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LA DOCTRINA DEL DIABLO OMNIPOTENTE Y

OMNIPRESENTE
Esta doctrina errónea crea pensamientos, imágenes y fantasías que traen miedos,
temores e inseguridades aun en los creyentes.
Versículos de referencia: Colosenses. 1:3-14 Hebreos 2:14-18
Es la creencia de nuestro ministerio que el diablo o Satanás existen, pero no en la
forma como lo explican muchos seudo-predicadores y otros charlatanes que se
dedican a atemorizar a las masas desde los púlpitos de las iglesias cristianas.
Nuestro ministerio está en contra de cualquier falsa doctrina que enseñe que Dios
tiene rival o que puede ser doblegado o igualado como Ser. Dios es Soberano.
La doctrina del diablo omnipotente existe en casi todas las esferas de la vida diaria
y en la educación, tanto secular como eclesiástica. Esta enseñanza es un grave
error, multiplicado a grande escala por judíos, cristianos, católicos, musulmanes y
muchas otras religiones.
En nuestra opinión, la Biblia siempre está correcta y abundan las malas
interpretaciones de ésta. Si usted cree en esta doctrina errónea y sigue repitiendo
esta blasfemia contra el Espíritu Santo, usted ha sido enseñado una doctrina que
niega la autoridad soberana del único Todopodero. Probablemente usted no ha
querido ofender a nadie y en su desconocimiento usted está sinceramente
equivocado.

¿Quién es el diablo o que significa?


En la Biblia diablo o Satanás-diablo significa adversario, Satanás significa
perseguidor. Además, la Biblia describe a Satanás o Luzbel como un querubín
echado de la presencia divina, el pecado, el mal, la maldad, la desobediencia a la
voluntad de Dios, hombres o mujeres antagónicos al bien, enfermos mentales, el
Cesar (de los tiempos del Imperio Romano), los gobiernos (en general),
enfermedades, persecución contra la verdad y linaje adverso al plan de salvación.
La definición varia dependiendo de la situación especifica por la que se atraviesa.
La conducta del mal, diablo o Satanás es descrita en la Biblia como las obras de la
carne. La realidad es que no existe el mal sin el hombre, el diablo o Satanás sin
conductas aprendidas por los seres humanos.
Demonio o “daimon” significa “poderoso” o “genio”; según aparece en una de las
traducciones de la Biblia y así se señala en el Deuteronomio. Otras de las
definiciones lo describen como “la bestia”, como se puede ver en el Levítico, con
forma de cabra, lo que dio lugar a antiguas leyendas donde el diablo tiene las
características de un depravado sexual.

Además, Satanás es mencionado en la Biblia con otros nombres que representan de


alguna forma sus cualidades. Es llamado el maligno, el enemigo, el seductor, el
padre de la mentira, el despreciable, el calumniador, el acusador, la serpiente, el
ángel del abismo, el Príncipe de este mundo, el tentador y muchos otros.
Según lo descrito en la historia Bíblica, el origen de Satanás es el siguiente: Dios
habría creado a los ángeles y entre ellos a Lucero o Luzbel (Lucifer fue el nombre
mitológico griego), que era el más brillante de entre los seres creados y al final Dios
creó al hombre. Según describe la historia Bíblica, Lucifer sintió celos de el
hombre y lo odió desde el primer momento. Enfrentó a Dios y algunos ángeles
decidieron seguirlo. Lucifer cometió el peor de los pecados; la soberbia, porque
creyó que podía ser igual a Dios.
La historia continua narrando que el Arcángel Miguel preparó al Ejército de Dios
y se enfrentó con Lucifer y los ángeles que le seguían en una batalla y lo venció.
Tanto él como sus seguidores fueron expulsados del Paraíso y enviados a la tierra.
A partir de ese momento se le llamaría Satanás y sus secuaces son los ángeles
caídos que todavía circulan por el mundo haciendo el mal.
Todas las veces que está la palabra diablo en la Biblia aparece minúscula. Por
malas interpretaciones, la gente ve el diablo en todas partes y le concede
omnipotencia y omnipresencia. Todos nos hemos preguntado alguna vez; ¿si existe
o no el demonio?, ¿cómo es?, ¿cómo se manifiesta en nuestra realidad? y ¿si puede
o no apoderarse de nuestros cuerpos y/o hacernos daño?
Casi todas las religiones del mundo nos hablan de la existencia del
antagonista/demonio. Espíritus inmundos, ángeles caídos o rebeldes que quisieron
crear su propio espacio porque no estaban conformes en el Paraíso, creando sus
propias leyes.
Los primeros cristianos de Grecia lo imaginaban al diablo como una persona
joven, podría ser hombre o mujer, de aspecto bellísimo, que desparramaba
encanto por doquier y que siempre estaba dispuesto a brindar placeres y ayuda a
todos. Era éste quien le recordaba a la humanidad todas las tentaciones y el que
siempre trataba de mostrar su poder, principalmente con los débiles.
En el extenso poema “El Paraíso Perdido”, John Milton describe al diablo como un
espléndido hombre de aspecto melancólico y Dante Alighieri, en “La Divina
Comedia”, se refiere al diablo como alguien bellísimo pero con tres caras y de color
cambiante.

En el Apocalipsis se lo menciona como una serpiente o como un dragón con siete


cabezas. En realidad, estas imágenes son simbólicas y están expresando un espíritu
que puede adoptar cualquier forma.
Para el tiempo de lo escrito en la Biblia del Nuevo Testamento, César era
considerado el maligno y sus guardias las huestes de maldad contra el pueblo y los
cristianos, el Imperio Romano gobernaba el mundo de entonces. La expresiones
“como el mundo entero esta bajo el maligno, el dios de este siglo, el diablo anda
alrededor nuestro buscando a quien devorar” son referentes al poder de Roma y la
autoridad impuesta a la fuerza y los padecimientos que se sentían en todo el
mundo de entonces, pues ese mundo estaba bajo el maligno. 1Pedro 5:8 1Juan
5:16-21.
Tomás de Aquino decía que el Maligno (hablando de Satanás) no tenía forma
porque era todo espíritu, y Agustín también le agregaba el poder de meterse en el
cuerpo de los humanos para pasar a ser como uno de ellos, lo cual no es cierto. Este
sugirió además que Dios permite el mal en este mundo para que surja de él un bien
mayor.

Nosotros creemos que todos en este mundo podemos ser algo demoníacos (carnales
y antagónicos al bien) cuando se presenta la circunstancia y oportunidad. También
creemos que Dios tiene el poder de borrar el mal del mundo, pero si lo hace, el
hombre perdería su libertad. Dios prefiere que nosotros elijamos el buen camino.
La existencia del mal en este mundo es un gran misterio y es el más grande de los
enigmas que está más allá de la comprensión humana.
Autor Pastor Melquis - 787-554-4344

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