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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental

“Rómulo Gallegos”

Área de Postgrado

POLITICA CRIMINAL
PREVENTIVA

Realizado por:

Ignacio A. Hidalgo R. C.I: V-16.439.091

Profesor:
Dr. Edmundo José Raide Ricci

Guanare, noviembre del 2022


La política criminal, como se conoce hoy, tiene sus orígenes a finales
del siglo XIX (1803) con el alemán Fran Von Liszt quien la definió como "el
conjunto sistemático de principios, con arreglo a los cuales deben organizar el
Estado y la sociedad la lucha contra el crimen".

Por su parte, Gabaldón, entiende por política criminal todas las


actividades dirigidas o coordinadas por el Estado para identificar la
problemática delictiva y para adoptar medidas tendentes a minimizar los
efectos de la criminalidad. En otras palabras, se trata de la formulación de
políticas públicas para el control de la criminalidad por parte del Estado.

La política criminal se concibe como una sección de la política pública


destinada a la planificación, ejecución y control de lineamientos preventivos y
represivos en la lucha de la criminalidad. Dentro del sistema venezolano, la
política criminal ha de ser considerada como aquella política pública que debe
desarrollar de manera permanente y sistemática el Estado, como una función
de gobierno, que tenga como objeto la formación de planes y el desarrollo de
programas estratégicos, dirigidos a controlar y minimizar la criminalidad,
valiéndose para ello de todos los instrumentos legales operativos,
institucionales, sociales y de participación ciudadana, que por ser pertinentes,
le permitan prevenir, criminalizar, perseguir y sancionar a los agentes del delito,
de acuerdo con su grado de responsabilidad penal.

La política criminal es preciso analizarla teniendo en cuenta sus


diferentes aristas, de la misma manera que se ocupa de las distintas versiones
del fenómeno criminal, se debe entonces procurar atender los diversos
momentos que lo conforman. Autores como Bolaños González (2005) estima
como etapas de la Política Criminal el “antes”, el “durante” y el “después”
en relación a la comisión de un hecho delictivo como momentos hacia los
cuales debe orientarse la política criminal.

En el presente ensayo, abordamos la política criminal o criminológica


desde el “antes” del fenómeno criminal, la cual se desarrolla en poner en
práctica políticas preventivas de naturaleza social, siendo ello, toda la actividad
desarrollada a través de las agencias informales de control social como la
escuela, la familia, la comunidad y demás, donde se potencie el acceso a la
información, programas de empleo, de integración comunitaria, de seguridad
social, dirigida fundamentalmente a desarrollar un trabajo proactivo ex ante de
la comisión de delitos.

Una política criminal orientada a la prevención implica que la tarea del


Estado consiste en mejorar las relaciones sociales, esto es, la libertad, la
seguridad y bienestar de sus ciudadanos y la mejor forma posible de
conseguirlo es orientando la finalidad de la pena a evitar comportamientos
delictivos mediante la incidencia del delincuente y en la conciencia jurídica de
la comunidad (Roxin, 2000).
LA PREVENCIÓN DEL DELITO

En cuanto a la materia de prevención del delito, se puede mencionar


que son: todas las acciones que lleva a cabo el Estado antes de que el delito
se cometa, la clasificación básica de la prevención en lo particular hace
referencia a tres tipos: la primaria, secundaria y terciaria. La prevención
primaria: “se orienta a la raíz del problema criminal para neutralizar las causas
de la delincuencia antes de que el problema se manifieste. No trata de atacar al
delito en sí sino de crear una situación general satisfactoria para la sociedad ,
por lo tanto, la prevención primaria va enfocada a la educación, a la salud, al
medio ambiente entre otros, es decir lograr que con la política general
multidisciplinaria se aleje a los ciudadanos de la comisión de actos delictivos.
La prevención secundaria: va encaminada a un grupo particular que se
encuentra en riesgo de cometer una determinada conducta; encauzada a
prevenir directamente el delito, en donde el Estado va particularizando a sus
ciudadanos y dirigiendo de manera específica la acción de prevención
mediante ciudadanía focalizada. La prevención terciaria: aunque la
característica es encaminar acciones ex ante de que el delito se lleve a cabo,
este tipo de prevención va dirigida a trabajar directamente con los que ya han
sido sentenciados por un delito, es decir, trabajar en la asistencia penitenciaria
a través de diversas actividades de (re) educación, (re) inserción, entre otros,
con la finalidad de lograr prevención.

La Prevención General

Este tipo de prevención se define como la actividad disuasoria del


Estado dirigido a la sociedad, esta prevención se divide a su vez en dos
variables: prevención general negativa y prevención general positiva, la
primera se dirige específicamente sobre la figura del delincuente (que se
encuentra en sociedad), pretendiendo retraer su conducta a través de la
sanción que se le podría imponer si éste la realiza; la segunda va encaminada
a la sociedad en sí misma, (vista desde el papel de la víctima en potencia), es
decir, “el reforzamiento de la confianza en el Derecho que se produce por
comprobar que su aplicación es pronta e ineludible”

La Prevención Especial

Esta prevención de manera particular, a diferencia de la prevención


general, va encaminada, de forma exclusiva, al sujeto delincuente con el objeto
de que no vuelva a delinquir.
APLICACIÓN DE LA POLITICA PÚBLICA PREVENTIVA EN VENEZUELA

Los cambios jurídicos en el área de la política pública en el área criminal


comienzan a generarse en el año 1998, cuando en el marco de un proceso
latinoamericano de reformas en los sistemas judiciales, se aprueba un Código
Orgánico Procesal Penal (COPP) cuyos principios ajustados a un nuevo
modelo acusatorio y de humanización de la justicia son fortalecidos con la
promulgación de la CRBV en el año siguiente, en el cual Venezuela se
proclamó como "Estado Democrático Social de Derecho y de Justicia,
propugnando como valores de su ordenamiento jurídico, entre otros, la
preeminencia de los derechos humanos y como fin esencial "la defensa y
desarrollo de la persona y el respecto a su dignidad…la promoción de la
prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los
principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución".

El período 2000-2009, se caracterizó por ser el escenario de sucesivas


reformas legislativas y la promulgación de textos legales dirigidos al control de
la delincuencia y seguridad ciudadana. En efecto, durante ese lapso la
Asamblea Nacional o el Presidente de la República a través de leyes
habilitantes, pusieron en vigencia, como intento de incidir en la prevención de la
violencia y la criminalidad, una gran variedad de cuerpos legales, entre los
cuales se encuentran: Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana; Ley de
los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; Ley para
la Seguridad Ciudadana y el Desarme del Ciudadano; Ley contra la
Delincuencia Organizada, reformas del Código Penal, puntuales y diversas
modificaciones al Código Orgánico Procesal Penal, la Ley Orgánica del
Servicio de Policía Nacional y del Cuerpo de Policía Nacional, la Ley contra el
Secuestro y la Extorsión, entre otras.

Hoy día, resulta necesario orientar la política criminal hacia una visión
social integral que reemplace una corriente represiva que ha dominado todo su
alcance. En la prevención del delito debe plantearse la necesidad de crear,
realmente, una política criminal de prevención que supere el mito de la
criminología y de la política criminal tradicional, y punitivas que se abra a las
políticas alternativas de naturaleza antidelictiva.

En la planificación del desarrollo es evidente que el Estado y la


colectividad siempre deben ser el sujeto planificador, el plan servirá de
instrumento orientador, la administración pública será el mecanismo de
realización y la colectividad nacional debe recibir los beneficios. Para la
realización de los cambios requeridos en materia de prevención del delito,
resulta necesaria y urgente una planificación estratégica y sostenible en el
tiempo, e impregnar los planes preventivos de la política pura como arte de
gobernar, y no guiarlas con la política de calle, toda vez que al final de cada
plan no consolidado se encuentra en juego algo tan preciado como la vida.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Añez Castillo, María Alejandra, & Leonte Han Chen, Pablo. (2011). La
política criminal en Venezuela: Especial referencia a la conflictividad social en
torno al delito de secuestro. Política criminal, 6(11), 19-43.
https://dx.doi.org/10.4067/S0718-33992011000100002

Albornoz Berti (1983) "La Teoría y la Practica de la Prevención del Delito en


Venezuela". Christopher Birkbeck. Revista CENIPEC.

Bolaños González, M. (2005). Política Criminal y Reforma Penal.

Roxin Claus (2000). La Evolución de la Política Criminal, el Derecho Penal y el


Proceso Penal.

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