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La Esmeralda perdida

Hace mucho tiempo, rondando por el año 1.499 cuando los españoles recién
estaban descubriendo América, se cuenta que había un joven llamado Carlos, el
cual era el primogénito del cacique, por lo consiguiente, al tener bastante poder,
caía en la soberbia tomando superioridad entre todos, las muchedumbres
alrededor solían creer que él poseía habilidades divinas al haber sido “escogido”
por júpiter (uno de los mayores Dioses). Con el paso del tiempo Carlos fue
creciendo, al igual que su forma de pensar y actuar, él era una persona
monoteísta, años después, estos pensamientos fueron cambiados gracias a su
padre, el cual creía en que podía haber varios Dioses, los cuales les brindaban
diferentes beneficios a cambio de ofrendas.

Tiempo después, la comunidad empezó a traer diferentes tipos de joyas, entre


estas, las esmeraldas, las cuales eran codiciadas por los españoles debido a su
llamativo color, sus propiedades divinas, y su alto valor en el mercado europeo.
El solía pensar que esas piedras no tenían más utilidad que la de decorar y que
por lo consiguiente estas no tenían valor absoluto, años después al momento de
la conquista de los españoles, el empezó a caer en una necesidad de ser el mayor
gobernante, ayudando a los españoles a cambio del poder, Asimismo ocurrían
cosas de las cuales él no estaba enterado, los españoles contaban con muchos
brujos especiales en hacer que las personas comenzaran a sentir un deseo de
avaricia y poder, cosa que, los españoles podrían saciar con poder, vestimenta y
una que otra joya, a cambio de mejor lujo, la esmeralda, esto ya lo habían hecho
con diferentes hijos de caciques, y la única manera de librar esta maldición era
consiguiendo una piedra, la cual era la única en función de ser creada por los
herederos de algún cacique, muchos la llamaban  smaragd, mejor conocida como
esmeralda

Tiempo había pasado y Carlos recordó que su padre lo había incitado a ser
politeísta, el empezó a pedirle a los dioses, poderes y la habilidad de poder crear
la famosa piedra llamada esmeralda, mientras tanto en Boyacá comenzaba la
esclavitud, el robo y la estafa de los bienes comunes, lastimosamente él no podía
dejar de creer que era un ser superior, y a su vez cada día la avaricia lo consumía
y le robaba más a su comunidad para poder llevarle distintas joyas y piedras
preciosas a los españoles. Afortunadamente logro recordar que existía una mina
de sal, en la que se podían extraer diferentes piedras preciosas, en esa mina se
encontraban los ingredientes para crear la esmeralda, al llegar se encontró con un
escrito el cual decidió leer, este decía, "las personas con malas intenciones nunca
terminan siendo felices", en el pueblo de Boyacá, únicamente se vendía una
piedra muy parecida a la esmeralda, aunque por desgracia no lo era, debido a que
hasta ese momento, ningún heredero se había atrevido a crearla, ya que eso
conlleva una gran responsabilidad, y un sacrificio de por medio, Carlos decidió
empezar a crear la famosa piedra preciosa, al terminar, empezó a emprender
camino y llevarla consigo a los españoles, una vez ahí, vio que todo el palacio
estaba destruido, pues en la mina decía "los que tienen malas intenciones jamás
serán felices", al ver que ya no tenía un deseo de avaricia, ni de poder, consiguió
volver a Boyacá para volverse pobre, tiempo después el decide, venderle la
esmeralda a los comerciantes, puesto que el ya no la necesitaba, había escogido
volverse un campesino para empezar a brindar apoyo a los demás, mientras que
llegaba el momento en el que le tocara ser un cacique, después de que su padre
muriera, y el presentara la prueba, se volvió un cacique y prometió llevar a su
reino a un mundo mejor, lastimosamente muere en el año 1.522.

Por Emily Patiño.

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