); y por eso, a sus
lectores el apóstol les exhorta a vivir vidas santas a la luz
de este juicio inminente (V:11,14); y son éstos cristianos
del primer siglo los que él menciona repetidamente como
"esperando y apresurándose" para el juicio (V:12,13,14).
Es debido a la cercanía de la conflagración que se
aproximaba lo que Pedro citó como motivo para la
diligencia en vivir piadosamente. Leemos en el V:13 "Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia". ¿Cuál fue o
era esa promesa tan anhelada en el primer siglo? ¿De
dónde el apóstol toma la nota de referencia? De dónde
siempre los apóstoles escritores las tomaban, de las
Escrituras de plataforma del A/T. Las mismas palabras de
Pedro las tenemos en las en Isaías 65:17. Ahora, ¿Cuándo
crearía Dios estos “nuevos cielos y esta nueva tierra”, en
los cuales mora la justicia? Pedro lo explicó diciendo que
'Sería después de la venida del Señor; después de aquel
juicio y aquella destrucción de los hombres impíos
(generación), que no obedecieron al evangelio
predicado'. Entonces, la profecía en Isaías 66:21-22, fue
una profecía de los tiempos del evangelio solamente; y
que la creación de estos cielos nuevos sólo fue la creación
de un nuevo orden o cielo espiritual de Dios donde reina

716
la justicia eterna. ¿Dónde había prometido Dios traer
"nuevos cielos y nueva tierra"? En la era del reino (la era
de los reyes de Dios a eternidad). Los "nuevos cielos y la
nueva tierra" prometidos comprenden la era de los
cumplimientos totales de Dios.

El estímulo de Pedro a la Iglesia del primer siglo en Su


tiempo era o fue el de ser paciente, y esperar que el juicio
de Dios destruyera a los que estaban persiguiéndolos en
su fe e impiden el avance y el progreso del cristianismo.
Una vez que el Señor vino en juicio en el año 70 d.C. Vino
y destruyó el andamiaje de toda la estructura del antiguo
templo, para dar paso a la inauguración de su nuevo
templo que es a eternidad el “tabernáculo de Dios con los
hombres”. A parto del año 70 d.C. el mundo se convertirá
al conocimiento de los hechos de Cristo. Todos los
apóstoles escritores hablaron de escatológica realizada.
Ellos ya venían hablando desde el derramamiento del
Espíritu Santo en Pentecostés sobre la era de las
consumaciones. Una vez que el antiguo orden hubiese
sido borrado, declaró Pedro, la era del reino sería
plenamente establecido, una era "en la cual ya mora la
justicia" (2 Pedro 3:13). La característica distintiva de la
nueva era del reino sería la justicia - creciente justicia, al
actuar el reino libremente en su misión a las naciones “la
palabra de la reconciliación” (2 Corintios 5:19). La justicia
es la “vara de hierro” de las naciones. Esa justicia ya está
delegada en los magistrados de las naciones. La
prevaleciente injusticia de los hombres es la gran
oportunidad para el ejercicio de la “vara de hierro” la
justicia perdurable de Dios. No debemos volvernos ciegos
al progreso del reino que desde el año 70 d.C. ha puesto a
reinar en vida y libertad a este mundo, lo hizo, lo hace, y

717
lo seguirá haciendo, pues, es un reinado que no tiene fin.
Entonces, amados lectores, la frase “el cielo y la tierra” no
estuvo referida a un “cielo físico, a una tierra física ni a un
“mundo físico”, sino al nuevo orden mundial del reino de
Dios. La casa del reino sobre la cual el Rey de Reyes
preside es sobre el espíritu de todos los hombres de este
universo, cual es el tabernáculo de Dios con los hombres
a eternidad. En ese tabernáculo es donde mora la justicia
perdurable, es tú cielo nuevo.

2
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén,
descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido

Después, de un “cielo nuevo”, Juan ve una nueva


Jerusalén (La santa ciudadanía de los eternos). Ese cielo
nuevo y esa nueva ciudad son la centralidad del nuevo
orden y gobierno eterno de Dios. ¿Cuál fue la finalidad del
Señor con estas novedades? Llevar a cabo una salvación,
una reconciliación y una nueva creación, en aspectos
definitivos, progresivos, y consumativos. La realidad final
de la nueva creación escatológica es ahora la realidad
presente del nuevo orden de Dios definitivo. Ningún
aspecto de esta reconciliación debería subrayarse para
excluir o disminuir indebidamente a nadie en este
universo. Esto es lo que hace casi todas las iglesias,
movimientos espirituales y religiones “excluir” a otros
que no son de su misma “enramada”. Ellos dicen: Si no
estás con nosotros es porque estas contra nosotros. !
Pobres amados” faltos de entendimiento. Pobres, porque
ignoran la profundidad de la maravillosa reconciliación
que hizo Dios consigo mismo (2 Corintios 5:19). Dios
después de todos los cumplimientos del año 70 d.C. Es

718
todo (plenitud) y en todos (universalista) en los espíritus
de los hombres somos uno con Dios en nombre, vida,
naturaleza y eternidad.

¿Por qué Juan ve descender del cielo a la nueva


Jerusalén? Porque Pablo declaró en Gálatas 4:26 que esa
Jerusalén está arriba, y ¿Por qué desciende? Porque viene
a ocupar el área o la jurisdicción que dejó la Jerusalén
destruida en el año 70 d.C. Una se va y la otra ocupa su
eterno lugar. Se fue la vieja Jerusalén porque esa ya
cumplió su misión y entró en vigor la nueva Jerusalén a
eternidad. Estaba profetizado en Apocalipsis 3:12 que la
ciudad de Dios, la nueva Jerusalén y el nombre nuevo
descendería del cielo. ¿Por qué esa Jerusalén del 70 iba a
ser reprobada, excomulgada y ejecutada? Por haber
violado el pacto, por eso, los escritores del N/T
conociendo por inspiración del Espíritu Santo esa
excomunión de la Jerusalén que estaba produciendo hijos
en esclavitud, les hablaron a los cristianos del primer siglo
que potencialmente ellos ya eran ciudadanos y herederos
de la nueva Jerusalén, la ciudad de origen celestial
(Gálatas 4:22-31)(Efesios 2:19)(Filipenses 3:20)(Hebreos
11:10,16)(12:22-23). ¿Qué es lo que baja del cielo? La
Esposa adornada de Cristo, que Juan la denomina “la
santa ciudad de Dios, es decir, la nueva ciudadanía de
Dios”. La Esposa (Tú y yo) no sólo estamos en la ciudad;
sino también que la Esposa es la misma ciudad
(Apocalipsis 21:9-10). Si esa Esposa ya bajo del cielo,
entonces, es una Esposa presente después del año 70 d.C.
La "ciudad amada" del reino de Cristo ya está aquí en la
tierra y parte de ella eres tú y lo soy yo (Apocalipsis 20:9).
¿Por qué los futuristas no enseñan esto a la amada ciudad
presente de Dios? Porque tienen intereses creados;

719
porque no es rentable enseñar un eterno presente de las
cosas eternas de Dios. Ellos prefieren mantener al pueblo
en oscuridad, en ignorancia, en esperas que nunca llegan
ni llegarán porque ya llegaron.

Aun el autor de Hebreos cuando corría el año 67 d.C.


Cuando escribió aproximadamente su carta a los hebreos
ya les decía que ellos eran la nueva Jerusalén “leemos "Os
habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios
vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos
millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos
que están inscritos en los cielos ... " (Hebreos 12:22-23).
¿Por qué se habían acercado? Porque estaba en el año 67
d.C. Pero lo fueron al cruzar la meta en el año 70 d.C. Por
cumplimientos de Dios.

3
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el
tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios.
4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no
habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron
5Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo
hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque
estas palabras son fieles y verdaderas

El apóstol Pablo en Efesios 2:9 también les declaró a los


santos en Efeso que ellos ya eran ciudadanos del cielo, de
la ciudad amada, porque el Verbo de Dios ya era uno con
ellos (Juan 1:14). Ya el mismo cielo moraba con ellos
(Efesios 2:20-22). Ya Cristo y el Padre tenían su morada en

720
ellos (Juan 14:23). Ya la profecía de Zacarías 14:9 era un
claro cumplimiento, Dos ya es uno y es rey sobre toda la
tierra. Ya ellos eran el templo del Dios viviente (2
Corintios 6:16). Pero, ¿Qué pasó cuando Juan vio un cielo
nuevo? Que la gran voz del cielo lo hizo señalar algo
majestuoso: “He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y
Dios mismo estará con ellos como su Dios”. Esta
expresión es la repetición de lo que ya los electores de las
7 iglesias habían leído en Apocalipsis 3:12 (7:15-17).

El mishkán o el tabernáculo de Dios” fue la conclusión de


la sección de las copas de la profecía. Al principio, Juan
vio el santuario del tabernáculo lleno de humo, de modo
que nadie podía entrar en él (Apocalipsis 15:5-8), y luego
oyó "una gran voz" del santuario ordenando que los siete
ángeles derramaran las siete copas de ira sobre la tierra
(Apocalipsis 16:1). Al derramamiento de la séptima copa,
sale nuevamente "una gran voz" del Santuario diciendo:
Hecho está - causando un gran terremoto, a consecuencia
del cual caen las ciudades y todo monte y toda isla "huye"
al volverse la visión para enfocar la destrucción de
Babilonia, la falsa esposa (Apocalipsis 16:17-21). Ahora,
hacia la conclusión de la sección de las copas, la tierra y el
cielo han "huido" (Apocalipsis 20:11)(21:1), y nuevamente
Juan oye una gran voz del cielo, anunciando que el acceso
al Santuario ha sido provisto hasta el máximo grado
posible, porque el tabernáculo de Dios está entre los
hombres. Pronto, esa misma voz anunciará nuevamente:
"Hecho está" (Apocalipsis 21:6), al volver la visión su
atención al establecimiento de la verdadera Esposa, la
Nueva Jerusalén. Al bajar el tabernáculo eterno de Dios,

721
ya no hay lamento por causa de la muerte debido a las
persecuciones romanas.

La voz que Juan oye le dice: ·Enjugará Dios toda lágrima


de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor”, ¿Por qué se le dice esto a
Juan? Porque el último enemigo de Cristo ya había suido
destruido en (Apocalipsis 20:14), pues de este último
enemigo fue el que les habló Pablo a los santos en
Corinto en 1 Corintios 15:24,25 para que Dios fue todo y
en todos. Entonces, después del 70 aunque seguimos
muriendo debido a una existencia mortal que poseemos
en este cuerpo, sin embargo, lo que debemos entender
es que la muerte ya no nos retiene más, porque su
“aguijón” (1 Corintios 15:55-58) ya fue destruido.
Después del 70, no hay más lágrimas que enjugar, porque
ya somos participantes a eternidad de Su primera
resurrección.

Todas estas maravillosas bendiciones a nosotros y para


nosotros los después del año 70 d.C. Son nuestras porque
las primeras cosas ya pasaron, porque en el 70 el que
estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas
todas las cosas. Ya el apóstol Pablo lo había vislumbrado
en 2 Corintios 5:17 cuando dijo “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas”.

Todo ya está restaurado. Vivimos en el paraíso eterno de


Dios. La ciudad amada de Dios (tú y yo) está llenando la
faz de la tierra y con ella toda la creación entera está
siendo renovada. Sabemos que concientizar es un trabajo
de paciencia pero irá en progreso y esta nuestra

722
generación lo está recibiendo línea tras línea, renglón tras
renglón, palmo a palmo, verdad sobre verdad y las
futuras generaciones también ya lo han recibido, sólo
falta que ella venga y lo verifique, “generación va y
generación bien, más la tierra permanece para siempre”
(Eclesiastés 1:4). Pero no te preocupes amado lector por
la generación que viene; ubícate en la tuya, y comienza a
dejar huella por instrucción, para los que vienen sean
educados en la palabra de los cumplimientos eternos de
Dios. Hagamos de esta gloria una universidad de
conocimientos. Ya tienes una vida con sentido, con
significado y con propósito. Yo declaro que cada una de
estas verdades aquí expuestas será entendida y aplicada
por la realeza divina de los reyes de Dios en esta era. Esta
es la verdad que está haciendo a muchos reyes completos
y súper entendidos en las maravillosas glorias o
entendimientos de Dios. El reino de Dios es o fue el
quinto reino o imperio profetizado por Daniel. Estamos
en el quinto imperio del universo, un imperio que no
tiene fin. Tú no tienes fin. Que tu reinado haga nuevas
todas las cosas.

6Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el


principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida

La expresión Hecho está. Es la otra cara de la moneda que


estudiamos acerca de la declaración de la destrucción de
Babilonia (Apocalipsis 16:17), consumaciones que son
ecos de la exclamación que el Señor Jesús hizo en la cruz:
"Consumado es" en (Juan 19:30). Por su redención, Cristo
obtuvo la derrota eterna de sus enemigos y la bendición
eterna de su pueblo. El que estuvo sentado en el trono se

723
auto nombro en Apocalipsis 1:8 el Alfa y la Omega,
siendo el Principio y el Fin, la Fuente, la Meta, y el
Significado de todas las cosas, el que garantizó que las
promesas se cumplirían. Como el libro de Apocalipsis
estaba siendo leído por las 7 iglesias del Asia, es por eso,
que Juan abre la invitación “Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida”, porque
todavía no había venido el fin que llegó en el año 70 d.C.
La frase “le daré gratuitamente de la fuente del agua de la
vida” es similar a la de Apocalipsis 7:17 “porque el
Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los
guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda
lágrima de los ojos de ellos“, donde los mártires salidos
de la gran tribulación son consolados y el Cordero...los
guió a fuentes de aguas de reposo y de vida. La metáfora
de la sed expresada aquí es tomada de Isaías 55:1 y
afirmada en Juan 4:10,13,14. La invitación a beber de la
fuente del agua de la vida estaba abierta antes de que
viniera el día del gran juicio del año 70 d.C.

7El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su


Dios, y él será mi hijo.
8Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y
todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que
arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda

En Apocalipsis 2 y 3 se les hizo 7 promesas a los


vencedores de las 7 iglesias del Asia menor, aquí en esta
vemos la octava promesa que incluye a las 7 anteriores,
pero esta última promesa incluye la “herencia de todas
las cosas” ¿Qué heredaría el vencedor del primer siglo?
Todas las cosas relacionadas con la nueva creación de

724
Dios. Dios le aseguró al vencedor del primer siglo la
promesa de Yo seré su Dios y él será mi hijo”, es decir, el
mayor y más pleno disfrute de la comunión con Dios por
la eternidad. Nosotros los después del año 70 d.C. ya
estamos viviendo en el nuevo cielo y en la nueva tierra.
Ya somos los ciudadanos de la Nueva Jerusalén. Las cosas
viejas pasaron, y todas han sido hechas nuevas.
Ahora, Juan hace un sumario de los enemigos o los que
fueron seguidores del dragón – los que "no heredaron el
reino de Dios" (1 Corintios 6:9)(Gálatas 5:21), pues su
parte la tuvieron en el lago que arde con fuego y azufre,
que fue la muerte segunda. Los condenados a la perdición
eterna fueron los cobardes del primer siglo, en contraste
con los piadosos conquistadores; los incrédulos, en
contraste con los que no negaron la fe (Apocalipsis
2:13,19 (13:10)(14:12); los pecadores, en contraste con
los santos (Apocalipsis 5:8 (8:3-
4)(11:18)(13:7,10)(14:12)(18:20)(19:8); los abominables
(Apocalipsis 17:4-5)(21:27)(Mateo 24:15); los homicidas
(Apocalipsis 13:15)(16:6)(7:6)(18:24); los fornicarios
(Apocalipsis 2:14,20-22)(9:21)(14:8)(17:2,4-5)(18:3)(19:2);
los hechiceros (pharmakoi), una palabra que significa
"magos envenenadores o abortistas" (Apocalipsis
9:21)(18:23)(22:15); los idólatras (Apocalipsis
2:14,20)(9:20)(13:4,12-15); y todos los mentirosos
(Apocalipsis 2:2)(3:9)(16:13)(19:20)(20:10)(21:27)(22:15).
Esta lista es una clara comparación en sentido espiritual
de “deshacerse” del 'viejo hombre' y “vestirse” del
nuevo" (Gálatas 5:19-26)(Efesios 4:17)(5:7)(Colosenses
3:5-10)(Tito 3:3-8).

725
La nueva Jerusalén

9Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían


las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y
habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la
desposada, la esposa del Cordero

A partir de Apocalipsis 21:9 Juan recibe una visión


amplificada de la nueva Jerusalén del estado eterno. Uno
de los siete ángeles que tenían las siete copas fue quien le
reveló a Juan la Nueva Jerusalén, porque uno de los
mismos siete ángeles fue el que le había mostrado a Juan
la visión de Babilonia, de la ramera Jerusalén en
Apocalipsis 17:1; y por eso aquí la Esposa del Cordero, es
contrastada con la ramera, la esposa infiel de la Jerusalén
destruida en el año 70 d.C.

10Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y


me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que
descendía del cielo, de Dios,
11teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al
de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe,
diáfana como el cristal.

Juan es llevado en el Espíritu (Apocalipsis 1:10)(4:2)817:3)


es decir, fue llevado por medio de un éxtasis a un sitio
denominado un monte grande y alto, es decir, a un lugar
de observación espiritual para que desde allí pudiera
contemplar “la gran santa ciudad de Jerusalén”. Juan es
llevado a un monte alto que fue un deliberado contraste
con el desierto donde vio a la ramera (Apocalipsis 17:3).
La descripción no tiene el propósito de recrear imágenes
de estaciones espaciales, o de ciudades literalmente

726
flotando en el aire; más bien, es una descripción espiritual
de "la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios" (Hebreos 11:10). Esa gran ciudad
santa de Jerusalén tenía la gloria de Dios y el fulgor de
Dios donde la luz se concentra para luego irradiar. Ese
fulgor fue comparado con el que emite una piedra
preciosísima como la piedra de jaspe, diáfana como el
cristal.

Durante la apostasía de Judá, el profeta Ezequiel vio la


Nube de Gloria apartarse del templo y dirigirse al oriente,
hacia el Monte de los Olivos (Ezequiel 10:18-19)(11:22-
23); más tarde, en su visión de la Nueva Jerusalén, ve la
Nube de Gloria retornando a morar en el nuevo templo,
la Iglesia (Ezequiel 43:1-5). Esto se cumplió cuando Cristo,
“la gloria de Dios encarnada”, ascendió a su Padre en la
nube desde el Monte de los Olivos (Lucas 24:50-51),
enviando inmediatamente su Espíritu para llenar la Iglesia
durante Pentecostés. Antes del año 70 d.C. El templo en
Jerusalén había perdido la Skekina de Dios o la gloria de
Dios. Ese templo no la tenía, si la hubiese tenido esa
misma gloria no hubiera permitido a Tito que destruyera
el templo. Pero al irse la gloria del templo, Juan declara
aquí que la Shekinah, la Gloria de Dios, ahora reposa
sobre el verdadero Santo Templo/Ciudad, el Paraíso
consumado - la Esposa de Cristo, la nueva Jerusalén.

12Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en


las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son
los de las doce tribus de los hijos de Israel;
13al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur
tres puertas; al occidente tres puertas

727
Cuando uno lee en Apocalipsis 12:1 a la mujer que está
allí se da cuenta que además de su gloriosa vestimenta,
lleva una corona de doce estrellas; pero ahora cerrando el
libro Juan ve que ésta es reemplazada por una "corona"
de muros joyas. Aquí, la Ciudad-Esposa está coronada con
un doce doble: los patriarcas y los apóstoles. La ciudad
tiene tres puertas al oriente, tres al norte, tres al sur, y
tres al occidente. En cada puerta hay un ángel o
mensajero y en cada puerta está inscrito el nombre de
cada una de las doce tribus de Israel, que es una
descripción similar a la de Ezequiel 48:30-34. Las puertas
de la Jerusalén celestial fueron para dar entrada triunfal a
todos los vencedores del primer siglo que tuvieron
inscrito su nombre en el libro de la vida (Apocalipsis
21:24-25).

14Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre


ellos los doce nombres de los doce apóstoles del
Cordero

Ahora, Juan nos dice que las puertas están, literalmente,


al oriente, al norte, al sur, y al occidente - dando, la
impresión de muchos entrando a la ciudad santa de los
cuatro puntos cardinales de la tierra (Isaías 49:12)(Lucas
13:29). Juan extiende sus imágenes descriptivas diciendo
que el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre
ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Esta era la teología del apóstol Pablo en el primer siglo:
"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va

728
creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien
vosotros también sois juntamente edificados para
morada de Dios en el Espíritu" (Efesios 2:19-22). Aquí
Pablo estaba encerrando a todos los creyentes tanto del
Antiguo como del Nuevo Pacto dentro de los muros de la
nueva Jerusalén.

15El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de


oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
16La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud
es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña,
doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de
ella son iguales.
17Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de
medida de hombre, la cual es de ángel.

El que estaba hablando con Juan era uno de los siete


ángeles de las copas (Apocalipsis 21:9) -y tenía una caña
de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su
muro. El santuario había sido medido anteriormente en
Apocalipsis 11:1-2; pero ahora la ciudad misma era
medida porque ella entera es el templo eterno de Dios.
Juan describe a la nueva Jerusalén como una ciudad que
es como un cubo perfecto. Los números y medidas como
“cada lado de la ciudad - la longitud, la anchura, y la
altura - mide doce mil estadios; el muro de la ciudad mide
ciento cuarenta y cuatro codos” son obviamente
simbólicos, siendo los múltiplos de doce una referencia a
la majestad, y la perfección de reino de Dios.

Juan dice que estas medidas son angelicales porque él así


como el cielo es el modelo para la tierra, el templo es el

729
modelo para la ciudad, el ángel es el modelo para el
hombre.

18El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era


de oro puro, semejante al vidrio limpio;
19y los cimientos del muro de la ciudad estaban
adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento
era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto,
esmeralda;
20el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo,
crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo,
crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo,
amatista.
21Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las
puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro
puro, transparente como vidrio

Ahora la gran ciudad santa se describe en términos de


joyería, como la perfecta consumación del modelo
edénico original (Génesis 2:10-12). El material del muro
era jaspe, una imagen de Dios mismo (Apocalipsis 4:3
(21:11); y la ciudad era de oro puro, como vidrio
transparente (el oro es una imagen de la gloria y
naturaleza de Dios, y por lo tanto se usó en el tabernáculo
y en el templo y sobre las vestiduras de los sacerdotes; y
del oro asociado con el Paraíso se dice que era "bueno",
es decir, puro, sin mezcla: Génesis 2:12. Los doce
cimientos de la ciudad estaban adornados con toda clase
de piedras preciosas, como el pectoral del Sumo
Sacerdote, que tiene cuatro hileras de tres gemas cada
una, representando las doce tribus de Israel (Éxodo
28:15-21). La Esposa ha sido adornada para su Esposo. La
expresión piedras preciosas (o costosas) se usa en 1 Reyes

730
5:17 para las piedras del cimiento del templo de Salomón;
ahora, en la Ciudad-Templo escatológica, éstas son
realmente "piedras preciosas", en todos los sentidos.
El primer cimiento era jaspe; el segunda, zafiro; el
tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, ónice; el
sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el
noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo,
jacinto; el duodécimo, amatista. Las piedras estaban
dispuestas en cuatro hileras de tres gemas cada una,
como estaban las del pectoral del sumo sacerdote: Jaspe,
zafiro, ágata;

esmeralda, ónice, cornalina; crisólito, berilo, topacio;


crisopraso, jacinto, amatista. Juan enumera las piedras
que fueron equivalentes a las tribus. Las doce puertas
eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla.
Subrayando la tremenda riqueza y la tremenda gloria de
la Nueva Jerusalén, Juan nos dice que la calle de la ciudad
era de oro puro, como vidrio transparente. Podemos
observar aquí que el valor que los hombres siempre le
han asignado al oro y a las piedras preciosas se deriva del
valor anterior que Dios les ha atribuido. Dios ha creado en
nosotros un deseo de tener joyas, pero su Palabra dice
claramente que la riqueza ha de ser obtenida como un
sub-producto del reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33).
Ocho siglos antes de que Juan escribiera, el profeta Isaías
describió la salvación venidera en términos de una ciudad
adornada con joyas: “Pobrecita, fatigada con tempestad,
sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre
carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas
pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de
carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. (Isaías
54:11-12). Carbunclo es en hebreo, “sombra de ojos” (2

731
Reyes 9:30)(Jeremías 4:30). El muro de la ciudad es
meramente decorativo: construido con joyas, con
cosméticos por "mortero". El punto es que el Constructor
es fabulosamente rico, y supremamente confiado en que
no será atacado. Esto es lo que enseñó el profeta Isaías
acerca de la santa ciudad eterna de Dios, donde ella es
rica y protegida contra sus enemigos “Y todos tus hijos
serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de
tus hijos. Con justicia serás adornada; estarás lejos de
opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se
acercará a tí. Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí;
el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. He aquí
que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y
que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al
destruidor para destruir. Ninguna arma forjada contra ti
prosperará, y condenarás toda lengua que se levante
contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de
Jehová, y de su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.
(Isaías 54:13-17).

22Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios


Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que
brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera

Ya vimos que la ciudad “cubo perfecto” es el templo, pero


no hay santuario centralizado en ella, porque el Señor
Dios Todopoderoso es el templo central de ella, y el
Cordero. Una de las bendiciones a los vencedores de la
iglesia en Filadelfia era esta “Al que venciere, yo le haré
columna en el santuario de mi Dios, y nunca más saldrá
de allí" (Apocalipsis 3:12). Y a los salidos de la gran

732
tribulación se les dijo "Por esto están delante del trono de
Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está
sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre
ellos" (Apocalipsis 7:15). El significado de todo esto, es
que los vencedores del primer siglo que no se inclinaron
ante la imagen de la bestia (Nerón) tuvieron una segura
residencia en la santa ciudad o dentro del mismo templo
de Dios. Dentro de ella no hay templo alguno que tenga
muros o puertas que se interpongan en la comunión
entre ellos y el Dios que adoran, pues, Dios es templo
para la ciudad, y la ciudad es templo para Dios. La santa
ciudad eterna brilla con la luz del Espíritu mismo de Dios,
por eso, la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna
que brillen en ella; porque la gloria misma de Dios la
ilumina, y el Cordero es su lumbrera, como Isaías lo había
predicho: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu
luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre tí. Porque he
aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las
naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre tí será
vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes
al resplandor de tu nacimiento... El sol nunca más te
servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te
alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el
Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni
menguará tu luna; porque Jehová te será por luz
perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu
pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán
la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para
glorificarme. (Isaías 60:1-3,19-21).

24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la


luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y
honor a ella.

733
25Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no
habrá noche.
26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero

En Isaías 60:5-6,911 se profetiza que las naciones de la


tierra vendrán a la ciudad de Dios, trayendo toda la
riqueza de sus culturas: ·Entonces verás y resplandecerás;
se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya
vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las
naciones hayan venido a tí. Multitud de camellos te
cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos
los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán
alabanzas de Jehová... Ciertamente a mí esperarán los de
la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para
traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al
nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha
glorificado... Tus puertas estarán de continuo abiertas; no
se cerrarán ni de día ni de noche, para que a tí sean
traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a tí sus
reyes”. Juan aplicó esta profecía a la Nueva Jerusalén: “Y
las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de
ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a
ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no
habrá noche. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones
a ella. No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que
hace abominación y mentira, sino solamente los que
están inscritos en el libro de la vida del Cordero”. Esto es
lo que Jesús ordenó que fuera su Iglesia: Una ciudad
sobre un monte (Mateo 5:14-16), la luz del mundo, que

734
brilla delante de los hombres para que glorifiquen a Dios
el Padre.
Aunque vemos a la Nueva Jerusalén de Apocalipsis 21
después del juicio final de Apocalipsis 20, tenemos que
entender que en la visión de Juan, las naciones todavía
existen; pero todas ellas viniendo a la ciudad celestial en
términos espirituales trayendo sus tesoros a ella, porque
esta santa ciudad sólo admite santificados a su recinto
que no tiene división alguna. Nos encontramos en el
efecto de esta profecía cumplida. Al brillar la luz del
conocimiento de la palabra de los cumplimientos totales
de Dios, este mundo por medio de los actuales reyes de
Dios (Apocalipsis 1:6) tú y yo, está concientizando a los
hombres de todas las razas, nacionalidades y culturas a
practicar las tres glorias del reino “la paz, la justicia y el
gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17).
Nuestro reinado en vida y libertad es es el modelo a
seguir y hacer historia. Reinar es nuestro presente y
nuestro futuro. El conocimiento en vida está garantizado
por el cumplimiento de todas las cosas que han sido
hechas nuevas.

APOCALIPSIS 22:1-20

!Ven Señor Jesús!: La aclamación unánime de las 7


iglesias del Asia menor

1
Después me mostró un río limpio de agua de vida,
resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios
y del Cordero

Juan escribió el Libro de Apocalipsis con el propósito de


que fuera leído en las 7 localidades del Asia menor. El

735
Capítulo 22 también tiene mucho en común con el
Capítulo 1. Por ejemplo: Apocalipsis 22:6 “Las cosas que
deben suceder pronto” y Apocalipsis 1:1 “...Para
manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto”. Apocalipsis 22:7 “viene pronto” y Apocalipsis 1:7
“He aquí viene con las nubes”.

La visión de la Nueva Jerusalén continúa: El ángel de la


copa (Apocalipsis 21:9) muestra a Juan el río del agua de
la vida, transparente como cristal, que salía del trono de
Dios y del Cordero, en medio de la calle. La escena se
basa, primero, en el jardín de Edén, en el cual brotaban
fuentes del suelo (Génesis 2:6) para formar un río, que
luego se dividía en cuatro brazos y salía a regar la tierra
(Génesis 2:10-14). Esta imagen es adoptada más tarde
por Ezequiel 47:1-9 en su visión del templo del nuevo
pacto. En el antiguo pacto, el pueblo debía viajar hasta el
templo para ser purificado, pero eso ya no será así,
porque en los tiempos del nuevo pacto el gran lavacro de
bronce en la esquina sudoeste de la casa (2 Crónicas 4:10)
se inclina y vierte su contenido bajo la puerta,
convirtiéndose en un poderoso río de gracia y vida para el
mundo, aún transformando las aguas del Mar Muerto:
“Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí
aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el
oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y
las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de
la casa, al sur del altar. Y me sacó por el camino de la
puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino
exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al
oriente; y vi que las aguas salían del lado derecho. Y salió
el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano;
y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los

736
tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas
hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar
por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil, y era ya un
río que yo no podía pasar, porque las aguas habían
crecido de manera que el río no se podía pasar sino a
nado. Y me dijo: ¿Hs visto, hijo de hombre? Después me
llevó, y me hizo volver por la ribera del río. Y volviendo
yo, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a
uno y otro lado. Y me dijo: Estas aguas salen a la región
del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar;
y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda
alma viviente que nadare por dondequiera que entraren
estos dos ríos, vivirá, y habrá muchísimos peces por haber
entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo
lo que entrare en este río”.

El agua fue símbolo de bendición espiritual que fluía de la


presencia de Dios como en Isaías 12:3 (35:7); Jeremías
17:13, Salmo 46:4. La escena de un río limpio de agua de
vida estuvo referida a la nueva Jerusalén con respecto al
nuevo orden y gobierno de Dios, y no con la tierra antigua
de la Jerusalén del año 70 d.C. La fuente de las
bendiciones del estado eterno de los reyes de Dios
representadas aquí por el el fluir del río de agua de vida,
salen del trono de Dios y del Cordero. Todo lo que es vida
tiene que fluir de ese trono, porque el trono es el único
capaz de satisfacer la sed espiritual de los reyes de Dios.
No es que en la frase “del trono de Dios y del Cordero”
hay dos personas que se sientan en dos tronos, porque
son dos entidades o esencias distintas en aquella
dimensión, sino que es un mismo trono donde el Cordero
es la eterna Deidad. En la eternidad el nombre del Señor
siempre será “el Cordero”, nombre que fue un indicador

737
que en otro tiempo hubo pecado en el mundo, pero este
Cordero fue el que lo quitó de en medio para poder que
Dios pudiera reconciliar al mundo consigo mismo. Debido
al hecho de que el Señor vino como el Cordero es que los
reconciliados pueden comer del fruto del árbol de la vida
y beber del río de agua de vida.

2
En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado
del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce
frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol
eran para la sanidad de las naciones

Ezequiel dijo que "en la ribera del río había muchísimos


árboles a uno y otro lado"; Juan abunda en esto y nos
dice que a cada lado del río había el árbol de vida - no un
árbol solamente, sino bosques de árboles de vida que
bordeaban las orillas. La bendición a la que Adán renunció
ha sido restaurada con abrumadora superabundancia,
porque lo que hemos ganado en Cristo es, como dijo
Pablo, "mucho más" de lo que perdió Adán: “Porque si
por la transgresión de aquel uno murieron los muchos,
abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don
de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo ... Porque
si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho
más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que
reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia
... Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para
que así como el pecado reinó para muerte, así también la
gracia reine por la justicia para vida eterna mediante
Jesucristo, Señor nuestro. (Romanos 5:15-21)(9:10). Por
lo tanto, el Paraíso no sólo es "restaurado"; es
consumado, y traídas a completa fructificación y

738
completo cumplimiento todas y cada una de sus
implicaciones.

La palabra Árbol es xulon, a menudo usada con referencia


a la cruz (1 Pedro 2:24); en realidad, es probable que
Cristo fuese crucificado sobre un árbol verde, como dan a
entender sus palabras en Lucas 23:31: "Porque si en el
árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se
hará?" Pablo vio la crucifixión de Cristo como el
cumplimiento de la maldición del Antiguo Testamento
sobre el que es colgado en un árbol (Gálatas
3:13)(Deuteronomio 21:23)(Josué 10:26-27).

Como en la visión de Ezequiel (Ezequiel 47:12), el árbol de


vida es continuamente productivo, llevando doce frutos,
dando cada mes su fruto en un interminable suministro
de vida para los vencedores de las 7 iglesias del Asia
menor (Apocalipsis 2:7), aquéllos que hicieron sus
mandamientos (Apocalipsis 22:14). Juan continúa
aclarando que el poder del árbol de Cristo transformará al
mundo entero: Las hojas del árbol eran para la sanidad de
las naciones. Nuevamente, Juan no concibe esto como
una bendición reservada sólo para la eternidad, aunque
sus efectos continúan por la eternidad. El árbol de vida
sustenta a los creyentes ahora, al participar ellos de
Cristo: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no
vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es,
cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que
la oyeren, vivirán”. (Juan 5:24-25). Del mismo modo, Juan
espera que las virtudes curativas de la cruz den vida a las
naciones como tales, en el mundo; las naciones, él nos ha

739
dicho, están compuestas de "aquéllos cuyos nombres
están inscritos en el libro de la vida del Cordero", pues las
naciones como tales son admitidas a la Santa Ciudad
(Apocalipsis 21:24-27). El río de vida está fluyendo ahora
(Juan 4:14; 7:37-39), y continuará fluyendo en un siempre
creciente río de bendiciones para la tierra, sanando a las
naciones, y poniendo fin a la anarquía y la guerra
(Zacarias 14:8-11)(Miqueas 4:1-4). Esta visión del futuro
glorioso de los reyes de Dios, un futuro terrenal y
celestial, repara la tela que fue rota en Génesis. En
Apocalipsis, vemos al Hombre redimido, traído de vuelta
al monte, sustentado por el río y el árbol de vida,
recuperando su perdido dominio y gobernando como rey-
sacerdote sobre la tierra. Este es nuestro privilegio y
nuestra herencia ahora, definitiva y progresivamente, en
esta era; y será nuestra plenamente en la edad por venir.

3
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del
4
Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán y verán
su rostro, y su nombre estará en sus frentes

Esta frase garantiza la ausencia total del pecado en el


nuevo cielo y nueva tierra, porque el trono del Cordero
está en la ciudad nueva de Jerusalén. El uso del título
“Cordero” hace una clara conexión entre la ciudad y el
Señor Jesucristo y los servidores del Cordero a los que
Juan llama en Apocalipsis 20:6 reyes y sacerdotes de Dios.
Como en la eternidad no habrá más pecado, la función
sacerdotal no es prominente, lo es la función de rey de
Dios. En la nueva ciudad, todos los reyes de Dios ya están
viendo el rostro de Dios, el “cara a cara” que habló el
apóstol Pablo cuando viniera lo perfecto (1 Corintios

740
13:12). El trono de Dios y el trono del Cordero en la
eternidad se convierten en un solo rostro y un sólo
nombre en la frente o pensamientos de los reyes de Dios
a eternidad.

5
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz
de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los
iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos

En el templo judío antes del año 70 d.C. Era necesaria la


luz artificial alumbrando dentro del lugar santo; pero
ahora en la nueva ciudad no hay necesidad de luz de
lámpara, ni de luz de sol como lo era necesario en el atrio
del templo. No hay pues esa necesidad de luces, porque
Dios el Señor los iluminará. Ahora, en este versículo
vemos un sólo rostro (prosopon) y un nombre (onoma) en
singular indicando que sólo hay un Dios el Señor que es la
luz eterna de la nueva ciudad santa de Dios que somos
todos los reyes de él. Ya en Juan 14:9 Jesús le había dicho
a Felipe “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”,
referido a ver el rostro de sus virtudes divinas. En Mateo
5:8 Jesús dijo “Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios”. Leemos en 1 Juan 3:2
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque
le veremos tal como él es”. Incuestionablemente, los
reyes están viendo el rostro de Dios en la nueva
Jerusalén.

6Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el


Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado

741
su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto
7¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda
las palabras de la profecía de este libro

La frase “estas palabras son fieles y verdaderas” es similar


a la de Apocalipsis 21:5 y refuerza la autenticidad y la
autoridad del libro de Apocalipsis y el escrito de Juan que
además de ser apóstol, es profeta escribiendo la palabra
inspirada de Dios con el mismo espíritu de los profetas. Si
son “fieles y verdaderas” es porque no dejaron de
cumplirse aquellas cosas que deberían de suceder pronto.
Juan hizo un "memorándum" oficial para todos los
miembros de las 7 iglesias del Asia menor, diciéndoles lo
que necesitaban saber en relación con los
acontecimientos inminentes del primer siglo. El mensaje
consistente del libro entero es el de las cosas relacionada
con la terminación final del Antiguo Pacto y el firme
establecimiento del Nuevo Pacto.
Hablando en nombre de Cristo, el ángel repite el tema de
la profecía, subrayando su inmediatez: ¡He aquí, vengo
pronto! (Apocalipsis 1:7)(2:5,16)(3:11)(16:15); en
realidad, la palabra vengo (erchomai) se usa siete veces
sólo en el Capítulo 22. ¿Cuál fue la expectativa latente de
los apóstoles e iglesias del primer siglo? Fue la
manifestación de Cristo en su segunda venida. Las 7
iglesias que fueron los miembros lectores del Apocalipsis
fueron amonestados a ser bienaventurados los que
guardarían las palabras de la profecía de este libro. Todos
ellos fueron animados a obedecer las palabras de esta
profecía (teis propheiteías) en el sentido que esta
profecía no sólo fue una proclamación proveniente de
Dios, sino también en su sentido escatológico, porque

742
fueron eventos inminentes acaecidos en la generación de
Juan y de las 7 iglesias del Asia menor.

8Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que
las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies
del ángel que me mostraba estas cosas.
9Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy
consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los
que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios

Juan se identifica como el que oyó y vio esas cosas (ho


akouón kai blépon tauta). Los dos participios “oyó y vio”
fueron los dos medios a través de los cuales Juan recibió
la revelación profética. Oyendo y viendo constituyeron a
Juan como un fiel testigo directo de esta profecía. El no
escribió de su imaginación, sino que fielmente registró
bajo la veeduría del Espíritu Danto lo que en realidad fue
esta profecía para las 7 iglesias del Asia menor en sus
días.

En dos ocasiones Juan confiesa haberse postrado delante


de un ángel en Apocalipsis 19:10 y en Apocalipsis 22:8
para adorar (proskyneisai). La intención de Juan no es
establecer una idolatría a su guía espiritual, sino a hacer
un reconocimiento de que esta profecía procedía del
mismo Dios. El ángel, aunque exaltado y poderoso, no es
más que un consiervo del apóstol y de sus hermanos los
profetas - los otros miembros de las 7 iglesias cristianas
del Asia menor, es decir los guardadores de las palabras
de este libro. El ángel termina diciéndole “Adora a Dios”
¿Por qué? Por el ángel sabía que Juan y sus hermanos ya
tenían por el sacrificio de Cristo abriendo el velo del Lugar

743
Santísimo acceso directo al trono de Dios para adorar y
no lo necesitaba a él como mediador de adoración a Dios.

10Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este


libro, porque el tiempo está cerca.
11El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es
inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo,
practique la justicia todavía; y el que es santo,
santifíquese todavía

La expresión “no selles las palabras de la profecía de este


libro” es el claro contraste con la orden de Dios a Daniel
12:4: "Cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo
del fin", ¿Por qué se le dio esa orden en aquel tiempo?
Porque Su profecía hablaba del futuro distante, pero a
Juan se le da la orden de “no sellar el Apocalipsis” porque
los eventos allí descritos ya estaban en acción y la
consumación final era para un cercano futuro inminente y
no distante “El tiempo estaba cerca”.

Recordemos que el Apocalipsis fue escrito para las 7


iglesias que estaban en el Asia menor y ellas tenían la
responsabilidad de proclamar el contenido del mensaje
recibido con toda fidelidad (Apocalipsis 1:3). Este
cumplimiento de Apocalipsis es anunciado como algo
inminente. De modo que las 7 iglesias debían proclamarlo
con alta urgencia, porque el tiempo estaba cerca. Fue
para sus días (no para los nuestros hoy en día -siglo XXI-).
La gran lucha del siglo primero estaba alcanzando su
clímax, y el ángel llama a diferenciar los justos de los
malvados, pues, aquel mundo ya estaba maduro para el
juicio final. La advertencia al ser humano del primer siglo
es para recibir las fatales consecuencias que vendrían si

744
despreciaban la oferta salvadora de la gracia de Dios. El
justo (ho dikaios) es la antítesis de el injusto (ho adikón).
Antes de aquellos finales, el justo de las 7 iglesias debía
seguir practicando la justicia aunque estuviera viviendo
en un ambiente hostil de injusticia y en los últimos días
del plan de la consumación total de Dios.

12He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para


recompensar a cada uno según sea su obra. 13Yo soy el
Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el
último

Tres veces en el capítulo 22 el Señor anuncia Su venida a


las 7 iglesias, Vs:7,12,20. La expresión he aquí (idou) es
un llamado a los lectores de las 7 iglesias para indicarles
la importancia de lo que sigue. El verbo yo vengo
(érchomai) fue un presente profético para las 7 iglesias,
sugiriendo la inminencia de la segunda venida de Cristo.
El anuncio de Su venida en Apocalipsis 22:7 fue
acompañado de una promesa d ebendición, pero en
Apocalipsis 22:12 fue acompañado por una advertencia
de juicio. Entonces, el Señor les promete a las 7 iglesias la
inminencia de Su juicio venidero sobre Israel y la
liberación de ellos: “He aquí yo vengo pronto, y mi
galardón conmigo, para recompensar a cada uno según
su obra” (Apocalipsis 2:23)(20:12-13). Cristo ya había
prometido que esto sería el resultado de Su venida a su
reino en el siglo primero (Mateo 16:27-28).
El sustantivo galardón (misthos) significa “paga” o
“salario”. Aquí se dice que el Señor vendría en juicio a
pagar o darle salario a los hombres (Hechos 17:30,31),
porque a él le fue dado la potestad de juzgarlos. El
galardón aquí no es un premio sino una paga para

745
aquellos inicuos del primer siglo de los que se predijo en
Mateo 25:41 que dichos malditos serían apartados y
lanzados al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles, mientras que para los justos sería: “Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo”. Confirmando
esta promesa con un juramento, jura por sí mismo como
Señor de la historia, y soberano de todas las cosas,
diciendo: “Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el
Último, el Principio y el Fin”.

14Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener


derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas
en la ciudad.
15Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los
fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que
ama y hace mentira

Esta es la última de las 7 bienaventuranzas del libro


(Apocalipsis 1:3)(14:13)(16:15)(19:9)(20:6)(22:7)
incluyendo la de (22:14). Esta última bienaventuranza fue
pronunciada en favor de los que lavan sus ropas (hoy
plynontes tas stolas auton). En Apocalipsis 7:14 con un
hecho realizado, los salidos de la gran tribulación lavaron
sus ropas y las emblanquecieron en la sangre del Cordero.
Pero como todavía no había llegado la consumación que
iban a ver los lectores de las 7 iglesia, Juan usa en
Apocalipsis 22:14 el participio presente los que lavan sus
ropas sugiriendo una acción continua de parte de estos
amados creyentes de las 7 iglesias.
La enseñanza en este pasaje es que cualquier miembro de
las 7 iglesias que lava sus ropas no contaminándose con la
inclinación a la bestia, al gran dragón y al anticristo (todo

746
referido al imperio romano) del primer siglo, es
bienaventurado. ¿Cuál es la bienaventuranza? Tener
derecho al árbol de la vida (hina estai hei exousía autón
epi tosylon teis dsoeis) que es una frase que indicó
propósito para las 7 iglesias. El derecho es tener la
oportunidad, el honor, el derecho y la autoridad para
comer del fruto del árbol de vida a eternidad y así poder
entrar en la santa ciudad por sus puertas de justicia.
Aquí en Apocalipsis 22:15 se proporciona otra lista pero
esta vez es séptuple de los que están excluidos de las
bendiciones, desterrados fuera de la ciudad, y lanzados a
la Gehenna (Isaías 66:24)(Marcos 9:43-48). Primero se
mencionan los perros, los carroñeros que son
considerados con disgusto y repugnancia a través de la
Biblia (Proverbios 26:11). En Deuteronomio 23:18, los
sodomitas son llamados "perros", y Cristo comparaba los
perros con las naciones inmundas (Marcos 7:26-28).
Pablo aplica el término, en lo que debe haber sido una
desagradable referencia, a la falsa circuncisión, los judíos
que habían traicionado el pacto al rechazar a Cristo
(Filipenses 3:2) y por eso se unieron a los paganos y a los
pervertidos. Esa es probablemente la referencia aquí
(Apocalipsis 2:9)(3:9). Dios no da lo que es santo a los
perros (Mateo 7:6). Las otras categorías mencionadas en
este versículo, los hechiceros, los fornicarios, los
homicidas y los idólatras, y todo aquél que ama y hace
mentira, se mencionan también en Apocalipsis 21:8,27.

16Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio


de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de
David, la estrella resplandeciente de la mañana

747
Esta es la única vez en todo el libro de Apocalipsis que el
Señor usa su nombre de humanidad !Jesús!. Este nombre
fue el equivalente a Josué y ambos significan “libertador”.
Aquí el Señor lo reveló para indicarles a las 7 iglesias que
al fin de todas las consumaciones, él sería su libertador
personal. Este fue el nombre asociado al título del Hijo de
hombre celestial que Daniel 7:13 contempló que venía
con las nubes del cielo. Este fue el Jesús que tuvo poder
en el cielo y en la tierra (Mateo 28:28) y ahora tiene la
potestad para enviar su ángel (Juan) con el propósito de
darle a las 7 iglesias testimonio del contenido del
Apocalipsis. Este Jesús se le presentó a las 7 iglesias como
la raíz y el linaje de David conectando este nombre con el
cumplimiento del pacto davídico (2 Samuel 7:12-
16)(Isaías 11:1)(Ezequiel 34:23,24)(Apocalipsis 5:5), ¿Por
qué? Porque David había fundado la primera ciudad de
Jerusalén y ahora, es Jesús el fundador de la nueva
Jerusalén. Jesús, cumplió con todas las promesas
mesiánicas asociadas con la familia de David. El vocablo
raíz (hrídsa) sugiere que el Mesías Jesús es y fue el
progenitor de David, mientras que el sustantivo génos
indica que también fue descendiente de David, por eso,
Jesús es y fue el principio y el fin de la economía espiritual
asociada con David. La expresión estrella resplandeciente
de la mañana trae a la mente de los lectores de las 7
iglesias la profecía de Balaam en Números 24:17 donde el
profeta profetiza de Cristo bajo los símbolos de una
estrella y de un cetro; y también la promesa del Señor a la
Iglesia en Tiatira (Apocalipsis 2:26-27). El calificativo
“resplandeciente” (ho lámpros) fue escrito aquí para
resaltar que Jesús como la estrella de la mañana
sobrepasa a todas las luces que el hombre jamás haya
conocido, es decir, que a partir de todos los

748
cumplimientos del año 70 d.C. Jesús, iluminaría a todo el
universo con la gloria de su conocimiento, disipando
todas las tinieblas espirituales existentes.

17Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:


Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente

Antes de la consumación final de la profecía de este libro


en el primer siglo, el Espíritu y la Esposa en conjunto
abren una doble invitación. La primera al lector del
Apocalipsis del primer siglo pidiendo el regreso del
Mesías en sus días. La bienaventuranza de Apocalipsis 1:3
se lee en alta voz por los 7 ángeles a sus congregaciones
locales escuchasen su contenido. Mediante esa lectura, el
Espíritu obraría en las 7 iglesias locales del Asia menor,
para producir en ellas el ardiente anhelo de la venida del
rey de reyes. El Espíritu y la Iglesia se unen para decir:
Ven (érchon) vocablo que se usó en el libro para indicar el
pronto retorno del Mesías a la tierra o al territorio de
Judea en el primer siglo. La frase y el que oye (la profecía)
diga: Ven, estuvo referida a los individuos dentro de las 7
congregaciones que, como tales, anhelaban la venida del
Señor en sus días tal como ocurrió.
La segunda invitación y el que tiene sed, venga; y el que
quiera, tome del agua de la vida gratuitamente está
referida a sed espiritual no física, una sed que sólo el
Mesías a su regreso podía satisfacer a plenitud y
completamente. Es sorprendente que un libro de
amenazas, sentencias, y escenas que están llenas de
juicios, abra una invitación tan especial, así en Su
conclusión, pero así es la maravillosa gracia de Dios.

749
Antes de sus juicios vienen las misericordias por amor al
hombre.

18Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la


profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas,
Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este
libro.
19Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta
profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la
santa ciudad y de las cosas que están escritas en este
libro

Estas penúltimas palabras provienen de Apocalipsis 22:12


“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra “. Aunque el
Señor dejó abierta la invitación de gracia a los lectores del
Apocalipsis, sin embargo, la vena del libro que es el juicio
tenía que recordarse a los lectores. Estas palabras son
similares a las de Moisés en Deuteronomio 4:2 'No
añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de
ella”. Ahora, con la conclusión del Apocalipsis, añadir o
quitar palabras quedaba prohibido al ángel de cada iglesia
del Asia menor, ya que el era el portavoz a su auditorio
del libro. A estas alturas finales ya no se podía añadir
palabras a la profecía. La consecuencia sería funesta, Dios
quitaría su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad,
y de las cosas que están escritas en este libro. A partir del
año 70 d.C. Nadie le puede añadir no quitar a la profecía
del libro del Apocalipsis porque ya está cumplido. Esta
amenaza fue predicha para los lectores del libro antes del
año 70 d.C. La expresión Dios quitará su parte del libro
de la vida no fue una amenaza a que algún miembro de
las 7 iglesias perdieran su salvación por gracia. Ellos

750
fueron salvos siempre salvos y con esta lectura afirmaron
más su salvación tan grande en el primer siglo y antes del
juicio del año 70 d.C.

20El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente


vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús

El anuncio de la segunda venida se repite a través del


libro de Apocalipsis (Apocalipsis
2:16)(3:11)(22:7)(22:12)(22:20) por este fue el tema
central de este libro. Es tan cierto, que el mismo Señor
Jesús anunció su propia venida cuando dijo en el libro
Ciertamente vengo en breve (nai, érchomai tachy). El
verbo vengo (érchomai) fue para los lectores del libro de
las 7 iglesias un presente profético futurístico y se traduce
como “vendré”. El modo indicativo del verbo denotó una
plena certeza y el tiempo presente del evento como una
inminencia de su venida. La expresión “ciertamente
vengo en breve” construyó la respuesta del Señor al
ruego del Espíritu y la Esposa en Apocalipsis 22:17. a esta
certeza y anhelo se unieron todos los creyentes de las 7
iglesias del Asia menor que al unisonó exclamaron antes
del 70 Amén, si ven, Señor Jesús. Así expresaron el deseo
de todos los que en el primer siglo amaron Su venida (2
Timoteo 4:8). La segunda venida fue el suceso que
produjo el final de la historia de Dios con la nación de
Israel, donde a partir del año 70 d.C. Todas las naciones
tendrían la posibilidad de la paz y de la justicia perdurable
como jamás antes ninguna nación había podía lograr.
Hay que recordar que la paz, la justicia y el gozo en el
Espíritu Santo son las tres glorias espirituales del reino de
Dios (Romanos 14:17) un reino que no tiene fin, un reino

751
que no es visible al ojo humano, más lo es al ojo del
entendimiento de los entendidos.

21La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos


vosotros. Amén

¿Por qué este libro cierra la profecía con estas palabras


de gracia? Porque durante su lectura, las 7 iglesias
todavía no habían experimentado Su venida y la gracia
todavía seguía activa, pues, la gracia en el nuevo
testamento y en todo el recorrido del primer siglo salvaba
de la ley a los que estaban bajo la ley. Para comprender
mejor este cierre con gracia del libro de Apocalipsis es
bueno conocer las cuatro épocas de Dios. Leemos en
Efesios 1:9 “dándonos a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había
propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en
Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que
están en la tierra”, e l propósito eterno de Dios y desde
los lugares celestiales en la eternidad pasada fue darnos a
conocer el misterio de Su voluntad. En la eternidad
pasada Dios planificó una voluntad y esa voluntad estaba
escondida en él; así que, si estaba escondido era un
misterio no revelado.

Ahora, fue un placer del corazón de Dios darnos a


conocer el misterio de Su voluntad. En ese beneplácito,
Dios se propuso en Sí mismo reunir todas las cosas en
Cristo, en la dispensación de los tiempos, y ¿Qué reunió
en Cristo? Reunió al cielo con la tierra y al hombre
consigo mismo. La expresión “de los tiempos” se refiere a
las edades o épocas. A Pablo le fue revelado que vendría

752
la plenitud de los tiempos, porque él en su época ya
vislumbraba en Gálatas 4:26 a la Jerusalén de arriba, a la
celestial, a la libre, y esa Jerusalén sólo podía hallarse
bajo un cielo nuevo y una tierra nueva en su sentido
espiritual.

Juan en Apocalipsis 21:1 vio la plenitud de los tiempos


cumplidos, cuando vio un cielo nuevo y una tierra nueva
al cumplirse las 4 épocas de Dios. En total hubo 4 épocas:
La época de pecado con Adán; la época de la ley con
Moisés; la época de la gracia con Pablo hasta el año 70
d.C. Que salva de la maldición de la ley; y la época del
reino con nosotros los reyes de Dios bajo lo perfecto en
un amor incondicional. Pablo dice que Dios se propuso
“reunir” todas las cosas en Cristo y el “reunir” de Dios no
estuvo en la época de Adán, ni en la época de Moisés, ni
en la época de Pablo, sino en la época del reino del amor
incondicional, la época que a nosotros nos corresponde
explicar. Pablo y Juan escribieron sobre la Jerusalén de
arriba, pero a nosotros nos toca explicarlo, porque ya
vemos todas las 4 épocas cumplidas. Ya estamos en cielo
nuevo. Ya estamos en el reino que no tiene fin. Ya
estamos en la nueva Jerusalén.

La administración de Dios fue una planificación de 4


épocas principales. (1)- La época de los patriarcas que
vino desde Adán hasta Moisés, que fue la época de las
promesas, (2)- La época de la ley que vino desde Moisés
hasta la segunda venida de Cristo en juicio en el año 70
d.C. Que fue una época de ley, que terminó con el
judaísmo, el sacerdocio, el templo y la ciudad de
Jerusalén, pero en esta época se introdujo la I venida de
Cristo para redención y reconciliación que le dio

753
comienzo a la época de la gracia, donde el Cristo
resucitado llamó a Pablo como el perito arquitecto de Su
gracia para los judíos y gentiles a fin de reunirlos a todos
en Cristo.

La (3ra) época de la gracia vino desde Pablo hasta el juicio


sobre el templo y Jerusalén en el año 70 d.C. En el
panorama del nuevo testamento vemos dos líneas
corriendo juntas y al mismo tiempo: Vemos ley y vemos
gracia. Vemos circuncisión e incircuncisión. Vemos
bautismo en agua y bautismo en el Espíritu. Vemos a
Pablo evangelizando y vemos a Pedro judaizando. Vemos
ministros de ley muerta y vemos ministros del espíritu de
vida. Vemos que la ciencia y la profecía estaba en parte y
vemos el vislumbre de lo perfecto. Vemos que se estaba
viendo por espejo pero a su vez se profetizó que se vería
a cara a cara. Vemos el velo de Moisés y vemos gentiles
sin el velo. Vemos que el nuevo pacto ya había entrado en
función y vemos al viejo pacto que estaba próximo a
desaparecer, pero no había desaparecido porque todavía
estaba en pie, el templo, el judaísmo, y el sacerdocio
levítico que ceso en la caída del año 70 d.C. Por las
legiones romanas al comando de Tito.
Vemos vasos de ira para la destrucción del 70 y vemos
vasos de misericordia para gloria. Vemos la sentencia
sobre el templo judío y vemos el vislumbre del
tabernáculo de Dios con los hombres. Vemos el judío
según la carne y vemos el nuevo Israel de Dios. Esto es lo
que muchos no han visto y por eso no se había enseñado
hasta ahora. El misterio de Su voluntad se estaba
revelando poco a poco. El velo se estaba corriendo
lentamente. ¿Qué pasó en el año 70 d.C. Cuando las
profecías tocantes a la nación de Israel se cumplieron?

754
Que el mundo entró en la cuarta época de la
administración de Dios, que es la época del Dios en todos,
la época del amor incondicional, por eso dije
anteriormente que la palabra de la “reunión” de Dios es
de esta última época.

Dios trató con la gente en cuatro épocas diferentes. Trató


con una promesa. Trato con una ley. Trató con una gracia.
Y ahora después del 70 trata con su amor incondicional,
donde todo está cumplido, donde Dios es el todo y en
todos, donde estamos en cielo nuevo, donde a la luz de la
revelación hemos salido la “generación de los reyes
eternos de Dios”, donde el amor absorbió a la promesa, a
la ley, y a la gracia. Pablo dijo que Dios se propuso
“reunir” el cielo con la tierra y al hombre consigo mismo y
lo logró. Ya estamos reunidos en Cristo. Ya no hay
paredes de separación. Ya no hay distingos de colores ni
de hombres, somos UNO con Dios en nombre, vida,
naturaleza y eternidad. Esta es la época del amor sin
condiciones y sin pactos. Ahora, si Dios es en todos,
entonces, ya no hay varias personas sino sólo una. Hay un
sólo reinado. Hay un sólo Dios, por eso 1 Corintios 6:17
dice que el que se une al Señor, un espíritu es con él.
Entonces, no puede haber pacto donde hay uno solo. Si
ya solo existe UNA persona, no tiene con quien pactar,
porque para que exista un pacto tienen que existir dos
personas.
En la tercera época donde se movía paralelamente la ley
con la gracia, existía el pacto de la ley y el pacto de la fe.
En el pacto de la ley se dependía de las obras para
justificación como lo dice Gálatas 3:10. Y en el pacto de la
fe se dependía de la confianza en el sacrificio de Cristo
para justificación como lo dice Gálatas 2:16. En la tercera

755
época de la gracia, el nuevo pacto estaba fundamentado
sobre mejores promesas que la ley. Pero en la época del
amor sin pactos o sin condiciones, no hay pacto de ley ni
hay pacto de fe, porque la fe ¿En qué ha de pactar, si ya
no hay ley que condena? ¿De qué ha de salvar la fe si ya
no hay maldición de la ley? En la tercera época de Dios, la
fe era la que salvaba de la ley. Entonces, si en la cuarta
época de Dios no hay ley. Ya sin ley no hay pacto de fe.
Según Hebreos 11:1 la fe del nuevo pacto era de certeza
de lo que se esperaba (Hebreos 9:28); pero la fe de
convicción era de lo que no se veía, pues las cosas que se
ven son temporales y perecederas, más las que no se ven
son eternas, por eso, la fe en la cuarta época de Dios es la
fe consumada y Hebreos 12:2 dice “Puestos los ojos en
Jesús el autor y consumador de la fe”.

Con su venida en juicio en el 70 él consumó la fe y la


estableció como la fe de la cuarta época de Dios. La fe
consumada en esta última época de Dios no espera nada;
porque algo consumado es algo cumplido para disfrutar
en vida y libertad. Entonces, la fe en espera ya no aplica
en esta cuarta época de Dios ni tampoco aplica el pacto
de la fe. Aquí ya no hay nada que pactar con Dios, porque
Dios y el hombre ya no son dos, sino uno sólo. Cuando las
clausulas de un pacto se cumplen; entonces, dejan de ser
un pacto porque se ha conseguido el objetivo, quedando
en vigencia el objetivo y no el pacto. ¿En dónde se
encuentran todas las denominaciones evangélicas,
pentecostales y carismáticas? Se encuentran en la tercera
época de Dios, moviéndose entre la ley y la gracia, por
eso, es que ellos hablan del pacto de la ley y del pacto de
la fe en espera y no han entendido que al existir el pacto
aun el objetivo no se ha cumplido, no se ha alcanzado, no

756
se ha visto ni conocido, ya que no ha cesado la operación
del pacto, porque hay requisitos todavía que se deben
cumplir para alcanzar el objetivo. Pero nosotros, los
entendidos, los reyes de Dios, los poseedores de la mente
de Cristo, ya hemos llegado al objetivo y lo conocemos y
¿Cuál es? Pablo lo decía en 1 Corintios 13:10 “mas cuando
venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se
acabará”. ¿En dónde nos encontramos los reyes de Dios?
Nos encontramos en la cuarta y última época de la
administración de Dios. Nos encontramos en el objetivo,
en la fe consumada, en el Dios en todos, en el amor
incondicional, en la palabra de los cumplimientos
reinando en vida y libertad.

Tienes que estar donde Dios está y no donde Dios ya


estuvo. Dios ya estuvo en la época de la promesa y trató
con los patriarcas basado en una promesa. Ya estuvo en
la época de la ley y trató con las doce tribus de Israel
basado en una ley. Y ya estuvo en la época de la gracia y
trató con judíos y gentiles basado en la gracia de su hijo
Jesucristo. Pero ahora, Dios es todo y en todos y estamos
en la época del amor sin pactos, sin condiciones, sin
limitaciones, sin restricciones. La cuarta época de amor
de Dios, es época de reinado en vida y libertad. No es
época de vigilias, ni de ayunos, ni de pan ni de vino. No es
época de maldiciones, ni de liberaciones. No es época de
jerarcas ni fundadores. No es época de apóstoles ni de
pastores; es época de instructores o facilitadores. No es
época del que plantó ni del que regó. No es época de
iglesismo ni del ecumenismo. Es la época de la unidad de
los reyes de Dios. Si no te ubicas dentro de la cuarta
época de Dios, nunca entenderás la Biblia y jamás
conocerás al Dios que es todo y en todos. En esta cuarta

757
época ya estamos con Dios en el paraíso; porque el
paraíso es en el entendimiento. En el paraíso es donde
entendemos que Dios nos convirtió en él mismo; que
somos uno con él. En el paraíso es donde Dios se puso
cara a cara conmigo y me hizo igual en su Espíritu. Este
fue el plan que Dios comenzó desde la eternidad pasada
en los lugares celestiales. El comenzó su plan de
manifestación y ¿Qué hizo hace dos mil años? El mismo
por amor se manifestó en carne donde Jesús fue su
muestra de amor al mundo, él fue la evidencia de su
propósito y con la encarnación nos hizo ver a todas las
carnes que sí es posible que Dios se meta en carne.
¿Quién fue Jesús? Fue Dios manifestado en carne y
¿Quién eres tú ahora? Dios manifestado en tu carne.
¿Qué fue el misterio de la piedad en 1 Timoteo 3:16? Fue
el misterio de su amor en acción y en propósito. ¿Qué
hizo el amor en la cruz? El amor estaba en Cristo
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándoles
en cuenta a los hombres sus pecados (2 Corintios 5:19).
¿Qué estaba haciendo Dios en Cristo? Estaba amando y
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados.

La ley desde la segunda época y entrada la tercera


tomaba en cuenta los pecados; pero vino el amor a la cruz
y no hizo sumario de pecados, porque desde la cruz se
abrió el camino hacia la cuarta época de Dios. Dios
siempre te a amado desde antes de la fundación del
mundo. Tanto te amó que Dios no te metió en la gran
tribulación que se dio en la tercera época antes del año
70 d.C. Dios te tuvo en mente y por eso te metió hoy en
día al reinado de la cuarta época de Dios. Te metió a
entender estas profundas verdades. Dios no metió en
religión, a ti te metieron o tú mismo te metiste en ese

758
paseo; pero el pensamiento de Dios era que te conocieras
hoy como todo un rey que ama sin condiciones. Dios
juzgó a la nación de Israel en el año 70 d.C. Y no te metió
en ese juicio por amor. Tú naciste después del 70, naciste
en la palabra de los cumplimientos, naciste salvo,
perdonado, justificado, ungido, y reconciliado, naciste en
amor incondicional, naciste rey, entonces, no pierdas tu
identidad en religiones, movimientos, rudimentos y
sensaciones almáticas.

Amado lector: Te encuentras en la cuarta época de Dios,


en el quinto imperio de la Biblia “El reino eterno de Dios”
bajo un cielo nuevo, respirando vida y libertad. Estas en
un reino de amor que no tiene fin. El reino de Dios no
viene porque ya vino y se encuentra metido en tu espíritu
pero en tu misma carne, porque sin carne no se puede
manifestar el amor. Dios fue manifestado en carne. Tú
carne y este mundo es para que se manifieste el amor de
Dios. ¿En dónde se metió el amor? Se metió en tu carne
débil para que aprendas de ella. En medio de la
imperfección es donde el amor se manifiesta para que
entiendas las lecciones que te dan las imperfecciones.
Entonces, deja que el amor tenga las oportunidades de
manifestarse, porque él está aquí para perfeccionar tu
entendimiento, pues, por medio del conocimiento vas
anestesiando la naturaleza de la carne y reinando en vida
y libertad. Contra el amor no hay nada. El mal está
vencido ante el poder del amor; porque el amor es la
gloria de los reyes en esta cuarta y última época de Dios.

759
CONCLUSIÓN DEL APOCALIPSIS

Conclusiones

El Apocalipsis se escribió para consolar e instruir a las


iglesias que están atormentadas y oprimidas por un
sistema estatista del judaísmo apóstata que se había
apoderado de la jerarquía religiosa de Israel. Juan le dio
ese movimiento varios epítetos simbólicos como los
"nicolaítas", "balaamitas", "jezabelitas", y "la sinagoga de
Satanás" - expresiones referidas al sistema cultico del
judaísmo.

El significado de los principales símbolos de Apocalipsis


puede resumirse como sigue:

a. El libro interno de los siete sellos fue el Nuevo Pacto


que Cristo obtuvo en su gloriosa ascensión y que lo
"abrió" durante el período de los últimos días de aquella
historia de la iglesia, y que alcanzó su clímax en la
destrucción de Jerusalén del año 70 d.C.
b. La multitud de Israel sellada de 144.000 fue el
remanente de los judíos creyentes del siglo primero,
seguidores del Cordero, quiénes constituyeron el núcleo
de la innumerable multitud de los redimidos de todas las
naciones bajo el dominio del imperio romano.
c. Los "dos testigos" representaron a los dos penúltimos
apóstoles a Juan y que representaron a "la ley y los
profetas" ejemplificados en Santiago y Pedro, y que
culminó en el testimonio de Juan el Precursor. d. La mujer
vestida de sol fue el remanente fiel del Israel del A/T,
quién se constituyó en la madre de Cristo.

760
d. La bestia que subió del mar fue el emperador Nerón el
Cesar del Imperio Romano, personificado en el carácter
monstruoso de una bestia
e. La bestia que subió de la tierra (También denominado
el falso profeta) fue el delegado por Nerón como el
gobernante en Judea llamado Gessio Floro quién indujo a
todos los moradores de ese territorio a la adoración de la
imagen de la bestia del mar (Nerón)
f. Satanás (el imperio romano) la oposición antigua, fue
atado en el primer advenimiento de Cristo y así, se le
impidió que instigara prematuramente la guerra
escatológica contra la iglesia de Cristo.
g. El "milenio" fue el reino de Cristo con los salidos de la
gran tribulación, pero no fue un milenio en literal en la
tierra sino espiritual de reposo para aquellas almas
decapitadas que ya estaban en el cielo.
h. Los "nuevos cielos" y la "nueva tierra" es un cuadro de
perfecto del nuevo orden espiritual y eterno de Dios al
darse en absoluta plenitud, la consumación de todas las
cosas.

Al entrar la consumación de todas las cosas, el Israel


incrédulo fue excomulgado; y ahora los gentiles y los
judíos en Cristo están reconciliados en un solo reino
eterno. Israel nunca más tendrá una identidad de pacto
aparte de la Iglesia, porque la religión del judaísmo no
puede ser revivida, porque ya no hay religión bajo el
nuevo orden y gobierno de los cielos nuevos. Todos ahora
somos reyes eternos de Dios.

La victoria definitiva del Señor Jesucristo nos proporcionó


un dominio progresivo. Nuestra misión como reyes de
Dios es concientizar al mundo de las profecías cumplidas,

761
es decir, de todo lo que Dios ya hizo porque lo prometió y
perfectamente lo cumplió. Estamos en la era del reino
que no tiene fin, donde la Nueva Jerusalén es la Ciudad
Reino y su Iglesia aquí en la tierra es su máxima
expresión.

La Esposa de Cristo ya está aquí ahora y para siempre. Así


como el antiguo pacto era la edad de la noche, el Nuevo
Pacto es la edad del día, pues la gente en todas las
naciones se está moviendo de la oscuridad (ignorancia) a
la luz (conocimiento pleno). Por eso, la era del reino
siempre será la era constante de Dios a eternidad.

El Judaísmo y la Caída de Jerusalén: El mayor enemigo


del cristianismo de la Iglesia del primer siglo fue el
judaísmo apóstata y convirtió a la Jerusalén del hasta el
año 70 d.C. En apóstata, representada por Juan como la
gran ramera !Babilonia la grande!, la corruptora del aquel
mundo romano. Por lo tanto, los judíos incrédulos no son
ahora y nunca lo serán el pueblo escogido de Dios. Israel,
a mayor privilegio tuvo mayor responsabilidad con su
misión asignada; pero debido a su infidelidad al pacto que
Dios estableció con ellos, recibieron hasta el año 70 d.C.
un mayor juicio. Después de que el evangelio del reino se
predicó al mundo entero bajo el dominio del imperio
romano, Dios derramó la Gran Tribulación de los años 67-
70 d. C. sobre la Jerusalén apóstata y su templo en
respuesta directa a las oraciones de la Iglesia perseguida,
donde las legiones romanas fueron el instrumento de
Dios contra la nación de Israel. La destrucción de
Jerusalén fue la señal para Israel y el mundo de aquel
entonces, como el de hoy, que el Señor Jesucristo ahora

762
reina como un solo rey con los reyes que él reconcilió
consigo mismo.

Después del juicio del 70, Cristo trajo la Era de la Justicia


perdurable después de la caída de Jerusalén; la salvación
del mundo y la confirmación de la suprema doctrina de la
reconciliación al mundo, vino por medio de la caída de
Israel; en realidad, la caída de Israel después del 70 ha
venido resultando en la amplia conversión de los judíos
concientizados, pues, quedó establecido que el único
medio de concientización de salvación para judíos y
gentiles se encuentra en Cristo Jesús.

La Asamblea del Dios en todos la máxima expresión del


reino de Dios en la tierra: Hubo un sólo un pacto de
gracia que comenzó a operar desde la cruz y le fue
revelado al apóstol Pablo el perito arquitecto de la gracia
del primer siglo fue la administración de Dios para aquella
generación que tenía que ser salvada de la maldición de
la ley. En aquel primer siglo quedó establecido que la
piedra angular !Jesucristo! Unió a judíos creyentes y los
gentiles creyentes en un solo cuerpo en Cristo Jesús. La
asamblea del UNO hoy en día quedó establecida como la
única expresión del reino eterno de Dios por medio de los
reyes de Dios que lo extiende en todas las naciones. En el
antiguo pacto, el mundo había sido organizado alrededor
de la Antigua Jerusalén; la Iglesia hoy en día que es la
Santa Ciudad de Dios, el Reino de los reyes, ahora está
organizado alrededor de la Iglesia como la Nueva
Jerusalén. Ahora, toda la palabra de los cumplimientos de
Dios se está llevando a cabo por medio de los reyes de
Dios que son los instructores de la mente de Cristo para
esta generación y las posteriores para que las naciones

763
reinen en vida y libertad por medios de los principios del
amor incondicional.

EL APOCALIPSIS DE LA TIERRA

Leemos en Génesis 8:22 Mientras la TIERRA permanezca,


no cesarán la cementera y la siega, el frío y el calor, el
verano y el invierno, y el día y la noche.

El habitad en que Dios nuestro creador nos puso es aquí


en el planeta tierra. ¿Qué es la tierra? Es un planeta del
sistema solar. Es el tercero en la proximidad en la
ecosfera que rodea del sol entre venus y marte. A la parte
seca del planeta se le llama tierra.

La tierra es el planeta de los únicos seres humanos que


hasta ahora conocemos. Mientras la tierra permanezca
no cesará la cementera y la siega, el frío y el calor, el
verano y el invierno, el día y la noche y a esto se le
conocen como los ciclos de la tierra. Todo esto es lo que
esperamos que nos de la tierra. No dará frío y nos dará
calor. Nos dará luz y nos dará tinieblas.

El autor dice: “Mientras la tierra permanezca” ¿Qué


significa? Que un día la tierra dejará de ser porque todo
debajo del sol es impermanente. Nada en esta vida es
fijo. Nada permanece igual. Todo está en constante
movimiento, conclusión y terminación.
Leemos en Job 8:9

Nuestros días sobre la tierra son como sombra. Esto


significa que debemos aprovechar al máximo nuestros
años sobre la tierra, siendo hombres útiles para no pasar

764
por la tierra como una simple presencia que solo nació, se
vio, comió, disfrutó y murió.

Leemos en Job 9:6


Que el remueve la tierra de su lugar y hace temblar; sus
columnas, pero ¿Qué es lo que se mueve? Se mueven las
placas tectónicas que son como bloques rígidos que
desde abajo se mueven sobre la astenosfera o manto
superior de la tierra. Todas estas placas se mueven
debido al intenso calor en el núcleo de la tierra. De 2 a 20
cm por año la superficie de la tierra o la litosfera se
mueve. Los movimientos rápidos es lo que se conoce
como “Terremoto”.

Leemos en Job 12:15


Que si DIOS detiene las aguas todo se seca; si las envía,
destruyen la tierra”, esto es conocido como la acción de
los “Huracanes”, ¿Cómo se forman? Por tormentas
eléctricas que se acumulan y se desplazan sobre las aguas
oceánicas cálidas y se le llaman “Ciclones tropicales” que
son como turbinas y motores gigantes que usan aire
cálido y húmedo como combustible, por eso se forman en
océanos de agua templada.

En la medida en que el aire cálido y húmedo se eleva, el


aire circundante gira para ocupar su lugar y esa agua tibia
en el aire forma un ojo de nubes en el centro y todo
comienza a girar. La tormenta cada vez más rápido con
una presión de aire que baja hacia el interior del ojo del
huracán y al bajar devasta todo a su paso.

765
Leemos en Eclesiastés 1:14
“Generación va y generación viene: más la tierra siempre
permanece” ¿Hasta cuándo algo es eterno o permanece
para siempre? Algo es eterno mientras el sujeto en
mención esté actuando, reaccionando, existiendo o
permaneciendo. Mientras el planeta tierra exista, ella
será para siempre. Una vez que deje de existir por
desintegración o destrucción deja de ser.

EL APOCALIPSIS DE LA TIERRA

El término APOCALIPSIS es del griego “Apoccalupsys” que


significa “quitar el velo”. Apocalipsis contiene el prefijo
Apo que significa “separar o alejar”, el verbo Kalyptein
que significa “esconder”, y el sufijo Sis que significa
“acción”. Entonces apocalipsis es la acción de descubrir.

El término apocalipsis contiene dos connotaciones:


revelación y reacción. Para explicar el tema del
“Apocalipsis de la tierra” no voy a usarlo “revelación” sino
“reacción” para que lo comprendamos.

Leemos en Génedis1:1 que DIOS creó los cielos y la tierra.


A lo seco llamo tierra. Del 100% la superficie de la tierra,
el 70% agua la rodea y el restante 30% es masa
continental. Por el agua es que los seres humanos
podemos sobrevivir.

La palabra Tierra es del hebreo “Afar” que significa


“Polvo”. De este mismo polvo Dios formó al hombre y le
dijo llenara la tierra, la sojuzgara y se enseñoreara de ella.
Dentro de la tierra, Dios colocó al hombre en un Edén y
de él salían un río en cuatro brazos: Pisón, Gihón, Hidekel,

766
Eufrates. De la tierra del río Pisón salía oro, bedelio y
ónice. Paraíso es diferente de Edén. Edén es territorio y
Paraíso es un estado de pleno disfrute. Paraíso es un
término que pertenece a la plenitud.

LA LEY DE REACCIÓN: La tierra está regida por múltiples


leyes y una de ellas es la “LEY DE REACCIÓN” es la ley que
enseña que todo lo que se congestiona, reacciona. Todo
lo que se ofende, reacciona. Todo lo que se provoca,
reacciona. Todo lo que se aguijona, reacciona.

La tierra tiene una ley de "acción y reacción". Nada es


estático en la tierra. A "cada acción" le corresponde una
reacción. Esto significa que nada se mantiene en el mismo
estado siempre, que todo cumple un ciclo. Por ejemplo, a
todo período de actividad le sigue otro de descanso.

ADÁN en el Edén reinaba bajo la perfecta ley de la


armonía. Esta ley dice que todo lo que se mantiene,
tiende al equilibrio. Pero, cuando pecaron, hubo una
reacción. Dios los expulsó del huerto del Edén. Fueron
destituidos de las glorias del estado del paraíso. Y fuera
del Edén, hubo una reacción de dolores.

La reacción del dolor salió al cuerpo de la mujer y con


dolor daría a luz sus hijos. La reacción de la maldición
salió a la tierra y comenzó a producir cardos y espinos. La
reacción del sudor salió al cuerpo del hombre y con dolor
comería de la tierra todos los días de su vida. Y el polvo
reaccionó al cuerpo del hombre y lo trajo de regreso en
muerte a la tierra.

767
LA LEY DEL RITMO: Después de la caída, entendemos la
acción de la “ley del ritmo” que enseña que todo avanza
y todo también tiene un retroceso. Que todo se valora y
todo se deteriora. Que todo lo que se sostiene se debilita.
Que todo lo que nace se marchita. Que todo se eleva y
cae en todas las cosas y sucesos de la vida y del universo.
Y que así como hay movimiento en la creación, hay
movimiento en la destrucción.

La tierra fue diseñada para el hombre y el hombre para la


tierra, pero después de la caída, la tierra recibió la
primera mancha de sangre cuando Caín mató a su
hermano Abel, Génesis 4:10 dice que la voz de la sangre
de Abel clamaba a Dios desde la tierra. Aquí la “mancha”
está personificada como su fuera una reacción.

Esa fue una mancha que reaccionó desde la tierra. La


primera voz desde la tierra fue la de Abel, ¿Qué nos
enseña esto? Que el apocalipsis de los cielos, de los
océanos y de la tierra es la reacción. Los cielos y el océano
y la tierra no se quedan en silencio. Los cielos y el océano
y la tierra no se quedan con nada. Los cielos y el océano y
la tierra pasa factura de cobro a quién la provoca, la
mancha y la ofende.

Cuando el hombre congestiona el firmamento, al océano


y a la tierra, éstos tienen que reaccionarle al hombre de la
tierra. El océano y la tierra y el firmamento son como un
ser durmiente. ¿Qué hace un perro dormido cuando un
niño le friega la vida? No le mueve la “colita”, le pela los
dientes y lo muerde. ¡Te das cuenta! Todo reacciona a
una provocación.

768
El océano y la tierra son una bendición, pero de la tierra
hay malditos, observa en Génesis 4:11 lo que Dios le dijo
a Caín cuando mató a Abel “Ahora, pues, maldito seas tú
de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la
sangre de tu hermano”, ¿Quiénes son los que provocan el
apocalipsis de la tierra? Los malditos de la tierra.

Por eso, es que leemos en Romanos 8:19 que el anhelo


ardiente de la creación es aguardar la manifestación de
los hijos de Dios (de los benditos de la tierra), y el V:21
dice que la creación misma será libertad de la esclavitud
de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Un hecho que está cumplido en todos benditos.

Los que hacen reaccionar a la tierra son los malditos y


rebeldes de la tierra. El nombre de la expansión encima
de la tierra se llama los “cielos”. Los cielos también
reaccionan contra el hombre. ¿Qué hizo reaccionar a los
cielos en los tiempos de Noé? Fueron los antediluvianos
cuyo corazón era de continuo solamente el mal (Génesis
6:5).

Génesis 7:12,11,21,23 dice que hubo lluvia sobre la tierra


cuarenta días y cuarenta noches, porque fueron rotas
todas las fuentes del gran abismo, y las cataratas de los
cielos fueron abiertas, y murió toda carne que se movió
sobre la tierra, así fue destruido todo ser que vivía sobre
la faz de la tierra. ¡Te das cuenta! Los antediluvianos
vieron por primera vez la reacción de los cielos; vieron el
apocalipsis de la tierra.

Yo creo que ellos vieron “el fin del mundo”, pero ese
diluvio no era el fin del planeta tierra sino el fin de “su

769
mundo” lleno de maldad, el fin de su aquella generación
de pervertidos. La tierra siguió su curso con la
manifestación de los nuevos hijos de Dios, Noé y su
familia.
La creación gimió en medio de esa maldad antediluviana
y de los cielos en un arca bajaron los nuevos hijos de Dios
a la tierra donde ya las aguas habían descendido. Los
nuevos hijos de la tierra se manifestaron.

LA LEY DEL PENDULO: Las leyes manejan todos los


procesos necesarios para el éxito del universo y dentro
del universo existe otra ley llamada la “ley del péndulo”,
¿Por qué se llama así? Porque “los algo” que oscilan de
un lado al otro, por ejemplo: A una situación de tristeza,
le sigue una de felicidad. A una situación de oscuridad, le
sigue una de luz. A una situación de caída, le sigue una
levantada. A una situación de tormenta, le sigue una de
calma. A una situación de desastre le sigue una
restauración.

Cuando Noé estuvo dentro del arca con su familia y los


animales escogidos, vivió 40 días con sus noches entre el
agua y la oscuridad. Noé estaba viviendo la ley del
péndulo.

NOÉ estaba en una altura difícil, porque el arca flotaba


sobre la superficie de las aguas y duró en esa situación
150 días, porque Génesis 8:1-13 dice que Dios se acordó
de Noé e hizo pasar un viento sobre la tierra, y
disminuyeron las aguas y reposó el arca sobre los montes
de Ararat y abrió Noé la ventana del arca, pues, las aguas
se habían secado sobre la tierra.

770
Noé pasó de un diluvio a un reposo. Vivió la ley del
péndulo, ¿Qué nos enseña esto? Que uno siempre está
en continuo movimiento y al moverse entra en un nuevo
estado. Noé se movió de la tierra a un arca que flotó
sobre la superficie de las aguas en las alturas, para luego
bajar de las alturas al reposo de la tierra.

El movimiento de Noé estuvo precedido por el anterior


estado. Por ejemplo: Al estado de la caída de un imperio
siempre le sucede la instauración de otro. Después de la
noche siempre viene el día: Después del invierno, el
verano. A una época negativa le sigue una positiva. A una
elevación le sigue una caída y a una caída le sigue una
elevación. Por ejemplo: Filipenses 2:8-9 dice que YESHUA
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó hasta
lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.

¡Te das cuenta! Aun CRISTO vivió la ley del péndulo.


Entonces, todo fluye afuera y adentro. Todo asciende y
desciende. Todo se mueve como un péndulo; la medida
de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de
su movimiento hacia la izquierda; y ese ritmo es la
compensación.

Entonces, todo se manifiesta en un determinado


movimiento de vida y vuelta. Entendamos que, a veces
“tendremos” que pasar muchas veces de la luz a la
oscuridad y de la luz a oscuridad. Del espíritu a la carne y
de la carne al espíritu. De lo agradable a lo desagradable y
de lo desagradable a lo agradable. De lo quieto a un
terremoto, de lo placentero a un huracán.

771
En esta vida pasamos por períodos de cambio y de
estancamiento. Y siempre uno precederá al otro, lo que
nos enseñará a valorar y a dominar los momentos
cambiantes. Por ejemplo: ¿Qué revelan los grandes
simposios internacionales sobre el medio ambiente, la
capa de ozono, los cataclismos, lo cambios climáticos y
el calentamiento global? Que si nosotros mismos que
ahogamos la tierra, que la maltratamos, no hacemos un
alto en el camino, y valoramos y mejoramos, entonces, la
tierra nos producirá un apocalipsis.

¿Para qué estamos en esta tierra? Para cuidarla. Para


que la tierra sea nuestro paraíso no un apocalipsis.
Estamos aquí para dominar nuestros propios ritmos
internos. Nosotros, podemos solucionar o afectar nuestro
ambiente externo. Vivir en la tierra es una bendición. Yo
estoy amañado en la tierra. Pero la tierra no está
amañada con los violentos. Todos esperamos un cambio
de la tierra; pero el cambio se dará cuando cada uno de
nosotros cambie, valore, y respete las leyes de la tierra y
surgirá en su momento preciso la armonía entre el
hombre y el planeta.

La tierra tiene una ley de "acción y reacción". Nada es


estático en la tierra. A "cada acción" le corresponde una
reacción. Esto significa que nada se mantiene en el mismo
estado siempre, que todo cumple un ciclo. Por ejemplo, a
todo período de actividad le sigue otro de descanso.

Por ejemplo: A las plantas que tras un período de dar


frutos, flores y hojas, le sigue SIEMPRE una etapa en que
pareciera que duermen, para luego volver a florecer. Este
tiempo de quietud es de vital importancia para el

772
esfuerzo que luego le va a demandar la actividad o la
siguiente acción. Las plantas viven la ley de la acción y
reacción.

Aun Dios vivió la ley de acción y de reacción. Por ejemplo:


Leemos en Génesis 2:2 que acabó Dios en el día séptimo
la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la oba
que hizo. A Dios mismo se le cumplió la ley de acción y
reacción, porque al periodo de su actividad creando, le
siguió otro de descanso. El reposó en el día séptimo y con
ello manifestó la ley de acción y reacción. La acción fue su
actividad y la reacción fue el reposo.
Leemos en el Salmo 90:10 que los días de nuestra edad
son 70 años; y si en los más robustos son ochenta
años…la acción de nuestra vida tiene un mínimo de 70
años si la cuidamos y en los que más la cuidad son 80
años. Son 80 años de acción, pero ¿Que le sigue a esa
acción? Le sigue una reacción que es el reposo o la
muerte. Estas son leyes que no cambian.

Estas leyes nos permiten conocer para qué estamos aquí


y hacia dónde nos dirigimos. Estas leyes son como las
reglas del juego con que se vive en este mundo. ¿Qué nos
enseñan estas leyes? A no ir en contra de ellas, y a fluir
con la vida, la tierra y él universo. Estas leyes nos
permiten salir de la ignorancia y entrar a la luz de la
sabiduría, la paz, el amor y la felicidad.

El apocalipsis de la tierra se da porque se violan las reglas


y las leyes que la rigen.

En todos los planos del universo y en todos los elementos


que componen la tierra, se cumple en forma irreversible

773
la ley de acción y reacción y eso crea un ciclo que puede
ser de actividad o de descanso; o de pecado o de justicia

Por ejemplo: Leemos en Génesis 19 que Sodoma y


Gomorra experimentaron la ley de acción y reacción. La
acción de estas dos ciudades gemelas eran la sodomía y la
violencia. Su acción era de maldad continúa y a una
maldad continúa una reacción continúa.

¿Qué sucedió? Que el sol salió sobre la tierra de Sodoma


y Gomorra, y desde los cielos llovió azufre y fuego sobre
ellas y las destruyó con todos sus moradores (Génesis
19:23-25). A una acción pecaminosa una reacción de
justicia retributiva. Sodoma y Gomorra experimentaron el
apocalipsis de la tierra.

El apocalipsis de la tierra se repite como un ciclo por ley


de acción y de reacción. Hoy más que nunca, lo que
tengamos dentro de nosotros es lo que nos
encontraremos fuera.

Cuando el Señor Jesús pronunció los 8 ayes contra los


escribas y fariseos judíos en Mateo 23, resaltó la acción
de ellos al decirles en el V:31 que ellos eran hijos de
aquellos que mataron a los profetas; que eran una
generación de víboras, y vemos la reacción de esa acción
en el V:33 no escapareis de la condenación del infierno.
Jesús les profetizó un apocalipsis de destrucción.

De su templo, les dijo en Mateo 23:38 que su casa sería


dejada desierta. De su ciudad ¡Jerusalén! Les dijo en
Lucas 21:20 que las legiones romanas la cercarían con
vallado y la destruirían. De sus habitantes, les dijo en

774
Lucas 21:24 que caerían a filo de espada, y los
sobrevivientes serían llevados cautivos a las naciones del
imperio romano.

Y sobre el territorio de Judea donde estarían las ciudades


judías, les dijo en Apocalipsis 6 que cabalgarían los jinetes
del apocalipsis. Por medio del caballo rojo, la muerte. Por
medio del caballo negro, el hambre. Por medio del
caballo amarillo, la peste y enfermedad. ¿Qué vivió la
tierra de Judea del primer siglo? Vivió el apocalipsis de la
tierra. Vivió la ley de la acción y reacción.

Cuando una nación como Israel no para su mala acción, la


reacción tampoco se detiene. La reacción siempre espera
a la acción. La reacción paga conforme a la acción. No da
más ni da menos. Es como la ley de siembra y cosecha.

Todo lo que en esta tierra nos parece absurdo o injusto y


todo lo que es incomprensible para nuestra mente
racional, está dentro de las leyes que rigen los procesos
de cambio y transformación constante del hombre.

Toda ley lleva por dentro una jerarquía ascendente. Entre


más se encuentra la ley más información ulterior
contiene. Las leyes superiores actúan sobre las leyes
inferiores y las inferiores no pueden salirse de las
superiores. Por ejemplo: La ley de la armonía rige sobre la
ley del desorden y desequilibrio para que todo se
organice y exista durante un tiempo y luego cambie para
generar otro proceso.

La tierra, nos está mostrando una serie de períodos de


actividad que se llaman volcanes encendidos y

775
terremotos. Cuando la tierra está congestionada,
simplemente reacciona con este tipo de movimientos
telúricos que generan el apocalipsis de la tierra.

El apocalipsis de la biblia no está referido a terremotos ni


a guerras y tribulaciones, porque la historia de los
terremotos, guerras y tribulaciones siempre han existido
aun antes que Juan escribiera el libro de apocalipsis.

El apocalipsis de Juan nos presenta evidencia de que fue


escrito en un tiempo donde existía una fuerte influencia
judía entre los cristianos, acompañada del intento de
“judaizar” lo que ya estaba cristianizado (apocalipsis 2:9)(
apocalipsis 3:9)(apocalipsis 7:4-8)(apocalipsis
14:1)(apocalipsis 21:12).

La condición en la que se encontraban las iglesias de Asia


Menor a las cuales Juan le escribía (apocalipsis 2 y3)
encaja muy bien con la difícil situación que vivían los
creyentes cerca del año 70 d.C. , tiempo en que la
persecución doble de Judíos y Romanos se intensificó
sobre los cristianos.

Los judíos perseguían a los creyentes a causa de su fe en


Jesús como el Mesías, así que consecutivamente los
expulsaban de sus sinagogas y los rechazaban en su
sociedad.

Los romanos por su lado perseguían cruelmente a los


cristianos (instigados por los propios judíos) obligándolos
a reverenciar al César y así anular todo intento de
subordinación judía.

776
Juan predijo que Jesús vendría en juicio sobre Jerusalén,
usando al ejército romano para llevar a cabo la justa
retribución a este pueblo insensible (apocalipsis 1:7-8)(
apocalipsis 2 y3)( apocalipsis 11: 17-1) a través de la
destrucción de Jerusalén en otoño del 70 d.C.

Es bueno saber que la influencia judía también se


desmoronó rápidamente después del año 70 d.C. y ya no
era un factor determinante al final del primer siglo. Y dos
siglos después Roma también pago las consecuencias.

Como vemos, el apocalipsis de Juan no estaba referido a


los movimientos telúricos sino al fin de la era judía y la
gloria y la victoria del cristianismo en el mundo.
El apocalipsis de Juan ya fue cumplido, porque los
misterios de Dios fueron consumados. Lo que yo creo es
en el apocalipsis de la tierra referido a la reacción de la
tierra al hombre por su provocación y por los cambios del
sistema cósmico.

Por ejemplo: Los geólogos de los años 60 estaban seguros


que la tierra pasaba por una inversión o cambio de polos
magnéticos. Que en los últimos cuatro millones y medio
de años, la tierra había pasado por catorce (14)
inversiones de los polos.

Ahora- en el año 2010- hay evidencia reciente que


procede de muestras de hielo antártico y de Groenlandia
que demuestra que la tierra está en un proceso de
inversión polar o glaciación o cambio de polos
magnéticos.

777
Por ejemplo, los reglamentos de la Fuerza Aérea
Americana dicen que, cuando los polos se mueven entre
cinco y ocho grados, las pistas de los aeropuertos deben
ser vueltas a numerar para hacer que las cifras se
correspondan con los rumbos magnéticos que están
viendo los pilotos.

El primer aeropuerto de los Estados Unidos en cumplir


esta norma fue Minneapolis/St. Paul, en el que se
invirtieron del orden de ochenta y cinco mil dólares para
re numerar y adecuar las cabeceras de las pistas.
Los científicos dicen que nuestros sistemas inmunológicos
están sintonizados con los campos magnéticos de la
tierra.

Las aves y los animales migran siguiendo las líneas los


campos magnéticos de la tierra. Se dice que el giro de los
campos magnéticos hacen posible los patrones
migratorios de las aves que se han registrado en Asia y en
Norteamérica.

Está pasando que, debido al cambio en los campos


magnéticos, ese cambio está haciendo que las ballenas
sea conducidas a las playas para morir. Se dice que si aun
se rescataran y se las devolviéramos al mar, volverían a
alinearse con las mismas líneas magnéticas y, al seguirlas,
terminaran en las playas.

Los científicos dicen que ya estamos en ese cambio de


polaridad magnética. La pregunta es ¿Sobreviviremos a
una inversión polar completa? La respuesta puede ser
que si o puede ser que no. La tierra puede reaccionar de

778
esa manera. La glaciación se puede dar. El apocalipsis de
la tierra puede suceder.

Existe una especulación entre el magnetismo y la


conciencia. Descendientes de pueblos indígenas, creen
que cuando la tierra pase por lo que la ciencia denomina
“una inversión magnética” también atravesará por un
enorme cambio y limpieza de su conciencia.
Ellos dicen que cuando eso suceda, el hombre será
despertado por este cambio y será conscientes de su
verdadera esencia o naturaleza y la memoria de todo lo
malo, de todas las cosas malas que han pasado, todo el
resentimiento y el ego y lo que hemos tenido los unos en
contra de los otros como individuos y como naciones
dejará de ser al entrar la nueva conciencia.

Yo creo, que no necesitamos que ocurra un apocalipsis de


la tierra o “una inversión magnética” para pasar de
muerte a vida; de odio al amor; del ajetreo a la serenidad;
del mal al bien y del ego a la solidaridad.
65. Hoy en día, el hombre no necesita a la tierra para ser
despertado a la nueva conciencia; lo que necesita es la
regeneración para ver esa nueva conciencia. El
conocimiento es lo que despierta al hombre y la
regeneración le da esa nueva conciencia.

Leemos en Ezequiel 36:25-27 que Dios esparciría agua


limpia (un nuevo conocimiento), y el hombre sería
limpiado de todas sus inmundicias; y de todos sus ídolos.
Que Dios le daría al hombre un corazón nuevo (nueva
conciencia) al quitar de su carne el corazón de piedra.

779
Regeneración es atraer a la vida una nueva conciencia o
un nuevo nacimiento u cambio de posición y de condición
de vida. La regeneración hace posible pasar de corazón de
piedra a corazón que piensa. La regeneración hace el
cambio de polos.

Muchas tradiciones predicen, sienten o especulan que


estamos aproximándonos al tiempo de lo que ellos
llaman la “gran limpieza” del hombre a nivel de la
memoria central consciente.

Por encima de los cambios en el campo natural, están los


cambios en el campo espiritual.

Es posible que al dejar el campo magnético de la tierra se


tenga algún tipo de nueva conciencia. Y es posible que al
haber un cambio de polos magnéticos se adquiera un
borrón de las cosas pasadas o viejas en la conciencia del
hombre.

Se ha comprobado que el campo magnético sobre la


superficie de la tierra no es constante y las intensidades
son variables altas y bajas. Se dice que las poblaciones
humanas migraron a otros lugares, siguiendo las curvas
de nivel magnético.

Se dice que donde hay sitios de estancamientos es donde


el magnetismo es alto y por eso la sobrevivencia es lenta.
Se dice que alguien viniera de otro mundo y no supiese
nada sobre la gente de la tierra, y viniera a buscar un
cambio a la máxima intensidad, el individuo tendrá que
buscar curvas de valor cero.

780
¿Por qué la gente busca el sueño americano? ¿Por qué
aun la gente que vive en EEUU se va a la línea de la costa
oeste de California hasta Alaska? Porque ¡el magnetismo
a lo largo de la costa oeste es casi cero o nulo!.

Esa costa de California es innovadora en tecnología,


ciencia, moda, finanzas y artes, debido a que allí hay una
oportunidad cambio tremenda. En otros sitios hay
cambio, pero el cambio tarda mucho más tiempo.

Un cambio no es bueno ni malo; correcto ni incorrecto.


Un cambio es salirse de lo que siempre se estuvo
haciendo. Donde el campo magnético es menos denso, la
gente es más abierta al cambio. La nueva conciencia de la
gente es lo que hace el cambio.

Apocalipsis realizado...La verdadera explicación


escatológica del Apocalipsis del I siglo, versículo por
versículo, que jamás un escritor latino nos haya dado a
conocer explicando con base histórica y espiritual, todos
los cumplimientos de las promesas, predichos y profecías
desde el antiguo testamento y nuevo testamento. Los
ojos de su entendimiento serán alumbrados 20/20 para
que nadie lo vuelva a engañar con pseudo apocalipsis,
fechas mentirosas y predicciones falsas. El Señor le dijo a
las 7 Iglesias del Asía "Ciertamente vengó en breve" y
todos ellos dijeron: Amén, sí, ven, Señor Jesús"...y el
mismo Juan dijo en Apocalipsis 21:6 "Hecho está".
Después del 70 nos encontramos en el nuevo gobierno y
orden espiritual llamado por Juan “Cielo nuevos y tierra
nueva” una clara descripción de que el viejo orden y todo
el nuevo testamento cesó para dar inicio a la palabra de
la total plenitud del Dios que es todo en todos (1

781
Corintios 15:28)(Apocalipsis 21:3) del que nos hizo Reyes
(Apocalipsis 5:10) a fin de que aprendamos a “Reinar en
Vida y Libertad” sobre la tierra.

Escrito original por el reconocido Coach escritor y


maestro de escatología realizada Reynaldo Estrada
(Rector de la UPC Universidad del pleno conocimiento)
Derechos reservados bajo resolución de la ICV No.1116-
04-2007 Min del interior y de Justicia- República de
Colombia. Este escrito no se puede colocar en otra
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parcial ni totalmente ningún capítulo de esta cartilla o
libro académico, sin previa autorización del autor. Se
debe comprar el material al autor. Comprando y no
fotocopiando usted está reconociendo en justicia de las
cosas, la ardua labor del autor al estudiar, encuadernar,
imprimir, pagar costos y poner en sus manos un alto
conocimiento que educa y alumbra su entendimiento
para reinar en vida y libertad. El conocimiento es la luz
de la ignorancia. La ignorancia es el límite de la libertad.

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reyestrada26@gmail.com – Skype: rey.estrada26

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