Las culturas superiores andinas y el medio geográfico Las altas culturas han nacido en el oeste montañoso de ambas Américas. Los habitantes de las llanuras o de las elevaciones modernas del oriente, así como de las Antillas, no superaron el nivel de los pueblos primitivos. Las altas culturas, como define el autor, no se ubican en zonas tropicales, sino en zonas templadas como en el bajo y alto Perú, en América central y México. En ambos hemisferios, las cordilleras que se levantan más allá de los trópicos son una clara división del grado de cultura, que va disminuyendo mientras se acerca a los polos. Las zonas montañosas que se ubican en los trópicos con clima templado es lo que favorece al desarrollo cultural. El clima de altura que es más sano y las lluvias en las zonas secas permiten una densa población. El cambio de climas húmedos y secos frío y cálidos, la diversidad de terrenos y diferentes tipos de rocas permiten el progreso de las civilizaciones. Todo esto quiere decir: que en las altiplanicies tropicales pueden alimentar a sus propios pueblos y culturas, y ser núcleos de estados sólidos. Esta zona de altas culturas comprende en la actualidad a los países de Ecuador, Perú y Bolivia. Y destaca entre todos los pueblos indígenas, el imperio incaico. Entre el pueblo aimara y quechua hay una relación entre el espacio que ocupan y el carácter de los pueblos. El primero habita una zona altiplánica desierta y cruda, en consecuencia, el aimara tiende a ser sombrío y poco comunicativo. El quechua más activo, adaptable y alegre vive en una zona de valles fructíferos. Estos pueblos andinos presentan un desarrollo hacia formas económicas y sociales muy elevadas a diferencia de los pueblos de la llanura oriental. La agricultura, además, es la raíz de toda cultura espiritual y social. Tenemos por ejemplo la agricultura de azada, caracterizada por un trabajo intensivo, un cultivo de incendio, el abandono de terreno cuyo resultado era una escasa población, en pocas palabras destructiva. Y, entre los pueblos más especializados de los andes, se desarrolló una agricultura de laboreo, donde se cuidaba el suelo y existió la fabricación de andenes. Esto permitía una población estable. En el clima frío de los Andes se pudo cultivar ciertos tubérculos como: papa, oca y olluco. Además de cereales como: la quinua. También se menciona el papel importante que tuvo el consumo de la hoja de coca como una forma de adaptación fisiológica a las condiciones de los procesos respiratorios y del metabolismo en las Áreas secas y elevadas de los andes. Al progresar la economía a partir de la agricultura, y al refinamiento del orden social hubo un notable desarrollo en los Estados. Otro importante avance en las culturas andinas fue el riego. Los métodos para conseguir agua fueron: conducción de ríos a través de canales, construcción de canales subterráneos, represas y el vaciado de terrenos hasta encontrar la humedad del subsuelo (canchones). También se desarrolla el conocimiento y una división del tiempo (calendarios). Existe una mayor cooperación social y la formación de corporaciones de regantes que controle la justa repartición del agua. Esto permite una organización político-estatal más elevada. Finalmente, en la puna, gracias a su clima cambiante, de día la presencia del sol y por la noche de la helada, permite la obtención del chuño. Que no es más que la papa expuesta al calor y al frio, para hacerla más duradera.