Licenciatura en Seguridad Pública

Política Criminal

Introducción

Sesión
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Bienvenidos al primer podcast correspondiente a la materia Política Criminal de la

Licenciatura en Seguridad Pública, donde abordaremos la importancia de la política

criminal en aras de diseñar políticas públicas enfocadas al control, la investigación,

la sanción criminal, la atención de víctimas y el trato a los condenados.

Los subtemas que conforman la presente sesión, son los siguientes:

1. Conceptos

2. Función

3. Características

Introducción

En la actualidad, el Estado se halla frente a grandes retos en materia de

seguridad pública, toda vez que es necesario hacer frente a conductas consideradas

reprochables o que producen perjuicio social. Esta situación lleva al Estado a

considerar las estrategias necesarias a fin de garantizar la protección de los

intereses esenciales del mismo y de los ciudadanos a su tutela.

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 Ante este tenor, la estrategia de respuesta puede ser de diversa índole, pues

puede estar enfocada a la inclusión ciudadana y el trabajo con la comunidad, la

mejora de acciones formales y legales que permiten dar sustento a la tan

pronunciada paz y seguridad pública o construir en el terreno económico para evitar

malas conductas sociales que vulneran el desarrollo.

Desde el ámbito de la seguridad pública, la política criminal se ha convertido

en la forma estratégica para la construcción de políticas públicas que permitan

prevenir y atender comportamientos ilegales y sus consecuencias, mediante

medidas sociales, jurídicas, culturales.

Subtema 1. Conceptos

La Política Criminal es el concepto que se utiliza comúnmente para hablar de

las formas o medios en que pone en práctica el Estado para una lucha eficaz contra

todo tipo de delito. Su objeto es la política implementada para enfrentar el crimen

convencional y no convencional, así como el – nacional, internacional y

transnacional- (Sánchez, 2012).

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 Dentro de la política criminal, se establecen los principios con los cuáles el

Estado se organiza para combatir el crimen, de manera legal, buscando dar

respuesta al crimen y garantizar los procesos de seguridad pública y judiciales

(Ochoa, 2002).

La política criminal, se ocupa de comportamientos socialmente reprochables,

estableciendo un amplio catálogo de medidas sociales, culturales y jurídicas, a partir

de definir que es la criminalización primaria, secundaria y terciaria. Es decir:

 Criminalización primaria. Define en la ley cual es el comportamiento

designado como delito y la definición de este y sus penas.

 Criminalización secundaria. Los procesos de investigación judicial o

criminal en los que se determina a un individuo como responsable de un

crimen ya establecido en la ley.

 Criminalización Terciaria. Corresponde a la ejecución y cumplimiento de

sanciones penales, en penitenciarías o aquellas contempladas en la ley.

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 La política criminal es un sector de la política sobre las decisiones de la vida

en un Estado, las decisiones de prevención de conductas graves (Sánchez, 2012).

Dentro de la operación de la política criminal, ésta involucra acciones contra el delito

como la prevención, aunque conceptualmente no se deja en claro su articulación, ni

su vínculo con otros sectores administrativos como el de la salud, la educación, y el

de la cultura.

En términos de seguridad pública, la política criminal, es un tipo de estrategia

donde se formulan políticas públicas para estructurar las acciones gubernamentales

del Estado, su sistema jurídico y político contra el delito.

Dentro de este análisis, el derecho penal, se establece como una ciencia

estructurada que establece las garantías necesarias para mantener la libertad del

ciudadano, de forma sistematizada, con una firmeza lógica y punitiva si es necesario

(Borja, 2003).

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 La política criminal se encauza a crear las estrategias destinadas desde el

sector público para frenar las altas tasas de criminalidad, cuando las personas

atentan contra las reglas básicas de convivencia social y lesionan o ponen en peligro

al individuo o la comunidad.

De esta manera, adopta una posición intermedia entre ciencia y respuesta

social, entre teoría y práctica; cuando se analiza el delito en su forma jurídica y

empírica, así como accionar en forma decidida contra el delito (Sánchez, 2012). La

política criminal pretende la exposición sistemática y ordenada de estrategias

tácticas y medios de sanción para controlar el delito.

Subtema 2. Función

En este apartado, se analiza la función de la política criminal. En este caso,

la función de esta estrategia de Estado, va más allá de la mera función de sólo

luchar contra el crimen, enfocándose en cómo deben tratarse a las personas que

atentan las reglas básicas de convivencia social y con ello lesionan o ponen en

peligro a las personas o la comunidad (Sánchez, 2012).

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 La política criminal establece los parámetros que, desde la legalidad, plantea

para la garantía de todos los ciudadanos. La restricción de la política criminal ya no

se restringe por el derecho penal, constitucional o procesal penal sino por su propia

función.

La política criminal se enfocará entonces en lo concerniente a:

 Aplicación del derecho penal.

 Revisión del derecho penal.

 Prevención de la delincuencia.

 Administración de la justicia.

Dentro de la política criminal, se integran las ciencias penales, penitenciarias,

policiales y el aparato jurisdiccional punitivo del Estado, así como las políticas de

intervención social de control (Sánchez, 2012).

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 La política criminal es práctica, ya que su objeto de estudio no es tangible,

sino empíricamente medible, como acciones y expresiones de la libertad humana.

Sin embargo, muchos países han optado por una política criminal que utiliza la pena

privativa de la libertad como su instrumento principal, para reducir la tasa de

criminalidad, pero esta opción sólo ha significado el encarcelamiento en masa de

grupos sociales excluidos, sin dar los resultados esperados (Azaola y Ruíz, 2009).

Subtema 3. Características

La política criminal para ser ejecutada requiere ser construida en forma

racional, que permite planificar los objetivos y los medios necesarios para llevar a

cabo una política criminal de justicia, eficaz y justa, por medio de técnicas e

instituciones para el funcionamiento penal (Azaola, 2009).

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 Dentro de las características de la política criminal están las de ser pluralista

y multidisciplinaria. Es decir, utiliza diversos caminos, perspectivas y métodos para

atender las demandas sociales y contrarrestar la naturaleza de la delincuencia.

Cabe mencionar que, dentro de las actuaciones políticas realizadas para operar la

política criminal, están determinadas por el desarrollo del principio general del

Estado moderno, es decir, la libertad (Maureira, 2005).

Dentro de sus características, la política criminal es diacrónica, ya que se

basa en el pasado para establecer políticas en el futuro y actúa conforme a la ley

(Ochoa, 2002).

También cuenta con las siguientes características:

 El uso del poder penal en casos graves.

 El reconocimiento de límites claros al ejercicio del poder penal.

 La transparencia en el ejercicio del poder penal.

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  El control de las instituciones encargadas del ejercicio del poder penal.

 La admisión de mecanismos de participación ciudadana para la observación

del ejercicio del poder penal.

 El trato humanitario de los presos.

De esta manera, la política criminal hace también de la dignidad humana su

piedra angular, estableciendo el respeto de las personas, su derecho a la expresión,

y el reconocimiento, como ya se ha dicho de su libertad y dignidad humana.

La política criminal, parte de entender y poner en práctica sus acciones en el

mundo real, utilizando una metodología y técnicas propias del estudio de fenómenos

sociales, lo que llega a la conclusión de que el principio de igualdad es la base de

sus acciones.

Como ya se ha dicho, la política criminal se basa en la libre relación de las

personas con el sistema, donde el Estado está a su servicio y para su bienestar,

reconociendo a la persona como un ente autónomo, sus derechos y garantías.

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 La política criminal busca que las partes puedan llegar a la solución de sus

conflictos, dejando como medio básico la conciliación, hasta que existen conflictos

sociales graves, donde asume y controla el actuar individual.

Referencias:

 Azaola, E. y Ruíz, M. (2009). Política criminal y sistema penal en México. México.

UAM.

 Borja, E. (2003). Sobre el concepto de Política Criminal. Una Aproximación a su

significado desde la obra de Claus Roxin. España. Universidad de Valencia.

 Maureira, M. (2005). Política criminal e indigenismo. Fundamentos jurídico-teóricos

de la política criminal indigenista. Alemania. Ibero-Amerikanisches Institut

Preußischer Kulturbesitz.

 Ochoa, M. (2002). Estado, política criminal y derecho penal. Revista Científica

Cultural.

 Sánchez, P. (2012). Fundamentos de Política Criminal. Un Retorno a los Principios.

España. Editorial Marcial Pons.

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